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ARTÍCULOS ESPECIALES Homeopatía: creencias, praxis, pruebas Francesc Borrell-Carrió Médico de Familia. ABS Gavarra. ICS. Institut Català de la Salut. Profesor asociado. Facultad de Medicina. Universidad de Barcelona. Barcelona. España. La homeopatía goza de amplio predicamento en Alemania, Francia, Reino Unido, India, Rusia, México, Argentina y, parcialmente, en España. Algunas universidades europeas tienen cátedras de homeopatía y en España existen al menos una diplomatura y dos másters de posgrado de esta especialidad, reservadas a médicos. En EE.UU. el 40% de la población utiliza en algún momento el auxilio de medicinas alternativas1, aunque la homeopatía ha encontrado barreras para su aceptación derivadas, entre otras razones2, de su terapéutica poco estandarizada y excesivamente compleja a los ojos de la cultura estadounidense. En el presente artículo examinaremos las creencias que sustentan esta práctica clínica, el grado de pruebas que existen para justificarla y su verificación empírica. Para establecer el cuerpo doctrinal y la praxis homeopáticos hemos realizado una selección de textos usados como bibliografía básica en la diplomatura de homeopatía (Les Heures, Universidad de Barcelona). La revisión y el análisis de dichos textos3-6 se han llevado a cabo mediante fichas de lectura y criterios historiográficos y epistemológicos basados, sobre todo, en los conceptos que figuran en la tabla 17-10. Para establecer el cuerpo de pruebas que sustentan esta práctica clínica hemos realizado una revisión de la bibliografía de los últimos 5 años con el buscador Medline y una consulta a la Biblioteca Cochrane de ensayos clínicos aleatorizados y doble ciego, y metaanálisis, relativos a la homeopatía. Hemos evaluado la calidad de los trabajos siguiendo los criterios de Jadad11 exigiendo para su inclusión que fueran ensayos clínicos aleatorizados y a doble ciego. Para su análisis hemos agrupado estos estudios conforme al paradigma homeopático, estableciendo si existía sesgo de revista (resultados mejores en revistas especializadas en medicinas alternativas) y sesgo de estudio multicéntrico (resultados mejores en estudios multicéntricos). El estudio se clasificaba como favorable a la hipótesis de un efecto terapéutico de la sustancia homeopática si dicha sustancia conseguía mejorar al placebo o igualar a un fármaco alopático; de lo contrario, se consideraba desfavorable. Se consideraba dudoso cuando algunos resultados eran mejores y otros peores que placebo. Cuando la sustancia homeopática se comparaba con un medicamento alopático considerado por lo general placebo (gel de piroxicam) o sin demostración de eficacia (capsaicina en gel para la lumbalgia) con similar (no superior) efecto, se consideraba el estudio desfavorable. Expondremos de manera sucesiva los hallazgos relativos a creencias, praxis y pruebas. Correspondencia: Dr. F. Borrell-Carrió. CAP Cornellà. Bellaterra, 39. 08940 Cornellà de Llobregat. Barcelona. España. Correo electrónico: fborrell@baixlc.scs.es Recibido el 14-1-2003; aceptado para su publicación el 25-3-2003. 142 Med Clin (Barc) 2003;121(4):142-8 Creencias básicas de la homeopatía La homeopatía nace a comienzos del siglo XIX como reacción a una medicina iatrogénica y muchas veces ineficaz. Su creador, Hahnemann (1755-1843), influido entre otros por Paracelso12, puso las bases de esta práctica clínica, y a lo largo de casi dos siglos estos principios permanecen casi inalterados3. El cuerpo de creencias que nos parecen definitorias de la homeopatía es el siguiente: 1. Dinamismo vital. La homeopatía cree que hay una energía vital o fuerza vital que cuida de nosotros10, sostiene nuestras funciones y repara los tejidos en caso de enfermedad (función plástica y reparadora). «Las enfermedades no pueden dejar de ser aberraciones dinámicas que nuestra vida espiritual experimenta en su manera de sentir y de obrar, es decir, cambios inmateriales en nuestra manera de ser», dice Hahnemann3. 2. Vis medicatrix naturae (fuerza curadora de la naturaleza). El ser humano se estructura en capas, de dentro hacia fuera: mente, emociones y soma. La fuerza vital fluye también de dentro a fuera y cuida de manera inteligente esta estructura. Un daño en cualquiera de estas capas repercute en las otras4. De aquí se deduce la ley de Hering, por la que el organismo se cura de dentro (mente) a fuera (soma). El homeópata restablece el equilibrio y conduce al sujeto a una «unificación total con la Verdad»4. 3. Individualidad morbosa. Cada ser humano tiene una estructura interna (una vibración o resonancia molecular para Vithoulkas4), característica y propia. No hay dos seres humanos «iguales», aunque pueden existir «tendencias» o TABLA 1 Glosario de términos Condiciones de falsación: una teoría es científica cuando define en qué condiciones puede quedar desmentida (eso es, falsada) Disciplina médica basada en doctrina: el paradigma central en el que se fundamenta no considera condiciones de falsación Disciplina médica basada en modelos: el paradigma central se somete a la evidencia empírica y a condiciones de falsación Idealismo: posición filosófica que entiende que hay una parte de la realidad no tangible que se escapa de la influencia de los fenómenos físicos y no depende de sus leyes Invasividad epistémica: el paradigma central trata de explicar todos los fenómenos de una determinada disciplina o campo epistémico Materialismo: posición filosófica que entiende que todos los fenómenos (incluidos los mentales) se sustentan en la realidad física, que en último término es una realidad tangible «por algún medio» a nuestros sentidos Monismo idealista: la realidad física y biológica dependen de la mente (o la conciencia). La enfermedad es producto de un desequilibrio mental (o de la energía mental) Paradigma central: teoría a partir de la cual se desarrollan las diferentes creencias y condiciones de práctica clínica de la disciplina considerada Teoría: explicación de la realidad a la que atribuimos la capacidad de predecir los acontecimientos o poder influir sobre los mismos 32 BORRELL-CARRIÓ F. HOMEOPATÍA: CREENCIAS, PRAXIS, PRUEBAS perfiles que se corresponden con sustancias naturales. Así, por ejemplo, un sujeto que presenta ansiedad, aprensividad, depresión, vergüenza y temblores, entre otros síntomas, se corresponde con un perfil de calcárea silicata5. Eso quiere decir que si un grupo de personas ingiere calcárea silicata en forma homeopática experimentará mayoritariamente estos síntomas y signos. En términos coloquiales un homeópata puede referirse a las personas que de manera natural presentan los síntomas y signos mencionados como un «calcárea silicata». Con ello quiere significar que la calcárea silicata vibra, o resuena, de manera similar a la fuerza vital del paciente. 4. Principio curativo por similitud. Cuando una persona tiene dificultades de salud y no es suficiente la vis medicatrix naturae, debemos ayudarla con el principio de similia similibus curantur, es decir, curar con la sustancia que provoque síntomas similares. En el ejemplo anterior, daremos calcárea silicata al paciente ansioso, depresivo, etc., pues esta sustancia entrará en simpatía con la fuerza vital del sujeto y así restablecerá su «vibración». En este punto debemos señalar que hay un profundo disentimiento entre los homeópatas unicistas y pluralistas. Los primeros consideran que la homeopatía tiene por finalidad restablecer la energía vital del sujeto y que, una vez identificada la sustancia que «vibra» o «resuena» de manera similar a la fuerza vital de la persona, dicha sustancia –en general una sola– bastará para afrontar toda suerte de estados mórbidos. Los pluralistas, en cambio, identifican los síntomas y signos de cada estado mórbido y dan una o varias sustancias para cada situación clínica. 5. Enfermedad constitucional. Hay unas tendencias de la fuerza vital a padecer unos «miasmas» o estados mórbidos. Tres miasmas, sórico (sarna), sifilítico y sicótico (gonorrea), explican las enfermedades crónicas. En el momento en que se formuló la teoría miasmática Hahnemann desconocía el paradigma infeccioso. Vithoulkas amplía el concepto de miasma a predisposición a padecer enfermedades debido a otras enfermedades, fármacos alopáticos o vacunas; es decir, algunos fármacos y noxas dejan una impronta sobre la fuerza vital que la debilitan y la hacen propensa a determinados padecimientos4. 6. Jerarquía de los padecimientos. La presencia de determinadas enfermedades es incompatible con otras enfermedades de inferior nivel de vibración energética o de características sintomáticas semejantes. Por ejemplo, «una persona con psicosis aguda no contraerá una enfermedad aguda leve, como una uretritis, o problemas cutáneos menores»4. 7. Dosis mínima. Los principios activos son tanto más potentes cuanto más diluidos. En realidad, la homeopatía cree que cada sustancia tiene un tipo de energía y actúa en el cuerpo humano no por las características químicas de dicha sustancia, sino por una energía que provoca una «resonancia». Por consiguiente, el homeópata desea trasladar esta facultad energética a un vehículo inerte y ve como deseable que haya lo menos posible de la parte material de dicha sustancia. Lo que persigue es capturar la energía peculiar de esta sustancia mediante la dilución y sucusión (equivalente a agitar el producto original en el vehículo inerte). La sustancia curativa debe administrarse a la potencia inmediatamente superior a la fuerza estimada de la enfermedad. Cuanto más diluida y sucusionada esté la sustancia, más potenciada. Cuanto más potenciada, mayor efecto tendrá sobre el paciente (todo lo contrario a lo que nos diría el sentido común). Una vez ingerida por el paciente esta sustancia genera un proceso de «simpatía» en su medio interno que provoca que la energía vital «resuene» con más fuerza y, al final, regrese a su manera habitual de «vibrar». Gracias a esta recuperación de la «vibración» o fuerza vital, el sujeto vence a la enfermedad. 33 TABLA 2 Propuesta de ficha epistemológica para caracterizar diferentes prácticas médicas Ficha epistemológica de la disciplina en estudio Caracterización del paradigma central Abierto (respeta otros paradigmas)/cerrado (invade todo el campo epistémico) Modelo (admite condiciones de falsación)/doctrina (más allá de cualquier falsación) Caracterización de la práctica clínica Fase 1: ortodoxia (sólo tratamientos desde la disciplina considerada) Fase 2: eclecticismo (se aceptan tratamientos desde otros paradigmas: infeccioso, genético, fisiopatológico, etc.) Fase 3: asimilación y normalización dentro de la práctica médica basada en evidencias Caracterización de los resultados clínicos Fase 1: casos únicos Fase 2: serie de casos Fase 3: serie de casos sujetos a método científico: ensayos clínicos y doble ciego Caracterización del proceso de enfermar y sanar Materialista (algo tangible queda transformado y origina la enfermedad) Idealista (fluctuación o distorsión de una energía, alma, espíritu, etc. causa la enfermedad) Caracterización del ser humano* Monista (idealista/materialista)/dualista (paralelista/ interaccionista) *Esta caracterización puede a su vez dividirse en ontológica y epistémica. A efectos de nuestra tabla nos referimos a la caracterización epistémica del ser humano. Véase otros conceptos en la tabla 1. TABLA 3 Características epistemológicas de la homeopatía Caracterización del paradigma central: doctrinario, cerrado (el paradigma central explica todo el espectro de la medicina) Caracterización de la práctica clínica: fase 2, ecléctico, pues la mayor parte de los homeópatas no se opone a vacunar a los niños o a dar antibióticos. Sin embargo, hay un núcleo ortodoxo que descalifica estas prácticas Caracterización de los resultados clínicos: fase 2, esto es, predominan las series de casos no sujetos al método científico Caracterización del proceso de enfermar y sanar: idealista, pues reduce el proceso de enfermar a la recuperación de una fuerza vital de índole espiritual. No se hace intervenir a la voluntad (podemos curarnos incluso sin quererlo, tomando la sustancia apropiada a la potencia adecuada) Caracterización del ser humano: monismo idealista. El ser humano se concibe como realidad simétrica al entorno natural, y las sustancias medicamentosas son «humanizadas» con patrones o maneras de enfermar propios del ser humano Estos principios (junto a la «experimentación pura» que explicaremos más adelante) configuran la homeopatía como una doctrina «a caballo entre la Ilustración y el Romanticismo»12, que entiende al ser humano desde el monismo idealista (tabla 1), pero con el otro pilar en el empirismo terapéutico. Para una descripción epistemológica más detallada proponemos en la tabla 2 una manera de clasificar las diversas prácticas médicas. Si aplicamos dichos conceptos a la homeopatía (tabla 3), ésta quedaría caracterizada como doctrina cerrada, de praxis ecléctica y empírica, y filosóficamente monista idealista. Praxis: cómo procede un homeópata Al homeópata unicista le interesa ver las tendencias de fondo del sujeto (si es preocupadizo, si las heridas le curan rápido, si le afecta el viento, etc.), para deducir con qué sustancia de la naturaleza puede establecer una mejor resonancia. Para la homeopatía clásica la exploración física carece de interés6, como también las autopsias y la anatomía patológica («estudiar [los tejidos] con la idea de que de Med Clin (Barc) 2003;121(4):142-8 143 BORRELL-CARRIÓ F. HOMEOPATÍA: CREENCIAS, PRAXIS, PRUEBAS TABLA 4 Estudios a doble ciego publicados en los últimos 5 años Autor y año Enfermedad Revista Efecto Smith et al15, 2002 Lewith et al16, 2002 Fisher y Scott 17, 2001 Dermatitis seborreica Asma Artritis reumatoide Oberbaum et al18,.2001 Yakir et al , 2001 Walach et al20,.2001 Jacobs et al21, 2001 Estomatitis inducida por quimioterapia Síndrome premenstrual Cefalea crónica Otitis media Stam et al22, 2001 Lumbalgia J Altern Complement Mejoría frente a placebo BMJ Sin diferencia con placebo Reumathology Preparados homeopáticos refuerzan el efecto de los AINE Cáncer TRAUMEEL S, un producto homeopático, previene la estomatitis Br Homeopath J Mejor que placebo Br Homeopath J Sin diferencia Pediatr Infect Dis J Mejoría de los síntomas a las 24 y 64 h frente a placebo; resto, resultados iguales Br Homeopath J Spiroflor SRL gel igual que crema de capsiacina Ramelet et al23, 2000 Prevención de hematomas Dermatology 19 Clasificación Favorable Desfavorable Favorable Favorable Favorable Desfavorable Dudoso Desfavorable. Multicéntrico Desfavorable. Multicéntrico Aabel 24, 2000 Síntomas alérgicos estacionales Br Homeopath J Betula 30/C peores resultados que placebo Desfavorable 25 Taylor et al , 2000 Rinitis alérgica BMJ Mejoría del alergeno inhalado 30/C frente a placebo Favorable. Multicéntrico 26 Van Haselen y Fisher , 2000 Artrosis de rodilla Rheumatology Gel homeopático igual resultado que gel de piroxicam Desfavorable 27 Diarrea infantil J Altern Complement Preparado homeopático reducía más rápidamente Favorable Jacobs et al , 2000 el número de deposiciones que placebo Radiodermitis Br Homeopath J Sin diferencias en puntuación total de gravedad Desfavorable Balzarini et al28, 2000 frente a placebo Straumsheim et al29, 2000 Migraña crónica Br Homeopath J Mejoró con la homeopatía en la frecuencia, pero Dudoso no en la intensidad de las crisis 30 Traumatismo cerebral J Head Trauma Homeopatía mejoró la disfunción postraumática Favorable Chapman et al , 1999 Rehabil más que placebo 31 Weiser et al , 1999 Rinitis alérgica Forsch Luffa comp. frente a cromoglicato: mismo efecto Favorable Komplementarmed 33 Rastogi et al , 1999 Células T en pacientes Br Homeopath J Verum frente a placebo aumentó el número Dudoso con infección por de CD-4 pero sólo en fase de adenopatías el VIH asintomáticos generalizadas Simpson et al33, 1998 Acúfenos Br J Audiol Sin diferencia con placebo Desfavorable Vickers et al35, 1998 Dolor muscular Clin J Pain Árnica igual a placebo Desfavorable 35 Weiser et al , 1998 Vértigo Arch Otolaryngol Vertigoheel igual efecto que betahistidina Favorable Head Neck Surg Multicéntrico Vickers et al36, 1997 Dolor muscular postejercicio Br J Sports Med Homepatía igual a placebo Desfavorable 37 Whitmarsh et al , 1997 Recurrencia ataques Cephalalgia Ataques más frecuentes pero menos graves Dudoso de migraña en el grupo placebo Árnica no superior a placebo AINE: antiinflamatorios no esteroideos; VIH: virus de la inmunodeficiencia humana. este modo podrá curar a los enfermos, o que las cosas que aprenda con esto le van a ayudar a recetar, es una gran locura»6). El propósito en esta fase es encontrar («ver», dicen de manera coloquial) la sustancia ideal que estimulará la fuerza vital del paciente. Al restablecer la fuerza vital, esta misma fuerza vital solventará una neumonía, una meningitis o una psicosis paranoica. La homeopatía no actúa directamente sobre las enfermedades, sino sobre la fuerza vital, pues entiende que esta fuerza basta y sobra para reparar y recuperar la salud, no sólo entendida como carencia de enfermedad, sino como una ausencia de pasión emocional y una «falta de egoísmo en la esfera mental, que desemboca en la unificación total con la Verdad»4. Debemos decir en este punto que el homeópata médico es respetuoso con los diagnósticos clásicos y los datos derivados de la exploración física y de otras pruebas, y de hecho los utiliza13, pero considerará paliativo cualquier uso de la terapéutica alopática. A partir de estos datos básicamente de anamnesis, el homeópata establece un paralelismo entre sujeto y sustancias naturales. Este proceso se llama vulgarmente «repertorizar», pues se consultan libros o «repertorios» en los que cada síntoma se corresponde con una o varias sustancias naturales. El arte homeopático consiste en «ver» cómo encaja el perfil del paciente con el perfil de una de estas sustancias. ¿Cómo se establecen estos perfiles sintomáticos para cada sustancia natural? Mediante la «comprobación» o proving (experimentación pura). El proving consiste en un ensayo clínico donde un grupo recibe placebo, y el grupo de intervención, la sustancia a probar. Sólo en la actualidad estas pruebas se realizan a doble ciego, sobre unas 50-100 per- 144 Med Clin (Barc) 2003;121(4):142-8 sonas. El seguimiento de ambos grupos y los síntomas que experimenta el grupo de intervención, pero no el de control, determinarán las propiedades de la sustancia4. Pruebas que sustentan la práctica homeopática No hemos encontrado trabajos que aborden las características físicas o biológicas de la fuerza vital (dinamismo vital), ni las características o límites de la llamada vis medicatrix naturae. El principio de individualidad morbosa nos dice que cada ser humano puede caracterizarse por poseer un perfil similar a una sustancia pura de la naturaleza. Si esto fuera cierto, varios homeópatas deberían tener un grado de coincidencia aceptable a la hora de diagnosticar al mismo paciente. En nuestra revisión de Medline de los últimos 5 años hemos encontrado el trabajo de Vickers et al14, realizado con sólo dos homeópatas y una pobre concordancia entre ellos (kappa 0,39). No hemos localizado ningún trabajo que describa la prevalencia de personas afectadas por miasmas (principio de enfermedad constitucional) o una aproximación epidemiológica a los efectos nocivos que se cree producen las vacunas alopáticas. Tampoco hemos encontrado una descripción del uso de los llamados «policrestos» (fármacos ampliamente probados y que una parte estimable de la población responde al mismo; p. ej., Sulphur, Lycopodium), que expresaría de manera indirecta la concordancia diagnóstica. Finalmente, no hay ningún trabajo que verifique la afirmación de que un paciente afectado de psicosis aguda no padecerá, por ejemplo, problemas cutáneos menores (por el principio de jerarquía de padecimientos). 34 BORRELL-CARRIÓ F. HOMEOPATÍA: CREENCIAS, PRAXIS, PRUEBAS TABLA 5 Metaanálisis realizados en los últimos años Autor y año Tiempo de estudio Publicación Linde y Jobst38, 2002 Metaanálisis sobre asma The Cochrane Library Vickers y Smith39, 2002 Metaanálisis sobre el efecto de oscillococcinum en la gripe Inducción parto con caulophyllum 89 ensayos en metaanálisis The Cochrane Library Lancet Smith40, 2002 Linde et al41, 1997 Cucherat et al42, 2000 43 Barnes et al , 1997 Selección de 17 comparaciones con 2.617 pacientes Restablecer el peristaltismo posquirúrgico The Cochrane Library Eur J Clin Pharmacol J Clin Gastroenterol Resultados No hay pruebas que soporten efecto distinto de placebo Oscillococcinum reduce la duración de la gripe, pero no hay pruebas de que la prevenga Sin pruebas suficientes Odds ratio global de 2,4, que baja a 1,6 para los 26 mejores ensayos. No hay suficiente evidencia para solo un proceso clínico Cuando se excluyen los trabajos de escasa calidad metodológica, no hay diferencia con placebo El preparado homeopático < 12 C mejor que placebo; el > 12 C igual que placebo TABLA 6 Trabajos para sustentar el método de proving de la homeopatía Autor y año Tiempo de estudio McCarney et al44, 2002 Detección de energía en sustancias por método péndulo Detección de Bryonia 12C mediante la ingesta J R Soc Med Bryonia 12C no pudo ser identificada Br Homeopath J Vickers et al , 2001 Walach et al47, 2001 Detección por ingesta de mercurio 12C Detección de belladona 30CH J Altern Complement Med J Psychosom Res Goodyear et al48, 1998 Belladona C30 J R Soc Med De 40 homeópatas, el 60% supo identificar Bryonia 12C (diferente del azar) Mercurio 12C no pudo ser identificado Belladona 30CH no produjo efectos distintos del placebo en voluntarios sanos Belladona 30C no produjo efectos distintos de placebo en voluntarios sanos Vickers et al45, 2001 46 Los trabajos que hemos encontrado se centran, pues, en verificar el principio de similitud, dosis mínima eficaz y experimentación pura. Sobre estos aspectos hay dos líneas de ensayos clínicos: a) de perspectiva pluralista: una sustancia homeopática es probada para una situación clínica concreta, y b) de perspectiva unicista: los pacientes pueden recibir una sustancia homeopática distinta –o placebo– aunque compartan la misma situación clínica. En la tabla 4 se resumen los 23 estudios a doble ciego que hemos encontrado en nuestra revisión de la bibliografía en lengua inglesa de los últimos 5 años con el buscador de Medline15-37. Sólo uno de ellos es unicista19. Como síntesis global podemos decir que hay 9 trabajos favorables, 10 desfavorables y 4 de resultado dudoso. Los trabajos no presentan sesgo de revista (40% de ensayos positivos en revistas especializadas frente al 38% en no especializadas en temas alternativos) y tampoco por el hecho de ser multicéntricos (50 frente a un 37%) (prueba exacta de Fisher no significativa en ambos casos). Ninguno de ellos repite el diseño de un trabajo previo que hubiera sido favorable o desfavorable a la homeopatía. En la tabla 5 se recogen los metaanálisis más importantes aparecidos en los últimos 5 años38-43, de los cuales tres son de la Colaboración Cochrane. Se detecta un leve efecto de la homeopatía que se atenúa o desaparece cuando el metaanálisis se centra en los estudios de mayor calidad. Los estudios de mayor rigor metodológico tienden a no demostrar diferencias con placebo. En la tabla 6 se describen los trabajos que establecen si hay o no diferencias entre sustancias potenciadas y placebo. De los 5 trabajos analizados44-48 sólo uno demuestra una leve capacidad de los homeópatas para distinguir la Bryonia 12C del placebo (24 de 40 lo hicieron, cuando el azar predecía 20 sobre 40)45. Hemos encontrado un trabajo de metaanálisis43 donde se compara el efecto de la misma sustancia probada en tramos de dilución. Dicho trabajo concluye que sólo hay efecto terapéutico detectable –restablecimiento del peristaltismo 35 Publicación Resultados en pacientes recién operados– en los pacientes que recibieron la sustancia menos diluida < 12 C. La homeopatía desde la perspectiva filosófica Abordaremos, por este orden, las creencias en que se basa la homeopatía, su práctica en relación con otras medicinas alternativas y las pruebas que la falsean o sustentan. La homeopatía, en su vertiente idealista, es producto del vitalismo. Como indica Monod49, suponer una fuerza vital, y no una mera energía, es proyectar valores humanos sobre la naturaleza y, en último término, una forma de antropomorfismo. Hahnemann no sólo encumbró el principio de fuerza vital, sino que proyectó el conjunto de las enfermedades humanas sobre el entorno natural, estableciendo correspondencias entre las propiedades de las sustancias minerales, vegetales y animales con las enfermedades humanas. Decimos que la homeopatía es una doctrina cerrada (y con invasividad epistémica) porque entiende que puede explicar toda la complejidad del proceso de enfermar del ser humano, sin tener necesidad de recurrir a otros paradigmas (como sería el paradigma infeccioso, genético o fisiopatológico). La homeopatía tiene, por consiguiente, una concepción profundamente idealista del proceso de enfermar. El pensamiento vitalista y animista es una corriente universal, como lo demuestran las similitudes entre el janseísmo y la homeopatía. Los janseístas creen que minerales, vegetales y animales tienen un alma50. De manera similar, la alquimia creía en una fuerza vital presente en minerales, vegetales y animales51. La homeopatía recoge diversas influencias (la teoría humoral) y continúa en parte anclada en el siglo XVIII cuando acepta como «sustancia pura» –por el simple hecho de encontrarse en la naturaleza– la leche materna u otras de composición química variopinta. También pueden observarse las tendencias empiristas del siglo XVIII de Boissier de Sauvages (Nosologia methodica, 1763) y de Linneo (Genera morborum, 1760), quienes asimilaban las enfermedades Med Clin (Barc) 2003;121(4):142-8 145 BORRELL-CARRIÓ F. HOMEOPATÍA: CREENCIAS, PRAXIS, PRUEBAS TABLA 7 La homeopatía desde la perspectiva de la praxis médica Inconsistencias epistemológicas de la homeopatía La homeopatía, sin embargo, propone a la sociedad una práctica clínica esencialmente ecléctica. Un médico homeópata no tendrá excesivos problemas, si la situación es grave o la respuesta al medicamento homeopático es pobre, para recurrir a una medicación alopática, por ejemplo, un antibiótico, o derivar una apendicitis a un cirujano. Desde el punto de vista práctico se presenta como una práctica clínica complementaria, ideal para un determinado tipo de padecimientos: rinitis alérgica, asma, síntomas digestivos poco definidos, astenia, nerviosismo, entre otros. El médico encuentra un acercamiento muy personalizado con el paciente, y las descripciones de tipos humanos recogidas en sus farmacopeas son muy precisas y agudas, favoreciendo una corriente de empatía entre médico y paciente. La homeopatía tiene una supuesta base empírica –el proving– y apuesta por un ser humano en armonía con la naturaleza. El médico homeópata tiene además la percepción de que sus pacientes mejoran, debido a un sesgo de percepción (los pacientes que van mal por lo general no regresan, o acuden directamente al médico alópata) y a un efecto placebo amplificado (el paciente que va al homeópata ya está, por lo general, persuadido de que le funcionará y tratará de confirmar su expectativa). Por otro lado, la homeopatía se configura como una vía de escape hacia una práctica clínica más humanista y gratificante, en comparación con la medicina de «5 minutos por paciente» del Sistema Nacional de Salud. La práctica de una homeopatía ecléctica, ¿es ética? Si el médico utiliza la homeopatía para llegar sólo a donde no puede hacerlo la medicina basada en pruebas y cree en la bondad de su actuación, no consideramos que incurra en una falta de ética deontológica, pero a condición de que se actualice en los avances de la ciencia médica y los aplique sin encerrarse en dogmas. No sería ético negar vacunas con el pretexto de que producen un cuadro mórbido llamado «vacunosis»4, cuadro del que no aportan evidencias epidemiológicas, y tampoco lo sería dejar de utilizar medios terapéuticos alopáticos, como es la morfina en cuidados paliativos, con el criterio de que se produce un daño irreparable sobre la fuerza vital. La existencia de un cuerpo de médicos homeópatas ortodoxos haría rebrotar enfermedades casi extinguidas, como la polio o el sarampión, y muchas personas podrían morir de enfermedades que ahora podemos controlar, operar o prevenir. El hecho de que los colegios de médicos acepten en su seno a los homeópatas puede haber influido positivamente en su tendencia actual ecléctica, pero deberían exigir un compromiso explícito sobre los puntos anteriores. La enfermedad son los síntomas que la componen. Desaparecidos los síntomas, desaparece la enfermedad. Comentario: por consiguiente, un hipertenso que normaliza sus presiones no debería recibir más tratamiento, o un portador asintomático del virus del sida sería considerado «sano» Tres miasmas: sórico (sarna), sifilítico y sicosis (gonorrea) explican la predisposición a las enfermedades crónicas. Comentario: a los ojos de la medicina actual, sin apenas sarna, sífilis y gonorrea, esta clasificación parece gratuita, carente de base filosófica y científica Cada sustancia homeopática impregna un medio inerte como es el agua con una energía propia; cuanto más se disuelve por sucusión, más energía se transmite de la sustancia al agua. Comentario: el agua debería tener muchísimas energías diferentes en procesos de dilución con sucusiones «naturales», por lo que sería prácticamente imposible preparar una medicina homeopática «pura». Cada vaso de agua que nos bebiéramos equivaldría a la ingesta de miles de productos homeopáticos No deben mezclarse bajo ningún concepto diversas sustancias terapéuticas. Comentario: algunas sustancias «repertorizadas» en los mismos manuales de homeopatía distan de ser sustancias puras. Además, la homeopatía pluralista suele mezclar diversos principios homeopáticos. Infringe una norma básica y, sin embargo, parece tener iguales resultados curativos que la unicista (al menos a los ojos de quienes la practican) En ningún caso debe realizarse una medicina basada meramente en atacar síntomas concretos, sino que debe abordarse la potenciación de la fuerza vital del paciente. Comentario: sin embargo, la mayor parte de la práctica homeopática pluralista se basa en dar diferentes preparados para diversos síntomas, del mismo modo que la medicina alopática TABLA 8 Sustrato ideológico común de las medicinas alternativas Compartidas por la homeopatía Las enfermedades son un desarreglo energético Antes el ser humano estaba más sano. El mundo actual y el deterioro del entorno natural nos lleva a una mayor gama de enfermedades y a una peor calidad de vida. (Este mito es similar al de la «ley natural» y «hombre en estado natural» de Rousseau y otros filósofos de los siglos XVII y XVIII) La medicina científica cree curar una enfermedad, pero en realidad está tapando los síntomas y aún empeora más el estado general del paciente No compartidas necesariamente por la homeopatía Mediante técnicas mentales y la voluntad de curarse es posible vencer prácticamente cualquier enfermedad. (Esta afirmación la comparten también algunos homeópatas; p. ej., Vithoulkas (op. cit., pág. 118) habla de la imposición de manos como «vibración» terapéutica similar a la que se consigue con la homeopatía) La forma de vida, los estresores sobre todo de tipo mental y la voluntad «inconsciente» determinan y dan significado casi siempre a las enfermedades El primer paso para la curación es encontrar el significado oculto de la enfermedad; el segundo paso suele ser activar adecuadamente la voluntad de curarse La homeopatía en relación con otras medicinas complementarias humanas a la taxonomía botánica3. Este procedimiento ejerció cierta influencia sobre Hahnemann cuando proyectó las enfermedades humanas sobre las «sustancias homeopáticas». Por desgracia, Hahnemann no llegó a captar la importancia de los estudios anatomopatológicos que se iniciaban en aquellos años y que revolucionarían la medicina del siglo XIX. Otro dilema para la homeopatía moderna es apostar por una fuerza vital de tipo material, ergo «demostrable» (semejante, por ejemplo, al campo electromagnético que emite el ser humano4), o por otra de carácter meramente espiritual, como parece apuntar Hahnemann, y por tanto sin verificación posible. En la tabla 7 se exponen otras inconsistencias epistémológicos. 146 Med Clin (Barc) 2003;121(4):142-8 Examinemos ahora la relación entre la homeopatía y otras medicinas alternativas. En la tabla 8 se sintetizan las creencias que comparten y no comparten. Para muchas disciplinas alternativas el síntoma «indica lo que le falta al paciente»52, por lo que hay que «asumir conscientemente lo que el síntoma trata de comunicarle por medio del cuerpo»52, tantas veces fruto de una represión instintiva o una conducta abusiva. La homeopatía, en cambio, atribuye los miasmas a una decadencia moral del género humano, más que a una conducta personal3, y no busca significados ni culpas, sino perfiles de síntomas. Otra diferencia importante es que las medicinas alternativas afirman que el enfermo tiene siempre cierta responsabilidad sobre sus enfermedades: el es36 BORRELL-CARRIÓ F. HOMEOPATÍA: CREENCIAS, PRAXIS, PRUEBAS trés, el no saber cuidarse, el alimentarse mal o sus pulsiones secretas reprimidas. Las medicinas alternativas se apoyan incluso en conceptos como el inconsciente colectivo y las formas arquetípicas de Jung, o el lenguaje oculto del cuerpo (la semántica secreta de Benoit)53. Hay que descubrir lo que de verdad «quiere nuestro organismo» (que puede ser distinto de lo que queremos conscientemente), y sólo así podremos curarnos. Este principio no es compartido tampoco por la homeopatía. Para ésta, un animal puede curarse homeopáticamente, sin «voluntad» de curarse, aunque acepta la existencia de un equilibrio energético que debe restablecerse54. Este perfil diferencial con las medicinas naturales tiene, para la homeopatía, las siguientes ventajas: a) la hace aceptable para personas que tienen miedo a ser culpabilizadas; b) permite un autocuidado permanente de la salud, un «ir haciendo algo» para mantenerse bien; c) se evita el riesgo de toxicidad o agresión por medicamentos alopáticos, y d) permite también una intervención «en crisis», gracias a la homeopatía pluralista, para atacar enfermedades concretas (y de esta manera tener un control simbólico de la enfermedad). Mantiene en este punto una ambigüedad muy conveniente con la homeopatía unicista. Las clases medias urbanas, temerosas de iatrogenia, pueden aceptarla como un medio más «natural» de abordar la enfermedad. Encontrarán en el homeópata una escucha basada en perfiles humanos minuciosamente explorados, que puede confortarle y sin duda acrecentará su confianza en el terapeuta («me escucha y comprende como soy», se dice el paciente, con la consiguiente potenciación del efecto placebo). Sin duda, en este aspecto la homeopatía tiene algo que enseñar a la medicina alopática. Sin embargo, también tiene ciertas desventajas: a) carece de la fuerza simbólica de una imposición de manos o de una manipulación corporal más activa y, sobre todo, b) tiene que superar la suspicacia natural que genera tomarse una sustancia (prácticamente) inerte. Posiblemente no sea la disciplina ideal para un hipocondríaco que desee medidas expeditivas. La homeopatía a la luz de la medicina basada en pruebas Finalmente, la homeopatía viene siendo objeto de análisis por la medicina basada en la evidencia (en el presente artículo, medicina basada en pruebas). Aquí proponemos un enfoque basado en su propio paradigma epistemológico. Este enfoque arroja un primer resultado sorprendente: de las 8 creencias «fuertes» que asientan la homeopatía, sólo tres se han explorado con trabajos de campo, y además básicamente desde la perspectiva de la homeopatía pluralista. Los trabajos que cuestionan la metodología del proving tienen un gran interés (tabla 6). Apuntan a que las sustancias «potenciadas» de la homeopatía son indistinguibles del placebo. Esto pone en entredicho el pilar empírico que hace tan atractiva la homeopatía en relación con otras prácticas alternativas. La homeopatía no tendría un asiento en el empirismo sencillamente porque está usando placebos, sustancias sin efecto biológico. Si eso finalmente es así, toda la farmacopea homeopática sería un gran ejercicio de imaginación. Es urgente realizar más trabajos en esta línea. En relación con el efecto terapéutico de la homeopatía, nuestra revisión encuentra que los ensayos a favor y en contra de la homeopatía se dividen casi al 50%. Sin embargo, las deficiencias metodológicas son notorias, y cuando se seleccionan de manera objetiva los trabajos más cuidadosos, los metaanálisis resultantes no encuentran diferencias, o éstas son irrelevantes. En un importante metaanálisis, Jo37 nas et al55 analizaron 59 estudios (hasta 1995) y detectaron importantes defectos metodológicos: escasos efectivos, medida de resultados no validada y escasa reproducibilidad. «La investigación en homeopatía está en su infancia», concluyen dichos autores. A nuestro entender, un punto crucial sería repetir los estudios con resultados favorables. ¿Es posible llegar a un acuerdo con los homeópatas unicistas para diseñar un ensayo a doble ciego riguroso? Los unicistas no dan una sustancia para cada enfermedad, sino para cada paciente en concreto, a fin de restablecer la fuerza vital a largo plazo. Un diseño viable sería comparar dos cohortes de pacientes –seleccionados al azar entre la población general– y acordar con los homeópatas unos indicadores de resultados previamente validados. Ambos grupos deberían ser visitados por homeópatas de prestigio, y ambos recibirían una prescripción (no importaría el producto concreto). Sin embargo, la mitad de ellos recibiría, al azar, un placebo idéntico en aspecto al preparado homeopático. Los homeópatas y personas encargadas de medir el efecto terapéutico ignorarían si el paciente toma placebo o una sustancia homeopática. Por último, hay que insistir en el deber ético que cualquier clínico tiene de demostrar la validez de sus métodos. La homeopatía, como otras prácticas alternativas y la misma medicina alopática, tiene que realizar estudios rigurosos para sumar sus conocimientos a los de la medicina basada en la evidencia. Su mayor dilema es si desea ser una práctica clínica residual o sumarse al método científico. Agradecimiento A Carme Casamayor y Blas Coscollar, sin cuya ayuda –desde la óptica de la homeopatía– este artículo no habría sido posible. A José Lázaro por sus apuntes conceptuales y lexicográficos. A Rogelio Altisent por sus comentarios en los aspectos de bioética. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Barett B. Complemmentary and alternative medicine: what’s it all about. WMJ 2001;100:20-6. 2. Merrell WC, Shalts E. Homeopathy. Med Clin North Am 2002;86:47-62. 3. Hahnemann SFC. Organón de la medicina. [ed. original de 1833] New Delhi: B. Jain Publisher PVT Ltd, 1999. 4. Vithoulkas G. Las leyes y principios de la homeopatía en su aplicación práctica. Buenos Aires: Paidós, 1997. 5. Sankaran R. 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