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07 ORIG 33212 (281-285).qxp 26/2/08 10:12 Página 281 ORIGINALES Enfermedades somáticas en pacientes con trastornos de ansiedad 190.081 Juan Carlos Pascual, Juan Castaño, Nuria Espluga, Belén Díaz, Carlos García-Ribera y Antonio Bulbena Instituto de Atención Psiquiátrica. IAPS. Hospital del Mar. Departamento de Psiquiatría. Universidad Autónoma de Barcelona. Barcelona. España. FUNDAMENTO Y OBJETIVO: Diversos estudios han indicado una mayor prevalencia de enfermedades somáticas en pacientes con trastornos de ansiedad, entre los que especialmente destacan la cardiopatía, la neumopatía, las enfermedades digestivas y la cefalea. El objetivo del presente estudio es investigar la comorbilidad entre trastornos de ansiedad y enfermedades somáticas en una muestra de pacientes con trastornos de ansiedad atendidos en atención primaria y pacientes con otras enfermedades psiquiátricas, pero sin ansiedad. PACIENTES Y MÉTODO: Es un estudio retrospectivo de casos y controles en el que los pacientes fueron apareados por edad y sexo. En el grupo con trastornos de ansiedad se incluyó a 130 pacientes diagnosticados de trastorno de pánico con/sin agorafobia y agorafobia sin crisis de pánico según criterios de la cuarta edición del Manual de Clasificación de los Trastornos Mentales (DSM-IV). Se los comparó con 2 grupos control, un grupo de 150 pacientes atendidos en atención primaria sin diagnóstico de enfermedad psiquiátrica y otro grupo de 130 pacientes atendidos en servicios de psiquiatría sin diagnóstico de trastorno de ansiedad. RESULTADOS: Los pacientes con trastornos de ansiedad presentaron mayor riesgo para algunas enfermedades somáticas que otros pacientes sin trastornos de ansiedad. Tras el análisis de regresión logística multivariante, las variables que se mantuvieron significativas fueron la cefalea (4,2 veces más riesgo), la cardiopatía (3,9), las enfermedades osteomusculares (3,8) y las enfermedades digestivas (2). CONCLUSIONES: Los pacientes con trastornos de ansiedad presentan significativamente mayor comorbilidad con algunas enfermedades somáticas. Mecanismos fisiopatológicos o causas genéticas comunes podrían explicar esta asociación. Palabras clave: Trastornos de ansiedad. Enfermedades somáticas. Comorbilidad. Somatic conditions in patients suffering from anxiety disorders BACKGROUND AND OBJECTIVE: Several studies have shown a higher prevalence of somatic illnesses in patients with anxiety disorders, especially cardiopathy, pneumopathy, digestive diseases and cephalea. The aim of this study was to investigate the comorbidity between anxiety disorders and medical illnesses in a group of patients with anxiety disorders compared with patients without psychiatric disorder attended at a primary care clinic and with psychiatric patients without anxiety pathology. PATIENTS AND METHOD: Retrospective case-control study comparing 3 groups of patients paired by age and sex. The group of patients with anxiety disorders included 130 patients diagnosed by DSM-IV as panic disorders with/without agoraphobia and agoraphobia without panic attacks. There were 2 control groups: 150 patients without psychiatric disorder attended at primary care and 130 psychiatric patients without anxiety disorder attended at a psychiatric service. RESULTS: Patients with anxiety disorders showed higher risk of medical illnesses than patient without anxiety. Multivariate statistical logistic regression analysis showed that patients with anxiety presented 4.2-fold increase in the risk of cephalea, 3.9 of cardiopathy, 3.8 of osteomuscular disorder and 2-fold increase in the risk of digestive diseases. CONCLUSIONS: Patients with anxiety disorders presented higher risk of somatic illness. Similar physiopathology and genetic etiology could explain this association. Key words: Anxiety disorders. Somatic illness. Comorbidity. Correspondencia: Dr. A. Bulbena. Instituto de Atención Psiquiátrica. IAPS. Hospital del Mar. Departamento de Psiquiatría. Universidad Autónoma de Barcelona. Paseo Marítimo, 25-29. 08003 Barcelona. España. Correo electrónico: abulbena@acmcb.es Recibido el 3-1-2007; aceptado para su publicación el 11-4-2007. Los trastornos de ansiedad (TA) son una de las enfermedades psiquiátricas más frecuentes. Estudios epidemiológicos recientes demuestran que tienen una prevalencia-año del 12,6-17,7% en la población general y una prevalencia-vida del 14,6-24,9%1,2. En nuestro medio, un estudio reciente destaca una prevalenciaaño de los TA del 6,2%3. La clínica ansiosa es muy frecuente en pacientes con enfermedades somáticas y, por su parte, pacientes con TA manifiestan quejas y enfermedad somática por la que acuden frecuentemente a los servicios médicos, principalmente asistencia primaria y urgencias4,5. Se han propuesto varias hipótesis para explicar la naturaleza de la relación entre los TA y las enfermedades somáticas. Algunas enfermedades somáticas pueden provocar ansiedad de forma directa como consecuencia fisiopatológica de la enfermedad (p. ej., hipertiroidismo, enfermedades metabólicas o tumores cerebrales), indirecta (como reacción psicológica al enfermar) o como efecto secundario del tratamiento farmacológico (por ejemplo, los corticoides o la L-Dopa)1,6. También los TA pueden exacerbar enfermedades somáticas ya existentes (p. ej., la psoriasis o úlcera gástrica). Otra posible explicación es que los pacientes con TA presentan temores hipocondríacos, buscan más atención médica y se los diagnostica con más frecuencia de enfermedades somáticas7-9. Finalmente, algunos autores han indicado que podría deberse a la existencia de una etiopatogenia común, y postulan factores genéticos o una desrregulación del sistema autónomo8,10. Hay numerosos estudios con muestras de pacientes con enfermedades somáticas, principalmente cardíacas, respiratorias o digestivas, donde se han descrito unas elevadas tasas de ansiedad8,11,12. En estos pacientes, la comorbilidad con enfermedad ansiosa dificulta el diagnóstico y el tratamiento, empeora el pronóstico y aumenta la morbimortalidad1,8. Aunque menos estudiado, también hay en la bibliografía trabajos con muestras de pacientes con TA donde se evalúan la comorbilidad con enfermedades somáticas, y se demuestra una tasa mayor de enfermedades somáticas, como cardiopatía, Med Clin (Barc). 2008;130(8):281-5 281 07 ORIG 33212 (281-285).qxp 26/2/08 10:12 Página 282 PASCUAL JC ET AL. ENFERMEDADES SOMÁTICAS EN PACIENTES CON TRASTORNOS DE ANSIEDAD TABLA 1 Agrupaciones por categorías de las diferentes enfermedades somáticas Grupos de enfermedades somáticas Enfermedades cardíacas Hipertensión Enfermedades respiratorias Enfermedades digestivas Enfermedades dermatológicas Enfermedades genitourinarias Enfermedades osteomusculares Enfermedades neurológicas Enfermedades endocrinometabólicas Cefalea Alergia Dislipemia Enfermedades incluidas Valvulopatía (n = 6, 37,5%) Cardiopatía isquémica (n = 2, 12,5%) Alteraciones ritmo cardíaco (n = 5, 31,2%) Miocardiopatía (n = 3, 18,7%) Hipertensión (n = 34, 100%) Asma (n = 15, 65,2%) EPOC (n = 4, 17,4%) Otros problemas respiratorios (n = 4, 17,4%) Hernia hiato y enfermedad del esófago (n = 13, 21%) Problemas gástricos (gastritis, dispepsia, úlcera, etc.) (n = 25, 40,3%) Hepatopatía (n = 24, 38,7%) Problemas de tránsito intestinal (n = 14, 22,6%) Dermatitis (n = 8, 33,3%) Dermatitis seborreica (n = 6, 25%) Tumores cutáneos (nevo, melanomas, otros) (n = 5, 20,8%) Otros problemas dermatológicos (n = 5, 20,8%) Problemas renales (insuficiencia renal, litiasis renal) (n = 13, 32,5%) Problemas ginecológicos (enfermedad mamaria o ginecológica) (n = 21, 52,5%) Problemas andrológicos (prostáticos o testiculares) (n = 6, 15%) Artropatía (artritis, artrosis, hiperlaxitud articular) (n = 35, 40,7%) Lumbalgia, cervicalgia (n = 40, 46,5%) Miopatía (fibromialgia, síndrome de fatiga crónica) (n = 15, 17,4%) Otros problemas osteomusculares (n = 10, 11,6%) Enfermedad vascular cerebral (n = 7, 25%) Epilepsia (n = 3, 11,1%) Enfermedad medular y radiculopatía (n = 4, 14,8%) Neuropatía periférica (n = 6, 22,2%) Otros (neoplasia, infeccioso, Parkinson, etc.) (n = 7, 25,9%) Diabetes (n = 16, 33,3%) Enfermedades del tiroides (n = 10, 20,8%) Obesidad (n = 20, 41,6%) Otras (n = 7, 14,6%) Cefalea (tensional o inespecífica) (n = 18, 62,1%) Migraña (n = 11, 37,9%) Alergia ácaros (n = 5, 20%) Alergia polen (n = 6, 24%) Alergias medicamentosas (n = 4, 16%) Alergia inespecificada (n = 9, 36%) Hipercolesterolemia (n = 22, 78,4%) Hipertrigliceridemia (n = 10, 35,7%) Se muestra el porcentaje de cada una de las enfermedades más prevalentes de cada grupo. EPOC: enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Se reclutó a 2 grupos control, el grupo control AP estaba formado por 150 pacientes que acudieron a visitarse a los servicios de atención primaria, y se descartó a los pacientes con antecedentes psiquiátricos. El segundo, grupo control CSM, estaba formado por 130 pacientes que acudieron al centro de salud mental por diferente enfermedad psiquiátrica, pero sin diagnóstico de TA. Material y método Se trata de un estudio retrospectivo. Toda la información clínica de los pacientes se obtuvo mediante la recogida de datos de la historia clínica de forma protocolizada. Se recogieron variables demográficas, clínicas y terapéuticas. Al ser un trabajo sobre fuentes secundarias basado en el análisis retrospectivo de la historia clínica, no se pidió el consentimiento informado de cada paciente. De todas formas, como suele ser el caso para este tipo de estudios, se siguieron todos los principios de la Declaración de Helsinki y se puso en conocimiento rutinario del Comité Ético del hospital. También se obtuvo la información más completa posible de determinadas enfermedades somáticas que se han relacionado con los TA. Sin embargo, cuando había una baja probabilidad de que una enfermedad se hubiera examinado de manera sistemática en toda la muestra (como, p. ej., la hiperlaxitud articular que a menudo no se explora), se eliminó como cabecera de búsqueda, si bien se admitía como hallazgo. Por otra parte, la mayoría de las enfermedades incluidas son de suficiente notoriedad como para que su presencia se hubiera detectado, como, por ejemplo, el infarto de miocardio, el asma o la epilepsia. En estos casos, la probabilidad de falsos negativos es baja. Para eliminar los posibles falsos positivos, se exigía que, en la historia clínica, junto a la queja del paciente, se reflejara la presencia inequívoca del diagnóstico del médico a modo de confirmación. En este estudio exploratorio retrospectivo, más que aplicar criterios diagnósticos específicos, se refuerza la exigencia de la aplicación práctica de estos criterios por parte del médico o especialista. Por razones de tratamiento estadístico, las enfermedades somáticas se agruparon en categorías diferentes (tabla 1). Psiquiatras especializados entrevistaron y diagnosticaron a los pacientes con TA u otro trastorno psiquiátrico (grupo TA y grupo control CSM) según los criterios del DSM-IV. Los pacientes que acudieron a servicios de asistencia primaria (grupo control AP) habían sido atendidos por su médico de familia. Análisis estadístico hipertensión arterial, neumopatía, enfermedades digestivas, migraña, alergia o problemas genitourinarios1,13. En este sentido, algunos estudios epidemiológicos diferencian los distintos trastornos dentro del grupo de TA, y demuestran una asociación mayor de enfermedades somáticas con trastornos de pánico y ansiedad generalizada, respecto a las fobias simples y fobia social1. Sin embargo, también se han descrito tasas elevadas de comorbilidad con enfermedad somática para otros trastornos psiquiátricos como la esquizofrenia o los trastornos afectivos14. Se ha indicado que los pacientes con un trastorno mental grave presentan más factores de riesgo, como el tabaco y la obesidad, que empeorarían la morbimortalidad de enfermedades somáticas14,15. Uno de los problemas de estos estudios es la metodología de evaluación de la enfermedad somática, lo cual hemos tratado en trabajos previos16. Para un diseño de fuentes secundarias clínicas es recomendable recoger de forma 282 Med Clin (Barc). 2008;130(8):281-5 sistemática el mayor número de enfermedades reflejadas en la historia, que se toma como referencia de las enfermedades presentadas por el individuo. El presente estudio pretende examinar los patrones de comorbilidad/coocurrencia entre TA y enfermedades somáticas. Se compararon con 2 muestras control, pacientes que acudían a visitarse en atención primaria y otra de pacientes psiquiátricos sin clínica ansiosa. Los datos fueron analizados mediante el paquete estadístico SPSS versión 12.0. Para las variables categóricas se utilizó la prueba de la 2 y la t de Student para las variables cuantitativas. Para el análisis de la relación entre los TA y la presencia o ausencia de enfermedades somáticas agrupadas se realizó un análisis bivariado para detectar qué trastornos somáticos estaban relacionados con la TA y determinar su odds ratio (OR) con su intervalo de confianza (IC) del 95% asociado a cada una de las variables. Posteriormente, con estas variables se realizó un análisis de regresión logística multivariante exploratorio para determinar qué conjunto de ellas se asociaba con la presencia de ansiedad y cuáles eran finalmente sus OR ajustadas. Resultados Pacientes y método Características de las muestras Sujetos En la tabla 2 se resumen las características demográficas de los pacientes. En el grupo TA, la mayoría presentaba trastorno de pánico con/sin agorafobia, el 25% presentaba comorbilidad con trastornos afectivos y el 19,2%, con algún trastorno de la personalidad. El 51,5% de los pacientes con TA fumaba y el 14,6% consumía tóxicos (alcohol, cannabis y cocaína), aunque el TA no se consideró secundario al consumo de tóxicos. La muestra total seleccionada fue de 410 pacientes: 130 pacientes diagnosticados de TA (grupo TA), 130 pacientes visitados en el centro de salud mental por diferentes enfermedades psiquiátricas (grupo control CSM) y 150 pacientes visitados en atención primaria (grupo control AP). Con el objetivo de obtener una muestra lo más homogénea posible, únicamente se incluyó en el grupo de TA a pacientes con diagnóstico según criterios DSM-IV de trastorno por crisis de ansiedad con agorafobia, trastorno por crisis de ansiedad sin agorafobia o agorafobia sin crisis de ansiedad. Se apareó a los pacientes por edad y sexo. 07 ORIG 33212 (281-285).qxp 26/2/08 10:12 Página 283 PASCUAL JC ET AL. ENFERMEDADES SOMÁTICAS EN PACIENTES CON TRASTORNOS DE ANSIEDAD El grupo control CSM estaba formado en el 75,4% de los individuos por trastornos afectivos (principalmente trastorno depresivo mayor y trastorno adaptativo sin sintomatología ansiosa), en un 10% por trastornos psicóticos, en un 6% por trastorno obsesivo-compulsivo y en un 4,6% por otros diagnósticos. El 38,5% de la muestra fumaba y el 13,8% consumía tóxicos (alcohol, cannabis y cocaína). En el grupo de pacientes visitados en atención primaria (grupo AP), el 45,2% eran fumadores y el 11% consumía tóxicos (alcohol y cannabis). Diferencias en la prevalencia de enfermedades somáticas En la tabla 3 se muestra la comparación entre los pacientes del grupo TA con el grupo Control AP, y se señalan las prevalencias para cada una de las diferentes agrupaciones de enfermedades somáticas. Los pacientes diagnosticados de TA presentaron mayor prevalencia de enfermedades osteomusculares, cefalea, alergia y enfermedades cardíacas. Se muestran también los resultados del análisis de regresión logística binaria, en el cual la presencia de la enfermedad somática se predecía en función de la presencia frente a ausencia de TA. Los pacientes con TA presentaban 6,2 veces más riesgo de cefalea, 6,1 de tener alergia, 3,6 para enfermedades osteomusculares, 3 veces más riesgo de presentar una enfermedad cardíaca y 2,1 veces más riesgo para tener hipertensión arterial. También se compararon las diferencias en la prevalencia de enfermedades somáticas entre pacientes con TA frente a pacientes del grupo control CSM. Los pacientes con TA presentaron con mayor frecuencia enfermedades osteomusculares (el 36,9 frente al 13,1%; p = 0,000), cefalea (el 14,6 frente al 4,6%; p = 0,006), cardiopatía (el 7,6 frente al 1,6%; p = 0,019), enfermedades digestivas (el 21,5 frente al 10%; p = 0,011) y enfermedades dermatológicas (el 7,7 frente al 2,3%; p = 0,046). En el análisis de regresión logística binaria se observó que los pacientes con TA, comparados con el grupo control CSM, presentaron 5,3 veces más riesgo de cardiopatía, 3,9 para enfermedades osteomusculares, 3,5 para enfermedades dermatológicas, 3,5 para cefalea, 2,4 para enfermedades digestivas y 1,88 para hipertensión arterial. Al comparar diferencias en las prevalencias de enfermedades somáticas entre el grupo control CSM y el grupo control AP, únicamente se detectaron diferencias estadísticamente significativas en alergia, siendo más frecuente en los pacientes con enfermedad psiquiátrica (el 10 frente al 1,3%; p = 0,001). En la tabla 4 se muestra el análisis estadístico en el que se compara el grupo TA TABLA 2 Características demográficas y clínicas de la muestra Muestra (n = 410) Edad media (DE/extremos)a, años Mujeres, n (%)a Estado civil (con pareja), n (%) Tipo de trastorno de ansiedad n (%) Trastorno de pánico con agorafobia Trastorno de pánico sin agorafobia Trastorno de agorafobia sin crisis pánico Diagnóstico en eje I, n (%)b Trastorno afectivo Trastorno psicótico Trastorno obsesivo-compulsivo Otros Sin diagnóstico en eje I Diagnóstico en eje II, n (%)b Fumadores, n (%)a Consumo de tóxicos, n (%)a Grupo TA (n = 130) Grupo AP (n = 150) Grupo CSM (n = 130) 34,9 (8,9/18-69) 80 (61,5) 54 (42,2) 36,7 (10/18-57) 91 (60,7) 41 (53,2) 36,9 (9,7/18-58) 77 (59,2) 52 (40) 44 (33,8) 83 (63,8) 3 (2,3) 32 (24,6) 0 (0) 3 (2,3) 2 (1,5) 92 (70,8) 25 (19,4) 67 (51,5) 19 (14,6) 57 (45,2) 14 (11,1) 98 (75,4) 13 (10) 8 (6,2) 6 (4,6) 5 (3,8) 19 (14,6) 52 (40) 18 (13,8) a p > 0,05. b Eje I y eje II según los criterios de clasificación del DSM-IV (manual de Clasificación de los Trastornos Mentales). AP: pacientes atendidos en atención primaria; CSM: pacientes visitados en el centro de salud mental por diferentes enfermedades psiquiátricas; DE: desviación estándar; TA: pacientes con trastorno de ansiedad. TABLA 3 Diferencias en la prevalencia de enfermedades somáticas entre pacientes con trastornos de ansiedad y pacientes atendidos en asistencia primaria Enfermedades somáticas Cardíacas (%) Hipertensión (%) Respiratorias (%) Digestivas (%) Dermatológicas (%) Genitourinarias (%) Osteomusculares (%) Neurológicas (%) Cefalea (%) Endocrinometabólicas (%) Alergia (%) Dislipemia (%) Grupo TA (n = 130) Grupo AP (n = 150) p 7,7 12,3 6,9 21,5 7,7 12,3 36,9 8,5 14,6 13,1 7,7 6,9 2,7 6 5,3 14 7,3 9,3 14 4,7 2,7 12,7 1,3 8 0,054 0,065 0,579 0,098 0,909 0,422 0,000 0,197 0,000 0,919 0,009 0,733 OR (IC del 95%) 3,04 (0,93-9,94) 2,19 (0,93-5,16) 1,32 (0,49-3,52) 1,68 (0,90-3,14) 1,05 (0,43-2,56) 1,36 (0,63-2,91) 3,59 (2,00-6,44) 1,88 (0,71-5,02) 6,24 (2,06-18,88) 1,03 (0,51-2,09) 6,16 (1,32-28,68) 0,85 (0,34-2,10) AP: pacientes atendidos en atención primaria; IC: intervalo de confianza; OR: odds ratio ; TA: pacientes con trastorno de ansiedad. TABLA 4 Diferencias en la prevalencia de enfermedades somáticas entre pacientes con trastornos de ansiedad y grupo control Enfermedades somáticas Cardíacas (%) Hipertensión (%) Respiratorias (%) Digestivas (%) Dermatológicas (%) Genitourinarias (%) Osteomusculares (%) Neurológicas (%) Cefalea (%) Endocrinometabólicas (%) Alergia (%) Dislipemia (%) Grupo TA (n = 130) Grupo control (CSM + AP) (n = 280) p OR (IC del 95%) 7,7 12,3 6,9 21,5 7,7 12,3 36,9 8,5 14,6 13,1 7,7 6,9 2,2 6,4 5,0 12,1 5,0 8,6 13,6 5,7 3,6 11,1 5,4 6,8 0,007 0,045 0,431 0,013 0,280 0,235 0,000 0,297 0,000 0,557 0,358 0,959 3,79 (1,34-10,67) 2,04 (1,00-4,14) 1,41 (0,59-3,35) 1,98 (1,14-3,44) 1,58 (0,68-3,66) 1,49 (0,76-2,92) 3,72 (2,27-6,10) 1,52 (0,68-3,38) 4,62 (2,08-10,25) 1,20 (0,64-2,27) 1,47 (0,64-3,37) 1,02 (0,44-2,32) AP: pacientes atendidos en asistencia primaria; CSM: pacientes visitados en el centro de salud mental por diferentes enfermedades psiquiátricas; IC: intervalo de confianza; OR: odds ratio ; TA: pacientes con trastorno de ansiedad. con una muestra control sin ansiedad formada por la unión de los grupos control CSM y control AP. El grupo TA presentó, de forma estadísticamente significativa, mayores prevalencias de enfermedades osteomusculares, cefalea, enfermedades cardíacas, enfermedades digestivas e hipertensión. En la tabla 5 se muestra el análisis de regresión logística multivariante exploratorio Med Clin (Barc). 2008;130(8):281-5 283 07 ORIG 33212 (281-285).qxp 26/2/08 10:12 Página 284 PASCUAL JC ET AL. ENFERMEDADES SOMÁTICAS EN PACIENTES CON TRASTORNOS DE ANSIEDAD TABLA 5 Análisis de regresión logística multivariante exploratorio para determinar qué conjunto de variables se asocia con la ansiedad Enfermedades somáticas Cefalea Cardíacas Osteomusculares Digestivas Beta 1,446 1,375 1,354 0,716 OR (IC del 95%) 4,24 (1,84-9,80) 3,95 (1,32-11,81) 3,87 (2,32-6,46) 2,04 (1,13-3,69) p 0,001 0,014 0,000 0,017 IC: intervalo de confianza; OR: odds ratio. realizado para determinar qué enfermedades se asociaban de forma independiente con la ansiedad. Se construyó un modelo saturado que incluía las enfermedades que habían presentado una asociación con TA: cardiopatía, hipertensión arterial, enfermedades osteomusculares, enfermedades digestivas, cefalea y alergia. Finalmente el modelo resultante incluyó cefalea, cardiopatía, enfermedades osteomusculares y digestivas. Discusión Los resultados del presente estudio coinciden con los estudios previos que muestran una elevada asociación entre los TA y enfermedades somáticas1,12,13. Según nuestros datos, los pacientes con TA, comparados con pacientes visitados en atención primaria, presentarían un riesgo mayor para tener enfermedades osteomusculares, cefalea, alergia, enfermedades cardíacas e hipertensión arterial. También, comparados con otros pacientes con enfermedad psiquiátrica sin ansiedad, se mantuvo un riesgo mayor para estas enfermedades, excepto para la alergia, y además se sumaron las enfermedades digestivas y dermatológicas. Según estos datos, el aumento del riesgo de enfermedades somáticas sería específico para los TA y no por ser enfermedad psiquiátrica. Varios trabajos previos han relacionado los TA con enfermedades osteomusculares y alteraciones del tejido conectivo17,18. Algunos estudios han relacionado el trastorno de pánico con enfermedades musculoarticulares como el síndrome de hiperlaxitud articular, la fibromialgia o el síndrome de fatiga crónica. Incluso se ha propuesto una posible etiología genética común (duplicación intersticial del cromosoma 15) para explicar la asociación entre el síndrome de hiperlaxitud articular y el trastorno de pánico10. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que los dolores articulares y musculares muchas veces son manifestaciones somáticas de la ansiedad y que, en ocasiones, son difíciles de diferenciar de las enfermedades reumatológicas. En el caso de la cefalea, Merikangas y Stevens19 encontraron una asociación entre ansiedad y migraña. También Maraz- 284 Med Clin (Barc). 2008;130(8):281-5 ziti et al20 encontraron que el 27% de los pacientes con migraña cumplían criterios para trastorno de pánico y un 25%, para TA generalizada. Hay que tener en cuenta que en nuestro estudio se incluían los casos de migraña, así como las cefaleas tensionales o inespecíficas. En algunos casos, también la cefalea tensional puede ser una forma de manifestación de ansiedad somática. La relación entre la ansiedad y el sistema inmunológico también se ha documentado. La tesis de la autoinmunidad en el trastorno de pánico se apoya en la observación de un aumento de anticuerpos antiserotonínicos y contra el receptor de la serotonina (anticuerpos antiidiotípicos contra la serotonina), lo que puede explicar este aumento de la prevalencia de alergia21. Según nuestros resultados, el aumento del riesgo de alergia no sería específico de los TA y el análisis de regresión multivariante mostró que su asociación con la ansiedad desaparecía en presencia de otras variables. Numerosos estudios han relacionado los TA con enfermedades cardíacas. En un metaanálisis reciente se encontró que los pacientes con trastorno de pánico presentaban un elevado riesgo de enfermedades coronarias, por lo que se recomendaba el cribado en todos los pacientes con crisis de pánico22. En estudios longitudinales, los pacientes con TA tienen un riesgo 3 veces mayor de enfermedades coronarias y entre 4 y 6 veces de muerte por parada cardíaca23,24. Una explicación fisiopatológica a esta asociación podría ser la hiperactividad noradrenérgica encontrada en los pacientes con TA, que también puede provocar un efecto lesivo en el ámbito cardíaco. La desregulación del sistema nervioso autónomo de los pacientes con trastorno de pánico también podría aumentar el riesgo de arritmias y paradas cardíacas. Por otra parte, se ha descrito una asociación entre el estrés y la hipertensión arterial, lo que indica un efecto de la norepinefrina y epinefrina en el corazón y la resistencia vascular periférica1,8. A diferencia de otros estudios, aunque se observó un aumento del riesgo de tener enfermedades respiratorias o digestivas, las diferencias no llegaron a ser estadísticamente significativas. Al comparar los resultados obtenidos con estudios previos, hay que tener en cuen- ta algunas peculiaridades. Primero, no había diferencias significativas entre pacientes y los controles en factores que influyen en la aparición de enfermedad médica, como la edad, el sexo, el consumo de tabaco u otros tóxicos. Segundo, para obtener una muestra más homogénea únicamente se seleccionó a pacientes con trastornos de pánico y agorafobia, por ser los TA con más evidencias de disfunción con base biológica. Tercero, únicamente se recogían los antecedentes de enfermedades somáticas diagnosticadas. En anteriores estudios se recogían todas las quejas referidas por los pacientes en entrevistas dirigidas, con lo que se obtenían prevalencias más elevadas. En ocasiones, algunos síntomas de ansiedad somática, como la sensación de disnea o las palpitaciones, pueden parecer enfermedades somáticas y registrarse como tales. Finalmente, el diseño del estudio no permite hipotetizar sobre la posible naturaleza causal de esta asociación, ya que, al ser un estudio retrospectivo, no se pudo establecer la relación temporal. En la actualidad hay datos que apoyan la existencia de un mecanismo fisiopatológico común entre los TA y algunas enfermedades somáticas8,10. Se ha indicado que habría una desregulación en los centros reguladores del sistema nervioso central. Ante una señal de peligro real o imaginada, el locus ceruleus provoca una reacción noradrenérgica que da lugar a las crisis de pánico, pero también se activa el sistema de alarma dando lugar a reacciones fisiológicas múltiples. De la misma manera, señales internas en la homeostasis de diferentes órganos pueden aumentar la actividad noradrenérgica en el locus ceruleus, lo que da lugar a los ataques de pánico1. También se ha descrito una posible relación genética que explicaría la asociación entre trastorno de pánico, alteraciones del tejido conectivo, una percepción exagerada del dolor y fenómenos autoinmunitarios. Como limitaciones del estudio, cabe señalar en primer lugar que los pacientes con enfermedad psiquiátrica, aunque fueron evaluados por psiquiatras con experiencia, no fueron diagnosticados mediante entrevistas diagnósticas estructuradas. Por otra parte, los pacientes de asistencia primaria no fueron visitados por psiquiatras. A priori se descartó a los pacientes con historia de enfermedad psiquiátrica diagnosticada, pero podían haber falsos negativos. Segundo, para la detección de enfermedades somáticas no se utilizó una búsqueda sistemática por órganos. Es posible que en algunos casos no se registraran todos los antecedentes médicos. Tercero, hay síntomas somáticos, como las cefaleas o los dolores musculares, en los que es imposible retrospectivamente realizar un diagnóstico 07 ORIG 33212 (281-285).qxp 26/2/08 10:12 Página 285 PASCUAL JC ET AL. ENFERMEDADES SOMÁTICAS EN PACIENTES CON TRASTORNOS DE ANSIEDAD diferencial adecuado entre somatizaciones o enfermedad somática. Cuarto, una aplicación prematura del binomio orgánico/funcional podría haber descartado del grupo somático cuadros como el colon irritable, o viceversa, que estos cuadros «funcionales» predominaran absolutamente. Ninguna de estas dos cosas ocurrió y en realidad el paradigma orgánico/funcional nunca fue un modelo que se pretendió aplicar, ya que justamente el artículo ofrece datos que plantean una perspectiva más allá de esa barrera un tanto artificial. En efecto, la dicotomía orgánico/funcional se ha ido abandonando progresivamente en el ámbito nosológico psiquiátrico, ya que lamentablemente no alcanza su pretensión «etiológica». El progreso en el conocimiento de muchas enfermedades, ya sean mentales o no, ofrece una «fisiopatología» y una semiología mixta como la misma depresión, que incluye abundantes alteraciones de la inmunidad celular y humoral, o bien la fibromialgia, que recientemente el Departamento de Salut de la Generalitat de Catalunya la ha definido como un trastorno que incluye criterios semiológicos mixtos somáticos y psicopatológicos. En consecuencia, se trataría justamente de superar también aquí la dicotomía orgánico/funcional para ir hacia fisiopatologías y semiologías mixtas, que son las que la medicina moderna exige. En cualquier caso, es preciso llevar a cabo estudios prospectivos para detectar el inicio de las enfermedades somáticas y su relación cronológica y causal de la asociación con los TA. Asimismo, sería importante profundizar en los posibles mecanismos fisiopatológicos comunes a estos trastornos. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Härter M, Conway K, Merikangas K. Associations between anxiety disorders and physical illness. Eur Arch Psychiatry Clin Neurosci. 2003;253: 313-20. 2. Kessler RC, McGonagle KA, Zhao S, Nelson CB, Hughes M, Eshleman S, et al. Lifetime and 12month prevalence of DSM-III-R psychiatric disorders in the United States. Arch Gen Psychiatry. 1994;51:8-19. 3. Haro JM, Palacín C, Vilagut G, Martínez M, Bernal M, Luque I, et al. 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