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MODELO PARA LA PRÁCTICA Medias de compresión para el tratamiento del linfedema El linfedema y la confección y clasificación de las medias de compresión Evidencia sobre el uso de las medias de compresión en el linfedema La importancia de las medias de compresión en el linfedema de la extremidad inferior P R OY E C TO L I N F E D E M A UNA PERSPECTIVA EUROPEA PATROCINADO POR UNA BECA DE FORMACIÓN DE BSN MEDICAL DIRECTOR EDITORIAL Lisa MacGregor ASESOR EDITORIAL PRINCIPAL Christine Moffatt Profesora de Enfermería y Codirectora, Centre for Research and Implementation of Clinical Practice, Faculty of Health and Social Sciences, Thames Valley University, Londres, RU Las opiniones expresadas en esta publicación son las de los autores y no se corresponden necesariamente con las de BSN medical. ESTE DOCUMENTO ESTÁ AVALADO POR: British Lymphology Society (BLS, GB) Deutschen Gesellschaft für Lymphologie (DGL, Alemania) Fysioterapeuters Faggruppe for Lymfødembehandling (FFL, Dinamarca) Gesellschaft Deutschsprachiger Lymphologen (GDL, Alemania) Lymphoedema Association of Australia (LAA, Australia) Lymphology Association of North America (LANA, EEUU) National Lymphedema Network (NLN, EEUU) Nederlands Lymfoedeem Netwerk (NLN, Holanda) Norsk Lymfødemforening (NLF, Noruega) Österreichische Lymph-Liga (Austria) Professor Corradino Campisi en nombre de la Sociedad Italiana de Linfangiología (SIL, Italia) Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (SERMEF, España) Société Française de Lymphologie (SFL, Francia) Schweizerische Gesellschaft für Lymphologie (SGL, Suiza) Svensk Förening för Lymfologi (SFL, Suecia) © MEP LTD, 2006 CONSULTOR EDITORIAL Peter Mortimer Profesor de Medicina Dermatológica y Ciencias Cardiacas y Vasculares (Unidad de Dermatología), St George’s, University of London, Londres, RU Hugo Partsch Profesor de Dermatología, Universidad de Medicina, Viena, Austria ASESORES EDITORIALES Rebecca Billingham Enfermera especialista en tratamiento del linfedema, Hartshill Orthopaedic and Surgical Unit, University Hospital of North Staffordshire, Stoke-on-Trent, RU; Chair, British Lymphology Society (BLS) Robert Damstra Dermatólogo, Departamento de Dermatología, Flebología y Linfología, Hospital Nij Smellinghe, Drachten, Holanda Etelka Földi Directora Médico, Földiklinik, Hinterzarten, Alemania Isabel Forner Cordero Especialista en Rehabilitación y Medicina Física, Unidad de Linfedema, Hospital Universitario La Fe, Valencia, España Sandro Michelini Jefe de la Unidad de Rehabilitación Vascular y del Hospital de Día, Departamento de Rehabilitación Vascular, Ospedale San Giovanni Battista, Roma, Italia Winfried Schneider Director Médico, Klinik “Haus am Schloßpark”, Bad Berleburg, Alemania Stéphane Vignes Internista, Jefe de la Unidad de Linfología, Hôpital Cognacq-Jay, París, Francia PUBLICADO POR Medical Education Partnership (MEP) Ltd 53 Hargrave Road, Londres N19 5SH, RU Tel: +44 (0)20 7561 5400 Email: info@mepltd.co.uk DIRECTOR DE TRATAMIENTO DE LAS HERIDAS Suzie Calne Reservados todos los derechos. Esta publicación no podrá ser reproducida, copiada o transmitida sin una autorización por escrito. Ninguna parte de esta publicación podrá ser reproducida, copiada o transmitida salvo que exista una autorización escrita según lo dispuesto en la Ley británica de los Derechos de autor, Diseños y Patentes de 1988 (Copyright, Designs & Patents Act 1988) o conforme a las condiciones estipuladas en un determinado contrato de licencia que permita su copia limitada establecida por la Agencia de Licencias de derechos de Autor (Copyright Licensing Agency), sita en 90 Tottenham Court Road, Londres, W1P 0LP. PARA CITAR ESTE DOCUMENTO MENCIÓNESE LO SIGUIENTE: Lymphoedema Framework. Template for Practice: compression hosiery in lymphoedema. London: MEP Ltd, 2006. DIRECTOR DE LA PUBLICACIÓN Jane Jones DIRECTOR DE PROYECTOS EDITORIALES Kathy Day DISEÑADOR Jane Walker IMPRESO POR Viking Print Services, RU TRADUCCIÓN PARA EDICIONES EXTRANJERAS RWS Group, Medical Translation Division, Londres, RU SECRETARÍA DE LYMPHOEDEMA FRAMEWORK Centre for Research and Implementation of Clinical Practice Thames Valley University, 32-38 Uxbridge Road, Londres, RU Tel: +44 (0)20 280 5020. Web: www.lf.cricp.org MODELO PARA LA PRÁCTICA Medias de compresión para el tratamiento del linfedema CJ Moffatt El Proyecto Linfedema (Lymphoedema Framework) es una asociación fundada en Gran Bretaña con el objetivo de realzar la importancia del linfedema y de mejorar las pautas de su tratamiento mediante la participación de médicos especialistas, médicos generales, grupos de pacientes, organismos sanitarios y la industria del tratamiento de las heridas y de las medias de compresión. RESUMEN Este documento está orientado hacia las medias de compresión para el tratamiento del linfedema de la extremidad inferior. Bibliografía: 1. Boccardo F, Michelini S, Zili A, Campisi C. Epidemiology of lymphedema. Phlebolymphology 1999; 26: 25-29. CBE, FRCN, Profesora de Enfermería y Codirectora, Centre for Research and Implementation of Clinical Practice, Faculty of Health and Social Sciences, Thames Valley University, Londres, RU. Antigua presidenta, European Wound Management Association (EWMA) Aunque se calcula que el linfedema afecta a 140 millones de personas en el mundo1, la sensación en Europa es que ésta es una enfermedad rara para la que apenas existe tratamiento. Sin embargo, cada vez es más evidente que el linfedema y la disfunción venolinfática son trastornos relativamente frecuentes y que una actuación experta puede aliviar el intenso sufrimiento que producen. La serie Template for Practice es una iniciativa didáctica reciente concebida para realzar la importancia del linfedema y para mejorar las pautas de su tratamiento mediante una información concisa, oportuna y muy práctica. En este número, Medias de compresión para el tratamiento del linfedema, se reconoce que las medias de compresión cumplen una función fundamental en el tratamiento del linfedema de la extremidad inferior. La orientación que se proporciona es una síntesis del trabajo llevado a cabo por el Proyecto Linfedema con pacientes, médicos y industria. Ahora, la experiencia internacional del grupo editorial ha trasladado la orientación al ámbito europeo. El Proyecto Linfedema rinde homenaje al trabajo realizado en países tales como Francia, Alemania, Países Bajos y España, donde se facilita el reembolso de las prendas de compresión. La elaboración de las propias directrices del Proyecto Linfedema ha influido en la decisión del Ministerio de Sanidad del Reino Unido de incluir las prendas de compresión para el tratamiento del linfedema en su catálogo de tarifas (UK Drug Tariff ) a partir del 1 de marzo de 2006. Para utilizar de manera óptima la variedad de prendas de compresión disponibles, los médicos necesitan comprender la importancia de los aspectos técnicos de la confección de las medias, así como la teoría de la presoterapia. Además, deben ser conscientes de la diversidad y complejidad de las necesidades que presentan los pacientes con linfedema y adecuar el enfoque terapéutico para proporcionar una media eficaz que se ajuste correctamente, que resulte cómoda y que favorezca su uso prolongado. En el primer artículo, Clark y Krimmel describen la confección básica de las medias de compresión y cómo influyen las características del tejido en su eficacia clínica. A continuación se comenta el alcance de las normativas de las medias de compresión y se comparan diferentes clasificaciones de la compresión. En el segundo artículo se comenta la evidencia que respalda el uso de las medias de compresión para el tratamiento del linfedema. Partsch y Jünger explican la fisiopatología del linfedema, de la disfunción venolinfática y del edema por descompresión, así como el mecanismo de acción de la terapia de compresión. También ofrecen un resumen de los estudios sobre la eficacia de las medias de compresión y comentan las consecuencias clínicas de un nuevo parámetro de los dispositivos de compresión: el “índice de rigidez estática”. El último artículo es una guía práctica para la toma de decisiones sobre el uso de las medias de compresión en el tratamiento del linfedema de la extremidad inferior. Se presenta una clasificación nueva para las medias de compresión que abarca las descripciones clínicas del linfedema existentes en Europa. Mediante unas explicaciones claras se conduce al facultativo a través de los procesos que intervienen en el tratamiento con medias de compresión: la decisión de prescribir la prenda; la elección del grado de compresión, del tipo de confección y del modelo adecuados; la toma de medidas; y la revisión y control del ajuste de la media. Se hace hincapié en proporcionar una prenda que responda a una perspectiva integral y que satisfaga todas las necesidades del paciente. Sabemos que la base científica que sustenta el tratamiento del linfedema es pequeña y que son necesarias muchas investigaciones para poder establecer un tratamiento definitivo. El Proyecto Linfedema tiene la esperanza de que este modelo de colaboración entre pacientes, médicos e industria se generalice, favorezca el conocimiento del linfedema y estimule la creación de productos innovadores. Mediante la explicación de la base teórica y del uso de las medias de compresión para el tratamiento del linfedema, este documento pretende fomentar el empleo de dichas prendas por parte de facultativos y pacientes, así como transformar la experiencia de los pacientes con linfedema. 1 2 MODELO PARA LA PRÁCTICA El linfedema y la confección y clasificación de las medias de compresión M Clark1, G Krimmel2 Existen numerosos modelos de medias de compresión, abarcando desde las medias por debajo de la rodilla hasta los pantys. El modelo y el grado de compresión prescritos para los pacientes con linfedema dependen de muchos factores, tales como la localización, la extensión y la intensidad de la tumefacción, la capacidad del paciente para aplicar y tolerar la compresión, y las preferencias del paciente. En este artículo se describen la confección y la clasificación de las medias de compresión. El linfedema aparece como consecuencia de un trastorno del drenaje linfático y puede alterar notablemente el tamaño y la forma de la zona afectada1. El tratamiento de la tumefacción de la extremidad abarca diversos métodos dirigidos a reducir la hinchazón local, entre los que se encuentran un tipo especial de masaje (drenaje linfático manual) y la aplicación de vendajes y medias de compresión2,3. PRINCIPIOS DE LA COMPRESIÓN Cuando se ha tomado la decisión clínica razonada de utilizar prendas de compresión, hay que comprobar que la piel de la zona afectada por la tumefacción esté indemne, que el paciente sea capaz de ponerse y quitarse la media y que el tamaño y la forma de la extremidad permitan la aplicación de la media (aunque este último requisito se puede obviar con el uso de prendas a medida)1. Tanto en las medias como en los vendajes compresivos, el grado de compresión alcanzado depende de una interacción compleja entre las características físicas y la confección de la venda o de la media, el tamaño y la forma de la extremidad sobre la cual se va a aplicar y la FIGURA 1 Dibujo esquemático de los hilos estructural e interno en el tejido: punto circular (arriba), punto plano (abajo) CONFECCIÓN DE LA MEDIA La compresión que proporciona la media depende del hilo utilizado y de la técnica empleada para tricotar el hilo hasta para elaborar el tejido del producto final. Hilo hilo estructural hilo interno hilo estructural 1. Becario de investigación principal, Wound Healing Research Unit, Cardiff University, Cardiff, RU 2. Director General, BSN-Jobst GmbH, Emmerich am Rhein, Alemania actividad del paciente que lo lleva4. Como principio general, el grado de compresión es directamente proporcional a la tensión con la que se aplica el dispositivo de compresión y está en relación inversa con el tamaño de la extremidad – esta regla general se denomina ley de Laplace4. En las medias de compresión, la tensión está determinada en su mayor parte por los materiales y el método de confección empleados. Los vendajes y medias de compresión se utilizan principalmente para el tratamiento y la prevención de las recidivas de las úlceras venosas de la extremidad inferior y ejercen una presión estática relativamente baja sobre la pierna (hasta un máximo de 46 mmHg en el tobillo)5. Sin embargo, cuando se emplean como parte del tratamiento del linfedema es necesaria una compresión más fuerte, lo cual se consigue con medias de compresión “muy fuerte” capaces de aplicar como mínimo 49 mmHg en el tobillo6. hilo interno En las medias de compresión se utilizan dos sistemas de hilo entretejido que se tricotan juntos para elaborar el tejido de la prenda (Figura 1). El hilo estructural aporta el grosor y la rigidez del tejido tricotado, mientras que el hilo interno proporciona la compresión (para las definiciones véase el Recuadro 1 en la página 4). Los hilos interno y estructural se elaboran enrollando poliamida o algodón alrededor de un núcleo extensible de látex o de elastano (Lycra) (Figura 2). Regulando el recubrimiento se modifica la extensibilidad y la fuerza del hilo, así como el grosor, la textura y el aspecto del tejido tricotado. La compresión de la prenda se incrementa principalmente aumentando el grosor del núcleo elástico del hilo interno, si bien también se puede ajustar el hilo estructural. MODELO PARA LA PRÁCTICA núcleo elástico recubrimiento de poliamida o algodón TABLA 1 Características de los tejidos tricotado plano y circular ¿Cómo se controla la forma? Tejido tricotado plano Variando el número de agujas durante el proceso. El hilo interno se dispone prácticamente sin tensión y no influye en la forma del producto final Número de agujas por pulgada 14-16 (tejido grueso) Grosor del hilo Más grueso – necesario para conseguir un tejido de rigidez y grosor suficientes Técnicas de tricotado FIGURA 2 Confección de los hilos estructural e interno FIGURA 3 Pieza de tejido plano (sin coser) hasta la rodilla Conformada añadiendo y retirando agujas durante el tricotado. FIGURA 4 Prenda de tejido circular hasta la rodilla Conformada moldeando el talón y variando la tensión del hilo interno y el tamaño del punto durante el tricotado. Las dos técnicas de tricotado más utilizadas para confeccionar medias de compresión son el tricotado plano y el tricotado circular. A lo largo de Europa varía el tipo de medias empleadas para el tratamiento del linfedema; en Alemania y Holanda, la mayoría de los pacientes se tratan con medias de tejido tricotado plano, mientras en GB se emplean ambos tejidos, de tejido plano y de tejido circular. Tal y como indica su nombre, la técnica del tricotado plano da lugar a un tejido plano que necesita ser cosido para obtener la prenda final (Figura 3). La técnica del tricotado circular produce un tejido tubular cuya necesidad de acabado para conseguir la prenda final es comparativamente menor (Figura 4). Ambas técnicas de tricotado, plano y circular, se emplean para la elaboración tanto de las medias a medida como de las estándar. Sin embargo, las prendas a medida se hacen casi siempre con tejido tricotado plano porque este método de fabricación se adapta mejor a las deformidades. En la técnica del tricotado plano es posible aumentar o disminuir el número total de agujas que se utilizan durante el tricotado de una prenda concreta con el fin de modificar la anchura y la forma de la pieza tejida con la que se va a confeccionar la prenda definitiva. En el tricotado circular, el número de agujas utilizadas durante la elaboración de una prenda determinada es constante, lo cual reduce el margen de adaptación a la deformidad. No obstante, se puede conseguir alguna variación modificando la tensión del hilo interno y, en menor grado, alterando el tamaño de la puntada durante el tricotado. Por regla general, el tejido tricotado plano es más grueso que el tejido tricotado circular porque se teje con un hilo más grueso y por tanto con menos agujas por pulgada (Tabla 1). Cuando se utiliza un hilo más grueso se produce un material más grueso y rígido que es más adecuado para puentear los pliegues cutáneos y menos propenso a clavarse o causar un efecto torniquete. El acabado de las medias de tejido circular, más fino, las hace más agradables desde el punto de vista estético pero Tejido tricotado circular Principalmente variando la tensión del hilo interno, pero también modificando el tamaño del punto; no se puede cambiar el número de agujas durante el proceso, lo que limita el margen de ajuste 24-32 (tejido fino) Más fino – estéticamente más satisfactorio más propensas a clavarse en la extremidad, especialmente cuando se utilizan durante períodos prolongados. Cuidado de las prendas Los consejos para el cuidado de las medias de compresión tienen como finalidad mantener la eficacia y prolongar la vida de la prenda, y dependen de los materiales y el método de confección empleados. Las cremas oleosas aplicadas sobre la piel que va cubrir la media de compresión perjudican al hilo y por ello afectan a la eficacia de la prenda. Lo mejor es lavar las prendas a mano o a máquina a la temperatura recomendada, todos los días o cada dos días. Además de proporcionar limpieza, el lavado permite a los hilos recuperar su forma después de haber permanecido extendidos durante su uso y conservar la correcta compresión. Las medias deben dejarse secar sin entrar en contacto directo con el calor, el cual puede deteriorar el hilo. Por lo general, el deterioro del núcleo elástico debido al uso obliga a sustituir las medias aproximadamente cada seis meses. Sin embargo, en algunos pacientes, como por ejemplo los obesos o los muy activos, el desgaste es más intenso y se hace necesario sustituir las medias con mayor frecuencia. Las prendas de tejido tricotado plano, más gruesas, pueden ser más duraderas que las de tejido circular. NORMATIVAS EUROPEAS Las normativas nacionales para las medias de compresión se han creado principalmente como requisito indispensable para el reembolso. Abarcan parámetros tales como los métodos de evaluación, la especificación del hilo, el gradiente de compresión y la durabilidad. Entre los países europeos existen pocas normativas nacionales para las medias de compresión, de las cuales son ejemplos la británica BS 6612:19857, la francesa ASQUAL8 y la alemana RAL-GZ 387:20009. Se intentó crear una norma europea (norma preliminar: ENV 12718), pero no se alcanzó un acuerdo y en 2005 fue invalidada10. 3 4 MODELO PARA LA PRÁCTICA TABLA 2 Comparación de la clasificación de las medias según las normas británica, francesa y alemana de las medias de compresión7-9 Los rangos en mmHg corresponden a la presion aplicada en el punto B (mínima circunferencia en tobillo) por las medias de compresión Norma británica Norma francesa Norma alemana BS 6612:1985 ASQUAL RAL-GZ 387:2000 Método de evaluación HATRA IFTH HOSY Clase I 14-17 mmHg 10-15 mmHg 18-21 mmHg Clase II 18-24 mmHg 15-20 mmHg 23-32 mmHg Clase III 25-35 mmHg 20-36 mmHg 34-46 mmHg Clase IV No descrita > 36 mmHg >49 mmHg Las normativas describen los métodos empleados para determinar la compresión gradual que ejercen las medias de compresión sobre la pierna, y su objetivo es la cuantificación in vitro de la presión supuestamente aplicada en diversos puntos de la extremidad. Para clasificar las medias en las clases de compresión I-IV se utiliza la compresión medida en el tobillo. Sin embargo, el intervalo de presión que define cada clase varía entre las diferentes normativas, y durante la evaluación se utilizan tres técnicas distintas para determinar la compresión (Tabla 2). Normativas y el tamaño y forma de la extremidad RECUADRO 1 Definición de los parámetros ■ Compresión – presión aplicada ■ ■ ■ ■ sobre la extremidad por parte de la prenda acabada. Fuerza – medida de la facilidad con que se extiende el hilo. Un hilo más fuerte es menos fácil de extender y aplicará mayor compresión. Rigidez – medida de la flexibilidad del tejido. Un tejido rígido es mejor para puentear los pliegues cutáneos y es menos propenso a clavarse en la piel. Extensibilidad – medida de la capacidad de elongación del hilo. Una gran extensibilidad se asocia a mayor facilidad para ponerse la prenda. Grosor – grosor del tejido o del hilo. Un hilo más grueso produce un tejido más grueso. Por lo general, un tejido grueso es más rígido que un tejido fino, pero se tolera peor desde el punto de vista estético. Aunque algunos pacientes con deformidad de la extremidad necesitan prendas a medida, la mayoría de las normativas sólo tienen en cuenta las prendas estándar. Una excepción es la norma alemana, y en Alemania se aconseja utilizar prendas a medida para el tratamiento del linfedema. Las normativas nacionales atienden exclusivamente a la definición de la presión ejercida sobre la extremidad inferior. En las normativas actuales no se describe cómo clasificar la compresión que aplican las mangas sobre la extremidad superior. A pesar de ello, los fabricantes ofrecen una amplia gama de productos para la extremidad superior que están bien clasificados de acuerdo con la compresión que producen. Normativas y la orientación clínica Las normativas son muy útiles para garantizar el grado aproximado de compresión ejercida por un producto concreto y constituyen la base de las estrategias de reembolso local. Sin embargo, contienen poca información acerca del uso de las prendas de compresión para el tratamiento del linfedema. Esta ausencia de orientación clínica impulsó en Holanda la creación de unas directrices para la prescripción y el uso de diversos tipos de prendas de compresión en el linfedema11. Las prendas de compresión se incluyeron hace muy poco tiempo en el catálogo de tarifas británico (UK Drug Tariff) en función de una nueva clasificación clínica de las prendas de compresión que está en concordancia con otras normativas europeas6. CONCLUSIÓN Comprender cómo afecta la confección de las medias, en especial la técnica de tricotado, a la eficacia de la prenda, ayuda a los facultativos a elegir las medias más adecuadas para sus pacientes. Las normativas nacionales actuales se crearon para orientar a los fabricantes y para clasificar las prendas de acuerdo con la compresión ejercida. La clasificación de las medias de compresión es inconstante entre los distintos países de Europa. En el futuro, la ampliación de las normativas podría abarcar las mangas de compresión y, en los países en los que aún no están incluidas, las prendas a medida. Las normativas no se concibieron para definir de forma general el complicado campo del tratamiento del edema. La elaboración de unas directrices clínicas que relacionen las medias de compresión clasificadas según las normativas con los parámetros clínicos ayudará de manera considerable a los médicos que tratan el linfedema. Es fundamental que los facultativos recuerden que la presión real ejercida por una prenda correspondiente a una determinada clase de compresión depende de numerosos parámetros del paciente y del facultativo. BIBLIOGRAFÍA 1. Regnard C, Allport S, Stephenson L. ABC of palliative care. Mouth care, skin care, and lymphoedema. BMJ 1997; 315(7114): 1002-25. 2. Földi E, Földi M, Weissleder H. Conservative treatment of lymphoedema of the limbs. Angiology 1985; 36(3): 171-80. 3. Ko DS, Lerner R, Klose G, Cosimi AB. Effective treatment of lymphedema of the extremities. Arch Surg 1998; 133(4): 452-58. 4. Clark M. Compression bandages: principles and definitions. In: European Wound Management Association (EWMA). Position Document: Understanding compression therapy. London: MEP Ltd, 2003; 5-7. 5. Coull A, Clark M. Best practice statement for compression hosiery. Wounds UK 2005; 1(1): 70-79. 6. Doherty D, Morgan P, Moffatt C. Role of hosiery in lower limb lymphoedema. In: Lymphoedema Framework. Template for practice: compression hosiery in lymphoedema. London: MEP Ltd, 2006; 10-21. 7. British Standards Institution. Specification for graduated compression hosiery. BS 6612:1985. London: BSI, 1985. Available from: www.cenorm.be/catweb. 8. Certificat de qualite-produits. Referentiel technique prescrit pour les ortheses elastiques de contention des membres. Paris: ASQUAL, 1999. 9. Deutsches Institut für Gütesicherung und Kennzeichnung. Medizinische Kompressionsstrümpfe RAL-GZ 387. Berlin: Beuth 2000. Available from: www.beuth.de. 10. CEN/Technical Committee 205/WG2. Medical compression hosiery. Draft for Development DD ENV 12718: 2001. Available from: www.cenorm.be/catweb. 11. Hulpmiddelenkompas. Therapeutische Elastische Kousen. Netherlands, Amstelveen: College voor Zorgverzekeringen, 2002. Available from: www.lymfoedeem.nl (accessed March 2006). MODELO PARA LA PRÁCTICA Evidencia sobre el uso de las medias de compresión en el linfedema H Partsch1, M Jünger2 La práctica clínica debe basarse en la aplicación de estrategias de tratamiento respaldadas por datos científicos. En este artículo se reúnen los datos disponibles acerca del mecanismo de acción y la eficacia de las medias de compresión en el tratamiento del linfedema y se comentan las posibles consecuencias clínicas de los cambios que sufre la presión debajo de la media en las diferentes posiciones de la extremidad y durante distintas actividades. 1. Profesor de Dermatología, Universidad de Medicina, Viena, Austria 2. Profesor de Dermatología, Universidad de Ernst-Moritz-Arndt, Greifswald, Alemania Las medias son el método de compresión que más se utiliza para el tratamiento a largo plazo del linfedema de la extremidad inferior. Sin embargo, existen pocas pruebas científicas que justifiquen el uso de las medias de compresión en esta enfermedad. Así pues, en este artículo se incluyen los resultados de estudios realizados con métodos de compresión diferentes de las medias de compresión y en enfermedades distintas del linfedema para describir los posibles efectos de las medias de compresión sobre la fisiopatología del linfedema. FISIOPATOLOGÍA El edema se produce como consecuencia de un aumento del volumen del líquido intersticial. El sistema linfático interviene en todos los tipos de edema, ya que una de sus funciones consiste en evacuar el líquido intersticial. A pesar de ello, el término “linfedema” en su sentido más estricto sólo se utiliza cuando la formación del edema se asocia a una lesión física o a una anomalía del sistema linfático1. El sistema linfático también se puede dañar como consecuencia de diversos tipos de edema de larga duración. Por ejemplo, en las flebopatías graves a veces se observa una lesión secundaria de los vasos linfáticos (lo que se denomina “disfunción venolinfática”): ■ La trombosis venosa profunda y el síndrome postrombótico se acompañan de una lesión de los vasos linfáticos subfasciales profundos asociada a la lesión de las venas profundas2. ■ Las alteraciones físicas de los vasos linfáticos prefasciales se observa también en las zonas de lipodermatoesclerosis y en las úlceras venosas de la extremidad inferior de pacientes con insuficiencia venosa crónica y grave3. MECANISMOS DE ACCIÓN DE LAS MEDIAS DE COMPRESIÓN En el tratamiento del linfedema, el término 'terapia de compresión' engloba toda una gama de métodos terapéuticos que van desde el vendaje multicapas inelástico (de corta extensibilidad) hasta las medias de compresión y la compresión neumática intermitente. Las medias de compresión cumplen numerosas funciones en el tratamiento del linfedema, incluida la profilaxis, el tratamiento inicial y el tratamiento a largo plazo4. En la Tabla 1 se citan los mecanismos de acción y los efectos de la terapia de compresión en el linfedema que se consideran más importantes y más aplicables a las medias de compresión. Uno de los principales efectos de la terapia de compresión en cualquier tipo de hinchazón, sea cual sea la causa, es la disminución de la acumulación de líquido intersticial en exceso. La compresión externa se opone a la filtración de líquido desde los capilares hacia el tejido y de este modo reduce la carga linfática. Cuando existe una flebopatía primaria, la terapia de compresión reduce además el reflujo venoso y mejora el retorno venoso. El descenso resultante de la hipertensión venosa en deambulación disminuye la presión intravenular y la extravasación de líquido. La reducción de volumen que se consigue mediante la compresión se debe principalmente a una disminución en el contenido de agua del tejido; la cantidad de proteínas que se elimina es proporcionalmente menor. El aumento relativo de la concentración de proteínas eleva la presión oncótica intersticial, lo cual puede causar un edema por descompresión o de rebote al interrumpir la compresión externa5. En el mejor de los casos, la presión externa aplicada mediante las medias de compresión debe ser justo la suficiente como para contrarrestar la presión de filtración capilar. Dado que la presión de filtración en la extremidad inferior aumenta en bipedestación, las medias de compresión deberían ejercer más presión en posición vertical que en decúbito supino. ESTUDIOS CLÍNICOS CON PRENDAS DE COMPRESIÓN EN EL LINFEDEMA Se han realizado pocos estudios clínicos 5 6 MODELO PARA LA PRÁCTICA TABLA 1 Mecanismos y efectos de la terapia de compresión en el linfedema Mecanismo Aumento de la presión intersticial Desplazamiento del fluido hacia zonas no comprimidas Aumento de la reabsorción de linfa y estimulación de la contracción de los vasos linfáticos Descomposición del tejido fibroesclerótico Mejoría del bombeo venoso en pacientes con disfunción venolinfática Efecto Disminución de la filtración capilar6-8 y de la producción de linfa; disminución del volumen de la extremidad Aumento del volumen proximal, alojado en los linfáticos funcionalmente normales de esa región y ayudado por el drenaje linfático manual9 Mejoría del movimiento de la linfa, demostrado mediante linfogammagrafía10 y medición intralinfática del flujo y la presión11,12 Ablandamiento tisular, demostrado mediante ecografía13 y durometría14 Aumento del volumen de sangre expulsado; disminución del reflujo venoso y de la hipertensión venosa en deambulación15 controlados que investiguen la importancia de la terapia de compresión (con prendas de compresión o con vendajes) en el tratamiento del linfedema. En una conferencia de consenso internacional celebrada en 2003 y con la atención concentrada en los datos que justifican la terapia de compresión se identificaron cuatro estudios controlados y aleatorizados sobre el tratamiento del linfedema16. Uno de ellos comparaba los vendajes de compresión con las prendas de compresión17; los tres estudios restantes investigaban la eficacia de los tratamientos complementarios, tales como el drenaje linfático manual y la electroestimulación18-21. En un estudio más moderno se investigaron los efectos del drenaje linfático manual en el linfedema posmastectomía tratado mediante vendaje compresivo22. Prendas de compresión frente a versus vendajes de compresión En el único estudio que comparó los vendajes de compresión con las prendas de compresión se trataron 83 pacientes con linfedema primario FIGURA 1 Efecto de las medias de compresión sobre la función linfática en la lipodermatoesclerosis27 La linfografía indirecta con inyección intradérmica de un medio de contraste hidrosoluble en una zona de lipodermatoesclerosis secundaria a una insuficiencia venosa crónica y grave muestra unos linfáticos iniciales irregulares y extravasación del medio de contraste hacia el tejido (izquierda). Después de dos años utilizando medias de compresión de 30-40 mmHg se observa un llenado de colectores linfáticos normales y una ausencia de extravasación (derecha). o secundario de las extremidades superiores o inferiores bien mediante vendaje multicapas seguido de medias o mangas de compresión o bien sólo mediante medias o mangas de compresión. El vendaje seguido de prendas de compresión producía una disminución del volumen de la extremidad mayor y más duradera que la conseguida con las prendas de compresión como tratamiento aislado17. Prendas de compresión para el tratamiento a largo plazo Varios estudios han demostrado la eficacia de las prendas de compresión en el linfedema de diferentes tipos y localizaciones anatómicas. En un estudio se observó que el uso de la manga elástica durante un período que osciló entre una semana y seis meses redujo el edema posmastectomía de la extremidad superior cerca de un 17%. El tratamiento posterior mediante compresión neumática intermitente durante diez días añadió una disminución significativa del volumen, próxima al 18%. Las recaídas se evitaron continuando el tratamiento con las mangas de compresión23. Se ha demostrado en pacientes con linfedema primario y secundario que las medias de compresión consiguen un efecto clínico prolongado (promedio de seguimiento de 25 meses)24. Los estudios con un seguimiento desde seis meses hasta cinco años indican que las prendas de compresión son eficaces para reducir o mantener el linfedema de las extremidades superiores e inferiores25,26. La lipodermatoesclerosis de la porción distal de la pierna secundaria a una insuficiencia venosa se acompaña de un daño de los linfáticos locales. Así pues, se puede tomar la lipodermatoesclerosis como modelo de linfedema localizado3,27,28. Mediante la ecografía de alta frecuencia, Gniadecka y cols. demostraron que las medias de compresión de las clases I y II (definidas respectivamente como de 18-26 mmHg y de 26-36 mmHg) MODELO PARA LA PRÁCTICA RECUADRO 1 Preguntas para futuros estudios sobre el linfedema ■ A diferentes niveles de compresión, sea cual sea el método con que se aplique, ¿qué grado de disminución del edema cabe esperar en la primera semana del tratamiento inicial y en las semanas siguientes: - en la extremidad inferior? - en la extremidad superior? - en la cabeza/cuello/ tronco/mamas/genitales? - durante el día? - por la noche ■ ¿Qué técnica de compresión y qué materiales consiguen unos resultados óptimos en el tratamiento inicial y en el tratamiento a largo plazo? ■ ¿Qué grado de reducción del edema cabe esperar utilizando sólo medias de compresión? ■ ¿Cuánta presión hace falta para reducir el edema por descompresión en el tratamiento a largo plazo? ■ ¿Qué efectos proporcionan los tratamientos complementarios, y cómo se deben aplicar éstos para conseguir el beneficio máximo? disminuían satisfactoriamente el edema en la lipodermatoesclerosis29. También se ha comprobado que el tratamiento prolongado con medias de compresión normaliza por completo la alteración de los linfáticos iniciales de la piel en la lipodermatoesclerosis (Figura 1)27. Diversos autores han demostrado la importancia que tiene la terapia de compresión a largo plazo en el linfedema24,26,30,31. Sin embargo, la necesidad de una terapia de compresión de mantenimiento de por vida no siempre se refleja en la práctica. Hace algunos años, una encuesta realizada en Francia sobre el uso de la terapia de compresión puso de manifiesto que sólo el 43.5% de los facultativos utilizaban un soporte elástico después de las sesiones de tratamiento activo32. La experiencia actual indica que las medias de compresión siguen estando infrautilizadas en el linfedema por numerosas razones, entre las que se encuentran una prescripción insuficiente y los problemas relativos a la capacidad del paciente para tolerar y utilizar las medias. Futuros estudios Se necesitan más estudios para definir los mecanismos de acción de la terapia de compresión y las pautas de tratamiento óptimas (Recuadro 1). Para que la investigación de estos aspectos resulte eficaz, es fundamental disponer de instrumentos y métodos que: RECUADRO 2 Índice de rigidez estática (IRE) El aumento de la presión de contacto que se produce al pasar de decúbito a bipedestación. ■ cuantifiquen la presión producida por los vendajes o las prendas de compresión ■ comprueben in vivo la eficacia de los métodos y materiales de compresión. PRESIÓN DE CONTACTO E ÍNDICE DE RIGIDEZ ESTÁTICA La presión de contacto es la presión ejercida por un sistema de compresión sobre la superficie cutánea. Se puede medir colocando un transductor de presión entre el sistema de compresión y la extremidad. Cuando el perímetro de la extremidad aumenta a causa de la contracción muscular, la presión de contacto se eleva. Los materiales menos elásticos son más rígidos y producen mayores variaciones en la presión de contacto33. Para medir la presión de contacto hay que colocar el transductor de presión en el lugar de máximo aumento del perímetro de la extremidad durante la contracción muscular. En la pierna, este punto se sitúa sobre la unión musculotendinosa del gemelo interno; los fabricantes de medias de compresión lo denominan B1 (Figura 2)34. El aumento del perímetro de la pierna en este punto se logra mediante la dorsiflexión del pie o pasando de decúbito supino a bipedestación. La elevación de la presión que ocurre al pasar de decúbito a bipedestación constituye el parámetro denominado “índice de rigidez estática” (IRE) (Recuadro 2)35. El material elástico (de larga extensibilidad) que se utiliza para las medias de compresión tiene un IRE más bajo que el material inelástico (de corta extensibilidad) que se utiliza en el vendaje multicapas para el linfedema35. Sin embargo, el IRE aumenta cuando se aplican una sobre otra varias capas de medias36. Cambios de presión bajo el vendaje Gemelo externo Gemelo interno El transductor de presión debe colocarse sobre la piel en este punto FIGURA 2 Colocación del transductor de presión para medir la presión de contacto. Hay que colocar el transductor de presión sobre la piel que recubre la unión musculotendinosa del gemelo interno – este punto se corresponde con el nivel B1 de las medias de compresión. Tendon de Aquiles En la Figura 3 se muestra el efecto del vendaje inelástico o elástico sobre la presión de contacto de la pierna en B1 en diferentes posiciones del cuerpo y durante diferentes actividades en un paciente con úlceras venosas. Con el vendaje inelástico, la presión de reposo en B1 en sedestación es de 48 mmHg (Figura 3a). Al repetir la dorsiflexión en sedestación, la presión asciende hasta 80 mmHg. Cuando el paciente está de pie, la presión se eleva desde 50 mmHg hasta 72 mmHg. Durante la marcha de puntillas, la presión fluctúa entre 45 mmHg y 80 mmHg, y en cuclillas varía entre 60 mmHg y 90 mmHg. La presión de reposo en sedestación con un vendaje elástico es de 51 mmHg (Figura 3b). Cuando el paciente se pone de pie, se produce un aumento moderado hasta alrededor de 59 mmHg. Las fluctuaciones durante el ejercicio 7 MODELO PARA LA PRÁCTICA a grandes variaciones de presión y las mayores amplitudes que produce el material inelástico durante la deambulación influyen de manera importante sobre la liberación de mediadores vasoactivos en el endotelio40. En los pacientes con linfedema, es posible que estos picos de presión contribuyan además a la contracción de los vasos linfáticos, los cuales reaccionan a estímulos intermitentes tales como el latido arterial, la respiración y el masaje. Se desconoce cuál es el intervalo óptimo para estas fluctuaciones de presión, pero es posible que los picos de presión logrados con las medias de compresión, aunque menores, ejerzan efectos parecidos. 100 Presión (mmHg) 80 60 40 Cuclillas Marcha de puntillas Dorsiflexión 20 Sedestación Bipedestación 0 0 20 40 60 80 100 120 140 Tiempo (s) b 100 90 80 Presión (mmHg) 8 70 Cuclillas Marcha de puntillas Dorsiflexión 60 50 40 Sedestación Bipedestación 30 0 10 20 FIGURA 3 Presiones de contacto en la pierna producidas por (a) vendaje inelástico y (b) vendaje elástico 30 40 50 60 Tiempo (s) 70 80 90 100 son mucho menos marcadas que las observadas con el vendaje inelástico. Las figuras nos muestran que la presión en posición vertical es 22 mmHg más alta que en decúbito supino para el material inelástico, pero sólo 8 mmHg más alta para el material elástico36. Esta mayor diferencia entre la presión de contacto en sedestación y en bipedestación que tiene lugar con el vendaje inelástico indica que el material inelástico podría compensar mejor que el material elástico el aumento de la presión hidrostática que ocurre en posición vertical. Por lo tanto, sería previsible que el material inelástico tuviera mayor efecto sobre la reducción de la formación del edema que el material elástico37. Posibles efectos fisiológicos En la insuficiencia venosa crónica se ha observado que un IRE alto, indicado por un cociente elevado entre la presión en actividad y la presión en reposo, se asocia a una mejora de la hemodinámica venosa38,39. Asimismo, las Consecuencias de las medias de compresión La elección de un determinado tipo de medias de compresión para un paciente concreto depende de numerosos factores del paciente y de la enfermedad, y hasta el momento no hay datos definitivos que respalden la elección de una media de una confección específica. Sin embargo, los resultados aquí presentados indican que es posible que las medias con un IRE elevado, como las prendas de tejido tricotado plano, ofrezcan algunas ventajas. Este es un aspecto que hay que seguir investigando. Hoy en día existe una amplia gama de prendas de compresión de tejido tricotado plano estándar. No obstante, hay que señalar que la variedad de medias de tejido circular estándar ha aumentado mucho en los últimos tiempos, y la experiencia clínica indica que el tratamiento del linfedema inicial con estos productos es satisfactorio en algunos pacientes. Cuando existe una deformidad grave, existe la posibilidad de que las prendas de tejido circular, relativamente elásticas, no se ajusten bien y provoquen dolor, lesiones cutáneas y un efecto torniquete. La única solución en estos casos serán las medias de tejido plano a medida. CONCLUSIÓN A pesar de la escasez de datos acerca del uso de las medias de compresión en el tratamiento del linfedema, éstas son una parte importante y ampliamente aceptada del tratamiento. Los resultados de los estudios en los que intervienen otros métodos de compresión, especialmente el vendaje inelástico multicapas para el linfedema, muestran los principios que podrían aplicarse al uso de las medias de compresión. La terapia de compresión para el tratamiento del linfedema tiene como efectos importantes la consecución de un grado de presión continua que aumenta en bipedestación y las MODELO PARA LA PRÁCTICA fluctuaciones de la presión durante la deambulación. Estas características de los sistemas de terapia de compresión están en conexión con su IRE. Así pues, los futuros estudios sobre la terapia de compresión en el linfedema, incluida la importancia de las medias de compresión, deberían relacionar los parámetros de valoración (tales como la disminución del volumen y los criterios de valoración del paciente) con las determinaciones in vivo de la presión de contacto y del IRE. BIBLIOGRAFÍA 1. Földi M, Földi E, Kubik S (eds). Textbook of Lymphology. München, Urban and Fischer, 2003. 2. Haid H, Lofferer O, Mostbeck A, Partsch H. Die Lymphkinetik beim postthrombotischen Syndrom unter Kompressionsverbänden. Med Klin 1968; 63(10): 754-57. 3. Partsch H. Dermal lymphangiopathy in chronic venous incompetence. In: Bollinger A, Partsch H, Wolfe JHN. The Initial Lymphatics. New York, Thieme Stratton Inc 1985; 178-87. 4. Doherty D, Morgan P, Moffatt C. Role of hosiery in lower limb lymphoedema. In: Lymphoedema Framework. Template for practice: compression hosiery in lymphoedema. London: MEP Ltd, 2006; 10-21. 5. 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Profesora de Enfermería y Codirectora, Centre for Research and Implementation of Clinical Practice, Faculty of Health and Social Sciences, Thames Valley University, Londres, RU Las medias de compresión son un elemento fundamental en el tratamiento del linfedema. Sin embargo, las revisiones sistemáticas han puesto de manifiesto una ausencia de datos consistentes que respalden las decisiones terapéuticas1,2,3. En GB, el Proyecto Linfedema reconoció la carencia de datos empíricos y adoptó en consecuencia una rigurosa estrategia de consenso para definir la mejor práctica4. Las recomendaciones que surgieron para el uso de las medias de compresión en adultos con linfedema de la extremidad inferior u otras enfermedades afines, tales como el flebolinfedema y el lipedema, constituyen la base de este artículo. En ellas se hace hincapié en que los pacientes necesitan prendas que satisfagan sus necesidades clínicas y su forma de vida. Las medias de compresión favorecen que el paciente cuide de sí mismo y se pueden utilizar para el tratamiento de todos los estadios clínicos del linfedema de la extremidad inferior5. Su principal indicación es el tratamiento a largo plazo, habitualmente después de un período de tratamiento intensivo (cuidado de la piel, ejercicio, vendaje multicapas inelástico o de corta extensibilidad ± drenaje linfático manual)6. Sin embargo, las medias de compresión también se pueden utilizar para evitar complicaciones en el linfedema subclínico y muy inicial, y después de un tratamiento intensivo con vendaje7. ALGORITMO PARA LA TOMA DE DECISIONES PARA LAS MEDIAS DE COMPRESIÓN En el algoritmo de la página 16 se resumen las recomendaciones, las cuales tienen al paciente como objetivo y fueron concebidas para facilitar una toma de decisiones flexible. Un punto importante es que incluyen la necesidad de explorar la circulación arterial para garantizar la seguridad, en especial cuando se plantea la posibilidad de utilizar una compresión fuerte8. Se relacionan las descripciones clínicas claras de los diferentes estadios del linfedema9 con las recomendaciones del tipo de media a utilizar y la función de otros métodos de compresión. Para utilizar eficazmente este algoritmo, los facultativos deben ser capaces de hacer una valoración experta y de definir el tipo y la gravedad del linfedema. Para garantizar que la toma de medidas y el ajuste sean correctos hay que tener la formación adecuada y conocer la gama de prendas y materiales disponibles10. Los pacientes con un linfedema grave complicado necesitarán la intervención de un especialista. FACTORES CLÍNICOS QUE INFLUYEN EN EL USO DE MEDIAS DE COMPRESIÓN La idoneidad de las medias de compresión para un paciente depende de numerosos factores (Recuadro 1). Para garantizar la comodidad de las prendas y ofrecer un grado de compresión que ayude a controlar la hinchazón, los facultativos deben tener en cuenta dichos factores. Destreza Para ponerse y quitarse unas medias de compresión hace falta una destreza y una fuerza considerables. En el linfedema a veces se necesitan medias de compresión elevada, las cuales pueden suponer un desafío. Para los pacientes con artrosis severa, la colocación y la retirada de estas prendas resultan en ocasiones especialmente difíciles. Las personas muy obesas pueden ser incapaces de tocarse los pies, y en los pacientes con trastornos médicos graves y complicados, como la insuficiencia cardíaca, las medias de compresión a veces son inadecuadas porque el esfuerzo añadido puede exacerbar sus síntomas (es importante señalar que la insuficiencia cardíaca aguda es una contraindicación para las medias de compresión)11. Hay pacientes que necesitan ayudas que faciliten la colocación y retirada de las medias, y algunos creen que las medias de compresión de tejido plano son más fáciles de aplicar que las de tejido circular. Cuando los pacientes son incapaces de utilizar sus medias, hay que enseñar a los cuidadores las técnicas necesarias y explicarles cómo deben vigilar el estado de la MODELO PARA LA PRÁCTICA 1 1 RECUADRO 1 Factores del paciente que influyen en su idoneidad para las medias de compresión ■ Capacidad de utilizar y tolerar las medias de compresión ■ Estado de la piel ■ Estadio y gravedad del linfedema ■ Forma, tamaño y función de la extremidad ■ Constitución del paciente, p. ej., alto, bajo, obeso ■ Estado de la circulación arterial de la extremidad inferior ■ Trastornos médicos concomitantes, p. ej., neuropatía ■ Hábitos, movilidad, edad y situación psicosocial del paciente ■ Preferencias del paciente extremidad. Los pacientes a quienes les resulta difícil quitarse las medias hay que desaconsejarles que las retiren sólo parcialmente tirando de ellas hacia abajo hasta los tobillos. Se debe advertir a pacientes y cuidadores de que la retirada incompleta de la media puede causar un efecto torniquete y una lesión tisular si la prenda queda doblada o enrollada sobre sí misma. Para superar estos problemas, a veces es necesario que el facultativo modifique su elección en cuanto al material, el modelo de prenda y el grado de presión. Resistencia de la piel Un problema que a menudo complica el uso de las medias de compresión es la mala calidad de la piel y su escasa resistencia. Si la piel es muy frágil, será fácil que se lesione. Los problemas cutáneos tales como el eccema varicoso y la linforrea se tratan con las medias adecuadas más el uso de una funda de algodón bajo las medias de compresión. Si el eccema y la linforrea son graves, las medias de compresión posiblemente no serán convenientes y se hará necesario un período de tratamiento intensivo con vendajes hasta estabilizar la situación. Las medias de compresión no se suelen tolerar durante los episodios de celulitis. A veces se puede mantener la compresión mediante un vendaje multicapas inelástico (corta extensibilidad) (VMCI) de poca presión. Si el dolor es demasiado intenso, será necesario interrumpir la terapia de compresión. No obstante, hay que evitar los períodos prolongados sin compresión. Una vez que el dolor y la inflamación hayan remitido suficientemente y el paciente sea capaz de tolerarla, se reanudará la compresión con el grado y/o el método habituales. Una pequeña proporción de pacientes tratados con medias de compresión sufren hipersensibilidad cutánea y alergia a algunos de los componentes de las prendas, tales como el látex, el elastano y los tintes12. La alergia se evita o se soluciona con fundas de algodón para impedir el contacto directo con la piel o cambiando a un producto diferente. Una toma de medidas y un ajuste deficientes, así como una elección inadecuada de la media, pueden dar lugar a una lesión tisular incluso en pacientes con una piel indemne. Alteración de la forma Las medias estándar son adecuadas para los pacientes con una deformidad mínima. En los pacientes que presentan una deformidad importante, a veces es necesario un período de tratamiento intensivo para normalizar la forma antes de poder prescribir una medias de compresión6. El mejor tratamiento para la mayoría de los pacientes que presentan deformidad lo constituyen las medias de tejido plano a medida, las cuales no se doblan, no se retuercen y no hacen torniquete. Las prendas de tejido plano suelen ser más rígidas y por lo tanto previenen mejor el edema por descompresión. Para adaptar las medias de compresión a la alteración de la forma se pueden utilizar rellenos y almohadillas conformadas por debajo de la prenda o incorporadas a la misma. Los pacientes con deformidad y tumefacción que se prolongan hasta los genitales y el tronco necesitarán la intervención de un especialista para garantizar que las prendas elegidas sean las adecuadas y se ajusten bien. Contención de la tumefacción mediante medias de compresión En algunos pacientes no basta con las medias de compresión para contener el linfedema y se hace necesario aplicar simultáneamente tratamientos tales como el vendaje nocturno y el drenaje linfático manual. Las necesidades paliativas del paciente son complejas. En algunos casos hay que dar más importancia a la comodidad y a la mejora de la calidad de vida que a la contención de la hinchazón. A veces es preciso proporcionar la compresión con medias de compresión ligera o con prendas alternativas, tales como pantalones cortos de Lycra (como los que se utilizan para montar en bicicleta o para correr) y muy ajustados o vendajes tubulares elásticos conformados. El vendaje es la alternativa preferida para aquellos pacientes cuyos síntomas imposibilitan el uso de medias de compresión. Capacidad de autotratamiento y autocontrol del paciente La participación y el compromiso del paciente son dos principios fundamentales para un tratamiento eficaz13. Los factores que influyen en la capacidad del paciente para cuidar de sí mismo son sus opiniones acerca de la enfermedad y los factores psicológicos que afectan a la motivación, como la depresión y la ansiedad. Es esencial disponer de apoyo social. La instrucción adecuada del paciente favorece el cumplimiento terapéutico, el cual depende de numerosos aspectos prácticos14. El ajuste, el modelo y el material influyen en el aspecto, la comodidad y voluntad de proseguir con el tratamiento. Para facilitar la movilidad, los pacientes deben poder utilizar un calzado cómodo con sus medias. 1 2 MODELO PARA LA PRÁCTICA RECUADRO 2 Elección del modelo adecuado de medias de compresión Dediles ■ Linfedema de los dedos del pie (Figura 1) ■ Tras el tratamiento de linforrea o de micosis interdigital ■ Tumefacción del antepié y riesgo de tumefacción de los dedos ■ Engrosamiento tisular en el antepié – los dediles añaden presión y disminuyen el deslizamiento proximal de las prendas sin puntera Media hasta la rodilla* Tumefacción y alteraciones cutáneas sólo distales a la rodilla Úlceras venosas sin edema Imposibilidad de aplicar una prenda hasta el muslo Obesidad ■ ■ ■ ■ Media hasta el muslo* Tumefacción que se prolonga hasta el muslo Papilomatosis de la cara interna del muslo Rodillas gruesas o con artrosis (Figura 2) Deformidad de la extremidad Si la media hasta la rodilla se clava en la piel y se han descartado otras causas, como una toma de medidas incorrecta ■ ■ ■ ■ ■ Medias enteras, leotardos o pantys*† ■ Tumefacción que se prolonga hasta los genitales o el abdomen‡ ■ Si las medias hasta el muslo se mueven *Las medias sin puntera son más fáciles de aplicar que las medias cerradas y pueden bastar para la tumefacción moderada del antepié. Cuando los dediles resultan inaplicables y los dedos presentan una hinchazón leve, las medias con puntera están más indicadas que las medias sin puntera. Para el tratamiento de la tumefacción del antepié suele ser mejor el tejido de tricotado plano. †En los pacientes con incontinencia que necesitan medias enteras son útiles las prendas de tejido plano y escudete abierto a medida. ‡El calzón de pernera corta está indicado para los pacientes con linfedema de muslo secundario a un tumor abdominal y sin tumefacción en la parte inferior de la pierna. Los pacientes que presentan un deterioro cognitivo necesitan más instrucción, apoyo y supervisión para asegurar que utilizan las prendas de manera adecuada y evitar las complicaciones cutáneas. Del mismo modo, los pacientes que tienen un déficit neurológico (p. ej., ictus, lesión medular o espina bífida) y sus cuidadores deben permanecer atentos porque los mecanismos de alarma, como el dolor, están alterados. En la valoración hay que tener en cuenta los problemas de esfínteres, la presencia de colostomía y la capacidad del paciente para quitarse y volver a ponerse la media. Los pacientes con incontinencia a veces presentan una excoriación de la piel bajo la prenda de compresión. Muchas de las necesidades de los pacientes con grandes medidas se satisfacen con prendas a medida. Los pacientes muy obesos suponen un reto complicado, porque hay que encontrar una prenda de compresión adecuada que el paciente sea capaz de ponerse y quitarse, para lo cual suelen ser necesarias medias a medida. Los pliegues cutáneos profundos pueden sufrir excoriaciones y micosis. FIGURA 1 Tumefacción del antepié y de los dedos El mejor tratamiento en este paciente serían los dediles con medias hasta la rodilla. Capacidad para tolerar las medias de compresión Hay que tener en cuenta la voluntad y la capacidad de la persona para tolerar un grado de presión terapéutico y, cuando sea necesario, modificar la elección de la prenda. Un elemento fundamental de la toma de decisiones es la valoración de la salud general del paciente15. Las medias de compresión desplazan líquido desde la circulación periférica hasta la circulación central y puede desencadenar una descompensación de la insuficiencia cardíaca en los pacientes con edema cardiogénico16. TOMA DE MEDIDAS Para lograr un ajuste correcto de la prenda y la máxima comodidad del paciente es fundamental tomar las medidas con precisión. Unas medias de compresión mal ajustadas pueden no contener el linfedema, dañar los tejidos, ser incómodas y mal toleradas y disuadir al paciente de usarlas de forma prolongada. El tipo de medias que se prescriba dependerá enormemente de la localización y la extensión de la tumefacción, pero también hay que tener en cuenta la comodidad, los hábitos, las preferencias y la capacidad del paciente para ponerse y quitarse las prendas. Algunos pacientes necesitan un surtido de prendas para diferentes situaciones. ¿Estándar o a medida? Una vez realizada la valoración y establecida la necesidad de utilizar medias de compresión, habrá que determinar cuáles son el modelo (Recuadro 2) y el tipo de prenda adecuados. Los pacientes con linfedema complicado de la extremidad inferior y del tronco suelen necesitar prendas a medida. Por regla general, las medias de tejido plano a medida están indicadas cuando hay una deformidad importante, cuando se necesitan distintos grados de compresión dentro de una misma prenda en localizaciones anatómicas diferentes y cuando hacen falta adaptaciones especiales. Las medias de tejido plano son más fáciles de poner que las de tejido circular. Cuando hay que combinar capas de medias, resulta más fácil si se aplica la prenda de tejido plano sobre la piel y la prenda de tejido circular por encima. Algunos pacientes tienen preferencia por un modelo determinado, por las prendas de un tejido menos tupido o de tejido plano cuando hace calor o por las prendas de tejido circular, de un material más fino y estéticamente más aceptable. Los fisioterapeutas deben tener en cuenta las preferencias del paciente a la hora de establecer el tratamiento óptimo, aunque deben fomentar el tratamiento más conveniente. MODELO PARA LA PRÁCTICA 1 3 FIGURA 2 Rodillas artríticas en un paciente con lipolinfedema de las extremidades inferiores A este paciente le resultará más fácil ponerse una combinación de dos prendas, p. ej., un calzón de compresión de pernera corta y medias hasta la rodilla. Una rodillera ortopédica aliviará el dolor de las rodillas. Cuándo tomar las medidas Cómo superar los problemas prácticos La medidas para las medias de compresión se deben tomar una vez completado el tratamiento intensivo, cuando la situación de la extremidad es la mejor posible, la extremidad tiene un volumen estable y el edema depresible residual es mínimo o nulo. Si existe un edema blando y depresible, es conveniente hacer un tratamiento con vendajes de compresión antes de tomar medidas para la prenda6. La piel debe ser lo suficientemente fuerte como para resistir la colocación y la retirada de la prenda. En los pacientes con linfedema complicado de la extremidad inferior, que a menudo están inmóviles y son obesos, a veces resulta difícil tomar medidas. En el ámbito clínico, las medidas se pueden tomar con el paciente tumbado en la camilla o de pie. Se aconseja utilizar un tablero de medidas siempre que sea posible. La toma de medidas en los pacientes en silla de ruedas se lleva a cabo con las piernas en posición declive. Sin embargo, cuando es necesaria una prenda hasta el muslo se recomienda tomar las medidas en la camilla. Al tomar medidas para unas medias de compresión, la tensión que aplique el facultativo sobre la cinta métrica dependerá del efecto terapéutico buscado, de la edad del paciente, de la tolerancia de éste a la compresión y del estado de su circulación arterial periférica. Después de tomar las medidas hay que continuar con los vendajes hasta el momento de recibir y colocar la prenda. De lo contrario se puede producir un edema por descompresión, a veces unas horas después de interrumpir el tratamiento. En los pacientes que ya utilizan medias de compresión, las medidas se tomarán: ■ antes de renovar la prenda, para comprobar que el tamaño prescrito es correcto y que no se ha producido un empeoramiento ■ si el paciente va a pasar de utilizar prendas estándar a utilizar prendas a medida, o a la inversa ■ si se necesita un modelo diferente de prenda ■ si hay que hacer adaptaciones para las medias o prendas de distinta compresión. Es fundamental que los profesionales implicados en el tratamiento estén plenamente cualificados para la toma de medidas y el ajuste de las prendas y que tengan la experiencia clínica suficiente. En los pacientes con deformidad de la extremidad o con tumefacción del abdomen y de los genitales externos se necesitará el asesoramiento y la toma de medidas por parte de un especialista. NOTAS Recuadros 3-5 RECUADRO 3 Toma de medidas para medias de compresión estándar ■ Estos recuadros ofrecen una Para prendas hasta la rodilla ■ Tomar las medidas en decúbito o en bipedestación ■ Medir el perímetro del tobillo en el punto más estrecho, por lo general inmediatamente sobre los maléolos ■ Medir el perímetro de la pantorrilla en su punto más ancho ■ Para las prendas con puntera: medir la longitud del pie desde la punta del dedo gordo hasta el final del talón ■ Para las prendas sin puntera: medir la longitud del pie desde la base del dedo gordo hasta el final del talón ■ Medir la longitud desde el talón hasta 2 cm distales al hueco poplíteo para determinar si el paciente necesita una prenda de largo normal, pequeño o grande guía para la toma de medidas para las medias de compresión. Hay que prestar una atención especial a las instrucciones de los fabricantes a quienes se encarga la prenda. ■ Las medidas deben tomarlas personas suficientemente cualificadas. Estas abarcan facultativos especialistas en el linfedema, farmacéuticos especializados y técnicos ortopédicos. Para prendas hasta el muslo Medir como las prendas hasta la rodilla y: ■ Medir el perímetro del muslo en su punto más ancho ■ Medir la longitud desde el talón hasta donde debe acabar la prenda para determinar el largo necesario Para medias enteras o pantys Medir como las prendas hasta la rodilla, el muslo y: ■ Medir el perímetro de las caderas en su punto más ancho Perímetro de la cadera en el punto más ancho Perímetro del muslo en el punto más ancho Perímetro de la pantorrilla en el punto más ancho Perímetro del tobillo en su punto más estrecho Sin puntera: longitud desde la base del dedo gordo hasta el talón Con puntera: longitud desde la punta del dedo gordo hasta el talón 1 4 MODELO PARA LA PRÁCTICA RECUADRO 4 Toma de medidas para medias de compresión a medida Para prendas hasta la rodilla ■ Tomar las medidas en decúbito o en bipedestación ■ Para las prendas sin puntera: medir la longitud desde la base del dedo gordo hasta el final del talón por el lateral del pie Cintura a-Cintura ■ Para las prendas con puntera al bies: medir también la longitud desde Cintura la base del quinto dedo hasta el final de talón por el lateral del pie ■ Para las prendas con puntera: medir la longitud desde la punta del Posterior dedo gordo hasta el final del talón por el lateral del pie ■ Medir el perímetro A alrededor de la base de los dedos ■ Medir el perímetro H alrededor del empeine y el talón con el pie en ■ ■ ■ ■ ■ Caderas dorsiflexión. Si el paciente es incapaz de hacer flexión dorsal, medir H y añadir 1 cm Con el pie sobre el suelo o sobre un tablero de medidas, medir el perímetro B a 2 cm por encima del maléolo interno Medir la longitud a-B (desde el talón hasta B) Medir el perímetro B1 allí donde la pantorrilla empieza a ensancharse, y medir la longitud a-B1 Medir el perímetro C y la longitud a-C en el punto más ancho de la pantorrilla Medir el perímetro D a 2 cm (ancho de dos dedos) por debajo de la rótula y la longitud a-D Para prendas hasta el muslo Medir como las prendas hasta la rodilla y: ■ Medir la longitud a-E hasta la mitad de la rótula con la rodilla extendida ■ Medir el perímetro E sobre la rodilla levemente flexionada ■ Pedir al paciente que se ponga de pie si es posible ■ Medir el perímetro F en la mitad del muslo y medir la longitud a-F ■ Medir el perímetro del muslo en su punto más ancho (G) ■ Medir la longitud desde a hasta 2 cm por debajo del pliegue glúteo (G) para las prendas hasta el muslo Para medias enteras o pantys Medir como las prendas hasta la rodilla, hasta el muslo y: ■ Medir la longitud a hasta 2 cm por debajo del pliegue glúteo (G) ■ Pedir al paciente que coloque las manos en la cintura. Medir la longitud desde a hasta la cintura ■ Medir el perímetro de la cintura ■ Medir el perímetro máximo alrededor de las caderas ■ Medir la longitud delantera desde el centro de la cintura hasta la entrepierna. Si el abdomen es blando, aplicar una presión suave sobre la zona durante la toma de medidas para imitar la acción de la prenda ■ Medir la longitud trasera desde la cintura hasta el pliegue glúteo, pasando sobre las nalgas y aplicando una presión suave Anterior Caderas [line drawing of pelvis and legs with markings showing measurements] G G a-G a-F a-E a-D a-C a-B1 a-B a F F E E D D C C B1 B1 B B H A H a A Con puntera: punta del dedo gordo hasta talón Sin puntera: base del dedo gordo hasta talón Puntera al bies: base del quinto dedo hasta talón NB: salvo que se especifique lo contrario, las longitudes deben medirse de forma longitudinal y sin ceñirse a las curvas del cuerpo. RECUADRO 5 Toma de medidas para el suspensorio escrotal ■ Si es posible, hacerla con el paciente en bipedestación A ■ Pedir al paciente que señale en la cintura dónde quiere que quede la banda de sujeción a cintura del suspensorio ■ Medir el perímetro A de la cintura en ese punto ■ Medir el perímetro B en el lugar más ancho del escroto ■ Medir la longitud C desde la posición señalada para la banda de sujeción a cintura hasta el periné, pasando sobre el escroto C B VALORACIÓN DE LA CIRCULACIÓN ARTERIAL La primera decisión del algoritmo corresponde al estado de la circulación arterial del paciente y ayuda al médico a elegir un grado de compresión seguro y adecuado para el estadio y la gravedad del linfedema. Además de ser un mal indicador del estado de la circulación arterial, la palpación del pulso pedio resulta muy difícil en el linfedema17. Para valorar la circulación arterial hay que calcular el índice de presión tobillo/brazo (IPTB) (Recuadro 6) mediante una ecografía Doppler. En los pacientes con linfedema grave resulta difícil registrar la presión arterial en el tobillo. En estos casos es útil utilizar un manguito de MODELO PARA LA PRÁCTICA 1 5 RECUADRO 6 Determinación del índice de presión tobillo/brazo (IPTB) La determinación del IPTB es fundamental para asegurarse de que se identifica a los pacientes con una arteriopatía obstructiva periférica de la extremidad inferior: en tales pacientes, una compresión intensa puede causar isquemia tisular y provocar la amputación de la extremidad. Sin embargo, desconocemos la fiabilidad que tienen los registros en los pacientes con linfedema, y a la hora de determinar la idoneidad de un determinado grado de compresión en un paciente se hace necesario aplicar el criterio clínico. En los pacientes con una arteriopatía obstructiva periférica de la extremidad inferior es mejor utilizar medias de tejido plano con menor presión de reposo20. ■ IPTB > 0.8: la compresión fuerte (34-46 mmHg) se considera segura para un IPTB > 0.8. En algunos pacientes escogidos con un IPTB > 0.8 se puede utilizar una compresión muy fuerte (49-70 mmHg)19. No obstante, hay que insistir al paciente en la necesidad de vigilar las extremidades inferiores por la posible aparición de signos de isquemia tales como la alteración de la sensibilidad o del color y el dolor. Si existe alguna duda acerca del estado de la circulación arterial del paciente, antes de aplicar una compresión fuerte o muy fuerte habrá que esperar a la valoración por parte del especialista. ■ IPTB 0.5-0.8: cuando la arteriopatía obstructiva periférica es moderada (IPTB 0.5-0.8) se pueden utilizar medias con un grado menor de compresión, el cual dependerá considerablemente de la tolerancia del paciente a la compresión. Es necesaria una vigilancia rigurosa para detectar los síntomas de isquemia – estos pacientes presentan una arteriopatía obstructiva periférica que puede empeorar rápidamente. En este grupo está indicada una compresión de hasta 21 mmHg. ■ IPTB < 0.5: la terapia de compresión está contraindicada en los pacientes con un IPTB <0.5 porque puede agravar la isquemia tisular; todos estos pacientes deben ser derivados al cirujano vascular para valoración y control. En algunos de estos pacientes se puede utilizar una compresión muy ligera siempre bajo una supervisión estrecha del estado vascular. presión más grande y cambiar la sonda Doppler por una de menor frecuencia18. En los pacientes con diabetes mellitus o con un edema o un engrosamiento tisular (fibrosis) considerables, el IPTB es poco fiable; en estos casos, el índice de presión dedo/brazo (IPDB) ofrece una evaluación más exacta del estado de la circulación arterial del paciente (Recuadro 7). En algunos centros se utiliza la ecografía doble y la pletismografía. Actualmente se desconoce cuál es la prevalencia de la arteriopatía obstructiva periférica en los pacientes con linfedema. No obstante, dado que la prevalencia aumenta con la edad y que en muchos casos el problema es asintomático19, es probable que algunos pacientes mayores presenten algún grado de arteriopatía concomitante. Por lo tanto, la exploración de la circulación arterial periférica tiene una trascendencia especial en los pacientes mayores en los que se está planteando el uso de medias de compresión. Las recomendaciones que ofrece el algoritmo (véase la página 16) se corresponden con las directrices internacionales sobre el uso de la compresión en pacientes con arteriopatía obstructiva periférica en diferentes grados20. RECUADRO 7 Determinación del índice de presión dedo/brazo (IPDB) Nota: el IPDB solo debe calcularse cuando no sea posible determinar el IPTB. Para una descripción de cómo calcular el IPTB, véase Vowden y Vowden (2001) (Véase Otras lecturas, página 21). ■ Tumbar al paciente lo más horizontal posible durante 15-20 minutos y explicarle la técnica ■ Colocar un manguito de esfigmomanómetro de tamaño adecuado alrededor del brazo y aplicar gel sobre la zona del pulso braquial ■ Desplazar la sonda Doppler sobre el pulso braquial hasta obtener una buena señal ■ Inflar el manguito hasta que desaparezca la señal; a continuación desinflar progresivamente hasta que la señal reaparezca. Esta es la presión sistólica braquial. Repetir ■ Repetir en el otro brazo y registrar la mayor presión de las cuatro determinaciones braquiales (la mayor presión braquial se utiliza para calcular el IPDB para ambas extremidades inferiores) ■ Colocar un manguito de dedo del tamaño adecuado alrededor de la base del dedo gordo ■ Aplicar gel y localizar la arteria digital mediante la sonda Doppler ■ Inflar el manguito hasta que desaparezca la señal; a continuación desinflar progresivamente hasta que la señal reaparezca. Esta es la presión sistólica del dedo ■ Repetir el proceso y registrar la mayor presión de las dos determinaciones ■ Repetir la maniobra en la otra extremidad para medir la mayor presión sistólica del dedo Calcular el IPDB para cada extremidad: IPDB = mayor presión sistólica del dedo en esa extremidad mayor presión sistólica braquial Un IPDB < 0,64 indica la presencia de una arteriopatía obstructiva periférica de la extremidad inferior 1 6 MODELO PARA LA PRÁCTICA Idoneidad del paciente: • Buena destreza • Piel indemne y resistente • Edema depresible mínimo o nulo • Deformidad mínima o nula • Tumefacción contenida mediante prendas de compresión • Capacidad autotratamiento y autocontrol del paciente (± apoyo de un cuidador) • Capacidad para tolerar las medias de compresión • Necesidades paliativas ¿Presenta el paciente una arteriopatía obstructiva periférica de la extremidad inferior? Si NO APLICAR COMPRESIÓN Derivar al especialista vascular Arteriopatía grave IPTB < 0,5 No Arteriopatía moderada IPTB 0,5-0,8 Normal IPTB >0,8 Linfedema subclínico Linfedema inicial/leve • Estadios 0-II de la ISL • Deformidad mínima o nula • Anciano/artrosis • Edema cardiogénico controlado • Edema secundario • Déficit neurológico • Lipedema Linfedema grave/ moderado • Estadio II avanzado-III de la ISL • Poca deformidad • Lipedema • Flebolinfedema (úlcera cicatrizada) • Anciano/artrosis Linfedema grave • Estadio III de la ISL • Pacientes activos • Riesgo de edema rápido por descompresión • Flebolinfedema (úlcera activa) • Gran edema de antepié • Tumefacción retromaleolar Linfedema grave complicado • Estadio III de la ISL • Tumefacción no contenida por prendas de compresión media o fuerte Ligera: 14-21 mmHg • Tejido plano o circular Media: 23-32 mmHg • Tejido plano o circular, o combinaciones Fuerte: 34-46 mmHg • Prendas de compresión a medida • Tejido plano o circular, o combinaciones • Dispositivo inelástico de compresión regulable Muy fuerte: 49-70 mmHg • Prendas de compresión a medida • Tejido plano o circular, o combinaciones • Dispositivo inelástico de compresión regulable • Vendaje multicapas inelástico Respuesta satisfactoria: • La tumefacción no aumenta • La piel o la densidad tisular no empeoran • La forma no se deteriora • Mayor colaboración y control del paciente/cuidador Estadificación de la Sociedad Internacional de Linfología (ISL)5 Estadio 0 Estadio I Estadio II Fase subclínica en la Representa la primera La elevación de la que no hay tumefacción manifestación de la extremidad apenas a pesar del deterioro del enfermedad y consiste en contribuye a disminuir transporte de la linfa. una acumulación de por sí sola la Este estadio puede líquido en los tejidos que tumefacción. Hay un durar meses o años disminuye al elevar la edema depresible antes de que el edema extremidad. El edema en evidente. se haga evidente. este estadio puede ser depresible. Estadio II avanzado La tumefacción va dejando de ser depresible a medida que aparece la fibrosis tisular. Estadio III El tejido está duro (fibrótico) y no es depresible. En la piel aparecen alteraciones tales como engrosamiento, hiperpigmentación, pliegues cutáneos profundos, depósitos adiposos y formaciones verrucosas. MODELO PARA LA PRÁCTICA 1 7 FIGURA 3 Algoritmo para la toma de decisiones sobre las medias de compresión, adaptado de24 Este algoritmo es una guía y el tratamiento debe diseñarse a la medida de cada paciente. Si el paciente no puede tolerar el grado de compresión terapéutica indicado, lo adecuado para favorecer el uso de las medias será prescribir una compresión más ligera. La tolerancia a la compresión fuerte es mayor con las medias de tejido plano. RECOMENDACIONES PARA LAS MEDIAS DE COMPRESIÓN EN EL LINFEDEMA DE EXTREMIDADES INFERIORES La presión y rigidez exactas que deben tener los materiales utilizados para la compresión en los diferentes grados de linfedema no están establecidas. Aún así, las presiones que se utilizan suelen ser mayores que las empleadas en el tratamiento de los trastornos venosos, y a medida que aumentan el estadio y la intensidad del linfedema se hace necesaria una presión más elevada7. Las investigaciones fisiológicas y los especialistas clínicos aconsejan utilizar medias de compresión gradual que proporcionen a la altura del tobillo una presión bajo la media de 20-60 mmHg21. Se han establecido varias clasificaciones basadas en el grado de compresión de las medias22,23. Las presentes recomendaciones pretenden reunir dichas clasificaciones con el fin de ofrecer una orientación clara para el uso de las medias de compresión en el linfedema primario y secundario de la extremidad inferior (Figura 3). Linfedema subclínico (ligera: 14-21 mmHg) Aunque todavía no se ha investigado el verdadero potencial de la compresión para prevenir las complicaciones y el empeoramiento del linfedema subclínico, en los pacientes con un riesgo demostrado de sufrir linfedema se aconseja utilizar un grado bajo de compresión (14-21 mmHg). Lo mejor es que estos pacientes utilicen las medias durante todo el día. Linfedema inicial/leve (ligera: 14-21 mmHg) ADVERTENCIA En algunos pacientes con linfedema en estadio III de la ISL se ha observado ocasionalmente que el grado de compresión médicamente deseado provoca endurecimiento tisular y agrava el edema por descompresión. En estos casos es necesario reducir la intensidad de la compresión. El linfedema leve se caracteriza por un edema depresible que puede disminuir. También se ha definido como un exceso del volumen de la extremidad menor del 10%-20% comparado con la extremidad sana5. La compresión ligera está indicada en las etapas muy tempranas del linfedema primario en las que no hay alteraciones cutáneas. Si existe un edema depresible, antes de ajustar la prenda será necesario realizar una o dos sesiones de VMCI (+ drenaje linfático manual). Hay que comprobar con frecuencia que la presión aplicada sea suficiente para evitar el empeoramiento. Con el tiempo, muchos pacientes con linfedema primario necesitarán una compresión mucho más fuerte para evitar las alteraciones tisulares, el aumento del volumen y la deformidad de la extremidad. Los pacientes mayores con artrosis a menudo consiguen ponerse y quitarse por sí solos las medias de este grado de compresión. Aunque es posible que no se consiga un control óptimo del edema, una compresión ligera siempre es mejor que ninguna. En los pacientes con linfedema y cardiopatía estable es útil aplicar una compresión ligera. Hay que vigilar de cerca las variaciones sintomáticas, ya que la disnea de esfuerzo puede ser un signo de insuficiencia cardíaca inminente. Los pacientes inmóviles que permanecen sentados durante largos períodos con las piernas en posición declive son propensos a sufrir edema aun con una alteración venosa o linfática mínima. Un grado bajo de compresión puede contener la hinchazón. La presión ligera está indicada en presencia de un déficit neurológico que predisponga a la lesión de la piel por compresión. Por razones que se desconocen, la compresión suele causar dolor en los pacientes con lipedema. Una presión ligera a veces se tolera lo suficiente como para conseguir la desaparición de cualquier edema coexistente. Linfedema moderado/grave (media: 23-32 mmHg) El linfedema moderado/grave se caracteriza por un engrosamiento tisular (fibrosis) y un edema predominantemente no depresible, con un exceso de volumen en la extremidad del 20%40%. En el linfedema grave, el exceso de volumen supera el 40%5. Son frecuentes los pliegues cutáneos profundos, los depósitos adiposos y las formaciones verrucosas. En los pacientes con úlceras venosas existe un trastorno local del drenaje linfático, y en la flebotrombosis profunda y en el síndrome posflebítico se observa una disminución del transporte subfascial de la linfa16. Aunque en los pacientes con una úlcera curada y linfedema se aconseja utilizar una presión de 40 mmHg, una compresión media (23-32 mmHg) suele bastar para evitar el empeoramiento. Si la úlcera recidiva, será necesaria una compresión más fuerte. Algunos pacientes con lipedema y linfedema concomitante toleran este mayor grado de compresión. Los pacientes mayores o con artrosis que tienen una destreza razonable suelen ser capaces de ponerse prendas con una presión de 23-32 mmHg. Una alternativa para conseguir la presión deseada en estos casos es utilizar dos medias superpuestas de menor compresión. La prenda añadida aplica aproximadamente el 70% de la presión que ejercería en caso de utilizarse de forma aislada24. Algunos pacientes mayores con linfedema moderado o grave sólo toleran presiones de 1421 mmHg. En algunas circunstancias, sin 1 8 MODELO PARA LA PRÁCTICA embargo, se puede aumentar la presión hasta 23-32 mmHg mediante el uso de prendas de tejido plano, las cuales son más rígidas que las de tejido circular y proporcionan presiones de reposo comparativamente más bajas25. Linfedema grave (fuerte: 34-46 mmHg) El linfedema grave se caracteriza por un engrosamiento y un endurecimiento de los tejidos, los cuales ceden a la presión de forma mínima o indetectable. El exceso de volumen de la extremidad es mayor del 40%5. Son frecuentes las alteraciones cutáneas tales como la hiperqueratosis, la hiperpigmentación, los pliegues profundos, los depósitos adiposos y las formaciones verrucosas. El agravamiento del linfedema se acompaña de otros problemas, como fragilidad de la piel, linforrea, formación de úlceras y mayor frecuencia de celulitis. La deformidad puede llegar a ser importante, lo que a menudo altera la función de la extremidad y la función general. La compresión fuerte (34-46 mmHg) es la indicada para el linfedema grave, y es especialmente idónea para los pacientes activos y aquellos con riesgo de sufrir un edema rápido por descompresión con presiones más bajas. Lo mejor para los pacientes mayores con linfedema grave es combinar capas de medias de compresión ligera y media. De acuerdo con otras recomendaciones internacionales, los pacientes con una úlcera venosa activa necesitan este grado de compresión20,26. La compresión fuerte también es necesaria tras el tratamiento del edema intenso del antepié que sobresale hacia los dedos, así como para la tumefacción retromaleolar con engrosamiento tisular. Si la hinchazón ha afectado a los dedos, será necesario utilizar dediles de tejido plano. La presión elevada dificulta la aplicación de la prenda, por lo que es útil combinar medias de tejido plano y de tejido circular. Todos los pacientes necesitan un calzado de apoyo bien adaptado que ayude a contener el edema y facilite la movilidad. Linfedema grave complicado (muy fuerte: 49-70 mmHg) La compresión muy fuerte (49-70 mmHg) se reserva para los pacientes con linfedema grave complicado. Muchos pacientes con linfedema primario de larga evolución necesitan este grado de compresión para controlar su enfermedad y evitar las complicaciones. Un grupo especialmente complicado es el de los denominados pacientes “resistentes” a la compresión media y fuerte24. Las prendas de tejido plano, más rígido, consiguen contener el edema y al mismo tiempo permiten tolerar la RECUADRO 8 Consejos prácticos para comprobar el ajuste En la primera colocación, comprobar que: ■ la prenda encargada cumple los requisitos de la prescripción ■ la prenda recubre por completo la zona que necesita tratamiento ■ el material de la prenda está distribuido uniformemente y carece de pliegues, arrugas o tiras tensas ■ la prenda es cómoda y no está ni demasiado prieta ni demasiado floja ■ las sujeciones son cómodas y mantienen la prenda en su sitio. Además, en las revisiones: ■ Comprobar si el paciente está motivado y utiliza la prenda ■ Comprobar que la prenda: – permanece en su sitio y no se cae; en caso contrario, habrá que añadir o cambiar la sujeción – no provoca reacciones cutáneas o lesiones locales en la piel – no se pliega por arriba y no ha sido cortada o transformada ■ Para las prendas hasta la rodilla o hasta el muslo – comprobar si hay tumefacción proximal a la zona recubierta por la prenda ■ Para las prendas sin puntera – comprobar si se deslizan proximalmente en el pie y provocan estrangulación RECUADRO 9 Información para los pacientes Para utilizar eficazmente las prendas, los pacientes necesitan saber: ■ el mecanismo por el que las medias de compresión contienen el linfedema ■ cómo cuidar la piel – aplicar una crema emoliente por la noche; utilizar una funda de algodón para proteger la prenda si se aplica la crema inmediatamente antes de vestirse, cuando la piel es propensa a dañarse o en caso de dermatitis ■ cuándo utilizar las medias de compresión y lo importante que es usarlas todos los días, incluso durante el ejercicio* ■ cómo y cuándo ponerse la prenda – especialmente eliminar todas las arrugas, no estirar en exceso la prenda subiéndola demasiado, no doblarla por arriba, ponérsela por la mañana, cuando la extremidad está menos hinchada ■ lavar la prenda con frecuencia siguiendo las instrucciones del fabricante y dejarla secar lejos del calor directo ■ con quién contactar en caso de la piel presente irritación, heridas o alteraciones del color, o si aparece dolor, parestesias o hinchazón periférica ■ cómo vigilar la hinchazón y a quién informar en caso de que ésta empeore. *Para nadar, algunos pacientes prefieren ponerse una prenda vieja. No se deben utilizar las prendas en uso porque el cloro daña las fibras. compresión muy fuerte. Este grado de compresión se utiliza habitualmente en extremidades grandes con una piel en buen estado y en pacientes jóvenes. En este grupo se aconseja utilizar medias de tejido plano estándar o a medida. No obstante, MODELO PARA LA PRÁCTICA 1 9 FIGURA 4 Edema proximal causado por unas medias mal aplicadas FIGURA 5 Tobillo en el que se ha clavado una media de punto FIGURA 6 Tumefacción de los dedos RECUADRO 10 Ayudas para ponerse las medias ■ ■ ■ ■ Guantes de goma estriada Esterillas antideslizantes Babuchas de seda Aplicadores metálicos RECUADRO 11 Sujeción de las prendas ■ Adhesivo para la piel ■ Franja de silicona en el extremo superior de la prenda (no debe clavarse ni provocar hinchazón) ■ Banda de sujeción en cintura ■ Medio leotardo o medio panty ■ Leotardo entero o panty también existen medias de tejido circular estándar o a medida. Cuando la tumefacción no se controla bien es útil aplicar sobre las medias un dispositivo inelástico de compresión regulable para el pie y la pierna. Si las prendas de compresión muy fuerte resultan difíciles de colocar o de tolerar, se puede combinar las medias con VMCI o superponer capas de prendas hasta conseguir una contención suficiente. La compresión muy fuerte debe utilizarse siempre con cuidado porque existe el riesgo de alterar la circulación. La prenda debe ser colocada por primera vez por un fisioterapeuta especializado, quien enseñará a hacer el VMCI para cuando no se utilicen las medias. si es necesario adaptar las medias de compresión o si un período de tratamiento intensivo con drenaje linfático manual y VMCI mejoraría la situación. Las respuestas satisfactorias que se mencionan en el algoritmo indican que la compresión es eficaz y que hay un grado de control por parte del paciente que sustenta y mantiene la mejoría de la extremidad afecta. AJUSTE Y EVALUACIÓN El facultativo convenientemente cualificado debe comprobar cómo se ajusta cualquier prenda de compresión recientemente prescrita (Recuadro 8) y asegurarse de que el paciente dispone de toda la información que necesita para utilizar sus medias de manera eficaz y adecuada (Recuadro 9). También debe demostrar cómo se coloca y se retira la prenda, y cerciorarse de que el paciente o su cuidador es capaz de hacerlo. A veces se necesitan ayudas para ponerse las medias (Recuadro 10) y métodos de sujeción para evitar que aquéllas resbalen (Recuadro 11). El paciente acudirá para revisión cuatro o seis semanas después del primer ajuste25, y a continuación entre tres y seis meses después si la prenda está bien ajustada y la respuesta a la compresión es satisfactoria. Durante la revisión, el médico debe averiguar la perspectiva que el paciente tiene de su evolución e integrarla en la suya propia, comprobar que el grado de compresión es adecuado y evaluar la capacidad del paciente o de su cuidador para utilizar la prenda y cuidar la extremidad afecta (Figura 4). Hay que prestar una atención especial a la presencia de dolor, un posible signo de isquemia, infección o flebotrombosis profunda. Se debe explorar al paciente para asegurarse de que la prenda no está dañando el pie o el tobillo. En estas zonas, las prendas de tejido circular se clavan y producen un efecto torniquete (Figura 5), lesiones en los tejidos y un atrapamiento del edema. Cuando estas complicaciones suponen un problema resulta útil utilizar prendas de tejido plano. Si se produce un empeoramiento, el médico debe volver a valorar al paciente para determinar si se ha producido algún cambio en su salud general y para investigar si hay algún problema que afecte a la capacidad del paciente para cuidar de sí mismo, como la disponibilidad de un cuidador. A continuación hay que valorar RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS El uso de medias de compresión para el linfedema de los pies debe estar bien meditado para evitar que las prendas agraven los problemas concomitantes o dificulten la movilidad. Muchos pacientes mayores presentan al mismo tiempo otras alteraciones en los pies, tales como neuropatía o dedos en garra. Son frecuentes los callos, especialmente en los pacientes con una alteración de la marcha o con deformidades en los pies, y es importante acudir con frecuencia al podólogo para su tratamiento. Renovación de la prenda Hay que valorar la necesidad de sustituir las prendas cada tres a seis meses, o bien cuando empiezan a perder elasticidad. Los pacientes que son muy activos necesitan renovarlas con mayor frecuencia. Tumefacción de los dedos del pie Los dediles de tejido plano a medida (Figura 6) están indicados para el linfedema de los dedos del pie. Sin embargo, a los pacientes menos hábiles y a aquellos que tienen dificultad para doblarse les pueden parecer engorrosos de poner. A veces es más conveniente utilizar una media con puntera. Tumefacción de antepié Las prendas sin puntera resultan más fáciles de colocar que las medias con puntera y son suficiente cuando no hay riesgo de que se hinchen los dedos. Las prendas con puntera están indicadas cuando el pie presenta una tumefacción leve de los dedos o del antepié, especialmente en los pacientes mayores que son incapaces de ponerse los dediles. Una prenda de tejido plano ofrecerá mejor contención del edema del antepié que una de tejido circular. En los pacientes con linfedema aislado del pie, un vendaje inelástico del pie puede contener la tumefacción y disminuir el engrosamiento tisular. Alterando la tensión de las correas de sujeción se varía la presión ejercida por el dispositivo. Éste y un dispositivo inelástico de compresión regulable hasta el muslo están especialmente indicados en los 2 0 MODELO PARA LA PRÁCTICA pacientes mayores que no pueden ponerse las medias y en aquellos en los que el edema por descompresión constituye un problema importante. bies. La aplicación de una espuma adhesiva para reducir la presión evita la lesión o fricción de la piel sobre la zona vulnerable. Rodillas gruesas o con artrosis Abultamiento del antepié FIGURA 7 Abultamiento del antepié Para aplicar una presión suficiente sobre el antepié abultado a veces es necesaria una prenda de tejido plano a medida (Figura 7). Si se quiere ejercer más presión se añade una almohadilla de espuma a medida con los bordes biselados. La almohadilla se retiene bajo la media mediante un vendaje de sujeción. El drenaje linfático manual ayuda a reducir el edema y el engrosamiento tisular en esta difícil zona. También es útil añadir a la media de compresión o al drenaje linfático manual simple un vendaje inelástico regulable para el pie. Es importante comprobar que el calzado no agrava el abultamiento del antepié. Un calzado de apoyo bien adaptado constituye un elemento de gran trascendencia en la reducción y control de la hinchazón. Prominencia del linfedema en el tobillo FIGURA 8 Micosis en un pliegue cutáneo FIGURA 9 Almohadilla niveladora para el abultamiento retromaleolar antes de colocar la media de compresión La prominencia de los pliegues de tejido en el tobillo es algo frecuente en el linfedema de la extremidad inferior. Antes de utilizar una media de compresión es necesario un tratamiento con VMCI. Entre los pliegues cutáneos se pueden colocar unas piezas de espuma protectoras para que la presión de las medias no dañe la piel. Hay que estar atento a la proliferación de infecciones micóticas en los pliegues cutáneos (Figura 8). Si se produce una micosis será necesario interrumpir el uso de las medias durante el tratamiento de la infección y mantener la compresión con vendajes. Abultamiento retromaleolar con engrosamiento tisular Para ejercer localmente la presión adecuada y reducir el engrosamiento tisular subyacente se aplican unas almohadillas de espuma. (Figura 9). Estas almohadillas se pueden colocar bajo la prenda de compresión, incorporar a las prendas a medida durante su confección o bien introducirse en unos bolsillos cosidos al confeccionar la prenda. Una posibilidad en los pacientes con trastornos venosos y linfedema consiste en cortar unas piezas de espuma y amoldarlas alrededor de los maléolos para evitar la formación de úlceras. Juanete y juanete de sastre FIGURA 10 Paciente con una deformidad de las extremidades inferiores que provoca un aumento de la anchura del paso y una eversión de los pies En los pacientes con juanete o con juanete de sastre son mejores las prendas con puntera, ya que la tira de una prenda sin puntera puede hacer presión sobre estos puntos. Una alternativa útil son las medias con puntera al Las medias sin tiras de sujeción (dobladillos) se enrollan menos y se adaptan mejor a las rodillas gruesas o artríticas. Los adhesivos para la piel impiden que la media resbale. Existe toda una gama de medias estándar en una variedad de modelos y tallas, incluso para las pantorrillas especialmente anchas. No obstante, la deformidad excesiva de la extremidad a menudo hace necesario utilizar prendas de tejido plano a medida. Para concentrar la presión sobre el tejido engrosado se pueden colocar bajo la rótula unas almohadillas niveladoras semilunares o circulares de espuma. En caso necesario, una alternativa a las medias hasta el muslo consiste en sujetar las almohadillas niveladoras con una rodillera elástica ortopédica y superponer a ésta una media hasta la rodilla. Deformidades del pie y alteraciones de la marcha Las deformidades secundarias al linfedema de la extremidad inferior afectan a la movilidad y a la marcha (Figura 10). Siempre hay que explorar la capacidad de marcha del paciente, evaluar cualquier anomalía existente y decidir si es necesaria una derivación a fisioterapia. Si la deformidad del pie es grave, será necesario utilizar un calzado a medida que además ayude a contener el edema del antepié. Si la alteración de la marcha guarda relación con la existencia de dolor de caderas o de rodillas, habrá que llevar a cabo una investigación complementaria. LINFEDEMA DEL TRONCO Y DE LOS GENITALES No hay recomendaciones internacionales acerca de la presión necesaria para la compresión del tronco. Sin embargo, la experiencia clínica indica que para el tratamiento de la tumefacción en esta zona se requieren presiones mayores de 25 mmHg. El edema de tronco y el edema genital (Figuras 11 y 12) coexisten a menudo con el linfedema grave de la extremidad inferior. La compresión de la región inguinal es difícil de conseguir, y para ello suele ser necesario combinar varias prendas. Aquí están indicados los pantys de una sola pierna o de dos piernas que cubran la ingle con un escudete cerrado. Las prominencias péndulas deben sujetarse y almohadillarse con piezas de espuma a medida. También se pueden colocar almohadillas a medida sobre el monte púbico bajo la prenda de MODELO PARA LA PRÁCTICA 2 1 compresión. Entre las prendas de compresión indicadas para los varones con edema de escroto se encuentran los suspensorios escrotales. Una alternativa útil cuando no se tolera una presión elevada son las mallas cortas de ciclismo. Existe un surtido cada vez mayor de prendas de compresión especiales para los pacientes con linfedema del tronco o de los genitales, o de ambos. FIGURA 11 Linfedema genital posquirúrgico en una mujer © Földiklinik, Alemania. Reproducido con autorización. FIGURA 12 Varón con linfedema genital y linfedema unilateral de extremidad inferior Para la hinchazón escrotal es adecuado un suspensorio. © Földiklinik, Alemania. Reproducido con autorización. CONCLUSIÓN Las medias de compresión siguen cumpliendo una función importante en el tratamiento del linfedema de la extremidad inferior. La toma de medidas para las medias debe llevarse a cabo cuando el edema depresible es mínimo o nulo. La elección final de la prenda debe tener en cuenta la amplia gama de factores del paciente y del linfedema que se han comentado en este artículo. Se necesitan nuevos estudios que valoren la eficacia clínica y la rentabilidad económica de las prendas de compresión en diferentes grupos de pacientes. De este modo, las recomendaciones futuras se basarán en investigaciones empíricas y los médicos adquirirán unos conocimientos importantes. BIBLIOGRAFÍA 1. Badger C, Seers K, Preston N, Mortimer P. Antibiotics/antiinflammatories for reducing acute inflammatory episodes in lymphoedema of the limbs. Cochrane Database Syst Rev 2004; 2: CD003143. 2. Badger C, Preston N, Seers K, Mortimer P. Benzo-pyrones for reducing and controlling lymphoedema of the limbs. Cochrane Database Syst Rev 2004; 2: CD003140. 3. Badger C, Preston N, Seers K, Mortimer P. Physical therapies for reducing and controlling lymphoedema of the limbs. Cochrane Database Syst Rev 2004; 4: CD003141. 4. Murphy MK, Black NA, Lamping DL, et al. Consensus development methods, and their use in clinical guideline development. Health Technol Assess 1998; 2(3): i-iv, 1-88. 5. International Society of Lymphology. The diagnosis and treatment of peripheral lymphedema. Consensus document of the International Society of Lymphology. 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