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CAPÍTULO 24 Cateterismo cardiaco en cardiología infantil. Conceptos, aplicaciones y complicaciones ambulatorias Rueda Núñez, Fernando Ávila Álvarez, Alejandro 24.1. Introducción El cateterismo cardíaco consiste en la introducción de un catéter hasta las cavidades cardíacas con el objetivo de realizar una intervención (cateterismo intervencionista) o definir unas medidas angiográficas o hemodinámicas (cateterismo diagnóstico). El estudio y tratamiento de las arritmias también puede requerir la introducción de catéteres especiales diagnósticos o terapeúticos, pero no se le denomina cateterismo sino estudio electrofisiológico. El acceso vascular habitualmente es percutáneo (Seldinger), raramente se precisa una exposición directa de los vasos mediante una disección. Los vasos más utilizados son los femorales, pero en determinadas cardiopatías (operadas mediante técnicas de circulación cavopulmonar) o en patologías adquiridas (trombosis venosa fémoroiliaca), son necesarios otros accesos venosos, como el yugular o periférico. La vía radial es una alternativa al acceso arterial femoral en adolescentes y adultos. Salvo excepciones, se realiza en una sala de hemodinámica de centros terciarios de cardiología infantil, habitualmente bajo anestesia general. No suele ser necesaria una estancia hospitalaria prolongada, que en la mayoría de los casos se reduce a 24 horas. 24.2. Papel actual del cateterismo cardíaco en la cardiología infantil En los últimos años, los avances en otras técnicas de imagen utilizadas en el manejo de las cardiopatías congénitas (ecocardiografía, TAC y la resonancia magnética) han hecho que el cateterismo diagnóstico sea cada vez menos necesario en la valoración de lesiones estructurales o funcionales. En cambio, la menor invasividad del cateterismo frente a la cirugía cardíaca y los avances en el campo de la biotecnología, han conllevado una creciente utilización del cateterismo intervencionista como una opción en el tratamiento de muchas cardiopatías congénitas. ¿En qué situaciones es necesario el cateterismo diagnóstico? Se indicará siempre que: • sea necesario la medición directa de las presiones en las distintas cavidades cardiacas, • se requiera el cálculo de las resistencias vasculares pulmonares o sistémicas, en condiciones basales o tras test de vasoreactividad, • exista la posibilidad de realizar un tratamiento intervencionista sobre la lesión o patología a estudiar en el mismo procedimiento, • cuando no se haya aclarado la anatomía o el mecanismo de una lesión con otras pruebas de imagen, o exista una discordancia entre los hallazgos obtenidos y la evolución clínica del paciente. Frente a otras técnicas de imagen (TAC, RMN, Ecocardiografía), menos agresivas y en ocasiones con igual o mejor definición de la anatomía cardiaca o periférica, el cateterismo aporta un conocimiento exacto de la situación hemodinámica del paciente y la posibilidad de realizar intervenciones. 255 256 Cardiología Pediátrica en Atención Primaria ¿Cuándo constituye una opción de tratamiento el cateterismo terapéutico? El cateterismo es un procedimiento menos invasivo que la cirugía ya que no precisa de toracotomía/esternotomía o circulación extracorpórea, tiene una menor morbilidad, y una menor estancia hospitalaria. Estos aspectos, unidos a los buenos resultados a corto y largo plazo, hacen que hoy en día sea considerado como primera opción terapéutica en muchas cardiopatías congénitas. Es importante conocer que ambos abordajes no son excluyentes, y que existen pacientes o lesiones que van a necesitar la coordinación de la cirugía y del cateterismo en el mismo acto o de forma consecutiva a lo largo de la vida del paciente. Las principales aplicaciones del cateterismo intervencionista se pueden resumir en: • Oclusión mediante dispositivos: defectos septales, defectos residuales postquirúrgicos (denominados “leaks”), ductus arterioso persistente y colaterales ó fístulas (nativas o postquirúrgicas). • Apertura: – Valvuloplastia: dilatación de válvulas estenóticas, fundamentalmente pulmonar y aórtica, raramente mitral y excepcionalmente tricuspídea. – Angioplastia: dilatación de vasos o conductos postquirúrgicos estenóticos. Se denomina primaria cuando es la primera intervención sobre la lesión. Puede realizarse sólo con un catéter balón o asociándolo al implante de una prótesis metálica denominada stent. – Atrioseptostomía: denominada también “Rashkind”. Consiste en la apertura del tabique interauricular. En algunas patologías es necesario complementarla con el implante de un stent. – Perforación: apertura de una lesión o válvula atrética. El sistema de perforación más utilizado es la radiofrecuencia y se indica en la atresia valvular pulmonar, recanalización de interrupciones vasculares y en algunos casos en los que es necesario perforar el septo intertarial (acceso transeptal). • Implante de válvulas biológicas, esta técnica está en fase de expansión. • Retirada de cuerpos extraños. 24.3. Complicaciones del cateterismo cardiaco Las complicaciones más frecuentes que se objetivan en el ambulatorio son la presencia de hematomas o equimosis en la zona de punción. Más raramente se pueden ver episodios de sangrado activo, especialmente en pacientes anticoagulados, o paresias transitorias (secundarias a pinchazos en el nervio durante el acceso vascular). 24.3.1. Complicaciones relacionadas con el acceso vascular Inmediatamente después del cateterismo se aplican varias técnicas para evitar el sangrado del vaso puncionado. La más utilizada en niños es el vendaje compresivo, otras opciones son el parche hemostático y diversos dispositivos de cierre percutáneo. Éstos últimos se usan raramente en niños porque se requiere un diámetro mínimo del vaso. Las principales complicaciones a vigilar son las que se citan a continuación. Cateterismo cardíaco en cardiología infantil... 257 Lesiones por sangrado: • Las pequeñas hemorragias habitualmente se relacionan con un movimiento brusco del miembro afectado y no suelen revestir gravedad. Son raras después de las primeras horas del procedimiento pero pueden ocurrir más tardíamente, especialmente en pacientes anticoagulados. Se pueden solucionar realizando compresión manual sobre la zona de punción del vaso, que se encuentra ligeramente proximal a la herida cutánea. Posteriormente se coloca un vendaje compresivo durante unas horas. Salvo mala evolución, no es necesaria la valoración hospitalaria. • Los hematomas suelen resolverse de manera espontánea en 1-2 semanas y aunque no necesitan tratamiento puede utilizarse una pomada de aplicación local para acelerar su resolución. Lesiones vasculares: • La trombosis venosa raramente es sintomática a corto plazo, pero es necesario que sea reconocida, porque puede ser susceptible de tratamiento en estadíos precoces. Puede manifestarse por la presencia de circulación colateral periférica en la zona afecta y por síntomas de insuficiencia venosa en el miembro afecto (edemas, sensación de pesadez, dolor…). • La trombosis arterial es mucho menos frecuente, y con una clínica más florida. La ausencia de pulso, frialdad y claudicación intermitente son característicos del fase temprana. El acortamiento del miembro afecto por crecimiento inapropiado puede ser la única pista en el paciente a largo plazo, y si no se reconoce puede derivar en otras complicaciones secundarias como la escoliosis. El tratamiento es difícil y muchas veces solo posible si se aborda en las fases precoces. hemodinámico o quirúrgico, siendo de mucha importancia para el pronóstico el diagnóstico temprano. • La cateterización conjunta de arteria y vena femoral puede producir fístulas arteriovenosas, con tumefacción, dolor y un soplo característico en el lugar de entrada del catéter. Su resolución espontánea es frecuente, pero puede requerir reparación quirúrgica. • En ocasiones, estos hematomas se desarrollan en continuidad con la luz arterial, produciéndose un pseudoaneurisma. Aunque su diagnóstico es ecográfico, podemos sospecharlo por la presencia de un hematoma pulsátil y un soplo a dicho nivel. En caso de sospecha se debe remitir para valoración al centro de referencia. Lesiones en las estructuras adyacentes: ver más adelante complicaciones neurológicas. 24.3.2. Complicaciones infecciosas La principal preocupación en el seguimiento evolutivo es el desarrollo de endocarditis infecciosa. Para su prevención, algunos centros aplican pautas de antibioterapia intravenosa perioperatoria, aunque esta actitud no ha demostrado claramente su eficacia. Si se implanta un dispositivo intracardíaco o intravascular se suele recomendar la profilaxis de endocarditis bacteriana en los seis meses siguientes, tiempo teórico de endotelización del dispositivo. Si tras ellos no existe shunt residual, no es necesario continuar con la profilaxis. La actitud ante un proceso febril en la evolución a largo plazo no debe diferir necesariamente de la de otros niños. Si bien debe ser tenida en cuenta la posibilidad de 258 Cardiología Pediátrica en Atención Primaria endocarditis bacteriana ante la afectación del estado general, la fiebre prolongada, la ausencia de otro foco claro o la presencia de un nuevo soplo a la auscultación cardíaca. La infección en el área de acceso vascular es rara, aunque teóricamente posible y suele evolucionar favorablemente con tratamiento antibiótico vía oral. Para prevenirla se recomienda una o dos curas (gasa estéril con solución yodada o clorhexidina) al día. 24.3.3. Complicaciones neurológicas Los accidentes cerebrovasculares son raros en edad pediátrica y ocurren principalmente en las primeras 24 horas, aunque han sido descritos hasta transcurridas 48 horas. Su clínica no difiere de los de otra etiología y su manejo es hospitalario. Es habitual en la práctica clínica la presencia de cefalea en pacientes con CIA cerrada con dispositivo. Su mecanismo patogénico permanece sin aclarar, aunque presenta una clara asociación con antecedentes familiares o personales de migraña. Suele responder al tratamiento analgésico habitual y mejorar evolutivamente en los meses siguientes al procedimiento. También ha sido descrita patología a nivel del sistema nervioso periférico. Los procedimientos realizados por vía femoral pueden producir lesiones en el nervio femoral, el femorocutáneo e incluso en el plexo lumbosacro. Los mecanismos implicados son el traumatismo directo, la compresión secundaria a hematomas o pseudoaneurismas y más rara vez, la isquemia del nervio. En pacientes que se han sometido a cateterismos prolongados puede haber paresias secundarias a la posición en hiperextensión de los brazos, es importante su identificación precoz para una correcta aproximación terapeútica mediante fisioterapia. 24.3.4. Complicaciones hematológicas Cabe destacar la hemólisis que puede producirse en casos de dispositivos implantados, en los que permanece un shunt residual, principalmente en el cierre del ductus arterioso persistente. Es poco frecuente, apareciendo en menos del 0.5% de los dispositivos con cortocircuito residual. El tratamiento definitivo pasa por la oclusión total del defecto. 24.3.5. Embolizaciones A pesar de que el procedimiento de implantación de un dispositivo se realiza bajo control radioscópico y de que se suele realizar una radiografía simple de tórax previa al alta hospitalaria para la localización del mismo, es posible la embolización tardía de un dispositivo. La clínica dependerá del lugar a donde migre. Ante su sospecha clínica debe ser remitido al hospital, en donde se procederá a su localización radiológica y a su extracción mediante hemodinámica o cirugía. 24.3.6. Complicaciones cardiológicas Son raras y generalmente próximas a la intervención por lo que se suelen identificar previamente al alta hospitalaria. En los últimos años se han descrito algunas complicaciones a largo plazo tras el implante de dispositivos en el cierre de CIV (bloqueo AV completo y derrame pericárdico secundario a perforación). Son infrecuentes pero potencialente muy graves por lo que en cualquier paciente sometido a estas intervenciones se debe tener en cuenta en el seguimiento. Cateterismo cardíaco en cardiología infantil... 259 Tabla 24.1. Signos/Síntomas Actitud Dolor • Frecuente en las primeras 48 horas. • Explorar zona de acceso vascular. • Analgesia vía oral. Hemorragia local • Compresión manual y vendaje compresivo. Hematoma local • Leves <5 cm: actitud expectante. • Graves >5cm: descartar pseudoaneurisma: auscultar, palpar,… ¿ecografía? Acortamiento de un miembro/escoliosis Sospecha trombosis arterial. Remitir al hospital. Edema del miembro, dolor, sensación de pesadez. Sospecha trombosis venosa. Remitir al hospital. Ausencia de pulso o pulso débil, frialdad acra, Sospecha trombosis arterial. Remitir al hospital. palidez del miembro o claudicación. Fiebre • Evaluar estado general, si afectación o cambios en la auscultación remitir al hospital. • Mayor riesgo en los dispositivos implantados con shunt residual. • Diferenciar: – Precoz (< 48 h): especial atención a complicaciones locales. – Tardía: tratar como a cualquier otro niño. Si la fiebre se prolonga y no hay foco evidente, remitir al hospital. Datos de focalidad neurológica Remitir al hospital. Cefalea Exploración neurológica completa. Si es normal, analgesia ambulatoria y reevaluación. Probablemente no relacionado. En caso de dispositivos (especialmente Ductus con shunt residual) descartar hemólisis intravascular (ictericia, hemoglobinuria, reticulocitos ↑, haptoglobina ↓). Anemia Nuevo soplo, datos de insuficiencia cardíaca, palpitaciones. Consulta urgente en Cardiología infantil. 24.4. Preguntas y respuestas más frecuentes de los padres de niños que se van a someter a un cateterismo ¿Tendrá mi hijo dolor durante el procedimiento? No. En general a los niños se les duerme porque se asume que no van a cooperar pero no sienten dolor durante el procedimiento (el movimiento de los catéteres dentro del 260 Cardiología Pediátrica en Atención Primaria cuerpo no produce dolor). En los adultos, adolescentes o niños mayores no hace falta dormirles y en la zona de acceso vascular se administra un anestésico local para evitar el dolor del pinchazo. ¿Puedo observar el estudio? No. Las salas de hemodinámica son espacios similares a quirófanos, con unas estrictas medidas de asepsia y un espacio limitado. ¿Cuánto dura el examen? La duración es muy variable dependiendo de la técnica a realizar, la edad del niño, la facilidad del acceso vascular, etc… Oscila entre 1 y 4 horas. Tras el examen puede ir a la planta salvo si se ha utilizado anestesia general, en ese caso permanecerá en observación las primeras 2 o 3 horas en la unidad de reanimación/despertar, o en una unidad de cuidados intensivos pediátricos. ¿Hace falta un preoperatorio? Generalmente es suficiente con análisis realizados en los 6 meses anteriores al procedimiento, incluyendo hemograma, coagulación, función renal y bioquímica completa. Si va a someterse a una anestesia general es conveniente una valoración preanestésica por un anestesista. ¿Necesitará el niño una transfusión de sangre? Usualmente la pérdida total de sangre es muy pequeña. Por lo tanto, no suele ser necesario transfundir sangre. ¿Cuándo sabré el resultado del examen? Al terminar el procedimiento, el cardiólogo que realizó el estudio les explicará toda la información disponible. En ocasiones, la decisión terapéutica final no depende de la opinión de un solo médico y es necesario esperar unos días hasta recibir toda la información de una manera más clara. ¿Habrá suturas que necesitan quitarse? No suele ser necesario dar puntos y al final del procedimiento el niño queda con solo una pequeña herida en la zona de entrada del catéter. Tras el alta hospitalaria, ¿cuánto tiempo debe permanecer el niño en reposo? ¿cuándo puede regresar al colegio?, ¿cuándo puede realizar actividades deportivas? Es previsible que el paciente permanezca ingresado las primeras 24 horas tras el cateterismo. Durante este tiempo debe permanecer en reposo siguiendo las indicaciones del personal sanitario. Tras el alta, es recomendable reposo relativo en domicilio al menos otras 24 horas. El niño se reincorporará a su vida normal transcurridas estas primeras 48 horas. Si se ha implantado un dispositivo intracardíaco, se deben evitar actividades físicas intensas y deportes de contacto en los siguientes 15-30 días. Cateterismo cardíaco en cardiología infantil... 261 24.5. Bibliografía American Heart Association. Disponible en: http://www.americanheart.org. Arpagaus M, Gray D, Zierler B. Cardiac catheterización in children outpatients: potential, eligibility, safety and costs. Cardiol Young 2003; 13; 273-283. Descalzo Señoran A, Maya Carrasco ME. Cardiología intervencionista, nueva terapéutica en las cardiopatías congénitas. En: Sociedad Española de Cardiología pediátrica y Cardiopatías congénitas. Protocolos diagnósticos y terapéuticos en cardiología pediátrica. Disponible en: http://www.secardioped.org/protocolos/protocolos.htm. Garcimartín-Cerrón I, Tola-Arribas MA, Muñoz-San José JC. Complicaciones neurológicas del cateterismo cardíaco. Rev Neurol 2002; 35 (5): 470-474. Johns Hopkins Children´s Hospital. Congenital heart disease. 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