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Dermatología y artropatías NOTAS TERAPÉUTICAS Prof. Dr. P. A. Viglioglia Act Terap Dermatol 2004; 27: 106 DERMATOLOGÍA Y ARTROPATÍAS Segunda Parte Prof. Dr. Pablo A. Viglioglia PROFESOR EMÉRITO DE DERMATOLOGÍA FACULTAD DE MEDICINA DE LA UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES. El estudio de la Dermatología está relacionado con toda la patología humana. Entre las múltiples asociaciones de los procesos tegumentarios se destacan las artropatías. Estas condiciones, agudas o crónicas, de distinta naturaleza, etiopatogenia y evolución, algunas frecuentes otras esporádicas, merecen una revisión que dedicamos al dermatólogo así como al médico general. Artritis infecciosas Generalidades La artritis infecciosa es el resultado de la invasión de la sinovial por microorganismos vivos. Existe una amplia variedad de bacterias, hongos y virus responsables. Entre las bacterias, los gonococos, meningococos, estáfilo y estreptococos, organismos de tipo coli, diversas salmonellas y hæmophilus influenzæ son los más frecuentes causantes de artritis piógenas agudas. Es importante la existencia de bacteriemia. La antibioticoterapia ha reducido considerablemente la incidencia de estas complicaciones. Los traumatismos, las intervenciones quirúrgicas y las punciones articulares son factores contribuyentes. Los pacientes con enfermedad neoplásica, los anémicos y aquellos que reciben inmunosupresores son más susceptibles. Una monoartritis intensa con dolor acusado, espontáneo y a la presión, eritema y tumefacción es muy sugestiva de artritis séptica. El diagnóstico de certeza se establece al demostrar el organismo infeccioso en el líquido articular. Las lesiones cutáneas típicas consisten en máculas, vesículas o pústulas, a menudo con un centro necrótico, pueden aparecer en casos de infección gono o meningocócica, pero no son específicas. Las alteraciones radiológicas aparecen relativamente pronto; pueden observarse pérdida del espacio articular (cartílago) y osteolisis. Para un tratamiento eficaz de la artritis séptica se requiere detección precoz, una rápida artrocentesis y la administración de un antibiótico elegido mediante antibiograma. Fiebre reumática Es una enfermedad debida a una infección faríngea por estreptococo beta-hemolítico del grupo A. El antecedente de amigdalitis clínica se registra solamente en la mitad de los casos. El lapso entre ésta y el comienzo de la afección oscila entre 7 y 21 días. En esta afección, también denominada reumatismo poliarticular agudo, la artritis es una de las manifestaciones principales. Afecta a las grandes articulaciones: tobillo, rodilla, cadera, muñeca, codo y hombro. Suele ser poliarticular y en la infancia es característico que la inflamación salte de una articulación a otra; la actividad de una articulación puede ser de un día o dos. Las articulaciones muestran inflamación, calor, rubor y sensibilidad a la presión con derrame sinovial. La afección sistémica es indefectible en los niños con fiebre reumática que padecen artritis; son corrientes la alteración del estado general y la fiebre con sudoración excesiva. La participación cutánea es frecuente y variada: se observa un eritema marginado y menos a menudo un eritema polimorfo o nudoso. El eritema anular o marginado (eritema de Lenhdorff-Leiner) se da en un 4-8% de casos, tiene carácter específico y ha de hacer pensar también en la presencia de endocarditis, complicación que se observa en el 75%. Los nódulos subcutáneos (nódulos de Meynet) son frecuentes y constituyen una de las manifestaciones más características de la fiebre reumática. Localizan en los tendones de los extensores de la mano y del pie y en el codo. Pueden hallarse también sobre el margen de la rótula y sobre la escápula, a lo largo de la columna y en el cráneo. Son de menor tamaño (diminutos) que los de la AR y pueden pasar inadvertidos; significan enfermedad activa. La afectación cardíaca es la manifestación sistémica más grave, lo que obli- ga a buscar signos de carditis en todos los casos. Se detectan taquicardia persistente, ruidos sordos, soplos y diversos signos de pericarditis. Las alteraciones del ritmo, sobre todo la fibrilación auricular, aparecen en las carditis graves y prolongadas. Las pruebas de laboratorio revelan anemia e incremento de la eritrosedimentación, la proteína C reactiva y el título de antiestreptolisinas. El factor reumatoideo es negativo. En cuanto al pronóstico, la evolución de la cardiopatía es en la actualidad sumamente favorable. Las recidivas son más probables en los 3 o 4 años que siguen al brote. Durante ese lapso se indica profilaxis penicilínica (penicilina benzatina 2.400.000 U por mes). El tratamiento incluye reposo absoluto, ácido acetilsalicílico (5 gramos diarios) y, según recomendación de los cardiólogos, prednisona (2 mg/k/d) que se irá reduciendo hasta finalizar el tratamiento a los 8-10 semanas. Brucelosis La brucelosis es una afección infectocontagiosa provocada por cocobacilos gram negativos (brucellas), que puede transmitirse accidentalmente al hombre por contagio directo o indirecto. El primero se observa en matarifes, veterinarios o granjeros, que contactan con animales infectados o excreciones contaminadas. El contagio indirecto se produce por ingestión de leche y quesos no pasteurizados. La puerta de entrada puede ser cutánea (heridas, erosiones) o mucosa (conjuntival, respiratoria, digestiva). La enfermedad afecta al ganado bovino, caprino y porcino. La infección humana se exterioriza por dos modalidades principales: una aguda, febril, septicémica; otra crónica y generalmente afebril. La incubación varía entre una y cuatro semanas. Clínicamente la forma aguda se exterioriza por fiebre elevada, ondulante, continua o remitente, astenia, sudores, hepatoesplenomegalia, poliadenopatías, polineuritis, radiculitis, mielitis, encefalitis, meningitis. La afectación del aparato músculomioarticular consiste en mioartralgias, osteoartritis, espondilitis, supuración de los cuerpos vertebrales. Las manifestaciones cutáneas comprenden exantema morbiliforme, escarlatiniforme, purpúrico, hipodermitis sumamente dolorosa; lesiones ampollares o nodulares ulceradas. En la vecindad de las articulaciones pueden detectarse nudosidades hiperálgicas, conocidas como nódulos de Brouchert-Baribier. La brucelosis crónica provoca sintomatología preponderantemente articular, neurológica y pulmonar. En ocasiones se detectan brotes cutáneos de naturaleza alérgica. El diagnóstico de brucelosis se efectúa por hemocultivo, reacción de Huddleson, fijación de complemento, hemoaglutinación directa e inmunofluorescencia. El tratamiento incluye dos opciones principales: 1) Doxiciclina, 100 mg 2 veces al día durante 6 semanas + rifampicina, 600 mg diarios por 6 semanas; 2) Ciprofloxacina, 1 g diario durante 30 días + rifampicina, 600 mg por día durante 30 días. Borreliosis La borreliosis (prototipo: enfermedad de Lyme, EL) es una afección multisistémica causada por una espiroqueta la Borrelia burgdorferi (Bb). Sus vectores son garrapatas del complejo Ixodes ricinus. Las borrelias son patógenas para los seres humanos, aves, cérvidos y otros mamíferos incluyendo roedores (ratón), monos, murciélagos, armadillos, rumiantes y caballos. Las garrapatas se hallan frecuentemente adheridas a las NOTAS TERAPÉUTICAS plantas en las áreas con pastos, arboladas y son transferidas al contacto con animales o seres humanos que son huéspedes incidentales. Está claro que las células T y los macrófagos se hallan íntimamente asociados a la patogenia de la artritis y que los mecanismos inmunes están involucrados con otros aspectos de la enfermedad. Clínicamente la EL ha sido agrupada en tres estadios mayores. A menudo no se observa la progresión sistemática de uno a otro estadio, que inclusive llegan a coexistir. Estadio I, se inicia 3 a 30 días después de la mordedura de garrapata, con fiebre, escalofríos, artralgias y cefalea. Las manifestaciones cutáneas son prominentes y representadas por el eritema crónico migrans (ECM). Se trata de una pápula eritematosa que gradualmente se agranda conformando un anillo que puede alcanzar los 20 cm de diámetro. Es asintomático y puede acompañarse de urticaria, eritema nudoso y artralgia temporomandibular; tiende a involucionar espontáneamente. Estadio II, comienza semanas o meses después de la infección y compromete fundamentalmente los sistemas nervioso y cardiovascular. La agresión neural se exterioriza sobre todo por meningitis (síndrome de Bannwarth), neuropatías craneales (parálisis facial). El compromiso cardíaco se constata en el 8% de los casos. Las alteraciones oftálmicas aparecen en cualquier etapa. La manifestación cutánea es el linfocitoma cutis borreliósico (LB), que consiste en nódulos o placas violáceas, de consistencia firme. Asiente con predilección en la extremidad cefálica, particularmente en el lóbulo de la oreja. Estadio III, se instala semanas o años después del comienzo de la enfermedad. Se caracteriza por artritis crónica (60%) que afecta las grandes articulaciones, preferentemente las de las rodillas. Las radiografías muestran estrecha- Eritema crónico migrans. miento del espacio articular y alteraciones de tipo erosivo y osteofítico. La acrodermatitis crónica atrofiante (ACA), marcador cutáneo de este período sobreviene especialmente en la mujer añosa. Comienza con placas eritematovioláceas, cianóticas, infiltradas, a nivel de los miembros inferiores, alrededor de las articulaciones. Después de años se instala progresivamente una atrofia dermoepidérmica que conduce al aspecto de papel de cigarrillo. El diagnóstico de EL se basa en los hallazgos clínicos típicos, la punción lumbar y las pruebas serológicas tanto en sangre como en LCR. La PCR todavía es una herramienta de investigación. El método ELISA debe ser confirmado siempre por el Western blot. El tratamiento incluye distintos antibióticos entre ellos la doxiciclina (100 mg, 2 veces al día por un mes). En la actualidad el de elección es la ceftriaxona (2-4 g/día, intramuscular o endovenosa durante 2 semanas). Enfermedad de Whipple Llamada también lipodistrofia intestinal, es una enfermedad rara que predomina en el sexo femenino y en la edad media de la vida. Su etiología se estima infecciosa, creyéndose que el agente responsable es una bacteria del género Corynebacterium anaerobium, que se ha hallado en casi todos los órganos de la economía. Los gránulos PAS positivos (corpúsculos de Sieracki) se detectan en la mucosa intestinal y en los ganglios mesentéricos; proceden de la desintegración de las bacterias. La clínica se caracteriza por la tríada fundamental: artralgias (que afectan grandes y pequeñas articulaciones y suelen iniciar la enfermedad); diarreas esteatorreicas y poliadenopatías. Puede ocurrir melanosis cutánea de diverso tipo: generalizada, variando en intensidad desde leve a oscura; parcial, abarcando las áreas expuestas, los surcos palmares, cicatrices y en manchas aisladas. En la actualidad la mayoría de los pacientes cura con tetraciclina (2g/día, 6 meses por lo menos) u otros antibióticos. Sífilis La artropatía sifilítica es, generalmente, una manifestación de la sífilis congénita. La invasión directa de la sinovial por el Treponema pallidum es relativamente rara. La sífilis congénita puede manifestarse en las articulaciones de 3 formas: 1) epifisitis aguda u osteocondritis, que ocurre en las primeras semanas de la vida y afecta con mayor asiduidad a la porción superior del húmero, produciendo tumefacción paraarticular dolorosa, que a veces va asociada a la parálisis fláccida del brazo: seudoparálisis de Parrot; 2) articulaciones de Clutton, una hidrartrosis bilateral, indolora de las rodillas, que se desarrolla entre los 8 y 16 años, y 3) artropatía neuropática observable entre 5 y 10% de pacientes con tabes dorsal, que es, con mucha más frecuencia, consecuencia de una sífilis adquirida. La poliartralgia migratoria o artritis de la sífilis adquirida aparece con poca frecuencia durante la fase secundaria de la enfermedad y puede parecerse a la fiebre reumática. La signosintomatología tegumentaria de la sífilis congénita precoz incluye manifestaciones mucosas: coriza, placas mucosas, angina, laringitis; y cutáneas: pápulas, condilomas planos, fisuras periorificiales, ampollas palmoplantares. En la sífilis congénita tardía se detectan: nariz en silla de montar, tibia en hoja de sable, dientes de Hutchison; gomas y tubérculos cutáneos; artropatía de Clutton y raramente articulación de Charcot. La sífilis adquirida secundaria se caracteriza por elementos cutáneos: roseolas, pápulas, condilomas, alopecia y mucosas (anginas). Infecciones micóticas Las infecciones micóticas (agentes de las micosis profundas) son, en raras ocasiones, causa de artritis granulomatosa de tipo destructivo. Las articulaciones pueden verse afectadas por micetomas, coccidioidomicosis, histoplasmosis, blastomicosis, criptococosis y esporotricosis, en frecuencia descendente. Ocurre después de la propagación hematógena al hueso subcondral y en una forma muy parecida a la tuberculosis. La esporotricosis puede producirse como resultado de la contaminación directa de la articulación por una herida punzante debida a una espina de planta que contenga el microorganismo. La artritis micótica cursa con dolor articular agudo, espasmo muscular y, en ocasiones, presenta un eritema nudoso durante las primeras semanas de la infección. Las pruebas cutáneas con antígenos adecuados dan, -por lo general, resultados muy positivos, excepto en los que la enfermedad está ampliamente diseminada-, en los cuales puede existir una anergia o por efecto de los inmunosupresores. La escarificación de las lesiones cutáneas, el líquido sinovial o el material de biopsia permite establecer el diagnóstico definitivo; la mayoría de estas micosis presentan formas características que se observan en los cortes histológicos de los tejidos infectados y el diagnóstico se establece generalmente mediante biop- La sífilis adquirida tardía se exterioriza por lesiones cutáneas típicas: tubérculos, gomas, artropatía de Charcot (ver artropatías neuropáticas). El diagnóstico de sífilis se efectúa por la clínica, las reacciones serológicas (VDRL, FTA - ABS, TPHA) en sangre y LCR. En el tratamiento el fármaco de elección es la penicilina benzatínica o G cristalina, utilizándose distintos esquemas. Micetoma nocardiásico. sia sinovial. En la actualidad, se agregan intradermorreacción, pruebas de fijación de complemento, inmunodifusión, inmunofluorescencia. El tratamiento incluye anfotericina B endovenosa, a la dosis de 0,7 mg/kg/día; miconazol, 1 g diario; Itraconazol, 100 - 200 mg por día; fluconazol, 250 mg diarios, reduciéndolo a 150 mg como dosis de mantenimiento. El drenaje quirúrgico y la escisión del tejido necrótico pueden facilitar la recuperación del paciente. Las artritis fungosas se acompañan, por supuesto, de las manifestaciones tegumentarias y viscerales propias de cada micosis profunda. Infecciones virales Una artritis benigna aguda puede coincidir, seguir e incluso preceder a cierto número de infecciones virales conocidas. El ejemplo más frecuente y mejor estudiado es el de la artritis rubeólica. Esto ocurre en el 30% de las mujeres y un 15% de los hombres que desarrollan la enfermedad en algunas epidemias y el virus ha sido cultivado a partir del líquido articular. La vacunación de mujeres y niños con ciertas preparaciones de virus rubeólico atenuado da también lugar a una inflamación articular transitoria. En la gran mayoría de los pacientes con artritis rubeólica sólo resultan afectadas las pequeñas articulaciones de la mano. La molestia principal es el dolor al movimiento y, por lo general sólo existe ligera tumefacción y enrojecimiento. La duración de la artritis es de 9 días como promedio, en el caso de infección natural y de 18 días en el caso de artritis producida por vacunación. La aspirina controla adecuadamente los síntomas de la artritis rubeólica en la mayoría de los casos. La hepatitis B se asocia a veces con artritis aguda de los dedos y de las grandes articulaciones, sobre todo de la NOTAS TERAPÉUTICAS rodilla, acompañada de inflamación y derrame, además de la alteración del estado general y de una erupción urticariforme. Los niveles bajos de complemento inducen a pensar que estas alteraciones se deben a inmunocomplejos circulantes. Es típico que la artritis se manifieste 1-3 semanas antes de que se produzca la ictericia, principal signo diagnóstico. Artritis de las dermatosis neutrofílicas Síndrome de Sweet (SS) Según los factores inductores el SS ha sido clasificado en para-inflamatorioinfeccioso (enterocolopatías, conectivopatías, infecciones bacterianas, virales, micóticas, parasitarias); paraneoplásico (hemopatías malignas, tumores sólidos) y medicamentoso (retinoides, anticonceptivos orales, antiinflamatorios). Entre las manifestaciones extrategumentarias deben destacarse las artralgias o artritis que se observan en el 30 - 60% de los pacientes. Pueden afectarse todas las articulaciones; se registran poliartritis asimétricas con radiología normal e infiltrado con polimorfonucleares neutrófilos, más raramente osteomielitis. Otras manifestaciones extrategumentarias son las pulmonares (infiltrado polimorfonucler, intersticiales, uni o bilaterales) meningitis aséptica. inmunocomplejos circulantes. Diversas investigaciones han demostrado claramente que el alelo HLA - B51 es el factor patogénico real en el SB. El SB dejó de ser la tríada descrita por el autor turco: aftas orales, genitales y uveítis que puede conducir a la ceguera, y afecta los sistemas gastrointestinal, nervioso central y los grandes vasos. Las úlceras bucales (labios, encías, lengua) y genitales (pene, escroto, vulva) son necróticas e intensamente dolorosas; también se han descrito ulceraciones esofágicas. Las lesiones acneiformes (pápulas, pústulas) predominan en los pacientes con artritis. Los brotes nodulares, frecuentes en el SB no corresponden a eritema nudoso, son fundamentalmente reacciones neutrofílicas vasculares con imágenes de vasculitis histológicas similares a la vasculitis nodular. Bilic y Mutasim descubrieron en el SB hidradenitis écrina neutrofílica. La localización ocular ocurre en el 70% de los casos y se caracteriza por periflebitis, periarteritis, oclusión vascular v trombosis que pueden conducir a la ceguera. La pérdida de la audición sensoneural se detecta en el 15%. En el 68% de los casos existen artritis; fueron iniciales en el 34,5%, siendo las articulaciones más afectadas rodilla y tobillo. Se manifiesta como monoar- tritis, oligoartritis, poliartritis y sacroileítis. Las localizaciones articulares en el SB suelen asociarse con "eritema nudoso" y seudofoliculitis necrótica. El estudio del líquido sinovial sugiere un proceso inflamatorio inespecífico. La muerte sobreviene por enfermedad vascular, neurológica o perforación gastrointestinal. El tratamiento tradicional corresponde a la dapsona (100 - 200 mg diarios). Los nuevos procedimientos incluyen: ciclosporina (5 mg/k/d); talidomida (100 - 300 mg/d); colchicina (1-2 mg/d); interferón alfa 2 (6 x 10 UI) subcutáneo 3 veces por semana; ciclofosfamida (100-200 mg/d); corticoides a altas dosis, pentoxifilina, inmunoglobulinas endovenosas (2 g/k/mes); tacrolimo (0,1-0,3 mg/ k/d). Pioderma gangrenoso (PG) una DN no infecciosa que por lo general comienza con pústulas estériles que rápidamente progresan hacia úlceras dolorosas de diferente profundidad y tamaño, con bordes socavados violáceos. En la mitad de los casos el PG se asocia con afecciones subyacentes, las más frecuentes son enfermedades inflamatorias intestinales, reumatológicas, hemáticas o malignas. El tratamiento comprende, cuando existe la enfermedad de base: corticoides sistémicos (prednisona: 905 a 1 mg/kg/día); indometacina (150-100 mg/d); colchicina (1 mg/d); dapsona (100 mg/d); clofazimina (100-200 mg/d); ciclosporina (3 a 5 mg/kg/día). Síndrome de Behcet (SB) De etiología desconocida, el SB parece relacionado con la existencia de Es Síndrome de Behcet, úlcera escrotal. Etiología En la actualidad, están bien documentados los PG detectados en pacientes HIV+. El cuadro puede también desencadenarse por intervenciones quirúrgicas (ostomías, cicatrices por mastectomía). Algunos de estos casos se explicarían por el fenómeno de patergia que consiste en la exacerbación de las ulceraciones o el desarrollo de nuevas lesiones siguiendo a traumas menores. Se conocen casos de PG que siguieron a la administración de eritropoyetina humana recombinante a isotretinoína o a sulpirida. Patogenia Se ha postulado que el PG es el resultado de la falla de la competencia inmune. Existen disfunciones de los neutrófilos detectables in vitro: decremento de la quimiotaxis, retardo de la migración, de la actividad bactericida, disminución de la fagocitosis. Poco se ha avanzado en el conocimiento de la patogenia del PG desde su descripción original. Clínica Las variantes del PG comprenden formas ulcerosas, pustulosas, ampollares y vegetantes. policitemia vera, mieloma y linfoproliferativas, linfomas Hodgkin y no Hodgkin. PG vegetante: (PG granulomatoso superficial) localiza preferentemente en el tronco de adultos. Algunos casos se relacionan con infección bacteriana en individuos inmunocomprometidos. Como localización rara del PG debe mencionarse la de los párpados que puede ocasionar la pérdida del ojo. El PG puede complicar la evolución de la úlcera venosa de las piernas y de la ostomía por cirugía abdominal (colitis ulcerosa, enfermedad de Crohn), seguir a hernioplastia por laparoscopia y a la cesárea. Puede asociarse con hepatitis crónica, síndrome mielodisplásico concomitante con granuloma facial y síndrome de Sweet, insuficiencia renal crónica (dializada), trombocitemia esencial, aparecer complicando la mordedura de araña y como primera manifestación de sarcoidosis. SAPHO es el acrónimo para designar el síndrome que incluye sinovitis, acné, pustulosis, hiperostosis, osteítis, que asocia inflamaciones osteoarticulares y diferentes afecciones cutáneas que son asépticas e infiltradas con neutrófilos: las pustulosis, sean o no palmoplantares, acné severo, síndrome de Sweet y PG. Tratamiento Los tratamientos para el PG son múltiples. Corticoides sistémicos (prednisona 40 mg promedio, por día), solos o combinados con ciclosporina (5 mg/k/día, vía oral); dapsona (100 mg/día); clofazimina (100 - 200 mg día); talidomida (100 mg/día); minociclina (100-200 mg/día). En los casos resistentes a los corticoides se emplean azatioprina (100 mg /día); ciclofosfamida (100-200 mg/día) o clorambucilo (5 mg/día). Existe experiencia limitada con metotrexato (10 25 mg semanales); colchicina (1 mg día); micofenolato de mofetilo (1 - 2 g día); tacrolimo (0,1 - 0,3 mg/k/d vía oral o ungüento al 0,1%). En el PG que complica la enfermedad inflamatoria intestinal, refractaria a los corticoides, se emplea la ciclosporina endovenosa (4 mg/k/d) durante 7 - 21 días o el anticuerpo monoclonal contra el factor de necrosis tumoral. Otros tratamientos alternativos incluyen aplicación local de factor estimulante de colonias de granulocitos macrófagos (FSCGM); inmunoglobulinas endovenosas y plasmaféresis. Los transplantes cutáneos (injerto de piel o de queratinocitos autólogos) y la aplicación de piel obtenida por bioingeniería es útil en casos seleccionados, combinados con inmunosupresión (ciclosporina). También se emplean los vendajes modernos para disminuir el dolor y prevenir la infección secundaria. Cuando existe infección, son necesarios los antibacterianos sistémicos. PG ulceroso: Se trata de úlceras bien definidas con bordes socavados. El denominado pioderma maligno (variante del PG) es agresivo, predomina en el sexo masculino y localiza en cabeza y cuello. El PG ulceroso se asocia con artritis reumatoidea, enfermedad inflamatoria intestinal, gammapatía monoclonal y en general con inmunopatías. PG pustuloso: Se asocia con enteropatías inflamatorias crónicas (colitis ulcerosa, Crohn) y en el 29% con gammapatías monoclonales. Una variante es la pioestomatitis vegetante que afecta la mucosa oral. PG ampollar: Se conecta con afecciones mieloproliferativas, como leucemia, El síndrome PAPA consiste en la asociación de PG con artritis piógena y acné conglobata. Pioderma gangrenoso ulceroso. A pesar de los recientes avances terapéuticos el pronóstico del PG es impredecible. NOTAS TERAPÉUTICAS Los brotes articulares duran de pocos días a dos meses; más raramente hay una artritis crónica con lesiones destructivas. En la cuarta parte de los casos con artritis hay, además, eritema nudoso. Artritis de afecciones granulomatosas Sarcoidosis Es una reticulosis granulomatosa de etiología desconocida. Como causantes de esta afección sistémica se han propuesto y desechado numerosos procesos infecciosos y sustancias inertes. La enfermedad sigue un curso crónico en el que se reconocen clásicamente 3 períodos: 1) tumoración bilateral de los hilios pulmonares (masas ganglionares en alas de mariposa); 2) diseminación pulmonar (retículonodular, miliar, macronodular, infiltrativa); y 3) de diversas localizaciones viscerales. Las cutáneomucosas consisten en: a) pequeños nódulos rojizoparduscos que predominan en cara, tórax y miembros superiores; b) grandes nódulos, más escasos, con las mismas características y distribución; c) infiltrante en placas (lupus pernio) consistentes en lesiones rojizovioláceas que localizan selectivamente en nariz, mejillas, orejas y dorso de mano; d) brotes eritematoescamosos que imitan el lupus eritematoso o la psoriasis; localizan en el cuero cabelludo y cara. Estos elementos nodulares, en placa y eritematoescamosos curan lentamente dejando una cicatriz deprimida característica; y e) eritema nudoso sin signosintomatología especial. El síndrome de Löfgren típico de la etapa precoz consiste en la concomitancia de eritema nudoso, adenopatías mediastínicas hiliares, poliartralgias y fiebre. Entre las manifestaciones viscerales se destacan: cor pulmonale, hepatoesplenomegalia, iridociclitis, uveoparotiditis (síndrome de Heerfordt), síndrome de Mikulicsz, alteraciones óseas (osteítis quística de las falanges), neurológicas, renales (nefrocalcinosis) etc. Los pacientes poseen reacción negativa a la tuberculina e incremento de la enzima convertidora de la angiotensina (ECA). Sarcoidosis. El examen histopatológico demuestra la presencia de granulomas constituidos por células epitelioides, corona periférica linfocitaria y escasas células gigantes. La incidencia de la artritis en los sarcoidósicos es del 15%. En la mayoría de los casos forma parte de las manifestaciones iniciales. Se hallan presentes los signos de inflamación articular, aunque a menudo falta el eritema. En casi todos los casos la afectación es poliarticular, ya con artritis errática, ya con localización simultánea en diversas articulaciones; la artritis acostumbra a ser simétrica. Por orden de frecuencia se afectan los tobillos, rodillas, muñecas e interfalángicas proximales. Sarcoidosis. Imágenes osteolíticas. El tratamiento de la sarcoidosis incluye corticosteroides sistémicos (20-30 mg/d); hidroxicloroquina (600 mg/d, con control oftálmico); antiinflamatorios y talidomida (100 - 200 mg/d). Dermatitis granulomatosa intersticial Esta entidad fue descrita por Ackerman y col. en 1993 como dermatitis granulomatosa intersticial con cordones subcutáneos (signo de la cuerda) y artritis. En un estudio reciente Tomasini y Pippione la rebautizaron dermatitis granulomatosa intersticial con placas. El estudio comprendió 16 mujeres y un varón (54 años de edad media) con placas asintomáticas, redondeadas u ovales, múltiples, eritematosas o pardas de 3 a 13 cm de diámetro, bilaterales, simétricas, distribuidas por muslos, cara lateral de tórax y abdomen inferior. Se desarrollan lentamente y pueden resolverse en forma espontánea dejando pigmentación residual. En 10 pacientes detectaron alteraciones autoinmunes: artritis reumatoidea, tiroiditis, LES, vitíligo, anemia hemolítica, diabetes. En 13 pacientes existían poliartralgias reumatoideas. La analítica descubrió eritro acelerada, factor reumatoideo (2), factor antinúcleo (5), anticuer- pos anti AUN (2). El examen histopatológico del cordón o las placas cutáneos demuestra la existencia de un infiltrado inflamatorio difuso, en la dermis reticular, compuesto principalmente por histiocitos dispuestos en empalizada rodeando focos de colágeno degenerado. En ocasiones se observan imágenes semejantes a los granulomas de Churg - Strauss o a las "figuras en llama". Algunos autores interpretan las bandas y placas como granulomas reumatoideos atípicos. Moreno y col. estudiaron 11 pacientes con infección borreliósica y lesiones cutáneas de tipo morfea. En todos los casos comprobaron la etiología por reacción en cadena de polimerasas. Los hallazgos histopatológicos fueron en todos similares: infiltrado inflamatorio intersticial compuesto por histiocitos entre los haces del coláqeno dérmico y áreas de pequeñas seudorrosetas constituidas por histiocitos dispuestos radialmente. Es decir con la histopatología de la dermatitis granulomatosa intersticial. El tratamiento de la DGI consiste fundamentalmente en el control de la afección autoinmune subyacente. Artritis de las metabolopatías Gota Afección caracterizada por episodios recidivantes de artritis severa asociada a la presencia de cristales de urato sódico en el líquido sinovial y, en muchos casos, a la aparición de depósitos uráticos (tofos), articulares y periarticulares, en los riñones y en determinadas zonas subcutáneas. La artritis gotosa constituye la complicación de una hiperuricemia prolongada de origen diverso. Entre el 75 y 30% de los pacientes de gota pertenecen al sexo masculino; suele presentarse hacia la quinta década de la vida, en la mujer en la etapa posmenopáusica. Clínica La artritis gotosa aguda sigue al exceso de bebidas y comidas, ayuno prolongado, fármacos (alopurinol, diuréticos), intervenciones quirúrgicas. Tiende a ser mono u oligoarticular, afecta las articulaciones de las extremidades, en especial las primeras metatarsofalángicas y tarsianas, tobillos y rodillas. La podagra ocurre en el 75% de los pacientes. La inflamación es muy rápida, la articulación sufre dolor, tumefacción e hipersensibilidad en horas. La fiebre y leucocitosis acompañantes induce el falso diagnóstico de celulitis o tromboflebitis. Después de algunos días el ataque suele involucionar espontáneamente. Gota Aquiles, tejido subcutáneo de la superficie de extensión del antebrazo y encima de las articulaciones. El diagnóstico se fundamenta en el antecedente de ataques típicos e hiperuricemia. Existen tofos intradérmicos. Se trata de depósitos de cristales de urato que aparecen como pequeñas lesiones superficiales, blanquecinas, pustuloides. A ese nivel se producen fenómenos inflamatorios. En ocasiones se ulceran drenando una sustancia yesosa que contiene numerosos cristales de urato monosódico. En la gota tofácea crónica los tofos aparecen después de 10 años (promedio) de la evolución de la enfermedad; localizan en las sinoviales, bolsa del olécranon, tendones infrapatelar y de La artritis gotosa crónica es una afección poliarticular localizada preferentemente en las manos, también pueden involucrarse las grandes articulaciones de las extremidades (muñecas, La denominada gota intercrítica corresponde al intervalo entre los ataques agudos. El paciente totalmente asintomático, no presenta alteraciones al examen articular. CLASIFICACIÓN CONVENCIONAL Gota primaria Gota secundaria { { Error metabólico hereditario enzimático que condiciona superproducción de ácido úrico y/o deficiencia en la excreción renal de ácido úrico. Trastorno adquirido que induce superproducción de ácido úrico por mayor formación de ácidos nucleicos síndromes mieloproliferativos. NOTAS TERAPÉUTICAS codos, rodillas). La inflamación es escasa; el rasgo característico son los depósitos tofáceos, habitualmente en estrecha relación con las articulaciones afectadas crónicamente, en particular manos y pies. En la analítica se consideran principalmente la hiperuricemia y mayor concentración de ácido úrico en el cabello, paralela a la hiperuricemia. La histopatología del tofo demuestra la presencia de granulomas de cuerpo extraño, rodeando focos de necrosis, con cristales aciculares de urato de sodio. Entre las asociaciones de la gota deben mencionarse: hipertensión, insuficiencia renal, dislipidosis, diabetes, obesidad, aterosclerosis, síndrome de Reiter, artropatía psoriática. En general, el tratamiento debe incluir a la hiperuricemia superior a 9 mg/100 ml (método colométrico). En la gota aguda se emplea colchicina por vía oral (0,5 a 1 mg cada hora) o inyectable (2 mg por vía endovenosa) o la indometacina: 150 - 200 mg el primer día, siguiendo la dosis decreciente durante cinco días. Para el tratamiento de la gota intercrítica y tofácea se recurre al alopurinol 200 a 300 mg por día. Amiloidosis sis sistémicas) o limitarse a determinados tejidos (amiloidosis localizada). sexo masculino es afectado el doble que el femenino. Uno de los síndromes, sistémicos y localizados, de la amiloidosis es la fiebre mediterránea familiar, con herencia recesiva. La prevalencia de la amiloidosis alcanza el 40%. El proceso que comienza en la infancia se caracteriza por ataques de fiebre intermitente acompañados de algias abdominales (peritonitis), torácicas (pleuresía) y articulares (sinovitis). Existe una inflamación monoarticular recidivante de las grandes articulaciones. La artritis se prolonga semanas o meses. Existe dolor, tumefacción y derrame pero no calor. La eritro se acelera y la radiografía muestra osteoporosis. El ácido homogentísico es un intermediario en el catabolismo de la tirosina. En la alcaptonuria hay deficiencia de la oxidasa del ácido homogentísico lo que induce el acúmulo del ácido en el fluido extracelular donde es oxidado a un pigmento pardo o negro que localiza selectivamente en cartílagos, esclerótica y tendones. El organismo elimina el ácido homogentísico por orina (que se oscurece al aire o por alcalinización) y también por las glándulas sudoríparas y sebáceas. Las manifestaciones cutáneas incluyen lesiones erisipelatoides en las piernas, urticarias, púrpura de Schönlein Henoch y nódulos vasculíticos. La afección conduce a la muerte por amiloidosis renal. El tratamiento de elección es la colchicina: 1 mg/d. Alcaptonuria (ocronosis alcaptonúrica) Representa un trastorno metabólico que, generalmente, se hereda con carácter dominante. Su incidencia se calcula en 1 caso por millón de población. El Las amiloidosis constituyen alteraciones condicionadas por el sedimento extracelular, en distintos órganos, de proteínas fibrilares cuya naturaleza apática modifica por su existencia y desplazamiento la estructura y función normal de los tejidos. Al microscopio óptico la amiloide aparece como una sustancia amorfa, homogénea, eosinófila, que coloreada por el rojo Congo y bajo la luz polarizada demuestra una característica refringencia verdosa. Los depósitos amiloideos pueden disponerse por distintos órganos (amiloido- Ocronosis palatina. Clínicamente se observa coloración azulada del pabellón auricular, cartílago nasal, tendones (dorso de manos y pies), esclerótica, piel de cara (mejillas, párpados), cuello, mucosa oral y uñas. La artritis ocronótica afecta la columna vertebral, hombros, caderas y rodillas, originando cifosis y alteración de la marcha. En la columna dorsolumbar se detecta calcificación de los discos intervertebrales. El examen histopatológico de la piel afectada demuestra acúmulo de pigmento parduzco homogéneo que desplaza el conectivo dérmico y no se colorea con sales de plata. La seudoocronosis se observa por aplicación de cremas con hidroquinona (cara) e ingestión de antipalúdicos sinté- ticos (orejas, nariz, paladar, cara anterior de tibia). Con referencia al pronóstico, la alcaptonuria jamás involuciona espontáneamente, pero es compatible con larga vida. No se conoce tratamiento eficaz. Hemocromatosis La hemocromatosis (diabetes bronceada) es un proceso caracterizado por el depósito de hemosiderina y la proliferación de tejido fibroso en casi todos los órganos, diabetes mellitus (80%), cirrosis hepática, hiperpigmentación cutánea y cardiopatía. Es casi exclusiva del sexo masculino. La hemocromatosis primitiva, genéticamente determinada se debe a la carencia de gastroferrina. La secundaria se asocia al exceso de transferrina, hemopatías (distintas formas de anemia), alcoholismo. La hiperpigmentación es pardogrisácea, difusa, más evidente en axilas, genitales, areola mamaria y áreas expuestas; abarca piel y mucosas. La cirrosis se exterioriza por gran hepatomegalia y discreta esplenomegalia, es de tipo micronodular. La diabetes sería secundaria a la siderosis pancreática, aparece en etapas avanzadas y es de evolución severa. Se admite en la actualidad la existencia de artropatía hemocromatósica. Se caracteriza por tumefacción articular asociada al engrosamiento de los huesos de las pequeñas articulaciones incluyendo las metacarpofalángicas y las interfalángicas. También pueden afectarse las articulaciones mayores. Las radiografías revelan geodas pequeñas y bien definidas en las cabezas de las falanges o huesos metacarpianos. La presencia de cristales de pirofosfato de calcio en el líquido sinovial hace pensar en seudogota. El diagnóstico de hemocromatosis se confirma por biopsia hepática y estudio del metabolismo del hierro (saturación elevada de transferrina). La evolución espontánea es grave debido a la cardiopatía y a las complicaciones de la cirrosis. El tratamiento incluye sangrías de 500 ml por semana, luego más espaciadas. La desferroxiamina, cuya eficacia decrece con el tiempo de tratamiento se recomienda cuando están contraindicadas las sangrías (cardiopatías, anemias). Es importante el estudio de los familiares con fines preventivos. Artritis de afecciones diversas Eritema nudoso. Eritema nudoso (EN) El EN es una paniculitis septal que localiza con preferencia en el tejido subcutáneo de la cara anterior de las piernas, aunque puede desarrollarse en cualquier región de las extremidades. Se lo considera una reacción inmunológica, desde que no se ha podido detectar organismo alguno en las lesiones. El EN es un síndrome en cuya etiología se han descrito más de 33 causas: estreptococias, sarcoidosis, tuberculosis, colitis ulcerosa o ileítis granulomatosa, reacciones medicamentosas (sulfas, anovulatorios), lepra, toxoplasmosis, blastomicosis, histoplasmosis, coccidiomicosis, linfogranuloma venéreo, enfermedad por arañazo del gato, infección por Yersinia enterocolítica, etc. El EN predomina en mujeres de 15 a 43 años. Las lesiones consisten en nódulos rojovioláceos, dolorosos espontáneamente y a la presión, que desaparecen en 15-23 días y pueden ser sustituidos por una nueva erupción semejante. Concomitantemente existe fiebre, alteración del estado general y artralgias o artritis que asientan, sobre todo, en rodillas, tobillos, muñecas, dedos y hombros. El cuadro articular desaparece en el curso de unas semanas o varios meses, quedando a veces artralgias residuales. El cuadro del EN es autolimitado y las únicas complicaciones dependen de la enfermedad fundamental. El tratamiento básico, está en relación con el diagnóstico etiológico. El tratamiento sintomático se basa en la prescripción de reposo, analgésicos y antiinflamatorios. En caso de recurrir a los corticoides sistémicos hay que descartar la tuberculosis. Eritema polimorfo (EP) Esta afección, por lo general benigna, se caracteriza por una erupción máculopapulosa o ampollar que localiza en las extremidades y, en los casos graves, en boca, ojos y otras uniones mucocutáneas. A menudo se debe al herpes simple, a alergias medicamentosas (sulfas, antiinflamatorios, anticon- NOTAS TERAPÉUTICAS vulsivantes), en algunos casos al Mycoplasma pneumoniæ u otros gérmenes. En el EP puede haber fiebre y dolores articulares, simulando la AR o bien en lugar de poliartritis errática, puede tener lugar la afectación de dos grandes articulaciones con derrame. Lo habitual es que las artropatías coincidan con la erupción. El tratamiento es sintomático. En las formas graves de EP (Síndrome de Stevens-Johnson) se afectan las mucosas, interesando boca, conjuntiva, tracto respiratorio, mucosa genital y anal; puede existir sintomatología articular en forma de artralgias, artritis e hidrartrosis; el posible desenlace fatal se debe a la descamación bronquiolar o la neumonía secundaria (Mycoplasma). Hay que vigilar el equilibrio hidroeléctrico, administrando los sueros adecuados, así como plasma, alimentos por sonda y suministrar corticoides y antibióticos. Policondritis crónica recidivante (PCR) Afección infrecuente que predomina en las mujeres entre 35 y 45 años. Consiste en la inflamación aguda, recurrente de diversas estructuras cartilaginosas que conducen a la atrofia de las mismas y su sustitución por tejido fibroso. La atrofia del pabellón auricular (episodios erisipelatoides) y el hundimiento en hachazo de la nariz dan al rostro el aspecto de boxeador. También se afectan laringe, tráquea, bronquios y cartílagos costales. En el 93% de los casos se observan localizaciones articulares semejantes a la AR seronegativa. No es rara la episcleritis; el estado general se altera, coexisten eritro acelerada v anemia discreta. Entre las manifestaciones dermatológicas se conocen: aftosis, nódulos, púrpura, papulopústulas, flebitis superficial. Los hallazgos histológicos incluyen: vasculitis leucocitoclástica, infiltrados neutrofílicos, paniculitis septal. Es importante la asociación con síndrome mielodisplásico y conectivopatías. El tratamiento comprende corticoides sistémicos, metotrexato e indometacina según la gravedad de la situación. Artritis asociada a enteropatías inflamatorias Un 20% de los pacientes con colitis ulcerosa y un 5% de los que sufren enteritis regional (ileítis) desarrollan artritis asociada. Las manifestaciones clínicas de la artropatía parecen ser idénticas en ambas afecciones. Existen dos síndromes clínicos principales. El primero, que se presenta en aproximadamente un 60%, es una poliartritis inflamatoria migratriz aguda, de aparición generalmente súbita, que afecta a las articulaciones grandes de las extremidades y desaparece en un período de semanas o, como mucho, tres meses. La regla general es la recuperación completa. Por lo general, la artritis aparece a continuación, pero a veces simultáneamente con el comienzo de la colitis, diverticulitis o enteritis. Las exacerbaciones de la enteropatía y la artritis se producen generalmente de forma paralela. No se conoce la patogenia de la complicación articular; el factor reumatoideo es negativo. Tanto en la colitis ulcerosa como en la enteritis regional de Crohn puede observarse eritema nudoso y uveítis. terapéuticas de tipo físico, suelen resultar útiles para aliviar las molestias articulares. Se ha observado mejoría de la artritis periférica después de una colectomía. Las manifestaciones tegumentarias de la enfermedad de Crohn incluyen 2 grupos: las que poseen histopatología semejante a la dolencia intestinal (granuloma sarcoidal) y aquellas en que no existen tales alteraciones. El primer grupo comprende: pústulas o ulceraciones anales, perineales, escrotales y vulvares, ulceraciones bucales, enfermedad de Crohn metastásica (pliegues de flexión). El segundo grupo consiste en: eritema nudoso, eritema polimorfo, pioderma gangrenoso, poliarteritis nudosa cutánea. El diagnóstico de poliartritis de Crohn se efectúa por endoscopía, estudio radiológico y examen histopatológico. La evolución es tórpida con tendencia a las recidivas. En el tratamiento de la enfermedad intestinal se indican metronidazol (1 a 1,5 g por día, vía oral), además fármacos antidiarreicos. Últimamente se ha aprobado el empleo de etanercept (25 mg por vía subcutánea dos veces por semana) e infliximab. Además se recomiendan anticoli- El segundo tipo de artritis detectado en estas enteropatías es la espondilitis que es imposible de diferenciar de la espondilitis anquilosante. El tratamiento va dirigido generalmente a la enfermedad intestinal. Los medicamentos anti-inflamatorios y analgésicos, así como las medidas Enfermedad de Crohn nérgicos, corticoides, sulfadiazina, dieta hipercalórica, suplementos vitamínicos. El método quirúrgico consiste en la exclusión del segmento afectado. Artritis de procesos linfomatosos y hematopurpúricos La colitis ulcerosa tiene como manifestaciones tegumentarias: pioderma gangrenoso, aftosis bucal, eritema nudoso, eritema polimorfo, piodermitis vegetante, vasculitis leucocitoclástica. El diagnóstico y pronóstico así como el tratamiento es semejante a la enfermedad de Crohn. Linfomas Retículohistiocitosis multicéntrica Es una afección sistémica que afecta selectivamente piel, mucosas y articulaciones. Comienza entre la tercera y cuarta década de la vida y predomina en mujeres. Clínicamente se caracteriza por escasos o múltiples nódulos duros, pardoamarillentos en dedos y manos, sobre todo a nivel de las articulaciones. También se observan en áreas periungueales, brazos, orejas, cuero cabelludo y cuello, con distribución simétrica. Pueden afectar todas las regiones de la mucosa oral. En ocasiones los nódulos preceden la desmineralización, absorción y acortamiento telescópico de las falanges y los dedos. A nivel articular existe gran componente inflamatorio, suele haber fiebre y pérdida de peso. En el 25% de los casos existe un cáncer interno, a veces leucemia mielomonocítica aguda. El examen histopatológico de los nódulos descubre proliferación granulomatosa de histiocitos, cargados de glucolípidos y glucoproteínas, y células gigantes histiocitarias con citoplasma rosado con aspecto esmerilado. El 25% de los casos involuciona espontáneamente, a veces permanecen estacionarios o progresan hasta la muerte. Como tratamiento se prefieren los agentes alquilantes (clorambucilo; melfalan: 2 a 5 mg/d). Las leucosis agudas infantiles pueden manifestarse por dolores óseos, artralgias erráticas o poliartritis febriles. Las lesiones articulares se deben a la infiltración leucótica de la sinovial, a localizaciones en las epífisis o a derrames de vecindad cuando existe periostitis. En la radiografía pueden apreciarse bandas de rarefacción ósea subcondral, periostitis y, a veces, erosiones osteolíticas. En las leucosis crónicas raramente proliferan las células leucóticas en la sinovial, dando lugar a artritis mono u oligoarticulares. En la leucemia mieloide crónica se dan a veces crisis de gota. El mieloma se caracteriza por dolores esqueléticos, especialmente en el raquis. En ocasiones las localizaciones mielomatosas en hombro y cadera pueden simular artritis. No obstante, en el mieloma puede darse una poliartritis que simula la AR, debida al depósito de amiloide en la sinovial, en las vainas tendinosas v en forma de nódulos subcutáneos, a veces coexiste un síndrome del túnel carpiano por depósito amiloide. En el mieloma pueden darse también crisis de gota por hiperuricemia secundaria, así como artritis séptica por hipogammaglobulinemia. Estos linfomas pueden acompañarse de las correspondientes manifestaciones tegumentarias: pápulas, nódulos, placas, lesiones necróticas, cutáneas y mucosas, intenso prurito y adenopatías. El tratamiento es el correspondiente al linfoma subyacente. Síndrome de SchonleinHenoch Proceso caracterizado por vasculitis purpúrica consecutiva a alteraciones del sistema capilar, que afecta en especial a niños entre 2 y 12 años, aunque a veces se observan casos en niños más pequeños, o bien en adultos; afecta ambos sexos por igual. Como agentes etiológicos se han incriminado al estreptococo beta-hemolítico del grupo A, a los fármacos y a las intolerancias alimentarias. El brote cutáneo característico se compone de maculopápulas y petequias, que aparecen en nalgas, superficies de extensión de las extremidades, especialmente las inferiores y, más a menudo, por todo el cuerpo. En la tercera parte de los casos hay una erupción urticariforme seguida de púrpura. A veces hay equimosis y necrosis cutáneas superficiales. Además hay dolores abdominales, enterorragias no raras y frecuentemente nefritis, que en el 10% de los casos pasa a la cronicidad. Los niños aquejan fiebre y malestar general con anorexia. La artritis dura dos o tres días, se da sobre todo, en las rodillas y tobillos y no deja secuelas. Muchos pacientes sufren recurrencias del síndrome. El tratamiento comprende reposo en cama, corticoides sistémicos y evitación de los agentes etiológicos si se descubren. Si el responsable es el estreptococo, se recomienda la profilaxis penicilínica, como en la fiebre reumática. Hemofilia En el 30% de los casos de hemofilia tienen lugar manifestaciones articulares. Las articulaciones más afectadas son las rodillas, tobillos, hombros y caderas. Existen dos tipos de alteraciones articulares: 1) la hemartrosis aguda, que aparece a raíz de traumatismos leves, caracterizada por hemorragia intraarticular que da lugar a dolor, derrame, limitación y que acostumbra a desaparecer en el curso de 7 a 15 días; 2) la artritis hemofílica crónica, debida a hemartrosis recidivante, que produce engrosamiento epifisario, limitación de NOTAS TERAPÉUTICAS de. La variedad de Bureau-Barriere se observa en alcoholistas, desnutridos y como manifestación paraneoplásica. la movilidad, atrofia muscular v deformidades articulares irreversibles. Una historia de ataques reiterados de "artritis aguda" a continuación de ligeros traumas v especialmente si se acompaña de equimosis y hematomas, debe hacer pensar en hemofilia. La lepra, en particular la forma tuberculoide, puede provocar articulación neurogénica. Las artropatías neurogénicas necesitan imprescindiblemente la intervención del traumatólogo. Durante los brotes la articulación será inmovilizada y se darán analgésicos y corticosteroides, junto con transfusión de sangre o plasma frescos. En ocasiones es necesaria la punción articular. Artropatías medicamentosas Artropatías neurogénicas Las lesiones se deben en estos casos a la pérdida de la sensibilidad propioceptiva y dolorosa. En tales circunstancias las articulaciones carecen de los mecanismos normales de protección entre los esfuerzos o sobrecargas habituales y los traumatismos. La alteración neurológica provoca también, en muchos casos, daño de la mecánica articular que contribuye a la producción de lesiones destructivas al faltar la sensibilidad. El prototipo de artropatía neurogénica es la articulación de Charcot. Se trata de una osteoartropatía degenerativa crónica y progresiva que anatopatológicamente se caracteriza por la combinación de alteraciones destructivas hipertróficas o atróficas. Hay erosión del cartílago articular, formación de cuerpos libres y crecimiento de grandes osteofitos. Son muy frecuentes las subluxaciones así como las fracturas. A la exploración la articulación se halla tumefacta, deformada e inestable. El dolor falta o es muy ligero; se palpan crujidos. Mediante punción se puede retirar líquido articular, no inflamatorio, a menudo hemorrágico. La articulación de Charcot se da en un 5% de los casos de tabes, como mínimo. Las articulaciones más afectadas son la rodilla, cadera, tobillo, vértebras dorsolumbares. Como manifestación de sífilis tardía puede acompañarse de los correspondientes signos tegumentarios: Acropatía ulceromutilante tubérculos y gomas. La neuropatía diabética es, en la actualidad, la primera causa de artropatía neurogénica. Se trata en general de diabéticos antiguos con importante neuropatía en los pies. A menudo es unilateral y localiza en los huesos del tarso y en las articulaciones tarsometatarsianas y metatarsofalángicas. En muchos casos hay úlceras plantares crónicas (mal perforante). Pueden acompañarse de diversas manifestaciones tegumentarias de la diabetes: piodermitis, micosis, púrpuras, dermopatía diabética, ampollas, etc. La acropatía ulceromutilante familiar de Thevenard o esporádica de BureauBarriere, se caracteriza por la existencia de mal perforante plantar, lesiones osteoarticulares en ambos pies, en los que predomina la osteolisis (dando lugar al pie cuboideo), alteraciones vasomotoras, desaparición de la sensibilidad térmica y dolorosa con distribución en calcetín y, eventualmente en guante, arreflexia aquílea. En los casos de Thevenard puede existir, a nivel de los dedos, panadizo analgésico de Morvan. Se ha comprobado la desaparición de las células en los ganglios raquídeos y depósito de amiloi- La enfermedad del suero debe su nombre a la época en que se utilizaban sueros heterólogos para le inmunización pasiva. Es el prototipo de la enfermedad por inmunocomplejos circulantes. En la actualidad se debe a penicilina v variados antibióticos, sulfamidas, contrastes para radiografía, hidantoínas, etc. Aparece de 7 a 12 días después de la iniciación del tratamiento y sus síntomas predominantes son: fiebre, urticaria, adenopatías generalizadas, artralgias y artritis de carácter poliarticular que afectan a dedos, muñecas y tobillos, que remiten sin secuelas. Las complicaciones graves son vasculitis, neuritis y glomérulonefritis. El tratamiento incluye: inyección subcutánea de adrenalina al 1%, antihistamínicos y en los casos graves prednisona (60-80 mg el primer día, que se reducirá gradualmente). Entre los efectos secundarios asociados con la minociclina hay que mencionar al síndrome de hipersensibilidad que se presenta 2 a 4 semanas después de iniciado el tratamiento. Se caracteriza por fiebre, brote cutáneo v afectación visceral (hepatitis, neumonitis, alteraciones renales y hematológicas. El síndrome lúpico inducido se presenta con artralgias, artritis, mialgia, fiebre y/o pleuritis después de prolongados períodos de tratamiento con minociclina. La vasculitis debido a este antibiótico se expresa por fiebre, artralgias/artritis, livedo reticular y anticuerpos ANCA positivos.❑ BIBLIOGRAFÍA Ackerman A. B. y col. Differential diagnosis in dermopathology. Moreno C. y col. Intersticial granulomatous dermatitis with his- Vol 3. Chicago: American Society of Clinical Pathologists Press; tiocytic pseudorossetes: a new histopathologic pattern in cuta- p. 309. 1993. neous borreliosis. Detection of borrelia burgdorferi DNA Antoni C. y col. Open - label study of infliximab treatment for psoriatic arthritis: clinical and magnetic resonance measurements of reduction of inflammation.Arthritis Rheum. 2002; 47 (15):506. Birnkrant M. y col. Pyoderma gangrenosum, acne conglobata, and IgA gammapathy.Internat J Dermatol 2003; 42:213. 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