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ARTÍCULO DE REVISIÓN COLON Rev Mex de Cirugía del Aparato Digestivo, 2012; 1(1): 18-25 Revista Mexicana de Cirugía del Aparato CUCI: optimización de tratamiento multidisciplinario Quintín Héctor González-Contreras,* Eva María Ramírez-Avilés** * Académico numerario de la Academia Mexicana de Cirugía y la Academia Nacional de Medicina. Presidente del Colegio Mexicano de Especialistas en Coloproctología, A.C. **Médico residente en Cirugía General, Hospital ABC. UC: Optimization of multidisciplinary treatment Revista Mexicana de Cirugía del Aparato Digestivo / Vol. 1, Núm. 1 / Julio-Septiembre, 2012 / p. 18-25 RESUMEN ABSTRACT La colitis ulcerativa crónica inespecífica (CUCI) es una inflamación recurrente limitada a la mucosa colónica que involucra al recto con una extensión variable hacia el ciego. El objetivo del tratamiento médico es inducir y mantener la remisión clínica. En contraste con la enfermedad de Cronh (EC), donde se emplea una terapia de arriba a abajo o agresiva precoz, en la CUCI el concepto de enfoque gradual ascendente es válido todavía. Este enfoque incluye la administración local o sistémica de ácido 5-aminosalicílico como tratamiento de primera elección seguido por la administración tópica o sistémica de esteroides, así como de azatioprina, 6-mercaptopurina, ciclosporina y más recientemente el anticuerpo monoclonal antifactor de necrosis tumoral como alternativa en enfermedad refractaria o activa crónica. La decisión acerca de la terapia individual depende de la actividad y localización de la enfermedad. La colectomía está indicada si el tratamiento médico falla o si se presentan complicaciones. Las indicaciones absolutas para cirugía son la hemorragia masiva, perforación y la evidencia documentada, o bien, la sospecha de un carcinoma de colon. La proctocolectomía restaurativa total con íleoano anastomosis con reservorio (IAAR) es el tratamiento de elección. El abordaje laparoscópico es una alternativa viable que depende del entrenamiento del cirujano. Ulcerative colitis (UC) is a relapsing inflammation limited to the colonic mucosa and always involving the rectum with variable extension towards the cecum. The aim of medical treatment is to induce and maintain clinical remission. In contrast to Crohn’s disease for which a ‘top-down’ or ‘early aggressive’ therapy is discussed, in UC the concept of a step-up treatment is still valid. This includes local or systemic administration of 5aminosalicylic acid as first-line therapy followed by topical or systemic steroid administration as well as azathioprine, 6-mercaptopu- rine, cyclosporine, and more recently antitumor necrosis factor monoclonal antibodies as options in refractory or chronic active disease. The decision about the individual therapy is dependent on both disease activity and on disease location. Colectomy may be necessary if medical treatments are unsuccessful or if complications develop. Absolute indications for surgery are exsanguinating hemorrhage, perforation, and documented or strongly suspected carcinoma. The restorative total proctocolectomy with ileal pouch anal anastomosis is the treatment of choice. The laparoscopic approach is a feasible alternative depending on the surgeon’s training. Palabras clave: Colitis ulcerativa crónica inespecífica, manejo médico, proctocolectomía restaurativa total con íleoano anastomosis con reservorio. Key words: Ulcerative colitis, medical management, restorative total proctocolectomy with ileal pouch anal anastomosis. Correspondencia: Dr. Quintín Héctor González-Contreras Cirujano Gastrointestinal y Colorrectal Hospital Médica Sur Puente de Piedra, Núm. 150, Consultorio 505. Col. Toriello Guerra, Deleg. Tlalpan. C.P. 14050, México, D.F. Tel.: (55) 5171-0388 Correo electrónico: quinhec@hotmail.com 18 González-Contreras QH, et al. CUCI: optimización de tratamiento multidisciplinario Rev Mex de Cirugía del Aparato Digestivo, 2012; 1(1): 18-25 INTRODUCCIÓN La colitis ulcerativa crónica inespecífica (CUCI) es una enfermedad caracterizada por la inflamación difusa de la mucosa del colon. En 95% de los casos involucra al recto y se extiende proximalmente con un patrón simétrico, circunferencial y no-interrumpido para involucrar algunas porciones o en su totalidad al colon. El síntoma distintivo es la diarrea con sangre, con frecuencia se asocia a síntomas como urgencia rectal y tenesmo.1 El curso clínico está marcado por exacerbaciones y remisiones de la enfermedad, las cuales suceden espontáneamente o en respuesta al cambio de tratamiento.2,3 RECOMENDACIONES PARA EL DIAGNÓSTICO Y EVALUACIÓN El diagnóstico de CUCI se basa en la clínica y se confirma mediante los hallazgos en la proctosigmoidoscopia y colonoscopia, biopsia y por el examen negativo en heces para etiología infecciosa.4 Las infecciones también pueden producir hallazgos clínicos indistinguibles de la CUCI idiopática, por lo tanto, los estudios microbiológicos para infecciones bacterianas, infestación parasitaria, así como el examen serológico para ameba, se deben realizar en todo paciente.5 La proctosigmoidoscopia o colonoscopia muestran los cambios característicos de la mucosa que consisten en pérdida de su patrón típico vascular, granulaciones, friabilidad, y ulceración.6 Estos cambios comúnmente involucran al recto distal, endoscópicamente e histológicamente,7 y se extienden proximalmente hacia el colon. Debido a que ninguno de estos hallazgos endoscópicos es específico de la CUCI, los hallazgos obtenidos en la biopsia serán de gran utilidad en el diagnóstico diferencial.8 Los anticuerpos contra el citoplasma de los neutrófilos con patrón perinuclear (pANCA) se han identificado en 60-70% de los pacientes con CUCI; sin embargo, también se encuentran en 40% de los pacientes con EC. Por lo tanto la detección de pANCA por sí sola es de poco valor diagnóstico para diferenciar entre CUCI y EC.9 En un metaanálisis de 60 estudios se encontró que la especificidad de los pANCA para la CUCI es de 89% y la sensibilidad es sólo de 59%.10 La baja sensibilidad de los pANCA para el diagnóstico de CUCI evita que actúe como una herramienta útil de diagnóstico. Sin embargo, su especificidad hace que estos estudios sean útiles en los pacientes en quienes ningún otro hallazgo clínico o patológico permite un diagnóstico diferencial entre CUCI y EC.11 ENFOQUE EN EL MANEJO Las metas del tratamiento son la inducción y el mantenimiento de la remisión de los síntomas con el objetivo de brindar una mejor calidad de vida, reducir el empleo de corticoesteroides de larga duración y minimizar el riesgo de cáncer.1 Las decisiones acerca del tratamiento se basan en la severidad de la enfermedad: leve, moderada o severa (Cuadro 1). El grado de inflamación es un factor esencial para la elección de los procedimientos terapéuticos. Además, la duración de los síntomas, los tratamientos previos, la historia de la enfermedad, así como los síntomas individuales también influyen en la decisión terapéutica.13 Una vez que el diagnóstico se confirma Moderadas Severas No. de diarreas: 1a4 con o sin sangre 4a6 con sangre más de 6 con sangre Fiebre: Ausencia Velocidad de sedimentación: Normal Hasta 30 > 30 Hemoglobina: Normal Hasta 75% de los valores normales Por debajo de 75% de los valores normales Compromiso sistémico: Nulo Mínimo Con fiebre, taquicardia, anemia Sev Leves ero Cuadro 1. Clasificación de CUCI, criterio de Truelove. Cirugía Ciclosporina Tacrolimus Infliximab Mo der ad o < 37.5ºC AZA/6-MP Corticoesteroides (tópicos/sistémicos) Le ve a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa a a a a a a a a a a a a aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaAminosalicilatos aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa a a a a a a a a a a a a aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa(tópicos/sistémicos) aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa Figura 1. Enfoque gradual ascendente en el manejo de la CUCI. González-Contreras QH, et al. CUCI: optimización de tratamiento multidisciplinario 19 Rev Mex de Cirugía del Aparato Digestivo, 2012; 1(1): 18-25 se debe evaluar la extensión anatómica de la enfermedad (pancolitis, colitis izquierda, rectosigmoiditis o proctitis). MANEJO MÉDICO DE EPISODIOS AGUDOS DE COLITIS ULCERATIVA Un episodio agudo se caracteriza por movimientos intestinales frecuentes, diarrea con sangre y dolor abdominal. La elección terapéutica se basa en la presentación clínica. El valor que tienen los marcadores de laboratorio para decidir un tratamiento es limitado. Se deben determinar niveles de hemoglobina, cuenta leucocitaria, así como parámetros de inflamación generales. La colonoscopia sin efecto terapéutico no debe realizarse en esta fase de la enfermedad, los cambios en la extensión de la enfermedad pueden evaluarse por medio de ultrasonido.13 En general, se recomienda seguir un enfoque gradual ascendente en las guías del tratamiento de CUCI (Figura 1). Una gran evidencia sustenta el uso de aminosalicilatos (5ASA) en la CUCI leve a moderada para inducir la remisión de la enfermedad. La azatioprina (AZA) y la 6-mercaptopurina (6-MP) han demostrado ser útiles en pacientes refractarios a esteroides.13 Colitis izquierda, rectosigmoiditis, proctitis La CUCI izquierda o distal con actividad leve a moderada debe ser manejada inicialmente con tratamiento tópico.14 El tratamiento de primera elección son los enemas o espumas con 5-ASA (mesalamina).14,15 Si la enfermedad se extiende al ángulo esplénico es recomendable combinar el tratamiento 10 Oral 9 Respuesta (%) 8 7 Rectal aaaaaa aaaaaa Combinado 6 5 4 3 2 1 0 aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa 1 aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa 2 aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa 3 Semana aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa 6 Figura 2. Ventaja del tratamiento de 5-ASA oral y rectal sobre la monoterapia (Safdi, et al.).12 20 tópico con una preparación de 5-ASA oral.15 Se recomienda seguir un tratamiento de por lo menos cuatro semanas de duración.14,15 La dosis mínima para lograr la remisión de los síntomas es de 1 g 5-ASA por día.15 Si el tratamiento tópico con 5-ASA durante varias semanas es inefectivo se deben agregar esteroides tópicos mínimo por cuatro semanas.16 Si el tratamiento tópico finalmente fracasa se deben usar esteroides sistémicos.17 En caso de un episodio severo de colitis distal debe tratarse fundamentalmente con esteroides sistémicos vía oral y, si es posible, en combinación con 5-ASA tópica18 (Figura 2). Pancolitis Un episodio agudo de pancolitis leve a moderada debe iniciarse con 5-ASA por vía oral,19 4 g de 5-ASA por día son superiores a 2 g (Figura 3). Se ha recomendado que se tome en tres dosis por día. Estudios nuevos indican que la dosis total se puede tomar en un solo tiempo,20 resultando más cómodo para el paciente e incrementando la adherencia al tratamiento, ya que se sabe que una desventaja del tratamiento con 5-ASA (y probablemente la causa más importante de falla al tratamiento) es la poca adherencia debido a la forma de administración y al número de tabletas o cápsulas que se tienen que tomar al día.13 Durante la pancolitis severa o la falta de repuesta al tratamiento con 5-ASA se deben usar glucocorticoides sistémicos por vía oral o intravenosa, inicialmente con una dosis de 60 mg de prednisona al día21 (Figura 4). Los pacientes que inicialmente requieren de tratamiento con esteroides muestran resultados favorables inmediatos; sin embargo, después de un año los resultados son decepcionantes, alrededor de la mitad de los pacientes requieren de un tratamiento adicional. La dependencia a esteroides se ha reportado en 22% de los pacientes con CUCI, 29% de éstos requerirá cirugía. La disminución gradual de los esteroides debe de ser planeada individualmente de acuerdo con los síntomas del paciente. Si no se consigue respuesta con la administración oral de esteroides se recomienda cambiar a la vía intravenosa. Esto se justificaría, ya que durante la colitis severa también en el intestino delgado hay una peristalsis incrementada y la reabsorción de los esteroides orales puede reducirse. Generalmente un tratamiento por vía intravenosa con duración de diez días es suficiente, si no se observa mejoría se debe considerar un cambio de tratamiento.13 El grupo de Leuven demostró que la ciclosporina 2 mg/kg/día es efectiva.22 Los estudios de ACT-1 Y ACT-2, entre otros, mostraron que el infliximab (anticuerpo monoclonal anti-factor de necrosis tumoral) es efectivo en la CUCI severa con una dosis de 5 mg/ kg en las semanas 0, 2 y 8, y después cada ocho semanas.23 Existen nuevos datos que hablan de un tratamiento existoso González-Contreras QH, et al. CUCI: optimización de tratamiento multidisciplinario Rev Mex de Cirugía del Aparato Digestivo, 2012; 1(1): 18-25 Episodio agudo Exclusión de patógeno entérico Paciente no apto para tratamiento rectal Lado izquierdo Extensiva Paciente apto para tratamiento rectal 5-ASA oral Respuesta inadecuada Respuesta adecuada Considerar tratamiento rectal (5-ASA y/o esteroides) 5-ASA oral Mantener 5-ASA oral Respuesta adecuada Respuesta inadecuada Respuesta inadecuada Respuesta adecuada Considerar aumentar dosis Respuesta inadecuada Esteroides orales Mantenimiento Figura 3. Algoritmo del tratamiento de CUCI leve a moderada. con el uso de tacrolimus que puede ser usado como alternativa de la ciclosporina.24 MANEJO MÉDICO DE LA COLITIS AGUDA SEVERA/MEGACOLON TÓXICO Un episodio severo se caracteriza por fiebre, taquicardia y anemia, así como una elevación de los parámetros de inflamación. Los síntomas son diarrea sanguinolenta, fiebre > 38.5 ºC y pérdida de peso. Se debe de realizar una placa abdominal para observar la dilatación del colon.25 Un megacolon se presenta cuando el diámetro transverso del colon es > 5.5 cm. Para iniciar el tratamiento de un episodio fulminante el paciente debe ser hospitalizado. Se realizará un manejo multidisciplinario entre los médicos gastroenterólogos y los cirujanos. El tratamiento puede iniciarse con esteroides intravenosos (4 x 100 mg de hidrocortisona por día).26 Además de la reposición con líquidos y electrolitos, está indicada la nutrición parenteral. Si el tratamiento con esteroides fracasa (sin respuesta en tres a seis días) no existe una clara indicación para cirugía, se puede administrar ciclosporina (2 o 4 mg/kg/ día en infusión continua).27 En varios estudios se ha comprobado que el tratamiento con infliximab sería una alternativa en esta situación.21 Si la ciclosporina intravenosa funciona después de 7-10 días, por lo general se cambia al tratamiento vía oral para mantener la remisión y combinar con otros inmunosupresores como AZA (2.5 mg/kg/día).28 Aproximadamente en 40% de los pacientes la cirugía puede evitarse.28 El tacrolimus se ha utilizado exitosamente como una alternativa de la ciclosporina.24 En el caso de requerirse cirugía se deben evitar los corticoesteroides, ya que incrementan el riesgo de complicaciones posquirúrgicas (infecciones).27 Después de conseguir la remisión de los síntomas se puede utilizar ASA (2-2.5 mg/kg) como terapia de mantenimiento.29 Si el tratamiento fracasa se debe realizar colectomía. MANEJO MÉDICO DE LA COLITIS ULCERATIVA ACTIVA CRÓNICA La enfermedad activa crónica se caracteriza por la persistencia de los síntomas clínicos (diarrea, pérdida de sangre, dolor), a pesar de un tratamiento médico adecuado. La enfermedad activa crónica puede mostrar un curso con cierta mejoría; sin embargo, no es completa ni permanente (menos de dos recaídas/año). En casos severos se debe discutir la posibilidad de colectomía.13 La inmunosupresión con AZA/6-MP sería útil si no se recurre a la colectomía.30 Estudios nuevos indican que el infliximab también se puede administrar en casos en los que se requiera una respuesta rápida del tratamiento.23 González-Contreras QH, et al. CUCI: optimización de tratamiento multidisciplinario 21 Rev Mex de Cirugía del Aparato Digestivo, 2012; 1(1): 18-25 Moderado Severa RI Esteroides orales RA Esteroides IV RI Considerar CyA Falla Con respuesta Disminuir Sin respuesta 6-MP-AZA Sin éxito Exitoso Éxito Infliximab Con respuesta Mantener 5-ASA y vigilar Mantener 6MP/AZA Sin respuesta Mantener Infliximab Colectomía Figura 4. Algoritmo del tratamiento de CUCI severa. RA: Respuesta adecuada. RI: Respuesta inadecuada. Los esteroides administrados vía oral no se deben usar como terapia continua debido a sus efectos adversos. La terapia de mantenimiento con AZA o 6-MP se debe emplear por 3-5 años.31 Después de iniciar la administración de AZA/6-MP se debe controlar la cuenta de leucocitos y las transaminasas después de las semanas 1, 2, 4, 8 y 12; adicionalmente se debe de determinar los niveles séricos de lipasa. Se debe de suspender el uso de AZA con un número de leucocitos < 2,550. Después de normalizar esta cuenta se debe reiniciar el tratamiento con una dosis menor (50 mg/día) bajo estrecha supervisión. La pancreatitis se puede producir por lo general en las primeras semanas del tratamiento y es motivo de suspensión de AZA/6-MP, así como la elevación subsecuente de las enzimas hepáticas. El infliximab representa una importante alternativa terapéutica,23 se considera seguro y bien tolerado; sin embargo, se requiere realizar intradermorreacción a la tuberculina (PPD), así como una placa de tórax antes de iniciar el tratamiento. De acuerdo con el ACT-1 y ACT-2 sólo 22% de los pacientes estarán en remisión sin la necesidad de esteroides adicionales. Se puede considerar el metotrexate en algunos casos,32 la dosis inicial es de 20-25 mg por vía parenteral (oral, I.M. y S.C.) cada semana. Se recomienda usar una dosis de reducción de 10-15/semana después de lograr la remisión de los síntomas. Se debe realizar conteo regular de células sanguíneas y enzimas hepáticas; estará contraindicado el tratamiento con metotrexate en caso de enfermedad hepática crónica preexistente. 22 Se puede considerar en algunos casos la administración de tacrolimus vía oral (0.1-0.2 mg/kg dos veces por semana) y el uso de aféresis leucocitaria. MANTENIMIENTO DE LA REMISIÓN DE LOS SÍNTOMAS EN LA CUCI La definición de remisión se basa en los hallazgos clínicos. Los criterios de remisión es la ausencia de diarrea (> 3 evacuaciones/día), sin sangre visible en las evacuaciones ni síntomas intestinales o extraintestinales asociados con la CUCI. Para mantener la remisión de los síntomas, el tratamiento de primera línea es la 5-ASA administrada por vía oral o rectal.33 La combinación del tratamiento oral y rectal/tópico es superior a la monoterapia oral (Figura 2). En los casos de CUCI distal existe evidencia de superioridad con la aplicación rectal.34 La adherencia de la terapia de mantenimiento es crucial para su éxito.35 La efectividad de las siguientes dosis mínimas se ha demostrado en estudios clínicos: • • Administración oral. Sulfasalazina 2 g/día; 5-ASA 1.5 g/día; olsalazina 1.0 g/día. Administración rectal. Colitis izquierda: enemas de 5-ASA 1 g/día o 4 g cada tercer día o 4 g/día en los primeros siete días del mes; proctitis: supositorios de 5-ASA 2 x 500 mg/día o 1 g/día tres veces a la semana. La terapia de mantenimiento se debe de administrar por lo menos dos años. González-Contreras QH, et al. CUCI: optimización de tratamiento multidisciplinario Rev Mex de Cirugía del Aparato Digestivo, 2012; 1(1): 18-25 Como alternativa para la CUCI complicada se puede usar AZA/6-MP,30 e infliximab para el mantenimiento de la remisión.23 Los esteroides sistémicos no se deben usar como terapia de mantenimiento. Está bien documentado por estudios clínicos que la combinación de la terapia oral y rectal con 5-ASA aumenta la eficacia del tratamiento; sin embargo, la mayoría de los pacientes prefiere la monoterapia. TRATAMIENTO QUIRÚRGICO Dentro de las diversas complicaciones están la colitis fulminante, el megacolon tóxico, la perforación y el sangrado. Dichas complicaciones representan emergencias quirúrgicas y conllevan una morbilidad considerable y afortunadamente una mortalidad cada vez menor. Cada una requiere de un abordaje diferente, dependiendo de la edad del paciente, duración de la enfermedad, presencia de comorbilidades y expectativas del paciente y los familiares.36 Las indicaciones absolutas para cirugía son la hemorragia masiva, perforación y la evidencia documentada, o bien, la sospecha de un carcinoma de colon. Otra indicación para cirugía es la colitis grave con o sin megacolon tóxico que no responde al tratamiento convencional y en aquellos pacientes con una enfermedad menos grave pero médicamente intratable, o por la presencia de efectos colaterales serios del manejo médico. La indicación más común es la persistencia de los síntomas refractarios crónicos aun con las dosis máximas del tratamiento.1 Cualquiera que sea la indicación quirúrgica los pacientes deben ser informados de las diferentes opciones disponibles. Éstas incluyen una proctocolectomía total con ileostomía permanente o con íleo-ano anastomosis con reservorio (IAAR). La primera se usa raras veces debido a la frecuente obstrucción del reservorio con el tiempo. La colectomía subtotal con una anastomosis ileorrectal raras veces es aconsejable debido a que deja el potencial de recurrencia de la enfermedad y/o el riesgo de cáncer en el segmento rectal retenido. La IAAR se ha convertido en el procedimiento más empleado para CUCI, y se realiza en uno, dos o tres tiempos dependiendo en el estado clínico del paciente al momento de la cirugía y de la experiencia del cirujano.1 En general, la mayoría de las series reportan una mejoría en la calidad de vida.37 No obstante, aumenta el reconocimiento de las complicaciones potenciales.38 Además de la pouchitis (que ocurre en 50% de los pacientes durante el seguimiento al largo plazo) se han documentado otras como dehiscencia de anastomosis, absceso/sepsis pélvica, estenosis de la anastomosis y obstrucción intestinal.39 Las complicaciones tempranas más frecuentes (dentro de los primeros 30 días de la ciru- gía) son abscesos (12%), sepsis (8%) y fístula (4%). El 11% con IAAR requieren de una reintervención a causa de complicaciones.40 Adicionalmente los pacientes deben de ser asesorados sobre los efectos de la IAAR en la fertilidad y en la función sexual.1 A raíz de la publicación de Peters, et al. (1992) se demostró que el abordaje laparoscópico es una alternativa viable dependiendo del entrenamiento del cirujano. Delaney, et al., demostraron que el abordaje laparoscópico logra una disminución en los costos. Un estudio realizado por González, et al.,41 del Instituto Nacional de la Nutrición Salvador Zubirán, demostró que el tiempo quirúrgico fue similar al abordaje abierto. Los pacientes que desarrollan síntomas típicos de bursitis después de una anastomosis íleo-anal deben ser tratados con un curso corto de antibióticos con metronidazol 400 mg tres veces al día, o 20 mg/kg, o ciprofloxacina 500 mg dos veces al día.1 Después de 8-10 años de padecer CUCI se debe realizar una colonoscopia de vigilancia anual o bianual con la toma de múltiples biopsias; son deseables la cromoendoscopia y el uso de endoscopios con amplificación. El hallazgo de displasia de alto grado en una mucosa plana confirmada por un patólogo experto es una indicación para realizar una colectomía. El encontrar displasia de bajo grado en una mucosa plana en pacientes con CUCI de larga evolución puede ser también una indicación para una colectomía para prevenir la progresión a una displasia de alto grado.1 CONCLUSIONES Las decisiones sobre el manejo en la CUCI se deben tomar con base en los criterios de severidad de los síntomas y la extensión de la enfermedad con un enfoque gradual ascendente, es decir, una terapia escalonada que avanzará progresivamente dependiendo de la evolución clínica del paciente y la respuesta al tratamiento, con la finalidad de inducir y mantener la remisión de los síntomas y de la inflamación de la mucosa, con la intención de mejorar la calidad de vida de los pacientes. BIBLIOGRAFÍA 1. Kornbluth A, Sachar D. Ulcerative Colitis Practice Guidelines in Adults: American College of Gastroenterology, Practice Parameters Committee. Am J Gastroenterol 2010; 105: 501-23. 2. Kornbluth AA, Salomon P, Sacks HS, et al. 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