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La mayor parte de las interacciones del cuerpo humano pasa por sistemas de autorregulación. Como los sistemas de autorregulación utilizan entradas de otros sistemas y utilizan bucles de retroalimentación para corregirse a sí mismos alrededor de un punto de ajuste, hablamos de terapia de regulación cuando intervenimos sobre estos sistemas de autorregulación. El sistema de defensa también es un sistema autorregulado. Intenta crear una defensa orientada contra homotoxinas de todo tipo. Para hacerlo, la defensa de salida movilizada se utilizará como entrada en el sistema adecuado para conseguir el control sobre el nivel de acción del sistema contra el agente estresante. La regulación se produce mediante la liberación de mediadores estimuladores e inhibidores. Podemos afirmar que para cada mediador activador o estimulador hay un antagonista que inhibirá la célula o el proceso estimulado. Es casi como si la sutil regulación fuera como conducir un coche con los dos pies en el acelerador y el freno al mismo tiempo. Sólo una pequeña diferencia en el énfasis de uno o de ambos hará que el coche acelere o pierda velocidad. El sistema de defensa es un ejemplo de autorregulación sutil en el que podemos intervenir con medicación. La utilización terapéutica de esta intervención se denomina “inmunomodulación”, cuando utilizamos medicamentos que afectan al sistema inmunitario. 1 La definición de inmunomodulación se refiere a la acción que ejerce la medicación sobre los procesos de autorregulación que dirigen el sistema de defensa inmunitario. Muchos medicamentos antihomotóxicos intervienen aquí y son sumamente útiles porque, además de una acción terapéutica demostrada, son muy seguros. Las microdosis o nanodosis que se utilizan en los medicamentos antihomotóxicos excluyen la intoxicación por los componentes terapéuticos que se utilizan en la fórmula, un fenómeno que vemos con frecuencia en la medicina convencional. Las macrodosis, además del efecto bloqueante que con frecuencia inducen, con frecuencia tienen como consecuencia efectos secundarios o interacciones con otros medicamentos o sustancias (como el alcohol). En las sutiles regulaciones inducidas por microdosis o nanodosis de citocinas y de otros mediadores, sólo puede ser adecuado un tratamiento con microdosis o nanodosis. 2 Ahora se van a analizar con más detalle los tres pilares o fundamentos del tratamiento antihomotóxico de las enfermedades crónicas. Como el tiempo no está a favor de la célula cuando está sometida a la influencia de la alteración de la regulación y de la intoxicación, cuanto antes se produzca la desintoxicación y el drenaje de las homotoxinas mejor será para la célula. Por este motivo el primer pilar del tratamiento homotoxicológico es el drenaje y la detoxificación. El segundo pilar es la inmunomodulación. Como el más rápido sistema de limpieza de la matriz extracelular es un sistema de defensa activo, la inmunomodulación es muy importante en un protocolo de tratamiento homotoxicológico, especialmente si se va a tratar una enfermedad crónica. La activación o la regulación de las reacciones inmunitarias no sólo sitúa al sistema de defensa en el nivel de acción orientado correcto, sino que también mantiene los síntomas clínicos de inflamación en niveles aceptables para el paciente, o estimula un sistema inmunitario no reactivo. 3 CPA: Las células presentadoras de antígeno utilizarán la fagocitosis para procesar y presentar los antígenos. Las proteínas características del antígeno se presentarán en la pared externa de la CPA en una clase modificada del CPH, a los linfocitos T atraídos quimiotácticamente (prolinfocitos vírgenes/TH0). El antígeno característico (péptido antigénico) será transferido desde el CPH de la CPA y se unirá al RLT (receptor de los linfocitos T). Desde ese momento el linfocito T se convierte en una célula auxiliar totalmente activa (linfocito T auxiliar) que se centrará en la defensa frente al antígeno y estimulará a otros actores del sistema de defensa para eliminarlo. Como el motivo o el patrón del RLT del linfocito TH1 o TH2 es específico en función del antígeno, se debe considerar que las tareas de los linfocitos TH1 yTH2 son exclusivamente una defensa específica. Célula dendrítica: las células dendríticas tienen una función central en la estimulación y la modulación de las respuestas celulares. Las infecciones tienen un efecto profundo sobre las células dendríticas, que a su vez interactúan con los linfocitos T y determinan si se desarrollarán respuestas de tipo Th1 o Th2. El linfocito TH0 es un prolinfocito virgen que todavía no tiene una función específica. Los linfocitos TH0 se pueden diferenciar a linfocitos TH1 o TH2 proinflamatorios o a linfocitos TH3 inhibidores de la inflamación, también denominados linfocitos reguladores o linfocitos Treg. Los linfocitos TH-1 y TH-2 son linfocitos proinflamatorios. Su principal tarea es desencadenar y estimular la defensa contra un antígeno específico. Los linfocitos TH-3 son linfocitos reguladores de la inflamación. Inhiben la función de los linfocitos TH-1 y TH-2 y, por lo tanto, están inhibiendo su actividad. 4 El antígeno 4 de los linfocitos T citotóxicos (CTLA-4) y el antígeno CD28 son también reguladores importantes de la activación de los linfocitos T. Una vez activado, el CTLA4 evita que otro antígeno diferente al antígeno inicial active de nuevo al linfocito T, lo que hace que esta tarea siga siendo específica. El CTLA-4 parece tener una función importante en la autotolerancia. Cuando la CPA presenta las proteínas propias al sistema inmunitario, la unión del CTLA-4 hará que el linfocito T muera (apoptosis) y no reaccione. 5 Los linfocitos T auxiliares son subpoblaciones especiales de linfocitos T CD4+ que proporcionan ayuda a otras células inmunocompetentes para elaborar respuestas inmunitarias mediante la activación celular o la secreción de citocinas. Dividimos los linfocitos TH en tres clases: linfocitos TH-1, TH-2 y TH-3. Los linfocitos TH-1 son responsables de la inmunidad celular. Activan los linfocitos citolíticos naturales (linfocitos NK) y los macrófagos para que destruyan microorganismos o incluso desvían células desde su origen adecuado (p. ej., células de órganos infectadas por virus). Los linfocitos TH-2 mandan en la inmunidad humoral. Una vez que han sido activados por un motivo de su RLT, su actividad induce la estimulación de la producción de anticuerpos (linfocitos B, células plasmáticas) de modo que se eliminan los antígenos que están fuera de las células (“humoral” = líquidos corporales). Un proceso inflamatorio puede pasar a una vía mediada principalmente por linfocitos TH-1 o a una vía mediada principalmente por linfocitos TH-2. La actividad de los linfocitos TH-1 inhibirá la actividad de los linfocitos TH-2 y viceversa. Se sabe que unos pocos contactos con los microorganismos durante la infancia (reacción TH-1) aumentan el riesgo de patologías mediadas por los linfocitos TH-2, como el asma bronquial y otras reacciones alérgicas. En personas sanas hay un equilibrio armonioso entre la actividad TH-1 y la actividad TH-2. Los linfocitos TH-3 son células reguladoras. Su principal mediador regulador de la inflamación es el TGF-β, el Factor de Crecimiento y Transformación beta. Los linfocitos Treg inhibirán tanto la vía TH-1 como la vía TH-2 y, por lo tanto, inhiben la inflamación. En medicina antihomotóxica la estimulación de los linfocitos Treg es una técnica frecuente para intervenir en los procesos inflamatorios. 6 El complejo principal de histocompatibilidad de clase I (o clase de leucocitos humanos 1) se encuentra en la pared externa de las células nucleadas. Expresa la especificidad de la célula y cambiará bajo la influencia de los antígenos agresores. Un CPH de clase I modificado en la célula activa a los linfocitos citolíticos naturales (linfocitos NK) y los linfocitos citotóxicos (linfocitos Tc) para que corrijan o eliminen la célula afectada. El complejo principal de histocompatibilidad de clase II se encuentra en la pared celular de las células de defensa (CPA, células dendríticas o CD), principalmente en los macrófagos (de manera más precisa, las células presentadoras de antígeno o CPA). Una vez que la célula de defensa tiene un CPH de clase II modificado, se atraen quimiotácticamente linfocitos T vírgenes para que asuman el motivo característico del antígeno fagocitado. De esta manera se activa y se mantiene la defensa específica contra el antígeno. Antígeno Leucocitario Humano (Human Leukocyte Antigen, HLA) es otro nombre del CPH en las células humanas. 7 Los investigadores llaman a la pregnenolona, y posteriormente a la DHEA, la madre de las hormonas, porque el cuerpo la utiliza para fabricar otras muchas hormonas, como las hormonas sexuales, que son necesarias para muchas funciones corporales (p. ej., estrógenos, testosterona, progesterona, cortisol…). Son responsables del mantenimiento de muchas funciones corporales como el metabolismo de las grasas y metabolismo mineral, el control del estrés y el mantenimiento de las características masculinas y femeninas, entre otras. El cuerpo produce DHEA y la convierte en estas otras hormonas cuando es necesario. La DHEA estimula la inmunidad celular o desplaza el equilibrio hacia las reacciones mediadas por TH-1, en las que el cortisol inhibe las reacciones TH-1 y estimula a largo plazo las reacciones mediadas por TH-2. Podemos afirmar que la secreción a largo plazo de cortisol (p. ej., estrés) inducirá el desplazamiento del equilibrio hacia el lado de TH-2, induciendo alergias, algunas enfermedades autoinmunitarias e incluso el cáncer. Algunas enfermedades autoinmunitarias están mediadas por TH-1 (p. ej., enfermedad de Crohn). Como los linfocitos reguladores TH-3, mediante la liberación del TGF-beta, inhiben ambos lados del equilibrio (inhibición), no intervienen directamente en el desequilibrio, sino en la intensidad de la expresión tanto de TH-1 como de TH-2. Por estudios de investigación1 sabemos que Traumeel S inhibe la secreción de IL-1β y TNF-α. Estos dos mediadores inhiben la producción de cortisol. Por este motivo Traumeel S tiene efecto inhibidor de la inflamación, entre otros. 1. Porozov S, Cahalon L Weiser M, Branski D, Lider O, Oberbaum M., Inhibition of IL-1β and TNF alpha Secretion from Resting and Activated Human Immunocytes by Homeopathic Medication Traumeel S. Clinical & Developmental Immunology. 2004 ;11(2): 143-149. 8 Un sistema autorregulado tiene por definición dos corrientes o estados opuestos que se inhiben entre sí. Puede aparecer rigidez en estos dos estados. Es como si el patrón del proceso ondulante se bloqueara en cierto momento de la curva y continuara como un proceso lineal horizontal. El bloqueo del estado TH-1 producirá rigidez TH-1. Las enfermedades típicas aquí son todas las enfermedades en las que el sistema inmunitario se dirige contra los tejidos propios (autoinmunidad celular). Otros ejemplos son la amplia variedad de inflamaciones crónicas. También las miocardiopatías y la enfermedad de Crohn son un estado de rigidez TH-1. El bloqueo del estado TH-2 producirá enfermedades alérgicas en diferentes localizaciones. También las alteraciones de la inmunidad celular, el SFC, el sida en fases avanzadas y el cáncer están producidos por rigidez TH-2. 9 El tejido linfático al nivel de la mucosa (MALT: mucosa associated lymphoid tissue; tejido linfático asociado a la mucosa) capta antígenos y los presenta, a través de una cadena de células activadas, al sistema de defensa. Se ven dos formas de captación: fagocitosis (partículas grandes) y pinocitosis (partículas pequeñas o líquidos). 10 Como la mucosa se extiende por todas las localizaciones del cuerpo en las que el organismo está en contacto con el entorno (interna), dividimos el MALT en NALT (tejido linfático asociado a la nariz: amígdalas y adenoides), BALT (tejido linfático asociado a los bronquios) y GALT (tejido linfático asociado al tubo digestivo). Aunque es similar, una excepción es el SALT (tejido linfático asociado a la piel) porque no está relacionado con las mucosas. 11 Las células competentes procedentes de los diferentes niveles del MALT migrarán (“homing”: alojamiento preferencial) a ciertas glándulas y a tejido linfático encapsulado (glándulas linfáticas). Además, como muestra la imagen, hay posibles reacciones cruzadas de ciertos antígenos y tejidos, por ejemplo, el GALT y las glándulas mamarias, o el GALT y los tejidos sinoviales. El MALT también tiene una función importante en las enfermedades sistémicas. 12 Los mediadores se pueden dividir en mediadores proinflamatorios y mediadores antiinflamatorios. Podemos afirmar que para todo agonista hay un antagonista. De esta forma vemos que ambas vías opuestas dan un resultado final que debe expresar un equilibrio entre las reacciones defensivas mediadas por TH-1 y TH2. Por supuesto, esto es lo que ocurre en un organismo que funciona normalmente. Con frecuencia vemos la superioridad de la mediación TH-1 o TH2, con la sobreexpresión de los correspondientes mediadores. Los mediadores que producen degradación de los tejidos y que inducen la inflamación son las IL-1, 6 y 8 y también el TNF. El origen de estos mediadores son los macrófagos, los linfocitos TH-1, los condrocitos y los fibroblastos. La reparación tisular y la inhibición de la inflamación son inducidas por la liberación de IL-10 y TGF-β. Las células que los producen son sobre todo los linfocitos TH-3 reguladores y algunas otras células del cuerpo. 13 Muchos mediadores regulan una respuesta inmunitaria. Aunque ambos lados del equilibrio TH1/TH2 inducen diferentes acciones, ambos son capaces de “controlar” e inhibir recíprocamente sus propias acciones. Una vía mediada por TH1 inhibirá, mediante la liberación de interferón gamma, la vía TH2, y, a la inversa, el linfocito TH2, mediante la liberación de interleucina 10, puede inhibir la vía TH1. Por encima de las vías TH1 y TH2 está el linfocito regulador (linfocito TH3 o Treg) que, mediante la liberación del factor de crecimiento y transformación beta, puede inhibir tanto la vía TH1 como la TH2. Durante el funcionamiento de la defensa celular o humoral se activan diferentes inmunocitos. En ambas vías la actividad de la célula final de la cadena influye sobre la entrada de la vía. Los macrófagos estimulan la actividad TH1 mediante la liberación de IL-12, aunque ellos mismos se activan por la liberación de IFN-γ y TNF-β, que son liberados por el linfocito TH1. De esta forma se establece un bucle. Se ve un bucle similar en la vía TH2. Los mastocitos inducen la actividad TH2 que, mediante la liberación de las interleucinas 3, 4 y 10 activarán a los mastocitos. En conclusión, cabe afirmar que las vías TH1 y TH2, con retroalimentación positiva, estimulan su propio ciclo, que sólo es inhibido por la inhibición mutua entre TH1 y TH2 y el efecto regulador supervisor de las células de Treg. 14 El número de modificaciones del MHC de clase II inducidas por el antígeno será decisivo para la generación de linfocitos TH1 o TH2 por un lado, o de linfocitos TH3 por otro. La presentación de grandes cantidades de proteínas características del antígeno al CPH de clase II de las CPA y de las células dendríticas dará lugar a la generación de linfocitos TH1 y TH2, que son en ambos casos linfocitos T proinflamatorios. La presentación de una microdosis de un antígeno inducirá la generación de linfocitos TH3, que inhibirán las vías de la inflamación activadas por los linfocitos TH1 y TH2. El fenómeno mediante el cual una dosis diferente del mismo antígeno orgánico da lugar a la producción de linfocitos T auxiliares de acción opuesta se conoce como tolerancia oral en inmunología moderna. La inducción de la producción de linfocitos TH3 en lugar de linfocitos TH1 o TH2 es uno de los posibles mecanismos de acción conocidos en la inmunología moderna. 15 Mediante la inhibición recíproca que vemos en los sistemas autorregulados, de manera más precisa en la actividad de defensa del cuerpo, debemos concluir que los patrones de regulación tienen un patrón ondulatorio, como las oscilaciones de los dos brazos de una báscula, alrededor de un punto de ajuste. Cualquier modificación en una u otra dirección aumentará inmediatamente las oscilaciones, que con el paso del tiempo serán menos amplias hasta que se alcance de nuevo el punto de equilibrio preestablecido. La oscilación alrededor de puntos preestablecidos es una de las principales características de la homeostasis. 16 En una inflamación vemos las vías TH-1 y TH-2 alternando alrededor de un punto de equilibrio preestablecido. El desoxicortisol estimulará un estado TH-1, mientras que el cortisol inducirá un estado TH-2. El predominio de uno de ambos producirá un estado característico prolongado de defensa celular o humoral, con todas las consecuencias que ya se han mencionado antes. Uno de los objetivos de la inmunomodulación es mantener el patrón ondulatorio moviéndose hasta que se alcance un punto preestablecido armonioso o hasta que se llegue lo más cerca posible a dicho punto. Este cuadro siempre explica el riesgo del bloqueo prolongado de TH-1 mediante la utilización de corticoides en la terapia convencional, porque esta medicación empujará al paciente hacia una defensa mediada por TH-2 y le mantendrá en la misma, con todas sus consecuencias. 17 La reacción de asistencia inmunológica, que es un principio de la inmunología moderna, fue utilizada por el profesor Hartmut Heine para postular el mecanismo de acción de algunos componentes orgánicos a concentraciones bajas en los medicamentos antihomotóxicos. El profesor Hartmut Heine es un histólogo y durante muchos años ha trabajado en la división de anatomía de la Universidad de Witten-Herdecke de Alemania. Desde 1997 hasta 2002 ha colaborado con el Instituto “Antihomotoxische Medizin und Grundregulationsforschung”, es un instituto que investigó sobre medicina antihomotóxica y patrones de regulación en la sustancia básica. También fue miembro (hasta 2003) del Comité Asesor Científico de la Sociedad Internacional de Homotoxicología. Ha realizado estudios pioneros sobre el espacio extracelular, la investigación anatómica-histológica de los puntos de acupuntura y la estimulación inmunitaria mediante los medicamentos antihomotóxicos. A finales de 1997 publicó su hipótesis de la “Vía de la reacción de asistencia inmunológica”, un modelo farmacodinámico (demostrado in vitro) para las sustancias orgánicas en el intervalo de D1 a D14. El modelo de Heine es muy importante. Concentraciones moleculares muy pequeñas de componentes orgánicos, como en la fórmula de Traumeel S, estimulan una reacción inmunitaria mediada por TH-3. La imagen anterior explica el modelo de Heine. Cuando se introduce un fármaco antihomotóxico con proteínas de baja potencia en el SRSF (Sistema de Regulación de la Sustancia básica), las células presentadoras de antígeno y las células dendríticas lo eliminarán mediante fagocitosis. Las proteínas características se transportan de nuevo hasta la superficie de los macrófagos en forma de cadenas cortas de aminoácidos. Esta presentación es característica y específica del antígeno. El mismo se presenta como un “motivo” al MHC de la superficie celular (MHCV: Complejo Principal de histocompatibilidad). 18 Estos motivos o patrones son reconocidos por los linfocitos T vírgenes que están de paso, que, mediante sus receptores, interactúan con ellos. Por lo tanto, hay una interacción entre sus RLT (receptores de los linfocitos T) y el motivo presentado por las CPA. Esta interacción es la señal para que se conviertan en linfocitos TH-3 (linfocitos reguladores). Los nuevos linfocitos TH-3 se transportarán al ganglio linfático más próximo (“homing”: alojamiento preferencial), donde se multiplicarán de manera idéntica (clonación). Los linfocitos TH-3 activados buscan linfocitos promotores de la inflamación (TH-1, TH-2) en la zona de la inflamación, cuyos motivos dependen de las sustancias extrañas que han desencadenado la inflamación. El linfocito TH3 buscará linfocitos con un motivo similar. Tan pronto como se confirma la similitud, los linfocitos TH-3 comienzan inmediatamente la síntesis de TGF-ß (Factor de crecimiento y transformación ß) de actividad elevada, que reducirá la actividad de los linfocitos TH-1 y TH-2. La inhibición de la actividad TH-1 TH-2 dará lugar a la inhibición de la estimulación de la inflamación por estos linfocitos, lo que dará lugar a menos síntomas de inflamación y menos actividad inflamatoria. En resumen, podemos afirmar que Traumeel S estimula la formación de linfocitos TH-3 específicos que, mediante la liberación de TGF-β, inhibirán la actividad de los linfocitos TH-1 y TH-2. 19 Con frecuencia vemos que durante su vida el paciente evolucionará desde un estado de mayor expresión de TH-1 a uno de mayor expresión de TH-2. Con el paso del tiempo, las enfermedades que se mencionan en la imagen superior son características de la evolución más frecuente del estado del equilibrio TH-1/TH-2, aunque también corresponden a la tabla de evolución de las enfermedades (véase el tema “IAH AC Introducción a la Homotoxicología”). 20 El científico Hans Selye, padre de la teoría sobre el estrés reconocida actualmente, encontró que cuando un organismo se enfrenta a un agente estresante se producirán 3 fases de manera consecutiva. En general podemos afirmar que el organismo intentará encontrar una salida, un “modus vivendi”, para sobrevivir al agente estresante. Tras una fase de alarma, el organismo mostrará resistencia, y si es ineficaz y se mantiene durante un período prolongado, finalizará en una fase de agotamiento. Toda la reacción de estrés, dirigida principalmente por el aumento de la secreción de cortisol, sólo es posible por la cadena directora del eje hipotálamohipófisis-suprarrenal. En condiciones normales este eje director produce la autorregulación mediante sistemas de retroalimentación. La cantidad de glucocorticoides secretados inhibirá la secreción excesiva de ACTH. En el estrés crónico vemos un nivel inadecuado del punto de ajuste. 21 En la fase de alarma todo el organismo se pone en una fase de alerta a estímulos que podrían suponer un peligro. Se evalúan tres posibles formas de reacción, que en inglés se denominan “las tres efes”: 1. Huir (flee): el organismo intentará huir del peligro (en la naturaleza los conejos, los caballos, la mayoría de las aves...) 2. Luchar (fight): el cuerpo se prepara para luchar contra el intruso o el riesgo externo (en la naturaleza los leones, los perros, los cocodrilos...) 3. Congelarse (freeze): la regla subyacente a esta forma de protección es que no hacer nada parece mejor que hacer algo erróneo. Al congelarse, el organismo espera no ser visto y atacado (en la naturaleza los asnos, los faisanes...) En la fase de alarma, en virtud del estado mental de alerta, las personas parecen desempeñar sus funciones de manera más exacta y aguda. Todo el organismo está analizando las señales de peligro entrante (gran participación del sistema límbico). Las reacciones son rápidas, exactas y protectoras. 22 Durante la fase de resistencia contra el agente estresante vemos una elevada secreción de glucocorticoides. Esto es normal desde el punto de vista biológico. Los glucocorticoides suprimen cualquier sensación de enfermedad (no es oportuno percibir síntomas de inflamación si es necesario luchar contra un león que nos ataca). A largo plazo se verán en el organismo los efectos negativos de la secreción continua de glucocorticoides. La mayor secreción de glucocorticoides puede inducir todo tipo de enfermedades por alteración de la regulación como hipertensión, hiperinsulinismo, rigidez de TH-2, etc… 23 Si el estado de resistencia ineficaz dura demasiado, el cuerpo se agotará. Además de una fatiga general se podrían ver alteraciones de la función al nivel físico y psicológico. Por la exposición a largo plazo a mayores concentraciones de glucocorticoides podrían aparecer todo tipo de enfermedades mediadas por TH-2. Las alergias, y en una fase posterior las enfermedades autoinmunitarias, son muy frecuentes en la fase de agotamiento del estrés. 24 El estrés prolongado tiene efectos negativos sobre la salud en general. Desde el punto de vista psicológico no sólo se puede producir depresión del estado mental, ansiedad y trastornos del sueño y del apetito, sino también se podrían producir consecuencias físicas. El estrés puede inhibir la reproducción, puede producir problemas digestivos como síndrome del intestino permeable, disminución de la inmunidad, síndrome metabólico y aumento de peso… Aunque el estrés puede ser muy positivo para hacernos, actuar, movernos, decidir, crear... un estado prolongado de hipersecreción de hormonas de estrés inducirá un estado desagradable de enfermedades relacionadas con la esfera psicosomática que se traducirá después de algún tiempo en disfunciones somáticas reales y estados degenerativos crónicos. 25 Para concluir, podemos afirmar que el estrés es necesario para vivir, pero en una situación estresante prolongada el organismo se puede agotar y desequilibrar, lo que dará lugar a ciertos tipos de situaciones e incluso a enfermedades. Todo radica en el equilibrio y la capacidad de mantener los puntos de ajuste. El estrés no tiene efecto sólo sobre un parámetro de los sistemas autorreguladores del cuerpo. Actuando principalmente sobre la secreción de cortisol durante el estrés, actúa sobre todos los sistemas autorreguladores del cuerpo y, por lo tanto, tiene una gran influencia sobre la salud humana. 26