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UNIVERSIDAD NACIONAL DE CÓRDOBA FACULTAD DE CIENCIAS MÉDICAS ESCUELA DE ENFERMERÍA “TALLER DE TRABAJO FINAL” I nforme de I nve s ti gac i ón Consecuencias de las situaciones de violencia ocupacional a las que están expuestas las(os) enfermeras(os) en el Servicio de Emergencia (Estudio ejecutado en el Servicio de Emergencias del Hospital Subreferente de Área de San José de la Dormida de la provincia de Córdoba. Julio a Agosto de 2011) Autora: GARCÍA, Nancy CÓRDOBA, Diciembre de 2011 La humanidad no puede liberarse de la violencia más que por medio de la no violencia DATOS DE LA AUTORA GARCÍA, Nancy: Enfermera profesional, egresada en el año 1998 de la Escuela de Enfermería dependiente de la Universidad Nacional de Córdoba. Actualmente se desempeña en el área de emergencia del mencionado hospital. AGRADECIMIENTOS Este trabajo está dedicado a mi esposo e hijos, por su apoyo incondicional a lo largo de mi carrera. Mi más sincero agradecimiento a los docentes de la carrera de Licenciatura de Enfermería, por su enseñanza brindada y su acompañamiento para lograr mí crecimiento profesional y personal. Y a DIOS por darme salud, voluntad y fortaleza para permitirme llegar a mi meta. Nancy ÍNDICE PRÓLOGO 6 CAPÍTULO I – INTRODUCCIÓN Planteo del problema 8 Definición del problema 15 Justificación del problema 15 Objetivos 16 Marco teórico 17 Definición conceptual de la variable 26 CAPÍTULO II – MATERIAL Y MÉTODOS Tipo de estudio 28 Definición operacional de la variable 28 Universo 29 Fuente de información 29 Técnica de recolección de datos 29 Instrumento de recolección de datos 29 Prueba Piloto 29 Recolección de datos 29 Procesamiento de datos 30 Presentación y Análisis de Resultados 32 CAPÍTULO III – RESULTADOS Tablas y Gráficos 34 CAPÍTULO IV – DISCUSIÓN Discusión 41 Conclusiones 43 Algunas Recomendaciones y/o Sugerencias 45 BIBLIOGRAFÍA 47 ANEXOS Carta de autorización al Director 51 Carta de autorización a la Jefa de Enfermería 52 Consentimiento Informado 53 Cédula de entrevista 54 PRÓLOGO La violencia ocupacional es un fenómeno emergente y global en el ámbito de los riesgos laborales que afecta a todas las profesiones -y muy especialmente al sector sanitario- y cuya prevención exige una información empírica válida, fiable, situada y permanentemente actualizada. Hasta el presente, esta información se obtiene básicamente de encuestas de autoinforme, con bajos porcentajes de respuesta y notables problemas metodológicos de validez, por los diversos sesgos que conlleva. La violencia en el lugar de trabajo, en sus diversas modalidades de manifestación (de la física a la psicológica, de la verbal a la sexual, etc.) es actualmente observada y percibida como un problema global con matices locales, que atraviesa fronteras políticas y culturales, sectores económicos, entornos laborales y categorías profesionales. El presente informe es producto final de la ejecución del proyecto de investigación, planificado por la autora Luna, Liliana en el Servicio de Urgencia del Hospital Municipal de Urgencias de la provincia de Córdoba, presentado a la Cátedra de Taller de Trabajo Final de la Escuela de Enfermería de la Universidad Nacional de Córdoba, en el año 2008. Fue un estudio descriptivo y transversal, y tuvo como objetivo: las consecuencias de las situaciones de violencia ocupacional a las que están expuestas las(os) enfermeras(os) del Servicio de Emergencias del Hospital subreferente de Área de San José de la Dormida de la provincia de Córdoba, durante los meses de Julio a Agosto del año 2011. El informe se encuentra estructurado en cuatro partes: CAPÍTULO I – Introducción; CAPÍTULO II – Material y Métodos; CAPÍTULO III – Resultados y CAPÍTULO IV – Discusión. 6 Capítulo I INTRODUCCIÓN 7 La violencia en el trabajo constituye un problema que es frecuentemente observado en hospitales, principalmente en los servicios de urgencias donde, los trabajadores del equipo de salud, son víctimas de actos violentos y se están reproduciendo perjudicando y la perpetuando asistencia situaciones prestada a de los agresividad usuarios y que vienen ocasionando enfermedades causadas por el trabajo. Varios factores pueden interferir en la violencia ocupacional tales como: aspectos individuales de los trabajadores (personalidad, formación); aspectos relacionados con el propio ambiente de trabajo (estrategia organizacional, recursos humanos y materiales, sistema de comunicación); además de aspectos relacionados con la población atendida y aspectos sociales. El Hospital Subreferente de Área de San José de la Dormida comenzó sus servicios de salud, en 1960, como un dispensario; 15 años después se agregó el Centro Materno que disponía de dos salas, una para mujeres y una para hombres. A mediados de la década del 80 se creó el área de internación, y se dispuso de sala de pediatría y sala de puérperas, y quirófano. La mayoría de los pacientes atendidos en el hospital, pertenecen a la localidad de San José de La Dormida y es relativamente igual el porcentaje de hombres y mujeres. Además presta atención a pacientes de localidades circundantes. Si bien la mayoría de los pacientes es de clase socio económica media-baja sin cobertura social, se sumaron personas con mejores medios económicos que poseen cobertura social. Desde la institución, se observaron incrementos en los hechos de violencia, aumento de los intentos de suicidio, intensificación del consumo de diversos psicofármacos, aumento de la ingesta de bebidas alcohólicas, fundamentalmente en adolescentes. Estos hechos, han producido un aumento de violencia por parte de los pacientes hacia el equipo de salud, debido al uso de drogas, a la presencia de sufrimientos mentales, pacientes alcohólicos, usuarios detenidos por algún hecho delictivo. Estas circunstancias pueden observarse con frecuencia en este Hospital. Según la Organización Mundial de la Salud (2002) “la violencia es el uso intencional de la fuerza física o del poder, real o por amenaza, contra la propia persona, contra otra persona, o contra un grupo o comunidad que puede 8 causar, o tiene alta probabilidad de causar muerte, lesión, daño psicológico, alteraciones del desarrollo o privación”. (1) La violencia es un comportamiento no deseado, pero cualquier individuo puede ser víctima de la violencia en algún momento de su vida, la mayoría de las veces esta violencia es provocada a través de palabras o acciones. La violencia en el trabajo en estas últimas décadas ha pasado a ser objeto importante de estudio para las diversas disciplinas por sus consecuencias en la salud de los trabajadores, siendo causante de altos costos en salud, de ausentismo laboral, un mayor estrés, cambios constantes de empleados, pérdida de confianza hacia la dirección y los colegas, un ambiente de trabajo hostil y descenso de la productividad. Para la OIT/OMS (2002), la violencia es clasificada como física “cuando ocurre el uso de fuerza física contra otra persona, que produce daños físicos, sexuales o psicológicos (incluye puntapiés, bofetadas, agresiones con el uso de objetos o armas, puñaladas, tiros, empujones, apretones contra la pared, mordiscos, pellizcos), psicológica o moral cuando se produce cualquier conducta abusiva como comportamientos, gestos, palabras, omisiones, silencio, presiones emocionales, actos repetidos que causan daño a la personalidad, a la dignidad psíquica o física, amenazando el empleo o degradando el ambiente de trabajo”. (2) Para Minayo, M. C. S. (2000) la violencia ocupacional se considera a “toda acción ejercida en el ámbito del trabajo que manifieste cualquier incidente en el cual un empleado es abusado, amenazado o tocado por un miembro del público: paciente, cliente y/o compañero de trabajo”. (3) En el sector de la salud la violencia se ha tornado significativa por el impacto que provoca, afectando a la calidad de vida de las personas, por las lesiones físicas, psíquicas, espirituales y morales que acarrea y por las exigencias de atención y de cuidados de los servicios asistenciales. Es un problema que abarca varios sectores, en el cual el campo médico social se integra y, por lo tanto, al aceptar atender a las víctimas de la violencia, también debe participar en la elaboración de estrategias de prevención y superación de los problemas, interactuando con otras instituciones y con la sociedad civil. (4) Aunque cualquier persona que trabaja en un hospital podría llegar a ser 9 una víctima de la violencia, los enfermeros que tienen contacto más directo con los pacientes están más expuestos. Otros miembros del personal del hospital que están en un mayor riesgo de violencia incluye son los encargados de la respuesta inmediata durante emergencias, los oficiales de seguridad del hospital y todos los que proveen asistencia médica. En el Hospital Subreferente de Área de San José de la Dormida, se han observados hechos de violencia, los posibles factores que promueven dicha situación, podrían ser los siguientes: el trabajar directamente con pacientes que están bajo la influencia de drogas o alcohol o tienen una historia de violencia o ciertos diagnósticos psicóticos; el trabajar con personal insuficiente, especialmente durante las horas de comer y de visita; durante el traslado de pacientes; las esperas prolongadas para ser atendidos; salas de espera abarrotadas e incómodas; el trabajar solo; seguridad inadecuada; imposibilidad del personal de salud y seguridad para intervenir en las crisis; el movimiento ilimitado del público; pasillos, salas, estacionamiento, y otras áreas poco alumbrados. Para profundizar el tema, se buscó en la teoría, se consultó a la bibliografía y se consideró la opinión de algunas colegas del Hospital. De lo cual se obtuvo que: Según declaraciones del CIE (2000), las condiciones de trabajo específicas del sector salud predisponen al personal de la salud a grandes riesgos de violencia, debido a la deficiencia de medidas de seguridad en las instalaciones, a las intervenciones que exigen un contacto físico próximo, al trabajo en turnos, incluyendo los desplazamientos nocturnos de ida y vuelta al trabajo, a los lugares de trabajo fácilmente accesibles con poca o ninguna privacidad y a la carga de trabajo existente que ocurre con frecuencia en medios emotivamente tensos. (5) El CIE (2001) también refiere que el personal de enfermería tiene una probabilidad tres veces mayor que las demás profesiones de ser víctimas de la violencia en el lugar de trabajo; (6) de acuerdo a una encuesta realizada en el Reino Unido el 97% de las enfermeras conocían a alguna colega que había sido atacada físicamente en el curso del año anterior. (7) Hay evidencias que comprueban que la mayor incidencia de agresiones 10 corresponde a los trabajadores de ambulancias, enfermeros y médicos que actúan en la atención previa al ingreso al hospital. (8) Las consecuencias individuales de esta violencia pueden ir desde la desmotivación, disminución en la calidad de los servicios de salud, estrés, miedo, fobias y perturbaciones del sueño hasta el impacto en la organización afectando la calidad en el servicio de salud, la reducción de la productividad y el deterioro en las relaciones interpersonales, colaborando al aumento del ausentismo. Debido al aumento del número de trabajadores del sector de la salud que son víctimas de la violencia en diversos países, fue establecido un programa conjunto de directrices trazadas por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Consejo Internacional de Enfermeras (CIE) con el propósito de ayudar a estos profesionales a combatir el miedo, la humillación, las agresiones e inclusive, los homicidios en sus locales de trabajo. (9) La literatura mostró, que uno de los factores que contribuyen para la violencia ocupacional en hospitales son provenientes de pacientes que hacen uso de drogas, que presentan trastornos mentales, alcohólicos, sobrecarga de demanda de paciente, cuartos y corredores repletos, disponibilidad en el ambiente de dinero y medicamentos, largas filas de espera para la atención, falta de personal entrenado para lidiar con situaciones violentas, estacionamiento pobremente iluminado y ambiente físico limitado y estresante. (10) A pesar de que muchos trabajadores no registran las agresiones sufridas, un estudio realizado por el Sindicato de los Médicos de San Pablo (2002), indica que más de 61% de los episodios notificados entre los trabajadores de salud sucedieron en unidades de urgencias, principalmente en hospitales públicos. Entre los trabajadores, 26 (55,3%) pertenecían al sexo masculino y 21 (44,7%) al femenino. (11) Esos resultados difieren de los datos obtenidos por Mendes, R. (2003) en un estudio sobre “Patología de trabajo”, donde las mujeres han sido más vulnerables a actos violentos en la sociedad debido a la vulnerabilidad del género. (12) Otro estudio realizado en San Pablo, por Oliveira, J. y Cols. (2002) sobre “Seguridad del personal de salud: violencia y consecuencia en establecimientos 11 de salud” constató que los profesionales de enfermería son las principales víctimas de violencia en los centros donde se ofrecen cuidados de salud. (13) Una investigación realizada en Chile, el año 2004, sobre “Violencia percibida por trabajadores de la salud: enfermería”, obtuvo como resultados que el 72,6% son mujeres. En la distribución etárea, un 41,9% correspondió al grupo etáreo entre 36 a 50 años, observándose sólo un 17,7 % de los funcionarios entre 51 y 63 años. En cuanto a la escolaridad, un 37,1% corresponde a educación superior y un porcentaje similar a educación técnica. Un 4,8% tiene educación básica y un 21% educación media. Un 77,4% vive en pareja. Un 92% tiene menos de 15 años de trabajo en el mismo lugar, y de éstos un 12,9 % tiene menos de un año de trabajo en ese consultorio. Un 58,1% tiene contrato indefinido, un 30,6% contrato a plazo fijo y un 11,3% a honorarios. En cuanto a jornada de trabajo, el 87,1% tiene una jornada de 44 horas semanales, el 4,8% de 33 horas, y el 8,1% de 22 o menos. En cuanto a las categorías del personal, un 69.4% son profesionales y un 30,6% pertenecen a la categoría de licenciados. En cuanto a si tuvieron experiencias de maltrato ocupacional, un 32% contestó que sí. Un 27,5% respondió que alguna vez y se les había diagnosticado médicamente que sufrían de estrés y depresión, relacionado al trabajo. (14) En una encuesta sobre la violencia laboral en una organización del sector de salud en Australia, se mostró que el 50% de los que respondieron habían estado expuestos a violencia laboral en los 12 meses anteriores. Los compañeros eran el origen más frecuentemente mencionado de la violencia laboral. (15) Una encuesta de 1.100 empleados de una organización de cuidados de salud del Reino Unido reveló que el 38% de los trabajadores habían experimentado acoso laboral. (16) En otro estudio, hecho en el Reino Unido, una de cada seis enfermeras comunicó que había sido objeto de violencia laboral de parte de un colega. Esa cifra aumentaba hasta tres de cada diez en el caso de las enfermeras de una minoría étnica. Los supervisores o directores inmediatos eran los causantes más frecuentes. (17) Los estudios han demostrado que hay una relación entre los 12 problemas/cambios en la organización y la violencia laboral. (18) En un estudio de 114 enfermeras, casi la mitad de los que respondieron (el 46%) dijeron que habían sido objeto de abusos verbales de parte de los pacientes, los parientes de éstos, o los compañeros de profesión. El abuso verbal es un comportamiento al que frecuentemente recurren los autores del acoso laboral. El abuso verbal contra los estudiantes de enfermería tiene las mismas probabilidades de darse en las salas generales que en los contextos de salud mental y discapacidades. En el mismo estudio, el 8% de los enfermeros comunicaron que habían recibido amenazas de muerte. (19) Según el Programa Conjunto sobre Violencia laboral en el sector de salud: - La violencia psicológica, que incluye el acoso laboral, está más generalizada que la violencia física. En promedio, casi el 45% de los que respondieron en los estudios de los países habían experimentado algún tipo de violencia psicológica, mientras que un promedio de apenas el 8,5% del total de los que respondieron habían sido víctimas de violencia física. Además, la violencia psicológica plantea riesgos mayores para la salud mental de las víctimas. En el estudio, entre el 40 y el 70% de las víctimas comunicaron importantes niveles de síntomas de perturbaciones por estrés postraumático. (20) - El acoso laboral es el segundo de los tipos más frecuentes de violencia en el trabajo en Bulgaria y en el Líbano: el 38,1% de las enfermeras de Bulgaria que respondieron y el 22,1% del personal de salud libanés que respondió experimentaba acoso laboral. (21); (22). - En un estudio de casos en Sudáfrica se llegó a la conclusión de que el 26,1% de las enfermeras habían experimentado acoso laboral, y el 20,8% de las enfermeras encuestadas en Brasil también lo habían experimentado. (23) - En un estudio realizado por el Royal College of Nursing del Reino Unido, casi el 50% de las víctimas que comunicaron incidentes de acoso laboral dijeron que no estaban satisfechas de la manera en que su empleador había tratado el caso. (24) En general, la prevalencia del acoso en el lugar de trabajo es, probablemente, mucho mayor de lo que se dice en las publicaciones, pues son 13 muchos los casos que no se reconocen o no se comunican. Chappell, D. y Di Martino, V. (2001), en su investigación sobre “Violencia en el trabajo” analizaron las formas de violencia operantes en el mundo del trabajo de enfermería en un servicio de emergencia y de emergencia clínica, constatando que la violencia en el trabajo de enfermería opera por dos vías distintas: Estructural - Institucional y de Comportamiento - Relación que se clasifican en cuatro tipos de violencia: estructural (manifiesta en la imposición de sobrecarga física y mental de los trabajadores); represiva (evidenciada en la negación del derecho de ejercer con seguridad las actividades asistenciales y a un ambiente de trabajo seguro); alienación, (caracterizada por la obstaculización a los trabajadores a disfrutar el placer de la realización profesional competente, eficaces y de ser valorado socialmente junto a los usuarios y a la sociedad); y violencia clásica (revelada en las agresiones físicas y verbales de miembros del equipo de salud y de usuarios). Esas violencias desencadenan y perpetúan “violencias menores”: prácticas profesionales que producen traumas, omisiones, negligencias, impericias, atención fragmentada, informaciones parciales o negadas, indiferencia al sufrimiento y al dolor, baja autoestima, entre otras. Esas, por su vez, apoyan y fortalecen las grandes violencias estructurales y de comportamiento, en una circulo vicioso, que impone la atención de sus modos operatorios para los enfrentamientos necesarios con la finalidad de romper el proceso y favorecer la autorrealización profesional y humana de los trabajadores de enfermería y de la salud. (25) El entrenamiento de los trabajadores, dirigido a capacitarlos, a detectar y evitar situaciones de riesgo, o a adoptar posturas y procedimientos adecuados delante de la violencia reduce la posibilidad de consecuencias graves y, por otro lado, puede haber ciertas preparaciones psicológicas para la reducción de las consecuencias psíquicas posteriores al evento. Estudios como los de Chappell y Di Martino (2001) – mencionado anteriormente - indican que la violencia a menudo sucede durante las horas de mucha actividad e interacción con los pacientes, como en las horas de comer, de visita y de transferencia de pacientes. Las agresiones pueden ocurrir cuando se niega el servicio, cuando se ingresa un paciente involuntariamente o cuando un empleado de salud limita los alimentos, las bebidas o niega el 14 consumo de bebidas alcohólicas. (26) Una colega comentó que “enfermería y principalmente en los servicios de emergencia del hospital, son los más afectados por lidiar directamente con una clientela muy diversificada compuesta por pacientes con disturbios mentales, delincuentes y drogados, entre otros”. Otra enfermera refirió que “la situación de enfermedad que amenaza la vida del paciente apenas ingresan al servicio, causan estrés tanto en el paciente como en los familiares que, al necesitar de una atención de los servicios de salud, acaban siendo agresivos con el personal, sobre todo con las enfermeras porque somos nosotras las que prestamos las primeras atenciones”. La violencia ocupacional afecta prácticamente a todos lo sectores y categorías de trabajadores, pero puede constatarse que la incidencia mayor del maltrato y la violencia se da en el ámbito laboral de la enfermería la cual interfiere en la calidad asistencial y pone en peligro la dignidad personal y la autoestima del profesional. Ante esta realidad, se decidió formular el siguiente problema de investigación: ¿Cuáles son las consecuencias de las situaciones de violencia ocupacional a las que están expuestas las(os) enfermeras(os) del Servicio de Emergencias del Hospital Subreferente de Área de San José de la Dormida de la provincia de Córdoba, durante los meses de Julio a Agosto de 2011? El estudio se justificó llevarlo a cabo debido a que la violencia en la actualidad es un fenómeno sociocultural que alcanza diversos ámbitos. Uno de ellos es el lugar de trabajo. Aunque este último en general ha sido considerado tradicionalmente como un ambiente relativamente benigno y libre de violencia, la concepción del problema ha evolucionado hacia el concepto de que la violencia laboral no es un problema individual episódico, sino que es un tema estructural estratégico enraizado en factores sociales económicos culturales y organizacionales más amplios, que ha comenzado a preocupar a la sociedad por sus altos costos en salud y en la economía de los países. Los enfermeros, como parte del mundo laboral, están propensos a sufrir violencia de diversa índole, siendo frecuente por sus características del contacto continuo con los 15 pacientes y familiares. El estudio abordó las consecuencias de las situaciones de violencia ocupacional que sufren los enfermeros en el aspecto laboral y personal, dado a que se manifiesta como un fenómeno emergente y global en este ámbito, conociendo estas situaciones y sus efectos permitió elaborar estrategias de solución orientadas a la prevención, lo cual exige una información empírica válida, fiable, situada y permanentemente actualizada. En la práctica profesional se verifica que la mayoría de las orientaciones para controlar conflictos relacionados a la violencia ocupacional acontecen después de ocurrido el acto, o sea, por medio de las experiencias vivenciadas, lo que consideramos una conducta inadecuada, una vez que las orientaciones deben ser preventivas. La investigación posee relevancia para la profesión porque al determinar las situaciones de violencia en el área ocupacional, se previene estrés laboral, ausentismo; a nivel institucional aporta información para poder reducir los costos en salud de los trabajadores, adquirir mayor confianza hacia la organización y directivos, mejorar el clima de trabajo y aumentar la productividad del personal de enfermería. El estudio se llevó a cabo durante los meses de Julio a Agosto del año 2011, para ello se estableció como objetivo general: “Conocer, mediante un estudio descriptivo y transversal, las consecuencias de las situaciones de violencia ocupacional a las que están expuestas las(os) enfermeras(os) del Servicio de Emergencias del Hospital Subreferente de Área de San José de la Dormida de la provincia de Córdoba, durante los meses de Julio a Agosto de 2011” Y, como objetivos específicos, se planteó: Determinar las consecuencias profesionales que derivan de las situaciones de violencia a la que están expuestas las(os) enfermeras(os); Identificar las consecuencias personales a las que están expuestas, en relación a los efectos físicos, psicológicos y socio-familiares. 16 Marco Teórico La violencia se puede dar en los diversos contextos donde se desenvuelve el ser humano, siendo uno de éstos el ámbito laboral. La violencia emerge en situaciones humanas donde existen interacciones y comportamientos violentos y abusos, resultado de alteraciones de la vinculación o apego que se traducen en trastornos de la empatía. (27) Según el Consejo Internacional de Enfermería (CIE, 1999), este fenómeno afecta a toda la población, atravesando fronteras de edad, raza, condición socioeconómica, sexo y lugar. (28) En la Argentina, "el tema ha cobrado auge en los últimos dos años, período en el que se dictaron al menos cinco fallos muy significativos sobre la violencia laboral. Pero como no hay una legislación específica, la interpretación de los tribunales es variada: hay jueces que lo consideran una enfermedad del trabajo, que deben pagar las ART (Aseguradoras de Riesgos del Trabajo), y hay otros que establecen condenas por daños y perjuicios, con indemnizaciones especiales. En cualquier caso, es una materia nueva", explica el experto en derecho laboral Mariano Emiliani. (29) La violencia en el lugar de trabajo abarca desde el lenguaje ofensivo o amenazador hasta el homicidio. El Instituto Nacional de Seguridad y Salud Ocupacional (NIOSH, 2004) define la violencia en el lugar de trabajo como los actos violentos (incluyendo las agresiones físicas y las amenazas de agresión) dirigidos a las personas que trabajan o están de turno. (30) Según Marie-France Hirigoyen, psiquiatra francesa con formación en Victimología tanto en Francia como en Estados Unidos, considerada como una de las más grandes especialistas mundiales en el tema, afirma que la violencia en el lugar de trabajo hay que entenderla como “cualquier manifestación de una conducta abusiva y, especialmente, los comportamientos, palabras, actos, gestos y escritos que puedan atentar contra la personalidad, la dignidad o la integridad física o psíquica de un individuo, o que puedan poner en peligro su empleo, o degradar el clima de trabajo" (31) Según Niosh (2004) en un Boletín sobre Violencia en el lugar de trabajo: factores de riesgo y estrategias de prevención, es en el área laboral donde la violencia - sea física o psicológica - ha adquirido una enorme importancia en 17 los últimos años, y en la actualidad es una preocupación prioritaria tanto en los países industrializados como en los países en desarrollo, ya que permea contextos laborales y grupos profesionales, afecta la dignidad de las personas, es una fuente de desigualdad, estigmatización y conflicto en el trabajo. Al mismo tiempo, la violencia en el lugar de trabajo aparece como una amenaza grave, y a veces letal, contra la eficiencia y el éxito de las organizaciones; causa perturbaciones inmediatas, y a veces perturbaciones de largo plazo de las relaciones entre las personas, de la organización del trabajo y de todo el entorno laboral. (32) Estudios como los realizados por Hirigoyen, M. F. (1999) en Barcelona, sobre el “acoso moral: el maltrato psicológico en la vida cotidiana” concluyen que precisamente algunos de estos lugares de trabajo y ocupaciones tienen un mayor riesgo de hechos violentos que otros. Se reconoce en estas investigaciones que la violencia en el lugar de trabajo en el sector salud es universal, la que genera un alto grado de estrés, lo que también puede instar a comportamientos violentos, y en las que se evidencia que las enfermeras y el personal de ambulancias tienen mayor riesgo a ser víctimas de hechos agresivos, el que especialmente corresponde a violencia de tipo psicológico. (33) Para Kingma (1999), la violencia que afecta a las enfermeras tiene una doble consecuencia, ciertamente negativa, porque afecta por un lado la vida de este profesional y, por el otro, puede afectar el tipo de servicios de salud prestados, es decir, la repercusión se pudiera extender a la calidad de los cuidados de salud otorgados a los pacientes. Así, este complejo fenómeno de la violencia es reconocido también en el ambiente hospitalario, enfocado desde la perspectiva de los trabajadores de la atención de salud. Sin embargo, estudios orientados en este tema desde el punto de vista de los pacientes o usuarios de los servicios de salud, principal foco de atención en este contexto, han sido escasamente abordados. (34) El término "violencia" circunscrito al lugar de trabajo, Chapell y Di Martino (1998) lo definen como: "cualquier incidente en el cual un empleado es abusado, amenazado o atacado por un miembro del público (paciente, cliente y/o compañeros de trabajo), así mismo, se considera que no sólo la violencia física provoca grandes impactos en la salud del trabajador, sino aquella que se 18 infringe a través de un comportamiento repetitivo que gradualmente daña la integridad psicológica del afectado, pudiendo llegar a tener repercusiones de mayor cuantía que la violencia física”. (35) Estudios recientes confirman que la violencia laboral en el sector salud es universal, si bien pueden variar las características locales. (36); (37); (38) Los trabajadores que realizan cuidados de salud, que en los servicios asistenciales son principalmente mujeres, constituyen un grupo de personas que presentan un alto riesgo de sufrir violencia. Entre ellos, quienes presentan mayores riesgos son los que se desempeñan en unidades de emergencia, hospitales psiquiátricos, unidades de ancianos, centros de rehabilitación de adictos, entre otras. Un porcentaje importante de estos trabajadores lo compone el equipo de enfermería. Por esto el Consejo Internacional de Enfermeras (1999) ha abogado por el inicio y aplicación de una campaña contra la tolerancia de los actos violentos contra este colectivo. (39) Las consecuencias negativas de esa violencia generalizada repercuten fuertemente en la prestación de los servicios de atención de salud, y pueden dar lugar a deterioro de la calidad de los cuidados dispensados y a decisiones de los trabajadores de abandonar las profesiones de atención de salud. Esto, a su vez, puede ser causa de que se reduzcan los servicios de salud disponibles para la población en general, y aumenten los costos de la salud. En esta investigación se utilizó como marco referencial el modelo interactivo de Chapell y Di Martino (1998), que está basado en el modelo de Poyner y Warner el cual reconoce que el riesgo de sufrir violencia depende de la interacción de diversos factores potenciales, los que se presentan a continuación: (40) 19 Violencia laboral: Un modelo interactivo VICTIMARIO Cliente Trabajador Extraño - Factores de Riesgo Individuales Historia de violencia Hombre – juventud Alcohol –drogas Salud mental Circunstancias que conducen a la violencia Problemas en la adolescencia Factores de Riesgo Laborales Ambientales - Apariencia - Patrones organizacionales - Estilos de liderazgo - Permeabilidad desde el ambiente externo - Cultura organizacional VÍCTIMA Trabajador Extraño - Edad Salud Apariencia Experiencia Habilidades Género Responsabilidades Temperamento Personalidad Actitudes y expectativas Tipos de actividades - Trabajo con público - Trabajo a solas - Trabajo estresante - VÍCTIMAS - Estrés - Enfermedad - Pérdida financiera - Impacto familiar - Resignación - Suicidios RESULTADOS Físicos - Muerte - Asalto Psicológicos - Acoso - Abuso sexual EMPRESA Pérdida productiva Ausentismo Estrés Continuación de la violencia Estos autores incluyen dentro de su modelo diversas variables que determinarían la expresión de violencia en el contexto laboral dentro de las cuales se encuentra el "agresor", que puede ser cualquier persona cliente, colega, compañero de trabajo o un extraño a la institución. Los investigadores consideran que existen numerosos factores de riesgo para que una persona utilice la agresión como medio para relacionarse. Entre ellos se puede destacar una "historia previa de violencia", "pertenecer al sexo masculino", que de por sí parece justificar ciertas actitudes que no son tan aceptadas socialmente en las mujeres. Ser "joven", estar "bajo efectos de drogas", o con "diagnóstico de enfermedad mental", tener un "comportamiento agresivo", estar "sometido a fuerte estrés" o "poseer cierta inmadurez" que permite ser fácilmente 20 influenciable para adoptar este tipo de comportamiento. Para Moris, Riveros y Pucheau (1996) los pacientes, receptores de los servicios sanitarios, pueden ser violentados a través de variadas manifestaciones, que vulneran sus derechos y los que muchas veces no son solamente ignorados por los dispensadores de la atención de salud, sino también por los mismos usuarios. En una atención que ha priorizado la tecnificación y conocimientos teóricos que son elementos importantes en la atención en salud, éstos no son suficientes si se vulneran los derechos a una atención basada en el trato humano, lo que permite otorgar ciertamente no sólo una mejor atención, sino que un cuidado más digno. (41) Retomando el trabajo de los autores anteriores, estos consideran que para que una persona se transforme en "víctima" deben existir también algunos factores asociados a ello; éstos son "apariencia", un "estado de salud alterado" en los trabajadores, "sobrecarga", y "estrés", los que pueden precipitar respuestas agresivas. Del mismo modo la "edad" y la "experiencia" estarían relacionadas con el manejo de situaciones difíciles. También se considera que el "sexo" es determinante en lo que respecta a conductas violentas, siendo los varones más propensos a responder de una manera agresiva a muchas situaciones en el lugar de trabajo y las mujeres más propensas a la victimización. El "ambiente" es otra de las variables consideradas dentro de este modelo, puesto que tanto el agresor como la víctima interactúan dentro de un contexto laboral, el cual puede ofrecer condiciones que permitan el desarrollo de actitudes violentas, como ocurre en lugares llenos de público, mal ventilados, sucios y ruidosos. También, una organización deficiente puede hacer una distribución poco equitativa del trabajo, sobrecargando a algunos de sus empleados mientras que otros permanecen relativamente inactivos. Un ambiente de trabajo donde prima la autocracia, con personas trabajando en forma aislada, desconfiando el uno del otro, en actitud defensiva, constituye un mayor riesgo de violencia, a diferencia de lo que ocurre en un ambiente participativo, de mutua colaboración, tolerancia racial e igualdad de oportunidades. Así como se ha considerado el ambiente laboral como un factor probable 21 de riesgo en el desarrollo de la violencia, en este contexto también los investigadores advirtieron que existían "situaciones de riesgo en el trabajo", tales como "trabajar con público", "trabajar con objetos de valor", "trabajar con personas estresadas", "trabajar solo". En lo que respecta al trabajo con público, las razones para que se manifieste un comportamiento violento pueden ser múltiples, como ocurre cuando existe una percepción de mala calidad de atención, o el usuario percibe un comportamiento displicente y despreocupado de quien lo atiende, o cuando siente que sus derechos han sido vulnerados. Trabajar con "personas con distress" también constituye una situación de riesgo dentro de las cuales es posible considerar el contacto con personas ancianas, con desórdenes psiquiátricos o bajo efectos del alcohol, lo que los hace física o verbalmente violentos. Así mismo, considera que el personal que trabaja en el área de la salud, especialmente en urgencias y hospitales psiquiátricos, son potenciales víctimas de violencia. Según estos autores, la violencia ejercida en el contexto laboral no sólo tendría efectos sobre la víctima, quien se siente humillada, desmotivada, con pérdida de confianza y autoestima, sino también sobre la empresa u organización que ve afectada su imagen corporativa, las relaciones interpersonales, la organización del trabajo, productividad, ambiente laboral, reducción en el número de clientes, por señalar algunos. Este modelo permite reconocer todos aquellos elementos que, de una u otra forma, pudieran incidir en la expresión de actos de violencia no sólo en contextos laborales, sino en muchos otros, lo que facilita la identificación de factores potenciales y reales en la manifestación de la violencia, y permite de alguna manera planificar acciones destinadas a la prevención. Factores de riesgo que promueven la violencia Los factores de riesgo que promueven la violencia varían entre los hospitales y dependen de la ubicación, el tamaño, y el tipo de asistencia médica. Los factores comunes de riesgo que promueven la violencia en el hospital incluyen: El trabajar directamente con las personas volubles, especialmente si están bajo la influencia de drogas o alcohol o tienen una historia de violencia o ciertos diagnósticos sicóticos 22 El trabajar con personal insuficiente, especialmente durante las horas de comer y de visita El traslado de pacientes Esperas largas por el servicio Salas de espera abarrotadas e incómodas El trabajar solo Mal diseño ambiental Seguridad inadecuada Falta de capacitación del personal y de policías para impedir y controlar las crisis con los pacientes potencialmente volubles Abuso de drogas y alcohol Acceso a las armas de fuego Movimiento ilimitado del público Pasillos, salas, estacionamientos, y otras áreas poco alumbrados Autores como Buinic; Morrison y Shifter (1999) también establecen que no existe un solo factor que dé cuenta adecuadamente de los niveles de violencia y que, al discutir sobre los factores que contribuyen o que inhiben al comportamiento violento, es decir, al considerar factores de riesgo y de protección, es necesario distinguir entre los que operan a nivel individual, del ambiente (por ejemplo: el hogar) y a nivel comunitario o de la sociedad. Es importante entonces tener en cuenta los antecedentes de violencia social y situacional, aquellas características del ambiente físico y social que pueden motivar o inhibir directa o indirectamente los comportamientos violentos entre los individuos. (42) Tipos de violencia: Amenazas: Las expresiones del propósito de hacer daño, incluyendo las amenazas verbales, el lenguaje corporal amenazador, y las amenazas escritas. Agresiones físicas: Los ataques que van desde golpear hasta la violación, el homicidio, y el uso de armas de ataque como las armas de fuego, las bombas o los cuchillos. Atracos: Las amenazas de acometimiento grave, generalmente hechas sorpresivamente y con el propósito de robar. 23 Efectos de la violencia: Los efectos de la violencia pueden variar de intensidad e incluyen: Heridas físicas de poca gravedad Heridas físicas graves Invalidez física temporal o permanente Trauma psicológico Muerte Según el Registro de la Asociación de Enfermería de Ontario(2001), las consecuencias de la violencia, son: Los efectos de la violencia física, el maltrato verbal y el hostigamiento sexual son muy inquietantes habida cuenta de su prevalencia. Las consecuencias de dichos actos incluyen lo siguiente: Shock, incredulidad, culpabilidad, cólera, depresión, temor opresivo; Lesión física; Mayores niveles de estrés; Trastornos físicos (por ejemplo, jaqueca, vómito); Pérdida de autoestima y fe en la competencia profesional propia; Sentimiento de culpa paralizante; Sentimientos de impotencia y de ser explotados; Trastornos sexuales; Comportamiento para evitar una situación que puede afectar negativamente el desempeño de las tareas y reducir la calidad de los cuidados prestados; Efecto negativo sobre las relaciones personales; Pérdida de satisfacción en el trabajo; Ausentismo; Pérdida de ánimo y eficacia del personal; Aumento de la tasa del movimiento del personal de enfermería, ansiedad de los pacientes, del personal y de los seres queridos. (43) Worthington, K. (2003) refiere que “Tampoco debe subestimarse el efecto del maltrato verbal. Las consecuencias son muy similares a las del asalto con agresión física y tienen serias repercusiones en la provisión de cuidados”. 24 Estos estudios, documentan que un porcentaje significativo del movimiento de las enfermeras está relacionado con el maltrato verbal, y muchas enfermeras deciden abandonar sus carreras debido a ello. La pérdida de enfermeras calificadas intensifica inevitablemente el estrés de una unidad sanitaria, ya de por sí a menudo dotada de personal insuficiente. (44) La violencia es destructiva por naturaleza y sus consecuencias tienen efectos profundamente negativos sobre los observadores así como las víctimas. En efecto, se ha demostrado que los trabajadores que no habían participado ni presenciado el acto traumático cometido también manifestaban síntomas de estrés a modo de reacción postraumática. (45) Estos incidentes dejan profundas huellas y pueden tener efectos de largo así como de corto plazo. Un estudio demuestra que el 18% (11/61) de las enfermeras víctimas de asaltos con agresión física por parte de pacientes siguen experimentando seis semanas después reacciones moderadas hasta severamente traumáticas seis semanas después. Un control de largo plazo puso de manifiesto que el 16% de los que respondieron tras un año (4/25) aún seguía sufriendo. (46) Estos estudios están confirmados por los estudios de casos de países llevados a cabo por el Programa conjunto OIT/CIE/OMS/ISP. No cabe duda de que las violencia daña a las enfermeras tanto personal como profesionalmente, alterando sus vidas y la calidad de sus contribuciones a los servicios de salud en sus respectivas comunidades. Por lo demás, la violencia contra las enfermeras disminuye la capacidad de la profesión para contratar y retener enfermeras calificadas. Baumann, A. y Otros. (2001) opina que las bajas por enfermedad y el descenso de la productividad son frecuentemente efectos secundarios de los accidentes y de las enfermedades laborales. “Las enfermeras muy fatigadas y vulnerables a las lesiones tienen una tasa más elevada de ausentismo y de discapacidad que casi ninguna otra profesión, lo cual perturba los cuidados, dificulta la planificación y cuesta una gran cantidad de dinero al sistema de atención de salud”. (47) La preocupación por la seguridad de las personas no sólo disuade a éstas de entrar o permanecer en la profesión de enfermería, sino que también tiene consecuencias en cuanto a ausencias transitorias del trabajo. Éstas tienden a hacer mayor la carga de trabajo de los compañeros e 25 influyen de manera negativa en la calidad de los cuidados. Tratar los accidentes y las enfermedades laborales es, además, caro y desvía fondos necesarios para emplear y retener a las enfermeras en número suficiente. (48) Para Kingma, M. (2006), la violencia también podría tener consecuencias negativas en la organización como moral baja de los trabajadores, un mayor estrés, cambios constantes de empleados, pérdida de confianza hacia la dirección y los colegas, y un ambiente de trabajo hostil. (49) Como definición conceptual de la variable, se utilizó como marco referencial el modelo conceptual de Chapell y Di Martino (50), que está basado en el modelo de Poyner y Warner el cual reconoce que las “Consecuencias de las situaciones de violencia ocupacional”: se refiere a los efectos de cualquier incidente en el cual un empleado es abusado, amenazado o atacado por un miembro del público (paciente, cliente y/o compañeros de trabajo), así mismo, se considera que no sólo la violencia física provoca grandes impactos en la salud del trabajador, sino aquella que se infringe a través de un comportamiento repetitivo que gradualmente daña la integridad psicológica del afectado, pudiendo llegar a tener repercusiones de mayor cuantía que la violencia física”. Estas consecuencias que se derivan de situaciones de violencia ocupacional que repercuten en el área profesional y área personal de manera física y psicológica, alterando tanto su rendimiento como su integridad social. Las consecuencias de esta violencia pueden ir desde la disminución en la calidad de los servicios de salud, miedo, fobias, tensión, depresión, desgano, abulia, incapacidad para concentrarse, dolor de cabeza, perturbaciones del sueño y además de enfermedades de origen psicosomático como alergias y trastornos gastrointestinales; es indudable que este estado de salud repercute en la organización afectando la calidad en el servicio de salud, en la productividad del/la trabajador/a: reducción de la calidad de su trabajo, ausentismo, abandono físico y estético, desvalorización, accidentes en el manejo de materiales o instrumental, entre otros. Estas consecuencias en el área laboral es llevada por la víctima también a su hogar y a su vida social, replegándose cada vez más en el ámbito privado y automarginándose de la participación activa y por lo tanto, afectando a toda la comunidad. 26 Capítulo II MATERIAL Y MÉTODOS 27 La investigación se llevó a cabo mediante un estudio descriptivo y transversal. Fue descriptivo porque permitió determinar las consecuencias de las situaciones de violencia ocupacional a las que están expuestas las(os) enfermeras(os) del Servicio de Emergencias del Hospital Subreferente de Área de la Localidad de San José de la Dormida de la provincia de Córdoba. Fue transversal porque el estudio de la variable se hizo en un momento dado, haciendo un corte en el tiempo, durante los meses de Julio a Agosto de 2011, tiempo en el cual la variable fue estudiada en una sola oportunidad. La variable “Consecuencias de las situaciones de violencia ocupacional a las que están expuestas las(os) enfermeras(os)”, fue definida operacionalmente de la siguiente manera: Consecuencias profesionales: Reducción de los cuidados al paciente Ausentismo - Accidentes en el manejo de materiales o instrumental. Dificultad para relacionarse con compañeros de trabajo. Consecuencias personales: consecuencias físicas: Cefaleas – Trastornos gastrointestinales – Contracturas musculares frecuentes – Alteración del sueño - Desgano para realizar cualquier tipo de tarea – Descuido en el arreglo personal; consecuencias psicológicas: Miedo infundado frecuente – Sentimientos de tristeza recurrente – Dificultad para concentrarse y concretar tareas; consecuencias socio-familiares: Indiferencia ante propuestas de actividades recreativas – Dificultad para relacionarse con familiares y amigos. 28 La población en estudio se conformó por 30 enfermeras(os) que trabajan en el Servicio de Emergencias del Hospital Subreferente de Área de San José de la Dormida de la provincia de Córdoba, de los tres turnos, durante el tiempo que duró la investigación (Julio a Agosto de 2011). La fuente de información fue primaria, ya que los datos fueron recolectados por la investigadora a través del contacto directo con las(os) enfermeras(os) que trabajan en el Servicio de Emergencias del Hospital Subreferente de Área de San José de la Dormida. La técnica de recolección de datos que se utilizó fue la Encuesta en su modalidad de Entrevista, ya que se consideró que ella permitió recolectar los datos necesarios para dar cumplimiento a los objetivos formulados. Para la recolección de datos se utilizó como instrumento la Cédula de Entrevista (Anexos). El instrumento se elaboró con una breve introducción que explicó la finalidad del estudio sobre la base de un formulario previamente preparado, donde algunas preguntas fueron abiertas, con el fin de enriquecer la información obtenida. Para comprobar si el instrumento era confiable y viable, se aplicó una Prueba Piloto a 5 enfermeras de otros servicios, dando como resultado que se adecuaba a los objetivos planteados. La recolección de datos, se realizó en los tres turnos de trabajo del servicio considerado para realizar la investigación entre julio y agosto de 2011. Los datos fueron recolectados por la investigadora, previa autorización de las autoridades del hospital y del Servicio de Enfermería (Anexos). Para ello se concurrió al servicio en los horarios con dichas autoridades para que de esa manera no obstaculizar las normales actividades que se desarrollaban diariamente en este sector. 29 El instrumento fue aplicado con previo Consentimiento Informado por parte de las(os) enfermeras(os). Los datos fueron procesados a través del siguiente procedimiento: a) se ordenaron los instrumentos del número 1 al número 30; b) se transcribieron los datos de los instrumentos a una Tabla Maestra (Anexos); c) se determinaron las frecuencias absolutas y relativas porcentuales de cada una de las variables estudiadas, utilizando análisis descriptivo a modo de conocer las situaciones de violencia a las que está expuesto el personal de enfermería y sus consecuencias. La categorización de los datos utilizada, fue la siguiente: Consecuencias profesionales: 1) Reducción de los cuidados al paciente 2) Ausentismo 3) Accidentes en el manejo de materiales o instrumental 4) Dificultad para relacionarse con compañeros de trabajo. Se asignará un valor de 10 puntos a cada indicador presente o con respuesta favorable. CONSECUENCIAS PROFESIONALES Indicadores Es consecuencia profesional + de 30 No es consecuencia profesional - de 20 30 Consecuencias personales: A nivel físico: 1) Cefaleas, 2) Trastornos gastrointestinales, 3) Contracturas musculares frecuentes, 4) Alteraciones del sueño 5) Desgano para realizar cualquier tarea, 6) Descuido en el arreglo personal, A nivel psicológico: 1) Miedo infundado frecuente. 2) Sentimientos de tristeza recurrentes, 3) Dificultad para concentrarse y concretar tareas. A nivel socio-familiar: 1) Indiferencia ante propuestas de actividades recreativas, 2) Dificultad para relacionarse entre familiares y amigos. CONSECUENCIAS PERSONALES Indicadores Es consecuencia personal + de 60 No es consecuencia personal - de 50 El puntaje total de la variable consecuencias de situaciones de violencia laboral fue de 150. CONSECUENCIAS DE SITUACIONES DE VIOLENCIA LABORAL Indicadores Es consecuencia de situaciones de violencia laboral + de 90 No es consecuencia de situaciones de violencia laboral - de 80 Para poder medir las preguntas abiertas desarrolladas en el instrumento, se tomaron las respuestas que presentaban similitudes y se procedió a su agrupación. 31 Los resultados fueron presentados en Tablas de simple entrada, y representados en gráficos de barras, según la categorización de datos, pudiéndose establecer las frecuencias alcanzadas por las variables en estudio. Para el análisis de resultados se tomó a la estadística descriptiva, basada en el análisis de frecuencia. Este método tiene por objeto describir y analizar las características de un conjunto de datos, obteniéndose de esa manera conclusiones sobre las características de dicho conjunto. Para ello, en el caso del estudio: las consecuencias de las situaciones de violencia ocupacional a las que están expuestas las(os) enfermeras(os). 32 Capítulo III RESULTADOS 33 TABLA Nº 1 Consecuencias profesionales de las situaciones de Violencia Ocupacional a las que están expuestas las(os) enfermeras(os). Servicio de Emergencia. Hospital Subreferente de Área de San José de la Dormida de la Provincia de Córdoba. Julio a agosto de 2011 SI NO Totales Consecuencias Profesionales F F% F F% F F% Reducción de los cuidados al paciente 7 23% 23 77% 30 100% Ausentismo 19 63% 11 37% 30 100% 14 47% 16 53% 30 100% 11 37% 19 63% 30 100% Accidentes en el manejo de materiales o instrumental Dificultad para relacionarse con compañeros de trabajo Totales 51 42.5% 69 57.5% 120 100% Fuente: Cédula de Entrevista GRÁFICO Nº 1 Fuente: Tabla Nº 1 Comentario: Se observó que el ausentismo prevalece en la mayoría del personal; según comentarios de 22 enfermeros se conoció la causa del mismo, refiriendo que se debe a la escasa satisfacción laboral que perciben. 14 enfermeros manifestaron tener accidentes en el manejo de materiales o instrumental. 34 TABLA Nº 2 Consecuencias personales a nivel físico de las situaciones de Violencia Ocupacional a las que están expuestas las(os) enfermeras(os). Servicio de Emergencia. Hospital Subreferente de Área de San José de la Dormida de la Provincia de Córdoba. Julio a agosto de 2011 SI NO Totales Consecuencias personales a nivel físico F F% F F% F F% Cefaleas 28 93% 2 7% 30 100% Trastornos gastrointestinales 26 87% 4 13% 30 100% Contracturas musculares frecuentes 30 100% 0 0% 30 100% Alteraciones del sueño 25 83% 5 17% 30 100% Desgano para realizar cualquier tarea 14 47% 16 53% 30 100% Descuido en el arreglo personal 3 10% 27 90% 30 100% 126 70% 54 30% 180 100% Totales Fuente: Cédula de Entrevista GRÁFICO Nº 2 Fuente: Tabla Nº 2 Comentario: En base a las encuestas recabadas a las(os) enfermeras(os), se pudo determinar que presentan consecuencias a nivel físico, dado que se les asignan tareas que supera sus capacidades físicas, provocando contracturas musculares frecuentes, cefaleas, trastornos gastrointestinales y hasta alteración del sueño debido a las grandes presiones que deben soportar durante el horario de trabajo. 35 TABLA Nº 3 Consecuencias personales a nivel psicológico de las situaciones de Violencia Ocupacional a las que están expuestas las(os) enfermeras(os). Servicio de Emergencia. Hospital Subreferente de Área de San José de la Dormida de la Provincia de Córdoba. Julio a agosto de 2011 SI Consecuencias personales a nivel psicológico NO Totales F F% F F% F Miedo infundado frecuente 9 30% 21 70% 30 100% Sentimientos de tristeza recurrentes 13 43% 17 57% 30 100% 28 93% 2 7% 30 100% Dificultad para concentrarse y concretar tareas Totales F% 50 55.5% 40 44.5% 90 100% Fuente: Cédula de Entrevista GRÁFICO Nº 3 Fuente: Tabla Nº 3 Comentario: Del total encuestado, más de la mitad presentó consecuencias psicológicas. Al preguntarse las causantes, un 93% refirieron que les resulta a veces imposible concentrarse o concretar alguna tarea debido a que sus superiores se encuentran constantemente imponiendo su autoridad, desprestigiando su trabajo profesional o desacreditándolos laboralmente y con presión constante. 36 TABLA Nº 4 Consecuencias personales a nivel socio-familiar de las situaciones de Violencia Ocupacional a las que están expuestas las(os) enfermeras(os). Servicio de Emergencia. Hospital Subreferente de Área de San José de la Dormida de la Provincia de Córdoba. Julio a agosto de 2011 SI NO Totales Consecuencias personales a socio-familiar F Indiferencia ante propuestas de actividades recreativas Dificultad para relacionarse entre familiares y amigos Totales F% F F% F F% 27 90% 3 10% 30 100% 21 70% 9 30% 30 100% 48 80% 12 20% 60 100% Fuente: Cédula de Entrevista GRÁFICO Nº 4 Fuente: Tabla Nº 4 Comentario: Fue notable la significancia que acarrea la violencia laboral en el aspecto personal a nivel familiar, dado que el 90% opinó que sienten desinterés por participar en reuniones o actividades donde puedan desarrollar su lado recreativo porque el agobio constante en su lugar de trabajo, disminuye el interés social. 37 TABLA Nº 5 Conductas o Situaciones de Violencia Ocupacional percibidas por las(os) enfermeras(os). Servicio de Emergencia. Hospital Subreferente de Área de San José de la Dormida de la Provincia de Córdoba. Julio a agosto de 2011 Conductas o Tipos de Situaciones de Violencia Ocupacional F F% 25 19% b) Asignar tareas imposibles de ejecutar, o inducir al error. 16 12% c) Desprestigiar y desacreditar profesional y laboralmente. d) Presión constante y arbitraria para realizar su trabajo. 21 18 16% 14% e) Desprestigiar a la persona ante sus compañeros: bromas y burlas. 27 21% a) Superiores imponen su autoridad. Se les niega el derecho a opinar y ser escuchadas. f) Daños físicos en el puesto de trabajo (escritorio, útiles) y amenazas de 18% 23 violencia física. Total de respuestas 130 100% Fuente: Cédula de Entrevista GRÁFICO Nº 5 Fuente: Tabla Nº 5 Comentario: De las preguntas abiertas, el 21% opina que las situaciones percibidas son el desprestigio frente a los demás, siguiéndole con el 19% la imposición de la autoridad de sus superiores al momento de tomar decisiones u opinar; en menor medida (18%) refirieron que han percibido daño físico y amenazas contra su persona. 38 TABLA Nº 6 Consecuencias de las situaciones de Violencia Ocupacional a las que están expuestas las(os) enfermeras(os). Servicio de Emergencia. Hospital Subreferente de Área de San José de la Dormida de la Provincia de Córdoba. Julio a agosto de 2011 SI NO Totales Consecuencias F F% F F% F F% Consecuencias profesionales 13 43% 17 57% 30 100% Consecuencias personales 20 67% 10 33% 30 100% Totales 33 55% 27 45% 60 100% Fuente: Cédula de Entrevista GRÁFICO Nº 6 Fuente: Tabla Nº 6 Comentario: Del total de enfermeras(os) bajo estudio, se obtuvo que el 55% presentan consecuencias de situaciones de violencia ocupacional; siendo la mayor incidencia en las consecuencias a nivel personal en el 67% de los casos, siendo las más afectadas en las áreas físicas y socio-familiar. Las consecuencias profesionales solo representaron el 43% del total. 39 Capítulo IV DISCUSIÓN 40 Se encuestó a un total de 30 enfermeras(os) que se desempeñan en el Servicio de Emergencias del Hospital Subreferente de Área de San José de la Dormida de la Provincia de Córdoba, durante los meses de Julio a agosto de 2011; en base a los resultados obtenidos, la autora arriba a lo siguiente: A continuación, se exponen los resultados en base a los objetivos planteados: Consecuencias a nivel profesional: el 63% refirió que el ausentismo es una consecuencia en el área profesional y un 47% manifestó tener accidentes en el manejo de materiales o instrumental. Las categorías reducción de los cuidados (23%) y dificultad para relacionarse con compañeros de trabajo (37%), no arrojaron porcentajes significativos que demostraran ser consecuencias de violencia laboral. Al comparar estos resultados con lo citado por Baumann, A. y Cols. (2001) donde se señala que: “las enfermeras muy fatigadas y vulnerables a las lesiones tienen una tasa más elevada de ausentismo y de discapacidad que casi ninguna otra profesión, lo cual perturba los cuidados, dificulta la planificación y cuesta una gran cantidad de dinero al sistema de atención de salud”. (51) Al mismo tiempo, la violencia en el lugar de trabajo aparece como una amenaza grave, y a veces letal, contra la eficiencia y el éxito de las organizaciones; causa perturbaciones inmediatas, y a veces perturbaciones de largo plazo de las relaciones entre las personas, de la organización del trabajo y de todo el entorno laboral. Por lo que estos datos son coincidentes con el estudio, abordando consecuencias en cuanto a ausencias transitorias del trabajo, tendiendo éstas a hacer mayor la carga de trabajo de los compañeros e influyen de manera negativa en la calidad de los cuidados. Consecuencias a nivel personal: En base a las opiniones recabadas sobre el aspecto físico, las(os) enfermeras(os), opinaron que las cefaleas (93%), los trastornos gastrointestinales (87%), contracturas musculares frecuentes (100%) y alteración del sueño (83%), son consecuencias personales ocasionadas en el lugar de trabajo. Estos datos concuerdan con lo citado por Paravic, T. y Cols. (2004), los que refieren que el sufrir consecuencias a nivel físico les trae aparejado un diagnóstico médico de estrés y depresión, relacionado al trabajo. (52) Al preguntarse sobre las consecuencias a nivel psicológico, el personal 41 de enfermería respondió en el 93% de los casos que tienen dificultad para concentrarse y concretar tareas. Menos de la mitad, opinó que tiene miedo frecuentemente (30%) y sentimientos de tristeza recurrentes (43%). Estas manifestaciones son concordantes con lo que la teoría aporta, la cual refiere que la violencia psicológica, que incluye el acoso laboral, está más generalizada que la violencia física. quienes consideran que no sólo la violencia física provoca grandes impactos en la salud del trabajador, sino aquella que se infringe a través de un comportamiento repetitivo que gradualmente daña la integridad psicológica del afectado, pudiendo llegar a tener repercusiones de mayor cuantía que la violencia física. Además, la violencia psicológica plantea riesgos mayores para la salud mental de las víctimas. (53) Abordando las consecuencias a nivel socio-familiar, el 90% de los entrevistados, refirió sentir indiferencia ante propuestas de actividades recreativas; y, el 70% manifestó tener dificultad para relacionarse entre familiares y amigos. Estos datos permiten inferir que poseen consecuencias personales a nivel socio-familiar a causa de las situaciones de violencia laboral que sufren en su lugar de trabajo. En base a lo planteado por los autores Rutherford, A. & Rissel, C. (2004) sobre la violencia laboral en una organización del sector de salud en Australia, la escasa participación en reuniones y eventos es el origen más frecuentemente mencionado por enfermeras. (54) Para Kingma, M. (2006), la violencia también podría tener consecuencias negativas en la organización familiar, dañando la moral de la persona por estar sometido a presiones en el trabajo, provocando mayor estrés que dificultan sus relaciones con la sociedad, cambios constantes de ánimo y, hasta pérdida de confianza en sí mismo, todo por causa de un ambiente de trabajo hostil. (55) 42 Conclusiones De acuerdo a los resultados obtenidos, se cumplió con el objetivo del estudio que fue conocer las consecuencias de las situaciones de violencia ocupacional a las que están expuestas las(os) enfermeras(os), llegando a la conclusión que dichas consecuencias se presentan a nivel personal; siendo las más afectadas en las áreas físicas y socio-familiar. Según comentarios de los enfermeros, estas consecuencias alteran su rendimiento e integridad social. Este estado de vulnerabilidad e inseguridad se refleja en cuadros de ansiedad, irritabilidad, tensión, depresión, desgano, incapacidad para concentrarse, dolor de cabeza, fatiga crónica, además de enfermedades de origen psicosomático como alergias y trastornos gastrointestinales. La violencia ocupacional afecta prácticamente a todos los sectores y categorías de trabajadores, pero puede constatarse que la incidencia mayor del maltrato y la violencia se da en el ámbito laboral de la enfermería la cual interfiere en la calidad asistencial y pone en peligro la dignidad personal y la autoestima del profesional. Las consecuencias negativas de esa violencia generalizada repercuten fuertemente en la prestación de los servicios de atención de salud, y pueden dar lugar a deterioro de la calidad de los cuidados dispensados y a decisiones de los trabajadores de abandonar las profesiones de atención de salud. Esto, a su vez, puede ser causa de que se reduzcan los servicios de salud disponibles para la población en general, y aumenten los costos de la salud. Respecto a las consecuencias de situaciones de violencia ocupacional a nivel profesional, no se identificaron datos significativos. Es indudable que este estado de salud repercute en la productividad de las(os) enfermeras(os): reducción de la calidad de su trabajo, ausentismo, abandono físico y estético, desvalorización, accidentes en el manejo de materiales o instrumental, entre otros. Esta desmotivación laboral es llevada por la víctima también a su hogar y a su vida social, replegándose cada vez más en el ámbito privado y automarginándose de la participación activa y por lo tanto, afectando a toda la comunidad. Teniendo en cuenta la definición conceptual de la variable que se utilizó como marco referencial el modelo conceptual de Chapell y Di Martino (56) - basado en el modelo de Poyner y Warner – se reconoce que las “Consecuencias de las situaciones de violencia ocupacional” efectivamente están referidas a los incidentes que cualquier 43 empleado sufre en su lugar de trabajo, viéndose afectado por algún abusado, amenaza o de sentirse atacado por un miembro como lo son los pacientes, compañeros de trabajo y superiores, así mismo, se considera que no sólo la violencia física provoca grandes impactos en la salud del trabajador, sino aquella que se infringe a través de un comportamiento repetitivo que gradualmente daña la integridad psicológica del afectado, pudiendo llegar a tener repercusiones de mayor cuantía que la violencia física. Estas consecuencias derivadas de situaciones de violencia ocupacional, repercuten notablemente en el área profesional y personal de manera física y psicológica, alterando tanto su rendimiento como su integridad social. Las consecuencias de esta violencia van desde la disminución en la calidad de los servicios de salud hasta miedo, fobias, tensión, depresión, desgano, abulia, incapacidad para concentrarse, dolor de cabeza, perturbaciones del sueño y enfermedades de origen psicosomático como alergias y trastornos gastrointestinales. Existe la creencia generalizada de que en ciertas ocupaciones es inherente un cierto grado de violencia o que ésta es impredecible, como una parte misma del trabajo. El trabajador asume el riesgo de sufrir actos violentos, lo que puede conllevar la pasividad o la imposibilidad de hacer algo. Por otro lado, creer que la violencia en el trabajo es aleatoria e impredecible puede llevar a considerar que los programas preventivos sean innecesarios. Por el contrario, muchos actos violentos pueden ser prevenidos. La violencia requiere de un enfoque integrado de prevención de conductas y de atención reparadora a las víctimas. 44 Algunas recomendaciones y medidas a tener en cuenta Las medidas preventivas o correctoras que se pueden adoptar depende en primer lugar, de las consecuencias a nivel físico que sufren las(os) enfermeras(os) a causa del tipo de violencia ocupacional, y en segundo lugar, las consecuencias a nivel socio-familiar. Mejorando estos aspectos, se tendrá como objetivo lograr un entorno laboral positivo, poniendo en práctica políticas de prevención eficaces y definiendo procedimientos ágiles y adecuados para la solución de los problemas de violencia que se constaten e impedir su repetición. A. Medidas referentes al procedimiento de trabajo 1. Generar un sistema que permita comunicar a los superiores cualquier preocupación que tenga sobre su seguridad e informar inmediatamente por escrito de cualquier incidente. 2. Asegurar el número de trabajadores es el adecuado para cada tarea y para cada momento del día. 3. Rotar puestos de alto riesgo de forma que la misma persona no esté siempre sujeta al mismo riesgo. 4. Cerciorarse de que la atención al usuario está adecuadamente diseñada y gestionada. 5. Establecer procedimientos de emergencia claros sobre qué hacer y dónde ir en caso de incidente, adecuados a cada instalación. 6. Dar a los trabajadores información adecuada y apropiada sobre procedimientos y sistemas de trabajo. 7. Impartir formación específica sobre cómo manejar situaciones de violencia en el puesto de trabajo. 8. Realizar información y formación en la detección y manejo de conflictos. B. Medidas referentes al entorno 1. Posibilitar al personal una buena visibilidad e iluminación para la observación de las áreas de trabajo. 2. Establecer algún sistema (sonoro o de iluminación) para poder pedir ayuda rápidamente. 45 3. Colocar servicios de seguridad en la entrada principal, junto a la vía de tránsito de los usuarios. 4. Establecer mecanismos que permitan la identificación del agresor. 5. Dotar de medidas de seguridad como cámaras u otros sistemas de seguridad en los lugares que sean necesarios, si procede. 6. Proporcionar equipo apropiado de comunicación para el personal. 7. Colocar los artículos de valor fuera del alcance de los usuarios. 8. Controlar las entradas, salidas, puntos de riesgo, etc. A nivel institucional, se recomienda que la política de la organización debe implicar y comprometer a todos los participantes, e igualmente realizar un análisis de la situación de la institución con la participación activa de los trabajadores: discusiones en grupo, entrevistas individuales, cuestionarios diseñados al efecto, sistemas de registros, partes de incidentes, denuncias, información de seguridad, comités de seguridad y salud, información de la policía y estudio del entorno en el que se sitúa el centro de trabajo. 46 BIBLIOGRAFÍA BARUDY, J. Violencia agresiva y violencia ideológica en la fenomenología. En: Violencia en la cultura: riesgos y estrategias de intervención. Editora Oriana Vilches Alvarez. Sociedad Chilena de Psicología Clínica, Chile. 2000. BAUMANN A. Y COLS. Commitment and Care: The benefits of a healthy wrkplace for nurses, their patients and the system – A Policy Synthesis. 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S__________/________D Tengo el agrado de dirigirme a Usted a fin de poner en conocimiento que la enfermera García, Nancy es alumna regular de la cátedra de Taller de Trabajo Final y está elaborando un informe de investigación sobre el tema de “Consecuencias de las situaciones de violencia ocupacional a las que están expuestas las(os) enfermeras(os) en el Servicio de Emergencia del Hospital, durante los meses de julio a agosto de 2011”. Por tal motivo se solicita su inapreciable colaboración, que consiste en facilitar la información que requieran y/o permitir la consulta de documentación. Sin otro particular y agradeciendo su intervención, la saluda atte. ____________________________________________ PROF. LIC. MIRTA PIOVANO CATEDRA DE TALLER DE TRABAJO FINAL 51 CARTA DE AUTORIZACIÓN A LA JEFA DE ENFERMERÍA UNIVERSIDAD NACIONAL DE CÓRDOBA FACULTAD DE CIENCIAS MÉDICAS ESCUELA DE ENFERMERÍA Córdoba,................................................ HOSPITAL SUBREFERENTE ÁREA DE SAN JOSÉ DE LA DORMIDA PROVINCIA DE CÓRDOBA A LA JEFA DEL SERVICIO DE ENFERMERÍA ……………………………………………………… S_________________/__________________D Tengo el agrado de dirigirme a Usted a fin de poner en conocimiento que la enfermera García, Nancy es alumna regular de la cátedra de Taller de Trabajo Final y está elaborando un informe de investigación sobre el tema de “Consecuencias de las situaciones de violencia ocupacional a las que están expuestas las(os) enfermeras(os) en el Servicio de Emergencia del Hospital, durante los meses de julio a agosto de 2011”. Por tal motivo se solicita su inapreciable colaboración, que consiste en facilitar la información que requieran y/o permitir la consulta de documentación. Sin otro particular y agradeciendo su intervención, la saluda atte. ____________________________________________ PROF. LIC. MIRTA PIOVANO CATEDRA DE TALLER DE TRABAJO FINAL 52 CONSENTIMIENTO INFORMADO El propósito de esta ficha de consentimiento es proveer a los participantes en esta investigación con una clara explicación de la naturaleza de la misma, así como de su rol en ella como participantes. La presente investigación es conducida por la Licenciada Mirta Piovano, de la Escuela de Enfermería de la Universidad Nacional de Córdoba. La meta de este estudio es conocer las Consecuencias de las situaciones de violencia ocupacional a las que están expuestas las(os) enfermeras(os) en el Servicio de Emergencia, durante los meses de julio a agosto de 2011. Si Usted accede a participar en este estudio, se le pedirá responder preguntas en una entrevista. Esto tomará aproximadamente 25 minutos de su tiempo. Lo que conversemos durante estas sesiones se transcribirá en un cuestionario, de modo que la investigadora pueda plasmar las ideas que Usted haya expresado. La participación en este estudio es estrictamente voluntaria. La información que se recoja será confidencial y no se usará para ningún otro propósito fuera de los de esta investigación. Sus respuestas al cuestionario en la entrevista serán codificadas. Si tiene alguna duda sobre este proyecto, puede hacer preguntas en cualquier momento durante su participación en él. Igualmente, puede retirarse del proyecto en cualquier momento sin que eso lo perjudique en ninguna forma. Si alguna de las preguntas durante la entrevista le parecen incómodas, tiene Usted el derecho de hacérselo saber a la investigadora o de no responderlas. Desde ya le agradecemos su participación. Acepto participar voluntariamente en esta investigación. he sido informado(a) de que la meta de este estudio es conocer las Consecuencias de las situaciones de violencia ocupacional a las que están expuestas las(os) enfermeras(os) en el Servicio de Emergencia, durante los meses de julio a agosto de 2011. Me han indicado también que tendré que responder cuestionarios y preguntas en una entrevista, lo cual tomará aproximadamente 25 minutos. Reconozco que la información que yo provea en el curso de esta investigación es estrictamente confidencial y no será usada para ningún otro propósito fuera de los de este estudio sin mi consentimiento. He sido informado(a) de que puedo hacer preguntas sobre el proyecto en cualquier momento y que puedo retirarme del mismo cuando así lo decida, sin que esto acarree perjuicio alguno para mi persona. De tener preguntas sobre mi participación en este estudio, puedo despejar mis dudas con la investigadora de este proyecto. Entiendo que una copia de esta ficha de consentimiento me será entregada, y que puedo pedir información sobre los resultados de este estudio cuando éste haya concluido. Nombre del participante Firma del participante Fecha 53 CÉDULA DE ENTREVISTA Estimada(o) Colega: Soy alumna de la Cátedra de Taller de Trabajo Final de la Carrera de la Licenciatura en Enfermería, estoy llevando a cabo un estudio que tiene como propósito conocer las consecuencias de las situaciones de violencia ocupacional a las que se encuentra expuesta enfermería. Sus respuestas serán confidenciales. Desde ya, agradezco su colaboración! 1) ¿Estuvo expuesta(o) a algún tipo de situación violenta en su lugar de trabajo? SI 2) NO ¿Qué tipo de situaciones? ……………………………………………………………………………………… 3) ¿Con qué frecuencia? ……………………………………………………………………………………… 4) ¿Piensa Ud. que estos actos de violencia laboral traen como consecuencia una reducción en los cuidados de salud dispensados al paciente? ……………………………………………………………………………………… 5) ¿Cómo repercuten estas situaciones en la atención a los pacientes? ……………………………………………………………………………………… 6) Considera que la exposición a situaciones de violencia laboral causan el ausentismo? SI NO Por qué? ………...………………………………………………………………… 54 7) ¿A sufrido algún tipo de accidentes en el manejo de material o manipulación de instrumental últimamente? SI NO ¿Asocia estos accidentes a las situaciones de violencia vividos? ……………………………………………………………………………………… ¿Podría indicar cómo fueron esos accidentes? ……………………………………………………………………………………… 8) ¿Piensa que las situaciones de violencia laboral, traen dificultades para relacionarse con sus compañeros de trabajo? SI NO Por qué? ………...………………………………………………………………… 9) Presenta Ud. con cierta frecuencia… Cefaleas Trastornos gastrointestinales Contracturas musculares frecuentes Alteraciones del sueño Desgano para realizar cualquier tarea Descuido en el arreglo personal Otros Cuáles?.................................................................................... 10) ¿Tienen estos malestares relación con las situaciones laborales vividas? ……………………………………………………………………………………… 11) Como consecuencia de esta violencia, Ud.: Siente miedo frecuentemente Posee sentimientos de tristeza de manera recurrente Presenta dificultades para concentrarse y/o concretar tareas Otros Cuáles? …………………………………………………………… 55 12) En cuanto a su entorno social y familiar, Ud.: Se muestra indiferente ante propuestas de actividades recreativas o de ocio. Presenta dificultades para relacionarse con sus familiares y/o amigos Otros Cuáles? …………………………………………………………… 13) Estas dificultades ¿Tienen con las situaciones laborales que ha vivido? ……………………………………………………………………………………… ¡Gracias por su cooperación! 56