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Comisión de Economía de la Salud. Resumen Ejecutivo. Primeras Conclusiones I Salud del Sistema II Buen Gobierno III Organización IV Resultados Por unas Illes Balears saludables y sostenibles I SALUD DEL SISTEMA SANITARIO BALEAR La Comisión de Salud del Cercle d`Economia considera que la salud y la asistencia sanitaria son pilares fundamentales para el desarrollo futuro de nuestra Comunidad Autónoma. 1 La Constitución Española reconoce el derecho a la protección de la salud y compete a los poderes públicos la organización y tutela. Pensamos que es en la organización eficiente de los recursos (públicos y privados – potenciando sus ventajas y minimizando sus inconvenientes-) dónde hay que hacer hincapié para garantizar una asistencia universal, accesible, segura y de calidad para los ciudadanos que residimos en ella y para las personas que nos visitan mejorando la posición competitiva de las Islas. 2 Entendemos que en un entorno de crisis las decisiones de lo que debemos ser en el futuro debemos tomarlas hoy de manera reflexiva y ética teniendo en cuenta los principios básicos de “no maleficencia”, beneficencia, justicia –accesibilidad y equidad- y autonomía que son buenas guías a la hora de tomar decisiones compartidas y establecer los límites y líneas rojas que no debemos traspasar para “no confundir valor y precio”. La vida personal no tiene valor de uso y, por tanto, tampoco tiene valor de cambio. Con esta actitud la Comisión de Salud del Cercle d` Economía se ha reunido en numerosas ocasiones, ha intercambiado innumerables documentos y ha debatido aspectos clave; amenazas y oportunidades para el sistema sanitario Balear que se sintetizan en el cuadro siguiente. FORTALEZAS DEBILIDADES D1 Déficit presupuestario estructural D2 Insularidad que genera incrementos de costes D3 Diferencias interterritoriales en servicios sanitarios D4 Pérdida de economías de escala por descentralización D5 Falta de coordinación entre los componentes del sistema, privados y públicos D6 Modelo asistencial indefinido, ineficente con excesiva burocratización, falta de coordinación y gobierno D7 Déficit de recursos asistenciales para pacientes crónicos D8 Insuficientes políticas eficaces de promoción y educación en la salud. D9 Falta de aprovechamiento de la fortaleza tecnológica D10 Sistema retributivo irracional en la pública . Necesidad de vincular salarios a la productividad D11 La gratuidad del servicio: ilusión fiscal mal entendida D12 Subfinanciación crónica generadora de deuda F1 F2 F3 F4 F5 F6 Sistema bien valorado: 6,8/10 en barómetro sanitario Personal cualificado, socialmente valorado, Infraestructuras y tecnología bien dotadas Red asistencial Pública y Privada de “Agudos” Sanidad Pública universal fuerte y de garantía Buenos resultados en salud: esperanza de vida OPORTUNIDADES O1 O2 O3 O4 O5 O6 O7 O8 O9 O10 O11 AMENAZAS A1 Es posible y necesario reinventar el modelo sanitario Aumento patologías crónicas A2 Implantar el modelo de gestión privada en determinados centros Crisis multidimensional que afecta a todos los sectores y que puede generar cambios más radicales A3 Aumento sinergias entre sanidad pública y privada Recortes “excesivos” y cortoplacistas, que no reforman el sistema A4 Aprovechar y fomentar el uso de las TIC Importante aumento listas de espera A5 Mejorar la productividad de recursos humanos y tecnológicos Excesivo demanda de asistencia sin fundamento. Papel del paciente y del prescriptor A6 Reorientación de la capacidad sanitaria ociosa Olvido de la importancia y del ahorro que suponen las políticas activas en prevención y educación deA7 la salud Promoción de la prevención y políticas activas de la salud Riesgo de alta conflictividad A8 La necesidad de un 'Pacto de Estado' en materia sanitaria, asegurando como uno de los pilares del estado Politización de bienestar de la sanidad A9 Sanidad como factor competitivo de la región, motor de desarrollo económico y turístico Restablecer el equilibrio financiero en la sanidad y su estabilidad Fomentar la corresponsabilidad del gasto sanitario más allá del copago farmacéutico Cambios demogáficos 2.1 Baleares ocupa la última posición de las 17 Comunidades Autónomas en cuanto a financiación sanitaria pública por persona protegida g.p.p, con 1301 € g.p.p lo que produce una diferencia , en los dos últimos años, de 291-266 euros por persona respecto a la mediana de las Comunidades y de 609-566 en relación a la CA con más gasto sanitario por persona protegida. Esto significa que estamos subfinanciados (en relación a la posición media) entre 270 y 300.000.000 de euros cada año, cantidad que alcanza los 600.000.000 € año si la comparación se realiza con las Comunidades de mayor gasto por persona. Hemos de tener en cuenta que el gasto sanitario balear se encuentra complementado con un importante sector sanitario privado, que sirve a un 28% de la población. Como recoge el informe IDIS 2012, las comunidades con mayor penetración del mercado sanitario privado en España se caracterizan por un gasto público menor. Esto supone algunos efectos diferenciados: - En lo positivo, una mayor competitividad. Menores necesidades de gasto público suponen una mejor situación frente a la sostenibilidad de los servicios sanitarios y dejan espacio para otras acciones de fomento de la economía - En lo negativo, un alejamiento de las clases medias del sistema público puede suponer una menor presión social hacia su excelencia y su adecuada financiación En los años del auge económico en Baleares se registró un fuerte incremento poblacional, la población aumentó un 27,5% entre 2001 y 2008. Mucho más acusado fue el crecimiento del gasto sanitario público, que se duplicó en el periodo 2002-2008. Se mejoró notablemente en infraestructuras sanitarias, pero se perdió, al igual que en todo el Sistema Nacional de Salud, una gran oportunidad para mejorar la gestión del sistema. Se dedicaron ingentes recursos a aumentar dotaciones de plantillas y a mejorar salarios, pero sin asociar las mejoras laborales a mejoras óptimas en la productividad y la calidad del trabajo realizado por cada profesional. La crisis económica nos ha dado un escenario en el que los crecimientos del PIB de dos cifras característicos de los primeros años del milenio se han transformado en decrecimientos o en situaciones de estancamiento. Somos más pobres como país y como comunidad, y no tenemos suficientes recursos para financiar los niveles de gasto que necesita para funcionar nuestro estado del bienestar. Dado que la Sanidad Pública consume más del 35% del presupuesto de la Comunidad Autónoma, es necesario adoptar medidas que permitan hacer viable nuestro sistema sanitario. No darnos cuenta de esta necesidad, es condenarlo a medidas más drásticas en el corto plazo o a una muerte segura en el medio plazo. En el DAFO aparecen dos debilidades y una oportunidad asociados a esta realidad: D1. Subfinanciación crónica generadora de deuda. Como ya hemos comentado anteriormente, existe un déficit de financiación de la sanidad pública si comparamos el gasto público per cápita respecto a otras comunidades autónomas. Es evidente que mayores recursos para nuestra comunidad autónoma aliviarían momentáneamente nuestro desequilibrio presupuestario D2. Déficit presupuestario estructural. A diferencia de un museo o un cuartel de policía, un hospital es una organización donde el control presupuestario tradicional funciona mal. Podemos dejar de comprar libros en una biblioteca pública si no tenemos más presupuesto, pero no podemos dejar de atender pacientes en un hospital público si la dotación económica se acaba. Esta dificultad a su vez es generadora de ineficiencias. Como el control es difícil, a veces pueden financiarse servicios claramente mejorables, amparándonos en la necesidad del todo. Es necesario introducir mecanismos eficaces de transferencia de riesgos a los proveedores sanitarios, que, siendo partes de una red integrada, sean capaces de garantizar un uso óptimo de los recursos públicos que reciben, salvaguardando siempre la adecuada calidad asistencial que debe ofrecerse al ciudadano. En el capítulo de oportunidades se apunta igualmente que podría ser el momento de introducir con más intensidad mecanismos de colaboración entre el sector público y el privado, implantando modelos de gestión privada en determinados centros, que permitirían establecer esa necesaria transferencia de riesgos entre financiador y proveedor de servicios. Precisamente en tiempos de crisis es cuando más necesario se hace el introducir cambios estructurales en el sistema sanitario que mejoren su eficiencia, y esto supone por tanto una oportunidad, recogido en el DAFO en la O10, que afirma que es un buen momento para restablecer el equilibrio financiero en el sistema y su estabilidad Es necesario reflexionar sobre la pertinencia del actual sistema de financiación no finalista de la sanidad. Entendemos que, como todos los recursos que articulan el sistema de solidaridad entre regiones, la financiación sanitaria debería volver a articular un sistema de financiación finalista. Esto protegería a la sanidad de sufrir recortes a causa de la irresponsabilidad de algunas autoridades regionales en la expansión del gasto público en otros conceptos no sanitarios por encima de sus posibilidades y del mínimo criterio de prudencia (televisiones autonómicas, grandes infraestructuras, subvenciones, etc). Los recursos sanitarios deberían tener carácter finalista, con tesorería diferenciada del resto de la comunidad autónoma, y asignados en función de la necesidad sanitaria de cada región, mediante un sistema de capitación ponderada. España , además , ocupa a su vez las últimas posiciones en la EU-15. El gasto sanitario español, medido en su peso sobre el PIB (9,51% en 2009 Eurostat) o en euros por habitante (2 189€ 2009 Eurostat ) se sitúa en la mediana del gasto de los países de la OCDE. (9,5 % Eurostat 4/ 2012) se sitúa por debajo de países como Holanda, Francia, Alemania, Dinamarca, Suiza (>11% del PIB), Bélgica, Canadá Austria, N.Zelanda, Portugal, Suecia (>10%) e Islandia y por encima de Eslovenia, Eslovaquia o Finlandia. En cualquier caso, un porcentaje menor de gasto sanitario público respecto al PIB es uno de los motivos que hacen de nuestro sistema sanitario un sistema eficiente. No debemos aspirar tanto a aumentar este porcentaje, como a mejorar el servicio que podemos ofrecer al ciudadano por los recursos que pone a disposición de la sanidad. En cualquier caso, todos los sistemas sanitarios pueden hacer un mejor uso de los recursos. El Informe Sobre la Salud en el Mundo, publicado por la OMS, afirma que entre el 20% y el 40% del gasto sanitario total se pierden por ineficiencia De todo el gasto sanitario español el 73,6% es de origen público y el 26,4% privado (el público era el porcentaje más bajo, y el privado el más elevado de la UE-15) 2.1.1 La insularidad es un factor importante que presiona los costes sanitarios al alza, y debe ser suficientemente tenida en cuenta en cualquier sistema de financiación sanitario. La doble y triple insularidad de nuestro archipiélago unido al hecho de ser una de las principales receptoras de turismo a nivel mundial ha supuesto, en los últimos años, la creación de estructuras hospitalarias de nueva planta en Mallorca, Menorca, Ibiza y Formentera. Esto implica mayores costes en relación a CA no insulares. Como ejemplo el Hospital de Formentera, con 12 camas, que requirió una inversión y un gasto anual suplementario que es no es necesario en otras regiones. La necesidad de responder in situ a problemas sanitarios urgentes eleva la complejidad de la cartera de servicios de los hospitales insulares, y requiere mecanismos complejos y costosos de transporte primario y secundario 2.2 Los ajustes que deben realizarse en el sistema sanitario deben hacerse con una lógica de “luces de largo alcance”, esto es, no sólo de corto plazo sino de largo recorrido. Estamos ante un momento idóneo para diseñar y establecer un nuevo modelo sanitario insular adaptado a nuestras necesidades. En el DAFO se recoge como amenaza el riesgo de caer en una cadena de recortes cortoplacistas que no consoliden una nueva forma de gestionar la sanidad (A4). Por el contrario, es el momento para eliminar componentes del gasto sanitario que no responden a una lógica de necesidad sanitaria ni de buena gestión, sino a prioridades políticas de distintos gobernantes, que han ido consolidando dispositivos, plantillas o conceptos salariales que solo se justificaban por demandas territoriales poco justificadas o por el eterno condicionante de la ‘paz social’. En este sentido, en las oportunidades se recoge que en este momento es posible y necesario reinventar el modelo sanitario (O2). No solo por la crisis económica, sino porque las características de nuestros pacientes (y profesionales ) están cambiando, con pacientes más mayores, con enfermedades crónicas, con concurrencia de patologías, y a veces con necesidades asociadas de dependencia. Necesitamos repensar la organización sanitaria para responder a estos grandes retos. El nuevo modelo sanitario debe de responder a las características propias de nuestra comunidad. No podemos permitirnos que la sanidad pública y la privada sigan de espaldas una a la otra. Para mejorar como comunidad hemos de sumar fuerzas, y en el nuevo sistema sanitario balear debemos conseguir aumentar las sinergias entre la sanidad pública y la privada. Cuando analizamos las debilidades de nuestra sanidad, detectamos una falta de definición en el modelo asistencial, probablemente a causa de cierta complacencia de los servicios de salud con las aspiraciones de cada centro de aumentar su cartera de servicios (D7). Es necesario acometer una racionalización de carteras de servicios que establezca los lugares idóneos para la realización de las técnicas más complejas, lo que redundará en una mejora sustancial de la calidad asistencial y en menores costes. 2.2.1 Dicho modelo debe tener en cuenta el particular desarrollo de la sanidad privada en las Baleares , ya que somos la cuarta región con más implantación del sector hospitalario privado , el cual debe constituir un aliado estratégico del sistema público de salud descargando al máximo al sector publico . 3 Opinamos que los servicios sanitarios constituyen, también, un sector de la actividad económica de importancia capital (O1) con un dinamismo superior al de otras parcelas económicas. Su estructura productiva se relaciona hoy con más de 40 ramas de la actividad (productos químicos, biotecnología, fármacos, material de implantología y prótesis, técnicas de imagen, nuevas tecnologías, @salud, turismo sanitario, formación y docencia, investigación…) por lo que existen múltiples oportunidades para el impulso del crecimiento y contemplar así la sanidad no sólo como gasto a recortar sino como potencial motor económico regional. En el diseño de los servicios hemos de pensar también en esta dimensión. Lejos de ser un problema, el paciente residente europeo es un factor de riqueza en la comunidad. Uno de los factores de atracción para estos residentes, y para los turistas que nos visitan, es la calidad del sistema sanitario balear. II BUEN GOBIERNO A Vivimos un momento de tensión crítica: mientras el progreso técnico amplía sin cesar las posibilidades de la medicina (medicina genómica, nuevas tecnologías, farmacobiología ….) en un número cada vez mayor de personas mayores, la crisis económica y financiera somete a la sociedad a una restricción inimaginable. Para evitar que esta tensión se transforme en una fractura irreversible se requiere, hoy más que nunca, una gestión ética activa e inteligente, así como una implicación de los profesionales y pacientes, ambos verdaderos protagonistas del proceso asistencial. Nuestros profesionales son personas de la máxima cualificación profesional, con capacidad para asumir no solo la responsabilidad de la asistencia sino para hacerlo siendo conscientes de los recursos escasos que manejan. A los profesionales de la salud –como a los maestros- se les exige excelencia. Es necesario potenciar la gestión clínica para implicar a todos los profesionales en gestión de sus servicios o centros de salud. También es una buena herramienta en la gestión de la salida de la crisis. Gestionar la crisis es menos difícil si se hace de manera conjunta 4 No hay que caer en el error de pensar que la economía de la salud se limita sólo a la contención, con más o menos esfuerzo, de costes. La buena salud de la sociedad Balear está relacionada, sin duda, con mejoras generales en la calidad de vida, con el empleo, con la salud ambiental, con la mejora de la salud laboral, y con la maximización de los beneficios totales del uso de los recursos disponibles. La eficacia asistencial no puede disociarse de la eficiencia en el empleo de éstos. Ahora bien, eficacia y eficiencia son necesarias pero no suficientes. Se requiere también y antes, una atención personalizada y accesible. Consideramos que la calidad humana y profesional son claves para un buen sistema sanitario en unas Islas tradicionalmente hospitalarias. Debemos potenciar las virtudes profesionales: empatía, amabilidad y profesionalidad. Y también las virtudes cívicas de la ciudadanía en el uso de los limitados recursos públicos de todos. Para ello hemos de hacer un esfuerzo por separar lo útil y necesario de lo prescindible y superfluo. Debemos aspirar no solo a mantener el sistema sino a mejorarlo. En este sentido, hemos de aprovechar el lugar privilegiado que tiene Ibsalut en el desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación para el uso sanitario. Esta ventaja tecnológica, bien aprovechada, puede ser un factor de cambio de primer orden para conseguir una mejor sanidad con los recursos disponibles. (D7,O2,O3,04) 5 Creemos que la sanidad de la C.A debe estar pensada, gobernada y gestionada para responder a las necesidades reales de los ciudadanos y pacientes (residentes o turistas que nos visitan). Afirmamos que es necesario un Pacto o Código de Buen gobierno de la Sanidad, que fomente. la transparencia en todos los ámbitos de funcionamiento del mismo: - En una mayor participación del paciente informado en las decisiones clínicas que le afectan En el conocimiento público de los resultados asistenciales detallados de los distintos centros y profesionales En el fomento de la libre elección como herramienta que aporte competitividad en el servicio al paciente y en el resultado clínico En la profesionalización de la gestión sanitaria, garantizándose que los mejores profesionales sean los que se encarguen de dirigir los centros, alejando estos puestos del ámbito de nombramiento político Esto debería dar lugar a la aplicación de nuevas reglas de conducta en el sistema: Que las decisiones clínicas de importancia sean producto del consenso entre profesional y paciente informado Que debe revisarse el actual esquema organizativo y de gobierno de la sanidad, con la introducción de más elementos de corresponsabilidad de los profesionales sanitarios en la gestión Que debe profesionalizarse la gestión, eligiéndose a los cargos ejecutivos o de Alta Dirección por méritos El modelo de Estado en el que vivimos, con 17 CCAA y 17 carteras de servicios diferentes,es susceptible de ser una fuente de inequidad y desigualdades, por lo que sería deseable un Pacto de estado por una sanidad universal, fuerte y de garantía, con una cartera común que evite diferencias interterritoriales en los servicios sanitarios, donde la toma de decisiones sea con una visión a largo plazo y haya una gestión despolitizada. Es necesario recuperar sinergias organizativas que se perdieron con las transferencias de INSALUD a las Comunidades Autónomas 6 Opinamos también que hay que recuperar los valores profesionales, evitando la burocratización del sistema y estimulando su simplificación. Las organizaciones sanitarias son organizaciones de profesionales, donde debemos armonizar la necesaria eficacia en la gestión con los valores profesionales de múltiples profesiones y especialidades, cuya interacción debe dar como resultado un mejor servicio al paciente y a la sociedad. Cada eslabón del sistema es imprescindible para el resultado final del mismo, desde médicos y enfermeros hasta los auxiliares, farmacéuticos, administrativos, celadores, ingenieros o economistas de la salud . 7. El desarrollo del sistema sanitario balear debe partir de una planificación minuciosa y metodológicamente rigurosa, con el máximo consenso político. Debe elaborarse un plan a largo plazo en el que se dibuje un sistema sanitario equilibrado, bien dimensionado, orientado al paciente, gestionado por profesionales cualificados, con dirección única . Deben exigirse resultados adecuados y transparencia en la información , poniendo a su disposición una financiación equilibrada B Somos conscientes de que un Pacto o Código de Buen Gobierno (CBG),evitando la politización de la sanidad (A9); no garantiza una buena gestión, aunque sin duda facilita el establecimiento de objetivos compartidos, favorece el funcionamiento del sistema y ayuda a la correcta planificación. Creemos, en este sentido, que el proceso de producción de una buena salud se consigue, desde luego, a través de una correcta planificación. Debe existir un modelo sanitario definido, una cartera de servicios estructurada, una estrategia de atención coherente, y una estrategia de gestión y de calidad delimitadas y explícitas. 7 Conocemos que los servicios sanitarios proceden de la confluencia de una población (residente y flotante) que necesita una asistencia sanitaria y de la oferta de medios para llevarla a cabo. El análisis riguroso de ambas (demanda y oferta) debe ser la base para la correcta planificación, asignación y coordinación de recursos públicos y privados. No hay nada tan ineficiente como la prestación de servicios que no son necesarios para el paciente. La mejora de la atención no debe centrarse en hacer sólo más y mejor, sino también en hacer sólo lo necesario. Para ello debemos concienciar adecuadamente al ciudadano sobre el uso adecuado de los recursos, especialmente los dispositivos de urgencias. Debemos potenciar los sistemas de información orientados a evitar la duplicidad innecesaria de pruebas y procedimientos, así como fomentar la protocolización y el uso de la evidencia en todas las prácticasA6 8 Este CBG requiere, entre otros, consenso, alianzas y cooperación con los Colegios Profesionales, con la Sociedad Civil con las asociaciones más representativas del sector. O2. 9 Desarrollo de una política fiscal que fomente el trasvase del gasto sanitario público al privado mediante los incentivos fiscales al empleo de la sanidad privada. O4 III ORGANIZACIÓN Y ESTRUCTURAS Existe la creciente opinión de la necesidad de una reforma del actual sistema y, en la Comisión de Sanidad del C.E, consideramos que dicha reforma debe ser doble: de modelo asistencial (adaptado a las nuevas necesidades) y de modelo de gestión (gestión profesionalizada y de calidad en tiempos de crisis con utilización óptima de la estructura y recursos disponibles). O2,D8 A Modelo de Gestión 9 En la Comisión ES sabemos que las empresas sanitarias son esencialmente complejas. A la dificultad de gestión empresarial ordinaria se une el alto conocimiento especializado que se requiere y la materia sensible de que se trata. Somos conscientes de que los profesionales especialistas y básicamente los especialistas médicos (los médicos de familia también son especialistas) representan menos del 0,3 % de la población pero sus decisiones (preventivas, diagnósticas o terapéuticas) determinan, en términos económicos, la manera de cómo se gasta casi el 10 % del PIB. Su participación responsable, por tanto, es clave en un doble y complejo papel: dispensar la asistencia óptima a los ciudadanos y hacerlo con un uso adecuado de recursos. O6,A8,F2 10 Proporcionar una asistencia de calidad es clave. Supone una garantía para los ciudadanos y una imagen beneficiosa, atractiva y segura para los más de 9 millones de turistas que cada año nos visitan y que permanecen en nuestro territorio 8,6 días de media. O1,F1 11 Para conseguir ésta meta estratégica de calidad asistencial y mejorar la posición competitiva de las Islas debemos sortear problemas de infrautilización (prevenir adecuadamente), de mala utilización o de sobreutilización de recursos. (Baleares presenta la tasa más alta de utilización de urgencias y de ingresos hospitalarios por 1000 habitantes). Una asistencia de mala calidad se asocia a riesgos innecesarios y a consumos excesivos de recursos limitados (despilfarro e ineficiencia) A4,A5,A6,O8 En este sentido la educación y concienciación ciudadana pueden ser elementos útiles para conseguir esos fines. Concienciar a la población de la importancia de la prevención como principal medida de ahorro del gasto sanitario. Promoción de la prevención y políticas activas en salud, corresponsabilidad del gasto sanitario, concienciación ciudadana del coste de los servicios sanitarios y de la correcta utilización de los mismos. Posibilidad de establecer medidas como el copago en aquellos servicios donde se considere que aporte efectos beneficiosos para el control de la demanda inadecuada de servicios, salvaguardando la equidad de acceso al sistema sanitario. 12 Pensamos en este sentido, que los modelos retributivos no deben ser fijos, “café para todos y amargo”, sino que deben vincularse , en buena parte, al rendimiento, a la productividad, a la pertinencia de los objetivos, a la eficiencia y ,en definitiva, a la calidad y resultados que se obtengan. Un sistema retributivo fijo es también un sistema de incentivos. Pagar a todos por igual significa premiar la mediocridad por encima de la excelencia y del esfuerzo. Debemos introducir cambios en las retribuciones de manera que todos los profesionales del sistema ganen más cuando el sistema mejora, y ganen menos cuando no se consiguen los objetivos. El sistema retributivo debe estar diseñado para premiar diferencialmente el logro y el esfuerzo. D11 13 Para hacer realidad los apartados anteriores es imprescindible avanzar en mecanismos de evaluación. Se requieren sistemas de información homogéneos, inteligibles, que permitan garantizar la utilización adecuada y correcta de servicios, evitar selecciones adversas de pacientes, actuaciones de mala calidad o improcedentes, y finalmente el rendimiento de cuentas.O5 Esto supone: Utilizar las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) como elemento de mejora del sistema sanitario balear Fomentar la implantación de sistemas de información globales, bien estructurados, y transparentes, que permitan un adecuado seguimiento de los resultados obtenidos por cada centro y servicio, y ayuden a encontrar patrones de excelencia a extender por el conjunto del sistema Introducir mecanismos de evaluación de los resultados tanto médicos, de cuidados, como económicos y sometimiento de la gestión a auditoría. Promover un mayor aprovechamiento de las TIC disponibles tanto a nivel de los profesionales del sistema como a nivel de los pacientes y/o usuarios del mismo (fomentar e-Health). 14 Hay que establecer una organización que limite duplicidades o triplicidades. Deben concentrarse servicios de alta tecnología facilitando su amortización y ciertas actividades de soporte (laboratorio, imagen,…).La tecnología debe dotarse de mecanismos de gestión que aseguren su máximo aprovechamiento a pleno rendimiento. Deben buscarse fórmulas organizativas que faciliten la asistencia sanitaria integrada entre atención primaria y hospitalaria, así como de esta con la residencial. Debemos tender a organizaciones homogéneas donde coexistan estos niveles de atención, con una integración creciente de los servicios sociales. El paciente es único, los servicios pensados para atenderle deben estar plenamente coordinados y estructurados para aportarle el máximo resultado en términos de calidad científico técnica y también de servicio. Una fórmula para facilitar la integración efectiva es la creación de “Complejos Hospitalarios” –sin excesiva dificultad normativa- formados por Hospitales de Agudos (de referencia y comarcales) y de Media-Larga estancia vinculando las plantillas. Hay que tener en cuenta que la calidad relaciona y mide no sólo la eficacia (alcanzar los objetivos), con eficiencia ( al menor coste) sino si realmente son pertinentes con los recursos que se disponen. Se necesita un volumen asistencial mínimo para garantizar un nivel de calidad asistencial. ¿Cuántos Servicios de Hemodinámica son necesarios? ¿ se puede realizar un procedimiento en cualquier hospital? ¿quién lo decide?. Esta situación se asocia a calidad subóptima, insuficiente productividad de equipos y de los profesionales y a mayor coste. Plantea otro problema que es garantizar la adecuada renovación tecnológica difícil en unas instalaciones sin adecuado rendimiento y la desmotivación de profesionales (es la dialéctica “Hospital de referencia “vs “Hospital comarcal”) O6. Racionalización del mapa de infraestructuras sanitarias, adaptándolo a las necesidades sanitarias planificadas, y no a presiones políticas de uno y otro signo. Imagen: Mapa Infraestructuras sanitarias isla de Mallorca (Fuente: Ib-salut) Hemos de potenciar todos los roles del sistema sanitario. Una orientación al paciente crónico y pluripatológico puede abrir espacios a la participación de profesionales no sólo de dentro, sino de fuera del sistema, como son los farmacéuticos, que pueden tener una importante aportación en la gestión del paciente polimedicado. Hemos de garantizar la viabilidad de las oficinas de farmacia como un elemento de gran importancia dentro del sistema sanitario balear B Modelo Asistencial Gracias a la mejoría de las condiciones sociales, incluyendo los cuidados sanitarios, la mayoría de ciudadanos alcanzamos edades avanzadas (En Baleares hoy la esperanza de vida es de 78,8 en varones y de 84,4 en mujeres) cosa impensable hace medio siglo. Pero la enfermedad y sus secuelas, en las sociedades desarrolladas como la nuestra, se centran de manera mayoritaria en los ancianos: ellos protagonizan numerosas consultas, ingresos, estancias, actos de rehabilitación o consumo de fármacos simplemente porque son los que necesitan dichos servicios. En lugar de adaptar nuestro sistema sanitario a estos usuarios se ha pretendido que sean estos los que se adapten al sistema. 15 Representando el 15-16% de la población, los mayores de 65 año ocupan el 50% de las estancias en Hospitales de Agudos y consumen el 50 % del gasto. Los mayores de 75 , un 6 % de la población, ocupan el 25% de las estancias con una mortalidad del 8,9%. 16 Los Hospitales recién construidos en las islas están orientados en términos de especialidad, básicamente para cuidados en pacientes agudos y los usuarios mayoritarios no encuentran un sistema organizado ni resolutivo para responder a sus necesidades. Hay que situar a las personas enfermas en el centro del esquema y desarrollar modelos y estructuras de asistencia (hospitalarios y extrahospitalarios ) resolutivos, eficaces y eficientes reconociendo que el enfermo no entiende de barreras ni compartimentos estancos, y que su proceso patológico puede tener necesidades cambiantes de cuidados y mayores probabilidades de desarrollar deterioro funcional y dependencia. Es crítico ajustar el tipo de intervención a las necesidades de cada momento para usar los recursos de manera eficaz y eficiente. “El paciente justo, en sitio justo, el tiempo justo”. O2,O10,O8,D8 En esa transición del paciente agudo al crónico, hay un espacio para la complementariedad entre la sanidad pública y la privada IV RESULTADOS Los recursos que se asignan a la sanidad deben hacerse con criterios de eficiencia social y entran en competencia con aquellos otros que se destinan a otros servicios públicos. Los ciudadanos informados, en su triple papel de votantes, contribuyentes y pacientes -reales o potenciales - , exigen un ejercicio de transparencia en la utilización de recursos escasos de eficiente y profesionalizada gestión exenta de condicionantes políticos. En definitiva el fin primordial de la economía de la salud, afirmamos, es el de obtener el máximo valor de salud para el conjunto de la población de las islas con los recursos existentes tanto públicos como privados. 17 Consideramos que toda la información generada por la actividad pública o realizada con recursos públicos y que no desvele datos personales o esté sujeta al secreto estadístico será, por defecto, de dominio público. (Encuesta Calidad Democrática 2012,Plataforma Ejemplaridad). Necesitamos más ciencia que mera conciencia, es decir, más conocimientos, evidencias empíricas, recogida fidedigna de datos para poder , analizarlas, y obtener así conclusiones avaladas y no meras opiniones o “ideologías” 18 Nuestro sistema sanitario es bueno pero no es excelente. Al menos es lo que opinan ( y vienen opinando ) los ciudadanos de nuestras isla desde hace años en el Barómetro Sanitario. En promedio desde 2002 Un 6,3 sobre 10, es decir un bien “casi un notable” pero con un amplio margen de mejora. A partir del 3er año de las transferencias los ciudadanos de Baleares manifiestan una nota por encima de la media del SNS (6,8) coincidente con la apertura de nuevos recursos “centros de salud y unidades básicas” y nuevos hospitales (Inca, Formentera , nuevo M. Orfila ..). F1 19 En Baleares más de la mitad 52 % de nuestros conciudadanos considera que el sistema actual “está bien pero con cambios” y un 21 % que necesita cambios fundamentales o rehacerse. El 73% de los ciudadanos pedimos también cambios en el modelo de asistencia. Barómetro Sanitario. O2 20 Más de la mitad de las quejas (6.116 sobre un total de 11.162) presentadas por la ciudadanía de Balears en relación al funcionamiento de los servicios públicos que dependen directamente del Govern balear se refieren al funcionamiento del IB-Salut. 21 Unos buenos indicadores de calidad de vida, de asistencia sanitaria segura y de calidad y, en general, de buenos resultados en salud incidirán, sin duda, en el futuro desarrollo y crecimiento de nuestra Comunidad Autónoma. Podemos contemplar la salud como un bien de consumo –podemos disfrutar y “vender la imagen de buena salud”- y de inversión. Ya hemos señalado que el sistema sanitario balear está, asimismo, muy bien situado para, en cooperación con el sector privado, producir servicios de salud para una Unión Europea como marco político que avanzará, cada vez en mayor medida, hacia la libre circulación de personas, bienes y servicios. Directiva ( ) pero para ello se necesita mantener y mejorar los indicadores de resultados y de satisfacción. O4,F6 22 Para ello la Administración Pública tiene el compromiso estratégico, legal y ético de garantizar prestaciones de alta calidad en el ámbito público o privado concertado. Es imprescindible pues evaluar y acreditar, dar fe, a los proveedores de asistencia con exigencias de cumplimiento de niveles de calidad en su estructura y en sus resultados sean éstos asistenciales o de coste/beneficio. 24 Hay que fomentar nuevos ingresos que actualmente se prestan y no se recaudan, fruto de una baja priorización a todos los niveles a la generación de ingresos propios. Aunque es pronto para extraer conclusiones, la implantación del copago por renta en pacientes jubilados y pensionistas ha supuesto una bajada muy importante en el gasto farmacéutico en todo el país en los primeros meses desde su implantación. Hemos de reflexionar en cómo introducir mecanismos de copago que no alteren la equidad en el acceso a los servicios, pero que sí eviten el uso innecesario de los mismos. O10 25 Es necesario atender a la accesibilidad de los pacientes al sistema sanitario, estructurando niveles de garantía en función de la prioridad clínica y de las características especiales de la incidencia de la patología en el paciente (patologías invalidantes para determinados pacientes). Se ha de abandonar la excesiva politización de los tiempos de demora, y se debe trabajar en sistemas de garantías flexibles, que garanticen la equidad, y que no incentiven inequidades entre pacientes y entre profesionales. Se debe buscar el compromiso profesional, la gestión adecuada de la indicación, la utilización en jornada ordinaria de los recursos sanitarios en franjas horarias mucho más amplias de las actuales, y la flexibilidad de los tiempos garantizados de demora a la disponibilidad presupuestaria en cada momento. 26. Es necesario un compromiso de todas las fuerzas políticas , sindicales y empresariales para conseguir una despolit¡zación de la sanidad , desarrollar un Plan a largo plazo de una sanidad universal corresponsabilizando a la población del gasto sanitario y debe desarrollarse un modelo sostenible , complementando la sanidad pública y privada . El progreso de una sociedad lo es por los pasos adelante, no por las involuciones. Tener criterios compartidos es el paso previo para después organizarse y comprometerse. El pensamiento de emergencia suele ser precipitado Por eso, desde el Cercle hacemos pública esta reflexión compartida , animamos al consenso informado y nos comprometemos por y con unas Illes Balears saludables y sostenibles. Por unas islas con futuro.