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El síndrome post vacacional ¿Existe el síndrome post vacacional? Después de unas vacaciones en las que has compartido con la familia, has viajado a sitios hermosos, has comido por placer, has dormido hasta las tantas, no es inusual que al volver al trabajo te quejes de síntomas físicos como cansancio generalizado, fatiga, falta de sueño, dolores musculares, falta de apetito o de concentración o de síntomas psíquicos como irritabilidad, tristeza, falta de interés o nerviosismo… y que en el trabajo te digan: Claro, ¡Es el SÍNDROME POSTVACACIONAL! Pero, médicamente hablando síndrome postvacacional? ¿qué es Aunque no existe un consenso que lo defina, el para considerarlo como un trastorno adaptativo o de estrés causado por el hecho de incorporarse al trabajo o al estudio, debemos apelar al manual diagnóstico y estadístico de las enfermedades mentales de la Asociación Americana de Psiquiatría, DSM IV, según el cual, debería cumplir los siguientes criterios: “Presencia de síntomas emocionales (malestar, ansiedad, depresión) o comportamentales (deterioro significativo de la actividad social, laboral o académica), como consecuencia de la vuelta a su actividad profesional, que no responden a una enfermedad de base y dentro de los tres meses después de incorporarse a la misma y que precede a un trastorno depresivo o a un trastorno de ansiedad” ¿Por qué se produce? Estamos preparados para adaptarnos física y emocionalmente al cambio, para regresar de estados de confort y descanso a otros de más exigencia. Estamos dotados de dos sistemas maravillosos, el Simpático y el Parasimpático, parte del Sistema Nervioso, que se encargan de ello. A través de sustancias que van por nuestro torrente sanguíneo llamadas neurotransmisores, regulan todas nuestras funciones vitales para que nuestro cuerpo haga frente a lo que se requiera. Existen factores físicos, emocionales, mentales y energéticos que Influyen para que esta adaptación no se realice adecuadamente. Si existe una enfermedad física o psíquica de base, cansancio o fatiga acumulados por largo tiempo, insatisfacción vital, estos estados se sumarán al cambio en el ritmo de sueño, en el cual entramos después de un largo periodo a un despertar forzado, el cambio en la alimentación , el trayecto diario hacia el trabajo (atascos, metros, trenes), las dificultades relacionales en el lugar de trabajo, la carga laboral y la falta de motivación para la actividad laboral. Existe otro factor importante y es la exposición a radiación durante las vacaciones. Las tormentas solares, hacen que la radiación solar directa, en exceso, en algunas personas más sensibles, pueda ocasionar pérdidas energéticas que generan sensación de cansancio, apatía y sueño, esto es paradójico después de haber descansado bien(1). Un estudio publicado en el Indian Journal of Science and Technology, relaciona las zonas de “estrés geopático” con variaciones en la presión arterial y la frecuencia cardíaca. Las zonas de estrés geopático son “áreas geográficas con faldas acuíferas subterráneas, redes terrestres, cavidades subterráneas o concentraciones de algunos minerales que se alteran y se vuelvan dañinas para los organismos vivientes”. El estudio indica que las personas expuestas a estás zonas pueden sufrir signos de fatiga, agotamiento, depresión, nerviosismo, dolores de cabeza, hormigueos en brazos y piernas así como un deterioro del sistema inmune. ¿Qué puedo hacer ? ¿Qué está en mis manos? Lograr que los ritmos internos regresen a su punto de equilibrio es la clave. Esto se consigue alternando el trabajo con descanso, disfrute y relajación. Podemos también, integrar algunas actividades de las que tanto disfrutamos durante las vacaciones en nuestro día a día. Realizar actividad física placentera, dormir de 7 a 8 horas diarias , procurando lecturas y la música agradables. Valorar y sentir gratitud por lo que el trabajo que desempeñamos aporta a nuestras vidas, por cada pequeña cosa buena que tenga. Esto va a generar en nosotros DOPAMINA, una molécula que regenera nuestro sistema inmune, mejora la atención, la concentración, la memoria, la motivación y la vitalidad y nos permite proyectar un futuro mejor. La alegría de vivir debe acompañarnos siempre, no sólo en vacaciones ni en fines de semana. Si aún después de estas medidas o mientras las hace, el malestar es manifiesto, puede haber trastornos de base que hay que tratar, consultar a un médico que tenga en cuenta todos estos factores te ayudará a recuperar la vitalidad, la salud y la alegría. Podemos ayudarte, ¡Déjalo en nuestras manos! Dra. Maria del Pilar Salazar Cataño Médicina Integral pilar@medicinaconcienciayamor.com QUINTAESENCIA - C/ Alfonso XII, 58 28014 Madrid Pide tu cita: +34 635 770 438 Para leer más: http://informahealthcare.com/action/doSearch? AllField=radon+and+fatigue&publication= (1)Electrohypersensitivity: State-of-the-Art of a Functional Impairment,Olle Johansson.Electromagnetic Biology and Medicine Jan 2006, Vol. 25, No. 4, Pages 245-258: 245-258. *Depresión y exposición a campos electromagnéticos. Autor: Douglas B. McGregor, Consultor del Institute RobertSauvé, Montreal, Québec. Publicado por Occupational Health and Safety Research, IRSST, marzo 2002. *Toxicological perspectives of inhaled therapeutics and nanoparticles.Amanda J Hayes, Shahnaz Bakand.Expert Opinion on Drug Metabolism & Toxicology Jul 2014, Vol. 10, No. 7, Pages 933-947: 933-947. *Effects of low fluences of radiations found in space on cellular Systems.Kathryn D. Held.International Journal of Radiation Biology Jan 2009, Vol. 85, No. 5, Pages 379-390: 379-390.