Download Nefrologia revista 20060811:Nefrologia revista 20060407.qxd
Document related concepts
no text concepts found
Transcript
Editorial La insuficiencia renal aguda en la Argentina Gustavo C. Greloni* * Coordinador Grupo de Trabajo IRA (SAN). Jefe de Sección Nefrología Clínica Hospital Italiano de Buenos Aires. Coordinador Programa de Agudos FMC Escribir un editorial sobre insuficiencia renal aguda (IRA) en la Argentina suele generar sentimientos encontrados en quien decida abordar la empresa. Es bien conocida la importancia que la IRA tuvo para el nacimiento de nuestra especialidad, la Nefrología, a partir de los trabajos efectuados por Bywaters en pacientes con IRA por síndrome de aplastamiento durante los bombardeos de Londres, en la primera mitad del siglo pasado. El diseño del riñón artificial por W. Kolff y su utilización en pacientes con IRA pocos años después constituyó, sin duda, otro hito decisivo en el mismo sentido. En nuestro país, la realización de las primeras diálisis llevadas a cabo en el primer servicio de Nefrología del Instituto de Investigaciones Médicas "A. Lanari", resultó también un pilar fundacional para la Nefrología argentina, como especialidad independiente de la Medicina Interna. Fue notable, en aquellos años, el rápido "contagio" en establecimientos médicos públicos y privados en las ciudades de Buenos Aires, Córdoba y Rosario, donde se instalaron unidades de diálisis de agudos en los flamantes servicios de Nefrología que se inauguraban sin pausa. La IRA era una de las "vedettes" de los congresos de la época y sus resultados se publicaban en revistas y libros de resúmenes de otras especialidades afines (la Sociedad Argentina de Nefrología se fundó en 1960, y el primer Congreso Argentino de Nefrología se realizó recién en 1970). En aquellos años los pacientes, en su mayoría jóvenes, presentaban frecuentemente IRA de causa obstétrica, por transfusiones incompatibles o por la utilización de nefrotóxicos. Provenían generalmente de la comunidad y el compromiso fundamentalmente monoorgánico, una vez instituidas las terapias de reemplazo renal (TRR), confería menor mortalidad que la comunicada en la "era prediálisis". Esas primeras recopilaciones publicadas mostraban etiologías y respuestas al tratamiento similares a las referidas en la literatura internacional. La desaparición de los casos de IRA vinculada a transfusiones incompatibles, la mejora del tratamiento de IRA de causa obstétrico-ginecológica y la evidencia de que las nuevas etiologías de los años '60 y '70 vinculadas a antibióticos aminoglucósidos, antiinflamatorios y sustancias de contraste endovenosas revestían un carácter más benigno, hicieron creer a los incipientes nefrólogos argentinos que la batalla contra la IRA podría ganarse. 48 El segundo "patrón" de IRA al que asistimos los nefrólogos en los últimos años se caracteriza por pacientes frecuentemente ancianos, con comorbilidades habituales, con IRA generada en ámbitos intrahospitalarios y habitualmente en las mismas unidades de cuidados intensivos (UCI). Esta situación a menudo se produce como consecuencia de cirugías complejas, o con utilización de circulación extracorpórea, trasplantes de órganos, sepsis o situaciones que conllevan elevada morbimortalidad con compromiso simultáneo de varios parénquimas. Suele referirse por ello en los textos nefrológicos la existencia de dos eras en la IRA, donde la mortalidad poco se ha modificado desde aquella mejora ya comentada, otorgada por la diálisis. En la primera etapa los pacientes morían por la IRA. En ésta última fallecen con IRA en un contexto de severa disfunción multiorgánica. Es fundamental considerar estos temas al comparar trabajos de distintas épocas sobre epidemiología de la IRA. En países en vías de desarrollo, con peores condiciones higiénico-dietéticas, la IRA suele presentarse con el primer patrón referido previamente y "paradójicamente" genera tasas de mortalidad menor, cuando se la considera globalmente. Cuando se compara la sobrevida de pacientes que requieren TRR como tratamiento de IRA con aquellos que no son dializados, o pacientes que son asistidos en salas de internación general con aquellos que necesitaron ser ingresados en una UCI, surgen diferencias cercanas a un 30%. Resulta evidente entonces la necesidad de comparar pacientes de similares características al intentar analizar mortalidades en los distintos grupos. Esta baja sobrevida de los pacientes portadores de IRA grave de las UCI se ha mantenido constante en la bibliografía de los últimos años a pesar de las nuevas modalidades de TRR disponibles. En Argentina son escasos los registros que permitan conocer la situación de los pacientes con IRA. Esta situación es extensible a Latinoamérica, donde los intentos recientes de algunos países de registrar aquellos pacientes con IRA fracasaron. Pero no sólo la ausencia de encuestas sobre las características de los procedimientos llevados a cabo deben preocuparnos en este tema. Los nefrólogos hemos volcado nuestros mayores esfuerzos a los tratamientos de los pacientes con insuficiencia renal crónica (IRC) y son claras las indicaciones y normas para la realización de hemodiálisis, diálisis peritoneal y trasplante en estos casos. No La insuficiencia renal aguda en la Argentina podríamos asegurar que, en todos los casos, los pacientes con IRA en el momento más crítico de su vida estén recibiendo el tratamiento más adecuado para su severa condición (no siempre se cuenta con la mejor tecnología para la diálisis de agudos, la adecuación de estos procedimientos no suele efectuarse con la misma minuciosidad de los pacientes con IRC, los criterios de inicio de estas terapias no son uniformes y, probablemente, en algunos casos exista cierto retardo en su indicación e implementación). Otros problemas convergen de forma que este tema no tiene fácil solución. Deberíamos mantener un contacto más estrecho con los profesionales de las UCI que refuerce el interés de éstos por la patología nefrológica. Tendremos además que solicitar una modificación de los aranceles vigentes diseñados para la cobertura de esta patología (obviamente más compleja y costosa que las diálisis que se les proporciona regularmente a pacientes con IRC). Hace pocos años, y conscientes de esta situación, algunos nefrólogos en el seno de la Sociedad Argentina de Nefrología (SAN) desarrollamos un esfuerzo tendiente a mejorar la situación de los pacientes con IRA. A estos efectos y como resultante de esos ingentes movimientos se constituyó recientemente el Grupo de Trabajo en IRA de la SAN, que continuará el trabajo iniciado. El primer paso fue conocer quiénes eran y cómo estaban efectuando los tratamientos de sustitución renal. Realizamos entonces un censo de unidades de TRR en pacientes con IRA. Conocidos los efectores, decidimos investigar la situación de cada paciente que recibe TRR en nuestro país. Numerosas unidades se sumaron a esta iniciativa que probablemente nos permitirá conocer la situación de los pacientes con IRA grave. La mejor evolución de este grupo de elevada mortalidad dependerá del análisis de estos resultados y de la rápida implementación de las correcciones de muchos de los factores antes apuntados. Asegurar la correcta asistencia de estos pacientes debe ser el primer objetivo en esta área. Luego podremos conocer la epidemiología de pacientes con IRA de menos gravedad, o efectuar trabajos prospectivos en distintas regiones de nuestro país, o comparar grupos con diversas modalidades de tratamiento. Reinstalar la IRA en la consideración de todos los nefrólogos, así como en los profesionales responsables de UCI, emergentólogos o salas de internación general debe ser la meta que oriente los esfuerzos de quienes nos sumemos a esta tarea. 49