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Anestesia plexual lumbar. Bloqueo compartimental del psoas Rev. Arg. Anest (2004), 62, 6: 487-490 Simposio sobre anestesia regional Anestesia plexual lumbar. Bloqueo compartimental del psoas Introducción La utilización de técnicas regionales centrales (periduralsubaracnoidea) para anestesia de los miembros inferiores es una práctica corriente entre todos los anestesiólogos. Cuando las técnicas bilaterales (centrales) son innecesarias o indeseables surgen como alternativa los bloqueos múltiples de nervios periféricos. Si bien los mismos proveen anestesia unilateral, requieren largos tiempos de realización e incrementan la posibilidad de efectos adversos sistémicos por absorción de grandes volúmenes del agente anestésico usado. Surge entonces la importancia del bloqueo plexual lumbar como alternativa válida de inyección única capaz de bloquear todas las raíces tomando al plexo en su origen, lo que permite englobar un gran porcentaje de sus componentes. Reseña histórica La primer referencia de este bloqueo corresponde a la descripción realizada por Winnie en 19741. Existen además descripciones que el Dr. John Dekrey daba en forma oral a médicos entrenados por él, en el Hospital Naval de Portsmouth Virginia2. Ambas técnicas utilizan el abordaje posterior a nivel L3- L4 L5, con parestesias como método de detección del plexo. Chayen 19763 describe el abordaje a nivel de L5 con técnica de pérdida de la resistencia. Todos estos abordajes precedieron a la primera descripción con neuroestimulación que efectuara Dallens en 19884 y que determinó que la técnica de estimulación nerviosa pasase a ser de elección, extendiéndose en su uso hasta la actualidad. Dr. *Miguel Moreno También son ramos de este plexo los nervios ileoinguinal e ileohipogástrico, ramos altos (T12-L1) y genitocrural (L1L2). Todos estos elementos nerviosos ingresan en el compartimento del psoas delimitado a nivel de L4 (línea ínter cresta) por el psoas y su fascia por delante, los cuerpos vertebrales medialmente, y las apófisis transversas, ligamentos, músculos intertransversos y cuadrado lumbar por detrás (Fig.1). El plexo transcurre a este nivel como el contenido de un sándwich entre ambas masas musculares y sus respectivas aponeurosis. Indicaciones Analgesia intraoperatoria y postoperatoria prolongada en cirugía del miembro inferior, como procedimiento único o combinado con el bloqueo del plexo sacro para proveer anestesia total unilateral. - Procedimientos de la cara anterior, medial y lateral de muslo (toma de injerto de piel-biopsia muscular HM). - Reemplazo total de rodilla. Anatomía El plexo lumbar se origina en los ramos anteriores de las primeras cuatro raíces lumbares dando origen a los nervios femorocutáneo, crural y obturador, y al tronco lumbosacro que se une a S1 para formar parte del nervio ciático. En el 50% de los casos puede recibir una contribución de T12. Fig. 1.- Ver explicación en el texto. *Médico Anestesiólogo, Hospital Juan A. Fernández, Docente del Curso Superior AAARBA (UBA). Revista Argentina de Anestesiología 2004 | 487 Simposio sobre anestesia regional - Reemplazo total de cadera. - Fractura de cadera. - Reparación de ligamentos cruzados de rodilla. El bloqueo a este nivel provee de excelente anestesia y analgesia al territorio inervado por el plexo lumbar, siendo polémica su difusión hacia el tronco lumbosacro, específicamente su ramo obturador Mediante las técnicas continuas (catéteres), este bloqueo es apropiado para brindar analgesia prolongada en el territorio correspondiente5. Material - Aguja teflonada de 100-150 mm Neuroestimulador Lápiz dermográfico Jeringas de 20 ml Para las técnicas continuas, aguja teflonada de 18 G de 8-9 cm, catéter 20 G. Métodos Se describen varios métodos para efectuar este bloqueo: búsqueda de parestésias, pérdida de la resistencia o localización mediante neuroestimulación (Tabla I). También se puede realizar como técnica de inyección única o continua con colocación de catéter. Consideramos importante destacar que la efectividad demostrada por la neuroestimulación dejó de lado el uso de las técnicas que la precedieron. Queda abierta la posibilidad de futuras experiencias, fundamentalmente las relacionadas con el desarrollo de las más novedosas, como las ecográficas y ultrasónicas6. dicación, ya que es un procedimiento moderadamente doloroso (EVA 6-7). Habitualmente usamos una asociación de fentanilo 1 mcg/kg y midazolam 0.03-0.04 mcg/kg. Ubicamos al paciente en decúbito lateral con el lado a bloquear hacia arriba y cadera y rodillas flexionadas (posición de Sims)7. Reconocemos los siguientes reparos anatómicos, los cuales son comunes a todas las variantes de técnicas. Se traza una línea que une ambas crestas ilíacas, la cual habitualmente intercepta la apófisis de la cuarta vértebra lumbar. Se identifica la espina ilíaca postero superior (EIPS). Nosotros utilizamos de preferencia la técnica descrita por Winnie1, realizando la punción previo habón cutáneo e infiltración de planos superficiales y profundos con lidocaína al 1% en la intersección de la línea que une ambas crestas ilíacas (L4) con otra perpendicular a la anterior (paralela a las apófisis espinosas) que pasa por la EIPS (ver figura 2). Ingresamos con una aguja aislada de 100 mm de longitud conectada al neuroestimulador en dirección perpendicular al plano de la piel. Se avanza lentamente con un estimulo de 1.5 mAmp, duración de 100 mseg y frecuencia de 2 Hz. Durante el avance de la aguja es posible tener respuesta por contracción del cuadrado lumbar, fenómeno denominado thumping (tamborilleo)5. Esta contracción no es la que se busca para inyectar, pero indica que nos encontramos topográficamente bien ubicados. Con el avance de la aguja este fenómeno desaparece. Como respuesta motora adecuada buscamos la contracción viva del músculo cuadriceps con ascenso y descenso de la patela, con un estímulo igual o inferior a 0.5 mAmp5. La profundidad habitual es de 7.5- 9.5 cm, dependiendo del hábito corporal del paciente. Si en el avance de la aguja se contacta la apófisis transversa de L4 se redirecciona la aguja hacia abajo (en sentido caudal) tratando de pasar por el borde inferior de la misma. Técnica Utilizamos monitoreo estándar (ECG, PNI, oximetría de pulso) vía endovenosa permeable y una adecuada preme- TABLA I Técnicas para efectuar el bloqueo Parestésicas -L4-5 (Winnie) -L3-4 (Dekrey) No parestésicas -Pérdida de la resistencia (Chayane) -Neuroestimulación (Dallens) -Ecográficas-ultrasónica Fig. 2. Ver explicación en el texto. 488 | Volumen 62/ Número 6 Anestesia plexual lumbar. Bloqueo compartimental del psoas Con una respuesta motora adecuada, previa aspiración negativa intermitente, inyectamos un volumen total de 30 ml compuesto por 15 ml de lidocaína al 1.5% con epinefrina y 15 ml de bupivacaína 0.375% o ropivacaína en idéntica concentración. Dekrey, en su descripción original inyecta el anestésico en el espesor del músculo psoas en un punto ubicado 3-4 cm lateral a la apófisis espinosa de la tercera vértebra lumbar. Como vemos, esta variante ingresa a un nivel por encima del propuesto por Winnie (L4), y estimamos que en realidad se trata de una técnica paravertebral. Es posible que el éxito de este bloqueo esté asociado en gran parte al escurrimiento peridural del fármaco2. También ha sido mencionada la posibilidad de punción renal accidental con esta vía, fundamentalmente en los abordajes derechos, dada la posición más inferior del riñón8. Chayane3 describe su abordaje a nivel L4-L5 y ubica el sitio de punción 3 cm por debajo de la línea intercrestílea y a 5 cm lateral de la línea interespinosa. Si durante las maniobras de avance de la aguja se contacta la apófisis trasversa de L5, se redirecciona la aguja, esta vez en sentido cefálico, hasta obtener la respuesta muscular adecuada. Entendemos que la técnica propuesta por Winnie es posiblemente la mejor opción para obtener una buena distribución del anestésico ya que topográficamente se encuentra en el punto medio del plexo lumbar. Asimismo los autores destacan la facilidad de sus reparos anatómicos y las menores complicaciones. Como ya manifestamos, actualmente no usamos ni las técnicas parestésicas ni la de pérdida de la resistencia, dado que consideramos más atractivas y seguras las técnicas de neurolocalización, que permiten determinar de manera confiable dónde se encuentra el extremo de nuestra aguja en un paciente bajo los efectos de sedación profunda6. En las técnicas continuas usamos una aguja teflonada 18G Thouy con catéter 20 G, orientando el bisel en el mismo sentido de las raíces del lado a bloquear, tratando de esta manera que el catéter acompañe en su avance la dirección de las raíces del plexo en su recorrido entre el psoas y el cuadrado lumbar. El catéter difícilmente progrese más de 3-4 cm del extremo de la aguja, ya que, recordemos, nos encontramos entre el espesor de dos músculos poderosos flexores de la cadera. Cualquier intento de progresarlo más de lo aconsejado seguramente determinará una flexura o acodadura del mismo. Mediante observación radioscópica y sustancia de contraste es posible verificar el correcto posicionamiento del catéter. Recientemente han ingresado a nuestro mercado catéteres que permiten neuroestimular, a través de los mismos, para un correcto posicionamiento y verificación en los días posteriores a su colocación. En nuestro medio, para el manejo de la analgesia prolongada, es factible el uso de bolos en tiempos reglados (6 horas) de 10 ml ropivacaína 0.375% ml o una infusión continua con bomba de 6-10 ml/hora de ropivacaína 2 mg/ml. Las bombas elastoméricas constituyen otra opción. Contraindicaciones Absolutas - Anticoagulación sistémica: riesgo de desarrollar un hematoma compresivo con daño neurológico permanente en un compartimiento cerrado. - Pacientes que presenten neuropatías en evolución: evitar agravar una patología previa. - Infecciones en sitio de punción o sistémicas generalizadas: evitar contaminación bacteriana de un compartimiento cerrado. - Alergia a los AL (realmente poco frecuente para las amidas sin conservadores)6. - Negativa del paciente. Relativas Coagulopatías (riesgo de desarrollar un hematoma compresivo con daño neurológico permanente en un compartimiento cerrado)9. Complicaciones La posibilidad de que haya complicaciones del bloqueo del plexo lumbar es la misma que en cualquier procedimiento de anestesia regional: infección, toxicidad de los AL e injuria nerviosa. Las complicaciones específicas son las siguientes: - Punción vascular - Hematoma renal (Aida) - Hematoma del psoas (Kleim) - Bloqueo bilateral, escurrimiento peridural (Ayers) - Bloqueo subaracnoideo - Parestesias persistentes. La punción vascular ocurre generalmente por punción de los plexos venosos lumbares ascendentes. Se ve favorecida en pacientes con incremento de la presión intraabdominal: EPOC, embarazo, obesos, hepatópatas. Por ello resaltamos recrear el hábito de aspiración intermitente durante todo el procedimiento. La punción ureteral o renal ocurre con mayor frecuencia en abordajes del lado derecho por estar el riñón más bajo. No suele producir mayores complicaciones. El bloqueo bilateral (spread epidural) ocurre por la comunicación entre los compartimentos izquierdo y derecho a través de los orificios de conjunción y espacio epidural. La mayor frecuencia se registra en los abordajes mediales (Chayen 15% vs. Winnie 10%), con administración de grandes volúmenes y en pacientes más jóvenes, en los cuales los agujeros de conjunción son más grandes. En estos casos es preciso tener cuidado con la hipotensión, dado que es semejante a la ocasionada por un bloqueo central. Aunque no haya clínica de bloqueo contralateral, siempre ocurre algo Revista Argentina de Anestesiología 2004 | 489 Simposio sobre anestesia regional de migración del anestésico e hipotensión, dada la mayor sensibilidad de las fibras autonómicas. El bloqueo subaracnoideo ocurre por punción accidental de la duramadre a nivel de evaginaciones en forma de manguitos que acompañan a las raíces. Por ello es importe la aspiración y la realización de dosis test al igual que en los bloqueos centrales. CUADRO I Duración EVA Rescate Opiodes Efectos adversos, náuseas, vómitos, prurito, ret. urinaria Satisfacción Conclusiones El bloqueo del plexo lumbar provee de anestesia analgesia a variados procedimientos quirúrgicos del miembro inferior. Permite disminuir notoriamente los requerimientos de agentes anestésicos y morfínicos intraoperatorios alejando las posibilidades de los efectos secundarios de los mismos. A criterio de los autores, la anestesia regional debe ser incluida en el concepto de anestesia balanceada, en la cual la combinación de diferentes procedimientos permite optimizar sus ventajas y disminuir los efectos tóxicos de cada uno de ellos por separado. Asimismo, los pacientes presentan una excelente y prolongada analgesia posoperatoria (más de18 horas) disminuyendo notoriamente los requerimientos de AINES y morfínicos en este período, siendo ésta posiblemente la mayor virtud de la técnica . El bloqueo específico de un solo miembro aleja los efectos secundarios de los bloqueos centrales (bloqueo simpático bilateral), permitiendo una rápida recuperación, deambulación y fisioterapia (ver cuadro). Las técnicas de este tipo no deben ser excluidas del programa de entrenamiento de todo anestesiólogo (Roy A Greengras). Sólo requiere de un adecuado conocimiento anatómico y un entrenamiento profundo en técnicas de neuroestimulación; es a nuestro entender una posibilidad cada vez más atractiva para el manejo de la analgesia preventiva y el control del dolor posoperatorio, sobre todo en los pacientes gerontes. Para obtener anestesia completa del miembro inferior debemos combinar el bloqueo compartimental del psoas con el bloqueo del plexo sacro (por ejemplo, con el bloqueo parasacro de Manssur), en virtud de su doble inervación10. Seguridad (ver Cuadro I) - Morfina por vía sistémica (PCA): asociada a 0.9% de incidencia de depresión respiratoria. - Morfina espinal: entre un 0.4 a un 2.3% de la depresión respiratoria asociada a dosis de 0.1 mg, sin especificar el tipo de cirugía para la cual se utilizó. Subaracnoidea c/morfina Bloqueo psoas 24-48 h < 24-48 h > > < < > - Bloqueo epidural continuo: no hay cifras acerca de la incidencia de complicaciones graves que pueda tener esta técnica para cirugía traumatológica. - Bloqueo compartimental del psoas: al igual que el grupo epidural, no hay cifras concluyentes. Pero si se observan las potenciales complicaciones de estas dos técnicas parecería que son menos riesgosas. Bibliografía 1. Winnie AP; Ramamurty S; Durrani Z y Radonjic R: Plexus blocks for lower extremity surgery. Anesthesiology Review. 1974, 1:611. 2. Parkinson S; Muller J; Little W: Extent of blockade with various approaches to the lumbar plexus. Aesth Analg 1998, 68:243248. 3. Chayen D; Nathan H; Chayen M: The psoas compartment block. Anestesiology 1976, 45:95-99. 4. Dalens B; Tanguy A; Vanneuville G: Lumbar plexus block in children: a comparison of two procedures in 50 patients. Anesth. Analg. 1988, 67:750-758. 5. Ayers J; Enneking K. Continuos lower extremity techniques. Techniques in regional Anesthesia and Pain Management. 1999, 3, 1:47-57. 6. Greengrass R: Posterior Lumbar plexus Block. Techniques in regional Anesthesia and Pain Management. 2003, 7, 1:3-7. 7. Farny J; Girard M; Drolet P. Posterior approach to the lumbar plexus combined with a sciatic nerve block using lidocaine. Can J. Aanaesth. 1994, 41, 6:486-491. 8. Aida S; Takahashi H; Shimoji K. Renal subcapsular Hematoma after lumbar plexus block. Anesthesiology. 1996, 84:452-455. 9. Klein SM; D´ercole F; Greengrass RA et al.; Enoxaparin associated with psoas hematoma and lumbar posoperative plexopathy after lumbar plexus block. Anesthesiology. 1997, 87; 1576-9. 10. Buckenmaier CC; Xenos JS; Nilsen SM: Lumbar plexus block with perineural catheter and sciatic nerve block for total hip arthroplasty; J arthroplasty. 2002, 17, 4; 499-502. Dirección postal: Dr. Miguel Moreno E-mail: mjmoreno@fibertel.com.ar 490 | Volumen 62/ Número 6