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Artículo extraído de: Volume 24 Number 12 December 2010 www.nature.com/jhh Directrices prácticas de la Sociedad Europea de Hipertensión para la medición domiciliaria de la presión arterial G Parati,GS Stergiou, R Asmar, G Bilo, P de Leeuw, Y Imai, K Kario, E Lurbe, A Manolis, T Mengden, E O’Brien, T Ohkubo, P Padfield, P Palatini, TG Pickering, J Redon, M Revera, LM Ruilope, A Shennan, JA Staessen, A Tisler, B Waeber, A Zanchetti y G Mancia en nombre del Grupo de trabajo de la ESH sobre el control de la presión arterial Journal of Human Hypertension (2010) 24, 779-785 © 2010 Macmillan Publishers Limited Reservados todos los derechos 0950-9240/10 www.nature.com/jhh REVISIÓN Directrices prácticas de la Sociedad Europea de Hipertensión para la medición domiciliaria de la presión arterial G Parati1, G S Stergiou2, R Asmar3, G Bilo1, P de Leeuw4, Y Imai5, K Kario6, E Lurbe7, A Manolis8, T Mengden9, E O’Brien10, T Ohkubo11, P Padfield12, P Palatini13, T G Pickering14*, J Redon15, M Revera1, L M Ruilope16, A Shennan17, J A Staessen18, A Tisler19, B Waeber20, A Zanchetti21 y G Mancia22 en nombre del Grupo de trabajo de la ESH sobre el control de la presión arterial 1 Department of Clinical Medicine and Prevention, University of Milano-Bicocca; Centro Interuniversitario di Fisiologia Clinica e Ipertensione & Department Cardiology, S Luca Hospital, Istituto Auxologico Italiano, Milán, Italia; 2Hypertension Center, Third University Department of Medicine, Sotiria Hospital, Atenas, Grecia; 3L’Institut CardioVasculaire, París, Francia; 4Department of Internal Medicine, Division of General Internal Medicine, University Hospital Maastricht, Maastricht, Países Bajos; 5Departments of Clinical Pharmacology and Therapeutics, Tohoku University Graduate School of Pharmaceutical Sciences and Medicine, Sendai, Japón; 6Division of Cardiovascular Medicine, Department of Internal Medicine, Jichi Medical University School of Medicine, Tochigi, Japón; 7Pediatric Department, Consorcio Hospital General, University of Valencia, Valencia, España; 8Department of Cardiology, Asklepeion Hospital, Atenas, Grecia 9 Division of Hypertension and Vascular Medicine, Department of Internal Medicine, University Clinic Bonn, Bonn, Alemania; 10Blood Pressure Unit, St Michael’s Hospital, Co, Dublín, Irlanda; 11Department of Planning for Drug Development, Tohoku University Graduate School of Pharmaceutical Sciences and Medicine, Sendai, Japón; 12Department of Medical Sciences, University of Edinburgh, Western General Hospital, Edimburgo, Reino Unido; 13Clinica Medica 4, University of Padova, Padua, Italia; 14Columbia University Medical College, Nueva York, EE.UU.; 15Hypertension Clinic, Internal Medicine, Hospital Clinico, University of Valencia, Valencia,España; 16Hypertension Unit, 12 de Octubre Hospital, Madrid, España; 17Kings College London, Division of Reproduction and Endocrinology, Maternal and Fetal Research Unit, St Thomas Hospital Westminster Bridge Road, Londres, Reino Unido; 18Laboratory of Hypertension, Campus Gasthuisberg, Lovaina, Bélgica; 19First Department of Medicine, Semmelweis University, Budapest, Hungría; 20 Division de Physiopathologie Clinique MP14, Lausanne, Suiza; 21Centro Interuniversitario di Fisiologia Clinica e Ipertensione and Istituto Auxologico Italiano, Milán, Italia; 22Clinica Medica and Department of Clinical Medicine and Prevention, University of Milano-Bicocca, Centro Interuniversitario di Fisiologia Clinica e Ipertensione and Istituto Auxologico Italiano, Milán, Italia En muchos países se utiliza cada vez más el autocontrol de la presión arterial por los mismos pacientes en su domicilio [automedición de la presión arterial (AMPA)], y es bien aceptada por los pacientes hipertensos. Las directrices sobre hipertensión actuales han avalado el uso de la AMPA en la práctica clínica como complemento útil a las mediciones convencionales en la consulta. El Grupo de Trabajo sobre Medición de la Presión Arterial de la Sociedad Europea de Hipertensión publicó recientemente un detallado documento de consenso sobre la AMPA. Sin embargo, en la práctica diaria se necesitan documentos más breves que resuman las recomendaciones esenciales. Se acepta también que la aplicación satisfactoria de las directrices clínicas en la atención sistemática del paciente depende de que los médicos en ejercicio las acepten y se impliquen en ellas. Por consiguiente, se preparó el presente documento, que proporciona directrices concisas y actualizadas sobre el uso de la AMPA para los médicos en ejercicio, incluyendo los comentarios y opiniones recibidos de los médicos de familia. Journal of Human Hypertension (2010) 24, 779–785; doi:10.1038/jhh.2010.54; published online 3 June 2010 Palabras clave: Medición domiciliaria de la presión arterial; práctica médica; hipertensión arterial Correspondencia: Dr G Parati, Department of Cardiology, Ospedale San Luca, Istituto Auxologico Italiano, via Spagnoletto 3, Milan 20149, Italy. E-mail: gianfranco.parati@unimib.it * Fallecido. Recibido el 4 de febrero de 2010; revisado el 11 de abril de 2010; aceptado el 18 de abril de 2010; publicación electrónica el 3 de junio de 2010 En muchos países se utiliza cada vez más el autocontrol de la presión arterial por los mismos pacientes en su domicilio [automedición de la presión arterial (AMPA)], y es bien aceptada por los pacientes hipertensos1-7. Las directrices sobre hipertensión actuales han avalado el uso de la AMPA en la práctica clínica Medición domiciliaria de la presión arterial G Parati et al 780 como complemento útil a las mediciones convencionales en la consulta1-7. El Grupo de Trabajo sobre Medición de la Presión Arterial de la Sociedad Europea de Hipertensión publicó recientemente un detallado documento de consenso sobre la AMPA. Sin embargo, en la práctica diaria se necesitan documentos más breves que resuman las recomendaciones esenciales. Se acepta también que la aplicación satisfactoria de las directrices clínicas en la atención sistemática del paciente depende de que los médicos en ejercicio las acepten y se impliquen en ellas. Por consiguiente, se preparó el presente documento, que proporciona directrices concisas y actualizadas sobre el uso de la AMPA para los médicos en ejercicio, incluyendo los comentarios y opiniones recibidos de los médicos de familia (ver el apartado de Agradecimientos). les en la consulta (Cuadros 1 y 2). La AMPA permite detectar los fenómenos de hipertensión enmascarada y de bata blanca, y comparte la mayoría de las características anteriores con la medición ambulatoria de la PA de 24 horas (MAPA), otra importante técnica para el registro de la PA fuera de la consulta (Cuadro 1)1-4. En comparación con la MAPA, la AMPA permite obtener mediciones durante un período mucho más prolongado, es más barato, más ampliamente distribuido, más cómodo para los pacientes, en particular en lo que se refiere a las medidas repetidas, y se ha demostrado que mejora el cumplimiento de los pacientes con el tratamiento y las tasas de control de la hipertensión1-4,8. Sin embargo, a diferencia de la MAPA, no permite la evaluación de la PA durante el sueño o en el trabajo, ni la cuantificación de la variabilidad a corto plazo de la PA, aunque puede ser posible evaluar la variabilidad de la PA día a día9,10, ofreciendo AMPA: ventajas, requisitos previos La AMPA tiene diversas ventajas principales con respecto a la medida convencional de la presión arterial (PA) en la consulta: (1) proporciona múltiples determinaciones de la PA en días, semanas o meses diferentes; (2) estas mediciones se realizan en el ambiente habitual de cada persona, lejos de la consulta del médico, que, como se sabe, en muchos pacientes provoca un aumento de la PA (efecto de bata blanca); (3) la PA en domicilio está más estrechamente relacionada con las lesiones de órganos diana inducidas por la hipertensión y predice el riesgo de eventos cardiovasculares mejor que las medidas convenciona- Cuadro 2 Cuestiones fundamentales relacionadas con la metodología de la AMPA Supervisión médica y entrenamiento del paciente (véase online el apartado Material complementario). Elección apropiada de dispositivos validados de AMPA. Validación específica exigida en poblaciones especiales (ancianos, niños, embarazo normal, preeclampsia, nefropatía de estadío terminal y arritmias). Programa adecuado de determinaciones de la presión arterial y anotación de los datos por el paciente. Capacidad del médico para interpretar correctamente los resultados (promedio de valores y umbrales normales). Abreviatura: AMPA: automedida de la presión arterial. Cuadro 1 Resumen de las ventajas y limitaciones de la AMPA (modificado con permiso de Parati et al.1) Ventajas Limitaciones Es posible la realización de una serie de mediciones de la presión arterial y de la frecuencia cardíaca durante el día y también a lo largo de varios días, semanas o meses. Evaluación de los efectos del tratamiento en diferentes momentos del día y a lo largo de períodos más amplios. Ausencia de reacción de alerta (bata blanca) a la determinación de la presión arterial. Diagnóstico de hipertensión de bata blanca y de hipertensión enmascarada. Buena reproducibilidad. Necesidad de adiestramiento del paciente (sencilla para los dispositivos automatizados). Buen valor pronóstico. Coste relativamente bajo. Aceptación por los pacientes. Herramienta educativa: implicación de los pacientes en el control de la hipertensión. Posibilidad de memorización digital, impresión, descarga en un PC o teletransmisión de los valores de presión arterial (algunos dispositivos). Mejora del cumplimiento del tratamiento farmacológico de los pacientes. Mejora de las tasas de control de la hipertensión. Abreviatura: AMPA: automedida de la presión arterial. Journal of Human Hypertension Posible uso de dispositivos imprecisos. Errores de medida. Fiabilidad cuestionable de los valores de presión arterial comunicados por los pacientes. Inducción de ansiedad, que provoca un exceso de mediciones. Riesgo de cambios del tratamiento realizados por los pacientes en función de medidas domiciliarias casuales sin la orientación del médico. Todavía se debate cuáles son los umbrales de normalidad y los objetivos terapéuticos, sobre todo en pacientes de riesgo cardiovascular elevado. Ausencia de registros nocturnos. Sin reembolso por las compañías de seguros o la seguridad social en la mayoría de los países. Medición domiciliaria de la presión arterial G Parati et al 781 así un medio para cuantificar las variaciones de la PA a largo plazo, las cuales, como se ha sugerido recientemente, pueden ser significativas para el pronóstico11. Además, la AMPA puede utilizarse como una herramienta educativa en los pacientes hipertensos para mejorar su comprensión de la enfermedad y su seguimiento. Por tanto, parece ser un método apropiado para el seguimiento a largo plazo de la hipertensión tratada y suele utilizarse junto con la MAPA como un método complementario de evaluación de la PA (Cuadro 1). Hay importantes requisitos previos para la aplicación óptima de la AMPA en la práctica clínica (Cuadro 2). Deben realizar AMPA los pacientes que han sido adiestrados bajo supervisión médica, y el personal de enfermería y/o los farmacéuticos formados pueden desempeñar un papel importante en la implantación de la AMPA en la práctica diaria y en la difusión de las recomendaciones correctas. El adiestramiento debe incluir información relativa a la hipertensión, la variabilidad de la PA, las condiciones y el procedimiento de automedición, consejos sobre la elección del equipo (en función de la validación, las características técnicas, el precio y la experiencia individual) y su uso adecuado, así como la interpretación de los resultados (véase el apartado de Material complementario). La técnica de AMPA, cuando se aplica utilizando dispositivos electrónicos, no es particularmente compleja y puede explicarse al paciente durante una única sesión de preparación (posiblemente con posterior verificación periódica de la realización correcta de la medición durante las visitas a la consulta). Sin embargo, en el caso de algunos pacientes (en particular en las personas mayores con deterioro motor o cognitivo y en los niños pequeños), quizá sea necesario el apoyo de una enfermera o de un miembro de la familia adiestrados. Para los pacientes que tengan dudas o problemas con la realización correcta de la AMPA puede ser útil la asistencia telefónica. La utilización de un diario normalizado de la PA estructurado de acuerdo con el programa de mediciones exigido es útil para asegurar la precisión de anotación de los datos y para mejorar el cumplimiento del calendario de medidas (véase el apartado de Material complementario). Los fabricantes pueden facilitar la AMPA proporcionando dispositivos con una gama de manguitos correspondientes a los diversos tamaños de brazo y capaces de calcular automáticamente la PA media. Otra ventaja añadida puede ser la dotación de medios de telemedición12. Dispositivos y manguitos El esfigmomanómetro de mercurio convencional, considerado como el estándar de medición de la PA, se está prohibiendo progresivamente en diversos países por razones ambientales (Cuadro 3). Los dispositivos aneroides son más propensos a la imprecisión que los dispositivos de mercurio1,2,4. Además, sólo en raras Cuadro 3 Dispositivos para la AMPA Sólo se recomiendan dispositivos de brazo oscilométricos (electrónicos) validados, semiautomáticos o automáticos. Se prefieren los dispositivos con memoria. No se recomiendan los dispositivos auscultatorios (aneroides o de mercurio), salvo en circunstancias específicas (por ejemplo, arritmias, necesidad de mediciones auscultatorias repetidas). No se recomiendan los dispositivos de dedo. En la actualidad no se recomiendan los dispositivos de muñeca; sin embargo, todavía se investigan sus posibles aplicaciones, como en el caso de los pacientes en los que son imposibles, o son muy difíciles, las medidas braquiales de la PA (por ejemplo, en la obesidad extrema). Deben utilizarse manguitos de tamaño adecuado (pequeño, estándar, grande) de acuerdo con el perímetro de brazo. Abreviatura: AMPA: automedida de la presión arterial; PA: presión arterial. ocasiones los pacientes dominan la técnica auscultatoria exigida para la utilización de estos dispositivos. Por consiguiente, excepto en casos especiales (por ejemplo, pacientes con arritmias entrenados en la medición auscultatoria de la PA), no se recomienda el uso de dispositivos que precisan auscultación (de mercurio, aneroides u otros) para la AMPA. Para la medición domiciliaria se prefieren los dispositivos electrónicos semiautomatizados (inflado manual del manguito) o automatizados, que miden la PA en el brazo1-5. Estos dispositivos exigen menos preparación, evitan el sesgo del observador y, si están provistos de una memoria automatizada, permiten evitar que los pacientes hagan una anotación equivocada de sus mediciones de PA13,14. Los dispositivos de dedo son menos precisos y más susceptibles de provocar errores en la técnica de medida y no se recomiendan. Los dispositivos para la muñeca no se recomiendan porque están más sujetos a imprecisiones (posición incorrecta con respecto al corazón, medida de la PA en dos arterias, radial y cubital, distorsión de la onda del pulso periférico, etc.) y es mejor evitarlos, salvo que sea difícil o imposible obtener medidas braquiales (por ejemplo, en las personas con perímetros muy grandes del brazo u obesidad extrema)1,2,4. Entre el gran número de dispositivos comercializados para la AMPA sólo deben utilizarse aquellos cuya precisión haya sido validada en estudios independientes realizados de acuerdo con protocolos internacionalmente reconocidos15,16. Existen listas actualizadas de dispositivos validados en páginas web especializadas (por ejemplo, http://www.dableducational.org, http:// www.bhsoc.org y http://www.pressionearteriosa.net). No debe suponerse que un dispositivo que haya sido validado para la población general será preciso en circunstancias especiales, como la obesidad, los pacientes con arritmias, los ancianos, los niños o el embarazo, casos en los cuales los dispositivos deben validarse de manera específica. Es esencial seleccionar el tamaño apropiado del manguito para el brazo de cada persona si se desea obtener una medida precisa de la PA (la cámara de Journal of Human Hypertension Medición domiciliaria de la presión arterial G Parati et al 782 Cuadro 4 Requisitos para la medición Cuadro 5 Programación para la AMPA Como mínimo, cinco minutos de reposo, 30 minutos sin fumar, comer, tomar cafeína o hacer ejercicio físico. Con el paciente sentado en una sala tranquila, la espalda apoyada y el brazo apoyado (por ejemplo, sobre la mesa). Paciente inmóvil, piernas no cruzadas, sin hablar y relajado. Colocación correcta del manguito al nivel del corazón. Anotación inmediata de los resultados en el diario específico o guardados en la memoria del dispositivo. Medidas domiciliarias de siete días (mínimo tres días). En la evaluación inicial, cuando se evalúan los efectos del tratamiento, y en el seguimiento a largo plazo antes de cada visita a la consulta o al hospital. Lecturas matutinas (antes de tomar la medicina si se está en tratamiento) y vespertinas (antes de cenar) cada día. Dos mediciones cada vez (separadas por 1-2 minutos). Seguimiento a largo plazo: podrían realizarse determinaciones menos frecuentes (por ejemplo una o dos veces a la semana) con el objetivo de reforzar el cumplimiento, aunque nunca deben realizarse lecturas aisladas con fines diagnósticos. Debe evitarse el uso excesivo del método y la automodificación del tratamiento. aire inflable del manguito debe cubrir el 80-100% del perímetro del brazo de la persona)1,2,4. El uso de un manguito pequeño para el tamaño del brazo puede provocar una sobrevaloración de la PA, mientras que un manguito demasiado grande la infravalorará. Los manguitos convencionales son apropiados para la mayoría de los pacientes, pero en las personas con un perímetro braquial pequeño (< 24 cm) o con uno grande (> 32 cm), sólo deben utilizarse dispositivos equipados con manguitos del tamaño apropiado. Requisitos para la medición Los requisitos bajo los cuales se realiza la AMPA pueden afectar en gran medida a los valores medidos de la PA (Cuadro 4). Debe enrollarse el manguito alrededor del brazo con la cámara de aire inflable centrada en la superficie anterior del brazo (la mayoría de los manguitos tienen una indicación de colocación adecuada), con el borde inferior del manguito unos 2-3 cm por encima del pliegue del codo. La cámara de aire debe colocarse al nivel del corazón (debe prestarse particular atención a esta recomendación si, por cualquier razón, se utiliza un dispositivo para la muñeca). La medición debe realizarse en una habitación tranquila y el paciente debe permanecer sentado cómodamente, inmóvil, con el brazo descansando sobre la mesa u otro apoyo, y sin hablar. Los resultados deben anotarse en un diario inmediatamente después de cada medición. Otra alternativa es el uso de dispositivos equipados con memoria (recomendados), que pueden guardar las lecturas con la hora y la fecha de cada medición. A veces se utilizan dispositivos para medir la PA en otros miembros de la familia y es importante asegurarse de que estas medidas no se incluyen con las del paciente. En los casos poco frecuentes de diferencia significativa (> 10 mmHg) y constante de PA entre los brazos, el médico debe aconsejar al paciente que utilice también para la AMPA el brazo con los valores de PA más elevados. Programación de mediciones Para la evaluación inicial de la hipertensión y la valoración de los efectos del tratamiento antihipertensivo (incluidos los cambios de dosis o de medicamentos), la AMPA debe realizarse a diario durante un mínimo de tres días, y preferiblemente siete días, antes de la visita Journal of Human Hypertension Cuadro 6 Interpretación de las lecturas domiciliarias de la PA Debe considerarse el promedio de la PA de varios días de mediciones (en el cuadro 5 se presenta la programación de mediciones). Deben descartarse los valores de PA medidos en el primer día de mediciones. Deben considerarse como elevados valores domiciliarios medios de la PA sistólica ≥ 135 mmHg o de la PA diastólica ≥ 85 mmHg. Una PA domiciliaria sistólica y diastólica < 130 y < 80 mmHg, respectivamente, debe considerarse normal en la mayoría de los pacientes. En los pacientes de alto riesgo, es probable que los valores deseados de la PA domiciliaria deban ser inferiores. Abreviatura: PA: presión arterial. al médico (Cuadro 5). Deben obtenerse medidas duplicadas por la mañana (antes de tomar el medicamento, en caso de estar en tratamiento) y por la noche17. Las mediciones del primer día de registro suelen ser más elevadas e inestables, y se descartan. Los pacientes hipertensos en tratamiento también pueden realizar mediciones domiciliarias regulares menos frecuentes de la PA como seguimiento a largo plazo (por ejemplo, una o dos veces a la semana), con el objetivo añadido de reforzar su cumplimiento del tratamiento. Sin embargo, esta cuestión sigue siendo materia de debate y nunca deben utilizarse lecturas aisladas con fines diagnósticos1-4. Debe evitarse el uso excesivo del método y la automodificación del tratamiento en función de la AMPA. Interpretación de la AMPA Las decisiones clínicas basadas en las lecturas de AMPA deben tomarse en función del promedio de una serie de medidas realizadas como se acaba de describir (Cuadro 6). Las medidas domiciliarias aisladas, casuales, pueden ser muy engañosas y nunca deben constituir por sí mismas la base de las decisiones clínicas. Debe informarse a los usuarios de que la PA puede variar de unas determinaciones a otras e indicarles que no deben alarmarse por una medida alta o baja de la PA en una sola ocasión, salvo que una elevación o reducción importante persista o que se asocie con síntomas de significación clínica (por ejemplo, disnea, dolor torácico). Una PA sistólica domiciliaria de promedio ≥ 135 mmHg o una diastólica ≥ 85 mmHg, o Medición domiciliaria de la presión arterial G Parati et al 783 ambas, indican una PA elevada. Todavía se están investigando cuáles son los niveles de TA domiciliaria “normales” y “óptimos”; provisionalmente se sugiere que valores inferiores a 130/80 mmHg constituyen valores de PA domiciliaria normales1-4,18. Las decisiones terapéuticas basadas en la AMPA deben tomarse teniendo en consideración siempre el perfil de riesgo cardiovascular global y las comorbilidades. En los pacientes de riesgo elevado (por ejemplo, los enfermos de diabetes o con nefropatía crónica), probablemente deberán alcanzar valores de PA domiciliaria menores, pero no se han definido todavía los valores deseados. Discrepancias entre la PA domiciliaria y en la consulta En la mayoría de los pacientes, la AMPA provocará la misma conclusión clínica relativa al diagnóstico de hipertensión que las medidas convencionales en la consulta (normotensión o hipertensión controlada si ambas son normales; hipertensión no controlada si ambas están elevadas). Sin embargo, no son poco frecuentes los casos de desacuerdo en el diagnóstico entre las medidas de la PA realizadas en la consulta y las domiciliarias (o ambulatorias) en los pacientes en tratamiento y sin tratamiento. Una PA elevada en la consulta con medidas de PA domiciliarias (o ambulatorias) bajas se conoce como la hipertensión de “bata blanca”. A la inversa, una PA normal en la consulta con una PA domiciliaria (o ambulatoria) elevada se ha denominado hipertensión enmascarada1-4,19-21. Estas conclusiones diagnósticas deben reforzarse mediante la realización de pruebas ulteriores, entre ellas la repetición de las mediciones de la PA en la consulta y, o bien una sesión repetida de AMPA, o una MAPA de 24 horas4,19,22. Los pacientes con hipertensión de bata blanca tienen un riesgo cardiovascular marginalmente aumentado y también un riesgo mayor de desarrollar hipertensión mantenida4,22. Por consiguiente, se les debe realizar un seguimiento regular utilizando mediciones de la PA en la consulta y en casa. Por otro lado, la hipertensión enmascarada está asociada con un mayor riesgo de acontecimientos cardiovasculares, similares a los de la hipertensión no controlada23. Dada esta discrepancia entre los métodos, las decisiones de tratamiento de la hipertensión de bata blanca y la hipertensión enmascarada deberán hacerse probablemente Cuadro 7 Indicaciones para la AMPA Todos los pacientes que estén en tratamiento antihipertensor. Evaluar la hipertensión de bata blanca y la falsa hipertensión no controlada. Evaluar la hipertensión enmascarada. Evaluar la hipertensión resistente. Mejorar el cumplimiento del tratamiento prolongado. Mejorar las tasas de control de la hipertensión. Situaciones en las que es obligatorio un control estricto de la presión arterial (pacientes de riesgo elevado y embarazo) Abreviatura: AMPA: automedida de la presión arterial. en función de las mediciones de la PA en la consulta y fuera de la consulta (estas últimas mediante MAPA o AMPA, una vez establecido que son fiables y se han realizado repetidamente), teniendo en cuenta siempre el perfil de riesgo cardiovascular total del paciente1,2,4. Indicaciones clínicas para la AMPA Dada la falibilidad de las mediciones convencionales de la PA en la consulta, la AMPA proporciona información clínicamente útil sobre el nivel y el perfil de PA a los médicos en ejercicio, ya que permite un diagnóstico inicial más preciso de la hipertensión y un ajuste más exacto de las dosis de los antihipertensivos (Cuadro 7). También ofrece información útil sobre la frecuencia cardíaca en casa24 y la variabilidad de un día a otro de la PA9,10. Por consiguiente, si es factible, debe utilizarse en todos los pacientes hipertensos sometidos a tratamiento. Su uso se recomienda también para la identificación de los pacientes con sospecha de hipertensión de bata blanca o de hipertensión enmascarada (en particular, entre los pacientes con una PA en consulta muy variable o en el límite, con riesgo cardiovascular elevado y una PA normal en consulta, con síntomas de hipotensión pese a un control farmacológico inadecuado de la PA en consulta, sin signos de lesión orgánica pese a una valor elevado de la PA en consulta)23,25,26. En los pacientes poco cumplidores del tratamiento se recomienda también la AMPA (ya que puede aumentar su implicación en el control de la hipertensión) y posiblemente también en algunas poblaciones de riesgo elevado en las cuales es obligatorio un estrecho control de la PA (mujeres embarazadas, pacientes con diabetes y enfermedad renal). En el embarazo debe realizarse la AMPA con dispositivos validados para este estado; los datos disponibles sugieren que los umbrales diagnósticos deben ser los mismos que en la población general, aunque se necesitan más estudios a este respecto. Una contraindicación para la realización de la AMPA con dispositivos oscilométricos es la presencia de arritmias significativas (fibrilación auricular, numerosas extrasístoles y bradicardia importante), en las cuales estos dispositivos pueden ser poco fiables. Sin embargo, evidencias recientes sugieren que, en los pacientes con fibrilación auricular, algunos dispositivos oscilométricos pueden no ser siempre imprecisos, una cuestión que merece más investigación27. En esas circunstancias, la AMPA puede realizarse utilizando dispositivos auscultatorios siempre que el paciente haya sido adecuadamente preparado, práctica que, sin embargo, exige más investigación. Conclusión La AMPA es una herramienta valiosa para el control diario de la hipertensión. Sin embargo, debe utiliJournal of Human Hypertension Medición domiciliaria de la presión arterial G Parati et al 784 zarse siempre bajo supervisión médica y teniendo en cuenta el estado clínico y el perfil de riesgo cardiovascular general del paciente5,6. Conflicto de intereses Gianfranco Parati pertenece a la oficina de conferencias de Omron Healthcare, Microlife y Bayer Healthcare. George S. Stergiou ha recibido ayuda para la investigación de Microlife y UEBE Medical, y es consejero de Microlife. Roland Asmar ha recibido ayuda para investigación de Novartis, Boehringer Ingelheim y Omron, y es consejero de Novartis, Takeda y Bayer, y pertenece a la oficina de conferencias de Astra Zeneca, Bayer, Boehringer Ingelheim, Novartis, Sanofi y Recordati. Grzegorz Bilo pertenece a la oficina de conferencias de Recordati, Docleader, y es consejero de Boehringer-Ingelheim y Daiichi Sankyo. Yutaka Imai ha recibido ayuda para investigación de Takeda, Pfizer, AstraZeneca, Kyowa, Sankyo, Asteras y Novartis, y pertenece a la oficina de conferencias de Takeda, Bayer, Pfizer, AstraZeneca, Kyowa, Sankyo, Asteras y Novartis. Kazuomi Kario pertenece a la oficina de conferencias de Sankyo, Takeda, Pfizer y Boehringer Ingelheim. Athanasios Manolis ha recibido ayuda para investigación de Glaxo y Sanofi, y pertenece a la oficina de conferencias de Menarini y Recordati. Thomas Mengden pertenece a la oficina de conferencias de Bayer, Boehringer Ingelheim, Customed, Fukuda Denshi, Merckle Recordati, Microlife, Servier, Takeda y UCB/Schwarz Pharma Germ. Eoin O’Brien ha recibido ayuda para investigación de Omron Healthcare. Takayoshi Ohkubo ha recibido ayuda para investigación de Omron Healthcare y Microlife. Paul Padfield ha recibido ayuda para investigación de Microlife y pertenece a la oficina de conferencias de Microlife. Miriam Revera pertenece a la oficina de conferencias de Docleader. Luis M. Ruilope ha recibido ayuda para investigación de Bayer, Novartis y Pfizer, y es consejero de Daiichi Sankyo, Merck and Co, D, Novartis, Menarini, Bayer, Pfizer, Sanofi Aventis, GSK, Recordati y Servier. Pertenece a la oficina de conferencias de Daiichi Sankyo, Merck and Co, D, Novartis, Menarini, Bayer, Pfizer, Sanofi Aventis, GSK, Recordati y Servier. Andrew Shennan ha recibido ayuda por investigación de Omron, Microlife, GE Medical, Johnson and Johnson, Health and Life, Rossmax, SpaceLabs, Welch Allyn, Hartmanns y Nessei; y pertenece a la oficina de conferencias de Microlife, Omron, Hartmanns. Menarini International, Recordati, Servier han financiado a Alberto Zanchetti por asistir a simposios y Menarini International, Recordati y Abbott por dar conferencias. El resto de autores no declara conflicto de intereses. Agradecimientos El comité de redacción, en nombre de todos los miembros del grupo de trabajo sobre control de la presión Journal of Human Hypertension arterial de la Sociedad Europea de Hipertensión, reconoce su gran agradecimiento a la Sociedad Europea de Hipertensión y a la Sociedad Internacional de Hipertensión por su apoyo; a Microlife Ltd, Novartis France, Novartis Italy y Omron Japan Ltd por su contribución y respaldo financiero a la organización de la Verbania Consensus Conference y a la publicación de las directrices para la AMPA; y a la Dra. Mariaconsuelo Valentini, Dr. Stefano Omboni y Dra. Licia Pietrobon por su ayuda en la organización de la Verbania Conference. Todos los autores dedican este artículo a la memoria de Thomas G. Pickering, quien contribuyó enormemente al campo del control de la presión arterial y falleció en mayo de 2009. Por la revisión de este documento desde la perspectiva de la medicina de familia, el Comité de redacción agradece la contribución de los siguientes médicos: Alessandro Filippi, Italo Paolini, Antonino Di Guardo de la Sociedad Italiana de Medicina General (SIMG), y Fabio Albini, médico de familia y cardiólogo de campo, Cormano, Italia; Antonios Batikas, Georgios Bellos, Antonios Karotsis, Christos Lionis, Anargiros Mariolis, Nikolaos Papanikolaou, Pigi Perdikaki, Athanasios Symeonidis, Eleftherios Thireos de la Asociación Helénica de Médicos Generales (ELEGEIA). También se agradece la contribución de los siguientes revisores del documento: Denis L. Clement (Department of the Dean, Ghent University Hospital, Ghent, Bélgica), Eamon Dolan (Cambridge University Hospitals NHS Foundation Trust, Addenbrookes Hospital, Cambridge, Reino Unido), Robert Fagard (Hypertension and Cardiovascular Rehabilitation Unit, Faculty of Medicine, University of Leuven, Bélgica), Tine W Hansen (Research Center for Prevention and Health, Copenhagen, Dinamarca), Jean-Michel Mallion (Service de Cardiologie et Hypertension Artérielle, CHU, Grenoble, Francia), Martin G. Myers (Division of Cardiology, Sunnybrook Health Sciences Centre, Toronto, Canadá), Stefano Omboni (Italian Institute of Telemedicine, Varese, Italia), Paolo Verdecchia (Department of Cardiology, Hospital S. Maria della Misericordia, Perugia, Italia), Ji-Guang Wang (Centre for Epidemiological Studies and Clinical Trials, Ruijin Hospital, Shanghai Jiaotong University Medical School, China), William B. White (Department of Medicine, University of Connecticut School of Medicine, Farmington, EE.UU.). Referencias 1 Parati G, Stergiou GS, Asmar R, Bilo G, de Leeuw P, Imai Y, ESH Working Group on Blood Pressure Monitoring et al. European Society of Hypertension guidelines for blood pressure monitoring at home: a summary report of the Second International Consensus Conference on Home Blood Pressure Monitoring. J Hypertens 2008; 26: 1505–1526. 2 Pickering TG, Miller NH, Ogedegbe G, Krakoff LR, Artinian NT, Goff D, American Heart Association; American Society of Hypertension; Preventive Cardiovascular Nurses Association. Call to action on use and reimbursement for home blood pressure monitoring: a joint Medición domiciliaria de la presión arterial G Parati et al 785 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 scientific statement from the American Heart Association, American Society of Hypertension, and Preventive Cardiovascular Nurses Association. Hypertension 2008; 52: 10–29. 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