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DOLENTIUM HOMINUM N. 84 – año XXIX – N. 1, 2014 revista del pontificio consejo para los agentes sanitarios (para la pastoral de la salud) Actas de la XXVIII Conferencia Internacional promovida y organizada por el Pontificio Consejo para los Agentes Sanitarios sobre La Iglesia al servicio de la persona anciana enferma: atención a las personas afligidas por patologías neurodegenerativas 22-23-24 noviembre 2013 Nueva Sala del Sínodo Ciudad del Vaticano DH84esp.indd 1 23/10/14 18:00 2 dolentium hominum n. 84-2014 Director S.E. Mons. Zygmunt Zimowski Redactor Jefe Mons. Jean-Marie Mupendawatu Comité de Redacción Dr. Antonino Bagnato Don Marco Belladelli Dr. Daniel A. Cabezas Gómez Sor. Anna Antida Casolino Prof. Maurizio Evangelista Padre Bonifacio Honings Dra. Beatrice Luccardi Dra. Rosa Merola Sr. Luigi Nardelli Mons. Jacques Suaudeau Dirección, Redacción, Administración: Pontificio Consejo para los Agentes Sanitarios (para la Pastoral de la Salud) Ciudad del Vaticano; Tel. 06.698.83138, 06.698.84720, 06.698.84799 - Fax: 06.698.83139 e-mail: opersanit@hlthwork.va www.holyseeforhealth.net Publicación cuatrimestral. Suscripción: 32 € comprendidos los gastos de envío Impreso en la Editrice VELAR, Gorle (BG) En la cubierta: vidriera de P. Costantino Ruggeri Poste Italiane s.p.a. Spedizione in Abbonamento Postale - D.L. 353/2003 (conv. In L. 27/02/2004 nº 46) art. 1, comma 2, DCB Roma DH84esp.indd 2 23/10/14 18:00 dolentium hominum n. 84-2014 3 Sumario 6 Encuentro de Oración y Reflexión de los Agentes Sanitarios con el Santo Padre Francisco en la vigilia de la clausura del Año de la Fe, desarrollado como conclusión de la XXVIII Conferencia Internacional 6 Introducción S.E. Mons. Zygmunt Zimowski 7 Mateo 25, 31-46: el juicio final S. E. Mons. José Rodríguez Carballo, O.F.M. 9 Discurso del Santo Padre Francisco Jueves 21 noviembre 10 25 30 Discurso de Apertura Solicitud de la Iglesia por las personas ancianas enfermas y magisterio pontificio de los últimos años S.E. Mons. Zygmunt Zimowski Prolusión El enfermo anciano, ‘desafía’ a la pastoral de la salud S.E. Cardenal Willem Jacobus Eijk El enfermo anciano en la Sagrada Escritura: «Todavía en la vejez tienen fruto, se mantienen frescos y lozanos» (Sal 92,15) Padre Joseph Emmanuel Kakule Vyakuno PRIMERA SECCIÓN EPIDEMIA Y POLÍTICA SANITARIA DE LAS ENFERMEDADES NEURODEGENERATIVAS EPIDEMIA SILENTE DEL TERCER MILENIO SEGUNDA SECCIÓN Investigación y curación: utilidad actual y en perspectiva 57 1. Genética y Medicina Predictiva Prof. Giuseppe Novelli 59 2. Biotecnologías: de la genómica a la proteómica Dr. Enrico Silvio Bertini 3. MESA REDONDA Demencias 61 3.1 El diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer Prof. Bruno Dubois 66 3.2 Enfermedad de Alzheimer: intervenciones rehabilitadoras Dr. Gabriele Carbone Dra. Francesca Barreca 86 3.3 Los cuidados paliativos son un derecho humano fundamental Baronesa Ilora Gillian Finlay of Llandaff TERCERA SECCIÓN Modelos de una red integrada de asistencia 1. Presentación de un modelo integrado de asistencia. Región Véneto Dr. Sandro Caffi 92 2. Cisco: la visión “Connected Health” Dr. Jens Mortensen 93 3. Las soluciones que ofrece “Essence Smart Care” Dr. Haim Amir 90 33 1. Cuestiones éticas y morales Mons. Jacques Suaudeau 46 2. La persona anciana enferma en el contexto de la emigración Prof. Andrzej Sados Viernes 22 noviembre 49 53 DH84esp.indd 3 3. Cuadro epidemiológico en Italia y estrategias actuales y en perspectiva de política sanitaria para una gestión adecuada de las patologías neurodegenerativas Prof. Fabrizio Oleari 4. El concepto de tratamiento sostenible come respuesta al “rationed treatment” en la condición crónica de las personas afligidas por enfermedades neurodegenerativas Prof. Christoph F. von Ritter CUARTA SECCIÓN El anciano afligido por enfermedades neurodegenerativas 95 1. Tutela de la persona anciana afligida por enfermedades neuro-degenerativas Fabio Cembrani 104 2. Necesidades de la familia Dra. Gabriella Salvini Porro 23/10/14 18:00 4 dolentium hominum n. 84-2014 QUINTA SECCIÓN Enfermedades neurodegenerativas y lugares de sanación: entre hospital y territorio 150 2. La teología de la prevención entre amor y responsabilidad, para una salud de la psique y del cuerpo Mons. Andrea Pio Cristiani 108 1. Procesos de asistencia socio-sanitarios: experiencias en Italia y Europa Dr. Nicola Vanacore 3. Acompañamiento espiritual y pastoral 152 3.1 Acompañamiento espiritual y pastoral en los lugares de curación Prof. Dr. Arndt Büssing 110 2. MESA REDONDA Best Practices: analogías y diferencias entre algunas naciones 2.1 Las estructuras asistenciales para ancianos en Australia. Conocer la demencia: precondición necesaria para proporcionar los mejores cuidados Prof. Fran McInerney 2.2 Una aproximación global al cuidado de personas mayores con enfermedades neurodegenerativas en Chile Prof. Claudio Iván Lermanda Soto 117 2.3 Alemania Prof. Frank Ulrich Montgomery 113 120 2.4 Bolivia Dr. Daniel Cabezas Gómez 121 2.5 India Dr. Thomas Mathew 123 2.6 Israel e Italia Prof. Enrico Mairov 127 2.7 Estados Unidos: tratamiento de las personas afectadas por patologías neurodegenerativas típicas del envejecimiento. Colmar el vacío Dr. William L. Toffler SEXTA SECCIÓN Acciones de prevención y potenciales ventajas del progreso tecnológico 130 1. Alimentación, actividad física e intelectual Prof. Jean-Marie Ekoé 134 2. El aporte de la telemedicina en la prevención y en el tratamiento de las enfermedades neurodegenerativas Prof. Louis Lareng 138 3. Domótica y Robótica Dr. Dario Russo SEPTIMA SECCIÓN Perspectiva teológica y pastoral 157 3.2 Acompañamiento Espiritual y Pastoral en el Área Local Mons. Roberto J. González Raeta 159 3.3 Cuidado espiritual y pastoral en la familia Padre Thomas Kammerer 161 3.4 Asociaciones y voluntarios al servicio de los ancianos con enfermedades neurodegenerativas y de sus familias Dr. Marc Wortmann Sábado 23 noviembre MESA REDONDA Acción de la Iglesia a favor de la persona anciana enferma 164 1. Informe desde Argentina S.E. Mons. Aurelio Kühn 167 2. Ancianos enfermos: la obra de la Iglesia en Australia S.E. Mons. Donald Sproxton 169 3. Canadá: Iglesia y los ancianos enfermos S.E. Mons. William T. McGrattan 172 4. India: Los ancianos con enfermedades neurodegenerativas y trastornos mentales. Retos emergentes y el camino que debe seguir la Iglesia S.E. Mons. Vincent M. Concessao 177 5. Experiencia de la Iglesia en Polonia S.E. Mons. Stefan Regmunt 180 6. El aporte de la Iglesia católica en la República Democrática del Congo al servicio de las personas ancianas enfermas S.E. Mons. Nicolas Djomo Lola 183 Recomendaciones al término de la XXVIII Conferencia Internacional Prof. Jean-Philippe Azulay 184 Conclusiones y Recomendaciones Mons. Mauro Cozzoli 145 1. El envejecimiento de la persona y el sentido espiritual de la vida Prof. Christina M. Puchalski DH84esp.indd 4 24/10/14 10:16 dolentium hominum n. 84-2014 5 Actas de la XXVIII Conferencia Internacional promovida y organizada por el Pontificio Consejo para los Agentes Sanitarios sobre La Iglesia al servicio de la persona anciana enferma: atención a las personas afligidas por patologías neurodegenerativas 22-23-24 noviembre 2013 Nueva Sala del Sínodo Ciudad del Vaticano DH84esp.indd 5 23/10/14 18:00 6 dolentium hominum n. 84-2014 Encuentro de Oración y Reflexión de los Agentes Sanitarios con el Santo Padre Francisco en la vigilia de la clausura del Año de la Fe, desarrollado como conclusión de la XXVIII Conferencia Internacional 23 de noviembre de 2013, Aula Pablo VI Programa Canto inicial Himno del Año de la Fe Introducción de Su Excelencia Monseñor Zygmunt Zimowski Presidente del Pontificio Consejo para los Agentes Sanitarios (para la Pastoral de la Salud) Lectura de la Palabra de Dios Primera lectura Salmo Aleluya Lectura del Evangelio Comentario Su Excelencia Monseñor José Rodríguez Carballo, O.F.M. Secretario de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica Testimonios Oración de los fieles Oración conclusiva Canto final Discurso del Santo Padre Francisco DH84esp.indd 6 Introducción S.E. Mons. Zygmunt Zimowski Presidente del Pontificio Consejo para los Agentes Sanitarios, Santa Sede E minencias, Excelencias Reverendísimas, queridos Sacerdotes, Religiosos y Religiosas: Tengo el agrado de saludar a los Organizadores y a los Participantes en esta importante XXVIII Conferencia Internacional, que acaba de concluirse y que ha tratado el tema: “La Iglesia al servicio de la persona anciana enferma: el cuidado de las personas afectadas por patologías neurodegenerativas”. Saludo también muy cordialmente a las varias Organizaciones que se ocupan de los enfermos y de las personas que sufren, de manera particular a UNITALSI. Queridos enfermos, ¡gracias por vuestra presencia! El Año de la Fe, querido por el S. Padre Benedicto XVI, está por concluir. En este tiempo “la fe fundada en el encuentro con Jesucristo resucitado podrá redescubrirse en su integralidad y en todo su esplendor”, ha escrito el Santo Padre en el documento “Porta Fidei”. Cuando encontramos a una persona importante, todos sentimos estremecimientos; aquí debemos preguntarnos: El encuentro con Cristo y su don de la fe ¿nos dan un nuevo ‘estremecimiento’, sugiriéndonos una nueva orientación a la vida? He aquí ¡un año para favorecer el gozoso redescubrimiento y el renovado testimonio de la fe! El año de la Fe, tiende a su conclusión, pero queda el impulso que debe penetrar toda nueva vida hoy y para los años que Dios querrá concedernos. Para comprender mejor el significado y la profundidad de lo que el Papa Francisco escribe en su primera encíclica “Lumen Fidei”, acerca de la fuerza y la luz que puede venir de la Fe en el sufrimiento (Lumen Fidei, 56-59), sería importante focalizar la reflexión tanto en el conjunto del desarrollo de la Encíclica como en la continuidad con las Encíclicas de Benedicto XVI sobre la caridad (Deus Caritas est) y sobre la esperanza (Spe Salvi), y además con la amplia reflexión sobre el sufrimiento manifestado por Juan Pablo II en la carta apostólica “Salvifici doloris”. La primera consideración acerca de la relación de la fe con el sufrimiento, como lo presenta el Papa Francisco en la Encíclica, se refiere a la misma colocación de la reflexión en la cuarta parte (“Dios prepara para ellos una ciudad”) donde se subraya que la fe no es una realidad abstracta, sino para la vida y para traer luz en todas las situaciones existenciales. Ella “ilumina el vivir social, ella posee una luz creativa para todo momento nuevo de la historia porque co- 23/10/14 18:00 dolentium hominum n. 84-2014 loca todos los acontecimientos en relación con el origen y el destino de todo en el Padre que nos ama” (Ivi 55). La fe no nos aleja del mundo y de sus problemas reales. Antes bien, ofrece un servicio para edificar una humanidad y una sociedad en las que prevalezca la justicia, el respeto y la tutela de la dignidad de cada persona, la educación a una fraternidad social que busque el bien común, la atención y el cuidado de las fajas más débiles, en particulares condiciones de pobreza y de sufrimiento. Por tanto, el llamado a la relación de la fe con el sufrimiento por nada aparece aislado. Por el contrario, el sufrimiento parece convertirse en el “lugar” y en la “experiencia” para interrogarnos, tanto sobre la verdad de la fe y su fuerza iluminadora así como sobre la autenticidad o no de nuestro vivir humano y de nuestras relaciones sociales. Parece resonar con fuerza una afirmación de Benedicto XVI en la Encíclica “Spe Salvi”: “La grandeza de la humanidad está determinada esencialmente por su relación con el sufrimiento y con la persona que sufre. Esto es válido tanto para el individuo como para la sociedad. Una sociedad que no logra aceptar a los que sufren y no es capaz de contribuir mediante la compasión a fin de que el sufrimiento sea compartido y sobrellevado también interiormente, es una sociedad cruel e inhumana” (Ivi 38). Pero el sufrimiento, subraya el Papa Francisco, se presenta tam- 7 bién como “lugar de fe, de esperanza y de amor. Lugar donde, en la experiencia del apóstol Pablo (Cf. 2Co 4, 7-12), el sufrimiento y la misma debilidad se convierte en lugar para anunciar y vivir la fe, reconociendo la presencia y el poder de Dios que supera nuestra debilidad y es capaz de darnos fuerza, luz y consolación en el mismo sufrimiento (Ivi 56). Aunque el sufrimiento no puede ser eliminado, la fe cristiana puede ayudar a darle un sentido hasta “convertirse en acto de amor, de entrega confiada en las manos de Dios que no abandona y, de este modo, puede constituir una etapa de crecimiento de la fe y del amor” (Ivi 56). La fe no tiene explicaciones para darnos sobre el sufrimiento, pero nos puede dar el sentido y la fuerza para vivirlo. “La luz de la fe no disipa todas nuestras tinieblas, sino que, como una lámpara, guía nuestro camino” (Ivi 57). También en el fatigoso camino en el sufrimiento, en el cual Dios no nos deja solos, sino camina a nuestro lado: “Al hombre que sufre, Dios no le da un razonamiento que explique todo, sino que le responde con una presencia que le acompaña, con una historia de bien que se une a toda historia de sufrimiento para abrir en ella un resquicio de luz” (Ivi 57). Según una feliz expresión de San Bernardo “Dios no puede padecer, pero puede compadecer”. “El hombre tiene un valor tan grande para Dios que se hizo hombre para poder com-padecer Él mismo con el hombre, de modo muy real, en carne y sangre, como nos manifiesta el relato de la Pasión de Jesús. Por eso, en cada pena humana ha entrado uno que comparte el sufrir y el padecer; de ahí se difunde en cada sufrimiento la con-solatio, el consuelo del amor participado de Dios y así aparece la estrella de la esperanza (Spe salvi, 39). El Papa Francisco concluye su primera Encíclica “Lumen Fidei” con una oración a María, Madre de la Iglesia y Madre de nuestra fe, que puede servir para los enfermos y los que sufren, especialmente en el momento del abandono o de la muerte: ¡Madre, ayuda nuestra fe! Abre nuestro oído a la Palabra, para que reconozcamos la voz de Dios y su llamada. Aviva en nosotros el deseo de seguir sus pasos, saliendo de nuestra tierra y confiando en su promesa. Ayúdanos a dejarnos tocar por su amor, para que podamos tocarlo en la fe. Ayúdanos a fiarnos plenamente de él, a creer en su amor, sobre todo en los momentos de tribulación y de cruz, cuando nuestra fe es llamada a crecer y a madurar. Siembra en nuestra fe la alegría del Resucitado. Recuérdanos que quien cree no está nunca solo. Enséñanos a mirar con los ojos de Jesús, para que Él sea luz en nuestro camino. ¡Y que esta luz de la fe crezca continuamente en nosotros, hasta que llegue el día sin ocaso, que es el mismo Cristo, tu Hijo, nuestro Señor! Mateo 25, 31-46: el juicio final S. E. Mons. José Rodríguez Carballo, O.F.M. Arzobispo Secretario CIVCSVA Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica Santa Sede DH84esp.indd 7 H emos escuchado uno de los pasajes más importantes y conocidos del Evangelio de Mateo, antes bien, de los Evangelios. Se trata del último discurso de Jesús. Como sabemos, el Evangelio de Mateo presenta a Jesús como el nuevo Mesías. Como hizo Moisés, también Jesús promulga la ley de Dios. Como era para la Ley antigua, también la nueva dada por Jesús contiene cinco libros o discursos. El primer discurso es el de la montaña (Cf. Mt 5, 1-7, 27). El último es el discurso sobre la vigilancia (Cf. Mt 24, 1-25, 46), en el que se encuentra el texto que hemos escuchado. El pri- 23/10/14 18:00 8 mero contiene las bienaventuranzas, el último habla del juicio final. Las bienaventuranzas describen la puerta para entrar en el Reino, enumerando ocho categorías de personas: los pobres, los mansos, los afligidos, los que tienen hambre y sed de justicia, los misericordiosos, los puros de corazón, los promotores de paz y los perseguidos por la justicia (Cf. Mt 5, 3-10). El texto sobre el juicio final que hemos escuchado nos dice lo que debemos hacer para entrar en el Reino: acoger a los hambrientos, a los sedientos, a los extranjeros, a los desnudos, a los enfermos y a los prisioneros (Mt 25, 35-36). La “diaconía” cristiana encuentra su fundamento en este texto. El mismo Catecismo de la Iglesia Católica cita este texto para promover la diaconía cristiana y proporcionarle su debido fundamento. Este texto sigue la lista de las siete obras de misericordia, y lo completa con un texto del libro de Tobías que habla de enterrar a los muertos (Cf. Tb 1, 17). Se trata de un texto importante, sea suficiente pensar que san Juan Crisóstomo lo cita 170 veces, con el fin de motivar con este texto la solidaridad hacia los pobres. Se trata del juicio final, esto es, del momento más decisivo para cada uno de nosotros. No es posible jugar. Del Señor mismo escucharemos: “Cuanto hicisteis a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mi me lo hicisteis”, o a los míos; “Cuanto dejasteis de hacer con uno de estos más pequeños, también conmigo dejasteis de hacerlo”. Por cinco veces hemos escuchado los adverbios “entonces” y “cuando”: “entonces”, es decir, al final, veremos que el “cuando” es ahora. La suerte de “entonces” (al final) se decide “ahora”, “en el presente”. El texto nos dice claramente que al margen del “sacramento” del prójimo no hay camino hacia Dios. El texto tiene una gran fuerza cristológica: Cristo continúa su encarnación en los pobres. Por otro lado, el texto tiene también una gran importancia eclesiológica: “Los más pequeños – dice Moltmann –, nos pueden in- DH84esp.indd 8 dolentium hominum n. 84-2014 dicar donde está la Iglesia”. Pienso che el texto debe focalizar nuestra atención ya sea en la solidaridad con los pobres, en sentido amplio – que históricamente se identifican con los discípulos, designados por el Evangelio como los “pequeños” (Mt 10, 16. 23. 24, 40-42), pero también con todos los que tienen necesidad de ayuda o sufren penurias de todo tipo –, ya sea con la fe: en el pobre debemos encontrar a Cristo, en sus llagas estamos llamados a contemplar las llagas de Jesús mismo. De este modo el texto que estamos meditando nos hace ver que nuestra fe no es sólo una cuestión de “profesión” de las verdades reveladas, sino que es también cuestión de “profesión de pertenencia”, es decir cuestión de comunión, de solidaridad, en la que se entra a través de la fe, una cuestión de alianza y de familiaridad con los más pobres. No hay salvación fuera de la comunión. Regresemos a Mateo. El capítulo 25, en el que se encuentran nuestros textos, contiene tres narraciones “graduales” sobre lo que hay que hacer “ahora” en vista de la “fin”: “Ahora es necesario comprar el aceite (vv 1- 13), que consiste en “redoblar” el don de amor recibido (vv. 14-30), amando al Señor en los hermanos más pequeños (vv 31- 46). El juicio que el rey hará sobre nosotros “entonces” es el mismo que nosotros hacemos ahora sobre el pobre. En realidad somos nosotros mismos que nos juzgamos: acogiéndolo o rechazándolo en la persona de los pobres. Él no hará otra cosa sino constatar lo que nosotros hacemos. Nos lo dice anticipadamente para abrirnos los ojos sobre lo que estamos haciendo ahora. El pasaje, espléndido y único, es una síntesis de la teología de Mateo: somos juzgados según lo que hacemos a los demás (7, 12). Todo otro, es siempre el otro. En efecto, el primer mandamiento, es igual al segundo (22, 39), porque el Señor mismo se ha hecho nuestro prójimo y está siempre con nosotros (28, 20), bajo el signo del Hijo del hombre (24, 30), que tiene el rostro de todos los pobres de la tierra. Seremos juzgados según el amor por el más pequeño y el más débil, en el cual estamos llamados a ver a Cristo mismo (Francisco y el leproso). Nuestro ser “bendecidos” o “maldecidos” depende del amor dado o negado a los hermanos que viven en las necesidades en las que el Señor nos visita. El amor que tenemos hacia el otro es el amor hacia Dios: me realizo como hijo viviendo como hermano. Toda la ley, en efecto, se reduce a amar al Señor y al prójimo con el mismo amor. No podemos decir que amamos a Dios, que no vemos, si no amamos a los hermanos que vemos. A esto podemos añadir otra reflexión: podemos amar a Dios en el otro sólo si nos sentimos amados por Dios. Aislar el mandamiento del amor hacia el último por la experiencia del amor de Dios que se hizo último por mí, es hacer de esto un principio sin sentido, una ideología incapaz de generar un comportamiento positivo. En conclusión, podemos decir que el juicio final, como todo el discurso escatológico, nos remite del futuro al presente. El fin del hombre es volverse como Dios. El error de Adán no es querer ser como Él (Gen 3, 5), sino no saber quien es Él. Uno se vuelve como Dios amando, porque Él es amor. Jesús está siempre con nosotros (28 20), como los pobres (26, 11), como el más pequeño entre los hermanos. La Iglesia, en su amor por el último, ama a su Señor; y sabe que no es él que salva al pobre, sino es el pobre que le salva. Preguntas para la reflexión. Si en este momento tocase la hora del juicio, ¿dónde me sentaría: a la derecha entre los benditos, o a la izquierda entre los malditos? ¿Cuál es mi comportamiento con los más pobres: actitud de “pasotismo”, actitud de filantropía, actitud de fe, logrando ver en ellos a Cristo pobre y sufriente? ¿Puedo hacer algo más de lo que estoy haciendo por los más “pequeños”? 23/10/14 18:00 dolentium hominum n. 84-2014 9 Discurso del Santo Padre Francisco Aula Pablo VI, Sábado 23 de noviembre de 2013 Queridos hermanos y hermanas: ¡Gracias por vuestra acogida! Os saludo cordialmente a todos. Desearía repetir hoy que las personas ancianas han sido siempre protagonistas en la Iglesia, y lo son todavía. Hoy más que nunca la Iglesia debe dar ejemplo a toda la sociedad del hecho que ellas, a pesar de los inevitables «achaques», a veces incluso serios, son siempre importantes, es más, indispensables. Ellas llevan consigo la memoria y la sabiduría de la vida, para transmitirlas a los demás, y participan a pleno título en la misión de la Iglesia. Recordemos que la vida humana conserva siempre su valor a los ojos de Dios, más allá de toda visión discriminante. La prolongación de las expectativas de vida, introducida a lo largo del siglo XX, comporta que un número creciente de personas sufre patologías neurodegenerativas, a menudo acompañadas por un deterioro de las capacidades cognitivas. Estas patologías asedian el mundo socio-sanitario tanto en el aspecto de la investigación como en el de la asistencia y la atención en los centros socioasistenciales, así como también en la familia, que sigue siendo el lugar privilegiado de acogida y de cercanía. Es importante el apoyo de ayudas y de servicios adecuados, orientados al respeto de la dignidad, de la identidad, de las necesidades de la persona asistida, pero también de quienes les asisten, familiares y agentes profesionales. Esto es posible sólo en un contexto de confianza y en el ámbito de una relación mutuamente respetuosa. Así vivida, la experiencia de los cuidados se convierte en una experiencia muy rica tanto profesional como humanamente; en caso contrario, llega a ser mucho más semejante a la sencilla y fría «tutela física». Se hace necesario, por lo tanto, comprometerse en favor de una asistencia que, junto al tradicional modelo biomédico, se enriquezca con espacios de dignidad y de libertad, lejos de la cerrazón y de los silencios, la tortura de los silencios. El silencio, muchas veces se transforma en una tortura. Estas cerrazones y silencios que con demasiada frecuencia rodean a las personas en ámbito asistencial. En esta perspectiva quisiera subrayar la importancia del aspecto religioso y espiritual. Es más, ésta es una dimensión que sigue siendo vital incluso cuando las capacidades cognitivas se reducen o se pierden. Se trata de poner en práctica un especial acercamiento pastoral para acompañar la vida religiosa de las personas ancianas con graves patologías degenerativas, con formas y contenidos diversificados, porque, en cualquier caso, su mente y su corazón no interrumpen el diálogo y la relación con Dios. Desearía terminar con un saludo a los ancianos. Queridos amigos, vosotros no sois sólo destinatarios del anuncio del mensaje evangélico, sino que sois siempre, a pleno título, también anunciadores en virtud de vuestro Bautismo. Vosotros podéis vivir cada día como testigos del Señor, en vuestras familias, en la parroquia y en los demás ambientes que frecuentáis, haciendo conocer a Cristo y su Evangelio, especialmente a los más jóvenes. Recordad que fueron dos ancianos quienes reconocieron a Jesús en el Templo y lo anunciaron con alegría y con esperanza. Os encomiendo a todos a la protección de la Virgen, y os doy las gracias de corazón por vuestras oraciones. Ahora, todos juntos, recemos a la Virgen por todos los agentes sanitarios, los enfermos, los ancianos, y luego recibimos la bendición (Avemaría...). DH84esp.indd 9 23/10/14 18:00 10 dolentium hominum n. 84-2014 Jueves 21 noviembre Discurso de Apertura Solicitud de la Iglesia por las personas ancianas enfermas y magisterio pontificio de los últimos años S.E. Mons. Zygmunt Zimowski Presidente del Pontificio Consejo para los Agentes Sanitarios, Santa Sede L a Iglesia católica siempre ha mantenido gran atención y empeño a favor de las personas ancianas enfermas1. Ante las recientes transformaciones de la sociedad, particularmente en los países más desarrollados, esta atención se ha vuelto una preocupación y un compromiso pastoral específico, debido a una frecuente situación de sufrimiento físico y moral de las personas ancianas enfermas, y del deber humano y cristiano de acompañarlas hacia la muerte en la última etapa de su vida terrena, de modo que en lo posible la muerte sea enfrentada conscientemente, sea aceptada serenamente y sea vivida a la luz de la esperanza. De aquí que en los tiempos recientes el Magisterio Pontificio ha estado muy presente para con las personas ancianas enfermas. Contrariamente a la sociedad actual que tiende a ver en el envejecimiento de la población un grave problema económico y social, la Iglesia, a través de cartas encíclicas, discursos, alocuciones y mensajes, considera la presencia más numerosa de ancianos enfermos en el mundo no como un “peso” cada vez más insoportable, sino más bien como una “bendición”2, según como estas personas, animadas por la acción pastoral de la Iglesia, día tras día son fieles a su vocación específica, acogiendo hu- DH84esp.indd 10 milde y confiadamente la voluntad del Padre celestial. Las observaciones, reflexiones y exhortaciones desarrolladas en esta enseñanza pontificia en torno a los ancianos enfermos, se pueden ordenar según las pautas siguientes: - la problemática de la persona anciana enferma, hoy; - el estado de sufrimiento y de dificultad de la persona anciana enferma; - la vida espiritual del anciano enfermo, y misión pastoral de la Iglesia al respecto; - la persona enferma en fin de vida, el acompañamiento a la muerte; - el mensaje de la Iglesia al anciano enfermo. I.PROBLEMÁTICA DE LA PERSONA ANCIANA ENFERMA, HOY A.Características de siempre Tiempos del “debilitamiento de las fuerzas físicas, de la menor vivacidad de las facultades espirituales, del desapego progresivo de las actividades a las que estaba apegado” (Juan Pablo II, 1982)3, la tercera y la cuarta edad de la vida humana son también tiempos de las enfermedades que incapacitan y procuran una creciente invalidez. Al mismo tiempo esta tercera y cuarta edad, marcadas por la “perspectiva de separación por la partida hacia el más allá” (ibid.), constituyen el último trecho de la peregrinación terrena, el paso quizás más importante de esta vida, en el que el ser humano puede prepararse seriamente a la muerte, efectuando en lo posible serenamente el trabajo espiritual indispensable para acoger a esta “hermana” que nos conduce al Padre (Juan Pablo II, Carta a los ancianos, 15, 1999)4. B.Acogida de la sociedad actual a sus miembros ancianos y enfermos La vejez, las enfermedades asociadas y la muerte, son “elementos esenciales de la vida”, que constituyen al mismo tiempo un fuerte llamado al “mundo del amor humano” frente a una invasora “cultura de la muerte”5, generada por un mundo antihumano frío, técnico, utilitarista, mundo del poseer más que del ser. Por tanto, se puede evaluar el grado de riqueza espiritual y de humanidad de dicha sociedad según como de ella brota el amor desinteresado hacia la persona anciana: “Más ampliamente se puede afirmar que la manera que tiene una civilización de asumir la edad avanzada y la muerte como elementos constitutivos de la vida, y la manera de ayudar a sus miembros ancianos a vivir la muerte, son un criterio decisivo de su respeto al hombre” (Juan Pablo II, Mensaje a los participantes en la Asamblea mundial sobre los problemas del envejecimiento de la población, 22 de julio de 1982). Empleando este criterio de evaluación, podemos decir que hoy la sociedad, particularmente en los países más desarrollados y más ricos, no ofrece una acogida tan respetuosa y calurosa a sus miem- 23/10/14 18:00 dolentium hominum n. 84-2014 bros más ancianos, especialmente cuando están enfermos y debilitados. Esto se debe a un conjunto de factores, entre los cuales el envejecimiento de la población en estos países, y el carácter competitivo de una sociedad liberal e individualista en la que lo que cuenta es la persona eficiente, capaz de trabajar y de producir. C.Envejecimiento de las poblaciones En la introducción de su conocido documento del año 2000 “La dignidad del anciano y su misión en la Iglesia y en el mundo”, el Pontificio Consejo para los Laicos menciona justamente la caída demográfica, originada por la difusión de la contracepción y la despenalización del aborto en el mundo a partir de los años sesenta, que hoy se ha generalizado a todos los países desarrollados y más allá de estos, y que resulta acelerado en el envejecimiento actual de las poblaciones en estos países: “La prolongación de la vida media, por un lado, y la disminución, a veces dramática, de la natalidad, por el otro, han producido una transición demográfica sin precedentes, en la que la pirámide de las edades está completamente invertida respecto a como se presentaba no hace más de cincuenta años: crece constantemente el número de ancianos y disminuye constantemente el número de jóvenes. El fenómeno, que comenzó durante los años sesenta en los países del hemisferio norte, llega ahora también a las naciones del hemisferio sur, donde el proceso de envejecimiento es aún más rápido” (La dignidad del anciano, Pontificio Consejo para los Laicos, 1998)6. El aumento de la parte “pasiva” de la población – los ancianos – mientras la parte “activa”, en la cual se apoya la economía, va disminuyendo cada vez más ha resultado una “revolución silenciosa” que va mucho más allá de los datos demográficos, para plantear graves problemas de orden económico, social y cultural7. Este desequilibrio explica en parte la “marginación”, es decir, la “eutanasia social”, sufrida por muchos ancianos enfermos, hoy. DH84esp.indd 11 11 D.Representación con frecuencia negativa de la vejez Conexo con este fenómeno del aumento del número de los ancianos en la población, existe otro factor que hace que este período de la existencia no sea bien considerado: en particular, se trata en los medios de comunicación, de un valor positivo otorgado a la vida humana solamente cuando es vivida en plena autonomía, es decir, cuando es joven, en buena salud, “en plena posesión de sus fuerzas” (Juan Pablo II, 1982)8, sin problemas económicos, y con un buen puesto de trabajo, condiciones de hecho raramente reunidas en el mundo real. De esto resulta que “muchos de nuestros contemporáneos ven” en la vejez “exclusivamente una ine vitable y abrumadora fatalidad” (La dignidad del anciano, Pontificio Consejo para los Laicos, 1998)9. Por tanto, la vejez, considerada primero a lo largo de los siglos, como un período de sabiduría y una fuente de preciosos consejos (Juan Pablo II, Carta a los ancianos n. 9, 1999)10, por respetar y honrar, hoy es considerada negativamente como “fase de declino”, de “insuficiencia humana y social”, del cual no hay nada que esperar (La dignidad del anciano, Pontificio Consejo para los Laicos, 1998)11. Además, intervienen también otros factores para favorecer esta representación más bien negativa de la vejez en la opinión: el de la mentalidad “que pone en primer lugar la utilidad inmediata y la productividad del hombre”: “Debido a dicha actitud, la llamada tercera edad o cuarta edad con frecuencia es subestimada, y los ancianos mismos son inducidos a interrogarse si su existencia aún es útil” (Juan Pablo II, Carta a los ancianos n.9, 1999)12. E.Personas ancianas debilitadas consideradas un “peso insoportable” La “mentalidad utilitarista y sutilmente deshumana” que hace que se desprecie al anciano hoy, obviamente pesa negativamente en la opinión pública sobre la valora- ción de esta persona cuando ella, además de ser enferma, es debilitada o inválida: “Cuántas veces los que sufren por su edad o por la enfermedad perciben con amargura que el ambiente circunstante les considera como personas inútiles, reducidas sólo a ser un peso para los demás” (Juan Pablo II, A los ancianos y enfermos, n. 2, Basílica de San Esteban (Budapest), 20 de agosto de 1991). Esta mentalidad conduce, pues, a que se considere al anciano enfermo como un “peso insoportable”, que amenaza el bienestar de la sociedad: “Estamos aquí ante uno de los síntomas más alarmantes de la «cultura de la muerte», que avanza sobre todo en las sociedades del bienestar, caracterizadas por una mentalidad eficientista que presenta el creciente número de personas ancianas y debilitadas como algo demasiado gravoso e insoportable (Evangelium Vitae, 1995, n. 64)13. En dicha perspectiva, se pone finalmente en duda el valor mismo de la vida de la persona anciana enferma, llevando poco a poco a la opinión que acepta primero su marginación y luego, cuando ocurre, su eliminación activa: “(Las personas ancianas y debilitadas) muy a menudo, se ven aisladas por la familia y la sociedad, organizadas casi exclusivamente sobre la base de criterios de eficiencia productiva, según los cuales una vida irremediablemente inhábil ya no tiene valor alguno” (Evangelium Vitae, 1995, n. 64)14. F. Marginación de las personas ancianas enfermas El desarrollo de este fenómeno de la marginación de la persona anciana, es relativamente reciente. Ha encontrado terreno fértil en una sociedad que, apuntando todo en la eficiencia y en la imagen barnizada de un hombre eternamente joven, excluye de sus propios “circuitos relacionales” a quien ya no cuenta con estos requisitos (La dignidad del anciano n. 3, 1998)15. Con frecuencia, dicha marginación tiene lugar con ocasión de una enfermedad, que conduce a esta persona a internarse en una institución. Resulta un alejamiento “más o menos progresivo del anciano de su 23/10/14 18:00 12 propio ambiente social y de la familia” que pone a “muchos en los márgenes de la comunidad humana y de la vida cívica” (La dignidad del anciano n. 3, 1998)16. Con frecuencia, es el mismo anciano que comienza a marginarse, despreciando a sí mismo y replegándose cuando se siente ignorado y tratado como inútil17. “La dimensión más dramática de esta marginación es la falta de relaciones humanas que hace sufrir a la persona anciana, no sólo por el alejamiento, sino por el abandono, la soledad y el aislamiento” (La dignidad del anciano, Pontificio Consejo para los Laicos n. 3, 1998)18. “Muchas veces – decía el Papa Benedicto – se siente el sufrimiento de quien es marginado, vive lejos de su casa o en la soledad” (Benedicto XVI, visita a la casa-familia “Viva los ancianos”, noviembre 201219. El anciano “es relegado así a una soledad que se puede comparar a una verdadera muerte social (Juan Pablo II, Carta a los participantes en la II Asamblea mundial sobre el envejecimiento, 3 de abril de 2002)20. Más recientemente, en su viaje apostólico a Brasil, el Papa Francisco ha empleado la fuerte expresión de la “eutanasia cultural”, para describir esta sufrida marginación del anciano. “Exclusión de los ancianos, por supuesto, porque uno podría pensar que podría haber una especie de eutanasia escondida; es decir, no se cuida a los ancianos; pero también está la eutanasia cultural: no se les deja hablar, no se les deja actuar” (Papa Francisco, encuentro con los jóvenes argentinos en la catedral de San Sebastián, Brasil, 25 de julio de 2013). G.El anciano al final de la vida 1.Cambios recientes Mucho han cambiado hoy las condiciones en las que muere hoy la persona anciana enferma, ya sea por el influjo conjunto de la reducción de la familia a un nivel nuclear, al aumento del número de las personas ancianas que mueren en las instituciones u hospitales, y a la marginación de muchas de es- DH84esp.indd 12 dolentium hominum n. 84-2014 tas persona que viven y mueren en una dolorosa soledad21. Esto ha cambiado también la actitud de los médicos frente a la muerte, y frecuentemente fatigan para encontrar el camino de sabiduría entre el abandono del paciente, la aceleración farmacológica del proceso de término de la vida, o el mantenimiento artificial en vida22, generalmente denominado “ensañamiento terapéutico”23. 2.Tentación de la eutanasia De estos cambios resulta que “la persona anciana, hoy, menos preparada al sufrimiento y a la muerte, angustiada tanto por la perspectiva de tener que sufrir, como por la otra perspectiva de verse mantenida en vida con medios modernos de sustentamiento artificial de la vida, puede caer fácilmente en la tentación de la eutanasia, considerada como ‘liberación’” (Evangelium Vitae, n. 64). Esta tentación la encontramos reforzada hoy por una cultura en la cual el anciano está sumergido, y que valora la vida solamente en términos de placer y de bienestar material: en dicha perspectiva, la muerte aparece como una “liberación” y la eutanasia como el medio “dulce” para alcanzar dicha liberación: “Cuando prevalece la tendencia a apreciar la vida sólo en la medida en que da placer y bienestar, el sufrimiento aparece como un peso insoportable, de la que es preciso librarse a toda costa. La muerte… se convierte por el contrario en una ‘liberación reivindicada’ cuando se considera que la existencia carece ya de sentido por estar sumergida en el dolor e inexorablemente condenada a un sufrimiento posterior más agudo “ (Evangelium Vitae, n. 64). En la sociedad actual secularizada y materialista, habiendo perdido el sentido profundo de la vida y, por tanto, también el sentido de la muerte, el personal médico o paramédico que se ocupa de la persona anciana, considerando su precariedad de vida, sus dificultades y sufrimientos, tiende a no encontrar un sentido en la existencia de dichas personas: “Si es cierto que la vida humana en cada fase es digna del máximo respeto, en algunas vertientes lo es aún más cuando es- tá marcada por la ancianidad y la enfermedad… Se cuestiona: ¿tiene aún sentido la existencia de un ser humano que discurre en condiciones muy precarias porque es anciano y está enfermo? ¿Por qué, cuando el desafío de la enfermedad se hace dramático, seguir defendiendo la vida, sin aceptar más bien la eutanasia como una liberación?” (Benedicto XVI, a los participantes en la XXII Conferencia internacional del Pontificio Consejo para los Agentes Sanitarios, 17 de noviembre de 2007)24. Cuando la vida humana ya es considerada sólo de acuerdo con criterios de “eficiencia”, y la persona discapacitada es considerada como un peso, entonces también en las familias crece la tentación de la eutanasia, o de una rápida “sedación profunda”, en el contexto de los “cuidados paliativos” de parte tanto de los familiares como del personal que cura: “En semejante contexto es cada vez más fuerte la tentación de la eutanasia, esto es, adueñarse de la muerte, procurándola de modo anticipado y poniendo así fin ‘dulcemente’ a la propia vida o a la de otros (Evangelium Vitae n 64). 3.“Cultura del descarte” En su reciente viaje a Brasil, el Santo Padre Francisco ha definido justamente esta “cultura de la muerte” que lleva a la propuesta de la eutanasia o de rápida sedación paliativa terminal de los ancianos como “cultura del descarte”. Ha dicho así a los periodistas: Nosotros estamos algo acostumbrados a la cultura del descarte: ¡con los ancianos se hace con demasiada frecuencia! ¡Debemos cortar esta costumbre de descartar! (Papa Francisco, entrevista a los periodistas, 22 de julio de 2013). Dirigiéndose más recientemente a un grupo de médicos obstetras, el mismo Papa Francisco ha continuado su reflexión sobre la “eliminación” actual de los ancianos en las instituciones o centros de cuidados: “Una difundida mentalidad de lo útil, la ‘cultura del descarte’, que hoy esclaviza los corazones y las inteligencias de muchos, tiene un altísimo coste: requiere eliminar seres humanos, sobre todo si son física o socialmente más débiles25. 23/10/14 18:00 dolentium hominum n. 84-2014 II.SUFRIMIENTO DE LA PERSONA ANCIANA ENFERMA La cuestión del sufrimiento ha ocupado un lugar importante en la enseñanza del Magisterio de la Iglesia en los años recientes. De hecho, la enfermedad que afecta a la persona anciana con frecuencia empeora una situación de sufrimiento ya presente, “situación de dificultad interior, de sufrimiento creciente, acompañado por soledad y desconsuelo”26 debido a la frecuente marginación de esta persona, y a la reducción de su autonomía física”. No es fácil para la persona interesada aceptar ese conjunto de dificultades. De la situación de deterioro de la salud física y psíquica de la persona anciana enferma, y de su frecuente marginación y soledad, se deduce fácilmente que el problema más grande y urgente que esta persona plantea hoy a la sociedad y, por consiguiente a la Iglesia, es el de su sufrimiento. Se trata de un sufrimiento no sólo del cuerpo, sino también moral, en el que los sentimientos de inutilidad, abandono, degrado físico, marginación y pérdida de la autonomía, se combinan con el dolor físico y la dificultad de la enfermedad para constituir una dura prueba, la del “dolor total”, que bien expuso Cecily Saunders (1918-2005), la valerosa iniciadora de los cuidados paliativos. La Iglesia ha enfrentado este problema a lo largo de los siglos, a través de su meditación sobre el misterio de la Pasión de Jesús. El Santo Padre Juan Pablo II desarrolló una profunda reflexión sobre la cuestión del sufrimiento humano, a la luz de su propia experiencia. Expresó su pensamiento al respecto con ocasión de numerosas intervenciones y encuentros con grupos de personas ancianas y enfermas, y consagró al sujeto la Carta Apostólica Salvifici Doloris sobre el “sentido cristiano del sufrimiento humano” (11 de febrero de 1984). En estas intervenciones, el beato Juan Pablo II reconoció ampliamente el carácter con frecuencia intolerable del sufrimiento en la persona anciana, pero al mismo tiempo trató de mostrar el bien que puede acompañar dicha situación, tanto para los enfermos mis- DH84esp.indd 13 13 mos, como para las personas que les asisten, para la Iglesia y para el mundo. El Magisterio Pontifico distingue claramente dos aspectos en el sufrimiento vivido por el anciano enfermo, a los que se espera dar dos respuestas diferentes: - el primer aspecto se refiere únicamente al dolor físico y pone la cuestión de la licitud del empleo de analgésicos para aliviar dicho sufrimiento; - el segundo aspecto se refiere al sufrimiento del anciano enfermo considerado en su conjunto espiritual, psíquico y somático, como “dolor total”, y al cual el Magisterio ha consagrado una importante reflexión. A.Empleo de los analgésicos La enseñanza de la Iglesia sobre el sentido del sufrimiento humano, a la luz de los sufrimientos de Cristo, no obliga a los cristianos a aceptar el dolor sin el empleo de analgésicos. Este punto de vista de la cuestión fue aclarado ampliamente por Pío XII en sus “respuestas a tres preguntas religiosas y morales referentes a la analgesia”, planteadas por el Profesor Piero Mazzoni, con ocasión del IX Congreso Nacional de la Sociedad Italia de Anestesiología, que se realizó en Roma del 15 al 17 de octubre de 1956. Hay tres respuestas que corresponden a tres aspectos de la analgesia: - la licitud de la analgesia para aliviar el dolor físico - la licitud de aliviar el dolor con el riesgo de abreviar la vida - las condiciones en las cuales se puede quitar la conciencia de los moribundos. A la primera pregunta referente a la licitud del empleo de la analgesia, Pío XII responde: “Si no existen otros medios y si, en determinadas circunstancias, esto no impide el cumplimiento de otros deberes religiosos y morales: sí”27. La segunda pregunta trataba sobre la licitud del uso de los analgésicos para los enfermos que no se pueden operar o incurables, aunque se puede abreviar la vida. Pío XII respondió: “Si entre la narco- sis y el acortamiento de la vida no existe nexo alguno causal directo, puesto por la voluntad de los interesados o por la naturaleza de las cosas (como sería el caso, si la supresión del dolor no se pudiese obtener sino mediante el acortamiento de la vida), y si, por el contrario, la administración de narcóticos produjese por sí misma dos efectos distintos, por una parte el alivio de los dolores y por otra la abreviación de la vida, entonces es lícita”.28. La tercera pregunta se refería a la licitud de suprimir la conciencia con los analgésicos en el caso de los moribundos. La respuesta de Pío XII fue más restrictiva en esta tercera pregunta, que en las dos respuestas anteriores: “… Sin razones graves, no hay que privar al moribundo de la conciencia de sí mismo”29. Por consiguiente: “La anestesia empleada al acercarse la muerte con el único fin de evitar al enfermo un final consciente, sería no ya una conquista notable de la terapéutica moderna, sino una práctica verdaderamente deplorable” (Pío XII, Tres preguntas religiosas y morales concernientes la analgesia, III, 24 de febrero de 1957)30. La solicitud de Pío XII de dejar la conciencia al moribundo se basa en la necesidad, para el moribundo, “de satisfacer a sus obligaciones morales y familiares” y de prepararse “en plena conciencia” “al encuentro definitivo con Dios”31. La “Declaración sobre la eutanasia”, Iura et bona de la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe (5 de mayo de 1980) retomó las respuestas de Pío XII para remarcar la legitimidad ética de recurrir a los analgésicos en caso de dolor, aún si a dicho recurso tuviese que seguir “entorpecimiento o menor lucidez”32. Mientras juzgaba “digna de alabanza” la actitud de “quien acepta voluntariamente sufrir renunciando a tratamientos contra el dolor para conservar la plena lucidez y participar, si es creyente, de manera consciente en la pasión del Señor”, Juan Pablo II, en la Encíclica Evangelium Vitae, no consideraba “dicho comportamiento ‘heroico’” por considerarlo “un deber para todos” (Juan Pablo II, Evangelium Vitae, n 65). 23/10/14 18:00 14 B.Camino espiritual del anciano enfermo en el sufrimiento El sufrimiento que pone sobre los hombros de la persona anciana enferma su peso físico y moral hace que surja en la mente de quien sufre la cuestión del sentido: “Vuestra suerte y vuestra fatiga con frecuencia oprimen pesadamente sobre vuestros hombros. ¿Quién de vosotros nunca ha estado tentado de preguntarse si sus afanes, sus tribulaciones, su cansancio fuesen merecidos o tuviesen un sentido?” (Juan Pablo II, Homilía a los enfermos y ancianos, catedral de Salzburgo, 26 de junio de 1988, n. 2). El mismo interrogante sobre el sentido hace surgir en la conciencia del creyente la segunda cuestión fundamental: “¿ Por qué Dios me deja sufrir? Sin la luz de la fe dicha pregunta permanece sin una respuesta satisfactoria33. Es el momento en el cual el sufrimiento puede acercar al Señor, pero también puede llevar a la de sesperación y a cerrarse en sí mismo34. Mientras cerrarse en sí mismo lleva a la persona enferma a volverse insensible hacia los demás, en una desesperación sin salida ni luz35 y hace difícil y hasta inoperante todo esfuerzo de acompañamiento, la apertura a los demás y a Dios, movida por la experiencia de la limitación de la criatura, hace fecundo el acompañamiento y lleva al paciente a la esperanza activa, es decir, al cumplimiento de la propia vocación de anciano enfermo36. Por tanto, para el anciano enfermo se trata de llegar a “reconocer la mano de Dios en la prueba”, cuando “Él toca a la puerta del corazón”37. Descubriendo “mediante la experiencia de nuestra fragilidad “la presencia amorosa de Dios” en el sufrimiento, el anciano enfermo tiende a “gritar” su dolor “hacia Aquel que es el único que nos puede dar el verdadero alivio”. De este modo el sufrimiento se puede volver “escuela de oración sentida, insistente y confiada”38. También cuando el paciente ha tomado el camino de apoyarse en el Señor en un movimiento de plena confianza y de abandono a su voluntad, pueden acontecer pe- DH84esp.indd 14 dolentium hominum n. 84-2014 ríodos de grave desánimo “en los que surge la pregunta sobre el por qué de la vida, precisamente porque uno se siente desarraigado de ella”39. A través de estos pasos de superación y de desánimo, la persona anciana enferma, animada y sostenida por aquellos que la acompañan puede, en última instancia, prevenir a este “encuentro con Dios” en el cual “palabras inefables de esperanza” son dirigidas también al “corazón herido más profundamente”.40 Las “certezas de la fe” para los que tienen el gozo de creer pueden transformar el último camino de la persona anciana enferma en un “Via Crucis” propio, en presencia de Cristo Redentor que “recorre su doloroso camino de cruz antes del alba radiosa de la Pascua”41. Acompañando así a la persona anciana enferma en la “última etapa de la vida terrena” Jesús “anima nuestros corazones y “alimenta nuestras almas”42. C.El mundo del sufrimiento invoca el mundo del amor humano El acento colocado en estos últimos años sobre el alivio del dolor físico en espera de la muerte, en los cuidados paliativos, ha hecho perder un poco de vista la intuición magistral de Cecily Saunders sobre el “dolor total”. Sin perder de vista el deber primordial de hacer desaparecer farmacológicamente el dolor físico, dando así su libertad al paciente, Cecily Saunders incluía en la lucha contra el dolor total el acompañamiento de la persona enferma, acompañamiento a nivel humano, del corazón, de parte de enfermeras adiestradas a de sempeñar este papel y acompañamiento espiritual, de parte de una persona compartiendo la religión o las opiniones espirituales de ella, capellán, rabino, muftí u otro. Este acompañamiento puede faltar en los servicios de cuidados paliativos, en instituciones no religiosas. Dirigiéndose a un grupo de ancianos y enfermos en Callao (Perú), en 1985, Juan Pablo II decía precisamente al respecto: “Los servicios técnicos y los cuidados sanitarios” “no son suficientes” para aliviar el sufrimiento del anciano enfermo, aun cuando son realizados “con diligente profesionalidad”. Asimismo, debe contar con “la afectuosa presencia de los que ama y de sus amigos”. Esto es la “medicina espiritual” “que da el amor por la vida y persuade a luchar por ella”43. Frente al mundo duro, frío, de la tecnicidad y de la eficiencia de la sociedad industrial actual, que no es capaz de aliviar los sufrimientos de la persona anciana, estos mismos sufrimientos son como un llamado a otro mundo, el del amor humano, el único medio capaz de curar las heridas del alma del anciano. Se trata de este amor desinteresado que “brota en el corazón” de la persona humana cuando se deja invadir por la “compasión”, como ocurrió para el samaritano de la parábola: “Amplios sectores de la civilización tecnológica quizás han soñado un hombre duro, casi insensible, hecho para el trabajo y la producción… el mundo del sufrimiento humano invoca incesantemente otro mundo: el del amor humano: el amor desinteresado que brota en su corazón y en sus obras. De algún modo el hombre lo debe al sufrimiento” (Juan Pablo II, Salvifici doloris, 29) (Juan Pablo II, Encuentro con los enfermos y los ancianos, n. 2, Callao (Perú), 4 de febrero de 1985). Por tanto, en la perspectiva cristiana y también en la perspectiva humanitaria, no es secundario si el sufrimiento del anciano enfermo vivido en la soledad de un lecho de hospital, en el frecuente desierto afectivo de un mundo sanitario que predica más bien a sus agentes la insensibilidad estoica, puede hacer surgir el amor gratuito. Al respecto, en una celebración de la palabra para los enfermos y los ancianos desarrollada en la Catedral de Salzburgo en 1988, Juan Pablo II tuvo para los enfermos y los ancianos estas sentidas palabras que hacen eco a la parábola de Jesús: “Queridos hermanos y hermanas: Ciertamente habrán personas que pasarán cerca de vosotros incompasivos e indiferentes. Os harán sentir insignificantes e inútiles. Pero ¡estad seguros que nosotros tenemos necesidad de vosotros! Vosotros interrogáis continuamente a vuestro prójimo sobre el sentido profundo de la existencia humana. 23/10/14 18:00 dolentium hominum n. 84-2014 Vosotros estimuláis su solidaridad, ponéis a la prueba su capacidad de amar” (Juan Pablo II, Celebración de la Palabra para los enfermos y los ancianos. Catedral de Salzburgo, domingo 26 de junio de 1988, n. 6). D.Sentido redentor del sufrimiento humano “Para el cristiano”, el sufrimiento – sobre todo el sufrimiento al final de la vida – “no es un hecho puramente negativo sino, por el contrario, está asociado a elevados valores religiosos y morales y, por tanto, puede ser querido y buscado (Pío XII, 24 de febrero de 1957)44: forma parte del plan salvífico de Dios. Es la participación en la Pasión de Cristo, una vía de purificación y de reparación. Ya en 1957 el Papa Pío XII, cuando un grupo de médicos y anestesistas le preguntaron en torno al empleo de la analgesia, respondió que los dolores soportados como “aceptación de la cruz” tenían un “significado en la economía actual de la salvación”45. Si para el cristiano no existe un deber u obligación de quererlo por sí mismo – añadía Pío XII – él lo considera como un medio más o menos adecuado, según las circunstancias, a la meta que trata de alcanzar46. En una alocución al “Centro Voluntarios del Sufrimiento” (7 de octubre de 1957), al grupo de enfermos y discapacitados crónicos Pío, XII les presentó el dolor que sufrían como un medio poderoso de salvación para el mundo entero, completando la Pasión de Jesús47. La Declaración Iura et Bona sobre la eutanasia de la Congregación para la Doctrina de la Fe, del 5 de mayo de 1980, remarcó en términos idénticos esta doctrina cristiana sobre el sufrimiento también como participación a la pasión de Jesús y, por tanto, a la redención48. Sin embargo, pertenece al pensamiento de Juan Pablo II el haber desarrollado de manera más incisiva y penetrante este tema del sentido redentor del sufrimiento humano. Su punto de partida y de referencia teológica en las Sagradas Escrituras es el versículo 24 del primer capítulo de la Carta a DH84esp.indd 15 15 los Colosenses: “Ahora me alegro por los padecimientos que soporto por vosotros, y completo en mi carne lo que falta a las tribulaciones de Cristo, a favor de su Cuerpo, que es la Iglesia”(Col I,24)49. Reflexionando sobre este versículo en la Carta Encíclica Salvifici Doloris, Juan Pablo II nos dice que “en cierto sentido Cristo ha abierto su sufrimiento redentor a cada sufrimiento del hombre. Al volverse el hombre partícipe de los sufrimientos de Cristo – en cualquier lugar del mundo y tiempo de la historia –, completa a su manera ese sufrimiento, mediante el cual Cristo ha obrado la redención del mundo” (Salvifici Doloris, 1984, n. 24)50. De este modo, “cada hombre tiene su participación en la redención. Asimismo, cada uno está llamado a participar en aquel sufrimiento, mediante el cual se ha realizado la redención... Actuando la redención mediante el sufrimiento, Cristo ha elevado al mismo tiempo el sufrimiento humano a nivel de redención (Salvifici Doloris, 1984, n,19)51. Juan Pablo II no se contentó de proclamar el carácter salvífico del sufrimiento humano como participación, en el espacio de la Iglesia, cuerpo de Cristo, a los sufrimientos de Cristo, sino fue más allá, proclamando el “Evangelio del Sufrimiento”, es decir, “la revelación de la fuerza salvífica y del significado salvífico del sufrimiento en la misión mesiánica de Cristo y, seguidamente, en la misión y en la vocación de la Iglesia (Salvifici Doloris n. 25)52. A través de esta expresión de “fuerza salvífica” del sufrimiento, Juan Pablo II entiende esta “particular fuerza que acerca interiormente el hombre a Cristo, una gracia particular que se ha constatado “a través de los siglos y de las generaciones”, ha estado escondida en el sufrimiento (Salvifici Doloris n.26)53. “Cuando Dios permite nuestro sufrimiento por la enfermedad, la soledad u otras razones relacionadas con la edad avanzada, nos da siempre la gracia y la fuerza para que nos unamos con más amor al sacrifico del Hijo y participemos con más intensidad en su proyecto salvífico” (Juan Pablo II, Carta a los ancianos n°13, 1999)54. La consecuencia de esta “fuerza salvífica” del sufrimiento presentada por Juan Pablo II es doble: - en primer lugar, la persona anciana enferma que sufre, al aceptar hacer la voluntad de Dios, se vuelve fuente de gracia y de luz espiritual en torno a ella: “El que sufre tratando de hacer la voluntad de Dios es útil al prójimo. Aunque impedido en la actividad externa, aunque aislado en la soledad, él irradia en torno a sí una onda de luz espiritual a quien muchos otros pueden alcanzar (Juan Pablo II, A los ancianos y a los enfermos, Basílica de San Esteban (Budapest), 20 de agosto 1991); - en segundo lugar, aislada en su cama de hospital, y abandonada por la sociedad y también por su familia, la persona anciana, desde su sufrimiento aceptado serenamente, contribuye en la obra de redención de Cristo, por la salvación del mundo55: “Hermanos y hermanas, cuando después de una jornada marcada por dificultades y dolores, llega la noche, pensad que Jesucristo está junto a vosotros, fija la mirada sobre vuestra mirada y os confirma su gratitud, porque habéis perseverado con Él en el sufrimiento por la salvación del mundo (Juan Pablo II, A los ancianos y enfermos, Basílica de San Esteban (Budapest), 20 de agosto de 1991, 3: 4.) Resulta, pues que “el dolor, el envejecimiento y la misma muerte logran un inmenso valor en cuanto asociadas a la pasión y muerte” del Señor56. E.Testimonio de quien sufre Esta misteriosa participación del que sufre a la redención del mundo, y el testimonio de la obra de la gracia en su alma, que se manifiesta en el gozo y en la paciencia del anciano enfermo, no obstante el dolor y la enfermedad, hacen que la persona anciana enferma que se ha abierto al amor de Dios, se vuelva un predicador eficaz del Evangelio, testimonio del “poder liberador de Dios”57 . Sobre el particular, Juan Pablo II habla de “cátedra de testimonio” tanto más convencedor cuanto más silencioso” que constituye la enfermedad cuando la persona que sufre saca de su fe la fuerza para seguir adelante58. 23/10/14 18:00 16 III.VIDA ESPIRITUAL DEL ANCIANO ENFERMO, Y MISIÓN PASTORAL DE LA IGLESIA AL RESPECTO A.Componentes y tendencias en la vida espiritual del anciano enfermo A través de su reflexión sobre el sufrimiento y tratando de definir mejor lo que debería ser la atención pastoral de la Iglesia sobre el particular hacia las personas ancianas enfermas, el Magisterio Pontificio de estos últimos años ha puesto en evidencia una serie de características propias de la vida espiritual de estas personas, que por tanto permiten hablar de “vocación particular”. Es claro que esta vida espiritual parte de la prueba, es vivida en la prueba y es condicionada por la prueba. Es en el sufrimiento físico, moral y espiritual, que la persona anciana sujeta al dolor, al debilitamiento, a la pérdida de autonomía y soledad de la enfermedad, puede descubrir y reconocer en la oscuridad profunda de la prueba y en el umbral de la desesperación, la presencia amante del Señor que vive su pasión. Por tanto, se trata no de un régimen estable de vida espiritual logrado al final de la vida, sino de un camino, con frecuencia difícil, con pasos de luz y de caídas en la oscuridad del alma, que hace que la persona se desapegue, se abra a la trascendencia, y poco a poco sea conducida a la luz de la esperanza. 1. Necesidad más profunda de la presencia de Dios Pero la vida espiritual de la persona anciana enferma no nace del vacío, bajo el único impulso del sufrimiento. En efecto, ya ha sido preparada por la evolución espiritual de la persona, cuando entrada ya en la vejez, que ha llevado a esta persona aún vigorosa, a acercarse a Dios: en este movimiento del alma de la persona anciana claramente cuenta la fe probada en la vida activa, pero interviene también “la experiencia acumulada en el curso de los años” que “lleva al anciano a entender los límites de las cosas del mundo” y “a sentir una nece- DH84esp.indd 16 dolentium hominum n. 84-2014 sidad más profunda de la presencia de Dios”. Cuentan también las “desilusiones probadas” que “han enseñado a poner en Dios la propia confianza”59. Indudablemente hay una gracia de apertura a la trascendencia particular a la vida del alma de la persona anciana. Lo atestigua su práctica religiosa, con frecuencia intensa, y perseverante no obstante las dificultades físicas. Lo atestigua su capacidad de abundantes y largas oraciones, no obstante el cansancio del cuerpo y del alma60. 2. El sufrimiento induce a dudar de las palabras de Jesús La entrada de la persona anciana en el régimen del sufrimiento, cuando llega la enfermedad, cambia esta perspectiva espiritual que hasta ese momento parecía bien establecida, casi una costumbre. El dolor físico, el alejamiento de los seres queridos, la situación de extrañeza cuando la persona se encuentra en la cama de un hospital, más o menos abandonada a sí misma, la falta de afecto, de calor humano, puede echar a la persona hacia el abismo de la desesperación. Además, se añade con frecuencia una desorientación en el tiempo y en el espacio, con una ofuscación de los sentidos, que cierra la mente a toda esperanza. “Dios puede aparecer muy lejano, la vida puede volverse un peso insoportable”61 3. Riesgo del fatalismo La vida espiritual de esta persona está amenazada por otra “pendiente resbalosa”: la invasión “de cierto fatalismo”: entonces el sufrimiento, las limitaciones, las enfermedades, las pérdidas vinculadas con esta fase de la vida son vistos como señales de un Dios no más benévolo, y hasta vividos como castigos de Dios” (La dignidad del anciano, Pontificio Consejo para los Laicos, n. 4, 1998)62. B.Respuesta de la Iglesia 1. Saneamiento espiritual La situación de confusión mental y de pesado sufrimiento corpo- ral y espiritual de la persona anciana enferma hace difícil, e incluso vano, el acompañamiento espiritual como se ofrece habitualmente a la persona adulta enferma. Se trata, pues, de pasar a través de la barrera de la confusión y de la de sesperación para establecer con la persona una relación inicial y llevarla a lo que Juan Pablo II denomina el “saneamiento espiritual”, es decir, el recuerdo de los acontecimientos del tiempo pasado, con el fin de llevar a la persona a una “valoración justa” de la propia situación y “de los modos con los cuales Dios actúa tanto en las debilidades como en las virtudes humanas”63. Dicha reflexión sobre el pasado, que es habitual a la persona anciana, puede tomar en el caso de la enfermedad, al borde de la desesperación, un carácter de verdadera terapia espiritual. 2. Purificar el fatalismo Cuando la enfermedad lleva al anciano a dudar de la bondad de Dios y a buscar en su vida pasada acontecimientos que podrían explicar lo que es interpretado como castigo de Dios, el acompañador espiritual de este anciano tiene “la responsabilidad de purificar este fatalismo, haciendo evolucionar la religiosidad” de esta persona “y restituyendo un horizonte de esperanza a su fe”. Se trata de “destemplar”, a través de una catequesis adecuada a la situación. “La imagen de un Dios de temor”, “guiando al anciano a descubrir el Dios del amor” (La dignidad del anciano, Pontificio Consejo para los Laicos, n. 4, 1998)64. 3. Llevar a la persona anciana enferma al sacramento de la reconciliación Luego de haber abierto la ventana del diálogo con la persona anciana enferma, gracias al proceso del recuerdo y de la meditación sobre los tiempos pasados de la vida, y después de haber guiado también a esta persona hacia el descubrimiento del Dios del amor, la etapa más importante en dicho acompañamiento tiene lugar con la invitación al sacramento de la reconciliación. En efecto, la persona que es visitada por un acompaña- 23/10/14 18:00 dolentium hominum n. 84-2014 dor espiritual pide con frecuencia el sacramento, junto con la recepción luego de la Eucaristía. Actualmente, esta petición es facilitada por el hecho que, entre “sus personales y particulares retos y sus invitaciones”, “la espiritualidad de dicha persona está marcada por el llamado a la reconciliación que los ancianos enfrentan al atardecer de su vida65. Si la persona anciana enferma está aún bajo la perspectiva de la enfermedad como castigo de Dios, el recuerdo de los pecados podría llevarla nuevamente hacia el desánimo. Es aquí que una buena preparación al sacramento, efectuada por medio del acompañamiento de la persona, debería permitir que la persona experimente en lo más profundo el perdón de Dios “prueba de su fiel amor por nosotros”66. El sacramento de la reconciliación “ocupa un importante papel” “en el proceso de saneamiento” mencionado por Juan Pablo II: “En este sacramento, la reconciliación con Dios, con la Iglesia y con el prójimo se vuelven una profunda experiencia espiritual... Y aquí exhorto a los sacerdotes para que recuerden cuan importante es este ministerio para las personas enfermas y ancianas (Juan Pablo II, Discurso a los ancianos, n. 6, Perth (Australia), 30 de noviembre de 1986). 4. Llevar a la persona anciana al sacramento de los enfermos Una vez superado el obstáculo del cierre en sí mismo y de la representación de un Dios que castiga a través de la enfermedad, el acompañamiento espiritual de la persona anciana enferma debe de sembocar en la petición que hace ella del sacramento de los enfermos “que ayuda tanto al alma como al cuerpo” y que la Iglesia “hace accesible a los ancianos” “no sólo en caso de grave enfermedad sino también cuando les oprime la debilidad de la edad67. La persona anciana enferma siente “profundamente la necesidad de la ayuda de Cristo y de la Iglesia” que llega a ella a través del sacramento de los enfermos. En efecto, en su situación de sufrimiento físico y espiritual, se encuentra sujeta no sólo “al dolor DH84esp.indd 17 17 físico y a la debilidad”, sino también a “grandes ansias y temores” y “a tentaciones que quizás” nunca antes ha enfrentado, siendo la más grande tentación la desesperación, “al borde” de la cual puede ser conducida. La unción de los enfermos “responde” a estas “necesidades específicas” de la persona anciana enferma “porque es un sacramento de fe, un sacramento para toda la persona, cuerpo y alma”68. 5.Vocación particular de los ancianos enfermos El acompañamiento espiritual de la persona anciana enferma es un proceso: depende mucho de la evolución de la enfermedad de la persona, de su grado de conciencia o de ofuscación de los sentidos, y de los pasos hacia adelante que es capaz de hacer en la aceptación más serena de su condición. Mucho depende también de su nivel de formación cristiana, y de su vida de fe anterior. Cuando la persona anciana enferma se encuentra física y espiritualmente en la capacidad de entenderlo, el acompañador debe hacerle presente el papel que su sufrimiento, vivido acogiendo la voluntad de Dios, puede ser enormemente positivo para la Iglesia y la salvación de las almas. También le debe hacer presente que se le confía una nueva vocación69, una nueva tarea: “Los hombres, sabemos, aprecian la riqueza, el poder, la fuerza física, la belleza, el acumen intelectual. Para Dios, en cambio, es importante sobre todo la prontitud generosa con la que se acepta la propia vocación y uno se compromete a seguir la propia tarea. El enfermo que acoge la voluntad de Dios y se esfuerza en cumplirla, vale delante de sus ojos más que el sano que mira al propio éxito entre la admiración y la envidia del mundo (Juan Pablo II, a los ancianos y a los enfermos, n. 2, Basílica de San Esteban (Budapest), 20 de agosto de 1991). En esta última etapa de su vida, la persona anciana enferma que ha asumido su vocación específica ya sabe que, en su camino hacia la santidad70, a través del sufrimiento, ella ya no está sola, sino que de su lecho de sufrimiento, desconocida y a veces también abandonada, lle- va consigo una multitud enorme de personas hacia la vida eterna. 6. La esperanza cristiana El camino espiritual de la persona anciana enferma puede conocer altos y bajos, momentos de luz y momentos de oscuridad. Pero debe desembocar en la esperanza cristiana, más allá de la tentación de la desesperación. Es justamente porque hay esta tentación, esta posibilidad de caer en la oscuridad y en el cerrarse en sí mismo, que se puede hablar de esperanza. Esta es la esperanza que permite que las personas ancianas enfermas “soporten pacientemente pesados sufrimientos” y “mueran llenas de confianza” porque como dice Juan Pablo II “tenemos la certeza: ‘In te Domine speravi, non confundar in aeternum’. En ti, oh Señor, he esperado, no estaré perdido por la eternidad”71. IV.LA PERSONA ANCIANA ENFERMA EN FIN DE VIDA, EL ACOMPAÑAMIENTO HACIA LA MUERTE La atención pastoral de la Iglesia a la persona anciana enferma toma un tono particular cuando esta persona, después de un recorrido más o menos largo de enfermedad y de dolencias, llega a la fase terminal de esta enfermedad, acercándose a la muerte. En dichas condiciones, esta persona se encuentra amenazada por dos peligros opuestos: el del exceso en el tratamiento, calificado como “ensañamiento terapéutico” y el de la propia eliminación en el cuadro de una eutanasia, de un suicidio asistido o de una sedación paliativa terminal. Se trata ya para la Iglesia de defender a estas personas vulnerables, sin poder y sin voz, contra estas dos amenazas opuestas. A.Contra una técnica que puede volverse abusiva El ensañamiento terapéutico ha hecho hablar mucho de sí en los años sesenta cuando la medicina se dotaba de los medios mo- 23/10/14 18:00 18 dernos de reanimación, y tenía la tendencia de proseguir en tales reanimaciones sin discriminación. Actualmente esto sucede menos, en particular cuando la persona tratada de este modo es anciana, sin valor económico o de trabajo, o sin apoyo familiar o social. Pero puede acontecer también que una persona anciana enferma sea mantenida artificialmente en vida, por ejemplo ante la solicitud de su familia. La Iglesia nunca ha estado a favor de dicho exceso terapéutico, que va contra la dignidad de la persona humana, y quita a esta persona el grado de libertad necesario para la preparación a la muerte. “Es muy importante hoy día proteger, en el momento de la muerte, la dignidad de la persona humana y la concepción cristiana de la vida contra un tecnicismo que corre el riesgo de hacerse abusivo” (Iura et Bona, IV, 5 de mayo 1980)72. La declaración Iura et Bona de la Congregación para la Doctrina de la Fe (1980) ha invitado claramente al paciente a renunciar a tratamientos abusivos e inútiles al final de la vida: “Ante la inminencia de una muerte inevitable, a pesar de los medios empleados, es lícito en conciencia tomar la decisión de renunciar a unos tratamientos que procurarían únicamente una prolongación precaria y penosa de la existencia, sin interrumpir sin embargo los tratamientos normales debidos al enfermo en casos similares” (Iura et Bona, IV, 5 de mayo de 1980)73. La valoración de esta renuncia se hace según la noción de la proporcionalidad de los cuidados: solamente “deberían continuar estos medios terapéuticos que son proporcionados con respecto a las perspectivas de mejoría74. B.Contra la tentación de la eutanasia El acompañamiento espiritual de las personas ancianas enfermas en fin de vida, con frecuencia se afronta hoy con prácticas cada vez más difundidas, aunque escondidas, de la eutanasia, del suicidio asistido o de la sedación terminal, en personas que no sufren. La Iglesia brinda una doble res- DH84esp.indd 18 dolentium hominum n. 84-2014 puesta frente a estas tentaciones: - sobre el valor de la vida de la persona anciana enferma, para los médicos, los agentes sanitarios o los familiares, tentados de acelerar el proceso natural de la muerte o, incluso, de provocar la muerte de la persona anciana, cuya vida es considerada de poco valor; - sobre el deber de acogida y de acompañamiento físico y moral de las personas ancianas en fin de vida, de parte de sus familias, o en el cuadro de cuidados paliativos. 1. Dar valor a la vida de la persona anciana En el contexto cultural de la actual “cultura de la muerte”, se ha perdido el sentido del carácter sagrado e intangible de la vida humana. “No se trata sólo de egoísmos individuales, sino también de una conciencia social que al no creer en el valor inviolable de la vida, se vuelve dueña absoluta y árbitra indiscutible”75. La pérdida del sentido del valor de la vida humana en cuanto tal, ha llevado a la pérdida del respeto por cada ser humano. Se respeta “en general” la vida humana, pero según diversos grados, en función del valor agradable al tipo de vida considerado. El valor de la vida de una persona anciana enferma, abandonada por su familia, y con pocos recursos económicos puede ser considerado así en el nivel más bajo, es decir el de un “peso” que estorba y ocupa un lecho del hospital de manera abusiva. Así se explica la facilidad con la que la sociedad, en los países ricos, ha llegado a reconocer a la mujer un casi-derecho al aborto y a los médicos, para Holanda, un derecho a decidir la practica de la eutanasia o de facilitar un suicidio asistido. También en los países en los que la eutanasia sigue siendo prohibida, en las instituciones se practica una forma de eutanasia escondida de las personas ancianas enfermas bajo la cubierta legal de una “sedación” paliativa, aun cuando estas personas no sufren. El resultado es que la persona anciana enferma está en gran peligro por su vida cuando los acontecimientos han hecho que la lleven a tales instituciones. A estos médicos o agentes sanitarios que toman sobre sí el dere- cho de eliminar físicamente a las personas ancianas enfermas consideradas “inútiles” que caen bajo su responsabilidad, la Iglesia no puede dejar de remarcar su principio de siempre: “el principio inalienable de la sacralidad e inviolabilidad de la vida”76. “Toda vida humana ha recibido de Dios su dignidad, que ninguno puede violar. No debe existir ninguna discriminación con respecto al valor de la vida humana”77. La vida debe ser respetada “como un bien inalienable y sagrado”. “La comprensión de la dignidad sagrada de la persona humana lleva a dar valor a todas las etapas de la vida. Es una cuestión de coherencia y de justicia. De hecho, es imposible apreciar verdaderamente la vida de un anciano sin apreciar realmente la vida de un niño desde el inicio de su concepción”78. No se puede hacer una elección entre diversos tipos de vida humana: todos deben ser respetados y protegidos. “Toda vida humana, también aquella más despreciada, marginada y rechazada, tiene un valor infinito, porque es el término del amor de Dios. Así la vida de los recién nacidos, de los enfermos y de los que sufren, de los ancianos, de los moribundos, como aquella de los jóvenes y de las personas sanas, es igualmente sagrada y absolutamente inviolable, desde el momento de su concepción hasta su fin natural” (Juan Pablo II, 1989)79. 2. Acompañar la vida hasta la muerte La solicitud de eutanasia o de suicidio asistido de parte de una persona anciana enferma, con frecuencia manifiesta un estado de aflicción profunda debido tanto a un sufrimiento físico poco aliviado, como a una situación de dificultad excesiva, a una situación de abandono de parte de los familiares, a una situación de marginación o soledad, o al conjunto de estos factores. Mientras el dolor físico siempre puede ser aliviado con los recursos de la farmacología moderna, el sufrimiento moral que viene de la situación de abandono, soledad y marginación, plantea problemas más difíciles, no resueltos por la medicina y a los cuales la única respuesta válida viene no de la 23/10/14 18:00 dolentium hominum n. 84-2014 19 técnica sino del corazón: “El deseo que brota del corazón del hombre ante el supremo encuentro con el sufrimiento y la muerte, especialmente cuando siente la tentación de caer en la desesperación y casi de abatirse en ella, es sobre todo aspiración de compañía, de solidaridad y de apoyo en la prueba. Es petición de ayuda para seguir esperando, cuando todas las esperanzas humanas se desvanecen” (Evangelium Vitae, n°67). A dichas situaciones la Iglesia responde recordando tanto los deberes de la familia, como el desarrollo de los cuidados paliativos de calidad en los que el acompañamiento del paciente tiene un peso mayor. Consejo para los Agentes Sanitarios, el 17 de noviembre del 2007 el Papa Benedicto XVI subrayó esta admonición de Juan Pablo II a las familias, animándolas a ocuparse de sus ancianos, “a acogerlos y a encargarse con afecto y gratitud, de modo que los ancianos enfermos transcurran el último período de su vida en sus casas y se preparen a la muerte en un clima de calor familiar”81. También cuando el internamiento de la persona anciana enferma necesita cuidados en estructuras sanitarias, las familias deberían estar bien presentes a sus ancianos, manteniendo así este vínculo vital entre el anciano enfermo, sus seres queridos y “el propio ambiente”82. * La familia El lugar natural en el que los ancianos enfermos pueden pasar mejor los últimos tiempos de su vida es la familia. Gran parte del sufrimiento y de la dificultad de esta persona desvanece cuando se encuentra en la familia, en su ambiente habitual, con la consolación de la presencia de los hijos y nietos. Con respecto a este deber que tiene la familia de acogida a los padres ancianos, ciertamente hoy existen dificultades. Pero muchas familias quisieran y podrían tener también a sus ancianos en casa hasta su muerte, si beneficiase de estos cuidados domiciliarios que cuestan menos de lo que cuesta la hospitalización del sujeto80. El Papa Juan Pablo II insistió sobre el papel que pueden tener las familias en el acompañamiento de sus seres queridos, hasta la muerte: “La Iglesia, llamada a realizar gestos proféticos en la sociedad, defiende la vida desde sus primeros albores hasta su fin natural con la muerte. Sobre todo para esta última fase, que a menudo se prolonga durante meses y años y crea problemas muy graves, apelo hoy a la sensibilidad de las familias para que acompañen a sus seres queridos hasta el término de su peregrinación terrena (Juan Pablo II, A los participantes en la Conferencia internacional promovida por el Pontificio Consejo para la Pastoral de los Agentes Sanitarios, 31 de octubre de 1998). Dirigiéndose a la XXII Conferencia Internacional del Pontificio * Acompañar a los ancianos enfermos internados en estructuras sanitarias Cuando la familia no puede asegurar la acogida a la persona anciana, por ausencia, falta de medios, o necesidad de la terapia, el cuidado pastoral de las personas ancianas enfermas se orienta hacia el acompañamiento en las estructuras sanitarias en las que se encuentran estas personas. Esto se vuelve cada vez más imperativo cuando se aleja la perspectiva de una curación83, dejando el lugar al traslado en una unidad de cuidados paliativos. Las unidades de cuidados paliativos se han desarrollado hoy en todas las partes del mundo, respondiendo a criterios comunes de asistencia de tratamiento activo, mantenimiento de los cuidados ordinarios y alivio del dolor. No hay duda sobre el bien de estas instituciones84. Sin embargo, también es verdad que dichas unidades no siempre respetan lo que Cecily Saunders había enseñado y practicado, es decir, un verdadero acompañamiento de la persona, hasta la muerte, con una presencia permanente junto a ella, y a una atención a todas sus necesidades en particular necesidades afectivas y espirituales. No se trata sólo de aliviar el dolor físico “con medios que la ciencia y la técnica ofrecen”, sino también de seguir a las personas “con competencia y amor, a fin de que no se sientan un peso inútil y, lo que es aún peor, lleguen a desear y a pedir la muerte. Nuestra civilización debe asegurar a los DH84esp.indd 19 ancianos una asistencia rica en humanidad y cargada de valores auténticos85. En este cuadro de los cuidados paliativos lo que puede faltar es esta “capacidad concreta de amar” que mencionaba el Papa Benedicto XVI, que no lo puede dar ni la más sofisticada técnica y, menos aún, un sueño artificial inducido por analgésicos, hasta la muerte del paciente: “Sin embargo, junto a los cuidados clínicos indispensables, es preciso mostrar siempre una capacidad concreta de amar, porque los enfermos necesitan comprensión, consuelo, aliento y acompañamiento constante. En particular, hay que ayudar a los ancianos a recorrer de modo consciente y humano el último tramo de la existencia terrena, para prepararse serenamente a la muerte (Benedicto XVI, A los participantes en la XXII Conferencia Internacional del Pontificio Consejo para los Agentes Sanitarios, sobre el tema de la pastoral en el cuidado de los enfermos ancianos, Sala Clementina, sábado, 17 de noviembre de 2007)86. V.MENSAJE DE LA IGLESIA AL ANCIANO ENFERMO En sus numerosas intervenciones dirigidas a los grupos de personas ancianas y enfermas, Juan Pablo II siempre quiso dar a estas personas no sólo un mensaje de animación y de sostén en su prueba, sino también de exhortación fuerte a no abandonarse a la resignación, y a vivir plenamente los últimos tiempos de su vida, en el espíritu de una misión específica. A.No os detengais La primera palabra de estímulo que Juan Pablo II generalmente dirigía a estas personas era que no se dejasen ir, que no abandonasen, que no dijesen “basta”: “Ninguno tiene el derecho de decir basta. Vosotros no debéis deteneros, ni considerarse seres en declino” (Juan Pablo II, A los grupos de la tercera edad de las diócesis italianas n. 3, 23 de marzo de 1984)87. En los avisos que el Pontificio 23/10/14 18:00 20 Consejo para los Laicos daba indirectamente a las personas ancianas enfermas, en el cuadro de una actividad pastoral adecuada a sus necesidades, estaba en primer lugar el no tener en cuenta la valoración de “inutilidad” y de “peso” que podían recibir del mundo exterior y, por el contrario, “captar” “el sentido de su edad” “apreciando los recursos y derrotando la tentación del rechazo, del autoaislamiento, de la resignación a un sentimiento de inutilidad, de la desesperación” (La dignidad del anciano, Pontificio Consejo para los Laicos, III, 1998)88. B.Tenéis aún una misión que cumplir, un aporte que dar La reflexión profunda de Juan Pablo II sobre el sufrimiento lo había convencido a la fuerte convicción de que las personas ancianas enfermas, no obstante su aparente inutilidad y su alejamiento físico de toda actividad de la Iglesia, no sólo tenían derecho a un puesto específico en la Iglesia, sino también tenían una vocación específica que cumplir en la vivencia cotidiana de su sufrimiento, físico, moral y espiritual. Para el Papa era pues importante hacer entender a estas personas su propia misión evangelizadora, de testimonio, y de cooperación activa en la obra de la redención. Era este mensaje lleno de energía y de esperanza que Juan Pablo II transmitía a los ancianos enfermos, con estas fuertes palabras: “Tenéis todavía una misión que cumplir, una ayuda que dar” (Christifideles laici, 30 de diciembre de 1988, n. 48) C.La sociedad tiene necesidad de vosotros El tercer mensaje que Juan Pablo II dirigía con frecuencia a los ancianos enfermos era que, lejos de ser inútiles, ellos eran importantes para el mundo y para la Iglesia. Un verdadero leimotiv que el Papa remarcaba generalmente a su atención, era: “La sociedad tiene necesidad de vosotros, la Iglesia tiene necesidad de vosotros” (Juan Pablo II, Discurso a los jóvenes, a los ancianos y a los disca- DH84esp.indd 20 dolentium hominum n. 84-2014 pacitados, Estadio de la ciudad de Vancouver - Martes, 18 de setiembre de1984, 3). Era así, con esas palabras llenas de impulso y de energía, que Juan Pablo II se dirigía a un grupo de ancianos en Viena, Austria, en 1983: “Dirijo ahora mi mirada sobre todo a vosotros, inclinados por el peso de años y que sufrís por los achaques y las limitaciones de la vejez… Nosotros tenemos necesidad de vuestra experiencia y de vuestro juicio. Nosotros tenemos necesidad de vuestra experiencia de fe y de vuestro ejemplo. No debéis apartaros… ¡Vosotros formáis parte de nosotros! (Juan Pablo II, A los ancianos de la “Casa de la misericordia”, N. 2, Viena - Domingo, 11 de setiembre 1983) Estas palabras no eran vacías, de simples halagos: correspondían realmente a lo que el Papa se esperaba de estos ancianos: esperaba de ellos su propia vida ordinaria de personas ancianas, que sufren, pero que son creyentes y orando por la Iglesia y por el mundo; esperaba de ellos “sobre todo” su “vida de oración – acompañada a veces por el sufrimiento” para “traer al mundo el amor redentor de Cristo” (Juan Pablo II, Discurso a los ancianos, Perth (Australia), 30 de noviembre de 1986: 7). En 1988, en la Catedral de Salisbury Juan Pablo II concluía así su mensaje a los ancianos y a los enfermos, reunidos en ella: “Deseo repetirles ahora que la Iglesia tiene necesidad de vosotros. En vosotros reconocemos la presencia de Cristo que continúa a vivir en medio de nosotros marcado por la cruz y por el sufrimiento. Y si vosotros aceptáis los sufrimientos que les toca padecer, vuestra oración y vuestro sacrificio a Dios tendrán una increíble fuerza. Por tanto, ¡no dejéis de orar! Orad y ofreced por la Iglesia, por la salvación de los hombres y orad también por mi misión apostólica (Juan Pablo II, Homilía a los ancianos y a los enfermos, Catedral de Salisbury, 26 de junio de 1988:7.) Oración y sacrificio: tal era el programa del Papa para estos ancianos enfermos que lo escuchaban. Ciertamente no era un dulce mensaje; pero era el mensaje que tocaba a estas personas porque venía de la propia experien- cia, correspondía totalmente a su condición de sufrientes: “Por la condición particular de edad en que estáis, a vosotros no faltan ni las ocasiones de sufrir ni el tiempo para orar. Para salvarse el mundo tiene necesidad de oración y de sufrimiento. Vosotros podéis ayudarlo” (Juan Pablo II, A los grupos de la tercera edad de las diócesis italianas, 23 de marzo de 1984)89. CONCLUSIÓN: CUIDADO PASTORAL DE LAS PERSONAS ANCIANAS ENFERMAS La enseñanza del Magisterio Pontificio de estos últimos años, referente a las personas ancianas enfermas ha sido, pues, rico y abundante. De esta enseñanza se pueden captar muchos puntos concretos, como guías para un cuidado pastoral específico de la Iglesia en este campo. En conclusión, consideramos dos de ellos - la necesidad de un acompañamiento espiritual específico de estas personas - la apertura de este acompañamiento hacia una muerte vivida serenamente, en la fe, como tiempo de esperanza. A.Las personas ancianas enfermas deben ser sostenidas en su prueba mediante un acompañamiento de amor y de solidaridad La situación de sufrimiento y de frecuente marginación de las personas ancianas, fácilmente les lleva a la desesperación y a cerrarse en sí mismas, si no encuentran junto a ellas una persona humana atenta y fiel, manantial de amor gratuito y generoso, de SOLIDARIDAD, y de sostén en la prueba90. En un mundo de la tecnicidad y de la eficacia, también en campo sanitario, su situación es un llamado a otro mundo, el del amor gratuito y generoso “que brota en el corazón de quien tiene compasión”. Sin embargo, este acompañamiento tiene sus exigencias si debe responder a la “pregunta que brota del corazón humano en la confronta- 23/10/14 18:00 dolentium hominum n. 84-2014 ción suprema con el sufrimiento” (Evangelium Vitae n. 67). No debería ser un acompañamiento anónimo, hecho por “especialistas”, como se puede hacer para los adultos enfermos. Aquí el corazón de la persona anciana pide más: pide “la afectuosa presencia de los que ama y de sus amigos”91. Por tanto, según Juan Pablo II, “El verdadero objetivo de la pastoral de las personas ancianas, especialmente cuando están enfermas, y más aún si están gravemente enfermas”, está en mantener al anciano “circundado por hermanos en la fe, dispuestos a escucharlo y a compartir con él los sentimientos” (Benedicto XVI, 2007)92. B.Acompañar a la muerte como tiempo de esperanza Naturalmente, el acompañamiento de la persona anciana es abierto y dirigido hacia la muerte, a la que la persona anciana no deja de pensar, pero una muerte que sea “reintroducida en la vida humana”, como “último acto de la existencia terrena”, que por tanto pueda ser acogida y asumida “con dignidad y serenidad”93. Esto será posible si la persona anciana es llevada por la “afectuosa presencia de los hermanos en la fe”, a pasar del desprecio de sí misma y del abismo tenebroso de la desesperación a la confianza en el Dios de amor y a la luz de la esperanza. Es en tales condiciones de sufrimiento asumido con un confiado abandono en las manos de Dios que la muerte “ya no es condena, ya no es irracional conclusión de la vida en la nada, se revela como el tiempo de la esperanza viva y cierta del encuentro cara a cara con el Señor” (La dignidad del anciano, Pontificio Consejo para los Laicos, III, 1998)94. C.La muerte: una hermana que nos conduce a los brazos del Padre El último paso en este camino de la fe al que se invita a la persona anciana y enferma, desde el fondo de su sufrimiento, será para esta persona, poder pasar de la esperanza vivida como luz en la oscuridad, a la esperanza iluminada por Cris- DH84esp.indd 21 21 to, “llena de inmortalidad”. Era la visión de San Francisco de Asís. Ha sido también la visión mística de Juan Pablo II, cuando retomando la expresión de Francisco, decía: “En Cristo, la muerte, realidad dramática y desconcertante, es rescatada y transformada, hasta presentarse como una ‘hermana’ que nos conduce a los brazos del Padre” (Juan Pablo II, Carta a los ancianos, 15, 1999)95. Notas 1 “La atención y el compromiso de la Iglesia a favor de los ancianos no son de ahora. Ellos han sido destinatarios de su misión y de su cuidado pastoral a través de los siglos y en las circunstancias más diferentes. La “caritas” cristiana ha abrazado sus necesidades, suscitando las más diferentes obras al servicio de los ancianos, sobre todo gracias a la iniciativa y a la solicitud de congregaciones religiosas y de sodalicios laicos”. La dignidad del anciano y su misión en la Iglesia y en el mundo, n. 3, Pontificio Consejo para los Laicos, Introducción. 1° de octubre de 1998, Enchiridion Vaticanum 17, 1988, Edizioni Dehoniane, Bologna, 2000, p.1146-1173, n.1476. 2 “Con respecto a los ancianos que tienen necesidad de una atención especial, la Iglesia católica, a través de la administración de 15.448 casas para ancianos, enfermos crónicos y discapacitados en todas las partes del mundo, considera el aumento del número de ancianos como una “bendición” más que como un peso para la sociedad”. Intervención del Arzobispo Silvano Tomasi, Observador Permanente de la Santa Sede ante la Oficina de Naciones Unidas e Instituciones Especializadas en Ginebra, sobre el Derecho de las personas ancianas a la salud. Décima octava sesión del Consejo de los Derechos del Hombre en Ginebra. Viernes 16 de setiembre de 2011. 3 “Los aspectos fundamentales de la tercera y de la cuarta edad se refieren naturalmente al debilitamiento de las fuerzas físicas, la menor vivacidad de las facultades espirituales, un desapego progresivo de las actividades a las que estábamos apegados, las enfermedades y las invalideces que llegan, la perspectiva de separaciones afectivas por la partida hacia el más allá (Juan Pablo II, Mensaje a los participantes en la Asamblea mundial sobre los problemas del envejecimiento de la población, 22 de julio de 1982, Insegnamenti di Giovanni Paolo II, Libreria Editrice Vaticana 1982, 1982, V, 3 (julio-diciembre, p.123-232, ver p.126). 4 En Cristo la muerte, realidad dramática e impresionante, es rescatada y transformada, hasta manifestar el rostro de una “hermana” que nos conduce a los brazos del Padre. Juan Pablo II, Carta a los ancianos, 10, Enchiridion Vaticanum 18 1989, Edizioni Dehoniane, Bologna, 2002, p.994-1035, ver n. 1685, p.1033. 5 “Contra la denominada cultura de la muerte, la familia constituye la sede de la cultura de la vida”, Carta Encíclica Centesimus Annus del Sumo Pontífice Juan Pablo II en el centenario de la “Rerum Novarum”, 1º de mayo de 1991, n. 39, Acta Apostolica Sedis, vol LXXXIII, 1991, p.793-867. “En estos días vosotros os interrogáis de cuáles fundamentos es preciso partir para promover o reactivar una cultura de la vida y con cuáles contenidos proponerla a una sociedad marcada – como recordaba en la Encíclica Evangelium vitae – por una cada vez más amplia y alarmante cultura de la muerte”. Juan Pablo II, A los miembros de la Pontificia Academia para la Vida, 3 de marzo de 2001, Acta Apostolica Sedis, vol XCIII, 2001, p.445-448, ver p.445. “Además, lamentablemente de varias partes parece avanzar la “cultura de la muerte”, que insidia también la estación de la tercera edad”, Benedicto XVI, Discurso a los participantes en la Asamblea plenaria del Pontificio Consejo para la familia, 5 de abril de 2008. 6 La dignidad del anciano y su misión en la Iglesia y en el mundo, Introducción, Pontificium Consilium pro Laicis, 1° de octubre de 1998, Enchiridion Vaticanum 17, 1988, Edizioni Dehoniane, Bologna, 2000, p.11461173, n. 1471. 7 “Esta especie de “revolución silenciosa”, que va mucho más allá de los datos demográficos, plantea problemas de orden social, económico, cultural, psicológico y espiritual, cuyo alcance ya es desde hace tiempo objeto de puntual atención de parte de la Comunidad internacional” (La dignidad del anciano, Pontificio Consejo para los Laicos, 1998). La dignidad del anciano y su misión en la Iglesia y en el mundo. Introducción, Pontificium Consilium Pro Laicis, 1° de octubre de 1998, Enchiridion Vaticanum 17, 1988, Edizioni Dehoniane, Bologna, 2000, p.1146-1173, n°.1472. 8 “Hay que subrayarlo de nuevo, es toda la sociedad la que se priva de elementos enriquecedores y reguladores, desde el momento en que se aventura a no reconocer como válidos para su desarrollo sino a sus miembros jóvenes y adultos que están todavía en plena posesión de sus fuerzas, y a colocar los demás entre los miembros improductivos”. Juan Pablo II, Mensaje a la Asamblea mundial sobre problemas del envejecimiento de la población, I, 26 de julio de 1982, Insegnamenti de Juan Pablo II 1982, Libreria Editrice Vaticana, 1982, V, 3, julio-diciembre, p.123-131, ver p.127. 9 “Las expectativas de una longevidad que se puede transcurrir en mejores condiciones de salud respecto al pasado; la perspectiva de poder cultivar intereses que suponen un grado más elevado de instrucción de las personas; el hecho de que la vejez no es siempre sinónimo de dependencia y que, por tanto, no menoscaba la calidad de la vida, no parecen ser condiciones suficientes para que se acepte un período de la existencia en el cual muchos de nuestros contemporáneos ven exclusivamente una inevitable y abrumadora fatalidad. La dignidad del anciano y su misión en la Iglesia y en el mundo, n. 1, Pontificium Consilium pro Laicis, 1° de octubre de 1998, Enchiridion Vaticanum 17, 1988, Edizioni Dehoniane, Bologna, 2000, p.11461173, n. 1479. 10 “En el pasado se nutría gran respeto por los ancianos. Al respecto, escribía el poeta latino Ovidio: “Grande era un tiempo la reverencia por el jefe canoso” (“Magna fuit quondam capitis reverentia cani”, Fasti, lib.V, v.57). Siglos antes, el poeta griego Focílides amonestaba: “Respeta los cabellos blancos: rinde al viejo sabio esos homenajes mismos que brindas a tu padre” (Sentencias, XLII). Juan Pablo II, Carta a los ancianos n. 9, Enchiridion Vaticanum, 18, 1999, Edizioni Dehoniane, Bologna, 2002, p.995-1035, n.1662, p.1013. 11 “Está muy difundida, hoy, en efecto, la imagen de la tercera edad como fase descendiente, en la que se da por descontada la insuficiencia humana y social. Se trata, sin embargo, de un estereotipo que no corresponde 23/10/14 18:00 22 a una condición que, en realidad, está mucho más diversificada, pues los ancianos no son un grupo humano homogéneo y la viven de modos muy diferentes” La dignidad del anciano y su misión en la Iglesia y en el mundo, n.1, Pontificium Consilium pro Laicis, 1° de octubre de 1998, Enchiridion Vaticanum 17, 1988, Edizioni Dehoniane, Bologna, 2000, p.1146-1173, n. 1480. 12 Juan Pablo II, Carta a los ancianos, n. 9, Enchiridion Vaticanum, 18, 1999, Edizioni Dehoniane, Bologna, 2002, p. 995-1035, n.1662 p.1013. 13 Carta Encíclica Evangelium Vitae del sumo Pontífice Juan Pablo II, A los Obispos, a los presbíteros y a los diáconos, a los religiosos y a las religiosas, a los fieles laicos y a todas las personas de buena voluntad sobre el valor y la inviolabilidad de la vida humana, 25 de marzo de 1995, n. 64. 14 Carta Encíclica Evangelium Vitae del Sumo Pontífice Juan Pablo II, A los Obispos, a los presbíteros y a los diáconos, a los religiosos y a las religiosas, a los fieles y a las personas de buena voluntad sobre el valor y la inviolabilidad de la vida humana, 25 de marzo de 1995, n. 64. 15 La dignidad del anciano y su misión en la Iglesia y en el mundo, n. 3, Pontificio Consejo para los Laicos, 1° de octubre de 1998, Enchiridion Vaticanum 17, 1988, Edizioni Dehoniane, Bologna, 2000, p.1146-1173, n°1498-1499, n. 1498, p.1157. 16 La dignidad del anciano y su misión en la Iglesia y en el mundo, n.3, Pontificio Consejo para los Laicos, 1° de octubre de 1998, Enchiridion Vaticanum 17, 1988, Edizioni Dehoniane, Bologna, 2000, p.1146-1173, n.1498-1499, n°.498, p.1157. 17 “Las personas ancianas… llegan a despreciarse a sí mismas desde el momento en que ven que la rentabilidad de los ciudadanos… dicho clima…engendra necesariamente el repliegue sobre sí mismo, el doloroso sentimiento de inutilidad y, finalmente, la desesperanza”. Juan Pablo II, Mensaje a la asamblea mundial sobre los problemas del envejecimiento de la población, I, 26 de julio de 1982, Insegnamenti de Juan Pablo II 1982, Libreria Editrice Vaticana, 1982, V, 3, juliodiciembre, p.123-131, ver p.127. 18 La dignidad del anciano y su misión en la Iglesia y en el mundo, n. 1, Pontificium Consilium pro Laicis, 1° de octubre de 1998, Enchiridion Vaticanum 17, 1988, Edizioni Dehoniane, Bologna, 2000, p.1146-1173, n. 1500 p.1158. 19 Benedicto XVI, visita a la casa-familia “Viva los ancianos” administrada por la comunidad de San Egidio Roma, lunes 12 de noviembre de 2012. 20 Juan Pablo II, Carta a los participantes en la II Asamblea mundial sobre el envejecimiento, 3 de abril de 2002, Enchiridion Vaticanum, 21, 2002, Edizioni Dehoninae, Bologna, 2005, p.209-215, ver p.211, n. 258. 21 “Su telón de fondo también ha cambiado: si se trata de ancianos, sobre todo, se muere siempre menos en casa y siempre más en el hospital o en un instituto, lejos de la propia comunidad humana. Especialmente en la ciudad, ya no se usan los momentos rituales de pésame y ciertas formas de piedad. El hombre actual, como anestesiado ante las representaciones diarias de la muerte que dan los medios de comunicación social, hace lo posible por no afrontar una realidad que le produce turbación, angustia, miedo. Entonces, inevitablemente, se queda solo ante la propia muerte”. La dignidad del anciano y su misión en la Iglesia y en el mundo, n. 3, Pontificio Consejo para los Laicos, 1° de octubre de 1998, Enchiridion Vaticanum 17, 1988, Edizioni Dehoniane, Bologna, 2000, p.11461173, n. 1498-1499, ver p.1155, n.1495. DH84esp.indd 22 dolentium hominum n. 84-2014 22 “Mediante sistemas y aparatos extremadamente sofisticados, la ciencia y la práctica médica son hoy capaces no sólo de resolver casos que antes no tenían solución y de mitigar o eliminar el dolor, sino también de sostener y prolongar la vida incluso en situaciones de extrema debilidad, de reanimar artificialmente a personas que perdieron de modo repentino sus funciones biológicas elementales...” (Evangelium Vitae, n. 64). 23 La persona anciana enferma, en fin de vida, puede encontrarse sujeta hoy más o menos voluntariamente, a la amenaza del ensañamiento terapéutico, o sea, ciertas intervenciones médicas ya no adecuadas a la situación real del enfermo, por ser desproporcionadas a los resultados que se podrían esperar o, bien, por ser demasiado gravosas para él o su familia” (Evangelium Vitae n. 65.). 24 Benedicto XVI, Discurso a los participantes en la XXII Conferencia internacional del Pontificio Consejo para los Agentes Sanitarios, Sala Clementina, Sábado 17 de noviembre de 2007, Acta Apostolica Sedis, 5 de diciembre de 2008, año C, n. 12, p. 840-842. 25 Discurso del Santo Padre Francisco a los participantes en el encuentro promovido por la Federación Internacional de Asociaciones de Médicos Católicos, Sala Clementina, 20 de setiembre de 2013). 26 “Entonces puede suceder que una persona que está en edad avanzada, se encuentre en una situación de dificultad interior, de creciente sufrimiento, acompañado por la soledad y el desconsuelo… ¡No siempre es fácil acoger con ánimo sereno los acontecimientos y a veces se permanece en silencio ante la voluntad del Señor! Es difícil entrar en contacto” Juan Pablo II a los ancianos huéspedes de la casa de descanso “Brancaccio”, 27 de abril de 1991:2) 27 Pío XII, Discurso en torno a tres preguntas religiosas y morales concernientes la analgesia, conclusión, 24 de febrero de 1957, Acta Apostolica Sedis, 1957, año XXXXIX, serie II; vol XXIV, p.129-147, ver p.147. 28 Pío XII, Discurso en torno a tres preguntas religiosas y morales concernientes la analgesia, III, 24 de febrero de 1957, Acta Apostolica Sedis, 1957, año XXXXIX, serie II; vol XXIV, p.129-147, ver p.146. 29 Pío XII, Discurso en torno a tres preguntas religiosas y morales concernientes la analgesia, I, 24 de febrero 1957, Acta Apostolica Sedis, 1957, año XXXXIX, serie II; vol XXIV, p.129-147, ver p.145. 30 Pío XII, Discurso en torno a tres preguntas religiosas y morales concernientes la analgesia, I, 24 de febrero 1957, Acta Apostolica Sedis, 1957, año XXXXIX, serie II; vol XXIV, p.129-147, ver p.145. 31 “‘No es lícito privar al moribundo de la conciencia propia sin grave motivo’: acercándose a la muerte, los hombres deben estar en condiciones de poder cumplir sus obligaciones morales y familiares y, sobre todo, deben poderse preparar con plena conciencia al encuentro definitivo con Dios” (Evangelium vitae, n. 65). 32 “La prudencia humana y cristiana sugiere para la mayor parte de los enfermos el uso de las medicinas que sean adecuadas para aliviar o suprimir el dolor, aunque de ello se deriven, como efectos secundarios, entorpecimiento o menor lucidez. En cuanto a las personas que no están en condiciones de expresarse, se podrá razonablemente presumir que desean tomar tales calmantes y suministrárseles según los consejos del médico”, Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, Declaración sobre la eutanasia, III, 5 de mayo de 1980, Acta Apostolica Sedis, 1980, vol LXXII, p.542-552, ver p.547-548. 33 “El misterio del dolor humano oprime al enfermo y hace surgir nuevas e inquie- tantes preguntas: ¿Por qué Dios me deja sufrir? ¿Cuál es la finalidad? ¿Cómo Dios, que es tan bueno, puede permitir tanto mal? No hay respuestas fáciles para estos interrogantes planteados por mentes y corazones afligidos. Naturalmente no se logra encontrar una respuesta satisfactoria sin la luz de la fe (Juan Pablo II, A los enfermos, ancianos y los discapacitados, n.2, Wellington Show and Sport Centre”, Wellington, Nueva Zelanda, 22 de noviembre 1986). 34 “La postración y la inactividad obligada pueden inducir al enfermo a encerrarse en sí mismo. Por tanto, no hay que sorprenderse que la enfermedad pueda acercar al Señor o conducir a la desesperación (Juan Pablo II, Encuentro con los enfermos y los ancianos, Callao (Perú), 4 de febrero de 1985). 35 “Hay quien en el dolor se cierra, volviéndose insensible para con los demás; hay quien en la amargura se desespera. El sufrimiento, sin la cooperación inteligente y valiente de la persona, no salva automáticamente de la superficialidad y del egoísmo (Juan Pablo II, A los ancianos y a los enfermos, Basílica de San Esteban (Budapest), 20 de agosto de 1991:2) : 36 “En vuestro sufrimiento, vosotros experimentáis concretamente la caducidad y los límites de la criatura. Pero precisamente por esto el sufrimiento se puede volver para nosotros el momento privilegiado de la apertura a los demás y a Dios. Una vida que corre plana y sin interrogantes, fácilmente nos lleva a la superficialidad y nos hace sentir saciados y autosuficientes. En cambio, cuando el sufrimiento nos provoca con sus inevitables interrogantes, es allí que sentimos con fuerza la nostalgia. Y renovados, caminamos en búsqueda de los demás y, en nuestro íntimo, de Dios” (Juan Pablo II, homilía a los enfermos y ancianos, catedral de Salzburgo, 26 de junio de 1988, n.2). 37 “Bienaventurados los que saben reconocer la mano de Dios en la prueba… Dios no se deja vencer en generosidad. A veces es precisamente con el sufrimiento que él toca la puerta del corazón, con el deseo de instaurar una relación de particular amistad que, si es correspondido, puede asumir el calor y la intensidad de una experiencia convivial. ‘Cenaré con él y él conmigo’ (Ap 3, 20) (Juan Pablo II, A los ancianos y a los enfermos, n. 2, Basílica de San Esteban (Budapest), 20 de agosto de 1991). 38 “Lamentablemente, es verdad que en esta ascensión hacia la santidad mediante el sufrimiento podemos desfallecer y desistir… Es preciso luchar. Pero en este compromiso nunca uno está solo, uno no lo está ni siquiera un instante. Junto a nosotros está el Padre que nos tiene por mano e infunde generosamente en nosotros su Espíritu Santo, para hacernos crecer en la convicción de ser sus hijos. Precisamente mediante la experiencia de nuestra fragilidad estamos movidos a descubrir la presencia amorosa de Dios y a gritar nuestro dolor hacia Aquel que es el único que puede donarnos el verdadero alivio. El sufrimiento se vuelve así escuela de oración sentida, insistente y confiada” (Juan Pablo II, A los ancianos y enfermos, n. 3, Basílica de Santo Esteban (Budapest), 20 de agosto de 1991). 39 Juan Pablo II, encuentro con los enfermos y los ancianos, n.3, Callao (Perú), 4 de febrero de 1985). 40 Ibid. 41 “Los aspectos fundamentales de la tercera y de la cuarta edad... pueden ser transformados por las convicciones filosóficas y sobre todo por las certezas de la fe para aquellos que tienen la alegría de creer. De hecho, para estos últimos, la última etapa de la vida terrena puede ser vivida como un misterioso acompañamiento del Cristo Redentor, que recorre su doloroso camino de cruz antes 23/10/14 18:00 dolentium hominum n. 84-2014 del alba radiosa de la Pascua” (Juan Pablo II, Mensaje a los participantes en la Asamblea mundial sobre los problemas del envejecimiento de la población, 22 de julio de 1982). 42 “Vemos con consolación la promesa de Jesús que nuestras almas encontrarán descanso, no nuestros cuerpos, sino nuestras almas. Jesús no promete quitar todo el sufrimiento físico de nuestra vida durante nuestra peregrinación en esta tierra, sino promete realmente dar quietud a nuestro espíritu, dar coraje a nuestros corazones, y dar descanso a nuestras almas” (Juan Pablo II, Discurso a los enfermos y a los ancianos, n. 4, Santuario de los Mártires (Huronia), sábado 15 de setiembre de 1984). 43 “Vosotros, amados hermanos, sabéis por experiencia que no son suficientes los servicios técnicos ni la atención sanitaria, por más que se realicen con profesionalidad exigente. El enfermo es una persona humana y, como tal, necesita sentir la presencia cálida de sus seres queridos y de sus amigos. Esa presencia y medicina espiritual que nos hace amar la vida y nos inclina a luchar por ella con una fuerza interior, que tantas veces influye decisivamente en la recuperación de la salud” Juan Pablo II, Encuentro con los enfermos y los ancianos, n. 2, Callao (Perú), 4 de febrero de 1985). 44 Pío XII, Tres preguntas religiosas y morales concernientes la analgesia, Allocutio ad partecipantes XI Congressum Societatis Italicae de anaesthesiologia, I, 24 de febrero de 1957, Acta Apostolica Sedis, 1957, año XXXXIX, serie II, vol. XXIX, p.129-147, ver p.135. 45 “La vida y la pasión del Señor, los dolores que tantos hombres grandes han soportado e incluso buscado en virtud de los cuales ellos se han agigantado y han llegado hasta las cumbres del heroísmo cristiano, los ejemplos cotidianos de aceptación voluntaria de la cruz que está presente, todo esto revela el significado del sufrimiento, de la aceptación paciente del dolor en la economía actual de la salvación, durante el tiempo de esta vida terrena”. Pío XII, Allocutio ad partecipantes IX Congressum Societatis Italicae de anaesthesiologia, I, 24 de febrero de 1957, Acta Apostolica Sedis, 1957, año XXXXIX, serie II, vol. XXIX, p.129-147, ver p.135. 46 Pío XII, Allocutivo ad partecipantes IX Congressum Societatis Italicae de anaesthesiologia, I, 24 de febrero de 1957, Acta Apostolica Sedis, 1957, año XXXXIX, serie II, vol. XXIX, p.129-147, ver p.135. 47 “¿Y qué decir de vuestro sufrimiento?.. su Pasión – y por tanto la Redención – debe ser completada (Col. 1,24) por vuestro sufrimiento. Vosotros, pues, no sois inútiles, amados hijos e hijas. Con el ofrecimiento de vuestro dolor sobrenatural, vosotros podéis conservar muchas inocencias, llamar al recto camino a numerosos depravados, iluminar a muchos dudosos, dar serenidad a muchos angustiados”. Pío XII, Consociationi Italiae, a los miembros del “Centro Voluntarios del Sufrimiento”, 7 de octubre de 1957, Acta Apostolica Sedis, 1957, año XXXXIX, serie II, vol. XXIV, p.954-958, ver p.958. 48 “Sin embargo, según la doctrina cristiana, el dolor, sobre todo el de los últimos momentos de la vida, asume un significado particular en el plan salvífico de Dios; en efecto, es una participación en la pasión de Cristo y una unión con el sacrificio redentor que Él ha ofrecido en obediencia a la voluntad del Padre”. Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, Declaración sobre la eutanasia Iura et bona, 5 de mayo de 1980, Acta Apostolica Sedis, 1980, vol. LXXII, p.542-552. 49 Juan Pablo II, Carta apostólica Salvifici Doloris, a los obispos, sacerdotes, a las familias religiosas y a los fieles de la Iglesia cató- DH84esp.indd 23 23 lica sobre el sentido cristiano del sufrimiento humano, 11 de febrero de 1984, Acta Apostolica Sedis, 1984, vol. LXXVI, n. 2, 1084, p.201-250, ver n. 24, p.232-233. 50 Juan Pablo II, Carta apostólica Salvifici Doloris, A los obispos, sacerdotes, a las familias religiosas y a los fieles de la Iglesia católica sobre el sentido cristiano del sufrimiento humano, 11 de febrero de 1984, Acta Apostolica Sedis, 1984, vol. LXXVI, n. 2, 1084, p.201-250, ver n.24, p.233. 51 Juan Pablo II, Carta apostólica Salvifici Doloris, a los obispos, sacerdotes, a las familias religiosas y a los fieles de la Iglesia católica sobre el sentido cristiano del sufrimiento humano, 11 de febrero de 1984, Acta Apostolica Sedis, 1984, vol LXXVI, n.2, 1084, p.201-250, ver n.19, p.226. 52 Juan Pablo II, Carta apostólica Salvifici Doloris, A los obispos, sacerdotes, a las familias religiosas y a los fieles de la Iglesia Católica sobre el sentido cristiano del sufrimiento humano, 11 de febrero de 1984, Acta Apostolica Sedis, 1984, vol. LXXVI, n. 2, 1084, p.201-250, ver n°25, p.236. 53 “A través de los siglos y las generaciones se ha constatado que en el sufrimiento se esconde una particular fuerza que acerca interiormente el hombre a Cristo, una gracia particular. Juan Pablo II, Carta Apostólica Salvifici Doloris, A los obispos, sacerdotes, a las familias religiosas y a los fieles de la Iglesia Católica sobre el sentido cristiano del sufrimiento humano, 11 de febrero de 1984, Acta Apostolica Sedis, 1984, vol LXXVI, n. 2, 1084, p.201-250, ver n.26, p.238. 54 Juan Pablo II, Carta a los ancianos, n.10, Enchiridion Vaticanum, 18, 1999, Edizioni Dehoniane, Bologna, 2002, p.995-1035, n. 1674 p.1025. 55 “Vosotros, queridos hermanos y hermanas, sois partícipes de su obra de redención y, humanamente hablando, vuestra vida podría aparecer como una derrota, pero desde el punto de vista de Cristo, del Evangelio, de la Providencia, vuestra vida es muy fructífera y contribuye al bien espiritual de la humanidad y de la Iglesia” (Juan Pablo II, Discurso con ocasión de la fiesta de la dedicación de la Basílica de San Juan en Letrán, domingo, 9 de noviembre de 1986). 56 Juan Pablo II, Encuentro con los ancianos y los enfermos en la catedral católica de Sant’Henrik, 6 de junio de 1989). 57 “La gran debilidad que sentís, y de modo particular el amor y la fe con los que aceptáis esta debilidad, recuerdan al mundo los más altos valores de la vida y las realidades que cuentan verdaderamente. Por medio del dolor y de la enfermedad que limita vuestra vida, vosotros podéis predicar el Evangelio de modo muy eficaz. Vuestro mismo gozo y vuestra paciencia son testigos mudos del poder liberador de Dios que obra en vuestra vida” (Juan Pablo II, A los enfermos, a los ancianos y a los incapacitados, en el “Wellington Show and Sport Centre”, Wellington, Nueva Zelanda, 22 de noviembre 1986: 6. 58 “En una palabra, muchos han sido conducidos hacia la fe de quien cotidianamente sacaba de la propia fe la fuerza para hacer de la enfermedad de un testimonio tanto más convincente cuanto más silencioso” Juan Pablo II, A los ancianos y a los enfermos, Basílica de San Esteban (Budapest), 20 de agosto de 1991, 3. 59 “La Iglesia sabe muy bien que muchas personas se acercan a Dios de manera especial en la – así llamada – ‘tercera edad’ y que, precisamente en ese tiempo se les puede ayudar a rejuvenecer su espíritu por los caminos de la reflexión y la vida sacramental. La experiencia acumulada a lo largo de los años lleva al anciano a comprender los límites de las cosas del mundo y a sentir una necesidad más profunda de la presencia de Dios en la vida terrena. Las desilusiones que ha experimentado en algunas circunstancias le han enseñado a depositar su confianza en Dios” Juan Pablo II, Audiencia General, 7 de setiembre de 1994, L’Attività della Santa Sede 1994, Libreria Editrice Vaticana, 1995, p.589-593. 60 “La práctica religiosa ocupa un lugar destacado en la vida de las personas ancianas. La tercera edad parece favorecer una apertura especial a la trascendencia. Lo confirman, entre otras cosas, su participación, en gran número, en las asambleas litúrgicas; el cambio decisivo en muchos ancianos que se acercan de nuevo a la Iglesia después de años de alejamiento, y el espacio importante que se da a la oración: ésta representa una aportación invaluable al capital espiritual de oraciones y sacrificios del cual la Iglesia se beneficia abundantemente y que ha de revalorarse en las comunidades eclesiales y en las familias”. La dignidad del anciano y su misión en la Iglesia y en el mundo, n.4, Pontificium Consilium pro Laicis, 1° de octubre de 1998, Enchiridion Vaticanum 17, 1988, Edizioni Dehoniane, Bologna, 2000, p.1146-1173, ver n.1511 p.1161. 61 “El sufrimiento humano, sin embargo… induce a dudar de las palabras de Jesús que el Reino de Dios está cercano. Cuando el dolor ofusca la mente y debilita el cuerpo y el alma, Dios puede parecer muy lejano, la vida puede volverse un peso insoportable” (Juan Pablo II, discurso a los enfermos, a los ancianos y a los discapacitados, en el “Wellington Show and Sports Centre”, Wellington, Nueva Zelanda, 23 de noviembre de 1986, 3). 62 La dignidad del anciano y su misión en la Iglesia y en el mundo, n.4, Pontificium Consilium pro Laicis, 1° de octubre de 1998, Enchiridion Vaticanum 17, 1988, Edizioni Dehoniane, Bologna, 2000, p.1146-1173, ver n. 1513 p.1161. 63 “Los jóvenes no logran comprender completamente la costumbre de los ancianos de recordar cosas de un tiempo ya lejanas, pero dicha reflexión tiene su razón. Y cuando se hace en oración se puede considerar como fuente de saneamiento. Hablo del importante saneamiento espiritual que refuerza la libertad interior de las personas ancianas. Este tipo de saneamiento se obtiene a través de una conciencia y una justa valoración de los modos con los que Dios obra tanto en las debilidades como en las virtudes humanas” (Juan Pablo II, Discurso a los ancianos, n. 5-6, Perth (Australia), 30 de noviembre de 1986). 64 “La comunidad eclesial tiene la responsabilidad de purificar ese fatalismo, haciendo evolucionar la religiosidad del anciano y dando una perspectiva de esperanza a su fe. En esta tarea, la catequesis tiene el papel fundamental de disolver la imagen de un Dios implacable, llevando al anciano a descubrir el Dios del amor”. La dignidad del anciano y su misión en la Iglesia y en el mundo n. 4, Pontificium Consilium pro Laicis, 1° de octubre de 1998, Enchiridion Vaticanum 17, 1988, Edizioni Dehoniane, Bologna, 2000, p.11461173, ver n.1513 p.1161. 65 Juan Pablo II, Discurso a los ancianos, n. 5, Perth (Australia), 30 de noviembre de 1986. 66 “También el recuerdo de nuestros pecados ya no nos desanima, porque nosotros sabemos que la misericordia de Dios es más grande de nuestros pecados y que el perdón de Dios es una prueba de su fiel amor por nosotros… La promesa de la resurrección hace que los ancianos sean capaces de ver toda su vida de manera totalmente diferente”. (Juan Pablo II, discurso a los ancianos, n. 6, Perth (Australia), 30 de noviembre de 1986). 67 “Está también el sacramento de los enfermos que hace bien tanto al alma que al 23/10/14 18:00 24 cuerpo. La Iglesia pide que, a través de la unción con el óleo y la oración devota, nuestros pecados sean perdonados, que los pecados sobrantes sean borrados y que el aumento de la gracia esté acompañado por una mejora de la salud, según la voluntad de Dios para nuestro bien. Espero que vosotros os acercaréis a este sacramento con confianza. La Iglesia hace accesible a los ancianos este sacramento no sólo en caso de grave enfermedad sino también cuando son oprimidos por la debilidad de la edad. Yo mismo lograba mucha consolación cuando me encontraba en el hospital hace cinco años” (Juan Pablo II, Discurso a los ancianos, n. 6, Perth (Australia), 30 de noviembre de 1986). 68 Juan Pablo II, Discurso a los enfermos, ancianos y discapacitados, n. 5 en el “Wellington Show and Sports Centre”, Wellington, Nueva Zelanda 23 de noviembre de 1986) 69 El creyente debe reflexionar sin cansarse sobre el valor de la participación en los sufrimientos de Cristo, para vivir y hacer vivir más intensamente la vocación particular, presente en la condición de ancianidad o de enfermedad. Juan Pablo II, a los ancianos y los enfermos, n. 2, Basílica de San Esteban (Budapest), 20 de agosto de 1991). 70 “La pastoral de evangelización o reevangelización del anciano debe estar enfocada hacia el desarrollo de la espiritualidad que caracteriza esa edad, es decir, la espiritualidad de ese continuo renacer que Jesús mismo indica al anciano Nicodemo. todos sus discípulos, en todas las etapas de la vida, Cristo hace un llamamiento a la santidad… Los ancianos, no obstante el transcurso de los años que puede apagar impulsos y entusiasmos, también deben sentirse más que nunca llamados a medirse con los horizontes fascinantes de la santidad cristiana”. (La dignidad del anciano, Pontificio Consejo para los Laicos, n. 4, 1998), La dignidad del anciano y su misión en la Iglesia y en el mundo n. 4, Pontificium Consilium pro Laicis, 1° de octubre de 1998, Enchiridion Vaticanum 17, 1988, Edizioni Dehoniane, Bologna, 2000, p.1146-1173, ver n.1518 p.1162. 71 Juan Pablo II, A los ancianos y a los enfermos, Catedral de Münster - Viernes, 1° de mayo de 1987. 72 Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, Declaración sobre la eutanasia, n. IV, Acta Apostolica Sedis, 1980, vol LXXII, p.542-552, ver p.549. 73 Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, Declaración sobre la eutanasia, n. IV, Acta Apostolica Sedis, 1980, vol LXXII, p.542-552, ver p.551. 74 “Ciertamente existe la obligación moral de curarse y hacerse curar, pero esta obligación se debe valorar según las situaciones concretas; es decir, hay que examinar si los medios terapéuticos a disposición son objetivamente proporcionados a las perspectivas de mejoría. La renuncia a medios extraordinarios o desproporcionados no equivale al suicidio o a la eutanasia; expresa más bien la aceptación de la condición humana ante la muerte” (Evangelium vitae, 65). 75 A los participantes en el Congreso sobre la vida promovido por la CEI, Roma, 16 de abril de 1989, en Insegnamenti xi,1 (1989), 836. 76 “El momento de la enfermedad y del sufrimiento remite por excelencia al principio inalienable del carácter sagrado e inviolable de la vida… el hombre no puede elegir arbi- DH84esp.indd 24 dolentium hominum n. 84-2014 trariamente entre vivir y morir, entre dejar vivir y dejar morir: de ello dispone sólo Aquel en el cual ‘vivimos, nos movemos y existimos’”. La dignidad del anciano y su misión en la Iglesia y en el mundo, III, Pontificium Consilium pro Laicis, 1° de octubre 1998, Enchiridion Vaticanum 17, 1988, Edizioni Dehoniane, Bologna, 2000, p.1146-1173, ver n.1535 p.1167. 77 “Precisamente mientras estoy entre vosotros deseo dirigirme a toda la sociedad: no debe existir ninguna discriminación con respecto al valor de la vida humana. Esta discriminación ha dado lugar hace algún decenio, a una de las peores barbaries. No hay vidas que tienen valor y otras que no lo tienen. Toda vida humana, sea antes que después del nacimiento, ya sea en el pleno de sus potencialidades que en presencia de deformaciones – toda vida humana, ha recibido de Dios su dignidad, que ninguno puede violar. ¡Todo hombre es hecho a imagen de Dios!” (Juan Pablo II, Homilía a los enfermos y ancianos, Catedral de Salzburgo, 26 de junio de 1988, n. 6). 78 “En verdad, la vida es un regalo de Dios a los hombres, creados por amor a su imagen y semejanza. Esta comprensión de la sagrada dignidad de la persona humana lleva a valorar todas las etapas de la vida. Es una cuestión de coherencia y de justicia. En efecto, es imposible apreciar de verdad la vida de un anciano sin apreciar de verdad la vida de un niño desde el momento mismo de su concepción. Nadie sabe hasta dónde se podría llegar si no se respetara la vida como un bien inalienable y sagrado” (Juan Pablo II, A los participantes de la Asamblea mundial sobre los problemas del envejecimiento de la población, 22 de julio de 1982). 79 Juan Pablo II, Discurso a los participantes en el Congreso sobre la vida, promovido por la CEI, 16 de abril de 1989. 80 “Recordar que si los ancianos tienen derecho a un espacio en la sociedad, con mayor razón les corresponde un lugar respetable en la familia. Recordar a la familia, llamada a ser una comunión de personas, la misión que le compete de conservar, revelar y comunicar el amor. Insistir en el deber que ella tiene de proveer a la asistencia de los familiares más débiles, incluso los ancianos, rodeándolos de cariño” (La dignidad del anciano, Pontificio Consejo para los Laicos, III, 1998). 81 Benedicto XVI, A los participantes en la XXII Conferencia Internacional del Pontificio Consejo para los Agentes Sanitarios, sobre el tema de la pastoral en el cuidado de los enfermos ancianos, Sala Clementina, sábado 17 de noviembre 2007, Dolentium Hominum, n°67, año XXII, 2008 n°1, p.7-8. 82 ibid 83 “Con estas preguntas debe confrontarse quien está llamado a acompañar a los ancianos enfermos, especialmente cuando parece que no tienen ninguna posibilidad de curación. La actual mentalidad eficientista a menudo tiende a marginar a estos hermanos y hermanas nuestros que sufren, como si sólo fueran una ‘carga’ y un ‘problema’ para la sociedad. Al contrario, quien tiene el sentido de la dignidad humana sabe que se les ha de respetar y sostener mientras enfrentan serias dificultades relacionadas con su estado” (Benedicto XVI, A los participantes en la XXII Conferencia Internacional del Pontificio Consejo para los Agentes Sanitarios, sobre el tema de La pastoral en el cuidado de los enfermos ancianos, Sala Clementina, sábado 17 de noviembre de 2007, Dolentium Hominum, n. 67, año XXII, 2008 n.1, p.7-8. 84 “Más aún, es justo que se recurra también, cuando sea necesario, a la utilización de cuidados paliativos que, aunque no pueden curar, permiten aliviar los dolores que derivan de la enfermedad”, (Benedicto XVI, A los participantes en la XXII Conferencia Internacional del Pontificio Consejo para los Agentes Sanitarios, sobre el tema de La pastoral en el cuidado de los enfermos ancianos, Sala Clementina, sábado, 17 de noviembre de 2007, Dolentium Hominum, n. 67, año XXII, 2008 n.1, p.7-8). 85 Juan Pablo II, Carta a los participantes en la II Asamblea mundial sobre el envejecimiento, 3 de abril de 2002, La dignidad de la persona anciana, Enchiridion Vaticanum 21, 2992, Edizioni Dehoniane, Bologna, 2005, p.208-215, ver n. 262-263, p.215. 86 Dolentium Hominum, n. 67, año XXII, 2008 n.1, p.7-8. 87 Insegnamenti VII,1, 1984, p.743-746, n. 3. 88 La dignidad del anciano y su misión en la Iglesia y en el mundo, III, Pontificium Consilium pro Laicis, 1° de octubre 1998, Enchiridion Vaticanum 17, 1988, Edizioni Dehoniane, Bologna, 2000, p.1146-1173, ver n.1545 p.1169. 89 Insegnamenti VII,1, 1984, p.743-746, n°4. 90 Evangelium Vitae n°67. 91 “Vosotros, amados hermanos, sabéis por experiencia que no son suficientes los servicios técnicos ni la atención sanitaria, por más que se realicen con profesionalidad exigente. El enfermo es una persona humana y, como tal, necesita sentir la presencia cálida de sus seres queridos y de sus amigos. Esa presencia y medicina espiritual que nos hace amar la vida y nos inclina a luchar por ella con una fuerza interior, que tantas veces influye decisivamente en la recuperación de la salud”. Juan Pablo II, Encuentro con los enfermos y los ancianos, n. 2, Callao (Perú), 4 de febrero de 1985) 92 Benedicto XVI, A los participantes en la XXII Conferencia Internacional del Pontificio Consejo para los Agentes Sanitarios, sobre el tema de la pastoral en el cuidado de los enfermos ancianos, Sala Clementina, sábado, 17 de noviembre de 2007, Dolentium Hominum, n. 67, año XXII, 2008 n.1, p.7-8. 93 “La muerte forma parte de nuestro horizonte humano y le da su verdadera y misteriosa dimensión. El mundo contemporáneo, sobre todo en Occidente, tiene necesidad de aprender a reintegrar la muerte en la vida humana. ¿Quién no desea para sus semejantes y para sí mismo acoger y asumir este último acto de la existencia terrestre con la dignidad y la serenidad, ciertamente posibles para los creyentes?” (Juan Pablo II, Mensaje a la Asamblea mundial sobre los problemas del envejecimiento de la población, lunes 26 de julio de 1982, Insegnamenti de Juan Pablo II, 1982, V,3, julio-diciembre, p.123-131, ver p.125.16. 94 La dignidad del anciano y su misión en la Iglesia en el mundo, III, Pontificium Consilium pro Laicis, 1° Ottobre 1998, Enchiridion Vaticanum 17, 1988, Edizioni Dehoniane, Bologna, 2000, p.1146-1173, ver n. 1545 p.1169. 95 Juan Pablo II, Carta a los ancianos, 10, Enchiridium Vaticanum 18 1989, Edizioni Dehoniane, Bologna, 2002, p.994-1035, ver n. 1685, p.1033). 23/10/14 18:00 dolentium hominum n. 84-2014 25 Prolusión El enfermo anciano, ‘desafía’ a la pastoral de la salud S.E. Cardenal Willem Jacobus Eijk Arzobispo de Utrecht, Países Bajos U na vez cada año doy una conferencia en el marco de un curso post universitario para médicos, organizado por un instituto de investigación sobre el envejecimiento, de la Universidad de Leiden en los Países Bajos, llamado ‘Leyden Academy on Vitality and Ageing’. El director de este instituto, el profesor Rudi Westendorp, un geriatra, ha publicado un libro referente al cambio de actitud ante la ancianidad luego del reordenamiento global de la edad del morir1. El libro comienza con la historia de un funebrero en una aldea holandesa que la noche de San Silvestre de 1889 redacta para el alcalde una lista de todas las personas fallecidas y enterradas ese año en el cementerio local. Se trata de un total de 85 personas, de las cuales 6 nacieron muertas, 27 murieron en el primer año de vida y 6 antes del primer cumpleaños. Esto implica que casi la mitad de las personas que el sepulturero ha enterrado, son lactantes o muy pequeñas. Él no se sorprende de estas estadísticas. Viendo esto cada año, se ha acostumbrado. Sobre las experiencias de un funebrero Su empresa de pompas fúnebres está preparada también para los numerosos funerales de los lactantes y niños. En el cobertizo hay una bella provisión de ataúdes para esta categoría. Para los pequeños los ataúdes tienen las DH84esp.indd 25 mismas medidas, mientras que el funebrero debe construir aquellas para los adultos según lo requieran las medidas. En los años treinta tiene lugar una agitación entre los sepultureros debido a una nueva tendencia. Ellos indican una disminución de las muertes de niños, mientras aumenta el número de los funerales de gente anciana. En ese mismo período comienza la fabricación industrial de ataúdes con diferentes medidas. No habiendo necesidad de los ataúdes que los sepultureros producían en serie para los pequeños, obviamente los funebreros pierden gran parte de su renta porque los ataúdes para los adultos provienen de una fábrica. A partir de los años treinta, nacen showroom en los que se puede elegir un ataúd según la medida y los propios gustos. Pero se trata de ataúdes casi únicamente para adultos. Falta una provista de aquellos para los lactantes o pequeños, porque ya no es necesaria. Ninguna empresa de pompas fúnebres está preparada para el funeral de uno que fallece muy joven. Los padres, que ya no están acostumbrados a la muerte de uno de sus hijos en una edad joven, ven esto casi como un escándalo que no debería suceder. Recientemente un carpintero catalán me ha dicho que hace algunos años, improvisamente en el pueblo donde vive, murieron muchos lactantes. De inmediato los paisanos pusieron a su médico de familia el sobrenombre de “Herodes”, como referencia al rey Herodes que hizo matar a los recién nacidos en Belén luego del nacimiento de Jesús, intentando eliminarlo como posible concurrente. Al comienzo, el sepulturero podría haber previsto esa noche de San Silvestre cuántas personas según ciertas categorías de edad habrían desaparecido en el año sucesivo, es decir, 1890 personas. Si hubiese podido hacer esta previsión para cada familia, con la convicción de que la muerte no se detenía en los ancianos, sino podía acontecer también a los jóvenes y muy jóvenes. La muerte de un hijo joven ciertamente era una fuente de tristeza, pero no era considerada como un escándalo conmovedor, dado que se trataba de un fenómeno frecuente. No hace mucho tiempo se consideraba a los ancianos como personas que habían logrado algo, es decir, habían alcanzado una edad alta. ¿Cómo era posible esto? ¿Cuál era su secreto? Se veía al anciano con una mezcla de celosía y admiración. Generalmente, se tenía una gran consideración de los ancianos. Por ejemplo, varios textos en la Sagrada Escritura lo atestiguan e incitan a ello2. Ahora tenemos que enfrentarnos a una actitud bien diferente. Volverse anciano ya no es un logro y pocos quieren saber el secreto sobre como se puede llegar a ser anciano. Sólo queremos saber el secreto de un anciano que logra aparecer joven. No se mira más al anciano con admiración. Al contrario. Jóvenes o personas de mediana edad en el mundo occidental, pero también en otras partes del mundo, que se caracterizan por un rápido crecimiento de la prosperidad, cuando ven a un anciano, con frecuencia piensan espontáneamente: ‘No quiero volverme así”. Y tenemos tantas posibilidades para prevenir el proceso de envejecimiento. El nutrimiento tan mejorado y rico, a condición que no sea superfluo, o el hecho 23/10/14 18:00 26 que muchos trabajos físicos se han vuelto más ligeros que antes tiene como efecto que numerosas personas también en edad adelantada aparentemente parecen más jóvenes de lo que ocurría en un pasado no tan lejano. Este fenómeno se refuerza también por el hecho que muchos ancianos no se visten más como ancianos, sino como los jóvenes. Ahora, muchos productos cosméticos ayudan también al hombre a esconder su edad. Por otro lado, cada vez más gente utiliza la cirugía plástica para volverse aparentemente más joven, y no raramente lo hacen con tal de tener mayores posibilidades en su vida profesional. En general, la mayoría no tiene problemas médicos de importancia antes de haber alcanzado la edad de 50 años y tiene lejanos los malestares que amenazan también la vida, hasta la edad de 65 años, quizás en el futuro incluso hasta la edad de 75 años. Por ejemplo, los niveles recientes de mortalidad debido a cardiopatías coronarias, son menos de la mitad de hace treinta años en muchos países de la Unión Europea, ya sea en la edad adulta, en los jóvenes o en la población en general3. Por consiguiente, no sólo una enfermedad incurable en el caso de un niño o joven, sino también de una persona con menos de 65 años de edad tienen cierta tendencia a considerar incluso un achaque físico como un escándalo, en fin de cuentas inaceptable, porque no debería suceder a esa edad. La consecuencia es una incapacidad de integrar el sufrimiento cuando llega alguna vez en la vida. Todo este desarrollo tiene dos repercusiones principales. En primer lugar sobre el modo con que el enfermo anciano ve a sí mismo, sufre su enfermedad y evalúa el valor y la dignidad de su vida. En segundo lugar, hay una repercusión en el modo como miran al paciente el médico, el enfermero, el cuidador de almas y otros colaboradores en el campo de la salud. Autoimagen del enfermo anciano ¿Cómo ve a sí mismo el anciano enfermo en la actual cultura DH84esp.indd 26 dolentium hominum n. 84-2014 secular, que se está difundiendo cada vez más en todas partes del mundo? La cultura secular actual es descrita por los sociólogos como la cultura del individualismo expresivo y de la autenticidad4, se ha vuelto un fenómeno de masa en el mundo occidental luego del rápido crecimiento de la prosperidad que coloca al individuo en la capacidad de vivir dependiendo menos de los demás. Esta cultura implica no sólo el derecho sino incluso el deber del individuo de distinguirse de otros mediante su apariencia, sus convicciones, su filosofía de vida o su religión y los valores éticos elegidos por él mismo. El ideal formulado popularmente es: “Quiero ser yo mismo”. Los elementos que caracterizan esta cultura son tres5: 1. La autonomía: el individuo mismo debe determinar su vida; 2. La creatividad de la persona en el sentido de un desarrollo de sí mismo; en este autodesarrollo salta a la vista una fuerte orientación sobre las emociones, característica para una cultura profundamente empirista: el criterio no es qué es lo que se piensa de cierto fenómeno o de una idea, sino si “con esto uno se siente sí mismo’; 3. El individuo debe ser original y único, no un borrego. El fuerte acento colocado en la autonomía del individuo, está acompañado por una visión del ser humano profundamente dualista. Ella considera la conciencia racional reducida sustancialmente a funciones complicadas de las estructuras superiores del cerebro, que es específica para el ser humano, como la persona real y verdadera, pero el cuerpo como algo extrínseco con un valor puramente instrumental. La combinación de estos factores hace que se vea el valor de la vida como algo que debe evaluar solo el individuo en cuestión. Esta cultura del individualismo expresivo y de la autenticidad quizás es fascinadora sobre todo para los jóvenes, pero lo es menos para los ancianos, seguramente cuando están enfermos. El ideal de la autonomía se funda sobre todo en un concepto negativo de la libertad, es decir, la libertad entendida como una pro- tección de límites externos: constricciones impuestas por leyes u otras personas y la presión social. También una enfermedad, en particular de tipo crónico o incurable, es percibida como un límite de la autonomía y del autodesarrollo, considerado como un deber. Esta es una de las razones por la cual muchos jóvenes y gente de edad media, al ver a un enfermo anciano o minusválido, piensan involuntariamente: “No quiero reducirme así”. Un punto difícil al respecto es la orientación del sentimiento en el autodesarrollo. Los sentimientos son muy variables, pero en ciertos momentos pueden ser tan arrolladores que el enfermo se convence que su vida ha perdido todo valor. Desde esta perspectiva, un número creciente de enfermos elige pedir ayuda al médico para suprimir la vida bajo forma de eutanasia o suicidio asistido médicamente. Sin embargo, también los creyentes pueden luchar contra las tentaciones de este tipo, incluso los santos, como santa Teresa de Lisieux. Ella confesaba a una religiosa durante su noche de la fe que sufrió al final de su vida, antes de morir de una muerte muy dolorosa por sofocamiento y pleuritis debido a una tuberculosis pulmonar: “No se sabe, le escapa, lo que signifique sufrir de ese modo. Y advierte «no dejar a su disposición medicinas venenosas para uso externo, aconsejando no dejarlas nunca al alcance de los enfermos que sufrirían hasta perder la razón». Será lo que repetirá aún hasta tres días de la muerte a sor María de la Trinidad: ¡Ah! Si no tuviese la fe, nunca podría soportar tantos sufrimientos. Me maravillo que entre los que no tienen fe no sean más numerosos los que se suicidan.”6 Teniendo en cuenta la cultura que acabamos de describir, no es fácil anunciar la doctrina de la Iglesia sobre el particular, pues implica que la vida humana tiene una dignidad universal, que trasciende cualquier condición de la vida, los sentimientos y las valoraciones que el individuo involucrado tiene de su vida. Esta dignidad universal, que se puede mostrar también de modo filosófico, deriva en términos teológicos 23/10/14 18:00 dolentium hominum n. 84-2014 del hecho que el hombre ha sido creado a imagen de Dios (cf. Gn 1,26-27; 9,6). Esto concierne a la persona en su globalidad, en su dimensión espiritual y en aquella material. Esto lo afirmó el Concilio Vaticano con estas palabras: “En la unidad de cuerpo y alma, el hombre, por su misma condición corporal, es una síntesis del universo material, el cual alcanza por medio del hombre su más alta cima y alza la voz para la libre alabanza del Creador. No debe, por tanto, despreciar la vida corporal del hombre” (Gaudium et spes n. 14)7. El Papa Juan Pablo II ha escrito en la encíclica Evangelium Vitae que la vida humana es siempre un bien: “En él se refleja la realidad misma de Dios” (Evangelium Vitae n. 348. Esto vale siempre y en todo lugar, por más que la vida sea mellada o desfigurada por una enfermedad o una discapacidad, es el fundamento de la dignidad universal del ser humano. A todo esto, la fe cristiana añade también una dimensión particular. Por más que el sufrimiento puede presionar la capacidad del enfermo para ver la dignidad de su vida, se puede revelar un sentido más profundo de la vida humana en la forma indicada por Jesús, formulado por Juan Pablo II en la Salvifici doloris: “Cristo no explica abstractamente las razones del sufrimiento, sino que ante todo dice: «Sígueme», «Ven», toma parte con tu sufrimiento en esta obra de salvación del mundo, que se realiza a través de mi sufrimiento. Por medio de mi cruz. A medida que el hombre toma su cruz, uniéndose espiritualmente a la cruz de Cristo, se revela ante él el sentido salvífico del sufrimiento. El hombre no descubre este sentido a nivel humano, sino a nivel del sufrimiento de Cristo. Pero al mismo tiempo, de este nivel de Cristo aquel sentido salvífico del sufrimiento desciende al nivel humano y se hace, en cierto modo, su respuesta personal. Entonces el hombre encuentra en su sufrimiento la paz interior e incluso la alegría espiritual.” (n. 26) 9. El gran interrogante es cómo se puede convencer al enfermo, DH84esp.indd 27 27 sobre todo si es anciano, acerca de la dignidad intrínseca universal de su vida. Se entiende que se necesita un análisis crítico de la cultura secular actual, no obstante esto no sea suficiente porque la cultura del individualismo y de la autenticidad está acompañada por el poco interés en las convicciones de otros. De aquí que la cultura actual tiene un interés en la biografía de individuos también cuando se trata de un tema religioso. Mientras una explicación teológica no debe esperar atraer gran interés, muchos quieren saber de que modo la fe obra en la vida y en las experiencias de un individuo. En este ámbito, también el anciano enfermo tiene la tarea de convencer a los demás de la dignidad universal de la vida humana en toda circunstancia. Podríamos pensar quizás que esta tarea corresponde en primer lugar a los agentes sanitarios y se sobreentiende que ésta es una parte esencial de su labor. Sin embargo, aunque el anciano enfermo ya no puede realizar toda una serie de actividades, esto no lo condena a la pura pasividad. El enfermo anciano, sobre todo si está en la capacidad de ver la dignidad universal de la vida, y por tanto de su vida, y de encontrar en esto grande fuerza, puede convertirse en testigo convincente para otros. En este contexto no podemos dejar de pensar en el Papa Juan Pablo II, cuyas palabras he mencionado antes. Durante los últimos años de su vida sufría de la enfermedad de Parkinson, que le quitaba cada vez más la capacidad de caminar, de moverse, de hablar y la expresión de su rostro. No obstante esto no vacilaba para mostrarse públicamente. De este modo él, al manifestar que una persona discapacitada puede seguir siendo un líder a nivel mundial, ha estimulado a numerosos ancianos enfermos a no perder de vista la dignidad de la vida también en las circunstancias en que viven. En la última parte de su vida, Juan Pablo II aplicaba a sí mismo su carta apostólica Salvifici Doloris. Es por esto que Mariani Andrea habla de un “magisterio vivido”10. En su homilía con ocasión de la celebración del Jubileo del Año dos mil de los enfermos y de los agentes sanitarios, el 11 de febrero de 2000, amonesta a todos los enfermos para que hagan lo mismo, porque nuestro tiempo tiene necesidad: “La Iglesia entra en el nuevo milenio estrechando en su corazón el evangelio del sufrimiento, que es anuncio de redención y salvación. Hermanos y hermanas enfermos, sois testigos singulares de este Evangelio. El tercer milenio espera este testimonio de los cristianos que sufren.”11 Actitud de los colaboradores en la salud para con el enfermo anciano Contrariamente a lo que hemos hablado antes, el segundo interrogante es: ¿Cómo ve el agente sanitario al anciano enfermo? Desde la perspectiva de la cultura actual, descrita arriba, puede suceder que también el agente sanitario, al ver al anciano y sobre todo al anciano enfermo, piense espontáneamente: “No quiero llegar a ser así”. Por más comprensible que sea esto tanto en el ámbito de la tendencia actual de adorar a la edad joven y al cuerpo bello, esbelto, fuerte y sano, dicha actitud, no obstante el agente sanitario se esfuerce para no manifestarla o incluso no sea consciente, puede ser percibida conscientemente o no por el anciano enfermo que le ha sido confiado. Esto no ayudará al anciano enfermo a descubrir o a redescubrir la dignidad de su vida, antes bien, incluso puede reforzar la imagen que él mismo tiene de sí mismo bajo el influjo de la cultura actual y de las propias condiciones físicas. En primer lugar, es necesario que el agente sanitario brinde una atención sincera a la persona humana en su globalidad, mostrando un interés humano por el paciente, joven o anciano, lo cual va más allá del aspecto puramente médico-técnico. Detenerse demasiado en el aspecto médico-técnico de parte del agente sanitario puede llevar a un sentimiento de fracaso, cuando ya no puede hacer nada más en este ámbito. Por esta razón la acción sanitaria corre el riesgo a veces de no dar la 23/10/14 18:00 28 suficiente atención al enfermo anciano, que con frecuencia es afectado por enfermedades crónicas e incurables12. La experiencia general de los centros para los cuidados paliativos es que los pacientes con una enfermedad incurable, incluso si no pueden sanarse, reflorecen después de haber sido admitidos. Estos pacientes se sienten reforzados en su dignidad humana. Un elemento muy importante del concepto de cuidado paliativo, es que abarca el cuidado total de la persona humana: médico, psicológico, social y espiritual, brindado por un instituto que funciona como una comunidad de pacientes y asistentes en una atmósfera de relaciones interpersonales abiertas de confianza13. Se entiende que confirmar al anciano enfermo en su dignidad humana será más fecundo porque el agente lo ha ayudado a fin de que él mismo luche por el reconocimiento de su libertad ante cualquier ocasión. No es posible colocarse totalmente en el lugar del otro. Esto exige experiencia y madurez, que ponen al mismo agente sanitario en la capacidad de mirar en cara a las propias amenazas existenciales del reconocimiento de la propia dignidad humana. Por otro lado, un agente sanitario puede aprender mucho del enfermo anciano que muestra ser capaz de reconocer su dignidad humana aun cuando es puesto a la prueba. De todos modos, una cosa urgente para el agente sanitario actual es que sea consciente del posible riesgo de ser implicado en la cultura del individualismo expresivo, de considerar las enfermedades y el handicap sobre todo en una edad adelantada como un límite de la autonomía y por consiguiente de la dignidad de la propia vida. No es fácil sustraerse a la cultura en la cual uno ha crecido y vive. También aquí vale la máxima escrita en el templo del Oráculo de Delfi: “Conócete a ti ʹ gnôthi mismo” (γνω̃θι σεαυτον, seautón). Una vez conscientes de nuestra actitud, estamos en la condición de hacer una elección para “corregir la dirección de marcha”. Esto exige una intuición clara de la cultura actual y del fuerte influjo que ella tiene en la propia acti- DH84esp.indd 28 dolentium hominum n. 84-2014 tud y una firme decisión de la voluntad con la cual podemos guiar nuestra vida interior. Una fuente inspiradora para el agente sanitario será un icono, tal como lo fue Juan Pablo II para todos los enfermos que sufren. Para el cristianismo ortodoxo-oriental el icono es una imagen que hace presente algo de la persona retratada. Análogamente, una persona que es un icono, hace presente en su ser y en su actuar una característica particular y por tanto es vista como modelo por seguir en cierto ámbito específico. El icono por excelencia para el agente sanitario cristiano es el Buen Samaritano en la parábola narrada por Jesús en el Evangelio de san Lucas (10,25-37)14. El Buen Samaritano, luego de haber visto al hombre asaltado y herido en el camino, contrariamente al levita y al sacerdote, no da un rodeo para evitar el encuentro con la víctima. Él hace hablar a su corazón lleno de misericordia. No duda en asistirlo, no obstante que el hombre que se encuentra en problemas no sea atrayente y produzca una impresión repugnante. El Buen Samaritano no puede devolver al hombre herido lo que le han robado, pero hace algo más importante y esencial en esa situación: al asistir al hombre herido y asaltado, reconoce su dignidad humana y lo ayuda para que él mismo redescubra su propia dignidad como ser humano. Un elemento esencial de esta parábola es que Jesús la narra cuando un doctor de la Ley le pregunta: “¿Y quién mi prójimo?” (Lc 10,29). Al final de la parábola Jesús cambia la pregunta diciendo: “¿Quién de estos tres te parece que fue prójimo del que cayó en manos de los salteadores?” (Lc 10,36). No menciona al hombre herido como prójimo, como podríamos esperar siguiendo la primera pregunta, sino la persona que lo auxilia. Se trata de una ayuda fecunda no sólo físicamente, sino para la persona humana en su totalidad, por lo que es posible ayudarla a redescubrir la dignidad humana, que con frecuencia se ha perdido de vista ante las amenazas existenciales a la vida y a la salud. La parábola nos pide que estemos preparados para ser el prójimo de la persona necesitada. La figura del Buen Samaritano tiene un significado extraordinario si seguimos la interpretación de la parábola de parte de numerosos Padres de la Iglesia que la identifican con Jesucristo15. Al hacerse hombre, Jesús se ha hecho prójimo de nosotros para restaurar nuestra dignidad como seres creados a imagen de Dios y elevarnos a la dignidad de hijos adoptivos de Dios. Ya que Él ha sanado nuestra relación con Dios, varios Padres de la Iglesia le han llamado “Christus Medicus”16. La parábola del Buen Samaritano implica un mensaje con un significado particular para quien toma parte en la cultura del individualismo expresivo. El doctor de la Ley, al preguntar “y quién es mi prójimo”, califica a sí mismo como la persona que proporciona ayuda, y a la persona que tiene necesidad como el prójimo, pone a sí mismo en calidad de asistente en el centro de todo. Pero la parábola es narrada desde la perspectiva de la persona que se ha vuelto víctima de los salteadores. La parábola invita de manera implícita a los oyentes, incluido el doctor de la Ley, a colocarse en el lugar de la víctima. El hombre herido es colocado en el centro de los movimientos de aquel que está preparado para ser su prójimo. En vez de poner en el centro su ego mediante la pregunta quién es el objeto del amor por el prójimo, Jesús nos amonesta para que pongamos en el centro a la persona que tiene necesidad de ayuda, haciéndonos prójimo de cualquier persona necesitada. La persona que asiste al otro debe estar atenta a no ponerse ella misma en el centro del círculo, considerando al enfermo como el objeto que necesita su asistencia. La parábola del Buen Samaritano nos invita a cambiar los papeles: a respetar el lugar central que tiene el enfermo en el mundo sanitario, no como objeto, sino como sujeto del cuidado médico, por lo que el cooperador sanitario se vuelve prójimo. Hacerse prójimo del enfermo por amor implica intrínsecamente un reconocimiento de su dignidad humana. Un icono contemporáneo para el agente sanitario, que ha imitado al ‘Christus Medicus’ en su vida profesional como médico, 23/10/14 18:00 dolentium hominum n. 84-2014 es san Giuseppe Moscati (1880 1927), un internista y docente de fisiología de la Universidad de Nápoles en el primer cuarto del siglo pasado17. Este médico, famoso por sus capacidades diagnósticas, ejercía la medicina con grande amor y con gran entrega a sus pacientes. Era un amigo de los enfermos de toda clase social, incluso de los que no podían pagar sus servicios. En sus pacientes reconocía algo de la figura sufriente de Cristo (Mt 25,31-46), con quienes se unía diariamente en el sacramento de la Eucaristía, su fuente de fuerza para desempeñar su trabajo. Los pacientes, a su vez, reconocían algo de Cristo Médico en él. Viviendo de modo modesto, él era solidario con sus pacientes de manera profesionalmente bien ponderada. Su actuar estaba empapado de la humildad cristiana en la forma de una actitud de complacencia. Por esto Moscati manifestaba reconocer la dignidad humana de todos sus pacientes y a muchos les ayudó a volverla a descubrir. Un acontecimiento muy característico en su vida como médico tuvo lugar en 1906 con ocasión del Vesubio. Todos trataban de escapar del barrio amenazado de Nápoles. Aquí se encontraba un hospital, cuyos pacientes corrían el riesgo de ser sepultados junto con el hospital bajo la lluvia de lava y ceniza que se acercaba. Moscati no dudó en dirigirse al hospital y ocuparse de la evacuación de los enfermos, transportando él mismo a pacientes gravemente enfermos. Inmediatamente después que él dejó por último el hospital, el techo del mismo cayó bajo el peso de la ceniza y de la lava. La operación para salvar a todos los pacientes duró veinte DH84esp.indd 29 29 horas. Moscati afrontó este enorme esfuerzo entre el escepticismo “que para estos viejitos ya no había nada que hacer”18. No obstante esto, emprendió el esfuerzo mostrando que para él la dignidad humana de estos ancianos enfermos contaba todo. Se dedicaba al prójimo tanto en condiciones extremas como en las de la vida cotidiana normal. Epílogo Ya sea el paciente mismo como el agente sanitario tienen un papel propio activo para afirmar la dignidad humana del anciano enfermo. Encerrándose en sí mismos como individuos, ambos cometen una injusticia al desarrollo de una relación interpersonal, que es esencial para reconocer tanto la propia dignidad como la del otro. En la cultura del individualismo expresivo y de la autenticidad esto implica un riesgo sobre todo para el anciano enfermo. Para evitarla y encontrar un camino fecundo, la Iglesia nos indica muchos iconos diferentes entre ellos, que pueden ser puntuales especialmente en dependencia del propio carácter y de las propias actividades personales. Pero todos estos iconos se fundan en el icono fundamental tanto para el enfermo que para el agente sanitario: Jesucristo, el Medicus Celestial que con su sufrimiento cura a la persona humana en su globalidad. Notas 1 R. Westendorp, Oud worden zonder het te zijn: Over vitaliteit en veroudering, Amsterdam/Antwerpen: Atlas Contact, 2014, p.128-131. 2 Levítico 19,32: “Ponte en pie ante las canas y honra el rostro del anciano; teme a tu Dios” Proverbios 16,31: “Cabellos blancos son corona de honor; y en el camino de la justicia se la encuentra;” 20,29: “El vigor es la belleza de los jóvenes, las canas el ornato de los viejos”; 1 Tm 5,1: “Al anciano no lo reprendas con dureza, sino exhórtale como a un padre.” 3 M. Nichols, N. Townsend, P. Scarborough, M. Rayner, “Trends in age-specific coronary heart disease mortality in the European Union over three decades: 19802009,” European Heart Journal 34 (2013), pp. 3017-3027. 4 Ch. Taylor, Varieties of Religion Today: William James Revisited, Cambridge/ London: Harvard University Press, 2002, pp. 79-107. 5 Zondag, “Expressief individualisme en religie,” Religie & Samenleving 4 (2009), n. 1, pp. 16-36. 6 Teresa de Lisieux, Storia di un’anima, Roma: Città Nuova, 1997, Epílogo del Escrito Autobiográfico C., dirigido a la madre María de Gonzaga, p. 281. 7 Concilio Vaticano II, “Constitución Apostólica Gaudium et Spes,” AAS 58 (1966), pp. 1025-1115, ver p. 1035. 8 Juan Pablo II, “Carta Encíclica Evangelium vitae (25 marzo 1995),” AAS 87 (1995), pp. 401-522, ver p. 439. 9 Juan Pablo II, “Epistola Apostolica Salvifici doloris (11 febrero 1984),” AAS 76 (1984), pp. 201-250, ver p. 241. 10 Mariani Andrea, Giovanni Paolo II e la sofferenza: Un magistero vissuto, Siena: Cantagalli, 2011. 11 Juan Pablo II, Homilía con ocasión del Jubileo de los enfermos y de los agentes sanitarios (11 de febrero de 2000),” n. 5. Ver: http://www.vatican.va /holy_father/john_ paul_ii/homilies/2000/documents/hf_ jpii_hom_20000211_jubilee-sick_it.html). 12 Cf. R. Janssens, Palliative care: Concepts and ethics, Nijmegen: Nijmegen University Press, 2001, p. 40. 13 Sh. du Boulay, Cicely Saunders; een leven voor stervenden, Amsterdam: Buijten & Schipperheijn, 1984, p. 58-62 (original: Cincely Saunders: founder of the Modern Hospice Movement, London: Hodder and Stoughton, 1984). 14 Cf. W.J. Eijk, “The Good Samaritan is the Greatest Justice,” Dolentium Hominum 15 (2011), nr. 1, p. 64-68. 15 Cf. Ibid., p. 16 Cf. H. Schipperges, “Zur Tradition des ‘Christus Medicus’ im frühen Christentum und in der älteren Heilkunde,” Arzt und Christ 11 (1965), pp. 16-19. 17 G. Infusino, Un santo in corsia. Giuseppe Moscati, Cinisello Balsamo (Milano): Edizioni Paoline, 1987; G. Papàsogli, Giuseppe Moscati. Das Leben eines heiligen Arztes, Stein am Rhein: Christiana-Verlag, 1982. 18 G. Infusino, Un santo in corsia …, op. cit., p. 62. 23/10/14 18:00 30 dolentium hominum n. 84-2014 El enfermo anciano en la Sagrada Escritura: «Todavía en la vejez tienen fruto, se mantienen frescos y lozanos» (Sal 92,15) Prof. Padre Joseph Emmanuel KAKULE VYAKUNO Biblista, Secretario General Académico, Universidad Católica de Graben, Butembo, República Democrática del Congo flexionemos sobre el enfermo anciano en la Sagrada Escritura. Nuestro argumento se articula en torno a tres puntos. El primero presenta las debilidades del enfermo anciano. El segundo habla de las fuerzas del enfermo anciano. El tercero propone la actitud que hay que tener ante un enfermo anciano. E 1. Las debilidades del enfermo anciano l enfermo es aquel que no está en buena salud. La enfermedad toca el cuerpo o el espíritu. Puede tocar a ambos al mismo tiempo. En este caso se habla de enfermedad psico-somática. El anciano es la persona adelantada en la edad, una persona anciana. Los estudios demográficos consideran ancianas a las personas que tienen 60 o más años. En nuestra presentación veremos como considera la Sagrada Escritura a la persona anciana enferma. Comenzamos con la Sagrada Escritura porque la Biblia es el fundamento, la base para reflexionar sobre cualquier tema que toca la fe y la moral para nosotros cristianos. Todo estudio va a la fuente de la Sagrada Escritura. Para nuestro argumento, hemos partido del versículo 15 del Salmo 92: “Todavía en la vejez tienen fruto, se mantienen frescos y lozanos”. Este salmo es un himno de alabanza a Dios. Este himno alaba al Señor por sus maravillas, por sus obras y opone el destino del insensato al del justo. Es así que los últimos versículos del salmo cantan el destino del justo, diciendo: “Florece el justo como la palmera, crece como un cedro del Líbano. Plantados en la casa de Yahvéh, dan flores en los atrios del Dios nuestro. Todavía en la vejez tienen fruto, se mantienen frescos y lozanos, para anunciar lo recto que es Yahvéh: Mi Roca, no hay falsedad en él” (Sal 92,13-16). Partiendo de este pasaje, re- DH84esp.indd 30 Según el pensamiento bíblico, la enfermedad es un castigo que viene de Dios. Dios castiga al pecador y premia al justo. Por ejemplo, los amigos de Job declaran que su enfermedad se origina en los pecados que ha cometido: “Elifaz de Temán tomó la palabra y dijo: ‘¿Acaso a Dios puede un hombre ser útil? ¡Sólo para sí mismo es útil el sensato! ¿Tiene algún interés Sadday por tu justicia? ¿Gana algo con que seas intachable? ¿Acaso por tu piedad él te corrige, y entra en juicio contigo?¿No será más bien por tu malicia múltiple, por tus faltas sin límite? Porque exigías prendas a tus hermanos sin razón, arrancabas a los desnudos sus vestidos, no dabas agua al sediento, al hambriento le negabas el pan, como hombre fuerte que hace suyo el país y, rostro altivo, se sitúa en él, despachabas a las viudas con las manos vacías, y quebrabas los brazos de los huérfanos. Por eso los lazos te aprisionan y te estremece un pavor súbito’” (Jb 22, 1-10). En el Evangelio de San Juan, los discípulos preguntan con respecto al ciego de nacimiento: “Rabbi, ¿quién pecó, él o sus padres para que haya nacido ciego?” (Jb 9, 2). Para esta concepción se vuelve a poner en discusión el sufrimiento del justo. También un justo se enferma o sufre: “¡Para que andes rebuscando mi falta, inquiriendo mi pecado, aunque sabes muy bien que yo no soy culpable, y que nadie puede de tus manos librar!”, dice Job a Dios (Jb 10, 6-7). Antes bien, el justo sufre mientras el impío prospera. El sufrimiento del justo permanece un misterio. La solución es esperar y tener confianza en Dios, cuya sabiduría supera la del hombre. En dicho contexto, el enfermo anciano se encuentra perdiendo todas sus facultades. He aquí un texto patético que lo dibuja: “Acuérdate de tu Creador en tus días mozos, mientras no vengan los días malos, y se echen encima años en que dirás: ’No me agradan’; mientras no se nublen el sol y la luz, la luna y las estrellas, y retornen las nubes tras las lluvias; cuando tiemblen los guardas de palacio y se doblen los guerreros, se paren las moledoras, por quedar pocas, se queden a oscuras las que miran por las ventanas, y se cierren las puertas de la calle, ahogándose el son del molino; cuando uno se levante al canto del pájaro, y se enmudezcan todas las canciones. También la altura da recelo, y hay sustos en el camino, florece al almendro, está grávida la langosta, y revienta la alcaparra, y es que el hombre se va a su eterna morada, y circulan por la calle los del duelo; mientras no se quiebre la hebra de plata, se rompa la bolita de oro, se haga añicos el cántaro con la fuente, se caiga la polca dentro del pozo, vuelva el polvo a la tierra, a lo que era, y el espíritu vuelva a Dios que es quien lo dio” (Qo 12,1-7). Este texto es una alegoría de la vejez, que es comparada a una casa, a la vida doméstica y a la estación del invierno. En efecto, los guardas de la casa son las manos, los guerreros son las piernas, las moledoras son los dientes, las que miran son los ojos, las puertas son los labios, el molino es la boca, el gorjeo es la 23/10/14 18:00 dolentium hominum n. 84-2014 capacidad auditiva, el almendro que florece indica los cabellos blancos, la langosta los pies, la alcaparra alude el hervor de la lujuria y la morada eterna es la tumba. El candil de oro que, al romperse la hebra de plata, se rompe, como el cántaro que cae en el pozo junto con la polca, son imágenes de la muerte. Así, en la vejez, se pierden muchas facultades del hombre. Las manos y las piernas se debilitan, se curvan y tiemblan, caen los dientes o ya no tienen la fuerza de moler el alimento, los ojos ya no ven claramente, los labios tiemblan, la voz se baja, ya no oyen bien los oídos, el sueño se vuelve corto y uno se levanta temprano, en el primer canto del pájaro, se tiene miedo de las subidas debido a los latidos del corazón y del cansancio, se tiene miedo de caminar debido a los mareos de cabeza, los cabellos se vuelven blancos o se caen, los pies se hinchan o se debilitan, la libido disminuye, el estímulo de la alcaparra ya no tiene más efecto y finalmente el corazón cesa de latir como terminan todas las actividades domésticas. De este modo la vida del anciano, como toda vida, termina con la muerte. Toda criatura muere. El hombre es polvo. Ha venido del polvo y retornará al polvo (Gn 2, 7 y 3, 19 ; Sal 103, 14; Qo 3, 1920). Se le puede comparar con la hierba o con la flor de los campos que se marchitan rápido (Sal 90, 5-6; Jb 14,2), a un soplo (Sal 62,10) y a una sombra (Sal 39,57). De hecho, el hombre tiene una vida breve. Son suficientes setenta años, llega a ochenta si tiene buena salud: “Los años de nuestra vida son setenta años, u ochenta si hay vigor. Mas son la mayor parte trabajo y vanidad, pues pasan presto y nosotros nos volamos” (Sal 89, 10). Sin embargo, no obstante estas debilidades vinculadas con la edad del anciano y la muerte de toda criatura, hay fuerzas atribuidas al enfermo anciano. 2. Las fuerzas del enfermo anciano Las fuerzas o los valores del enfermo anciano se insertan en el DH84esp.indd 31 31 contexto de la retribución del justo. Según el Deuteronomio, el que es justo, es decir, el que uniforma su vida a la voluntad de Dios, es premiado. En cambio, aquel que es inicuo recibe de Él un castigo (Dt 28,1-46). La justicia, es decir, la sabiduría, conduce a la felicidad, mientras que la iniquidad, es decir, la necedad, lleva a la ruina. Es Dios que premia a los buenos y castiga a los malvados (Prov 3, 33-35 ; 9, 6 et 18). Así, el justo, también en su enfermedad o en su vejez, trae buenos frutos como exponemos en esta parte. Los hagiógrafos emplean vocablos vegetales para manifestar los frutos de la vejez: “Florece el justo como la palmera, crece como un cedro del Líbano. Plantados en la Casa de Yahvéh, dan flores en los atrios del Dios nuestro. Todavía en la vejez tienen fruto, se mantienen frescos y lozanos” (92, 13-15). La palma es un árbol de bella altura. Ella simboliza la longevidad de la vida que da sabiduría. Estos árboles, en la vejez, siguen dando frutos, conservan su juventud y su vigor, ya que siguen siendo siempre frescos. Estos vocablos son significativos en el contexto de un país árido como Palestina. En un país de sed, el agua tiene más valor; en un suelo desértico, el crecimiento y el color verde de la vegetación expresan más el valor del hombre, sobre todo cuando se trata de un anciano. Muchos pasos paralelos con el mismo vocablo manifiestan la misma idea con respecto a un hombre sabio y justo: “Es como un árbol plantado junto a corrientes de agua, que da a su tiempo el fruto y jamás se amustia su follaje; todo lo que hace sale bien” (Sal 1,3). “Es como árbol plantado a las orillas del agua, que a la orilla de la corriente echa sus raíces. No temerá cuando viniere el calor, y estará su follaje frondoso; en año de sequía no se inquieta, ni se retrae de dar fruto” (Jer 17,8). “Te guiará Yahvéh de continuo, hartará en las sequedades tu alma, dará vigor a tus huesos, y serás como huerto regado, o como manantial cuyas aguas nunca faltan” (Is 58,11). La sabiduría también crece co- mo las plantas arriba mencionadas: “Como cedro me he elevado en el Líbano, como ciprés en el monte del Hermón. Como palmera me he elevado en Engadi, como plantel de rosas en Jericó, como gallardo olivo en la llanura, como plátano me he elevado” (Si 24,13-14). En semejante contexto temático, el anciano lleva consigo los frutos de la sabiduría, expresados también con un vocablo de la vegetación y de la fecundidad: vida, manada, árbol de vida, manantial, agua profunda y torrente. La vida del sabio es larga hasta los cabellos blancos (Pr 16, 32), los justos serán frescos como las hojas (Pr 11, 28); el fruto del justo es un árbol de vida, el sabio conquista los ánimos (Pr 11, 30); la enseñanza del sabio es fuente de vida para evitar los lazos de la muerte (Pr 13, 14); fuente de vida es la prudencia para quien la posee (Pr 16, 22); las palabras de la boca del hombre son agua profunda, la fuente de la sabiduría es un torrente que desborda (Pr 18,4). El Señor asegura vigor y juventud al hombre sabio: “El que harta de bienes tu existencia, mientras tu juventud se renueva como el águila” (Sal 103, 5). Vivir bastante es una señal de bendición del Señor: “Llegarás a la tumba vigoroso, como se hacinan las gavillas a su tiempo” (Jb 5, 26). Esta fertilidad del hombre es fruto de su justicia. El hombre es fecundo porque practica la justicia. El justo goza de la prosperidad, de la riqueza y del bienestar. La justicia genera la fertilidad. Dios exige del hombre frutos de justicia (Is 5, 2). Antes bien, Él es el que hace fecunda a la tierra y hace germinar toda justicia (Is 55, 10-11; 61, 11). Esto significa que el hombre justo, aun envejeciéndose, da frutos en todo nivel: en el nivel biológico, espiritual, de sabiduría y moral. En el nivel biológico, por ejemplo, el hombre tiene un período de fecundidad más largo de aquel de la mujer. Un anciano de ochenta años puede generar un hijo. Y, por eso de él se puede decir, según nuestro salmo: “Todavía en la vejez tienen fruto, se mantienen frescos y lozanos” (Sal 92, 15). 23/10/14 18:00 32 A nivel espiritual, los frutos que da el anciano son sus consejos. En la Biblia se considera que el anciano es sabio. La vejez es símbolo de la justicia y de la sabiduría: “Cabellos blancos son corona de honor; y en el camino de la justicia se la encuentra” (Prv 16, 31). Un anciano es considerado como uno que debe tener estas cualidades de sabiduría y de enseñanza: “Que los ancianos sean sobrios, dignos, sensatos, santos en la fe, en la caridad, en la paciencia en el sufrimiento; que las ancianas asimismo sean en su porte cual conviene a los santos: no calumniadoras ni esclavas de mucho vino, maestras del bien, para que enseñen a las jóvenes a ser amantes de sus maridos y de sus hijos, a ser sensatas, hacendosas, bondadosas, sumisas a sus maridos, para que no sea injuriada la Palabra de Dios” (Tt 2,2-5). Así como en la Biblia, también en la cultura actual muchos proverbios muestran el papel sapiencial del anciano en la sociedad. Recordemos algunos. “Cuando muere un viejo, es una entera biblioteca que se quema” (Hamadou Hampateba). Esto significa que el anciano tiene muchos conocimientos por compartir. Tiene una experiencia de una larga vida por compartir. Su muerte es una pérdida para los vivientes. “Un anciano no debe faltar en la casa”: debe haber un anciano para dar consejos. “Si falta un joven, falta a quien enviar (a trabajar), si falta un anciano, falta un consejo (consejero)”: El valor del anciano es dar consejos: “La boca del anciano tiene un aliento de feo olor, sin embargo dice palabras buenas”: El anciano da buenos consejos, aun si estos son difíciles de acogerlos y vivirlos. En fin, la vida fecunda del anciano se abre a la inmortalidad. La muerte de un justo no es un castigo de Dios como lo sería para los malos, sino una apertura sobre la vida eterna: “Porque Dios creó al hombre incorruptible, le hizo imagen de su misma naturaleza. (…) Las almas de los justos están en las manos de Dios y no les alcanzará tormento alguno. Creyeron los insensatos que habían DH84esp.indd 32 dolentium hominum n. 84-2014 muerto; tuvieron por desdicha su salida de este mundo, y su partida de entre nosotros por completa destrucción; pero ellos están en la paz. Aunque, a juicio de los hombres, hayan sufrido castigos, su esperanza estaba llena de inmortalidad” (Sb 2,23; 3,1-4; Cf. Dn 12, 2-3). El justo sobrevive a través de su posteridad. El recuerdo de su vida permanece para siempre. Es un recuerdo en bendición (Pr 10, 7). Conociendo las fuerzas y las debilidades del enfermo anciano, podemos definir en el último punto el comportamiento por tener ante él. 3. Actitud ante un anciano enfermo La actitud que hay que tener ante una persona anciana enferma es la del respeto y de la comprensión. Ella nos remite al cuarto mandamiento del decálogo: “Honra a tu padre y a tu madre, para que se prolonguen tus días sobre la tierra que Yahvéh, tu Dios, te va a dar” (Ex 20,12 ; Cf. Ef 6,1-3; Col 3,20). A un anciano hay que respetarlo y no burlarse de él: “No deshonres al hombre en su vejez, que entre nosotros también se llega a viejos” (Si 8,6). Sobre todo, es preciso no reírse de un anciano enfermo con una de las patologías neurodegenerativas de las que se hablará. Citamos el caso de la pérdida de la memoria: “Hijo, cuida de tu padre en su vejez, y en su vida no le causes tristeza. Aunque haya perdido la cabeza, sé indulgente, no le desprecies en la plenitud de tu vigor” (Si 3,12-13). Antes bien, de una persona vieja, es necesario escuchar siempre los consejos: “No desprecies lo que cuentan los viejos, que ellos también han aprendido de sus padres; pues de ellos aprenderás prudencia y a dar respuesta en el momento justo” (Si 8,9). En fin, come se hace para todos los enfermos, es necesario curar a los ancianos y orar por ellos (St 5, 13-16). Es el fundamento del Nuevo Testamento, de la pastoral de la salud. Conclusión En conclusión, decimos que la enfermedad es un misterio. Parece un castigo divino, pero es Dios que cura, bendice y llama al hombre a la inmortalidad. El anciano, aunque enfermo, trae las bendiciones que son características de un hombre justo: él permanece fresco y da frutos. Estos frutos son la fecundidad biológica que puede tener, la sabiduría de la cual es modelo, los consejos que pueda dar, la experiencia de vida que puede compartir, etc. Por tanto, según el cuarto mandamiento el anciano merece respeto, también porque aún tiene mucho que enseñarnos con su simple presencia. Cuando vemos a una persona anciana, aún estando muy cansada y enferma, debemos preguntarnos: ¿También nosotros llegaremos a su edad? Nosotros no estamos seguros que llegaremos a una edad adelantada. Esta última, no obstante sus dificultades, sigue siendo una bendición del Señor. Bibliografía Auneau, J., Les Psaumes et les autres écrits, Petite Bibliothèque des Sciences Bibliques, AT 5, Desclée, Paris, 1990, 476 p. Brown, R. E., Que sait-on du Nouveau Testament ?, Bayard, Paris, 2000, 921 p. Catéchisme de l’Eglise catholique, Mame et Plon, Paris, 1992, 676 p. Festorazzi, F. et al., Il messaggio della salvezza. 5. 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Jacques Suaudeau Consultor del Pontificio Consejo para los Agentes Sanitarios, Santa Sede E l porcentaje de las enfermedades neurodegenerativas en el mundo sigue aumentando continuamente desde hace varios decenios de años, y todo hace prever que dicho aumento continuará, no sólo en los países más desarrollados, sino también en aquellos en vías de desarrollo, en relación con el envejecimiento progresivo de sus poblaciones. Frente a dicho aumento, la tentación será cada vez más grande para los Estados, los ministerios, las instituciones o el personal sanitario, de limitar a las personas afectadas el acceso a los servicios de atención médica (“racionamiento selectivo”), y de limitar el número de estas personas a través de su eliminación – eutanasia, suicidio asistido o sedación paliativa terminal. Por tanto, es urgente hoy contrastar estas dos tentaciones, enfrentando el problema epidemiológico de las enfermedades neurodegenerativas con propuestas realistas, éticas y eficaces, a corto y largo plazo. Focalizaremos nuestra atención en las propuestas sanitarias, sin entrar en las cuestiones de los cuidados o de la asistencia médica y humana a los pacientes afligidos por estas enfermedades neurodegenerativas. DH84esp.indd 33 I.INTRODUCCIÓN A.Consideraciones generales El término general “enfermedades neurodegenerativas”1 se aplica, como palabra “umbrella”2, a un amplio grupo de desórdenes neurológicos, con expresiones clínicas y patológicas heterogéneas, causadas por una “neurodegeneración”3, es decir, por la pérdida progresiva de estructura de las neuronas, incluida su muerte, sin que se conozca la causa de esta pérdida. Como las neuronas no se reproducen y no se multiplican, el organismo no es capaz de sustituirlas cuando se dañan, o cuando mueren, y por tanto sigue una alteración progresiva de las funciones que estaban administradas por estas neuronas, provocando la aparición gradual de los síntomas de una “enfermedad neurodegenerativa”. Por lo general estas patologías afectan bilateralmente un sistema neuronal específico, dando lugar a una sintomatología clínica extremamente variada que se manifiesta, según el tipo de enfermedad, con déficit cognitivos, demencia, alteraciones motores y trastornos comportamentales y psicológicos, más o menos graves. Las enfermedades neurodegenerativas son patologías con un inicio insidioso, y un decurso rastrero e inexorablemente progresivo que viene a la luz cuando el daño al paciente ya está en una fase adelantada, con lo cual se elimina en la casi totalidad de los casos la posibilidad de una terapia eficaz. Provocan la pérdida progresiva de ciertas funciones neurológicas, y son debilitantes e invalidantes. Hasta el momento son tratadas con escasos resultados a través del suministro de fármacos puramente sintomáticos. 1) Desórdenes neurológicos que no forman parte de las enfermedades neurodegenerativas No se consideran como desórdenes degenerativos: – las enfermedades del sistema nervioso que no interesan en primer lugar a las neuronas, como los neoplasmas, el edema, las hemorragias, y el trauma del sistema nervioso; – las enfermedades del sistema nervioso que no implican las neuronas mismas, sino sus atributos, como la vaina de mielina en la esclerosis múltiple; – las neuropatías periféricas como las enfermedades de CharcotMarie-Tooth4; – las patologías en las que las neuronas mueren como consecuencia de una causa desconocida, como una hipoxia, un envenenamiento, un defecto metabólico, o una infección (incluidas las enfermedades inducidas por priones – encefalopatía espongiforme o enfermedad de Creutzfeldt y Jakob). 2) Desórdenes que forman parte de las enfermedades neurodegenerativas Existen centenares de enfermedades neurodegenerativas y mu- 23/10/14 18:00 34 chas de ellas se sobreponen entre sí, clínica y patológicamente, lo cual hace difícil su clasificación5. La categorización más popular de los desórdenes neurodegenerativos se basa en la topografía o la alteración predominante o, con frecuencia, una combinación de ambos. Bajo el nombre de enfermedades neurodegenerativas se agrupan a diversas entidades bien definidas6, de las cuales las más conocidas son: – las demencias, que en particular comprenden la enfermedad de Alzheimer (Alzheimer’s disease, AD), la más frecuente de las enfermedades neurodegenerativas, que produce el 60-80% de estas demencias y afecta a cerca del 7% de las personas de edad superior a 65 años; – el morbo de Parkinson, que afecta a cerca del 1% de las personas de edad superior a 65 años de edad; – la Corea de Huntington (prevalencia cerca a 5-7 por 100.000)7; – la Esclerosis Lateral Amiotrófica (SLA) (enfermedad de Charcot o “Lou Gehrig’s disease”) (1.5-2.5 casos por 100.000 personas/año)8: – la ataxia de Friedreich (heredo-ataxias espino cerebelosas) (prevalencia de 1 por 50.000).9 En el presente estudio concentraremos nuestra atención en las dos neurodegeneraciones más frecuentes, que ponen los problemas epidemiológicos y sanitarios más graves, es decir: la enfermedad de Alzheimer y el morbo de Parkinson. B.Las demencias y la enfermedad de Alzheimer 1) Las diversas demencias Las demencias de la vejez o “demencias seniles”, que afectan a los sujetos de edad adelantada, representan la entidad clínica más importante entre las diversas enfermedades neurodegenerativas. La enfermedad de Alzheimer10 proporciona el 60-80% de estas demencias, y es la más frecuente de las enfermedades neurodegenerativas. Además de la enfermedad de DH84esp.indd 34 dolentium hominum n. 84-2014 Alzheimer, las demás demencias que constituyen este grupo son: – la forma menos debilitante de la enfermedad de Alzheimer, con una prevalencia del 2-5% de las personas con más de 60 años; – la demencia de tipo vascular (vascular dementia) con una prevalencia de 1 a 4% de las personas de edad superior a 65 años11; – la demencia con cuerpos de Lewy (dementia with Lewy bodies)12 da cuenta de 15% a 20% de las demencias de la vejez13; – la demencia frontotemporal14. 2) Prevalencia Según los autores y los estudios realizados, la prevalencia (proporción de “acontecimientos” presentes en una población en un determinado momento) de la enfermedad de Alzheimer es considerada, entre el 1 y el 13% de las personas de edad superior a 60 años, con un promedio de 7%15. Dicha prevalencia se multiplica por dos cada cinco años de edad además, después de 65 años. De este modo el porcentaje de las personas con enfermedad de Alzheimer que es del 1% para las personas con 60 años de edad, pasa al 10% para las personas con 70 años de edad y alcanza el 30% para las personas con 85 años de edad16. 1275 nuevos casos de enfermedad de Alzheimer se identifican cada año para 100,000 personas con una edad superior a los 65 años17. Afecta a 600,000 personas en Italia, a 300,000 en Francia, a 4-5 millones de personas en Estados Unidos18. En el año 2010, la enfermedad de Alzheimer ha afectado a 5.3 millones de personas y ha costado 172 billones de US$ en Estados Unidos19. Actualmente, en el mundo son cerca de 34 millones de personas que sufren la enfermedad de Alzheimer y se prevé que la prevalencia de esta enfermedad se triplicará en los próximos 40 años20. La prevalencia se encuentra más baja (de 19% al 29%) para los hombres con respecto a las mujeres21. Se calcula que 7.7 millones de nuevos casos de demencia se añaden cada año en el mundo, es decir un nuevo caso cada 4 segundos22. El número de los casos de demencia en el mundo redobla cada 20 años y alcanzaría los 65.7 millones en el 2030, y 115.4 millones en el 2050. 3) Incidencia La incidencia de las demencias, es decir, la proporción de “nuevos hechos” que se verifican en una población en un determinado lapso de tiempo, aumenta de manera exponencial con la edad sin diferencia entre sexos, entre 65 y 90 años de edad23, redoblando cada 5 años en este intervalo24. Este incremento de las demencias con la edad del sujeto no disminuye después de 90 años, sino prosigue igualmente25. 4) Factores de riesgo La enfermedad de Alzheimer se encuentra en sujetos que tienen el genotipo alelo apolipoproteína E e4 26, y manifiestan una historia familiar de demencia. Según Barnes y Yaffe (2011)27, la aparición de una enfermedad de Alzheimer se podría atribuir, a nivel de mundo, a los siguientes factores: - bajo nivel de educación: 19% (6.6 millones) (7.3% en Estados Unidos) - al humo: 13.9% (4.7 millones) (10.8% en Estados Unidos) - la inactividad física: 13% (cerca de 4.3 millones) (21% en Estados Unidos) - la depresión: 10.6% (casi 3.6 millones) (14.7% en Estados Unidos) - la hipertensión de la edad adulta: 5.1% (1.7 millones) (8% en Estados Unidos) - la diabetes: 2.4% (825.000 casos) (3.3% en Estados Unidos). - la obesidad de la edad adulta: 2% (677.000) (7.3% en Estados Unidos) - la combinación de todos estos factores podría intervenir en el 50.7% de los casos de enfermedad de Alzheimer, es decir, 17 millones de personas. Si estos factores se pudiesen reducir, según Barnes y Yaffe en el mundo se podría prevenir: - bajo nivel de educación, reducido del 10%: 500,000 casos; reducido del 25%: 1.4 millones 23/10/14 18:00 dolentium hominum n. 84-2014 - humo, reducido del 25%: 1 millón de casos - inactividad física, reducida del 25%: 380,000 casos - depresión, reducida del 10%: 825,000 casos - hipertensión 10% reducida: 40,000 casos - diabetes 10% disminuida: 200,000 casos - obesidad, reducida del 10%: 66.000 casos - reducción del 10% en el conjunto de estos factores: 1.1 millones de casos. La hipótesis de la “reserva cognitiva” (Cognitive Reserve, CR) o “capacidad en reserva en el cerebro” (brain reserve capacity) considera que la mente puede oponer resistencia a los daños del cerebro. Esta hipótesis ha sido adelantada para explicar casos en los cuales los desórdenes manifestados por los pacientes afligidos por Alzheimer habían sido inferiores a lo que implicaban a nivel neuropatológico las lesiones puestas en evidencia28. Esta hipótesis explica porque los individuos con un nivel alto de educación, un IQ más elevado, y una ocupación social de nivel más elevado29 tienen menos riesgos de desarrollar una demencia30. Por el contrario, menos años de educación31 o un nivel bajo de educación aumenta el riesgo de demencia (O.R = 2.61 para los estudios de prevalencia y 1.88 para los estudios de incidencia)32. 5) Evolución de la enfermedad de Alzheimer La enfermedad de Alzheimer determina un deterioro cognitivo que aumenta de gravedad, en el que reviste una importancia primaria el déficit de la memoria. En general, la enfermedad de Alzheimer tiene un inicio solapado: las personas comienzan a olvidarse algunas cosas, hasta el punto de llegar a no reconocer ni siquiera a los familiares y tienen necesidad de ayuda incluso para las actividades cotidianas más simples. A esto se asocian síntomas comportamentales y psíquicas, como la depresión, la agitación y la psicosis. El déficit de la memoria y la progresiva implicación de las fun- DH84esp.indd 35 35 ciones cerebrales, típicas de la enfermedad de Alzheimer, se deben a la degeneración de las neuronas colinérgicas (que liberan acetilcolina). Los cerebros de los pacientes afectados por Alzheimer se caracterizan por placas constituidas por la acumulación de proteína beta-amiloide y por la formación de ovillos (madejas neurofibrilares de la proteína tau). C.El morbo de Parkinson El morbo de Parkinson33 es el segundo desorden neurodegenerativo de importancia después de la enfermedad de Alzheimer. Se trata de una enfermedad neurológica que se caracteriza clínicamente por la asociación de un temblor en descanso, de bradiquinesia (movimientos raros y lentos), de rigidez que puede tener la calidad de la rueda dentada, y de inestabilidad postural. Junto con otros tipos de parkinsonismo, afecta al 0.3% de la población de edad superior a 40 años y a cerca del 3% de aquella con más de 65 años de edad (250,000 personas en Italia, 1-1.5 millones de personas en Estados Unidos34. Su prevalencia crece de modo exponencial entre los 65 y los 90 años de edad. La edad promedio de su aparición es de aproximadamente 57 años, pero en algunos casos el exordio puede ocurrir en la infancia o en la adolescencia (parkinsonismo juvenil). La enfermedad de Parkinson se presenta como un desorden multifactorial, conexo con la edad, en el que genes y ambiente contribuyen conjuntamente a generar el riesgo35. No se trata de una enfermedad propiamente genética. Sin embargo, cerca del 15% de los individuos afligidos por la enfermedad de Parkinson se encuentran en una familia en la que ya ha habido otros casos de enfermedad de Parkinson36. En el plano patológico37, la enfermedad de Parkinson aparece relacionada a una pérdida neuronal que afecta de modo preferencial las neuronas dopaminérgicas de la vía nigro-striatal, neuronas que están situadas en la sustancia negra (locus niger), estructura mesencefálica que se sitúa bajo el tálamo, y de la cual las prolongaciones alcanzan el striatum (estructura que forma parte de los núcleos de la base). A esta degeneración neuronal se añade el depósito de proteínas en el citoplasma de las neuronas, los “cuerpos de Lewy”38. Estas inclusiones hialinas, eosinófilas, ricas en neurofilamentos, constituyen el estigma histopatológico de la enfermedad de Parkinson. Las primeras señales de la enfermedad, que se acentúan progresivamente39, por lo general aparecen en torno a los cincuenta años de edad. En el 50-80% de los pacientes las enfermedades aparecen de modo insidioso con un temblor en descanso de una mano, que disminuye durante el movimiento y desaparece durante el sueño y aumenta, en cambio, con las emociones y el cansancio. Sucesivamente el temblor afecta mayormente a las manos, los brazos y las piernas. En un amplio porcentaje (cerca del 50%) de los pacientes se puede manifestar una demencia. Progresivamente en las fases tardías se asocian también déficit de memoria y trastornos comportamentales. En fin, a la enfermedad de Parkinson con frecuencia se asocian formas depresivas. Muchos factores de riesgo y muchos factores de protección se han propuesto para la enfermedad de Parkinson, a veces en relación con las teorías referentes a los posibles mecanismos de la enfermedad, pero ninguno ha sido identificado definitivamente con pruebas seguras. Sin embargo, los estudios han mostrado un estrecho vínculo entre la enfermedad de Parkinson y el estrés oxidativo. La enfermedad de Parkinson se caracteriza por su respuesta favorable, al menos al comienzo de la evolución, al tratamiento sustitutivo con un precursor bioquímico de la dopamina, la L-Dopa ou “levodopa”, que aumenta la tasa de dopamina en el cerebro. En el plano terapéutico, no existe curación para la enfermedad de Parkinson. Los anticolinérgicos y la cirugía (para la lesión del tracto piramidal o de los núcleos de la base) eran los únicos tratamientos disponibles hasta la llegada de la Levodopa, en 1967, que ha lo- 23/10/14 18:00 36 grado una verdadera revolución en el ámbito terapéutico de la enfermedad. A fines de los años 80 la estimulación cerebral profunda ha proporcionado un aporte a una nueva apertura terapéutica. D.Impacto económico y social El impacto económico y social de las enfermedades neurodegenerativas, y en particular de la enfermedad de Alzheimer y del morbo de Parkinson, es devastador: enfermedades como el Alzheimer tienen una duración promedio de 10 años, durante los cuales disminuye la autonomía del paciente y requiere el empeño y costos crecientes de parte de la familia. Estos enfermos, en efecto, casi nunca son hospitalizados y más del 75% de los cuidados y de la asistencia es proporcionado por las familias, que viven el drama cotidiano de una emergencia sanitaria aún no resuelta40. Su servicio en estos enfermos equivale a un trabajo a tiempo completo. Las personas que se ocupan de enfermos de Alzheimer, en las familias, con frecuencia se sienten abandonadas a sí mismas en una situación pesada, sin esperanza y fuertemente comprometida. Por tanto, no sorprende el informe de R. Schulz et al.(2003)41 según el cual casi el 43 por ciento de las personas que se ocupaban de enfermos de Alzheimer en las familias, tenían un nivel significativo de depresión durante los últimos meses de vida de estos pacientes. II. El envejecimiento de las poblaciones y las enfermedades neurodegenerativas La edad del sujeto es el factor más importante en el decurso de una enfermedad neurodegenerativa: generalmente estas enfermedades tienen su inicio en edad adulta y se desarrollan y se agravan en la tercera o cuarta edad. Su incidencia en las poblaciones refleja por tanto la importancia proporcional de la parte anciana de la población con respecto a la población general. DH84esp.indd 36 dolentium hominum n. 84-2014 En efecto, la proporción de personas de edad superior a 60 años en los países más desarrollados, y también ya en los Países en Vías de Desarrollo, aumenta continuamente con respecto al resto de la población y esto ocurre desde hace varios decenios. Dicho envejecimiento se debe a dos factores: – la disminución de la mortalidad infantil y también de la muerte a edad adulta, lo que ha dado como resultado un aumento de la esperanza de vida al nacimiento y también a la edad adulta; – la disminución de la natalidad, en relación con el diferir de tener hijos, y debido a la difusión de la contracepción y del aborto provocado en estos países. A.El aumento de la esperanza de vida La esperanza de vida de los individuos humanos (human life expectancy at birth, LEo) que, partiendo del inicio de la humanidad, para redoblar había empleado 300.000 generaciones, ha redoblado en menos de 10 generaciones en los últimos 200 años42. La esperanza de vida global en el mundo ha pasado de 64 años en 1990 a 70 años en el 2011. La esperanza de vida al nacimiento ha aumentado en el mundo de 3-4 años para cada década desde 1970 hasta el 2010. En el 2011, la esperanza de vida al nacimiento era en un promedio de 72 años para las mujeres y de 68 para los hombres43. El aumento de la esperanza de vida al nacimiento ha ocurrido primero por la fuerte disminución de la mortalidad infantil (más de 60%), en particular de la muerte provocada por las infecciones y la malnutrición. Pero el aumento de la esperanza de vida en los países más desarrollados se debe también, en los años más recientes, a la disminución de la mortalidad en la edad adulta44: en 1952, en Europa la probabilidad para una persona de 40 años de morir antes de haber alcanzado 70 años era de 39% para los hombres y de 27% para las mujeres. Entre 1952 y 2006, esta mortalidad ha disminuido del 2.9% cada diez años para las mujeres, para llegar al 12.5% para las mujeres y 23.6% para los hombres. Sin embargo, este aumento de la esperanza de vida no debe llevar a falsas esperanzas con respecto a un hipotético aumento de la vida humana a lo largo de los siglos. Por ejemplo, los datos sobre la prolongación de la vida de los japoneses, y más en particular de las mujeres japonesas, indican que sólo el 4.3% de las nacidas en el 2000 llegarán a 100 años. En Estados Unidos esta esperanza se reduce al 2%45. B.La disminución de la natalidad La disminución de la natalidad observada en los países más desarrollados es el resultado de una combinación de factores, siendo los más importantes la disminución de la nupcialidad, la postergación de esta nupcialidad y el deferir el nacimiento del primer hijo, ya sea que la pareja esté casada o conviva. En los últimos decenios, en particular en los países desarrollados, dicho diferir en tener hijos ha sido facilitado por la posibilidad de acceder a una contracepción eficaz o a un aborto provocado. La disminución de la nupcialidad en Europa comenzó a manifestarse en Suecia y en Dinamarca en 1965, seguidamente se extendió al resto de Europa occidental, Suiza y Alemania primero, luego Inglaterra y Noruega y, finalmente, Francia e Italia. De esta dilación en el tiempo del primer niño de parte de las parejas, resulta que el número de los nacimientos en los países más desarrollados ha disminuido continuamente a partir de los años 70, disminución agravada también por el recurso extendido a la contracepción, o al aborto en caso de fracaso de la anticoncepción. Se sabe que el indicador de fecundidad, es decir el número promedio de niños nacidos por mujer, debe ser un poco superior a 2 para garantizar el mantenimiento de una determinada población: este indicativo que en Francia era del 2,93 en 1950, ha bajado al 2,73 en 1960, 2,43 en 1979, 1,94 en 1980, 23/10/14 18:00 dolentium hominum n. 84-2014 1,78 en 1990, y luego ha iniciado a subir para alcanzar el 1,88 en el 2000, 1,92 en el 2005, 1,99 en el 2009 y aproximadamente 2 en el 201046. Dicha disminución de la natalidad se ha encontrado en los demás países de Europa, pero diferentes grados47: Irlanda: 3,21 en 1980, 2,05 en el 2011; Islandia: 2,48 en 1980, 2,02 en el 2011; Reino Unido: 1,90 en 1980, 1,96 en el 2011; Suecia: 1,68 en 1980, 1,9 en el 2011; Finlandia: 1,63 en 1980, 1,83 en el 2011; Bélgica: 1,68 en 1980, 1,81 en el 2011; Holanda: 1,6 en 1980, 1,76 en el 2011; Dinamarca: 1,55 en 1980, 1,75 en el 2011; Suiza: 1,55 en 1980, 1,52 en el 2011; Grecia: 2,23 en 1980, 1,42 en el 2011; Austria: 1,65 en 1980, 1,42 en el 2011; Italia: 1,64 en 1980, 1,4 en el 2011; Alemania: 1,56 en 1980, 1,36 en el 2011; España: 2,2 en 1980, 1,36 en el 2011; En otros países desarrollados no europeos: Israel: 3,14 en 1980, 3 en el 2011 Nueva Zelanda: 2,03 en 1980, 2,2 en el 2011; Estados Unidos: 1,84 en 1980, 2,00 en el 2011; Australia: 1,89 en 1980, 1,9 en el 2011; Canadá: 1,67 en 1980, 1,7 en 2011 Japón: 1,75 en 1980, 1,4 en 2011. Sólo para comparar, en el 201148: Níger: 7.03; Mali: 6.5; Somalia: 6.17; Uganda: 6.06; Burkina Faso: 6; Nigeria: 5.31; Ruanda: 4.71; Costa de Marfil: 3.73; Filipinas: 3.10; Pakistán: 2.96; Egipto : 2.9; Argelia: 2.78; India: 2.55; Indonesia: 2.2; Venezuela: 2.37; DH84esp.indd 37 37 Argentina: 2,27; Turquía: 2.10; Chile: 1.85; Brasil: 1.81; Rusia: 1.61; China: 1.55; Polonia: 1,32; Ucrania: 1.29; Taiwán: 1.11; Singapur: 0.79. De estos índices surge claramente que los países como China, Rusia, Japón, Alemania, Italia y España se encaminan hacia graves problemas internos, industriales y económicos en los próximos años cuando la falta de una población joven y activa se hará sentir dolorosamente. C.El envejecimiento de las poblaciones El aumento de la esperanza de vida y la disminución de la fecundidad en el mundo han tenido como resultado en primer lugar en los varios países la denominada “transición demográfica”49, es decir, el pasaje de un régimen tradicional, anterior a la revolución industrial, en el que la fecundidad y la mortalidad son elevados y se equilibran más o menos, a un régimen “moderno”, desarrollado en los países de la revolución industrial, a partir del siglo XVIII en Europa, en el que la natalidad y la mortalidad son bajos y se equilibran igualmente. Con una tasa de mortalidad disminuida y una tasa de natalidad también disminuida, teóricamente se debería encontrar un equilibrio, sin que cambie la composición de la población interesada. En realidad, esta perspectiva del “zero population growth” no se realiza, y las cosas van diversamente. Se ha observado en efecto una flexión ulterior de la fecundidad, que ha alcanzado valores netamente por debajo del nivel de sustitución, y esto ha aparecido en los países más desarrollados de Europa del Norte ya en los primeros años 70, porque la disminución de la fecundidad ha sido acompañada en estos países por cambios difundidos en las actitudes y en los comportamientos de los individuos en lo que se refiere a la sexualidad, la contracepción, el matrimonio, el divorcio. Por tanto, se habla al respecto de “segunda transición demográfica”50. Esta segunda transición de- mográfica es la que constituye un problema hoy, ya que es responsable del envejecimiento de las poblaciones, y de sus consecuencias sociales, sanitarias y éticas51. La proporción en la poblaciones de las personas con una edad superior a 60 años aumenta hoy del 2% cada año, por tanto mucho más velozmente que el aumento de la población en el mundo. Se calcula que esta proporción, que era del 8% en 1950, de 10% en el 2000, de 11% en el 2009, alcanzará el 15% en el 2025, y el 21% en el 205052. Este aumento será seguramente más importante en los países más desarrollados (con una proporción de personas de edad superior a 60 años del 11,7 en 1950, 15,4 en 1975, 19,4 en el 2000, 28,2 en el 2025, 33,5 en el 2050) pero afecta también a los países menos desarrollados (con una proporción de personas de edad superior a los 60 años del 6.4 en 1950, 6.2 en 1975, 7.7 en el 2000, 12.6 en el 2025 y 19.3 en el 2050). En el 2050 el número de las personas de edad superior a 60 años será, por vez primera en la historia, más importante que el número de los jóvenes. En el 2000 la población mundial incluía a 600 millones de personas de edad superior a 60 años, es decir, tres veces el número registrado cincuenta años antes. Este número se ha elevado a 700 millones en el 2009, a 810 millones en el 2011, y se prevé que en el 2050 habrán 2 billones de dichas personas, tres veces el número registrado en el 200053. Los países que actualmente tienen la proporción más importante de personas con una edad superior a 60 años en el 2011 eran en orden decreciente: Japón (31%), Italia (27%), Alemania (26%), Finlandia (25%), Suecia (25%), Bulgaria (25%), Grecia (25%), Portugal (24%), Bélgica (24%) y Croacia (24%). El Pontificio Consejo para los Laicos, en la introducción de su conocido documento del 2000 “La dignidad del anciano y su misión en la Iglesia y en el mundo”, mencionó en los siguientes términos el actual envejecimiento acelerado de las poblaciones y a sus causas: “La prolongación de la vi- 23/10/14 18:00 38 da media, por un lado, y la disminución, a veces dramática, de la natalidad por el otro, han producido una transición demográfica sin precedentes, en la que la pirámide de las edades está completamente invertida respecto a como se presentaba no hace más de cincuenta años: crece constantemente el número de ancianos y disminuye constantemente el número de jóvenes. El fenómeno, que comenzó durante los años sesenta en los países del hemisferio norte, llega ahora también a las naciones del hemisferio sur, donde el proceso de envejecimiento es aún más rápido” (La dignidad del anciano, Pontificio Consejo para los Laicos, 1998) 54. El aumento de la parte “pasiva” de la población – los ancianos – mientras la parte “activa”, en la que se apoya la economía, va disminuyendo cada vez más, ha resultado ser una “revolución silenciosa” que va mucho más allá de los datos demográficos, para plantear graves problemas de orden económico, social y cultural55. Este desequilibrio explica en parte la “marginación”, es decir, la “eutanasia social”, sufrida por muchos ancianos enfermos, hoy. El anciano “se margina” así a ”una soledad que se puede comparar a una verdadera muerte social. (Juan Pablo II, Carta a los participantes en la II Asamblea mundial sobre el envejecimiento, 3 de abril de 2002)56. D.El aumento de la discapacidad con la prolongación de la vida Este envejecimiento de las poblaciones podría considerarse positivamente, si la vida humana pudiese ampliarse sin que se afecte la salud del individuo. Pero en realidad no es así. En efecto, con la prolongación de la vida, ha ocurrido también un aumento de la DISCAPACIDAD57. Mientras el hombre puede vivir por más tiempo, no es que se beneficia con más años en buena salud. Desde 1990 al 2010, la esperanza de vida para los hombres ha aumentado de 4.7 años y para las mujeres de 5.1 años, pero los años ganados de este modo con una buena DH84esp.indd 38 dolentium hominum n. 84-2014 salud han sido sólo de 3.9 años para los hombres y de 4 años para las mujeres. La esperanza de vida en buena salud (HALE, Healthy life expectancy) ha aumentado más lentamente que la esperanza misma de vida; de 1990 al 2010, HALE ha aumentado de 5 años y más en 48 países para los hombres y en 43 países para las mujeres, mientras que el mismo HALE disminuido en 22 países para las mujeres. HALE al nacimiento ha pasado de 54.8 años en 1990 a 59 años en el 2010 para los hombres, y del 58.7 años en 1990 al 63.3 años en el 2010 para las mujeres58. El incremento de años de vida ha llevado pues a un crecimiento de la discapacidad en dichos años de vejez prolongada, con ansiedad, dolores musculares y de huesos, pérdida de la vista y del oído, y un considerable aumento de la incidencia y de la prevalencia de las enfermedades neurodegenerativas. E.La “epidemia silenciosa” de la enfermedad de Alzheimer y del morbo de Parkinson, como consecuencia del envejecimiento de las poblaciones Este incremento de las enfermedades neurodegenerativas en las poblaciones interesa más particularmente las dos enfermedades conexas directamente con el envejecimiento del cerebro humano, es decir, la enfermedad de Alzheimer y el morbo de Parkinson. Hay ya cerca de 34 millones de personas en el mundo que sufren de demencia de Alzheimer59, se calcula que 7.7 millones nuevos casos de demencia se añaden cada año, es decir un nuevo caso cada 4 segundos60, y se prevé que el número de los casos de demencia en el mundo alcanzará 65.7 millones en el 2030, 115.4 millones en el 2050. Por tanto, estamos ante la presencia de una verdadera “epidemia silenciosa”, de una gravedad que se puede comparar al SIDA en su inicio, que amenaza el equilibrio de la salud pública, y plantea graves problemas humanos y sociales. III.LA TENTACIÓN: REDUCCIÓN DE LA ASISTENCIA SANITARIA Y SOCIAL Y EUTANASIA El peso que las enfermedades neurodegenerativas ejercen ya hoy en la salud pública, y en las instituciones de solidaridad social, en los diversos países, y la perspectiva del aumento continuo, en el futuro, del número de los individuos que serán afectados por estas enfermedades – principalmente enfermedad de Alzheimer y la enfermedad de Parkinson –, lleva naturalmente a las personas responsables de estos servicios, y a las que aseguran la acogida, la asistencia social, el cuidado material y médico de los individuos afectados por dichas enfermedades, a proveer las respuestas que pueden oponerse eficazmente a esta “epidemia” neurodegenerativa. Hay dos tipos de propuestas al respecto: – la propuesta de reducir el acceso de las personas afectadas por enfermedades neurodegenerativas, en particular la enfermedad de Alzheimer y el morbo de Parkinson, al sistema sanitario existente, público o privado; – la propuesta de acelerar el proceso natural que lleva a la de saparición de estas personas, a través de la eutanasia, suicidio asistido o sedación paliativa terminal. A.La propuesta del racionamiento No hay duda que el envejecimiento de las poblaciones en el mundo, plantea problemas serios a las instituciones sanitarias, porque las personas de edad superior a 65 han recurrido mucho más a los cuidados de salud que las personas más jóvenes. Por ejemplo, en Estados Unidos, las personas de edad superior a 65 corresponden a cerca del 13% de la población, pero utilizan el 36% de los recursos sanitarios. El gasto promedio para los cuidados de salud en las personas ancianas es de §11,089 por año y es sólo de §3,352 por año para las personas de edad inferior, 19 a 6461. El costo desproporcionado de los 23/10/14 18:00 dolentium hominum n. 84-2014 cuidados de salud a favor de las personas ancianas hace que estas personas sean un blanco obvio en la perspectiva de un racionamiento de los cuidados de salud que se volvería obligatorio por razones económicas. La propuesta de limitar así este racionamiento al grupo de las personas afectadas por enfermedades neurodegenerativas podría parecer aceptable, según como estas personas representan un fuerte peso para la sociedad sin ofrecer muy en contrapartida. Sin embargo, los esfuerzos que se han hecho en el pasado para limitar el acceso de los ancianos a los cuidados de salud, han encontrado una fuerte resistencia de parte sobre todo de las mayores instituciones internacionales, como la Unión Europea (2007, artículo 21), la Organización Mundial de la Salud (2002) y las Naciones Unidas (1948, Preámbulo). Estas organizaciones han desestimado toda forma de discriminación basada en la edad de la persona y han subrayado la igualdad de los derechos al acceso a los cuidados de salud para todos, incluidos los ancianos. Esta resistencia se basa en los derechos del hombre, específicamente el artículo I de la Declaración que precisa la igualdad de los seres humanos “en dignidad y derechos”. La propuesta de limitar la restricción de acceso a los cuidados de salud al grupo específico de las personas afectadas por enfermedades neurodegenerativas no puede dejar de ser rechazada por estas instituciones, porque se trataría de una discriminación injusta y la estigmatización de un grupo humano, contraria al artículo 11 de la Declaración Universal sobre la Bioética y los derechos humanos de la UNESCO. Aunque una institución internacional o nacional aceptaba una restricción al acceso a los cuidados de salud de las personas con demencia o de las personas de edad superior a 65 años, la Bioética aceptada universalmente de los “principios”62 no puede hacer otra cosa sino oponerse vivamente, en el nombre de la justicia, a una semejante propuesta no sólo discriminatoria, sino que también no tiene en cuenta por nada del notable pasado aporte, económico DH84esp.indd 39 39 y humano, a las sociedades, de las personas que actualmente han alcanzado la ancianidad. Para actuar esta resistencia Norman Daniels ha sostenido en su libro “Just Health” (2008) el argumento denominado del “Lifespam Account” según el cual debemos considerar nuestras vidas más como un conjunto, que bajo el ángulo de un momento particular en el tiempo. En estas condiciones, aparecería prudente para nosotros preferir un programa de salud que distribuye menos servicios a la edad anciana en cambio de más servicios antes de esta edad. Bajo este punto de vista, el racionamiento de los cuidados de salud según la edad sería compatible con el principio de igualdad: en esta perspectiva, todos serían tratados igualmente, en el tiempo, prefiriendo solamente tener más recursos en el período activo de la vida en cambio de menos recursos más tarde. Nancy S.Jecker ha respondido a Norman Daniels que la propuesta del “lifespan account” no es justa, porque uno no puede ser al mismo tiempo joven y anciano y por tanto no puede representar en el momento de su aceptación de la propuesta al mismo joven y al mismo anciano. Nancy S. Jecker propone otro acercamiento, el de la “capacidad”63, según el cual hay un tiempo de vida normal para el hombre, en la que este hombre es titulado para mantener sus capacidades, base de su dignidad. Más allá del umbral correspondiente al límite del tiempo normal de vida, ya no sería más un derecho a los cuidados de salud que han asegurado el mantenimiento de la vida durante el período normal de esta vida. Este acercamiento de Jecker no parece más ético que el de Daniels: ¿cómo justificar en el plano ético una póliza en materia de cuidados de salud que, después de haber hecho todos los esfuerzos para mantener en vida a una determinada persona hasta alcanzar el “umbral” superior del “tiempo de vida” considerado normal, abandonaría a la persona, negándole los recursos necesarios para prolongar esta vida? En realidad, como lo muestran L. Capitaine y G. Pennings (2023)64, la idea de un raciona- miento de los cuidados de salud basada en la edad del sujeto, cualesquiera sea el modo de presentarla, no es la respuesta adecuada a aportar a la crisis de los costos de la salud. El error en la propuesta del racionamiento es considerar que el problema es del envejecimiento de la población, cuando viene de la tecnología médica misma, que es el principal responsable del incremento de los costos en el campo de la salud. Es el desarrollo de la tecnología médica que es responsable de 50% del incremento anual en los gastos para la salud. Se trata por tanto de abandonar la preocupación con el envejecimiento para poner nuestra atención en la tecnología médica y sus solicitudes económicas siempre en crecimiento. En esta nueva perspectiva, el compromiso de tomar medidas para contener los costos de la salud se vuelve un verdadero reto: si queremos realmente contener el costo de la salud debemos racionar la tecnología misma, y esto para todas las edades, llevando este racionamiento en las técnicas que no tienen un interés vital. Dicho racionamiento será probablemente menos popular y menos aceptado que el racionamiento que interesa solamente a las personas ancianas, en particular de la parte de la población que es activa y está en el poder. Pero semejante racionamiento equitativo, y llevado sobre aspectos secundarios, no vitales, de la medicina parece el precio que hay que pagar a fin de tener un sistema sanitario de los cuidados de salud que sea al mismo tiempo ético y viable. B.La tentación de la eutanasia Si la propuesta del racionamiento tiene de por sí un argumento de valor – es decir necesita no sólo contener los gastos en el campo de los cuidados de salud, sino también afrontar la situación problemática creada por el envejecimiento de la población – no es lo mismo en lo que se refiere a los gestos de eutanasia que podrían actuarse en la persona de los sujetos afligidos por la enfermedad de Alzheimer o del morbo de Parkinson. Mientras la propuesta del 23/10/14 18:00 40 racionamiento podía tener algún efecto positivo para el bien común de establecer el equilibrio de la salud pública, la eutanasia no aporta ningún beneficio a la sociedad o a un grupo humano. El único beneficio que podría resultar de esta práctica sería una satisfacción de la sociedad o de un grupo humano. El único beneficio que podría resultar de esta práctica seria una satisfacción de naturaleza ideológica, con el sentimiento de haber contribuido así a la supresión de una vida considerada como “no digna”, como “un peso para la sociedad”. Pero esto supone una perversión de la conciencia, que no se puede considerar como un bien. La única “justificación” legal de dicho acto, sería si el interesado mismo lo hubiera requerido, ya sea directamente siendo aún consciente y capaz de decisiones responsables, o anteriormente a la pérdida de su autonomía, por ejemplo en el contenido de directivas anticipadas. En el caso de la enfermedad de Alzheimer, es excepcional que el paciente, en su estado de deterioro cognitivo, haga por sí mismo un pedido formal de eutanasia. Además, esta persona no está en fin de vida y, en efecto, puede beneficiar de una excelente salud. La bioética prohíbe totalmente dicha eutanasia porque se efectúa en una persona no competente que, además, no logra expresarse y dar un parecer valido. Sin embargo, en Holanda, Bélgica y Luxemburgo, la ley autoriza la práctica de la eutanasia para las personas que sufren de demencia severa y en el caso de las personas que han previsto su declino y han solicitado en directivas anticipadas proceder a su eutanasia cuando en el futuro habrán perdido la posibilidad de solicitarla directamente. C. Gastmans y J. de Lepeleire (2010)65, estudiando esta propuesta con gran objetividad, y en una perspectiva puramente “laica”, concluyen que la decisión de eutanasia por demencia en nombre de la “dignidad” del paciente en realidad no respeta esta dignidad, porque el paciente nunca puede perder su dignidad, cualquiera sea su patología y su grado de conciencia. Añaden que el argumento de la “calidad pobre de vida”, DH84esp.indd 40 dolentium hominum n. 84-2014 también invocado para justificar la eutanasia en casos de demencia, no vale porque la “calidad de vida” de las personas con demencia puede ser perfectamente salvaguardada mediante los cuidados paliativos. Concluyen que, si la autonomía del sujeto merece un profundo respeto, dicha autonomía no puede resultar en un dominio absoluto sobre la propia vida, sino debe ser entendida en el marco más amplio de los valores éticos fundamentales. El caso de la enfermedad de Parkinson es diferente, cuando el paciente tiene aún toda su capacidad cognitiva, sufre verse reducido cada vez más en sus actividades, y puede volverse depresivo como consecuencia del agravamiento de la enfermedad. Además, si en esta situación, este paciente no tiene el apoyo de los familiares o de visitadores que lo apoyan moralmente y lo consuelan espiritualmente, es efectivamente posible que exprese el deseo de que se ponga fin a su vida. Pero si alguna persona interviene en esta situación de desvalidez, angustia y desesperación, para llevar al interesado una atenta presencia humana, respetuosa de su dignidad, benéfica y compasiva, generalmente el sujeto abandona esa solicitud de eutanasia. Suprimir la vida de esta persona que sufre moralmente, en vez de ir al encuentro de su sufrimiento, es una solución de facilidad, una baja. Es verdad que algunos bioéticos están a favor de una aplicación estricta del principio de autonomía en este cuadro de las decisiones del paciente; pero se nos permita poner al respecto la siguiente pregunta: ¿no sería mejor, humana y espiritualmente, ir más allá de este estricto principio de la “beneficencia-no maleficencia” para alcanzar el principio cuanto más humano y noble de la “benevolencia”? En el caso de una forma muy adelantada de enfermedad de Parkinson, que necesita un soporte vital, la cuestión de hacer pasar al paciente de una asistencia de carácter terapéutico a una asistencia de carácter paliativo, ella puede ser presentada al paciente y discutirla con él. Como el paciente raramente sufre y raramente tiene necesidad de un tiempo de apertu- ra positiva, también raramente se pondría la cuestión de una sedación paliativa que podría desarrollarse como terminal. En efecto, cada vez que esto sea posible, es preferible que el paciente retorne a su casa para morir allí en serenidad y paz, acompañado y sostenido por sus familiares. Si algunos bioéticos66 se han pronunciado a favor de la eutanasia, como se practica en Holanda, también en casos de “sufrimiento existencial” sin sufrimiento actual o dificultad por patologías invalidantes, se debe remarcar contra ellos, en este momento, que la ley moral natural, los mandamientos de Dios, los derechos universales del hombre (que excluyen un “derecho a morir”, pero proclaman el “derecho a la vida”) y el Magisterio de la Iglesia condenan claramente el recurso a la eutanasia, al suicidio asistido o a la sedación paliativa terminal con fines de eutanasia. El beato Juan Pablo II ha ido más allá de estas condenas solemnes para animar al sujeto de la enfermedad de Alzheimer o de Parkinson a vivir la propia vida hasta su cumplimiento natural y a valorar positivamente este tiempo de prueba (Salvifici Doloris, n°19). El mandamiento del amor, vivamente ilustrado por la parábola del Buen Samaritano, se vuelve un deber para los cristianos acompañar a estos pacientes que sufren la enfermedad de Alzheimer o de Parkinson, proporcionándoles serenidad y esperanza. IV.LA RESPUESTA JUSTA PARA ENFRENTAR EL RETO DE LAS ENFERMEDADES NEURODEGENERATIVAS, MAÑANA Si conferir la muerte a estas personas afligidas por la enfermedad de Alzheimer o de Parkinson no apareciese como una solución digna y humana, si los cuidados médicos deben ser propuestos a estas personas sin racionamiento o límites, permanece la cuestión más importante: ¿qué respuesta deben oponer las autoridades sanitarias al masivo aumento de las enfermedades neurodegenerativas? 23/10/14 18:00 dolentium hominum n. 84-2014 ¿Cómo se deben comportar para permanecer justas, no discriminar con respecto a los pacientes ancianos afectados por una demencia o por una enfermedad de Parkinson, y ahorrar al mismo tiempo los recursos disponibles de modo que ninguno sufra por la nueva situación sanitaria? El peso que la enfermedad de Alzheimer y el morbo de Parkinson ejercen ya en las economías de los países más desarrollados es considerable y este peso no dejará de acentuarse en los próximos años. Además, esta situación será exacerbada por el hecho que el financiamiento de los servicios de salud y sociales van a afrontar restricciones crecientes en los próximos años, teniendo en cuenta la crisis económica actual. Los servicios sanitarios, por tanto, están justamente preocupados por esta prevista ola de enfermedades invalidantes que corren el riesgo de desestabilizar el funcionamiento de la salud pública, con la previsión que se volverá cada vez más difícil que las personas se puedan curar correctamente. Además, se ha demostrado que la enfermedad de Alzheimer y las otras demencias son responsables en los altos niveles del exceso por miembro en el costo de las organizaciones de gestión de cuidados (managed care organizations). Partiendo de un grupo de 1.366 pacientes con enfermedad de Alzheimer, H Fillit y colegas (New York)(2002)67 han calculado que los costos anuales para estos pacientes eran de $3,805 más elevados con respecto a los costos de las personas sin Alzheimer, y esto resultaba en un exceso en los costos de $5 millones para la organización de gestión del respectivo (Medicare). R Frytak y colegas (2008)68 ponen de relieve que los pacientes afligidos por la enfermedad de Alzheimer tienen costos en cuidados de salud y un riesgo de acontecimientos adversos secundarios agudos más elevados de los que tienen los demás miembros de estos organismos. Dichos autores han encontrado así que los costos de salud por paciente era de $1,418 más elevados para los pacientes afligidos por Alzheimer que para los demás pacientes. Por tanto, ya sea en previsión del au- DH84esp.indd 41 41 mento del número de las personas afligidas por enfermedades neurodegenerativas, como para reducir los gastos excesivos en cuidados de salud de estas personas en el presente, se preocupa actualmente de reducir los costos que las enfermedades neurodegenerativas imponen a los servicios sanitarios y a la sociedad. Al respecto, es significativa de esta preocupación la multiplicación en tiempos recientes de estudios económicos sobre estas enfermedades69. La cuestión que plantean todos estos estudios es la siguiente: ¿cómo optimizar los servicios de salud pública para responder a las necesidades de los pacientes con enfermedades neurodegenerativas, sin reducir la asistencia a los pacientes más jóvenes afligidos por otros tipos de enfermedades, y sin que se altere la calidad de vida de los pacientes con enfermedades degenerativas? A.Tener más cuidado de las personas con enfermedades neurodegenerativas La reflexión que acabamos de hacer sobre los costos superiores a nivel sanitario de los pacientes con AD (enfermos de Alzheimer) o PD (enfermedad de Parkinson), podría llevarnos a medidas de reducción de los cuidados proporcionados a los pacientes que sufren de enfermedad de Alzheimer o de la enfermedad de Parkinson, visto que dichos pacientes cuestan más a la sociedad y absorben así recursos que se quitan a las personas activas. Un examen más atento de las realidades de la situación de estos pacientes muestra que dicha reducción sería un grave error. En efecto, si los pacientes afectados por la enfermedad de Alzheimer o de Parkinson cuestan más a las organizaciones de gestión sanitarias, es porque ellos están más o menos abandonados a sí mismos, sin control médico, y desarrollan condiciones morbosas graves que luego cuestan más para ser curadas que si un control médico atento hubiese previsto su aparición. J.W. Hill y colegas (New York)(2002)70, observando la situación de 3,934 pacientes con enfermedad de Alzheimer o demencia de vejez, han encon- trado que los costos anuales para estos pacientes eran $4,134 más elevados con respecto a los costos por personas sin enfermedad de Alzheimer. Esto tenía como resultado un costo suplementario de $16 millones para Medicare. Estos costos se debían al tratamiento de afecciones morbosas graves que habrían podido ser prevenidas, si los enfermos afectados por Alzheimer hubiesen sido controlados correctamente desde el punto de vista sanitario y se hubiesen prevenido sus complicaciones. B.Identificar las terapias más efectivas con respecto a los costos 1) Evaluar los costos La primera cuestión que plantean estos estudios es la evaluación de los costos, con el objetivo de orientar los tratamientos hacia los cuidados más efectivos con respecto a los costos. El problema es que estos costos varían mucho, según las condiciones de los cuidados y de los enfermos. Por ejemplo, LJ Findley (2007)71 manifiesta que en el Reino Unido, el costo total por la enfermedad de Parkinson es calculado entre 449 millones y 3.3 mil millones de liras esterlinas. LJ Findley observa al respecto que la parte más importante de los costos directos proviene de la asistencia médica y de la acogida en casas especializadas, mientras los gastos en fármacos representan una parte más modesta del conjunto. Los costos indirectos son también importantes. S. von Campenhausen y colegas (2011)72, en un estudio para verificar los costos de la enfermedad de Parkinson evidenciados en 486 pacientes, en seis países diversos de Europa, durante un período de seis meses, hacen ver grandes variaciones en estos costos, de un paciente a otro. El costo promedio total por paciente iba de 2.620 Euro a 9.820 Euro. Los costos directos representaban del 60% al 70% de los costos totales y los costos indirectos cerca del 30% a 40% de los costos totales. Las grandes variaciones entre los costos aquí presentes dependían de las diferencias entre 23/10/14 18:00 42 los sistemas sanitarios de los diversos países interesados, de las condiciones económicas locales, de la frecuencia del uso de los recursos y de las diferencia entre los precios que se practican en uno y otro país. 2) Identificar los tratamientos más eficaces en el plano del costo Para reducir los costos relacionados con los cuidados, en términos de fármacos o de intervención quirúrgica, se trata de determinar cuál es el tipo de tratamiento más eficaz con respecto a su costo. En lo que se refiere a la enfermedad de Parkinson, se considera que el uso de la levodopa, en combinación habitual con un inhibidor de la dopa-decarboxilasis y un inhibidor del encima COMT), degradante de la dopamina, los agonistas de la Dopamina, los inhibidores de la mono amino oxidasis (MAO-B), y la estimulación cerebral profunda son eficientes en términos de costo en el cuadro de una decisión terapéutica adecuada73. Sin embargo, dicha evaluación de eficiencia depende mucho del costo de los fármacos utilizados y del método de valoración de su efecto. B.Prevenir el agravarse de las enfermedades neurodegenerativas Además de este cálculo de eficacia de los tratamientos, hay que tener en cuenta otro factor en la perspectiva de una reducción de los costos referentes a las enfermedades neurodegenerativas: se trata del grado de evolución de la enfermedad. En efecto, los costos de la gestión de estas enfermedades aumentan considerablemente según como estas enfermedades adelantan en su evolución y se agravan, sea que se trate de Alzheimer o de aquella de Parkinson. Para la enfermedad de Alzheimer, Leon J y PJ Neumann (1999)74, indican así un costo anual global que va $14,904 para las formas discretas de Alzheimer al $19,272 para las formas moderadas y a $25,860 para las formas más severas. DH84esp.indd 42 dolentium hominum n. 84-2014 Deese JP y colegas (2011)75 han calculado que, para un paciente alemán afligido por la enfermedad de Alzheimer los costos anuales son de 13,080 Euro por paciente. La parte más importante de este costo es representada por los cuidados de salud, que constituyen cerca del 43% de los costos totales. Los costos indirectos representan cerca del 18% de los costos totales y mayormente corresponde a la reducción del tiempo laboral para los que se ocupan del paciente y lo cuidan. Conforme la enfermedad de Parkinson progresa, más disminuye la funcionalidad del sujeto y más aumentan estos costos indirectos. Por tanto, para reducir los costos de la gestión de la enfermedad de Alzheimer, no es suficiente recurrir al tratamiento menos caro, sino más eficiente. Se debe prevenir también el agravarse de la enfermedad, disminuir su decurso, a través de una política que no se limita a elegir el tratamiento menos caro sino que integra también una prevención del agravamiento de la enfermedad considerada. Dicha política de prevención del empeoramiento de la enfermedad sería indicada más particularmente para los enfermos afligidos por la enfermedad de Alzheimer. Dicha prevención puede tomar la forma del recurso a una ayuda farmacológica como un inhibidor de la acetilcolinesterasa (por ejemplo Donepezil) que disminuye el declino cognitivo de la enfermedad de Alzheimer76. Pero pasa también , quizás sobre todo, entre una más grande atención al paciente en su comportamiento, su estilo de vida y su bienestar espiritual. C.Solicitar la ayuda de las familias o arreglar ambientes más adecuados para la permanencia de los enfermos Hay un tercer punto que es preciso considerar para la reducción de los costos en la gestión de las enfermedades neurodegenerativas, sin reducir la calidad del cuidado. Este punto tiene que ver con las condiciones mismas, materiales, afectivas y espirituales, en las que se encuentra el paciente y que condicionan mucho la efectividad del tratamiento y también su costo. Como ejemplo, DP Rice y colegas (San Francisco)(2001)77 manifiestan un costo promedio de $27,672 por paciente por año para los enfermos de Alzheimer y otras demencias. Los costos individuales iban de $10,400 a $34,517 por paciente. En contraste con estos costos bastante elevados, J.P. Reese y colaboradores (2011)78 que han seguido a un grupo de personas en Portugal con enfermedad de Parkinson, han calculado que el costo directo por dichos pacientes era sólo de 2,717 Euro por paciente y por un período de seis meses (544 Euro para la farmacia, 690 Euro para las hospitalizaciones), mientras que el costo indirecto era de 850 Euro. El paciente mismo participaba en el 2% de los costos directos. La mayor parte de la asistencia económica de los pacientes, en efecto, provenía de las familias. Los autores hacían observar que por el mismo tipo de enfermedad los costos eran sin duda inferiores a los que encuentran en otros países más desarrollados. Este ejemplo nos muestra claramente la ayuda que la familia puede aportar en esta esta gestión médica de la enfermedad de Alzheimer o del morbo de Parkinson, cuando esta familia existe aún como “corazón de la civilización del amor”, que permanece fiel a su vocación y que vive plenamente el valor de fuerte solidaridad en la comunión recíproca de las personas por las que está formada79. Es verdad que dicho modelo de familia se vuelve más raro, en nuestros días y que con frecuencia la persona afectada por la enfermedad de Alzheimer o por el morbo de Parkinson se encuentra sola, desorientada, sin un hogar para acogerla y mantener vivo su espíritu. Pero no es imposible, en dichas condiciones se ofrezca a esta persona un lugar de vida que sea mejor humanamente, en vez de un lecho anónimo de algún instituto para las personas ancianas, concebido un siglo antes según el modelo de las prisiones o de los asilos psiquiátricos. S. Drapier y colegas (2005)80 hacen observar que la valoración 23/10/14 18:00 dolentium hominum n. 84-2014 43 de la eficacia con respecto al costo de una determinada terapia se interesa habitual y únicamente de los aspectos físicos, objetivos, de esta terapia, sin entrar en la cuestión de la “calidad de vida” misma del individuo. Por ejemplo, si es verdad que la estimulación subtalámica permite reducir las inconveniencias físicas del tratamiento médico con la Levodopa. Pero la calidad de vida de los pacientes depende también de otros factores, que no son físicos, sino que están vinculados a sus condiciones de vida: se trata, afirman Drapier y colegas del soporte social que encuentran, de su posibilidad de comunicar, de su sentimiento de bienestar a nivel emocional81. Dichos requisitos humanos pueden ser satisfechos sin gran dificultad cuando la persona permanece en su familia, en su ámbito habitual de vida, con los objetos familiares al alcance de sus manos o de su vista. Cuando no hay una familia, o cuando los familiares están lejos y no pueden ayudar, es muy difícil recrear artificialmente para la persona un marco de vida según sus gustos y costumbres. Pero no es imposible. Haciendo así se pone un freno a la evolución implacable de la enfermedad, y el costo de la institución está largamente cubierto por el ahorro económico logrado. De estos datos, es obvio que se deben establecer estrategias de gobierno para minimizar el impacto del aumento de estas enfermedades, manteniendo siempre una calidad de vida satisfactoria para los enfermos. Se trata por tanto de optimizar el uso de los recursos para enfrentar la situación en los años futuros. cidos a los enfermos de Alzheimer o de Parkinson, a un simple juicio costo/beneficio, es decir a una valoración en términos puramente económicos. Se debería tener en cuenta también las condiciones de vida de los sujetos interesados82, y del hecho que la “calidad de vida” de estos sujetos no depende sólo de su bienestar físico, sino es muy condicionada por el estado de alma de la persona en cuestión. A dicho fin se deberían hacer esfuerzos para prevenir el empeoramiento de esta enfermedad a través de una más grande atención a las condiciones de vida de los pacientes, al mantenimiento de sus capacidades físicas y al ejercicio de sus facultades mentales83. Las familias deberían estar implicadas en este esfuerzo de acogida y soporte a las personas ancianas afligidas por demencia o por enfermedad de Parkinson. Las políticas de orden epidemiológico y conformes a la ética, basadas en el control, la prevención, el cuidado y la solidaridad son la respuesta justa y más adecuada para oponerse a la tentación del “racionamiento selectivo” y de la eutanasia por cuanto se refiere a las personas ancianas afligidas por enfermedades neurodegenerativas. Respetar a las personas ancianas afligidas por demencia o incapaces de moverse debido a una enfermedad de Parkinson. Respetar y ayudar. Si tales políticas son aprobadas a nivel político y son puestas en práctica, probarán que nuestra civilización aún es capaz de generosidad y de solidaridad. D.Tener en cuenta la “calidad de vida” del sujeto a nivel mental y espiritual En las respuestas que las autoridades sanitarias pueden oponer al aumento casi exponencial de las enfermedades neurodegenerativas hay tres tipos de medidas que se pueden identificar, según la inmediatez o no de su objetivo: De inmediato, se trata de adaptar los medios de asistencia sanitaria y social disponibles a la situación particular de los pacientes que afectados por una enfermedad neurodegenerativa y que con frecuencia se encuentran aislados so- Esta reflexión sobre la importancia de la familia para prevenir el empeoramiento de las enfermedades neurodegenerativas, y también sobre la importancia del bienestar a nivel relacional, afectivo y espiritual nos lleva a una conclusión práctica e inmediata: no se debería limitar, en las restricciones previstas de los cuidados ofre- DH84esp.indd 43 CONCLUSIÓN cialmente, e incluso son abandonados a sí mismos al menos en el ámbito de los cuidados médicos. Muchos de ellos no tienen los medios económicos para ser acogidos en casas especializadas. En esta situación, la familia tiene un papel esencial que jugar en el cuidado y el sostén al enfermo. Pero debe ser apoyada, sostenida y animada en esta misión. Sin embargo, no es raro encontrar hoy a ancianos sin familia, por lo menos sin familiares cercanos, y la sociedad, movida por un deber de solidaridad, debe ser capaz de desarrollar lugares de acogida adecuados para estas personas particularmente vulnerables, de manera que se prevenga el empeoramiento de la enfermedad, especialmente en el caso de las demencias. A breve plazo, se debe emprender una política de prevención de las enfermedades neurodegenerativas, a través de una educación de la población sobre el particular y con respecto a los factores que, inscritos en el estilo de vida facilitan el inicio de la enfermedad neurodegenerativa, en particular de la enfermedad de Alzheimer. Al parecer, una prevención podría prevenir casi la mitad de los casos de enfermedad de Alzheimer. A largo plazo, se plantea la cuestión de ir a la raíz del mal y de contrastar el envejecimiento de las poblaciones. El único remedio para reequilibrar el desequilibrio demográfico actual es practicar una política favorable a los nacimientos, es decir, una política a favor de la familia. Más allá de estas medidas necesarias curativas y preventivas de las enfermedades neurodegenerativas con respecto al envejecimiento de las poblaciones, se plantean las necesidades de un verdadero cambio cultural que permitiría reencontrar el valor de los ancianos en la sociedad, también cuando sufren discapacidades. En lugar de la “eutanasia social”, actualmente practicada en los países más desarrollados, se trata de reencontrar y hacer reencontrar el respeto de las personas ancianas, fundamento de una verdadera solidaridad con ellas, junto con el sentido de igualdad de todos, cualquiera sea su edad y su condición de salud. 23/10/14 18:00 44 El beato Juan Pablo II nos invitaba a dicho gozoso respeto cuando escribía en su “Carta a los ancianos”: “‘Ponte en pie ante las canas y honra el rostro del anciano’ (Lv 19, 32). Honrar a los ancianos supone un triple deber hacia ellos: acogerlos, asistirlos y valorar sus cualidades. En muchos ambientes eso sucede casi espontáneamente, como por costumbre inveterada. En otros, especialmente en las naciones económicamente más desarrolladas, parece obligatorio un cambio de tendencia para que los que avanzan en años puedan envejecer con dignidad, sin temor de ser reducidos a personas que ya no cuentan nada. Es preciso convencerse de que es propio de una civilización plenamente humana respetar y amar a los ancianos, a fin de que ellos a pesar del debilitamiento de las fuerzas, se sientan parte viva de la sociedad”. 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Introducción, Pontificium Consilium Pro Laicis, 1° Octubre 1998, Enchiridion Vaticanum 17, 1988, Edizioni De- DH84esp.indd 45 45 honiane, Bologna, 2000, pp.1146-1173, n°1471. 55 “Esta especie de «revolución silenciosa», que supera de lejos los datos demográficos, plantea problemas de orden social, económico, cultural, psicológico y espiritual cuyo alcance es objeto de una esmerada atención de parte de la Comunidad internacional.” (La dignidad del anciano, Pontificio Consejo para los Laicos, 1998) La dignidad del anciano y su misión en la Iglesia y en el mundo, Introducción, Pontificium Consilium Pro Laicis, 1° octubre 1998, Enchiridion Vaticanum 17, 1988, Edizioni Dehoniane, Bologna, 2000, pp.1146-1173, n°1472. 56 Juan Pablo II, Carta a los participantes en la II asamblea mundial sobre el envejecimiento, 3 abril 2002, Enchiridion Vaticanum, 21, 2002, Edizioni Dehoninae, Bologna, 2005, pp.209-215, ver p.211, n°258. 57 S.Boseley, Life expectancy around the world shows dramatic rise, study finds, The Guardian, 13 december 2012, http://www. theguardian.com/society/2012/dec/13/life-expectancy-world-rise 58 Salomon JA, Wang H, Freeman MK, Vos T, Flaxman AD, Lopez AD, Murray CJL, Healthy life expectancy for 187 countries, 1990-2010: a systematic analysis for the Global Burden Disease Study 2010, The Lancet, 15 December 2012, vol 380, n°9859, pp.2144-2162. 59 Barnes De, Yaffe K, The projected effect of risk factor reduction on Alzheimer’s disease prevalence, Lancet Neurology, september 2011, vol.10, n°9, pp.819-828. 60 Sosa-Ortiz AL, Acosta-Castillo I, Prince MK, Epidemiology of Dementias and Alzheimers’ disease, Archives of Medical Research, November 2012, vol 43, n°8, pp.600608. 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La persona anciana enferma en el contexto de la emigración Prof. Andrzej Sados Director del Programa para Europa Oriental de la Comisión Internacional Católica para las Migraciones, Polonia E n la actualidad, más de 215 millones de personas, el 3% de la población mundial, viven fuera del propio país de origen, la mayoría de ellas lo hace para buscar mejores oportunidades de trabajo y de vida. Cerca del 8% de estos migrantes internacionales son personas que solicitan asilo y son refugiados, que viven sobre todo en los Países en Vías de Desarrollo. La emigración tiene muchas caras: desde el dirigente altamente calificado que trabaja en el exterior hasta el obrero de construcción emigrado, desde el refugiado acogido en un campo para prófugos hasta la víctima de la trata, desde el migrante irregular en busca de una vida mejor hasta el prófugo. Además, los movimientos migratorios se han vuelto más ‘confusos’, lo cual significa que los migrantes con status legal y los que necesitan protección están emigrando unos junto a otros. En esta presentación me referiré al informe final sobre la salud de los inmigrados en Suiza1, preparado en el 2011 por la Swiss Federal Agencies, así como al análisis realizado por la Comisión Internacional Católica para las Migraciones. La Oficina Federal Suiza de la Salud Pública ha comisionado un informe sobre el monitoreo de la salud de la población de inmigrados en Suiza, que por vez primera ha recopilado una serie de datos indicativos sobre determinantes de la salud para grupos seleccionados de personas. A partir del 2009, se han registrado como residentes en Suiza 1.714.000 ciudadanos extranjeros, lo cual equivale al 22,0% de la población total, y en la práctica es el porcentaje más DH84esp.indd 46 elevado de ciudadanos extranjeros en Europa, y entre los más elevados en el mundo. La investigación tenía como finalidad resolver tres preguntas básicas: 1. ¿Cuáles son las principales diferencias de salud entre la población indígena y las personas con background migratorio en Suiza, en lo que respecta el estado de salud, su comportamiento en campo sanitario y el acceso al sistema sanitario? 2. En el ámbito de la comunidad emigrada en Suiza, ¿qué grupos son más vulnerables en términos de salud? 3. ¿Cuáles son las principales causas que determinan las diferencias que se verifican en la salud y cuál es su impacto? Los resultados indican que actualmente los que emigran son principalmente personas cuyas condiciones psicológicas y físicas son relativamente buenas. Sin embargo, el estado de salud de los emigrados ancianos de sexo masculino y de las mujeres residentes en Suiza, que han permanecido en este país durante un período más o menos largo, generalmente es peor con respecto al estado de salud de los suizos, hombres y mujeres, de la misma edad. Por lo general, las mujeres emigradas se encuentran en un estado de salud peor con respecto al de los hombres. Según como aumenta la edad de la población emigrada, mayor es la diferencia entre hombres y mujeres. Dichas diferencias son menos evidentes en la población autóctona. Los emigrados se dirigen a un médico especialista mucho menos que la población local. Sin embargo, las visitas a un médico de medicina general son más comunes entre los inmigrados con respecto a la población autóctona. En lo que se refiere a la utilización de los servicios de emergencia y las estructuras de consultorio hospitalarias y/o clínicas ambulatorias, los resultados manifiestan que algunos grupos de emigrantes recu- rren a ellas más a menudo con respecto a los ciudadanos suizos. Pero estas diferencias son relativamente pequeñas. Las mujeres y los hombres emigrados tienen un porcentaje inferior de controles médicos con respecto a los suizos. Como regla general, el porcentaje menor de empleo de los servicios de consultorio para la prevención, como las vacunas, check-up médicos, asesorías ambulatorias y tratamientos para enfermedades crónicas, llevarán luego a la necesidad de cuidados hospitalarios costosos. Los inmigrados, mujeres y hombres, consumen significativamente menos alcohol con respecto a los ciudadanos suizos, pero por otro lado comen menos fruta y verdura y hacen menos ejercicio físico. Además, tanto los hombres, como las mujeres emigradas con frecuencia están en grave sobrepeso. Parece que hay un considerable margen de mejoría en la promoción de comportamientos positivos para la salud. El consumo de tabaco es mucho más alto entre los hombres con un background migratorio con respecto a los hombres suizos; para las mujeres, las diferencias entre las emigradas y las ciudadanas suizas son menos sobresalientes. Aunque la elección del médico y la comunicación con él o ella plantea relativamente pocos problemas a los entrevistados provenientes de un contexto migratorio, las recomendaciones y los consejos del médico con frecuencia no se ponen en discusión. De todos modos, entre el 15% y el 45% de los entrevistados, según el grupo, admite que no tiene la capacidad de manifestar sus preocupaciones al médico, o no entiende bien su consejo. Existen diferencias entre las personas que benefician del asilo y los suizos autóctonos en lo que se refiere a la consideración que se tiene del médico general, ya que las personas que han obtenido el asilo recurren a él con más 23/10/14 18:00 dolentium hominum n. 84-2014 frecuencia. En lo que respecta a la duración de la permanencia hospitalaria, los suizos tienden a permanecer por más tiempo en hospital con respecto a las personas que gozan de asilo. Hay diferencias significativas sobre el modo como la población local y la que ha obtenido el asilo recurren a los sectores de primeros auxilios, emergencias y a los consultorios. Existe una pequeña diferencia entre estas dos poblaciones en términos de proporción de las personas que se han dirigido a una de estas estructuras durante el año pasado. Globalmente, las personas que gozan de asilo han recurrido a un número significativamente mayor de visitas en una de estas instituciones con respecto a la población suiza. En lo que concierne a la nutrición y el ejercicio físico, es evidente que el porcentaje de los que no comen casi nunca fruta y verdura y que son físicamente inactivos es más alta entre la población que ha obtenido asilo en comparación con los ciudadanos suizos. Hay diferencias evidentes con respecto a los hombres y a las mujeres suizas en lo que se refiere al consumo de alcohol y de tabaco. Las personas con derecho de asilo consume alcohol con menos frecuencia. El porcentaje de abstemios es particularmente elevado. Las competencias sanitarias de los entrevistados con derecho de asilo en general es ligeramente inferior con respecto a los demás grupos de emigrados, sobre todo en lo que concierne la valoración de los síntomas y la comprensión del sistema sanitario. Con respecto a los demás grupos de inmigrados, ellos están más limitados para valorar si los síntomas requieren una visita médica. Mientras esto es sobre todo una consecuencia de la falta de conocimiento para considerar los trastornos físicos, la población con derecho de asilo subvalora sistemáticamente los problemas psicológicos, incluso cuando sería necesario un consejo médico. Existen también enormes problemas de entendimiento entre los entrevistados con derecho de asilo y los médicos que los curan. Sólo poco más de un tercio de los somalíes y un cuarto de las personas provenientes de Sri Lanka es capaz de hacerse comprender por DH84esp.indd 47 47 un médico, mientras el resto de la población no es capaz de hacerlo, o lo logra ocasionalmente. Estas personas tienen problemas parecidos a entender las instrucciones del médico o sus preguntas. El monitoreo revela que los migrantes más jóvenes, hombres y mujeres, que acaban de llegar a Suiza son un poco más sanos con respecto a la población local, y que los ancianos emigrados, que se encuentran en Suiza desde hace tiempo, lo son un poco menos en su salud. Entre la población emigrada, las mujeres se encuentran en un estado de salud menos bueno debido o no a un efecto de la emigración. Por tanto, queda abierta la cuestión si la salud de los emigrados ancianos, a veces más enfermos con respecto a la población local, era ya peor en el momento de su llegada a Suiza o si emigraron a Suiza ya con una salud física y psicológica superior al promedio. A través de un análisis más profundizado se trata de aclarar las diferencias en los varios indicadores de salud entre las personas con una situación migratoria y la población local. Esto nos permite explicar un poco estas diferencias con el nivel más bajo, en los emigrados, de instrucción, competencias lingüísticas insuficientes, experiencias de discriminación en Suiza y de persecución política y violencia en el país de origen. En el caso de los emigrados que se encuentran en Suiza desde hace tiempo, hay otros factores que podrían haber influido en el pasado, tanto en Suiza como en el país de origen. Además, los emigrados deben afrontar mayores responsabilidades, en la familia, el trabajo y la integración. Además, reciben menos sostén de las generaciones más ancianas con respecto a la población local, y son más propensos a afrontar los conflictos con la generación más joven. Sin embargo, es posible que los jóvenes que pertenecen a los grupos de edad mas sanos, regresen a su patria después de cierto período de tiempo, mientras los que tienen problemas de salud permanezcan en Suiza debido a motivos relacionados con una mejor asistencia sanitaria. Uno de los principales problemas de los migrantes ancianos es la autonomía y la autosuficiencia. En un determinado momento de su vida, todas las personas tienen necesidad de ayuda; es algo normal y obvio. Aun si hay ventajas para sociedad que envejece, como tener una vida más larga y más sana, lamentablemente esto comporta también una serie de desafíos. Después de todo, un número elevado de personas ancianas ya no puede ser sostenido por un número de jóvenes que disminuye. Los servicios auxiliares, como la asistencia domiciliaria, el sostén familiar y los servicios domésticos, pueden aliviar no sólo el peso de los ancianos mismos sino también el de sus familiares. Además, pueden ayudar a los ancianos a conducir una vida autónoma, en su casa. Los migrantes ancianos se encuentran en una situación particular ya que son muy sensibles y con mucha frecuencia no tienen familia ni parientes ni el sostén de la comunidad. En Alemania, por ejemplo, la asistencia domiciliaria está financiada sobre todo por el sector público. Sin embargo, esta forma de financiación – tal como es en la actualidad – tiene ciertamente límites. Con respecto a los porcentajes europeos, el número de alemanes no autosuficientes está en el promedio. Pero el sistema sanitario alemán puede contar con un número relativamente exiguo de asistentes domiciliarios, lo que significa una relación desfavorable de personas no autosuficientes que dependen de ellos. La falta de trabajadores calificados, el enorme turnover del personal y el breve período de tiempo en el que los enfermeros domiciliarios logran ejercer su profesión, son fenómenos que revelan los problemas referentes a los servicios asistenciales. Son realmente muchas las personas que podrían ser de sostén a la familia y a los servicios domésticos, pero ellos brindan su servicio en el sector de la economía sumergida. Por tanto, el objetivo debe ser integrar a estas personas en el mercado del trabajo reglamentado, que podrían activar un fenómeno de profesionalización y llevar a un mejor grado. El modo con el que se proporciona la asistencia a los ancianos varía considerablemente de un 23/10/14 18:00 48 país a otro, y está cambiando rápidamente. Se ha observado que, a nivel general, los ancianos consumen la mayor parte del gasto para la salud con respecto a cualquier otro grupo de edad, y esta observación muestra que en todo el mundo los cuidados para los ancianos pueden ser bastante semejantes. Además, debemos tener en cuenta una proporción cada vez mayor de ancianos, especialmente en las naciones en vías de desarrollo, mientras se ejerce una continua presión sobre la limitación de la fertilidad y disminuye la dimensión de la familia. Tradicionalmente, la asistencia a los ancianos ha sido una responsabilidad de la familia y ha sido proporcionada en casa, en el ámbito de la familia ampliada. Pero este modelo es casi imposible de realizar para la mayoría de los ancianos emigrados. Las razones de este cambio incluyen la menor dimensión de la familia, la expectativa más elevada de vida para los ancianos, la dispersión geográfica de las familias y los elevados costos financieros del tratamiento institucional. La elevada demanda, social y económica, de los servicios de asistencia domiciliaria para personas ancianas, ha producido un rápido desarrollo de este sector. Una parte considerable de asistentes son emigrados, por la especificidad de este sector de baja renta, y actualmente en Europa gran parte de ellos son mujeres provenientes de Europa del Este. Otra parte importante del sector asistencial está dominada por sociedades privadas, y la colocación prácticamente está monopolizada por pequeñas agencias de colocación privadas. La carrera al provecho y la falta de responsabilidad de parte de las agencias privadas provoca situaciones negativas, a veces incluso criminales: asunción de personal sin competencias, ni calidad y experiencia profesional, estándar muy bajos de los servicios brindados, trabajo en negro o en condiciones que no observan ni siquiera las normas básicas. Todo esto se traduce en ineficiencias como violaciones de la seguridad y de la salud de los pacientes ancianos y explotación de los asistentes emigrados. La especificidad del trabajo doméstico hace que el problema sea DH84esp.indd 48 dolentium hominum n. 84-2014 difícil de resolver. Los cambios demográficos en Europa, que están en continua evolución, el envejecimiento de la población, especialmente en Europa del Este, no harán sino intensificar este fenómeno. La Comisión Internacional Católica para las Migraciones está trabajando en este sector desde hace 60 años. En calidad de comisión de la Iglesia, ha ofrecido una preparación a más de un millón de prófugos para iniciar una nueva vida en otro país y promueve la reinserción como solución esencial para los refugiados en el mundo que esperan encontrar un sentido de normalidad de largo plazo en su vida. La Comisión lucha por la protección de los trabajadores emigrados y de sus familias y trabaja con los gobiernos para reducir las situaciones de vulnerabilidad, para permitir que los trabajadores migrantes accedan a los derechos y contribuyan a restablecer la vida de la comunidad. Ella está comprometida con todas las personas que están desarraigadas de su realidad, independientemente de su fe, raza, etnia o nacionalidad. La Comisión Internacional Católica para las Migraciones ha desarrollado recientemente programas piloto en Europa del Este, en partnership con entidades locales especializadas, centradas en la selección, la asunción, la orientación y la formación profesional de los asistentes que trabajan a domicilio a favor de las personas ancianas. Los cursos de formación se concentran de manera particular en los estándar éticos de la profesión, y se concluyen con pruebas para verificar el logro de competencias necesarias. Después de la primera fase, en los países de origen, la segunda fase la formación profesional, con examen final para la certificación de las competencias profesionales, se desarrolla en los países de residencia de los migrantes. En fin, los asistentes se trasladan para efectuar una práctica profesional, en instituciones asistenciales regionales del sector social en Europa del Este, con contratos de trabajo circulares temporales de 2-3 meses de parte de los agentes del sector en Europa Occidental. En Europa del Este y en aquella Occidental se realiza el denomi- nado “shuttle labour” en el sector asistencial, con tiempos adecuados a las personas y a la regla general del mecanismo migratorio del trabajo circular, en coordinación con las autoridades locales responsables del servicio asistencial y a los agentes sociales regionales. Dicho proceso innovador de la Comisión Internacional Católica para las Migraciones comprende también el traslado de las soluciones adoptadas en Occidente en el campo de la economía solidaria, que se pueden adaptar a Europa del Este, como el sistema suizo Spitex y el “cheque-emploi”, soluciones de economía de solidaridad social para los trabajadores domésticos para las autoridades locales. Nuestro proyecto prevé también una campaña de información con medidas de prevención sobre la importancia social de los asistentes para las personas ancianas, sobre los requisitos necesarios para proporcionar servicios asistenciales, pero también acerca de amenazas y peligros legales al trabajo ilegal o a las prácticas de asunción deshonestas, con la consiguiente explotación, maltratamientos o tráfico de personas. La campaña de información estará a cargo de la Comisión con el empleo de sitios web y social media temáticos en internet, así como mediante publicaciones. En Suiza, la campaña se dirigirá también a los trabajadores domésticos irregulares provenientes de Europa del Este, víctimas potenciales de la explotación o del tráfico de seres humanos, ofreciendo un sostén para cambiar su situación o para la repatriación voluntaria. Las informaciones se distribuirán mediante los servicios consulares. El proyecto de la Comisión Internacional Católica para las Migraciones debería proporcionar los siguientes resultados en estos tres ámbitos: – la construcción de estándar éticos y profesionales de calidad en el sector asistencial para los ancianos en Europa del Este; – la eliminación o la reducción de prácticas ilegales, la prevención de la explotación y la lucha al tráfico de trabajadores domésticos asumidos en Europa del Este; – reforzamiento de la cooperación al desarrollo con los Países 23/10/14 18:00 dolentium hominum n. 84-2014 de Europa del Este a través de la asistencia técnica, el trabajo circular, la participación y la promoción de soluciones de economía social en campo asistencial a nivel de entidades locales y de regiones. La colaboración con las autoridades locales, con los servicios públicos regionales para el empleo y las instituciones asistenciales que luchan para una economía solidaria, permitirá una mejor si- 49 nergia de nuestras acciones y el empleo más funcional de las infraestructuras y de los recursos. Notas 1 Second Health Monitoring on the migrant population in Switzerland (GMM II). (Segundo Monitoreo sobre la Sanidad de la población emigrada en Suiza). El National Migration and Public Health Programme (2008-13) comprende medidas y un programa para la prevención, la asistencia sanitaria, la educación y la investigación. El programa tenía como objetivo contribuir a reducir la dis- criminación sanitaria para con las inmigradas en Suiza y para mejorar sus condiciones, de manera que pudiesen gozar de las mismas oportunidades ofrecidas a los suizos para alcanzar el propio potencial en el campo de la salud. Como parte de la investigación, la Oficina Federal de Salud Pública (Federal Office of Public Health - FOPH), ha encomendado un monitoreo acerca del estado de salud de la población inmigrada en Suiza que, en el 2004, recopiló por vez primera los datos representativos acerca de la salud de los grupos seleccionados. Seguidamente el FOPH ha decidido encomendar una segunda investigación sanitaria para las personas provenientes de un contexto migratorio (GMM II), con el fin de obtener datos más particularizados. 3. Cuadro epidemiológico en Italia y estrategias actuales y en perspectiva de política sanitaria para una gestión adecuada de las patologías neurodegenerativas Prof. Fabrizio Oleari Presidente del Instituto Superior de Salud, Italia Definición Las patologías neurodegenerativas constituyen la mayoría de las 600 patologías neurológicas conocidas en la actualidad y se caracterizan por la disfunción progresiva y seguidamente por la pérdida de neuronas. Se pueden identificar tres grandes capítulos de las patologías neurodegenerativas: las demencias (p.e. enfermedad de Alzheimer, demencia frontotemporal, demencia con cuerpos de Lewy) las patologías neuromusculares (p.e. esclerosis lateral amiotrófica, esclerosis múltiple, distrofias, miastenia) y los desórdenes del movimiento (p.e. enfermedad de Parkinson, atrofia multisistémica, distonias, síndromes atáxicas). El método tradicional de clasificación de las enfermedades neurogenerativas se basaba en el concepto original de una correspondencia clínico-patológico, mientras que el DH84esp.indd 49 concepto moderno de neurogeneración implica una mayor atención hacia los aspectos genético-moleculares, con consecuentes implicaciones en el uso en la práctica clínica corriente de marcadores genéticos y bioquímicos. Además, es necesario considerar que el inicio de muchas patologías neurogenerativas, sobre todo que comportan demencia, se puede colocar desde la edad evolutiva, como evolución de trastornos mentales presentes en esa faja de edad. Epidemiologia En los últimos años se han publicado diversos documentos de la OMS en los que se subraya el aumento de las patologías neurológicas, mentales y de los desórdenes del comportamiento en la población general. Aunque estas patologías son responsables sólo del 1% de los decesos, sin embargo contribuyen en el 11% en el “global burden of disease” con un incremento calculado para el 2020 de casi el 15%. Se calcula que en el 25% de las familias está presente un paciente con trastornos neurológicos, mentales o desórdenes del compor- tamiento con graves consecuencias económicas, sociales y de impacto sanitario difícilmente valorables y que en el 2030 la depresión y la enfermedad de Alzheimer serán consideradas entre las 10 mayores patologías del planeta. Un estudio conducido en Europa ha calculado el costo para las enfermedades neurológicas en el 2004 de 139 mil millones de Euro sin contar muchos gastos indirectos que podrían hacer aumentar el gasto público del 25-50%. Se ha calculado que en el futuro inmediato los costos por la demencia constituirán una prioridad junto con las patologías que actualmente son una prioridad a nivel nacional e internacional como VIH, cáncer, enfermedades cardiacas, ictus y diabetes. Teniendo en cuenta simples datos demográficos, se prevé que los costos de la demencia incrementarán del 85% hasta el 2030, con una incidencia cada vez más creciente para los Países en Vías de Desarrollo. En Italia, según el último Informe sobre el Consumo de Fármacos, el gasto de los fármacos activos en el Sistema Nervioso Central, se coloca en el cuarto lugar tanto en lo que concierne el gasto (3.310 millones de Euro) como en los consu- 23/10/14 18:00 50 mos (161 jornadas de terapia cada 1000 habitantes por día). A esto hay que añadir los gastos de hospitalización y de los costos relacionados con la pérdida de horas de trabajo, que para algunas enfermedades neurodegenerativas, con frecuencia gravemente invalidantes, son netamente superiores a las de otras patologías. En Italia hay 17 millones de personas con una edad mayor de 60 años equivalentes al 27% de la población general. El índice de vejez, definido como la relación porcentual entre la población en edad anciana (65 años y más) y la población en edad juvenil (menos de 15 años), coloca a Italia en el segundo lugar en Europa después de Alemania con una relación de 144 ancianos cada 100 jóvenes. Las proyecciones demográficas muestran una progresión aritmética de dicho indicador hasta llegar en el 2051 para Italia en 280 ancianos por cada 100 jóvenes. En Italia podemos calcular cerca de1.500.0001.700.000 personas afligidas por patologías neurodegenerativas entre las cuales 1.000.000 con demencia, 270.000 con enfermedad de Parkinson y parkinsonismos, 68.000 con esclerosis múltiple y cerca de 5.000 con esclerosis lateral amiotrófica. Se ha calculado que en el mundo existen cerca de 36,5 millones de personas afligidas por demencia, con 7,7 millones de nuevos casos cada año y un nuevo caso de demencia diagnosticado cada 4 segundos. El número de personas afligidas por demencia debería triplicarse en los próximos 40 años. La mayoría de estas personas vivirán en países de baja y mediana renta. Numerosos resultados disponibles en términos de prevención primaria y secundaria identifican siete factores de riesgo potencialmente modificables asociados a la insurgencia de la demencia de Alzheimer como la diabetes, la hipertensión en edad adulta, la obesidad en edad adulta, el humo, la depresión, la baja escolarización y la inactividad física. Se calcula que cerca de la mitad de los casos de demencia de Alzheimer se pueden atribuir potencialmente al conjunto de estos factores. Se ha calculado que reduciendo del 10% o 25% cada uno de los siete factores de ries- DH84esp.indd 50 dolentium hominum n. 84-2014 go se podría prevenir de 1,1 a 3,0 millones de casos con demencia de Alzheimer. Los sistemas de control sobre el estado de salud y de enfermedad de la población disponibles en Italia en el ISS calculan que el 10% de los hombres y el 7% de las mujeres es diabético, mientras el 8% de los hombres y el 4% de las mujeres está en una condición borderline (intolerancia a la glucosa). El 23% de los hombres y el 21% de las mujeres está afligida por síndrome metabólica. Además, en Italia la hipertensión arterial afecta en un promedio de 33% de los hombres y 28% de las mujeres. El 19% de los hombres y el 14% de las mujeres están en una condición borderline. En lo que se refiere a la depresión se calcula que cerca del 7% de los adultos entre el 18 y 69 años presenta síntomas de depresión y percibe como comprometido su bienestar psicológico. Según los últimos datos OCSE Italia se encuentra por debajo del promedio europeo para las tasas de participación en el sistema de instrucción y de formación de los jóvenes de edad entre 15 y 19 años y de aquellos con una edad entre 20 y 29 años. En lo que respecta a los estilos de vida, la costumbre al humo de cigarrillo, en Italia, concierne al 33% de los hombres (con un promedio de 17 cigarrillos por día) y el 23% de las mujeres (con un promedio de 13 cigarrillos por día). El 10,5% de los italianos es obeso y el 30,1% podemos definirlo sedentario. En el futuro, será necesario actuar sobre la entidad de estos factores de riesgo, a fin de prevenir la demencia. Políticas Sanitarias El Plan Sanitario Nacional 2011-2013, pone sus fundamentos en los principios de responsabilidades públicas para la tutela del derecho a la salud de la comunidad y de la persona; de universalidad, de igualdad y de equidad en el acceso a los servicios; de libertad de elección; de información y de participación de los ciudadanos; de gratuidad de los cuidados en los límites establecidos por la ley; de globalidad de la cobertura asisten- cial como lo define los LEA (Niveles Esenciales de Asistencia). En el ámbito de las patologías que representan un problema de gran importancia médica y social se citan expresamente las enfermedades neurológicas degenerativas e invalidantes y la demencia ya que: • generan situaciones de discapacidad gravísimas y no enmendables, de desarrollo crónico, del que con frecuencia no se conocen los mecanismos patogénicos que las desencadenan ni se dispone de medios terapéuticos capaces de eliminarlas o, por lo menos, de detener el proceso degenerativo; • tienen un impacto psicológico y operativo devastador en las familias, llamadas a ocuparse de cargas incluso económicas inversamente proporcionales a la oferta asistencial del servicio público; • son responsables de elevados costos globales de asistencia que se pueden detener sólo a través de una respuesta del sistema sanitario coordinada y eficiente; • plantean nuevas, complejas y delicadas cuestiones éticas con las que las instituciones y todo el país están llamados a confrontarse. Italia todavía no cuenta con un documento de programación estratégica general como el Plan Nacional de Demencias presente en casi todos los demás países europeos. En realidad el Plan ha sido elaborado por el Ministerio de la Salud en el curso del 2011 y fue enviado a la Conferencia Unificada para su discusión técnica y la coparticipación con las Regiones, pero aún está en espera de las observaciones de la Coordinación interregional. De todos modos, dicho proceso ha vuelto a partir en setiembre pasado después de meses de interrupción, con una serie de reuniones organizadas por el Ministerio de Salud con los referentes regionales. Por primera vez el Plan Nacional de Prevención (PNP) 2010-2012 ha incluido las demencias subrayando la importancia de un gobierno clínico global del fenómeno con la definición de los avances clínico-asistenciales basados en las evidencias de las mejores prácticas disponibles. El Plan preveía también Acciones de Sostén Centrales a la programación regional pero la- 23/10/14 18:00 dolentium hominum n. 84-2014 mentablemente sólo un par de regiones han dado la prioridad a esta temática. En el marco general de las políticas sanitarias hay que señalar el programa nacional “Ganar salud. Hacer fáciles las elecciones saludables”, aprobado por el Gobierno en mayo del 2007, de acuerdo con las Regiones y las Provincias autónomas. El Proyecto Ganar Salud tiene como objetivo invertir en la prevención y en el control de las enfermedades crónicas para mejorar la calidad de la vida y del bienestar de los individuos y de la sociedad en general, promoviendo estilos de vida sanos y actuando en particular en los principales factores de riesgo de las enfermedades crónico-degenerativas de gran relevancia epidemiológica. El objetivo fundamental es actuar de modo integrado y coordinado en los cuatro factores principales de riesgo modificables (humo, alcohol, alimentación no correcta e inactividad física) que por si solos son responsables del 60% de la pérdida de años de vida en buena salud en Europa y en Italia. Estos factores de riesgo deben afrontarse no sólo desde el punto de vista sanitario sino como reales y verdaderos fenómenos sociales. El conjunto de estos factores de riesgo han sido asociados directa e indirectamente también cuando surgen las demencias Investigación La investigación en todas sus múltiples expresiones (básicas, traslacionales, epidemiológica, clínica, genética, farmacológica y psico-socio-educacional) representa el verdadero desafío en la investigación para comprender el origen de las enfermedades neurodegenerativas y sobre todo para gobernarlas mejorando el nivel de cuidados a las personas afligidas y de sus familiares. El Ministerio de Salud y el Ministerio de la Universidad y de la Investigación Científica Durante los últimos 25 años han financiado numerosos proyectos de investigación sobre el tema de las demencias y de las patologías neurodegenerativas. En este ámbito hay que señalar el reciente proyecto europeo AL- DH84esp.indd 51 51 COVE (Alzheimer Cooperative Valutation in Europe) sobre la policy en la demencia. Esta “joint action” europea ha involucrado a 30 partner provenientes de 19 países entre los cuales Italia, el Instituto Superior de la Salud, y tiene como objetivo la mejora de los conocimientos sobre la patología, sobre sus consecuencias y a estimular una reflexión sobre la calidad de la vida de las personas, sobre el concepto de autonomía y sobre los derechos de quien vive con una forma de demencia. Las recomendaciones conclusivas del proyecto ALCOVE se han dirigido a cuatro áreas específicas como la epidemiología, el diagnóstico, los sistemas de sostén a la gestión de los síntomas psicológicos y comportamentales (BPSD) de las personas afectadas de demencia, y los aspectos éticos (derechos, autonomía, dignidad). Para la epidemiología se han recomendado estudios futuros sobre la prevalencia de la demencia pero respetando estándar de elevada calidad como los que define el Alzheimer Disease International Report del 2009, adoptando los criterios clínicos vigentes (DSM IV y NINCDS-ADRDA para la demencia de Alzheimer) y para promover nuevos conocimientos en este ámbito, incluidos los nuevos criterios del National Institute on Aging. Además, se deberían promover estudios de prevalencia e incidencia en personas con demencia por debajo de los 65 años de edad para definir en el mejor modo posible la frecuencia de un fenómeno aún desconocido y muy heterogéneo. Se deberían conducir luego estudios epidemiológicos en las mismas áreas geográficas en décadas diferentes para interceptar el eventual fenómeno de declino de la demencia, como lo consideran algunas evidencias de literatura. Además, aparece urgente mejorar la recolección de datos sobre el empleo de los antipsicóticos en las personas afligidas por demencia de manera prospectiva y sistemática en diferentes contextos (comunidades, asistencia domiciliaria, clínicas de la memoria, Residencias Sanitarias Asistenciales – RSA) en todos los Estados miembros de la Unión Europea. Es indispensable recopilar informaciones sobre el empleo de los antipsicóticos en asociación con otros indicadores de calidad (por ejemplo uso de la contención física en personas con demencia grave residentes en RSA) con el fin de promover mediante campañas nacionales el empleo adecuado de estos fármacos reduciendo el riesgo asociado a su empleo. Además, es urgente mejorar la recopilación de datos sobre los servicios socio-sanitarios para la demencia. En particular se debería adoptar un set mínimo de datos compartidos por los diversos Estados miembro para las fuentes de datos administrativos, clínicos, epidemiológicos y otras fuentes importantes. Para el diagnóstico se ha recomendado la importancia de la centralidad de la persona. En particular el diagnóstico tempestivo de la demencia debe ser disponible para todos los ciudadanos que lo soliciten en el momento en que se verifica por primera vez una alteración de las funciones cognitivas. Es necesario reducir el temor y el estigma concerniente a la demencia. Este es el presupuesto necesario para incrementar el número de personas que emprendan un recorrido diagnóstico. Los derechos y las voluntades de las personas con sospecha de diagnóstico de demencia deberían ser prioritarios cuando se emprende el proceso de valoración que conduce al diagnóstico. Comunicar y recibir un diagnóstico de demencia representa la intervención central en el complejo proceso de adaptación a la enfermedad. Las necesidades de la persona y de su familia o de sus seres queridos son prioritarios en el proceso de valoración y de diagnóstico y en las intervenciones post-diagnósticas. Al programar estrategias nacionales sobre la demencia, es necesario tener en cuenta las posibles cuestiones referentes al personal implicado y a los servicios. Los médicos comprometidos en la asistencia primaria, en las RSA y en los hospitales deberían ser formados y recibir instrumentos como soporte a decisiones evidence-based que estén en la capacidad de asistirlos en el proceso de identificación de la demencia. Se deben desarrollar instrumentos que sostengan la identificación precoz de la demencia de parte de los médicos de familia, entre los cuales la asistencia 23/10/14 18:00 52 compartida con los especialistas, líneas guía diagnósticas, formación y case management. Los servicios especializados de asistencia secundaria pueden mejorar la tempestividad del diagnóstico, pero de todos modos permanecen numerosas criticidades en la adopción de este modelo en ausencia de competencias especializadas y en contextos extraurbanos de baja densidad de población. Las recomendaciones referentes a los sistemas de apoyo a la gestión de los síntomas psicológicos y comportamentales (BPSD) de las personas afligidas por demencia ponen en evidencia de que modo estos son fuente de carga asistencial y de depresión para los caregiver, así como de un aumento de la tasa de institucionalización para las personas con demencia. Todos los Estados miembros deberían desarrollar una estrategia holista tridimensional tendiente al desarrollo de estructuras y organizaciones asistenciales dedicadas a los BPSD, a intervenciones individualizadas para el paciente y el caregiver (Individualized Patient and Family Carers, IPCI) combinando intervenciones psicosociales y terapias farmacológicas y, en fin, para asegurar la competencia de los profesionales socio-sanitarios (Skilled WorkForce, WFS). Estas tres dimensiones referentes a los sistemas de apoyo a los BPSD deberían ser adaptadas e implementadas en toda fase del recorrido del paciente: para la prevención y la gestión de BPSD menores, para las crisis mayores de BPSD y para la fase de post crisis, incluida la prevención secundaria. Estas implementaciones se deben proyectar teniendo en cuenta una estrecha colaboración entre directivos, servicios socio-sanitarios, profesionales, asociaciones de pacientes y familiares. La información al público sobre la prevención y la gestión de los BPSD y de los riesgos de los antipsicóticos debería ser parte de campañas de sensibilización para reducir el temor y el estigma referente a la demencia. Se deben desarrollar ambulatorios SCD para las personas con BPSD, porque es crucial prevenir y manejar precozmente los BPSD. El conjunto de estas intervenciones incrementará la posibilidad de que las perso- DH84esp.indd 52 dolentium hominum n. 84-2014 nas afligidas por demencia puedan vivir en casa propia por un tiempo lo más largo posible. Se deberían crear team móviles con competencias específicas para la asistencia a los BPSD, ya sea en un contexto de asistencia domiciliaria o de RSA. La respite care es necesaria porque es crucial para sostener a los caregiver dándoles la posibilidad, cuando es necesario, de suspender transitoriamente la asistencia a la persona. El análisis de la literatura muestra que una buena salud del caregiver puede prevenir los BPSD. La respite care incluye centros diurnos, colocación temporal para las personas con demencia y profesionales a domicilio para sostener al caregiver. Se deben crear unidades dedicadas a los BPSD en las RSA y en los hospitales porque el desarrollo de este tipo de unidad de asistencia o de hospitalización ya se ha demostrado de considerable ayuda para las personas con BPSD mayores en diversos Estados europeos. Se debe promover el uso de una cartilla socio-sanitaria compartida del paciente, en cuanto representa un óptimo instrumento, indispensable para un acercamiento multidisciplinario. Se ha demostrado de gran utilidad un team especializado multidisciplinar guiado por un enfermero que comprenda terapeutas psicomotores y ocupacionales en la prevención y en el tratamiento de BPSD menores, en personas con demencia asistidas a domicilio. En lo que se refiere a BPSD más graves, puede ser útil la intervención de un médico y de un psicólogo para la prevención de las hospitalizaciones en emergencias. En términos de sanidad pública, las intervenciones de primera línea para la prevención y la gestión de los BPSD deberían ser las intervenciones psicosociales (PsychoSocial lnterventions, PSI), y en particular, el primer nivel debería ser representado por los programas psico-educacionales. Esto en razón del hecho que los PSI son eficaces en los trastornos comportamentales (agitación, agresividad, arrebatos de ira, depresión y comportamientos repetitivos diferentes de la psicosis) y más seguros de los antipsicóticos. En primer lugar, se deben efectuar valoraciones más precisas de los PSI en asociación a terapias no farmacológicas para identificar cual estrategia es la más eficaz; la valoración se debe efectuar también en términos económicos. Los programas psico-educacionales deben formar parte de programas nacionales para la demencia. Esto en razón del hecho que los PSI y los programas psico-educacionales son eficaces para prevenir los BPSD y fáciles de implementar. Se ha demostrado un aumento de la eficacia con el empleo de un modelo teórico y con la participación activa de los caregiver. Las recomendaciones referentes a los derechos, la autonomía y la dignidad de las personas afligidas por demencia. Representan una verdadera y real emergencia desde el punto de vista ético. Una persona con diagnóstico de demencia no debe ser automáticamente considerada incapaz de ejercer su derecho de elección. La presunción de competencia debe ser garantizada a la persona con demencia en el curso de la enfermedad. Cuando la persona con demencia es incapaz de decidir por sí sola, debe ser implicado el proxy individuado en el sistema de asistencia. Sólo cuando la persona con demencia no es más capaz de decidir, el proxy y el profesional encargado del cuidado deben tener en cuenta las disposiciones anticipadas (si las hay) o a los precedentes valores e intereses de la persona La competencia debe ser valorada de conformidad con un acercamiento caso-por-caso y debería ser repetida para cada decisión importante sobre la asistencia y en el tratamiento. Cuando se valora la competencia para cada decisión importante concernientes la asistencia y sobre el tratamiento. Cuando se evalúa la competencia de una persona, se deben tener en consideración los factores contextuales, incluidos los factores médicos, psicológicos y sociales. La evaluación de la competencia de la persona en el tomar una decisión sobre la asistencia y en el tratamiento debe ser hecha por un profesional sanitario calificado y experto. En muchos casos, pero no en todos, será el médico de cabecera. Sin embargo, la persona no debe decidir sola en todos los casos y las situaciones. Si es considerado apropiado, él o ella debe tener en cuenta las opiniones de otros (médicos, conocidos y parientes, asistentes sanitarios, asis- 23/10/14 18:00 dolentium hominum n. 84-2014 tentes sociales, psicólogos, etc.). Se considera necesaria una ulterior investigación para el desarrollo y la validación de instrumentos de valoración eficaces y prácticos, sobre todo para las personas con un trastorno cognitivo progresivo como la demencia. El testamento biológico es un medio para proporcionar una asistencia de elevada calidad en línea con los deseos y las voluntades de la persona con demencia, y no un objetivo separado o el producto final de una programación anticipada de la asistencia. Las autoridades nacionales están invitadas a proporcionar un cuadro jurídico en el cual insertar el testamento biológico que se adapte a las necesidades específicas de las personas con demencia. Es necesario implementar, desarrollar ulteriormente y diseminar modelos adecuados y buenas prácticas orientadas específicamente a personas con demen- 53 cia, desde el momento que todos son portadores de interés (stakeholder) como pacientes, familiares, caregiver profesionales y no profesionales, organizaciones sanitarias, etc. hay que hacerles conscientes de las especificidades y de la complejidades referentes a la programación anticipada de la asistencia y al testamento biológico para las personas con demencia. Si bien el uso del testamento biológico debería ser estimulado, ninguno puede estar obligado a redactar un testamento biológico. En el caso de que una persona no desee afrontar cuestiones referentes a futuros tratamientos y asistencia o cuestiones relacionadas con el término de la vida, dicho deseo debe ser respetado. Los médicos y los demás agentes sanitarios implicados en la asistencia a las personas con demencia deben ser formados adecuadamente en torno a la programación anti- cipada para la asistencia o sobre el empleo del testamento biológico. Conclusión El tema de las enfermedades neurodegenerativas representa un verdadero desafío para la sociedad moderna. El impacto en términos económicos, sociales y éticos es relevante y lo será cada vez más en el inmediato futuro, tanto para los países occidentales como para aquellos en vías de desarrollo. La complejidad del fenómeno requiere quizás por vez primera en la historia de la medicina una extraordinaria capacidad de governance capaz de integrar competencias y saberes muy diferentes entre ellos. Todo esto debe tender eficazmente a mejorar el nivel de asistencia de los millones de personas afectadas y de sus familiares. 4. El concepto de tratamiento sostenible come respuesta al “rationed treatment” en la condición crónica de las personas afligidas por enfermedades neurodegenerativas Prof. Christoph F. von Ritter, Md, PhD Director del ‘RoMed Klinik Prien am Chiemsee’ - Alemania Consultor del Pontificio Consejo para los Agentes Sanitarios C ada vez es más preocupante el aumento de la incidencia de las enfermedades neurodegenerativas en las personas ancianas, junto con un probable cambio demográfico, debido a la mayor duración de la vida y de la disminución de la tasa de natalidad. Con la pérdida de la estructura tradicional de la familia, la sociedad está cada vez más implicada en el cuidado y en la asistencia a las personas ancia- DH84esp.indd 53 nas. Se considera que los recursos de los que dispone son insuficientes para enfrentar esta demanda creciente. Entre las consecuencias hay una solicitud cada vez más impelente para limitar los recursos y, como modo más radical para resolver el problema: la petición de la legalización del suicidio asistido y de la eutanasia. El Papa emérito Benedicto XVI describió este problema como una especie de prueba para la humanidad de la sociedad moderna. Además, la Iglesia católica, como uno de los mayores dispensadores de cuidados y de asistencia sanitaria en todo el mundo, no puede permanecer de lado ante el problema, y por lo mismo se encuentra frente a grandes desafíos. De aquí nues- tra responsabilidad de profundizar la cuestión referente a una solución humanamente sostenible para este problema. Para proporcionar una respuesta, ante todo hay que analizar atentamente la situación actual. Obviamente se deben adecuar los conceptos tradicionales. El acercamiento tradicional enseña que la ciencia y la economía si se aplican de modo apropiado tienen la capacidad de encontrar una solución a casi todos los problemas. En efecto, el siglo apenas pasado, gracias a los descubrimientos científicos, ha producido soluciones extraordinarias para los grandes problemas sanitarios. Se ha desarrollado una mayor comprensión de los mecanismos de las enfermedades gra- 23/10/14 18:00 54 cias a mejores instrumentos diagnósticos y terapéuticos, que ha permitido controlar de manera eficaz las afecciones. Son ejemplos de dicho acercamiento positivo la lucha contra la mayoría de las enfermedades infectivas, los progresos en la prevención y en el cuidado de diversos tipos de cáncer y, quizás aún más importante, el tratamiento eficaz del dolor. En particular, ha habido progresos impresionantes en el campo de la medicina que, en efecto, han contribuido a limitar el sufrimiento humano. Paradójicamente, los progresos de la ciencia y de la medicina son responsables en parte de los problemas actuales. Los progresos de la medicina moderna están relacionados estrechamente con el mayor número de enfermedades crónicas y con su mayor duración. En el caso de las enfermedades neurodegenerativas, la investigación no ha logrado encontrar hasta ahora una cura eficaz. Los hombres de ciencia están estudiando empeñosamente el eslabón que falta entre la edad y las enfermedades neurodegenerativas. Pero aunque los resultados de estos estudios podrán dar luces sobre una vejez sana y sobre otra que no lo es, y podrían ayudar también a desarrollar estrategias para llegar a conocer el surgimiento de las enfermedades neurodegenerativas, no tenemos la misma confianza de que la ciencia llegue a resolver totalmente el problema. Aun si la ayuda económica a la investigación en este campo ha aumentado considerablemente, esto no ha servido para restituir la confianza inicial. Las tentativas realizadas a nivel individual para dar una seguridad económica a la vejez, han aumentado dramáticamente los volúmenes de los fondos de pensión. Y no obstante estos fondos hayan escapado a la reciente crisis financiera, ellos no han producido la seguridad esperada. De todos modos, parece que algunas tentativas han logrado enfrentar el problema en el modo tradicional. La Emeritus Ltd, que se ha auto proclamado “líder del sector asistencial”, se ha especializado en la cura y en la asistencia a las personas ancianas. La sociedad ha tenido un buen ritmo en la Bolsa gracias al lema que había escogido: “Nuestra familia está empe- DH84esp.indd 54 dolentium hominum n. 84-2014 ñada por la vuestra”; sin embargo, este acercamiento comercial para resolver el problema de la creciente demanda de cuidados y asistencia a los ancianos, recientemente el tribunal lo ha juzgado como “fraude”. La sociedad ha sido condenada a pagar una multa de 22 millones de dólares, lo cual es otro ejemplo demostrativo del fracaso de un acercamiento orientado al mercado para encontrar una solución sostenible. En su conjunto, todos los conocimientos y las técnicas que aplicamos con éxito en las sociedades modernas parecen fracasar frente al creciente número de ancianos afligidos por enfermedades neurodegenerativas. Asistimos al derrumbe de la torre de Babel y, con ella, a la destrucción de la confianza que la humanidad pueda resolver todos los problemas, y al final alcanzar el cielo y ser como Dios. Hemos perdido confianza y prevalecen el caos y el temor. Además, ya no hay más la solidaridad y la comunicación se ha vuelto imposible porque las personas hablan lenguas diferentes, esto es, empleando conceptos diversos. Indudablemente, el derrumbe de la torre de Babel refleja de cerca la situación actual y nos enseña mucho en torno a la base y sobre el origen del problema que estamos viviendo: es el orgullo materialista de la humanidad basado en el raciocinio que nos hace creer que con recursos materiales suficientes el hombre puede crear su universo y gobernar el mundo. Esta idea está presente profundamente en la sociedad moderna y determina la visión antropológica. Esta última, basada en la filosofía utilitarista, es la razón más profunda del aumento del pánico y de la paranoia general a la que asistimos actualmente. La concepción utilitarista del valor y de la dignidad del hombre está concentrada fuertemente en la capacidad racional del hombre y en su capacidad de acrecentar el bien común de la sociedad. Como declara Thomas Hobbes: “La dignidad del hombre, su valor público … es el valor que el Estado ha establecido para él”. Esta idea del hombre disminuye inevitablemente el valor de la vida de las personas ancianas y hace que su existencia sea totalmente inútil en caso de una enfermedad neurodegenerativa. Aquí encontramos la explicación del pánico que caracteriza a la sociedad moderna. La consecuencia lógica de una antropología basada en una filosofía positivista y utilitarista es que la vida de cada persona se vuelve inevitablemente inútil con el aumentar de la edad. Nuestra dignidad humana disminuirá según como la edad o las enfermedades nos vuelvan incapaces de hacer algo para el bien común. Nuestra vida estará aún más en peligro en el momento en que ya no tendremos más la capacidad de manifestar nuestras necesidades y defender nuestros intereses. Por consiguiente, la paranoia que ha afectado a los que viven en las sociedades occidentales es absolutamente realista. El peligro nace de la filosofía materialista y utilitarista de nuestras sociedades, que lleva inevitablemente a una “guerra contra los débiles”. Inevitablemente, esta idea del hombre disminuye el valor de la vida de las personas ancianas y considera su existencia totalmente inútil en caso de una enfermedad neurodegenerativa. Aquí encontramos la explicación del pánico que caracteriza a la sociedad moderna. La consecuencia lógica de una antropología basada en una filosofía positivista y utilitarista es que la vida de cada persona se vuelve inevitablemente inútil conforme como aumenta su edad. Nuestra dignidad humana disminuirá poco a poco que la edad o las enfermedades nos hagan incapaces de hacer algo por el bien común. Nuestra vida estará aún en peligro en el momento en que ya no seremos capaces de manifestar nuestras necesidades y defender nuestros intereses. Por consiguiente, la paranoia que ha afligido a los que viven en las sociedades occidentales es absolutamente realista. El peligro nace de la filosofía materialista y utilitarista de nuestras sociedades que lleva inevitablemente a una “guerra contra los débiles”. El filósofo utilitarista Savulescu, del Oxford Center of Ethics, nos proporciona un buen ejemplo de las consecuencias de un pensamiento utilitarista limitado. Entrevé una sola posibilidad para los ancianos de recuperar al menos en parte la propia dignidad en la vi- 23/10/14 18:00 dolentium hominum n. 84-2014 da: su propuesta es la de suicidarse y de donar sus órganos. De este modo, las personas ancianas pueden contribuir, al menos en parte, al problema de la escasez de órganos para los trasplantes y dar un aporte a la sociedad (D. Wilkinson and J. Savulescu, Bioethics 2012 January; 26(1): 32–48). Con este análisis del problema podemos regresar al tema original de esta intervención, la cuestión si existe una solución sostenible y humana para el tratamiento de los pacientes ancianos afligidos por enfermedades neurodegenerativas. Es obvio que una solución sostenible debe provenir de un total cambio de la visión antropológica actual. Nos lo ofrece la enseñanza cristiana que considera al hombre a imagen de Dios. El hombre tiene un valor intrínseco; no sirve una finalidad. Por tanto, el hecho que un ser humano esté en la capacidad de añadir más o menos algo a la sociedad es totalmente irrelevante. En este contexto, la discapacidad claramente no desvaloriza la dignidad de una persona: antes bien, el discapacitado tiene una dignidad intrínseca que lo lleva más cerca a Cristo. La persona que cura y asiste a los enfermos puede acercarse más a Cristo y más aún a la eternidad. En efecto, el tratamiento y la asistencia que proporcionamos al paciente anciano nos eleva más hacia el cielo. El Arzobispo Zimowski, Presidente del Pontificio Consejo para los Agentes Sanitarios, con ocasión de la Jornada Mundial del Enfermo de este año, en Altötting, Alemania, ha afirmado que: “El hospital es el lugar en el que se encuentran el cielo y la tierra”. La persona enferma trae el cielo más cerca de nosotros y nosotros, como agentes sanitarios, somos elevados más cerca al cielo. El paciente con una enfermedad neurodegenerativa no sólo nos lleva más cerca a Cristo, sino tiene mucho que enseñarnos. Este enfermo tiene una vida que no es totalmente guiada por el raciocinio y como un niño se focaliza en el presente, destacándose de las preocupaciones cotidianas y sin preocuparse del futuro. La incapacidad de comunicar verbalmente que estigmatiza a estos pacientes a los ojos de las personas utilitaristas, indu- DH84esp.indd 55 55 dablemente nos presenta una rara posibilidad como ha afirmado el Papa Benedicto XVI: “Si Dios habla al hombre también en el silencio, el hombre igualmente descubre en el silencio la posibilidad de hablar con Dios y de Dios (…). El silencio es parte integrante de la comunicación y sin él no existen palabras con densidad de contenido” (Mensaje con ocasión de la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, 24 de enero de 2012). Además, todos hemos visto que Juan Pablo II ha sido capaz de dar testimonio del Evangelio al término de su vida, sin pronunciar una palabra. La antropología cristiana, pues, ofrece una base excelente para una solución sostenible para el tratamiento y la asistencia al paciente anciano con enfermedades neurodegenerativas. Pero puede escuchar la objeción que se trata sólo de un acercamiento teórico imposible de realizar en la práctica actual. Como yo, muchos de vosotros en la sala están directa o indirectamente implicados en la gestión de la salud. Es necesario ser valientes para pedir una solución humana, basada en la doctrina cristiana, a fin de resolver los problemas ligados con el cambio demográfico y la salud en la sociedad moderna. Debemos defendernos de la acusación de que este acercamiento es puro romanticismo, que no es factible en la práctica y muy poco atractivo para la mayoría. La pregunta es: ¿el acercamiento cristiano es una solución sostenible y factible al problema? La respuesta es simple: ¡ciertamente sí, lo es! ¡Y lo podemos demostrar! La solución cristiana para el cuidado de las personas más débiles ha sido puesta en práctica hace 2000 años y ¡desde entonces ha tenido grande éxito! Como ha afirmado S.E. Mons. Zygmunt Zimowski: “La Iglesia, en adhesión al mandato de Jesús, “Euntes docete et curate infirmos” (Mt 10,6-8), en el curso de su historia de dos mil años, siempre ha considerado el servicio a los enfermos y a los que sufren como parte integrante de su misión evangelizadora”. Curiosamente, pues, la solución a los problemas actuales ha sido proporcionada hace dos mil años, y ha demostrado ser eficaz y atrayente hasta nuestros días. En efecto, la situación hace dos mil años era considerablemente más difícil que hoy. El cristianismo se ha difundido en un contexto histórico que presentaba problemas difíciles al menos como los actuales. Hace dos mil años, la fe cristiana que afirma que cada ser humano es creado a imagen de Dios con su total dignidad, era totalmente desconocida. Además, la convicción que el sufrimiento nos acerca más al cielo era revolucionaria y totalmente contra el pensamiento corriente. Pero este mensaje ejerció una fuerte atracción en las personas desesperadas del templo, hasta el punto que una increíble y rápida expansión del cristianismo tuvo lugar en todo el imperio romano en un breve período de tiempo. El Nuevo Testamento ha vuelto a definir la antropología y la dignidad humana. El Hijo de Dios no tiene un poder terreno y sufre. El más poderoso del universo es crucificado en el modo más vergonzoso. Obviamente, esto está en total contraste con la idea que la dignidad de una persona se basa en la capacidad de defender sus necesidades. Por el contrario, la fe cristiana nos dice que la pérdida de todo poder terreno y el amor y la atención a los enfermos y a los débiles nos acercan a Jesús y a la vida eterna. Impulsados por la fe cristiana, hace 900 años un grupo de cruzados, afiliados al hospital Amalfitano de Jerusalén, dejaron sus armaduras para formar una orden asistencial, la Orden de San Juan de Jerusalén, hoy conocida como Orden de Malta. La visión antropológica de estos hombres era totalmente contracorriente. Ellos trataban a los enfermos con el mayor respeto posible. El paciente era incluso considerado como “el enfermo nuestro maestro”. Esta era la base antropológica de su misión asistencial, y teniendo en cuenta esta base era natural, los caballeros les servían personalmente los alimentos en bandejas de plata. Por tanto, ¿la fe cristiana ofrece una solución al problema, una solución que sea sostenible y que perdurará en el tiempo? ¿Sigue siendo atractiva, hoy? La respuesta es siempre la misma: ¡sí! 23/10/14 18:00 56 Quisiera hacerles un ejemplo: la Orden de Malta es un uno de los mayores dispensadores de asistencia sanitaria en Alemania. Es particularmente activa en el campo de los tratamientos y de la asistencia a los pacientes ancianos con enfermedades neurodegenerativas. Teniendo como base el proyecto Sylviahemmet, querido en Suecia por la Reina Sylvia que ha tenido que ocuparse de su madre enferma de Alzheimer, se ha desarrollado en Alemania una red para el tratamiento y la asistencia a los pacientes con esta enfermedad, ocupándose en particular del ambiente social de los pacientes fuera del hospital. Los agentes que forman parte de esta red han sido formados para tratar al paciente profesionalmente, con respecto y compasión. Es formado incluso el taxista que lleva a casa al paciente después de los tratamientos en el hospital. Pero aún está presente la preocupación por el cambio demográfico y la cuestión si los jóvenes pueden ser atraídos por el concepto cristiano de tratamiento y de asistencia para el paciente anciano que tiene una enfermedad neurodegenerativa. La petición que el Papa Francisco ha dirigido a la Iglesia, de llegar hasta las periferias de la sociedad, ¿ha sido escuchada por las jóvenes generaciones? Creo que también esta vez la respuesta es un claro sí. Los jóvenes están interesados en ir hasta los confines de la sociedad. Pongo un ejemplo: los jóvenes adultos que pertenecen a la Orden de Malta, provenientes de toda Europa, cada año van a Líbano para asistir a jóvenes libaneses con graves discapacidades. Por este servicio y por el proyecto de recolección de fondos para el teatro, que han denominado ‘Lebanon on Stage’, han recibido el prestigioso Premio de la Paz de Westfalia, junto con el Presidente de Naciones Unidas Kofi Annan. Proyectos semejantes a favor de los discapacitados y de los ancianos los organizan los jóvenes en todo el mundo. La solidaridad cristiana, pues, ha sobrevivido por nueve siglos y no ha perdido su atractiva hacia las jóvenes generaciones. Esta es la base para una solución duradera al problema del cual estamos hablando. Nuestro deber, por tanto, es difundir este DH84esp.indd 56 dolentium hominum n. 84-2014 mensaje de gozo en una sociedad en la que la desesperación corre el riesgo de hacernos hundir en una cultura de muerte. Después de lo que hemos dicho hasta ahora, ¡tratemos de ser realistas! Tratar y asistir a un paciente anciano con una enfermedad neurodegenerativa seguramente no es fácil. Cualquiera que se ocupe de estos enfermos por trabajo o por motivos familiares, ha experimentado que asistirlos es un gran desafío; además, a veces uno se siente en el lugar equivocado y en el momento equivocado y nos preguntamos: ¿Por qué ha sucedido a nosotros? ¿No podemos vivir nuestra vida con más libertad y de acuerdo con nuestras exigencias personales y nuestros proyectos con menos obligaciones? Busquemos consolación pensando en Simón de Cirene. Probablemente, también él se habrá sentido en el lugar equivocado en el momento equivocado. Estaba regresando del trabajo de cada día en los campos esperando encontrar un poco de descanso, cuando improvisamente fue obligado a cambiar sus planes y tuvo que ayudar a un hombre aplastado por el peso de la cruz que cargaba. De este modo debía cambiar completamente su proyecto: en vez de caminar hacia Jerusalén tuvo que hacer marcha hacia atrás y encaminarse hacia el Gólgota. Debe haber pensado que esta era para él una gran adversidad y una injusticia, y probablemente se habrá preguntado por qué esta desgracia había acontecido precisamente a él, a un extranjero de Cirene, que ni siquiera conocía a ese pobre hombre. ¿Dónde estaban los amigos de ese hombre y sus familiares, que habrían podido ayudarlo en esa situación de sesperada? ¿Por qué había sido elegido precisamente él para llevar la cruz? ¡Ciertamente no era responsable de esa crucifixión, mientras habrían debido ayudarlo los que eran responsables! Aún más, debe haber pensado que ciertamente ese hombre estaba destinado a morir, y ¿por qué prolongar su sufrimiento, su vida indigna? Dejadlo morir inmediatamente, tened piedad de él al final de su vida y terminen con sus sufrimientos. Su vida ya no tiene más sentido, ayudándolo se prolonga sólo su sufrimiento. Aquí la Biblia nos narra otra historia de increíble actualidad, que hace ver claramente la situación en que se encuentra la mayoría de nosotros cuando nos ocupamos de los pacientes ancianos. Pero Simón carga la cruz sobre sus espaldas, para ayudar a Cristo a lo largo del camino. Ésta se revelará un vuelco increíble en su vida: se ha vuelto casualmente parte del proyecto de Dios. Por un caso se ha puesto en la posición de ayudar al Mesías, de levantar la propia vida a un nivel en el que es capaz de sostener íntimamente la acción divina. Se dará cuenta mucho más tarde, pero estará agradecido al Señor porque su vida ha recibido un sentido más elevado precisamente en el momento en que se ha sentido en el lugar equivocado y en el momento equivocado. La historia de Simón de Cirene nos enseña que los momentos de mayor desesperación en realidad pueden ser los momentos más privilegiados en nuestra vida, y nos presentan porque podemos alcanzar una relación más estrecha con Dios. Del mismo modo, la situación dramática de nuestra sociedad, en la que parecen aumentar los pacientes ancianos con enfermedades neurodegenerativas, podría haber sido enviada para hacernos cambiar radicalmente nuestros planes y nuestras actitudes, para hacernos tomar la cruz y seguir a Cristo. Por más difícil que esto sea al comienzo, se podría revelar un momento privilegiado en la historia de nuestra sociedad. He aquí que este mensaje de gozo, en vez de desesperación, se debe hacer conocer a las sociedades modernas afligidas por el pánico, para liberarse de la paranoia según la cual la vejez y la pérdida de las capacidades racionales hacen indignas e inútiles a estas personas. Hay una solución sostenible a este problema, que se ha demostrado eficaz en el curso de los últimos dos mil años: la sociedad no debe hundirse en una desesperada cultura de muerte, en una guerra contra los débiles que tiende a eliminar a los ancianos afligidos por una enfermedad neurodegenerativa, pero hay una solución que ofrece una ayuda al anciano enfermo, mientras eleva más cerca al cielo a quien se ocupa de él. 23/10/14 18:00 dolentium hominum n. 84-2014 57 SEGUNDA SECCIÓN Investigación y curación: utilidad actual y en perspectiva 1. Genética y Medicina Predictiva Prof. Giuseppe Novelli Rector de la Universidad de Estudios de Roma Tor Vergata, Italia L a insistente necesidad de fármacos eficaces y sin toxicidad constituye una prioridad para la investigación farmacéutica. Los fármacos representan los productos industriales que deben satisfacer los requisitos que la sociedad pone para garantizar la propia salud y el propio desarrollo social y económico. Por esta razón dichos medicamentos deben ser eficaces en cada persona y sobre todo no deben causar acontecimientos adversos o inducir riesgos de una patología diferente de aquella por la cual el paciente sigue un tratamiento. El objetivo principal de la investigación farmacéutica es la innovación de la terapia a través del descubrimiento y el desarrollo de nuevos compuestos capaces de asegurar un beneficio incremental para el paciente y/o la sanidad. En términos de calidad, la innovación farmacéutica ha sido objeto de evaluación de parte de algunos autores que, analizando los dossier depositados ante las autoridades regulatorias para la registración de los fármacos, han observado que sólo un porcentaje menor de éstos presentaría un valor añadido con respecto a los tratamientos precedentes. La disponibilidad de los conocimientos genómicos, hoy, permite hacer más eficaz el proceso de descubrimiento de nuevos fármacos, mediante la identificación de nuevos blancos biológicos (“el blanco más apropiado para cada enfermedad”) y mejorar la eficacia y la tolerabilidad del fármaco a través de la personalización del tra- DH84esp.indd 57 tamiento preventivo o terapéutico en base a las características genéticas del paciente (“el fármaco más apropiado para cada paciente”. Con el término Medicina Personalizada o medicina de precisión se entiende hoy el modelo de medicina que se caracteriza por la posibilidad de identificar la susceptibilidad de una sola persona a las enfermedades comunes, de medir el nivel de riesgo, de personalizar la terapia de conformidad con la constitución genética del paciente y de ofrecer nuevas opciones terapéuticas basadas en la interacción de los fármacos con nuevos blancos moleculares a fin de asegurar en lo posible el mejor resultado en términos de salud. Alcanzar dichos objetivos no depende sólo del desarrollo del conocimiento científico, sino también de la adecuada gestión de las implicaciones éticas, legales y sociales asociadas con la investigación y con la aplicación de las nuevas tecnologías. La medicina personalizada se basa en un presupuesto fundamental: la diferencia de las personas, de su patrimonio genético y de la respuesta que cada grupo de células da a una eventual variación genética. Generalmente, los seres humanos difieren entre ellos en cerca de seis millones de nucleótidos (las unidades que componen una molécula de ADN) en sus genomas. Cada persona, pues, debe ser tratada como un individuo único y no como una especie de media estadística. Precisamente estudiando el perfil genético o efectuando un test genético específico para cada individuo, se puede valorar la eficacia de un determinado fármaco, los eventuales efectos adversos e incluso el dosa- je más indicado para cada uno de los individuos. En la actualidad, son más de 300 los fármacos por lo que se prevé o se recomienda la ejecución del test. En algunos casos, los resultados han sido incluso extraordinarios, como por ejemplo ha sucedido con el ‘Abacavir’, el principio activo de un medicamento para el tratamiento del SIDA. Antes de que se introdujera el test pre-tratamiento en el 2008, se habían verificado casos gravísimos de reacciones adversas que habían llevado incluso a la muerte. Gracias al test genético, ahora se evita el peligro. En ámbito oncológico, con frecuencia se utilizan los test en dos niveles: para establecer terapias ad hoc y para evaluar el riesgo individual de enfermarse. Sin embargo, para llegar a la ejecución del test el recorrido es largo y articulado y prevé que sea el médico de familia que haga el primer filtro, identificando a los pacientes que efectivamente necesitan una asesoría genética. Se llega así al experto genetista que evaluará el riesgo de ese particular individuo a través de cuestionarios, coloquios y encuestas sobre su estado de salud, su historia y su estilo de vida. Actualmente se están desarrollando estrategias de medicina personalizada en todos los campos, sin excluir alguno, desde las enfermedades denominadas complejas (cardiovasculares, neurodegenerativas, inmunológicas, tumores), hasta las dietas. La medicina personalizada está revolucionando la medicina práctica y a la vuelta de 10 años, cada uno tendrá el genoma secuenciado como parte de la propia cartilla clínica y, por tanto, también el fármaco apropiado. El desarrollo de la Medicina 23/10/14 18:00 58 Personalizada depende de la disponibilidad de test genéticos predictivos de enfermedad y de respuesta a la terapia. La demostración del valor y de utilidad clínica de estos test representa la condición fundamental para su adopción en la práctica médica y sanitaria. Los test predictivos de “susceptibilidad” genética a la enfermedad, (o también los fármaco-genéticos) representan a la tecnología como base de la denominada medicina predictiva, es decir, de la capacidad de identificar la susceptibilidad o la resistencia de una persona ante una enfermedad común (o la susceptibilidad para desarrollar un efecto colateral o para no responder a cierto fármaco). Implicaciones éticas, legales y sociales de la Medicina Personalizada Las implicaciones éticas, legales y sociales de la Medicina Personalizada, referidas tanto a la investigación como a la aplicación en la práctica médica, no son cualitativamente diversas de aquellas de la investigación genética en general y, por tanto, los instrumentos conceptuales y normativos elaborados por esta última por principio pueden valer también para la primera, aunque con alguna especificidad. Dichas implicaciones, se refieren esencialmente a: – la gestión de las informaciones genéticas y de los aspectos referentes al consenso informado, a la privacidad y a la confidencialidad; – la estratificación o diferenciación entre los pacientes – la equidad en el acceso a los cuidados médicos. El problema fundamental de la investigación genética de interés para el desarrollo de la Medicina Personalizada, ya sea orientada al desarrollo de test predictivos de enfermedad o de test de respuesta al fármaco, se refiere al control del flujo de las informaciones. Para identificar la relación entre la variabilidad genotípica, predisposición a la enfermedad y respuesta a los fármacos, la investigación tiene necesidad de recoger, conservar y analizar las muestras de ADN capaz de generar una cantidad enor- DH84esp.indd 58 dolentium hominum n. 84-2014 me de informaciones correlacionadas con otras características de la persona. Se trata de una exigencia común en todo el sector de la investigación genética y que recientemente ha sido objeto de amplio debate con respecto a la constitución de algunos proyectos, locales o nacionales, de bancos genéticos que se utilicen para la identificación de los genes de susceptibilidad a las enfermedades. La naturaleza de la información generada por un test genético puede variar según el carácter que investiga el test y según la capacidad del test de predecir el fenotipo estudiado (p.e. una enfermedad). Asimismo, son variables las implicaciones éticas y sociales que pueden derivar. Esencialmente, se trata de crear las condiciones para perseguir este beneficio evitando los efectos colaterales negativos en términos de justicia y de equidad en el acceso a los cuidados médicos. Este fenómeno podría acentuarse en el futuro por razones que pertenecen a las políticas de inversión en la investigación farmacológica de parte de las sociedades farmacéuticas. En efecto, la estratificación se preanuncia como un factor de relieve para el desarrollo de nuevos fármacos que tienden a connotaciones genéticas de enfermedades graves, como los tumores y potencialmente, poco a poco que los test se volverán cada vez menos costosos y cada vez más fiables en términos de predicción de la eficacia y de la seguridad de los fármacos, para todo el campo de la investigación farmacológica. Considerada en sí, esta tendencia es indudablemente beneficiosa, pero perseguirla podría ser obstaculizada por factores socio-económicos y de todos modos podría dar lugar a consecuencias inicuas. Es indudable que la investigación en la fármaco-genética está destinada a estratificar en subgrupos tanto a los pacientes (según sus perfiles de respuesta a los fármacos), como a las enfermedades, dando lugar a una nueva “taxanomía molecular de las enfermedades”, es decir, a la idea de que ciertas enfermedades, hasta ahora entendidas como una condición única, en realidad, desde el punto de vista genético, representan un cuadro más heterogéneo y, por tan- to, requieran tratamientos diferenciados, es decir, tratamientos “diseñados a medida” para ese único paciente y en lo posible con menor peso de efectos colaterales. La base ética para el reclutamiento en los estudios clínicos únicamente de los sujetos apropiados y por la exclusión de los no apropiados ya está presente en las normas que actualmente regulan la realización de los trial clínicos: no exponer a los sujetos reclutados en el estudio a riesgos inútiles o excesivos y de todos modos no compensados por algún beneficio: si nosotros sabemos que ese determinado individuo no responde a un determinado fármaco, reclutarlo significaría exponerlo a un riesgo inútil, sin ningún beneficio compensador ni para el paciente ni para la investigación. Una de las criticidades que mueve la investigación genética de población ha sido el “consenso de grupo”, un tema central en la discusión acerca de las implicaciones éticas y sociales de la investigación genética de tipo poblacionista en todos los proyectos – correlacionados con la susceptibilidad a las enfermedades y a la respuesta a las terapias – hasta ahora realizados. La idea central sigue a la preocupación que un determinado individuo, aún si no ha participado directamente (o ha rechazado hacerlo) en una investigación, de todos modos pueda recibir un daño psicosocial (bajo la forma de estigmatización o discriminación) consiguiente al ser percibido como miembro del grupo social, bien identificable, en el cual se conduce la investigación. Por ejemplo se ha hecho la hipótesis que una investigación de fármaco-genética que demostrase que un grupo social identificable según bases étnicas sea no-responder a un determinado fármaco en determinadas condiciones se podría traducir en discriminaciones para el acceso a los tratamientos, que en el caso específico, podrían estar conexos con prejuicios de fondo étnico e implicarían a todos los individuos pertenecientes al grupo, también a los que no han participado directamente en la investigación. Sin embargo, se conoce que la variabilidad genética en un grupo puede ser incluso superior a aquella existen- 23/10/14 18:00 dolentium hominum n. 84-2014 te entre los grupos y, por tanto, el problema no es tanto científico, sino de percepción pública. Por tanto, la solución de la criticidad prevé una profunda obra de formación y de información de la población y se ha auspiciado – en casos especiales y cuando la investigación se refiere a grupos considerados vulnerables – que el logro del consenso informado individual esté precedido y acompañado por una correcta campaña de sensibilización y de consultación. Conclusiones Los resultados que ha logrado la investigación genómica en el último decenio ha permitido sustancialmente el desarrollo de la 59 Medicina Personalizada/Genética Predictiva y la introducción en la práctica clínica de las primeras aplicaciones basadas en nuevas tecnologías capaces de identificar la susceptibilidad a las enfermedades comunes y predecir la respuesta al tratamiento farmacológico. La adecuada introducción de las nuevas tecnologías propias de la Medicina Personalizada requiere la evaluación de pruebas de eficacia, necesarias para orientar las decisiones relacionadas con su empleo. Dichas pruebas se deben generar a través de estudios que sean capaces de verificar la relación causal entre las asociaciones de genotipo y fenotipo (ya sea enfermedad o respuesta a la terapia) que hoy, con cada vez mayor frecuencia, se identifican gracias a la disponibilidad de tecnologías de secuenciación amplia del genoma cada vez más eficaces (NGS). El ulterior desarrollo de la investigación genómica y fármacogenética, requiere la necesidad de una apropiada gestión de las implicaciones éticas, sociales y jurídicas y sobre todo una adecuada formación de los médicos, de los comités éticos, de los agentes y de los administradores sanitarios, de los ciudadanos y de los pacientes. Las recomendaciones elaboradas por expertos de diversas disciplinas permiten administrar la mayor parte de las criticidades planteadas por la investigación de genética clínica, y evaluar y balancear los beneficios y los riesgos a fin de maximizar los primeros y minimizar los segundos. 2. Biotecnologías: de la genómica a la proteómica Dr. Enrico Silvio Bertini Director de la Unidad Operativa de Enfermedades Neuromusculares y Neurodegenerativas, Laboratorio de Medicina Molecular, Hospital Pediátrico Bambino Gesù IRCCS, Roma, Italia A nte todo, definamos los términos del título de esta presentación. Generalmente, por Biotecnologías entendemos el desarrollo tecnológico aplicado al estudio de los organismos vivientes o a los sistemas biológicos. Según esta definición, los seres humanos han utilizado las biotecnologías durante miles de años para obtener productos alimenticios, textiles y otros objetos necesarios empleando los microorganismos en cultivo como levadura, pan, yogurt, queso, vino, cerveza y vinagre. Sin embargo, en los últimos años el término biotecnología indica el uso de la ingeniería genética y de sus técnicas DH84esp.indd 59 asociadas. Más recientemente, esta definición ha encontrado una amplia variedad de aplicaciones, desde la medicina hasta la agricultura. Genómica y proteómica. Estos términos definen las nuevas aproximaciones a la investigación biotec/biomédica, que se han vuelto posibles gracias a los progresos tecnológicos en el campo de la informática y de la elaboración de datos. Genómica y proteómica forman parte de un nuevo sector tecnológico y científico en rápida evolución designado con un término genérico Ómicas. Las “Ómicas” representan una amplia disciplina de ciencia e ingeniería para analizar las interacciones de informaciones biológicas en varias ‘ómicas’ y particularmente la Genómica, la Proteómica y la Metabolómica. El sufijo -oma es un ejemplo de “neo-sufijo” utilizado en numerosos términos médicos, que derivan del griego y terminan con el sufijo griego –ωμα. Dicho sufijo se utiliza hoy en la biología para referirnos a la totalidad de un conjunto. El objetivo principal es: 1) el mapeo de objetos informativos como los genes, las proteínas y los ligandos; 2) encontrar relaciones de interacción entre objetos; 3) ingeniería de las redes y de los objetos para comprender y manipular los mecanismos de regulación, y 4) integración de los valores subcampos de las “Ómicas”. Las ómicas derivan de un neologismo de la lengua inglesa que se refiere informalmente a un campo de estudio en la biología que terminan con -ómicas, como la genómica, la proteómica y metabolómica. El respectivo sufijo -oma es utilizado para dirigir los objetos de estudio de tales campos, como el genoma, proteoma o metaboloma, respectivamente. Las Ómicas tienden a la caracterización colectiva y a la cuantificación de los pool de moléculas biológicas que se traducen en la estructura, la función y las dinámicas de un organismo o de organismos. Genómica funcional tiende a 23/10/14 18:00 60 identificar las funciones del mayor número posible de genes de un determinado organismo. Combina varias técnicas-ómicas, como la trascriptómica y la proteómica. Como ejemplo, otras ómicas más sectoriales son la Lipidómica, correspondiente a todo el complemento de los lípidos celulares, incluidas las modificaciones aportadas a un particular conjunto de lípidos, producidas por un organismo o sistema, y estudia en larga escala de recorridos y redes de lípidos. Se utilizan técnicas de espectrometría de masa; la Glicómica, estudia la suma de todos los azúcares complejos producidos por un organismo viviente, así también el estudio de las moléculas glico-conjugados como los glicoproteínas y glicolípidos. Glicano es otra palabra para designar los polisacáricos (cadenas de azúcares). Estos polímeros desarrollan muchos papeles en las células entre los cuales la participación en la comunicación intercelular. Los Glicanos así como también los Lípidos complejos y los glicolípidos son también parte integrante para mantener juntos los tejidos y para ocupar el espacio entre las células. De modo que el estudio de la glicómica es también una parte importante de la ingeniería de los tejidos. Metabolómica: el estudio de los procesos químicos que implican los metabolitos. Se trata de un estudio sistemático de las huellas químicas únicas que dejan procesos específicos celulares, el estudio de los perfiles de pequeñas moléculas llamadas metabolitos. 1. Genómica La genómica es una ciencia relativamente nueva que se ocupa de anotar todas las secuencias del genoma de un organismo particular. El genoma se puede definir como el conjunto completo de los genes en una célula. Genómica es, pues, el estudio del patrimonio genético de los organismos. Sin embargo, la determinación de la secuencia genómica es sólo el inicio de la genómica. La secuencia genómica es utilizada posteriormente para estudiar la función de los numerosos genes (genómica funcional), para DH84esp.indd 60 dolentium hominum n. 84-2014 confrontar los genes en un organismo con aquellos de otros (genómica comparada), o para generar la estructura 3-D de una o más proteínas de cada familia de proteínas, ofreciendo así indicios para su función (genómica estructural). La genómica se puede considerar como el punto de ingreso para asomarse a las demás ciencias “ómicas”. La información en los genes de un organismo, su genotipo, es responsable en gran parte de la estructura física final del organismo, denominado “fenotipo”. Sin embargo, el ambiente tiene también cierta influencia en el fenotipo. De todos modos, el DNA genómico es sólo un aspecto del complejo mecanismo que explica la función de un organismo – por tanto decodificar el DNA es un primer paso hacia la comprensión del proceso. De modo que, no especifica de suyo todo lo que acontece dentro del organismo. El flujo de base de las informaciones genéticas en una célula (del latín cella) es el siguiente: el DNA es transcripto o copiado en una forma conocida como “RNA”. El set completo de RNA (conocido también como su transcriptoma) está sujeto a alguna modificación (corta y pega) para ser –RNA mensajero, que lleva las informaciones al ribosoma, la fábrica de proteínas de la célula, que luego traduce el mensaje en proteína. La Genómica humana es de importancia fundamental para la salud y el bienestar, utilizados por las empresas como base para la innovación en muchas aplicaciones que abarcan de lo ambiental al sector médico. La genómica es el nombre que se da al campo de estudio y a las metodologías utilizadas para investigar todo el genoma de un individuo utilizando sistemas de elevado rendimiento (high throughput) para el secuenciamiento del DNA genómico. Al respecto se habla de next generation sequencing y de análisis del exoma (WES), o análisis de todo el genoma (WGS). Además, en genómica se estudian los factores que controlan la revelación del mRNA, incluidos mRNA, rRNA, tRNA y otros RNA no codificantes, producto en una célula, o en una población de células. Los progresos en el campo de la informática y de la tecnología de elevada velocidad permiten el estudio de las relaciones entre la expresión de varios genes en tiempos relativamente breves. Hablamos así de Genómica como estudio del genoma de los organismos; Genómica cognitiva que examina los cambios en los procesos cognitivos asociados a los perfiles genéticos; Genómica comparada: estudio de las relaciones de estructura y funciones del genoma a través de diversas especies o familias biológicas; Genómica funcional que describe la interacción funcional gen-proteína y emplea técnicas de microarray; Metagenómica: Estudio de los metagenomas, es decir material genético recuperado directamente de muestras ambientales; Genómica personalizada: rama de la genómica interesada al secuenciamiento y el análisis del genoma de un individuo. Una vez que los genotipos son conocidos, el genotipo de un individuo puede ser confrontado con la literatura publicada para determinar la probabilidad de un fenotipo esperado y el riesgo de enfermedades. Ayuda en la medicina personalizada; en fin, la Epigenómica: estudio del set completo de modificaciones epigenéticas en el material genético de una célula, conocido como el epigenoma. Se emplean aquí tecnologías en el ámbito de los chip y cHIP-SEQ. 2. Proteómica Las proteínas son responsables de un número infinito de tareas dentro de la célula. El set completo de proteínas en una célula se puede indicar como su proteoma y el estudio de la estructura y función de proteínas, y lo que cada proteína en la célula está haciendo es conocido como proteómica. El proteoma es altamente dinámico y cambia de vez en vez como respuesta a diferentes estímulos ambientales. El objetivo de la proteómica es entender de que modo la estructura y la función de las proteínas les permiten hacer lo que hacen, esto es, como interactúan y como contribuyen en los procesos vitales. Una aplicación de la proteómica es conocida como “perfiles de expresión” en los que las proteínas se identifican en cierto tiempo en 23/10/14 18:00 dolentium hominum n. 84-2014 un organismo como resultado de la expresión a un estímulo. La Proteómica significa también desarrollar un mapa de las proteínas – red en la que la interacción entre proteínas puede ser determinado para un particular sistema viviente. La proteómica nos permite mapear la modificación de las proteínas para determinar comparativamente la diferencia entre un tipo salvaje y un organismo genéticamente modificado por una mutación genética. La proteómica nos permite estudiar las interacciones proteína-proteína en condiciones fisiológicas y de enfermedad. Por Proteómica se entiende, por tanto, todo el complemento de proteínas, incluidas las modificaciones aportadas en un particular conjunto de proteínas, producido por un organismo o sistema. Las técnicas más utilizadas son la espectrometría de masa. Como ejemplos de ramas derivadas de la proteómica tenemos: la Inmunoproteómica: estudio de grandes sistemas de proteínas (proteómica) implicados en la respuesta inmunitaria; la Nutriproteómica: identificar los blancos moleculares de componentes nutritivos y no nutritivos de la dieta y emplea proteómica datos de espectrometría de masa para los estudios de expresión protéica; la Proteogenómica: un sector emergente de la in- 61 vestigación biológica a la intersección de proteómica y genómica, el término se refiere comúnmente a estudios que utilizan datos de proteómica, con frecuencia derivados, como espectrometría de masa, para mejorar las anotaciones génicas y para modificaciones post traduccionales; la Genómica estructural estudio de la estructura 3-dimensional de cada proteína codificada por un determinado genoma utilizando una combinación de acercamientos experimentales y de modelación. Un reciente desarrollo de la proteómica aplicado sistemáticamente al estudio de numerosas enfermedades neurodegenerativas y la Redox Proteomics. La premisa es que las proteínas son importantes blancos de especies reactivas del oxígeno y del azoto (ROS / RNS) y numerosas son las modificaciones post-traduccionales, reversibles o irreversibles, que pueden llevar a un cambio en la estructura y/o funciones de la proteína oxidada. Proteómica redox es una rama cada vez más emergente de la proteómica tendiente a identificar y cuantificar los cambios redox –based dentro del proteoma tanto en la señalación redox como en condiciones de estrés oxidativo. Ya es ampliamente aceptada una correlación entre la oxidación de las proteínas y la enfermedad humana, sin embargo sigue siendo un desafío aclarar sus causas y sus efectos. Datos biomédicos crecientes han proporcionado evidencias convincentes para la implicación de perturbaciones en la homesotasis redox en un gran número de condiciones fisiopatológicas y en el envejecimiento. La investigación hacia una mejor comprensión de los mecanismos moleculares de una enfermedad junto con la identificación de objetivos específicos de daño oxidativo es urgente en los últimos años, la proteómica combinando juntos espectrometría de masa (MS), y metodologías basadas en afinidad química han contribuido de modo significativo para proporcionar una mejor comprensión de las modificaciones oxidativas de las proteínas que se verifican en varias muestras biológicas en diferentes condiciones fisiológicas y patológicas. Ya se asiste a un creciente número de artículos originales y artículos de revisión que indican que la proteómica redox, tiene un papel fundamental en el estudio de las proteínas cerebrales modificadas por oxidación en pacientes o modelos animales de la enfermedad de Alzheimer, el morbo de Parkinson, la Adrenoleucodistrofia para el desarrollo de biomarcadores, además de los mecanismos patogenéticos en muchas enfermedades neurodegenerativas humanas. 3. MESA REDONDA Demencias 3.1 El diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer Prof. Bruno Dubois Departamento de Neurología y Centro para la Investigación sobre Demencias Hospital Universitario Salpétrière de París, Francia DH84esp.indd 61 L a enfermedad o morbo de Alzheimer (Alzheimer’s disease-AD) es una enfermedad neurodegenerativa progresiva, que presenta anomalías cognitivas, comportamentales y funcionales. La AD es la forma más difundida de demencia (ligada a la epidemiología): es responsable del 70% de los casos de deterioro cognitivo progresivo en los individuos en edad adelantada1, y la edad es el factor de riesgo más importante. La difusión del AD se duplica cada 5 años después de los 60 años de edad y alcanza el 40% después de los 902. La enfermedad está vinculada al en- 23/10/14 18:00 62 vejecimiento, como es demostrado en los casos de exordio precoz, definidos generalmente como síntomas que se manifiestan antes de los 65 años3. El síndrome de demencia, asociado con una adelantada enfermedad de Alzheimer, tiene características clínicas típicas, que generalmente incluyen varias combinaciones de trastornos de la memoria, anomalías lingüísticas, un deterioro de las habilidades gestuales (apraxia), trastornos de las funciones visivo-espaciales y déficit funcionales. Estas anomalías cognitivas y comportamentales interfieren con las actividades de la vida cotidiana (activity of daily living-ADL), y por tanto la insuficiencia de la ADL se vuelve un indicador y un criterio de base para el diagnóstico de un síndrome de demencia4. Uno se puede servir de cierto número de test efectuados en los pacientes, como p.e. el Mini Mental Status Examination, para cuantificar el estadio de deterioro cognitivo5. Sin embargo, se necesitan test neuro-psicológicos más específicos con una valoración estándar de la atención, de la memoria, del lenguaje, de las funciones ejecutivas y de aquellas visivo-espaciales, para cuantificar los déficit ligados a la AD, y pueden ayudar a distinguir el AD de otras demencias degenerativas. Además, se pueden observar varios trastornos neuropsiquiátricos en pacientes con AD: apatía, disforia y agitación son normales en el curso de la enfermedad6. El diagnóstico clínico de la AD requería tradicionalmente la exclusión de motivaciones alternativas para el declino cognitivo con los exámenes de la sangre, tecnologías de neuroimagen cerebral entre las cuales la tomografía computarizada (computerized tomography - CT) o la resonancia magnética (magnetic resonance imaging - MRI). Actual análisis diagnóstico detallado de la AD No obstante existan elementos suficientes que evidencian los beneficios de una valoración diagnóstica, tratamiento y sostén social precoces en el mundo el DH84esp.indd 62 dolentium hominum n. 84-2014 porcentaje de diagnósticos y de tratamiento de las personas con demencia difiere considerablemente. De todos modos, los médicos generales desempeñan un papel importante en la identificación, en el diagnóstico y en la gestión de los pacientes con demencia. En muchos lugares se han instituido grupos multidisciplinarios para facilitar la gestión de las complejas necesidades de los pacientes y de los agentes operadores sanitarios durante el curso de la enfermedad. El neurólogo y los demás médicos especialistas desarrollan un papel importante en estos grupos y obran juntos a otros profesionales con una formación específica en el campo de las demencias. Diagnóstico clínico Con la considerable excepción de las causas autosómicas dominantes de demencia, no hay algún marcador biológico específico para las demencias degenerativas avaloradas por la práctica clínica. Por tanto, el diagnóstico de AD se hace aún en términos de probabilidades. El diagnóstico clínico se debe basar en criterios que han sido propuestos para acrecentar la fiabilidad y la precisión del diagnóstico. Los criterios del Manual Diagnóstico y Estadístico, en su 3ª edición revisada (Diagnostic and Statistical Manual, 3rd edn, revised - DSM-IIIR)7 y de la National Institute of Neurologic, Communicative Disorders and Stroke – Alzheimer’ Disease and Related Disorders Association (NINCDS-ADRDA)8, han alcanzado una buena sensibilidad (un promedio del 81% de todos los estudios), pero una baja especificidad (un promedio del 70% de los estudios) por ‘probable’ AD4. 1. Historia clínica La historia clínica es una piedra angular de la práctica médica y sirve para focalizar el examen y las investigaciones. La historia debería comprender las formas de exordio de la enfermedad (trastornos progresivos de la memoria con desorientación espacio-temporal en la mayoría de los casos), el esquema de la progresión y el impacto en las actividades de la vida cotidiana (ADL). Son importantes también la historia clínica pasada, la actual co-morbosidad y la historia familiar. Tanto para la presencia de déficit cognitivo, como para la posibilidad de anosognosia, es importante recibir informaciones de una persona que sea extraña a la familia. 2.Valoración de las funciones cognitivas La valoración cognitiva es fundamental para el diagnóstico y la gestión de la AD y debería efectuarse en todos los pacientes. Los test neuropsicológicos cuantitativos de los principales campos cognitivos, entre los cuales la memoria, las funciones ejecutivas y las funciones instrumentales, efectuados posiblemente por personas formadas en neuropsicología, deberían ser tomados en consideración en los pacientes con demencia incierta, prodrómica, leve o moderada, mientras son menos esenciales para los pacientes con demencia grave. Sería necesario sondar estos campos: Funciones cognitivas globales - El Mini-Mental State Examination (MMSE) de Folstein et al.9 puede ayudar para evidenciar déficit cognitivos y si hay aumento de la sensibilidad, si se toma en consideración la disminución de un puntaje extraordinario. Funciones de la memoria – La memoria debe ser evaluada de modo sistemático. Una característica de la AD es el compromiso episódico de la memoria de largo plazo. Word recuerda, como p.e. el Rey Auditory Verbal Learning Test (RAVLT) está en grado de distinguir entre los pacientes con AD y aquellos sin demencia10. Sin embargo, una adecuada codificación de informaciones debería ser sometida a control, para excluir la influencia de la depresión, del ansia o de otros estados emotivos a los problemas cognitivos. La preescucha semántica podría ayudar en la separación de la recuperación para los déficit de memorización, como se propone en el Free and Cued Selective Reminding Test (REF). Funciones ejecutivas – La pérdida de las funciones ejecutivas comporta una disminución de la fluidez verbal con reducción del 23/10/14 18:00 dolentium hominum n. 84-2014 lenguaje, estereotipias verbales y ecolalia, el perseverar de “set mental” (fenómeno de endurecimiento cognitivo); déficit en la recuperación, trastornos de atención, pensamiento concreto y en algunos casos desinhibición, adaptación alterada y comportamientos incontrolados. Estos déficit actualmente son valorados con el Wisconsin card sorting test11, el Trail Making test12, el Stroop test13, los test para la fluidez verbal14, y el test para la ordenación de las cifras15, que activan los procesos cognitivos necesarios para las funciones ejecutivas. Funciones instrumentales – También el lenguaje (trastornos de la comprensión y de la expresión con denominación), la lectura y escritura, la praxis (ejecución y reconocimiento de reflejos o gestos simbólicos) y las capacidades visivo-espaciales y visivoconstructivas pueden estar comprometidas en el curso de la AD. 3.Valoración de los síntomas comportamentales y psicológicos Varios términos, incluidos los ‘síntomas comportamentales y psicológicos de la demencia’ (behavioural and psychological symptoms of dementia - BPSD) o las ‘características neuropsiquiátricas’ son usados para describir una serie de síntomas que son comunes en la AD y que contribuyen de modo concreto al sufrimiento del paciente y de quien se ocupa de él. Ellos constituyen con frecuencia un factor importante que lleva a la prescripción de fármacos psicótropos y a cuidados que se efectuarán en el propio domicilio. Su decurso temporal varía, como p.e. la apatía, la depresión y el ansia tienden a verificarse en las primeras fases de la AD, mientras los delirios, las alucinaciones y la agitación aparecen en los estadios más adelantados. Los BPSD se pueden agravar o ser causados por una co-morbilidad somática. Los pacientes con psicosis muestran un declino cognitivo más rápido con respecto a los que no lo tienen, y las características neuropsiquiátricas pueden presagiar una mayor tasa de alteración en demencia con respecto a los pacientes con diagnóstico de DH84esp.indd 63 63 MCI16. La identificación escrupulosa de los BPSD es esencial, tanto para el diagnóstico, como para la gestión de los pacientes con demencia, pero con frecuencia dichos síntomas podrían no ser revelados por los pacientes o por quien los asiste, hasta cuando no se vuelven intolerables o precipitan en la crisis17. Se han preparado varios instrumentos de valoración para este objetivo, en una investigación no sólo sobre la presencia o la ausencia de síntomas diversos, sino también sobre su frecuencia, la gravedad y el impacto en las personas que asisten a estos enfermos. Generalmente uno se basa en el informe de un informador que debería tener contactos regulares con los pacientes. El empleo repetido de estos instrumentos puede resultar útil también en el monitoreo de los efectos de las intervenciones terapéuticas. Las escalas de valoración más adecuadas comprenden el Neuropsychiatric Inventory (NPI)18 y el BEHAVE-AD19. La característica neuropsiquiátrica más común es la apatía (72%), seguida por la agresividad/agitación (60%), el ansia (48%) y la depresión (48%)20. La apatía y la inercia pueden verificarse independientemente de la depresión del humor y pueden ser particularmente frustrantes para los agentes sanitarios, sobre todo en las fases iniciales. El ansia y la agresividad pueden ser causas muy persistentes y frecuentes de hospitalización. El ansia se puede manifestar físicamente con tensión, insomnio, palpitaciones y falta de respiro, y también con excesiva preocupación y temor especialmente si la persona está separada del cónyuge o de quien la asiste. La depresión del humor debe ser valorada independientemente por la pérdida de peso, de las alteraciones del apetito y de los trastornos del sueño, que pueden manifestarse como características de la AD. Los delirios son comunes en la demencia, generalmente se refieren a ladrones, intrusos o impostores, y con frecuencia se manifiestan bastante vagamente y son transitorios. Se basan especialmente en la amnesia e interpretaciones erradas. En la fase adelantada de la AD se pueden presentar alucinaciones, errores de identificación y alucinaciones, particularmente en los enfermos con discapacidad a la vista o al oído. Actividades sin objetivos, como el hurgar, son características de la AD. Los trastornos del sueño pueden ser secundarios a otras características psiquiátricas y se pueden asociar a somnolencia diurna. 4.Valoración de las actividades de la vida cotidiana El empeoramiento de las capacidades funcionales es un componente importante en el síndrome de demencia. La valoración de las funcionalidades en la vida cotidiana forma parte del proceso diagnóstico y permite que los médicos valoren la necesidad de un cuidado personal y/o a nivel de institución. Se emplean diversas escalas para medir de modo objetivo estas capacidades; ellas se basan principalmente en el coloquio con el paciente y con quien se ocupa de él. Son los dos campos clásicos que son valorados, y que son aquel básico o general (como comer, vestirse, etc.) y aquel de las actividades instrumentales (como el empleo de aparatos, hacer compras). Las escalas de valoración empleadas con mayor frecuencia incluyen: la Alzheimer Disease Cooperative Study (ADCS) ADL Scale21, el Functional Activities Questionnaire (FAQ)22; el Progressive Deterioration Scale (PDS)23, y el Disability Assessment for Dementia (DAD)24. Neuroimágenes Tradicionalmente, la imaging ha sido considerada un medio importante únicamente para excluir causas tratables de demencia. La neuroimaging (neuroimágenes) actualmente es una de las investigaciones accesorias más importantes utilizada en el iter de las demencias para ayudar en el diagnóstico y para tomar decisiones con respecto a la gestión de la enfermedad. 1.Tomografía computarizada La tomografía computarizada (computed tomography - CT) se utiliza en gran parte para excluir 23/10/14 18:00 64 otras enfermedades que son potencialmente susceptibles al tratamiento, p.e. tumores, hematomas hidrocéfalo. El rendimiento de este procedimiento ha sido objeto de debate pero probablemente se encuentra entre el 1% y el 10%, y también puede ser inferior25,26. Dado que Gifford et al.27 han demostrado que hay una considerable incertidumbre en el resultado, subrayando las normas clínicas predictivas para identificar qué pacientes con demencia deberían ser sometidos a neuroimágenes y que la aplicación de estas normas podría no incluir a pacientes con causas potencialmente reversibles de demencia, se considera generalmente que una investigación de imaging estructural en la valoración de un paciente con sospecha de demencia debería ser efectuada de rutina. 2.Resonancia magnética La resonancia magnética (magnetic resonance imaging - MRI) se puede emplear por las mismas razones que la CT, pero tiene la capacidad de aumentar la especificidad de la sensibilidad, ya bastante elevada, del diagnóstico clínico. La MRI puede mostrar argumentaciones específicas relacionadas con la AD, como una reducción del volumen del hipocampo, que puede ser visto en las secciones coronales. La atrofia del hipocampo es uno de los primeros marcadores específicos de la AD. 3.Tomografía computarizada por emisión de fotón único y tomografía por emisión de positrones La tomografía computarizada por emisión de fotón único (single photon emission computed tomography - SPECT) y la tomografía por emisión de positrones (positron emission tomography PET) con frecuencia se emplean como parte del work-up sobre todo en las memorias clínicas y como complemento al imaging estructural de cuestiones diagnósticas diferenciales problemáticas. Comunicación del diagnóstico Particular interés tienen para los médicos especialistas las nor- DH84esp.indd 64 dolentium hominum n. 84-2014 mas referentes a la comunicación del diagnóstico a la persona, en vez que a su familia. La mayor parte de los países europeos no han establecido el derecho a un diagnóstico en derecho absoluto, sin posibles excepciones, y la mayor parte de las legislaciones consiente a los médicos que se abstengan de revelar un diagnóstico cuando se considera que tanto en el interés de la persona o cuando se considera que dicha comunicación pueda provocar ‘serios daños’ a la salud física o mental del paciente28. Sin embargo, está surgiendo cierto consentimiento29 favorable a la comunicación del diagnóstico a la persona cuando esta última esté en la capacidad de comprender. Se ha demostrado que dicha comunicación alivia el ansia de la incertidumbre y maximiza la autonomía individual y la elección cuando se proporcionan las informaciones necesarias para el proceso decisional y de planificación anticipado30, incluida la decisión de dar el consentimiento informado a proyectos de investigación y a la autopsia. En todo caso, la comunicación del diagnóstico se debe hacer con delicadeza y debe estar acompañada de informaciones sobre las consecuencias y sobre la progresión de la enfermedad, así como sería necesario abastecer los contactos útiles como el de la asociación para curar el Alzheimer, a nivel local o nacional. En los países en los que es posible hacerlo, los médicos deberían animar a los pacientes a elaborar anticipadamente las directivas sobre eventuales preferencias de tratamiento y cuidados futuros. Nuevo cuadro diagnóstico de la AD Teniendo en cuenta los criterios originales NINCDS-ADRDA31, el diagnóstico de probable AD requiere un procedimiento en dos fases. En primer lugar, el síndrome de demencia debe ser indicado mediante un examen clínico, documentado por un cuestionario sobre el estado mental, y confirmado por test neuro-psicológicos: debe haber un déficit en dos o más áreas de la cognición, incluida la memoria, con un progresivo empeoramiento en el tiempo, responsable de un impacto significativo en la actividad de la vida cotidiana. En segundo lugar, a través de un proceso específico se deben excluir otras posibles etiologías de un síndrome de demencia, con exámenes de sangre, neuroimágenes cerebrales, y si es el caso, mediante investigaciones suplementarias, como el examen CSF. Considerar la AD sólo como una “demencia” tiene límites evidentes, el más obvio es que obstaculiza el diagnóstico de los pacientes con problemas precoces de memoria. La patología de la AD ya está bien adelantada en los pacientes con los primeros síntomas cognitivos de tiempo, aunque no son suficientes para satisfacer los criterios actuales de demencia. Un diagnóstico precoz puede permitir intervenciones terapéuticas tempestivas. Además, los criterios NINCDS-ADRDA no son sólo tardíos, sino tienen un escaso rendimiento32 porque en ese momento (1984) no había sido propuesto alguna referencia a los biomarcadores; en la actualidad los biomarcadores de la AD están disponibles por lo menos en los centros especializados, y se pueden dividir entre los que están en la capacidad de demostrar facetas de la fisiopatología a la base, y los que son los marcadores topográficos / a valle33,34,35. La identificación correcta de los biomarcadores de la AD es responsable de un cambio importante en la conceptualización y en el diagnóstico de la enfermedad. Es importante subrayar que los nuevos criterios diagnósticos propuestos por la Working Group (IWG)36 y últimamente por la NIA/ Alzheimer’s Association (NIA/ AA)37, utilizan las investigaciones para-clínicas (MRI, CSF) no sólo para excluir otras etiologías de un síndrome de demencia, sino como parte del procedimiento diagnóstico. Considerando los biomarcadores no ligados a una fase de gravedad sino más bien al proceso de la enfermedad, estos criterios permiten potencialmente la identificación de la enfermedad de Alzheimer en un estadio pródromo (= pre-demencia) y también a un estadio pre-clínico (= sin sín- 23/10/14 18:00 dolentium hominum n. 84-2014 tomas) de la enfermedad. Ambas series de criterios reconocen los estadios pre clínicos del AD que están basados necesariamente en biomarcadores pato-fisiológicos mientras la cognición permanece normal. Los criterios IWG/ Dubois identifican a estos individuos como “asintomáticos y con riesgo AD”. Esta nomenclatura ha sido elegida para reconocer que no todos estos individuos tendrán una AD sintomática. Los criterios NIA/AA describen este estado como “AD preclínico”. Esta nomenclatura puede tener más de una implicación para el desarrollo de la enfermedad, sugiriendo que “preclínico” es el estado que precede la AD “clínico”. Bibliografía 1 Waldemar G, Phungh KTT, Burns A, Georges J, Hansen FR, Iliffe S, Marking C, Olde-Rikkert M, Selmes J, Stoppe G, Sartorius N. Access to diagnostic evaluation and treatment for dementia in Europe. International Journal of Geriatric Psychiatry 2006; Oct 17; (Epub ahead of print). 2 Waldemar G, Dubois B, Emre M, Scheltens P, Tariska P, Rossor M. Diagnosis and management of Alzheimer’s disease and related disorders: the role of neurologists in Europe. European Journal of Neurology 2000; 7: 133– 144. 3 Petersen RC, Stevens JC, Ganguli M, Tangalos EG, Cummings JL, DeKosky ST. 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Lancet Neurol 2010; 9(1): 119128. 37 Sperling RA, Aisen PS, Beckett LA. et al.Toward defining the preclinical stages of Alzheimer’s disease: recommendations from the National Institute on Aging-Alzheimer’s Association workgroups on diagnostic guidelines for Alzheimer’s disease. Alzheimers Dement. 2011 May;7(3):280-92. 23/10/14 18:00 66 dolentium hominum n. 84-2014 3.2 Enfermedad de Alzheimer: intervenciones rehabilitadoras Dr. Gabriele Carbone Neurólogo, Responsable Centro demencias - Unidad Alzheimer, Italian Hospital Group, Guidonia, Italia. Responsable Servicio de Neurología y Neurofisiopatología, Hospital Regina Apostolorum, Albano Laziale, Italia Dra. Francesca Barreca Neurólogo, Centro demencias Unidad Alzheimer, Italian Hospital Group, Guidonia, Italia L a enfermedad de Alzheimer (Alzheimer Disease - AD) es la causa principal de la demencia y una de las patologías crónicas más devastadoras y prevalecientes en los individuos ancianos. Como lo pone de relieve el informe de la OMS y Alzheimer Disease International, en el 2010, se han calculado en más de treinta y cinco millones las personas con demencia en el mundo, de las cuales más de la mitad con AD, y se ha calculado un incremento de siete millones 700 mil casos cada año: un nuevo caso cada 4 segundos. La incidencia de la demencia aumenta con la edad y, considerado el progresivo envejecimiento de la población, el número de los sujetos afligidos tiende a aumentar cada año; en efecto, se prevé 65,7 millones de pacientes en el 2030 y 115,4 millones en el 2050. En el mismo informe del 2010, el costo anual calculado en todo el mundo por demencia ha sido de US$ 604.000.000.000: cerca del 1% del producto interno bruto mundial. Un costo tan elevado atestigua el enorme impacto que tiene la demencia en las condiciones socio-económicas en todo el mundo. Se calcula que en Italia las personas afectadas por demencia serían DH84esp.indd 66 más de un millón, con un incremento de 150.000 nuevos casos por año; se estiman en cerca de 700 mil las personas afligidas por AD, con cerca de ochenta mil nuevos casos cada año: 1 nuevo caso cada 10 minutos. En la región Lacio, en el 2012 se ha estimado en cerca de 71.000 el número de las personas afligidas por demencia, de las cuales 28.000 son afectadas por AD; la incidencia para todas las formas de demencia, aplicada a la población residente en el Lacio con más de 65 años, es de aproximadamente 14.000 casos nuevos cada año. Desde el punto de vista clínico, la Enfermedad de Alzheimer se caracteriza por el progresivo deterioro cognitivo y funcional y por trastornos psíquicos y del comportamiento. Desde la aparición de los síntomas hasta el deceso pueden transcurrir 5-15 años; las lesiones histopatológicas características de esta patología precederían incluso de veinte años las manifestaciones clínicas. Las personas afligidas por esta patología desarrollan crecientes trastornos cognitivos y funcionales, psíquicos y conductuales y, en las fases finales, se vuelven totalmente dependientes de los demás para seguir viviendo. Mientras es posible describir los síntomas que generalmente acompañan el progresar de la enfermedad, no es posible prever cuando se manifestará un síntoma específico en cualquier individuo, o cuanto tiempo pasará antes de que desaparezca el síntoma, o cuando empeora la enfermedad. La etiología es multifactorial, la fisiopatología de la enfermedad es compleja y la bioquímica aún no ha sido bien comprendida. La enfermedad de Alzheimer ha sido identificada como una patología por “misfolding” proteico, con la acumulación de proteína beta-amiloide “replegada” de manera alterada en el cerebro de es- tos sujetos. Beta-amiloide (Aβ), es un breve péptido que es un subproducto proteolítico anormal, de una proteína transmembrana, conocida como proteína precursora del amiloide (APP), cuya función aún no es clara, pero se piensa que pueda estar implicada en el desarrollo neuronal. Los monómeros de Beta amiloide son solubles pero de concentración suficientemente elevada, padecen un dramático cambio conformacional y se agregan para formar fibrillas amiloideas. Estos depósitos de fibrillas están fuera de las neuronas en formaciones densas, conocidas como “placas seniles” (amiloides o neuríticas), y en agregados menos densos como “placas difusoras”, y a veces en la pared muscular de los vasos sanguíneos del cerebro dando lugar a la denominada angiopatía “amiloide” o “congófila” (porque la sustancia amiloide se coloca intensamente con el rojo Congo). La enfermedad de Alzheimer es considerada también una “tauopatía”, porque causada por la agregación anormal de la proteína tau, una proteína asociada a los microtúbulos presentes en las neuronas, que normalmente actúa para estabilizar los microtúbulos del citoesqueleto. Como la mayor parte de las proteínas asociadas a los microtúbulos, la “tau” es normalmente estabilizada por la fosforilación, todavía, en los pacientes con AD, se acumula como filamentos helicoidales apareados de tau hiperfosforilada, que a su vez se agregan en ovillos dentro de los cuerpos de las células nerviosas y son conocidos como “ovillos neurofibrilares”. La neuro inflamación está implicada también en la compleja cascada que lleva a los síntomas del AD. Muchas evidencias clínicas y neuropatológicas, documentan los cambios inmunológicos asociados al AD, entre los cuales un aumento de las concentracio- 23/10/14 18:00 dolentium hominum n. 84-2014 nes de citoquinas pro-inflamatorias en la sangre y en el líquido cerebroespinal. Si estos cambios pueden ser una causa o una consecuencia del AD aún debe ser comprendido plenamente, pero la inflamación dentro del cerebro, incluida una mayor reactividad de la microglía residente, hacia los depósitos de amiloide, ha sido implicada en la patogénesis y en la progresión de esta patología. Son tres las principales hipótesis que se plantean en lo que se refiere la causa primaria. La hipótesis más antigua sugiere que la carencia colinérgica pone en marcha la progresión de la enfermedad. Hipótesis más recientes se han focalizado en los efectos de las proteínas “misfolding” y agregadas, beta amiloide y tau. En una publicación científica los dos puntos de vista se describen como hipótesis de los “Ba-ptist” y de los “Tau-istas”. En la práctica los “Tau-istas” consideran que son las anomalías de la proteína tau que activan la enfermedad, mientras los “Ba-ptists” creen que el factor causal en la enfermedad son los depósitos de beta amiloide. Estos cambios podrían causar la muerte de las neuronas, inicialmente en el hipocampo y luego interesar gradualmente otras áreas del cerebro. Las neuronas perdidas durante la progresión de la enfermedad son principalmente colinérgicas (usan acetilcolina como neurotransmisor) y, por tanto, los trastornos cognitivos que por lo general son los primeros síntomas con que se manifiesta la enfermedad, han sido atribuidos a su reducción. De conformidad con estas consideraciones, los investigadores han desarrollado luego fármacos que aumentan los niveles de acetilcolina (inhibidores de la acetilcolinesterasa) o útiles para moderar la muerte celular (memantina). Los inhibidores de la acetilcolinesterasa y la memantina son los únicos fármacos en el momento aprobados para el AD. El último fármaco aprobado por la Food and Drug Administration (FDA) para el tratamiento de AD ha sido la memantina en el 2003. Los beneficios para los pacientes tratados con uno de estos fármacos DH84esp.indd 67 67 (algunos son tratados con una combinación del inhibidor de la acetilcolinesterasis) no son satisfactorios. Estos son sólo fármacos compensativos y por tanto sintomáticos, que no modifican la enfermedad; en efecto, ellos pueden ofrecer sólo un alivio limitado de los síntomas clínicos y, a lo más, retardar el declino cognitivo de sólo 6-12 meses. La mayor parte de los estudios actuales, en cambio, están focalizados en la búsqueda de moléculas que puedan cambiar el curso de esta patología, blocando la producción de las placas amiloideas y la formación de los ovillos neurofibrilares. Ante la falta actual de terapias que puedan modificar la presunta patogénesis del AD, la comunidad científica ha sido estimulada para explorar la eficacia de intervenciones de rehabilitación para administrar las manifestaciones de este síndrome demencial con el objetivo de retrasar el declino cognitivo y funcional, reducir los trastornos psicológicos y conductuales y mejorar así la calidad de vida del enfermo y de su familia. La base conceptual para sostener las intervenciones de rehabilitación es sostenida por dos peculiaridades del tejido nervioso la neuroplasticidad y la redundancia celular (reserva funcional). En efecto, recientes evidencias científicas han demostrado que el cerebro, también en edad adelantada, tiene la capacidad de readaptar y reorganizar la propia microestructura (plasticidad) restableciendo conexiones entre las neuronas y así recuperar, en parte o totalmente, funciones perdidas. El ejemplo de más inmediata comprensión de la “plasticidad” de las células nerviosas es la recuperación de las funciones motoras, o del lenguaje, que se puede tener después de un acontecimiento cerebral agudo (ictus isquémico). Los datos de la literatura sugieren la existencia de cuatro tipos de neuroplasticidad principales del cerebro adulto, luego de lesiones cerebrales. La expansión de los mapas de representación (como ocurre por ejemplo en el estudio de un instrumento musical como el violín); la reasignación cross-modal, (ciegos de nacimiento, muestran una actividad de la corteza visiva – “ven” – cuando emplean la lectura táctil); la adaptación de áreas homólogas a aquellas lesionadas (recuperación del lenguaje para la activación de áreas peri lesionales o de áreas homólogas del hemisferio no dominante); la compensación enmascarada (un sistema cognitivo intacto, sustituye las funciones del sistema lesionado adoptando nuevas estrategias cognitivas para desarrollar la función perdida). Tanto en los animales como en el hombre, es pues posible obtener una reorganización y una adaptación de las representaciones cerebrales tanto espontáneamente como después de importantes lesiones cerebrales a través de adecuadas estimulaciones. Sin embargo, permanecen aún limitados los datos de literatura que conciernen estas modalidades de reorganización y compensación cerebral en pacientes con demencia. En un estudio conducido con el método de la estimulación magnética transcraneal, referente a la excitabilidad de la corteza motora en pacientes afligidos por Alzheimer, se ha demostrado la presencia de una reorganización de la corteza motora ya en fases precoces de la enfermedad. Este interesante trabajo confirma las evidencias clínicas que describen la aparición de déficit motores sólo en las fases más adelantadas de la enfermedad. La otra columna que sostiene la base científica de las intervenciones de rehabilitación en los sujetos con demencia, es la redundancia, según la cual cada función puede ser efectuada por varios circuitos neuronales por lo que, en el caso que el principal circuito sufra un daño, este puede ser sustituido por circuitos accesorios que representan una especie de recurso natural (reserva funcional) del cerebro. En fin, sostienen ulteriormente la racionalidad de la intervención de rehabilitación en el AD, aquellos estudios que han puesto en evidencia que en el AD las funciones cognitivas no se dañan de manera homogénea desde el exordio de la enfermedad, sino siguen un modelo de empobrecimiento progresivo (progresión jerárquica). En efecto, en el exordio de la enfermedad es la memoria episófica 23/10/14 18:00 68 (memoria explícita) que es deficitaria, mientras se ahorran relativamente otras funciones cognitivas (lenguaje, praxia, gnosias); además, la memoria implícita (procedural) permanece conservada por más tiempo con respecto a la explícita, y lo que queda de esta última, en las fases muy precoces de la enfermedad, puede ser rehabilitada con técnicas particulares. Por tanto, los enfermos de AD son capaces de aprender o re-aprender. Estas adquisiciones, la limitada eficacia de los tratamientos farmacológicos, que hoy son sustancialmente sintomáticos, y la aparición en la literatura científica de datos que indican la aproximación combinada (farmacológico-rehabilitadora) como mejor con respecto solamente a la intervención farmacológica, han contribuido a reducir el escepticismo prejudicial sobre la utilidad de intervenciones rehabilitadoras en estos enfermos y estimulado a muchos grupos de investigación a poner en marcha experimentaciones en esta dirección. Sin embargo, aparece evidente que el objetivo de las intervenciones rehabilitadoras cognitivas y funcionales para un enfermo de Alzheimer no puede ser la “restitutio ad integrum”, visto la naturaleza degenerativa progresiva de la enfermedad, pero seguramente el objetivo es maximizar la capacidad de mantener las autonomías funcionales del paciente en su ambiente con los límites que imponen la patología, el daño funcional y los recursos disponibles. La misma definición de la OMS establece que: “La rehabilitación debe implicar a los pacientes para llevarlos al máximo nivel que se puede alcanzar de adaptación física, psicológica y social; la intervención rehabilitadora, por tanto, debe comprender todas las medidas que tienden a reducir el impacto de la discapacidad y del hándicap y permite que el paciente obtenga la máxima autonomía funcional, de modo particular en su ambiente doméstico”. Partiendo de estas consideraciones, podemos afirmar que precisamente los sujetos afectados por síndromes demenciales se vuelven entre los mayores beneficiarios de intervenciones de rehabilitación. DH84esp.indd 68 dolentium hominum n. 84-2014 Ayudar al enfermo a permanecer en las mejores condiciones por el mayor tiempo posible, también a través de estrategias de rehabilitación e intervenciones psicosociales, se vuelve un objetivo concreto de éxito ético, económico y moral en espera que nuevos fármacos puedan actuar en los mecanismos que fomentan la enfermedad de Alzheimer. De este modo, el concepto de “rehabilitación” aplicado al paciente afectado por AD asume un significado muy amplio y complejo (holista), para los dominios cognitivos, funcionales y conductuales en los cuales hay que intervenir y para los ámbitos socio-ambientales y relacionales de los que debe tener en cuenta. Por tales motivos la aproximación de rehabilitación debe prever intervenciones que, considerando el contexto socio-familiar y los recursos funcionales del paciente, hagan el ambiente físico e interpersonal del enfermo tales que promuevan un nuevo equilibrio de adaptación. Esto requiere el desarrollo de acciones de rehabilitación en la persona (que tiendan a la compensación cognitiva funcional, psicológica y conductual), en el ambiente (para reconstruir un nuevo equilibrio de adaptación, protésico), y en la familia (de sostén psicológico y educacional, para transmitir competencias sobre la enfermedad, sobre los recursos del territorio, sobre las cuestiones legales, etc.), que deberán tener como objetivo final identificar las mejores estrategias para potenciar las habilidades cognitivas y funcionales, o disminuir la velocidad de la pérdida, controlar los trastornos psíquicos y comportamentales y así asegurar la mejor QoL al enfermo y a su familia, con respecto a la condición clínica y socio-ambiental (rehabilitación biopsicosocial). Con respecto a las terapias farmacológicas, estas intervenciones requieren un mayor empeño, continuidad y la participación activa también de parte de quien se ocupa de la persona enferma en la planificación, programación y aplicación de las acciones de rehabilitación. Si queremos esquematizar las intervenciones de rehabilitación podemos subdividirlas en directas, cuando se efectúan en el enfermo, e indirectas, cuando se actúa en la familia y en el ambiente en donde vive el enfermo. Las intervenciones rehabilitadoras directas pueden distinguirse luego en estrategias singulares y estratégicas múltiples; las acciones de rehabilitación indirectas comprenden las intervenciones psico-educacionales y ambientales. Intervenciones rehabilitadoras directas singulares y estratégicas múltiples Las intervenciones de rehabilitación estratégicas singulares (mnemotécnicas y training cognitivas) tienden a estimular prioritariamente algunos procesos cognitivos y, para que puedan producir un resultado, requieren su relativa conservación. Se basan en técnicas que estimulan procesos mnésicos que en las fases iniciales del AD son comprometidos sólo parcialmente, y requieren una colaboración activa de parte del paciente. Las técnicas estratégicas singulares son pues, específicamente dirigidas al tratamiento de los procesos de memorización que son alterados inicialmente en el AD. Algunas se han desarrollado con el fin de facilitar el proceso de codificación como técnica de aprendizaje sin errores y la técnica de las imágenes visivas; otras estrategias han sido desarrolladas con el fin de mejorar las capacidades de recuperación de lo aprendido, como la estrategia de especificidad de codificación con facilitación cognitiva para la recuperación de la memoria episódica. Las técnicas estratégicas singulares emplean dos estrategias diferentes de rehabilitación (o de restauración) y de compensación. El objetivo de las intervenciones de reparación (o de restauración) es mejorar el funcionamiento de un dominio específico, restituyendo la función cognitiva a niveles pre-morbosos. Forma parte de las intervenciones de restauración la técnica de la evocación con intervalos crecientes, el método de 23/10/14 18:00 dolentium hominum n. 84-2014 las facilitaciones decrecientes y crecientes, la técnica del aprendizaje sin errores; el training de las facilitaciones procedurales (estimulación senso-motora); en estas técnicas se incluyen también la terapia de Re-orientación y la de reminiscencia, pero que tienden a mejorar también la orientación temporal, local y personal. El objetivo de las intervenciones de compensación es enseñar a los pacientes con decaimiento cognitivo nuevos modos de desarrollar actividades comprometidas (por ejemplo, las de la vida cotidiana) utilizando estrategias alternativas para bypasar los déficit cognitivos que impiden su ejecución. Esta aproximación enfatiza el empleo de estrategias internas (mnemotécnicas), como la organización de las informaciones por recordar, o la mejora en la codificación de las informaciones a través de varios caminos sensoriales como aquel visivo y auditivo, pero incluye también el empleo de ayudas externas, y la estimulación de la memoria procedural. Las intervenciones compensativas se concentran, pues, en la estimulación tanto de los mecanismos cognitivos deficitarios (codificación, conservación y llamado de las informaciones), como de las funciones cognitivas aún íntegras (memoria procedural). Forman parte de las estrategias compensativas las siguientes técnicas: imágenes visivas, ayudas de memoria externa como notebook, notas, calendarios, alarmas y NeuroPage, aproximación diádica (educar al caregiver a utilizar las varias estrategias para mejorar las funciones cognitivas del propio ser querido). Los datos de la literatura han demostrado que la técnica de aprendizaje sin errores, la técnica de recobro a intervalos crecientes, la técnica de las facilitaciones decrecientes y la aproximación diádica, empleadas solas o en asociación, son eficaces para la estimulación de la memoria de los pacientes con AD. Estos dos modos de intervenir (de compensación y de restauración) se pueden emplear conjuntamente, o formar parte de un amplio programa de rehabilitación multidimensional que preveía DH84esp.indd 69 69 también intervenciones estratégicas múltiples, psicosociales y ambientales. Las intervenciones de rehabilitación estratégicas múltiples son llamadas también específicas o globales porque estimulan los mecanismos internos (cognitivos y emocionales) y externos que intervienen en el proceso de aprendizaje. Se pueden emplear tanto individualmente como con pequeños grupos de pacientes, lo más homogéneos en lo posible por tipo y gravedad del trastorno. Estudios clínicos controlados han demostrado la eficacia de estas técnicas no sólo en los aspectos cognitivos. Seguidamente se describirán aquellas citadas más frecuentemente en la literatura. Estas intervenciones, empleando también recursos no específicamente cognitivos pero prevalecientemente emotivos y ambientales, producen también resultados positivos con recursos cognitivos reducidos. Con la progresiva transacción de los procesos cognitivos, mientras se podían utilizar siempre menos las intervenciones estratégicas singulares, encontrará un espacio cada vez más amplio el empleo de intervenciones de rehabilitación estratégicas múltiples. Los datos de la literatura también han demostrado que una aproximación de rehabilitación en varias áreas deficitarias (multidimensional) logra resultados mejores con respecto a intervenciones de rehabilitación en un solo déficit. Intervenciones de rehabilitación indirectas: psicoeducacionales Los familiares desempeñan un papel esencial en la asistencia a los pacientes con AD, el 80% de los cuales vive en el propio domicilio, y muy a menudo no tienen un punto de referencia al cual dirigirse en caso de necesidad. Por consiguiente es importante implicarles, junto al caregiver, en el proyecto de rehabilitación y sostenerlos con una formación adecuada y un soporte psicológico. En una reciente apreciación de eficacia de intervenciones de rehabili- tación hecha por Olarazan y col., de los 179 estudios controlados, randomizados, examinados, el más alto nivel de recomendación (grado A) ha sido alcanzado precisamente por “paquetes” de intervenciones psicoeducacionales para familiares y caregivers, que se han demostrado útiles en mejorar el bienestar psicológico y en retrasar la institucionalización del enfermo. Intervenciones de rehabilitación indirectas: ambientales (prótesis compensativas) Los déficit cognitivos que se desarrollan en el curso de la demencia causan una progresiva dificultad para reconocer y disfrutar también de los ambientes domésticos; esto puede provocar la aparición, o amplificar la intensidad de los trastornos psíquicos o comportamentales con recaídas negativas en las habilidades funcionales residuales y en la calidad de vida del paciente y de la familia. Cualquier intervención de rehabilitación que quiera ofrecer una adecuada asistencia al sujeto afligido por demencia no podrá dejar de tener en cuenta estas dificultades y deberá tomar en consideración una acción también sobre el ambiente físico, adaptándolo a los recursos del enfermo. La adecuación de los ambientes debe tener en cuenta tanto el déficit cognitivo como de la presencia de trastornos sensoriales (visivos, auditivos o motores) relacionados con la patología o propios de la edad, como la reducción y la inestabilidad en la deambulación, la presbiopía, menores capacidades de adaptación a la oscuridad, facilidades a los fenómenos de deslumbramiento, pérdida de la visión periférica, presbiacusia. En fin, debe ser valorada también la presencia de otras patologías orgánicas concomitantes que pueden suscitar dolor u otros déficit sensoriales. Para compensar las dificultades que pueden derivar de los déficit descritos y hacer los espacios domésticos idóneos para que los use el enfermo, se deberán actuar intervenciones específicas 23/10/14 18:00 70 de rehabilitación (“protésicas”) compensativas. Las intervenciones compensativas deben ser tales que garanticen la máxima seguridad sin reducir la libertad y la autonomía del enfermo, deberán favorecer la orientación topográfica y temporal, el mantenimiento de la identidad personal y familiar, y evitar la aparición de trastornos psíquicos y comportamentales. Para garantizar la seguridad hay que verificar el estado de las vías de salida (ventanas, puertas, balcones, jardín, terrazas, pavimentos, escaleras) y otras fuentes de peligro (electrodomésticos, luces, equipos y herramientas de diferente tipo, fármacos varios, desinfectantes y detergentes, plantas, vidrios y vidrieras), para reducir de este modo a lo mínimo los riesgos de fuga, caída, herimiento, quemaduras y fulguraciones accidentales, ingestión de sustancias tóxicas; y será útil también revestir con materiales suaves las esquinas, los bordes cortantes, o las paredes para reducir el riesgo que deriva de contusiones accidentales. Para favorecer la orientación espacial se pueden utilizar facilitaciones visivas (por ejemplo un dibujo del WC en la puerta del baño), garantizar una iluminación adecuada, simplificar el acceso diurno y nocturno a los ambientes domésticos (p.e. colocando la cama cerca al baño, si el sujeto aún está en la capacidad de utilizarlo, pero se pierde a lo largo del trayecto, y dejando una luz nocturna para alcanzarlo). Para facilitar la orientación temporal se podrán predisponer calendarios y relojes bien visibles y fáciles de leer en los varios ambientes de la casa. Para mantener lo más posible las autonomías, los ambientes deberán ser poco a poco adaptados a las capacidades cognitivas del enfermo. Por ejemplo haciendo bien visibles objetos todavía reconocidos y utilizados (hacer evidente el WC disimulando el bidet, colocar los utensilios aún utilizados siempre en los mismos lugares), o dotando la cocina de hornillas eléctricas o de detectores de gas si es aún capaz de utilizarla (más que impedirles de cocinar), o facilitando llegar al baño (señalizaciones DH84esp.indd 70 dolentium hominum n. 84-2014 escritas o dibujos) más que acompañarlo. Para favorecer el control de los trastornos conductuales se puede crear un espacio privilegiado para el descanso, donde el paciente pueda ejercer actividad de tipo manipulativo (una cómoda en la que pueda rebuscar) o relajarse (soft corner); eliminando todos los objetos que se pueden destruir (vasos, chucherías, plantas) o perderse (llaves); disimulando objetos que pueden causar fenómenos ilusorios o alucinaciones (aparato TV, espejos, superficies lúcidas reflectantes). Conclusiones La literatura científica de los últimos decenios ha proporcionado evidencias más robustas sobre la validez de las actividades de rehabilitación para mejorar o frenar déficit funcionales y cognitivos, y la eficacia de intervenciones psicosociales para el control de los trastornos psíquicos y del comportamiento que se manifiestan en el decurso de la enfermedad y la calidad de vida del enfermo y del caregiver. En muchas Líneas Guía europeas se recomiendan intervenciones de rehabilitación y psicosociales y en particular hay recomendaciones para no iniciar ninguna terapia farmacológica para los trastornos psíquicos y comportamentales sin una intervención preventiva de rehabilitación y psicosocial que corrija las posibles causas psicológicas o sociales que pueden subtenderlos, habiendo obviamente excluido primero las posibles causas orgánicas. Una intervención de rehabilitación integrada biopsicosocial, que tiene en cuenta al paciente en su globalidad y del ambiente que lo circunda, parece por tanto ser la aproximación más apropiada en administrar las necesidades de esta condición patológica que debe encontrar un adecuado tratamiento en el que el paciente vive o es curado (centros diurnos, estructuras de rehabilitación de internamiento, hospitalarias o Residencias Sanitarias Asistenciales. Las intervenciones de rehabilitación se pueden hacer tanto indi- vidualmente como en grupos pequeños con pacientes en lo posible más homogéneos por tipo y gravedad de déficit; ambas aproximaciones tendrán una mayor probabilidad de ser eficaces si se integran en un plan de intervención completo multi componencial que comprenda, respecto al grado de gravedad de la enfermedad, actividad física, terapias sintomáticas (en los déficit cognitivos y/o trastornos psico-conductuales si son de elevada entidad y las intervenciones de rehabilitación por si solas no han tenido eficacia), intervenciones psico-educacionales para el paciente, el caregiver y la familia. Pero no todas las intervenciones de rehabilitación han encontrado soportes válidos e indicaciones definitivas, fundadas rigurosamente en estudios clínicos randomizados controlados. Sin embargo, su amplia difusión, la familiaridad de los agentes con estas aproximaciones y los resultados positivos, con frecuencia obtenidos empíricamente en pocos casos, y de todos modos no apoya el compromiso clínico y abre el campo a un amplio territorio de investigación, estrictamente ligado a la práctica, de la que tenemos gran necesidad. Por consiguiente, es cada vez más urgente poner en marcha proyectos específicos de investigación, multicéntricos, que nos permitan: comprender mejor las utilidades y los límites de las intervenciones rehabilitadoras en las enfermedades degenerativas; definir mejor los métodos de intervención, aún heterogéneas y no bien codificadas; identificar medidas de eficacia, suficientemente sensibles para captar el sentido de bienestar referido por el paciente/caregiver; hacer un análisis de las variables predictivas, para determinar con precisión qué tratamiento de rehabilitación se adapta mejor a cada tipología de paciente para maximizar los beneficios; valorar la eficacia a largo plazo y también desarrollar intervenciones de rehabilitación globales/ holistas, de analizar la relación costo/beneficio y cuanto se puede generalizar. En espera que se pongan en marcha estos proyectos no se 23/10/14 18:00 dolentium hominum n. 84-2014 puede dejar de seguir estimulando la difusión de una aproximación socio-sanitaria integrada, que además de la terapia farmacológica, garantice una continuidad de acciones de rehabilitación en el paciente, en la familia y en el ambiente que lo circunda garantizando: intervenciones cada vez más “a la medida” y multidimensionales que implican activamente a la persona enferma y al caregiver, su continuidad en las diferentes fases de la enfermedad y en los diversos lugares de atención; la formación, el sostén psicológico y la supervisión de los familiares y de los agentes; el desarrollo de líneas guía y de manuales operativos. Para completar lo expuesto hasta aquí, en los próximos párrafos describiré a grandes rasgos las principales aproximaciones de rehabilitación individual y estratégicas múltiples a las que me he referido en este trabajo y que frecuentemente se emplean para estos pacientes. APROXIMACIONES MONOESTRATÉGICAS (mnemotécnicas y training cognitivas) Mnemotécnicas: trucos y estrategias para ayudar la memoria Las mnemotécnicas son técnicas empleadas conscientemente para mejorar la memorización, ayudan a disfrutar de informaciones ya presentes en la memoria a largo plazo para hacer más fácil el aprendizaje de nuevos datos. Junto con los training cognoscitivos, forman parte de las intervenciones de rehabilitación empleadas en los sujetos con una leve implicación cognitiva. Este término es utilizado también para indicar estrategias de compensación y trucos para ayudar a memorizar las nuevas informaciones, es decir, para permitir que la mente aprenda una noción nueva o relativamente poco familiar, y sobre todo una serie de datos disociados relacionándolos entre ellos de manera singular y fácil de memorizar y recordar. Estas estrategias tienen como objetivo hacer elaborar las informaciones en una forma que el ce- DH84esp.indd 71 71 rebro humano pueda retener mejor que en su forma original; nos ayudan a retener y recordar informaciones ya obtenidas en la memoria a largo plazo, facilitando su memorización. Estas estrategias podrían ayudar tanto en el proceso de aprendizaje como en la transferencia de las informaciones en la memoria a largo plazo. Corrientemente, las mnemotécnicas utilizadas para memorizar y recordar secuencias numéricas o lista de palabras son de tipo auditivo, como por ejemplo breves poesías, acrónimos o frases espectaculares, pero se pueden emplear también trucos mnemónicos para memorizar otros tipos de información, por ejemplo visivas o cinestésicas. La mnemotécnica más empleada para memorizar las listas es crear un acrónimo fácil de recordar, tomando cada una de las letras iniciales de la lista de palabras que se debe aprender, o crear una frase inolvidable en la que las palabras inician con las mismas letras del acrónimo. Cualquiera puede crear sus propios mnemónicos para ayudar la memorización de nuevas nociones. Para memorizar los colores del arco iris en orden, se puede emplear el nombre de fantasía “Roy G. Biv” o la frase “Richard Of York Gave Battle In Vain”. Cada una de las letras iniciales del nombre o de la frase corresponde a los colores del arco iris en orden (Red, Orange, Yellow, Green, Blu, Indigo, Violet). Las mnemotécnicas mentales pueden emplear estrategias internas (mnemónicas mentales) y/o externas (prótesis, auxilios). Las mnemotécnicas mentales empleadas más frecuentemente (definidas también “prótesis cognitivas internas”) son de tipo verbal, visivo, auditivo o cinestésico, asociativo o de los lugares (loci). Las estrategias externas pueden ser activas o pasivas; las mnemónicas “activas” empleadas con más frecuencia son las agendas, los almanaques, timer, pizarras, listas, alarmas (2-3), ordenadores y NeuroPage (sistema radio/buscapersonas que envía promemorias) (4,5) y así en adelante; se consideran mnemotéc- nicas “pasivas” las adaptaciones ambientales (ayudas cognitivas y funcionales, sistemas de protección y de seguridad).También son definidas “prótesis cognitivas externas”, ya que permiten estimular la memoria. Se trata de dispositivos que ayudan a organizar y administrar el tiempo, mejorar la atención, dar señales, reducir el empeño cognitivo, y estimular a participar en los acontecimientos de la vida cotidiana. Seguidamente presentamos las mnemotécnicas más comunes internas y externas. Mnemotécnicas internas Técnicas verbales Acrónimos Los acrónimos se forman empleando cada primera letra de un grupo de palabras para producir una nueva (por ejemplo USA = United States of America; CRI = Croce Rossa Italiana). Esto es particularmente útil cuando se deben recordar las palabras en un orden especial. Los acrónimos, pueden ser ayudas útiles para la memoria, pero son útiles sólo para la memoria y no para la comprensión del material que se quiere aprender. Los acrónimos pueden ser también difíciles de formar, y no todas las listas de palabras pueden ser memorizadas con esta técnica. En fin, los acrónimos se pueden olvidar, si no se aprenden a memoria. Acrósticos/ frases Tal como para los acrónimos, se emplea la primera letra de cada palabra que se está tratando de recordar para formar un acróstico. En vez de formar una nueva palabra, es posible utilizar las letras para formar una frase (Viva V.E.R.D.I.: (Viva) Vittorio Emanuele Re D’Italia; “Ma con gran pena le reca giù” empleado para memorizar el orden de los Alpes italianos: “Marittime, Cozie, Graie, Pennine, Lepontine, Retiche, Carniche, Giulie). Los acrósticos pueden ser muy simples de recordar y son particularmente útiles cuando se debe recordar una lista en un orden particular, pero tienen necesidad de un esfuerzo mayor para ser creados y requie- 23/10/14 18:00 72 ren la memorización de toda una frase más que de una sola palabra. Rimas / estribillos-canciones El ritmo, la repetición, la melodía y la rima pueden ayudar a la memorización. Los narradores emplean la rima, el ritmo y la repetición con el fin de recordar las historias. Rimas y canciones estimulan la memoria auditiva y pueden ser particularmente útiles para aprender fácilmente párrafos, poesías o canciones. También en este caso, cantilenas y canciones ponen en evidencia el papel mecánico de la memoria, Subdivisión en bloques / Agrupación Generalmente esta técnica es empleada para recordar números, aunque se puede utilizar para recordar otras cosas. Se basa en la idea que la memoria a breve plazo está limitada en el número de elementos que puede contener. Una regla común es que una persona puede recordar 5-9 elementos en una sola vez (por ejemplo, un número de teléfono de 7 cifras). Cuando se emplea la “subdivisión en bloques”, se reduce el número de elementos que se deben memorizar reduciendo así las dimensiones de cada elemento (por ejemplo, para recordar 38965714, es más fácil si se subdivide en bloques: 38.96.5714). Técnicas visivas y asociativas Método de los Loci Esta técnica fue utilizada por los antiguos oradores para recordar los discursos y combinar el empleo de organización, memoria visual y asociación. Antes de utilizar esta técnica, es necesario identificar un lugar o un recorrido y es esencial tener una memoria visual clara del lugar o del recorrido y de los objetos que se encuentran a lo largo de él. Es necesario imaginar que uno camina a lo largo del recorrido e identificar puntos de referencia específicos que se encontrarán a lo largo de él (por ejemplo el dormitorio, el salón, una estatua familiar, etc.). El número de puntos de referencia que se elige depende del número de cosas que se deben recordar. Una vez determinado el lugar o el recorrido y los DH84esp.indd 72 dolentium hominum n. 84-2014 puntos de reflexión, es necesario asociar mentalmente cada pieza de información que se debe recordar con uno de estos puntos de referencia. Sistema de las palabras “peldaño”/ “gancho” Las palabras que se deben aprender están enganchadas a imágenes mentales singulares, o en “peldaños” (asociación de número – palabra ya aprendida en un orden preciso). Esta estrategia permite sólo la recuperación de diez palabras. Primero se debe aprender un estribillo: uno-pruno, due-bue, tre-re, quattro-gatti, cinque-pingue, seinei, sette-vette, otto-dotto, novepiove, dieci-ceci. Seguidamente, se deben crear imágenes interactivas para relacionarlas con las palabras del estribillo. Este sistema es útil cuando se debe aprender algo en orden exacto. Por ejemplo: niño, libro, leche, aéreo; => un niño sentado bajo un arbusto, veía un buey con un libro en la boca, un rey que bebe leche, cuatro gatos en un avión. Conexiones /asociaciones En vez de asociar los elementos por recordar con un “gancho”, es posible asociarlos entre ellos. Esta estrategia de las conexiones se emplea para recordar todo lo que tiene necesidad de ser recordado sólo en secuencia. Empleando imágenes concretas, con la añadidura de color, detalles y acción, se podría recordar esta secuencia: tienda de artículos comestibles, pan, leche y hamburger. Se visualiza la tienda de alimentos. Luego uno se visualiza con un pan en la boca, luego una foto de una vaca con un vaso de leche y un hamburger, con un tatuaje en el cuello o en la barriga. Ahora, activando estos recuerdos yendo a hacer la compra, será posible recordar esta secuencia de cosas por adquirir empleando las visualizaciones conexas. Técnicas auditivas y cinestésicas Leer en voz alta Leer en voz alta el material por recordar es útil porque de este modo se estimula la memoria auditiva o cinestética para aprender. Leer en voz alta puede ayudar a codificar las informaciones y a aclarar conceptos complicados y entender lo que se ha aprendido. Repetición La repetición es aún una gran ayuda para la memoria. ¿Recordad el juego de los niños “Voy a hacer un picnic, y llevo…”?; a la añadidura de cada nueva palabra, se repite la palabra anterior. Con frecuencia las personas pueden recordar gran numero de palabras de este modo. Una vez que se es capaz de recordar cinco voces de una lista de palabras, añadir una sexta, repetir toda la lista desde el inicio, luego añadir una séptima, y así en adelante. Otras mnemotécnicas internas Nexos lógicos (formación de nexos lógicos entre elementos que deben ser memorizados); Categorización Semántica (ordenar las informaciones dentro de categorías semánticas definidas), y fonológica (organizar las informaciones de conformidad con asonancias fonológicas): Es que matizaciones (el aprendizaje es favorecido mediante la esquematización del material); técnica de la palabra clave que implica dos fases: una fonética (semántica) y una visual, es una buena técnica para aprender las lenguas extranjeras, consiste en identificar una palabra que sea fonéticamente semejante a la palabra extranjera por recordar y en el construirse una imagen mental que establezca una conexión entre el significado de las dos palabras. Método PQ4R (o PQRS): Preview = anteprima, hojear el texto por estudiar, identificar capítulos, párrafos, leer leyendas y gráficos, Questions = plantearse preguntas referentes al contenido; Read = leer atentamente tratando de responder a las preguntas antes formuladas; Reflect = reflexionar, poner en relación los nuevos conocimientos con cuanto ya se posee; Recite = repetir lo que se ha leído sin mirar el texto. Si no se recuerda lo suficiente, retomar el texto y repetir las fases 2/3/4 en las partes en las que se han encontrado dificultades de revocación; Review (o Summarizze) = repasar (o sintetizar) después de haber leído un capítulo volverlo a pensar 23/10/14 18:00 dolentium hominum n. 84-2014 en su conjunto y recordar los principales conceptos expresados. Mnemotécnicas externAS Para los sujetos con AD puede ser difícil emplear estrategias de memoria interna y, por tanto, podría ser importante utilizar soportes de memoria externos. En las fases iniciales de AD, algunos individuos recurren frecuentemente al uso espontáneo de simples ayudas de memorias externas, como las notas y o los almanaques, que emplean para recordar citas o fechas importantes. Además, la mayor parte de los pacientes con AD aumenta su dependencia de sus caregivers como una forma de ayuda de memoria externa (6). Sin embargo, empleando las ayudas externas se implica a la memoria, sobre todo la meta-memoria y aquella de perspectiva, así como algunas funciones ejecutivas, dado que los sujetos deben ser conscientes de sus problemas de memoria y recordarse de registrar informaciones y, como y cuando acceder a estas informaciones. Para superar estas dificultades, se pueden emplear auxilios tecnológicos “activos”, como los dispositivos electrónicos que producen mensajes audio o vibraciones, y que los sujetos llevan consigo, para recordarles una tarea por desarrollar (por ejemplo, tomar las medicinas, beber o comer). Dispositivos electrónicos (dictáfonos), pueden ser utilizados también para permitir que el sujeto registre mensajes de cosas por hacer o para recordar que tiene que pedirlas al propio caregiver. Se pueden emplear también dispositivos tecnológicos para garantizar una mayor seguridad del sujeto en casa propia (alarma para avisar de inundación, fuga de gas, su tentativa de salir, etc.). Algunos consejos para facilitar la memorización con las mnemotécnicas internas •Utilizar imágenes agradables positivas; el cerebro con frecuencia bloquea aquellos desagradables. •Exagerar las dimensiones de partes importantes de la imagen (hacerla ENORME). •Utilizar el humorismo. Cosas DH84esp.indd 73 73 divertidas y particulares son más fáciles de recordar con respecto a aquellas normales. Análogamente, rimas maleducadas o sexuales son muy difíciles de olvidar. •Utilizar símbolos (un semáforo que se ilumina, imágenes sobre las puntas de los dedos, etc.). •Crearse imágenes vividas y de colores, más fáciles de recordar con respecto a aquellas grises. •Utilizar todos los sentidos para memorizar las informaciones o vestir una imagen; las mnemónicas pueden contener sonidos, olores, sabores, tacto, movimientos y sensaciones así como imágenes, gráficos, diagramas, etc.. •Producir una imagen de tres dimensiones y en movimiento para hacerla más viva; y para mantener el flujo de asociación, y para recordar las acciones (hacerlas mover). Lo más importante es que el truco mnemónico se debe referir claramente a la cosa por recordar, y debería ser lo suficientemente claro de ser fácilmente recordado cada vez que uno lo piensa. Training cognitivos Se han desarrollado varias intervenciones cognitivas para compensar los déficit causados por una implicación de los procesos de memorización (codificación, almacenamiento, recuperación, etc.) que intervienen en el aprendizaje. En los sujetos con AD, los trastornos de la memoria al parecer están causados principalmente por la dificultad en el proceso de codificación y de adquisición de nuevas informaciones, mientras que se ahorrarían relativamente las fases de almacenamiento y recuperación. El objetivo de las intervenciones cognitivas es mejorar o sostener las funciones dañadas para facilitar un nuevo aprendizaje; algunas técnicas se basan también en la estimulación de áreas no dañadas (por ejemplo la memoria implícita). Cuando se habla de intervenciones en las funciones cognitivas en el AD, términos como training, rehabilitación y estimulación cognitiva, con frecuencia la literatura los considera como síntomas. Aunque el training y la rehabili- tación cognitivas estén relacionados, en realidad son dos formas diferentes de intervención, ambas diferentes por la estimulación cognitiva. Estas aproximaciones son complementarias y la elección de una aproximación particular depende de los objetivos de mejora o mantenimiento de las competencias de conocimiento y del perfil del estado cognitivo de la persona observada. El training cognitivo, es una aproximación muy específica que generalmente requiere la enseñanza y la práctica de ejercicios estándar repetitivos (papel y lápiz o computarizados), para aumentar o mantener particulares funciones cognitivas, como la atención, la memoria (verbal y visual), o las capacidades de problem-resolving (función ejecutiva), con una diferente gama de dificultad para satisfacer el diferente nivel de capacidad del individuo. Recientemente, algunos autores han ampliado la definición de training cognitivo, para incluir estrategias que requieren el aprendizaje de técnicas (p. e. el método de los loci, imágenes visuales) que si son ejercidas, se demuestran útiles para disminuir el declino cognitivo. La estimulación cognitiva anima la implicación del sujeto en una serie de actividades cómicas y discusiones (por lo general en un grupo) que tienden a una mejora general del funcionamiento cognitivo y social, sin objetivos específicos. Normalmente se desarrolla en pequeños grupos. La estimulación cognitiva comprende terapias como la (Re)-orientación a la realidad (ROT= Reality Orientation Therapy), la terapia de validación y de reminiscencia. La rehabilitación cognitiva se funda en el empleo de cualquier estrategia de intervención que identifica y enfrenta las exigencias individuales con el objetivo de permitir que los pacientes y sus familias administren los déficit cognitivos. La rehabilitación cognitiva comporta terapias que tienen como objetivo mejorar los déficit cognitivos, perceptivos, psicomotores, reducir los trastornos conductuales, y aumentar los niveles de autogestión y de independencia. 23/10/14 18:00 74 La rehabilitación cognitiva prevé que haya una intervención individualizada que identifica objetivos personales, y el terapeuta trabaja con el paciente y su familia para desarrollar estrategias que alcancen estos objetivos. Generalmente, las familias están muy implicadas en la rehabilitación cognitiva con el fin de encontrar las estrategias para alcanzar los objetivos fijados para/o por el paciente. El acento se coloca en la mejora de los servicios en las actividades de la vida cotidiana, más que en los test cognitivos, para construir en los recursos “residuos” de la persona y compensar las actividades funcionales comprometidas por los daños cognitivos. Un cambio obtenido en una situación funcional no siempre se podrá extender a otra. Los objetivos de la rehabilitación cognitiva son mejorar la capacidad de la persona a elaborar e interpretar las informaciones y optimizar sus capacidades funcionales para el desarrollo de las actividades de la vida familiar y comunitaria. Tal como las mnemotécnicas, también los training cognitivos utilizan estrategias compensativas y reparadoras (o de restauración) que actúan en mecanismos de codificación o de recuperación del dato. Por lo demás son técnicas para estimular la memoria explícita, mientras la memoria implícita es estimulada a través del procedural memory training o sensorimotor skills training. TRAINING PARA LA MEMORIA EXPLÍCITA Técnicas de codificación (técnica de reparación o restauración) La técnica de aprendizaje sin errores, favorece la eliminación o la reducción de las respuestas erradas o no apropiadas durante el training cognitivo. En otras palabras, con esta aproximación, las personas no deben cometer errores cuando están efectuando el training cognitivo. Esta técnica tiende a facilitar la adquisición de nuevas informaciones. La técnica de aprendizaje sin errores con frecuencia se realiza en aso- DH84esp.indd 74 dolentium hominum n. 84-2014 ciación con la técnica del recuerdo a intervalos crecientes o con la técnica de las facilitaciones decrecientes. En los ejercicios de aprendizaje sin errores, las personas son instruidas para decir que no saben la respuesta, en vez de dar una equivocada; se les anima a los pacientes a no adivinar. Veamos un ejemplo de esta técnica. El terapeuta dice al paciente: “Estoy por enseñarte mi número de teléfono; mi número de teléfono es 671.1369”. Luego el terapeuta pide al paciente: “Termina lo que digo: ¿Mi número de teléfono es 671.136. ..?” si el paciente responde exactamente se procede en el ejercicio reduciendo el número de cifras que es repetido al paciente. El terapeuta dice aún: “Bueno. ¿Mi número es 671.13..?”, se continúa así hasta que el paciente responde exactamente. “Bueno. ¿Mi número es 671.1..?” - “Bueno. ¿Mi número es 671..?” - “Bueno. ¿Mi número es 67..?” - “Bueno. ¿Mi número es 6..?” “Bueno. ¿Mi número es...? A este punto se distrae al paciente por algún instante, se le pide nuevamente que repita el número. Las técnicas de las imágenes visuales (o absurdas), se basan en el concepto que las asociaciones visuales mejoran la codificación, el reforzamiento y la capacidad de recordar el material verbal, dado que el sistema de memoria no se basa sólo en la modalidad verbal semántica sino también en aquella visual. Esta técnica (compensativa) se emplea pues para estimular contemporáneamente la modalidad de aprendizaje semántico y visual y para facilitar la codificación, el reforzamiento y la capacidad a la recuperación de la información en el propio ambiente. Cuando se aprenden cosas nuevas y desconocidas, es útil asociarlas con algo que se conoce muy bien, como por ejemplo imágenes, juegos de palabras, música, cualquier cosa. La asociación no debe tener necesariamente un sentido lógico. Con frecuencia son las asociaciones particularmente vividas, cómicas, o impresionantes que permanecen más fácilmente en la mente (por ejemplo, si se debe recordar el nombre “Gabriele Verde”, visualizar Gabriele que juega a golf en el prado, con vestidos verdes, o está cubierto de pintura verde). Otro ejemplo de imagen visual es pedir al sujeto que forme una imagen mental de un objeto presentado verbalmente. Técnicas de recuperación (técnicas de reparación o de restauración) Técnica de la recuperación distanciada (o a intervalos crecientes), implican la recuperación de las mismas informaciones – por ejemplo, la asociación cara-nombre – a intervalos cada vez más largos o con un número creciente de elementos intermedios. Las intervenciones de rehabilitación que adoptan esta técnica han demostrado su eficacia para la identificación de los objetos, para las asociaciones cara-nombre para la disposición espacial de los objetos, y para la planificación de las actividades cotidianas (memoria de perspectiva). Se presume que el aprendizaje a través de esta técnica ocurre sobre todo gracias a la memoria procedural. Técnica de las facilitaciones crecientes o decrecientes. Esta técnica consiste en hacer varias tentativas para recordar una palabra (o datos), aumentado (forward cueing: indicios hacia adelante) o reduciendo progresivamente las letras que la forman, hasta que el recuerdo tiene lugar con éxito. Este método se basa esencialmente en dos principios bien definidos y relacionados, el procedimiento de concatenación hacia atrás (backward chaining) y la conservación de la memoria implícita. Algunos autores consideran esta técnica como estrategia complementaria para adquirir el training en el aprendizaje sin errores. Un ejemplo de esta técnica es el siguiente: primero se presenta la palabra “PLATO”, luego “PLAT_”, luego “PLA_ _”, y así en adelante; al paciente se le pide leerla y reconocerla según como se reducen las letras. Técnicas de facilitación de la codificación y de la recuperación Técnica de especificidad de codificación con soporte a la 23/10/14 18:00 dolentium hominum n. 84-2014 recuperación es una estrategia empleada para sostener la codificación y la recuperación del aprendizaje episódico. La técnica de especificidad de codificación requiere el empleo de indicaciones semejantes para la adquisición (o la codificación) y la recuperación ya que la cantidad de superposición informativa entre una señal presentada a la recuperación y la representación de la memoria establecida a la codificación es fundamental por competencia de la memoria episódica. Aproximación diádica es una intervención de training “compensativa”, en la que el caregiver, familiar o partner, o mejor la relación diádica que se crea con el paciente, que se vuelve decisivo para la realización de diferentes programas de rehabilitación (mono y estratégica múltiple) más que el tipo de intervención utilizada. TRAINING PARA LA MEMORIA IMPLÍCITA (o procedural) Procedural memory training (sensorimotor skills training o training de las habilidades sensomotoras). Este training es utilizado para estimular la ejecución de particulares tipos de acciones, accesibles y utilizables sin la necesidad de un control consciente o de atención. Cuando es necesario, los recuerdos procedurales son de hecho automáticamente recuperados y utilizados para la ejecución de procedimientos implicados en funciones cognitivas y en las habilidades motoras, como amarrar los zapatos, pilotar un avión, nadar, esquiar o jugar a tenis. La memoria procedural es un tipo de memoria a largo plazo y, más en particular, un tipo de memoria implícita creado a través de “aprendizaje procedural”, es decir, repitiendo una actividad completa tantas veces hasta que todos los respectivos sistemas neurales trabajan juntos para producir automáticamente la actividad. El aprendizaje procedural, o implícito, es esencial para el desarrollo de cualquier habilidad motora o actividad cognitiva. Hay pruebas que el aprendizaje procedural es relativamente bien conservado en el AD. DH84esp.indd 75 75 Dicha técnica que consiste esencialmente en descomponer una acción compleja en actos simples concadenados entre sí en una secuencia lógica, se ha demostrado útil sobre todo en los pacientes afligidos por demencia de grado mediano leve (50) sin trastornos comportamentales asociados; resultados confortantes han sido obtenidos también cuando se utiliza en pacientes con implicación cognitiva de grado grave. Esta intervención “restaurativa” tiene como objetivo sostener o acrecentar el aprendizaje procedural implicando al paciente en actividades instrumentales y de base de la vida cotidiana. Esta técnica se puede enseñar también a la familia de manera que luego pueda emplearla para estimular al pariente enfermo. Durante una sesión de training de la memoria procedural (PMT), se puede proponer ejercicios de simulación, o la ejecución de actividades para mejorar la comunicación con el mundo externo (por ejemplo, enviar una carta, utilizar el teléfono celular, etc.), o actividades para mejorar su calidad de vida (como el cuidado y la higiene personal, la preparación de un café, o de una torta, vestirse, etc.). Los programas de training cognitivo y las mnemónicas, se pueden emplear singularmente o en combinación. Estas intervenciones pueden ser empleadas para diversos objetivos: para facilitar el recuerdo de acontecimientos de vida de relieve, para mejorar el funcionamiento de la memoria, para mejorar el funcionamiento ejecutivo a través de ejercicios de problem-solving ejercicios de conversación para mejorar la fluidez verbal. APROXIMACIONES ESTRATÉGICAS MÚLTIPLES Las técnicas de rehabilitación estratégicas múltiples producen efectos positivos tanto en los trastornos cognitivos como psíquicos y comportamentales de los pacientes con AD con una recaída positiva en su calidad de vida y de su familia. Seguidamente describimos las más empleadas. La terapia de re-orientación (ROT) La terapia de (re)-orientación a la realidad (ROT) fue creada por Folsom en 1958, en el Veterans Administration (Topeka, Kansas), para los veteranos de guerra y luego se desarrolló en los años 60 como rehabilitación específicamente para los pacientes confundidos o con deterioro cognitivo. Entre las intervenciones de rehabilitación estratégica-psicosocial múltiple, es la que se utiliza más ampliamente. Esta intervención tiende a reorientar al paciente hacia sí mismo, hacia su historia, al ambiente circunstante y a aumentar el nivel de atención, de participación al ambiente de vida, y de adherencia a la realidad. Los candidatos más adecuados a la ROT son los pacientes con decaimiento cognitivo de leve a moderado, con un lenguaje suficientemente conservado, sin déficit sensoriales de relieve o trastornos comportamentales que pueden influir en la participación en sesiones de rehabilitación. Es una actividad de rehabilitación que se puede efectuar singularmente o en pequeños grupos. Hay dos tipos de ROT: formal e informal. La ROT formal se efectúa en sesiones diarias de la duración de aproximadamente 45 minutos. Puede ser individual o de grupo (4-5 personas, homogéneas por grado de deterioro cognitivo). Después de haber acogido un clima cordial, inicia la sesión de rehabilitación cognitiva. Durante la sesión se emplea una metodología de estimulación estandarizada, finalizada a reorientar al paciente con respecto al tiempo, a la propia persona, al espacio (por ejemplo recordar la propia dirección, el barrio donde vive, etc.) y al ambiente (por ejemplo, doméstico, si es hecha en casa). Las estimulaciones multimodales (verbales, visuales, escritas o musicales) deben ser adecuadas a los recursos cognitivos del paciente. La ROT informal prevé, en cambio, un proceso de estimulación continua, no estandarizado y durante toda la jornada, de parte de quien se hace cargo de asistir al paciente (agentes sanitarios y 23/10/14 18:00 76 familiares) los cuales, durante sus contactos con el paciente, le proporcionan repetidas informaciones. Si la ROT informal se desarrolla en el ambiente de vida dcl paciente, se le proporcionan también facilitaciones témporo-espaciales (almanaques, fotografías, colores o iconos para identificar los cuartos o indicaciones que se pueden leer claramente) que hacen como prótesis mnésicas ambientales (auxilios externos). La asociación de las dos formas de intervención se han demostrado más eficaces. Mayores ventajas se pueden obtener añadiendo a la ROT otras técnicas de rehabilitación como por ejemplo la Reminiscencia y la Remotivación, configurándose así la técnica también denominada 3R Therapy; la ROT puede acompañar también al procedural memory training, a la rehabilitación motora o estar asociada a la terapia ocupacional. Los objetivos de esta técnica de rehabilitación son reorientar al paciente con respecto a la propia identidad, al tiempo y al espacio (estimulándolo a recordar por ejemplo su fecha de nacimiento, la hora y el lugar del cual se encuentra), y estimular la memoria implicándolo en argumentos ligados a su historia personal. Por este último aspecto la ROT es considerada una técnica de rehabilitación cognitivo-comportamental porque implica aspectos afectivos del paciente relacionados con su vida emocional, con la evidente valencia positiva que esto comporta en la estimulación de las funciones cognitivas. Además, en particular la ROT de grupo, hará que el paciente sea implicado en relaciones sociales significativas, útiles para mejorar el nivel de autoestima, reducir la tendencia al aislamiento en el que con frecuencia se encuentran estos enfermos y, por tanto modificar los comportamientos mal adaptativos. Terapia de Reminiscencia Esta terapia fue desarrollada por el Dr. R. Bluter en los USA de los años sesenta y fue llamada “live review”. Es una intervención dirigida a los pacientes con trastornos cognitivos de grado leve-moderado no asociado a trastornos comportamentales. DH84esp.indd 76 dolentium hominum n. 84-2014 La Reminiscencia se puede desarrollar de modo informal o formal, integrada en encuentros estructurados; puede ser individual o de grupo. La terapia de Reminiscencia es una técnica que emplea los acontecimientos remotos de la vida del paciente como pauta para estimular los recursos mnemésicos residuos y para recuperar experiencias emotivamente agradables. En la literatura es indicada también como: life review, oral history, autobiography, family folklore, family stories y milestone therapy; no obstante matices diferentes estos términos se pueden considerar sinónimos por el objetivo terapéutico común que se proponen. La terapia de la reminiscencia o Life Review Therapy se funda, pues, sobre la natural tendencia del anciano a recordar su pasado; el recuerdo y la nostalgia pueden ser fuente de satisfacción e idealización. El objetivo consiste en favorecer este proceso espontáneo y hacerlo más consciente. Por tanto, en los encuentros el terapeuta tratará de estimular al paciente a recordar episodios de su vida, sobre todo los más remotos; para facilitar la evocación de antiguos recuerdos se puede servir de viejos libros, imágenes, fotografías, canciones. El agente deberá estimular la evocación de recuerdos agradables y mantener la conversación dentro de los límites de las posibilidades cognitivas de los pacientes sin provocar nunca frustraciones debidas a preguntas o argumentos demasiado difíciles de seguir y deberá contrastar la evocación de recuerdos negativos. La Terapia de la Reminiscencia es llamada a “prueba de fracaso” ya que por lo general el paciente se siente seguro si se debe comprometer a evocar episodios de su vida pasada, mientras estaría embarazado si le pidiésemos qué ha comido en el almuerzo o que nos diga en qué día de la semana nos encontramos. La Terapia de la Reminiscencia permite pues que las personas enfermas mantengan intacta su autoestima antes de incrementarla cuando son aún capaces de recordar más que frustrarlas en lo que no pueden recordar debido a la patología. El enfermo vuelve a encontrar así motivos de gratificación que pueden corregir reacciones comportamentales mal adaptativas y facilitar intercambios relacionales. La reminiscencia puede ser acompañada de modo complementario con otras intervenciones estructuradas como la Re-orientación a la realidad (ROT). Terapia 3R Es una terapia de reactivación global, cognitivo-comportamental, se basa en el empleo combinado de tres técnicas de estimulación (ROT, reminiscencia y re-motivación) de recursos cognitivo-comportamentales. Se dirige a pacientes afectados por demencia de grado mediano-leve, en ausencia de trastornos conductuales y déficit sensoriales. Se ponen tres objetivos: la reorientación: a través de estimulaciones relacionadas con el espacio y el tiempo, utilizando la ROT, se propone ayudar al paciente a encontrar puntos de referencia ambientales; la reminiscencia: estimulando los recursos mnemésicos al recuerdo de acontecimientos agradables del pasado a través de las experiencias autobiográficas; la re-motivación: a través de la discusión de algunas temáticas ligadas a la vida actual del enfermo; de este modo hace que la persona se sienta aún partícipe y re-motivada, en su contexto de vida. Terapia Ocupacional (TO) – (ergoterapia) La terapia ocupacional es entre las más eficaces técnicas de intervención de rehabilitación. Aparentemente se trata de una intervención muy genérica, porque permite que se estimule cualquier actividad en la que el paciente esté implicado activamente en “hacer” algo. El término “terapia ocupacional” en Italia indica sobre todo rehabilitación de las funciones de base de la vida cotidiana (ADL: Activities of Daily Living), mientras en la acepción americana ha asumido un significado mucho más amplio. El principio de rehabilitación 23/10/14 18:00 dolentium hominum n. 84-2014 como base de la terapia ocupacional se funda en la posibilidad de estimular en los enfermos de Alzheimer la memoria procedural, que es un tipo de memoria implícita que, en general, es preservada hasta las fases adelantadas de enfermedad. El paciente, por tanto, puede recordar secuencias y procedimientos, incluso complejos, y puede aprender otros nuevos, lo que no es igualmente fácil con tipos de aprendizaje que se fundan en otras funciones mnésticas. La TO se interesa por tanto a las limitaciones de las capacidades funcionales de la persona con demencia. El objetivo primario de las intervenciones de la TO es, pues, rehabilitar – o mantener activa – una función, para conservar por más tiempo posible una autonomía en las actividades de la vida cotidiana. Las personas con demencia frecuentemente están también en la capacidad de hacer muchas cosas, pero dejan de desarrollarlas por razones que no de debe a su pérdida de memoria. Por ejemplo, el enfermo puede estar aún en la capacidad de lavarse o vestirse pero exigencias de gestión con frecuencia inducen al carer a acelerar los tiempos sustituyéndose a la persona enferma, haciéndole perder así la capacidad de desarrollar estas actividades. Para el enfermo, en cambio, es importante permanecer activo y ocupado en algo útil para sí mismo; poder desarrollar una actividad con éxito viendo también un resultado concreto hace gratificante el momento vivido y se repercute positivamente en la autoestima. Este es el resultado al cual tiende la TO que es seguramente muy amplio de la sola rehabilitación de la función. Podemos, pues, considerar la TO como una intervención de rehabilitación holista que apunta a la recuperación física y psíquica del paciente y que a través del ejercicio de actividades finalizadas (que facilitan el proceso de adaptación) y de relieve (orientados a la acción, a la cotidianidad, es a la adaptación al ambiente circunstante, tiende a mantenerlo con el mayor grado posible de autonomía e independencia. DH84esp.indd 77 77 La TO se funda, pues, en el pensamiento que las actividades finalizadas, ocupaciones, incluyendo componentes interpersonales y ambientales, se pueden emplear para prevenir y mediar la disfunción y obtener una máxima adaptación. A través de la introducción de actividades y ocupaciones diferentes para las cuales hayan sido identificadas de las potencialidades, la TO se propone no sólo hacer recuperar al paciente un déficit funcional (o una particular habilidad perdida) sino sobre todo de recuperarlo desde el punto de vista cognitivo y funcional, lo más posible globalmente a sí mismo y a su ambiente: familia, trabajo, vida de relación. Para hacer una intervención corregida es indispensable identificar actividades en las que el paciente tenía o tiene una habilidad propia en la cual planear un programa finalizado para potenciarles. Considerando los efectos en la autonomía y en la autoestima, este tipo de rehabilitación es por tanto entre las terapias más útiles para el AD. La intervención de rehabilitación de la TO no se limita al paciente sino que se dirige también al ambiente que lo circunda para hacerlo más fácilmente agradable incluso ideando y realizando auxilios y prótesis ambientales ad hoc, considerado el estado cognitivo y funcional, y los trastornos del comportamiento. El paciente, a través de las intervenciones de TO puede ser colocado en la posibilidad de valorar también las propias capacidades creativas empleando materiales de diferente tipo (p.e. telas, tarjetas, plástica, poliestireno, etc.) para transformarlos en productos acabados a través del empleo de técnicas de manipulación y de decoración (decupage, bricolage, puzzle, etc.). Al proponer una intervención de TO, así como en todas las intervenciones de rehabilitación en edad geriátrica, es necesario identificar actividades idóneas a la persona y motivarlas. En caso de dificultad a efectuar la actividad propuesta, el terapeuta debería intervenir (acción protésica) en el modo más discreto y dejando luego completar la actividad al en- fermo que tenga así la sensación de haber hecho por cuenta propia (“actividad sin fracaso”). En la elección de las actividades por rehabilitar o por mantener válidas con intervenciones de TO se elegirán prioritariamente las hiper aprendidas y más proceduralizadas en el curso del desarrollo como por ejemplo el cuidado de la persona (higiene, vestirse, alimentarse). Si las funciones básicas aún están conservadas, se pueden elegir también otras actividades, que serán diferentes en las varias personas, prefiriendo siempre aquellas hiper aprendidas (por ejemplo oficios, actividades domésticas). En fin, las actividades pueden ser elegidas entre los hobby preferidos y la entrevista a los familiares podrá abastecer las informaciones necesarias para identificarlas. Terapia de re-motivación La terapia de re-motivación nace en Estados Unidos, a mitad de los años cincuenta por obra de Dorothy Hoskins Smith, profesora de literatura inglesa que trabajaba como voluntaria en el Hospital Estatal de Filadelfia. Inicialmente, esta terapia se empleaba con los pacientes psiquiátricos. Es una intervención de tipo cognitivocomportamental empleado también para los pacientes con déficit cognitivo de grado leve al MMSE (Mini Mental State Examination) o de todos modos aún capaces de seguir una conversación, y con síntomas depresivos no graves. Esta intervención se efectúa por lo más en grupo (10-12 personas) raramente es individual. En los encuentros, que deben ser breves, directos y fuertemente estructurados, se enfrentarán temas de actualidad, o que se refieren a la realidad circunstante y que están cerca de la realidad de la persona. El objetivo principal de esta intervención es limitar y contrarrestar la tendencia al aislamiento del paciente demente y deprimido. En el curso de los encuentros el paciente deberá ser estimulado para entrar en relación con los demás y, re-motivado, a interactuar con el ambiente que lo circunda para así poder recuperar intereses pasados o desarrollar otros nuevos, creando conexiones entre el mun- 23/10/14 18:00 78 do objetivo y su realidad. Antes de iniciar la terapia, es fundamentalmente importante que el agente pueda hacer un análisis profundizado de los aspectos pasados y presentes, el carácter de los pacientes que participan en las reuniones, sus intereses, los hobby y las costumbres para luego formar grupos de personas con capacidades de conocimiento e intereses semejantes. Terapia de validación Terapia de “validación”, propuesta por Naomi Feil en 1967, es una intervención indicada para los pacientes con deterioro cognitivo, de grado moderado o grave, con asociados trastornos comportamentales. Puede ser individual y de grupo. A través de la escucha el terapeuta trata de conocer la visión de la realidad de parte del paciente (que lo puede llevar a vivir en período antecedentes de su experiencia vital), con el fin de crear un contacto emotivo significativo (validación emotiva). El principal objetivo no consiste en reconducir al paciente a la realidad actual (que podría aumentar los sentidos de ansia y de inseguridad) sino, por el contrario, es el de ensimismarse, de modo empático, en su “mundo” para entender comportamientos, sentimientos y emociones. Así a través de la verbalización de los propios sentimientos y de las propias emociones “convalidadas” por el terapeuta y por los compañeros de grupo, el paciente puede recuperar la autoestima junto con la percepción de ser aceptado como sujeto capaz de relaciones adecuadas y, como efecto, mejorar los comportamientos mal adaptativos y las relaciones interpersonales. Esta terapia se emplea para tentar reducir trastornos conductuales como el wandering, la agitación, la agresividad, el ansia y la desconfianza. Los encuentros de grupo (5-10 personas) podrán durar 30-60 minutos y tener una frecuencia semanal. En los encuentros de grupo cada participante desarrolla un papel específico que se concordará al comienzo de la terapia. Los encuentros deben prever habitualmente cuatro momentos DH84esp.indd 78 dolentium hominum n. 84-2014 diferentes dedicados al coloquio, a la música, al ejercicio motor, a la alimentación (con la distribución de bebidas y galletas). En los encuentros, la reminiscencia en sentido estricto, es acompañada por estimulaciones que pueden favorecer la interacción entre los pacientes y los terapeutas. Todas las actividades efectuadas en los encuentros tienden a favorecer el diálogo con el paciente que deberá ser llevado a externar su visión de la realidad. El terapeuta deberá confortar su visión entrando empáticamente en contacto, mostrando comprensión y participación y añadiendo elementos coherentes con su visión de la realidad. Músicoterapia La definición más actualizada de musicoterapia es aquella aprobada y compartida por la comunidad internacional con ocasión del VIII Congreso Mundial de Musicoterapia de la World Federation of Music Therapy (1996): “La músicoterapia es el empleo de la música y/o de sus elementos (sonido, ritmo, melodía y armonía) por obra de un músicoterapeuta calificado, en relación individual o de grupo, dentro de un proceso definido para facilitar y promover la comunicación, las relaciones, el aprendizaje, la movilización, la expresión, la organización y otros objetivos terapéuticos dignos de relieve en la perspectiva de absolver las necesidades físicas, emotivas, mentales, sociales y cognoscitivas. La músicoterapia se coloca como objetivos de desarrollar potenciales y/o rehabilitar funciones del individuo, de modo que él pueda obtener una mejor integración, en el plano intra e interpersonal y, consiguientemente, una mejor calidad de la vida a través de la prevención, la rehabilitación o la terapia”. Es empleada sobre todo para pacientes afligidos por déficit cognitivos de grado leve-moderado, con la asociación de problemas de lenguaje o trastornos del comportamiento; resultados positivos han sido referidos también en los pacientes más severamente comprometidos, tanto en el plano sociorelacional como en los trastornos conductuales. Las intervenciones pueden ser de grupo o individua- les en los casos más graves y se pueden desarrollar con dos modos: receptivo y activo. La músicoterapia receptiva se basa en la escucha de mensajes sonoros, rítmicos y musicales y favorece la evocación de recuerdos, facilita las asociaciones y permite un aumento de la comunicación verbal y no verbal. La músicoterapia activa se basa en la producción (canto) o emisión de sonidos, utilizando instrumentos musicales (tablillas, nueces de coco, maracas, cascabeles, triángulo, campanas, platillo, tambores), objetos, partes del cuerpo. El canto, que proporciona la conciencia de estar allí en ese momento, si se desarrolla en grupo crea o refuerza el sentido de pertenencia al mismo. La músicoterapia se coloca como el objetivo del desarrollo de un proceso de relación incluso en una comunicación no verbal, cuya comprensión se conserva también en las fases más adelantadas de enfermedad. Puede ser empleada para reducir los trastornos agresivos que se desencadenan durante las actividades de la vida cotidiana o poco agradables al paciente (p.e. la higiene), puede favorecer el relajamiento también en las fases adelantadas de la enfermedad y la evocación a la memoria de recuerdos y sensaciones agradables, que ayudan a manifestar pensamientos y emociones y a reducir las vocalizaciones y la agitación. La músicoterapia estimula las funciones “cognitivas” cuando se emplean instrumentos rudimentales para la producción de ritmos y/o sonidos, o puede estimular la memoria remota a través de la escucha de fragmentos musicales conocidos por el enfermo, o también se puede utilizar eficazmente para indicar algunos momentos de la jornada (por ejemplo la hora del almuerzo) o para favorecer el adormentarse. Los movimientos con la música, si el enfermo implicado es guiado, pueden apuntar a la readquisición del esquema corporal y a la estimulación táctil o, si se mueve libremente, puede ser un ejercicio adecuado para mejorar el tono del humor y el movimiento general. 23/10/14 18:00 dolentium hominum n. 84-2014 Ejercicio físico La actividad física (deporte, gimnasia) además de tener una acción positiva en la reducción del riesgo de desarrollar la demencia es útil en cada fase porque además de permitir el mantenimiento de las habilidades motoras residuales, puede contribuir a reducir los trastornos conductuales y mejorar los trastornos cognitivos. Además, desarrolla una acción positiva en el apetito, mejora el ritmo sueñovigilia y facilita la socialización. Si las actividades motoras se desarrollan en grupos, tienen también una acción positiva en el tono del humor. El ejercicio físico, aeróbico, podría influir directamente en las funciones cognitivas, determinando modificaciones bioquímicas y estructurales a nivel cerebral que se traducen en un aumento de la proliferación celular; estudios experimentales evidencian un aumento de la proliferación celular como respuesta al ejercicio físico; en un reciente estudio se ha observado que en los ratones (ya sea jóvenes como ancianos) que desarrollaban actividades físicas con respecto al grupo de control, que no desarrolla alguna actividad física, se potenciaba el aprendizaje y la neurogénesis. Además, se ha observado que la actividad física se asocia a un incremento de factores neurofísicos importantes para el crecimiento y la supervivencia de las células nerviosas. Terapia del contexto La Milieu Therapy (o Terapia del contexto) está comprendida en el ámbito de las intervenciones cognitivo-conductuales y aplica principios y procedimientos de un modelo de aprendizaje desarrollado por Skinner definido como condicionamiento operante; es un conjunto de intervenciones de rehabilitación, individuales o de grupo, utilizados en muchas enfermedades psiquiátricas y en el autismo. Aunque no hayan sido efectuados estudios clínicos controlados que confirmen su eficacia, se aconseja también en las personas con AD siguiendo las pautas guía de la Asociación Psiquiátrica Americana (APA). La terapia del Contexto se pro- DH84esp.indd 79 79 pone mejorar no tanto el ambiente físico sino la atmósfera social y afectiva que ayude al enfermo a enfrentar las actividades de la vida cotidiana y a reducir los trastornos del comportamiento y de la conducta social: consiste en modificar/modular el ambiente en que vive el paciente de manera que lo haga compatible con sus capacidades funcionales; además, tiene el objetivo de modificar las expectativas terapéuticas de las personas que se ocupan de los pacientes y de los mismos pacientes. El condicionamiento activo, en el que se basa la MT, utiliza la técnica del refuerzo positivo o negativo respectivamente, para estimular o desanimar comportamientos del enfermo. Se emplearán refuerzos positivos generalizados y dirigidos para obtener y mantener un comportamiento adecuado, y refuerzos negativos para desanimar o inhibir el repetirse de actitudes o reacciones impropias. Fototerapia y Estimulación multisensorial (Bright light and Snoezelen Therapy) La luz con “intensidad luminosa creciente” (bright light therapy o fototerapia) es empleada como tentativa para mejorar las fluctuaciones de los ritmos sueño/vigilia y de la sundowning syndrom (síndrome del crepúsculo: confusión recurrente y aumento de la agitación en el atardecer o en las primeras horas de la noche). La Snoezelen Therapy o estimulación sensorial múltiple nace en los años sesenta en Holanda, en el ámbito de la investigación acerca de las “dificultades de aprendizaje”. Desde el inicio, en ámbito terapéutico, ha tomado el nombre de “Snoezelen”, un término holandés derivado de la fusión de las palabras “explorar” y “relajar”. Es una intervención dirigida a personas con graves déficit sensoriales y por lo general se efectúa individualmente en ambientes multisensoriales. Los ambientes multisensoriales han sido pensados como lugares en los cuales se puedan realizar actividades no estructuradas (exploración, uso de objetos, conversación) y con “libertad de equivocarse”, sin objetivos predeterminados por alcanzar y con la finalidad de relajarse sintiéndose seguros. Un ambiente multisensorial es por lo general una habitación con paredes blancas o con colores pastel (para optimizar los efectos de la iluminación) con ventanas que se pueden oscurecer, dotadas de pavimentos y decoraciones de materiales táctiles (suaves), paneles luminosos sensibles a la presión, mirror ball, proyector de imágenes o luces de colores, hilos y haces de fibras ópticas, tubos con las burbujas, que vibran y cambian de color al contacto, difusores de músicas y aromas, objetos que pueden ser usados fuera y que tienen un papel también dentro (vajilla, utensilios, pelotillas, etc.) de la habitación. La estimulación multisectorial es concebida como una especie de ambiente protésico y estimulante al mismo tiempo, que debería tener efectos positivos en las relaciones interpersonales, en los trastornos ansioso-depresivos y comportamentales y mejorar las capacidades sensoriales. La terapia con “arena” La Sand Therapy (ST), es decir, terapia con arena, se basa en tres elementos significativos, la arena, los objetos y la caja. Se puede considerar como una intervención rehabilitadora cognitivo-conductual. La arena es algo extremadamente ductil, capaz de estimular la creatividad y la psique; es una actividad netamente individual y se desarrolla en sesiones generalmente semanales de 45-60 minutos de duración. La actividad de por sí es simple: el paciente y el terapeuta se ponen en los dos lados de una cubeta que contiene arena; cerca del paciente se colocan miniaturas que pueden ser personas, utensilios, elementos naturales (rocas, madera, hierba, etc.) edificios o animales y arenas de colores. El terapeuta deja al paciente totalmente libre de manifestarse y no da ninguna orden: en la primera fase, su papel es de espectador silencioso. El paciente elige objetos y la arena por emplear y los posiciona (crea), los mueve, o simplemente dibuja con los dedos en la arena; cada comportamiento, también se aceptan aquellos 23/10/14 18:00 80 rabiosos. Sólo al final de la creación el terapeuta hace una foto a la representación creada y, si es posible, la comenta con el paciente. La fase del comentario puede continuar más allá del tiempo establecido por la terapia: el terapeuta puede mostrar al paciente la foto de lo que ha creado también en otros contextos para continuar a comentarla. La foto es empleada también para tener una pauta de las modificaciones del comportamiento del paciente. El objetivo de la ST es disminuir el estado de agitación y los trastornos del comportamiento, dando la posibilidad de gozar de una experiencia agradable a través de la cual se manifiesta necesidades, angustias o recuerdos de otro modo no conscientes. La ST estimula la atención y la concentración, favorece el “hablar de sí”, tanto durante la creación de la imagen en la arena que es ella misma un medio de comunicación de los propios estados internos, como durante el comentario de lo obrado; además, esta técnica estimula la revocación de recuerdos y alerta las habilidades motoras. Huerta terapia (Horto therapy HT) y jardines terapéuticos Se puede considerar como una intervención de rehabilitación cognitivo-comportamental multisectorial (olfato, vista, tacto). Esta forma de terapia, nacida en los países asiáticos, se difundió en los Estados Unidos a fines del siglo pasado y se está comenzando a conocerla también en Italia. La huerta terapia comprende actividades de jardinería, el cultivo de plantas y de hortalizas. Se desarrollan varias actividades: preparación del terreno, organización del espacio, la siembra, seguir el desarrollo, observar la floración y, finalmente, la cosecha. Se utilizan las plantas de flores para estimular la vista, aquellas aromáticas para estimular el olfato y aquellas con hojas pelosas para estimular el tacto. Es una intervención que se dirige a los pacientes en las diferentes fases de la demencia. El paciente es colocado en contacto con la tierra y ya de la observación de formas, colores, DH84esp.indd 80 dolentium hominum n. 84-2014 sombras, luces y olores (olfato terapia) de las flores, recibe estimulaciones de tipo perceptivo que pueden reducir los trastornos conductuales; ocuparse de una planta o de una flor estimula la afectividad, mejora la autoestima y el sentido de control en el ambiente; retomando contacto con la tierra y el ambiente, se favorece el sentido de la orientación espacial y temporal, la socialización y la actividad motora con recaídas positivas en los trastornos depresivos y en el ansia. La HT es una actividad que tiene necesidad de ser organizada porque el cuidado de las plantas necesita tiempos bastante precisos y de modalidades definidas. Por lo general la HT se desarrolla cotidianamente, en horarios preestablecidos en los que cada individuo o los grupos son conducidos en el espacio dedicado. Especialmente al comienzo, la HT es una actividad “directiva” en la que el terapeuta da tareas y explicaciones asumiendo un papel de guía y de control (p.e. explicará como regar o podar, dirá cuando es el tiempo de sembrar, etc.). No obstante la necesidad de la presencia del terapeuta, el paciente es libre de conducir por sí solo la actividad aplicando los métodos y las estrategias aprendidas. Si la actividad se desarrolla en grupo, se pueden acompañar a pacientes expertos (que se sustituyen al terapeuta) a pacientes nuevos para favorecer el aprendizaje por imitación. Si hay necesidad de alcanzar objetivos particulares (p.e. ejercicio de actividades motoras específicas), el terapeuta organiza la actividad siguiendo dichos objetivos (p.e. obligará determinados movimientos o recorridos). Terapia asistida por un animal (TAA) - PET Therapy Es una intervención de rehabilitación de tipo comportamental. La presencia de un animal mejora desde un punto de vista psicológico la vida del individuo disminuyendo la soledad y la depresión, actuando como soporte social, dando un impulso al cuidado de sí mismos y se vuelve una fuente de actividades cotidianas de relieve. La TAA nace en 1953 en Améri- ca, por mérito del psiquiatra Boris Levinson. Mientras trabajaba con un niño autista, se dio cuenta que su perro constituía una ocasión de intercambio afectivo, de juego, y hacía más agradable las sesiones. La relación hombre-animal, afectivo y emocional, está en la capacidad de proporcionar no sólo beneficios emotivos y psicológicos, sino también físicos, como disminución de la presión sanguínea y la disminución del latido cardíaco. Su empleo ha sido extendido a otras enfermedades, incluido el Alzheimer. El paciente, a través de esta técnica de estimulación prevalecientemente sensorial logra encontrar, de hecho, beneficios en algunos trastornos conductuales. Muchos estudiosos han puesto en evidencia que la compañía de un perro (siempre en presencia de su instructor), reduce la agresividad y la agitación, y mejora el comportamiento relacional de los enfermos. La interacción con el animal anima también la interacción verbal y no verbal entre persona y animal, estimulando no sólo la memoria del paciente (los animales pueden llevar a recuerdos del pasado), pero también su orientación temporal (horario de alimento del animal o de su paseo), y sus órganos de sentido, estimulados por el olor que emite el animal, por el color y por la sensación táctil de su pelo. Con un decreto legislativo del 6 de febrero de 2003, se ha reconocido oficialmente la denominada ‘Pet Therapy’, en el marco del Servicio Sanitario Nacional. Terapia de la muñeca (Doll Therapy) Es una intervención de rehabilitación empleada tanto para la disminución de los trastornos conductuales como para el mantenimiento de las funciones cognitivas. Las muñecas terapéuticas presentan características particulares (peso, posición de los brazos y de las piernas, dimensiones y rasgos somáticos) que estimulan el acudimiento. De este modo el paciente es estimulado a poner en marcha relaciones táctiles y de maternage que favorecen la gestión y, en 23/10/14 18:00 dolentium hominum n. 84-2014 algunos casos, la disminución de trastornos del comportamiento como agitación, agresividad, apatía, comportamiento motor anómalo y permiten ejercer algunos tipos de memoria. Gentle Care (aproximación protésica) Gentle Care es un modelo protésico de cuidado dirigido a las personas con demencia, elaborado en los años noventa por la terapeuta ocupacional canadiense Moyra Jones. Nace no con la finalidad de estimular la recuperación de actividades funcionales de la persona enferma, sino de proporcionar intervenciones protésicas tales de compensar “desde el externo”, lo que se ha perdido irremediablemente. También esta aproximación no está finalizada para “sustituir” funciones comprometidas, sino tiene como objetivo garantizar su desarrollo de actividad cotidiana con la máxima seguridad y reduciendo a lo mínimo el estrés que puede provocar al enfermo y a quien lo asiste. La aproximación protésica, se propone alcanzar este objetivo tanto a través de intervenciones en el espacio físico (adaptaciones de los ambientes domésticos) como sobre los que se ocuparán de estos enfermos a fin de que adquieran capacidades específicas profesionales (comunicación verbal y no verbal, apropiada actitud de cuidado, etc.). ABC of Behavior Change El método ABC se basa en el presupuesto que un determinado comportamiento sea generado como respuesta a un acontecimiento precedente creando así una cadena comportamental entre Antecedente, Comportamiento (Behavior) y Consecuencias (ABC). Partiendo de este presupuesto se vuelve importante que quien se ocupa efectúe una evaluación descriptiva del trastorno del comportamiento con el objetivo de ayudar a determinar el motivo por el cual acontece. Una descripción atenta del acontecimiento es el método mejor para buscar comprender cuáles son las posibles causas que lo pueden haber provocado. DH84esp.indd 81 81 El empleo de la cadena comportamental ABC, bajo forma de diario se vuelve un instrumento útil para la recolección de informaciones a través de una directa observación del acontecimiento. El diario empleado debería tener tres columnas en cada una de las cuales describen los antecedentes, el comportamiento y las consecuencias, respectivamente. Un antecedente es todo lo que ocurre inmediatamente antes que se manifieste un trastorno del comportamiento. Pone las bases para la aparición del comportamiento sucesivo. En el diario “ABC”, en la columna “antecedente”, se deberá colocar la hora, el lugar, quien está presente, lo que hacía el enfermo, y los demás datos del ambiente (la temperatura, el tiempo, la iluminación, etc.). Administrar la conducta antes de redactar el diario, tratando de no dejar pasar demasiado tiempo antes de redactar el ABC. Considerar también otros posibles factores que pueden haber intervenido como por ejemplo una variación del estado de salud (infección, reagudizar de una patología crónica, etc.), el personal específico, la proximidad de otros enfermos, el nivel de rumor, etc. En fin, es útil considerar también los antecedentes lejanos como los cambios terapéuticos, la familia. En la columna “Comportamiento” se deberán registrar las mayores informaciones sobre como se ha comportado. En la columna “Consecuencias” se colocará todo lo que ocurre inmediatamente después del comportamiento (informaciones sobre la persona y sobre quien interviene para enfrentar la situación). Se debe describir de modo cuidadoso todo lo que ocurre realmente, no como puede ser interpretado lo que ha ocurrido o la reacción emotiva hacia el mismo. Algo sobre la falsilla de ‘ha escupido en tierra tres veces’, esta es una descripción clara y medible. Es importante escribir el diario ABC lo más velozmente posible, porque es muy fácil olvidar los detalles también después de un breve período. Con frecuencia es necesario compilar el diario ABC más veces antes de ver eventuales relaciones que surgen entre los antecedentes y las consecuencias; a veces esto puede requerir también alguna semana. Un diario ABC es también un documento que ayuda al personal médico a valorar mejor los trastornos del comportamiento del enfermo y a identificar si hay motivos recurrentes (antecedentes) que contribuyen a provocarlo. Actuando en los antecedentes identificados como posibles responsables del comportamiento, se proveerá a evitar la aparición del consiguiente trastorno del comportamiento. Dementia Care Mapping (DCM) La DCM fue desarrollada por Tom Kitwood y Kathleen Bredin, y deriva de la extensión de la aproximación de cuidado centrada en la persona de Tom Kitwood. La DCM es un instrumento de observación proyectado en la Bradford University para examinar la calidad del cuidado vista por la persona con demencia; se funda en la filosofía de cuidado centrada en la persona, con el objetivo de promover intervenciones holistas orientadas al paciente y ayudar a los agentes a mejorar la calidad de la asistencia. Esta aproximación al cuidado de los pacientes dementes prevé que haya “mapper” (observadores) que no estén implicados directamente en la asistencia para evitar así posibles distracciones. Por lo general los “mapper” deberían trabajar en pareja, y pasar seis horas observando los acontecimientos en una determinada actividad de cuidado. Cada cinco minutos los “mapper” anotan la actividad en la que está empeñado el paciente, su comportamiento, episodios de bienestar y de malestar, anotando si son breves o prolongados, y documentan todos los acontecimientos positivos y si hay comportamientos del personal no adecuados o que han disturbado al paciente. Un “mapper” intervendrá sólo en casos extremos, por ejemplo, si un paciente está en peligro o en caso de abuso. Luego, los “mapper” analizan los datos y proporcionan un feedback al personal para explicar la reacción del paciente a la asistencia y elaborar estrategias para mejorar las intervenciones de cuidado. La DCM es empleada amplia- 23/10/14 18:00 82 mente en el Reino Unido y fuera de él, como el método más eficaz de proporcionar formación, feedback y planificación de las acciones de asistencia. La formación y la supervisión del personal son elementos esenciales para actuar un método adecuado de cuidado de los pacientes dementes; en particular el uso de una aproximación sistemático a la planificación y valoración del cuidado puede ser también útil en el garantizar una intervención individualizada centrada en la persona, y en sus exigencias, más bien que para administrar sólo los problemas percibidos. Actividades espirituales y religiosas Si estas actividades han tenido una parte importante en la vida de quien se ha enfermado de demencia, continúan siendo ocasiones útiles para estimular la socialización, para favorecer la comunicación con los demás, para evocar recuerdos; pueden representar un modo de mantener la autoestima y el sentido de pertenencia social y para afrontar el estrés de la enfermedad. La “estereotipia” (rezo del rosario) y la repetitividad, facilitan la participación de los enfermos; y la cadencia témporo-espacial con la que se repiten momentos de encuentro (Santa Misa, festividades religiosas) que favorezcan la orientación. Danza terapia (DT) El principio teórico de la DT es que los movimientos del cuerpo reflejan los estados internos; a través del movimiento del cuerpo guiado en una situación terapéutica, puede comenzar un proceso para mejorar la integración cognitiva, emotiva, social y física del individuo. La danza de grupo ayuda a las personas a salir del aislamiento; el movimiento rítmico reduce la rigidez muscular, disminuye el ansia y aumenta la energía; el movimiento espontáneo ayuda a las personas; el movimiento espontáneo ayuda a las personas a reconocer y a fiarse de sus impulsos; el movimiento creativo anima la auto-expresión y abre nuevos modos de pensar y de hacer. DH84esp.indd 82 dolentium hominum n. 84-2014 Desde el punto de vista físico mejora la coordinación y el tono muscular. A nivel emotivo ayuda las personas a ser más tranquilas, confiadas y a entrar en relación y socializar. Desde el punto de vista mental la DT mejora las capacidades cognitivas, la motivación y la memoria. Arte terapia Técnica multidisciplinar que une el arte, las ciencias psicológicas y las ciencias pedagógicas. El Arte Terapia es una forma de intervención que se realiza a través de la libre expresión de la creatividad del enfermo. Tiene el objetivo de ofrecer a la persona la posibilidad de producir manufacturados “artísticos” que pueden ser la expresión de pensamientos y emociones. Se puede desarrollar singularmente o en grupos. El producto artístico se sustituye a la palabra y se vuelve por tanto un importante medio de comunicación para manifestar estados de ánimo positivos, o sufrimientos pasados asumiendo así una valencia catártica y liberatoria. Por tanto, el Arte Terapia se propone trabajar en la parte del paciente aún preservada tratando de potenciar su creatividad y así reconciliar los conflictos internos, aumentar la auto-conciencia, desarrollar las capacidades sociales, controlar el comportamiento, reducir el ansia, ayudar la orientación social, acrecentar la autoestima, sostener actividades motoras. El producto artístico suple como mediador de relaciones entre el paciente y el especialista, da protección y contención y, aún respetando los mecanismos de defensa, activa los recursos creativos, emociones por elaborar y las capacidades residuales individuales. El Arte terapia tiene como tarea acompañar al paciente en el descubrimiento del “hacer” artístico y sostener con la verbalización la conciencia de lo expresado en la forma artística. Por tanto, el objetivo del arte terapia no es interesarse al producto artístico en sí sino acercarse a la experiencia interior que este producto manifiesta. Evocar emociones ligadas al pasado, significa volver a poner al paciente en contacto con partes de sí mismo, una identidad que la enfermedad tiende a descolorar. La producción artística puede aliviar los síntomas depresivos ligados al degrado de las autonomías, al ansia y a la confusión debido a los numerosos déficit cognitivos; implicar partes que aún funcionan de sí mismo en un proceso activo y apasionante como aquel artístico y conceder todavía al paciente dignidad en las capacidades que la enfermedad está corroyendo. Bío-danza Del griego biós = vida y danza, por tanto “Danza de la vida”, es una práctica ideada y experimentada desde los años 60 por el psicólogo, antropólogo y sociólogo chileno Rolando Toro Araneda (1924-2010). Los elementos implicados en esta práctica son la música, el movimiento y la expresión de las emociones; la combinación de estos tres elementos podría inducir a través de la activación del núcleo afectivo humano, a la experiencia directa del concepto de vivencia (palabra que manifiesta la sensación de estar vivos aquí y ahora) propuesto por el filósofo Wilhelm Dilthey. En la enfermedad de Alzheimer, esta técnica de estimulación prevalecientemente sensorial, además de los beneficios de la música, produciría efectos positivos debidos a aspectos como el “feeling dissolve”, para la gestión de las dificultades afectivas del enfermo, y el “therapeutic touch”, que enseña como devolver al paciente un equilibrio emotivo a través del toque de las manos. La Biodanza se puede desarrollar en ambiente cerrado o a cielo abierto, se practica sin zapatos, con ropa cómoda y limitando todo lo posible accesorios como relojes, joyas, truco. Consiste en una sucesión de ejercicios (o vivencias) que propone el terapeuta y se caracterizan por músicas específicas; el terapeuta proporciona cada vez las indicaciones necesarias para entrar en la vivencia. Los ejercicios pueden ser individuales, en pareja, en pequeños grupos, o implicar a todo el grupo; en su mayoría están asociados a una o más músicas; sin embargo 23/10/14 18:00 dolentium hominum n. 84-2014 83 existen algunos en los que la música es excluida para que los participantes se manifiesten a través del canto, o permaneciendo en silencio. INTERVENCIONES PARA SOSTENER LA FAMILIA Y EL CAREGIVER (Intervenciones psicoeducacionales) Aromaterapia Tratamiento que se ocupa del bienestar de la mente y del cuerpo con la finalidad de lograr un alivio psicofísico a través de la acción “física”. Esta actividad de cuidado, que se practica por medio del masaje, el micro masaje y el auto masaje; se emplean óleos esenciales. Se trata de una intervención de estimulación sensorial que, si se coloca en un programa multimodal, puede ser integrado con otras técnicas de estimulación cognitiva. Parece ser una intervención útil en el control de algunos trastornos del comportamiento (agitación), favorece el relajamiento, el sueño y reduce los trastornos depresivos. Los óleos esenciales más utilizados son el extracto de lavanda, la salvia, el bálsamo de melisa y citronela. Estos óleos, además que para el masaje del cuerpo se pueden emplear en el agua para bañarse o vaporizados en el ambiente Los familiares tienen un papel central en la gestión del paciente demente; en efecto, con frecuencia representan el recurso principal de asistencia informal para el paciente. En la mayor parte de los casos los caregivers son mujeres (esposas, hijas) con papeles familiares ya bien definidos, que con frecuencia de modo repentino y sin poder elegir, deben cubrir un nuevo papel destinado a transformar de modo radical su propia vida (reducir o dejar el trabajo, renunciar a cargos y contactos sociales). La responsabilidad y la intensidad de la asistencia, la presencia o menos de trastornos conductuales y el grado implicación emotiva, la pluralidad de los papeles por cubrir, la necesidad de encontrar siempre equilibrios nuevos y más difíciles, pueden producir en el caregiver sensaciones de insuficiencia, de situación sin salida, de aislamiento y de “luto anticipado”. Por estos motivos los caregivers están particularmente en riesgo en el desarrollo de trastornos (ansia, depresión, nerviosismo, astenia, inapetencia, insomnio) y enfermedades somáticas; dicho estado de salud impactará negativamente también en el bienestar global (y aumenta el riesgo de institucionalización). Por consiguiente, frecuentemente, en el caregiver se puede poner de relieve un consumo de fármacos psicótropos que es significativamente superior con respecto a la población general. Ellos representan una pieza débil en la asistencia que imponen proporcionar formas de sostén y momentos de respiro capaces de favorecer la recuperación de las energías psicofísicas. Por tanto, los programas de educación y de sostén para los familiares se vuelven intervenciones necesarias y eficaces para sostenerlos en sus tareas de caregiving y para reducir el estado de estrés psicofísico; una reducción del estrés incide positivamente en la disminución del riesgo de re- Haptonomía La haptonomía (del griego hapsis, “toque” y nomos, “regla”) se puede definir como ciencia de la afectividad expresada a través del contacto. Fue ideada hace cerca de 50 años por el médico holandés Frans Veldman, y ha sido aplicada por largo tiempo principalmente a la relación entre padres e hijo en el período neonatal. El significado pleno del término haptonomía, por tanto, se puede definir como el acercamiento al ser humano en su globalidad que, manifestando interés, respeto, consideración – en una palabra, afectividad – confirma al otro en el valor de su existencia. El contacto haptonómico, al ofrecer una confirmación afectiva al enfermo, le permite lograr una “seguridad básica” que pone en movimiento una serie de fenómenos psicofísicos positivos y puede modificar también la capacidad de responder a las enfermedades. DH84esp.indd 83 currir a la institucionalización del enfermo y se repercute positivamente también en la calidad de la asistencia proporcionada. En efecto, se han revelado eficaces programas de asistencia domiciliaria, cursos informativos y de formación, grupos de mutua auto-ayuda, varias formas de respite-care (de los Centros Diurnos a los reales y verdaderos internamientos breves en estructuras adecuadas) y de sostén psicológico (individual o de grupo). Para aliviar el estrés del caregiver, se han demostrado igualmente útiles los programas de counseling y psicoeducacionales para el núcleo familiar. Las intervenciones psicoeducacionales se proponen sostener emotivamente a los caregivers, de proporcionar informaciones generales en la enfermedad y en los recursos asistenciales locales, enseñar estrategias de estimulación cognitiva; proporcionar indicaciones sobre como poder administrar los trastornos comportamentales. Por tanto, tienen como objetivo proporcionar un constante soporte a los caregivers, verificar la compliance a los tratamientos propuestos (estas intervenciones prevén visitas domiciliarias, garantizar un rápido acceso a los especialistas del equipo de atención en caso de necesidad. La primera fase de la intervención prevé el suministro a los caregivers de escalas tendientes a indagar el impacto de la enfermedad del paciente sobre su vida, a evaluar sus necesidades y su condición psicológica. Los encuentros que seguirán prevén que haya la presentación y la acogida a los participantes, con la descripción de cada uno de los participantes de la propia historia y de las dificultades encontradas en la vida de todos los días. En el curso de los encuentros se comunicarán las informaciones acerca de la enfermedad y de los recursos asistenciales disponibles, sobre las estrategias y las técnicas de estimulación cognitiva y sobre las estrategias de control de los trastornos comportamentales con una verificación sobre la utilidad de las indicaciones proporcionadas. Lo que se espera para los familiares es que adquieran mayo- 23/10/14 18:00 84 res informaciones sobre la enfermedad, sobre posibles fuentes de asistencia, sobre las técnicas de estimulación cognitiva y para el control de los trastornos conductuales que se pueden emplear en la vida cotidiana con una reducción del sentido de aislamiento y desconsolación con una posible y consiguiente reducción de la sintomatología ansiosa depresiva. Para los pacientes uno se esperaría una disminución en la progresión del declino cognitivo, un mejor control de los trastornos comportamentales y un menor recurso a hospitalizaciones y a tratamientos farmacológicos impropios y consiguiente prevención de ulteriores agravamientos del declino cognitivo con un retraso en la institucionalización. INTERVENCIONES REHABILITAdoras AMBIENTALES (prótesis compensativas) Los trastornos cognitivos causan también dificultades para reconocer y disfrutar los ambientes domésticos; esto puede provocar la aparición, o ampliar la intensidad de trastornos psíquicos o comportamentales con recaídas negativas en las habilidades funcionales residuales y en la calidad de vida del paciente y de la familia. Cualquier intervención de rehabilitación que quiera ofrecer una adecuada asistencia al sujeto afligido por demencia no podrá dejar de tener en cuenta estas dificultades, y debería tomar en consideración una acción también en el ambiente físico, adaptándolo a los recursos del enfermo. La adecuación de los ambientes domésticos debe tener en cuenta tanto el déficit cognitivo como la presencia de los trastornos sensoriales (visuales, auditivos o motores) relacionados con la patología o propios de la edad. De hecho, no son poco frecuentes los déficit de la percepción de los colores en banda fría, de la profundidad del espacio, de la relación particular/de fondo; además, con frecuencia está presente la dificultad en los movimientos de verticalidad de la mirada. Estos trastornos de percepción re- DH84esp.indd 84 dolentium hominum n. 84-2014 ducen la capacidad de explorar el ambiente y los objetos en movimiento. Con frecuencia, a estos problemas se añade la dificultad a interpretar los estímulos auditivos. Dichos trastornos, se agravan por los déficit cognitivos que, de por sí, provocan dificultades para interpretar símbolos visivos abstractos e identificar el significado del uso de los objetos; o aún para memorizar los puntos de referencia ambientales y a interiorizar mapas espaciales, dificultades para comprender la propia posición en el ambiente por el alterarse del esquema corporal; en fin, la reducción de la capacidad de atención empeora la posibilidad de descifrar más estímulos contemporáneamente. Los déficit de la patología se agravan también por reducciones funcionales propios del proceso de envejecimiento fisiológico como la disminución y la inestabilidad en la deambulación, la presbicia, menores capacidades de adaptación en la oscuridad, facilita los fenómenos que deslumbran, la pérdida de la visión periférica, presbiacusia. En fin, hay que evaluar también la presencia de otras patologías orgánicas concomitantes que puedan suscitar dolor u otros déficit sensoriales. Para compensar las dificultades que pueden derivar de los déficit descritos y hacer que los espacios domésticos sean idóneos para ser utilizados, se deberán actuar intervenciones específicas de rehabilitación (“protésicas”) compensativos. Las intervenciones compensativas deberán ser tales que garanticen la máxima seguridad sin reducir la libertad y la autonomía del enfermo, deberán favorecer la orientación topográfica y temporal, el mantenimiento de la identidad personal y familiar, y evitar la aparición de trastornos psíquicos y comportamentales. En este párrafo se ilustrarán brevemente las principales intervenciones y algunas de las estrategias más idóneas para permitir que el paciente mantenga la máxima libertad y autonomía asegurándoles el más alto nivel de seguridad. Para garantizar la seguridad, hay que verificar el estado de ventanas, puertas, balcones, jardín, terrazas, pavimentos, escaleras, electrodomésticos, luces, equipos y utensilios varios, fármacos, de sinfectantes y detergentes, plantas, vidrios y vidrieras, y de este modo reducir a lo mínimo los riesgos de huida, caída, herimiento, quemaduras y fulguración accidentales, ingestión de sustancias tóxicas que derivan de contactos accidentales con ellos. Para favorecer la orientación espacial se pueden utilizar facilitaciones visuales (por ejemplo un dibujo de wc en la puerta del baño), o garantizar una iluminación adecuada, o simplificar el acceso diurno y nocturno a los ambientes domésticos (p.e. colocando el lecho cerca del baño, si el sujeto aún está en grado de emplearlo pero se pierde a lo largo del trayecto, y dejando una luz nocturna para llegar a él). Para facilitar la orientación temporal se podrán predisponer almanaques y relojes bien visibles y fáciles de leer en los varios ambientes de la casa. Para mantener por mayor tiempo sus autonomías, los ambientes se deben adaptar poco a poco a sus capacidades cognitivas poniendo bien visibles los objetos aún empleados siempre en los mismos lugares) o dotando la cocina de hornillas eléctricas o de lectores de gas si aún es capaz de utilizarla (más que impedirle cocinar), o facilitando su llegada al baño (indicaciones escritas o dibujos) más que acompañarlo. Para favorecer el control de los trastornos conductuales se puede crear un espacio privilegiado para el descanso, en el que el enfermo se pueda retirar, o donde puede ejercer actividades de tipo manipulativo (una cómoda en la que pueda hurgar) o relajarse (soft corner); eliminando todos los objetos que se pueden destruir (macetas, chucherías, plantas) o perder (llaves); disimulando objetos que son fuente de fenómenos ilusorios o de alucinaciones (aparato TV, espejos, superficies lúcidas reflectantes). Algunas áreas de la casa son también particularmente a riesgo de accidentes y se deben adoptar astucias específicas. La cocina puede ser sede de accidentes cuando el enfermo aún está en la capacidad de cocinar. 23/10/14 18:00 dolentium hominum n. 84-2014 Hay que favorecer de cualquier modo esta actividad, para la supervisión del enfermo y disimular la manopla de seguridad del gas de modo que no sea identificada cuando no es usada. Aplicar dispositivos de seguridad que detectan fugas de gas. Si puede ser más seguro, sustituir la hornilla de gas con una eléctrica. Poner en seguridad los pequeños electromésticos. Aplicar sistemas de pre mezcla del agua que permitan una erogación en torno a los 36-37°, para evitar quemaduras. Dejar bien en vista la vajilla que el enfermo aún es capaz de utilizar, colocándola siempre en el mismo lugar. Esconder en lugares no accesibles cuchillos y el material cortante. Cerrar con llave detergentes y otros materiales tóxicos. Procurar sistemas de cierre de portezuelas, armarios, refrigeradora, freezer. El baño es sede de caídas debido a la presencia de superficies resbalosas, a la dificultad de realizar movimientos para sentarse/levantarse en espacios a veces estrechos y sin apoyos. Para evitar que el enfermo permanezca encerrado, eliminar los sistemas de cierre interno; emplear las alfombras antiresbaladizo (en el fondo de la bañera o de la ducha); para reducir el riesgo de caídas aplicar manijas de apoyo cerca al WC, a la bañera o a la ducha. Aplicar auxilios que permitan que el enfermo se siente cuando se lava (escabeles con foros para que corra el agua, asientos o tablas de madera y/o plástica para aplicar a la bañera). Disimular el bidet si se presentaran fenómenos de confusión de éste con el WC, o diferenciar el bidet del WC empleando colores diferentes. Proporcionar el WC de auxilios para elevar el plano de apoyo. Colocar en lugares seguros detergentes y electrodomésticos (p.e.: secador de cabellos). Dejar iluminado el baño durante la noche, para facilitar su utilización. Disimular el espejo con un paño, el enfermo no reconoce su imagen refleja y la cambia por intrusos o ladrones. Dejar a la vista, y siempre en los mismos lugares, los objetos de uso común (cepillo de dientes, pasta, peine) eliminándolos cuando el enfermo ya no está en condición DH84esp.indd 85 85 de reconocer la función o de utilizarlos adecuadamente. En el dormitorio, facilitar la subida y la bajada de la cama para reducir los riesgos de caída, dejar únicamente objetos y hábitos que se utilizan, eliminar alfombras y antecama, facilitar el recorrido cama-baño eliminando los obstáculos, o utilizar “la silla cómodo” en el dormitorio. Predisponer espacios o algunos cajones a los que el enfermo pueda acceder libremente (para hurgar, colocar, atarearse si presenta dicho comportamiento) que contengan materiales que pueda manipular sin peligros (chompas o vestidos viejos). En el corredor, eliminar objetos ornamentales o que estorban, cables telefónicos, eléctricos u otros obstáculos a lo largo de recorrido acostumbrado del enfermo (sobre todo si presenta vagabundeo) porque son fuente de choques. No utilizar ceras para pavimentos o emplear sólo aquellas antideslizamiento. Valorar que la iluminación sea adecuada y homogénea. Reducir la presencia (o eliminar) espejos y cuadros si son fuente de agitación para el enfermo. Las escaleras con frecuencia son la causa de caídas. Cuando comienzan a manifestarse dificultades de deambulación, si la casa está dispuesta en varios pisos, es oportuno tener un ambiente de vida del enfermo en un solo piso. Si se deben emplear las escaleras, proporcionarles un pasamano bilateral a lo largo y poner en evidencia el borde de cada grada con material antideslizante. Valorar que la iluminación sea adecuada. Remover todos los objetos que son una fuente potencial de tropiezo e instalar una rejilla para mantener seguro el acceso. Para las ventanas adoptar aberturas a vasistas o instalar rejas para evitar que el enfermo las utilice como vías de salida impropias. Sustituir las normales manijas con empuñaduras a inserto extraíble. Alejar de las ventanas todos los elementos que podrían constituir un elemento que facilite llegar a ellas y superarlas (sillas, mesas, sillones). También las puertas se pueden volver un problema cuando dan acceso a espacios externos (riesgo de ‘fuga’) o a zonas ‘peligrosas’ (accesos a alacenas, laboratorios que contienen herramientas). Por el contrario, es importante que el enfermo identifique fácilmente algunas puertas para permitirle un empleo cómodo (puerta del baño, dormitorio) de los ambientes domésticos. Por ejemplo se puede pintar la puerta y la manija con el mismo color de la pared para que sea menos reconocida, aplicar cerrojos en una posición que no puedan alcanzarlos (en alto, donde uno tiende a no mirar) y evitar colocar perchas en su proximidad para favorecer su reconocimiento. En cambio, si se quiere facilitar el reconocimiento de la puerta, dibujarla con color diferente de la manija y con respecto a la pared; de todos modos, quitar la llave para evitar que el enfermo se encierre en la habitación incluso accidentalmente; además, puede ser útil aplicar en la puerta elementos que favorezcan el reconocimiento del ambiente en el que se accede (dibujo de un WC, dibujo de una cama) a fin de que el enfermo esté en la condición de identificarlo. En fin, los vidrios y las vidrieras pueden ser difícilmente reconocibles si la superficie es transparente o reflectante, con el consiguiente riesgo de choques, contusiones, cortes o la aparición de agitación y/o fenómenos de alucinación provocados por la vista de cosas o personas colocadas al otro lado de los vidrios y que no se pueden alcanzar debido a una errada interpretación de los espacios. Se sugiere aplicar pegatina para vidrios, hacer opaco el vidrio, sustituirlo con otro material no transparente ni reflectante. Con respecto a los colores, es importante dar preferencia a aquellos brillantes, los matices delicados no son fácilmente percibidos, y crear una neta distinción entre los pisos horizontales y verticales. El color de los pisos horizontales (pavimento) debe dar un sentido de solidez, la impresión de apoyar los pies con seguridad. En los ambientes de casa polivalente, es útil emplear tonalidades de color relajador. 23/10/14 18:00 86 dolentium hominum n. 84-2014 3.3 Los cuidados paliativos son un derecho humano fundamental Baronesa Ilora Gillian Finlay of Llandaff Profesor de Medicina Paliativa “Cardiff University School of Medecine” Consultor en el “Velindre Cancer Centre”, Cardiff, Reino Unido L a Declaración de los Derechos Humanos establece que todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos. La Declaración afirma claramente que ninguno puede ser sometido a tortura o a un tratamiento cruel, inhumano o degradante; por tanto, es claro que para cumplir nuestro deber de asistencia, debemos emplear nuestras capacidades a fin de proporcionar buenos cuidados y alivio al sufrimiento de los que están muriendo. Al mismo tiempo, es importante recordar que, como ha dicho Dame Cicely Saunders, debemos ayudar “a morir en paz, pero también a vivir hasta la muerte”. Por tanto esta intervención se concentrará más en el vivir, que en ver la muerte como una ventaja o como un fin en si mismo. Los cuidados paliativos para los pacientes con enfermedades neurológicas inicia casi siempre en el momento del diagnóstico. Estos enfermos saben que no existe tratamiento alguno específico para invertir la progresión de la enfermedad, aunque intervenciones con la fisioterapia y a veces con fármacos pueden retardar su desarrollo. El diagnóstico es devastador y los pacientes se deben adaptar a sus síntomas físicos así como a afrontar el tumulto emotivo que impone el diagnóstico. Los cambios sociales son sísmicos. Muchos pacientes, ya sea que tengan una fe religiosa, que sean agnósticos o de ninguna fe, se plantearán preguntas y tendrán inquietudes sobre su existencia, que pueden entrar en el ámbito espiritual. Una enfermedad terminal ha sido definida como “la condición inevitablemente progresiva que no puede ser invertida median- DH84esp.indd 86 te un tratamiento y cuya evolución es hacia la muerte dentro de seis meses, como directa consecuencia de la enfermedad”. Sin embargo, es muy importante reconocer que las trayectorias del desarrollo de una enfermedad varían notablemente.1 Con mucha frecuencia, para la persona que está muriendo y para los que la asisten la incertidumbre es un concepto difícil de aceptar. El decurso de la enfermedad está envuelto por la incertidumbre. A veces los pacientes parecen empeorar improvisadamente, para luego mejorar de manera considerable, dejando a todos sorprendidos por el hecho que aún están vivos. Durante el desarrollo de la enfermedad habrá momentos en los que la condición del paciente se vuelve inestable con un problema urgente imprevisto que, si no es curado, podría comportar el deterioro del mismo paciente y su muerte; por ejemplo: una hemorragia gástrica como efecto colateral secundario debido a fármacos no esteroides. Otras veces el paciente puede empeorar de manera inesperada y, por tanto, tiene necesidad de un sostén urgente, aun si no se trata todavía de una emergencia en plena regla. Un ejemplo de una situación de este género es un paciente con esclerosis múltiple remitente y recurrente, que puede empeorar de improviso pero también mejorar, aunque no recuperará nunca las funciones antes de ese episodio. Por tanto, si los episodios no son tratados adecuadamente, la calidad de vida del paciente será dañada en forma devastadora y la recuperación será más difícil. El papel de los cuidados paliativos es ayudar a los pacientes a reconsiderar sus esperanzas y aspiraciones a fin de que sean más realistas, como por ejemplo, continuar a planificar acontecimientos familiares para realizar fiestas, como la celebración de cumpleaños y otras fechas importantes, renunciando a programas de largo plazo. Para hacer todo esto, es necesario que se mejore la realidad del paciente, lo cual requiere lo mejor de las capacidades clínicas2. Es necesario un diagnóstico cuidadoso para afrontar de modo holista todas las causas de la dificultad de los pacientes, tanto en el ámbito físico, social, emotivo o espiritual. Si no se enfrentan todos estos ámbitos de modo holista, se perderán de vista los componentes principales de la dificultad y no se comprenderá como interactúan en las manifestaciones físicas de una enfermedad. Con frecuencia se piensa que somos capaces de diagnosticar la muerte con precisión, pero también cuando el pronóstico es muy breve hay que hacer un reconocimiento explícito del estado de incertidumbre que circunda el diagnóstico de la muerte y de la necesidad de trabajar con y dentro de este concepto3. Este análisis ha mostrado claramente que el proceso decisional clínico debe permitir la recuperación allí donde dicho potencial existe, pero ocurre reconocer también que se deberían evitar las intervenciones inútiles. El cuidado del paciente es incompleto sin una buena comunicación. En Cardiff hemos desarrollado un kit de seis puntos para utilizarlos en todos los tipos de discusión en los hayan conversaciones difíciles. En primer lugar, es importante que el paciente se sienta a su gusto. Una persona que está mal, está dolorida o sentada de manera incómoda no puede tener una conversación sobre el significado profundo. En segundo lugar, se debe reconocer la importancia de la comunicación no verbal: las señales no verbales del médico revelan una cantidad enorme de informaciones así como hace el lenguaje no verbal del paciente y de los que lo asisten. Una tercera capacidad fundamental se refiere a la escucha activa; pocos médicos están preparados para escuchar y, para cerca del 80% o más del tiempo de la conversación, la gran mayoría de ellos, lamentablemente prefie- 23/10/14 18:00 dolentium hominum n. 84-2014 re hablar al paciente más que asegurarse que él escuche. En cuarto lugar, hacer preguntas abiertas es muy importante cuanto más abierta es la pregunta, más informaciones se recogen. Otro instrumento muy útil en la comunicación es el modo con el que una palabra o una frase difícil es replicada por el paciente a fin de que este pida ulteriores explicaciones. El sexto, quizás el más útil de todos, es la capacidad de resumir. Un breve resumen indicará al paciente que lo que él ha dicho, ha sido escuchado y que sus problemas han sido reconocidos, permitiendo así poner en acto el programa previsto. En Gales hemos recopilado informaciones sobre pacientes que se consideraba fuesen en las últimas horas de vida. Después de haber examinado más de 26.600, se ha descubierto que la gran mayoría de ellos muere en el lapso de tiempo previsto, con un tiempo promedio de 2,4 días a partir del momento en el que se ha hecho la previsión de la muerte. Sin embargo, estos datos han subrayado también la necesidad de una revisión, con un intervalo de menos un día, hasta 88 días desde el momento en que se ha diagnosticado la muerte segura. Por tanto, este elemento subraya la necesidad de efectuar una revisión y de pensar continuamente en lo que sucede al paciente. Mucho se ha escrito sobre la dignidad en la literatura internacional. En 1992, Dame Cicely Saunders afirmó que la dignidad es “tener el sentido del propio valor personal”. El trabajo de Harvey Chochinov ha demostrado que el cuidado que “confiere honor y reconoce que cada individuo merece respeto y estima – no obstante su dependencia, debilidad y fragilidad – debe estar en el centro de una asistencia que preserve la dignidad”4. Cuando se discute de cuestiones referentes al suicidio asistido y a la eutanasia, con frecuencia la dignidad se invoca como el motivo principal en el origen de estas acciones. Sin embargo, el trabajo de Chochinov ha manifestado claramente que el sentido de dignidad de la persona puede mejorar si ella es bien curada y, viceversa, puede ser destruido por atenciones inapropiadas e insensibles. En el ámbito de cada consultación, es importante identificar lo que un paciente quiere y DH84esp.indd 87 87 aquello de lo cual tiene necesidad, como pueden ser sus esperanzas y aspiraciones y ayudarlo a hacerlas producir de manera realista. La calidad de la vida está ligada a la cantidad de la vida. Un interesante estudio conducido en paciente con carcinoma metastásico del pulmón de células no pequeñas ha mostrado que intervenir precozmente con los cuidados paliativos ha mejorado significativamente su calidad de vida, su estado de ánimo, con niveles de depresión más bajos, y su tiempo de supervivencia que ha resultado prolongado, pasando de un promedio de 8.9 meses en el grupo de control a 11.6 puestos en el grupo de intervención (P = 0.02) 5. Probablemente estos pacientes han vivido por más tiempo porque han evitado intervenciones inútiles como la quimioterapia que habría sido debilitante, además de haber sido bien suportados en sus problemas físicos y emocionales de modo de no morir antes debido a la fatiga. Interrumpir o rechazar el suministro de tratamientos que no alcanzan el objetivo terapéutico no es una eutanasia por la puerta de servicio. No es ético tratar a un paciente si el objetivo terapéutico de dicho tratamiento no se puede alcanzar. Cada uno deberá morir antes o después y reconocer una muerte natural anticipada y aceptada es fundamentalmente diverso del poner fin deliberadamente a una vida. Cuando un tratamiento es interrumpido el paciente puede morir bastante velozmente, por ejemplo por cese de la ventilación, o puede vivir por mucho más tiempo de lo previsto, porque en realidad del tratamiento recibía más daños que beneficios. Sin embargo, la mayoría de las veces los pacientes parecen morir cuando se sienten dispuestos a dejar ir la vida y cuando su enfermedad ha progresado hasta el punto de aceptar morir. Esto es fundamentalmente diferente para el paciente que busca el suicidio o la eutanasia, donde la intención explícita es llevar la muerte, lo más rápidamente posible prescindiendo de cuanto tiempo podría ser su expectativa de vida, si días, meses o incluso años. Por tanto, es importante pensar al por qué los pacientes piden la eutanasia y cómo un médico debe- ría responder. Parece que la mayor parte de los pedidos estén ligados al temor de probar dolor, de perder la dignidad, el control y la autonomía, así como ser un peso para los demás. En otras palabras, el temor del futuro es más fuerte que la dificultad de la situación presente, como cuando es un motivador para buscar el suicidio asistido/eutanasia. Con frecuencia la cuestión de la autonomía es llevada adelante por los activistas del suicidio y de la eutanasia médicamente asistida (PAS/EU), como si fuese un absoluto. Sin embargo, autonomía no significa “quiero, luego obtengo”. La autonomía es relacional; en otras palabras, la vida y la muerte de una persona tienen efecto también en los que están a su lado; incluso si un cónyuge u otros miembros adultos de la familia con frecuencia están implicados en las discusiones referentes al cuidado, a los niños y a los adolescentes generalmente son olvidados. Sin embargo, el impacto que tiene en ellos la muerte de un progenitor o de un abuelo puede ser el acontecimiento más devastador de su vida. Los niños que no son sostenidos antes de la muerte o durante el luto tienen resultados peores en el plano social, éxitos escolares menos buenos, una mayor incidencia de depresión y abuso de droga como también de embarazo en edad de la adolescencia y tienen mayores probabilidades de tener antecedentes penales con respecto a esos niños que no han sufrido de este modo. Un estudio que hemos conducido en Gales ha mostrado que hay millares de niños que han perdido a uno de sus padres, a un hermano o a un amigo muy estrecho e importante. Sin embargo la gran mayoría de ellos no reciben algún tipo de sostén y con frecuencia son excluidos de informaciones cuando se presume una muerte. Ahora quisiera hablar de PAS/ EU y de las presiones de todo el mundo para legislar a fin de que ellas puedan ser opciones en la erogación de los cuidados. El suicidio asistido y la buena muerte no son sinónimos. La gestión de un paciente terminal durante su última enfermedad requiere input frecuentes, una constante revisión de los cuidados planificada y el sostén a lo largo del camino hacia la 23/10/14 18:00 88 muerte natural y anticipada. Es un poco como manejar un automóvil por una carretera de campo llena de curvas donde se debe regular constantemente la velocidad y el volante para mantener la ruta. Si se utiliza esta analogía con relación a las cuestiones que estamos tratando, es un poco como regular el volante y poner un pie en el acelerador; naturalmente el auto se destruirá rápidamente si sale fuera de la carretera y choca contra un árbol o vuela más allá de un acantilado. Es importante ser claros sobre lo que estamos hablando. En el suicidio médico-asistido (PAS) el médico proporciona al paciente un fármaco letal y él lo ingiere. La prescripción se hace con la intención de asistir el suicidio del paciente. En la eutanasia médicamente asistida (EU) el médico inyecta deliberadamente un cocktail letal de fármacos para provocar la muerte del paciente lo más rápidamente posible. Vale la pena notar que el cocktail de fármacos utilizados no es diverso de aquel que se usa para la ejecución de los criminales mediante inyección letal en algunos países como Estados Unidos. Sabemos que un deseo de muerte está ligado al hecho que la persona se siente un peso, sobre todo cuando los pacientes tienen problemas psicológicos6. Sabemos que la depresión y la desesperación en los pacientes son indicadores de un deseo de muerte y se refuerzan recíprocamente7, mientras que en los enfermos de cáncer sometidos a cuidados paliativos la depresión está significativamente vinculada al deseo de eutanasia o de suicidio médicamente asistido8. No se debe subvalorar la influencia del médico en una consultación. El paciente que dice querer morir y cuya solicitud es elaborada, aunque de manera sensible, recibe el mensaje subliminal que el médico efectivamente está de acuerdo en el hecho que para él sería mejor la muerte. Aunque no explícitamente, esto confirma sus peores temores, quiere decir también que el futuro es tan terrible que ninguno habla de ello y que la muerte es la única alternativa. Sin embargo, si el médico responde con amabilidad, tratando de descubrir qué es lo que preocupa DH84esp.indd 88 dolentium hominum n. 84-2014 al paciente y de identificar lo que, aunque poco, se puede hacer para él y cuales son sus temores con el fin de placarlos, el paciente recibe el mensaje subliminal que es importante para el médico que trabaja duramente para mejorar su condición. Cualquier normativa propuesta debe ser sostenida por garantías irrefutables, pero es claro que en el mundo tales garantías no existen. Por tanto, demos un vistazo a un proceso decisional correcto, como la decisión de poner término a la propia vida. Para una elección de este tipo debemos tener informaciones atentas, la capacidad de tomar esta decisión y hacerlo de modo voluntario, sin ninguna coerción. En lo que se refiere a las informaciones delicadas, se sabe que los errores diagnósticos son difundidos. Errores significativos como el diagnóstico equivocado de la enfermedad terminal ocurren en el 5% de los casos y en el 30% se descubre post mortem que los decesos han ocurrido debido a una condición diferente de aquella registrada en el certificado de muerte9. Predecir el pronóstico es conocidamente impreciso y en el mejor de los casos la medicina es un arte probabilístico. Yo misma he tenido pacientes que han vivido durante años después que, según las previsiones, habrían debido morir a la vuelta de semanas o meses y, como ya he subrayado en precedencia, también cuando se considera que los pacientes estén en las últimas 48 horas de vida, cerca del 3% de ellos mejora de modo imprevisto. Evaluar la capacidad mental para tomar una decisión no es simple. La capacidad mental establecida por el derecho parece simple y suena como algo objetivo, pero su evaluación tiene como fin garantizar que los pacientes estén protegidos del peligro de provocar daño a sí mismos como en una estrategia de prevención del suicidio, de ser dañados por otros o hacer daño a otros10. En la enfermedad neurológica adelantada no se ha calculado que cerca de la mitad de los pacientes tiene déficit cognitivos no reconocidos. En Oregón, la depresión como reducción de las propias capacidades ha resultado estar presente en cerca de 1 de cada 6 pacientes que habían superado todos los test para el suicidio asistido11. En efecto, el estudio ha concluido que la práctica corriente del “Death with Dignity Act” (en Oregón) podría no proteger adecuadamente a todos los enfermos de mente. Fuerzas coercitivas pueden influenciar igualmente la decisión de un paciente. Tales presiones pueden ser interiores, como sentirse un peso, o externas, como por ejemplo el costo financiero de los cuidados. Además, vale la pena recordar que muchos pacientes tienen un deseo voluble de muerte tanto que un paciente desesperado por su situación y deseo de morir, semanas o meses más tarde, puede haber encontrado un renovado impulso para vivir. Lamentablemente, las presiones coercitivas pueden provenir del interior de la familia, en particular cuando se trata de cuestiones financieras y algunos miembros de la familia heredarán una considerable cantidad de dinero si la persona no vive por demasiado tiempo. Otra influencia sutil y coercitiva que con frecuencia es olvidada en dichas discusiones es la influencia que tiene el médico mismo. El médico que se siente pesimista en su papel en los cuidados médicos y sobre el futuro y que puede estar cansado de su profesión, reflejará un sentido de desesperación en los pacientes. Presiones efectuadas en el médico, como reducir o liberar los puestos cama en hospital, así como el problema de su cansancio mental y físico, pueden hacerlo más susceptible para dar el mensaje subliminal que la muerte es la solución de un problema. Además, las presiones sociales pueden tener un peso, por lo que la persona considera el suicidio asistido y la eutanasia como una cosa normal y la actividad así normalizada se vuelve entonces una expectativa social. Muchas personas con una discapacidad grave, y que no pertenecen a un grupo homogéneo, encuentran que los cuidados actuales les discriminan. Con frecuencia deben luchar para ser tratados adecuada y eficazmente como personas que no tienen una discapacidad crónica. Pueden sentirse bajo presión por el hecho que deberían morir, incluso si tienen aún ganas de vivir, pero pueden no tener ni la energía ni la 23/10/14 18:00 dolentium hominum n. 84-2014 capacidad de expresar claramente dichos pensamientos, volviéndose así víctimas de presiones coercitivas para con ellos. En el Reino Unido las líneas guía elaboradas por la Fiscalía general con relación a las penas y a los procedimientos en el caso de un suicidio asistido han subrayado el grado de diferencia entre un médico, un enfermero y un paciente, y han establecido que el procedimiento penal se considerará según se trate de un médico, un enfermero, otro agente sanitario, o un cargiver profesional, retribuido o no, o cualquier persona con autoridad, como por ejemplo un guardia carcelario, que haya actuado asistiendo al suicidio de una persona. Dichas líneas guía han reconocido también que a veces los parientes actúan por desesperación y compasión, y que llevarlos al tribunal y condenarlos no comporta beneficio a ninguno; por tanto, la línea guía despenalizan la asistencia al suicidio cuando la persona ha manifestado un voluntario, claro, constante e informado deseo de morir y si la persona sospechada de haberla asistido era totalmente motivada por la compasión. Vale la pena mirar lo que ha ocurrido en las jurisdicciones de otros países. Las razones adoptadas en Oregón por los pacientes para el suicidio asistido comprenden un sentido de falta de autonomía, el sentirse incapaces de gozar o participar en las actividades de la vida cotidiana, la pérdida de la función corporal y de la dignidad, el temor de ser un peso y de sentir un dolor insoportable y, para un número exiguo, el temor del costo de la sanidad. En Oregón el número de prescripciones letales ha aumentado 4 veces y medio después de la entrada en vigor del “Death with Dignity Act“ en 1998 y poco más de la mitad de estas prescripciones son efectivamente utilizadas para cometer suicidio. No se sabe lo que sucede al resto de los fármacos prescritos y dispensados, pero no ingeridos. Parece que en Oregón un pequeño número de médicos escriban cada vez más prescripciones ya que el número de éstas ha aumentado mucho más rápidamente con respecto al número de los médicos que las prescriben. Aun si el “Death with Dignity Act” requiere que los pacientes sean so- DH84esp.indd 89 89 metidos a parecer psiquiátrico si se sospecha un trastorno psiquiátrico, de año en año el número de estas valoraciones han bajado casi a cero y en algunos años han sido equivalentes a cero12. Se ha afirmado que lo de Oregón es un ejemplo de legislación emanada correctamente, pero no existe algún registro central de las prescripciones, ninguna recolección de fármacos inutilizados y no hay modo de monitorear la no conformidad con la legislación. Según un estudio de Battin et al., las personas vulnerables ya no corrían más riesgo que otras en la población13. Sin embargo, la situación de Oregón no puede ser comparada con el resto de Europa por una serie de motivos. En primer lugar, para acceder a los hospice los pacientes deben salir del tratamiento activo. No hay ninguna formación especialista en Oregón, ni en los Países Bajos mientras en que Bélgica la duración de la formación especializada es relativamente breve con respecto al Reino Unido. La crítica más sobresaliente del estudio es que la faja de edad en la que se ha verificado el máximo de las muertes PAS era aquella de los 65 a los 75 años pero este grupo ha sido excluido manifiestamente del análisis. Si miramos a los números de Oregón, sólo en base a la población podremos deducir que un sistema semejante en el Reino Unido se traduciría en cerca de 1.100 muertos PAS por año en toda Inglaterra y Gales. Según la normativa belga la eutanasia es consentida si “el paciente está en una condición médicamente inútil de sufrimiento físico o psíquico constante e insoportable que no puede ser aliviado, que deriva de un trastorno grave e incurable causado por la enfermedad o por un accidente”. Aunque en Bélgica se han registrado 1 de 50 muertes por EU, se calcula que un ulterior 50% se verifique fuera de la ley y hay una clara evidencia en los media y en los casos clínicos que su derecho ha sido ampliamente extendido. Por ejemplo, Nathan Verheist sufría luego de una operación para cambiar sexo que no había dado los resultados esperados. Su sufrimiento psicológico fue considerado como motivo de eutanasia. Este derecho ha sido extendido a los niños no obstante la oposición de los pediatras belgas y las campañas en curso en el país. Pero la última palabra en todo esto debe corresponder a los médicos. Una reciente encuesta conducida por el Royal College of General Practitioners ha mostrado que para el 77% los médicos del Reino Unido no quieren que la ley cambie y, hasta hoy, también la British Medical Association y el Royal College of Physicians, luego de una consultación del 2008, se han opuesto a las modificaciones de la ley, no obstante una gran campaña publicitaria en el Reino Unido lanzada por la organización que está empujando para la legalización del PAS en Gran Bretaña14. Notas 1 Lynn J, Adamson D. M. (2005) Living well at the end of life. BMJ 330:1007–1011 2 Calman K. C. (1984) Quality of life in cancer patients a hypothesis. Journal of Medical Ethics 10:124127 3 Kennedy C, et al. (2014) Diagnosing Dying: an integrative literature review. BMJ Supportive and Palliative Care 4 Chochinov H, et al. (2002) Effect of dignity therapy on distress and end of life experience in terminally ill patients: a randomised controlled trial. Lancet Oncology 12 (8):753-762 5 Temel J. S, Greer J. A, Muzikansky A, et al. (2010) Early Palliative Care for Patients with Metastatic Non–Small-Cell Lung Cancer. North England Journal of Medicine 363:733-742 6 Wilson K G et al. (2005) A Burden to Others: A Common Source of Distress for the Terminally Ill. Cognitive Behaviour Therapy 34 (2):115 – 123 7 Rodin G, et al. (2009) Pathways to Distress: the Multiple Determinants of Depression, Hopelessness and the Desire for Hastened Death in Metastatic Cancer Patients. Social Science and Medicine 68 (3):562-569 8 Wilson K G, et al. (2007) Desire for Euthanasia or Physician Assisted Suicide in Palliative Cancer Care. Health Psychology 26 (3):314 - 323 9 Assisted Dying for the Terminally Ill Bill [HL] Volume II: Evidence (2005) Select Committee on the Assisted Dying for the Terminally Ill Bill: 730-731 10 Hotopf M. (2011) Invited Evidence given to the Commission on Assisted Dying 25th May 2011 11 Ganzini L. (2008) Prevalence of depression and anxiety in patients requesting physicians’ aid in dying: cross sectional survey. BMJ 337:a1682 12 2006 Summery of Oregon’s Death with Dignity Act (2011) Oregon Department of Human Services 13 Battin et al. (2007) Legal Physician Assisted Dying in Oregon and the Netherlands: evidence comparing the impact on patients in ‘vulnerable’ groups. Journal of Medical Ethics 33 (10):591 - 597 14 Assisted Dying: Assisted Dying Consultation Analysis (2014) Royal College of General Practitioners <http://www.rcgp.org. uk/policy/rcgp-policy-areas/assisted-dying. aspx> 23/10/14 18:00 90 dolentium hominum n. 84-2014 TERCERA SECCIÓN Modelos de una red integrada de asistencia 1. Presentación de un modelo integrado de asistencia. Región Véneto Dr. Sandro Caffi Director General, Empresa Hospitalaria Universitaria Integrada, Verona, Italia E l Sistema Sanitario Nacional (S.S.N.) fue fundado sobre principios de universalidad y de accesibilidad. Desde fines del siglo pasado el mantenimiento de estándar asistenciales elevados, inspirados en dichos principios, ha entrado en crisis sobre todo debido a la modificación de las condiciones socio-económicas nacional y regionales, el aumento de las necesidades de salud de la población y los cambios demográficos. Partiendo de los primeros años dos mil, en la región Véneto se ha planteado el problema de conjugar también en el ámbito neurológico, la universalidad y accesibilidad del diagnóstico y del cuidado con sostenibilidad económica y de gestión. Las reflexiones de los profesionales en el curso de los años han sido acogidas por las autoridades regionales y plasmadas en el nuevo P.S.S.R. 2012/2016 y en otros documentos de programación. La región Véneto consta de aproximadamente 4.900.000 habitantes, el 51% de los cuales mujeres, con una edad promedio de 44 años para las mujeres y 41 para los hombres, y cuenta con una natalidad de 10 cada 1000 habitantes; la distribución de la población es muy heterogénea ya que la mitad de las municipalidades tiene menos de 5.000 habitantes, sólo un quinto tiene más de 10.000, cinco provin- DH84esp.indd 90 cias tienen entre 800.000 y 900.000 habitantes y dos tienen cerca de 200.000. En el año 2009 los sujetos con edad igual o superior a 65 años eran 960.000, mientras que las personas mayores de setenta y cinco años eran el 9,4% de los residentes. De manera que se ha delineado así un modelo de red integrada del Véneto, con diverso grado de perfeccionamiento, para algunas enfermedades neurológicas no sólo degenerativas. Las enfermedades neurológicas del anciano de más elevado impacto epidemiológico y socio-sanitario son: 1) Enfermedades cerebrovasculares (1° causa en absoluto de discapacidad, 2° causa de demencia después de la enfermedad de Alzheimer, 3° causa de muerte después de neoplasias e IMA) con más de 9.000 nuevos casos de ictus/año en Véneto y con costos superiores a 15.000 euro/caso. 2) Enfermedad de Parkinson y parkinsonismos: más de 18.000 casos en Véneto; 3) Demencia de Alzheimer y otras demencias: cerca de 50.000 casos actualmente en Véneto. La red para el Stroke La red para el Stroke funciona y está distribuida en todo el territorio de la región; está aumentando progresivamente el número de trombolisis (más del 9% de los ictus isquémicos son trombolisados), con puntas elevadas en algunos centros (Verona trombolisa más del 40% de los ictus isquémicos). El modelo ha sido apreciado por la Joint Commission Canadiense (Treviso ya ha sido acreditada) y se implementará en una de las provincias de Canadá (Ontario, Manitoba). Entre las principales elecciones hechas se han identificado Centros Hub y Spoke, el compartir de protocolos para la gestión de los traslados y del back-transport, la activación de canales de comunicación continuada, la tempestividad de conexión entre los Centros, la promoción y el desarrollo de actividades sistemáticas y continuativas de audit en los centros y entre estos. Clasificación de los Centros Unidad Ictus de 2° nivel: Áreas dedicadas de tipo semi-intensivo, colocadas en hospitales con Neurología (guardia activa + trombolisis sistémica h 24), Neurorradiología (con posibilidad de un tratamiento endovascular) y Neurocirugía Unidad Ictus de 1° nivel: Áreas específicas colocadas en hospitales dotados de Neurología (guardia activa h 12 + reperibilidad; trombolisis sistémica, con posibilidad de monitoreo de los pacientes) Áreas dedicadas al Ictus: colocadas en otros hospitales con respecto a los que son sede de Unidad Ictus de 1° y 2° nivel, e insertadas en Estructuras de Neurología, Medicina Interna y Geriatría; no tienen la posibilidad de efectuar la trombolisis Las camas son 110 (1 cama/44.000 habitantes y 1 cama/100 Stroke). La red del Stroke en el 2012 con la cobertura Hub & Spoke ha asegurado 12,6 trombolisis ev /100.000 habitantes y 3,4 trombolisis ev / 100 Km^2. 23/10/14 18:00 dolentium hominum n. 84-2014 La red para el morbo de Parkinson El morbo de Parkinson (M.P.) es la segunda patología neurodegenerativa más común después de la enfermedad de Alzheimer, con una prevalencia calculada del 2% en la séptima década de vida; es la forma típica más de parkinsonismo (80%) mientras el remanente 20% de parkinsonismos puede ser atípico, secundario (p.e. vascular) y genético. Se calcula que en Véneto hay cerca de 18.000 pacientes afectados por el morbo de Parkinson o por parkinsonismos. La MP dispone de una red diagnóstica-terapéutica-asistencial neurológica específica, presente y difundida en todo el territorio, aunque no formalizada; los ambulatorios dedicados y las figuras que obran en ellos ya desde hace muchos años han construido de hecho una red informal, compartiendo acontecimientos formativos y/o programas de investigación. Algunas Empresas Sanitarias aseguran ambulatorios con una mayor continuidad asistencial y un trabajo de equipo con la presencia de al menos dos neurólogos, la erogación de los fármacos tiene lugar en todos los territorios a través de la predisposición de los programas terapéuticos, cuando son necesarios y hay un empleo difundido de las terapias de la fase adelantada (DBS, apomorfina, duodopa), que pone en evidencia la existencia de una respuesta organizativa a las fases más complejas de la enfermedad. Las criticidades de la organización todavía están representadas por cierta heterogeneidad de los servicios especializados. Hay problemas en la oferta asistencial para los pacientes en fase adelantada de la enfermedad, para las frecuentes comorbilidad y complicaciones y por la necesidad de un acercamiento multidisciplinario-multiespecializado y permanecen carentes los indicadores del proceso de la calidad de la asistencia erogada. Definida una fase inicial/sintomática leve-moderada (estadios 1.2 de la escala de discapacidad de Hohen & Yahr: HY) y una fase adelantada de las complicaciones motoras y no motoras (estadios 3-5 de HY), desde el punto de vista asis- DH84esp.indd 91 91 tencial, es oportuno distinguir las actividades diagnóstico-terapéuticas de acuerdo con su complejidad: las primeras, que pueden ser administradas por los médicos de Medicina General (mMG), y aquellas más complejas que requieren competencias especializadas (Neurólogos, Geriatras, Fisiatras/Fisioterapeutas). Un importante aspecto de integración de la Red lo representan la identificación de tres niveles de intervención en el diagnóstico y en el cuidado de la MP, diferentes según los criterios homogéneos. I° NIVEL Compete al médico de medicina general, que en la fase inicial formula una hipótesis diagnóstica y en los estadios sucesivos efectúa el monitoreo clínico/farmacológico de la enfermedad, en colaboración con el neurólogo. II° NIVEL Es el nivel de la confirmación diagnóstica, de la formulación terapéutica de parte del Neurólogo, que obra en Ambulatorios Específicos (territoriales u hospitalarios) colocados de manera difundida en todo el territorio regional (ver anexo A). Además, en dicho nivel tiene lugar la integración con otros especialistas para una gestión multidisciplinaria (geriatras, para el tratamiento de las complicaciones internistas y de las co-morbilidades, y con fisiatras y/o fisioterapeutas para la rehabilitación). III° NIVEL Es el nivel en el que se administran servicios diagnósticos y terapéuticos de elevado grado de complejidad y tecnología (Centros Parkinson) (ver anexo B) para aspectos específicos de diagnóstico adelantado y de diagnóstico diferencial con otros parkinsonismos, para terapias complejas (terapias infusionales con duodopa y apomorfina, neurocirugía funcional), reservadas (a través de rigurosos criterios de screening) a pacientes en una fase complicada de la enfermedad. Anexo (A) Ambulatorios especializados Al menos uno en cada Empresa (ULSS, Distrito) y garantizan la erogación de los fármacos que requiere el plan terapéutico CARACTERÍSTICAS: Disponen de una actividad clínica permanente distribuida en todo el territorio regional, en estructuras idóneas; Deben tener la posibilidad de acceso facilitado al nivel III, así como disponibilidad de acceso para las actividades que se pueden erogar en régimen de day service o de residencia, para exigencias especiales diagnósticas o terapéuticas; Deben tener acceso a exámenes diagnósticos de neuroimaging, neuropsicología, neurofisiología (de conformidad con lo previsto por PDTA); Deben ser estructuradas para fáciles modalidades de comunicación con el MMG y con los Centros Especializados Parkinson Deben colaborar con los Centros Especializados Parkinson en la actividad de formación para MMG, especialistas territoriales, enfermeros, otros agentes sanitarios y Escuela Parkinson para pacientes y familiares. Anexo (B) Centros Parkinson Los Centros Parkinson están presentes en la 2 AOU (Verona y Padua) y en algunas Empresas Hospitalarias (Vicenza, Belluno, Treviso); aquellos presentes en las AOU representan además centros de investigación biomédica en el sector de la MP y de los Parkinsonismos. CARACTERÍSTICAS Acceso a Unidades de estancia Neurológica para proporcionar terapias innovadoras o de elevada complejidad que requieran hospitalización (neurocirugía, terapias infusionales, experimentaciones clínicas de fase II y III); Acceso a metódicas de diagnóstica adelantada (Laboratorio de Neuropsicología, Neuroimaging morfológico y funcional, Genética, Farmacología, laboratorio de neurofisiología, Medicina nuclear); Actividades de investigación, pre-clínica o clínica, sobre la enfermedad de Parkinson de nivel internacional; Actividades de información-formación a los familiares. 23/10/14 18:00 92 La red para las demencias Se calcula que en el mundo cerca de 24,3 millones de personas son afligidas por demencia y que los nuevos casos estimados por año sean 4,6 millones. De modo más impresionante se puede decir que en el mundo cada siete segundos una persona se enferma de demencia, y con el actual trend epidemiológico el número de personas enfermas redoblará cada 20 años y en el 2014 serán cerca de 81 millones. La enfermedad de Alzheimer (MA) es la forma más común de demencia en ambos sexos, constituyendo cerca del 60% de los nuevos casos de demencia/año, al cual sigue la demencia vascular con el 27% de los nuevos casos/año. Según la European Collaboration on Dementia, en Italia son cerca de un millón las personas afligidas por demencia, de las cuales cerca del 60% afligidas por MA. Los casos que inciden según el estudio ILSA2 son el 12,5 por mil las personas/año. En la región Véneto los casos prevalecientes de demencia son cerca de 65 mil, de los cuales más de 50 mil los casos MA3. La supervivencia desde la aparición de la demencia es de un promedio de 7,1 años para la MA y 3,9 años para la demencia vascular. El Proyecto Véneto sobre las Demencias encuentra su contexto natural en tres elementos fundamentales: – El Plan Socio-Sanitario Regional: 2012 – 2016 – La Asistencia Territorial a través de los Cuidados Primarios – Las Líneas guía para la reor- dolentium hominum n. 84-2014 ganización de los servicios sanitarios y socio-sanitarios para las personas afligidas por decaimiento cognitivo. – La red asistencial en el Véneto se articula en: – Centro Regional de referencia para el Envejecimiento Cerebral (CRIC) – Centros de Decaimiento Cognitivo (CDC) en las Empresas – Unidad de Valoración Multidimensional (UVMD) en los Distritos – Estructuras de Alta Protección para enfermos de Alzheimer (SAPA) consistente en 15 estructuras en el territorio regional para 145 puestos totales, – Estructuras Residenciales para no autosuficientes – Núcleos de protección Alzheimer – Cuidados Intermedios (Country Hospital) – Médicos de Cuidados primarios – Asistencia Domiciliaria – Asistencia Domiciliaria Integrada (ADI) El orden está contenido en las Líneas guía para la reorganización de los servicios sanitarios sociosanitarios para las personas afligidas por decaimiento cognitivo. DGRV 3542/07. El P.S.S.R. identifica como direcciones: – Adopción de sistemas homogéneos de recopilación datos, – Creación de un registro regional, – Definición de P.D.T.A, – Experimentación de formas asistenciales territoriales capaces de asegurar la continuidad de la asistencia. Sin embargo, están presentes algunas criticidades en la aplicación de la DGRV 3542/071: – carencia de documentos que expliquen los Iter Diagnóstico-Terapéuticos-Asistenciales compartidos en las varias empresas Ulss, – Insuficiencia de la integración entre los varios nudos de la red clínico-asistencial, en particular con sistema de los cuidados primarios y distrito socio-sanitario. En el surco de las indicaciones regionales la A.O.U.I. y la Empresa Ulss de Verona han puesto en marcha un Proyecto Alzheimer, que tiene como objetivos: Mejorar la capacidad diagnóstica de los mMG. Definir iter diagnósticos compartidos de I y II nivel en los CDC, Desarrollar PTDA específicos en las varias fases de la demencia, Desarrollar de un sistema informativo compartido, Hacer formación permanente. ¿Y para las demás enfermedades neurológicas degenerativas? Otras enfermedades neurológicas (SM, SLA, Neuropatías periféricas) son objeto de evaluación en la óptica de una eficiente organización del iter diagnóstico-terapéutico. Esclerosis múltiple, se ha adoptado un P.D.T.A. sobre el modelo Hub&Spoke en provincia de Verona suscrito por la A.O.U.I. y por las Empresas Ulss. Esclerosis Lateral Amiotrófica se ha suscrito un P.D.T.A. entre A.O.U.I. y Ulss 20 de Verona en los que concentra la diagnóstica en A.O.U.I. y el follow-up en Ulss 20. 2. Cisco: la visión “Connected Health” Dr. Jens Mortensen Director para Europa, Medio Oriente, África y Rusia Cisco Systems, Dinamarca DH84esp.indd 92 L a sanidad del siglo XXI presenta desafíos enormes. Las poblaciones aumentan y las personas viven por más tiempo. Muchos de estos pacientes están afligidos por enfermedades crónicas que necesitan cuidados continuos. Lo que empeora el problema son la difundida falta de caregiver calificados y el costo creciente de la asistencia sanitaria. Para las personas que viven en zonas rurales, la situación puede ser aún más difícil, ya que el aumento de los 23/10/14 18:00 dolentium hominum n. 84-2014 costos de viaje puede volver aún más costoso recurrir a los cuidados. Con las tecnologías apropiadas, se puede hacer fácilmente frente a las preocupaciones más urgentes: • promover iniciativas de calidad • mejorar el acceso a los cuidados • contener los costos • garantizar la productividad del personal Nuestro objetivo es ayudarles a encontrar las soluciones necesarias para proporcionar la mejor asistencia posible. “Connected Health”: inspirar nuevas conexiones Nosotros de Cisco trabajamos para mejorar la asistencia sanitaria, transformando el modo como las personas se conectan entre sí, como acceden a las informaciones y colaboran. Las soluciones Care-at-a-Distance de Cisco ofrecen a los pacientes, a los médicos, a los hospitales, a los contribuyentes e investigadores de ciencias de la vida nuevos modelos para comunicar, compartir informaciones e interactuar en tiempo real. El resultado son los ambientes sanitarios más eficientes, que pueden mejorar la experiencia de los pacientes. Nuestro objetivo es un ecosistema de colaboración sanitaria que mejore considerable- 93 mente el acceso a los cuidados, detenga los costos y aumente la productividad del personal. Cuando los clínicos están en la capacidad de colaborar de manera más fácil y conveniente, es posible mejorar la tempestividad y la calidad de la asistencia proporcionada. Las soluciones Care-ata-Distance de Cisco pueden contribuir en la transformación del sector sanitario, proporcionando un nuevo modelo de acceso a la asistencia sanitaria y nuevos esquemas de contención de los costos para los abastecedores y los usuarios. Piensen en vuestra red como si fuera una plataforma para abastecer cuidados de excelencia. Úsenla para ofrecer asistencia de vanguardia a los pacientes, en cualquier lugar se encuentre. Las soluciones Care-at-a-Distance de Cisco ayudan a optimizar vuestra red de manera que respondan a los nuevos desafíos de la sanidad y capacitar a vuestro personal para servir mejor a los pacientes. Las soluciones de Cisco permiten: • una comunicación global y flexible: utilizando Cisco Unified Communications, TelePresence, la comunicación es en tiempo real, la colaboración vía web y videoconferencias son de vanguardia, vuestro personal puede compartir rápidamente las informaciones y trabajar de manera más eficiente, y los médicos pueden conectarse a distancia con los pacientes, así como con sus colegas; • una colaboración adelantada: videoconferencias y compartir informaciones vía web facilitan el trabajo de otras sedes, la revisión de los casos clínicos y la formación a distancia; • una reducción de los costos: aumentando la productividad, reduciendo al mínimo la necesidad de trasladar a los pacientes, y accediendo desde cualquier sede a la competencia de especialistas, se pueden realizar ahorros ofreciendo siempre la misma calidad de los cuidados; • un aumento de la productividad: permitiendo a vuestro personal acceder a las informaciones y a los servicios a través de cualquier dispositivo y de cualquier lugar puede ayudar a maximizar la productividad y tener más tiempo para ocuparse de los pacientes en cualquier lugar se encuentren. La visión Connected Health de Cisco hace trabajar para ustedes una red operativa de personas que les ayudan a proporcionar asistencia cuando y donde es necesario. Les permitimos servir a una base más difundida y diversa de pacientes, de estimular la colaboración, mejorar la comunicación y reducir los costos. Además, les permitiremos aquella productividad y eficiencia que les permitirá ser competitivos en los años que vendrán. 3. Las soluciones que ofrece “Essence Smart Care” Dr. Haim Amir Presidente de “Essence Group”, Israel Vivir un estilo de vida independiente con “Essence Smart Care” Vivir una vida mejor quiere decir recibir los cuidados y la asistencia necesarios en el confort de DH84esp.indd 93 la propia casa. Lo que “Essence Smart Care” ofrece ha sido desarrollado con el objetivo de revolucionar la calidad y la eficiencia de los servicios de asistencia a favor de la población anciana, cada vez más numerosa. Basado en un sistema de respuesta de emergencia Essence Care@Home™ permite a las familias estar seguras que sus seres queridos reciban los cuidados necesarios, mientras la población anciana y los enfermos crónicos pueden mantener su estilo de vida independiente. Además, es una oportunidad para quien brinda la asistencia sanitaria, ofrecer un modo mejor de vivir. Soy fundador, Presidente y Administrador Delegado de “Essence”. Vengo de Israel, un pequeño Estado que por vez primera en la historia, ha desarrollado un sistema global de salud social. El grupo “Essence”, mi team altamente dedicado de profesionales y yo trabajamos duramente para pro- 23/10/14 18:00 94 porcionar las mejores soluciones tecnológicas de asistencia domiciliaria para ayudar a las personas que sufren en todo el mundo. En los últimos años, hemos logrado desarrollar muchos procesos interesantes que nos permiten dar a la población soluciones simples, pero de alta calidad, para problemas complejos. Recuerdo siempre a mi madre Rina, una mujer fuerte que ha crecido a mis cuatro hermanos y a mí, que sufría en los últimos años una tremenda demencia. Estoy absolutamente seguro que muchos de vosotros aquí presentes hoy conocen esta trágica situación y por tanto pueden comprender mi decisión de realizar dispositivos tecnológicos que mi empresa proporciona a los pacientes de todo el mundo, ayudándoles junto a sus familias. Pasar de la seguridad a la salud ha sido totalmente natural para mí. Estoy seguro que la integración entre salud, industria, investigación ingeniería y economía que hemos realizado en Israel sea una plataforma muy buena para nuestra futura colaboración y deseo proponerles hoy que trabajemos juntos para realizar el Sistema de Salud Global Social. Los servicios sanitarios del siglo XXI, adelantados y accesibles, han contribuido considerablemente a la creciente expectativa de vida de la población mundial, en particular en los países adelantados. Esta tendencia ya es un hecho en términos de elevada relación de los ancianos (65+) con la población total, mientras se prevé que redoblará en los próximos 15-20 años. La mayoría de la población anciana sufre de una o más enfermedades crónicas y, por consiguiente, requiere frecuentes servicios sanitarios. Los gobiernos se encuentran frente al desafío de es- DH84esp.indd 94 dolentium hominum n. 84-2014 Impacto en el sector público: invertir la tendencia “Essence” trabaja por el desarrollo de Telecare (servicios de tele-asistencia) de última generación para un número ilimitado de pacientes y les ofrece la posibilidad de participar en esta importante misión. Nuestras soluciones darán la posibilidad a millones de personas y a sus médicos y enfermeros de mejorar su calidad de vida y el modo de afrontar la enfermedad. Nuestro trabajo ayudará a remover los confines entre las naciones, las religiones y las áreas geográficas y permitirá que las personas vivan en paz y mejoren su calidad de vida. Estar aquí con vosotros hoy es una oportunidad extraordinaria para mí y mis expertos para imaginar un nuevo modo de colaboración entre todos nosotros. Me Los conceptos modernos de telecomunicación, seguridad, investigación y desarrollo, instrucción y principios referentes al nivel de salud de la población, deben ser discutidos conjuntamente por los expertos de cada país y propuestos a los respectivos gobiernos como un estándar para la prevención, el diagnóstico, el tratamiento, la rehabilitación y el monitoreo de los pacientes de todo el mundo. siento feliz de compartir nuestra visión y ofrecer nuestras soluciones, nuestras ideas y nuestra ayuda para trabajar juntos y construir la plataforma gracias a la cual podamos hacer posible una vida mejor para millones de personas en el mundo. Además, quisiera invitarles para que visiten Israel y el Grupo “Essence”. Les prometemos ser vuestro cicerone cuando vendréis. tabilizar los recientes balances sanitarios, pero al mismo tiempo deben proporcionar servicios sanitarios de elevado nivel y mejorar ininterrumpidamente la calidad del servicio público. El grupo “Essence” esta firmemente convencido de que una parte importante de la solución a esta situación es la capacidad de evidenciar los primeras señales de empeoramiento de las condiciones sanitarias o potenciales situaciones de peligro, con el fin de reducir los días de hospitalización y/o prevenir la necesidad de tratamientos sanitarios adelantados y costosos. 23/10/14 18:00 dolentium hominum n. 84-2014 95 Viernes 22 noviembre CUARTA SECCIÓN El anciano afligido por enfermedades neurodegenerativas 1. Tutela de la persona anciana afligida por enfermedades neuro-degenerativas Fabio Cembrani Director Unidad Operativa de Medicina Legal Empresa Provincial para Servicios Sanitarios de Trento, Italia 1. Introducción El tema que me han confiado los organizadores de esta XXVIII Conferencia Internacional no es por nada simple, siempre que, naturalmente, queramos enfrentarlo de modo riguroso y constructivo y, sobre todo, con ganas de asumirnos nuestras responsabilidades personales sin dar marcha hacia atrás, a fin de tomar una posición clara ante los grandes temas sociales y los cambios en curso. Las dificultades están ligadas a muchos factores. No sólo por la diversidad de los modelos mediante los cuales los gobiernos de muchos países industrializados han delineado las políticas de Long-term Care (LTC) a fin de dar una respuesta a la discapacidad y a la no autosuficiencia, sino también por la crisis económica internacional que corre el riesgo de poner en discusión la idea de solidaridad que parecía ser el baluarte común de todas las demo- DH84esp.indd 95 cracias constitucionales porque, si miro a mi país, ya han entrado en escena, habiendo superado desde hace tiempo criticidades muy fuertes. Además del enorme déficit público (más de 2,000 miles de millones de Euro) contraído por una clase política hasta ahora particularmente atenta a obtener el consentimiento electoral y muy poco concentrada en los intereses de los más débiles también en perspectiva inter-generacional; nuestros tiempos están marcados por la pobreza social que se está repercutiendo negativamente también en el derecho a la salud como lo evidencia el reciente dossier de Caritas italiana (en los últimos siete años la pobreza sanitaria se ha acrecentado del 97%), debido a la desocupación juvenil, a la debilitación de la estructura familiar que siempre ha sido el perno de nuestro sistema de welfare, y por la existencia de diferencias regionales que ya no se pueden soportar por falta de un modelo-estándar, por lo menos mínimo, de asistencia a las numerosas personas autosuficientes. Estas diferencias originan una fuerte desigualdad en el grado de cobertura necesaria para los servicios públicos y lamentablemente ponen en una dramática discusión las ideas de igualdad y de solidaridad del sistema de seguridad social en las que pensaron nuestros padres constituyentes ya en 1948, al término de la Segunda Guerra Mundial. No es esta la sede para hacer un examen comparativo de los diferentes modelos con los que se ha enfrentado a nivel internacional, la que debe ser considerada una verdadera y real emergencia social del tercer milenio: me limitaré, por tanto, a explorar la situación italiana a fin de captar las criticidades en las que ya no es posible procrastinar la intervención política con elecciones ciertamente valientes pero que no sean renunciatarias porque los cortes transversales finalizados a reducir el déficit público no se pueden repercutir en el derecho de ciudadanía y en los derechos de las personas más frágiles. Naturalmente, a condición de que se quiera continuar en la dirección planteada por nuestra Carta Constitucional: la de vivir de manera buena y justa en el marco de instituciones capaces no sólo de respetar sino también de promover los derechos inviolables inscritos en la persona humana. 2. Algunos datos estadísticos para contextualizar los problemas del hoy y las numerosas criticidades del mañana El envejecimiento de la población es un fenómeno que interesa 23/10/14 18:00 96 a todos los países industrializados, aunque la mortalidad infantil sigue siendo un gran problema de los países más pobres. Nuestro Instituto central de estadística (ISTAT) calcula que la población en la que se concentra la mayor necesidad asistencial – los mayores de 80 años – pasarán del 6% del 2011 al 15,5% en el 2060, y que en el 2030 estas personas llegarán a 7.7millones de unidades con un incremento de las personas no autosuficientes: estas personas pasarán de los 2 millones actuales aproximadamente a 3,5 millones de unidades (Zuccatelli y Lattanzio, 2011). El mismo ISTAT, por medio de una encuesta multifinalizada efectuada hace algunos años y actualizada en el 2011 (encuesta realizada mediante el instrumento de la entrevista telefónica que no permite ciertamente tener datos objetivos y que tiene límites muy grandes, por ejemplo, al no haber considerado a los niños discapacitados de edad pre escolar), ha calculado la existencia, en nuestro país, de 2,6 millones de personas discapacitadas a las que se añaden cerca de 161.000 personas no autosuficientes internadas a tiempo completo en estructuras residenciales. Sin embargo, estos cálculos aparecen subestimados si se tienen en cuenta otras fuentes informativas italianas: el CENSIS, en efecto, calcula la existencia en nuestro país de 4,1 millones de personas no autosuficientes, la mayoría de las cuales (3,5 millones) sería mayor de 65 años. Por tanto, estas fuentes estadísticas nos dicen que en Italia la no autosuficiencia es un planeta del cual se conoce sólo una parte, calculado numéricamente en vía aún presunta ya que el número de estas personas estaría comprendido entre 2,6 y 4,1 millones de unidades, lo cual representa de todos modos, un porcentaje no desdeñable de la población italiana. De esto nace una primera fuerte criticidad: el sistema de welfare italiano se caracteriza por una amplia dispersión de las fuentes de información que, en parte se puede superar recurriendo a otras fuentes estadísticas y más en particular a los datos de prevalencia proporcionados por un network europeo: la European Union Statistics on Income and Living DH84esp.indd 96 dolentium hominum n. 84-2014 Conditions o EU-SILC. Esta fuente autorizada nos dice que, a parte Austria donde por lo demás la tasa de discapacidad era más elevada con respecto al de los otros países europeos, el trend de las personas mayores de 65 años en Europa presentan graves limitaciones de la autonomía está en constante y continuo incremento y que el segmento de población con la tasa de crecimiento más elevada es precisamente la de los mayores de 80 años (Iagger et al., 2011). Las consecuencias de esta real y verdadera transición epidemiológica y su impacto en la incidencia de las enfermedades neurovegetativas, lamentablemente son conocidos. El número de estos enfermos está destinado a crecer progresivamente en todas las naciones occidentales adelantadas: en efecto, el número de las personas dementes (calculado en 35,6 millones) está destinado a redoblarse cada 20 años de modo que en el 2050, estos enfermos alcanzarán el número de 115,4 millones (World Alzheimer Report, 2009). Si tenemos en cuenta Italia, las personas dementes que se calculaba fuese hace algunos años de cerca de 800 mil, se volverán 1,13 millones en el 2020 (Di Carlo et al., 2002) recordando que esta enfermedad afecta al 20% aproximadamente de las personas mayores de 85 años con un porcentaje que aumenta a más del 30% en los mayores de 90 años (Ferri et al., 2005). Paralelamente a esto, aumentarán los costos sociales para el cuidado y la atención a estos enfermos que, a nivel mundial se calcula en 600 miles de millones de dólares aunque se precisa que casi el 90% de esta cifra es sostenida por los países occidentales industrializados pero en los que se encuentra sólo el 46% de los pacientes dementes (World Alzheimer Report, 2010). Para esta voz de gasto se calcula un incremento del 85% en el 2030, aunque habría que decir que en nuestro país el 71,4% de los costos, calculados por persona en aproximadamente 60 mil Euro por año, pesa sobre las familias y sólo el resto está a cargo del Servicio Sanitario Nacional (CENSIS, 2007). Por lo demás, estos cálculos no tienen en cuenta los costos de atención familiar en términos de pérdida de la salud por- que se calcula que un porcentaje variable entre el 40 y el 75% de los caregivers sufren de significativos trastornos y que el 15-32% de ellos desarrollan trastornos depresivos graves (World Alzheimer Report, 2009): en el Reino Unido se calcula incluso que los costos sociales producidos por las enfermedades que está empeñado en acudir, son superiores a los que sostiene para la enfermedad y que el gasto global por las demencias es superior al de las enfermedades oncológicas no obstante la investigación en ese sector reciba financiaciones equivalentes a un doceavo de las destinadas a estas últimas. A este progresivo incremento del número de personas ancianas no autosuficientes hace contraste, al menos en Italia, la debilitación gradual de la red familiar que ya no tiene las características y la capacidad de un tiempo y que, por decir así, se ve obligada a empeñar en la asistencia doméstica a más de 840 mil personas inmigradas, poco formadas y con frecuencia asumidas sin un contrato regular. Esto se debe a la prolongación de la vida laboral debido a la reforma de la previsión que ha interesado a nuestro país en el afan de contener el gasto previsional (las pensiones representan el 16,1% del PIB), porque la participación de las mujeres en el mercado del trabajo hasta hace algunos años se ha incrementado, aunque la tasa de desocupación actualmente se ha vuelto una verdadera emergencia social, ya que la exigencia de tener una doble entrada de renta se ha vuelto una característica común a muchísimas familias italianas, porque han aumentado las estructuras familiares atípicas y poco numerosas y, no último, por el incremento de la edad promedio en que la familia decide los tiempos de la maternidad, por lo que con frecuencia la mujer se encuentra comprometida en el trabajo, en su tarea de progenitor y en la asistencia brindada a la persona no autosuficiente. 3. Bases jurídicas de la solidaridad social y de la libertad de la necesidad Antes de entrar en el mérito de los numerosos problemas que dia- 23/10/14 18:00 dolentium hominum n. 84-2014 riamente los profesionales de la salud ponen de relieve en su actividad de diagnósticos y cuidado es necesario dar un paso atrás para tratar de indicar cuáles son los elementos jurídicos que dan forma y espesor a esa libertad que Franklin Delano Roosevelt indicó como libertad de la necesidad: el Presidente de Estados Unidos de América, en un discurso dirigido al Parlamento el 6 de enero de 1941 y dedicado a la seguridad americana, prefiguraba un mundo fundado en cuatro libertades esenciales incluyendo en ellas, junto a la libertad de palabra y de expresión, a la libertad religiosa y a la libertad del temor, la libertad de la necesidad. Pocos meses más tarde, el 10 de junio de 1941, el liberal William Henry Beveridge fue llamado por Winston Churchill para presidir una Comisión internacional en los sistemas de seguro social y sobre servicios asistenciales. El 20 de noviembre de 1942, al término de los trabajos de la comisión, presentó el informe Social Insurance and Allied Service en el que retomaba el tema de la libertad de la necesidad identificando los cinco grandes males de la humanidad (miseria, enfermedad, ignorancia, desolación y ocio) y se hacen hipótesis sobre las medidas para combatirlos: entre ellas la institución de un servicio sanitario nacional dirigido a toda la población. Esta idea de Roosevelt, desarrollada en Inglaterra por el liberal William Henry Beveridge con la institución del National Health Service, tuvo gran resonancia también en Italia por mérito de un jurista, Pietro Calamandrei, valiente defensor de esos derechos sociales que luego encontrarán pleno reconocimiento en la Carta constitucional aprobada en 1948 y, más en particular, en el art. 38 de la misma que delinea nuestro sistema de seguridad social (o de welfare): sistema que luego fue declinado por el legislador italiano dando forma a la tutela previsional y a aquella asistencial. Mientras la primera cubre algunos riesgos bien definidos (los infortunios en el trabajo y las enfermedades profesionales, la enfermedad común, la desocupación y la invalidez de los trabajadores) cubiertos por la imposición del aporte obligatorio que en parte está a cargo DH84esp.indd 97 97 del trabajador y en parte a cargo del empleador, la tutela asistencial, en cambio, se refiere a todas las personas, independientemente de su edad, de sus recursos de renta, de una relación de trabajo en curso y, por tanto, del depósito regular de la cuota contributiva. En lo que respecta la tutela asistencial hay que decir que nuestro Parlamento le ha dado forma mediante repetidas intervenciones legislativas que comenzaron alrededor de los años sesenta del siglo pasado que, por razones de tiempo, no puedo analizar aunque sin renunciar a captar las criticidades. La primera criticidad que se capta examinando estas numerosísimas intervenciones es su numerosidad y la falta de un hilo conductor común, salvo el hecho de haber privilegiado un sistema de welfare ante todo por delega, construido sobre las transferencias monetarias, que explica porque nuestro Parlamento se haya movido en el tiempo de modo desordenado, con frecuencia por empuje de intereses corporativos que provienen de algunas categorías representativas de las personas discapacitadas. La segunda criticidad se refiere al modo con el que el Legislador italiano ha intervenido en esta materia, fraccionando la discapacidad en muchas especies según los anacrónicos criterios nosológicos: en nuestro país la discapacidad ha ido al encuentro de una demasiado equívoca diferenciación taxonómica volviéndose una idea difícil de representar de manera explícita, ya que es fraccionada en una base etiológico-categorial. Es por esto que existen también hoy los discapacitados sensoriales, los discapacitados físicos y los discapacitados psíquicos: entre los primeros los ciegos y los sordomudos, entre los segundos los inválidos civiles, los amputados, los pluri-amputados y las personas con una grave limitación de la deambulación, y entre los terceros, los inválidos psíquicos y los discapacitados intelectivos a los que, en época más reciente, se han añadido también los desventajados. Otra criticidad que incrementa la diversidad entre iguales, es haber previsto, para estas diversas categorías de personas en situación de necesidad, intervenciones econó- micas de diferentes entidades: al respecto, es suficiente recordar que la indemnización de acompañamiento prevista para los ciegos absolutos es de 846,16 Euro mensuales por 12 mensualidades, mientras aquella prevista para los inválidos civiles es de 499,25 siempre por doce mensualidades si se exceptúa alguna Provincia autónoma donde se ha introducido una décimotercera mensualidad. La cuarta criticidad se refiere al haber permitido que estas transferencias monetarias no sean planteadas de conformidad con la situación de la renta (personal o familiar) y para los discapacitados sensoriales, concedida sólo en base a la discapacidad, por tanto también a personas perfectamente integradas en el mundo laboral, familiar y social. Otra criticidad, que se ha demostrado en toda su crudeza en estos últimos años, es que las buenas premisas teóricas de la spending review que tienen como finalidad mejorar la eficiencia y la eficacia de la máquina estatal para la gestión del gasto público aun no han estado en la capacidad de realizar la reforma estructural de nuestro sistema de welfare salvo que no se quiera dar énfasis a los planes extraordinarios de verificación promovidos también por el entonces ministro de la Economía y de las Finanzas, Honorable Giulio Tremonti, para desenmascarar los denominados falsos inválidos y la transferencia a una Entidad previsional (el INPS) de aquellas funciones que hasta hace algún año estaban ejercidas por las articulaciones funcionales del Servicio Sanitario Nacional. 4. Políticas italianas de Long-term Care Italia es la única entre las grandes naciones europeas que aún no ha realizado la reforma global y estructural de Long-term care (Zuccatelli y Lattanzio, 2011) no obstante que dicha reforma haya sido varias veces anunciada con poderes dados por el Parlamento al Gobierno pero, lamentablemente nunca ha sido llevada a su cumplimiento. No ha logrado la empresa ni siquiera el Gobierno 23/10/14 18:00 98 precedente de los técnicos presidido por el Hon. Mario Monti, Gobierno que parecía gozar de amplia inmunidad con respecto a los intereses electorales. Por este motivo, no existe en nuestro país un modelo uniforme de tutela de la población anciana no autosuficiente, coexistiendo soluciones variables de una región a otra y de una municipalidad a otra, con amplias y profundas diferencias que probablemente se han acrecentado con la decisión asumida por el último Gobierno Berlusconi de eliminar, por razones de estabilidad financiera, el Fondo nacional para la no autosuficiencia: diferencia que ha dado lugar a la existencia de muchas italias y que se repercuten en la equidad del sistema creando fuertes e inaceptables desigualdades entre iguales. Tratemos de analizarlas recordando que las intervenciones de parte pública dirigidas a las personas ancianas no autosuficientes son sustancialmente tres: (a) las transferencias monetarias de naturaleza asistencial (cash benefits); (b) las intervenciones de asistencia domiciliaria socio-sanitaria (ADI) y social (SAD); (c) las intervenciones residenciales. La inversión pública que Italia destina a estas intervenciones ciertamente no es elevada si uno la relaciona a nuestro producto interno bruto (PIB): el número de transferencias monetarias para pago registradas en el año 2010, por la Contaduría General del Estado ha sido equivalente a 1,8 millones de unidades para un gasto global que alcanza a cerca de 0,8% del PIB (valor total de los bienes y de los servicios producidos) y se hace la hipótesis que alcanzará en el 2060, el 1,5% debido al ulterior y esperado envejecimiento de la población. A este empeño económico se debe añadir aquella voz de gasto que comprende el componente sanitario de la residencia, de la semi-residencia y del domicilio proporcionado a las personas no autosuficientes: gasto que, a su vez, ha representado, siempre en el año 2010, el 0,86% del PIB y aquella inherente a servicios de carácter socio-asistencial erogados a favor de las personas discapacitadas y no autosuficientes (2,9 miles de millones de Euro) por un gasto DH84esp.indd 98 dolentium hominum n. 84-2014 global que ha alcanzado en el mismo año el 1,86% del PIB Esta cifra porcentual no es absolutamente exagerada y demuestra que nuestro País ciertamente no destina sumas ingentes a esta voz de gasto que resulta equivalente a aquella semejante militar según los cálculos proporcionados por SIPRI (el Stockholm International Peace Institute) habiendo gastado Italia, en el 2012, más de 26,46 miles de millones de Euro para el mantenimiento de nuestra máquina militar. Por lo demás es verdad que, sobre todo en el período 1980-1997, nuestra tasa promedio de gasto social ha aumentado progresivamente, que el 61,5% de este gasto se refiere a las transferencias monetarias (dicho porcentaje desciende al 45% en el resto de Europa), y que el empeño económico público para este desembolso económico es el más elevado no sólo en el ámbito comunitario sino también en los países que forman parte de OCSE. Resumiendo. En Italia el costo social sostenido para la asistencia a las personas no autosuficientes a través de los cash benefits resulta ser mayor con respecto a aquel sostenido para financiar los servicios públicos dedicados a las personas no autosuficientes. Por esta razón, nuestro sistema de welfare es de tipo sustancialmente delegante, que utiliza aún a la familia como fulcro para acudir a estas personas con la ulterior consecuencia que los servicios públicos aparecen ser muy débiles también debido a la progresiva reducción de los fondos nacionales para las políticas sociales: en el 2007 la cifra proporcionada a esta voz de gasto era de 1,339 miles de millones de Euro mientras en el 2011 esta cifra ha descendido a 399 millones de Euro después de la supresión del Fondo para la no autosuficiencia (400 millones de Euro en el 2009 y en el 2010) hecha con la ley de estabilidad del 2011. 4.1 Transferencias monetarias (cash benefits) Se trata de servicios pagados (cash benefits) que representan (Chiatti ed al., 2010) la más importante medida de sostén a los ancianos no autosuficientes tanto en términos de recursos públicos empleados (aproximadamente el 1% del PIB) como por la amplitud de los usuarios que acceden a ella (1.800.000 personas). Hay que reconducirlas: (1) a la indemnización de acompañamiento prevista tanto para los inválidos civiles no autosuficientes (499,27 Euro mensuales por 12 mensualidades) como para los ciegos absolutos (846,16 Euro mensuales por 12 mensualidades); (2) las asignaciones de cuidados en los que el importe resulta variable de un lugar a otro, no obstante que muchas Regiones del Sur Italia no hayan invertido en este ámbito; (3) los voucher y las demás transferencias monetarias erogadas por municipalidades con disponibilidad financiera, por ejemplo para los proyectos de vida independiente. La indemnización de acompañamiento es un cash benefits de carácter asistencial, no reversible, independiente del pago de la contribución obligatoria y, por el momento, también de la renta ya sea personal o familiar, introducido en Italia con la ley n. 18 del 11 de febrero de 1980 («Indemnización de acompañamiento a los inválidos civiles totalmente inhábiles»), modificada posteriormente con la ley n. 508 del 21 de noviembre de 1988 («Normas integrativas en materia de asistencia económica a los inválidos civiles, a los ciegos civiles y a los sordomudos») y con el Decreto legislativo n. 509 del 23 de noviembre de 1998, n. 509 («Normas para la revisión de las categorías de las minoraciones y de las enfermedades invalidantes para las mismas categorías, de conformidad con el artículo 2, inciso 1, de la ley n. 291 del 26 de julio de 1988»). La platea de las personas reconocidas como titulares de este derecho está bien representada: a fines del 2012, 1.800.000 eran las indemnizaciones de acompañamiento reconocidas a favor de personas no autosuficientes por un gasto global que ha superado los 13,5 miles de millones de Euro. Con un trend de incremento del 60% entre el 2002 y el 2009 considerado que cada año se registra un aumento del número de servicios de aproximadamente 100.000 unidades, representando, según los datos proporcionados por la Contaduría General del Estado, poco 23/10/14 18:00 dolentium hominum n. 84-2014 menos del 1% (0,8%) del PIB, pero porcentaje destinado a redoblar en el 2060. Muy poca cosa con respecto al gasto de pensiones que representa el 16,2% del PIB con un trend de incremento calculado, para el 2013, de 5,7 miles de millones de Euro. Si analizamos los datos disponibles resulta que la incidencia de los beneficiarios en la población residente de igual edad y sexo permanece sustancialmente estable hasta los 65 años de edad para luego subir rápidamente en aquellas sucesivas aún si se considera que en los mayores de 95años la incidencia del reconocimiento resulta ser de aproximadamente el 34% para los hombres y de cerca del 52% para las mujeres. Sin embargo, la tasa de goce de la indemnización de acompañamiento no resulta lineal si se analiza cada uno de los contextos regionales. Encabeza la Región Umbria en la que un mayor de 65 años de cada cinco beneficia de la indemnización de acompañamiento; sigue Calabria (18 de 100 ancianos), Campania (17,1 de cada 100 ancianos), Cerdeña (15,9 de cada 100 ancianos) y Abruzos (14,6 de cada 100 ancianos) mientras en último lugar está representado por la Región Trentino Alto Ádige (7,8 de cada 100 ancianos). Esta amplia falta de homogeneidad de la tasa de goce de la indemnización de acompañamiento demuestra o una diferente distribución de la incidencia regional de la no autosuficiencia o, alternativamente, la existencia en nuestro país de una desigualdad en los niveles de acceso a este servicio económico. No estoy en la capacidad de analizar totalmente las razones, de todos modos algunos factores que las causan pueden hacer comprender esta diversidad: en efecto, en las regiones del Sur y en aquellas de las islas siempre se ha actuado el goce de cash benefits, más allá de los fraudes perpetuados en perjuicio del erario, como un amortiguador de la desocupación, porque los puestos cama en estructura residencial son variables de una Región a otra con puntas mínimas registradas en las regiones meridionales e insulares y, ciertamente y no por último, por la poca precisión de las normas del sector DH84esp.indd 99 99 que acabamos de recordar y por la interpretación de las mismas. Estas normas indican las condiciones que legitiman el reconocimiento de este derecho individuándolas en la existencia de «afecciones físicas o psíquicas», sus consecuencias indicadas, alternativamente, en la «imposibilidad de caminar sin la ayuda permanente de un acompañante» y/o en la necesidad de «una asistencia continuada […] al no estar en la capacidad de realizar los actos cotidianos de la vida», y los preconceptos administrativos que lo legitiman: mientras la ley n. 18 de 1980 excluía a los «inválidos civiles graves internados gratuitamente en un instituto», las dos normas reformadoras de este cash emanadas en 1988 circunscriben el derecho sólo a los ciudadanos residentes en el territorio nacional siempre que los mismos no sean titulares de «servicios análogos concedidos por invalidez contraídos por causa de guerra, de trabajo o de servicio» quedando firme la facultad de «optar por el tratamiento más favorable». Lamentablemente, las indicaciones normativas no son formuladas de manera clara con respecto a la calificación de impairment. En la ley n. 508 de 1988, análogamente a la ley n. 18 de 1980, la referencia es a las «afecciones físicas y/o psíquicas» que causan una «incapacidad absoluta», sin distinción alguna de la edad de la persona; el Decreto legislativo n. 509 del 1988, en cambio, menciona un parámetro diferente para las personas que aún no están en edad laboral (los menores) y para aquellas mayores de 65 años identificándolo en las «dificultades persistentes para desarrollar las tareas y las funciones propias de su edad». Sobre el particular necesitamos hacer algunas precisiones para caracterizar, identificándolos, los problemas que se encuentran en la valoración de la necesidad, no tanto con referencia a la «incapacidad» (pleonásticamente adjetivada «absoluta») sino más bien, referente a las «dificultades persistentes» que el Decreto legislativo n. 509 de 1988 correlaciona no tanto a la capacidad de exteriorizar la fuerza de trabajo sino, en cambio, más adecuadamente, a las «funciones propias de su edad», aunque limitadas sólo a las personas consideradas que no están en edad de trabajar. Estas dos situaciones (la incapacidad absoluta y las dificultades persistentes) producidas por las afecciones físicas y/o psíquicas se deben explorar mejor no tanto en el plano taxonómico sino más bien, con respecto a sus calificadores: en otras palabras con respecto a que cosa deben ser exploradas, antes de entrar en el torbellino de los problemas que se encuentran para su valoración. Con respecto a la «incapacidad absoluta» la situación resulta lo suficientemente clara. Ella se configura como un paradigma conceptual estrechamente vinculado a la incapacidad de trabajar de la invalidez pensionable debiendo ser explorada como consecuencia del «daño funcional permanente» de cual habla el art. 1 del Decreto legislativo n. 509 de 1988, empleando la criteriología médico-legal indicada explícitamente por el Decreto legislativo n. 509 de 1988 y las indicaciones de las tablas del Decreto del Ministerio de Salud del 5 de febrero de 1992: con referencia, por tanto, al impairment laboral producido por cada disminución y/o por su complejo de invalidez, concurrentes y/o coexistentes que sean, con relación a la incapacidad de trabajo genérico. La inhabilidad se configura, pues, como la pérdida de capacidad laboral. En cambio, con respecto a las «dificultades persistentes» los problemas de interpretación permanecen abiertos (y no resueltos): las normativas recordadas identifican las dos condiciones necesarias pero no suficientes (pre-requisitos) según el derecho a la indemnización de acompañamiento, las identifican separadamente, en la incapacidad absoluta y en las dificultades persistentes y estas últimas conducen, aunque limitadamente a los sujetos infra-18 años y mayores de 65 años, ya no al impairment laboral, cuanto, en cambio, a la capacidad de desarrollar «las tareas y las funciones propias de la (su) edad». Tareas y funciones que, sin embargo, no han sido explicitadas por el legislador que parece, pues, entenderlos de modo totalmente distinto en dos clases de edad, con un de- 23/10/14 18:00 100 fecto de claridad que está al inicio de aquel corto circuito interpretativo que, si se ve bien, termina por superponerlas (confundirlas) con los «hechos cotidianos de la vida» que representan, junto con la capacidad de deambular, una de las dos condiciones que legitiman el reconocimiento del derecho. Con toda esta serie de incoherencias, es preciso mencionarlas. La primera incoherencia nace de la inmovilidad de las tareas y de las funciones propias de la (su) edad con referencia a dos categorías grandes y heterogéneas de población, representadas por las personas menores y por las mayores de 65 años que no permiten su modulación; las tareas y las funciones propias de la edad de un recién nacido de pocos meses no se pueden confundir con las de un adolescente como, por lo demás, las tareas y las funciones propias de la edad de una persona mayor de 65 años que aún trabaja, no pueden ser las de una persona ultra-centenaria. Una segunda incoherencia es producida por el mencionado defecto de explicitación que termina con el confundir (sobreponer) las tareas y las funciones propias de la (su) edad de una persona mayor de 65 años con los hechos cotidianos de la vida que reproducen, en nuestra lengua, una terminología de la medicina de rehabilitación anglosajona (activity daily living) y para cuya valoración se pueden utilizar por elección algunos simples multiaxial: estos últimos eventualmente representan la base de una pirámide hipotética que, debe comprender más ampliamente de manera flexible y ya no estática las tareas y las funciones propias de la edad sin ser capaz, sin embargo, de declinarlas exhaustivamente. En fin, una tercera incoherencia caracteriza una de las más evidentes paradojas que caracterizan hoy nuestro sistema de valoración. Mientras el impairment laboral se determina con la rigurosa aplicación de las reglas establecidas por el Decreto legislativo n. 509 de 1988 que, en el juego de las disminuciones concurrentes y coexistentes y de las franquicias previstas, permite una discrecionalidad, con respeto a los porcentajes de invalidez obtenidos con la aplicación de las Tablas aprobadas en 1992, de 5 puntos de DH84esp.indd 100 dolentium hominum n. 84-2014 porcentaje (en más o en menos) con relación a las ocupaciones en sintonía con las aptitudes del sujeto, a la actividad laboral específica desarrollada y a la formación técnico-profesional del mismo, las tareas y las funciones propias de la edad y las respectivas dificultades persistentes resienten de una área de amplia incertidumbre definitoria sostenida por un vacío legislativo embriagador que, al presentarse a la libre interpretación, termina creando en nuestro país fenómenos de desigualdad social. En varias ocasiones, este vacío ha sido colmado por algunas tentativas de interpretación de las normas que han terminado con crear el efecto opuesto: es decir, el de producir otras confusiones definitorias en un sector de tutela que necesita de una amplia, y ya impostergable reforma estructural. En particular nos referimos a tres circulares del Ministerio de la Salud emanadas el 4 de diciembre de 1981, el 28 de setiembre de 1992 y el 27 de julio de 1998, respectivamente. Con la primera circular de 1981 (prot. n. 500.6/AG. 927-58-1449) el Ministerio de la Salud ha tratado de aclarar en que cosa efectivamente consisten las dos condiciones previstas alternativamente por el derecho a la indemnización de acompañamiento aún sin afrontar, como en la circular sucesiva, la cuestión prejudicial, de las tareas y de las funciones propias de la edad. En esta circular se precisa que «se encuentran en la imposibilidad de deambular los inválidos que no caminan ni siquiera con la ayuda de presidios ortopédicos» y que «por actos cotidianos de la vida se entienden las acciones elementales que realiza cotidianamente un sujeto normal de edad correspondiente y que hacen que el minusválido que no esté en la capacidad de realizarlas, necesitado de asistencia». Con la sucesiva circular de 1992, el mismo Ministerio ha identificado los actos cotidianos de la vida en «aquellas acciones elementales y también relativamente más complejas y no vinculadas a funciones laborales, tendientes a satisfacer el mínimo de exigencias promedio de vida relacionadas a un individuo normal de edad equivalente, de modo que permita, a los sujetos no autosuficientes, condiciones existenciales compatibles con la dignidad de la persona humana»; con respecto a la precedente, esta circular extiende la idea de actos cotidianos de la vida y termina volviendo a comprender también aquellas funciones «relativamente más complejas que, aunque separadas por el impairment laboral, permiten a la persona una existencia de todos modos digna. Con la circular del Departamento de la Previsión del Ministerio de la Salud del 27 de julio de 1998 (prot. n. DPV.4/H-F1/643), en cambio, se ha enfrentado la cuestión de las dificultades persistentes de modo totalmente incoherente con respecto a la amplia elaboración doctrinal, aunque con el objetivo declarado de «simplificar el trabajo de las comisiones de verificación» y de resolver los amplios problemas producidos por la falta de porcentaje del impairment laboral en los sujetos mayores de 65 años y que, por la fragmentación de las normas, estaban en el origen de amplias dificultades tanto en el campo del abastecimiento de prótesis y/o de auxilios tanto en el campo de la exención de la cuota de participación al gasto farmacéutico y a aquel sanitario. Esta circular interpretativa, en la tentativa de remediar a los problemas creados (o no vistos) por el legislador, en cierto sentido ha graduado las dificultades persistentes en tres niveles de intensidad identificados con el adjetivo de «leve», «medio-grave» y «grave», deducidos «o según los actos o procediendo a una nueva visita médica», con referencia a la medida porcentual del impairment laboral: una operación totalmente desviadora que, en su aparente sencillez, ha producido aspectos totalmente deteriores en el plano de la correcta interpretación de las normas confundiendo la incapacidad laboral (invalidez del 100%) con las graves dificultades persistentes. Las circulares ministeriales que hemos recordado, pues, han enturbiado mayormente las aguas y han producido amplios problemas de aplicación no obstante la deseada simplificación, también porque: (a) no aclaran cuales son los actos cotidianos de la vida con respecto a los cuales se deben evaluar las dificultades persistentes aún iden- 23/10/14 18:00 dolentium hominum n. 84-2014 tificándolos, varias veces, en las «acciones elementales» y también en aquellas «relativamente más complejas […] tendientes a satisfacer aquel mínimo de exigencias promedio de vida comparadas a un individuo normal de correspondiente edad»; (b) no indican cuales son los multiaxial que se utilizan en la evaluación de las dificultades persistentes y si, análogamente al impairment laboral, exista o no un umbral de franquicia cuya superación legitima el derecho a la indemnización de acompañamiento; (c) banalizan y cortocircuitan los problemas creados por el legislador graduando las dificultades persistentes en relación con la medida de impairment laboral determinada en términos de porcentaje. Otro cash benefits erogado para los ancianos no autosuficientes bajo forma de transferencia monetaria es la asignación de cuidado que, sin embargo, ha encontrado una diferente disciplina y reconocimiento dentro de cada uno de los contextos regionales resintiendo negativamente de la redimensión del Fondo nacional para la no autosuficiencia (275 millones de Euro) que ha tenido lugar con la última ley de estabilidad. Estos fondos, transferidos a las Regiones según la población residente de edad equivalente o superior a 75 años y de los criterios empleados para la sección del Fondo nacional para las políticas sociales, son en efecto ampliamente insuficientes para enfrentar la emergencia social de las personas no autosuficientes, a invertir la ruta de tendencia de su institucionalización y a favorecer su permanencia en su propio domicilio y cada realidad local ha hecho de la necesidad virtud. De este modo la Provincia autónoma de Bolzano lo eroga a las personas con necesidad de ayuda de parte de terceros para enfrentar la vida cotidiana en el ámbito de la asistencia y cuidado en medida mayor a dos horas por día en el promedio semanal por al menos seis meses. La Región Véneto, en cambio, lo ha sustituido desde el 2013 con la Autorización de Cuidado Domiciliario, abreviado con la sigla ICD habiéndose previsto 5 tipologías de ICD, una de las cuales constituye una novedad ya que está destinada a personas con grave necesidad DH84esp.indd 101 101 asistencial durante las 24 horas de la jornada. La Región Piamonte lo ha extendido a todas las personas con graves discapacidades también en edad inferior a los 65 años y su importe varía según la gravedad y las exigencias de la persona, de todos modos sin superar los 800 Euro mensuales en los casos de baja intensidad asistencial, y 1.100 Euro en los casos de intensidad mediana y los 1.350 Euro en los de mediana-alta intensidad (que se pueden elevar a 1.640 para las personas sin una red familiar). Una solución semejante ha sido adoptada también por la Provincia autónoma de Trento donde la asignación de cuidado fue introducida también en 1997 aunque esa ley provincial ha sido luego abrogada y sustituida con otra norma que ha identificado cuatro niveles de gravedad de la no autosuficiencia con importes entre los 100 Euro mensuales para el primer nivel de gravedad según el indicador económico (ICEF) del solicitante. La tercera forma de sostén económico dedicada a las personas ancianas no autosuficientes es aquella erogada por las Municipalidades mediante los voucher y los bonos socio-sanitarios: pero de este gasto social no se nos da a conocer el importe global sostenido por nuestro país aún poniendo bien en evidencia la bajísima tasa de cobertura en las regiones del Sur y en aquellas de las islas. En Calabria, por ejemplo, se han gastado 323 Euro por año por usuario cuando en la Provincia autónoma de Trento este gasto ha alcanzado la cifra de 6.491 Euro frente a un promedio nacional de 1.125 Euro. 4.2 Servicios domiciliarios: la asistencia domiciliaria integrada (ADI) y servicio de asistencia domiciliaria (SAD) La difusión de estos servicios domiciliarios resulta en nuestro país no sólo limitada sino, lamentablemente, también ampliamente la no homogeneidad de un territorio a otro. Si consideramos la asistencia domiciliaria integrada médica y de enfermería (ADI) que la OMS define como «la posibilidad de proporcionar en el domicilio del paciente los servicios y los instrumentos que contribuyen al mantenimiento de máximo nivel de bienestar, salud y función», los últimos datos publicados (Chiatti et al., 2012) demuestran para el 2009, la ligera ampliación de la platea de las personas cubiertas por este servicio erogado por todas las Empresas sanitarias locales (con excepción del territorio de Locri), acompañado sin embargo, por una disminución de su intensidad en términos de número de horas erogadas por cada uno de los casos tomados a cargo. Por lo demás, solamente el 3,6% de los ancianos residentes en nuestro país ha recibido este servicio por un total de 19 horas de asistencia anuales por cada caso; con un ligero incremento de la platea ya que en el 2007 el porcentaje era del 3,3% no obstante el objetivo indicado por el Ministerio de la Salud fuese llegar al 5,06% (indicador de tomar a cargo a los ancianos por los servicios de asistencia domiciliaria integrada: porcentaje de ancianos tratados en asistencia domiciliaria integrada con respecto al total de la población anciana mayor de 65 años) aunque, como se ha dicho, resultan en disminución las horas de asistencia, que pasan de 22 a 19. Con amplias diferencias entre una Región y otra si consideramos que, siempre en el 2009, la tasa de cobertura y la intensidad del servicio han resultado ampliamente heterogéneas. Niveles máximos de la tasa de cobertura han sido registrados en Emilia-Romagna (8,3%), en Friuli Venezia Giulia (7,7%) y en Umbria (7,6%): en esta Región la intensidad del servicio ha alcanzado el promedio de las 28 horas anuales, Emilia-Romagna de 21 horas anuales y en Friuli de 7 horas de asistencia. Niveles mínimos han sido, en cambio, registrados en Valle d’Aosta pero donde son 40 las horas de asistencia dedicadas al caso, en la Provincia autónoma de Trento donde las horas de asistencia promedio anuales han sido 25 y en Sicilia donde las horas de asistencia por cada caso han sido de 19 por año. La Región de más alta intensidad de asistencias ha sido Molise (55 horas) pero donde la tasa de cobertura registrada ha sido muy baja (2,4%) y en contracción del 0,4% en el período 2001-2008. También en lo que se refiere a la asistencia social (SAD) garantiza- 23/10/14 18:00 102 da por las Municipalidades o por las Comunidades de valle para algunas Provincias autónomas, la situación no muestra datos animadores. Los últimos datos publicados por el ISTAT demuestran que en el 2007 sólo el 1,7% de los ancianos mayores de 65años ha sido suportado en el domicilio con esta forma de servicio con una pequeña disminución porcentual con respecto al 2006 (0,1%) aunque con un incremento muy ligero de los costos; costos promedio que han pasado de 1.645 Euro del 2006 a 1.761 Euro/año por caso aún con amplias diferencias entre una Región y otra (con puntas máximas registradas en la Provincia autónoma de Trento de 4.219 Euro/año y picos mínimos registrados en Abruzos de 818 Euro/año). Si consideramos este servicio las diferencias entre el Norte y el Sur de Italia aparecen particularmente significativas: sea suficiente decir que las Regiones del Norte-Este tienen una tasa de cobertura del servicio activado por las Municipalidades equivalente al 96,1% mientras este porcentaje desciende al 88,2% en la Italia insular y al 83% en aquella meridional. Otra confrontación interesante se refiere al examen de la tasa de integración entre ADI y el SAD: tasa que es del 100% en la Región Véneto y en Umbria donde las personas no autosuficientes asumidas a cargo del servicio público gozan de los dos servicios y que desciende a niveles preocupantes en Sicilia y en la Provincia autónoma de Trento donde esta tasa resulta del 3,4 y del 4.9%, respectivamente. Esto para demostrar la falta de un enlace y de una dirección común, referida al menos al 2007, entre las intervenciones sociales y las puestas en marcha por las estructuras sanitarias. También si miramos el promedio nacional la situación no cambia: la confrontación entre los usuarios que atañe a los dos servicios domiciliarios revela, en Italia, una integración promedio del 47,4% con promedios muy bajos en las Regiones insulares donde la integración es poco superior al 4%. 4.3 Servicios residenciales La asistencia residencial reviste en nuestro país un papel marginal DH84esp.indd 102 dolentium hominum n. 84-2014 en las políticas de LTC si se considera que sólo el 2% de las personas mayores de 65 años se encuentra internado a tiempo completo en las residencias sanitarias asistenciales (RSA), en las residencias socio-sanitarias (RS) y en las residencias asistenciales (RA) cuando el promedio europeo es abundantemente superior (5%). Frente a los actuales 240 mil puestos cama residenciales y semi-residenciales la Comisión nacional para la definición y actualización de los LEA ha calculado que en nuestro país se necesitan 496 mil puestos cama con la consecuencia que por el momento serían más de 250 mil personas no autosuficientes presentes en su domicilio que requieren no sólo servicios hoteleros sino también sanitarios, de enfermería y de rehabilitación erogados prevalecientemente por la red familiar (y por la red de los asistentes) si se considera que sólo 527 mil (el 3,6%) ancianos mayores de 65 años es seguido con el ADI cuando el promedio europeo es del 7%. Si tenemos en cuenta los datos estadísticos que analizan por Región los puestos cama para 1.000 ancianos la situación es desconsoladora: picos máximos se registran en Trentino-Alto Ádige (96 RSA con 40,4 puestos cama cada 1.000 ancianos por un total en la Provincia autónoma de Trento de 4.338 puestos cama y en la de Bolzano de 3.346 puestos cama), picos mínimos en Campania y en Basilicata donde la tasa es inferior a cero considerando la existencia de 563 distribuidos en 18 RSA y de 191 puestos cama en 5 RSA. En nuestro país se pasa de contextos en los que los internados de larga permanencia y las institucionalizaciones son muy frecuentes como la Lombardía y el Trentino Alto Ádige, a otros como la Campania y la Basilicata en los que no es frecuente ni el empleo de residencias de elevada intensidad asistencial (RSA (0,1% y 0%) ni el internado de larga permanencia post-aguda (0,4%). La Región Lacio (Chiatti et. al., 2012) pone de relieve una situación bastante extraña: frente a un pedido realmente modestísimo a las RSA (0,5% los niveles de hospitalización de larga permanencia y de rehabilitación intensiva son de 0,6 y de 3,3%, respectivamente, con una duración promedio de la permanencia muy larga: 82,4 días vs. el promedio italiano de 33,5 días en larga permanencia y 38,7 días vs. 25,1 días en rehabilitación). Lo anterior para demostrar que la carencia de puestos cama en RSA justifica una prolongación no apropiada de la internación en fase post-aguda con costos absolutamente no sostenibles. 5. Una mirada de síntesis Trato de resumir los datos estadísticos presentados formulando alguna conclusión sintética. Primera: en Italia falta una política uniforme de LTC capaz de dar una respuesta a las personas no autosuficientes, y de personalizar las intervenciones con respecto a la necesidad porque el servicio ofrecido resulta ser un mix con frecuencia incoherente de cash benefits, de intervenciones realizadas en el domicilio de la persona y de intervenciones residenciales y semi-residenciales de las que no conocemos los resultados en términos de salud. Segunda: las regiones italianas están divididas por un profundo surco considerando las fuertes de sigualdades entre el más rico Norte y el más pobre Sur donde delegar a la familia la asistencia seguramente es una constante y donde los servicios públicos muestran una fuerte debilidad tanto en términos de número de las personas acogidas, como de carga asistencial. Tercera: el crecimiento exponencial del número de personas que gozan de la indemnización de acompañamiento demuestra el prevaleciente carácter cash-oriented de nuestras políticas de LTC donde, como se ha visto, las transferencias monetarias han registrado entre el 2004 y el 2010, un incremento del 0,14% del PIB según los datos proporcionados por la Contaduría General del Estado. Cuarta: los fondos destinados a las intervenciones sociales están en neta reducción y con la abrogación del Fondo para la no autosuficiencia, encuentran lugar en el último renglón de la tabla que resume las inversiones públicas de nuestro Estado. 23/10/14 18:00 dolentium hominum n. 84-2014 6. Conclusiones Los profundos y rápidos cambios epocales a los que estamos asistiendo, la contracción de los recursos públicos y las políticas de spending review en acto en todos los Estados europeos para corregir la deuda pública, son factores que no podemos dejar de considerar para dar lugar a aquella reforma estructural de nuestro sistema de welfare varias veces anunciada pero lamentablemente nunca realizada. Reforma que, evidentemente, se debe tocar con el valor de las acciones sin renunciar a aquella idea de solidaridad que es y debe permanecer el hilo conductor de todas las democracias constitucionales. Sin olvidar que la solidaridad es un término que empeña no sólo porque evoca el vínculo social entre las personas y las generaciones futuras sino también porque ella se propone como lugar en el que confluyen, además de la tradición cristiana, culturas diferentes acomunadas por la idea de un esquema dialéctico que requiere el reconocimiento recíproco entre semejantes y el sostén que no se puede negar a las personas más débiles. Naturalmente, siempre que se quiera perseguir aquella idea de ciudadanía activa que nos llama a cada uno de nosotros a vivir auténticamente la propia responsabilidad en vista de un mundo más bueno y más justo que debemos dejar como herencia a nuestros hijos y a las generaciones futuras. En la renovada perspectiva de la solidaridad yo creo que se debe ir con la fuerza de las ideas y con el valor de las acciones, conscientes que dar más a quien tiene necesidad es una enseñanza válida para todas las estaciones aunque esto, para alguno de nosotros, significará un cambio de perspectiva y un retroceder con respecto a los privilegios del hoy. Ciertamente, la fase actual de turbulencia que envuelve nuestras biografías personales no es una buena premisa pero si se mira, como acostumbramos decir, el vaso medio lleno y no la parte que está vacía, ella puede constituir una ocasión extraordinaria de revisión estructural de las políticas italianas para la tutela de no DH84esp.indd 103 103 autosuficiencia: tutela que no puede continuar a ser un campo por arar con los cortes transversales del gasto público, sabiendo mirar a Europa y a las buenas experiencias que ciertamente existen. Si realmente se quiere ir en esta dirección sirven elecciones precisas renunciando a las alquimias y a las intervenciones no estructurales. En primer lugar es preciso asignar a este sector del gasto público un mayor financiamiento estatal, pero ya no agravando la presión fiscal que ha alcanzado en nuestro país niveles insoportables que corren el riesgo de transformar la crisis económica en una real y verdadera crisis social, sino asignando los recursos, recuperándolos valientemente de otros sectores de gasto público: conteniendo en lo mínimo el gasto para las grandes obras y aquella militar por ejemplo, ajustando a cero nuestra participación en misiones internacionales que tienen poco de humanitario y los programas militares para los cuales el Gobierno actual ha destinado recientemente casi mil millones de Euro. En segundo lugar, corregir el modelo tradicional de welfare fundado en una anacrónica diferenciación etiológica de la discapacidad y en la transferencia monetaria que condiciona la debilidad de los servicios públicos dedicados a sostener la domiciliaridad y la delega a la familia para acudir a la persona no autosuficiente: los servicios, por tanto, se deben reforzar con la inserción de fuerzas-trabajo dotadas de competencias profesionales precisas no sólo porque la indemnización de acompañamiento es un cash no siempre empleado para la remuneración de las asistentes empleadas en una economía sumergida y hasta ilícita, sino también porque la familia requiere ser sostenida y guiada cuando hoy ella es dejada que encuentre sola una solución al problema. Por tanto, invirtiendo en la red de los servicios sanitarios y de aquellos sociales dedicados a la domiciliaridad además que en el privado-social y en el voluntariado aún si éste podrá proveer a la participación en el gasto de la persona; gasto que puede ser siempre modulado con respecto a su situación patrimonial si se quiere realmente modificar esa ruta de tendencia de institucionalizar que hoy constituye una característica del welfare no sólo italiano. Asimismo, es preciso rever los criterios de acceso a los servicios monetarios teniendo en cuenta no sólo las condiciones económicas de la persona no autosuficiente y de su familia, sino teniendo en cuenta también la carga asistencial requerida, vinculándolas a la compra de bienes y de servicios preparados oportunamente para esto. Por tanto, erogándolas no sólo por la discapacidad como ocurre hoy para los ciegos y los sordomudos, sino escalonándola según los progresivos niveles de gravedad como ocurre, por ejemplo, en Francia donde se ha elegido destinar la intervención pública a las necesidades más elevadas (Colombo et al., 2012). En fin, es preciso motivar y responsabilizar a todos los profesionales implicados en la red asistencial creando fuertes sinergias entre el mundo sanitario y aquel social y desarrollando su capacidad en el buen empleo de los recursos y en la valoración de los outcomes de salud adecuados a través de las intervenciones planificadas y realizadas; también porque un servicio público auto-referenciado resulta siempre débil. En una palabra, es necesario trabajar todos juntos dirigiendo las elecciones políticas y los comportamientos profesionales en términos de justicia y ya no de caridad social, desmintiendo aquellas lógicas que terminan en la concesión de una pensión de invalidez, de una asignación o de un voucher. Interpretando, pues, la solidaridad en perspectiva auténtica, cristiana y civil: con una clave de lectura que nos invita a ser hombres y mujeres comprometidos en una extraordinaria misión humana que, como dijo el Cardenal Tettamanzi, nos invita a no reducir las necesidades humanas a una merced y a considerar la relacionalidad, la no autosuficiencia y la finitud como características propias del ser humano colocadas en una evidencia del todo particular de las patologías neurodegenerativas del anciano sin olvidar nunca salvaguardar y promover la dignidad de la persona humana. 23/10/14 18:00 104 dolentium hominum n. 84-2014 2. Necesidades de la familia Dra. Gabriella Salvini Porro Presidente de la Federación Alzheimer Italia, Milán, Italia Premisas La familia y en particular el familiar de referencia, es decir la persona que más directamente y por más tiempo en el arco de la jornada se ocupa de la asistencia del enfermo (el denominado “principal carer”), en gran parte cubren la falta de terapias resolutorias y de por sí desarrollan un papel terapéutico. Lamentablemente, en muchos casos los costos personales, sociales y sanitarios, que pesan fuertemente en la integridad de la misma estructura familiar, asociados a la ausencia o la ineficiencia de servicios territoriales y domiciliarios, con el pasar del tiempo llevan a la elección de institucionalizar al enfermo. Para valorar y optimizar el importante aporte que la familia pone a disposición de la sociedad a través de la asistencia cotidiana a estos enfermos, es necesario poner en marcha de todos modos servicios y estrategias de sostén que permitan aliviar y hacer más soportable la carga asistencial cotidiana. Lamentablemente, con frecuencia sucede que las instituciones y los servicios están totalmente ausentes o son inadecuados frente a los numerosos problemas y a las necesidades de estos enfermos, con el resultado de que la familia no encuentra un apoyo apropiado. Un papel intermedio entre la familia y las instituciones lo desempeñan las asociaciones de voluntariado que se crean en gran parte gracias a la unión de familias y personas que han vivido o viven los mismos problemas. Si, por un lado, compartir una misma condición y la confrontación sobre las vivencias y experiencias comunes pueden constituir una especie de “terapia de sostén”, capaz de prevenir el ansia y la de- DH84esp.indd 104 presión; por el otro, la promoción a través de estas asociaciones de intervenciones estructuradas de información y educación, puede tener un impacto positivo tanto en la “salud” de la familia como en la del enfermo. Al respecto, la Federación Alzheimer Italia ha realizado el “Proyecto Carer”, en colaboración con el Instituto Mario Negri de Milán, para valorar el impacto de una intervención estructurada de información y educación al acercamiento y a la gestión de las necesidades y de los problemas que habitualmente encuentran los familiares en la asistencia a los enfermos. Además, ha realizado numerosos opúsculos y manuales en colaboración con Alzheimer’s Disease International (ADI) y Alzheimer Europe, para informar a los familiares acerca de las necesidades que pueden encontrar y ayudarles a afrontarlas. Las numerosas necesidades que la familia encuentra en el decurso de la enfermedad siguen el continuo cambio de las necesidades del enfermo. En la fase inicial de la enfermedad, cuando aparecen los primeros síntomas, nace la duda y crece la necesidad de un diagnóstico que, una vez obtenido, plantea otras dudas. ¿Informar al enfermo? Si la enfermedad está en el estadio inicial, informar correctamente a los enfermos del diagnóstico les puede permitir discutir en torno a la enfermedad e informarse, tener más fácilmente acceso a ayudas, indemnizaciones del Estado y servicios, entender la necesidad de ciertas precauciones (para manejar o utilizar maquinarias), ocuparse de cuestiones financieras, comerciales y legales, dar el propio consentimiento para terapias, tratamientos farmacológicos o para la asistencia, planificar y comunicar las propias decisiones de fin de vida, decidir si quieren participar en proyectos de investigación, y participar activamente en grupos de sostén Alzheimer Como comunicar el diagnóstico A veces los carer desean proporcionar la información pero no saben como hacerlo. No existe un método perfecto, cada persona es diversa. Algunos prefieren que se les informe privadamente, de tú a tú, mientras otros se sienten tranquilizados si se les informa en presencia de la familia o de un amigo íntimo. En todo caso, es oportuno comprender las exigencias del enfermo, asegurarse que no sea contrario a ser informado, recordar lo que el enfermo conoce de la demencia de modo que se pueda prever su reacción, adaptar la información a sus capacidades, hacerlo en un lugar privado y agradable, prepararse a eventuales preguntas. Puede ser útil fijar una cita con un médico Aceptar el diagnóstico Un diagnóstico de demencia no afecta sólo a la persona enferma, sino también a toda la familia y aceptarlo puede constituir un proceso largo, con frecuencia acompañado por emociones diversas. Es importante tomar el tiempo necesario para adaptarse a la idea y buscar a alguien a quien dirigirse para recibir informaciones y consejos. Es esencial no agarrársela nunca con el enfermo: no es culpa suya. ¿Qué hacer ahora? El período sucesivo al diagnóstico puede ser extremadamente difícil tanto para el enfermo como para quien lo asiste. Es una experiencia nueva y angustiosa. Aunque desafortunadamente no existen soluciones fáciles, es posible hacer mucho para vivir mejor el largo curso de la enfermedad. Ocuparse de sí mismos Elaborar estrategias positivas Las estrategias son diferentes y toca a cada uno encontrar la más adecuada a su caso. Globalmente, se puede decir que preocuparse y atribuirse culpas no sirve y es más positivo afrontar el problema o bus- 23/10/14 18:00 dolentium hominum n. 84-2014 car informaciones y apoyo social. Es necesario fijar objetivos realistas y probar mientras no se encuentra la solución mejor. Se puede tratar de resolver el problema encontrando una ayuda práctica, arreglando el alojamiento, creando una rutina o un modo diferente de hacer las cosas. O se puede tratar de cambiar el modo de ver a sí mismo, de analizar el problema y sus consecuencias. El que tiene convicciones filosóficas o religiosas puede encontrar ayuda en la religión o en la propia filosofía de vida. Fundamentalmente se trata de encontrar la modalidad que funciona mejor y luego vivir a la jornada. Mantener una red de relaciones sociales Las personas que asisten a los enfermos con frecuencia renuncian a cosas que aman (vacaciones, hobby, trabajo, actividades diferentes y contacto con amigos y parientes) para tener más tiempo y energía para dedicarlos a la persona afectada por demencia. Esto es equivocado: la calidad de la asistencia está ligada estrechamente al propio grado de salud física, mental y psicológica. Es importante mantener los contactos sociales concentrándose en el placer de la compañía y sin preocuparse demasiado del estado de la casa o de cometer errores. Otra posibilidad es socializar con otros carer y otros enfermos. En Europa se están difundiendo los Café Alzheimer. Son lugares en los que los enfermos y los carer se encuentran y discuten en un ambiente informal sin tener que preocuparse de lo que piensan los demás. Participar en grupos de auto ayuda Las asociaciones Alzheimer organizan grupos de auto ayuda para los carer. Y algunas también lo hacen para los enfermos. Participar en estos grupos ofrece la posibilidad de encontrar a personas que están viviendo o han vivido los mismos problemas y permite liberar de frustraciones, intercambiarse informaciones y sostenerse recíprocamente. El simple hecho de salir y encontrar a otras personas puede dar un poco de alivio. Aceptar la ayuda de los demás A parte del sostén moral, los amigos, conocidos y parientes pueden ser de ayuda también de manera DH84esp.indd 105 105 práctica. No hay que avergonzarse cuando se pide ayuda. En efecto, la ayuda de los demás puede proporcionar a quien asiste a un enfermo el tiempo necesario para relajarse o para gozar un poco de tiempo libre, y esto les ayudará para afrontar mejor la asistencia. También los enfermos sacan ventaja de la ayuda de amigos y parientes, que pueden sostenerlos y ayudarles a seguir por más tiempo realizando determinadas cosas. Afrontar sentimientos y emociones Administrar el estrés El familiar se puede sentir sometido a un fuerte estrés cuando debe imaginar el futuro, organizar la asistencia y afrontar sus temores. Se siente destrozado física y moralmente. También los enfermos se pueden sentir destruidos cuando tratan de comprender un mundo que cada vez más se vuelve misterioso. Por estas razones, es importante crear una red de sostén y ser vigilantes frente a las señales de estrés. En este caso es necesario afrontar el problema inmediatamente haciendo actividad física, reduciendo los cigarrillos, el alcohol y el café, descansando o dejándose ayudar. Es importante también nutrirse, consumir los alimentos con regularidad, evitar bocadillos calóricos y dulces fuera de tiempo, reducir la sal, el azúcar y la cafeína, beber mucha agua, comer mucha fruta y verdura. Administrar la depresión Muchos son los factores que pueden contribuir en la depresión que no siempre es entendida. También es difícil distinguir la depresión del dolor, de la tristeza o de la preocupación, dado que es frecuente que los enfermos o las personas que les asisten se sientan con la moral baja, tristes o desanimados al afrontar tantas pérdidas y cambios en su vida. Sin embargo, en caso de depresión, los síntomas son cada vez más graves, persisten durante días o semanas y parece imposible resolverlos. En este caso, es necesario consultar al médico que podrá hacer un diagnóstico preciso y hacerles una terapia. Administrar temores y preocupaciones Asistir a una persona afligida por demencia es una experiencia nueva para muchos y está acompañada de temores y preocupaciones. No es raro que los carer se sientan sobre todo agobiados por lo que les espera. También los enfermos tienen temores y preocupaciones, el temor de ser abandonados, de ser un peso para los demás, de “alocarse” y perder el control. El temor que la demencia se vuelva un estigma es común y puede llevar a aislarse. Afortunadamente, las cosas están cambiando gracias a un mayor conocimiento de la enfermedad, pero en ciertos casos es necesario afrontar la situación con valentía. Otra preocupación difundida es el temor de comportamientos embarazadores. Con el progresar de la demencia el enfermo puede haber olvidado las reglas y la etiqueta y trata de comunicar como puede. Entonces es útil explicar a los demás acerca de la demencia. También los problemas financieros pueden ser fuente de graves preocupaciones, Por tanto es importante resolverlos cuanto antes y sobre todo mientras la persona enferma esté en la capacidad de participar en las decisiones. Según los casos, el carer o el enfermo tienen derecho de ayudas de parte del Estado y a una asistencia, a excepciones fiscales o a una ayuda financiera. Es preciso informarse cuanto antes sobre los derechos y las ayudas disponibles. Administrar la ira A veces los enfermos de demencia y las personas que les asisten están amargados – consigo mismos, con los demás, con la enfermedad, con las frustraciones de la vida cotidiana, con los médicos y otros agentes sanitarios. Casi todos tienen cierta dificultad para administrar la ira. Si es administrada correctamente, la ira puede ser constructiva y contribuir a un cambio positivo. Pero si es reprimida, puede expresarse de modo indirecto o de modo desproporcionado con respecto al hecho desencadenante, puede ser destructiva. No hay que confundir las expresiones de ira con actos agresivos, pero en todo caso es importante lograr administrar la ira para prevenir y controlar la agresividad. Como regla general, hay que observar que la cosa mejor es admitir la propia ira y tratar de buscar la causa. 23/10/14 18:00 106 Administrar los sentimientos de culpa Las personas que se ocupan de los enfermos de demencia con frecuencia prueban sentimientos de culpa. Los motivos son múltiples, entre los cuales: las relaciones pasadas con el enfermo, las exigencias contrastantes (compromisos de trabajo y de familia), las consecuencias de la enfermedad sobre su futuro, culpa de haber desencadenado la enfermedad, incapacidad de ocuparse del enfermo. Si el carer prueba sentimientos de culpa no debe tratar de recuperar el pasado, sino concentrarse en lo que hay que hacer y en el futuro, asegurar que las expectativas sean realísticas y reconocer los propios límites, sin sentirse en culpa porque se acepta una ayuda. La asistencia puede ser enervante. Aceptar la ayuda de otros significa tener mayor energía y continuar por más tiempo a ocuparse del enfermo. Afrontar la modificación de los papeles y la visión de la propia identidad Cada uno tiene el sentido de sí mismo, de quien y de qué cosa es. El sentido de sí depende en parte del modo como las personas reaccionan, de las señales verbales y no verbales que envían. Por lo general, todos tienen papeles diferentes en la vida. Por ejemplo una persona puede ser hermana, madre o esposa, hacer voluntariado, manejar el automóvil y ser profesora de química. Los papeles revestidos contribuyen al sentido de la propia identidad. La demencia hace difícil y luego imposible mantener ciertos papeles. Quien se ocupa del enfermo se encuentra bruscamente dentro de un papel que no había previsto y para el cual no se siente preparado. Quizás encontrará que también cambian sus demás papeles. Por ejemplo, una mujer comenzará a sentir que su papel ha cambiado, que bajo muchos aspectos ya se aparece más a una madre. Una persona que nunca se ha ocupado de la casa, se puede encontrar de repente a tener que cocinar, limpiar e ir al mercado. Estos nuevos papeles requieren la adquisición de nuevas competencias, pero influyen también en el sentido de identidad. DH84esp.indd 106 dolentium hominum n. 84-2014 Organización de la ayuda y del sostén en el ámbito familiar Lo mejor es no considerar automáticamente a una sola persona como el carer principal, sino más bien discutir el problema con la familia. Una reunión familiar es un modo oportuno para comenzar. Asegurarse que todos participen, incluido el enfermo si aún está en la capacidad de hacerlo. Si se piensa que pueden surgir divergencias de opinión, es oportuno pedir ayuda a una persona extraña. Estar preparados para los conflictos y divergencias de opinión también sobre el “modo mejor” de organizar la asistencia. Es oportuno informarse sobre la enfermedad y sus consecuencias, de modo que, si es necesario, se pueda dar explicaciones a los demás. Asegurarse, asismimo, que todos tengan la posibilidad de intervenir. Redactar una lista inicial de las cosas que cada uno podría hacer. Se puede decidir hacer inicialmente por sí solos, pero sabiendo que luego alguien dará su ayuda. Tomar nota de las ofertas de ayuda, porque los demás podrían olvidarse. También miembros de la familia que viven lejos pueden (por teléfono o e-mail) dar sostén moral, consejos sobre problemas financieros, una ayuda económica u organizar los servicios externos. Tratar de ponerse de acuerdo sobre ofertas concretas de ayuda. Es útil una oferta específica, por ejemplo ofrecerse para hacer compras cada martes o acompañar al enfermo cada jueves por la noche. También los niños pueden ayudar. Esto ayuda también a los niños para que acepten la enfermedad. Para los chicos la situación es diferente con respecto a los adultos, porque aún están en una fase de la vida en la que otros se ocupan de ellos y a veces tienen dificultad para aceptar esta inversión de papeles. Valorar periódicamente el tipo y la entidad de la asistencia necesaria, dado que con el progresar de la enfermedad cambian las exigencias tanto de los enfermos como de los carer. Los encuentros familiares regulares ofrecen la ocasión para discutir en torno a las responsabilidades, los problemas y los sentimientos de cada uno. Elaborar un plan de sostén que identifique las exigencias del carer y como satisfacerlas. Se discutirá en la reunión familiar y se tomarán acuerdos para hablar más adelante con quien deberá proporcionar los servicios. Problemas financieros y administrativos Es oportuno que los enfermos y quien los asiste afronten estos problemas cuanto antes y busquen una solución. El carer puede dar una ayuda directa o buscar una ayuda externa. Es oportuno discutir los problemas con el enfermo, redactar un poder notarial si el enfermo está aún en la capacidad de hacerlo, tener el dinero del enfermo separado del propio, conservar los recibos y tomar nota de los gastos. Si el carer no está en la capacidad de administrar las finanzas del enfermo, es preciso tomar medidas de tutela, procurar el nombramiento de un administrador, etc. El manejo del automóvil Si el enfermo ha manejado por toda su vida con frecuencia no quiere aceptar que ya no lo puede hacer. Por otro lado, el manejo es demasiado peligroso para él y para los demás. Se puede discutir con el enfermo haciéndole presente todos los riesgos, pedir al médico que le explique el problema, acompañarlo en automóvil manejándolo cuando es posible, utilizar otro medio de transporte. Problemas de seguridad Es importante pensar en eventuales problemas que pueden presentarse y tomar las precauciones para reducir en lo mínimo las consecuencias. Los problemas de memoria, concentración y atención provocan pequeños errores; (dejar el horno encendido o el agua abierta, poner el shampoo en la refrigeradora, olvidar las citas, cerrar a llave la puerta y abrir el correo). Problemas físicos, como disminución de la vista, del oído, y defectos de equilibrio, pueden empeorar la situación. Es oportuno que en cada caso se encuentre un equilibrio entre independencia del enfermo, por un lado, y seguridad por el otro. Crear un ambiente seguro, cerciorándose que no estén al alcan- 23/10/14 18:00 dolentium hominum n. 84-2014 ce del enfermo objetos y productos potencialmente peligrosos, que muebles y herramientas sean estables y no presenten aristas cortantes, que permanezca encendida una luz durante la noche entre el dormitorio y el baño, que los electromésticos sean seguros. Cambiar las costumbres: humo, alcohol. Asegurarse que el enfermo esté siempre provisto de una dirección y un número telefónico en caso de emergencia, que esté bien cubierto cuando sale de casa durante la estación invernal. 107 y pueden pensar que han hecho algo equivocado o asustarse por la extrañeza del comportamiento del enfermo. Es oportuno explicarles qué es la enfermedad de Alzheimer, darles seguridad y sostén, animarlos para que hagan preguntas, dar explicaciones simples y sinceras. Falta de interés para los hobby y los intereses personales Las personas afectadas por demencia no requieren una alimentación especial, pero deben contar con alimentos equilibrados y nutrientes y deben beber mucho, agua y otras bebidas. Es oportuno crear una atmósfera agradable y relajada en el momento de los alimentos, ser tolerantes sobre las buenas maneras en la mesa, emplear las preferencias alimentarias de modo creativo, empleando ingredientes dulces o grasas para que los alimentos sean más apetitosos. El enfermo puede permanecer sentado sin hacer nada por mucho tiempo. Puede suceder también que deje de hablar con los demás y se cierre en sí mismo, quizás como consecuencia de su incapacidad de comunicar. Sin embargo, con paciencia y perseverancia, es posible estimular al enfermo para que haga algo y se interese de lo que acontece en torno a sí. No obligar el enfermo a hacer algo y a interesarse de lo que acontece en torno a él. No obligar al enfermo para que haga algo que no quiere, animar las actividades que logra aún desarrollar, congratularse con él cuando logra hacer algo, dejar que se detenga cuando está cansado, estimular su interés. Hablar, escuchar y entender Desorientación El enfermo manifiesta dificultades para comunicar que con el tiempo tienden a ser cada vez más graves. Es oportuno dedicar regularmente cierto tiempo para hablar con él, establecer un contacto visual y estimularlo, evitar remarcar errores, no comunicar mensajes contrastantes entre sí, tratar de interpretar su «lenguaje del cuerpo», darle seguridad y sostén mediante el contacto físico, dejar apuntes pro-memoria (con un solo mensaje), usar símbolos, imágenes y fotografías para facilitar la comprensión del mensaje escrito. Con frecuencia, el enfermo está desorientado en el tiempo y en el espacio. Esto puede derivar de la confusión inducida por la degeneración cerebral, de la pérdida de memoria o quizás por la dificultad a reconocer cosas y personas. También el «reloj interno», que nos recuerda cuando es hora de comer o de dormir, tiende a malograrse. Es necesario darles seguridad explicándoles que no hay nada de que preocuparse, ayudarle a entender que hora es; al respecto, es útil crear una rutina, adaptar el ambiente a sus necesidades, disponer los objetos cada vez en el mismo lugar, aplicar escritos, dibujos y etiquetas en las puertas y en los cajones. Una alimentación sana Relación con los niños y los chicos Los chicos pueden tener un efecto tranquilizador en el enfermo. Una vez comprendido de qué cosa se trata, logran ser también muy afectuosos y pacientes. Tantos padres no lo entienden y tratan de protegerlos, a veces fingiendo que nada ha cambiado. Pero la mayor parte de los chicos, pronto se dan cuenta que hay algo que no cuadra DH84esp.indd 107 Agresividad El enfermo se comporta con frecuencia de modo agresivo, tanto verbal como físicamente (aun si la agresividad verbal es más común). Es siempre importante recordar que la agresividad se debe a la enfermedad y no al enfermo. No ahorra a nadie: también las personas con un carácter muy dulce pueden actuar de modo agresivo. Es necesario mantener una actitud calma y tranquilizante, tratar de distraer al enfermo, evitar las actitudes de desafío y la coerción física, hablar de lo que ha sucedido y de los propios sentimientos con una persona de confianza, informar al médico, tratar de descubrir la causa para impedir que se repita. Actividades físicas y recreativas Que se trate de actividades recreativas o de tareas domésticas de rutina, tener algo que hacer ayuda a estructurar la jornada, favorece la socialización y ayuda a medir las propias capacidades. Muchas satisfacciones y pasatiempos son impedidos o limitados por la pérdida de memoria, por los problemas de concentración y por las dificultades físicas. De todos modos, es importante estimular al enfermo a tener intereses, a permanecer activo o hacer movimiento para en lo posible mantenga su vida lo más normal. En particular: implicar el enfermo en las actividades cotidianas, incluso si su ayuda no es realmente necesaria, sugerirle una actividad que se considera le puede causar placer, enfatizar el divertimiento y no el resultado, simplificar en lo que es posible las actividades, o ayudarlo sin sustituirse a él, programar para que haga un poco de actividad al aire libre, limitar la duración de la actividad a 15-20 minutos, interrumpir las actividades ante las primeras señales de cansancio o de frustración, ofrecerle a intervalos regulares un vaso de agua o un jugo de fruta, identificar una tarea que sea capaz de absolver y proporcionarle la ayuda necesaria. Existen muchos servicios para ayudar a las personas afligidas por demencia y para quien les asiste. Sin embargo no todos los servicios son disponibles en cada región y en cada país. Además, algunos de estos servicios son financiados por el Estado, otros deben ser pagados. Afortunadamente hay cierto número de asociaciones de voluntarios que proporcionan servicios gratuitos. Por este motivo es oportuno dirigirse a la Asociación Alzheimer local para tener informaciones precisas. 23/10/14 18:00 108 dolentium hominum n. 84-2014 QUINTA SECCIÓN Enfermedades neurodegenerativas y lugares de sanación: entre hospital y territorio 1. Procesos de asistencia socio-sanitarios: experiencias en Italia y Europa Dr. Nicola Vanacore Centro Nacional de Epidemiología, Control y Promoción de la Salud Instituto Superior de Salud, Roma, Italia Introducción El tema de la continuidad asistencial y de la asistencia integrada para los pacientes afligidos por patologías neurodegenerativas representa el verdadero reto para la sostenibilidad de los sistemas socio-sanitarios públicos de carácter ¡universalista!, típico de un estado social, que garantice la asistencia sanitaria a todos los ciudadanos. La finalidad de estos sistemas públicos es garantizar la tutela de la salud como derecho fundamental del individuo e interés de la colectividad, en el respeto de la dignidad y de la libertad de la persona humana. Entre las patologías neurodegenerativas la demencia representa seguramente la entidad de mayor impacto socio-sanitario. Se ha calculado que en el mundo existen cerca de 36,5 millones de personas afligidas por demencia, con 7,7 millones de nuevos casos cada año y un nuevo caso de demencia diagnosticado cada 4 segundos. El número de personas afligidas por demencia debería triplicar en los próximos 40 años. La mayoría de estas personas vivirán en países de renta baja y media. En Italia cerca de 1.000.000 de personas son DH84esp.indd 108 afligidas por demencia y cerca de 3 millones de personas son directa o indirectamente implicadas en la asistencia de sus seres queridos. Un acercamiento al cuidado del paciente definido como “Disease management” tiene el objetivo de coordinar los recursos de todo el sistema socio-sanitario (y sus actores) y de garantizar una asistencia de elevada calidad durante todo el continuum de la enfermedad. Nivel nacional: elaboración de un Plan Nacional Demencia Los Planes Nacionales de las Demencias constituyen un importante documento de política socio-sanitaria en cuanto cada Estado define cuales son las acciones prioritarias por implementar en los diversos territorios para gobernar el fenómeno de las demencias. Dos acciones son casi comunes a todos los Planes Nacionales de las Demencias en los diversos países occidentales: la identificación de centros especializadas para el diagnóstico y el tratamiento (“Memory clinic”) y la implementación de recorridos asistenciales socio-sanitarios. En el Informe del Alzheimer’s Disease International del 2011 se subrayó la exigencia de identificar centros especializados para el tratamiento de la demencia, apuntando pues estratégicamente en la agregación de competencias superespecializadas más que confiar la gestión del fenómeno a competencias genéricas. En mayo del año 2000, en el momento en que se introduce en el comercio los inhibidores de las colinesterasas, en Italia se lanza el Proyecto Cronos que llevó a la identificación de parte de las Regiones de cerca de 500 Unidades de Valoración Alzheimer (UVA). Estas estructuras constituyen un centro especializado multi-profesional con una función de coordinación entre la medicina especialista y aquella general que tiende a favorecer la integración entre el hospital y el territorio. A trece años de la creación de UVA en Italia, de todos modos continúa la necesidad de una profunda reorganización de estas estructuras que han nacido en muchísimas regiones en ausencia de una real programación sanitaria. En un censo del 2006 de las UVA italianas se ha calculado que cerca de 2000 agentes sanitarios, entre médicos especialistas (neurólogos, geriatras, psiquiatras), enfermeros, psicólogos y rehabilitadores trabajan en estas estructuras; muchos de ellos tienen un contrato de trabajo temporal y saltuario (sobre todo psicólogos y rehabilitadores) con consecuencias importantes en la calidad y continuidad de la asistencia que es proporcionada a los pacientes y a sus familiares. Italia ha sido el primer país que ha iniciado la creación de centros especializados donde se conserva el diagnostico de demencia, sucesivamente también Francia, Alemania, Reino Unido, Austria e Irlanda han promovido la constitución de “memory clinic”. En síntesis, estas estructuras representan el perno de un sistema socio-sanitario dedica- 23/10/14 18:00 dolentium hominum n. 84-2014 do a las demencias en torno a las cuales es necesario construir una red de otros servicios socio-sanitarios. He aquí en embrión el nacimiento de un recorrido. El proyecto europeo ALCOVE que ha contado con la participación de 14 Estados de la Unión Europea, ha documentado que un Plan Nacional de las Demencias está presente en N países, mientras en N está en vías de aprobación. Para Italia está en curso una reelaboración del proyecto del Plan Demencias que durante dos años ha permanecido detenido en la Conferencia Estado-Regiones en espera de una ‘aprobación’; sólo desde hace algunos meses han reiniciado las reuniones en el Ministerio de Salud con los representantes de las Regiones, con el fin de definir un nuevo texto para someterlo a la aprobación. Es curioso notar, desde el punto de vista epidemiológico, que sólo el 50% de los pacientes con demencia presentes en un territorio, en los países occidentales, es interceptado por los servicios sociosanitarios y, por tanto, se pone un diagnóstico de demencia de parte de los centros especializados. Además, este diagnóstico está formulado ya en una fase moderada de enfermedad con un puntaje de cerca de 16 en el MMSE (Mini Mental State Examination). Por tanto, la paradoja clínica a la cual asistimos es que mientras por un lado no se logra identificar inmediatamente todos los casos con demencias, por el otro, se tiende a considerar, a veces con demasiada superficialidad, un sujeto con déficit cognitivo aislado o incluso con un trastorno subjetivo de memoria como enfermo. En este contexto es fundamental saber distinguir los aspectos de la investigación tendiente a identificar las fases pre-clínicas de la demencia (Mild Cognitive Impairment) de aquellos de salud pública propios de la entidad clínica de las demencias. Nivel local: elaboración de un proceso diagnóstico terapéutico asistencial (PDTA) Los Planes Nacionales de las Demencias prevén entre las varias acciones la implementación de los DH84esp.indd 109 109 recorridos diagnósticos y de los procesos asistenciales. Los procesos diagnósticos terapéuticos asistenciales (PDTA) representan un macro-proceso que corresponde a toda la gestión de un problema de salud y se pueden definir como planes multidisciplinarios e interprofesionales referentes a una categoría específica de pacientes en un contexto específico local y cuya actuación es evaluada mediante indicadores de proceso y de éxito. En el sector de las demencias la lógica de un proceso asistencial se manifiesta con la necesidad de integrar las actividades de los centros especializados dedicados al diagnóstico y al tratamiento, farmacológico y no farmacológico, con las de la medicina general, de las Residencias Sanitarias Asistidas (RSA), de la Asistencia Domiciliaria Integrada (ADI) y de las Hospitalizaciones de Alivio con el fin de hacer todo el sistema eficaz y eficiente en el gobierno general de las demencias. Existen evidencias de literatura que la organización de estos sistemas produce un retraso en la institucionalización de las personas afligidas con demencia con consecuencias beneficiosas para los individuos y la sociedad. Es urgente integrar los sistemas sanitarios con aquellos sociales creando un paradigma cultural común superando la burocrática y estéril distinción entre los dos sistemas, porque el mundo real de los pacientes y de sus familiares requiere dramáticamente una respuesta compacta de parte de las instituciones. En síntesis, para un buen proceso asistencial son por tanto indispensables: a) un acercamiento multidisciplinario e interprofesional: b) recomendaciones basadas en las evidencias científicas; c) adaptación y compartir local del plan; d) itinerario subdividido en fases de duración definida; e) quien debe hacer qué cosa y cuándo en las diferentes fases; f) valoración a través de indicadores de proceso y de éxito; g) implicación de los pacientes ( y de los caregiver). Además, en un buen itinerario asistencial es necesario hacer sólo lo que es útil (eficacia teórica), en el modo mejor (eficacia práctica), con el menor costo (eficiencia), a quien (accesibilidad), y sólo a quien tiene realmente necesidad (idoneidad), haciendo efectuar los cuidados a quien es competente para realizarlos (competencia), obteniendo los resultados considerados mejores (satisfacción). Experiencias en Italia y en el resto del mundo En la realidad italiana se conocen algunas experiencias de PDTA en el sector de las demencias (Brescia y Milán). El PDTA de Brescia difundido en setiembre de 2011, sin duda representa el aporte más innovador. El recorrido socioasistencial ha sido subdividido en los siguientes pasajes: • fase de la sospecha diagnóstica, primera verificación diagnóstica y envío a la fase especialista (con marcha preferencial que garantiza la reducción de los tiempos de espera para la primera visita en las Estructuras para las demencias); • diagnóstico y eventual inicio del tratamiento; • gestión del follow-up con recorridos preferenciales, para garantizar también la disminución de los tiempos de espera para acceder a las Estructuras para demencias. • monitoreo y gestión domiciliaria del enfermo (relación Médico de Medicina General/especialista de estructura para las demencias, Unidad para la Continuidad Asistencial Multidimensional de ASL y Servicios Domiciliarios); • gestión ingreso en los servicios diurnos y residenciales de la red territorial; • gestión de los trastornos psicocomportamentales; • información, formación y sostén a familiares y caregiver para una correcta gestión del paciente; • formación de los agentes para una asistencia calificada. El papel que pueden asumir las Estructuras para las demencias en el itinerario global diagnóstico, de curación y asistencial del paciente se manifiesta particularmente en dos fases: • primera fase, cuyos objetivos principales son el diagnóstico y el eventual inicio del tratamiento; • segunda fase, post-diagnóstica, cuyo objetivo principal es el mo- 23/10/14 18:00 110 nitoreo del enfermo, a través de su revaloración periódica, con el fin de identificar eventuales problemas que hayan surgido (somáticos, cognitivo-comportamentales, sociales, asistenciales) y elaborar estrategias para resolverlos. Conclusión Para concluir, la implementación de los procesos asistenciales socio-sanitarios representa la traducción concreta de la “política del hacer” para afrontar el dramático problema de la demencia en los diferentes territorios. Es urgente trasladar las mejores evidencias científicas disponibles en la práctica clínica para mejorar la calidad del cuidado y superar las desigualdades a través de la definición en estándar nacionales. Es necesario evitar tener PDTA encerrados en los cajones de los escritorios que nunca se han medido con la realidad de las cosas. En una fase de profunda crisis de las sociedades occidentales es necesario tener el valor y la capa- dolentium hominum n. 84-2014 cidad de invertir recursos humanos y financieros para la mejora de los sistemas socio-sanitarios con la conciencia de que los resultados se volverán visibles, a nivel de población, no de lo inmediato sino sólo a mediano y largo plazo. Es urgente una integración de estos sistemas con el mundo del voluntariado y del Tercer Sector con el fin de promover la información, la formación y la difusión de buenas prácticas. Es necesario combatir el estigma que acompaña la demencia. La demencia representa un verdadero desafío para el tejido social, es una patología que se asocia a una profunda soledad. Además, es urgente promover una aproximación global a la demencia tratando de evitar la contraposición entre los países ricos y los países pobres, entre la medicina hipertecnológica (PET, SPECT) y aquella básica, a la búsqueda de instrumentos simples y poco costosos para hacer el diagnóstico, y de tratamientos fácilmente accesibles a todos. No podemos esperar la “píldora milagrosa” estando con los bra- zos cruzados. Es preciso salir de una visión médico-céntrica y fármaco-céntrica de las demencias. Las patologías complejas requieren respuestas del mismo nivel de la investigación a la organización de los servicios. La política tiene la responsabilidad de promover también estrategias de prevención primaria y secundaria de las demencias. Numerosas evidencias disponibles identifican siete factores de riesgo, potencialmente modificables, asociados a la insurgencia de la demencia de Alzheimer como la diabetes, la hipertensión en edad adulta, la obesidad en edad adulta, el humo, la depresión, la baja secularización y la inactividad física. Se calcula que cerca de la mitad de los casos de demencia de Alzheimer se pueden atribuir potencialmente al conjunto de estos factores. Es por esto que hay que incrementar el nivel de escolaridad de las nuevas generaciones, se favorezca la integración y la cuestión social, se combata la soledad de los ancianos. De este modo en los próximos años tendremos menos casos de demencia. 2. MESA REDONDA Best Practices: analogías y diferencias entre algunas naciones 2.1 Las estructuras asistenciales para ancianos en Australia. Conocer la demencia: precondición necesaria para proporcionar los mejores cuidados Prof. Fran McInerney Docente di Geriatría, Facultad de Ciencias Médicas, Universidad Católica Australiana & Mercy Health, Victoria, Australia DH84esp.indd 110 C omo ya se ha dicho en esta Conferencia, la demencia (es decir la enfermedad neurodegenerativa sobre la cual tratará mi intervención) es un síndrome progresivo e incurable que afecta ante todo a los ancianos. Se calcula que es responsable de más de 100 condiciones, con la enfermedad de Alzheimer en el 70% de los casos. Dicha enfermedad comporta la destrucción global del tejido cerebral, y en último análisis afecta a todos los aspectos de la vida de la 23/10/14 18:00 dolentium hominum n. 84-2014 persona hasta su muerte. El día de ayer hemos escuchado la exposición del Profesor Finaly acerca de los cuidados paliativos; junto con muchos colegas australianos, apoyo un acercamiento de tipo paliativo para con las personas afligidas por demencia, que es un acercamiento a los cuidados y a la asistencia life-affirming, con el cual se busca anticipar y dar una respuesta a las exigencias de los enfermos a lo largo de todo el arco de la enfermedad. Un acercamiento holista a los cuidados tiene en cuenta varios aspectos: físico, psicológico, social, emotivo y espiritual en la comprensión de la existencia humana globalmente; en especial en el campo de enfermería, pero también en otras disciplinas sanitarias, esta filosofía holista ha asumido en el curso de los últimos tres decenios una prominencia retórica. En los últimos 150 años, la afirmación de la medicina científica, con cierto énfasis en lo patológico, ha visto prevalecer el aspecto físico y psicológico; aunque la filosofía holista no los niega, ella sostiene que el aspecto social, emotivo y espiritual tienen igual valor en la jerarquía de los efectos en la salud, y rechazarlos significa no lograr responder a la personalidad del individuo a quien proporcionamos nuestros cuidados. Como regla general, es un tema fisiológico el que domina nuestro entendimiento de lo que significa la enfermedad, y la convicción holista generalmente lucha para que los agentes sanitarios se empeñen en ampliar su mirada a fin de reconocer y responder globalmente a la persona humana y a su vivencia. Generalmente, el segundo punto dominante en el sector sanitario es aquel psicológico (que por muchas razones se ha plasmado en el modelo médico y tiene sus bases en la patología). Indudablemente, en el campo de las demencias se ha puesto mucho énfasis – lo cual es comprensible – en los síntomas comportamentales y psicológicos de la demencia (behavioural and psychological symptoms of dementia - BPSD), ya sea por su importancia en las fases iniciales y moderadas de la enfermedad, así como en su influencia destructora y el aporte al sufrimiento de DH84esp.indd 111 111 las personas afligidas y de los que se ocupan de ellas. En realidad, mi trabajo y el de mis colegas en los demás estados australianos, demuestra que es a través de la visión psicológica y principalmente psicopatológica, que se forma la demencia, y en nuestra experiencia este modo de conceptualizarse y de comprender la demencia es problemático, bajo formas de las que hablaré brevemente. Mi breve aporte a esta mesa redonda se referirá a las mejores prácticas y a los respectivos desafíos que conciernen a las personas afligidas por demencia, a sus familias y a sus caregivers, en un lugar particular de salud, como son las estructuras asistenciales para ancianos en Australia (conocidas en el resto del mundo como clínicas). Me concentraré en este punto sobre todo porque en los últimos diez años mi trabajo se ha desarrollado en este contexto, como resultado de los nombramientos en el campo de la investigación que me han llevado a trabajar en el sector de las residencias asistidas para ancianos. Algunas cosas que he aprendido permaneciendo en este ambiente tienen una aplicación potencial también en otras partes, pero todavía se deben analizar en contextos residenciales comunitarios o en aquellos más agudos y en las áreas aún por desarrollar, y espero que se puedan asociar a proyectos futuros. En Australia, país que tiene una población de 23 millones de personas, hay cerca de 300.000 ciudadanos a los que se ha diagnosticado una demencia; dada la dificultad de obtener el diagnóstico, probablemente la cifra es subvalorada. Las proyecciones indican que este número, tal como se ha observado en la mayoría de las naciones del mundo, está aumentando rápidamente y es probable que se triplicará en los próximos 3 decenios, hasta llegar a 900.000 individuos. Con su programa Living Longer, Living Better, el gobierno australiano ha respondido recientemente a estas cifras – así como más generalmente, a los datos demográficos de envejecimiento – creando un programa que tiene como objetivo animar a las personas a recibir el sostén en casa por mucho tiempo en el curso de la enfermedad, has- ta el momento en que aquellas que desean ser ayudadas se transfieran a estructuras con demencia de moderada a avanzada, residan en estructuras asistenciales para ancianos. En mi país, las clínicas están divididas en dos niveles: alto nivel y bajo nivel de cuidados. En el primero, que se dirige a los más ancianos frágiles y menos autosuficientes, se calcula que en el 80% de los residentes haya sido diagnosticada por una demencia primaria, mientras en el nivel más bajo la cifra llega a cerca del 60%; ambas cifras están aumentando. La hipótesis es que en el próximo decenio los cuidados cesarán de existir en su forma actual y las instituciones asistenciales para ancianos estarán casi totalmente pobladas por personas afligidas por demencia avanzada. Para estos individuos, en particular, es taxativo que las personas que se ocupan de ellos tengan un profundo conocimiento de la patología de la demencia, y sobre todo de su naturaleza limitativa de la vida, y que los objetivos del cuidado y las prácticas asociadas deben ser apropiados y promuevan la calidad de la vida de estas personas. Ironía de la suerte, en el cuidado de la demencia, y contrariamente a su posición dominante en la mayoría de las demás enfermedades se pone menor atención en los efectos fisiológicos más generales de la demencia, que progresa hacia la fase avanzada según como la persona se acerca al final de su vida. La demencia es una enfermedad progresiva; los síntomas y las exigencias para la persona cambian a lo largo de todo el curso de la afección; la incapacidad de comprender la fisiología y el desarrollo de la enfermedad puede tener como resultado intervenciones inapropiadas e inútiles. Esto no quiere decir que la persona debe ser considerada a través la visión de la fisiología, sino que es extremamente complicado por un lado no reconocer los efectos fisiológicos de la demencia y, por el otro, comprender plenamente a la persona afectada y sus necesidades Ver a través de la visión de que la enfermedad significa correr el riesgo de perder el sentido como persona; la pérdida del reconocimiento y de la valoración que aflige a 23/10/14 18:00 112 la persona con demencia, debido a la visión cartesiana según la cual la cognición se identifica con la personalidad, ha sido criticada justa y fuertemente por Thomas Kitwood y otros. Sin embargo, en cierta medida el péndulo ha oscilado hasta el punto que describir la demencia como una pérdida progresiva e irreversible de las funciones cerebrales hace incurrir en la ira de muchos que ven este fenómeno como una inevitable disminución de la persona, al igual que su condición. Viceversa, mi opinión es que ver a una persona como algo diferente de su condición o no influenciada por ella, nos hace correr el riesgo de perder oportunidades para responder a su necesidad de cuidados. Puedo afirmar que se puede conceptualizar la enfermedad, es decir que la demencia lleva a la pérdida de las funciones cognitivas, sin verla como la consiguiente pérdida de la persona en cuanto tal. El reto del cuidado de las personas afligidas por la demencia es balancear nuestra comprensión de la fisiopatología de las condiciones que ha causado con nuestro total y constante análisis y el respeto por la dignidad humana durante el curso de la enfermedad. Sólo de este modo estamos en la capacidad de dar una respuesta global a la persona en su aspecto psicológico, social, emotivo, físico y espiritual, y reconocer que el ser humano va más allá de la suma de estas partes ‘holistas’. Por tanto, ¿cuáles son algunos de los riesgos que derivan del no comprender la patología de la demencia y de su trayectoria? Permítanme hacer un par de ejemplos. Acabo de iniciar a trabajar como investigador con una organización para el cuidado y la asistencia de ancianos, y he transcurrido cierto tiempo observando y discutiendo de sus prácticas asistenciales a favor de las personas con demencia. Me habían hablado de un proyecto de la estructura, denominado ‘modelo doméstico’ de cuidado. Entre las demás actividades, un elemento central del modelo en cuestión implicaba a los asistidos, de parte de sus caregivers, para participar en la preparación del propio desayuno cada mañana: echar la mantequilla en la tostada, preparar el te, etc.; las actividades que la mayoría de nosotros realiza luego de des- DH84esp.indd 112 dolentium hominum n. 84-2014 pertarse. El proyecto ha procedido bien por varias semanas; salvo la satisfacción por las actividades de la mañana, se habían notado también mejorías en el sueño, en el ansia y en otros comportamientos. Seguidamente, y de manera aparentemente inexplicable, el entusiasmo ha comenzado a disminuir, y al cabo de dos semanas las actividades referentes a la preparación del desayuno han regresado al personal, que han retomado su papel de asistir a los residentes que se limitaban a ser destinatarios pasivos. Las respuestas de parte del personal eran del ‘no ha funcionado’, a ‘era una pérdida de tiempo’ o ‘era demasiado difícil’. Cuando en un segundo momento se ha hablado nuevamente, ha surgido que el personal de asistencia había entendido que los residentes habrían tenido que ‘aprender’ a prepararse el desayuno; el hecho que hubiesen continuado a solicitarlo con insistencia, junto con otras formas de asistencia, significaba que el modelo ‘no había funcionado’, sino más bien que había sido un miserable fracaso. Estos agentes sanitarios actuaban teniendo particulares concepciones de la demencia o con objetivos asistenciales que no se encuadraban con las actividades emprendidas o con las exigencias afrontadas. Estaban actuando en el ámbito de un modelo de rehabilitación con concepciones asociadas al mismo. Ante la ausencia de conocimientos sobre la naturaleza de la demencia a nivel fisiológico, estos agentes consideraban su objetivo como el de ‘enseñar’ a los residentes a reconquistar la capacidad de actuar, tal como aquella instrumental y otras, en el mismo nivel que habían tenido antes de la enfermedad. En efecto, mientras algunas funciones se pueden mantener o recuperarlas temporalmente con acercamientos como la actividad doméstica o el método Montessori progresivamente popular, dichos éxitos, aunque significativos e importantes, no recuperan el estado pre morboso de la persona. Antes bien, entramos en contacto con la persona afectada bajo varios modos que pueden mejorar la calidad de la vida, pero debemos ser conscientes que tienen valor de suyo, pero que de ningún modo se pueden considerar como curativos. Es preciso la comprensión de la patofisiología que está a la raíz de las demencias; es fundamental si queremos fijar objetivos de cuidados realistas, realizables y sostenibles. El segundo ejemplo se refiere a una parte especial del desarrollo de la demencia vivido por las personas con esta patología cuando de moderada se vuelve avanzada y luego en el último estadio. Poco a poco que el proceso neurodegenerativo adelanta, la persona que podría haber tenido precedentemente comportamientos conexos con la demencia, como wandering repetitivo (movimiento sin finalidad), pacing (movimientos adelante y atrás), vocalizaciones, comportamientos repetidos y así en adelante, o que ha actuado de modo agresivo o con comportamientos inadecuados, inicia a manifestarlos en medida inferior, y por tanto disminuye la capacidad de acción. Generalmente, esto coincide con una disminución de la movilidad y con frecuencia un reflejo del avance de la enfermedad. Nuestra reciente investigación ha identificado que, lejos de reflejar el deterioro, tanto los familiares como los agentes sanitarios han visto estos cambios en el comportamiento como una mejora en la condición de la persona: la familia ha hablado de sus seres queridos como si hubiesen ‘doblado la esquina’, o hubiesen ‘mejorado’, o hubiesen ‘superado’ la demencia. Los agentes y los familiares hablaban también de la demencia como de una ‘condición mental’ o de una condición ‘de la mente’, y no la advertían ni siquiera como una condición del cerebro o que tuviese efectos fisiológicos más generales. En el momento en que la persona con demencia inicia a experimentar una capacidad reducida de movilidad, generalmente experimenta también otras complicaciones asociadas a ella y no raramente presenta repetidos episodios de pulmonía por aspiración y otras infecciones conexas con la inmovilidad. Ante la falta de una comprensión de la fisiología de la demencia y de su desarrollo, a este punto las personas afligidas podrían responder como si estuviesen físicamente bien y sometidas a cuidados costosos, invasivos y que 23/10/14 18:00 dolentium hominum n. 84-2014 pueden contribuir a su sufrimiento así como acelerar potencialmente su declino cognitivo, a través de fenómenos como el delirio, que se pueden agudizar por el traslado al hospital. Al no lograr comprender el curso de la demencia y su naturaleza terminal, esto puede llevar a un mayor sufrimiento para todos los sujetos implicados, pero sobre todo para la persona con demencia que confía en nosotros para una terapia de soporte basada en la evidencia. Como respuesta a los desafíos arriba mencionados, junto a mis colegas he focalizado el trabajo proporcionando a las familias y al personal de asistencia que se ocupa de las personas con demencia, informaciones accesibles y precisas sobre la condición del paciente. Tradicionalmente, la formación del personal para proporcionar respuestas a la BPSD, tiene un acercamiento algo estereotipado, por ejemplo algunos podrían promover el método Montessori, otros la terapia de la reminiscencia, otros aún la musicoterapia, la doll o la pet terapy o una combinación de ambas. Aún si los agentes asistenciales en Australia son prevalecientemente personas motivadas y comprometidas, en nuestro ambiente profesional desreglamentado ellos tienen una escasa formación regular y con frecuencia también profesio- 113 nal para un grupo que proporciona casi los tres cuartos de la asistencia especializada práctica para una población progresivamente vulnerable e inválida, y por tanto este problema no puede ser subvalorado. Cualquiera que sea el acercamiento comportamental emprendido y de todos modos ‘centrado en la persona’, también debe ser soportado por una comprensión de la naturaleza de la demencia y de lo que está sucediendo fisiológicamente a la persona enferma. Si no fuese así, diría que es imposible proporcionar cuidados atentos y sensibles. Para la demencia como condición terminal, nuestro trabajo ha demostrado que educar a las familias al proceso de la demencia contribuye para que se puedan sentir mayormente en contacto con sus seres queridos, con mucha menos ansia sobre lo que hay que esperar de un día a otro o sobre lo que puedan significar particulares cambios. Las familias han expresado alivio y gratitud por esta mejora en su entendimiento. También el personal asistencial ha respondido positivamente, y ha declarado que viven una menor frustración en los cuidados, que tienden a lograr objetivos positivos y alcanzables. Lejos de constituir una situación desesperada – es necesario reconocer que la demencia es progresiva, incurable y fatal – si este conoci- miento se proporciona de modo sensible a los caregivers, y a las familias la esperanza de que hacen realmente la diferencia en la vida de una persona con demencia, no obstante la convicción de que su vida está limitada por esta condición cruel. Por otro lado, si actuamos sin conocer la patología de la demencia, entonces nos cerramos la oportunidad de comprender y de responder a las necesidades de la persona de modo informado que maximice tanto la calidad de su vida como el proceso de la muerte. Junto con mis colegas australianos, aseguro que la mejor práctica es sostenida por el conocimiento; ciertamente el conocimiento de las estrategias adoptadas y sus indicaciones, pero en sentido crítico también el conocimiento de la condición cual es la demencia. Recientemente hemos puesto en marcha ‘Understanding Dementia’ Massive Open Online-access Course (MOOC) y hemos sido arrollados por la respuesta internacional de casi 10.000 personas afligidas por demencia, por sus familiares y por un amplio grupo de agentes sanitarios. Esto confirma nuestra convicción de que sólo a través de la comprensión de esta condición es que se puede abrazar plenamente la personalidad de las personas que son afectadas, y alcanzar la mejor práctica a nivel holista. 2.2 Una aproximación global al cuidado de personas mayores con enfermedades neurodegenerativas en Chile Prof. Claudio Iván Lermanda Soto Decano de la Facultad de Medicina, Universidad Católica de la Santísima Concepción, Concepción, Chile D urante el siglo XX, entre otros muchos cambios políticos, sociales y culturales, han ocurrido importantes cambios demográficos DH84esp.indd 113 en la mayor parte de las naciones desarrolladas, como una realidad, y en muchas de aquellas naciones en vías de desarrollo, como una tendencia. Estos cambios han sido generados en parte por el desarrollo científico y su secuela tecnológica asociada, pero también en parte como producto de políticas orientadas por ideologías de raigambre populista y economicista, cuyo fundamento racional y ético no resulta en lo absoluto claro ni pertinente, como han sido las de ‘planificación familiar’ y ‘control de la natalidad’. Como quiera que sea, el efecto neto es un cambio en el perfil demográfico tradicional, caracterizándose actualmente por una suerte de inversión de la pirámide poblacional, o más bien una metamorfosis geométrica, dado que su actual forma asemeja una figura de tipo romboidal. 23/10/14 18:00 114 El resultado de esta ‘inversión demográfica’ ha sido el aumento neto de la esperanza de vida, prolongando los años de vida, y por ende, el número de adultos que alcanzan las etapas de más avanzada edad, de modo tal que ya no resulta extraña la presencia, en toda sociedad, de octogenarios, nonagenarios y aún de unos cuantos que superan la barrera psicológica de los cien años. Pero evidentemente este aumento en la longevidad de las personas ha devenido en un incremento de situaciones sociales, culturales y biomédicas que antes eran prácticamente anecdóticas. Entre dichas situaciones se cuenta, en el ámbito sanitario, la mayor prevalencia de aquellas patologías de carácter crónico, progresivo, discapacitantes e irreversibles que afectan el funcionamiento del sistema nervioso central, y que son colectivamente denominadas ‘enfermedades neurodegenerativas’. Este conjunto de enfermedades generadas por procesos patológicos de naturaleza degenerativa y que suelen estar asociadas de manera preferente, aunque no exclusiva, a las personas mayores, remite esencialmente a los diversos grados de alteración y pérdida de nuestras funciones intelectuales superiores, desde el deterioro cognitivo leve a las demencias severas y discapacitantes, de cualquier etiología, aunque sabemos que las formas predominantes son el Alzheimer, los diversos tipos de demencia vascular y el Parkinson. El enorme problema asociado a estas patologías ha resultado ser no sólo el grave deterioro de la funcionalidad y desempeño en las actividades de la vida diaria de los adultos mayores afectados, sino que además, y con un impacto familiar, económico y social mayor, la compleja situación que es producida al interior de las familias y de la sociedad toda por la necesidad de brindar cuidados de diverso grado de complejidad y costo, durante muchos años, a estos pacientes, en el contexto de escasos recursos de infraestructura, financieros y de preparación técnica y psicológica para enfrentar problemas que exigen a unas personas hacerse absolutamente responsables del cuidado de otras personas, DH84esp.indd 114 dolentium hominum n. 84-2014 lo que requiere, además de recursos, caridad. En este contexto, cada nación ha dado diversas alternativas de apoyo, conforme sus recursos disponibles y su grado de comprensión y preocupación por estas enfermedades. Dichas alternativas constituyen en algunos casos soluciones contingentes y parciales, y en otros verdaderas políticas de Estado a largo plazo, y comprenden por tanto variadas medidas, algunas de carácter puramente asistencial y hospitalario para enfrentar situaciones clínicas agudas, y otras consideran todo el rango característico de los cuidados básicos e intermedios de nuestros adultos mayores con enfermedades neurodegenerativas, entre el hospital y el hogar. En Chile, hay una realidad demográficamente semejante a las naciones más desarrolladas, pero que aún dista mucho de ser enfrentada con la perspectiva política de largo plazo y con los recursos suficientes y necesarios para lograr un impacto que verdaderamente mejore la calidad de vida de las personas mayores afectadas por patología neurodegenerativa y de sus familiares y cuidadores. Este trabajo presenta resumidamente la situación epidemiológica respecto del envejecimiento y las patologías neurodegenerativas, esboza la estructura del sistema sanitario chileno, describe las principales iniciativas privadas y públicas existentes sobre el particular, y finalmente, plantea algunas breves disquisiciones sobre los problemas más frecuentes y el futuro probable. 1. Epidemiología El perfil demográfico de Chile se asemeja a una figura romboidal, como ocurre en muchas naciones del mundo, con una base cada vez más estrecha debido a la reducción drástica de la natalidad como consecuencia de cambios culturales y políticas de Estado introducidas en la década del ’60. Tiene un vértice ensanchado por el aumento de población de personas mayores, a partir del aumento de la esperanza de vida, secundaria principalmente a la reducción de la morbimortalidad por el uso de antibióticos, mejor tecnología diagnóstica y terapéutica, así como mayor promoción de la salud y prevención de enfermedades, especialmente perinatales y de la infancia. Actualmente, de una población total proyectada por el Instituto Nacional de Estadísticas para 2013 de 17.556.815 habitantes1, casi un 15 % son mayores de 60 años, esto es, unos dos y medio millones de personas. El índice de vejez actual es de 67,1 y se estima que en 2025 habrá llegado a 100. Un 56 % son mujeres, un 61 % son jefes de hogar, un 58 % son casados y un 24 % viudos, un 61 % son analfabetos digitales, esto es no saben realizar ninguna actividad en Internet2. Las enfermedades neurodegenerativas afectan aproximadamente entre un 5 – 8 % de los individuos mayores de 65 años, entre un 15 – 20 % de los de más de 75 años y un 25 – 50 % de los mayores de 85 años3. La enfermedad de Alzheimer es la demencia más frecuente, y supone un 50 – 75 % del total de demencias, con una mayor proporción de pacientes en los grupos de mayor edad. La demencia vascular ocupa el segundo lugar. 2. Estructura del Sistema de Salud Con un promedio de 559 habitantes por médico, el sistema de salud en Chile distingue sectores público y privado. El sector público está dividido en niveles de complejidad creciente. El nivel de atención primaria está constituido por los establecimientos asistenciales de carácter ambulatorio, de menor complejidad en sus prestaciones y atendido por profesionales y técnicos que, en el ámbito médico, corresponden a generalistas o de especialidades básicas. Este sector, que concentra en promedio alrededor de 20 – 30 % del total de horas médicas del país, atiende cerca del 60 – 70 % de la demanda espontánea por prestaciones sanitarias, y es un sector de dependencia técnica ministerial y administrativa municipal, como resultado de un proceso de traspaso de la administración y gestión 23/10/14 18:00 dolentium hominum n. 84-2014 a los Municipios desde el nivel central ocurrido en 1988. Los niveles secundario y terciario están constituidos por los establecimientos asistenciales de carácter hospitalario, de mayor complejidad en sus prestaciones, que incluyen especialidades básicas y derivadas. Este sector, atiende el 20 – 30 % adicional de consultas espontáneas y derivadas y es dependiente técnica y administrativamente del Ministerio de Salud. En conjunto, el sector público concentra el 44 % del total de horas médicas del país y atiende entre un 80 – 90 % de la demanda4. La proporción de habitantes por médico en este sector es de 920, casi el doble del promedio nacional público y privado. Quienes ejercen la Geriatría son habitualmente médicos autoformados o formados en el extranjero, unos 60 en el país. El Estado de Chile ha resuelto en 2012 que la Geriatría corresponderá a una especialidad derivada, es decir, que requiere cursar previamente la especialidad básica de Medicina Interna, que dura 3 años, por lo que la formación de un Geriatra en Chile tomará en total 5 años. Consecuentemente, y aunque en el discurso político de sucesivos gobiernos ha estado presente algún grado de preocupación por la vejez y las enfermedades asociadas a ésta, incluyendo las neurodegenerativas, la verdad es que el avance real para desarrollar todos los aspectos biomédicos, sociales, culturales, económicos y funcionales en pro de la más equilibrada calidad de vida de las personas mayores ha sido marginal. El sector privado, complementario del anterior, comprende tanto establecimientos de prestaciones abiertas como cerradas, habitualmente como parte de holdings verticales integrados por dichos establecimientos clínicos y las empresas administradoras de los seguros privados de salud, denominadas colectivamente Isapres, y creadas en los ’80, cuando se cambió el principio de solidaridad por el de subsidiariedad del Estado en materia de salud previsional. Este sector concentra entre un 60 – 70 % del total de horas médicas, las remunera 2 – 3 veces mejor, y atiende solamente cerca de un 20 – 30 % de la demanda de atención en DH84esp.indd 115 115 todos los niveles de complejidad. En este sector, la proporción de habitantes por médico es de 276, o sea, semejante al de naciones desarrolladas5. La razón entre habitantes por médico entre los sectores público y privado es de 3,34. Aunque en el sector privado las condiciones de atención son muy semejantes a los estándares de naciones desarrolladas, con costos muy elevados, tampoco este sector cuenta con pleno desarrollo de la Geriatría como especialidad, por las mismas razones antedichas: escasa masa crítica de especialistas, muchos autoformados, sin redes de apoyo en infraestructura, insumos, servicios clínicos u otros agentes sanitarios requeridos para su óptimo funcionamiento. 3. Iniciativas privadas En cuanto a iniciativas privadas preocupadas por las personas mayores en general, y por aquellas portadoras de enfermedades neurodegenerativas en particular, destaca en el ámbito científico y académico, la Sociedad Chilena de Geriatría y Gerontología, que agrupa profesionales de diversas áreas en torno a la investigación clínica y epidemiológica de las enfermedades neurodegenerativas prevalentes así como otras patologías consideradas propias de los adultos mayores. En cuanto a infraestructura y equipamiento para el cuidado de personas mayores en general, existen las Residencias o Casas de Reposo privadas, un lucrativo mercado que ofrece marginales beneficios a sus usuarios. Se trata de casas particulares u hogares familiares, adaptados para albergar personas mayores en habitaciones compartidas, a veces individuales, con baño y alimentación compartida, con una razón promedio de 10 adultos mayores por cuidador, con cuidadores legos o técnicos con escasa o ninguna preparación para los cuidados específicos requeridos por las personas mayores en general, y obviamente mucho menos preparados para cuidar de aquellos pacientes con enfermedades discapacitantes irreversibles, como las ya mencio- nadas demencias, principales entre el conjunto de enfermedades neurodegenerativas conocidas. En estas residencias suele efectuarse el cobro de un arancel mensual que oscila entre USD 1000 – 15006. Suelen contar con atención por médicos generales, semanal, mensual, o por demanda espontánea. No cuentan con atención geriátrica, mucho menos de especialistas familiarizados con los procesos de deterioro neurológico de tipo degenerativo. La remuneración mínima en Chile es de unos USD 420, y el promedio de ingreso familiar debe bordear los USD 1250 mensuales7. Es decir, una familia con ingreso único promedio y un adulto mayor discapacitado por cualquier enfermedad, pero especialmente por las neurodegenerativas que demandan atención permanente, debe optar por cuidar al familiar en casa o institucionalizarlo, a costa de una grave reducción del presupuesto familiar, casi incompatible con la subsistencia. Algunas instituciones religiosas, como el Hogar de Cristo, obra fundada por el jesuita San Alberto Hurtado en la década del ’40, o los hogares de las Madres Dominicas, o la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, han dedicado años de esfuerzos caritativos de sus religiosos y laicos para sostener hogares y planes de apoyo a las personas mayores, particularmente aquellas en situación de calle, abandonadas por sus familias, carentes de recursos propios, sin apoyo del Estado, y muchas veces abandonados al alcohol y drogas. Estas personas mayores son acogidas temporal o definitivamente en hogares dependientes de la caridad pública de sus socios. Evidentemente, no cuentan con atención médica especializada en Geriatría, mucho menos en enfermedades neurodegenerativas. 4. Iniciativas públicas En el sector público, las iniciativas a favor de las personas mayores son diseñadas e implementadas a través del Servicio Nacional del Adulto Mayor (SENAMA), organización perteneciente al Ministerio de Desarrollo Social. Sin embargo se trata de planes con foco 23/10/14 18:00 116 en actividades sociales y recreativas y mínimo énfasis en los aspectos geriátricos, es decir clínicos del envejecimiento, y mucho menos de los requerimientos de cuidados propios de las enfermedades neurodegenerativas. También hay iniciativas permanentes como el Programa de Salud del Adulto Mayor y el Examen Médico Preventivo del Adulto Mayor, generados por el Ministerio de Salud e instalados hace ya una década en los establecimientos de atención primaria, pero sin representación homónima en el nivel hospitalario de salud, donde las unidades geriátricas de agudos habitualmente se reducen a unas pocas camas dentro de un servicio de medicina interna. Las únicas instituciones públicas que poseen recursos físicos y humanos propios y especializados para la atención geriátrica, incluidas las enfermedades neurodegenerativas, son el Instituto Nacional de Geriatría, el Centro Geriátrico “Irene Morales” y el Servicio de Geriatría del Hospital de la Fuerza Aérea, todos situados en la ciudad de Santiago. Como es fácil comprender, si no existe un adecuado y sostenido desarrollo de la Geriatría como especialidad clínica, menos factible es que exista un adecuado desarrollo de las estructuras orgánicas y funcionales necesarias para la atención de una parte, por demás mayoritaria, de los problemas que esta especialidad aborda. No obstante, y en rigor de justicia, es también necesario señalar que el SENAMA provee algunos programas de sostén a la calidad de vida y actividades de las personas mayores, como los programas de Turismo Social, Fondo Nacional del Adulto Mayor, Vínculos, Asesores Seniors, Escuela de Formación de Dirigentes Mayores, Escuela de Funcionarios Públicos, Programa contra el Maltrato y Abuso al Adulto Mayor, Establecimientos de Larga Estadía (ELEAM), y los Condominios de Viviendas Tuteladas. Los dos últimos están orientados a proveer cuidados básicos e intermedios a personas mayores parcial o totalmente dependientes, entre los cuales se incluyen aquellos con enfermedades neurodegenerativas. DH84esp.indd 116 dolentium hominum n. 84-2014 El ELEAM tiene por objetivo específico proveer de una solución habitacional a las personas mayores en situación de vulnerabilidad, dependientes y sin red y beneficia a 142 personas en 10 centros en el país. El programa de Condominios de Viviendas Tuteladas declara el objetivo de proveer de una solución habitacional a las personas mayores en situación de vulnerabilidad, autovalentes y sin red y añade brindar apoyo psicosocial a los beneficiarios, y beneficia a 798 personas, ninguna de las cuales tiene enfermedad neurodegenerativa. La Escuela de Funcionarios Públicos es una iniciativa interesante en el ámbito del cuidado local de las personas mayores discapacitadas por la enfermedad neurodegenerativa, y que declara como objetivo capacitar en gerontología social y cuidado especializado para la atención de personas mayores a quienes trabajan en la red local del adulto mayor y a aquellos que prestan servicios de cuidado en los ELEAM y beneficia a 272 personas. Los adultos mayores afectados por enfermedades neurodegenerativas en Chile eran, en 2010, 229.835 personas, lo que representa alrededor del 10 % del total de adultos mayores. De éstos, el sistema público beneficia directamente a través del ELEAM un 0,06 %. En términos generales, estos programas benefician un total de 233.993 personas mayores, de las cuales 71 % son mujeres, según cifras del propio SENAMA. Esto representa cerca de 9 % de la población total de adultos mayores en el país. 5. Problemas frecuentes ¿Cuál es entonces la situación real del cuidado de las personas mayores discapacitadas por la enfermedad degenerativa en Chile? ¿Cuáles son sus problemas cotidianos y reales? Las cifras muestran cuantitativamente una realidad cualitativa de abandono familiar, con pérdida de las redes sociales de apoyo, tanto laborales como de amistad. Pero también reflejan una realidad de pobreza material, evidenciada en las exiguas remuneraciones percibidas por los retirados, que promedian los USD 400 mensuales8, y sobre todo reflejan una pobreza de espíritu, evidenciada en el abandono por la familia de sus adultos mayores en general, y en particular de aquellos que por su condición de salud han pasado a constituir una carga, que las generaciones actuales, consumidas de utilitarismo, consumismo y hedonismo, no aceptan asumir. Esta situación de abandono y pobreza, sumada a escasos recursos humanos y físicos, tanto públicos como privados, formados para, y orientados al, cuidado de las personas mayores, y especialmente de aquellas demenciadas, hace que la realidad nacional en este ámbito sea más que precaria, o más bien menos, ya que las mejores prácticas de cuidado no pueden ser implementadas sin suficiencia de dichos recursos. También la funcionalidad en las actividades de la vida diaria, desde las básicas en adelante, forman parte de la realidad de estas personas, que en su condición de dependientes, no cuentan con los cuidadores apropiados, ni en número, capacitación ni costos, tanto en el ámbito público como privado. Las familias deben asumir estos cuidados y costos, sin capacitación alguna, sin recursos económicos, sin apoyo institucional, y muchas veces, sin ganas. Los propios cuidadores, por otra parte, constituyen un ángulo del problema que no es de menor cuantía. Conocido es el ‘síndrome del cuidador’, verdadero ‘burn – out’, de quienes asumen estos cuidados, especialmente cuando son únicos y sin capacitación. 6. El futuro Finalmente, ¿cuál es el futuro? El panorama descrito, aunque sin duda sombrío, debe ser la fuente de energía para tomar conciencia de una realidad presente. Algunas orientaciones que en carácter de políticas de Estado, pero sobre todo de conciencia personal, deben ser consideradas son, la Educación, tanto como formación de recursos académicos y clínicos, como de las propias personas, es 23/10/14 18:00 dolentium hominum n. 84-2014 decir, de los adultos mayores y sus familias que deberán prepararse para enfrentar una eventual discapacidad futura, así como de quienes deberán asumir el compasivo y solidario rol de cuidar de ellos. Estos recursos formativos exigen instancias formales, públicas y privadas, para su generación. También se requiere visión urbana y arquitectónica para superar las barreras que limitan la actividad de adultos mayores, para proveer viviendas seguras y cómodas, para proporcionar equidad real de acceso, con cobertura adecuada a quienes precisen estos especiales cuidados que demandan las enfermedades neurodegenerativas. Otro cambio relevante deberá ser el de los roles sociales de las 117 personas mayores, tanto para prolongar su actividad laboral habitual cuando ello sea posible, como para reorientar su aporte social en términos de la transmisión del conocimiento y experiencias adquiridos, a compartir con las generaciones jóvenes. Por último, la prevención de la enfermedad y fomento asociado de la salud, en todas sus variantes, deben constituir desde la perspectiva puramente biomédica un permanente quehacer del mundo asistencial y académico. Pero en realidad, el cambio más importante y significativo que puede verdaderamente mejorar la vida de las personas mayores, es el cambio personal de actitud hacia ellos. Notas 1 Instituto Nacional de Estadísticas (INE). http://www.ine.cl. Fecha de consulta: 03/10/2013. 2 Ministerio de Desarrollo Social. Servicio Nacional del Adulto Mayor (SENAMA). Cuenta Pública Gestión 2012. http:// www.senama.gob,cl. Fecha de consulta: 03/10/2013. 3 Ministerio de Salud. Departamento de Epidemiología. http://epi.minsal.cl. Fecha de consulta: 25/09/2013. 4 Ministerio de Salud. Subsecretaría de Redes Asistenciales. (2010). Estudio de brechas de oferta y demanda de médicos especialistas en Chile. Serie Cuadernos de Redes N° 31. 5 Ibidem. 6 Información que debe ser solicitada en cada ‘residencia’, muchas veces personalmente. No existe un ‘directorio’ de estos lugares o algo semejante que centralice y facilite la búsqueda de información (N. del A.). 7 Estimado. 8 Promedio estimado. En general, suele ser menos (N. del A). 2.3 Alemania Prof. Frank Ulrich Montgomery Presidente de la Orden de Médicos de Alemania S eñoras y señores: Permítanme iniciar dando una visión panorámica de la situación actual de las enfermedades neurodegenerativas en Alemania. Actualmente, más de 1.4 millones de personas en Alemania sufren de alguna forma de demencia. Esta cifra está destinada a redoblar en el año 2050, mientras durante el mismo período la población total debería disminuir sensiblemente. Esto significa que dentro del 2050 cerca del 4% de la población de Alemania sufrirá de alguna forma de demencia. Cada año se diagnostican cerca de 250.000 nuevos casos de demencia. Dos tercios de las personas afectadas sufren del morbo de Alzheimer. Debido al desarrollo demográfico, en los países industrializados de Occidente está aumentando la prevalencia del morbo de Alzheimer. En Alemania, por ejemplo, la DH84esp.indd 117 enfermedad afecta a cerca del 2% de las personas de 65 años de edad, mientras esta tasa de prevalencia aumenta de manera significativa entre los ancianos, con aproximadamente el 25% de las personas con una edad superior a ochenta y cinco años presenta síntomas de la enfermedad. Actualmente, en el país hay cerca de 4 millones con una edad superior a ochenta años y este número está destinado a aumentar a 10 millones dentro del 2050. La demencia es una enfermedad crónica y progresiva cuyos enfermos tienen necesidad de terapias intensivas y generalmente a largo plazo. Desde el momento en que aparecen los primeros síntomas hasta la fecha de la muerte, la esperanza media de vida es de cerca siete a nueve años. Según un informe del Gobierno Federal alemán sobre los ancianos, los costos anuales para el tratamiento y el cuidado de las personas afligidas por Alzheimer se calcula en cerca de 26 mil millones de euro. De los 1.4 millones de personas afligidas por el morbo de Alzheimer en Alemania, cerca de 400.000 viven en estructuras residenciales para ancianos. Sin embargo, la mayoría vive en casa con sus parientes, asistentes, o solos. Está aumentando el número de ancianos que viven solos. Este es un factor importante que es preciso subrayar ya que indica el acercarse de un problema enorme: debido a los cambios demográficos, debemos suponer que en un futuro próximo desaparecerán las estructuras sociales construidas en torno a la familia. Por tanto, tenemos la urgente necesidad de afrontar la cuestión sobre como colmar esta laguna colosal en el servicio de asistencia a las personas afligidas por demencia El hecho vergonzoso es que aún no hemos logrado desarrollar un concepto social global y sostenible para promover las relaciones intergeneracionales. Según mi parecer nuestra sociedad no ha estado a la altura en dos cuestiones principales: • con respecto a los que se ocupan del enfermo (carer), • y en la asignación de financiaciones. Nuestro futuro en la vejez de- 23/10/14 18:00 118 penderá decididamente del hecho que un número suficiente de jóvenes sean atraídos por profesiones que satisfagan los requisitos médicos, terapéuticos y asistenciales de las disposiciones sanitarias en los años venideros. Desde el punto de vista financiero, se puede prever que los fondos erogados por el Estado no serán suficientes. Por tanto, en una sociedad longeva, cada individuo debe invertir también más, y en una fase muy precoz, en las propias medidas sanitarias preventivas, y en el abastecimiento de cuidados médicos de elevada calidad y de largo plazo. Hoy tenemos ya un surco social: familias acomodadas de Europa occidental que necesitan asistencia para sus familiares con frecuencia recurren a la denominada solución “polaca”. Esto se refiere al trabajo de las asistentes (sobre todo mujeres) bien preparadas, que provienen de países como Polonia o Rumanía, que proporcionan cuidados en casa las 24 horas del día. En la actualidad es posible encontrar asistentes extranjeras calificadas que se ocupen de nuestros ancianos con una compensación que va de 1000 a 1500 euro mensuales. Sin embargo, estas mujeres con frecuencia abandonan a sus familias, que deben salir adelante sin una madre o una hija durante meses continuados, y privan a sus países de origen de estos trabajadores calificados. Esta forma legal de ocupación es un tipo moderno de explotación que no es digno de los países ricos del mundo. Lamentablemente, en nuestro país hace falta conceptos políticos sostenibles para enfrentar estas inmensas exigencias financieras y de personal. Esto requiere un compromiso de parte de los políticos y de la sociedad en general, y soluciones de largo plazo que no se pueden concebir en términos de períodos legislativos singulares. De todos modos, frente a tantos problemas que derivan de una mayor longevidad, los políticos europeos parecen haber perdido las ganas de afrontar las cuestiones internacionales. No existe un tratamiento para las causas de la demencia. ¿Qué otras posibilidades hay, pues, para dar asistencia? DH84esp.indd 118 dolentium hominum n. 84-2014 Los que sufren de demencia experimentan la pérdida progresiva de las capacidades funcionales de todos los días y de las características de la personalidad, llevando a una necesidad de asistencia en muchos ámbitos. El objetivo debería ser, pues, retrasar el desarrollo de la enfermedad y mejorar el sostén a los pacientes y a los familiares. Los objetivos principales en la dispensación de cuidados médicos para las personas ancianas son preservar su independencia y promover la autosuficiencia, para evitar la necesidad de servicios asistenciales y consentirles permanecer en sus casas por el mayor tiempo posible, de manera que puedan mantener su calidad de vida según como lo permite su salud. El papel del médico de familia es fundamental en el diagnóstico precoz. Con el desarrollo solapado y el lento adelantar de la enfermedad en los años a los que se añade un progresivo deterioro cognitivo y físico, el médico de familia que ha curado a un paciente por largo tiempo, por lo general es el primero que identifica los síntomas típicos de la demencia causada por el morbo de Alzheimer. Los médicos de familia tienen un papel determinante en los cuidados. Cooperando con los parientes, los asistentes y los demás profesionales sanitarios pueden hacer que se ponga en marcha toda una serie de medidas a varios niveles para sostener a los pacientes y sus familias en sus casas. Esto puede incluir, por ejemplo: Ejercicios para la memoria y el desarrollo de las actividades cotidianas, como también fisioterapia y terapia ocupacionales para los pacientes. Los pacientes pueden ser asistidos en sus casas teniendo en cuenta las disposiciones internas e identificando y eliminando los riesgos de tropezar, así como el abastecimiento de asistencia médica y el mantenimiento de un ambiente familiar. La asistencia puede ser proporcionada también en forma diaria, por ejemplo a través de cuidados a domicilio, servicios de asistencia o de “alimentos a domicilio”. Es importante mantener los contactos sociales. Existen grupos de auto-ayuda tanto para los enfermos como para su carer, así como grupos de terapia. Asimismo, son importantes la asesoría y el sostén para los parientes, que con frecuencia tienen dificultad para enfrentar la situación. En fin, se deberían considerar los importantes aspectos jurídicos, como la redacción de un testamento biológico, la concesión de un poder y el nombramiento de un tutor legal. Consideremos ahora la situación en materia de previsión social. ¿Cuáles son los derechos de los pacientes? El objetivo de la rehabilitación es evitar la necesidad de una asistencia a largo plazo. Los estudios demuestran que la rehabilitación geriátrica manifiesta su eficacia también para los pacientes afligidos por demencia al reducir la dependencia de los cuidados y para evitar o retrasar la necesidad de traslado en una estructura sanitaria. Esto es de gran importancia, no sólo en términos de calidad de la vida para el paciente, sino también desde el punto de vista financiero. Antes de recurrir a los cuidados a largo plazo, sería siempre oportuno emprender medidas de rehabilitación; por esto hay urgente necesidad de aumentar el número de centros de rehabilitación geriátrica en ambulatorio y para pacientes internos. Para decir la verdad, ya existen dichos centros de rehabilitación pero aún son demasiado pocos. Como añadidura a esto, hay centros diurnos y clínicas que proporcionan asistencia de breve a largo plazo. Los centros diurnos proporcionan asistencia durante el día para los pacientes que viven en casa. La asistencia de breve plazo ofrece a los pacientes la oportunidad de transcurrir un período limitado de tiempo en una clínica, por ejemplo para dar un período de respiro a los parientes que se ocupan de ellos. Los pacientes en asistencia a largo plazo, en cambio, viven en residencias que abastecen cuidados completos las 24 horas. ¿Cómo se financia todo esto? El Seguro para la asistencia a largo plazo (XI libro del Código social) introducida en 1995, establece la definición jurídica de los 23/10/14 18:00 dolentium hominum n. 84-2014 que tienen necesidad de cuidados y define los presupuestos para la erogación de los servicios en dinero o en naturaleza. Esto establece tres “niveles de asistencia”, definidos en función del grado percibido de necesidad. Hasta hace poco tiempo, los requisitos para gozar de la asistencia a largo plazo de este régimen de seguro han sido sobre todo estimados de acuerdo a las necesidades físicas – diversos niveles de asistencia referentes a la higiene personal, a la alimentación y a la movilidad. Las personas afligidas por demencia han sido desfavorecidas regularmente. Las modificaciones introducidas en los servicios sanitarios de conformidad con el “Care Adjustment Act” de enero de 2013, este año interesan a más de 650.000 enfermos de demencia. Esta nueva ley está destinada en particular a aliviar la carga de las personas que se ocupan de sus parientes, por ejemplo gracias a los cursos de formación. Los fondos de seguro para la asistencia a largo plazo también se pueden referir a la previsión social y a los aportes obligatorios para el seguro contra los infortunios de los familiares que se ocupan de sus parientes. Asimismo, se han introducido facilitaciones en el lugar de trabajo a fin de ayudar a los que asisten a sus familiares. El “Act on Leave for Carers” les da derecho para solicitar hasta seis meses de permiso no retribuido con la continuación de la cobertura de seguro social, mientras el “Act on Care in the Family” permite que los familiares reduzcan su horario de trabajo con cierta compensación financiera por el máximo de dos años. Es bueno tener en cuenta que en Alemania nos hemos acostumbrado a confiar en el Estado y en sus reglas y reglamentos. Sin embargo, es tiempo de un cambio de mentalidad en nuestra sociedad. Nuestro desafío para el futuro será desarrollar una mentalidad colectiva y un nuevo concepto social que se base en la ayuda de barrio y en una disponibilidad recíproca para brindar asistencia a los niños, a los enfermos y a los ancianos. Además de los sistemas ya existentes para dispensar cuidados, tendremos necesidad de con- DH84esp.indd 119 119 ceptos alternativos que promuevan la asistencia familiar y el compromiso cívico y que, al mismo tiempo tengan en cuenta las exigencias específicas de las diversas comunidades religiosas y culturales. ¿Cuáles son los buenos ejemplos? Un buen ejemplo de mentalidad basada en la ayuda de barrio y la asistencia recíproca lo representan las casas intergeneracionales en las que los jóvenes y menos jóvenes, familias y personas solas viven todos juntos bajo el mismo techo. El número de personas que viven en estas casas está aumentando lenta, pero innegablemente, en las áreas urbanas de Alemania. Un proyecto piloto en Sajonia proporciona ayuda de barrio y está destinado a reforzar el compromiso cívico y aliviar el peso en las personas que brindan servicios profesionales. Gracias a los fondos de asistencia a largo plazo, se asignan entre 100 y 200 € al mes a los vecinos que asisten a personas afligidas por demencia, por ejemplo en departamentos compartidos. Aquí los pacientes tienen la oportunidad de vivir, en lo posible de la manera más independiente, en un alojamiento común. La asistencia es proporcionada con actividades cotidianas de acuerdo con sus exigencias de parte de personas externas, por ejemplo carer o parientes. Sólo el 6% de los pacientes afligidos por demencia son admitidos en el hospital por complicaciones debido a su enfermedad. Los motivos más comunes de admisión son fracturas de la cadera, infecciones o ataques al corazón. Los hospitales para agudos con frecuencia tienen dificultad para acoger necesidades particulares y exigencias de estos pacientes. Los hospitales, en efecto, están organizados según el presupuesto que los pacientes pueden adaptarse a su ambiente. Sin embargo, el que sufre de demencia requiere un acercamiento al cuidado más flexible con respecto a otros pacientes, es decir, la adaptación a sus exigencias individuales. Los nosocomios deberían crear, pues, un ambiente seguro con medios de orientación, iluminación especial, ilustraciones de colores y salas sobre todo para los pacientes con demencia. ¿Qué hacen nuestros políticos al respecto? Observamos con interés los progresos en otros países europeos, como Reino Unido, Francia, Luxemburgo, Países Bajos, Noruega y algunos cantones suizos, que ya han desarrollado estrategias nacionales para combatir la demencia. En Alemania aún estamos trabajando sobre el particular (guiados por la Alianza para personas con demencia en colaboración con el Ministerio Federal de la Salud y el Ministerio para la familia, los ancianos, la mujer y la juventud). ¿Cuáles deberían ser las características principales y la estrategia contra la demencia nacional en Alemania? La función inicial debería ser describir lo objetivos, las prioridades y los ámbitos de actividades y planificar incentivos para desarrollos globales en los sectores del cuidado, de la medicina y de la participación social. La estrategia debería tener una función integrativa. Es preciso crear una base para un diálogo constructivo que facilite un intercambio más intenso de informaciones entre las instituciones y los demás actores del sector sanitario, y así mejorar la cooperación interprofesional. Además, debería incluir una función gubernamental, a fin de coordinar las actividades y las medidas adoptadas, resolver los problemas de superposición y eliminar el mal gobierno. Asimismo, debería promover la difusión de las informaciones. Teniendo presente el uso eficiente de los recursos, la estrategia nacional contra la demencia debería recoger experiencias ya en curso en muchos sectores y organizar su difusión. En fin, debería tener una función de lobbying. La estrategia nacional contra la demencia debería sensibilizar a la población sobre este tema, llevando a su desestigmatización y permitiendo que los pacientes desarrollen un papel activo en la sociedad. Esto debería contribuir a aumentar la disponibilidad de actuar en el interés de quien sufre. Para concluir, quisiera tratar de resumir los puntos principales. El alcance real del problema de 23/10/14 18:00 120 la demencia ya ha sido comprendido por los profesionales sanitarios. Ya estamos en la capacidad de describirlo, tratarlo en el mejor modo posible, y buscar mejoras en el cuidado. Sin embargo, en una sociedad que está cada vez más orientada hacia la juventud y lo físico, este problema aún no ha sido enfrentado de manera suficiente. El hedonismo que caracteriza a las sociedades liberales modernas, con frecuencia entra en conflicto con el sacrificio que se requiere en el cuidado de los ancianos y de los que sufren de demencia. El deterioro de la familia como punto central de la vida social promueve la disgregación social dolentium hominum n. 84-2014 en edad adelantada. En vez de dar energía a los intercambios mentales con los nietos y los bisnietos que caracterizaban la integración dentro del núcleo familiar, hoy el sofá y el televisor simbolizan la melancolía silenciosa de la vejez. Todos tenemos un papel por desarrollar, no sólo como médicos, sino también como seres humanos; no sólo como sacerdotes, sino también como guías espirituales; no sólo como políticos, sino también como ciudadanos. Y lo hacemos con la plena conciencia de que todos, de un modo u otro, podremos ser tocados por la demencia en el curso de nuestra vida. Si nuestra responsabilidad de amar “al prójimo como a ti mismo” no es suficiente para realizar los cambios estructurales necesarios de la sociedad, deberíamos al menos no cansarnos de recordar a cada individuo los riesgos que afrontan los enfermos y sus seres queridos. Esto podría no estar conforme con la parábola del Buen Samaritano; sin embargo, lo que se puede aplicar con éxito a uno solo podrá ser de beneficio para muchos. El mandamiento “ama al prójimo como a ti mismo” cerrará el círculo para el bien de los enfermos de demencia y los ancianos, y para el bien de todos nosotros. Posteriormente, la Ley n. 3323 del 16-01-2006, afirmaba que se deben respetar a favor de los ancianos los principios de: Universalidad, Solidaridad, Equidad e Integralidad. Ofrecía servicios de salud global gratuita para todos los ciudadanos con más de 60 años residentes permanentemente en el territorio nacional. Con esta ley el Ministerio de Salud tiene la tarea de reglamentar, regular, coordinar, supervisar y controlar el beneficio. La financiación se realiza mediante recursos municipales y las entradas que provienen de los impuestos sobre los hidrocarburos. Un año después, dicha Ley fue mejorada, así como también el concepto que tiene la sociedad boliviana acerca del anciano. En efecto, la Ley n. 3791 del 28-11-2007, establece la Pensión Universal de Ancianidad, denominada “pensión dignidad”; se quiere devolver la dignidad a una persona que tiene una dependencia, creada por su edad. Se trata de una norma de carácter no contributivo, como una pensión vitalicia, e incluye los gastos para el sepelio. Puede parecer extraño, pero es de gran valor entender el pensamiento del anciano que se preocupa de lo que le acontecerá después de su muerte. Se establece el monto de las pensiones, la elaboración de los datos de los beneficiarios, la creación del “fondo de pensiones” e indica las fuentes de financiación para canalizar los recursos. Después de este desarrollo social y del pensamiento colectivo, pasan 6 años más y con la Ley n. 369 del 01-05-2013, sale a la luz la “Ley general de las personas adultas mayores”, con la tarea de regular los derechos, las garantías y los deberes de las personas ancianas, indicando las instituciones diputadas para su protección, teniendo en cuenta los siguientes principios: protección, accesibilidad, no violencia, interculturalidad, participación, descolonización, no discriminación, solidaridad generacional, autonomía y auto-realización. De este modo se aseguran los derechos y las garantías para ser independientes, no transferibles, indivisibles e inviolables. Todo esto no es jerárquico, no hay prioridades, es un conjunto de conceptos, valores y actitudes creados en la sociedad, es una red, y como tal sólo es mostrada esquemáticamente pero que en la vida real del anciano solo, debe funcionar y debe asegurarle su dignidad, mejorando la Ley de años anteriores. Esta coyuntura social y política, a favor del “derecho a una vejez digna”, garantiza: 2.4 Bolivia Dr. Daniel Cabezas Gómez Psiquiatra, Consultor del Pontificio Consejo para los Agentes Sanitarios U n modo para ilustrar la situación: – Referir el pensamiento colectivo, la respuesta legislativa y política. – Subrayar la cultura, el valor antropológico de la vejez. – Exponer los hechos, la historia de 103 años de servicio. La respuesta Legislativa y Política La Ley n. 1886 del 14-08-1998, manifestaba el modo con el cual se pensaba que se pudiese proteger al anciano; se trataba de beneficios para los ciudadanos mayores de 60 años de edad, definía los beneficios y los privilegios para obtener facilitaciones en las tarifas de los servicios públicos (agua y luz), en los transportes y en los impuestos de los bienes inmuebles, garantizando un seguro médico gratuito para los ancianos con residencia permanente. DH84esp.indd 120 23/10/14 18:00 dolentium hominum n. 84-2014 – la promoción de la libertad personal en todas sus formas – el desarrollo integral, sin discriminación y violencia – la promoción de una alimentación suficiente – la promoción al ejercicio de actividades recreativas – la Pensión Universal de Ancianidad – el acceso a viviendas populares – la implicación en el desarrollo económico, en los programas de informaciones sobre los derechos de los ancianos – la accesibilidad y el control de las barreras arquitectónicas – la promoción de la formación técnica alternativa y superior – el reconocimiento de la autoridad, de la sabiduría, del conocimiento y de la experiencia del anciano. Todo este proceso se integra en los diferentes programas que desarrollan los ministerios como acción de gobierno en el programa “Salud Familiar Comunitaria Intercultural” que, siendo un elemento clave, requiere un trabajo de equipo en el ámbito de la sanidad. Un nuevo modelo de asistencia, que trata de implicar a las comunidades, a las familias y a las personas, identificando a los grupos por edad, las enfermedades y los factores de riesgo y los de protección, evaluando las determinantes económicas a través de un proceso de participación social. 121 esta vastedad, con los espacios tan grandes, con los colores tan intensos, en los que por ejemplo las personas se orientan inmediatamente, sin tener que recordar o sumar las distancias recorridas después de la partida; la experiencia del propio cuerpo nos enseña a radicar el espacio en la existencia, a tomar visión de las cosas, no como el calco de lo real en la mente, porque serían demasiadas las cosas por registrar; se trata de seleccionar y de interpretar. La importancia de mostrar el ambiente natural, el creado, la extensión del mundo donde ha vivido y vive el anciano boliviano, nos permite acercarnos para entender de que modo las personas mayores, debido al dolor, a los sufrimientos y a las enfermedades, hacen cuentas con el tiempo del anciano, con su cuerpo desgastado, con un tiempo que acaba, que no se detiene, pero que por esto hace referencia obligatoriamente a la vivencia del espacio corporal, al espacio que no se encuentra frente a su cuerpo, él es su cuerpo. Él podría decir: “Yo soy mi cuerpo”. Probar la experiencia de los ojos incapaces de ver, de los oídos expuestos a sonidos imposibles por identificar, sentir la noche como el tiempo de la desautorización del sentido, vivir un mundo tan grande, se vuelve insondable, el principio de realidad es frágil; he aquí que un campesino simple puede probar la experiencia del nada en toda su vida y ver la muerte con tanta responsabilidad. O, dicho de otro modo, para vivirla tan diversamente. De este modo la interpretación de la experiencia de la muerte del otro, mella mi misma identidad de Yo responsable, he aquí un modo de ver como se asiste al anciano, o como se entiende el tiempo que pasa, o como se puede afrontar la muerte, porque en fin de cuentas se trata de esto cuando se habla de la vejez. En este mundo, afrontar las cosas, nos obliga a mostrar los hechos. La historia de 103 años de servicio: El trabajo de la Iglesia Un ejemplo: La casa de descanso para ancianos “San Ramón” de la ciudad de La Paz, dirigida por las “Pequeñas Hermanas de los Ancianos Abandonados” cumple 103 años de trabajo, desde que abrió ha asistido a 8.374 ancianos de todas las condiciones sociales, ¿podéis ver el tiempo de esta casa, en estas hermanas? Otro ejemplo: La Casa de Descanso de la ciudad de Santa Cruz, donde desde hace diversos años se manifiesta igualmente el valor y la dignidad de la persona anciana, de modo silencioso y duradero en el tiempo. La cultura, el valor antropológico de la vejez En estas fotografías (fig. 1,2) se representa el paisaje boliviano: el ciudadano, el campesino, viven en 2.5 India Dr. Thomas Mathew Profesor Agregado, Departamento de Neurología, “St. John’s Medical College Hospital”, Bangalor, India DH84esp.indd 121 I ndia es el segundo país más populoso del mundo, con más de 1.220 millones de personas y se prevé que será el más poblado en el 2015, superando China. India cuenta con el 17,5% de la pobla- ción mundial, y el porcentaje de ancianos (con sesenta y más años) crece rápidamente y en la actualidad constituye el 7,4% aproximadamente del total de la población; se piensa que en el 2026 llega- 23/10/14 18:00 122 rá al 12,45%. Las enfermedades neurodegenerativas afectan todas las fajas de edad, pero son más recurrentes entre los ancianos. Las más comunes en India son el morbo de Alzheimer y el morbo de Parkinson. El porcentaje de la demencia debido a Alzheimer es de alrededor del 1-3% en los indianos con más de sesenta y cinco años de edad. La mayoría de estas enfermedades son inexorablemente progresivas y no hay tratamientos específicos para curarlas. Por lo general, el morbo de Alzheimer inicia con la pérdida de la memoria y con el tiempo progresa hasta el declino cognitivo completo. En el curso de la praxis clínica se han observado en todos los tipos de pacientes, desde el deterioro cognitivo leve hasta la grave demencia y el estadio terminal. Se desconoce la exacta prevalencia del déficit cognitivo leve y precoz en el morbo de Alzheimer en la población, ya que muchos de estos trastornos son considerados como si formaran parte del normal envejecimiento de la población. Poco a poco que la enfermedad progresa, la mayor parte de los pacientes son cada vez más dependientes de los otros en lo que se refiere a las actividades de la vida cotidiana. El peso para quien les asiste es enorme y con frecuencia lleva a un síndrome por estrés y por burnout. En verdad, es más una enfermedad de quien se ocupa de estos enfermos, y no tanto de los mismos enfermos, en cuanto muchos enfermos pierden las facultades cognitivas según como la enfermedad se va desarrollando. Es una experiencia dolorosa para los parientes que ven a sus seres queridos aparentemente normales pero incapaces de recordar o de hablar, y que se comportan de manera extraña. La mayoría de los ancianos que sufren de demencia tiene necesidad de una evaluación médica que excluya eventuales causas de demencia curables y necesitan medicinas para estabilizar la memoria y tratar los trastornos comportamentales y del sueño. Las DH84esp.indd 122 dolentium hominum n. 84-2014 condiciones de los pacientes que llegan al hospital son consideradas detalladamente a través de los ‘bed side tests’ para la memoria, un mini examen del estado mental y otros textos neuropsicológicos apropiados. A todos los pacientes se les hace una resonancia magnética por escáner (MRI scan) del cerebro, para excluir lesiones vasculares, tumores, hidrocéfalo, etc. Los exámenes de la sangre comprenden los de la funcionalidad tiroidea, los niveles de vitamina B 12 de S.VDRL. Se tiende a la estabilización de la memoria con los medicamentos, como el donepezil. Los trastornos del comportamiento y la psicosis son administrados generalmente con pequeñas dosis de fármacos antipsicóticos. Los pacientes que llegan al hospital generalmente reciben la evaluación y el tratamiento mejor, según las líneas guía estándar. Debido a su situación socioeconómica de pobreza, muchos pacientes no pueden recurrir al médico en las fases iniciales de la demencia, también porque muchos consideran la pérdida de memoria como un normal proceso del envejecimiento. La mayoría de estos pacientes son asistidos en casa por los cónyuges y por los hijos. Contrariamente a lo que acontece en occidente, es menos probable en nuestro país el internamiento en las instituciones, también en las fases adelantadas de la enfermedad, y esto se debe a la estructura familiar cerrada, a las normas sociales y a las prácticas religiosas, que consideran un pecado abandonar a los padres ancianos en las casas para personas necesitadas. En nuestro país existen buenas casas de descanso para pacientes con enfermedades neurodegenerativas como la demencia, pero dado que la mayoría de la población pertenece a grupos de baja y mediana renta, muchas familias no pueden permitirse llevar a dichas instituciones a sus padres afligidos por demencia. Normalmente, el morbo de Parkinson afecta a las personas por encima de los 50 años y generalmente los síntomas son lentitud, rigidez, tremores y caídas. Los pacientes con Parkinson pueden desarrollar cambios comportamentales, alucinaciones, delirios y psicosis en un estadio adelantado de la enfermedad. Durante las fases iniciales, pueden ser administrados con fármacos, pero en las fases sucesivas pueden tener necesidad de asistencia para sus actividades cotidianas. Existen trastornos neurológicos clasificados como Parkinson plus en el que los pacientes pueden deteriorarse muy velozmente y tener necesidad de un control marcado y de una asistencia total para vivir día a día. La gestión de estos pacientes es extremadamente difícil y el burnout de quien les asiste es muy frecuente. La demencia por cuerpos de Lewy, la demencia frontotemporal, vascular y nutricional son otros tipos de demencias que se verifican en la población anciana. La enfermedad de la motoneurona es otro tipo de condición neurodegenerativa que afecta al sistema nervioso motor y paraliza a los individuos. La mayoría de estos pacientes son asistidos por sus familiares. El sostén social o gubernamental prácticamente es inexistente en los Países en Vías de Desarrollo como India. Las personas y las familias se deben organizar para los gastos médicos, la asistencia cotidiana y el alimento para estos pacientes. Las instituciones que se ocupan de los ancianos y son administradas por religiosos y religiosas son un gran consuelo para los ancianos afligidos por demencia, pero el número de estas instituciones aún es escaso. Espero que en el futuro el escenario cambie, con la fundación de centros diurnos y casas para ancianos con demencias. Estoy convencido que la Iglesia desempeña un gran papel en el campo de los cuidados y de la asistencia a los ancianos afligidos por enfermedades neurodegenerativas, en particular en los Países en Vías de Desarrollo. 23/10/14 18:00 dolentium hominum n. 84-2014 123 2.6 Israel e Italia Prof. Enrico Mairov Presidente de la Asociación Monte Sinaí Sistema “Global Home Care Services” La sociedad humana siempre se ha dirigido al médico para aliviar sus sufrimientos. En la época de los grandes imperios, los ciudadanos afortunados – nobles y/o ricos – se permitían “construir en su casa” un hospital de acuerdo con la necesidad. Los menos afortunados eran curados en estructuras pobres, donde por lo general concluían su vida. En la época moderna, con la fin del Medievo, se comenzó a desarrollar la idea de la necesidad de asistir de manera cada vez más apropiada a las personas enfermas. En estos siglos, los hospitales religiosos – partiendo de los católicos – se dedicaron con mayor frecuencia al cuidado de las personas normales y no sólo de aquellas afortunadas. A inicios del siglo XX, en el mundo industrializado ya existían centenares de estructuras hospitalarias esparcidas en el territorio y prácticamente ellas garantizaban casi toda la asistencia sociosanitaria. Después de la Segunda Guerra Mundial, el significativo aumento del número de los seres humanos y la prolongación de la duración de la vida, se planteó ante la humanidad el problema de la asistencia compleja e integrada a favor de los pacientes crónicos. Hacia mediados de los años sesenta, en los grandes países industrializados como Canadá, Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Italia, Alemania, los países de Europa del Norte y Japón, comenzaban a realizarse proyectos experimentales destinados a cambiar de lugar la asistencia socio-sanitaria de estos pacientes del hospital hacia su habitación. A mitad de los años ochenta, en el territorio del Estado de Israel inició una profun- DH84esp.indd 123 da reflexión sobre el Sistema Socio-sanitario Nacional. En el marco del sistema, entre 1985 y 1991 se desarrolló un proceso de implementación de la asistencia domiciliaria para los pacientes crónicos. Esto dio como consecuencia también un importante progreso de todo el ámbito de la salud – Organizaciones para la Tutela de la Salud, Empresas Hospitalarias y Sistema para el Trauma y Emergencia –, con lo que el servicio de asistencia domiciliaria se realizó como Sistema “Global Home Care Services”, proporcionado por cada una de las Organizaciones para la Tutela de la Salud de toda la población necesitada. Los servicios de asistencia domiciliaria que se han desarrollado en todo el mundo occidental en los últimos treinta años son de varios tipos y tratan de responder a las exigencias de los pacientes crónicos. Actualmente, en ningún país del mundo existe un sistema integrado estratégico para los “Long Term Care patients”, también porque los servicios sanitarios se han quedado marcadamente concentrados en el hospital. De este modo, se crean también dos grandes problemas: Una explosión de los costos en los países industrializados, en cuyos hospitales se internan de manera inadecuada a millones de pacientes crónicos. Una gran carencia de servicios tanto sociales como sanitarios en los Países en Vías de Desarrollo, en los que la población está obligada a migrar hacia hospitales que no se pueden alcanzar fácilmente. La rápida evolución del proceso de globalización, que permite la posibilidad de viajar y comunicar cada vez más rápidamente en todo el planeta, crea la necesidad de contar también con un sistema socio-sanitario al alcance de todos, capaz de garantizar la seguridad de la población humana. Un sistema global, universal y solidario debe comprender la dimensión de la asistencia domiciliaria como parte integrante del mismo. De este modo, se construye también un equilibrio económico racional que permite garantizar a todos una asistencia apropiada. La disciplina moderna del “Global Home Care Services” se desarrolló en la mitad de los años ochenta en el territorio metropolitano de Tel Aviv en Israel, cuando una de las cuatro Organizaciones para la Tutela de la Salud (OTS) existentes, la MEUHEDET (LA UNIÓN) inició a experimentar la realización de la asistencia domiciliaria. En una época en que el empleo de masa del computer y las telecomunicaciones celulares estaban en sus exordios, el trabajo de los primeros equipos para la asistencia domiciliaria tuvieron que enfrentarse con un servicio sanitario centrado exclusivamente en el hospital y en el empleo de papel y lapicero para las actividades de rutina. En la fase inicial del trabajo, se realizaron cuatro estructuras fundamentales: La estructura de apoyo de la OTS en el hospital con la figura del selector: el selector dirige y conoce a los pacientes de la propia estructura territorial de pertenencia que son internados en el hospital. El selector junto con el team hospitalario verifica si los internamientos son adecuados, así como también la eventual necesidad de poner en marcha la asistencia post-aguda también a través de la actividad de home care. La estructura para el management y la actividad de la asistencia domiciliaria que comprende el médico, el enfermero, el fisioterapeuta y cualquier otra figura profesional necesaria para la adecuada ejecución del servicio de home care. La estructura para las decisiones en torno a la asistencia por aplicar a cada uno de los pacientes basada en específicos algoritmos clínicos, organizativos y económicos. La estructura de programación y control sobre la relación costo/ utilidad y la calidad de los servicios sanitarios. Se realizó una aproximación de trabajo nuevo entre el team de 23/10/14 18:00 124 la asistencia domiciliaria, el ambiente hospitalario y los médicos de confianza de la familia, dedicados al trabajo en el territorio. Este acercamiento contribuyó a realizar dos procesos fundamentales como son el dar de alta y las readmisiones protegidas de los pacientes crónicos. De este modo, se alcanzan en tiempos breves los siguientes objetivos: 1. Colaboración óptima entre el territorio y el hospital sobre el concepto innovador de adecuación del método del DRG, desarrollando el concepto de las contrataciones entre OTS y Empresa Hospitalaria. 2. Importante disminución de internamientos no apropiados en el hospital y significativa disminución de los internamientos inú tiles. 3. Recorridos formativos estratégicos para los agentes del servicio sanitario referente al nuevo sistema en evolución. 4. Importante aumento de la satisfacción de la población en lo que concierne el nuevo servicio de asistencia domiciliaria en el marco del nuevo y naciente modelo de sistema sanitario. Con la amplia introducción de la informatización en el sistema sanitario y el desarrollo de las comunicaciones a través de la telefonía celular, aumentó mucho la calidad del servicio brindado a los pacientes en la asistencia domiciliaria, permitiendo soluciones extremadamente calificadas en tiempo real para los pacientes y sus familiares. El nuevo servicio se integró progresivamente con el servicio de la emergencia territorial, con la realización de aquel que conocemos hoy con el término estratégico de organización y economía sanitaria de “Estructuras Intermedias”. Las Estructuras Intermedias, que incluyen la emergencia territorial y la asistencia domiciliaria y que son el garante estratégico de cuan apropiado es el sistema sanitario maduro, garantizando a través de su actividad el salvataje inmediato de una vida en peligro y la gran riqueza de servicios y tratamientos a domicilio del paciente crónico, con el cese de los derro- DH84esp.indd 124 dolentium hominum n. 84-2014 ches, debido a la “inercia reaccionaria” del viejo sistema, al acercamiento anómalo de la medicina de defensa, a la carente y errónea educación en las escuelas de medicina, así como la “perezosa rutina” de los equipos sanitarios. La energía necesaria para hacer progresar el servicio sanitario hacia la realización de un sistema completo, en la actualidad es proporcionada por el gran estímulo debido a la investigación básica, a la investigación clínica, a la evolución tecnológica y a la explosión de los costos para el mantenimiento del servicio sanitario mismo. Estos costos en todo el mundo occidental son enormemente superiores a los del sistema sanitario realizado en el territorio del Estado de Israel y, como lo ha declarado el informe OCSE de diciembre de 2012, este sistema es de importancia fundamental como punto de referencia para todos los decision maker que a nivel internacional deben proporcionar respuestas adecuadas a las propias poblaciones, garantizando respuestas calificadas de elevado nivel a los problemas de la salud. Con la fuerza de esta experiencia y también de la realización de la ARES (Empresa Regional de la Emergencia Sanitaria de la región Lacio) de AREU (Empresa Regional Emergencia y Urgencias de Lombardía), así como de la reordenación del área de emergencia de la Región Véneto, hemos elaborado una propuesta operativa para realizar, a través de una experimentación estratégica, las Estructuras Intermedias y la Escuela de Formación sobre el Management de los Sistemas Sanitarios sobre Trauma, Emergencias y Maxi-Emergencias Convencionales y No-Convencionales. Estructuras Intermedias y Escuela de Formación, se pueden realizar en el territorio del Norte de Italia con la guía de la cabina científica del Pontificio Consejo para los Agentes Sanitarios y con la aplicación operativa del hermanamiento entre la Fundación del Buen Samaritano y la planificada Fundación Monte Sinaí. Estructuras existentes en el área de la región del Norte serán teatro operativo para la instalación experimental y la implementación de los nuevos com- ponentes del sistema. Esta nueva organización servirá como trigger (desencadenante) para la evolución del servicio sanitario hacia un sistema sanitario completo. El nuevo sistema será la incubadora para la transformación de la red de las estructuras católicas mundiales hacia un sistema operativo compuesto por los componentes de la red misma. La cabina de dirección del Pontificio Consejo para los Agentes Sanitarios realizará en la fase inicial un nuevo acercamiento hacia los países del Mediterráneo y del Medio Oriente, ofreciéndoles una colaboración operativa a través de sus modelos sanitarios. Este nuevo acercamiento entre el Pontificio Consejo para los Agentes Sanitarios y los servicios sanitarios de los varios países del área mediterránea tendrá lugar a través del envío a sus máximos expertos del ofrecimiento de constituir juntos la red de las relaciones referentes a los varios aspectos de investigación y organización. Enfermadades neurodegenerativas – La demencia El gran aumento del número de los pacientes crónicos que ha tenido lugar en los últimos decenios ha causado también un significativo aumento de individuos afligidos por enfermedades neurodegenerativas. El síndrome de Parkinson, varios aspectos de las demencias, de aquella vascular al síndrome orgánico cerebral y a la demencia de la enfermedad de Alzheimer, añaden en todo el mundo cada día gran número de nuevos pacientes para los cuales es necesario desarrollar un nuevo acercamiento revolucionario. Nuestra medicina conoce aún muy poco el cerebro y el sistema nervioso humano. En los últimos decenios ha sido muy significativo el progreso en el conocimiento de las patologías que afligen los grandes sistemas vitales (cardiovasculares, respiratorio, inmunológico y metabólico). Hemos desarrollado recorridos sofisticados referentes a la prevención, el diagnóstico, la terapia y la rehabilitación en lo que respecta a los accidentes cardiovasculares, las 23/10/14 18:00 dolentium hominum n. 84-2014 patologías oncológicas y los principales problemas metabólicos. En todo lo que concierne el comportamiento del cerebro humano y las patologías conexas con él, no obstante importantes tentativas de encontrar llaves de acceso para su comprensión, hasta hoy no hemos logrado obtener resultados igualmente brillantes. Este problema – la falta de informaciones apropiadas sobre el conocimiento del cerebro humano – causa una profunda frustración en la población humana y sobre todo en el mundo científico. También la explosión de los costos para la gestión de las patologías neurológicas y comportamentales obliga a nuestra sociedad a asumir decisiones que tienen un impacto dramático con la ética del gasto sanitario. En el ámbito del comportamiento y de las enfermedades psiquiátricas se han identificado fármacos innovadores sólo de tipo paliativo por el conocimiento carente de la etiología y de la fisiopatología de estas enfermedades; en lo que se refiere al estudio y a la investigación del cerebro tenemos un gran retraso, y faltan instrumentos operativos capaces de ayudar nuestras investigaciones. Este retraso es responsable de la dificultad de decenas de millones de personas y de sus familiares, que deben enfrentarse con la situación catastrófica que conocemos con el término “demencia”. La demencia es un “mal oscuro”. Existen muchas suposiciones sobre su origen. Sobre su diagnóstico existen pocos cálculos estadísticos, que obligan a los decision maker políticos a la única “navegación a vista” para tratar de encontrar soluciones económicas y acercarse a esta situación. En los últimos años se han adoptado sistemas asistenciales diferentes de la acostumbrada hospitalización. Movidos por el gran aumento del número de pacientes dementes, los servicios sanitarios más evolutivos y modernos han comenzado a invertir en métodos organizativos diferentes para la asistencia al paciente demente. Estos métodos retoman el concepto fundamental de la terapia intensiva, en la que cierto número de pacientes graves inter- DH84esp.indd 125 125 nados son controlados desde un punto central que verifica constantemente las funciones vitales de los pacientes. La posibilidad de mantener a un paciente demente fuera de las paredes del hospital y, al mismo tiempo, garantizar su incolumidad se apoya en soluciones tecnológicas y científicas que se refieren a la organización, el control farmacológico, la asistencia social, las telecomunicaciones y un modelo económico apropiado. Un ejemplo concreto puede ser ilustrado de la manera siguiente: un paciente afligido por demencia de cualquier tipo puede ser seguido en su casa garantizando una asistencia domiciliaria apropiada que se fundamenta en los siguientes puntos: 1. Visitas programadas de control médico. 2. Visitas de enfermería con un plan de actividades que sigue las necesidades socio-asistenciales específicas. 3. Visitas de asistencia social para garantizar los factores socioambientales necesarios a la vida cotidiana del paciente y de su familia. 4. Acercamiento fisioterapéutico para un mantenimiento adecuado del movimiento del paciente. 5. Acercamiento cognitivo que comprende tratamientos domiciliarios para el mantenimiento y el reforzamiento de las condiciones cognitivas, participación en “centros diurnos” de empeño para la oblación de pacientes crónicos con servicios y estímulos de actividad cognitiva. 6. Sostén psicológico adecuado a la familia y al ambiente del paciente. 7. Empleo de tecnologías modernas de geo-localización y tele video-cámaras, que permiten al “Call Center Sanitario Dedicado”, seguir los recorridos del paciente tanto a nivel domiciliario que cuando se aleja del propio domicilio. 8. Cuando sea necesario, el empleo del “asistente” permanente, que sigue el paciente cuando se agrava la situación. 9. Cuando es necesario ante el empeoramiento de sus condiciones, el paciente es internado en estructuras long term care apropiadas. 10. Es de importancia fundamental el desarrollo de la prevención referente a este tipo de patologías para saber identificar los síntomas iniciales. El contexto en el cual se está desarrollando el proceso de Global Home Care Service es el de las enfermedades crónicas. La patología demencial es un componente importante de estas enfermedades. Lamentablemente la falta de un sistema socio-sanitario integrado no permite aún una adecuada formación de los agentes socio-sanitarios, de los mismos individuos afligidos por estas patologías y de sus familiares para poder identificar en tiempos breves el exordio de la enfermedad. También la gran carencia de instrumentos terapéuticos no ayuda la sociedad humana a enfrentarse a este fenómeno. Visto que las previsiones hablan de un número creciente de enfermos en el futuro, es necesario dotarse de instrumentos adecuados al cuidado y a la asistencia de estos enfermos, partiendo de las estructuras de Home Care adelantadas. Propuesta organizativa para constituir en Roma la dirección para el Sistema Sanitario Global En la óptica de iniciar los trabajos para la realización del Sistema Sanitario Universal, es necesaria la ‘puesta a punto’ de una primera fase de importancia fundamental: la realización del “Estado Mayor de la Salud de la Santa Sede”. El Estado Mayor está formado por cierto número de personas que responden de modo disciplinado, eficiente y eficaz a las exigencias del servicio y a las disposiciones del responsable. El responsable máximo y su staff, tienen a disposición dos estructuras estratégicas diputadas a la gestión del sistema global: Una estructura vertical formada por un responsable por continente al cual responden los responsables de cada uno de los países. Una estructura horizontal formada por los responsables de las varias Órdenes, que se entrecruzan en su actividad con la estructura vertical. De este modo, se realiza de he- 23/10/14 18:00 126 cho una estructura única de red con mallas estrechas que permite una eficiencia y una eficacia de gestión racional, lógica y moderna. Globalmente, las personas implicadas en esta estructura deben ser formadas para poner en marcha una lógica organizativa apoyada en la disciplina ética del alcance de los objetivos de la salud humana. La diferencia entre los agentes de ésta y de cualquier otra estructura está precisamente aquí: su formación y la lógica del desempeño del servicio se apoyan en las concepciones de la ética que regulan la relación médico-paciente. No es suficiente conocer las líneas tradicionales de la medicina – como prevención, diagnóstico, terapia y rehabilitación – que regulan la práctica cotidiana de cada plataforma existencial de estos conocimientos la estructura que comprende el saber necesario para la gestión moderna y operativa de la compleja organización de la sanidad. Como erróneamente se ha pensado por mucho tiempo, la gestión del sistema sanitario no es una simple gestión económicocomercial: la gestión del sistema sanitario se cimienta en conocimientos éticos fundamentales basados en el principio de ciencia y conciencia que integran las capacidades directivas del médico con el estudio profundizado de programación, control investigación y desarrollo y otras importantes directrices del sistema de la vida cotidiana. Las cualidades requeridas a un médico administrador del sistema sanitario son la visión, la capacidad de trabajar en grupo, el optimismo, las capacidades de comunicación, el carisma como líder, la disponibilidad de invertir continuamente en investigación y desarrollo y el valor de confrontarse con situaciones difíciles y buscar soluciones ético-científicas coherentes y apropiadas. La identificación y elección de las personas que componen un equipo estratégico para la gestión de un sistema como el sanitario es de importancia fundamental y presupone la presencia de instrumentos de análisis y de valuación de primera calidad. También es muy importante la formación de las personas elegidas, porque desde el primer momento es necesario dolentium hominum n. 84-2014 taria. De este modo, se llega a formar un importante motor para el gran mundo de los agentes sociosanitarios de la Santa Sede, que logran nuevos conocimientos en lo que concierne la organización sanitaria y aumentan las propias capacidades culturales dirigidas también hacia el ambiente circunstante. Se deduce que esta nueva interfaz entre el mundo de los agentes sanitarios y las demás personas aumenta de modo significativo el saber y realiza un acercamiento rápido y moderno de comunicación entre los seres humanos. El método moderno de interacción entre los agentes del sistema sanitario y las demás personas es un locomotor potente de la promoción del saber necesario para la supervivencia. Para trabajar bien, las personas que tienen como referencia el Pontificio Consejo, tienen el derecho y el deber de ser formadas adecuadamente con métodos eficientes y con una óptima relación costo/beneficio. Lo que nosotros conocemos con el término de “revolución industrial” y que nos permite tener cada vez más tecnologías que facilitan la vida, debe estar integrado con el proceso del “progreso intelectual” que nos proporciona la plataforma ética en la que se integran la fe y los conocimientos científicos, permitiendo el mejoramiento de la calidad de la vida de la especie humana. estimular y lograr intereses recíprocos y colaboraciones de parte de todos los individuos que participan en la realización del sistema. Por este motivo es importante también iniciar lo antes posible la línea de elección y formación, que permite que la cumbre decida constituir el “nuevo team”. En esta fase, conviene concentrarse en la formación breve, pero incisiva y eficaz en el conocimiento de los conceptos fundamentales del sistema sanitario. El benchmark con el sistema sanitario israelí – uno de los mejor organizados en el mundo – es importante precisamente por estas características. Junto con esto, también es muy importante “inyectar curiosidad de saber” y, por tanto, saber desarrollar “todos juntos” el nuevo sistema global. Si se toma en consideración el hecho que en el mundo hay cerca de trecientos países en los cinco continentes y un número compatiblemente significativo de Órdenes religiosas deriva una estructura de matriz con un número muy elevado de personas en posiciones críticas y estratégicas, en las cuales aplicar el proceso de formación, gestión y R&D del sistema. Siguiendo este recorrido junto con la formación continua del “saber médico” podremos realizar el “proceso de formación continua” del saber de la organización sani- Emergencia H T Home Care E-118 C. O. d d d d d d d d d d d d Modelo Territorial Restringido D.E.U. M.I.C.U. mmg fam P h.c. EP-119 H C.A. – G.M. Cuadrado Terapéutico Unidad de Valuación General H = Hospital T = Territorio CO = Central Operativa E = Emergencia EP = Emergencia Programada D.E.U. = Dipartamento de Emergencia Urgencia MICU = Mobile Intensive Care Unit CA = Continuidad Asistencial G.M. = Guardia Médica HMMG = Médico de Medicina General FAM = Familia D = Distrito HC = Cuidado Domiciliario EHR = Electronic Hearth Record GCCC = Global Call Contact Center Red Telematica Globale – EHR – GCCC E = mc2 = E = salud m = número poblacion c = recursos Associazione Monte Sinai • Mount Sinai Association DH84esp.indd 126 23/10/14 18:01 dolentium hominum n. 84-2014 127 2.7 Estados Unidos: tratamiento de las personas afectadas por patologías neurodegenerativas típicas del envejecimiento. Colmar el vacío Dr. William L. Toffler, MD Director del “Medical Student Education Section of the Department of Family Medicine” Universidad de la Salud y de la Ciencia, Portland, EE.UU. “A la hora de mi vejez no me rechaces, no me abandones cuando decae mi vigor”1 Introducción La población en Estados Unidos ha superado los 315 millones, de los cuales 40 millones cuenta con una edad superior a 65 años.2 Casi un tercio de estos están afligidos por patologías neurodegenerativas entre las cuales el morbo de Alzheimer, el de Parkinson y la esclerosis múltiple. Ha aumentado de manera importante el número de discapacitados que viven en comunidad, en buena parte por las tasas decrecientes de la asistencia institucional. Además, este problema se agrava debido a los cambios en la estructura de la familia tradicional: la disminución de la dimensión de las familias, el divorcio o la convivencia en lugar del matrimonio, y la fragmentación de la familia con hijos adultos que viven a gran distancia con respecto a sus padres. Es desconsolador el problema de la asistencia a una población de dichas dimensiones con problemas neurodegenerativos vinculados con el envejecimiento Sin embargo, el 90% de las personas con una edad superior a 65 años son asistidos por la familia o reciben tratamientos domiciliarios pagados. Además, algunos de los déficit en la asistencia humana directa de parte de las familias han sido suplantados, al menos en DH84esp.indd 127 parte, por el empleo de dispositivos de asistencia, por los deambuladores y ascensores domésticos, para ayudar a estas personas a ocuparse de sí mismas y puedan desarrollar de modo independiente las actividades de vida cotidiana. En efecto, casi la mitad (46%) de los que viven en casa se confían a dichos dispositivos, cuyo uso ha aumentado del 155% en 20 años entre 1984 y el 2004. Así como estas familias, también mi esposa y yo hemos tenido el privilegio de ocuparnos de mis dos padres en nuestra casa. Mi padre era un veterano de la Segunda Guerra Mundial y mi madre una voluntaria de la Cruz Roja. Se encontraron en Baviera a fines del conflicto y tres meses después se casaron. Mi padre dejó el servicio militar con el grado de general de brigada y desarrolló muchos trabajos más. Poco a poco que se acercaba a los 80 años, se volvió cada vez más incapacitado debido al Parkinson y tenía necesidad de ayuda además de la que le podía brindar mi madre. Entonces mi esposa y yo reestructuramos nuestra casa añadiendo un pequeño departamento para mis padres, entre los cuales una cabina ducha así como un ascensor que permitía acceder a los varios ambientes de la casa como si se tratase de un solo nivel. Aunque ninguno de nosotros habría querido para mi padre una enfermedad neurodegenerativa con los consiguientes desafíos y las respectivas adaptaciones, toda nuestra familia ha sido feliz al haber tenido la posibilidad de ayudarnos recíprocamente. En efecto, durante los varios años en los que mis padres han vivido con nosotros, hemos podido transcurrir más tiempo juntos y hemos tenido más recuerdos de los abuelos junto con nuestros hijos ¡de los que no hemos tenido en los 20 años precedentes! No obstante las óptimos tratamientos y el sostén de parte de los médicos y de los familiares, la enfermedad de mi padre empeoró y al final murió en el hospital debido a complicaciones. Mis padres eran muy unidos, tanto en la vida como en la muerte. Después de 57 años de matrimonio y sólo después de tres meses de la muerte de mi padre, mi madre, particularmente dolorida por su muerte, inició un declino físico y mental. En ese doloroso momento era aún muy amada por su “corte” personal en el salón de nuestra casa, rodeada por dos de sus hijos y por muchos nietos. Murió en medio del afecto de sus hijos, de sus nietos y de los primos más cercanos. Pero muchas familias no tienen los recursos o la capacidad de brindar este tipo de sostén. El 10% de los discapacitados graves aún no tiene la posibilidad de ser curado en su casa. ¿Qué opciones hay disponibles ahora para este amplio segmento de nuestra población? Esta intervención describe un acercamiento para responder a esta situación que preveía la creación de un sistema de base comunitaria y por etapas, con una colaboración desacostumbrada e innovadora (al menos en Estados Unidos) del ámbito secular y espiritual. Nacimiento de una visión En 1993, el P. Michael Maslowsky era Director de los servicios pastorales de la Archidiócesis de Portland, Oregon. Además de estas responsabilidades, se le había confiado también la parroquia de St. Anthony, una comunidad de fe en disminución y cada vez más anciana, en un área de la ciudad sujeta a transformaciones. Desde hacía tiempo la parroquia 24/10/14 10:16 128 de St. Anthony había cerrado la escuela parroquial y seguía disminuyendo el número de los parroquianos que profesaban el culto en el sótano de la ex escuela. Por tanto, la archidiócesis decidió cerrar la parroquia o trasladarla a otra comunidad de fe. El P. Maslowsky tenía que asumir la tarea de cerrarla o de trasladarla. Sin embargo, impresionado por el fervor de los parroquianos presentes, el pensamiento del P. Maslowsky se dirigió hacia una dirección diferente. Comenzó a tomar en consideración no sólo las exigencias y las capacidades de sus parroquianos, sino también el barrio circunstante, católico o menos. Se preguntó de qué modo la parroquia de S. Anthony, como comunidad de fe de Cristo, podía responder a una sociedad fragmentada y a las exigencias crecientes de ancianos frágiles y de baja renta. ¿Puede una parroquia revitalizada proporcionar alojamiento y asistencia a los ancianos necesitados, y al mismo tiempo estimular su renovación en la fe y en el servicio? El P. Maslowsky había conseguido el doctorado en teología en la Universidad Gregoriana. Después de la ordenación y durante los estudios de doctorado en Roma, desempeñaba su servicio pastoral en varias parroquias italianas y durante el verano sustituía al sacerdote en las aldeas rurales de Alemania. A través de estas diversas experiencias, pudo observar que en las pequeñas comunidades era posible el sostén y el tratamiento, teniendo como base generalmente la parroquia. El P. Maslowsky consideraba la iglesia como una comunidad de fe en Cristo, sustancialmente en el corazón de la sociedad. Consideraba también que el sistema de residencia asistida, que representaba entonces una asistencia alternativa innovadora para los discapacitados y los ancianos, fuese una oportunidad para llevar la comunidad de fe a quien tenía una particular necesidad de esperanza y de amor. El sistema de residencia asistida había sido ideado y realizado por vez primera en la ciudad de Portland, Oregon, en los primeros años ochenta. En los DH84esp.indd 128 dolentium hominum n. 84-2014 años noventa comenzó a implantarse como una alternativa válida al internamiento en las clínicas3. El P. Maslowsky reconoció la potencial sinergia existente entre la comunidad compasiva de la Iglesia y el sistema innovador de residencia asistida. Gracias a su formación jurídica y comercial, fue capaz de reunir a un grupo de personas diferentes y de talento para formar una organización no-profit, la Village Enterprises. Estos hombres y estas mujeres dedicaron sus considerables energías a la visión de una aldea de sostén, centrada en la fe, que se ocupase de los ancianos de baja renta en diferentes situaciones de necesidad. Actuación Después de dos años de diálogo y de planificación, así como de un significativo proceso financiero y jurídico, inició la actuación de la visión del P. Maslowsky. Village Enterprises y la parroquia de St. Anthony colaboraron con el proyecto y en la construcción simultánea tanto del “St. Anthony Village” como de la nueva iglesia de St. Anthony, con el anexo centro parroquial. El viejo edificio escolar de la parroquia con su sótano para el culto fue demolido y toda la estructura inició una considerable transformación. En 1999, con el fundamento de la fe católica y con el objetivo de una innovadora comunidad de tratamiento, “Village Enterprises” inauguró el “St. Anthony Village” como la primera de cuatro comunidades basadas en la fe en Portland, Oregon. En la actualidad, el “St. Anthony Village” acoge a 127 residentes con residencia asistida o en clínica de la memoria. Se trata de una estructura bien equipada, con un sólido sentido de comunidad y un real respeto entre los residentes y los agentes sanitarios. Cada día hay para los residentes la disponibilidad de una amplia gama de actividades, organizadas por un director de tiempo completo. Para los más aventureros, existen excursiones como el paseo de una jornada a Multnomah Falls, una maravilla de la naturaleza en las Cascade Mountains. Aunque el “St. Anthony Village” sirve y emplea a personas de diferente credo, como base está nuestra fe católica, con su tradición de servicio y su misión de asistencia. Cada día se celebra la Misa a pocos pasos de los departamentos de los residentes y todos están invitados a compartir la vida de una comunidad parroquial revitalizada y vibrante. Para los momentos más tranquilos hay bellas áreas a disposición para relajarse y orar. Desarrollo del proyecto Como apéndice importante al “St. Anthony Village”, un año después de su apertura se ha tomado la decisión de construir una parte multigeneracional. En el año 2000, como expresión de fe en el Milenio, “Village Enterprises” ha construido un centro de asistencia para la infancia. Posteriormente ha donado el edificio y la tierra a la parroquia. En la actualidad, el “St. Anthony Child Developmental Center” sigue proporcionando asistencia para la infancia a precios accesibles a las familias del barrio, según su capacidad de pago. El centro garantiza una pequeña renta a la parroquia, pero el beneficio mayor para los residentes y para los parroquianos son el bullicio y el gozo de los niños. Los niños tienen también la posibilidad de encontrar, de manera regular u ocasionalmente, a los residentes de la aldea gracias a una serie de actividades. “Abuelos adoptados” que leen para los niños, los entretienen, o comparten con ellos las maravillas de la jardinería. Una parte esencial de la comunidad de la Aldea son las dos casas para el cuidado de la memoria del St. Anthony Village. Para respetar la identidad y la dignidad de los 24 residentes, el departamento de cada residente es decorado y mantenido como su casa. Muebles, cuadros y objetos familiares son para los residentes los recuerdos de su vida y de sus seres queridos. Entre las actividades que se ofrecen, la música representa una parte acostumbrada e importante del cuidado. Al menos en el breve período4,5, se ha demostrado que 23/10/14 18:01 dolentium hominum n. 84-2014 la música remueve los estados de confusión y desbloquea los aspectos durmientes de la memoria y de la personalidad. Difusión en otros lugares En el año 2002 el “Assumption Village”, creado según el modelo del “St. Anthony Village”, se ha convertido en la segunda comunidad para ancianos de “Village Enterprises”. Construido en el lugar de una ex parroquia en una zona menos rica de North Portland, el “Assumtion Village” ofrece una vida independiente y asistida a 110 ancianos de baja renta. Como su aldea gemela, el centro físico y espiritual del “Assumption Village” es la capilla y la Eucaristía cotidiana. Para dar una respuesta a las exigencias de vivienda de los ancianos que pueden ocuparse de sí mismos, pero no pueden mantener su propia casa, “Village Enterprises” ha construido dos estructuras más, Villa Sagrado Corazón y Villa Santa Margarita. Los residentes de ambas estructuras no reciben asistencia cotidiana. Sin embargo, si es que tuviesen necesidad o lo deseasen, pueden pasar fácilmente a la residencia asistida o a la clínica de la memoria del “St. Anthony Village” o del “Assumption Village”. En cada una de estas comunidades los residentes mantienen su independencia por el mayor tiempo posible gracias también a la amistad y a la fe que comparten. En efecto, nueve de los sesenta habitantes de Villa Santa Margarita tienen 90 y hasta más años de edad. Imperativos teológicos Nosotros, como católicos tenemos el deber de ocuparnos de DH84esp.indd 129 129 nuestros hermanos y hermanas ancianos, ya sean hábiles o discapacitados, pues cada individuo anciano es una persona creada a imagen de Dios6. En nuestra semejanza con Dios somos seres relacionales y estamos llamados a vivir nuestras relaciones reflejando el amor divino. Cada uno de nosotros merece atención ya sea que esté hambriento, sediento, desnudo o enfermo7. Nosotros reflejamos mejor a nuestro Dios relacional cuando imitamos su amor universal. Realizamos más profundamente nuestra naturaleza relacional en nuestros actos particulares de amor. La Escritura nos exhorta repetidamente a preocuparnos de los ancianos. San Pablo nos llama a honrar “al anciano” y a exhortarlo “como si fuese (tu) padre” y también a “honrar a las viudas”8. Además, el libro del Levítico nos dice específicamente: “... Ponte en pie ante las canas y honra el rostro del anciano”9. Mientras las familias tienen la obligación de proveer a sus miembros ancianos10, y esto, en efecto, tiene lugar en la mayoría de los casos, San Pablo describe también la responsabilidad particular de las iglesias. En su primera carta a Timoteo, escribe: “…Y no las cargue a la iglesia, a fin de que ésta pueda atender a las que sean verdaderamente viudas”11. Conclusión Luego de haber efectuado fielmente las exhortaciones esparcidas en toda la Sagrada Escritura, los parroquianos de la St. Anthony Parish y todos los que han colaborado en su misión han desarrollado claramente una “best practice” para afrontar las exigencias de ancianos y discapacitados sin familia o cuya familia no es capaz (o no quiere) proporcionar sostén y asistencia. La visión del P. Maslowsky frente a una parroquia un tiempo en declino se ha realizado plenamente. El éxito del St. Anthony Village se refleja en los ojos de grandes y pequeños. Se ha vuelto una comunidad multi-generacional con residencia asistida y clínica de la memoria para ancianos, un “Developmental Center” para niños, y una comunidad viva de fe. Muchas parroquias y diócesis han tomado o están tomando en consideración proyectos semejantes. Si considerasen este concepto deberían apreciar también la importancia de poner a la comunidad de fe de Cristo en el centro de su comunidad de curación; una visión centrada en Cristo asegura una “best practice” de cuidado compasivo para las personas afligidas por procesos neurodegenerativos. “Todavía en la vejez tienen fruto, se mantienen frescos y lozanos12. Notas Salmo 71, 9 Houser A, Gibson MJ, Redfoot DL. Trends in Family Caregiving and Paid Home Care for Older People with Disabilities in the Community: Data from the National Long-Term Care Survey AARP Public Policy Institute; 2010. http://www.aarp.org/ppi 3 http://www.oregonlive.com/news/index.ssf/2010/01/oregon_among_national_ leaders.html 4 Ledger AJ, Baker FA. An investigation of long-term effects of group music therapy on agitation levels of people with Alzheimer’s Disease. Aging & Mental Health. 2007;11(3):330-38. 5 Ziv N, Granot A, Hai S, Dassa A, Haimov I. The effect of background stimulative music on behavior in Alzheimer’s patients. J Music Ther 2007. Winter;44(4):329-43. 6 Génesis 1, 27 7 Mateo 25, 37-38 8 1 Timoteo 5,1-2 9 Levítico 19, 32 10 1 Timoteo 5, 8 11 1 Timoteo 5, 16 12 Salmo 92, 14 1 2 23/10/14 18:01 130 dolentium hominum n. 84-2014 SEXTA SECCIÓN Acciones de prevención y potenciales ventajas del progreso tecnológico 1. Alimentación, actividad física e intelectual Prof. Jean-Marie Ekoé MD,CSPQ, PD Profesor de Medicina, Endocrinología, Metabolismo y Nutrición en la Facultad de Medicina de la Universidad de Montreal, Quebec, Canadá A lo largo de toda la evolución, los seres humanos y los animales siempre han buscdo el alimento para su supervivencia. La alimentación nos proporciona varias sustancias que sostienen la vida, entre las cuales las proteínas, las grasas, los carbohidratos, las vitaminas y los minerales. Dichas sustancias son las fuentes principales de energía para todos los procesos vitales del cuerpo. Recientemente, en el mundo se han verificado cambios inesperados en las que eran las costumbres alimentarias. Se ha difundido la superalimentación que lleva a la obesidad, mientras muchas partes del mundo aún están expuestas a una grave restricción calórica involuntaria, debido a la escasez de alimento. En la parte final de esta presentación, será oportuno aclarar la amplitud y el impacto de estos cambios. Ante todo, examinemos los vínculos entre alimentación, actividad física e intelectual. Alimentación: el concepto de igualdad de balance energético La alimentación (la asunción de alimento) nos proporciona energía (aporte energético) que con frecuencia no se gasta totalmente (dispendio energético). El equilibrio DH84esp.indd 130 entre el aporte energético y el dispendio energético determina las reservas de energía. La ecuación de balance energético depende de sus varias ecuaciones de balance de nutrientes, es decir, proteínas, lípidos y carbohidratos1. Balance protéico Un gramo de proteínas proporciona 4 kcal. La asunción de proteínas corresponde generalmente a cerca del 15% de calorías y las reservas protéicas del cuerpo representan cerca de un tercio del total de las calorías almacenadas. Las reservas protéicas aumentan de dimensión como respuesta a estímulos de crecimiento como entrenamiento físico, aumento de peso y algunas hormonas (hormonas del crecimiento, andrógenos), pero no aumentan simplemente para un mayor aporte de proteínas en la dieta1,2. Balance de los carbohidratos Generalmente, los carbohidratos son la fuente principal de calorías en la dieta. Un gramo de carbohidratos proporciona 4 kcal. La ingesta de carbohidratos es de cerca el 50-55% de las calorías y puede ser mayor en algunos Países. La dosis diaria corresponde a cerca del 50-100% de los depósitos de carbohidratos con respecto al 1% de proteínas y grasas. Los carbohidratos en la dieta estimulan la acumulación de glicógeno y la oxidación lipídica. Lo que no es almacenado bajo forma de glicógeno, es oxidado (no convertido en lipidos), y se obtiene el equilibrio de carbohidratos1,2. Equilibrio lipídico Diferentemente de las proteínas y de los carbohidratos, los depósitos de grasa corporal son abandonados y la ingesta de grasas no tiene alguna influencia en la oxidación lipídica. La asunción de grasas alcanza el 30-35% cerca de las calorías. Un gramo de grasa proporciona 9 kcal. Como para las proteínas, la ingesta diaria de grasas representa menos del 1% de la energía total del cuerpo almacenada como grasa, pero las reservas de grasa contienen cerca de seis veces la energía de las reservas protéicas. Las reservas de grasa son el buffer de energía para el cuerpo, mientras el surplus o déficit cotidiano del aporte energético se traduce en excedencia o déficit de masa grasa. En condiciones de sobrealimentación, todo el consumo de grasas en exceso es almacenado como grasa corporal. El balance energético es la fuerza arrastrante para la oxidación lipídica. Cuando es negativo (es decir, el dispendio energético excede el aporte energético) la oxidación lpídica aumenta1. Resumiendo, digamos que en condiciones fisiológicas, la grasa es el único nutriente capaz de mantener un desequilibrio crónico entre la ingesta y la oxidación, contribuyendo así directamente en el crecimiento del tejido adiposo. Los carbohidratos y las proteínas influencian indirectamente la adiposidad contribuyendo en el balance energético global y, por tanto, en el equilibrio lipídico. 23/10/14 18:01 dolentium hominum n. 84-2014 Equilibrio alcohólico Se ha demostrado que en los individuos sanos el alcohol ingerido está destinado a la oxidación y no al almacenamiento (como la grasa) y, por tanto, se obtiene un perfecto equilibrio alcohólico1,3. El alcohol, así como los carbohidratos y las proteínas, dirije los grasos alimentarios de la oxidación hacia el almacenamiento y por tanto promueve indirectamente el depósito de grasa. Un gramo de alcohol abastece 7kcal. Alimentación: el gasto energético Los componentes principales del dispendio energético diario son cuatro, es decir: tasa metabólica en reposo (resting metabolic rate - RMR), termogénesis (T), actividad física espontánea (spontaneous physical activity - SPA) y actividad física voluntaria (voluntary physical activity - VPA). Tasa metabólica en reposo (RMR) El RMR es la energía que consume un sujeto en reposo en estado de ayuno y en condiciones ambientales adecuadas. En la mayoría de los adultos sedentarios, el RMR representa el 60-70% aproximadamente del consumo energético diario4. Los principales factores que determinan el RMR y explican casi el 80% de su variación son: masa magra, masa grasa, edad, género y genes. Las mujeres tienen un menor RMR (efecto de las hormonas sexuales en las tasas metabólicas) con respecto a los hombres (100 kcal menos al día). El RMR disminuye con la edad, probablemente debido a una disminución de la masa magra (1-2% de reducción cada diez años). Parte de la variación residua del RMR se explica con la pertenencia familiar, e indica que el RMR está determinado genéticamente por lo menos en parte. En fin, se ha indicado que la variabilidad en el RMR después de adecuaciones por las diferencias de masa magra, masa grasa y la edad, está ligada a la viariabilidad de la temperatura corporal, especificando que la temperatura corporal puede ser un indicador para un RMR bajo o alto. DH84esp.indd 131 131 Efecto térmico del alimento o termogénesis (TEF) El efecto térmico del alimento (TEF) es el aumento del gasto energético, observado después de la ingesta de un alimento. El TEF representa el 5-15% del gasto energético diario5,6. El TEF está influenciado por numerosos factores: dimensión y composición del alimento, palatabilidad del alimento, tiempo transcurrido en los alimentos, así como background genético, edad, condición física y sensibilidad a la insulina. Sin embargo, las diferencias individuales en el TEF se pueden considerar sólo por pequeñas diversidades en el gasto energético diario. La disminución de la termogénesis es una explicación muy improbable para grados significativos de obesidad. Alimentación: necesidad de fibras, minerales y vitaminas para una dieta diaria balanceada La mayor parte de los nutricionistas recomiendan a los individuos que consuman 25-35 gramos de fibras por día. La dosis diaria de vitaminas recomendada comprende vitaminas del complejo B, B1, B2, B3, B6, B12, C, D, E, K que se pueden encontrar en los alimentos y en los minerales, mientras en determinadas condiciones médicas puede ser necesario un suplemento. Alimentación y actividad física ¿Qué es la actividad física? La actividad física ha sido definida por Caspersen et al. como “cualquier movimiento corporal producido por los músculos esquelétricos que se traduce en gasto energético”7. El gasto físico es el segundo componente principal del gasto energético total después del derroche del RMR (60-70%) y antes del TEF (5-15%) y representa el 20-30% de la energía gastada a través de cualquier tipo de “actividad física” que puede ser subdivida luego en energía gastada en actividades generales de la vida cotidiana (como el baño, la alimentación y el cuidado de la persona), actividades ocupacionales, deporte y otras actividades recreativas, actividades de transporte y para el cuidado de la casa (incluidas las reparaciones domésticas). El aporte respectivo de cada uno de estos componentes puede variar notablemente ya sea individualmente como entre los individuos y las poblaciones8. Además de cuantificar la actividad física según la energía gastada, ella se puede cuantificar en función del modo como es gastada la energía8. La actividad física puede ser medida de acuerdo con sus efectos en varios sistemas del cuerpo, valorando características como la intensidad aeróbica, la resistencia muscular, el nivel de weight-bearing (cuando el esqueleto soporta el peso corporal), la variedad de movimiento y la flexibilidad implicadas. Un paseo cotidiano de 30 minutos es la actividad mínima aconsejada. Hay una fuerte evidencia que la actividad física reduce el riesgo de diabetes, las enfermedades cardiovasculares y aumenta la expectativa de vida. Se trata de una parte esencial de la vida independientemente de la edad y del sexo; y requiere exigencias específicas alimentarias. Exigencias dietéticas para la actividad física Durante el ejercicio físico, la necesidad energética de los músculos sometidos a esfuerzo es satisfecha por la distribución intramuscular del glicógeno y de los triglicérides acumulados y, además, por una mayor demanda de glucosio de parte del hígado y de ácidos grasos libres de las acumulaciones de triglicéridos extramusculares. Las reservas de glicógeno, glucosio y triglicéridos dependen fuertemente de la cantidad introducida de carbohidratos1,8. El aporte de los carbohidratos a la erogación global de la energía aumenta con la intensidad del ejercicio. El principal carburante necesario para la energía durante el ejercicio es por los carbohidratos. La oxidación de las proteínas y de las grasas se puede verificar cuando las reservas de los carbohidratos son bajas (alta intensidad de la actividad física). Consecuencias de la inactividad física No hay ninguna duda de que una actividad física reducida es una causa de la obesidad. El aumento de la obesidad camina de igual paso con la sedentariedad y el aumento de la diabetes mellitus. Los datos que provienen del Reino Unido muestran que la difusión de la obe- 23/10/14 18:01 132 sidad ha aumentado drásticamente en los últimos 3-4 decenios, no obstante una marcada disminución de la cantidad de energía asumida, lo que sugiere que la actividad física ha disminuido aún más en el mismo período9. En muchas partes del mundo, la actividad física ha dismininuido drásticamente en los últimos decenios con el aumento del número de automóviles en cada familia y el aumento de las horas transcurridas delante de la televisión o al computer. A nivel global, el 31% aproximadamente de los adultos con más de 15 años de edad han resultado insuficientemente activos en el 2008 (28% hombres y 34% mujeres), según la Organización Mundial de Salud (OMS). Asimismo, según la OMS, los porcentajes más altos se han verificado en las Américas y en la Región del Mediterráneo oriental; en ambas cerca del 50% de las mujeres son consideradas insuficientemente activas, mientras para los hombres el porcentaje es del 40% en las Américas y del 36% en el Mediterráneo oriental. La inactividad física ha sido identificada como el cuarto factor de riesgo para la mortalidad total, que causa cerca de 3,2 millones de decesos en el mundo. Estas muertes prematuras se deben a un aumento del riesgo de enfermedades cardiovasculares diabetes, cáncer al cólon y tumores ginecológicos, incluidos el tumor al seno. La osteoporosis, con el consiguiente aumento del riesgo de fractura del anca y de las vértebras, está fuertemente asociada a una reducida actividad física. Reconociendo la oportunidad de reducir los decesos y las enfermedades en todo el mundo, gracias a una dieta mejor y a una mayor actividad física, la Asamblea Mundial de la Salud ha adoptado en mayo del 2004 la Estrategia Global de la OMS sobre Dieta, Actividad Fisica y Salud. Esta Estrategia proporciona recomendaciones a los Estados miembros, a la OMS misma, a los partner internacionales, al sector privado, la alimentación y la regular actividad física para la prevención de las enfermedades no transmisibles como la diabetes, las enfermedades cardiovasculares, la osteoporosis y el cáncer. Además, el Plan de Acción Global para las enfermedades no transmisibles 2013-2020, aprobado re- DH84esp.indd 132 dolentium hominum n. 84-2014 cientemente por la Asamblea de la OMS (2013), comprende una serie de acciones tendientes a promover una dieta sana y la actividad física, y el alcance de 9 objetivos globales para las enfermedades no transmibiles, incluidos aquellos sobre la dieta y sobre la actividad física, por alcanzar en el 2025 (resolución WHA 66-10). Alimentación y actividad intelectual Actividad intelectual: ¿un proceso bioquímico? La actividad intelectual se puede definir como una actividad que requiere impulsos eléctricos muy rápidos entre las áreas del cerebro, para efectuar conexiones, encontrar significados, hipotizar, medir, comprender y, en fin, para tomar decisiones10. En definitiva, es un proceso bioquímico que implica aproximadamente una interacción entre 100 mil millones de células cerebrales o neuronas. La actividad intelectual es guiada por las neuronas. Para funcionar correctamente, ellas tienen necesidad de nutrientes como carbohidratos, proteínas, grasas, además de micronutrientes (vitaminas, minerales) y agua. Estas sustancias son empleadas por las neuronas para diversas finalidades, en las que el orden del lenguaje bioquímico entre las neuronas conexas (neurotransmisión) a través de centenares de neurotransmisores que son producidos por el cerebro – todo del alimento que comemos. ¿Cuáles son los papeles de estos nutrientes? Cognición y metabolismo energético El cerebro consume una considerable cantidad de energía con respecto al resto del cuerpo. Se considera que el cerebro puede consumir hasta el 50% de los carbohidratos ingeridos en un día. Por tanto es comprensible que los mecanismos implicados en el traslado de la energía por el alimento a las neuronas sean fundamentales para el control de las funciones cerebrales12. El metabolismo energético y la plasticidad sináptica son procesos importantes, estrictamente implicados en el control de la función cerebral, así como en la función cognitiva. Los mecanismos moleculares implicados en esta función pueden ser influenciados, positiva o negativamente, por los alimentos malos o por alimentos buenos12,13. Por ejemplo, los ácidos grasos omega 3 en la dieta estimulan la plasticidad neuronal y por tanto pueden influir la plasticidad sináptica y la cognición13. Los trastornos de la homeostasis energética han estado conexos a la patobiología de diversas enfermedades mentales y para esto la gestión de la alimentación está volviéndose un acercamiento realista para tratar los trastornos psiquiátricos. Numerosos estudios han visto que podría haber una asociación entre metabolismo anómalo (diabetes de tipo 2, obesidad y síndrome metabólica) y trastornos psiquiátricos (depresión maniacal, esquizofrenía)14. Efectos de las sustancias nutritivas en la cognición y en la memoria Se han identificado diversos componentes en la dieta que tienen efecto sobre las capacidades cognitivas. Los factores dietéticos pueden tener efecto en múltiples procesos cerebrales, regulando los recorridos de los neurotransmisores, la transmisión sináptica, la fluidez de las membranas y las vías de la trasducción de la señal. Algunos nutrientes seleccionados pueden influenciar positivamente la cognición y las emociones11. Los ácidos grasos omega 3, por ejemplo, pueden aportar mejoras en los casos de declino cognitivo de los ancianos. Los grasos saturos, las vitanimas D, E, la Colina y la combinación de antioxidantes (C, E, carotene) han demostrado tener efectos benéficos, no solamente en la cognición sino también en la memoria. En contraste con los efectos saludables de las dietas ricas de omega 3, los estudios epidemiológicos indican que las dietas con un alto contenido de grasos trans y saturados alteran la cognición13. Estudios realizados en animales para valorar el efecto del alimento ‘basura’, caracterizado por un alto contenido de grasos saturados y sacarosio, han mostrado un declino del rendimiento cognitivo después de sólo 3 semanas de tratamiento con esta dieta15. Estos resultados sugieren que la dieta tiene un efecto directo en las neuronas que es independiente por la resistencia a la insulina o de la obesidad. Más alarmante 23/10/14 18:01 dolentium hominum n. 84-2014 es el hecho que esta dieta ha logrado aumentar el burden neurológico asociado a la lesión cerebral experimental. Alimentos antioxidantes El cerebro es muy sensible al daño oxidativo, debido a su elevada carga metabólica y por la abundancia de material oxidable (ácidos grasos poliinsaturados que forman las membranas plasmáticas de las células neuronales)11. Varios micronutrientes con una capacidad antioxidante que ha sido asociada a la actividad motocondrial, han demostrado influir en la cognición. Se ha demostrado en los animales que el ácido alfa lipoico mejora los déficit de memoria con enfermedad de Alzheimer16. También la vitamina E ha sido asociada a las prestaciones cognitivas en los individuos ancianos17. Los alimentos antioxidantes pueden proteger el cerebro de la peroxidación lipídica y de los radicales de óxido nítrico. En síntesis, asumir calorías en exceso puede compometer la cognición, induciendo la oxidación de los grasos. Los alimentos antioxidantes tienen un efecto protectivo mucho mayor11. Es claro, por tanto, que los nutrientes específicos influencian positivamente la cognición actuando en los sistemas moleculares o en los procesos celulares que son vitales para el mantenimiento de la función cognitiva. Los efectos de la dieta en el cerebro se integran con la acción de otros estilos de vida como la actividad física. Aunque se ha descubierto que diversos componentes de la dieta tienen efectos positivos en la cognición o en la actividad intelectual, una dieta equilibrada sigue siendo la ‘piedra angular’ de cada integración alimentaria11. Una alimentación: Mens sana in corpore sano Permítanme concluir citando esta máxima latina: una mente sana en un cuerpo sano, gracias a una alimentación sana. Las actividades físicas e intelectuales están interconexas estrechamente entre sí y ambas tienen necesidad de energía proveniente de una buena alimentación, para un buen servicio. ¿Qué recomendaciones se pueden dar? La Organización Mundial de la Salud ha formulado las siguientes recomendaciones, tanto para las DH84esp.indd 133 133 personas individualmente como para las poblaciones: 1.- Comer aproximadamente las mismas cantidades de calorías que quema vuestro cuerpo. Un peso sano es el equilibrio entre energía consumida y energía quemada. 2.- Aumentar el consumo de alimentos vegetales, en particular fruta, verdura, legumbres, cereales integrales y fruta seca. 3.- Limitar la ingesta de grasas, prefiriendo las grasas insaturadas sanas y las grasas trans. 4.- Limitar la ingesta de azúcar semolado y preferir los carbohidratos complejos a los azúcares refinados. 5.- Limitar el consumo de sal/sodio de todas las fuentes y asegurarse que la sal sea yodada. Muchos son los consejos que provienen de las asociaciones médicas de las escuelas de salud pública, de varias agencias que obran en el campo sanitario y así en adelante. Pero hay también numerosos obstáculos que explican por qué no se siguen estas recomendaciones, y la pobreza es uno de los más importantes. Incluso en los países denominados industrializados la malnutrición es muy fuerte entre los ancianos, en diversas instituciones. El número de personas afligidas varía entre el 5 y el 10% del total de la población anciana que vive en comunidades18. En los EE.UU., cerca del 60% de los adultos con más de 65 años internados en hospital y el 35-85% de aquellos acogidos en las estructuras de residencia prolongada sufren de malnutrición. Se calcula que en el 2030 se duplicará la población anciana, según el NIH (National Institutes of Health), y que alcanzará los 72 millones de personas19. Una reciente encuesta realizada en Canadá ha puesto en evidencia que el 34% de los canadienses ancianos en el 2008/2009 corrían el riesgo de malnutrición, y las mujeres tenían mayores probabilidades de estar a riesgo con respecto a los hombres20. Las exigencias nutricionales, entre las demás exigencias de los adultos más ancianos, representan un importante problema de salud pública, que se debe afrontar inmediatamente. Si los niños tienen hambre, ciertamente tendrán problemas en la vida: escaso crecimiento y formación, un futuro miserable o una muerte precoz. Éste es también un problema a nivel mundial. Nos encontramos frente a dos desafíos: el primero está ligado a la superalimentación y a la inactividad física, asociada al clásico grupo de enfermedades no transmisibles entre las personas que tienen una amplia disponibilidad de géneros alimentarios. El segundo reto es la malnutrición a nivel mundial y una reducida expectativa de vida para muchas personas más que no tienen esta posibilidad de elegir. También si el desafío es enorme en ambos frentes, hay todavía esperanza que este peso universal no será olvidado, sino que seguirá siendo afrontado por los gobiernos, por los partner privados, por los voluntarios y por las organizaciones como la FAO (Food and Agriculture Organization) la OMS (Organización Mundial de la Salud). Bibliografía 1 Ravussin E., Kozak LP, The role of energy expenditure in the regulation of energy balance in International Textbook of Diabetes Mellitus, Third Edition. Eds De Fronzo R.A, Ferrannini E, Keen H. and Zimmet P. 2004 John Wiley and Sons Ltd pp 623-640. 2 Abbott WG, Howard BV, Christin L et al., Short-term energy balance : relationship with protein, carbohydrate, and fat balances. Am J Physiol 1988; 255(3,pt 1) :E332-7 3 Shelmet JJ, Reichard GA, Skutches CL et al, Ethanol causes acute inhibition of carbohydrate, fat and protein oxidation and insulin resistance. J Clin Invest 1988; 81(4) :1137-45 4 Ravussin E, Lillioja S. Anderson TE, et al, Determinants of 24-hour energy expenditure in man. Methods and results using a respiratory chamber . J Clin Invest 1986; 78(6) :1568-78 5 Tataranni PA, Larson DE, Snitker S et al, Thermic effect of food in humans : methods and results from use of a respiratory chamber Am J Clin Nutr 1995 ; 61(5) :1013-9 6 Westrate JA, Resting metabolic rate and diet- induced thermogenesis : a methodological reapparaisal Am J Clin Nutr 1993;58 (5) :592-601 7 Caspersen CJ, Powell KE, and Christenson GM, Physical activity, exercise and physical fitness : definitions and distinctions for health related research. Public Health Reports 1985 ; 100 :126-31 8 Storti KL, Gregg EW and Kriska AM, Methodology for physical activity assessment In The Epidemiology of Diabetes Mellitus. 2nd Edition Eds Ekoé JM, Rewers M, Willaims R, Zimmet P Wiley-Blackwell 2008 pp 71-86 9 Prentice AM, Jebb SA. Obesity in Britain: gluttony or sloth? 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Neuroscience 2002; 112 :803-814 16 Liu J, The effects and mechanisms of mitochondrial nutrient alapha-lipoic acid on improving age-associated mitochondrail and cognitive dysfunction : an overview. Neurochem Res. 2008; 33 : 194-203 17 Navarro A et al, Vitamin E at high doses improves survival, neurological performance, and brain mitochondrial function in aging male mice. Am J Physiol Regul Integr Comp Physiol 2005; 289 : R1392-R1399 18 Furman EF, Undernutrition in older adults across the continuum of care, Journal of gerontological nursing 2006; 32(1) : 22-27 19 National Institutes of Health. Dramatic changes in U.S Aging http :33www.nih.gov/ news/pr/mar2006/nia-0.9htm. 20 Ramage-Morin Pl, Garriguet D, Nutritional risk among older Canadians. http:// www.statcan.gc.ca/publ/82-003-x/2013003/ article/11773-eng.htm 2. El aporte de la telemedicina en la prevención y en el tratamiento de las enfermedades neurodegenerativas Prof. Louis Lareng Presidente de la Sociedad Europea de Telemedicina y Salud Electrónica, Administrador del GCS Télésanté Midi-Pirenei, Francia S eñor Presidente, Señoras y Señores, queridos colegas: Les agradezco por vuestra invitación que me ha dado mucho gusto. La solicitud para hablar del papel que tiene la telemedicina en el tratamiento y en la prevención de las enfermedades neurodegenerativas se refiere a un problema cada vez más actual. En efecto, estas enfermedades afectan a gran número de personas ancianas, número que sigue aumentando. Resultan cada vez más pacientes por curar y por acoger en estructuras especializadas. Esta intervención se coloca en el ámbito de las preocupaciones de Su Santidad el Papa Francisco, que con frecuencia ha hablado de la ayuda a los que están en dificultad. Los trabajos que presentaré dependen únicamente del empeño que he emprendido desde el inicio de mi carrera médica, esto es, dar acceso a cuidados de calidad para todos en cada punto del territorio. Por tanto, en 1968 he creado el SAMU a partir del CHU de Tolosa. El objetivo era proporcionar, ya en el lugar de un accidente de ca- DH84esp.indd 134 rretera, el acceso al mismo tratamiento médico y social. La creación del Instituto Europeo de Telemedicina en 1989, de la Sociedad Europea de Telemedicina en 1991 y del GCS Red Telemedicina Regional Mediodía-Pirineos en 1998, me ha permitido constituir un equipo, animado por la Dra. Monique Savoldelli, para promover y organizar esta nueva práctica médica realizada a distancia. Por tanto, me propongo: – presentarles la telemedicina desde el inicio de su actividad en el campo; – ilustrarles, a través de proyectos estimuladores, la evolución y el papel determinante en la estructuración de las cooperaciones; – enfrentar los aspectos éticos planteados por esta nueva práctica médica. 1. Presentación de la telemedicina La telemedicina se ha desarrollado en nuestro país a partir de 1996; ha sido definida como una nueva práctica a distancia, por la ley del 13 de agosto de 2004, referente a la asistencia sanitaria, reforzada por la ley del 21 de julio de 2009 referente al hospital, al paciente, a la salud y al territorio. A la telemedicina pertenecen las actividades médicas a distancia por medio de un dispositivo que em- plea tecnologías de la información y de la comunicación. Las acciones de la telemedicina están definidas por el Decreto referente a la Telemedicina del 19 de octubre de 2010. 1 – La tele-consulta, cuyo fin es permitir que un profesional médico conceda una asesoría médica a un paciente. Un agente sanitario puede estar presente junto al paciente y, si fuese necesario, asistir al personal médico; en el curso de la consulta pueden estar presentes también psicólogos, según determinadas condiciones legales de tipo social. 2 – El tele-peritaje, cuyo objetivo es permitir que el personal médico pida el parecer de uno o más profesionales médicos. 3 – El tele-control médico, cuya finalidad es permitir que los profesionales médicos interpreten a distancia los datos necesarios para el tratamiento médico de un paciente y tomen las decisiones relacionadas con su tratamiento. 4 – La tele-asistencia médica, cuyo fin es permitir que un profesional médico asista a otro profesional médico en el curso de la realización de una acción. 5 – La respuesta médica proporcionada en el cuadro del SAMU. La telemedicina constituye un nuevo modo de práctica médica en el ámbito de la evolución del sistema sanitario, factor de mejoría de la calidad de las prácticas profesio- 23/10/14 18:01 dolentium hominum n. 84-2014 nales y de los cuidados dispensados a los pacientes. La telemedicina permite poner en práctica una complementariedad de las competencias profesionales y de las estructuras contribuyendo así a optimizar la gama de la oferta de cuidados y del tiempo médico en beneficio de los pacientes. Por un lado, se facilita así el desarrollo de la organización de la oferta territorial de proximidad y, por el otro, acceder a los recursos regionales altamente especializados, a fin de permitir el acceso al nivel de competencia requerido y al tratamiento más adecuado para los pacientes en cada punto del territorio regional, conciliando las realidades topográficas y las necesidades terapéuticas en una lógica de gestión del territorio. La telemedicina se está desarrollando en todo el mundo y en todos los campos de la medicina. Dan testimonio de ello la variedad y la calidad de los trabajos realizados por numerosos países, europeos y extra-europeos, expuestos en el ámbito de la Sociedad Europea de Telemedicina que presido. Cada año se realizan dos reuniones científicas. Sin embargo, para permanecer en los límites de tiempo impartidos para mi intervención, reduciré los ejemplos citados a los trabajos realizados en la región del MediodíaPirineos. Quisiera recordar que la región del Mediodía-Pirineos, de la cual hablaré, es la más extensa de Francia, con una superficie de más de 45.000 km2, más que Bélgica, y comprende 2.800.000 habitantes. Con la telemedicina se ha tratado a más de 42.000 dossier individuales de pacientes a partir de abril de 1996 a diciembre de 2012, inherentes a 38 disciplinas diferentes en referencia a un crecimiento continuo particularmente marcado en el 2012, con más de 11.000 dossier individuales tratados. En lo que se refiere al tratamiento de las patologías neurodegenerativas, la telemedicina aporta un plusvalor para ampliar el diagnóstico, procurar el tratamiento más adecuado facilitando el acceso a las innovaciones terapéuticas, favorece la prevención, y limitar el traslado de los pacientes a los casos comprobados. Ella hace posible un control más frecuente hasta el domicilio del paciente. DH84esp.indd 135 135 Los trabajos en este ámbito en nuestra región se han desarrollado en particular en el cuidado de la esclerosis a placas (SEP) y del morbo de Alzheimer. En el cuadro de la SEP, se organizan sesiones mensuales de tele-peritaje multisitios que reúnen el servicio altamente especializado del CHU de Tolosa y los Centros hospitalarios, perno del territorio. En el ámbito del cuidado y de la asistencia a los ancianos afectados por el morbo de Alzheimer, se desarrollan numerosos proyectos, entre los cuales proyectos graduales referentes a las Unidades Cognitivo-Comportamentales (UCC) y las Unidades de alojamiento adelantado (UHR): Tele-peritaje pluridisciplinario multisitio regional de las UCC en un camino de concertación con un polo de geriatría y tele-consultaciones a nivel territorial entre las UHR y sus UCC de referencia. Se trata de favorecer un tratamiento gradual de los trastornos graves del comportamiento en las UCC y del tratamiento en el lugar de vida en una institución (UHR). La telemedicina permite también optimizar el cuidado y la asistencia de los pacientes afligidos por el morbo de Alzheimer residentes en estructuras de acogida para personas ancianas dependientes (EHPAD), con una perspectiva de extensión de 163 sitios que representan el 38% de las estructuras de la región hasta el 2017. Igualmente, es necesario subrayar el interés de esta nueva práctica como vector de formación permanente e interactiva para los profesionales sanitarios de la región. El análisis de la experiencia realizada en nuestra región y la expresión de las necesidades de los profesionales pone en evidencia la importancia de permitir que los médicos de proximidad beneficien de tele-staff (reuniones interactivas de concertación entre equipos distantes) y de sesiones de tele-formación continuada que se reserve a los médicos especializados, a los genéticos y a todos los agentes sanitarios con la posibilidad de reunir simultáneamente (multisitio), en torno a un equipo de referencia pluridisciplinario, equipos distantes geográficamente. En nuestra región, se han contado más de 15.000 participaciones de profesionales sanitarios en tele- staff y tele-formaciones organizadas en los últimos 5 años. Este tipo de uso (tele-formación, tele-staff) durará. Pero son cada vez más las necesidades referentes al cuidado y a la asistencia de los pacientes que, de ahora en adelante, constituirán el elemento motor del desarrollo de la telemedicina. En efecto, la telemedicina se integra ya plenamente en el iter sanitario ampliando el campo al empleo de aplicaciones como las siguientes: El Dossier Médico Personal (DMP) para integrar los datos y compartir las informaciones, lo cual evita el exceso de exámenes y permite compartir el plan personalizado sanitario (PPS) que proporciona informaciones acerca del estado del paciente y recomendaciones de acompañamiento social. El ROR (Repertorio Operativo de los Recursos), que permite que los usuarios, profesionales y estructuras de cada territorio, encuentren el servicio o la persona eficiente en cada instante del recorrido de curación. Un médico general, al constatar que una persona anciana ya no puede realizar determinadas acciones de la vida cotidiana, se preocupa de encontrar una ayuda a domicilio con el nombre del servicio, la dirección, las ofertas, las características y las disponibilidades. El proyecto “ViaTrajectoire”, instrumento informático de ayuda a la orientación y al traslado de los pacientes, internados que requieren una continuación de los cuidados en servicios de follow up y de rehabilitación (SSR) o en la hospitalización a domicilio (HAD). Se está pensando extender esta aplicación al campo del hándicap y a la asistencia de ambulatorio, cuando dan de alta en el hospital. La Messagerie Sécurisée de Santé (MSS), que permite el intercambio de documentos de síntesis, como informes o elementos médicos de síntesis, y de expresar las preguntas entre las partes interesadas. Por otro lado, la telemedicina es un beneficio para el rápido desarrollo de las tecnologías móviles (smartphone, tablet, sensores médicos) y de las redes celulares de alta definición (4G) y ya permite ocuparse de los pacientes en todas partes se encuentren, en el marco de la tele-consulta o del tele-control. 23/10/14 18:01 136 2.¿Cómo se desempeña la telemedicina? Con Jon KABAT-ZINN podemos afirmar que “el modo mejor para ocuparnos del futuro es ocuparnos del presente. Ahora”. Las enfermedades neurodegenerativas son causadas por una muerte neuronal. Los tratamientos son esencialmente sintomáticos. Además del morbo de Alzheimer, citamos el morbo de Parkinson y la enfermedad de Charcot, la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, la corea de Huntington, etc. Solamente se puede curar el Parkinson. Frente a la creciente solicitud de asistencia sanitaria, vinculada con el desarrollo de las enfermedades crónicas y de las poli-patologías en un contexto de envejecimiento de la población, el modelo de la medicina de proximidad, fundado en el tratamiento de las enfermedades agudas curables, no es adecuado para una asistencia sanitaria constante. Se necesitan nuevas organizaciones, que involucren una cooperación entre los agentes sanitarios médicos y paramédicos, entre el aspecto sanitario y el médico-social para una asistencia global y continua del paciente afectado por enfermedad crónica, ya sea a domicilio, en EHPAD o en casa de descanso. En dicho contexto, “el logro depende de la unidad en la diversidad” En algunos casos, ya se han definido modelos organizativos y económicos, gracias a la ayuda de Europa, de las colectividades locales y del Estado (Agencia Regional Sanitaria). Aquí explicaremos una experiencia realizada con un EHPAD en los Altos Pirineos, región montañosa en donde los médicos se mueven difícilmente, sobre todo en el período de mal tiempo. Por esta razón las enfermeras se encuentran muy aisladas. Gracias a créditos europeos, el GCS Télésanté Midi Pyrénées ha instalado una conexión a través de la telemedicina con el estudio médico situado en la ciudad más cercana, es decir Luz Saint Sauveur, en conexión con el centro hospitalario de Lourdes. Asimismo, a través de la telemedicina, este gabinete puede gozar actualmente de competencias de parte de aquellos sitios que pue- DH84esp.indd 136 dolentium hominum n. 84-2014 den proporcionarlas, en la región o fuera de ella. Dicha situación ha cambiado mucho la vida de las EHPAD y ha contribuido al bienestar y al crecimiento de los agentes sanitarios y de los pacientes. Siempre en el departamento de los Altos Pirineos, el GCS Télésanté Midi Pyrénées participa, bajo la autoridad de la Agencia regional sanitaria, al proyecto PAERPA (Personas ancianas a riesgo de pérdida de la autonomía), cuyo objetivo es reforzar la cooperación y la coordinación entre los profesionales del sector sanitario, social y médico social con el fin de minimizar la falta de cobertura, particularmente desventajosa para determinadas personas ancianas, y limitar el recurso no justificado a la hospitalización. En lo que concierne el financiamiento, el proyecto PAERPA prevé: – la remuneración convencional (artículo 45 de la Ley de Financiamiento de la Previsión Social para el 2013) – el ONDAM (Objetivo Nacional de los Gastos de Seguro Sanitario) – el Fondo de Intervención Regional (FIR). Esta fórmula me parece muy complicada debido a la contabilidad que comporta. Podemos recordar también un proyecto de identificación de la fragilidad. La fragilidad no es una enfermedad Ella es considerada un síndrome predictivo sobre el cual es posible actuar para prevenir la dependencia. La prevención debe estar en el centro del “acompañamiento y del cuidado de las personas ancianas”, según la expresión utilizada por el Gobierno francés. La Alta Autoridad de la Salud (HAS) ha hecho llegar recomendaciones sobre la identificación de las fragilidades, indispensables para conocer los últimos progresos en el ámbito de la medicina para los ancianos, las demencias, los trastornos del comportamiento, la nutrición, los trastornos motores y la dependencia, los trastornos de la memoria, las patologías de los residentes de las casas de descanso y los cuidados gerontológicos. La identificación de la fragilidad es desarrollada en el Mediodía-Pirineos en el ámbito de una experimentación hecha por la SFGG (Sociedad Francesa de Geriatría y Gerontología) y por el CMPG (Congreso Nacional de los Profesionales de la Geriatría). El médico de cabecera se basa en una tabla de identificación y puede dirigirse, para los casos más problemáticos, al médico de referencia del day hospital mediante tele-peritaje o la tele-consulta para confirmar la indicación de balance y prepararla. Para estos pacientes, en los cuales la disminución de la actividad motor es una señal importante, la verificación de la puesta en marcha de la prevención podrá ocurrir en cercanía, en el centro sanitario pluridisciplinario local, con el sostén del personal paramédico básico y del personal de day hospital para la fragilidad, presentes gracias a la telemedicina. En fin, quisiéramos recordar una iniciativa regional que tiende a realizar y organizar cursos de formación para ayudar “a los que ayudan”. En esta categoría figuran las personas queridas de los que sufren, entre los cuales sus familiares. Así la presencia de los agentes no sanitarios permitirá dar la alerta con la telemedicina y con frecuencia tratar la situación. Se trata por los demás, de una dimensión de intervención conforme a las misiones de Su Santidad el Papa Francisco, que desea la movilización de todos, para ayudar en cada dificultad en el plano social y médico. En el Mediodía-Pirineos nos comprometen en esta misión desde ahora, con el apoyo incondicional de las comunidades locales, en el marco de una universidad ciudadana. Más allá de estos proyectos, subsisten fuertes interrogantes sobre los modos organizativos y financieros de una difusión de escala de la telemedicina. Debemos tratar aún cuestiones estructurales, mientras las tecnologías son maduras y el cuadro reglamentario bien establecido. Las decisiones se podrán tomar sólo después de una amplia concertación entre las partes interesadas. Sólo bajo esta condición, por lo demás, asistirán al desarrollo de la telemedicina al servicio de nuestros enfermos. 23/10/14 18:01 dolentium hominum n. 84-2014 3.La Ética Citamos Albert Schweitzer: “Cada uno se esfuerce en el ambiente en donde se encuentra para dar testimonio a los demás de una verdadera humanidad. De esto depende el porvenir del mundo”. La CNIL (Comisión Nacional Informática y Libertad) ha decidido inscribir este punto en el programa de su Dirección de los “Estudios, de la innovación y de la promoción” en la temática “Salud, Bienestar en el mundo numérico”. Ella ha publicado consejos acerca de los sistemas de tratamiento y de asistencia electrónicos. Si todos estos dispositivos responde a una demanda creciente, es necesario evitar que no pongan a riesgo los derechos y la libertad de los individuos, en particular su dignidad. Es necesario obtener el consentimiento del individuo en cuestión y, donde fuese posible, recoger el consentimiento de sus representantes legales o de sus familiares después de haberlos informado de poner en práctica el dispositivo. Las cámaras, cuando son empleadas, no deben funcionar allí donde se impone el respeto de la intimidad (como el baño). Si la aceptabilidad de los instrumentos y de los servicios está condicionada por la optimización de su integración a los software utilizados por los profesionales en su ejercicio cotidiano, la solicitada “transparencia” tecnológica no debe llevar a ocultar los aspectos de responsabilidad referentes a la práctica de la telemedicina y, más en general, a los intercambios y al compartir de las informaciones sanitarias. El aprendizaje del trabajo en partenariado en el ámbito de las cooperaciones se refiere al mismo tiempo a las instituciones y a los profesionales. Además de la seguridad de las técnicas y de los sistemas empleados, es necesario tener en cuenta la seguridad de los procesos organizativos. Los fundamentos de una cooperación se apoyan en el respeto de las identidades y de las responsabilidades de cada uno. La adopción de un código de buena conducta ético y profesional debe presidir el compromiso de los DH84esp.indd 137 137 partner en el ámbito de la telemedicina, al servicio de las cooperaciones. El deber de información, de recolección del consentimiento del paciente, de trazabilidad de los intercambios y de protección de la confidencialidad de los datos sanitarios, constituyen desafíos importantes en la relación de confianza con el paciente en el cuadro de la práctica de colaboración. Sobre el particular, son esenciales la gestión de las habilitaciones y la trazabilidad del acceso a los datos. Es oportuno tener en cuenta el impacto de la evolución de las prácticas en la relación “Médico/ enfermo”. A la relación “autoridad/confianza” se sustituye el de “calidad/confianza”. Aquí entra en juego el aspecto jurídico que, a su vez, puede turbar las relaciones profesionales entre los miembros del personal sanitario que, por efecto “bola de nieve” comporta el degrado de las relaciones humanas. La evolución de las prácticas del “singular al plural” y el surgimiento de las prácticas colaboradoras no implica una dilución, ni una exoneración sino una acumulación de responsabilidades individuales de las entidades y de los profesionales involucrados, con respecto a los pacientes a los que deben la mejor asistencia. El personal hospitalario debe estar comprometido totalmente, estar atento a eventuales hospitalizaciones y asegurarse de la transición con los médicos de las ciudades, tanto en el ámbito organizativo como en aquel operativo y ético. Según una fórmula de Jon Kabat-Zinn, “quizás es necesario acordar nuestra visión así como se acuerda un instrumento para aumentar su sensibilidad, su alcance y su claridad”. Nuestra época se caracteriza por el acontecimiento de los números, en el que partes enteras de la existencia humana se desarrollan a través de procesos de comunicación virtual: la educación y la formación, el consumo, el ejercicio profesional, la estructuración de los vínculos sociales y afectivos, el ejercicio de la ciudadanía, el acceso a la cultura, etc. El papel del sector industrial (agentes de red, de servicios en lí- nea, técnicos informáticos y de terminales electrónicos, etc.) se vuelve de importancia fundamental y obliga al conjunto de las instituciones sociales a rever su posición. La salud y la medicina no escapan a esta evolución La telemedicina, en cuanto nacida por el hecho mismo de la existencia de estos nuevos instrumentos numéricos y porque es por naturaleza pluridisciplinaria y reticular, se volverá el nuevo paradigma de la práctica médica. Corresponderá a los médicos, a los pacientes y a sus familiares apropiarse de manera voluntaria de este nuevo paradigma con el objetivo de conservar los principios humanistas; el respeto de la dignidad humana y la atención a los más débiles. Estamos en una época en la que el aporte de las asociaciones de los enfermos desarrolla un papel de calidad en la información y en la organización de los cuidados. Debido a los progresos actuales de la información, los pacientes tienden a participar a su asistencia. La telemedicina debe reflexionar en el marco de estas evoluciones y para favorecer este papel nacen asociaciones de pacientes que, en particular, facilitan el acceso a competencias médicas adecuadas. La telemedicina permitirá garantizar a todos los pacientes una buena asistencia y un buen acompañamiento, en el momento justo, de parte de buenos profesionales, que dispongan de la buena información. La innovación debe concentrarse en la forma organizativa de la práctica médica. Ella debe pasar por fases de experimentación en el campo, conducidas por equipos pluridisciplinarios (médicos, ingenieros, etc.). Debo precisar que cada ambición se puede realizar sólo con un método, el de la escucha y del diálogo, que presupone la implicación de todas las partes interesadas. Nosotros tenemos siempre confianza en nuestro objetivo ya que “la esperanza es el ancla de nuestra vida. ¿Qué insensato osaría, sin ella, embarcarse en este mar del siglo, habitado por vientos y tempestades?”. 23/10/14 18:01 138 dolentium hominum n. 84-2014 3. Domótica y Robótica Dr. Dario Russo Investigador en el Laboratorio de Domótica, Instituto de Ciencia y Tecnologías de la Información (ISTI), Consejo Nacional de Investigaciones (CNR), Italia Introducción No obstante que en los últimos años se hayan realizado muchos pasos hacia delante, la idea fundamental de Ambient Intelligence (AmI) descrita por Weiser [1] aún está lejos de volverse realidad. Continuamente, las actividades de investigación proponen nuevos servicios y algoritmos capaces de proporcionar soluciones cada vez más eficaces y sofisticadas. Los paradigmas Ubiquitous Computing, Ambient Intelligence [2], y Context-Aware pintan un cuadro de la sociedad futura, en la que los seres humanos están circundados, en todas partes y en todo momento, por interfaces inteligentes incorporadas en objetos de uso común, como muebles, vestidos, vehículos, calles y materiales inteligentes. Esta visión prevé una conectividad de alto alcance, mediante la cual las personas y los objetos están en la capacidad de actuar entre sí y con el ambiente. Una condición para la realización de dicha visión es que el ambiente, a su vez, sea capaz de identificar y localizar a los usuarios. Además, la infraestructura tecnológica debe permanecer en la periferia de nuestra conciencia y moverse en el centro sólo si y cuando es necesario. De este modo las capacidades computacionales se vuelven ‘invisibles’. En dicha visión, la casa del futuro ciertamente será un ambiente tecnológicamente más rico, que ofrecerá decenas o incluso centenares de servicios en red que van de la simple transmisión continua de flujos de datos video a un sistema complejo de gestión de la energía DH84esp.indd 138 de la casa. Algunos de estos servicios serán proporcionados por dispositivos internos en la casa y otros por provider externos. Dichos servicios permiten que cualquiera administre una amplia gama de electrodomésticos y controle otras funciones vitales de la casa. En los últimos años las tentativas para mejorar la autonomía de los ancianos, de los enfermos y de los discapacitados han comenzado a aprovechar las tecnologías fácilmente disponibles. Los controles ambientales se pueden considerar como ayudas eficaces para mejorar las capacidades funcionales de muchos usuarios. Las personas con discapacidad pueden ser totalmente incapaces de hacer funcionar físicamente los objetos que están en torno a ellas. Por tanto, un ambiente domótico y robótico, que pueda proporcionar servicios simplemente útiles para la mayoría de las personas, para un usuario discapacitado, puede volverse necesario a fin de superar los propios límites físicos. El sistema ambiental puede ser el único modo con el cual estas personas controlen el mundo que les rodea. Los elementos típicos dentro de la casa que pueden ser controlados son: iluminación, ventanas y persianas, puertas, altoparlantes, calefacción, ventilación aire acondicionado, los electrodomésticos (refrigeradora, lavadora, horno, etc.), instalaciones audio-visuales, anti robo y alarmas anti incendio, telecomunicaciones. Se pueden automatizar muchas secuencias de control operacional para evitar al usuario el esfuerzo de adecuarse a los sistemas. Así una grande mejora a dicho control puede venir de la añadidura de cierto grado de “inteligencia” al sistema permitiéndole reconocer las actividades recurrentes, las situaciones peligrosas o no acostumbradas con el fin de anticipar los problemas de salud o particulares exigencias de los usuarios dentro de la casa. Dichos problemas se pueden afrontar a través del monitoreo de las actividades de los usuarios habituales, que permite crear perfiles basados en reglas, con el fin de captar y formalizar su comportamiento normal. Sin embargo, hablando de privacy muchas personas tienen problemas al saber que sus actividades son monitoreadas, y esto se refiere también al modo como ocurre esto, qué informaciones son transmitidas y a quién. Obviamente, dichas preocupaciones se deben enfrentar a través de acuerdos adecuados y la salvaguarda de la privacy. La Domótica La domótica es la ciencia que se ocupa del estudio de las tecnologías aptas para mejorar la calidad de la vida en casa y más en general en los ambientes antropizados. Esta área, fuertemente interdisciplinaria, requiere el aporte de muchas tecnologías y profesionalidades, entre las cuales ingeniería de construcción, ingeniería energética, automación, electrotécnica, electrónica, telecomunicaciones e informática. La domótica permite poner a disposición del usuario instalaciones que van más allá de lo “tradicional”, en las que los aparatos y sistemas tienen la capacidad de desarrollar funciones parcialmente autónomas (según reacciones a parámetros ambientales de naturaleza fija y preestablecida) o programadas por el usuario o, sólo recientemente, totalmente autónomas (que actúan como reacción a parámetros ambientales y actividadas mediante programas dinámicos). Con la domótica es posible integrar los diferentes servicios y funcionalidades domésticos, tradicionalmente diferentes y separados, en una única red cooperativa e interoperable de modo que pueda crear funcionalidades dinámicas cada vez más adelantadas e inteligentes. En la Figura 1 se muestran algunos ejemplos de instalaciones y funcionalidades que pueden encontrarse en el interior de una casa. Gracias a una instalación domótica capaz de integrar y hacer interactuar las instalaciones, es posible 23/10/14 18:01 dolentium hominum n. 84-2014 139 Figura 1 Ejemplos de instalaciones y funcionalidades domésticas crear funcionalidades adelantadas e inteligentes que, de lo contrario serían difícilmente realizables o altamente complejas, como por ejemplo: – el sistema di irrigación que es controlado por la estación meteorológica: la irrigación tiene lugar solamente si no está lloviendo o no ha llovido recientemente; – las luces externas son controladas por la estación meteorológica o por un relé de presencia: las luces se encienden si la estación meteorológica registra que está oscuro y si el sensor de presencia registra una persona que está pasando. Luego de un determinado lapso de tiempo, las luces se apagan automáticamente; – una pantalla touch única que permite controlar las diferentes instalaciones de la casa como las persianas, las luces, los electrodomésticos principales, la termorregulación, etc. gozando de una única interfaz (Figura 2); – las válvulas de erogación de Figura 2 Una pantalla touch domótica DH84esp.indd 139 agua y gas que son controladas por las válvulas de erogación de agua y gas que son controladas por relé de pérdidas y fugas: cuando se registra una pérdida de agua o de una fuga de gas, la válvula respectiva se cierra con el fin de evitar daños o situaciones peligrosas para quien vive en casa; – la termo-regulación comandada por los relés de presencia: los relé de presencia permiten activar el empleo de los calentadores o del aire acondicionado sólo en los ambientes donde se utilizan; – las persianas y las cortinas pueden ser accionadas por la estación meteorológica y por sensores de luminosidad: las persianas y las cortinas se posicionan con respecto a la posición del sol, de la situación meteorológica, de la luz interna al ambiente para una iluminación optimal, por la presencia de habitantes en la casa; – las luces internas son controladas por el relé de presencia y luminosidad: si no entra luz suficiente y si es registrada la presencia de personas en el ambiente, se encienden automáticamente las luces y luego se apagan cuando ya no hay nadie; – habilitar o deshabilitar temporáneamente el acceso de las personas dentro de la casa (por ejemplo con un lector de huella digital o una videocámara capaz de reconocer los rostros) con respecto a la tipología de persona y a las fajas horarias. Por ejemplo, la mujer de la limpieza puede entrar sólo desde las 8 hasta las 9:30 de la mañana, los hijos pueden entrar siempre, etc.; – administrar cargas eléctricas y deshabilitar temporalmente los electrodomésticos cuando se verifica un exceso de consumo en un mismo lapso de tiempo, con el fin de evitar que se corte la corriente eléctrica. Por ejemplo, si están encendidos al mismo tiempo el horno eléctrico y la lavadora, a la superación de los 3kW/h, es posible desactivar automáticamente la lavadora hasta cuando el horno no termine la cocción, o es posible programar la activación de los electrodomésticos con respecto al plan de consumo, como por ejemplo, si debe estar encendido el horno eléctrico y la lavadora, el sistema puede encender el horno cuando la lavadora se encuentra en un estado de bajo consumo que continúa por un tiempo suficiente para terminar la cocción; – administrar las cargas eléctricas activándolas en caso de producción de energía proveniente de fuentes renovables o dentro de determinadas fajas horarias. Por ejemplo el boiler, la lavadora, sólo cuando es posible utilizar la energía auto producida por paneles fotovoltaicos, sistemas eólicos, etc.; – administrar a distancia instalaciones domésticas: un sistema domótico se completa generalmente a través de uno o más sistemas de comunicación con el mundo externo, como por ejemplo mensajes telefónicos pregrabados, SMS, generación automática de páginas web o e-mail, para permitir el control y la visualización del estado de la instalación también desde lejos. En general, la domótica propone soluciones que tienden a: – confort: hacer más fácil y confortable la vida de los habitantes administrando algunos parámetros ambientales como la temperatura, la iluminación, etc.; – ahorro energético: una gestión automatizada puede permitir un ahorro energético significativo. Por ejemplo, es posible activar automáticamente los electrodomésticos, particularmente los que consumen mucha energía, sólo en determinados momentos de la jornada o bajo determinadas condiciones como la eventual auto producción de energía limpia a través del fotovoltaico y/o eólico; – safety: la seguridad de la persona en el ambiente doméstico, como por ejemplo un sistema de control de las caídas, de algunos parámetros vitales, etc. La safety es un factor particularmente importante para los discapacitados, ancianos y 23/10/14 18:01 140 enfermos crónicos, pues para ellos significa la posibilidad de tener más autonomía. – security: como los sistemas de anti-intrusión; – control remoto: poder controlar y comandar la casa desde lejos; entertainment: administrar las aplicaciones multimediales como audio/video; – acceso a los servicios externos: acceder a los servicios proporcionados por terceras partes como las que permiten la participación desde casa en la vida socio-política (e-government), la socialización y la inclusión social, el contacto con parientes, amigos, etc. – integración de todas las instalaciones domésticas: con el fin de crear una única red que incluya todas las instalaciones presentes en casa, para realizar y administrar funcionalidades adelantadas. dolentium hominum n. 84-2014 Figura 3 Relé de presencia y contacto magnético Gracias a la integración entre las instalaciones domésticas, la domótica permite utilizar el mismo dispositivo para varias finalidades, de acuerdo con la situación contingente. Por ejemplo, un mismo relé de presencia (Figura 3) puede funcionar como sistema de alarma cuando ninguno está en casa, y en cambio para encender y apagar las luces cuando la casa está habitada. Los contactos magnéticos que se colocan en las puertas y ventanas (Figura 3) se pueden utilizar como sistemas de anti intrusión cuando ninguno está en casa y para desactivar temporalmente el sistema de termo regulación, cuando se abre la ventana. puede abrir, por ejemplo, la puerta de casa desde cualquier lugar del ambiente o posición física (como por ejemplo la cama); – la integración de dispositivos médicos con los domóticos como por ejemplo el empleo de distribuidor de pastillas que proporcione automáticamente las medicinas de acuerdo con el estado de salud del paciente; – la garantía de una mayor seguridad personal como por ejemplo a través de un sistema de monitoreo de las caídas, el empleo de alarmas visivos y/o acústicos; – el empleo de plataformas de telecomunicaciones para que el paciente no se sienta solo, manteniéndolo en contacto con familiares, amigos y hacer que participe activamente en la vida social aunque permaneciendo en casa; – el empleo de juegos “serios” (serious games), para mantener activa la mente y verificar periódicamente el estado físico del paciente; – el monitoreo de las actividades de los pacientes con capacidades cognitivas reducidas, que les impide, por ejemplo, salir de casa sin control. La domótica asistiva La robótica La domótica asistiva es la rama de la domótica que tiene como finalidad permitir que los ancianos, los enfermos crónicos y los discapacitados, permanezcan en casa en total seguridad y confort. Una casa realizada a medida para estas personas, les permite compensar los límites físicos o psíquicos causados por su estado de salud incrementando así la calidad de vida. Ejemplos de domótica asistiva son: – el control del ambiente doméstico empleando la voz, el pensamiento o los gestos. La persona La robótica es la rama de la tecnología que comprende el proyecto, la construcción, la actividad y la aplicación de robot. Cuando comúnmente pensamos en un robot, nos imaginamos algo con apariencia humana capaz de colaborar como un ser humano. Desafortunadamente, la tecnología aún está bien lejos de lograr realizar un robot capaz, por ejemplo, de cargar la lavadora con la ropa, de planchar y quitar el polvo (Figura 5). DH84esp.indd 140 Uno de los objetivos de la robótica es desarrollar humanoides capa- Figura 4 Instrumento empleado en la domótica asistiva Figura 5 De la película “Yo y Catalina”, dirigido por Alberto Sordi, 1980. Figura 6 El humanoide ASIMO ces de aprender, de colaborar y ser un partner pacífico y amigable para el ser humano. Un humanoide es un robot que tiene la misma estructura general de un humano. Como humano, camina con dos pies, tiene un cuerpo, dos brazos, dos piernas y una cabeza. Un humanoide no semeja de manera convincente a una perso- 23/10/14 18:01 dolentium hominum n. 84-2014 Figura 7 El androide iCub 141 aprendizaje que le permitan incrementar la experiencia, a través de la interacción con el ambiente y con las personas. Ambient Intelligence e Internet of Things na real. Por ejemplo, el humanoide ASIMO [3] tiene un casco en lugar de un rostro (Figura 6). Por el contrario, androide (macho) o ginoide (hembra) es un humanoide diseñado para semejar lo más posible a una persona real, como por ejemplo, iCub [4] (Figura 7). Un cyborg, en cambio, es un robot construido con partes biológicas y con partes artificiales . En el mundo de la investigación, el humanoide es un caso particularmente interesante por estudiar y se pone como modelo ideal con el fin de que se realicen las expectativas arriba descritas. Para comprender la razón, es necesario partir de un presupuesto: un humano realiza un conjunto de acciones de acuerdo con la experiencia que ha logrado de modo directo (probando, equivocándose, etc.) e indirecto (con la enseñanza e/o mirando a los demás). Por ejemplo, para abrir la puerta, se sabe que es preciso empujar hacia abajo la manija y, para lograrlo, es preciso hacer un determinado movimiento con la mano, con el brazo y empujar. Cuando un humano debe abrir una puerta, sabe por experiencia, que es preciso realizar estas acciones sin plantearse los problemas referentes al funcionamiento de la manija, de cómo rueda, pero sobre todo de las leyes físicas (fuerzas en juego) que intervienen durante estas maniobras. Esto demuestra que la experiencia es el fundamento de la intuición y que el humano interactúa con el ambiente. Tener estructuras físicas semejantes ayuda al humanoide a lograr experiencias análogas a las humanas. De este modo se favorece el proceso de aprendizaje hombre – robot, explotando el lenguaje universal de comunicación: el cuerpo. Para aprender de la experiencia humana, el humanoide debe estar equipado con sistemas de auto- DH84esp.indd 141 El Ambient Intelligence (AmI) es un paradigma que tiende a realizar ambientes inteligentes en los que las personas pueden vivir circundados por las tecnologías informáticas y telemáticas. Para respetar los principios básicos de este paradigma, las tecnologías empleadas deben ser: – sumergidas: integradas en el ambiente e invisibles al usuario; – interoperables: todos los dispositivos deben ser capaces de comunicar entre ellos independientemente de su tecnología, marca, modelo, etc.; – conscientes: capaz de reconocer al usuario y el contexto ambiental en el se aplican; – personalizadas: a medida para satisfacer las necesidades específicas de cada persona que las usa; – adaptativas: capaces de cambiar y modelarse en el tiempo con respecto a las nuevas exigencias y necesidades de las personas que las usa; – anticipatorias: capaces de anticipar y satisfacer las necesidades y deseos de las personas que las usan, antes que éstas tengan necesidad. El Internet of Things (IoT) es un paradigma que se refiere al hecho de poder identificar unívocamente un objeto o su representación virtual dentro de una red Internet, donde los objetos se vuelven reconocibles, logran inteligencia, son capaces de comunicar los datos entre ellos y acceder a las informaciones de otros dispositivos. Todos los objetos aferentes al Internet of Things tienen un papel proactivo conectándose a la red (Figura 8). Ejemplos de aplicación de Ambient Intelligence y de Internet of Things son el despertador que suena en un horario que varía en función del tráfico en la calle; los zapatos de un corredor que transmiten en tiempo real a personas en otros lugares los valores del cronómetro, de la velocidad y de la distancia recorrida, permitiendo quizás de competir juntos; el porta pastillas del enfermo que alerta a los fami- Figura 8 Internet of Things, cada cosa está conectada con la red 23/10/14 18:01 142 liares si éste no toma la medicina. Otros ejemplos de aplicación sobre como pueden cambiar la vida cotidiana son: la iluminación, la climatización y la música que se adaptan de modo automático al estado psicofísico de los habitantes de la casa, sin necesidad de digitar números o aplastar pulsantes; cuadros que cambian su contenido según el humor de las personas o paredes que cambian de color según el nivel de ansia; la casa que capta emociones y estrés, captando las expresiones del rostro, la postura o los parámetros fisiológicos (como velocidad del respiro, latido cardiaco o temperatura corporal) a través de dispositivos que se cargan o pulseras con respectivos sensores (como los sistema de eye-tracking y webcam). La domótica y la robótica comparten problemáticas y soluciones semejantes. Estas dos tecnologías pueden cooperar para mejorar las funcionalidades de la casa y ofrecer soluciones cada vez más adelantadas, especialmente dirigidas a los ancianos, discapacitados y enfermos crónicos [5]. Para alcanzar estos objetivos tanto la domótica como la robótica necesitan resolver determinadas problemáticas que incluyen (Figura 9): Figura 9 Elementos del AmI y IoT DH84esp.indd 142 dolentium hominum n. 84-2014 – un contexto semántico: contextualizar el ambiente y el usuario. Estas tecnologías deben conocer y entender el ambiente y el usuario a 60 grados; – técnicas de inteligencia artificial: para adquirir experiencia y saber como usarla. El CNR y el laboratorio de domótica El CNR (Consejo Nacional de Investigaciones) es la administración pública de investigación científica más grande de Italia. La misión del CNR se resume en el objetivo de crear valor a través de los conocimientos generados por la investigación, persiguiendo a través del desarrollo de la investigación científica y la promoción de la innovación, la competitividad del sistema productivo y las necesidades individuales y colectivas de los ciudadanos. Como base de dicha misión, está la convicción de que la actividad de investigación y desarrollo sea determinante para generar mayor ocupación, bienestar y cohesión social. La red científica del CNR está formada por más de 100 Institutos articulados y difundidos en todo el territorio nacional y se caracteriza por un elevado grado de multidisciplinariedad que lo distingue de todas las demás entidades. Gracias a su capilaridad en el territorio, el CNR promueve una amplia difusión de sus competencias facilitando los contactos y la cooperación con las empresas y organizaciones locales. El ISTI (Instituto de Ciencia y Tecnologías de la Información) es un instituto del CNR y está situado en el área de investigación del CNR de Pisa. La misión del ISTI es producir excelencias científicas y jugar un papel activo en la transferencia de la tecnología. Se subdivide en 5 áreas temáticas: ciencias y tecnología de las redes; ciencia y tecnología del software; tecnologías de la ciencia del conocimiento; tecnologías visuales y de alta prestación; vuelo y estructuras mecánicas. El laboratorio de domótica está estructurado dentro del ISTI y focaliza su actividad de investigación para contribuir en la realización de nuevos escenarios doméstico-ambientales en los que las capacidades computacionales no se limiten a los dispositivos tradicionales de cálculo, sino se extenderán también a las cosas comunes. Los objetos y el ambiente interactuarán entre ellos con el fin de sostener a los usuarios en el desarrollo de las actividades cotidianas de manera natural, empleando las informaciones y la inteligencia que se esconde en la red domótica que une los aparatos (la complejidad tecnológica se volverá invisible para el usuario). Partiendo del estado del arte de la Domótica (Figura 10), el Laboratorio desarrolla actividades de investigación en los sectores del Ambient Intelligence y de Internet of Things concentrándose en tres paradigmas fundamentales: ubiquitous computing, ubiquitous communication e interfaces amigables inteligentes. Los esfuerzos tienden a la realización de un ciberespacio no determinista y abierto en cuyo interior entidades autónomas e inteligentes interactuarán de manera que pongan al hombre en el centro de un cuadro que verá la realización de la casa del futuro totalmente integrada. Este espacio tendrá la capacidad de auto organizarse y auto adaptarse adecuándose al usuario y anticipando sus exigencias. 23/10/14 18:01 dolentium hominum n. 84-2014 143 Figura 10 Domótica como base para construir aplicaciones AmI y IoT Para responder a estos retos, el laboratorio trabaja en un ámbito necesariamente multidisciplinario que involucra la ciencia informática, las ciencias sociales, la ingeniería eléctrica y la electrónica, el design industrial, la arquitectura y las ciencias cognitivas. Los campos operativos se extienden a nivel Smart Cities con la integración de modo automático y no invasor de diversos ambientes Aml (como la casa, el automóvil, los espacios públicos, etc.) en previsión también de que se dirigirá particular atención a las necesidades de los ancianos, a la supervisión de los niños, a las problemáticas de la discapacidad y de la seguridad, a la telemedicina, al e-government y a la e-democracy. El Laboratorio es miembro de la asociación europea KNX, de KNX Italia y de la asociación UPnP. La solución para ancianos, enfermos y discapacitados, ideada y realizada por el Laboratorio de Domótica Gracias al adelanto tecnológico que ha llevado a la miniaturización de los componentes electrónicos, a la investigación científica que está trabajando nuevas soluciones en los campos referentes al Ambient Intelligence y al Internet of Things, la mayoría de los objetos de uso cotidiano ya son cada vez más tecnológicamente adelantados, evolucionados y funcionales. Este trend está en crecimiento continuo y en el breve período seguramente será posible realizar una miríada de aplicaciones evolucionadas hasta ahora absolutamente impensadas. Si hasta hoy era el usuario que debía adaptarse a los vínculos y a los límites de la DH84esp.indd 143 tecnología, el objetivo del Laboratorio de Domótica es hacer que en el futuro próximo, tanto la tecnología como el ambiente circunstante se adapten a las exigencias y necesidades de las personas y no viceversa. La visión del Laboratorio es poner al hombre en el centro de la atención y hacerlo protagonista activo y principal. Motivaciones Hasta hoy, las soluciones que contribuyen de manera importante y significativa en la gestión de la salud de los ancianos, discapacitados y enfermos crónicos, en sus casas, hay que buscarlas en el campo de la telemedicina. En efecto, estas soluciones permiten que los pacientes estén monitoreados constantemente y, al mismo tiempo, puedan vivir su vida en su habitación, en plena tranquilidad y seguridad. Los dispositivos médicos para el control constante de los parámetros vitales, por ejemplo, insertados en camisetas, brazaletes, relojes, etc. son cada vez más sofisticados y permiten cada vez más un cuidadoso control a fin de identificar y registrar oportunamente las situaciones de peligro en las que se necesita una intervención. Pero con frecuencia el tiempo de la llamada (también automática) y la intervención efectiva, la emergencia ya está en curso y lamentablemente puede tener efectos dramáticos. Un sistema capaz de anticipar el peligro antes de que éste se verifique, podría permitir una intervención más tempestiva y eficiente que haría la diferencia y con frecuencia salvaría la vida. La solución estudiada y prototipada por el Laboratorio de Domótica, es un sistema software capaz de superar los límites actuales de la tele-medicina introduciendo tecnologías software asistivas e innovadoras capaces de: – contextualizar el ambiente y los usuarios enriqueciendo el sistema de sistemas semánticos con el fin de: – poder identificar un dispositivo empleando su descripción y / características como por ejemplo “la lámpara sobre el comodín” “la TV de cocina” etc.; – dar un objetivo por alcanzar al sistema sin especificar como realizarlo, encontrando automáticamente la mejor solución como por ejemplo: la indicación de “tener más luz en la habitación” permite que el sistema entienda automáticamente si es el caso de encender una luz y/o levantar las persianas y/o la cortina, apuntando también a maximizar el ahorro energético; – aplicar técnicas de machine learning para aprender las costumbres y preferencias de los pacientes. Esto permite: – anticipar las acciones de los usuarios de acuerdo con sus actividades precedentes. Aprendiendo las costumbres de las personas, el sistema es capaz de anticipar hechos en el momento más oportuno como por ejemplo: al regresar a casa, encender la luz del salón, encender la radio y levantar las persianas; – monitoreo de los comportamientos anómalos del usuario. Si un comportamiento resulta inusual, podría ser una señal de malestar físico o de estado de alteración mental que podría ser marcado en tiempo real a quien es debido. Algunas señales como por ejemplo un descanso prolongado en el sofá, el tiempo significativamente mayor para subir las escaleras, etc., podrían ser síntomas del posible agravarse de la enfermedad; – adaptar las reglas aprendidas con relación al cambio de costumbres del usuario. En determinadas circunstancias, el paciente podría cambiar sus costumbres y el sistema debe ser capaz de aprenderlas modificando aquellas precedentes, como por ejemplo: en primavera el paciente sale de casa con más frecuencia con respecto a las demás estaciones. El laboratorio dispone de un laboratorio demostrativo (Figura 11) abierto al público que muestra al- 23/10/14 18:01 144 gunas de las soluciones estudiadas y realizadas dentro de sus actividades de investigación. Conclusiones Cargar la lavadora de platos o de ropa, quitar el polvo y planchar aún son hoy actividades que es preciso desarrollar manualmente, no obstante que las evoluciones tecnológicas permitirán dentro de poco revolucionar tanto los trabajos domésticos, como la vida así como la conocemos hoy. En particular, las tecnologías que se refieren a las técnicas asistivas, la seguridad, la Figura 11 El laboratorio demostrativo DH84esp.indd 144 dolentium hominum n. 84-2014 prevención y el confort están progresando cada día más ofreciendo soluciones cada vez más eficaces. Muchas de las soluciones descritas aún están en fase de desarrollo y estudio y es preciso efectuar aún un gran trabajo sobre todo en el campo de la investigación científica. Algunos sistemas ya son disponibles, como en el caso de la domótica, que ya es capaz de ofrecer instrumentos de auxilio, más o menos evolucionados, para numerosas situaciones. El sistema desarrollado por el Laboratorio de Domótica, que se sirve de técnicas de inteligencia artificial, es capaz de activar automáticamente las acciones identificadas como respectivas, como por ejemplo apagar la luz en el momento que se enciende la TV, accionar automáticamente el sistema de alarma después que se ha apagado tanto la televisión como las luces de la habitación, disminuir de modo automático el volumen del televisor si llega una llamada telefónica. Del mismo modo, en el Laboratorio se está estudiando para que un sistema que se base en los mismos principios informáticos, logre prevenir eventuales emergencias de salud, reconociendo de modo personalizado los cambios en las actividades de rutina, evidenciando las anomalías prolongadas, por ejemplo los golpes de tos o la frecuencia de empleo del baño, y eventualmente sea capaz de informar al médico o a los familiares. Dichas innovaciones están encontrando aplicaciones en el campo de la asistencia a los ancianos. El Laboratorio de Domótica tiene competencias en los sectores de la domótica y del Ambient Intelligence y de Ambient Assisted Living, incluido el desarrollo de soluciones software en dichos sectores (tanto en ambiente desktop, en Web como en dispositivos móviles), mantiene colaboraciones activas con varias universidades y empresas italianas y extranjeras, y con varios Institutos del CNR. El Laboratorio está abierto a propuestas de colaboración para la definición de propuestas de proyectos tecnológicos y de investigación para someterlos a subastas de competición, así como para desarrollar actividades de investigación, asesoría y transferencia por cuenta de terceros para empresas. Algunos artículos del Laboratorio de Domótica relacionados con los temas tratados Miori V., Russo D. Domotic evolution towards the IoT. En: The 28th IEEE International Conference on Advanced Information Networking and Applications (AINA-2014), Victoria, Canada, May 13-16, 2014 Miori V., Russo D., Concordia C. Meeting People’s Needs in a Fully Interoperable Domotic Environment. En: Sensors, vol. 12 (6) pp. 6802 - 6824. Select papers from UCAmI 2011 - the 5th International Symposium on Ubiquitous Computing and Ambient Intelligence (UCAmI’11). MDPI Publishing, Basel, Switzerland, 2012. Miori V., Russo D. Anticipating health hazards through an ontology-based, IoT domotic environment. En: IMIS 2012 - The Sixth International Conference on Innovative Mobile and Internet Services in Ubiquitous Computing (Palermo (Italy), 4-6 July 2012). Proceedings, pp. 745 - 750. Ilsun You and Leonard Barolli and Antonio Gentile and Hae-Duck Joshua Jeong and Marek R. Ogiela and Fatos Xhafa (eds.). IEEE, 2012. Miori V., Russo D., Pulidori A. Learning from experience to anticipate domestic needs. En: ERCIM News, vol. 84 pp. 36 - 37. Special issue: Intelligent and Cognitive Systems. ERCIM, 2011. Miori V., Russo D. An adaptive and anticipatory AmI approach tailored to user needs. En: UCAmI 2011 - 5th International Symposium on Ubiquitous Computing and Ambient Intelligence (Riviera Maya, Mexico, December 5-9 2011). Proceedings, article n. 13. José Bravo, Diego López-de-Ipiñia, Sergio Ochoa, Jusús Favela (eds.). Technological University of Panama, 2011. Miori V., Russo D., Aliberti M. Domotic technologies incompatibility becomes user transparent. En: Communications of the Acm, vol. 53 (1) pp. 153 - 157. ACM, 2010. Miori V., Russo D., Aliberti M. An informatics research contribution to the domotic take-off. En: Ercim News, vol. 72 pp. 54 - 55. ERCIM EEIG, 2008. Miori V., Russo D., Bianchi Bandinelli R. A solution for heterogeneous domotic systems integration. En: CITTEL´10 - VI Congreso Internacional de Telemática y Telecomunicaciones en 15ª Convención Científica de Ingeniería y Arquitectura (La Havana, CUBA, 29 Noviembre - 2 Diciembre 2010). Proceedings, pp. 361 - 366. Ministerio de Educación Superior – Cuba. Referencias [1] Weiser, M. 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Puchalski, MD OCDS Docente en la “George Washington University School of Medicine”, Director del Instituto de Espiritualidad y Salud, Washington, D.C. EE.UU. M e recuerdo que cuando todavía era estudiante de medicina, iba a las unidades y veía que los pacientes más ancianos eran dejados solos en sus cuartos. Las razones que me daban eran diferentes como: “Tienen necesidad de tranquilidad y de descanso”, “En este momento estoy ocupado con otras personas, que tienen más necesidad de mi”, “Iré apenas pueda hacerlo”, y veía que los agentes continuaban con su trabajo en la unidad. Las personas ancianas permanecían allí, solas. Cuando entraba en sus cuartos, a veces me daba cuenta que sus miradas estaban ausentes. Una vez un paciente me dijo: “Demencia. No hay más nadie”. A veces encontraba a personas enfadadas: “¡Fuera de aquí! No tengo necesidad de nadie”. Otra vez, la persona sollozaba, incapaz de describir lo que se prueba al encontrarse en un estado de sufrimiento profundo. Y muchas veces me miraban con las lágrimas en los ojos, por la felicidad de tener a alguien que se sentaba junto a ellos, les tocaba la mano, o simplemente les mostraba un poco de atención y un auténtico interés. Lo que he visto era sufrimiento verdadero, que puede derivar del sentir que la propia independencia y la propia dignidad están en peligro. Esa persona enfadada que en- DH84esp.indd 145 contré podría haber hallado este tipo de sufrimiento, fruto de la lucha personal para conservar la propia dignidad y la propia independencia. Las condiciones que limitan las actividades cotidianas, como los trastornos de la memoria, la artritis, las enfermedades adelantadas o aquellas complejas, pueden comportar la necesidad de asistencia de parte de los demás. Dado que para recibir dichos cuidados los enfermos deben contar con recursos financieros propios, ellos pueden iniciar a conocer un compromiso financiero que no hace sino empeorar su sufrimiento. El envejecimiento comporta también la experiencia de la pérdida. Si un miembro de la familia o un amigo muere, la persona que se queda se siente sola y vacía. Las personas pueden llegar también a poner en discusión el tener que soportar dicho dolor y el sentido de la ausencia de Dios. Sufrimiento Se puede definir el sufrimiento de diferentes maneras1: como presencia de una dificultad interior, la falta de significado o de objetivo, dolor/pérdida, desesperación, preocupación y aislamiento. Wright describe varias experiencias de sufrimiento, entre las cuales la transformación de la propia existencia y de las relaciones debido a enfermedades graves; la exclusión forzada de la vida cotidiana, el esfuerzo para tratar de soportar; el deseo de amar o de ser amado; el tener que probar un dolor agudo o crónico y experimentar conflictos, angustia o interferencias en las relaciones2. El perdón o la reconci- liación pueden desarrollar un papel predominante en las personas ancianas, ya que permiten reconocer las disidencias por lo que tienen necesidad del perdón, admitiendo haber tenido un resentimiento que deben superar perdonando a quien les puede haber hecho daño. El sufrimiento puede amenazar la integridad de la persona3. En medio de tanto sufrimiento, no es raro que las personas pongan en discusión a Dios, la objetividad y las elecciones de vida. Con frecuencia repasan la propia existencia de la cual podrían surgir cuestiones relacionadas con su vida, las relaciones y la autoestima. Estos problemas pueden provocar en las personas un profundo sufrimiento que les puede hacer perder la esperanza, haciendo que se extrañen de sí mismas, de los demás, de Dios y de su fuente última de significado y de amor. El sufrimiento se puede manifestar también con el dolor físico, la depresión o el ansia, el asilamiento social y la dificultad espiritual o existencial. Sin embargo, el dolor es multidimensional y se puede agravar o aliviar mediante la atención a otras dimensiones del sufrimiento. Por ejemplo, la angustia espiritual o existencial puede exacerbar la presentación de otros síntomas como dolor, agitación, ansia y depresión. Algunos estudios indican que las cuestiones existenciales y espirituales pueden causar una mayor aprensión a los pacientes con respecto al dolor y a los síntomas físicos4,5. Así, cuando los pacientes hablan de dolor, se pueden referir al dolor en cualquiera de estas dimensiones, aun si utilizan palabras clínicas para afrontarlo. La atención del médico 23/10/14 18:01 146 puede concentrarse sólo en el dolor físico y no afrontar la dificultad y el sufrimiento espiritual o existencial, salvo que él no esté atento a todas las dimensiones del sufrimiento psicosocial y espiritual, además de la dimensión física. No afrontar el sufrimiento espiritual o existencial puede causar quizás el más grande de los sufrimientos. En el hospital, a través del testimonio del sufrimiento experimento la tragedia del sistema sanitario de hoy y la dificultad de la sociedad. Generalmente, la causa de esta dificultad es un sentido de profundo dolor y reconocer que el sufrimiento de los demás no se puede establecer. Esto hace que el sufrimiento más grande para el paciente sea la convicción y la sensación de no ser amado o de estar aislado. Séneca ha escrito hablando de un moribundo que suplica: “Te ruego escúchame por un día, por un momento, para que yo no muera en mi desierto solitario” (Lucio Anneo Séneca (4 a.C-65 d.C). Espiritualidad en el cuidado del sufrimiento Hay un corpus significativo de textos que ponen en evidencia el papel de la espiritualidad en el envejecimiento. Con el adelantar de la edad, la espiritualidad desarrolla un papel más importante en nuestra vida, con respecto a cuando uno era joven. La finitud de la vida en la tierra se vuelve más evidente conforme la edad adelanta, y los interrogantes de sentido, finalidad, y correlación, se vuelven más críticos para nosotros. En el 2009 se realizó la National Consensus Conference para desarrollar modelos y recomendaciones sobre el modo como integrar la espiritualidad en la asistencia clínica. Los participantes invitados, que representan a un grupo heterogéneo, han elaborado una definición común de espiritualidad, que es amplia y comprende expresiones religiosas, laicas, humanistas, filosóficas, y otras expresiones que tienen un profundo significado para la gente. Dicha definición es: “La espiritualidad es el aspecto de la humanidad que se refiere al modo como las personas buscan DH84esp.indd 146 dolentium hominum n. 84-2014 y manifiestan un significado y un objetivo, y el modo con el que experimentan su correlación con el momento, consigo mismos, con los demás, con la naturaleza, y lo importante o lo sagrado”6. La espiritualidad como búsqueda de sentido o de finalidad implica un proceso de larga duración. El sentido se puede entender con ‘s’ minúscula, que se refiere a las actividades, a las relaciones y a los valores que son significativos para una persona, pero no definen el fin último de la vida de esa misma persona. El sentido con ‘S’ mayúscula se refiere a los valores, a las creencias, a las prácticas, a las relaciones y a las experiencias que conducen a una persona a la convicción de Dios/divino/trascendencia y un sentido del valor último del fin en la vida. Durante toda la propia vida, una persona se mueve entre ‘s’ y ‘S’. Las consecuencias de este movimiento comprenden la enfermedad, la pérdida, el estrés, las tragedias sociales y las condiciones crónicas o limitantes de la vida, entre las cuales el envejecimiento. Cada individuo debe decidir si la vida tiene un significado y un valor que van más allá de sí mismo y para enfrentar estas preguntas existenciales se concentra en la relación con un concepto trascendente7. Algunas creencias espirituales y/o religiosas han demostrado tener un impacto en el modo como las personas hacen frente a graves enfermedades y al estrés. Las prácticas espirituales pueden favorecer los recursos para afrontar las situaciones, el sentido de coherencia y el significado en los pacientes así como en quien los asiste8,9,10,11, mejorar el sentido de bienestar y la calidad de la vida12, aumentar el deseo de vivir13, proporcionar un sostén social14 y generar sentimientos de amor y de perdón15. Las creencias espirituales pueden tener también un impacto en la praxis decisional en materia de asistencia sanitaria16. Muchos estudios han indicado que las personas se dirigen a creencias espirituales y/o religiosas en los momentos de estrés y de dificultad. Es interesante notar que la espiritualidad también puede mejorar la gestión del dolor17, lo cual no debe sorprender porque la angustia probablemente es multifactorial, con causas psico-sociales y espirituales del dolor y del sufrimiento, además que físicas. En fin, la espiritualidad puede ayudar para que las personas tengan más fuentes realistas de esperanza, sentido de la vida, reconciliación y la confianza para alcanzar objetivos importantes. La espiritualidad ayuda a reformular el curso de la enfermedad y del envejecimiento, cambiándolo de un proceso orientado sólo a curar a un proceso que tiende en cambio a la curación y a la paz interior. Gerotranscendencia El término gerotrascendencia es relativamente nuevo, y se usa para describir la fase del desarrollo espiritual asociado a la edad. Las personas ancianas transfieren su visión de materialista y racional a una más cósmica y trascendente. Así, en la fase de la gerotranscendencia, el paciente inicia a separar aquellas cosas de la vida como la carrera laboral, el éxito financiero y el querer comprar más bienes, dirigiendo una atención puntual a las cosas que cuentan más, a dejar un recuerdo de sí mismo, a ser una guía sabia y a las relaciones con los demás. En Ku Luven, los investigadores han elaborado una escala de gerotrascendencia para estudiar esta fase de modo más profundizado18. Han identificado tres subniveles: relación trascendente, ansia e incertidumbre, implicación activa. En la relación trascendente las opiniones y las prácticas espirituales están correlacionadas positivamente con la relación trascendente; el ansia y la incerteza con respecto a la muerte son más bajas en los pacientes con creencias espirituales y religiosas más fuertes. En fin, los investigadores han descubierto que, en términos de implicación activa, las personas que se encuentran en la fase gerotrascendente tienen mayor necesidad de soledad, tienden a gozar de las pequeñas cosas y tienen una vida que algunos describen como ascetismo moderno. Es interesante notar que estos últimos comportamientos han sido considerados negativamente por el personal de la clínica, considerándolos como signos de depresión. Esto indica el hecho que es muy difícil lograr distinguir 23/10/14 18:01 dolentium hominum n. 84-2014 la depresión de un normal envejecimiento contemplativo. Las personas con una fuerte espiritualidad, como acabamos de describir, logran afrontar las cosas de modo mejor, y esto probablemente tiene que ver con su capacidad de reformulación. La atención a la dimensión espiritual puede ayudar para que la persona anciana reformule lo que puede parecer una fase limitada de la vida, considerándola aún como en expansión y llena de oportunidad para el crecimiento interior, y que puede contribuir a favor de las próximas generaciones. San Juan de la Cruz, un místico del siglo XVI, describe así esta reformulación: “Vive como si sólo Dios y tú mismo estuvieseis en este mundo, de manera que el corazón no sea detenido por nada humano”19. La edad adelantada o la convicción de nuestra mortalidad agudizan nuestra atención hacia lo que cuenta más. Compasión: un antídoto para el sufrimiento Aún si no puede interrumpir el sufrimiento, el alivio puede venir 147 de la relación de compasión que los agentes profesionales crean con sus pacientes. El Dalai Lama ha escrito un prefacio al libro que se titula: A Time for Listening and Caring: Spirituality and Care of the Chronically Ill and Dying (Un tiempo para la escucha y el cuidado: la espiritualidad y la atención al enfermo crónico y al moribundo). Cuando las personas están agobiadas por la enfermedad, debemos darles un alivio físico, pero es igualmente importante animar el espíritu, a través de una demostración constante de amor y compasión. Es vergonzoso ver cuantas veces no logramos intuir de que es el afecto lo que las personas nos piden desesperadamente. Sin calor humano y sentido del valor, las otras formas de tratamiento se revelan menos eficaces. El cuidado real del enfermo no inicia con procedimientos costosos, sino con simples demostraciones de afecto, de amor y de preocupación”20. La compasión es una consecuencia de la espiritualidad interior21. Para ayudar lo mejor posible a la persona que sufre, se ha hecho mucho para integrar la espiritualidad en los cuidados sanitarios. Además de la National Consensus Confe- rence del 2009, se han celebrado otras dos conferencias, en el 2012 y en el 2013: una en Estados Unidos y otra en Ginebra, Suiza. Todas las conferencias han afirmado que la espiritualidad, en sentido lato, permite que los médicos y los agentes estén plenamente presentes y sean amorosos con sus pacientes. Las líneas guía y estos ejemplos de conferencias han trazado un modelo interprofesional de cuidado espiritual, que es parte integrante de cualquier sistema sanitario centrado en el paciente, en el respeto por la dignidad humana y en la participación en el sufrimiento. En este modelo la angustia espiritual debería ser tratada como cualquier otro modelo médico. Debería ser interdisciplinario, con capellanes adecuadamente formados como expertos en cuidado espiritual. Los médicos deberían someterse a una especie de ‘screening’ o historia espiritual de los pacientes; su sufrimiento debe estar integrado en un plan de tratamiento que comprenda toda la persona22. El modelo (figura 1) muestra simplemente el recorrido de un paciente y de su familia en ámbito clínico. El paciente es sometido Figura 1 Community providers; Family & Friends Re-eval Chaplain Nurse Spiritual screening upon admission to services (RN, MSW, others Patient & Family Social worker Spiritual history (MD/others) Spiritual assessment (BCC) IDT rounds with chaplain as spiritual care expert Outcomes Physician Treatment plan Personal and professional Preparation Clinicians and Spiritual care providers Community providers; Family & Friends Key Pt process Tranformative interaction Clinicians: Chaplains, doctors, nurses, social workers Community providers: community religious leaders, spiritual director, pastoral and community counselors, faith community nurses, PT/OT and others DH84esp.indd 147 Puchalski, Handzo, Wintz, and Bull, 2009 23/10/14 18:01 148 dolentium hominum n. 84-2014 a un screening espiritual en el momento de su hospitalización, para ver si se encuentra en peligro espiritual y si tiene necesidad de ser dirigido con urgencia al capellán. Por tanto, el paciente cuenta con su historia espiritual, como parte de aquella clínica normal. Las cuestiones espirituales del paciente se integran en un plan de tratamiento. Los médicos se dirigen al capellán a fin de aportar un tratamiento de la angustia o del sufrimiento espiritual. Los capellanes realizan una evaluación espiritual más amplia, en la que se ponen en escucha de estas temáticas y desarrollan un plan de asistencia, que prevé resultados y follow-up. En un segundo momento, informan al resto del grupo. Están llamados en causa los familiares, los amigos, los sacerdotes y los agentes. Este modelo ha sido creado a fin de facilitar el acceso a la espiritualidad. Aunque reductivo, el modelo es holista. Se concentra en la dignidad de la persona y en el respeto de los valores fundamentales de cada ser humano. Representa el cuidado que proviene de una comunidad, que involucra al paciente, a los familiares, a los agentes sanitarios, a los agentes de cuidado espiritual y a los líderes religiosos. Es práctico y ha sido ideado para adaptarse dentro del modelo médico, de manera que el sufrimiento no sea dejado de lado sino sea tratado como cualquier otro dolor. En la figura 2 se describe un plan típico de tratamiento para toda la persona (Figura 2). Ser testimonio para la persona que sufre En la figura 1, la línea punteada se refiere a la relación de transformación existente entre el paciente y los médicos. El agente sanitario profesional ha cambiado en su relación, y lo mismo sucede con el paciente. Este potencial de transformación se verifica sólo si el médico está abierto a esta relación, y esta apertura lo puede modificar otra persona. Dado que una relación con el que sufre puede hacer surgir la cuestión para los agentes profesionales, los médicos, los capellanes y los sacerdotes deben focalizar en el desarrollo interior o espiritual y emotivo para estar en la capacidad de realizar el trabajo clínico. Hasta cuando no seamos conscientes de nuestra llamada a brindar un servicio y hasta cuando no desarrollemos los recursos interiores para afrontar el sufrimiento de los demás, no seremos capaces de dar testimonio de este sufrimiento. El ministerio pastoral a favor de los pacientes y/o de los parroquianos es estresante. Nos empeñamos en las relaciones profundas con los pacientes y el personal. El sufrimiento de nuestros pacientes plantea en nosotros interrogantes, por esto debemos considerar cuales son dichos problemas. Debemos ser profesionales reflexivos, examinar siempre nuestra interacción con los pacientes y con las personas de las que nos ocupamos, y como estas interacciones influyen en Figura 2.Valoración de la persona y plan de tratamiento Paciente de 65 años internado con una fractura del anca; la intervención quirúrgica ha tenido éxito positivo; se observa ansia y separación de la comunidad religiosa. Tiene marcadas convicciones espirituales, buen nivel de esperanza, fuerte sostén familiar. El objetivo espiritual comprende una profundización de la relación con Dios. Manifiesta interés para aprender la meditación. Físico s/p ORIF por PT/OT Emotivo Ansia por no poder trabajar; tiene ataques de pánico nocturnos. Continúa con alprazolam qhs; se remite para asesoría con el asistente social en la rehabilitación. Social Animar a la familia para que visite la rehabilitación Espiritual Aislado de la comunidad eclesial; objetivo, profundizar la relación con Dios. Se remite al capellán para la rehabilitación; al director espiritual después de la dimisión de rehabilitación; entregada una lista de centros de meditación y de educadores en la comunidad del paciente. DH84esp.indd 148 nosotros y, quizás nos transforman. También el cuidado de sí mismo es fundamental para poder ser compasivos. El principio básico del altruismo hace difícil para los médicos y para los sacerdotes ocuparse de sí mismos. Tener una práctica espiritual es esencial; es absolutamente necesario ocuparnos de nuestra salud física, así como de nuestro bienestar emotivo. Estar seguros que podemos contar con soportes sociales y otros apoyos puede permitir que encontremos la fuerza para estar enteramente presentes para otra persona, y en el servicio total al prójimo. Como demuestran las historias de los pacientes en un hospital grande, los médicos pueden encontrar excusas legítimas para evitar los sufrimientos de los demás. También los sacerdotes tienen que ver con los mismos problemas. Un sacerdote me ha dicho que a veces es más fácil administrar los sacramentos que sentarse junto a una persona que sufre profundamente y ser para ella una presencia. La tendencia natural que todos tenemos para bloquear el dolor no funciona igualmente con el sufrimiento. Podemos ser testigos, pero si no buscamos resolver el problema entonces se puede asistir al sufrimiento. Dar testimonio del sufrimiento de otros da voz a la persona que sufre. Cuando esa persona es realmente escuchada, en el silencio de una compasión y de un amor profundos, entonces puede ser capaz de encontrar un camino de curación en el propio íntimo, gritando en el dolor, en la desesperación y con un profundo deseo de relación y de paz. Si seremos testigos podremos ofrecer a la persona la fuerza de encontrar que la curación está dentro de sí misma, y de conectarse a lo que considera significativo o sagrado en su vida. Algunas investigaciones han demostrado que los pacientes nos piden que estemos totalmente presentes y no sólo curarlos. La compasión es una necesidad del paciente. De un estudio estadounidense sobre los enfermos hospitalizados se deduce que la primera necesidad espiritual es el amor y la pertenencia23. Los estudios de gerotrascendencia demuestran también la importancia del testimonio y de la práctica contempla- 23/10/14 18:01 dolentium hominum n. 84-2014 tiva en el ámbito clínico. Nuestras estructuras clínicas para ancianos no sostienen la fase final de la espiritualidad en la vida. La calma y las actividades no forzadas se pueden considerar indispensables. En cambio, la presencia compasiva y el testimonio en un momento de profundo sufrimiento pueden ser más importantes de los rituales o las actividades que, en ese momento, podrían no tener sentido para las personas. En nuestro amor por ellos, los ancianos encuentran el amor dentro de sí mismos. Teresa de Ávila escribía: “Al decir que el alma es hecha a su imagen, el Señor, hace casi imposible para nosotros comprender la dignidad sublime y la belleza del alma”24. Escribe luego: “Así como no nos hace mal reflexionar sobre las cosas del cielo…. no debe hacernos daño ver que es posible para un Dios tan grande comunicar incluso con los gusanos nauseabundos; y viendo esto, llegar a amar una bondad así perfecta y una misericordia tan inconmensurable”25. Las palabras de Santa Teresa ¿nos exhortan a reflexionar en nuestra práctica con los pacientes. ¿Estamos reduciendo a los pacientes a objetos porque no podemos descubrir su sufrimiento? ¿Logramos ser compasivos con los pobres y los ancianos? Y ¿logramos sentir los gritos de los pacientes en las clínicas, en los hospitales y en las demás estructuras sanitarias? Ser compasivo es algo que empeña. McNeill escribe: “La compasión nos pide ir donde hace daño, entrar en lugares de dolor, compartir el abatimiento, el temor, la confusión y la angustia. La compasión nos reta a gritar con las personas que viven en la miseria, a gemir con los que están solos y a llorar junto con los que lloran. Compasión significa sumergirse plenamente en la condición del ser humano”26. La compasión nos desafía a ver el rostro de lo sagrado en la persona que estamos sirviendo, pero pa- DH84esp.indd 149 149 ra ser capaces de hacerlo debemos ver lo sagrado que hay dentro de nosotros. Nuestro sentido de significado y de finalidad, la conciencia de nuestra llamada a servir a los demás, nuestro sentido de conjunción con lo que es importante o con lo sagrado, todo esto nos permite encarnar el amor supremo por el prójimo. Si veremos lo sagrado en los demás, entonces seremos capaces de honrar su dignidad y respetar a la persona sin esconderse detrás de los aspectos religiosos, médicos o técnicos de nuestra profesión. Y entonces será el paciente que se encuentra solo en las unidades de los hospitales o de las clínicas ya no gritará en silencio, sino advertirá la compasión de los testigos: médicos, enfermeros, terapeutas, capellanes y sacerdotes. Notas 1 Ferrell BR and Coyle N. The Nature of Suffering and The Goals of Nursing. New York, NY: Oxford Univ press; 2008. 2 Wright LM. Spirituality, Suffering and Illness, Ideas for Healing. Philadelphia: F.A. Davis; 2005. 3 Cassell E. The nature of suffering and the goals of medicine, New Engl J Med. 1982; 306: 639–645. 4 Breitbart W, Rosenfeld B, & Passik S. Interest in Physician-assisted suicide among ambulatory HIV-infected patients. Am J Psychiatry. 1996; 153: 238-242. 5 Field MJ, & Cassel CK. Approaching death: Improving care at the end of life. Committee on Care at the End of Life, Division of Health Care Services, Institute of Medicine. Washington, D.C.: National Academy Press; 1997. 6 Puchalski, CM, Ferrell, B, Virani, R, Otis-Green, S, Baird, P, & Bull, J. Improving the quality of spiritual care as a dimension of palliative care: Consensus conference report. Journal of Palliative Medicine, 2009;12 (10):885-904. 7 Sulmasy DP. Is medicine a spiritual practice? Acad Med. 1999;74:1002-1005. 8 Keonig HG, McCullough ME, Larson DB. Handbook of Religion and Health. New York, NY: Oxford Univ Press; 2001. 9 Roberts JA, Brown D, Elkins T, Larson DB. Factors Influencing the Views of Patients with Gynecologic Cancer about End-of-Life Decisions. AM J Obstet Gynecol. 1997;176:166-172. 10 Jivanjee, P. (1994) J Geron Soc Work 23(1/2), 31-48. 11 Powell LH, Shabbi L, Thoreson CE. Religion and Spirituality Linkages to Physical Health. Am Psychol. 2003; 58:36-52. 12 Cohen SR, Mount BM , Tomas JJ, Mount LF. Existential Well-being is an Important Determinant of Quality of Life, Evidence from the McGill Quality of Life Questionnaire. Cancer. 1996; 77:576-586. 13 Cotton S, Puchalski CM, Sherman SN, Mrus JM, Peterman AH, Feinberg J, Pargament KI, Justice AC, Leonard AC, Tsevat J. Spirituality and religion in patients with HIV/AIDS. Journal of General Internal Medicine. 2006;21(Supplement 5):S5–S13. 14 Burgener SC. Predicting Quality of Life in Caregivers of Alzheimer’s Patients the Role of Support From and Involvement With the Religious Community. J Pastoral Care 1999, 53:443-446. 15 Worthington E. Five Steps to Forgiveness: The Art and Science of Forgiveness. New York: Crown Publishers, 2001. 16 Silvestri GA, Knittig S, Zoller JS and Nietert PJ. Importance of Faith on Medical Decisions Regarding Cancer Care. J Clin Oncol. 2003; 21:1379-1382. 17 Judith Hills, Judith A. Paice, Jacqueline R. Cameron, and Susan Shott. Journal of Palliative Medicine. August 2005, 8(4): 782-788. doi:10.1089/jpm.2005.8.782. 18 Bruyneel, S, Marcoen, A. Soenens, B. Gerotranscendence: components and spiritual roots in the second half of life. K.U.Leuven - Departement toegepaste economische wetenschappen, 2005. DTEW Research Report 0564 pages:1-27. 19 “Sayings of Light and Love.” The Collected Works of St. John of the Cross. Translated by Kieran Kavanaugh, OCD, and Otilio Rodriguez, OCD, revised edition (Washington, DC: ICS Publications,1991). 20 HH, The Dalai Lama. In Puchalski CM (ed) A Time for Listening and Caring: Spirituality and the Care of the Chronically and Seriously Ill, New York, NY: Oxford Univ Press; 2006. 21 Puchalski, CM, Vitillo, R, Hull, S.K., Reller, N. Improving the Spiritual Dimension of Whole person Care: Reaching National and International Consensus, Journal of Palliative Medicine. 2014: 17(6); 1-12. 22 Puchalski, CM, Vitillo, R, Hull, S.K., Reller, N. Improving the Spiritual Dimension of Whole person Care: Reaching National and International Consensus, Journal of Palliative Medicine. 2014: 17(6); 1-12. 23 Kevin J. Flannelly, Kathleen Galek, John Bucchino, George F. Handzo & Helen P. Tannenbaum. Department Directors’ Perceptions of the Roles and Functions of Hospital Chaplains: A National Survey. Hospital Topics, pages 19-28. 24 Interior Castle, The Collected Works of St. Teresa of Avila, vol. 2. Translated by Kieran Kavanaugh, OCD, and Otilio Rodriguez, OCD (Washington, DC: ICS Publications, 2002) pages 263–451. 25 Interior Castle, The Collected Works of St. Teresa of Avila, Volume 2 Translated by Kieran Kavanaugh, OCD, and Otilio Rodriguez, OCD (Washington, DC: ICS Publications, 2002) pages 263–451. 26 Compassion: A Reflection on the Christian Life. Nouwen, H, Mcneill, DP, Morrison, D. (New York, NY: An Image Book, by Doubleday, 1983) pages 3–4. 23/10/14 18:01 150 dolentium hominum n. 84-2014 2. La teología de la prevención entre amor y responsabilidad, para una salud de la psique y del cuerpo Mons. Andrea Pio Cristiani Fundador del Movimiento “Shalom”, Italia. Consultor del Pontificio Consejo para los Agentes Sanitarios N ada es más fascinador ante nuestro ojos que la inmensa obra del creado que manifiesta la inefable inteligencia y fantasía del Creador. Las progresivas investigaciones de la ciencia revelan la extraordinaria potencia divina que todo había escondido en el corazón de una estrella preñada de vida, que explotó hace millones y millones de años. Lo que compone nuestro cuerpo, huesos, carne y sangre, se encontraba ya allí, en ese precioso cofre que de repente se abrió. Puesto en marcha el reloj del tiempo, se han sucedido las complejas condiciones que han permitido la existencia del hombre. Todo era caos y el orden era conducido con hacer sabio, silencioso y paciente. El sublime alfarero empleó millones de años para modelar su obra maestra: el hombre tal como somos nosotros en nuestros días. Los siete mil millones de humanos vivientes hoy en la tierra, sin considerar todos los que nos han precedido, llevan el sello de la unicidad. Ni siquiera los gemelos monocigotos, que serían idénticos con respecto al patrimonio genético heredado de sus padres, nunca lo son completamente en lo que se refiere al aspecto externo y a la personalidad. Podríamos exclamar con el salmista “La gloria de Dios es el hombre viviente” (S 144). El asombro nos arrebata cuando reflexionamos en torno a las facultades psíquicas y espirituales del hombre, cuando exploramos los meandros infinitos de la conciencia, donde el artista invisible dialoga con su criatura. Para comprender al hombre identificado como cuerpo y psique debe- DH84esp.indd 150 mos excluir la posibilidad que todo haya nacido del caso, el todo reducido a un accidente molecular. Las Sagradas Escrituras revelan una luz sobre la verdad del hombre: “Apenas inferior a un dios le hiciste” (S 8,6). La palabra hebrea empleada para indicar al hombre es “basar” que en primer lugar significa carne y, más ampliamente, cuerpo como ser humano entendido en su totalidad y globalidad. La sugestiva visión de Ezequiel 37 imagina una fantástica estructuración del hombre viviente que parte de los huesos en los cuales se forman los nervios, luego la carne, la piel y, en fin, el espíritu que les da la vida. El antiguo hebreo creyente sabía que el ser humano está formado por una multiplicidad de elementos que se unifican y están vitalizados por el espíritu “soplo” que imaginaba circulase en la sangre. La estructura corporal en su visibilidad y fisicidad caracteriza y denomina al hombre viviente. El cuerpo es la persona en cuanto llamada por Dios a la existencia desde su concepción y permanece tal hasta su término natural. Sus miembros y sus energías psíquicas y físicas lo ponen en relación vital y fecunda con los demás y con las cosas. Jesús mismo, Verbo hecho carne, que toma un cuerpo de María, es maestro de vida y nos enseña a ocuparnos de nuestro cuerpo y del de los demás, se preocupa por la falta de alimento (Mc 6, 37-43), de salud (Lc 7, 21), e invita a sus amigos a descansar un poco (Mt 6, 30-31). A través del rostro, el cuerpo es también el primer medio expresivo de la interioridad humana. Se recuerden las muchas expresiones en el Rostro de Cristo que encontramos en los Evangelios. Al maestro de la Ley que quería tentarle (Lc 10, 25-29), Jesús reafirma lo que enseña el Levítico: el amor al prójimo se asemeja al amor hacia sí mismo. Los cuidados y la custodia que debemos tener hacia este cuerpo que nos ha sido donado por Dios, se deben dirigir también a nuestros semejantes, a nuestro prójimo. Es interesante notar que es el mismo maestro de la Ley que en el encuentro con Jesús reduce a uno solo los dos principales mandamientos: “Amarás al Señor tu Dios…y a tu prójimo como a ti mismo”. Amar como a sí mismo significa que uno ama al otro sólo si ama a sí mismo, no en sentido egoísta, sino simplemente para custodiar el don de Dios que somos nosotros, para rendir gloria a Dios también conservando la buena salud que nos permitirá servir con mayor entrega y eficacia a los demás. Antonio el Grande llegará a decir que ninguno es más malo de quien es malo consigo mismo: el que ama a sí mismo ama a todos”. Por tanto, vigilar cuidadosamente sobre nuestra salud física, psíquica y espiritual, es un preciso deber moral, está de por medio una mejor calidad de vida, es como una contribución que se ofrece a una sociedad mejor, al bien común. La salud es la suma de varios factores, los denominados “determinantes de salud”, que se caracterizan por el equilibrio genético, los comportamientos personales y el estilo de vida, los factores sociales, culturales y económicos, la condición laboral, la accesibilidad a los servicios sanitarios y por el contexto ambiental. Estos factores tienen un peso diferente en el estado de salud de un individuo y de una comunidad (Institute for the future (IFTF), Health and Healthcare 2010. The forecast, The challenge. Princeton: Jossey-Bass, 2003). De modo que la salud depende en el 50% de los comportamientos y de los estilos de vida, mientras el ambiente la determina en el 20%, así como el componente genético (20%). En fin, el 10 % restante se puede atribuir a los servicios sanitarios. Estos aspectos explican porque 23/10/14 18:01 dolentium hominum n. 84-2014 se han necesitado nada menos que ocho mil años para que la especie humana pase de una expectativa promedio de vida de 20 años a una de 40, mientras se ha necesitado menos de un siglo, el último del pasado milenio, para una ulterior y extraordinaria duplicación. Así, en los países más adelantados, la expectativa promedio de vida se acerca ya a los 80 años. En otros términos, en el curso de los últimos 170 años la expectativa promedio de vida en los países industrializados se ha incrementado de 2,5 años cada diez años. Más o menos de 6 horas por día. Pero preparémonos a otros saltos hacia delante. Algunos estudios recientes sobre la biología del envejecimiento parecen confirmar lo que afirma Génesis (6,3): “Entonces dijo Yahvéh: ‘No permanecerá para siempre mi espíritu en el hombre porque no es más que carne, que sus días sean ciento veinte años“. Por lo demás, la Biblia nos da la noticia de al menos 33 personas que han vivido más de 123 años. (No podemos saber si se trata de números simbólicos o históricos). Teniendo en cuenta las investigaciones, el organismo humano dispondría de un bagaje genético que se ha formado a lo largo de 150.000–300.000 años que le conferiría la potencialidad de vivir más allá de los 100 años. Pero este límite máximo está condicionado en un 70 – 80 % por el estilo de vida y por numerosos factores ambientales. Por tanto, la duración de la vida de un individuo se determina no tanto por un elemento que no se puede modificar como el patrimonio genético, sino por factores modificables como los comportamientos y las condiciones socioambientales. Sin embargo, hay otro aspecto ligado a la duración de la vida: la calidad de vida que se ha ganado en estos años. Un indicador, la esperanza de vida en años sin discapacidades, según datos del 2008, es de 7,9 años para los hombres y de 7,2 para las mujeres. Esto quiere decir, que hemos añadido muchos años a la vida, pero menos vida a los años. Esta consideración implica una realidad: la población de los países industrializados envejece y la incidencia de las enfermedades cróni- DH84esp.indd 151 151 co-degenerativas, es decir, aquellas ligadas a factores modificables, aumenta también debido a la falta de intervenciones preventivas. Consumo de alcohol, humo, vida sedentaria y obesidad, son formas de comportamiento que concurren en el incremento de las enfermedades crónico-degenerativas. Se trata de tres desafíos con los que el sistema de protección en la sociedad industrializada ya se enfrenta: el envejecimiento de la población, las enfermedades crónicas y la no autosuficiencia. Sólo las enfermedades crónicodegenerativas, algunas de las cuales se pueden prevenir adoptando costumbres sanas, representan el 30% de los problemas de salud, pero absorben el 70% de los recursos destinados a ella. En este sentido la prevención puede hacer mucho para evitar consecuencias importantes como los gastos que sustraen recursos a otras situaciones que no se pueden afrontar de otro modo. Al menos 15 vacunas son eficaces para el control de las enfermedades infecciosas. Existen screening capaces de mejorar sensiblemente la mortalidad por tumor del seno, de la cerviz uterina, de la próstata y del colon. Las organizaciones, las comunidades, pero también los individuos tienen la responsabilidad de la propia salud y de los recursos utilizados para tutelarla. Junto a este empeño, digamos laico, existe otro de tipo ético-religioso que, para los católicos en particular, asume un valor fundante, hasta el punto que se puede hablar de una teología de la prevención que investigue y promueva la salvaguarda del cuerpo, partiendo de la admonición de San Pablo: “¿No sabéis que vuestro cuerpo es santuario del Espíritu Santo, que está en vosotros y habéis recibido de Dios, y que no os pertenecéis? ¡Habéis sido bien comprados! ¡Glorificad, por tanto, a Dios en vuestro cuerpo!” (1Co 3,19). El Apóstol de las Gentes anima a cada cristiano a decidir como emplear el propio cuerpo: según la “carne”, es decir no respetándolo, o implicando también la corporeidad en la dimensión cristiana. Sobre este aspecto hace un específico tratado el “Catecismo de la Iglesia Católica” en los artículos 2288–2290. En particular, la primera proposición del artículo 2288 sintetiza la relación entre prevención y moral. En efecto, afirma: “La vida y la salud física son bienes preciosos confiados por Dios. Debemos cuidar de ellos racionalmente teniendo en cuenta las necesidades de los demás y el bien común”. Pero al mismo tiempo pone en alerta el exasperar este cuidado hasta transformarlo en culto del cuerpo (2289), de concepción pagana. El Catecismo profundiza también la promoción de los estilos de vida corregidos cuando, recordando la virtud de la tolerancia, compromete a los cristianos “a evitar toda clase de excesos, el abuso de la comida, del alcohol, del tabaco y de las medicinas” (2290). Anticipando en varios sentidos los organismos sanitarios internacionales, el Catecismo recita: “El cuidado de la salud de los ciudadanos requiere la ayuda de la sociedad para lograr las condiciones de existencia que permita crecer y llegar a la madurez: alimento y vestido, vivienda, cuidado de la salud, enseñanza básica, empleo y asistencia social”. Según los cultores de la bioética, la falta de cuidado de la propia salud se configura como una grave descortesía ética, por lo que tener cuidado de uno mismo se afirma como deber moral y como acto responsable de caridad hacia nosotros mismos y hacia los demás. La medicina está cada vez más comprometida en el ámbito de la prevención y en la promoción de estilos de vida correctos, aunque no se pueden configurar como pecado las actitudes no conformes con los principios de la misma prevención. Siempre es verdad que se trata más bien de hacer un llamado al buen sentido, o mejor, al sentido de la caridad que, a su vez, nos pone frente a deberes ineludibles. La prevención, pues, interroga la responsabilidad individual con respecto a los estilos de vida y a los comportamientos sintetizados por las indicaciones de la OMS (Organización Mundial de la Salud): no fumar, consumir cantidades limitadas de alcohólicos, seguir una dieta adecuada, no exponerse excesivamente al sol, controlar el peso, desarrollar una regular actividad físi- 23/10/14 18:01 152 ca, concederse adecuadas horas de sueño que aumenta el efecto beneficioso de otras sanas costumbres. A estas invitaciones hay que añadir otra: someterse a los screening. En el plano doctrinal la adhesión a las prácticas de prevención corresponde al ejercicio de las virtudes para consigo mismos como la templanza, la prudencia y la caridad en lo que respecta a los demás. Si es verdad que en los países económicamente adelantados se han logrado grandes progresos en lo que respecta el cuidado del cuerpo, quizás no se da igual atención hacia el espíritu. Lamentablemente, la crónica nos plantea casos de dolentium hominum n. 84-2014 homicidio y suicidio, violencias físicas y verbales que denotan un profundo sufrimiento psíquico. Trastornos mentales y de la personalidad son el síntoma que en nuestra sociedad está presente un mal vivir que deriva de la falta de valores, de la incapacidad de comunicar y de la soledad. Se escucha hablar de estos problemas, pero no se realiza una prevención eficaz. El abismo del vacío, que se va creando dentro y en torno al individuo, con frecuencia lo empuja a buscar paraísos artificiales que lo llevan a su destrucción total. En este ámbito la familia, la escuela y la parroquia se deben empe- ñar a fin de que las palabras como amistad, solidaridad, comprensión y amor se vuelvan una costumbre. Sólo de este modo el hombre contemporáneo puede tornar a respetar a sí mismo, a su semejante y a todas las criaturas Para una salud de la psique y del cuerpo, la prevención requiere entonces una actitud virtuosa (secundum rationem), que evite los temores excesivos y disponga a las personas a aceptar serenamente tanto la enfermedad como los aspectos del envejecimiento y la muerte“ (L’agire morale del cristiano, a cargo de Licio Melina, vol. 20, p. 162, 2002). 3. Acompañamiento espiritual y pastoral 3.1 Acompañamiento espiritual y pastoral en los lugares de curación Prof. Dr. Arndt Büssing, M.D. Cátedra de espiritualidad, bienestar y calidad de vida Centro de Medicina Integrativa, Facultad de Medicina Universidad de Witten/Herdecke, Alemania L a Iglesia tiene como misión ocuparse del cuidado de los enfermos y de los que sufren y estar al servicio de los ancianos enfermos. Pero ¿qué significa esto en lo que se refiere a las personas con patologías neurodegenerativas? Ellas necesitan un cuidado espiritual o pastoral “específico”, y si es así ¿qué esperan estos enfermos o de qué tienen necesidad? En primer lugar, debemos preguntarnos quiénes son los “donadores” y los “receptores” de dicho acompañamiento espiritual y pastoral en los lugares de cura- DH84esp.indd 152 ción o de asistencia. Los agentes sanitarios (por ejemplo, los médicos, los enfermeros, etc.) ¿ofrecen realmente lo que es necesario, o simplemente siguen sus deberes profesionales, circunscritos y específicos? ¿Tienen la capacidad o están dispuestos a ocuparse también de las necesidades espirituales de sus pacientes (Büssing et al, 2013, 2014; Offenbaecher et al, 2013), o esto es tarea de los sacerdotes? ¿Qué podemos decir de los ancianos que viven en los hospicios o en las clínicas (con o sin discapacidades neurodegenerativas o cognitivas? ¿Tienen realmente necesidad de lo que se les brinda? Los agentes sanitarios y los sacerdotes ¿saben realmente qué necesidades tienen los ancianos (Erichsen y Büssing, 2013) y los enfermos crónicos (Büssing et al., 2010, 2013, 2014)? ¿Estamos realmente en la capacidad de responder de modo específico, más allá de la bien organizada rutina cotidiana? Las necesidades espirituales de los pacientes con enfermedades crónicas Los médicos deben reconocer que sus pacientes con enfermedades crónicas pueden tener necesidades espirituales no satisfechas (Balboni et al, 2007, 2010.), también en las sociedades secularizadas (Büssing y Koenig, 2010; Büssing et al, 2010, 2013, 2014; Offenbaecher et al, 2013; Hoecker et al, 2013). En la mayoría de los casos, estas necesidades no son satisfechas ni por el sistema sanitario, ni por una comunidad religiosa (podría ser considerada la que se debe ocupar de dichas exigencias). También en la Alemania más secular, la mayoría de los enfermos de tumor desea que su médico se interese de su orientación espiritual (Frick et al., 2006). Los estudios conducidos entre los pacientes con enfermedades dolorosas crónicas han revelado que el 23% de ellos 23/10/14 18:01 dolentium hominum n. 84-2014 quisiera hablar con un ministro/capellán sobre sus necesidades espirituales, el 20% no tenía ninguno con quien hablar de estos problemas, y para el 37% era importante hablar con su médico (Büssing et al., 2009). Sin embargo, podría ser que los médicos no tengan el tiempo necesario, las competencias y también el interés de identificar y satisfacer estas exigencias. ¿Qué podrían responder los pacientes con enfermedades crónicas cuando se les pide cuáles son estas necesidades espirituales? Entre los pacientes alemanes con patologías dolorosas crónicas y el cáncer (el 61% nominalmente cristianos, el 3% pertenecientes a otras afiliaciones religiosas, y el 36% sin ninguna de ellas), las exigencias religiosas (es decir orar, participar a una ceremonia religiosa, leer libros espirituales/religiosos, dirigirse a Dios, etc.) y las necesidades existenciales (es decir, reflexionar sobre la vida precedente, hablar con alguien sobre el sentido de la vida y del sufrimiento, hablar de la posibilidad de una vida después de la muerte, etc.) han tenido cierta importancia sólo para los pacientes enfermos de cáncer, pero no para aquellos con enfermedades dolorosas crónicas. En cambio, las necesidades de paz interior (es decir, desear detenerse en un lugar de quietud y paz, sumergirse en la belleza de la naturaleza, encontrar la paz interior, hablar con los demás de los propios temores y preocupaciones, mayor devoción de parte de los otros) y las necesidades de dar/generar (es decir, intención de consolar a alguien, pasar las propias experiencias de vida a otros, y estar seguros que la propia vida haya sido significativa y de valor) eran de gran importancia para ellos (Büssing et al. 2013). En todos los casos, los pacientes oncológicos tenían exigencias más fuertes con respecto a los pacientes con enfermedades dolorosas crónicas principalmente no fatales. Se ha encontrado un modelo parecido de necesidades espirituales en pacientes con enfermedades crónicas (el 66% con cáncer, el 34% con otras patologías crónicas) de Shanghái que no tenían en prevalencia ninguna afiliación religiosa específica (77%) (Büssing et al., 2013b). Por el contrario, los DH84esp.indd 153 153 pacientes católicos con enfermedades crónicas (35% cáncer, 66% otras patologías crónicas) de Polonia han declarado elevadas exigencias religiosas y necesidades existenciales, y exigencias elevadas de paz interior y de dar/generar. Por tanto, el modelo de las necesidades espirituales insatisfechas y su alcance, tal como descrito arriba, depende de varios factores, incluido el género, la orientación religiosa y la cultura. Además, no todas las necesidades son necesariamente “espirituales”. Por ejemplo, la necesidad del perdón puede tener un significado diferente para los pacientes a-religiosos con respecto a los que son religiosos. Sin embargo, en ambos casos los sacerdotes y/o los psicólogos deben dar una respuesta adecuada a dichas necesidades, cualquiera que sea su respectiva interpretación. La necesidad de ser perdonados puede significar dejar ir los sentimientos de culpa, vergüenza y fracaso, por un lado, y la intención de reconciliarse tanto con personas concretas (según que sean disponibles, ausentes o muertas) y, por el otro, con Dios. Ambos actos de reconciliación pueden dar vida a una nueva relación con los demás o con lo sagrado (religio), lo que es considerado como una liberación (salvación). Necesidades espirituales de los ancianos que viven en residencias de descanso y/o clínicas ¿Qué exigencias espirituales específicas han señalado los ancianos que viven en casas de descanso y/o clínicas? Estos ancianos no están necesariamente enfermos, son sólo menos “productivos” con respecto a antes. En los ancianos de Alemania del Norte, con una edad promedio de 84 ± 7 años, todas las necesidades espirituales han obtenido puntajes mucho más bajos con respecto a los pacientes relativamente jóvenes afligidos por enfermedades crónicas (Erichsen y Büssing, 2013). Las exigencias religiosas y existenciales eran de escasa importancia para estos ancianos, mientras las exigencias de paz interior eran de cierta importancia y las de dar/generar de relevancia altísima. Es interesante notar que la entidad de las necesidades espirituales insatisfechas era completamente diversa en los ancianos del Norte y del Sur de Alemania. Mientras en el Norte la mayoría eran protestantes (Erichsen y Büssing, 2013), los ancianos del Sur eran en su mayoría católicos (Man Ging et al., presentado para su publicación). En el Sur católico, las necesidades religiosas han logrado un puntaje elevado y las demás exigencias eran relativamente bajas, mientras en el Norte protestante de Alemania, las necesidades de paz interior y de dar/generar eran de cierta importancia, pero no aquellas religiosas. Es interesante notar también que la confianza en la religión ha obtenido puntajes mucho más elevados entre los ancianos del Sur con respecto a los del Norte, mientras la capacidad de ocuparse de sí mismo no tenía una influencia significativa en el alcance de las necesidades espirituales declaradas (Erichsen y Büssing, 2013; Man Ging et al, presentado para su publicación). Análisis detallados referentes a estas muestras han puesto en evidencia que orar por la propia persona y participar en una ceremonia religiosa (es decir, el servicio religioso) era importante para todos, en particular para los ancianos del Sur del país, mientras que orar por otros o la necesidad de que alguien ore por ellos era de cierta importancia para los ancianos del Sur, pero no para los del Norte. Todas estas diferencias eran significativas desde un punto de vista estadístico (p <.0001, t-test). La necesidad de ser perdonados era baja en los ancianos considerados en ambos estudios, y no habían diferencias significativas entre las dos muestras. Sin embargo, no es claro hasta ahora si estas necesidades eran bajas porque las exigencias de perdón habían sido confirmadas, o si ellos consideran que no ha quedado mucho por perdonar. En lo que respecta a las necesidades relacionales – que no son necesariamente espirituales –, los ancianos del Norte han manifestado una fuerte necesidad de sentirse unidos a la familia y ser invitados a encuentros privados de amigos, mientras estas necesidades eran significativamente más bajas en las personas del Sur (p <.0001). Pare- 23/10/14 18:01 154 ce que el sostén/acceso de la familia en el Sur de Alemania fuese muy elevado, y por tanto estas exigencias no eran de gran importancia para ellos. Es interesante notar que estas necesidades de relación no se refieren a un ministro/capellán de la respectiva comunidad religiosa. En todos los casos, se evidenciaba una escasa necesidad de que alguien de la comunidad religiosa se preocupe por ellos, sobre todo entre los ancianos de Alemania del Norte Cuando se ha preguntado a los ancianos cuáles eran sus necesidades espirituales, muchos han iniciado a llorar porque nunca se habían confrontado directamente con sus percepciones más íntimas, y nunca habían sido invitados a hablar de ello (Erichsen e Büssing, 2013). Es preciso subrayar que los entrevistados consideraban como liberatorios estos coloquios, agradables y enriquecedores. Aunque los comentarios de los entrevistados indican que, por un lado, en su mayoría se sienten ligados a la familia y, por el otro, han tenido la intención de estar relacionados con quien se recuerda de ellos, de todos modos tienen el temor de hacerles pesar con sus problemas, temores y preocupaciones, o que haya un interés limitado por su situación. Esto se complicaba por el hecho que las relaciones más estrechas con otros residentes eran raras, así como también confiarse con ellos; con frecuencia sentían una atmósfera impersonal, fría y egoísta entre los residentes (Erichsen y Büssing, 2013). Por tanto, los ancianos jubilados o residentes en las casas de descanso ciertamente son atendidos pero muchos se sienten solos y piden claramente un sostén más de parte de los caregiver, de los parientes y de los sacerdotes. La fe como recurso en las personas con enfermedades neurodegenerativas La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad ‘incurable’ que se caracteriza por un desarrollo con frecuencia imprevisible en fases de reagudización y remisiones, con una importante influencia negativa tanto en la calidad de la vida como en los objetivos de vida (Bragazzi, DH84esp.indd 154 dolentium hominum n. 84-2014 2013). Los pacientes que viven con la EM con frecuencia sufren debido al aislamiento social, están deprimidos, y por tanto corren mayor riesgo de suicidio (Feinstein, 2002; Turner et al, 2006; Pompili et al, 2012). Un estudio cualitativo conducido en 7 pacientes con EM ha puesto en evidencia que sus dificultades funcionales y los desafíos psicológicos “mejoran de algún modo ante un mayor aprecio de la vida y de la espiritualidad” (Irvine et al., 2009). También en otro estudio cualitativo en 13 pacientes con EM se ha visto que la adaptación a la enfermedad estaba influenciada por una variedad de factores, entre los cuales la religión/espiritualidad (DiLorenzo et al., 2008). En estudios empíricos en pacientes afligidos por EM, los efectos positivos de la espiritualidad/ religiosidad eran menos claros. Mientras no habían asociaciones significativas entre espiritualidad/ religiosidad y adaptación psicológica o calidad de vida, una orientación religiosa intrínseca de los pacientes y la búsqueda de orientación religiosa estaban asociadas a una baja adaptación psicológica (Makros y McCabe, 2003). Los autores han sugerido que ambos pacientes han empleado su religiosidad (es decir, orar) para enfrentar sus afecciones sanitarias, o que estaban más deprimidos porque sus actividades religiosas no habían comportado las soluciones positivas deseadas. Dado que muchos pacientes con otras enfermedades crónicas (que medianamente son más ancianos con respecto a los pacientes con EM) se basan en su fe/espiritualidad como recurso para enfrentar la enfermedad, podemos preguntarnos si también las personas relativamente jóvenes afligidas por esclerosis múltiple pueden confiarse en esta fuente. Hemos efectuado un estudio en la Alemania laica para analizar el papel de la fe de una persona como recurso para enfrentar la esclerosis múltiple. Entre las personas estudiadas (el 74% perteneciente a una denominación cristiana, el 8% a otras denominaciones y el 18% sin denominación alguna), el 54% no se considera ni religiosa ni espiritual (Re-), el 16% no religiosa sino espiritual (R-E+), el 19% religiosa, pero no espiritual (R+S-), y el 20% tanto religiosa como espiritual (R+E+) (Büssing et al., 2013c). En esta muestra, el 29% ha declarado que su fe ha sido un baluarte en los tiempos difíciles, mientras que el 52% ha afirmado lo contrario (el 19% era indeciso). Sólo el 6% ha afirmado haber perdido la fe debido a experiencias específicas tenidas en la vida. Sin embargo, la fe como recurso no estaba ni relacionada a la discapacidad de los pacientes, a la satisfacción de vida y al cansancio, ni a estados de ánimo negativos; estaba asociada en cambio a su capacidad de experimentar gratitud/emoción y a una estrategia de revaloración en términos de interpretación positiva de la enfermedad (es decir, por ejemplo, reflexionar sobre lo que es esencial en la vida, la enfermedad tiene un sentido, la enfermedad como posibilidad de desarrollo; apreciación de la vida debido a la experiencia de la enfermedad) (Büssing et al., 2013c). Esta capacidad de reflexionar y de afrontar de modo diferente la enfermedad y la preocupación por la vida era más baja en las personas R-E-. Puede ser que ellas no tengan interés alguno específico o estar menos dispuestas a reflexionar sobre estas cuestiones (Büssing et al., 2013c). La cuestión crucial es cómo lograr hacer que las personas afectadas por EM “abran la puerta” a su espiritualidad intrínseca, y reflexionen en torno a lo que es esencial en su vida. ¿Qué podemos decir de la importancia de la espiritualidad/religiosidad en las personas con otras enfermedades neurodegenerativas? En un estudio longitudinal referente a 70 pacientes con probable morbo de Alzheimer (Kaufman et al. (2007), se ha visto que una tasa de declino cognitivo más lento estaba asociada a niveles más elevados de espiritualidad y prácticas religiosas privadas (aunque controladas según nivel de cognición, edad, sexo e instrucción), mientras no había alguna asociación significativa entre dicho declino y la calidad de vida de los pacientes. Un estudio conducido por Coin et al. (2010) entre 64 pacientes enfermos de Alzheimer ha puesto en evidencia que los pacientes con mayor religiosidad tenían un decli- 23/10/14 18:01 dolentium hominum n. 84-2014 no cognitivo y conductual más lento en un período de 12 meses de observación, con respecto a los pacientes con baja religiosidad. Ambos estudios indican que un compromiso/implicación activo en las cuestiones espirituales/religiosas podría representar un recurso fundamental para los pacientes enfermos de Alzheimer. Cuando los niveles realmente elevados de religiosidad están asociados a una progresión más lenta, debemos ser ciertamente conscientes que las prácticas religiosas no pueden ser “prescritas” para disminuir los procesos neurodegenerativos. Además, pueden haber otras variables diversas que podrían contribuir en los efectos positivos observados en estas personas. Mientras es importante que la espiritualidad sea asociada efectivamente a un comportamiento sanitario mejor (Hoff et al., 2008) y a mejores éxitos sanitarios en condiciones específicas (Chida et al., 2009), es importante subrayar también que la espiritualidad no es un “instrumento” para promover la salud. La espiritualidad de una persona (o más precisamente, su fe), es ante todo una cuestión de conexión con lo sagrado, cualquiera que sea su condición de salud. La espiritualidad de los caregiver Paganini y colaboradores (2012) han estudiado a 37 personas afectadas por esclerosis lateral amiotrófica y afligidas por esclerosis lateral amiotrófica (ELA) esporádica y sus caregiver, y ha descubierto que el bienestar existencial y las actitudes espirituales (es decir, “mi religión ha sido una fuente de fuerza y de consolación para mí”; “considero ser religioso o espiritual”) de los pacientes con ELA han sido relacionados negativamente al ansia, a síntomas depresivos y al peso de la asistencia de los cargiver. Estos resultados indican que el bienestar de los pacientes puede ser el “espejo” del bienestar de sus caregiver, y, por consiguiente, tanto unos como los demás tienen necesidad de sostén psicológico y espiritual El sostén a esta tesis proviene de un estudio randomizado de Grepmair et al. (2006, 2007) entre los DH84esp.indd 155 155 psicoterapeutas en formación que asistían a los cursos de meditación tendientes a promover conciencia tenían una reducción de los síntomas significativamente mejor (es decir, Global Severity Index y 8 escalas SCL-90-R, entre los cuales somatización, inseguridad en los contactos sociales, obsesión, rabia/hostilidad, ansia fóbica, pensamiento paranoico y psicotisismo) con respecto a los pacientes de los psicoterapeutas que en cambio no frecuentan cursos de ese tipo. Probablemente, los primeros eran más conscientes de la propia espiritualidad y de las propias reacciones, y de los sentimientos y comportamientos de sus pacientes y, por tanto capaces de responder adecuadamente. Esto significa que, para responder de modo compasivo y profundamente atento, también los agentes sanitarios tienen necesidad de ser sensibilizados y de acceder a los propios recursos espirituales, así como de un pro-memoria regular de la motivación principal que les impulsa a ayudar a los demás. Sin embargo, muchos médicos son reacios a enfrentar la espiritualidad/religiosidad de los pacientes durante su rutina cotidiana. Entre los 770 médicos provenientes de Alemania septentrional (49% protestantes, 13% católicos, 6% otro credo, 32% sin afiliación religiosa), la mayoría (67%) raramente o nunca enfrenta las cuestiones espirituales con sus pacientes (Voltmer et al., 2013). Esos médicos que están regularmente empeñados en servicios o actividades religiosas tocan dichas cuestiones espirituales/religiosas con sus pacientes con más frecuencia de los que están menos frecuentemente comprometidos (Voltmer et al., 2013). Parece ser que este comportamiento es una cuestión de “neutralidad profesional”, que es realmente apropiada en muchos casos, en particular cuando los pacientes se sienten ofendidos por la religiosidad institucional, pero podría ser menos útil cuando los pacientes se confían en su fe como un recurso para superar sus tribulaciones, o cuando han circunscrito las necesidades espirituales. En efecto, en una muestra de médicos de Estados Unidos (39% protestantes, 22% católicos, 29% otro, 11% sin afiliación religiosa) (Cur- lin et al., 2006) y de los psiquiatras alemanes (el 71% con una pertenencia religiosa, el 29% sin ella) (Lee e Baumann 2013), la mayor parte considera oportuno informarse de la espiritualidad/religiosidad de los pacientes y discutir dichas cuestiones sólo cuando el paciente las propone. La mayoría de los psiquiatras alemanes no considera apropiado hablar con los propios pacientes de su credo o de sus experiencias religiosas (80%), u orar con ellos (90%) (Lee y Baumann 2013), mientras sólo para algunos médicos de Estados Unidos nunca es oportuno hablar con pacientes del credo o de las experiencias religiosas (14%), u orar con ellos (17%) (Curlin et al., 2006). Los obstáculos citados más frecuentemente para integrar las cuestiones espirituales/religiosas en el trabajo terapéutico en ambas muestras de médicos han resultado ser la neutralidad profesional y la falta de tiempo (Curlin et al, 2006; Lee y Baumann 2013). La neutralidad profesional ha sido mencionada con frecuencia por los psiquiatras alemanes con respecto a los médicos de Estados Unidos, mientras estos últimos han mencionado la falta de tiempo, la falta de conocimiento y la dificultad general más a menudo de los psiquiatras alemanes. Es interesante notar que los psiquiatras alemanes han sostenido que las cuestiones espirituales/religiosas no eran de su responsabilidad (Lee y Baumann 2013). Todo esto parece ser también una cuestión de relación de comunicación. Los pacientes escoceses con estados adelantados de enfermedad mortales y sus carerer eran efectiva y generalmente reacios a tocar cuestiones espirituales, pero eran capaces de hablar de sus necesidades cuando lograban desarrollar una relación (Murray et al., 2004). Los pacientes eran mayormente capaces de invertir sus recursos personales para satisfacer sus exigencias espirituales cuando eran afirmadas y apreciadas por los profesionales sanitarios (Grant et al., 2004). Cuando los procesos mentales degradantes “roban la personalidad y destruyen nuestras oportunidades de curar, reconciliar y profundizar nuestra relación” con estas personas (Angelica, 2013), 23/10/14 18:01 156 en realidad ocuparse de estos pacientes es un reto significativo (y depresivo). Los rituales religiosos podrían ser una opción para unir a las personas con demencia a su verdadero yo, con la participación de otras personas (por ejemplo, familiares y caregiver), y a lo sagrado que podría ser vivido a través de estos rituales. Conclusiones Es importante notar que los pacientes pueden tener necesidades espirituales específicas insatisfechas, también aquellos a-religiosos/ escépticos (Büssing et al, 2013a). Tales necesidades deben ser reconocidas y enfrentadas por los sacerdotes, pero también por los profesionales sanitarios – que podrían ser los primeros encargados de identificar dichas exigencias – y quizás también por los parientes de los pacientes. Los médicos deben ir más allá de la actitud de “no es mi trabajo”, y reconsiderar su principal intención de ayudar a los demás como “buenos samaritanos”. Un sistema sanitario moderno debe reconocer y sostener la espiritualidad/religiosidad del paciente no sólo en un plano teórico, sino también muy concreto. Es necesario tanto el cuidado pastoral de sacerdotes como el acompañamiento espiritual de médicos y enfermeros. Cuando creemos realmente que nos encontrarnos frente a Cristo en cada persona sola, entonces debemos considerar cambios estructurales e individuales, es decir: 1) A nivel estructural: – tiempo adecuado para nutrir la espiritualidad de los agentes sanitarios – tiempo para desarrollar un “espíritu de equipo” pluriprofesional (que incluya también a los parientes de los pacientes) – animar a los agentes sanitarios de parte de la organización hospitalaria para que respondan a las necesidades espirituales insatisfechas de los pacientes como pre requisito para una asistencia sanitaria adecuada y completa – cuidado pastoral/espiritual también para los agentes sanitarios 2) A nivel individual: – encuentro compasivo con los pacientes DH84esp.indd 156 dolentium hominum n. 84-2014 – escucha atenta de lo que se dice y no se dice – confirmar al paciente individualmente pues él hace la diferencia – animar a los pacientes a abrirse a su espiritualidad (intrínseca), cuando sea oportuno. Estos pasajes fundamentales hacia un acompañamiento espiritual y pastoral, adecuado y centrado en el paciente, en los lugares de cuidado y de asistencia pueden ser corroborados por las recomendaciones de las conferencias de consenso para mejorar la “calidad del cuidado espiritual como una dimensión de los cuidados paliativos” (Puchalski et al. 2009, 2014). En fin, una antigua epístola del primer siglo llama nuestra atención sobre una verdad esencial que podemos referir también a nuestro trabajo con los enfermos, las personas solas y los que sufren: “Atribulados en todo, mas no aplastados; perplejos, mas no de sesperados; perseguidos, mas no abandonados; derribados, mas no aniquilados. Llevamos siempre en nuestros cuerpos por todas partes el morir de Jesús, a fin de que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo” (2 Co 4, 8-10). Agradecimiento A Jülyet Öven-Uslucan por haber compartido sus datos sobre los ancianos desde Baviera. 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A esto nos llama Jesús, a ir – como nos pide el Papa – hacia esa periferia existencial del dolor que son los Hospitales Públicos, que deben ocupar un lugar de privilegio en el corazón de nuestras comunidades. El Señor, en su vida pública, generó un intenso dinamismo de comunión con el sufriente, mediante DH84esp.indd 157 el contacto con el enfermo – Él los tocó –, incluidos los leprosos que eran los más excluidos. Quien quiera comprender correctamente la relación entre la caridad y la dedicación al cuidado de los enfermos, debe entender este momento, esta inflexión en la historia de la humanidad que es Jesús, quien en su ministerio dedicaba mucha atención y mucho tiempo a los enfermos1. En los hospitales de mi país, cuya atención es gratuita, se asiste a los más pobres. Algunos verdaderamente marginados, a los que se los denomina “sociales”, especialmente hombres mayores y ancianos. Ellos nos presentan el desafío de asistirlos y acompañarlos en su enfermedad y soledad. Esta es la exigencia de nuestra hora que debe ser una “hora nueva”2, que nos pide creatividad, pues “ésta es la hora – nos decía Juan Pablo II – de una nueva imaginación de la caridad”3, para que cada pobre se sienta parte de la familia de Dios, ya que “la Iglesia quiere ser de todos, especialmente de los pobres”4. Hoy más que nunca la Pastoral de la Salud y de la Vida debe ser prioritaria, especialmente en las preocupaciones de los pastores5. Hace tiempo nos propusimos un lema que expresa el objetivo de nuestra tarea: “Que nadie sufra solo”. Es exigente y comprometedor, por eso se les pide, a todos los que se sienten convocados por el Espíritu de Dios a esta tarea, dedicación y entrega a los hermanos que, en su enfermedad, sufrimiento y dolor, hacen presente a Jesucristo, el Hermano Mayor, “Varón de dolores”, entre nosotros. Este Señor nos pide que peregrinemos hacia el enfermo, a la manera de Jesús: comprendiendo, escuchando y sobre todo consolando para que sientan la caricia de Dios, para que los enfermos recuperen la esperanza muchas veces perdida. El voluntariado, testimonio de que Dios es “rico en misericordia” (Ef. 2, 4) “Bendito sea Dios Padre, y su Hijo Unigénito, y el Espíritu Santo, porque ha tenido misericordia de nosotros”6 . Desde antiguo el pueblo de Israel tuvo una profunda experiencia 23/10/14 18:01 158 de la misericordia divina. El Pueblo de Dios imploraba misericordia no sólo ante el mal moral o pecado sino también cuando se veía afligido por el mal físico. Así lo hizo David con la conciencia de la gravedad de su culpa, y así lo hizo Job en medio de su tremenda desventura7. En “la plenitud de los tiempos”, Dios Padre quiso revelar su misericordia como nunca antes lo había hecho ni lo hará jamás. Desde entonces, la misericordia divina resplandece en un rostro concreto Jesucristo. Jesús de Nazaret “no sólo habla de ella y la explica usando semejanzas y parábolas sino que ante todo, Él mismo la encarna y la personifica. Él mismo es, en cierto sentido, la misericordia. A quien la ve y la encuentra en él, Dios se hace concretamente ‘visible’ como Padre ‘rico en misericordia’”8 . Cristo ha mostrado en plenitud que el Padre es misericordioso sobre todo en la Cruz y en su gloriosa Resurrección. Él mismo ha derramado su misericordia sobre el mundo el día de Pentecostés, mediante la efusión del Espíritu divino, que en la Trinidad es la Persona amor. Así, pues, el misterio Pascual, el misterio de la Cruz es misterio de misericordia: La Cruz es la inclinación más profunda de la Divinidad hacia el hombre y todo lo que el hombre – de modo especial en los momentos difíciles y dolorosos – llama su infeliz destino. Siguiendo las huellas de la Tradición del Antiguo Testamento y del mismo Cristo y los Apóstoles, la Iglesia debe dar testimonio de Dios rico en misericordia en toda su misión. Con palabras y obras, especialmente las llamadas obras de misericordia. “Estuve enfermo y me visitaron” (Mt. 25, 36)9. El voluntariado, respuesta al mandato de Cristo... “Cristo nos enseñó que el hombre no sólo recibe y experimenta la misericordia de Dios, sino que está llamado a usar de misericordia con los demás: ‘Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia’ (Mt. 5, 7). Y nos señaló además los múltiples caminos de la misericordia que no sólo perdona los pecados, sino que sale al encuentro de to- DH84esp.indd 158 dolentium hominum n. 84-2014 das las necesidades de los hombres. Jesús se inclinó sobre todas las miserias humanas tanto materiales como espirituales”10. Hay un motivo más por el cual el discípulo de Cristo está llamado a usar misericordia: el mismo Señor y Maestro ha querido identificarse con los pobres y sufrientes: “Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo”11. “El Hijo de Dios, con su encarnación, se ha unido, en cierto modo, con todo hombre”12. ...y participación en la misión misericordiosa de la Iglesia La misión de la Iglesia es misión de misericordia divina y además de implorarla con insistencia mediante la oración, la Iglesia está llamada a encarnarla, prolongando de este modo el ministerio de su Señor, que pasó haciendo el bien: “Porque Él en su vida terrena, pasa haciendo el bien y curando a los oprimidos por el mal. También hoy, como buen samaritano, se acerca a todo hombre que sufre en su cuerpo o en su espíritu y cura sus heridas con el aceite del consuelo y con el vino de la esperanza”13. En esta encarnación son ciertamente figuras inspiradoras el Buen Samaritano de la parábola lucana14 y el episodio de la visita de María a Isabel15. Podría decirse que, entre ambos íconos, hay una cierta semejanza. Como el hombre justo de la parábola, María también “se hizo prójimo” de Isabel; fue capaz de salir al encuentro de un ser humano, que aunque no padecía un mal físico, se hallaba en necesidad. María, Madre de la Vida, se detuvo, tuvo compasión y dio ayuda (los tres movimientos del samaritano) a su prima anciana próxima a ser madre como ella. En la visitación, María ejerció la misericordia de la que fue portavoz en el Magníficat: “Su misericordia llega a sus fieles de generación en generación”16, y, por eso, en esta escena aparece también como Madre y Modelo de misericordia. “La Virgen fue en su vida ejemplo de aquel amor maternal del que es necesario, estén animados todos aquellos que, en la misión apostólica de la Iglesia, cooperan a la regeneración de los hombres”17. En nuestros días, una forma de “encarnar” la misericordia de la que venimos hablando es a través del ejercicio del voluntariado hospitalario, felizmente en gradual crecimiento en nuestra diócesis y en muchos otros lugares. Al cumplir fielmente su servicio, el voluntario se hace partícipe de la misión misericordiosa de la Iglesia. Con su acción, personal e institucional, hace presente el amor materno de la Iglesia. El voluntariado debe actuar de modo eclesial Para inspirarse en motivos que tienen su raíz en la Palabra de Dios y por tratarse de una iniciativa que brota de la comunidad cristiana, desde allí es “enviado” el voluntario. El voluntariado está llamado a actuar de modo eclesial, evitando toda forma de individualismo. “El individualismo apostólico, más que una falta de docilidad o de error táctico, es un error doctrinal”18. En efecto, ¿Cómo es posible que se obre aisladamente si la Iglesia ha sido “unificada por virtud y a imagen de la Trinidad”?19 ¿No es una “herejía práctica”? Hay que obrar, entonces, en conjunto, en comunión, porque la Iglesia, icono de la Santísima Trinidad, es también comunión. Actuar de modo eclesial significa para el voluntario “una doble convicción”20 : El servicio se hace en nombre de la Iglesia, “no es un acto individual ni aislado”21. El servicio ha de hacerse con unidad de criterios, siguiendo las normas que la misma Iglesia va señalando, recordando que ningún voluntario es “el dueño absoluto” de su servicio caritativo. De esta manera el voluntariado cristiano es una Buena Noticia para el mundo de la salud. Es un claro signo de vida que anuncia con sencillez, frente a todas las formas de deshumanización y de muerte que “la Vida vencerá”. Escribía, a propósito de esto, el Papa Juan Pablo II: “Se daría, por tanto, una imagen unilateral, que podría con- 23/10/14 18:01 dolentium hominum n. 84-2014 ducir a un estéril desánimo, si junto con la denuncia no se presentan signos positivos que se dan en la situación actual de la humanidad”. “Entre esas iniciativas surgen y se difunden grupos de voluntarios dedicados a dar hospitalidad a quienes no tienen familia, se encuentran en condiciones de particular penuria o tienen necesidad de hallar un ambiente educativo que les ayude a superar comportamientos destructivos y a recuperar el sentido de la vida…”22. En nuestra Diócesis es instrumento para este apostolado el Voluntariado Diocesano “María Madre de la Vida”, que tiene su origen en las parroquias, presta su servicio en los hospitales públicos, con espiritualidad profundamente diocesana. La clave para ayudar al enfermo es permitirle que viva su enfermedad como experiencia de gracia mediante la “Relación de ayuda”. El voluntariado “María, Madre de la Vida” reconocida como Asociación Privada de Fieles, tiene como objetivo primordial a los enfermos más abandonados. Sin espíritu proselitista, las voluntarias hablan 159 de Dios con la mirada, la escucha y los gestos, como dar de comer, higienizar, prestar oído y especialmente consolar. La voluntaria es presentada por el párroco, y luego de tres meses de formación ingresa al hospital acompañada por otra voluntaria, y finalmente en su parroquia, hace una promesa de servicio al enfermo más abandonado durante un año, en su parroquia, promesa que renueva cada año en torno al día de San Camilo. Este voluntariado ha cumplido 25 años de servicio en el año 2012 y fue reconocido diocesanamente desde el año 2002. En estos últimos años han nacido otros servicios dentro del Voluntariado: el de “María Madre”, compuesto por madres que sirven a las parturientas más pobres y vulnerables, y “Los Voluntarios de la Santa Cruz”, compuesto por hombres que asisten a sus pares enfermos y solos. Este servicio lo hacen por la noche. Esta tarea es – como dice el Papa – “ir hacia la carne de Jesús que sufre”23, en la persona de los enfermos. Como Delegado Diocesano de la Pastoral de la Salud y de la Vida agradezco al Pontificio Consejo su amable invitación y a todos ustedes su atención. Muchas gracias. Notas Cfr. Lc. 4, 40; Mt. 9, 35. Mons. G. B. Montini, Mensaje en el ingreso a la Arquidiócesis de Milán, 1955. 3 Novo Milenio Ineunte, 50. 4 Juan XXIII, Radiomensaje. “Ecclesia Christi”, 3. 5 Pastores Gregis, 71. 6 Misa de la solemnidad de la Ssma. Trinidad. Antífona de entrada. 7 Cfr. Dives in Misericordia III, 4. 8 Ibid, 2. 9 Cfr. Ibid, 8. 10 Homilía de la canonización de la beata Faustina Kowalska, apóstol de Jesús misericordioso. 30. IV. 2000. 11 Mt. 25, 40. 12 Gaudium et spes, 22. 13 Prefacio común VIII. 14 Lc. 10, 29-37. 15 Lc. 1, 39-45. 16 Lc. 1, 50. 17 Lumen Gentium, 65. 18 Pío XII, Discurso al Congreso de Obreros de Versalles, 1957. 19 Prefacio dominical VIII, Tiempo ordinario. 20 Cfr. Evangelii Nuntiandi, 60. 21 Id. 22 Evang. Vitae, 26. 23 Papa Francisco, Discurso al Congreso ecledial de la Diócesis de Roma, 17 giugno 2013. 1 2 3.3 Cuidado espiritual y pastoral en la familia Padre Thomas Kammerer Director del Departamento de Pastoral de la Salud, Hospital Universitario de Ciencias Aplicadas, Múnich, Alemania Impacto del social network en tiempos de crisis La religión es el sistema de la humanidad más antiguo para curar los traumas. Se trata de una convicción que he adquirido en mis numerosos años de actividad en el ámbito de la psico-traumatología. Ser ancianos o morir, de por sí no deberían ser situaciones traumáticas pero, al tratarse de un mo- DH84esp.indd 159 mento extremo y natural de nuestra vida terrena, la muerte evoca temor y otras emociones intensas. Con frecuencia, tanto el moribundo como las personas que forman su contexto social temen este momento, ya que la realidad de lo que puede o no puede haber más allá, no es accesible a nuestra experiencia directa. En realidad, la muerte y “lo que hay después” siempre han sido objeto de fe y de esperanza. En el umbral de la muerte, el concepto de sí mismo y del mundo que el individuo se ha formado debe estar bien definido. Esto semeja a otras crisis existenciales o traumáticas. Hoy sabemos que pasar con éxito a través de estos momentos de crisis depende siempre de este concepto de sí mismo y del mundo que indi- camos como dimensión espiritual de la vida humana. Las convicciones, las experiencias y el deseo llevan a esta dimensión de la vida y de la supervivencia y constituyen el fundamento de nuestra identidad y nuestro sentimiento básico de seguridad. Pero, para el individuo que se encuentra en una situación bastante tensa y con mucho temor, o cuando la demencia u otras enfermedades combinadas con estados alterados de la conciencia limitan el acceso al concepto de un individuo de sí mismo y del mundo, con frecuencia este fundamento personal de vida no parece ser suficiente o bastante fuerte. Precisamente aquí es que nos ayudan la comunidad, la dimensión social y las relaciones socia- 23/10/14 18:01 160 les. Martin Buber lo ha expresado en su conocida frase: “El ser humano se vuelve ‘Yo’ en el ‘Tú’”. Las religiones, entendidas como culturas de espiritualidad y religiosidad común, siempre han concedido a esta verdad estructura y estabilidad mediadas por la familia, por los vecinos y por el clan. Cuando el concepto de un individuo de sí mismo y del mundo alcanza el límite, la religión une las convicciones y las experiencias del individuo a las de la comunidad. Antes bien, la religión une el individuo también a las convicciones y a las experiencias de los padres y de los antepasados: como cuando a Moisés se le dijo que exhortara a su pueblo para que cambiara la seguridad de Egipto con la ambigüedad del desierto: “El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros… el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob” (Ex 3). Sobre todo en el momento de la muerte, tiempo de transición hacia un futuro absolutamente desconocido, la credibilidad que ofrecen las relaciones sociales y la religión, siempre ha tenido una importancia central. Formar parte de una comunidad quiere decir formar parte de un significado compartido, de un concepto compartido de sí mismo y del mundo, y poseer un tesoro de rituales comunes. A través de las acciones, los símbolos y las palabras, esta comunidad ayuda a realizar y a renovar conjuntamente cuando es más necesario, el significado y la confianza en el fundamento de la vida. El concepto de familia en un mundo que cambia Dado que el objeto de esta presentación es la “familia”, pienso que es preciso considerar esta palabra como multidimensional. Debemos ir más allá de la familia nuclear biológica formada por padre, madre e hijo, y ampliar el concepto más allá de la red sociológica de las relaciones de sangre y las varias generaciones. Las ciencias de la cultura, nos enseñan hoy que el concepto de familia es entendido de manera diversa en cada cultura, incluyendo aquí los conceptos como la familia de origen, la familia nuclear, DH84esp.indd 160 dolentium hominum n. 84-2014 la familia ampliada, la familia de sangre o tribal ampliada, la comunidad real de la vida, la gente de la propia raza o etnia, y también cada vez más el propio “círculo de los amigos mejores”. También la teología nos proporciona un concepto diverso de “familia de fe” fundada por el bautismo y, por tanto, de algún modo separada y diferente de la familia de nacimiento. De todos modos, cualquiera que sea el concepto de familia que uno tiene, en todas las culturas la familia es considerada como un sistema muy importante de supervivencia en tiempos de crisis. La familia interviene y ofrece la necesaria credibilidad y estabilidad de los conceptos básicos de sí mismo y del mundo. En un mundo que como nunca antes da importancia al individuo y que vive profundos cambios culturales, la noción y la importancia de la familia serán decididamente diversos para cada individuo. Sobre todo en los países industrializados está creciendo el concepto de la denominada “familia patchwork” o de “familia de amigos”. Un desafío referente a estos nuevos conceptos de familia es que, en tiempos de crisis, con frecuencia no existe un concepto común de sí mismo y del mundo. A menudo, estas familias no tienen rituales comunes y practicados para realizarlo. Aun si estos tipos de familia ofrecen sostén social, compasión y ayuda práctica, con frecuencia han perdido la función de coherencia implícita y explícita de significado y esperanza. Cuidado espiritual del enfermo y del moribundo de parte de la familia De cualquier modo se defina, la familia debería ofrecer una comunidad compasiva y que conceda sentido no sólo para el individuo moribundo. Desde el punto de vista de la fe, ella se vuelve concreta y toma vida en el contexto de la promesa de la familia de Dios de amor incondicional y de vida eterna. Frente a la muerte inminente y a un futuro desconocido, el individuo moribundo tiene necesidad de probar que la esperanza y la fe de sus seres queridos son reales, fiables y estables. Esto ocurre cuando se está presentes juntos, cuando se lleva el peso de la lucha juntos, y se busca juntos el sentido y el valor. Asimismo, se verifica recordando las diferentes expresiones de fe que han sido significativas para el individuo desde su infancia, como símbolos, canciones, textos y oraciones. Sobre todo para los ancianos y los que viven la demencia, esta búsqueda de algo que recuerdan, y por tanto que sea “propio”, puede ser un soporte profundo en el camino para completar la vida. Además, para la familia atenta, el recuerdo común de expresiones de fe puede volverse una experiencia de re-conexión y un nuevo modo de comunicar con los propios seres queridos, una sensación que para muchos se ha perdido durante el proceso de la enfermedad. Frente a la muerte inminente y a un futuro desconocido, el cuidado espiritual del individuo de parte de la familia asume particular importancia en el dejarlo ir y acompañarlo en este proceso. Para el moribundo este tiempo tiene el significado particular de entregar la vida (bios) y la responsabilidad. Recordad la historia de Jacob y la bendición de su padre (Gn 27). No se trata de traslado de bienes materiales sino de responsabilización de vivir la propia vida adulta en el futuro, lo cual es importante para los hijos así como lo es también para las madres y los padres. Frente a la muerte inminente y a un futuro desconocido, la persona que 50 años antes había prometido al compañero una vida común con empeño y amor, al final de la vida tiene necesidad de dejarlo ir y acompañarlo. Frente a la muerte inminente y a un futuro desconocido, el individuo que estaba ligado sentimentalmente a una persona debe tener la posibilidad de expresarle este amor y gratitud: una buena palabra o una señal que dar como una bendición a aquel o aquella que inicia su viaje o como un don a los que permanecen. Al mismo tiempo, el momento de la muerte inminente y del morir ofrecen un tiempo de reconciliación y una celebración de las empresas de la vida. Es el último momento, improrrogable, para 23/10/14 18:01 dolentium hominum n. 84-2014 recogerse, reunirse, celebrar y perdonar. En la cultura alemana de hoy, muchas familias han perdido la práctica de vivir juntos esta última fase de la vida hasta la muerte y, por tanto, en esos días experimentan un sentido de desorientación y de incertidumbre. Por esto es importante y útil una buena pastoral para estas familias. Como un “Maestro de Ceremonias”, el agente de pastoral puede guiar al moribundo y a su familia a través de los desafíos de este tiempo. Importancia de la pastoral familiar Por largo tiempo los rituales del término de la vida de la Iglesia han sido considerados estrictamente como un proceso que se desarrolla únicamente entre el sacerdote y la persona moribunda. Hoy tenemos necesidad de un ritual que ayude y llegue también a los miembros de la familia y facilite su proceso de dejar ir y acompañar. Tenemos necesidad de rituales que incluyan a la familia y asistan a los familiares no sólo con oraciones recitadas sino también con actos simbólicos y rituales, reali- 161 zados todos juntos y que, en este momento extremo de la vida, son más profundos y eficaces que las palabras. Debemos proporcionar signos y símbolos para ayudar a las personas a dejar ir y acompañar al otro con todo el corazón, también cuando el intelecto quizás no está totalmente preparado para hacerlo. Al menos en Europa, las religiones ya no son más la casa común para todos los hombres. La pastoral debería poder relacionar a las personas con proveniencias y creencias culturales diferentes, así como a personas sin alguna experiencia religiosa que se encuentran juntos en torno a la cama de un familiar moribundo. El desafío de la pastoral hoy es ofrecer nuestra experiencia espiritual y religiosa a una población muy diversa y con frecuencia no practicante, sin perder nuestra identidad de fe. Para ayudar a las familias a afrontar el desafío del cuidado espiritual no sólo en el momento extremo de la vida, la Iglesia debe ofrecerles agentes de pastoral que sean capaces de hacer algo más que leer el libro de los rituales. Evangelizar significa abrir un espacio a la experiencia espiritual profunda que la vida está en las manos de Dios. Las situaciones de fin de vida pueden ser momentos muy difíciles, pero profundamente abundantes de gracia para ese tipo de evangelización que se vive. Un agente de pastoral hoy tiene necesidad de una comprensión atenta de la situación concreta, de la capacidad de emplear palabras y signos tradicionales de manera que logre implicar a los presentes al que está muriendo y a la familia. Por esto debemos redescubrir nuestras antiguas tradiciones y llenarlas con nueva vida. También debemos desarrollar y proporcionar nuevos rituales y señales que se puedan utilizar adecuada y significativamente en situaciones difíciles como unidades de terapia intensiva, unidades para el cuidado de la demencia y del morbo de Alzheimer o unidades para pacientes en estado vegetativo y coma, y en otras circunstancias variables de la vida. De este modo la religión puede dar prueba nuevamente de sí misma como el más antiguo sistema de la humanidad para curar los traumas, y nuestra Iglesia puede ayudar a las familias a vivir juntos este momento difícil como un momento rico también de la experiencia de comunidad, de sentido, de promesa, de gracia y esperanza. 3.4 Asociaciones y voluntarios al servicio de los ancianos con enfermedades neurodegenerativas y de sus familias Dr. Marc Wortmann Director Ejecutivo, Alzheimer’s Disease International, Londres, Reino Unido M i presentación se concentrará en una de las principales enfermedades neurodegenerativas, la demencia, que incluye también el morbo de Alzheimer, el tipo más común de demencia. Estas enfermedades están ligadas marcadamente al envejecimiento. En el DH84esp.indd 161 2010 el número de personas con demencia en el mundo alcanzaba a 36 millones y, si no se encontrará una cura, por razones conexas con el envejecimiento de la población este número llegará a 66 millones en el 2030 y a 115 millones en el 2050. La mayoría de los casos de demencia se verifican en los países de renta baja y mediana, mientras el costo total de esta patología ha sido de 604 mil millones de dólares americanos en el 2010, el 1% del producto interno bruto global (PIB). En otras palabras, si la de- mencia fuese una nación, ocuparía el 18º puesto en la economía mundial, entre la Turquía e Indonesia. El impacto de la enfermedad puede ser enorme para la sociedad, pero lo es aún más para la persona con demencia, una patología que frecuentemente es descrita como pérdida del autocontrol. El impacto de la enfermedad para la persona a quien se le ha diagnosticado, así como para los familiares que la asisten, implica los aspectos emotivo, social y económico. Las personas con demencia tienen nece- 23/10/14 18:01 162 sidad de cuidados y esto muchas veces significa que la persona más cercana que le asiste (sobre todo el cónyuge o uno de los hijos, generalmente una hija o una nuera), debe dejar su trabajo u optar por un trabajo part-time para proporcionar un buen nivel de asistencia. Algunas investigaciones han puesto en evidencia que estos familiares pueden desarrollar un elevado nivel de estrés e incluso la depresión como resultado de este empeño asistencial, y esto se repercute también en el resto de la familia. Por otro lado, muchos se sienten apagados por el hecho que se ocupan de una persona querida y esto refuerza los vínculos familiares. Los estudios que han sido conducidos al respecto muestran que la mayoría de las personas afectadas por demencia en todo el mundo son curadas en casa propia y de parte de los familiares. Al sostener a estas familias, las asociaciones de voluntariado de sempeñan un papel importante. Una asociación que se ocupa de estos pacientes tiene tres objetivos fundamentales: proporcionar informaciones, organizar formas de sostén y ayudar a pacientes y a sus familiares, y hacer valer sus derechos para el reconocimiento de la enfermedad y obtener un mejor servicio asistencial. Esto sucede también para el Movimiento Alzheimer, aunque las organizaciones en las diversas partes del mundo tienen obviamente varios niveles de desarrollo. Con frecuencia a los voluntarios comprometidos en estos roles clave y en algunas asociaciones, hay personas que brindan su servicio únicamente como voluntarias, sin alguna retribución. Cuando las asociaciones pueden permitir asumir personas retribuidas, ellas se deben concentrar en el desarrollo de instrumentos y materiales, proporcionando una formación a los voluntarios y a los asistentes familiares, además de trabajar con los agentes sanitarios. El personal puede desempeñar también papeles más especializados en la comunicación, en el campo de la recolección de fondos, en aquel jurídico y de la política pública, e incluso en la promoción de la investigación. He aquí algunos ejemplos sobre el tipo de trabajo que desarrollan las asociaciones que obran en el DH84esp.indd 162 dolentium hominum n. 84-2014 campo del Alzheimer. Gran parte de su compromiso está dirigido a las personas, a fin de que reconozcan las primeras señales de la demencia. Indudablemente, ésta es la página del sitio web de la organización que tiene el mayor número de visitadores. La Asociación para el Alzheimer de Estados Unidos ha elaborado un instrumento útil para informar a las personas, una simple lista con 10 síntomas premonitorios que comprenden desde la pérdida de memoria que trastorna la vida cotidiana, hasta los cambios más dramáticos del humor y de la personalidad. Si alguien está preocupado que él mismo o un miembro de su familia o un amigo podría tener la demencia, puede mirar atentamente la lista. En el caso en que tuviese que responder afirmativamente a varios puntos, se aconseja una visita al médico de familia o de parte de un especialista. Estas señales se han traducido en varias lenguas, adaptándolas a la cultura local, en muchos países del mundo. Los 10 síntomas premonitorios: 1. Pérdida de memoria 2. Dificultad en las actividades cotidianas 3. Problemas de lenguaje 4. Desorientación en el tiempo y en el espacio 5. Disminución de la capacidad de juicio 6. Dificultad en el pensamiento abstracto 7. La cosa justa en el lugar equivocado 8. Cambios de humor o de comportamiento 9. Cambios de personalidad 10. Falta de iniciativa (Federación Alzheimer Italia, Utilizado con el consentimiento de la Alzheimer Association – USA) Es claro que compartir las experiencias entre las personas afectadas por demencia y de sus caregiver es fundamental para proporcionar un sostén importante para ayudarles a convivir con la enfermedad. En el curso de los años se han desarrollado una serie de modelos, como el llamado Alzheimer’s o Memory Cafes, donde las personas pueden acceder fácilmente a las informaciones, hablar con los demás y participar en grupos de sostén adecuados. La mayoría de las asociaciones que se ocupan de Alzheimer tienen una línea para proporcionar ayuda que con frecuencia es accesible las 24 horas durante los siete días de la semana, para dar informaciones y sostén. Recientemente, también el papel de los media sociales se ha vuelto importante, de modo que hay muchas páginas en Facebook y Twiter en las que las personas con demencia o sus familiares pueden compartir sus historias y estar en contacto con los demás. La defensa de los derechos del enfermo y la política pública es otro campo de acción muy importante para las asociaciones de voluntariado que se ocupan del Alzheimer. Defender significa hablar por cuenta de alguien que no lo puede hacer, y en las fases iniciales del movimiento por el Alzheimer se han ocupado sobre todo los profesionales y los familiares de los enfermos. Pero en los últimos diez años son cada vez más las personas con demencia, muchas de las cuales en el estadio inicial de la enfermedad, que han luchado con fuerza y han hablado públicamente de su enfermedad. Esto es importante pero debe ser sostenido con los hechos: ¿Cuál es el número de las personas que viven con esta enfermedad en mi país, en mi provincia o en mi ciudad? ¿Cuál es el costo para la sociedad y cuáles son los servicios disponibles, y cuáles en cambio deberían ser proporcionados? Las organizaciones de los pacientes deben trabajar sobre estas preguntas antes de pensar que su voz sea escuchada con éxito positivo. Tienen necesidad luego de personas fuertes en el gobierno: políticos o empleados públicos que quieran poner la enfermedad como una prioridad. Para la demencia este proceso ha iniciado sólo desde hace poco y aún debe ser desarrollado en todo el mundo. La Alzheimer’s Disease International (ADI) abraza todas las asociaciones que se ocupan de Alzheimer. Fue creada en 1984 y actualmente cuenta con organizaciones asociadas en 84 países. Su finalidad es ayudar a las organizaciones que se ocupan de los enfermos de Alzheimer, para que se establezcan y se refuercen en todo el mundo, y difundir una mayor 23/10/14 18:01 dolentium hominum n. 84-2014 conciencia sobre esta enfermedad y sobre todas las demás causas de demencia, poniendo la demencia como una prioridad en el campo sanitario. Para lograrlo, la ADI se sirve de cierto número de programas, entre los cuales un programa de formación a nivel universitario denominado Alzheimer University, para agentes y voluntarios de las asociaciones que adhieren y el Programa de Hermanamientos (ADI Twinning Programme), en el que una asociación consolidada es hermanada con otra asociación emergente, de modo que puedan aprender recíprocamente y establezcan una relación que sea útil para ambas. Las principales actividades de la ADI para favorecer una mayor conciencia a nivel global son una conferencia internacional que se realiza en varias partes del mundo y el Mes Mundial del Alzheimer (World Alzheimer’s Month), que generalmente es setiembre, así como la Jornada Mundial del Alzheimer que se celebra el 21 de setiembre, primer día de otoño. El tema para el Mes Mundial del Alzheimer en el 2013 ha sido: Un camino de cuidado (A Journey of Caring), para subrayar la importancia de la continuidad de los cuidados a las personas afligidas por la demencia. Participaron 70 países, con gran número de actividades a nivel nacional y cerca de 2.000 manifestaciones en todo el mundo. La Alzheimer’s Disease International involucra a las personas afectadas por demencia en todas las actividades que realizamos, como conferencias, programas de formación y defensa de los derechos personales. En el consejo de administración de la organización está prevista una posición específica, reservada a una persona afligida por demencia, y cada trimestre publicamos historias personales en nuestra newsletter, Global Perspective. Desde el 2009, la ADI ha publicado cinco informes mundiales sobre el Alzheimer, realizados por investigadores del sector acerca de: revisiones sistemáticas de los números totales (2009) y los costos globales de la enfermedad (2010), beneficios del diagnóstico y de una intervención precoz (2011), superación del estigma (2012) y asis- DH84esp.indd 163 163 tencia a largo plazo (2013). Para el informe sobre el estigma hemos realizado un sondeo general entre las personas con demencia y quienes les asisten, y hemos captado que existe aún mucha marginación social y falta de comprensión con respecto a esta enfermedad en la sociedad. Esto se puede afrontar con un acercamiento menos discriminatorio, que valorice a las personas con demencia en lo que aún pueden hacer, en vez de poner en evidencia las capacidades que han perdido. Para la mayoría de ellos que han participado en el sondeo, son fundamentales la formación y la toma de conciencia de las personas. En setiembre se ha publicado el informe Mundial sobre Alzheimer 2013; contiene un análisis para la asistencia de largo plazo. Un descubrimiento fundamental ha sido el hecho que actualmente 100 millones de personas ancianas en todo el mundo tienen necesidad de cuidados y de asistencia de largo plazo, y este número se triplicará en el 2050, llegando a 277 millones. La mitad de ellos estará afligida por la demencia, de modo que sigue siendo la causa más importante en el requerimiento de cuidados y asistencia. El informe recomienda una mejor integración entre asistencia sanitaria y social, incluido un soporte formativo para los cuidadores y los asistentes de estos enfermos. Debemos hacer lo posible a fin de que en cada país la demencia sea una prioridad sanitaria nacional. La ADI ha trabajado con la Organización Mundial de la Salud en un informe titulado “Demencia: Una Prioridad Sanitaria Pública” (Dementia: A Public Health Priority), publicado en abril del 2012. Este informe proporciona una visión de conjunto sobre la investigación y sobre los conocimientos acerca de las principales cuestiones referentes al morbo de Alzheimer y de otros tipos de demencia en el mundo. Asimismo, pone en evidencia un nuevo descubrimiento, es decir, que hay 7,7 millones de nuevos casos de demencia cada año, o si queremos uno cada cuatro segundos, en todo el mundo. El informe pide a los Estados miembros de la OMS que actúen de inmediato desarrollando planes o estrate- gias a nivel nacional para enfrentar esta epidemia. El informe ha sido redactado en inglés, pero ha sido traducido en chino y en español, y otras traducciones están en curso, incluido francés, ruso y árabe. Ya ha sido utilizado por varios gobiernos para desarrollar proyectos específicos. Algunos países, como Australia, Francia y Corea del Sur, ya han elaborado dichos proyectos y si los confrontamos vemos que hay varios puntos en común: mejorar el conocimiento y la formación, animar el diagnóstico y el tratamiento precoces, así como el sostén en casa del enfermo y en las clínicas; reforzar el sostén para las familias y la formación de los agentes profesionales; mejorar la coordinación de los cuidados y, para concluir, monitorear los progresos y el compromiso en el campo de la investigación, reconociendo el papel que juegan las tecnologías innovadoras. Concluyo diciendo que este movimiento ha iniciado a implicar mayormente a las comunidades en este sector, a través de diversas iniciativas emprendidas en Asia, en Europa y en América del Norte, no por nada son las partes del mundo que cuentan con el más alto porcentaje de población anciana. En Corea del Sur, se han formado más de 120.000 voluntarios para ayudar a las familias de personas afligidas por demencia, y en Japón se ha puesto en marcha un curso de formación de 90 minutos, al que han adherido ya más de 4 millones de personas. En el Reino Unido, esta iniciativa ha sido emprendida en el ámbito del programa denominado Dementia Friends. Varias ciudades en Alemania, en Bélgica y en los Países Bajos tienen un acercamiento positivo para con la demencia, hasta el punto que se declaran “amigas de la demencia” (dementia friendly), y han puesto en marcha programas de formación para funcionarios gubernamentales, policías, contadores y otros miembros de la sociedad civil. La ciudad de San Francisco, en Estados Unidos, ha sido la primera en el mundo que ha instituido un amplio programa ciudadano para afrontar la demencia. Gracias. Para mayores informaciones, pueden visitar la página: http://www.alz.co.uk 23/10/14 18:01 164 dolentium hominum n. 84-2014 Sábado 23 noviembre MESA REDONDA Acción de la Iglesia a favor de la persona anciana enferma 1. Informe desde Argentina S.E. Mons. Aurelio Kühn Obispo Prelado de Dean Funes y Obispo responsable de la pastoral sanitaria en Argentina Introducción En la Iglesia de hoy se viven hermosos signos de esperanza, cosas muy bellas, no obstante la fuerte ruptura entre el Evangelio y la cultura y el abismo entre la doctrina y la práctica. Entre la “necedad de la predicación”, breve y circunstancial, y la constante y larga catequesis subliminal que ofrece el mundo a través de los MCS. Por eso es necesario una fe probada, que confía en el poder de la oración y de la Palabra de Dios, y en la fuerza de la caridad… el milagro moral de un amor concreto, testimoniado por los creyentes, especialmente a favor de los más débiles, de los enfermos, de los ancianos. Se requiere también una esperanza cierta, que “tira las redes y navega mar adentro”. Como lo hace la Iglesia. Aunque no siempre es bien comprendida, la Iglesia ha estado y está cerca del hombre caído a ejemplo de Cristo, el Buen Samaritano. Lo demuestran los documentos eclesiales, que a partir del Vaticano II, defienden y promueven la vida, y las innume- DH84esp.indd 164 rables iniciativas de instituciones eclesiales a favor de los enfermos, discapacitados y ancianos. El Episcopado Latinoamericano, que ha hecho una clara opción por la vida (cf. Aparecida 348. 417), y después de un largo proceso, a través de la Pastoral de la Salud, ha elaborado una valiosa Guía para la Pastoral de la Salud en América Latina y El Caribe, actualizada a la luz del Documento de Aparecida en el V Encuentro Latinoamericano y de El Caribe de Pastoral de la Salud, realizado en Panamá en el año 2009. (CELAM. DISCÍPULOS MISIONEROS EN EL MUNDO DE LA SALUD. Guía para la pastoral de la salud en América Latina y el Caribe, Bs.As. 2011). Similar proceso ha realizado la Conferencia Episcopal Argentina. Lo señalaremos en el cuerpo del informe. Es real, globalizado y muy doloroso el sufrimiento y el vacío del hombre de hoy, que necesita y pide cercanía y atención. Y la Iglesia, en cada creyente, a ejemplo de Cristo, Buen Samaritano, intenta acercarse a este hombre doliente y ofrecerle el testimonio de un amor concreto. (Ver Documento de Aparecida, nn. 407-430). 1.Pastoral de la salud en Argentina Esta cercanía atenta, la Iglesia la viene realizando a través de la Pastoral de la Salud. “Una pastoral que anuncia al Dios de la vida y que promueve la justicia y la defensa de los derechos de los más débiles, de los enfermos; que compromete a toda la comunidad cristiana en un trabajo organizado y estructurado dentro de la pastoral de conjunto” (Guía para la pastoral de la salud en América Latina y el Caribe, n. 5) En Argentina, concretamente, la Conferencia Episcopal creó en el año 1991 la Comisión Episcopal para la Pastoral de la Salud, integrada por al menos tres obispos, uno de los cuales ejerce la Presidencia, y un sacerdote que es el Secretario Ejecutivo. Esta Comisión en el año 2006 creó el Equipo Pastoral de Apoyo, integrado por los Delegados Regionales de la Pastoral de la Salud. A partir de esta estructura, de manera coordinada, se realiza el servicio a las diócesis de acompañamiento, animación y formación. En cada Diócesis debe formarse la Comisión Diocesana, encargada de promover la Pastoral Orgánica en las parroquias, donde los grupos parroquiales acompañan a los enfermos y ancianos y sus familias, ya sea en los domicilios o en Instituciones. Este es el esquema organizativo. En la práctica se requiere un continuo recomenzar. La Comisión Episcopal realiza cinco reuniones de trabajo anuales y una vez por año, después de la Pascua, organiza el Encuentro de 23/10/14 18:01 dolentium hominum n. 84-2014 Delegados Diocesanos de Pastoral de la Salud, durante tres días. Allí se cultiva el espíritu fraterno, se intercambian experiencias, se informa la situación de cada diócesis, se recibe formación específica, se organiza la celebración del Día Nacional del Enfermo y se proyectan encuentros regionales. 2.Atención del anciano Aquí nos interesa en particular la pastoral con los ancianos, que está también inserta en la pastoral de la salud. ”Es motivo de preocupación la falta de una atención integral y la situación de abandono en la que viven los ancianos, los enfermos mentales, los enfermos en fase terminal y las personas con capacidades diferentes” (Guía, n. 20). Los ancianos, de hecho, conforman hoy en los ámbitos parroquiales un sector cada vez más numeroso, necesitado de una especial dedicación pastoral de nuestra parte. Ya el ambiente familiar no es suficiente para cubrir sus necesidades de apoyo, acompañamiento y cuidado, y menos para ayudarlos a vivir la ancianidad, no como una antesala de la muerte, sino en la perspectiva del misterio Pascual de Jesús; ayudarlos a vivir esta etapa final de la vida desde la fe y la sabiduría de la cruz, con dignidad y plenitud, dispuestos todavía a expresar sus capacidades y participar activamente en la vida de la Iglesia, sobre todo como intercesores con Cristo, a través de su oración y su sacrificio ofrecidos generosamente a favor de los demás, especialmente de la propia familia. Saber motivar a las personas enfermas y ancianas a unirse a Cristo en su entrega por la salvación de sus hermanos (Cf. Cristifideles laici, n. 4). El CELAM presenta unas Lineas para una pastoral de la vejez: – Pastoral de la presencia: estar con el anciano, conocerle, amarle, acercarnos a su realidad con trato cordial, amistoso, sin el afán de evangelizar a toda costa. Conocer su mundo, su modo de ver las cosas, compartir lo bueno y lo malo. – Pastoral de conocimiento y comprensión: acogerlo tal como DH84esp.indd 165 165 es; aceptarlo sin enjuiciarlo, sin censurarlo. – Pastoral activa y creativa: rescatar el protagonismo de los viejos, darles nuevas posibilidades de desarrollo, que hagan de la vejez un tiempo de realización y plenitud. El objetivo es brindar atención integral a la Tercera Edad y emprender actividades de bienestar para lograr una vida más aceptable e integrada a la comunidad, y abierta a la dimensión trascendente, al encuentro definitivo con Dios (Cf. SELARE, Pastoral de la Salud, CELAM, Colombia 1999, pp. 258-260). En Argentina, viendo el panorama general, podemos destacar las siguientes actividades pastorales a favor de la Tercera Edad: – Comisiones e Instituciones dedicadas a la pastoral de la Salud. No son muchos los hospitales pertenecientes a la Iglesia, apenas cuatro. Pero está presente en los hospitales públicos por los capellanes, algunos con servicio exclusivo, y por el servicio de los voluntarios. En el interior, al menos en algunas zonas, donde los hospitales públicos no tienen atención especializada, suelen hospedar a los ancianos solos y sin recursos. Sí, cuenta la Iglesia con muchos hogares de Caritas, Hospices; muchas Congregaciones y Asociaciones dedicados totalmente a la atención de los ancianos. (Cf. Informe del Secretario Ejecutivo de la Comisión Episcopal, presentado en el Encuentro del CELAM: COMISIÓN EPISCOPAL PARA LA PASTORAL DE LA SALUD). 3. Algunos ejemplos de servicio a la ancianidad 3.1Acercamiento a través de Radio María A través de Radio María, que tiene más de un centenar de repetidoras en todo el país, y con programas abiertos al diálogo con el público, se ha logrado una hermosa comunicación con personas ancianas o enfermas, y sus familias. Ofrecen estos programas la oportunidad para un acercamiento y una comunicación muchas veces profunda, motivadora, iluminadora y consoladora para las personas ancianas o carentes de un sentido para sus vidas. A través de este medio, es posible llegar a personas, familias y lugares que no se lograría de otra manera. 3.2. El Servicio sacerdotal de urgencia Todos los días, y a cualquier hora, como un ladrón, la muerte puede sorprendernos, en casa o en el hospital, o en cualquier otro lugar. Todo creyente desearía tener en ese momento el consuelo de la gracia de Dios. Y no es fácil hoy, especialmente en las grandes urbes, encontrar una puerta abierta y un sacerdote disponible. Muchas veces, ni de día y menos a la noche. Por eso, en 1952, en Córdoba, un laico que buscaba y no encontraba un sacerdote para su padre moribundo, pensando que como había “Médico de turno”, o “Farmacia de turno”, porqué no también un “Sacerdote de guardia”. Tuvo la inspiración de constituir también una guardia sacerdotal donde los cristianos en situaciones dolorosas pudieran recurrir sin pérdida de tiempo y conseguir un sacerdote para los sacramentos u otra emergencia. Así comenzó el Servicio Sacerdotal de Urgencia. En el año 1952 se puso en marcha por primera vez en la Argentina una guardia, el Servicio sacerdotal de urgencia. En una Sede, con su Nº telefónico, un sacerdote y dos laicos, esperando en piadosa vigilia el llamado de algún hermano necesitado de la gracia de Dios. En este momento el S.S.U. está presente en 16 Diócesis del país, en las ciudades más importantes; con un sacerdote y dos o tres laicos voluntarios que atienden gratuitamente de las 21 o 22 hs. hasta las 06 hs. La acción Sacramental que efectúa, en la que interviene principalmente Cristo, y en la que participa el sacerdote como mediador e instrumento del Señor, tiene a los laicos como cooperadores de la Salvación, constituyéndose en un verdadero Ministerio Laical. Es una manifestación de Caridad, pues se ponen a disposición de los hermanos sufrientes. 23/10/14 18:01 166 En este momento el Servicio Sacerdotal de urgencia (S.S.U.) cuenta con un Estatuto, Comisión Directiva, un sacerdote asesor con la aprobación del Obispo Diocesano. Y los Servicios Diocesanos están unidos, fraterna e institucionalmente a través de una Federación, reconocida por la Conferencia Episcopal. 3.3Ministros extraordinarios de la comunión El ministerio laical del ministro extraordinario, contemplado en el canon 230 del CIC, además del servicio en los templos, ofrece la oportunidad de un hermoso servicio a los ancianos y enfermos en sus casas o centros de salud. Integrados a la pastoral de la salud, los ministros extraordinarios de la comunión llevan la comunión a los enfermos y ancianos y se constituyen en una presencia viva de la Iglesia en las familias; un punto de referencia y de contacto con el párroco, a quien tantas veces le resulta imposible llegar al encuentro del anciano. Es un servicio ampliamente difundido en el país. 4. Instituciones de Salud 4.1Instituciones de la Iglesia La Iglesia en el país presta muchos servicios a los ancianos en los Hogares de Caritas, en los Hospices de inspiración cristiana creados a partir de 2002 y en numerosos Hogares de Ancianos que sostienen Congregaciones Religiosas, Institutos y Asociaciones de fieles. Se descubre una gran sensibilidad social y una verdadera caridad fraterna en las comunidades cristianas, que hacen posible el surgimiento de programas de asistencia a domicilio, centros de día (lugares donde se ofrece albergue y comida a personas solas o de paso), cuidadores capacitados, agentes pastorales, “teléfonos” para adultos mayores, a los que pueden recurrir en sus momentos de soledad o de emergencia. Manos abiertas. Es una organización de inspiración cristiana, abierta a todo hombre y mujer de DH84esp.indd 166 dolentium hominum n. 84-2014 buena voluntad que a través del trabajo voluntario tienen como misión servir, promover y dignificar a quienes más lo necesitan. Es una opción por el voluntariado, que ofrece la posibilidad de ayudar quienes desean compartir ideas, recursos, tiempo para el servicio, manos para brindar y sonrisas para alegrar, creando espacios de confianza, alegría y esperanza. (ver www.fundmanosabiertas.org. ar). Los abuelos de Jesús. Es la Asociación de fieles San Joaquín y Santa Ana de la Arquidiócesis de Córdoba, cuyo carisma es el servicio a los ancianos para rescatarlos como personas y a través de ellos a las familias, dándoles la lúcida sensación de ser personas queridas, cuidadas y respetadas, cualesquiera hayan sido las circunstancias que les haya tocado vivir. Los miembros llevan un estilo de vida laical, no religioso. Entre ellos hay consagrados, misioneros, miembros familiares que acompañan a los consagrados, miembros colaboradores, miembros juveniles y voluntarios. Son de los nuevos carismas que surgen en la Iglesia para servicio de los más marginados. (Ver www.losabuelosdejesus.org.ar). Son algunos ejemplos que muestran la vida de la Iglesia como servidora de los más necesitados. Muchas Congregaciones religiosas podrían también presentar varios ejemplos. 4.2. Instituciones del Estado En la atención de los ancianos interviene también el Estado, que ofrece muchos recursos para la atención de los ancianos, (PAMI Programa de Atención Médica Integral) y cuenta con Centros especializados para su atención, con una presencia muy activa del voluntariado católico. Es el caso del Hospital J.J. Puente, en la Prelatura de Deán Funes. También en esta zona de la Provincia de Córdoba hay pequeños hospitales en la zona rural, que sirven también como residencia de ancianos, que viven solos o aislados en el campo. Es un servicio que está presente en todo el país. 5. Otros servicios 5.1 Ancianos que se reúnen a orar y acompañarse Fue una experiencia pastoral, personal, en una comunidad pequeña y abierta, donde los ancianos cercanos entre sí, que no podían asistir al templo, se reunían en pequeños grupos, alternando en diversas casas, para rezar el Rosario, compartir la Palabra y también recibir la comunión cuando podían contar con la presencia del sacerdote. Una reunión fraterna que se convierte en una celebración litúrgica. 5.2Proyecto “Con mi abuelo de la mano” (Ver proyecto) Es el proyecto de una abuela, que quiere facilitar la participación activa de los ancianos abuelos, y abrir espacios de diálogo, canales de comunicación, entre abuelos y nietos, para un enriquecimiento recíproco. Se trata de un “Diálogo Emotivo”, que involucra un intercambio de emociones, afectos, valores, hábitos, normas, etc. Está propuesto este proyecto para realizarse a través de diferentes talleres, durante el año escolar y catequístico. 5.3Pastoral de los porteros Es una experiencia realizada en la Ciudad de Buenos Aires. Los porteros de los edificios de las grandes ciudades tienen conocimiento y acceso a los departamentos y a sus inquilinos, muchos de los cuales son ancianos y con frecuencia viven solos. Los porteros aquí pueden ser necesarios y útiles mediadores para los agentes pastorales. Por eso, surgió esta experiencia en la Ciudad de Buenos Aires, de reunir los porteros en encuentros pastorales, despertar su conciencia de servicio a favor de los enfermos, ancianos y personas solas, y motivar en ellos una actitud pastoral y espiritual de mediación entre los agentes pastorales y los enfermos. O convertirse ellos mismos en agentes pastorales. 23/10/14 18:01 dolentium hominum n. 84-2014 5.4 Red Sanar Desde hace 16 años, existe en el país la Red Sanar. Nació como un grupo de auto ayuda ante el fenómeno de una ola de suicidios de adolescentes. Se convirtió en una ONG solidaria y gratuita, que realiza a través del aporte generoso de los voluntarios, muchos de ellos recuperados gracias a su participación en los talleres de la Red Sanar, prevención y terapéutica en trastornos derivados de la ansiedad, angustia y derivados, como son el estrés, fobias, pánico, trastornos compulsivos, depresión. Es un fenómeno alarmante de cómo afecta hoy a las personas, la realidad que viven. Ya hay 60 filiales en el país, y 167 son muchas las personas ancianas que participan. 6. El voluntariado como expresión concreta del amor de Dios Hay una ley del voluntariado, pero aún sin reglamentar. Y son numerosos los voluntarios que ofrecen gratuitamente su tiempo, su capacidad e incluso sus medios económicos en favor de quienes los necesitan. Su misión es servir, promover y dignificar a los más necesitados, mejorando su calidad de vida y suavizando las situaciones de dolor y carencias que padecen, a través del trabajo voluntario. En muchos ámbitos de la sociedad y de la Iglesia, se mueven los voluntarios: en Caritas, la Catequesis, pero especialmente en el ambiente hospitalario, en los Hogares de ancianos, en la visita y acompañamiento a los enfermos y ancianos. 7. Conclusión Ciertamente, la atención de los ancianos, cuyo número y sus sufrimientos aumentan cada día, no es la óptima. Pero tampoco debemos desconocer la obra de la Iglesia, que a través del servicio voluntario de los fieles, sacerdotes y consagrados, está cerca y acompaña a los ancianos. Valoramos este servicio y alabamos y damos gracias al Señor por esta obra. 2. Ancianos enfermos: la obra de la Iglesia en Australia S.E. Mons. Donald Sproxton Obispo Auxiliar de Perth, Promotor Episcopal de la Pastoral de la Salud en Australia E xcelencias Reverendísimas, Reverendos Padres, hermanos y hermanas en Cristo: Es un gozo para mí poder hablarles hoy de la obra que desarrolla la Iglesia a favor de los ancianos enfermos. Entre nosotros veo a Rowena McNally, Presidente del Consejo de Administración de “Catholic Health Australia”, que participa en estas importantes reflexiones, así como a los Profesores Fran McInerny y Michelle Campbell, de la Universidad Católica Australiana. Hablando en esta gran ciudad en noviembre pasado, el Papa Benedicto XVI ha dicho a los huéspedes de una residencia para ancianos que “la calidad de una sociedad, quisiera decir de toda una civilización, se juzga también según como son tratados sus ancia- DH84esp.indd 167 nos”. Si consideramos lo anterior, junto con el mandato de Jesús a los apóstoles: “Predicad el Evangelio y curad a los enfermos”, no es fácil encontrar a un grupo de personas más dignas que los ancianos para recibir el amor y el cuidado de la Iglesia, en particular cuando se encuentran en malas condiciones de salud. Esta es la razón por la que la Iglesia pone énfasis en el tratamiento – físico, psicológico y espiritual – de los que se encuentran en los últimos años de su vida. Mientras los hospitales con o sin un perfil pluri-confesional, pueden proporcionar asistencia física de elevada calidad a las personas ancianas, la iglesia católica ofrece ese tipo de tratamiento holista que nutre el cuerpo y el alma. La manera más obvia con la que ella logra hacerlo es a través de la pastoral, gracias a los esfuerzos generosos de los miembros de las parroquias de todo el país. El ministerio de los sacerdotes y de los diáconos sigue siendo una ayuda vital para los ancianos que desean ardientemente recibir la fuerza de los sacramentos. Mientras la Iglesia se adecúa a un número cada vez más exiguo de sacerdotes, los laicos se han mostrado disponibles para contribuir en la distribución de la Eucaristía a los que no están en las condiciones de participar en la Misa debido a su enfermedad. Las comunidades parroquiales han sido felices de brindar actividades sociales a los huéspedes de las residencias para ancianos. De este modo, los ex parroquianos permanecen relacionados con su parroquia, así como con sus familias y sus amigos. A la creciente exigencia de visitas a domicilio para los parroquianos que están bloqueados en casa, proveen los miembros de la Sociedad de San Vicente de Paúl. Muchas de nuestras escuelas han colaborado con las instituciones locales de asistencia para ancianos a fin de crear programas de servicios comunitarios para sus estudiantes. Dichos programas proporcionan a los estudiantes la oportunidad de visitar sobre todo a los ancianos que no reciben visita alguna, y transcurran así un ra- 23/10/14 18:01 168 zonable lapso de tiempo con algunos de ellos leyendo o escuchando las historias de su vida que quisieran narrar. Los estudiantes se benefician con este empeño a favor de los ancianos desde un punto de vista humano, ya que muchos de nuestros jóvenes no tienen abuelos. En todo el mundo la Iglesia católica ha sido por largo tiempo líder en el campo de la asistencia a los ancianos, a través de sus hospitales y de los servicios asistenciales. En el contexto australiano, tenemos una población de cerca de 22 millones y los católicos son cerca de 5 millones. El gobierno australiano cuenta con un programa para aumentar los puestos cama para ancianos en las estructuras destinadas a ellos elevándolos de 25 a 113 cada mil. Considerando que en Australia una persona de cada 10 está internada en un hospital o en una residencia para ancianos, podemos decir que esta misma persona se puede considerar afortunada porque puede ser curada por un servicio de matriz católica – es decir, un servicio que se inspira en la historia del Buen Samaritano – y por tanto sabe que está en manos seguras desde el punto de vista médico, pero también de la compasión. He tenido la suerte de ver esto en primera persona en el cuidado que las Pequeñas Hermanas de los Pobres brindan a mi padre cuya salud requería su internamiento en una estructura para ancianos. La asistencia a los ancianos de parte de la iglesia puede ser un concepto abstracto para muchos de nosotros; la experiencia de ver el cuidado amoroso que otorgan los servicios católicos lo ha hecho real para mí. Pero para muchos ancianos entrar en una casa de descanso no es una elección fácil de tomar no obstante necesiten ayuda. En toda Australia los servicios católicos responden a los deseos de nuestros clientes y proporcionan cuidados sanitarios y otras formas de asistencia en sus casas. La legislación aprobada hace poco por el gobierno precedente, proporcionará un fuerte aumento al número de personas que pueden gozar de los beneficios físicos y psicológicos de permanencia en DH84esp.indd 168 dolentium hominum n. 84-2014 casa propia, sin renunciar al tratamiento importante del cual tienen necesidad. Se trata de un modelo que promovió el Papa Benedicto el año pasado, cuando invitó a las familias y a la sociedad en general para que ayudaran a las personas ancianas a seguir viviendo en sus casas. Paquetes de asistencia domiciliaria desarrollados por nuestros servicios sanitarios católicos prolongan la capacidad de una persona anciana de vivir en casa, proporcionando asistencia para la higiene personal y general, para la limpieza de la casa, la fisioterapia y la terapia ocupacional. Las agencias católicas son conscientes de la importancia de ayudar a las personas ancianas, incluidas las que están mal, en lo posible a vivir una vida lo más completa. Hay muchos programas innovadores en el país, entre los cuales un programa considerado líder a nivel nacional. La Imagine Fund della Southern Cross Care Victoria ha permitido que el personal que trabaja con los ancianos reconozca las oportunidades de dar a los residentes una experiencia positiva – reunificación familiar, seguir un espectáculo en el teatro o un partido de fútbol, el empleo del ordenador – y les ayudan a seguir viviendo una vida llena de significado. Esto es particularmente importante para los residentes que están aislados de la familia o que no tienen los medios financieros para gozar de dichas actividades. La edad y la mala salud no sofocan el interés de la gente, sus esperanzas y sus aspiraciones, y la salud física puede sacar beneficio de las ventajas emotivas que crea el desarrollo de aquellas actividades que las personas han amado por toda su vida. La Iglesia en Australia desarrolla un papel también para plasmar el futuro de la asistencia de los ancianos a través de nuestras universidades católicas, con los enfermeros del mañana preparados y formados en la Universidad Católica Australiana, así como en las facultades de Medicina y Enfermería de la Universidad de Notre Dame que preparan a los profesionales de la salud ante las exigencias que presenta la asistencia sanitaria en el contexto de una población que envejece. Pero también se están practicando otros métodos de formación más orgánicos. Uno de nuestros servicios católicos de asistencia para ancianos que, como muchos otros, tiene una fuerza trabajo cada vez más diversificada desde el punto de vista cultural, ha visto la oportunidad para el personal – en particular cuando regresan con ocasión de acontecimientos familiares o culturales – de compartir su experiencia y enseñar algunos de sus conocimientos a los que viven en sus países de origen. Estas personas regresan a su patria llevando dones de Australia, así como también ciertas competencias de las que pueden lograr beneficio los que trabajan en la asistencia para los ancianos. Nuestras universidades colaboran también con “Catholic Health Australia” en la formación constante de enfermeros que trabajan en el ámbito de la salud y en la asistencia a los ancianos, y en la creación de partnership con los servicios católicos, a fin de captar de que modo los cambios demográficos en marcha en Occidente están creando una fuerte demanda de asistencia y de cuidado para la salud de los ancianos australianos. El trabajo del Profesor McInerny en la primera cátedra de Cuidados Geriátricos – una iniciativa conjunta de “Mercy Health” y de la Universidad Católica Australiana – es un ejemplo de la prioridad que se está dando justamente a este ámbito laboral. Con el envejecimiento de la población australiana destinado a redoblar en los próximos 40 años, el Profesor McInerny guiará la innovación, proporcionará leadership y creará una visión a largo plazo en el modo con el cual Australia se ocupa de las personas ancianas. Esto tendrá lugar en colaboración con 20 organizaciones más que trabajan a fin de lograr el mismo objetivo de un cuidado mejor y más puntual para las personas ancianas que necesitan dichos cuidados sanitarios. Obviamente, nuestras universidades son lugares óptimos para la investigación en torno a los cuidados a favor de los ancianos; hace apenas un par de meses, durante la conferencia nacional de la “Catholic Health Australia”, he- 23/10/14 18:01 dolentium hominum n. 84-2014 mos podido conocer la investigación innovadora del Hospital San Vicente de Melbourne, en lo que se refiere a los efectos de la anestesia y de la cirugía en los pacientes ancianos que han perdido la memoria. Como es natural, mucho se ha dicho en esta conferencia sobre el importante trabajo desarrollado para ayudar a las personas a convi- 169 vir con la demencia y con las respectivas condiciones de vida, pero el aumento creciente de trastornos vinculados con la memoria nos dice que todavía hay mucho que hacer. Actualmente la demencia en Australia es considerada como una prioridad sanitaria nacional. Citando siempre al Papa Benedicto XVI, decimos: “¡El que da espacio a los ancianos da espacio a la vida! ¡El que acoge a los ancianos acoge la vida!”. En un mundo que, a veces, desprecia o incluso no tiene consideración por el lugar que ocupan los ancianos, la Iglesia debe seguir proporcionando el ejemplo de lo que significa dar espacio a los ancianos, acogerles y acoger la vida. 3. Canadá: Iglesia y los ancianos enfermos S.E. Mons. William T. McGrattan Obispo Auxiliar de la Archidiócesis de Toronto, Obispo Responsable de la pastoral sanitaria en Canadá 1.Introducción: contexto canadiense de la pastoral a favor de los ancianos enfermos La asistencia sanitaria en Canadá a favor de los ancianos enfermos ha sido objeto de gran atención, en parte debido al creciente número de ancianos entre la población y al mayor conocimiento que se ha ido desarrollando en lo que concierne las enfermedades, la prevención, la terapia y los tratamientos para las enfermedades sociales y físicas que afligen a estas personas. Se trata de una tendencia general, sobre todo en Norteamérica y en Europa occidental. En nuestro país existe un programa sanitario coordinado a nivel nacional/provincial, en el que el acceso a los cuidados sigue siendo un derecho fundamental humano y comunitario; a dicho programa se destinan financiaciones públicas y participan también las estructuras sanitarias católicas. La gestión y la governance de estas instituciones católicas no sólo requieren una responsabilidad a nivel civil y financiero, sino sobre todo una responsabilidad de tipo ético de DH84esp.indd 169 conformidad con las líneas guía de Catholic Health Alliance of Canada - Health Care Ethics Guide1, aprobada por la Conferencia Episcopal Canadiense (CCCB). Las organizaciones de matriz católica que proporcionan servicios en campo sanitario y social, tienen una identidad y una misión particulares en la sociedad canadiense. El servicio que brindan a la comunidad es considerado ante todo como un “ministerio”, porque se basa en el Evangelio y radica en una tradición de la fe católica, y sostiene la dignidad única del ser humano y la interconexión de todas las personas, promoviendo la participación de los bienes comunes en la sociedad. Esta visión pone un reto a todos los sistemas de asistencia sanitaria, y les llama a defender dichos valores de cada persona, en particular de la persona anciana enferma y, al mismo tiempo, invita a los que están empeñados en este ministerio a crear una comunidad de cuidados y de asistencia compasiva. Satisfacer las exigencias de las personas, en todas las etapas de su vida, es parte del ministerio sanador católico. Servir a los ancianos y a los que están enfermos crónicamente, es parte esencial de este ministerio. En Canadá hay cerca de 110 organizaciones sanitarias de matriz católica, que proporcionan una amplia gama de servicios profesionales en sus programas asistenciales para los ancianos, entre los cuales hay cuidados para agudos y de salud primaria, clínicas, asistencia médica en régimen diur- no, cuidados domiciliarios, residencias para ancianos, residencias asistidas, respite care, cuidados paliativos y consejos médicos. Este tipo de atención constituye una expresión importante del ministerio sanador de Jesucristo, en el ámbito de nuestras iglesias locales. La organización social de la asistencia sanitaria en Canadá está evolucionando continuamente. Se está orientando la atención hacia los hospitales para enfermos agudos, los centros de cirugía ambulatoria y los cuidados ambulatorios, las clínicas y los centros de asistencia de larga estancia. Esto se debe al fuerte crecimiento de los gastos sanitarios y a los esfuerzos para reducir el período de internamiento después de una intervención quirúrgica o para los enfermos agudos, pero también porque es preferible terapéutica y éticamente no disturbar la vida normal de los pacientes. Naturalmente, al acceder a la asistencia sanitaria, los ancianos son aliviados de muchas obligaciones sociales acostumbradas, pero también se les debe ayudar a fin de que consideren la enfermedad y el envejecimiento como parte de los continuum de la vida y no como su interrupción2. En la sociedad occidental, el concepto de vida humana recibe la influencia de fuertes factores culturales, que exaltan los ambientes de vida sanos, la dieta y el ejercicio físico, como modos para conservar la juventud. Sin embargo, estos mismos valores, pueden incluir negativamente nuestro concepto de envejecimiento y de atención a fa- 23/10/14 18:01 170 vor de las personas ancianas, que fácilmente podrían ser estigmatizadas y en las cuales se puede instilar la idea de constituir un peso para la sociedad. Al mismo tiempo, los conocimientos en el campo de los servicios sanitarios han realizado progresos gracias a la investigación médica, a las ciencias humanas y sociales y a la tecnología para mejorar los tratamientos de las enfermedades y el estado de salud general del anciano. Va adelante también la investigación en el campo genético y en las células estaminales con la esperanza de encontrar soluciones innovadoras a fin de ayudar a aliviar el sufrimiento humano y ofrecer terapias de reparación para grupos particulares y para la sociedad en su conjunto, en particular para las enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y la demencia, que afectan sobre todo a los ancianos. Los hospitales y las casas de asistencia en los que los pacientes ancianos pueden permanecer por largos períodos de tiempo, son objeto actualmente de una creciente crítica desde el punto de vista social y ético. La persona anciana enferma, quien la asiste, los médicos, el personal de enfermería y los familiares deben decidir cada vez más si continuar o suspender el tratamiento, mientras la mayoría de los ancianos manifiesta el deseo de morir dignamente y con los cuidados paliativos apropiados. Como podemos notar, el contexto del servicio sanitario y de los desafíos que la Iglesia canadiense debe afrontar en el campo asistencial a favor de los ancianos enfermos, no es pues demasiado diferente de aquel de las sociedades occidentales. Pero quisiera dar testimonio de la tradición de la sanidad de matriz católica. 2.Desafíos y Respuestas 2.1Advocacy Las estadísticas nacionales muestran que en Canadá el número de los ancianos aumentará de 4,2 a 9,8 millones en el período que va del 2005 al 2036, y que la faja de edad superior a los 76 años es la que crece más rápidamente en el país3. Frente a esta realidad, DH84esp.indd 170 dolentium hominum n. 84-2014 los servicios católicos sanitarios y sociales de Canadá deben afrontar el reto de asumir mayores responsabilidades sociales a favor de la población anciana. Ellos sirven y defienden a los que encuentran en condiciones por las que están en los márgenes de la sociedad, volviéndoles particularmente vulnerables a la discriminación. Cada vez más a menudo se pide que estos servicios reconozcan la importancia de la educación y de la defensa como parte de su misión. Esto comporta la educación a la promoción de la salud y la prevención de las enfermedades que afectan a los ancianos, pero también un compromiso en el diálogo y en una reflexión continua en el significado cristiano del sufrimiento, de la enfermedad, de la salud, de la moral, de la vida y la muerte. El aumento de la expectativa de vida de la población canadiense y el creciente porcentaje de personas ancianas han ampliado los problemas de destinación de los recursos, de la distribución de los fondos públicos, de la planificación y la reorganización de los programas y servicios asistenciales destinados a los ancianos. La introducción de una normativa, de parte de una provincia, de permitir lo que se denomina “ayuda médica a morir”, en realidad es un sinónimo de eutanasia y de suicidio asistido. Hay que enfrentar el perpetuarse de un lenguaje y de conceptos confusos, a través de la educación, de la investigación y de la promoción de cuidados alternativos, como los cuidados paliativos y de tipo hospice para la persona anciana enferma en fase terminal. En Canadá somos afortunados pues contamos con tres grupos católicos de defensa, empeñados en campos diferentes pero complementarios, de la investigación y de la educación para afrontar los problemas relacionados con la vida, la familia, la salud, la medicina y la bioética. Se trata de Alianza Sanitaria Católica de Canadá (Catholic Health Alliance of Canada - CHAC)4, de la Organización Católica por la Vida y la Familia (Catholic Organization for Life and Family (COLF)5, que es co-esponsorizada por la Conferencia Episcopal Canadiense, y del Consejo Supremo de los Caballe- ros de Colón y del Instituto Católico de Bioética (Supreme Council of the Knights of Columbus; Canadian Catholic Bioethics Institute CCBI)6. 2.2Servicios sanitarios y sociales a nivel comunitario En Canadá ha tenido lugar un cambio en el modelo de asistencia sanitaria, que se ha vuelto un modelo de “integración” que requiere una mayor colaboración entre las instituciones que obran en el sector, para proporcionar programas de cuidados y lograr una integración coordinada con las agencias de servicios sociales, para no hablar también de otros sectores de la sociedad, como la instrucción, el alojamiento, los grupos religiosos y los agentes sanitarios. En estas relaciones en fuerte expansión, se puede encontrar frente a desafíos la grandiosidad de la identidad y de la misión católica a favor de nuestras instituciones sanitarias. Sin embargo, es también una oportunidad para reforzar nuestro testimonio en la sociedad, garantizando al mismo tiempo la fidelidad a la misión sanadora de Cristo. Hay también una creciente demanda de programas sanitarios de base comunitaria. Esto tiene un valor positivo, porque se están buscando modos que permitan a la persona anciana enferma mantener los contactos con la vida que conducía antes de la enfermedad, como por ejemplo la familia, la comunidad y la religión, mientras reciben los cuidados en la propia casa. Este modo se ha revelado ventajoso para todo el bienestar de la persona, no sólo físico sino también espiritual. Se están volviendo un problema creciente las condiciones de vida de la persona anciana que tiene necesidad de asistencia después de haber sido dada de alta de una estructura para enfermos agudos. En la sociedad canadiense, ha aumentado el número de ancianos que viven en condiciones de pobreza y sigue siendo un factor social negativo y determinante ante los riesgos de la salud. La falta de relaciones directas a nivel familiar y social que pueden sostener los ancianos, pone en riesgo a muchas personas que no pueden proveer a 23/10/14 18:01 dolentium hominum n. 84-2014 sí mismas cuando las enfermedades adelantan, como por ejemplo la demencia, el morbo de Parkinson, etc. Es esencial que los ancianos participen realmente en las decisiones que se refieren a ellos, en lo que concierne a los cuidados y al acceso a los servicios, ya sea como personas teniendo en consideración su capacidad mental y física, así como a través de directivas sanitarias hechas por una persona nombrada legalmente. Está cambiando la respuesta de la Iglesia para servir a la persona anciana enferma en este modelo de integración de la sanidad. A nivel de la colaboración institucional con las agencias para servicios sociales, nos encontramos frente a la esponsorización de los cuidados paliativos y de programas de sensibilización para terapias a domicilio, soporte de agentes sanitarios, grupos de socialización y visitas a quien sufre de enfermedades mentales, incluidos los ancianos. Ella se refleja también en las nuevas iniciativas emprendidas por nuestras parroquias, como enfermeros parroquiales, programas de visitas de espiritualidad y de oración de parte de los laicos, además de la celebración común del sacramento de los enfermos para los ancianos y otras iniciativas. 2.3El término de la vida y el proceso decisional En la sociedad canadiense está aumentando el debate ético en torno a las cuestiones morales y legales conexas con el “derecho a la muerte asistida” que se propone en la actualidad. En Canadá la eutanasia y el suicidio asistido no están legalizadas. Normalmente, las decisiones que un paciente o su familia debe afrontar son continuar o interrumpir los tratamientos médicos como la ventilación y la aspiración de los pulmones, la alimentación y la hidratación artificiales, o los tratamientos ante infecciones recurrentes que debilitan al paciente. Con frecuencia, en la fase terminal de los trastornos neurológicos, la persona anciana no puede deglutir…¿cuál es entonces el modo más compasivo para ocuparse de ellos? Se ha vuelto importante la cuestión de la gestión del dolor y el uso de los fármacos para aliviar DH84esp.indd 171 171 los sufrimientos y ofrecer confort, sobre todo al final de la vida. En un reciente caso de la Corte Suprema, se decidió sobre el papel y el derecho del médico con respecto a la familia, para determinar si un paciente debe continuar a recibir los tratamientos de sostén de las funciones vitales, o antes bien los cuidados paliativos. La Corte Suprema ha establecido que el sostén vital puede ser interrumpido sólo con el consentimiento del paciente o del decisor sustitutivo (SDM). Ella no ha ido hasta el fondo sobre la cuestión que, en algunas fases, someter al paciente a algunos tratamientos puede ser inútil y tener un impacto negativo en él. Está asumiendo connotaciones muy delicadas el papel de la Iglesia para proporcionar una asesoría de tipo ético y consejo espiritual a los pacientes y a sus familiares. Es importante acoger la vida como un don, pero también acoger el término de la vida misma y proporcionar asistencia a los que acompañan a los moribundos7. Esto se prevé en las estructuras sanitarias católicas para agudos, a través de capellanes formados adecuadamente y expertos en campo ético, pero la atención se debe trasladar a la comunidad y a la parroquia. Para la Iglesia es fundamental organizar seminarios y reuniones informativas sobre la cura y la asistencia a las personas que ya están al término de su vida, y sobre la nutrición y la hidratación, la reanimación pulmonar, el rechazo y la interrupción del tratamiento, los cuidados paliativos, el proceso decisional y la persona moribunda asistida médicamente, y también en la planificación anticipada de los cuidados. 2.4La investigación de las células estaminales Prosigue la investigación en los seres humanos y aumenta en amplitud e intensidad, ofreciendo significativas ventajas para la comunidad. Los resultados de esta investigación pueden ofrecer soluciones creativas y esperanza para los individuos, para grupos particulares y para la sociedad en general. El modo con el cual se conduce la investigación debe respetar siempre la dignidad y la integridad de las personas implicadas, para servir al bien común. En Canadá, la investigación en las células estaminales para las enfermedades neurológicas y para reducir al mínimo los efectos del envejecimiento en los ancianos, se ha vuelto un tema de gran actualidad para la investigación médica. Nuestra tradición católica nos anima a participar en la investigación, como un modo de ser solidarios con los demás, y refleja nuestras raíces que se hunden en la caridad. Se da publicidad y se promueve más ampliamente en las ciudades la selección de algunos grupos étnicos y culturales para participar en estas iniciativas en el campo de la investigación (p.e. en las comunidades chinas, asiáticas, etc.). La investigación en la células estaminales promete corregir numerosas enfermedades. Varias fuentes hacen notar de donde derivan las células estaminales (p.e. embriones humanos, células estaminales del cordón umbilical humano y células estaminales adultas). Se permite la investigación que no implica el empleo y la destrucción del embrión humano8. Con frecuencia la Iglesia está llamada a manifestar su magisterio moral acerca de cuestiones referentes a la investigación médica y a las terapias con células estaminales. Es fundamental que haya laicos y religiosos con una formación adecuada para brindar esta enseñanza y este testimonio. Es muy importante el acompañamiento y el sostén a los médicos, a los enfermeros y a los agentes sanitarios de parte de la iglesia local, así como los nuevos conocimientos y el entendimiento en campo sanitario sobre los tratamientos y la tecnología que están en continua evolución y tienen un impacto particular en quienes están empeñados en el sector sanitario y en los servicios en campo geriátrico. 2.5Planificación en ámbito sanitario y atención espiritual El porcentaje en continuo aumento de personas ancianas en nuestra sociedad y los problemas de tipo degenerativo que esta población debe enfrentar, han aumentado la necesidad de una programación sanitaria, de la gestión y de la 23/10/14 18:01 172 colocación de los recursos, según un “modelo integrado” en la erogación de los servicios. Sin embargo, además del hecho de afrontar la actual e inminente demanda de recursos económicos destinados al sistema sanitario canadiense, hay la posibilidad de afrontar los problemas de prevención que pueden contribuir a las exigencias sanitarias de nuestra sociedad. En el campo de la medicina preventiva se han realizado progresos que se están extendiendo para identificar la correlación de los factores ambientales y sociales que influyen en nuestra salud y en nuestro bienestar, y que aparecen muy temprano en nuestra vida (p.e. dieta, ejercicio físico, etc.). La investigación, la educación y la tutela de la salud tienden a esa faja de población que está envejeciendo o que ya es anciana, en la esperanza que el conocimiento de estos factores pueda ayudarla a afrontar los efectos físicos que comportan. Una de la potenciales respuestas de la Iglesia local es la planifica- dolentium hominum n. 84-2014 ción de la asistencia espiritual de parte de adultos formados en este ministerio en nuestras parroquias y comunidades. Con esto no sólo afrontaremos el creciente número de ancianos en nuestras parroquias, sino podremos concentrar la atención en los factores espirituales del adulto por medio de dicho ministerio y de la apertura a estas personas en la parroquia. Los seminarios, los retiros focalizados en argumentos como la salud, el envejecimiento y la espiritualidad, pueden constituir un medio de evangelización de los ancianos en la última etapa de su viaje cristiano. 3.Conclusión En la introducción a la Guía Ética a la Salud Católica Canadiense (Canadian Catholic Health Ethics Guide) se afirma que la “parábola del Buen Samaritano plantea desafíos a los servicios sanitarios justos”9. Esta visión y esta respuesta que se basan en el Evangelio deben seguir guiándonos y animándonos en el cuidado y en la asistencia a la persona anciana enferma y nos permitirán también responder de manera auténtica, realizando el ministerio sanador de Jesucristo frente a las numerosas y complejas cuestiones de tipo social y ético que los ancianos deben afrontar en nuestra sociedad canadiense y en el mundo. Notas 1 Catholic Health Alliance of Canada, Health Ethics Guide, 2012. 2 Ashley, Benedict M. OP, and O’Rourke, Kevin D, Healthcare Ethics Guide – A Theological Analysis, the Catholic Health Association of the United States, 1989, Ch.6.3. 3 Cfr. 2006 Stats Canada. 4 www.chac.ca 5 www.colf.ca 6 www.ccbi-utoronto.ca 7 O’Rourke, Michelle and Dufour, Eugene, Embracing the End of Life: Help for Those who Accompany the Dying, Novalis Publishing Inc. 2012. 8 CHAC, Health Ethics Guide, 2012, no. 134, p.87. 9 Ibid p. 3. 4. India: Los ancianos con enfermedades neurodegenerativas y trastornos mentales. Retos emergentes y el camino que debe seguir la Iglesia S.E. Mons. Vincent M. Concessao Arzobispo emérito de Delhi, Obispo responsable de la pastoral sanitaria en India 1. Introducción Debido al progreso tecnológico realizado en el sector sanitario, el segmento anciano de la población india de sesenta años de edad en el 2050 superará el número de niños por debajo de 14 años1. En términos absolutos, en el 2010 India contaba DH84esp.indd 172 con más de 91,6 millones de ancianos, con un aumento anual de 2,5 millones de ancianos entre el 2005 y el 2010, y se prevé que alcanzará los 158,7 millones en el 20252. De esto deriva un número creciente de ancianos que sufren de enfermedades neurodegenerativas, como la demencia, y de trastornos mentales como la depresión. En el 2050, India contará con 43 millones de personas con más de ochenta años3. La situación se vuelve aún más difícil porque el 80% de los ancianos se encuentran en zonas rurales, el 30% de ellos están bajo el umbral de pobreza, y aumentan los costos sanitarios4. Según el “Global Age Watch Index” (GAWI), India se coloca en el 73° lugar entre 91 países incluidos en la muestra5. En este contexto, es significativo el discurso que el Papa Francisco ha dirigido a los participantes en la XXI Asamblea Plenaria del Pontificio Consejo para la Familia: “Niños y ancianos representan los dos polos de la vida y también los más vulnerables, frecuentemente los más olvidados… Una sociedad que abandona a los niños y que margina a los ancianos corta sus raíces y oscurece su futuro… Cada vez que un niño es abandonado y un anciano marginado, se realiza no sólo un acto de injusticia, sino 23/10/14 18:01 dolentium hominum n. 84-2014 que se ratifica también el fracaso de esa sociedad. Ocuparse de los pequeños y de los ancianos es una elección de civilización”6 . Esta presentación proporciona un panorama de la situación de los ancianos en India, en particular de aquellos afligidos por enfermedades neurodegenerativas y por trastornos mentales. Además, en ella deseamos colocar el acento especial en las mujeres marginadas económica y socialmente, excluidas y vulnerables entre los ancianos; en los desafíos emergentes para los ancianos y para los que están involucrados en los cuidados geriátricos; sobre el modo como responde la Iglesia en India a la situación y, en fin, presentamos un recorrido que debería seguir la Iglesia en India. 2. Los ancianos – escenario de India La “National Policy on Older Persons”, adoptada por el Gobierno indio en enero de 1999, define como ‘anciano’ a una persona con 60 o más años de edad. En la actualidad, cerca del 7,5% de la población india tiene más de setenta años7, y se prevé que este número subirá al 12,4% en el 20268. Si prosigue el desarrollo actual de una mayor longevidad con respecto a los hombres, en el 2050 las mujeres con más de setenta años superarían el número de hombres ancianos de 18,4 millones. Cerca del 65% de los ancianos depende de otros en su vida cotidiana. De estos, el 70% son mujeres9. Trabajan cerca del 40% de los mayores de setenta años (el 60% de hombres y el 19% de mujeres). En las áreas urbanas, sólo el 39% de los hombres ancianos y cerca del 7% de las mujeres ancianas son activas económicamente, mientras que en las zonas rurales el porcentaje es del 66% y del 23%10, respectivamente. Según “HelpAge India”, las condiciones de salud del 52% de personas con más de ochenta años son malas o muy malas; el 80% ha marcado la no accesibilidad del sistema de sostén a la comunidad. Además, el 12% de los que tienen más de ochenta años aún desempeñan actividades económicas11. DH84esp.indd 173 173 El 31% de los ancianos ha referido abusos (explotación material, privaciones financieras, acaparamiento de los terrenos, abandono, humillación verbal y sufrimientos emotivos y psicológicos)12. La mayoría de los casos no son denunciados a fin de salvaguardar el honor de la familia, y el temor que tienen las víctimas de perder también el sostén mínimo que reciben. 3. Medidas a favor de los ancianos en India El artículo 41 de la Constitución india garantiza asistencia pública en la edad adelantada. La “National Policy on Older Persons” (NPOP) de 1999, prevé el sostén del Estado a favor de los ancianos. El “Maintenance and Welfare of Parents and Senior Citizens Act”, del 2007, tiende a garantizar la salvaguarda de las necesidades de los padres y ancianos y su bienestar. A través del “Central Sector Scheme of Integrated Programme for Older Persons” (IPOP), el Gobierno estimula el partenariado públicoprivado y sostiene a las instituciones no estatales en el mantenimiento y en la organización de varios servicios a favor de los ancianos. Otras medidas son las pensiones de ancianidad, la exoneración/deducción del impuesto en la renta, facilitaciones en los transportes, unidades geriátricas en las escuelas médicas, dos institutos nacionales sobre el envejecimiento en Delhi y Chennai, etc. Sin embargo, muchas de estas medidas no se aplican plenamente. Recientemente, la “National Policy on Senior Citizens” del 2011 y, en línea con ella, el 12° plan quinquenal y el “National Mental Health Programme”, dan una atención particular a las personas ancianas que sufren de enfermedades gravemente invalidantes. Esto incluye varios tipos de demencias entre las cuales el Alzheimer, el morbo de Parkinson, la depresión y otros trastornos psicológicos geriátricos. Globalmente, el país aún debe poner en marcha medidas eficaces para responder al escenario inminente del crecimiento de la población anciana, especialmente la que sufre de enfermedades neurodegenerativas y de trastornos mentales. 4. Los ancianos con enfermedades neurodegenerativas y depresión El aumento del número de ancianos con enfermedades neurodegenerativas y varios trastornos mentales tendrá un fuerte impacto en las infraestructuras y en los sistemas sanitarios de India, que actualmente no están preparados en muchas regiones. Cerca del 64 por mil de los ancianos en las zonas rurales y el 55 por mil en las áreas urbanas sufren de una o más discapacidades13. Según el Ministerio de Salud y de Bienestar familiar, 1 de 4 en la población anciana está deprimido, 1 de 3 sufre de artritis, y 1 de 5 es sordo. Mientras 1 de 3 sufre de hipertensión, casi la mitad tiene problemas a la vista. Cerca de 1 de 10 sufre de fracturas después de una caída, mientras 2 de 5 son anémicos14. Según “HelpAge India”, 30 millones de ancianos están solos y 1 de 8 piensa que ninguno se preocupa de su existencia mientras el 90% debe seguir trabajando si quiere sobrevivir15. Para el 88% la soledad puede llevar a trastornos físicos y mentales como la depresión16. La investigación indica que sufrir de depresión puede aumentar de manera importante las probabilidades de desarrollar más adelante en su vida la demencia o el morbo de Alzheimer. Se calcula que en el año 2010 en India habían 3,7 millones de afligidos de demencia (morbo de Alzheimer y demencia vascular), con un costo social total de aproximadamente 1,470 millones de rupias. Se prevé que las personas con demencia (PWD) se duplicarán en el 2030, mientras se triplicará el costo17. 4.1Cuidado de los ancianos con enfermedades neurodegenerativas-Retos Actualmente, los ancianos enfermos de depresión y que sufren de enfermedades neurodegenerativas son curados ante todo en sus núcleos familiares con escaso sostén de parte del sistema sanitario público, incluso a nivel de cuidados primarios. Se está desmoronando el sistema familiar conjunto – sis- 23/10/14 18:01 174 tema tradicional de sostén para los ancianos enfermos y no autosuficientes – debido a la migración de las generaciones jóvenes hacia las ciudades en busca de mejores perspectivas. A estos problemas se añade el hecho de las familias nucleares. Visto que trabajan, las mujeres que tradicionalmente tenían el papel de asistir a los enfermos, ya no pueden transcurrir mucho tiempo en el cuidado de los ancianos18. Las enfermedades neurodegenerativas como la demencia son consideradas como parte normal del envejecimiento y no se considera que requieran cuidados médicos. Por tanto, los médicos de cabecera raramente consideran esta condición en su trabajo clínico. Se prefiere la asistencia privada y esto lleva a un aumento de los gastos para los cuidados. Además, quien se ocupa de estos enfermos sufre un significativo cansancio físico que se repercute en su propia salud. Más del 80% de ellos son mujeres y cerca del 50% están casadas y ellas mismas son ancianas. La mayoría de las casas para ancianos no admiten a los enfermos de demencia. El estigma del envejecimiento que deriva de enfermedades neurodegenerativas como la demencia, la depresión, la incontinencia, etc., es otro obstáculo social para acceder a la salud de parte de los ancianos. Con frecuencia, las personas afligidas por demencia y por otros tipos de enfermedades neurodegenerativas y trastornos mentales son objeto de desatención, ridiculización y abusos19. 4.2Obstáculos comunes a la salud para los ancianos – accesibilidad y disponibilidad Los principales obstáculos para el acceso a la salud de los indios ancianos, comprenden también las barreras sociales según el género y otras desigualdades sociales (religión, casta, status socio-económico y estigma). La barrera física debido a la reducida movilidad disminuye su empeño social, y limita el alcance del sistema sanitario. Condicionamientos a la accesibilidad a la salud incluyen limitaciones de renta, ocupación y actividad y la escasa protección financiera que ofrece el sistema sanitario indio20. DH84esp.indd 174 dolentium hominum n. 84-2014 La cobertura de previsión, por ejemplo, el seguro del empleador, el régimen de pensión, etc. se refiere sólo a un segmento mínimo de la población empleada en sectores organizados. La mayor parte de la fuerza trabajo es empleada en el sector no organizado y autónomo y no tiene derecho a los beneficios del servicio pensionista formal. Como consecuencia, una parte considerable de ancianos está obligada a ganarse la vida trabajando para seguir adelante. Dado que el 83% de los gastos sanitarios son personales21, la falta de dinero es grave y devastadora para los ancianos, para los cuales la necesidad de cuidados sanitarios aumenta con la edad. Aun cuando el cuidado es físicamente accesible, los costos de acceso no están a su alcance. Por tanto, para el que se ocupa de ellos voluntariamente, en especial el que lucha para hacer cuadrar el balance, los ancianos enfermos se vuelven un grave peso económico. Además, la creciente comercialización de los servicios sanitarios y las carencias del sistema sanitario público hacen más compleja la situación. Entre los ancianos, las mujeres sufren más, sobre todo las viudas (debido a la movilidad, a la ocupación, a la propiedad y a las limitaciones financieras). La situación de las mujeres ancianas ha empeorado debido a una vida de discriminación basada en el género. Las mujeres que envejecen, tienen mayores probabilidades de estar excluidas de los regímenes de seguridad social debido a la menor alfabetización y los menores niveles de conciencia22. 5. La Iglesia en India y el sector sanitario Siguiendo la definición de su política sanitaria, la Iglesia en India sostiene firmemente el mandato de Jesucristo, el Médico Divino, con el fin de garantizar la vida en su plenitud e, inspirada por su amor compasivo, imagina una sociedad sana en la que las personas, sobre todo los pobres y los marginados, obtengan y mantengan un bienestar holista y vivan en armonía con el Creador, consigo mismos, con los otros y con el ambiente23. Aun si la población católica del país es inferior al 1,5%, la Iglesia en India está comprometida en diversos servicios: 746 hospitales pequeños, medianos y grandes, 2.574 centros sanitarios, 107 centros para la salud mental, 61 centros para sistemas de medicina alternativa, 162 estructuras sanitarias no formales, 165 leprosorios y 6 escuelas de medicina24. Existen también 615 centros residenciales de asistencia sanitaria para los ancianos. Asimismo, existen 678 centros de formación y 443 centros de rehabilitación comprometidos en la prevención y en el cuidado de la población, que comprende los ancianos y las personas con discapacidad25. Hay también 120 escuelas/ institutos de enfermería, 123 centros de cuidado para personas afligidas por VIH/SIDA, de los que 40 centros para niños afectados por el virus y 60 centros de asesoría, y 82 centros para la tuberculosis o enfermos terminales (centros de cuidados paliativos)26. Además, hay cerca de 600 instituciones que se basan en proyectos concentrados en algunas enfermedades, en colaboración con el gobierno, comprometidos también en otras cuestiones sociales27. Por tanto, podemos deducir con tranquilidad que si consideramos el conjunto de las estructuras, en estas instituciones se brinda servicio a casi 0.13 millones de personas entre religiosos, laicos asumidos y voluntarios. De modo especial, las congregaciones religiosas femeninas y las diócesis están empeñadas en el otorgamiento de servicios médicos. Estos servicios médicos no se refieren sólo a terapias o intervenciones quirúrgicas, sino también asesoría, formación, conciencia y programas de sensibilización. 5.1“Catholic Health Association of India” (CHAI) Considerada una de las ramas principales de la Comisión para la Salud bajo la Conferencia Episcopal, la “Catholic Health Association of India” (CHAI), fundada en 1943 por la hermana australiana Mary Glowrey, es la red más grande del país, que comprende cerca de 3412 instituciones sanitarias católicas. El 84% de ellas se encuentran en áreas no servidas 23/10/14 18:01 dolentium hominum n. 84-2014 desde el punto de vista médico y obran a través de unidades diocesanas y 11 unidades regionales en todo el país. Los institutos miembros del CHAI desarrollan varios servicios: 2263 centros de cuidados primarios, 417 hospitales para cuidados secundarios, 183 hospitales para cuidados terciarios, 5 escuelas médicas, 18 hospitales que ofrecen cursos de DNB (Diplomate of National Board), 120 escuelas para enfermeros, 82 centros para cuidados terminales/paliativos, 103 centros de salud mental, 123 centros para la cura del VIH/SIDA, 32 centros de asesoría y para la terapia de las dependencias, 250 entidades de formación, 210 centros de rehabilitación para discapacitados, 121 centros de asistencia geriátrica y 52 leprosorios28. La red, con más de 1000 religiosas médico, 25.000 religiosas enfermeras y 10.000 para-profesionales religiosos, proporciona servicios esenciales de asistencia sanitaria para los pobres y los marginados alcanzando anualmente a más de 21 millones de personas. Esto incluye a 5000 pacientes afligidos por VIH al día, cerca de 2000 niños afligidos o infectados por VIH a los que se les proporciona asistencia institucional, 15.000 personas curadas con cuidados primarios comunitarios, 10.000 niños con necesidades especiales a los que se les proporciona un soporte educativo, sanitario y de rehabilitación cada año. Los institutos miembros del CHAI ayudan a más de 2 millones de Self Help Group Members. En fin, más de 5.000 estudiantes de enfermería se doctoran cada año en las escuelas de enfermería miembros del CHAI. 6. Política sanitaria de la Iglesia católica en India y cuidado de los ancianos La política sanitaria de la Iglesia católica en India reconoce que los ancianos tienen exigencias particulares que se deben afrontar a nivel individual, familiar, de grupo y comunitario. Las estructuras sanitarias católicas están cada vez más comprometidas en el cuidado de los ancianos y, además, trabajan para crear un ambiente favorable para ellos en el ámbito de sus fa- DH84esp.indd 175 175 milias. Las estrategias principales son tener unidades geriátricas en el sistema de cuidado terciario y servicios geriátricos en otras instituciones sanitarias, y garantizar la prioridad para los ancianos en las estructuras sanitarias con atención y compasión, así como también mantener servicios de asesoría y conexiones con otras instituciones para tratar las necesidades psicológicas y sociales de los ancianos. Los sacerdotes, las religiosas y otros trabajan con las familias para hacer que el ambiente familiar sea favorable hacia los ancianos. Los cuidados paliativos en los hospitales y en las casas de cuidado preparan a los ancianos a una vejez serena y en el momento final de la vida protegen la dignidad de la persona moribunda. A las familias y a los agentes sanitarios se hace comprender y aceptar las exigencias de los ancianos a fin de que los sostengan con gratitud y respeto, y los hijos son animados a ocuparse de sus propios padres ancianos y enfermos. El énfasis se da también a la formación del personal sanitario en los cuidados geriátricos y en aquellos paliativos29. 6.1Acción de la Iglesia en India a favor de los ancianos La Iglesia tiene en toda India 615 residencias para ancianos y se ocupa gratuitamente de casi 18.500 ancianos, en su mayoría enfermos y abandonados por sus familias. Sin embargo, la mayor parte de estas casas se encuentran en los estados meridionales de nivel mediano de renta, con casi el 40% situado en el Estado de Kerala, seguido por Karnataka, Maharashtra, Goa y West Bengala30. La Iglesia brinda diariamente un servicio a más de 60.000 ancianos, de los cuales cerca de 18.500 en sus casas para ancianos y 1700 en las unidades de cuidados paliativos. Esto no incluye a los ancianos atendidos en sus instituciones/ organizaciones basadas en proyectos y aquellos contactados cada día durante las visitas a domicilio, que también forman parte de la pastoral. Recientemente, se han realizado serios esfuerzos para formar enfermeros y otros agentes sanitarios de primera línea en el cuidado geriátrico. Animadas por el amor de Jesús y de su amor preferencial para los pobres y los marginados, las instituciones sanitarias de la Iglesia cumplen con la obligación de proseguir y reforzar sus servicios para ancianos, niños y mujeres económicamente desventajados y socialmente excluidos y vulnerables, extendiéndolos a áreas no asistidas medicamente. Los desafíos y las amenazas emergentes debido a factores externos no propiamente favorables – técnico/profesionales, económicos, políticos, sociales o nuevas normativas – requieren una seria reflexión. La Iglesia se encuentra frente a la sanidad pública, en letargo y con frecuencia corrupta, y a aquella privada cuyo objetivo principal es el provecho. 7. El camino sugerido para continuar En despecho de todos los halagadores esfuerzos puestos en práctica, mucho se debe hacer aún en lo que respecta al cuidado de los ancianos en India. La Iglesia, bajo la guía de la Conferencia Episcopal, debe explotar plenamente la capacidad de las redes sanitarias como la “Catholic Health Association of India” y de otras confesiones cristianas y de las organizaciones de la sociedad civil. La Iglesia debe hacer también advocacy en los siguientes sectores a fin de que: 1. se reconozcan enfermedades neurodegenerativas como la demencia, la depresión y otros trastornos mentales, que afectan sobre todo a los ancianos, como componentes del paquete de asistencia sanitaria primaria del país; 2. se vuelva accesible el costo de fármacos esenciales para el cuidado de los enfermos ancianos con enfermedades neurodegenerativas y trastornos mentales; 3. se legalicen a los enfermeros. Otros sectores en los que la Iglesia debe comprometerse son la sensibilización, la formación y la investigación: 1. Sensibilizar y educar a la opinión pública contra el estigma y la discriminación de los ancianos enfermos. 2. Crear la convicción entre los ancianos, los asistentes sanitarios 23/10/14 18:01 176 y los jóvenes a nivel comunitario sobre la política nacional para las personas ancianas, las legislaciones como ‘The Maintenance and Welfare of Parents and Senior Citizens Act 2007’, y varios programas a favor de los ancianos. 3. Proporcionar cursos de actualización para médicos de cabecera, teniendo en cuenta el cuidado de los ancianos que sufren enfermedades neurodegenerativas, depresión y otros trastornos mentales. 4. Promover el significado de ‘task-shifting’ implicando a activistas acreditados de salud social (ASHA), obstetras calificados (Dais), otros agentes sanitarios de primera línea de la “National Rural Health Mission” (NRHM), consultores laicos de experiencia probada que se ocupan de jóvenes a riesgo en muchas organizaciones, etc., en hacer la asistencia sanitaria a ancianos y enfermos mentales más accesibles y convenientes. 5. Formar y sostener a los asistentes sanitarios y a los familiares para proporcionar, en lo posible, asistencia domiciliaria a los ancianos, especialmente a los que sufren de enfermedades neurodegenerativas y trastornos mentales. 6. Promover el empleo de tecnologías modernas, por ejemplo la telemedicina, y formar a los agentes sanitarios de primera línea para administrarlas, y por tanto volver la asistencia sanitaria de calidad más accesible y conveniente para los ancianos, sobre todo en las áreas rurales y vulnerables. 7. Promover y desarrollar actividades de investigación en el campo del cuidado geriátrico para que se base mayormente en la evidencia, sea accesible y conveniente a los ancianos marginados, excluidos y vulnerables. Alimentando la cultura de ‘implicar a todos’ en el ministerio de curación de Cristo, la Iglesia en India debe facilitar la construcción de entidades y comunidades de cura locales de sostén a los ancianos, a fin de que envejezcan de modo sano, con dignidad y respeto de sí mismos. La tentativa es que ellas sean administradas por los mismos ancianos, agentes sanitarios, líder comunitarios y religiosos, PRI, jóvenes maestros, profesionales, DH84esp.indd 176 dolentium hominum n. 84-2014 agentes sanitarios de primera línea/voluntarios, etc. Por su parte, la Iglesia debe favorecer la democratización31 y la descentralización de los conocimientos médicos. Esto requiere responsabilizar a las comunidades locales con informaciones y competencias para organizar, solicitar y acceder a los derechos y a los privilegios desde el punto de vista de la salud como derecho fundamental, poniendo particular énfasis en los ancianos, los niños y las mujeres. Notas 1 Raju S, Ageing in India in the 21st Century: A Research Agenda, Mumbai: The Harmony Initiative; 2006. Available: http:// harmonyindia.org/hdownloads/Monograph_ FINAL.pdf 2 United Nations Department of Economic and Social Affairs, Population Division, World Population Prospects [UNDESA] (2008 Revision) 2008, cited in Subhojit Dey & Co., “Health of the Elderly in India: Challenges of Access and Affordability, in Aging in Asia: findings from New and Emerging Data Initiatives, The National Academies Press, Washington D.C., 2012, p. 371 3 UNDESA, World Population Prospects (2008 Revision), p.5 Available: http:// www.un.org/esa/population/publications/ wpp2008/wpp2008_highlights.pdf 4 “India commits to improve health of elderly”, The Times of India, Dated 6th Sep. 2012. Available: http://articles.timesofindia.indiatimes.com /2012-09-06/india/33648382_1_primary-health-care-system-mental-health-health-professionals 5 Durgesh Nandan Jha, “India ranks 73rd in elderly care: Survey”, The Times of India, Dated 2nd Oct. 2013 Available: <http://articles.timesofindia.indiatimes.com/2013-1002/delhi/42615003_1_health-coverage-gdppublic-spending> 6 Papa Francisco, XXI Asamblea Plenaria del Pontificio Consejo para la Familia, Radio Vaticana, 25 Octubre 2013. En: http:// www.news.va/en/news/pope-francis-do-notabandon-children-marginalize-e 7 “India commits to improve health of elderly”, The Times of India, Dated 6th Sep. 2012. Available: http://articles.timesofindia.indiatimes.com /2012-09-06/india/33648382_1_primary-health-care-system-mental-health-health-professionals 8 Central Statistics Office Ministry of Statistics & Programme Implementation, Government of India, Situation Analysis of The Elderly in India, 2011, p. ii. Available: http:// mospi.nic.in/mospi_new/upload/elderly_in_ india.pdf 9 Rajan SI, “Social assistance for poor elderly: How effective?”, Economic and Political Weekly, Vol. 36, No. 8, Feb. 24 - Mar., 2001, pp. 613–617. Available: http://www. jstor.org/discover/10.2307/4410312?uid=373 8256&uid=2&uid=4&sid=21102924618437, cited in Subhojit Dey, Devaki Nambiar, Lakshmi J. K., Kabir Sheikh, and Srinath Reddy K. “Health of the Elderly in India: Challenges of Access and Affordability, in Aging in Asia: findings from New and Emerging Data Initiatives, The National Academies Press, Washington D.C., 2012, pp. 371-386. Avai- lable: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/ NBK109208/ 10 Central Statistics Office Ministry of Statistics & Programme Implementation, Government of India, Situation Analysis of The Elderly in India, 2011, p. i 11 HelpAge India, Economic and Health Survey on India’s Oldest Old (80 +). Available: http://www. helpageindia.org/pdf/Economic-Health-Survey-on-India’s-Oldest-Old.pdf 12 HelpAge India, Elder Abuse in India: A HelpAge India Report 2012. Available: http://www.helpageindia.org/pdf/Report_Elder-Abuse_India2012.pdf 13 Central Statistics Office Ministry of Statistics & Programme Implementation, Government of India, “Situation Analysis of The Elderly in India, 2011,” p. ii 14 “India commits to improve health of elderly”, The Times of India, Dated 6th Sep. 2012 15 HelpAge India, “Ageing Scenario.” Available: http://www.helpageindia.org/ about-us/79.html 16 HelpAge India, “Loneliness among Older People in India. Available: http://www. helpageindia.org/images /pdf/survey%20 &%20reports / Loneliness-among-OlderPeople-in-India.pdf 17 Alzheimer’s and Related Disorders Society of India, The Dementia India Report 2010, p.32 Available: http://www.alzheimer. org.in/assets/dementia.pdf 18 WHO, “Neurological disorders: a public health approach,” Ch.3 (Box. 3.1.4. Case-study: India), in Neurological disorders: Public Health Challenges, WHO, 2006, p.55 Available: http://www.who.int/mental_health/ neurology/chapter_3_a_neuro_disorders_ public_h_challenges.pdf 19 Ibid. 20 Subhojit Dey and Co., 2012 21 Duggal R., “Poverty and health: Criticality of public financing,” Indian Journal of Medical Research, 2007;126:309–317, cited in Subhojit Dey & Co., 2012 22 Frederika Meijer, UNFPA Representative, India/Bhutan, “The feminization of old age”, The Hindu, Dated 1st Oct. 2012 23 Catholic Bishops’ Conference of India [CBCI], Sharing the fullness of life – Health Policy of the Catholic Church in India, New Delhi, 2005 24 Moras Bernard B., “Asia: Catholic Hospitals in a Challenging World,” Proceedings of the 27th International Conference, Pontifical Council for Health Care Workers, Vatican City, Nov. 2012, p.117 25 CBCI, The Catholic Directory of India 2013, p. 83 26 Data as per the Catholic Health Association of India (CHAI), Secunderabad 27 Victor Sunderaj & Martina Josephine, “Medical Services of the Catholic Church in India,” in Silent Waves: The contribution of the Catholic Church to Nation, Ed. by John C Hathanatt and Jaya Peter, Bangalore, Claretian Publications: 2012, Ch. 7 28 Muchas de estas instituciones desarrollan varios papeles. Por tanto, el conjunto de estas isntituciones no corresponde al número total de 3412 arriba mencionado. 29 CBCI, Sharing the fullness of life – Health Policy of the Catholic Church in India, New Delhi, 2005 30 CBCI, Catholic Directory of India 2013, p. 77-83 31 Vikram Patel, “Mental Health for All by Involving All,” TED Talks: Ideas Worth Spreading, Dated 11th Sep. 2012 Available: http://www.ted.com/talks/vikram_patel_ mental_health_for_all_by_involving_all.html 23/10/14 18:01 dolentium hominum n. 84-2014 177 5. Experiencia de la Iglesia en Polonia S.E. Mons. Stefan Regmunt Obispo de Zielona Gora-Gorzow, Obispo responsable de la pastoral sanitaria en Polonia N o obstante los innegables progresos de la medicina, la enfermedad y la vejez siguen siendo una experiencia existencial común indisolublemente vinculada a la condición humana. En el mundo actual las personas ancianas son tratadas como peso y obstáculo para los jóvenes. Esto genera un sentido de inseguridad de frustración, de falta de gratitud y benevolencia. La débil seguridad actual social hace que los ancianos no raramente vivan en condiciones económicas incómodas1. 1. Cultura del descarte y sus consecuencias La arriba mencionada situación facilita el nacer de aquella que, según el Papa Francisco se podría denominar “la cultura del descarte”, que penetra en la mentalidad y en las actitudes del hombre contemporáneo. El Santo Padre hace notar que: “Si se rompe un ordenador es una tragedia, pero la pobreza, las necesidades, los dramas de tantas personas acaban por entrar en la normalidad [...] las personas son descartadas, como si fueran residuos. [...] lo que domina son las dinámicas de una economía y de unas finanzas carentes de ética. Lo que manda hoy no es el hombre, es el dinero; el dinero manda. [...] A los hombres y a las mujeres se les sacrifica ante los ídolos del lucro y del consumo: es la ‘cultura de lo descartable’2. Dicha actitud favorece la pérdida de la sensibilidad para con el hombre, de manera particular si está enfermo y anciano. Según esta lógica, invertir en la persona anciana, que llega al umbral de la muerte, constituye una oposición al balance económico ya que puede DH84esp.indd 177 generar daños financieros; no tiene un objetivo porque no produce efectos materiales útiles; además, es incluso nociva porque es percibida casi como un abuso en desmedro de los jóvenes. La enfermedad, que resulta aún más dañina para el balance, se vuelve la causa sucesiva del descarte. 2. Tareas de la Iglesia a favor de las personas enfermas y ancianas En la perspectiva de la visión cristiana sobre la enfermedad y la vejez, podemos formular algunas sugerencias pastorales. Primera: la tarea de la Iglesia debe seguir una incesante promoción y defensa de la dignidad del hombre desde el momento de su concepción hasta su muerte natural; debe hacer comprender que el valor del hombre – la sacralidad de la vida –, supera todos los bienes de la existencia terrena. Segunda: la Iglesia debería inspirar e implicar a todos los hombres de buena voluntad para que hagan todo lo posible a fin de contribuir a instaurar una justicia social y un bien común tutelados por la ley. Tercera: La Iglesia debería recordar incesantemente que Jesucristo revela la plena verdad sobre el hombre. A la luz de la cruz de Cristo el hombre que sufre, debido a la vejez o de la enfermedad, no es un peso sino un verdadero tesoro para la sociedad y para la nación. Como recuerda el Santo Padre: “El futuro de un pueblo está precisamente aquí, aquí en los ancianos y en los niños. Un pueblo que no presta atención a sus ancianos y a sus niños no tiene futuro, ¡porque no tendrá memoria y no tendrá promesa! ¡Los niños y los ancianos son el futuro de un pueblo! Cómo es normal dejarlos de lado, ¿no? Tranquilizar a los niños con un caramelo, con un juego: ‘Haz, haz; anda, anda’. Y a los viejos no dejarles hablar, desdeñar su consejo: «Son viejos, pobrecitos»”3. 3. Acciones de la Iglesia hacia las personas ancianas Partiendo de estas reglas fundamentales la Iglesia ofrece a las personas enfermas y ancianas formas concretas de actividad pastoral4. Citando por ejemplo la Iglesia en Polonia, en primer lugar es oportuno mencionar el cuidado de las personas enfermas y ancianas en sus familias. La presencia, el amor y la asistencia de un familiar son para la persona enferma o debilitada por su edad un bien indispensable. El que sufre debería ocupar un lugar privilegiado en cada familia porque es de él que desciende la bendición de Dios para toda la comunidad humana, sobre todo para sus familiares. Los núcleos familiares que se ocupan de sus miembros enfermos, aprovechan gustosos el servicio caritativo organizado por las parroquias católicas y por las diferentes formas de ayuda erogadas por las organizaciones no gubernamentales, asociaciones, institutos de vida consagrada y grupos de voluntariado. Un ámbito particular de la obra de sanación de la Iglesia a favor de los enfermos es el hospital. Aquí se trata del cuidado pastoral que corresponde sobre todo al capellán, pero también de todo tipo de asistencia que ayuda a enfrentar la difícil experiencia de la enfermedad y del sufrimiento. Incluso el trabajo del personal médico, si es movido por un amor cristiano hacia el prójimo, puede ser considerado como expresión de un apostolado caritativo. Es necesario notar también la cada vez más urgente necesidad de una integración del servicio de los capellanes hospitalarios con los equipos formados por laicos y mujeres consagrados – preparados de modo adecuado – que sostendrían el ministerio de los mismos capellanes. Los enfermos que se encuentran en la fase terminal de una enfermedad, necesitan ciertos cuidados paliativos y una acción pastoral específica en los hospice5. En el momento de la muerte, 23/10/14 18:01 178 decisivo para la suerte eterna del hombre, no pueden faltar el amor de la familia del personal médico y del asistente religioso6. El punto de partida para la pastoral en los hospice es el ministerio sacramental: la Santa Misa celebrada cotidianamente, el sacramento de la penitencia y el sacramento de los enfermos. Algunas formas propias de este tipo de la pastoral son: el coloquio pastoral y la dirección espiritual. Por otro lado, la dimensión comunitaria se realiza a través de los encuentros de formación, jornadas de retiro y oración, ejercicios espirituales, peregrinación a los santuarios, así como también a través de los encuentros de carácter social. Considerados los innumerables estratos de la pastoral en los hospice, las personas implicadas en este tipo de servicio deben ser formadas adecuadamente y demostrar una buena preparación. Dentro del Foro del Movimiento de los Hospicios en Polonia se organizan cursos, seminarios de profundización, workshops dirigidos a los capellanes que desarrollan su ministerio en los hospicios y seminarios post-doctorado en el counselling individual7. Con el fin de mejorar la calidad de la asistencia sanitaria a los enfermos y a sus familias en las instituciones sanitarias y de la asistencia social, el 10 de octubre de 2011, por iniciativa de los Fatebenefratelli (Hermanos de San Juan), se inauguró en Cracovia, en el hospital de los Hermanos Hospitalarios, la Escuela del Cuidado Pastoral de San Juan de Dios. La finalidad de la escuela es preparar a los sacerdotes, a las hermanas y a los laicos a realizar el servicio especializado en el campo de la pastoral de la salud y de la asistencia social. La escuela prepara a los alumnos a ejercer la función de capellán o de asistente laico en la pastoral en un hospital, hospicio u otra institución sanitaria, o bien en el campo de la asistencia domiciliaria o en una institución dedicada a la asistencia social. Sobre el particular, el Arzobispo Zygmunt Zimowski afirma: “La comunidad cristiana que desea hacer bien su servicio a favor de los enfermos y de los que sufren debe hacer lo posible para preparar adecuadamente al congruo grupo DH84esp.indd 178 dolentium hominum n. 84-2014 de presbíteros y diáconos, de las personas consagradas y laicas en calidad de los asistentes de pastoral a tiempo pleno y, además, a los ministros extraordinarios de la Eucaristía y a los voluntarios. En este contexto es motivo de gozo el hecho que la Iglesia en Polonia ve hoy la necesidad urgente de un servicio pastoral nuevo, multidimensional y colegial en el campo sanitario y social. Estoy convencido que la Escuela del Cuidado Pastoral de San Juan de Dios en Cracovia satisfará esta necesidad y responderá a las expectativas puestas en ella. Este es mi augurio de todo corazón y bendigo a todos los que organizan esta escuela y que aquí transmitirán la ciencia necesaria. A los estudiantes deseo que la formación lograda aquí les ayude a servir radicalmente a los enfermos y a los que sufren de modo que Cristo presente en los hermanos y en las hermanas no sufra la indigencia”8. Son numerosas y diferentes las formas del cuidado pastoral dirigidas a las personas enfermas y ancianas y que se realizan en ámbito parroquial9. La más común de estas formas, realizada en la casa del enfermo, es el servicio sacramental del sacerdote realizado cada primer viernes del mes. Este servicio consiste en una visita del sacerdote a la casa del enfermo, en la confesión y en la Santa Comunión. Donde es posible los sacerdotes celebran la santa Misa en la casa del enfermo. Una forma importante del sostén dado a la persona enferma, y con frecuencia también a su familia, son las visitas que realizan los miembros de los Grupos Caritas Parroquiales o los voluntarios, así como los miembros de los grupos de oración y del apostolado, presentes en la parroquia. Una importante expresión para afrontar con espíritu cristiano y de manera comunitaria la enfermedad y el sufrimiento que deriva de ella, son las funciones litúrgicas que se celebran en la iglesia parroquial. Muchas parroquias organizan las celebraciones dedicadas específicamente a los enfermos, sobre todo con ocasión de los Ejercicios espirituales en la parroquia, durante la fiesta patronal o en la Jornada Mundial del Enfermo. De vez en cuando dichas celebraciones se organizan regularmente cada mes y pueden tener la forma de la oración dedicada a la Virgen de Fátima o de una función especial en la que se recitan oraciones para los enfermos animada por las personas implicadas en la Renovación en el Espíritu Santo. La predicación de la Palabra de Dios y la liturgia tienen necesidad de ser completadas por el banquete fraterno (en polaco: ‘agapa’). Esta tradición antigua aún es vigente hoy, sobre todo en el contexto de la Eucaristía celebrada en las pequeñas comunidades de fe. Esta realidad puede ser propuesta también con ocasión de las funciones religiosas dedicadas adecuadamente a los enfermos y a las personas ancianas. El programa artístico y la modesta tabla preparada pueden completar así de modo excelente el festejar comunitario. La actividad del club de las personas ancianas (‘club de los senior’), del veterano o de las personas jubiladas (‘club del emérito’), son otra forma del ministerio pastoral de la Iglesia desarrollado por personas ancianas y enfermas. Estas instituciones organizan bailes caritativos, encuentros de tipo recreativo-social, peregrinaciones, excursiones y paseos turísticos. En los clubes para personas ancianas se puede proponer de vez en cuando catequesis, conferencias, encuentros y acontecimientos de carácter cultural. 4. Actividad de Caritas En lo que se refiere al cuidado de las personas enfermas o ancianas, la organización Caritas de sempeña una amplia actividad. En Polonia, el programa más adelantado realizado por Caritas es el proyecto de enfermería ambiental, denominado ‘Estaciones del cuidado Caritas’10. Estas estaciones brindan el servicio de enfermería y simples ejercicios de rehabilitación. El staff de la estación, no sólo ayuda a la familia y hace menos fatigoso el cuidado doméstico de un enfermo crónico, sino al mismo tiempo, realiza la función educativa en materia de asistencia de los enfermos, de la rehabilitación, de higiene y dieta. Indepen- 23/10/14 18:01 dolentium hominum n. 84-2014 dientemente de este programa, las Caritas de cada una de las diócesis administran también las instituciones sanitarias – que ofrecen la rehabilitación y el servicio sanitario para los enfermos11–, además de las casas de permanencia diurna dedicadas solamente a las personas ancianas. Estas estructuras permiten que los ancianos y las personas solas se encuentren en el círculo de personas coetáneas, proponen un entretenimiento, la conversación y de vez en cuando un programa cultural o religioso. Algunas ofrecen a los senior los alimentos y la asesoría médica. Las casas de permanencia con régimen diario aseguran condiciones dignas de vida a las personas ancianas o afligidas por discapacidad física o mental12. 5. Actividades desarrolladas por las comunidades de vida consagrada y de la Asociación del Apostolado de los Enfermos Las personas enfermas y ancianas pueden contar con la ayuda caritativa de las comunidades de vida consagrada. Los religiosos trabajan tanto en las instituciones médicas gubernamentales como en aquellas que administran directamente sus propios hospitales, organismos sanitarios, puntos de asesoría y farmacias13. Además, los institutos de vida consagrada masculinos y femeninos administran también las casas para personas ancianas14. La ayuda que se brinda a los enfermos, sobre todo en la dimensión psíquica y espiritual, es el objetivo de la Asociación del Apostolado de los Enfermos, constituido en el año 1929. La Asociación acompaña a los enfermos en su sufrimiento, les ayuda a aceptarlo y les enseña que el propio sufrimiento puede ser transformado en un instrumento de apostolado. Precioso subsidio para las personas afligidas por enfermedades crónicas es la revista mensual Apostolado de los Enfermos distribuida gratuitamente por correo a las casas de los enfermos. La Asociación del Apostolado de los Enfermos organiza también los ejercicios espirituales nacionales, jornadas de retiro y peregrinaciones a los santuarios. DH84esp.indd 179 179 6. Implicación en el apostolado de personas enfermas y ancianas Las personas ancianas y enfermas no son sólo destinatarias de las diferentes actividades pastorales de la Iglesia. Como recordó el beato Juan Pablo II: “La edad avanzada es un tiempo de gracia, que invita a unirse con amor más intenso al misterio salvífico de Cristo y a participar más profundamente en su proyecto de salvación”15. Este tiempo “abre un espacio nuevo a la tarea apostólica de los ancianos. Es un deber que hay que asumir, por un lado, superando decididamente la tentación de refugiarse nostálgicamente en un pasado que no volverá más”16. Este apostolado se realiza sobre todo en la familia y abraza la dimensión de la cultura, de la educación, de la actividad social así como también en el ministerio del sufrimiento y el apostolado de la oración. La Iglesia tiene siempre necesidad y confía en la asidua oración de los enfermos y de los ancianos. Un papel particular en la implicación de las personas enfermas y discapacitadas en la obra de la predicación del mensaje evangélico de salvación es desarrollado por la comunidad de los Silenciosos Obreros de la Cruz. Desarrollan varias actividades entre las cuales la organización de cursos de formación, jornadas de retiro, ejercicios espirituales. Tienen una actividad editorial propia, organizan peregrinaciones, congresos y se ocupan de las personas enfermas y discapacitadas en los centros administrados por su comunidad. Una casa de la comunidad de los Silenciosos Obreros de la Cruz, la casa Curación de los enfermos está situada en Glogow en Polonia. El fundador de los Silenciosos Obreros de la Cruz, el Beato Luigi Novarese, que el 11 de mayo de 2013 ha sido unido a la hilera de los beatos, amaba la valoración de la persona enferma, discapacitada, y de su sufrimiento. El Beato Luigi Novarese estaba convencido que el sufrimiento ofrecido por el enfermo fuese “una participación al misterio pascual de Cristo que vuelve [al enfermo] apóstol y por tanto primicia y profecía para la valoración de toda forma de su- frimiento presente en la vida del hombre”17. Para realizar con eficacia las mencionadas formas del apostolado, los enfermos y los ancianos tienen necesidad de una adecuada formación que debe tener en cuenta la debilitación de sus fuerzas físicas y, de vez en cuando, también de las capacidades físicas y mentales más débiles de estas personas18. Conclusión Las mencionadas formas de actividad pastoral y de apostolado no constituyen un cuadro completo y exhaustivo de la múltiple misión cristiana en favor de las personas enfermas y ancianas. La implicación de nuestras comunidades en este campo de la pastoral requiere un incesante esfuerzo y la búsqueda de nuevos métodos para llegar a las personas que viven una dificultad provocada por la enfermedad o por la edad adelantada. Se necesita una movilización de las actividades pastorales tendientes a poner en acción un apostolado “específico” destinado a las personas que sufren. Sólo así se logrará oponer a la actual y dominante “cultura del descarte” otra cultura, inspirada por el Evangelio – la cultura de la aceptación y de la caridad. Notas 1 II Polski Synod Plenarny 1991-1999. Posługa charytatywna Kościoła, 24. 2 Francisco, Audiencia general del 5 de junio de 2013, “L’Osservatore Romano” (versión polaca), 34 (2013) 8-9, 48-49. 3 Francisco, Homilía, 30 de setiembre de 2013, http://papiez.wiara.pl/doc/1724334. Papiez-Nie-swietna-organizacja-a-radosc-ipokoj (acceso: 10.10.2013). 4 Cfr. C. Krakowiak, Eklezjalny charakter troski o chorych, in: E. Szczotok - A. Liskowacka (red.), Program duszpasterski na rok 1995/96, Katowice 1995, 210-224; B. Drożdż, Duszpasterstwo chorych, in: R. Kamiński – B. Drożdż (red.), Duszpasterstwo specjalne, Lublin 1998, 273-290; M. Kalinowski, Duszpasterstwo chorych, „Roczniki Teologiczne” 45 (1998) 6, 179-190; R. Szczygieł, By odgadnąć krzyż. Vademecum Chorych, Poznań 1991; Z. K. Szostkiewicz, Vademecum duszpasterza chorych, Warszawa 1993. 5 Cfr. M. Kalinowski, Duszpasterstwo hospicyjne. Studium pastoralne na podstawie badań wybranych ośrodków hospicyjnych w Polsce, Lublin 2000; A. Bartoszek, Człowiek w obliczu cierpienia i umierania. Moralne aspekty opieki paliatywnej, Katowice 2000. 6 Juan Pablo II, Wobec tajemnicy śmierci, 23/10/14 18:01 180 Encuentro con los participantes en el congreso dedicado al cuidado de las personas agonizantes, organizado por el Centro Bioético de la Universidad Católica del Sagrado Corazón, 17 de marzo de 1992, en: Ewangelia cierpienia. Wybór homilii, przemówień i dokumentów, Kraków 1997, 181. 7 Cfr. M. Kalinowski, Duszpasterstwo hospicyjne. Studium pastoralne na podstawie badań wybranych ośrodków hospicyjnych w Polsce, Lublin 2000; A. Bartoszek, Człowiek w obliczu cierpienia i umierania. Moralne aspekty opieki paliatywnej, Katowice 2000. 8 Z. Zimowski, Kościół zawsze wierny w służbie miłości wobec chorych i cierpiących, in: A. Muszala, J. Binnebesel, P. Krakowiak, M. Krobicki (red.), Dolentium Hominum. Duchowni i świeccy wobec ludzkiego cierpienia, Kraków 2011, 27. 9 Cfr. W. Przygoda, Apostolski wymiar wolontariatu charytatywnego w Polsce. Studium teologicznopastoralne na podstawie badań wolontariuszy z parafialnych zespołów Caritas, Lublin 2012. 10 Este proyecto ha sido inaugurado en 1992 en Dobrzeń Wielki en la diócesis de Opole. Pero, el desarrollo dinámico de la red de las estaciones de cuidado Caritas inició sólo después de haber firmado el acuerdo en- dolentium hominum n. 84-2014 tre Caritas de Polonia y Caritas de Alemania, que en los años 1994-1997 sostuvo este proyecto financieramente. Cfr. R. Chormiński, Profesjonalizm i troska. Stacje Opieki Caritas w Polsce, “Biuletyn Informacyjny KAI” (05.08.1997) nr 31, 28-29. 11 En el 2001 funcionaban en las estaciones de cuidados Caritas los 70 estudios de rehabilitación, entre los cuales los 37 situados en el territorio de la Diócesis de Opole, y los 12 en la Diócesis de Gliwice. Además, las Caritas diocesanas administraban los 11 estudios médicos que proporcionaban el servicio médico básico. Los 6 estudios médicos los administraba la Caritas de la Diócesis de Kielce. Cfr. Informator Caritas 2002/2003, 27-28; Fenomen Caritas, “Biuletyn Informacyjny KAI” (27.05.1999) nr 21, 31. 12 En el 2001 las Caritas diocesanas administraban las 10 casas de permanencia diurna y las 18 casas de residencia permanente en las personas ancianas y solas. Cfr. Informator Caritas 2002/2003, 32-33. 13 En el año 2001 los institutos de vida consagrada masculinos y femeninos administraban 5 hospitales, 6 instituciones no gubernamentales de atención médica, 7 farmacias herboristerías, 32 casas de descanso con más de 2500 puestos para las personas afligi- das por discapacidad mental y por enfermedades del sistema nervioso y 40 estructuras de cuidado médico con más de 3300 puestos para las personas que sufren de enfermedades crónicas. Cfr. B. Łoziński, Leksykon zakonów w Polsce. Instytuty życia konsekrowanego i stowarzyszenia życia apostolskiego, Warszawa 2002, 455-460. 14 Los datos se refieren al año 2001. Cfr. Łoziński, Leksykon zakonów w Polsce, op. cit., 456-459. 15 Juan Pablo II, Dar długiego życia. Homilía durante el Gran Jubileo de las personas ancianas, 17 de setiembre de 2000, “L’Osservatore Romano” (versión Polaca) 21 (2000) 11-12, 14. 16 Juan Pablo II, Christifideles laici, 48. 17 El Estatuto del Centro de los Voluntarios del Sufrimiento, http://www.sodcvs.org/sito/ it/documenti/statuti- sodc-e-cvs.html (acceso: 10.10.2013). 18 Cfr. J. Ostrowski – W. Przygoda, Seniorów duszpasterstwo, in: R. Kamiński – W. Przygoda – M. Fiałkowski (red.), Leksykon teologii pastoralnej, Lublin 2006, 789-793; cfr. M. Marczewski, Z upływem lat oswajamy się z myślą o “zmierzchu” (Duszpasterstwo ludzi starszych), “Roczniki Naukowe Caritas” 10 (2006), 23-36. 6. El aporte de la Iglesia católica en la República Democrática del Congo al servicio de las personas ancianas enfermas S.E. Mons. Nicolas Djomo Lola Obispo de Tshumbe Presidente de la Conferencia episcopal nacional de la República Democrática del Congo (CENCO) E sta intervención se articulará en torno a tres puntos. Ante todo, trataré de describir brevemente el contexto, explicando lo que hace la Iglesia-familia de Dios en la República Democrática del Congo a favor de las personas ancianas enfermas; luego identificaremos cuales son hoy los retos permanentes a esta acción y, en fin, concluiremos hablando del significado y el valor de la acción de la Iglesia en este sector. 1. El contexto La edad promedio en la República Democrática del Congo no DH84esp.indd 180 es elevada como en Europa o en América. La esperanza de vida, en efecto, se calcula en cincuenta años. Este fenómeno tiene como base varios factores. Según nuestro parecer, los más importantes parecen ser las difíciles condiciones de vida en un país post-conflicto, la precariedad de los cuidados sanitarios, la insuficiencia de los medios de subsistencia y el malfuncionamiento de los servicios sanitarios a nivel nacional. Esto no permite que la asistencia médica llegue a todos los congoleses. Por tanto, es fácil comprender porque las enfermedades que son curables bajo otros cielos, continúen matando tanto a niños y jóvenes como los ancianos en la República Democrática del Congo, así como en muchos otros países africanos. Por lo demás, no es fácil ni siquiera hablar de los ancianos en la RD del Congo. Es necesario, en efecto, plantearse el siguiente interrogante: ¿A qué edad nos volvemos ancia- nos cuando las condiciones arriba descritas y todas las señales de la vejez son visibles en los que tienen sólo cincuenta años? Generalmente, los ancianos en África y especialmente en la RD del Congo, siempre han beneficiado de la consideración de los miembros de su familia y de la sociedad. En la buena tradición africana, estas personas constituyen un tesoro precioso para los miembros de la familia y de la aldea. En la cultura africana, las personas ancianas son muy consideradas ya que son fuente de sabiduría y de cultura. Cualquiera que sea su estado de salud, con frecuencia ellas han vivido en la familia entendida en el sentido amplio del término. Su cuidado y asistencia es, en principio responsabilidad de sus familiares cualquiera que sea el vínculo de parentela que les une. Las personas ancianas son apreciadas como educadoras de los valores culturales y sociales de la comunidad, custodios y mediado- 23/10/14 18:01 dolentium hominum n. 84-2014 res de las tradiciones que transmiten a los hijos y a los nietos. Algunos de estos ancianos son víctimas de la creencia en la brujería. Lo que acabamos de observar se refiere a la vida en las aldeas. Las cosas son diversas en las ciudades y en los grandes aglomerados. En estos lugares, los vínculos familiares no son tan fuertes como en las aldeas. Esto refleja el hecho que las personas ancianas que viven en estos ambientes no tradicionales la mayoría de las veces son jubilados que han trabajado toda su vida y que han tenido como medio de subsistencia sólo su salario. Lamentablemente, como ocurre en la mayor parte de los países africanos, muchos de estos jubilados no reciben una pensión que les permita vivir de modo digno y decente. Por consiguiente, se vuelven un peso para sus eventuales parientes en actividad, no obstante el bajo salario de estos últimos. Sin gozar de una cobertura social adecuada, su estado de salud es un problema social y un desafío para la pastoral de la Iglesia-familia de Dios en la República Democrática del Congo. Actualmente, el problema de la cura y de la asistencia a los ancianos enfermos se pone con cierta intensidad ya que las condiciones de vida siguen deteriorándose. Más del 70% de la población vive en un estado de pobreza extrema, lo que hace que las personas de la tercera edad sean aún más vulnerables. Las familias pobres abandonan a sus miembros debilitados debido a la falta de medios. En las grandes ciudades, a veces se asiste, para no decir con frecuencia, a un abandono total, es decir, al rechazo de estas personas ancianas que son tratadas arbitrariamente por brujos, malhechores y personas diabólicas. En la RD del Congo, a nivel gubernamental es el Ministro de los Asuntos Sociales que tiene en sus atribuciones el cuidado y la asistencia de las personas de la tercera edad. Existe una política nacional en materia pero su actuación deja mucho que desear. La mayor parte de las veces, son asociaciones sin fines de lucro (ASBL) a obrar en este ámbito con las financiaciones del gobierno. DH84esp.indd 181 181 2.Los servicios de la Iglesia católica en la RD del Congo a favor de personas ancianas enfermas 2.1 La organización del servicio a nivel nacional La Iglesia católica en la RD del Congo está presente en todo el país gracias a sus 47 diócesis, para una población de 70 millones de habitantes aproximadamente. La colaboración pastoral entre los Obispos tiene lugar en el ámbito de la Conferencia Episcopal Nacional del Congo (CENCO). Entre las comisiones episcopales que forman parte de la CENCO, es la Comisión episcopal Caritas-Desarrollo que tiene el mandato de promover el desarrollo, la salud y la solidaridad. Esta comisión obra a través de la Caritas-Congo que, según el derecho congolés, es una ASBL que es su oficina técnica en este ámbito. Siguiendo los estatutos de CENCO, la Caritas-Congo tiene la misión de “aumentar, con la reflexión y la acción, la eficacia del aporte de la Iglesia a los esfuerzos de promoción integral de la persona y de la comunidad humana de conformidad con la doctrina social de la Iglesia, a sus opciones fundamentales y a las directrices pastorales de la CENCO para conducir a la comunidad cristiana y a cada uno de sus miembros a la promoción de la justicia de la paz, de la caridad y de la solidaridad”. En el ámbito de la salud, la Iglesia-familia de Dios en la RD del Congo ha firmado un acuerdocuadro con el gobierno congolés, a través de su Ministerio para la Salud, a partir desde el 2007. Dicho acuerdo permite a la Iglesia católica, en el respeto de sus principios éticos y de su visión del ser humano, realizar acciones sanitarias o administrar instituciones médicas propias o públicas, de conformidad con la política nacional. A nivel diocesano, este servicio está asegurado por la Oficina Diocesana de las Obras Médicas. A nivel nacional, la coordinación del servicio de la salud en seno de la Caritas-Congo ASBL es organizada en red tanto a nivel nacional, diocesano y parroquial como al de las Comunidades Eclesiales Vivientes de Base (CEVB). Para la oferta de los servicios sanitarios, la red católica administra en el país más del 50% de las infraestructuras sanitarias confesionales. Cuenta con 237 hospitales, 167 centros sanitarios de referencia, 1.057 centros sanitarios, es decir, un total de 1.455 formaciones sanitarias. Además, la red Caritas en el país administra también 92 centros nutricionales, 4 centros psiquiátricos y 18 centros de promoción de quienes viven con un handicap. 2.2 Acciones a nivel diocesano de la RD del Congo a favor de los ancianos enfermos La atención a las personas ancianas enfermas es una preocupación permanente de la Iglesia en la RD del Congo. Se trata de una dimensión integrante de su acción pastoral que se remonta al período de los pioneros de la evangelización. La acción evangelizadora misionera promovida por los pioneros que han trabajado ardientemente para que nacieran estas iglesias diocesanas, comprendía también la dimensión de la promoción humana. Por este motivo encontramos en la mayor parte de las parroquias (Misiones católicas) lugares predispuestos para acoger a los ancianos, denominados “home de los ancianos”. En estos lugares se administraban los cuidados sanitarios y se aseguraba también una asistencia global en términos de soporte nutricional, de vestido, de asesoría psicosocial y de acompañamiento espiritual. El aspecto psicosocial reviste una importancia capital en el contexto africano, ya que generalmente, se tiene la tendencia de equiparar las varias formas de demencia senil a la brujería o a posesiones diabólicas. Las personas interesadas en esta asistencia global en su mayoría son viudas, personas portadoras de handicap, que han perdido a todos sus parientes o que han sido abandonadas por la familia por diferentes motivos. En varias diócesis de la República Democrática del Congo este trabajo es desarrollado incansablemente por algunos Institutos de 23/10/14 18:01 182 vida consagrada, según el carisma de cada uno. Hoy, algunas congregaciones sobre todo femeninas de derecho diocesano o pontificio, aseguran el cuidado y la acogida a las personas ancianas enfermas en hospice creados con este objetivo. Las enfermedades y los sufrimientos de estos huéspedes son curados por las religiosas o se ocupan de algunas estructuras sanitarias bajo la gestión de la Iglesia. Como hemos puesto en evidencia antes, dicho servicio es desarrollado de modo gratuito, ya que estos ancianos generalmente son pobres, sin renta y sin pensión. Las religiosas comprometidas en este sector apostólico y algunos voluntarios aportan sus cuidados de acuerdo con sus posibilidades, con la convicción de que, a través de ellos, ellos encuentran y sirven a Cristo, como dice San Mateo: “Cuanto hicisteis a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mi me lo hicisteis” (cf. Mt 25, 40). En general, los cuidados y la asistencia estructurados a las personas ancianas enfermas no es conocida y desarrollada en las tradiciones y en las costumbres de los africanos; es una práctica occidental importada ya que en África las personas vulnerables están totalmente bajo la responsabilidad directa de sus familias, y esto ocurre también para la RD del Congo. La identificación de los ancianos indigentes es obra de las Caritas parroquiales a través de las Comunidades Eclesiales Vivientes de Base (CEVB), mientras el cuidado y la asistencia cotidiana en los hospice están asegurados por voluntarios o por religiosas. Además, a nivel de las Caritas pa- DH84esp.indd 182 dolentium hominum n. 84-2014 rroquiales o de las CEVB se organizan a su favor colectas en naturaleza o en dinero. En lo que se refiere al cuidado y a la asistencia médica, las personas consideradas indigentes son encaminadas a las estructuras sanitarias de la Iglesia para los cuidados primarios gratuitos. Generalmente, los casos graves deben ser pagados y los que administran los hospice con frecuencia son impotentes, aunque intervengan regularmente personas de buena voluntad. El acompañamiento espiritual de los ancianos enfermos forma parte de las tareas ordinarias de los sacerdotes que obran a nivel de las parroquias o de los capellanes nombrados con este objetivo en algunos hospice y hospitales que acogen a varios ancianos enfermos. Como se puede notar, los retos referentes al cuidado y a la asistencia de estas personas son enormes. 3.Cuatro desafíos importantes por enfrentar Presentamos los siguientes cuatro retos importantes referentes a la cuestión del aporte de la Iglesia católica en la RD del Congo en su servicio a las personas ancianas enfermas: – El cuidado y la asistencia global de parte de la Iglesia que une los aspectos médicos, psicosociales, morales y espirituales de las personas ancianas enfermas en un contexto de recursos limitados (pobreza); – La formación adecuada de personal competente, capaz de conjugar la técnica con los va- lores éticos y espirituales en la asistencia multidimensional para asegurar a las personas ancianas enfermas; – La cobertura nacional en las infraestructuras de acogida para las personas ancianas y enfermas. – Una actividad de advocacy con nuestros gobernantes en vista de un cuidado y de una asistencia dignos y decentes a los ancianos enfermos mediante el poder público y la financiación de las Asociaciones eclesiales comprometidas en el servicio a estas personas. Conclusión Como han podido notar, en la República Democrática del Congo los ancianos enfermos representan para la Iglesia una categoría de los pobres. En efecto, ellos son pobres de salud, pobres de medios financieros para enfrentar esta cuestión vital, pobres de una asistencia sanitaria adecuada a su sufrimiento y pobres de consideración de parte de la política de nuestros gobiernos. Lo que se hace en las instituciones eclesiales o lo que hace la Iglesia en su favor es una gota en el agua del mar de su miseria y de su preocupación de vivir mejor y de aliviar un poco su sufrimiento. Pero nosotros creemos que estas acciones de la Iglesia constituyen una señal y un mensaje sobre el valor y sobre el sentido de su vida, que van más allá de toda lógica utilitarista y eficientista. La intervención de la Iglesia a su favor es un gesto profético que recuerda la dignidad y el valor de la vida de cada persona a cuyo servicio está comprometida la Iglesia-familia de Dios. 23/10/14 18:01 dolentium hominum n. 84-2014 183 Recomendaciones al término de la XXVIII Conferencia Internacional Prof. Jean-Philippe Azulay Profesor de Neurología Facultad de Medicina de Marsella Director de la Unidad Trastornos del movimiento Servicio de Neurociencias Hospital “La Timone”, Marsella, Francia L as intervenciones han sido muy diversificadas y se han enfrentado todos los aspectos relacionados con la persona anciana y dependiente. Se ha tratado ampliamente el tema del morbo de Alzheimer que domina la cuestión de las enfermedades crónicas por su prevalencia en la población anciana, y cuyo porcentaje sigue creciendo en todo el mundo. Si las intervenciones han puesto en evidencia las disparidades de la asistencia según los países y su nivel socio-económico, a veces también en seno a la comunidad de la que habríamos podido esperar una cierta homogeneidad como en Europa, es evidente que las problemáticas referentes al cuidado y a la asistencia son ampliamente compartidas. Entre las recomendaciones que podemos hacer al término del co- DH84esp.indd 183 loquio, creo que es preciso subrayar el mensaje principal referente al cuidado y a la asistencia de los enfermos, que no se sintetiza en los cuidados técnicos o en la prescripción de exámenes o de medicinales. Aunque muy deteriorado en el plano de las funciones intelectuales o físicas, el enfermo sigue siendo un individuo que tiene necesidad de una comprensión particular, que tenga en cuenta su historia personal en todas sus dimensiones: familiar, social, cultural, moral y religiosa. Otro mensaje importante que ha surgido es la necesidad de la prevención, en particular en el caso del morbo de Alzheimer, comenzando de la escuela primaria ya que el nivel de instrucción desarrolla un papel preventivo importante. Junto con el ejercicio físico y a la prevención de la depresión, a largo plazo se podría reducir del 30% el número de enfermos. En estos ámbitos, la intervención de los poderes públicos y de la voluntad política es esencial y tiene necesidad de programas de acción específicos que se deben tener en consideración. También la necesidad de información aparece como fundamental, en particular para los familiares o para los asistentes sociales que con frecuencia están desconcertados ante los enfermos de Alzheimer y no saben como reaccionar o ayudar al familiar que ha sido afectado. Se intentan nuevas experiencias para evitar o retrasar la colocación de los enfermos en las instituciones. Si la familia no siempre puede hacer frente, se han propuesto experiencias comunitarias intergeneracionales con resultados muy animadores que involucran a los individuos de toda edad a una mayor solidaridad evitando así la exclusión de los ancianos enfermos ya que tienen necesidad de interacciones sociales fuertes. Esto forma parte de su tratamiento y a veces aporta resultados mayores de los medicamentos. Sin embargo, es preciso evitar objetivos irracionales que tanto el enfermo como quien está a su lado no podrían alcanzar. El mal es irreversible, y es preciso aceptarlo también si esto puede ser doloroso. El último mensaje es un mensaje de esperanza: nosotros envejecemos por más tiempo, vivimos más pero permanecemos también jóvenes por más tiempo. ¡El envejecimiento de la población ya no debe ser vivido como un drama de parte de los gobernantes sino como una posibilidad! 23/10/14 18:01 184 dolentium hominum n. 84-2014 Conclusiones y Recomendaciones Mons. Mauro Cozzoli Profesor de Teología Moral, Pontificia Universidad Lateranense E sta XXVIII Conferencia Internacional del Pontificio Consejo para los Agentes Sanitarios – dedicada al tema «La Iglesia al servicio de la persona anciana: el cuidado de las personas afligidas por patologías neurodegenerativas» – ha analizado el tema y su problemática desde una pluralidad de aspectos: desde los típicamente clínicos a aquellos pastorales, tocando los aspectos psicológicos, espirituales, familiares, sociales, económicos y políticos. En estas «Recomendaciones conclusivas» – condensadas en pocas líneas – prescindo de los aspectos médicos, por lo demás bastante problemáticos, considerado el escaso conocimiento de las novedades médicas (sobre todo con respecto al síndrome de Alzheimer) y de las terapias estrictamente médicas. Deseo recordar los puntos nodales y focales a lo largo de tres vertientes: vertiente socio-cultural, vertiente ético-valorial y aquella eclesialpastoral. 1.En la vertiente socio-cultural Se han puesto en evidencia estos fenómenos entre los factores que determinan y agravan la suerte de las personas ancianas enfermas: – El envejecimiento de la población, determinada por la prolongación de la vida media. – La reducción del papel de soporte social asegurado por la familia, debido a la gradual debilitación de la red familiar, que ya no tiene las características y la capacidad de un tiempo. – La frecuente marginación de las personas ancianas. – La mentalidad utilitarista y consumista: market oriented. DH84esp.indd 184 – La crisis económica internacional que determina: • la progresiva reducción de los fondos nacionales para las políticas sociales • la puesta en discusión de aquella idea de solidaridad que parecía ser un baluarte común para todas las democracias constitucionales • la pobreza social que genera la pobreza sanitaria. Con el envejecimiento de la población el número de estos enfermos está destinado a crecer progresivamente, con graves repercusiones socio-económicas. En efecto, aumentarán paralelamente los costos sociales. – Los cambios en la familia: una disminución de la dimensión de las familias, el divorcio, la convivencia en vez del matrimonio, la fragmentación de la familia, con hijos adultos que viven a gran distancia de sus padres. – El consumo de alcohol, el humo, la vida sedentaria, la obesidad son modalidades de comportamiento que concurren en el incremento de las enfermedades crónico-degenerativas. – La situación de atraso en África lleva a anticipar en edades más juveniles enfermedades y dificultades que en los países desarrollados se tienen en edades adelantadas, hasta inducir a Mons. Djomo a preguntarse: «¿A qué edad nos volvemos ancianos cuando todas las señales del envejecimiento son visibles en uno que tiene sólo 50 años?» 2.En la vertiente ético-valorial Las notas características han sido las siguientes: – La denuncia • de la eutanasia y del suicidio médicamente asistido como resultado inhumano e inaceptable del problema; • de la concepción utilitarista de la vida que, priva de valor a la vida de las personas ancianas, especialmente si están afligidas por en- fermedades neurodegenerativas y discapacitantes, abriendo y favoreciendo el camino de la eutanasia; • de la «cultura del descarte», denominada así por el Papa Francisco: «Hombres y mujeres son sacrificados a los ídolos del provecho y del consumo: es la “cultura del descarte”». – La atención a la persona en su globalidad, que lleva a considerar la enfermedad y las terapias en términos no estrictamente físicos y médicos sino integrales. Es la visión holista del enfermo y de los tratamientos. Hay que salir de una visión médico-céntrica y fármaco-céntrica de las demencias. Es preciso pasar a una visión y a una terapia al mismo tiempo relacional, emotiva y espiritual. «Ver a la persona sólo desde el punto de vista de la enfermedad es arriesgar perder nuestro sentido de ella como persona. Describir la demencia como una pérdida progresiva e irreversible de la función cerebral es incurrir en el riesgo de ver una disminución de la persona… Se puede ver la demencia que llega a la pérdida de la función cognitiva, sin verla como consiguiente pérdida de la persona» (F. McInerney). – La polarización de los cuidados – en ausencia de terapias médicas – sobre la rehabilitación, con el objetivo de potenciar o, por lo menos, retrasar el declino cognitivo y funcional; reducir los trastornos psicológicos y conductuales y así mejorar la calidad de vida del enfermo y de su familia. Aunque debido a la naturaleza degenerativa y progresiva de la enfermedad, las intervenciones de rehabilitación no pueden tender a la “restitutio ad integrum”, pueden ayudar al enfermo a mantener las mejores condiciones por el mayor tiempo posible. La acción de rehabilitación concierne a la persona (que mira a la compensación cognitiva, funcional, psicológica y de comportamiento). Al mismo tiempo concierne al ambiente (que tiende a construir un nuevo equilibrio de adaptación, 23/10/14 18:01 dolentium hominum n. 84-2014 protésico) y a la familia (a quien ofrecer sostén psicológico y educacional, transmitir competencias sobre la enfermedad, sobre los recursos del territorio, sobre las cuestiones legales, etc.). – La solidaridad que activa y une a personas diferentes por cultura, religión, proveniencia: acomunadas por la idea de un mutuo reconocimiento entre semejantes y por el sostén que no deben faltar a las personas más débiles. – La subsidiaridad que lleva a privilegiar y a dar más a quien está en la necesidad. – El sostén a las familias cargadas por la presencia y por el cuidado a un anciano afligido por patologías degenerativas. Sostén que toma forma en servicios y estrategias de soporte, activando una red de relaciones sociales, especialmente con asociaciones de voluntariado; ayudando a afrontar sentimientos y emociones, a administrar el estrés, a prevenir y superar sentidos de culpa. – La integración y la cohesión social, que tienen una eficacia preventiva y terapéutica de la soledad que la demencia tiende a provocar en los ancianos. – La prevención, tanto remota, a través de estilos correctos de vida (desde la alimentación hasta el movimiento), como próxima: «La prevención debe estar en el corazón del sostén y del encargarse de los ancianos» (Lareng). – Los cuidados paliativos, de los cuales reconocer el valor y la validez y promover su difusión. – El morir con dignidad humana y cristiana, que es un verdadero derecho del anciano incurable, por rectificar y purificar de toda distorsión de eutanasia. – En ámbito propiamente éticopolítico • la peculiaridad y complejidad del fenómeno requiere una extraordina