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PATIENT EDUCATI N The American College of Obstetricians and Gynecologists WOMEN’S HEALTH CARE PHYSICIANS El Embarazo • SP129 Los trastornos convulsivos en el embarazo L os trastornos convulsivos son una de las condiciones médicas más comunes que afectan a las mujeres. Si padece de un trastorno convulsivo, debe estar informada de ciertos riesgos si está considerando quedar embarazada. Es importante colaborar con sus proveedores de atención médica para recibir la atención especial que necesita tanto antes como durante el embarazo. Al hacerlo, puede mejorar sus probabilidades de tener un embarazo saludable y un bebé sano. Este folleto explica •los trastornos convulsivos y cómo pueden afectar el embarazo •cómo prepararse para un embarazo •el manejo de un trastorno convulsivo durante y después del embarazo Los trastornos convulsivos Cuando se altera la actividad de las células nerviosas ocurren convulsiones. Una convulsión puede causar un cambio en el estado de ánimo, las emociones, el conocimiento o el movimiento. La epilepsia es un tipo de trastorno convulsivo. Esta enfermedad se diagnostica cuando una persona presenta dos o más convulsiones sin una causa definida. Las personas que padecen de convulsiones repetidas generalmente tienen que tomar medicamentos antiepilépticos o medicamentos “anticonvulsivos”. Aunque estos medicamentos no curan el trastorno, pueden siempre, o casi siempre, evitar que ocurran convulsiones. Hay más de 20 medicamentos antiepilépticos distintos. La selección de un medicamento se basa en la edad del paciente, el tipo de convulsión y los efectos secundarios del medicamento. Si un medicamento no da resultado, se puede probar otro. A veces, es necesario usar más de un medicamento para controlar las convulsiones. Cómo puede un trastorno convulsivo afectar el embarazo Los trastornos convulsivos pueden afectar el embarazo de varias maneras. Algunos de los efectos están relacionados con los medicamentos antiepilépticos. Otros se deben propiamente a la condición. Es posible evitar muchos de estos efectos cuando se recibe buena atención médica antes y durante el embarazo. Defectos congénitos Cómo prepararse para un embarazo En todas las mujeres, el riesgo de tener un bebé con un defecto congénito grave es 2–3%. En las mujeres con un trastorno convulsivo, el riesgo es mayor—6–8%— aunque en términos generales es bastante bajo. Parte del aumento en el riesgo se debe al trastorno y parte se debe a los medicamentos antiepilépticos que se usan para tratarlo. Los medicamentos antiepilépticos se han asociado con defectos congénitos, como labio leporino o hendidura del paladar (cuando el labio o el paladar en la boca no se han cerrado completamente), defectos del corazón y defectos del tubo neural (NTDs, por sus siglas en inglés). Un motivo por el cual los medicamentos antiepilépticos podrían estar asociados con un mayor riesgo de defectos congénitos es que muchos de estos medicamentos afectan la manera en que el cuerpo usa el ácido fólico. El ácido fólico es una vitamina B. No tener suficiente ácido fólico antes del embarazo y durante las primeras semanas de embarazo puede aumentar el riesgo de tener un bebé con un defecto del tubo neural. Niveles reducidos de ácido fólico también pueden causar anemia durante el embarazo. Se recomienda que todas las mujeres tomen un suplemento con ácido fólico antes de quedar embarazadas y durante el embarazo. Si toma un medicamento antiepiléptico, su proveedor de atención médica le podría recomendar que tome más ácido fólico antes del embarazo y durante los primeros 3 meses de embarazo (consulte “El uso de ácido fólico”). Sin embargo, no se ha comprobado que tomar más ácido fólico evite los defectos congénitos relacionados con medicamentos. Si padece de un trastorno convulsivo, prepararse para el embarazo puede mejorar su salud y la de su bebé. Debe programar acudir a su obstetra–ginecólogo y neurólogo antes de quedar embarazada para hablar sobre sus cuidados médicos. Juntos podrán crear un plan para controlar las convulsiones y reducir a un mínimo los riesgos para su bebé. Los riesgos de las convulsiones Las convulsiones pueden ser perjudiciales no solo para la mujer sino para su bebé. Las convulsiones que causan la pérdida del conocimiento y sacudidas violentas, que se llaman crisis de gran mal, son especialmente peligrosas durante el embarazo. Los riesgos asociados con convulsiones durante el embarazo son lesión a causa de caídas, menor suministro de oxígeno al bebé durante la convulsión, trabajo de parto prematuro y nacimiento prematuro. Debido a estos riesgos, los expertos recomiendan que las convulsiones se controlen con medicamentos antiepilépticos, si fuera necesario, durante el embarazo. Los riesgos asociados con sufrir una crisis de gran mal son mayores que los posibles riesgos asociados con el uso de medicamentos antiepilépticos. Cambios en la frecuencia de las convulsiones Durante el embarazo y después del mismo, la mayoría de las mujeres no tienen cambios en la frecuencia de las convulsiones o tienen las convulsiones con menos frecuencia. Sin embargo, las convulsiones ocurren más a menudo en hasta un tercio de las mujeres. Esto puede estar relacionado con los cambios en la eficacia de los medicamentos anticonvulsivos durante el embarazo. El uso de acido fólico La mayoría de los suplementos multivitamínicos prenatales y los identificados como “fórmula para la mujer” contienen 0.6–0.8 miligramos de ácido fólico. Si su proveedor de atención médica le recomienda que tome una mayor cantidad de ácido fólico antes del embarazo y durante los primeros 3 meses de embarazo, debe tomar un suplemento por separado con ácido fólico y no más píldoras de multivitaminas. Tomar más ácido fólico como un suplemento por separado evita que reciba una cantidad excesiva de otras vitaminas en las píldoras de multivitaminas. Cómo administrar sus medicamentos Durante el embarazo, es posible que cambie el tipo, la cantidad o el número de medicamentos antiepilépticos que toma. Preferiblemente, los cambios en los medicamentos se deben hacer antes del embarazo. De esta manera usted y su proveedor de atención médica pueden determinar los efectos de estos cambios sin poner en peligro al feto. Los cambios que se hagan dependen de su situación individual: • Si no ha tenido una convulsión en 2 o más años, es posible que pueda suspender gradualmente el uso del medicamento. • El tipo de medicamento podría cambiar. Algunos medicamentos antiepilépticos se consideran más seguros para el feto que otros. • Si toma varios medicamentos para controlar las convulsiones, le podrían recomendar tomar un solo medicamento. Tomar un solo medicamento puede reducir el riesgo de defectos congénitos. Podría también ocurrir menos interacciones entre medicamentos y una menor cantidad de efectos secundarios que si toma varios medicamentos. • Si toma dosis elevadas de un medicamento, es posible que pueda reducir gradualmente la dosis a una dosis menor. Los cuidados médicos durante el embarazo Visite a su proveedor de atención médica con regularidad durante el embarazo. Se podrían hacer análisis de sangre periódicamente para asegurarse de que los niveles de los medicamentos se mantengan constantes. Niveles muy elevados pueden causar efectos secundarios. Niveles muy bajos pueden causar convulsiones. También se pueden usar análisis de sangre para detectar ciertos defectos congénitos. Además, se pueden hacer algunos exámenes de diagnóstico, como un examen especializado de ultrasonido, una amniocentesis o el muestreo de vellosidades coriónicas, para determinar la presencia de ciertos defectos congénitos. Padecer de un trastorno convulsivo no influye en la manera en que nacerá su bebé. Igual que con casi todas las mujeres, aquellas que padecen de un trastorno convulsivo pueden dar a luz vaginalmente a sus bebés a menos que surja un problema durante el trabajo de parto o el parto. En tales casos, podría ser necesario tener un parto por cesárea. Atención de postparto Después del parto, quizás sea necesario ajustar su medicamento otra vez. También debe usar un método anticonceptivo para ayudarle a planificar su familia. Los medicamentos antiepilépticos pueden reducir la eficacia de algunos métodos anticonceptivos hormonales. Entre estos se encuentran las píldoras anticonceptivas, el anillo vaginal, el parche para la piel y el implante. Los métodos que no se ven afectados por los medicamentos antiepilépticos son ambos tipos de dispositivo intrauterino, la inyección anticonceptiva y los métodos de barrera (como el diafragma, los espermicidas o los condones). Algunas mujeres optan por un método de barrera junto con un método hormonal. La esterilización es una opción si su familia ya está completa. Inmediatamente después de nacer, todos los bebés reciben una inyección de vitamina K. Esta vitamina ayuda con la coagulación de la sangre. La inyección de vitamina K es de especial importancia en los bebés cuyas madres toman medicamentos antiepilépticos durante el embarazo ya que estos medicamentos reducen los niveles naturales de vitamina K en el cuerpo. La mayoría de las mujeres con trastornos convulsivos pueden amamantar a sus bebés. Aunque los medicamentos antiepilépticos se encuentran en pequeñas cantidades en la leche materna, casi nunca el nivel es suficiente como para afectar al bebé. Por último . . . La mayoría de las mujeres con trastornos convulsivos que quedan embarazadas tienen embarazos saludables y bebés sanos. Recibir una buena atención médica antes del embarazo para ajustar sus medicamentos y durante el embarazo para asegurarse de controlar bien las convulsiones es de suma importancia. Glosario Amniocentesis: Procedimiento mediante el cual se emplea una aguja para extraer y analizar una pequeña cantidad de líquido amniótico del saco que rodea al feto. Anemia: Niveles anormalmente bajos de sangre o glóbulos rojos en la sangre. En la mayoría de los casos se debe a una deficiencia o falta de hierro. Crisis de gran mal: Tipo de trastorno que causa la pérdida del conocimiento y sacudidas violentas. Defectos del tubo neural (NTDs, por sus siglas en inglés): Defectos congénitos que se producen debido al desarrollo incompleto del cerebro, la médula espinal o los recubrimientos de estos órganos. Dispositivo intrauterino: Dispositivo pequeño que se introduce y permanece dentro del útero para evitar embarazos. Epilepsia: Grupo de trastornos en los que se encuentra alterada la actividad eléctrica del cerebro. Esta alteración puede causar convulsiones, que son cambios temporales en el estado de ánimo, las emociones, el conocimiento o el movimiento. La epilepsia se diagnostica cuando una persona presenta dos o más convulsiones sin una causa definitiva. Esterilización: Método anticonceptivo permanente. Feto: Organismo que se desarrolla en el útero desde la novena semana de embarazo hasta el final del embarazo. Muestreo de vellosidades coriónicas: Procedimiento mediante el cual se extrae una muestra pequeña de células de la placenta y se analiza. Obstetra–ginecólogo: Médico con capacitación, destrezas y educación especiales en la salud de la mujer. Prematuro: Que nace antes de las 37 semanas de embarazo. Ultrasonido: Examen que usa ondas sonoras para examinar estructuras internas. Durante el embarazo, puede usarlo para examinar al feto. Este Folleto Educativo para Pacientes fue elaborado por el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (American College of Obstetricians and Gynecologists). Diseñado para ayudar a los pacientes, presenta información actualizada y opiniones sobre temas relacionados con la salud de las mujeres. El nivel de dificultad de lectura de la serie, basado en la fórmula Fry, corresponde al grado escolar 6to a 8vo. El instrumento de Evaluación de Idoneidad de Materiales (Suitability Assessment of Materials [SAM]) asigna a los folletos la calificación “superior”. Para asegurar que la información es actualizada y correcta, los folletos se revisan cada 18 meses. La información descrita en este folleto no indica un curso exclusivo de tratamiento o procedimiento que deba seguirse, y no debe interpretarse como excluyente de otros métodos o prácticas aceptables. Puede ser apropiado considerar variaciones según las necesidades específicas del paciente, los recursos y las limitaciones particulares de la institución o tipo de práctica. Derechos de autor febrero de 2013 por el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (American College of Obstetricians and Gynecologists). Todos los derechos reservados. Ninguna parte de esta publicación podrá reproducirse, almacenarse en un sistema de extracción, publicarse en Internet, ni transmitirse de ninguna forma ni por ningún método, sea electrónico, mecánico, de fotocopiado, grabación o de cualquier otro modo, sin obtener previamente un permiso por escrito del editor. ISSN 1074-8601 Las solicitudes de autorización para hacer fotocopias deben dirigirse a: Copyright Clearance Center, 222 Rosewood Drive, Danvers, MA 01923. Para pedir Folletos de Educación de Pacientes en paquetes de 50, sírvase llamar al 800-762-2264 o hacer el pedido en línea en sales.acog.org. 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