Download avances - Asepeyo
Document related concepts
no text concepts found
Transcript
A VANCES enTraumatología, Cirugía Ortopédica Rehabilitación, Medicina Preventiva y Deportiva VOLUMEN 37 FASCÍCULO 3 2007 NOTICIAS LA FUSIÓN LAPIDUSORTHNER CON C ARG A INMEDIA LAPIDUS-ORTHNER CARG ARGA INMEDIATTA EN 130 PIES DEP ART AMENTO DE TR AUMA TOL OGÍA DEPART ARTAMENTO TRAUMA AUMATOL TOLOGÍA OGÍA,, WELS, AUSTRIA Hofstaetter S.G., Moser G., Vordermeier H., Schwertner A., Orthner E. stefanhofstaetter@gmx.at INTRODUCCIÓN La artrodesis de Lapidus modificada con fijación AO estándar es una técnica muy conocida para el tratamiento de la hipermovilidad en la primera articulación metatarso-cuneiforme con artrosis respectiva, en metatarsus primus varus grave. Se han documentado, en la literatura, un alto índice de casos en los que no hubo fusión o en los que la fusión fue mala (en un rango de 3 a 12%) debido a una fijación indebida o insuficiente a pesar de aplicar protocolos posquirúrgicos para mantener el pie en descarga (Sangeorzan and Hansen 1989;Myerson, Allon et al. 1992; McInnes and Bouche 2001; Patel, Ford et al. 2004). El protocolo que permite la carga postoperatoria inmediata varia de 2 a 6 semanas de inmovilización con célula de escayola (Bacardi and Boysen 1986; McInnes and Bouche 2001). La carga precoz tras una artrodesis de Lapidus es un tema que no ha sido muy estudiado hasta la fecha. Las nuevas placas de bloqueo para la fijación ofrecen perspectivas prometedoras para disminuir los casos de fallo en la fusión y permitir la carga inmediatamente después de la cirugía. En nuestra experiencia, este estudio comprende la mayor recopilación de pacientes sometidos a artrodesis de Lapidus, con fijación a la placa de bloqueo Lapidus-Orthner. MATERIALES Y MÉTODOS Cientotreinta pies de pacientes con una edad media de 52 años (con un rango entre 23 y 83 años), fueron sometidos a la técnica de fusión Lapidus con la placa de Placa con / sin bloqueo Orthner combinada con la reconstrucción distal tornillo de compresion de partes blandas, para tratar deformidades de hallux vagus de moderadas a graves o artrosis de la primera articulación metatarso-cuneiforme. La técnica quirúrgica fue estandarizada y las operaciones fueron realizadas por el inventor de la placa. Todos Fig. 1: La placa de bloqueo Orthner-Lapidus fue diseñada específicamente para proporcionar fijación los pacientes fueron sometidos previamente, sin éxito, a estable en la primera articulación metatarsocuneana, para la re-alineación de la superficie plantar, y para permitir al paciente apoyar el pie cargando tras la operación. Las placas existen en 7 tallas, que un tratamiento conservador (cambio del tipo de calzado). incluyen una placa “neutral” y seis placas escalonadas en un rango de 1 mm hasta 6 mm de flexión Los 130 pies fueron divididos en dos grupos, al grupo I plantar del primer radio. no se le aplicó un tronillo de compresión (n=60), y al grupo dos se la aplicó el tornillo adicional (n=70). La edad media del grupo I era de 54 años y la edad media del grupo II de 50 años. Ninguno de los pacientes había sido sometido a cirugía del antepié previamente. Las puntuaciones en la escala del antepié según la Sociedad de Ortopedia del pie y el tobillo Americana (AOFAS, sus siglas en ingles), y en la escala de dolor visual-analógica (EAV), así como las radiografías del pie fueron analizadas pre y postoperatoriamente después de una media de 23 meses para el grupo I y 39 meses para el grupo II. En los 130 casos se aplicó un zapato postoperatorio. El análisis estadístico se realizo mediante el paquete informático Graph-Pad, con pruebas T par muestras pareadas, estadística por columnas y distribuciones de frecuencia. RESULTADOS Y COMPLICACIONES La media de la puntuación en la escala AOFAS había mejorado significativamente en el momento del seguimiento posquirúrgico para ambos grupos. La puntuación en la subescala AOFAS de dolor mejoró significativamente en ambos grupos. El ángulo intermetatarsal (AIM) en los 130 pies disminuyó significativamente de 14º a 6º tras la operación. No se observaron diferencias significativas en los IMA o AHV entre ambos grupos. En el momento del seguimiento posquirúrgico se identificaron un 9% de casos donde no había habido fusión en el grupo I, mientras que este porcentaje fue nulo en el grupo II al que se le había aplicado el tornillo de compresión. La media de semanas de inmovilización con el zapato de cuña Draco-Ortho fue de 7,2 (con un rango entre 6 y 14 semanas) en el grupo I y 6,3 (con un rango entre 5 y 12 semanas) en el grupo II. El grado de satisfacción fue mayor en el grupo II. Las puntuaciones de la escala AOFAS y las medidas radiológicas se detallan en la tabla 1. VANCES ATraum D 187 NOTICIAS TAB. 1. N DEL GRUPO I SIN TRONILLO DE COMPRESIÓN ES 60. N DEL GRUPO II CON TORNILLO DE COMPRESIÓN ES 70. CONCLUSIÓN Los resultados intermedios de este estudio demuestran que la placa Lapidus-Orthner es un implante muy adecuado con perspectivas prometedoras para la artordesis de Lapidus, en especial si se complementa con un tronillo de compresión. La técnica modificada en conjunción con el tornillo de compresión no ha dado ningún caso sin fusión, a pesar de cargar el peso corporal apoyando el pie con un zapato postoperatorio inmediatamente después de la operación. La intervención redujo significativamente el dolor, el ángulo de hallux valgus y el ángulo intermetatarsal, y aumento la capacidad ambulatoria y el grado de satisfacción del paciente. Recomendamos, por consiguiente, la técnica La-piusOrthner para el tratamiento de las afecciones mencionadas anteriormente. Fig. 2 Ilustración paso a paso del procedimiento Lapidus-Orthner en combinación con inserción de tronillo de compresión. FM CONTROL Basaldea, 13 - P.I. Jundiz 01016 Vitoria-Gasteiz (Álava) Tel.: 945 290 918 - Fax: 945 290 244 fmcontrol@fmcontrol.com www.fmcontrol.com 188 Delegación Madrid Santa Cruz de Marcenado, 31 28015 Madrid Tel.: +34 91 548 27 73 Fax: +34 91 540 06 16 D NOTICIAS LA ARTROSIS ES LLA A CUART AC AUSA DE DISC AP ACID AD FEMENINA A PPARTIR ARTIR CUARTA CAUSA DISCAP APA CIDAD DE LOS 45 AÑOS El principal síntoma de la artrosis es el dolor que, en estadios avanzados, viene acompañado de un cierto grado de rigidez, con limitación de los movimientos que mejora al poner en movimiento la articulación. Desde el punto de vista clínico y radiológico, la etapa más avanzada de la enfermedad revela un agravamiento del dolor, que aparece incluso en reposo y por la noche. Todo ello supone una grave limitación en la vida cotidiana del paciente y un empeoramiento de su calidad de vida, convirtiéndose en la mujer en la cuarta causa de discapacidad. La artrosis se produce como consecuencia de la degeneración del cartílago y está vinculada con el envejecimiento de las articulaciones y, por tanto, con la edad. Aunque también puede aparecer en jóvenes como consecuencia de traumatismos o problemas congénitos que afecten a la articulación, la enfermedad se inicia, en general, a partir de los 40 o 45 años. Asimismo, aquellas personas que hacen mal uso o que abusan de la utilización de las articulaciones, como corredores profesionales de maratón, futbolistas, etc., son más propensos a desarrollar la enfermedad. No obstante, nadie está exento de padecerla. En mujeres que estén en el período del climaterio y la posmenopausia, se recomienda evitar la obesidad como medida de prevención de la artrosis, ya que produce una sobrecarga de las articulaciones. En este sentido, es necesario que la alimentación consista en una dieta equilibrada y sin excesos de grasas para evitar el sobrepeso. Otro aspecto fundamental es la realización de ejercicio físico, de forma que actividades como caminar 20 o 30 minutos diarios, la bicicleta o la natación, contribuyen a fortalecer los músculos para evitar la flacidez de la articulación y aumentar su rigidez. APENA S 100 CL UBES DEPORTIV OS ESP AÑOLES, DE LLOS OS 70 MIL EXISTENTES, APENAS CLUBES DEPORTIVOS ESPAÑOLES, CUENT AN CON ESPECIALIST A S EN MEDICINA DEL DEPORTE ESPECIALISTA CUENTAN De los más de 70.000 clubes deportivos que hay en España, apenas un centenar están atendidos por profesionales especializados en Medicina del Deporte, una realidad que denota una flagrante carencia de personas específicamente formadas. Para paliar esta ausencia de especialistas, surgen iniciativas como la Escuela de Estudios Universitarios Real Madrid, cuya primera promoción de estudiantes acaba de graduarse. Creada por la Universidad Europea de Madrid y con el apoyo de este club deportivo, se trata de la primera especializada en la gestión integral de la salud, el deporte y el ocio. En los últimos años, la medicina deportiva ha pasado de ser una disciplina que podía atender cualquiera a requerir de profesionales que, además de curar la lesión, puedan prescribir ejercicio de manera correcta para que el deportista reanude el ejercicio lo antes posible. La correcta prescripción de la actividad física es el punto que marca la diferencia entre un médico formado de manera convencional y otro especializado en actividad física y deportiva. Esta disciplina se desglosa en tres subespecialidades, cada una de ellas centradas en una etapa del deportista lesionado: la atención inmediata al daño, la rehabilitación del miembro y la incorporación temprana de la persona a la actividad física. El máster en medicina de equipos deportivos, impartido por la mencionada institución, además de estudiar la cirugía y la intervención inmediata de la lesión, incluye aspectos relacionados con la nutrición, la vertiente psicológica relacionada con el rendimiento de los deportistas, etcétera. VANCES ATraum 189 NOTICIAS PRESENT ACIÓN DE LLOS OS NUEV OS PROTOCOL OS DE A CTUA CIÓN EN PRESENTA NUEVOS PROTOCOLOS ACTUA CTUACIÓN TR AUMA TOL OGÍA Y ORTOPEDIA EN ADUL TOS TRAUMA AUMATOL TOLOGÍA ADULTOS El Hospital Universitario Arnau de Vilanova de Lleida, en colaboración con sanofi-aventis, ha presentado «Protocolos de actuación en traumatología y ortopedia en adultos», con el objetivo de introducir en el sector una publicación que juegue un papel facilitador de la tarea habitual que los cirujanos ortopédicos y traumatólogos viven en el día a día del hospital y sus consultas. El libro de Protocolos de Traumatología y Ortopedia en el adulto comenzó a gestarse hace dos años, teniendo como referente la aceptación que en 1997 tuvieron entre la Sociedad Catalana de Cirugía Ortopédica y Traumatológica una serie de protocolos puestos en marcha y aplicados en el Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatológica (Servei COT) del Hospital Universitario Arnau de Vilanova de Lleida. La obra sigue una distribución topográfica comenzando por la articulación glenohumeral (articulación del hombro) y acabando en las de tobillo y pie, y está dividida en tres partes principales: la primera establece una serie de escalas de evaluación tanto pronósticas como de resultados, admitidas y validadas por la comunidad científica como útiles; la segunda explica algunos de los protocolos generales que tienen incidencia en el quehacer habitual de la especialidad COT. Este apartado ha sido elaborado con la colaboración de los diferentes jefes de Servicio, responsables del diseño y aplicación de los mismos; y la tercera y más amplia hace referencia a la organización de actuaciones, en el campo diagnóstico, terapéutico y de la información de las diferentes patologías traumáticas y ortopédicas que pueden acontecer. El libro, además, incluye un adendum referido al diagnóstico y tratamiento de las infecciones que aparecen en el mundo de las artroplastias con prótesis. NUEV A S GUÍA S PPAR AR A LLA A PREVENCIÓN Y TR ATAMIENTO DE LLA A OSTEOPOROSIS NUEVA GUÍAS ARA TRA INDUCIDA POR CORTICOIDES La osteoporosis esteroidea es la forma secundaria más frecuente de esta enfermedad debida a la administración de glucocorticoides. Los esteroides, corticoides o glucocorticoides son un grupo de fármacos que se utilizan para muchas enfermedades y, entre ellas, las más frecuentes son las inflamatorias, así como coadyuvantes en tratamiento de algunos tipos de cáncer. Una administración prolongada en el tiempo, puede dar lugar a alteraciones en la calidad del hueso y, en algunos casos, fracturas del mismo. En relación a este tema, el Grupo de Trabajo en Osteoporosis de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), junto con las farmacéuticas sanofi-aventis y Almirall elaboraron recientemente la Guía de la prevención y tratamiento de la osteoporosis inducida por glucocorticoides, con el objetivo de ofrecer al internista un documento sencillo y de fácil acceso donde se indica cómo prevenir la osteoporosis esteroidea y cómo tratarla. En las guías se subrayan dos bisfosfonatos -risedronato y alendronato- como los fármacos de primera elección en el tratamiento. El documento ha sido elaborado durante los dos últimos años y medio con la colaboración de ocho importantes expertos del grupo de trabajo de la SEMI, los Dres. Manuel Díaz Curiel, Adolfo Díez Pérez, Carlos Gómez Alonso, Jesús González Macías, Jordi Filgueira Rubio, Leonardo Melibovsky Saidler y Xavier Nogués Solán. Asimismo, ha sido consensuado con diversas sociedades médicas relacionadas y con la sociedad de pacientes FOHEMO (Fundación Hispana de Osteoporosis y Enfermedades Metabólicas Óseas). 190 NOTICIAS EL HOSPIT AL ASEPEYO SANT CUG AT A TENDIÓ 8.300 URGENCIA S DUR ANTE 2006 HOSPITAL CUGA ATENDIÓ URGENCIAS DURANTE El Hospital Asepeyo Sant Cugat atendió 8.331 casos de urgencias y realizó 3.395 intervenciones quirúrgicas en 2006, un 5,5% más respecto al año anterior. El seguimiento de los pacientes tratados en el Hospital se hace en los 36 centros asistenciales que la mutua de accidentes de trabajo tiene en Cataluña. Entre las últimas novedades asistenciales del Hospital Asepeyo Sant Cugat, destacan la digitalización del Servicio de Radiología, la Telerradiología y el nuevo TAC, que permite realizar un barrido completo del cuerpo en sólo 7 segundos, reduciendo significativamente el tiempo de exposición del paciente. En cuanto a la actividad asistencial llevada a cabo en 2006, es importante señalar otros datos como las más de 26.000 pruebas realizadas en el área de Diagnóstico por Imagen, entre resonancias, radiografías, TAC y ecografías. Por otro lado, más de 1.500 pacientes precisaron fisioterapia, dando lugar a 19.745 actuaciones. El Hospital Asepeyo Sant Cugat cuenta con unas instalaciones de 15.000 metros cuadrados que albergan cuatro quirófanos, un quirófano de urgencias, una UCI con capacidad para seis pacientes y 126 camas, entre otros. Su plantilla está formada por 247 profesionales, el 75% de los cuales pertenecen al área sanitaria. El Hospital está acreditado para la docencia de médicos residentes en la especialidad de Cirugía Ortopédica y Traumatología con capacidad docente para un médico residente. Asimismo, tiene establecidos convenios con universidades y centros docentes, para la realización de proyectos de investigación y prácticas de enfermería, fisioterapia y terapia ocupacional. En materia de Medio Ambiente, el Hospital Asepeyo Sant Cugat cuenta con la certificación ISO 14.001 desde abril de 2004 y con el registro EMAS desde febrero de 2005. Es, además, hospital de referencia medioambiental en Cataluña y colabora con el Departament de Medi Ambient de la Generalitat. ASEPEYO TR A SL AD A SU SEDE CENTR AL TRA SLAD ADA CENTRAL Asepeyo ha trasladado temporalmente sus oficinas centrales, emplazadas anteriormente en Vía Augusta 36 (Barcelona) a un edificio de oficinas situado en la calle Pere i Pons número 6-8 de la misma ciudad. Las nuevas instalaciones, alquiladas a Núñez y Navarro, tienen una superficie de 2.800 metros cuadrados y serán el centro de trabajo de los 130 profesionales que Asepeyo emplea en su sede central. Asepeyo cuenta actualmente con 2.234.000 trabajadores afiliados pertenecientes a 307.226 empresas asociadas. Es una de las primeras mutuas del mercado gracias a su red asistencial repartida por todo el territorio, sus profesionales y la calidad de servicios ofrecidos a los mutualistas. VANCES ATraum 191 NOTICIAS EL TR ATAMIENTO DEL DOL OR REUMÁTICO PRO VOC A INSA TISF ACCIÓN TRA DOLOR PROV OCA INSATISF TISFA Artrosis, lumbalgia, fibromialgia, osteoporosis... son enfermedades reumáticas que provocan dolor a más de 7 millones de españoles, un 20% de ellos menores de 16 años. Sin embargo, hasta un 27% de estos enfermos no visita nunca al médico, y el 40% de los que realizan visita reconocen no encontrar alivio porque su terapia no se ajusta a las recomendaciones de la OMS, según un estudio de la Sociedad Española de Reumatología. El dolor es el principal síntoma en el 90% de las consultas de reumatología, pudiendo agravarse e impactar sobre la calidad de vida y el estado emocional de los pacientes -hasta el 45% de ellos tiene depresión moderada o grave. De ahí la importancia de contar con un tratamiento efectivo. Sin embargo, un tercio de los enfermos no visita al médico o tarda mucho tiempo en acudir a él -principalmente porque el dolor acabará por desaparecer por sí solo- y el 40% de los que recurren al especialista, como comentábamos, están insatisfechos con su tratamiento y el alivio conseguido. Sólo el 7% de las personas con dolor crónico son tratadas con opiáceos, y de ellas más de la mitad tienen que esperar más de seis meses para tratarse con este tipo de fármacos. Y todo ello a pesar de las recomendaciones de los organismos internacionales, de ser los analgésicos más potentes que se conocen y haber demostrado su efectividad en una parte importante de pacientes reumáticos. El objetivo del tratamiento con opiáceos es controlar de modo objetivo el dolor y mejorar la calidad de vida del paciente. Según el consenso de la Sociedad Española de Reumatología, el uso de opiáceos está indicado cuando hay un diagnóstico definido, no se han obtenido resultados con otros tratamientos -o están contraindicados- y el dolor es alto. En cuanto a la elección de un opiáceo u otro, ésta dependerá, en base a las indicaciones de la OMS, de la intensidad y del tipo de dolor, de las características del paciente, de su sensibilidad, de sus efectos secundarios y de la experiencia del médico. Sin embargo, España está a la cola en la prescripción de opiáceos respecto a países como Alemania, Dinamarca o el Reino Unido. AGENDA V SIMPOSIUM INTERNA CIONAL DE PA TOL OGÍA DE LLA A COL UMNA VERTEBR AL INTERNACIONAL PATOL TOLOGÍA COLUMNA VERTEBRAL Madrid, 23 y 24 de noviembre de 2007 Los próximos 23 y 24 de noviembre de 2007 se celebra en la Clínica La Luz de Madrid el V Simposium Internacional de Patología de la Columna Vertebral: «Estenosis de canal lumbar. Tumores raquimedulares», dirigido por el Dr. Francisco Villarejo, jefe de la Unidad de Neurocirugía de la Clínica La Luz y del Hospital Niño Jesús de Madrid. El Simposium abordará las técnicas de tratamiento de la estenosis de canal lumbar, una patología que afecta a un gran número de personas en nuestro país y provoca dolor lumbar y dificultad progresiva para caminar. Información: CLÍNICA LA LUZ UNIDAD DE NEUROCIRUGÍA GENERAL RODRIGO, 8 28003 MADRID TEL.: 915 531 558 192 Enfermedad de Nora en el pie CASO CLÍNICO A propósito de un caso P. Guerra Vélez, F.J. Sanz Hospital, D. García Fernández, J. Escalera Alonso, J.M. Cano Egea, A. Coello Nogués Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología I Hospital Universitario 12 de Octubre. Madrid Resumen Presentamos un caso de una paciente con lesión de Nora en el pie. La enfermedad de Nora es una lesión benigna de la superficie ósea. Es un crecimiento exofítico desde la superficie cortical, formada por hueso, cartílago y tejido fibroso. El diagnóstico puede hacerse mediante técnicas de imagen y confirmado mediante examen histológico. La escisión quirúrgica es el tratamiento definitivo. Hay alto porcentaje de recurrencia local, en torno al 50%. Palabras clave Lesión de Nora. Tratamiento. Recidiva. Introducción La proliferación osteocondromatosa parostal bizarra, también conocida como lesión de Nora fue descrita por primera vez por Nora en 1983. Afecta más frecuentemente a los huesos tubulares de las manos y de los pies. Caso clínico Mujer de 57 años de edad, con secuelas de malformación congénita en el pie derecho con sindactilia completa de 2º y 3º dedos que a los 8 años de edad, había sufrido una amputación de la falange media y distal del segundo y tercer dedos del pie derecho. En la planta del pie presentaba organomegalia consistente en piel paquidérmica, que en su día fue utilizada en parte, como colgajo para la amputación. Acudió a nuestro Hospital por primera vez en 1976 para ser valorada por el Servicio de Cirugía Plástica de la sindactilia de 2º y 3º dedos del citado pie. En el Servicio de Traumatología fue visitada a causa del dolor a nivel del hallux al caminar y mamelón carnoso anterior del 2º y 3º dedos, todo ello sobre un pie con deformidad anterior (fig. 1). El 22-6-1976 fue intervenida, se le realizó exéresis de las exóstosis óseas del segundo y sobre todo tercer metatarsiano del pie derecho. El estudio anatomopatológico dio como resultado: osteocondroma sin malignidad. Correspondencia Pedro Guerra Vélez Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología I Hospital Universitario 12 de Octubre C/ Doctor Mariano Alcaraz, nº 4, 1º C 28220 Majadahonda (Madrid) Tel.: 678 419 146 pericarmen@yahoo.es VANCES ATraum 37/3 2007 - Págs. 183 aen185 Enfermedad de Nora el pie Acudió sucesivas veces a revisión a Consultas Externas por presentar metatarsalgia bilateral por hiperapoyo, tratada con plantillas ortopédicas. No soportaba las plantillas por lo que se la prescribieron zapatos a medida. En 1992 se apreció nuevo crecimiento voluminoso de la exóstosis y aparición de imágenes óseas a otros niveles de partes blandas del antepié derecho. El 7-10-1994 se realizó osteotomía en base de tercer metatarsiano y exéresis del tercer radio y de las proliferaciones óseas (fig. 2). La evolución postoperatoria fue satisfactoria pero la paciente tenía dolor en 4º y 5º dedos con un pie muy ancho que le dificultaba calzarse y caminar. Presentaba osteocondromas en 2º y 4º radios y en la base del tercer metatarsiano y gammagrafías óseas sucesivas con Tc99 positivas con captación a nivel del pie derecho. Continuamos visitándola en Consultas Externas. Se presentó su caso durante una sesión clínica de Traumatología y se indicó en el año 1996 la posibilidad de la amputación del antepié derecho, por las sucesivas recidivas y la posibilidad evolutiva de las lesiones. La paciente decidió no realizar esta intervención. En el año 1998 se le practíco una nueva gammagrafía evidenciándose una acumulación intensa patológica a nivel del tarso y segundo metatarsiano del pie derecho. En el año 2001 fue valorada conjuntamente por anatomopatólogos, radiólogos y traumatólogos, y se diagnosticó como enfermedad de Nora. La paciente ha evolucionado hasta la actualidad con molestias en el pie izquierdo a nivel de las cabezas de los metatarsianos centrales y en el derecho a nivel del 4º y 5º dedos y a nivel del mamelón en la zona dorsal sin grandes dolores. Continúa utilizando zapatos ortopédicos y separadores de silicona. Radiográficamente se aprecian recidivas locales (crecimiento de osteocondromas del segun- 183 do metatarsiano) y aumento de captación en mediopié y segundo metatarsiano en la gammagrafía con tecnecio 99 (fig. 3). Discusión La enfermedad de Nora es una lesión benigna de la superficie ósea, que puede ser confundida con tumores benignos y malignos. Es un crecimiento exofítico desde la superficie cortical, formada por hueso, cartílago y tejido fibroso1. Se localiza con mayor frecuencia en los pies y las manos de adultos en la tercera década de la vida, aunque también se ha descrito en huesos largos y en otros grupos de edad. Fig. 3. Gammagrafía con Tc 99 con aumento de captación en mediopié y segundo metatarsiano. Fig. 1. Imagen radiológica con exóstosis óseas en el segundo y tercer metatarsianos y amputación de la falange media y distal del segundo y tercer dedos del pie derecho Fig. 2. Radiografía en la que se aprecia la osteotomía en base del tercer metatarsiano y exéresis del tercer radio y de las proliferaciones óseas. 184 Fig. 4. Aspecto del pie en la actualidad. P. Guerra Vélez, et al El diagnóstico puede hacerse mediante técnicas de imagen y confirmarlo mediante examen histológico. Radiográficamente se muestra una masa redondeada calcificada que emerge directamente de la superficie del hueso. En la gammagrafía se aprecia un aumento de captación a nivel de la lesión 1. Histológicamente una gran cantidad de cartílago hipercelular muestra maduración a hueso trabecular, el cual contiene frecuentemente células ovaladas en los espacios intertrabeculares, una apariencia que puede conducir a un error diagnóstico de osteosarcoma parostal2. Las lesiones más importantes con las que hay que hacer diagnóstico diferencial son el condrosarcoma, el osteosarcoma parostal y la periostitis reactiva florida. La escisión quirúrgica es el tratamiento definitivo (fig. 4). Hay autores que recomiendan también la exéresis de la seudocápsula y del tejido perióstico junto a la lesión. Hay un alto porcentaje de recurrencia local, en torno al 50%, pero la lesión es benigna y no metastatiza. Se ha descrito recientemente una asociación con reordenamientos cromosómicos3. VANCES ATraum Enfermedad de Nora en el pie Bibliografía 1. García-Álvarez F, Lacleriga AF, Bueno AL, Castiella T, Seral F. Bizarre parosteal osteochondromatous proliferation. Difficulty in diagnosis. Chir Organi Mov 1999;84(2): 179-182. 2. Meneses MF, Unni KK, Swee RG. Bizarre parosteal osteochondromatous proliferation of bone (Nora´s lesion). Am J Surg Pathol 1993;17(7):691-697. 3. Zambrano E, Nose V, Perez-Atayde AR, et al. Distinct chromosomal rearrangements in subungueal (Dupuytren) exostosis and bizarre parosteal osteochondromatous proliferation (Nora lesion). Am J Surg Pathol 2004;28 (8):1033-1039. 4. Harty JA, Kelly P, Niall D, O´Keane JC, Stephens MM. Bizarre parosteal osteochondromatous proliferation (Nora´s lesion) of the sesamoid: a case report. Foot Ankle Int 2000;21(5):408412. 5. Abramovici L, Steiner GC. Bizarre parosteal osteochondromatous proliferation (Nora´s lesion): a retrospective study of 12 cases, 2 arising in long bones. Hum Pathol 2002;33(12): 1205-1210. 185 Osteocondromas con compromiso vascular CASO CLÍNICO R. Laguna Aranda, M. Ferrer Blanco, R. Casteleiro González, F. López Mombiela Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología. Servicio de Cirugía Oncológica Músculo-Esquelética. Hospital General Universitario “Gregorio Marañón“. Madrid Resumen Se presentan dos casos de osteocondroma solitario con compromiso vascular en forma de compresión extrínseca arterial sin formación seudoaneurismática. Ambos cursaron clínicamente con un síndrome de claudicación arterial transitorio. El diagnóstico se llevó a cabo mediante la historia clínica, la radiología simple y la arteriografía. La resección tumoral resolvió la sintomatología en ambos casos. Palabras clave Tumores óseos. Osteocondroma. Fémur. Peroné. Isquemia. Introducción El osteocondroma es el tumor óseo benigno más frecuente después del fibroma histiocítico. En realidad es un hamartoma que deriva de células subperiósticas aberrantes del cartílago fisario2. Se localiza a nivel del cartílago de crecimiento sobre el lado metafisario y crece como una excrecencia ósea en los huesos largos de los miembros, sobre todo en la rodilla y en el hombro. Aunque generalmente asintomático, puede producir síntomas dependientes del efecto masa al comprimir estructuras vecinas. Se describen dos casos con sintomatología de claudicación vascular derivada de compresión arterial pero sin la formación de seudoaneurisma. Casos clínicos Caso 1 Varón de 18 años de edad con historia de dos años de evolución de dolor y aumento de tamaño de la pierna derecha. El dolor era de carácter mecánico y aumentaba tras pequeños esfuerzos. Tras la realización de una flebografía el enfermo fue remitido a nuestro Servicio desde el Servicio de Cirugía Vascular donde habían comenzado a estudiar su cuadro clínico debido al antecedente de una trombosis venosa profunda en ese miembro. En la exploración clínica se evidenciaba un aumento de tamaño de la pierna sobre todo en su tercio superior y la palpación de una tumoración de consistencia dura, Correspondencia R. Laguna Aranda Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología. Hospital General Universitario “Gregorio Marañón“. Madrid C/ Dr. Esquerdo, 46 - 28007 Madrid Tel.: 915 868 433 lagunaaranda@yahoo.es 180 37/3 2007 - Págs. 180 a 182 con un tamaño de aproximadamente 10 x 10 cm, adherida al plano óseo, sin signos de malignidad que dejaba libres y rechazaba las partes blandas. La exploración vascular demostró debilidad de los pulsos pedio y tibial posterior en relación a la pierna sana. La movilidad articular en rodilla y tobillo así como la exploración neurológica eran normales. El estudio radiológico evidenció una tumoración con matriz ósea en el tercio proximal de la tibia derecha compatible con el diagnóstico de osteocondroma. En el estudio flebográfico se observaba el relleno de algunas venas tibiales y de múltiples venas colaterales probablemente pertenecientes al sistema profundo. La arteriografía evidenciaba una arteria poplítea permeable y una oclusión completa de un segmento más distal así como del origen tanto de la tibial anterior como del tronco tibioperoneo (fig. 1A). Con el diagnóstico de osteocondroma de tibia con compromiso vascular se procedió a una resección marginal, en la que sólo se evidenció una compresión extrínseca pero sin rotura de la pared arterial ni formación de falso aneurisma. El estudio histológico de la pieza quirúrgica confirmó el diagnóstico de osteocondroma sin signos de malignidad. La arteriografía postoperatoria confirmó la repermeabilización vascular (fig. 1B). La sintomatología desapareció tras la resección. Caso 2 Varón de 16 años de edad que presentaba una tumoración en la cara posterointerna del tercio distal de muslo derecho de tres años de evolución. En los últimos tres meses el paciente refería dolor y sensación de frialdad en el pie durante la bipedestación; esta sintomatología desaparecía con la sedestación. La exploración evidenció una tumoración de gran tamaño y de consistencia dura, no adherida a piel pero si a plano óseo a nivel de tercio distal de muslo izquierdo. No se auscultaban soplos pero sí debilidad del pulso tibial posterior y R. Laguna Aranda, et al A B Fig. 1. A) Imagen arteriográfica con obstrucción completa de la arteria poplítea por compresión extrínseca. B) Repermeabilización tras la exéresis. pedio en el pie en comparación con el lado contralateral. La radiografía simple evidenciaba un osteocondroma de gran tamaño en región supracondílea de fémur. La arteriografía mostraba una angulación de la arteria femoral (fig. 2). Tras la extirpación del osteocondroma la sintomatología cedió completamente. Discusión Se desconoce la frecuencia real de los osteocondromas, muchos de ellos no se llegan a diagnosticar. Se les considera los tumores óseos benignos más frecuentes tras los fibromas osteocíticos2. Cuando son sintomáticos la principal manifestación es la de una masa dolorosa, de crecimiento paralelo al desarrollo del paciente, que se detiene cuando éste llega a la madurez esquelética 2. En ocasiones es asintomático y en otras la sintomatología deriva de la compresión de las estructuras vecinas 8 o, menos frecuentemente, de la degeneración maligna 12. Se han publicado casos de compresión nerviosa 11 y de compresión vascular 1, 3-10, 12-15. La complicación vascular más frecuente es el desarrollo de seudoaneurismas arteriales, la mayoría de los cuales afectan a la arteria poplítea y en ocasiones a la arteria femoral superficial 1,15 . Las complicaciones venosas, menos frecuentes que las arteriales, pueden ser producidas por compresión 3,8,12 o por trombosis 9. Con menos frecuencia ocurre que el tumor produce una compresión arterial extrínseca pero sin formación aneurismática originando cua- VANCES ATraum dros de claudicación vascular transitoria que se manifiestan al realizar esfuerzos de pequeña intensidad 3, 12, como ocurrió en los dos casos que presentamos. Estos cursaron con una sintomatología de claudicación vascular, lo que ocasionó que el primer paciente fuera examinado primero por el cirujano vascular para posteriormente ser evaluado en nuestro Servicio. En este paciente se apreciaba en el estudio arteriográfico una obstrucción a nivel de un tronco arterial principal, mientras que en el caso número 2 la imagen mostraba una angulación de la arteria femoral con ausencia en ambos casos de dilatación seudoaneurismática, a pesar de que la larga evolución del cuadro clínico -2 y 3 años, respectivamente- habría permitido la formación de la falsa dilatación arterial, consecuencia de la fricción repetida entre la exostosis y la pared del vaso 5. La flebografía evidenciaba el desarrollo de una red venosa colateral pero sin compresión extrínseca de las venas femoral o poplítea. El diagnóstico tumoral se realiza en la mayoría de los casos con una radiografía simple, aunque la presencia de posibles complicaciones neurovasculares o degenerativas requiere de otras técnicas como TAC 4, ECO 3, angiografía 8,9,10 o RM 12. En nuestros dos enfermos la radiología simple y la arteriografía fue suficiente para establecer el diagnóstico. Se recomienda el tratamiento quirúrgico urgente de las complicaciones vasculares de los osteocondromas para evitar lesiones irreversibles como oclusión arterial, embolias o flebi- Osteocondromas con compromiso vascular 181 En los dos enfermos del presente artículo la sintomatología desapareció tras la resección del tumor siendo innecesaria la intervención a nivel vascular. Bibliografía Fig. 2. Desplazamiento y angulación de la arteria femoral por osteocondroma. tis13. La resección del segmento arterial dañado y reparación con injerto venoso1 o la embolización son dos posibilidades terapéuticas en estos casos15. 182 1. Andrikopoulos V, Skourtis G, Papacharalambous G, Antoniou I, Tsolias K, Panoussis P. Arterial compromise Caused by Lower limb Osteochondroma. Vasc Endo Surgery 2003;37:185-190. 2. Campanacci, M (Ed): Bone and soft tissue tumors. Springer Verlag, Viena - Nueva York, 1990, pp. 183-197. 3. Barrios H, Martínez R, Amillo S. Síndrome de isquemia transitoria por osteocondroma de peroné. Rev Ortop Traum 1992;36IB:79-81. 4. Ferriter P, Hirchy J, Kessler H, Scott W. Popliteal pseudoaneuriysm. A case report. J Bone Joint Surg 1983;65A:695-697. 5. Forbes TL, Metha S, Puddupakkam S. Popliteal artery false aneurysm secondary to tibial osteochondroma. Can J Surg 2002;45:63-65. 6. Harrington I, Campbell V, Valazques R, Williams T. Pseudoaneurysm of the popliteal artery as a complication of an osteochondroma. A review of the literature and a case report. Clin Orthop 1991;270:283-287. 7. Hershey SL, Lansden FT. Osteochondromas as a cause of false popliteal aneurysms. Review of the literature and report of two cases. J Bone Joint Surg 1972;54A: 1765-1768. 8. Kraus RA, Macke JC, Crawford AH, Ball WS Jr. Popliteal vein compresion by a fibular osteochondroma. A case report. Pediatr Radiol 1986;6: 173-174. 9. Lizama VA, Zerbini MA, Gagliardi RA, Howell L. Popliteal vein thrombosis and popliteal artery pseudoaneurysm complicating osteochondroma of the femur. AJR 1987;148:783-784. 10. Marcove RC, Lindeque BG, Silane MF. Pseudoaneurysm of the popliteal artery with an unusual arteriographic presentation. A case report. Clin Orthop 1988;234: 142-144. 11. Palmer FT, Blum PW. Osteochondroma with spinal cord compression. Report of three cases. J Neurosurg 1980;52:842-845. 12. Shore RM, Poznanski AK, Anandappa EC, Dias LS. Arterial and venous compromise by an osteochondroma. Pediatr Radiol 1994;24:39-40. 13. Vasseur MA, Fabre O Vascular complications of osteochondromas. J Vasc Surg 2000;31:532-538. 14. Woolson ST, Maloney WJ, James DR. Superficial femoral pseudoaneurysm and arterial thromboembolism caused by an osteochondroma. J Pediatr Orthop 1989;9: 335-337. 15. Wong KT, Chu WCW, Griffith JF, Chan YL, Kumta SM, Leung PC. Pseudoaneurysm Complicating Osteochondromas: Symptom Relief With Embolization. Clin Orthop 2002;404:339-342. R. Laguna Aranda, et al CASO CLÍNICO Hallazgo de un plasmocitoma en una intervención de prótesis total de rodilla J.Mª García Pesquera, A.R. Fuster Ledesma, E. González García, R. Cermeño Pedrosa, V.M. Teruel González, A. Blanco Pozo Servicio de Traumatología y Ortopedia. Jefe De Servicio: Dr. Agustín Blanco Pozo. Hospital “General Yagüe”, Burgos Resumen El plasmocitoma óseo solitario es una lesión que, por su rareza, no suele tenerse en cuenta en el diagnóstico diferencial de las imágenes líticas que vemos en las radiografías. Aportamos el caso de un paciente de 68 años, en el que se observó una imagen lítica en la implantación de una prótesis total de rodilla y se mandó a Anatomía Patológica de forma intraoperatoria, el resultado sospechó un plasmocitoma. Posteriormente se confirmó el diagnóstico y se le administró radioterapia, observándose una evolución satisfactoria a los tres años. Palabras clave Plasmocitoma. Prótesis total de rodilla. Rodilla. Introducción Los trastornos de las células plasmáticas son neoplasias monoclonales que están relacionadas entre sí en virtud de su origen a partir de progenitores comunes en la línea de diferenciación linfocitaria B. Se pueden denominar mediante varios sinónimos como gammapatías monoclonales, paraproteinemias, discrasias de células plasmáticas y disproteinemias6. Engloban proliferaciones de células B de la serie linfoplasmocitaria que cursan con secreción monoclonal de móleculas de inmunoglobulinas (Ig) y/o algunas de sus fracciones polipeptídicas4,12. Caso clínico Paciente de 68 años de edad que acude a nuestra consulta con dolor de ocho años de evolución en la rodilla derecha y que le obliga a necesitar la ayuda de un bastón para caminar. Entre sus antecedentes personales figura HTA y gonartrosis izquierda con intervención un año y medio antes para implantación de una prótesis total de rodilla. A la exploración de la rodilla derecha se aprecia un déficit de extensión de unos 10 grados y un genu varo de 15 grados. En la radiografía aparece una gonartrosis tricompartimental con una cavidad lítica de unos dos centímetros de diámetro en el tercio distal de fémur y otra en el tercio proximal de tibia de bordes bien definidos y esclerosis alrededor (figs. 1 y 2). Correspondencia: Dr. José María García Pesquera. Servicio de Traumatología y Ortopedia. Hospital “General Yagüe”. Avenida del Cid, nº 96 - 09005 Burgos Tel.: 947 281 738 - Fax: 947 281 829 176 37/3 2007 - Págs. 176 a 179 Bajo anestesia epidural se procedió a la implantación de una prótesis total de rodilla derecha, encontrándose una cavidad en la osteotomía femoral de contenido mucosoachocolatado que se envía al Servicio de Anatomía Patológica para biopsia intraoperatoria. El resultado informa de “proliferación celular en sábana de células plasmáticas en diferentes grados de diferenciación, en ocasiones binucleadas, sugestivo de plasmocitoma”. Dentro del mismo acto quirúrgico se realizan tomas de cultivo que, posteriormente, resultan negativas. También se vacía la cavidad y se rellena con injertos de esponjosa, obtenida del hueso que sobraba de las osteotomías. A continuación se coloca la prótesis. Durante el postoperatorio el paciente puede sentarse a partir del segundo día, llegando a 80 grados de flexión. Al octavo día comienza a caminar con ayuda de dos muletas y apoyo parcial de la extremidad inferior derecha. A las dos semanas recibe el alta hospitalaria (figs. 3 y 4). A los dos años de la intervención el paciente se encontraba asintomático y realizando una vida normal, y andando sin la asistencia de bastón. La radiografía mostraba un relleno de la cavidad del tercio distal de fémur. Periódicamente es revisado por el Servicio de Hematología. Se decide su tratamiento con radioterapia externa con CO-60 con intención radical sobre el lecho tumoral y con margen de seguridad al año y siete meses de nuestra intervención. La Unidad de Oncología Radioterápica procede a su irradiación durante un mes y diez días. En el laboratorio el único marcador tumoral que se ha mantenido elevado es la Beta 2-microglobulina. Al año y tres meses de la implantación protésica en una serie ósea metastásica se observa una imagen lítica en “sacabocado” a nivel del diploe de la región parietal que podría estar en relación con una lesión mielomatosa (figs. 5 y 6). J.Mª García Pesquera, et al Figs. 1 y 2. Imágenes radiográficas de la rodilla con artrosis. Se puede apreciar la cavidad lítica en el tercio anterior del extremo distal femoral de bordes esclerosados. Figs. 3 y 4. Controles realizados al día siguiente de la intervención. La cavidad femoral aparece rellena por los injertos de tejido óseo. VANCES ATraum Hallazgo de un plasmocitoma en una intervención de prótesis total de rodilla 177 A B Figs. 5 y 6. Estudio radiográfico de la rodilla tras dos años del implante que demuestra la ausencia de cavidad femoral y la aparición de una imagen lítica en el tercio proximal de tibia. Discusión Las gammapatías monoclonales se dividen en dos grandes grupos: a) Difusas, que incluyen el mieloma multiple y la leucemia de células plasmáticas. b) Localizadas, que hacen referencia al plasmocitoma extramedular solitario y al plasmocitoma óseo solitario. El mieloma múltiple es la variedad más frecuente y representa más del 80% de los casos, mientras que las formas localizadas constituyen alrededor del 10%7. La forma habitual de presentación de los tumores de células plasmáticas es el mieloma múltiple, con lesiones óseas e invasión generalizada de la médula ósea5. El plasmocitoma óseo solitario y el extramedular difieren notablemente del mieloma con respecto a la incidencia en el sexo 73 y 72% respectivamente en los varones en contraposición con el 53% del mieloma múltiple13. Más del 50% de los plasmocitomas óseos solitarios se presentan en la columna, con mayor frecuencia en las vértebras dorsales, seguida de la pelvis y las costillas8,9. También puede aparecer en el húmero, cráneo, hueso maxilar, mandíbula y fémur8. Un 80% de los plasmocitomas extramedulares solitarios aparecen en los tejidos blandos de las vías aerodigestivas superiores11. El otro 20% se distribuye entre piel, nódulos linfáticos, tiroides, testículos, mamas, vísceras y meninges. En cabeza y cuello la zona más frecuente de aparición son las fosas nasales (50%), seguida de senos paranasales, nasofaringe, orofaringe10 y amígdala11. Menos frecuente es la localización lingual y laríngea. El diagnóstico de plasmocitoma solitario, extramedular u óseo, exige una serie de criterios que, aunque no aceptados universalmente, son seguidos por la mayoría de los autores: 178 a) Evidencia histológica de tumor de células plasmáticas b) Presencia de uno o, a lo sumo, dos focos tumorales c) Biopsia de médula ósea normal d) Examen radiológico del esqueleto normal e) Ausencia de anemia, hipercalcemia e hiperazoemia La presencia de una paraproteína monoclonal en suero y/o orina no es motivo de exclusión, aunque tanto su persistencia a niveles elevados como su incremento tras el tratamiento es indicio de diseminación7. Es controvertida la relación del plasmocitoma extramedular con los plasmocitomas de origen óseo solitarios o múltiples. Algunos autores consideran al plasmocitoma extramedular, mieloma múltiple y plasmocitoma solitario óseo la misma enfermedad, al tener los tres la misma morfología celular, así como por la evolución del plasmocitoma extramedular a mieloma múltiple en algunos casos, y por la presencia de la misma inmunoglobulina monoclonal citoplasmática del tumor extramedular en la médula ósea, orina o suero, cuando la enfermedad se disemina. Otros autores valoran al plasmocitoma extramedular solitario como una entidad genuina; por el contrario, el plasmocitoma óseo solitario no sería más que una forma de comienzo del mieloma múltiple7. Las manifestaciones clínicas del plasmocitoma óseo solitario son generalmente inespecíficas y dependen de su localización, tamaño y grado de afectación de estructuras vecinas. El dolor óseo es uno de los signos capitales; aparece en el 92% de los casos, aumenta con los movimientos y ocasiona un estado de inmovilidad que empeora el cuadro2,8,13. Las lesiones radiológicas son de dos tipos, una destructiva con bordes bien definidos y que está localizada generalmente en la columna y otra forma con zonas expansivas y de lisisosificación que simula el aspecto de un tumor de células J.Mª García Pesquera, et al gigantes y se observa con mayor frecuencia en los huesos de las extremidades8. Sobre la diseminación de los plasmocitomas óseos solitarios se observó infiltración de la medula ósea en el 88% de los pacientes e invasión tumoral extramedular en 4% de ellos, unas cifras semejantes a las apreciadas en pacientes portadores de mieloma múltiple. La infiltración cutánea tumoral, aunque rara, ha sido descrita como un hecho tardío dentro de la evolución clínica de las discrasias de células plasmáticas. Normalmente se presentan como nódulos duros, indoloros y de color violáceo, cuya presencia se asocia a una fase de rápido crecimiento tumoral con afección concomitante de otros tejidos blandos. El desarrollo de fases terminales agresivas en procesos mieloproliferativos y linfoproliferativos crónicos en un hecho bien conocido10. Puede evolucionar a mieloma múltiple, también puede presentar recidiva local o bien aparecer nuevas lesiones óseas solitarias. Así a los diez años únicamente un 15% de los enfermos viven sin enfermedad. Aún después de aparecer la recidiva o diseminación la supervivencia media es todavía de unos cuatro años8,13. En el análisis de los enfermos con supervivencias superiores a los diez años parece que existen tres factores que condicionan un mejor pronóstico; la edad en el momento del diagnóstico (menos de 55 años), la localización del tumor inicial (fuera de la columna) y la desaparición del componente monoclonal –si existe- con el tratamiento5. Los objetivos del tratamiento serán disminuir la masa tumoral, mejorar la sintomatología dolorosa e impedir las complicaciones. El tratamiento de elección es la exéresis quirúrgica y radioterapia postoperatoria. La remisión tras la radioterapia local con una dosis de 40-60 Gy suele ser total y el “componente M” desaparece. Sin embargo, un reducido grupo de enfermos, el componente M disminuye con lentitud o desaparece inicialmente para retornar al cabo de unos pocos meses, debido a una afectación oculta de la médula ósea. Estos enfermos responden adecuadamente a la quimioterapia2,8,13. El elevado porcentaje de enfermos que con el diagnóstico de plasmocitoma óseo solitario desarrollan un mieloma múltiple en los dos primeros años después del diagnóstico nos hace sospechar que en estos casos nos encontramos con formas iniciales de un mieloma múltiple y nos obliga a un estrecho control en estos primeros tiempos. En todos los plasmocitomas VANCES ATraum solitarios, la aparición de proteína monoclonal, o el aumento de su concentración es indicio de incremento de la masa tumoral. Estas alteraciones pueden preceder a la diseminación y sugerimos que cuando aparezcan se revalúe completamente al enfermo. En ocasiones, sin embargo, pueden detectarse cantidades mínimas de proteína monoclonal que no conllevan necesariamente un pronóstico ominoso5. Bibliografía 1. Bernardi F, Cavalli A, Kelescian K, Salvati B. Considerazioni sul plasmocitoma e su di un caso a localizzazione orale. Gior Stom Orognatodonzia 1984;3(4); 630-634. 2. Carvajal Balaguera JJ, Mallagray Casas S, Dancausa Monge A, Canto Romero JJ. Síndrome de Horner asociado a plasmocitoma óseo solitario del primer arco costal. Archivos de Bronconeumología, 1994. 30 (8); 410-413. 3. Casas Fernández-Tejerina JM, Alvarez-Mon M, España P, Bonilla F, Yebra M. Diseminación extramedular de un plasmocitoma solitario óseo. Med Clin (Barc.) 1985;85; 279-281. 4. Farreras P, Rozman C. Medicina Interna. Ediciones Doyma. Barcelona. 11 ª edición, pp. 1585-1593. 5. Gilsanz G, Mañas A, De la Torre A, Larregla S. Plasmocitoma solitario. Sangre 1984;29 (5): 951-956. 6. Isselbacher KJ, Braunwald E, Wilson JD, Martin JB, Fauci AS, Kasper DL. Principios de Medicina Interna de Harrison. Mc. GrawHill, Interamericana. Madrid, 13 ª edición, pp. 1860-1861. 7. Manzano Espinosa et al. Plasmocitoma extramedular de localización retroperitoneal. Med Clin (Barc.) 1986. 86; 245-248. 8. Marcos Sanchez F, Juarez Ucelay F, Solano Ramos F, Martín Fernandez-Gallardo T. Un caso de plasmocitoma solitario de húmero en remisión completa desde hace 15 años. An Med Intern 1996;13 (10); 514-515. 9. Pischedda F, et al. Il plasmocitoma apparentemente solitario in sede toracica. Min Chir 1984;39; 907-911. 10. Rifá J, Manzano H. Plasmocitoma extramedular de velo del paladar. Med Clin (Barc.) 1991;96 (12): 478. 11. Rivares Esteban JJ, Fernández Liesa R, Pérez Obon J, De Miguel García F. Plasmocitoma extramedular solitario de cávum. Acta Otorrinolaring Esp 1991;42(4);281-284. 12. Scolozzi R, et al. Plasmocitoma non secernente. Min Med 1985;76:1279-1284. 13. Tinoco JM, García M, Leal A y Martínez C. Plasmocitoma óseo solitario en columna vertebral. Rev Clin Esp 1992;191(5);281. Hallazgo de un plasmocitoma en una intervención de prótesis total de rodilla 179 Utilización del remifentanilo en Medicina Intensiva R.Tomas Puig, J. Urdangarin Etxetxikia, C.Monforte Royo Servicio de Medicina Intensiva Hospital Asepeyo. St Cugat del Vallès. Barcelona Resumen El estrés, dolor, agitación, ansiedad, son factores que aumentan la morbi-mortalidad del paciente crítico. El clorhidrato de remifentanilo es un agonista selectivo y potente de los receptores opioides P que gracias a sus características farmacológicas de corta duración, rápida eliminación, metabolismo independiente del hígado y riñón, hemos considerado agente analgésico de gran utilidad en la seudoanalgesia de corta duración, permitiendo adecuar la analgesia al momento analgésico. Se trata de un estudio observacional y retrospectivo, realizado en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Asepeyo Sant Cugat, entre enero 2005 a enero 2006. Ingresaron 104 pacientes con el diagnóstico de politraumatismo, de los cuales se les administró remifentanilo a 15. Se concluye que el remifentanilo es efectivo ya que permite una extubación precoz y la realización de óptimos cuidados de enfermería. Palabras clave Sedacion y analgesia. Corhidrato de remifentanilo. Extubación precoz. Introducción Sedación y analgesia es un punto primordial en el tratamiento global del paciente crítico. No sólo forma Correspondencia R.Tomas Puig Servicio de Medicina Intensiva Hospital Asepeyo Avda. Alcalde Barnils , s/n 08190 St Cugat del Vallès (Barcelona ) Tel.: 935 653 900 - Fax: 935 896 368 172 parte de un plan terapéutico, posibilitando modos de ventilación mecánica específicos en determinados casos, sino como parte de un plan coadyuvante en el que integraríamos el control del dolor, la agitación y, en definitiva, el confort del paciente3. Una sedación ideal viene determinada por un difícil equilibrio entre sedación insuficiente y excesiva3. En efecto, en todos los pacientes 37/3 2007 - Págs. 172 a 175 críticos, especialmente cuando están con ventilación mecánica, es primordial realizar una buena sedación y analgesia, con el fin de controlar la respuesta hormonal ante el estrés (taquicardia, hipertensión, hiperglucemia, aumento del catabolismo proteico) que puede ser perjudicial para el paciente. Con una sedación excesiva, el problema fundamental viene determinado por una prolongación indeseada de la ventilación mecánica, y como consecuencia de la misma, un aumento de la estancia en UCI; además del incremento no sólo de los costes sino de la morbimortalidad de los pacientes críticos 3. Agitación y dolor son factores de riesgo, que pueden complicar y alargar procedimientos realizados en el paciente crítico como son isquemia miocárdica y secuelas psicológicas tipo alucinaciones, pánico, alteraciones en la memoria, afectación somática, disminución del tiempo de sueño y depresión. La sedación y analgesia permiten tolerar al paciente procediminetos incómodos y dolorosos manteniendo una adecuada función cardiorrespiratoria. Su principal rol en una Unidad de Medicina Intensiva consiste en proporcionar confort al paciente, bue- R.Tomas Puig, et al na sincronía enfermo-respirador, facilitar los cuidados de enfermería y obtener un control óptimo de la agitación2. Últimamente ha aumentado la conciencia del papel que juega una correcta seudoanalgesia en la morbimortalidad de los pacientes, en la retirada de la ventilación mecánica y por extensión en la evolución y coste económico6. Se acepta que el sedante ideal sería aquel que proporciona una óptima calidad de sedación sin efectos adversos, sin efectos acumulativos ni creación de taquifilaxia. Se acepta la individualización por paciente, porque aunque la respuesta al estrés mantenido aumenta la morbimortalidad y en todos los pacientes requiere su amortiguación, la misma percepción de estrés varía según el enfermo6. El clorhidrato de remifentanilo es un agonista selectivo y potente de los receptores opioides Pindicado para el uso durante la inducción y mantenimiento de la anestesia general y para proporcionar analgesia a pacientes en estado crítico con ventilación mecánica5. Es un analgésico opioide con una corta duración y rápida eliminación, tiene un pico de acción de aproximadamente un minuto y alcanza rápidamente una fase de equilibrio estable5. Su metabolismo es independiente del hígado y del riñón de manera que no se acumula en el organismo. Es metabolizado rápidamente por esterasas inespecíficas de la sangre y de los tejidos, dando lugar a un metabolito clínicamente inactivo. Esto hace que la semivida de eliminación sea inferior a los 10 minutos, y por tanto independiente de la duración de la infusión.5 El remifentanilo posee varias características que le hacen ser un agente analgésico de gran utilidad en procedimientos llevados a cabo en la UCI, como son el comienzo de acción rápido, su corta duración de acción, no tener relación con el tiempo de administración, metabolismo independiente de hígado y ri- VANCES ATraum ñón, su poca variabilidad en su utilización en distintos tipos de pacientes, mínima afectación de las variables hemodinámicas, efectos adversos típicos de los analgésicos opiáceos pero de muy corta duración, y facilidad a la hora de predecir sus efectos, pudiendo adecuar la analgesia al momento analgésico 7. El interés en éste trabajo se fundamenta en describir nuestra experiencia en su utilización en una unidad de Medicina Intensiva de un Hospital de Traumatologia. Material y métodos Se realizó un estudio observacional y retrospectivo en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Asepeyo de Sant Cugat, desde enero 2005 a enero del 2006. Durante este año se visitaron en urgencias un total de 16.604 pacientes de los cuales ingresaron en la UCI un total de 104 pacientes con el diagnóstico de politraumatismo. La muestra seleccionada para nuestro estudio fueron aquellos pacientes politraumáticos que de forma asociada presentaban lesiones de huesos largos con pérdida de sustancia, amputaciones traumáticas de miembros, traumatismos pél- Utilización del remifentanilo en Medicina Intensiva vicos o de columna. Se excluyeron del estudio aquellos pacientes politraumáticos que dadas sus lesiones asociadas precisaron de ventilación mecánica prolongada desde el momento del ingreso. De estos pacientes se recogieron los siguientes parámetros: edad, sexo, diagnóstico, días de ventilación mecánica, días de ingreso en UCI, días de tratamiento con remifentanilo, escala pronóstico Apache II y escala de coma Glasgow . El tratamiento con remifentanilo se administró a un total de 15 pacientes hombres y mujeres en edad laboral con una media de edad de 39,4 años y con una relación hombre/mujer de 14/1. De estos 15 pacientes 8 precisaron intubación orotraqueal y ventilación mecánica. Se preparó una perfusión de remifentanilo con una dilución estándar de 20 mg/ml iniciándose el tratamiento a una velocidad de 3 a 6 mg/kg/h de forma continua y aumentándose puntualmente hasta una dosis de 9 mg/kg/h para la realización de curas de heridas y manejo del paciente. En los pacientes intubados se inició el tratamiento con remifentanilo en el momento en que estos pacientes presentaban estabilidad hemodinámica, ausencia de hi- 173 174 R.Tomas Puig, et al poxemia, normotermia con el objetivo de iniciar el destete y extubación si procedía. En los pacientes conscientes se inició el tratamiento en el momento de su ingreso en la UCI. La perfusión de remifentanilo se administró por vía preferente periférica, de utilización exclusiva para remifentanilo evitando así la administración de bolus. Resultados La estancia media en UCI de los pacientes estudiados es de 9,7 dias,con un Apache de 5, la media de días con ventilación mecánica es de 5,2 y 3 días de media de tratamiento con remifentanilo. Destacamos a uno de los pacientes que hemos excluido de la media global que estuvo ingresado en la UCI durante 79 días de los cuales mantuvimos el tratamiento con remifentanilo 43 días, sin precisar ventilación mecánica, con el diagnóstico de traumatismo abdominopélvico, con fractura abierta grado IIIC de Gustilo de fémur derecho, por aplastamiento y fractura diafisaria de fémur izquierdo. Precisó de intervenciones en múltiples ocasiones por sepsis. En 13 pacientes el remifentanilo fue efectivo: alivió el dolor, proprocionó confort, buena sincronía paciente- VANCES ATraum respirador, permitiendo la extubacuión precoz y condiciones óptimas para la realización de cuidados de enfermería. Dos pacientes presentaron estados de agitación. Se mantuvo la misma pauta de remifentanilo y se añadieron otros sedantes. Durante el uso del fármaco hemos observado complicaciones relacionadas con la sobredosificación por preparación incorrecta de la perfusión y por administración fortuita de bolus, presentando en ambos casos paro respiratorio de rápida resolución. Discusión En pacientes politraumatizados, con Apache inferior a 10, que no precisaron de ventilación mecánica prolongada en los que predomina el dolor, el remifentanilo es efectivo ya que nos ha permitido una extubación precoz y la realización de óptimos cuidados de enfermería. En pacientes en los que predomina la agitación, pensamos que la utilización de dosis más altas de remifentanilo podría haber evitado la administración de otros fármacos aunque queda pendiente de evaluar. En el caso del traumatismo torácico la administración de analgesia epidural sería más efectiva que el tratamiento con remifentanilo1. Utilización del remifentanilo en Medicina Intensiva Agradecimientos Al Dr. Gallardo,Dr. Granell y Dr. Ferreira por facilitarnos las imágenes fotográficas y al Dr. Granell por sus consejos y apoyo Bibliografía 1. Blumenthal S, Borgeat A, Nadig M, Min K. Postoperative analgesia after anterior correction of thoracic scoliosis. Spine 2006;31(15):1646-1651. 2. Chollet-Rivier M.,Chiolero R:L.Aaesthesia for procedures in the intensive care unit. Curr Opin Anaesthesiol 2001; 14(4):447-451 3. Martínez Melgar JL, Piñero Sande N, Alemparte Pardavila E.Remifentanilo. Experiencia en sedoanalgesia de corta duración. Med Intensiva Supl 2004;2(3):5-9. 4. Muellejans B, Matthey T, Scholp J, Schill M. Sedation in the intensive care unit with remifentanil/propofol versus midazolam/ fentanyl:a randomised,open-label pharmacoeconomic trial. Critical Care 2006; 10(3):R91. 5. Muellejans B, Lopez A, Cross MH, Bonome C, Morrison L, Kirkham AJ. Remifentanil versus fentanil for analgesia based sedation to provide comfort in the intensive care unit:a randomized,doublind controlled trial. Critical Care 2004;8(1):R1R11. 6. Perez Moltó H,Morató Ll,Sarmiento X. Utilización de la sedación en UCI: una visión práctica. Eur J Clin Pharmacol 1999;1(3):211-213. 7. Wilhelm W, Dorscheid E, Schalch N, Niederprüm P, Deller D. The use of remifentanil in critically ill patients. Clinical findings and early experience. Anaesthesist 1999:48(9):625-629. 175 Fracturas del radio distal tipo C1 ¿Cuál es el tratamiento de elección? A.J. Arenas Planelles, J.A. Ortega Arruti, C. Corchuelo Maíllo, M. Ortega Sáez, A. Arenas Miquélez Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología Hospital de Navarra. Pamplona Resumen Se presentan 70 casos de fractura de radio distal tipo C1 tratadas en nuestro Servicio entre los años 1992 y 2004. Se utilizó como método de osteosíntesis una placa palmar en un caso, agujas de Kirschner percutáneas en 47 casos, fijadores externos en 21 y fijador externo más agujas en el caso restante. Tras la revisión de los resultados, no hemos observado correlación entre el tipo de tratamiento realizado y los resultados conseguidos en los pacientes. Palabras clave Muñeca. Fracturas del radio distal tipo C1. Tratamiento quirúrgico. Introducción Las fracturas del radio distal constituyen uno de los grupos de lesiones que se tratan con más frecuencia en los servicios de Traumatología. Clásicamente, el tratamiento conservador era el de elección en estas fracturas, consistiendo el mismo en la reducción ortopédica e inCorrespondencia Antonio Arenas Planelles Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología Hospital de Navarra C/ Irunlarrea, 3 31008 Pamplona Tel.: 848 422 206 ajosearenas@yahoo.es 166 movilización con un vendaje escayolado hasta su completa consolidación. En las últimas décadas, sin embargo, se ha producido una tendencia progresiva al tratamiento quirúrgico de estas fracturas, debido a los importantes trastornos funcionales residuales que suelen acompañar a los métodos conservadores. Se han descrito en la literatura de la especialidad diferentes métodos para mantener la reducción de la fractura, cada uno de ellos con sus ventajas e inconvenientes. Entre éstos se pueden citar las agujas de Kirschner, introducidas de forma tradicional3,4,7,21 o según la técnica descrita por Kapandji 15,23,25, distintos tipos de 37/3 2007 - Págs. 166 a 170 fijadores externos6,8,9, placas diversas, aplicadas bien en la cara palmar o en la cara dorsal de la parte distal del radio11,20,24, etc. El uso de cada tipo de osteosíntesis depende en las distintas series del tipo de fractura que haya que tratar. En nuestro estudio, para catalogar estas lesiones hemos utilizado el método propuesto por la AO19, por ser un sistema válido, utilizado en diversos trabajos3,7,11,13,16,21,22. El objetivo de este trabajo es presentar una serie de 70 casos de fractura del radio distal tipo C1 de la clasificación de la AO, tratados quirúrgicamente en nuestro Servicio desde el año 1992 hasta finales del año 2004, y a propósito de la misma, establecer qué método de tratamiento es el mejor para el manejo de este tipo de lesiones. Material y métodos Para la realización de este estudio se ha revisado de forma retrospectiva el material clínico de 70 casos de fractura del radio distal tipo C1, tratados todos ellos en nuestro Servicio desde el año 1992 hasta finales del año 2004. No se ha realizado ningún tipo de selección de los pacientes, incluyéndose en el aná- A.J. Arenas Planelles, et al lisis todas las fracturas de este tipo tratadas durante el período de tiempo mencionado. De cada uno de los casos revisados se han recogido datos clínicos, radiológicos y relacionados con la intervención quirúrgica, así como ciertos parámetros para la valoración de los resultados, calidad de los mismos y tiempo de evolución tras el tratamiento efectuado. Entre los datos clínicos y radiológicos se ha recogido el sexo y la edad de los pacientes. Para mejorar la descripción de la muestra y facilitar los contrastes en el capítulo de resultados, los pacientes se han distribuido por su edad en tres grupos: A) Pacientes cuya edad es igual o inferior a 40 años. B) Pacientes con edades comprendidas entre 41 y 65 años. C) Pacientes cuya edad es igual o superior a 66 años. Se ha registrado asimismo el lado afectado y las características de la lesión: desplazamiento de la fractura, si existe o no luxación de la articulación radio-cubital distal en el momento inicial y final, fracturas acompañantes de la porción distal del cubito, etcétera. También se ha recogido si existe osteoporosis y el grado de la misma, tanto pre como postoperatoria, en los pacientes. Para evaluar dicho dato se ha utilizado el sistema de cotación cifrada de la osteoporosis propuesto por Arenas et al, en su trabajo publicado en el año 19911. Dicho sistema consiste en valorar de forma independiente y subjetiva el grado de osteoporosis de la porción distal de radio y cubito, del carpo y de la parte proximal de los metacarpianos, siguiendo criterios radiológicos conocidos (adelgazamiento de la cortical o de las trabéculas óseas, rarefacción del hueso esponjoso, etc.). Si no existe osteoporosis, la cotación es 0. Si la osteoporosis es leve o moderada, se evalúa como 1. Y si el grado de osteoporosis es importan- VANCES ATraum te, la cotación es 2. Una vez conseguidas las cifras correspondientes a la osteoporosis de radio y cubito distal, del carpo y de los metacarpianos, se procede a la suma de los tres valores, obteniendo de esta forma el valor global de la osteoporosis de la muñeca. También se han recogido ciertos datos radiológicos que sirven para evaluar la posible existencia de pérdidas de reducción y consolidaciones viciosas de las fracturas (basculación dorsal o volar, desviación radial, acortamiento del radio por colapso de la fractura, existencia de irregularidades o hundimiento evidente residual en la superficie articular del radio, etc.). Entre los datos relacionados con el tratamiento quirúrgico, se ha registrado el tiempo que se difirió la intervención, el tipo de tratamiento efectuado, el uso o no de inmovilización postoperatoria, la necesidad de retirar el material de osteosíntesis, etc. También se ha registrado la existencia de ciertos datos que pueden condicionar el resultado final (dolor residual, rigidez articular de la muñeca, aparición de atrofia ósea de Sudeck durante el período evolutivo, etc.), el tiempo de recuperación de las lesiones y el resultado final de las mismas obtenido tras el tratamiento efectuado. El resultado ha sido reflejado de forma cualitativa, siguiendo los criterios citados a continuación: a) Excelente: el paciente está muy satisfecho con el resultado obtenido, no presenta dolor, la movilidad articular es completa y libre, y el control radiográfico final no demuestra signos de consolidación viciosa. b) Bueno: no existe dolor o éste es mínimo, la movilidad articular es casi normal (pérdida de menos de 10° del balance articular de la muñeca en cualquiera de sus sentidos) y los datos radiológicos muestran escasos signos de consolidación viciosa. c) Regular: el paciente refiere dolor en la muñeca más o menos intenso, la movilidad articular está res- Fracturas del radio distal tipo C1 tringida de forma notable y la exploración radiográfica final muestra signos evidentes de consolidación viciosa e irregularidades en la superficie articular del radio. d) Malo: el dolor referido por el paciente y la pérdida de movilidad articular son más graves que en el apartado anterior, y los datos radiológicos de consolidación viciosa son más acusados que en los casos catalogados con resultado regular. Para el análisis de los datos obtenidos del estudio, se ha utilizado el programa estadístico SPSS 14.0 para Windows. Se ha recurrido a los Test de Kolmogorov-Smirnov y de Shapiro-Wilk para determinar si la distribución de los datos numéricos se ajustaba a la curva normal. Se han utilizado, asimismo, pruebas descriptivas de la muestra (parámetros estadísticos básicos, frecuencias en las variables cualitativas, etc.) para exponer las características de la misma. Al describir las medias, éstas han sido expresadas en todos los casos como «Media ± Desviación Estándar». De igual forma, se ha facilitado también el Error Estándar de la Media (eem) y el Intervalo de Confianza para la Media al 95%, con el fin de completar la descripción. Para efectuar los contrastes entre las distintas variables, se ha recurrido a la prueba del Chi-cuadrado de Pearson y al Análisis de la Varianza de un factor. El valor de significación estadística aceptado ha sido de p < 0,05. Resultados La distribución de los datos no se ajustaba a la curva normal en ninguna de las variables numéricas estudiadas. La edad de los pacientes oscilaba entre 19 y 81 años, con un valor medio de 49,67 ± 18,52 (eem: 2,21), y un intervalo de confianza para la media al 95% de 45,25-54,09. Por grupos de edad, 23 correspondían 167 al grupo A (32,9%), 27 al grupo B (38,6%) y los 20 casos restantes al grupo C (28,6%). Por lo que respecta al sexo, 32 de los pacientes eran varones (45,7%) y los 38 restantes eran mujeres (54,3%). El lado derecho era el afectado en 33 de los casos (47,1%) y el izquierdo en los restantes 37 (52,9%). Por lo que se refiere a las características de la fractura, el desplazamiento de la misma era en sentido dorsal en 67 casos (95,7%) y neutro en los tres restantes (4,3%). Todos los casos de la serie presentaban trazo articular en la fractura, y en 39 pacientes se apreciaba una fractura de la porción distal del cubito de forma asociada a la fractura del radio distal (55,7%). Cuatro casos presentaban luxación radiocubital distal, tanto en el momento inicial como en la situación final de los pacientes (5,7%); 25 de los casos presentaban osteoporosis regional en el momento de producirse la fractura (35,7%), siendo la cotación cifrada la siguiente: «2» en 10 casos, «3» en 13 pacientes, y «4» en los 2 casos restantes. En 47 casos (67,1%), el tratamiento quirúrgico fue efectuado en el mismo día en que se produjo la fractura. En los 23 casos restantes (32,9%), la intervención no se realizó de forma urgente. De entrada, los pacientes fueron tratados por otros procedimientos (reducción bajo anestesia local e inmovilización con yeso braquio-antebraquial en casi todos ellos) que no consiguieron el objetivo buscado y motivaron la intervención de forma diferida. El retraso que sufrió dicha intervención osciló entre 1 día y 19 días, con un valor medio de 4,57 ± 5,16 (eem: 1,07), y un intervalo de confianza para la media al 95% de 2,34 - 6,80. Tras la reducción, se utilizó placa palmar como método de osteosíntesis en 1 caso (1,4%), agujas de Kirschner en 47 (67,1%), fijador externo en 21 pacientes (30%), y en el caso restante se recurrió a una combinación de un fijador externo con agujas de Kirschner (1,4%). En el caso tratado con una 168 placa palmar, se utilizó una vía de abordaje volar con liberación del túnel carpiano para exponer el foco de fractura10. Una vez conseguida la reducción de la fractura, se procedió a la estabilización de la misma mediante una placa en forma de T (Synthes), aplicada en la cara volar del radio. Cuando se decidió estabilizar la fractura con un fijador externo, se utilizó en todos los casos el fijador externo Dyna Fix System (Biomet Spain), aplicando las fichas en la base del segundo metacarpiano y en la diáfisis radial, según la técnica habitual de estos dispositivos. En los casos en que se recurrió a las agujas de Kirschner como complemento al vendaje escayolado, se asoció una aguja radio-cubital a las agujas radiales en 28 de ellos. Tras la intervención, en 47 casos (los tratados con agujas) se utilizó una inmovilización con escayola durante un período de 3 a 8 semanas, con un valor medio de 6,38 ± 1,02 (eem: 0,14), y un intervalo de confianza para la media al 95% de 6,08 - 6,68. No fue necesario retirar la placa volar en el caso tratado con este procedimiento. En los casos estabilizados con fijador externo, el tiempo de uso del dispositivo osciló entre 5 y 10 semanas, con un valor medio de 7,18 ± 1,36 (eem: 0,29), y un intervalo de confianza para la media al 95% de 6,57 - 7,79. Por lo que se refiere a los casos en que se usaron agujas como método de síntesis, el material de fijación fue retirado tras un período que varió entre 5 y 8 semanas, con un valor medio de 6,40 ± 0,91 (eem: 0,13), y un intervalo de confianza para la media al 95% de 6,13 - 6,67. El tiempo de recuperación de los pacientes osciló entre 3 y 24 meses, con un valor medio de 5,54 ± 3,57 meses (eem: 0,42) y un intervalo de confianza para la media al 95% de 4,69 - 6,40. De los 70 pacientes, 6 cursaron con dolor residual en la región de la muñeca (8,6%), 11 casos presentaron rigidez articular final de diversa importancia (15,7%) y en 1 caso fue diag- nosticada una atrofia ósea de Sudeck durante el período evolutivo (1,4%). En 51 de los pacientes analizados se apreció una osteoporosis regional en el control radiográfico efectuado en la fecha de la última revisión en consulta (72,9%). La cotación cifrada de dicha osteoporosis era de «2» en 10 casos, de «3» en 17 casos, de «4» en 10, de «5» en 9 pacientes, y de «6» en los 5 casos restantes. Algunos pacientes presentaron pérdidas de reducción y consolidación viciosa de la fractura. En 14 de los casos se demostró un acortamiento del radio que oscilaba entre 1 y 2 mm (20 %). Dos de los pacientes presentaron una basculación o desviación dorsal del fragmento epifisario de la fractura (2,9%), que fue moderada (entre 5° y 10°) en un caso y grave (más de 10°) en el otro caso. No se encontró ningún caso de consolidación viciosa en basculación palmar de la fractura. Seis de los pacientes revisados evolucionaron con desviaciones radiales de la fractura (8,6%), que fue leve (menos de 5°) en 1 caso, moderada (entre 5° y 10°) en 2, y grave (más de 10°) en los 3 casos restantes (15, 35 y 35° respectivamente). El control radiográfico final mostró irregularidades en la superficie articular del radio en 13 de los pacientes de la serie (18,6%). En cuanto a los resultados, 48 casos fueron catalogados como excelentes (68,6%), 18 como buenos (25,7%), 1 caso presentó un resultado regular (1,4%), y en los 3 casos restantes, el resultado fue malo (4,3%). Para facilitar los contrastes, hemos juntado en un mismo grupo los resultados excelentes y buenos (66 casos - 94,3%), y en otro los regulares y los malos (4 casos - 5,7%). Al efectuar los contrastes hemos encontrado que el tipo de tratamiento realizado no ha influido en la existencia de dolor residual en la zona de la muñeca (p = 0,976; Chi-cuadrado de Pearson). En cuanto a la rigidez articular residual, su frecuencia de presentación ha sido A.J. Arenas Planelles, et al distinta dependiendo del tipo de tratamiento utilizado pero las diferencias encontradas no han sido significativas (p = 0,101; Chi-cuadrado de Pearson): de los 47 casos tratados con agujas, 8 cursaron con dicha secuela (17%); menor ha sido su incidencia en el grupo de casos tratados con fijadores externos (2 de 21; 9,5%); también cursó con rigidez residual el único caso tratado con la asociación de agujas y fijador externo. Por lo que se refiere a la atrofia ósea de Sudeck, el único caso que la presentó durante el período evolutivo se dio en un paciente en que se utilizaron agujas de Kirschner como método de estabilización (p = 0,920; Chi-cuadrado de Pearson). Tampoco se ha observado correlación entre el tipo de tratamiento realizado en los pacientes y la aparición de pérdidas de corrección de las fracturas. Hay que apuntar, sin embargo, que las dos pérdidas de corrección en basculación dorsal se dieron en pacientes tratados con agujas de Kirschner, y las desviaciones radiales así como los acortamientos de radio ocurrieron entre los casos en que se recurrió a agujas o a fijadores externos como métodos de estabilización. Por último, todas las irregularidades en la superficie articular del radio se produjeron en estos mismos grupos de pacientes: 8 de 47 (17%) en el caso de los tratados con agujas y 5 de 21 (23,8%) entre los que se utilizó fijador externo. En cuanto a los resultados, aunque en el análisis estadístico no se han encontrado diferencias significativas (p = 0,832; Chi-cuadrado de Pearson), han sido algo inferiores entre los casos tratados con agujas o con fijadores externos, con una proporción de resultados regulares o malos del 4,3% en el caso de las agujas de Kirschner y del 9,5% entre los tratados con fijadores externos. Tampoco ha habido diferencias significativas en el tiempo de recuperación de los pacientes (p = 0,765; análisis de la Varianza de un factor), aunque éste ha sido algo VANCES ATraum más largo en los 21 casos tratados con fijador externo (6,24 meses de valor medio) que en los 47 pacientes en que se utilizaron agujas de Kirschner como método de estabilización (5,23 meses). Discusión Para el tratamiento de las fracturas del radio distal tipo Cl de la clasificación de la AO se han propuesto en la literatura médica técnicas diversas. Algunos autores han recomendado la reducción ortopédica y posterior estabilización con agujas de Kirschner introducidas de forma percutánea. Pfeiffer, en su artículo de 1991, preconizaba esta técnica como primera posibilidad en este tipo de fracturas21. De igual forma, otros autores han considerado esta forma de osteosíntesis como apropiada en esta modalidad de fracturas de muñeca22. En otros trabajos, sin embargo, se ha recomendado el mismo método de estabilización de la fractura pero tras su reducción abierta7. Mehta et al, en su trabajo publicado en el año 2000 describían un tratamiento distinto para este tipo de lesión que consistía en la reducción ortopédica de la misma asistida mediante el uso de un artroscopio introducido en la articulación de la muñeca, seguida a continuación de una osteosíntesis de la fractura mediante agujas de Kirschner introducidas de forma percutánea. Entre todos los casos de su serie (26 fracturas intraarticulares del radio distal), 8 eran del tipo C1, siendo excelente el resultado en 2 casos, bueno en otros 4 y regular o malo en los 2 pacientes restantes18. Otro método de tratamiento descrito en la bibliografía es el uso de fijadores externos. Aunque para algunos autores no es ésta la primera opción de tratamiento en este tipo de fractura21,22, para otros, por el contrario, es tal vez la mejor forma de tratar este tipo de lesiones. Cecilia-López et al, en su trabajo publicado en el año 1997 presentaron 9 casos de fractura del radio Fracturas del radio distal tipo C1 distal tipo C1, tratados todos ellos con fijador externo, asociado en algún caso con agujas de Kirschner introducidas de forma percutánea. Los resultados conseguidos con dicho tratamiento fueron buenos en general, considerándolo los autores un buen método terapéutico para este tipo de fracturas, por su sencillez de aplicación y su tasa aceptable de complicaciones8. Grewal et al (2005) realizaron un estudio prospectivo con una serie de fracturas tipo C, comparando dos técnicas diferentes. En unos casos se procedió a la reducción abierta de la fractura y posterior osteosíntesis con una placa dorsal tipo Pi. En el resto de los pacientes el tratamiento consistió en la reducción de la fractura y estabilización de la misma con un fijador externo y agujas de Kirschner. Al revisar los resultados se apreció una mayor incidencia de complicaciones en el grupo de casos en que se utilizó una placa dorsal como sistema de osteosíntesis. Asimismo, el dolor residual y la debilidad de la fuerza de prensión se dieron con mayor frecuencia en ese mismo grupo de pacientes. Basándose en los resultados del estudio, los autores consideran mejor el tratamiento con fijador externo asociado a agujas y desaconsejan el uso de placas dorsales para el tratamiento de estas lesiones12. Otra posibilidad de tratamiento descrita es la reducción a cielo abierto y estabilización de la fractura mediante el uso de placas. Algunos autores han propuesto la utilización de placas dorsales (placa Pi) en fracturas inestables del radio distal con desplazamiento en sentido dorsal5. En otros trabajos, en fracturas con desplazamiento en sentido palmar, se ha recomendado la aplicación de una placa volar con función de soporte. En la publicación de Keating et al, de 1994, en la que se presentaban 79 fracturas del radio distal con desplazamiento palmar, 11 de ellas eran del tipo C1. En toda la serie se optó por la osteosíntesis a cielo abierto con una placa volar, obteniéndose resultados satisfacto- 169 rios en la mayoría de los casos16. Lee et al (2003) aportaron otra serie de fracturas de radio distal con desplazamiento palmar (11 de ellas del tipo C1), tratadas también con una placa aplicada en la cara volar del radio distal, siendo buenos los resultados en todos los casos 17. Otros autores han recomendado el uso de placas dorsales o palmares dependiendo del sentido del desplazamiento de la fractura (placa dorsal cuando éste es dorsal y placa volar en los casos en los que el desplazamiento es en sentido palmar)11. Con esta forma de tratamiento, los 4 casos de fractura tipo C1 de la serie de Fitoussi et al, publicada en 1997 tuvieron un resultado excelente11. Finalmente, existen autores que utilizan placas palmares de ángulo fijo para el tratamiento de fracturas con desplazamiento dorsal. Kamano et al, en su trabajo publicado en el año 2002, aportaban una serie de 33 casos de fractura distal de radio con desplazamiento dorsal, 5 de ellas del tipo C1, que fueron tratadas quirúrgicamente mediante reducción abierta y estabilización interna con una placa palmar de ángulo fijo. Los resultados obtenidos en las fracturas tipo C1 fueron buenos en 4 casos y excelente en el caso restante14. Arora et al (2005) también preconizaban el uso de este tipo de osteosíntesis en las fracturas con desplazamiento dorsal. En su trabajo presentaban 19 casos de fractura del radio distal de los tipos A3, C1 y C2 de la clasificación de AO. Todos los casos revisados en el estudio fueron tratados con placa volar de ángulo fijo, con unos resultados clínicos buenos o excelentes de aproximadamente el 80% y unos resultados radiológicos satisfactorios en toda la serie, con mínimas pérdidas de corrección de las fracturas2. Revisando nuestros resultados no hemos observado influencia del tipo de tratamiento en la aparición de secuelas clínicas, pérdidas de corrección radiológica o en los resultados finales de los pacientes. No obstante, tanto si nos decidimos por el 170 uso de agujas de Kirschner o por un fijador externo, es esencial la realización de una técnica quirúrgica cuidadosa y precisa para poder conseguir un resultado funcional satisfactorio en los pacientes. Bibliografía 1. Arenas-Planelles A, García-Sanchotena JL, Martínez-Berganza MT, Esco-larCastellón F. La radiología en la osteoporosis focal. Presentación de un nuevo método de cotación cifrada de la misma. Rev S And Traum Ort 1991;11:41-43. 2. Arora R, Lutz M, Fritz D, Zimmermann R, Oberladstatter J, Gabl M. Palmar locking plate for treatment of unstable dorsal dislocated distal radius fractures. Aren Orthop Trauma Surg 2005;125:399-404. 3. Azzopardi T, Ehrendorfer S, Coulton T, Abela M. Unstable extra-articular fractures of the distal radius. A prospective, randomised study of immobilisation in a cast versus supplementary percutaneous pinning. J Bone Joint Surg (Br) 2005;87-B:837-840. 4. Böhler J. Tratamiento quirúrgico de las fracturas distales de radio. En: BuckGramcko D, Nigst H, editores. Fracturas del extremo distal del radio. Tratamiento y complicaciones. Ancora S.A., Barcelona, 1991, pp. 35-50. 5. Campbell DA. Open reduction and ¡nternal fixation of intra articular and unstable fractures of the distal radius using the AO distal radius plate. J Hand Surg (Br) 2000;25-B:528-534. 6. Cannegieter DM, Juttmann JW. Cancellous grafting and external fixation for unstable Colles’ fractures. J Bone Joint Surg (Br) 1997 ;79-B, 428-432. 7. Catalano LW III, Cole RJ, Gelberman RH, Evanoff BA, Gilula LA, Borrelli J Jr. Displaced intra-articular fractures of the distal aspect of the radius. Long-term results in young adults after open reduction and internal fixation. J Bone Joint Surg (Am) 1997;79-A: 1290-1302. 8. Cecilia-López D, Caba-Doussoux P, Delgado-Díaz E, Zafra-Jiménez JA, VidalBujanda C. Fracturas conminutas intraarticulares de la extremidad distal del radio tratadas con fijación externa. Rev Ortop Traumatol 1997;41-IB (supl 1): 58-63. 9. Clyburn TA. Dynamic external fixation for comminuted intra-articular fractures of the distal end of the radius. J Bone Joint Surg (Am) 1987;69-A:248-254. 10. Fernandez DL, Jupiter JB. Fractures of the distal radius: a practical approach to management. Springer, New York, 1996. 11. Fitoussi F, Ip WY, Chow SP. Treatment of displaced intra-articular fractures of the distal end of the radius with plates. J Bone Joint Surg (Am) 1997;79-A:1303-1312. 12. Grewal R, Perey B, Wilmink M, Stothers K. A randomized prospective study on the treatment of intra-articular distal radius fractures: open reduction and internal fixation with dorsal plating versus mini open reduction, percutaneous fixation, and external fixation. J Hand Surg (Am) 2005;30-A:764-772. 13. Jupiter JB, Fernandez DL, Toh ChL, Fellman T, Ring D. Operative treat-ment of volar intra-articular fractures of the distal end of the radius. J Bone Joint Surg (Am) 1996;78-A:1817-1828. 14. Kamano M, Honda Y, Kazuki K, Yasuda M. Palmar plating for dorsally displaced fractures of the distal radius. Clin Orthop 2002;397:403-408. 15. Kapandji A. Ostéosynthése par double embrochage ¡ntrafocal. Traitement fonctionnel des fractures nonarticulaires de l’extrémité inférieure du radius. Ann Chir 1976;30:903-908. 16. Keating JF, Court-Brown CM, McQueen MM. Internal fixation of volardisplaced distal radial fractures. J Bone Joint Surg (Br) 1994;76-B:401-405. 17. Lee HC, Wong YS, Chan BK, Low CO. Fixation of distal radius fractures using AO titanium volar distal radius píate. Hand Surg 2003;8:7-15. 18. Mehta JA, Bain GI, Heptinstall RJ. Anatomical reduction of intra-articular fractures of the distal radius. An arthroscopically-assisted ap-proach. J Bone Joint Surg (Br) 2000;82-B:79-86. 19. Müller ME, Mazarian S, Koch P, Schatzker J. The comprehensive classification of fractures of long bones. SpringerVerlag, New York, 1990, pp. 106-115. 20. Orbay JL, Fernandez DL. Volar fixation for dorsally displaced fractures of the distal radius: A preliminary report. J Hand Surg (Am) 2002;27-A:205-215. 21. Pfeiffer KM. Clasificación e indicaciones terapéuticas de las fracturas distales del antebrazo. En: Buck-Gramcko D, Nigst H, ed. Fracturas del extremo distal del radio. Tratamiento y complicaciones. Áncora S.A., Barcelona, 1991, pp. 15-25. 22. Putnam MD, Seitz WH Jr. Fracturas distales del radio. En: Bucholz RW, Heckman JD, edi. Rockwood & Green’s. Fracturas en el adulto. Tomo 2, Quinta edición. Marbán Libros S.L, Madrid, 2003, pp. 815-867. 23. Ruschel PH, Albertoni WM. Treatment of unstable extra-articular distal radius fractures by modified intrafocal Kapandji method. Tech Hand Up Extrem Surg 2005;9:7-16. 24. Vilatela-Fernández MA, Bru-Pomer A, López-Vázquez E, Juan-Fenollosa A. Fracturas de la extremidad distal del radio. Revisión de 20 casos tratados mediante osteosíntesis con placa atornillada. Rev Ortop Traumatol 1993;37-IB:42-46. 25. Weil WM, Trumble TE. Treatment of distal radius fractures with intrafocal (Kapandji) pinning and supplemental skeletal stabilization. Hand Clin 2005;21:317-328. A.J. Arenas Planelles, et al Schwannomas de los miembros N. Souto González*, O. Robles Veiga**, A. García Moreno*, H. Fraga García* *Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología **Servicio de Anatomía Patológica Hospital Clínico Universitario Juan Canalejo. A Coruña Resumen Con este estudio pretendemos valorar la ubicación de los tumores neurogénicos en los distintos nervios y sus niveles respectivos, de los miembros, para extraer posibles correlaciones con sus manifestaciones clínicas. Analizamos 28 casos intervenidos en nuestra institución en los últimos 10 años. En todos ellos se practica estudio anatomopatológico, completado con inmunohistoquímica, y se valora la incidencia según sexo, la distribución etaria, la distribución según localización topográfica y se evalúa clínicamente la presencia de bultoma y eventuales alteraciones sensitivas y/o motoras. De acuerdo con la casuística estudiada y la bibliografía consultada, se comentan aspectos epidemiológicos, localización, tamaño, aspectos diagnósticos y terapéuticos. De la revisión practicada, se concluye que los schwannomas de los miembros son de incidencia relativamente infrecuente, más frecuente en varones adultos y en el miembro superior, siendo el inmunofenotipo la positividad al S100 y vimentina. dolos, englobándolos, o alongándolos es susceptible de desencadenar, por tanto, signos deficitarios a nivel motor así como disestesias, parestesias o dolor en el plano sensitivo e irradiación de las mismas en el trayecto del nervio cuando se percute o presiona en el área de conflicto (signo de Tinnel)2,4,7,8. Pretendemos con este estudio valorar la ubicación de estos tumores neurogénicos en los distintos nervios y sus niveles respectivos, de los miembros, para extraer posibles correlaciones con sus manifestaciones clínicas. Aún cuando es el schwannoma el más frecuente de estos tumores, su prevalencia absoluta es baja 5. Palabras clave: Schwannoma. Proteína S-100. Cuerpos de Verocay. Antoni A. Antoni B. Material y métodos Introducción El schwannoma o neurilemoma es un tumor de las vainas nerviosas, las cuales a nivel periférico están representadas por las células de Correspondencia N. Souto González Hospital Clínico Universitario Juan Canalejo A Coruña Tel.: 981 178 000 162 Schwann, descrito inicialmente por Verocay (1908) bajo la denominación menos precisa de neurinoma, siendo Scout (1935) quien la ha bautizado con el nombre actual7,8. Los nervios de los miembros son mixtos, con excepción del braquial cutáneo interno y de su accesorio para el miembro superior y el femorocutáneo para el inferior, que son sensitivos. Una masa que comprometa sus fascículos comprimiéndolos, desglosán- 37/3 2007 - Págs. 162 a 165 Analizamos 28 casos intervenidos quirúrgicamente en nuestra Institución en los últimos 10 años, de localización en los nervios de los miembros o en sus plexos de origen. En todos ellos se practica estudio histopatológico para su correcta identificación, excluyendo así múltiples neurofibromas, neuromas de amputación, neuromas de Morton y síndromes canaliculares con reacción neuromatosa. N. Souto González, et al En 15 casos se ha realizado estudio de imagen preoperatorio (RM en 13 casos, TAC en un caso y ecografía en cuatro) y electromiografía en un caso. Bajo el punto de vista clínico se valora particularmente la sensibilidad, movilidad, reflejos osteotendinosos y la presencia de bultoma. Respecto a la topografía atendemos al nervio comprometido (o al tronco del plexo) y al nivel al que asienta el tumor. La cirugía ha consistido siempre en la exéresis de la neoplasia respetando los fascículos no englobados y susceptibles de liberación, recurriendo, en un caso a injerto fascicular mediante un segmento de nervio sural. El estudio anatomopatológico se complementó con inmunohistoquímica en los casos correspondientes a los últimos años. Resultados En cuanto a la distribución por sexos observamos una mayor incidencia en varones (60,7% frente a 39,3% en mujeres). Respecto a la edad, se comprobó un amplio rango (35-72 años) con predominio en la séptima década (32,5%) frente a 14,3% en la cuarta, 21,5% en la quinta y sexta y 10,2% en la octava. La localización ofrece la siguiente distribución topográfica: 19 casos (67,8%) se localizan en el miembro superior y 9 (32,2%) en el inferior. A su vez, y por orden descendiente de incidencia, en el miembro superior, afectan las localizaciones que quedan reflejadas en la figura 1, y las del miembro inferior en la figura 2. Sólo en tres casos el tumor se asentó en los ramos musculares terminales. Dos afectaban al nervio musculocutáneo (bíceps braquial) y uno al radial (vasto externo). Ello confiere dos características específicas: una de orden clínico (ausencia de síntomas sensitivos y signo de Tinnel, así como déficit motor) y VANCES ATraum otro de imagen (ausencia de continuidad funicular neurológica, apreciándose como un bultoma inmerso en el seno del músculo) (figs. 3 y 4). El tumor como signo (bultoma) constituye el protagonista dominante, siendo clínicamente demostrable en 25 casos (89,3%). Signos deficitarios motores sólo se evidenciaron en tres casos, uno de localización cubital a nivel del codo y dos casos en el nervio mediano a nivel del tercio medio del antebrazo. Signos sensitivos: dolor espontáneo, a la presión, Tinnel, disestesias (parestesias, hipoestesias, hiperestesias) en 18 casos (64,3%). El estudio anatomopatológico muestra, desde el punto de vista macroscópico, una masa globoide encapsulada con un diámetro máximo de 8 cm (media: 3 cm) y una superficie lisa al corte, de color claro con ocasional parcheado amarillento. Puede haber zonas quísticas y áreas de hemorragia, pero no se observa necrosis (fig. 5). Microscópicamente el tumor está compuesto por células fusiformes que se disponen alternando áreas compactas (Antoni A), con áreas laxas, menos celulares (Antoni B). En las áreas Antoni A hay imágenes características de empalizadas nucleares y cuerpos de Verocay (empalizadas nucleares limitando espacios hipereosinófilos acelulares). Los vasos muestran paredes gruesas e hialinizadas. En los casos en los que se realizado inmunohistoquímica, las células tumorales expresan positividad para proteína S-100 y vimentina (fig. 6). Discusión Los schwannomas son tumores benignos de las vainas de los nervios periféricos que, a nivel de los miembros ofrecen una evidente predilección topográfica por los planos de flexión2,4-7. Los tamaños inferiores a cinco centímetros suelen resultar asintomáticos por lo cual, dado su lento cre- Schwannomas de los miembros cimiento, pueden permanecer durante meses e incluso años, silentes. No obstante, cuando se objetivan y se presionan o percuten, aún siendo pequeños, pueden ofrecer síntomas sensitivos5. Las formas primitivamente malignas así como la degeneración maligna de los tumores benignos son inusuales5-9. El diagnóstico diferencial se plantea con los perineuromas, linfangiomas, hemangioma, hemangiopericitoma, lipoma, tumor desmoide, ganglión y sarcoma de partes blandas, esencialmente 5. Desde el punto de vista histológico, el principal diagnóstico diferencial sería con el neuroma solitario 5. La moderna tecnología de imagen, y particularmente la RM, ha permitido la aproximación al diagnóstico positivo antes de proceder a la cirugía y estudio histológico, el cual ofrece un patrón de crecimiento (Antoni A y Antoni B) y un inmuno-fenotipo (S-100 +) característico1,3,5,7 Conclusiones Del análisis de nuestra casuística extraemos las siguientes conclusiones: 1. Los schwannomas de los miembros ofrecen una escasa incidencia en el cómputo global de los tumores de partes blandas. Extraemos este aserto de haber observado menos de tres casos al año en un medio hospitalario de un alto nivel asistencial. 2. Es más frecuente en varones adultos con prevalencia evidente en la séptima década de la vida. 3. Más frecuente en el miembro superior y dentro de éste en los troncos del plexo braquial. 4. Los de asiento en fibras musculares terminales son escasos, manifestándose en RM como bultomas aislados en el seno del músculo sin aparente vinculación con el funículo neural y en el plano clínico con ausencia de déficit 163 Fig. 1. Número de casos. Miembro superior. Fig. 2. Número de casos. Miembro inferior. Fig. 3. Imagen de RM de schwannoma localizado en el nervio cubital. Véase la característica de continuidad funicular. 164 Fig. 4. Imagen RM característica de schwannoma de fibras terminales: masa de 3 x 2 inmerso en la región distal del músculo tríceps, con ausencia de continuidad funicular. N. Souto González, et al Fig. 6. Áreas celulares compactas (izquierda): Antoni A. Áreas celulares laxas /centro): Antoni B. Empalizadas nucleares que limitan espacios hipereosinófilos acelulares (derecha): Verocay. Inmunohistoquímica: positividad para la vimentina. Fig. 5. Imagen macroscópica de un schwannoma troncular del nervio. motor, alteraciones sensitivas y signo de Tinnel. 5. El inmunofenotipo viene dado por la positividad para S-100 y Vimentina. Bibliografía 1. Beggs I. Pictorial review: imagin of peripheral nerve tumours. Clin Radiol 1997;52(1):8-17. 2. Belding RH. Neurilemoma of lateral plantar producing tarsal tunnel syndrome: a case report. Foot Ankle 1993; 14(5):289-291. VANCES ATraum 3. Cerofolini B, Landi A, DeSantis G. MR of benign peripheral nerve sheath tumors. J Comput Assist Tomogr 1991;15(4):593597. 4. Hosalkar, Raíz S MD; Nussen-Lee, Susanne MD; Torbert, Jesse T MD; Dolinskas, Carol A MD; DonthineniRao, Rakesh MD [S]; Lackman, Richard D MD. Leg pain in a 39-year-old man. Clin Ortho Rel Res 2005; 434:282288. 5. Idler SR. Benign and malignant nerve tumors. Hand Clin 1995;11(2):203-209. 6. Mikami Y, Hidaka T, Akisada T. Malignant peripheral nerve sheath tumor arising in benign ancient schwannoma: a case report with an Schwannomas de los miembros inmunohistochemical study. Pathol Int 2000;50(2):156-161. 7. Stanley L. Robbins, MD. Tumores de la vaina de nervios periféricos. Schwannoma. Patología estructural y funcional. 5ª edición. Mc Graw-Hill, pp.1483-1484. 8. Campbell WC. Tumores y lesiones seudotumorales de la mano. Neurilemoma. Cirugía ortopédica. Novena edición, 37093711. 9. Woodruff JM, Seling AM, Crowley K. Schwannoma (neurilemoma) with malignant transformation. A rare, distinctive peripheral nerve tumor. Am J Surg Pathol 1994 Sep;18(5): 882895. 165 Aplicación de la fijación externa para la reducción de malposición inveterada de tobillo previa a la artrodesis L. Roger Berenguer1, R. Viladot Pericé2, R. Puig Adell3, A. Dalmau Coll4, F. Álvarez Goenaga5 Hospital Asepeyo Sant Cugat-Barcelona Hospital San Rafael Barcelona 3 Clínica Tres Torres Barcelona 4 Hospital Asepeyo Sant Cugat-Barcelona 5 Hospital San Rafael Barcelona 1 2 Resumen En el presente artículo se expone el procedimiento aplicado en una paciente para el tratamiento de un tobillo doloroso, por evolución de un pie equino varo cavo congénito, intervenido en múltiples ocasiones, con resultado de subluxación anterior tibioastragalina inveterada, y artrosis secundaria avanzada. La artrodesis en deformaciones inveteradas o postraumáticas conlleva resecciones óseas amplias con mayor asimetría resultante, y la técnica artroscópica no está recomendada para la realización de la artrodesis del tobillo. En el caso que presentamos se aplicó la FE para la distracción articular y reducción de la subluxación anterior del astrágalo irreductible, consiguiéndose la posición adecuada y una gran apertura articular, que permitió completar el tratamiento con la artrodesis por artroscopia y osteosíntesis percutánea con tornillos a compresión reduciendo al mínimo la exposición articular y los riesgos quirúrgicos. Palabras clave: Fijación externa. Malposiciones del pie. Artrodesis de tobillo. Artroscopia de tobillo. Introducción La solución definitiva del dolor incapacitante para la marcha en la artrosis del tobillo de pacientes jóCorrespondencia Luis Roger Berenguer Hospital Asepeyo Sant Cugat Alcalde Barnils s/n 08190 Sant Cugat del Vallès (Barcelona) lrogerberenguer@asepeyo.es 156 venes, mediante la artrodesis tibioperoneoastragalina, sigue siendo la elección en casos de exigencias funcionales importantes9,10,11. La posición de la artrodesis precisa de una correcta orientación del retropié y la alineación del eje de carga de la extremidad, en situación de angulación del retropié a 90º para permitir el apoyo plantígrado con el pie desnudo, y situar el cuerpo del astrágalo en la parte poste- 37/3 2007 - Págs. 156 a 161 rior del pilón tibial y un valgo-varo neutro del talón para orientar las cargas estáticas y dinámicas del pie1,9,10,11. Cuando el astrágalo se encuentra desplazado en las situaciones de secuelas postraumáticas, la reducción de la malposición puede ser muy dificultosa o imposible por la gran retracción y fibrosis de las partes blandas capsuloligamentarias, las intrínsecas a la articulación y las extrínsecas por retracciones tendinosas, haciéndose imprescindible exposiciones articulares amplias y grandes liberaciones de las partes blandas 11. La artrodesis artroscópica en las malposiciones está contraindicada por las dificultades de realización10,11. Las liberaciones realizadas para la reducción abierta de las malposiciones inveteradas, comprometen la evolución de los tejidos por la restricción y precariedad de su vascularización7,8, facilitan a su vez grandes hematomas y arriesgan necrosis cutáneas con posible exposición abierta del hueso o tendones. Estos riesgos se ven sin duda incrementados por la existencia de intervenciones previas. Cuando se presentan estas complicaciones se hace necesario realizar recubrimientos con métodos quirúrgicos com- L. Roger Berenguer, et al plicados, que alargan la resolución a la curación y facilitan las secuelas permanentes de compromiso neurovascular del pie. La fijación externa se ha aplicado en distintas ocasiones para la reducción de malposiciones postraumáticas del pie4,7,8, en la corrección de rigideces articulares3,4,6 y en ortopedia infantil, con los beneficios de la realización de desplazamientos con movilización progresiva controlada a través de instrumental de Ilizarov, y siguiendo los principios de este autor, según el cual la distensión progresiva continuada produce una mejoría de la vascularización de la extremidad, que puede llegar hasta diez veces la inicial cuando es sometida a la distracción, y por otra parte, confirmado por la propia experiencia, la recuperación de la elasticidad y longitud de los tejidos blandos, consiguiéndose rectificaciones funcionales estables en el tiempo. Todo ello realizado tan solo mediante abordajes percutáneos para la colocación de las agujas transfixiantes del FE. Por otra parte, la realización de la artrodesis del tobillo por artroscopia aporta también una franca reducción de riesgos por sus abordajes percutáneos, pero precisa de una apertura articular mínima para la introducción del visor y el instrumental por lo que está contraindicada en las deformaciones postraumáticas1,10,11. Esta apertura articular en los tobillos rígidos y aún más en los que están en malposición no puede conseguirse con la simple distracción, sino que se consigue laboriosamente conforme avanza la resección de osteofitos tejido capsular y ligamentario, y de las facetas articulares que impiden inicialmente la introducción de los elementos artroscópicos. Finalmente los sistemas de sujeción ósea para la artrodesis del tobillo, pueden ser múltiples y bajo la premisa de la cirugía mínimamente invasiva que significa la artroscopia, de entre todas las técnicas disponemos de tornillos guiados por agujas percutáneas para la osteosíntesis en compresión estable entre los VANCES ATraum que nos decantamos por el empleo de los tornillos ICOS1,10,11. Caso clínico La paciente que nos ocupa, se trata de una mujer de 47 años de edad, que presentaba marcha dolorosa incapacitante como consecuencia de la evolución de un pie equinovaro-cavo cogénito tratado con sucesivas intervenciones en la infancia y adolescencia, y que dejó como secuela permanente un equinismo irreductible (fig. 1), y deformación de la epífisis distal de la tibia con subluxación anterior del astrágalo y rigidez del tobillo dolorosa e incapacitante por artrosis tibioperoneo astragalina (figs. 2 y 3). En esta situación solicitó la solución de su problema que era obvio pasaba por la artrodesis tibioperoneoastragalina, pero la grave rigidez y la deformación articular, y la malposición del astrágalo significaban serios contratiempos, y su solución clásica precisaba de una gran exposición con vías anteriores y posteriores para la liberación completa tibioastragalina, la cruentación de las superficies de contacto y la fijación para la artrodesis instrumentada. Se planteó entonces solucionar el problema en dos tiempos: un primer tiempo para la reducción de la subluxación y otro para la artrodesis. El primer tiempo, recolocación del astrágalo y distracción articular, se planteó con la aplicación de un fijador externo que permitiera el desplazamiento progresivo del pie hacia atrás y abajo sin perder la relación astragalo-calcánea (figs. 4 y 5), y se planificó sobre estudios radiológicos en posiciones ortogonales para la medición de los ángulos de los vectores del desplazamiento a realizar y las distancias a recorrer. El mantenimiento de la relación del retropié se realizaría por la solidarización del elemento de sujeción del retropié, astrágalo y calcáneo, con un pin roscado desde el calcáneo en el talón al cuello del astrágalo desde atrás hacia arri- ba y adelante y otro pin perpendicular a la pared externa del calcáneo, según técnica habitual desarrollada en el hospital por la Unidad de FE3,6,8. La primera fase se llevó a cabo sin problemas aplicando un FE de Orthofix adaptado (figs. 6 y 7) ya que no existe uno específico y configurando el montaje bajo un esquema de FE de Ilizarov modular cuyo empleo nos es habitual y consideramos preferente por la versatilidad y modularidad que permite la adaptación personalizada a cada caso. El desplazamiento se realizó a partir del segundo día de la colocación del FE por la propia paciente instruida para ello y con el propósito de reducir el tiempo de hospitalización, ya que después siguió la corrección en régimen ambulatorio con controles hasta conseguir radiológicamente posicionar el astrágalo en el lugar adecuado para la artrodesis y la dilatación al mismo tiempo del espacio articular inexistente en el momento inicial, y facilitar así el segundo tiempo del tratamiento (figs. 8 y 9). Se programó la intervención de la artrodesis a los 31 días, confirmándose la movilidad articular y la amplia cavidad articular conseguida con la traslación-distracción (figs. 10 y 11), se retiraron los elementos de conexión del FE y se comprobó la reducción y apertura articular por control radiológico, tras lo cual se retiraron los pins de sujeción ósea y se pasó a realizar la artrodesis por artroscopia y la fijación percutánea por osteosíntesis estable con tornillos ICOS. La consolidación se consideró completa a las ocho semanas, habiéndose obtenido un pie funcional, con apoyo plantígrado indoloro, y calzando zapatos normales, permitiendo la integración de la paciente a todas sus ocupaciones habituales (figs. 12 y 13). Discusión La indicación de la artrodesis del tobillo para aliviar la disfunción en Fijación externa para la reducción de malposición inveterada de tobillo 157 Fig. 1. Foto clínica del pie donde se puede apreciar el equinismo. Fig. 2. Aspecto radiológico del tobillo. Fig. 3. Radiografía de perfil estricto del tobillo donde se puede apreciar la malposición y deformación de las facetas articulares de la tibia y del astrágalo. Fig. 4. Valoración de los ejes de carga y traslación que se pretenden Fig. 5. Esquema del montaje que se presume. En todos los casos de con el fijador externo. aplicación del fijador externo en secuelas ha de realizarse una planificación rigurosa. 158 L. Roger Berenguer, et al Fig. 6. Montaje previo del fijador externo, que permite valorar la seguridad de su efectividad al propósito y mostrarlo al paciente para garantizar su confianza y colaboración. Fig. 7. Foto clínica del fijador externo colocado. Fig. 8. Radiografía inicial a la corrección donde se aprecia la posición y la necesidad del doble desplazamiento hacia abajo y hacia atrás. Fig. 9. Radiografía del control del desplazamiento finalizado del astrágalo con la gran apertura de la articulación. Fig. 10. Aspecto artroscópico donde se puede apreciar el deterioro de las superficies articulares y la amplitud conseguida con la distracción. Fig. 11. Aspecto del trabajo de fresado articular. VANCES ATraum Fijación externa para la reducción de malposición inveterada de tobillo 159 Fig. 12. Radiografía de la artrodesis finalizada. la marcha por dolor como consecuencia del desarrollo de una artrosis postraumática plantea dos controversias, la primera si no es preferible la realización de una artroplastia, pero se considera preferente para el tobillo de paciente joven preferente la artrodesis por garantía de respuesta al esfuerzo y mejor resultado a largo plazo9. En segundo lugar la realización de la artroscopia de menor agresividad no es posible en las secuelas traumáticas en que la deformación ósea y ausencia de espacio articular impide la técnica 1,10,11 . La artrodesis por artroscopia del tobillo presenta unas particularidades derivadas de las secuelas de las lesiones previas causantes del deterioro articular. En las postraumáticas la presencia de fragmentos óseos, los hundimientos o la concavidad incrementados, y la rigidez grave pueden entorpecer o imposibilitar la técnica. Sin embargo su realización con legrado exclusivo hasta la esponjización bajo control radiológico10 de las superficies permita reducir los acortamientos de la extremidad hasta sólo un cm 11. El tratamiento de las malposiciones del pie mediante la FE es un procedimiento complicado por que precisa de una experiencia importante del cirujano por la complejidad de los montajes que han de estar adap- 160 Fig. 13. Foto clínica del resultado final. tados de forma individual a la lesión que se desea tratar, y por la necesidad de disponer del material adecuado para el montaje 3,6,8. Estas necesidades hacen que no sea un método fácilmente accesible por lo que debe valorarse la disponibilidad en ambos aspectos por parte del equipo quirúrgico como del centro sanitario. La técnica de FE aplicada3,6,8 difiere a la de otros autores 2 ya que el mantenimiento de la relación del retropié se realiza por la solidarización del elemento de sujeción del retropié, astrágalo y calcáneo sin que se coloquen agujas transfixiantes a nivel del astrágalo por la proximidad de los alementos vasculonerviosos y tendinosos en ambas caras interna y externa del tobillo y los problemas de tracción de la piel en la movilización articular. Es indudable que el rechazo que puede presentar el paciente al FE en la propuesta y durante el tratamiento puede malograr los objetivos, por lo que se hace imprescindible por una parte realizar una valoración psicológica previa y establecer la complicidad del paciente en el tratamiento mediante la comunicación previa explicativa y ajuste de expectativas del proceso y la bondad de los resultados con un método mínimamente invasivo que además permitirá realizar la artrodesis en óptimas condiciones e igualmente con técnicas mínimamente invasivas. Se considera que la técnica no debería aconsejarse en pacientes con trastornos psicológicos importantes. Por otra parte el método de fijación articular para la fusión ósea ha de asegurar el mantenimiento de la posición durante el tratamiento y ser lo menos agresiva posible, y en cualquier artrodesis abierta o cerrada la fijación con tornillos canulados a compresión es preferente1,9,10 aunque se ha de reconsiderar sólo en las artrodesis con fácil congruencia de las superficies y descartándose en las situaciones complejas11. Se suman con la aplicación de las técnicas expuestas, reducción de la malposición con distensión y traslación progresiva mediante fijación externa y la artrodesis por artroscopia y fijación con tornillos a compresión, un tratamiento global miniinvasivo que reduce los riesgos de lesiones yatrogénicas de los tejidos blandos, la infección y las alteraciones circulatorias posquirúrgicas. El resultado funcional en el caso que nos ocupa con su integración a las actividades habituales sin dolor y con calzado estándar permite valorar la planificación del tratamiento expuesto como muy efectivo y ofrece una oportunidad de reflexión sobre su aplicación en situaciones clínicas similares. L. Roger Berenguer, et al Conclusiones La aplicación de técnicas mínimamente invasivas es un beneficio para los pacientes, y en general, por la reducción de las estancias hospitalarias y por la reducción de riesgos inherentes a las exposiciones amplias, especialmente en el extremo distal de la pierna. La selección de los pacientes ha de ser razonada, teniéndose que valorar factores técnicos de disponibilidad de material y experiencia, factores personales del paciente psicológicos y de salud, y factores locales de la lesión a tratar de los huesos y los tegumentos. La planificación del tratamiento ha de ser individualizada a cada lesión ensayada sobre los estudios radiológicos previos para asegurar un resultado óptimo con un pie plantígrado, indoloro en la marcha y con calzado estándar. VANCES ATraum La artrodesis artroscópica está contraindicada en las deformaciones postraumáticas, pero la aplicación previa de la distracción articular mediante fijación externa habilita la técnica para estos pacientes. Bibliografía 1. Barrios Caldentey M, Boronat Rom J, Estarellas Roca J. Artrodesis tibioastragalina vía artroscópica a secuelas de una fractura tibial. Cuadernos Artroscopia, 2005; 13,1(25):37-39. 2. Kirienko A, Villa A, Calhoun JH. Ilizarov Technique for Complex Foot and Ankle Deformities. Marcel Dekker, Inc New York 2004 pp. 25-57. 3. Roger L. La fijación externa de Ilizarov en la rigidez en flexión de la rodilla.. XXXII Congreso Nacional SECOT. Sevilla 6-10-1995. 4. Roger L. Ilizarov’s method in correction of post-traumatic foot deformities. European Foot and Ankle Societies Congress. Paris 23-25 octubre 1997. 5. Roger L. The Ilizarov’s method for the patela baja postraumatic treatment. A cas report. 6 th . Congress of the European Federation of National Associations of Orthopaedics and Traumatology. Helsinki (Finland) 4 a 10 junio 2003. 6. Roger L. Fijación Externa de Ilizarov en la rigidez en flexión de la rodilla. Avances Traum Cir Rehab Med Prev Dep 1995; 25/4. 7. Roger L. Aplicación del fijador de Ilizarov en las deformidades postraumáticas del pie. Avances Traum Cir Rehab Med Prev Dep 1998;28/2:85-93. 8. Roger L. Aplicación del método de Ilizarov en las artrodesis fracasadas y complejas del tobillo. Avances Traum Cir Rehab Med Prev Dep 1998;28/ 2:85-93. 9. Steinlauf SD, Keinth H, Walling A, Sanders R. Anatomic Compression Arthrodesis Tecnique (ACAT) of the ankle: Results of Treatmen. Tech Foot Ankle Surg 2002;1(1):24-33. 10. Stone JW. Arthroscopic Ankle Arthrodesis. Tech Foot Ankle Surg 2002;1(1):2-7. 11.Thordarson, David B. MD Artrodesis para la reconstrucción de lesiones postrumáticas del pié y el tobillo. J Am Acad Orth Surg (ed esp.) 2004; 3(6):394-405. Fijación externa para la reducción de malposición inveterada de tobillo 161 EDITORIAL IN MEMORIA DEL DR. RAUL PUIG ADELL Hemos recibido la noticia del deceso del Dr. Puig Adell, compañero y colaborador nuestro, y con una trayectoria profesional notoria, pero lo que primero nos acude a la memoria, es su gran trayectoria docente, plasmada en sus cursos de formación en la artroscopia, técnica de la que fue pionero y de la que ha sido un referente para todos los profesionales, sintiendo su nombre unido para siempre a la artroscopia y la Asociación Española de Artroscopia. Su fallecimiento se ha producido cuando este número de AVANCES-Traum estaba en edición, estando incluido en él un trabajo realizado con su colaboración, lo que le da para nosotros una especial relevancia, y convirtiendo esta publicación en un homenaje al gran compañero, profesional y maestro que fue para todos nosotros Raul Puig Adell. Dr. Lluís Roger Berenguer Coordinador de la Revista Dr. José Mª. Aguilera Vicario Jefe de Redacción VANCES ATraum 155 INSTRUCCIONES PARA LOS AUTORES A VANCES en Traumatología, Cirugía Ortopédica, Rehabilitación, Medicina Preventiva y Deportiva Los trabajos han de ser inéditos, serán enviados a: Revista AVANCES en Traumatología, Cirugía, Rehabilitación, Medicina Preventiva y Deportiva. También deberán constar de entre 3 y 6 «Palabras clave», por su utilización en los índices bibliográficos internacionales. • Dr. Lluis Roger Berenguer Hospital ASEPEYO Sant Cugat Avda. Alcalde Barnils, s/n. 08190 Sant Cugat del Vallès (Barcelona) La bibliografía se ordenará alfabéticamente, numerándose las citas de modo consecutivo. Todas las referencias bibliográficas serán citadas en el texto, con su numeración correspondiente. Si la referencia es de un libro; Autor(es), título, volumen (si la obra consta de más de uno), número de edición (si es otra que la 1ª), editorial, ciudad, año y páginas de la cita. • Dr. Miguel García Munilla ASEPEYO Coslada-Madrid Joaquín de Cárdenas, 2 28820 Coslada (Madrid) La Revista AVANCES en Traumatología, Cirugía, Rehabilitación, Medicina Preventiva y Deportiva publicará: a) artículos originales; b) revisiones; c) notas clínicas. Los artículos originales serán sometidos a revisión por el Comité de la Revista que informará al autor de su aceptación o de su devolución, indicando en este caso las causas que motivan su no publicación. Los manuscritos deberán ser enviados mecanografiados a doble espacio en DIN-A4, por una sola cara, y dejando amplios márgenes; las páginas serán numeradas correlativamente y llevarán en la cabecera el nombre del autor. En la primera página se hará constar: Título, nombre del autor (es), Hospital o Institución académica, dirección y teléfono. Se agradecerá el envío de disquete, en el programa Word u otros programas de tratamiento de textos habituales. Los trabajos estarán constituidos por partes claramente diferenciadas: Introducción, Material y métodos, Resultados, Discusión y Bibliografía; irá precedido de un resumen de una extensión entre 100 y 150 palabras, en el que se expondrá concisamente el objeto del trabajo, los resultados y las conclusiones más relevantes obtenidas. Las citas bibliográficas se harán constar, por este orden: Apellido e iniciales del autor(es), título original, abreviatura según el Index Medicus del nombre de la revista, volumen, páginas inicial y final y año. Las ilustraciones deben ser facilitadas en un original que permita su reproducción, excluyendo en cualquier caso fotocopias u otro sistema de baja calidad. En caso de ser facilitadas en soporte informático (formatos a 300 ppp extensiones tiff, jpeg, bmp) deberán ir acompañadas de una copia impresa de las mismas con resolución suficiente para poder reproducirse directamente en caso de fallo en el soporte. Las fotografías, radiografías, gráficos y dibujos llevarán una numeración arábiga consecutiva según son mencionados en el texto, bajo el nombre genérico de Figuras. Las tablas estarán ordenadas consecutivamente según son mencionadas en el texto, con numeración romana. En hoja aparte se escribirán las leyendas de las ilustraciones. Las fotografías deberán remitirse en diapositivas que sean el positivo de la imagen. En cada una de ellas se hará constar el número de la figura y una flecha indicando claramente su posición correcta. Los dibujos y gráficos tendrán un tamaño apropiado para que sean legibles al ser reproducidos; se enviará el original impreso. VOL. 37, nº3 2007 SUMARIO Original Revisión Revisión Revisión Caso Clínico Caso Clínico Caso Clínico APLICACIÓN DE LA FIJACIÓN EXTERNA PARA LA REDUCCIÓN DE MALPOSICIÓN INVETERADA DE TOBILLO PREVIA A LA ARTRODESIS L. Roger R. Viladot R. Puig A. Dalmau F. Álvarez 156 SCHWANNOMAS DE LOS MIEMBROS N. Souto O. Robles A. García H. Fraga 162 FRACTURAS DEL RADIO DISTAL TIPO C1. ¿CUÁL ES EL TRATAMIENTO DE ELECCIÓN? AJ. Arenas JA. Ortega C. Corchuelo M. Ortega A. Arenas 166 UTILIZACIÓN DEL REMIFENTANILO EN MEDICINA INTENSIVA R. Tomas J. Urdangarin C. Monforte 172 HALLAZGO DE UN PLASMOCITOMA EN UNA INTERVENCIÓN DE PRÓTESIS TOTAL DE RODILLA JM. García AR. Fuster E. González R. Cermeño VM. Teruel A. Blanco 176 OSTEOCONDROMAS CON COMPROMISO VASCULAR R. Laguna M. Ferrer R. Casteleiro F. López ENFERMEDAD DE NORA EN EL PIE. A PROPÓSITO DE UN CASO P. Guerra FJ. Sanz D. García J. Escalera JM. Cano A. Coello 180 183 Vol. 37, nº 3 A VANCES en Traumatología, Cirugía Ortopédica, Rehabilitación, Medicina Preventiva y Deportiva Fundador Dr. Juan Ballester Peris † Coordinador de la revista Dr. Lluís Roger Berenguer Asesoría Científica Dr. José Barrachina Pérez Prof. Enrique Cáceres Palou Dr. Alejo Erice Calvo-Sotelo Dr. Josep Comellas Alabern Dr. Rafael Cruz-Conde Delgado Dr. Miguel Ferrán Olivé Dr. Miguel García Munilla Prof. Antonio López Alonso Prof. Joan Nardi Vilardaga Dr. Cristobal Rodríguez Hernández Prof. Juan Ramón Valentí Nin Dr. Ramon Vilardot Pericé Comité de Redacción Redactor Jefe: Secretario: Vocales: Presidente Ramon Martín rmartinm@puntex.es Marketing Elisabeth Martín emartin@puntex.es Directora General Yolanda Martín ymartin@puntex.es Publicidad José Mª Robledo jrobledo@puntex.es Miguel Navarrete mnavarrete@puntex.es Gerente Elisabeth Martín emartin@puntex.es Económico Financiero Àngela Pallarès apallares@puntex.es ATR-373-Staff.p65 Redacción Raúl Sanahuja rsanahuja@puntex.es Producción y Logística Andreu Petchamé apetchame@puntex.es Diseño y Maquetación Patricia Oliveras poliveras@puntex.es Tecnología de la Información y Comunicación - TIC Alberto Martín amartin@puntex.es Coordinación Montserrat Terrado mterrado@puntex.es 151 Dr. José Mª. Aguilera Vicario Dr. Javier Zamora Vicente de Vera Dr. Jorge Eduardo Omaña García Dr. César Abellán Miralles Dr. Miguel Arilla Castilla Dr. Antonio Dalmau Coll Dr. Fernando Granell Escobar Dr. Joaquím Raventós Paucirerol Impreso en: EPS Depósito legal: B-7461/85 ISSN: 0214-4077 Publicación autorizada por el Ministerio de Sanidad como Soporte Válido. Ref. S.V.R. 422. La Dirección de la Revista no acepta responsabilidades derivadas de las opiniones o juicios de valor de los trabajos publicados, la cual recaerá exclusivamente sobre sus autores. Esta publicación no puede ser reproducida total o parcialmente por ningún medio, sin la autorización expresa por escrito de los editores. 15/10/2007, 10:39 A VANCES HOJA DE SOLICITUD DE RECEPCIÓN en Traumatología, Cirugía Ortopédica, Rehabilitación, Medicina Preventiva y Deportiva Si Vd. desea recibir regularmente todos los números de Avances en Traumatología, Cirugía Ortopédica, Rehabilitación, Medicina Preventiva y Deportiva y al mismo tiempo aparecer gratuitamente en la Guía Puntex proveedores médico-hospitalarios. Remita el boletín adjunto (por fax. 93 446 20 64 - Correo electrónico: puntex@puntex.es, o por correo sin necesidad de franqueo) cumplimentando la totalidad de los datos. Rogamos comunique cualquier cambio de domicilio así como cualquier deficiencia en la recepción trimestral de la publicación, marcando la casilla correspondiente. Les recordamos que según las normas del Ministerio de Sanidad, sólo puede ser receptor de esta publicación el personal médico. Deseo suscribirme GRATIS a la Revista AVANCES en Traumatología, Cirugía Ortopédica, Rehabilitación, Medicina Preventiva y Deportiva Deseo aparecer GRATIS en la GUÍA PUNTEX Proveedores médico-hospitalarios - apartado Traumatólogos REF.: 3-07 Deseo informar cambio de domicilio NOTA: De la exactitud y claridad de los datos que nos proporcione depende en gran parte que podamos ofrecerle un servicio de distribución correcto Dra./Dr..................................................................................................................................Año nacimiento: ..................... Nº Colegiado:...............................................................Colegio:............................................................................................ Cargo o actividad:................................................................................................................................................................ Centro:................................................................................................................................................................................. Dirección:............................................................................................................................................................................. Población:......................................................... CP:............................................................................................................ Provincia:............................................................................................................................................................................. Teléfono/s:..........................................................................................................................................Fax:.......................... Correo electrónico:............................................................................................................Web:.......................................... Tipo, lugar y año de licenciatura:......................................................................................................................................... Títulos académicos:............................................................................................................................................................. Asociaciones de las que es miembro:................................................................................................................................ Especialidades: Artroscopia Cirugía hombro Cirugía muñeca Cirugía pie Cirugía rodilla Medicina deportiva Oncología ortopédica Patología osteoarticular Traumatología infantil Cirugía cadera Cirugía mano Cirugía ortopédica Cirugía raquis Cirugía tobillo Microcirugía Ortopedia infantil Traumatología Valoración daño corporal Fecha ........................... Firma .......................................... “Sus datos personales y profesionales son tratados por Publicaciones Nacionales Técnicas y Extranjeras, S.A. (PUNTEX), C/Padilla, 323 - 08025 Barcelona (España), como responsable, para la elaboración, edición, publicación y recepción de la Guía Puntex y del Quién es Quién en Sanidad también editada por Puntex Igualmente, dichos datos serán tratados para enviarle información de las publicaciones editadas por PUNTEX y de productos y servicios médico-sanitario de terceras empresas; así como publicar sus datos personales y profesionales en la página web www.puntex.es con la finalidad de comunicar dichos datos a los usuarios que visiten la citada web, los cuales podrán estar situados en cualquier país del mundo, lo que implica la transferencia internacional de sus datos, tanto a países de los que se haya declarado la existencia de un nivel adecuado de protección a la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal (LOPD) como a países que no tengan el mismo nivel de protección que la LOPD. Asimismo, PUNTEX le informa que sus datos personales y profesionales serán cedidos a terceras empresas pertenecientes a los sectores médico-sanitario, financiero, automoción, ocio, gran consumo, ONG, telecomunicaciones, formación, energía y agua, para que dichas empresas puedan tratar sus datos con fines de publicidad y prospección comercial de sus productos y servicios. El tratamiento y la cumplimentación de sus datos en la ficha de actualización es voluntaria. Por ello, si no consiente los siguientes tratamientos realizados por PUNTEX, indíquenoslo marcando la casilla que corresponda: • No consiento el tratamiento y cesión de mis datos para ser publicados en la guía Puntex ni para recibir la misma. • No consiento el tratamiento y cesión de mis datos para ser publicados en el Quién es Quién en Sanidad, ni para recibir dicha publicación. • No consiento el tratamiento de mis datos para recibir información sobre otras publicaciones de PUNTEX. • No consiento el tratamiento de mis datos para recibir información de productos y servicios médico-sanitarios de terceras empresas. • No consiento la cesión de mis datos a terceras empresas pertenecientes al sector médico-sanitario, financiero, automoción, ocio, gran consumo, ONG, telecomunicaciones, formación, energía y agua y que dichas empresas puedan tratar sus datos con fines de publicidad y prospección comercial de sus productos y servicios. • No consiento el tratamiento, la comunicación y la transferencia de mis datos a cualquier país del mundo del que se haya declarado la existencia de un nivel de protección equiparable a la LOPD, como a países que no tengan el mismo nivel de protección que la LOPD, para ser publicados en la página web www.puntex.es. Asimismo, en el caso de que Usted se oponga a que sus datos profesionales y personales aparezcan en nuevas ediciones de la guía Puntex y del Quién es Quién en Sanidad, los mismos serán mantenidos en nuestros ficheros y tratados por PUNTEX, para identificarle y evitar que vuelva a figurar en las citadas publicaciones, salvo que nos indique lo contrario marcando esta casilla •. Si lo desea puede ejercitar sus derechos de acceso, rectificación, cancelación y oposición dirigiéndose por escrito a PUNTEX en la dirección anteriormente indicada”.