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© soledad ianni un hombre que se ahoga dirección, versión y escenografía de daniel veronese a partir de la obra de las tres hermanas de anton chéjov Teatre Lliure: Montjuïc – Espai Lliure: del 15 de noviembre al 2 de diciembre un hombre que se ahoga dirección, versión y escenografía de daniel veronese a partir de la obra de las tres hermanas de anton chéjov Autor, dirección y escenografía Daniel Veronese intérpretes Claudio da Paisano (Olga) / Adriana Ferrer (Ferapont) / Malena Figó (Vershinin) / María Figueras (Solioni) / Ana Garibaldi (Andrei) / Fernando Llosa (Anfisa) / Marta Lubos (Chebutikin) / Pablo Messiez (Natasha) / Elvira Onetto (Tusembaj) / Silvina Sabater (Kuliguin) / Luciano Suardi (Masha) / Claudio Tolcachir (Irina) producción ejecutiva en gira Sebastián Blutrach / ayudante de dirección Diego Curatella y los equipos del Teatre Lliure producción Proyecto Chéjov duración del espectáculo 1h y 30 minutos www.teatrelliure.cat 2 sobre la función El trabajo de preparación de este material estuvo concentrado en la utilización de un espacio único para todas las escenas. Una obra sin cortes temporales ni espaciales. Sin música ni cambios de luz. Con un texto sintetizado. Con escenas modificadas, cambiadas de lugar. Y con personajes deambulando por la obra, asomados a veces en situaciones indebidas. Quizás la acción más llamativa que invade la obra –no la más importante– es el cambio de sexo de cada uno de los personajes chejovianos, de manera que son ahora tres hermanos encerrados en una casa rodeados de mujeres militares. Tarea que otorga obviamente a todos esos cuerpos significados y valores diferentes. La espera en los hombres como algo primitivamente femenino. El acoso, la libertad y la brutalidad masculina depositados en el cuerpo de las mujeres que salen a guerrear y a matarse. www.teatrelliure.cat 3 los clásicos Obras insuperables e inolvidables. Referencia de múltiples actos naturales de nuestra vida. Así sentimos a Chejov. Aún más: lo sentimos replanteando eso que llamamos “lo natural”, mostrándonos lo más fiel de lo cotidiano. El detalle develado. No lo explícito. La disección de la cosa. Así entonces los acontecimientos que producen tremendas catástrofes suceden fuera de escena, y cobra peso específico lo que subyace, como si frente a la audiencia, a pesar de la protesta de los personajes, se apoyara una gigantesca lupa sobre cabezas y corazones. No es una tormenta de ultramar, es el oleaje que llega constantemente a la playa. Día y noche. Y mueve las piedras de lugar. Pero obviamente esto no es nuevo. Mucho se escribió sobre él y mucho se seguirá escribiendo. Algunas teorías sostienen que es muy probable que Chebutikin sea un hombre y Natasha una mujer. Y que, quizás, las tres hermanas (tres mujeres) esperen en vano, pasivas, recibir en su casa visitas de hombres (hombres que tal vez existan, o tal vez no). Con un estilo parecido los libros nos hacen pensar en ciertos supuestos naturalizados del arte dramático. De lo que se debe permitir y lo que no. Juego de valer y poder de la sapiencia que en el teatro viene de mucho tiempo atrás. Pero a mi me interesó siempre buscar el lugar posible de desmitificación de las cosas. La incertidumbre e, incluso, el desconcierto, me permiten muchas veces modelos de comprensión alejados de los pensamientos uniformes. Pensar el teatro permitiéndome una dramaturgia de rescate con total independencia de lo instructivo. Pensar lo impensable y habitar esas formas humanas intentando convertirlas esencialmente en formas más cercanas a lo humano. Y para eso debo poner en duda lo que se presenta como indubitable. Así nació esta versión: Un hombre que se ahoga. (Una hermosa frase de Urs Graf: “Un hombre que se ahoga espía una mujer que se mata” -parte de la cual titula esta versión de Las Tres Hermanas- me acompaña en la creación desde hace casi veinte años.) Un espacio único; una obra sin cortes temporales ni espaciales. El acoso y la brutalidad junto a la esperanza de felicidad. Hombres y mujeres que salen a amar y a matarse, sin importar el tipo de sexo que llevan entre sus piernas. Sin música ni cambios de luz. Con un texto bastante sintetizado. Con escenas modificadas, cambiadas de lugar. Y con algunos personajes deambulando por la obra, asomados a veces en situaciones indebidas. Todo esto con la sana intención de transformar el escenario en un campo, lo más directo y fecundo posible. Porque los clásicos permanecen valientes y valiosos, pero todos cambiamos y un nuevo encuentro con esas obras también podrían transformarse en acontecimientos www.teatrelliure.cat 4 desconocidos. Dentro de algunos años seguramente mi mirada sobre esta misma obra será distinta. Chejov con su lúcido desencanto, por su parte parece decirnos que una idea similar mueve el mundo. Me gusta imaginarlo en su teatro renovando esperanzas ante cada función, buscando una perfección que estaría por llegar. Como sus personajes, ahogados en la apatía, desalentados, fracasados, sobreviviendo a duras penas pero con la esperanza de que la maravillosa libertad, aquella que todos merecemos, llegará. Daniel Veronese www.teatrelliure.cat 5 La crítica ha dicho Revaloración experimental de Las tres hermanas de Anton Chéjov Irina, Masha y Olga son Claudio Tolcachir, Luciano Suardi y Claudio da Pasano y ni el más mínimo gesto permite pensar en que son mujeres. La pregunta que surge de inmediato es: ¿qué son? La obra parece así un negativo fotográfico de la pieza de Chéjov, dotada de la misma doble sensación de extrañeza y semejanza con que veíamos, a veces, negativos de las fotografías familiares, cuando no existían cámaras digitales ni instantáneas Polaroid y una fotografía era toda una experiencia. La idea de Chéjov está, así, hecha por fantasmas corpóreos, lo que se alía muy bien con la idea de fin de un mundo y quizás del comienzo de un mundo diferente, que nos evocan las palabras de Olga en el desenlace. Consecuente con su planteamiento, Veronese prescinde de la escenografía, o mejor aun nos ofrece una negación de la escenografía. El escenario se limita a dos filas de butacas separadas por un espacio de no más de dos metros, butacas que parecen provenir de un cinematógrafo, otro arte de fantasmagorías, alusión que provee un segundo grado de irrealidad. El movimiento de los actores es reducido, como si la acción se desarrollara en un mundo bidimensional: todo el efecto está confiado al texto. Curiosamente, este texto, que ha sido sometido a una cuidadosa distorsión, parece recobrar así, como un bonsai, lozanía y vivacidad. Es verdad que nos llega por un medio extraño, atravesando cuerpos donde el texto no ha podido reconocer el camino habitual; pero este tránsito de Las tres hermanas por el cuerpo de tres hombres, tan desprotegido, tan al aire libre, como si sucediera en un país extranjero, le ha recuperado vida, novedad y frescura, como lo que sentimos en ciudades que no son la nuestra cuando reproducimos la vida cotidiana, como salir a la calle o sentarnos a tomar un café. JORGE ARIAS Diario La República www.teatrelliure.cat 6 Teatro, puro teatro Rostros sin regalo. Al fin una sensación: Un hombre se ahoga, de Daniel Veronese, en Temporada Alta. Capote nos enseñó la diferencia abisal entre «escribir bien» y el arte verdadero. «Escribir bien» es, a menudo, aplicarse, mostrar lo que uno sabe hacer, la batería de gracias y recursos, los golpes de talento. El arte verdadero es otra cosa. Ofrece una certidumbre de verdad instantánea, aparentemente sencilla. Tiene la inmensa cortesía de no revelar el esfuerzo: parece un juego concebido por un niño madurísimo o un viejo que ríe y llora al mismo tiempo, un viejo salvajemente divertido. Es la forma suprema del entretenimiento: sobrecoge, transporta, y nunca aburre. Un hombre se ahoga es arte verdadero. A priori, una pendejada: montar Las tres hermanas intercambiando el sexo de los personajes. «Ellas» son actores, «ellos» son actrices. ¿Tiene sentido? No sé si lo tiene, pero a los dos minutos te lo crees todo, porque ya te han instalado en su realidad, como sucedía en Vania en la calle 42. Doce actores en escena, con ropa de calle, interpretando la trama en continuidad, sin pausas ni cambios de acto. Continuidad quiere decir un afianzadísimo tejido emocional, sin escapatoria pero sin claustrofobia; una red implacable de tensiones y afectos. Cuando «no actúan» siguen actuando, es decir, permanecen en sus sillas, vinculados, ultrapresentes en el salón familiar. Los contornos de la representación se difuminan: todo tiene el aire irreal y perturbadoramente verídico de un sueño: Chéjov soñando Las tres hermanas. Todo está ensayado y pautado al milímetro pero exhala el mismo perfume de improvisación libre que consiguió Eustache en La maman et la putain. No hay «distanciamiento» ni «reflexión sobre el intercambio de roles»: hay pasiones y vulnerabilidades que mudan de uno a otro sexo, porque así es la vida, así es el alma. Todos son primerísimos actores y actrices, la flor y nata del teatro argentino. También en su método está su grandeza: ensayaron durante seis meses, a ratos ganados, sin cobrar, a la salida de sus «trabajos remunerados», por puro amor al arte. La función se representaba cada domingo en una pequeña sala bonaerense, El Camarín de las Musas. Sólo de pensar que alguien se atreviera a hacer aquí algo parecido me entra la risa. Y la enorme pena de que esta maravilla se haya visto una sola vez, en La Planeta de Girona. ¿Nadie les ofreció una estancia de varios días en Barcelona, en Madrid, para enseñanza y edificación de cómicos y público? Una cosa más, tal vez la más importante. La verdad de esos actores va más allá de su extraordinario entrenamiento. Acorde al tópico, sus caras son su mejor espejo. Esas caras no se las regalaron. Son caras con historia, con historias. Por ahí han pasado muchas cosas. Por esas caras y esos cuerpos y esas voces. Marta Lubos, la doctora Chebutikin; Elvira Onetto, la baronesa Tusembach; Claudio Tolcachir, «un» Irina que parece escapado de una película de Garrel; todos y todas. Tras el incomprensible (o no) patinazo de El túnel, ya era hora de ver a Veronese mostrando sus plenísimos poderes. Me relamo pensando en el Mujeres soñaron caballos que montará en el María Guerrero. MARCOS ORDÓÑEZ Diario El País, Babelia, 28 de octubre de 2006 www.teatrelliure.cat 7 Chéjov, en el quirófano Más allá de lo afortunado o errado de las tantas versiones que se sucedieron de Chéjov… todas dejaron picando la duda eterna: ¿hay que hacerlo lánguido y melancólico? ¿Con un ritmo escénico lento, monótono y desvaído –decía Priestley–, como si en la habitación de al lado estuviera agonizando alguien? Casi nadie pudo escapar a esta abulia o lo que modificó para eludirla fue la dinámica exterior (Augusto Fernández con su última versión de La gaviota). Es que sus criaturas se aburren. Pero mientras se aburren por fuera, por dentro bullen de ilusión, frustración, odio, amor, deseo, revancha y pulsión de muerte. Ocurre que el autor los pone a divagar en amplios salones, los acomoda en divanes, los hace beber té mientras juegan a las cartas. Y lo que en realidad los atormenta se adivina en diálogos que son, en general, civilizados, irónicos, elegantes suspiros rusos mientras cae la nieve y se calienta el samovar. Ahora bien, ¿qué pasa si lo que se hace es destripar a Chéjov, tirar a la basura la escenografía prolija, cegar con una pared sucia y mal revocada los amplios ventanales a los jardines, no pedirle la ropa de época al San Martín y lograr que los actores se muestren por dentro? Bueno, Daniel Veronese lo hizo en Un hombre que se ahoga basándose en Las tres hermanas. Y consigue un espectáculo de rara intensidad dramática. Un clima que se va espesando desde el juego suelto del comienzo al dolor lacerante de los minutos finales, donde sí, parece que al lado está agonizando alguien, pero alguien que desgarra a todos por igual. Como en Mujeres soñaron caballos, un trabajo escénico paradigmático… Veronese genera una actuación conjunta y sólida, llena de vínculos dificultosos que sacan chispas, de amores truncos y rencores asesinos, de verdaderas tristezas, lejanas a ese spleen decadente que vimos tanto. En suma, una amalgama de gente que sufre, no de gente que cuenta que sufre. La experiencia es sobrecogedora y desde luego, a nadie le preocupa demasiado recuperar la historia de Las tres hermanas. Nadie, salvo un despistado grave, ha ido a ver al Chéjov que conoce. Todos los intérpretes actúan con la misma entrega y cada uno tiene su momento. Veronese y su dramaturgia sorprenden de nuevo. RÓMULO BERRUTI www.mundoteatral.com www.teatrelliure.cat 8 daniel veronese Daniel Veronese comenzó su carrera como actor y mimo. En 1989 creó, junto con Ana Alvarado y Emilio García Wehbi, el grupo de teatro El Periférico de Objetos, que basa su experimentación en el trabajo de integración de actores y objetos. Independientemente del grupo ha realizado numerosos trabajos como autor y director, por los que ha recibido, entre otros premios nacionales e internacionales, el Konex de Platino, la Beca Antorchas, el Primer Premio Municipal de Dramaturgia y el Primer Premio Nacional de Dramaturgia. Ha participado con su obra escénica en numerosos festivales nacionales e internacionales. Sus obras están publicadas en dos volúmenes Cuerpo de prueba, con catorce obras (editado por la Universidad de Buenos Aires) y La deriva, con siete obras (editado por Adriana Hidalgo Editora). Ha dirigido los siguientes espectáculos: Variaciones sobre B... (1991); El hombre de arena (1992); Cámara Gesell (1993); Breve vida (1994); Máquina Hamlet, de Heiner Müller (1995); Circonegro (1996); El líquido táctil (1997); Zooedipous (1998); Monteverdi método bélico (2000); La muerte, de Marguerite Duras (2000); Mujeres soñaron caballos (2001); Open House (2001); El suicidio/Apócrifo 1 (2002); Dramas breves 2 (2002); La forma que se despliega (2003); Un hombre que se ahoga (versión de Tres hermanas de Chéjov, 2004); La niña fría (2004); Minyana sobre Francia (2004); Manifiesto de niños (2005); Método Gronholm, de Jordi Galcerán (2005); En auto (2005); El túnel (basado en la novela de Ernesto Sábato, 2006); Espía a una mujer que se mata (versión de Tío Vania de Chéjov). Es autor de los siguientes textos: Crónica de la caída de uno de los hombres de ella (1990); Variaciones sobre B... (1991); Del maravilloso mundo de los animales: Los corderos/El hombre de arena (coautoría con E. G. Wehbi, 1992); Del maravilloso mundo de los animales: conversación nocturna (1992); Luz de mañana en un traje marrón / Luisa / Señoritas porteñas / Breve vida / En la mañana (pieza radiofónica) / Cámara Gesell (2003); Formas de hablar de las madres de los mineros, Mientras esperan que sus hijos salgan a la superficie / Equívoca fuga de señorita, apretando un pañuelo de encaje sobre su pecho (1994); Unos viajeros se mueren / La terrible opresión de los gestos magnánimos (1995); Circonegro /Women’s White Long Sleeve Sports Shirts / Ring-side (1996); XYZ / El líquido táctil (1997); Zooedipous (coautoría www.teatrelliure.cat 9 con Ana Alvarado y E. G. Wehbi) / Eclipse de un auto en camino / Sueño de gato (1998); La noche devora a sus hijos / Mujeres soñaron caballos (1999); Monteverdi método bélico (coautoría con Ana Alvarado y Emilio G. Whebi, 2000); Open House (2001); El suicidio. Apócrifo 1 (coautoría con Ana Alvarado, 2002); La forma que se despliega (2003); Manifiesto de niños (coautoría con Ana Alvarado y Emilio G. Whebi); Un hombre que se ahoga (versión de Tres hermanas de A. Chéjov) (2004); Espía a una mujer que se mata (versión de Tío Vania de Chéjov, 2005); Teatro para pájaros (2006). www.teatrelliure.cat 10 Intérpretes Claudio da Passano (Olga) Debuta en el año 1983 en el Teatro Nacional Cervantes y desde entonces ha participado como actor en muy diversos espectáculos en el teatro General San Martín, salas comerciales y producciones de teatro independiente. También con Veronese ha trabajado en La forma que se despliega. Ha sido fundador y durante varios años miembro fundador La Banda de la Risa, con dirección de Claudio Gallardou, con quienes ha realizado varias temporadas con adaptaciones de obras como El Fausto, Martín Fierro y la adaptación teatral de I Pagliaccide de R. Leoncavallo, con la que obtuvieron el premio ACE al mejor espectáculo de humor. Con Robert Sturua ha participado en Las visiones, de Simon Machard; Arturo Ui, de Bertolt Brecht, y Shylock, basado en Shakespeare. Ha intervenido asimismo en Memorias del infierno (dir. Sergio Renán) y El día que Nietzsche lloró (dir. Lia Jelin). En televisión destacan sus trabajos en los programas Cybersix, Requetepillos (programa infantil escrito por María Elena Walsh) y el ciclo Alta comedia que dirige María Herminia Avellaneda. Adriana Ferrer (Ferapont) Se formó inicialmente en la Escuela de Teatro de la Ciudad de La Plata y posteriormente con Raúl Serrano entre otros. En teatro ha participado en La niña fría con dirección de Daniel Veronese; El sol en la cara con dirección de Gabriela Fiore; Doña Ramona, con dirección de Rubens Correa y Villanueva Cosse; Saverio el Cruel, con dirección de Yirair Mosian; Mensaje, con dirección de Jorge Rivera López; La revolución es un sueño eterno, con dirección de Raúl Serrano, Más frágil que el cristal, con dirección de Guillermo Ghio, y Venecia, con dirección de Rubens Correa. En televisión ha participado en Mujeres asesinas, Floricienta, Epitafios, 099 Central, Chiquititas, Poliladrón, Más allá del horizonte y Cosecharás tu siembra. www.teatrelliure.cat 11 En cine ha participado en Trópico del cangrejo, dirigida por Juan Luis Buñuel, y Cuarteles de invierno, dirigida por Lautaro Murúa. Malena Figó (Vershinin) Se ha formado con Agustín Alezzo, Lizardo Laphizt, Augusto Fernándes y Cristina Moreira. Algunas de las numerosas obras de teatro en las que ha participado como actriz son: El pato salvaje, de Henrik Ibsen (dir. David Amitín, nominada para el Premio Trinidad Guevara como actriz revelación, Teatro General San Martín); Luces de bohemia, de Valle-Inclán (dir. Villanueva Cosse, nominada al premio Florencio Sánchez como actriz de reparto, Teatro General San Martín); Paula.doc, de Nora Rodríguez (dir. Hugo Urquijo, nominada al premio ACE como actriz off); El señor Puntila y su criado Matti, de Bertolt Brecht (dir. Claudio Hochman, Teatro General San Martín); El día que me quieras, de José Ignacio Cabrujas (dir. Julio Baccaro, Teatro Nacional Cervantes); Don Chicho, de A. Novión (dir. Leonor Manso, nominada al premio Florencio Sánchez como actriz de reparto, Teatro Nacional Cervantes); Rew, de Carmen Arrieta (dir. Andrés Bazzalo, Teatro Nacional Cervantes); La resistible ascensión de Arturo Uy, de Bertolt Brecht (dir. Roberto Esturga, Teatro San Martín); Teatro para pájaros (texto y dirección de Daniel Veronese); Espía a una mujer que se mata, versión de Tío Vania, de Anton Chéjov (dir. Daniel Veronese). María Figueras (Solioni) Además de su participación en Un hombre que se ahoga, versión de Tres hermanas de Chéjov por Daniel Veronese, entre sus trabajos en teatro sobresalen: Mujeres soñaron caballos, de Daniel Veronese (Centro Dramático Nacional, Madrid); Espía a una mujer que se mata, versión de Tío Vania, de Daniel Veronese (espectáculo se presenta en el Festival de Otoño 2007 de Madrid); En auto, escrita y dirigida por Daniel Veronese; En casa, escrita y dirigida por Luciano Suardi; Instrucciones para un coleccionista de mariposas, de Mariana Pérez (dirección de Leonor Manso); El misántropo, de Molière (Teatro General San Martín, dirección de Jaques Lassalle); Los siete gatitos, de Nelson Rodrigues (Teatro Nacional Cervantes); La zarza ardiendo, de González Castillo y F. Mertens (dirección de Román Podolsky. En cine ha trabajado entre otras en las siguientes películas: La nube, de Pino Solanas; Tres de corazones, de Sergio Renán, y La cámara oscura, de María Victoria Menis. www.teatrelliure.cat 12 Ana Garibaldi (Andrei) Ha participado como actriz en los siguientes espectáculos: Apenas el fin del mundo, de Jean Luc Lagarce, dirigida por Cristian Drut; Un hombre que se ahoga, dirigida por Daniel Veronese; La jaqueca, dirigida por Cristian Drut, con dramaturgia de Hernando Tejedor y Cristian Drut; Badulaque, sobre textos de Horacio Quiroga, dirigida por Cristian Drut; Cámara oscura, dirigida por Rubén Szchumacher; Ifigenia en Aulide, de Eurípides, dirigida por Rubén Szchumacher en el Teatro Municipal General San Martín (2000); La historia de llorar por él, de Ignacio Apolo, dirigida por Cristian Drut; Femenino, de Javier Daulte, dirigida por Cristian Drut; Las alegres comadres de Windsor de Shakespeare, dirigida por Guillermo Cacace; Entretanto las grandes urbes, de Rafael Spregelburg, dirigida por Vilma Rodríguez, Match de improvisación, dirigido por Mosquito Sancineto; Bailando en la oscuridad, dirigida por Javier Rodríguez; Kaspar Hauser, dirigido por Juan Polito. Recibió el Premio Clarín 2003 como actriz revelación en teatro por la obra La jaqueca. Fernando Llosa (Anfisa) En los últimos 10 años ha trabajado con directores de escena como Emilio García Webbi (Woysek) y Ana Alvarado (Una pasión sudamericana), Ricardo Bartis (El pecado que no se puede nombrar , Donde más duele) y Daniel Veronese. Con Veronese ha participado en Mujeres soñaron caballos, El suicidio: apócrifo 1, Un hombre que se ahoga y Espía a una mujer que se mata. Con estas obras ha participado en distintos festivales internacionales, entre ellos el Festival de Cádiz, Festival de Otoño de Madrid, Festival de Otoño de París, Festival de Aviñón, Holland Festival, Theater der Welt y Lincoln Center Festival. En cine ha trabajado en películas de J. B. Stagnaro, Diego Lerman, Alan Parker, Carlos Saura y Walter Salles. Antes de dedicarse al teatro realizó una larga y fructífera labor en el campo de la música como integrante fundador del grupo vocal Buenos Aires 8. www.teatrelliure.cat 13 Marta Lubos (Chebutikin) Se formó como actriz en la Escuela de Arte Dramático de Alejandra Boero, donde también ejerció la docencia, y con Juan Carlos Gené, en actuación y dirección. En teatro ha trabajado bajo la dirección de Daniel Veronese, Luciano Suardi, Mariana Chaud, Edgardo Cozarinsky, Carlos Gandolfo y Emilio García Wehbi, entre otros. Ha recibido diversos premios y nominaciones por su actuación teatral. En cine ha trabajado con directores como Héctor Babenco, Lucrecia Martel, Walter Salles, Albertina Carri y Diego Lerman. Pablo Messiez (Natasha) Nacido en Buenos Aires en 1974, debutó como actor fue en el año 1996, interpretando el papel del muchacho en Esperando a Godot de Samuel Beckett (dir. Leonor Manso). Ha participado como actor en espectáculos como Galileo Galilei, de Bertolt Brecht (dir. Rubén Szuchmacher); Ifigenia en Áulide, de Eurípides; Lo que pasó cuando Nora dejó a su marido, de Elfriede Jelinek, y Enrique IV, de Pirandello. Con Daniel Veronese, además de Un hombre que se ahoga, ha trabajado en el espectáculo titulado La forma que se despliega. Otras obras en las que ha participado son Badulaque y La historia de llorar por él (ambas dirigidas por Cristián Drut); ROMCOM del grupo británico Rotozaza; El perro del hortelano, de Lope de Vega (dir. Daniel Suárez Marsal) y Últimos remordimientos antes del olvido, de Jean-Luc Lagarce (dir. Laurent Berger). En 2007 ha estrenado su primera obra como dramaturgo y director, titulada Antes. Elvira Onetto (Tusembaj) Actriz, directora y docente teatral. Como directora ha puesto en escena Marta y Marta de Palmes/Behocaray/Onetto; Pequeño detalle y largo encuentro, de Eduardo Pavlovsky; La señora Golde, de P. Suárez; Copla, de N. Briski; La noticia del día, de V. Winner/S. G. Posse; Las tres caras de Venus, de L. Marechal; Exitus, de M. F. Cárdenas; Jacobo o la sumisión, de E. Ionesco; Marathon, de R. Monti. Ha trabajado como actriz con Eduardo Pavlovsky, Norman Briski, Alberto Ure, Laura Yusem, Ricardo Bartis, Susana Torres Molina y Daniel Veronese. www.teatrelliure.cat 14 Ha hecho cine con E. Subiela, J. B. Stagnaro y R. Moreno. Como docente coordina talleres de teatro, durante dos años ha dirigido los trabajos de residencia de la USAL y ha dictado seminarios de creatividad y montaje tanto en Argentina como en España. Por sus trabajos en dirección y actuación ha recibido nominaciones a los premios Trinidad Guevara, ACE, Clarín y Florencio Sánchez. Silvina Sabater (Kuliguin) Ha trabajado como actriz con Daniel Veronese en los espectáculos titulados Mujeres soñaron caballos, Un hombre que se ahoga y Espía a una mujer que se mata. En cine ha participado entre otros en los filmes titulados Vísperas (2006), dirigido por Daniela Goggi, y Una novia errante (2006), dirigida por Ana Katz. Luciano Suardi (Masha) Actor, director y docente. Se formó con A. Boero, A. Fernandes y V. Tellas y fue becado para perfeccionarse en el Lee Strasberg Theatre Institute de Nueva York. Fue dirigido, entre otros, por A. Boero, A. Alezzo, R. Szuchmacher, A. Tantanian, D. Veronese y S. Renán en Buenos Aires y R. Buch y R. Castle en Nueva York. Entre sus trabajos de dirección destacan Temperley, Panorama desde el puente y El pan de la locura, en el Complejo Teatral de la Ciudad de Buenos Aires, y ¿Quién teme a Virginia Woolf? en el Teatro Regina. Ha recibido numerosos premios y ha participado en festivales nacionales e internacionales. Ha sido artista en residencia de la Akademie Schloss Solitude de Alemania y el Mc Carter Theatre Center de Estados Unidos. Claudio Tolcachir (Irina) Actor, director y docente teatral. Ha trabajado, como actor o director, entre otros, en los siguientes espectáculos: De rigurosa etiqueta, de Norma Aleandro (dir. Norma Aleandro); El juego del bebé, de Edward Albee (dir. Roberto Villanueva); Orfeo y Eurídice, de Jean Anouilh (dir. Claudio Tolcachir); La dama duende, de Calderón de la Barca (dir. Daniel S. Marsal); Long Play, de Jorge Leyes (dir. M. Salas); Chau Misterix, de Mauricio Kartún (dir. Claudio Tolcachir); Traje de sastres, de Darío Lucheta (dir. Silvina Katz); Sueño de una noche de verano, de W. Shakespeare (versión de Javier www.teatrelliure.cat 15 Daulte, dir. Diego Kogan); Ah, Soledad, de E. O'Neill (dir. Agustín Alezzo); Lisístrata de Aristófanes (dir. Eduardo Riva y Rita Armani); Medea, de Jean Anouilh (dir. Eduardo Riva); Juana de Lorena, de M. Anderson… En cine ha participado en Buenos Aires me mata, de Beda Docampo Feijoó. En televisión ha intervenido en títulos como Chiquititas; Buenos vecinos; Mi ex; Mamitas; Desesperadas por el aire; Las chicas de enfrente; Los machos, y ¿Dónde estás amor de mi vida que no te puedo encontrar? www.teatrelliure.cat 16