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QUE HAY DE NUEVO EN EL TRATAMIENTO DE LAS FRACTURAS DE RADIO DISTAL? Dr. Gustavo Valenzuela Arce* Dr. Christian Fuentes Bazan** Dr. Hugo Zárate Arce*** RESUMEN SUMMARY Se presenta la estadística del Hospital ARCO IRIS (HAI), en cuanto a fracturas del radio distal en los dos últimos años, que refleja la evolución del concepto del tratamiento de éstas fracturas cuando se adopta la Clasificación Comprensiva del Sistema AO, que nos obliga a estudiar los detalles de cada fractura, su personalidad y de ésta forma nos permite tener en cuenta las diversas opciones de tratamiento para cada tipo y subtipo de fractura. Así, presentamos varias posibilidades de tratamiento: (i) reducción incruenta y fijación percutánea con clavillos de K., (ii) reducción abierta por abordaje palmar y fijación con placa en T, sola o (iii) con clavillos de K., de acuerdo a los trazos fracturarios, o la (iv) reducción abierta y la fijación con placa palmar LC-DCP en casos de conminución ósea importante y osteoporosis, y la (v) reducción mediante ligamentotaxia y fijación con fijador externo, sola o combinada con clavillos, o con placa volar de neutralización. Los resultados son varios, y de acuerdo a la Escala de Valoración de Gartland modificada, la mayoría son excelentes y buenos, con complicaciones que se pudieron revertir. Finalmente se hace una revisión actualizada de la literatura y la evidencia existente para el tratamiento de cada tipo de fractura. The frequency of the fractures of distal radio, that appears in all the ages with different characteristics, forces to us to study its possibilities of processing. For that reason we made the present retrospective study of overhaul of files and we presented the experience of the Hospital Arco Iris (HAI), as far as fractures of distal radio in both last years, that the evolution of the concept of the processing of these fractures when the Comprehensive Classification of the System AO is adopted, that forces us to a to study the details of each fracture, its personality and of this one form it allows us to consider the diverse options of processing for each type and subtype of fracture. Thus, we presented several possibilities of processing: (i) orthopedic reduction and fixation with pins of K., (ii) reduction opened by boarding to volar approach and fixation with T plate, single or (iii) with pins of K., according to the fractures outlines, or to (iv) the open reduction and the fixation with volar LC-DCP T plate, in cases of important loss bone and osteoporosis, and the (v) reduction by means of ligamentotaxis and fixation with external fixation, single or combined with pins, or plate of neutralization. The results are several, and according to the Scale of Valuation of modified Gartland, the majority is excellent or good, with complications that could be reverted. Finally an updated overhaul is made of literature and the existing evidence for the processing of each type of fracture. Palabras Claves: radio distal, enclavijamiento percutáneo, placa volar, fijador externo, reducción abierta y osteosíntesis interna. INTRODUCCIÓN Las fracturas del radio distal son de las más frecuentes que sufre el esqueleto humano, considerándose * Médico especialista en Cirugía Ortopédica y Traumatología Hospital Arco Iris, La Paz Correspondencia: Dr. Gustavo Valenzuela Arce Jefatura de Enseñanza e Investigación Hospital Arco Iris, Av. 15 de Abril Nª. 40 Miraflores Alto La Paz - Bolivia E mail: drvalenzuela@hotmail.com ** Médico especialista en Cirugía Ortopédica y Traumatología Hospital Arco Iris, La Paz *** Médico especialista en Cirugía Ortopédica y Traumatología Hospital Arco Iris, La Paz 4 Volumen 17 Nº 1 Septiembre 2007 Key words: distal radius, fixation with pins, volar plate, external fixation, open reduction and internal fixation. actualmente que sólo en USA ocurren 640.000 de éstas fracturas, cada año1. De ellas, el porcentaje que se considera inestable, por la calidad del hueso o el trazo de la fractura, es alto: desde un 40%2 hasta 50%3. Para su tratamiento existen varias técnicas actualmente en uso, que pasan por el método tradicional de reducción incruenta propuesto por Charnley4 con sus 3 pasos: tracción, maniobra de Robert Jones de incremento del desplazamiento y pronación del fragmento distal; inmovilización con yeso braquipalmar, manteniendo la mano y muñeca en flexión palmar y desviación cubital (posición de Cotton-Loder), con sus frecuentes malos resultados, Revista Boliviana de Ortopedia y Traumatología funcionales y estéticos5, que ya en el siglo antepasado fueron descritos, como relatan Ashley Cooper4, o la preciosa descripción de Carr en su carta de presentación en la reunión de la New Hampshire Medical Society de 18796, ambos citados por Gustilo7, todo ello referido a la distrofia simpática refleja, complicación muchas veces desastrosa luego de la mejor reducción inicial, que amarga la vida del paciente durante muchos meses y deja un sabor de haber hecho poco al cirujano. La existencia de ésta fractura con mayor frecuencia en población afectada de osteoporosis8, y/o la existencia de fragmentación, conminución o lesión del cartílago articular, hace que ya no podamos invocar el tratamiento conservador como único método para éstas fracturas, como ya el año de 1953 lo enunciaron Bacorn y Kurtzke en 2000 casos estudiados, sobre trabajadores que solicitaban compensación económica, encontrando que la discapacidad posterior a ésta fractura era la regla más que la excepción9. Actualmente se practican varias técnicas de fijación de la fractura de radio distal, incluyendo el enclavijamiento percutáneo10,11, así como los clavos intramedulares12, los métodos de fijación externa13, y la reciente (Dorsal Nail Plate) DNP desarrollada por Hand Innovations (fig 1). Fig. 1: Dorsal Nail Plate, desarrollada por Hand Innovations (USA) Anatomía funcional: el radio distal es el elemento fundamental de la articulación de la muñeca y ésta depende de la integridad anatómica de la parte ósea y ligamentaria para su función. La falta de contacto del cúbito distal con el carpo, permite a los humanos la pronosupinación, además de la perfecta relación radiocubital. La superficie articular del radio distal presenta dos facetas o carillas articulares cóncavas, una lateral para el escafoides y otra medial para el semilunar, separadas por un canto anteroposterior; medialmente el extremo distal del radio presenta una Revista Boliviana de Ortopedia y Traumatología depresión semicilíndrica que recibe la cabeza cubital, formando una articulación troclear que está estabilizada por el complejo fibrocartilaginoso triangular, el mismo que permite un mínimo desplazamiento dorsal de la cabeza cubital en la pronación y palmar en la supinación (Fig. 2). Fig. 2: la superficie articular del radio distal, con las facetas correspondientes a lateral, dorsal medial y volar medial. De ésta forma, el radio distal contiene tres superficies articulares: la superficie lateral escafoidea, la superficie medial semilunar y la superficie sigmoidea de la radiocubital distal (RCD); las superficies lateral y medial tienen a su vez una columna dorsal y otra palmar o volar. La proximidad entre la faceta del semilunar y la RCD, hace que las fracturas del radio distal que comprometen esa faceta, comprometan la RCD 14 . Lo anterior permite tener en mente una clasificación por columnas del radio distal. La superficie palmar del radio distal es plana y se extiende volarmente en una curva suave; en cambio la superficie dorsal del radio es muy irregular por la huella ósea que deja el paso de los tendones extensores en sus compartimientos. Por ello, la colocación de una placa se facilita en la superficie palmar y debe ser muy cuidadosamente planificada en la superficie dorsal. El extremo distal del radio tiene una inclinación cubital y palmar. La movilidad y estabilidad de la muñeca está asegurada por la forma o diseño del radio distal y su interrelación con el carpo y la RCD 15 . Las actividades de la vida diaria producen mayores fuerzas de tensión en el dorso del radio distal y de compresión en la palma, y ello se refleja en su anatomía siendo el hueso más esponjoso en el dorso y más compacto en la palma16, lo cual es bueno tomar en cuenta cuando se aplica una placa de osteosíntesis y se busca un buen soporte a los tornillos. Clasificación: La nominación clásica en fracturas de Colles (extrarticular con desplazamiento dorsal) o de Smith (desplazamiento palmar), o de Barton (desplazamiento de la fractura de la columna volar Volumen 17 Nº 1 Septiembre 2007 5 medial) o la fractura del “chauffeur” (desplazamiento de la estiloides radial), en la actualidad ya no se usa. Los primeros intentos descriptivos y funcionales de clasificar éstas fracturas, son de Castaing en 196417, y de Frykman en 196716. La clasificación más versátil y detallada es la clasificación comprensiva de Müller y el grupo AO/ASIF18, que en caso del radio distal tiene 3 tipos: tipo A (fracturas extrarticulares), tipo B (fracturas simples de parte de la superficie articular) y tipo C (fracturas complejas de toda la superficie articular, con componente extrarticular). De acuerdo al grado de severidad y complejidad, cada tipo se divide en 3 subtipos y éstos a su vez en otros 3 subgrupos, lo que indica la intensidad del trauma y el pronóstico de la lesión, a la vez que nos orienta en su tratamiento y nos es útil para comparar radiografías iniciales con las finales (Fig. 3). Fig. 4: Relaciones radiológicas a tomar en cuenta para la cirugía: A: inclinación radial, normal hasta 22° B: longitud del radio, normal hasta 12 mm C: variabilidad cubital: de 0 a 2 mm D: inclinación radial palmar: 11° Fig. 3: Clasificación comprensiva de Müller, en tipo A, tipo B y tipo C, con los subgrupos iniciales de cada uno de ellos. Los aspectos relevantes que deben ser restaurados en la cirugía nos muestra la Fig. 4., y que se mencionan a continuación, siendo obligatorio de acuerdo a la evidencia de la ortopedia actual19, respetar los siguientes criterios para plantear el tratamiento quirúrgico: angulación dorsal de la superficie articular del radio de más de 20°, disminución de la longitud del radio en más de 5 mm., separación de la RCD o conminución dorsal (todos ellos son criterios de fracturas inestables)20. Seenwald y McCormack desarrollaron el método de medición que muestra la fig. 5, para analizar en una radiografía AP si el compromiso fracturario es del 6 Volumen 17 Nº 1 Septiembre 2007 Fig. 5.- En una radiografía AP se traza una línea desde el borde articular del cubito, 3 cm. distal, a la que luego se le traza una perpendicular hacia el radio, la misma que mediante otra perpendicular llega a la superficie articular del mismo; si mide 3 cm. señala el borde o labio palmar (1) o si es mayor señala el borde o labio dorsal (2). borde palmar o dorsal20. La tomografía computada tridimensional ayuda mucho para conocer el compromiso articular de la fractura, al margen de la radiología convencional. Pertenece a Diego Fernández 21 el signo de la rotación axial del escafoides, que muestra la fig. 6. Revista Boliviana de Ortopedia y Traumatología más frecuente: ama de casa (33.33%).Clasificación de acuerdo a la Clasificación Comprensiva de Müller23: tipo A2 en 13 pacientes (61.90%); tipo A3 en 3 pacientes (14.38%); tipo C2 en 3 pacientes (14.28%); tipo B1 en 1 paciente (4.76%); tipo B2 en 1 paciente (4.76%). Tratamiento: Clavos de K y férula de yeso en 8 pacientes (38.09%); RAFI y placa volar en 10 pacientes (47.61%); RAFI, placa volar y clavos de K en 1 paciente (4.76%); Fijador Externo 2 en pacientes (9.52%). Fig. 6.- Identifica el ligamento escafo - semilunar por una fractura articular. A la izquierda la línea gruesa supone el contorno articular normal. A la derecha, con la rotura del ligamento el escafoides sufre una migración distal. MATERIAL Y MÉTODOS Se realiza un estudio retrospectivo de 21 pacientes intervenidos quirúrgicamente, de un total de 30 pacientes tratados con el diagnóstico de fractura distal de radio, desde enero del 2005 a enero del 2007, en la Unidad de Ortopedia y Traumatología del HAI de la ciudad de La Paz. Los 9 pacientes excluidos del presente estudio, no tenían su evolución completa al momento de realizarse la revisión. Edad promedio: 51.6, con rango menor de 16 años y el mayor de 84 años. Sexo: 13 mujeres y 8 hombres. Ocupación Fisioterapia: SI se utilizó en 13 pacientes (61.90%) y NO se usó en 8 pacientes (38.09%). En 2 pacientes el tipo de placa usado fue LCP, y el tipo de fijador externo utilizado en 2 pacientes fue Orthofix, articulado. (ver-tabla1). Todos los pacientes fueron sometidos a cirugía en las siguientes 24 horas a su internación. Externados en un lapso de 2 a 3 días. No se utilizó profilaxis antibiótica. La consolidación se obtuvo en promedio de 45 días, aproximadamente. La movilización de la mano y muñeca se inició en forma inmediata en los pacientes sometidos a RAFI y placa volar, de forma activa asistida, coadyuvada con fisioterapia a partir de las 4 semanas, en promedio. En los pacientes inmovilizados en forma externa con férula de yeso, a la 5ta. semana, fecha de retiro del yeso y los clavillos, se remitieron a Tabla N° 1 edad Sexo 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 47 50 73 47 84 16 50 53 60 55 48 60 75 20 56 45 45 49 63 55 33 F F M F M F M F F M F M F F M F F F F M M ocupación Clasif tratamiento Tiempo consoli Tipo Consoli Fisio terap complicaciones Emplead. Dom Ama de Casa Abogado Ama de Casa Jubilado Estudiante Topógrafo Ama de Casa Ama de Casa Jubilado Panadera Jubilado Ama de Casa Estudiante Chofer Ama de Casa Ninguna Ama de casa Misionera Músico Oficina A2 A2 A2 C2 A3 A2 B2 A2 A2 A2 A2 A3 A2 B1 A2 A2 A3 A2 A2 C2 C2 K + ferula K + férula K + férula RAFI placa+K K + férula RAFI placa RAFI placa RAFI placa K + férula RAFI placa RAFI placa RAFI placa K + férula K + férula K + férula RAFI placa RAFI placa RAFI placa RAFI placa Fijador Ext Fijador Ext 8 sem. 6 sem. 5 sem No con 7 sem 6 sem 5 sem 6 sem 8 sem. 6 sem. 6 sem. 6 sem. 8 sem. 6 sem. 8 sem. 7 sem. 6 sem. 6 sem. 6 sem. 6 sem 8 sem Buena Buena Buena Mala Buena excelente excelente Buena Buena Buena excelente Buena Buena Buena Buena Mala excelente excelente excelente excelente excelente si no no no no no no si si si si si no si si si si si no si si Ninguna Osteoporosis Ninguna Retardo consolida. Osteoporosis Ninguna Ninguna Tunel carpal Ninguna Ninguna Atrofia Sudeck Ninguna Ninguna Ninguna Osteoporosis Atrofia Sudeck Ninguna Ninguna Ninguna Osteoporos, dolor Osteoporosis míni Revista Boliviana de Ortopedia y Traumatología Volumen 17 Nº 1 Septiembre 2007 7 fisioterapia para iniciar la movilización mediante hidroterapia, inicialmente y luego movilización pasiva y asistida, cuidadosa, hasta su recuperación. RESULTADOS La valoración de nuestros resultados los realizamos de acuerdo a criterios clínicos y radiológicos. Ambos fueron valorados según la escala funcional de Gartland y Werley (ver tabla 2) obteniendo en 8 casos (38.09%) Tabla 2: DEFORMIDAD RESIDUAL 0 a 3 puntos Estiloides del radio prominente 1 Deformidad con desvio dorsal 2 Desvío radial de la mano 3 EVALUACIÓN SUBJETIVA 0 a 6 puntos EXCELENTE ausencia de dolor, sin limitación funcional 0 BUENO Dolor ocasional discreta limitación funcional 2 REGULAR dolor ocasional discreta limitación funcional a los movimientos, con discreta restricción de las actividades 4 MALO dolor importante, limitación funcional con restricción importante de las actividades 6 EVALUACIÓN OBJETIVA 0 a 5 puntos Pérdida de extensión < 45 5 Pérdida de desvío ulnar < 15 3 Pérdida de supinación o pronación < 50 4 Pérdida de flexión < 30 1 Pérdida de desviación radial < 15 1 Pérdida de circunducción 1 Dolor en el radio y cúbito distal al movimiento 1 COMPLICACIONES 0 a 5 puntos Alteraciones artríticas Mínima 1 Mínima con dolor 3 Moderada 2 Moderada con dolor 4 Severa 3 Severa con dolor 5 Complicaciones nerviosas 1a3 Función de los dedos limitada durante los movimientos 1a2 RESULTADOS EXCELENTE 0a2 BUENO 3a8 REGULAR 9 a 20 MALO > a 21 Medidas 18 a 23 10 a 17 < a 10 Puntos 0 1 2 Ángulo inclinación Volar Excelente Bueno Malo 6 a 11 5a9 negativo 0 1 2 Longitud radial Excelente Bueno Malo 10 a 13 mm 5 a 9 mm < a 5 mm 0 1 2 RESULTADO Excelente Bueno Malo 8 5 semanas: 2 pacientes (9.52%); 6 semanas: 11 pacientes (52.38%); EVALUACIÓN FUNCIONAL DE GARTLAND Y WERLEY PARA FRACTURAS DISTALES DE RADIO EVALUACIÓN RADIOLÓGICA Parámetros Graduación Ángulo Inclinación Excelente radial Bueno Malo un puntaje excelente (0 a 2 puntos); 9 casos (42.85%) puntaje bueno (3 a 8 puntos); 3 casos (14.28%) regular (9 a 20 puntos); 1 caso (4.76%) malo (>a 21 puntos). La evaluación radiológica reportó lo siguiente: 8 casos como excelente (0 a 1 puntos) 11 casos como buenos (2 a 3 puntos), 2 casos como malos (> de 3 puntos). El tiempo de consolidación fue el siguiente: 0a1 2a3 >a3 Volumen 17 Nº 1 Septiembre 2007 7 semanas: 2 pacientes (9.52%); 8 semanas: 5 pacientes (23.80%); 1 paciente no consolidó en más de 8 semanas (tiempo de control) (4.76%). (Ver tabla 2). Complicaciones: No existieron en 12 pacientes (57.14%); Osteoporosis moderada en 5 pacientes (23.80%); Atrofia de Sudeck en 2 pacientes (9.52%); Síndrome de túnel carpal: en 1 paciente (4.76%); Retardo de consolidación: 1 paciente (4.76%). (ver Tabla 1). Los casos de osteoporosis se presentaron en pacientes que usaron fijador externo y en aquellos en quienes se realizó el procedimiento de reducción incruenta, clavos de K y colocación de férula de yeso por 5 semanas, tiempo suficiente para desarrollar la osteoporosis por inmovilización, como corresponde a un segmento inmovilizado. En dos pacientes femeninos, de edad semejante, y a quienes se realizó el mismo procedimiento: RAFI y aplicación de placa volar, tuvimos la complicación de Atrofia de Sudeck, no severa en ambos casos, no impidiendo ello su consolidación, excelente en un caso y mala en cuanto a la restitución de la anatomía, en el otro caso; ambos recuperaron de la complicación. El caso de síndrome del túnel carpal, se presentó luego de la aplicación de una placa volar, y requirió un segundo procedimiento de liberación del nervio mediano, también con recuperación total y pronta luego de la liberación del nervio mediano. DISCUSIÓN La experiencia en el tratamiento de las fracturas del radio distal en el HAI, desde su inicio el año 2002 a la fecha, ha estado en constante evolución, de acuerdo a las nuevas tendencias que aparecen en la literatura actualizada y que nos proporcionan la evidencia que requerimos para justificar nuestro accionar. Así, inicialmente realizábamos tratamiento Revista Boliviana de Ortopedia y Traumatología conservador con aparatos de yeso o cirugías poco invasoras de fijación muy relativa con clavos de Kischner, métodos de Kapandji, Clamsy, etc., que en su momento han sido una opción de tratamiento ortopédico o quirúrgico, bien aceptado en el medio, con bajo costo económico para el paciente, pero con un costo alto en funcionalidad y complicaciones, ya que éstas son bastante frecuentes: pérdida de la reducción inicial, con desplazamiento residual, tiempo de recuperación demasiado extenso, distrofia simpática refleja, ruptura del extensor del pulgar22 etc., todo ello por el concepto equivocado de aplicar una uniformidad de tratamiento a lesiones de mecanismo diverso, que producen fracturas con diferente personalidad. La conceptualización en el tratamiento de las fracturas del radio distal, ha cambiado y mucho desde la adopción de la clasificación comprensiva de Muller23, que nos obliga a reflexionar en el tipo de fractura, su mecanismo de producción y la posibilidad de tratamiento a planificar. Al margen de lo anterior, corresponde tener en cuenta los siguientes principios en el tratamiento de las fracturas de radio distal, que de acuerdo a A. Nana et al en la cita ya referida20, estos serían los criterios de un resultado quirúrgico adecuado en las fracturas de radio distal: 1) < de 5 mm. de acortamiento del radio; 2) restaurar la inclinación radial de > 15º; 3) restaurar la inclinación sagital en la proyección lateral de 11º de inclinación palmar; 4) desnivel articular de < 2 mm.; 5) incongruencia articular de < 2 mm. de la fosa sigmoidea. De ésta forma, las fracturas tipo A, metafisiarias, (que son espléndidamente explicadas en el Cap. V del libro de D. Fernández y J. Jupiter24), serán o no quirúrgicas de acuerdo a la estabilidad que posean. (i) Si se tratan de forma conservadora, tenemos la clásica maniobra de reducción, conocida como de Robert Jones25, o la reducción mediante tracción, muy popularizada por Böhler las primeras décadas del siglo pasado26. Aunque la tracción longitudinal restaura con efectividad el alineamiento longitudinal del fragmento distal, importa mucho restaurar la inclinación palmar de la superficie articular distal del radio, que no se puede lograr tan fácilmente, e incluso se puede incrementar la angulación dorsal de dicha superficie 27 . Ya “reducida” la fractura viene la inmovilización, que se hacía originalmente con tablillas y en el siglo pasado con vendas enyesadas, existiendo hasta ahora discusión si debe extenderse la Revista Boliviana de Ortopedia y Traumatología inmovilización por encima del codo o no; o si debe dejarse el antebrazo en supinación o en pronación, y si la muñeca cuántos grados debe tener de flexión palmar y desviación cubital, a pesar del riesgo conocido de compresión del nervio mediano28, y la recomendación de todos los autores de cambiar el yeso a los 10 a 14 días hacia la posición neutra de la muñeca, para evitar, además, se desarrolle una Distrofia Simpática Refleja, complicación temida pues alarga el proceso de recuperación por varios meses y disminuye la calidad funcional del paciente en importante porcentaje; pareciera que el fondo del problema es un cuadro causálgico, y serían signos de inestabilidad vasomotora y compresión del nervio mediano, cosa frecuente en éstas fracturas. Está complicación es tan vieja como la descripción original de las fracturas de Colle's; así el año de 1877 la describió von Lesser, y en 1915 Le Breton aportó los 10 primeros casos. El porcentaje de complicación con éste tratamiento va del 2.1% 29 al 8.5% 30 . (ii) Por todo lo anterior, además de la larga rehabilitación que necesita una fractura inmovilizada por varias semanas, consideramos que éste tratamiento debe reservarse para casos especiales, donde tengamos cierta seguridad de que no van a ocurrir las temidas complicaciones. Si la fractura no contiene impactación o conminución, no existe inversión del ángulo radio carpal y la calidad ósea es buena, pareciera lo mejor practicar una reducción incruenta y fijación relativa con clavillos de Kirschner, cruzando el foco de fractura, o de acuerdo al método de Kapandji, ingresando por el foco de fractura, acompañado de una inmovilización externa mínima, mediante una férula palmar por pocas semanas y el retiro de los clavillos en 5 a 6 semanas. Por cierto, Kapandji ha modificado su técnica y ahora recomienda 3 clavillos o pernos roscados: uno colocado lateral, otro posterolateral y otro posteromedial 3 1 . (iii) Si la fractura tipo A contiene acortamiento importante de la longitud del radio, inversión severa del ángulo radiocarpal, conminución dorsal (ver fig.5), corresponde realizar reducción abierta y osteosíntesis estable con placa de pequeños fragmentos, en “T” mediante un abordaje palmar o “volar” como gusta en llamar la literatura angloparlante. La reducción es relativamente fácil, así como el restablecimiento de la longitud original del radio y del ángulo radiocarpal; la superficie palmar lisa del radio distal facilita la adaptación de la placa, cosa que no ocurre en la superficie dorsal, donde la irregularidad por las correderas de los tendones extensores y el tubérculo de Lister dificultan mucho la adaptación de la placa Volumen 17 Nº 1 Septiembre 2007 9 en “T”, no así con la placa (pi), (al parecer de vida muy corta en el mercado de la osteosíntesis), que se adapta fácilmente a la superficie dorsal del radio distal y que tiene la ventaja de que el extremo de los tornillos distales se fijan en el ángulo palmar articular del radio, donde la estructura ósea es más firme. En éste tipo de fracturas, salvo que exista mucha osteoporosis, no es necesario el uso de placas LCP (locking compresion plate), de orificios roscados, que ciertamente aseguran la estabilidad de la osteosíntesis cuando la calidad ósea así lo exige. Fig. 7: muestra un ejemplo de fractura de radio distal, tipo C, con lesión articular del compartimiento medial, desplazamiento de los fragmentos articulares hacia dorsal, reducida en forma incruenta, estabilizada inicialmente con dos clavillos de K. percutáneos y controlado el desplazamiento residual con un fijador externo anclado en la diáfisis radial y el 2do. metacarpal, modelo Orthofix. Fig. 8: fractura articular de radio distal, fragmentada, tipo B, con subluxación carpal, reducida en forma quirúrgica mediante abordaje volar y fijada suficientemente con placa en “T”, exclusivamente. La proyección AP pareciera mostrar los tornillos distales intrarticulares, pero es la proyección lateral la que demuestra que ello no existe. Fig. 9: Fractura articular de radio distal, tipo C, con conminución medial de la carilla articular y desplazamiento severo de la estiloides radial. Reducción abierta mediante abordaje volar y estabilización con placa en “T”; nótese la estabilización de la estiloides con un tornillo de C.I. 10 Volumen 17 Nº 1 Septiembre 2007 Las fracturas tipo B, articulares, tienen una conceptualización diferente dada por su frecuente inestabilidad; corresponden a la B1 de la estiloides radial (de “chauffeur”), la B2 del margen dorsal y la B3 del margen volar (de Barton). La fractura de la estiloides radial, B1, se produce por un impacto con la muñeca en extensión y desviación radial, y contiene una lesión de ligamentos intracapsulares32, lo cual se debe tomar en cuenta. Aunque está descrito el tratamiento incruento de ésta fractura mediante tracción y desviación palmar y cubital, e inmovilización con el antebrazo en supinación, por la inestabilidad intrínseca a éstas fracturas, se aconseja fijarlas, ya sea en forma percutánea con clavillos de Kirchner o con tornillos canulados. Las fracturas tipo B1.3, donde existe una cuña o hundimiento en la faceta ulnar de la carilla articular del radio, deben ser tratadas mediante una pequeña cirugía, con incisión dorsal y reducción directa de la depresión ulnar. (Fig. 10.) Fig. 10: ejemplo de reducción y osteosíntesis de fractura tipo B1, con compromiso de la carilla medial, ésta vez contenida con clavillos de K. que se colocan en forma percutánea, pero la reducción se realiza abierta. Las fracturas B2, del margen dorsal o de corte dorsal, como las llama D. Fernández24, son relativamente raras en forma aislada, y más frecuentes combinadas Revista Boliviana de Ortopedia y Traumatología con una fractura de la estiloides radial. Por la oblicuidad de la línea de fractura, su tratamiento conservador es impredecible, por lo cual se recomienda clavillos de Kirchner percutáneos o roscados, combinando con un fijador externo en caso de inestabilidad manifiesta, más cuando se acompañan de fractura de la estiloides. En un artículo reciente, Santiago Lozano-Calderón33, da a conocer resultados adecuados usando doble placa, en superficie dorsal y en superficie lateral (en el contrafuerte de la estiloides). El considera, que aunque la fractura es rara, tal vez pasa desapercibida, y contiene elementos anatómicos lesionados, muy importantes para no repararlos: impactación de la fractura articular radial, rotura del ligamento semilunar-radial (en caso de luxación), fractura de la faceta semilunar de la superficie articular del radio, e impactación de la superficie articular del radio palmar a nivel de la estiloides. Las fracturas B3, o del margen palmar (volar), conocidas como fracturas de Barton, debido a la oblicuidad importante de su corte (llamadas de corte anterior por D. Fernández), el acortamiento y desplazamiento palmar del fragmento, se asocian siempre a una subluxación volar del carpo. Es importante recordar la ayuda de la tomografía computarizada en casos de duda respecto a la amplitud de la fractura y la fragmentación que pudiera presentar. En cuanto al tratamiento, ésta es la fractura que se beneficia directamente de la cirugía mediante abordaje palmar, mediante el cual se puede realizar una reducción anatómica y una fijación estable con una placa en “T” , que asegura un efecto de refuerzo al fragmento reducido, que es comprimido directamente contra la columna posterior del radio distal. (Fig. 11). Fig. 11: ejemplo de una fractura tipo Barton, donde la placa volar reduce per se el fragmento palmar y lo fija adecuadamente. Revista Boliviana de Ortopedia y Traumatología Las fracturas tipo C, que Diego Fernández gusta en llamarlas “fracturas de compresión de la superficie articular”, tienen como característica la impactación del hueso esponjoso subcondral y metafisiario, junto a la disrupción de la superficie articular del radio. En las fracturas del tipo C, las fuerzas de compresión que han actuado sobre la superficie articular del radio, han dejado un daño e inestabilidad que requieren la cirugía en la mayoría de las veces. En algunos casos la restauración de la lesión articular se logra mediante ligamentotaxis y en otros se debe realizar reducción abierta y aplicación de injertos óseos24. Las opciones de tratamiento van desde la reducción cerrada e inmovilización, hasta la reducción abierta y fijación con placas y tornillos; ello se basa en la habilidad del cirujano para reconstruir y reforzar las columnas distales del radio. Las ventajas de la fijación con placas supone una fijación estable que permite una precoz rehabilitación, y una restauración de la anatomía normal del radio distal, que cuando se logra ayuda mucho a la rehabilitación ad-integrum y precoz. La placa actúa como una placa de neutralización que reduce y estabiliza los vectores actuantes sobre la fractura y tiene un efecto antideslizante de los fragmentos articulares. Con las placas convencionales y las LC-DCP la fractura se reduce bajo visión directa y la placa por si misma mantiene la reducción de la fractura intraarticular. Al margen de los primeros hitos en la investigación de éstas fracturas a finales del siglo XIX, llenos de anécdotas de Pouteau, Colles, Cotton, etc., son los trabajos de Sheck en 1962 los primeros que apuntan al impacto del semilunar contra el borde dorsomedial de la superficie articular del radio 3 4 . Este reconocimiento, tiene importancia, porque nos permite conocer la gravedad de la lesión y el tratamiento que precisa, muchas veces diferente de otros segmentos del radio distal. Posteriormente aparecieron otros trabajos de Castaing 16 , Morterier, Melone, etc. Siguiendo la clasificación comprensiva y de nuestra preferencia, de Müller, tenemos las del tipo C1 que corresponde a una fractura articular completa del radio en 2 fragmentos, con fractura metafisiaria sin conminución. Las del tipo C2 comprenden un componente articular en 2 fragmentos, pero la fractura metafisiaria presenta conminución. Las del tipo C3, muy complejas, suponen multifragmentación de la superficie articular y conminución metafisiaria. En cuanto al tratamiento, en éstas fractura, a diferencia de las extrarticulares, ni podemos pensar en el tratamiento conservador, y requieren fijación interna Volumen 17 Nº 1 Septiembre 2007 11 o externa, o ambas para prevenir el desplazamiento. A éste propósito, es muy interesante lo que anota W. Dée5, respecto al tratamiento de éstas fracturas: usando la técnica de enclavijamiento percutáneo trans-estiloideo o intrafocal con clavillos de Kirschner, es ir a una pérdida progresiva de la reducción; realizar un intento de reducción abierta es algo muy difícil, que se puede complicar por la mala calidad de los tejidos blandos; por ello invoca los principios de Vidal35 de la ligamentotaxis, mediante el uso del fijador externo, como única forma de mantener la tracción continua que preconizaba Charnley 4 , quedando como tarea a resolver el lograr la efectiva inclinación hacia palmar de la carilla articular del radio distal, para lo cual ya se ofrecen en el mercado un fijador externo de doble articulación que mantengan la muñeca en dorsiflexión o neutro y el carpo en flexión palmar (ver Fig. 12). Fig. 12: fijador externo (Orthofix), con doble articulación, requerido para la fijación de fracturas articulares complejas, tipo C3. En éstas fracturas, es esencial tener en cuenta que se debe reparar no sólo la congruencia articular, sino la corrección de la angulación metafisiaria y la relación radio-cubital. Además, éstas fracturas frecuentemente requieren el enclavijamiento percutáneo y algunas veces el aporte óseo esponjoso, que se podrá realizar mediante abordaje dorsal o palmar, de acuerdo a la superficie o canto articular más comprometido. Se recomienda, además, revisar el ligamento interóseo escafo-semilunar mediante capsulotomía dorsal o mediante artroscopía, así como evaluar la estabilidad de la articulación radio-cubital distal24. Actualmente, con la oportunidad de usar placas LCP, se puede, en las C1 y C2 (difícilmente en las C3, o cuando la osteoporosis es muy severa), intentar mantener la reducción, ya sea sólo con la placa, o combinando ella con enclavijamiento con clavillos de Kirschner e incluso añadir el uso del fijador externo, para poder otorgarle un montaje adecuado al sistema. En fin, no se pueden dar reglas exactas para éstas fracturas, 12 Volumen 17 Nº 1 Septiembre 2007 sino el estudio minucioso de las radiografías o la tomografía computada, para poder reconocer las lesiones, su gravedad y lesiones intercurrentes, y de acuerdo a ello planificar el tratamiento adecuado. BIBLIOGRAFÍA 1. Chung CK et al: The frecuency and epidemiology of hand and forearm fractures in the United Status. J. Han Surg (Am). 2001; 26:908-15. 2. Kakarlapudi TK et al: The cost of treatment of distal radius fractures. Injury. 2000; 31:229-32 3. MacDermid JC et al: Pain and disability reported in the year following a distal radius fracture: a cohort study, BMC Musculoskelet Disord. 2003; 4-24 4. Char nley J.: Die konser vative Therapie der Extremitätenfractures. Berlin Heideberg New Cork. Springer. 1968 5. Dée W., Klein W., Rieger H.: Reduction techniques in distal radius fractures. Injury 31 (2000) 48-55 6. Buxton StJ. Et al: Some history of the wrist fracture. 1966; 38(4) 7. 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