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La familia Walter Literowich © 2005 un enfoque interdisciplinario Nilda López-Cruz Publicaciones ™ La familia: un enfoque interdisciplinario Nilda López Cruz Publicaciones LiLo Inc. La familia: un enfoque interdisciplinario Reservados todos los derechos. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida, almacenada en un sistema de información o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio electrónico, fotocopia, grabación u otros métodos, sin previo aviso y expreso permiso del propietario del Copyright. ©Publicaciones LiLo, Inc. Primera edición 2005 ISBN 0-9771918-0-X Derechos reservados por el autor Nilda López-Cruz, PhD.; MSW. Créditos: Arte, Diseño & Tipografía: Editora: Ing. Walter Literowich Prof. Adanid Prieto La impresión de esta obra estuvo al cuidado de: Publicaciones LiLo, Inc. Apartado 29516 San Juan, Puerto Rico 00929 e-mail:info@Publicaciones-LiLo.com http://www.Publicaciones-LiLo.com Impreso en Puerto Rico Printed in Puerto Rico Contenido Agradecimiento i Contenido v Lista de Cuadros xi Introducción xiii Sobre la autora xvii Capítulo 1 2 La familia como institución social La universalidad de la familia Funciones de la familia Trasfondo histórico de la familia Estilos de sustento familiar Recolectores y cazadores Horticultura Agricultura Industrialización Tipo de economía y estilo de familia Tipologías de matrimonio y familia Número de generaciones Número de cónyuges: monogamia y poligamia Línea de descendencia y herencia Línea de autoridad: patriarcado y matriarcado Patrón de residencia Resumen Conceptos claves 3 5 6 10 11 11 18 20 24 25 26 26 30 40 42 45 45 47 Capítulo 2 48 Familia en Puerto Rico La familia indígena pre colombina División de tareas El matrimonio Relaciones familiares La familia y la esclavitud Clasificación de los esclavos Condiciones de vida del esclavo El período colonial español El matrimonio Dinámica familiar Rituales familiares La familia del siglo diecinueve Los matrimonios La institución del compadrazgo 49 50 51 51 53 56 58 59 67 69 71 71 73 78 82 –v– Modalidades de compadrazgo La educación Primeras décadas del siglo XX: 1900 1950 La familia: unidad de producción y consumo Socialización de los niños y niñas La Iglesia y la familia Urbanismo Los barrios obreros y los arrabales Bonanza post guerra Segunda mitad del siglo XX: 1950 al presente La familia y la migración Los puertorriqueños en Estados Unidos Inmigrantes dominicanos y cubanos en Puerto Rico Los dominicanos en Puerto Rico Los cubanos en Puerto Rico Futuro de la migración La familia puertorriqueña y su demografía La expectativa o esperanza de vida al nacer La nupcialidad El divorcio La natalidad y la estructura del hogar Los nacimientos fuera de matrimonio La mortalidad Familia y pobreza Nivel de ingreso e índice de pobreza Nivel de escolaridad Municipios con los ingresos promedio más altos Distribución de salarios La población de mayor edad La fuerza laboral La mujer puertorriqueña contemporánea El hombre puertorriqueño contemporáneo Resumen Conceptos claves 83 86 87 88 92 93 94 94 97 98 100 100 109 110 114 115 116 117 118 122 124 127 128 128 129 129 130 131 135 136 139 139 140 142 Capítulo 3 144 Selección de cónyuge Normas en el proceso de selección de cónyuge Matrimonios arreglados Norma de selección autónoma de cónyuge Variables asociadas al proceso de selección Edad Apariencia física Nivel educativo Clase socioeconómica Orden de nacimiento Estado marital previo 145 145 146 153 158 159 160 162 162 163 164 –vi– Raza y origen étnico Propincuidad Teorías de selección de cónyuge Teorías individualistas Teorías socioculturales Selección de cónyuge y la realidad virtual De la soltería al matrimonio “Estar saliendo” Los rituales matrimoniales La selección de cónyuge y la renupcialidad La soltería como alternativa al matrimonio La soltería desde la perspectiva transcultural Resumen Conceptos claves 164 165 165 165 167 170 172 173 177 181 183 185 186 188 Capítulo 4 190 Relaciones maritales ¿Sigue siendo el matrimonio una institución? Las personas continúan casándose… Mitos en el matrimonio Los roles matrimoniales La comunicación en el matrimonio Comunicación y género El contrato matrimonial Capitulaciones matrimoniales El ajuste y satisfacción marital Estilos de ajuste marital La satisfacción marital La familia y el mundo del trabajo Interdependencia entre familia y trabajo El desempleo Trabajo remunerado y trabajo doméstico Las uniones consensuales Las uniones consensuales alrededor del mundo La opción de casarse Estabilidad de las uniones consensuales Las uniones consensuales y los niños Las uniones consensuales y la ley Resumen Conceptos claves 191 191 192 195 197 199 199 201 202 203 206 208 216 217 218 220 225 226 229 230 231 232 236 238 Capítulo 5 240 Conflictos y crisis familiar Modelo de estrés ABC X Eventos estresores La resiliencia Familias monoparentales El divorcio 241 241 242 243 244 245 –vii– La renupcialidad Familias de homosexuales y lesbianas La posición religiosa La militancia de la población homosexual Estudio de la conducta homosexual El “salir del clóset o del armario” ¿Por qué el interés en casarse? Homosexualidad, lesbianismo y la ley Homosexualidad, paternidad y maternidad Homosexualidad, lesbianismo y vejez Violencia doméstica La violencia doméstica como problema global La violencia doméstica en Puerto Rico La familia ¿un remanso de amor y paz? Tipos de violencia Factores que perpetúan la violencia doméstica Costos y consecuencias de la violencia doméstica El ciclo de la violencia doméstica Perfil del agresor y de la víctima Violencia contra los menores Mitos populares en torno al abuso Consecuencias del abuso Abuso sexual Incesto Las relaciones extramaritales Factores que propician la infidelidad Tipos de adulterio Reacciones ante la infidelidad ¿Relación extramarital o adulterio? Relación extramarital, medios de comunicación e Internet El adulterio y el ciclo de vida La muerte como crisis familiar Actitudes hacia la muerte Resumen Conceptos claves 258 263 265 265 267 268 268 269 272 278 279 280 283 286 287 287 290 291 295 295 299 299 300 301 303 304 306 308 309 310 312 313 314 317 320 Capítulo 6 322 La paternidad y la maternidad El embarazo y la pareja conyugal Los roles de padre y madre Valor y costo de los hijos(as) Cambios en los roles de padre y madre El rol de la madre El rol de padre Relaciones paterno filiales Familia de origen Clase social 323 324 325 329 333 336 338 341 343 344 –viii– Tipo de economía Orden de nacimiento Estructura familiar Fecundidad y tecnología Métodos anticonceptivos El Aborto Tecnología reproductiva Las adopciones Resumen Conceptos claves 346 347 348 349 349 355 359 363 364 366 Capítulo 7 368 La familia en la tercera edad El envejecimiento como fenómeno global Proyecciones de la población anciana a nivel mundial Personas de mayor edad en Puerto Rico Sostén de la población de mayor edad Seguro Social Federal Tipo de economía y estatus de la persona de mayor edad Estereotipos e imagen de la persona de mayor edad Roles y papeles sexuales en la tercera edad Normas relativas a la edad Edad Legal Tasa de participación en el trabajo Definición de los roles sexuales y maritales La mediana edad El matrimonio en la tercera edad Sexualidad en la tercera edad Síndrome de nido vacío Los roles de abuela y abuelo Relaciones intergeneracionales Relaciones filiales Beneficios de haber tenido hijos o hijas La generación del “sándwich” Tareas del desarrollo en la tercera edad El retiro del empleo La mujer y el retiro del empleo Arreglos residenciales Redes de apoyo en la tercera edad Los hogares para ancianos La enfermedad y la muerte Los hospicios La viudez Redes de apoyo en la viudez Negligencia y maltrato del anciano Envejecimiento y política pública Resumen Conceptos claves 369 370 373 375 379 380 381 383 385 386 386 386 387 387 390 393 395 397 403 404 407 408 409 411 413 415 416 418 420 421 421 423 425 427 429 432 –ix– Epílogo 433 Glosario 437 Referencias 445 Índice por autor 473 Índice de materia 479 –x– Lista de Cuadros Cuadro 1 Cuadro 2 Cuadro 3 Cuadro 4 Cuadro 5 Cuadro 6 Cuadro 7 Cuadro 8 Cuadro 9 Cuadro 10 Cuadro 11 Cuadro 12 Cuadro 13 Cuadro 14 Cuadro 15 Cuadro 16 Cuadro 17 Cuadro 18 Cuadro 19 Cuadro 20 Cuadro 21 Cuadro 22 Cuadro 23 Cuadro 24 Cuadro 25 Estilo de sustento, tipo de matrimonio y línea de autoridad Tipologías de matrimonio y familia Hispanos por lugar de origen Estados Unidos: 2000 Hispanos de 16 años o más por participación en la fuerza trabajadora y sexo (%) Hispanos bajo nivel de pobreza por categorías de edad, por número y por ciento Hispanos menores de 18 años bajo nivel de pobreza Familias hispanas bajo el nivel de pobreza Nivel de escolaridad de los hispanos por lugar de origen y por ciento Composición de la población por origen y por ciento Esperanza de vida al nacer por sexo y año Por ciento de población de 15 años o más, por estado civil y sexo Distribución de por cientos de los matrimonios registrados, por tipo de celebrante y año Divorcios concedidos por causales Estadísticas demográficas por años Población por personas, número de hogares y tamaño del hogar Promedio de hijos(as) por hogar Hogares con jefa de familia por año y por ciento Proporción de hijos(as) nacidos fuera de matrimonio Causas de muerte por número y tasa de defunciones Tasa de participación en la fuerza laboral para años escogidos Estado de pobreza por hogares de familia y no de familia, por número y por ciento Municipios con más altos ingresos por familia Distribución de salarios por familias Por ciento de personas desempleadas por sexo Países que al año 2005 permiten el matrimonio de personas del mismo sexo por año en que se aprobó –xi– 21 30 102 104 105 105 106 107 110 117 120 121 122 124 125 126 127 127 128 129 130 131 131 137 270 Cuadro 26 Países que permiten la comunidad de bienes al año 2005 Cuadro 27 Formas de manifestación de la violencia doméstica Cuadro 28 Tasa de incidencia de violencia doméstica Cuadro 29 Incidentes de violencia doméstica por tipo de delito cometido Cuadro 30 Incidentes de violencia doméstica Cuadro 31 Asesinatos de mujeres por los motivos de violencia doméstica y pasional Cuadro 32 Factores que perpetúan la violencia doméstica Cuadro 33 Referidos investigados con fundamento por tipología y % de cambio Cuadro 34 Países con mayor número de personas de 60 años y más Cuadro 35 Personas de 60 años o más por año, % y proyecciones a nivel mundial Cuadro 36 Los 25 países con mayor % de población de 65 años y más Cuadro 37 Distribución de la población de 80 años y más en la población de 65 años o más Cuadro 38 Proyecciones de población de 60 y 80 años o más por región de desarrollo económico Cuadro 39 Países americanos con más alto % de personas de 60 y 80 años y más de edad por región y proyecciones para el 2050. Cuadro 40 Mediana de edad de la población por años Cuadro 41 Tasa anual de crecimiento para edades seleccionadas de la población de personas de 65 años y más Cuadro 42 Población de personas de 65 años y más por años y por sexo Cuadro 43 Pueblos con la mayor concentración de población de 65 años o más por número y % Cuadro 44 Esperanza de vida al nacer por año y sexo Cuadro 45 Población de 60 años y más por estatus marital y sexo Cuadro 46 Población de 80 años y más por % y sexo Cuadro 47 Beneficios del Seguro Social Federal –xii– 271 280 283 284 284 285 289 296 371 372 373 373 374 375 375 376 376 377 378 378 379 380 Introducción La familia: un enfoque interdisciplinario examina la temática de la familia como institución social desde varias perspectivas, destacando su universalidad y diversidad. Este escrito intenta llenar una laguna existente en el área del estudio de la familia en general y de la familia en Puerto Rico, en particular. El enfoque es interdisciplinario y se recurre a la sociohistoria dada la pertinencia de esta disciplina para examinar los fenómenos presentes: miramos al pasado en nuestro empeño por comprender mejor el presente y proyectarnos al futuro. Los aspectos económicos, de clase y de género reciben atención especial en es te escrito. Se destacan aspectos significativos en torno de la dinámica familiar, de la situación y posición de las mujeres y los niños de uno y otro sexo a lo largo de la historia. Las variables económicas, de clase, así como de género, interactúan constantemente a lo largo de la historia, por lo cual resulta difícil examinar la institución de la familia, la posición del hombre y de la mujer dentro de ésta, sin incluirlas. Aunque todas las familias comparten una realidad común, la expe riencia de éstas y la de los miembros que la componen es diferente dependiendo de y debido a la estrata o nivel socioeconómico a que pertenece la familia de ori gen. Inclusive, la realidad de la mujer y el hombre es diferente en cada estrata social, aunque definitivamente en prácticamente todas, los hombres disfrutan de mayor libertad y logran mayor poder que las mujeres y los niños(as) en aspectos significativos de la familia y la sociedad. Es la intención de este libro hacer acopio de literatura disponible en torno al tema de la familia. Se ha realizado una amplia revisión de la literatura, aunque se es conciente que existen otros temas que se pudieron incluir y muchos que se pueden ampliar. Cabe señalar que la documentación en torno a la historia de la familia en Puerto Rico aparece fragmentada en los varios estudios realizados por nuestros distinguidos historiadores; algunos de esos estudios se han tratado de compendiar en este escrito para hacerlos asequibles al público en general y a los estudiantes del tema de la familia. El enfoque de este libro no es histórico pro piamente, por ende, el manejo de la sociohistoria no es exhaustivo; existe buena documentación en torno al tema de la historia de la familia que se incluirá en un escrito futuro. Este libro, además, aborda temas que aunque pertinentes, no se han compen diado en ningún otro escrito en español y con pertinencia a la realidad de la fa milia en Puerto Rico. Se destacan los planteamientos que hacen los sociólogos en torno a la diversidad que caracteriza a la familia en el mundo contemporáneo y al futuro de esta como institución social. Temas tales como: el proceso de selec ción de pareja conyugal, las relaciones maritales, las crisis en la familia, el impac to de la llegada y partida de los hijos(as), la dinámica, cambios y necesidades de la familia en la tercera edad, se destacan en este libro. –xiii– El libro está organizado básicamente en siete capítulos. El primero: La familia como institución social, examina el origen y desarrollo de la familia como insti tución social desde la perspectiva global, destacándose el hecho de que esta pare ce ser de carácter universal dado que todas las sociedades conocidas desarrollan alguna estructura que se puede catalogar como familia. La perspectiva contem poránea, donde se plantea si la familia sigue siendo una institución o si se ha desinstitucionalizado en las últimas décadas, también se aborda. Las funciones que llena la familia, así como las variadas tipologías de familia que se conocen hasta el presente están incluidas en esta exposición. Se presta especial atención a la relación existente entre el estilo de sustento característico de una sociedad en un momento dado y la tipología de familia que le caracteriza. En el segundo capítulo: Selección de cónyuge, se explora el proceso de selec ción de cónyuge como el proceso institucionalizado para seleccionar la pareja o cambiar el status de soltería al mundo de las personas casadas. Se estudian las normas del proceso de selección que básicamente se resumen en matrimonios arreglados y el proceso autónomo de selección. Las variables y teorías que afec tan ese proceso, así como los elementos del complejo del amor romántico y el papel que está jugando la tecnología en ese proceso en el mundo contemporáneo, también forman parte de la temática, la cual se aborda en este capítulo desde una perspectiva transcultural y global. El tercer capítulo: La familia en Puerto Rico, se inicia con una visión sociohis tórica de la estructura, dinámica y cambio en la familia en Puerto Rico. Haciendo acopio de datos secundarios publicados por los excelentes historiadores de Puer to Rico se exploran elementos de la familia taína, española colonial, esclava afri cana y criolla, los cuales se combinaron para formar lo que es el puertorriqueño. Se presentan además datos sobre la migración tanto de los puertorriqueños como de los grupos de dominicanos y cubanos con quienes se convive en la Isla. Se ponderan aspectos históricos y demográficos, así como estudios empíricos, reali zados en torno a la dinámica familiar y sus implicaciones sociales. En el cuarto capítulo: Relaciones maritales, se explora la dinámica de las re laciones conyugales. La medición de la satisfacción marital, el efecto del empleo y la doble jornada de trabajo de la mujer, la presencia o ausencia de los hijos e hijas en la familia, así como las uniones consensúales como alternativa al matri monio, son parte de este capítulo. En el quinto capítulo: Conflicto y crisis familiar se estudian aspectos teóricos en torno a las crisis que ocurren en la familia. Específicamente, se estudia el di vorcio y sus consecuencias. Si bien es cierto que el divorcio es una alternativa al conflicto marital, el impacto que tiene sobre todos los involucrados puede catalo garse como una crisis que la mayoría de las familias eventualmente logra superar de una u otra manera. La violencia doméstica, así como el abuso y maltrato de los menores como problema social global y familiar, el impacto de las relaciones extramaritales o adulterio en la pareja y la familia, así como el proceso de muerte como crisis para la familia son aspectos de relevancia en este capítulo. La discu sión en torno a las relaciones “lesbigays” y el status de estas, que en la última década ha acaparado la atención de la prensa internacional, obligando a prácti camente todas las esferas sociales, políticas y económicas a discutir el tema de una u otra manera, es parte de este capítulo. El capítulo sexto: Maternidad y paternidad, aborda el tema de la llegada de los hijos(as). Se presta especial atención al impacto de la maternidad y la paterni dad en las parejas, los roles de padre y madre y los cambios en la expectativa de –xiv– su ejecución en el mundo contemporáneo. El impacto de la llegada de los hijos en la familia, el valor y costo de los hijos(as), así como el uso de las tecnologías dis ponibles para propiciar o limitar la natalidad constituyen parte de este capítulo. El séptimo capítulo se dedica a La familia en la tercera edad o la edad de oro como algunos insisten en llamarla. Este segmento poblacional en rápido creci miento no recibió gran atención por parte de los estudiosos hasta hace poco tiempo. El capítulo abarca variados aspectos de la vejez, entre los cuales se inclu ye la jubilación del empleo y sus implicaciones económicas, psicológicas y socia les. Se abordan los cambios en la dinámica matrimonial y en la relación de pareja, la sexualidad, la relación abuelos nietos, la ruptura marital sea por viudez, di vorcio o deserción y la percepción del rol del anciano en la sociedad contempo ránea, con énfasis en la puertorriqueña. Se incluye en este capítulo la discusión en torno a la situación de la población anciana homosexual y lesbiana. Se espera que este escrito logre llenar, en parte, la necesidad de información empírica en torno de nuestros viejos y los múltiples y variados retos que la dinámica de la familia en esta etapa del ciclo de vida presenta al anciano, su familia y la socie dad en general. El estudio de la familia incluye numerosas variables de gran complejidad. Tí picamente se culpa la familia por todos los males sociales; perdiendo de vista que la familia es sólo una de las instituciones sociales que interactúa para moldear y condicionar la vida de los seres humanos. Si bien es cierto que su influencia es innegable y lo que sucede en ella marca al ser humano en forma muy especial, no es menos cierto que existe una estrecha interdependencia de la familia y las de más instituciones sociales tales como: la educación, religión, política, economía y la ciencia y tecnología. El solo ejemplo de cómo la pobreza por sí sola tiene reper cusiones en los gustos, preferencias, actitudes hacia la vida, sentimiento de bien estar y logro, oportunidades educativas y de logro hace reflexionar si la familia por sí sola debe culparse por los males sociales que aquejan a la sociedad inter nacional. La pobreza limita todas las esferas de la vida incluyendo la familia misma. Así pues, pensar que la familia sola puede resolver la problemática de la sociedad resulta en una visión algo miope de la realidad social contemporánea. Sin embargo, no cabe duda de que la familia sigue siendo la institución primaria por excelencia donde se socializa y apoya a sus miembros. –xv– La familia como institución social La existencia de la familia se toma como un hecho y pocas veces se cuestiona si ésta, como institución social, ha existido siempre y si su existencia es de carác ter universal o exclusiva de algunas sociedades. Más aún, no parece existir acuer do en la definición misma del concepto familia. Cabe preguntarse si cuando se habla de familia nos referimos a un tipo espe cífico de relación entre un hombre y una mujer al contraer nupcias o incluimos otras constelaciones de relaciones. ¿Es la presencia de hijos e hijas condición ne cesaria o suficiente para que una pareja sea considerada familia? ¿Deben los hijos(as) ser procreados dentro del matrimonio para ser considerados familia? ¿Debe el hombre ser el proveedor o compartir ese rol con su pareja femenina? ¿Es una familia una mujer con sus hijos(as) sin esposo presente? ¿Es familia un hom bre a cargo de sus hijos(as) sin esposa presente? ¿Es familia una pareja de dos mujeres? ¿Es familia una pareja de hombres sin hijos(as)? ¿Es familia una pareja de gays con los hijos(as) de uno o ambos? ¿Es familia una pareja de lesbianas con los hijos(as) de una o ambas? ¿Es familia una abuela o tía criando sus nietos o sobrinos sin la presencia de los progenitores? ¿Es familia una pareja con hijos adoptivos? ¿Es familia un hombre o una mujer solteros y sin pareja con hijos adoptados? ¿Es familia una pareja de hombre y mujer casados con sus hijos(as) de relaciones previas? Muchos pensarán que todas esas relaciones constituyen modalidades de fami lia en la sociedad contemporánea. Otros excluirían algunas aludiendo principios éticos, morales o religiosos. No obstante, en el mundo contemporáneo coexisten esas constelaciones y muchas de ellas van en constante incremento. Si llegará la sociedad a aceptarlas todas como alternativas al matrimonio y la familia, reeva luando la concepción tradicional de familia que hemos conocido, parece ser una de las interrogantes de este siglo. Si la definición de familia representa un reto grande, igual reto representa el estudio de la misma. Un vistazo somero a la historia nos permite comprender los cambios que ha enfrentado la definición de familia. La palabra familia y su significado han variado a lo largo del tiempo; su ori gen es latino y derivado de famulus. La siguiente cita de Zonabend (1988:17) nos da una perspectiva del uso del concepto familia en el pasado: 4 La familia: un enfoque interdisciplinario “Familia debió designar el conjunto de esclavos y servidores que viví an bajo un mismo techo. Luego, la casa u hogar en general. Esto incluía al señor, su esposa, sus hijos(as), los criados y esclavos que vivían bajo su dominación. Casa [es] el conjunto de individuos que viven bajo un mismo techo; gens, comunidad formada por todos los que descienden de un mismo antepasado; agnati, parientes paternos, cognati, los ma ternos, y posteriormente, por extensión, el conjunto de los parientes de sangre: todas estas diferentes unidades de parentesco las reunimos ahora bajo el mismo vocablo de “familia”. El sustantivo familia se utiliza para incluir todas esas relaciones que describe la cita anterior: primero, para referirse a la línea de los antepasados y descen dientes de una persona con sus familiares biológicos, que incluye padre, madre, hermanos, hermanas, abuelos, abuelas, tíos, tías, primos, primas, independien temente de que compartan residencia o no. Segundo, para referirse a todos los que comparten una misma residencia, aunque no existan lazos consanguíneos entre ellos. En tercer lugar, el término se utiliza para referirse a la familia nuclear compuesta de dos generaciones que comparten una misma residencia. En el sentido biológico y residencial el concepto familia es relativamente nue vo en la historia. Antes del siglo XVIII, ningún lenguaje europeo contaba con un término específico para referirse al grupo de padre madre hijos(as) exclusiva mente (Gies y Gies, 1987). El cognado famulus de origen indo europeo que signi fica hogar materno persistió desde los tiempos de los romanos a través de la Edad Media hasta el inicio del período moderno. El concepto hogar o “familia” de esos tiempos incluía a todas las personas que residían en una misma casa, incluyendo a los sirvientes y los esclavos. Las familias tendían a ser numerosas, y en muchos casos, los miembros no estaban emparentados biológicamente; como por ejemplo: la familia de un rey, de un gran señor o la de un obispo. A pesar de que los lazos consanguíneos jugaron un papel importante en las sociedades del pasado, los límites de la familia no estaban muy claramente delineados, situación que tal vez responda a que no se distinguía el concepto casa u hogar del concepto familia. Aunque muchos tienden a usar los términos indistintamente, existe diferen ciación entre familia y hogar. Este último se refiere a una unidad de análisis de mográfico; un hogar está compuesto por una o más personas que ocupan una unidad de vivienda. Así pues, no todas las viviendas están ocupadas por fami lias. Para el Negociado del Censo de Población, los hogares de familia consisten de dos o más individuos emparentados por nacimiento, matrimonio o adopción y también puede incluir personas que no están emparentadas en forma consanguí nea tales como padrastros, madrastras o parejas en uniones consensuales. Hogares no de familia consisten de personas que viven solas o que comparten residencia con personas con las que no están emparentadas como por ejemplo, amistades. Los arreglos residenciales que hacen las personas varían según las etapas del ci clo de vida de la familia. Tradicionalmente, una persona empieza en un hogar de familia, deja ese hogar para formar uno nuevo; ya sea solo, con amistades o for ma su propio hogar de familia junto a su cónyuge y eventualmente, con los hijos(as) propios o adoptados. En la vejez un individuo puede vivir solo nueva mente ya sea por razones de divorcio o viudez. No necesariamente todas las per sonas pasan por esa secuencia, algunos pueden saltar etapas o repetirlas (McFalls, 2005). La definición sociológica contemporánea del término familia tiende a ser abarcadora y plantea una visión pluralista de la familia dentro de un marco de La familia como institución social 5 diversidad cultural y carácter de permanencia. Eshleman (2003:3) define la fami lia como un grupo social, un sistema social y una institución social. Como grupo social, es un conjunto de personas que se reconocen mutuamente como familia e interactúan en una red primaria, íntima y sexual. Como sistema social, tiene una serie de componentes interdependientes con diferenciación a base de género, raza, clase y tamaño. Como institución social, la familia asigna unos roles específi cos muy importantes tales como esposo(a), padre, madre, hijos(as), ex esposo(a), compañero(a), etc., los cuales guían el comportamiento de las personas a quienes se les asignan los mismos. Todos los roles satisfacen una serie de necesidades sociales centrales en las relaciones íntimas, en la reproducción, socialización y cuido de los menores y los ancianos, proveyendo apoyo emocional a sus miem bros (Cherlin, 1999). Esta amplia definición de la familia es la que adoptamos en este libro, la cual presta atención al proceso, al cambio, a la diversidad de las fa milias y presta menos atención a las imágenes tradicionales y estandarizadas con las cuales típicamente se juzgan las relaciones íntimas. El matrimonio opera dentro de unos parámetros específicos, a los efectos de establecer y determinar la relación entre los cónyuges así como las obligaciones y restricciones recíprocas entre estos. Otros arreglos maritales, como las uniones consensuales, no tienen definidos esos parámetros. La institución social de la familia tradicionalmente ha incluido el matrimonio, el cual también ha pasado por modificaciones a lo largo de la historia y varía de sociedad en sociedad. En este libro se examinarán las diversas variantes o modalidades de matrimonio y familia que coexisten en el mundo contemporáneo. La universalidad de la familia Los antropólogos y los sociólogos se han planteado con relativa frecuencia la interrogante en torno a la universalidad de la institución social que definimos como familia. Las opiniones al respecto están divididas. Lee (1977:60) advierte sobre los problemas de llegar a conclusiones definitivas en torno de esta contro versia y apunta que la pregunta puede ser contestada sólo en la afirmativa, nunca en la negativa. Señala él que si se encuentra una sola sociedad que no contenga en su estructura algún estilo de familia, sólo se puede concluir que es posible que alguna sociedad pueda sobrevivir sin la familia. Pero si no la encontramos, sólo se puede decir que empíricamente la familia es universal, a tono con la evidencia disponible al presente. Más aún, señala Lee (1977) que el hecho de que las socie dades conocidas posean una estructura de familia, no permite inferir que todas las sociedades que existan la tengan. Existen situaciones comunes a todas las sociedades conocidas hasta el presen te. Por ejemplo, el nacimiento siempre es producto de algún tipo de unión de un hombre y una mujer; aún en los casos de inseminación artificial, se necesita la aportación de uno y otro sexo. Sin embargo, cada sociedad le da una interpreta ción diferente a este fenómeno. Los lazos de consanguinidad, o sea, la definición de parentesco que existe entre los individuos que aseguran descender del mismo grupo es definida por el grupo social. Por el contrario, los lazos que unen a hom bres y mujeres son más de carácter social que biológicos: son lazos de afinidad, alianza o conveniencia (Zonabend, 1988). Los lazos consanguíneos entre las per sonas también son definidos por el grupo social: la pertenencia a una familia es una decisión de cada grupo social. Por ejemplo, en sociedades unilineales los individuos pertenecen sólo a la línea de la familia materna o paterna, pero no a ambas, como se examinará más adelante. 6 La familia: un enfoque interdisciplinario Hace poco más de cuarenta años, Stephens (1963) definió la familia como un grupo estructurado de personas unidas por lazos consanguíneos o sociales, cuya función principal es la de socializar a los recién nacidos. Sostenía que la familia como institución social es la unión social que da carácter legítimo a la relación sexual de una pareja. Esta se inicia con el anuncio público del matrimonio, al cual se llega con una expectativa de que se asumirán unos roles sociales familiares específicos tales como cónyuge, padre, madre, hijo, hija, abuelos, nietos, nuera, yerno, cuñada, cuñado, etc. Este contrato establece derechos, obligaciones y res ponsabilidades recíprocas entre los contrayentes, así como entre éstos y sus hijos(as). Se podría decir que todos los matrimonios son familias, pero no todas las familias son matrimonios. Inclusive, ciertas funciones como la sexual que se espera entre los cónyuges están prohibidas entre otros miembros de la familia como por ejemplo: entre progenitores e hijos o hijas, hermanos hermanas, tíos/as sobrinos/as, etc. Indica Eshleman (2003:43) que esas condiciones planteadas por Stephens aún existen aunque no todas las relaciones que muchos consideran hoy como maritales, son endosadas como legítimas por todos o se inician con el anuncio público de la relación; no necesariamente implican intención de perma nencia y no tienen una clara definición de expectativa de roles. Existe un fogoso debate en torno a si las uniones consensuales así como la relación entre personas del mismo sexo deben considerarse matrimonios o familias. Inclusive, se plantea si a esas realidades debe dársele el nombre de matrimonio y familia negando así el origen histórico y el amplio sentido de matrimonio que tienen las personas en el diario vivir. Los sistemas maritales incluyen un conjunto de reglas y normas que gobier nan el establecimiento, la continuidad y la disolución del matrimonio. Incluyen reglas o normas en torno al proceso de selección de cónyuge y la transmisión de herencia y estatus. El matrimonio es quizás más que nada una alianza cuanto menos entre dos personas, pero que en muchas sociedades incluye la alianza en tre dos grupos familiares (Quale, 1988). Las reglas de matrimonio prevalecientes en una sociedad están condicionadas por su historia particular, por el estilo de economía que ha desarrollado y por los cambios que ha experimentado esa so ciedad. Funciones de la familia La familia vista como institución social contemporánea satisface necesidades biológicas, económicas, educativas, psicológicas y legales de los individuos y la sociedad. Muchas funciones tradicionalmente atribuidas a la familia como insti tución social pueden ser compartidas con otras instituciones sociales; sin embar go, la socialización primaria parece estar en manos de ciertos grupos unidos por lazos de familia de carácter biológicos o sociales. La necesidad de legitimar y socializar a sus miembros existe en todas las so ciedades que se conocen. La evidencia parece indicar que algún estilo de matri monio y estructura de familia es de carácter universal. Tanto Gough como Reiss (1977) consideraban que la función principal del matrimonio era dar carácter le gítimo a tener hijos, mientras que la familia es la institución que los cría. Al pre sente se cuestiona la función de la familia de legitimar los hijos(as) dado que tan to los nacidos fuera de matrimonio como aquellos nacidos dentro del matrimonio de los progenitores disfrutan de los mismos derechos. Todas las sociedades conocidas hasta el presente cuentan con algún tipo de estructura que se puede clasificar como institución de matrimonio y familia. En La familia como institución social 7 prácticamente todas las sociedades se considera que estar casado y tener una familia de procreación es el estatus normal de los adultos. La familia sirve tanto a la sociedad como a los individuos, aunque en ocasiones, los intereses de uno pueden estar en conflicto con los intereses del otro, como ocurre en las socieda des donde se restringe el número de hijos(as) que las parejas pueden procrear. Por ejemplo, en un momento dado, una pareja puede estar interesada en tener más de un hijo, pero el Estado puede considerar que más de un hijo por familia es demasiado debido al problema de sobrepoblación que confronte, como ocurre en la República Popular China contemporánea (Engel, 1984; Quale, 1988; Yu et al., 1989; Hewitt, 1994; Bown, 1995); la política del Estado va por encima de los intereses individuales. Tradicionalmente, a la familia, al igual que a las demás instituciones sociales, se le ha asignado un conjunto de funciones relacionadas con la sobrevivencia de la sociedad y sus miembros, las cuales han variado a lo largo de la historia. En algunas sociedades primitivas, la familia era el equivalente a la sociedad total, donde se centraba todo el poder y donde residía la responsabilidad total de la sobrevivencia de la sociedad. A medida que las sociedades se tornan más com plejas y elaboradas, surgen otras instituciones sociales que asumen algunas de las funciones tradicionalmente asignadas a la familia. No obstante, la familia conti núa llenando un conjunto de funciones imprescindibles para la sociedad y sus miembros, aún cuando ha experimentado muchas y variadas transformaciones a lo largo del tiempo. En términos generales, a la institución de la familia se le asig nan las siguientes funciones: Regula la conducta sexual. La familia ejerce presión, de forma directa o indi recta, en torno a la selección de la pareja sexual, y en muchas sociedades res tringe la actividad sexual al matrimonio. No se conoce una sola sociedad que permita libertad total a sus miembros en torno a su reproducción. El tabú del incesto, que prohíbe las relaciones sexuales entre parientes cercanos, está pre sente en todas las sociedades conocidas hasta el presente. Las sociedades va rían en su definición de quiénes específicamente constituyen los parientes cercanos. Por ejemplo, entre los faraones egipcios, así como en la antigua fa milia real hawaiana, se permitía y se esperaba el matrimonio entre hermanos y hermanas como medio de conservar y controlar la riqueza familiar. En contraste, en la sociedad china tradicional, el tabú del incesto se extendía a todos los individuos que tuviesen el mismo nombre del clan, aunque fuesen parientes lejanos. Se asocia la prohibición del incesto como medida para con servar la solidaridad grupal, la cual es necesaria para la sobrevivencia del grupo como tal. Sostener relaciones sexuales con parientes cercanos trastoca todo el orden de relaciones, la línea de descendencia y la estructura de estatus establecida en la sociedad (Lawson, 1988). El tabú del incesto es eficaz en las familias saludables ya que detiene a parientes cercanos de involucrarse en ac tividad sexual. El incesto ocurre en todas las clases sociales, tanto en la zona urbana como en la rural. Los padres biológicos y los padrastros ocupan el primer y segundo puesto en relaciones incestuosas con sus hijas o hijastras; las niñas más que los niños en hogares donde hay un padrastro corren mayor peligro de tener una relación incestuosa, según apunta Eshleman (2003:62). En general, todas las sociedades establecen normas específicas para el matri monio, su funcionamiento y el apareamiento sexual. Repone los miembros de la sociedad. La familia tiene la responsabilidad de reponer en forma ordenada a los miembros de la sociedad que han desapare 8 La familia: un enfoque interdisciplinario cido debido a causas naturales, migración, accidentes o guerras. La institución de la familia provee la forma estable para que ese reemplazo ocurra. La so brevivencia de la sociedad es imposible si no ocurre el reemplazo de sus miembros; así que las sociedades, directa o indirectamente, estimulan a que sus miembros procreen. En Estados Unidos y Puerto Rico, las presiones para que una pareja tenga descendientes pueden ir desde sutiles hasta directas. Aunque en el mundo contemporáneo existen las opciones de los bancos de esperma, el alquiler de úteros por parte de madres subrogadas y la insemina ción “in vitro”, la inmensa mayoría de los seres humanos se conciben en la forma tradicional. Por ende, la familia con todas sus modalidades como insti tución social retiene la función reproductora de la población. Los logros de los des cendientes enaltecen al padre y a la madre, aunque éstos en el futu ro no proporcionen ayuda financiera a los progenitores. Los fraca sos o desatinos de los hijos(as) denigran a los progenitores, a quienes directa o indirectamen te se les percibe como responsables del com portamiento adecuado o inadecuado de su prole. En la China tra dicional, el culto al pa sado proveía incentivo para tener descendien tes, puesto que el bienestar de la pareja durante la vejez dependía de la ayuda que le proveyesen sus descendientes, en especial, el hijo mayor. Socializa los hijos e hijas. Los niños y niñas necesitan incorporar e internali zar los elementos culturales necesarios para integrarse a la vida social y cultu ral. La familia es responsable de guiar este proceso, para lo cual asigna los ro les de padre y madre, quienes son responsables de trasmitir las folkways, las mores y las leyes que la sociedad considera importantes. Aún cuando otras instituciones sociales tales como la educación, la religión y los medios de co municación masiva comparten la tarea de socialización, se considera a la fa milia como la fuente de socialización primaria por excelencia. Las actitudes y reacciones de la familia ante las influencias del medio ambiente tienden a ser más importantes para la socialización de sus miembros que las influencias ambientales en sí. Se espera que la familia mantenga el orden dentro de sus límites; sólo si ésta falla, las agencias del Estado tienen la obligación de inter venir. Cuida y protege a sus miembros. La familia es responsable de proveer cui dado y protección a sus miembros, sobre todo, en momentos de dependencia, enfermedad y tragedias. Las necesidades afectivas de intimidad y amor se sa tisfacen en el ámbito de la familia. A medida que aumenta la inestabilidad de la sociedad y las personas se sienten alienadas, la familia aumenta en impor Familia en Puerto Rico Las familias de todas las sociedades conocidas hasta el presente, representan el producto de un largo proceso de interacción, adopción y adaptación de patro nes de conducta de las múltiples sociedades que les precedieron. Algunas de es tas sociedades ejercieron mayor influencia que otras en la formación de la familia puertorriqueña; por ende, al estudiarlas, se les presta mayor atención. En este capítulo se examinará a grandes rasgos la evolución socio histórica de la familia puertorriqueña. Las familias de la antigüedad ejercieron gran influencia en la evolución de la familia occidental contemporánea. Las antiguas familias hebreas, griegas, roma nas y cristianas constituyen los pilares en la formación de la familia de Occidente. Las raíces ideológicas y muchas tradiciones arraigadas en la vida familiar del Puerto Rico contemporáneo se remontan a las sociedades antes mencionadas. La familia puertorriqueña heredó directa o indirectamente de ellas la religión cris tiana, la ideología patriarcal que presupone la subordinación de la esposa e hijos al esposo padre; el concepto de la doble moralidad entre los sexos, la tradición de considerar las tareas femeninas menos prestigiosas que las masculinas; el respe to, protección y control de las mujeres de la propia familia, grupo o clase, el mandamiento de honrar padre y madre, así como numerosas reglas relacionadas con la herencia y el derecho de familia, entre otras. Los datos disponibles acerca de las relaciones de familia en Puerto Rico tien den a ser escasos y fragmentados, sobre todo de los taínos y los africanos. Los orígenes de la familia puertorriqueña se remontan a las familias de occidente y especialmente, a la mezcla de elementos de las culturas taína, española y africa na. Este fenómeno ocurrió durante el proceso de colonización de la Isla por parte de los españoles. Gran parte de la información ofrecida por los cronistas de Indi as acerca de la familia indígena fue el producto de observaciones casuales más que de observaciones rigurosas y sistematizadas, las cuales no tomaron en consi deración las diferentes estratas sociales (Sued Badillo, 1979:3 4). No obstante, es mucho lo que se puede aprender explorando lo que está disponible en torno al tema, sin perder de vista que el enfoque y la perspectiva de este escrito son socio lógicos más que históricos y que no se pretende ser exhaustivo en el manejo de tan amplio tema. Es importante recordar que la interacción entre las variables de género y posi ción social es crucial para comprender las familias tanto del presente como del pasado. La sociedad distribuye entre sus miembros tareas específicas y posicio nes sociales basadas en el género, lo cual a su vez está condicionado por la posi Selección de cónyuge Los seres humanos se caracterizan por la necesidad de establecer relaciones significativas e íntimas. La primera relación íntima que las personas experimen tan es precisamente con la madre y el padre, la cual fija la base para las relaciones íntimas posteriores. Las hermanas, los hermanos y las amistades de la niñez son muy significativos en el proceso de aprender a amar y ser amado. La necesidad de intimidad está presente desde el nacimiento y perdura a lo largo de toda la vida. La necesidad de intimidad no necesariamente implica sexo. Muchas relaciones íntimas, como la relación con la madre, el padre, los hijos e hijas no incluyen el ingrediente sexual, sino el ingrediente de compartir y la proximidad, en vez de la distancia. La selección de cónyuge es el proceso institucionalizado para seleccionar la pareja o cambiar el estatus de soltería al mundo de las personas casadas (Eshle man, 2003). Este proceso existe en todas las sociedades conocidas y el mismo va ría de sociedad a sociedad y está condicionado grandemente por las normas so cio culturales prevalecientes en un momento dado. Las normas de selección de cónyuge van desde los matrimonios arreglados por los progenitores o los parien tes de los contrayentes donde los factores económicos y familiares son cruciales en el proceso, hasta el otro extremo, que lo constituye el proceso autónomo de selección, basado más en factores de atracción personal. Estos patrones de selec ción de cónyuge no corresponden precisamente a dicotomías, puesto que existe una variedad de patrones intermedios entre estos dos extremos (Lee y Stone, 1980). Normas en el proceso de selección de cónyuge Las normas del proceso de selección de cónyuge varían de sociedad a socie dad, así como a lo largo del tiempo. En todas las sociedades existen normas o reglas amplias en términos de quién se puede casar con quién. La regla de la endogamia u homogamia requiere que se seleccione la pareja dentro del propio grupo, como por ejemplo, casarse dentro del mismo grupo racial, religioso o étni co. Si la selección no sigue esa regla, las personas se arriesgan a sufrir desaproba ción social. Por el contrario, la regla de la exogamia requiere que la pareja se se leccione fuera de un grupo particular, como por ejemplo, fuera del grupo con sanguíneo. Así pues, las sociedades pueden ser endógamas en algunas dimen siones y exógamas en el sentido de que la pareja no tenga vínculos consanguí neos entre sí. Como ya se ha planteado, todas las sociedades tienen normas que guían el proceso de selección de pareja conyugal. En algunas culturas, las personas tienen Relaciones maritales Tradicionalmente, el matrimonio constituía la culminación de la etapa del compromiso e implicaba la unión e interacción tanto de la pareja conyugal como de los sistemas familiares a que cada uno pertenecía. La institución del matrimo nio varía su significado para diversas personas y para las distintas sociedades. En muchas sociedades el matrimonio constituye una alianza entre dos sistemas fa miliares, a los efectos de consolidar el poder político, económico y los lazos entre dos individuos y sus familias. Hasta hace varias décadas se visualizaba el matri monio como una solución pragmática para legitimar la satisfacción de necesida des de la sociedad tales como regular la conducta sexual, la reproducción, satis facer las necesidades económicas y socializar a los más jóvenes. No obstante, el incremento en las uniones consensuales o matrimonio no formalizado y el eleva do número de nacimientos fuera de matrimonio así como la alta tasa de familias con una mujer como jefa sin esposo presente, lleva a cuestionarse esas funciones tradicionalmente atribuidas al matrimonio y la familia. Al presente, no parece tener mucho sentido estudiar el matrimonio y la solte ría como los dos estatus maritales de donde las personas pueden escoger; las uniones consensuales están dentro del continuum de opciones. Dado el historial de uniones consensuales en Puerto Rico, es posible que para muchos estas signi fiquen lo mismo que el matrimonio. Inclusive, no son pocos los creén errónea mente que “después de cierto número de años conviviendo uno queda automáti camente casado”; esta visión está popularizada entre ciertas clases socioeconómi cas en la Isla aunque para efectos legales existen unas claras distinciones entre el matrimonio y las uniones consensuales como se verá en la sección dedicada a las uniones consensuales y la ley. ¿Sigue siendo el matrimonio una institución? Recientemente, Andrew Cherlin (2004:848) planteó que el matrimonio ha pa sado por un proceso de “desinstitucionalización” donde durante las recientes décadas, las normas que definían el comportamiento de las parejas se han debili tado. Describe dos transiciones en ese proceso siendo la primera la que planteó Ernest Burguess para los años 1940 al 1950. La primera transición fue el cambio del matrimonio institucionalizado a uno basado en el compañerismo, lo que sig nifica que se dejó de poner énfasis en la autoridad masculina, las obligaciones, clara división de tareas y la conformidad con las normas; el atractivo personal de la mujer no era importante en el proceso de selección de cónyuge sino que tuvie se destrezas para ser buena ama de casa y capacidad para tener hijos e hijas. En el matrimonio basado en el compañerismo se valora la vida familiar y el matri Conflictos y crisis familiar Los procesos y eventos en el desarrollo de la familia y los individuos en gene ral obligan a procesar cambios, algunos de los cuales resultan más fáciles de ma nejar que otros. Los conflictos y la discordia son parte de todas las relaciones. Es imposible que las personas estén de acuerdo en todo, que nunca se molesten por el comportamiento de los otros miembros de la familia. Así pues, las tensiones se van acumulando, lo cual puede generar frustraciones, molestias y resentimientos. Lo más importante de los conflictos o eventos conflictivos no es su ocurrencia o cuantos surjan, sino la manera en que la familia los maneja. El estilo de manejo de los conflictos está relacionado con el grado de satisfacción con la familia. El estrés se considera una respuesta normal, inevitable y en ocasiones, hasta deseable. Este se refiere a un tipo de presión o tensión que perturba el estado de la familia. Es el resultado, y no la causa, de eventos que conllevan cambios en la familia. No todas las crisis tienen el mismo impacto en los individuos y las familias, pero todos, de una manera u otra, exacerban el patrón familiar pre existente. Los eventos estresares, como planteó Rubén Hill hace poco más de 40 años, son even tos que provocan crisis en la familia; son las fuentes de tensión y las situaciones para las cuales la familia tiene poca o ninguna preparación para enfrentarlos. Todas las familias tienen que manejar crisis ya que son parte del proceso de desa rrollo y crecimiento, algunas familias están mejor preparadas para ello que otras. Las crisis se presentan cuando una tensión presiona a un sistema social como la familia y requiere respuestas que están fuera del repertorio usual del sistema. Ante una crisis, algunas familias se desorganizan, mientras otras parecen re sistir cualquier situación, por terrible que parezca. Los conflictos pueden destruir relaciones y hasta buenos matrimonios, pero pueden también relevar tensiones y solidificar relaciones. Por ejemplo, para algunos, la pérdida del empleo es una situación que los paraliza y para otros significa el comienzo de un nuevo proyec to que tal vez los lleva a un éxito no esperado. Algunos salen muy fortalecidos de las crisis y otros destrozados. ¿Cómo se explica esto? Modelo de estrés ABC X Rubén Hill desarrolló el llamado modelo ABC X, que aunque data de hace 40 años, continúa siendo muy popular y ampliamente utilizado en el análisis de las crisis familiares. Este modelo, parte de la premisa de que las crisis surgen como consecuencia del impacto de una serie de eventos y la forma en que las personas los manejan. La familia en la tercera edad La preocupación por el envejecimiento y la vejez data de hace muchos siglos. En la Edad Media, había un interés es conseguir la poción que produjera “elixir de la vida”. La historia del interés de Juan Ponce de León en conseguir la fuente de la juventud lo llevó a recorrer muchos lugares en pos de su quimera. En las épocas moderna y contemporánea ha surgido un marcado interés en el deseo de eliminar los signos de la edad y nadie parece querer lucir su verdadera edad. Paralelo a ese empeño, también está la preocupación de si la longevidad traerá beneficios, la misma debe estar ligada a elevar la calidad de vida. En el mundo contemporáneo hemos añadido años a la vida humana, si com paramos la expectativa de vida que se calcula para el neolítico, que no pasaba de los 25 a 28 años según los cálculos basados en estudios de las osamentas encon tradas (MacLennan y Sellers, 1999). Al presente la expectativa de vida en los paí ses de mayor desarrollo económico sobrepasa los 70 años y en algunas socieda des llega a los 80 años. Cherlin y Calhoun, (1999) plantean hasta qué punto vale la pena añadir vida a los años si éstos están repletos de enfermedades o condi ciones crónicas que limitan las actividades del anciano, aunque no lo postran en cama. Muchos ancianos no están totalmente saludables, pero no necesariamente necesitan hospitalización o servicios especializados, lo cual presenta grandes re tos a las sociedades contemporáneas. La familia en la tercera edad o en la edad de oro como algunos suelen lla marla, se caracteriza por estar en la etapa en la cual los progenitores han conclui do el proceso de crianza y socialización de los hijos e hijas, quienes para ese mo mento ya han alcanzado la adultez. Se incluye también en esta definición a las personas de mediana o avanzada edad, independientemente de que tengan o no tengan hijos o hijas (Brubaker, 1983:9). Las primeras etapas del desarrollo de la familia se caracterizan por una ex pansión, ya que la pareja añade miembros a ésta. En contraste, cuando los hijos o hijas llegan a la adultez, la familia comienza un proceso de reducción de miem bros que se inicia con la partida del primer hijo o hija y finaliza cuando el último de éstos se marcha del hogar, sea por razones de estudio, matrimonio o por el deseo de independizarse. Tanto el proceso de expansión como el de contracción presentan grandes retos que exigen reorganización de la vida familiar. El nivel de satisfacción con las relaciones familiares en muchas de las familias en la tercera edad es elevado (Brubaker, 1990:960), al igual que el grado de reciprocidad y ayuda mutua que en ella se desarrolla. El tema de la ancianidad o vejez no ha sido central para los historiadores, ni aún para aquellos especializados en la historia de la familia. Es en el mundo con Epílogo El cambio es la constante en el proceso de vida; la institución familiar eviden cia esa premisa desde sus inicios, que se remontan a varios siglos atrás en la his toria. Los cambios en esta institución social están íntimamente ligados a cambios en las demás instituciones tales como la economía, la política, educación, reli gión, ciencia y tecnología. Pocos o ningún cambio ocurre en una institución social sin afectar o comprometer las demás. El temor e incertidumbre son reacciones típicas ante lo desconocido y obligan a cuestionarse si se poseen los mecanismos que permitan la adaptación adecuada a ellos. Esta reacción es la exhibida por muchos al presente ante los numerosos cambios que enfrenta la familia contem poránea, visión muy popularizada en la década de los años treinta donde se pro nosticaba que la familia desaparecería. Otros, se enfocan en los cambios y la pro blemática asociada a los procesos de cambio más que en lo resiliente que ha pro bado ser la familia, la cual es capaz de alterar sus formas para adaptarse a las circunstancias. Aunque su capacidad de adaptación no es infinita, muchas veces nos enfocamos más en sus problemas perdiendo de perspectiva las inmensas fortalezas que la familia ha comprobado tener. Tradicionalmente, se le ha presta do atención a las deficiencias en la familia, pero es momento de que las profesio nes de ayuda, los gobiernos y su política pública, así como entidades de todo tipo, presten especial atención a reforzar sus fortalezas como estrategias de pre vención. Uno de los cambios más dramáticos en la familia es cómo la familia ha am pliado su definición para incluir una amplia gama de otras constelaciones de re laciones. La familia definida como padre, madre e hijos (as), donde el padre es el proveedor y la madre ama de casa ha declinado en las últimas décadas; tal vez esa modalidad de familia sea la que tenga menores probabilidades de resistir los cambios en el futuro. Al presente, la definición de familia es muy abarcadora e incluye las familias compuestas por parejas casadas, conviviendo en una unión consensual, parejas en segundas, terceras o más nupcias, con descendientes pro pios o producto de relaciones previas o sin ellos, mujeres u hombres solteros a cargo de sus hijos(as), hasta la familia compuesta por personas del mismo sexo tanto con descendientes propios como adoptados. Algunas de esas constelaciones familiares no reciben endoso de los sectores más conservadores de la sociedad, lo cual no inhibe su existencia. Todas esas modalidades de familia coexisten en el mundo contemporáneo. En las últimas décadas del siglo pasado, se registró en Puerto Rico una dis minución en la tasa de matrimonios y un aumento en las uniones consensuales. A medida que más personas opten por una unión consensual, estas pueden reco Referencias Abad, J.R. (1882) Noticias sobre la industria azucarera de Puerto Rico en 1882. En E. Fernández Méndez (Ed.) 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(1979). 211 Alegría (1979) ............ 54 Al Krenawi (2002)..... 33 Al Krenawi y Graham (1999) ..................... 32 Al Krenawi y Lev Wielsel (2002).. 33, 34 Al Krenawi, Graham y Izzeldin (2001)31, 32, 33 Al Krenawi, Graham y Slovim Nevo (2002) .......................... 32, 34 Alwin (1990) .... 342, 343 Amato (1993) .. 244, 246, 247, 249, 251, 252 Amato (2000) .. 242, 243, 244, 245 Amato y Keith (1991) .............................. 246 Ambert (2005)... 45, 223, 227, 256, 257, 261 Ambert (2005).. 228, 257 Archilla (1982) ......... 341 Arditti (1991) (1992) 251 Arditti (1992) ........... 250 Arditti y Keith (1993) .............................. 252 Arditti y Maddem Derdich (1993) .... 248 Aronoff y Crano (1975) .............. 18, 19, 36, 51 Arroyo et al. (1988) 403, 412, 418 Atchley (1977) ......... 397 Atchley (1988) ......... 382 Athchley y Miller (1983) ................... 392 Athcley y Miller(1983) .............................. 405 Athcley, (1988)......... 389 Ávila Melleham, (2004). .............................. 308 Azize (1985)... 86, 87, 89 Babín (1958)............... 66 Bachoffen (1967) ....... 20 Backett (1987).......... 323 Baerga (1985)....... 89, 91 Baerga (1987)............. 91 Baerga (1993)............. 89 Baker (2002)............. 170 Balkwell y Balswick, 1981). ................... 378 Baralt (1981) . 59, 60, 61, 62, 66, 74, 76 Baralt (1993) .. 95, 96, 97 Barber y Dreyer (1986) .............................. 330 Barceló Miller (1987) 93, 94, 120 Barnett y Baruch (1986) .............................. 324 Barnett, Marshall y Pleck (1992)......... 215 Barrow (1992).......... 378 Barry et al., 1959 ..... 342 Bell (1971) ................ 301 Bell y Harper en Peterson y Rollins (1987) ................... 337 Bell, 1992.................. 380 Benítez, Torres y Rivera, (2002)...... 292 Berardo y Vera (1981) .............................. 178 Berer (1992) ............. 352 Bernard y Gruzinski (1996) ......... 82, 84, 86 Bernstein en Collins y Coltrane (1991)... 198 Bigner y Bozett (1989) .......266, 271, 272, 273 Blackwell y Lichter (2000) ....160, 162, 163 Blalock (2004).......... 212 Block, 2004............... 276 Blumberg (1963) ....... 25 Blumberg (1978) 13, 14, 18, 19, 21, 24 Boekhout, Hendrick y Hendrick (2003) ..306 Bolton (1961)....166, 167 Bolton y Laner (1981) ..............................294 BonillaPérez (1999) .307 Booth (1977) .............212 Booth y Edwards (1989) ..............................207 Booth y Edwards (1992) ..............................257 Bosh et al. (1977)......220 Bosh Rivera et al. (1977)....................220 Bown (1995) .................7 Bozett (1988) ...263, 266, 273 Bradbury, Fincham y Beach (2000) 207, 209 Brau (1894) .................55 Brayfield (1991) .......220 Brown (1983)............255 Brown y Booth (1996) ..... 224, 226, 227, 228, 229 Brubaker (1990) ......365, 378, 388, 408 Brubaker (1990:969) 403 Brubaker y Hennon (1982)....................388 Brubaker, (1991) ......396 Bryant, Conger y Meehan (2001).....214 Buitrago Ortíz (1981) 79 Buitrago Ortíz (1982) 65 Bulcroft y Bulcroft (1991)....................418 Bullough y Bullough (1987)......................24 Bumpass (1984)123, 242 Bumpass y Lu (2000) ..............................227 Bumpass y Sweet (1972)....................339 Burke y Weir (1976) 212 Burns (1998) .............149 Burns (2000) .............168 Button (1973)............297 Cabrera y Evans (2001) ..............................250 Campbell (1981) ......211 Canabal (1997) .103, 105 Capetillo (1907) .........92 Carnivali (1990) ......367, 376, 383 Carnivali (1993) .......227 Carnivali, (1993) ......367 Índice de materia A Aborto :, 355, 356, 357, 358, 462 método alternativo al, 356 opción del, 359 prácticas del, 304 Abuela materna, 400 paterna, 400 Abuelas :, 4, 106, 136, 397, 398, 399, 400, 401, 402, 439, 442 Abuelos :, 255, 397, 398, 399, 400, 401, 402, 409, 431 modernos, 401 paternos, 255, 366, 401 sustitutos, 402 y abuelas, 397, 398, 399, 400, 401, 402, 409 y los padres, 402 Abundancia símbolos de, 180 Abuso al anciano, 407 de drogas, 245 de la esposa, 291 económico, 280 emocional, 287 físico, 280, 290, 303 víctimas de, 33, 291 infantil abuso sexual, 300 psicológico, 280 sexual, 281, 300, 301, 302, 303 infantil, 300 verbal, 426, 443 víctimas de, 33, 291 y la violencia, 294 y maltrato, xiv, 20, 297, 299, 301, 425, 426 Abuso físico víctimasde, 33, 291 Abusoa los ancianos, 427, 431 Actividad colectiva, 12 económica, 89, 96 sexual, 7, 10, 11, 37, 229, 301, 304, 324, 393, 394 extramarital, 304 urbana, 99 Actividades culturales, 130, 152 domésticas, 260, 414 económicas, 37, 132 escolares, 231 familiares, 417, 425 grupales, 172 productivas económicas, 329 recreativas, 45, 132, 209, 212, 412 religiosas, 425 separadas, 396 sexuales, 301, 394 sociales, 50, 152, 163, 185, 276, 314 sociales homosexuales, 276 Adolescencia :, 139, 140, 159, 181, 209, 210, 212, 276, 297, 300, 341 crisis de la, 390 dinámica natural de la, 276 período de la, 212 Adolescentes :, 126, 133, 174, 210, 219, 224, 225, 247, 260, 261, 276, 296, 297, 298, 358, 449 hijas, 33, 34, 135, 379, 426 madres, 297, 461 Adopción :, 4, 27, 49, 126, 185, 235, 270, 276, 318, 357, 363, 364, 365 niños en, 363 Adulterio extra marital, 171 extra marital, 307 :, xiv, 55, 171, 232, 242, 282, 303, 304, 305, 306, 307, 308, 309, 310, 311, 312, 319, 360 paralelo, 306, 307, 319 por inseminación artificial, 360 recreativo, 307, 319 tipos de, 306 tradicional, 307, 319 Adulto contemporáneo, 386 Adultos independientes, 396 África central, 17 Occidental, 57 Afro americanos, 104, 164, 165, 214 Agencias concernidas, 296, 427 gubernamentales, 231, 263, 363 Agresión física, 288 psicológica, 286 verbal, 280, 288 violenta, 292 Agrícola economía, 22, 35, 330, 346 laboral, 116 producción, 24, 25, 46, 98, 381 sistema económico, 23 sociedades, 21, 22, 23, 25, 26, 46, 51, 329 Agricultura intensiva, 88 sistemas de, 25 Agro alfareros indígenas, 50 Aguja industria de la, 89, 90, 92, 98, 102, 103, 447, 454, 455 Aislamiento social, 300, 302, 407 Ajuste al retiro, 414 de la familia, 390 de la persona retirada, 412 marital, 204, 205, 206, 207, 208, 209, 211, 214, 217, 237, 238