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FOLLETOS DE FORMACIÓN CRISTIANA No 5 LOS SACRAMENTOS Y LA IGLESIA Este material ha sido elaborado por el Servicio Mariano de Comunicación Barquisimeto. Edo Lara. Año 2015 serviciomariano@gmail.com Material formativo para las Comunidades Cristianas Arquidiócesis de Barquisimeto La Revelación viene de lo alto y se difunde por medio de la Iglesia a todos los pueblos de la tierra cada pecado de cada cristiano está destruyendo la Iglesia, y cada acto de amor a Jesucristo la está construyendo. Un japonés un día le dijo a una Hermana de la Caridad de la Madre Teresa de Calcuta: “gracias por todo su trabajo misionero en el Japón” y la hermana extrañada le contestó: “pero nosotras no tenemos casas de nuestra congregación en el Japón” y el japonés le respondió: “Hermana, la mejor misionera del Japón es la Madre Teresa de Calcuta”. Ser cristianos significa pertenecer cada día más a Jesucristo, ser una sola cosa con Él, casarse con Él, configurarse con Él; como la Esposa y el Esposo; la Esposa es la Iglesia, el Esposo es Jesucristo. (CEC 1617) Y para poder hacer esto tenemos que estar dentro de la Iglesia, participando en ella, orando, compartiendo, viviendo los sacramentos que ella nos da. (CEC 959) La vida cristiana es todo un conjunto de cosas que van juntas; nada está separado; todo va junto; la santa Palabra de Dios, la Biblia, va unida a la Meditación y la Oración, y a la vez va unida a la práctica de la Caridad, al perdonar a nuestros hermanos, al compartir con generosidad, ayudar al que necesita; al mismo tiempo va unida a la Eucaristía, a la Confesión, a vivir en la familia dentro del Matrimonio, a entregarle a Dios los sufrimientos en las enfermedades. (CEC 1655-1658) En el fondo la vida cristiana tiene una sola semilla, que es el amor de Dios y comienza en el Bautismo, y desde ese núcleo de vida y de fe nos vamos enfrentando a cada realidad; tenemos que llevar esa fe a todas las partes de nuestra vida, ¿de qué sirve que yo sea un buen cristiano en la Iglesia si en mi casa soy un monstruo? La luz de la fe en Dios debe ir penetrando toda nuestra realidad, poco a poco, con la ayuda de la gracia de Dios, pero nunca echar para atrás. (CEC 2804; 2816-21; 2859) Todo es una sola cosa, y la Iglesia es el sacramento de Dios en la tierra; es el lugar donde Dios trabaja, donde nos ofrece su Palabra, su Perdón, su Amor, su Sabiduría; y al mismo tiempo es el lugar privilegiado para aprender a amar a nuestro prójimo, porque en la Iglesia vamos a encontrar todos los defectos imaginables que tenemos tanto nosotros mismos como los demás, y en esa práctica del amor fraterno en Cristo aprenderemos poco a poco a no ser tan intransigentes y egoístas, a no juzgar y a no dejarnos dominar por los juicios de los demás, aprenderemos a amar y ser amados, que es en el fondo la realidad del Reino de Dios, el lugar donde todos amamos y somos amados en el amor eterno de Dios. (CEC 541. 669. 764. 768) 10 FOLLETOS DE FORMACIÓN CRISTIANA No 5 LOS SACRAMENTOS Y LA IGLESIA PREGUNTAS: *¿Alguna vez has sentido lo que significa LA IGLESIA Y LOS el credo? SACRAMENTOS *¿Cómo es tu relación con la Santísima * INTRODUCCIÓN Trinidad? * NUESTRA DOCTRINA *¿Crees que amas a Dios de verdad? * AMAR A DIOS SOBRE *¿Sientes que tu vida tiene un valor TODAS LAS COSAS espiritual? * EL TRIUNFO DEL *¿Has detectado dentro de ti la semilla CRISTIANO de la fe? * CÓMO SEGUIR EL CAMINO *¿Crees de verdad que es Cristo quien DE LA FE realiza los sacramentos? * LOS SACRAMENTOS *¿Has puesto a valer tu Bautismo? * EL BAUTISMO *¿Has sentido alguna vez que la * LA COMUNIÓN Comunión te ayuda a unirte a los demás? * LA CONFESIÓN *¿Alguna vez le has pedido perdón a * LA CONFIRMACIÓN Dios sinceramente? * LA UNCIÓN DE LOS *¿Deseas ser cristiano para toda la vida? ENFERMOS *¿Alguna vez has rezado por un * EL MATRIMONIO enfermo? * EL SACERDOCIO *¿Crees que el Matrimonio es * SER CRISTIANOS-SER importante? IGLESIA *¿Sientes que el sacerdote te ayuda a ser cristiano? *¿Has pensado alguna vez lo importante que es participar en la Iglesia? CÓMO UTILIZAR ESTE FOLLETO: - Una o varias personas lo leen y preparan con anterioridad por partes. - Buscan las citas bíblicas y las reflexionan y meditan. - El día fijado se reúnen en el grupo y van comentando cada punto. - Después cada persona habla y comparte su experiencia y lo que más le ha llamado la atención del tema. - Cada uno en su casa vuelve a leer el folleto y las citas bíblicas para profundizar más en el tema. - Cada uno o el uno con el otro se hacen como un pequeño examen a ver qué le ha quedado de los puntos tratados. - Todo esto lo hacemos siempre con momentos especiales de oración y pidiendo a Dios que nos ilumine con su Santo Espíritu. y por la cual buscamos a Dios de muchas maneras. Así mediante este sacramento los hombres, imagen de Jesús, se conforman con Él y lo representan aquí en la tierra, mezclados con los demás, hombres iguales, pero configurados con Jesús, para en su nombre y con la fuerza del Espíritu Santo, realizar todas las cosas que Jesús sigue realizando en la humanidad por medio de su Iglesia, como es la predicación, la celebración de los sacramentos, la renovación de su Cuerpo y Sangre en la Misa, el Perdonar los pecados en la Confesión, el Bautizar, Ungir, Bendecir el Matrimonio, Orar, decir la verdad, y tantas otras cosas que necesitamos de Jesús para crecer como Iglesia. Todos nos integramos y unimos en el Pastor que es Jesucristo mediante la palabra y la acción del sacerdote que lo representa en su Iglesia. SER CRISTIANOS-SER IGLESIA Podemos entonces comprender mejor lo que significa ser cristianos. Ser cristianos significa ser Iglesia, porque nadie puede ser cristiano por fuera de la Iglesia, aunque sabemos que Dios es libre y trabaja donde quiere y como quiere, sin embargo no hay mejor manera de ser cristianos sino vivir y compartir dentro de la Iglesia. (CEC 1289. 2030) Somos Iglesia cuando vivimos en comunión con las demás personas de la Iglesia, cuando nos acercamos cada día más en el amor a Jesucristo, y esto lo logramos mediante la oración, la práctica de la misericordia y los sacramentos. Cada cual debe ir descubriendo su propia vida de oración, sus momentos de soledad donde se encuentra sinceramente con Dios, sus momentos de usar la Biblia y profundizar en ese amor a Dios; sus formas de devoción que le ayuden a acercarse más a Dios. Cada cual también debe profundizar cada día mas en el amor al prójimo, en el ayudar al hermano que necesita, en el perdonar las ofensas, en el orar por los demás, en el visitar al enfermo, al encarcelado, visitar los hogares para evangelizar; ayudar a los que más necesitan. También cada cristiano debe plantearse su amor a la Iglesia, su responsabilidad en la misma; todos somos la Iglesia que Jesucristo fundó (CEC 2040), porque somos bautizados en su sangre, en su amor, y todos debemos echar adelante la Iglesia; lo que dejemos de hacer no se hará, y lo que hagamos, mejor que sea con esfuerzo, Cristo lo asumirá en su Reino y brillará junto con las obras de todos los santos en la eternidad. (CEC 1426) La Iglesia la construimos todos pero también la destruimos todos; 9 LA IGLESIA Y LOS SACRAMENTOS cristianos. LA UNCIÓN DE LOS ENFERMOS (CEC 1499-1525) Tiene que ver con los momentos de la vida en que sufrimos, en que estamos débiles, en que nos enfermamos. Muchas veces en esos momentos estamos más débiles y podemos caer en diversas tentaciones como la desesperación, el desánimo, la depresión, la indiferencia, etc. En la Unción el sacerdote pide la fortaleza del cuerpo y del espíritu para que el cristiano pueda enfrentar su enfermedad desde la fe, sin salirse de ella, mantenerse en la lucha, en el camino de la fe, atravesando esos momentos tan difíciles por donde ya Cristo pasó en la Cruz. Por la Unción el cristiano es asimilado aún más profundamente al misterio de Cristo que padeció y dio su vida por nosotros, y de esta manera se une más a Él, llevando adelante su meta como cristiano y no perdiendo esa gran oportunidad que es el padecer con Cristo, unirse a Él en esos momentos tan difíciles para cada persona. EL MATRIMONIO (CEC 1601; 1638-43) Tiene que ver con la formación de la pareja humana, entre el hombre y la mujer; todos crecemos y llegamos a una edad donde buscamos una pareja, a menos que Dios nos llame a una vida consagrada o al simple celibato. El cristiano respeta mucho a las demás personas y quiere crear compromisos auténticos, responsables y estables. Los hijos son los primeros que gozan de unos papás unidos en una pareja estable. El sacramento del Matrimonio es la base sobre la cual la pareja cristiana construye su vida y su familia, y dentro de esa familia vive su vocación de creyente y de cristiano; sigue adelante su caminar en la fe y cria a sus hijos dentro de esa fe y ese amor, para que ellos tengan esa gran oportunidad de conocer a Dios desde su propia familia. El sacramento del Matrimonio hace de la familia una Iglesia Doméstica, donde se vive la fe y el amor a Dios y al prójimo y donde todos van creciendo en su vocación cristiana. (CIC 1617; 1655-58) EL SACERDOCIO (CEC 1120. 1534. 1536. 2686) Tiene que ver con la inquietud espiritual que todos tenemos, 8 INTRODUCCIÓN El cristiano es la persona que vive una fe primeramente en Dios, Uno y Trino; y además vive esta fe dentro de la Iglesia. La fe cristiana católica, que viene desde los apóstoles, y que fue directamente revelada por Jesucristo, tiene lo que llamamos el “símbolo de la fe”, es decir, el CREDO, que cada domingo se repite en la Santa Misa y que también se repite cuando vamos a bautizar un niño. (CEC 185-197) La vida cristiana católica se puede resumir en vivir nuestra fe y ponerla en práctica en nuestra vida. Asistimos a la Iglesia para reforzar esa fe y compartirla con nuestros hermanos, y en ella celebramos también los SACRAMENTOS. NUESTRA DOCTRINA Nos dice que Dios es UNO y TRINO, es decir, que Dios es Padre, Hijo y Espíritu Santo. Nosotros como cristianos debemos amar a Dios sobre todas las cosas y debemos saber relacionarnos con cada persona de la Santísima Trinidad.(CEC 232-34) El PADRE es el creador de todo; de la nada lo hizo todo; de él venimos y hacia él vamos; él es la fuente inagotable y eternamente presente del AMOR, que nos crea y nos llama a participar con él de ese amor; tenemos que aprender a quererlo, a conocerlo, a tenerle confianza, tenemos que aprender a amarlo a él sobre todas las cosas que nos rodean, vivas o inanimadas, incluso por encima de nosotros mismos tenemos que amarlo a él, a nuestro Padre. Si amamos a Dios cada día con un corazón más sincero, abierto y profundo, nuestra vida se irá llenando de amor hacia todos. (CEC 238-242 El HIJO es la Palabra, el Verbo de Dios, para quien y por medio de quien fueron hechas todas las cosas; nosotros fuimos hechos a su imagen, por eso él se encarnó como hombre, y es Jesús de Nazareth. Jesús murió en la cruz para pagar la deuda que le debíamos a Dios; nadie podía salvarse por sus méritos, pero gracias a Jesús es que de nuevo podemos sentir a Dios como Padre, con confianza y amor. Por él se nos perdonan TODOS los pecados. Los cristianos debemos aprender a buscar a Jesús, a amarlo, a agradecer su sacrificio por nosotros, y por eso mismo debemos 1 aprender a pedirle perdón a Dios cada día con mayor sencillez y profundidad, con mayor humildad; de esta manera nuestra vida se irá cambiando, se irá dejando de odios y maldades, de desquites y venganzas, y se irá llenando de humildad y amor, porque debemos aprender a descubrir que verdaderamente ese hombre llamado Jesús murió por mí, por mis pecados, para salvarme y darme la Vida Eterna. El ESPÍRITU SANTO es el Poder de Dios que actúa en la creación y en la humanidad (CEC 242-46); es el poderoso e indestructible AMOR del Padre y el Hijo, que unidos, siendo un sólo Dios, son un mismo Espíritu; su amor es tan profundo e infinitamente cierto que sin confundirse como personas divinas a la vez viven un mismo Espíritu, el Espíritu Santo, y en este Espíritu es que se realiza la obra de Dios, la transformación de los seres humanos en el Amor de Dios, el Espíritu es el Poder de Dios que obra hacia fuera, hacia la creación. El Espíritu es quien ayuda, quien da la gracia, es quien crea la gracia para cada cual; es infinitamente libre, poderoso y lo sabe todo, y por eso está siempre actuando; como el viento sopla donde quiere, el Espíritu actúa donde quiere y lo penetra todo, y lo transforma todo. El Espíritu Santo es la Vida de la Iglesia; está en su corazón para darle la VIDA. El Espíritu es quien actúa en los sacramentos, en la oración, en la inteligencia espiritual, en los corazones de los fieles, en todo momento nos está amando y nos está haciendo crecer en el AMOR. AMAR A DIOS SOBRE TODAS LAS COSAS Para ser cristianos es necesario e indispensable cumplir con lo que Dios nos manda; y lo que nos manda es primeramente amarlo a Él sobre todas las cosas (Dt 6,5). (CEC 1824. 2052) Para poder amar a Dios la única forma es hacerlo desde nosotros mismos, desde nuestra realidad, desde nuestra persona única, original e irrepetible. Nadie puede amar a otra persona con un amor prestado de otro, o con otra persona que no sea uno mismo; ése es el gran secreto de Dios; que nos manda amar, y en ese esfuerzo por cumplir su mandato, nos hacemos libres, porque llegamos a ser nosotros mismos. Para poder amar a Dios es necesario e indispensable tener una EXPERIENCIA PERSONAL de Dios. Cada uno de nosotros es una per- 2 un alimento tan especial que nunca podremos agradecerle su generosidad; nos dejó su propio Cuerpo, su propia Sangre para alimentarnos. En el pan y el vino Jesús dejó su Cuerpo y Sangre; y esa es la fuente de la vida cristiana; el alimento de la Iglesia es el mismísimo Cuerpo de Cristo, y mediante ese alimento los cristianos vamos poco a poco creciendo en el Amor, en la Verdad, en el Perdón, en la Gracia de Dios. LA CONFESIÓN (CEC 1434-39; 2043) Tiene que ver con las caídas que cada día tenemos, con tantos momentos de nuestra vida en los cuales tratamos mal a nuestros hermanos, a nuestros familiares y amigos; con tantas veces que negamos a Dios en nuestras vidas y hacemos cosas dándole la espalda. La confesión es Reconciliación con Dios y con la Iglesia, y por medio de ella con la comunidad, con la familia, con los amigos, con toda la humanidad. Necesitamos la Confesión porque siempre caemos y siempre necesitamos que Dios nos perdone y nos levante para poder seguir caminando hacia su amor. La gracia más grande que le podemos pedir a Dios no es ganarnos un Kino ni una lotería, sino poder reconocer humildemente y padecer nuestro propio pecado, para poder pedirle perdón a Dios desde lo profundo de nuestra verdad. La verdad nos hará libres. LA CONFIRMACIÓN (CEC 1289) Tiene que ver con el momento en que el joven llega a la edad de hacerse adulto y tomar una decisión en su vida. Cada cual elige su vocación, cada cual va haciendo su vida como mejor le parece, y hay un momento en la vida donde ya podemos comenzar a trabajar, a ser responsables de nuestro propio camino, a tomar nuestras decisiones. La Confirmación es el sacramento donde la Iglesia pide el Espíritu Santo para los fieles, de manera que su vida cristiana se haga plena; el Espíritu Santo da sus dones al cristiano y así éste puede enfrentar la vida manteniendo su fe y luchando contra los obstáculos y tentaciones que se le presenten. La vida adulta es una vida de trabajo, de lucha, de superar obstáculos, de luchar contra la corriente para lograr metas. La Confirmación es el sacramento para llegar a ser cristiano adulto en la fe y poder dar el testimonio ante el mundo de esa fe, enfrentando todas las circunstancias de la vida desde la fe y no por fuera de la fe, que quiere decir en otras palabras ser 7 los enfermos (St 5,14) lo cual indica la Unción de los Enfermos; también nos habla de la elección y oración para los presbíterios (Hch 14,23) y para los diáconos (Hch 6,6), lo cual nos habla del Orden Sacerdotal. También nos dice Jesús que “lo que Dios ha unido no lo separe el hombre” (Mt 19,4-6), hablándonos del Matrimonio y encontramos en Pentecostés aquella efusión del Espíritu Santo al principio de la Iglesia (Hch 2,4), lo cual nos indica el sacramento de la Confirmación. Así, los sacramentos son actos que realiza la Iglesia, principalmente los sacerdotes, utilizando signos y materias como el agua para el Bautismo, el pan y el vino para la Comunión, el aceite para la Unción, etc, donde Dios va actuando en la Iglesia y regalando su gracia por el poder del Espíritu Santo. Es Jesucristo mismo quien realiza los sacramentos por medio del sacerdote gracias al Espíritu Santo. La Iglesia tiene 7 Sacramentos que se relacionan con momentos importantes de la vida de los cristianos y nos ayudan a acercarnos y encontrarnos con Dios. En los sacramentos recibimos la gracia de Dios, la vida divina. (CIC 774. 1084. 1131) EL BAUTISMO (CEC 628; 950; 1213-14) El Bautismo tiene que ver con nuestro nacimiento, con el principio de nuestra vida, nacemos a la vida de la gracia de Dios que nos trajo Jesucristo. Por el Bautismo recibimos una consagración especial y entramos a formar parte de Jesucristo; somos miembros de su Cuerpo, la Iglesia; hijos de Dios, templos del Espíritu Santo, y recibimos toda la semilla de la gracia que luego se va a desarrollar a lo largo de nuestra vida. Recibimos el don de la fe, de la esperanza y del amor; recibimos a Dios Uno y Trino. Además recibimos el perdón de todos los pecados, incluso el pecado original, que ya traemos al nacer, y que nos da la tendencia de rechazar a Dios, de ser soberbios. (CIC 1220; 1227-28) LA COMUNIÓN O EUCARISTÍA Tiene que ver con el alimento; comemos cada día, y siempre volvemos a tener hambre, necesitamos alimentarnos porque si no lo hacemos nos sentimos muy débiles. (CEC 1322’1419) Jesucristo fue tan infinitamente bueno con nosotros que nos dejó un alimento para poder rehacer nuestras fuerzas y crecer hacia Dios; pero fue 6 sona humana, original e irrepetible, y por lo tanto Dios quiere encontrarse con cada uno de nosotros en forma única y diferente. (CEC 51-53) Nuestra experiencia de Dios debe ser abierta, a las Tres Divinas Personas; una relación con el Padre, con el Hijo y con el Espíritu Santo; además esta relación se sigue abriendo a María y a los Santos, porque en la vida espiritual no hay fronteras, no hay egoísmos sino comunión y amor, y todos cabemos dentro de ella. Dios nos da el tiempo para desarrollar esa relación personal con Él, como Dios Uno y Trino, y además con María y con los santos. La vida espiritual del cristiano se enriquece en la medida que establece relaciones personales más amplias. Estas relaciones personales espirituales se siguen abriendo hacia la Iglesia, hacia el Papa, los Obispos, Sacerdotes y hacia la Comunidad Cristiana en general, hacia la Familia y hacia la humanidad entera. No debemos tener miedo a amar, al contrario, más amamos en Dios y más libres somos. EL TRIUNFO DEL CRISTIANO En la vida de cada persona hay muchas cosas que desarrollar y luchar, y la mayoría de las veces luchamos por metas meramente materiales; creemos que al tener dinero, poder o placer ya estamos salvados, pero es mentira. (CEC 154-155) El hombre de fe, el que cree en Dios, tiene una meta que cumplir mientras está aquí en la tierra, haga lo que haga, trabaje o estudie, sufra o goce, esté sano o enfermo, (CEC 2. 278. 1064) tenga o no tenga dinero, la meta del cristiano siempre está allí, fresca, presente, esperando, aunque muchas veces nos olvidemos de ella (Flp 3,14). Hay santos en la Iglesia que han muerto jóvenes, de menos de 15 años, y son santos de verdad, como Santo Domingo Savio, entre otros, ellos han llegado a la meta como cristianos, han triunfado en la fe, porque han descubierto el amor a Dios sobre todas las cosas. Nuestra meta como cristianos, en la dimensión espiritual de nuestra vida, es la misma de siempre; crecer en el amor a Dios y a nuestro prójimo; cada día hacer crecer más esas semillas de Amor que Dios ha sembrado en nosotros por medio del Bautismo y la predicación de la Iglesia (por medio de nuestras familias, por los catequistas, el sacerdote, el obispo o el Papa). Al final todos vamos a morir, la mayoría de nosotros no vamos a llegar a los 100 años, (CEC 1825. 2443) pero podemos tratar de caminar el camino de la fe y del amor, y de esta manera aprovechar nuestra 3 vida, no simplemente en pelear por las cosas materiales, sino en buscar a Dios en forma sincera y personal. El triunfo del cristiano es seguir buscando a Dios durante toda su vida y cada día dejarse educar un poquito más por él, e ir entrando en su Amor, amando a la vez a su prójimo. CÓMO SEGUIR EL CAMINO DE LA FE Ante todo debemos partir del principio; y el principio de todo es nuestra FE; nosotros creemos en Dios. Si creemos en Él, debemos tomar una decisión en nuestras vidas; o lo tomamos en serio o lo ignoramos; Dios no se va a imponer; Él es un gran caballero que respeta nuestra libertad. Si decidimos tomar en serio a Dios, entonces debemos escuchar qué es lo que nos pide; y ya sabemos de sobra que Jesús nos dejó solamente un mandamiento, que es Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a nosotros mismos (Mc 12,33). Si de verdad queremos seguir adelante y tomar en serio a Dios, entonces debemos tratar de amarlo por encima de todo y amar a nuestro prójimo, y aquí comienza nuestra dificultad. Cuando sinceramente tratamos de cumplir con Dios nos encontramos que Él nos ama, pero nosotros no, y nos encontramos con nuestro corazón de piedra (Ez 36,26), con aquellas cosas que están en nosotros, que hemos acumulado pero que son nuestro pecado, nuestro rechazo, nuestros egoísmos, nuestra ignorancia, nuestra rebeldía y maldad. (CEC 1696) Por eso, para poder de verdad amar a Dios en forma personal, única e irrepetible, es necesario que cada uno le pida de corazón a Dios de descubrir y reconocer sus propias faltas y pecados; de sentirlos en carne propia y poder arrepentirse de ellos ante Dios, que con su infinito Amor nos está esperando a cada uno de nosotros. Debemos dejar de huir de Dios (Gn 3,9-10), al contrario, tratar de encontrarlo, pues Él nos sanará las heridas. Nadie, ningún ser humano nos puede juzgar, ni nosotros podemos juzgar a nadie, porque siempre estaremos equivocados, nunca podremos lograr saber realmente porqué, hasta qué punto otra persona está pecando; incluso ni siquiera podemos juzgarnos a nosotros mismos, pero eso no significa que no exista el pecado en nosotros; en la medida que lo descubrimos y permitimos a Dios entrar en esa parte de nuestro ser que está dominada por el pecado entonces nos hacemos libres para amar, Dios nos va liberando. Jesucristo dio su vida en la Cruz por cada uno de nosotros, Él no tenía culpa de nada, pero nosotros sí; hemos cometido faltas, errores y pecados, 4 y gracias a Jesús somos perdonados. Y por eso acudimos al Sacramento de la CONFESIÓN, donde confesamos nuestras faltas y pedimos el perdón a Dios en la persona del Sacerdote, que representa a Jesucristo y es el mismo Jesucristo que nos perdona los pecados(CEC 1696-97) Así podemos resumir que el camino de la fe cristiana comienza en la semilla de la humildad (Pr 1,7); reconociendo nuestro rechazo de Dios, y pidiendo humildemente su perdón y su gracia; todo lo que se construya desde esta base quedará sólido y pasará hasta la vida eterna; y todo lo que se construye en nosotros fuera de esta base, que sea en la soberbia, en la mentira, en el orgullo; todo eso algún día caerá y no puede entrar en la eterna presencia de Dios. LOS SACRAMENTOS (CEC 1123. 1305) Así vemos que la fe es un camino, que cada cual debe recorrer, en forma libre y personal, y que para eso Dios nos ha regalado el pedacito de vida que todos tenemos y no sabemos hasta cuándo. Cada cual debe tener en sí mismo la búsqueda sincera de Dios, y estar dispuesto a pasar por cualquier cantidad de pruebas para purificar el corazón y tratar de ser cada día más fiel a Dios. Cada uno debe ir descubriendo su forma de orar, de rezar, su manera de mantener viva la fe cada día, a lo largo de la semana, para encontarse con la comunidad de fe el domingo y poder compartir esa fe, avivarla entre todos, junto con el sacerdote. (CEC 2044)Además cada cual debe vivir el amor al prójimo siempre con mayor profundidad y generosidad, desarrollando su vida cristiana en forma concreta con todos aquellos que Dios le permite cruzar su vida, vivir la caridad con el hermano. La Iglesia desde el comienzo, además de la vida personal de fe, oración, devoción, caridad fraterna, instituyó los sacramentos. Podemos ver en la Biblia cuando los Apóstoles bautizaban en el nombre de Jesús (Hch 2,41) y cómo éste les mandó ir por todo el mundo a bautizar y hacer hijos de Dios en todas las naciones de la tierra (Mt 28,19). (CEC 1381)Además encontramos en la Biblia las primeras comunidades cristianas celebrando la eucaristía, la comunión y fracción del pan (Hch 2,42), es decir la santa Misa; también encontramos en la Biblia aquellas palabras de Jesús que dice: “cuado les perdonen los pecados quedarán perdonados...”(Jn 20,23), que nos hacen referencia a la Confesión. La santa Biblia también nos muestra en la carta de Santiago cómo oraban e imponían el aceite para 5