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Autoría del módulo Autoría del módulo Inés Algueró Arnal Farmacéutica comunitaria Responsable del área profesional en Ibáñez Farmacia Montserrat Cararach Tur Médico especialista en obstetricia y ginecología Centro Ginecológico Santiago Dexeus Barcelona Introducción 1.1. Presentación Los Colegios de Farmacéuticos de Barcelona y de Madrid y Bayer coinciden en el interés de impartir un programa formativo dirigido a farmacéuticos que ofrezca los criterios y las guías de actuación para llevar a cabo una intervención e indicación farmacéutica eficientes frente a la vulvovaginitis candidiásica, una de las infecciones que, como hemos visto, tiene más incidencia en la población femenina (puede afectar al 70-75 % de las mujeres al menos una vez a lo largo de su vida) y el profesional de la farmacia puede incidir de forma importante y decisiva en aquellas pacientes que presentan sintomatología de infección por Candida. 1.2. Objetivos Específicamente, realizada la píldora, el alumno será capaz de: Aplicar las guías de actuación para realizar el abordaje del paciente con vulvovaginitis y VVCR. Derivar al médico en aquellas situaciones clínicas que presenten signos y/o síntomas de alarma. Recomendar las medidas higiénicas para el tratamiento y prevención de las VVC. Dispensar los tratamientos de indicación farmacéutica aportando información personalizada sobre la medicación. Promover el uso racional de los medicamentos sin prescripción y evitar la automedicación o el uso inadecuado de un medicamento no indicado. Realizar el seguimiento de los medicamentos de prescripción dispensados. 2 de 23 © Ágora formación 1.3. Introducción a la vulvovaginitis Las infecciones vulvovaginales constituyen una de las patologías más frecuentes en la práctica clínica diaria, representando el 15-20 % de todas las consultas ginecológicas. La vulvovaginitis es la inflamación de la vulva y la vagina, generalmente causada por una infección (micosis, vaginosis bacteriana y tricomoniasis). La invasión y el posterior desarrollo de microorganismos en los tejidos de los órganos genitales femeninos externos causan unos trastornos inflamatorios en la vulva y la vagina. Estos trastornos se denominan: Vulvitis: cuando se localizan solamente en la vulva. Vaginitis: si afectan sólo a la vagina. Vulvovaginitis: si afectan a la vulva y a la vagina a la vez. Si bien la vulvovaginitis candidiásica es una enfermedad que no supone un riesgo para la vida, puede causar importantes trastornos emocionales y físicos a la mujer. Epidemiología y microbiología 2.1. Esquema del tema En este tema vamos a ver: 3 de 23 © Ágora formación La micosis vaginal o vaginitis micótica es una infección causada por un hongo del género Candida . Es por esta razón que se le denomina candidiasis. 2.2. Epidemiología Resultados de los estudios Las vulvovaginitis candidiásica (VVC) representan el 20-30 % de las vaginitis infecciosas. Es la primera causa más frecuente de vaginitis. Estudios recientes demuestran que la incidencia de VVC se ha incrementado en los últimos años. Así pues, la vulvovaginitis candidiásica es una patología muy frecuente en la mujer: Se estima que a los 25 años, el 50 % habrá tenido, al menos, un episodio de vulvovaginitis candidiásica. Aproximadamente el 75 % de las mujeres presentan una vulvovaginitis candidiásica al menos una vez durante su vida. La vulvovaginitis candidiásica recurrente se define como la presencia de cuatro o más episodios de vulvovaginitis candidiásica en un año. Y entre un 40-50 % de ellas sufrirá más de un episodio. Un 5 % de las mujeres con VVC presentarán episodios recurrentes que a menudo son difíciles de tratar y que suponen en ocasiones un auténtico reto para el clínico. Estudios recientes sobre vaginitis Sobel, JD (2007). "Vulvovaginal candidosis". The Lancet. 369:1961-71. SEGO (2012). Protocolo de Diagnóstico y tratamiento de las infecciones vulvovaginales. Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia. Aparición de la vulvovaginitis candidiásica La vulvovaginitis candidiásica es un proceso muy común en las mujeres adultas. Se estima que la mayor frecuencia de vulvovaginitis se presenta entre los 20 y 40 años, sin embargo: Antes de la menarquia la vulvovaginitis candidiásica es excepcional. La vulvovaginitis candidiásica no se considera una Enfermedad de Transmisión Sexual (ETS), aunque aumenta con el inicio de las relaciones sexuales. En la postmenopausia es rara, salvo en mujeres con terapia hormonal sustitutiva (THS), pero puede darse en el 30 % de ellas e incluso puede provocar recidivas. La incidencia de la enfermedad aumenta en la segunda década de la vida, coincidiendo con el inicio de la actividad sexual. Candida El género Candida es parte de la flora normal del cuerpo humano y puede detectarse en el tracto orointestinal del 50 % de los adultos. Diversos estudios de prevalencia indican que puede aislarse Candida en el tracto genital femenino en aproximadamente un 20 % (rango 10-50 %) de las mujeres asintomáticas durante sus años fértiles. En estado de portadora asintomática, la cándida actúa como germen comensal. En cualquier caso, la presencia de C. albicans en vagina se considera no fisiológica, puesto que incrementa la susceptibilidad del individuo a la micosis vaginal. 10-50 % de mujeres sanas son portadoras de C. albicans (colonización asintomática). 20 % mujeres sanas presentan cultivos vaginales positivos a C. albicans (portadoras asintomáticas). 4 de 23 © Ágora formación 2.3. Microbiología Dentro del género Candida, las especies son: Candida albicans es la más frecuente y la responsable del 85-90 % de las VVC. El resto son especies de Candida no albicans, siendo la más frecuente Candida glabrata (10-15 %). Otras especies como C. tropicalis, C. pseudotropicalis y C. Krusei son mucho más raras. En los últimos años, se ha observado un incremento en la frecuencia de vulvovaginitis por Candida no albicans. Estos hongos, si bien son poco frecuentes, a veces plantean problemas terapéuticos, ya que suelen ser resistentes a la mayoría de tratamientos tópicos. La cándida es un hongo dismórfico, es decir, puede presentarse en dos fases fenotípicas diferentes: como esporas micelios y como levaduras germinadas que producen hifas o . Candida albicans. Fuente: Wikipedia. Micrografía electrónica de barrido (MEB) coloreada de C. Albicans. Candida albicans Candida albicans es un microorganismo eucariota unicelular, esférico u ovalado, que se reproduce en ambiente aeróbico o microaeróbico por gemación, originando hifas o blastoconidios de iguales característica que las células madre. Entre los factores de patogeneidad, se encuentran su termolabilidad y excelente desarrollo a 37 ºC, la propiedad de adherirse a receptores de las células epiteliales de la vagina y su capacidad de desarrollarse a diferentes pH. Esporas La forma fenotípica responsable de la transmisión y la que está asociada a la colonización asintomática de la vagina. Levaduras germinadas Las levaduras germinadas (productoras de micelios o hifas) son las formas que se encuentran con más frecuencia en las vaginitis sintomáticas. 5 de 23 © Ágora formación Micelios o hifas Los micelios son las formas germinativas; este fenotipo tiene capacidad invasiva tisular y ocasionan la sintomatología propia de la infección. Patogenia 3.1. Esquema del tema En este tema vamos a ver: 6 de 23 © Ágora formación 3.2. Factores predisponentes La cándida es un germen comensal que puede encontrarse en cualquier parte de nuestro cuerpo, aunque las localizaciones más frecuentes son: El tracto gastrointestinal (boca y recto) La vagina y las zonas cutáneas de la vulva La presencia de C. albicans en vagina debe considerarse siempre como un patógeno, aunque algunas mujeres puedan ser portadoras asintomáticas durante años. La región perianal El mecanismo por el que la colonización asintomática de la vagina se convierte en vaginitis sintomática es complejo: Durante los estados de portadora asintomática, la cándida existe en forma de esporas y en un número relativamente reducido. En estas circunstancias existe un equilibrio entre la cándida y la flora vaginal normal. La flora vaginal proporciona a la vagina un medio que la protege de las agresiones externas, proporcionando un mecanismo de defensa que se ha denominado "ecosistema vaginal". Los lactobacilos son las bacterias dominantes en la flora vaginal normal. Tienen un papel fundamental en el mantenimiento del ecosistema vaginal, impidiendo las infecciones tanto endógenas (organismos oportunistas patógenos, como Candida) como exógenas. La VVC se produce en presencia de factores que favorecen la virulencia de la cándida o como resultado de una pérdida de los mecanismos de defensa locales. En estas circunstancias, la cándida sufre una transformación fenotípica y comienza a producir micelios o hifas dando lugar a una vaginitis sintomática. Lactobacilos Los lactobacilos actúan transformando el glucógeno de las células vaginales en ácido láctico, que mantiene el pH vaginal ácido por debajo de 4,5, suprimiendo el eventual crecimiento de otras bacterias patógenas. Producen peróxido de hidrógeno (H2O2) que es tóxico para las bacterias anaeróbicas. 3.3. De portadora asintomática a vaginitis El paso de portadora asintomática a vaginitis vendrá condicionado por una serie de factores: Factores dependientes de la propia Candida. Factores predisponentes del huésped. Mecanismos vaginales naturales de defensa contra la cándida. 7 de 23 © Ágora formación 3.4. Factores dependientes de la cándida Haz clic en los diferentes factores dependientes para ver el contenido relacionada con cada uno de ellos: Factores dependientes de la cándida Capacidad de adhesión a la célula epitelial Germinación de la cándida Fenotipo de la cándida Producción de toxinas La colonización de la mucosa vaginal depende de la capacidad de adhesión de la cándida. Las especies de C. albicans se adhieren con mayor facilidad a la pared de la célula epitelial que las especies no albicans. Esto podría explicar porque C. albicans es la especie más frecuente de vulvovaginitis micótica. La germinación facilita la invasión celular y favorece la colonización. Una vez formados los micelios, la cándida es capaz de penetrar e invadir el epitelio vaginal. Los distintos fenotipos de la cándida presentan una capacidad diferente para expresar factores de virulencia. Cada fenotipo de esta puede formar micelios espontáneamente y, por lo tanto, distinta capacidad para convertir una infección asintomática en enfermedad patógena. Se ha descrito una micotoxina producida por Candida albicans que pudiera tener una función importante en la virulencia de este hongo. Tiene propiedades inmunosupresoras dirigidas hacia los macrófagos y los neutrófilos, alterando su quimiotaxis. Se ha aislado esta toxina en pacientes con infecciones severas por Candida y no se ha encontrado en pacientes sin infección clínica. 8 de 23 © Ágora formación También se ha demostrado la capacidad de unión a la transferrina y fibronectina; el fibrinógeno podría proteger la levadura de la fagocitosis, favoreciendo su persistencia y desarrollo. 3.5. Factores dependientes del huésped Aunque probablemente los factores dependientes de la cándida existen en todo episodio de VVC, la mayoría de las veces no se identifica ninguno, aunque conocemos algunos de ellos. En la tabla 1, se muestran los factores relacionados con la VVC. Embarazo Tabla 1. Factores de Riesgo de la VVC Progesterona Altos niveles de estrógenos Embarazo, uso AO Uso de corticosteroides Diabetes no controlada Vaginosis bacteriana Infección VIH Uso de antibióticos Deficiencia Zn, Ca, Mg Relación sexual Tabaquismo Alergia Ropa muy ajustada Tejidos sintéticos Hábitos higiénicos, uso de tampones Duchas vaginales Diversos estudios han demostrado una mayor tasa de colonización vaginal por Candida tras el tratamiento con anticonceptivos orales de alto contenido estrogénico. No es así en los de baja dosis utilizados actualmente. Sexo oral y anal Múltiples parejas Diabetes Sexo durante menstruación Espermicidas Métodos barrera, DIU Anillo vaginal Ingesta de zumo de arándano Ingesta productos acidófilos Durante el embarazo, los altos niveles de hormonas reproductivas, que proporcionan un ambiente rico en glucógeno a la vagina, favorecen el crecimiento y germinación de la cándida. Las manifestaciones clínicas se observan con mayor frecuencia durante el tercer trimestre del embarazo. Anticonceptivos orales En las mujeres diabéticas puede aumentar la concentración de glucosa en la secreción vaginal, lo que va a favorecer el descenso del pH vaginal por acción de Lactobacillus vaginalis y la multiplicación de la cándida, ya que esta se desarrolla mejor en un medio ácido. Antibióticos Durante o después de un tratamiento con antibióticos puede observarse con frecuencia una vaginitis candidiásica sintomática. Esto es debido a que los antibióticos tanto por vía sistémica como tópica pueden producir un desequilibrio en la flora vaginal normal, modificando el pH. Los antibióticos de amplio espectro son los principales responsables de la aparición de la VVC. DIU Los dispositivos intrauterinos también se han asociado a episodios de vaginitis candidiásica, probablemente porque los hilos actúan como reservorio. Factores diversos: Enfermedades: inmunodeficiencia, malnutrición. Tratamientos: corticoides, inmunosupresores. Dieta rica en hidratos de carbono. Uso de ropa interior sintética y ajustada. Irritantes locales: salva-slips, espráis, duchas vaginales, etc. Factores emocionales: estrés. 9 de 23 © Ágora formación 3.6. Mecanismos vaginales naturales de defensa contra la cándida La VVC se produce como resultado de una pérdida de los mecanismos de defensa locales que producen una alteración del ecosistema vaginal (flora vaginal) y/o una alteración de la respuesta inmune. Mecanismos de defensa Defensas inmunitarias Como hemos señalado anteriormente, la flora vaginal constituida por lactobacilos constituye la barrera defensiva más importante frente a la infección candidiásica. Los lactobacilos actúan a tres niveles diferentes: La barrera inmunológica (humoral y celular) juega un papel fundamental en la prevención de la infección candidiásica. Hay una relación entre la deficiencia inmunológica y la infección candidiásica. Lo que explica que las pacientes inmunodeprimidas presenten mayor frecuencia de infecciones. Competencia por el empleo del glucógeno vaginal. Competencia por la adherencia a la célula epitelial: mediante un proceso de coagregación, son capaces de bloquear los receptores epiteliales para los hongos, inhibiendo de esta forma la adhesión de los mismos al epitelio vaginal. Los lactobacilos generan sustancias (bacteriocinas) capaces de inhibir la germinación de micelios. De esta forma, una reducción de la flora vaginal de lactobacilos condiciona un incremento del riesgo de infección micótica. Respuesta inmunológica local (inmunidad celular): la inmunidad local mediada por células fagocitarias (macrófagos y linfocitos) aumentan la resistencia a la invasión micótica. Las micotoxinas pueden actuar inhibiendo la capacidad fagocítica y suprimiendo la inmunidad local. Respuesta inmunológica sistémica (inmunidad humoral): el papel de los anticuerpos no está bien estudiado, pero después de la infección aguda por Candida aumentan las inmunoglobulinas de tipo IgG, IgM e IgA en las secreciones vaginales. 10 de 23 © Ágora formación 3.7. Patogenia de la vulvovaginitis candidiásica recurrente Los factores dependientes del huésped no están claramente definidos y se implican los mismos que hemos descrito para la VVC aguda y que hemos comentado anteriormente: embarazo, anticonceptivos hormonales o terapia hormonal sustitutiva, diabetes, antibióticos, uso de ropa ajustada, etc. Una vez descartadas todas estas circunstancias predisponentes, podemos señalar varios factores como responsables de los episodios recurrentes: Reservorio intestinal Puede haber una reinfección a partir de un reservorio donde queda Candida acantonada, como aparato digestivo, urinario, etc. La proximidad ano-vagina sería responsable de la reinfección, aunque existen opiniones contradictorias al respecto. Esto es porque existen estudios que no encuentran correlación entre las especies de Candida aislada en vagina con la del recto y, con frecuencia, en presencia de cultivos vaginales positivos, el cultivo rectal es negativo. Transmisión sexual Puede haber contagio a través de relaciones sexuales con una pareja o parejas permanentemente infectadas o colonizadas. Sin embargo, estudios que tratan simultáneamente a la pareja no han demostrado mejoría evidente. La vaginitis por Candida no se considera una infección de transmisión sexual. Portadora crónica Candida spp pueden persistir en la vagina, especialmente después de un tratamiento tópico, constituyendo un reservorio vaginal en forma de esporas. Posteriormente, estas esporas pueden multiplicarse, transformándose en micelios (forma invasiva o patógena) cuando las condiciones ambientales de la mujer lo permiten y causando así una nueva infección. Las recidivas son más frecuentes en las especies no albicans por su mayor resistencia a los tratamientos convencionales. Deficiencia inmunológica de la paciente Alteración de la inmunidad local: parece ser que las mujeres con vulvovaginitis candidiásica recurrente tienen una incapacidad para tolerar pequeñas cantidades de especies de Candida. Se ha descrito una deficiencia específica frente a la cándida, la llamada " tolerancia inmunológica de la vagina frente a la cándida", que le permitiría germinar y proliferar de forma incontrolada. Hipersensibilidad adquirida: la elevación de títulos elevados de IgE específicos para Candida ha hecho formular esta hipótesis. Se trataría de una reacción de hipersensibilidad adquirida ("respuesta inmunológica exacerbada") a determinados antígenos de cándidas. 11 de 23 © Ágora formación Manifestaciones clínicas 4.1. Esquema del tema En este tema vamos a ver: 4.2. Presentación de la vulvovaginitis candidiásica La vulvovaginitis candidiásica tiene una gran variabilidad de presentación: Tabla 2. Presentación de la vulvovaginitis candidiásica Síntomas Signos Prurito vulvar (picor) Exudado vaginal Secreción vaginal (leucorrea) Eritema y edema vulvovaginal Molestias vulvovaginales: Liquenificación, excoriaciones y fisuras Dolor, irritación, ardor Dispareunia Disuria vulvar 12 de 23 © Ágora formación 4.3. Síntomas subjetivos Los síntomas más frecuentes referidos por las mujeres afectadas de candidiasis vulvovaginal son el prurito (picor) y la leucorrea (secreción vaginal), pero estos síntomas no son específicos de esta infección. Haz clic en los diferentes síntomas para ver su contenido relacionado. Síntomas más frecuentes Prurito vulvar (picor) El prurito vulvar es el síntoma más frecuente de la VVC y aparece prácticamente en todos los casos (90 %). Leucorrea (secreción vaginal) La leucorrea (secreción vaginal) no es un síntoma patognomónico de la VVC. El flujo vaginal no siempre está presente y, habitualmente, es poco abundante (incluso algunas pacientes refieren sensación de sequedad). Otras molestias vulvovaginales Dispareunia superficial En general, los síntomas suelen presentarse de forma aguda y se curan al cabo de poco tiempo con el tratamiento adecuado. En algunos casos, la infección aguda pasa desapercibida o no llega a curarse y persiste un foco infeccioso causante de una infección crónica. Otras molestias vulvovaginales tales como dolor, irritación, ardor vulvar , dispareunia, escozor y dolor al orinar, son casi constantes. La dispareunia superficial (dolor con las relaciones sexuales) es otra manifestación común. Puede ser intensa, particularmente en nulíparas, y puede progresar a una intolerancia total de la relación sexual. En estas mujeres se debe sospechar que han desarrollado un síndrome de vestibulitis vulvar (actualmente definida como vulvodinia localizada o vestibulodinia). Estas pacientes refieren un dolor agudo a la palpación de la zona vestibular y dolor con las relaciones sexuales. La vulvovaginitis candidiásica recurrente se ha propuesto como una posible causa o factor desencadenante de la vulvodinia localizada. Ardor vulvar El ardor vulvar es un síntoma muy común, particularmente durante la micción. Las pacientes describen, de manera característica, quemazón y dolor al orinar (disuria vulvar). La disuria puede ser el resultado del paso de la orina sobre las áreas irritadas con excoriaciones y fisuras. Vulvovaginitis candidiásica recurrente Las manifestaciones clínicas de la vulvovaginitis candidiásica recurrente son las mismas que las de un episodio aislado de vulvovaginitis candidiásica (VVC) no complicada. En general, la sintomatología es menos severa, pero causa molestias crónicas que repercuten seriamente en la calidad de vida de la mujer y en sus relaciones de pareja. 13 de 23 © Ágora formación Es característico que los síntomas se intensifiquen durante la semana previa al inicio de la menstruación y mejoren con el inicio del sangrado, así como que empeoren inmediatamente después de la relación sexual. 4.4. Signos clínicos En la exploración, se pueden recoger un amplio rango de signos clínicos: Eritemavulvar Edema Es frecuente, especialmente Enrojecimiento de la mucosa en vaginal labiosy menores vulvar (particularmente y clítoris. En ocasiones, el vestíbulo, la mucosa labios menores apareceyadelgazada pliegue interlabial), y atrófica, a menudo con fisuras conen extensiónperineal. horquilla hacia zonas perineales e inguinales. Exudado vaginal Abundante de color blanco-amarillento, espeso, grumoso, adherente, con aspecto de requesón, y sin olor característico. Con frecuencia se observan placas blancas de aspecto grumoso y algodonoso, recubriendo tanto la vagina como la vulva. Lesiones satélite En las vulvitis eritematosas extensas, con frecuencia se observan lesiones periféricas pápulo-pustulosas, ocasionalmente acompañadas de "lesiones satélite" en región paragenital. Excoriaciones (erosiones) y fisuras (grietas) Aparecen con frecuencia, producidas por el rascado. Pueden aparecer fenómenos de liquenificación (engrosamiento de la piel), especialmente en labios mayores, como consecuencia del rascado prolongado por el prurito. 14 de 23 © Ágora formación de A pesar de que todos los síntomas y signos son muy frecuentes en la vulvovaginitis candidiásica, ninguno de ellos es específico de esta infección, por lo que el diagnóstico no debe basarse exclusivamente en la anamnesis y exploración física. Siempre deben considerarse otras posibles etiologías (causas); infecciosas y no infecciosas. En general, los síntomas y signos de la vulvovaginitis candidiásica son inespecíficos y comunes a muchas otras patologías. Por ello, ante un posible primer episodio de vulvovaginitis, se debería remitir al médico para su correcto diagnóstico. Aunque el síntoma principal de las vulvovaginitis candidiásica es el prurito, éste puede darse en otras situaciones infecciosas y no infecciosas. Diagnóstico 5.1. Esquema del tema En este tema vamos a ver: 5.2. Signos y síntomas Los signos y síntomas de la vulvovaginitis candidiásica son inespecíficos y comunes a muchas otras patologías. Además, no se presentan de la misma forma en todas las pacientes. Sólo el 30 % de las pacientes con prurito y leucorrea característica presentan un cultivo positivo para Candida. Por tanto, el diagnóstico de las vulvovaginitis candidiásicas no puede basarse únicamente en la clínica y en la exploración, sino que requiere otros estudios adicionales que nos ayuden en el diagnóstico. Para el diagnóstico es importante establecer una correlación entre: Los hallazgos clínicos El examen microscópico El cultivo vaginal 15 de 23 © Ágora formación 5.3. Pruebas diagnósticas La mayoría de pacientes con síntomas de vaginitis pueden ser diagnosticadas de forma correcta en la misma consulta, con métodos tan sencillos y baratos como la medida del pH vaginal y el examen en fresco al microscopio. Valoración del pH vaginal La medición del pH de la secreción vaginal es un método barato y sensible, recomendado como inicio de la cascada diagnóstica en caso de vaginitis. Consiste en la aplicación de una tira de papel medidor de pH en la cara lateral de la vagina, evitando la contaminación con semen, sangre o moco cervical. El pH normal en vagina es ácido, entre 4,0 y 4,5, aunque en etapas de bajo nivel estrogénico, como la previa a la menarquia o la posterior a la menopausia, se considera normal un pH más cercano a 7. Los valores de pH superior a 4,7 serán indicativos de vaginosis bacteriana, tricomoniasis o infección mixta y, por tanto, descartan la vulvovaginitis candidiásica. Por el contrario, son compatibles con infección candidiásica valores de pH inferiores a 4,5. Examen microscópico en fresco El examen directo con una gota de suero fisiológico sobre una pequeña cantidad de flujo permite observar la presencia de levaduras y micelios con aspecto de "caña de bambú", indicativo de infección por Candida. Levaduras y micelios Prueba de las aminas La prueba de las aminas es muy sencilla para el diagnóstico diferencial de una vaginitis. Consiste en recoger una muestra de flujo vaginal y mezclarla con unas gotas de cloruro potásico (KOH) al 10 %. En la vaginosis bacteriana se produce un típico hedor a "pescado" por las aminas (test de aminas positivo). Este test es negativo en caso de candidiasis. Cultivo vaginal El cultivo microbiológico de las muestras de exudado vaginal es una prueba muy valiosa para el diagnóstico de la vulvovaginitis candidiásica. Presenta una elevada sensibilidad. En general, no es necesario hacer cultivo de forma rutinaria para diagnosticar una candidiasis simple. Debe realizarse en aquellos casos en que el examen microscópico es negativo y en los casos recurrentes. En el caso de la vulvovaginitis candidiásica recurrente, a diferencia de los episodios agudos aislados de vulvovaginitis candidiásica, será preciso realizar siempre cultivo independientemente del resultado de las pruebas complementarias. El cultivo permite valorar el número de colonias, el tipo de la especie y la sensibilidad a los tratamientos. Algoritmo diagnóstico de la vulvovaginitis candidiásica recurrente (adaptado de Sobel) 16 de 23 © Ágora formación 5.4. Diagnóstico de la vulvovaginitis candidiásica recurrente En el caso de la vulvovaginitis candidiásica recurrente, a diferencia de los episodios agudos aislados de vulvovaginitis candidiásica, será preciso realizar siempre cultivo independientemente del resultado de las pruebas complementarias. El cultivo permite valorar el número de colonias, el tipo de la especie y la sensibilidad a los tratamientos. La vulvovaginitis candidiásica recurrente se define como la presencia de cuatro o más episodios de vulvovaginitis candidiásica en un año. La vulvovaginitis candidiásica recurrente suele ser causada por C. albicans, pero también por otras especies no albicans. Existen múltiples procesos dermatológicos e infecciosos recurrentes de la vulva que cursan con prurito y leucorrea. Por tanto, el diagnóstico de vulvovaginitis candidiásica recurrente requiere que las pacientes sean exploradas y que se realice la confirmación diagnóstica mediante cultivo o visión en fresco al microscopio en, al menos, dos episodios clínicos. Por el contrario, si en dos episodios de aparición de la clínica no se confirma vulvovaginitis candidiásica se puede descartar con seguridad el diagnóstico de vulvovaginitis candidiásica recurrente. Los síntomas clínicos causados por las especies no albicans no se distinguen de la infección causada por C. albicans. Mientras que C.albicans es generalmente sensible a los imidazoles, otras especies (por ejemplo, C. glabrata) son menos sensibles y, por lo tanto, aumenta la frecuencia de recidivas. El incremento de especies no albicans ha sido observado fundamentalmente en los episodios recurrentes y se ha relacionado con una generalización de terapias inadecuadas ( automedicación ). Hay estudios que indican que la incidencia de vulvovaginitis candidiásicas no albicans ha incrementado, ya que dichas especies no-albicans son resistentes a la mayoría de tratamientos tópicos. Referencia bibliográfica Barrenetxea, G. (2005). "Candidiasis Vulvovaginal Recurrente". Toko-Gin Pract. 64:47-57. Referencia bibliográfica Sobel (2007). The Lancet. 5.5. Diagnóstico diferencial Existen otras entidades que pueden cursar con sintomatología parecida a la vulvovaginitis candidiásica y, sin embargo, producirse por otras causas diferentes, tanto infecciosas como no infecciosas, con lo que el tratamiento será distinto al establecido para la vulvovaginitis candidiásica. Las principales patologías que pueden confundirse con la vulvovaginitis candidiásica incluyen: Principales patologías Vulvovaginitis por otras causas infecciosas distintas de Candida Vaginosis bacteriana Tricomoniasis Herpes genital Vulvovaginitis no infecciosas Dermatitis y dermatosis (eczema, atopia, psoriasis, contacto) Vaginitis atrófica Vaginitis citolítica Vaginitis descamativa inflamatoria Liquen escleroso Manifestaciones vulvares de las enfermedades del colágeno Leucorrea fisiológica Debido a que las infecciones por hongos y las infecciones del tracto urinario pueden tener síntomas similares, como una sensación de ardor al orinar, es importante consultar un médico para poder determinar la causa de los síntomas y tratarlos con el medicamento correcto. 17 de 23 © Ágora formación No confundir con cistitis. También hay que diferenciar entre una infección por Candida spp y una infección urinaria. Principales características de las distintas entidades a valorar en el diagnóstico de las vulvovaginitis (VV) Diagnóstico diferencial VV Candidiásica Exudado vaginal Blanco amarillento pH 4 - 4,5 Visión al microscopio Pseudohifas Test aminas Cultivo Negativo Levaduras agrupadas Espeso, grumoso Aspecto de requesón Vaginosis bacteriana Leucorrea blanco-grisácea 4,5 Clue cells Positivo 4,5 Tricomonas Negativo Olor a pescado Tricomoniasis Leucorrea amarillo-verdosa Sangrado postcoital Cervicitis en fresa Espumosa Irritantes y alérgenos Normal Vaginitis por hiperacidez o citolítica 3,5 4,5 Negativa Lactobacilos Negativo Frecuente aparición de papilas Negativo Exacerbación de los síntomas en fase lulea Sin leucocitos Sin células epiteliales Vaginitis descamativa inflamatoria < 4,5 Leucocitos/células epiteliales 1:1 Negativo Dispaurenia Dolor introital 18 de 23 © Ágora formación Otros signos Complicaciones 6.1. Posibles complicaciones A pesar de que la vulvovaginitis candidiásica no es una enfermedad grave, si no es diagnosticada y tratada correctamente puede tener consecuencias importantes: Complicaciones La paciente no recibe tratamiento Síntomas crónicos en vulva y vagina Prurito Prurito vulvar crónico Infección secundaria Riesgo de cáncer Si la paciente no recibe tratamiento, los síntomas, que pueden ser muy incómodos, pueden persistir durante mucho tiempo. Hay que considerar la repercusión psicológica y la limitación en la calidad de vida que los síntomas producen en las pacientes. Se han descrito implicaciones de carácter fóbico y trastornos de ansiedad (con necesidad de tratamiento psiquiátrico) en pacientes con episodios recurrentes de vaginitis candidiásica. Muchas mujeres con síntomas crónicos en vulva y vagina se automedican con tratamientos antimicóticos locales y orales que pueden enmascarar o exacerbar los síntomas, lo cual dificulta el diagnóstico. En algunos casos coexisten varias causas que pueden explicar los síntomas y que, por tanto, habrá que diagnosticar y tratar adecuadamente. El prurito es un síntoma muy frecuente en las vaginitis. Pero también es un síntoma muy común en las enfermedades dermatológicas (como las dermatosis irritativas o alérgicas, el liquen escleroso y el liquen simple crónico) y de las lesiones premalignas o malignas de la vulva. Las pacientes con prurito vulvar crónico presentan signos cutáneos, como liquenificación y escoriaciones, como consecuencia del rascado crónico. La inflamación crónica producida por el rascado incrementa el prurito, lo cual crea un círculo vicioso (prurito-rascado). También se puede presentar una infección secundaria . El rascado intenso puede provocar que el área resulte agrietada, lo que aumenta la probabilidad de contraer una infección. Se sabe que cualquier proceso irritativo crónico de la vulva aumenta el riesgo de cáncer: La irritación, la inflamación crónica y las lesiones por rascado se consideran factores oncogénicos. El prurito persistente, las lesiones producidas por el rascado y la irritación crónica de la piel actúan como factores oncogénicos. La presencia de lesiones engrosadas, las áreas erosivas o las ulceradas persistentes obligan al estudio histológico (biopsia) para descartar la presencia de una enfermedad invasiva. Clasificación 7.1. Clasificación de la vulvovaginitis candidiásica La vulvovaginitis candidiásica se puede clasificar en no complicada (90 % de los casos) y complicada (10 % de los casos) sobre la base de la presentación clínica, los hallazgos microbiológicos, los factores de huésped y la respuesta a la terapia. Esta distinción presenta una importancia capital a la hora de diseñar las diferentes estrategias preventivas y terapéuticas. Clasificación clínica de la vulvovaginitis candidiásica. 19 de 23 © Ágora formación Protocolo de actuación farmacéutica 8.1. Protocolo de actuación En la farmacia, la vulvovaginitis candidiásica es un proceso muy común, especialmente en las mujeres adultas con un pico máximo de incidencia entre los 20 y los 40 años de edad. Si bien la mayoría de las pacientes viene con receta, sobre todo en la vulvovaginitis candidiásica recurrente, hay un porcentaje de mujeres bastante elevado que solicita un tratamiento para molestias vaginales. Siendo una de las infecciones más frecuentes, y por la presencia de determinados signos y factores predisponentes que pueden hacer sospechar de vulvovaginitis, es recomendable la puesta en marcha de un protocolo que permita discernir en qué casos podemos actuar realizando una indicación farmacéutica y en cuáles la derivación al médico que permita confirmar el diagnóstico de la infección será la intervención correcta, ya que, como hemos visto a lo largo del curso, muchas veces las características clínicas del flujo no son suficientes para conocer ni el germen causal ni el tratamiento específico. En qué casos Primer episodio en la vida de la paciente, episodios que presenten signos de alarma. Preguntas a la paciente Para poder discernir en qué casos podemos actuar ante una consulta relacionada con la sintomatología de la vulvovaginitis, el farmacéutico entrevistará a la paciente con el fin de obtener la información necesaria. Preguntas a realizar ¿Para quién es el tratamiento? Edad ¿Qué síntomas refiere? Picores, dolor, escozor, flujo, etc. ¿Presenta algún factor predisponente? Diabetes, embarazo, inmunosupresión, etc. ¿Desde cuándo sufre estos síntomas? ¿Es la primera vez que sufre esta sintomatología? ¿Ha sufrido esta sintomatología en ocasiones anteriores? ¿Está tomando alguna medicación para otros problemas de salud? Antibióticos, uso crónico de corticoides, anticonceptivos orales, etc. ¿Ha realizado algún tratamiento o medida previa para eliminar las molestias? 20 de 23 © Ágora formación Intervención del farmacéutico A partir de las respuestas que nos indique la paciente, podremos dirigir nuestra intervención: Casos en los que... El farmacéutico puede intervenir El farmacéutico debe recomendar la derivación al médico Pacientes mayores de 16 años y menores de 60 que no presenten signos de alarma y que no sea éste su primer episodio y sin enfermedades o situaciones especiales (embarazo) de base. Es la primera vez que ha tenido una vulvovaginitis candidiásica. Pacientes que refieran síntomas como prurito vulvar, flujo blanquecino o mucosa rojiza. Sus síntomas son diferentes de episodios previos de vulvovaginitis candidiásica. Pacientes con tratamiento pero sin mejora en la sintomatología durante los primeros 7 días. Es menor de 16 años o mayor de 60 años. Ha tenido una hemorragia menstrual anormal o un flujo sanguinolento. Tiene dolor en el bajo vientre. Ha sufrido dos casos de VVC en los últimos 6 meses. Sus síntomas no mejoran tras 7 días de tratamiento. Si sufre una infección grave, con síntomas como eritema vulvar extendido, edema, excoriaciones o fisuras. Factores predisponentes: diabetes, uso crónico de corticoides, inmunosupresión, embarazo. Dispensación en casos de vulvovaginitis candidiásica En la dispensación nos aseguraremos que el paciente entienda: La posología Si el paciente entiende y se implica en el tratamiento, favorecemos el cumplimiento. La frecuencia de uso El tiempo de duración del tratamiento Su finalidad terapéutica En casos de vulvovaginitis candidiásica recurrente propondremos un seguimiento para valorar: La evolución de los signos y síntomas La mejora con el tratamiento Las medidas de prevención Las posibles interacciones con la administración vía oral (si se da el caso) de antifúngicos. Indicación en casos de vulvovaginitis candidiásica En los casos en los que se presenta la paciente con sintomatología pero sin prescripción médica, deberemos ayudar a la paciente a tomar la decisión correcta para el autocuidado de la salud. A través de protocolos y guías de indicación farmacéutica, realizaremos la recomendación en la elección del medicamento que no requiera prescripción médica, aconsejaremos las medidas terapéuticas no farmacológicas o recomendaremos la derivación de la paciente al médico si la paciente cumple algunos de los criterios de derivación. Seguimiento en casos de vulvovaginitis candidiásica Implicación del farmacéutico en la efectividad de la terapia que reciba la paciente. Este debe asegurarse de que su tratamiento es necesario, efectivo y seguro, además de confirmar si la paciente lo está realizando correctamente. 21 de 23 © Ágora formación 8.2. Algoritmo de actuación Para ver el algoritmo de actuación farmacéutica antes de una consulta por infección ginecológica, haz clic en las diferentes respuestas que se te presentan (en azul) de las preguntas planteadas (en gris). En la cabecera puedes ver dos botones: "ver todo" te permite visualizar todo el algoritmo completo, sin tener que escoger respuestas; y "ocultar todo" te permite volver a empezar con el algoritmo y dar respuestas distintas a las preguntas. 22 de 23 © Ágora formación Final del módulo 9.1. Preguntas frecuentes ¿Es la VVC una enfermedad de transmisión sexual? No, pero aumenta con el inicio de las relaciones sexuales y con la práctica del sexo oral. No obstante, tratando simultáneamente a la pareja no se demuestra mejoría evidente. ¿Los antibióticos producen VVC? No es exacta esta afirmación. Los antibióticos alteran el ecosistema vaginal y aumentan las probabilidades de adquirirla, pero no producen la enfermedad. ¿Puedo usar el anillo vaginal con los antifúngicos vaginales? Sí, pueden usarse a la vez. El uso concomitante no presenta ningún efecto sobre la absorción sistémica de las hormonas liberadas por el anillo. En VVCR, no obstante, es un factor de riesgo al igual que el uso de tampones y duchas vaginales. ¿Puede causar estrés, la VVC? El estrés es uno de los factores psicológicos que constituyen una causa primaria de la VVCR. Por tanto, la respuesta depende de si es recurrente o no. 9.2. Despedida Podemos dar por finalizada la parte clínica y de actuación de la píldora. Esperamos que este módulo te resulte de utilidad a la hora de aconsejar a los pacientes que lleguen a tu farmacia con vulvovaginitis candidiásica. Recuerda que puedes imprimirte en PDF los contenidos de esta píldora haciendo clic en el icono "impresora" de la parte superior de esta pantalla. Puedes descargarte el diploma de superación a través del área personal de Ágora. 23 de 23 © Ágora formación