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UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA (USAC) FACULTAD DE CIENCIAS MÉDICAS EXTERNADO DE PEDIATRÍA HOSPITALARIA HOSPITAL ROOSEVELT FIEBRE DE ORIGEN DESCONOCIDO Dr. Jaime Alberto Bueso Lara (*) (*) Profesor Titular XI, Facultad de Ciencias Médicas (USAC), Asociado al Departamento de Pediatría, Hospital Roosevelt. Documento elaborado con fines docentes, última revisión 1 de julio de 2012. El autor se hace responsable del contenido del documento en el ámbito para el cual fue escrito INTRODUCCIÓN Aunque la fiebre sigue siendo una causa común de consulta a las emergencias de nuestros hospitales, la fiebre de origen desconocido (FOD) aún sigue siendo relativamente infrecuente. Dos observaciones son importantes en este sentido, primero hemos constatado que en los registros clínicos de pacientes diagnosticados como FOD algunas veces no se ha documentado la fiebre del paciente y se basan en la referencia hecha por el cuidador del niño y segundo que el espectro de enfermedades se ha ido reduciendo, ya que pruebas serológicas restan importancia a enfermedades como el Síndrome de Inmunodeficiencia Humana y algunas colagenopatías como artritis idiopática juvenil o lupus eritematoso sistémico. Igualmente los avances en imagenología como el ultrasonido, tomografía y resonancia magnética hacen posible el diagnóstico temprano de abscesos y tumores sólidos, situación que antes era un tanto dificultosa. Queda claro que pacientes con fiebre prolongada pero con exámenes físicos orientadores o con pruebas de laboratorio o radiológicos que conllevan a su diagnóstico, se excluyen de esta entidad. Esta revisión pretende orientar al estudiante de medicina en el abordaje clínico de estos pacientes, repasando brevemente los mecanismos de fiebre y sus causas, tanto infecciosas como no infecciosas. Los pacientes con una FOD no diagnosticada (5 – 15%) generalmente presentan un curso benigno y prolongado, usualmente con una fiebre no asociada a una pérdida sustancial de peso y sin hallazgos que sugieran una enfermedad grave. DEFINICIÓN Y CRITERIOS DE FOD Petersdorf y Beeson (1961) propusieron 3 criterios para considerar una fiebre como de origen desconocido, siendo estos (1) fiebre mayor de 38.3o C documentada en varias ocasiones; (2) Duración de la fiebre por más de 3 semanas y (3) El diagnóstico etiológico permanece desconocido después de una semana de estudio hospitalario. Durack y Street (1991) redefine el tercer criterio, mismo que flexibiliza al indicar que es suficiente la ausencia de diagnóstico a pesar de las investigaciones adecuadas durante al menos 3 visitas en la consulta o 3 días de hospitalización. En esta revisión de 1991, los autores definen otros grupos de FOD en grupos especiales de pacientes, tales como FOD en el paciente con VIH, FOD nosocomial y FOD en el paciente neutropénico. Esta discusión será exclusivamente para la FOD clásica. Hay que tomar en cuenta que en pacientes con FOD y VIH o neutropénicos, parte del manejo es el uso empírico de antibióticos, situación distinta en niños inmunocompetentes y en estudio por fiebre. CAUSAS DE FIEBRE PROLONGADA Y DE ORIGEN DESCONOCIDO La fiebre resulta de la respuesta del organismo ante su exposición, no solo de microorganismos infectantes, sino de complejos inmunógenos y otras causas de inflamación. Esto es importante ya que no siempre corresponde a una infección bacteriana que requerirá antibióticos. Generalmente la fiebre es producida por intermediación farmacológica de sustancias como las interleuFiebre de Origen Desconocido Página 1 kinas, FNT, Interferón o proteína inflamatoria del macrófago, sin embargo no son la única razón por la cual se eleva la temperatura. Aunque algunas veces no es posible determinar la causa de una FOD, la identificación de la causa es vital para su manejo exitoso. La forma de presentación de la fiebre puede algunas veces ser de guía para orientar el enfoque (pero no diagnóstica), se incluyen las siguientes: En general se considera que las principales causas de fiebre se presentan en la siguiente proporción (varía de acuerdo a las series y al contexto): CAUSA Infecciones (virales o bacterianas) Neoplasias Vasculitis-colagenopatías. Misceláneos FOD sin determinar etiología % 30 – 40 20 – 30 10 – 15 10 – 15 5 – 15 Fiebre intermitente: Caracterizada por una amplia oscilación en las cifras de la temperatura. En algunos textos aparece como fiebre héctica (según el DRAE, propia de las enfermedades consuntivas [que consumen]), ha sido descrita en los abscesos profundos, tuberculosis, pielonefritis y septicemias, también puede observarse en niños en quienes el uso de antipiréticos es irregular. El diagnóstico varía de acuerdo a la edad del paciente, así en <6 años las infecciones son más frecuentes que otras causas, en adolescentes son frecuentes las colagenopatías y en ancianos las neoplasias. Por otro lado a mayor tiempo de evolución menos probabilidad de que sea una infección (>6 meses de evolución hay poca probabilidad que la causa sea una infección). Fiebre continua: Es aquella con elevaciones moderadas, pero persistentes de la temperatura, con mínimas fluctuaciones. Orienta a pensar en brucelosis, fiebre tifoidea y neumonía neumocócica. Históricamente las causas más importantes de infecciones bacterianas como etiología de la FOD eran (1) Infección urinaria (ITU), (2) Tuberculosis, (3) Endocarditis, (4) Salmonelosis [tíficas y no tíficas] y (5) Abscesos profundos. En la actualidad las ITU no se consideran como causas frecuentes ya que la realización rutinaria de urianálisis en pacientes con fiebre aislada lo hace poco probable. Igualmente el manejo preventivo en pacientes con riesgo de endocarditis bacteriana la hace poco frecuente. Sin embargo siguen mencionándose ya que dependerá del contexto de trabajo y los recursos existentes, ejemplo la cobertura médica, que en nuestro medio sigue siendo baja (<50%), por lo que es necesario seguir considerando estas dos entidades. Fiebre remitente: Es similar a la fiebre intermitente pero las fluctuaciones de la temperatura son menos marcadas y ésta no retorna a cifras normales. Suele observarse en las infecciones virales respiratorias, la neumonía por micoplasma y el paludismo por Plasmodium falciparum. Fiebre recurrente: Caracterizada por periodos de fiebre alternantes con periodos de temperatura normal. Durante los episodios febriles, la fiebre puede presentarse bajo una de las formas antes descritas. Disociación pulso-temperatura: Se presenta con elevación de temperatura sin incrementarse la frecuencia cardiaca. Puede observarse en la brucelosis, fiebre tifoidea y psitacosis. El clínico debe tomar en cuenta que la fiebre puede ser originada por causas infecciosas, tales como virus, bacterias, hongos, protozoos y en otras ocasiones por causas no infecciosas como enfermedades oncológicas, endocrinopatías, vasculitis, medicamentos, colagenopatías. Dos elementos importantes en la orientación del diagnóstico en casos de FOD es la edad del paciente y la duración de la fiebre (ver luego). ABORDAJE DIAGNÓSTICO Las pruebas deben seleccionarse de acuerdo al contexto epidemiológico, los hallazgos de la exploración física y resultados de pruebas ya realizadas, en este análisis debe prevalecer el sentido común y la flexibilidad, se recomienda lo siguiente: 1) La anamnesis y la exploración física deben ser detalladas y repetitivas; algunos estudios evidencian que evaluaciones repetidas 48 horas después permiten determinar la causa en cerca del 40% de los pacientes. 2) Una premisa básica es que las causas más frecuentes de FOD deben ser investigadas antes Bueso Lara JA Página 2 que las raras, a no ser que haya evidencia a favor de éstas. 3) Se recomienda realizar las pruebas de laboratorio en cuatro fases, las cuales se basan en lo discutido en el apartado de las causas de FOD. Siendo las infecciones una de las principales causas, el buscar focos infecciosos es una parte importante de la evaluación física, sin embargo hay aspectos claves que no puede pasar por alto y que permiten darse una idea de la situación del pequeño paciente, en este sentido y para orientarse, el clínico debe requerir información a los cuidadores sobre los patrones de alimentación, sed, sueño, movilidad espontánea y deseos de jugar; además como parte de la exploración física debe observar la calidad de llanto del niño, sus reacciones ante estímulos, su estado de conciencia y color de los tegumentos. Los estudios paraclínicos deben ser realizados en una secuencia que permita optimizar los recursos y hacerlos más eficientes, se aconsejan las siguientes etapas: PRIMERA ETAPA: Hematologia con Velocidad de Sedimentación. Frote Periferico Urianalisis Hemocultivo (2 por lo menos). Urocultivo Dermoreacción a la Tuberculina (PPD) Radiografía de Tórax Opcionales (Dependiendo del contexto) Gota Gruesa Serología para CMV y EBV Serología para Hepatitis B Toxoplasma Radiografía de Senos Paranasales Ultrasonido Abdominal SEGUNDA ETAPA: Antes de ordenar los laboratorios de esta etapa, debe interrogarse de nuevo al paciente o sus cuidadores y reevaluar alguno de los laboratorios de la primera etapa. En esta segunda se recomiendan: PCR Hematología con VS Factor Reumatoideo (Niños mayores) Células LE y Anticuerpos Antinucleares. Complemento Séricos Pruebas estreptocócicas (ASO, Streptozyme™). Opcionales Proteínas Totales Inmunoglobulinas. Nitrógeno de Urea y Creatinina. Fondo de Ojo. Radiografía de Mano y Columna. TERCERA ETAPA Radiografía De Cráneo y Huesos Largos Aspirado de Médula Ósea Biopsia De Ganglio Linfático Urografía Excretora Tomografía de Abdomen y/o Tórax CUARTA ETAPA Resonancia Magnética de Abdomen Gammagrafías con Galio o Indio. Laparotomía Exploratoria En todo caso estas cuatro etapas se presentan como una guía, la cual puede ser modificada por el clínico de acuerdo a las características epidemiológicas locales. TRATAMIENTO DEL NIÑO CON FOD El tratamiento se resume a tratar la causa específica, es importante resaltar que algunos grupos consideran la fiebre como un mecanismo de defensa, tomando como base estudios in vitro que indican que dichos mecanismos son más eficientes en presencia de ella, sin embargo, no existen evidencias de que in vivo suceda lo mismo, por otro lado hay que sopesar los beneficios de tratar al paciente para darle confort. Tres son los objetivos que se persiguen cuando se trata un niño con fiebre, ya sea aislada o prolongada: Primer objetivo: Control de la temperatura y mantener el confort del niño con temperatura corporal <38.9º C. Esto se logra usando un termómetro y medicamentos y vestir al niño adecuadamente. Un baño de agua tibia también puede ser útil, pero debe ser utilizado por no más de 10 minutos cada hora El tratamiento de elección sigue siendo el acetaminofen a 10 a 15 mg/kg dosis tres o cuatro veces al Fiebre de Origen Desconocido Página 3 día. A pesar que la evidencia parece ser anecdótica, no se recomienda el uso de aspirina, principalmente en niños con varicela, por su asociación con el Síndrome de Reyé-Johnson. Otro de los medicamentos recomendados es el ibuprofén a 10 mg/kg/día para niños mayores de 1 año (hay que tomar en cuenta las molestias gastrointestinales que provoca). En nuestro medio es común el uso de diclofenaco y metamizol, el clínico debe sopesar su uso, el primero es un antirreumático y el segundo se ha asociado con complicaciones como agranulocitosis, la cual es rara. La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) aprueba su uso. La frecuencia de toma de temperatura debe ser racional, se aconseja que en niños pequeños la toma de temperatura rectal sea la norma, si es posible hacerlo con termómetro digital que tienen un costo razonable y dan lecturas rápidamente. Para la toma rectal coloque al niño boca abajo sobre sus rodillas, colocando su mano no hábil sobre los glúteos para separarlos, introducir con su mano hábil el termómetro lubricado no más de dos centímetros dentro del recto. En niños mayores la temperatura puede obtenerse oralmente, cuidando que no haya ingestión reciente de alimentos fríos o calientes. Algunos expertos desaconsejan el uso de termómetro timpánico ya que su uso fuera de la clínica es inexácto. Otro aspecto importante para lograr el primer objetivo es vestir al niño con ropa liviana dentro de la casa, recuerde que la evaporación es un medio eficaz de pérdida de calor, el baño, aunque no necesario, puede ayudar a bajar más rápidamente la temperatura, principalmente si es alta (>39.5º C), puede bañarlo con agua tibia o hacerle baños con esponja con agua igualmente tibia, nunca use agua fría, taparlo con toallas humedecidas o alcohol. El agua fría puede provocar un reflejo vagal en niños pequeños, el taparlos evita la evaporación y el alcohol puede absorberse por la piel y ser dañino. Segundo objetivo: Mantener el estado de hidratación, durante la fiebre hay pérdidas de líquidos por la piel y pulmones. Animar al niño a tomar abundantes líquidos claros (no agua) sin cafeína, aconseje refrescos caseros que contengan electrolitos y glucosa o bien sopa de pollo natural, también puede recomendarse las bebidas hidratantes comerciales que se obtienen en la tienda. Recuerde que la cafeína tiene un efecto diurético que podría aumentar las pérdidas de agua. Un indicador del estado de hidratación es que el niño emita orina clara por lo menos cada cuatro horas. Tercer objetivo: Entrenar a los padres a reconocer signos de alarma o signos de enfermedades que comprometan la vida del niño. Debe mantenerse la temperatura <39º C y mantener el estado de hidratación tal como fue referido anteriormente. Si a pesar de mantener una temperatura razonable y su estado de hidratación es adecuado, pero aún el niño luce enfermo, debe sugerirse a los padres que alguna causa grave está presente y debe ser rápidamente evaluado por el pediatra. Tome en cuenta que casi nunca podrá, con medicación o medios físicos, retornar la temperatura a niveles normales, es importante explicar esto a los padres para disminuir su ansiedad, las medidas generalmente descienden la temperatura entre 0.5 y 1 grado, sin embargo esto puede ser suficiente para que el niño se sienta mejor. La decisión de que medicamento utilizar dependerá de la evaluación individual, debe tomar en cuenta las expectativas de los cuidadores del niño. REFERENCIAS 1. 2. 3. 4. 5. 6. Petersdorf RO, Beeson PB. Fever of unexplained origin: report on 100 cases. Medicine 1961;40: 1-30. Durack DT, Street AC. Fever of unknown origin, reexamined and redefined. En: Remington JS, Swartz MN, editores. Current Clinical Topics in Infectious Diseases Boston: Blacwell Scientific; 1991.p. 35-51. Alpirez-Caballero LB y Medina-Herrera CM, Fisiopatología de la fiebre, Rev Cubana Milit 1999;28(1):49-54. [en línea] Consultada el 18/08/2008, disponible http://bvs.sld.cu/ revistas/mil/vol28_1_99/mil08199.pdf Lozano F, León Jiménez EM, Gómez-Mateos JM y Corzo JE, Fiebre de origen desconocido: Actitudes diagnósticas, Sección de Enfermedades Infecciosas. Servicio de Medicina Interna. Hospital Universitario de Valme. 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