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actualización Póster Rol del anestesiólogo en cirugía de lipoaspiración con técnica de anestesia tumescente Dres. Enrique Alberino*, Neri Arevalo*, Diego Sosa Yunes** *Anestesiólogo **Residente de anestesiología Introducción: La técnica de anestesia tumescente para cirugía de lipoaspiración consiste en inyectar, inicialmente, grandes volúmenes de líquido (sol. fisiológica o ringer lactato) más un anestésico local (lidocaína 2% c/e) con el agregado de adrenalina y bicarbonato (ver fórmula tumescente) en la grasa subcutánea para luego realizar la lipoaspiración. Las ventajas de esta técnica son: gran reducción en la pérdida de sangre, analgesia posoperatoria por 6 a 10 horas, restitución de líquidos y remoción más fácil del tejido graso. Puede ser utilizada con diversas modalidades de anestesia: de forma puramente local, local con sedación consciente, con anestesia general e intubación endotraqueal (para seguridad en los cambios de decúbito) o con anestesia regional. En nuestra práctica, realizamos todas las operaciones con infiltración tumescente más sedación consciente o hipnoanalgesia monitoreada por un anestesiólogo. Esta combinación de anestesia tumescente, realizada por el cirujano, más la sedación y analgesia endovenosa, aporta las ventajas de ausencia de molestias, dolor y estrés para el paciente. Objetivo: Destacar el rol del anestesiólogo en la cirugía de lipoaspiración con anestesia tumescente, procedimiento realizado por un cirujano desde el punto de vista técnico. Las altas dosis de A.L. utilizadas y los líquidos infundidos requieren la presencia y estricto control del anestesiólogo. Fórmula tumescente (modificada de la técnica original de Klein) · 1000 ml de solución fisiológica · 30 ml de lidocaína al 2% con epinefrina (0,06%) · 1 ml de adrenalina al 1 por mil · 3 ml de bicarbonato de sodio 1 M 42 Volumen 65 · Nº 4 (Suplemento Congreso) Población estudiada: Se revisaron las historias clínicas de 43 pacientes que fueron sometidas a lipoaspiración entre el 1° de febrero y 30 de abril de 2007 en un sanatorio de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Resultados · El grupo estudiado está compuesto por 43 mujeres de peso promedio 69.1 kg. (rango 52-90 kg) y edad promedio de 35.5 años (rango 19-59 años); la duración de la operación varió según la cantidad de áreas tratadas y fue, en promedio, de 98.6 minutos (rango 45-165 minutos). · Todas las cirugías se efectuaron con la modalidad ambulatoria, permaneciendo las pacientes en una habitación de recuperación entre 4 y 6 horas y debiendo retirase, en todos los casos, con un acompañante. · Fueron tratadas todas las áreas del cuerpo y en algunos casos múltiples áreas en forma simultánea. Las localizaciones más frecuentes fueron: región anterior de abdomen, flancos, dorso y muslo. · Se observó que el material aspirado estaba compuesto por dos fases, una blanca de grasa y otra rosa de sangre y líquido. El volumen promedio aspirado fue de 2930 ml (rango entre 1000-5000 ml) · Se considera una pérdida de 11 ml de sangre por litro aspirado de grasa. · La restitución de líquidos por vía endovenosa es directamente proporcional a la cantidad de líquido inyectado en el espacio subcutáneo y el aspirado. Como casi siempre la cantidad aspirada es igual a la inyectada, salvo excepciones, se administra por vía endovenosa el volumen necesario para mantener la sedación del paciente de acuerdo con los minutos que dura el procedimiento. En nuestro estudio no se superaron los 1500 ml, con un promedio de 1000 ml. · Los fármacos utilizados para mantener la hipnoanalgesia fueron 5 mg de midazolam, 50 mg de propofol y 500 mcg de remifentanilo en 500 ml de solución fisiológica, sin medicación previa. Se comenzó la infusión previa a la infiltración subcutánea a un ritmo de 1 a 2 gotas por kilogramo del paciente según la magnitud del procedimiento a realizar y la susceptibilidad al estímulo quirúrgico. · Mantuvimos ventilación espontánea y aporte suplementario de O2 mediante cánula nasal a una FiO2 de 0,4 con 4 l/min. Se monitorea oximetría de pulso, ECG continuo y tensión arterial no invasiva. · Cuantificación de lidocaína: nuestra dosis promedio fue de 28,3 mg/kg. La bibliografía consultada reporta que dosis similares producen niveles plasmáticos de lidocaína de 1,5 mcg/ml, con una confianza del 95%. Correlación entre los niveles de lidocaína en plasma y sus efectos tóxicos Lidocaína en plasma Toxicidad < 1,5 mcg/ml Idiosincrasia 1,5-4 mcg/ml Somnolencia, desvanecimiento, dificultad en el habla y confusión 4-6 mcg/ml Bradicardia sinusal, hipotensión y disminución del gasto cardíaco 6-8 mcg/ml Confusión severa, convulsiones y paro respiratorio > 8 mcg/ml Convulsiones y paro cardiorrespiratorio Complicaciones observadas en nuestro estudio: Temblores (en general no relacionados con la hipotermia): 23 casos Hiperalgesia en región lipoaspirada de difícil resolución (EVA de 8): 6 casos Hipotensión ortostática luego de dos horas de cirugía: 1 caso Taquicardia (mayor del 20% del valor basal): 2 casos Náuseas y vómitos: 2 casos Sedación prolongada: 1 caso. Conclusiones: A pesar de ser un procedimiento realizado por un cirujano desde el punto de vista técnico, consideramos que debido a las elevadas dosis de anestésico local que se utilizan y los líquidos que se infunden es necesaria la presencia y estricto control del anestesiólogo; este, además, provee al paciente una adecuada hipnoanalgesia para el procedimiento y es capaz de resolver complicaciones que dicha técnica pudiera provocar. Bibliografía Grazer, F.M., Clínicas de Cirugía Plástica, Panamericana, 1996. Matthew J, Varghese S, Jagadeesh S. A new method of tumescent infiltration for local anaesthesia, J Plast Reconstr Aesthet Surg. 2006;59(5):563. Bussolin, MD. Tumescent Local Anesthesia for the Surgical Treatment of Burn and Postburn Sequelae in Pediatric Patient. Anesthesiology 2003; 99: 1371-5. Nordstrom H, Stange K. Plasma lidocaine levels and risks after liposuction with tumescent anaesthesia, Acta Anaesthesiol Scand. 2005 Nov; 49(10):1487-90. De Jong RH. “Tumescent anesthesia” for office-based liposuction. Anesth Analg. 2005 Jan; 100(1):299; author reply 299-300. E-mail: diegososayunes@hotmail.com Póster Anestesia raquídea (xilocaína + fentanilo) en artroscopías ambulatorias. Experiencia en 30 procedimientos Dres. Pablo Barcala*, Daniel Bazzolo*, María Elena Ranzini*, Rodrigo López Castro* *Médico anestesiólogo. Servicio de Anestesiología del Hospital Italiano de Buenos Aires Introducción: Los esquemas anestésicos utilizados para las artroscopías ambulatorias incluyen, en general, dos técnicas: anestesia intra-articular + neuroleptoanalgesia o bloqueo selectivo de la rodilla (3 en 1) con anestesia general. El objetivo del estudio fue describir una técnica anestésica con xilocaína y fentanilo raquídeo en cirugía ambulatoria de rodilla. Materiales y métodos: Se analizaron los datos obtenidos de 30 procedimientos realizados en pacientes ambulatorios (ASA I y II) durante el período comprendido entre julio del 2006 a junio del 2007 en la unidad de cirugía ambulatoria (UCA). El esquema anestésico consistió en una anestesia raquídea a nivel L2-L3 con aguja punta lápiz 26G. Se inyectaron 1,5 ml de xilocaína 2% sin epinefrina (30 mg) + 25 gammas de fentanilo, con volumen total = 2 ml, que resultó en una concentración de xilocaína de 1,5%. A cada paciente se le administró profilaxis antibiótica, midazolam (0,05 mg/kg), dexametasona (8 mg) y diclofenac en goteo (2 mg/kg). Durante la cirugía se utilizó el lazo en todos los pacientes. Los datos se expresan como X ± DS. RAA 43 Resultados: Póster n % Mujeres 6 20 Hombres 24 80 Edad (años) Población 39,43 ± 12 Minutos X ± DS Peso (kg) 80,3 ± 13 Nervio tibial posterior: descripción de una técnica infiltrativa con abordaje inframaleolar Talla (m) IMC 1,71 ± 0,1 27,28 ± 4,6 Duración de Cirugía Tiempo fin cirugía a fin de recuperación inmediata Tiempo de fin de cirugía al Alta 57,7 ± 15,11 49 ± 21,87 128,67 ± 45,35 El aporte de solución fisiológica durante la cirugía fue de 1500 ± 227,43 ml en un tiempo de 57,7 ± 15,11 minutos. Todos los pacientes toleraron la colocación del lazo y permanecieron sedados durante la operación. Con respecto al requerimiento de analgesia adicional durante la recuperación en la UCA, solo 2 pacientes (0.067%) requirieron una dosis extra de dextropropoxifeno ev. Conclusión: Este esquema anestésico sería de utilidad para las artroscopías simples de rodilla en la UCA, ya que en estos pacientes permitió realizar la cirugía con la colocación del lazo y con el paciente sedado, sin requerir analgesia adicional en el posoperatorio inmediato. Se requieren estudios comparativos para poder evaluar la técnica descrita. Bibliografía Peña Atrio GA y cols. Rev Cubana Ortop Traumatol, 1999; 13(1-2):27-30. Spasiano A y cols. Minerva Anestesiol. 2007 Jan-Feb; 73 (1-2):13-21. E-mail: : susanagabrielaperez@gmail.com 44 Volumen 65 · Nº 4 (Suplemento Congreso) Dres. Rodrigo López Castro, Felipe Droblas, María Ximena Domínguez, Hugo Perrin Turene, José Luis Stinga, Aníbal Vescovo. Médicos anestesiólogos. Servicio de Anestesiología del Hospital Italiano de Buenos Aires Introducción: Los bloqueos regionales son una opción anestésica y una herramienta para el control del dolor posoperatorio inmediato. En la bibliografía médica se describen los bloqueos infiltrativos del nervio tibial posterior en la región inframaleolar para las cirugías de antepié. Sin embargo, los puntos de abordaje clásicos no están descritos con precisión, y las referencias anatómicas de superficie no son fácilmente reconocibles o se encuentran variaciones interpersonales, como en las técnicas retroarteriales. El objetivo del trabajo fue describir un punto de abordaje para el bloqueo del nervio tibial posterior, en la región inframaleolar con referencias anatómicas fácilmente identificables, reproducibles y constantes. Hemos descrito un nuevo abordaje teniendo en cuenta dos puntos de referencia palpables desde la superficie de la cara interna del pie: el maléolo interno o maléolo tibial, y el tubérculo del tibial posterior en el escafoides o tubérculo de Richerand. Se traza una línea que une ambas prominencias óseas. Desde el punto medio de esta línea se traza una perpendicular a la primera, y a 2 cm de la intersección de ambas hacia la región posteroplatar se encuentra el punto de abordaje (figura). La dirección de la aguja (21Gx1) es perpendicular a todos los planos de la piel y se la introduce hasta hacer contacto óseo. Se infiltran 7 ml de anestésico local (mezcla de lidocaína 1% bupivacaína 0,25%), con las precauciones habituales, en el trayecto de la aguja hasta la piel. Conclusión: La incorporación de referencias fácilmente identificables nos ha permitido reproducir rápidamente una técnica de bloqueo para cirugía de antepié. Esta técnica la hemos