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Artigo Original/Original Article/Artículo Original Conocimientos y actitudes sobre lumbalgia de médicos basados en la Guía Práctica Clínica Conhecimento e conduta em casos de lombalgia com base nas diretivas de prática clínica Knowledge and attitudes of low back pain in physicians based in Clinical Practice Guidelines Jorge Ruiz Sabido1, Edgar Reyes Padilla2, Fátima Adriana Muñoz Carvajal3, José Manuel Pérez Atanasio4 RESUMEN Objetivo: Determinar el nivel de conocimientos y las actitudes de los médicos en Tijuana, con base en la Guía de Práctica Clínica (GPC) para la prevención, diagnóstico y tratamiento del Dolor Lumbar Inespecífico (DLI). Métodos: Estudio prospectivo, transversal y descriptivo. Los datos fueron obtenidos de los médicos que prestan sus servicios en clínicas, consultorios privados y/o instituciones de gobierno. Resultados: Se obtuvo un total de 56 médicos encuestados, 37 hombres y 19 mujeres. Ningún médico contestó que no atiende un paciente con dolor lumbar. El 49% conocen la GPC y el 51% no saben de su existencia. Conclusiones: A pesar de que algunos médicos refieren conocer la GPC, según los resultados obtenidos falta mayor dominio y apego de la misma. El no conocer la GPC no hace imposible contestar el cuestionario. Los médicos se sienten más conectados con el sistema de salud, pero con menor autoconfianza en el manejo del DLI. Descriptores: Dolor de la región lumbar/diagnóstico; Dolor de la región lumbar/prevención & control; Dolor de la región lumbar/terapia; Ortopedia/normas; Guías de práctica clínica como asunto/normas. RESUMO Objetivo: Determinar o nível de conhecimentos e a conduta dos médicos de Tijuana, com base nas Diretivas de Prática Clínica (DPC) para prevenção, diagnóstico e tratamento da dor lombar não específica (DLNE). Métodos: Estudo prospectivo, transversal e descritivo. Os dados foram obtidos junto a médicos que prestam serviços em clínicas, consultórios particulares e/ou instituições governamentais. Resultados: Atingiu-se um total de 56 médicos entrevistados, dos quais 37 eram homens e 19 mulheres. Nenhum médico disse que não atende um paciente com dor lombar. Do total, 49% conhecem as DPC e 51% não sabiam da sua existência. Conclusões: Apesar de alguns médicos relatarem conhecer as DPC, de acordo com os resultados obtidos, falta-lhes maior domínio e conformidade com relação a essas diretivas. Não conhecer as DPC não impossibilita responder ao questionário. Os médicos sentem-se mais conectados ao sistema de saúde, mas com menos confiança na conduta em casos DLI. Descritores:Dor lombar/diagnóstico; Dor lombar/prevenção & controle; Dor lombar/terapia; Ortopedia/normas; Diretivas de prática clínica /normas. Abstract Objective: To determine the level of knowledge and attitudes of physicians in Tijuana based on Clinical Practice Guidelines (CPG) for the prevention, diagnosis and treatment of Nonspecific Low Back Pain (NLBP). Methods: Prospective, cross-sectional, descriptive study. Data were obtained from doctors who practice in clinics, private surgeries, and/or government institutions. Results: Of a total of 56 doctors surveyed, 37 were men and 19 women. None of the doctors said they had not seen a patient with Back Pain. 49% knew the GPC, and 51% did not know of its existence. Conclusions: Although some physicians reported knowledge of the GPC, according to the results, there was a lack of full knowledge of, and adherence to these guidelines. Not knowing the GPC did not make it impossible to complete the questionnaire. The doctors felt more connected to the health system, but with less confidence in the management of cases of NLBP. Keywords: Low back pain/prevention & control; Low back pain/diagnosis; Low back pain/therapy; Orthopedics/standards, Practice guidelines as topic/standards. INTRODUCCIÓN El dolor lumbar (DL) es el diagnóstico más común del aparato locomotor, y se estima que cerca del 80% de la población a nivel mundial lo padecerá; se reconoce como la segunda causa más frecuente de la consulta general.1,2 Aproximadamente, el 70% del DL nunca tendrán un diagnóstico específico a pesar de realizar una historia clínica minuciosa y estudios de imagen,3-5 cuando los síntomas evolucionan hacia la cronicidad, es llamada Dolor Lumbar Inespecífico (DLI) y se estima entre 5 a 10% de los casos.6,7 Los costos asociados a incapacidades laborales y al tratamiento empleado, consume un 75% de los recursos destinados a la patología lumbar8 y aproximadamente 30% de los pacientes requieren incapacidad.9 El DLI se diagnostica por exclusión y requiere un adecuado conocimiento del comportamiento clínico y oportuna solicitud de estudios 1. Hospital Ángeles Tijuana, Tijuana, Baja California. México. 2. Hospital de Traumatología, UMAE “Dr. Victorio de la Fuente Narváez”, IMSS, Distrito Federal, México. 3. Facultad de Medicina, Universidad de California, San Diego (UCSD), Estados Unidos de Norteamérica. 4. Hospital General de zona, número 68, IMSS, Ecatepec, Estado de México. México. Trabajo realizado en Facutad de Medicina, Universidad Xochicalco campus Tijuana. México. Correspondencia: Edgar Reyes Padilla. Primer piso (Dirección de Educación e Investigación en Salud) Hospital de Traumatología, Unidad Médica de Alta Especialidad, IMSS, Distrito Federal, México. Colector 25 s/n (Av. Fortuna) Esquina Av. Politécnico Nacional. Col. Magdalena de las Salinas, Deleg. Gustavo A. Madero. CP 07760. ed_kings@hotmail.com Recibido en 12/04/2014, acepto en 20/05/2014. http://dx.doi.org/10.1590/S1808-18512014130200457 Coluna/Columna. 2014; 13(2):116-9 Conocimientos y actitudes sobre lumbalgia de médicos basados en la Guía Práctica Clínica para-clínicos interpretados correctamente evitando catastrofizar las imágenes; diferenciando así, los casos benignos de los graves.2 Wadell et al.10 describieron la variación del número de discapacitados por año a causa del DL en la Gran Bretaña, observando que aun cuando la tecnología quirúrgica, las técnicas de imagen y la precisión de hacer diagnósticos anatómicos mejoraron, el resultado de la terapéutica empeoró dramáticamente. Paralelamente, Postigo et al.,11 reportaron la tasa de intervenciones quirúrgicas en Gran Bretaña se elevó ya que se establecieron criterios en las imágenes; añadieron que existe una causa de cronicidad e incapacidad sub-diagnosticada y subtratada, la cual se podría atribuir una etiología psicosocial. Schecter et al.,12 Moore et al.,13 y Van der Windt et al.14 definen dos modelos de tratamiento comúnmente utilizados para el tratamiento del dolor lumbar como “médico y biopsicosocial”, el primero se asocia a un buen resultado cuando el diagnóstico es específico y el segundo a DLI, a través del empoderamiento del paciente. En las últimas décadas han surgido lineamientos y Guías de Prácticas Clínicas (GPC) con el fin de mejorar la efectividad y eficiencia del cuidado de la salud.15-18 La adherencia a éstas disminuye el uso de terapias ineficientes lo que lleva a mejores resultados y disminución de costos.19 No obstante el conocimiento basado en evidencias y el desarrollo de las GPC en países como Europa, Reino Unido, Israel, Canadá y México no ha reportado mejores resultados, probablemente debido a la falta de difusión y apego por parte de los médicos.20,21 En una encuesta a médicos de primer nivel y ortopedistas sobre el nivel de conocimiento y adherencia a las GPC de DL, los ortopedistas tuvieron un nivel insuficiente en cuanto a los aspectos básicos, los médicos de primer contacto abordan mejor el DL agudo y ambos grupos tienen deficiencia en el tratamiento farmacológico.22 México cuenta con la GPC “Diagnóstico, tratamiento y prevención de lumbalgia aguda y crónica en el primer nivel de atención” y “Manejo fisiátrico en lumbalgia inespecífica”, publicado por el Consejo General de Salud en México. Sin embargo, no se cuenta con estudios que documenten si los profesionales de la salud destinados a la atención de estos pacientes conocen y se apegan a ellas.23 Otros investigadores han valorado y estudiado las actitudes, creencias y percepciones de los profesionistas que brindan atención a pacientes con DL y su repercusión en ellos.24,25 Reportaron que sus creencias, factores culturales y formación afectan su toma de decisiones ante estos pacientes.3,26 Pincus et al.20 desarrollaron y validaron un instrumento para evaluar el conocimiento y la actitud de “Prácticos del Aparato Musculoesquelético” y lo aplicaron a diferentes grupos, concluyeron que los profesionales con educación tradicional tienden a enfocarse a modelos biomédicos si bien apoyarían el abordaje biopsicosocial.19,20 El objetivo del estudio es determinar el nivel de conocimientos y actitudes de médicos en Tijuana basado en la GPC para la prevención, diagnóstico y tratamiento del DLI. MATERIAL Y MÉTODOS Se realizó un estudio prospectivo, transversal y descriptivo durante noviembre de 2011 a agosto de 2012. Los datos fueron obtenidos de los médicos que prestan sus servicios en clínicas, consultorios privados e instituciones de gobierno. Los criterios de inclusión: médicos generales titulados, médicos familiares, médicos especialistas en traumatología y ortopedia, que atienden a pacientes con DL y que tuvieran consentimiento informado. Los criterios de exclusión: médico sub-especialista en columna. Para el marco muestral se hizo a conveniencia por medio de un cuestionario. Para la recolección de datos se realizó un cuestionario estructurado de 58 preguntas; éste incluye variables demográficas (sexo y edad), conductas (antecedentes de DL y actividad docente) y lugar donde laboran. El cuestionario de conocimientos se conformó de 39 preguntas acerca de epidemiología, cuadro clínico, diagnóstico y tratamiento (alpha de Cronbach=0.91). Para valorar las actitudes se utilizaron 19 indicadores que explora 6 dimensiones: Coluna/Columna. 2014; 13(2):116-9 117 Límite de Sesiones (LS); Psicológico (P); Conexión con el Sistema de Salud (CSS); Confianza y Preocupación (CP); Reactivación (R) y Biomédico (BM).16 Para el presente estudio la confiabilidad fue estimada a través de la prueba de Kuder Richardson (para el instrumento de conocimientos) y Alpha de Cronbach (para el instrumento de las actitudes ya que se utilizó una escala de Likert) que traduce la consistencia en las respuestas del grupo al total de los reactivos. Se realizó un análisis descriptivo para variables cuantitativas con medidas de tendencia central y dispersión (media con Desviación Estándar, con siglas DE). También se identificó el rango mínimo y máximo para los aciertos del cuestionario de conocimiento. Para variables cualitativas se utilizaron frecuencias y proporciones expresadas en porcentajes. Para medir el nivel de conocimiento sobre la GPC, se basó en el número de aciertos (total de reactivos 39) donde muy poco conocimiento (< 10 puntos), algo de conocimiento (11-20 puntoss), regular conocimiento (21-30 puntos) y si tiene conocimiento (31-39 puntos).26 Se utilizó paquete estadístico Stata 11. Para el proceso de adaptación y validación del instrumento, se reunió con frecuencia un grupo de expertos en el área, realizaron la traducción y adaptación cultural del instrumento base.27 Además de revisar y consensar las modificaciones pertinentes tomando en cuenta los siguientes elementos para la validez de un instrumento: contenido (a correlación entre el número de reactivos y el peso asignado a los contenidos de la GPC), “criterio y constructo” (la proporción de las dimensiones con sus reactivos que corresponde a identificar el conocimiento sobre DLI de acuerdo a las diferentes áreas de la patología. RESULTADOS Se obtuvo un total de 56 médicos encuestados, éstos fueron 37 hombres y 19 mujeres, con un promedio de edad de 44 años (DE=12). Médicos que no atienden pacientes con DL 0%, 11 pocas veces (20%), 28 regularmente (50%), 17 muy frecuente (30%). De la población estudiada 16 tienen actividad docente (29%); con respecto al lugar donde laboran: institución de salud 17%, hospital o consultorio privado el 59% y otros el 25 %. La distribución porcentual de los que saben de la existencia de la GPC fue del 49% que corresponde a 27 médicos y el 51% que son 28 participantes no saben de su existencia. Se les interrogó acerca de las veces en que se consultaba la GPC y el 37% respondieron nunca hacerlo, 44% pocas veces, 15% regularmente y 5% muy frecuente. La distribución de los puntos obtenidos por nivel de conocmientos sobre DL, basados en la GPC, se utilizó una escala de los puntos obtenidos donde muy poco conocimiento (menor o igual a 10 puntos), algo de conocmiento (11-20), regular conocimiento (21-30) y sí tiene conocmiento (31-39). En cuanto a las áreas cuestionadas con respecto al conocimiento, la dimensión con mayor número de aciertos fue cuadro clínico, seguida de tratamento. (Tabla 1) Las actitudes fueron agrupadas en dimensiones basadas en el artículo donde se obtuvo el instrumento, como se muestra en la Tabla 2. En la Tabla 3 observamos el rango normal para cada dimensión y finalmente en la Figura 1 se muestran las medias de las dimensiones de actitudes. Tabla 1. Resultados del cuestinario de conocimientos evaluando cada dimension. Dimensión Total de Promedio número Promedio en Rango preguntas de aciertos % de aciertos mínimo- máximo Epidemiología 6 2.3 38 % 0- 5 Cuadro clínico 15 7.5 50% 0-12 Diagnóstico 9 2.4 27% 0-5 Tratamiento 9 4 44% 0-7 Total 39 16 41% 3-26 118 Tabla 2. Resultados de la encuesta de actitudes, mostrando el resultado por dimensión. Actitudes Media DE Sesiones Limitadas 22.4 3.1 25 22,4 20 20,5 15,6 14 15,4 Sí continúo viendo a mis pacientes de vez en cuando puedo prevenir recaídas 4.98 1.64 Creo que continuar el tratamiento del paciente después de que ha desaparecido el dolor puede prevenir las recidivas 5.84 1.36 El tratamiento regular por un fisioterapeuta no previene el dolor lumbar 4.36 1.8 Si sigo viendo a mis pacientes de vez en cuando, es probable que no aprendan a manejar su dolor por sí mismos 4.12 1.81 Psicológico 20.54 3.6 Figura 1. Media de las dimensiones de las actitudes de médicos que atienden pacientes con DLI. Es esencial que me entere de las dificultades psicosociales de mi paciente 5.11 1.2 DISCUSIÓN Exploro los problemas psicosociales que mi paciente está afrontando 5.4 1.4 Procuro evitar indagar en los problemas personales de mis pacientes 3.69 1.4 Frecuentemente me encuentro dando apoyo psicosocial a mis pacientes 5 1.2 15 10 7,3 5 0 Conexión con el Sistema de Salud 15.6 2.4 Cuando refiero a mis pacientes, confío en que recibirán buen tratamiento 5.75 1.39 Cuando refiere a mis pacientes, sé que serán vistos dentro de un periodo adecuado 5.15 1.4 No me veo conectado a un sistema de salud como recurso accesible 3.8 1.63 Confianza y Preocupación 7.3 2.6 No creo que alguien más pueda ayudar a mis pacientes con DL mejor que yo 3.0 1.71 Me preocupa la calidad del tratamiento que reciben los pacientes que refiero 6.18 1.09 Reactivación 14.04 3.8 El retorno a las actividades de la vida diaria es la consecuencia más importante del tratamiento 6.14 1.04 Mi objetivo es que el paciente regrese rápido al trabajo 5.45 1.64 El objetivo más importante del tratamiento es mejorar la movilidad 5.09 1.22 Biomédico 15.47 3.09 A menudo tengo que enseñar a o los pacientes a estar vigilantes de su espalda 5.7 1.15 Si buscas meticulosamente, puedes encontrar razón estructural para el dolor lumbar de la mayoría de los pacientes. 5.96 1.19 Recomiendo a los pacientes con dolor lumbar restringir su estilo de vida 4.36 1.79 Tabla 3. Rangos de la escala de actitudes para DL. Dimensión Rango De acuerdo Neutral Desacuerdo SL, P 4-28 21-28 16-20 <16 CSS,RA,BM 3-21 15-21 12-15 <12 CP 2-14 10-14 8-10 <10 LS P CSS C/P R BM Consistente con la literatura observamos que todos los médicos encuestados atienden pacientes con DL, el 80% de ellos regularmente o con mayor frecuencia.1,2 Sin embargo podemos deducir que la mayoría lo hacen basado en su criterio y experiencia personal. Sabemos que el DL es uno de los motivos más comúnes de consulta para los médicos de primer contacto; sin embargo, los resultados para los pacientes y los médicos a menudo no son alentadores. Ésto debido a que ni los métodos clínicos ni los de imagen nos permiten hacer diagnóstico etiológico específico en la mayoría de los casos. En aquellos que sí es posible establecer un diagnóstico, los tratamientos que se conocen a menudo no son resolutivos. En los últimos años se ha centrado la atención en pacientes con DL y el DLI apegado a las GPC, ya que al ser instrumentos basados en la evidencia clínica se presume que se evitarán de esta manera los tratamientos ineficientes, optimización de recursos, ya que se disminuyen costos y tiempo de incapacidad. A pesar de no conocer el impacto en las diferentes áreas que influye al apego de las GPC, se han dado algunas pautas para determinarlo. Con este estudio pretendimos determinar en nuestro medio si los médicos se apegan a las recomendaciones de la GPC, el 51% reportó ni siquiera conocerla con lo que se espera un bajo resultado en su nivel de conocimiento. De las 4 esféras que se evaluaron (epidemiología, cuadro clínico, diagnóstico y tratamiento), todas reportaron conocimiento del 50% o menos, el cuadro clínico y tratamiento es lo que más dominan, epidemiología y diagnóstico son las áreas más deficientes. Inferimos que el conocimiento que tienen lo han adquirido durante su formación y ejercicio de la práctica médica. Si bien el DL se reporta como uno de los temas de mayor importancia que a menudo no se encuentran en la práctica formativa tanto a nivel de licenciatura como especialidad. En cuanto a las actitudes de los médicos ante pacientes con DLI, los médicos tienden a estar de acuerdo con la idea de que continuar con consultas frecuentes puede prevenir las recaídas, cuando la conducta deseable es educar y empoderar a los pacientes. Sin embargo, sí reconocen la ineficiencia de los medios de fisioterapia prolongada para evitar recidivas. En cuanto a los aspectos psicológicos los médicos reconocen y están de acuerdo con la necesidad de explorarlos y atenderlos, aunque no fuertemente, ya que refieren que en ocasiones dan apoyo a sus pacientes. Los médicos refieren sentirse apoyados por el sistema de salud, les importa el tratamiento que recibirán en niveles más especializados sus pacientes y confían en que será adecuado. Por último, los médicos reconocen la reintegración al trabajo como uno de los factores importantes en el tratamiento de los pacientes con DLI. Reconocemos con esto la importancia de difundir las GPC entre los médicos de primer contacto y los ortopedistas, ya que es insuficiente y si bien en nuestro medio se cuenta con disposición Coluna/Columna. 2014; 13(2):116-9 Conocimientos y actitudes sobre lumbalgia de médicos basados en la Guía Práctica Clínica y actitudes favorables para el abordaje de los pacientes con DLI, el nivel de conocimientos es insuficiente lo que lleva a disminución en la autoconfianza para realizar ese trabajo, con lo que es probable que se estén refiriendo pacientes a segundo y tercer nivel sin haber obtenido antes los beneficios de un tratamiento quizás más adecuado y basado en evidencias. CONCLUSIONES A pesar de que algunos médicos refieren conocer la GPC, según los resultados obtenidos falta mayor dominio y apego de la misma. Los médicos que respondieron conocer la GPC, no concuerda con el número de médicos que la consultan. El no conocer la GPC no hace imposible contestar el instrumento, esto se debe probablemente a que durante su formación académica y clínica se adquieren conocimientos para el abordaje y manejo del DL. Los médicos encuestados tienen conocimientos clínicos sobre DL, poseen un criterio limitado para el diagnóstico de acuerdo a la GPC; es decir, saben identificar al paciente, pero no conocen los criterios para solicitar estudios de imagen. 119 Las diferencias socioculturales de nuestra población con la reportada en la literatura, en general las actitudes fueron similares; sin embargo, se observó que nuestra población se siente más conectada con el sistema de salud, pero con menor autoconfianza en el manejo del DLI. El hecho de aplicar este instrumento puede sensibilizar a los médicos en el abordaje de pacientes con DLI y realizar la búsqueda de la GPC para su conocimiento y apego. AGRADECIMIENTOS Se hace extenso el agradecimiento a los alumnos de la materia Osteomuscular de la Facultad de Medicina, Centro de Estudios Universitarios Xochicalco, campus Tijuana; en especial atención a Alberto Apalategui Veitia, Cristabel Adriana Escobosa Rocha y Daniel Fernando Zazueta Salido. Todos los autores declaran que no hay ningún potencial conflicto de intereses con referencia a este artículo. REFERENCIAS 1. González C, Moscoso L, Ramírez G, Abdo A. Tratamiento multimodal para lumbalgia crónica inespecífica. Acta Ortop Mex. 2010;24(2):88-94. 2. Saldivar AH, Cruz DL, Serviere L, Vázquez F, Joffre VM. Lumbalgia en trabajadores. Rev Med IMSS. 2003;41(3):203-9. 3. Koes BW, van Tulder MW, Thomas S. Diagnosis and treatment of low back pain. BMJ. 2006;332(7555):1430-4. 4. Chavarría Y, Flores S, Martínez MG. Lo que el médico general debe saber sobre lumbalgia inespecífica. Rev Med Hondur. 2009;77(2):57-98. 5. Kent PM, Keating JL, Taylor NF. 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