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Revista Argentina de REUMATOLOGÍA Fundada por el Dr. Armando Maccagno SOCIEDAD ARGENTINA DE REUMATOLOGÍA Presidente Dr. Horacio O. Venarotti Vicepresidente Dr. Bernardo Pons Estel Presidente anterior inmediato Dr. Alfredo S. Arturi Secretario Dr. Osvaldo D. Messina Tesorero Dr. Gustavo C. Casado Vocales titulares Dra. Eleonora Lucero Dr. Alejandro Nitsche Dr. Gustavo Citera Dr. Enrique Soriano Dr. Rodolfo Pardo Hidalgo Dra. María Gallo de Sprazzato Directores José Maldonado Cocco Julio Hofman Comité de Revisión Daniela Battaglia Rafael Chaparro del Moral Susana Metta Virginia Ortíz Mariano Rivero Comité de Honor Roberto Arana Carlos Battagliotti María L. Sormani de Fonseca Carlos Onetti Simón Palatnik Ana A. Porrini Luis Seijo Alberto Strusberg Vocales suplentes Dr. Eduardo Scheines Dr. Alejandro Alvarellos Dra. Silvia Larroude Comité Científico Nacional Alfredo Arturi Alberto Berman Luis J. Catoggio Gustavo Citera Diana Dubinsky Ernesto Gutfraind Juan Carlos Marcos Silvia Martins Osvaldo D. Messina Sergio Paira Adriana Pérez Dávila Oscar Rillo Horacio Venarotti Diana Zoruba Comité Científico Internacional Graciela S. Alarcón Mary Carmen Amigo Roberto Arinoviche Juan Canoso Ricardo Cervera Luis R. Espinoza Emilio Martín Mola Yehuda Shoenfeld María E. Suárez Almazor Revisores de cuentas Dr. Miguel Plaza Dra. Mercedes García Foto de tapa: Tomografía axial computada de tórax que muestra las dos endoprótesis colocadas en serie. Se aprecia la falsa luz trombosada. Publicación trimestral © MV Comunicación & Marketing® 2010 Reservado todos los derechos. Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida en ninguna forma o medio alguno, electrónico o mecánico, incluyendo las fotocopias, grabaciones u otro sistema de información sin la autorización por escrito del titular del copyright La Revista Argentina de Reumatología se distribuye exclusivamente entre los profesionales de la medicina. La Revista Argentina de Reumatología es una publicación de la Sociedad Argentina de Reumatología (SAR). Austria 2467, piso 7, of. A, (1425) Buenos Aires. ISSN 0327-4411 Editada por MV Comunicación & Marketing® Director: Máximo Oberländer Carlos Pellegrini 1327 - 2do “C” Ciudad Autónoma de Buenos AIres. Tel.: (54.11) 4393-8223 E-mail: info@mvcomunicacion.com www.mvcomunicacion.com [ sumario ] 04 08 Editorial Inmunoglobulinas endovenosas Artículo original Experiencia con inmunoglobulina intravenosa (IGIV) en reumatología 15 Artículo original Análisis de las manifestaciones sistémicas en pacientes con Síndrome de Sjögren primario 19 Caso clínico Compromiso de grandes vasos y endocarditis abacteriana de Libman-Sachs en Arteritis de Células Gigantes 24 Caso clínico Lupus eritematoso sistémico y enfermedad arterial aórtica: reporte de un caso de disección aguda de aorta torácica tipo B tratada con cirugía endovascular 29 Caso clínico Síndrome Susac: presentación de un caso y revisión de la literatura 33 Comité de Drogas de Alta Tecnología (CODAT) Sociedad Argentina de Reumatología [ contents ] 04 08 Editorial Intravenous immunoglobulins Article Experience with intravenous immunoglobulin (IVIG) in rheumatology 15 Article Analysis of the systemic manifestations in patients with primary Sjögren Syndrome 19 Case Report Large vessel involvement and verrucous (Libman-Sachs) endocarditis in Giant Cell Arteritis 24 Case Report Sistemic erythematosus lupus and arterial aortic disease: case report of type B acute aortic dissection treated with endovascular surgery 29 Case Report Susac’s syndrome: case presentation and revision of literature 33 High Technology Drugs Committee Argentinian Society of Rheumatology [ editorial ] Inmunoglobulinas endovenosas Dr. Guillermo A. Berbotto Director Unidad Enfermedades Reumáticas y Autoinmunes, Sanatorio Británico, Rosario, Santa Fe, Argentina. Médico Reumatólogo, Hospital Escuela Eva Perón, Granadero Baigorria, Santa Fe. Vicepresidente Asociación de Reumatología de Santa Fe. Las inmunoglobulinas obtenidas de plasma humano fueron utilizadas a partir del año 1952 para tratar deficiencias inmunes. Inicialmente disponibles para la administración intramuscular, encontró limitación en el escaso volumen de inyección permitiendo sólo alcanzar la dosis de 801200 mg/kg de peso corporal. Este inconveniente es salvado con las preparaciones de inmunoglobulinas para infusión endovenosa (IgEV), permitiendo el uso en un diverso grupo de enfermedades inflamatorias y autoinmunes. Hasta el año 1980, estas terapias presentaron frecuentes efectos adversos probablemente relacionados con las técnicas de preparación. El avance en el conocimiento en métodos de fraccionamiento, purificación, ultrafiltración, etc. permitieron que varias compañías dispongan del producto con alta calidad y pequeñas diferencias de manufactura. A partir de 1982, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publica una serie de requerimientos para la producción de gammaglobulinas endovenosas, a saber: • Obtención de al menos 1000 donantes sanos (en general, 3000-10.000) • Deben contener el menor monto posible de IgA • No producir modificaciones bioquímicas de las inmunoglobulinas y mantener la capacidad de opsonización y fijación de complemento • Deben estar libres de estabilizadores o conservantes (in vivo) • Ausencia de transmisión de enfermedades virales. De allí, todos los productos comerciales consisten en moléculas de IgG intactas con una distribución de subclases de IgG que se corresponde con el suero humano normal. También contienen escasa cantidad de CD4, CD8, moléculas de HLA y ciertas citoquinas. Pequeños montos de IgA suelen ser responsables de la sensibilización en tratamiento a largo plazo en personas deficientes en IgA. Correspondencia Correo electrónico: gberbotto@yahoo.com.ar 4 Dentro de las propiedades farmacocinéticas, se destaca el 100% de biodisponibilidad tras la administración endovenosa y una vida media aproximada de 3-4 semanas. Analizando las indicaciones de uso clínico de las inmunoglobulinas endovenosas, la literatura muestra indicaciones en prácticamente todas las especialidades médicas; no obstante, en la actualidad, entidades regulatorias como la FDA han emitido aprobación en las siguientes indicaciones: • Púrpura Trombocitopénica Idiopática • Estados de inmunodeficiencias primarias • Inmunodeficiencia secundaria en leucemia linfática crónica • Prevención de infecciones en pacientes pediátricos HIV positivos • Enfermedad de Kawasaki • Prevención de enfermedad injerto versus huésped e infección en trasplantes de células hematopoyéticas del adulto • Polineuropatía desmielinizante inflamatoria crónica. Mecanismos de acción Las IgEV actúan por variados mecanismos en diferentes estados patológicos. El modo de acción resulta relativamente claro en deficiencias inmunes primarias o secundarias (hipogammaglobulinemias) al proveer una adecuada concentración de IgG. En enfermedades autoinmunes, la modalidad de acción es compleja y aún no se ha definido en su totalidad. Se conoce el efecto sobre la modulación en la expresión y función de receptores Fc, interferencia con la activación del complemento y red de citoquinas, provisión de anticuerpos anti-idiotipo, modulación de células dendríticas, y regulación en la activación, diferenciación y funciones efectoras de células T y B (Tabla 1). • Bloqueo de receptores Fc sobre macrófagos y células efectoras • Inducción de citotoxicidad celular dependiente de anticuerpos • Atenuación de daño mediado por complemento • Disminución de inflamación mediada por inmunocomplejos • Inducción de citoquinas antiinflamatorias • Inhibición de la activación de células endoteliales • Neutralización de toxinas microbianas • Neutralización de autoanticuerpos circulantes por anti-idiotipos • Regulación en la producción de anticuerpos por células B • Neutralización de superantígenos de células T • Inhibición de proliferación linfocitaria • Regulación de apoptosis Tabla 1. Inmunoglobulinas endovenosas. Mecanismos de acción. La variedad de mecanismos de acción descritos han favorecido el uso de la terapia endovenosa con inmunoglobulinas en un amplio rango de entidades patológicas. Uso clínico de las IgEV Inicialmente indicadas como terapia de reemplazo en estados de inmunodeficiencia, las IgEV son actualmente utilizadas ampliamente en enfermedades inflamatorias y autoinmunes. Se indican con dos esquemas diferentes de dosis, “baja dosis” o terapia de reemplazo y “altas dosis” o terapia antiinflamatoria/inmunomoduladora. El régimen de “altas dosis” consiste en la infusión endovenosa de 400 mg/kg/día por 5 días de inmunoglobulinas. No obstante, algunos estudios destacan un efecto superior cuando la dosis es administrada en única vez (2 g/kg/dosis). Para lograr mantener la respuesta terapéutica suele indicarse repetir la infusión cada 4-6 semanas (2 g/ kg), según necesidad y evolución de la enfermedad en tratamiento. Resultan prácticas algunas consideraciones en la forma de administración: • Evitar agitar el producto durante la reconstitución • Rápida utilización tras la preparación • Administración endovenosa lenta (2-4 horas) • Velocidad de infusión inicial, 30 ml/hora en adultos, aumentando 10-20 ml/hora cada 20 a 30 minutos según tolerancia. Además de las entidades patológicas enunciadas con aprobación de la FDA para la indicación de tratamiento con IgEV, diferentes estudios clínicos controlados avalan la indicación en síndrome de Guillain-Barré, miastenia gravis, dermatomiositis, enfermedades cutáneas ampollares autoinmunes, entre otras tantas indicaciones. Revista Argentina de Reumatología • Año 21 • Nº 1 Inmunoglobulinas endovenosas en reumatología Evidencias clínicas y experimentales sugieren que las IgEV pueden ser una terapia viable para varias enfermedades reumáticas. En niños con enfermedad de Kawasaki, la indicación de IgEV en los primeros 10 días de la entidad (2 g/kg/única dosis en 8-12 horas) y aspirina (80-100 mg/kg/día) es el régimen recomendado. Es una enfermedad con riesgo de compromiso arterial coronario con el consiguiente aumento en la morbilidad y mortalidad. El mecanismo terapéutico estaría basado en revertir la apoptosis linfocitaria inhibida, por ejercer un efecto inhibitorio de la agregación plaquetaria, por inducción de apoptosis en neutrófilos, disminución de actividad inflamatoria, entre otras acciones. En miopatías inflamatorias (Dermatomiositis/Polimiositis) existen opciones para tratar a los pacientes que no responden suficientemente a glucocorticoides más azatioprina o metotrexato. Se reportan respuestas clínicas significativas con la indicación de rituximab o de IgEV. Con esta última terapia se logra mejoría en la fuerza y síntomas neuromusculares que superan el 70%. Por ello, el tratamiento con IgEV parece ser eficaz en miopatías inflamatorias y es una terapia de segunda línea a considerar en aquellos pacientes con enfermedad resistente. El costo del tratamiento es una consideración a tener en cuenta en el empleo de largo plazo. El beneficio de esta terapia en miositis por cuerpo de inclusión ha sido leve y transitorio. La indicación de inmunoglobulinas endovenosas a pacientes con vasculitis sistémicas ANCA-relacionadas que han sido refractarias al tratamiento habitual inmunosupresor, ha sido estudiada en forma limitada. Se describe una respuesta beneficiosa en el compromiso pulmonar de la Granulomatosis de Wegener y en el síndrome de ChurgStrauss, aunque los resultados no son contundentes. El beneficio logrado se basaría en la acción ejercida por los anticuerpos anti-idiotipo sobre los ANCA (anticuerpos anti-citoplasma de neutrófilos) ejerciendo una reducción en la respuesta inmune patogénica. En otras vasculitis la discusión es mayor, más aún, se describen eventos adversos de alto riesgo si se utilizan en vasculitis crioglobulinémica mixta por el riesgo de insuficiencia renal como consecuencia de la formación de complejos inmunes entre las Igs exógenas y el factor reumatoide IgM componente de la crioglobulinemia mixta. 5 En el lupus eritematoso sistémico, aunque con resultados no definitivos, se indica en casos graves refractarios a la terapia habitual, ante la contraindicación de drogas inmunosupresoras (p. ej., en infecciones activas) o como ahorrador de corticoides. Se mostraron eficaces en mantener la remisión en pacientes con nefropatía lúpica. En otras tantas enfermedades autoinmunes, las IgEV se han mostrado útiles como alternativa terapéutica en estudios no controlados y es un tema bajo continua investigación con el fin de lograr mejor evidencia científica. Entre ellas, se destaca la indicación en pacientes con artritis reumatoidea, artritis idiopática juvenil, síndrome de Sjögren, síndrome antifosfolipídico con o sin pérdida recurrente de embarazos. Sí, resulta trascendente recordar, que estas enfermedades poseen riesgo acelerado de ateroesclerosis con el consiguiente riesgo cardiovascular. Las IgEV se mostraron eficaces en reducir el proceso de ateroesclerosis probablemente por inhibir la formación de células espumosas y neutralizando el efecto patogénico de los anticuerpos anti-LDL oxidada. Consideraciones sobre la seguridad de las IgEV La terapia con IgEV es relativamente segura. Las reacciones adversas se reportan entre el 5-10% de los pacientes. Como efectos adversos leves se describen cefaleas, náuseas, escalofríos, mialgias, fiebre de bajo grado, urticaria, artralgias y aumento de la presión arterial siguiendo a la infusión. En general, ocurren dentro de los primeros 30 minutos de la administración del tratamiento y pueden resolverse con solo disminuir la velocidad de infusión. Merecen consideraciones especiales la presencia de: • Meningitis aséptica: Ocurre dentro de las primeras 72 horas de la terapia, resolviendo espontáneamente o con el uso de antiinflamatorios. • Reacción anafiláctica: Ocurre en pacientes con deficiencia de IgA, en los cuales los anticuerpos anti-IgA reaccionan con la IgA de la preparación endovenosa de inmunoglobulinas. Cabe destacar la necesidad de utilizar IgEV depletadas de IgA. • Exacerbación de enfermedades inmuno mediadas: Descrito excepcionalmente en lupus, vasculitis y uveítis. 6 • Insuficiencia renal: Se relacionaría con el daño tubular inducido por sucrosa utilizada como estabilizador en algunos preparados. En general, es transitoria y limitada con aumento de creatininemia en 2-5 días. Se consideran como factores de riesgo a los pacientes ancianos, personas portadoras de diabetes u otras condiciones que predispongan al fallo renal agudo. • Riesgo vascular: Se han descrito episodios de trombosis arterial y venosa, tromboembolismo pulmonar, accidente cerebrovascular, infarto de miocardio y oclusión de venas o arterias de la retina. Se lo ha observado en pacientes con alto riesgo de trombosis y probablemente asociado a aumentos en la viscosidad sanguínea o presencia de anticuerpos anticardiolipinas. • Infecciones virales: Es un riesgo prácticamente eliminado dado la rigurosa elección de donantes y los nuevos procesos de manufactura. • Otros: Anemia hemolítica Coombs (+), neutropenia transitoria, hiponatremia dilucional, etc. Consideraciones finales Se ha hecho referencia a un tema donde la mayoría de los interrogantes no han sido resueltos. La falta de estudios con adecuado diseño, dificultad en el acceso a la terapia y el alto costo, se destacan como factores limitantes. Queda por definir la eficacia y seguridad de la terapia con IgEV en la mayoría de las enfermedades reumáticas e inflamatorias, duración del efecto terapéutico, la necesidad de terapias de mantenimiento, seguridad a largo plazo, solventar costos de tratamiento, entre otros tantos puntos de discusión. Se deja como inquietud, en este editorial, la posibilidad de aportar con estudios nacionales las evidencias científicas necesarias para aclarar algunas de estas dudas. Bibliografía 1. Battagliotti C. Uso clínico de gammaglobulina endovenosa. En Battagliotti C, Greca A y col. Temas seleccionados de terapéutica clínica. UNR editora. Tomo II 1996, 199-201. 2. Mackay IR, Rosen F. Immunomodulation of autoinmune and inflamtory diseases with intravenous immune globulins. N Engl J Med 2001; 345 (10):747-55. 3. Darabi, K, Abdel-Wahab, O, Dzik, WH. Current usage of intravenous immune globulin and the rationale behind it: the Massachusetts General Hospital data and a review of the literature. Transfusion 2006; 46:741. 4. Appropriate uses of human immunoglobulin in clinical practice: memorandum from an IUIS/WHO meeting. Bull World Health Organ 1982; 60:43. 5. Vir-singh Negi, Sriramulu Elluru, Sophie Sibéril et al. Intravenous Immunoglobulin: An update on the clinical use and mechanisms of action. J Clin Immunol 2007; 27 (3):233-45. 6. Dalakas MC. Mechanims of disease: signaling pathways and immunobiology of inflammatory myopathies. Nat Clin Pract Revista Argentina de Reumatología • Año 21 • Nº 1 Rheumatol 2006; 2:219-227. 7. Braun-Moscovici Y, Furst DE: immunoglobulin for rheumatic diseases in the twenty-first century: Take it or leave it? Curr Opin Rheumatol 2003; 15:237-245. 8. Aries PM, Hellmich B, Gross WL: Intravenous immunoglobulin therapy in vasculitis: Speculation or evidence? Clin Rev Allergy Immunol 2005; 29:237-245. 9. Provan, D, Chapel, HM, Sewell, WA, O’Shaughnessy, D. Prescribing intravenous immunoglobulin: summary of Department of Health guidelines. BMJ 2008; 337:1831. 7 [ artículo original ] Experiencia con inmunoglobulina intravenosa (IGIV) en reumatología G. Pendón, C. Pena, A. Salas, S. Ruta, M. A García, J. Marcos, Y. Aguirre, C. Gamoneda, S. Azzaro, A. S. Arturi, J. C. Babini, J. C. Marcos Servicio de Reumatología y Servicio de Hemoterapia del Hospital “General San Martín” de La Plata, Buenos Aires, Argentina. Resumen Summary Introducción: La utilización de IGIV (inmunoglobulina intravenosa) tiene indicaciones precisas como las inmunodeficiencias primarias o secundarias. Su indicación en enfermedades autoinmunes se limita a la Púrpura Trombocitopénica Idiopática (PTI), Enfermedad de Kawasaki y en Dermatomiositis (DM) refractaria. En patologías como el Lupus o algunas vasculitis, cuando cursan situaciones de riesgo de vida, su uso está justificado por su rápido comienzo de acción a distintos niveles del sistema inmunológico, no aumentando la probabilidad de sufrir infecciones. Objetivo: Describir la experiencia con el uso de IGIV, haciendo énfasis en sus indicaciones, resultados del tratamiento y complicaciones. Pacientes y métodos: Se realizó un análisis retrospectivo de las historias clínicas de los pacientes que recibieron tratamiento con IGIV en el Servicio de Reumatología de nuestro hospital. Resultados: Se registraron 28 pacientes, con una edad promedio de 40,5 años. Dieciocho pacientes con diagnóstico de LES, nueve de ellos con Síndrome antifosfolipídico asociado, tres presentaron Vasculitis Sistémicas asociadas a ANCA, seis Dermatomiositis y una paciente con Enfermedad de Still del Adulto. Dieciséis cursaban infecciones severas. La dosis de IGIV utilizada fue 2g/kg dosis total, administrada en el transcurso de 5 días. Evolución: Dieciocho pacientes (64,3%) presentaron respuesta favorable y en un caso (3,6%) falta de respuesta. Cuatro pacientes (14,3%) presentaron efectos adversos relacionados con la infusión de IGIV. Nueve pacientes (32,14%) fallecieron a pesar del tratamiento. Conclusiones: El diagnóstico más frecuente en los pacientes que recibieron IGIV fue LES seguido de DM. La indicación predominante fue la presencia de complicaciones infecciosas severas Background: Intravenous immunoglobulin (IVIG) is used to treat states of primary or secondary immunodeficiencies. In autoimmune diseases, it has been used to treat conditions such as Idiopathic Thrombocitopenic Purpura, Kawasaki´s disease, and refractory Dermatomyositis. In life threatening situations IVIG has been reported to be beneficial, given its prompt beginning of action, especially in the presence of severe active disease and infection. Objective: To describe the experience developed in one single center with IVIG use. Patients and methods: The medical records of all patients who received IVIG in our center between January 2004 and December 2008 were retrospectively analyzed. Results: 28 patients were included, 18 had a diagnosis of systemic lupus erythematosus (SLE), 3 had ANCA associated vasculitis, 6 dermatomyositis, and one patient Adult Onset Still Disease (AOSD). Nine patients with SLE had secondary antiphospholipid syndrome (APS). Sixteen patients had concomitant severe infection. IVIG was administered at a dose of 2 g/kg of body weight. Evolution: Eighteen patients (64.3%) had favorable outcome. Four patients (14.3%) had infusion related adverse effects. Nine patients (32.14%) died. Conclusions: The most frequent diagnosis in patients receiving IGIV was SLE followed by DM. Its principal indication was the presence of severe infections that contraindicated the use of immunosuppresors. 64.3% of patients showed a favorable response and 14.3% developed adverse effects related to the treatment. They were not severe and resolved spontaneously. IVIG treatment should be considered in severe cases of diseases such as SLE, ANCA associated vasculitis and dermatomyositis non- Correspondencia Correo electrónico: giselapendon@yahoo.com.ar 8 que contraindicaron el tratamiento con inmunosupresores. La respuesta fue favorable en el 64,3% de los pacientes, presentando eventos adversos solo un 14,3%, los cuales no fueron severos y se resolvieron espontáneamente. Dadas las restricciones en la provisión de las IGIV así como el costo elevado de la misma, debe considerarse su uso en presencia de infecciones severas o refractariedad a otros tratamientos inmunosupresores. responsive to other therapeutic modalities or when they are associated with severe infections. However, this needs to be confirmed in double-blind, placebo-controlled studies. Issues related to the high cost of IVIG and difficulties to obtain it must be taken into account. Key words: intravenous inmunoglobulins, autoimmune diseases, adverse events, IGIV. Palabras claves: inmunoglobulina intravenosa, enfermedades autoinmunes, eventos adversos, IGIV. Introducción Las inmunoglobulinas son proteínas plasmáticas (anticuerpos) producidas por los linfocitos B, las cuales son esenciales para las defensas contra procesos infecciosos. Con fines terapéuticos se utilizan preparados de inmunoglobulinas humanas altamente purificados, que se obtienen de un pool de plasma de donantes sanos.1 La utilización de la misma tiene indicaciones precisas como las inmunodeficiencias primarias o secundarias y la enfermedad de Kawasaki. 1, 2, 3 En 1980 Imbach y col. publican su experiencia con IGIV en púrpura trombocitopénica autoinmune refractaria a tratamientos convencionales, obteniendo una buena respuesta; por lo que se formuló la idea de que la IGIV podría interferir en la respuesta inmune que se genera contra las plaquetas (autoanticuerpos plaquetarios). Posteriormente se evalúo el uso de IGIV en otros desórdenes autoinmunes como el Lupus Eritematoso Sistémico (LES), el Síndrome antifosfolipídico (SAF), Vasculitis sistémicas y Dermatomiositis, destacándose su utilidad en casos refractarios a tratamientos inmunosupresores o en situaciones en que estén contraindicados los mismos como infecciones severas concomitantes. 1, 4, 5 Se han postulado diversos mecanismos de acción que actuarían de manera sinérgica: inhibición de los receptores Fc de macrófagos esplénicos, inactivación de la cascada de complemento (impidiendo la formación del complejo de ataque a la membrana), modulación de la activación y diferenciación de Linfocitos T (LT), Linfocitos B (LB) y células dendríticas, neutralización de anticuerpos patógenos y citoquinas inflamatorias e interacción en la red idiotipo- anti-idiotipo. La interacción de las inmunoglobulinas con determinantes idiotípicos de autoanticuerpos explicaría la capaciRevista Argentina de Reumatología • Año 21 • Nº 1 dad regulatoria sobre la autoreactividad de clones de LB in vivo. 5,6, 7 La indicación de IGIV en enfermedades autoinmunes sigue siendo en la actualidad tema de debate, fundamentalmente por la falta de estudios diseñados para evaluar su verdadero rol a lo que se suma la escasa disponibilidad y el alto costo de las mismas. El objetivo del presente trabajo fue describir la experiencia en el uso de IGIV en un Servicio de Reumatología, haciendo énfasis en su indicación, resultados del tratamiento y eventos adversos relacionados. Pacientes y métodos Se realizó un análisis retrospectivo de las historias clínicas en el Servicio de Reumatología de pacientes que recibieron tratamiento con IGIV desde enero de 2004 a diciembre de 2008. Se recogieron datos sobre la patología de base, tratamientos realizados, situación clínica del paciente (infección concomitante, refractariedad a tratamientos previos), indicación de gammaglobulina, número de infusiones recibidas y evolución luego de la administración de la misma. Se registraron datos referentes al laboratorio y criterios de clasificación para cada patología: criterios ACR 1997 para LES 8, criterios de ACR 1990 para Vasculitis asociadas a ANCA 9, criterios de Sapporo para SAF10, criterios de Bohan y Peter para Dermatopolimiositis 11, 12 y criterios Yamaguchi para Enfermedad de Still del Adulto.13 Resultados Se registraron veinte y ocho pacientes (ver Tabla de Datos Clínicos), 23 mujeres y 5 varones, con una edad promedio de 40,5 años. Todos cursaban una enfermedad activa. Dieciocho cumplían criterios de clasificación para 9 LES, 9 de ellos con SAF asociado y diez cursaban infecciones severas. La principal manifestación de la enfermedad en estos pacientes fue anemia hemolítica en tres, nefritis lúpica en nueve, paniculitis lúpica en dos, pancitopenia en dos, pseudoobstrucción intestinal y hemorragia pulmonar en un caso, respectivamente. En la mitad de los casos, la indicación fue por refractariedad al tratamiento inmunosupresor y los restantes por cursar infecciones severas durante el curso de la enfermedad. Tres pacientes cumplían criterios ACR 1990 para vasculitis asociadas a ANCA. De ellos un caso de Vasculitis de Churg-Strauss con compromiso pulmonar, miocárdico y cutáneo, refractaria al tratamiento. Una paciente con Granulomatosis de Wegener con síndrome riñón-pulmón e infección asociada, y una tercera con Poliangeítis Microscópica (PAM) que presentaba compromiso cardíaco, digestivo, de SNC y periférico, nefropatía y sobreinfección. Seis paciente presentaban Dermatomiositis (DM), tres de ellos con refractariedad al tratamiento y tres cursando infecciones. Una paciente con Enfermedad de Still del Adulto presentaba poliartritis persistente sin respuesta a tratamientos convencionales e infección concomitante. Del total de pacientes, el 57,14% recibió IGIV por infecciones severas asociadas que contraindicaban el uso de inmunosupresores. La dosis de IGIV (Flebogamma 5% de laboratorios Grifols, Inmunoglobulina Humana 5% endovenosa SD/NF Purissimus) utilizada fue 2g/kg/dosis total, administrada en el transcurso de 5 días y el número promedio de infusiones fue de 2 por paciente (entre 1 y 10 tratamientos por paciente) con una frecuencia cada 21 o 28 días. Evolución Dieciocho de veinte y ocho pacientes (64,3%) presentaron respuesta favorable y en un caso (3,6%), falta de respuesta. Cuatro pacientes (14,3%) presentaron eventos adversos relacionados con la infusión de IGIV. En dos casos se observaron púrpura palpable en miembros inferiores, con confirmación histológica de vasculitis leucocitoclástica y los otros dos pacientes cursaron cefalea durante la infusión. Nueve pacientes (32,14%) fallecieron a pesar del tratamiento, por complicaciones relacionadas a la enfermedad de base o infectológicas. 10 Discusión El uso de IGIV ha sido objeto de muy pocos trabajos randomizados y controlados en enfermedades autoinmunes por lo que la mayoría de los datos, excepto en dermatomiositis, provienen de reportes de casos o estudios abiertos.1,6,7 Shoenfeld y colaboradores describen la utilización de IGIV en más de 200 pacientes con diferentes condiciones autoinmunes, demostrando el beneficio y el buen perfil de seguridad de dicha terapia.14,15 En nuestro registro, la mayoría de los pacientes presentaban LES activo, diez de ellos cursaban una infección intercurrente. En un caso, la indicación fue la presencia de nefropatía lúpica clase IV en una paciente embarazada sin respuesta adecuada a corticoesteroides más azatioprina e infección asociada. La gammaglobulina ha sido utilizada en el embarazo tanto en el síndrome antifosfolipídico primario como secundario asociado a LES, principalmente en pacientes con pérdidas recurrentes de embarazos. Existen reportes de casos donde describen el beneficio de su uso en este grupo de pacientes así como en el SAF catastrófico y en el tratamiento del bloqueo cardíaco congénito. 16,17, 18 Seis de nuestros pacientes presentaban dermatomiositis, tres de ellos fallecieron como consecuencia de infecciones asociadas, en otros dos la respuesta fue favorable, continuando posteriormente con la terapéutica habitual. Un paciente no tuvo respuesta adecuada. La IGIV ha sido aprobada para ser administrada en pacientes con dermatomiositis del adulto refractaria a tratamientos convencionales. El beneficio de esta terapéutica estaría dado por interferir en el daño mediado por el complemento. La porción Fc de la IgG se une a componentes del complemento (C3b y C4b) y reduce la formación del complejo de ataque a la membrana (CAM). El depósito de este último en los capilares musculares es el que produce isquemia y necrosis de las fibras musculares.19, 20, 21, 22 Una de las condiciones en donde está aprobado el uso de IGIV es la enfermedad de Kawasaki, vasculitis sistémica de la edad pediátrica con alta tasa de mortalidad cuando se afectan los vasos coronarios con formación de aneurismas. La IGIV junto a la aspirina, administrada precozmente, disminuye las anormalidades coronarias, reduciendo la mortalidad, por lo que su uso en esta condición es de primera línea. 3,23 Varios estudios abiertos y reportes de casos han mostrado el beneficio en otras vasculitis sistémicas, principalmente en las asociadas a ANCA.24, 25, 26 Aparentemente el beneficio estaría dado por el alto contenido de anticuerpos anti-idiotipos de la IGIV con la habilidad de neutralizar autoanticuerpos patogénicos. El beneficio estaría dado por la supresión del nivel de ANCA. 2 En nuestra casuística, tuvimos una paciente con diagnóstico de Enfermedad de Still del Adulto sin respuesta adecuada a corticoides más metotrexato y complicación severa infectológica. En esta enfermedad existen reportes de casos de la administración de la misma en pacientes refractarios. 27 Si bien la utilización de dosis bajas de IGIV ha sido considerada en el tratamiento de manifestaciones leves del Lupus, en todos nuestros pacientes se utilizaron dosis altas (2 g/kg/peso) administradas en 5 días, dada la severidad de la enfermedad. 23 Aproximadamente un tercio de los pacientes con enfermedades autoinmunes presentan reacciones adversas asociadas a la IGIV. 4,14 En nuestros pacientes, esto solo ocurrió en el 14,3% y fueron reacciones moderadas, resolviéndose espontáneamente días después de la infusión. De los componentes de la IGIV, solamente la IgA puede originar problemas en individuos que son deficientes. Estos pacientes pueden generar anticuerpos IgE contra la IgA de la IGIV y producir reacciones anafilácticas. Por este motivo, los pacientes deficitarios de IgA deben recibir preparados de gammaglobulina con bajo contenido de IgA. En la práctica clínica, la realización de la medición del nivel de anticuerpos anti-IgA no se realiza de manera rutinaria debido a la rareza de su presentación. 4, 28, 29 Si bien aún no existen indicaciones precisas para el uso de IGIV en la mayoría de las patologías descritas, en situaciones de riesgo de vida, su uso está justificado por su rápido comienzo de acción, su prolongada vida media (3-4 semanas) y su accionar a distintos niveles del sistema inmunológico, no aumentando el riesgo de infecciones. Por otra parte, en caso de presentarlas, no deteriora aún más la capacidad de respuesta inmunológica. La alta mortalidad de los pacientes descritos en este trabajo, asociada a persistencia de la actividad de la enfermedad y/o complicaciones infecciosas, demuestra la severidad de los cuadros que motivaron su indicación. Concluimos que, dadas las restricciones en la provisión de las IGIV así como el alto costo de la misma, debe considerarse su uso en presencia de complicaciones infecciosas severas o refractariedad a otros tratamientos inmunosupresores. Nº de Enfermedad de base paciente Indicación de IGIV Evolución 1 Síndrome Churg-Strauss Compromiso miocárdico, pulmonar y cutáneo. Falta de respuesta a CF y C. Mejoría, recibió tratamiento inmunosupresor y aféresis asociada 2 Granulomatosis de Wegener Síndrome pulmón-riñón. Sepsis por enterococo VR. Internación en sala. Tratamientos previos: CF y C. Mejoría, se encuentra en tratamiento con MTX, C, aspirina, trimetoprima- sulfametoxazol 3 LES/SAF Anemia hemolítica. Falta de respuesta a HCQ, C Y CF. Mejoría. Actualmente tratamiento con AZA 4 LES/SAF Mejoría. Requirió terapia anti-CD20, con el cual presentó buena evolución GNF G-IV Infección: Criptococosis meníngea. Internación en UTI. Tratamientos previos: HCQ, C, CF. 5 LES/SAF Paniculitis Lúpica. Sepsis por Pseudomonas. UTI. Tratamientos previos: HCQ, C, CF, CyA, talidomida, ACO. Mejoría. Continuó con Internación en inmunosupresores. Requirió tratamiento con Rituximab 6 LES/SAF Paniculitis lúpica. Falta de respuesta a HCQ, C, CF, CyA, MMF, ACO. Mejoría. Requirió tratamiento con Rituximab con buena respuesta 7 LES/SAF GNF G-IV. Infección severa de partes blandas por estafilococo MS. Internación en sala. Tratamientos previos: CF, C, HCQ. Óbito Revista Argentina de Reumatología • Año 21 • Nº 1 11 Nº de Enfermedad de base paciente Indicación de IGIV Evolución 8 LES/SAF Pseudoobstrucción intestinal. Traslocación bacteriana intestinal. Sepsis por E. coli y Staphylococcus aureus. Internación en sala. Tratamientos previos: C, HCQ, CF. Mejoría. Continuó con inmunosupresor 9 LES/SAF Hemorragia pulmonar. Neumonía por virus sincitial respiratorio. Óbito Internación en UTI. Tratamientos previos: C, HCQ, CF, ACO, AZA. 10 LES Paniculitis/pancitopenia. Histoplasmosis diseminada. Internación en sala. Tratamientos previos C, HDQ, CF. Mejoría. Continúa con inmunosupresión 11 LES GNF G-IV. Serositis, fiebre. Falta de respuesta a HCQ, C, CF, MMF. Mejoría. Continúa con inmunosupresión 12 LES GNF G-IV-V. Neumonía por Staphylococcus aureus. Internación en sala. Tratamientos previos CF, C. Mejoría. Recibió otros inmunosupresores 13 LES Anemia hemolítica. Falta de respuesta a CF, C, HCQ. Mejoría, actualmente con tratamiento inmunosupresor 14 LES GNF G-IV-V. Neumonía por Acinetobacter. Internación en sala. Óbito Tratamientos previos HCQ, C, CF, MMF. 15 LES Pancitopenia. Falta de respuesta a C, CF. Mejoría. Continuó con tratamiento inmunosupresor; esplenectomía 16 GNF G-IV-V. Anemia, fiebre. Falta de respuesta a CF, C. Óbito 17 LES GNF G-IV. Compromiso SNC: convulsiones. Falta de respuesta a CF, C, HCQ. Óbito 18 Enfermedad de Still Poliartritis, fiebre. Sepsis por Staphylococcus aureus. Internación en UTI. Tratamientos previos: C, AINES, MTX, HCQ, etanercept. Óbito 19 DM Debilidad muscular. Criptococcosis diseminada. Internación en sala. Tratamientos previos: C. Óbito LES 20 DM Debilidad muscular. Falta de respuesta a C, HCQ, MTX, AZA. Sin respuesta. Actualmente recibe tratamiento con anti-TNF alfa (Etanercept) 21 DM Debilidad muscular. Falta de respuesta a C, MTX. Óbito 22 DM Debilidad muscular. Sepsis por BGN. Falta de respuesta a C, MTX. Mejoría. Continúa en MTX y C 23 DM Debilidad muscular, rash. Falta de repuesta a C, MTX, AINES. Óbito 24 DM Debilidad muscular. Infección de partes blandas por estreptococo. Mejoría. Continuó con MTX y C Internación en sala. Falta de respuesta a C, MTX, AINES. 25 PAM Vasculitis intestinal. Neumonía asociada a respirador (enterococo VR). Internación en UTI. Tratamientos previos: C, AZA, AINES. 12 Mejoría. Continúa con AZA y C Nº de Enfermedad de base paciente Indicación de IGIV Evolución 26 Anemia hemolítica. Falta de respuesta a C, AZA, HCQ. Mejoría. Continúa con C y AZA LES/SAF 27 LES GNF G-IV y embarazo. Candidiasis esofágica. Mejoría. Continúa con HDQ, MMF y C Internación en sala. Tratamientos previos: C, AZA, CyA, MMF, HCQ. 28 LES GNF G-IV-V. TBC miliar. Internación en UTI. Tratamientos previos: C, AZA, MMF, HCQ y CF. Mejoría. Continúa con HDQ, C y MMF Tabla de datos clínicos. C: corticoides; CF: ciclofosfamida; AZA: azatioprina; MTX: metotrexato; HCQ: hidroxicloroquina; MMF: mofetil micofenolato; CyA: ciclosporina A; ACO: anticoagulación; DM: dermatomiositis, LES: lupus eritematoso sistémico; SAF: síndrome antifosfolipídico; MS: meticilino sensible; VR: vancomicina resistente; BGN: bacilos gram negativos. Bibliografía 1. Pyne D, Ehrenstein M, Marris V. The therapeutic use of intravenous immunoglobulins in autoinmunes rheumatic diseases. Rheumatology 2002; 41:367-374. 2. Dazatchkine Michael D, Kaveri Srini V. Immunomodulation of autoimmune and inflammatory diseases with intravenous immunoglobulin. 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[ artículo original ] Análisis de las manifestaciones sistémicas en pacientes con Síndrome de Sjögren primario Federico Zazzetti¹, Mariano Adolfo Rivero¹, Damián Elvio Duartes Noé¹, Alberto Gallacher¹, Amalia Schiel², Hugo Armando Laborde¹, Juan Carlos Barreira¹ ¹Servicio de Reumatología, ²Sección Laboratorio de Inmunología del Hospital Británico de Buenos Aires. Resumen Summary Introducción: El Síndrome de Sjögren (SS) es una epitelitis autoinmune caracterizada por sobreexpresión de linfocitos T y B que afecta las glándulas exocrinas. Del 20 al 71% de los pacientes desarrollan manifestaciones sistémicas. El objetivo fue evaluar características clínico-serológicas y frecuencia de manifestaciones sistémicas en pacientes con SS primario. Material y método: Se incluyeron 50 pacientes con SS primario desde enero de 2000 hasta agosto de 2008. Resultados: Cuarenta y uno cumplían los criterios de clasificación Europeo-Americanos 2002, todos de sexo femenino. La edad media fue 57,85 ± 12,42 años (rango 26–79). El tiempo de evolución fue de 9,28 años (rango 0,08–24). Treinta y cinco (85,36%) presentaron manifestaciones sistémicas. Las más frecuentes fueron artritis, trastornos psiquiátricos, vasculitis cutánea y polineuropatía. Este grupo presentó títulos de AAN ≥ 1/640 (p = 0,028), mayor tiempo de evolución (p = 0,01) y una tendencia a observar hipocomplementemia y crioglobulinemia no estadísticamente significativas. Conclusión: La frecuencia de manifestaciones sistémicas halladas fue mayor a la reportada en otras series y se asoció a altos títulos de AAN y a mayor tiempo de evolución del SS. Un abordaje multidisciplinario enfocado en las manifestaciones sistémicas debería ser el nuevo estándar para el manejo del SS. Background: Sjögren Syndrome (SS) is an autoimmune epitelitis characterized by T and B lymphocyte over-expression that affects exocrine glands. From 20 to 71% of patients will develop systemic manifestations. The objective was to characterize clinical-serological presentation and frequency of systemic manifestations in patients with primary SS. Methods: Fifty patients with primary SS were enrolled from January 2000 through August 2008. Results: Forty-one patients fulfilled the 2002 American-European classification criteria. All patients were women. Mean age at enrollment was 57,85 ± 12,42 years (range 26–79). Mean duration of the disease was 9,28 years (range 0,08–24). Thirty-five (85,36%) developed systemic manifestations. The most frequent were arthritis, psychiatric involvement, cutaneous vasculitis and polineuropathy. This group featured ANA titles ≥ 1/640 (p = 0,028), longer course of disease (p = 0,01) and despite a tendency to observe hypocomplementemia and cryoglobulinemia, no statistical difference was found. Conclusion: The frequency of systemic manifestations found was greater than reported in the literature and this subset of patients was associated with higher ANA titles and longer course of SS. A multidisciplinary approach focusing also in the systemic manifestations should be the new standard for the management of SS. Correspondencia Hospital Británico de Buenos Aires, Perdriel 74 - (1280) Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina. Correo electrónico: reumatologia@hbritanico.com.ar Fax: +54 (011) 4304-1025 Revista Argentina de Reumatología • Año 21 • Nº 1 15 Introducción El Síndrome de Sjögren (SS) es una enfermedad autoinmune crónica que se caracteriza por una sobreexpresión de linfocitos T y B que afecta principalmente las glándulas exocrinas1. Se lo ha definido como una epitelitis autoinmune hallándose infiltrados linfoplasmocitarios crónicos en múltiples glándulas, particularmente salivales y lagrimales2, que llevan a la pérdida progresiva de su función. El SS es una enfermedad heterogénea que puede expresarse clínicamente de formas diferentes3. La variabilidad de su presentación puede retrasar significativamente el diagnóstico4. Algunos pacientes presentan la forma glandular de la enfermedad, caracterizada por sequedad de mucosas y piel (síndrome sicca), mientras otros manifiestan compromiso extraglandular. Según las series, del 20 al 71% de los pacientes desarrollan manifestaciones sistémicas3,5; éstas, definidas como compromiso de órganos y tejidos no exocrinos, presentes en un considerable número de pacientes6; incluyen manifestaciones musculoesqueléticas, cutáneas, respiratorias, gastrointestinales, nefrourológicas, neurológicas, psiquiátricas, endocrinas, y hematológicas. La expresión heterogénea de las manifestaciones sistémicas y el mejor conocimiento de la fisiopatogenia del SS han jerarquizado su importancia y su diagnóstico precoz en los últimos años7. A pesar de esto, el diagnóstico sigue siendo tardío, ya que los síntomas secos y aún más las manifestaciones sistémicas, suelen ser subestimados tanto por los pacientes como por el médico8. El objetivo fue caracterizar la presentación clínica y serológica y la frecuencia de manifestaciones sistémicas en una población de pacientes con Síndrome de Sjögren primario (SSp). Material y método Cincuenta pacientes con SSp fueron incluidos entre enero de 2000 y agosto de 2008 asistidos en el Servicio de Reumatología del Hospital Británico de Buenos Aires. Se confeccionó un registro utilizando Microsoft Access® que incluyó variables demográficas, manifestaciones clínicas, hallazgos de laboratorio, estudios complementarios, biopsias, esquemas de tratamiento y se analizaron retrospectivamente las historias clínicas. Se consignaron manifestaciones oculares (se consideró positivo un test de Schirmer menor a 5 mm en 5 minutos, un test de rosa de bengala mayor a 4 según la clasificación de Van Bijsterveld, y un tiempo de ruptura de la película precorneal o 16 break-up time inferior a 10 segundos), manifestaciones orales (se consideró positivo un score de foco de Chisholm mayor o igual a un foco de 50 linfocitos en 4 mm² en la biopsia de glándula salival menor), manifestaciones musculoesqueléticas, respiratorias, cutáneas (la presencia de vasculitis se confirmó por biopsia), gastrointestinales, nefrourológicas, endocrinas, neurológicas, psiquiátricas. En el laboratorio se consignó la presencia de: Factor Reumatoideo (FR) por nefelometría ≥ 12 UI/ml, Anticuerpos Antinucleares (AAN) ≥ 1/160 detectado por inmunofluorescencia indirecta usando células HEp-2, anticuerpo anti-SS-A (Ro) y anti-SS-B (La) por ELISA. La detección de crioglobulinas séricas fue realizada por criocrito. Se determinó la presencia de paraproteínas por inmunoelectroforesis y los niveles de complemento (C3 y C4) por nefelometría. La detección de Virus de hepatitis B y C se realizó por ELISA. El registro de datos siguió los procedimientos recomendados por el Comité de Revisión Institucional del Hospital Británico. Los intervalos de confianza (IC) fueron calculados para un valor de 95%. El test de MannWhitney se aplicó para las variables continuas y el x² para las categóricas. Se tomó un valor de p < 0,05 para indicar significancia estadística. El análisis estadístico se realizó mediante el programa Intercooled STATA 10.0. Resultados De los 50 pacientes con diagnóstico clínico de SSp, 41 cumplieron con 4 o más criterios de clasificación para SS propuestos por el consenso Europeo-Americano9, todos de sexo femenino. La edad media fue 57,85 ± 12,42 años (rango 26–79 años). El tiempo de evolución fue de 9,28 años (rango 0,08–24 años) desde el diagnóstico a la fecha de inclusión (Tabla 1). La biopsia de glándula salival menor se realizó en 16 pacientes y fue positiva en 12 (75%). Treinta y cinco pacientes (85,36%; IC: 74,54 – 96,18) presentaron manifestaciones sistémicas (Tabla 2). Las más frecuentes fueron artritis no erosiva en 15 pacientes (36,58%), trastornos psiquiátricos en 17 (41,46%) siendo la depresión la más frecuente (15 pacientes), vasculitis cutánea en 10 (24,39%), 9 de tipo leucocitoclástica y una linfocítica, polineuropatía en 10 (24,39%) 5 de tipo sensitiva, 3 de tipo motora y 2 de tipo sensitivo-motora.8 Menos frecuentemente se observó: fenómeno de Raynaud en 8 (17,07%), deterioro cognitivo en 4 (9,76%), enfermedad pulmonar intersticial en 2 (4,88%) en forma de neumonía intersticial inespecífica (NSIP) y neumonía intersticial usual (UIP), compromiso renal en 2 (4,88%) caracterizado por nefritis intersticial y glomerulonefritis membranosa y lesiones desmielinizantes tipo esclerosis múltiple o “EM-like” en 1 (2,44%). Un paciente presentó una cirrosis biliar primaria posterior al inicio del SS y otro infección crónica por virus de la hepatitis B. Todos los pacientes fueron negativos para virus de la hepatitis C. La mediana de seguimiento de grupo de pacientes con manifestaciones sistémicas fue de 8 años (rango = 1-24) y de 3 años (rango = 1-10) en los pacientes sin manifestaciones sistémicas. No hubo diferencia significativa en la edad de diagnóstico entre ambos grupos. Los que presentaban manifestaciones sistémicas tenían mayor tiempo de evolución del SS (p = 0,01). Número de pacientes 41 Edad media Tiempo de evolución Xeroftalmía Signos de ojo seco Schirmer Rosa de Bengala Break-up time Xerostomía Parotiditis recurrente Biopsia labial positiva FR AAN AAN título ≥ 1/640 Anti-Ro/SS-A Anti-La/SS-B Crioglobulinemia Antitiroideos Hipocomplementemia Hipergammaglobulinemia 57,9 (26-79) 9,28 (0,08-24) 100% (41) 87,80% (36) 65,85% (27) 56,10% (23) 95,12% (39) 29,27% (12) 75% (12/16) 51,21% (21) 73,17% (30) 43,90% (18) 90,24% (37) 65,85% (27) 9,76% (4) 9,76% (4) 21,95% (9) 58,54% (24) Tabla 1. Datos demográficos, manifestaciones glandulares y hallazgos de laboratorio en 41 pacientes con Síndrome de Sjögren primario. Manifestaciones sistémicas 85,36% (35) Artritis Xeroderma Fenómeno de Raynaud Vasculitis cutánea Xerotraquea Enfermedad pulmonar intersticial Dismotilidad esofágica Gastritis crónica atrófica Colitis linfocítica Glomerulonefritis Nefritis intersticial Cistitis intersticial Deterioro cognitivo Lesiones EM-like Polineuropatía Trastornos psiquiátricos Hipotiroidismo Tiroiditis autoinmune 36,58% (15) 17,07% (8) 17,07% (8) 24,39% (10) 29,27% (12) 4,88% (2) 21,95% (9) 14,63% (6) 2,44% (1) 2,44% (1) 2,44% (1) 4,88% (2) 9,76% (4) 2,44% (1) 24,39% (10) 41,46% (17) 41,46% (17) 9,76% (4) Tabla 2. Manifestaciones sistémicas en 41 pacientes con Síndrome de Sjögren primario. En cuanto a las manifestaciones serológicas 37 (90,24%) fueron positivos para anti-Ro/SS-A, 27 (65,85%) para antiLa/SS-B, 30 pacientes (73,17%) presentaron anticuerpos antinucleares (AAN), 21 (51,21%) fueron positivos para factor reumatoideo (FR) y 18 (43,90%) presentaron títulos de AAN superiores a 1/640. En 24 pacientes (58,54%) se observó hipergammaglobulinemia. En 9 pacientes (21,95%) se halló hipocomplementemia y en 4 (9,76%) crioglobulinemia aunque estas determinaciones solo se realizaron en aquellos con vasculitis o polineuropatía. Al comparar las características serológicas de los pacientes con y sin manifestaciones sistémicas, los primeros presentaban títulos de AAN superiores a 1/640 (p = 0,028) y si bien hubo una tendencia a observar más frecuentemente hipocomplementemia (p = 0,064) y crioglobulinemia (p = 0,083), no se halló diferencia estadísticamente significativa. Discusión En el SS, la respuesta inflamatoria local es el origen de mediadores solubles responsables de las manifestaciones sistémicas. La activación persistente de células B es considerada una característica principal de esta patología10. La Revista Argentina de Reumatología • Año 21 • Nº 1 17 producción de autoanticuerpos e hipergammaglobulinemia representan el correlato serológico de este fenómeno, mientras que la vasculitis cutánea, la glomerulonefritis y el compromiso del sistema nervioso periférico o central son las manifestaciones clínicas relacionadas3. La presencia de hipocomplementemia, crioglobulinas tipo II, vasculitis cutánea, y tumefacción parotídea persistente predecirían el desarrollo de enfermedades linfoproliferativas y conllevarían un peor pronóstico11. En esta cohorte, la frecuencia de manifestaciones sistémicas halladas (85,36%) fue mayor a la reportada en otras series3,5, y se observó en el grupo de pacientes con mayor tiempo de evolución de la enfermedad, pudiendo relacionarse a una estimulación sostenida de los linfocitos B. La mayoría (85%) de los pacientes con SS presentan AAN en el suero, siendo los patrones homogéneo y moteado los más observados12. En esta cohorte, altos títulos de AAN se asociaron a la presencia de manifestaciones sistémicas, habiendo tomado un valor de corte arbitrario ≥ 1/640 por presentar < 1% de falsos positivos. Asmussen y col.13 llamaron la atención sobre la asociación de títulos de AAN y la presencia de púrpura cutánea, miositis, fenómeno de Raynaud y linfopenia; mientras que otros comunicaron su presencia (a títulos ≥ 1/100) asociada a un mayor grado de infiltración linfocitaria en la biopsia salival14. Se ha observado FR aproximadamente en 50% de los pacientes con SS, similar a lo ocurrido en esta cohorte; aunque no se correlacionó con la presencia de manifestaciones sistémicas. Un mayor número de pacientes es necesario para aseverar estas observaciones. Conclusión Adoptar el concepto de SS como una patología autoinmune órgano-específica que subsecuentemente se expande a enfermedad sistémica es tener una visión limitada del problema, ya que el mejor conocimiento fisiopatogénico permite relacionar la autoinmunidad con infecciones y malignidad, así como también unir la autoinmunidad órganoespecífica con la autoinmunidad sistémica15. En la actualidad, debería adoptarse un abordaje multidisciplinario, enfocado no solo en las manifestaciones glandulares, sino también en las manifestaciones sistémicas y así optimizar su tratamiento. 18 Bibliografía 1. Hansen A, Lipsky PE, Dorner T. Immunopathogenesis of primary Sjögren’s syndrome: implications for disease management and therapy (review). Curr Opin Rheumatol 2005;17:558-65. 2. Gerli R, Muscat C, Giansanti M, Danieli MG, Sciuto M, Gabrielli A, et al. 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Estas manifestaciones deberían ser agregadas a la creciente lista de las llamadas “manifestaciones ocultas o atípicas” en pacientes con ACG. We report a patient with Giant Cell Arteritis (GCA) who presented large vessel involvement at the onset, visual hallucinations, fever of unknown origin associated to non-bacterial Libman-Sachs endocarditis. These manifestations may be added to the growing number of the so-called “hidden” or atypical manifestations in patients with GCA. Correspondencia Sergio O. Paira, Crespo 2752 - (3000) Santa Fe, Argentina. Correo electrónico: pairasergio@fibertel.com.ar Tel: 54-342-4535817 Fax: 54-342-4558970 Revista Argentina de Reumatología • Año 21 • Nº 1 19 Introducción Sproul y Hawthorne fueron los primeros en describir el compromiso aórtico en ACG en 1937 y posteriormente Gilmour lo confirma en sus estudios patológicos 1,2. Desde entonces, la afectación aórtica y/o de sus ramas comienza a formar parte de las manifestaciones clínicas de la ACG, en muchos casos como hallazgo accidental en las autopsias y en otros como forma de presentación de la misma. A partir de 1938, Jennings describe el síndrome del arco aórtico asociado a esta entidad y posteriormente se demuestra el compromiso de arterias de miembros superiores e inferiores 3. Recientemente Hesselink y col, y posteriormente Kopterides y col, describieron la presencia de endocarditis trombótica no bacteriana en 2 pacientes con ACG 4,5. Comunicamos una paciente con ACG y compromiso de grandes vasos asociado a endocarditis trombótica no bacteriana. Caso Mujer de 55 años, residente en zona rural, que se interna en el servicio de Clínica Medica con fiebre de 3 semanas de evolución sin foco aparente, fatiga, hiporexia y pérdida de peso. Tres meses antes de su internación, había ingresado a Unidad Coronaria con dolor precordial opresivo que irradiaba a espalda, y con el transcurso de las horas había descendido hasta localizarse en región lumbar. Se realizó un ecocardiograma transesofágico y una tomografía de tórax y abdomen con contraste, que confirmaron un aneurisma disecante de aorta tipo B. Sin otros antecedentes patológicos previos, en la anamnesis la paciente describe cefalea de localización temporal izquierda (diferente a su cefalea crónica tipo tensional), amaurosis fugaz, alucinaciones visuales (“veo círculos amarillos”), dolor y rigidez en cintura pelviana. El examen físico reveló una curva térmica con fiebre remitente, una arteria temporal izquierda palpable, dolorosa y la auscultación mostró soplo sistólico más intenso en mesocardio. La presión arterial y los pulsos fueron normales, junto con el resto del examen físico. Laboratorio de ingreso: Glóbulos blancos: 5900 (69/0/0/24/7), Hematocrito: 39%, Hemoglobina: 9,6 g%, Plaquetas: 155.000, VSG:108 mm, función renal y hepática normal. 20 Urocultivo y hemocultivo (5 muestras) negativos. Serología para Chagas, Toxoplasmosis, mononucleosis, VDRL y virus hepatitis B y C negativos. Radiografía de tórax: Normal. Ecocardiograma transtorácico: No mostró vegetaciones. Un examen ocular (agudeza visual, fondo de ojo y biomicroscopía) descartó neuritis óptica isquémica. Se estudió compromiso de grandes vasos con tomografía computada doble helicoidal que mostró el aneurisma de aorta tipo B que llega hasta la raíz de las ilíacas primitivas (Figura 1); y angioresonancia magnética de vasos de tórax que descartó compromiso de subclavia y ramas principales. Se realizó biopsia de arteria temporal izquierda y con diagnóstico de Arteritis de Células Gigantes (criterios ACR 1990), se inició tratamiento con 1 mg/kg/día de prednisona y aspirina 81 mg/día. El paciente tuvo una franca mejoría en 24 hs, los síntomas oculares y la fiebre desaparecieron y la VSG descendió a 50 mm. Durante la evolución el paciente permaneció afebril y la VSG junto con la hemoglobina se normalizó. Como parte de la sistemática de estudio para un paciente con fiebre prolongada sin foco, se realizó un ecocardiograma transesofágico que reveló una vegetación 0,44 x 0,65 cm, de forma pediculada, sin movimientos propios, que forma cuerpo e íntimamente adherida con la valva anterior de la válvula mitral (Figura 2). El Doppler mostró un flujo leve de insuficiencia mitral. Dada las características ecocardiográficas de la vegetación, el operador sugirió repetir el estudio 20 días más tarde. Diez días después del comienzo del tratamiento con esteroides, el estudio anatomopatológico de la biopsia de arteria temporal informó material de 1,2 cm de longitud, morfológicamente normal y sin infiltrados inflamatorios. Se propuso biopsia contra lateral y la paciente se negó. Quince días después del comienzo del tratamiento con esteroides, bacteriología informa hemocultivos positivos para Brucella Suis, 2-mercaptoetanol 1/400, Rosa Bengala positivo; Test Wright 1/1600. Se indicó antibióticos, ceftriaxona, gentamicina y rifampicina, y se continuó con esteroides. Se repite el ecocardiograma transesofágico 15 días después de los antibióticos y el informe dice que la vegetación permanece igual y sin modificaciones (aún con ATB), y dada las características ecocardiográficas el diagnóstico de endocarditis infecciosa es poco probable. La paciente es dada de alta con tratamiento antibiótico y glucocorticoides 1 mg/kg/día durante un mes, disminuyendo la dosis 10 mg hasta llegar a 30 mg/día y luego un descenso gradual de 2 mg cada 15 días hasta suspender. Dos meses después, la paciente reingresa por cefalea y alucinaciones visuales (círculos amarillos). En ese momento estaba con 20 mg/día de prednisona, se aumenta la dosis a 30 mg/día, con buena respuesta y desaparición de los síntomas. Siete meses después del ingreso, se realizó un tercer ecocardiograma transesofágico de rutina que mostró la vegetación sin modificaciones con el tratamiento, considerándose no infecciosa. Cuatro años después, un cuarto ecocardiograma transesofágico mostró la misma vegetación sin cambios. El diagnóstico fue Arteritis de Células Gigantes con compromiso de grandes vasos como forma de inicio, junto con infección aguda por Brucella Suis. La paciente recibió 2 años de glucocorticoides, sin nuevas recaídas, y 8 meses de antibióticos. Actualmente permanece en remisión. Discusión El espectro clínico de ACG es amplio, y abarca desde las manifestaciones clásicamente descritas, como cefalea, claudicación mandibular, alteraciones visuales y PMR, hasta un creciente número de manifestaciones “ocultas” o atípicas. Entre ellas se encuentra la enfermedad de grandes vasos, que afecta la aorta y sus ramas mayores 6. Esta manifestación ocurre en 5-20% de los pacientes con ACG, ya sea como aneurisma o disección de la pared de la aorta, insuficiencia de la válvula aórtica; o bien como estenosis de los grandes vasos. Evans y col comunicaron que los pacientes con ACG tienen 17,3 y 2,4 veces mayor probabilidad de desarrollar aneurisma de aorta torácica y de aorta abdominal, respectivamente, comparados con personas de la misma edad y sexo en la población general. En el 80% de los casos, los aneurismas se manifiestan en forma tardía, pero también puede observarse en forma simultánea (12%), o bien la disección aórtica puede ser la presentación inicial sin historia previa en pacientes con ACG (7%) 7-9. Diferentes circunstancias pueden llevar a una demora en el diagnóstico; la mayoría de estos pacientes permanecen asintomáticos al inicio, a menudo faltan los síntomas craneales clásicos, no existen datos de laboratorio específicos y hasta un 42% tienen biopsia de arteria temporal negativa 10,11. Cerca de un 50% de los pacientes con ACG pueden Revista Argentina de Reumatología • Año 21 • Nº 1 tener manifestaciones sistémicas; entre ellas fiebre que usualmente es baja pero que puede alcanzar 39-40°C y además puede ser la manifestación inicial en el 10-15% de los casos 12. Si bien la Brucelosis es una causa bien conocida de fiebre de origen desconocido, ésta debe ser sospechada cuando existe compromiso óseo o del sistema nervioso central 13. La biopsia de arteria temporal confirma el diagnóstico de ACG en el 90% de los casos; este porcentaje aumenta con una mayor longitud de la muestra histológica. Actualmente, se acepta que el tamaño debe ser de al menos 2,5 cm para el estudio anatomopatológico, ya que estos valores se asocian con un mayor rendimiento diagnóstico 14. Sin embargo, una biopsia negativa no la excluye ya que 1015% de las biopsias pueden ser falsamente negativas 15,16. Otra de las manifestaciones que presentó nuestra paciente, fueron las alteraciones visuales en forma de pérdida transitoria de la visión y alucinaciones visuales. La neuropatía óptica isquémica anterior es la manifestación ocular más frecuente, aunque pueden producirse otras lesiones según los vasos que hayan sido afectados por la inflamación. Las alucinaciones visuales (síndrome de Charles Bonnet) fueron descritas en asociación con ACG, las mismas pueden ser complejas (con formas de figuras, animales) o simples (líneas de colores o flashes) y son predictoras de perdida de la visión. No está definido el mecanismo de dichas alucinaciones, pero se cree que puede ser la consecuencia de isquemia en zonas de las vías visuales 17. La mayoría de los pacientes con ACG mejoran espectacularmente cuando se tratan con glucocorticoides. Esta mejoría sintomatológica es tan notable que la rápida respuesta al tratamiento se ha convertido en uno de los elementos necesarios para establecer el diagnóstico en los casos donde no se dispone de confirmación histológica 15,18. Un porcentaje importante de estos pacientes presentan recaídas o exacerbaciones de la enfermedad, generalmente dentro del primer o segundo año de tratamiento, con lo cual hay que ajustar la dosis de esteroides. La endocarditis bacteriana subaguda produce en 1744% de los casos manifestaciones músculo esqueléticas, de los cuales las artralgias y mialgias proximales, junto con una VSG elevada puede simular PMR/ACG 19. El germen habitual implicado en estas manifestaciones es el Staphylococcus aureus. Además, si bien la cefalea se presenta frecuentemente en los pacientes con endocarditis 19, no presenta características observadas en ACG, p. ej. cefalea reciente, localizada en región temporal o con arteria temporal palpable y dolorosa. En este caso, las características ecocardiográficas 21 de la vegetación y que no se modificó con el tratamiento antibiótico, descartó el diagnóstico de endocarditis infecciosa. Si bien entre 25-35% de los casos de brucelosis existen complicaciones focales, la afectación cardíaca es rara (02%). De éstas, la endocarditis es la manifestación cardíaca más frecuente, afecta la válvula aórtica en 85% de los casos y tiene una mortalidad del 80% por destrucción valvular, que usualmente requiere reparación quirúrgica 20. Una amplia variedad de enfermedades han sido descritas asociadas con endocarditis no bacteriana, tales como neoplasias sólidas u onco-hematológicas, infecciones, enfermedades del tejido conectivo y autoinmunes. Sin embargo, su asociación con vasculitis y específicamente ACG es rara. Recientemente, Hesselink y col comunicaron el primer caso de endocarditis marántica asociada a ACG 4. Posteriormente, Kopterides y col comunicaron otro caso y describieron otros hallazgos ecocardiográficos en pacientes con ACG 5. Los autores concluyen que si bien el número de pacientes es escaso, por lo cual no permite sacar conclusiones definitivas, los datos sugieren que la enfermedad de base podría tener un rol en la patogénesis de la lesión valvular. En conclusión, comunicamos una paciente con ACG con compromiso de grandes vasos como forma de inicio y endocarditis no bacteriana. Si bien el significado clínico de la endocarditis no bacteriana no está claro, quizás debería agregarse al creciente número de manifestaciones atípicas de ACG y considerar un ecocardiograma de rutina en estos pacientes. Figura 1. Tomografía computada doble helicoidal que muestra el aneurisma disecante de aorta tipo B. Figura 2. Ecocardiograma transesofágico que muestra la vegetación en la valva anterior de la mitral. 22 Bibliografía 1. Sproul E, Hawthorne J. Chronic diffuse mesaortitis: Report of two cases of unusual type. Am J Pathol 1937;13:311-323. 2. Gilmour JR. Giant cell chronic aortitis. J Phatol 1941;53:263277. 3. Jennings G. Arteritis of temporal arterias. Lancet 1938;1:424. 4. Hesselink D A, van der Klooster J M, Schelfhout L J, Scheffer M G. Non-bacterial thrombotic (marantic) endocarditis associated with giant-cell arteritis. European Journal of Internal Medicine 2001;12:454–458. 5. Kopterides P, Moyssakis I, Margos P, Sipsas N V. Echocardiographic findings in patients with temporal arteritis: apropos of one case of temporal arteritis-associated verrucous (Libman-Sachs) endocarditis. Clin Exp Rheumatol 2006; 24(Suppl 41):S35-S37. 6. Levine SM, Hellmann DB. Giant cell arteritis. Curr Opin Rheumatol 2002;14:3-10. 7. Evans JM, O’Fallon WM, Hunder GG. 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Ingresó por dolor en la región posterior del tórax y abdomen superior de intensidad leve/moderado junto a edema simétrico en miembros inferiores. La radiografía de tórax reveló ensanchamiento mediastinal sugestivo de disección aórtica, confirmada posteriormente por tomografía computada. El defecto arterial fue reparado mediante la colocación de una endoprótesis. Dieciocho meses después es internada nuevamente por dolor toraco-abdominal. Las imágenes revelaron disección distal a la endoprótesis. Se decidió la colocación de una segunda prótesis, con evolución favorable en lo inmediato. Siete meses después falleció por ruptura de aneurisma de aorta abdominal. La disección aórtica es una complicación extremadamente rara en pacientes con LES, su etiología no está aún claramente establecida y el tratamiento constituye un verdadero desafío para las diferentes disciplinas que asisten estos pacientes. We presented a 39-year-old woman with sistemic erythematosus lupus (SLE) and type B acute aortic dissection treated with endovascular surgery. She had systemic hypertension, long-term steroid therapy and several admission because SLE complication. She was admitted due to mild to moderate back and abdominal pain with symmetric aedema of her legs. Initial chest X-ray showed enlargement of the mediastinum, suggestive of aortic diseccion. This was confirmed with a computed tomography. The aortic defect was repaired with an endoprothesis by endovascular surgery. After eighteen month, she was admitted again due to chest and abdominal pain. A distal diseccion from the endoprothesis was seen and repaired with another prothesis. The patient recovered uneventfully. Seven month later she died because of abdominal aortic rupture. Aortic disecction complicated with SLE is extremely rare, its aetiology not clear and a challenged for all health team assistant. Correspondencia Cerviño 3500 - (1425) Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina. Correo electrónico: autoinmunidadhf@gmail.com 24 Introducción El lupus eritematoso sistémico (LES) es una enfermedad inflamatoria crónica sistémica caracterizada por una disregulación del sistema inmune con la consecuente producción exagerada de auto-anticuerpos y la afección de múltiples sistemas. Está ampliamente descrito en la literatura la afectación cardíaca en todas sus capas, como así también el desarrollo de ateroesclerosis acelerada1. Contrariamente, el compromiso de la aorta ocurre muy raramente. La aortitis es usualmente descrita en otras entidades autoinmunes como ciertas vasculitis (Arteritis de Takayasu, Enfermedad de Behcet y Arteritis de Células Gigantes), en espondiloartropatías seronegativas (Síndrome de Reiter y Espondilitis Anquilosante) y en Policondritis Recidivante. El aneurisma, la disección y la ruptura de la aorta es una rara complicación del LES y a pesar de que el número de casos publicados se ha incrementado en los últimos años, poco se sabe de la etiopatogenia y aún menos del óptimo tratamiento destinado a prevenir y corregir esta patología cuyo pronóstico es sombrío. Nuestro objetivo es presentar el caso de una paciente con LES y disección aguda de aorta tipo B tratada con cirugía endovascular. Caso clínico Paciente de sexo femenino de 39 años de edad, que ingresó a nuestro hospital en abril de 2007 por presentar dolor en la región posterior del tórax y abdomen superior de intensidad leve/moderado junto a edema simétrico en miembros inferiores. Antecedentes: Internación en el año 1997 en nuestro hospital por fiebre, poliartritis, serositis (derrame pericárdico severo y pleural bilateral) e hipertransaminasemia. Laboratorio: ANA-Hep2 1/6400, Anti-dsDNA negativo, Anti-Sm +, Anti-RNP +, Anti-Ro +, hipocomplementemia, ASMA y AMA negativos. Se realizó diagnóstico de lupus eritematoso sistémico y se inició tratamiento con esteroides por vía oral en dosis decrecientes e hidroxicloroquina. En el año 1998 fue internada por Neumonitis lúpica, se realizaron pulsos de metilprednisolona endovenosos continuando posteriormente con esteroides orales, hidroxicloroquina y azatioprina, con buena evolución. Como otro antecedente relevante presentaba hipertensión arterial con daño de órgano blanco (hipertrofia ventricular izquierda) tratada con enalapril. Revista Argentina de Reumatología • Año 21 • Nº 1 Desde entonces se encontraba en buen estado, hasta que siete días antes de la actual internación comenzó con dolor en la región posterior del tórax y abdomen superior de intensidad creciente junto a aumento del perímetro abdominal y edema simétrico en miembros inferiores. Se encontraba lúcida, hipertensa, con pulsos arteriales presentes y simétricos en los cuatro miembros. Auscultación cardíaca: soplo sistó-diastólico aórtico. Abdomen: escasa ascitis, latido y soplo indicativo de dilatación de aorta abdominal. Ecocardiograma: Ventrículo izquierdo de dimensiones conservadas, válvula aórtica bicúspide con apertura conservada e insuficiencia leve. Radiografía de tórax: Ensanchamiento mediastinal de etiología vascular (Figura 1). Tomografía computada de tórax y abdomen confirmó la presencia de un aneurisma disecante de aorta torácica aguda tipo B (Figura 2). Debido al compromiso difuso que presentaba la aorta y la imposibilidad de reparación quirúrgica, se decidió, previa angiografía con sustracción digital, la colocación de una endoprótesis distal a la salida de la arteria subclavia izquierda (Figura 3). Dicho procedimiento fue exitoso siendo externada. Poco después comenzó con proteinuria, se realizó biopsia renal que informó glomerulonefritis membranosa y mesangial difusa. Se encontraba en tratamiento con esteroides, hidroxicloroquina, azatioprina, estatinas y enalapril. En agosto de 2008 es internada nuevamente por dolor toraco-abdominal. Se realizó angioresonancia que evidenció disección aórtica distal a la endoprótesis. Tal defecto fue reparado con la colocación de una nueva prótesis (Figura 4). En marzo de 2009, luego de ser internada por malestar abdominal, falleció por ruptura de aneurisma de aorta abdominal. Discusión El aneurisma, la disección y la ruptura de la aorta es un evento poco frecuente en pacientes con LES. Son múltiples los mecanismos propuestos por los diferentes autores para tratar de explicar la formación de aneurismas de aorta y su disección, muchos de ellos basados en los hallazgos anatomopatológicos, sean estos de piezas resecadas qui- 25 rúrgicamente o de autopsias. Varios son los factores que aisladamente o muchas veces conjuntamente se exponen como causales de la enfermedad de la aorta, entre ellos la ateroesclerosis acelerada, el uso prolongado de esteroides, la degeneración de la media, la vasculitis de los vasa vasorum y la aortitis. La ateroesclerosis acelerada severa podría contribuir a la formación y agrandamiento del aneurisma aórtico. En pacientes con LES, además de los factores de riesgo tradicionales de ateroesclerosis, como la dislipemia, la hipertensión y el sedentarismo, hay que considerar los no tradicionales consecuencia del estado inflamatorio crónico, de factores inmunológicos (anti-beta2 glicoproteína 1, anti-LDL oxidada) y del efecto de los inmunosupresores y de la nefropatía sobre el metabolismo lipídico. Kameyama y col 2 reportaron un caso de aortitis de Takayasu con disección en una paciente con LES, cuya anatomía patológica mostró entre otros hallazgos una severa ateroesclerosis en la capa íntima de la porción ascendente de la aorta. Se atribuye al uso prolongado de esteroides de tener un efecto deletéreo sobre la resistencia de la pared de la aorta. El mecanismo de acción propuesto es la inhibición de la formación de tejido de granulación y del condroitín sulfato conduciendo al debilitamiento del tejido de sostén del vaso y promoviendo la formación de aneurismas e inhibiendo los mecanismos de reparación de la injuria tisular. Este es un factor común que presentan los pacientes descritos en la literatura 3. La degeneración de la capa media, se propone como un mecanismo posible que aisladamente o asociado a los demás factores podría conducir al debilitamiento de la pared de la aorta. Sato y col 4 reportaron un caso en el cual el hallazgo prominente en la anatomía patológica fue el depósito de mucopolisacáridos ácidos en la pared de la aorta, sin poder encontrar ateroesclerosis severa ni vasculitis de los vasa vasorum, similar a los hallazgos en la necrosis quística de la media o en el Síndrome de Marfán. Los autores proponen que posiblemente la degeneración de la media podría explicar la formación del aneurisma y su posterior disección. La vasculitis de los vasa vasorum (endarteritis obliterante) y posterior necrosis de la pared de la aorta es un mecanismo también propuesto por los diferentes autores como responsable de la formación y posterior ruptura o disección de la aorta. Guard y col 5 describieron un caso de disección aórtica en el que encontraron en la autopsia además de placas de ateroesclerosis una aortitis florida con infiltrados inflamatorios asociadas a múltiples infar26 tos en diferentes estadios dentro de la pared de la aorta. La causa de tales infartos fueron atribuidos a la necrosis fibrinoide de los vasa vasorum dentro de la adventicia de la pared de la aorta. La aortitis es otro mecanismo que ha sido propuesto como factor involucrado en la fisiopatogenia del aneurisma en estos pacientes. Silver y col 6 , al igual que Guard describieron la inflamación de la pared de la aorta en el contexto de vasculitis de los vasa vasorum. El primero atribuyó a la inflamación de la aorta la formación de un trombo adherido a la misma. Nuestra paciente presentaba varios de los factores descritos como implicados en la fisiopatogenia que podían explicar la severidad y la extensión del daño aórtico. Tuvo hipertensión arterial mal controlada y de larga data, alto requerimiento de esteroides por tiempo prolongado a dosis elevadas, dislipemia, enfermedad renal y una enfermedad infamatoria sistémica que podrían conducir a una ateroesclerosis acelerada. Otro aspecto no menos trascendente es la presencia en nuestra paciente de una válvula aórtica bicúspide que es un factor de riesgo bien establecido e históricamente se la ha encontrado en el 7 al 14 % de las disecciones aórticas 7, 8. Conclusión Hemos reportado un caso de disección aórtica aguda tipo B en una paciente con diagnóstico de LES. La disección aórtica es una complicación extremadamente rara en pacientes con LES, su etiología no está aún claramente establecida El tratamiento constituye un verdadero desafío para las diferentes disciplinas que asisten estos pacientes, en la urgencia está destinado a la reparación de la disección, que en nuestro caso fue la colocación de una endoprótesis y en lo mediato la corrección de los factores involucrados en la etiopatogenia de la enfermedad arterial. Figura 1. Radiografía de tórax frente que muestra ensanchamiento mediastínico superior y medio de etiología vascular. Figura 3. Angiografía digital donde se observa la endoprótesis colocada. Figura 2. Tomografía axial computada de tórax que muestra aorta ascendente dilatada y la porción descendente con doble luz. Revista Argentina de Reumatología • Año 21 • Nº 1 Figura 4. Tomografía axial computada de tórax que muestra las dos endoprótesis colocadas en serie. Se aprecia la falsa luz trombosada. 27 Bibliografía 1. Cervera R, Font J, Pare C et al. Cardiac disease in systemic lupus erythematosus: prospective study of 70 patients. Ann Rheum Dis 1992;51:156-159. 2. Kameyama K, Kuramochi S, Ueda T, et al. Takayasu´s aortitis with dissection in systemic lupus erythematosus. Scand J Rheumatol 1999;28:187-188. 3. Ohara N, Miyata T, Kurata A, et al. Ten years’ experience of aortic aneurysm associated with systemic lupus erythematosus. Eur J Vasc Endovasc Surg 2000;19(3):288-93. 4. Sato J, Kawakami T, Nakabayashi K et al. 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Resumen Summary El síndrome Susac se caracteriza por presentar la tríada clínica de encefalopatía, hipoacusia y oclusión de ramas de arterias retinales, principalmente en mujeres jóvenes. La historia natural del síndrome en un paciente individual es difícil de predecir. Comunicamos el caso de una mujer de 42 años con manifestaciones neurológicas y oftalmológicas y 5 años de seguimiento. La resonancia magnética de cerebro demostró la presencia de viejas lesiones isquémicas focales sobre el área periventricular derecha, rama posterior de cápsula interna, cuerpo calloso, tálamo y área parietal subcortical. La audiometría demostró la presencia de hipoacusia sensorioneural; los potenciales evocados auditivos y estudios oftalmoscópicos fueron normales. Se halló hiperproteinorraquia en líquido cefalorraquídeo (LCR), sin bandas oligoclonales. Es importante reconocer al síndrome Susac como una entidad separada, ya que frecuentemente es confundido con esclerosis múltiple, lupus eritematoso sistémico o vasculitis sistémica. Susac’s syndrome is characterized by encephalopathy, hearing loss and retinal artery branch occlusions, a clinical triad occurring mostly in young women. Natural history of an individual patient with Susac’s syndrome is difficult to predict. We reported a 42 year-old woman with neurological and ophtalmological manifestations and 5 years of follow-up. Brain resonance magnetic imaging (RM) analysis showed old focal ischemic lesions over right periventricular cerebral white matter, posterior arm of internal capsule, corpus callosum, thalamus and left subcortical parietal. Audiometric tests showed sensorineural hearing loss and normal auditive evoked potentials. Cerebrospinal fluid was abnormal, showing elevated protein level but failing to demonstrate oligoclonal bands. Ophtalmoscopic examination showed normal results. Because Susac’s syndrome is often mistaken for multiple sclerosis, lupus erythematosus or systemic vasculitis, it is important to recognize it as a separate entity. Correspondencia Dr Sergio Paira pairasergio@fibertel.com.ar Revista Argentina de Reumatología • Año 21 • Nº 1 29 Introducción El síndrome Susac (entidad descrita por primera vez por John Susac y colaboradores en 1979) 1, se caracteriza por la tríada clínica de encefalopatía aguda o subaguda, pérdida auditiva sensorioneural y oclusiones de ramas de la arteria retinal. La etiología es desconocida: se postula que quizás sea producida por una microangiopatía no inflamatoria que causaría pequeños infartos en cerebro, cóclea y retina. La enfermedad tendría un curso fluctuante autolimitado, con discapacidad cognitiva, visual y/o auditiva. Es más frecuente en mujeres que en hombres (rango 3:1) y la edad de inicio habitualmente es entre los 20 y 40 años, con una media de 32 años 2. El síndrome Susac frecuentemente se confunde con otras enfermedades, por lo tanto es importante reconocerlo como una entidad diferente. Presentamos un caso de síndrome Susac en una mujer de edad media con la tríada incompleta. Caso Mujer de 42 años con historia de 2 episodios de accidentes isquémicos y diplopía (2002 y 2004), quien fue evaluada por el Servicio de Reumatología en el 2004 por agravamiento de sus manifestaciones neurológicas, medicadas con acenocumarol y AAS 100 mg/día Una resonancia magnética de cerebro (realizada en 2004: Figura 1) mostró viejas imágenes en pedúnculo cerebeloso izquierdo, núcleo caudado y tercio anterior de núcleo lenticular. Se descartó lupus eritematoso sistémico, vasculitis y síndrome antifosfolipídico. La paciente estuvo asintomática hasta el 2005, cuando presentó un nuevo evento de accidente cerebrovascular. Siendo diagnosticada por un neurólogo como vasculitis, tratada con 3 pulsos EV de 1 g cada uno de metilprednisolona, seguido de dosis descendientes de prednisona VO. La paciente mejoró los síntomas y no presentó nuevos episodios. Sin embargo, la paciente fue nuevamente hospitalizada en 2006 por presentar una marcha inestable y diplopía. Durante la hospitalización presentó labilidad emocional, bajo nivel de alerta, hipoacusia en oído derecho, rigidez de nuca, incontinencia urinaria, bradilalia y bradipsiquia. Se sospechó meningitis aséptica. El examen del LCR mostró incremento de proteínas, no así la presencia de bandas oligoclonales. La resonancia magnética de cerebro mostró la presencia de viejas lesiones isquémicas focales en sustancia blanca periventricular derecha de cerebro, rama posterior de cápsula interna, cuerpo calloso, tálamo y sustancia pa- 30 rietal subcortical izquierda. El examen oftalmológico fue normal, sin evidencia de oclusión vascular central o periférica. La audiometría demostró la presencia de hipoacusia sensorioneural del lado derecho, en tonos altos (40-90 db), pero los potenciales evocados auditivos fueron normales. Los siguientes examenes fueron normales: hemograma, función renal, función hepática y proteinograma sérico por electroforesis. Anticuerpo antinuclear (HeP-2), DNAn (Crithidia), anticuerpos anticardiolipinas (IgG e IgM: 4 dosajes realizados a diferentes intervalos), anticoagulante lúpico (2 dosajes), ANCA C y P y anticuerpos anti-Ro, La, Sm y RNP fueron negativos o normales. La paciente comenzó tratamiento con metilprednisolona en bolo EV (3 g), seguido de prednisona VO, 1 mg/ kg/día en dosis descendente. También recibió pulsos de 1 g de ciclofosfamida EV mensual durante 6 meses. La paciente mejoró su condición general, no pudiendo objetivarse mejoría en su audición. Actualmente la paciente persiste con disartria y alteraciones visuales. No realizó nuevas audiometrías ni estudios oftalmoscópicos. Está tratada actualmente con azatioprina 75 mg/día, metotrexato 10 mg/sem, ácido fólico 1 mg/día y prednisona 2,5 mg/día por medio, sin eventos nuevos producidos por la enfermedad. Discusión Susac y colaboradores describieron 2 casos de mujeres jóvenes en 1979, quienes habían desarrollado psicosis paranoide, pérdida auditiva, disfunción neurológica progresiva y múltiples oclusiones de ramas de la arteria retinal 1. Pfaffenbach y Hollenhorst habían descrito 2 casos similares en 1973 3. En 1984, Coppeto y colaboradores reconocieron que este síndrome era debido a oclusiones de ramas de la arteria en la periferia de la retina 4. Hasta el momento, han sido comunicados aproximadamente 42 pacientes con esta tríada distintiva retinococleocerebral 5-16 . Este síndrome ha recibido distintas denominaciones, como síndrome RED-M (Retinopathy, Encephalopathy, Deafness-associated Microangiopathy) 17, SICRET (Small Infarcts of Cochlear, Retinal, and Encephalic Tissues) 15, y “Retinocochleocerebral Vasculopathy.” 18 Como el síndrome Susac puede imitar otras patologías (como el lupus eritematoso sistémico, esclerosis múltiple, vasculitis, esquizofrenia, enfermedad de Meniére, ataque cardíaco, etc.), todas estas entidades deben ser descartadas. La tríada completa estuvo ausente en la serie de Petty en el 97% de los pacientes 2, 5. Nuestra paciente presentó compromiso neurológico y auditivo, y a pesar que ella relató síntomas visuales, luego de 5 años de seguimiento ni el examen de fondo de ojo ni la angiografía con fluoresceína pudieron demostrar lesiones retinales. El compromiso cerebral usualmente se presenta como encefalopatía (desde pérdida leve de la memoria o cambios de la personalidad hasta confusión, alteración de nervios craneales, nistagmus y episodios símil accidentes isquémicos transitorios) 4. La cefalea fue descrita en 50% de los pacientes de la serie de Petty 5 tanto como la afasia, apraxia, debilidad, mareos y aumento de las proteínas en LCR, síntomas y signos similares a los descritos en nuestra paciente. Los hallazgos de la RM en el síndrome Susac pueden ser atribuidos a la desmielinización como sucede en la esclerosis múltiple o a la encefalomielitis aguda diseminada. Sin embargo, el compromiso de sustancia gris puede ayudar en el diagnóstico diferencial, ya que en la esclerosis múltiple se observan lesiones de alta intensidad de señal en la sustancia blanca, el diámetro de las mismas es mayor a 6 mm y usualmente el eje de las lesiones es perpendicular a los ventrículos. Además, en esta paciente, las bandas oligoclonales fueron negativas en el LCR 2. La paciente presentó pérdida auditiva sensorioneural a altos tonos luego de varios años de evolución (como está descrito en varias comunicaciones) 2,18. Los potenciales auditivos evocados fueron normales, lo cual confirma el compromiso coclear. Otros síntomas asociados descritos incluyen la presencia de vértigo, marcha inestable, náuseas, vómitos y zumbidos. La diplopía fue la queja visual más prominente, apareciendo en varias ocasiones durante el seguimiento. Tanto el examen neurológico, como la angiografía con fluoresceína y fondo de ojos fueron normales. A veces este último es considerado normal cuando existen oclusiones en arteriolas muy pequeñas de la periferia de retina 18 (situación que pudo haber ocurrido en nuestra paciente). El pronóstico de este síndrome parece ser favorable, dado que no hubo muertes, ceguera, sordera o demencia severa comunicadas y usualmente la mitad de los pacientes retorna a la vida normal 18. Sin embargo, algunos estudios han demostrado la presencia de lesiones residuales leves a severas 4,5. Se ha postulado que el síndrome Susac es autolimitado, sin presencia de recaídas luego de 2-4 años. El curso clínico se caracteriza por ataques recurrentes de uno o más componentes de la tríada. Revista Argentina de Reumatología • Año 21 • Nº 1 Teniendo en cuenta la hipótesis tromboembólica 1, el tratamiento podría incluir antiagregantes plaquetarios y/o anticoagulantes. También otros tratamientos han sido usados, tales como plasmaféresis, inmunoglobulinas, altas dosis de esteroides y ciclofosfamida endovenosa. Este último tratamiento fue la elección para nuestra paciente, ya que había presentado compromiso cerebral recurrente (con cambios en la personalidad, llanto fácil y marcha inestable), y pérdida auditiva sensorioneural. El uso de rituximab para el Susac no ha sido adecuadamente estudiado; el interferón no es efectivo en este síndrome y no hay experiencia con el uso de los tratamientos con anti-TNF 19. Figura 1. Resonancia Magnética Nuclear de encéfalo (año 2004). Imágenes secuelares en núcleo caudado, tercio anterior de núcleo lenticular y pedúnculo cerebral derechos. 31 Bibliografía 1. Susac J; Hardman J; Selhorst J. Microangiopathy of the brain and retina. Neurology 1979; 29: 313-316. 2. Aubart-Cohen F; Klein I; Alexandra JF et al. Long-Term Outcome in Susac Syndrome. Medicine 2007; 86: 93-102. 3. Pfaffenbach DD; Hollenhorst RW. Microangiopathy of the retinal arterioles. JAMA 1973; 225: 480-483. 4. Coppeto JR; Currie JN; Monteiro ML et al. A syndrome of arterial-occlusive retinopathy and encephalopathy. Am J Ophthalmol 1984; 98: 189-202. 5. Petty G; Engel A; Younge B; et al. Retinocochleocerebral vasculopathy. Medicine 1998; 77: 12-40. 6. Bogousslavsky J; Gaio JM; Caplan LR et al. Encephalopathy, deafness and blindness in young women: A distinct retinocochleocerebral arteriolopathy? J Neurol Neurosurg Psychiatry 1989; 52: 43-46. 7. Gordon DL; Hayreh SS; Adams HP Jr. Microangiopathy of the brain, retina and ear: Improvement without immunosuppressive therapy. Stroke 1991; 22: 933-937. 8. Heiskala H; Somer H; Kovanen J; et al. Microangiopathy with encephalopathy, hearing loss and retinal arteriolar occlusions: Two new cases. J Neurol Sci 1988; 86: 239-250. 9. Kaminska EA; Sadler M; Sangalang M; et al. Microangiopathic syndrome of encephalopathy, retinal vessel occlusion and hearing loss (abstract). Can J Neurol Sci 1990; 17: 241. 10. Mac Fayden DJ; Schneider RD; Chisholm IA. A syndrome of brain, inner ear and retinal microangiopathy. Can J Neurol Sci 1987; 14: 315-318. 32 11. Manor RS; Ouaknine L; Ouaknine G. SUSAC- RED- M syndrome (abstract) Proceedings of the meeting of the International Neuro-Ophthalmological Society, Freiburg, Germany, June 1994. 12. Mass M; Bourdette D; Berstein W et al: Retinopathy, encephalopathy deafness associated microangipathy (the RED M syndrome): Three new cases. Neurology 1998; 38: S215 (abstract). 13. Monteiro ML; Swanson RA; Coppeto JR, et al. A microangiopathic syndrome of encephalopathy, hearing loss and retinal arteriolar occlusions. Neurology 1985; 35: 1113-1121. 14. Nicolle M; McLachlan R. Microangiopathy with retinopathy, encephalopathy, and deafness (RED-M) and Systemic Features. Semin Arthritis Rheum 1991; 21: 123-128. 15. Schwitter J; Agosti R; Ott P; et al. Small infarctions of cochlear, retinal and encephalic tissue in young women. Stroke 1992; 23: 903-907. 16. Vila N; Graus F; Blesa R; et al. Microangiopathy of the brain and retina (Susac’s síndrome): Two patients with atypical features. Neurology 1995; 45: 1225-1226. 17. Wildemann B; Schulin C; Störch-Hagenlocher B; et al. Susac’s syndrome: Improvement with combined antiplatelet and calcium antagonist therapy (letter). Stroke 1996; 27: 149-151. 18. Papo T; Biousse V; Lehoang P. et al. Susac Syndrome. Medicine 1998; 77: 3-11. Informe del Comité de Drogas de Alta Tecnología (CODAT) Sociedad Argentina de Reumatología Introducción El tratamiento médico de la Artritis Reumatoidea (AR) con drogas modificadoras (DMAR) y, en los últimos años, la incorporación de agentes biológicos exige fundamentar pautas de seguridad en distintos aspectos. Sabemos que los pacientes con AR en comparación con la población general tienen un riesgo mayor de desarrollar procesos neoplásicos. Actualmente, existen controversias acerca de la posible relación de las drogas biológicas y aun ciertos DMAR, con el riesgo de desarrollar o reactivar ciertas infecciones crónicas subclínicas como así también patologías neoplásicas. Ante la inexistencia de guías universales, el CODAT –tomando como base los distintos screening o rastreos de las enfermedades malignas prevalentes–, detalla a continuación un resumen de dichas recomendaciones. Comité de Drogas de Alta Tecnología: Dres. Laura Raiti, Cecilia Viacava, Victor Caputo, Dario Scublinsky, Daniel O. Messina, Julio Hofman y Horacio Venarotti. Revista Argentina de Reumatología • Año 21 • Nº 1 33 SCREENING CÁNCER DE PRÓSTATA, MAMA Y COLORRECTAL NEOPLASIA SEXO EDAD ESTUDIO P/ SCREENING Cáncer Hombres y mujeres 50 años colorrectal Si antecedentes familiares 1°y/o 2°grado (ver abajo): 40 años COLONOSCOPÍA cada 10 años Se recomienda derivar al especialista para su estudio Casos especiales: Riesgo familiar Sindrómico, EII (ver abajo) COLONOSCOPÍA cada 5-10 años según el caso (se puede optar por derivación al especialista) Cáncer Hombre 50 años de próstata TACTO RECTAL+PSA (dado que puede existir neoplasia con marcador en valor normal, se recomienda derivar al especialista para su estudio) Cáncer Mujer 30 años de mama 35 años sin antecedentes 40 años sin antecedentes Con antecedentes familiares: 10 años antes de edad de Dx en familiar EXAMEN CLÍNICO (derivar al especialista) MAMOGRAFÍA BASAL MAMOGRAFÍA ANUAL MAMOGRAFÍA ANUAL CARCINOMA DE PRÓSTATA A todo paciente mayor de 50 años que concurra a la consulta se le realizará: - PSA ENTRE 4 y 10 ng/ml: Calcular INDICE DE PSA = PSA libre sobre PSA total x 100. - TACTO RECTAL (TR) y Antígeno Prostático Específico (PSA): - Índice IGUAL o MAYOR a 18%: Control cada 6 MESES con TR y PSA. - Si TACTO RECTAL SOSPECHOSO de neoplasia, Cualquiera sea el valor del PSA: Realizar BIOPSIA TRANSRECTAL ECODIRIGIDA (Ecografía Prostática Transrectal) y RANDOMIZADA (no menos de 10-12 tomas). - Índice MENOR a 18%: BIOPSIA ECODIRIGIDA y RANDOMIZADA. - Si TACTO RECTAL es NO SOSPECHOSO de neoplasia: El curso a seguir depende del VALOR DEL PSA ajustado por edad, método, velocidad y volumen. - Si resultado de la biopsia POSITIVO: ESTADIFICACIÓN. - Si resultado de la biopsia es NEGATIVO: CONTROL cada 6 MESES con TR y PSA. - PSA MENOR de 4 ng/ml: Control ANUAL con TR y PSA. 34 - PSA MAYOR a 10 ng/ml: Siempre BIOPSIA ECODIRIGIDA y RANDOMIZADA. Fuente: Consenso Nacional Inter-Sociedades para el Diagnóstico y Tratamiento del cáncer de Próstata 2008. Asociación Médica Argentina. Federación Argentina de Urología. Instituto de Oncología Ángel H. Roffo. Sociedad Argentina de Cancerología. Sociedad Argentina de Patología. Sociedad Argentina de Terapia Radiante Oncológica. Sociedad Argentina de Urología. CÁNCER COLORRECTAL Riesgo promedio. El riesgo de CCR aumenta con la edad y los antecedentes familiares. El cáncer colorrectal es raro antes de los 50 años de edad; pero después de ese umbral, su incidencia aumenta drásticamente. Se considera que los individuos sin antecedentes familiares tienen un riesgo promedio. Riesgo familiar no sindrómico. Causas hereditarias: 5% a 30%, síndromes heredados con defectos genéticos conocidos: 1–5%. Entre 10% y 30% de los pacientes con CCR tienen antecedentes familiares de CCR pero no pertenecen a un síndrome hereditario conocido. Parientes de primer grado de las personas con CCR tienen el doble o triple de riesgo. El riesgo aumenta con la cantidad de parientes con CCR, cuanto más cercanos sean los parientes al paciente y con la edad de CCR en los miembros de la familia (mayor riesgo si menores de 60 años). Los individuos con antecedentes personales de cáncer colorrectal también tienen un mayor riesgo de presentar cáncer posteriormente. Riesgo familiar sindrómico: - Poliposis adenomatosa familiar (FAP). Autosómica dominante. Un tercio de los casos nuevos son provocados por una mutación de novo. - Cáncer colorrectal no polipósico hereditario (HNPCC) o síndrome de Lynch. Autosómica dominante es la forma más común. Un grupo de consenso estableció una lista de criterios. Criterios de Amsterdam II sugieren la presencia del fenotipo HNPCC: - Hay por lo menos tres parientes con cáncer colorrectal o con otros cánceres vinculados a HNPCC (endometrio, estómago, renal, uréter, biliar, intestino delgado), uno de los cuales es un pariente de primer grado de los otros dos. - Están afectadas por lo menos dos generaciones sucesivas. - El cáncer colorrectal ha sido detectado antes de la edad de 50 en uno de los parientes. Revista Argentina de Reumatología • Año 21 • Nº 1 Hay otros síndromes familiares que son menos frecuentes. Factores clínicos de riesgo en la enfermedad intestinal inflamatoria EII): Incidencia acumulada del cáncer comienza a aumentar 8–10 años después de la instalación de la EII y aumenta a 15% a los 30 años. Factores de riesgo: larga duración de la enfermedad, extensión, juventud del paciente al aparecer la enfermedad, presencia de enfermedad estenótica o colangitis esclerosante primaria complicando el cuadro, una terapia farmacológica inadecuada (posiblemente) y falta de vigilancia adecuada. Pruebas de Tamizaje 1) Pruebas de materias fecales, sangre oculta y ADN: -Prueba de guayaco: reacciona con la actividad de peroxidasa del hem. Puede tener reacción positiva con peroxidasas presentes en frutos, hortalizas y carnes rojas, por lo que requiere restricciones en la dieta para evitar resultados falso-positivos. La prueba de sangre oculta en heces (FOBT) presenta varios problemas como prueba de pesquisa: sensibilidad solo 50–60% cuando se lo utiliza una vez que puede ascender a 90% cuando se la utiliza cada 1–2 años en un período de tiempo prolongado (sensibilidad programática). La baja sensibilidad lleva a un número alto de resultados falso-negativos y el efecto de una falsa tranquilidad. La mayoría de los casos identificados por pruebas de sangre fecal oculta son falso-positivos, y estos pacientes serán sometidos a investigaciones adicionales innecesarias, habitualmente colonoscopía. Otro problema del uso de FOBT para el Tamizaje es que su efectividad requiere adherencia con las pruebas durante muchos años. Estas pruebas están siendo reemplazadas en muchos países por las pruebas de inmunoquímica fecal (FIT o IFOBT), que detectan hemoglobina utilizando técnicas sensibles y específicas y obvian la necesidad de restricciones dietéticas. El punto de corte óptimo para la sensibilidad en estas pruebas aún no ha sido validado. Pruebas de ADN fecal para cáncer colorrectal: la identificación de ADN anormal en muestras de heces podría ser un método posible para la detección temprana pero todavía no se determinaron los marcadores moleculares óptimos y no se conoce la factibilidad de estas pruebas aplicadas a la población general. 35 2) Endoscopía y colonografía con TC: Sigmoidoscopía flexible: permite examen del intestino grueso hasta aprox. 60 cm del margen anal. Puede detectar pólipos y cánceres colorrectales. Pueden extraerse pólipos o tomar biopsias. Ventajas: puede ser realizada por examinadores médicos y no médicos y lleva menos tiempo que la colonoscopía; la preparación intestinal es más fácil y rápida y no se requiere sedación. Desventaja: examina solo el colon izquierdo. Los hallazgos tienen alta especificidad (98–100%, pocos falsos-positivos) pero sensibilidad baja para el colon entero (35% a 70%) por un número significativo de adenomas del lado derecho que aparecen en ausencia de tumores distales y que, por lo tanto, se pasan por alto con este método. Colonoscopía: detección y extracción de pólipos y biopsia de cáncer en todo el colon. Especificidad y Sensibilidad altas (95% de los pólipos grandes). Reducción de aprox. 90% de incidencia y mortalidad del cáncer colorrectal. Es el “patrón oro” y debe realizarse en todos los pacientes con resultado positivo en cualquier otra prueba de pesquisa si se dispone de ese recurso. En países en los que se dispone de los recursos, la colonoscopía directa es el procedimiento más prevalente para el Tamizaje de CCR. Las complicaciones mayores aparecen en 1–2 x 1000 casos. Procedimientos de pesquisa radiográfica Enema de bario con doble contraste: permite evaluación de todo el colon. Sensibilidad y Especificidad inferiores a las de la colonoscopía y la colonografía por tomografía computada. Tiene más falsos-positivos que la colonoscopía (artefactos diagnosticados como pólipos). Los pacientes con un enema baritado anormal deben hacerse una colonoscopía. Sin embargo, la DCBE está ampliamente disponible, y puede detectar hasta 50% de los pólipos de gran tamaño. Colonografía por tomografía computada (CTC): barrido de tomografía computada helicoidal de sección fina del abdomen y pelvis, seguido de un procesamiento digital y de la interpretación de imágenes, puede mostrar reconstrucciones bidimensionales y tridimensionales de la luz del colon (“colonoscopía virtual”). Alta sensibilidad (93%) y alta especificidad (97%) para pólipos de 10 mm o mayores. Desventajas: en pacientes con mayor riesgo, no se detectan las lesiones planas y puede no detectar 36 pólipos de 6–9 mm. Exposición repetida de los pacientes a radiación ionizante. Si los pacientes necesitan colonoscopía tienen que ser sometidos a una segunda preparación del intestino. Cascada de pesquisa del CCR La cascada de pesquisa del CCR consiste en un conjunto de recomendaciones. Las recomendaciones se aplican a los diferentes niveles de recursos, comenzando con el 1 (recursos más elevados) y finalizando con el 6 (recursos disponibles mínimos). • Nivel de cascada 1 Recomendaciones aplicables a países con nivel relativamente elevado de recursos (financieros, profesionales, instalaciones), donde la incidencia y la mortalidad del cáncer colorrectal sean elevadas (datos IARC) y donde sea una preocupación importante en relación con otras prioridades de la salud pública. Recomendaciones para individuos con riesgo promedio (población general): - Colonoscopía para los hombres y mujeres con riesgo promedio, comenzando a los 50 años de edad y cada 10 años en ausencia de factores que los colocaría en riesgo aumentado. Recomendaciones para individuos con riesgo aumentado: - Colonoscopía a los 40 años, o 10 años antes del diagnóstico más temprano en su familia, lo que ocurra primero. Repetir cada 5 años. - Se consideran con riesgo aumentado los individuos: - Con antecedentes familiares de cáncer colorrectal o pólipos adenomatosos. - Con 1 pariente de primer grado (padre, madre, hermano, o hijo) con cáncer de colon o pólipos adenomatosos diagnosticados antes de los 60 años de edad. - Con 2 parientes de primer grado a los que se les diagnosticó cáncer colorrectal a cualquier edad. - Colonoscopía comenzando a los 40 años de edad y cada 10 años: - Con 1 familiar de primer grado con CCR o pólipos adenomatosos diagnosticados a una edad de 60 ó más años. - Con 2 familiares de segundo grado con CCR, de- ben ser aconsejados de realizar tamizaje del mismo modo que una persona de riesgo medio, pero comenzando a los 40 años. - Colonoscopía a los 50 años de edad y cada 10 años en ausencia de factores que los colocaría en riesgo aumentado (igual que en personas con riesgo promedio): - Con un pariente de segundo grado (abuelos, tíos) o pariente de tercer grado (bisabuelo o primo) con cáncer colorrectal. - Sigmoidoscopía anual, comenzando a los 10–12 años de edad (para determinar si están expresando la anomalía genética): - Individuos con Poliposis adenomatosa familiar (FAP). - Personas que tienen un diagnóstico genético de poliposis adenomatosa familiar, o que están en riesgo de tener un FAP pero en quienes las pruebas genéticas no se han realizado o no son factibles. - Pruebas genéticas. Considerarse en: - Pacientes con FAP que tengan parientes en riesgo. El asesoramiento genético debería orientar las pruebas genéticas y la consideración de colostomía. - Parientes de primer grado de las personas con una mutación genética heredada de reparación mismatch (MMR). - Cuando la mutación familiar no se conoce todavía, pero se cumple uno de los primeros tres criterios de Bethesda modificado. - Colonoscopía cada 1–2 años, comenzando a los 20– 25 años de edad o 10 años antes de la edad más joven del diagnóstico de cáncer de colon en la familia: - Cáncer colorrectal no polipósipo hereditario (HNPCC). - Individuos con un diagnóstico genético o clínico de cáncer colorrectal no polipósipo hereditario. - Individuos que tienen un aumento del riesgo de HNPCC. - Individuos con antecedentes de enfermedad intestinal inflamatoria o antecedentes de pólipos adenomatosos o cáncer colorrectal son candidatos para vigilancia de seguimiento, más que pesquisa. Hay pautas publicadas para la vigilancia de estos individuos. Revista Argentina de Reumatología • Año 21 • Nº 1 • Nivel de cascada 2 Mismas recomendaciones que para el nivel 1, pero se aplican cuando los recursos de colonoscopía son más limitados. - Individuos con riesgo promedio: Colonoscopía para hombres y mujeres de riesgo promedio de 50 años una vez en la vida, en ausencia de factores que los colocarían en riesgo aumentado. - Individuos con riesgo aumentado: mismas recomendaciones que en cascada 1. • Nivel de cascada 3 Cuando los recursos de colonoscopía son más limitados y se dispone de sigmoidoscopio flexible. - Individuos con riesgo promedio: Sigmoidoscopio flexible para hombres y mujeres comenzando a la edad de 50, cada 5 años, en ausencia de factores que los colocarían en riesgo aumentado. Colonoscopía para los casos de Sigmoidoscopía positiva. - Individuos con riesgo aumentado: mismas recomendaciones que para nivel 1. • Nivel de cascada 4 Mismas recomendaciones que para el nivel 3, pero se aplican cuando los recursos de Sigmoidoscopía flexible y colonoscopía están más limitados. - Individuos con riesgo promedio: Sigmoidoscopía flexible para hombres y mujeres de riesgo promedio una vez en la vida a los 50 años, en ausencia de factores que los colocarían en riesgo aumentado. Colonoscopía para Sigmoidoscopía positiva o neoplasia avanzada, dependiendo de los recursos de colonoscopía disponibles. - Individuos con riesgo aumentado: mismas recomendaciones que en nivel 1. • Nivel de cascada 5 Mismas recomendaciones que para el nivel de recursos 4, pero se aplican cuando la colonoscopía diagnóstica está severamente limitada. - Individuos con riesgo promedio: Sigmoidoscopía flexible para los hombres y mujeres de riesgo promedio de 50 años una vez en la vida. Colonoscopía diagnóstica únicamente si se detecta neoplasia avanzada. - Individuos con riesgo aumentado: Las recomendaciones dependen de los recursos colonoscópicos disponibles. 37 • Nivel de cascada 6 Mismas recomendaciones que para el nivel 1, pero se aplican cuando hay una severa limitación de los recursos de colonoscopía y Sigmoidoscopía flexible. - Individuos con riesgo promedio: Pruebas de sangre fecal todos los años para los hombres y mujeres de riesgo promedio comenzando a los 50 años de edad, en ausencia de factores que los colocarían en una categoría de riesgo aumentado. La evaluación diagnóstica se puede hacer ya sea con colonoscopía, si hubiera disponible, o enema baritado si no se dispone fácilmente de colonoscopía. - Individuos con riesgo aumentado: La decisión de identificar por separado a estos individuos para un tamizaje especial (ver nivel 1) depende de los recursos de colonoscopía disponibles. Si no estuvieran disponibles, estos sujetos pueden ser tamizados junto con los individuos de riesgo promedio. • Nuevas pruebas Se dispone de CTC y pruebas de ADN sólo en unos pocos países de altos recursos, y generalmente no son aplicables a nivel mundial. Se los puede ofrecer a los hombres y mujeres de riesgo promedio, comenzando a los 50 años de edad, que no quieran ser estudiados utilizando otros métodos estándar, para aumentar el bajo número de individuos que se están estudiando actualmente en estos países. Fuente: Organización Mundial de Gastroenterología/Guías Prácticas de la Alianza Internacional para Cáncer Digestivo: Tamizaje del cáncer colorrectal. World Gastroenterology Organisation, 2007. Equipo de revisión: Prof. S. Winawer (Presidente, EE.UU.), Prof. M. Classen (Vicepresidente, Alemania), Prof. R. Lambert (Vicepresidente, Francia), Prof. M. Fried (Suiza), Prof. P. Dite (República Checa), Prof. K.L. Goh (Malasia), Prof. F. Guarner (España), Prof. D. Lieberman (EE.UU.), Prof. R. Eliakim (Israel), Prof. B. Levin (EE. UU.), Prof. R. Saenz (Chile), Prof. A.G. Khan (Pakistán), Prof. I. Khalif (Rusia), Prof. A. Lanas (España), Prof. G. Lindberg (Suecia), Prof. M.J. O’Brien (EE.UU.), Prof. G. Young (Australia), Dr. J. Krabshuis (Francia). Consultantes internacionales: Prof. R. Smith (EE.UU.), Prof. W. Schmiegel (Alemania), Prof. D. Rex (EE.UU.), Prof. N. Amrani (Marruecos), Prof. A. Zauber (EE.UU.). 38 CÁNCER DE MAMA Los beneficios del screening mamario han sido demostrados en numerosos estudios randomizados, desde mediados de la década de 1980 a la fecha. En dichos estudios se ve una reducción del índice de mortalidad por cáncer de mama en por lo menos un 25%. Esto quedó demostrado en la población de 50 años o más, y en los últimos años, una gran parte de las sociedades científicas internacionales recomendaron comenzar el “tamizaje o screening” a partir de los 40 en forma anual (Recomendaciones del ACR 1997). Incidencia y riesgo del cáncer de mama: El riesgo de padecer cáncer de mama para una mujer promedio es del 13%, o sea que una cada 8 mujeres tiene la posibilidad de padecer cáncer de mama a lo largo de su vida. Las mujeres con un pariente de primer grado (madre, hermana, hija) que haya padecido cáncer de mama tienen un riesgo dos a cuatro veces mayor que la población femenina en general. El alto riesgo familiar queda definido por 2 tumores de mama u ovario en una sola persona o varias, en familiares de 1º grado (madre, hermanas, hijas). En familiares de 2º y 3º grado (el resto de la familia), se requieren 3 tumores o más con similar distribución. 1- Autoexamen mamario mensual: A partir de los 20 años, una vez por mes. El mejor momento para realizarlo es de 7 a 10 días después del comienzo del ciclo menstrual, cuando las mamas están menos tensionadas. El valor real del autoexamen mamario sigue siendo debatido por cuanto su aplicación no logró beneficios en la mortalidad, no obstante lo cual mantiene su importancia en el hecho de la concientización por parte de la mujer del cuidado de sus mamas. 2- Examen clínico mamario: A partir de los 30 años, una vez al año. Por médico especialista. No existe evidencia de que el examen médico por si solo logre reducir la mortalidad por cáncer de mama. Sin embargo, una proporción de los carcinomas diagnosticados en los ensayos clínicos ha sido por este método. Por eso es que se lo incluye acompañando al examen mamográfico. - Mujeres sometidas a tratamiento hormonal sustitutorio, de cualquier edad. 3- Examen mamográfico: - Pacientes con sintomatología mamaria no aclarada. Se debería efectuar una mamografía de base a partir de los 35 años, y se debe realizar una por año a partir de los 40 años, en mujeres asintomáticas y sin antecedentes familiares de cáncer de mama. Si antecedentes familiares, especialmente si presentaron esta enfermedad antes de los 50 años, los estudios mamográficos deberían comenzar 10 años antes de la edad de presentación del caso en cuestión. Mientras que no haya suficiente información, la edad límite para sugerir finalizar los controles mamarios debe ser evaluada en cada caso en particular. Puesto que todavía no hay forma de predecir quién desarrollará cáncer de mama y quién no, todas las mujeres deberían ser estimuladas a su evaluación antes que haya cualquier signo o síntoma de la enfermedad. La mamografía debe ser realizada en un mamógrafo de alta definición, en dos incidencias frente y medio lateral oblicuo. También se podrán realizar tomas adicionales como mamografías magnificadas y focalizadas, y tomas especiales para ver en particular alguna lesión de difícil localización. Los lugares de realización de las mamografías deberían cumplir con la Guía de Delineamientos Básicos en el Control de Calidad en Mamografía y Programa Nacional de Garantía de Calidad de la Atención Médica, Ministerio de Salud y Medio Ambiente, Resolución 233/2000, la cual todavía no ha sido implementada en forma oficial. - Pacientes de cualquier edad, a las que se ha diagnosticado un cáncer mamario por otros métodos diagnósticos, y no dispongan de mamografía, como estudio basal de referencia. - Pacientes de cualquier edad, con enfermedad metastásica demostrada, sin tumor primario conocido. - Pacientes con antecedentes personales de cáncer mamario, con periodicidad anual. - Previa a cualquier operación mamaria, no importa la patología. 4- Ultrasonido mamario: Es un estudio complementario a la mamografía. No es un método de screening. Debe efectuarse guiado por la clínica o la mamografía. Útil para las mujeres premenopáusicas con sintomatología mamaria, ideal para evaluar lesiones quísticas, en mujeres embarazadas o en período de lactancia. Deberá realizarse con transductores adecuados para el examen mamario, lineales y de 7,5mhz o más, y si es posible con el estudio mamográfico disponible para corroborar la imágenes. Es de especial utilidad en mamas mamográficamente densas, complementando y disminuyendo los falsos-negativos de la mamografía. Sus indicaciones más frecuentes son: Indicaciones de los estudios mamográficos: - Mamas o nódulos mamográficos. - Mujeres a partir de los 40 años (inclusive), con periodicidad anual. - Mamas densas con o sin sintomatología clínica. - Mujeres con antecedentes familiares directos de carcinoma de mama: madre, hermana o hija, a partir de los 35 años o 10 años antes del familiar más joven con cáncer de mama, con periodicidad anual. - Asimetrías y/o imágenes mamográficas no concluyentes (distorsiones u opacidades). - Mujeres con factores considerados de riesgo para cáncer de mama. - Procesos inflamatorios. Revista Argentina de Reumatología • Año 21 • Nº 1 - Masas palpables. 39 - Primera evaluación en pacientes menores de 30-35 años. - Guía de procedimientos intervencionistas. - Evaluación de las prótesis. 5- Resonancia magnética (RM): La RM con contraste en el estudio de la mama cumple, por su alto Valor Predictivo Negativo (sensibilidad), el objetivo de descartar patología tumoral infiltrante. La RM con inyección de gadolinio ha demostrado poseer gran sensibilidad para la detección del cáncer de mama y particularmente para los cánceres infiltrantes. Pero esta sensibilidad se ve moderada por una baja especificidad. Los criterios morfológicos, tales como los contornos lesionales (espiculados, lisos), y las imágenes de alta resolución mejoran la especificidad sin disminuir la sensibilidad. Las indicaciones de la Resonancia mamaria está en evolución permanente. No es una técnica de primera indicación y su empleo debe quedar para los casos en que los estudios previos no sean concluyentes. Ventajas: es una vista tridimensional del parénquima mamario. Tiene alta sensibilidad en mamas densas y no utiliza radiación ionizante. Desventajas: alto costo, la variabilidad en la realiza- 40 ción de los estudios (protocolos), su moderada especificidad, y que no detecta eficientemente las microcalcificaciones. La Resonancia en mama es de gran ayuda para: - Evaluar la extensión local de la enfermedad, en el cáncer preoperatorio. - Evaluar los implantes mamarios. - Evaluar la mama operada e irradiada. - En el carcinoma oculto por imagenología convencional. - Screening en mujeres jóvenes de alto riesgo. - Monitoreo de respuesta al tratamiento quimioterápico. - Descartar enfermedad mamaria en caso de sospecha. Fuente: Consenso Nacional Inter-Sociedades sobre Cáncer de Mama: Pautas para el Diagnóstico y Manejo de las Lesiones Mamarias Subclínicas 2006. Asociación Médica Argentina, Sociedad Argentina de Mastología, Sociedad Argentina de Radiología, Sociedad Argentina de Patología, Sociedad Argentina de Cancerología, Instituto de Oncología Ángel H. Roffo, Sociedad Argentina de Terapia Radiante Oncológica. [ información ] La revista se encuentra indizada en LILACS Base de datos LILACS La base de datos LILACS – Literatura Latinoamericana y del Caribe en Ciencias de la Salud es un producto cooperativo del Sistema Latinoamericano y del Caribe de Información en Ciencias de la Salud, y comprende la literatura científico-técnica en salud, producida por autores latinoamericanos y del Caribe y publicada en los países de América latina y Caribe, a partir de 1982. El principal propósito de la base de datos de LILACS es el control bibliográfico y la diseminación de la literatura científico-técnica latinoamericana y del Caribe en el área de la salud, ausentes de las bases de datos internacionales. En la base de datos LILACS son descriptos e indizados: libros, capítulos de libros, tesis, anales de congresos o conferencias, informes técnico-científicos, artículos de revistas, etc., relativos al área de la salud. El acceso a la base de datos LILACS puede ser realizado en disco compacto (CD ROM) y también en la Biblioteca Virtual en Salud en el ítem Literatura Científica, con conexiones a fuentes de información complementarias, particularmente con bases de datos de textos completos y servicios de suministro online de copias de documentos en papel. El disco LILACS/CD ROM tiene periodicidad cuatrimestral e incluye las bases de datos del sistema LILACS, bases de datos de Centros Especializados y de la Biblioteca de Organización Panamericana de la Salud, y la base de datos SECS Publicaciones Periódicas de Ciencias de la Salud. Puede ser adquirido por suscripción por cualquier usuario o biblioteca. La política de distribución de LILACS/CD ROM a los Centros Cooperantes está basada en la contribución para la base de datos de LILACS. Centros cooperantes BIREME – Centro Latino Americano e do Caribe de Informação em Ciências da Saúde – Organização Panamericana da Saúde – OPAS Rua Botucatu 862 Vila Clementino São Paulo, 04023-901 Biblioteca Médica Nacional – Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas – INFOMED – MINSAP – Ministerio de Salud Pública. a/c: Bárbara C. Lazo Rodríguez Calle 23 Nº 162 Esq. N – El Vedado La Habana, CU BINAME – Biblioteca Nacional de Medicina – Centro Nacional de Documentación e Información de Medicina y Ciencias de la Salud – CENDIM – Facultad de Medicina Gral. Flores 2125. Montevideo, UY 1800 Biblioteca Central. Facultad de Medicina. Universidad de Chile a/c: Carmen Lœwenstein Vega Av. Independencia 1027. Santiago Argentina: Biblioteca. Académica Nacional de Medicina de Buenos Aires a/c: Patricia Boan Andrés Pacheco de Melo 3081 – 1º Piso. Ciudad de Buenos Aires Centro de Información Biomédica del Chaco – CIBCHACO – Ministerio de Salud Pública y Acción Social a/c: Alberto Carisimo Mendoza Marcelo T. de Alvear 20 – 2º P. Resistencia, Chaco. Biblioteca Central Hospital Italiano de Buenos Aires a/c: María del Rosario Revello Gascón 450, 2º P. Ciudad de Buenos Aires. Biblioteca Facultad de Ciencias Médicas Universidad Nacional de Córdoba – UNC a/c: María Graciela Cañete Dirección: Pabellón Argentina, 2º Piso, Ciudad Universitaria. Ciudad de Córdoba Biblioteca A.A.O.T. Asociación Argentina de Ortopedia y Traumatología a/c: Silvina Dicranian Vicente López 1878. Ciudad de Buenos Aires Biblioteca Centro de Investigaciones Endocrinológicas – CEDIE – Servicio de Endocrinología Hospital General de Niños Dr. Ricardo Gutiérrez a/c: Sra. María Susana Mancini Gallo 1330. Ciudad de Buenos Aires Biblioteca Central Facultad de Ciencias Médicas Universidad Nacional de Rosario a/c: Elsa M. Biese de Christen Dirección: Santa Fe 3100 Rosario, Santa Fe Biblioteca de Escuela de Enfermería Módulo de Farmacia y Bioquímica Universidad Nacional de Misiones a/c: Rosa Elena López López Torres 3415. Posadas, Misiones Centro de Documentación Representación de la OPS/OMS Organización Panamericana de la Salud Organización Mundial de la Salud a/c: Susana Catalina Iannello Marcelo Torcuato de Alvear 684 Ciudad de Buenos Aires Biblioteca Hospital Británico de Buenos Aires a/c: Norma Mabel Nunez Perdriel 74. Ciudad de Buenos Aires Centro de Información Pediátrica Centro de Documentación Médica de La Plata a/c: Oscar Américo Barbieri Calle 2 Nº 1519 (63 y 64) Ciudad de La Plata Biblioteca Facultad de Ciencias Médicas Facultad de Odontología Universidad Maimónides a/c: Inés Amor García Uranga Hidalgo 775 – 5º Piso Ciudad de Buenos Aires Revista Argentina de Reumatología • Año 21 • Nº 1 Sociedad Argentina de Pediatría a/c: Inés Amor de García Uranga Av. Coronel Díaz 1971 Ciudad de Buenos Aires Biblioteca Facultad de Ciencias Médicas FCM -UNCu- Universidad Nacional de Cuyo Parque Gral. San Martín – Centro Universitario. Mendoza 41 [ información ] Biblioteca. Servicios ofrecidos Consultas en Sala de Lectura: el servicio funciona de lunes a viernes de 14 a 19 hs. Consultas en Internet y uso de equipos de informática en sala. Fotocopias: atención de consulta y pedido de artículos vía telefónica, fax o correo electrónico. Búsqueda en Bases de Datos: servicio arancelado. Permite obtener, en base a un tema determinado, un listado de citas bibliográficas con sus respectivos resúmenes a través del acceso a las bases de Medline, Lilacs, Cochrane Library. Las búsquedas se solicitan personalmente, por fax o correo electrónico. Medline: versión electrónica del Index Medicus. Es la base de datos bibliográficos elaborada por la National Library of Medicine; abarca las áreas de medicina, enfermería, odontología, veterinaria y ciencias biológicas. Lilacs: versión electrónica del Index Medicus Latinoamericano (Literatura Latinoamericana de Información de Ciencias de la Salud), producto cooperativo de la Red Latinoamericana y del Caribe de Información en Ciencias de la Salud, coordinada por BIREME (Biblioteca Regional de Medicina). The Cochrane Library: es una colección actualizada de fuentes de información sobre medicina basada en evidencias, incluyendo la base de datos Cochrane de Revisiones Sistemáticas. Conmutación Bibliográfica: copias de documentos en fotocopias y formato electrónico que se localizan en otras bibliotecas o centros de información. Servicio arancelado. Digitalización de imágenes: servicios arancelado. La biblioteca posee un scanner para diapositivas, negativos, opacos y textos. Pago de aranceles: se puede efectuar personalmente, por débito en tarjeta de crédito, cheque, giro postal o depósito bancario. Consultas y pedidos: e-mail: sar-biblioteca@fibertel.com.ar Catálogo de publicaciones periódicas a. b. c. d. e. f. g. h. i. j. Acta Rheumatologica Portuguesa American Journal of Medicine Annals of Internal Medicine Annals of Rheumatic Diseases Arthritis and Rheumatism Bailiere´s Best Practice & Research in Clinical Rheumatology Best Practice & Research Clinical Rheumatology Bone Bulletin on the Rheumatic Diseases Clinical and Experimental Inmunology k. l. m. n. o. p. q. r. s. t. Clinical Orthopedics and Related Research Clinical Rheumatology Clinics in Rheumatic Diseases of North America Connective Tissue and Research Journal of Bone and Joint Surgery A Journal of Bone and Joint Surgery B Journal of Clinical Rheumatology Journal of Rheumatology Medicina (Buenos Aires) Medicine u. Osteoarthritis and Cartilage v. Osteoporosis International w. Radiology x. Revista Brasileira de Rheumatologia y. Revue du Rhumatisme et des Maladies Osteo-Articulaires z. Rheumatology International aa. Scandinavian Journal of Rheumatology ab. Seminars in Arthritis and Rheumatism ac. Skeletal Radiology ad.Zeitschrift für Rheumatologie Actualización de las publicaciones que se reciben a.Annals of the Rheumatic Diseases b.Arthritis and Rheumatism c.Clinical and Experimental Rheumatology d.Clínicas de Reumatología Norteamérica e.Current Opinion in Rheumatology f. Journal of Rheumatology g.Lupus h.Seminars in Arthritis and Rheumatism cía Carrasco M, Cervera R. Autoinmunidad y enfermedad autoinmune. Medellín, 2005. d. Kelley´s: Reumatología. Ruddy S, Harris Jr. Ed., Sledge CB. 6ª ed. española. Madrid: Marbán, 2003. e. Complemento de Kelley´s Reumatología: Tratamientos de reumatología. Weisman MH, Winblatt ME, Louie JS. 2ª ed. española. Madrid: Marbán, 2003. f. Taylor & Resnick: Aparato locomotor. Diagnóstico radiológico. Taylor JAM, Resnick D. ed. española de: Skeletal Imaging atlas of the spine and extremities. Madrid: Marbán, 2003. Libros adquiridos recientemente a. Arturi AS, Marcos JC, Babini JC. Enfermedades autoinmunes. Buenos Aires: Abbot, 2005. b. Manual SER de las enfermedades reumáticas. Sociedad Española de Reumatología. 4ª ed. Madrid: Panamericana, 2004. c. Anaya JM, Shœnfeld Y, Correo PA, Gar- Horario de atención Lunes a viernes de 14 a 19 hs. RevistaLILACS.doc 42 [ información ] Reglamento de Publicaciones RAR Los artículos deberán remitirse en formato electrónico (diskette de 3 ½ o CD) y 2 copias en papel a: Revista Argentina de Reumatología Austria 2469, (7ºA), (1425) Ciudad de Buenos Aires, Argentina En la primera página de las distintas colaboraciones deberá constar: título en castellano y en inglés, apellidos y nombres completos de los autores, centro donde se realizó el trabajo, dirección del mismo, y para la correspondencia y petición de separatas. Secciones de la revista: Editorial: contribución solicitada por el Comité a un experto, quien desde el punto de vista personal escribirá sobre temas de interés actual. Su extensión máxima será de 5 páginas. Artículos originales: presentación de una experiencia científica original, personal o grupal, que contribuya al progreso de la Especialidad. El texto tendrá una extensión máxima de 20 páginas. Los distintos ítems figurarán en el siguiente orden: resumen en castellano e inglés de hasta 200 palabras, palabras clave (3 a 10), introducción, material y métodos, resultados, discusión, conclusiones y bibliografía. Se admitirán hasta 6 figuras y 6 tablas. Actualizaciones: puesta al día sobre determinados temas de interés, expuestos en forma sintética. No deberá exceder las 10 páginas, pudiendo incluir 2 tablas y 2 figuras. Se deberán agregar “Lecturas recomendadas” en número no mayor a 10 citas. Casos clínicos: descripción de un caso de rara observación que suponga un aporte importante al conocimiento del tema. Su extensión máxima será de 10 páginas. Constará de resumen en castellano y en inglés, descripción y discusión del caso y bibliografía (no más de 15 citas). Se admitirán hasta 4 figuras y 4 tablas. Diagnóstico por imágenes: presentación de un caso problema en base al diagnóstico por imágenes, con datos clínicos imprescindibles y secuencia de estudios realizados para llegar al diagnóstico definitivo. Se aceptarán hasta 6 figuras. Cartas de lectores: comentarios acerca de los artículos publicados previamente. No deberán superar las 4 páginas, pudiendo incluir una sola tabla o figura y hasta 6 citas bibliográficas. Material ilustrativo • Tablas: debe presentarse un sola tabla por página. Se enviará en formato electrónico en archivo Excel o tabla inserta en Word en archivo aparte del texto. Cada tabla debe ir numerada con números arábigos y encabezada por el enunciado o título. Las tablas deberán ir citadas en el texto por orden consecutivo. Todas las siglas y abreviaturas se acompañaran siempre de una nota explicativa al pie de la tabla. Asimismo, se identificarán de forma precisa las medidas estadísticas empleadas. Cuando se haya efectuado un estudio estadístico se indicará al pie de tabla el nivel de significación, si no se hubiera incluido en el texto de la tabla. El orden de los signos de llamada será el siguiente: *si hay una única llamada; letras minúsculas en orden alfabético (a, b, c...) si hay dos o más llamadas. Para su envío deberán estar realizadas en Microsoft Word o Excel no aceptándose tablas escaneadas. • Gráficos (figuras): podrán ser elaborados con computadora únicamente en programa vectorial (Corel Draw, Freehand, Adobe Illustrator) o en programa de planilla de cálculos (Excel). El tamaño será de 9 x 12 cm o 12 x 18 cm. Se enviarán como archivos externos al archivo principal de textos; deberán estar nombrados con el número de figura, enviando un archivo por gráfico. Si se envían escaneados, modalidad poco conveniente, se deberán seguir las pautas indicadas para fotografías. Si se incluyen dibujos especiales a mano alzada en papel, deberán estar dibujados en tinta negra sobre papel blanco que garantice un buen contraste. • Fotografías: se seleccionarán procurando que sean de buena calidad. Ten- Revista Argentina de Reumatología • Año 21 • Nº 1 drán igual sistema de numeración que los gráficos. Es muy importante que las copias fotográficas papel sean de calidad inmejorable para poder obtener así buenas reproducciones; se presentarán de modo que los cuerpos opacos (huesos, sustancias de contraste) aparezcan en blanco. Las fotografías irán numeradas al dorso, con números arábigos, siguiendo la secuencia que tienen en el texto, mediante una etiqueta adhesiva, indicando además el nombre del primer autor, con una flecha que señalará la parte superior. Debe procurarse no escribir en el dorso, ya que se producen surcos en la fotografía. Si las fotos se envían en formato digital, éstas deberán encontrarse por lo menos a 250 dpi al tamaño solicitado anteriormente y guardadas en los formatos tiff, eps o Adobe Photoshop. No utilizar formatos bmp, pict, jpeg, pdf o swf, tampoco fotos o gráficos tomados de páginas web o cds interactivos. No se aceptarán fotos ni gráficos incluidos dentro de Power Point o Word debiendo ser enviados como archivos externos. El archivo deberá estar nombrado con el número de foto (en números arábigos) seguido del nombre del primer autor, enviando un archivo por foto. • Pies de figuras: deberán ir en el archivo aparte, numeradas según su secuencia correspondiente y a doble espacio. En ellas se explicará el contenido de la ilustración, así como el significado de los signos, flechas, números y abreviaturas que pueda haber. En las reproducciones histológicas se especificará el aumento y el método de tinción. • Citas bibliográficas: se redactarán según normas del International Committee of Medical Journal Editor. Las mismas pueden consultarse en: http://www.nlm.nih.gov.bsd/uniform_requirements.htlm El Comité de Redacción se reserva el derecho de rechazar aquellos artículos que juzgue inapropiados, así como de proponer o realizar modificaciones cuando lo considere necesario. 43