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sMaéia fuan Un testimonio «Una visita a Roma significa siempre un ensancharse de la mirada intelectual, que no se puede describir. Antes yo miraba al cristianismo .como una flor delicada, divina por su fragilidad sobrenatural; ahora he visto un árbol en cuya frondosidad pueden habitar con seguridad las aves; un árbol divino, que por la extensión y vigor de su raigambre no admite parangón con nada. Antes yo me lo imaginaba como una fragancia suave y„ diilce de la cual habría de gozar por lo que es en sí misma; ahora he visto que es la levadura oculta que, ensanchándose más y más, lo empapa todo... Yo salía de un espacio arti. ficialmente calentado (el protestantismo aiiglicano,') y sejntí el viento vigoroso y las potentes ráfagas de aire de la historia». ¡Cuánto pueden aprender de la meditación de 'este texto escrito por un convertido inglés, los que no se deciden a dar el paso hacia Roma! Una oración llena de sabiduría divina En la oración del Padrenuestro se encierran tesoros de sabiduría divina y reglas de vida eterna. Se cuenta de un aldeano que hablando con un sacerdote le dlio: —Yo, señor cura, tengo un tratado de Doctrina Cristina en muy pocas palabras. —¿Dóndla y .cuál? —En el Padrenuestro. —¿Cómo es eso? —Mire Vd., señor, yo lo rezo muchas veces despacio, despacio, en la iglesia o en mi casa, y cada vez encuentro en él más luz y más consuelo; yo :no sé si lo entiendo bien o mal, pero lo cierto es que para todo hallo consuelo recitando despacio padrenuestros. Y sería verdad, porque aquel hombre tenía muy buena vida y serenidad de espíritu. La hora iel aiírazo... (Viene de 3.* pág.) 3l.ftIA DIOCESANA DE EJERCICIOS OCTUBRE 13-18 Cursillo prematrimonial. Señoritas. 19-24 Señoras. 26- 1 Señoritas. R d o . J. Llanas. Dios. Guerra al egoísmo, al aislamiento, a lo particular. Circulemos llenos de vida por las venas del Cuerpo Místico, que es decir, vivir unidos y preocupados por los intereses de todos los hermanos. Nosotros, con nuestro oración p e r m a ' nente y nuestra caridad auténtica, podemos hacer que la hora del abrazo de todos los que creemos en Cristo —católicos, ortodoxos, p r o t e s t a n t e s - e n la casa paterna de Roma, no se haga esperar más. XXiií «Por desgracia, la preocupación por e! porvenir religioso de nuestros países ha detenido un tanto en muchos el arranque generoso por la conversión de los infieles, cuando no ha hecho incluso pensar que las ayudas enviadas a los misioneros son una distracción de energías y medios para conservar la fe en los países católicos. No se percatan éstos de que el ideal misionero es, en cambio, la escuela más eficaz para educar a las almas en aquel amor sincero a la Iglesia y en aquel espíritu verdaderamente católico que deben refulgir en un apostolado digno de este nombre. Entre mundo misionero y mundo cristiano que hay que defender, no existen incompatibilidad ni antagonismo; son dos hechos que se complementan y se potencian recíprocamente. Más aún: decimos que ofrecer plegarias, sacrificios y medios para llevar la luz y el amor de Cristo a aquellos que todavía no le conocen, signi""ca dar nueva linfa vital a las diócesis de antigua tradición cristiana y salvar tal vez a tantas parroquias que languidecen en la inercia. En este sentido nuestro gran predecesor Pió XI afirmaba que «la parroquia que descuida la acción misionera, descuida la obra más católica de las católicas, la más apostólica de las obras apostólicas». JTJAN x x m »«•«»••**»»••»•»••••*•••••«••••••••••••••*•*••••*•• Invitación a la unidad «¡Ojalá que este admirable espectáculo de la unidad, con que se destaca yresplandece la única Iglesia Católica, y esos anhelos y plegarias con que pide a Dios para todos esa misma unidad, conmuevan y alienten saludablemente vuestras almas: Nos referimos a vosotros, que estáis separados de esta Sede Apostólica!. Permitid que os llamemos con suave afecto hermanos e hijos; permitidnos alimentar la esperanza que de vuestra vuelta acariciamos con paterno y amante corazón. Queremos hablaros con el mismo interés pastoral con que Teófilo, obispo alejandrino, cuando un infausto cisma había desgarrado lo túnica inconsútil de la Iglesia, convocaba a sus hermanos e hijos con estas palabras: «Cada uno, según su capacidad ¡oh dilectísimos participantes de la celestial vocación!, imitemos 8 Jesús, cabeza y consumador de nuestra salvación. Abracemos esa humildad de corazón y esa caridad, que elevan y unen con Dios y una sincera fe en los divinos misterios. Huid de la división, evitad la discordia... Estrechaos con mutua caridad; escuchad a Cristo que dice: «En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis mutua caridad». JUAN XXIII Encíclica «Ad Petri Cathedram» España misionera: Tras los conquistadores fueron a América los grandes misioneros: S. Pedro Claver, San Luis Beltrán, San Francisco Solano, Santo Torlbio de Mogrovejo, Venerable Palatox... OOMUNOdela UNIDAD Dos mi! millones de hombres ¡ que esperan la fe salvadora se preguntan: ¿Dónde está el verdadero Cristo?. ¿Es el Cristo de Roma, el Cristo protestante, e! Cristo de nuestros hermanos séparados de oriente?. Ei ^8 de Octubre es el DOMÜND DE LA UNIDAD CRISTIANA. El Cristo roto sólo recobrará la unidad cuando se instale sobre la piedra de Roma. Este milagro solamente puede obtenerse con la oración, con el sacrificio, con la caridad para con los hermanos separados, con el ejemplo de un amor universal. 18 de Octubre, DOMUND DE LA UNIDAD CRISTIANA. •••••••••••••••••••••••••••••í Lo que la Diócesis de Lérida ha dado o las Misiones en la campaña 1958-59 Domnnd San Pedro Apóstol . Santa Infancia. . . I.E.M.E. y Misiones de África . . . . CooperaciónSacerdotal Hispan©Americana . . . . Total . . Año anterior . . . . Superado . . . . Coeficiente por habitante. . . . . 211.656'30 29 569*20 188.675*70 25.559*05 5.032*00 460.492*25 330.030'90 130.461*35 2*06