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Presidente: Luis Vila Pillado Vicepresidente: Ramón Area Carracedo Secretaría: Alexandre García Caballero Vicesecretario: Javier González Hermida Tesoureiro: Jorge García Fernández Directora de Publicacións: Chús Gómez Rodríguez Vocais Isidro Gómez Pérez Sara Covadonga Granda Mariño Marina Albelda Martínez Nuria García Gonzalo Comité de Publicacións Directora: Chus Gómez Rodríguez Vocais Santiago Lamas Crego Fe Lacruz Pardo David Simón Lorda Fidel Vidal Pérez Francisco Javier Rodríguez Navarrete Francisco Moreno Tovar Soledad Filgueira Bouza Comisión de control e garantías Coordinador: Tiburcio Angosto Saura Arturo Rey Rodríguez Mª Dolores Domínguez Adolfo Bobadilla Pardo Raimundo Mateos Soledad López Ares Sección Psicoanálisis Aplicado Coordinador: J.R. Eiras Sección Infanto-Xuvenil Coordinador: J. Mazaira SISO/SAÚDE, Nº 44 - Otoño 2007 Boletín da Asociación Galega de Saúde Mental Congrega, S.L. C/ Rosalía de Castro, 13. 1º izda. 15004 A Coruña Correo electrónico: congrega@agsm.es http://www.agsm.es/ Imagen de portada «Chica ante el espejo». Norman Rockwell. Diseño y maquetación MyM. A Coruña Feito, S.L. Severino Cobas, 67. 36214 VIGO. E-mail: feito@feitonet.com SISO/SAÚDE: V.G. 10984. ISSN: 1130-1538 Sección de Rehabilitación Coordinador: E. Paz Silva Comisión de Docencia e Investigación Coordinadora: Mª José Recimil Vocais Mª Jesús Vázquez Carreira Margarita Pena Puentes Isabel García Lado Victor Rodríguez Pérez Pilar Abades Rodríguez Isabel González Lado Jesús Alberdi Sudupe Comisión de Asistencia e Lexislación Coordinador: Antonio Núñez Rodríguez Vocais Victor Pedreira Crespo Mª Jesús Suárez Sueiro Mª Jesús García Álvarez Ana Mosquera Vázquez Santiago Lago Canzobre Sumario Editorial 9 Retórica de la Psiquiatría Luis Vila, Ramón Area. Originales y revisiones 15 Sobre ética y psiquiatría: Una relación controvertida Onésimo González Álvarez 41 Distonía psicógena Santiago Agra Romero 65 La cara y su trasplante Carmen Conde Díaz 81 Programa de colaboración de salud mental en trasplante Eva Fontela Vivanco, Rosa Maldonado Rojo, Gonzalo Martínez Sande, Carlos Castro Dono, Fernando Iglesias Gil de Bernabé, Luis Ferrer i Balsebre. 101 La unidad de media estancia en psiquiatría: rehabilitación intensiva hospitalaria Germán Gómez Bernal, Alejandra Reboreda Amoedo, Fernando Romero Mora, Eugenia Esteban Rodríguez, Javier Oncins Mur, Milagros Bernal Pérez, Francisco Moreno Tovar, María José Recimil López 3 113 El sistema de gestión de la calidad en la unidad de hospitalización de agudos de psiquiatría del Complexo Hospitalario Xeral-Calde de Lugo Luis Vila Pillado, Ramón Area Carracedo, Vanesa Sánchez Ucha, Margarita Pena Puentes, Amalia González Besada, Mª José Rivas Seoane, Yolanda Carballeira Rifón, Ania Justo Alonso, Verónica Ferro Iglesias, Luis González Domínguez Viguera, Rosa Varela López 139 Síntomas psicóticos, literalidad y esquemas cognitivos Area Carracedo, R., Vila Pillado, L., Rivas Seoane, M.J., Porvén Díaz, C., Carballeira Rifón, Y., Justo Alonso, A., Ferro Iglesias, V., González Domínguez-Viguera, L. A propósito de... 155 La trampa J. M. García de la Villa Merchán 161 Musicoterapia en rehabilitación de pacientes psicóticos Germán Gómez Bernal, Alejandra Reboreda Amoedo, Milagros Bernal Pérez, Fernando Romero Mora, Francisco Moreno Tovar, Maria José Recimil López. 167 ¿Novas extratexias para pacientes «distintos»? Maite G. Barba 179 Notas sobre la transmisión del psicoanálisis Javier Carreño 181 FiódorM. Dostoievski y la epilepsia Luis C. González Domínguez-Viguera, Verónica Ferro Iglesias, Ania Justo Alonso, Oscar Xoel Fernández de la Vega Gorgoso, Luis Vila Pillado, Ramón Area Carracedo, Mª José Rivas Seoane. 4 199 Yo también estaba allí. Vivencias de una enfermera en la Reforma Psiquiátrica Ana García Laborda Psicoanálisis aplicado 209 Del qué al quién. Ciclotimia, celotipia y psicosis paranoide en «Él» de Luis Buñuel J. Luis Chacón Lafuente 221 Neurosis obsesiva. «Obsesión/ob-cesión» Patricia Cerviño 237 Tratamiento de la angustia en la psiquiatría y en el psicoanálisis. Chús Gómez 249 El alejamiento del maltrato Manuel Fernández Blanco 251 Violencia doméstica y suicidio Manuel Fernández Blanco 253 La castración imposible Manuel Fernández Blanco Os eventos consuetudinarios que acontecen na rúa 255 Sesión clínica extraordinaria. Servicio de Psiquiatría. A Coruña Jesús Alberdi 5 259 Conversaciones Siso-Villacián 2007. La Otra Psiquiatría. Psicosis normalizadas Javier Carreño Villada 263 Psiquiatría transcultural Luis Vila Pillado Libros 267 Borges. Adolfo Bioy Casares Santiago Lamas 271 Cenando con los terroristas Antonio Domínguez Álvarez 273 El pequeño dictador Antonio Domínguez Álvarez 277 Ferrín e outras historias Ramón Area 287 «Os outros dias»: Ferrin e outras historias ou o exercicio de pensar Alfredo Conde 289 Crónica de un premio anunciado. Nota del Presidente de la AGSM sobre el Premio de Ensayo Ramón Piñeiro Luis Vila Pillado 291 Psicopatoloxia do retorno Luis Vila Pillado 295 La Conciencia Jesús Alberdi 6 299 Disembodied Spirits and Deanimated Bodies, The Self in Neuroscience and Psychiatry, Exploring the Self, Psicopatología della Schizophrenia Santiago Lamas 325 Hijas e hijos de madres resilientes Antonio Domínguez Álvarez 329 Psicopatoloxia do retorno Santiago Lamas 333 Vacaciones en Polonia. Suicidios y literaturas A. Cibeira, R. Touriño 337 Normas de publicación 7 Editorial Retórica de la psiquiatría Autor Luis Vila, Ramón Area. La retórica es aquella disciplina que se ocupa del estudio de los procedimientos y técnicas del lenguaje puestos al servicio de una finalidad persuasiva o estética. Su origen se remonta a la Grecia clásica en donde se definía como el ars bene dicendi. Tradicionalmente se le han atribuido al discurso cinco dimensiones. La primera de ellas es la inventio, que comprende los contenidos de dicho discurso. En segundo lugar, la dispositio, es decir, la disposición de los elementos de la inventio en un todo estructurado. La elocutio hace mención a la manera de de expresar verbalmente de forma adecuada los elementos de la inventio ordenados por la dispositio. La compositio analiza la estructura sintáctica y fónica de los enunciados. Y finalmente, el actio estudia los aspectos de ejecución y pronunciación del discurso. Se estima que las dos figuras iniciales de la retórica fueron Córax de Siracusa y su discípulo Tisias y aunque no nos ha llegado escrito alguno de ambos, si sabemos que rápidamente se extendió por el Ática a través de comerciantes que viajaban por ella. Posteriormente y tras demostrar su utilidad en política empezó a divulgarse a través de la escuela sofista. Conocida es la disputa de Platón con sofistas tales como Protágoras o Gorgias, pero quizás lo es menos la clasificación que el propio Platón establecía de la retórica. Existía una retórica que el llamaba logografía que tiene por finalidad suprema convencer al oponente, pudiendo utilizar todo tipo de argumentos, sean ciertos o no. La retórica verdadera, para Platón (a la que llamó psiquegogía) tiene por finalidad no tanto convencer como hallar la verdad. Editorial. Siso nº 44. Otoño 2007 9 Retórica de la psiquiatría La ciencia poco ha tenido que ver con la retórica a lo largo de la Historia. Baste como prueba que las enseñanzas de la escolástica agrupadas en torno al quadrivium proponían como objetos de aprendizaje la aritmética, la astronomía, la geometría y la música. El quadrivium provenía en última instancia de la escuela pitagórica, que consideraba la aritmética como el estudio del número en estado puro, la geometría como el estudio del espacio en estado puro, la música como el estudio del número en movimiento y la astronomía como el estudio del espacio en movimiento. Sin embargo, alcanzado el siglo XX el estudio de la retórica recobró importancia, con figuras como Heinrich Lausberg, Chaim Perelman, Roman Jackobson o los propios Lakoff y Johnson. Un estudio magnífico sobre las relaciones entre retórica y poder es el libro de Klemperer «El lenguaje del Tercer Reich». A día de hoy uno de los problemas que se le plantea a la ciencia es el exceso de información, que precisa ser filtrado, las más de las veces con la finalidad de obviar pesadas lecturas que parecen aproximarse más a una logografía que a una retórica verdadera, de acuerdo a la clasificación que proponía Platón. Habría pues una finalidad de la retórica en el presente actual no como orador sino como oyente, no como escritor sino como lector. El aspecto pasivo del lenguaje ha sido en los últimos años sorprendentemente descuidado. Si existen un montón de personas empeñadas en conseguir que hablemos bien en público o que escribamos correctamente un artículo científico, no así ha sucedido con el arte de escuchar o el arte de leer, para el que se ha reservado un sujeto acrítico, pasivo y sumiso. Ejemplos fallidos son los que involucran a la medicina basada en la evidencia que intentan conducir a la verdad a través de una serie de reglas, entendiendo verdad como credibilidad y sin realizar ninguna metacrítica de la ciencia. Estructuralmente se corresponde más a un mandamiento que a una reflexión por lo que quizás el nombre apropiado sería el de medicina basada en la obediencia. Y la obediencia, desde luego, siempre tiene dueño. La retórica del sufridor de conferencias insoportables, charlas mil veces escuchadas, libros editados cada año o cada seis meses diciendo lo mismo y presentados como novedad, tiene desgraciadamente un largo camino por recorrer. 10 Editorial. Siso nº 44. Otoño 2007 Retórica de la psiquiatría Una segunda aproximación que permitiría la retórica es el análisis del lenguaje utilizado por la propia psiquiatría. Ya desde Saussere estableció que es imposible analizar el lenguaje sin tener en cuenta la comunidad que hace uso de él pero también sin estudiar los efectos del paso del tiempo, es decir, su evolución. La lingüística diacrónica es la que se ocupa precisamente del estudio de la evolución del sistema mientras que la lingüística sincrónica se ocupa de los elementos del lenguaje en un momento determinado. Berrios plantea, por ejemplo, el estudio de la psicopatología desde una perspectiva diacrónica, analizando el cambio lingüístico operado en la descripción de síntomas a lo largo de la Historia. Una de las formas a través de las cuales la lingüística estudia el cambio es a través del análisis de las llamadas variaciones lingüísticas. Un tipo de las mismas son los llamados lenguajes profesionales o jergas. Una jerga es un conjunto de caracteres lingüísticos específicos de un grupo de hablantes dedicados a una actividad determinada. Sucede además, que el uso de una jerga es siempre un modo de marcar una identidad sociolingüística o la pertenencia a un grupo, por lo que también resulta sorprendente la escasez de estudios acerca de si la psiquiatría posee una jerga o si la forma de hablar de los profesionales de la salud mental puede constituir una jerga. No se preocupen, si les molesta saber que quizás estén empleando una jerga para comunicarse, les diremos que también se ha utilizado la más aséptica palabra tecnolecto para nombrarlas, sin duda más aséptica y llamativa. Si no se han molestado todavía, entonces les diremos que la jerga también han sido llamadas jerigonza, jácara o jacarandaina (palabra esta última que gusta especialmente a los autores por ser sonora y poderosamente onomatopéyica, casi hasta lograr una descripción perfecta de algunas situaciones comunes que a todos nos ha tocado vivir en alguna ocasión). Faltaría también por introducir cuáles son los factores del cambio lingüístico. La ciencia, en general, mantiene una teoría sencilla. La realidad, al irse descubriendo, se va nombrando. La psiquiatría es un buen ejemplo para darse cuenta que no es tan sencillo. Veamos algunos ejemplos. Kraepelin y Freud, entre otros, nombraron entidades (síntomas, síndromes, enfermedades etc...) de forma provisional, esperando que la biología permitiese aclarar o refinar sus teorías. Nada ha habido que permita una variación lingüística del Editorial. Siso nº 44. Otoño 2007 11 Retórica de la psiquiatría tipo «la psicosis maníaco depresivo se llamará Trastorno bipolar» o del tipo «las neurosis no se llaman neurosis. No sabemos como llamarlas pero desde luego neurosis, no». Los cambios operados no responden a una realidad de la realidad sino a una realidad de la interpretación, es decir, a una hermenética. En unos casos, la comunidad se pone de acuerdo y refina su jerga, en otro son motivos de disputa de paradigmas o luchar entre facciones de la misma comunidad. Podríamos limitarnos a un sesudo análisis que abarque una lingüística de la DSM, pero no nos parece procedente. Hay aspectos más polémicos que desde luego no vamos a obviar. Un potente motor de cambio histórico, sea del tipo que sea, es la economía. No hace falta el marxismo para reconocer la verdad de tal aseveración. Existen potentes determinantes económicos y de poder que involucran a la psiquiatría. Por ejemplo, la industria farmacéutica, la edición de libros, las conferencias especializadas, las revistas científicas... Es posible rastrear su influencia a través de los procesos de variación lingüística. Vayamos con algunos. Hemos asistido últimamente al desplazamiento del concepto conciencia de enfermedad por el de adherencia terapéutica. Adherencia es la unión física, pegadura de las cosas. El Diccionario de la R.A.E. señala una acepción médica para el término, a saber, cada una de las bridas o superficies extensas de tejido conjuntivo que unen a las vísceras entre sí o con las paredes del tronco, entorpecen la función de estas vísceras y producen dolores u otras molestias. Lo que llama la atención del cambio de nomenclatura es el aspecto físico que la palabra adherencia comporta, es decir, como si la cuestión de la toma o no toma de tratamiento fuese algo que dependiese de la cualidad física de los objetos a adherirse. Esto, en el caso de la medicación, no supondría problema alguno. Es decir, podría perfectamente existir una cualidad pegajosa en el tratamiento que le hiciese adherirse más firmemente al paciente. La pegajosidad tiene desde este punto de vista varias vertientes. Por ejemplo, el que sea una posología no diaria sino quincenal. Es obvio que una vez inyectada no hay forma de liberarse de ella. Pero la adherencia necesita del otro objeto, en este caso el paciente, para que el cumplimiento de tratamiento mantenga la acepción de adherencia. No hay mayor adherencia entre los seres humanos que la voluntad, que desgraciadamente es una de esas horribles propiedades psicológicas tan poco proclives a ser tratadas en términos de pegamento. Quizás por eso, la palabra 12 Editorial. Siso nº 44. Otoño 2007 Retórica de la psiquiatría adherencia no entra en el mismo campo semántico que subjetividad, conciencia... «Powerpointización»: una charla adecuada a la jerga convencional debe acompañarse de un cuidado diseño de las diapositivas, últimamente con la tendencia de incluir alguna en inglés. Otras novedosas tendencias es incluir alguna mención al arte o a la literatura que parecen haber sustituido a los minutos para la broma o el chiste de los años pasados. También ha habido un notable resurgir de la olvidada palabra symposium, que con nuestra manía por la etimología no podemos obviar el recordar que procede del verbo sympotein: beber todos juntos y que primitivamente hacía mención a una fiesta más que a una reunión académica. «Estadísticaficación»: la psiquiatría pitagórica ha decidido que la estadística es el estudio de la psiquiatría en estado puro así como la aritmética era el estudio del número en estado puro. La pureza del chi cuadrado, el impoluto aspecto del SPSS nos hacen olvidar que la logografía, pérfida retórica, es capaz de utilizar cualquier argumento para su finalidad: convencer. Y mientras tanto, la farragosidad de los conceptos, el aspecto impuro y desaseado de otras psiquiatrías empeñadas en otros menesteres... «Factor de impacto»: la utilización del término da entender de forma clara al ser una metáfora de guerra que es más importante convencer (o impactar) que hallar la verdad. Aproxima la jerga a otras jergas empleadas en los medios de comunicación de masas (entendiendo masa como la entiende Canetti), algo que siempre quiere crecer. Así los lectores son más audiencia y espectadores que público (un público ciudadano), el emisor es más un showman que un intelectual y se pone más en juego la fascinación y la incontestabilidad que el convencimiento y el diálogo. Defendemos pues el estudio de la retórica, imprescindible compañera en los días que se nos avecinan. Y dada nuestra habitual tarea pedagógica (que sirve para esconder un espíritu kínico y crítico) informamos: Que el discurso suele clasificarse en tres tipos. El genus iudiciale corresponde al realizado ante un juez con el propósito de defender o acusar, pretendiendo el orador convencer en términos de injusticia/justicia. El genus deliberativum Editorial. Siso nº 44. Otoño 2007 13 Retórica de la psiquiatría corresponde a los discursos pronunciados ante una asamblea, pretendiendo el orador aconsejar o disuadir en términos de utilidad sobre un hecho futuro. El genus demostrativum se centra en individuos particulares a los que trata o bien de alabar o bien de denostar en público centrándose en lo bello y en su contrario, lo feo. Todo iba bien hasta que en la edad media se añadieron a los anteriores las llamadas artes: ars praedicandi (sobre la técnica de elaborar sermones), ars dictandi (o ars dictaminis, (sobre el arte de escribir cartas) y las ars poetriae (preceptos gramaticales, métricos y retóricos para escribir poesía). Y así seguimos desde entonces. 14 Editorial. Siso nº 44. Otoño 2007 Originales y revisiones Sobre ética y psiquiatría: Una relación controvertida About Ethics and Psychiatry: A Controversial Relation Autor Onésimo González Álvarez Hospital Juan Ramón Jiménez. Servicio Andaluz de Salud (S.A.S.). Huelva. Dpto. de Psicología. E.U. de T. Social. Universidad de Huelva. Sobre ética y psiquiatría: una relación controvertida1 Resumen El rápido desarrollo de la Ética Médica como disciplina a partir de la década de los 70 del pasado siglo ha tenido escasa incidencia en la situación de los enfermos mentales. La Psiquiatría ha desconocido o rechazado la condición humana de los enajenados, reconocimiento en el plano jurídico efectuado en fecha bien reciente que tarda en calar en la cultura y en las prácticas profesionales. A los enfermos mentales, en tanto «no personas», no les conciernen los principios de la Ética Antrópica. Se refieren 1Una versión algo diferente de este artículo formó parte de la ponencia del autor a las XIX Jornadas de la Asociación Española de Neuropsiquiatría (Conflictos éticos en la continuidad asistencial, Barcelona, 2004) y ambos tienen una versión anterior, más extensa, de 1996, inédita, utilizada para cursos de formación continuada y de posgrado (M.I.R.P.I.R.) del personal del Área Hospitalaria. Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 15 Sobre ética y psiquiatría: Una relación controvertida «prácticas éticas» históricas o anteriores al nacimiento de la disciplina, con especial referencia a las llamadas corrientes críticas y antipsiquiátricas. Se enumeran algunas controversias persistentes y/o resonantes de la relación Ética-Psiquiatría y se apuntan las dificultades de la Ética, dado su objeto individual, para orientar prácticas profesionales en ámbitos y sobre objetos colectivos. Palabras clave: Enfermedad mental. Psiquiatría. Antipsiquiatría. Ética. Controversias. About Ethics and Psychiatry: A Controversial Relation Summary The fast development of the Medical Ethics as discipline from the seventies of the past century has had scarce repercussion in the situacion of the sick mental. Psychiatry has ingnored or rejected the human condition of mad people, this recognition in the legal plan has been well recent and has delayed in penetrating in the culture and in the professional practices. The principles of Huma Ethics don´t concerned to the sick mental, as «not people». Historic practices in Ethics, previous to the birth of the discipline, are referred, with special reference to the called critical and antipsychiatric currents. Some persistent and/or resounding controversies of the relation ethics-psychiatry are enumerated and the difficulties of the ethics, given its individual object, to include the professional practices in collective environments and on collective objects are indicated. Key words: Mental illness. Psychiatry. Antipsychiatry. Ethics. Controversy. 1. Algunas notas históricas El interés por la dimension ética de la práctica psiquiátrica se está manifestando en nuestro país, de modo expreso y generalizado, sólo en los últimos años, y en los países de nuestro entorno cultural en los últimos decenios. En un marco más amplio, referido a toda la práctica sanitaria, antes de 1970 no se encuentran ni libros, ni congresos, ni revistas, ni departamentos que lleven en sus rótulos el término Bioética (Bueno, G. 2001). El primer código de derechos de los enfermos fue la consecuencia del contacto entre las asociaciones de usuarios y 16 Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 Sobre ética y psiquiatría: Una relación controvertida consumidores de E.E.U.U. con la Asociación Americana de Hospitales, en 1969 (Gracia, D.1989). El primer trabajo relativo a la ética profesional de la American Psychiatric Association (A.P.A.) es de 1973, y el primer Código de Ética de la Asociación Mundial de Psiquiatría (W.P.A.) de 1977, la Declaración de Hawai que, actualizado en Viena en 1983, fue puesto al día el 25 de agosto de 1996 (Declaración de Madrid). Los informes Belmont y Beauchamp Childress son también de la década de los setenta del pasado siglo. Los años posteriores al final de la 2ª Guerra Mundial, caracterizados por una fase expansiva del ciclo económico, la reconstrucción de Europa Occidental y la aplicación de políticas keynesianas, estuvieron marcados por el recuerdo de los más de 50 millones de muertos así como por la conmoción producida por la barbarie nazi, que hacían imprescindible la apelación a unos «derechos humanos» (Bueno, G. 2001) como expresamente se reconoce en el preámbulo de la Declaración Universal de 10 de diciembre de 1948. La práctica profesional y la investigación médica comienzan a verse condicionados por principios y normas procedentes del ámbito político, jurídico y legislativo, como límites impuestos desde el exterior a la vista de las desviaciones y de la peligrosidad a que podía dar lugar su desarrollo sujeto a sus dinámicas internas o determinado por leyes y políticas que desconocen o menosprecian los derechos humanos. Se trata, como señala Diego Gracia (1998), de la llegada de la Revolución Francesa a la Medicina, con 200 años de retraso, a través del mundo del Derecho. Con ese retraso llega a la medicina el pensamiento ilustrado, o la preocupación por el respeto a la autonomía individual de Locke y de Kant. -1No fue sólo la barbarie nazi. Hubo (y sigue habiendo) otras barbaries: son conocidos los escándalos vinculados al conocimiento público de la práctica de trasplantes con células cancerosas a enfermos crónicos, en Brooklin, N.Y., sin su conocimiento ni consentimiento, o la exposición a virus de la hepatitis en niños deficientes, previo chantaje a los padres, o el estudio, a lo largo de catorce años, de la evolución natural de la sífilis en sujetos varones, negros, de Alabama, «a quienes se hacía creer que recibían el mejor tratamiento» (Sánchez Caro, 1998). Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 17 Sobre ética y psiquiatría: Una relación controvertida Ya hemos señalado el papel de las asociaciones de consumidores y usuarios siendo preciso citar también la tradición de la izquierda americana de recurrir al aparato judicial para contestar el statu quo, con procesos históricos como el Baxtrom vs Herald o el Wyatt vs Stichkney que, entre otras cosas, permitieron acabar con el secreto que ocultan las prácticas institucionales psiquiátricas y posibilitaron cambios profundos en el régimen interno de tales instituciones (Castel, 1980). Por último, la ola de reclamaciones judiciales por mala práctica y las indemnizaciones millonarias fuerzan a las compañías aseguradoras y a los dueños y gestores de los hospitales a recomendar a los médicos un trato más personalizado, cordial y «humano» con los pacientes. Por el momento la Ética Médica se ha desarrollado sobre todo como disciplina, en los ámbitos académicos, ideológicos, y en los aparatos institucionales, con escasa repercusión en la actividad cotidiana de los servicios sanitarios. El sinnúmero de cátedras, revistas, libros, masters y congresos de Bioética, no han impedido que más de la mitad de la población desconozca sus derechos y deberes en relación con los servicios sanitarios, que un número considerable de pacientes de servicios públicos no conozca el nombre de su facultativo responsable cuando está hospitalizado (porque no lo tienen asignado) y que cerca de un tercio de los mismos se queje de su ausencia en el proceso de toma de decisiones relativas a su padecimiento2. 2. La particularidad de la Psiquiatría: La naturaleza de su objeto Es obvio que nos estamos refiriendo a la Ética Antrópica y no a otras dimensiones de la Bioética (como la ecológica), es decir, la que trata de lo que tiene valor para el hombre, pero la Psiquiatría, como supuesta ciencia y como práctica asistencial, en nuestra cultura y desde la Edad Moderna, ha venido negando expresa o tácitamente la condición humana 2Son datos de la Encuesta de Satisfacción Hospitalaria 2003, del Servicio Andaluz de Salud. Más de la mitad de los encuestados desconocían sus derechos y deberes en relación con los servicios sanitarios públicos. 18 Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 Sobre ética y psiquiatría: Una relación controvertida del enfermo mental, por lo que a tales enfermos no les conciernen ni los derechos ciudadanos ni los principios éticos, en particular los de autonomía y no maleficiencia. -2«Conchas vacías», «vidas sin valor», «vidas que no merecen la pena vivirse». Así eran calificados los enfermos mentales por los psiquiatras alemanes de entreguerras (Müller-Hill, 1991), consideraciones no muy alejadas de la equiparación expresa de los enajenados con los animales feroces o dañinos contenida en nuestro Código Penal entre 1848 y 19833. El manicomio ha sido y sigue siendo la institución central de la Psiquiatría, el espacio de la locura y del nacimiento del discurso psicopatológico. Instrumento de defensa social, a través del encierro (muerte simbólica, a veces física) de enajenados reales o supuestos. Lo define la negación del valor de la palabra del interno, es decir, de aquello que distingue al hombre del resto de los animales. Entre enero de 1940 y septiembre de 1942, en la Alemania nazi, fueron asfixiados con gas 70.723 pacientes, la selección se hizo a partir de individuos «cuyas vidas no valían la pena ser vividas», reclutados por nueve eminentes profesores de psiquiatría y treinta y nueve doctores del más alto prestigio (Porter, 2003). Antes, entre 1934 y 1939, 350.000 enfermos mentales reales o potenciales fueron esterilizados sin consentimiento y con la colaboración de la profesión psiquiátrica (Müller-Hill, 1991). Entre 1940 y 1944 florece la investigación anatomopatológica cerebral a expensas del asesinato de enfermos relevantes (Müller-Hill, 1991). Guillermo Rendueles (2000) cifra en 282.245 los enfermos mentales eliminados mediante diversos métodos de eutanasia, solo en Alemania, a final de 1942. La inmensa mayoría 3Dice así el artículo 485 del Código de 1848, 580 en el anterior a la Ley 8/83: «Serán castigados con las penas de multa de 250 a 2.500 pesetas y reprensión privada: 1º Los encargados de la guardia y custodia de un enajenado que le dejasen vagar por las calles o sitios públicos sin la debida vigilancia. 2º Los dueños de animales feroces o dañinos que los dejasen sueltos o en disposición de causar mal». Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 19 Sobre ética y psiquiatría: Una relación controvertida de la profesión colaboró activamente con el poder (Rendueles, 2000) y percibió los correspondientes honorarios por el señalamiento de quienes debían morir («escritores de x»). Sólo un catedrático, Ewald protestó (MüllerHill, 1991). «Jaspersen, un modesto psiquiatra de provincias, muy religioso, envió cartas a todos los jefes de servicio del país, en las que les pedía que protestasen y se abstuviesen de rellenar los cuestionarios…». «Nadie ha podido mostrar una sola adhesión a tan civilizada forma de no colaboración». «Los psiquiatras y psicoterapeutas D. Bonhoeffer y Ristmeister murieron en la resistencia armada comunista (el padre del primero demostró su solidaridad retirándose de toda actividad psiquiátrica)». «Son la excepción que debemos honrar» (Rendueles, 2001), en una profesión que «escotomiza y oculta su pasado» y que «durante 50 años no ha querido enfrentarse con la verdad acerca de los crímenes cometidos por sus colegas alemanes» (MüllerHill). -3Lo recordado hasta aquí es una de las manifestaciones extremas de la lógica que se inicia en la consideración no humana del enfermo mental (todo él enfermo y sólo enfermo), pero las consecuencias de esa lógica, así como sus implicaciones políticas y económicas persisten e insisten: En el diario El País de 4 de mayo de 1992 se reproducen los datos de una investigación del Dpto. de Defensa del Gobierno de los E.E.U.U. sobre casos atendidos en psiquiátricos privados, en su mayoría adolescentes y niños de familias militares: en el sesenta y cuatro por ciento de los casos el paciente nunca debería haber ingresado, permaneció internado más tiempo del necesario o los hospitales no pudieron justificar el tratamiento. En otros casos se han desvelado fraudes en pacientes cubiertos por seguros privados, con denuncias por secuestro, internamientos involuntarios sin control externo… «Las conclusiones del estudio son sintomáticas de lo que ocurre en la industria de la salud mental, cuyo principal incentivo es el económico». Este «abuso psiquiátrico por motivos económicos» (Harding, 1991), «no se puede separar del capitalismo» (Chodoff, 1999) como se pone de manifiesto al considerar el abuso de la psiquiatría en Japón: la atención está relegada al sector privado, subvencionado, con instituciones ubicadas 20 Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 Sobre ética y psiquiatría: Una relación controvertida en áreas rurales remotas, ingreso involuntarios sin protección legal, escaso personal, golpes, maltrato, uso represivo de la medicación… El abuso japonés… «puede servir como un signo de advertencia ante la evolución observada en los años noventa en los E.E.U.U. donde algunas decisiones de los hospitales psiquiátricos destinados a aumentar sus beneficios parecen considerar el bienestar del accionista más que el del paciente» (Chodoff op. cit.). Japón cuenta con el mayor número de camas para pacientes psiquiátricos de todos los países industrializados y los tímidos cambios planteados por el gobierno, de desinstitucionalización y fomento de la asistencia extrahospitalaria basada en la comunidad, cuenta con la oposición de la Asociación Japonesa de Hospitales Psiquiátricos, que representa el noventa por ciento de los centros privados, que se opone tanto a la reducción del número de camas como a incremento del personal (Muñoz Martínez, 2002). -4En nuestro país, el informe del Defensor del Pueblo sobre la situación jurídica y asistencial del enfermo mental, hecho público a finales de 1991 (Defensor del Pueblo Español, 1992) dice que «los enfermos mentales no son tratados, sino almacenados». De los aproximadamente 24.000 internos en centro públicos y concertados… el veinticinco por ciento lo está sin motivo»… «llegando a existir hospitales psiquiátricos en que se atiende a varios centenares de enfermos y que disponen tan sólo de un psiquiatra o que, incluso, carecen de este especialista en su plantilla», «alojamientos que no reúnen las mínimas condiciones exigibles»,… «ausencia de mobiliario…», «falta de luz artificial…», «ausencia de cristales en las ventanas»… Manuel Desviat, en 1998, en declaraciones a Diario Médico (9-octubre-98) a propósito del Día Mundial de la Salud Mental denunciaba como «las normas que sancionan los derechos humanos de los pacientes mentales son escasamente conocidas por los profesionales. Además se vulneran sistemáticamente en nuestro país». En febrero de 1999 fue encarcelado el gerente de un psiquiátrico de León, por robar a los enfermos (el fiscal le acusa de vaciar sus cartillas de ahorro), el mismo hospital en Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 21 Sobre ética y psiquiatría: Una relación controvertida que unos años antes (1991) una investigación periodística había mostrado… «enfermos atados a sus camas día y noche, o envueltos en camisas de fuerza, electrochoques arbitrarios»… En Andalucía, a pesar de la Reforma iniciada en 1984, el Defensor del Pueblo Andaluz, en su informe al Parlamento de 1995 denuncia el abandono de los enfermos crónicos, en una «trasgresión y desprotección jurídica por omisión», haciendo una enumeración exhaustiva de los derechos conculcados, desde el derecho a la igualdad y a la no discriminación, a la integración física y moral, a la libertad, a la intimidad personal y familiar. El hacinamiento y la precaridad de recursos en algunas unidades de agudos (Sevilla, Málaga) provoca denuncias sindicales y de familiares de pacientes en la primavera de 20024. En el Informe al Parlamento de 2001 del Defensor Andaluz señala la escasez de recursos de atención continuada, de medio y largo plazo, así como la escasez general de recursos, sociales y sanitarios, y su profunda descoordinación. -5«Su sistema sanitario es una tortura», resume en el verano de 2002 un anciano turista argentino, tomado por loco, encerrado y atado durante un mes en un hospital sevillano… «los médicos me ataban las dos manos a la cama, y yo esa situación no podía aceptarla»… «Tuve la sensación de que mis palabras no servían para nada…» Las mal llamadas corrientes médicas o biológicas, viejas y nuevas, sobre todo en sus versiones reduccionistas y mecanicistas resultan particularmente apropiadas para este olvido o rechazo de la condición humana del enfermo mental. En el plano de la reflexión psicopatológica persiste el conocido 4Pueden verse, p. ej., el hacinamiento, la falta de material y la escasez de plantilla denunciadas por C.C.O.O. de Málaga, referidas a la Unidad de Agudos del Hospital Carlos Haya (El País Andalucía del martes 26III-02, pág. 9), o la estremecedora descripción que hace de la Unidad de Agudos del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, el padre de un enfermo, en una Carta al Director del mismo periódico, en su número del 9IV-02. 22 Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 Sobre ética y psiquiatría: Una relación controvertida aserto de Griesinger: la locura es un síntoma provocado por una afección del cerebro, siendo síntoma sólo en un sentido mecanicista, expresión de una máquina averiada, carente de significado, motivo, sentido o propósito. Se niega su condición de signo lingüístico o de fenómeno simbólico. En el plano de la intervención técnica y asistencial, se reduce a intervención sobre el cuerpo, justificando el encierro, la sujeción mecánica o química, diversas formas de choque o la ablación quirúrgica. Modelos de naturaleza psicosocial, que deben presuponer el sujeto y su condición relacional, y a pesar de su potencialidad liberadora, pueden ignorar la persona y definir objetos parciales de reflexión e intervención (fragmentación del sujeto) y fundar técnicas tan represivas y violentas como las de fundamento biológico reduccionista. Estamos pensando en el activismo asistencial, sustentado en el vigoroso paternalismo de que hablaba Castel, que llega al interior del domicilio del paciente, y aún a su dormitorio, sin o contra su consentimiento y a veces sin el de sus familiares y allegados. O el carácter tiránico, jerárquico, intransitivo (y caro) que puede tener la relación psicoterapeútica, como ha señalado D. Fennor (Sáez Buenaventura, 1988). Los diversos modelos susceptibles del reduccionismo y fragmentación que hemos señalado tienen la virtud de funcionar como velos teóricos (Liborio L. Hierro 1982) que permiten ocultar el contenido político y la responsabilidad ética de las prácticas profesionales, a la vez que son la condición para su utilización política y carente de ética, bien de un modo directo y explícito en regímenes totalitarios o recurriendo a engaños y ocultaciones en regímenes democráticos, que engaño y ocultación es el proceso -6mixtificador que permite psiquiatrizar (medicalizar, psicologizar) el sufrimiento, la diferencia, la pobreza o la violencia, cuya expresión individual diagnosticada (etiquetada) como enfermedad permite el abordaje desde cualquiera de los enfoques referidos. La intervención, socialmente desactivadora e integradora, proporciona consuelo individual y habitualmente estimula el movimiento del dinero y amplía los horizontes del mercado (gasto farmacéutico, gabinetes y consultorios psiquiátricos y psicológicos). Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 23 Sobre ética y psiquiatría: Una relación controvertida 3. Prácticas «éticas» anteriores al nacimiento de la disciplina La constante histórica de encierro y otras formas de violencia sobre el loco tiene excepciones, en otras culturas, en épocas pretéritas en la nuestra, o en momentos de crisis del orden social vigente en que se muestran o surgen formas de reflexión o de intervención dotadas de variable fundamento ético, dando por supuesto que el calificado como loco, sea enfermo o no, no ha perdido su condición anterior de persona… Se trata de aliviar el sufrimiento que pudiera embargarle, proporcionarle algún tipo de satisfacción, al menos un mínimo de esperanza, contando con su opinión y su colaboración. Tal puede haber sido el trato proporcionado a los internos en los maristanes o en las salas especiales de los hospitales islámicos, entre los siglos VIII y XII, según el relato de viajeros, como Benjamín de Tudela, o de historiadores, como Evilija (González, O. 1993). O la isla de tolerancia que en algún momento fue la colonia de alienados de la localidad belga de Gheel a partir del siglo XII (Huertas, 1988). Vicenzo Chiarugi, a finales del s. XVIII rechazó los métodos que se basaban en la custodia, las formas de sujeción física: en su lugar promovía terapias que trataban a los locos como seres humanos..» es un deber moral supremo, así como una obligación médica respetar el demente como persona» (Porter, 2003). En la primera mitad del s. XIX, en Inglaterra, fueron simultáneas e independientes las reformas liberalizadoras introducidas por John Connolly en el manicomio de Hanwll (Pirella, 1977) con la eliminación de la sujeción física por R.G. Hill en el Lincoln Asylum (Porter, 2003). Más cercanas en el tiempo, las iniciativas del Consejo Superior Psiquiátrico (Lafora, Germain) una vez proclamada la 2ª República Española5, el movimiento desalienista francés 5Véase al respecto, el Dr. Lafora y su época, del Dr. L. Valenciano, concretamente el capítulo VIII. «La necesidad urgente» de revisar la legislación relativa a los alienados», la misma urgencia de «reorganizar la asistencia a los alienados» «cimentándola sobre lazos puramente científicos» para cambiar los manicomios de «depósitos carcelarios de alienados» a verdaderas casas de curación, forman parte de las conclusiones adoptadas en la reunión fundacional de Asociación Española de Neuropsiquiatras (Barcelona, 1924). 24 Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 Sobre ética y psiquiatría: Una relación controvertida (Bonnafé) inmediatamente posterior a la 2ª Guerra Mundial, las experiencias de Maxwell Jones de la misma época, o las iniciativas políticas y jurídicas que precedieron a la Commnunity Mental Health Centers Act. De 1963 en los E.E.U.U. Todas ellas poseían similar soporte ético, impulso muchas veces suscitado por el escándalo que suponía contemplar las condiciones de vida en los establecimientos psiquiátricos. -7Sin embargo, en la segunda mitad del pasado siglo el protagonismo de las propuestas y prácticas asistenciales éticamente fundadas corresponde a las corrientes englobadas en los términos Antipsiquiatría y Psiquiatría Crítica (Basaglia, Cooper, Ramón García, Ronald D. Laing, Th. Szasz, etc.) cuyo papel ha sido expresamente reconocido en el nacimiento de preocupaciones éticas por parte de la psiquiatría oficial6. 6Así lo recuerda Diego Gracia (1998), en el Prólogo a la Guía de «Consentimiento Informado y Psiquiatría» de Sánchez Caro-Sánchez Caro: «Han sido el movimiento antipsiquiátrico, y sobre todo la obra de Thomas Szasz, los que han acabado con el mito de que la enfermedad mental es sinónimo de incapacidad e incompetencia. Haciéndose eco de ese movimiento, la President´s Comision norteamericana estableció en su magnifico informe de 1982, Making y Health Care Decision´s que la enfermedad mental no es por si motivo de incapacidad. Esta actitud considerada y respetuosa con el «movimiento antipsiquiátrico» y en particular con las posiciones de Thomas Szasz se mantiene en otros lugares de la psiquiatría oficial U.S.A. (véase, p. ejem. la Guía de Uso del D.S.M. IV, Allen Frances, M. B. First , H. A. Pincus, versión española de Masson, 1997, págs. 14 y 25), y contrasta con la feroz hostilidad de la psiquiatría europea, cuyo límite fue la moción propuesta del profesor Ey en el Congreso Mundial de Psiquiatría de Méjico, en 1971. (Véase Basaglia F. 1972). Entre nuestros profesionales jóvenes y no tan jóvenes persiste una actitud hostil-despectiva hacia los nombres y los textos de estas orientaciones, desprecio que expresa su ignorancia, tanto del valor de muchas aportaciones teóricas como de las realizaciones prácticas. Alguno de los textos de Laing, como El yo dividido me parecen de conocimiento obligado para cualquier profesional de la especialidad, como las aportaciones de E. Goffman y Foucault a textos colectivos… O publicaciones críticas procedentes del mundo académico más riguroso, como las compiladas por D. Ingleby (1982). En cualquier caso, reitero la importancia fundamental de sus aportaciones prácticas, el modo distinto de entender la relación con los pacientes y sus familias y de ordenar el funcionamiento de los servicios que muestran Basaglia, Cooper o Ramón García. Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 25 Sobre ética y psiquiatría: Una relación controvertida En este momento, más que las producciones teóricas o los procesos de reforma institucional y legislativa de fundamento «crítico» me interesa señalar la naturaleza de la práctica profesional que puede ser calificada de ese modo («crítica») y que se caracteriza por su complejidad y su incomodidad: La relación con el enfermo, internado o no, se establece desde el supuesto de que su condición anterior de persona «no se anula ni se agota» en el encierro ni en la enfermedad, pero «mantener esa posición continuamente presente en el trabajo cotidiano, como principio rector del trato con el otro, destapa la caja de los truenos: Niega la negación del valor de la palabra del interno que funda el manicomio, y al dialectizarlo, obliga a asumir los conflictos hasta entonces en él encerrados y presos, que se hacen públicos» (González, O., 1985) y se manifiestan en otros lugares aparentemente alejados… (la familia, el barrio, el pueblo)… hasta en el seno de las asociaciones profesionales7. La posición crítica, entendida como crítica social y de la propia práctica determina la colaboración o no con el poder, sus modalidades y grados, y en su caso la oposición y la denuncia. La consideración del objeto de nuestra práctica como persona-ciudadano-sujeto impide tanto el trabajo clínico al uso como las intervenciones al margen de su conocimiento y consentimiento, es decir de sus intereses y responsabilidades. 4. Algunos contenidos de los debates y controversias relativos a Ética y Psiquiatría -8Poseen el carácter de contenidos resonantes (por la virulencia de los debates y su extensión fuera de los ámbitos especializados) los relativos a las relaciones sexuales terapeutapaciente, la falsificación de datos en la investigación así 7La vehemencia, e incluso la violencia verbal en los pasillos del XI Congreso de la Asociación Española de Neuropsiquiatría (Málaga, 1971), entre los miembros de la psiquiatría oficial y los «jóvenes airados» de la Coordinadora, pudo influir en la orientación profesional de un entonces psiquiatra en ciernes y hoy autoridad de la Bioética. 26 Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 Sobre ética y psiquiatría: Una relación controvertida como el temor de la población frente a los enfermos mentales abandonados, vivido en los últimos decenios como consecuencia de deshospitalizaciones «salvajes» o escasamente meditadas. Menos resonantes, pero persistentes, son los relativos a la confidencialidad, el consentimiento informado, los internamientos involuntarios, algunas terapias controvertidas, la aceptación de dinero de los laboratorios por parte de los profesionales así como las relaciones intraprofesionales. Comentaré brevemente alguno de ellos para dedicar una extensión mayor a la continuidad asistencial. - Sobre la relación sexual terapeútica paciente, se trata del único principio en que la Asociación Psiquiátrica Americana (A.P.A.) prescribe de modo preciso… «Las actividades sexuales con un paciente no son éticas», con una matización de 1993 que extiende la prescripción a pacientes «actuales o previos». Este criterio recuerda la recomendación freudiana… «la cura debe desarrollarse en la abstinencia», del mismo texto en que al referirse al enamoramiento de la paciente califica la situación como «complicada, inevitable y difícil de resolver». La precisión de género contenida en el texto de Freud de 1915 se corresponde con el hallazgo (Marmor, 1976) de que una aplastante mayoría de estas relaciones habían tenido lugar entre psiquiatras varones y sus pacientes femeninas. La dificultad señalada por Freud se agrava si consideramos el carácter desigual, jerárquico y de dominio que históricamente ha venido informando la relación profesional. Volviendo a la A.P.A., la primera suspensión motivada por transgresión de criterio ético le ocurrió a un profesional en quien se documentó relación sexual con una paciente (años 50). En textos recientes, este problema se sitúa en el marco más general de la explotación de la relación médico-paciente, que puede tener otras dimensiones. La transferencia no solo puede «encarnarse», sino que a veces adquiere la forma de dinero líquido, favor político o legación testamentaria. Y se amplia a otros marcos relacionales, como la relación jefe subordinado, tutor residente, en las diversas formas de reales o supuestos abusos y acosos. - 9 - Sobre la confidencialidad… «Lo que en mi práctica vea u oiga, y lo que fuera de ella supiera en el trato con los hom- Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 27 Sobre ética y psiquiatría: Una relación controvertida bres, no lo difundiré sino que tendré callado y mantenido secreto». Así reza el juramento hipocrático y establece la legislación vigente en nuestro país (Ley 41/02 de 14 de noviembre). Se trata de un principio cuyo respeto es cada vez más difícil y complejo, a veces por imperativo de la misma ley, habitualmente la legislación penal, campo en el que con más frecuencia se produce el conflicto entre la norma ética y el imperativo legal8. La condición de funcionarios públicos de los profesionales, y su actuación testifical y pericial en procesos civiles y penales, dadas las implicaciones jurídicas y laborales de las enfermedades (seguros, bajas, pensiones, imputabilidad, incapacitación y tutela…), así como la complejidad creciente de los procesos diagnósticos y terapéuticos con un número cada vez mayor y diverso de profesionales implicados, los procedimientos de registro y archivo de la información, aumentan el número de quienes tienen acceso a lo susceptible de reserva y secreto. Por otro lado, tanto las técnicas terapeúticas grupales, las reuniones características de las comunidades terapeúticas y el trabajo en la comunidad obligan a sacar a la luz, debatir y compartir informaciones e intervenciones que desbordan las consideraciones éticas tradicionales, centradas en la relación dual terapeuta-paciente. - Consentimiento informado. El objeto tradicional de la intervención médica, un cuerpo fragmentado, sumiso y dependiente, se ha transformado en persona jurídica, sujeto de derechos, capaz, autónomo, dueño de sí y de su cuerpo, que tiene derecho a ser informado y consentir o no las intervenciones sanitarias. En este momento, tanto el Convenio de Oviedo como la Ley 41/02 incluyen la formalización jurídi- 8El Código Penal de 1995 incluye el secreto médico, resolviendo una carencia histórica de la legislación española, pero el legislador se olvida de incluirlo en la Ley de Enjuiciamiento Criminal, que dispensa de la obligación de declarar al abogado del procesado, a los eclesiásticos y a los funcionarios públicos, en razón de su cargo… Esta carencia de dispensa a los médicos abre la posibilidad de exigencia de funciones periciales al médico que atiende a un encausado, conflicto entre ética y legislación de difícil solución, por el momento (González, O., 2003). 28 Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 Sobre ética y psiquiatría: Una relación controvertida ca del referido principio… Que concierne a los enfermos mentales puesto que por ley (Art. 20, Ley 14/86 General de Sanidad y apartado prestaciones de la Ley 13/2003 de cohexión y calidad) están equiparados a los demás enfermos y los servicios especializados deben estar integrados en el sanitario general. La norma número 3 de la Declaración de Madrid es muy precisa al respecto… «El paciente debe ser aceptado en el proceso terapéutico como un igual por derecho propio»… - 10 Son obvias las dificultades de aplicación tanto del principio como de su actual formalización jurídica, dados los siglos de relación desigual, dificultades y resistencias presentes en los dos polos de la relación (González, O., 2006). - La desintitucionalización. La indignación ante la realidad manicomial (encierro, malos tratos, miseria) nutre el impulso ético (más tarde imperativo legal) desinstitucionalizador que, en palabras de P. Amarante (1995) «es una manifestación ética desde el momento que se ejercita para conseguir el reconocimiento de nuevos sujetos de derecho y de nuevos derechos para los sujetos, de nuevas posibilidades de ser sujetos, para aquellos que fueron convertidos en objetos por el saber y la práctica científicas»… No nos referimos a desintitucionalizaciones salvajes, producto de la moda, de imperativos económicos (muchas veces inmobiliarios) o de otras compulsiones destructivas y desmanteladoras. Incluso procesos inicialmente bien fundados, pensados y aceptablemente dotados, con logros indudables, no dejan de tener efectos perversos, y el esfuerzo dirigido a restituir derechos fundamentales (de los internados en los manicomios, privados de libertad, de los ciudadanos todos con escasos recursos asistenciales), acaba conculcando otros. En este sentido es sumamente esclarecedora la lectura del Informe del Defensor del Pueblo Andaluz cuando, en 1996, se refiere a la situación de los enfermos crónicos… «es cierto que el sistema manicomial quedó atrás, pero la transgresión de los derechos humanos aunque reducida, no ha sido eliminada, sino que se ha transformado. Lo que en la época anterior constituía una transgresión y desprotección jurídica por acción, hoy es por omisión». Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 29 Sobre ética y psiquiatría: Una relación controvertida - La relación con la industria farmaceútica. En otro lugar (González, O., 1999) he señalado que «el problema ético central de la profesión, en este momento histórico, es su actitud pasiva y sumisa ante los imperativos de la industria, las finanzas y el mercado que, a mi entender, ha desbordado todos los límites, y no solo los éticos»… «Las técnicas de promoción y venta focalizadas en el médico (prescriptor) han desbordado lo imaginable y seguramente lo tolerable». - 11 En los últimos años esta particular relación entre la industria farmaceútica y los médicos ha provocado debates tanto resonantes como persistentes en los medios de comunicación, en sedes parlamentarias y judiciales y, por supuesto, en las publicaciones profesionales. En varias ocasiones me he referido a las observaciones de Paulo Amarante (1995) cuando alude a la «interferencia descontrolada de la industria farmaceútica en la investigación, en los eventos o en las prácticas de la salud mental y asistencia psiquiátrica… una política industrial de consumo donde el mercado dicta las normas de la política de salud». Benedetto Saraceno (1993) analiza con detenimiento y claridad las relaciones entre el productor de informaciones y el prescriptor, y el modo como se obstaculiza cualquier proceso crítico9 Santiago Lamas (1993) nos ha hecho una excelente síntesis de la obra de David Healy, simultánea a un notable reportaje de Fuller Torrey… y Ray Moynihan coordinó un número especial del British Medical Journal (B.M.J.) de 31 de mayo de 2003 («La hora de desenredar a los médicos de las compañías far- 9Dice, entre otras cosas B. Saraceno:… «la extrema pobreza de actitud critica» y la «aceptación pasiva de la información» se debe: a) al poder económico de la empresa farmaceútica que determina una difusión poderosa, extensa y capilar de una información distorsionada o simplificada, b) el poder económico de la industria farmaceútica determina una complicidad intelectual de muchos líderes que producen información, c) el poder económico de la industria farmaceútica determina estrategias informativas simplificadas, tranquilizantes y apetitosas tanto para el prescriptor como para el paciente... d) el poder cultural y los condicionamientos económicos de las instituciones privadas o públicas de investigación farmacológica determinan una producción de investigaciones, las cuales, a pesar de ser impecables desde el punto de vista metodológico, son repetitivas, autorreproductivas e irrelevantes para la salud pública». 30 Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 Sobre ética y psiquiatría: Una relación controvertida maceúticas») con una portada ciertamente llamativa, en que muestra diversos modos de relación entre cerdos (médicos prescriptores) y reptiles (representantes de los laboratorios, armados de bolígrafo y talonario). El periodista Jörg Blech en su librito Los inventores de enfermedades (ediciones en español desde enero de 2005) nos ilustra cómo trabajan «los inventores de enfermedades» (a escondidas) y «cómo nos convierten en enfermos». En nuestro país es llamativa la falta de pronunciamientos críticos desde los ámbitos profesionales de la especialidad, si se exceptúa a la Asociación Española de Neuropsiquiatría y algunas de las federadas (Andaluza, Galega de Saúde Mental) con análisis y denuncias recogidos en la prensa general y especializada (Rev. de la A.E.N., Maristán, SisoSaúde, Psiquiatría Pública mientras existió…). La Fundación Instituto Catalán de Farmacología, dirigida por JoanRamón Laporte es otra de las excepciones, con unas publicaciones y pronunciamientos que sólo se pueden calificar de ejemplares desde el punto de vista ético, y que, como toda ética práctica depara consecuencias desagradables y penosas para quien así se comporta. - 12 - Ética y continuidad asistencial. La continuidad asistencial y de cuidados supone la noción de sujeto como unidad psicofísica, articulador de sus múltiples identidades y relaciones sociales, en cada momento y en su desarrollo temporal. Lo que implica la necesidad de analizar su conducta (eventualmente síntomas y síndromes clínicos) en su contexto, en la medida que su significado (sus significados) va indisolublemente unido al contexto, al lugar del significante en la cadena de signos. En el plano terapéutico, lo mismo: el tratamiento, cualquier clase de tratamiento es sólo una parte de un complejo entramado de relaciones y de intervenciones, propias y de la red social, que se entrelazan con los hechos fortuitos y con los acontecimientos de la vida. El tratamiento es un elemento más que viene a añadirse a esos «procesos naturales» (R. Wille, 1982). A la continuidad como cualidad positiva de la intervención, como valor, se opone la discontinuidad, producto de la fragmentación, fragmentación que se produce y manifiesta en diversos planos y niveles. Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 31 Sobre ética y psiquiatría: Una relación controvertida En primer lugar fragmentación en las unidades y servicios. Los agudos frente a los crónicos, el ambulatorio frente al hospitalario, la primaria frente a la especializada, lo sanitario frente a lo social. Por un lado los ancianos, por otro los deficientes, más allá los toxicómanos, y las anoréxicas aparte, que no están locas… Unidades para los trastornos límite, otras para los esquizofrénicos resistentes… «Para cada grupo o subgrupo ha de haber no un programa, sino una unidad, un servicio, una especialidad o subespecialidad, como mínimo un master y un protocolo. Y si no son posibles servicios públicos, mejor, se conciertan, que en el ámbito privado hay residencias asistidas y sin asistencia, para deficientes, drogadictos y diversas modalidades de ancianos (González, O., 1998). - 13 En segundo lugar la fragmentación del sujeto, empezando por la ruptura de la unidad psicofísica. En la atención corporal el paciente es poco más que una suma desarticulada de órganos y aparatos, como muestra la asistencia que se presta en algunas plantas de hospitalización, que llega a lo inadmisible y grotesco en pacientes ancianos y/o pluripatológicos, abrumados por la cantidad de profesionales que intervienen sobre su cuerpo cada día, que ninguno es su médico, obligados a tomar decenas de pastillas, producto de la suma de las prescripciones en que acaban los informes de interconsulta. En la atención psicológica y de salud mental las cosas no está mejor, empezando por el pleito entre psiquiatras y psicólogos y los diversos objetos y formas de intervención de las diversas escuelas y orientaciones de una y otra profesión. En tercer lugar las separaciones y las divisiones en los planos administrativo y de gestión. La primera y principal la distancia entre el organismo que paga y el que gasta ( entre la financiación y la provisión según el lenguaje al uso). Cuanto más aumenta la distancia entre uno y otro, más aumenta el gasto ( que es, en realidad, de lo que se trata). O la separación entre programados y gestores y los clínicos y resto del personal de a pie. Los primeros suelen aludir y recurrir a modelos y experiencias foraneos, que tratan de imponer de modo descontextualizado, olvidando la adver- 32 Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 Sobre ética y psiquiatría: Una relación controvertida tencia de Clausewitz: «Las doctrinas militares tienen que ser producidas por el ejército que va a usarlas porque la copia indiscriminada resulta siempre un grave error». O la competitividad como orientación de la actividad de los servicios, como si fueran supermercados, que impone la disputa permanente e impide, o al menos dificulta seriamente, cooperar y compartir. En otros momentos y lugares ha calificado esa dinámica fragmentadora como compulsión de escisión (González, O. 1988). Charles Boelen, en su documento de trabajo de la O.M.S. (2001) relativo a la propuesta Toward Unity For Health (T.U.F.H.), A.U.P.A.S. o Actuando Unidos Para la Salud, en castellano, decía que la fragmentación en la provisión de servicios de salud no es sólo una realidad estática, sino un fenómeno galopante, señalando las divisiones entre la atención individual y los servicios comunitarios, entre los aspectos económicos y sociales de la salud, entre la atención curativa y la preventiva, etc. La lógica del capital, del movimiento del dinero, del lucro y la codicia imponen «enfoques analíticos para la resolución de problemas»… que usan la ciencia y la tecnología y olvidan los enfoques holísticos basados en las ciencias epidemiológicas y sociales… actuaciones contra la enfermedad en vez de para la salud, organización de los servicios según la conveniencia de los profesionales en vez de considerar las expectativas y necesidades de la gente… Fuerza de trabajo impulsada por la empresa privada, la competencia, el consumismo y el pago por servicio». El bienestar del accionista a expensas del paciente como decía Chodoff. Este es el centro del conflicto ético. - 14 La continuidad asistencial sólo puede garantizarse con la integración sociosanitaria. Además de algunas experiencias voluntaristas, ejemplares, en el ámbito de la atención primaria o en los primeros momentos de las reformas psiquiátricas, la propuesta más consistente, en los últimos años, es el referido programa T.U.F.H. o A.U.P.A.S. de la O.M.S., donde la gestión integrada trata de incluir atención primaria, Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 33 Sobre ética y psiquiatría: Una relación controvertida especializada, salud pública, servicios sociales y comunidad de vecinos10. 4. La dimensión colectiva. Más allá de la Ética Los principios éticos tradicionales de beneficiencia, no maleficencia y autonomía se refieren al sujeto individual, y suponen que el objeto de la medicina es el individuo, su cuerpo. Gustavo Bueno (op. cit.), p. ejemplo afirma que la medicina siempre va referida al cuerpo individual y reduce la llamada medicina social a la administración de la medicina en un contexto jurídico, lo que no es cierto. Existen concepciones de la salud y la enfermedad, así como objetos de intervención y procedimientos que siendo médicos, son colectivos, y que suponen una diferencia de plano, un salto epistémico respecto a la concepción individual. El objeto de la Epidemiología son las poblaciones humanas, la frecuencia y distribución de la enfermedad en las mismas y el estudio de los factores que las determinan. Las intervenciones preventivas suponen objetos colectivos y en su mayoría son intervenciones sobre el medio, bien material, bien social: La intervención sobre las fuentes de Londres sugeridas por Snow a mediados del s. XIX tuvo un efecto inmediato en la disminución de los casos de cólera en la población, antes de conocer su origen bacteriano. O la prevención de la pelagra a través de medidas dietéticas propuesta por Goldberger a comienzos del s. XX, sin conocer su origen carencial… El control sanitario de los alimentos, el tratamiento del agua de bebida, suponen procedimientos sanitarios, médicos a la vez que colectivos, sin referirse primariamente al cuerpo del enfermo. - 15 Me interesa señalar los objetos colectivos de análisis e intervención, p. ejem. el hospital en su globalidad, o la sala o 10Las dificultades de funcionamiento integrado en la comunidad, dadas las diferentes dependencias administrativas de los profesionales, se corresponden con la actitud «de las cúpulas»: Diario Médico del miércoles 15 de marzo de 2006 subraya como «nueve comunidades rechazan de plano la reunificación de sanidad y servicios sociales», a excepción de Cantabria donde ya están unidos. 34 Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 Sobre ética y psiquiatría: Una relación controvertida unidad en que se trabaja en la orientación de Comunidad Terapeútica, o los grupos terapéuticos, o las intervenciones comunitarias que implican a personas e instituciones de la red social de los pacientes. En todo estos contextos las orientaciones éticas tradicionales deben ser replanteadas. La tradicional controversia sobre la relación sexual terapeutapaciente se trasforma en la complejidad del manejo de necesidades y deseos de tratados y tratantes, de cuidadores y cuidados en las instituciones en que conviven, más duros y más difíciles de abordar conforme más cerrada y «total» sea la institución. Recuérdese p. ejem. las denuncias y evidencias de abusos sexuales en las prisiones y en los centros correccionales. Algo parecido ocurre con la confidencialidad. Tanto la dinámica grupal (sean grupos de psicoterapia o reuniones de sala) como el trabajo en y con la comunidad significan compartir y debatir lo que en la relación dual puede permanecer secreto. Únicamente el principio tradicional de justicia, en tanto que demanda una distribución equitativa de los recursos como fundamento de la salud, conduce a la Ética Médica, a través de la Moral, el campo jurídico, es decir, social, económico y político11. Huelva, septiembre de 2006 11Hay quien niega la distinción entre Ética y Moral. Es común la diferenciación atendiendo a su objeto, que sería la vida humana individual en el caso de la Ética y los grupos humanos en el caso de la Moral. Para otros, en fin, la Ética sería la ciencia de la Moral y esta la práctica de Ética. Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 35 Sobre ética y psiquiatría: Una relación controvertida Bibliografía 1. Amarante, P. (1995). «Algunas reflexiones sobre ética. 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Resumen La distonía psicógena es un trastorno poco frecuente caracterizado por el inicio rápido de los síntomas que no puede ser atribuido directamente a una lesión o disfunción del sistema nervioso y que en muchos casos deriva de causas psicológicas o psiquiátricas. Esta revisión se inicia con una descripción de los aspectos clínicos de la distonía psicógena, seguida de la exposición del diagnóstico diferencial y del tratamiento. La distonía psicógena representa un territorio clínico que solapa tanto la psiquiatría como la neurología. Palabras clave: Psicógeno. Distonía. Diagnóstico. Tratamiento. Summary Psychogenic Dystonia is a rare condition characterized by sudden onset of symptoms that cannot be directly attributed to a lesion or dysfunction of the nervous system and which are derived in most cases from psychological or psychiatric causes. This review begins with a description of the clinical features of Psychogenic Dystonia, followed by an exposition of differential diagnosis and treatment. Psychogenic Dystonia represent a clinical territory that overlaps both psychiatry and neurology. Key words: Psychogenic. Dystonia. Diagnosis. Treatment. Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 41 Distonía psicógena Introducción La distonía está considerada como uno de los trastornos del movimiento más difíciles de diagnosticar debido, entre otros factores, a su escasa incidencia; a su gran variabilidad en la velocidad de contracción, por lo que a menudo suele confundírsela con corea, temblor, mioclonus, etc.; a su gran número de causas y, sobre todo, por carecer de pruebas o exploraciones objetivas que lo confirmen. Si a esto añadimos que los trastornos psicógenos del movimiento pueden imitar cualquier tipo de movimiento involuntario anómalo, no debe extrañarnos la facilidad con la que se pueden cometer errores diagnósticos ya sea por calificar de «psicógeno» lo neurológico o de neurológico lo psicógeno, con las consiguientes repercusiones a la hora de abordar su manejo y tratamiento adecuados. Por tanto, su diagnóstico supone un reto pues estamos ante un tema a caballo entre la Neurología y la Psiquiatría con la peculiaridad de que el calificativo «psicógeno» esconde un diagnóstico neurológico pero cuyo tratamiento no es neurológico sino psiquiátrico. Nos proponemos revisar desde la clínica psiquiátrica algunos de los aspectos más destacados de este cuadro clínico para su mejor conocimiento y, por tanto, para su diagnóstico más preciso. Concepto de distonía El término distonía fue acuñado por Oppenheim en 1911 cuando denominó como distonia musculorum deformans a una forma de distonía generalizada de inicio en la infancia. El término distonía se refiere tanto a los movimientos musculares descritos como a un síndrome producido por gran número de patologías. En opinión de Dewey (1) la distonía es un trastorno del movimiento caracterizado por la contracción muscular involuntaria según un patrón anormal. Esta activación anormal de los músculos causa torsiones, giros, flexiones o compresión de partes del cuerpo. La contracción muscular tiene un patrón específico que da como resultado posturas anormales. 42 Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 Distonía psicógena La contracción muscular distónica implica la contracción simultánea de grupos musculares opuestos. Al principio se presenta solamente con la acción pero con el tiempo aparece ya en reposo. La contracción muscular anómala continua a menudo es dolorosa. Los complejos patrones de activación muscular vistos en la distonía indican función cerebral alterada. Clasificaciones de la distonía La distonía puede clasificarse de varias formas: 1. Según la edad de inicio: infantil; del adulto. 2. Según la etiología: primaria; secundaria. 3. Según la distribución corporal: generalizada; segmental; focal. 4. Según genética. De ellas nos interesan la etiológica y según la distribución corporal: Según etiología: 1. Primaria: no se objetiva lesión cerebral; abarca formas tanto genéticas como esporádicas; es el tipo más común tanto en niños como en adultos. 2. Distonía y Síndromes: distonía con parkinsonismo; distonía con mioclonus. 3. Secundaria: debida a lesiones cerebrales identificables como tumores, traumas, tóxicos, infecciones, malformación congénita, fármacos, etc. 4. Enfermedades heredodegenerativas. 5. Distonía psicógena: distonía secundaria a trastorno psicológico/psiquiátrico. Según distribución corporal: 1. Focal (afecta a una única parte del cuerpo): ojos (blefaroespasmo); boca (distonía oromandibular); laringe (disfonía espasmódica); cuello (distonía cervical o tortícolis espasmódica); mano, brazo (calambre del escribiente; distonía ocupacional; distonía de los músicos, de embocadura). 2. Segmental: implica a dos o más partes corporales contiguas: craneal (dos o más partes de la musculatura de cráneo y cuello afectadas); axial (afectación de cuello y tronco); braquial (un brazo y axial; ambos brazos, +/- Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 43 Distonía psicógena cuello, +/- tronco); crural (una pierna y el tronco; ambas piernas +/- tronco). 3. Multifocal: dos o más partes no contiguas. 4. Generalizada: combinación de distonía segmental crural con cualquier otro segmento. 5. Hemidistonía: afectación de brazo y pierna del mismo lado. Distonía psicógena Desde el punto de vista psiquiátrico la distonía pertenece a los trastornos psicógenos del movimiento. Williams et al (2) los definen como aquellos trastornos del movimiento que no pueden ser completamente explicados por ningún síndrome orgánico conocido y cuya presencia se basa en evidencias clínicas disponibles que provienen de factores psicológicos y/o psiquiátricos. Thomas y Jankovic (3) los definen como trastornos del movimiento hiper o hipocinéticos, a menudo asociados a trastornos de la marcha, los cuales no pueden ser directamente atribuidos a una lesión o a un trastorno del sistema nervioso y que en la mayoría de los casos provienen de causa psicológica o psiquiátrica. Para Thomas y Jankovic (3) los trastornos psicógenos del movimiento incluyen temblor, distonía, parkinsonismo, mioclonus, tics, trastornos de la marcha e incluso algunas formas poco frecuentes como las discinesias paroxísticas. La distonía y el temblor constituyen una de las manifestaciones más comunes de los trastornos del movimiento de origen psicógeno; según Williams et al (2) la distonía representa el 54% y según Factor et al (4) el 18%. La distonía psicógena es más frecuente en mujeres con una proporción de 20:2 siendo la edad de inicio variable, entre los 8 y los 58 años. En general, las formas paroxísticas tienden a manifestarse más tardíamente que las fijas. En los hombres también tiende a manifestarse más tardíamente que en las mujeres. La duración media de los síntomas desde que se inician hasta que acuden a consulta es de 3,8 (+-) 6,9 años (de 2 meses a 30 años). En la clínica neurológica los trastornos psicógenos del movimiento oscilan entre 2.6% de Snyder y Strain (5) hasta el 25% de Schepank et al (6). Fahn y Williams (7) en 1988 y Williams et al (2) en 1995 los encuentran distribui- 44 Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 Distonía psicógena dos de la siguiente manera: distonía (53%); temblor (13%); trastornos de la marcha (9%); mioclonus (2%); blefarospasmo y movimientos faciales (2%); parkinsonismo (1.9%) y tics (1.3%). Para Miyasaki et al (8) los tipos predominantes de trastornos psicógenos del movimiento son los siguientes: temblor (32.8%); distonía (25%); mioclonus (25%); parkinsonismo (6.1%); trastornos de la marcha (10.9%). Factor et al (4) han estimado que el 3.3% de los pacientes con trastornos del movimiento fueron diagnosticados de trastorno psicógeno del movimiento. Para Scott (9) los casos de distonía psicógena alcanzaron el 12% mientras que Reich (10), más recientemente, ha informado que en torno al 3% de los pacientes consultados en neurología presentan trastornos psicógenos del movimiento. Fisiopatología A día de hoy se desconoce cuál es el problema cerebral subyacente en la distonía; por una parte, los estudios de imagen cerebral son normales en las formas primarias de distonía; por otra parte, los estudios patológicos del cerebro postmortem no muestran anomalías. Sin embargo, existen dos opiniones acerca del tipo de anomalía: según algunos autores como Dewey (1) la distonía es debida a una alteración a nivel de los neurotransmisores cerebrales: como resultado de los cambios bioquímicos, los ganglios de la base producen contracciones musculares anómalas. McNeill (11) va más allá pues en su opinión la investigación está demostrando que ciertos trastornos psiquiátricos primarios están asociados a anomalías fisiológicas de los ganglios de la base lo que conduce a la hipótesis de que una anomalía neurobiológica común podría causar tanto la distonía como la psicopatología comórbida. La otra corriente está representada por Espay et al (12) cuando opinan que la fisiopatología de la distonía psicógena no ha sido bien estudiada, sin embargo un creciente número de trabajos sugiere que el aporte sensorial anormal de los movimientos repetitivos pueden conducir a cambios plásticos corticales. La inhibición reducida cortical y espinal está bien documentada en la distonía orgánica. Mediante el examen de pacientes con distonía psicógena parten de la hipótesis de que el aporte sensorial alterado asociado con una Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 45 Distonía psicógena postura anormal puede ocasionar anomalías similares. Para ello comprueban los circuitos inhibitorios espinales y la actividad cortical asociada a los movimientos voluntarios en 10 pacientes con distonía psicógena clínicamente definida, en 8 pacientes con distonía orgánica y en 12 sujetos-control sanos, encontrando, por una parte, que la inhibición espinal recíproca del antebrazo estaba reducida en la distonía psicógena y, por otra parte, que la distonía psicógena y la orgánica comparten anomalías fisiológicas similares. Los hallazgos previos de excitabilidad cortical y espinal anormales en la distonía orgánica pueden, en parte, ser consecuencia y no causa de distonía. Por el contrario, los resultados de Espay et al (12) pueden representar anomalías endofenotípicas que predisponen a ambos tipos de distonía. Clínica Fahn y Williams (7) en 1988 propusieron una serie de signos que sugieren la existencia de una distonía psicógena: Síntomas N Frecuencia (%) 18 86 Inicio con distonía de reposo 11* 79 Falsa debilidad 14 67 Dolor espontáneo o en movimientos pasivos 9 43 Múltiples somatizaciones 8 38 Temblores extraños u otros movimientos 7 33 Debilidad súbita 6 29 Cambios sensoriales falsos (p.ej.: ceguera) 5 24 Movimientos incongruentes con distonía 46 Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 Distonía psicógena Excesiva lentitud en los movimientos voluntarios 5 24 Sensibilidad al roce 4 19 Movimientos elaborados inducidos por sobresalto 2 10 (*11 casos de 14 con distonía contínua) Sin embargo, no son estos los únicos síntomas sugestivos de distonía psicógena pues ciertas características de la historia o de la exploración (Williams et al, 2; Lang, 13; Anderson, 14) pueden ayudarnos a distinguir la distonía psicógena de la orgánica: - Mujer joven. - Profesión sanitaria. - Ausencia de antecedentes familiares. - Factores predisponentes: no siempre evidentes. - Historia de inicio brusco, a menudo sin un claro acontecimiento precipitante. - En el adulto, inicio de los síntomas en los miembros inferiores con distonía de reposo. - La distribución de los síntomas no coincide con la causada por lesiones anatómicas descritas. - Incongruencias específicas: ausencia de temblor distónico; ausencia de punto nulo; ausencia de trucos modificadores de la sensibilidad. - Los síntomas desaparecen cuando el paciente está distraído o cree que no está siendo observado. - La incapacidad causada por los síntomas es selectiva: capaz para algunas cosas e incapaz para otras. - Incapacidad para activar por mandato los mismos músculos, pero contraen los antagonistas. Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 47 Distonía psicógena - Resistencia a los movimientos pasivos, semejante a la contracción muscular voluntaria. - Atrofia muscular o contracturas articulares como cambios secundarios debidos a la falta de uso o al mantenimiento prolongado de una postura tónica. - Los síntomas no responden a los fármacos recomendados como tratamiento de dichos trastornos del movimiento; posible respuesta paradójica a modificaciones de tratamientos no típicos de los trastornos del movimiento (p.ej.: un temblor que responde a medicación analgésica). - Evidencia de ganancia secundaria: pleito, compensación económica, etc. - Ausencia de alteraciones objetivas en las pruebas de laboratorio, de imagen y fisiológicas. - Autolesiones. - Crisis «convulsivas». - Ausencia de gestos antagonistas. - Curso variable a lo largo del tiempo. - Empeoramiento paroxístico en el 50% de los casos. - Respuesta al placebo. - Remisión espontánea. - Remisión por sugestión. - Rechazo de la etiología psicógena por parte del paciente. Shaibani y Sabbag (15) encuadran a los trastornos psicógenos del movimiento en el grupo de los síndromes pseudoneurológicos junto a la pseudoparálisis, los síndromes psicosensoriales (por ejemplo: sordera, anestesia), las convulsiones psicógenas, el pseudocoma, la marcha histérica, los síndromes pseudoneuro-oftalmológicos y la afonía histérica, por lo que también puede ser de utilidad conocer las características comunes que proponen para su diagnóstico: preci- 48 Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 Distonía psicógena pitados por el estrés; aparición o empeoramiento en presencia de terceros; signos de otros trastornos psiquiátricos (ataque de pánico, depresión); personalidad histriónica; historia de múltiples intervenciones quirúrgicas (apéndice, vesícula biliar, adherencias, pinzamiento neural); ausencia de daño evidente a pesar de caídas o «ataques»; negación o rechazo de la etiología psicológica de los síntomas; reflejos, tono muscular, reacción pupilar, etc., normales; los síntomas persisten a pesar del tratamiento médico específico; alexitimia; el paciente describe sus síntomas de forma vaga, extraña, inconsistente; sorprendentes inconsistencias al repetir exploraciones; distribución no anatómica de las alteraciones. Comorbilidad La distonía psicógena puede presentarse en el curso de: 1. Los trastornos somatoformes (trastorno de conversión y trastorno de somatización): los síntomas físicos están ligados a factores psicológicos y la producción sintomática no depende del control voluntario. 2. Los trastornos facticios: los síntomas físicos son producidos de forma intencionada debido a una necesidad psicológica. 3. La simulación: producción voluntaria de los síntomas con el fin de obtener ganancia secundaria. En su casuística, Williams et al (2) y Ford et al (16) encontraron un 75% de trastornos de conversión, 12,5% de trastornos de somatización, 8,3% de trastornos facticios y 4% de simulación. Aparte de los trastornos somatoformes, facticios y simulación, pueden estar presentes otros trastornos psiquiátricos. La depresión es la manifestación más frecuente en la distonía y en otros trastornos psicógenos del movimiento: Lempert et al (17) encontraron depresión en el 38% y personalidad histriónica en el 9% de los 390 pacientes con trastornos neurológicos psicógenos. Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 49 Distonía psicógena La coexistencia de diagnósticos psiquiátricos es habitual entre este tipo de pacientes. Para Feinstein et al (18) los diagnósticos de ansiedad y depresión estaban presentes en el 38.1% y en el 19.1% de los casos, respectivamente; otros diagnósticos fueron: trastorno de adaptación (9.5%); trastorno esquizoafectivo (2.4%); trastorno bipolar (2.4%) y consumo excesivo de alcohol (2.4%) o de tranquilizantes (2.4%). Para Thomas et al (19) la comorbilidad psiquiátrica resultante fue: depresión (49.4%); ansiedad (20.2%); ideas de suicidio (5.6%); cólera (4.5%); ataque de pánico (2.2%). En opinión de McNeill (11), la epidemiología de los trastornos psiquiátricos comórbidos no está bien estudiada pues se basa en estudios reducidos con grupos de pacientes muy seleccionados. Según este autor existen datos epidemiológicos que proporcionan una visión general de los tipos de trastornos psiquiátricos que ocurren en la distonía: por lo que respecta a la distonía cervical, entre el 65% y el 75% de los pacientes manifiestan al menos un trastorno psiquiátrico, siendo la depresión unipolar el diagnóstico más común (47%). Una proporción menor de estos pacientes tienen trastornos de ansiedad (trastorno de pánico, 29.5%; fobia social, 41.3%) y trastorno obsesivo-compulsivo (6.8%-19.7%). También se ha observado una alta prevalencia de depresión en el blefarospasmo (37%), en la distonía axial (33%) y en la distonía secundaria a accidente vascular cerebral (20%). Finalmente, la distonía aparece asociada también con el consumo de sustancias tóxicas (13%). Según este autor, los estudios realizados avalan la hipótesis de que los trastornos psiquiátricos en la distonía son la consecuencia tanto de anomalías neurobiológicas subyacentes como de factores psicosociales asociados a la incapacidad y a la alteración fisionómica. Es de señalar que el trastorno psiquiátrico precede al inicio de la distonía en torno al 40% de los casos, lo cual sugiere que los estudios citados pueden incluir casos de distonía psicógena y trastornos psiquiátricos coincidentes como «comórbidos», sobreestimando por tanto la prevalencia de la psicopatología comórbida en los pacientes distónicos. A pesar de ello, dado que la distonía psicógena es rara en opinión de Factor et al (4) y dado que la prevalencia de la psicopatología en la distonía es muy superior a la de la pobla- 50 Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 Distonía psicógena ción general (de 3 a 6 veces más), una proporción significativa de los trastornos psiquiátricos en la distonía deben ser comórbidos (por ejemplo, una consecuencia del trastorno del movimiento). La evidencia de la importancia clínica de la psicopatología comórbida en la distonía proviene de los estudios socio-epidemiológicos de Butler et al (20), quienes demostraron que los trastornos psiquiátricos comórbidos pueden exacerbar tanto indirecta como directamente la dificultad que sufren los pacientes con distonía. Esto se refiere a que muchos pacientes sufren un síndrome del círculo vicioso, donde el inicio de la distonía causa la aparición de ansiedad y depresión que pueden aumentar el espasmo muscular el cual, a su vez, aumenta la dificultad funcional… Además, parecen existir evidencias de que es la presencia de los trastornos psiquiátricos comórbidos y no la gravedad del trastorno del movimiento quien determina la morbilidad total en la distonía. Según McNeill (11), a pesar de la importancia clínica de la psicopatología comórbida, no existen unos criterios específicos para el manejo de los trastornos psiquiátricos en la distonía mientras que el tratamiento se basa en el de los pacientes no distónicos. Diagnóstico Todos los autores reconocen que la distonía psicógena es difícil de diagnosticar puesto que no hay pruebas objetivas concluyentes que permitan verificarla. Sin embargo, ciertos indicios a partir de la historia clínica y del examen neurológico deberían conducir al clínico a sospechar de dicho diagnóstico. Para ello Fahn y Williams (7) en 1988 propusieron 4 niveles o grados de certeza diagnóstica para la distonía psicógena: 1. Distonía psicógena documentada. 2. Distonía psicógena clínicamente establecida. 3. Distonía psicógena probable. 4. Distonía psicógena posible. Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 51 Distonía psicógena 1. Distonía psicógena documentada Los síntomas distónicos tienen que ser completamente aliviados por la psicoterapia, por la sugestión psicológica incluida la fisioterapia, bien por la administración de placebos, bien porque el paciente sea sorprendido libre de síntomas cuando está solo y cree que no es observado. Este último hecho es de capital importancia a la hora de demostrar la distonía psicógena en los simuladores o con trastorno facticio pues tales pacientes no obtendrían alivio de los síntomas mediante las manipulaciones de examinador. El grado de remisión es brusco y repentino en los primeros días de sugestión o tratamiento con placebo. 2. Distonía psicógena clínicamente establecida: La distonía no concuerda con el tiempo o es incongruente con la distonía clásica. Aparte de esto existen manifestaciones adicionales que ayudan a establecer el origen psicógeno: - Están presentes otros signos neurológicos psicógenos como la falsa paresia, falsas alteraciones sensoriales y autolesiones. - Somatizaciones múltiples. - Presencia de trastorno psiquiátrico evidente. 3. Distonía psicógena probable: Clasifican a los pacientes con distonía psicógena probable en tres categorías: - Aquellos pacientes cuyos movimientos distónicos no concuerdan o son incongruentes con la distonía clásica pero no presentan otras características que apoyen el diagnóstico de distonía psicógena. - Aquellos pacientes cuyos movimientos distónicos concuerdan y son congruentes con la distonía orgánica pero que también presentan otros signos neurológicos indudablemente psicógenos (p.ej.: falsa paresia, falsas alteraciones sensoriales, autolesiones). - Aquellos pacientes cuyos movimientos distónicos son concordantes y congruentes con la distonía orgánica, pero presentan somatizaciones múltiples. 52 Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 Distonía psicógena Las dos últimas subdivisiones contienen manifestaciones psiquiátricas que hacen sospechar al clínico de la psicogenicidad de los movimientos distónicos pero por sí mismos son insuficientes para conferir un alto grado de certeza al diagnóstico de distonía psicógena. 4. Distonía psicógena posible Podemos sospechar que los movimientos distónicos son psicógenos si está presente un evidente trastorno emocional pero aquellos no son tan sugestivos como los hallazgos psiquiátricos citados anteriormente. Para calificarla como distonía psicógena posible los movimientos distónicos deben ser concordantes y congruentes con la distonía orgánica. A pesar del amplio y constante consenso alcanzado desde su publicación en 1988, hasta fecha reciente ningún autor se había planteado comprobar la validez de dichos criterios diagnósticos: Shill y Gerber (21) han buscado la sensibilidad y la especificidad de los criterios propuestos por Fahn y Williams (7) para los trastornos psicógenos del movimiento y llegan a la conclusión de que dichos criterios diagnósticos son sencillos de aplicar y tienen una alta sensibilidad y especificidad, lo cual confirma su vigencia. Exploraciones Complementarias Si bien no forman parte de los métodos psiquiátricos habituales de diagnóstico, interesa tenerlas en cuenta pues permiten excluir algunas de las causas: 1. Laboratorio: análisis de sangre (hemograma, VSH, acantocitos en sangre periférica, dosage de hexosaminidasa, bgalactosidasa y arilsulfatasa A; glucemia, creatinina, GOT, GPT, fosfatasa alcalina, monograma, coagulograma, ceruloplasmina, electroforesis de proteínas séricas, VDRL, ELISA anti-VIH, factor reumatoide, FAN, alfafetoproteína). Orina: bioquímica, aminoácidos, sedimento urinario, excreción de cobre en orina de 24 horas); cromatografía para oligosacáridos y mucopolisacáridos. 2. Punción lumbar con análisis de LCR (proteínas, glucosa, citometría, citomorfología, electroforesis de proteínas, búsqueda de bandas oligoclonales, inmunoglobulinas e índice de síntesis intratecal de inmunoglobulinas, VDRL). Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 53 Distonía psicógena 3. Potenciales evocados: motor, somatosensitivo, auditivo y visual; EEG; Electromiografía y estudio de la conducción nerviosa. 4. Radiografía simple de tórax y de la columna vertebral; TAC craneal y RMN. 5. Examen oftalmológico para descartar anillo de KayserFleischer. Cuestionarios: La revisión bibliográfica ha permitido averiguar que pueden utilizarse las habituales escalas de depresión y ansiedad, SCID I y SCID II; los cuestionarios de personalidad (MMPI-Minnesota Multiphasic Personality Inventory; IPDE - Examen Internacional de los Trastornos de la Personalidad), test de Othmer y DeSouza para la detección del Trastorno de Somatización, etc. En opinión de Vargas et al (22), el diagnóstico de distonía psicógena se basa fundamentalmente en la negatividad de las exploraciones y en la incongruencia e inconsistencia de los hallazgos clínicos, con el apoyo de la evaluación psicológica y de acuerdo con los citados criterios de Fahn y Williams (7). Diagnóstico diferencial Para Burn (23) la clave del éxito del diagnóstico y manejo de un paciente con trastorno del movimiento radica en establecer la fenomenología del problema. Por tanto, a la hora de diagnosticar la distonía debemos tener presentes: 1. Trastornos neurológicos del movimiento Mioclonía: contracciones musculares rápidas, de tipo shock, que producen movimientos involuntarios breves y repentinos de una extremidad o de una parte del cuerpo. Parkinsonismo: síndrome clínico en el que destaca la bradicinesia como síntoma principal, casi siempre acompañado de rigidez y temblor. Discinesia: cualquier movimiento involuntario, casi siempre referido a corea y distonía fármaco-inducidas. 54 Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 Distonía psicógena Temblor: movimiento oscilatorio rítmico e involuntario de una parte del cuerpo; se clasifica según aparezca en reposo, postural, con el movimiento o intencional. Corea: movimiento involuntario rápido, irregular, semiintencionado y predominantemente distal (el paciente puede parecer inquieto o impaciente). Balismo: movimiento proximal, de gran amplitud, a menudo violento, del tipo de arrojar y golpear; a menudo unilateral y puede resolverse a través de una fase coreica (monobalismo, hemibalismo, parabalismo o bibalismo). Tic: movimiento brusco espasmódico no rítmico (tic motor) o sonoro (tic vocal) que se puede interrumpir temporalmente; los tics pueden ser simples o complejos. Estereotipia: movimientos voluntarios sin propósito definido ejecutados de forma uniforme a expensas de otras actividades (retorcer las manos, aplaudir). 2. Trastornos de la psicomotricidad Estereotipia motora: paracinesia caracterizada por la repetición automática de movimiento elemental, de carácter absurdo, sin intencionalidad clara. Manierismo: paracinesia caracterizada por la exageración de movimientos voluntarios o posturales repetidos. 3. Distonía fármaco-inducida: A. Distonía aguda o reacción distónica aguda: aparece generalmente en el transcurso de los siete días siguientes de la administración de fármacos antipsicóticos, antidepresivos y antieméticos o bien tras un aumento de dosis de los mismos (tabla I). Lo habitual es que aparezca entre 12 y 48 horas en forma de distonía oromandibular y lingual de inicio brusco. B. Distonía tardía: si bien comparte cuadro clínico con la forma aguda, la distonía tardía aparece al cabo de varios meses o incluso años de tratamiento con antipsicóticos. Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 55 Distonía psicógena 4. Pseudodistonía Se denomina así a la postura anormal de cabeza y cuello que recuerda a la distonía; sus causas son variadas: siringomielia; subluxación atlanto-axoidea; síndrome de Klippel-Feil; malformación de Arnold-Chiari [Geyer y Bressman, (24)]. La pseudodistonía puede presentarse de varias formas: A. Lesiones osteo - musculares crónicas: - cráneo-cervicales: - Tortícolis connatal - Lesiones oculares u oculomotoras. - extremidad superior: - Dedo en resorte - Síndromes compresivos focales o generalizados. B. Secuelas de regeneración nerviosa anormal tras lesión de nervios periféricos: - Nervio facial - Nervio cubital C. Otros síndromes que cursan con actividad muscular anormal: - Síndrome de actividad muscular continua (Isaac syndrome) - Síndrome de la persona rígida (Stiff-person syndrome). 5. Diagnóstico diferencial farmacológico: Para Shaibani y Sabbag (15) la diferenciación entre distonía psicógena y orgánica puede establecerse mediante un ensayo empírico a base de fenitoína o de agentes anticolinérgicos así como de placebo. Miyasaki et al (8) recurrieron al amital sódico para obtener mejoría sintomática, concretamente dolor y postura; la mejoría obtenida hablaría a favor del origen psicógeno de la distonía. 6. Otros métodos (no psiquiátricos) Otras pruebas que pueden aumentar la capacidad del clínico para diagnosticar el Trastorno Psicógeno del Movimiento consisten en la videomonitorización continua de 56 Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 Distonía psicógena los movimientos sospechosos y en las técnicas electrofisiológicas (análisis acelerométrica, inhibición recíproca del reflejo H por estimulación eléctrica). Pronóstico El pronóstico y la respuesta al tratamiento son variables. Lempert et al (17) informaron que la mayoría de los pacientes con trastornos psicógenos cuya duración era inferior a 2 semanas presentaban remisión, al contrario de aquellos con duración superior a los 6 meses. Fahn y Williams (7) encontraron resultados semejantes pero esto indicaría que la larga duración de los síntomas no impediría necesariamente una respuesta sino que aquellos cuadros con menor duración tendrían un mejor pronóstico. Otro factor que influye en el pronóstico es el cuadro psiquiátrico de base. Lang (13) en su estudio retrospectivo a lo largo de 10 años de 18 pacientes diagnosticados de distonía psicógena documentada o clínicamente establecida, reconoce que el seguimiento a largo plazo fue posible en casi la mitad de los casos y el resultado final muy variable: algunos pacientes consiguieron la remisión completa de los síntomas mientras que en otros la distonía se mantuvo invariable. En su estudio sobre pronóstico a largo plazo de pacientes con trastorno psicógeno del movimiento, Thomas et al (19) encontraron que el 56.6% de los pacientes habían mejorado, el 22.1% habían empeorado mientras que el 21.3% se mantenían inmodificados. A la vista de sus resultados llegan a la conclusión de que son indicativos de buen pronóstico: la percepción por parte del paciente de que está recibiendo un tratamiento efectivo; de que está recibiendo medicación específica; mantener buena salud física; percepción de vida social útil; puntuación alta en la Escala de Salud de McMaster; eliminación de factores estresantes; presencia de trastorno de ansiedad comórbido. Para Hinson y Haren (25) la presencia de depresión o trastorno de ansiedad comórbidos es un signo de buen pronóstico mientras que la persistencia de los síntomas, el inicio insidioso de los movimientos y el diagnóstico psiquiátrico de hipocondría, trastorno facticio o simulación están asociados a mal pronóstico. Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 57 Distonía psicógena Tratamiento Partiendo de la base de que el psiquiatra no puede hacer el diagnóstico de distonía psicógena por ser un diagnóstico neurológico, el tratamiento de la distonía psicógena propuesto por Fahn y Williams (7) en 1988, a pesar de los años transcurridos, todavía mantiene vigencia (Thomas y Jankovic, 3; Anderson, 14) y consiste en lo siguiente: 1. Ingresar al paciente. 2. Batería de pruebas para excluir enfermedad orgánica. 3. Administración de placebo. 4. Consulta psiquiátrica (ayudar a convivir con la discapacidad; fisioterapia, psicoterapia, sugestión, hipnosis). Es necesaria para: conocer la psicodinámica subyacente a los síntomas y para comentar el tratamiento. La presencia de psicopatología no demuestra que el trastorno del movimiento sea psicógeno. Además, si la consulta psiquiátrica no detecta psicopatología, puede tratarse de un error y el trastorno del movimiento todavía podría ser psicógeno. No debe subestimarse la gravedad de la enfermedad psiquiátrica subyacente. Algunos de estos pacientes tienen tendencia al suicidio. 5. La fisioterapia y el tratamiento con placebo son necesarias para establecer el diagnóstico de distonía psicógena documentada así como para iniciar el tratamiento. La respuesta al placebo puede convencer al paciente de la etiología psicógena y lograr por tanto su colaboración en la psicoterapia. 6. Tratar de iniciar el tratamiento durante el ingreso; la utilización combinada de placebo, psicoterapia, refuerzo positivo, fisioterapia y medicación psicotrópica: anticolinérgicos y antidepresivos tricíclicos (no se ha detectado ningún caso de psicosis ni de angustia aguda). Por lo que respecta a la hipnosis debemos añadir que está indicada debido a los altos niveles de sugestionabilidad encontrados en estos pacientes; sin embargo, los resultados no son concluyentes: mientras para Moene et al (26) la susceptibilidad a la hipnosis no es predictiva de éxito terapéutico, autores como Trenerry (27) o McCue (28) afirman haberlo conseguido. 58 Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 Distonía psicógena 7. Los trastornos facticios y la simulación por lo general son más resistentes al tratamiento. Los pacientes con trastorno facticio a menudo tienen patología caracterial grave pero susceptibles de tratamiento clínico intenso. En los pacientes simuladores los síntomas desaparecerán solamente cuando el paciente se decida a abandonarlos. Los trastornos somatoformes también pueden ser tratados. 8. Es importante tratar la psicopatología subyacente por lo que se recomienda el seguimiento psiquiátrico postalta. Por lo que respecta al tratamiento psicofarmacológico, todos los autores están de acuerdo en prescribir antidepresivos ya sean tricíclicos (amitriptilina, clomipramina, imipramina) ya sean inhibidores selectivos de recaptación de serotonina (fluoxetina, paroxetina, citalopram, sertralina y fluvoxamina), tanto unos como otros a las dosis habituales. Por otra parte, se ha informado del tratamiento favorable de la depresión comórbida con una ISRS (fluoxetina), si bien en teoría podrían utilizarse cualquier antidepresivo tricíclico o cualquier IMAO. Sin embargo, en opinión de McNeill (11) hay un importante factor, apenas mencionado en la literatura, cual es la asociación entre estos agentes y la distonía fármaco-inducida reversible. Este efecto adverso se presenta más habitualmente con los ISRS que con los antidepresivos tricíclicos o los IMAOs, siendo especialmente vulnerables los pacientes con trastornos previos del movimiento. Además, cuando se trate la depresión comórbida debería tenerse en cuenta la utilización de un fármaco menos propenso a exacerbar la distonía, como es el caso de los tricíclicos, así como mantener una supervisión constante para evitar el empeoramiento de la distonía. Si el tratamiento antidepresivo empeora la distonía hay que cambiar a un fármaco diferente o añadir un anticolinérgico para minimizar/prevenir la exacerbación de la distonía. Voon y Lang (29) informan de mejoría en pacientes con trastornos psicógenos del movimiento de curso crónico tras la administración de citalopram o paroxetina (cambiando a venlafaxina en caso de no respuesta). Finalmente, hasta la fecha existen pocos datos estandardizados sobre métodos o resultados del tratamiento de pacientes con distonía psicógena así como tampoco hay información relativa a cual psicoterapia se adapta mejor a este tipo de Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 59 Distonía psicógena trastornos. A todo esto hay que añadir que la cirugía está absolutamente contraindicada. Conclusiones La distonía psicógena y, por extensión, los trastornos psicógenos del movimiento, constituyen un gran reto diagnóstico tanto para el psiquiatra como para el neurólogo, debido sobre todo al gran número de causas que deben ser descartadas y a la ausencia de exploraciones o pruebas objetivas que confirmen el diagnóstico. En relación con lo anterior, se constata el avance en los métodos instrumentales de diagnóstico neurológico (pruebas de laboratorio, diagnóstico por imagen, etc.) que permiten descartar la organicidad del cuadro, pero este avance no va acompañado por los progresos en el diagnóstico psiquiátrico por lo que desde nuestro punto de vista nos encontramos ante un panorama que recuerda al de los clásicos de finales del siglo XIX y principios del XX (Briquet, Charcot, Pitres, Janet, Babinski, Freud…), es decir, cuando la falta de medios técnicos de diagnóstico debía ser suplida por la habilidad clínica. Si a esto añadimos que el tratamiento psicofarmacológico por ser de tipo sintomático ha demostrado tener una eficacia limitada en este tipo de cuadros (mejoría de los síntomas ansiosos o depresivos acompañantes) y que la falta de un tratamiento curativo posibilita que las recomendaciones terapéuticas sigan siendo la hipnosis y la sugestión, el psicoanálisis, las curas termales, la fisioterapia y la rehabilitación, el placebo, etc., nos encontramos otra vez en la encrucijada neuropsiquiátrica de finales del siglo XIX y principios del XX. Por tanto, no estaría de más volver la vista hacia los clásicos para repasar estos temas y buscar las respuestas que nos ayuden, cien años después, a aclarar la incertidumbre acerca de la naturaleza de unos síntomas extravagantes, sorprendentes, desconcertantes, ocultos tras los términos «funcional», «no orgánico», «psicógeno», «pseudoneurológico», etc., por no mencionar «histeria» o «conversión». 60 Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 Distonía psicógena Bibliografía 1. Dewey, R.B. «Dystonia: Pathophysiology, Genetics, and Clinical Features». Dystonia Lectureship, April 2003. www.TheCNI.org/movementdisorders/ 2. Williams, D.T.; Ford, B.; Fahn S. «Phenomenology and Psychopathology related to Psychogenic Movement Disorders». Adv Neurol 1995;65:231-257. 3. Thomas, M.; Jankovic, J. «Psychogenic Movement Disorders: Diagnosis and Management». CNS Drugs 2004;18(7):437-452. 4. Factor, S.A.; Podskalny, G.D.; Molho, E.S. «Psychogenic movement disorders: frequency, clinical profile, and characteristics». J Neurol Neurosurg Psychiatry. 1995;59(4):406-412. 5. Snyder, S.; Strain, J.J. «Somatoform disorders in the general hospital inpatient setting». Gen Hosp Psychiatry 1989;11(4):288-293. 6. Schepank, H.; Hilpert, H.; Honmann, H., et al. «The Manheim Cohort Projet-Prevalence of psychogenic diseases in cities». Z Psychosom Med Psychoanal 1984;30(1):43-61. 7. Fahn, S.; Williams, D.T. «Psychogenic Dystonia». Adv Neurol. 1988;50:431-455. 8. Miyasaki, J.M.; Sa, D.S.; Galvez-Jimenez, N.; Lang, A.E. «Psychogenic Movement Disorders». Can J Neurol Sci 2003;30-Suppl 1-S94-S100. 9. Scott, B.L. «Evaluation and Treatment of Dystonia». South Med J 2000;93(8):746-751. 10. Reich, S.G. «Psychogenic Movement Disorders». Semin Neurol 2006;26(3):289-296. 11. McNeill, A. «Aetiology of Co-morbid Psychiatric Disorders in Dystonia: A biopychosocial Hypothesis». Internet Journal of Neurology 2004; Volume 2 Number 2. Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 61 Distonía psicógena 12. Espay, A.J., Morgante, F., Purzner, J., et al. «Cortical and spinal abnormalities in psychogenic dystonia». Annals of Neurology 2006;59(5):825-834. 13. Lang, A.E. «Psychogenic Dystonia: a review of 18 cases». Can J Neurol Sci 1995;22:136-143. 14. Anderson, K.E. «Psychogenic Movement Disorders». Current Treatment Options in Neurology 2003;5:169-176. 15. Shaibani, A.; Sabbagh, M. «Pseudoneurologic Syndromes: Recognition and Diagnosis». Am Fam Physician 1998;57(10):2485-2494. 16. Ford, B.; Williams, D.T.; Fahn, S. Treatment of psychogenic movement disorders en Kurland R (Ed.). Treatment of Movement Disorders. JB Lippincott Company, 1995:475-485. 17. Lempert, T.; Dieterich, M.; Huppert, D.; Brandt, T. «Psychogenic disorders in neurology: frecuency and clinical spectrum». Acta Neurol Scand 1990; 82(5):335340. 18. Feinstein, A.; Stergiopoulos, V.; Finem J.; Lang, A.E. «Psychiatric outcome in patients with a psychogenic movement disorder: a prospective study». Neuropsychiatry Neuropsychol Behav Neurol 2001;14(3):169-176. 19. Thomas, M.; Vuong, K,D.; Jankovic, J. «Long-term prognosis of patients with Psychogenic Movement Disorders». Parkinsonism Relat Disord 2006;12(6):382387. 20. Butler, A.G.; Duffey, P.O.; Hawthorne, M.R.; Barnes, M.P. «The socioeconomic implications of dystonia». Adv Neurol 1998;78:349-358. 21. 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Trenerry, M.R. «Hysterical dystonia successfully treated with post-hypnotic suggestion». Am J Clin Hypnosis 1983;26:42-44. 28. McCue, E.C. «Hypnosis in the elucidation of hysterical aphonia: a case report». Am J Clin Hypnosis 1988;30:178182. 29. Voon V, Lang, A.E. «Antidepressant treatment outcomes of psychogenic movement disorder». J Clin Psychiatry 2005;66(12):1529-1534. Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 63 Distonía psicógena Tabla I - Fármacos causantes de distonía Neurolépticos : Clorpromacina Levomepromacina Tioridacina Flufenacina Trifluoperacina Perfenacina Haloperidol Zuclopentixol Risperidona Clotiapina Olanzapina Ziprasidona Sulpiride Amisulpride Tiapride Tietilperacina Cisaprida Metoclopramida Clebopride Antidepresivos : Sertralina Fluoxetina Trazodona Sertralina Dopaminérgicos : Levodopa Bromocriptina Pergolide Pramipexol Lisuride Ropinirol Calcioantagonístas : Flunarizina Cinarizina Diltiazen Otros : Alcohol Litio Metilfenidato Amiodarona Metadona Anfetamina Metisergida Anticonceptivos orales Esteroides anabolizantes Disulfiran Midazolam Antiepilépticos : Fenitoína Gabapentina 64 Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 La cara y su trasplante Autora Carmen Conde Díaz Psiquiatra. Lugo Resumen A Partir del primer caso de trasplante de cara en Francia y de los problemas bioéticos que se plantearon, se aborda el rostro humano desde distintos puntos de vista, fundamentalmente antropológico, psicológico y psicopatológico, así como el problema de la desfiguración y sus consecuencias. «Le gouffre insondable de la face» (Antonin Artaud) Caso clínico Mujer de 38 años, desfigurada por la mordedura de su perro, 6 meses antes (arrancamiento de nariz y labios). La mujer dormía profundamente tras haber ingerido una fuerte dosis de somníferos. La cuestión de un posible intento de suicidio no quedó aclarada. Problemas de alocución y de masticación. No habla y se oculta tras una máscara. Se le trasplanta parte de la cara (triángulo formado por nariz, labios y mentón, las tres partes más difíciles, sino imposibles de arreglar con cirugía reconstructiva) en Amiens (Francia) en Noviembre 2005. Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 65 La cara y su trasplante Los tejidos son extraídos de una persona en estado de muerte cerebral. «Alotrasplante de tejidos compuestos»: trasplante de tejidos blandos, que incluye la piel y el sistema músculo aponeurótico superficial, por lo tanto la apariencia final del receptor nunca será igual a la del donante. La cara nueva dependería de las características óseas del receptor. Se realizó también trasplante de médula ósea de la donante, con el fin de disminuir el riesgo elevado de rechazo. (10% en el 1º año y del 30-50% a los 5-10 años). Necesidad de tratamiento inmunosupresor para el resto de la vida, con riesgos: susceptibilidad a infecciones, HTA, diabetes, linfomas, cáncer de piel. La intervención fue implícitamente autorizada por el Comité Consultivo Nacional de Ética (por ser trasplante parcial de la cara). La donación de órganos en Francia se apoya en el principio de anonimato del donante y del receptor. Un periódico inglés publica fotos, identidad y circunstancias de la muerte de la donante. La receptora firma un contrato con Paris-Match, que publica «Isabel, la mujer de dos caras». Americanos e ingleses planean trasplantar una cara completa, con una técnica pensada para quemados. El Comité Asesor de Ética de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología y su equivalente en Inglaterra deliberan sobre este tema a petición de cirujanos. COMITÉ CONSULTIVO NACIONAL DE ÉTICA FRANCÉS (1) 1. Datos quirúrgicos Alotrasplante: Práctica quirúrgica reciente: Lyon, septiembre 1998, trasplante a un hombre de 42 años con mano amputada, del antebrazo de un hombre de 41 años, en estado de muerte cerebral. Riesgo importante de rechazo: Tejidos de gran riesgo antigénico: piel, músculo, hueso 10% en el 1º año y 30-50% a los 5-10 años. 66 Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 La cara y su trasplante Tratamiento inmunosupresor: «de por vida» con sus propios riesgos de susceptibilidad a las infecciones, HTA, diabetes, linfomas y cáncer de piel. 2. Indicaciones actuales para reconstrcción de la cara 1. Traumatismos por bala A- Guerra: Los métodos de combate han evolucionado y también la manera de atender a los heridos. Durante mucho tiempo, considerados incurables, los heridos de la cara se dejaban y sólo se recogían si sobrevivían a las primeras horas, lo que aumentaba los riesgos de infección, necrosis y pérdida de sustancia. Hoy la evacuación de los mismos es prioritaria, lo que permite una mejor conservación de los tejidos. Las técnicas quirúrgicas modernas de reconstrucción, los implantes y las prótesis externas contribuyen a la calidad estética de la restauración y a disminuir las secuelas psíquicas y sociales. B- Vida civil-suicidio: El tiro en la boca o debajo de la mandíbula es una forma frecuente. Causa estragos en la mandíbula, la lengua y las fosas nasales. Su estado psíquico hace de él un mal candidato para mantener un tratamiento inmunodepresor sin interrupción. C- Atentados terroristas 2. Cáncer de cara: Su tratamiento implica una cirugía importante y mutiladora. Se utilizan autotrasplantes fundamentalmente de peroné con su pedículo vascular. Su objetivo es asegurar un relativo confort funcional y psicológico, en un paciente con una esperanza de vida limitada, para el que tampoco estaría indicado el alotrasplante. 3. Quemaduras graves de la cara: Si los problemas de revestimiento cutáneo pueden resolverse con un alotrasplante, no es así con la inervación compleja de los músculos de la cara. En estos casos los especialistas dan prioridad a la conservación de los músculos. Las técnicas actuales permiten reconstruir el revestimiento cutáneo, labios, párpados, mejillas e incluso nariz con expansión cutánea, implantes, etc. El alotrasplante exigiría la resección del tejido cicatricial obtenido con mucha dificultad. Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 67 La cara y su trasplante 4. Malformaciones congénitas de la cara: Muy pocas deforman hasta tal punto la cara que un alotrasplante parezca una solución. A. Malformaciones localizadas e incluso muy extendidas (displasias titulares, angiomas, nevus gigantes, teratomas, etc.) pueden beneficiarse de otras técnicas (autoinjertos, expansión cutánea). B. Síndromes malformativos complejos, neurofibromatosis de Recklinhausen: El hombre elefante de David Lynch. El alotrasplante no sería suficiente para restaurar un aspecto físico normal por lo que no sería razonable. 3. Cuestiones éticas en relación con el rostro humano 1. Significación ética del rostro - Identifica al individuo como único. - Expresa su personalidad. - Fundamenta la relación con el otro y consigo mismo. Es un marcador de la herencia genética y evidencia los lazos de parentesco. - Imposibilidad de ver la propia cara (se puede ver, tocar, sentir, adivinar, pero necesitamos un espejo para verla y reconocernos). Lo 1º que dice una persona temporalmente deformada por un flemón, una reacción alérgica, un golpe o el cansancio es: «no me reconozco» «no soy yo». En «Las Metamorfosis» de Ovidio, el adivino Tiresias promete a Narciso que vivirá con la condición de ignorar su rostro. Una diosa para vengar a la ninfa Echo, abandonada por éste, le lanza una maldición: Narciso amará pero nunca podrá poseer lo que ama. Conocemos lo que sigue… ese rostro, que él ignora que es el suyo lo llevará a una muerte inevitable. 2. El dolor de no tener rostro A. Afecta a la propia identidad. Se rechaza la cara reflejada en el espejo, la cara continúa siendo la de antes del accidente. B. Alteración de las relaciones interpersonales, rechazo: La persona se esconde de la mirada de los demás, pues provoca un rechazo casi instintivo y es una de las causas 68 Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 La cara y su trasplante de mayor sufrimiento. Es constante en todas las civilizaciones el esconder a los «monstruos» y marginalizarlos. Un ejemplo: los leprosos en la Edad Media. (La literatura se ha inspirado en historias de personas con la cara quemada, escondidas para siempre bajo una máscara de cuero). 3. Evolución de las reacciones colectivas hacia las personas desfiguradas Durante la 1ª Guerra Mundial hubo 100.000 heridos en la cabeza y la cara, las zonas más expuestas en las trincheras a la artillería y los obuses. (Años importantes para la cirugía maxilo-facial). Muchos fueron hospitalizados durante años, pues la reconstitución de la cara era larga, se quedaron sin lugar a dónde ir, sin trabajo y sin pensión, pues entonces no se consideraba una minusvalía. Ante el rechazo de su entorno y sin intervención del estado crean la Asociación «Les Gueules Cassées» (2), para desfigurados sin recursos y abren instituciones, que si bien son símbolo de fraternidad, son también síntoma de exclusión de la sociedad, al servirles de refugio y evitarles «la insoportable mirada» de los demás. Algunos se quedaron en ellas para siempre. Se convirtieron en invisibles (eran 10.000), a pesar de que 5 representantes de la asociación, fueron invitados por Clemenceau a la firma del Tratado de Versalles (fin de la 1ª Guerra Mundial), como testimonio de la brutalidad de la guerra. Con el tiempo se convirtió en Asociación de interés público y fue financiada con el 10 % de la Lotería Nacional. Dos películas en relación con este tema: Johny cogió su fusil de Dalton Trumbo (1971). La cámara de los oficiales de François Dupeyron (2001). Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 69 La cara y su trasplante 4. Recursos personales Estudios recientes han demostrado que la repercusión de la desfiguración no está en relación directa con la extensión y severidad de las lesiones, sino más bien con la relación personal a la propia apariencia física. 4. CONCLUSIONES 1. La expresión trasplante de cara debe ser rechazada, no se trata de una cara sino de tejidos compuestos. Es un alotrasplante para reparar una cara desfigurada, su objetivo es recuperar una morfología humana. La idea de tener la cara de otro no es más que una fantasía. 2. El tratamiento inmunodepresor hace pasar a la persona, con una minusvalía importante pero sana, a una situación de auténtico riesgo vital. 3. El consentimiento informado es imposible, no se pueden asegurar los resultados de la operación. Situación dramática en caso de fracaso. 4. Los donantes como obstáculo: Si la donación de órganos y el despiece de los cadáveres se vive muchas veces como una violencia intolerable, la ablación de la cara tiene pocas posibilidades de ser aceptada. En encuestas realizadas sobre este tema, si el % de personas a favor del alotrasplante es importante, no ocurre lo mismo con el % de los que estarían dispuestos a donar su cara o la de un familiar. 5. Posibilidades de rechazo de la nueva cara. No hay que olvidar que el 1º alotrasplante, mal preparado psicológicamente, no tomaba el tratamiento inmunosupresor y llegó a no poder soportar su mano, se la amputó en 2001. 6. Un alotrasplante completo de cara no tiene sentido actualmente. La posibilidad de uno parcial si tuviese lugar, será el objeto de protocolos disciplinarios y multicéntricos. Comité de Ética del Colegio de Médicos de Madrid (2005): Rechaza la propuesta pues el trasplante puede provocar problemas de identidad en el receptor, además si la técnica fracasa, la nueva cara no se puede eliminar. 70 Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 La cara y su trasplante Comité de Inglaterra también lo rechaza por los problemas psicológicos, riesgo de cambio de identidad, riesgo de sentirse «poseído o despersonalizado», (exponerse a nunca más reconocerse y no poder mirarse al espejo sin ver la cara de otro) en personas frágiles y alta probabilidad de fallo técnico en una operación todavía muy novedosa. LA CARA: SIGNIFICADO E HISTORIA . DAVID LE BRETON (3) «Aparte del rostro humano, no hay nada en el mundo que permita tanta multiplicidad de formas y de planos, dentro de una unidad de sentido absoluta». Georges Simmel. Todo individuo tiene en la cara: - Su parte más humana. - Su mayor signo de su diferencia, es el lugar de la identidad. - Resultado del tiempo que pasa, relaciona al hombre con su historia y su educación. - Lugar privilegiado para la expresión de los afectos y la comunicación. Se nos quiere por la cara. - Lugar expuesto a la fantasía del otro: toda percepción de la cara es una proyección afectiva, no existe una percepción objetiva, neutra, sin emoción o juicio. 1. la cara y lo sagrado Muchas tradiciones religiosas hablan de la imposibilidad para el hombre de ver el rostro de Dios. Ponerle una cara a Dios es suprimir su divinidad y hacerlo igual al hombre. Cuando Yahvé se aparece a Moisés, es en forma de rama ardiente y éste se tapa para no verlo. «Los serafines tienen 6 alas, dos para taparse la cara, dos para cubrirse los pies, dos para volar» (Isaías). En el Apocalipsis se dice que «los elegidos verán a Dios». Esta tradición bíblica es retomada más tarde por el Islam, que prohíbe la representación de Alá. Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 71 La cara y su trasplante La encarnación en Cristo interrumpe la tradición de prohibir la representación. La tradición católica del Santo Sudario afirma la posibilidad del grabado del rostro de Cristo atravesando los siglos. El episodio de la Verónica se asocia a esta leyenda («VERA IKONA»: la verdadera imagen). 2. Espejos y fotografía El descubrimiento del espejo moderno en el s. XVI; Una capa de mercurio entre una de metal y otra de cristal, cambia la relación del hombre con su cara. Los espejos no adornarán las paredes hasta finales del s. XIX o principios del s. XX, hasta entonces sólo las clases altas, los aristócratas y los barberos los poseen en la vida cotidiana. Este descubrimiento de la cara propia de las clases populares, es contemporáneo de la democratización de la cara que supone la fotografía. La fotografía (1824, Niepce, Daguerre) permite a cualquiera la posibilidad de «dejar huella». El valor de la cara en nuestra sociedad se demuestra también en el carnet de identidad: la cara y el nombre reunidos, los dos polos de la identidad social e íntima. Se trata de una fotografía de la cara y no del cuerpo entero, el rostro es suficiente para atestiguar la identidad. La policía hará de la fotografía un arma de control social, poco tiempo después de su invención. La cara se convierte en prueba de convicción. Aparecen las fotos de frente y de perfil. 3. Cara y racismo El racismo se refiere a un anónimo sin cara, que tiene los estigmas de la raza despreciada. En el s. XIX, la manía de clasificar, disimula mal, la voluntad de discriminar y de justificar las desigualdades sociales o las empresas coloniales. Cuanto más valor se le da a la raza, menos valor se le da a la cara. Todos los prejuicios de la época, sirven para celebrar la perfección del hombre blanco, tal y como se comprueba en la descripción de los «salvajes» por los viajeros del s. XIX. El rostro, la cabeza durante ese siglo, es objeto de innumerables medidas para clasificar los grupos humanos y sociales, dispersos a través del mundo y del tiempo y transformarlos en razas. 72 Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 La cara y su trasplante El racista es un fisiognomista, pero se diferencia de él en que busca la raza en el rostro. Durante la época nazi, para identificar a los judíos, los médicos proceden a la medición «científica» de la nariz, la boca, los dientes y el cráneo. 4. Cara y cirugía estética Hay que distinguir la intervención para restaurar un rostro herido o desfigurado, de la intervención que pretende modificar su aspecto y crear una cara nueva. Se da fundamentalmente en personas en crisis: divorcio, vejez, duelo, que quieren cambiar el curso de su existencia cambiando los rasgos de la cara. El deseo de modificar los rasgos del rostro o las formas del cuerpo, surge habitualmente al final de la adolescencia, cuando el parecido a uno de los progenitores se hace insoportable. Podría ser una forma simbólica de romper una filiación evidente. Muchas demandas tendrían como origen un trastorno de la imagen corporal y revelarían la dimensión imaginaria de la relación con el propio cuerpo. Responder sin distancia a una demanda que indica sufrimiento en la relación con los otros, en la que el inconsciente está profundamente implicado, puede llevar a una desestructuración de la personalidad. Hoy la cirugía estética de la cara permite negociar la edad (lifting) como forma de conjurar la muerte. En EEUU se utiliza a veces en los centros penitenciarios, para favorecer la rehabilitación de presos de físico ingrato. Un estudio en Texas demostró que solo un 17% de los operados fueron de nuevo condenados, frente al 31% de los que recidivaban. Es un negocio próspero, en el que todo lo anterior no se tiene en cuenta. FISIOGNÓMICA Y MORFOPSICOLOGÍA La cara oculta tanto como revela. La maleabilidad de sus rasgos y de su forma confronta a un enigma, de ahí la tenta- Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 73 La cara y su trasplante ción de clasificar sus rasgos, en numerosas tentativas a lo largo de la historia. «Nada más oscuro que la noción de carácter sobre la que se apoya la fisiognómica y la morfopsicología» Le Breton. 1. Morfopsicología Estudia las relaciones entre los rasgos del carácter y los rasgos de la cara. Se utiliza en la actualidad para selección de personal en algunas empresas. 2. Fisiognómica o fisiognomónica Estudia la relación entre el carácter y el aspecto físico de los individuos, especialmente los rasgos de la cara. FISIONOMÍA O FISONOMÍA: Aspecto particular del rostro de una persona, que resulta de la variada combinación de sus facciones. «Disciplina relacionada con la Antropología. Generación tras generación, siglo tras siglo, los hombres con culturas y religiones diferentes, ha construido sistemas fisiognómicos, que unos han adoptado con gran fé y que otros han rechazado de modo absoluto». Julio Caro Baroja.(4) Las fuentes griegas discrepan a la hora de dar un inventor de la Fisiognómica en Occidente. Para unos fue Pitágoras (530 a.C). Se cuenta de él que para escoger sus discípulos los sometía a un auténtico examen fisiognómico para conocer su auténtica naturaleza. Galeno, en cambio lo atribuye a Hipócrates, que hizo de ella una teoría auxiliar e indispensable para la Medicina, con argumentos que servirán de soporte de la disciplina en la Edad Media y en el Renacimiento.(5) Edad Media: Es cultivada por médicos, que con frecuencia son astrólogos y quirománticos, con fama de magos. Renacimiento: DELLA PORTA (1535-1615) Fisiognomía. Leonardo da Vinci. Aunque critica la fisiognómica y la quiromancia, en relación con los rasgos de la cara, reconoce que algunos muestran, en parte, la naturaleza del hombre, sus vicios y su temperamento. Con sus estudios de anatomía 74 Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 La cara y su trasplante comparada y sus observaciones anatomoclínicas, Leonardo se adelanta a los que estudian la expresión muscular de las emociones de la cara, pero no apoyándose en la fisiognómica clásica, y sí en las investigaciones objetivas. Siglo XVIII F. G. Gall: Elabora los principios de la Craneología o Frenología: Estudio de la mente y del carácter por la forma del cráneo que repite la del cerebro. Busto de porcelana, cuyas protuberancias permiten descubrir los caracteres por el exterior, como un globo terráqueo. Lombroso (s. XIX): Estudia la antropometría y la fisiognómica criminal refiriéndose a 5.907 casos en su obra: El hombre criminal, 1895. Hace una trasposición directa de la anatomía al psiquismo y al comportamiento. Ernst Kretscher (1888-1964). Destaca por las investigaciones morfológicas en relación con la psicología y la psiquiatría, pues vuelve a plantear la relación entre la forma del cuerpo y el carácter. Aunque los fisiognómicos clásicos, siempre encontraron serios adversarios en los defensores del libre albedrío, la voluntad y la educación, «el efecto fisiognómico existe hoy en día, los políticos lo utilizan de contínuo, la imagen vende. La impresión que produce un rostro en otro es decisiva. En líneas generales se actúa como si la cara fuese «el espejo del alma», aunque haya caras que, no sabe uno bien por qué producen tanta confianza. Luego pueden llegar las desilusiones pues «las apariencias engañan». Caro Baroja.(4) «Tendría hasta veinticuatro años, carirredondo, de nariz chata y boca grande, señales todas de ser de condición maliciosa y amigo de donaires y de burlas». Descripción del Bachiller Sansón Carrasco en El Quijote. «PSICOPATOLOGÍA DE LA CARA» Dismorfofobia (de dis- y del griego morphé, forma). Preocupación patológica por algún efecto real o imaginario en la apariencia física. Trastorno somatomorfo. Forma delirante. Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 75 La cara y su trasplante Tricofobia (del griego trichós, cabello). Angustia mórbida producida por el desarrollo de pelos en la cara o cuerpo en las mujeres. También aversión mórbida causada por la visión de cabellos sueltos sobre las vestimentas o en otro lugar.(7) Ereutofobia (del griego éreutos, rubor). Temor mórbido a ruborizarse, acompañado de rubor real a la más ligera provocación. Catoptrofobia, esoptrofobia, espectrofobia (del griego Káptoptron, espejo). Temor mórbido a los espejos.(7) Calomanía (del griego kalós, bello). Delirio consistente en creerse muy hermoso. Creencia ilusoria sobre la propia belleza personal.(7) Síndrome de Capgras o ilusión de sosías: Agnosia. Fenómeno clínico relacionado con el jamais vu, en la medida que el paciente, normalmente con esquizofrenia, cree que la persona que está percibiendo es un doble de la persona «auténtica». Más que una ilusión es un delirio o interpretación delirante. Prosopagnosia: Alteración de la conciencia corporal. Incapacidad para reconocer caras familiares. No es exclusiva de facies humanas. En su génesis intervienen mecanismos de la memoria, al igual que de orientación visoespacial. Una variante en pacientes esquizofrénicos es el Fenómeno del espejo: una alteración de la autoidentificación. Autoscopia: Consiste en verse a sí mismo como un doble reflejado en un cristal, a menudo con una consistencia gelatinosa y transparente, se llama también Imagen del espejo fantasma. Autoscopia negativa: El paciente no se ve a si mismo cuando se refleja la imagen en un espejo. Pueden darse en esquizofrenia y epilepsia del lóbulo temporal. Estadío del espejo Descrito por HENRI WALLON y retomado por JACQUES LACAN en 1936 con otras implicaciones. 76 Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 La cara y su trasplante Aparece Entre los 6 y los 18 meses, momento en el que el niño reconoce su imagen en el espejo y toma conciencia de que es diferente de su madre y de los otros. Tiene gran valor simbólico en la evolución psíquica del niño. Permite la distinción exterior-interior, yo-otro contribuyendo a la formación del yo y del esquema corporal, o imagen que nos hacemos de nuestro cuerpo. En este estadío se descubre que el Otro en el espejo es una imagen y no un ser real; lo que implica que se constituye lo imaginario. La cara de la madre como espejo D.W. WINNICOT. En los años 60-70 afirma que el primer espejo es el rostro de la madre y que una de las primeras funciones de la madre o de ambos padres, es proporcionar un espejo figurativamente hablando, en el que el niño pueda verse. El niño al mirar la cara de su madre, se ve a sí mismo. La madre lo mira y lo que ella expresa con su rostro está en relación directa con lo que ella ve: su hijo. Es el fundamento inicial para una estructura psíquica sana y estable. Adolescencia Es la época de horas ante el espejo, buscándose, reconociéndose y gustándose pero también el drama del acné, las gafas, la ortodoncia, la nariz, las orejas, la altura, el pecho escaso o abundante, el peso… La desfiguración. Le Bretón (3) El drama de los desfigurados: Están heridos en la raíz de su identidad tanto como en su carne. «No tienen rostro humano» se dice. La imposibilidad de identificación física con ellos está en el origen de todos los prejuicios a los que se enfrentan. Su apariencia insoportable pone en duda nuestra propia identidad, y nos recuerda la fragilidad de la condición humana. Cuanto más suscita una atención indiscreta, que va del horror al asombro, más se le aísla socialmente. Implica que debe habituarse a vivir y desplazarse movilizando siempre la atención de los demás. La vida social se convierte en escenario y el más mínimo trayecto moviliza la atención de los espectadores. Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 77 La cara y su trasplante Aunque no invalida las competencias de la persona, se convierte en minusvalía, al ser tratada socialmente como tal.Es una minusvalía de la apariencia y la enfermedad que designa es una alteración profunda de las posibilidades de relación. La identidad se altera. La cara es un «otro» repulsivo que designa una ausencia pero también el horror de ser prisionero de «eso». Hay una ruptura de la alianza entre el cuerpo real y la imagen que de él se hace el desfigurado. Se vive provisionalmente con la imagen corporal, profundamente anclada en sí mismo, que tenía antes del accidente. La primera confrontación con el espejo tras el accidente, es el momento clave en el que el traumatismo se inscribe en la conciencia, actuando como un seísmo. Todos los desfigurados evocan con dolor ese momento. No tener cara humana es una metáfora de la muerte. La cara desfigurada se hace enigmática, su expresión no tiene relación con los sentimientos vividos, lo que dificulta la comunicación. El estigma de la desfiguración es probablemente una de las causas más crueles del aislamiento social, el quedarse en casa es preferible a afrontarlo. Para ayudar a los desfigurados se les recomienda pararse un poco antes de encontrarse con alguien, para darle tiempo al interlocutor a disimular su sorpresa y hacer «como si nada» (Hay que acercarse lentamente, mirar el reloj o a los alrededores, etc.). Esta ritualización supone para el hombre desfigurado, la obligación permanente de tener consideración y tacto con los demás. Al mismo tiempo nadie lo considera a él, mirándolo intensamente e impidiendo sus tentativas de pasar desapercibido. El protagonista de El rostro ajeno de Kôbô Abé gravemente desfigurado por un accidente sueña con hacer frente a los que lo miran y atormentan y nos muestra la violencia que sufren los desfigurados: «Me pondría delante de ellos sin decir nada. Observándolos me quitaría las gafas, la máscara y las vendas. Su perplejidad se convertiría en turbación y después en una muda súplica, pero yo seguiría deshaciendo las vendas y de un solo golpe arrancaría la última. Regalar una cara de horror al indiscreto que insiste con su mirada, no tener que bajar nunca más los ojos ni rumiar el dolor. Hacer del propio infortunio un arma para devolver su violencia al que la utiliza». (6) 78 Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 La cara y su trasplante Casa sin espejos Así llaman en Bangladesh al lugar en que son tratadas las mujeres, quemadas con ácido sulfúrico o nítrico, por sus maridos o amantes, por despecho o por venganza. La India con 130.000.000 habitantes, cuenta con 8 camas hospitalarias para quemados en todo el país. La punta del iceberg de este drama lo representan las 250 mujeres que ingresan al añopor este motivo. El número es mucho mayor que la extensión y la pobreza del país impiden más desplazamientos. En España se creó un programa de ayuda en el 2000, y algunas vienen aquí a operarse. Expresiones y refranes relacionados con la cara Cariacontecido, caradura, malencarado. Caraculo, cara de perro, cara de pascua, cara larga, cara de pocos amigos. Caerse la cara de vergüenza, andar a cara descubierta. Tener cara de corcho. Romperse la cara por alguien. Plantar cara. La cara es el espejo del alma. Cara a cara vergüenza se cata. Cara con entrecejo, hombre de mal genio. Cara de puta; tarde se arruga. Rostro lleva al lecho que no el culo bien hecho. Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 79 La cara y su trasplante Bibliografía 1. Avis Nº 82: «L´allotransplantation de tissú composite au niveau de la face» Cahier nº 39. Mai-Juin 2004. Comité consultatif National d´Ethique. 2. Delaporte, S. (2001), «Gueules Cassées. Les blessés de la face de la Grande Guerre». Noesis, Paris. 3. Le Breton, D. (2003), Des visages. Essai d´anthropologie, Editions Métailié. 4. Caro Baroja, J. (1988), Historia de la fisiognómica. El rostro y el carácter. Ediciones Istmo. 5. González Manjarrés, M.A. (2007), Introducción a Fisiognomía I de Giovan Battista della Porta. AEN Madrid. 6. Abe, Kôbô, (1994), El rostro ajeno, Siruela. 7. López Galán, S. (2004). Fobias y Manías. Editorial Rey Alí. 80 Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 Programa de colaboración de salud mental en trasplante Autores Eva Fontela Vivanco1, Rosa Maldonado Rojo2, Gonzalo Martínez Sande2, Carlos Castro Dono3, Fernando Iglesias Gil de Bernabé3, Luis Ferrer i Balsebre3. 1MIR Psiquiatría. 2Psicólogo Clínico. 3Psiquiatra. Unidad Psiquiátrica de Interconsulta y Enlace (UPIE). Servicio de Psiquiatría. Complejo Hospitalario Universitario Juan Canalejo. A Coruña. Dirección de correspondencia: Eva Fontela Vivanco. Unidad Psiquiátrica de Interconsulta y Enlace (UPIE). Servicio de Psiquiatría. Complejo Hospitalario Universitario Juan Canalejo. As Xubias de Abaixo s/n. CP: 15006 A Coruña. Tlfn: 981 178000. Ext.: 293022. Resumen En este trabajo se presenta una revisión sobre el requerimiento de la intervención de los profesionales de salud mental en los programas de trasplantes. Los diferentes estudios muestran la importancia de la actividad de estos profesionales en estos programas, adecuadamente entrenados, destacando como objetivos fundamentales: la evaluación psicosocial de los candidatos al trasplante y de donantes vivos, el abordaje de la psicopatología propia y relacionada con las distintas etapas del trasplante, y el desarrollo de un protocolo psicoeducativo orientado a mejorar el manejo de la información y la adherencia al tratamiento. Palabras clave: trasplante, salud mental, psicopatología, psicoeducación. Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 81 Programa de colaboración de salud mental en trasplante Abstract In this paper, a review of the requirement of the intervention of professionals in mental health in transplant programs is presented. The different studies show the importance of the activity of these professionals in these programs, adequately trained, standing out as fundamental aims: psychosocial evaluation of the candidates for the transplant and alive donors, the boarding of the own psychopathology and the related with the different stages of the transplant, and the development of a psychoeducative protocol oriented to improve the managing of the information and the adherence to treatment. Key words: transplant, mental health, psychopathology, psychoeducation. «No se puede vivir sin el temor que es la causa de su temor». Epicuro, Escritos Morales. «Mira al miedo a la cara y dejará de molestarte». Sri Yuktèswar 1. Justificación Hay considerable consenso respecto del gran estrés implicado por la experiencia de trasplante. Debemos considerar que el resultado final del proceso puede dar lugar a una gama de condiciones muy amplia, que puede ir desde una recuperación casi plena de la normalidad, incluyendo la posibilidad de reintegración a la vida laboral al cabo de un cierto tiempo, hasta situaciones con peculiares elementos de cronicidad, con una variabilidad muy extensa en cuanto a los déficits o incapacidades implicados. La evaluación psicosocial tiene como objetivo la selección como candidatos al trasplante a aquellos pacientes que en función de ciertas características pueden mantener, al menos, unos mínimos y necesarios cuidados en el postoperatorio. Por otro lado, otro de sus objetivos sería el promover la equidad en el acceso a las listas de espera. En función de lo anteriormente señalado uno de los elementos centrales en la evaluación es el de los factores asociados al mal cumplimiento de indicaciones o normas médicas (1),(2),(3). Hay que tener en cuenta también, en este momento, el manejo de las complicaciones psicopatológicas. Por ello, debe confron- 82 Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 Programa de colaboración de salud mental en trasplante tarse la presencia de rasgos psicopatológicos de relevancia, lo que puede conllevar o bien la propuesta de intervenciones de soporte que puedan ayudar al paciente y a su familia a lo largo del procedimiento, o bien, en función de la gravedad y de otros factores, la propuesta de exclusión del paciente en razón de las previsibles complicaciones que sus dificultades de cumplimiento pudieran hacer aparecer en el postoperatorio (4). Durante los últimos 20-25 años hemos asistido a un progresivo proceso de flexibilización de los criterios de inclusiónexclusión en los programas de transplantes a favor de una disminución de los criterios de exclusión, de tal manera que situaciones, enfermedades comórbidas u otros aspectos que antes se consideraban contraindicaciones absolutas hoy se consideran relativas. Como resumen de los criterios de evaluación psicosocial en el trasplante de órganos se puede señalar(5), que hay consenso en considerar como contraindicaciones absolutas: la presencia de consumo de sustancias, la presencia de psicosis que limite de manera significativa el funcionamiento personal (bien en el área del consentimiento informado, bien en el área del cumplimiento), el rechazo del trasplante y/o la presencia de ideación suicida, la existencia de trastorno facticio con síntomas físicos, el no cumplimiento con el sistema de transplante y la mala disposición a participar en el tratamiento psicoeducativo y psiquiátrico. Como contraindicaciones relativas pueden considerarse: en primer lugar, la existencia de demencia u otra disfunción cerebral, si implica el que no puedan organizarse recursos psicosociales suficientes para supervisar el cumplimiento con la medicación y el régimen médico o si es (el daño cerebral) de un tipo que se sabe que esté relacionado con alto riesgo de resultado neuropsiquiátrico adverso en el postrasplante (por ejemplo, demencia por alcohol o síndromes del lóbulo frontal); en segundo lugar, la presencia de enfermedad psiquiátrica grave refractaria al tratamiento (por ejemplo, trastornos del estado de ánimo con riesgo de suicidio, esquizofrenia, trastornos de la alimentación y trastornos de la personalidad) y, en último lugar, la situación de abuso de sustancias (criterio que ha evolucionado de especial manera en el transplante de hígado en pacientes alcohólicos). Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 83 Programa de colaboración de salud mental en trasplante 2. Las etapas del proceso de trasplante 2.1. La evaluación del candidato Ya desde hace mucho tiempo, se considera que el objetivo final de la evaluación psicosocial del candidato a trasplante es el de poder proporcionar al equipo, que va a tomar la decisión respecto de su inclusión o idoneidad, información acerca de aspectos como el nivel previo y actual de la adaptación psicológica, incluyendo una valoración del impacto tanto pasado como presente de la enfermedad y del proceso de evaluación del trasplante; la identificación de la psicopatología clínicamente significativa (especialmente cuando pueda influir en el cumplimiento y en la comprensión de las experiencias en el perioperatorio y la convalecencia del candidato con la medicación y las complicaciones que pudiesen aparecer); la valoración de la estabilidad, satisfacción y disponibilidad de apoyo social para el candidato en el pre y postoperatorio: también se debe evaluar la valoración que hacen el candidato al transplante y su familia de las vicisitudes y los requerimientos de la cirugía de trasplante (1). Un guión adecuado para la entrevista debería incluir la evaluación de los siguientes ámbitos (6): Historia actual: causa del fallo del órgano, curso de la enfermedad, tratamientos y hospitalizaciones previas, signos y síntomas actuales, efectos en el funcionamiento diario. Actitud hacia el trasplante y comprensión del mismo: razones de remisión al centro de trasplante, nivel de interés, expectativas y preocupaciones sobre el trasplante, comprensión de los riesgos y beneficios, del procedimiento y la recuperación. Cumplimiento: tanto actual como pasado con el seguimiento médico, medicaciones, pruebas, tratamientos –por ejemplo, diálisis o rehabilitación pulmonar–, restricciones dietéticas, restricciones de líquidos y abstinencia de alcohol y tabaco. Historia médica anterior: enfermedades previas, excepto el fallo de órgano, hospitalizaciones, operaciones y experiencias de recuperación. 84 Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 Programa de colaboración de salud mental en trasplante Historia psiquiátrica: trastornos actuales o pasados, gravedad de la enfermedad, recaídas, experiencias previas con los sistemas de atención en salud mental, hospitalizaciones, medicaciones, respuesta al tratamiento y cumplimiento del mismo. Uso o abuso de sustancias: deben tomarse en cuenta alcohol, drogas y tabaco, y debe evaluarse la duración del hábito, frecuencia de consumo, cantidades y estado actual del hábito, razones para la abstinencia, evidencia de hábito o dependencia. Historia familiar: médica, psiquiátrica y de hábitos tóxicos. Historia social: debe prestarse particular atención a la evaluación del sistema de apoyo previsto para el cuidado del paciente si tuviese lugar el trasplante; también deben considerarse los antecedentes educativos, historial de trabajo, situación actual de vida, relaciones más importantes, situación financiera, habilidades de afrontamiento y estresores concurrentes. Evaluación psicopatológica: aunque se realizará en su totalidad, dentro de ésta, deberá valorarse cuidadosamente la comprensión, juicio, atención, concentración, retardo psicomotor, memoria a corto y largo plazo. En nuestra experiencia el PACT (7), (Anexo I), nos parece de gran utilidad al permitir estructurar la evaluación de un conjunto de ámbitos que la clínica y la investigación han mostrado de relevancia en cuanto a la evolución de los pacientes trasplantados (8), (9). Este instrumento (ver Anexo I) está organizado para la valoración en cuatro áreas, a través de varias subescalas en cada una de ellas: - Apoyo social: se evalúa la estabilidad y la disponibilidad de la familia o los sistemas de apoyo. - Salud psicológica: presencia de psicopatología y rasgos estables de personalidad, así como el riesgo psicopatológico. - Factores ligados al estilo de vida: salubridad del estilo de vida y capacidad para mantener los cambios, uso de drogas y alcohol y grado de cumplimiento con los tratamientos previos. Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 85 Programa de colaboración de salud mental en trasplante - Comprensión del transplante y el seguimiento: grado de conocimiento y receptividad a la información. En relación a las posibles pruebas psicológicas a utilizar, distinguiríamos un nivel básico o de screening: - HAD (Cuestionario de Ansiedad y Depresión Hospitalario). - Escala de Apoyo Social. - Mini-Mental State Examination. Dado que los trastornos de personalidad se han considerado como uno de los factores vinculados a incumplimiento o mal cumplimiento con tratamientos e indicaciones médicas, si en la entrevista vislumbramos la posibilidad de existencia de problemas en ese ámbito sería conveniente profundizar en su estudio, por ejemplo, aplicando algún cuestionario de personalidad (MCMII o MMPI-2). Si se apreciase la existencia de problemas neuropsicológicos, habría que considerar exploración sobre todo de la atención, memoria y funciones ejecutivas. Hay que considerar separadamente la evaluación del donante vivo, en la que toma relevancia la valoración de su estado cognitivo, psicopatológico y de personalidad. No existen en la actualidad criterios estandarizados para la evaluación de los potenciales donantes vivos, no obstante deberán tenerse en cuenta: - La dinámica familiar y el potencial para la coerción de un miembro particular hacia la donación. - La obligación implícita del receptor de aceptar el «regalo». - La evolución de las relaciones familiares y la posibilidad de que el donante posea creencias mágicas sobre la resolución de conflictos familiares de larga evolución gracias a su donación. - Y, la posibilidad de que el estrés psicobiológico implícito en la donación empeore una psicopatología ya existente. En esta evaluación, además de le entrevista pertinente, consideramos como pruebas básicas (en función de lo señalado): 86 Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 Programa de colaboración de salud mental en trasplante - Mini-Mental State Examination. - Escala de Apoyo Social. - HAD (Cuestionario de Ansiedad y Depresión Hospitalario). - Inventario Multiaxial de Millon. 2.2 La espera La ansiedad es un estado por el que pasan con mucha frecuencia los individuos que esperan un trasplante, de manera especial los candidatos a trasplante pulmonar, y son frecuentes también los sentimientos de frustración y desmoralización. Los rasgos de personalidad de los pacientes y su ambivalencia respecto al transplante pueden provocar comportamientos patológicos. Los sucesos psiquiátricos más frecuentes son: los trastornos adaptativos, la depresión, la ansiedad y la encefalopatía. Hay consenso entre los distintos autores al considerar que en gran medida la ansiedad y la depresión, de alta prevalencia en esta fase, tienen un componente reactivo a la propia situación. En relación a estas patologías es muy importante considerar su margen de tratabilidad y estar muy atentos a sus implicaciones conductuales. Para aquellos pacientes que han padecido trastornos afectivos en el pasado es importante establecer en qué medida esto ha afectado al cumplimiento con las medicaciones y los tratamientos prescritos. En cuanto a las técnicas de intervención, debe considerarse un amplio abanico desde un marco de intervención integrador que tenga en cuenta la situación del paciente en cada momento y sin perder de vista a los familiares, en particular, al cónyuge. En este marco deberíamos considerar el uso de las técnicas de autocontrol y manejo de estrés: relajación, visualización… para ayudar a afrontar la ansiedad. Para favorecer la percepción de control pueden considerarse técnicas de adquisición de habilidades: manejo de la ira, resolución de problemas… Para el manejo de las expectativas poco realistas pueden desarrollarse intervenciones cognitivo-conductuales. Es también importante el trabajo sobre el afrontamiento buscando promover una mayor percepción de control por parte del paciente y la familia y el uso de estrategias que se han Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 87 Programa de colaboración de salud mental en trasplante mostrado más útiles. Es interesante el esquema de trabajo de Kaba, Thompson y Burnard (10) AFRONTAMIENTO POSITIVO Aceptación / Optimismo AFRONTAMIENTO NEGATIVO Negación / Evitación Búsqueda del modo de afrontamiento Marcarse objetivos Compararse con otros Hacer atribuciones Buscar apoyo social Tener fe Cambiar prioridades y percepciones Kaba, Thompson y Burnard, 2000 Debe tenerse siempre en cuenta el trabajo con la familia, y particularmente con la pareja transplantado-cónyuge, con el fin de organizar adecuadamente las estructuras de apoyo, ya que el apoyo social, básicamente el de la pareja, es uno de los elementos reiteradamente citado en la bibliografía como favorecedor del resultado exitoso del proceso de trasplante.(11) Desde otro punto de vista el atravesar todo el proceso de trasplante, expone a la pareja a una situación de fuerte exigencia que pone a prueba sus capacidades y equilibrios. Un buen esquema de trabajo para esto es el de Cutrona (12), que resalta: la relevancia del apoyo social y plantea las diferencias en las formas de dar y recibir apoyo y la necesidad de comprenderlas y respetarlas; la conveniencia de considerar el que otras personas, fuera de la pareja, pueden proporcionar apoyo; la importancia de las pautas de comunicación clara dentro de la pareja, así como del uso de las habilidades de apoyo durante las discusiones que se puedan mantener; aprender a afrontar juntos las situaciones de crisis; y, finalmente, la consideración de que cuando uno de los dos enferma son los dos los que necesitan apoyo. 88 Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 Programa de colaboración de salud mental en trasplante El trabajo con la pareja debe comenzar en el momento de la evaluación. En este aspecto, recogemos los conceptos básicos para la intervención preventiva de C. Cutrona (12): «Cuando uno de los cónyuges enferma, ambos necesitan apoyo». 1. Si uno de vosotros enferma gravemente, recordad que la enfermedad también es una crisis para el otro; la salud y la supervivencia de uno afectan profundamente al otro. 2. Si uno de vosotros enferma gravemente, no os aterréis si ambos os irritáis; la enfermedad es injusta, y tenéis derecho a enfadaros. 3. Enfadaos con la enfermedad, no el uno con el otro. 4. Si te enfadas con tu cónyuge, explícale tan clara y específicamente como puedas qué es lo que te disgusta; sé constructivo e intenta encontrarle una solución al problema. 5. Si tu cónyuge muestra su enfado contigo, trata de escuchar y comprender; plantéate como meta resolver el problema y estrechar la relación, no defenderte o «ganar». 6. Si uno de vosotros desarrolla una enfermedad seria, hablad abiertamente sobre vuestros miedos sobre el futuro; asustaos juntos, no por separado. 7. Si uno de vosotros está más cargado que el otro a causa de que uno de los dos está gravemente enfermo, hablad acerca de cómo os hace sentir esta falta de equidad; encontrad maneras de «empatar» si la inequidad supone un problema para vosotros. 8. Si estás gravemente enfermo, tu cónyuge puede asustarse o sentir repulsa; déjale hablar sobre ello; déjale ver que sigues siendo la misma persona y que sigues necesitándole, pero dale tiempo para que gestione sus emociones. 9. Si uno de vosotros enferma seriamente, hablad abiertamente sobre los problemas que causa la sobreprotección por parte del cónyuge sano; negociad, llegad a compromisos, poned límites; sed tolerantes. 10. Si uno de vosotros está en rehabilitación tras una enfermedad grave o alguna lesión, discutid abiertamente sobre Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 89 Programa de colaboración de salud mental en trasplante cómo manejar el dolor; hablad acerca de los riesgos de actuar con excesiva permisividad ante el dolor que aparece asociado a la rehabilitación; proporcionad ánimo, elogiad los avances, reservad un tiempo para las quejas y la expresión de simpatía. 2.3 El postoperatorio inmediato En el perioperatorio es muy frecuente la aparición de delirium cuyo tratamiento es básicamente médico-psiquiátrico. Como recuerdan Crone y Gabriel(6), no debe descuidarse la posibilidad de incluir intervenciones ambientales en las Unidades de Cuidados Intensivos para reducir el estrés y la confusión de los pacientes intervenidos. Destacamos, de las aportadas por estos autores, las siguientes: 1. Proporcionar reloj, calendario, programación diaria, y artículos familiares (fotografías) para facilitar la orientación. Pedir al personal y a las visitas que ayuden a reorientar al paciente a lo largo del día. 2. Comprobación con el paciente o la familia para determinar si se usan normalmente gafas o audífono. Su uso continuado puede reducir la tendencia a malinterpretar lo que les rodea. 3. Oscurecer la habitación y minimizar los procedimientos y tareas durante la noche para simular el ciclo día-noche. 4. Proporcionar corrección pronta si el paciente malinterpreta el ambiente. Ejemplo: Pie de gotero = Persona que está de pie en la habitación. No desafiar las creencias si el paciente está convencido de la ilusión. 5. Proporcionar tabla de alfabeto o desarrollar un método de comunicación alternativo. Ejemplo: cerrar los ojos o levantar un dedo para señalar sí o no, si el paciente no puede verbalizar necesidades o preocupaciones. 6. Usar entrenamiento de relajación para reducir la ansiedad o el estrés causados por la inmovilidad o la ventilación mecánica. 90 Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 Programa de colaboración de salud mental en trasplante 7. Asegurarse del control adecuado del dolor, administrar medicaciones sobre bases programadas regularmente y abstenerse del uso de dosificación a demanda. 8. Proporcionar información clara y sencilla sobre el cuidado médico y los procesos o pruebas subsiguientes para ayudar al paciente a tranquilizarse y a mantener cierta percepción de control. 9. Educar a la familia sobre dicha condición y reasegurarles que el paciente no está «volviéndose loco». Los factores etiológicos más comunes para el delirium en receptores de trasplante incluyen las consecuencias sobre el cerebro de un fallo orgánico crónico, los residuos de la anestesia general, el largo período de cirugía, el volumen y los cambios electrolíticos asociados a la reperfusión del nuevo órgano, el tratamiento con ciclosporina, el tratamiento con opiáceos, la disfunción temprana del injerto, la fiebre, las coagulopatías, las infecciones y otros procesos (13), (14) .El uso de los corticoesteroides también se asocia con la aparición de delirium y otras alteraciones psicopatológicas: trastornos maníacos, hipomaníacos y depresiones profundas (15) . No hay que olvidarse de la posible abstinencia de sustancias psicoactivas, así como del posible empeoramiento de las encefalopatías hepáticas por las BZD (16). Muchos informes relacionan temporalmente síntomas afectivos con el inicio de la terapia con ciclosporina y con una remisión sintomática tras la interrupción temporal o disminución de la dosis. La manía y depresión se han relacionado también con el pródromo de la infección del SNC por citomegalovirus(17). El aciclovir se asocia a depresión mayor con síntomas psicóticos(18). De cara a los posibles problemas de cumplimiento deben tenerse en cuenta, y recordar al paciente y la familia, los efectos secundarios de las medicaciones inmunosupresoras y las precauciones que implican, así como tener en cuenta que estos efectos secundarios suelen disminuir con el tiempo. Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 91 Programa de colaboración de salud mental en trasplante 2.4 Postrasplante y seguimiento El transplante se considera, más que una cura, un tratamiento alternativo a largo plazo que puede presentar sus propias complicaciones médicas y psicosociales. La mejora del pronóstico, gracias a los avances médicos, lleva a una mayor atención a la calidad de vida postrasplante, donde la mayoría de los estudios se centra en aspectos físicos, si bien hay evidencias de que las mejoras de la calidad de vida en sus aspectos físicos o psicológicos no van necesariamente parejas. Hay que valorar la posibilidad de cierto incremento de problemas psicológicos en el primer año del postrasplante(2) y, en relación al cumplimiento, tener presente el riesgo de la obesidad. Entre los puntos a tener en cuenta como indicadores se encuentra la adherencia al tratamiento como determinante de un buen resultado médico postrasplante y la reincorporación laboral como índice de recuperación del nivel premórbido de actividad. En nuestro entorno, donde son frecuentes los trasplantes en pacientes jubilados, el nivel de actividad se puede evaluar con indicadores alternativos. Ej: grado de participación en tareas domésticas, tipo de actividad desarrollada en el tiempo de ocio, participación en actividades comunitarias, etc. La falta de adherencia al tratamiento, particularmente al farmacológico con inmunosupresores, se relaciona con una tasa más alta de fracaso terapéutico subsidiario de re-trasplante, con las implicaciones físicas y psicológicas que esto tiene, y con una menor tasa de supervivencia a los dos años en los casos en que el incumplimiento terapéutico deriva en rechazo agudo tardío. Greenstein y Siegal (1988) (19) describen tres perfiles de pacientes incumplidores: los que olvidan las pautas de tratamiento (y se beneficiarían, en consecuencia, de programas de entrenamiento), los que tienen una cierta sensación de invulnerabilidad (y se beneficiarían de un flujo continuo de información oral y escrita al respecto) y los habituados a tomar decisiones por propia iniciativa (y se beneficiarían de su inclusión como parte del equipo terapéutico para la toma de decisiones). 92 Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 Programa de colaboración de salud mental en trasplante Resulta primordial la evaluación individualizada que permita detectar la presencia de factores de riesgo y, en su caso, programar intervenciones que procuren mejorar la adherencia, que podrían abarcar actuaciones educativas, conductuales y de apoyo social tanto a los pacientes como a las personas significativas para ellos. Se recomienda la elaboración de un protocolo de psicoeducación orientado a mejorar la adherencia al tratamiento y a facilitar en todo momento una información adecuada en relación a la enfermedad, los tratamientos y las reacciones emocionales a los mismos (20). Es conveniente evaluar el estado del proceso de adaptación del paciente a su situación personal y familiar al acabo de unos seis meses del alta, para ello se proporcionaría una escala sencilla que pudiera ser cubierta por el mismo paciente o el personal de enfermería y que tuviera una función de screening de aquellos casos en los que pudiesen estar presentándose problemas en este ámbito (que se traducirían seguramente en problemas de cumplimiento con el tratamiento e indicaciones médicas). 3. Conclusión Tanto los clínicos como los investigadores del campo de los trasplantes son cada vez más conscientes de la naturaleza entrelazada de los aspectos médicos, psiquiátricos, psicosociales y éticos en la evaluación de los candidatos a transplante. La complejidad del trasplante de órganos requiere que un equipo experto en salud mental participe en la selección de candidatos a trasplante, mediante la evaluación de los mismos, y en el cuidado de los candidatos, de los receptores, así como de los donantes vivos. La actual constitución de los equipos de trasplante incluye la incorporación de profesionales de salud mental, y tal es así, que se puede constatar que la intervención de estos profesionales en los procesos de trasplante ha experimentado un rápido e intenso crecimiento, tanto en lo que respecta a la clínica como a la investigación. Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 93 Programa de colaboración de salud mental en trasplante ANEXO I EVALUACIÓN PSICOSOCIAL DE CANDIDATOS PARA TRASPLANTE (PACT) Nombre del paciente:.........................Fecha: ......................... Evaluador: .............................................................................. ................................................................................................ Clasificación inicial de la calidad del candidato (use las categorías del 1 al 4 sólo para aquellos pacientes que Vd. crea que deben ser aceptados para cirugía) 0 1 2 3 4 Pobre. Cirugía contraindicada Límite. Aceptable bajo ciertas condiciones Aceptable, con algunas reservas Buen candidato Candidato excelente I. APOYO SOCIAL a) Estabilidad de la familia o los sistemas de apoyo 1 2 Relaciones muy inestables. Lazos personales débiles 3 4 Algunas relaciones estables, pero con algún problema evidente 5 5 Estable, relaciones próximas, vínculos fuertes, apoyos saludables Imposible de clasificar b) Disponibilidad de la familia o los sistemas de apoyo 1 Sin apoyos disponibles Relaciones inestables 94 2 3 4 Disponibilidad de apoyos limitada por factores geográficos o emocionales Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 5 5 Acompañando al paciente en el proceso; apoyado emocionalmente Apoyos saludables Imposible de clasificar Programa de colaboración de salud mental en trasplante II. SALUD PSICOLÓGICA c) Psicopatología, factores estables de personalidad d) Riesgo psicopatológico 1 2 Psicopatología activa severa (ej. tr. psicótico tr. personalidad, depresión mayor recurrente) 1 Historia de psicopatología mayor familiar o personal 3 4 Problemas moderados de personalidad o de ajuste o afrontamiento (ej. tr. adaptativo) 2 3 Algún periodo de dificultades de afrontamiento. Sensibilidad psicopatológica a las medicaciones: historia familiar de psicopatología mayor 4 5 5 Bien ajustado Imposible de clasificar 5 5 Sin historia de psicopatología familiar ni personal. Sin períodos de afrontamiento pobre Imposible de clasificar Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 95 Programa de colaboración de salud mental en trasplante III. FACTORES DEL ESTILO DE VIDA e) Salubridad del estilo de vida y capacidad para mantener cambios 1 2 Estilo de vida sedentario, problemas mayores de dieta, fumador. Renuente a cambiar 3 4 Puede requerir indicaciones para reducir riesgos controlables. Desea cambiar 5 5 Cambios importantes y mantenidos en el estilo de vida. Sin factores de riesgo mayores Imposible de clasificar f) Uso de drogas y alcohol 1 2 Dependencia. Renuncia a cambiar 3 4 Uso no diario, moderado. Desea uso discontinuo 5 5 Abstinencia o raro uso Imposible de clasificar g) Adhesión a tratamientos previos 1 2 Poco implicado, poco interesado, no consulta médicos 96 3 4 Generalmente consulta a los médicos, utiliza remedios reconocidos, adhesión casi adecuada Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 5 5 Consulta a los médicos, atento, conserva informes y sigue las pautas indicadas Imposible de clasificar Programa de colaboración de salud mental en trasplante IV. GRADO DE COMPRENSIÓN SOBRE EL TRASPLANTE Y EL SEGUIMIENTO h) Grado de conocimiento y receptividad a la información 1 2 Ningún conocimiento sobre el proceso, ve el transplante como una cura; no se hace composición a largo plazo 3 4 En general buen entendimiento, con algunas carencias (conocimiento o negociaciones) 5 5 Realista, capaz de establecer riesgos y beneficios Imposible de clasificar Clasificación final del grado de idoneidad del candidato (no haga media de las respuestas anteriores) 0 1 2 3 4 Cirugía contraindicada. Idoneidad pobre Aceptable bajo ciertas condiciones Idoneidad límite Aceptable bajo ciertas condiciones Buen candidato Candidato excelente ¿Cuáles de los anteriores elementos contribuyeron con más peso a su calificación final? (Rodee) A B C D E F G H Enumere cualquier factor que haya influido en su calificación final distinto de los enumerados en el apartado anterior: Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 97 Programa de colaboración de salud mental en trasplante Bibliografía 1. Kay, J.; Bienenfeld, D. «The clinical assessment of the cardiac transplant candidate». Psychosomatics. 1991; 32: 78-87. 2. Dew, M.A.; Roth, L.H.; Schulberg, H.C.; Simmons, R.G.; Kormos, R.L.; Trzepacz, P.T.; Griffith, B.P. «Prevalence and predictors of depression and anxietyrelated disorders during the year after heart transplantation». General Hospital Psychiatry. 1996;18: 48S-61S. 3. Dew, M.A.; Roth, L.H.; Thompson ME, Kormos RL, Griffith BP. «Medical compliance and its predictors in the first year after heart transplantation». The Journal of Heart and Lung Transplantation. 1996;15 (6): 631-45. 4. Freeman, A.M.; Westphal, J.R.; Davis, L.L. et al. «The future of organ transplant psychiatry». Psychosomatics. 1995; 36:429-437. 5. Skotzko, C.E.; Strouse, T.B. «Solid organ transplantation». The American psychiatric Publishing Textbook of consultation-liaison psychiatry. Wise MG, Rundell JR. (pp.623-655): American Psychiatric Publishing. Washington DC. 2003. 6. Crone, C.C.; Gabriel, G. «Psychiatric overview of solid organ transplantation. Cutting-edge medicine. What psychiatrists need to know» (pp.67-112): American Psychiatric Publishing. Washington, DC. 2002. 7. Olbrisch, M.E.; Levenson, J.L.; Hamer, R. «The PACT: a rating scale for the study of clinical decission-making in psychosocial screening of organ transplant candidates». Clinical Transplantation. 1989; 3: 164-9. 8. Olbrisch, M.E.; Levenson, J.L. «Psychosocial evaluation of heart transplant candidates: an international survey of process, criteria, and outcomes». The Journal of Heart and Lung Transplantation. 1991; 10 (8): 948-55. 98 Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 Programa de colaboración de salud mental en trasplante 9. Levenson, J.L.; Olbrisch, M.E. «Psychosocial evaluation of organ trasplant candidates. A comparative survey of process, criteria, and outcomes in heart, liver, and kidney transplantation». Psychosomatics. 1993; 34: 314-23. 10. Kaba, E.; Thompson, D.R.; Burnard, P. «Coping after heart transplantation: a descriptive study of heart transplant recipient´s methods of coping». Journal of Advanced Nursing. 2000; 32 (4):930-6. 11. Bunzel, B.; Wolleneck, G. «Heart transplantation: are there psychosocial predictors for clinical success of surgery?» Thoracic Cardiovascular Surgeon. 1994;42:103107. 12. Cutrona, C.E. «Social support in couples. Marriage as a resource in times of stress». Thousand Oaks. Sage. Ca. 1996. 13. Dubin, W.R.; Field, H.L.; Gastfriend, D.R. «Postcardiotomy delirium: acritical review». J Thorac Cardiovasc Surg. 1979; 77:586-594. 14. Plevak, D.J.; Southorn, P.A.; Narr, B.J. et al. «Intensive care unit experience in the Mayo liver transplantation program: the first 100 cases». Mayo Clin Proc. 1989;64:433-445. 15. Kershner, P.; Wang-Cheng, R. «Psychiatric side effects of steroid therapy». Psychosomatics. 1989; 30:135-139. 16. Basile, A.S.; Hughes, R.D.; Harrison, P.M. et al: «Elevated concentration of 1,4 benzodiazepines in fulminant liver failure». N Engl J Med. 1991; 327:473-478. 17. Surman, O.S. Liver transplantation, in Psychiatric Aspects of Organ Transplantation. Pp. 177-188 Edited by Craven, J.; Rodin, G. Oxford University Press. 1992. 18. Sirota, P.; Stoler, M.; Meshulam, B. «Major depression with psychotic features associated with acyclovir therapy». Drug Intelligence and Clinical Pharmacy. 1988; 22:306308. Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 99 Programa de colaboración de salud mental en trasplante 19. Greenstein, S.; Siegal, B. «Compliance and noncompliance in patients with a functioning renal transplant: a multicenter study». Transplantation. 1998; 66:1718-1726 20. Mingote, J.C.; Denia, F. «Aspectos psicológicos y psiquiátricos del trasplante cardíaco. Psiquiatría de Enlace (Cardiología)». p.180. Scientific Communication Management, SL. 2003. 100 Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 La unidad de media estancia en psiquiatría: rehabilitación intensiva hospitalaria Autores Germán Gómez Bernal1, Alejandra Reboreda Amoedo2, Fernando Romero Mora3, Eugenia Esteban Rodríguez1, Javier Oncins Mur1, Milagros Bernal Pérez4, Francisco Moreno Tovar5, María José Recimil López5 1Psiquiatra Ume Teruel, 2Psicólogo Ume Teruel, 3Supervisor enfermería Ume Teruel, 4Profesora Universidad. Facultad Medicina de Zaragoza, 5Psiquiatra CHOU. Resumen En el siguiente trabajo, se explica el modo de funcionamiento y algunos ejemplos de programas desarrollados en la Unidades de Media Estancia (UME), las cuales tienen como objetivo prevenir y/o minimizar las disfunciones producidas por la enfermedad mental severa, tratando de mantener, mejorar y/o recuperar las capacidades funcionales necesarias para conseguir el máximo nivel de autonomía e independencia personal y facilitar el paso de la hospitalización a un entorno comunitario normalizado. Introducción Las UME, constituyen dispositivos específicos de rehabilitación psicosocial, que cubren las necesidades de tratamiento de aquellas personas afectadas de un trastorno mental grave, en las que los programas de rehabilitación comunitarios o no pueden ser aplicados o no son suficientes, ya sea Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 101 La unidad de media estancia en psiquiatría: rehabilitación intensiva hospitalaria por la escasa autonomía y capacidades del paciente, ya sea por una grave situación familiar. Se entiende por trastorno mental grave, aquellos que dificultan o impiden el desarrollo de las capacidades funcionales del individuo en relación a aspectos de su vida diaria, y que además dificultan o impiden el desarrollo de su autosuficiencia económica. Dentro de dicha categoría podrían incluirse los siguientes trastornos: Trastornos esquizofrénicos. Trastornos esquizoafectivos. Trastornos bipolares. Estados paranoides. Depresiones mayores. Trastornos obsesivos-compulsivos. Trastornos de personalidad graves (Límite, Esquizotípico...). Trastornos Neuróticos graves. Otros (trastornos duales, daño cerebral adquirido...). A pesar de no existir datos sobre el número de personas con el diagnóstico de TMG, aproximadamente, se calcula que podría tratarse de entorno al 0’6 al 0’9% de la población general según los diversos estudios publicados en la literatura científica. El proceso de desinstitucionalización, supuso la creación de nuevos dispositivos de atención sanitaria, sin embargo los dispositivos residenciales u ocupacionales no fueron impulsados de la misma manera, creándose con los años un vacío cada vez más grande en este sector, que ha sido suplido en gran medida por las familias. Para subsanar este vacío, se pusieron en marcha, tanto a nivel estatal como a nivel de comunidades autónomas, una serie de programas destinados a la rehabilitación e inserción social del paciente afectado de trastorno mental grave. En cuanto a los dispositivos fundamentales encaminados a la atención de éste tipo de trastorno debemos diferenciar los hospitales de día, los centros de día y la unidades de media estancia. Hospitales de día Los hospitales de día, son servicios ambulatorios que proporcionan un tratamiento intensivo y estructurado en régimen diurno, con el fin de evitar la hospitalización y aumen- 102 Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 La unidad de media estancia en psiquiatría: rehabilitación intensiva hospitalaria tar el nivel de autonomía en pacientes con enfermedades mentales graves. Se considera adecuado, que el hospital de día se encuentre en un hospital general teniendo una unidad de agudos como referencia. Los pacientes serán derivados fundamentalmente desde la unidad de agudos, sirviendo este recurso a su vez como instrumento de consolidación de la mejoría alcanzada y convirtiéndose en una pieza fundamental para un funcionamiento ágil de las mismas. Los pacientes una vez consolidada su mejoría serán remitidos a las unidades de salud mental, que también puede derivar a los hospitales de día. Se trata de un tipo de atención que se encuentra a medio camino entre el internamiento y una vida independiente, siendo en muchas ocasiones una alternativa a las unidades de internamiento breve, por lo que están indicados especialmente para pacientes en los que persiste sintomatología activa, excluyendo presencia de conductas gravemente disruptivas o héteroagresivas y siendo necesario el que tengan garantizado su alojamiento y cuidados. A modo de resumen, su objetivo principal es el de garantizar una adecuada transición entre el hospital y la comunidad y más concretamente: - Evitar la hospitalización completa. - Disminución y afrontamiento de la patología psiquiátrica. - Prevención y disminución de recaídas. - Prevención del deterioro. Centros de día: Se trata de servicios ambulatorios dirigidos a aumentar en el paciente con TMG su nivel de autonomía, su reinserción social y la recuperación y mejora de habilidades laborales y sociales, así como obtener una mayor autonomía en relación con las distintas instituciones psiquiátricas. Los pacientes candidatos a este tipo de recurso serían aquellos afectados de un trastorno mental grave, que siendo atendidos en las unidades de salud mental, requieren una atención rehabilitadora más específica y exhaustiva que la que se puede ofrecer desde un C.S.M.C. En concreto los pacientes candidatos tienen el siguiente perfil: Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 103 La unidad de media estancia en psiquiatría: rehabilitación intensiva hospitalaria - Personas con larga duración del trastorno, con intervenciones previas de otros dispositivos de la red o bien duración corta del trastorno, pero con una previsión de deterioro de evolución crónica. - Cuando el uso de recursos comunitarios por parte de la persona con TMG es insuficiente. - Cuando no hay pautas organizativas estables de su vida cotidiana. - Personas con TMG con un nivel mínimo de estabilidad clínica, pero que se prevén posibles reagudizaciones. - Cuando hay aislamiento relacional. - Existe un nivel básico de autonomía personal para hacer posible la asistencia y permanencia en el centro de día. - Cuando existe motivación para hacer un proyecto rehabilitador. Pacientes candidatos a tratamiento en una unidad de media estancia Son candidatos a dichas unidades, aquellos pacientes que, sin una problemática social primordial, no puedan, ya sea por su situación familiar o por su elevada gravedad clínica, ser tributarios de los programas de rehabilitación a nivel ambulatorio. Están destinadas a pacientes que presentan un grave deterioro en su autocuidado, cumplimiento de la medicación o aislamiento social, a pesar de los intentos de rehabilitación comunitarios. Dichos pacientes deben ser captados desde los centros de salud mental, que propondrán su ingreso en éste tipo de dispositivo hospitalario tras descartarse los dispositivos ambulatorios. Objetivos de la rehabilitación intensiva intrahospitalaria El objetivo principal es incrementar el grado de autonomía de aquellos pacientes afectados de un trastorno mental grave con serias dificultades psicosociales. Este recurso se utiliza como medio estructurado y terapéutico que permite mejores condiciones de tratamiento psiquiátrico y psicológico con pacientes de difícil abordaje terapéutico. De manera más detallada podemos apuntar los siguientes: - Conseguir el desempeño del mayor número de roles socialmente valiosos. 104 Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 La unidad de media estancia en psiquiatría: rehabilitación intensiva hospitalaria - Desarrollar habilidades instrumentales y de afrontamiento social. - Disminuir la vulnerabilidad a la recaída actuando sobre los factores de riesgo biopsicosociales. - Habilitar soportes sociales y afectivos comunitarios. Criterios de ingreso en unidades de media estancia - Se trata de un recurso destinado a adultos jóvenes hasta 3040 años, pudiéndose ampliar dicho rango a intervalo entre los 18 y 55 años. - Diagnósticos: todos aquellos trastornos englobados en la categoría de trastorno mental grave. - Situación clínica: cronicidad, estabilidad. El paciente debería encontrarse en un período inicial de la cronificación, antes de que se consoliden las discapacidades o se agoten las posibilidades familiares y sociales de apoyo. - Actitud/disposición: el ingreso debería ser aceptado por escrito de manera voluntaria por el paciente. En el caso de que durante el período de ingreso, el paciente rompa con dicho compromiso, podrá ser dado de alta tras ser valorado o derivado a una unidad de agudos si la decisión pudiera ser secundaria a una reagudización de su proceso. En caso de ser dado de alta, se tratará de guardar su plaza por unos periodo de unos 15 días, en los que el paciente puede reconsiderar su vuelta al centro; evitándose de este modo bajas secundarias a decisiones impulsivas. - Compromiso: el paciente debería firmará un contrato terapéutico, en el que se comprometa a participar de manera activa en los programas que el equipo rehabilitador del centro considere oportuno. Esto constituye un elemento fundamental para responsabilizar al paciente de su proceso rehabilitador. En el caso de que durante el período de ingreso, el paciente rompa con dicho compromiso, podrá ser dado de alta por el equipo de la Unidad. - Uso de los recursos terapéuticos de salud mental: el paciente debe estar integrado en la red comunitaria, en tratamiento en la unidad de salud mental en el momento de la derivación, habiéndose ensayado previamente otros programas de rehabilitación comunitaria ambulatorios. Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 105 La unidad de media estancia en psiquiatría: rehabilitación intensiva hospitalaria - Situación sociofamiliar: mantener la vinculación con su red social; compromiso de la misma antes, durante y tras el ingreso, evitando la desvinculación y el abandono aprovechando la situación de ingreso. Se considera adecuado, que la familia se comprometa por escrito a colaborar con el equipo del centro en el proceso rehabilitador participando en las actividades que se consideren oportunas. - Expectativas de evaluación: dado que la duración media de ingreso en las UMEs es de 6 a 12 meses, este factor deberá tenerse en cuenta a la hora de seleccionar a los candidatos que van a ser derivados a esta unidad, considerándose como un recurso no adecuado para aquellos pacientes en los que por la naturaleza de su trastorno no se esperan beneficios en este plazo de tiempo. Criterios de exclusión para ingreso en unidades de media estancia - Trastornos de personalidad disocial. - Toxicomanías activas. - Demencias y trastornos mentales orgánicos. - Retraso mental. - Aquellos pacientes de los que, por sus antecedentes y experiencias asistenciales previas como: ingresos psiquiátricos prolongados por ejemplo, se tenga conocimiento de su necesidad de entornos estructurados residenciales y que no puedan vivir en estructuras intermedias en la comunidad, es decir, dónde antes de iniciar la rehabilitación ya se descarta la vuelta a domicilio o el vivir en un piso. - Elevado riesgo de hospitalismo, sobre todo si no se ha intentado previamente la rehabilitación ambulatoria. Cómo derivar casos a una unidad de media estancia Los pacientes derivados a este tipo de dispositivos, deberían haber agotado las posibilidades de rehabilitación extrahospitalarias, considerándose por lo tanto como punto fundamental de referencia para la derivación de casos la USM. 106 Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 La unidad de media estancia en psiquiatría: rehabilitación intensiva hospitalaria Se considera fundamental para el desarrollo adecuado del plan de rehabilitación, una buena coordinación entre la USM y la UME, a la que debería hacerse llegar un informe de derivación del paciente, en el que se resuma la trayectoria personal, social y psiquiátrica del mismo. En cuanto a la historia psiquiátrica, sería valioso que quedasen recogidos datos como forma de comienzo de la enfermedad, historia de ingresos psiquiátricos, evolución sintomática, deterioros observados; conciencia de enfermedad del paciente y actitud ante el tratamiento; efectos secundarios de la medicación... En dicho informe deberían de recogerse cuáles son los hábitos y actividades de la vida diaria que el paciente conserva, pudiendo ser útiles el uso de escalas psicométricas que objetiven su estado como por ejemplo escalas Honos y de Criterios de Cronicidad. Otro elemento fundamental a recoger en dicho informe lo constituyen las relaciones familiares: conocer el clima familiar, nivel de comunicación con el paciente, capacidad de afrontamiento de la familia de los problemas de convivencia y demandas que realiza la familia son esenciales para llevar a cabo el programa de rehabilitación del paciente. Ya que la USM se considera como semilla y elemento clave del plan rehabilitador, y la UME como una herramienta de éste; es el psiquiatra del candidato a ingresar quien debe proponer unos objetivos iniciales para su ingreso en la UME, que posteriormente serán reevaluados por el equipo de esta última, así como el tiempo estimado para cumplir dichos objetivos. Cómo coordinar la derivación A pesar de que la coordinación entre los dispositivos derivadores de casos y el dispositivo rehabilitador es fundamental, puede darse la circunstancia de que no exista acuerdo entre ambas partes sobre si un paciente puede beneficiarse o no de un ingreso. Por ello, con el objetivo de facilitar el orden en las derivaciones y para solventar discrepancias de criterios, la existencia de una comisión integrada por personal del dispositivo rehabilitador, del dispositivo derivador, así como un profesional ajeno y neutral a ambas partes se considera fundamental. Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 107 La unidad de media estancia en psiquiatría: rehabilitación intensiva hospitalaria Dicha comisión puede reunirse de forma mensual y en ella se aprueban preferiblemente por consenso, o en caso contrario por votación, los ingresos en la UME. Acogida de pacientes Dado que el ingreso es voluntario, se considera adecuado que el paciente conozca personalmente a los responsables directos de su tratamiento, sea introducido en la dinámica del centro, se le enseñen las dependencias del éste, se le presenten al resto de compañeros y del equipo, y se le muestren horarios, actividades y normas de régimen interior, antes de su hospitalización. Para ello, se debe citar al paciente en el centro cuando se prevea la existencia de una vacante aprovechando a su vez para comunicarle la fecha exacta de ingreso, entregándosele horarios generales de hospitalización, formularios: Contrato terapéutico, derechos y deberes del paciente… y demás información pertinente. Ya que este tipo de recurso es escaso, una vez realizada la entrevista de acogida, si el paciente manifiesta dudas al respecto de su voluntad de iniciar el ingreso, se le dará un plazo para tomar una decisión. Si en ese plazo decide no ingresar, debería de ser penalizado con la no posibilidad de ser propuesto para ingreso durante un periodo de tiempo. Periodo de evaluación y desarrollo del plan individualizado de rehabilitación y reinserción (PIRR): Una vez ingresado el paciente, éste debe ser sometido durante los primeros quince días, a una evaluación por parte de todos los profesionales del equipo, con el fin de recabar la información necesaria para poder realizar el PIRR, realizándose las pruebas médicas y psicométricas necesarias para concretar las necesidades rehabilitadoras del mismo. El PIRR, dará continuidad al iniciado en la USM y adaptará sus contenidos a los objetivos del ingreso. Tales objetivos, la situación de partida y los medios o intervenciones a realizar (individuales y grupales) serán sus contenidos. En los PIRR, se recogen actuaciones a nivel personal, familiar, social, laboral y de vivienda; decidiéndose qué profesional se hará responsable de cada área. 108 Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 La unidad de media estancia en psiquiatría: rehabilitación intensiva hospitalaria El PIRR, debe de ser sistematizado, estructurado secuencialmente y debe tolerar cambios en función de la evolución del proceso rehabilitador. Este PIRR se compartirá no sólo con el resto del equipo profesional del centro, enfermeros y auxiliares, sino que el propio paciente y su familia será partícipe y dará su opinión al respecto, con el fin de hacerles partícipes activos del proceso rehabilitador del paciente. Supervisión del PIRR: Plan de tutorías La creación de un plan individualizado de tratamiento con unos objetivos y unas intervenciones, exige a su vez que éste sea supervisado para garantizar su cumplimiento; por ello la figura del tutor es necesaria. El tutor de la UME es un auxiliar de enfermería que bajo la supervisión de un enfermero se responsabiliza de que un pequeño grupo de usuarios de la unidad reciba los cuidados que requieren. El tutor procurará que su grupo de tutelados reciba una adecuada atención en higiene y cuidado personal, tratamientos médicos, psicológicos y de enfermería, realice las actividades de la vida diaria y que asista a las actividades de tratamiento y rehabilitación que se le prescriban así como asegurar los contactos con la familia. No se trata de que el tutor administre personalmente estos cuidados, sino más bien que supervise que el tutelado los recibe, demandando para ello las actuaciones de médicos, psicólogos, trabajadores sociales y otros implicados. El tutor sería como el «abogado» del paciente, procurando que su tutelado realice el plan individualizado de tratamiento y rehabilitación que se ha escrito para él. Programas de intervención grupal básicos a desarrollar en la UME Las actividades de carácter grupal, constituyen un elemento fundamental del PIRR. Dichas actividades están encaminadas a la rehabilitación de las diferentes áreas deficitarias del paciente afectado de trastorno mental grave y más concretamente, consideramos muy importantes el desarrollo de los siguientes: Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 109 La unidad de media estancia en psiquiatría: rehabilitación intensiva hospitalaria Grupo asamblea, en el que los pacientes reunidos con el psiquiatra, psicólogo, personal de enfermería y auxiliares de la unidad puedan exponer las sugerencias sobre los temas que afectan al grupo de pacientes y personal del centro. - Grupo actividades vida diaria. - Grupo de psicoeducación. - Grupo de rehabilitación de déficit cognitivos. - Grupo de habilidades de autocontrol y manejo de estrés. - Grupo de entrenamiento en habilidades sociales. - Grupo de habilidades instrumentales, gestión de ocio y uso de recursos comunitarios. - Psicoeducación con familias. - Grupo de psicomotricidad. - Terapia de grupo de corte más psicoanalítico. Revisión del P.I.R.R: En un plazo aproximado de 6 meses tras el ingreso, el equipo de la UME reevaluará el éxito alcanzado hasta el momento en los distintos programas de rehabilitación y el grado de cumplimiento de los objetivos propuestos. Se decidirá en este momento si es necesaria una redefinición de los objetivos propuestos o si existen áreas de trabajo diferentes al ingreso. Si en esta reevaluación no se considera que el paciente haya alcanzado los objetivos propuestos, porque el tiempo no ha sido suficiente, los objetivos planteados inicialmente eran muy ambiciosos o simplemente son diferentes a los iniciales, se ampliará el tiempo de ingreso por 6 meses más. Idealmente, al año de ingreso, se producirá el alta del paciente. En casos especiales, en los que el equipo rehabilitador del centro considere que puede existir un beneficio para el paciente a través de la prolongación de su ingreso por 6 meses o un año más, el ingreso podrá tener una duración 110 Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 La unidad de media estancia en psiquiatría: rehabilitación intensiva hospitalaria total de 2 años. Esta prolongación del ingreso sólo se realizará en base a criterios clínicos y no en base a problemática exclusivamente social. Bibliografía 1. Rodríguez, Abelardo y cols. Rehabilitación psicosocial de personas con trastornos mentales crónicos. Pirámide, 1997. 2. Rebolledo Moler, Sergio. Psicoeducación de personas vulnerables a la esquizofrenia. Editorial Nou Cami, 1998. 3. Vieta, E. Novedades en el tratamiento del trastorno bipolar. Panamericana, 2003. 4. Edwards, J.; McGorry, Patrick, D. Intervención precoz en la psicosis. Biblioteca Británica, 2002. 5. Liberman R.P. Social and independent living skills. Medication-management module. 1986. 6. Burnes, A. Roen. «Social roles and adaptation to the community: Community mental health journal». 3 153-158. 7. Roder, V. Terapia integrada de la esquizofrenia. Ed. Ariel psiquiatría, 1996. 8. Birchwood, M. El tratamiento psicológico de la esquizofrenia. Ed. Ariel psiquiatría, 1995. 9. Kuipers, E. Esquizofrenia. Guía práctica de trabajo con familias. Ed. Paidós, 2004. 10. Rebolledo Moler, Sergio. Cómo afrontar la esquizofrenia. Ala médica 2004. 11. S.A.S: Programa de rehabilitación y reinserción social: plan estretégico de salud mental.Comunidad Autónoma de Aragón. Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 111 El sistema de gestión de la calidad en la unidad de hospitalización de agudos de psiquiatría del Complexo Hospitalario Xeral-Calde de Lugo Autores Luis Vila Pillado1, Ramón Area Carracedo1, Vanesa Sánchez Ucha2, Margarita Pena Puentes3, Amalia González Besada4, Mª José Rivas Seoane1, Yolanda Carballeira Rifón1, Ania Justo Alonso5, Verónica Ferro Iglesias5, Luis González Domínguez Viguera5, Rosa Varela López3 1Psiquiatras, 2Terapeuta 5M.I.R. Psiquiatría. ocupacional, 3DUE, 4Psicóloga, En el año 2005, el Complexo Hospitalario Xeral-Calde de Lugo tras la acreditación de algunos de sus servicios tales como mantenimiento o laboratorio de análisis clínicos, a través de la ISO 9001: 2000, se planteó la posibilidad de aplicar este sistema de gestión de la calidad en alguno de sus servicios clínicos de atención directa con el paciente, reto que se asumió por la unidad de agudos. Entendiendo en ese momento que un sistema de gestión de la calidad pudiese resultar una herramienta que nos ayudase a mejorar la gestión del servicio, así como a una mayor satisfacción de las partes implicadas comenzamos un trabajo que en dos años se vio cumplimentado por la concesión de dicha acreditación por parte de AENOR. Si bien como se ha señalado por Eduardo de la Sota, la ISO 9000 está muy extendida en servicios más mecánicos de las instituciones sanitarias como los laboratorios, servicios de radiología y transporte, también se ha aplicado en hospitales Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 113 La unidad de media estancia en psiquiatría: rehabilitación intensiva hospitalaria y clínicas. Experiencias en este sentido las ha habido entre otras en Valencia y también en hospitales vascos, donde la experiencia con la ISO resultó posteriormente de gran ayuda para la aplicación posterior del modelo EFQM. Evaluación diagnóstica de la unidad para la implantación del sistema de gestión de calidad Para la elaboración del Manual de Calidad y la implementación del Sistema de gestión de la calidad en la Unidad de Agudos de Psiquiatría se partió de un documento de evaluación realizado por equipo consultor con fecha del 18 de abril de 2005 y que nos fue presentado el 13 de mayo de dicho año. Dicho documento constaba de 6 apartados, que son los que siguen: Objeto Documentar el resultado del diagnóstico realizado por la consultora en la unidad de agudos en relación a los requisitos establecidos en la norma UNE-EN-ISO 9001:2000 y los requisitos legales aplicables al desarrollo de los procesos desempeñados para abordar el diseño y desarrollo de un sistema de gestión de la calidad según dicha norma. Documentación de referencia - Norma UNE-EN-ISO 9001:2000: «Sistemas de Gestión de la Calidad». Requisitos. - Norma UNE-EN-ISO 9004:2000: «Sistemas de Gestión de la Calidad». Directrices para la mejora del desempeño. - Norma UNE-EN-ISO 9000:2000: «Sistemas de Gestión de la Calidad». Fundamentos y Vocabulario. Presentación de la organización Descripción de la unidad de hospitalización de agudos de Psiquiatría, que incluye número de camas, descripción de patologías más frecuentes, ámbito de actuación, organigrama, arquitectura, vías de entrada y los diferentes destinos de los pacientes una vez tratados. 114 Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 Ámbito de aplicación del sistema de calidad: prestación del servicio de hospitalización de pacientes agudos y realización de interconsultas de psiquiatría en el Hospital de Calde. Mapa de procesos: El mapa de procesos representa el conjunto de procesos interrelacionados. Se definen los procesos como una secuencia ordenada y lógica de actividades de transformación, que partiendo de unas entradas (información, materiales, etc.) proporcionen unos resultados programados que se entregan a quienes lo han solicitado, los clientes de cada proceso. Se distinguen tres tipos de procesos: - Estratégicos: procesos destinados a definir y controlar las metas, políticas y estrategias de la empresa y que serían competencia de la alta dirección de la organización. - Operativos: procesos destinados a llevar a cabo las acciones que permitan desarrollar las políticas y estrategias definidas para dar servicio a los clientes. - De apoyo: procesos, no directamente ligados a las acciones de desarrollo de las políticas, pero cuyo rendimiento influye directamente en el nivel de los procesos operativos. Con esta base se elaboró un borrador de lo que podría ser el mapa de procesos de la unidad. Requisitos necesarios para el diseño y desarrollo del sistema de gestión de calidad El diseño y desarrollo de un sistema de gestión de la calidad según la norma implicaría que la organización: - Identificase los procesos necesarios para dicho sistema y determinase la secuencia e interacción de los mismos. - Determinase los criterios y métodos necesarios para asegurarse de que tanto la operación como el control de procesos fuesen eficaces. - Asegurase la disponibilidad de recursos e información necesaria para apoyar la operación y seguimiento de dichos procesos. Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 115 El sistema de gestión de la calidad en la unidad de hospitalización de agudos de psiquiatría del Complexo Hospitalario Xeral-Calde de Lugo - Realizase el seguimiento, medición y análisis de estos procesos. - Implementase las acciones necesarias para alcanzar los resultados planificados y la mejora continua de estos procesos. Esto supone que se deberá disponer de un sistema de gestión que contenga un manual de calidad, manual de fichas de procesos, manual de protocolos, soportes y registros que evidencien la implantación del sistema. Las fichas de proceso se organizan en 5 grupos que se corresponden a su vez con 5 grandes bloques en los que se estructura la norma de referencia según el ciclo de mejora continua: - Sistema de gestión de calidad. - Responsabilidad de la Dirección. - Gestión de recursos. - Realización del producto. - Medición, análisis y mejora. Situación actual de la unidad de hospitalización de psiquiatría respecto al cumplimiento de los requisitos de la norma UNE en ISO 9001:2000. Se realizó análisis de la situación y las acciones necesarias para el cumplimiento de los requisitos de la norma en los puntos que siguen: - Requisitos de la documentación: Generalidades y manual de calidad. Control de los documentos. Control de los registros de la calidad. - Responsabilidad de la dirección: Enfoque al cliente. Política de calidad. Planificación: Objetivos de la calidad. Planificación del sistema de gestión de la calidad. 116 Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 El sistema de gestión de la calidad en la unidad de hospitalización de agudos de psiquiatría del Complexo Hospitalario Xeral-Calde de Lugo - Responsabilidad, autoridad y comunicación: Responsabilidad y autoridad. Representante de la dirección. Comunicación interna. - Revisión por la dirección. - Gestión de los recursos. - Provisión de recursos. - Recursos humanos. - Infraestructura. - Ambiente de trabajo. - Realización del servicio: Planificación de la realización del servicio. Procesos relacionados con el cliente: Identificación de los requisitos de los clientes. Revisión de los requisitos del producto. Diseño y desarrollo. Compras. Operaciones de servicio: Control de operaciones. Validación de los procesos. Identificabilidad y trazabilidad. Propiedad del cliente. Preservación del producto. Control de los equipos de medición y seguimiento. - Medición, análisis y mejora: Medición y seguimiento: Satisfacción del cliente. Auditoria interna. Medición y seguimiento de los procesos. Medición y seguimiento del producto. Control de las no conformidades. Análisis de los datos. Mejora. Planificación para la mejora continua. Acciones correctivas y preventivas. Propuesta para el diseño del sistema de gestión La propuesta que se realizó consistía en la realización de un sistema de la calidad que contemplase la elaboración de: Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 117 El sistema de gestión de la calidad en la unidad de hospitalización de agudos de psiquiatría del Complexo Hospitalario Xeral-Calde de Lugo 1. MANUAL DE CALIDAD - MC: Hoja de control y aprobación e índice. - MC-A: Presentación de los servicios y mapa de procesos. - MC-B: Alcance, generalidades y exclusiones. - MC-01 AL MC-05: Sistema de gestión de calidad. Recogería todos los requisitos establecidos en la norma de referencia. 2. MANUAL DE FICHAS DE PROCESO: A. FICHAS DE PROCESO GENERALES - F-01-01: Control de los documentos, requisitos legales y registros de calidad. - F-03-01: Formación. - F-04-01: Comunicación interna-externa. - F-04-02: Gestión de compras. - F-04-03: Evaluación de proveedores. - F-04-04: Control de los dispositivos de medición y seguimiento. - F-05-01: Satisfacción del cliente. - F-05-02: Auditorías internas. - F-05-03: Control de las no conformidades. - F-05-04: Planificación para la mejora contínua. - F-05-05: Acciones correctivas y preventivas. B. FICHAS DE PROCESO ESPECÍFICAS - FPS-03-01: Control de equipos e instalaciones. - FPS- 04-01: Recepción y aceptación de peticiones de servicio. - FPS-04-02: Planificación y prestación de servicios de la unidad de hospitalización de agudos de psiquiatría. De las fichas de proceso específicas surgirían los protocolos necesarios para establecer una sistemática operacional clara y entendible por todo el personal de la Unidad. Sistema de gestión de calidad de la unidad de agudos de psiquiatría La elaboración del sistema de calidad se llevó a cabo según 118 Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 El sistema de gestión de la calidad en la unidad de hospitalización de agudos de psiquiatría del Complexo Hospitalario Xeral-Calde de Lugo las líneas definidas realizándose el Manual de Calidad en el que destacamos como puntos importantes: Descripción la Unidad: La unidad de agudos del C. H. Xeral-Calde Lugo está en funcionamiento desde noviembre de 1989. Se encuentra situada en el Hospital de Calde en su planta baja, en la actualidad cuenta con 26 camas, dos de ellas pertenecientes a la unidad de desintoxicación hospitalaria, activa desde marzo de 2004, y 2 más a utilizar en casos de especial urgencia. Las 26 camas están distribuidas del siguiente modo: 7 habitaciones de tres camas, 3 habitaciones de 1 cama, de las cuales 2 se consideran como de vigilancia intensiva, por lo que están situadas a ambos lados de los controles de enfermería, desde donde a través de una ventana de cristal se puede observar dicha habitación, y 1 habitación de 2 camas. Entre las características especiales de la unidad se señala que: 1. La puerta de acceso se encuentra cerrada, pudiéndose abrir mediante llave de la que dispone el personal de la unidad o mediante vídeo portero desde el control de enfermería. 2. Las ventanas disponen de cristales blindados y apertura con un dispositivo que está bajo control del personal. 3. En las habitaciones se utiliza material que evite peligros, y muchas tienen un pequeño ventanuco en la puerta para poder controlar el personal de enfermería sin necesidad de entrar. La unidad dispone del siguiente personal: - 4 Psiquiatras (1 encargado de la UDH). - 1 MIR de psiquiatría. - 1 Psicóloga a tiempo parcial. - 1 Supervisora de Enfermería. - 1 Terapeuta ocupacional. - 8 ATS. - 10 auxiliares de enfermería. - 6 celadores. Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 119 El sistema de gestión de la calidad en la unidad de hospitalización de agudos de psiquiatría del Complexo Hospitalario Xeral-Calde de Lugo Organigrama 120 Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 El sistema de gestión de la calidad en la unidad de hospitalización de agudos de psiquiatría del Complexo Hospitalario Xeral-Calde de Lugo Mapa de procesos del Servicio de Psiquiatría Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 121 El sistema de gestión de la calidad en la unidad de hospitalización de agudos de psiquiatría del Complexo Hospitalario Xeral-Calde de Lugo Índice de fichas de proceso Código Título F-01-01 Control de los Documentos, Requisitos Legales y Registros de Calidad 30-11-06 1 F-03-01 Formación 28-4-06 0 F-04-01 Comunicación Interna y Externa 28-4-06 0 F-04-02 Evaluación de proveedores 12-3-07 1 F-04-03 Control de los Dispositivos de Medición y Seguimiento 31-01-07 1 F-05-01 Satisfacción del Cliente 28-4-06 0 F-05-02 Auditorías Internas 28-4-06 0 F-05-03 Control de las no Conformidades 28-4-06 0 F-05-04 Planificación para la Mejora Continua 28-6-06 0 F-05-05 Acciones Correctivas y Preventivas 28-4-06 0 FPS-04-01 Recepción y aceptación de peticiones de servicio 12-03-07 2 FPS-04-02 Tratamiento de pacientes agudos del servicio de psiquiatría 15-1-07 1 FPS-04-03 Terapia ocupacional 12-3-07 2 FPS-04-04 Terapia psicológica 12-3-07 2 FPS-04-05 Gestión de compras 12-3-07 1 FPS-05-01 Medición y seguimiento de procesos/servicios 28-4-06 0 122 Fecha de Edición entrada en vigor Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 El sistema de gestión de la calidad en la unidad de hospitalización de agudos de psiquiatría del Complexo Hospitalario Xeral-Calde de Lugo Índice de protocolos Fecha de entrada en vigor 28-4-06 Edición 28-4-06 0 P–04-01-01 GESTIÓN DE RECLAMACIONES 28-4-06 0 p-04-02-01 TIPOLOGÍA DE INCIDENCIAS Y CRITERIO DESHOMOLOGACIÓN PROVEEDORES 12-3-07 0 p-04-03-01 Verificación/revisión tensiómetros 31-01-07 0 p-04-03-02 verificación caudalímetros 31-1-07 0 PPS-04-01-01 Recepción de pacientes 31-5-06 0 Código Título P–01-01-01 Codificación de documentos del sistema Distribución y modificación de documentos del sistema de gestión P–01-01-02 PPS-04-01-02 0 Evaluación y tratamiento psiquiátrico PPS-04-01-03 Recepción de llamadas telefónicas 18-4-07 3 26-12-06 1 PPS-04-01-04 Servicio de desintoxicación 12-3-07 1 PPS-04-02-01 Secuencia diaria de tareas 30-6-06 0 PPS-04-02-02 Protocolo de aislamiento 30-6-06 0 PPS-04-02-03 Protocolo de actuación ante el paciente violento 30-6-06 0 PPS-04-02-04 Protocolo de contención mecánica 30-6-06 0 PPS-04-02-05 Protocolo de pacientes ingresados con riesgo de suicidio 30-6-06 0 PPS-04-02-06 Protocolo de paseos por recinto hospitalario 30-6-06 0 PPS-04-02-07 Protocolo de terapia electroconvulsiva 4-5-07 1 PPS-04-02-08 Protocolo de alta médica 18-4-07 3 PPS-04-03-01 Actividades en grupo en terapia ocupacional 30-6-06 0 PPS-05-01-01 Indicadores 25-4-07 3 Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 123 El sistema de gestión de la calidad en la unidad de hospitalización de agudos de psiquiatría del Complexo Hospitalario Xeral-Calde de Lugo Como se puede observar muchas de las fichas de procesos así como los protocolos que salieron a partir de las mismas se revisaron en algún caso como consecuencia de las distintas auditorías realizadas, llegando algunos a su tercera edición. Listado de registros Lista de control de distribución. Listado documentación externa. Registros del sistema de gestión de calidad. Listado de aprobación de soportes. Definición puesto. Plan de formación. Actividades formativas. Ficha de historial profesional. Parte de reclamación. Lista de proveedores.. Ficha de equipo. Plan anual de calibración. Verificación tensiómetros. Verificación de caudalímetros. Encuesta de satisfacción. Programa anual de auditorías.. Informe auditoría. Parte de no conformidad. Programa de mejora. Acción correctiva/preventiva. Hoja de datos estadísticos. Historia clínica de psiquiatría. Libro de registro escala eeag. Registro de agresiones. Formulario de contención mecánica. Registro de consentimiento informado para las salidas fuera de la unidad de hospitalización . Hoja de comprobaciones. Control de temperatura. Control de servicio. Evaluación y plan de intervención de terapia ocupacional. 124 Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 El sistema de gestión de la calidad en la unidad de hospitalización de agudos de psiquiatría del Complexo Hospitalario Xeral-Calde de Lugo Lista de verificación de intereses. Desarrollo de actividades sociales. Motivación. Situaciones autoafirmación. Cuestionario sobre autoafirmación. Fijación de metas. Aptitudes y habilidades. Identificación de problemas. Sentimiento que inspira el ser dado de alta. Distribución de áreas del desempeño ocupacional. Situaciones que provocan estrés. Registro de actividades. Autocuestionario de áreas ocupacionales. Seguimiento de proveedores. Informe de revisión. Seguimiento de indicadores. Análisis de satisfacción del paciente/familia/interconsultas. Hoja de tratamiento. Hoja de urgencias. Ingreso voluntario. Orden /autorización judicial. Parte del juzgado de guardia. Informe diagnóstico derivado de interconsulta. Registro de derivación a la U.D.H. Consentimiento informado U.D.H. Depósito de objetos. Hoja de valoración de enfermería. Petición de analítica. Libro registro de ingresos/altas. Alta voluntaria (000280). Alta voluntaria u.d.h. Pedimento de traslado (000827). Modelo 113, modelo 114, modelo 191, modelo 236, modelo 215, modelo 2347, modelo 2346. Modelo 181, modelo 182, modelo 183, modelo 184, modelo 185, modelo 227, modelo 263, Modelo 275. Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 125 El sistema de gestión de la calidad en la unidad de hospitalización de agudos de psiquiatría del Complexo Hospitalario Xeral-Calde de Lugo Modelo 113, modelo 114, modelo 191, modelo 236, modelo 215, modelo 2347, modelo 2346. Modelo 181, modelo 182, modelo 183, modelo 184, modelo 185, modelo 227, modelo 263. Modelo 275. Acta del estadillo diario. Modelo 6389, modelo 2925, modelo 1639. Modelo 139, modelo 207. Parte de trabajo. Albarán. Hoja de interconsultas. Modelo de solicitud de ingreso. A modo de ejemplo incluimos protocolo elaborado con los indicadores tal y como quedaron después de las auditorías realizadas. Indicador Nº Actividades formativas eficaces /nº actividades formativas realizadas*100 126 Resultado planificado ≥ 50% Nº de reingresos/nº de pacientes ingresados*100 ≤ 25% Nº de ingresos que no cumplen criterios/Nº de ingresos *100 < 10% Nº de fugas / nº de pacientes ingresados *100 ≤ 1% nº de agresiones / nº de pacientes ingresados *100 ≤ 0.5 % Nº de altas por mejoría/ nº de pacientes ingresados *100 > 90 % PACIENTES NO DERIVADOS ADECUADAMENTE A UNIDADES ESPECÍFICAS/ ALTAS A UNIDADES ESPECÍFICAS *100 <2% Nº pacientes QUE ASISTEN a terapia /nº de ingresos *100 ≥ 80% Nº de pacientes que presentan evolución positiva/nº de pacientes participantes en terapia *100 > 90% Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 El sistema de gestión de la calidad en la unidad de hospitalización de agudos de psiquiatría del Complexo Hospitalario Xeral-Calde de Lugo Indicador Resultado planificado Nº pacientes QUE ASISTEN a terapia /nº de ingresos *100 Nº de pacientes recuperados/nº de pacientes participantes en terapia * 100 ≥ 80% nº de compras con incidencia/nº de pedidos totales realizados*100 ≤ 10% nº de reclamaciones/nº de pacientes ingresados *100 ≤ 5% Interconsultas Puntuación global/Puntuación máxima *100 Pacientes familias nº de no conformidades eficaces/ nº de no conformidades *100 nº de acciones correctivas eficaces/nº acciones correctivas *100 nº de objetivos aptos/nº objetivos definidos *100 > 90% >60% >41% >50% ≥ 50% ≥ 50% ≥ 50% Plan de auditorías y resultados de las mismas Hasta el momento se llevaron a cabo 3 auditorías: 1. Auditoría interna en noviembre de 2006. 2. Auditoría previa en febrero de 2007. 3. Auditoría externa en marzo de 2007. Como resultado de la auditoría interna y de cara a la auditoría previa se realiza informe de dirección con los puntos que siguen: A. Informe de la dirección: Se resume informe con los siguientes puntos: Los resultados de las auditorias de calidad Con fecha 23 de noviembre de 2006 se realizó la primera auditoria interna del sistema de gestión de la calidad en la que se detectaron 10 desviaciones; para estas se han abierto los correspondientes partes de acción correctiva, de 01/06 a 10/06. Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 127 El sistema de gestión de la calidad en la unidad de hospitalización de agudos de psiquiatría del Complexo Hospitalario Xeral-Calde de Lugo Además se realizaron una serie de observaciones para las cuales el servicio de psiquiatría realizará las acciones que sean necesarias para llevar a cabo tales situaciones. El estado de las acciones correctivas y preventivas Como consecuencia de la auditoría interna se abrieron 10 partes de acción correctiva/preventiva, estando 6 de los mismos a fecha de 31 de enero de 2007 cerrados, y quedando los otros cuatro tras ser aceptados y aprobados, pendientes de comprobar su implantación y eficacia. Se han elaborado unas encuestas de satisfacción, de cara a valorar la apreciación que, tanto el paciente como sus familiares, tienen de la atención ofrecida por el servicio. Dicha encuesta se pasó a lo largo del primer y del segundo semestre tanto a pacientes como a familiares. Se elaboró asimismo una encuesta dirigida al resto de profesionales médicos del hospital, que se pasó en el primer semestre, acordando se repita de modo anual, para poder de esta forma tener una concepto de cómo valoran la actividad desarrollada por psiquiatría. Los resultados han sido muy positivos, y el número se considera suficiente, aunque se espera que para una próxima consulta, se amplíe aún más el número de encuestas entregadas a los pacientes. Hay que recalcar la dificultad que muchas veces representa que los pacientes nos cubran las encuestas, dado que el deterioro de los mismos y el bajo nivel sociocultural que en muchos casos acompaña a la enfermedad que lleva al ingreso en nuestro servicio hace que los pacientes o se nieguen a cubrir la encuesta por no saber bien como hacerlo o, lo más habitual, que le pidan a la enfermera que le haga las preguntas y se la cubra con las respuestas que ellos dan, lo que no admitimos pues nos parece que se podría sesgar el resultado. No se detecta ningún cambio que pueda afectar al sistema de gestión de calidad del servicio. Asimismo, la política de calidad establecida, se considera adecuada a la marcha y al objetivo definido. 128 Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 El sistema de gestión de la calidad en la unidad de hospitalización de agudos de psiquiatría del Complexo Hospitalario Xeral-Calde de Lugo Desempeño de los procesos y conformidad del servicio Se revisó la política de calidad y su adecuación para el SGC. Asimismo se han revisado las diferentes fichas de proceso, protocolos y soportes que forman el sistema de gestión de calidad, procediéndose a su actualización y modificación en aquellos casos que se consideró necesario, y ajustándose los respectivos índices de acuerdo a los cambios realizados, junto con el Manual de Calidad definiendo que están siendo adecuados a la realidad del servicio y que se espera que en la medida que avance su implantación estos se vayan ajustando más a las necesidades. En cuanto a los indicadores, tras una primera aproximación y un seguimiento durante el primer semestre del año 2006 de los que en su momento se definieron se ha establecido el correspondiente protocolo modificado tras los resultados de la auditoría interna y sus recomendaciones, procediéndose a definir unos nuevos indicadores que se comienzan a seguir, incluyéndose indicadores nuevos en relación a F-03-01, FPS-04—02, FPS-04-03, FPS-04-04 Y FPS-05-03. Por otro lado la valoración de los indicadores ha pasado a ser trimestral en los indicadores en relación a FPS-04-01, FPS-04-03 y FPS-04-04, siendo en el resto de los indicadores la valoración semestral y ya en ningún caso anual. A raíz de la auditoría interna se han modificado las fichas de proceso F-01-01, F-04-03, FPS-04-01, FPS-04-02, FPS-0403 y FPS-04-04, así como los soportes correspondientes a las mismas que se vieron afectados. La modificación más importante en cuanto a los protocolos ha sido la inclusión de la escala de valoración de la actividad global como método de valoración de los resultados obtenidos, y que ha afectado a PPS-04-01-02, PPS-04-02-08 y PPS-O5-01-01. Este último protocolo, se ha visto también modificado de modo importante al tener en cuenta y dentro de los indicadores la valoración de la mejoría por parte de la psicóloga y la terapeuta ocupacional del servicio. Los partes de no conformidad existentes Se han detectado 7 no conformidades en el presente periodo las cuales han sido tratadas inmediatamente, siendo seis de las mismas cerradas y las soluciones planteadas eficaces en Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 129 El sistema de gestión de la calidad en la unidad de hospitalización de agudos de psiquiatría del Complexo Hospitalario Xeral-Calde de Lugo cada una de ellas. Los primeros partes de no conformidad estaban más en relación con aspectos de organización de la enfermería con respecto a las reuniones de estadillo, y en un caso podía afectar a la seguridad del personal, no volviéndose a plantear problemas en estos sentidos. Particularmente efectivo fue el parte nº 5 que dio lugar a que a partir de ese momento y mientras el tiempo lo permitió a poner en marcha los paseos de los pacientes con el personal de la unidad por el recinto hospitalario. El parte 6 estaba en relación con aspectos médicos que se solucionaron de modo eficaz no volviendo a producirse ninguna no conformidad al respecto. Con respecto a la séptima, tras detectarse que dos caudalímetros no están bien calibrados, se han devuelto a mantenimiento y se han solicitado dos nuevos, estando pendientes de que lleguen para cerrar la no conformidad. Hay que señalar que al comienzo de la implantación del sistema de calidad, se utilizaron los partes de no conformidad por parte del personal en alguna ocasión para señalar aspectos más del estilo de reivindicación sindical, por lo que no se pudieron tener en consideración ni admitir, teniendo que explicar varias veces la utilidad de los mismos, estando ahora ya clara la finalidad de los mismos. Evaluación de Proveedores Se ha realizado una primera aproximación a la evaluación de los proveedores del servicio, sin detectar hasta la fecha ninguna incidencia importante sobre estos, sin embargo se considera que aún es pronto para tener elementos de juicio objetivos, por lo que se continuará su seguimiento según la sistemática planteada. Como consecuencia de la acción correctiva 04/06 se procedió a plasmar en todos los pedidos el plazo de entrega y se comprobó que en estos meses se cumplieron los mismos, cerrándose la acción correctiva con fecha del 31 de enero de 2007. Se ha corregido la sistemática de trabajo por las no conformidades detectadas en la auditoria interna: 130 Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 El sistema de gestión de la calidad en la unidad de hospitalización de agudos de psiquiatría del Complexo Hospitalario Xeral-Calde de Lugo - NC 04/06, por la que que el criterio de aprobación de los proveedores es el plazo de entrega y desde el 23 del 11 de 2006 en todos los pedidos de compra se plasma el plazo de entrega, comprobando que en estos meses se cumplieron dichos plazos. - NC09/06 apartado «a» en cuanto a que ninguna de las peticiones de compra de octubre y noviembre de 2006 se evidencia la recepción en contra de lo reflejado en la FPS-04-05. Desde el 23/11/06 queda reflejado en todos los albaranes de Almacén y de compra directa la recepción de los mismos. Desde estas modificaciones no se han detectado pedidos con incidencias hasta la fecha. Plan de formación La formación en el servicio de psiquiatría es constante, por lo que se hace necesario planificar diferentes tipos de capacitación: - Sesiones específicas: sesiones realizadas todos los jueves. Dedicadas fundamentalmente a los especialistas en formación; se realizaron todas. - Sesiones generales: sesiones dedicadas a informar de temas generales a todo el personal del servicio. Se realizan los jueves. - Sesiones bibliográficas: consistentes en revisar y comentar artículos publicados en diversos medios entre el personal especializado. - Control de lectura: actividad dirigida a orientar a los especialistas en psiquiatría a la lectura de un libro relacionado con la especialidad que resulte interesante. - Sesión clínica general: dirigida a todo el personal del complejo hospitalario. Los temas expuestos son de interés general. Debido a la particularidad de la formación del servicio, se evalúan aquellas actividades a las que se les puede aplicar la sistemática de la evaluación. Su planificación fue eficaz y adecuada. Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 131 El sistema de gestión de la calidad en la unidad de hospitalización de agudos de psiquiatría del Complexo Hospitalario Xeral-Calde de Lugo Tras la auditoría interna se ha considerado oportuno comentar las diferentes actividades de formación de manera semestral. También se está procediendo a modo de prueba al control de la asistencia y de la valoración de las sesiones. Asimismo se ha procedido a una primera evaluación de uno de los seminarios realizados en el curso 2006-2007 haciendo hincapié en su utilidad de cara al trabajo. Todas las sesiones programadas se realizaron a excepción de una solicitada al servicio de farmacia por lo quesu no realización no es imputable a nuestro servicio. Resultados de revisiones anteriores No es de aplicación ya que este es el primer Informe de Revisión del Sistema por la Dirección. Recomendaciones para la mejora Con respecto a las oportunidades de mejora y observaciones realizadas en la auditoría interna, se puede señalar que: Se está trabajando en la documentación de los temas tratados en las sesiones de formación, tal y como se señala en la parte de formación de este documento. Se han replanteado los objetivos del servicio, estableciéndose un seguimiento periódico de los mismos. Se dispone de la documentación de calidad en soporte informático. Se procedió a elaborar el respectivo informe por la dirección Estamos pendientes de la creación del Comité de Calidad. Se han colocado portapapeles en lugar visible en el control de enfermería, para que los cambios de tratamiento se registren inmediatamente. Por parte de terapia ocupacional se evaluan los pacientes al ingreso y se defininen los objetivos tal y como se establece en la FPS-04-03. La hoja en la que se incluye esta valoración se incluye en la historia general del paciente en el momento del alta de cara a mejor funcionalidad. 132 Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 El sistema de gestión de la calidad en la unidad de hospitalización de agudos de psiquiatría del Complexo Hospitalario Xeral-Calde de Lugo Las reclamaciones efectuadas sirvieron para cambios efectivos. Desde esa fecha no ha habido reclamaciones similares. El nivel de satisfacción se situó al inicio en lograr más de un 40%. En el nuevo informe se ha sustituido por un 60% en el caso de la interconsulta, un 41% en el caso de los pacientes (no hay que olvidar que una gran mayoría de los pacientes ingresan en contra de su voluntad) y un 50% para el caso de familiares. La residente será evaluada al final de la rotación además de por la comisión de docencia, por el servicio. Se ha corregido el error relativo al PPS-04-02-01, constando ya fecha y responsable de aprobación. En relación al desfibrilador, se ha efectuado la correctivación correspondiente. Los títulos del personal sanitario se pueden verificar en el servicio de personal. Se ha puesto en marcha un nuevo protocolo con el servicio de mantenimiento que de momento es pronto para valorar. El sistema de calidad implantado todavía no es muy valorado por el personal pese a que los efectos producidos por su puesta en marcha, como la contratación de un nuevo especialista o la disminución de las agresiones, si se han visto como efectos muy beneficiosos del mismo. Tras auditoría previa y como consecuencia de las observaciones que se realizaron se elaboró el anexo que sigue. B. ANEXO A REVISIÓN POR LA DIRECCIÓN Los resultados de las auditorias de calidad Como resultado de la auditoría previa realizada por AENOR los días 26 y 27 de febrero de 2007 y con el objeto de dar cumplimiento a las observaciones dadas en la misma se procedió a realizar una serie de actividades: Se modificó la hoja de control y aprobación del manual de calidad, pasando a su edición 2. Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 133 El sistema de gestión de la calidad en la unidad de hospitalización de agudos de psiquiatría del Complexo Hospitalario Xeral-Calde de Lugo Se modificó el capítulo C del manual de calidad, en el punto 6.7 que hace referencia a las propiedades del cliente, estableciéndose las excepciones que permitirían la utilización de medicamentos traídos por el paciente cuando éstos no figuran en la guía farmacológica del hospital y siempre bajo control del personal de la unidad. Se modificó ficha F-04-02 pasando a su edición número 1, según las recomendaciones que se habían realizado, lo cual supuso además la elaboración del protocolo P-04-02-01, y la incorporación del soportes S-04-02-02. Estas modificaciones suponen que se siga ya un solo criterio en cuanto a la deshomologación de proveedores. Se modificó la ficha FPS 04-01 pasando a su edición número 2, de recepción y aceptación de peticiones de servicio, quedando definido que las modificaciones que se produzcan en los ingresos programados y de la UAD se comunicarán a las partes interesadas mediante llamada telefónica para comunicarla y se registrará en el libro de estadillo. En el protocolo PPS 04-01- 02 se hicieron cambios definiendo los criterios de entrada (de ingreso) y adecuación de los mismos, por lo que dicho protocolo pasa a edición 2, y da lugar a un nuevo indicador que se comenzará a valorar a partir de abril. En el PPS 04-01-04 se corrigió error en cuanto a la hora de distribución del tabaco, por lo que pasa a edición 1. El protocolo PPS 04-02-08 en relación con el alta médica pasa a edición 2, y se desarrollan los criterios de derivación a las unidades específicas, lo que da lugar a un nuevo indicador que se comenzará a valorar a partir del mes de abril. Se modificó la ficha FPS 04-03 de terapia ocupacional pasando a su edición número 2, especificando que la valoración del grupo se realizará diariamente y el seguimiento según el criterio del responsable de la actividad. Se modificó la ficha FPS 04-04 de terapia psicológica pasando a su edición número 2, haciendo referencia a la valoración de la terapia de grupo y al modo de realización de las terapias individuales. 134 Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 El sistema de gestión de la calidad en la unidad de hospitalización de agudos de psiquiatría del Complexo Hospitalario Xeral-Calde de Lugo Se modificó también la ficha FPS-04-05, de gestión de compras, que pasa a su edición 1, al incluir la derivación de las incidencias en las verificaciones a F-04-02. Se modificó el PPS 05-01-01, que pasa a edición 2, incluyendo dos nuevos indicadores en relación a las entradas y a las salidas dentro del sistema. Como consecuencia de todo esto se procedió a la actualización de los índices de fichas de proceso, protocolos y soportes. Todas estas modificaciones del sistema de calidad se llevaron a cabo con fecha del 12 de marzo de 2007. Con respecto a la Comisión de Calidad del Complexo Hospitalario Xeral-Calde se han dado los primeros pasos y está previsto que se cree en el presente mes de abril. Se ha procedido asimismo siguiendo las recomendaciones de la auditoría interna a pasar la documentación del manual de calidad, las fichas y los protocolos a formato PDF. El servicio de informática ha abierto una carpeta para uso del personal de la unidad de psiquiatría. Por otro lado se ha procedido a una primera evaluación de los indicadores, con resultados muy positivos. El estado de las acciones correctivas y preventivas Posteriormente se cerraron las siguientes acciones correctivas: Acción correctiva 3: se cerró con fecha 30 de marzo de 2007 tras realizar seguimiento y evaluación del plan de formación tal y como se indicó. Acción correctiva 5: Se cerró el 22 de marzo de 2007 tras comprobación del carro de paradas e implantación de la valoración psicológica y de terapia ocupacional al alta de los pacientes Acción correctiva 8: Se cerró el 30 de marzo de 2007 tras comprobar ajuste de los nuevos indicadores y comprobar la no existencia de inconsistencias en las reclamaciones. Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 135 El sistema de gestión de la calidad en la unidad de hospitalización de agudos de psiquiatría del Complexo Hospitalario Xeral-Calde de Lugo Acción correctiva 9: Se cerró el 22 de marzo, tras comprobar que las compras realizadas se ajustaban a FPS-04-05, que los criterios de aceptación de servicio y las inspecciones se reflejan documentalmente y que se realizaron los cambios pertinentes en la documentación y en los controles sobre el ambú, laringo y desfibrilador. Se abrió acción correctiva 1/07 el 26 de febrero de 2007 al detectarse problema en el carro de paradas. Dicha acción está pendiente de cerrar el 27-4-07. Los partes de no conformidad existentes A fecha de 2 de abril no se produjo ninguna nueva no conformidad Evaluación de proveedores: No se registraron incidencias en las compras. Si se ha recogido una incidencia con el servicio de ambulancias. Plan de formación Se continuó con el plan de formación y se añadieron dos clases de reanimación cardio-pulmonar básica, una para enfermería y otra para psiquiatras evaluada ya por los asistentes. La valoración del plan de docencia fue muy positiva y se acordó ampliar las sesiones relativas a casos clínicos difíciles. Se considera que las observaciones dadas en la auditoría han aportado impulso para seguir afianzando y madurando el recién implantado sistema de calidad, esperando que las soluciones sean las apropiadas. Como consecuencia de la auditoría externa y de las observaciones de la misma se procedió a una serie de acciones documentadas como sigue: C. INFORME SOBRE LAS ACCIONES REALIZADAS SOBRE LAS OBSERVACIONES DETECTADAS EN LA AUDITORÍA EXTERNA En auditoría externa del 12 de abril de 2007 se detectaron puntos susceptibles de mejora para lo que se activaron medidas de cara a su corrección a fin de conseguir la mejora continua del sistema de calidad: 136 Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 El sistema de gestión de la calidad en la unidad de hospitalización de agudos de psiquiatría del Complexo Hospitalario Xeral-Calde de Lugo 1. El indicador sobre terapia ocupacional no deja claro si lo que se quiere medir son los pacientes que asisten o los que participan en las sesiones: Tras valorar que casi la totalidad de los pacientes que asisten participan y entendiendo que medir ambas datos complicaría los registros sin mucho sentido, optamos por modificar con fecha del 25 de abril de 2007 el protocolo PPS-05-01-01, que de ese modo pasaría a su tercera edición dejando claro que el indicador sería el número de pacientes que asisten a terapia ocupacional en relación al número de ingresos. Dicha precisión, aunque no constaba como observación en la auditoría, como podría ser aplicable también a la terapia psicológica, la modificación del protocolo la extendemos también al indicador de terapia psicológica. 2. El indicador sobre porcentaje de ingresos que cumplen criterios es de reciente instauración y no se han obtenido aún datos: A fecha de hoy podemos adelantar que se ha producido un ingreso no conforme a los criterios de ingreso aprobados en el protocolo PPS-04-01-02, y que conforme a lo indicado ha sido comunicado a la psiquiatra que había realizado. El indicador número de quejas por no derivación adecuada no mide la capacidad del proceso: En la modificación del protocolo PPS-05-01-01 realizada el 25 de abril cambiamos el indicador por el de pacientes no derivados adecuadamente a unidades específicas/altas a unidades específicas* 100. Asimismo en comunicado a coordinador de gestión se solicita dé las instrucciones a los administrativos para que se lleve registro de todas las derivaciones a unidades específicas, de modo que el responsable de calidad lleve control de si dichas derivaciones siguieron los criterios adecuados según constan en el protocolo PPS-04-02-08. 4. De manera puntual se observa en el registro de enfermería la administración de un placebo a un paciente «para su dolor» el mismo día del ingreso: Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 137 El sistema de gestión de la calidad en la unidad de hospitalización de agudos de psiquiatría del Complexo Hospitalario Xeral-Calde de Lugo En la modificación del protocolo PPS-04-01-02 realizada el 18 de abril de 2007, se añade un punto sobre la prescripción de placebos, de modo que estos sólo se administrarán por indicación facultativa, excepto en pacientes con insomnio a los que ya se les hubiese administrado un hipnótico, no teniendo por tanto sentido dar otro más. 5. El parte judicial por fuga de uno de los pacientes observados se archiva en secretaría y no en la historia clínica por dicho motivo y para su corrección. Se comunica al coordinador de gestión para que indique a los administrativos que cualquier parte judicial en relación a nuestros pacientes se traslade una copia para archivar en la historia clínica. Tras la demostración de las acciones de mejora realizadas se concede por parte de AENOR la acreditación al servicio. Epílogo No olvidemos de todos modos que todos los sistemas de gestión de la calidad de algún modo suponen una internalización por parte del trabajador del panóptico foucaultiano, pasando todos a convertirnos en esos funcionarios perfectos que llevando las cosas a su extremo ejemplificaría Eichmann, a partir del cual Hannah Arendt llega a su teoría de la banalidad del mal. Y es que efectivamente, si no tenemos en cuenta los valores, y también todos los factores individuales, Auswitch obtendría también la acreditación de calidad, y por muchas guías, vías clínicas y protocolos que usemos seguirá habiendo grandes diferencias en la atención que prestamos entre los clínicos. Pero esta reflexión nos parece que debe ser la siguiente vuelta de tuerca. 138 Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 Síntomas psicóticos, literalidad y esquemas cognitivos Autores Area Carracedo, R.; Vila Pillado, L.; Rivas Seoane, M.J.; Porvén Díaz, C.; Carballeira Rifón, Y.; Justo Alonso, A.; Ferro Iglesias, V.; González Domínguez-Viguera, L. Complexo Hospitalario Xeral-Calde, Lugo. Literalidad La descripción de los enfermos aquejados de psicosis ha incluído, por lo menos desde los tiempos de Bleuler, una agrupación de síntomas referidos a las particularidades en el pensamiento y en el lenguaje de estos enfermos. La manera clásica y común de entenderlo hace referencia a que en los trastornos del pensamiento podemos identificar una serie de síntomas referidos al contenido de tal pensamiento (por ejemplo el delirio) pero también otra serie de síntomas referidos a la forma de tal pensamiento, lo que se ha dado en llamar el trastorno formal del pensamiento. Algunos de los hallazgos más comunes del llamado trastorno formal del pensamiento son la tangencialidad, el descarrilamiento, la incoherencia o la pérdida de las asociaciones. Como explicaremos a continuación, existen dos dificultades para el agrupamiento de todos los síntomas que se han incluído en tal epígrafe. La primera dificultad estriba en los problemas relativos a las relaciones entre pensamiento y lenguaje. La segunda dificultad estriba en aunar en una misma teoría explicativa fenómenos de índole expresiva y fenómenos de índole comprensiva. En general, la mayoría de los síntomas y la mayoría de los autores realizan un análisis de los problemas expresivos, aunque también podemos encontrar en la literatura referen- Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 139 Síntomas psicóticos, literalidad y esquemas cognitivos cias a los problemas comprensivos, que son los que hemos elegido para el presente trabajo ya que creemos se puede establecer una relación entre las alteraciones en los procesos comprensivos, en particular la literalidad, y algunos fenómenos relacionados con la interpretación delirante y la autoreferencialidad. Alrededor de la década de los cuarenta ya era bien conocido que los esquizofrénicos tenían dificultades para la interpretación de proverbios (ver, por ejemplo, el trabajo de Goldstein en la monografía de Kasanin) y que tenían puntuaciones bajas en el Test Gorham, proponiéndose en aquel momento incluso como un marcador de la enfermedad. Posteriormente ha habido trabajos posteriores que han encontrado en relación a la literalidad problemas bajo cuatro perspectivas: - Preferencia en esquizofrénicos de interpretaciones literales (en lugar de figurativas) en la interpretación de metáforas: Chapman, 1960; Cutting y Murphy, 1990; Drury, Robinson y Birchwood, 1998. - Dificultad en escoger dibujos relacionados a significados figurativos o metáforas: Anand, 1994. - Dificultades en emparejar proverbios y metáforas que son similares a un nivel figurativo: de Bonis, 1997. - Dificultad en seleccionar las metáforas apropiadas que completan el significado de frases: Drury, 1998. La literalidad del pensamiento esquizofrénico fue establecida por Vygotsky en 1934 y, como ya dijimos, fue nuevamente propuesta por Goldstein en 1944 bajo la denominación de concretismo. Tal concretismo fue definido como «pérdida de la capacidad de manejar conceptualmente y a voluntad los estímulos externos e internos». Dentro de los estudios actuales, literalidad o concretismo parecen haber desaparecido de los listados de síntomas incluidos bajo el concepto de trastorno formal del pensamiento. Andreasen, en 1979, definió 18 conductas verbales elaborando una escala denominada Though, language and communication, en la que no está recogida la literalidad. 140 Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 Síntomas psicóticos, literalidad y esquemas cognitivos Hamilton, en 1985 realiza su particular listado en base a curso, posesión, contenido, forma y actitudes anormales que tampoco recoge de forma expresa la literalidad. Otros dos autores contemporáneos, Cutting y Murphy, en 1988, distinguen dentro del trastorno formal del pensamiento trastornos del contenido, del mecanismo, de la forma y del enjuiciamiento, pero tampoco dan cuenta de la literalidad como síntoma propio de la alteración del pensamiento en la esquizofrenia. Tradicionalmente se ha identificado como punto conflictivo a la hora de formalizar y definir el trastorno formal de pensamiento la dificultad intrínseca en definir y distinguir el pensamiento y el lenguaje. Desde nuestro punto de vista, no es solamente esta cuestión la que ha influído poderosamente en la deriva que ha tomado con los años el trastorno formal del pensamiento. La mayoría de los autores lo estudian bajo una perspectiva telic, es decir, considerándolo como un proceso generativo que se produce en el individuo y viaja hacia el exterior. Por eso, la mayoría de las alteraciones de las escalas son síntomas de la producción del lenguaje o del pensamiento, como se prefiera. Sin embargo, nuestra perspectiva es que en el trastorno formal del pensamiento son fundamentales los llamados procesos tetic, es decir, aquellos que viajan desde el exterior al interior del individuo y que tradionalmente se han asociado más a los procesos perceptivos que a los procesos de pensamiento. Es el paradigma de la lingüística cognitiva en particular y de la ciencia cognitiva en general la que permite estudiar los procesos de categorización y su influencia en el hecho perceptivo como algo perteneciente a la esfera del pensamiento y no circunscrito a los órganos sensoriales. Se retoma aquí la antigua perspectiva Kantiana que proponía a las categorías como los elementos apriorísticos pertenecientes al pensamiento que determinan la percepción. Y es esta óptica la que permite analizar algunos fenómenos productivos como las interpretaciones delirantes dentro del trastorno formal del pensamiento. Lingüística cognitiva La lingüística cognitiva se gesta entre finales de los años setenta y principios de los ochenta, y en sus orígenes hay dos Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 141 Síntomas psicóticos, literalidad y esquemas cognitivos autores inaugurales y dos libros inaugurales. En 1987 George Lakoff publica Women, Fire and Dangerous things y ese mismo año Roland Langacker publica a su vez Foundations of Cognitive Grammar: Theoretical prerrequisites. Se trata de una teoría lingüística heterógenea y que se encuadra dentro de lo que se han llamado las ciencias cognitivas, las cuales desde una perspectiva interdisciplinar e integradora tratan de estudiar la cognición humana en toda su complejidad. La ciencia cognitiva se apoya en disciplinas tales como la inteligencia artificial, la antropología, la filosofía o la lingüística. La lingüística cognitiva se postula en el debate filosófico sobre la ciencia pero también se define acerca de lo que es el pensamiento y las relaciones entre pensamiento y lenguaje. Mantiene una postura denominada experiencialista (que entra en contraposición con el objetivismo) en la que se afirma que el pensamiento responde a una estructura ecológica, el pensamiento tiene un carácter corpóreo (se basa en la experiencia humana), el pensamiento tiene propiedades gestálticas y el pensamiento es imaginativo pudiendo ser sólo descrito mediante modelos cognitivos. El experiencialismo subraya la importancia del cuerpo humano en la comprensión de los conceptos, de los más palpables a los más intangibles, y eso es lo que se conoce como naturaleza corpórea del lenguaje. Las líneas más fructíferas del conocimiento generado bajo sus presupuestos son las que siguen: - Teoría de prototipos: Establece una fundamentación para los procesos de categorización, los más conocidos los de categorización semántica, basándose en la aceptación de una categorización difusa definidas por haces de rasgos y relaciones de semejanza de familia. Las categorías permiten superar la antigua dicotomía entre el nominalismo y el conceptualismo (un perro es el objeto perro, el nombre que le otorgamos al objeto perro o el concepto que representa la palabra perro) pero también permite anclar una posición en el problema de las relaciones entre pensamiento y lenguaje. Así, el pensamiento adquiere propiedades del lenguaje y puede ser sometido a estudio bajo el paradigma de la lingüística a través del concepto de categoría. 142 Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 Síntomas psicóticos, literalidad y esquemas cognitivos La teoría de los prototipos establece que para cada categoría existirían variaciones en cuanto la prototipicidad y por lo tanto, miembros más o menos periféricos. - Semántica cognitiva: Contempla la semántica como algo inseparable de la pragmatica y por lo tanto de la sintaxis, y, en otras palabras, intenta dar cuenta de las relaciones entre lo que se conoce como significado de diccionario y conocimiento enciclopédico. Bajo estos presupuestos han aparecido conceptos como el de modelo cognitivo idealizado de Lakoff, el de dominio cognitivo de Langaker, el de marco de Fillmore o el de espacio mental de Fauconier. - Teoría de la metáfora: desarrollada por Lakoff en colaboración con Johnson y Turner propone que la metáfora no sólo es un recurso literario, sino un mecanismo cognitivo utilizado para procesar información abstracta a partir de conceptos más concretos, más sencillos y más familiares. En la teoría de la metáfora se puede entender de manera clara cuál es el mecanismo que los autores de la lingüística cognitiva proponen para la cognición y cuál es su teoría y explicación de las relaciones entre lenguaje y pensamiento. Una metáfora permite exportar conocimiento de lo que denominan dominio de origen a otro dominio que denominan dominio de destino. Un dominio es una representación mental de cómo se organiza el mundo, pudiendo incluir un amplio repertorio de informaciones, desde los hechos más indiscutibles hasta supersticiones o errores de bulto. Esto es lo que caracteriza a una semántica que como decíamos, es de tipo enciclopédica y que por tanto, cada palabra no remite sólo a un significado concreto sino a todo un universo de relaciones. Un ejemplo puede ayudar a entenderlo. La palabra martes precisa para su comprensión la concepción de un ciclo de tiempo de siete días, que a su vez, constituye una semana. Las palabras y los conceptos no existen pues en el vacío sino que existen en relación a otros ámbitos de conocimiento más generales. Otro ejemplo de la literatura especializada es el de la palabra/concepto rodilla, la cual precisa los siguientes dominios para su comprensión: pierna, flexibilidad, locomoción y articulaciones. Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 143 Síntomas psicóticos, literalidad y esquemas cognitivos La definición que propone Langaker de dominio es: «un contexto para la caracterización de una unidad semántica» y lo que implica es que es imposible separar lo denotativo (la semántica) de nuestra comprensión del significado del mundo (lo connotativo). La metáfora, decíamos, exporta conocimiento desde un dominio de origen a un dominio de destino. Pasemos a un ejemplo: En la metáfora las ideas como alimentos, podríamos obtener las siguientes expresiones: ¿Y eso cómo se come? No me trago lo que estás diciendo. Algo se está cociendo en la Moncloa. Me cuesta digerir tanta información. Es decir, un dominio más complejo como es el dominio de las ideas, es expresado a través de un dominio más sencillo, el de los alimentos. Así pues, la teoría de la metáfora de Lakoff y de los autores que comparten sus presupuestos es que se realizan una serie de proyecciones metafóricas desde un dominio de origen a un dominio de destino. Lo que permite la realización de tales proyecciones entre un dominio y otro, o lo que es lo mismo, lo que constriñe o restringe las metáforas posibles, es explicado a través del concepto de imagen esquemática. La función de la metáfora no es poner en relación dos dominios que sean exactamente iguales sino aquello dominios que, de alguna forma, sean semejantes. Ahora bien, ¿qué hace a dos dominios semejantes? Las imágenes esquemáticas, de acuerdo con Johnson, son una subclase de imágenes conceptuales que surgen de experiencias perceptuales y motoras persistentes y recurrentes en el curso del desarrollo cognitivo. La hipótesis que se presenta es que a partir de la interacción corporal que tenemos con el entorno se abstraen ciertas pautas que luego subyacen a nuestro aparato conceptual. Son el producto de nuestra habilidad para esquematizar y reconocer similitudes entre objetos y situaciones y, lo que es más importante, fundamentan los procesos simbólicos que impregnan profunda- 144 Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 Síntomas psicóticos, literalidad y esquemas cognitivos mente la condición humana. Es en este sentido en el que la ligüística cognitiva propone una mente encarnada (de ahí el título de uno de los libros más conocidos de Johnson, La mente como un cuerpo). Estas imágenes esquemáticas son las que permiten que exista una relación analógica entre las ideas y los alimentos (siguiendo con el ejemplo anterior) y que sea posible la proyección metafórica desde un dominio al otro. Los imágenes esquemáticas no han sido establecidos de manera definitiva, variando en número y características por los diferentes autores. Aquí seguiremos los considerados por Luis Antonio Santos Domínguez y Rosa María Espinosa Elorza a partir de los trabajos del propio Mark Johnson. Esquema del contenedor o recipiente Consta de los siguientes elementos: un interior, un exterior y un límite que separa a ambos. Como el resto de los esquemas, su génesis y su capacidad de estructuración de diferentes experiencias perceptivas surge directamente de la interacción entre el cuerpo y el entorno. Somos conscientes de nuestro cuerpo como continente en el que entran sustancias como los alimentos o del que salen sustancias como la sangre, la orina, el sudor o las heces. Los verbos relacionados con el esquema del contenedor son los siguientes: Entrar/Salir. Meter/Quitar. Llenar/Vaciar. Entre otros. Pero lo cierto es que hemos propuesto estos tres pares por una razón determinada, que más adelante explicaremos. Este esquema cognitivo permite dar cuenta de fenómenos más abstractos, en el caso que nos ocupa, los siguientes. - La mente es un contenedor separado por una barrera del exterior, desde donde se pueden introducir cosas y hacia donde se pueden extraer. Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 145 Síntomas psicóticos, literalidad y esquemas cognitivos - Determinadas acciones realizadas por la mente pueden ser referidas por verbos tales como entrar/salir, meter/quitar o llenar/vaciar. Ej: Me salió de dentro. Me metió miedo. Me vacié al cien por cien en el trabajo. - Determinados objetos mentales pueden ser tratados como objetos físicos. Ej: la ira, el miedo, el deseo, los recuerdos… Postulamos que en las metáforas que involucran la mente o la conciencia y que realizan proyecciones a partir de dominios físicos o corporales, existe un emergente frágil. Un emergente frágil es una nueva propiedad que aparece en el dominio de destino, sin correspondencia clara con el dominio de origen. Los emergentes frágiles tienen relación con los verbos entendidos como categorías semánticas, es decir, los verbos que expresan acciones propias del domino de origen (dominio físico o corporal) ya que éstos han de atenuarse respecto a los sustantivos propios del dominio de destino (dominio mental o de la conciencia) para que no exista un conflicto relacionado con la propiedad. Con un ejemplo quizás resulte más comprensible. Tomemos la expresión Atrapado en el matrimonio. Aquí atrapar pertenecería a un dominio más físico mientras que matrimonio correspondería a un dominio más abstracto y la imagen esquemática que permite las proyecciones metafóricas es la de CONTENEDOR. Para una correcta interpretación de la frase, podríamos seguir el siguiente recorrido: 146 Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 Síntomas psicóticos, literalidad y esquemas cognitivos 1. Dominio físico (atrapar) U dominio abstracto (matrimonio): CONTENEDOR. 2. Pregnancia del dominio mental (matrimonio) U pérdida de pregnancia del dominio físico (atrapar)=dominancia del sustantivo frente al verbo. 3. Conflicto con propiedad resuelto implícitamente. 4. Modificación del campo semántico de atrapar desde su prototipicidad física a una periferia mental. 5. FIN: interpretación normativa: la esposa se muestra ambivalente ante la posibilidad de separarse de su marido, permaneciendo junto a él a pesar de mostrar deseos de divorciarse (por ejemplo). El paso número 2 en el que estipulamos una serie de operaciones relacionadas con la pregnancia guarda similitud con la llamada Teoría del Blending, que postula la existencia de un proceso interno en una red de espacios mentales que produce una fusión de elementos (de los dos dominios, el de origen y el de destino) pero también una supresión de la estructura de uno de los inputs, el de origen, que es sustituída por la estructura de otro de los inputs, el de destino. A este proceso, dentro de este paradigma, se le denomina acomodación. Hemos preferido conservar la llamada Teoría de la metáfora conceptual, ya que creemos de utilidad para el estudio de la sintomatología psicótica el concepto de imagen esquemática y porque, en el proceso que nosotros denominamos pérdida de pregnancia hemos incluído específicamente la categoría semántica verbo. Eso se debe a las posibles relaciones con los conocimientos derivados del descubrimiento de las neuronas espejo. Como se sabe, las neuronas espejo fueron descubiertas en el cerebro del mono. En la parte rostral del córtex premotor ventral (área F5), existen un grupo de neuronas que descargan ante ciertas acciones motoras, tanto si estas son observadas como realizadas. Un sistema similar ha sido hallado en humanos Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 147 Síntomas psicóticos, literalidad y esquemas cognitivos en el área de Broca y dadas las conocidas relaciones de esta área con el lenguaje, se han desarrollado hipótesis acerca de su papel en la historia evolutiva del lenguaje así como en la teoría de la mente. La teoría de la mente propone que todo ser humano posee alguna teoría acerca de cómo la mente trabaja, es decir, toda persona desarrolla una teoría de la mente con la finalidad de entender las mentes de otras personas. Arbib señala la importancia en estas cuestiones de los procesos de imitación compleja como fundamento de la teoría de la mente, como forma de reconocimiento de la acción del otro a través de la comprensión de una serie de subacciones a las que uno se puede aproximar mediante la combinación de un repertorio de acciones conocidas. Así pues, en el movimiento, en la acción, parece residir un primitivo sistema de comprender otras mentes, y esa es una de las razones por las que a la hora de abordar el problema de la psicosis y el lenguaje creemos necesario mantener una dicotomía entre las categorías gramaticales /verbo/ y /sustantivo/, aunque hoy sea un tanto obsoleto hablar de ello y aunque hoy la terminología no sea exactamente esa (véase por ejemplo Langacker, la distinción entre procesos y cosas para un tratamiento más moderno y seguramente más preciso de las categorías gramaticales). Dentro de la lingüística existen posturas que remarcan la importancia (y la esencia) del lenguaje como un sistema destinado a reconocer intenciones como se argumenta en los trabajos de Paul Grice. El verbo está relacionado con la acción y con el movimiento, mientras que sustantivos y adjetivos guardan una relación más próxima con la sensopercepción1. Teniendo en cuenta esto y teniendo en cuenta el papel del movimiento en la interpretación de la intencionalidad del otro a través del sistema de las neuronas espejo, pensamos que en una metáfora en la que el verbo refleje la imagen esquemática del 1 Si ambos elementos pertenecen al dominio de destino, nos encontramos con un proverbio como pudiera ser: Tropezar dos veces en la misma piedra, frente a (que sí sería metafórico): tropezar en los mismos errores. 148 Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 Síntomas psicóticos, literalidad y esquemas cognitivos dominio de origen, es necesario disminuir la pregnancia, o si se prefiere atenuar, de la acción a fin de poder salirse de la literalidad. Si pasamos a ver ahora las operaciones realizadas en un caso de literalidad psicótica: 1. Dominio físico (atrapar) U dominio abstracto (matrimonio): CONTENEDOR. 2. Pregnancia del dominio físico (atrapar) U escasa pregnancia del dominio físico (matrimonio). 3. Conflicto con propiedad no resuelto implícitamente. 4. Búsqueda de campos semánticos periféricos para matrimonio. 5. FIN: interpretación delirante: el hombre tiene encerrada en contra de su voluntad a su esposa en una habitación de la casa (por ejemplo). Expliquemos un poco más en detalle qué entendemos por propiedad. La propiedad estipula el agente que puede meter o sacar elementos del contenedor. Es decir, es el contenedor el que puede sacar o meter, cosa que efectivamente sucede en el caso de que el tipo de contenedor sea una mente y que no tiene por que estipularse en el caso de que el contenedor sea algo físico, como por ejemplo un cuerpo, ya que es la propia materialidad del cuerpo la que estipula las normas de propiedad y las posibilidades reales de meter o sacar. La literalidad psicótica (entendiendo literalidad como la ausencia o dificultad para desempeñarse con las metáforas) plantea al respecto de esta imagen esquemática síntomas del rango de la pérdida del control sobre lo que pueden los demás meter o sacar de la mente. Tomemos a continuación la siguiente frase Me metieron miedo. El emergente frágil propiedad plantea el problema de si un agente puede efectivamente o no meter una emoción en Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 149 Síntomas psicóticos, literalidad y esquemas cognitivos la mente/contenedor, lo que resulta en síntomas tales como la transmisión del pensamiento, la imposición de actos o ideas y similares. Por lo tanto, establecemos una constelación de síntomas que agrupamos en base a tal consideración y que denominados contenedor/propiedad. La literalidad puede dar lugar o bien a un error o bien a un fenómeno del rango de lo delirante. Para que eso suceda, desde un punto de vista lingüístico, la expresión y el contexto en el que sucede, debe venir caracterizada por lo siguiente. Existe un agente que genera una acción caracterizada por la introducción de un elemento en el contenedor. La expresión debe caracterizarse porque el agente es el otro y el contenedor es la mente del paciente. El sentido de la frase debe involucrar al tema del emergente frágil, en este caso la propiedad. Esto permitiría diferenciar los pares de verbos señalados al comienzo. Así entrar/salir no llevan implícitos intencionalidad y las expresiones serían del tipo: No te entra en la cabeza, mientras que meter/sacar sí llevan intencionalidad: Te voy a sacar esa idea a la fuerza. Existe una clasificación de las formas verbales que diferencia verbos de uno, dos y tres argumentos, en función de los elementos que son obligatorios ante su presencia. Por ejemplo, el verbo dormir, es un verbo de un argumento, ya que lo único realmente obligatorio es el sujeto, por ejemplo, yo. Un verbo de dos argumentos es el verbo dar. Dar una patada sólo requiere de manera obligatoria explicitar quién da la patada y a qué (o quién) se le da. Por el contrario, el verbo sacar es un verbo de tres argumentos porque obliga a explicitar quién saca, a quién se le saca y lo qué se le saca. Son por los tanto construcciones formadas por verbos de tres argumentos dirigidas hacia el paciente en los que el agente es el otro y el sujeto pasivo el paciente los que pueden generar vivencias psicóticas agrupadas en síntomas contenedor/propiedad, de los que formarían parte la imposición de 150 Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 Síntomas psicóticos, literalidad y esquemas cognitivos actos y pensamientos, la telepatía y similares. Se trataría de la imposibilidad de dar por sentado quién es que controla el límite entre el contenedor y el exterior, el agente o el sujeto. Esquema centro/periferia Siguiendo a Johnson, se puede decir que nuestra propia constitución física determina que el propio cuerpo constituya el centro para lo que oímos, tocamos, vemos… a nuestro alrededor. A cierta distancia de nuestro cuerpo, del centro, las cosas se difuminan, y los objetos dejan de parecernos discretos para constituirse en un fondo general. El emergente frágil que proponemos para las proyecciones metafóricas que incumban a esta imagen esquemática es el de la referencia. La referencia implica que lo que está en el centro es lo que está dotado de significado, mientras que el fondo ayuda a establecer el significado de tal elemento central. La referencia estipula que lo central está dotado de significación, pero si es una mente la que ocupa un lugar central frente a otras mentes más periféricas en lugar de tratarse de simplemente objetos, entonces la literalidad metafórica genera síntomas de la esfera de la intencionalidad. La significación de las mentes no son otra cosa que las intenciones que albergan frente a otras mentes. Por ejemplo, estás en el centro del problema, puede dar lugar en un paciente psicótico a interpretaciones delirantes próximas a la autorreferencia. Los síntomas que vinculamos a este tipo de literalidad metafórica podrían ser denominados centro-referencia. Esquema parte/todo Este esquema consta de los elementos un todo, las partes y una configuración, y de él se extraen una serie de implicaciones: - El todo no existe si no existen las partes. - Aunque existan las partes puede no existir el todo. - El todo existe si hay configuración de las partes. Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 151 Síntomas psicóticos, literalidad y esquemas cognitivos Algunas de las metáforas relacionadas son las que subyacen a expresiones tales como Estar de una pieza, Estar destrozado, Tener el corazón dividido o Tener una vida dispersa. El emergente frágil que proponemos es el de integración y los síntomas que agruparía tal literalidad metafórica serían vivencias de transformación mental y física que aparecen en ocasiones en sujetos esquizofrénicos que tienen que ver con la imposibilidad de contemplarse como un todo íntegro. Por lo general este tipo de literalidad metafórica se refleja directamente en la corporalidad más que en la interacción con los demás, funcionando por lo tanto a un nivel de cenestesia más que auditivo o visual. Proponemos para nombrar a este tipo de fenómenos, síntomas Parte/integración. El conflicto que plantea este tipo de literalidad es que las relaciones entre las propiedades de la mente se comportan como si de relaciones físicas o corporales se tratasen. Esquema fuerza Compulsión: las fuerzas externas generan un movimiento. Las fuerzas poseen como propiedades la intensidad, la dirección, la trayectoria. El movimiento es causado por la fuerza y guarda con él una relación en términos de explicación. Bloqueo: Los bloqueos son los impedimentos que se presentan ante la fuerza dificultando el movimiento. Atracción: Incorpora al esquema de fuerza características como el magnetismo, responsabilizando a la acción de la fuerza al objeto. Eliminación de barreras: Gracias a la eliminación de los obstáculos, la fuerza puede actuar sobre el objeto sin impedimento. Soporte: Soporte es un caso de bloqueo pero más relacionado con el magnetismo o con la gravedad que con una fuerza simple. Todos estos subesquemas presentan como emergente frágil la causalidad. Y la literalidad en este tipo de metáforas genera los síntomas fuerza/causa. 152 Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 Síntomas psicóticos, literalidad y esquemas cognitivos El conflicto generado por tal literalidad es que los elementos mentales pasan a comportarse como si poseyeran una capacidad de causalidad física. Algunas proposiciones susceptibles de ser interpretadas desde la literalidad serían: «Me mueve la piedad». «Te impulsa la ira». «Abre tu corazón». Esquema camino Consta de un origen, una meta y una secuencia de lugares contínuos. El emergente frágil es la historicidad. Metáforas relacionadas con esta imagen esquemática son: Los propósitos son metas. La vida es un viaje. La vida es un camino. Y algunas proposiciones susceptibles de analizar desde la literalidad son: «Te has torcido en tu camino». «Tus intenciones son resbaladizas». «Debes caminar por una vida recta». «Vas a tropezar dos veces en el mismo error». Originales y revisiones. Siso nº 44. Otoño 2007 153 Síntomas psicóticos, literalidad y esquemas cognitivos Bibliografía 1. Calvin, W.H.; Bickerton, D. Lingua ex Machina. Ed. Gedisa, 2001. 2. Cuenca, M.J.; Hilferty, J. Introducción a la lingüística cognitiva. Ed. Ariel, 1999. 3. Santos Domínguez, L.A.; Espinosa Elorza, R.M. Manual de semántica histórica. Ed. Síntesis, 1996. 4. Gallese, V.; Fadiga, L.; Fogasi, L. «Premotor cortex and the recognition of motor actions». Brain Res Cogn Brain Res. 1996 Mar;3(2):131-41. 5. Arbib, M. Coevolution of language and theory of mind. En: www://interdisciplines.org/coevolution/papers/11/10. 6. 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Ya sabíamos hace mucho que «El hombre se convierte en aquello que piensa que es» de forma que aquel que se cree vago rara vez no consigue serlo y que por tanto lo que pensamos, sobre todo de nosotros mismos, contamina nuestro modo de ver, de sentir y de vivir la realidad, hasta el punto de transformarla para nosotros. De ahí se han derivado todas las teorías orientales sobre la creatividad del pensamiento y gran parte del pensamiento psicológico sobre las profecías de autocumplimiento. Aquello con lo que nos sintonizamos va llenando nuestro pensamiento, nuestro sentimiento y nuestro tiempo, de forma que de manera similar al viejo dicho de que «la música amansa a las fieras» es fácil comprobar cómo la escucha de emisoras crispantes cuyos locutores, tertulianos, políticos o directivos del deporte se dedican a echar sapos y culebras por la boca, acaban tensando a la gente llegando a ser motivo de incidentes callejeros. El sistema funciona automática y perfectamente en ambos sentidos con la misma eficacia que las ruedas de un molino, que indistintamente muelen trigo o centeno según el grano que en ellas se deposite. Por consiguiente es cuestión «del contribuyente» decidir el material que se ha de trabajar. Lo que los neurocientíficos han aportado más recientemente es que lo que se dice resuena de tal manera en todo el organismo que sus efectos llegan hasta el ADN, cosa que con el pensamiento no parecía fácil demostrar. A propósito de... Siso nº 44. Otoño 2007 155 La trampa Así el modo de pensar la vida, el modo de enfocarla condiciona el modo de sentirla y atrae como resultado un conjunto de sentimientos y acontecimientos derivados de esa actitud. Aprender a gobernar el pensamiento dirigiéndolo hacia lo que buscamos en la vida en vez de ocuparlo con lo que nos desagrada puede resultar así uno de los mejores modos de incidir en la realidad y adquirir bienestar. Es cierto que nuestra inercia educativa, la costumbre de ponerse siempre en lo peor y otras lindezas que hemos aprendido de nuestros familiares, nuestros profesores o de los líderes religiosos o políticos nos puede llevar a una primera ocurrencia negativa. En este sentido es fácil recordar aquello de que «en general lo que más te gusta o es pecado o engorda». Pero aun con eso deberíamos entrenarnos para que al menos el segundo pensamiento tuviera ya un carácter positivo corrector del mal pensar. De forma parecida levantarse pensando que va a ser un buen día nos proporciona una energía distinta a levantarse en plan lunes imaginando una larga semana de duro laborar. Pero naturalmente eso no sucede por si mismo más que para la negatividad que estamos acostumbrados a practicar, siendo necesario entrenar hasta llegar a hacer algo similar con el enfoque positivo de la vida. Creo haber oído que ya algunos estudios han demostrado la rentabilidad de este enfoque al afirmar que las personas optimistas tienen una supervivencia media superior al cáncer respecto a las personas pesimistas. Contado así parece fácil orientar la vida hacia la mejoría y el bienestar. Basta saber que aquello en lo que te concentras crece en tu vida o dicho más sencillamente de lo que se siembra se recoge. Pero existe una trampa. Habitualmente hay una serie de cosas que consideramos positivas. Puede que estemos totalmente equivocados respecto de lo que nos conviene en la vida, pero habitualmente consideramos que nuestros deseos, nuestras ilusiones y nuestros sueños son lo que nos vendría bien y con lo que desearíamos se llenase nuestra vida. Contrariamente rechazamos aquellas cosas que consideramos negativas y cuya presencia en nuestras vidas imagina- 156 A propósito de... Siso nº 44. Otoño 2007 La Trampa mos perjudicial, en las que solemos incluir nuestros temores, aquello que odiamos o los acontecimientos con los que nos resentimos o respondemos con rencor (incluyendo los sentimientos de culpa que vienen a ser un rencor con uno mismo). La trampa empieza a manifestarse en aquello de que «a lo que te resistes persiste» que viene a ser la otra cara de la moneda de la ley de la no resistencia que tan sabiamente emplean los yudocas para que su oponente pase de largo aprovechando su propio impulso. Aquello a lo que te resistes, lo que intentas reprimir no cesa de volver una y otra vez persistiendo por manifestarse en una desconsiderada insistencia que ya nuestras abuelas habían descubierto cuando decían: «¿No quieres caldo? Tres tazas». Pero hay un cuento místico que representa mejor esta trampa: - Dice el maestro al discípulo: «Hijo ¿tu quien crees que está más cerca de Dios, quien lo ama o quien lo odia?» - El muchacho algo sorprendido dice: «Maestro, será quien lo ama». - El maestro responde: «¡Que va hombre! Quien lo ama se olvida de Dios, pero quien lo odia…, quien lo odia no se lo puede sacar de la cabeza». Esta es la forma en que quedamos atrapados en aquello que rechazamos. Deseos Ilusiones Sueños 15% Temores Odios Rencores + A propósito de... Siso nº 44. Otoño 2007 85% 157 La Trampa Al final resulta que a aquello que querías que llenase tu vida apenas le dedicas un 15 % de tus pensamientos mientras que el 85 % o más de tus pensamientos se enreda con todo lo que no quieres pero que de esta forma crece en tu vida, ocupa tu mente y llena la mayor parte de tu tiempo. Así esa actividad no va a tu favor sino en tu contra y resulta finalmente como «Trabajar para el inglés», esfuerzo baldío que consiste en traer el oro desde América para que al final se lo queden los piratas británicos. Es frecuente durante la terapia, que los pacientes que finalmente entienden esta situación manifiesten que les resulta imposible evitarlo. Ese «me resulta imposible» es una prueba más de cómo el pensamiento es creativo y sigue centrado en la creación de negatividad en la vida. Es necesario un cambio de actitud que permita empezar a sembrar, regar y cultivar los aspectos positivos con la misma eficacia que se viene haciendo con los negativos. Pero eso supone romper hábitos. Romper hábitos es crear más y más momentos de toma de conciencia. Esos momentos del «darse cuenta», esa especie de «caer de la burra» me recuerda siempre lo que me pasó a los seis meses de dejar de fumar. Un día entré en una cafetería y pedí un café cortado. En ese mismo momento me di cuenta que acababa de echar la mano al bolsillo del pantalón en un indudable gesto de buscar la cajetilla. Al fijarme en ello supe inmediatamente que este gesto lo había realizado muchas veces en los seis meses anteriores sin fijarme en ello. El hábito de juntar cafecito y pitillito persistía pese a que ya no fumaba. Por algo los franceses llaman al café, copa y puro, asociación de malhechores. Y ni siquiera me había fijado en ello durante seis meses. Crear un nuevo hábito supone deshacer otro anterior, por lo que prácticamente tuve que entrar manos arriba en las cafeterías durante un tiempo, con plena conciencia para evitar el automatismo. Esto sigue las cuatro fases del aprendizaje igual que sucede en la academia de conductores. El primer día ignoras que ignoras porque desconoces la amplitud de la materia, pero cuando vuelves a casa ya sabes que ignoras. Tras estudiar un tiempo y practicar sabes que sabes cuando llegas al examen con la cabeza absolutamente llena de datos y de alertas para no olvidar ni despistarse en nada. Cuando 158 A propósito de... Siso nº 44. Otoño 2007 La Trampa finalmente has conducido varios años y automatizas completamente los movimientos te olvidas de que sabes. Es ese momento sorprendente en que el conductor que tanta seguridad te ofrece y con el que vas charlando te pregunta de repente ¿pasamos por tal pueblo? Creo que eso es también una manera de entender el subconsciente. A veces la gente piensa tanto en algo, de una forma tan rutinaria y automatizada que ni siquiera es consciente de que piensa en ello y esa es una dificultad innegable para la terapia. El paciente debe darse cuenta de lo negativo de su pensar para poder hacer la sustitución. Digo sustitución porque es la manera de alejarse del pensamiento indeseado. Lo otro, lo de pelearse con él sólo conduce a enredarse más y más. Cuando alguien no quiere pensar en su miedo o lo rechaza ya esta pensando en ello. La única forma es pasar la atención a otra cosa de carácter positivo. Tal vez no dure mucho el cambio por la inercia del pensar negativo, pero hay que hacerlo siempre que uno se da cuenta. De esa forma cada vez se va dedicando más tiempo, atención y pensamiento a lo positivo para que sea eso lo que empiece a crecer en la vida. Por lo demás el método asertivo es sobradamente conocido. Sólo es necesaria la tenacidad en aplicarlo. A propósito de... Siso nº 44. Otoño 2007 159 Musicoterapia en rehabilitación de pacientes psicóticos Autores Germán Gómez Bernal1, Alejandra Reboreda Amoedo1, Milagros Bernal Pérez2, Fernando Romero Mora1, Francisco Moreno Tovar3, Maria José Recimil López3. 1Hospital psiquiátrico de Teruel, 2Profesor Universidad de Zaragoza, 3Complejo Hospitalario de Orense. Resumen El uso de técnicas de musicoterapia ha demostrado en diferentes estudios controlados efectos beneficiosos en pacientes psicóticos residuales, siendo técnicas que por norma general gozan de muy buena aceptación entre este tipo de pacientes. Introducción La federación mundial de musicoterapia (WFMT) define la Terapia musical o musicoterapia como «la utilización de la música y/o sus elementos (sonido, ritmo, armonía y melodía) tanto a nivel individual como grupal, para facilitar la comunicación, el aprendizaje, movilización, expresión, organización u otros objetivos terapéuticos relevantes, a fin de asistir a las necesidades físicas, psíquicas, sociales y cognitivas del individuo». El uso de la música con fines terapéuticos, puede considerarse como un fenómeno transcultural. Existen numerosos A propósito de... Siso nº 44. Otoño 2007 161 Musicoterapia en rehabilitación de pacientes psicóticos vestigios iconográficos que hacen referencia al uso de formas primitivas de música por los pueblos prehistóricos, en los que se puede intuir un uso mágico-curativo de la misma. En cuanto a los primeros referentes escritos sobre este tema, debemos nombrar los papiros médicos egipcios. Posteriormente griegos, dieron a la música un empleo razonable y lógico, sin implicaciones mágicas religiosas, utilizándola como prevención y curación de las enfermedades físicas y mentales. En el siglo XIX, Esquirol, hace referencia al uso de la música para curar pacientes con enfermedades mentales. En Estados Unidos desde la Primera Guerra Mundial, los hospitales de veteranos contrataban músicos como ayuda terapéutica, preparando así el camino para la musicoterapia. Esta valiosa experiencia sirvió para que los médicos la tomaran en cuenta y en1950 se fundó la Asociación Nacional de Terapia Musical. Desde este momento, fueron surgiendo diferentes asociaciones por todo el mundo. En 1985, se constituyó en el 5º Congreso Mundial de Musicoterapia en Génova, Italia: la World Federation of Music Therapy (WFMT). Esta organización se encarga del desarrollo y promoción de la musicoterapia por todo el mundo. Posteriormente, aparece la European Music Therapy Confederation (EMTC), que desde el 2004 es la única asociación europea reconocida por la Unión Europea para trabajar sobre el reconocimiento y desarrollo profesional de los músico-terapeutas europeos. La Asociación Española de Musicoterapia, fue fundada en 1976 por el Profesor J. Obiols y la Dra. Poch i Blasco. Intervenciones grupales en pacientes psicóticos Es necesario poner de manifiesto la dificultad de desarrollar intervenciones psicoterapéuticas en pacientes psicóticos. La situación empeora si hablamos de intervenciones grupales dirigidas a pacientes con un grado defectual severo y/o crónicamente desestabilizados. Dado el gran volumen de pacientes con estas características que residen en nuestros hospitales psiquiátricos, esta situación convierte en una herramienta fundamental de trabajo a aquellas terapias que gozan de una mayor aceptación por los mismos. 162 A propósito de... Siso nº 44. Otoño 2007 Musicoterapia en rehabilitación de pacientes psicóticos En este sentido, es importante remarcar los trabajos de Reker T. (3), en los que se pone de manifiesto el alto nivel de aceptación subjetiva de los pacientes psicóticos que participaban en sus grupos de musicoterapia. Musicoterapia en pacientes psicóticos residuales En 1980 Schmuttermayer (1) recoge su experiencia en la aplicación de técnicas musicoterapeúticas en pacientes psicóticos. Durante años, había desarrollado un grupo de musicoterapia Graduated Group Music Therapy con mujeres afectadas de esquizofrenia y trastorno bipolar. En dicho grupo, aplicaba una combinación de diferentes técnicas observando modificaciones en el comportamiento de los integrantes del mismo. Tres años antes, Willms H. (2), había propuesto la utilidad de esta técnica, como medio de fomentar y desarrollar una buena relación terapeuta-paciente con esquizofrénicos y para incrementar los niveles de autoestima de los mismos. A mediados de los años 80 y principio de los 90, se pone en duda la eficacia de los efectos de la musicoterapia sobre los síntomas negativos de la esquizofrenia y por lo tanto, su posible utilidaden pacientes con esquizofrenia residual (4,5). Sin embargo, no existen estudios controlados en los que se sustente esta hipótesis. En 1994, Tang (6) publica el primer estudio controlado, en el que evalúa los efectos rehabilitadores de la musicoterapia en pacientes con esquizofrenia residual. Tang realiza su investigación en el hospital psiquiátrico de Shanghai, un centro de 980 camas; dicho centro cuenta desde 1986 con un departamento de musicoterapia a cargo de un psiquiatra y dos enfermeras, en el que se dispensa este tipo de terapia a numerosos pacientes. Tang selecciona un total de 66 pacientes ingresados en su hospital con criterios diagnósticos DSM III-R de esquizofrenia residual, y los reparte de manera aleatoria en dos grupos de 32; un grupo al que somete a musicoterapia (pasiva y activa), y un grupo control. Los pacientes de ambos grupos, continúan con el tratamiento habitual prescrito por su psiquiatra de referencia. El grupo sometido a tratamiento, recibe 19 sesiones de musicoterapia de una hora de duración a lo largo de un mes. Al A propósito de... Siso nº 44. Otoño 2007 163 Musicoterapia en rehabilitación de pacientes psicóticos inicio de cada sesión, los pacientes discuten con el musicoterapeuta que tipo de música quieren escuchar, y éste da una pequeña explicación sobre los temas seleccionados. Cuatro de las sesiones, a razón de una por semana, se reservan para que los pacientes interpreten canciones. Una vez finalizada cada una de las sesiones, los pacientes disponen de instrumentos musicales que pueden utilizar si lo desean. Para evaluar los resultados de la terapia, se utilizaron las escalas SANS y DAS, con las que fueron evaluados todos los pacientes antes y después de recibir todas las sesiones de musicoterapia. Tang describe en los pacientes sometidos a terapia musical una disminución estadísticamente significativa de síntomas negativos, mayores capacidades comunicativas, una reducción del aislamiento social y un incremento de interés por acontecimientos externos. Hayashi (7) realiza en 2002 un experimento similar con 64 pacientes, 32 controles y 32 sometidos a 15 sesiones de musicoterapia (activa y pasiva), en un periodo de cuatro meses. En esta ocasión se utilizan como instrumentos de medida la PANSS y la escala QSL observándose una reducción de síntomas negativos y de empobrecimiento social. Sin embargo, ponen de manifiesto que estos efectos positivos tienen una duración limitada en el tiempo una vez finalizada la terapia. Meta-análisis de estudios controlados El estudio de Tang ha sido replicado con ligeras modificaciones hasta nuestros días (8,9), obteniéndose en todos los casos conclusiones similares. El primer meta-análisis recogido en la literatura fue realizado en 2002 por You (10) incluyendo 11 estudios controlados y posteriormente en 2005, Gold selecciona otros cuatro estudios, concluyendo ambos, los efectos positivos de la musicoterapia sobre el estado mental, síntomas negativos y funcionamiento mental de pacientes psicóticos residuales. A su vez, llegan a la conclusión de que son necesarios nuevos estudios para evaluar la relación dosis/efecto, así como la duración de los efectos de la terapia musical en este perfil de pacientes. 164 A propósito de... Siso nº 44. Otoño 2007 Musicoterapia en rehabilitación de pacientes psicóticos Conclusiones Los pacientes con trastornos psicóticos crónicos incluidos en grupos de musicoterapia, experimentaban mejoría de su estado mental general con respecto a grupos control a los que no se les administraba este tipo de terapia. Dicha mejoría se objetivaba en áreas como disminución de niveles de ansiedad, incremento de capacidad para expresar emociones, y reducción del aislamiento social. En ninguno de los estudios se observaron la existencia de efectos negativos de este tipo de terapia. La duración de estos efectos positivos probablemente es limitada en el tiempo, si bien son necesarios nuevos estudios que verifiquen esta hipótesis y que aclaren la relación dosis/efecto. A propósito de... Siso nº 44. Otoño 2007 165 Musicoterapia en rehabilitación de pacientes psicóticos Bibliografía 1. Schmuttermayer, R. «Methodological considerations and practicial experiences with music therapy in psychotics». Psychiatr Neurol Med Psuchol. 1980; 32 (12): 739-44. 2. Willms, H. «Musictherapy posible uses in social psychiatry». Psychiatry prax 1977 4 (4):232-6. 3. Reker, T. «Music therapy evaluated by schizophrenic patients». Psychiatr Prax. 1991,18,(6):216-21. 4. 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Gold, C. «Music therapy for schizophrenia or schizophrenia-like illnesses». Cochrane Database Syst Rev. 2005 Apr 18;(2):CD004025. Review. 166 A propósito de... Siso nº 44. Otoño 2007 ¿Novas extratexias para pacientes «distintos»? Autora Maite G. Barba Traballadora social. Vigo. Limiar De súpeto, ou non tanto, foron chegando ata os nosos dispositivos, pacientes que non se axustaban ó canon asistencial habitual na nosa práctica, pola cór, pola relixión, pola cultura, etc. Atopámonos cunha realidade que facía medrar a nosa ignorancia; nin estabamos preparados, nin sabiamos o que se nos viña enriba, e, mais que nada, tiñamos a sensación de que a burocracia sociosanitaria manifestaba unha inercia ríxida e, en moitos casos, craramente insuficiente. Son preguntas sinxelas e comúns, pero que removen toda a estructura, ¿ qué supón un «sen papeis»?, ¿qué diferencias imos atopar segundo de onde veña, quen o trae, ou a razón da súa viaxe?, ¿como se traduce esta realidade á hora de tentar dar unha cobertura nin ficticia, nin posibilista, senon real dende os nosos servizos? Son temas nos que aprendemos do día a día, e aprendemos a base de equivocos e a base da prática, sempre precaria. Introducción Trátase dun estudio descriptivo, co fin de coñecer o perfil dos extranxeiros que teñen tido algun ingreso na U.H.P. do A propósito de... Siso nº 44. Otoño 2007 167 ¿Novas extratexias para pacientes «distintos»? H. Nicolas Peña. Estudiamos os usuarios «non nacidos no país», dos que analizamos unha serie de datos recollidos na ficha social. Neste concepto de «non nacidos no país» atopamos tres grupos diferenciados: 1. Persoas nacidas no extranxeiro, que se atopan nesta cidade de paso, de vacacións… de xeito temporal. 2. Fillos de galegos, emigrados a diferentes países que, con posterioridade retornan a Galicia. 3. Inmigrantes, sensu estrictu, é decir, extranxeiros que veñen a establecerse aquí de xeito mais ou menos permanente. O 80% da poboación obxecto deste estudio poden considerarse inmigrantes. Dende a apertura da UHP na súa ubicación actual, Hospital Nicolas Peña, Vigo (xullo 2002) estiveron ingresados 91 inmigrantes; son datos referidos a persoas, non a ingresos, xa que varios destes usuarios tiveron mais de un ingreso psiquiátrico. Análise dos datos O primeiro comentario que hai que facer é en canto ó número. Trátase dunha cifra pequena, cuasi anecdótica, si a relacionamos coa cifra total de ingresos no mesmo periodo. A lectura positiva é que estamos a tempo e sin os agobios de outras CCAA, para pensar e poñer en marcha calquera tipo de programa específico dende os dispositivos de saúde mental. Non existe o desbordamento nin a sensación de «problema» de outros lugares da xeografía española. Recollemos varios ítems que pasamos a aclarar: 168 A propósito de... Siso nº 44. Otoño 2007 ¿Novas extratexias para pacientes «distintos»? 1. Procedencia Europa: América: Africa: Asia: 36 35 18 2 39,56% 38,46 19,78 2,19 Apenas existe diferencia entre os pacientes procedentes de Europa e America. Por paises, destaca Portugal, seguramente pola proximidade xeográfica a esta cidade. 2. Sexo Homes: Mulleres: 47 44 51,64% 48,35 A propósito de... Siso nº 44. Otoño 2007 169 ¿Novas extratexias para pacientes «distintos»? Non hai gran diferencia entre os pacientes femeninos e masculinos; un lixeiro predominio da poboación masculina. 3. Estado civil Solteiros: Casados: Sep/divorc: Viuvos: n.c.: 62 11 13 3 2 68,13% 12,08 14,28 3,29 2,19 Unha importante maioría dos pacientes estan solteiros. A seguinte cifra en importancia cuantitativa é a de separados/divorciados. 4. Situación laboral 170 A propósito de... Siso nº 44. Otoño 2007 ¿Novas extratexias para pacientes «distintos»? Paro non remuner. 35 Prostitución: 10 Nunca traballou 5 Activo: 14 Estudante: 3 Prest. Asist. 14 Prest. Contributivas 7 n.c. 3 38,46% 10,98 5,49 15,38 3,29 15,38 7,69 A porcentaxe de usuarios que realizan algunha actividade (activo, estudiante, prostitución) é o 30% do total. As prestacións contributivas son de incapacidade e xubilación. Pónse como un apartado específico «prostitución» por considerar que significa unha cifra importante e pola problemática específica que xurdiu arredor deste tema. 5. Convivencia Fillos/pais/irmans 30 Esposo/parella: 10 Compatriotas. 10 Instit./ONG: 6 Sós: n.c: 32,96% 10,98 10,98 6,59 34 1 A propósito de... Siso nº 44. Otoño 2007 37,36 171 ¿Novas extratexias para pacientes «distintos»? 6. Tempo de estancia no pais Menos de 1 ano: De 1 a 10 anos: De 11 a 30 anos: Mais de 31 anos: 9 42 31 9 9,8% 46,15 34,06 9,89 Según estes datos, o perfil do paciente nacido no extranxeiro sería: portugués, solteiro, en situación de paro sin remuneración económica, que vive só e que leva entre 1 ano e 10 en España. Aspectos de interés 1. Tanto a lexislación comunitaria como a española, consideran ó inmigrante como suxeto de dereitos unha vez producido o feito migratorio; en xeral, os dereitos fundamentais das persoas establecidos na Constitución e os recollidos en diferentes tratados e acordos internacionais, sonlle recoñecidos a todos os inmigrantes. Non ocorre o mesmo cos dereitos sociais, por exemplo só se lles recoñece a asistencia sanitaria a aqueles inmigrantes inscritos no padrón municipal. Esto exclúe ós inmigrantes sen papeis. Segundo a Lei de Extranxería, no que se refire a asistencia sanitaria, tan só estarian en igualdade de dereito coa poboación española, as inmigrantes embarazadas (antes, durante e despois do parto) e os menores de 18 anos, independente- 172 A propósito de... Siso nº 44. Otoño 2007 ¿Novas extratexias para pacientes «distintos»? mente que esten ou non inscritos no padrón. Os inmigrantes non empadroados, con estas dúas excepcións, so se lles recoñece a atención de urxencia. Esto cobra especial importancia cando se plantexa un seguimento ambulatorio despois dun ingreso psiquiátrico. En diferentes CCAA tense creado unha tarxeta sanitaria provisional, renovable cada ano, ou cada semestre, con diferentes denominacións «tarxeta solidaria, tarxeta de asistencia temporal, etc.» Así, a atención ós inmigrantes depende da «vontade» de cada dispositivo sanitario, implicando esforzos «extras» para o equipo sanitario que non atopa unha vía para levar adiante certos trámites indispensables como remisión a especialistas, recetas de medicamentos, analiticas e probas… 2. Debemos contar con unha serie de peculiaridades que afectan á relacion do equipo asistencial co paciente inmigrante, que crean erros funcionais, dende ámbalas duas perspectivas: Moitos inmigrantes non teñen tido con anterioridade acceso a un sistema de asistencia sanitaria pública similar ó español, e descoñecen o seu funcionamento; moitos profesionais vense desbordados por unha nova maneira de enfermar. Obvia sinalar as barreiras lingüísticas e as diferencias culturais e relixiosas e incluso, a falla de recursos económicos en relacion ó acceso a productos farmacéuticos. Da importancia de certos conceptos 1. Según sinala o Comité de Dereitos Económicos, Sociais e Culturais da ONU, unha das obrigas dos estados en relación á saude é a de garantir a aceptabilidade, dos servicios sanitarios, entendendo por unha atención sanitaria axeitada e aceptable aquela na que os dispositivos e servicios de saúde son «respetuosos da ética médica e culturalmente apropiados», e decir, respetuosos coa cultura das persoas, das minorías, das comunidades... Así, a aceptabilidade do sistema sanitario depende da súa capacidade para dar resposta de modo satisfactorio e respetuoso ás necesidades que se derivan das particularidades dun grupo poboacional determinado. A propósito de... Siso nº 44. Otoño 2007 173 ¿Novas extratexias para pacientes «distintos»? Podería decirse que o sistema sanitario español e os protocolos de atención establecidos pecan de monoculturalismo na medida en que pretendense con validez universal, sin decatarse de que a poboación inmigrante poida ter outros códigos culturais que esixan procesos asistenciais diferentes. Desatender esas peculiaridades supón negar as posibilidades reais de acceso a unha atención sanitaria en condicións «aceptables» en termos do Comité da ONU. 2. Nalgúns casos non entenden, ou culturalmente non é asumido, o feito de ir ás citas co terapeuta. E como si se precisase de asistencia, só cando un está mal. É obvio que moitos dos fracasos terapéuticos con estes «novos» pacientes nacen da nosa incapacidade para traducir operativamente o que entendemos por seguimento. Polo que parece, os nosos pacientes habituais saben que cando, por primeira vez, entran no «consumo» sanitario, van ser, e o admiten, tutelados por un tecido de profesionais, que en moitos casos os acompañan durante anos. Esa «película»: prevención/tratamento/rehabilitación é como si, polos novos usuarios fora entendida fotograma a fotograma e non como un todo; plantéxasenos caseque coma un deber terapéutico a necesidade de facer pedagoxía do que é seguimento. 3. ¿Cómo se localizan, cómo dar con eles, literalmente como atopalos, cando en moitos casos son temas de suma preocupación para a súa «supervivencia»: citas médicas, trámites sociais, problemas legais, etc.? ¿Cómo rachar coa idea, estructuralmente preconcebida, de que darse a coñecer pode conlevar o risco de ser «descubertos»? Emboscados na cidade, convertida ésta nunca especie de selva, atopalos transfórmase nunha odisea, que saca a luz un novo e complexo fenómeno ó que poderíamos chamar, nomadismo urbán. Epílogo Este a xeito de traballo, con conclusións indeterminadas, e con mais preguntas que respostas, tan só pretende ser unha mirada mais nun océano de graves problemas, e, en gran parte, nace do colectivo africano que, si ben non representa a poboación mais significativa cuantitativamente, foi a que nos plantexou mais interrogantes e, ó fin, a quen se lle debe este estudio, coa «pretensión» de tentar «desbloquear» 174 A propósito de... Siso nº 44. Otoño 2007 ¿Novas extratexias para pacientes «distintos»? algúns aspectos da asistencia diaria, que se poidan traducir en programas asistenciais reais, posibles e tamen eficaces que rachen co principio de vontade, de simple solidariedade no que, ata agora, nos movemos. Vigo, xuño 2007 A propósito de... Siso nº 44. Otoño 2007 175 ¿Novas extratexias para pacientes «distintos»? Anexo Alguns exemplos comparativos entre poboación nacida no extranxeiro e residente en Vigo, e pacientes atendidos na U.H.P. por paises. Sinalar que os datos non son totalmente equivalentes xa que na primeira parte tan só aparecen os extranxeiros censados na cidade. Europa Portugal Italia Rumania Francia Alemania Inglaterra Rusia Suiza Eslovaquia Pais.Baixos América Brasil Argentina Colombia Uruguay Venezuela Bolivia Cuba México 176 Censados en Vigo:4450 2205 557 416 286 176 161 129 32 10 44 Censados en Vigo:8394 1739 1187 1176 1172 533 539 379 118 A propósito de... Siso nº 44. Otoño 2007 Ingresos en UHP: 36 15 0 1 7 7 1 1 2 1 1 Ingresos en UHA: 35 7 8 2 2 11 1 2 2 ¿Novas extratexias para pacientes «distintos»? África Senegal Marruecos Nigeria Ghana Sierra Leona Gambia Angola Sudáfrica África China Timor Censados en Vigo: 1129 Ingresos en UHP: 18 348 256 172 121 6 6 49 4 1 1 7 3 1 2 1 1 Censados en Vigo: 440 Ingresos en UHP: 2 327 0 A propósito de... Siso nº 44. Otoño 2007 1 1 177 Notas sobre la transmisión del psicoanálisis Autor Javier Carreño Psiquiatra y psicoanalista. Vigo. En el principio era el verbo. Poco después, una mítica manzana nos habló de lo imposible de la relación sexua; luego vinieron exilios, reyes, becerros de oro, profetas y muertos. Más tarde, un heredero de esta apocalíptica historia fue capaz de callarse para dar el verbo a una mujer aquejada de un indescifrable malestar. Y siguió siendo el verbo. Se adoró al redescubridor del verbo y se hicieron monumentos, manuales y aplicaciones. Todo se volvió «reverberante». Nueva diáspora, nuevos profetas, nuevas peleas. Otro, de otra etnia y verborrágico, leyó las tablas del redescubridor del verbo en la lengua original, y nos trajo de nuevo el verbo. Vinieron después nuevas discusiones y aparecieron inventos nunca vistos que cambiaron lo real y que incluso hicieron creer al hombre que el verbo nunca había existido. Todo estalló y se rompió. Y también sangró. Sangró a «verbotones». Hoy, muchos, hemos visto los botones que sobraron de este naufragio, y construimos de nuevo un traje que vista al verbo a la medida de nuestros días. Desde su nacimiento el psicoanálisis ha sido dado por muerto en multitud de ocasiones. Se ha dicho que es un delirio judaico como el marxismo, se ha escrito horror acerca de la pansexualidad del psicoanálisis y, también ha sido denostado por su falta de cientificidad. Muchas de las teorías críticas al psicoanálisis han protagonizado estos comentarios. Muchas han desaparecido. Hoy el psicoanálisis se expande de nuevo por el mundo bajo el yugo escópico de morir en A propósito de... Siso nº 44. Otoño 2007 179 Notas sobre la transmisión del psicoanálisis cualquier momento. En este trance, el psicoanálisis cabalga con el equipaje que porta alcance que han tenido sus ideas y elaboraciones en torno al ser humano. La clínica, la filosofía, la lingüística etc… no podrán desprenderse fácilmente de cuestiones que no cesan de escribirse y de preguntarse. Cualquier desarrollo riguroso en estas materias volverá ineludiblemente su mirada hacia el psicoanálisis, aunque sea para cambiar la nomenclatura o para renegociar campos semánticos. Pero claro, a los amantes del psicoanálisis nos gustará que se siga llamando psicoanálisis, y menudos somos con esta cuestión del nombre propio y del nombre del padre. Dependerá entonces, exclusivamente del alcance de nuestro deseo y de la capacidad para saber interpretar las claves de nuestra cultura. La compulsión al goce, el predominio de lo imaginario, las toxicomanías, el utilitarismo del vínculo y la «auténtica» (que no docta) ignorancia, son los hijos del sistema capitalista que llaman, ahora, a la puerta del psicoanálisis. Bueno, convengamos que llaman a cualquier puerta, normalmente la más cercana y la más fácil. El discurso analítico en su posición de reverso del discurso del amo ha de saber maniobrar en este mar, a fin de no caer como en otras épocas, en las disensiones, la desintegración, los cultos y el proselitismo. Digamos que es la época donde el verbo es lo que corre peligro y que detrás ya no queda nada. Quizás, queden sólo enjambres de neuronas huyendo en manada de los nuevos anestésicos. Quizás también, del otro lado, nos quede, el psicoanálisis, sus CPCT, la contracultura, la gratuidad y el arte. Hijos de un deseo no anestesiado. Mañana un nuevo grupo de residentes de psiquiatría y psicología comienzan a preparar textos de Freud en Galicia. Este comentario sirve de homenaje. Vigo, 12 de febrero 180 A propósito de... Siso nº 44. Otoño 2007 Fiódor M. Dostoievski (1821-1881) y la epilepsia Autores Luis C. González Domínguez-Viguera, Verónica Ferro Iglesias, Ania Justo Alonso, Oscar Xoel Fernández de la Vega Gorgoso, Luis Vila Pillado, Ramón Area Carracedo, Mª José Rivas Seoane. PATOBIOGRAFÍA - Nacimiento y primeros años: Las fuentes no revelan acontecimientos morbosos importantes en esta etapa. Dostoievski fue el segundo de siete hermanos. Aprendió francés y alemán precozmente y recibió una formación religiosa ortodoxa. No está nada claro que recibiese malos tratos en la infancia ni que sufriese accidentes, golpes en la cabeza o infecciones graves. - Antecedentes familiares: No existen informaciones relevantes que induzcan a pensar en la presencia de desmayos o convulsiones en la familia. - Ambiente familiar: Dominado por un padre severo, autoritario y violento, médico cirujano de profesión. Junto a él se hallaba una madre sumisa vista por sus hijos como refugio de amor y protección. La madre murió tempranamente en 1837 y ello sumió al padre en la depresión y el alcoholismo. En 1839, el padre de Dostoievski fue asesinado por sus siervos. Según la leyenda lo mataron ahogándolo en vodka. - Inicio de las crisis: A los 23 años sufre la primera crisis documentada que fue presenciada por su compañero de habitación en la Escuela de Ingenieros Militares. A propósito de... Siso nº 44. Otoño 2007 181 Fiódor M. Dostoievsky (1821-1881) y la epilepsia - Condena: En 1849 fue arrestado y condenado a muerte por «ofensa criminal y distribución de panfletos informativos contra el gobierno». Esta pena le fue conmutada en el último momento, por ocho años de presidio y el resto de su vida sirviendo al ejército. En realidad la condena a muerte fue una pantomima organizada por el zar para provocar un efecto disuasorio frente a posibles manifestaciones subversivas. Sin embargo, diez años después y apoyado por los informes médicos se le concedió la libertad por la epilepsia. Una muestra de dichos informes: «Dostoievski tuvo su primera crisis epiléptica importante en 1850… En 1853 tuvo otra crisis, y ahora sufre crisis mensualmente. Su presente estado de salud es precario… Durante varios años ha padecido epilepsia, que le ha ido provocando un franco deterioro, por lo cual no puede continuar al servicio de Su Majestad por más tiempo». - Vieja dolencia y nueva dolencia: Durante su juventud el escritor padeció periódicamente episodios de Súbita melancolía, junto a Sensaciones de muerte inminente seguidas de un sueño letárgico. Dostoievski establecía una clara diferencia entre estos fenómenos y aquellos considerados por el autor como Epilépticos, a saber, pérdidas bruscas e imprevisibles de conciencia acompañadas de convulsiones. Mientras que los primeros mejoraron tras su ingreso en prisión las crisis convulsivas se fueron afianzando. Konstantin Trutovsky, compañero en la escuela de ingeniería militar, relata en sus Memorias Sobre Dostoievski: «En 1849 Fyodor Mikhailovich pasó varios días viviendo en mi apartamento. Durante aquel tiempo, cada vez se iba a acostar, me pedía que no le enterrara antes de tres días si caía en un sueño letárgico e infinito. La idea de caer en un sueño letárgico estaba siempre rondando su cabeza.» Frank refleja en su biografía sobre el autor la distinción entre una patología Psicógena y una patología Orgánica como apunta en este párrafo: «De gran interés resulta una referencia de los años 1840, cuando Dostoievskiconfiesa al que fuera médico en su juventud: Tú me quisiste y me aguantaste. Una persona sufriendo una enfermedad mental, antes de mi viaje a Siberia, donde me curé. Así, Dostoievski establece una clara distinción, dentro de su cabeza, entre su ‘enfermedad mental’ de los años 1840 –que algunos biógrafos como Freud tienden a ver como los primeros síntomas de su epilepsia— y la epilepsia misma. Esta última había comenzado en el 182 A propósito de... Siso nº 44. Otoño 2007 Fiódor M. Dostoievsky (1821-1881) y la epilepsia campo de concentración siberiano, mientras que los síntomas de su antigua enfermedad, de hecho, habían desaparecido definitivamente.» LA EPILEPSIA Y SU OBRA Temas recurrentes: El renacimiento espiritual a través del sufrimiento, la búsqueda de Dios, el Mal y el sufrimiento de los inocentes, el suicidio, el orgullo herido, la destrucción de los valores familiares, la idea del éxtasis como esencia de la vida, el rechazo a Occidente y la afirmación de la ortodoxia rusa y el zarismo. A continuación se hace reseña de algunas obras en que la epilepsia tiene un papel relevante. Fiódor y su hermano Mijaíl, fueron enviados a la Escuela de Ingenieros Militares de San Petersburgo cuando falleció la madre. Es allí donde Fiódor comenzará a interesarse por la literatura siendo agasajado por colegas y crítica con su primera obra Pobres Gentes. - La patrona (1847) La epilepsia aparece por primera vez en esta obra. En La Patrona denota un perfecto conocimiento de los efectos deletéreos que el alcohol podía producir sobre la enfermedad. Asimismo, manifiesta un incipiente escepticismo hacia los médicos como vemos en el siguiente pasaje: «– ¿No estará bebiendo? Observó, mientras iba tranquilizándose. –No puedo; estoy enfermo. – ¿Enfermo? No parece. ¿Lleva mucho tiempo enfermo? ¿De qué enfermedad se trata? ¿Qué clase de médico le está siguiendo? Si quiere, puedo hablar con nuestro médico local. Es un hombre muy experimentado. –Gracias, pero no tengo médico, y no quiero cuentas con ninguno. Me importan un bledo.» El protagonista de La Patrona intercala sensaciones extremas de muerte (que recuerdan a los síntomas de la Vieja Dolencia) con las crisis convulsivas. - Humillados y ofendidos (1861) En esta obra la epilepsia adquiere ya un papel fundamental. El personaje central del libro es una niña huérfana, víctima de malos tratos psíquicos y físicos por parte de sus padres A propósito de... Siso nº 44. Otoño 2007 183 Fiódor M. Dostoievsky (1821-1881) y la epilepsia adoptivos que le acabarían provocando la enfermedad. Lo interesante es observar cómo el autor era consciente, hace más de ciento cuarenta años, de la relación causal entre fuertes y reiterados golpes en la cabeza y el desarrollo de la epilepsia. El siguiente fragmento de esta obra refleja la idea que los médicos contemporáneos tenían de la enfermedad: «Acaso vuelva a salvarse, pero otra vez enfermará, y en una de estas recaídas hallará la muerte (…) Si se pudieran evitar los disgustos, si llevara una vida tranquila y agradable, no exenta de satisfacciones, se podría retrasar el fin. También se dan casos imprevistos, inexplicables, anormales… En una palabra, que mi paciente se podría salvar gracias a un cúmulo de circunstancias favorables; pero curarse por completo, eso nunca (…) que lleve una vida tranquila y tome regularmente los polvos que le he recetado (…) El único remedio son los polvos.» Los polvos a que hace referencia son los bromuros introducidos como tratamiento en esos años. - El idiota (1868) Abunda el contenido mágico-religioso. De hecho, el protagonista fue concebido como el paradigma de la bondad, como una mezcla de Cristo y de Don Quijote – considerada por Dostoievskila obra cumbre de la literatura–. Todas las fases de la enfermedad quedan reflejadas a lo largo de la novela. A continuación unas penetrantes reflexiones sobre los pródromos de las crisis: «Pensó en que en su estado epiléptico había una etapa cabalmente antes de la crisis (si esta ocurría cuando estaba despierto) en la que de improviso, en medio de la tristeza, la oscuridad mental y la depresión, le parecía que su cerebro se encendía por unos instantes, y con un impulso extraordinario todas sus fuerzas vitales alcanzaban de golpe el máximo grado de tensión. La sensación de estar vivo, a la par que la de su propia conciencia, se multiplicaban por diez en esos instantes que duraban lo que un relámpago. Su mente y su corazón se inundaban de insólita luz; toda su agitación, todas sus dudas, todas sus inquietudes, parecían apaciguarse a la vez, se resolvían en una especie de calma superior, rebosante de alegría y esperanza serenas y armoniosas, henchidas a su vez de comprensión y conocimiento de la causa final. Pero tales instantes, tales ráfagas de intuición, eran sólo el presentimiento de un último segundo (nunca más de un segundo) en que comenzaba la crisis propiamente dicha. Ese segundo era, por 184 A propósito de... Siso nº 44. Otoño 2007 Fiódor M. Dostoievsky (1821-1881) y la epilepsia supuesto, insoportable. Reflexionando sobre ese momento, cuando volvía más tarde a sentirse bien, se decía a menudo que todos esos relámpagos, todas esas ráfagas de un sentimiento o autoconciencia superiores –y también, por consiguiente, de una existencia superior–, no eran más que una enfermedad, una perturbación del estado normal y, siendo así, aquello no era una existencia superior, sino, al contrario, algo que debía conceptuarse como el grado más bajo de existencia. Y, no obstante, había llegado a una conclusión en extremo paradójica: ¿Qué importa que sea una enfermedad?¿Qué importa que esa tensión sea anormal si el resultado –ese instante de sensación tal como es evocado y analizado cuando se vuelve a la normalidad– muestra ser en alto grado armonía y belleza, provoca un sentimiento inaudito e insospechado hasta entonces de plenitud, mesura, reconciliación, y una fusión enajenada y reverente de todo ello en una elevada síntesis de la vida (...) Si en ese segundo, o sea, en el último instante consciente antes del ataque, tuviese tiempo de decirse clara y taxativamente: ¡Sí, por un momento como este se puede dar toda una vida!. Sin embargo, no insistía en la parte dialéctica de su conclusión: el embotamiento, la tiniebla mental, la idiocia surgían ante él como consecuencias manifiestas de esos minutos sublimes.» También las crisis quedan espléndidamente plasmadas: «Seguidamente se extinguió su conciencia y sobrevino una completa oscuridad. Tuvo un ataque de epilepsia, el primero en mucho tiempo. Sabido es que los ataques de epilepsia, o de alferecía, como popularmente se la llamaba, ocurren instantáneamente. En ese momento el rostro se altera horriblemente, sobre todo la mirada. Los espasmos y las convulsiones afectan a todo el cuerpo y a todos los rasgos faciales. Un alarido atroz, inimaginable, que no se asemeja a nada se escapa del pecho; diríase que con ese alarido desaparece de pronto todo lo que es humano, y a un observador le es imposible, o al menos muy difícil, imaginarse y reconocer que quien así grita es ese mismo hombre; más aun, se tiene la impresión de que quien grita es otro individuo que está dentro de ese hombre. Así, al menos, es como muchas personas explican su impresión, y a muchas de ellas el espectáculo de un hombre en un ataque epiléptico les causa un horror absoluto e intolerable que incluso tiene algo de místico». Por último, indicar que la personalidad del Príncipe Myshkin presenta numerosos puntos en común con la propuesta sindrómica de Waxman y Geschwind que veremos más abajo. A propósito de... Siso nº 44. Otoño 2007 185 Fiódor M. Dostoievsky (1821-1881) y la epilepsia - Los demonios (1873) En esta obra queda patente el grado de comprensión alcanzado por Dostoievskisobre su enfermedad. Con un marcado tinte religioso hace la siguiente descripción del preludio o aura de una crisis convulsiva: «–Hay segundos (sólo cinco o seis a la vez) en que de pronto siente uno la presencia de la armonía eterna plenamente lograda. No es nada de este mundo. No quiero decir que sea algo divino, sino que el hombre, en cuanto ser terrenal, no lo puede sobrellevar. Tiene que cambiar físicamente o morir. Es una sensación clara e inequívoca. Como si de improviso abarcara uno la naturaleza entera y dijese: Sí, esto es verdad. Dios, cuando creaba el mundo, decía al fin de cada día de la creación: Sí, esto es verdad, esto es bueno. Esto no es ternura, sino sólo gozo. Uno no perdona nada, porque no tiene nada que perdonar. No es amor. ¡Es algo superior al amor! Y lo más atroz es que ¡todo es tan terriblemente claro! Si durase más de cinco segundos, el alma no podría resistirlo y tendría que perecer. En esos cinco segundos vivo una vida entera, y por ellos daría toda mi vida, pues lo vale. Para resistir diez segundos tendría uno que cambiar físicamente. Soy de la opinión que el hombre debe dejar de reproducirse. ¿Para qué tener hijos, de qué sirve el progreso, cuando ya se ha llegado a la meta? Se dice en los Evangelios que en la resurrección los hombres no procrearán y serán como los ángeles del Señor. Es un indicio. –Kirillov, ¿le pasa eso a menudo? – Una vez cada tres días o una vez a la semana. – ¿Le dan ataques? –No. –Pues le darán. Tenga cuidado, Kirillov. He oído decir que así empiezan los ataques. Un epiléptico me describió detalladamente la sensación que precede al ataque: en todo punto como lo ha dicho usted. Dijo también que duraba cinco segundos y que era imposible resistirla más tiempo. Recuerda el jarro de Mahoma, del que no se derramaba una gota de agua mientras el Profeta daba a caballo una vuelta al Paraíso. El jarro son esos cinco segundos y eso se parece mucho a la armonía de usted, y Mahoma fue epiléptico. Tenga cuidado, Kirillov; eso es epilepsia. –No tendrá tiempo de alcanzarme– dijo Kirillov sonriendo dulcemente». - Los Hermanos Karamazov (1880) Obra cumbre de la Literatura Universal y publicada sin rematar un año antes de fallecer –parte de un ambicioso proyecto titulado La Leyenda del Gran Inquisidor—. En ella 186 A propósito de... Siso nº 44. Otoño 2007 Fiódor M. Dostoievsky (1821-1881) y la epilepsia ocupa gran importancia la cuestión de la simulación y el beneficio secundario de la enfermedad. Smerdiákov finge haber tenido una crisis como coartada al asesinato de su padre y logra así inculpar a su odiado hermanastro. Además, Smerdiákov reúne los arquetipos de los anteriores protagonistas epilépticos de Dostoievski . Así, reencarna al suicida Kirillov de Los Demonios y al personaje de Nelly, en Humillados y Ofendidos, retomando el antecedente de los golpes en la cabeza. DOSTOIEVSKI, EPILÉPTICO - Las dolencias se invierten: La epilepsia, que haciendo su debut en los años siberianos iría empeorando con el tiempo, siguió un camino inverso al de su estabilidad emocional. A medida que fueron mejorando los síntomas psiquiátricos (la marcada tendencia al ensimismamiento, la fobia social, el miedo a caer en un estado letárgico irreversible), los síntomas neurológicos, esto es, las crisis epilépticas aumentaron su frecuencia e intensidad hasta constituir uno de los principales motivos de cotidiana preocupación en el escritor. En las memorias de un amigo del autor encontramos lo siguiente: «Desde joven he tenido los nervios hechos un desastre, me dijo. Todo sucedió dos años antes de Siberia, durante mis asechanzas literarias y toda esa excitación. En aquel momento adquirí una extraña y dolorosa enfermedad nerviosa (…) Me daba la impresión de estar muriéndome, la muerte saliendo a mi encuentro. Luego me abandonaba y se pasaba. Temía caer en un sueño letárgico. Lo raro es que, desde el momento del arresto, mi extraña enfermedad desapareció y nunca he vuelto a padecerla; ni en el trayecto a Siberia, ni ya en la propia prisión. Curiosamente me sentí fresco, fuerte y tranquilo durante mi estancia en la cárcel. Aunque fue en el presidio donde sufrí mi primera crisis epiléptica y, desde entonces, esta enfermedad no me ha abandonado... Recuerdo todo lo que me había sucedido antes de la primera crisis epiléptica, hasta la cosa más pequeña en mi vida, cada cara, cada detalle, todo lo que oí, conocí, o leí. Todo empezó después de la primera crisis epiléptica. Comencé a olvidarme de gente que conocía bien, comencé a olvidar las caras. Además, después del presidio olvidé todo lo que había escrito. Por ejemplo, al acabar de escribir Los Demonios, tuve que releer la obra desde el principio, porque había olvidado hasta los nombres de los personajes A propósito de... Siso nº 44. Otoño 2007 187 Fiódor M. Dostoievsky (1821-1881) y la epilepsia principales...» El poeta Strakhov, nos describe una de sus crisis. Ésta ocurre pasadas las once de la noche y está precedida de un momento emocional de excitación. La relata como una secuencia caracterizada por el «rostro congelado», un sonido sin sentido, una caída brusca contra el suelo, «convulsiones», «espuma por un lado de la boca» y un estado de confusión post-crítica de una «media hora» de duración. - Dejá vu: Los fenómenos de «ya visto» o dejá vu que aparecen en la obra de Dostoievskihan sido puestos en relación con la epilepsia, ya como síntoma aislado, ya como aura de una crisis epiléptica. Sin embargo, no fue Dostoievskiel primero en ponerlos en relación con la epilepsia, sino la Escuela Británica pre-jacksoniana (Prichard). Junto a los estados de ensoñación, sonambulismo epiléptico y el éxtasis epiléptico, forman parte del cortejo de los llamados equivalentes psíquicos. - Creatividad, locura, epilepsia: De las relaciones entre locura y epilepsia cabe resaltar que depresión y epilepsia presentan importante comorbilidad, en especial en la Epilepsia del Lóbulo Temporal, además de una tendencia característica a la ideación delirante y al retraimiento en este mismo subtipo. Por otra parte, en muchas de sus obras aparecen personajes claramente delirantes: Goliadkin en El Doble, Myshkin en El Idiota o el suicida Kirillov en Los Demonios. En ellos apreciamos puntos en común con la Antigua Dolencia. LA VIVENCIA DE LA ENFERMEDAD Los modos en que habitualmente el sujeto epiléptico elabora la trama de su enfermedad, la integra en su biografía y se apropia de ella, así como las funciones que cumple en la economía psíquica. 1. Las dudas: Fragmento de carta a su hermano tras la luna de miel: «En el trayecto de vuelta hice una parada en casa de un buen amigo en Barnaul. Y allí, sufrí un revés de la fortuna. Inesperadamente tuve una crisis epiléptica que produjo tal susto de muerte a mi mujer y a mí me llenó de tristeza y desamparo. El médico (estudioso y competente) me dijo 188 A propósito de... Siso nº 44. Otoño 2007 Fiódor M. Dostoievsky (1821-1881) y la epilepsia que, desdeñando lo que otros médicos me habían dicho hasta ahora, lo mío era una epilepsia real y que correría el riesgo de morir ahogado durante una de las crisis a consecuencia de un espasmo laríngeo. Yo mismo rogué al médico que me dijera, jurando por su honor, toda la verdad. En general, me advirtió que tuviera cuidado con la luna nueva. (Ahora la luna llena se está aproximando y espero una crisis.) Así que quiero que comprendas, mi querido amigo, qué pensamientos tan desesperados están royendo mi cabeza. ¡Pero por qué hablar de ello! Puede que no sea cierto aún que tenga una epilepsia real. Cuando decidí casarme, seguí a pies juntillas el consejo de los médicos, quienes me aseguraron que lo que sufría eran sólo crisis nerviosas que podrían desaparecer con un simple cambio en el estilo de vida. Si hubiera sabido antes que tenía una verdadera epilepsia, no me hubiese casado. Ahora, para aliviar mi mente, para ir a consultar con médicos de verdad y dar los pasos adecuados, debo abandonar el ejército lo antes posible e ir a Rusia. ¿Pero cómo puedo conseguirlo? (…) Además, lo que más temo de todo es la propia idea de que me pueda suceder una crisis en el trabajo, sin ir más lejos, durante una guardia de garita, llevando puesto el uniforme tan ajustado. Según lo que me han dicho quienes han presenciado las crisis y han visto lo que sucede en mi pecho y en mi respiración, probablemente acabaría asfixiado.» 2. La aceptación: Búsqueda de ayuda y escepticismo: Dostoievskino era un ignorante de su enfermedad. Hijo de médico-cirujano, leyó además abundantes libros de neurología y discutía asuntos clínicos con Ianovski ya desde su juventud. En el artículo de Henri Gastaut dedicado al autor puede leerse: «Dostoievski, notorio hipocondríaco, estaba obsesionado con sus problemas de salud incluso antes de desarrollarse su epilepsia. Nunca dejó de buscar información directamente de los médicos con quienes entró en contacto, en particular, con sus amigos cercanos, quienes le prestaban sus libros de texto médicos. También aprendió de los médicos militares que le trataron en Siberia y de los otros muchos médicos que se cruzaron en su vida. Incluso llegó a viajar al extranjero con la esperanza de consultar con Trousseau, Romberg y, sobre todo, con Herpin que había publicado un importante tratado sobre epilepsia unos diez años antes». A propósito de... Siso nº 44. Otoño 2007 189 Fiódor M. Dostoievsky (1821-1881) y la epilepsia Esto deja patente la gran preocupación por su enfermedad y la pérdida de confianza en los galenos rusos. 3. Resignación y secuelas: Tanto en las referencias extraliterarias como en su obra reseñó Dostoievski el perjuicio ocasionado por la enfermedad. Era consciente de la cronicidad de la enfermedad, de las taras y peligros que conllevaba la repetición de los ataques y de la tendencia del proceso a mermar las facultades mentales. En esta línea, su amigo y poeta Nikolai Strakhov da cuenta de la recomendación médica de abandonar su oficio para poder curarse –recomendación que felizmente incumplió–: «Fyodor Mikhailovich comenzó a trabajar con un gran vigor. En la primera entrega publicó su novela Humillados y Ofendidos (…) no podía aguantar un trabajo tan duro, y cayó enfermo al tercer mes (…) Dicha enfermedad era una terrible crisis epiléptica, que le dejó inconsciente durante tres días (…) Más adelante, supe que los médicos le dijeron que podría llegar a curarse si dejaba de escribir.» No obstante, los estragos que iba causándole la enfermedad no detuvieron el crecimiento artístico en Dostoievski, cuyas mayores creaciones artísticas se dieron en el último tercio de su vida. En ese tramo temporal, no sólo surgirían Crimen y Castigo (1866), El Idiota o Los Demonios sino que fue capaz de producir una de las novelas más influyentes de todos los tiempos: Los Hermanos Karamazov. - Sufrir para redimirse: Stefan Zweig lo expresa poéticamente: «El desasosiego que precedía a los accesos, a los cuales debió Dostoievski sus más intensas experiencias psíquicas y visiones, influyó decisivamente sobre toda su obra creadora. De ataque en ataque, advirtió con creciente nitidez que los mejores períodos de su producción literaria coincidían con aquella aura epiléptica o estado prodrómico. Dado que la tortura de la epilepsia contribuía a su arte, llegó a considerarla finalmente como un sombrío don de Dios.» - El uso de la enfermedad: Junto al profundo escepticismo que veremos a continuación, también observamos una militancia de su enfermedad cuando le interesaba. La epilepsia le sirvió para librarse del servicio militar; o para pedir disculpas por el retraso reiterado y casi rutinario de sus publicaciones. En Humillados y Ofendidos, en Memorias de la Casa Muerta y, sobre todo, en Los Hermanos Karamazov 190 A propósito de... Siso nº 44. Otoño 2007 Fiódor M. Dostoievsky (1821-1881) y la epilepsia sus personajes fingen crisis epilépticas, conscientes del beneficio que pueden lograr por este medio. - El escepticismo pertinaz: Sus ficciones no pasan por alto los inconvenientes derivados del avance científico, ridiculizando el optimismo decimonónico: «Cuando tengo todo el costado derecho paralizado, gimo y bramo. He consultado a los médicos: saben reconocer el mal perfectamente, te explican al dedillo la enfermedad, pero no saben curar. He tenido ocasión de hablar con un estudiante de medicina muy entusiasta: ¡Si muere, me decía, por lo menos sabrá a ciencia cierta de qué enfermedad ha muerto! Además, esa manera que tienen de mandar a los especialistas: Nosotros, dicen, sólo reconocemos la enfermedad, pero vaya a ver a tal especialista, él le curará. Ha desaparecido por completo el doctor de antaño, te lo digo yo, el que te curaba todos los males; ahora no hay más que especialistas y siempre se anuncian en los periódicos. Enfermas de la nariz y te mandan a la capital de Francia: allá, dicen, hay un especialista europeo que cura narices. Llegas a París, te examina: Sólo puedo curarle, te dice, la ventana derecha de la nariz, porque las ventanas izquierdas de la nariz no las curo yo, no es mi especialidad; después de haber seguido mi tratamiento, vaya a Viena, allí hay un especialista que acabará de curarle la izquierda». APROXIMACIÓN A SU PERSONALIDAD - Juventud frente a madurez: Dostoievski tenía, al igual que su padre, un carácter vulnerable e irascible, condicionado por una gran hipersensibilidad –en 1846 sufrió un «ataque de nervios» en relación con las devastadoras críticas recibidas por su segunda novela El Doble–. Fue un joven de difícil personalidad: huraño y tímido, aunque capaz de apasionarse contagiado por la época, la edad y el auge del romanticismo. De hecho, en su juventud se unió a ambientes considerados subversivos. Tras su paso por el presidio y el destierro se produjo un profundo cambio en su personalidad, abandonando las quimeras revolucionarias y el influjo de los europeizantes progresistas. Ya en su última etapa abrazó sin vacilación la ortodoxia, reproduciendo la misma metamorfosis espiritual que de joven criticara en Gogol. A propósito de... Siso nº 44. Otoño 2007 191 Fiódor M. Dostoievsky (1821-1881) y la epilepsia - Síndrome de personalidad intercrítica del lóbulo temporal (síndrome de Waxman-Geschwind): En los años setenta resurgió la idea de que existe un tipo de personalidad epiléptica en aquellos enfermos con el síndrome de epilepsia del lóbulo temporal (ELT). El así llamado Síndrome de la Personalidad Intercrítica consiste en un trastorno caracterizado por la tríada sintomática hipergrafía, hiperreligiosidad e hiposexualidad. Posteriormente, Bear y Fedio ampliaron la tríada a: «un interés filosófico desmedido, un sentido de misión y destino, ánimo deprimido, con tendencias maníacas y vulnerables a la dependencia, sentimiento de culpa por su propia enfermedad, circunstancialidad, pasividad hostil, ideación paranoica, agresividad, viscosidad, tono melancólico». Estos síntomas conforman el llamado Síndrome de Waxman-Geschwind. Pese al interés de esta aportación los estudios científicos posteriores no refrendarán el descubrimiento, permaneciendo dicho síndrome como una entidad controvertida. Acaso en línea con esta hipótesis hay que recordar que Dostoievski releyó el Nuevo Testamento al ingresar en prisión, que el Evangelio según San Lucas aparece en exergo en su obra Los Poseídos, que el de San Juan abre los Hermanos Karamazov y que Dostoievski , moribundo, le regaló el de San Mateo a su hijo. - La lucha interior: Dedicaré unas líneas a lo que para mí destaca de la personalidad de Dostoievski. Me refiero a la contradicción, a la feroz lucha interior que animó su vida y que intento resumir en estos epígrafes: - Enfermedad como prueba y como castigo: A pesar del sufrimiento que suponía la epilepsia, Dostoievski hizo con frecuencia mención a la función redentora de las crisis. - Escepticismo ante la Medicina, incesantes visitas médicas y calendario de crisis: A pesar de asistir a numerosas consultas particulares no hay constancia de que se sometiera a ningún tratamiento, salvo las excursiones a distintos balnearios europeos. Dostoievskillevó un meticuloso «calendario de crisis» en que anotaba cuidadosamente la fecha, la hora y la intensidad de cada crisis. 192 A propósito de... Siso nº 44. Otoño 2007 Fiódor M. Dostoievsky (1821-1881) y la epilepsia - Lo absurdo, lo racional y la culpa: El sentimiento de culpa ocupa un lugar central en la vida del autor obsesivamente preocupado por sus ideas y acciones, por la debilidad de la razón frente a sus impulsos. Una muestra de ello es la dialéctica que padecía en relación con el juego, oscilando entre la entrega absoluta a las pasiones y sus violentos arrepentimientos. Dostoievskipadeció además el cargo de conciencia de haber abandonado y sido infiel a su moribunda esposa –que murió al regreso de uno de sus peregrinajes europeos bajo el pretexto de tratar su enfermedad– y el dolor de haber transmitido –al menos así lo sentía– la enfermedad que se llevó a uno de sus hijos. - El giro radical tras su condena: Durante los años de presidio, la mente del escritor experimentó importantes transformaciones que le trajeron la fe perdida, el arrepentimiento y el sentimiento de culpa sobre su vida anterior, sujeta ahora a la redención a través del sufrimiento. Su concepción política había cambiado drásticamente, pasando de una radical oposición al zar a un fervor monárquico exagerado y a contracorriente que perduraría hasta su muerte. DOSTOIEVSKI, OBJETO DE ESTUDIO - Freud: Histero-epilepsia (1928): Freud fue quien inauguró el estudio científico sobre la enfermedad de Dostoievski , con su artículo de 1928 Dostoievski y el Parricidio. Su hipótesis de la falsa epilepsia prevalecería en el ambiente científico hasta el último tercio del siglo XX. Ante el artículo de Freud hay que señalar dos aspectos. Por un lado, la ausencia de importantes datos biográficos. Por otro, la idea dominante en la época que consideraba la epilepsia una enfermedad mentalmente deteriorante y poco compatible con la extraordinaria capacidad intelectual del escritor. La hipótesis freudiana se puede resumir del siguiente modo: El conflicto que hubo de afrontar durante el complejo de Edipo se reedita en forma de síntoma. Ante el deseo de la muerte del padre que se preserva en lo inconsciente, el superyó se defiende con un fin punitivo. Este mecanismo explica la culpabilidad, las sensaciones de muerte inminente, la sumisión final ante el zar y el cristianismo y las crisis A propósito de... Siso nº 44. Otoño 2007 193 Fiódor M. Dostoievsky (1821-1881) y la epilepsia epilépticas. También su ludopatía que le llevaba hasta el límite de sus posibilidades satisface el sadismo del superyó. Aunque se aleja del núcleo de nuestro artículo nos gustaría añadir que Freud también se valió de Dostoievskipara acercarse a la mente de un adicto al juego. En su artículo sobre el novelista ruso Fedor Dostoievski, puso en relación el sentimiento de culpa del escritor y el juego como autocastigo. En este sentido decía: «El sentimiento de culpa de Dostoievskiradicaba en que había acumulado un gran número de deudas en el exilio y alegaba que quería conquistar mediante el juego la posibilidad de regresar a Rusia sin ser encarcelado por sus acreedores. Sin embargo, él se daba cuenta, como lo confesaba en muchas cartas, de que lo principal era el juego en sí. Nunca descansaba hasta perderlo todo. Se autocastigaba con el juego». - Alajoaunine: Epilepsia del lóbulo temporal (Brain, 1963): La especulación freudiana fue revocada por los conocimientos neurofisiológicos la aparición de documentos biográficos esclarecedores. Theodore Alajoaunine fue el primero en publicar un estudio que establecía el diagnóstico de epilepsia para el escritor, apostando por una Epilepsia del Lóbulo Temporal. Alajoaunine se centró en la obra El Idiota para argumentar a favor de un foco temporal izquierdo refiriéndose a unos supuestos períodos críticos y post-críticos de afasia acompañantes de las crisis. - Gastaut: Epilepsia generalizada primaria (Epilepsia, 1978). - Gastaut: Rectificación (1984): La carga genética de su hijo Aleksey actuaría junto a un factor catalizador indeterminado resultando en una alteración de un lóbulo temporal predispuesto a desarrollar epilepsia. - Elf vs. Elt: La acumulación de las crisis en un breve espacio de tiempo, el predominio nocturno, la versión cefálica, el pataleo, la breve confusión post-crítica, la fuerte influencia de factores desencadenantes como el estrés, el alcohol o la deprivación de sueño, el antecedente probable de un traumatismo cráneo-encefálico y el antecedente familiar de su hijo son elementos que apoyan el diagnóstico de epilepsia extra-temporal (frontal). Es un hecho notable que las crisis frontales son las que llevan con mayor facilidad al equívoco con las crisis psicógenas. 194 A propósito de... Siso nº 44. Otoño 2007 Fiódor M. Dostoievsky (1821-1881) y la epilepsia La hipótesis de una epilepsia temporal lobar –basándonos en el aura extática– nos vendría sugerida leyendo El Idiota y Los Demonios. Sin embargo, fenómenos psíquicos de estas características han sido observados en epilepsias frontales, en las que su rápida difusión a regiones temporales, a través de la región fronto-mesial, provocan síntomas superponibles a los de la epilepsia del lóbulo temporal. CRÍTICA En la relación entre ciencia y arte podemos establecer dos sentidos. Por un lado, el intento de explicar en términos científicos el fenómeno del arte, vía que ha dado lugar a ríos de tinta. El trayecto inverso, que conduce de la intuición artística hasta el terreno de la ciencia, se encarna en la obra de Dostoievskicomo una de las más fecundas aportaciones al campo de la Ciencia Médica. Alajouanine, escribe al respecto: «Sería de novatos considerar la epilepsia de Dostoievski como la fuente principal de su genio, pero indudablemente constituyó una experiencia inigualable que le condujo a una visión insólita de la misma. De hecho, la propia epilepsia creó en la persona de Dostoievski un hombre duplicado: el racionalista y el místico.» Amos Oz, escritor hebreo y premio Goethe de literatura, nos presenta en su libro Una historia de amor y oscuridad una teoría del «mal lector»: «El mal lector siempre quiere saber, saber de inmediato, cuál es la historia que está detrás del relato, qué pasa, quién está en contra de quién, quién folló con quién realmente. En el fondo, ¿qué quiere el mal lector, el lector perezoso, sociológico, cotilla y mirón? Quieren «la última palabra», el «qué quería decir el poeta»[...] El mal lector me exige que le desmenuce el libro que he escrito; pretende que con mis propias manos tire mis uvas a la basura y le dé sólo las pepitas […] El mal lector es una especie de amante psicópata que se abalanza sobre una mujer y le desgarra la ropa y, cuando ya está desnuda del todo, le arranca la piel, abre su carne con impaciencia, rompe el esqueleto y al final, cuando ya ha roído los huesos con sus ávidos dientes amarillos, sólo entonces se queda satisfecho: ya está. Ahora estoy dentro del todo. He llegado. Pero, ¿adónde ha llegado? [...] al conjunto de estereotipos que, como todos, el A propósito de... Siso nº 44. Otoño 2007 195 Fiódor M. Dostoievsky (1821-1881) y la epilepsia mal lector conoce desde hace tiempo: los personajes del libro no son más que el escritor en persona, o sus vecinos, y el escritor y sus vecinos, evidentemente, no son ningunos santos [...] Cuando se llega hasta el hueso, se pone de manifiesto que todos somos iguales. Y eso es precisamente lo que el mal lector busca con ansia (y encuentra) en cualquier libro.» Correlativamente, aparece la figura del «buen lector». El autor convoca esa figura para animarla a bajar a sus mazmorras y encontrar en ellas lo más oscuro de su ser: «Aquel que busca el corazón del relato en el espacio que está entre la obra y quien la ha escrito se equivoca: conviene buscar no en el terreno que está entre lo escrito y el escritor, sino en el que está entre lo escrito y el lector. No es que no haya nada que buscar entre el texto y el autor: hay lugar para una investigación biográfica y hay placer en el chismorreo [...] Tal vez no haya que menospreciar el chismorreo: es el pariente pobre de la literatura. El espacio que el buen lector prefiere labrar durante la lectura de una obra literaria no es el terreno que está entre lo escrito y el escritor, sino el que está entre lo escrito y tú mismo. En vez de preguntar Cuando Dostoievski era estudiante, ¿de verdad asesinó y robó a ancianas viudas?, prueba tú, lector, a ponerte en el lugar de Raskolnikov para sentir en tus carnes el terror, la desesperación y la perniciosa miseria mezclada con arrogancia napoleónica, el delirio de grandeza, la fiebre del hambre, la soledad, el deseo, el cansancio y la añoranza de la muerte, para hacer una comparación (cuyo resultado se mantendrá en secreto) no entre el personaje del relato y los distintos escándalos en la vida del escritor, sino entre el personaje del relato y tu yo secreto, peligroso, desdichado, loco y criminal […] Así los libros podrían apiadarse de ti por la tragedia de tus abominables secretos. Y tú, no preguntes: ¿Son hechos reales? ¿Es lo que le pasa al autor? Pregúntate a ti mismo por tus propias circunstancias. Y la respuesta puedes guardártela para ti». 196 A propósito de... Siso nº 44. Otoño 2007 Fiódor M. Dostoievsky (1821-1881) y la epilepsia Bibliografía 1. Zweig S. Tres Maestros: Balzac-Dickens-Dostoievsky. México D.F., Porrúa, 2001. 2. Frank, J.; Goldstein, D.I. Selected Letters of Fyodor Dostoievski. New Brunswick, Rutgers University Press, 1987. 3. Frank, J. Dostoievsky. The Seeds of Revolt, 1821-1849. Nueva Jersey, Princeton. University Press, 1979. 4. Frank J. Dostoievsky. The Years of Ordeal: 1850-1859. New Jersey, Princeton University Press, 1990. 5. Frank, J. Dostoievsky. The Stir of Liberation: 18601865. Nueva Jersey, Princeton University Press, 1988. 6. Frank, J. Dostoievsky. The Miraculous Years: 18651871. Nueva Jersey, Princeton University Press, 1995. 7. Frank J. Dostoievsky. The Mantle of the Prophet, 18711881. Nueva Jersey, Ed Princeton University Press, 2002. 8. Dostoievsky F. Humillados y Ofendidos. Barcelona, Juventud, 2003. 9. Dostoievsky, FM. El Idiota. Madrid, Alianza, 1996. 10. DostoievskiFM. Los Demonios. Madrid, Alianza, 2000. 11. Dostoievsky FM. Los Hermanos Karamazov. Barcelona, Bruguera, 2003. 12. Dostoievsky F. Poor folk and other stories. Londres, Penguin Books, 1988. Contiene La Patrona. 13. Dostoievsky. Apuntes del Subsuelo. Madrid, Alianza, 1991. 14. Alajouanine T. Dostoievski´s epilepsy. Brain, 86(2): 209-218,1963. A propósito de... Siso nº 44. Otoño 2007 197 Fiódor M. Dostoievsky (1821-1881) y la epilepsia 15. Gastaut, H. «Fyodor Mihailovitch Dostoievsky´s involuntary contribution to the symptomatology and prognosis of epilepsy». Epilepsia, 19: 191, 1978. 16. Gastaut, H. «New comments on the epilepsy of Fiodor Dostoevsky». Epilepsia, 25: 408-411, 1984. 17. Waxman, S.G.; Geschwind, N. «The interictal behavior syndrome of temporal lobe epilepsy». Arch Gen Psychiatry, 32:1580-1586, 1975. 18. Freud, S. Psicoanálisis del Arte. Madrid, Alianza, 2000. Para mayor información se remite a La enfermedad en la literatura de Dostoievski, memoria para optar al grado de Doctor presentada por Iván Iniesta López, bajo la dirección del Doctor Luis Montiel Llorente de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid el 24 de septiembre de 2004. 198 A propósito de... Siso nº 44. Otoño 2007 Yo también estaba allí. Vivencias de una enfermera en la Reforma Psiquiátrica Autora Ana García Laborda Enfermera en Salud Mental. Socióloga. Antropóloga. Centro de Salud Mental de Parla. C/ Pablo Sorozabal 6. Parla (Madrid). Resumen El presente artículo trata de poner de manifiesto la participación de las enfermeras en la Reforma Psiquiátrica, a través de una breve historia de vida profesional. Palabras clave: Enfermería, Reforma Psiquiátrica, Historia de Vida, Visibilidad. Summary The present article tries to show the participation of nurses in the Psychiatric Reformation, through a brief history of professional life. Keywords: Infirmary, Psychiatric Reformation, History of Life, Visibility. ¡Mujer y enfermera! Debería haberme acostumbrado a la invisibilidad, pero no puedo evitar revelarme, y sobre todo no quiero, nunca he querido. De un tiempo a esta parte, en publicaciones, congresos y otros saraos aparece ante mis ojos y mis oídos la descripción de cómo diferentes psiquiatras (eternos compañeros-«enemigos») narran y hacen balance sobre los veinte años de A propósito de... Siso nº 44. Otoño 2007 199 Yo tambien estaba allí. Vivencias de una enfermera en la Reforma Psiquiátrica reforma psiquiátrica. Una y otra vez asisto ilusionada a la narración de aquello que considero mi historia profesional, y una y otra vez termino triste y despechada. Hoy ha vuelto a sucederme: comencé a leer con entusiasmo un artículo, que de la mano de uno de sus protagonistas, narraba su visión de la reforma y tras la referencia a que esto fue realizado por «psiquiatras y otros profesionales» salté en el sillón diciendo «¡yo también estuve allí!» Ese «yo» no era personal, se refería a todas las enfermeras que hicimos con «otros profesionales» la Reforma psiquiátrica, muchos de los cuales hemos continuado comprometidos con la asistencia en Salud Mental. Y antes que yo, otros. Recuerdo una tarde contando con Chema Ferreiro, ahora diputado de la Xunta de Galicia, los «caídos» por la Salud Mental, la democracia, y otras libertades de entre el personal de enfermería tras la reforma de Conxo: divorcios, adicciones, detenciones, abortos, suicidios... Así que me he decidido a contar la historia de esta enfermera que desde que acabó su formación básica siempre se ha dedicado a la Salud Mental, para desde mi microhistoria hablar de la psiquiatría en este país, en un intento de visibilizar a los otros actores, los de la historia marginal. Mi vocación por la Salud Mental, entonces por la Psiquiatría surgió realizando 2º curso de Enfermería en la E.U. de Vigo con la asignatura «Ciencias de la Conducta I» impartida por tres jóvenes psiquiatras procedentes del Hospital Psiquiátrico O Rebullón al que habían llegado enfermos procedentes de Conxo tras incendiarse éste. En este hospital había adoptado el modelo de Psiquiatría de Sector. Corría el año 1980. Recuerdo a José Manuel González de la Villa corriendo al final de clase a coger un lingote de oro para explicarnos qué era una alucinación, a Javier Pérez Montoto explicando que detrás de una psicosis paranoide hay una homosexualidad latente, «si falo, castración» dijo picaramente cuando pronuncié una de mis frases favoritas «¿por qué?» y sobre todo a Tiburcio Angosto que tanto iba a hacer por mi, ¡maestro, gracias! Tras esto, primeras practicas de psiquiatría en O Rebullón, sin cofia, ni bata, ni delantal ubicado en la salida de Vigo, a la entrada un jardín y varios módulos bajos. Tres sectores correspondientes a diferentes zonas geográficas, con nombre de ríos de la zona. De cada sector se responsabilizaba un equipo multidisciplinar de dos psiquiatras, un trabajador 200 A propósito de... Siso nº 44. Otoño 2007 Yo tambien estaba allí. Vivencias de una enfermera en la Reforma Psiquiátrica social y varios auxiliares psiquiátricos. Además laborterapia, hospital de día, un piso protegido y una unidad de rehabilitación para los traslados de Conxo. En el hospital de día un paciente me hizo proposiciones sexuales y cuando se lo dije a García de la Villa me indicó que «éste no es el lugar» «¿y si me lo encuentro en la calle? respondió «usted sabrá». Al final de aquel curso de la mano de Tiburcio Angosto conocí al profesor Villamil, toda una institución en la psiquiatría gallega, Tiburcio le había pedido una carta que Freud le escribió. Allí aprendí una importante lección, era un día lluvioso y de sol, una interna recién dada de alta señaló al horizonte y me dijo: «ya ha salido o arco da vella (el arco de la bruja), donde termina hay un cofre con monedas de oro», pensé que cómo podían dar el alta a una mujer delirando, la lección era que sin conocer el contexto cultural, no se puede interpretar lo que el otro dice. Durante 3º curso de Enfermería en la asignatura «Ciencias de la Conducta II» pude asistir al exponente de la psiquiatría al uso, esto es la biomédica, moralizante, centrada en lo individual, aburrida y seca, pero no me desalentó. Entre los años 81 y 83, me trasladé a Madrid para hacer la especialidad de Psiquiatría en las Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús, con una recomendación del clero. Mucha psicopatología, nada de enfermería, neurología, nada de psiquiatría comunitaria, psicofarmacología... en fin, pocos recursos para el cuidado. Las prácticas en el Hospital Francisco Franco (hoy Gregorio Marañón). Difícilmente podré olvidar mi entrada, la supervisora, Lourdes me acompañaba a conocer la primera planta de Psiquiatría, mientras subíamos la escalera me explicaba algo de que «están construyendo un muro», no le preste demasiada atención, en el supuesto implícito de que charlaba hasta llegar a nuestro destino. Al abrir la puerta contemplé atónita como dividiendo en dos mitades la planta estaba a medio hacer un muro de ladrillo, que todavía sin terminar me llegaba a la altura de la cabeza. Cuando volví al cabo de una semana el muro estaba terminado, pero el ladrillo seguía a la vista. Era la puesta en acto de las desavenencias entre la psiquiatría «progresista» que abanderaba González de Chávez y la psiquiatría «clásica» que abanderaba el profesor (así se hacia llamar por todos) López Zanón, que en su disputa tuvieron más que palabras. A propósito de... Siso nº 44. Otoño 2007 201 Yo tambien estaba allí. Vivencias de una enfermera en la Reforma Psiquiátrica Dos años de estudios y prácticas dan para asistir a cómo las ordenes religiosas, en este caso los Hermanos Hospitalarios, tuvieron que dejar de vivir en el propio hospital, ya que la llegada por primera vez del PSOE al poder, hizo que los acuerdos en este sentido dejaran de tener vigencia. A partir de entonces todas las enfermeras debían tener título de tales, perteneciesen o no a alguna orden religiosa, se dejan de ver tocas y hábitos en el cuarto de enfermería, las que eran religiosas debían ir como todas, con uniforme de enfermera. También hubo que dotar de más personal de enfermería. En los hospitales al tener que acreditar el título, además si faltaba una enfermera no se podía ser sustituida por la religiosa de la casa para que acudiera inmediatamente. Tras acabar la especialidad permanecí trabajando en sustituciones en el Hospital Francisco Franco, que en ese periodo cambió su nombre a Hospital Gregorio Marañón. Lo que no cambió fueron las correas de cuero y hierro de contención mecánica, o las discusiones eternas sobre si había que proporcionar la «píldora» a una mujer en fase maniaca que mantenía relaciones con quien se ponía a tiro. Tampoco cambió el buen hacer de la mayoría de los profesionales, de todos. Una de las habilidades que allí adquirí fue sujetar a las personas que en su propia habitación y cama, sin anestesia, recibían electroshock; sujetar para que no se dislocaran mandíbula, articulación del hombro y el opistotono no fuese muy pronunciado. Con cierta frecuencia no se podían suministrar porque no aparecía una clavija que hacia inutilizable el aparato que producía las descargas. La clavija solía aparecer en el bolsillo de alguna enfermera. Aquí trabajé dos años en el curso de los cuales volvieron los «derrotados» por la «reforma» andaluza. Cada ala del hospital contaba con 42 camas a cargo de una enfermera (dos en turno de mañana y 1 en fines de semana) y un auxiliar o celador (dos de noche). Algunos de los retornados de la reforma decidieron pelear con López Zanón a través de enfermería: se contradecían en las prescripciones farmacológicas varias veces al día o indicaban «vigilancia intensiva» (léase no perder de contacto visual en ningún momento) de hasta ocho pacientes a la vez. Es tremendo tener que sentirse sólo respetada por los clásicos biologicistas. 202 A propósito de... Siso nº 44. Otoño 2007 Yo tambien estaba allí. Vivencias de una enfermera en la Reforma Psiquiátrica Yo quería volver al Rebullón, quería hacer psiquiatría comunitaria, así que estuve llamando cada mes durante dos años porque parecía inminente que contrataran una enfermera. ¡Por fin, iban a contratar a una enfermera! Me desplacé a Galicia e hice las pruebas, ¡no lo podía creer! ¡era la elegida! La primera enfermera que trabajaría en este Hospital, pero mi gozo en un pozo, donde iba a estar destinada era en la «Unidad Somática», formada por un internista que venía dos horas a días alternos y yo. Todos a mi alrededor hacían Salud Mental menos yo y las tareas de enfermería se las repartían entre trabajadoras sociales y auxiliares psiquiátricas (tal vez las cosas no han cambiado tanto). La plaza era interina, salió a examen para su consolidación al cabo de un año, me examiné mientras el diputado delegado explicaba al resto del tribunal como había entrado en el bingo exhibiendo su carné de falangista, a la vez que yo intentaba recordar el nombre de los doce pares craneales. Se me informó que no había pedido ayuda para la preparación del examen y que no me sabía el nombre de los doce pares craneales. Inmediatamente se me renovó el contrato, esperando que alguien de la casa acabara enfermería. En este tiempo Tiburcio Angosto avaló mi asistencia al Aula de Psicoanálisis «Oscar Masota»·, al que acudí durante dos años para poder hacer algo de oído sobre las enseñanzas de Lacan. Previamente, desde que hacía segundo de carrera, había engullido ávidamente la obra de Freud (y continué haciéndolo durante años) y toda bibliografía relacionada con el psicoanálisis. También se me recomendó, junto con Manolo García Gómez, psicoanalista. Así que durante cuatro años me tumbé en el diván. Dos semanas después del suspenso, se ofertó de manera interina una plaza de enfermera en la Unidad de Salud Mental de Orense, pertenecía a los nuevos dispositivos comunitarios que el Insalud estaba creando en todo el territorio nacional. Fui la elegida, ¡La única enfermera en la única Unidad de Salud Mental de la provincia de Orense! Otra vez querían a una enfermera en Salud Mental, para no hacer Salud Mental, esta vez lo que necesitaban es alguien que se hiciera cargo de las cuestiones administrativas, otra vez pelea. De Salud Mental nos llegaron noticias que desde el Ministerio de Sanidad se iban a realizar un taller con perso- A propósito de... Siso nº 44. Otoño 2007 203 Yo tambien estaba allí. Vivencias de una enfermera en la Reforma Psiquiátrica nal de todo el territorio nacional de las citadas unidades, recuerdo a la psicóloga y a la psiquiatra tratando de decidir quien de las dos iba a acudir para no dejar desasistido el Servicio. Pero ¡oh, sorpresa! El taller era sólo para enfermeras, además incluía hasta dietas de estancia y desplazamiento, fue un chorro de agua fría, aunque luego se realizó un taller para psicólogos y psiquiatras. Creo que las enfermeras que acudimos a ese taller nunca olvidaremos a Antonio Espino. Desde la Xunta de Galicia también se decidió crear un Grupo de Trabajo de Enfermería para enfermeras de diferentes dispositivos, para trabajar las funciones de Enfermería. Tampoco puedo olvidar a Fernando Márquez, por su mentalidad progresista. No puedo evitar el señalar que ha pesar de que han transcurrido 18 años, a principios del año 2006 la Oficina Regional de Salud Mental ha convocado un Grupo de Trabajo de Enfermería con el fin de precisar las funciones de Enfermería en Salud Mental. Tiburcio Angosto me ayudó de nuevo, cuando se ofertó una plaza en la E. U. de Enfermería de Vigo de «Ciencias de la Conducta III», tras haberla solicitado, se retiró la plaza. Era mía ¡la primera enfermera que daba docencia teórica en la Escuela! Un antiguo profesor mío daba «Enfermería Psiquiátrica», me cambió la asignatura. Simultanear trabajar en la Unidad de Salud Mental de Orense y en la E. U. de Vigo, y sin coche, fue una experiencia agotadora, pero enriquecedora. Hasta hace muy poco me resultaba difícil comer un sándwich mixto, única comida que me podía agenciar tres días en semana para alcanzar a estar en los dos sitios a la hora. En esta época sucedieron otras muchas cosas importantes. Al poco de llegar a la Unidad, mi contrato de promoción de empleo, cuya duración era de tres años, se acabó y como las enfermeras todavía hoy, no tenemos vinculada la especialidad al puesto de trabajo, y la experiencia profesional era intercambiable, me quedé sin trabajo. Entonces hice lo que nunca había querido hacer, para poder seguir trabajando en Salud Mental, presente los «puntos por servicios prestados» y conseguí plaza por concurso en el Hospital, me intentaron asignar al Servicio de hemodiálisis, porfíe, logrando que me destinaran a Medicina Interna. Allí permanecí a la espera de 204 A propósito de... Siso nº 44. Otoño 2007 Yo tambien estaba allí. Vivencias de una enfermera en la Reforma Psiquiátrica la posibilidad de que Francisco Megias, dejase la Unidad de Salud Mental de Parla para reclamarme en comisión de servicios, pero esto tardó casi un año. Mientras había entrado en mi vida laboral, ¡por fin!, un enfermero. De su mano conocí la Asociación de Enfermería en Salud Mental, fui vocal de Galicia y Secretaria; contacté con otros «iluminados» que también pensaban que la enfermería necesitaba ser especialista para desarrollar su trabajo adecuadamente, que existía un campo de actuación propia, que las técnicas eran una proporción pequeña de nuestro trabajo, que la cronicidad era uno de nuestros mayores focos de atención, que no solo había que ocuparse de la familia, sino también de las familias y la comunidad. Por fin, y no sin dificultad, en febrero del 90 llegó la ansiada comisión de servicios, me trasladé a Parla y me incorporé a la USM. Allí se me esperaba, pero no para hacerme cargo del archivo, ni para poner los inyectables, sino para hacer las primeras consultas, que realizaba íntegramente la enfermera y que semanalmente se repartían entre esta, la psiquiatra y la psicóloga para su tratamiento. Poco después supe que paralelamente a las Unidades del Insalud convivían los Centros de Salud Mental dependientes de la Comunidad de Madrid y no parecía que estuvieran en buenas relaciones. Comencé acudiendo a sus reuniones de equipo de los jueves y cuando se fueron de la unidad mis dos compañeras, me fui a trabajar con ellas. Al pasar el tiempo y en relación a la visión de otros profesionales, fui perdiendo independencia. Ahora mi trabajo depende más de las directrices de otros profesionales. No me falta trabajo, he aprendido muchas cosas, pero echo de menos la independencia. También echo de menos algunas de las cosas que hacía cuando mi dependencia administrativa era de Atención Primaria. A partir de 2002 la Comunidad de Madrid adquirió competencias en materia de Sanidad y, la definición institucional cambió la realidad. En el año 1998, las enfermeras del Área X del Insalud comenzaron a trabajar con metodología enfermera, tras unos meses de rodaje se comprobó que se primaba los diagnósticos orgánicos y que, sin embargo los diagnósticos del área de autoconcepto eran muy escasos, por ello se me requirió desde la Dirección de A propósito de... Siso nº 44. Otoño 2007 205 Yo tambien estaba allí. Vivencias de una enfermera en la Reforma Psiquiátrica Enfermería para que se pusiera en marcha un Programa de Apoyo y Asesoría al Diagnóstico de Autoconcepto, lo puse en marcha y lo mantuve porque era la única enfermera de Salud Mental dependiente de Atención Primaria en el Área C, las demás dependían de Servicios Centrales de Salud Mental de la Comunidad de Madrid. Queda por explicar que cuando trabajaba en la USM de Orense, corría el año 1995, decidí que quería hacer Antropología en un intento de ampliar el marco de observación muy restringido a mi formación y trabajo con el individuo. Me informé y la única vía era realizar la licenciatura de Sociología y especializarme en Antropología Social y Cultural. Fue todo un descubrimiento y un autentico placer intelectual (uno de mis preferidos): Historia de las Ideas, Epistemología, Estadística (dura, pero útil)... pero el gran hallazgo fue la Investigación Cualitativa, creo que va a ser un amor para toda la vida. Me abrió la puerta a la subjetividad vista desde el mismo social; aprendí qué significaba el concepto de actor social, conocí múltiples técnicas cualitativas de investigación, tantas cosas... la mejor fue encontrar a Carlos, sobre todo fue importante en mi vida personal, pero también en el intelectual. Producto de nuestra colaboración han sido más artículos, ponencias, investigaciones, etc. que nunca antes había hecho. Diferimos en la concepción de la relación sujeto-objeto, y nos identificamos en el nivel de análisis de la realidad. Tanto la enfermería como la Salud Mental han adquirido en los últimos años un gran interés por lo cualitativo y la Antropología Sociocultural, aunque de momento parece más un barniz, que un autentico cambio de paradigma. Gracias a mi antigua pertenencia, desde 1987, a la AEN. Actualmente formo parte de la Comisión Nacional de la Especialidad de Enfermería de Salud Mental, en unos tiempos de cambio: la LOSP, RD 450/2005, de Especialidades de Enfermería, con la perspectiva de que en el curso 2007-08 empiecen la primera promoción de grado de enfermería, la discusión de si la enfermera debe prescribir, la vinculación de la especialidad a los puestos de trabajo... el horizonte. En mi curso vital profesional ha habido tres hombres fundamentales: un psiquiatra, un enfermero y un antropólogo. Tiburcio Angosto, el psiquiatra fue mi profesor, valedor profesional, amigo, compañero de trabajo, actualizador de mis 206 A propósito de... Siso nº 44. Otoño 2007 Yo tambien estaba allí. Vivencias de una enfermera en la Reforma Psiquiátrica conocimientos pues me abrió la puerta de los foros de psicoanálisis, adversario que se retiró en la lucha por un puesto docente, colaborador para preparar la plaza en la Universidad, y tantas cosas. Francisco Megías ha sido el enfermero que, desde que en el año 88 nos conocimos en un curso en el Ministerio de Sanidad, me introdujo en la vida asociativa de la enfermería en Salud Mental, me facilitó cursos a su lado, me hizo ver que si era una «iluminada» no era la única, me brindó su amistad, intentó que impartiera docencia en la Universidad, luchó conmigo por otra manera de entender la enfermería. Es sobre todo, mi compañero. El antropólogo es mi principal acicate intelectual hace ya trece años, piensa conmigo, escribimos casi todos los artículos juntos, damos cursos, no para de cuestionar y colaborar en mi producción intelectual, tan a gusto estoy a su lado que ya me he casado dos veces con él. Esta es la trayectoria de las enfermeras de mi generación, aprendimos con los médicos, luego pudimos hablar de enfermería y en el momento actual nos volvemos hacía los métodos cualitativos y etnográficos en un intento de dar voz y sentido al sufrimiento del «otro». Las enfermeras en Salud Mental tenemos muchos frentes abiertos: la especialidad, el título de grado, la apropiación del cuidado por parte de profesionales, tanto sanitarios como no sanitarios, nuestra escasa presencia en los dispositivos sanitarios y nula en los sociosanitarios, entre otros. Pero ninguna de las acciones que tomemos llegará a buen puerto si no visibilizamos nuestro trabajo. A propósito de... Siso nº 44. Otoño 2007 207 Psicoanálisis aplicado Del qué al quién. Ciclotimia, celotipia y psicosis paranoide en «Él» de Luis Buñuel Autor J. Luis Chacón Lafuente Psicoanalista. Miembro de la ELP-AMP. Granada. ¿En qué piensas?... ¿En quién piensas? Francisco a Gloria en su noche de bodas «Él». L. Buñuel. México (1953) De lo que le falta aquí a Sade nos hemos prohibido decir palabra. Deberá sentírselo en la gradación de La filosofía en que sea la aguja curva, cara a los héroes de Buñuel, la que está llamada finalmente a resolver en la hija un penisneid que se plantea un poco allí. J. Lacan Kant con Sade (1963). Escritos. Siglo XXI Hoy es reconocido que la producción artística de Buñuel, su producción de imágenes o textos, lo sitúan como uno de los grandes creadores de la Historia del Arte en el siglo XX y no solamente como uno de los mejores cineastas. La iconografía que ofrece, desde la primera secuencia de su obra, el ojo rasgado de Un perro andaluz, a la costurera que remienda el himen en Ese oscuro objeto del deseo, no son en su mayoría unas simples imágenes, sino que, parafraseando a Godard, se trata, de imágenes justas. Imágenes justas porque dan mayor potencia a la mirada que a la visión. Si la visión es el contexto en el que emerge la mirada, a veces, surge una mirada peculiar: la fascinación (Fascinum proviene de falo). Psicoanálisis aplicado. Siso nº 44. Otoño 2007 209 Del qué al quién. Ciclotimia, celotipia y psicosis paranoide en «Él» de Luis Buñuel Se trata, entonces, de una mirada inconsciente, irradiante que está también en el núcleo de otras formaciones psíquicas como son el sueño, el recuerdo encubridor, el recuerdo pantalla, la ceguera histérica, los actos perversos, las alucinaciones visuales o el propio fantasma o fantasía fundamental. Mirada que puede presentarse como un goce, como una satisfacción producida y productora del acto de mirar. Este goce escópico puede discriminarse para el espectador, para nosotros, que consumimos esas imágenes y para el creador, en este caso Buñuel, que se alimenta, a su vez, de otras que resultan indelebles para él y que puede obtener desde el imaginario social que es la cultura, como de la novela familiar, del discurso familiar que tanta importancia tiene para la construcción de las fantasías y, sobre todo, del fantasma que estructura al sujeto. Imágenes crueles, como han sido calificadas por Roman Gubern en la Imagen pornográfica y otras perversiones ópticas, que ponen de relieve, independientemente a otros aspectos, una agresión sin par de Buñuel al voyeur institucional que, por definición, es todo espectador de cine. Pueden rastrearse en su obra, siempre plagada de elementos surrealistas, imágenes inconscientes, recuerdos encubridores, objetos imaginarios que participan de la iconosfera de la época, influencias de Dalí, Lorca, Pepín Bello, Maupasant o Sade pero que, en el propio acto artístico, acceden a la puesta en escena de los fantasmas de Buñuel. Son imágenes que no pueden ser cualesquiera, sino que han adquirido un sentido, se han convertido en imágenes pregnantes porque provocan un efecto. Como formas imaginarias producen placer o displacer cuando el sujeto se reconoce o ajusta a ellas creando sentido y ligándolo a la propia historia del sujeto. Si esto, aunque de manera apresurada y general, puede decirse para toda producción artística ligada a las imágenes, en el caso de Buñuel adquiere cierta relevancia porque tanto su cine como su obra literaria anterior tiene una especial relación con el inconsciente y el psicoanálisis. Su adscripción al movimiento surrealista y sus declaraciones de manera explicita reforzarían esta tesis. Sus comienzos estuvieron, por ejemplo y efectivamente, muy ligados a la literatura española de vanguardia de la época: así en uno de sus primeros escritos, de 1923, Una traición incalificable, se percibe la figura de la greguería, rasgo estilístico de Ramón Gómez de la Serna, guía de las corrientes vanguardistas en España. Esta greguería que podría identificarse como uno de 210 Psicoanálisis aplicado. Siso nº 44. Otoño 2007 Del qué al quién. Ciclotimia, celotipia y psicosis paranoide en «Él» de Luis Buñuel los primeros semblantes de Buñuel, pretendía reivindicar, en palabras del mismo Gómez de la Serna «lo que gritan los seres confusamente desde su inconsciente, lo que gritan las cosas». Pero, si para Freud la creación, el objeto artístico, solamente era interpretable en función del significante y la sublimación, las propias paradojas de ésta llevaron a Lacan a cuestionar la explicación del arte por el inconsciente calificándola de sospechosa y proponerla como un síntoma. El objeto artístico no es, entonces, del orden de las formaciones del inconsciente. No dice, sino que muestra. Se muestra, acontece en la creación misma. Es un síntoma en el sentido del modo que tiene cada uno de gozar de su inconsciente. Una invención, una creación del sujeto. Y aunque en este sentido lo haga homologable con el psicoanálisis, la producción artística le lleva la delantera. Tal vez por eso Lacan, en la última etapa de su enseñanza, se alejara de la Ciencia como paradigma de la Teoría Psicoanalítica y colocara a aquella bajo los efectos del discurso capitalista. Propuso entonces al arte, a la poesía, como elementos susceptibles de aportar novedades al futuro del Campo freudiano. El cineasta, el escritor, el artista en suma, puede declarar antes que el psicoanálisis hallazgos a los que éste llega a través del dispositivo analítico y de la discusión abierta entre la comunidad analítica. En este sentido el arte no requiere de psicologización alguna. Sólo que el artista no sabe lo que expresa, no tiene un saber sobre ello que pueda transmitir a diferencia del psicoanalista. No es, entonces, extraño que a los efectos de explicar la teoría analítica, primero Freud y después Lacan, tomaran toda referencia literaria o artística que conviniera. Cuando Lacan mostraba a sus alumnos la película Él o se refería a ella en su escrito Kant con Sade lo hacía para mostrar como el texto fílmico de Buñuel desbrozaba caminos para el psicoanálisis: celotipia o cambios de humor, psicosis paranoide pero también puesta enescena de torturas hacia la mujer como rasgos sádicos. El texto fílmico de Buñuel Él se convierte, entonces, y después de la reseña hecha por Lacan, en un texto privilegiado por cuanto en él se cruzan, a modo de hipertexto, otras muchas referencias que nos invitan a extraer mayores consecuencias. Aproximémonos aunque sea someramente; A Luis Buñuel le gustaba jugar con la idea de que la casualidad fue la que lo llevó a México en 1946. Exiliado en los Psicoanálisis aplicado. Siso nº 44. Otoño 2007 211 Del qué al quién. Ciclotimia, celotipia y psicosis paranoide en «Él» de Luis Buñuel Estados Unidos desde el triunfo del franquismo, trabajaba en el Museo de Arte Moderno (MOMA) de Nueva York donde presentó un proyecto que no pudo desarrollar puesto que fue expulsado del país por unas declaraciones de Dalí. En ese proyecto que situó bajo el epígrafe psicopatología, y ayudado por especialistas, proponía rodar el origen y desarrollo de enfermedades mentales, o la desprogramación del hombre moderno, la vida del hombre primitivo, y siempre, el sujeto humano analizado como si de un insecto se tratase, siguiendo, así su pasión por la entomología. Cuando llegó a México, sin dinero ni proyectos, Buñuel acudió a una cena en casa del cineasta René Clair. Allí le propusieron volver al cine para rodar en Francia una versión de La casa de Bernarda Alba. Pero de nuevo la casualidad le condujo a quedarse en México donde conoció a Mercedes Pinto, una escritora española exiliada autora de una novela parcialmente autobiográfica titulada Él. Mercedes Pinto, que sufrió la tiranía y torturas de un marido celoso escribió más tarde Ella, otra novela en la que denuncia ese rol de mujer religiosa, víctima y mística. La adaptación de Él presenta, con grandes dosis de humor negro, el retrato de la descomposición emocional de un hombre paranoico y los desastrosos efectos que sus celos provocan en las personas que lo rodean». Francisco Galván me parece alguien que está tratando de liberarse sin saber cómo» dice Buñuel. «En él predomina, sin embargo, la necesidad de que los demás lo tengan por perfecto, de que lo consideren el mejor de todos los hombres.» La película Él es una de las favoritas del propio Buñuel y sobre ésta ha indicado en una entrevista concedida a José de la Colina y Tomás Pérez Turrent: «Quizá es la película donde más he puesto yo. Hay algo de mí en el protagonista». De todos es conocido el hecho de que el cineasta era un hombre celoso. Este dato biográfico queda numerosas veces confirmado en esa magnífica obra que emprendió el escritor y viejo amigo del realizador, Max Aub, y desde luego, en las memorias de su mujer publicadas, como no, después de la muerte de Buñuel. Incluso, al dirigir a Arturo de Córdova, el galán y protagonista del film, le pidió que incorporase una serie de gestos y comportamientos propios del director, especialmente su modo de caminar. En Él Francisco no es un simple paranoico sino que interesa al aragonés en la medida que pudiera interesarle un escarabajo o un anofeles. Puede verse como el estudio entomo- 212 Psicoanálisis aplicado. Siso nº 44. Otoño 2007 Del qué al quién. Ciclotimia, celotipia y psicosis paranoide en «Él» de Luis Buñuel lógico de una personalidad patológica, como si Buñuel observara a los personajes a través de un microscopio. El mismo Francisco hace alusión a esto cuando, desde lo alto de un campanario, compara a la gente que ve desde allí con hormigas y añade: «Me gustaría ser Dios, para aplastarlos...» Se sabe por su hermana Conchita y las investigaciones de Agustín Sánchez Vidal, de la fobia familiar a las arañas y, desde el psicoanálisis que todo objeto fóbico fue o puede llegar a ser objeto de deseo, pero lo que más pueda interesarnos de ello, no son las múltiples referencias a los insectos. No, lo que me parece profundamente estructural en su discurso es el hecho mismo de que presentase a sus personajes como si de insectos se tratase. Incluso esa elección de situar a los personajes en el campanario tienen relación con su vida pues, no solamente era sordo sino que, además, odiaba la música. Según declaraciones a Max Aub, el único sonido que le gustaba era el tañer de las campanas. Él hubiera sido feliz, según decía en Mi último suspiro, las memorias que escribió junto a Jean Claude Carriere, en la Edad Media, escuchando las campanas que regulaban la vida y también la muerte. Incluso llega a comparar Calanda, su pueblo, con la vida medieval. Esta especie de documental psicológico puede rastrearse también en Nazarín, Ensayo de un crimen, Don Quintín el amargao, El gran calavera, El bruto, Belle de Jour o Ese oscuro objeto del deseo. Como si desarrollara el Proyecto que presentó en el Museo de Arte Moderno (MOMA) de New York. Se podría incluso sostener como digresión, diversión o tesis a notar que, salvo Un perro andaluz y La edad de oro, sus declaradas obras surrealistas, cuando Buñuel rodó documentales, lograba hacer ficción –caso de Las Hurdes– y, por el contrario, cuando rodaba filmes de ficción (de manera especial la etapa mexicana y española) lograba de facto prácticas documentales. La obra de Buñuel es como un lapsus de la mirada, ligado en encadenamientos vertiginosos a la lectura de Sade o su ideología surrealista, que instala una manera particular del circuito del deseo. El cine de Buñuel está hecho de la misma materia que están hechos los sueños y por ello envuelve, y él mismo se coloca, se impone a los espectadores, como mirada. Lejos de la función de camuflaje o disfraz que el cine tiene, Buñuel intimida al voyeur institucional que es todo espectador de cine, mostrando la sobrevaloración que Psicoanálisis aplicado. Siso nº 44. Otoño 2007 213 Del qué al quién. Ciclotimia, celotipia y psicosis paranoide en «Él» de Luis Buñuel el sujeto siempre intenta alcanzar en su apariencia. En el fondo de nuestro ojo se rueda la secuencia. Buñuel es, él mismo, el Otro y la mirada, deseo al Otro. Lejos de querer ser mirado en su obra, Buñuel parece decir al espectador: ¿Quieres mirar? Pues aquí tienes. ¡Ve esto! Da algo al ojo y hace que se deponga la mirada como se deponen las armas. Buñuel no propone imágenes cualesquiera, sino que éstas son representaciones de ideas como bombas. Estas consideraciones fugaces sobre el cine de Buñuel pueden servir para analizar las dos secuencias que nos parecen los verdaderos núcleos de éste texto fílmico. Ambas permitirán extraer enseñanzas sobre la psicosis paranoide y los cambios de humor o ciclotimia. Pero también sobre el sadismo y otras cuestiones que atañen al goce, la angustia, el objeto y el sujeto en el fantasma. Hemos hecho referencia a la mirada y podemos preguntar. ¿Qué mira? ¿Qué cosa mira a Francisco? Podemos recordar la secuencia del enamoramiento «a primera vista» de... un pie. Lo que mira a Francisco es un pie que pertenece a Gloria. Ella pasa de la Iglesia donde conoce a su futuro marido al infierno del matrimonio después de la noche de bodas. En esta escena de la Iglesia indudablemente el objeto que está en juego y encarnado en la presencia de Gloria es «la mirada», es decir, aquello que atrapa la mirada y causa el deseo de Francisco. Quizás ello le suscita una pregunta a Francisco al quedar súbitamente en falta acerca de saber qué es una mujer. Film escena lavatorio de los pies y primera mirada a Gloria 3´12»-04´12»· 214 Psicoanálisis aplicado. Siso nº 44. Otoño 2007 Del qué al quién. Ciclotimia, celotipia y psicosis paranoide en «Él» de Luis Buñuel Esa mirada pone en cuestión la belleza y los ojos cerrados de Gloria en la secuencia del tren, la noche de bodas, y el repentino cambio de humor en Francisco cuando de la pregunta ¿Qué piensas?, pasa a… ¿En quién piensas? Irrumpe, quizás, el desvanecimiento subjetivo de Francisco, momento típico de desencadenamiento de una psicosis. A partir de este momento la película toma un giro inesperado y el protagonista entra en una dinámica en las que la pregunta sobre la mujer juega un papel decisivo. Los celos son constitutivos, introducen al Otro en la infancia. Sin embargo, para Francisco, más allá de la envidia constitutiva que señala Lacan, alcanza una instalación en la búsqueda de una repetición del acontecimiento. Él ya no tendrá dudas sobre el lugar del tercero, Raúl, antiguo amigo de Gloria. Esa certeza del paranoico la mantendrá Francisco hasta el final de la película en la secuencia y conversación con el fraile después de ver a un niño, otro Francisco, el hijo de... Psicoanálisis aplicado. Siso nº 44. Otoño 2007 215 Del qué al quién. Ciclotimia, celotipia y psicosis paranoide en «Él» de Luis Buñuel Film Escena noche de bodas 28´30»-30´00 Para el psicoanálisis la psicosis es una de las tres estructuras determinantes del sujeto a partir de la castración y la función paterna. Esta es, precisamente, la que está forcluida. En su lugar, y a modo de restitución simbólica que no está, aparecerán fenómenos alucinacinatorios y delirios, construcción interna que el sujeto percibe como cierta. Precisamente porque el registro de lo Real es determinante, dominante, frente a lo simbólico. Los cambios de humor o ciclotimia es un trastorno caracterizado por la presencia de episodios reitera- 216 Psicoanálisis aplicado. Siso nº 44. Otoño 2007 Del qué al quién. Ciclotimia, celotipia y psicosis paranoide en «Él» de Luis Buñuel dos en los que el estado de ánimo y los niveles de actividad del sujeto están profundamente alterados, de forma que en ocasiones hay una exaltación del estado de ánimo y un aumento de la vitalidad y del nivel de actividad (manía o hipomanía) y en otras una disminución del estado de ánimo y un descenso de la vitalidad y de la actividad (depresión). En toda una serie de casos de psicosis, el curso de las manifestaciones del humor depende del avance de las diversas soluciones por las que el sujeto alcanza, o trata de alcanzar, alguna forma de estabilización. En algunos casos de paranoia, por ejemplo, las manifestaciones depresivas son particularmente intensas en los inicios o en las inmediaciones del desencadenamiento. En la paranoia y a medida que su solución delirante progresa con su elaboración, la elación, es decir, el afecto caracterizado por sentimientos de alegría, euforia, triunfo, satisfacción u optimismo, tiende a quedar completamente absorbida, regulada, interpretada, elaborada en los términos de la megalomanía mediante la cual el sujeto reestructura su yo en relación con el ideal. En el extremo opuesto, el afecto depresivo, vinculado estructuralmente a la identificación con el objeto como opuesto al ideal, como resto, tiende a quedar absorbido por el sentimiento de persecución, que lo exterioriza. A diferencia del melancólico, el paranoico no se identifica con ese objeto caído, sino que rechaza dicha identificación, huye de un otro que lo identificaría como tal, lo cual corresponde ya al dominio de la persecución; Los momentos depresivos previos al desencadenamiento de los fenómenos delirantes son momentos en que el sujeto se enfrenta, sin mediación, al agujero de la forclusión, y en los que la depresión no es el único afecto a situar. Cabría hablar en otro eje, por sólo poner un ejemplo, de perplejidad, en el momento en que el sujeto pierde pie en su relación con el significante. Del qué al quién. La pregunta, independientemente, de su deslizamiento significante, conlleva también una certeza: siempre que hay dos, hay tres. La mirada, por tanto, tiene su función. Es curioso, en este sentido, como Buñuel construye la secuencia. De unos planos generales, del pasillo del tren y de la puerta, pasa a diversos primeros planos y, a partir de la pregunta, a campo y contracampo de él y ella para volver después a un picado general. La secuencia sádica está situada en el tercer tercio del film. Lo primero que nos llama la atención y que, en cierto modo, permite pensar una cierta correspondencia entre las dos secuencias elegidas, es la similitud de construcción entre Psicoanálisis aplicado. Siso nº 44. Otoño 2007 217 Del qué al quién. Ciclotimia, celotipia y psicosis paranoide en «Él» de Luis Buñuel ambas. Efectivamente, y aunque parte de un plano del reloj, los siguientes planos toman de nuevo un pasillo y una puerta. En segunda instancia se trata de una secuencia sin palabras. Esto, efectivamente, es una antítesis a la secuencia del tren. Francisco es Nosferatu. Estoy seguro que Buñuel se sirvió del film de Murnau para construir esta secuencia. Quizás por ello el reloj... que transforma y pone al acecho al héroe de Buñuel como lo llama Lacan. Esta secuencia resulta enigmática porque no sabemos que llega a pasar. Un grito, como decía el mismo Buñuel tomando las greguerías, nos alerta y nos priva de esa imagen cruel de la que estamos advertidos cuando en primeros planos muestra como prepara una aguja curva que enhebra, unas tijeras, una cuchilla, algodón y alcohol... ¿De qué se trata? Sin duda de producir un desasosiego en el espectador. Se trata de no mostrar. Y ello ya es curioso en la filmografía de Buñuel porque, a diferencia de otras muchas películas, en ésta la agresión al voyeur institucional que es todo espectador de cine, está eludida. Lo interesante, quizás, es que la secuencia haya sido susceptible de múltiples interpretaciones y lecturas como ésta de Lacan en la que tilda de héroe buñueliano a Francisco. ¿Por qué sería un héroe sádico? Una pregunta que en otro momento y en estas mismas páginas trataremos de comentar a partir de La Filosofía en el tocador y ese curioso partenaire moderno: Kant con Sade. Film escena sádica 1h12´-1hh 15´ 218 Psicoanálisis aplicado. Siso nº 44. Otoño 2007 Del qué al quién. Ciclotimia, celotipia y psicosis paranoide en «Él» de Luis Buñuel Psicoanálisis aplicado. Siso nº 44. Otoño 2007 219 Neurosis Obsesiva. «Obsesión / Ob-cesión» Autora Patricia Cerviño. Psicoanalista. Miembro de la ELP-AMP. Psicóloga. Vigo. Hoy escribo sobre lo que el psicoanálisis nos enseña a leer en esta entidad clínica, tan enriquecedora para mi práctica, en un momento en el que dicha entidad se ha ido desdibujando y subsumiendo, hasta casi desaparecer por completo, bajo lo que se conoce por T.O.C. El auge del DSM y su catalogación simple de fenómenos, ha favorecido que se diagnostique sin más por los síntomas. En virtud de esta práctica, y como no es infrecuente que un síntoma obsesivo se superponga a una estructura cualquiera, es posible encontrar, incluso psicóticos, bajo el desconcertante diagnóstico de T.O.C. Ya hace muchos años Hanna Segal ilustró esta eventualidad, con una suplencia por la duda, como forma de estabilización, en un hombre de estructura paranoide. Igualmente, en mi práctica clínica, una paciente manifiestamente paranoica, me relata un ritual –inconturbable durante años– que despliega a la hora del desayuno, y que le hace posible enfrentar el día a día. Sin duda, lo que ha forjado el éxito de las clasificaciones americanas de los años 80, y de nociones como ésta de T.O.C., es su pretensión de ser a-teóricas. Sustentando una tal pretensión, es posible desembarazarse de la preocupación por las causas –evitando así las diatribas entre escuelas sobre la etiología de los síntomas– pero sobre todo, facilita el soslayar que se ponga en juego, la idea que el clínico tiene de qué es el hombre como ser hablante. Sin embargo, a poco Psicoanálisis aplicado. Siso nº 44. Otoño 2007 221 Neurosis obsesiva. «Obsesión/ob-cesión» que se reflexione, se descubre que nunca hay técnica sin teoría. Incluso podríamos decir, que una concepción tácita, difuminada, únicamente latente, es máximamente potente, ya que –innombrable– no promueve debates y deviene por tanto: incuestionable. La noción pretendidamente «objetiva» de T.O.C., alimenta los manejos de las neurociencias, directamente orientados a actuar sobre el cerebro, eludiendo así el tomar en consideración al ser hablante. La vía abierta por Freud es radicalmente diferente. Los términos elegidos por él para hablarnos de la Neurosis Obsesiva, aportan muchísimas pistas para el entendimiento y tratamiento de este tipo clínico, que dicho sea de paso, nunca es el que viene a consulta. Nosotros recibimos a un sujeto, que por decirlo así, «habita» a «su» manera, una estructura obsesiva, pero nunca recibimos a un tipo clínico. Nuestra clínica es de lo particular, del uno por uno, y si bien los alineamientos estructurales orientan nuestra escucha, es preceptivo no dejar de tener en cuenta los escotomas o la sordera parcial que pueden producirnos las concepciones teóricas, que además, con el tiempo se desgastan, y hay que vivificar, manteniéndolas permanentemente abiertas, sin fascinarnos por las cantidades ingentes de saber que ha producido el psicoanálisis –gracias a los analizantes– sin perder nunca de vista lo que no sabemos, el agujero en el saber… justamente lo que ¡sería de vértigo para un obsesivo! Hablar de la neurosis obsesiva es poner de relevancia los pensamientos absurdos que se imponen al sujeto, las ideas parásitas, las hesitaciones y las dudas así como las rumiaciones persistentes… en última instancia, lo que se manifiesta en todo esto: el pensamiento como lugar de batalla y sufrimiento. La obsesión fue situada por Freud entre las que llamó «neurosis de defensa», puesto que es su lógica, que la función de los síntomas de los que el sujeto se queja, es defenderse de lo que para él es tanto impasse como enigma. Rituales, conjuros, auto-exhortaciones, compulsiones, dudas, aislamiento, etc., colaboran a la construcción de un remedo de la Gran Muralla China, tras la cual, el obsesivo, lucha contra lo que le acosa: los embrollos del deseo y los enigmas del sexo y la muerte. 222 Psicoanálisis aplicado. Siso nº 44. Otoño 2007 Neurosis obsesiva. «Obsesión/ob-cesión» Dicho muy rápidamente, la neurosis es una respuesta defensiva –que asume distintas modalidades– a la falta de programación del sexo en el ser hablante, es decir, a la conocida «no relación sexual» lacaniana. Si bien en todas las neurosis actúa la represión, como defensa primaria –mecanismo constituyente del aparato psíquico mismo–, el tipo de neurosis dependerá de las modalidades de defensa que erige el sujeto para protegerse del goce pulsional, es decir, dependerá de las defensas secundarias. El tipo de neurosis, pues, depende de la defensa empleada contra las pulsiones –que son siempre las mismas–, las vinculadas a las representaciones inconscientes de vivencias sexuales infantiles, derivadas del complejo de Edipo. Si el objeto de la defensa son siempre las pulsiones, el motivo de la defensa es siempre la angustia de castración. Es necesario aclarar, que la angustia de castración habrá de tomarse aquí, mucho más allá del complejo castración freudiano –centrado en la fantasía de castración, que aporta una respuesta al enigma infantil de la diferencia de los sexos, y su íntima relación al complejo de Edipo–, se tomará como la angustia que suscitan –especialmente al obsesivo– la incompletud e inconsistencia del Otro, es decir, que hay un significante que falta en el cuerpo léxico del Otro, y que el Otro, además, es contradictorio. Como podemos notar, la angustia fundamental, no es ante la castración del sujeto, sino que es más bien en relación a la del Otro. Las modalidades de defensa que dan lugar a la constitución de la Neurosis Obsesiva son: aislamiento, anulación y regresión. Es tan íntima la implicación del aislamiento en la obsesión, que la etimología latina del término obsesión, obsidere, las emparenta llamativamente, puesto que significa: «acción de sitiar». Esta modalidad de la defensa, no remite solamente a la conducta frecuentemente observable en el obsesivo de retirarse del lazo social, de apartarse del escenario del mundo. Lacan interpreta este comportamiento como un procedimiento por el que el obsesivo se pone al resguardo de los signos del deseo del Otro, que le producen angustia. Digamos que en el fondo para el obsesivo, el problema no es tanto el deseo, sino el goce del Otro, lo que le inquieta es «¿de qué goza el otro?», ¡no vaya a ser que sea de él! Psicoanálisis aplicado. Siso nº 44. Otoño 2007 223 Neurosis obsesiva. «Obsesión/ob-cesión» El pequeño otro, el semejante, es la encarnación del gran Otro que para el obsesivo es siempre bastante cruel. No es que rechace absolutamente la dimensión del deseo (no sería neurótico en este caso), sino que niega sus signos, porque estos le presentifican la dimensión siempre enigmática y oscura de lo que el Otro puede desear, es la emergencia del «¿Qué me quiere?» (Ché vuoi?) Borrar los signos, los indicios, es entonces protegerse cerrando la puerta al Otro. Dada la angustia que la manifestación del deseo le suscita –por lo que este evidencia de la incompletud del Otro, de la falta en el Otro (ya que si el Otro desea es porque algo le falta)– una estrategia obsesiva fundamental, consiste en reducir el deseo a la demanda; esto es, lo que en tiempos se conocía como oblatividad, término que no ha contado con demasiado éxito entre nosotros, incluso si Lacan habló de ella en su día como: «la oblatividad, ¡ese fenomenal invento obsesivo!» Ej.: Un analizante, sólo muy recientemente ha caído en la cuenta de que si hubiese entendido antes, que las demandas de su mujer –caprichosa insaciable que lo tiraniza– apuntaban a otra cosa que a los viajes o regalos que le pedía, se hubiese ahorrado la constitución de un verdugo insoportable, a la par que excesivos gastos. Hay que decir, que este señor, es desde siempre eyaculador precoz, (síntoma que no fue el motivo de su llegada a consulta), además de que suele estar «a sus cosas», sus preocupaciones. Sólo cuando en una sesión dijo en referencia a su esposa: «y… ¡querrá que le esté más encima!», y le fue devuelto lo equívoco de su expresión, y pudo significar la insatisfacción sexual y la demanda de amor de su mujer, y pasar a hacer de su disfunción sexual, un síntoma. El deseo es siempre medio-decir, él mismo es una defensa. El deseo tiene un alto grado de incompatibilidad con la palabra, se enuncian los anhelos, no el deseo, cuando –sin embargo– éste es la causa misma del decir y se desliza metonímicamente bajo los enunciados. Por otra parte, el deseo es insatisfacción, y sólo se realiza como la insatisfacción esencial que es. En el obsesivo, la forma del deseo es el deseo imposible, que asume en la clínica distintas manifestaciones, tanto la impo- 224 Psicoanálisis aplicado. Siso nº 44. Otoño 2007 Neurosis obsesiva. «Obsesión/ob-cesión» sibilidad de desear, con tinte depresivo del afecto, como desear algo únicamente cuando los visos de la realización son imposibles. En fin, que el obsesivo desea poco, porque goza mucho. ¿Cómo se manifiestan en este punto las dificultades del obsesivo con el deseo? Esencialmente el obsesivo tiene que presentarse como no deseando nada, ha de hacer semblante de no desear, en ese aspecto es un falsario. El obsesivo no pide nada, se hace pedir, es necesario que el Otro le pida. Pero he aquí que una vez conseguido esto, el problema que pretendía evitar, retorna, y él mismo se transforma en el objeto de la demanda del Otro. Su ser toma valor de objeto –esto es el núcleo de sus tormentos en la relación al Otro– y es entonces él mismo, el objeto que el Otro quiere incorporarse, amenazándole así, con hacerle desaparecer. Mientras se ocupa bien de hacerle sentir al Otro que tiene que pedirle, por otra parte, se pone cuidadosamente al abrigo de esos pedidos, produciendo con ello una suerte de enloquecimiento de la demanda del Otro. Con esto, el obsesivo, termina por sentirse una víctima sacrificial de un Otro cruel que exige su pérdida –exige su castración– no dejándole vivir. Esta es una de las maniobras defensivas del obsesivo, por su dificultad para hacer con la falta: «amurallar toda situación a partir del modelo de su muralla yoica». (E. Solano). En el análisis mismo, el yo es lo primero que el obsesivo hace entrar en escena. Intenta fascinar con ello al analista y quedarse fuera como sujeto, convertido él también en espectador de su ejemplaridad y sus proezas. Mientras el obsesivo no quiere perder nada, busca sacrificarse. Ante la elección forzada: «la bolsa o la vida» o «la libertad o la muerte», intenta desmentirla, y como quien no quiere perder nada, a resultas, lo pierde todo: se dedica a encarnar: «la bolsa y la muerte», pierde tanto la vida como la libertad. Al obsesivo frecuentemente se le imputa mal carácter, y no es esto, sino que lo que le da ese semblante, es que está mortificado, y habitualmente no se tortura solo, mortifica también a su partenaire. El Otro que enfrenta es cruel –tanto como resulta ser él mismo– y es hacia ese otro, hacia el que evacua su propia Psicoanálisis aplicado. Siso nº 44. Otoño 2007 225 Neurosis obsesiva. «Obsesión/ob-cesión» división que –por su intermedio– hará retorno (como no podría ser de otro modo, ya que no hay reprimido, sin retorno de lo reprimido). Este aislamiento que observamos en el nivel de la conducta, es en rigor el tratamiento que el obsesivo aplica a las representaciones psíquicas que no puede tolerar. Ya en la primera teorización freudiana de esta neurosis, la acción de la represión, suponía separar la representación del afecto, que –al no reprimirse– se desplaza, y posteriormente, se liga a otra representación anodina, generando con ello el carácter absurdo de las ideas y actos obsesivos. Lo que así nos queda claro, es que el afecto desplazado se fija sobre otra representación irrelevante, pero que tiene relación asociativa con la originaria. De este modo, vemos al afecto invistiendo al pensamiento. Ninguna representación es olvidada –al contrario de como ocurre en la histeria– sólo están desprovistas del afecto concomitante. Esta defensa actúa además, cortando los vínculos asociativos entre las representaciones en cuestión, las aisla. El sujeto dispone de las representaciones, es consciente de ellas, pero no le dicen nada, lo dejan frío. Por esto se dice que el verdadero síntoma obsesivo es la conciencia –ser consciente– y más generalmente: el pensamiento. Freud nominó también al aislamiento, compulsión a la concentración, ya que el yo procura evitar las asociaciones y conexiones del pensamiento que no le es posible aceptar, siguiendo el más antiguo mandato obsesivo, el «tabú del contacto», lo que evidentemente está en relación con ese rasgo de carácter, típico de la neurosis obsesiva: la vigilancia, activa con frecuencia hasta el insomnio, con tal de no perder el control que permite mantener fuera de la conciencia, las representaciones intolerables. Vemos que el aislamiento presenta cierta equivalencia con la represión por amnesia, de la que se sirve la histeria, ya que igualmente se alcanzan los fines de la represión por otros medios; sin embargo sabemos que reprimido es lo mismo que retorno de lo reprimido y así la defensa de aislamiento no alcanza mejores logros. En términos lacanianos estrictos, el aislamiento consiste en neutralizar el goce separándolo del significante, pues para el 226 Psicoanálisis aplicado. Siso nº 44. Otoño 2007 Neurosis obsesiva. «Obsesión/ob-cesión» obsesivo se trata de que el goce no contamine al Otro del significante, vaciándolo de goce y reduciéndolo a su pura dimensión simbólica, es decir, mortificándolo. Si algo es claro, es que los muertos no gozan, y que la palabra, es la muerte de la cosa. Para el obsesivo, se trata de un sacrificio de goce, por tratar de pasarlo todo a la contabilidad. Suele ser un sujeto que pretende que todo pueda decirse, presentando en la clínica frecuentemente, una forma de hablar que no admite el intervalo. Se enreda en sus interminables elucubraciones, creyendo que todo puede ser dicho, queriendo hacer consistir al Otro, intentando velar así la falla, la inconsistencia estructural del Otro. El significante rat en el «Hombre de las ratas» –paradigma del obsesivo que nos legó Freud–, da cuenta de este fenómeno del sacrificio del goce al significante. Como los obsesivos no olvidan, cuentan minuciosamente hasta el mínimo detalle y establecen relaciones de todo con todo, pueden ir así hasta el punto en el que el pensamiento gira en redondo, y resulta un pensamiento casi chiflado. Todo ser de goce que escape al significante le genera odio. El obsesivo, es un sujeto entonces, que tolera mejor «la bota» (la dictadura, la tiranía de la norma) que el capricho, porque allí se manifiestan el deseo y el goce del Otro. La defensa (secundaria) protege de la pulsión, pero no logra extinguirla, es imposible hacer desaparecer definitivamente una moción pulsional, insiste. Lo que es posible, es que la pulsión se desplace sobre nuevos objetos para eludir el displacer. Otra modalidad de defensa obsesiva, la anulación, es definida por Freud, como deshacer o suprimir un sucedido, y es renombrada por Lacan: anulación retroactiva. Freud la compara con los rituales mágicos de los hombres primitivos: se trata de una suerte de «magia negativa», que intenta suprimir un suceso ya acontecido, es decir: actuar como si el suceso nunca hubiese tenido lugar. Es una modalidad de defensa que compromete la acción motriz; los rituales obsesivos son así causados. El ejemplo típico de esto, es el acto del «Hombre de las ratas» que retira una piedra del camino del carruaje de su amada, con la intención manifiesta de evitar un eventual accidente, con todas sus elucubra- Psicoanálisis aplicado. Siso nº 44. Otoño 2007 227 Neurosis obsesiva. «Obsesión/ob-cesión» ciones, vacilaciones y vueltas atrás subsecuentes, para, finalmente, volver a dejarla donde estaba. Conducta, evidentemente resultado de impulsos antitéticos, en este caso, producto de la ambivalencia amor/odio, tan característica de esta neurosis y que en el contexto de la segunda tópica, no es sino el conflicto entre Eros y Thánatos: la lucha entre pulsiones de vida y de muerte. Aquí vemos al goce infiltrándose en la defensa. El sujeto, intentando liberarse de pensamientos que lo atormentan, cae preso de actos en los que el conflicto sigue presente y se eterniza. Ej: Hace años recibí a un obsesivo en análisis, que en su primera consulta me dijo: «Mire, y si del tratamiento se deriva que me tengo que separar de mi mujer, que sepa que no voy a hacerlo». Bueno…, pensé, viene para poder separarse de su mujer. En el curso de las primeras entrevistas, retomó el asunto argumentando porque era imposible separarse de su mujer. Largamente me hizo saber que además de los problemas económicos que esto ocasionaría, su familia no lo aceptaría, además de que en su trabajo tampoco, hasta el punto en que su puesto podría peligrar, y que además, habiendo una profunda relación entre su trabajo y su familia, la simple sospecha de tal intención, supondría un oprobio para todos ellos, siempre intachables en la institución. En fin, que todo estaba pegado con todo, e imposible mover ficha, «¡en eso ni pensar!», dijo… Tras el abigarrado relato, este sujeto que estaba seriamente atenazado por toda suerte de síntomas obsesivos y muy desesperado, dijo: «Estoy dispuesto a lo que sea por curarme, usted dígame, ¡cómo si tengo que ir a EEUU!», a lo que respondí: «¿¡Para qué¡? ¡Usted ya vive en «estados unidos!». La sesión siguiente me reveló que de sus muchos síntomas, el que más le trastornaba, era la compulsión a tener que –repetida y súbitamente– agacharse al ir caminado por la calle, para tocar con el canto del dedo meñique justamente en la juntura entre dos baldosas. Aquí ya se ve, «¡ni pensar!», aunque finalmente se le impone tocar en «la juntura»… Lacan insiste mucho en que uno de los embrollos fundamentales del obsesivo con el deseo es la articulación deseo y destrucción. El obsesivo trata de reducir al Otro a la demanda, e inmediatamente así destruir el deseo del Otro. 228 Psicoanálisis aplicado. Siso nº 44. Otoño 2007 Neurosis obsesiva. «Obsesión/ob-cesión» Toda su abnegación, por ejemplo, se dirige a esto, a que el Otro no halle ocasión de pedirle, procediendo para ello por la técnica de colmarlo sin permitir que aflore el intervalo vacío del deseo, borrando de esta manera cualquier perturbador índice de deseo del Otro. El obsesivo juega su partida directamente con el gran Otro, y en lugar de tener relación con un deseo que es enigmático, tiene que ver con un deseo que está indexado con un cero, es decir, es un deseo anulado. No se trata del enigma y la pregunta, es simplemente la inexistencia, la anulación que comporta una destrucción. El caso es que destruyendo el deseo del otro, él mismo destruye el suyo, lo hace deseo imposible, con lo que en él son habituales como quejas: el tedio y la psicastenia. Ej.: Esto se pone de manifiesto en el relato de un joven analizante al referirme como trascurrió –con su inhibición– una fiesta en casa de unos compañeros, en la que le resultaba imposible sentirse integrado y participar animadamente, como apreciaba que lo hacían los demás: «Se me hizo larguísimo, bromeaban, reían, algunos conversaban en corrillos, y yo sólo estaba allí de cuerpo presente». Obviamente interrumpí exclamando: «¿¡de cuerpo presente!?», aún con cara de perplejidad, el sentido de cadaverización, no se le escapó. En cuanto al sujeto mismo, la particularidad de la neurosis obsesiva es que las tendencias contrarias se satisfagan sucesivamente, metonímicamente, conforme al mecanismo inconsciente del desplazamiento entonces, pulsión y defensa se satisfacen una tras otra. Ej.:Un analizante que a causa de su desconsideración había logrado el alejamiento de su novia, rogó por la oportunidad de una cita para reparar el daño, y nada más llegar junto a ella, abrió con un comentario con el que no podía sino darle a la joven –que se había esmerado especialmente en su arreglo para la ocasión– en plena línea de flotación: «Ah! Fuiste a la peluquería; verdaderamente no te favorece». Huelga decir, que al relatármelo, se esforzó en explicarme que su manifestación atropellada, fruto de «los nervios» del reencuentro, ciertamente tenía la intención de manifestarle que ella estaba guapa siempre, de natural. Pese al absurdo ostensible de sus comportamientos, es habitual que los sujetos obsesivos se esfuercen por otorgarles un Psicoanálisis aplicado. Siso nº 44. Otoño 2007 229 Neurosis obsesiva. «Obsesión/ob-cesión» sentido, buscando algún enlace lógico que vuelva coherentes tales conductas (x). El obsesivo está sometido al Zwang (compulsión), a la coacción sin compromiso (opuesto al dos en uno de la histeria), que se impone al sujeto con un afecto de absurdidad. El zwang del obsesivo es una tentativa de soldar la división subjetiva (división del sujeto entre el deseo y el goce). J.A. Miller ha definido esta misma sutura como el modo obsesivo de la represión, realizándose el retorno de lo reprimido en la cadena significante. De ello pueden darse varias formas: la conversación consigo mismo (x), la manifestación de la voz superyoica (x), o la introducción en el significante de partículas que desmienten la intención significativa. De esto último es un ejemplo princeps la plegaria del «Hombre de las ratas»: «¡Qué Dios la proteja!» donde se cuela un «no», que es la inscripción del sujeto retornando, como sujeto de un deseo tan explícito como ignorado. La presentación posible del deseo en el obsesivo es bajo el modo negativo, lo que Lacan llama anulación del deseo, y que se enuncia a partir del tipo de anulación que Freud denominó denegación. La característica de la denegación, es que denegar algo, implica afirmar que es así. Un ejemplo, es el de un analizante que relataba la interdicción planteada a su novia, de salir de noche con unas amigas de otra localidad vecina, asunto por el que ella se había contrariado vivamente, colgándole el teléfono. Al relatármelo, esforzándose en darle un aire políticamente correcto, bajo la forma del amoroso desvelo, dijo: «No es que desconfíe de ella, es que me preocupa que tenga que volver sola conduciendo de noche». Es que desconfía. Podemos decir que vale por una auto-interpretación. La regresión es otro modo de defensa indicado por Freud, y supone un tema muy complejo que excede el ámbito de la neurosis obsesiva. La primera aparición del término data de 1900, en el capítulo VII de La interpretación de los sueños, donde Freud presenta un esquema del aparato psíquico conforme al modelo del sueño, y a partir del cual deriva una formalización de la primera tópica. Freud distingue 3 tipos diferentes de regresión: la regresión tópica (que utiliza para explicar la producción de sueños), la regresión temporal (con ella explica que en el sueño se vuelva a formaciones psíquicas infantiles, que perviven en el inconsciente –recordemos que el sueño se forma por la con- 230 Psicoanálisis aplicado. Siso nº 44. Otoño 2007 Neurosis obsesiva. «Obsesión/ob-cesión» fluencia de un deseo infantil más uno actual), y la regresión formal (que sería la que aparece, cuando las formas de representación y expresión, quedan subsumidas por formas anteriores más primitivas). Justamente serán estas dos últimas, las que serán tomadas por Freud –en Inhibición, síntoma y angustia (1926)– en sus explicaciones de la neurosis obsesiva. Freud utiliza el concepto de regresión de la líbido, teniendo en cuenta que –para él– la líbido se desarrolla en progresión temporal siguiendo un recorrido que culmina en la fase fálica. Con esto plantea una maduración sexual definitiva, cuando el niño se confronta al complejo de castración, tras haber pasado la líbidodiacrónicamente, por una fase oral, otra anal y otra fálica. En la evolución de la líbidopueden ocurrir dos eventualidades: fijación y regresión. Se produce una fijación, cuando la líbidose estanca en un modo de satisfacción pulsional propio de una fase libidinal determinada, pudiendo alterarse el desarrollo de las fases subsecuentes, o bien ser, que solamente sean algunos elementos libidinales los que permanezcan fijados, mientras que el resto sigue libre curso hasta el estadio final. Habrá regresión, cuando los elementos que no han sufrido fijación y prosigan su desarrollo hacia la etapa final, emprendan un camino de retorno a una etapa anterior, al tropezar con algún obstáculo para obtener satisfacción en las etapas siguientes. Por otra parte, hay una articulación dialéctica entre ambas eventualidades, ya que cuando una tendencia tropieza con una dificultad para la satisfacción en una fase más avanzada, regresa a un estadio anterior en que la líbidohabía permanecido fijada previamente. Freud escribe en relación a la neurosis obsesiva: «La organización genital de la líbidoresulta ser débil y muy poco resistente; así cuando el yo inicia su defensa alcanza como primer resultado, la regresión total o parcial de la organización genital (de la fase fálica) a la fase sádico-anal, más temprana, que determina todo el curso ulterior del proceso» (Inhibición, síntoma y angustia. Ed. Biblioteca Nueva; pág. 2849). Ahora bien, si según dijimos las pulsiones implicadas en toda neurosis son siempre las mismas, y estas sólo se distinguen por la modalidad de defensa, la fijación en una determinada forma pulsional, no es indiferente, pues interviene en la predisposición a un tipo u otro de neurosis. Psicoanálisis aplicado. Siso nº 44. Otoño 2007 231 Neurosis obsesiva. «Obsesión/ob-cesión» Según lo indicaba Freud en 1913, en La disposición a la neurosis obsesiva –antes entonces de su elaboración de la segunda tópica y de su teoría de la fase fálica y el complejo de castración, que datan de 1923– para la neurosis obsesiva se postula la fijación en la fase anal. Ya en textos más avanzados –como Inhibición, síntoma y angustia– va un poco más lejos y determina como condición necesaria para esta neurosis, la regresión a la fase anal, indicando que en ella, la explicación metapsicológica de la regresión, está en una «defusión de instintos», (diríamos una desintrincación pulsional): «en la separación de los componentes eróticos, que –al principio de la fase genital– se habían agregado a la carga psíquica destructora de la fase sádica». Igualmente considera a la regresión, «el primer triunfo del yo en su lucha defensiva contra las exigencias de la libido» (Inhibición, síntoma y angustia. Ed. Biblioteca Nueva, pág. 2849). ¿Qué entender por defusión pulsional? En primer lugar obviamente, que se separa lo que estaba unido. En un supuesto desarrollo normal, hay un momento de integración de las pulsiones de vida y muerte. La integración de las pulsiones parciales se realiza bajo el primado del falo, y es en la fase fálica de la libido, cuando se integran Eros y Thánatos. Es el significante del falo –que absorbe todo el interés libidinal en ambos sexos, y que es el significante de la castración– el que permite la integración de las pulsiones, en la medida en que se constituye en el representante de Eros. Si consideramos el sadismo sexual, podemos ver en él, el efecto de la integración pulsional, ya que el componente sádico, funciona al servicio de la satisfacción fálica, mostrando entonces la combinación, la mezcla, la integración de Eros y Thánatos. La regresión a la fase sádico-anal implica la desintrincación de estas pulsiones, ya que resulta de un rechazo de la función libidinal del falo (es una forma de rechazo del sujeto a la castración), y por lo tanto comporta un triunfo de la pulsión de muerte. En Freud, esto explica el fenómeno clínico –frecuente en los sujetos obsesivos– de la intensa mortificación, ya que quedan prisioneros de los imperativos sádicos del Superyó. Como el falo es el elemento simbólico que introduce la falta, permite por ello sustituciones, y sin estar bien situado a su cobijo, el sujeto queda librado al goce de la mortificación. 232 Psicoanálisis aplicado. Siso nº 44. Otoño 2007 Neurosis obsesiva. «Obsesión/ob-cesión» Lacan por su parte, no presta mucha atención a la regresión en cuanto tópica o temporal, pero si se interesa por la regresión en el plano del significante. Para él, no significa que el sujeto regrese a una etapa anterior y que se infantilice, sino que se trata de la reactualización de significantes que se pusieron en juego en su primigenia relación al Otro. Siendo el objeto de tal fijación anal, el escíbalo (el excremento), lo importante es lo que estructura la fase anal, esto es, que las heces se conviertan en el objeto de la demanda del Otro. Como el control de esfínteres es objeto de la acción educativa, las heces entran en una dialéctica de trueque. El pedido de las heces al niño, consiste en demandarle: «dame algo que es tuyo». El fragmento a conceder por el sujeto niño, es de entrada un trozo de sí, aunque una vez que las heces se desprenden, pasan a no pertenecerle. El Otro las ha obtenido y cambian su valor para el sujeto, quien capta que no son partes valorables de sí mismo, aunque en origen, virtud a implicarse en un intercambio simbólico –pues fueron objeto de la demanda del Otro– tienen un valor de regalo, de don, haciendo signo de amor al Otro. Pero –en un segundo momento– pasan a ser lo que son, un desecho. Al hablar (1917) del primer regalo (el excremento) del lactante a la persona amada, Freud destaca que el niño se encuentra por primera vez ante la siguiente elección: o bien cede el excremento y lo «sacrifica al amor», o bien lo retiene «para la satisfacción autoerótica y, después, para la afirmación de su propia voluntad». Es por este punto y en torno a este asunto –la relación al objeto del obsesivo– que decidí el juego significante del título: obsesión/ob-cesión, porque el prefijo «ob» significa «fuera de» y así la invención neológica de «ob-cesión» me permitía indicar muy condensadamente la posición del obsesivo. El obsesivo no cede el objeto, lo retiene para si, no cede su goce autoerótico. El significante fálico no logra subsumir todo el goce pulsional, el falo no resuelve la «no relación sexual», decepciona, y entonces el obsesivo, recurre al objeto para suplir la falta fálica. Si bien el obsesivo retiene también puede ser un generoso donador, pero no suele prestar. Siendo que la relación genital no tiene nada de don, es cuestión de préstamo, son previsibles sus dificultades. Psicoanálisis aplicado. Siso nº 44. Otoño 2007 233 Neurosis obsesiva. «Obsesión/ob-cesión» Esta última elección, retener, prefigura uno de los aspectos preeminentes del carácter anal: la obstinación. Por otra parte, el objeto anal quedó constituido por los cortes significantes de la demanda. Por un lado, se pasará de la demanda de unas apreciadas heces (antes de evacuarlas), a la exigencia de tirarlas (después de la evacuación), y por otro lado, el Otro puede decir cosas completamente contradictorias a su recibo, como: «Lo que hizo mi nene, ¡qué linda caca!» o «Aggg…caca! no se toca!» Estas oscilaciones de la demanda del Otro darán lugar a una ambivalencia, especialmente prevalente en el obsesivo, detectable bajo la forma de la duda, que lleva a una estrategia defensiva puesta de relieve por Lacan: la procastinación, que consiste en la demora ilimitada de la puesta en acto del deseo; es un: «deja para mañana, lo que puedas hacer hoy». Otras particularidades –según Freud– derivadas de la regresión-fijación anal son: el orden y la economía. Estos rasgos se vuelven a encontrar en el carácter obsesivo, donde toman la forma de defensas reactivas, que debemos entender como formaciones reactivas de carácter, es decir, de la conversión en lo contrario de pulsiones subyacentes inaceptables para el yo. Ej.: En esta ocasión el ejemplo es el de una analizante que mantiene su actitud en el mundo, acorde a lo que es incluso su profesión: «asistente social», cubriendo a los otros con el mayor amoroso desvelo, como formación reactiva a sus pulsiones sádicas destructivas. La analizante, reveló su división en un sueño, donde un doble imaginario se hace cargo de sus pulsiones agresivas, y a la que ella dice: «¡qué hiciste! ¿¡Y ahora, no te vas a acusar!?» Después de que ella como otra, su doble en el sueño, partiera con un hierro la cabeza de una joven compañera de trabajo. Cuando su doble contesta desdeñosa: «¡No! ¿¡por qué!?» la soñante despierta. La tarde anterior a la noche del sueño, se había dedicado a ayudar a esa compañera novata en su trabajo, ya que ésta aún no conocía bien sus tareas y se desenvolvía muy torpemente. 234 Psicoanálisis aplicado. Siso nº 44. Otoño 2007 Neurosis obsesiva. «Obsesión/ob-cesión» Esta sujeto también experimenta un penoso sentimiento de culpa, aparentemente inmotivado, «para un yo que se sabe inocente» (Inhibición, síntoma y angustia Ed. Biblioteca Nueva; pag. 2.851) y siente sobre ella con extraordinaria frecuencia, una responsabilidad culposa, en los más nimios y diversos hechos, que no acierta a explicarse. Muchas cosas más podrían decirse sobre la Neurosis Obsesiva, sobre su goce, sobre su relación al Otro del deseo, sobre la verdad última del deseo que es la muerte y sobre sus peculiaridades en cuanto al amor, pero mucho les orientará en ello la lectura del «Hombre de las ratas», y la escucha despierta de los obsesivos que les lleguen en su práctica. Sobrepasada su primera pesadez, bien tratados, devienen tan a-menos como el que más. Vigo, junio 2007 Bibliografía 1. Freud, Sigmund. Inhibición, síntoma y angustia. Ed. Biblioteca Nueva, tomo VIII. Madrid 1974. 2. Freud, Sigmund. Análisis de un caso de neurosis obsesiva (caso «El hombre de las ratas»). Ed. Biblioteca Nueva, tomo IV. Madrid 1972. 3. Freud, Sigmund. La disposición a la neurosis obsesiva. Ed. Biblioteca Nueva, tomo V. Madrid 1972. 4. Lacan, Jacques. Seminario 10 La angustia. Ed. Paidós Buenos Aires 2006. 5. Solano-Suárez, Esthela. Clase 18/05/02 del ECF. San Sebastián. 6. Varios Autores. Histeria y Obsesión. Cuarto Encuentro Internacional del Campo Freudiano. Ed. Manantial. Buenos Aires 1986. Psicoanálisis aplicado. Siso nº 44. Otoño 2007 235 Tratamiento de la angustia en la psiquiatría y en el psicoanálisis1 Autora Chús Gómez. Psiquiatra. Psicoanalista. Miembro de la ELP-AMP. Sección Vigo. Antes de comenzar agradecer al Comité organizador el honor de poder tomar la palabra en este encuentro. El título La angustia malestar de nuestra época me remite de inmediato a Freud y a su obra El malestar en la cultura que como cualquier clásico es siempre actual. El título es preciso y condensa lo que marca la época y la queja del sujeto actual, la manera de chirriar que produce vivir en este tiempo en el que al analista pone en juego el oído con una doble finalidad; por un lado afinándolo para escuchar entre tanto ruido, los males contemporáneos y por otro lado para albergar, aliviar y atemperar el sufrimiento del sujeto, sufrimiento que tiene dos formas de nombrarse: angustia, como el afecto de un sujeto y depresión como constructo social contemporáneo prácticamente soldados en el discurso psiquiátrico actual. Entre ambas, el concepto de síntoma, entendido como el malestar del que alguien se queja, para el que se busca un remedio y que se presenta como algo enigmático de lo que hay que deshacerse. Desde el punto de vista del «sentido común» es signo de que algo falla, de una disfunción que produce sufrimiento; pero para el psicoanálisis el síntoma se entiende, como la interrogación que un sujeto se hace sobre eso que le ocurre repetidamente y en lo que intuye, que de alguna manera está implicado. 1 Ponencia leida en la XI Jornada El psicoanálisis hoy. «La angustia: el malestar de nuestra época». A Coruña, 13 y 14 de abril de 2007. Organizada por el Instituto del Campo Freudiano en A Coruña. Psicoanálisis aplicado. Siso nº 44. Otoño 2007 237 Tratamiento de la angustia en la psiquiatria y en el psicoanálisis La depresión contemporánea, la cobardía moral Antes dos palabras sobre la depresión que hace ya tiempo que la industria farmaceútica ha soldado al término angustia hablando de angustia-depresión como nuevo constructo acéfalo con su fármaco «anti» adecuado, esto es antidepresivo y antiangustia como si de la batalla de la guerra de los mundos se tratara… Empecemos por el término depresión que no deja de insistir e inunda, no sólo el discurso popular contemporáneo sino también el de los medios de comunicación, que no dejan de alertarnos de lo alarmante de sus cifras con sus estudios y estadísticas en las que no es precisamente el rigor lo que las caracteriza; en ellas por ejemplo se hacen extrapolaciones del tipo de tantos antidepresivos vendidos ergo tantos sujetos deprimidos… sin que esto suscite de manera general algún tipo de respuesta por las sociedades científicas de cualquier color Psy… o bien si las suscita se queda en la pura queja del clínico que se encuentra impotente para incidir en esta avalancha… A la depresión del consultante se opone cual Jano, el síndrome del quemado del consultado. El término «depresión» entendido como enfermedad médica es el precipitado de la confluencia de tres factores: 1. El discurso capitalista. 2. La sociedad del bienestar y 3. La definitiva legitimización de la psiquiatría como especialidad propiamente médica. Su fundamento psicopatológico es precario y bajo su nombre se alberga gran parte del malestar contemporáneo aligerado del fardo de los estigmas asociados que las llamadas «enfermedades mentales» amarran: recelo, temor, peligrosidad, marginación… Este presupuesto, unido al par actualmente bien avenido de la psiquiatría y la industria farmacéutica, hace que la depresión sea un terreno abonado para legitimar los intereses profesionales unos y económicos otros, lo cual añadido a que es una buena metáfora para ordenar las quejas del sujeto moderno explican su éxito y contínua expansión. 238 Psicoanálisis aplicado. Siso nº 44. Otoño 2007 Tratamiento de la angustia en la psiquiatria y en el psicoanálisis Este «parapeto moderno» llamado depresión, es una clínica sin sujeto, un concepto difuso, borroso, es una noción tramposa, un cajón de sastre que solapa bajo una capa indiferenciada lo único que lo unifica: la supuesta eficacia al tratamiento con antidepresivos según el discurso de la ciencia. Este término de relativa nueva creación (siglo XIX) permite a muchos sujetos reconocerse como tales deprimidos, que así nombrados, reclaman las prebendas que tal título les otorga y en la consulta confrontan al clínico con la enorme dificultad que se observa para «mover» de ese lugar al diagnosticado como deprimido, que ve legitimada su queja por la vía médica. Con ese aval científico ya puede sostener su des-responsabilidad subjetiva, declinando además sus obligaciones con el trabajo o con su familia descansado en un «no puedo» con el que ratifica su coartada. Esta posición es congruente con el imperativo de la época en la que la felicidad es un bien exigible a un estado garante, de lo que se supone es un derecho «natural»: la felicidad y el borramiento del sufrimiento implícito por el mero hecho de vivir y ser seres hablantes. Pero si el ciudadano reclama el derecho a la ausencia de malestar, el amo en contrapartida pretende reglamentar cómo y de qué manera se ha de tratar el sufrimiento para gozar de una supuesta buena salud mental: con esta terapia, en tantas sesiones, en tanto tiempo… sustentado en la mayor eficacia científicamente comprobada que es posible garantizar… Es la estandarización normativa, es el «Zara mental» de la época con su regla imperante del: «igual para todos», con la que se evidencia la forclusión del sujeto en el discurso de la ciencia. Todo está reglamentado hasta el tiempo que puede permanecer deprimido dependiendo de la causa en cuestión y el tiempo preciso de psicofármaco para eliminar dicho sufrimiento… Pero si es llamativa la cantidad de sujetos que se parapetan tras ese diagnóstico, no lo es menos, la cantidad de psiquiatras que se adhieren a ese presupuesto, en el que encuentran la ocasión adecuada para legitimar su condición médica, recetando antidepresivos a todos los designados como deprimidos y como angustiados, ya que ahora el discurso de la ciencia nos dice que hay que darlos igual ante la presencia de la angustia… en vez de interesarse por la claudicación del deseo en juego, que rescatado, brinde la oportunidad al sujeto de hacerse cargo de su fracaso e inventarse otra salida más digna. Psicoanálisis aplicado. Siso nº 44. Otoño 2007 239 Tratamiento de la angustia en la psiquiatria y en el psicoanálisis Pero cada vez más, llegan los ecos de desavenencias entre el támden psiquiatría-industria, debido a la avalancha de repeticiones, insatisfechos y fracasados del fármaco en cuestión. Para obturar esta hiancia los comités de «expertos» acuñan nuevos términos-coartada: no respondedores, nuevos crónicos, resistentes, depresión crónica… abrumados por las exigencias de un amo que pide resultados prácticos, acuciado por un gasto sanitario creciente e ineficaz, al que se añade el resultante del absentismo laboral que la depresión disfraza. Hoy uno no claudica porque el proyecto que sea haya dejado de interesarle o porque está en desacuerdo con lo que se le exige, hoy uno claudica porque se ha deprimido, le ha entrado la depresión o ha caído en depresión cual meteorito desprendido debido al cambio climático y por tanto el lío es de otro... el asunto con él no va... Frente a esta conceptualización de la depresión, Lacan la nombra como «cobardía moral», término ante el que el oyente no deja de sorprenderse acostumbrado como está a la pereza de pensamiento actual, pero que sonaría del todo «natural», al sujeto medieval, renacentista o romántico acostumbrado a la finura descriptiva de los estados del alma… y a llamar a las cosas por su nombre… Esta psiquiatrización del vivir, es acorde con dos de las posiciones actuales que intentan escapar de las consecuencias de los actos: la victimización y la infantilización; en ambas se trata de gozar de los beneficios de la sociedad del bienestar sin sufrir ninguno de sus inconvenientes. Son dos estrategias para huir de la dificultad de ser, dos estrategias de la irresponsabilidad. La infantilización culmina en la inmadurez perpetua y la victimización es sinónimo de la ausencia de culpa, de la ausencia de responsabilidad, dejando al sujeto como «supuesto indefenso» que reclama al Otro social lo que le debe y a lo que no está dispuesto a renunciar. Véase si no la proliferación de asociaciones de victimas… estoy esperando la de afectados por la depresión y ya veremos que hacemos… 240 Psicoanálisis aplicado. Siso nº 44. Otoño 2007 Tratamiento de la angustia en la psiquiatria y en el psicoanálisis La angustia. El afecto verdadero Vayamos ahora con la angustia: La psiquiatría pese a tanto adelanto científico que proclama, está desde hace tiempo un poco desorientada, despistada, sin GPS; seducida por las neurociencias ha perdido al sujeto, entendido éste, no como el sujeto cartesiano: del pienso luego existo, sino al que se encuentra allí donde no se piensa y que surge por ejemplo en un acto fallido o en un lapsus desvelando su verdad… En su devenir la psiquiatría también ha ido perdiendo finura descriptiva para ganar en descripción de retailas de síntomas, que a veces, sin mucho orden ni concierto teórico, valen tanto para un roto como para un descosido… conformando una clínica definida de modo genérico por «el trastorno» al que se sigue de un adjetivo: de pánico, obsesivo, por angustia… que suele ser un precipitado de quejas del tipo que sean, en los que no hay ninguna referencia sobre a quién afectan… pero que así unidos conforman el «pack» tal o cual para el que existe tal o cual remedio. Como la histeria, la angustia ha desaparecido de los DSM y de la psiquiatría como tal. Se encuentra difuminada, despedazada, en el estrés postraumático, en la depresión, en las fobias, en los ataques de pánico… Esa pérdida de finura psiquiátrica, mejor dicho esta psiquiatría del bulto, contrasta con la multiplicación de las categorías diagnósticas descritas en los famosos DSM (catálogo social de lo permitido o validado como enfermedad admisible de cada época): de 106 categorías en el DSM I de 1952 hemos pasado a 357 en el DSM IV de 1994. Tratar la angustia de esta manera implica de alguna manera perder la brújula en la clínica, pero hay que saber que esto no es casual. En la época en la que el discurso capitalista nos inunda en el mercado con una avalancha de objetos rapidamente perecederos destinados a intentar tapar la falta estructural que nos conforma, la angustia crece exponencialmente a como lo hacen las categorías nosológicas. Desubicada la angustia, desorientado el psiquiatra… El lío esta servido… En el Psicoanálisis aplicado. Siso nº 44. Otoño 2007 241 Tratamiento de la angustia en la psiquiatria y en el psicoanálisis actual DSM IV los dos capítulos más importantes son los destinados a los «trastornos del estado de ánimo» y «trastornos de ansiedad». (que incluye la neurosis de angustia ahora dividida en «trastorno de pánico», «trastorno fóbico», «trastorno de ansiedad generalizada» y «trastorno obsesivo compulsivo»). Hay que destacar que el hecho de que el sistema sea básicamente categorial, primariamente sintomático y en ocasiones etiológico favorece entre otras cosas, la proliferación de las patologías «duales» hoy de moda y que a modo de mapa de anatomía en colores nos señalan: «los nervios de amarillo, las venas de azul y las arterias de rojo» como si cada entidad nosológica estuviera perfectamente ubicada en su casillero pura y depurada a la manera del agua embotellada… habría que preguntarse por qué esa pareja es la que forma lo dual y no otra: psicosis y drogadicción masculina… por ej. Hoy la angustia presente en múltiples síndromes es un objetivo prioritario de intencionalidad terapeútica. Es algo a erradicar. Es la manera de renunciar a dar sentido a la subjetividad humana; desparramada por todos los diagnósticos se confunde con el miedo, con la ansiedad… que conforman lo que se ha dado en llamar hoy las «emociones negativas» (¿?) a las que hay que eliminar contraponiendo las emociones «positivas» (?¿). Para la medicina la angustia es en definitiva un sufrimiento inútil, desorden de lo orgánico que falla. Hay cuatro posiciones explicativas a nivel de discurso sobre la angustia: Para el discurso médico la angustia es física y es la traducción de un desarreglo biológico. Para la psicología es una anomalía del comportamiento, del juicio, del conocimiento, es decir es un fracaso de adaptación a la realidad, en donde las cogniciones no se adecuan a la realidad. Para el discurso filosófico es existencial, ontológica, lo que la salva de ser algo indigno y remite a las preguntas fundamentales del sujeto sobre su existencia. El psicoanálisis rompe con estas tres explicaciones anteriores y así para Freud la angustia no es un concepto sino algo experimentado, tiene una función de señal de peligro y es la causa de la represión, el principio de la formación de un sín- 242 Psicoanálisis aplicado. Siso nº 44. Otoño 2007 Tratamiento de la angustia en la psiquiatria y en el psicoanálisis toma. Estamos angustiados y reprimimos eso que nos angustia. Si el miedo es externo y localizable; la angustia es interna y difusa, es «el miedo al miedo» como dice Lacan. El médico al suprimirla con psicofármacos le amputa al sujeto la referencia esencial, su función de señal sobre su deseo. La angustia se caracteriza por el sufrimiento que conlleva y la falta de comprensión a la que remite. Su presencia repetida bien en forma de «estado» o como «acceso» amplía tanto la amenaza que vehicula como la opacidad a la que remite, ante la falta de significación necesaria para poder orientarnos sobre su causa y su alivio. Nos desespera y nos deja varados en busca de respuesta. Separa al sujeto de su historia, historia construida en su relación con el Otro de la palabra desde el que el sujeto se ha armado con sus significantes. En la angustia el sujeto se siente concernido. Tocado por ella sin saber por qué y para abrir la posibilidad de desciframiento es para lo que el psicoanálisis oferta su escucha; captar la particularidad que esconde más allá de que haya sensaciones generales que la uniformizan. Sensaciones del organismo inscritas para cada uno de manera singular: ahogo, opresión, sudoración, palpitaciones… Frente a las sensaciones que son del organismo la angustia es del sujeto. La angustia es un fenómeno universal pero no general, dado que no todo el mundo está angustiado; a la angustia todos estamos abocados en uno u otro momento de nuestra existencia por motivos diferentes: una pérdida significativa, una ruptura amorosa, el nacimiento de un hijo o el encuentro con lo real de la muerte… son algunos de los avatares posibles que la vida puede depararnos haciendo surgir la angustia. Es más puede decirse que en determinadas situaciones ésta debe aparecer. La angustia para Lacan no es un concepto sino un afecto, el afecto estrella del malestar contemporáneo. Es el único afecto que «no engaña» (porque está del lado de lo real) mientras que los senti-mientos son engañosos (están del lado del significante: el amor, el deseo…). La angustia plantea la buena pregunta sobre el deseo. La angustia implica la ruptura de la cadena significante, es decir de los puntos de referencia que son simbólicos (del Psicoanálisis aplicado. Siso nº 44. Otoño 2007 243 Tratamiento de la angustia en la psiquiatria y en el psicoanálisis Otro) desde el que nos construimos. El sujeto se angustia cuando no sabe lo que el Otro quiere de él, en este sentido la angustia no es sin objeto1. La presencia del Otro como tal está en causa. A través de la angustia el sujeto denuncia que no hay equilibrio posible, permanente y duradero con la vida, que pese a que todo está como dice la película Mejor Imposible ésta puede surgir. Nos dice que algo en la vida «no va». Es por otro lado un afecto muy actual, muy en consonancia con la época en la que se nos vende «seguridad» a cualquier precio, porque si algo deja claro la angustia, es que la seguridad, anclada por nuestra respuesta fantasmática al deseo del Otro, siempre está amenazada. La ciencia, al tratar la angustia como un síntoma parásito al que hay que eliminar, tapona al sujeto en su historia; para el psicoanálisis sin embargo la angustia no es algo a eliminar, sino una vía de acceso a la verdad del sujeto, a la verdad de su deseo. Veamos una viñeta clínica: Una mujer joven acude a consulta con un síntoma: no puede conducir porque cuando llega a un cruce entra en pánico, se angustia; surge la inhibición, se paraliza, le falta la respiración, suda y el corazón se le sale del pecho. ¿Qué me ocurre? Se pregunta, en esta tesitura llega al CSM. Ni tomando los fármacos que le han dado tiene garantía de que esto no le suceda pues ya lo ha comprobado para su asombro. Comienza a desplegar su historia. Ella que siempre quiso ser psicóloga, se ubicó respecto del Otro familiar como la que siempre tenía la buena respuesta para tranquilizar al otro que 1 Es un objeto diferente al objeto tradicional analítico; no se construye en la relación especular; no está delante del sujeto, está detrás, velado, inasible… es anterior a la ley y no esta en relación al significante. Este objeto aparece como una pieza separada y deriva de la concepción del cuerpo como piezas sueltas. Es el resto que cae de la separación del Otro. Esta concepción del objeto supone la critica a la teoría del conocimiento clásica para la que el objeto siempre está delante y también a la teoría freudiana de objeto libidinal. 244 Psicoanálisis aplicado. Siso nº 44. Otoño 2007 Tratamiento de la angustia en la psiquiatria y en el psicoanálisis la demandaba. De esta manera, ella nunca se quejaba, siempre parecía que para ella todo «iba bien» sosteniéndose en esa supuesta completud que tapaba la falla del otro. Ese era su fantasma. Pero este «ir bien» quiebra a la muerte de su padre, momento en el que entra en angustia, que ahora como un enigma fragua en un síntoma al conducir (se) por la vida. Ahora que ella se queja el Otro, éste no quiere escucharla y sus identificaciones se tambalean… Entonces se lamenta ¿pero qué creen ellos que soy yo? ¿Que yo no sufro?… su titubeo vital se plasma en la carretera ante un cruce en el que se paraliza y condensa metafóricamente su pregunta. Me muevo de ahí (de donde estoy ubicada y aparentemente segura)? o tomo otra dirección?… ¿qué dirección seguir ahora? El despliegue significante, relato de su historia, le permitió ver que estaba en juego de su deseo y de su goce no sin cierta sorpresa. Ordenar su historia le permitió apaciguar su angustia porque de ésta no se sale por la inhibición, sino por un acto que es como un paso al frente valiente, decidido. La angustia nos deja a la deriva hasta que nuevas significaciones, en ese momento perdidas, se articulen y nos reconstruyan para el Otro. En realidad la pregunta que surge en la angustia no es ¿quién soy? sino ¿qué soy? para el deseo del Otro. Freud y Lacan son opuestos en la concepción de la angustia; para Freud la angustia obedece siempre a una pérdida, para él toda angustia es angustia de castración… para Lacan se debe a una presencia, a un «más» en juego y para ello se apoya en el artículo de Freud: «sobre lo siniestro» (lo unheimlich) y así dirá «la angustia no es sin objeto»; es la certeza de una presencia en la realidad de algo que es del orden de lo irrepresentable (el objeto a). La angustia es un encuentro inesperado, no deseado, con algo desconocido pero propio, algo que no es sino nuestro goce más íntimo. Del deseo del Otro ahora al descubierto, no podemos huir como lo haríamos de un objeto que nos diese miedo. Psicoanálisis aplicado. Siso nº 44. Otoño 2007 245 Tratamiento de la angustia en la psiquiatria y en el psicoanálisis Por eso los analistas usamos la angustia para orientarnos, porque advierte al sujeto de la cercanía de su deseo, del verdadero deseo de su vida… que siempre esta postergado y a la espera, agazapado. Deja al descubierto el goce y la castración que cubre y que no emergía porque estaba contenida por el fantasma, que a manera de velo impone un límite a la angustia. Aplacar la angustia, a golpe de ansiolíticos, es la libra de carne que hay que pagar a Shylock al precio de un no saber generalizado en relación a la causa, y perdiendo además la pista sobre el deseo, porque angustia y deseo son las dos caras de la misma moneda. La angustia es laberíntica, difusa, insoportable… de ella como vimos en la viñeta clínica, no se sale por la inhibición sino por un acto, equiparable a un paso al frente decidido… de ahí que la angustia por tanto no se cura, se franquea… Para tratarla hay que recuperar al sujeto que el discurso científico borra con la prescripción masiva de psicofármacos, que es el nombre actual de la angustia. En la época del psicofármaco anestésico que desaloja al sujeto de lo que lo habita como cierto, el psicoanálisis propone la palabra como contra-argumento que debiera de ser, la novedad, del buen uso de la angustia. Vigo, 8 de abril de 2007. 246 Psicoanálisis aplicado. Siso nº 44. Otoño 2007 Tratamiento de la angustia en la psiquiatria y en el psicoanálisis Bibliografía 1. J. Lacan. Seminario La angustia. Ed. Paidós. 2. S. Freud. Lo siniestro. Obras completas. B. Nueva. 3. M. Fernández Blanco. S. Campo Freudiano sobre la angustia. 4. La actualidad de la angustia. Conferencia de M. Fernández Blanco. Málaga 2006. 5. P. Skriabine. «La depresión ¿felicidad del sujeto?». Virtualia. 6. Claudio Godoy. Tristeza y depresión. Virtualia 7. E. Laurent. ¿Desangustiar? Virtualia. 8. E. Laurent. Psicoanálisis y salud mental. Editorial Tres Haches. 9. E. Laurent. Los objetos de la pasión. Editorial Tres Haches. 10. Historia de las ideas psiquiátricas. Átopos. Revista de salud mental, comunidad y cultura. 11. J. Alain Miller. Matemas II. Editorial Manantial. 12. Diana S. Rabinovich. La angustia y el deseo del Otro. Editorial Manantial. 13. José Mª Alvarez; José Rodríguez Eiras. Sobre la transmutación de la melancolía en depresión y algunas de sus consecuencias. 15. José R. Eiras. Las exigencias del síntoma. Siso Saúde nº 42. 16. François Leguil. Angustia, angustia de castración. Scilicet de los Nombres del Padre. Textos preparatorios de Roma 2006. Psicoanálisis aplicado. Siso nº 44. Otoño 2007 247 El alejamiento del maltrato1 Autor Manuel Fernández Blanco Cuando se aborda el tema de los malos tratos a las mujeres en la relación de pareja, siempre nos encontramos con fenómenos aparentemente incomprensibles. Son fenómenos destacados por los profesionales que se ocupan de este tema desde ámbitos diferentes: médicos, psicólogos, jueces... En general, lo que más sorprende es el número tan importante de mujeres que deciden retirar las denuncias realizadas contra sus agresores, o simplemente perdonarlos, para reanudar la convivencia con ellos. No hace mucho, los medios de comunicación se hacían eco del problema suscitado a una jueza que debía decidir si permitía el matrimonio de una mujer con un hombre que cumplía condena por los malos tratos infligidos a esta misma mujer. La decisión de la jueza de no autorizar el matrimonio fue contestada por la mujer víctima de los malos tratos, por considerarla restrictiva de sus derechos. En los casos de violencia doméstica, la orden de alejamiento del agresor es obligatoria por ley. Lo que se constata a menudo es el rechazo de esta medida de protección por parte de muchas mujeres que deciden reanudar los contactos o la convivencia con su agresor. La directora general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, ha destacado recientemente cómo muchas mujeres insisten en comunicar- 1 Artículo de M. Fernández Blanco publicado en la sección de opinión del diario La Voz de Galicia: «Los síntomas de la civilización» Psicoanálisis aplicado. Siso nº 44. Otoño 2007 249 El alejamiento del maltrato se con sus agresores, pese a las órdenes de alejamiento, o solicitan le sean concedidos permisos de salida de prisión para reencontrarse con ellos bajo el argumento de que han cambiado. Algunas de estas mujeres consideran el alejamiento una pena aplicada a ellas mismas. Este tipo de hechos han dado lugar a diferentes interpretaciones. La más desafortunada es la de un pretendido masoquismo por parte de estas mujeres. Conviene saber que ese pretendido masoquismo femenino es una fantasía sexual masculina. No es un goce masoquista el que está en juego en estas mujeres; es una demanda de amor permanentemente decepcionada y que, precisamente por eso, insiste. Si hay una demanda de amor inconsciente, dirigida a ese hombre, la separación es imposible, y la ley, inoperante. El amor decepcionado, cuyas raíces se hunden en la historia infantil del sujeto, hace que se insista en pedir lo que nunca se obtiene, esperando siempre que la próxima vez sea diferente: así, buscando lo diferente, se repite lo mismo. Los hombres, independientemente de su sexo biológico, suelen sostener su ser en el tener, por eso se manejan con la ética del propietario. Los sujetos en posición femenina, independientemente de su sexo biológico, son más dependientes del signo de amor del otro. Esto a veces conduce al estrago, cuando el signo de amor que más interesa es el que nunca va a llegar. Alejarse de esto no depende exclusivamente de medidas legales. Pasa por ayudar a estas mujeres a deshacer el vínculo inconsciente que mantienen con quien responde a su demanda de amor con el maltrato. Esto es lo que más ayudaría a no perdonar todo. 250 Psicoanálisis aplicado. Siso nº 44. Otoño 2007 Violencia doméstica y suicidio1 Autor Manuel Fernández Blanco La violencia que se ha dado en llamar violencia doméstica o de género, cuya manifestación más grave es el asesinato de mujeres a manos de sus parejas, se ha convertido en un fenómeno de una frecuencia alarmante. Este fenómeno podemos tratar de explicarlo ideológicamente y poner a la cuenta del machismo del hombre la razón exclusiva de su existencia –y quizás para algunos casos sea suficiente esta explicación–, pero hay en estos hechos, a menudo, dos rasgos que piden ir más allá de esto. En primer lugar, no podemos dejar de señalar el número significativo de casos en el que al acto homicida le sigue el suicidio del asesino. En segundo lugar, los vecinos, los conocidos, los amigos de la pareja, afirman, con frecuencia, que se trataba de una pareja normal –es más, en bastantes ocasiones, declaran que el hombre, el asesino, no había dado pruebas de anormalidad–. Esto nos lleva a afirmar que la normalidad es, siempre, presunta normalidad, o sea, válida hasta que no se demuestra lo contrario. En el caso más reciente, ocurrido en la ciudad malagueña de Ronda, la presunta normalidad del sujeto era aún mayor. Se trataba de un subinspector de policía que, además, había dic- 1 Artículo de M. Fernández Blanco publicado en la sección de opinión del diario La Voz de Galicia: «Los síntomas de la civilización» Psicoanálisis aplicado. Siso nº 44. Otoño 2007 251 Violencia doméstica y suicidio tado conferencias sobre la violencia doméstica y era el representante policial en la mesa local contra la violencia sobre la mujer. Este hombre mató a su ex novia. ¿Cómo entender este sinsentido? ¿Qué demuestra tal locura? Demuestra que algo habita en todo sujeto que puede más que la cultura con la que él se maneja: fue a eso a lo que Freud llamó la pulsión, una exigencia, un empuje, que es más fuerte que toda barrera que pretende dominarla. Demuestra también que el sujeto se intenta defender, de lo más innombrable que lo habita, con mecanismos de defensa próximos al horror del que se defiende: es el caso del pirómano que se hace bombero. En esta ocasión, también al homicidio le siguió el suicidio. ¿A dónde recurrir para entender esto? ¿Cómo explicar el suicidio que sucede al asesinato? Al viejo dicho «la maté porque era mía», tendríamos que añadir, en estos casos, y de modo absolutamente literal, el de «no puedo vivir sin ella». Así, llevado a cabo el asesinato, el sujeto percibe que, matándola a ella, ha matado algo que le deja sin nada adonde aferrarse. La pulsión se vuelve ahora contra el propio sujeto: el bumerán golpea al propio asesino, y después de llevar a cabo el asesinato cae en la cuenta de que ha eliminado lo que lo sostenía en la existencia. Poco importa que lo tuviera bien meditado antes: sólo al llevar a cabo el asesinato, la verdad se hace presente. Esto demuestra además otra cosa: que el cálculo y la precipitación pueden ir de la mano, tal que el asesino puede calcular minuciosamente el encuentro con la víctima y, a la par, llevar a cabo su suicidio inmediatamente después del asesinato. Lo chocante es esto: que el suicidio se puede acometer con menos vacilaciones que el asesinato. Eso implica que la propia vida nada vale sin la que ha arrebatado. Algo adelantado, con frecuencia, por estos hombres en un anticipo profético: «La mato y luego me mato yo». 252 Psicoanálisis aplicado. Siso nº 44. Otoño 2007 La castración imposible1 Autor Manuel Fernández Blanco La sexualidad humana, al contrario de lo que ocurre en el mundo animal excluido del lenguaje, no está regida por los instintos. Los animales de la misma especie se comportan sexualmente del mismo modo: el que les marca su vida instintiva. Entre los animales no hay variaciones de la conducta sexual, por eso no tiene sentido plantearse una psicopatología de la sexualidad animal. El problema que enfrentamos cuando hablamos de posibles medidas para prevenir delitos sexuales, como las violaciones o los abusos sexuales a menores, viene derivado del hecho de que la sexualidad humana es muy poco natural. Una de las características más propiamente humanas es que la biología no decide el comportamiento sexual. Hablamos de sexualidad desviada sin percatarnos de que la sexualidad no tiene un destino fijo. Por eso no es apropiado hablar de instinto sexual cuando se trata de hombres y mujeres. Lo apropiado es hablar de líbidoy pulsión sexual. La pulsión siempre tiene un componente autoerótico, ya que la satisfacción sólo se puede sentir en el cuerpo propio, pero necesita de los objetos o de las condiciones eróticas que son, para cada uno, fuente de excitación sexual. Estas condiciones vienen determinadas por el 1 Artículo de M. Fernández Blanco publicado en la sección de opinión del diario La Voz de Galicia: «Los síntomas de la civilización» Psicoanálisis aplicado. Siso nº 44. Otoño 2007 253 La castración imposible modo particular con el que cada uno se encontró con la sexualidad. Por esos momentos en los que una escena, una impresión, una frase, quedaron unidas a la satisfacción sexual, hasta el punto de ser una condición necesaria para obtenerla. Esta condición no está determinada biológicamente. Por eso una acción biológica, como la utilización de fármacos inhibidores de la testosterona, no resulta eficaz para modificar una tendencia psíquica. Si el violador, que goza de someter por la fuerza a su víctima, se ve limitado físicamente para penetrarla, o para lograr eyacular, puede recurrir a cualquier instrumento para satisfacer su fantasía de dominio y humillación, incluso aumentando su nivel de violencia ante la impotencia para consumar el acto sexual. De hecho los perversos gozan, más que de ninguna otra cosa, de provocar la angustia de sus víctimas. La posibilidad de prevenir los actos pederastas y los delitos sexuales en general, por medio de métodos como la llamada castración química, ofrece muchas dudas, ya que no se puede castrar químicamente una idea, una tendencia, o una fijación sexual. Frente a la imposibilidad de educar, o de medicar, las pulsiones, y de evitar la compulsión a la repetición en muchos casos, sólo nos queda estar advertidos del riesgo y adoptar las medidas de control, penales y policiales, más eficaces. De lo contrario caeríamos en el error de la ingenuidad y de la buena fe. Error imperdonable por la indefensión a la que abocaría a las víctimas. 254 Psicoanálisis aplicado. Siso nº 44. Otoño 2007 Os Eventos consuetudinarios que acontecen na rúa Sesión clínica extraordinaria. Servicio de psiquiatría A Coruña, 14 de febrero de 2007 Autor Jesús Alberdi Hace muy pocos días, en la fecha indicada en el título, hemos tenido la fortuna de asistir a una muy interesante jornada formativa, clínica y científica, en el Servicio de Psiquiatría de A Coruña. Todavía perdura el eco de las reflexiones suscitadas, del debate, de las preguntas y las dudas; como melodía de fondo del transcurso del tiempo en el que seguimos inmersos y todo lo va alejando hacia el pasado. Pero la imagen de la memoria es aún nítida, viva, incluso vibrante, de lo escuchado y visto en esa reunión; por lo que no resulta nada complicado escribir esta breve reseña, dirigida a todos los queridos compañeros del gremio de Salud Mental que no pudieron acompañarnos en tan señalado día. Comenzó hablando Federico Menéndez, en una breve y condensada introducción al ponente y a su exposición. La palabra de Federico fue ágil, pero densa, con una construcción de frases largas, con oraciones subordinadas nada simples, que requieren atención por parte del oyente. Aunque se sabe de antemano, sobre todo para los que le conocemos algo desde hace años –y doy fe de que los años van pasando, y de qué manera; de nuevo el transcurso del tiempo–, que el esfuerzo de la escucha quedará sobradamente recompensado. Era el suyo un verbo inquisitivo, y que interpelaba directamente al interlocutor, quien no podía sino sentirse movido a responder, a entrar en el debate, a proseguir el camino dialéctico que se le ofrecía. Os eventos consuetudinarios que acontecen na rúa. Siso nº 44. Otoño 2007 255 Sesión clínica extraordinaria. Servicio de Psiquiatría Dice así un fragmento del texto incluído por Federico en el tríptico que anunciaba la Sesión: «Gómez Pin intenta en todo momento no perder de vista qué es lo auténticamente humano, lo que es específico de tal condición, en tanto ser del lenguaje, y en lo que nos diferencia de la animalidad. Qué es lo que nos hace en tanto humanos no abdicar de lo que como tal nos compromete y nos emplaza». Valga de muestra condensada en un párrafo, –aparentemente retórico e intrascendente, escrito en un simple folleto, pero todo lo contrario si uno se detiene a pensar– de la interpretación que acabo de hacer unas líneas más arriba. Como solía decir un filósofo, estas palabras dan mucho que pensar. Tan es así, que el desarrollo de los conceptos mencionados en esta breve cita y las reflexiones propuestas, podían ya por sí solas habernos ofrecido una interesante Sesión Extraordinaria, que seguramente Federico habrá reservado para otra ocasión. Quedais invitados. En este caso dejaron paso al verbo elegante del conferenciante: quien se anime a leer sus libros no quedará defraudado, en nuestra opinión, de su excelente calidad literaria. Gómez Pin es un conocido filósofo y ensayista. En la actualidad catedrático de Filosofía en la Universidad Autónoma de Barcelona. Premio Anagrama de Ensayo en 1989. Reciente premio Espasa de Ensayo, en el 2006, por su libro Entre lobos y autómatas. La causa del hombre Editado por Espasa. Muy en relación con este texto, el título de la conferencia decía así: Dolor animal. Dolor humano. El argumento de la conferencia puede resumirse, a mi modo de ver, de la siguiente manera: la naturaleza humana –hombre y mujer, la distinción de género, según el sexo, es posterior a la caracterización de especie humana– tiene sus rasgos propios que la hacen distinta, tanto respecto de todas las especies animales, como, por otro lado frente a las llamadas máquinas inteligentes (inteligencia artificial) . Frente a los animales «hay algo en nosotros que nos motiva a encontrar una especificidad no homologable con las que, en un plano horizontal, marcan a todas y cada una de las especies vivas a nuestro alrededor». (pág. 21) El lenguaje humano es un elemento esencial en la naturaleza de la especie humana. Algo exclusivamente nuestro en todo el Universo conocido. 256 Os eventos consuetudinarios que acontecen na rúa. Siso nº 44. Otoño 2007 Sesión clínica extraordinaria. Servicio de Psiquiatría Y frente a los partidarios de la homologación entre autómatas (ordenadores, robots inteligentes) y humanos, «… para ser muy claros: todo el discurso sobre el ser humano que haga abstracción de la vida merece de entrada una enmienda a la totalidad. Sin que ello signifique hacer reverencia a las tesis reduccionistas, que confieren a la especie humana tan solo una diferenciación específica horizontal, es decir homologable a la que permite no confundir al chimpancé con el gorila o el orangután». pág. 21. Creemos que las conclusiones que cada cual adopte ante estas disquisiciones tienen una gran importancia en la práctica psicológica y psiquiátrica, y en particular en los aspectos bioéticos de estas ocupaciones nuestras. Es decir, en la ocupación con los valores. Al igual que sugerían las palabras de Federico, las de Víctor Gómez Pin dan mucho que pensar. Y en ello seguimos. La mejor compañía para proseguir en este empeño es la lectura de su último libro, ya citado. Vuelvo a indicar su título: Entre lobos y autómatas (La causa del hombre). Editorial Espasa, 2006. Altamente recomendable. Os eventos consuetudinarios que acontecen na rúa. Siso nº 44. Otoño 2007 257 Conversaciones Siso-Villacián 2007 La Otra Psiquiatría. Psicosis Normalizadas Autor Javier Carreño Villada Psiquiatra. Psicoanalista. Vigo. Y la psiquiatría se hizo mujer. Y se puso de gala a las 9,30 horas del sábado día 7 del mes de julio del 2007 en el hotel Felipe IV de la ciudad de Valladolid. Desde hace cuatro años un grupo de psiquiatras, psicoanalistas y psicólogos pertenecientes a los dispositivos de Salud Mental de Galicia y de Castilla y León, organizan estos encuentros denominados «Siso-Villacián». El fin: hablar sobre las psicosis. El fondo: una mirada femenina, es decir, una óptica insatisfecha con el modelo preponderante. El formato: conferencias y casos clínicos a debatir. Con el paso de los años, este trabajo común ha fecundado pariendo una hija muy vistosa: La Otra Psiquiatría. Tras el bautizo público que tuvo lugar la edición pasada, este año nuestra querida niña ha crecido a pasos agigantados por lo que no ha quedado más remedio que presentarla en sociedad. Han sido 110 asistentes (aforo completo, gente sin plaza…); la ampliación del círculo a las ciudades de Madrid, Vitoria, Valencia, Teruel; el concurso masivo de residentes de psiquiatría y psicología de Galicia y Castilla y León, las respuestas a esta extraordinaria puesta de largo. Pero bien, La Otra Psiquiatría era el discurso. Su vector, el tema a trabajar, era: «Las Psicosis Normalizadas» esos sujetos extraños que no se ajustan a los modelos actuales del enfermar psíquico y que han recorrido la historia de la psiquiatría de Os eventos consuetudinarios que acontecen na rúa. Siso nº 44. Otoño 2007 259 Conversaciones Siso-Villacián 2007. La otra psiquiatría. Psicosis normalizadas la mano de la indiferencia o como puntual epígrafe de las diferentes locuras taxonómicas. El Doctor Don José María Álvarez, psicólogo y psicoanalista del Centro de Salud de la Victoria de la ciudad de Valladolid, encabezó las jornadas hablando precisamente de ésto: del recorrido histórico psiquiátrico que han tenido estas psicosis extrañas: esquizofrenias simples, latentes, locuras lúcidas etc. Asombrado, explicó a los asistentes esta dificultad histórica de la psiquiatría como la resulta del divorcio entre locura y razón. División ésta relativamente reciente, heredera directa del siglo de las luces y de la búsqueda del poder omnímodo de la razón. Acto seguido Don Juan José de la Peña, psiquiatra y psicoanalista de los servicios públicos de Moratalaz, explicó, de manera muy didáctica, y con la ayuda de varios casos clínicos, la importancia de una clínica estructural y el valor de la semiología clínica para centrarse, a la hora de hacer el diagnóstico, en tres grandes ejes: La relación del paciente con su cuerpo, el uso del lenguaje y el manejo del goce. Don Pepe R. Eiras, psiquiatra y psicoanalista de la ciudad de Vigo, fue el siguiente ponente. En su disertación partió de dos preguntas. ¿A partir de cuando se está loco? Y, ¿Estaba Joyce loco? Desde la primera pregunta desarrolló el concepto de prepsicosis, ese borde del agujero de lo real donde certeza y vacío se dan la mano como en un jeroglífico y, donde, el sujeto se queda perplejo en el «eso no sé que significa pero quiere decir algo». A partir de la segunda pregunta y recorriendo al enseñanza de Lacan, Pepe Eiras teorizó sobre las psicosis sin desencadenar. De cómo sujetos estructuralmente psicóticos son capaces de elaborar una suplencia capaz de mitigar los efectos de su posición subjetiva. Como ejemplo nos habló de Joyce, quien en su labor de escritor supo dar un lugar a tres cuestiones: la peculiar relación que tenía con su cuerpo; los fenómenos de palabras impuestas que vivía; y sus epifanías. Por último, tuvimos el placer de escuchar a todo un referente histórico de la psiquiatría: Don Fernando Colina, psiquiatra director del Hospital Psiquiátrico Doctor Villacián de la ciudad de Valladolid. Con su habitual estilo inquisitorio se preguntó en viva voz por Las Fronteras: Las fronteras entre cuerpo y mente; los límites internos de las psicosis; las 260 Os eventos consuetudinarios que acontecen na rúa. Siso nº 44. Otoño 2007 Conversaciones Siso-Villacián 2007. La otra psiquiatría. Psicosis normalizadas líneas de demarcación entre neurosis y psicosis y las diferencias entre la locura antigua y la actual. De telón de fondo, y muy a su pesar, renegando por momentos de su estilo socrático, nos dejó perlas de opinión en torno a la psicosis única, también sobre al papel de la posmodernidad en la psicopatología actual, y por último sobre los límites que circundan la doble moral y las perversiones. Tras una breve pausa de cafés, encuentros, charlas y abrazos, nos dirigimos presurosos a la segunda sesión de las jornadas. En el escenario y como moderadora Doña Chus Gómez: psiquiatra y psicoanalista del Hospital Psiquiátrico de Toén en Ourense y auténtica promotora e ideóloga de estos eventos y de tantos otros. A su lado, dos valientes residentes: Doña Carmen Alonso, residente de psiquiatría en el CHOU de Ourense y, Don Francisco Vaccarí, residente de psiquiatría en el Hospital Psiquiátrico Dr. Villacián de Valladolid. Dispuestos a dar cuenta de los casos clínicos presentados por estos residentes se encontraban: Doña Ana Castaño, psiquiatra y psicoanalista en el Centro de Salud Mental de Moratalaz y Doña Mónica Marín, psicoanalista en la ciudad de Bilbao. En primer lugar tomó la palabra Doña Carmen Alonso, quién explicó exquisitamente y de forma muy detallada los pormenores de un dificultoso caso madre-hija que impresionó a los asistentes. Doña Ana Castaño, rigurosa y hablando un perfecto lacaniano fue poco a poco desgranando los hitos que apuntaban hacia dos posibles casos de psicosis. A continuación tomó la palabra Don Francisco Vaccarí, quién de manera muy honesta y transparente, expuso los diferentes avatares diagnósticos y de manejo que había sufrido en el seguimiento de un caso harto complicado, donde convergían fenómenos de muy diversa índole, y que resultaba un collage de agresividad, psicosomatizaciones, fobias y obsesiones. Doña Mónica Marín fue llamada a deshacer este entuerto, y con su particular estilo de crear vehemencia en lo jocoso construyó un gran caso al pie de la letra de los dichos del paciente. Su apuesta diagnóstica fue la de psicosis normalizada. Tras esta exposición comenzó un interesante y refrescante debate, protagonizado por Don Pepe Eiras quien contradijo de manera rotunda la opinión de Mónica Marín. Motivados por el cruce de ideas entre dos grandes clínicos, el virus de Os eventos consuetudinarios que acontecen na rúa. Siso nº 44. Otoño 2007 261 Conversaciones Siso-Villacián 2007. La otra psiquiatría. Psicosis normalizadas la discordia se extendió por toda la sala y los debates y opiniones se multiplicaron de forma extraordinaria quedándonos finalmente un buen sabor de boca y la sensación de que La Otra Psiquiatría goza, en su puesta de largo, de una buena salud mental. Por último, tras besos, despedidas y abrazos, e incluso algún que otro chispazo del debate resistiéndose a apagarse, llegó el momento para que los más jóvenes se dedicaran a sacar a nuestra niña de paseo por la ciudad de Valladolid. Melancólicos nos quedamos, quizás, con el miedo que tienen siempre los padres de que su niña, La Otra Psiquiatría, vuelva a casa embarazada de algún protocolo científico o enamorada de algún nuevo remedio que mitigue lo real de su viva dialéctica. Valladolid, 13 de julio de 2007 262 Os eventos consuetudinarios que acontecen na rúa. Siso nº 44. Otoño 2007 Psiquiatría transcultural Autor Luis Vila Pillado El próximo día 10 de octubre se dedica a la salud mental y el tema elegido ha sido el de la salud mental en un mundo en cambio: el impacto de la cultura y la diversidad. El énfasis trata de ponerse en una adecuada atención a la población migrada ya que se estima que en el mundo, cerca de un 3% de las personas son emigrantes internacionales. Existen temas clásicos de la psiquiatría transcultural que implican a la expresión de la psicopatología y de la enfermedad mental en las diferentes culturas. Otros temas guardan relación sobre todo con el concepto de red social y la necesidad de entender al hombre y a su enfermedad en un contexto amplio que es necesario abordar a través del estudio de la cultura. Existe literatura psiquiátrica que nos proporciona conocimiento acerca de las repercusiones de la cultura en la infancia y en sus procesos de desarrollo, literatura que aborda las cuestiones de la relación médico-paciente, autores que han estudiado la influencia de los procesos migratorios en la propia salud mental desarrollando conceptos y herramientas que nos deberían prestar una ayuda en realizar una atención en salud mental mucho más adecuada. Señala Chinoy que la sociedad y la cultura, por una parte, y el individuo y la personalidad, por otra, no son entidades que se puedan separar de una forma tajante, aunque se intenten analizar como fenómenos diferentes. Cada uno representa una faceta de la vida humana, relacionándose y dependiendo del otro. Los individuos no pueden subsistir fuera de una cultura y ésta última adquiere sólo realidad en la personalidad y la conducta de los individuos. Os eventos consuetudinarios que acontecen na rúa. Siso nº 44. Otoño 2007 263 Psiquiatría transcultural En las tradiciones alemana y eslava, la cultura hace referencia a los elementos espirituales compartidos por una misma sociedad (valores, mitos, religiones, lenguas...) mientras que el término civilización hace referencia a las condiciones de vida en las que se desarrolla esa misma sociedad. La tradición francesa aplica cultura a los fenómenos espirituales de un individuo y civilización a los aspectos espirituales de índole social. De acuerdo con la primera de las distinciones entre cultura y civilización, el proceso globalizador genera una civilización que se pretende compartida por toda la humanidad, y que comprendería sobre todo cuestiones de índole técnico, tales como el fuego, la escritura, el cálculo, o la agricultura... y que termina por asumir que lo cultural es solamente civilizador. Braudel habla de la tensión entre la pluralidad cultural y la unidad civilizadora universal. Hay por lo tanto cuestiones de la psiquiatría transcultural que forman parte de una realidad mucho más amplia ya que se implican elementos que determinan una antropología y una teoría del hombre, de la cultura y de la sociedad. La World Federation for Mental Health ha elaborado una documentación sobre la psiquiatría transcultural en la que se analizan las cuestiones que acabamos de señalar, pero además aparece un artículo que analiza lo que ellos denominan aptitud cultural de los profesionales encargados de la atención a la salud mental. Afirman que el entrenamiento en aptitud cultural necesita iniciarse al comienzo de la formación del profesional de manera que pueda brindarse una respuesta a la diversidad cultural incorporada a otras habilidades clínicas. Se proponen incluso una serie de temas y un autotest que pretende evaluar tales aptitudes. De lo que no se habla es que ciertas aptitudes siempre son secundarias a un problema de actitud, es decir, que lo presuntamente civilizador esconde lo esencialmente cultural. Presuponer que la atención a culturas diferentes es una cuestión técnica susceptible de un aprendizaje es en sí mismo una actitud. Algunas corrientes dentro de la psiquiatría han estudiado pormenorizadamente la influencia de los factores personales del facultativo en el proceso de atención. Es menos comúnmente aceptado que nuestra propia esencia de hombres inmersos en una cultura concreta sea un factor determinante en la atención a la salud mental. La literatura transcultural 264 Os eventos consuetudinarios que acontecen na rúa. Siso nº 44. Otoño 2007 Psiquiatría transcultural más ampliamente difundida en los manuales de la especialidad listan cosas tales como síndromes culturales o realizan descripciones, lo cierto es que un tanto estereotipadas, sobre determinadas minorías presentes en los países en los que los propios autores residen. Pero ha sido poco lo que desde la literatura específicamente dedicada a lo transcultural se ha filtrado a la literatura manualizada sobre las culturas de los profesionales y a cómo determinan los procesos de atención, a pesar de saberse sobradamente de la influencia de los factores culturales en cuestiones tan aparentemente universales como los diagnósticos (ejemplo esquizofrenia frente a trastorno bipolar). Lo cultural debe encuadrarse en el siglo XXI en lo globalizado. Tal globalización puede crear la falsa ilusión de unos valores estandards y perfectamente definibles que han sido asumidos por la mayoría de los habitantes del mundo, aunque esta sea sin duda una cuestión que debería ser analizada por otro tipo de profesionales. Lo que sin duda merece una reflexión es la influencia de la globalización en el pensamiento médico y psiquiátrico y si es posible la supervivencia de la diversidad en tales disciplinas. La elevación a los altares de la universalidad de la ciencia parece dejar poco lugar a otras corrientes en el pensamiento psiquiátrico lo cual no deja de ser una paradoja ya que posiblemente necesitemos de lo diverso en salud mental para abordar los problemas de salud mental secundarios a la globalización, como por ejemplo, la atención a la población inmigrante. Lo estadístico, lo cuantitativo, como extremo del pensamiento, ha ocupado el lugar de la verdad, pero quizás no debamos olvidar que la lógica, el razonamiento, el pensamiento son los instrumentos imprescindibles para cualquier búsqueda de firmezas a las que sujetarnos con la seguridad de lo cierto. El hombre enfermo es un hombre investido de su cultura y frente a la que oponemos la civilización de la medicina. No hay otros caminos si pretendemos la universalidad y la universalidad es paso necesario para conocer aspectos de la realidad, como por ejemplo, la enfermedad. Pero tampoco podemos olvidar que lo que existe es el hombre enfermo y no la enfermedad. Y es que además, el aspecto más humanístico de la medicina ni siquiera ha desaparecido. Simplemente ha sido absorbido por lo numérico/globalizado. Sócrates tuvo las suyas con los sofistas, quienes en un nihilismo absoluto pretendían que Os eventos consuetudinarios que acontecen na rúa. Siso nº 44. Otoño 2007 265 Psiquiatría transcultural cualquier cosa era susceptible de ser mostrada como verdadera a través del arte del convencimiento. La sofística del siglo XXI es una sofística globalizada. Así, en una sociedad presuntamente igualitaria, cualquier persona que alcance notoriedad en algún aspecto de la vida queda legitimada como autoridad para dictar verdad sobre cualquier cuestión, pues tal es el estatuto de la sabiduría en la actualidad. La meritocracia desinvestida de la ética produce este tipo de consecuencias. Los profesionales de la salud mental, si pretendemos una formación transcultural, deberíamos cuestionarnos nuestras propias sabidurías. Nuestra propia civilización. A fin de cuentas, eso es la cultura, la necesaria e inevitable tensión con el proceso civilizador, el contrapunto de la subjetividad frente a la universalidad, el trato desde el conocimiento de la enfermedad con el hombre enfermo. 266 Os eventos consuetudinarios que acontecen na rúa. Siso nº 44. Otoño 2007 Libros BORGES. Adolfo Bioy Casares Destino. 2006. 1.600 páginas. 60 euros Autor Santiago Lamas Borges escribió una vez con su acostumbrada ironía: «el paradójico Dr. Rojas cuya Historia de la Literatura Argentina es más extensa que la literatura argentina». Profetizaba el destino de su obra. La bibliografía sobre Borges es hoy inabarcable; la amplitud de sus textos, todavía accesible. Bioy que lo conoció como nadie, añade hoy a esa Patagonia de críticas, reseñas y comentarios, las 1.600 páginas de un Diario escrito despaciosamente durante cuarenta años de amistad. Son páginas de cercanía que no eluden el Borges contradictorio, impertinente, enamorado o prejuicioso pero siempre brillante en sus juicios y opiniones sobre gentes de ámbitos cercanos o lejanos en tiempo y espacio. Borges es capaz de prevenirse: «una vez decidimos que tal autor es malo. Como no nos pasamos la vida releyendo, mantenemos el error. Muchas veces somos injustos…» Una vez escribió que un poeta al que lo unía una amistad razonable, era una persona servil. Su hijo, sin enojo y con tristeza, le dijo que ignoraba que su padre hubiese sido servil. Borges se imaginaba entonces de rodillas delante de esa gente diciéndoles que era un canalla, que admiraba a ese poeta, que era su amigo y que «por la vanidad de escribir un párrafo ingenioso, lo había sacrificado». Es una situación que se reitera en las páginas de Bioy. Así, según los tiempos o la ocasión, Camôes puede pasar de ser uno de los peores poetas del mundo a ser una gloria de Portugal; Joyce, un escritor verbal, parcialmente elogiado en algunos textos, eludido en otros, es también el autor de Dubliners, «un libro de cuentos bobos»; la poesía o la prosa de Valery, («no es gran cosa; Libros. Siso nº 44. Otoño 2007 267 Borges. Adolfo Bioy Casares en su poema sobre el mar no corre el aire»), serán necrológicamente ensalzadas; con Valle-Inclán el rechazo nunca tuvo atenuantes y tampoco Lorca, («un andaluz profesional»), se salva de su ironía. De Neruda, («no hay versos que uno quisiera repetir, es cursi»), moderará su juicio poético pero no el moral, y seguirá insistiendo es que era una mala persona como Rabel Alberti; Ortega, un bruto del que repudiaba su estilo; John dos Passos, «un escritor americano muy malo», Saint John Perse, «es peor que todo el mundo»; Roberto Arlt un iletrado capaz a veces, como en El juguete rabioso, de lograr una obra aceptable; A Baroja puede acompañarlo algunas páginas pero de Unamuno pronto se despide. Estos juicios recuerdan a Jünger por el que Borges sentía escasa simpatía, que escribió: «el estilista quiere poner si pero pone no porque conviene mejor a la frase». También a Eça de Queiroz al que si estimaba. En Os Maias escribe Eça: (o portugués) «nunca pode ser homem de ideias por causa da paixâo da forma; a sua manía é facer belas frases, verlhes o brilho, sentir-lhes a música. Se for necesario falsear a ideia, deixá-la incompleta, exagerá-la, para a frase ganar en beleza, o desgraçâo nâo hesita… Va-se pela água abaixo o pensamento mas salve-se a bela frase…»1 Es quizá, esta vanidad por lo ingenioso lo que explica frases como: «Yo soy racista… si no acaban con los negros les van a convertir el país en África» (por USA) «…nos parece un país de macacos (Brasil)» …En cuanto a los vascos, en el cuento El Congreso no ejerce ninguna cautela: «Nunca Fermín Eguren me pudo ver. Ejercía diversas soberbias; la de ser oriental, la de ser criollo, la de atraer a todas las mujeres, la de haber elegido un sastre costoso, y nunca sabré por qué, la de su estirpe vasca, gente que al margen de la historia no ha hecho otra cosa que ordeñar vacas…» Se comprende que no sea Borges muy apreciado en esos pagos. Es sabido que sus preferencias literarias iban por otros caminos: Conrad, Kipling, Stevenson, el anglosajón, lo islandés, y sus usos literarios por otros: la sencillez de su prosa, su poesía siempre narrativa, su reticencia con la poesía verbal, 1 También Jorge Amado hace su autocrítica en Navigaçâo de Cabotagem: «Escrevía horrores a propósito de tantos e tantos outros que depois vim a ler e admirar, de alguns me fiz amigo». 268 Libros. Siso nº 44. Otoño 2007 Borges. Adolfo Bioy Casares Mallarmé, Góngora a veces elogiado otras condenado), Cansinos-Assens ese judeo andalúz del que una vez más y ya en la vejez, reconocerá que su obra escrita no tenía el valor que le atribuía. Sobre estos rechazos y preferencias literarias a veces insólitas, Bioy ofrece su explicación: «Asombrado ante ciertas preferencias de Borges a quien no gustaban mis últimos libros, ni los de Silvina, ni los de Peyrou ¿Cómo no recurrí a la evidente corrección óptica? La madre es quien lee. Primero no gustan los libros a la señora; después Borges no encuentra en ellos vivas pruebas de que su madre esté equivocada y por cierto adopta sus opiniones…» La ceguera de Borges parecía oscilar entre la videncia que la mitología atribuye a esa condición y la fácil extensión de ese rasgo a muchas de las complejidades de la vida. La metáfora es sencilla: Borges es ciego para la política, para las relaciones amorosas, para las ofensas no pretendidas… puede ser. Borges vivió en un mundo de libros, leídos en sus años jóvenes, escuchados después. Todo el libro de Bioy reitera una y otra vez las mismas situaciones: «Viene a comer Borges… Traducimos, escribimos, leemos, hablamos de Heine, Shakespeare, Poe, Quevedo, Toulet…» Es un Borges que a veces se quita la dentadura y la deja en su mano mientras dormita, o orina con descuido lo que hace que el escrupuloso Bioy lo lleve a un baño de servicio. Su memoria, alabada como prodigiosa, le permitía recitar en inglés, alemán, francés, español o anglosajón sin apenas errores. No se si habrá en la literatura española, tampoco en la mundial2, un libro como éste, donde un oyente minucioso haya ejercido de notario no menos minucioso para dejar testimonio de un hombre que vivió, por los libros, entre los libros y para los libros. Que esta acta notarial tenga sus lados oscuros no se le ha escapado a Jose Emilio Pacheco que en el prólogo a Las Alusiones Perdidas3 se pregunta sobre cuál es 2 Tal vez la voluminosa y no siempre amena biografía del Dr. Jonson escrita por James Boswell, recientemente reeditada, (Espasa 2007) o las Conversaciones con Goethe de Eckerman, compartan una ambición semejante. 3 Monsiváis.C. Las Alusiones Perdidas. Anagrama. 2007. Libros. Siso nº 44. Otoño 2007 269 Borges. Adolfo Bioy Casares la obra cumbre de la maledicencia en lengua española: las imaginarias conversaciones telefónicas, nunca escritas, de Monsiváis o el tomo bomba de tiempo que quizás sin proponérselo, dejó Adolfo Bioy Casares acerca de lo que Borges decía en la intimidad. Siempre admiré a Borges; lo leí con fervor y reiteración; lo sigo releyendo sin cansancio. Es para mí como un Dios literario… claro que yo soy ateo. 270 Libros. Siso nº 44. Otoño 2007 Cenando con los terroristas (Encuentros con los hombres mas buscados del mundo) Phil Rees. Editorial Nuovi Mondi Media Autor Antonio Domínguez. Psicólogo. Vigo. Cerveza con los militantes del IRA, cuscús con los islamistas argelinos, pollo y arena con los muyahidines afganos, calamares en su tinta con los independentistas vascos, mezzeh con Hezbolá, nuez de coco con buey y arroz con guerrilleros de las FARC en Colombia, carne y queso con los hombres del UCK kosovar... En fin, para Noam Chomsky es una maravillosa proeza. Phil Rees ha sido corresponsal de la BBC durante diecisiete años en Asia y Oriente Medio. Ha escrito para The Independent, The Guardian y The New Stateman. Ha rodado más de 30 documentales y ha ganado 12 premios internacionales. Este es su primer libro. A mi modo de ver, es que no pueden pasar más cosas. El libro es afortunado, pues no es fácil encontrar un espectáculo tan imaginativo, delirante y fresco. La fluidez narrativa se apoya en la inteligencia. No es cuestión de medios materiales puestos al servicio de la obra, sino más bien de imaginación. Habilidad para echarse a las espaldas el peso de la Historia, casi sin que se note. Equilibrio inusual entre la comicidad estática y la acción, el lenguaje y las variaciones lingüísticas, lo popular y lo actual. Pocas veces tiene uno la posibilidad, como en esta ocasión, de dar la vuelta al día en 80 mundos. Libros. Siso nº 44. Otoño 2007 271 El pequeño dictador Cuando los padres son las víctimas. Del niño consentido al adolescente agresivo. Javier Urra. Editorial La esfera de los libros, S. L. Autor Antonio Domínguez Álvarez Psicólogo. Vigo. Javier Urra Portillo es psicólogo con la especialidad de Clínica de la Administración de Justicia desde 1986. Durante tres años trabajó con jóvenes muy conflictivos en el Centro Piloto Nacional de Reforma de Cuenca y desde entonces desarrolla su labor en la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia y en los Juzgados de Menores de Madrid. Ha sido el primer Defensor del Menor en España (1996-2001) y presidente de la Red Europea de Defensores del Menor. Vicepresidente de la Asociación Iberoamericana de Psicología Jurídica, asesor para Asuntos Institucionales y patrono de UNICEF, presidente de honor de la Asociación Pro-Infancia de Navarra y de la Asociación de Niños con Síndrome de Hiperactividad y Déficit de Atención, miembro del Consejo Rector de Mensajeros de la Paz y consejero de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). Autor de numerosas publicaciones y de divulgación. Algunas notas extraídas del libro (se pueden extraer muchas maás): Página 24: «Cuando vemos a jóvenes con su yo interior roto, que no van a ninguna parte, que están exiliados del mundo, que escriben su vida en la arena, que se dejan llevar por el oleaje de las demandas, del consumo, de las modas, de la droga, de los impulsos, no somos sino espejos de esa misma agua». Libros. Siso nº 44. Otoño 2007 273 El pequeño dictador Página 118: «Una niña por la noche llamó a su padre: Papá, ven. Y el papá fue y le dijo: ¿Qué quieres, hija?, y ella no le contestó. Al rato gritó: Papá, ven. Y el papá fue y le dijo: ¿Qué quieres, hija?, y ella no contestó. Así muchas veces, hasta que al final la niña exclamó: Que me digas que no». Página 179: «A partir de 1985, se inició el nacimiento de la generación que hemos denominado generación de niños tiranos». »Los hogares de estos niños ya no tienen, necesariamente, la forma tradicional de familia nuclear, es decir, aquella conformada por el padre, madre e hijos; ahora, por lo general, ambos padres trabajan, o bien la cabeza de familia la conforma el padre o madres solteros, divorciados o separados; algunos niños –incluso– viven con otros familiares cercanos (...). Estos niños esperan ser guiados, pero no supervisados u obligados a obedecer sin razón alguna; el trabajo lo perciben como un mal necesario y la vida como algo que debe disfrutarse cada momento y que realizar cosas exija el mínimo esfuerzo. Para ellos, el futuro está en el presente y el pasado no interfiere o no influye decisivamente en el hoy». Página 184: «La reflexión que quizás hemos de formular es: padres de otros países, con otro sostén social, viajan al denominado primer mundo, democrático en sus relaciones, donde el diálogo y el debate son forma de interrelacionarse, y los hijos aprecian lo que estiman o interpretan como una laxitud normativa y se produce un choque generacional, cultural, religioso, que puede fracturar lo que comúnmente es una evolución progresiva. El riesgo de hijos tiranos vuelve a hacerse presente». Página 206: «Se está generando un tipo de violencia hacia los hijos por omisión, por defecto. Es la violencia de dar demasiado para no tener que dar. Permitir sin topes. Ir de tolerantes, para no dejar ver el miedo de algunos padres a ser adultos y veraces». Página 213: «La consecuencia también de la falta de tiempo y dedicación a los hijos son los llamados niños-llave (muchos hijos únicos) que al regresar a casa pasan muchas horas solos, sin pautas, sin normas, viendo series de televisión, hasta que llegan los padres, dándose así muchos casos de depresión, de fracaso escolar, de rebeldía y de violencia, de tiranizar a los progenitores y maestros». 274 Libros. Siso nº 44. Otoño 2007 El pequeño dictador Página 216: «Hay mujeres que por ser viudas (las menos), por constituir una familia monoparental o porque el padre se inhibe o está poquísimo en casa, designan al hijo varón como el hombre de la casa y éste, obviamente, asume ese papel, que no le corresponde. Las hay que desprecian o ningunean a su pareja y se apoyan, proyectan e identifican con el hijo. El padre se ve desplazado de la tríada. El hijo planta sus reales. A veces, el síntoma psicosomático desvía el problema de la relación de pareja, sería el tercer elemento». Página 279: «Bastantes niños y adolescentes, después de un intento de suicidio, nos han señalado que no sabían si realmente querían matarse o no; esto es propio de estas edades, más cuando los niños son educados, en nuestro país y en otros muchos, el concepto cristiano de que no se muere, se abandona el cuerpo, pero para llegar a un mundo mejor e inacabable». Página 337: «Paradójicamente, las víctimas (los padres) son, según los especialistas, los involuntarios causantes de la agresividad que exhiben sus hijos. Hace tiempo que soltaron las riendas de su educación y dejaron ésta en manos de un entorno totalmente dominado por el consumo y el ocio, donde los progenitores pueden resultar un estorbo. Los padres son vistos como parásitos, elementos molestos que limitan la vida de máxima libertad que los chicos quieren. Son enemigos a los que muchas veces hasta se quiere destruir (El Mundo, 17 de abril de 2005)». Página 419: «E. Prado y J. Amaya (2005) dicen que hoy día los padres cuestionan más las medidas disciplinarias y/o exigencias de los profesores. Exponen como un director de un centro educativo explica: Los adolescentes son muchachos muy dóciles y responsables de sus actos, pero ya estoy cansado de sus padres. Son estos a los que necesitamos educar. Encubren y justifican cada una de las conductas indeseables de sus hijos adolescentes». Página 425: «Cuando las marcas de los niquis, de las zapatillas, el tono de voz, el contenido del lenguaje son utilizados para realizar diferenciaciones, estamos fabricando un clasista. Y recuérdese que la gente es mucho mas clasista que racista (nadie se mete con un negro que juegue al baloncesto; se llama moros a los pobres y jeques a los ricos)». Libros. Siso nº 44. Otoño 2007 275 El pequeño dictador Página 427: «Tenemos una sociedad profundamente injusta, económicamente fracturada, que golpea con el canto de sirenas de consumo; hay jóvenes que cuando se les pregunta que quieren ser de mayor, contestan rico; estos son los frutos de la denominada y padecida cultura del pelotazo, que lo que mas aporta a los jóvenes son zonas de copas para pasar el tiempo. Una colectividad que ha perdido en gran medida el sentimiento de trascendencia, de espiritualidad, que rehuye con pánico la soledad buscada. Son muchas las personas que quieren modificar conductas sin inocular valores». Página 237: «Leía en verano una carta al director, publicada en el diario ABC, decía: Señor, Vos que sois bueno y protegéis a todos los chicos de la Tierra, quiero pedirte un gran favor: transfórmame en un televisor. Para que mis padres me cuiden como le cuidan a él, para que me miren con el mismo interés con que mi mamá mira su telenovela preferida o papá el noticiero». Página 449: «Qué decir de aquel muchacho racista que deseaba ser médico de mayor, pero que argumentaba: A los homosexuales hay que mandarlos a una isla pues transmiten enfermedades, a las prostitutas a otra por lo mismo, los negros a su país porque nos quitan el trabajo, y, preguntado por los judíos, concluyó con su particular coherencia y honda convicción: Hay que matarlos, no tienen patria». Página 451: «Cuando la dureza emocional se propaga y alcanza a los más pequeños, estamos ante una enfermedad social. Si valoramos el problema como de personas individuales y lo explicamos en ellas mismas, por sus características, genoma o configuración (el sustrato de las teorías lombrosianas sigue vigente), estaremos equivocando el diagnóstico y por tanto la posibilidad de tratamiento. No hay niños violentos por naturaleza, de ser así, por mutaciones genéticas, nacerían con armas. La violencia se aprende; una sociedad de adultos violentos conforma unos descendientes que también lo son». Lo propio de la filosofía clínica es convertir lo imposible en solamente difícil, dificilísimo, y elevar a quienes escuchan a la altura de la pregunta, de gran apuro: «¿Acaso no tenemos tiempo libre para dedicarlo a nuestros hijos?» 276 Libros. Siso nº 44. Otoño 2007 Ferrín e outras historias Santiago Lamas. Edicións do Castro, 2007. Autor Ramón Area. Hace algún tiempo que Santiago Lamas me advirtió que me quedaban unos tres años para leer novela, ya que a partir de los treinta y cinco, uno se debe dedicar al ensayo. Por supuesto, no le hice ni caso, y bien rebasada esa edad sigo leyendo novela. Conclusión número uno: las cosas de la adivinación tienen sus riesgos. Conclusión número dos: nunca hagas una adivinación tan concreta. Las conclusiones de la anécdota, nada dicen. Sin embargo me gustaría empezar el comentario de Ferrín y otras historias con las anticonclusiones, es decir, con aquello que me niego a admitir como conclusión y que me parece que en demasiadas ocasiones se hace. Anticonclusión número uno: es imposible tener un maestro. Cualquier persona que pueda serlo, tarde o temprano se equivocará. Anticonclusión número dos: de ser discípulo, lo adecuado es serlo tan sólo por un tiempo. Luego, lo mejor es dejar que la anécdota deje paso a la anticonclusión número uno. Con tal estadística uno debe formular una especie de corolario, una frase de las bien escritas, o mejor que suenen estupendamente cuando son pronunciadas o cuando son leídas. Nada más lejos de mi intención. Por lo tanto, la estadística Libros. Siso nº 44. Otoño 2007 277 Ferrín e outras historias sólo me conduce a interrogantes incómodos. ¿Cómo es que en Galicia la psiquiatría se haya caracterizado –entre otras estupendas cosas– por la ausencia de esa transmisión entre maestros y discípulos? ¿Cómo puede ser que la norma sea declararse autodidacta, ecléctico, partidario de sí mismo, experto buscador de anticonclusiones? En fin. Lamas plantea un análisis de tres personajes, Ferrín, Hugo Pratt y Romasanta contando con la psiquiatría (aparentemente) para ello. Cada uno de ellos conduce a tres problemas que son los que le sirven para ir dejando con ese estilo tan suyo esos trozos de reflexión: el suicidio, la aventura y el delito. Podíamos darle un montón de vueltas a los motivos de elección de precisamente esos tres personajes, o a por qué se decide por esos tres problemas, o incluso pensar por qué el número elegido es el tres. No sería más idiota que dedicarnos a hacer un resumen del libro, una alabanza o una crítica impertinente. Así que no vamos a hacer ninguna de esas cosas. Empezaremos diciendo que el libro se lee con sumo placer, que más allá de esta o aquella frase contiene un estilo de razonar y de pensar las cosas, una manera de hilar lecturas y estas lecturas con otras. Pero hay posiblemente más enseñanzas en el libro más allá de estas cuestiones que los que seguimos al autor ya conocemos. El libro se articula analizando desde la psiquiatría las realidades de Ferrín Pratt y Romasanta girando alrededor de los tres problemas mencionados, sucicidio, aventura y delito. Retomando la anécdota del principio me colocaré en la posición de la literatura y desde allí intentaré analizar qué tipo de psiquiatría es necesaria. Ya avanzada la lectura, Lamas se detiene por un instante en una historia de Kenzaburo Oé para trazar las posibles fronteras entre la política y la literatura, hecho importante en Ferrín. Recurre a un excelente ensayo de Kundera, El arte de la novela, en el que se dice: «…la novela no examina la realidad, sino la existencia…» y la existencia no es lo que sucedió, sino todo lo que el hombre puede llegar a ser, todo aquello de lo que es capaz, todas las posibilidades humanas…». 278 Libros. Siso nº 44. Otoño 2007 Ferrín e outras historias Espero que resulte entonces razonable que la literatura pueda estimarse como algo que también realiza una demanda de interpretación a la psiquiatría, sobre todo si tal y como están las cosas no sólo se entiende como razonable sino como obvio que otras parcelas de la realidad las hagan, como la biología, la farmacología, las políticas asistenciales, los supercongresos. 1. Ferrín La literatura desde este lugar opina que la psiquiatría debe articularse en torno a dos ejes fundamentalmente. El eje del poder, en primer lugar, y el eje del nacionalismo, en segundo lugar. No piensen ustedes que me voy a lanzar a una arenga antipsiquiátrica. No señor. La literatura no es la ingenuidad, y si así piensan, por favor, lean un poco. Se trata de señalar que obviamente la especialidad ocupa un lugar en la Administración Pública y que tal lugar obliga a dar cuenta de problemas relacionados con el poder y con el país. Tenemos los ingresos involuntarios, los informes para las pagas, los laboratorios farmacéuticos... Tenemos muchas cosas y la literatura obliga a que la psiquiatría se sitúe en torno a las cuestiones que de estos problemas se derivan. Luego, la literatura desde Ferrín señala un modo particular de sufrimiento, de padecer. Aquí y de forma muy acertada Lamas nos coloca ante la diferencia entre historia y memoria. De manera tal, señores neuropsicólogos, que no les queda más remedio si leen el libro, si no renuncian a la posibilidad de un maestro y si desean participar en este juego en el que los papeles se invierten y es la literatura la que plantea cuestiones a la psiquiatría, de considerar qué es eso de la memoria para la que tantos tests estupendos pueblan los cajones de nuestros despachos y qué es eso de la historia. La clave, desde la literatura y desde Ferrín es que literatura y la política se engarzan en un nudo irresoluble. Si la novela no examina la realidad sino la existencia, ¿cuál es entonces el espacio del sufrimiento humano del que da cuenta la psiquiatría? ¿El de la realidad, es decir, aquello que la novela no examina y por lo tanto queda libre? ¿o el de la existencia, territorio que entonces debe compartirse con la literatura? - El libro comienza con un catálogo de personajes, de literaturas y de autores suicidas. Una epidemiología rastreada en Libros. Siso nº 44. Otoño 2007 279 Ferrín e outras historias lecturas y bibliotecas. Se debe entonces situar el suicidio no tanto como un síntoma perteneciente a una enfermedad particular sino en el contexto de la existencia. Se reclama una psicopatología próxima a la fenomenología y por eso Lamas recurre a autores como Stanghellini o incluso a Sass para dar cuenta de tal forma de plantear el suicidio que tiene la literatura en general y la literatura de Ferrín en particular. Surgen entonces como si de síntomas se tratasen estados tales como sufrir por no sufrir, la pérdida de lo evidente, la desaparición de lo tácito, el exceso de razón o hiperreflexividad, los monólogos incesantes. - El trasfondo político de lo suicida en la obra de Ferrín demanda unas etiologías en las que la causalidad se entremezcla con lo social. La etiología del acto suicida debe entonces también contemplar la comprensibilidad del acto suicida, lo que nos lleva de nuevo a lo global, es decir, a la existencia. Lamas toma el suicidio del cuento Odiado Amado pero también el caso de Maiakovsky o la confesión de Bujarin. Se demanda entonces una psiquiatría que de cuenta de fenómenos tales como el altruísmo, la traición, las ideologías, el proyecto vital. Una etiología que más allá de la mecánica aborde la necesidad de un sentido en la vida de los hombres y que se permita una patogenia que explique ese morir por la propia mano. - Pero orientémonos. Ferrín sitúa muchos de sus personajes en un lugar y un tiempo, la Compostela de los años 50. Ya en Galicia Borrosa Lamas trazaba recorridos desde el paisaje a la cognición, pero en este libro lo clínico toma más importancia y así, lo circundante al hombre en la obra de Ferrín parece necesitar algo más que conceptos tales como estrés, luminoterapia, variaciones circanuales. «…Os laños que xorden nas pedras milenarias ou nas paredes das tascas da Compostela de entón, agoiran unha inminente e incerta traxedia…» - Y además, adiccionémonos. El alcohol «…xa tiña dentro media botella de whisky e íame sentindo humano, non borracho…». Suframos incluso esas cosas de la abstinencia «…o delirium tremens non explica porén nada, pode ser a causa pero non a orixe…» De tales orientaciones y de tales adicciones la psiquiatría no puede esconderse en la simplicidad elemental de los factores de riesgo o de los factores desencadenantes. 280 Libros. Siso nº 44. Otoño 2007 Ferrín e outras historias - Lo social en la obra de Ferrín solivianta la perfección de esa palabra compuesta para luego vaciarse: biopsicosocial. La condición de personajes límites, «arraianos» lleva además a exigirle a la psiquiatría la cuestión de la temporalidad en el hombre. De tal manera, Lamas nos habla de derrotados y de héroes en Ferrín, de ese esconder la biografía, del ocultamiento de lo íntimo. De personajes y autores. Desde ese punto a la cuestión del género literario, como gran contexto narrativo, como una especie de estado de ánimo (psiquiátricamente hablando) que conduce los sentidos a través de las frases y los párrafos. Lamas señala que Ferrín se conduce a través de una épica proletaria, nacionalista y revolucionaria frente a la épica de Otero que sería hidalga. Así el suicidio no basta para ser explicado de un estado de ánimo que permanezca anclado en esa cosa de las facultades psíquicas que ha sido el eje vertebrador de un tipo de psicopatología casi desde el origen de la psiquiatría. Hay ese otro estado de ánimo narrativo que Ferrín y su literatura precisan para ser analizados. - La literatura exige algo diferente a la nítida separación entre conclusiones y bibliografía tan propio de los estudios científicos de algunas revistillas. Entonces Lamas, en la parte final del capítulo, entra a proponer autores. Colt («mantener la imagen era aparentemente más importante que mantener la vida»), Al Alvarez («el suicidio no es un impulso, sino una vocación de muerte que se dejó crecer poco a poco en el centro de la existencia»), Joiner («la capacidad de llegar al sucicio es adquirida»), Schneideman («existen diez trazos comunes en todos los suicidios… la psicalgia tiene que combinarse con otro factor, la letalidad: la idea de que se puede dejar de sufrir matándose sumada a la pérdida de miedo a la muerte y al dolor»), de nuevo Joiner («…dos necesidades básicas involucradas en el suicidio, la pertenencia y el sentimiento de ser una carga…»), Stirman y Pennebajer («…suicidio relacionado con poco discurso social, de pertenencia, y mucho discurso referido al yo…»). - El final no es entonces ni conclusiones ni bibliografía, ni siquiera es el final su mezcla, sino que es la propia literatura la que alcanza a la psiquiatría que se proponía su análisis. «Nos contos e novelas de Ferrín hai moito saber sobre estes pasamentos pola propia man. Se un sabe ler, claro…» Libros. Siso nº 44. Otoño 2007 281 Ferrín e outras historias 2. Hugo Pratt - En el caso de Ferrín, los personajes y el suicidio son narrados de manera tal que obligan a la psiquiatría a dar cuenta de sus biografías, sus temporalidades, sus escenarios, su muerte. Hugo Pratt, nos dice Lamas, mantiene con sus lectores un tipo de relación más descubrimiento (más que el mostrar de Ferrín): «…abeizoados sexan aqueles que non coñezan a Corto Maltés porque aínda teñen a sorte de descubrilo…». El pasado cadavérico de los suicidas en Ferrín es sustituído por el futuro de la aventura, quizás por eso se comprenda la ironía de este capítulo, titulado «Nunca chegarás a nada». - Aquí Lamas no habla en apariencia de psiquiatría, aunque uno deba sacar sus conclusiones porque también Corto y Pratt realizan su exigencia y su demanda. Claro, las cosas de la psicopatía son demasiado simples y por ello Lamas llega a la ética como parte fundamental del análisis de este autor y de su personaje. «…Corto non asesina senón que loita de fronte empurrado pola fidelidade ós amigos…», «…alguén cun código ético absoluto, aínda que persoal, non pode ser relativista», «…o home non é unha obra mestra absoluta. Corto, tampouco…» La ética del personaje a través de la ética del autor llegando a una moral social, ese es el camino que rastrea Lamas. Cita entonces a Masotta: «…Pratt descubre sempre a humanidade do outro, do enemigo. A súa obra é un humanismo antropolóxico ende se procura que ninguén, amigo ou enemigo aparezca cinguido a uns trazos elementais…» En las últimas obras, recoge Lamas, Pratt sitúa a Corto en aventuras en las que prevalece el mundo de las fantasías, de los mitos, con referencias esotéricas y escrituras crípticas. Pratt dijo que lo que gobernó su vida fue la curiosidad y que sólo tuvo una religión, la búsqueda, «..a busca que procura a verdade». - Demandas diagnósticas: no basta la moralina de los criterios diagnósticos. - Demandas teóricas: ¿de qué demonios discuten los psiquiatras cuando discuten? - Demandas organizativas: catálogo de religiones, de búsquedas y de verdades en las disputas en el seno de un servicio. 282 Libros. Siso nº 44. Otoño 2007 Ferrín e outras historias - Demandas profesionales: Mientras tanto, en algún lugar de Galicia, alguien lee con detenimiento el decreto de la carrera profesional. «A aventura é procurar calquera cousa que poida ser fermosa ou perigosa pero que sempre paga a pena vivir». 3. Romasanta - De manera parecida a que una parte del nacimiento de la psiquiatría se debió a la ley, una parte del presente capítulo de este libro se debe a la exigencia a la psiquiatría de dar cuenta de los horrores del siglo XX. Comienza Lamas por uno de los tipos de horror, el exterminio nazi, como forma de introducir lo que se ha llamado el asesino en serie moderno. Sitúa así a Romasanta como un intermedio. Un intermedio entre el crimen y el delito en el mundo rural y el asesino en serie urbano y moderno. Un intermedio entre la barbarie social, política, totalitaria y la barbarie individual. - Lamas lleva su razonamiento al extremo en este capítulo. Lo social en los regímenes totalitarios es equiparado a lo psicopático utilizando para tal metáfora la neurobiología. Así, las lesiones frontales impiden el «para, non fagas eso, no é razoable». «Non hai nestes asasinos a aceleración do pulso ou a resposta dérmica que acompaña en todos nós a visión dunha escena cruel…» de manera similar a los estados totalitarios, en los que su tejido social desequilibrado no tiene frenos para las matanzas que son escondidas, olvidadas o rechazadas sin culpa ninguna entre coartadas ideológicas. Así Lamas nos lleva a Goldberg y la agnosia moral (aspecto biológico de los serial killers de repercusiones éticas), Schore y aspectos relacionados con el vínculo materno filial y su importancia en el correcto desarrollo del córtex frontal, Pincus y origen de la violencia, cifrada en tres factores: abuso en la infancia, daño cerebral y cuadros de tipo paranoide. El extremo también es suponer una relación de Romasanta con los niños dominicanos llamados «a los doce huevos», personas criadas como niñas hasta esa edad, momento en el que se convertían en varones, posiblemente debido a una Libros. Siso nº 44. Otoño 2007 283 Ferrín e outras historias deficiencia de 5 alfa reductasa y las consecuencias en los balances de hormonas sexuales y de éstas en los genitales externos. - Lo antropológico también le permite a Lamas conectar la violencia totalitaria y la violencia de los asesinos en serie. Así una de las cuestiones que permiten explicar el exterminio es conocer cómo los verdugos reducen a condición de animales a sus víctimas. Para el caso de Romasanta, propone Lamas, «os galegos campesiños como os dos campos nazis, confrontados cunha violencia que estaba fóra dos seus usos e costumes… esas mortes só podían ser obra dunha besta ou de alguén convertido en besta, e a besta en Galicia só podía ser o lobo». Recorre entonces la tradición histórica, etnográfica y literaria alrededor del lobo, con Sophie Bobbé, Otero, Fole.., busca en los orígenes mitológicos del hombre lobo, con Eisler y su teoría de la transformación del ser humano de vegetariano a carnívoro, analiza los procesos a los hombres-lobo en la región del Franco-Condado en los siglos XVI y XVII, describe las relaciones entre hombreslobo y demonios… Además, lo antropológico también conduce al papel del lobo en la socialización, con literaturas tales como Caperucita Roja, Los siete cabritillos, Los tres Cerditos. La dimensión simbólica es rica y amplia, tal y como recoge Lamas, involucrando desde la carne o la sangre hasta agujas y alfileres («costureira casada, agulla enfiada»). - La dimensión clínica del caso de Romasanta exige a la psiquiatría tanto cuestiones relativas a la peritación como propiamente psicopatológicas. «A posesión pertencía a un mundo relixioso. Coa chegada da ilustración a posesión volveuse laica e transformouse na que sería a súa herdeira: a persoalidade múltiple». Las dos figuras de la época que representan las dos posiciones son representadas por Gassner (cura exorizador) y Messmer (médico magnetizador). Nota: Dr. Lamas, ¿esto puede relacionarse con la exagerada presencia de el Trastorno múltiple de la personalidad en la psiquiatría norteamericana? Quiero decir, ¿Guarda alguna relación con eso que algunos llaman la moralidad victoriana? 284 Libros. Siso nº 44. Otoño 2007 Ferrín e outras historias La posesión y la metamorfosis como hipótesis clínica del ejemplar caso de Romasanta conduce a autores como Ellemberg y sus dos formas de posesión, la lúcida y la sonámbula o a cualquier otro tipo de clasificación. Sus literaturas son Hemann Hesse (El lobo estepario), ValleInclán, Kafka, Stevenson (Dr. Jekyll)… Periciales o policiales las clasificaciones de los asesinos (en serie, de masas, de masas difuso) (organizados y desorganizados) (visionarios, misioneros, controladores, hedonistas) que emparentan a Romasanta con otros casos célebres como por ejemplo Chikatilo. - Romasanta ejemplifica lo que en la tradición psiquiátrica se ha dado en llamar caso célebre. Un caso célebre puede serlo por varios motivos, por el escándalo que lo acompaña, por su rareza, por abrir la vía a descubrimientos importantes… Romasanta demanda a la psiquiatría puentes de conexión, hipótesis que permitan comprender transiciones y pasos: de la sociedad rural a la sociedad urbana, de la violencia totalitaria a la violencia psicopática, de la neurobiología a la antropología, de la realidad a la literatura y desde ésta… al libro de Lamas. Libros. Siso nº 44. Otoño 2007 285 EL PAÍS, viernes 7 de septiembre de 2007 Sección:Galicia 286 Libros. Siso nº 44. Otoño 2007 «Os outros días». Ferrín e outras historias ou o exercicio de pensar1 10.06.2007 Autor Alfredo Conde ac@alfredoconde.com Acabo de ler un libro que se me antolla coma os outros anteriores seus. Moi bo. Non importa, pasará desapercibido. Trátase de Ferrín e outras historias, que non é un mal título, cando menos eiquí entre nós, pero que non dí a penas de todo canto contén. Escribéuno Santiago Lamas e acaba de poñelo á venda Ediciós do Castro; xa saben, a do Isaac, outro que tal. A Isaac, se non existira, habería que inventalo, tan necesario é, tan aportante. Pois ó Lamas o mesmo. Ó que íamos. O Lamas é psiquiatra, psiquiatra eminente, pero tamén home atento á cultura, á arte. O Lamas é un humanista, un humanista deses ós que antes se lles chamaba filántropos, e nada do humano se lle escapa. É ise afán de coñecer a especie á cal pertence o que o leva a se interesar por todo canto lle atinxa. Aristóteles –que fixo algunha afirmación que hoxe non se sostén e pode semellar unha alpabardada– escribeu, por exemplo, que os garabanzos son afrodisiacos. Daquela dábase por feito que a erección do membro viril era cousa de gases, así que por aí debe entenderse o aserto. Aristóteles escribeu tamén que a literatura debe servir pra que o ser humano se recoñeza nela. Debidamente consorciadas a filantropía do Lamas e maila segunda afirmación aristotélica –a outra é unha carallada, que sirve para manter a atención do persoal–, dan ese impagable e 1 Artículo publicado en El Correo Gallego el 10 de junio de 2007. Sección «Os outros días». Libros. Siso nº 44. Otoño 2007 287 «Os outros dias»: Ferrin e outras historias ou o exercicio de pensar atento lector no que deveu o noso psiquiatra, quen de alumear no medio de tanta tebra, no medio deste mesto e confuso neboeiro crítico no que vivimos. Ferrín e outras historias contén tres ensaios que moito lles recomendo que lean. Non lles vou contar eu nada eiquí, menos agora, a cerca de qué van os tres traballos, pero si repetirlles que son o resultado da capacidade de observación e análise, de sintetización de contidos e de condensación de centos e centos de lecturas anteriores, que lle permiten ó Lamas, déixenme seguir citándoo así, deixar constancia unha vez máis de que a súa é unha das poucas mentes decididamente pensantes que nos quedan no país. Aproveitémola. Non andamos sobrados delas, en absoluto. Vivimos tempos de pensamento cómodo e de ética indolora. Lamas non sabe vivir no medio de ningunha xeografía mental que acolla eses dous territorios citados. Acabarán por dicir del que é de dereitas. O que o Lamas dí pode doer e resultar incómodo. Ouh, o exercicio de pensar, co doado que é e foi sempre o de crer! Vivimos tempos de beatos desto e máis daquelo. Tempos de fes. E o Lamas é un librepensador dos de antes. Deus lle vala. 288 Libros. Siso nº 44. Otoño 2007 Crónica de un premio anunciado. Nota del Presidente de la AGSM sobre el Premio de Ensayo Ramón Piñeiro Autor Luis Vila Pillado Presidente de la Asociación Galega de Saúde Mental. Como Presidente de la Asociación Galega de Saúde Mental es para mí una extraordinaria noticia que dos psiquiatras hayan ganado el prestigioso Premio de Ensayo Ramón Piñeiro de la editorial Galaxia con un libro que próximamente se publicará sobre Psicopatoloxía do retorno. Lo primero que quiero resaltar es que indudablemente el mérito es de ellos, pero el hecho de que Alexandre García-Caballero y Ramón Area Carracedo sean secretario y vicepresidente de la Asociación Galega de Saúde Mental dice mucho de la asociación, del rumbo que va a ir tomando, y de cómo puede volver a tomar peso en nuestra comunidad la figura del psiquiatra de formación humanistíca, que sin olvidar para nada la clínica es capaz de ver más allá de lo que dictan los DSMs, la industria y los consensos de expertos. Sin embargo, para mí no es ninguna noticia, pues es algo que de un modo u otro sabía que tarde o temprano ocurriría, y que también de un modo u otro vengo diciendo desde hace mucho tiempo, y desde luego fue el motivo por el que figuraron en la candidatura que presenté y salió para la Junta Directiva de la Asociación. También, el motivo por el que procuré y apoyé todo lo que pude para que ambos trabajasen a mi lado. Las circunstancias hicieron que en el caso de Ramón este honor que tengo se prolongase durante mucho más tiempo y a día de hoy continúe, lo que hace que también le conozca mucho mejor a nivel personal. En ese sentido puedo decir que el compromiso con la sanidad pública, con posiciones Libros. Siso nº 44. Otoño 2007 289 Crónica de un premio anunciado. Nota del Presidente de la AGSM sobre el Premio de Ensayo Ramón Piñeiro progresistas, con la AGSM, con la docencia y en el trabajo del día a día y que no se ve tan facilmente como el premio recibido, aún tiene más mérito. A ambos los conocí siendo aún residentes a punto de terminar su especialidad y lo que me llamó la atención tanto en uno como en el otro fue la cantidad de lecturas que llevaban en sus cabezas y la asimilación tan original que habían hecho de las mismas, aspecto que luego resaltaría el fallo del jurado con respecto al trabajo ganador del premio. Tal vez por eso motivo no necesiten fotografiarse rodeados de libros como hacen algunos para demostrar que saben. Ambos llevan los libros dentro y en silencio. La modestia y falta de ostentación pueden llevar a que a veces sea difícil ver los conocimientos y los valores de algunas personas. Otros se pueden refugiar en retóricas huecas o en baños de multitudes. En mis cafés de media mañana en el hospital con Ramón siempre hemos hablado de estos temas, y de cómo siempre las multitudes nos recordaban a la famosa Plaza de Oriente madrileña, prefieriendo otros espacios con menos gente pero con menos retórica y más saber. Y con ellos he compartido horas y horas de conversaciones sobre pacientes, psiquiatría, política, cine, música, literatura, filosofía y ética, que desde luego me aportaron una riqueza mucho mayor que la que se pueda obtener con un sueldo de médico hospitalario, y una riqueza también más perdurable en el tiempo. Por eso, y ya mientras retornáis a Ítaca con el premio, solamente una advertencia que creo por lo demás casi innecesaria, en el sentido de que los cantos de las sirenas del éxito no os ensordezcan y os hagan olvidar los verdaderos valores que de algún modo también deberían servir de estímulo al resto de nuestros asociados. Una vez más mi enhorabuena, que creo es y debe ser de toda la Asociación. 290 Libros. Siso nº 44. Otoño 2007 Psicopatoloxía do retorno Alexandre García-Caballero, Ramón Area Carracedo. Editorial Galaxia. Autor Luis Vila Pillado Presidente de la Asociación Galega de Saúde Mental. Hay un punto de partida. Sin duda fue la escucha en la consulta. Hay también un equipaje, unas maletas llenas de lecturas y desbordadas ideas que fluyen sin parar, pero que dejan espacio para la precisión, la meticulosidad y la atención al mínimo detalle de modo que todo queda ordenado minuciosamente. Hay carencias que se agradecen, y así la estadística solamente aparece cuando es estrictamente necesaria y no encontramos ninguna escala de medición ¡qué alivio! Aparece un proyecto de heroicidad, todo hay que decirlo cargado de connotaciones edípicas, y que finalmente se verá premiado con ese «objeto mágico» que será el Premio Ramón Piñeiro de ensayo. Seguramente conocer bien la historia de Ulises, les ayuda a no probar ese loto con sabor a miel, pero que provoca el adormecimiento y el olvido, y si paran con Circe será un breve tiempo, como buenos exploradores que son, saben que no conviene entretenerse más de lo necesario, y en cualquier caso, no caen en la trampa de amarla a cambio de la inmortalidad. Al final, no sabemos si es Penélope, Rosalía o la comunidad psiquiátrica la que les espera. En cualquier caso como todo viaje también ha sido un viaje interior en el que los autores captan conceptos, metáforas, narrativas que les sirven y nos sirven a sus lectores no sólo para entender el problema del retorno, sino también si se hace una lectura atenta, otras situaciones clínicas y desde luego de la vida cotidiana tanto a nivel individual como social. A veces es duro y pienso en conceptos como el «familismo amoral» o el modelo sacrificial a la espera de un Libros. Siso nº 44. Otoño 2007 291 Psicopatoloxia do retorno reconocimiento. Sobre este último, pienso cuando leo el artículo de Gustavo Martín Garzo, Nuestra pequeña mano en El País, y en el que el autor comenta como la mayoría de los artículos y libros de psicología y psiquiatría actuales, y se basa en concreto en uno de un prestigioso psiquiatra, se han convertido en la expresión de la obviedad elevada al rango de ciencia. Sólo puedo decir que este no es el caso del libro que nos ocupa, pese, o tal vez por eso, a que sus autores no tienen el prestigio del susodicho psiquiatra al que se refiere Martín Garzo, sino que son psiquiatras que trabajan en la sanidad pública de nuestra comunidad y con puestos de responsabilidad en la asociación que me honro en presidir. Originalidad es lo que más ha resaltado el jurado que les concede ese premio, y que la comunidad de profesionales de la salud mental no afectada por fenómenos de desfase cultural o Kultur lag, que describen los autores, debería valorar. Sin duda esto también enlaza con ese deseo de reconocimiento del retornado (muy lúcidas las pequeñas reflexiones que aparecen de vez en cuando en medio del discurso como la apreciación de que se use el termino emigrante y no emigrado y retornado y no retornante) y que enlaza a otras situaciones clínicas en relación al narcisismo. Si el reconocimiento parece venir de fuera, el balance parece más interno y ese momento de balance es complicado en esa temporalidad tan bien descrita de pasado ligado al lugar de origen, presente sacrificial y futuro como retorno al paraíso, que veremos convertido en parque temático. Benjamin parece próximo, y un Tellenbach moderno resuena. También estamos hablando de duelos, de duelos de los que quedan con esa pérdida ambigua, de duelos por ese espacio, por otros tiempos, y de duelos de héroes por partes de si mismos. En el libro aparece Tarkovski, pero al menos a mi me resuena Bergman. El caballero de El séptimo sello retorna; la peste ocupa una posición similar a la del Kultur lag; su táctica es demorar el final con la partida de ajedrez. Pero tal vez la mejor lección esté en Fresas salvajes: Isak Borg emprende un viaje, un viaje en el que se le va a dar un reconocimiento, en este caso académico, pero eso no va a impedir que tenga que hacer un balance y una labor de duelo. Tal vez si hubiese que hacer una pequeña crítica al libro que nos ocupa, señalaría que si bien se sugiere, puede que no esté claramente explicitado: haría falta, si hablasemos en sistémico un paso a un cambio 2 y salirnos de esa dinámica de reconocimiento externo, que como vemos con Isak Borg tampoco nos da la solución. El balance probablemente sólo 292 Libros. Siso nº 44. Otoño 2007 Psicopatoloxia do retorno pueda venir de uno mismo. Mientras no se nos da el reconocimiento externo, siempre tenemos la coartada de culpar a los demás, pero cuando se nos da, el balance lo tiene que hacer uno mismo. En este caso, me consta que al menos uno de los autores nació bajo el signo Libra. Seguramente un buen augurio a la hora de hablar de balances. EL PAÍS, viernes 14 de septiembre de 2007 Sección:Galicia Libros. Siso nº 44. Otoño 2007 293 La Región, jueves 25 de octubre de 2007 Sección:Orense 294 Libros. Siso nº 44. Otoño 2007 La Conciencia Ramón Area Carracedo, Luis Vila Pillado, Alexandre García Caballero, María José Recimil López, Isabel García Lado, Carlos Porvén Díaz, Luis González DomínguezViguera, Verónica Ferro Iglesias, Isidro Gómez Pérez, María Jesús Somoza Vázquez A.G.S.M., 2006 Autor Jesús Alberdi En los últimos años estamos asistiendo a un momento realmente interesante en la intersección o campo común de la filosofía y la psicopatología1. El desarrollo y el prestigio de las llamadas neurociencias pone un pie también en este terreno, y ello le da una aureola de cientifismo y rigor metodológico al campo aludido, así como de ambición, rasgos que hasta ahora habían sido enarbolados con bastante discreción por psicopatólogos y filósofos dedicados a estos temas. Si hemos de hacer una selección entre los temas que promueven mayor investigación en los años más recientes, junto a la inteligencia artificial, la conciencia es seguramente uno de los conceptos aludidos con mayor profusión. En gran medida, la conciencia sigue siendo un misterio para el conocimiento. Se han publicado varios libros sobre esta cuestión (David Chalmers, entre otros), y entre ellos quisiéramos destacar el que nos ocupa en esta breve reseña: VV.AA.: La conciencia. AGSM, 2006. A pesar de la aparente limitación de su tamaño, creemos que es un libro ambi- 1 Radden J (ed.): The Philosophy of Psychiatry (A Companion) Oxford, 2004 - Fulford KVM, Thornton T, Graham G: Oxford Textbook of Philosophy and Psychiatry. Oxford, 2006. - Chalmers D: http://consc.net/chalmers ofrece una información impresionante. Libros. Siso nº 44. Otoño 2007 295 La Conciencia cioso. Nos parece, a la vez, un libro que ha sido muy trabajado por los autores. Su erudición es grande: hace un recorrido guiado por el hilo de la conciencia desde la Antigüedad hasta las Neurociencias contemporáneas que ya hemos mencionado. Es un libro que ofrece mucha información y da mucho que pensar. Al acabar de leer el libro, varios párrafos están subrayados, hay anotaciones en los márgenes. Se impone una relectura guiada por una visión global que hemos creído elaborar en la primera lectura. Esto no sucede con muchos libros. Desde luego, no todas las anotaciones son concordancias con la opinión de los autores2. La calificación global del libro me parece de sobresaliente. Sobre el argumento del libro hemos de decir que su lectura supone un recorrido histórico a través del pensamiento occidental, y dentro del mismo a través de distintas disciplinas –historia, filosofía, neurobiología, ciencias cognitivas, psicopatología–, para llegar a una discusión final, a la altura de los conocimientos contemporáneos, sobre la naturaleza de la Conciencia. Los propios autores trazan un esquema evolutivo de este devenir histórico: Conciencia Social ————— Religiosidad ———— Autoconciencia «Esto no es otra cosa que decir, que los orígenes de lo que hoy llamamos autoconciencia no es otra cosa que la conciencia moral, y que hay un ignorar de la historia de la evolución de la conciencia moral por su adhesión a la religiosidad, reapareciendo como tal autoconciencia con la aparición de la (presuntamente) nueva neurociencia» (p. 23) . 2Echo de menos en un lugar preferente a dos de mis autores clásicos para estos temas: a) Desde la psicopatología fenomenológica: Scharfetter con su Introducción a la Psicopatología General –Madrid, Ed. Morata, 1977–; quien dedica una atención detallada a este tema, sobre todo a la que llama «Conciencia acerca del propio Yo» (pp. 67-110); y b) en Filosofía, Aaron Gurwitsch: El campo de la conciencia – Madrid, Alianza Ed., 1979–. Ferrater Mora lo califica, en su Diccionario de Filosofía, como uno de los más influyentes fenomenólogos fuera de Alemania. Pero entiendo que en estos temas la exhaustividad erudita es imposible (véase la página web de Chalmers para sentir la impotencia intelectual de abarcar tantas cosas). 296 Libros. Siso nº 44. Otoño 2007 La Conciencia Como está escrito en algún sitio, el dedo que señala indicando hacia la Luna no es la Luna. El valor de ese dedo índice es mostrar al interlocutor la dirección adecuada, el camino (creo que método en griego clásico en una de sus acepciones significaba camino, cito de memoria) para llegar a la contemplación del brillo pálido de la Luna. También en la antigua Grecia, en una de sus acepciones, teoría significaba mirar, observar lo que sucede en el escenario donde se representaba una tragedia griega escrita por Sófocles, por ejemplo. Mirar, contemplar con calma, a una distancia, lo que ocurre en el escenario; pero a la vez vivir en uno mismo, sentir y padecer lo que se está viendo, identificarse con los personajes de la obra y sentir con ellos (Aristóteles hablaba de la catarsis de los espectadores). Los griegos eran muy aficionados a las representaciones públicas de las Tragedias, y los escritores de las mismas recibían premios. Pues bien, si esta breve reseña pudiera emular ese dedo índice para señalar el libro que comentamos; o animara al lector a sentarse plácidamente a leerlo, a contemplar la escena, a teorizar, como hacía el espectador griego; el abajo firmante se daría por satisfecho. Mis felicitaciones a los autores por la tarea que han emprendido desde su anterior estudio sobre las alucinaciones. Esperamos con interés nuevas entregas en un futuro próximo. A Coruña, 1 de marzo de 2007. Libros. Siso nº 44. Otoño 2007 297 A propósito de Disembodied Spirits and Deanimated Bodies. The Psychopathology of Common Sense. Giovanni Stanghellini.Oxford University Press. 2004, The Self in Neuroscience and Psychiatry edited by Tilo Kircher and Anthony David, Cambrigde University Press 2003, Exploring the Self. Edited by Dan Sabih Johns Benjamins Publishing Company, 2000 y Psicopatología della Schizophrenia a cura de Mario Rossi e Giovanni Stanghellini, Raffaello Cortina Editore 1999. Autor Santiago Lamas «Un pensamiento viene cuando el quiere y no cuando yo quiero, de suerte que decir que el sujeto yo es la premisa del predicado pienso, es desvirtuar el hecho. Algo piensa, pero que ese algo sea justamente el viejo y famoso yo es por decir poco, una mera conjetura, una aseveración gratuita; sobre todo no es una certeza inmediata»1 Desde hace años, al menos entre nosotros, muchos de los libros de psiquiatría que se publican suelen repetir una misma fórmula que llena sus páginas de listados de ordenador, factores de riesgo, escalas, procedimientos estadísticos, comparaciones entre dos o más fármacos, o correspondencias con hallazgos de neuroimagen. Suelen ser producidos en serie en varias factorías del país y editados por laboratorios que tienen a los jefes de estas factorías en su circuito de 1Nietzsche.F. Más allá del bien y del mal. Obras Completas. Ediciones Prestigio. Buenos Aires. 1970. Libros. Siso nº 44. Otoño 2007 299 A propósito de Disembodied Spirits and Deanimated Bodies. The Psychopathology of Common Sense, The Self in Neuroscience and Psychiatry, Exploring the Self, Psicopatología della Schizophrenia. conferenciantes. No es infrecuente que la serie de libros repita una y otra vez con pequeñas variaciones el libro anterior y en ellos, no es infrecuente que la sutilidad psicopatológica o incluso la psicopatología más elemental, estén ausentes sustituídas por una descripción de síntomas puramente conductista. Así, cuando por ejemplo, se trata de estudiar los inicios o antecedentes del episodio esquizofrénico, suele enumerarse toda una serie de síntomas como astenia, falta de atención, fatiga, falta de concentración etc., que al ser recogidos de modo conductual sin su correspondiente experiencia subjetiva acompañante, carecen de valor alguno como factor predictivo o diagnóstico por su inespecificidad y frecuencia entre personas normales. Sólo introduciendo la dimensión subjetiva de estos síntomas, es posible refinar la descripción y con ella la especificidad. La anergia o la astenia por ejemplo, pueden ser síntomas de una depresión pero pueden ser también el resultado del esfuerzo que el paciente tiene que realizar en su vida cotidiana para intentar superar el hecho de que ha perdido la evidencia natural, lo dado de modo automático y tiene que alcanzar esa evidencia mediante una fatigosa reflexión constante realizada de modo consciente. La exploración de esta subjetividad, no sólo aclararía la tipología de la anergia sino que indicaría al mismo tiempo, la posible existencia de un estado de riesgo para sufrir un episodio psicótico. Algunos autores que no recurren a esta exploración de la subjetividad, para evitar el elevado número de falsos positivos y lo inespecífico de estos síntomas detectados tanto en estudios prospectivos como retrospectivos, se ocupan de la psicosis ya naciente pero aún no florida, desdeñando los periodos prepsicóticos por su inespecificidad. De estas cosas, de estas sutilidades de especial relevancia clínica diagnóstica y pronóstica, se ocupan estos libros y se ocupaban otros libros y autores que estos nuevos fenomenólogos (Stanghellini, Parnas, Sass, Galagher, Sabih etc) citan con reiteración: Blackemburg, Conrad, Wyrsch. Bleuler, Minkowsky, o Kimura2. 2 Blankenburg.W. La perte de l ´evidence naturelle. PUF. 1991 (Original alemán de 1971); Conrad. K. La esquizofrenia incipiente. Alhambra. 1962; Wyrsch.J. La persona del esquizofrénico. Morata. 1955; Bleuler .E. Las esquizofrenias. Hormé. Minkowsky.E. La esquizofrenia. Paidós.1980 (original francés de 1927); Sass. L.A. Madness and Modernism. Harvard University Press. 1998; Sass.L.A. Paradoxes of Delusion. Storring. G.E. Carácter y significación del síntoma de la perplejidad en las enfermedades psíquicas. Morata. 1944. 300 Libros. Siso nº 44. Otoño 2007 A propósito de Disembodied Spirits and Deanimated Bodies. The Psychopathology of Common Sense, The Self in Neuroscience and Psychiatry, Exploring the Self, Psicopatología della Schizophrenia. Stanghellini como los otros, no ignora la neurobiología más reciente, más bien al contrario, pero cree, que sin una adecuada descripción de los síntomas que tenga en cuenta la experiencia subjetiva, la neurobiología o las técnicas de neuroimagen poco nos podrán enseñar. Se trata por ello del libro de un psiquiatra que piensa y lo hace desde la fenomenología que considera metodológicamente esencial para la psicopatología en su empeño de iluminar la cualidad de la experiencia subjetiva. Esta pretensión exige el recurso al vocabulario filosófico. Baca, otro de esos escasos psiquiatras que piensa, señala que desde hace años, y en ámbitos tradicionalmente pragmáticos como el anglosajón, se suceden toda una serie de renacimientos de la reflexión teórica en psiquiatría que han llevado a la creación en Europa y Estados Unidos de grupos interdisciplinares que han desembocado en la International Network for Philosophy and Psychiatry que intenta superar el modelo sin modelo del DSM que hasta ahora tenía abundantes críticas pero escasas alternativas3. En todos estos nuevos textos, en los escritos en inglés fundamentalmente, el término self y sus trastornos, sólo o como añadido a otra palabra, es constante y plantea problemas de traducción no siempre fáciles de resolver. Traducirlo por ser, como en la versión española de The feeling of what happens de Damasio, no parece acertado. En la introducción al libro The Self in Neuroscience and Psychiatry4 Kircher y David hacen equivalentes self y selfconsciouness y consideran el self como «la experiencia compartida de modo común, de que nosotros somos la misma persona a través del tiempo, que somos el autor de nuestros pensamientos y acciones y que somos distintos del entorno. Es el inmediato, penetrante y automático sentimiento de ser una persona total, diferente de otras, que permanece la misma a través del tiempo con una frontera física, el centro de toda nuestra experiencia…»5. Otros términos como selfness, selfhood, sameness, myness, self-affection que son frecuentes en el campo filosófico y comienzan 3 Baca.E. «Pensar la Psiquiatría: estado de la cuestión». Archivos de Psiquiatría. Julio-Septiembre 2005. Nº 3. 4 Kircher.T; David.A (Eds). The Self in Neuroscience and Psychiatry. Cambrigde University Press. 2003. 5 Kircher.T; David.A (Eds). O.c. En las traducciones al español de la Psicopatología de Jaspers esos criterios se atribuyen al Yo por lo que aunque no se solapen de modo completo parece conveniente mantener la equivalencia self-Yo si no se dice lo contrario. Libros. Siso nº 44. Otoño 2007 301 A propósito de Disembodied Spirits and Deanimated Bodies. The Psychopathology of Common Sense, The Self in Neuroscience and Psychiatry, Exploring the Self, Psicopatología della Schizophrenia. a utilizarse en el psiquiátrico, plantean problemas que ni siquiera el recurso a la obra de Ricoeur6 ayuda a resolver. Tampoco es fácil traducir el título del libro de Stanghellini: Disembodied spirits and deanimated bodies: ¿Espíritus incorpóreos y cuerpos inanimados?... ¿cuerpos desencarnados? Estamos tan acostumbrados desde hace algunos años a una psiquiatría tan desecada que tampoco resulta fácil reconocer sus pretensiones: ¿Un acercamiento a la Psicopatología desde la filosofía?... ¿Un estudio de psicopatología fenomenológica del periodo prepsicótico?... ¿Una vuelta a los fundamentos psicopatológicos de la psiquiatría, agotado el esquematismo desemetrista?... Quizás todo eso y algo más: «Así como cada hombre va en busca de un padre cada pensamiento va en busca de una tradición» dice Stanghellini para justificar su ensayo y afirmar de paso que su tradición es fenomenológica. La fenomenología psiquiátrica, como la filosófica de Husserl, es un principio metodológico que procura la observación imparcial de las experiencias subjetivas de los pacientes tal como se manifiestan sin preguntarse por sus causas y procurando excluir cualquier juicio subjetivo del observador. Es una puesta entre paréntesis que llamaba Husserl, epojé y aunque a veces aparece confundida con la llamada reducción fenomenológica, Stanghellini establece una diferencia: «epojé es un término griego que significa contención o cese. Se utiliza para referirse a operaciones que implican la suspensión de las creencias en algo o, al menos, a la intención de no basarse en ideas preestablecidas… la reducción fenomenológica, es lo que el método de la epojé nos permite alcanzar»7. Hay que saber sin embargo, como escribió Merleau Ponty en el prólogo a la Fenomenología de la Percepción, que una reducción completa es imposible. La psicopatología fenomenológica que Stanghellini propone, se centra en el concepto de sentido común que considera 6 Ricoeur.P. Soi- même un autre. Seuil.1990. Puede consultarse sobre el self la Psicopatología de Castilla del Pino y/o el trabajo de Díez Patricio sobre «El self en la construcción del delirio», en Psicopatología de los síntomas psicóticos, AEN.2006, donde se tratan además cuestiones relacionadas con lo que aquí se comenta.. 7 Stanghellini.G. Conciencia esquizofrénica, experiencia espiritual y distinción entre imágenes, palabras y cosas. Archivos de Psiquiatría. Vol 68. Julio-Septiembre.2005. Nº3, 302 Libros. Siso nº 44. Otoño 2007 A propósito de Disembodied Spirits and Deanimated Bodies. The Psychopathology of Common Sense, The Self in Neuroscience and Psychiatry, Exploring the Self, Psicopatología della Schizophrenia. la base de la corporalidad y la intersubjetividad. Mario Galzigna que comenta este libro de Stanghellini en las páginas on line de los psiquiatras italianos, señala la importancia para la tesis de Stanghellini, del concepto ya mencionado de epojé que hace equivalente a la puesta entre paréntesis del mundo, la suspensión voluntaria del sentido común, la pérdida de la evidencia natural. Sería la excesiva inclinación o la excesiva resistencia a esta reducción fenomenológica, a esta epojé, la condición que predispondría a la patología mental. La misma condición que según Husserl está en la raíz de la actividad filosófica y creativa, es una especie de Jano bifronte: puede llevarnos a la desintegración esquizofrénica o a un espacio abierto al pensamiento y la creatividad. En efecto: suspender el sentido común puede ser un ejercicio saludable y creativo de desmitificación y una premisa necesaria para la actividad creativa, pero puede al mismo tiempo empujarnos a la deriva psíquica, a la pérdida de contacto con nuestra realidad histórica y cultural, a la pérdida del anclaje de la realidad, a la desrealización o a la despersonalización, a la pérdida de la conciencia de la actividad del Yo, incapaz de representarse a si mismo en el mundo8. Los nuevos fenomenólogos consideran que los esquizofrénicos, sobre todo en las fases prodrómicas, tienen una notable capacidad e inclinación a poner entre paréntesis el sentido común, a efectuar la reducción fenomenólogica de modo automático, no como en las personas normales a través de un esfuerzo intelectual, y esta predisposición, detectable mucho antes de que presenten síntomas psicóticos, sería una señal de su vulnerabilidad, de su propensión a padecer esquizofrenia9. Lo contrario según Stanghellini, ocurriría en los maníaco-depresivos que tendrían dificultades para poner entre paréntesis el sentido común y funcionar de modo autónomo. Especialmente los melancólicos, fuera de sus episodios clínicos, parecen hiperadaptados, hipernormales. 8 Galzigna. M. Reseña en POL.it. (Internet). Cabaleiro, buen lector de Wyrsch al que sigue también Stanghellini, hizo de esta pérdida de la conciencia de la actividad del Yo y de la actitud del esquizofrénico ante ella, el síntoma fundamental de la esquizofrenia. 9 Depraz. N. «Putting the epoché into practice: schizophrenic experience as illustrating the phenomenological exploration of consciousness». En Nature and Narrative. Oxford University Press. 2003; Stanghellini. G. Disembodied spirits and deanimated bodies. Oxford University Press. 2004; Ellemberger.H. «Introducción clínica a la Fenomenología Psiquiátrica y al Análisis Existencial». En Existencia. Gredos. 1967. Libros. Siso nº 44. Otoño 2007 303 A propósito de Disembodied Spirits and Deanimated Bodies. The Psychopathology of Common Sense, The Self in Neuroscience and Psychiatry, Exploring the Self, Psicopatología della Schizophrenia. No deja de ser irónico que la fenomenología que Jaspers introduce en la Psiquiatría como método sólo aplicable a los trastornos comprensibles, haya alcanzado su mayor refinamiento en la esquizofrenia, trastorno que por su incomprensibilidad debería estar fuera de la competencia del método fenomenológico10. Para Stanghellini, el sentido común es crucial para comprender el mundo esquizofrénico ya que la crisis del sentido común es probablemente la raíz principal de la vulnerabilidad del paciente esquizofrénico y en consecuencia, el origen de los síntomas psicóticos. No es fácil sin embargo, definir lo que es el sentido común. En el lenguaje coloquial cubre un área semántica que incluye la sobriedad mental o el sentido práctico. De un lado podemos representar el sentido común como un mapa de creencias y conocimientos que nos permiten orientarnos en el mundo social. De otro, como un órgano de los sentidos orientado al mundo de las relaciones sociales, una función psíquica que garantiza la sintonía con las situaciones cotidianas habituales, que garantiza lo que se conoce en la literatura psiquiátrica y psicológica como competencia social. Esta función de sintonía es homóloga al instinto en los animales. Los animales se guían en su ambiente por el instinto; los hombres sintonizan con su mundo social a través del sentido común. Desde esta perspectiva el sentido común tiene como el instinto una función adaptativa. Stanghellini propone el siguiente ejemplo: supongamos que estamos en Japón y nos invita a un party nuestro colega profesor de la Universidad de Kyoto y director de la Clínica Psiquiátrica. Obviamente no sabemos lo que nuestro colega japonés entiende por party. Iniciamos entonces una tarea preventiva de sintonización social. Sobre la base de mi mapa de sentido común, deduzco que ya que se trata del Director de una institución importante, puede tratarse de un acto formal por lo que decido vestirme en consecuencia y decido también llevar un ramo de flores para su esposa. Al llegar al lugar del acto me recibe la esposa en vaqueros y observo que todo el mundo está tendido sobre sofás y sillones con indumentaria informal. De modo inmediato resintonizo mi com- 10 Sass.L.A. «Self and world in schizophrenia: three clasicc approaches». Philosophy, Psychiatry and Psychology.. Decem. 2001. 8. 304 Libros. Siso nº 44. Otoño 2007 A propósito de Disembodied Spirits and Deanimated Bodies. The Psychopathology of Common Sense, The Self in Neuroscience and Psychiatry, Exploring the Self, Psicopatología della Schizophrenia portamiento y me hago la advertencia de no adoptar en el futuro esquemas demasiado rígidos, bien, conformistas en exceso o anticonformistas. De modo resumido, siempre siguiendo a Stanghellini11, podemos resumir que el sentido común es una función que opera en parte confrontando un mapa preexistente a un paisaje de relaciones sociales actuales y que en parte opera por intuición. Operar por intuición significa atribuir estados mentales a otros actores del escenario social y presupone la existencia de dos elementos: una teoría de la mente (saber que los otros y yo tenemos estados mentales bajo las variadas manifestaciones observables de la conducta) y la existencia de la intencionalidad social, es decir, estar orientado e interesado en las acciones y motivaciones de los otros. Para Stanghellini como para Blackemburg al que sigue, la crisis del sentido común es el modo más exacto de caracterizar los pródromos en los procesos de pensamiento así como la conciencia y actitud hacia el self y el mundo que se observa en estos pacientes. El deficit relacional que se observa en la esquizofrenia no es una consecuencia de los síntomas agudos ni del curso del trastorno, sino un aspecto fundamental de la vulnerabilidad esquizofrénica que puede ser mejor entendido si se lo considera como un trastorno del sentido común. Vulnerabilidad se usa en el lenguaje común para referirse a la fragilidad psicológica de una persona. Uno se vuelve vulnerable, cuando está sometido a acontecimientos o sucesos externos que bien por su naturaleza o su constitución, hacen al individuo incapaz de enfrentarse a las dificultades de la vida. Este sentido común es una herramienta para la adaptación cuya principal finalidad es comprender los motivos y establecer en el mundo físico y social las relaciones causa-efecto. La alteración de este sentido común en los esquizofrénicos, parece consistir en la falta de esa capacidad intuitiva de sintonía que nos permite tipificar los estados mentales de otras personas y un daño a la red de conocimiento social, es decir, del conocimiento implícito del trasfondo que nos permite organizar nuestra vida diaria. 11 Stanghellini. G. Il Valzer dell´Identitá. www.Informacritica.it/stanghellini.pdf Libros. Siso nº 44. Otoño 2007 305 A propósito de Disembodied Spirits and Deanimated Bodies. The Psychopathology of Common Sense, The Self in Neuroscience and Psychiatry, Exploring the Self, Psicopatología della Schizophrenia. La esquizofrenia se ha interpretado como una alteración del sentido común según dos perspectivas: a) Como un trastorno de la cenestesia, esa sinfonía funcional bajo la que todas las sensaciones se unifican o b) como una alteración del sentido práctico en el que el paciente es incapaz de seguir las reglas del juego social. La primera interpretación tiene un origen francés y no parece adaptarse demasiado bien a las intenciones de Stanghellini. La cenestesia se entiende aquí, como la encrucijada de todas las sensaciones que constituyen la base para la identidad personal incluyendo el sentimiento de existir, de ser un Yo (self) y de estar separado del mundo externo. Supone que las anormalidades cenestésicas son el núcleo disfuncional en los síntomas psicóticos. La segunda interpretación se centra en las dificultades del esquizofrénico para compartir con otros los axiomas de la vida diaria. Es la tesis de Blackemburg de crisis global del sentido común. Esta interpretación tiene dos caras: el esquizofrénico tendría una falta de sentido común, es decir, carecería del conjunto de reglas de inferencia compartidas por su grupo social, a través de las que sus miembros conceptualizan objetos, situaciones y comportamientos de otras personas. Esta disocialidad del esquizofrénico se considera el resultado de una alteración de la capacidad de sintonía social, es decir, del tipo de conocimiento no proposicional que consiste en la habilidad afectiva y cognitiva de percibir la existencia de los otros como semejante a la nuestra, contactar afectivamente con ellos y acceder intuitivamente a sus vidas mentales. La cuestión de si las alteraciones de la competencia social e interpersonal de los esquizofrénicos son el resultado de los síntomas psicóticos, o factores de riesgo que favorecen la aparición de la psicosis, es todavía hoy asunto de debate. Varios estudios han mostrado sin embargo, que la falta de competencia social, puede ser un signo precoz que indicaría que la persona que lo presenta, sería vulnerable a la esquizofrenia. Esta falla de competencia social, incluso en ausencia de cualquier otro síntoma de los considerados habitualmente como prodrómicos, es lo que ha llevado a algunos autores a proponer que la esquizofrenia puede ser comprendida como un trastorno de la cognición social, es decir, una alteración de la capacidad de percibir de modo correcto las 306 Libros. Siso nº 44. Otoño 2007 A propósito de Disembodied Spirits and Deanimated Bodies. The Psychopathology of Common Sense, The Self in Neuroscience and Psychiatry, Exploring the Self, Psicopatología della Schizophrenia. disposiciones e intenciones de los otros individuos y también los ha llevado a suponer, que las dificultades interpersonales pueden tener un papel causal, siendo realmente los indicadores de un futuro brote psicótico12. Mi competencia social está en función de mi capacidad de empalizar con los demás y de intuir sus estados mentales. Intuición, es capacidad de sintonía con las situaciones sociales sobre la base de comprender pre-reflexivamente el horizonte emotivo y de pensamiento de los demás y adaptarse a ellos. En ese sentido, la falta de sintonía con el saber del sentido común, es el rasgo que define a la esquizofrenia y tiene sus antecedentes en el concepto de demencia pragmática de Erwin Strauss y en el apragmatismo de la psiquiatría francesa o en la pérdida de la evidencia natural de Blankenburg13. Al contrario de lo que se pensaba, los esquizofrénicos carecen de intuición y quizás para compensar esa falta emplean la inteligencia. Son por esa razón hiperreflexivos como defiende Sass, concepto próximo al racionalismo mórbido de Minkowsky14. Los modelos de disfunción social son numerosos: Modelos de disfunción social Conductismo/Funcionalismo Concepto clave: habilidades sociales: capacidad de adoptar las conductas adecuadas y necesarias con el fin de satisfacer las necesidades y metas propias. Es el paradigma en la sombra de numerosas aproximaciones sociopsiquiátricas. Supone que la disfunción es consecuencia del proceso de la enfermedad pero las diferencias entre las disfunciones sociales provocadas por varias enfermedades psiquiátricas son analizadas de modo cuantitativo, no cualitativo, lo que no permite diferenciar la disfunción esquizofrénica de las demás. No tiene en cuenta la experiencia subjetiva del paciente. 12 Parnas et al 1992, Penn et al 1997, citados en Stanghellini, Psychopathology of common sense. Psy 13 Ver el apartado de «Inferencias pragmáticas; heurísticos y sesgos» del trabajo de Diéz Patricio ya citado donde se da cuenta de conceptos relacionados. 14 Stanghellini. G. Il Valzer dell´Identitá. www.Informacritica.it/stanghellini.pdf Libros. Siso nº 44. Otoño 2007 307 A propósito de Disembodied Spirits and Deanimated Bodies. The Psychopathology of Common Sense, The Self in Neuroscience and Psychiatry, Exploring the Self, Psicopatología della Schizophrenia. Funcionalismo Estructural Concepto Clave: ajuste social definido como la participación en la vida social de manera adecuada y de acuerdo con las expectativas de los demás. Ser normal significa comportarse de acuerdo con las normas establecidas. La anormalidad se produce cuando existe un desvío de estas normas. Se considera una consecuencia de la enfermedad. Este modelo no es capaz de diferenciar la disocialidad esquizofrénica de las demás. Cognitivismo Es el enfoque hoy dominante. La competencia social es descrita como cognición social: la capacidad para comprender, predecir y responder correctamente a los pensamientos, sentimientos y conductas de los otros. La cognición social se basa en tres tipos de patrones: personales, roles (procedimientos de conducta necesarios para comportarse apropiadamente) y guiones (secuencias coherentes de acontecimientos vinculados por el tiempo y por su causa). La competencia social consiste en la capacidad de desarrollar y usar de modo adecuado estos patrones. Intenta evitar el reduccionismo conductista. Los procesos de cognición social no son sin embargo, los fenómenos fundamentales de la competencia social. Asumen pero no explican, nuestra capacidad mental para comprender las mentes de otros individuos. Interaccionismo Simbólico Concepto clave: conocimiento social. Su marco de referencia es el interaccionismo simbólico que afirma que el aspecto cardinal de la socialidad es la capacidad para utilizar de manera compartida los vehículos simbólicos de la comunicación. Similar en algunos aspectos al cognitivismo. El hipotético deficit se supone que reside en el deficit de esquemas que tipifican el yo, los objetos, los sucesos y otras conductas. Los defectos del self se comprenden como deficits del conocimiento tácito (del trasfondo) compartido por los miembros de una determinada cultura como un deficit en las reglas del juego social. 308 Libros. Siso nº 44. Otoño 2007 A propósito de Disembodied Spirits and Deanimated Bodies. The Psychopathology of Common Sense, The Self in Neuroscience and Psychiatry, Exploring the Self, Psicopatología della Schizophrenia. Por su parte, las anomalías de la socialización en adultos esquizofrénicos o en esquizotípicos, comprenden cuatro tipos de fenómenos que a menudo se presentan mezclados: 1. Trastornos de la Sintonía15 (Disorders of Attunement) «La realidad es demasiado compleja; no puedo encontrar sus reglas. Cuando era pequeña miraba a mis primas para ver cuando era el momento adecuado para llorar; me falta la columna vertebral de las reglas de la vida social; paso mucho tiempo en el parque viendo como interactúan los unos con los otros; necesito disponer de un algoritmo para hablar con un chico…» Estas frases de esquizofrénicos indican que el mundo aparece ante ellos como indescifrable. Lo que emerge de estas respuestas es, perplejidad, asombro y sentimientos de extrañeza ante el mundo social, y carencia de una base implícita espontánea e inmediata donde apoyar sus comportamientos sociales. Un intento para llenar esta falta de estar en sintonía de modo intuitivo y espontáneo, es recurrir a la fabricación o al descubrimiento de un algoritmo explícito elaborado a partir de observaciones del mundo humano, para aplicarlo de manera inmediata, una conceptualización mecánica y de algún modo matemática, de los fenómenos de la intersubjetividad. 2. Vulnerabilidad Heteronómica El temor de ser apresado por el sentido común o por los otros: «Tengo miedo de ser atrapado por su manera de pensar. Hay una clara e irreconciliable polarización entre mí y los otros». 15 Attunement tiene dificil traducción. En castellano se emplea con frecuencia «estar en sintonía con» pero sintonizar, aunque posible como término de traducción, evoca el ajuste del dial del receptor de radio a la frecuencia de la emisora. Esto es en realidad lo que falla en los esquizofrénicos: el ajustar de modo automatico su «frecuencia» a las «frecuencias» de los demás pero su uso en castellano es un tanto forzado. Empatía, ajuste, acoplamiento, resonancia etc, son alternativas que tienen otros significados cercanos pero no exactos al menos en la obra aquí reseñada. Minkowsky utiliza «sintonía» en su libro sobre la esquizofrenia para caracterizar estos fenómenos. Libros. Siso nº 44. Otoño 2007 309 A propósito de Disembodied Spirits and Deanimated Bodies. The Psychopathology of Common Sense, The Self in Neuroscience and Psychiatry, Exploring the Self, Psicopatología della Schizophrenia. Miedo de perder la propia identidad al ser arrastrado por el otro o por el modo habitual de pensar, por excesiva sintonía e hiperidentificación con el sentido común entendido como un grupo de creencias y valores compartidos. 3. Antagonía «Lo que detesto más que otra cosa, es ser persuadido por otros; rechazo mi tendencia a identificarme a mi mismo con lo que otros dicen de mí». Hay una aversión explícita a las maneras habituales de pensar y un intento de ponerlas entre paréntesis; una exaltación de la propia singularidad y una intención de ampliar esta singularidad lo máximo posible; más que como resultado de una elección libre esto es sentido como una necesidad o un destino. 4. Hipertolerancia a la Complejidad Semántica El sentido común establece un vínculo poderoso entre una palabra y un objeto. Los esquizofrénicos tienden a rechazar esta estrecha vinculación. Disponen de una red semántica más fluida que les permite la expansión del horizonte de significados evocados por una palabra o un objeto dados y muestran una gran tolerancia hacia la complejidad semántica o buscan activamente la expansión del halo semánticos: «no comprendo por qué esta mesa tiene que llamarse mesa…» Critican el emparejamiento del significado usual; se esfuerzan en expandir el horizonte de significados y el halo semántico de cualquier palabra; meditan de modo exasperado sobre el significado de una palabra o un objeto dados. Tellembach16 decía, que «en todos los pacientes que una vez sufrieron de depresión» (y hay que entender aquí por depresión las antiguas melancolías y no lo que hoy llamamos depresión) «…volvemos a encontrar siempre las mismas y constantes características esenciales… de un modo tan evidente que nos vemos precisados a hablar de un tipo melan- 16 Tellembach.H Estudios sobre las perturbaciones de las enfermedades psíquicas. Fondo de Cultura Económica.1969. 310 Libros. Siso nº 44. Otoño 2007 A propósito de Disembodied Spirits and Deanimated Bodies. The Psychopathology of Common Sense, The Self in Neuroscience and Psychiatry, Exploring the Self, Psicopatología della Schizophrenia. cólico…» Para Stanghellini, este typus melancholicus «es, en la tradición psicopatológica europea y japonesa, el constructo que describe más precisamente la configuración antropológica que es vulnerable a la melancolía». Como en el caso de la esquizofrenia describe cuatro rasgos principales que siguen muy de cerca las ideas de Tellembach: 1. Ordenalidad. Neologismo introducido por López Ibor para traducir ordentlichkeit y que vale igualmente para el ordeliness inglés que consiste e la necesidad de estar de acuerdo y en armonía en las relaciones interpersonales: «No soy capaz de expresar mi desacuerdo con otros; existo para los otros; intento hacer todo lo posible para que todo el mundo sea feliz…» 2. Escrupulosidad17. Es la necesidad de evitar los sentimientos de culpa o la atribución de culpa. Muestran una exagerada sensibilidad interpersonal y nunca juzgan su conducta según sus propios criterios sino según las normas sociales: «Lo más importante para mi es tener la conciencia limpia; si tengo alguna riña con alguien después me siento culpable; cuando cometo un error vuelvo en mi mente sobre él una y otra vez…» 3. Hipernomia/Heteronomia. Hipernomia es la adaptación excesivamente rígida a las normas; heteronomia es una exagerada receptividad hacia las normas externas. Ambos rasgos funcionan para mantener y preservar su rol o identidad social. Intenta adaptarse a los roles sociales establecidos para evitar conflictos y así impedir la aparición de culpa: «El deber primero; cuando hago algo, tengo que hacerlo cuidadosamente y perfectamente…» 4. Intolerancia a la ambigüedad. La incapacidad para reconocer aspectos opuestos en la misma persona o situación o la incapacidad para experimentar sentimientos o emociones contrapuestos: 17 Stanghellini escribe «conscientiousness» que se corresponde con el rasgo de escrupulosidad de Tellembach al que sigue. Libros. Siso nº 44. Otoño 2007 311 A propósito de Disembodied Spirits and Deanimated Bodies. The Psychopathology of Common Sense, The Self in Neuroscience and Psychiatry, Exploring the Self, Psicopatología della Schizophrenia. «Es difícil para mí adaptarme a nuevas situaciones; cualquier cosa indefinida me angustia; me siento mal cuando alguien al que yo aprecio actúa de manera extraña conmigo…» Los esquizofrénicos describen sus vidas como cuerpos inanimados o espíritus incorpóreos. La carencia del sentimiento de autoconciencia (self consciousness) entraña el sentimiento de ser un cuerpo sin vida. Este tipo de estado es a menudo diagnosticado equivocadamente como despersonalización melancólica pero hay una sutil diferencia fenomenológica. Mientras que el melancólico afirma que, «siento que no siento», el esquizofrénico afirma que, «no siento que siento». La pretensión de Stanghellini es unificar los aspectos de desconexión que tienen lugar en el reino de la autoconciencia y la desconexión que ocurre en el reino de la vida social Foco principal de atención de estos neurofenomenólogos son los trastornos del Yo (self disorders). Parnas ha descrito muchos de estos síntomas, todavía no psicóticos, que anteceden al episodio esquizofrénico y que los pacientes suelen relatar en sus primeros contactos con los médicos y los ha agrupado bajo algunas categorías:18 1. Las alteraciones de la Presencia ** 19 «La experiencia subjetiva fundamental de la persona esquizofrénica, dice Parnas, consiste en una forma peculiar de despersonalización». Respirar es algo dado, pre-reflexivo de lo que no nos damos cuenta hasta que una disnea o un ahogo lo hacen presente. Sólo cuando nos falta aire nos volvemos conscientes de ese proceso y fijamos nuestra atención en él. Nuestro estar en el mundo es también en condiciones normales, tácito, dado, pre-reflexivo. Vivimos rodeados de cosas, de personas, de acontecimientos que también consideramos «dados», tácitos, sin que tengamos que reflexionar 18 Parnas. J. «Self and schizophrenia: a phenomenological perspective». En The Sekf in neuroscience and psychiatry. Cambrigde University Press. 2003. 19 ** Una versión más resumida de este apartado ha sido publicada en el número 42 de Siso-Saúde. Formaba parte de la comunicación leída en las Jornadas de San Clodio. Se mantiene aquí ya que forma parte de del cuadro más amplio de las alteraciones que se describen. 312 Libros. Siso nº 44. Otoño 2007 A propósito de Disembodied Spirits and Deanimated Bodies. The Psychopathology of Common Sense, The Self in Neuroscience and Psychiatry, Exploring the Self, Psicopatología della Schizophrenia. ni pensar conscientemente que están ahí, pero podemos hacernos conscientes y reflexionar sobre ellos con cierto esfuerzo intelectual. Paladear un vino es una experiencia de la que somos conscientes de modo inmediato sin necesidad de reflexión alguna pero de la que nadie excepto nosotros puede experimentar. Ese tipo de experiencia pre-reflexiva se llama a veces qualia o perspectiva de primera persona en contraposición a la perspectiva de tercera persona que sería la determinación del estado cerebral correspondiente a esa sensación20. Damasio propone el ejemplo siguiente para intentar dar cuenta de esta presencia. Imaginemos que estamos leyendo una página de un libro cualquiera. A medida que leemos vamos reconstruyendo el significado de las palabras y activando los conocimientos a ellas asociados almacenados en nuestra memoria. Pero al mismo tiempo se despliega algo más: el sentimiento de que soy yo, momento a momento, y no otra persona, la que está leyendo el texto así que en este proceso de lectura además de las imágenes evocadas por el texto, hay esa presencia del yo como observador de las cosas que provocan imágenes, un yo propietario de esas imágenes: existe una presencia de usted en una relación concreta con un determinado objeto. «De no haber tal presencia en usted… ¿Cómo podrían pertenecerle sus pensamientos?... esa presencia es callada y sutil y a veces es poco más que una insinuación a medias adivinadas…»21 El sentido de certidumbre de la propia subjetividad, escribe Sass, es fácil de comprender. Normalmente tenemos el sentimiento de que nuestras acciones, pensamientos y percepciones vienen de nuestro interior con un sentido implícito de intención y control y sentimos que nuestra conciencia nos pertenece a nosotros mismos y es privada y a menos que queramos comunicar a otros nuestra vida interior a través de gestos o palabras, permanece privada. Estos supuestos están tan arraigados que afirmarlos es una tautología. Sin embargo hay situaciones clínicas en las que este sentimiento se rompe. 20 Kirchner.T.T.J; Leube. D.T. Self-consciousness, self-agency and schizophrenia. Consciuousness and cognition. 12. 2003. (659-669). 21 Damasio.A. La sensación de lo que ocurre. Debate.2001. El traductor de la obra, utiliza «ser» donde Damasio escribe «self». Creo que no es una traducción acertada y hace bastante confusa la versión en español. Libros. Siso nº 44. Otoño 2007 313 A propósito de Disembodied Spirits and Deanimated Bodies. The Psychopathology of Common Sense, The Self in Neuroscience and Psychiatry, Exploring the Self, Psicopatología della Schizophrenia. Parnas y sus colegas, piensan que las alteraciones de este sentimiento de presencia son los síntomas más precoces del periodo prodrómico en la esquizofrenia. Llamamos ipseidad, (o myness- mismidad) a este sentimiento no reflexivo de presencia, a esta autoconciencia no reflexiva de nuestras percepciones, sentimientos, dolores o pensamientos en curso que sabemos nuestros sin necesidad de pensar sobre ello. Es esta ipseidad la que se altera en los momentos prepsicóticos a veces con años de anticipación al brote. Los pacientes vivencian esa alteración como una desconexión, un desapego de ese fundamento de su existencia: «No me siento yo mismo; No soy yo mismo; Me estoy volviendo un monstruo; a veces es como si no fuera yo el que está pensando; me siento alejado de mi mismo; no tengo conciencia de mi mismo; estoy medio despierto; mi Yo está desapareciendo para mí…» En el ejemplo de Damasio podrían decir: «leo y tengo la sensación de que no soy yo el que leo». El sentimiento dominante es la falta de inmersión en el mundo, el sentimiento de una desconexión, de una pérdida del contacto con uno mismo, de desafección, un desanclaje impuesto, de una distancia que se va abriendo entre el sujeto y las cosas percibidas que ya no son sentidas en el propio cuerpo sino que aparecen como cosas en sí, carentes de la resonancia corporal y subjetiva que proporciona la ipseidad22 o un sentir que hay una separación entre el que siente (nosotros) y lo que es sentido. A veces la confusión con la anhedonia es frecuente pero la anhedonia es sólo un aspecto de esta pérdida más general de la autoconciencia. Para estos pacientes nada es tácito, han perdido la evidencia natural, el sentido común que hace obvio sin necesidad de reflexión, la vida cotidiana en muchas de sus facetas. La reflexividad es el proceso mediante el que tomamos como objeto explícito, la propia experiencia de si mismo, 22 La semejanza a pesar de los diferentes lenguajes empleados, el de la perspectiva en primera persona en Parnas y el de la tercera persona en Damasio, es sin embargo notable. El «marcador somático» de Damasio, su teoría de las emociones como conocimiento, suponen el correlato neurbiológico de estas experiencias subjetivas recogidas por la fenomenología psicopatológica. 314 Libros. Siso nº 44. Otoño 2007 A propósito de Disembodied Spirits and Deanimated Bodies. The Psychopathology of Common Sense, The Self in Neuroscience and Psychiatry, Exploring the Self, Psicopatología della Schizophrenia. del propio cuerpo o del mundo. Es la ipseidad hecha explícita23. Los esquizofrénicos tienden a volverse hiperreflexivos, es decir, a tomar como objeto de atención su propia vida mental. La alteración de la ipseidad y la hipereflexividad, son fenómenos complementarios ya que la carencia del sentimiento implícito de ipseidad hace que ese sentimiento sólo pueda ser alcanzado de modo explícito a través de la reflexividad consciente: «A veces mientras camino, soy consciente de cada paso que doy; a menudo me canso de hacer algunas cosas como vestirme o lavarme ya que debo siempre pensar lo que viene antes y lo que viene después…» En fases más avanzadas de la esquizofrenia se observa ya una alteración entre el sentimiento de agencia, o autoría (agency) y el de pertenencia (ownnership) que corresponden a un nivel más alto del Yo, al Yo reflexivo. Los trastornos del Yo han sido reconocidos desde hace mucho tiempo en la literatura psiquiátrica aunque pocas veces se les ha asignado un papel central. Sass y Parnas recuerdan que aunque implícita, en algunos de los trastornos descritos, de modo explícito la noción de Yo, (self), y de trastornos del Yo o de sus límites, ni siquiera es mencionada en el DSM IV o en la CIE. 10. Los trastornos del Yo los vamos a encontrar bajo la rubrica de Delirios Bizarros en el apartado de esquizofrenia a pesar de que la pérdida de conciencia de la actividad del Yo, como afirmaban Wyrsch o Cabaleiro Goás entre otros, engloba un conjunto de síntomas que forman parte de la Lista de Schneider donde son considerados como fundamentales para el diagnóstico de esquizofrenia24. El ambiguo concepto de delirio bizarro, según los sucesivos DSMs, es definido como una falsa creencia cuyo contenido es eviden- 23 Staghellini.G; Prólogo a La Persona del Esquizofrénico. Traicastela. 2001; Staghellini. G; Cutting. J. Auditory verbal hallucinations: breaking the silence of inner dialogue. Psychopathology. 2003. 36: 120-128. 24 Son Berrios y Marková quienes recuerdan en un combativo artículo, que los trastornos del Yo estuvieron desaparecidos de la psiquiatría europea (y más aún de la de habla inglesa) aunque se seguía hablando de la subjetividad y del Yo del paciente esquizofrénico detrás de las puertas cerradas. Hubo según Berrios y Marková, algunas excepciones y citan explicitamente a Wyrsch y a Cabaleiro. («The self and psychiatry: a conceptual history». En The Self in neuroscience and psychiatry. T. Kircher and A.David. Cambrigde University Press 2003. Libros. Siso nº 44. Otoño 2007 315 A propósito de Disembodied Spirits and Deanimated Bodies. The Psychopathology of Common Sense, The Self in Neuroscience and Psychiatry, Exploring the Self, Psicopatología della Schizophrenia. temente absurdo que no tiene base real alguna en relación al mundo cultural del sujeto». El acento se pone en la absurdidad del contenido y se considera como de gran valor diagnóstico y criterio sintomatológico suficiente para establecer el diagnóstico de esquizofrenia tanto en el DESM III como en su versión revisada. El DSM IV (APA, 1994) vuelve a proponer la definición de la edición precedente, pero es más reticente ya que entiende que el concepto de bizarro puede ser difícil de evaluar, especialmente en algunas culturas. El DSM IV que concede amplio espacio a la descripción de este síntoma, enfatiza los criterios de la incomprensibilidad, implausibilidad e imposibilidad de derivarlo de la experiencia de la vida ordinaria. Con el DSM IV, el delirio bizarro se vuelve a proponer– puede decirse que schneiderianamente–como criterio sintomatológico central para el diagnóstico de esquizofrenia25. Pero ocurre que muchos de los fenómenos agrupados bajo la etiqueta Delirio Bizarro como robo, bloqueo, inserción o difusión del pensamiento entre otros, no pueden ser considerados delirios sino como experiencias anómalas que estarán mejor agrupadas bajo el término más descriptivo de trastornos de los límites del Yo. Cuando un paciente describe que un pensamiento no es de su autoría, describe algo subjetivo. Si añade que un vecino se lo mete con una máquina para someterlo a un experimento hablaremos de delirio pues el paciente ha construido una explicación que remite al exterior para lo que hasta ese momento era una pura experiencia subjetiva. La distinción entre Autoría (agency) y Pertenencia (ownership)26 se ha ido abriendo camino en los textos de la llamada Neurofenomenología para explicar algunos de los síntomas fundamentales de la esquizofrenia. Por autoría se entiende el sentimiento de que yo soy el autor, la causa o el origen, del pensamiento o del movimiento, (yo soy la causa o el autor del movimiento). Por pertenencia, el sentimiento 25 Sicopatología Della Schizofrenia. A cura di Mario Rossi y Giovanni Stanghellini. Raffaello Cortina Editore. 1999. 26 Aunque no se ajustan con exactitud a su significado en su idioma original, no he encontrado una traducción mas ajustada para estos dos términos ingleses que los aquí propuestos. Podría usarse «sentimiento de agencia» de modo alternativo. 316 Libros. Siso nº 44. Otoño 2007 A propósito de Disembodied Spirits and Deanimated Bodies. The Psychopathology of Common Sense, The Self in Neuroscience and Psychiatry, Exploring the Self, Psicopatología della Schizophrenia. de que soy yo quien experimenta el pensamiento o el movimiento (es mi cuerpo el que se está moviendo)27. Semejante aunque no idéntica, ya que ocurre en un nivel cognitivo jerárquicamente superior, es la distinción entre atribución de subjetividad y atribución de autoría. Para Gallagher28 existe una diferencia de nivel de autoconciencia entre ambos tipos. Autoría y pertenencia, corresponden a un primer nivel experencial y son generadas por procesos neurológicos básicos al menos en lo que se refiere al control de la acción. Estudios de neuroimagen sugieren que el cortex parietal inferior y la ínsula anterior y otras áreas estarían implicadas en estas tareas. Hay sin embargo un nivel cognitivo superior, lo que llamaría Castilla del Pino, reflexividad, implicado en la subjetividad y autoría cuando se consideran de modo consciente las actitudes hacia las experiencias de primer nivel. Es en este nivel donde los autores que proponen esta distinción diferencian la subjetividad de la autoría. Normalmente autoría y pertenencia están unidas y nos proporcionan ese sentimiento unificado de ser un Yo único que piensa y actúa pero pueden disociarse en algunos casos. La provocación de un reflejo rotuliano, los movimientos coreicos o discinéticos, o los provocados mediante estimulación magnética transcraneal, son considerados como pertenecientes a él mismo por quien se ve afectado por ellos pero no causados por el mismo. Si alguien me empuja por detrás yo sé que el movimiento que afecta a mi cuerpo me pertenece pero sé también que no soy el autor del mismo. La esquizofrenia, al menos en algunos de sus síntomas, parece revelar la pérdida del sentido de autoría mientras se mantiene el de pertenencia. En la inserción del pensamiento, el paciente reconoce que en su mente, en el flujo de sus pensamientos, hay algunos pensamientos de los que no es autor, aunque aquí es preciso establecer la diferencia sutil que Jaspers había hecho entre pensamientos hechos e inserción del pensamiento. 27 Gallagher.S. Sense of agency and high order cognition: levels of explanation for schizophrenia. Cognitive Semiotics. 2 2003. 4 Gallagher.Ob.cit. Libros. Siso nº 44. Otoño 2007 317 A propósito de Disembodied Spirits and Deanimated Bodies. The Psychopathology of Common Sense, The Self in Neuroscience and Psychiatry, Exploring the Self, Psicopatología della Schizophrenia. Jaspers distinguía los pensamientos hechos de los pensamientos impuestos. En el primer caso se afecta el propio proceso del pensar porque este proceso ha sido influenciado por algún otro. En el caso de la inserción o imposición del pensamiento no es el proceso en sí, sino que algunos pensamientos han sido introducidos en su mente desde fuera ya elaborados. Mullins y Spence29 propusieron una tabla aquí modificada parcialmente para definir algunos de estos fenómenos: Síntoma Inserción de Pensamientos Pensamientos Hechos Robo del Pensamiento Experiencias de Actividad* Pensamiento Obsesivo Barrera Diacrítica Permeable Permeabilidad Autoría Pertenencia Hacia el interior Ajenos Ajena Permeable Hacia el interior Ajenos Propia Permeable Hacia el interior Ajenos Propia Permeable Hacia el exterior No Propios Propios Propios Propia Intacta * En las experiencias de actividad el paciente transmite sus pensamientos de manera intencional y ejerce control sobre objetos y acontecimientos en el mundo externo. Es el caso por ejemplo, del paciente que afirma que «mis pensamientos pueden influir en las cosas» o «esto ocurrió porque yo lo pensé» o también: «Mantengo el mundo funcionando con mi pensamiento». Castilla del Pino ha llamado la atención sobre formas de transición autoría/pertenencia, bien que sin utilizar esta terminología de modo explícito. Es el caso de la sonorización del pensamiento y también del eco del pensamiento: lo interesante de esta forma de alucinema (la sonorización) es lo siguiente: 29 Mullins.M; Spence.S.A; Re-examining thougth insertion. British Journ. Of Psychiatry. (2003). 182; 293-298. 318 Libros. Siso nº 44. Otoño 2007 A propósito de Disembodied Spirits and Deanimated Bodies. The Psychopathology of Common Sense, The Self in Neuroscience and Psychiatry, Exploring the Self, Psicopatología della Schizophrenia. «El paciente aún no niega la pertenencia a sí mismo de los alucinemas. Simplemente se exteriorizan. Por consiguiente aunque ha perdido la diacriticidad, aunque se ha hecho permeable la barrera diacrítica para todo lo que constituye su pensamiento no existe aún la negación de su pertenencia. Por eso el eco del pensamiento suele acompañarse de cierta conciencia de enfermedad y muchas veces de gran perplejidad y angustia… aún no se da la escisión del S(ujeto) en S(ujeto) que alucina y S(ujeto) alucinado, sino que lo alucinado es para el propio paciente parte de si mismo30». El objeto interno, (pensamiento), al sonorizarse, adopta la forma de un objeto externo, (verbalización), pero sin transformase en un objeto externo, (se sigue reconociendo su interioridad). En el eco del pensamiento antes o después de pensar algo, el pensamiento se anticipa o se reproduce sonorizado. El paso siguiente, transformación en objeto externo es ya la alucinación verbal. Hay autoría, hay pertenencia, pero con rasgos que ya corresponden a la ausencia de ambos componentes. 2. Las alteraciones del sentido de corporalidad. El mismo desapego es sentido con respecto al propio cuerpo que pasa a ser experimentado como un objeto que se va alejando de la experiencia subjetiva de corporalidad vivida por el paciente. El paciente siente el cuerpo como algo que ya no encaja naturalmente con él. Siente que el cuerpo ha perdido su coherencia apareciendo sus partes como desconectadas y aisladas las unas de las otras. También puede sentir un cambio morfológico del que el conocido signo del espejo es sobradamente conocido. Los actos motores o verbales pueden verse afectados y son sentidos como ocurriendo sin la voluntad del paciente pero todavía sin ser atribuídos estos movimientos a fuerzas ajenas. Lo mismo ocurre con algunos bloqueos o experiencias miméticas: siento mi cuerpo pero lejos: «Siento mi voz cuando hablo pero parece surgir en otra parte; camino como una máquina; cuando hago algo tengo la sensación de observarlas desde fuera como si no estuviera implicado activamente…» 30Castilla del Pino. C. Pag:122-123. Alianza. 1984. Libros. Siso nº 44. Otoño 2007 319 A propósito de Disembodied Spirits and Deanimated Bodies. The Psychopathology of Common Sense, The Self in Neuroscience and Psychiatry, Exploring the Self, Psicopatología della Schizophrenia. 3. El flujo de conciencia y sus alteraciones. Volvemos a encontrar aquí la misma desconexión. En condiciones normales no hay distancia alguna entre mis pensamientos y mi mismo, pero en estos pacientes se produce un cambio fundamental: aparece un gap entre el Yo (self) y sus contenidos, similar al que ocurre con la corporalidad. Los contenidos mentales se vuelven casi autónomos, carentes de su dimensión natural de mismidad, como si surgieran de ninguna parte, sin referencia a ningún Yo y pueden llegar a interferir con el flujo de pensamiento (interferencia del pensamiento) pudiendo ser descritos por el paciente como tics de pensamiento o pensamientos automáticos pero como en el caso de la corporalidad, atribuyen todavía los pensamientos a si mismos como en la neurosis obsesiva aunque sin la lucha interna que define a ésta. El habla interna deja de ser un medio de pensar para pasar a ser un objeto con espacialidad. Estas transformaciones inducen una hipereflexividad. El paciente se centra en la observación de sus procesos de pensamiento que en condiciones normales fluyen sin que sean sentidos ni estudiados: «Cuando un pensamiento pasa rápidamente a través de mi cerebro sin que sea completamente consciente de ello me veo obligado a dirigir la atención hacia atrás y analizar mi mente para saber exactamente lo que he estado pensando; durante muchos años asuntos muy triviales han ocupado mi mente... si por ejemplo leía en una novela «ella leyó» tenía que volver atrás y reflexionar sobre las razones para usar el pronombre personal...» 4. Los límites del Yo y sus alteraciones. La incapacidad de discriminar entre el Yo y el no-Yo en la esquizofrenia, lo llamó Bleuler, transitivismo. En la literatura neurocognitiva esta distinción Yo-no Yo, se considera generada por un proceso mental de monitorización inferencial. Desde la perspectiva fenomenológica esta demarcación Yo-noYo se considera que es automáticamente constituida en cada experiencia. Seria un aspecto más de la autoconciencia no reflexiva: «Hay una transición fluida entre mí y el mundo… debe consistir en una mezcla de moléculas del aire 320 Libros. Siso nº 44. Otoño 2007 A propósito de Disembodied Spirits and Deanimated Bodies. The Psychopathology of Common Sense, The Self in Neuroscience and Psychiatry, Exploring the Self, Psicopatología della Schizophrenia. gotas de sudor y fragmentos de restos de piel; usaba para vestir, un cinturón amplio y ceñido para sentirse más completo y demarcado;» 5. Solipsismo Algunos pre-esquizofrénicos como enseña la experiencia clínica, se vuelven a menudo preocupados por cuestiones filosóficas y metafísicas o con temas esotéricos o sobrenaturales. Es como si la transformación sufrida por su mundo vivencial exigiera «nuevos conceptos» para intentar comprender la transformación sufrida. Estos nuevos conceptos suelen ir progresivamente ocupando la vida de estos pacientes a la búsqueda de un nuevo significado esclarecedor. El término filosófico solipsismo se refiere a la creencia de que solo existe la mente propia, es decir, todo es subjetivo y esta subjetivización es proyectada a la realidad que se vuelve progresivamente cada vez más subjetivizada, borrándose la frontera Yo-mundo: «En ocasiones tenía la sensación de que sólo los objetos en su campo actual de visión eran reales como si el resto del mundo, incluyendo los lugares más familiares y personas no existieran realmente. Al preguntarle sobre sus intenciones de suicidio contestó; no, no puedo imaginarme matándome a mi mismo… no puedo imaginar el mundo no estando representado por mi». 6. La experiencia del Yo y los síntomas negativos Anergia, falta de voluntad o asocialidad, son síntomas frecuentes en los periodos previos a la esquizofrenia. Sin embargo tales síntomas no pueden ser reducidos simplemente a un descenso mecánico de la energía y la iniciativa tal como se describen en los manuales al uso o en las escalas de síntomas negativos. En primer lugar, tales síntomas no son sólo déficits. Anergia y falta de voluntad pueden ser síntomas vinculados a anomalías de la conciencia del yo como ya se ha mencionado. Para concluir: si se pretende progresar en estos ámbitos, es necesaria una psicopatología refinada que tenga en cuenta la dimensión subjetiva. Sólo así se podrán establecer correspondencias con los descubrimientos neurobiológicos o de Libros. Siso nº 44. Otoño 2007 321 A propósito de Disembodied Spirits and Deanimated Bodies. The Psychopathology of Common Sense, The Self in Neuroscience and Psychiatry, Exploring the Self, Psicopatología della Schizophrenia. neuroimagen que se vayan produciendo. Este breve recorrido por algunos de los nuevos-y viejos- aportes de la psicopatología puede darnos una idea aproximada de lo que se intenta hacer. Bibliografía mínima 1. Stanghellini, G. «Psychopathology of common sense». Philosophy, Psychiatry and Psychology. 2002. 2. Stanghellini, G. «At issue: vulnerability to schizophrenia and lack of commonsense». Schizophrenia Bulletin. 2000. 26,4. 3. Glass, G. Idem, ipse and loss of the self. Philosophy, Psychiatry and Psychology.2003. December. Tomo 8. Nº 4. 4. Blankenburg, W. First steps toward a psychopathology of commom sense. Philosophy, Psychiatry and Psychology. 2001. Tomo 8. nº 4. 5. Kimura, B. Cogito and I: a bio-logical approach. Philosophy, Psychiatry and Psychology. Dce. 2001. Vol 8. 6. Fuchs, T. The tacit dimension. Philosophy, Psychiatry and Psychology. Dec.2001.Vol 8. 7. Urfer, A. Phenomneology and psychopathology of schizophrenia: the views of Eugene Minkowsky. Philosophy, Psychiatry and Psychology. Dec 2001. Vol 8. 8. Zahavi, D. Schizophrenia and self- awareness. Philosophy, Psychiatry and Psychology. Dec. 2001. Vol 8. 9. Stanghellini, G. A dialectical conception of autism. Philosophy, Psychiatry and Psychology. Dec 2001. Vol 8. 10. Gallagher. S. Self reference and schizophrenia: a cognitive model of inmunity to error through misidentification. En «Exploring the self: philosophical and psychopatologicval perspectives of self-experience».Ed 322 Libros. Siso nº 44. Otoño 2007 A propósito de Disembodied Spirits and Deanimated Bodies. The Psychopathology of Common Sense, The Self in Neuroscience and Psychiatry, Exploring the Self, Psicopatología della Schizophrenia. 11. Dan Zahavi. Amsterdam Philadelphia. John Benjamins. 2000. 12. Gallagher, S. Philosophical conceptions of the self: implications for cognitive science. Trends in cognitive sciences. Vol 4, Nº 1 January 2000. 13. Kircher, T; David.A.(Eds). The self in neuroscience and psychiatry. Cambrigde University Press.2003. 14. Mitchell, A. The role of corollary discharge in schizophrenia. Biology 2002. 2000 Third Report. On Serendip. 15. Mullins, M; Spence.S.A; Re-examining thouth insertion. British Journ. Of Psychiatry. (2003). 182; 293298. 16. Vignemont, F; Fourneret.P. The sense of agency: a philosophical and empirical review of the «who» system. Consciouness and cognition. 13 (2004) 1-19. Libros. Siso nº 44. Otoño 2007 323 Hijas e hijos de madres resilientes (Traumas infantiles en situaciones extremas: violencia de género, guerra, genocidio, persecución y exilio) Jorge Barudy y A. P. Marquebreucq. Editorial Gedisa Autor Antonio Domínguez Álvarez. Psicólogo. Vigo. Jorge Barudy, de origen chileno y formado en Bélgica, es neuropsiquiatra, psiquiatra infantil y terapeuta familiar establecido en España desde hace varios años. Fue docente en terapia familiar sistémica en la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica). Fundador y director de EXIL (Centro Médico Psicosocial para exiliados y víctimas de la violencia y la tortura) en Bélgica y España, así como del IFIV (Instituto de Formación e Investigación sobre la Violencia). Anne-Pascale Marquebreucq es licenciada en Psicología Clínica y diplomada en Psicoterapia familiar e intervención sistemica. Responsable de la coordinación del equipo clínico del programa «Niños-familias» del Centro EXIL. Del Prefacio, escrito por Boris Cyrulnik, página 11: «En este libro, los autores ofrecen la experiencia de EXIL, una ONG internacional que ofrece su ayuda a las personas que han sido expulsadas de sus países. La vergüenza del siglo XX ha sido la existencia de los campos de la muerte. Quizá la que se prepara para el siglo XXI sea acaso la de la masacre de los niños y las niñas. El imperio del dinero se mundializa más que nunca gracias a la tecnología. El triunfo de los unos conlleva el hundimiento de los otros, y cuando el fuego alcanza la casa los moradores huyen, los pueblos se desplazan e incluso los que quieren apagar el fuego deben salir corriendo para sobrevivir. Los desplazamientos de población constituirán probablemente un inmenso problema en el siglo que acaba de nacer. Libros. Siso nº 44. Otoño 2007 325 Hijas e hijos de madres resilientes Todas esas personas que desembarcan en un país de acogida, del que no conocen a menudo la lengua ni los ritos, reciben un aluvión de traumas. Al desgarro inicial que les ha expulsado de sus países se añaden, sin cesar, otros traumas: el duelo, la miseria, la humillación administrativa, el fracaso escolar, la dificultad de integración mediante el trabajo». El interés por comprender y explicar cómo el ser humano hace frente a las experiencias traumáticas siempre ha existido, pero ha sido tras los últimos atentados que han conmocionado al mundo cuando este interés ha resurgido con fuerza. La aproximación convencional a la psicología del trauma se ha focalizado exclusivamente en los efectos negativos del suceso en la persona que lo experimenta, concretamente, en el desarrollo del estrés postraumático o sintomatología asociada. Las reacciones patológicas son consideradas como la forma normal de responder ante sucesos traumáticos; más aún, se ha estigmatizado a aquellas personas que no mostraban esas reacciones, asumiendo que dichos individuos sufrían de raras y disfuncionales patologías. Sin embargo, la realidad demuestra que, si bien algunas personas que experimentan situaciones traumáticas llegan a desarrollar trastornos, en la mayoría de los casos esto no es así, y algunas incluso son capaces de aprender y beneficiarse de tales experiencias. Al focalizar la atención de forma exclusiva en los potenciales efectos patológicos de la vivencia traumática, se ha contribuido a desarrollar una «cultura de victimología» que ha sesgado ampliamente la investigación y la teoría psicológica y que ha llevado a asumir una visión pesimista de la naturaleza humana. En el campo de la salud mental, es habitual la presencia de ideas esquemáticas sobre la respuesta del ser humano ante la adversidad, las ideas preconcebidas acerca de cómo reaccionan las personas ante determinadas situaciones, basadas generalmente en prejuicios y estereotipos y no en hechos y datos comprobados. Ejemplo de ello es la creencia ampliamente arraigada en la cultura occidental de que la depresión y la desesperación intensas son inevitables ante la muerte de seres queridos, o que la ausencia de sufrimiento ante una pérdida indica negación, evitación y patología. 326 Libros. Siso nº 44. Otoño 2007 Hijas e hijos de madres resilientes Estas ideas han llevado a asumir que existe una respuesta unidimensional y de escasa variabilidad en las personas que sufren pérdidas o experimentan sucesos traumáticos y a ignorar las diferencias individuales en la respuesta a situaciones estresantes. La resiliencia o resistencia (del inglés resilience) es un fenómeno ampliamente observado al que tradicionalmente se ha prestado poca atención, y que incluye dos aspectos básicos: resistir el suceso y rehacerse del mismo. Ante un suceso traumático, las personas resilientes consiguen mantener un equilibrio estable sin que afecte a su rendimiento y a su vida cotidiana. A diferencia de aquellos que se recuperan de forma natural tras un periodo de disfuncionalidad, los individuos resilientes no pasan por este periodo, sino que permanecen en niveles funcionales a pesar de la experiencia traumática. Este fenómeno se considera inverosímil o propio de personas excepcionales y sin embargo, numerosos datos muestran que la resiliencia es un fenómeno común entre personas que se enfrentan a experiencias adversas y que surge de funciones y procesos adaptativos normales del ser humano. El testimonio de muchas personas revela que, aun habiendo vivido una situación traumática, han conseguido encajarla y seguir desenvolviéndose con eficacia en su entorno. En definitiva, lo que se deduce de las investigaciones actuales sobre trauma y adversidad es que las personas son mucho más fuertes de lo que la psicología ha venido considerando. Los psicólogos han subestimado la capacidad natural de los supervivientes de experiencias traumáticas de resistir y rehacerse. El concepto de resiliencia (resistencia, resilience), ha sido tratado con matices diferentes por autores franceses y estadounidenses. Así, el concepto que manejan los autores franceses relaciona la resiliencia con el concepto de crecimiento postraumático, al entender la resiliencia simultáneamente como la capacidad de salir indemne de una experiencia adversa, aprender de ella y mejorar. Mientras que el concepto de resiliencia manejado por los norteamericanos, más restringido, hace referencia al proceso de afrontamiento que ayuda a la persona a mantenerse intacta, diferenciándolo del concepto de crecimiento postraumático. El origen de los trabajos sobre resiliencia se remonta a la observación de comportamientos individuales de superación Libros. Siso nº 44. Otoño 2007 327 Hijas e hijos de madres resilientes que parecían casos aislados y anecdóticos y al estudio evolutivo de niños que habían vivido en condiciones difíciles. Uno de los primeros trabajos científicos que potenciaron el establecimiento de la resiliencia como tema de investigación fue un estudio longitudinal realizado a lo largo de 30 años con una cohorte de 698 niños nacidos en Hawai en condiciones muy desfavorables. Treinta años después, el 80% de estos niños había evolucionado positivamente, convirtiéndose en adultos competentes y bien integrados. Este estudio, realizado en un marco ajeno a la resiliencia, ha tenido un papel importante en el surgimiento de la misma. Así, frente a la creencia tradicional fuertemente establecida de que una infancia infeliz determina necesariamente el desarrollo posterior del niño hacia formas patológicas del comportamiento y la personalidad, los estudios con niños resilientes han demostrado que son suposiciones sin fundamento científico y que un niño herido no está necesariamente condenado a ser un adulto fracasado. Optimismo, esperanza, creencias religiosas y extraversión son algunas de las características que de forma más frecuente aparecen en los estudios como factores de resistencia y crecimiento. Cabe preguntarse en este punto cuál debe ser el papel del psicólogo. Teniendo en cuenta que, al menos de momento, el crecimiento postraumático no puede ser creado por el terapeuta bajo una fórmula o procedimiento establecido, es necesario asumir que éste debe ser descubierto por el propio sujeto. El psicólogo debe ser capaz de descubrir y percibir en cada persona los distintos signos del despertar de este crecimiento para encauzarlos y ayudar en su desarrollo. No todas las personas serán capaces de aprender de su experiencia traumática, pero algunas sí lo harán y admitir esta posibilidad ya es un avance. En la práctica clínica, a mi modo de ver, hay que ser sumamente cauteloso, pues la presión hacia la percepción de beneficio puede conllevar sentimientos de frustración en personas que son incapaces de encontrar dicho beneficio. 328 Libros. Siso nº 44. Otoño 2007 Psicopatoloxía do retorno A. García Caballero. Ramón Area. Galaxia. 2007. Premio Ramón Piñeiro de Ensaio Autor Santiago Lamas Hai un santo, san Ulises, con ermida no peirao de Itaca, que segundo don Alvaro Cunqueiro, foi o inventor do remo e do desexo de volver ó fogar. Se cadra, ainda que a súa nacionalidade é descoñecida, deberíamolo poñer a carón do Santiago no santoral galego como patrón de Galicia e dos retornos, porque hai sospeitas fundadas de nacencia no país e descendencia numerosa. Pode que por iso, no limiar deste libro, se conte a historia arquetípica dun dos novos Ulises galegos de parentesco achegado co santo dos retornos. Pouco importa que as viaxes longas e demoradas xa non se fagan en barcos con aparello de goleta, as Circes e as Calypsos sexan meigas-camareiras de barras americanas, os Polifemos teñan facianas de narcos, e as Penelopes, esas viuvas de vivos, tezan e destezan versos rosalianos de adeuses que nunca rematan ... Pouco importa...os galegos teñen que poñer no seu santoral a este santo viaxeiro cunqueiriano que arela o retorno para abeiro de emigrantes e saudades. Deses retornos fala este libro que recolle os relatos, as pequenas odiseas dos que foron polo mundo adiante e o que atoparon ó volver. Convocada eiquí, e no mesmo libro que hoxe presentamos e non por azar, na literatura de Cunqueiro, chea de viaxeiros e de terras alongadas, hai outros emigrantes. Certos peixes, polo menos en Bretaña, escribe Cunqueiro, falan dúas lingoas: unha celta que entenden os nativos e outra, a occidental sen parentesco con ningunha das lingoas da terra. Hai que supoñer que houbo un tempo en que os antigos galegos de fala celta tiña a habelencia de falar con estes peixes e que foron eles os que lles aprenderon os rumbos das terras do alén. O salmón nace aquí; marcha Libros. Siso nº 44. Otoño 2007 329 Psicopatoloxía do retorno canda novo a mares descoñecidos e retorna para deixar a súa semente e morrer. Este foi o modelo emigratorio clásico. As anguías fan a viaxe inversa; marchan as américas do mar dos sargazos cando xa son grandeiras, deixan alí a semente e morren; alí nacen os seus descendentes as angulas, que dende aló, volven a unhas aguas que non coñecen pero onde viviron os seus ancestros. É o novo modelo de retorno que acolle agora ós fillos e netos de aqueles que hai anos marcharon e naceron alá. Para estes, o país ao que veñen, está cheo de memorias de outros, e de imaxes propias ensoñadas. Hai trinta ou coarenta anos asistimos a unha masiva partida de Ulises. Non era algo novo. Como as xentes dos outros fisterres atlanticos, Irlanda, Escocia, Bretaña, para non falar doutros pobos da Europa profunda, levábamos séculos despedindo Ulises dende peiraos tristeiros, primeiro ás Américas, despois ás Europas. Afeitos polo costume ao este vaise e aquel vaise, e todos se van, non nos decatamos que agora a historia era outra: este volve, aquel volve, este chega, aquel chega... Neste libro faise a crónica deste decatarse. Os autores tiñan un observatorio privilexiado. Traballan nun lugar onde os que volveron ou viñeron por vez primeira, van na procura de alivio para os malestares que lles provoca o afacerse a este novo niño social que xa non é como o que deixaron ou como imaxinaron. E hai moitos retornos, moitas historias, moitos relatos as veces eivados, tolleitos... Poderíamos dicir, como no caso de salmóns e anguías, que hai os que veñen morrer e hai os que veñen, vivir pero estas dúas amplas tipoloxías abranguen moitos e distintos relatos. Fronte as viuvas de vivos, símbolo dos tempos pasados, a orfandade identitaria dos novos retornados coas súas dúas patrias adoptivas. No modelo antigo, o galego que marchaba tiña que se afacer os costumes dunha nova terra e repetir o proceso cando retonaba a súa. Agora hai retornados que non son verdadeiros retornados senón re-emigrantes pois veñen a unha terra, a dos pais ou avós, da que eles nunca se foron e na que non viviron. E o mesmo proceso que o dos seus pais ou avós, pero inverso. É un retorno familiar, non persoal. ¿Por que volveron ou viñeron?... ¿ Como se foron afacendo ao modo de vida nos lonxes e á vida de retornado despois? Neste libro procúrase responder a algúns destes interrogantes. Empréganse conceptos como transmigración, modo-de-vida-retornado, familismo amoral, choque cultural inverso ou perda ambigua. Propóñense hipótesis para explicar poño por caso, 330 Libros. Siso nº 44. Otoño 2007 Psicopatoloxía do retorno a dedicación de moitos dos retornados aos pequenos negocios ou a hostelería, que se fai no texto equivalente estructural dun minifundio rural pero limpo, sen mans enzoufadas; estudanse os conflictos familiares, os fillos de ningures, a disonancia entre o paraíso perdido de nenez ou o imaxinado nos lonxes e o seu encontro cunha realidade que non acae con estas lembranzas ou con estas arelas, e sobre todo, e coido que é algo que se fai por vez primeira entre nós, estudanse as narrativas destes retornados recorrendo a narratoloxía, a Propp, ao estudo das metáforas, á lingüistica cognitiva. Non é un libro de alivio, de encargo. É un traballo longo e demorado que levou anos de escoitas e pescudas babélicas en bibliografías non sempre doadas de atopar e onde os procedementos estadísticos conviven cos materiais que a literatura galega ou non, e a filmografía aportan. Os bos libros non son impacientes dicía Borges, e este non tivo presa. Din os autores no remate do libro, que cómpre escoitar con atención a estas xentes retornadas que con acentos de Zurich ou de Bos aires aprenderon moitas cousas que nos poden ensinar. ¿Desaproveitaría algúen o saber recollido por Ulises na súa longa viaxe de retorno? Hai anos que Cabaleiro, un deses psiquiatras leídos que daquela se chamaban humanistas, foi quen de recoñecer que a emigración era un fenómeno social que polas súas consecuencias psicolóxicas a psiquiatría non podía esquecer. Anos mais tarde o ciclo pechase con este traballo que con ferramentas de analises adiadas, estudia o retorno daquelas xentes que Cabaleiro estudiou cando marchaban. Como os autores son amigos e colegas, é axeitado un certo pudor nas loanzas. Non se entende Galicia, como non se entende Irlanda, sen comprender o que de bo e de malo tivo a emigración e si Galicia non se entende sen a emigración, a emigración, non se entende sen este libro. É libro de obrigada lectura, por razóns científicas, sociolóxicas e literarias Presentación pública del libro publicado por la Editorial Galaxia en el Liceo de Ourense. Presidida por Santiago Lamas, los autores, David Simon y Victor Freixanes. Libros. Siso nº 44. Otoño 2007 331 Vacaciones en Polonia Suicidios y literaturas Autores A. Cibeira, R. Touriño Tal como muestra la portada a modo de lámina anatómica, tratar de diseccionar el tema del suicidio, escalpelo en mente, podría conducirnos a la frustrante conclusión de no hallar causa ni explicación, pero no se trata aquí de esto: el corte sagital de la cabeza deja a la vista un hemisferio mientras el otro permanece oculto manteniendo el deseo... o la contraportada. El título Vacaciones en Polonia y el tema de este número suicidios y literaturas, hacen que con imagen-título-tema el desconcierto esté servido. Primera evocación, sin abrirla: ¿Jarry y su Ubú? Pero se abre y se hojea, turba… continúa imprevisible, la intriga aumenta... No nos pongamos nerviosos y admiremos su anárquica y, aunque suene decimonónico decirlo, bella y cuidada edición. En la patafísica todo suceso del universo es una excepción. Bien, éste es uno de ellos, a lo largo de 192 páginas, las peripecias entre palabras e imágenes son la norma sin norma. R. Cuter, Paco Solé, Teo, Emilio Sola, San y Marcz Doplacié son los ilustradores. Los seguidores de este último han encontrado aquí un nuevo objeto de culto, todo un coleccionable con ocho ilustraciones, dos de ellas historietas, a gran tamaño; colabora también en los retratos de los «suicidios ejemplares» que cierran la publicación e integran además una colección de cromos, (¿te lo cambio?). Libros. Siso nº 44. Otoño 2007 333 Vacaciones en Polonia. Suicidios y literaturas No es tiempo de rebajas, no se escatima en detalles, el póster y la pegatina que acompañan a la publicación lo demuestran; pero hay más regalos escondidos entre las páginas, pequeños grandes trozos de ilustraciones y, centrándonos ya en los textos, algunos de autores minoritarios y otros obsequios como las traducciones del portugués Mário de Sá-Carneiro o del surrealista rumano Gherasim Luca. Nos sorprenden con misceláneas extravagantes y exageradamente nimias como la del niño que antes de ahorcarse de un cerezo, dejó una nota a sus padres diciéndoles que fueran a por pan y leche porque él no iría; o la desaparición de un escritor inexistente certificada por la Sociedad de Investigaciones Eruditas e Inútiles. También nos encontramos con relatos más extensos sobre distintos autores: Maiakovski, Deleuze, Améry, Potocki y otros. Se narran los avatares de sus existencias, obras y los contextos en los que se producen sus muertes. La invitación a adentrarse en estas vidas no atrae únicamente por su trágico final sino por el recorrido a través del mundo literario y artístico de cada época. Y no sólo se trata aquí de biografías sino también de geografía, iniciando un recorrido por la «Rusia suicidante» que se continúa con la trayectoria mortal del viaducto de Madrid, realizando paradas cercanas a través de la «Saudade y ansia de além» en la literatura portuguesa; sin olvidarnos de la historia: «Suicidio, modo de usar» es un cajón-desastre para conocer cómo ha sido visto el suicidio por el poder a lo largo de los tiempos. Para terminar, huyendo de un afán enciclopédico y prescindiendo de tablas «socio-económico-meteorológicas», aparece una lista de literatos suicidas, la suicipedia: 355 entradas ordenadas alfabéticamente con breves sinopsis sembradas de múltiples referencias que cada uno se encargará de recoger, si le interesa, claro. Publicación crítica e inconformista, trata con ironía mortífera alguna de las perspectivas literarias desde las que se ha abordado la controvertida práctica. Cuando la explicación del fenómeno se aborda desde la sociología, se impone el análisis suicidológico con su objetivo preventivo. La filosofía suele, sin embargo, dirigirse hacia una apología de la autodestrucción; Camus es rotundo cuando afirma: «juzgar si la vida vale o no vale la pena vivirla es responder a la pregunta fundamental de la filosofía». 334 Libros. Siso nº 44. Otoño 2007 Vacaciones en Polonia. Suicidios y literaturas Los autores nos cuentan cómo el suicida en la actualidad, no es un héroe como en la época clásica; ni un poeta desgarrado como en el romanticismo; tampoco un proletario desesperado como en el siglo XIX; hoy la autolisis es un acontecimiento médico más. Destinada «a la gente que le gusta leer»; sin periodicidad definida «sale cuando la hacemos», éste es el tercer número y a la vista de que los otros dos están agotados, parece evidente que muchos queremos Vacaciones. Libros. Siso nº 44. Otoño 2007 335 Normas de publicación Información para los autores SISO/SAÚDE considerará para su publicación trabajos en castellano y/o gallego relacionados directamente con la Psiquiatría, la Psicología Clínica y los de disciplinas afines que sean relevantes para aquella, no aceptándose manuscritos que ya hayan sido publicados o presentados para publicación en otra revista. Las normas siguen las recomendaciones generales del Comité Internacional de Editores de Revistas Médicas. Tipos de artículo 1. Editorial. Artículo breve, generalmente encargado por el Consejo Editorial, en el que la Revista toma una posición (informa, comenta, critica o discrepa) acerca de un tema científico de actualidad. Las editoriales irán firmadas por su autor pero se entiende que el Consejo Editorial está de acuerdo con su publicación. 2. Originales. Trabajos de investigación que han de cumplir dos requisitos básicos (además de los usuales de formato, redacción, orden y presentación de datos, etc.): aportar algo nuevo a un aspecto concreto del conocimiento psicopatológico o psiquiátrico y ser dicha aportación de suficiente relevancia. Su extensión no será superior a las 5.000 palabras incluyendo resumen, tablas, gráficos y bibliografía y, como regla general, se recomienda que el número de firmantes no sea superior a seis. 3. Revisiones. Artículos que abordan en profundidad la puesta al día crítica de un tema monográfico, redactado por un especialista en el mismo. Las revisiones se hacen a veces por encargo. Su extensión no deberá superar las 7.500 palabras. 4. Artículos especiales. Sección «A propósito de...», «A Velas vir», «Os eventos...». Trabajos de interés sobre temas psiquiátricos o de disciplinas afines que por sus características no encajan como originales ni como revisiones. Salvo casos excepcionales se realizarán también por encargo a la Revista y podrán organizarse como «Series» que serán oportunamente presentadas. 5. Casos clínicos/Comunicaciones breves. Presentaciones concisas, de extensión total no superior a 1.500 palabras, que anticipan resultados de una investigación en curso o plantean casos clínicos de interés. 6. Cartas al Director. Sección en la que se recogen observaciones, respuestas y críticas a trabajos publicados, observaciones metodológicas, casos clínicos atípicos, observaciones clínicas o terapéuticas, efectos adversos de tratamientos no referidos o excepcionales, etc. Su extensión total no superará las 500 palabras. 7. Crítica de libros. Los libros para reseña serán remitidos al Redactor Jefe de la Revista, quien solicitará su revisión a algún miembro del Comité de Expertos o a quien considere oportuno. Todos los trabajos Normas de publicación. Siso nº 44. Otoño 2007 337 serán revisados de manera anónima por dos miembros del Comité de Expertos de la Revista (Lectores anónimos) que informarán al Comité de Publicaciones sobre la conveniencia o no de su publicación, de acuerdo con los criterios establecidos por éste para cada sección. El Comité de Publicaciones se reserva el derecho de publicar o no un original, así como el momento de hacerlo; también se reserva el derecho a realizar las modificaciones de estilo que estime pertinentes en los trabajos aceptados para publicación. Que quedarán como propiedad permanente de SISO/SAÚDE y no podrán ser reproducidos en parte o totalmente sin permiso escrito de la misma. En los trabajos realizados con pacientes los autores tomarán las medidas necesarias para preservar su anonimato e intimidad. Si se trata de trabajos experimentales es necesario incluir de manera explícita que se ha obtenido el consentimiento informado de los sujetos o sus tutores legales tras la explicación de los procedimientos que se van a utilizar. Requisitos de los manuscritos Se enviarán al Director de Publicaciones de SISO/SAÚDE, 3 copias mecanografiadas a doble espacio en hojas DIN A4 (210 x 297 mm) numeradas correlativamente en el ángulo superior derecho, acompañada de una versión en diskette 3.5» empleando un procesador de texto en versión compatible IBM o Macintosh. Los manuscritos constarán de las siguientes partes, cada una de las cuales se iniciará en una página independiente: 1. Primera página, que incluirá por orden los siguientes datos: títulos del artículo (en español e inglés); nombre y apellido(s) de los autores, indicando el centro de trabajo; dirección para correspondencia, y cualquier otra indicación adicional que se estime necesaria. La Revista considera que el autor de un trabajo es quien haya tenido una participación relevante en el diseño, realización del trabajo, redacción y aprobación final del mismo. Los restantes participantes se harán constar, previo acuerdo por escrito de los interesados, en el apartado de Agradecimientos. 2. Resumen, de extensión no inferior a 150 palabras ni superior a 250. En los trabajos originales se recomienda presentarlo en forma estructurada (Fundamento, Métodos, Resultados y Conclusiones). Irá seguido de 3 a 10 palabras clave para la indexación en los repertorios bibliográficos. Tanto el resumen como las palabras clave se presentarán en castellano e inglés. 3. Texto, que conviene que vaya dividido claramente en apartados según el siguiente esquema: Originales; Introducción; Observación clínica (o Métodos y Resultados), y Discusión. 4. Agradecimientos. En los casos en que se estime necesario se citarán las personas o entidades que hayan colaborado en la realización del trabajo. 5. Referencias bibliográficas. Se ordenarán y numerarán de forma correlativa según su primera aparición en el texto, debiendo aparecer el 338 Normas de publicación. Siso nº 44. Otoño 2007 número de la cita entre paréntesis o en carácter volado. Podrá ir acompañado del nombre del autor o autores si son uno o dos, debiendo mencionarse el primero seguido de la expresión et al, si son más. La exactitud de las referencias es responsabilidad de los autores, que deben contrastarlas en los documentos originales y especificar claramente las páginas inicial y final de la cita. No se aceptarán como referencias las observaciones no publicadas aunque se pueden incluir en el texto señalando que se trata de una «comunicación personal». Los artículos aceptados para publicación podrán citarse colocando la expresión «(en prensa)» tras el nombre de la publicación. Los nombres de las publicaciones se abreviarán según el estilo empleado en el Index Medicus; en caso de tratarse de una publicación no incluida en dicho repertorio se pondrá su nombre completo. Se hará constar el nombre de todos los autores y se seguirá el estilo de los siguientes ejemplos: Ejemplo 1: Artículo de revista Sacristán JM, Germain J. Rodríguez Arias B. Psiquiatría práctica e higiene mental. Archivos de Neurobiología 1930; 10(4); 325-415. (La indicación del nº entre paréntesis es opcional en aquellas revistas que lleven paginación correlativa a lo largo de todo el volúmen; en caso de ser varios autores se indicarán todos ellos hasta un número de seis y si se supera este número se añadirá et al., poniendo el (los) apellidos seguido de la(s) inicial(es) sin otro signo de puntuación que una coma separando cada autor y un punto al final, antes de pasar al título). Ejemplo 2: libro Mira y López E. Manual de Psiquiatría. Barcelona: Salvat, 1935 Ejemplo 3: Capítulo de libro Valenciano L. La tesis de la psicosis única en la actualidad. En: Llopis B. Introducción dialéctica a la psicopatología. Madrid; Morata, 1970; 11359. 6. Tablas y gráficas. Se presentarán en hojas aparte, numeradas consecutivamente según su orden de referencia en el texto en cifras arábigas (Tabla x; figura x) con el título y una explicación al pie de cualquier abreviatura que se utilice. Se incluirá una sola tabla o gráfica por hoja. Los manuscritos irán acompañados de una carta de presentación en la que se incluirá la dirección, teléfono y fax de contacto para los temas relativos a la publicación. En la misma se expondrá también la existencia de intereses en la financiación del trabajo (patrocinio por entidades públicas o privadas, laboratorios, etc), quedando a criterio del Comité de Publicaciones la decisión sobre la conveniencia de su publicación. No se devuelven originales ni se mantiene correspondencia sobre los trabajos no aceptados por el Comité de Publicaciones. Para una información más detallada, consulten Requisitos de uniformidad para manuscritos presentados a revistas biomédicas. Med. Clin (Barc) 1991: 181-6 o Puerta López-Cózar JL, Mauri Más A. Manual para la redacción, traducción y publicación de textos médicos. Barcelona: Masson, 1995: 1-15. Normas de publicación. Siso nº 44. Otoño 2007 339 El comité de redacción de la revista no se hace responsable de los puntos de vista y afirmaciones expresadas por los autores en sus artículos. Envío trabajos: Chús Gómez H. Psiquiátrico Dr. Cabaleiro Goás. Toén - Ourense Tfno: 988 385 445 chusachusa@telefonica.net o bien a Revista SISO/SAÚDE. Congrega, S.L. C/ Rosalía de Castro, 13. 1º izda. 15004 A Coruña 340 Normas de publicación. Siso nº 44. Otoño 2007 Solicitude de inscripción na AGSM Apelidos------------------------------------------------------------------------------------------Nome -------------------------------------------------N.I.F. ------------------------------------Profesión --------------------------------------------- Cargo ------------------------------------------------------------------------------------------Enderezo profesional ------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------Teléfono profesional ------------------------------Fax profesional -----------------------Enderezo particular--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------Teléfono particular--------------------------------- Fax particular -----------------------Correo electrónico------------------------------------------------------------------------------ Socios que avalan a solicitude: 1. Nome, apelidos e firma ------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------2. Nome, apelidos e firma ------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------Declaración: Comprométome a aceptar e respectar os estatutos da Asociación Galega de SaÚde Mental. Data Sinatura do solicitante Normas de publicación. Siso nº 44. Otoño 2007 341 -----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------(Nome e apelidos do/a titular da c/c) -----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------(domicilio) ---------------de ---------------------------------------------------------------------de 200 ----------------------Sr./a Director/a do Banco ----------------------------------------------------------------------------------------Axencia ------------------------------------------------------------Dirección postal ----------------------------CP ------------------------------------------------------------------Población ------------------------------------Solicítolle dispoña o necesario para que a partir da data presente se abonen co cargo a miña (1) c/c------------------------------------------------------------------ou Cartilla de Aforros---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------nesa Entidade Bancaria os recibos de Asociado/a de D./Dña ---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------da Asociación Galega de Saude Mental. Agradecéndolle a súa atención saúdalle atentamente (firma do/a titular da c/c) (1) Táchese o que non proceda Nº asociado/a -----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------(Nome e apelidos do/a titular da c/c) -----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------(domicilio) ---------------de ---------------------------------------------------------------------de 200 ----------------------Sr./a Director/a do Banco ----------------------------------------------------------------------------------------Axencia ------------------------------------------------------------Dirección postal ----------------------------CP ------------------------------------------------------------------Población ------------------------------------Solicítolle dispoña o necesario para que a partir da data presente se abonen co cargo a miña (1) c/c------------------------------------------------------------------ou Cartilla de Aforros---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------nesa Entidade Bancaria os recibos de Asociado/a de D./Dña ---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------da Asociación Galega de Saúde Mental. Agradecéndolle a súa atención saúdalle atentamente (firma do/a titular da c/c) (1) Táchese o que non proceda 342 Normas de publicación. Siso nº 44. Otoño 2007 Nº asociado/a