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Invierta en sus huesos Calidad de Vida ¿Por qué prevenir la primera fractura? Escrito, en representación del Comité de Asesores Científicos de la IOF, por Paul Lips, Departamento de Endocrinología, VU University Medical Center, Amsterdam, Países Bajos. El doctor Lips es presidente del Grupo de Trabajo sobre Calidad de Vida en Osteoporosis, de la IOF. 3 Invierta en sus huesos Calidad de Vida Introducción ¿Por qué prevenir la primera fractura? En Costa Rica, Sara Padilla siempre fue una persona sana. En 1979, a los 52 años, Sara se fracturó la cadera por primera vez. Un año más tarde, se fracturó la otra cadera. Su vida cambió. Tiene que ser más cuidadosa y no ha recuperado totalmente su independencia. En la actualidad, Sara ni siquiera puede tomar el colectivo, porque los escalones son demasiado altos. Lamentablemente, recién 17 años después de la primera fractura, Sara se enteró de que tenía osteoporosis y que las dos fracturas no eran sólo el resultado de sus "descuidos". En abril de 2002, Luciano Santi, de Italia, se resbaló en el baño y experimentó un fuerte dolor de espalda. Las radiografías revelaron dos vértebras rotas y, durante un tiempo, Luciano no pudo trabajar y tuvo que depender de su familia para levantarse de la cama, lavarse y vestirse. Después de una intervención cifoplástica (reexpansión del cuerpo vertebral fracturado con un material especial), el dolor de espalda desapareció, pero un mes más tarde, experimentó otras tres fracturas vertebrales. Luciano ahora comprende que, en realidad, todo empezó muchos años antes, cuando comenzó a sentir fuertes dolores de cabeza, hasta el punto de tener que dejar de trabajar. Luego de probar varios tratamientos, recibió altas dosis de corticoides y pudo retornar al trabajo y llevar una vida normal. Desafortunadamente, nadie le había informado acerca de los efectos del uso prolongado de corticoides sobre los huesos, ni de la necesidad de prevenir activamente la pérdida ósea. Es cierto, historias tristes como éstas abundan. La IOF considera que, si bien es fundamental tratar adecuadamente las fracturas por osteoporosis, es, quizás, más importante prevenir las fracturas. Esta publicación presenta el interrogante "¿por qué?", y explica las consecuencias de lo que les sucede a quienes no previenen la primera fractura. Las estadísticas actuales revelan que una de cada tres mujeres y uno de cada ocho hombres mayores de 50 años sentirán aflicción a raíz de las fracturas por osteoporosis (Cita 1, Melton L.J., 1992). Esta publicación también informa sobre las acciones preventivas que se pueden llevar a cabo. ¿Por qué prevenir la primera fractura? Las razones son persuasivas: El número de fracturas por osteoporosis comúnmente aumenta con la edad; las mujeres son más propensas a quebrarse un hueso que los hombres. La incidencia está aumentando rápidamente. En todo el mundo, el número de fracturas de cadera podría aumentar de 1,7 millones en 1990 a 6,3 millones para el 2050 (Cita 2. Cooper C., 1992). La ocurrencia de fracturas vertebrales aumenta entre dos y cinco veces el riesgo de otra fractura dentro del año siguiente (Cita 3, Johnell 2001 / Cita 19, Lindsay R., 2001). La fractura vertebral puede ocasionar un dolor intenso, que se prolonga durante semanas o meses. Un paciente que presenta una o más fracturas vertebrales suele tener problemas con las actividades simples de la vida cotidiana, tales como vestirse, limpiar, cocinar y lavar los platos. Se le hace imposible practicar deportes, las actividades sociales se complican; esto puede desembocar en sentimientos de fatiga, soledad y miedo de perder la independencia. Mientras la tasa directa de mortalidad a causa de operaciones por fractura de cadera puede oscilar entre 1% y 5%, la mortalidad total durante el primer año de la fractura de cadera ronda el 25%. Muchos pacientes mueren durante los primeros meses de la operación debido a complicaciones de enfermedades concomitantes. Hasta el 30% de los pacientes deben abandonar la vida independiente y son derivados a algún tipo de institución para su cuidado. Introducción 4 Para los sistemas de salud pública y las empresas de medicina prepaga, los gastos de cirugía, internación y rehabilitación de fracturas de cadera son enormes y van en ascenso, lo cual constituye una gran carga sobre los presupuestos de salud. Está claro que los sujetos, los médicos y las autoridades sanitarias tienen una responsabilidad tanto económica como moral de prevenir la primera fractura. La osteoporosis constituye una gran carga financiera para los gobiernos y para los sistemas de salud de todo el mundo. Más importante aún, las fracturas por osteoporosis ocasionan un sufrimiento incalculable a millones de personas. Si Sara Padilla hubiera sabido antes que tenía riesgo de padecer osteoporosis, hubiera podido evitar la primera fractura o, por lo menos, obtener un diagnóstico y tratamiento adecuados cuando se manifestó el primer daño físico. Acciones de la IOF La IOF ha hecho del concepto "prevenir la primera fractura" una razón esencial de su trabajo, con resultados visibles: El European Parliament Osteoporosis Interest Group convoca a las autoridades de salud locales y a las empresas de medicina prepaga a implementar acciones claras para prevenir el sufrimiento y los gastos innecesarios ocasionados por fracturas relacionadas con la osteoporosis. El trabajo está en marcha y reúne a la IOF, a las sociedades miembro de la IOF y a otros grupos y profesionales interesados. Las 13 mujeres líderes del mundo que participaron en la Mesa Redonda de Mujeres Líderes de la IOF, en Lisboa, Portugal, durante el Congreso Internacional sobre Osteoporosis, organizado por la IOF en 2002, hicieron un fuerte llamado sobre la necesidad de prevenir la primera fractura. Un estudio multinacional realizado entre la IOF y Bone and Joint Decade 2000-2010 sobre 3500 cirujanos especializados en ortopedia reveló que los cirujanos especializados en ortopedia están poco capacitados para reconocer y tratar fracturas por osteoporosis. En respuesta a ésto, la Organización Mundial de Osteoporosis Ortopédica (WOOO) impartió una serie de pautas "de bolsillo" para los cirujanos y radiólogos, así como también un cuadro sencillo con opciones para estudios de diagnóstico, derivaciones e intervenciones terapéuticas. En 2002, el tema del Día Internacional de la Osteoporosis fue "Prevenir la primera fractura". En todo el mundo, los miembros de la IOF usaron este tema en numerosas actividades locales originales. La campaña internacional de la IOF, tanto televisiva como en los medios escritos, lanzada a comienzos de 2003, fomenta, en mujeres y hombres, el interés por conocer el riesgo de osteoporosis, a través del test de riesgo de un minuto, antes de sufrir la primera fractura. De este modo, el mensaje ha sido ampliamente difundido: prevenir la primera fractura. Hueso sano Hueso con osteoporosis 5 ¿Es inevitable la primera fractura? Todos perdemos masa ósea a medida que envejecemos. Sin embargo, en aquellas personas con masa ósea normal, el riesgo de fractura es relativamente bajo. Los huesos se quiebran a causa de traumatismos; aun aquellos que tienen huesos fuertes pueden sufrir fracturas tras una caída o un accidente. Cuando el esqueleto presenta osteoporosis, sin embargo, la masa ósea se reduce notablemente, los huesos son más frágiles y el individuo está propenso a quebrarse un hueso tras un golpe relativamente menor. A veces, un movimiento aparentemente tan insignificante como levantarse demasiado rápido de la cama puede quebrar un hueso. La osteoporosis es conocida como una "epidemia silenciosa", porque ataca sigilosamente y, a menudo, el paciente advierte que tiene un problema recién cuando se quiebra un hueso; aun en ese momento, el diagnóstico suele ser ignorado por los médicos, excepto que se solicite un estudio para determinar la densidad mineral ósea. Lo problemático es que alrededor del 50% de todas las fracturas por osteoporosis se producen en pacientes que tienen osteopenia y no, aún, osteoporosis, según lo define la densidad mineral ósea. La medición de la densidad mineral ósea (DMO) sirve como indicador clínico de la resistencia ósea. El estudio de DMO es indoloro, no invasivo y, según la tecnología utilizada, mide la densidad ósea de la cadera, la columna, la muñeca o el talón. Las mediciones de la DMO suelen expresarse como "T-score" y representan el número de desvíos estándar (DS) debajo o por encima del cual está la DMO del paciente con respecto a la masa ósea máxima de un adulto joven sano del mismo sexo. Se diagnostica osteoporosis si el "Tscore" es mayor de 2.5 DS por debajo de la DMO media de adultos jóvenes (es decir, el "Tscore" es menor de -2.5). La osteopenia (baja masa ósea) se diagnostica si el "T-score" oscila entre -1 y -2.5 DS. El test de riesgo, traducido a más de 15 idiomas, está disponible en la página web de la IOF. La versión en español está en la página 18 de este folleto. ¿Cómo podemos prevenir las fracturas? El primer paso es mediante la prevención primaria, a través del desarrollo de un esqueleto fuerte durante la juventud. La clave de la prevención secundaria es mantener la fortaleza del esqueleto durante la edad adulta. Para lograr una masa ósea en óptimas condiciones, se recomienda seguir una dieta que contenga cantidades suficientes de calcio, proteínas y vitamina D, y un estilo de vida adecuado, que incluya ejercicio físico. Es preciso evitar el exceso de alcohol y de cigarrillo. El ejercicio físico está recomendado para todas las edades, ya que contribuye a la formación ósea y disminuye la pérdida de hueso. El folleto de la IOF, "Invierta en sus Huesos - ¿De qué manera la dieta, los estilos de vida y la genética afectan el desarrollo óseo en los jóvenes?", explica este aspecto en mayor profundidad. Un paso que toda persona puede dar es determinar si tiene riesgo de osteoporosis. Es posible conocer los factores de riesgo propios o de un familiar, en principio, mediante un simple ejercicio que puede hacer uno mismo, denominado Test de Riesgo de Un Minuto. En aquellos casos que presenten factores de riesgo, el médico podrá solicitar un estudio más completo de densidad mineral ósea. 6 Los factores de riesgo incluyen osteoporosis en la familia (madre con fractura de cadera), falta de movilidad prolongada o falta de ejercicio, bajo peso corporal (menos de 60 kg en las mujeres) y uso de corticoides tales como prednisona (Cita 4, Dutch Guidelines, 2002). Las fracturas, especialmente a partir de los 50 años, siempre deben ser un llamado de atención para el médico, que lo alerte sobre la necesidad de realizar un estudio de densidad ósea. Después de la primera fractura Tres tipos de primera fractura y sus implicancias Las tres fracturas típicas por osteoporosis son las fracturas de muñeca, columna y cadera. Las fracturas de muñeca comúnmente se producen alrededor de los 55 años de edad y las vertebrales, alrededor de los 65 (Cita 5, Lips P., 1997); las fracturas de cadera generalmente se producen en los pacientes ancianos, de 75 años o mayores. Sin embargo, estas edades no son absolutas: las fracturas pueden producirse aun a muy corta edad, según la gravedad del traumatismo y la fragilidad de los huesos. Tal como se menciona en la página 14, Salima Ladak-Kachra, de Canadá, se quebró la columna a los 25 años. Una manera útil de expresar el riesgo de fractura es el Riesgo de fractura en el curso de la vida, en sujetos de 50 años de edad (Melton L.J., 1992) Una de cada tres mujeres y uno de cada ocho hombres mayores de 50 años presentarán fracturas por osteoporosis riesgo en el curso de la vida (Cita 1, Melton L.J., 1992).En las mujeres de 50 años, el riesgo de fractura de cadera en el curso de la vida es 17,5% (uno en seis). El riesgo de fracturas vertebrales es 16%, y el de fracturas de muñeca, también 16%. En un hombre de 50 años, los riesgos en el curso de la vida son 6% para fractura de cadera (uno en 17), 5% para fractura vertebral y 2,5% para fractura de muñeca. En Malmö, Suecia, el riesgo de una mujer de 50 años en el curso de su vida es 20,8% para fractura de muñeca, 22,9% para fractura de cadera, 15,1% para fractura vertebral y 12,9% para fractura de húmero ó 46,4% para cualquiera de estas fracturas. En un hombre de 50 años, en Malmö, estos riesgos son 4,6% para fractura de muñeca, 10,7% para fractura de cadera, 8,3% para fractura vertebral, 4,1% para fractura de húmero ó 22,4% para cualquiera de estas fracturas (Cita 27, Kanis J.A., 2000). Otras fracturas comunes en pacientes con osteoporosis son las fracturas de la parte superior del brazo, pelvis y costilla (Cita 6, Van Staa T.P., 2001). El número de fracturas por osteoporosis, en general, aumenta con la edad, con una mayor probabilidad de fractura de huesos en las mujeres que en los hombres. ¿Qué sucede después de la primera fractura de muñeca? A menudo, la primera fractura de un paciente con osteoporosis es una fractura del antebrazo distal o de la muñeca. Sucede a causa de una caída con la mano abierta. Suele afectar a mujeres de entre 55 y 60 años. No es extraño que las fracturas de muñeca sean más prevalentes durante el invierno, especialmente cuando se forma escarcha en las calles. En occidente, el tratamiento común consiste en reposicionar e inmovilizar la fractura con un yeso durante cuatro a seis semanas. Una vez curada, la muñeca está tensa, y Fractura de muñeca 1 en 40 hombres (2,5%) 1 en 6 mujeres (16%) Fractura vertebral 1 en 20 hombres (5%) 1 en 6 mujeres (16%) Fractura de cadera 1 en 17 hombres (6%) 1 en 6 mujeres (17,5%) 7 los pacientes se quejan de que no pueden usar las llaves, abrir los frascos, lavar los platos o tocar el piano. Después de un año, aproximadamente, el 90% de los pacientes ha recuperado por completo la función de la muñeca, pero otros no (Cita 7, Dolan P., 1999). Fracturas vertebrales en la columna lumbar los ensayos clínicos, se estima que dos de cada tres nuevas fracturas vertebrales, aproximadamente, no son advertidas por el médico. (Cita 9, Ross P.D., 1997 / Cita 10, Ettinger B., 1999) En la práctica, entre uno en cinco y uno en diez pacientes que han experimentado la primera fractura vertebral recibirá la atención médica adecuada, que incluye estudio de la densidad mineral ósea y tratamiento médico. Aquellos que no reciben el tratamiento adecuado, tienen entre un 20% y un 25% de riesgo de sufrir una nueva fractura vertebral dentro de los tres años (Cita. 10, Ettinger B., 1999). Se estima que entre el 20% y el 25% de las mujeres mayores de 50 años presentan una o más fracturas vertebrales (Cita 11, Melton L.J., 1997). Con un tratamiento médico adecuado, se pueden prevenir entre el 50 y el 60% de las nuevas fracturas vertebrales, razón por la cual el diagnóstico y el tratamiento tempranos son de vital importancia (Cita 12, Delmas P.D., 2002). ¿Qué sucede después de la primera fractura de cadera? ¿Qué sucede después de la primera fractura de columna? La primera fractura también puede ser una fractura vertebral, y puede suceder al levantarse o al agacharse. Esto da como resultado una pérdida de altura de la vértebra del lado frontal o en el medio del hueso. Puede producir un dolor agudo, que se prolonga durante semanas o meses e interfiere en las actividades cotidianas, tales como bañarse, vestirse e ir al baño. Puede haber alteraciones en el sueño. Salir de compras, limpiar y cocinar también pueden ocasionar serios problemas. Aun los pacientes menos afectados tienen dificultades en la vida cotidiana. Resulta imposible practicar deportes, la vida social se complica, así como las visitas a amigos o familiares. Esto puede conducir a sentimientos de fatiga, falta de energía, soledad, miedo a perder la independencia y, en algunos casos, depresión (Cita 8, Lips P., 1999) (Véase Apéndice, tabla 1, cuestionario Qualeffo-41). El gran problema es que, a menudo, la primera fractura no se diagnostica. El paciente podría creer que el dolor de espalda es una consecuencia inevitable del envejecimiento. Es posible que el médico no solicite radiografías o el estudio de densidad ósea, sino que, simplemente, indique calmantes y relajantes musculares. Según En los ancianos, la primera fractura también puede asociarse con una fractura de cadera, que es, en realidad, una fractura en la parte superior del fémur, el hueso largo del muslo. Hay dos grandes tipos de fracturas de cadera: trancervical y trocantérica. Las fracturas de cadera se producen a causa de una caída sobre la cadera, cuando los tejidos circundantes no pueden absorber la energía de la caída, y el hueso de la cadera se ha debilitado como consecuencia de la osteoporosis. La mayoría de los pacientes que presentan fractura de cadera deben ser internados, y más del 95% debe someterse a una intervención quirúrgica (Cita 13, Holmberg S., 1987). A menudo, los pacientes deben esperar un par de días o más antes de la operación. Tal vez, porque hay otras emergencias con mayor prioridad, o porque el paciente no está en condiciones de someterse a la operación. La fractura de cadera produce una gran contusión, que contiene medio litro de sangre o más. El paciente puede haber estado tendido en el piso durante unas horas o, a veces, medio día y, por lo tanto, está deshidratado. Puede haber complicaciones con los medicamentos contra la diabetes u otra comorbosidad. A menudo, debe intervenir un clínico. Durante una intervención de fractura cervical de cadera, la cabeza del fémur suele reemplazarse con una prótesis. Fractura de cadera a través del trocánter, la parte redondeada de la articulación de la cadera. 8 Un año después de la fractura de cadera, uno de cada cuatro pacientes muere, uno no puede caminar y dos de los cuatro vuelven a caminar, pero, en la mayoría de los casos, no, como lo hacían antes de la operación. Las fracturas del trocánter comúnmente se tratan con un tornillo y una placa. A veces, en las fracturas complicadas, se recurre al reemplazo total de la cadera. Las operaciones suelen hacerse con anestesia general o, en ocasiones, con anestesia peridural. Si bien la mortalidad directa asociada con la operación es baja (menor del 5%), muchos pacientes mueren unos pocos meses después de la operación, debido a complicaciones o enfermedades concomitantes (Cita 14, Keene G.S., 1993). (Cita 16, Miller C.W., 1978) Realidades alarmantes Hasta un 30% de los pacientes debe abandonar su independencia y son derivados a algún tipo de hogar para la tercera edad. El resultado es peor para los pacientes con fracturas trocantéricas de cadera (extracapsular), que para aquellos con verdaderas fracturas de cuello femoral (intracapsular) (Cita 14, Keene G.S., 1993). El mismo estudio mostró que sólo el 40% de los pacientes que caminó sin ayuda antes de la fractura de cadera pudo caminar sin ayuda un año después de la fractura, mientras que el 34% necesitó bastón, y el 23%, andador. En Suecia, la mortalidad a los tres y a los doce meses posteriores a la fractura de cadera fue del 12% y del 22%, respectivamente. La mortalidad es tres veces mayor en aquellos ancianos que se fracturan la cadera en un instituto geriátrico que en aquellos que vienen de sus casas (Cita 13, Holmberg S., 1987). Un año después de la fractura de cadera, el 16% de los que habían vivido de forma independiente antes de la fractura de cadera, y el 46% de los que habían vivido en un instituto geriátrico habían muerto. En Inglaterra, se publicaron estadísticas similares: una tasa de mortalidad del 33% un año después de la fractura de cadera en todos los casos. Un año después de la fractura de cadera, la tasa de mortalidad ascendió del 3%, en pacientes menores de 60 años, al 51%, en aquellos mayores de 90 años. (Cita 14, Keene G.S., 1993). Debe quedar claro que cualquier fractura de cadera tiene un fuerte impacto sobre la calidad de vida del sujeto. Las actividades de la vida diaria (AVD) y la movilidad resultan comprometidas, ya sea durante meses o por el resto de la vida. En conclusión, las consecuencias de una fractura de cadera suelen ser devastadoras, y muchas fracturas de cadera producen incapacidad permanente y pérdida de la independencia o, incluso, la muerte. . Más del 70% de los pacientes necesitan fisioterapia o rehabilitación luego de la operación, y son derivados a un centro de rehabilitación o a un geriátrico. La rehabilitación, a menudo, fracasa (Cita 15, Braithwaite R.S., 2003). Dónde viven los ancianos antes y después de la fractura de cadera 100 Porcentaje Antes 80 Casa 60 Casa fractura transcervical de cadera 40 20 0 Geriátrico Hospital Geriátrico Muertes Hospital 100 Después Antes Porcentaje (Promedio 78 años de edad) Después (Promedio 80 años de edad) 80 60 Casa fractura trocantérica de cadera Casa Geriátrico 40 Hospital 20 0 Geriátrico Muertes Hospital 10 40 80 100 200 Días después de la fractura (escala logarítmica) (Cita 14, Keene G.S., 1993) 365 Mientras en los países occidentales, el resultado de las fracturas de cadera es grave, el resultado, en otras partes del mundo, puede ser aún más devastador. Los informes provenientes de países no occidentales son escasos, pero el ejemplo de Rusia muestra qué tan terrible puede ser la situación. En Rusia, muchos pacientes con fractura de cadera nunca se someten a intervenciones quirúrgicas, lo cual implica incapacidad permanente para caminar, en el mejor de los casos, y la muerte, en el peor -y más frecuente- de los casos (Cita 17, Lesnyac O., 2001). La mortalidad es muy alta, debido a complicaciones como, por ejemplo, úlceras por decúbito, neumonía, trombosis y embolismo pulmonar. Los médicos de Yekaterinburgo informaron una tasa de mortalidad del 45% durante el año posterior a la fractura. Entre quienes sobreviven, cerca de la mitad está confinado en su casa, y un tercio está postrado en la cama. 9 Después de la segunda fractura El antebrazo distal o la muñeca En muchos pacientes, la primera fractura se cura, pero no se investiga la causa subyacente de la fractura: la osteoporosis. La densidad mineral ósea se evalúa en menos del 25% de los pacientes con fractura del antebrazo distal. Sin embargo, esta fractura suele predecir una nueva fractura, ya sea del antebrazo distal del otro lado o una fractura vertebral. La segunda fractura se produce entre 5 y 10 años después de la primera, porque el promedio de edad para fractura de muñeca es entre los 55 y los 60 años, mientras que las fracturas vertebrales son más frecuentes alrededor de los 65 años (Cita 18, Klotzbuecher C.M., 2000). Aún entonces, el paciente o el médico pueden no darse cuenta. Fracturas de columna Una vez que la mujer experimenta la primera fractura vertebral, aumenta 5 veces el riesgo de una nueva fractura vertebral dentro del año. Por tal motivo, es fundamental prevenir la primera fractura (Cita 19, Lindsay, R., 2001). Además, aparecen las quejas crónicas, dado que dos fracturas en la columna producen mayor inestabilidad y dolor, debido a los cambios anatómicos. Algunas pacientes han dicho que el dolor que produce una fractura vertebral es mayor que el dolor que experimentaron durante el parto. Calidad de vida del paciente que presenta múltiples fracturas vertebrales El paciente que presenta una o dos fracturas vertebrales y no recibe tratamiento eventualmente se fracturará más vértebras. La calidad de vida disminuye ininterrumpidamente a medida que aumenta el número de fracturas vertebrales. Esto comprende dolor, función física, que incluye actividades de la vida diaria (AVD) y movilidad, actividades sociales y la percepción de estar sano. Las fracturas de la columna lumbar tienen un mayor impacto en la calidad de vida que las fracturas torácicas. La calidad de vida disminuye más en los pacientes mayores. Esto sugiere que un paciente mayor que presenta fracturas vertebrales tiene más dificultades de adaptación que un paciente más joven (Cita 20, Oleksik A., 2000). Los pacientes que presentan dos o tres fracturas vertebrales tienen un riesgo dos o tres veces mayor de problemas con tres o más actividades de la vida diaria, en comparación con gente sin fracturas vertebrales. Además, los pacientes que presentan tres o más fracturas vertebrales tienen un riesgo alto de tener que permanecer en reposo durante más de tres días por mes y de tener más de tres días por mes de actividades limitadas (Cita 21, Pluijm S.M.F., 2000). Comúnmente, el paciente que presenta múltiples fracturas vertebrales pierde la estabilidad postural. La curvatura hacia delante (cifosis) de la columna aumenta constantemente, y el punto de gravedad, que suele estar dentro del cuerpo, se desplaza hacia un punto enfrente del cuerpo. Como consecuencia, el paciente tiende a caer hacia delante. Finalmente, el paciente no puede caminar, si no es con ayuda. Otro problema importante es la pérdida de altura, lo cual produce un aumento de tamaño de la cintura, dado que los contenidos del abdomen son impulsados hacia delante. La ropa ya no entra. Además, la presión aumentada en el abdomen y en el estómago produce un gran malestar. El paciente tiene que comer poco y suele sentir acidez o regurgitación, y debe estar medicado contra eso. Cuando la presión en el abdomen es elevada y la apertura del diafragma es demasiado grande, una parte del estómago puede desplazarse hacia arriba, dentro del tórax, y producir hernia hiatal. Estos problemas son de difícil tratamiento. La fractura vertebral aumenta el riesgo de una segunda fractura vertebral a tal punto, que el tratamiento debe, probablemente, indicarse en cualquier paciente que presente una fractura vertebral, excepto que, obviamente, sea el resultado de un traumatismo severo (Cita 3, Johnell O., 2001 / Cita 18, Klotzbuecher C.M., 2000 / Cita 19, Lindsay R., 2001). Hernia hiatal en un paciente con múltiples fracturas vertebrales. El estómago puede desplazarse hacia arriba, dentro del tórax, y producir un gran malestar. tórax parte del estómago dentro del tórax abdomen 10 Costos elevados: una gran carga socioeconómica Para los sistemas de salud pública y las empresas de medicina prepaga, los gastos de cirugía, internación y rehabilitación, producto de las fracturas de cadera, son siderales y continúan creciendo, razón por la cual, constituyen una gran carga en los presupuestos de salud. A demás de la gran angustia que experimenta el sujeto, los crecientes gastos directos en salud y asistencia hospitalaria se equiparan con los crecientes gastos indirectos que surgen cuando los pacientes pierden su independencia y requieren cuidados. El gasto relacionado con el tratamiento de una fractura de cadera, durante el primer año, ha sido estimado en alrededor de US$ 20.000 en Suecia y en los EE. UU. (Cita 22, Johnell O., 1997). En Suiza, un estudio calcula que el gasto directo de cada fractura de cadera es superior a US$ 35.000 (Cita 23, Schurch A., 1996). Se estima que la incidencia anual de fracturas de cadera en la UE se duplicará, de más de 414.000 a 972.000 en los próximos 50 años (Cita 24, Johnell O., 1992). Se calcula que el gasto directo anual del tratamiento de las fracturas por osteoporosis, sólo en los trabajadores de los EE. UU., Canadá y Europa, ronda los US$ 48 billones (Cita 25, Osteoporosis in the workplace, 2002). En muchos países, las fracturas ocasionadas por la osteoporosis en mujeres mayores de 45 años están asociadas con más días de internación que cualquier otra enfermedad. Anualmente, los gastos médicos combinados, producto del tratamiento de 2,3 millones de fracturas por osteoporosis, tanto en Europa como en los EE. UU., ascienden, en la actualidad, a US$ 27 billones (Cita 25, Osteoporosis in the Workplace, 2002). En la Unión Europea, la osteoporosis cuesta, actualmente, más de 4,8 billones de euros anuales, sólo en atención médica hospitalaria: un asombroso aumento del 33% en tres años. En los hospitales de día, el número de camas destinadas a la osteoporosis es mayor que para muchas otras enfermedades, incluso diabetes, infarto de miocardio y cáncer de mama en mujeres mayores de 45 años (Cita 26, EU Osteoporosis Consultation Panel Meeting - September 2002 Report). La mayoría de los pacientes que presentan osteoporosis tienen mucho coraje. Mientras que el dolor y las dificultades en las actividades de la vida diaria (AVD) y en la movilidad son muy comunes después de una fractura vertebral, los problemas mentales y emocionales son, relativamente, poco frecuentes. Los pacientes con osteoporosis, a menudo, mencionan la falta de energía, pero no suelen estar deprimidos 11 ¿Quién es el responsable de prevenir la primera fractura? La función del sujeto Todo adulto, especialmente los mayores de 40, debe ser consciente de que una fractura es un indicio de osteoporosis y más fracturas en el futuro. También deben ser conscientes de los otros factores de riesgo y hacerse el Test de Riesgo de Un Minuto (véase página 18). Los indicios más frecuentes (factores de riesgo) son: fracturas previas, fracturas vertebrales previas, antecedentes de osteoporosis en la familia, bajo peso corporal, inmovilidad, uso de corticoides, menopausia temprana, histerectomía, falta de ejercicio, anorexia, exceso de alcohol y cigarrillo. La función del médico clínico El médico clínico debe informarse acerca de fracturas previas y debe conocer los factores de riesgo especiales, tales como osteoporosis en la familia y tratamientos previos con corticoides o determinadas enfermedades como, por ejemplo, anorexia nerviosa. En estos casos, el médico puede indicar una medición de la densidad mineral ósea e iniciar el tratamiento. La función del radiólogo / cirujano especializado en ortopedia El cirujano debe considerar que cualquier fractura de una persona de 50 años o más podría ser ocasionada por la osteoporosis. Esto comprende las fracturas vertebrales, muñeca y cadera, las fracturas de húmero, las fracturas de pelvis y numerosas fracturas de costilla. El cirujano, quien suele ser el primer médico que ve al paciente, debe comenzar el procedimiento diagnóstico o derivar al paciente al médico clínico o al internista, quien se encargará del estudio (incluso, la densidad mineral ósea) y del tratamiento. La IOF ha publicado requisitos para el título médico de los cirujanos especializados en ortopedia. El radiólogo debe conocer las características radiológicas de la osteoporosis y mencionar, en el informe, la posibilidad de osteoporosis. Recientemente, la IOF ha publicado un curso sobre osteoporosis y enfermedades del metabolismo óseo, dirigido a los radiólogos, al que se puede acceder a través de la página web de la IOF. La función del enfermero Los enfermeros son quienes deben garantizar que la información relevante como, por ejemplo, el conocimiento de los factores de riesgo, sea compartida y comprendida por el público en general. La educación, así como también el diagnóstico y tratamiento tempranos, son fundamentales para ayudar a prevenir las fracturas por osteoporosis La función del grupo de pacientes Los grupos de pacientes cumplen una función preponderante en el intercambio de información sobre la osteoporosis y en el apoyo psicológico. Las sociedades locales de pacientes, de la IOF, y sus grupos de pacientes ayudan a iniciar y estimular estos contactos. Para contactar a una sociedad miembro de la IOF, por favor, visite: www.osteofound.org De qué manera los pacientes pueden mejorar su calidad de vida después de la primera fractura El médico clínico o el especialista deben indicar, lo antes posible, un medicamento contra el dolor y un medicamento contra la osteoporosis. La alimentación debe ser adecuada, en especial, el insumo de proteínas y calcio. Se debe indicar un suplemento de calcio cuando el consumo de lácteos es bajo, y vitamina D cuando la exposición al sol es inadecuada. Las posiciones que el paciente adopta cuando esta parado y sentado, así como la movilidad, pueden mejorarse con la ayuda de un terapeuta físico. La terapia física también puede disminuir el dolor de espalda. Un ergoterapeuta puede asesorar acerca de las dificultades con las actividades cotidianas o las adaptaciones en la casa. Las personas que sufren osteoporosis necesitan: Informarse acerca de la enfermedad Seleccionar un grupo de apoyo integrado por pacientes y dirigido por una sociedad de osteoporosis miembro de la IOF Encontrar un médico con experiencia en el diagnóstico y tratamiento de la osteoporosis Tomar la medicación adecuada Hacer los cambios necesarios en la alimentación y en el estilo de vida, e incluir actividad física Prestar atención a los factores de riesgo en la familia y amigos 12 Historias Ovidiu Pochlitaru, Rumania Ovidiu Pochlitaru, 64, vive en el pueblo de Gura Humorului (Moldavia), Rumania. En su momento, Ovidiu había sido capataz de la maderera local, pero desde hacía unos cuantos años, disfrutaba de su bien merecida jubilación. Aunque sus épocas de jugador de fútbol habían quedado atrás, Ovidiu aún llevaba una vida bastante activa e independiente, y se había convertido en un ávido lector. Un día del mes de febrero de 2003, camino a la biblioteca en busca de otro libro, Ovidiu se resbaló con hielo oculto debajo de una delgada capa de nieve. Cayó sobre el lado derecho de la cadera, se puso de pie inmediatamente, se limpió la ropa y siguió camino. Después de caminar veinte metros, sintió que su pierna derecha estaba "rara" experimentó un leve dolor y sintió que la pierna no respondía adecuadamente, como si estuviera caminado sobre una esponja. Nunca se le ocurrió pensar que algo serio le podría haber sucedido después de una caída común y corriente. Ovidiu supuso que sólo se había lastimado el talón. Se tomó de una cerca que estaba a su alcance y le pidió a alguien que lo llevara a la clínica más cercana. El médico le diagnosticó una "quebradura" en la cadera y le recomendó reposo durante 45 días. Sin embargo, a los 30 días, aún no había mejoría. No podía usar la pierna y sentía un fuerte dolor, en especial, durante la noche. Ovidiu decidió ver a un médico en un centro más grande ubicado en Suceava, la . ciudad más cercana. Allí, el especialista le diagnosticó fractura de cuello femoral (cadera). A los tres meses de la caída, Ovidiu llegó al centro médico de Targu Mures, donde se sometió a una artroplastia total de cadera. Una ecografía reveló osteopenia avanzada. Desafortunadamente, ningún centro médico de esa región contaba con un equipo DEXA (el cual proporcionaría un diagnóstico más exacto). Ovidiu, sano y optimista, a los veinticinco años, cuando aún estaba en la escuela de capataces (arriba), y luego, a comienzos de 2003. Haciendo memoria, Ovidiu reconoce que hubo varios factores en su estilo de vida, que podrían haberlo alertado acerca de su elevado riesgo para osteoporosis. Estos factores incluyen falta de lácteos ricos en calcio, en su dieta, antecedentes de tabaquismo, colitis entre los 30 y los 50 años, consumo periódico de alcohol y una contextura física delgada. En la actualidad, Ovidiu usa, con "orgullo", una prótesis de cadera y trabaja con ahínco en pos de su rehabilitación. Como todo el que sufre la debilidad ocasionada por una fractura de cadera, Ovidiu, a veces, se deprime. Cuando le pedimos una foto de su juventud para este relato de pacientes, Ovidiu dijo: "Sí, sería bueno, de todos modos, sólo para ver la diferencia con el ser decrépito en el que me he convertido...". 13 aconsejó a la Srita. Lee, la hija, que cuide muy bien la salud de sus huesos. Lleva una vida sana, consume las cantidades adecuadas de calcio y continúa caminando y trotando todos los días. "No debes tolerar ese dolor y esa angustia. Mantente alerta, toma las medidas adecuadas y podrás cambiar tu calidad de vida", aconseja. Luciano Santi, Italia La Sra. Lee Kong Siu y la Srita. Lee Siu Fun, Hong Kong, PRC La Sra. Lee Kong Siu, 86, vive sola y no suele ir al médico, ni siquiera cuando está enferma. Vivía con el dolor propio de la enfermedad degenerativa de cadera (que no es lo mismo que la osteoporosis) y siempre había creído que era "normal", hasta que, un día, se cayó y sintió un fuerte dolor en la cadera. "Estaba en un grito cuando me llamó", recuerda su hija, la Srita. Lee Siu Fun. "Dijo que el dolor era tan intenso, que casi se desmaya". La Srita. Lee Siu Fun llevó a su madre al hospital de inmediato. Luego de hacerle una radiografía, se detectó que la Sra. Lee tenía una fractura de cadera por osteoporosis. Tras darle de alta del hospital, la derivaron al Centro de Atención y Control de la Osteoporosis del Jockey Club, de la Universidad China de Hong Kong, donde se le indicaría otro tratamiento. Luego le recetaron medicamentos contra la osteoporosis y un suplemento de calcio. Durante las caminatas diarias, acompañada de su hija, la Sra. Lee Kong Siu debe usar un bastón. Alertada por la experiencia agonizante de su madre, la Srita. Lee advierte de que la enfermedad puede ser muy desgastadora y extremadamente dolorosa. "Si mi madre hubiera buscado un tratamiento temprano, el sufrimiento hubiera sido mucho menor". La Srita. Lee afirma: "Es importante tener un diagnóstico temprano para prevenir la primera fractura". Mientras la Srita. Lee lleva una vida activa y optimista, para su sorpresa, también a ella le diagnosticaron osteopenia. "Hace unos meses, acompañé a mi madre al hospital para un seguimiento de la enfermedad. Ya que estaba allí, yo también me sometí a un estudio de densitometría ósea", explica. "Tengo 52 años, pero nunca se me ocurrió que algo así me podría pasar, porque hago trote y nado, y bebo leche de soja". Dado que en su familia hay antecedentes de fracturas, y entró en la menopausia antes de los 45 años, el médico le A pesar de su enfermedad, Luciano Santi, 56, es una persona activa y optimista. Hace casi 17 años, empezó a sentir fuertes dolores de cabeza. Pronto, los episodios se hicieron tan frecuentes que redujeron, de manera drástica, sus posibilidades de llevar una vida normal. Luego de probar diferentes ensayos terapéuticos, comenzó, hace 12 años, un tratamiento con altas dosis de corticoides. Esto resultó bastante eficaz. La frecuencia e intensidad de los dolores de cabeza disminuyeron progresivamente, y Luciano recuperó un estilo de vida más aceptable. Desafortunadamente, nadie le advirtió acerca de los efectos del uso prolongado de corticoides en los huesos, ni de la necesidad de prevenir, de manera activa, la pérdida ósea. Al mismo tiempo, Luciano continuaba fumando e incorporando bajas cantidades de calcio en su dieta, alrededor de 500 mg/día. En abril de 2002, se resbaló en el baño y sintió un fuerte dolor de espalda. Las radiografías revelaron fractura de dos vértebras (T11 y T12) y, durante un tiempo, Luciano no pudo trabajar, tuvo que depender de su familia para realizar tareas diarias sencillas. Bañarse y vestirse se convirtieron en experiencias penosas, y caminar con amigos o jugar con sus nietos se tornó imposible. Después de una intervención cifoplástica (reexpansión del cuerpo vertebral fracturado mediante la inyección de un material especial) llevada a cabo en julio, el dolor de espalda desapareció, pero un mes más tarde, experimentó otras tres fracturas vertebrales (T8-T9T10), aparentemente, sin ningún tipo de caída o accidente previos. Se indicó otra intervención cifoplástica. En esta oportunidad, el cirujano especializado en ortopedia lo derivó a un centro especializado en enfermedades del metabolismo óseo, donde, por primera vez, le midieron la DMO. Recibió asesoramiento acerca de su alimentación y comenzó un tratamiento con un bisfosfonato. Hoy, un año más tarde, Luciano no ha sufrido ninguna fractura nueva y permanece estable, más allá de algunos dolores de cabeza esporádicos. Se siente afortunado por haber podido volver al trabajo. 14 Salima con su hija Ashyana-Jasmine Sara tuvo que esperar cerca de 17 años para obtener un diagnóstico correcto Sara Padilla, Costa Rica Salima Ladak-Kachra, Canadá Sara Padilla siempre había sido una persona sana. Nunca había estado en un centro médico ni en un hospital; de hecho, sus cinco hijos habían nacido en la casa. Salima es presidenta de The Bone Wellness Centre, un centro dedicado a la detección, la prevención y el conocimiento de la osteoporosis. Esta historia se publicó, originalmente, en el boletín de la Sociedad de Osteoporosis de Canadá, Osteoblasto. En 1979, a los 52 años, Sara se fracturó la cadera. Mientras miraba a uno de sus hijos cambiar una lamparita, éste se cayó de la escalera. Sara recibió tal golpe, que debió someterse a una intervención compleja para que repararan su cadera. El proceso de recuperación fue largo y difícil. Al año siguiente, se cayó mientras caminaba en su casa y sufrió otra fractura, esta vez, en la otra cadera. Se sometió, por segunda vez, a una intervención quirúrgica, y los médicos la enviaron de vuelta a su casa, tras recetarle algunos calmantes e indicarle rehabilitación. Luego de dos fracturas de cadera, la vida de Sara cambió. Ha tenido que ser más cuidadosa y no ha recuperado, por completo, su independencia. En la actualidad, Sara ni siquiera puede tomar un colectivo, porque los escalones son demasiado altos. Hace sólo unos años (¡cerca de 17 años después de la primera fractura!), Sara se enteró de que tenía osteoporosis y que las dos fracturas no eran sólo el resultado de sus "descuidos". Ahora, toma los medicamentos, se ha informado acerca de la osteoporosis y comprende mejor lo sucedido y la manera en que puede colaborar con el equipo médico. Sara es muy optimista, especialmente, luego de ver los resultados favorables de su densitometría ósea y de los análisis de laboratorio. En Costa Rica, la Fundación Costarricense de Osteoporosis está trabajando de manera activa para aumentar el conocimiento de la osteoporosis entre el público y los profesionales de la salud. El trabajo de la Fundación garantizará que, en el futuro, nadie deje de recibir diagnóstico y tratamiento adecuados, como le sucedió a Sara. Una historia personal sobre fracturas por compresión A los 25 años, sufrí cuatro fracturas por compresión en la columna, tras resbalar y caer sobre un piso de cerámica. Al golpear contra el piso, sentí que un dolor insoportable me recorría la espalda. Por un instante, creí que estaba paralizada. No podía parar de llorar. Sabía que algo terrible había sucedido. Cuando me di cuenta, estaba en el área de emergencias. La radiografía reveló fracturas vertebrales. El médico de emergencias dijo que, por el daño que presentaba mi espalda, parecía que la habían martillado con un bate de béisbol. La mayoría de los que caen sobre su espalda, a menudo, experimentan un leve malestar o una lesión menor en el tejido blando. Sin embargo, yo sentí un dolor agudo y no podía caminar, bañarme, comer ni vestirme sin ayuda. La verdad es que me sentía discapacitada. Descubrí que había perdido 2,5 centímetros de altura y que la cintura había aumentado de 45 a 55 centímetros. Me resultaba difícil realizar las tareas cotidianas como, por ejemplo, cocinar, lavar y limpiar. Me sentía como si tuviera ochenta años: frágil y débil. Me preguntaba: ¿Por qué me está pasando esto a mí? Era tan joven, recién casada y estaba planeando tener hijos en poco tiempo. Con un dolor constante en toda la espalda, comencé a sufrir física y emocionalmente, y atravesé un período de depresión. Esta depresión también afectó mi matrimonio, dado que tenía problemas para comunicarme y relacionarme, como consecuencia del insoportable dolor. Los medicamentos para combatir el dolor me adormecían, pero, gracias a Dios, surtieron efecto. Antes de las fracturas, había consultado a varios médicos acerca del dolor de espalda. Quizás, a raíz de mi corta edad, los médicos pasaron por alto los factores de riesgo aparentes para osteoporosis. Después de todo, la osteoporosis siempre se ha asociado con ancianas encorvadas. 15 Hay importantes antecedentes de osteoporosis en ambas partes de mi familia. También tengo una contextura física pequeña y soy de ascendencia asiática. Durante mi adolescencia, consumí poca cantidad de calcio, porque me hacían mal los lácteos, y nunca me preocupé por la actividad física. Además, mis menstruaciones fueron irregulares, prácticamente, desde el comienzo. A los 20 años, después de una pérdida de peso importante (era un duende de 87 libras: 40 kilos), náuseas y dolores de cabeza, mi nuevo médico de cabecera me indicó estudios diagnósticos y análisis de sangre completos, los cuales revelaron hiperprolactinemia. Esta enfermedad, junto con los otros factores antes mencionados, me impedían alcanzar el pico de masa ósea y, por lo tanto, mis huesos eran delgados. Fue sólo la dolorosa experiencia de cuatro fracturas vertebrales lo que me obligó a investigar acerca de mi salud ósea. Un estudio de densidad ósea reveló osteopenia grave, tanto en la columna como en las regiones femorales, lo cual requirió medidas inmediatas. Hasta el día de hoy, todavía tengo dolores de espalda, y mi cuerpo ya no es el de antes. Aún me resulta difícil limpiar la casa, pasar la aspiradora, hacer las camas o permanecer en una posición durante un tiempo prolongado. Ahora, he adoptado el compromiso de prevenir a todos, para que no padezcan la misma experiencia. Es fundamental ingerir una cantidad adecuada de calcio, practicar deportes de forma periódica, evitar el exceso de cafeína o alcohol, y no fumar. Estos son sólo algunos de los factores de riesgo para osteoporosis. La osteoporosis es una enfermedad multifactorial, que puede afectar a cualquiera, sin distinción de sexo, raza ni edad. Anna Poen, Países Bajos Anna Poen, 75, vive con su marido, Jan, en una bonita casa, en un canal de Amsterdam. "He tenido problemas de huesos desde que me quebré la pelvis hace 45 años", explica. En la actualidad, presenta cifosis grave, que es común en los pacientes con osteoporosis, y ha perdido 10 centímetros de altura. Sufrió dolores de espalda durante más de 20 años, pero le dijeron que los dolores de espalda eran algo normal de la edad, y que "tenía que convivir con ellos". Hace diez años, comenzó a encorvarse. Hace un año, el dolor de espalda se convirtió en "el dolor más agudo que jamás experimenté". Un médico le indicó una radiografía de columna. El diagnóstico fue osteoporosis con fracturas vertebrales. A continuación, fue derivada a una clínica de rehabilitación, donde le dijeron "no podemos hacer nada por usted". "Pero", agregó Poen, "ordenaron que usara un medio de transporte estable, eléctrico, algo entre una motoneta y una silla de ruedas". Ahora no puede caminar más de 50 metros. No puede levantar a su nieto de 9 meses. No puede agacharse ni estirarse para tomar algo de un estante. Necesita ayuda con la limpieza de la casa. "Cocinar y lavar los platos son un verdadero problema para mí. Elijo ropa bastante holgada, para que no se note mi espalda". Si bien se le hace imposible usar el transporte público, puede visitar a los amigos que viven cerca con la motoneta. Recientemente, Poen vio un aviso en un periódico local, que anunciaba la realización de un ensayo clínico para probar un medicamento nuevo contra la osteoporosis. Se ofreció como voluntaria. Nuevas radiografías de columna revelaron seis fracturas vertebrales. Presentaba una osteoporosis tan grave, que no le permitieron participar en el ensayo clínico y, en cambio, fue derivada a una clínica, donde -finalmente- le están administrando la medicación adecuada. "Comencé a interesarme en la osteoporosis después de que mi abuela y mi madre murieron trágicamente como consecuencia de esta enfermedad devastadora. Mi madre tenía tan sólo 72 años. En su momento, hace sólo ocho años, apenas se hablaba de la osteoporosis, rara vez se la diagnosticaba, y solía atribuírsele a las ancianas con "joroba". Mi familia no sabía nada sobre la osteoporosis. Nuestro médico de cabecera era amable y compasivo, pero él, al igual que nosotros, no pudo hacer mucho para aliviar el terrible dolor que mi madre sufrió estoicamente. Mirábamos horrorizados cómo, literalmente, se encogía delante de nuestros ojos. Perdió casi 20 centímetros de altura y se encorvó de tal manera, que no podía digerir bien la comida y estaba totalmente inapetente... Creo que su calidad de vida se tornó tan miserable, y su sufrimiento, tan insoportable, que simplemente abandonó la lucha y perdió el deseo de vivir". Extracto del discurso de Camilla Parker-Bowles, Presidenta de la Sociedad Nacional de Osteoporosis del Reino Unido, en la Mesa Redonda de las Mujeres Líderes, en Lisboa, mayo de 2002 Apéndice 16 Bibliografía 1. Melton LJ, Chrischilles EA, Cooper C et al. How many women have osteoporosis? J Bone Miner Res 1992;7:1005-10. 2. Cooper C, Campion G, Melton III LJ. Hip fractures in the elderly: A world-wide projection. Osteoporosis Int 1992; 2:285-289 3. Johnell O, Oden A, Caulin F, Kanis JA. Acute and long term increase in fracture risk after hospitalization for vertebral fracture. Osteoporosis Int 2001;12:207-14. 4. Dutch Guidelines: Osteoporose Tweede Herziene Richtlijn, 2002, Kwaliteitsinstituut voor de Gezondheidszorg CBO, Utrecht. ISBN 90-76906-23-8 5. Lips P, Epidemiology and predictors of fractures associated with osteoporosis. 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En el año 2000, se comenzó a trabajar en un segundo cuestionario validado, cuyo objetivo era medir el deterioro en la calidad de vida relacionada con la salud de sujetos que presentaban fracturas de muñeca. Este cuestionario fue traducido a más de seis idiomas y aún no está concluido. A continuación, se enumeran 14 de 41 preguntas del Qualeffo-41, que mejor diferencian a los pacientes con osteoporosis de los controles de edad similar: 1. ¿Con qué frecuencia tuvo dolor de espalda en la última semana? 2. ¿Qué tan serio es el dolor de espalda en el peor momento? 3. ¿Cómo es el dolor de espalda en otros momentos? 4. ¿Tiene dificultades para vestirse? 5. ¿Puede hacer la limpieza? 6. ¿Puede preparar la comida? 7. ¿Puede lavar los platos? 8. ¿Puede levantarse de una silla? 9. ¿Puede agacharse? 10. ¿Puede subir las escaleras hasta el primer piso de una casa? 11. ¿Se vio afectado por los cambios en su cuerpo, debido a la osteoporosis (por ejemplo, pérdida de altura, aumento en la medida de la cintura, forma de la espalda)? 12. ¿Puede hacer trabajos de jardinería en su casa? 13. Teniendo en cuenta su edad, en general, ¿diría que su salud es: excelente, buena, satisfactoria, regular o mala? 14. ¿Se siente lleno de energía? Como parte de la campaña para prevenir la primera fractura, los nuevos avisos impresos de la IOF aconsejan a las mujeres el Test de Riesgo de Un Minuto. Apéndice 18 ¿Es usted una de las tres mujeres, o uno de los ocho hombres que sufrirá de osteoporosis en su vida? La osteoporosis debilita los huesos. Produce incapacidad grave. Puede ser fatal. Pero la osteoporosis puede detectarse de manera temprana. Puede tratarse. ¿Presenta usted riesgo de osteoporosis? Realice el Test de Riesgo de Un Minuto 1. ¿Alguno de sus padres se quebró la cadera después de un golpe o caída menor? Sí No 6. ¿Fuma más de 20 cigarrillos por día? Sí 7. ¿Tiene, frecuentemente, diarrea (causada por problemas como enfermedad celíaca o enfermedad de Crohn)? Sí No 2. ¿Se quebró usted un hueso después de un golpe o caída menor? Sí No 3. ¿Ha tomado corticoides (cortisona, prednisona, etc.) durante más de tres meses? Sí No No Para las mujeres: 8. ¿Entró en la menopausia antes de los 45 años? Sí No 9. ¿Sus menstruaciones se interrumpieron durante 12 meses o más (por otras razones que el embarazo)? 4. ¿Ha perdido más de 3 cm (algo más Sí No de 1 pulgada) de altura? Para los hombres: Sí No 10. ¿En alguna oportunidad, experimentó 5. ¿Suele beber en exceso (por sobre los impotencia, falta de líbido u otros síntomas límites establecidos)? relacionados con bajos niveles de testosterona? Sí No Sí No Si contestó de manera afirmativa alguna de estas preguntas, no significa que usted tiene osteoporosis. El diagnóstico de osteoporosis sólo puede hacerlo un médico, a través de un estudio de densidad ósea. Recomendamos que le muestre este test a su médico, quien le indicará si es necesario realizar otros exámenes. Lo bueno es que la osteoporosis puede diagnosticarse fácilmente y tratarse. Hable con la sociedad de osteoporosis de su país acerca de los cambios que usted podría hacer en su vida para reducir el riesgo de osteoporosis. Puede contactar a la sociedad de osteoporosis de su país a través de: www.osteofound.org La IOF es un organismo internacional, no gubernamental, que representa a una liga mundial de pacientes, sociedades médicas y de investigación, científicos, profesionales de la salud y a la industria de la salud. La IOF . trabaja en sociedad con sus miembros y con otras organizaciones del mundo, para acrecentar la conciencia y mejorar la prevención, el diagnóstico y el tratamiento tempranos de la osteoporosis. Si bien la osteoporosis afecta a millones de personas en todo el mundo, aún se sabe poco acerca de la enfermedad; los médicos, a menudo, no la diagnostican; el equipamiento diagnóstico suele ser escaso o no se lo utiliza en su totalidad, y el tratamiento no siempre está al alcance de aquellos que lo necesitan para prevenir la primera fractura. El número creciente de miembros de la IOF ha ascendido a más del doble desde 1999, lo cual refleja la creciente preocupación mundial por este grave problema de salud. Hay más de 150 sociedades miembro en más de 75 lugares del mundo (septiembre de 2003). Para más información acerca de la IOF y para contactar a una sociedad miembro de la IOF en su país, visite: www.osteofound.org IOF 5 Rue Perdtemps 1260 Nyon Suiza Tel: +41 22 994 0100 Correo electrónico: info@osteofound.org Página web: www.osteofound.org Créditos Compilado y escrito por Paul Lips, Departamento de Endocrinología, VU University Medical Center, Amsterdam, Países Bajos Asesores del proyecto: Cyrus Cooper, Profesor de Reumatología, Universidad de Southampton, Southampton Reino Unido / Olof Johnell, Departamento de Ortopedia, Malmö General Hospital, Malmö Suecia / John Kanis, Centro Colaborador de la OMS, Sheffield, Reino Unido / Profesor René Rizzoli, Presidente, Comité de Asesores Científicos, International Osteoporosis Foundation; Centro Colaborador de la OMS, Ginebra, Suiza Editor principal: Paul Spencer Sochaczewski, Jefe de Comunicaciones de la IOF Edición y Producción: Jenny Bonnet, Encargada de Comunicaciones de la IOF Diseñado por BRANDCOM, Basilea, Suiza Financiado, en parte, por un subsidio ilimitado para educación, de NESTLE SA Producido en sociedad con: Centro Colaborador de la Organización Mundial de la Salud, Lieja, Bélgica Bone & Joint Decade Consejo Internacional de Enfermeros Instituto Europeo de la Salud de la Mujer Foro Europeo sobre la Salud del Hombre Alianza Internacional de Organizaciones de Pacientes "Todos los días, millones de hombres y mujeres de cada uno de nuestros países pierden su movilidad, su independencia, su esperanza... incluso sus vidas. La clave para poner fin a esta tragedia es actuar antes de la primera fractura". Published September 2003 Reina Rania de Jordania, Patrocinadora de la IOF, disertante en la Mesa Redonda de Mujeres Líderes de la IOF, en Lisboa, mayo de 2002