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Bloqueos del neuroeje en cirugía cardíaca Rev. Arg. Anest (2000), 58, 5: 295-303 Artículo de revisión Bloqueos del neuroeje en cirugía cardíaca s s s s s RESUMEN: El anestésico ideal para la cirugía cardíaca debe ofrecer, además de estabilidad hemodinámica intraoperatoria, una recuperación postanestésica libre de dolor. La utilización de narcóticos en altas dosis se acerca a este ideal. Los bloqueos del neuroeje son una alternativa a los narcóticos en altas dosis. La efectividad de la morfina por vía intratecal o de la analgesia epidural torácica para controlar el dolor postoperatorio está demostrada más allá de toda duda. Esta analgesia es muy necesaria no sólo para confort del paciente sino por una multitud de factores; entre ellos, para disminuir la frecuencia y la severidad de episodios isquémicos postoperatorios así como la cantidad de complicaciones pulmonares y la utilización de drogas vasodilatadoras en el postoperatorio inmediato. El principal problema asociado al uso de morfina por vía intratecal es la depresión respiratoria, que tiene una incidencia de entre el 0.36 y el 1.9%. Esta depresión está relacionada con la dosis y es fácilmente tratada con naloxona sin abolir el efecto analgésico. Administrar morfina por vía intratecal es técnicamente más fácil y menos costoso, pero la analgesia epidural torácica se puede usar por varios días, no se necesita utilizar opioides, y, al emplearse anestésicos locales, tiene efectos muy beneficiosos sobre la circulación coronaria. La posibilidad de hematoma espinal es cierta y ha impedido la utilización de estos bloqueos, pero ha habido numerosos reportes acerca del uso de morfina por vía intratecal o analgesia epidural torácica involucrando miles de pacientes sin consecuencias adversas. Algunas precauciones son necesarias: agujas ultrafinas, no más de dos intentos para la morfina por vía intratecal y colocación del catéter epidural 20 horas antes de la operación. La utilización de morfina por vía intratecal o analgesia epidural torácica le da grandes beneficios a los pacientes en términos de disminución de complicaciones cardíacas y pulmonares. El riesgo potencial de un hematoma espinal es real, pero probablemente muy sobreestimado, y requiere más estudio. Dr. * Octavio Falcucci Morfina intratecal Espinal Epidural torácica Hematoma Cirugía cardíaca Palabras Clave Central neuroaxial blocks in cardiac surgery SUMMARY: An ideal anesthetic for cardiac surgery should provide, in addition to intraoperative cardiovascular stability, a stable and pain-free recovery. Highdose narcotics certainly have brought current practice closer to this ideal. Central neuraxial analgesia is an alternative to high-dose narcotics. Central neuraxial blocks, whether is intrathecal morphine or thoracic epidural analgesia are wellproven, very effective analgesic techniques. Pain relief is very necessary in the postoperative period, not only for patients comfort but also to decrease the frequency and severity of myocardial ischemic episodes, the incidence of pulmonary complications and the need for vasodilator therapy in the immediate postoperative period. The main complication associated with intrathecal morphine is respiratory depression, with a reported incidence of 0.36-1.9%. This respiratory depression is dose-related and can be effectively treated with naloxone without affecting the intrathecal morphines analgesic effect. The intrathecal morphine is technically a much easier and less expensive procedure than the * Servicio de Anestesiología del Hospital Alemán, Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Revista Argentina de Anestesiología 2000 | 295 Artículo de revisión Morphine intrathecal Spinal Thoracic epidural Haematoma Cardiac surgery Key Words s s s s s thoracic epidural analgesia, but the thoracic epidural analgesia can be used for several days, does not need opioids, and because it utilizes local anesthetic drugs it has beneficial effects on coronary circulation. The potential risk of a spinal hematoma is of concern, and a deterrent in the use of central neuraxial blocks. There have been numerous reports on the utilization of intrathecal morphine or thoracic epidural analgesia involving thousands of patients without neurological complications. Some precautions are needed: #25G or #27G needles, up to 2 intrathecal morphine administration attempts per patient and inserting the epidural catheter 20 hours in advance. The utilization of thoracic epidural analgesia or intrathecal morphine provides benefits to cardiac surgery patients in terms of perioperative pain control, its associated improvement in lung and cardiac function. The potential risk of a spinal hematoma is of concern, and its real incidence, probably lower than previously thought, will require further study. Bloqueios do neuro-eixo em cirurgia cardíaca El anestésico ideal para cirugía cardíaca debe ofrecer, además de estabilidad hemodinámica intraoperatoria, una recuperación postanestésica libre de dolor. La utilización de narcóticos en altas dosis, ya sea por el método de infusión continua o por el método de bolo de carga inicial, se acerca bastante a este ideal. 296 | Volumen 58 / Número 5 Palavras Chaves s s s s Introducción Morfina intratecal Espinhal Epidural torácica Hematoma Cirurgia cardíaca s RESUMO: O anestésico ideal para a cirurgia cardíaca deve oferecer, além de estabilidade hemodinâmica intraoperatoria, uma recuperação pós-anestésica sem dor. A utilização de narcóticos em altas doses encontra-se próximo deste ideal. Os bloqueios do neuro-eixo são uma alternativa aos narcóticos em altas doses. A eficácia da morfina por via intratecal ou da analgesia epidural torácica para controlar a dor pós-operatória está absolutamente demonstrada. Esta analgesia é muito necessária não só para o conforto do paciente senão também por muitos outros fatores; entre eles, para diminuir a freqüência e a gravidade de episódios isquêmicos pós-operatórios bem como o número de complicações pulmonares e a utilização de drogas vasodilatadoras no pós-operatório imediato. O principal problema associado ao uso de morfina por via intratecal é a depressão respiratória, que tem uma incidência de 0.36 a 1.9%. Esta depressão está relacionada com a dose e é facilmente tratada com naloxona sem eliminar o efeito analgésico. Administrar morfina por via intratecal é tecnicamente mais fácil e de menor custo, mas a analgesia epidural torácica pode ser utilizada durante vários dias, não requer opiáceos, e, por utilizar anestésicos locais, tem efeitos muito benéficos sobre a circulação coronária. A possibilidade de hematoma espinhal é muito grande e tem impedido a utilização destes bloqueios, embora existam numerosos relatórios de uso de morfina por via intratecal ou analgesia epidural torácica em milhares de pacientes sem conseqüências adversas. Algumas precauções são necessárias: uso de agulhas ultrafinas, não mais de dois intentos de uso de morfina por via intratecal e colocação do cateter epidural 20 horas antes da operação. A utilização de morfina por via intratecal ou analgesia epidural torácica proporciona aos pacientes grandes benefícios no que diz respeito à diminuição das complicações cardíacas e pulmonares. É evidente o risco potencial de um hematoma espinhal, embora provavelmente seja sobreestimado, precisando ser pesquisado. Bloquear el neuroeje es una alternativa a los narcóticos en altas dosis, pero es también un objeto de debate y controversia en cirugía cardíaca. La necesidad de hacer una heparinización completa ha impedido la utilización de bloqueos neuroaxiales. Muy pocos centros se han atrevido a utilizar este poderoso y efectivo método de analgesia en cirugía cardíaca. Durante los últimos años han aparecido cada vez más reportes publicados acerca de la eficacia y la Bloqueos del neuroeje en cirugía cardíaca seguridad de este método analgésico, si se toman las medidas de precaución apropiadas. Nuestro objetivo es examinar la utilidad y los problemas relacionados con estos bloqueos. Isquemia miocárdica y analgesia Los pacientes que van a tener cirugía de revascularización miocárdica son cada día más añosos y se mantienen por más tiempo con tratamiento médico. Además, un gran porcentaje de estos pacientes ya ha tenido uno o más procedimientos de revascularización previa, ya sea angioplastía o cirugía. En consecuencia, la morbilidad cardíaca perioperatoria está incrementándose. La incidencia de infarto de miocardio (IAM) es del 1 al 25%, y mueren entre el 0.5 y el 14% de los pacientes1-6. Es de esperar que la morbilidad y la mortalidad continúen aumentando debido al rápido envejecimiento de la población y a la mayor prevalencia de enfermedad coronaria en un grado más avanzado de evolución. Una solución para este problema es la identificación de predictores reversibles de morbilidad cardíaca perioperatoria, y luego el diseño de tratamientos para modificarlos y reducir de ese modo la morbilidad y la mortalidad. Los mayores cambios en la coagulación1,7, la actividad adrenérgica simpática y parasimpática7, los niveles de catecolaminas plasmáticas8, la función ventricular y las variables hemodinámicas9 ocurren luego del período de circulación extracorpórea (CEC) y en el postoperatorio inmediato. Por lo tanto, nuestro éxito en modificar la morbilidad cardíaca reside en tratamientos que apunten a modificar las variables fisiológicas post-CEC. El hallazgo de que la isquemia miocárdica postoperatoria es el predictor más importante de complicaciones cardíacas en el paciente de alto riesgo cardíaco en cirugía no cardíaca 10 es consistente con esos incrementos. En forma similar, en la cirugía cardíaca se encontró que la isquemia de miocardio era más severa y frecuente durante las primeras 18 horas luego de la CEC11-13, a pesar de, incluso, una revascularización aparentemente completa y exitosa. Habitualmente el manejo analgésico postoperatorio luego de una cirugía cardíaca implica la administración de pequeñas dosis de opioides en respuesta a quejas por dolor u otros signos de estrés, como pueden ser taquicardia o hipertensión. Estos signos probablemente son reflejo de una estimulación simpática, que es apenas disminuida por estas dosis pequeñas e intermitentes de opioides. Como la isquemia miocárdica en el postoperatorio parece estar relacionada con un aumento de la sensibilidad plaquetaria a la epinefrina14, con una disminución de la fibrinolisis15, y con un deterioro de la función ventricular izquierda9, es necesario bloquear con más efectividad la activación simpática. Los opioides pueden disminuir la frecuencia cardíaca, los niveles plasmáticos de catecolaminas y la tensión de la pared ventricular sin comprometer la función ventricular. Es- tas características hacen que los opioides sean útiles en la prevención de la isquemia miocárdica en el período postoperatorio. Mangano y col. 16 demostraron que la severidad de estos episodios isquémicos puede ser disminuida significativamente con una analgesia intensa y efectiva. Función pulmonar y analgesia El alivio del dolor postoperatorio es muy necesario, no sólo por el confort del paciente sino también para facilitar una buena ventilación y para eliminar secreciones bronquiales. La principal causa de complicaciones postquirúrgicas es el dolor17,18. Una complicación muy común, y potencialmente muy seria, de la cirugía cardíaca es el deterioro de la función pulmonar y de la oxigenación sanguínea. Puede persistir hasta una semana luego de finalizada la cirugía y se manifiesta, frecuentemente, con una tensión arterial de oxígeno reducida y una saturación de oxígeno de la hemoglobina disminuida si no se suplementa la mezcla inspirada con oxígeno19-21. Algunos de los mecanismos propuestos como causa de este deterioro son: activación leucocitaria22, efecto de la anestesia y parálisis muscular23,24, esternotomía25, pleurotomía26, circulación extracorpórea27,28, acumulación de agua extravascular en el pulmón29 debido a alteraciones de la membrana alvéolo-capilar30,31, colapso pulmonar durante CEC32, atelectasis33, alteraciones de la mecánica funcional de la caja torácica25,34, retención de secreciones e hipoventilación postoperatoria o insuficiente tos secundaria al dolor35. Atelectasis es la causa más importante de morbilidad postoperatoria y alcanza una incidencia de hasta el 100% en pacientes toracotomizados 36. Se han visualizado por tomografía computada grandes densidades en las regiones pulmonares inferiores (bajas) en la mayoría de los pacientes en el primer día postoperatorio de una cirugía de revascularización miocárdica (CRM)37. Las alteraciones respiratorias post laparotomía o toracotomía se caracterizan por una anormalidad de tipo restrictivo, con la capacidad vital y la capacidad residual funcional disminuidas38. Una muy buena analgesia postoperatoria puede limitar o disminuir estas alteraciones respiratorias descriptas. Efectividad de la morfina intratecal El descubrimiento de receptores opioides en la sustancia gelatinosa de la médula espinal ha hecho posibles nuevas opciones en el manejo del dolor postoperatorio39. La morfina intratecal (MIT) provee una analgesia muy poderosa y efectiva de larga duración40. Una ventaja única de la morfina inyectada por vía raquídea es su tendencia a difundir desde su sitio de entrada lumbar a todo lo largo del neuroeje, siendo efectiva para calmar el dolor en áreas Revista Argentina de Anestesiología 2000 | 297 Artículo de revisión 30,00 Shroff A. y col. (MIT 0.01mg/Kg) 25,00 Morfina EV (mg) Vanstrum G. y col. (MIT 0.5mg) 20,00 Fitzpatrick G. y col. (MIT 1mg) Fitzpatrick G. y col. (MIT 2mg) 15,00 10,00 5,00 0,00 MIT Control Fig. 1.- Uso de morfina en 24 horas. 100 90 Vanstrum G. y col. (MIT 0.5mg) 80 Liem T. y col. (AET) Taylor A. y col. (MIT 0.03mg/Kg) (sin grupo control) % Pacientes 70 60 50 40 30 20 10 0 MIT o AET Control Fig. 2.- Porcentaje de pacientes que requirieron vasodilatadores. inervadas por la porción torácica de la médula espinal27. Hay amplia evidencia de que la MIT es muy efectiva como analgésico38,41,42. Se ha demostrado que es superior a la morfina endovenosa en pacientes post CRM43,44. En la figura 1 podemos ver una comparación de tres investigaciones distintas. Un grupo de pacientes recibió una anestesia basada en narcóticos suplementada con MIT, mientras que el gru- 298 | Volumen 58 / Número 5 po control, sólo anestesia basada en narcóticos. La figura compara la utilización de morfina endovenosa empleada en las primeras 24 horas postoperatorias. El uso de morfina endovenosa es significativamente más alto en el grupo que no recibió MIT. Hay muy poca diferencia hemodinámica intraoperatoria entre los pacientes de CRM que reciben 0.5 mg de MIT y Bloqueos del neuroeje en cirugía cardíaca aquellos que no reciben MIT45. La MIT no suprime las respuestas hiperdinámicas per se, a menos que sea suplementada con un anestésico local. Kowaleski et al46 demostraron que la combinación de MIT con bupivacaína limitaba la respuesta hiperdinámica producida por la esternotomía y la cirugía por medio de una simpatectomía cardíaca. En el período postoperatorio, aquellos pacientes que habían recibido MIT utilizaron una cantidad significativamente menor de vasodilatadores. Vanstrum et al45 reportaron una disminución del 35% en el uso de nitroprusiato de sodio. En la figura 2 podemos ver una comparación del porcentaje de pacientes que recibieron drogas vasodilatadoras en las primeras 24 horas postoperatorias. Aquellos pacientes que recibieron MIT o analgesia epidural torácica (AET) tuvieron una necesidad más baja o ausente de drogas vasodilatadoras comparados con pacientes que recibieron una anestesia basada en narcóticos. Esto podría sugerir que aquellos pacientes que reciben MIT o AET son hemodinámicamente más estables. La menor cantidad de infusiones de drogas vasoactivas disminuyen la chance de errores de medicación y reflejan un curso postoperatorio más benigno en general. Depresión respiratoria Los méritos de la MIT son opacados por la ocurrencia de depresión respiratoria. Esta temida complicación es de menor importancia en pacientes de CRM, quienes van a pasar las primeras 24 horas en una unidad de cuidados intensivos, donde este problema puede ser, si ocurriera, rápidamente detectado y resuelto con seguridad. La difusión rostral de morfina dentro del espacio subaracnoideo hacia las cisternas y el puente es aparentemente responsable por la aparición de la depresión respiratoria39. La incidencia de depresión respiratoria reportada varía entre el 0.36 y el 1.9%39,47. Esta difusión rostral también podría causar sedación48. El tiempo necesario para la extubación no es alterado significativamente por el uso de MIT45, e incluso en algunos trabajos es disminuido44,49. Hay evidencia que sugiere que la depresión respiratoria luego de MIT es dependiente de la dosis utilizada. Samii et al50 y Gjessing y Tomlin40 han observado que la depresión respiratoria luego de administrar MIT está relacionada con la dosis. De allí la tendencia a disminuir la misma. En los primeros trabajos con MIT se utilizaron dosis de hasta 20 mg50, estando ahora en el rango de 5 a 30 mg/kg para pacientes de cirugía cardíaca. Si hay depresión respiratoria, el tratamiento de elección es naloxona. Es interesante hacer notar que la utilización de naloxona no altera la calidad de la analgesia. Este fenómeno ha sido observado por varios investigadores44,51. La mejora de la ventilación con persistencia de la analgesia se debe probablemente a que la concentración de morfina cerca de los centros respiratorios es menor que en la vecindad de la medula espinal, lo que podría estar relacionado con la acción analgésica local de la MIT. Analgesia epidural torácica La AET es otra opción para el manejo intra y postoperatorio del dolor. El uso de AET tiene varios beneficios atractivos: reduce el estrés perioperatorio, la isquemia miocárdica, el dolor postoperatorio y las complicaciones 40. También facilita la metodología fast track: el despertar y la extubación son tempranas, facilita la ventilación y los pacientes pueden ser movilizados más tempranamente52. Comparado con la analgesia endovenosa, el uso perioperatorio de AET provee una mejora importante en la función pulmonar17. Esto se atribuye a un mejor control del dolor postoperatorio y a que los pacientes están más despiertos, alertas y activos cuando reciben AET18. En pacientes de cirugía torácica no cardíaca también produce una depresión menor que la respuesta ventilatoria al CO2 y menos atelectasis que en pacientes que reciben morfina endovenosa53,54. Liem et al52 describió que la PaO2 es significativamente más alta en pacientes de CRM que recibieron AET. Joachimsson et al55 describieron cómo pacientes en los que se alcanzó normotermia eficientemente pudieron ser extubados dentro de las primeras 2 horas del postoperatorio sin aumentar sus requerimientos metabólicos o ventilatorios. Hay muchos indicios de que AET mejora el balance oferta-demanda de oxígeno miocárdico. Una incidencia menor de isquemia miocárdica fue observada en pacientes con AET al compararlos con aquellos que sólo recibieron una anestesia estándar para CRM52. Kock et al56 observaron una menor incidencia de alteraciones en el segmento ST durante el ejercicio en pacientes con AET. En otra investigación se demostró que el bloqueo simpático cardíaco con AET, si incluía los segmentos de T 1-T 4, aumentaba significativamente el diámetro de las arterias coronarias epicárdicas estenóticas sin causar dilatación de las arteriolas coronarias o el fenómeno de robo57. El bloqueo simpático cardíaco en perros reduce tanto las manifestaciones hemodinámicas del consumo de oxígeno como la isquemia miocárdica, mejora la perfusión en el área isquémica y minimiza el área infartada58. La AET podría ser usada como analgésico en pacientes con infarto agudo de miocardio o angina inestable, manteniendo un estado hemodinámico aceptable59,60. El bloqueo de los nervios aferentes y el alivio de la isquemia miocárdica pueden contribuir al alivio del angor60. También mejora la motilidad segmentaria y global del ventrículo izquierdo y las alteraciones del segmento ST del electrocardiograma56. MIT vs. AET: una comparación Tanto la MIT como la AET alivian el dolor postoperatorio y reducen los niveles de estrés, el nivel de cortisol plasmático y el uso de drogas antihipertensivas luego de una cirugía cardíaca. Si la MIT es suplementada con anestésicos locales o se combina AET con una anestesia general, se obtiene una Revista Argentina de Anestesiología 2000 | 299 Artículo de revisión mayor estabilidad hemodinámica y una mayor atenuación de la respuesta al estrés producido por la esternotomía46,61. La MIT tiene algunas ventajas sobre la AET: simplicidad, confiabilidad, requerimiento de bajas dosis y la ausencia de necesidad de colocar un catéter en el espacio epidural; pero también tiene una desventaja, que es la depresión respiratoria. La administración epidural de narcóticos es complicada por los aspectos farmacocinéticos propios de las drogas administradas en el espacio epidural. Por ejemplo, la cantidad de droga que, atravesando la duramadre por difusión, llegaría hasta los receptores en la médula espinal va a ser influenciada en forma variable por la absorción sistémica y por el secuestro de droga en la grasa epidural. De allí que la dosis epidural sea entre 10 y 16 veces mayor que la dosis intratecal de narcóticos62. Hay varios estudios que confirman que tanto la duración como la calidad de la analgesia producida por la MIT son iguales o mayores que las producidas por la morfina epidural. En esos mismos trabajos hay depresión respiratoria luego de administrar 5 mg por vía epidural pero no luego de administrar 250 mg de morfina por vía intratecal. Esto se refuerza por el hecho de que la duración de la analgesia producida por la MIT fue mas prolongada (28 horas) luego de una cesárea38,62-65. Todo esto indica que para que la AET sea efectiva en cirugía cardíaca necesita estar basada en una infusión de anestésicos locales. Por tal razón, la ubicación del catéter debe ser torácica alta, un procedimiento técnicamente mucho más difícil que una simple inyección intratecal lumbar. Si se utilizan anestésicos locales, la AET pero no MIT produce bloqueo simpático cardíaco y vasodilatación coronaria con disminución de la isquemia miocárdica, mejoras en el segmento ST y en la motilidad segmentaria del ventrículo izquierdo. Además, la AET permite realizar una infusión continua que puede durar varios días, en contraste con la inyección única de MIT que puede dar analgesia sólo por aproximadamente 24 horas. Hematoma espinal y heparinización La utilización de MIT o de AET en cirugía cardíaca está bien establecida. Este uso es motivo de controversia porque estos pacientes son heparinizados intraoperativamente. Tanto la punción lumbar como la colocación de un catéter epidural seguidas de una heparinización pueden terminar en un hematoma espinal, potencialmente con daño neurológico permanente66. El temor frente a esta posibilidad ha sido el que ha limitado el uso de estas técnicas en cirugía cardíaca. Tal riesgo, sin embargo, puede ser más bajo que lo que se pensaba45,55,61,67. Cuantificarlo con exactitud requeriría un estudio de gran magnitud debido a la rareza de esta complicación66. Hay varios factores que se sabe aumentan el riesgo de la aparición de un hematoma espinal luego de una punción 300 | Volumen 58 / Número 5 lumbar. Entre ellos se encuentran: la habilidad del operador, la cantidad de intentos, el hecho de que la punción haya sido traumática o no, el tamaño de la aguja utilizada y la presencia de una coagulopatía o el uso de anticoagulantes. Owens et al66 describieron el caso de un paciente que fue heparinizado 135 minutos después de una punción lumbar diagnóstica técnicamente complicada. Dieciséis horas más tarde el paciente estaba parapléjico. En una revisión de la literatura, Owens encontró otros 33 casos de hematomas espinales reportados desde 1911. El 79% de estos pacientes tenían evidencia de anormalidades hemostáticas previas a la punción debido a anticoagulación, coagulopatía o terapéutica antiplaquetaria. Rao y El-Etr68, y Matthews y Abrams69 demostraron que una técnica cuidadosa y la voluntad de posponer la cirugía luego de una punción dificultosa o traumática resultaban en una ausencia de casos de hematomas espinales en una serie de 847 pacientes con anestesia espinal continua y 3164 pacientes con anestesia epidural continua. Una aguja Touhy #17G fue utilizada para la colocación de los catéteres. Aunque el tamaño de la aguja utilizada por Owens et al no fue mencionada, se asume que fue una aguja #18G o #20G, ya que para la realización de una punción lumbar diagnóstica es necesario medir la presión de apertura del líquido cefalorraquídeo. La utilización de agujas ultrafinas (#25G o #27G) es más reciente. Se podría especular que la bajísima incidencia de esta complicación podría ser reducida aun más por el uso de agujas ultrafinas en combinación con la técnica cautelosa descripta por Rao y El-Etr. En otra revisión, que se extiende desde 1906 hasta 1994, Vandermeulen et al70 encontraron 61 casos reportados de hematomas espinales luego de un bloqueo central. En 42 de esos casos los pacientes tenían alteraciones de la coagulación. A pesar de estos reportes se ha empleado la técnica epidural combinada con heparinización sistémica en 4 largas series, por un total de 5776 casos, sin ningún reporte de secuela neurológica permanente68,71-73. Se ha utilizado esta técnica, además, en cirugía cardíaca en varios estudios sin complicaciones45,55,61,67,74-76. En el más grande de estos estudios, Sánchez y Nygård76 examinaron los resultados en 558 pacientes de CRM que tuvieron AET y no encontraron evidencia de hematomas epidurales. Stenseth et al 77 y Joachimsson et al55 describieron el uso de AET alta en CRM y no encontraron ninguna secuela neurológica si el catéter se insertaba entre 20 y 24 horas antes de la heparinización y no existían alteraciones de la coagulación en el momento de colocar o de retirar el catéter. Taylor et al 47 reportaron el uso de MIT en más de 10.000 casos en un período de tiempo de 20 años sin evidencia de hematomas espinales. Conclusiones La utilización de AET o de MIT le da grandes beneficios a los pacientes de cirugía cardíaca en términos de alivio del Bloqueos del neuroeje en cirugía cardíaca dolor postoperatorio, mejoras en la función pulmonar y disminución de la morbilidad secundaria a complicaciones pulmonares, estabilidad hemodinámica y oxigenación miocárdica y un despertar rápido con extubación precoz. El riesgo potencial de un hematoma espinal es real y debe ser tenido en cuenta. Su incidencia real, sin embargo, probablemente más baja que lo previamente supuesto, requiere más estudio. Bibliografía 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. Mangano D. Perioperative cardiac morbidity (review). Anesthesiology 1990; 72: 153-184. Kouchoukos N, Ebert P, Grover F, Lindesmith G. Report of the ad hoc committee on risk factors for coronary artery bypass surgery. Ann Thorac Surg. 1988; 45: 348-349. Naunheim K, Fiore A, Wadley J, et al. The changing profile of the patient undergoing coronary artery bypass surgery. J Am Coll cardiol. 1988; 11: 494-498. Luchi R, Scott S, Deupree R, Veterans Administration Cooperative Study. Comparison of medical and surgical treatment for unstable angina pectoris: Results of a Veterans Administration Cooperative Study. N Engl J Med 1987; 316: 977-984. Varnauskas E, ECSS Group. Survival, myocardial infarction, and employment status in a prospective randomized study of coronary bypass surgery. Circulation 1985; 72: V90-V101. 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Pueyrredón 1640, (1118) Buenos Aires E-mail: falcu@sinectis.com.ar Revista Argentina de Anestesiología 2000 | 303