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Carrera de Licenciatura en Enfermería Psicología Organizacional MANUAL BIBLIOGRAFICO Lic. Patricia Baleija Publicación interna Respeta el contenido del Programa de la Materia Psicología Organizacional de la carrera de Licenciatura en Enfermería. Universidad Maimónides INDICE INTRODUCCION FUNDAMENTACION.................................... 14 OBJETIVOS GENERALES............................. 16 ENCUADRE METODOLOGICO................. 16 CONTENIDOS................................................. 17 Unidad 1: . .......................................................... 17 Unidad 2: . .......................................................... 17 Unidad 3: . .......................................................... 18 Unidad 4: . .......................................................... 19 BIBLIOGRAFIA GENERAL: ........................ 20 EVALUACION: ..................................................... 21 Evaluación diagnóstica: ...................................... 22 Evaluación formativa: ......................................... 22 Evaluación sumativa: .......................................... 23 Evaluación de la materia: . .................................. 23 Criterios de evaluación y acreditación: ............... 24 Requisitos de regularización: .............................. 24 Promoción:.......................................................... 25 Requisitos de aprobación: ................................... 25 Universidad Maimónides CASO DE ESTUDIO: El caso Angela.................. 27 Análisis descriptivo de la materia Unidad I ¿QUE ES LA ORGANIZACIÓN?.................. 36 Guía de preguntas............................................... 38 CONTRATO PSICOLÓGICO....................... 39 Guía de preguntas............................................... 40 Unidad II RELACIONES DE PODER............................ 41 Guía de preguntas:.............................................. 43 Unidad III ROLES............................................................... 44 CONFLICTO DE ROLES . ............................ 46 Guía de preguntas:.............................................. 47 EL ROL DEL PACIENTE Y EL ROL DEL ENFERMERO................. 48 Unidad IV LOS GRUPOS EN LAS ORGANIZACIONES.................. 51 CRISIS EN LAS ORGANIZACIONES......... 54 Psicología Organizacional UNIDAD I: ¿QUE ES UNA ORGANIZACIÓN?............... 58 Coordinación....................................................... 58 Objetivos comunes ........................................... 59 La división del trabajo......................................... 60 Integración.......................................................... 64 Una definición preliminar de la organización...... 66 Un modelo de organizaciones formales............... 71 ¿Como surge una organización?.......................... 77 Reclutamiento, selección, entrenamiento, socia lización y asignación de personas a cargos...... 80 Utilización y manejo del recurso humano............ 85 El contrato psicológico........................................ 85 Poder y autoridad................................................ 93 Bases de la autoridad legítima............................. 96 Coordinación e integración entre las partes de la organización......................................... 111 Crecimiento. Supervivencia y efectividad organizacional.......................... 120 Resumen............................................................ 129 UNIDAD II: LAS RELACIONES DE PODER ................ 130 Las bases del poder............................................ 132 Poder y coaliciones............................................ 136 Universidad Maimónides UNIDAD III: STATUS Y ROLES ........................................ 147 Trabajo de enfermeria: Su novela laboral........... 157 Notas y referencias ........................................... 168 Bibliográficas..................................................... 168 Material extractado: Aspectos sociológicos de la enfermería: La cultura del hospital....................................... 173 El hospital como institución.............................. 174 Grupos sociales del hospital.............................. 176 Socialización del paciente para que se incorpore a la cultura hospitalaria............. 179 La cultura del hospital....................................... 182 Material extractado: El significado de la crisis................................... 189 Respuestas adaptativas a la situación de crisis: El aprendizaje social..................................... 189 Apego emocional y crisis................................... 194 La crisis como pérdida: El proceso de duelo...... 199 Material extractado: La salud del equipo de salud: Prevención en el hospital.............................. 211 Propuestas metodológicas para el equipo de salud................................. 260 Psicología Organizacional UNIDAD IV: ESTRUCTURA Y FUNCIÓN DE LOS GRUPOS......................................265 Definición de un grupo..................................... 265 Tipos de grupos en las organizaciones............... 267 Grupos formales................................................ 267 Grupos informales............................................. 269 Tipos de grupos informales............................... 274 Funciones que desempeñan los grupos.............. 277 Funciones organizacionales formales de los grupos................................................. 278 Funciones psicológicas individuales de los grupos................................................. 282 Funciones múltiples o mixtas............................. 288 Factores que afectan la integración de los fines organizacionales con las necesidades personales en los grupos............................... 291 Factores ambientales . ....................................... 292 Factores de afiliación......................................... 297 Factores dinámicos ........................................... 302 El conflicto obrero-patronal de la refinería de petróleo ............................ 304 Factores organizacionales y de liderazgo............ 309 Tradiciones de grupo versus estilo del líder....... 301 Estructura del grupo.......................................... 316 Desarrollo de grupo y entrenamiento................ 321 Cuando no se deben usar los grupos.................. 333 La habilidad del grupo versus el individuo para resolver problemas............. 334 10 Universidad Maimónides La disposición del grupo versus el individuo para correr un riesgo ................ 337 Opinión de grupo.............................................. 342 RESUMEN...................................................... 347 PSICOLOGÍA ORGANIZACIONAL UNIVERSIDAD MAIMÓNIDES LICENCIATURA EN ENFERMERÍA CICLO SUPERIOR Año lectivo: 2008 Docente Titular: Prof. y Lic. Patricia M. Baleija Ayudante: Lic. Inés Cánepa INTRODUCCION: PRESENTACION Esta materia abarca temáticas en relación al complejo vínculo de las personas con las organizaciones, relación que es marco y fundamento de la subjetividad en un espacio de diferenciación y al mismo tiempo de inclusión recíproca. Se aborda el campo de las organizaciones de salud para explorar distintas dimensiones en donde esta articulación se expresa. La materia está ubicada en el segundo cuatrimestre del 3’ er año. Es bimestral y se cursa 14 Universidad Maimónides una vez por semana. No presenta correlatividades ni para la cursada ni para la aprobación. FUNDAMENTACION El concepto organización tiene varias acepciones, para el desarrollo de esta materia tomamos una definición amplia: “unidades sociales (o agrupaciones humanas) deliberadamente construidas o reconstruidas para alcanzar fines específicos”. (Etzioni) Por otra parte las organizaciones constituyen a partir de la Modernidad una forma de asociación humana que se ha ido expandiendo tanto en importancia como geográficamente afectando la vida de las personas de múltiples formas. Todo espacio organizacional puede ser posibilitador o alienante para el sujeto, ser un espacio de salud y crecimiento o de empobrecimiento psíquico y material. En las organizaciones de salud dado los fines que las caracterizan el enfermero se ubica, como agente Psicología Organizacional 15 de salud, en un lugar de encuentro entre sus propias expectativas y demandas a la organización y las que el paciente y la comunidad vehiculizan a través de él. Por ende se requiere del profesional el contar con herramientas teóricas básicas para analizar y reflexionar acerca de su implicación en estos procesos. Para esto en la materia se abordarán como contenidos centrales las modalidades del vínculo con estos espacios, el concepto de rol, las relaciones de poder, el accionar de los grupos y el concepto de crisis en la organización. Para llevar a cabo este cometido se organizan actividades que favorezcan el acercamiento activo al objeto de estudio y el remitirse a situaciones de actuación cotidiana vividas por el grupo de alumnos. Esto se inspira en las teorías constructivistas y el concepto de Aprendizaje Significativo de Auzubel. 16 Universidad Maimónides OBJETIVOS GENERALES Que el estudiante logre: - Identificar y describir la presencia de lo institucional en toda su importancia en la vida de cada sujeto. - Enunciar algunas herramientas teóricas aportadas desde la ciencia para explicar y analizar las implicancias del sujeto en las organizaciones. - Describir y analizar diferentes situaciones de la práctica cotidiana del equipo de salud desde una perspectiva organizacional. ENCUADRE METODOLOGICO Durante la cursada se desarrollarán diversas actividades: Rol del docente: exposición dialogada, coordinación y seguimiento de trabajos grupales, presentación de casos. Orientación para la lectura y discusión de materiales teóricos. Psicología Organizacional 17 Rol del alumno: realización de trabajos grupales. Resolución de guías de estudio. Análisis y resolución de casos. Lectura y discusión de materiales teóricos. CONTENIDOS Unidad 1: Organizaciones. Contrato psicológico. Compromiso y alienación. Bibliografía: Schein, E. (1982). “Los problemas humanos en la organización” en Psicología de la Organización. Prentice Hall. U.S.A. Unidad 2: Relaciones de Poder. 18 Universidad Maimónides Fuentes o bases del poder. El poder en las organizaciones. Bibliografía: Marc, E. y Picard, D. (1990) Cap. 4 “La influencia social” en La interacción social. Paidós. Argentina. Unidad 3: Roles. Conflicto de roles. Rol del enfermero y rol del paciente. Bibliografía: López F. (1981) “La cultura en el hospital” en Aspectos sociológicos de la enfermería. Interamericana. Esp. Marc, E. y Picard, D. (1990) “Status y Roles” en La interacción social. Paidós. Argentina. Pags. 95 a 99. Psicología Organizacional 19 Videla, M. (1991) “La salud del equipo de salud, prevención en el hospital” en Videla, M. Prevención. Ed. Cinco Argentina. Pags. 231 a 249. DE LA ALDEA, E, EMMER, S Y SCHEJTER, V “ Trabajo de Enfermería , su novela laboral”. Artículo perteneciente al material bibliográfico de la materia Psicología Institucional. Facultad de Psicología. U.B.A. Unidad 4: El grupo en la organización. Crisis y cambio en la organización. Bibliografía: Schlemenson, A (1990) “El significado de la crisis” en Schlemenson, A: Análisis Organizacional y empresa unipersonal. Paidós. Argentina. 20 Universidad Maimónides Schein, E (1992) “Estructura y función de los grupos” pags. 135-159 en Psicología de la Organización. BIBLIOGRAFIA GENERAL: Berger, P. Y Luckmann, T. (1991) La construcción social de la realidad. Amorrortu. Esp. Kaes, R y otros (1990) La institución y las instituciones. Paidós. Argentina. Marc, E y Picard, D. (1990) La interacción social. Paidós. Arg. Schlemenson, A (1990) Análisis organizacional y empresa unipersonal. Paidós. Arg. Videla, M. (1991) Prevención. Cinco. Arg. Psicología Organizacional 21 Schvarstein, L. (1997) Psicología Social de las organizaciones. Paidós. Arg. Etkin, J y Schvarstein, L (1989) Identidad de las organizaciones. Paidós. Arg. Schein, E (1982) Psicología de la organización. Prentice Hall. USA. EVALUACION: En un proceso que se va desarrollando en diferentes tiempos con el objetivo de que tanto el docente como el grupo de alumnos puedan obtener información relevante acerca del proceso de enseñanza y aprendizaje, se realiza en distintos momentos y modalidades. Es así que se planteará: 22 Universidad Maimónides Evaluación diagnóstica: Se realizará al comienzo de la cursada. Objetivo: Obtener información acerca de expectativas del alumno, conocimientos previos, prejuicios. Instrumentos: Encuesta oral grupal. Evaluación formativa: En distintos momentos de la cursada (mínimo cada dos clases). Objetivo: Obtener información acerca de l proceso en que está implicado el alumno en la incorporación y asimilación de las temáticas trabajadas. Analizar y explicitar malentendidos, dificultades y fortalezas. Instrumentos: Discusión grupal de casos, resolución de guía de preguntas, encuestas orales. Psicología Organizacional 23 Evaluación sumativa: Una vez avanzado con una parte del cursado y al finalizar la materia. Objetivo: Identificar y reconocer logros y avances realizados en el proceso de aprendizaje. Instrumentos: Exámenes escritos con preguntas conceptuales y de aplicación. Evaluación de la materia: A realizarse cuando se concluyen los exámenes parciales. Objetivos: Que los alumnos analicen, opinen y aporten sugerencias sobre distintas dimensiones de la cursada: temas, contenidos, bibliografía, modalidad de las clases y evaluación, logros en relación a las expectativas y su propia participación en el proceso. 24 Universidad Maimónides Instrumentos: Encuesta escrita de resolución individual o grupal anónima. Criterios de evaluación y acreditación: A partir de los objetivos de la materia se tomará en cuenta para la evaluación los siguientes criterios: -Asimilación y explicitación de los conceptos centrales de cada unidad temática. -La posibilidad de analizar situaciones cotidianas a partir de los conceptos trabajados. Requisitos de regularización: -75 % de presentismo a las clases. -Aprobación de dos exámenes parciales es- Psicología Organizacional 25 critos, el primero en forma grupal (no más de tres personas) y el segundo individual. Se aprueba con una nota mínima de 6 (seis) en la primera fecha o en sus recuperatorios. Promoción: Para el alumno que obtenga un promedio de 8 (ocho) en los exámenes parciales, tenga el 75 % de las asistencias y no haya pasado a fecha de recuperatorio. Requisitos de aprobación: Haber accedido a los requisitos de regularización y aprobar un examen final escrito de los contenidos de la materia. CASO DE ESTUDIO: EL CASO ANGELA La siguiente es una situación totalmente hipotética y las personas descriptas también lo son. Ángela se acerca algo fastidiada al paciente que está gritando e insultando a viva voz. Está perturbando el orden de toda la sala y no lo puede tolerar. -Sr. B., si no deja de hacer escándalo, su estancia en este hospital va a ser complicada. 28 Universidad Maimónides Se lo puedo asegurar. -Quiero ver al médico en este mismo momento. No puedo aguantar el dolor. Me dijo que iba a ser una operación de rutina, que era una pavada. -¿A usted le parece que podemos molestar al Dr. por la flojera de un hombre grande que no puede aguantar un poco de dolor? Se esforzaron en usted más de tres horas, lo dejaron como nuevo y se porta como un infante. -¿Y usted quién es? Dije que quería ver al médico, a mi médico... -Su médico no dejó indicado ningún calmante así que... -Por favor, ¿Dónde está mi esposa o mi hijo? Estaban conmigo. Ella puede hablar con et médico. Debe haber un error... Psicología Organizacional 29 -Ningún error Sr. No va a saber usted más que el médico. Aparte, esta no es la hora de visita. -Pero haga algo. No lo aguanto. Deben haber dejado algo adentro. Dios, quiero ir al baño y no voy a ir en esa cosa que me trajo la otra enfermera. -¿Algo más quiere el Sr.? ¿Se piensa que esto es un hotel? Quizás si me queda un poco de tiempo después de atender a pacientes desubicados como usted pueda distraer al Dr. de sus tareas para pedirle medicación extra para usted. Quizás... -Por favor, por favor. Estoy muy nervioso. Le va a preguntar, ¿no es cierto? Ángela se aleja sin responderle. En el incidente con el paciente no dejó de notar que las dos enfermeras que estaban en el lugar, Estela y Anita, la miraban con desaprobación aunque no intervinieron en ningún momento. 30 Universidad Maimónides A Ángela esto no le preocupaba demasiado. Había conseguido mostrar al Sr. B quién era la que manda. Cuando salía, alcanzó a oír que éste miraba a los demás pacientes porque lo estaban observando y preguntaba si no había algún lugar donde pudiera estar solo. Con satisfacción, Ángela notó que su tono de voz había disminuido y había pasado de la exigencia al lamento, lo cual era mucho más adecuado. Los pacientes eran como niños y en sus años de enfermera ella había aprendido a manejarlos. Su estado de ánimo no le hizo olvidar tomar nota mental de otro olvido del Dr. H con respecto a las indicaciones que dejaba de los pacientes. Hoy era el día que tenía la guardia en el sanatorio y entonces, por eso, casi siempre, llegaba tarde. Ella lo había cubierto con el Psicología Organizacional 31 paciente como otras veces, como también ocurría con otra médica. Ángela no dejaba pasar oportunidad para recordarles a todos ellos sus falencias y exigir distintos favores a cambio de su silencio. Retó al pasar a Estela a quien encontró sentada en el pasillo tratando de consolar a una señora que estaba llorando. Ángela no tenía ningún cargo, sin embargo, nadie chistaba ante sus exigencias e indicaciones. Entró a la oficina de la supervisora. No había nadie. Se sentó frente al pequeño escritorio e hizo una llamada a una amiga. Cuando terminó se puso a ver lo que estaba pendiente de resolver. Pedido de artículos, cambios, camas que no alcanzaban. Después vería si se ocupaba de resolver alguna cosa aunque no le correspondía. A ella le gustaba estar al tanto de todo y lo hacía en parte por amistad hacia Irene, pero principalmente por conveniencia. La actual supervisora, era más el tiempo que estaba ausente que el que aparecía por el servicio. 32 Universidad Maimónides Era muy versada en ética y también en temas profesionales por lo cual era invitada a jornadas y congresos que se hacían en Buenos Aires y algunos en el exterior. Solía escribir asiduamente en distintas publicaciones, en general las más prestigiosas. Ángela había intentado estudiar la Licenciatura, a veces se sentía amenazada por gente como Estela y Anita, más jóvenes y formadas, por lo que había asistido durante un tiempo pero la había abandonado. No veía para qué servía, sabía todo lo que necesitaba. No era supervisora pero igual todo pasaba por ella. Usaba la oficina de Irene como propia. Nadie podía entrar y a pesar que cumplía su horario rigurosamente, podía no haberlo hecho sin problema. Se sentía partícipe del éxito de su colega. El Jefe de Departamento aprobaba tácitamente esta situación y no se daba por enterado de los abusos de Ángela. Ángela se sentía protegida y segura, no obstante, atenta a todo. Había un grupo de enfermeros, entre ellos estaban Estela y Anita. Psicología Organizacional 33 Habían presentado algunas propuestas a la supervisora, entre ellas cambiar la forma de realizar algunas prácticas. Trataban de ignorarla. No consiguieron nada. No era idea de ellas, por cierto, había un enfermero de UTI con muchas ínfulas que las llevaba de las narices. Se conocían de antes. A cada tanto arremetían exigiendo cosas: que pago de módulos, que formación en servicio, que trabajo en equipo. Eran pocos, no más de 6 ó 7 pero tenían algunos aliados en Docencia e Investigación. Análisis descriptivo de la materia: PSICOLOGIA ORGANIZACIONAL En esta materia se analizan distintas problemáticas que hacen a la vinculación entre las personas y las organizaciones. Se busca relevar el impacto psíquico que el marco organizacional promueve, tomando en cuenta algunos elementos que están siempre presentes en toda organización y que de alguna manera lo definen. 36 Universidad Maimónides UNIDAD I ¿QUE ES LA ORGANIZACION? Como primer acercamiento al tema se trata de caracterizar las llamadas organizaciones. Este concepto es de difícil definición ya que se trata de una palabra muy utilizada por el común de las personas con acepciones diversas y que desde la ciencia también se han realizado acercamientos bien distintos. Veamos lo que plantea Edgar H. Schein en “Los problemas humanos en las Organizaciones”. En este capítulo el autor analiza temas que se plantearán en otras unidades: las relaciones de poder y el crecimiento y cambio en la organización. Para esta primera unidad, se trata de diferenciar las organizaciones (organizaciones formales) de las instituciones (organizaciones sociales). Nos ocupamos en esta materia de las organizaciones formales. Psicología Organizacional 37 ¿Qué señala el autor respecto a este tipo de organizaciones? Otra definición que se puede aportar para aclarar este punto es por ejemplo la planteada por Etzioni en su obra “Organizaciones modernas”: “Las organizaciones son unidades sociales (o agrupaciones humanas) deliberadamente construidas o reconstruidas para alcanzar fines específicos. Corporaciones, ejércitos, hospitales, iglesias y prisiones se encuentran entre ellas; tribus, clases, grupos étnicos, grupos de amigos y familias se excluyen del concepto.” Tan importante como la definición E. Schein plantea 4 ejes que están siempre presentes en toda organización: • • • • Coordinación Objetivos Comunes División del Trabajo Integración 38 Universidad Maimónides -¿A qué se refiere cada uno de ellos? Se los diferencia a pesar que se encuentran muy relacionados uno con el otro, de manera que una alteración o dificultad en la división, del trabajo genera dificultades también en los otros ejes. Por ejemplo una deficiente delimitación de roles (división del trabajo) conlleva si persiste a que no se trabaje en colaboración con las otras funciones (coordinación) e implica que los niveles jerárquicos (integración) no están actuando adecuadamente resintiéndose finalmente el objetivo de la organización. Guía de preguntas 1- Basándose en el caso que se adjunta en la bibliografía señale alteraciones que se presentan en cada uno de los ejes. 2- Escriba ejemplos de alteraciones de Psicología Organizacional 39 cada eje que se evidencien en su lugar de trabajo. CONTRATO PSICOLOGICO La organización, es para las personas, además de una parte de su vida cotidiana (en ellas trabaja, estudia, se recrea) un objeto que forma parte de su psiquismo. Con él establece distintos vínculos en donde por supuesto interviene lo afectivo y que marcan profundamente la actuación y la participación del sujeto en ellas. E. Schein habla de "Contrato Psicológico” para referirse a un conjunto de expectativas que operan tanto desde la persona como desde la organización. A partir de esto se pueden dar relaciones de un alto compromiso en donde se produce una identificación del sujeto con la organización. O una relación mucho más acotada en donde la organización sólo es un medio para el logro de objetivos puntuales 40 Universidad Maimónides del sujeto (aprendizaje, ingresos económicos, prestigio, etc.) Finalmente se pueden producir relaciones de alienación. Aquí el sujeto sufre porque siente que la organización le quita espacios personales y posibilidades de realización sin ofrecer nada a cambio. Si esto se mantiene en el tiempo puede ocasionar daños psíquicos y físicos en los sujetos. Guía de preguntas 1- ¿A qué se llama contrato psicológico? 2- ¿Cuáles son los factores por los que puede modificarse? 3- ¿Cuáles pueden ser las consecuencias de esta modificación? Psicología Organizacional 41 Unidad II RELACIONES DE PODER El poder es un fenómeno esencialmente relacional que está presente en todos los vínculos humanos y se pueden analizar sus vicisitudes en diferentes ámbitos: comunitario, institucional, organizacional, grupal, ínter subjetivo. Incluso podemos seguir sus efectos en la estructuración subjetiva de cada uno de nosotros dando cuenta de una determinada historia personal y social. Es así que el poder es objeto de estudio de múltiples campos teóricos: Sociología, Psicología, Ciencias Políticas, Derecho, Filosofía. Leemos los apartados titulado Poder y autoridad y Bases de la autoridad legítima, (Págs. 22 a 28) incluidos en el capítulo "Los problemas humanos en la organizaciones", ya utilizado para la unidad I. 42 Universidad Maimónides Se agrega, además, un material de Maro, E y Picard, D.: “La influencia social” que trata sobre este tema. Tomando en cuenta lo señalado por estos autores podemos remarcar las siguientes cuestiones: - El poder implica una determinada forma de relación entre grupos, personas u organizaciones. Se expresa por una influencia, dominio, que a pesar de la resistencia que se genera, modifica la conducta del otro polo. Sin este cambio de conducta no podríamos hablar de ejercicio del poder. - Hablamos de poder y diferenciamos las distintas fuentes o bases en donde éste se apoya- Existen clasificaciones de la psicología o la sociología que en parte son coincidentes. Vamos a estudiar los siguientes: Psicología Organizacional 43 • • • • Relación de poder por colisión Por recompensa legítima Por competencia Por referencia Cuando una determinada relación de poder se apoya en varias fuentes al mismo tiempo, esto lo hace más estable y difícil de modificar. Por ejemplo si en la relación de poder que se establece entre un jefe y sus subalternos (legítimo) si este es un líder para su grupo de trabajo (referencia) y además es respetado por su sapiencia en cuanto a su función, va a generar un vínculo mucho más fuerte que si sólo estuviera presente lo atinente a su cargo. Guía de preguntas: 1- Defina relación de poder. 2- ¿Cuáles son las fuentes del poder? Explique cada una de ellas. 44 Universidad Maimónides 3- Identifique en el caso "Ángela", distintos tipos de relaciones de poder. Fundamente. Unidad III ROLES La participación de las personas en los distintos ámbitos sociales se dan a partir del ejercicio de Roles. Estos “papeles sociales” implican conductas, normas, valores que cada persona asume de acuerdo a su posición (status) relativas de éste en una determinada estructura social. Cada sociedad define, conforma este ejercicio de roles y se ocupa en principio por intermedio de la familia (socialización primaria) y posteriormente mediante otras instituciones (socialización secundaria), de formar a los sujetos para desempeñarse adecuadamente en los roles en que le toca actuar. En nuestra sociedad, especialmente a partir de las últimas décadas, profundos cambios Psicología Organizacional 45 sociales y económicos hicieron que convivan modelos de vida muy diferentes y hasta antagónicos entre sí. Esto se manifiesta en los cambios que se ven a lo largo del tiempo en la conducta y valores esperados para cada rol. El Rol es siempre una construcción histórico-social. Por ejemplo se puede pensar en el rol de “padre”. Cada sociedad define un modelo de padre, que debe hacer un buen padre. Estas definiciones pueden ser levemente o muy diferentes entre una sociedad y otra. Por otra parte, es muy probable que se vayan dando cambios en estas funciones en los distintos momentos históricos, para una misma sociedad. Cuando hablamos de Rol siempre tenemos que pensarlo y analizarlo en sus relaciones con otros roles. No se puede entender el Rol de profesor si no es en relación con el rol de alumno, el de médico con el rol de paciente, el del jefe con el del subalterno. No es posible pensarlos en forma aislada dado que se delimitan e influencian entre sí permanentemente. 46 Universidad Maimónides Un cambio en las pautas de conducta de un rol determinado ocasiona modificaciones en otros roles que actúan en relación con él. El que la mujer accediera cada vez más al mercado laboral generó no sólo otra forma de ser madre y esposa, sino también de ser esposo, padre e hijo. Persona y rol son como dos caras de una misma moneda, los roles que ejercemos marcan nuestra identidad, formando parte de nuestra persona, cada sujeto le da una impronta propia, singular, que hace que dos personas se diferencien en la forma de actuar un mismo rol. Además los roles pueden “asumirse” a medias o no asumirse directamente, el sujeto se resiste o se niega, no se hace cargo, haciendo “oídos sordos”, a la presión social para que los ejerza. CONFLICTO DE ROLES Se describen dos tipos: 1. Conflicto interpersonal: que se produce entre dos o más personas en ejercicio Psicología Organizacional 47 de un determinado rol, cuando no hay ajuste o coincidencia en las expectativas mutuas en relación al ejercicio de dichos roles. Ejemplo: conflicto entre dos enfermeros acerca de quién tiene que realizar una práctica hacia un paciente. 2. Conflicto intrapersonal: cuando existen dos roles que suele ejercer una persona y que en determinada situación se presentan como incompatibles. Ejemplo; un médico que tiene que atender a su hijo en una situación de emergencia. Entrarían en colisión su rol de padre y de profesional. Guía de preguntas: 1- Qué es un Rol? 2- ¿Por qué es una construcción históricosocial? 48 Universidad Maimónides 3- ¿Por qué no se pueden analizar los roles en forma aislada? 4- Defina conflicto de rol intrapersonal. Ejemplifique. 5- Defina conflicto de rol interpersonal. Ejemplifique. EL ROL DEL PACIENTE Y EL ROL DEL ENFERMERO En el artículo “La cultura en el hospital” se señalan algunas características del rol de paciente; • ¿Por qué se plantea que es el rol más frágil? • Qué otras características puede agregar acerca de este rol? • Defina “cultura” en el hospital. Psicología Organizacional 49 • ¿Por qué se habla de un choque cultural cuando el paciente ingresa a la organización hospitalaria? El personal de salud es el encargado (o debería serlo) de favorecer una adecuada socialización del paciente y familia para que puedan actuar y colaborar lo mejor posible en aras de su recuperación. • ¿Cuáles son las estrategias desde enfermería que se pueden utilizar para esta socialización? • ¿Qué obstáculos pueden presentarse desde la organización, el personal de salud y/o el paciente/familia, para que esto se logre? En el material bibliográfico se incluyen dos trabajos que analizan desde la psicología el rol de Enfermero: • De la Aldea Elena, Emma Silvia y 50 Universidad Maimónides Shejter Virginia: Trabajo de enfermería, su novela laboral. • Videla Mirta: La salud del equipo de salud, prevención en el hospital. En ellos se alude a las marcas que todo rol deja en la identidad del sujeto. • Seleccione alguno de estos rasgos mencionados en los trabajos y escriba un comentario acerca de ellos. Tanto el rol del enfermero como el de paciente se han modificado en estos últimos años. No se es enfermero o paciente de la misma forma hoy que hace 10 ó 20 años. • ¿Qué cambios se han producido y qué factores han contribuido para que se produzcan? Rol enfermero Rol paciente Factores Psicología Organizacional 51 Unidad IV LOS GRUPOS EN LAS ORGANIZACIONES Las personas se agrupan espontáneamente. El grupo cumple necesidades psicológicas muy importantes y a lo largo de nuestras vidas participamos de distintos grupos, empezando en épocas muy tempranas con la familia. En Schein, Edgar; Estructura y función de los grupos se desarrollan distintas cuestiones atinentes a los grupos en las organizaciones. En principio aporta una definición: ¿Qué es grupo en sentido psicológico? En algunas organizaciones existe una política definida que apunta a la creación de grupos de trabajo en determinadas áreas o para afrontar tareas que pueden beneficiarse con un abordaje grupal. En otras por el contrario desalientan sistemáticamente que estos se armen, favoreciendo una alta competitividad 52 Universidad Maimónides individual y/o cambiando periódicamente los lugares de trabajo del personal. Otras organizaciones no siguen una determinada política y se manejan al azar o dependiendo de la intención de las personas que deciden en las situaciones puntuales que se puedan presentar. A partir de esto se pueden mencionar dos tipos de grupos en las organizaciones. • Grupos formales • Grupos informales • Defina y diferencie estos dos tipos de grupos. Existen ocasiones en que no es conveniente utilizar grupos para la organización: • Mencione algunas de estas situaciones. • Suponga que un jefe de un servicio Psicología Organizacional 53 toma conocimiento que existen muchos problemas en el pase de guardia y con el objeto de recabar información y encontrar una posible solución, evalúa dos cursos de acción posibles: 1) Trabajar con todo el grupo de personas implicadas, realizando encuentros conjuntos y arribando de ser posible a una decisión consensuada. 2) Hacer entrevistas individuales con cada una de las personas y tomar una decisión en forma personal. • Confeccione un listado de las ventajas y desventajas que implica el utilizar cada uno de estos cursos de acción. 54 Universidad Maimónides Abordaje grupal Ventajas Desventajas Abordaje individual Ventajas Desventajas CRISIS EN LAS ORGANIZACIONES Con un material extractado del capítulo “El significado de la crisis” de Aldo Schlemenson se trata de analizar las reacciones de los integrantes de la organización cuando se producen cambios importantes que comprometen o puedan hacerlo, las imágenes y las formas de vinculación que mantiene con ellas, se apela especialmente a los conceptos de “apego” y “duelo” para explicar estos fenómenos. • ¿Por qué se plantea que el “impulso conservador” es un recurso válido del sujeto frente a la crisis? Psicología Organizacional 55 • ¿Por qué se plantea que las personas construyen un conjunto de significados a lo largo de sus experiencias? • ¿Como definiría el concepto de apego? Ejemplifique. • ¿Que es el duelo? • Realice una breve descripción del proceso de duelo. A partir de lo expresado por el autor, qué cuestiones deberían tenerse en cuenta desde la organización, para favorecer una adaptación y elaboración menos traumática del cambio por los sujetos. UNIDAD I: LOS PROBLEMAS HUMANOS EN LAS ORGANIZACIONES Para entender la psicología de la organización, debemos, primero que todo, entender algo sobre la organización. ¿Qué es una “organización” y cómo se la imagina uno? ¿Qué tipo de problemas humanos se presentan dentro de una organización? Dar una definición, de organización, por simple que sea, es asombrosamente difícil. 58 Universidad Maimónides Todos nosotros hemos pasado buena parte de nuestra vida en alguna organización—escuelas, clubes, grupos comunales, compañías y asociaciones comerciales, agencias gubernamentales, hospitales, partidos políticos e iglesias—y aún así no es fácil decir qué es una organización. Como marco contextual, examinemos algunas ideas que sobre el particular han propuesto sociólogos y politólogos. ¿QUE ES UNA ORGANIZACION? Coordinación Primero que todo, es importante reconocer que la sola idea de organizarse parte del hecho de que el hombre solo es incapaz de satisfacer todas sus necesidades y deseos, Particularmente en la sociedad moderna, el hombre descubre Las ideas que se presentan en las páginas, siguientes se tomaron originalmente de Bliau y Scott (1962), Etzioni (1961) y March y Simón (1958). Referencia a estudios más recientes se hace en los Capítulos 11 y 12. Psicología Organizacional 59 que no tiene la habilidad, la fuerza, el tiempo o la resistencia necesarias para poder satisfacer sus necesidades básicas de alimento, techo y seguridad. Sin embargo, en la medida en que varias personas coordinan sus esfuerzos, descubren que juntos pueden hacer más que cada uno de ellos por sí solo. La mayor organización, la sociedad hace posible que, a través de la coordinación de las actividades de cada uno de sus miembros, se puedan satisfacer también sus necesidades individuales. La idea básica que subyace el concepto de organización es entonces, la idea del esfuerzo coordinado para la ayuda mutua. Objetivos comunes De todas maneras, para que la coordinación tenga utilidad, algunos objetivos tienen que existir y alguien tiene que estar de acuerdo con ellos. Por tanto, la segunda idea básica en la que el concepto de organización está basado es la de lograr objetivos comunes a través de la coordinación de actividades. 60 Universidad Maimónides La división del trabajo Como todos sabemos, las organizaciones, existen dentro de organizaciones más grandes. El mundo entero está compuesto por infinidad de grupos lingüísticos y culturales. Dentro de estos grupos existen naciones y sociedades unidas no sólo por culturas y lenguas comunes, sino también por objetivos económicos y políticos comunes. Dentro de cada sociedad o nación existen instituciones y organizaciones económicas, políticas, religiosas y gu bernamentales. Dentro de cada una de estas unidades se encuentran otras más pequeñas— entidades comerciales, partidos políticos, iglesias, ciudades capitales y otras ciudades. Finalmente, dentro de cada una de estas unidades, se encuentran pequeños grupos de personas que también la constituyen. Organizaciones departamentos de producción y ventas dentro de una compañía, facciones dentro de un partido político, un coro en una iglesia, un departamento de policía dentro de una ciudad. Psicología Organizacional 61 De acuerdo a algunas teorías, estas distinciones progresivas surgen de la noción fundamental de la división del trabajo, la tercera propiedad común a las organizaciones humanas. Unida al concepto de coordinación y al del logro de objetivos comunes está la idea de que los objetivos se pueden lograr más fácilmente si cada persona hace algo diferente pero en forma coordinada. La sociedad ha descubierto que los objetivos se pueden lograr más eficientemente si lo que hay para hacer se reparte entre todos sus miembros. Lo ideal es que la división se haga sobre la base de talento o habilidad innata para hacer algo, pero no siempre tiene que ser así, pues a la gente se la puede entrenar para hacer cosas diferentes. La idea de la división del trabajo está ligada claramente a la idea de diferenciación de funciones. La organización puede lograr sus objetivos más fácilmente si establece diferencias con base en los tipos de tareas, localización geográfica, objetivos generales y específicos, recurso humano disponible dentro de la 62 Universidad Maimónides organización o cualquier otra racionalización. Cuando se analiza una sociedad determinada, se pueden distinguir: el sistema económico y sus organizaciones componentes y el sistema político con todas las organizaciones gubernamentales que la definen. La economía de un grupo social tiene como función primordial proveer alimento, techo, bienes y servicios. Dará sus miembros a través de organizaciones que al mismo tiempo generan empleos y dinero para que cada participante pueda adquirir esos bienes y servicios. El sistema político, por otro lado, sirve para regular la sociedad, brindarle seguridad y protección a sus miembros, y coordinar, todas sus instituciones. La tercera función vital es la que desempeña el sistema educativo: mantener y asegurar el continuo crecimiento de la sociedad a través de la creación, conservación y transmisión del conocimiento a las generaciones futuras. De esta manera, cada segmento de la sociedad realiza una función determinada para asegurar el logro de objetivos comunes. Psicología Organizacional 63 El mismo análisis se le puede hacer a una organización de tipo comercial donde es mucho más fácil visualizar la lógica de separar convenientemente en unidades organizacionales diferentes, las funciones de inventar y diseñar un producto (investigación y desarrollo, ingeniería), conseguir clientes para el producto y vendérselos (mercadeo y ventas), fabricar el producto (producción), generar el capital necesario para construir las facilidades de producción, pagar empleados y determinar él “precio de venta” del producto basados en los costos de producción “(finanzas y contaduría), contratar y entrenar el personal que ya a desempeñar las diferentes funciones (personal), asegurar el despacho del producto a los clientes (distribución), ofrecer servicio y mantenimiento del producto (mantenimiento y servicio), etc. Como veremos más adelante, estas fórmulas tan simples de dividir el trabajo no parecen funcionar tan óptimamente a medida que las organizaciones se vuelven cada vez más complejas. Para ver la organización como un conjunto complejo de grupos inter- 64 Universidad Maimónides dependientes se hace necesario contar con un modelo de diferenciación más intrincado. Sin embargo, un análisis inicial de cualquier organización se puede hacer en términos de la disparidad de funciones que diferentes miembros o subgrupos de la organización realizan. Integración El cuarto y último concepto que se necesita para comprender la organización está muy relacionado con la idea de diferenciación y división del trabajo. Si diferentes partes están haciendo cosas diferentes, se necesita entonces una función integradora que asegure que todos los elementos están buscando los mismos objetivos comunes. La forma más típica de integración, aunque de ninguna manera la única, es la jerarquía de autoridad; algún sistema selecto de subgrupos o individuos que asegure que hay coordinación entre las partes guiando, limitando, controlando, informando y en general, dirigiendo las actividades de cada una de las partes. Psicología Organizacional 65 La idea de coordinación implica que cada unidad se somete a algún tipo de autoridad para el logro de un objetivo común. La coordinación se acaba cuando cada unidad decida actuar en interés propio e ignore las ac tividades de las demás unidades. Sin embargo, la idea de someterse a algún tipo de autoridad no implica necesariamente que exista control externo. La coordinación puede lograrse, en principio, a través de actividades auto disciplinarias como las que caracterizarían a un par de niños accionando un balancín. El tipo de autoridad implícito en la coordinación puede entonces ir desde completa autodisciplina hasta la autocracia total. De todas maneras, una idea esencial que subyace a la organización es la existencia de algún principio de control que asegure la integración. Como todos sabemos por experiencia, en la mayoría de las organizaciones la autoridad aparece investida en una jerarquía compleja de cargos y niveles. Idealmente, se supone que cada cargo tiene definida su propia área 66 Universidad Maimónides de responsabilidad y que teóricamente tiene la autoridad para asegurar que la parte de trabajo que le corresponde se realice de acuerdo con un plan más completo. La coordinación se puede implementar entonces si se diseña un manual en el que se asignen responsabilidades. Esta asignación la hacen por lo general, aunque no necesariamente, los miembros en los niveles más altos del escalafón basados en criterios de división del trabajo y coordinación debidamente racionalizados para lograr el objetivo común. UNA DEFINICION PRELIMINAR DE LA ORGANIZACION Los conceptos básicos que se acaban de presentar se pueden resumir en una definición preliminar de la organización que se parece mucho a la definición final que propusieron las primeras personas que teorizaron sobre la organización. Como veremos más adelante, cuando utilicemos la perspectiva de sistemas y Psicología Organizacional 67 la de desarrollo, tendremos que modificar sustancialmente la definición para que se ajuste a lo que podemos observar en todas las organi zaciones que nos rodean. Una organización es la coordinación planificada de las actividades de un grupo de personas para procurar el logro de un objetivo o propósito explícito y común, a través de la división del trabajo y funciones, y a través de una jerarquía de autoridad y responsabilidad. Un aspecto importante de esta definición, no discutido aún, es que el objeto de la coordinación son las actividades y no la gente. Tal y como lo han anotado numerosos investigadores de la organización, entre ellos Chester Barnard (1938), sólo algunas de las actividades de una persona son pertinentes para el logro de algún objetivo. La verdad es que la misma persona puede pertenecer a diferentes organizaciones porque en cada una de ellas sólo algunas de sus actividades son pertinentes. Desde el punto de vista de la organización, por tanto, basta 68 Universidad Maimónides sólo con enunciar las actividades o roles que se tienen que desempeñar para que el objetivo se logre. En una organización comercial, alguien tiene que comprar la materia prima, alguien tiene que diseñar el producto, alguien lo tiene que construir y alguien más debe encargarse de venderlo. Quién haga qué puede no ser importante para la organización, a pesar de que sí puede ser pertinente en términos de cómo funciona realmente la organización. Precisamente porque la organización está caracterizada fundamentalmente por roles y por un manual para su coordinación, existe independientemente de quien esté en ella y puede subsistir aunque se releve a todos sus miembros. Si los roles que la organización requiere se conservan en documentos o en las memorias de dirigentes, padres de familia o maestros, la organización puede seguir existiendo de generación en generación con sólo asignarle esos roles a los nuevos miembros. En principio, la organización misma sólo cambia cuando se cambia el manual de roles y acti- Psicología Organizacional 69 vidades, es decir, cuando las más altas autoridades o las personas que asumen esos roles proceden a redefinirlos. Una organización, tal y como la hemos definido, es lo que los sociólogos llaman una organización formal, para distinguirla de otros dos tipos de organización: una organización social y otra informal. Las organizaciones sociales son patrones de coordinación que surgen espontáneamente o implícitamente de la interacción humana sin que ésta implique coordinación racional alguna para el logro de objetivos comunes explícitos. Un grupo de amigos puede coordinar muy bien sus actividades y aún tener un objetivo común implícito como por ejemplo “divertirse”, pero no constituyen por eso una organización formal. Si decidieran formular explícitamente sus objetivos y formalmente acordar ciertos patrones de coordinación para asegurar la diversión y si establecieran alguna jerarquía se convertirían en una organización formal. Existen diferentes tipos de organizaciones sociales en la socie 70 Universidad Maimónides dad, tales como la familia, los clubes, las pandillas y comunidades que deben distinguirse de organizaciones formales tales como entidades comerciales, escuelas, hospitales, iglesias, sindicatos y prisiones. El término organización informal se refiere a patrones de coordinación que surgen entre los miembros de una organización formal y que no están estipulados en el manual de roles y actividades. El manual de la organización requiere la coordinación de sólo ciertas actividades. Por razones de diversa índole, sin embargo, los actores humanos que desempeñan los roles organizacionales rara vez se limitan a realizar sólo las actividades que su propio rol estipula. A pesar de que dos obreros en una línea de ensamblaje sólo deben hacer lo que se supone deben hacer en su trabajo, es posible también que quieran entablar una conversación, almorzar juntos, quejarse del trabajo y de sus jefes y en muchas otras formas establecer relaciones que trascienden las que formalmente se requieren. Este tipo de relaciones surgen Psicología Organizacional 71 en toda organización formal. Como veremos más adelante, muchos de los más importantes problemas psicológicos de una organización surgen de la compleja interacción entre la organización formal y la informal. UN MODELO DE ORGANIZACIONES FORMALES Si a un empresario se le pide que nos dé una idea de su organización, lo más seguro es que nos ofrezca un “organigrama” que muestre en dos dimensiones (1) los diferentes niveles jerárquicos y (2) las diversas áreas funcionales de las que se deriva una división del trabajo. La figura 2.1 ilustra el organigrama típico de una organización comercial. Sin embargo, si decidiéramos entrevistar a los miembros de la organización para determinar cómo fun ciona ésta en realidad y cómo se definen el status e importancia en ella, encontraríamos seguramente que el organigrama brinda una descripción incompleta y posiblemente in- 72 Universidad Maimónides adecuada de la realidad. Se requiere entonces, algo un poco más complejo como lo que se ilustra en la figura 2.2, y en la que se muestran tres dimensiones básicas de una organización (Shein, 1971): 1. La dimensión jerárquica, que muestra niveles relativos en la misma forma que aparecen en el organigrama. PRESIDENTE VP etc. VP Ventas VP Producción VP Finanzas VP Personal VP Ingeniería Figura 2.1 Organigrama típico de una empresa. 2. Una dimensión funcional, que muestra los diferentes tipos de trabajo que se tienen que realizar, ilustrados en el dibujo como diferentes porciones de torta en el diagrama cónico. Psicología Organizacional 73 3. Una dimensión de inclusión o centralidad, dada por la medida en que cada persona se acerca o se aleja de la columna vertebral de la organización. Ventas Etc. Mercadeo Producción Inclusión o Centralidad Etc. NIVEL Ventas Mercadeo Producción FUNCIÓN Figura 2.2 Un modelo tridimensional de una organización. Algo que es cierto en la vida de una orga- 74 Universidad Maimónides nización es el hecho de que uno no sólo tiene algo determinado que hacer y un nivel jerárquico o status formal sino que también puede uno variar en la medida en que le den confianza y le permitan tener algo que ver con la toma de decisiones importantes, aún desde un nivel jerárquico relativamente bajo. En un estudio clásico en su género que se hizo en los años cincuenta, Melville Dalton (1959) demostró que las organizaciones generan grupos que no sólo están informalmente constituidos dentro de diversos límites funcionales y jerárquicos sino que su existencia es también esencial para la buena marcha de la organización. Es común, por ejemplo, que un alto directivo consulte importantes decisiones con un capataz o con un trabajador con quien se ha relacionado por varios años o con quien ha compartido actividades fuera de la organización, sin tener en cuenta los niveles jerárquicos que los separan. Se podría decir entonces que ese capataz o ese trabajador poseen un alto grado de centralidad en la organización aún en el nivel jerárquico en que se encuentra. Psicología Organizacional 75 La dimensión de centralidad es entonces de particular importancia cuando la organización se mira desde el punto de vista de desarrollo, puesto que es posible que un grupo informal se dé y exista en una organización aún cuando no esté reconocido en el organigrama. Desde el punto de vista organizacional/directivo, es muy importante entender cómo surgen esos grupos informales y qué papel juegan en la marcha de la organización. Desde el punto de vista del desarrollo profesional de cada individuo es importante también reconocer que una carrera se mueve a través de todas estas tres dimensiones y que una persona puede quedarse en el mismo punto en términos de nivel jerárquico o aún quedarse estancado en una determinada área funcional, y todavía tener la posibilidad de moverse en los círculos más centrales e influyentes del sistema informal de la organización. El proceso de socialización a través de roles organizacionales asume la existencia de esta dimensión de centralidad—en qué medida la organización le permite a un miembro que no tiene la suficiente jerarquía 76 Universidad Maimónides para hacerlo, tener acceso a información estrictamente confidencial o participar en la toma de decisiones importantes. Con los conceptos y modelos que hemos presentado hasta ahora, veamos qué clase de problemas humanos o psicológicos surgen en una organización. Como veremos más adelante, muchos de ellos reflejan las interacciones tan complejas que se presentan entre diferentes niveles jerárquicos, grupos funcionales y entre sistemas organizacionales cambiantes, formales e informales. Para poder entender los problemas humanos que se dan en una organización es necesario recordar siempre que no sólo surgen ellos de una cantidad de complejas interacciones, sino que también esas mismas interacciones cambian con el tiempo a medida que las personas que conforman la organización y la organización misma, cambian, crecen y se desarrollan. Psicología Organizacional 77 ¿COMO SURGE UNA ORGANIZACION? Una organización surge primero como una idea de una o varias personas. A pesar de que en este libro no le vamos a brindar mayor atención, se tiene que reconocer que uno de los problemas primordiales de cualquier organización es el proceso por medio del cual una o más personas trasforman una idea en un manual de las actividades que dos o más personas van a realizar. El inventor en el garaje que decide reunir cinco personas en un taller y empezar a construir su invento; el activista social que funda un nuevo club u organización política en su universidad; el líder religioso que gana adeptos con su prédica y finalmente establece su propia iglesia; el joven maestro con visión que decide abrir su propio colegio, están todos creando nuevas organizaciones. Si la organización tiene éxito en lograr el objetivo de conseguir adeptos o crear deman- 78 Universidad Maimónides da para un nuevo producto o servicio, podrá entonces existir, crecer y establecerse como tal. Los fundadores o empresarios de esa orga nización pueden abandonarla, morir o ser remplazados por otros dirigentes que tengan una visión diferente de cómo debe funcionar la organización. Si la organización sigue teniendo éxito podrá sobrevivir el liderazgo de diversos dirigentes y tener su propia vida. Esta estabilidad surge cuando la organización va más allá de lograr los objetivos originalmente propuestos y asume otras funciones, se convierte en organización empleadora, brinda sentido de pertenencia e identidad a sus empleados, juega un papel dentro de la co munidad, y permite que se originen sobre ella ideologías y mitos que por lo general incluyen el supuesto de que la organización debe sobrevivir y crecer. Por otra parte, cuando una organización, digamos una empresa, no puede mantener su función primaria o básica de proveer un producto o un servicio con una ganancia razonable para sus dueños, entra en “quiebra” y deja de existir como organiza- Psicología Organizacional 79 ción a pesar de que sus miembros se puedan “reorganizar” como una nueva entidad. De la misma manera, las organizaciones sociales, religiosas y políticas dejan de existir cuando pierden muchos de sus adeptos o interfieren con organizaciones más poderosas. Para entender el proceso de creación organizacional, uno podría leerse las biografías de empresarios y líderes famosos. A pesar de que la investigación formal sobre creación organizacional es incipiente, algunos estudios sobre iniciativa empresarial sí se han adelantado y los examinaremos en el capítulo sobre motivación y liderazgo. Lo que es importante anotar es que la mayoría de nosotros encontramos organizaciones completamente desarrolladas, entidades que ya han desarrollado rutinas, normas y formas de hacer cosas, tradiciones, reglas, descripciones de cargos, su propio voca Se podrían comparar dos ejemplos interesantes que contrastan el uno con el otro: el análisis de varias industrias americanas que hizo Chandier (1962) y él que Speer (1970) hizo sobre la Alemania de Hitler. 80 Universidad Maimónides bulario y otros patrones que cualquier persona que desee entrar a la organización debe aprender. Como la organización es un hecho “dado”, uno de los procesos más importantes es el de reclutar, entrenar y contratar nuevos empleados. Para el empleado, ese proceso es uno en el que él tiene que aprender a funcionar en la organización, “entrar” en la cultura de la organización o —como algunos sociólogos lo llaman— ”adaptarse” a la organización (Van Maanen, 1976). RECLUTAMIENTO, SELECCION, ENTRENAMIENTO, SOCIALIZACION Y ASIGNACION DE PERSONAS A CARGOS La organización es un plan de actividades humanas que no empieza a funcionar hasta que no se hayan reclutado las personas que van a desempeñar los diversos roles o a realizar las actividades previstas. Por consiguiente, el primer y posiblemente el mayor problema Psicología Organizacional 81 humano en cualquier organización es cómo reclutar empleados, seleccionarlos, entrenarlos, socializarlos, y asignarlos al cargo para asegurar la mayor eficiencia. Por entrenamiento, en este contexto, se entiende enseñarle al empleado las habilidades técnicas que necesita para desempeñar eficientemente su trabajo; por socialización se entiende el proceso de enseñarle cómo funcionar en la organización, cuáles son las normas y reglas de conducta, y cómo comportarse con otros miembros de la organización, en otras palabras, aprender cómo “funciona” la organización. El nuevo empleado tiene que aprender dónde tiene que estar en determinado momento, cómo vestir, cómo llamar al jefe, a quién consultar cuando se tiene una duda, qué tanto cuidado debe tener para hacer su trabajo y otra cantidad de cosas que a los veteranos les ha tomado mucho tiempo en aprender. El problema de incorporar gente a una organización se puede dividir en dos subproblemas. Primero, hay que anotar que una política 82 Universidad Maimónides de reclutamiento, selección, entrenamiento, socialización y asignación de cargos diseñada para asegurar la mayor eficiencia por parte de cada empleado no asegura automáticamente que las necesidades y expectativas que cada uno de ellos trae consigo cuando ingresa a la organización, se puedan satisfacer. Por consiguiente, uno de los dilemas más grandes de la psicología organizacional surge porque la práctica y políticas que se supone aseguran eficiencia organizacional no siempre permiten satisfacer todas las necesidades del empleado, y peor aún, crean problemas más graves que los que la gente trae normalmente consigo. Si la organización no satisface las necesidades mínimas que tiene el empleado de sentirse seguro y apreciado, de tener oportunidades de crecer y desarrollarse, éste puede alienarse, sentirse inseguro y amargado. La pregunta fundamental es entonces: ¿Cómo se pueden desarrollar las políticas organizacionales y la práctica social de tal manera que se logre alguna compatibilidad entre las Psicología Organizacional 83 exigencias organizacionales y las necesidades humanas? O, si éstas son fundamentalmente incompatibles, el psicólogo tiene que averiguar qué otras instituciones sociales existen o debieran existir para solucionar los problemas que surgen por conflicto entre el individuo y la organización. Segundo, la asignación de personas a cargos y la utilización eficiente del recurso humano se puede lograr con dos estrategias fundamentalmente diferentes basadas en premisas completamente diferentes (Haire, 1959). Una de ellas, identificada con la psicología de personal, hace énfasis en seleccionar la persona para el cargo. El cargo es una constante mientras que a la persona se le considera una variable. A una persona se le puede seleccionar y se le puede entrenar. De todo el recurso humano disponible uno trata de encontrar la gente que reúna ya los requisitos exigidos por la organización o aquella a quien por lo menos se le pueda dar entrenamiento. La otra estrategia identificada originalmente con la psicología 84 Universidad Maimónides industrial, hace énfasis en rediseñar el cargo y su medio físico de tal manera que se adecuen a las capacidades y limitaciones de la persona. A ésta se le considera una constante y al cargo la variable. Idealmente, el cargo se podría diseñar de tal manera que cualquier persona pudiera desempeñarlo. Las dos estrategias pueden funcionar y han funcionado en el pasado. ¿Cómo, entonces, podría uno equilibrar la estrategia de prueba-selección con la de ingeniería y rediseño de cargos de tal manera que se pueda aumentar al máximo el potencial humano de que dispone la organización y la satisfacción de las necesidades del individuo? Una de las tesis centrales de este libro es que es posible mantener las dos perspectivas: la del individuo, que pretende satisfacer sus necesidades por medio de la organización, y la del administrador que quiere utilizar el recurso humano para suplir las necesidades de la organización. Estos dos problemas, aparentemente divergentes pero superpuestos en la Psicología Organizacional 85 realidad, se complican más a la luz de la perspectiva de desarrollo, pues las necesidades de la organización y las de sus miembros cambian con el tiempo y con la experiencia. Así, por ejemplo, una solución que fue viable para la organización en un momento dado puede que no lo sea en otro. Más adelante veremos cómo las interacciones del individuo con la organización se encuentran siempre en un flujo constante y dinámico (Schein, 1978). UTILIZACION Y MANEJO DEL RECURSO HUMANO El contrato psicológico Cuando ya la organización ha reclutado, seleccionado, entrenado y asignado la gente que necesita a sus cargos respectivos, debe preocuparse entonces por crear condiciones que permitan mantener por bastante tiempo un alto nivel de eficiencia y que le permitan también a cada empleado, por el solo hecho de pertene- 86 Universidad Maimónides cer a la organización y trabajar para ella, satisfacer sus necesidades más apremiantes. Tradicionalmente, a este problema se le ha tratado de dar solución identificando y clasificando primero las motivaciones y necesidades del trabajador y estableciendo luego una relación entre ellas y los sistemas de estímulos e incentivos que la organización ofrece. A medida que los estudios se acumulan, se hace más evidente la complejidad del problema y la posibilidad de que éste se pueda conceptualizar mejor en términos de un “contrato psicológico” suscrito entre el individuo y la organización. La noción de un contrato psicológico implica la existencia de un conjunto de expectativas, no escritas en parte alguna, que operan a toda hora entre cualquier miembro y otros miembros y dirigentes de la organización. El concepto de contrato psicológico es una extensión de todo lo que los filósofos sociales han escrito sobre los contratos sociales. En la esfera organizacional, Argyris (1960) y Levingston (1962) fueron los primeros en discutirlo. La misma idea aparece Psicología Organizacional 87 Esta idea está implícita en el concepto de rol organizacional, en el sentido de que cada rol es básicamente un conjunto de expectativas conductuales (Kahn y otros, 1964). El contrato psicológico implica además que cada persona que desempeña un rol, el empleado por ejemplo, tiene también expectativas sobre cosas como el salario o escalas salariales, jornada laboral, prestaciones y ventajas del empleo, garantía de que no lo van a despedir inesperadamente, etc. Muchas de estas expectativas son implícitas y tienen mucho que ver con el sentido de dignidad y de importancia de la persona. Todos esperamos que la organización nos trate como seres humanos, que nos brinde trabajo y facilidades que suplan nuestras necesidades en lugar de crearnos otras, que nos brinde oportunidades de crecer y aprender más, que nos implícita, en el modelo de “inducción-contribución” planteado por March y Simón (1958) y desarrollada con más detalle por Homans (1961) en su teoría de intercambio social de las formas sociales elementales. Kotter (1973) la investigó midiendo las expectativas de empleados y supervisores y diseñó talleres para resolver los problemas que surgían cuando las expectativas no coincidían. 88 Universidad Maimónides deje saber cómo estamos haciendo las cosas, etc. La mayoría de los problemas que conllevan al descontento laboral, a las huelgas y a la deserción tienen mucho que ver con incumplimientos evidentes del contrato psicológico, a pesar de que las negociaciones públicas se hacen siempre sobre asuntos mucho más explícitos como son los de salario, jornada y se guridad laboral, etc. La organización por su parte tiene también expectativas más implícitas y sutiles, por ejemplo que el empleado dé una buena imagen de la organización, que le sea leal, que guarde los secretos de la organización y que todo lo que haga sea por el bien de ella (es decir, que esté siempre bien motivado y listo a sacrificarse por la organización). Los desengaños más grandes que se llevan los administradores se presentan casi siempre cuando un buen empleado se desmotiva o “parece que ya no quiere hacer mucho por la compañía”. Aquí encontramos de nuevo que una pers- Psicología Organizacional 89 pectiva de desarrollo puede darnos la clave para entender estos problemas. El contrato psicológico cambia con el tiempo a medida que cambian las necesidades de la organización y las del individuo. Lo que ese empleado espera de su trabajo a los 25 años de edad puede ser completamente diferente de lo que ese mismo empleado espera a los 50 (Hall, 1976; Schein, 1978). En la misma forma, lo que la organización espera de una persona durante ese período acelerado de crecimiento puede ser completamente diferente de lo que esa misma organización espera cuando alcanza cierta estabilidad o cuando está sufriendo un revés económico. Por ejemplo, al principio de su carrera, las necesidades y expectativas de la gente tienen mucho que ver con la necesidad de “probarse a sí mismos”. Necesitan determinar si en realidad pueden contribuir en algo con la organización, si tienen la habilidad y la energía necesarias 90 Universidad Maimónides para realizar algún tipo de trabajo, si pueden ayudar en algo (Schein, 1964). Por consiguiente, la gente espera que la organización les dé oportunidades suficientes para de mostrar que son capaces de hacer algo, y por lo general, sufren grandes frustraciones si se les deja mucho tiempo recibiendo entrenamiento que, desde su punto de vista, no tiene mucho sentido, o se les dan tareas que ellos consideran poco importantes. Cuando esto sucede ni ellos ni la organización se pueden dar cuenta qué tanto talento tienen. Más tarde, las necesidades y expectativas se cambian por el deseo de identificar una área en la cual la persona pueda sentir no sólo que es útil sino también que puede contribuir a su desarrollo; a su vez, el individuo espera que la organización haga, en alguna forma, un reconocimiento de su contribución (Dalton, Thompson & Price, 1977). A la mitad de nuestra carrera, cuando producimos más, también esperamos más estímulo y más re conocimiento. Psicología Organizacional 91 Un poco más tarde, a medida que logramos cierta estabilidad y nuestra contribución empieza a hacerse menos visible, nuestra necesidad de reconocimiento y de seguridad laboral aumentan y las expectativas implícitas en el contrato psicológico pueden cambiar de que la organización lo ponga a uno a “descansar” o lo “despida” a que ella se “haga cargo de uno”. Los jubilados con frecuencia se quejan de que la organización violó dramáticamente su contrato psicológico al desconocer que todavía ellos hubiesen podido contribuir por muchos años más, que para ellos la compañía era todo en su vida, que se le habían dedicado por completo durante muchos años y que la única retribución que habían recibido era el haberlos echado a la calle. Por su parte la organización necesita y espera niveles más altos de motivación y esfuerzo por parte de sus empleados cuando está recién creada o cuando se encuentra en severa competencia con otras organizaciones. Cuan do está en problemas o está siendo atacada es- 92 Universidad Maimónides pera mucha más lealtad; en tiempos normales, cuando la organización siente que está ofreciendo más seguridad laboral a sus empleados, espera un rendimiento mucho más estable. Las expectativas tanto del empleado como del administrador surgen de sus necesidades más apremiantes, de lo que han aprendido de otras personas, de las tradiciones y normas que estén ejerciendo alguna influencia, de su propia experiencia y de otra infinidad de fuentes. En la medida en que las necesidades y las fuerzas externas cambian, cambian también estas expectativas convirtiendo al contrato psicológico en un contrato dinámico que debe renegociarse constantemente. El contrato psicológico es un poderoso determinante de la conducta de las organizaciones a pesar de que no aparece escrito en parte alguna. Psicología Organizacional 93 Poder y autoridad Un elemento clave del contrato psicológico es la expectativa que tiene la organización de que un nuevo miembro acepte el sistema de autoridad vigente. Cuando una persona decide entrar a la organización implícitamente acepta también los reglamentos básicos que constituyen el sistema de autoridad. Dentro de unas áreas perfectamente definidas, la persona tiene que aceptar las órdenes que le dé otra persona o lo que se estipula en un reglamento, tiene que aceptar limitaciones a su propia conducta y abstenerse de cosas que vayan en contra del reglamento o de las órdenes dadas (Schein & Scott, 1962). La autoridad no es lo mismo que el poder. El poder puro implica la habilidad para controlar a otros físicamente a través de la manipulación del premio o del castigo, o a través de la manipulación de la información. El poder implica que otros, de verdad, no tengan otra alternativa porque no son lo suficientemente 94 Universidad Maimónides fuertes para tomar una determinación o porque no cuentan con los recursos necesarios para hacerlo. Es lo que los sociólogos llaman “autoridad no legítima”. La autoridad legítima, por otra parte, implica que los subordinados obedecen los reglamentos, las leyes y las órdenes voluntariamente porque aceptan también el sistema por medio del cual se llegó a esos reglamentos, a esas leyes o a ese nivel de autoridad para dar órdenes, es decir, le reconocen a la persona que tiene autoridad el derecho de mandar. La autoridad es legítima cuando los miembros de una organización o de una sociedad llegan a un consenso sobre (1) las bases de donde se deriva un reglamento o una ley y/o (2) el sistema por medio del cual se coloca a una persona en una posición de autoridad. En otras palabras, la gente obedece una ley únicamente si está de acuerdo con el método que se utilizó para dictarla. Un trabajador obedece al capataz en la medida en que éste acepte que el sistema de promoción que se utiliza para llegar a ser capataz es justo. La gente tolera y acepta órdenes, aún Psicología Organizacional 95 cuando éstas provienen de un mal jefe, sólo cuando aceptan el sistema en su totalidad. La organización puede hacer cumplir su parte del contrato psicológico por medio del poder y de la autoridad. ¿Cómo lo puede hacer el empleado? Dependiendo de las circunstancias, éste tiene varias opciones: retirarse de la organización, disminuir su participación en el trabajo, entrar en paro, sabotear la organización y/o tratar de influir de tal manera que la situación revierta en su propio beneficio. Para que un empleado se sienta bien como miembro de la organización tiene, necesariamente, que creer que en alguna forma puede influir para que la situación cambie en su favor, que puede hacer que la organización cumpla sus compromisos contractuales, asegurarse que si la organización no cumple con algo verdaderamente crucial por lo menos tenga la posibilidad de ser escuchado y al menos de poder retirarse sin temor a ser sancionado. La forma real de influenciar bien como una 96 Universidad Maimónides persona encargada libremente de introducir innovaciones o como miembro de un sindicato no es tan importante como la creencia fundamental por parte del empleado de que él puede cambiar la situación si la organización no cumple con la parte del contrato psicológico que le corresponde. El patrón de autoridad e influencia que se desarrolla dentro de una determinada sociedad u organización depen de de las bases reales sobre las cuales descansa la aceptación de todos sus miembros. Pasemos ahora al análisis de algunas de esas bases. Bases de la autoridad legítima Muchas son las teorías y muchos los esquemas conceptuales que se han propuesto para explicar las diferentes bases sobre las cuales descansa el principio de autoridad. He indicado ya que el poder puro o la autoridad no legítima pueden tener como base la fuerza física (que incluiría las normas), el control del premio y el castigo (por ejemplo hacerle un au- Psicología Organizacional 97 mento a alguien porque obedece o despedirlo porque no lo hace) o el control de la informa ción. Sin embargo, para entender la organización tenemos que entender las bases de la autoridad legítima, es decir, las bases sobre las cuales los miembros de una organización llegan al consenso voluntario de someterse a la autoridad. Uno de los primeros análisis, y tal vez el mejor que se ha hecho sobre las bases de la autoridad, fue el realizado por el sociólogo alemán Max Weber (1947), quien utilizó estos conceptos para tratar de entender la evolución de los sistemas políticos. 1. Tradición. La mayoría de los antiguos sistemas políticos que surgieron después de aquellos que basaban su autoridad en el poder puro, derivaban su estabilidad de la creencia que tenía el gobernado de que el grupo que estaba en el poder tenía el derecho a mandar y este derecho estaba dado por las tradiciones y normas del grupo social. Estas tradiciones por lo general incluían mi- 98 Universidad Maimónides tos sobre el origen “divino” de los que mandaban y principios de sucesión, tales como el derecho que tenía el hijo mayor a heredar el trono a la muerte del rey. La autoridad a niveles más bajos era la que delegaba a otras personas el rey o un alto monarca de la iglesia. Lo que hacía que el sistema fuera “justo” o “bueno” era la creencia en las tradiciones que giraban alrededor de la idea de monarquía. Cuando el consenso sobre tales tradiciones desaparecía, surgían las revoluciones. El sistema era fuerte solamente en la medida en que existiera ese consenso. La contraparte organizacional de un sistema como el que acabamos de describir la encontramos en nuestra sociedad cuando examinamos nuestra propia actitud con respecto a los “derechos” de herencia. En muchas or ganizaciones se considera perfectamente legítimo que su fundador les deje las posiciones más altas de mando a miembros de la familia Psicología Organizacional 99 y el trabajador acepta esa-autoridad aunque considere que esa persona no es competente para mandar. Este sistema de adquirir autoridad empresarial no es muy común en los países más industrializados y económicamente desarrollados del mundo, pero todavía es muy común en los países menos desarrollados donde la autoridad organizacional funciona más como la autoridad paterna, que por su parte conduce a un paternalismo al que nadie se opone (Davis, 1971). El contrato psicológico consiste básicamente en que papá/dueño “cuida” a sus empleados y ellos, en retribución, son altamente productivos y leales. Las tradiciones culturales son las que deciden quién sube al poder pero por lo general la autoridad se delega y se asume dentro de una misma familia. 2. Principios de orden racional-legal. El cambio de los gobiernos monárquicos tradicionales a los sistemas políticos más parlamentarios y democráticos se facilitó gracias a la idea de que los miembros de una sociedad debían par- 100 Universidad Maimónides ticipar en la selección del sistema de gobierno, y posiblemente también en la selección de la gente que los iba a gobernar. Para que la idea funcionara, las bases de legitimidad tenían que convertirse en un principio racionallegal que todo el mundo estuviera de acuerdo con unas leyes y con los procedimientos utilizados para expedirlas. Una vez que se hubiese llegado a un consenso sobre las leyes que se iban a expedir, cada miembro de la sociedad tenía que estar dispuesto a obedecerlas. Este proceso aumentaba el nivel de “racionalidad” en la medida en que se trataban de expedir leyes que “tuvieran sentido común”, beneficiaran a la mayoría, protegieran los derechos humanos y ofrecieran un sistema de gobierno basado en capacidad demostrada del gobernante para gobernar. Como todos sabemos, este principio o base de consenso no siempre produce leyes perfectas Psicología Organizacional 101 o gobernantes competentes, pero es un principio que está menos sujeto al antojo arbitrario del gobernante de turno. Cuando los miembros de una sociedad deciden gobernarse por medio de leyes, existe un mecanismo, por cierto imperfecto, de remover a un gobernante o a un dirigente incompetente o con tendencia a abusar del poder. Lo que se tiene que hacer resaltar es que el consenso sobre el cual descansa todo el sistema es un consenso de ser gobernado mediante un proceso legal. Este proceso es casi siempre vulnerable a la acción del dictador que llega al poder por la fuerza; en el mundo de hoy, sin embargo, aún los dictadores más “benévolos” son supremamente inestables porque no cuentan con el consenso del gober nado ni con un sistema válido que determine sucesión en el poder. Por consiguiente, la mayoría de las sociedades y organizaciones del mundo moderno favorecen algún sistema racional-legal que les permita evitar la arbitrarie dad e inestabilidad que se presenta cuando se abandona el sistema tradicional. 102 Universidad Maimónides En los Estados Unidos, en particular, estos principios se expresan a través de un sistema de legislación y elección de dignatarios basado en una evaluación racional de sus habilidades, motivaciones y experiencia. En las organizaciones, el principio de autoridad basado en el consenso racional se expresa con la idea de promoción por mérito (habilidad más experiencia demostrada) y en la idea de que la autoridad se deriva de la experiencia y com petencia de una persona y no de las influencias de carácter familiar, económico o político. La especialidad del jefe puede ser diferente a la de los subordinados, como por ejemplo en el caso del director de una investigación que debe supervisar a diez investigadores químicos. El jefe puede que técnicamente no sepa tanto como ellos, pero se presume que sabe cómo dirigirlos. Los químicos aceptan su autoridad porque creen que es un buen director y porque están convencidos que llegó a ese cargo a través de un proceso legítimo de promoción. Psicología Organizacional 103 3. Carisma. A pesar de que la tradición y los principios racionales-legales le dan autoridad a una oficina o a un nivel jerárquico, Weber hizo la observación de que muchos movimientos políticos o religiosos basaban su autoridad en las cualidades personales del líder. A lo largo de toda la historia, se pueden mencionar muchos casos de personalidades tan carismáticas que podían capturar a toda una audiencia gracias a los poderes místicos, mágicos o divinos extraordinarios que la gente les atribuía. Entre los ejemplos más comunes figuran los de Jesucristo, Gandhi, Hitler, y más recientemente el de J. F. Kennedy y Martín Luther King. Estos líderes tenían la capacidad de hacer emocionar a sus seguidores como lo hacía el Pied Piper, de tal manera que podían hacer cosas que normalmente, por su personalidad, no se atrevían a hacer. Un fenómeno parecido, aunque de menos trascendencia, se puede observar en las orga- 104 Universidad Maimónides nizaciones donde ciertos líderes o dirigentes se ganan la lealtad de sus subordinados mediante una relación muy personal. Todos nosotros en algún momento de nuestra vida hemos seguido a un líder u obedecido sus órdenes, sencillamente porque confiamos completamente en él o porque aceptamos su palabra como dogma, aún en aquellos casos en que éste no tiene ni el conocimiento ni la legitimidad de un rango oficial. Desde el punto de vista psicológico, por lo general seguimos a un líder como éste, porque ofrece un ejemplo vivido que nos permite identificarnos con él y en cierta medida parecemos más a él. En esta forma, la habilidad de un líder para conseguir adeptos que se identifiquen con él es uno de los recursos más poderosos de que disponen para lograr lealtad y subordinación. Uno de los problemas más grandes de utilizar el carisma como fuente de autoridad es que ésta no ofrece un principio tan claro de sucesión como el que ofrecen los sistemas tradicionales o los racionales-legales. Si el líder Psicología Organizacional 105 muere o pierde su carisma, no hay nada que le permita a la gente escoger un sucesor. Por consiguiente, los sistemas u organizaciones carismáticas tienes el mismo problema de las dictaduras, tienen estabilidad sólo mientras el líder viva. Ejemplos de esta inestabilidad se pueden encontrar en los conflictos de poder que siguieron a la muerte de Lenin en la Unión Soviética, a la de Franco en España y a la de varios dictadores latinoamericanos. En contraste, tanto las monarquías como los sistemas racionales-legales tienen líneas claras de sucesión, las unas basadas en nexos de orden familiar y los otros en acuerdos escritos o en leyes. 4. Autoridad racional pura-especialidad. La base más racional que se pueda tener para obedecer o seguir a alguien es que esa persona posea alguna información, competencia o especialidad determinada en algún problema que nos aqueje. Esta especialidad es, en principio, independiente de la personalidad y 106 Universidad Maimónides origen social de la persona, o del cargo oficial que ocupe. Aceptamos la autoridad del estudioso en relación a su campo de estudio; la autoridad del médico, del mecánico, del técnico en televisión o de cualquier otra persona de quien dependamos cuando algo necesite reparación. Lo ideal es que la autoridad descanse siempre en este tipo de especialidad pura. El problema de tener una organización basada en este ideal es que no siempre es posible juzgar la competencia o la especialidad cuando se trata de tareas muy complejas. La organización y la sociedad desarrollan, por consiguiente, sistemas de educación y de pruebas seguidas de períodos de aprendizaje, pasantías, licencias y acreditación para asegurarse que los que dicen ser expertos en algo en realidad lo sean. Cabe observar, sin embargo, que para que uno tenga confianza en el experto, debe también estar convencido de la legitimidad de los sistemas de educación Psicología Organizacional 107 y acreditación. Por tanto, el modelo racional puro también descansa en un sistema racional-legal dentro del cual se ha llegado a un consenso sobre cómo definir la especialidad o la competencia para hacer algo. Para ilustrar lo difícil que es identificar las bases de donde se emana la autoridad desde el punto de vista psicológico, sólo necesitamos plantear el problema siguiente: Un avión se estrella en una isla selvática; el piloto queda herido levemente y no tiene idea alguna de cómo sobrevivir en una selva o cómo construir siquiera, una balsa. ¿Quién se debe encargar de la situación? ¿el piloto, el copiloto, el pasajero que tenga más experiencia en cómo sobrevivir en una selva, el que tenga una personalidad tan definida que pueda levantarle la moral a los otros pasajeros, alguien elegido por los sobrevivientes, un equipo en el que cada instancia mencionada tiene representación? ¿Cómo se debieran tomar las decisiones, por mayoría? ¿Qué puede hacer el grupo ante una 108 Universidad Maimónides persona que quiere hacerse cargo en virtud a que es físicamente más fuerte que todos o posee un arma? Lo que saldría de toda la discusión es que uno no puede en realidad decidir quién puede tener el mando hasta no decidir primero sobre qué bases descansaría la autoridad para hacerlo. Hasta que no se llegue a ese acuerdo, lo más seguro es que el caos y la desorganización cundirían por todas partes. Los psicólogos se han interesado bastante por identificar las bases de donde el poder, o como he preferido llamarlo, la autoridad, emana y han desarrollado una tipología muy parecida a la tipología sociológica (Cartwright, 1959). La Tabla 2.1 muestra las dos tipologías y ayudan a resumir la discusión. Lo que los sociólogos han llamado autoridad no legítima los psicólogos lo han llamado poder coercitivo o poder para brindar premio o impartir castigo; lo que los primeros han llamado autoridad racional-legal los segundos lo conocen como poder investido en el cargo; el carisma se ha dividido en dos constructos—el poder perso- Psicología Organizacional 109 nal, basado en la fuerza del líder y el poder de referencia, basado en la habilidad del líder para hacer que sus adeptos imiten su ejemplo o se identifiquen con él; finalmente, la auto ridad racional pura corresponde al poder por especialidad. No existe una contraparte psicológica claramente definida para la autoridad basada en tradición. Bases sociológicas de la autoridad y tipos psicológicos de poder Autoridad no legítima Autoridad tradicional Autoridad racional-legal Poder coercitivo Poder por premio y castigo Concepto de no contraparte Poder por naturaleza del cargo Autoridad carismática Poder personal Poder de referencia Autoridad racional Poder por especialidad Tabla 2.1 110 Universidad Maimónides He incluido esta discusión sobre la autoridad y sus bases para recalcar el hecho de que una organización no puede funcionar a menos que sus miembros acepten el sistema de autoridad operante y a menos que esta aceptación afecte por igual a las partes que suscriben el contrato psicológico. Lo más seguro es que los miembros de una organización decidan retirarse de ella si ésta no responde a sus expectativas o si no puede obligarlos a que se queden. Por consiguiente, el problema de motivación y el de premios o incentivos organizacionales se puede ver mejor como una negociación continua y compleja entre la organización y sus miembros. Esta negociación permanente incluye decisiones tales como las de cuándo ingresar a la organización, cuánta energía dedicarle al trabajo y qué tan creativo se puede ser en él; incluye también decisiones sobre los niveles de compromiso y lealtad que se deban tener para con la organización, las expectativas que se tengan sobre cómo va la organización a cuidar de uno o cómo puede ella ofrecernos sentido de identidad en el rol que estamos Psicología Organizacional 111 desempeñando, y otra cantidad de decisiones, sentimientos y expectativas. COORDINACION E INTEGRACION ENTRE LAS PARTES DE LA ORGANIZACION Como se anotó antes, la división del trabajo es un aspecto esencial de organización. Un proceso de clasificación de esa naturaleza se inicia a menudo especificando los diferentes medios que se van a utilizar para llegar a un fin determinado. Cada uno de estos medios se convierte en un propósito para el grupo de personas a quien se le ha asignado ese medio. Esta suborganización genera luego sus propios medios para alcanzar sus propósitos y convierte estos mismos propósitos en los propósitos de otras suborganizaciones. Veamos el ejemplo típico en una compañía cualquiera. Para poder sobrevivir y obtener una ganancia (el propósito final), los ejecutivos en las posiciones más altas tienen que crear productos y mercados, y de- 112 Universidad Maimónides ben conseguir el dinero para fabricar y vender esos productos (los medios básicos necesarios para lograr el propósito final). A medida que estos medios se operacionalizan a través de los departamentos de mercadeo, ventas, ingeniería, finanzas y manufactura, los diferentes medios se convierten en los propósitos fundamentales de cada uno de estos departamentos. Es decir, conseguir el capital se convierte en el propósito central del departamento de finanzas mientras que diseñar un buen producto se convierte en el propósito central en el departamento de ingeniería. Cada una de estas unidades puede luego subdividir sus tareas para lograr ese propósito en forma más eficiente. Por ejemplo, el departamento de mercadeo y ventas puede decidir que una forma de realizar la tarea que le corresponde podría ser la de dividirse en diferentes frentes que permitan venderle el producto a diferentes tipos de clientes. Cada vez que se crea uno de estos frentes, el que era un medio propio de toda la división de ventas se convierte en un Psicología Organizacional 113 fin o propósito de la nueva unidad. En la misma forma, el departamento de manufactura se puede dividir en varias plantas que fabrican diferentes productos; lo que era un medio para todo el grupo de manufactura se convierte ahora en los propósitos para cada una de las plantas, y así sucesivamente. Toda la organización puede verse entonces como un sistema de “medios y fines encadenados” en los que los medios para el personal en los niveles jerárquicos más altos de la organización se convierten en los fines de los grupos que están por debajo de ellos. El manual maestro de la organización a menudo especifica solamente el nivel primario de medios que se van a emplear, dejándole a los niveles inmediatamente inferiores cierta libertad para desarrollar su propia suborganización. Esta situación crea la posibilidad —en realidad, casi la certeza— de que diferentes partes de la organización empiecen a operar buscando los mismos propósitos, duplicando funciones ó compitiendo por recursos limitados tales 114 Universidad Maimónides como los “buenos” empleados o “ciertos recursos presupuestales”. Cada unidad puede desarrollar sus propios objetivos y propósitos (McKelvey & Kilmann, 1975). En el ejemplo que vimos antes, cada planta puede decidir que para poder funcionar eficientemente necesita su propio de partamento de ingeniería, lo que puede estar en conflicto con la decisión del departamento central de ingeniería de tener políticas comunes que se puedan implementar a través de un solo grupo de ingenieros controlados desde ese departamento central. Cada uno de los frentes en que se pueden dividir el departamento de ventas puede decidir también que para aumentar el volumen de ventas se puedan introducir cambios en el producto cuya fabricación resulte supremamente costosa y entrar por consiguiente en conflicto con una decisión del departamento de manufactura de estandarizar el producto para reducir los costos tanto como sea posible. La competencia por los recursos limitados se presenta si cada departa- Psicología Organizacional 115 mento infla su presupuesto para aumentar su eficiencia o si cada uno de los departamentos quiere asegurarse para sí mismo la gente más preparada en lugar de cedérselos a aquellos que más los necesitan. Entre más grande es la organización y la misión que se tenga que realizar, más grande es también la posibilidad de que no se logre integración. Por consiguiente, uno de los más graves problemas que tiene que enfrentar la organización es la integración de sus partes para asegurar que toda la operación funcione eficientemente (Lawrence & Lorsch, 1969). ¿Por qué se considera esto entonces un problema psicológico? ¿Por qué se discute en un texto de psicología de la organización y no en uno sobre teoría de la organización? ¿Por qué no se puede asegurar la integración contando sencillamente con un plan de organización general más cuidadoso que permita asignar funciones en tal forma que se eliminen la competencia y la duplicación? 116 Universidad Maimónides Las respuestas a estas preguntas requieren todas gran comprensión de cómo operan las organizaciones informales y de cómo éstas afectan la organización formal (Homans, 1950). Como se anotó antes, a pesar de que los roles organizacionales exigen de cada persona solamente un número limitado de actividades, es la persona total la que viene al trabajo. La gente trae consigo muchas actitudes, sentimientos y percepciones que no están previstas por la organización y que por tanto tampoco encajan dentro de su plan de operación. A medida que empiezan a trabajar con otras personas, establecen relaciones con ellos, establecen patrones de coordinación y llegan a acuerdos informales que sobrepasan los especificados formalmente por la organización. Aún más, estos procedimientos informales a menudo se dan precisamente para resolver problemas que no se pueden resolver mediante los reglamentos y procedimientos formales. A menudo, las percepciones, sentimientos y actitudes de la gente que se reflejan en los pro- Psicología Organizacional 117 cedimientos informales, exhiben gran lealtad hacia la unidad a la que pertenecen y están determinadas por el tipo de trabajo que la unidad realiza. A medida que la gente se identifica con su unidad, su sentido de importancia empieza a relacionarse más con su actuación en el tra bajo y se les hace cada vez más difícil entender los problemas que tienen que afrontar otras unidades o toda la organización en general. Es muy posible, también que trabajen sólo para asegurar el éxito de su propia unidad y que sean completamente indiferentes u hostiles a los otros grupos. La organización formal, a menudo, se encarga de fomentar este proceso al premiar la competencia entre los grupos y al estimular la sensación de pertenencia de cada persona a su propio grupo. Un aspecto importante del contrato psicológico, posiblemente el aspecto que más determina el comportamiento diario es el de las normas que reglamentan al subgrupo. Es evidente que el sentido básico de identidad de una persona emana esencialmente del contac- 118 Universidad Maimónides to personal con otros miembros del subgrupo y menos de lo reglamentado formalmente por la organización. Por consiguiente, no es extraño que la mayoría de las dificultades que surgen entre grupos o entre unidades en una organización sean el producto de fuerzas psicológicas que a la postre son reflejo también de las características propias de los seres humanos. Estas fuerzas hacen que en la organización se establezcan patrones informales que en una u otra forma influyen y alteran los más formales. El logro de mayor información, por tanto, implica no sólo el rediseño racional de la organización formal sino también el de procedimientos psicológicos que permitan mejorar la comunicación y el mutuo entendimiento entre los diferentes subgrupos de la organización. Como veremos más adelante, una de las razones por las que las definiciones tradicionales de lo que es una organización no han servido mucho para entender lo que verdaderamente sucede en ellas, es que éstas nunca han reco- Psicología Organizacional 119 nocido la complejidad de la relación que existe entre la organización formal y la informal y la necesidad de adaptar el sistema de diferenciación y los métodos de integración a la tarea real que se tiene que llevar a cabo y a las características de la gente que la tiene que realizar (Lawrence & Lorsch, 1969). Una de las ideas más básicas en la teoría de organización moderna es que “la forma le sigue a la función”. Es decir, uno no puede en realidad diseñar una organización efectiva sin haber hecho antes una evaluación cuidadosa de cuales han de ser las tareas o propósitos de esa organización y existen muchas formas de integrar el esfuerzo de las diversas partes de la organización, diferentes a las de la jerarquía de autoridad tradicional. El mayor dilema en el diseño de organizaciones es como equilibrar las ganancias que se obtienen de la diferenciación y los costos de una falta de integración potencial y como inventar diseños de organización que optimicen estas dos variables. 120 Universidad Maimónides CRECIMIENTO. SUPERVIVENCIA Y EFECTIVIDAD ORGANIZACIONAL La última serie de problemas humanos que vamos a discutir tiene que ver con las relaciones de las organizaciones y su contexto. Todas las organizaciones existen en multiplicidad de contextos. Existen dentro de la cultura y dentro de la estructura social de la sociedad y coexisten en diferentes relaciones con otras organizaciones que tienen propósitos similares, lo mismo que en organizaciones sociales dispares y en grupos de personas que pueden ser dueños, administradores, empleados, clientes, consumidores o simplemente “público en general”. Para poder sobrevivir, la organización tiene que tener alguna función útil. Los objetivos comunes que se plantean los arquitectos de una organización tienen que traducirse en algún producto o servicio que sea de utilidad a los miembros de la organización y a los de otras organizaciones o al público en general. Psicología Organizacional 121 Por ejemplo, Biau y Scott (1962) en su análisis de las organizaciones formales utilizan, como una de las principales bases de clasificación, el criterio de quién se beneficia de la existencia de la organización. Definen cuatro clases de organizaciones: 1. Las asociaciones de beneficio mutuo: Aquellas que benefician principalmente a los miembros de la organización, sin diferencia de cargo o de nivel jerárquico (por ejemplo: los sindicatos, los clubes, los partidos politices, las sectas religiosas, las sociedades profesionales). 2. Las entidades comerciales: Aquellas que benefician principalmente a los dueños y gerentes de las empresas (tales como las industrias, las tiendas, los bancos, las compañías de seguros). 3. Las organizaciones de servicio: Aquellas que benefician principalmente a sus clientes (por ejemplo: los hospitales, las 122 Universidad Maimónides escuelas, las instituciones educativas, las agencias de trabajo social). 4. Las organizaciones de bienestar común: Aquellas que benefician al público en general (las organizaciones gubernamentales tales como el Ministerio de Hacienda, el Ministerio de Defensa, la policía. Los bomberos, las asociaciones dedicadas a la investigación). La supervivencia de cada uno de estos tipos de organizaciones depende esencialmente de su habilidad para continuar siéndole útil a sus principales beneficiarios. La supervivencia de una organización no implica la existencia de problemas psicológicos diferentes a los que ya se han citado. Para sobrevivir, la organización tiene que continuar desempeñando su función primaria por medio del reclutamiento, utilización apropiada, motivación e integración de la gente que le sigue. Cuando llegamos al problema del creci- Psicología Organizacional 123 miento organizacional, sin embargo, descubrimos otros problemas psicológicos. Por ejemplo, el crecimiento organizacional de una empresa comercial puede perfectamente implicar que se desarrollen nuevos productos y nuevos procesos para fabricar productos que permitan aumentar la capacidad competitiva de la compañía. Esas nuevas ideas de productos y procesos salen desde luego de la gente. La organización, por consiguiente, tiene que enfrentarse al problema de cómo crear un medio y una serie de políticas administrativas que no solamente permitan que la tarea primordial se pueda realizar eficientemente sino que además permita estimular la innovación y la creatividad. El problema no es tan sencillo como parece porque muchos de los procedimientos que las organizaciones utilizan para aumentar la efectividad diaria conlleva a crear un clima psicológico en el que se castiga en realidad la innovación y la creatividad. Cuando este clima se presenta, ¿cómo puede una organiza- 124 Universidad Maimónides ción empezar a cambiar sin perder la efectividad diaria? ¿Se debería esperar de cada uno de los miembros de la organización, innovación y creatividad, o se deberían convertir éstas en la tarea de un pequeño grupo de personas dedicadas al desarrollo y a la investigación? Si un grupo de esta naturaleza se creara, ¿cómo se haría el reclutamiento de las personas que lo irían a conformar, cómo se debería administrar y cuál sería la relación entre este grupo y todas las otras partes de la organización? Los problemas de crecimiento están muy relacionados con los problemas de adaptación y cambio y de su manejo. Hoy en día muchas organizaciones se encuentran en un medio dinámico. El cambio tecnológico que se presenta a una velocidad increíble crea constantes problemas de obsolescencia. Los cambios sociales y políticos que se presentan en todo el mundo crean una demanda constante de nuevos servicios y de la expansión de los ya existentes. Con el advenimiento de los computadores y de la automatización, la naturaleza misma de Psicología Organizacional 125 las organizaciones está cambiando, creando la necesidad de contar con un mayor número de dirigentes y empleados altamente calificados. Las expectativas de los miembros de una organización con relación a un contrato psicológico justo y razonable han cambiado en virtud de los cambios en los valores relacionados con la ética laboral, con el rol apropiado que el trabajo y la familia juegan en la vida de una persona, y con la lucha por la igualdad de oportunidad de empleo para las mujeres y para los miembros de los grupos minoritarios. Varias agencias gubernamentales y grupos públicos han empezado a cuestionar algunas de las ideas que las organizaciones tradicionalmente han propuesto sobre cosas tales como la seguridad de los productos, la polución, las obligaciones adquiridas de proveer empleo, que éstas tienen con las comunidades y el papel que deben jugar en la sociedad. Estas presiones del medio no sólo requieren creatividad por parte de los miembros de la organización sino que también implican 126 Universidad Maimónides un problema psicológico más fundamental. Este problema se puede conceptualizar de la siguiente manera: Buena parte del cambio social y tecnológico del momento es completamente imprevisible. Es muy difícil determinar cuál pueda ser el contexto en el que las organizaciones tendrán que funcionar dentro de los próximos 10 años. Por consiguiente, si las organizaciones se tienen que adaptar a cambios tan rápidos y tan imprevisibles, tendrán entonces que desarrollar cierta flexibilidad y la capacidad para enfrentarse a una variedad de estos nuevos problemas. Estas características se encuentran esencialmente en el recurso humano de la organización. Si los dirigentes y los empleados son flexibles, el manual organizacional se puede alterar consciente e irracionalmente para confrontar esas situaciones externas cambiantes, pero si los miembros de una organización insisten en cerrarse en un patrón rígido de acción, la tarea de alterar el manual puede ser un ejercicio completamente inútil. El problema psicológico de la organización se convierte por Psicología Organizacional 127 consiguiente en cómo desarrollar en el personal la clase de flexibilidad y adaptabilidad que la organización pueda necesitar para sobrevivir ante un medio cambiante. Por ejemplo, el empleado a quien hace diez años por mostrar un interés en las matemáticas puras la compañía le ayudó a continuar sus estudios puede de pronto encontrarse en una situación en la que deba desempeñar un papel importante en evaluar la conveniencia de que la compañía adopte un sistema automático de procesamiento de datos a través del computador electrónico. Si la organización quiere estar en capacidad de manejar y adaptarse al cambio debe tener como uno de los mayores problemas psicológicos la necesidad de propiciar una diversidad de habilidades en sus empleados y la de propiciar también su crecimiento psicológico. Este crecimiento psicológico no sólo puede hacer que el manejo del cambio por parte de la organización sea más fácil sino que puede también disminuir la magnitud de los otros problemas mencionados, tales como 128 Universidad Maimónides la motivación de los empleados, el de cómo crear compromiso con la organización y más importante aún, el de cómo crear una situación en la que las necesidades personales y las de la organización se puedan satisfacer. Finalmente, la flexibilidad organizacional se puede aumentar si los dirigentes claves empiezan a desarrollar actitudes y habilidades que les permitan utilizar los resultados de la psicología organizacional en bien del desarrollo de la organización misma. A medida que el campo de la psicología organizacional se desarrolla, se hace mucho más evidente que el bienestar y la flexibilidad de la organización dependen esencialmente de su habilidad para diagnosticar sus propios problemas y para plantear sus propias soluciones (Schein, 1969). Los agentes de cambio planificado tendrán necesariamente que ser personal ejecutivo y a estos individuos se les exigirá que miren la organización desde el punto de vista de sistemas para diagnosticar la complejidad de los problemas organizacionales, para utilizar recursos de fuera de la or- Psicología Organizacional 129 ganización donde sea más indicado para facilitar el diagnóstico y la intervención, y educar a otros para que lo puedan hacer dentro de la organización. Todas las organizaciones tienen el problema de cómo desarrollar esas actitudes y esas habilidades en su personal directivo. RESUMEN En este capítulo hemos tratado de esquematizar las ideas principales que subyacen el concepto de organización formal y los problemas humanos que se presentan en las organizaciones. Estos problemas interactúan y se sobreponen, pero para obtener una clasificación inicial se pueden dividir en las categorías siguientes: (1) Problemas que se presentan en la creación y diseño de la organización; (2) Problemas que se presentan en el reclutamiento, selección, entrenamiento, 130 Universidad Maimónides socialización y ubicación del recurso humano; (3) Problemas que surgen de la naturaleza del contrato psicológico entre el individuo y la organización; es decir, cómo se delega la autoridad dentro de la organización y cómo puede el individuo ejercer alguna influencia en la organización; (4)Problemas que se presentan en la integración de las diferentes unidades de una organización compleja y que implican esencialmente el mejoramiento de las comunicaciones entre las varias organizaciones informales que existen dentro de la estructura formal; y (5) Los problemas que surgen de las necesidades que tiene la organización para ser eficiente, sobrevivir, crecer y desarrollar su capacidad de adaptación y de manejo del cambio en un mundo que cambia tan rápidamente. UNIDAD II: LAS RELACIONES DE PODER El concepto de poder está fuertemente implicado en los procesos de influencia y negociación, se ha visto que no es como una característica intrínseca de los actores (como una especie de propiedad que le es dada) sino un fenómeno relacional. El poder aparece así como una forma de relación que une a uno o varios actores, relación que conviene ahora profundizar. 132 Universidad Maimónides Nos apoyaremos en un análisis clásico de Frenen y Raven (1959) ya que se sitúa precisamente en esta perspectiva y ha ejercido una influencia duradera sobre la concepción de poder. LAS BASES DEL PODER Frenen y Raven definen el poder en términos de influencia y la influencia en términos de cambio psicológico. El poder es “la influencia potencial máxima que un agente O (individuo, grupo, norma...) es capaz de ejercer sobre la persona P”, es el resultante de dos fuerzas, una que empuja al cambio y la otra que expresa la resistencia del sujeto (no existe solamente acción de O sobre P, sino también acción de P hacia O y es esta interacción la que instaura el poder). Frenen y Raven designan como base de poder, la forma de relación entre P y O que motiva el proceso de influencia. Definen cinco, que aparecen de forma habitual. Psicología Organizacional 133 a) El poder de recompensa, fundado en la percepción de P, que O tiene la posibilidad de procurarle recompensas (satisfacciones, gratificaciones, ventajas...). b) El poder de coerción, fundado en la percepción de P, que O tiene la posibilidad de imponerte castigos (sanciones, sufrimiento, pérdidas, rechazos...). c) El poder legítimo, fundado sobre la percepción de P, que O tiene legítimamente el derecho de prescribirte su conducta (en relación a su status, rol, función, valores culturales, estructura social, derecho, delegación...). El poder legítimo está muy extendido, pero cada agente sólo lo ejerce en un campo de acción limitado (su jurisdicción). d) El poder de referencia, fundado en la identificación de P con O. En el poder de referencia existe adhesión y conformidad en la fuente de influencia en 134 Universidad Maimónides función de la atracción y del prestigio que ejerce. e) El poder de competencia, fundado sobre la percepción de que O tiene una experiencia o conocimientos específicos que le otorgan un dominio y autoridad en un campo determinado. A partir de esta tipología, podemos emitir ciertas hipótesis: Cuanto más sólidas y extensas sean las bases del poder (implican varios factores), mayor será éste. No obstante, cada tipo de poder no tiene más que una “jurisdicción”, limitada (el poder legítimo y de referencia tienen, en general, el máximo alcance). Todo intento de ejercer un poder fuera de su jurisdicción tiende a El conflicto es, en si mismo, una forma de interacción que implica la comunicación, la influencia recíproca y la formación de una nueva unidad, a veces al precio de la destrucción de los componentes originales. El conflicto conduce necesariamente a su reglamento que es una forma especial de síntesis. (Caplow, 1984. Pág. 32). Psicología Organizacional 135 debilitarlo. Cuanto más legítimo sea el poder (o fundado sobre la referencia o la competencia), menos resistencia producirá, el poder de coerción la aumenta, al contrario, mientras que el poder de recompensa tiende a disminuirla. Observamos también que en la percepción de P los elementos subjetivos intervienen tanto como los elementos objetivos. Es necesario indicar que, en las situaciones empíricas, las influencias combinan a menudo (y en grados variables) varias formas de poder. Así, el poder legítimo se presenta muy a menudo como un poder de competencia, ejerce un efecto de referencia y utiliza también la recompensa y la coerción (el poder de un profesor descansa, por ejemplo, en la legitimidad de su función socialmente reconocida, en su competencia y su prestigio y en la capacidad que tiene de evaluar positiva o negativamente a los estudiantes). Hasta aquí hemos abordado el poder y la influencia primordialmente en una perspectiva 136 Universidad Maimónides de relaciones diádicas (entre una fuente y un blanco). No obstante, en la realidad muchas situaciones relacionan varios agentes y ofrecen la posibilidad de interacciones más complejas, que implican fenómenos de alianzas y coaliciones. Es importante tener en cuenta estos fenómenos en un análisis de relaciones de poder, para lo que se utilizarán los estudios de T. Caplow (1984). PODER Y COALICIONES T. Caplow investiga la interacción esencialmente bajo el ángulo del conflicto y de las relaciones de fuerza. Retoma de G. Simmel tres proposiciones fundamentales que le permitirán aprehender las relaciones sociales como un juego constante entre las alianzas y las coaliciones, la cooperación y la rivalidad. La primera es que el conflicto tiene un rol es- Psicología Organizacional 137 tructurante capital en la interacción social, ya que al ser el hombre a la vez, y de forma irreductible, ser social e individuo, un conflicto se instaura inevitablemente entre estos dos polos: la sociedad exige del individuo que utilice todas sus fuerzas al servicio del rol particular que se confiere en su seno y que transforme su naturaleza profunda para convertirse, en el mejor y más apropiado vehículo de esta función. Y, sin embargo, todo lo que empuja al individuo hacia la unidad y la coherencia interna le hace revelarse contra ese rol... existe un conflicto insoluble entre el todo, que impone a sus elementos una función unilateral y parcial, y los elementos que aspiran a ser cada uno un todo. (Simmel, tratado por Caplow 1984, Pág. 31). La segunda proposición es que la relación jerárquica forma el elemento de las instituciones y organizaciones en la medida en que, alrededor de ella y por ella, éstas se realizan y se mantienen (permite, en efecto, conciliar el Caplow estableció ocho tipos de tríadas que permiten poner todas las combinaciones posibles en las relaciones de fuerzas entre tres agentes (véase, 1984, Pág. 22). 138 Universidad Maimónides conflicto inevitable y la cooperación necesaria). La tercera es que la tríada aparece como la unidad mínima de la interacción social ya que sufre siempre la influencia de un tercero presente o virtual (y lo que se observa en relaciones de tres agentes puede extenderse a toda forma de organización social más compleja). El paso de la díada a la tríada asegura un cambio radical en las relaciones, mucho más importante que el de la triada a grupos más numerosos (que se compara a los cambios aparecidos en una pareja debido al nacimiento del primer hijo en relación con los que se producen después del nacimiento de los otros). Según G. Simmel, un tercero introducido en la díada puede asumir tres tipos de funciones en el grupo; una función de mediador que se articula alrededor del deseo de privilegiar al grupo como entidad antes que a los individuos; una función de tercius gaudens cuyo fin es desviar un conflicto entre los otros dos miembros en su provecho; una función de déspota que utiliza el conflicto para asegurar su propio poder. Psicología Organizacional 139 La tríada es un sistema social que comprende tres elementos unidos entre ellos por una relación duradera, cuya característica esencial, es para Caplow, una tendencia a dividirse para formar una coalición de dos contra uno (Capiow, 1984, Pág. 17). Esta coalición tiene por finalidad el control del poder (su conquista o su mantenimiento) y su formación depende de la combinación de dos criterios: la repartición de fuerzas entre los elementos y la situación en la que evolucionan. La repartición de fuerzas puede ser cifrada numéricamente (el número de diputados que posee un partido) o ser apreciada de forma más cualitativa (el ascendente que un individuo puede tener sobre otro); el conocimiento que se tiene de esto permite situar a los individuos, unos respecto a otros, en una especie de geometría social de relaciones de poder. Para ilustrarlo, Caplow toma como ejemplo tres contrabandistas que se reparten un botín: el jefe Ahab y sus dos cómplices Brutus y Charlie. 140 Universidad Maimónides Los tres quieren la mayor parte posible y están dispuestos a todo para obtenerla. Ahab es el más fuerte, pero si Brutus y Charlie tienen una fuerza similar y su unión los convierte en más fuertes que su jefe, es probable que hagan una coalición contra él; si Ahab solo es más fuerte que sus cómplices juntos, tendrá todo el botín; si Charlie es el más débil y los otros tienen la misma fuerza, es él quien, por la elección de su alianza, tendrá la llave del poder, etc. así, a través de las posibles variaciones que ofrece este ejemplo, y definitiva ya que toda fuerza contienen en ella el germen de su debilidad (como en el primer caso) y toda debilidad puede convertirse en una fuerza (como en el último caso). No obstante, la sola repartición de las fuerzas Se pueden citar dos reglas que Caplow deduce de su modelo; “En una serie de triadas unidas entre ellas, dos elementos no pueden ser colegas en una tríada y adversarios en otra (...). En una serie de triadas unidas entre ellas, un actor que puede escoger entre dos coaliciones ganadoras incompatible, se escogerá la coalición ganadora situada en la triada superior “(1984, Págs. 74-75). Psicología Organizacional 141 no es suficiente para establecer una previsión de las coaliciones ya que, a menudo, se ofrecen varias posibilidades a los protagonistas; es la situación en que se encuentran la que les orientará hacia una elección y no hacia otra. Caplow distingue tres tipos de situaciones; la situación establecida, la episódica y la terminal. En la primera los elementos están unidos entre ellos de forma permanente, en el interior de un sistema social más amplio que les obliga a actuar unos sobre otros (1984, Pág. 21); la existencia del grupo prima sobre los intereses particulares; éstos van a manifestarse, sin embargo, en el seno de coaliciones provisionales que prevalecerán un cierto tiempo y por un interés preciso pero sin que los otros sean nunca excluídos. Así, en una familia de tres personas, la madre podrá hacer alianza con el padre para que sea el niño más obediente, con el niño para que el padre sea más generoso (un poco de dinero a uno y un nivel de vida superior al otro) y el niño con el padre para escapar de la influencia maternal (el niño quiere salir con 142 Universidad Maimónides sus amigos y el padre pasar más tiempo con los suyos) en la situación episódica la tríada se sitúa en el interior de una institución en un conflicto regido por leyes precisas; se trata aquí de formar coaliciones par asegurarse ventajas sobre sus adversarios, el típico caso es la coalición electoral que permite la votación de una ley: el partido implicado hace, por ejemplo, alianza con el grupo más pequeño (que puede obtener algunas concesiones para su beneficio) para combatir con su adversario directo, pero esta coalición tendrá muchas posibilidades de disolverse cuando se consiga su finalidad. Finalmente, en la situación terminal cada uno preferirá estar sólo y las coaliciones no se hacen más que de mala gana con una finalidad agresiva o defensiva (en el caso de los contrabandistas o del equilibrio de fuerzas a escala mundial). La combinación de los dos criterios permite establecer previsiones que conciernen a las coaliciones posibles. A partir de estas bases, T. Ca- Psicología Organizacional 143 plow mostró que se pueden analizar las tríadas también en las relaciones interpersonales, en las familias y en las organizaciones. Es suficiente con situarlos en la lógica de sus contextos; muestra también que el modelo triádico puede permitir estudiar grupos amplios por intermedio de los “efectos de enlace” y de las “cadenas de tríadas”; así en una familia con tres niños, cada uno de ellos puede formar una tríada con los otros dos; es, por lo tanto, posible figurarse las relaciones familiares en términos de relación de fuerzas por una doble tríada en la que un elemento será común en las dos tríadas. Estas cadenas de tríadas tienen sus leyes y sus lógicas, lo que permite analizar y prever las posibles coaliciones y la dinámica de las fuerzas presentes. Es necesario señalar que el rol como concepto es un modelo construido, en la interacción, el rol se deduce de los comportamientos del actor a través de un proceso de percepción y de interpretación, en función de normas referenciales, como lo indica A. Cicourel: El rol de cada participante no puede ser más que deducido, no puede conocerse directamente; el comportamiento del rol es siempre hipotético y se encuentra siempre puesto a prueba en el curso de la interacción (1979, pág. 34). 144 Universidad Maimónides Las investigaciones empíricas realizadas para verificar el modelo teórico de Caplow muestran que las predicciones que se pueden hacer a partir del modelo generalmente pueden verificarse pero con excepciones relativamente frecuentes; en este caso, parece que es la relación de fuerzas tal como la perciben los actores, lo que importa, más que la relación de fuerzas que instaura objetivamente la situación. De estas investigaciones psicosociológicas sobre la influencia social se desprenden algunos puntos remarcables. El primero es la gran importancia que tiene el concepto de conflicto. El proceso de influencia puede ser concebido como la resolución de un conflicto; conflicto intrapsíquico entre diferentes cogniciones, entre comportamientos y representaciones o entre fuerzas de cambio y resistencia; conflicto interpersonal entre diferentes percepciones, opiniones, actitudes o entre intereses divergentes; conflicto entre el individuo y el grupo. Bajo este ángulo, la influencia aparece como resultado de un meca- Psicología Organizacional 145 nismo de reducción de la disonancia cognitiva y del conflicto relacional. Desde el punto de vista dinámico, el proceso de influencia está dominado por dos grandes fuerzas. La más manifiesta y conocida proviene del poder, puede incluso parecer la esencia de la influencia. Pero, como se ha indicado, el poder se puede reducir, en la mayoría de los casos, a un simple ejercicio de la fuerza y a la presión unilateral; es una forma de interacción, complementaria donde la autoridad, de uno se erige gracias al crédito, a la credibilidad y a la sumisión que el otro le confiere. Menos evidente es la acción de la seducción que debería explorarse mejor. Se observa en las investigaciones que se han expuesto a través de conceptos como la atracción afectiva, la simpatía, la identificación y el ascendente. Aún siendo diferentes, estas dos fuerzas se mezclan a menudo en la influencia: existe un poder de la seducción al igual que una seducción del poder. En fin, la percepción interpersonal aparece como base fundamental que describe la influencia y, de una manera 146 Universidad Maimónides más amplia, toda forma de interacción. Se inscribe en un doble movimiento; por una parte, cada uno actúa a partir de la imagen que se tiene del otro y esta representación determina en gran medida la relación; por otra parte, esta actúa a su vez según las representaciones mutuas de los interactuantes. Es, por lo tanto, un fenómeno circular. Además, la percepción, es, a su vez, un proceso cognitivo y social marcado por mecanismos como la comparación, la atribución, la categorización, y un proceso intersubjetivo donde intervienen otros mecanismos como la proyección, el desacuerdo, la identificación, la idealización. Así, la interacción se confirma, una vez más, como el espacio fundamental donde se articulan y anudan la psicología y lo social. UNIDAD III: STATUS Y ROLES Material extractado del libro “La interacción social” de Edmond Marc y Dominique Picard, Capítulo 2 Segunda Parte “ La Institución”– Ed. Paidós La organización estructura las posiciones de los individuos en relación con los otros, posiciones definidas en términos de status (que indica el lugar de un individuo en una estructura jerárquica) y de roles. El rol, expresión dinámica del status, aparece como un conjunto organizado de conduc- 148 Universidad Maimónides tas; pero no tiene sentido, como señala J, Maisonneuve (1973), más que si se actualiza en una relación concreta; ya que el ejercicio del rol no es solitario (no se es padre más que en la relación que se mantiene con el hijo o profesor en la que se mantiene con los estudiantes). El rol se inscribe, pues, en una relación y es este aspecto el que ha sido señalado por diferentes autores. Así, para G. Mead (1963), el rol es la actitud que es a la vez una respuesta a la actitud de los otros y un estímulo que busca influenciarlo; se trata de un proceso intersubjetivo ya que es el significado atribuido al comportamiento, la interpretación que el sujeto hace que, más que el comportamiento mismo, funciona como estímulo. Parsons (1952) no lo considera como una relación entre yo y los demás sino entre dos actores que se sitúan idénticamente como actores; el rol se convierte en lo que define la participación de un actor, en un proceso de interacción. Es posible igualmente ver a las organizaciones como sistemas de roles en in- Psicología Organizacional 149 teracción y considerar las relaciones institucionales en términos de roles, de expectativas de roles y conflictos de roles. 1. Así, en las organizaciones, es tanto por sus roles como por sus status como se caracterizan los diferentes agentes. Para R. Blake y J. Mouton (1972), el “manager” es alguien que no está definido solamente por una posición jerárquica, sino por el rol que desempeña en el seno de la organización (es el que ordena, motiva, innova y forma a sus subordinados con el fin de alcanzar un mejor rendimiento y favorecer una mejor participación). La posición que los agentes toman unos en relación con otros y frente a la organización puede ser igualmente considerada como ligada intrínsecamente a su rol y status. Al tratar, por ejemplo, de la motivación para participar en las decisiones, diferentes investigaciones (Emery Thorsrud, 1969; Flanders, Pomeranz 150 Universidad Maimónides y Woodward, 1968) han mostrado que, incluso cuando las organizaciones ofrecen posibilidades reales de participación a todos sus miembros, esta no es efectiva más que entre el personal responsable y de dirección, y que muy pocos individuos desean participar en las decisiones concernientes a un nivel más elevado que el suyo. El rol parece, pues, una especie de modelo interiorizado de actitudes y conductas que permiten al individuo orientarse en sus relaciones con los otros y con su entorno. Por eso Parsons lo describe representando “el sector organizado de la orientación de un actor que constituye y define su participación en un proceso de interacción” (1952, Pág. 23). 2 El rol tiene una dimensión interactiva esencial e instaura una relación dinámica donde “expectativa” y “respuesta” se complementan recíprocamente. Por un lado, el rol del actor está hecho por el conjunto de actitudes y comportamientos espe- Psicología Organizacional 151 rados por sus compañeros en una situación determinada; por otro lado, aparece como una respuesta a estas expectativas. Los dos aspectos se “interpenetran” en un proceso dinámico de ajuste mutuo entre los actores en relación. Las expectativas de los roles provienen a la vez del actor mismo (según la forma como lo concibe), de sus compañeros (un subordinado espera, por ejemplo, que su superior le dirija, aconseje o pregunte su punto de vista; el superior que le obedezca, le pregunte o respalde) y de las limitaciones de la organización que define el rol por la lógica de las funciones que ocupa en el interior del sistema institucional. Es lo que lleva a Harbin (1954) a distinguir tres niveles en el rol: la percepción del rol que permite identificar al compañero en la situación y en relación a sí mismo, la expectativa del rol que se ancla en el rol prescrito y da lugar a que se esperen actos concretos que del rol se deban derivar (como el pacien- 152 Universidad Maimónides te que espera que el médico le pregunte, lo examine, y le dé una receta); y la acción, parte manifiesta y comportamental del rol propio del actor (que verifica o rechaza las expectativas del compañero). No obstante, la problemática de la expectativa del rol no será completa si se elude la parte intersubjetiva que comporta los roles vividos; porque el rol es a la vez un modelo social exterior al individuo y una expresión singular, propia de la personalidad de cada individuo (como un mismo papel en el teatro será interpretado de forma diferente según el actor). Este doble punto de vista remite a la distinción entre personaje y persona. El personaje constituye una especie de compromiso entre el rol prescrito y la espontaneidad del sujeto; según J. Maisonneuve, comporta varios aspectos: el personaje como rol estereotipado (“el deber ser”) como máscara (el parecer), como refugio (mecanismo de defensa) y como ideal personal (“el querer ser”) (1973, Pág. 77). No obstante, la interacción de los roles implica Psicología Organizacional 153 una complementariedad y un ajuste mutuo. Pero esto no es así siempre en la práctica, lo que constituye una de las posibles fuentes de conflictos. 3 Los conflictos de roles tienen diferentes causas. Causas intrapsíquicas (cuando se quiere asumir simultáneamente dos roles incompatibles como el del “padreportador de la ley” y el “padre-compañero a quien se le confía todo”) y causas interpersonales debidas a dificultades de ajuste mutuo a nivel de conductas y expectativas. Esto puede provenir de una ambigüedad en la percepción del rol cuyos signos externos no están bien definidos y de que la pareja se represente de forma poco clara; experimenta entonces algunas dificultades para acomodar su propia conducta en complementariedad. El conflicto atañe también a la complejidad de la relación que se establece entre la acción 154 Universidad Maimónides en el rol, y otros aspectos de la personalidad. “Aunque teóricamente, la interacción puede ser definida como un encuentro entre dos roles, las relaciones intersubjetivas reales se presentan como un fenómeno infinitamente más complejo. Incluso si la situación está centrada en una interacción entre dos roles determinados, cada uno de los participantes lleva con él una multitud de roles que, aunque latentes en un momento dado, forman el fondo sobre el que se destaca el rol representado actualmente y que le confiere su imagen particular”. (Rocheblave-Spenle, 1969, pág. 334). Las instituciones raramente suponen roles unidimensionales; cada rol presenta a menudo varias facetas o subroles basadas en normas diferentes. Hay allí un germen de ambivalencia y conflicto. A partir de la ambivalencia del rol de los profesores, R. Boudon (1979) ha interpretado por ejemplo, una de las dimensiones de las cri- Psicología Organizacional 155 sis de las universidades americanas. En efecto, este rol implica tres subroles: el de enseñante, el de investigador, y el de modelo que difunde los valores característicos de la profesión. Cuanto más prestigiosas son las universidades, más contratan eminentes profesores y esperan que manifiesten su notoriedad. La lógica del sistema incita a los profesores a privilegiar sus roles de investigador y de modelo en detrimento del de enseñante. Los estudiantes, sintiéndose abandonados, protestan; por eso la revuelta estudiantil ha sido más violenta en las universidades con prestigio que en otras, cuando paradójicamente fue en aquellas donde se hizo más esfuerzo para dar a los estudiantes los profesores mejores. La crisis viene de la incompatibilidad entre las expectativas de los estudiantes y las exigencias de la organización (añadiéndose además las ambiciones de los profesores, que encuentran generalmente muchos más “beneficios secundarios” en su prestigio de investigador que en el de enseñante). 156 Universidad Maimónides Así, el concepto de rol no toma todo su sentido más que si se lo sitúa en una perspectiva interaccional. No designa un atributo individual sino un hecho relacional donde los comportamientos de un actor no se comprenden más que en las relaciones que le unen a los comportamientos de los demás, que están en contacto con él, en el seno de un contexto determinado. En efecto, el significado de los roles depende de su relación complementaria pero también del contexto en el cual se inscriben, de la “obra” que los organiza (a la vez marco e intriga, decoración y escenario que implican una cierta temporalidad de actos y escenas…) Esta perspectiva lleva a interrogarse sobre la forma en que cada actor interpreta su rol y por consiguiente sobre “las estrategias” que orientan sus comportamientos. TRABAJO DE ENFERMERIA: SU NOVELA LABORAL Elena de la Aldea Silvia Emmer Virginia Schejter ¿De dónde procede el carácter siniestro del intelecto, de la soledad, de la oscuridad? S. Freud, “Lo siniestro”. La tarea de enfermería lugar de encrucijada, pivote del equipo de salud, resume una vasta gama de matices que el dolor, el sufrimiento y el provocarlo tiene para el ser humano.(1) 158 Universidad Maimónides En el trabajo con la enfermedad consideramos el rol de enfermería como riesgos tanto a nivel físico como psíquico, como una ocupación con un sufrimiento, un erotismo y un trabajo psíquico intenso. El personal de enfermería ocupa ese lugar de mediación, de contención de emociones, fantasías y angustias, de contacto donde el cuerpo se juega en relación a otro cuerpo en peligro, sufriente, en lucha, de alguna manera, entre la vida y la muerte. “El dolor”, dice Joyce Mac Dougall, “ese puente privilegiado que asegura el vínculo entre soma y psiquis, interroga a todos los que se ocupan del sufrimiento humano”. Haciendo un rápido recorrido por los diferentes momentos de la obra de Freud sobre el tema del dolor (2), éste aparece en una primera etapa relacionado con la imposibilidad de descargar y lugar dentro del sistema psi, lo displacentero. Luego es asociado al erotismo como el placer y la excitación de recibir y producir dolor en el sadismo y el masoquismo. Más adelante, a propósito del nar- Psicología Organizacional 159 cisismo, Freud habla de la regresión producida por el dolor físico como una vuelta de la libido sobre el yo. Finalmente el dolor es asociado con el duelo por la pérdida libidinal del objeto amado o de ideales. La enfermedad remite a lo más desconocido y temido por el hombre. A ese algo incomprensible al que el hospital como institución alude, desafía pero también oculta. Lugar de recuperación que lleva a la salida “el alta” o depósito de dolor y muerte. Es un espacio donde la sociedad descarga lo finito, la vulnerabilidad humana. Entre paredes claras se produce el silencio. Zona en que se juega el límite entre la vida y la muerte. Más allá el silencio, el velatorio, el cementerio. La enfermera dentro del equipo comparte y disfruta de este desafío y también de este saber y no saber sobre lo imposible de la inmortalidad, fantasía más o menos presente en todos. 160 Universidad Maimónides Llama la atención una frase escuchada repetidamente en un grupo de enfermería.: “Me gusta trabajar en UTI (unidad de terapia intensiva). El quirófano, unidad coronaria y UTI son tal vez los lugares de mayor riesgo con respecto a la vida del paciente, también los más tecnificados con normas y códigos muy específicos de lo que se debe hacer en cada comento. Aquellos lugares donde el ritmo del cuerpo se mezcla con el ritmo de los aparatos. Lo específicamente humano se confunde, se borra con la tecnología. Hombres y máquinas juntos en un último reencuentro para prolongar la vida. “Se conecta, se desconecta” al paciente. La máquina ayuda a mantener esa fantasía de omnipotencia que encubre lo humano mortal. En este saber y no saber, en este desafío cotidiano tal vez se encuentra más expuesta a sus vicisitudes que otros miembros. El equipo, cercanía del cuerpo, contactos Psicología Organizacional 161 más permanentes, más íntimos, relaciones intensas poco duraderas, “una se olvida de las caras” dice una de ellas, la exponen a la necesidad de emplear una energía muy grande en mantener la ilusión y renovar los intentos. Los fracasos, las distintas situaciones dolorosas, el desborde, pueden fácilmente transformar el sueño en pesadilla. En una investigación con enfermeras realizada por Price y Bergen(3) se concluye “que las enfermeras están constantemente obligadas a luchar contra la idea de que ella no es capaz de hacer más para impedir que el enfermo muera”. Aparece así permanentemente, sobre todo es este tipo de servicios, la fantasía de que ese triunfo sobre la muerte ES POSIBLE (pero ella no puede) y cuando sobreviene lo inevitable, las ideas de culpabilidad afloran rápidamente. El hospital como institución repite historias nunca iguales. Imprevisibilidad, urgencia, 162 Universidad Maimónides gravedad no permiten anticipar, dicen ellas: “vivir en sobresalto”. Este sobresalto produce un gran desgaste pero también da vuelo a excitaciones mesiánicas y opaca toda intensidad fuera de sus puertas. Guardia, quirófano o sala o... caras, motivos, recursos, soluciones, siempre algo distinto, muchas veces urgente, algunas mortal. En esta urgencia el tiempo se detiene, es sólo el tiempo apremiante de un gesto, no el tiempo de los ciclos vitales, de la cotidianeidad. Cantidad de horas, intensidad de lo vivido, cansancio, tensiones y juego de poder dentro del equipo, amores, pasiones, deslucen cualquiera escenario exterior “Afuera la vida es opaca” dice una de ellas. Los turnos rotativos, la sobrecarga de trabajo, las situaciones imprevistas interfieren la posibilidad de organizar ritmos centrados en sus necesidades biológicas y psíquicas bási- Psicología Organizacional 163 cas de alimentación, sueño, eliminación, vida amorosa y familiar. La escasez de personal de enfermería, el elevado ausentismo (íntimamente asociado con lo que veníamos planteando) y el bajo nivel de remuneraciones, lleva en muchos casos a cubrir más de un turno o a tener más de un trabajo. El hacer, en este contexto de incertidumbre y exigencia, impide también descargar, pensar, ligar, elaborar(4). En nuestras instituciones asistenciales no existe espacio teórico ni práctico para ello “Hoy te reís, mañana lloras”. La enfermería ocupa también un lugar de encrucijada, de pivote, entre distintos personajes: médico, paciente, familia, otros miembros del equipo de salud, del hospital. Lugar de encrucijada, no de reconocimiento ni de poder formal. Relación difícil, juego de dependencia mítica, que encubre una dependencia mutua. Trabajar con alguien idealizado y en tanto tal, odiado (ambivalencia) del que se depende, en quien se confía, que no está cuando se lo necesita” la noche es terrible: los doctores no están o no vienen si se los llama”, “para despertarlo al doctor es un 164 Universidad Maimónides triunfo”. Hombre fuerte y sabio, niño caprichoso y dormilón, al que hay que mantener, hombre sexuado, deseado y lejano, cercano e imposible. Satisfacción de conocer las debilidades, de encubrirlas, de ir más allá, de poder más en esos lugares menos. Conocer el otro lado del héroe. Escenario poco definido de actuación, de complicidad, de triunfo pero también de exposición, de desamparo y de riesgo, “cuando las cosas salen bien se felicitan”, aseguran, “habría que limitarse a hacer sólo lo que manda el reglamento”, proponen algunas. Pero entonces, “¿quién lo hace?”. La satisfacción de estar allí conjurando la castración y la muerte, configura la novela laboral del profesional de enfermería. Para todas estas expectativas institucionales y también personales, enfermería carece en muchas ocasiones de los recursos adecuados, ya sean estos materiales, organizativos, técnicos, de conocimientos o de formación (el porcentaje de personal capaci- Psicología Organizacional 165 tado profesionalmente es mínimo en relación a los auxiliares e idóneos). Su nivel de remuneración no es acorde a la complejidad de estas expectativas. Otros factores de exigencia y frustración que junto con el sentimiento fuerte y la mayor parte de las veces objetivo de no ser escuchados en sus demandas y en sus propuestas ni reconocidos en su trabajo (5), determina la vivencia de impotencia y desvalorización tan frecuente en este sector laboral. Ellas alternan entre una imagen de sí mismas como “super enfermera”, sacrificada y poderosa y otra ignorante y sumisa. El vínculo que la enfermera establece con los pacientes es un tema muy complejo. Vivida como salvadora, curadora, provoca con su presencia ese mismo dolor que debería mitigar. Ese dolor que se reedita activamente en las curaciones, no siempre imprescindibles, ese dolor que las instituciones de salud sostienen por el aislamiento, la pasividad, el desconocimiento, la incertidumbre, el miedo, del que alguna vez no 166 Universidad Maimónides sólo son cómplices sino que refuerzan (6). La enfermera pasa cotidianamente por identificarse y tomar distancia, “llevarse el paciente a casa” o mecanizarse, pensar que podría ser su hijo, su madre, ella misma, o poner una barrera infranqueable, llorar su muerte o contabilizar los “óbitos”. Este vaivén entre mimetizarse y discriminarse en diversos grados, este pegarse y despegarse al dolor y a las pérdidas implica un trabajo psíquico, el de la elaboración del duelo con cada paciente (7). Duelo siempre renovado, nunca concluido. El responsabilizarse, la sensación de culpa por lo que debió haberse hecho antes o no haber hecho, por lo que se hizo y lo que no se hizo. Los reproches por la falta de conocimiento o recursos alternan con la búsqueda de culpables o la negación de los hechos. La fantasía de eludir la muerte se reedita con cada caso y día a día entrando al hospital como un inevitable sostén del trabajo mismo. Psicología Organizacional 167 Nos parece que, dado el número importante de personas que cubren estas tareas y de pacientes (padecientes) que pasan por sus manos, es una tarea imprescindible, que desde nuestra profesión, trabajaren esta dirección. “El trabajo del duelo no trabaja, duele”, decía Marika Torok hace unos años (8). Creemos que en el caso de la enfermera esta reflexión es totalmente descriptiva de lo que sucede en su psiquismo. Este dolor se va acumulando con pocas posibilidades de drenar y transformarse en experiencia, aprendizaje y creatividad. Es la misma dinámica institucional la que lleva a silenciarlo, a negarlo en un pacto tácito de sus miembros (9). El dolor es también un protector de la vida, vigía, guardián. Cuando falla, como describe J. Mac Dougall, en algunas afecciones psicosomáticas, debe ser reemplazado por operaciones conscientes de protección corporal y psíquica. “Tanto la integridad psíquica como la biológica se hallan amenazadas por la pérdida 168 Universidad Maimónides de lo experimentado y de la representación del dolor” (10). Un enfermero, en uno de nuestros talleres de reflexión, hablando de un paciente en una situación de dolor extremo al que había que amputar una pierna, decía: “por eso nosotros a los 40 años ya somos viejos, porque estar todo el tiempo con el dolor de los otros nos gasta”. NOTAS Y REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS 1. Joice Mac Dougall “Alegato por una cierta anormalidad”, 1982, Ed Petrel, Barcelona. 2. Existe un muy interesante y completo trabajo de J. B. Pontalis sobre el recorrido de Freud en relación con este tema. J. B. Pontalis, en “Entre le revé et la douleur”, Gallimord, París, 1977. Psicología Organizacional 169 3. Prince, T. R., Berger E. “The relationship to death as a source of stress for nurses on a coronary care unit”. Omega. 1977. 8,3.229-237. 4. En el Proyecto este tema reaparece. Hasta hay un capítulo titulado “El dolor” Dice así: “... podemos concluir que el dolor consiste en la irrupción de grandes cantidades (Q) hacia Y... todos los dispositivos de índole biológica tienen un límite de eficiencia, más allá del cual fracasan... ¿existe algún dispositivo que pueda ser interpretado como el equivalente del fracaso de estos dispositivos? Tal fenómeno es, según creo, EL DOLOR”. 5. El retraimiento narcisista que provoca la enfermedad lleva la mirada del paciente hacia sí mismo y no hacia ella. En “Inhibición, síntoma y angustia” Freud dice: 170 Universidad Maimónides “En el DOLOR físico nace una elevada carga narcisista del lugar doloroso del cuerpo, carga que aumenta cada vez más y “vacía” por decirlo así, el yo. Pág. 2882. 6. El dolor de los seres humanos nunca tiene un sentido unívoco, es miedo y al mismo tiempo tentación, excitación, contacto con la intensidad y ciertos aspectos de la verdad, el dolor deja abrirse para la naturaleza primitiva a través de las diferentes capas de la educación”. S. Freud. “El chiste y su relación con el inconsciente”. “El dolor está asociado con las acusaciones y como tal en camino hacia la satisfacción erótica, lo que se goza no es el dolor sino la excitación sexual concomitante”... “En el sadismo el instinto parece perseguir un especialísimo acto final. Además de la humillación y el dominio, el causar dolor. Ahora bien, Psicología Organizacional 171 el psicoanálisis parece demostrar que el causar dolor no se halla integrado entre los actos finales primitivos del instinto. El niño sádico no tiende a causar dolor ni se lo propone expresamente. Pero una vez llevada a efecto la transformación en masoquismo, resulta el dolor muy apropiado para suministrar un fin pasivo masoquista, puesto que todo nos lleva a admitir que también las sensaciones dolorosas, como en general todas las displacenteras, se extienden a la excitación sexual y originan un estado placiente que lleva al sujeto a aceptar de buen grado el displacer del dolor” S. Freud: “Los instintos y sus destinos” (1915). 7. Aquí el texto de Freud “Duelo y melancolía” (1915) es de rigor. 8. “Conferencia de Marika Torok sobre Melanie Klein en el Encuentro de “Confrontaciones”, París, 2-1983. 172 Universidad Maimónides 9. Enfermería podría ser considerada como un dispositivo analizador al déficit de Lourau, del funcionamiento de la institución toda y más que eso del poder médico, como modelo hegemónico de relación social. 10. Joyce Mac Dougall, op. Cit. Pág. 238. MATERIAL EXTRACTADO: LA CULTURA DEL HOSPITAL Material Extractado del libro “Aspectos sociológicos de la enfermería” de Frank López, Capítulo 7 LA CULTURA DEL HOSPITAL Es difícil definir adecuadamente la cultura, en parte porque se trata de un concepto abstracto y en parte porque recibe diversas acepciones según el contexto. Es más sencillo describirla y explicarla que dar una definición, lo cual no es necesariamente una desventaja. 174 Universidad Maimónides Una definición tiene escaso significado para quienes no están familiarizados con lo que se define, sobre todo si se refiere a un concepto intrincado y abstracto. En tales casos, será útil sólo para los que ya conocen el objeto de la definición pues les ayudará a concretar su amplio conocimiento del tema. En el presente contexto por cultura se entiende el estilo de vida del hospital, los patrones típicos de la interacción social, las expectativas dominantes y las pautas conductuales. Por tanto, abarca las tradiciones, costumbres y normas de los grupos más importantes que se encuentran en el hospital. El hospital como institución Es posible identificar tres tareas fundamentales de un hospital: curar las enfermedades, atender a los pacientes y enseñar a los estudiantes. Así, la tarea primordial de una sala quirúrgica es curar: la de una institución para Psicología Organizacional 175 agonizantes, atender; y la de un hospital universidad, enseñar a los alumnos. Lo anterior no significa que esas tareas no las pueda realizar el mismo hospital. Pero hay otra forma de concebir la misión de un hospital como institución: como las enfermeras, los médicos y los pacientes (o sea los que interactúan) dan y reciben la asistencia. En este caso, la calidad de la interacción humana ocupa el primer plano. El marco de referencia no lo constituye el paciente individual, sino el “paciente dentro de una sociedad”. Las tres tareas del hospital forman parte de la misión global, que realiza a favor de la comunidad: ayudar a los sanos y a los enfermos a aceptar la fragilidad humana y su condición de criaturas mortales. Otras instituciones, entre ellas la familia y la escuela, también buscan ante todo el progreso y el bienestar de la sociedad. El hospital es además un importantísimo 176 Universidad Maimónides organismo socializador, en el cual se aprende de modo implícito o explícito una amplia gama de actitudes ante la salud, la enfermedad, la muerte y sus relaciones con la tecnología. Las suposiciones, aunque en gran parte implícitas, configuran las actitudes del personal y de los pacientes. Estos últimos adoptan actitudes y valores que no logran identificar con claridad. Estar internado en una sala es una experiencia socializadora, no sólo en cosas tan triviales como el cambio del horario de las comidas, sino en situaciones más profundamente humanas relacionadas con el dolor y el valor de los hombres frente a la fragilidad humana. Estas experiencias se viven en el hospital y también fuera de él, cuando tras abandonarlo los pacientes las viven con sus parientes y amigos, con sus vecinos y compañeros de trabajo. Grupos sociales del hospital Por razones de comodidad las personas que se hallan en un hospital pueden clasificarse en Psicología Organizacional 177 uno de los siguientes grupos sociales: pacientes, personal de enfermería, personal paramédico, personal médico y personal periférico. Los pacientes son una población transitoria del hospital, por lo cual no hay una forma correcta de clasificarlos en grupos. Los tipos de categorías que se escojan dependerán de la finalidad que se persiga. He aquí algunas maneras de clasificarlos: pacientes de sala pública, de sala intermedia y de sala privada; pacientes de larga y corta estancia en el hospital, varones o mujeres; niños o adultos; pacientes médicos, quirúrgicos, psiquiátricos, geriátricos y pediátricos. El personal de enfermería es permanente si bien a veces hay gran rotación y las enfermeras y las estudiantes abandonan el hospital una vez graduadas. No todas las personas ajenas a la institución se dan cuenta que existen notables diferencias entre las enfermeras según las posiciones de su status y sus papeles específicos. Los pacientes no siempre advierten las conse- 178 Universidad Maimónides cuencias de las diferencias existentes entre los administradores, educadores, otras enfermeras tituladas como la encargada de la sala, las estudiantes y las auxiliares de enfermería. El personal paramédico en ocasiones recibe el nombre de personal médico conexo. Algunos de sus miembros más conocidos son el fisioterapeuta, el terapeuta ocupacional, el terapeuta del lenguaje, el dietético y la trabajadora social. A diferencia de los otros miembros del personal de enfermería, generalmente se ajustan a la jornada laboral. Inician la atención y la dejan en manos de las enfermeras para asegurarse de que no se interrumpa. El personal médico constituye el núcleo de un hospital. A él pertenecen los administradores médicos, los especialistas (en medicina y en cirugía), los estudiantes de medicina, las internistas y los residentes. Este es el grupo que tanta propaganda recibe en las series de televisión, en las películas y en las novelas. Psicología Organizacional 179 El personal periférico abarca a todos los que integran el personal hospitalario, pero que no encajan debidamente en ninguno de los grupos anteriores. Se trata de una clasificación muy amplia en que el adjetivo periférico se refiere a la atención que prestan al enfermo. En este grupo se encuentran el personal de mantenimiento, de limpieza, de lavandería, de cocina y el personal administrativo. Socialización del paciente para que se incorpore a la cultura hospitalaria Socialización es el nombre del proceso en virtud del cual la cultura, en el sentido que se le da en este libro, se comunica y se preserva. Por medio de él quien se une al grupo aprende las actitudes, valores, intereses, destrezas, conocimientos y expectativas del grupo que lo distinguen de otros grupos con que se relaciona. La socialización actúa sobre todos los integrantes del grupo y no solamente sobre los recién llegados. Es un proceso ininterrumpido 180 Universidad Maimónides que conserva la cultura del grupo y además se mantiene al día con los cambios. Los actos o acompañamientos externos no son los únicos factores que contribuyen a este proceso. También intervienen elementos menos evidentes, entre otros: atmósfera, clima social, calidad de la interacción, actitudes vigentes. ¿Posee el hospital una cultura propia? Si es así, ¿Podemos atenuar los conflictos culturales que se dan en él, según afirman Congalton y Najman? Algunos investigadores que estudian el ambiente hospitalario ¿e incluso los pacientes? ¿Su grado de especificidad y su importancia es tal que el personal debe tomarla en cuenta si quiere prestar una atención más satisfactoria? El caso de Seavato Italo, un papúa de Nueva Guinea ilustrará la necesidad de ver en el hospital una institución dotada de una cultura muy compleja. (1) Se dice que, tras permane- Psicología Organizacional 181 cer unos cuantos días en el hospital, se expresó en los siguientes términos: “...Yo era un hombre orgulloso y ahora vivo en la humillación, era fuerte y ahora soy débil, era un hombre valeroso y ahora tengo miedo, era un hombre seguro de mi mismo y ahora he perdido esa confianza, era cazador y ahora soy la presa. Posiblemente no demos la menor importancia a este problema y lo atribuyamos a las diferencias existentes entre el estilo de vida de esa tribu de Nueva guinea y las costumbres de los hospitales de Occidente. Pero si examinamos más detenidamente las palabras de Seavato Italo, tendremos que aceptar la hipótesis de que muchos pacientes hospitalizados en países desarrollados como Australia también sufren tensiones y ansiedades semejantes. 182 Universidad Maimónides La cultura del hospital Una cultura bien definida contará con sus propias normas de conducta, basadas en suposiciones y expectativas y relacionadas con valores y actitudes. La cultura del hospital tiene sus principios acerca del papel del paciente y de los miembros del personal. El paciente es un integrante de la población transitoria y por lo mismo se ajusta menos fácilmente a esa cultura que el personal. Esto se debe a varias razones. ¿Puede usted señalarlas? El enfermo disfruta los beneficios que le procura su papel cuando se halla en casa, pero en el hospital tal vez no reciba las atenciones preferenciales que le prestaban sus familiares. Cuando una persona vive en un país extranjero procura corresponder a las expectativas de esa cultura: por lo menos se abstiene de realizar cualquier acto que pudiera ofender a los habitantes. Lo mismo sucede, más o menos, con el que ingresa a un hospital; quiere some- Psicología Organizacional 183 terse a las normas vigentes ahí. El problema radica en que no siempre su concepción del papel de paciente corresponde al de la cultura del hospital. Asimismo, su concepción del papel de la enfermera, del personal médico y de otros miembros del sistema hospitalario posiblemente no refleje la realidad sino lo que ha leído sobre el tema en novelas o lo que ha visto en la televisión. Aunque el que se interna para someterse a un tratamiento y haya vivido esas discrepancias de las expectativas acerca del papel, no por eso dejará de experimentar el “choque cultural” en menor o mayor grado. También los que ya han estado internados lo sufrirán cada vez que son hospitalizados. La experiencia de una enfermera titulada que se convirtió en paciente y pasó por esa vivencia ilustra una faceta muy interesante del choque cultural. Como tantos otros, también ella quería ser una buena paciente. Pero a la postre no le fue fácil lograrlo a pesar de su ex- 184 Universidad Maimónides celente disposición. Sin embargo, la experiencia le dejó una gran enseñanza: “...Descubrí que la mejor manera de aprender a ser una buena enfermera era ver la sala desde una cama de enfermo. Me trataron con gran amabilidad y me brindaron una atención esmerada: no obstante, una y otra vez me prometí a mi misma que había muchas cosas que jamás volvería a hacer en el ejercicio de mi profesión...” La socialización del paciente que tiende a integrarlo a la cultura del hospital es analizable a partir de sus hábitos fundamentales de su estilo de vida mientras está internado y de las expectativas concernientes a su conducta. La ingestión de alimentos es uno de los hábitos que debe modificar: el horario de las comidas no coincide con el del mundo exterior, la calidad y cantidad del alimento son distintas: hay que acostumbrarse al método con el que se distribuye y se sirve, no se toman en cuenta las preferencias del paciente. Psicología Organizacional 185 El dormir es otro de los hábitos que se modifican en la sala de un hospital. El paciente necesita adaptarse a otras modalidades tales como acostarse a una hora más temprana de lo que solía hacerlo; además de su sueño se cuentan, el personal de enfermería que va y viene, pacientes que se quejan, luces intermitentes, y las urgencias que nunca faltan. El alojamiento y los baños en ocasiones no son tan cómodos como en el hogar. Algunos pacientes se ven obligados a compartirlo con desconocidos. La falta de intimidad, la disminución de la independencia y la norma de que los pacientes usen siempre ropa de noche son factores que contribuyen a cambiar su estilo de vida. Tanto a ellos como a las enfermeras les es difícil hablar en privado dentro de la sala. Tiene que hacer verdaderas peripecias para hablar con médicos y enfermeras sin que lo escuchen los demás. Tal situación molesta a algunos pacientes que son sensibles a ella; además no les está permitido decidir como llenar su tiempo libre. 186 Universidad Maimónides Las expectativas acerca de su conducta no solamente los afectan a ellos sino también a médicos y enfermeras. Se supone que deben ser “buenos pacientes”. Generalmente esta expresión significa obediente, sumiso y cooperativo. A veces el paciente piensa que le niegan le derecho a morir y acepta el empleo de un equipo muy refinado de reanimación si el personal considera que es lo más indicado. También la enfermera necesita estar a la altura de una serie de expectativas referentes a su comportamiento. No debe dejarlo morir, no debe comunicarle nada importante, no debe divulgar información confidencial por teléfono. A los médicos compete tomar la decisión fundamental sobre la atención. Algunos creen que eso les da el derecho de que nadie juzgue su conducta ni les pida cuentas. El grado de aislamiento social del paciente dependerá de sus relaciones familiares y de sus relaciones con “las otras personas importantes” afuera del hospital. Si las horas de vi- Psicología Organizacional 187 sita son muy pocas, aumenta el aislamiento con parientes y amigos íntimos. A lo sumo intentarán establecer nuevas amistades con el personal del hospital y con sus compañeros. La atenuación de este sentimiento de afiliación social se presenta en un momento en que no sólo están enfermos, sino que deben aprender a corresponder a las expectativas relacionadas con su nuevo papel. MATERIAL EXTRACTADO: EL SIGNIFICADO DE LA CRISIS Texto extractado del libro “Análisis organizacional y empresa unipersonal ” de Aldo Schlemenson RESPUESTAS ADAPTATIVAS A LA SITUACION DE CRISIS El aprendizaje social Para poder adaptarse al mundo externo los individuos imponen regularidades a los eventos, que por otra parte nunca son los mismos. 190 Universidad Maimónides La confianza en la predictibilidad de lo que nos rodea, dice P. Marris, descansa en la habilidad para abstraer de los eventos particulares las leyes subyacentes que los gobiernan, en una forma relevante para los propósitos, en este caso de la organización. Este autor señala que el ser humano no podría sobrevivir sin un sistema de predicción del curso de los eventos. No es tan importante que el sistema sea exacto, dado que su función es meramente la de adjudicarle significado a los hechos para así poder responder a ellos. La conmoción que produce el impacto del contexto turbulento, representa un cambio brusco que interrumpe una continuidad, desarticula planes existentes, que implican predicciones basadas en regularidades previas y pautas de conductas que van a seguirse en un futuro más o menos próximo. Sin las previsiones implícitas, en los planes, ningún individuo, grupo o empresa podría enfrentar las demandas propias de la adaptación. Psicología Organizacional 191 La crisis económica y la inflación también alteran el equilibrio implícito en la satisfacción salarial e introducen elementos de incertidumbre que incrementan la frustración y el descontento manifiesto. De esta forma el factor económico contribuye a una modificación drástica en el sistema de relaciones sociales e interpersonales. Según Marris, el cambio constituye una invitación a adaptarse al mismo. Pero el deseo de adaptarse tiene que superar el impulso conservador a restaurar el pasado que obedece a una tendencia universal. La resistencia al cambio tiende a ser aceptada como un hecho común de la vida. Generalmente el impulso conservador tiende a verse como una forma de ignorancia o como la obstinada protección de ciertos privilegios. Pero en realidad representa algo más profundo que un simple prejuicio o interés de clase. Se trata – según el autor – de una tendencia necesaria para la supervivencia y para la adaptabilidad, dado que la habilidad para aprender de la experiencia depende de la 192 Universidad Maimónides estabilidad del conjunto de interpretaciones por medio de los cuales predecimos los eventos. Las nuevas experiencias son asimilables sólo después de haber sido incorporadas en el contexto de una construcción interpretativa propia, familiar y confiable de la realidad. Dicha interpretación descansa no sólo en la regularidad de los eventos sino también en la continuidad de su significado. El conjunto de interpretaciones que se realizan ante el intento de dar significado a la experiencia configura un sistema expresivo de signos cuyo valor proviene de la conformidad que con él tienen los individuos que los utilizan. Este sistema conforma una gramática simbólica, un lenguaje que también expresa el significado de las relaciones. Cualquier desafío a estos complejos sistemas adquiridos, provoca perturbaciones profundas. De esta manera, la tendencia conservadora a la preservación de estos sistemas de significados constituye una condición para la supervivencia. Sin este im- Psicología Organizacional 193 pulso profundamente establecido para defender la validez de lo aprendido, el ser humano estaría en una situación de indefensión. Marris cita a Piaget para consolidar su postura, señalando que el desarrollo intelectual constituye un caso especial de adaptación biológico que evoluciona con el interjuego entre asimilación y acomodación. La asimilación depende de la preexistencia de una estructura organizada suficiente desarrollada como para incorporar la experiencia. El proceso de asimilación puede conducir a modificaciones de la estructura que representa acomodación, pero sólo dentro de los límites de la continuidad. En los adultos maduros la crisis representa aquellas experiencias que no pueden ser rápidamente asimiladas a las estructuras de interpretación que han sido desarrolladas por ellos. 194 Universidad Maimónides APEGO EMOCIONAL Y CRISIS Como un aspecto muy importante del proceso de aprendizaje social que se pone de relieve en situaciones de crisis y cambio Marris destaca el papel que juega el apego emocional en la consolidación de las estructuras de significado y en el desarrollo paralelo de relaciones y estructuras sociales que los protegen. Para un adulto maduro es muy difícil y doloroso reconstruir drásticamente una forma de ver la vida. Se aferra a sus esquemas en virtud del apego afectivo que los liga a ellos. Las relaciones interpersonales, los vínculos interhumanos constituyen principios de regularidad en los cuales descansa también la capacidad predictiva. Esto ocurre por cuanto los propósitos e intenciones de la conducta individual y social siempre están ligados a relaciones particulares. Con el crecimiento, los marcos de referencia, las estructuras de significado se van complejizando y ampliando. Las nuevas expe- Psicología Organizacional 195 riencias y relaciones se integran en estructuras cada vez más comprensivas que modifican los marcos de referencia, las necesidades, intenciones y propósitos. Esos modifican a su vez la relevancia de la experiencia. La revisión de estos marcos de referencia complejos es emocionalmente disruptiva. El contexto intencional de significados –estructurados a partir de propósitos, necesidades y motivaciones profundas– parece menos abierto a la revisión que otros aspectos de la experiencia vinculada con la percepción de la regularidad de los eventos. Mucho menos lo que el apego emocional a vínculos interpersonales a través de los cuales se han ido incorporando las necesidades y propósitos. El apego emocional no sólo está referido a relaciones interpersonales específicas sino también a relaciones sociales, objetos, roles, situaciones, posiciones con los cuales se han establecido relaciones profundas y significativas. La pérdida de un ser querido, la erradicación de la vivienda, el desarraigo promovido por la emi- 196 Universidad Maimónides gración, la eventualidad de la pérdida de la fuente de trabajo, el capital propio o el status, constituyen todas situaciones altamente perturbadoras, pues representan cambios drásticos ligados a lazos afectivos y relaciones que involucran la ruptura de un contexto de significados. En esta medida comprometen modificaciones profundas que no pueden ser asimiladas velozmente. El impulso conservador cuya manifestación más clara se aprecia en el fenómeno de la resistencia al cambio, constituye una forma de control de un evento de esa naturaleza que pretende desviar la conducta de su orientación habitual. Dicha reacción tiende así a aislar la innovación que implica un cuestionamiento de lo ya establecido. Los argumentos teóricos del autor que estoy considerando se pueden sintetizar en las siguientes proposiciones: 1. La posibilidad de la supervivencia se Psicología Organizacional 197 basa en la capacidad de predecir los eventos externos en forma confiable. 2. Las predicciones vinculadas a las consecuencias probables de los eventos externos, sólo pueden ser realizadas a partir de relacionar dichos eventos con un contexto de significados que las interprete. 3. El contexto de significados está integrado por: motivaciones, necesidades, intenciones y propósitos que involucran relaciones interpersonales y se gestan a partir de vínculos profundos que revisten un alto valor emocional. Estos vínculos y relaciones formas parte de la identidad del sujeto. 4. El contexto de significados evoluciona a partir de la niñez, posee un alto grado de estructuración y está fuertemente integrado a la personalidad, de manera que no puede ser modificado radical- 198 Universidad Maimónides mente sin que esto constituya una amenaza de desintegración psicológica. El cambio abrupto representa una amenaza a la identidad del sujeto. 5. La habilidad para manejarse en un medio ambiente cambiante, descansa luego en la posibilidad de conservación de las estructuras de significado con las cuales cada individuo crece y se desarrolla. 6. La continua viabilidad de esta estructura de significados, en el enfrentamiento de nuevos tipos de experiencia, depende de que se puedan formular sus principios en términos suficientemente abstractos como para aplicarlos a cualquier evento. Psicología Organizacional 199 LA CRISIS COMO PERDIDA: EL PROCESO DE DUELO La crisis del caso al que he estado haciendo referencia involucra cambios profundos de la naturaleza de los descriptos en el apartado anterior. Por lo abrupto de dichos cambios, la empresa no se encuentra preparada para reestructuración drástica como la que demandan las circunstancias. La expectativa de estabilidad y continuidad es intensamente cuestionada desde el contexto. La incertidumbre que genera una situación de este tipo, sumada a la que representa el comienzo de la hiperinflación con recesión, incrementa la sensación de riesgo y la amenaza de pérdida. Viéndose cuestionada la continuidad de la experiencia empresaria se produce una crisis en las relaciones entre los grupos representativos de poder, que a su vez modifica aspectos relevantes de la actividad que los individuos realizan, los proyectos, las concepciones vigentes, la credibilidad, la confianza. 200 Universidad Maimónides Un cambio abrupto en el contexto de la naturaleza del descrito implica siempre la pérdida de un marco de referencia conocido, que deriva indefectiblemente en un proceso de duelo, por ser esta situación asimilable a la perturbación radical que se produce frente a la pérdida de un ser querido o frente a cualquier tipo de situación de consecuencias significativas para las personas involucradas. La reacción de duelo constituye el ejemplo más general y mejor descrito del proceso de asimilación de un cambio perturbador proveniente del contexto externo al individuo. Ofrece un modelo de respuesta y ajuste que puede ser aplicado a otras situaciones sociales. Insisto en la descripción de este proceso por cuanto entiendo que la crisis promovida por el contexto turbulento supone para la organización un cambio profundo que compromete una variedad de pérdidas, que sólo pueden ser aceptadas luego de un proceso de elaboración y adaptación equivalente al que se le presenta a un individuo que se enfrenta con situaciones similares. Psicología Organizacional 201 Como expresa Freud en “Duelo y melancolía”: “El duelo es, por lo general, la reacción frente a la pérdida de una persona amada o de una abstracción que haga sus veces, como la patria, la libertad, un ideal, etc.” Constituye un proceso normal en los avatares de la vida y no reviste, salvo en determinadas circunstancia, un carácter patológico. Hacerse cargo de la pérdida de un ser querido involucra un trabajo psicológico de elaboración arduo y lento. Este proceso no es simple, la renuncia al objeto amado no es automática puesto que en él se ha depositado una considerable carga libidinal cuya substracción y readjudicación no es sencilla ni rápida. El proceso total insume un gran gasto de energía. Al principio la pérdida es negada y resistida. Sobre el final de este proceso, según señala Freud, la pérdida del objeto se va imponiendo y el yo retira progresivamente la libido en él depositada, hecho que va desatando el vínculo que ya no existe. 202 Universidad Maimónides La pena y la tristeza que acompañan los procesos de duelo dejan heridas que se curan muy lentamente. Por eso es que el duelo constituye un proceso largo que necesita ser elaborado para que pueda darse la aceptación de la pérdida, lo cual conlleva la adaptación al cambio. El descrito constituye un proceso normal, universal caracterizado por ansiedades profundas. Cuando el proceso no se cumple normalmente, se produce una perturbación anímica que implica una retracción y un trastorno adaptativo significativo. El cuadro patológico de duelo es llamado por Freud “melancolía”. Este implica un trastorno Psicológico duradero que se expresa en una desazón profundamente dolida, una cancelación del interés por el mundo externo, la pérdida de la capacidad de amor, la inhibición de toda productividad, una desvalorización de sí mismo, seguida de autorreproches, autodenigraciones y una marcada búsqueda de castigo. Psicología Organizacional 203 El autor también señala la importancia de la ambivalencia afectiva en relación con los procesos de duelo patológicos y normales. Esta ambivalencia parece expresar el conflicto entre querer volver al pasado o buscar la reintegración del futuro, contradicción que hace del presente algo penoso. Volver al pasado significa retrotraerse a la situación anterior a la pérdida; buscar la reintegración en el futuro significa una intención prospectiva de un estado mental donde el pasado es olvidado, hecho que permite reestablecer un conjunto de relaciones interpersonales y emocionales significativas. Los impulsos contradictorios y el conflicto que éstos suponen redundan en un considerable estrés para la persona; la lucha interna implicada absorbe gran parte de la vitalidad y la energía disponible. La reconciliación de estos impulsos es crucial para poder llegar a la etapa de la aceptación de la pérdida. 204 Universidad Maimónides El proceso de duelo, en la mayoría de las culturas y sociedades, se acompaña de una diversidad de rituales, costumbres y preceptos que constituyen expresiones de un cambio de transición que a su vez señala la evolución del conflicto. Para que la vida pueda continuar, el cambio, por más disruptivo que sea, tiene que ser aceptado y esto sólo puede lograrse a través de una modificación gradual señalada por los ritos de pasaje y las ceremonias de duelo que permiten que los afectos puestos en juego puedan ser progresivamente reinternalizados y volcados en otros objetos dignos de apego afectivo. Esto lleva a reestablecer la sensación de continuidad de la vida que rescata aspectos valiosos del pasado preservándolos de las pérdidas padecidas. Se renuncia así a objetos, ideales; aspectos de la realidad que ya no están vigentes. La intensidad de los sentimientos de pena o tristeza que acompañan las situaciones de pér- Psicología Organizacional 205 dida están vinculados con el ya señalado apego emocional o lazo afectivo establecido con el objeto externo perdido, sea éste un ser querido, un empleo, un proyecto organizacional, etc. Se trata de una pérdida de aspectos del yo depositados en dicho objeto que el sujeto de duelo resiente. Cuando lo que se pierde constituye algo vinculado con un aspecto central de la vida de un individuo, el evento adquiere el carácter de un colapso que hace tambalear su estructura de significados. La intensidad está relacionada con el compromiso afectivo volcado y no con el valor intrínseco de los eventos. La sensación de pérdida de sentido de futilidad o apatía que acompaña los mencionados acontecimientos proviene del sentimiento de estar desprovisto de propósitos, objetivos, intenciones o proyectos que estaban ligados con las circunstancias perdidas. En dichos momentos cunde un profundo sentimiento de desamparo. 206 Universidad Maimónides La experiencia de reordenar la vida implica la culminación de un proceso de reacomodación de intenciones, afectos, propósitos, intereses, nuevos proyectos, relaciones ideales, que sólo pueden consolidarse luego de la aceptación del cambio. Durante este proceso podrán producirse cambios en la personalidad, en los modelos de conducta en los enfoques, todos ellos tendientes a reestablecer la continuidad y el significado de la vida. En las situaciones sociales de cambio abrupto que afectan a una comunidad u organización, las reacciones son colectivas. El resultado final del impacto producido por el cambio dependerá así tanto de lo que aquel invita a cambiar, como de la forma en que se maneje la situación de transición implícita en el proceso que se desencadena. La reacción de duelo puede ser vista como un proceso transicional adaptativo que permite la integración del grupo social a una nueva realidad creada. Esto involucra un cambio, a su Psicología Organizacional 207 vez la transformación de los antiguos patrones de pensamiento y acción y su reemplazo por los nuevos. La transición constituye un aspecto central del proceso, y el duelo ofrece un modelo para comprenderla en la medida en que describe lo que ocurre durante dicho proceso. G. Pollock señala la importancia de estas etapas de transición. Según él la crisis en una organización puede ser considerada como un proceso de transición que se suscita frente a un cambio abrupto externo, que por su dimensión e impacto no puede ser asimilado a los marcos de referencia en juego, produciéndose entonces una experiencia de discontinuidad, de interrupción de ruptura. Esta afecta la adaptabilidad del sistema en la medida en que representa la imposibilidad de prever, de mantener un conjunto de propósitos o intenciones que hacían significativa la experiencia vivida o la trayectoria organizacional emprendida. La transición que implica la 208 Universidad Maimónides crisis constituye un proceso de elaboración de conflictos ambivalentes que en tal situación se proceden. La necesidad de abandonar un conjunto de principios, conceptos, creencias, lazos afectivos conocidos por otros nuevos, compromete un duelo que equivale a un trabajo de elaboración penoso, arduo, profundo. Cuando éste se cumple, surge una resolución creativa, una producción renovada, un cambio de crecimiento y desarrollo. Lo que aquí se señala es que un cambio requiere un proceso transformacional adaptativo para que pueda darse un resultado positivo. En 1975, Williams y Parkes – citados por Pollock – estudiando las reacciones producidas en dos aldeas galesas ante un desastre ocurrido en 1966, en el que 116 niños y 20 adultos perdieron la vida como consecuencia de una avalancha que sepultó una escuela primaria y varias casas, encontraron que durante los 5 años posteriores a la catástrofe se pro- Psicología Organizacional 209 dujo un incremento significativo de las tasas de natalidad, no sólo en los padres que habían perdido a sus hijos, sino también en las parejas cuyos hijos no habían muerto en la avalancha. Los autores mencionados lo explican en sus conclusiones como la consecuencia de un proceso de regeneración biosocial, que podría ser la resultante creativa de la resolución de un proceso de duelo. Muchas situaciones contextuales hacen en las organizaciones un impacto similar y desencadenan procesos de transición que pueden culminar en resultados creativos o productivos. En el caso analizado podemos observar la resolución de un proceso de transición determinado por un conflicto de poderes, que culmina con un cambio creativo consistente en la instauración de un sistema participativo para el análisis anticipatorio de cambios a ser instaurados. Podemos darle a tal concreción el carácter de una innovación que surge como consecuencia del mencionado proceso. 210 Universidad Maimónides La culminación satisfactoria equivale por lo tanto a una experiencia de integración reconstrucción, que coincide con el hallazgo de soluciones originales y creativas para superar el trance. MATERIAL EXTRACTADO: LA SALUD DEL EQUIPO DE SALUD: PREVENCION EN EL HOSPITAL Material extractado del libro “Prevención de la Salud” , Capítulo XI de Mirta Videla Ningún consuelo penetra detrás de aquellas murallas; el varón de más agallas, aunque más duro que un perno, metido en aquel infierno sufre, gime, llora y calla. (fragmento del Martín Fierro, de J. Hernández) 212 Universidad Maimónides En un texto anterior, producto de la experiencia en una maternidad municipal de la provincia de Buenos Aires, Psicoprofilaxis Institucional y Comunitaria, pusimos énfasis en el propósito de trabajar con los equipos de salud que integran los hospitales públicos. Este trabajo signifícaba aplicación de técnicas grupales y comunitarias al campo de la salud de los trabajadores de la salud. Nace de los años ‘70, cuando los psicólogos reconocimos esta nueva denominación en la Coordinadora de Trabajadores de Salud Mental. Los grupos operativos y los Balint, los juegos y el psicodrama grupal, han sido los instrumentos esenciales utilizados en los objetivos planteados. La experiencia dentro y fuera del país, permite ahora brindar algunas observaciones, resumir resultados y compartir nuevos interrogantes, que dialécticamente iremos resolviendo. Ya desde 1984 la Organización Mundial Psicología Organizacional 213 de la Salud, marcando los caminos a seguir en los países que aspiran a una mejor calidad de vida, decía en Ginebra que “la infraestructura del sistema de salud, facilita los medios humanos y materiales, necesarios para la prestación de servicios, pero sus efectos dependen de la sustancia y el contenido de esos servicios”. En relación a esos denominados “recursos en salud”, agrega que “el personal adiestrado es un componente fundamental de la infraestructura sanitaria. Las personas pueden crear instituciones, pero las instituciones no pueden funcionar sin personas, y si no se dispone del personal adecuadamente preparado, los demás recursos de un sistema sanitario no sirven para nada. Sin embargo, es frecuente que en los países desarrollados, o en vías de lograrlo, se preste poco esfuerzo para asignar los fondos necesarios a esa capacitación o formación del personal de salud. Es más, se destinan fondos para su capacitación técnica específica, pero no para lo que se refiere a sus problemáticas de rela- 214 Universidad Maimónides ción dentro de las instituciones. Es en el campo de las empresas o instituciones privadas, donde hoy se escucha hablar de “los talleres de entrenamiento sobre el rol” o “los grupos de reflexión sobre el rol”. El Estado aún sigue ignorando los beneficios económicos en materia de personal “calificado” en salud mental. Algunos países, como España, han empezado a descubrir su valor. Los países altamente profesionalizados, distinguen categorías jerarquizadas dentro de estas profesiones, etiquetándolas muchas veces de manera castrense. Así, al sentirnos designados como “los paramédicos” o “los auxiliares del médico”, no podemos menos que asombrarnos. Una repetida situación me viene a la memoria, que creo ilustra al respecto. Cada vez que enfrento una institución nueva, suelo escuchar la misma versión de los médicos: “¿Para qué hace faifa un psicólogo en una maternidad?, el psicólogo soy yo, que bien conozco a las pacientes”. Mi respuesta es también siempre la misma: “Tiene razón, Psicología Organizacional 215 doctor. En realidad un psicólogo en esta maternidad, sirve para que podamos reflexionar sobre las causas que hacen de los médicos la principal víctima que engrosa las estadísticas de infarto de miocardio a los 40 años, víctimas del stress y de la negación constante de un rol de curador que los sobrepasa”. Por lo general, este argumento suele ser efectivo, porque genera conciencia del enlace profesión-persona. La propuesta de trabajar con los equipos en salud materno-infantil pone de manifiesto un cambio de los objetivos utilizados clásicamente. Los sujetos de nuestra actividad ya no son las embarazadas, sino los integrantes del equipo de salud que con sus actitudes podrán incidir iatrogénicamente sobre ellas. En una mesa redonda sobre parto y cesárea, realizada este año (1990) en Buenos Aires, una integrante del público increpó agriamente a los médicos disertantes por su omnipotencia, 216 Universidad Maimónides su deshumanización y su afán mercantilista. Colocada junto a ellos, pude recordar cuando hace casi treinta años, hacía las mismas observaciones. Me fue entonces muy grato y productivo poder aclarar que la lectura crítica no puede hacerse sólo desde los efectos, sino que es necesario analizar también las causas. Para ello, hace falta un enriquecimiento con contenidos de otras disciplinas, que nos permitan saber cómo y cuándo fue creada la Facultad de Medicina en la Argentina; cuáles fueron los modelos de profesionales y el modelo de país al que se aspiraba. También, saber quién accedía a la universidad y quiénes lo hacen ahora; cuál ha sido el recorrido de los médicos como profesionales liberales en Sudamérica. Desde la antropología, el análisis hecho por Eduardo Menéridez, permite un saber que va más allá de la mera crítica y, en lo que hace al rol de la mujer “el refunfuño” feminista. Saber la determinación sociocultural e histórica de Psicología Organizacional 217 las profesiones, es una forma de ampliación del espectro de nuestro conocimiento, que quizá nos haga evitar reduccionismos. Pero esto también sería parcial, si no tuviéramos al alcance los resultados de los grupos operativos y del análisis de la tarea qué planteara Balint en la Tavistock Clinic. Resultados en los que el marco teórico del psicoanálisis, nos permite comprender dentro de qué determinante de su propio deseo y sus mandatos familiares se coloca aquél que elige ser “el curador”. Atendiendo al trabajo dentro del equipo de salud, me propongo relatar observaciones sobre algunos roles, como el de la enfermera, definida por varios sanitaristas como un “agente de trinchera”, aludiendo a su lugar de “cuerpo a cuerpo” con el paciente (sus sufrimientos, sus esperanzas,” la posibilidad de su muerte). Mi propósito es realizar una descripción de la significación psicológica de su desempeño, 218 Universidad Maimónides las características de sus vínculos con el médico, los pacientes y la familia, que posibiliten desmitificar su imagen y reflexionar sobre su trascendencia. También, analizar las estrategias metodológicas que nos permitan contribuir a la optimización de los recursos de salud. La enfermera es quien recibe y atiende a las personas que llegan para solicitar ayuda al hospital, porque sufren o porque están enfermas. Esta es una tarea asistencial, la de socorrer a una persona cuya familia no puede o no quiere hacerse cargo de estos cuidados; también porque la gravedad del cuadro requiere inevitablemente de internación y atención especializada dentro del hospital. La enfermera asume sin solución de continuidad, la responsabilidad de cuidar y atender enfermos. El cuerpo lesionado, dolorido o moribundo, es aquél con el cual la enfermera está en permanente contacto. La inevitable Psicología Organizacional 219 realidad que la golpea cotidianamente. Ella ocupa el lugar de contención de las emociones, de las fantasías angustiosas, sosteniendo a quien está en peligro, luchando junto a él, entre la vida y la muerte. El estar enfermo nos remite al más profundo temor, el miedo a morir. Lo más temido y lo más negado por los hombres. Precisamente por eso “se deposita” en alguien la esperanza de poder superar el trance, de poder “curarse’’ y lograr, con “el alta”, la salida hacia la vida y la salud. En el prólogo de una de sus obras, Maud Mannoni dice “este libro sigue de cerca un compromiso con una práctica que me esfuerzo en teorizar”. De alguna manera, a quien escribe le sucede lo mismo respecto del tema de las relaciones entre médicos y enfermeras dentro de los hospitales o instituciones de salud. Creo -como Mannoni- que médicos y pacientes se encuentran casi como “prisioneros administrativos, de la institución”. A lo cual 220 Universidad Maimónides agregaría: a su vez, enfermeras y médicos, se muestran bajo la apariencia de “administra dores de la salud”, imaginarios garantes del mantenimiento de la institución sanitaria. No podemos estudiar ningún hecho institucional, si pasamos por alto una necesidad de poner en tela de juicio este monopolio del poder médico, del abuso del poder, al servicio de la jerarquía y no de la sociedad. Las instituciones familiares, las educativas y las médicas han desarrollado desmedidamente ese abuso de poder, basado en una perversión del saber. Foucault hizo un detallado análisis del personaje médico y su dimensión social; cuando asume la justificación de los objetivos de su existencia. ‘’Detrás del médico no hay ningún capataz... pero en cambio, él está obligado no a vender su fuerza de trabajo, no la simple tensión de sus músculos, sino toda su personalidad como ser humano. El resultado de ello es que los médicos no quieren y no pueden ver Psicología Organizacional 221 que, en definitiva, su ropa de trabajo es sólo un uniforme de prisionero más elegante que el de otros”. El médico como personaje social imaginario, sobrelleva muchas representaciones de los otros, de su familia y de él mismo. La enfermera también, en diferente nivel y con propios significantes. La persona que se coloca en el lugar del “curador”, del que puede curar o aliviar los dolores y sufrimientos, es depositario de poderes sobrenaturales, tema estudiado en detalle por el antropólogo Levi-Strauss. Hay una similitud en los significantes que incluyen a los médicos y al paciente de nuestra cultura y la relación con el mago primitivo (brujo, chamán, macha, curandero). El vacío que deja el médico que continuamente “se va” del lado del paciente, es ocupado por el pensamiento mágico, pues los pacientes necesitan resolver la situación paradojal que les plantea 222 Universidad Maimónides al mismo tiempo la dualidad bueno-malo (del concepto de una operación, por ejemplo). Cuando recorremos salas de hospitales, bastará con que preguntemos a los internados cuáles son sus necesidades en materia de relaciones humanas con los médicos, para comprender hasta qué punto su ineludible rol de pacientes-pasivos, los hace víctimas de un sistema sanitario deshumanizado, por la incomprensión de los profesionales del significado de “estar internado”. Una sala de cirugía ginecológica es un mar de discursos demandantes por parte de las pacientes, paralelo a las quejas de los médicos y las enfermeras. Podemos saber que las mujeres “quieren saber de que las operarán”, “si es algo malo y si quedarán bien”, “que les digan si es algo malo...”, “les gustaría que el doctor les explicara, y otras formas de manifestación de su angustia y sus temores. Paralelamente, en los hospitales argentinos, Psicología Organizacional 223 las lamentaciones a coro de los profesionales hablan de “la falta de medicamentos, gasas, elementos de cirugía, alimentos, etc.”; “los sueldos magros y la sobrecarga laboral”. Para poder entender lo que sucede en nuestros hospitales, es necesario un marco teórico, que ofrezca rigor científico a los datos producto de nuestra praxis. El psicoanálisis aportó un marco teórico sólido para la comprensión de las instituciones, a las que ya Freud ha dedicado muchas páginas de sus escritos. Sin embargo, al decir de Kaës, ‘’existe una dificultad específica en lo referente a asignar un status teórico y metodológico a un objeto cuya consistencia no se puede comprobar en el encuadre paradigmático de la cura típica”. Tal como el mito y el arte, la institución obedece a leyes propias de su orden. Para algunos, la institución es una formación de la sociedad y la cultura, que esencialmente se opone a lo establecido por la naturaleza. Cada institución tiene una finalidad que 224 Universidad Maimónides la identifica y la distingue. En el caso de nuestro análisis, el hospital, se trata de una institución cuyo objeto es la salud. Bleger establece una diferencia entre ‘’organización” hospitalaria e “institución” hospitalaria. La primera, es la disposición jerárquica de funciones que se realizan dentro de un edificio, área o espacio limitado. La institución, en cambio, es para este autor el conjunto de normas, pautas y actividades, agrupadas alrededor de valores y funciones sociales. Un conflicto frecuente es la sinergia entre institución y organización. Esto es la causa de la instalación, de la “burocratización”. La institución realiza funciones psíquicas múltiples en su estructura, su dinámica y su economía particular. Moviliza cargas psíquicas y asegura las bases de las identificaciones del sujeto con el conjunto social constituye el trasfondo de la vida psíquica, en que pueden ser depositados contenidos y partes que escapan a la realidad psíquica. Psicología Organizacional 225 En 1955, E. Jaques, en la Tavistock Clinic, realiza los primeros estudios en relación a las defensas comunes que se generan en las instituciones, contra las ansiedades psicóticas que éstas producen (lo cual equivale a decir que la institución, asegura el sistema metadefensivo para los individuos que la constituyen). En 1960 L. Menzies continúa estos estudios, también en Londres. Este investigador observó como las enfermeras intentaban continuamente modificar la angustia, empleando como mecanismos de defensa, objetos y procesos utilizables en la institución, y no socialmente los mecanismos de defensa establecidos par la institución. Un estudio interesante sobre el hospital es el de Jean Olivier Majastre, pensador fecundo del mayo francés del ‘68, quien dice “el hospital y la facultad, son un mismo mundo, sembrado de las mismas rivalidades, habitado por idénticas pasiones, movido por una misma estructuración inconsciente y una misma expresión imaginaria de los deseos”. Para Ma- 226 Universidad Maimónides jastre, la institución no está compuesta por individualidades, sino por grupos de médicos, de enfermeras, de psicólogos, de enfermos. Hace un detallado estudio de sus peculiaridades, sus intercambios y sus lenguajes, como así también los mecanismos de resistencia al cambio. Sirve su esquema para comprender la función que los psicólogos pueden tener dentro de la institución hospitalaria. Realiza lo que deno mina “una radiografía de la estructura funcional”. Majastre nos dice: “no hay posibilidad de circulación entre los diferentes grupos de la jerarquía médica. Las enfermas no pueden actuar como enfermeras, ni éstas como médicas”. Funcionan como “castas herméticas” y esta ausencia de movilidad social, favorece la ideología de grupo, el repliegue sobre sí mismo, la formalización de las comunicaciones, el surgimiento y la importancia de personajes claves, tales como la supervisora del pabellón, la enferma buena, la enferma problema. Por eso, los personajes que no se inscriben en esta estructura jerárquica y que pueden recorrer to- Psicología Organizacional 227 dos sus niveles, tienen posibilidades de cumplir un importante papel de conexión entre los grupos: tal el caso de los psicólogos. En el organigrama hospitalario la enfermera está sometida al fenómeno de múltiple subordinación. Ella es quien ocupa el escalón más bajo de la escala médica y debe acatar órdenes de diversos personajes a los que, por lo general, no puede enfrentar (el interno, el jefe, la supervisora y el residente). El nivel de permanencia de médicos y psicólogos dentro de un hospital, por lo general, es muy bajo en comparación al de la enfermera, para quien esta institución es el horizonte de trabajo de toda su vida (salvo raras excepciones). Esta estabilidad se origina en parte, en el sentimiento de pertenencia a la función pública, reforzada por la regularidad de los horarios, distribuidos en turnos de ocho horas, sin que el domingo sea siempre su día de descan- 228 Universidad Maimónides so. Este hecho contribuye a la fantasía de las enfermeras de creer que son ellas las encargadas de preservar la institución, por mandato de la sociedad, a diferencia de los que se van el domingo a casa. Ellas dicen: -”mi hospital”. La estabilidad, la homogeneidad grupal, el tiempo que pasa en el hospital, su dedicación familiar a la institución, la constituyen en portador de tradiciones y de la continuidad de éstas. Las enfermeras son las que verdaderamente permiten la perduración, del hospital. El status de la enfermera, del médico y de las enfermas, se articulan y complementan entre sí. Se configura una verdadera tríada edípica; la enfermera ocupa el lugar de la madre (haciéndose cargo de las tareas de cuidado, alimentación y limpieza de las enfermas-hijas). El médico es el padre, representante de “la ley”. Estos roles son independientes del sexo real de cada uno. Existe entre médico-enfermera-paciente Psicología Organizacional 229 diferente nivel de intercambio y de lenguajes. El médico representa el ejemplo más acabado de la “no-reciprocidad” en la comunicación. A la paciente le dirá “¿cómo está usted?”, ella responderá “bien” o’’mal”, pero jamás “¿Y a usted?”. El único que tiene derecho a hacer preguntas sobre la vida privada es el médico (igual, en esto, al psicoanalista). Otra característica que define las relaciones entre los grupos del hospital es “la pequeña diferencia”; el delantal o bata, representante del principal significante de la barrera erigida entre enfermos y no-enfermos. El médico y las enfermas no necesitan de estas diferencias de vestimenta, éste puede permitirse sin problemas tener una actitud igualitaria en su traje. La diferencia generalmente está en los distintos sectores sociales de pertenencia. La paciente del hospital pertenece casi siempre al mismo sector social que la enfermera: existe una estrecha proximidad entre ambos grupos. Por eso, es necesario establecer diferencias en las formas. 230 Universidad Maimónides Podemos decir que estos ejemplos simples sirven para poder empezar a pensar lo “no mentalizado” que circula en el hospital, que necesita donde “depositarse” o “reservarse”, donde quedar en latencia. Esto es lo que Rene Roussillón, denomina “’los intersticios’’. Este lugar es óptimo para el trabajo institucional. Las instituciones asistenciales -como el hospital- debido a las peculiaridades de sus instituyentes, están especialmente sometidas a tensiones difíciles de gestionar y organizar. Se convierten en el campo de una verdadera “cultura de pulsión de muerte”, bajo la reiterada presión de las intertransferencias psicóticas o antisociales, que pueden tener el impacto de verdaderos traumatismos grupales. La enfermera hace todo aquello que, por lo general, a las demás personas nos repugna o nos da miedo. Está en cotidiano contacto con lo que nos desagrada: los excrementos, la sangre, las heridas, las pustulencias, los tumores, la decrepitud y el deterioro del cuerpo. Psicología Organizacional 231 El hospital, ese lugar “azulejado del sobresalto y el espanto”, produce un desgaste profundo sobre quienes se instalan dominados por “fantasías mesiánicas” o salvadoras, lo que Balint tan bien describiera denominando “función apostólica”. La fantasía de triunfo sobre la muerte (“lo saqué”, lo salvamos”) hace que la enfermera luche continuamente con su propia omnipotencia, que la sume en profundas depresiones ante la muerte inevitable, que la enfrenta a sus limitaciones, a la dolorosa impotencia ante la finitud. Muchas veces también es víctima de sentimientos de culpabilidad, que transforman esos buenos deseos e ilusiones de triunfar sobre la muerte en una dolorosa pesadilla. La enfermera se relaciona con los pacientes con afectos contradictorios, ambivalentes, que en general corresponden al difícil equilibrio inconsciente entre los contenidos de vida y de muerte, alternando entre el amor y el odio, la compasión y la culpa, la atracción y el rechazo, la envidia y la gratitud. 232 Universidad Maimónides Tales sentimientos provienen de sus relaciones familiares primarias, donde cada una también fue cuidada y manipulada corporalmente por sus progenitores, de una manera particular. El trabajo la coloca ante una situación semejante, donde la profesionalidad no puede desdibujar su historia de persona. Casi cotidianamente se identifica, o identifica al paciente, con algo familiar. Piensa que podría ser su hijo, su marido, su madre o ella misma. También pone una pared defensiva de por medio, una barrera que le impide llorar la muerte y ésta sólo será un número en la planilla de estadística. La enfermera vive en continua y sostenida presión entre los reclamos del paciente, de la familia de éste y sus propias fantasías inconscientes. Agregado a ello, su vinculación y su compromiso con los colegas y la institución. El paciente deposita en la enfermera su esperanza de curarse, de aliviar sus dolores y también es ésta el vínculo directo con su cuer- Psicología Organizacional 233 po, sus sensaciones y sus sentimientos. Por momentos se siente agradecido por los cuidados que recibe; en ocasiones se resiente y envidia la salud de la enfermera. Es el personaje sano que está más cerca. Estar enfermo crea una inevitable dependencia con quienes nos cuidan y esto es también fuente de irritación. El paciente se molesta porque la enfermera es la representante de la disciplina de la institución, también quien lo ve desnudo, quien manipula sus genitales y quien suele erotizarlo. Los familiares en ocasiones se muestran disgustados por la intimidad que la enfermera vive con su paciente internado. Por ello, suelen buscar detalles para criticar, aún en las conductas irreprochables. La enfermera se siente tironeada, muchas veces sin poder comprender los complicados mecanismos psicológicos en los que está incluida, involuntariamente. Los celos, el amor, el erotismo, la envidia, el rencor, el rechazo, el asco y otros sentimientos humanos normales, aparecen centralizados en 234 Universidad Maimónides la relación entre la enfermera y sus pacientes, por ausencia de vínculos externos, situación consecuente a la internación. Los enfermos proyectan en la enfermera todo aquello que no se animan a reclamarle al hospital, porque la institución no puede responder, por ejemplo, al miedo a la muerte, la ansiedad frente a la enfermedad, la depresión y el enojo por estar enfermo. La familia, en una gran mayoría de casos, tampoco está en condiciones de hacerse cargo de este cúmulo de sentimientos y es entonces la enfermera quien lo hace, recargándose en sus tareas habituales. Esto, a su vez, la vincula afectivamente de una manera especial en cada enfermo, con quienes debe pegarse y despegarse psíquicamente en forma continua, exigida por la elaboración de duelos por la pérdida de esos vínculos, sin lugar para ningún procesamiento. Esas pérdidas nunca son elaboradas plenamente, no hay espacio para concluir sus despedidas reiteradas. Psicología Organizacional 235 Por lo general, la enfermera es presa de sus procesos internos, no siendo consciente de ellos. Estos procesos son fuente de demandas permanentes: ella debe ser la profesional perfecta, capaz de hacer algo por impedir la muerte del paciente, con una constante fantasía de triunfo sobre ésta. Cuando sucede lo inevitable, se culpabiliza, se angustia y también se enferma psíquicamente. La profunda intensidad de estos procesos, la sobre exigencia en las responsabilidades, los sentimientos prohibidos que se reprimen, el escaso número de personal existente por lo general en los hospitales, la tecnificación y mecanización deshumanizante, hacen de la enfermería una actividad de “alto riesgo”, tanto en lo psíquico como en lo físico. Las demandas internas de la enfermera, la proyección de sus fantasías sobre la realidad externa, crean un verdadero sistema confusional que amenaza su salud. Por eso es tan frecuente observar las denominadas “patologías 236 Universidad Maimónides laborales”: depresiones, ausentismos reiterados, síntomas gástricos, abortos, esterilidad y partos prematuros (en el personal femenino). En los servicios de terapia intensiva se ha podido observar la frecuencia de cuadros psicosomáticos diversos. La Terapia Intensiva y la Unidad Coronaria, son los lugares de mayor riesgo para los pacientes, pero también para las enfermeras. Allí las normas y los ritos, constituyen un engranaje infernal, del que salirse significa la muerte inmediata del paciente. Lo humano se desdibuja y el aparato lo sustituye; los “afectos cibernéticos” hacen de esta penosa realidad un intento por prolongar vidas, donde la enfermera sabe que el poder “de desconectar” al enfermo del aparato, es un acto de omnipotencia tal, que le impide ser ella, persona, mujer. Frente a todas estas dificultades o simplemente dolorosas realidades de nuestros hospitales, muchas veces nuestras esperanzas de cambio se depositan irremediablemente en otros: los políticos, los jefes de servicio, los Psicología Organizacional 237 médicos, los planes de salud. Casi podríamos llegar a asegurar que el deseo de cambio es una fantasía con la que coexistimos contradictoriamente, como una “esperanza mítica de cambio”. Hasta los mismos enfermos internados poseen esta contradicción, cuando se quejan de su aislamiento de la familia, de la comida del hospital, de los medicamentos, etc. Suelen decir “cuando el Dr. X me dé el alta, todo cambiará”; lo curioso es que son ellos mismos en ocasiones, los que al ser dados de alta, se deprimen y se resisten a irse del hospital. Olivier Majastre cuenta una experiencia con el personal de enfermería, muy interesante. Se dijo al equipo de enfermeras de una institución que se introduciría un cambio inminente en todo el hospital y que ellas debían darle un nombre que lo simbolizara. Las denominaciones elegidas fueron algunas como: “nave del futuro”, “porvenir”, “esperanza lejana”, “horizonte”, “anhelo”, etc. Es decir, 238 Universidad Maimónides todos los nombres develaron un sentimiento mítico e irreal de una verdadera transformación, nada tenían que ver con un compromiso de cambiar ellas mismas. Los cambios son reclamados a los médicos, tanto por parte de las enfermeras, como de los pacientes. Muchas veces los psicólogos, que suelen llamarse a sí mismos “agentes de cambio”, tal como los definiera José Bleger, terminan convirtiéndose en los mejores mantenedores del sistema, burocratizándose como todos. Si fuese el médico quien pudiera introducir el cambio, éste debería empezar por establecer otro tipo de relación con los pacientes. También sería lógico esperar que la enfermera apoyara este cambio, que verbalmente demanda en forma continua. Pero, lamentablemente, con frecuencia esto no es así. El poder hegemónico del médico, suele ser aceptado plenamente, aún a pesar de las protestas. Parece casi soberano. Como dice el antropólogo médico Eduardo Menéndez, “el discurso médico del poder, es aceptado a veces hasta por los mis- Psicología Organizacional 239 mos pacientes que son sus mejores víctimas, de la misma forma que los sectores carenciados se asimilan al discurso del amo que los somete. En lugar de reclamar menos técnicos, profesionales y aparatos y reclamar por su mayor participación en las decisiones de salud, terminan reivindicando lo que los subsume aún más, lo que impide el cambio y la justicia en materia de salud. Es de esperar que si la enfermera reclama una mayor presencia y responsabilidad por parte del sector médico, debiera hacer todo lo posible para que esto sucediera. Pero no es así. Es curioso observar el “apresuramiento diligente” con que la enfermera evita el contacto entre enfermos y -médicos, diciendo por ejemplo: “No se moleste doctor, yo lo hago”, “yo lo acompaño”, “lo hago yo, usted está muy cansado”. Agreguemos a ello su rol de mediadora cuando “le informan” sobre sus pacientes, “le lee” la historia clínica o dice simplemente “dijo la enferma que...”, o también “el doctor me dijo que usted tenía que…”, dirigiéndose a los enfermos. 240 Universidad Maimónides La enfermera posee una doble escucha, que ejerce una presión sobre ella, de tal magnitud, que resiente su tarea. Como dice un sanitarista “el médico es así un rey coronado por la reina, la enfermera”. Entonces es más arbitro que jugador. Ella cree proteger al “rey-médico”, de los riesgos consecuentes del contacto con el paciente, y de esa forma, imaginariamente, cree también generarse un sistema de protección sobre ella misma, de todo lo que ese contacto genera en su persona. Por supuesto: que no estamos generalizando, ya que deben existir, situaciones diferentes; sólo se trata de una lectura de la realidad observada en los hospitales, de lo que las mismas enfermeras cuentan en los talleres de reflexión que venimos realizando desde hace algunos años. Lo esencial es que para la comprensión de la situación psicológica de las enfermeras no se deberá caer en la fácil trampa de analizar su rol, solamente como el de víctima, sino también se deberá describir y remarcar su mecanismo de participación involuntaria en los Psicología Organizacional 241 hechos que le aquejan y de los que se queja. Una simple encuesta en cualquier hospital, entre el personal de enfermería, nos dará una muestra de la profunda resistencia al cambio existente. En las respuestas, el compromiso de lo personal suele estar totalmente excluido. Sí se les pregunta por las causas de sus insatisfacciones laborales, suelen decir que se debe a que “el hospital es muy grande y el personal es escaso”, “porque la mayoría somos ya muy viejas”, “porque somos demasiado jóvenes y con poca experiencia”, “porque las del turno noche se duermen y abandonan a las enfermas”, “porque los salarios son muy bajos”, “porque no hay medicamentos suficientes”, “porque los médicos nunca están”, “porque los médicos nos dejan el peor trabajo”, etc. Aunque todas estas razones pueden ser válidas, en ocasiones cumplen la función de racionalizaciones, que impiden la expresión de los motivos personales o afectivos de cada una, que son a su vez gran parte de las causas 242 Universidad Maimónides que producen pasividad, con la eterna espera de que el “rey médico” introduzca los cambios. En su defecto, el director, el jefe de servicio, el gobierno o los políticos. Es indudable que una gran mayoría de enfermeras otorgan al médico, al sector médico, una omnipotencia mítica, que es a la vez causa de su propio padecimiento. Esto aparece con toda claridad en los talleres de reflexión sobre su tarea o en los grupos Balint. Los equipos quedan constituidos por personas o grupos de personas, que dependen mutuamente, con sentimientos de fuerte ambivalencia de quienes no cumplen cuando se los requiere. Como dicen las enfermeras “el Dr. Fulano, nunca está en el momento preciso en que más lo necesito”. Esta figura masculina de hombre deseado y ausente todopoderoso, amado y odiado, representa una figura de padre en la que la problemática edípica: se configura con toda claridad. Psicología Organizacional 243 El médico, también, es un personaje “duro de pelar”, en cuanto a propuestas de cambio. Teme perder los referentes que lo colocan en el centro del poder e inquietarse frente a las demandas de “curador”, “dador de vida” o’’semidios”; teme cobrar conciencia de su impotencia ante la vida y la muerte, correrse del lugar imaginario en que sus determinantes vocacionales lo colocaron. El médico hace uso de la enfermera para mantener su “endeble política de curación”, el hegemónico centro del poder que ejerce el saber de curar. Cuando alguna paciente requiere del médico una atención individualizada, especial, y sucede que se dedica más a una que a otras, suele entrar en conflicto con la enfermera, desatándose en estas ocasiones enfrentamientos con su colaboradora, quien le reprocha “sus preferencias”, o que “no vea a todas por igual”, con sentimientos muy cercanos a los celos de una hija frente al padre o de una esposa frente a las hijas mujeres. La problemática edípica mencionada anteriormente, pone al médico 244 Universidad Maimónides ante la situación de “tener que optar”. Es posible, dicen algunos autores, que esta especie de “enferma vedette” haga su aparición como un emergente institucional, cuando los vínculos interdisciplinarios poseen patologías que obran negativamente sobre la asistencia. Las instituciones padecen de síntomas, al igual que los pacientes: se altera su homeostasis, aparecen los emergentes periódicamente, mostrando los problemas no resueltos entre los diferentes grupos humanos que la componen. Una de las características de la organización de las enfermeras es la de grupo cerrado o casta, donde las reivindicaciones gremiales de conjunto, pueden obrar como forma de negar el crecimiento personal, sin que innecesariamente esto deba ser valorado corno individualismo. Vemos entonces que ellas mismas dicen “debe ser para todas iguales”, todas juntas venceremos”, “lo único que vale es la antigüedad” u otras frases semejantes. Psicología Organizacional 245 Cuando se hacen propuestas concretas de perfeccionamiento, de participación en ateneos clínicos, de intercambio con otros sectores, como el de psicología, oponen una serie de justificativos para no realizarlos, que entran a las claras en contradicción con sus continuas demandas por “no ser consideradas”. Esto es muy claro con las parteras (comadronas) cuyo discurso permanente es la queja por la marginación del médico obstetra y la poca valoración y jerarquización de su trabajo. Son ellas mismas las que en muchas ocasiones manifiestan “no tener tiempo” o “para que tanta reunión o grupo, si quien le lava el trasero a los pacientes, somos nosotras”. Por supuesto que también suceden cosas diferentes, como en un taller; realizado en Ibiza hace poco, donde las comadronas manifestaron que en 20 años, era la primera vez que la administración les ofrecía un curso de perfeccionamiento. Esto, si embargo, no es lo más frecuente, pues la, tendencia a la pasividad y a la burocratización es un germen contagioso de los equipos de salud, no solamente de la enfermera. 246 Universidad Maimónides Creo que es muy importante el destacar la contradicción entre una queja constante por la falta de gratificaciones, que no son sólo salariales, y la profunda resistencia al cambio, sobre todo cuando éste precondiciona la necesidad de revisar las peculiaridades de relación ínter y extragrupales. La queja es así, un instrumento para mantener el sistema. Un ejemplo; cuando los médicos deciden demandar una mayor participación a las enfermeras, en relación a la responsabilidad de las decisiones hacia los pacientes, esto suele ser rechazado con argumentos formales, tales como “si usted me hace una nota firmada, yo lo haré”, “si después hay, problemas, yo no quiero ser la culpable”. Se pone en una encrucijada; cuando se le restituye el lugar de responsabilidad y jerarquía en el equipo, intenta hacer sobrevivir la omnipotencia y omnipresencia del médico. La reina vuelve a coronar al rey. Pero también el médico es capturado en su imaginario mundo de “sultán de la salud”, donde define a las mujeres que le rodean como Psicología Organizacional 247 posesiones personales, diciendo “mi enfermita” o “mi enfermera”. Esto se convierte en un sistema de descalificación y despersonalización, que se opone de manera evidente a la posibilidad de un cambio, instalándose formas de interrelación primitivas, muy lejos por cierto de los conceptos actuales de interdisciplinariedad o democratización institucional. Al respecto Franco Basaglia afirmaba que el hospital “es un conglomerado político ambivalente y contradictorio, que se mueve desde una represión opresiva, hasta un liberalismo anárquico”. En los países que padecen continuos cambios de sistemas políticos, como por ejemplo la Argentina, aparecen reiterados propósitos reformadores de la asistencia sanitaria. Allí las instituciones han producido todos los mecanismos posibles de defensa, con tal habilidad que existe un “elenco estable”, que ve pasar nuevos jefes y funcionarios, con la actitud de quien espera después “ver pasar el cadáver de 248 Universidad Maimónides su enemigo”. Resulta doloroso, sin duda alguna, analizar tal nivel de dinamismos desestructurantes, que nos han llevado casi a una total alienación de nuestras instituciones. Por nuestras experiencias en instituciones hospitalarias del país, podemos decir que cada vez que se produce un golpe de timón*’, o el intento de “aparición de la nueva Ley”, se ponen automáticamente en marcha sus sistemas de defensa contra el cambio. Uno de ellos es la rigidización de normas y prohibiciones. Cuando se produjo el último cambio de gobierno constitucional en la Argentina (1989), en algunos servicios en que la instauración de la democracia en 1983 había permitido modificar los sistemas autoritarios impuestos por militares, se originó un intento de recuperarlos, solamente bajo la excusa de que “había relajo” o que “se había perdido el orden”, u otro tipo de justificativos. Así, en dependencias sanitarias del Ministerio de Educación, los integrantes de los equipos se encontraron de un Psicología Organizacional 249 día para otro con que un empleado sentado en la puerta de entrada, planilla en mano y lápiz rojo, controlaba autoritariamente a sus mismos compañeros las llegadas tardes. Advierto que esto era aplicable desde los jefes de servicio hasta las mucamas. Junto a ello una serie de “actos prohibidos” o “recumplimiento de normas”, transformaron lo que debía ser solamente un cambio de gobierno democrático a otro, en una casi recuperación de sistemas de relación impuestas por el sistema autoritario militar. Esta actitud hizo perder el clima de camaradería y democratización que durante seis años había costado tanto recuperar, marcó rivalidades y enfrentamientos e hizo revertir programas, imponer de nuevo el temor a los jefes, y la desconfianza entre los compañeros de trabajo. Muchos renunciaron, otros fueron discretamente presionados para hacerlo, la mayoría volvió a funcionar como antes, adaptándose al sistema que impedía el cambio. La burocracia había triunfado otra vez. 250 Universidad Maimónides Los denominados “lugares prohibidos” o “sectores reservados”, dentro del espacio institucional, cumplen funciones psicológicas muy específicas, que han dado lugar a la creación de los talleres que venimos realizando en los últimos años. En la experiencia ya descripta que hicimos en la Maternidad Municipal de San Isidro, provincia de Buenos Aires, la explicación para separar con un candado en la escalera la sala de parto en un piso “y la de reanimación de recién nacidos en el siguiente, era que se evita que las madres suban y contagien a sus hijos”. El trabajo en grupo de reflexión con el personal de neonatología permitió ver más adelante que se trataba de uno más de los múltiples “temas silenciados” de los hospitales. Una prohibición común es la de no permitir a los enfermos que caminen por los pasillos del hospital, o que bajen las escaleras a la sala de espera donde están los “civiles” (los no-internados). La causa expuesta es que “se Psicología Organizacional 251 pueden caer” o que “pueden tropezar con las camillas y lastimarse”. En los psiquiátricos se suele prohibir la salida de los internados hacia el jardín “porque pueden ser atropellados por los autos”. ¿De qué se trata esta normatización que debe hacer cumplir el personal de enfermería, definiendo lugares prohibidos o situaciones a evitar, bajo argumentos, tan frágiles?... ¿Será verdad que todos estos peligros se impiden con la quietud en la cama o el encierro en la sala? La enfermera se convierte así en una especie de “policía de tránsito hospitalario. Los enfermos suelen pedir permisos especiales a los médicos, para ser autorizados a transgredir lo no-permitido. Muchas veces las enfermeras igualmente se resisten, argumentando que “este médico está loco, luego si pasa algo, nosotras cargaremos con la culpa”, o también”; “doctor, usted es un santo, lo permite todo”. Observando durante muchos años las ab- 252 Universidad Maimónides surdas prohibiciones, los espacios exclusivos, las normas inexplicables, no podemos menos que entender esto como un sistema organizado y automatizado de los hospitales, que de esta forma evitan otros temas, otros espacios, otros contactos. Posiblemente aquello de lo que no se habla, lo silenciado, pero que igualmente circula por la institución, como los gérmenes peligrosos del torrente sanguíneo, que todos tratan de evitar. En los hospitales hay un sistema organizado de silenciamiento de lo prohibido, precisamente aquello que, si se le diera la palabra, se convertiría en el mejor motor para la transformación del sistema. Estos temas silenciados pueden ser: la iatrogenia, el maltrato y la asistencia deshumanizada, la tortura tecnológica, los sistemas de relación por servidumbre y explotación, el miedo a la muerte, el asco y la repugnancia por el paciente, el amor y el erotismo prohibido entre pacientes y profesionales, los pequeños asesinatos, los pactos perversos entre los profesionales, el aborto, la mutilación Psicología Organizacional 253 y el robo de niños, el sufrimiento por la muerte, el sadismo, el deseo de matar, los suicidios y los asesinatos encubiertos, el terror, el horror, los deseos de huir, el pánico al contagio, el disimulo del “terrible error”, la lucha por el poder, el desprecio por el paciente, la impotencia laboral, la locura y el miedo a enloquecer. Y tantos temas más. Todo este contenido institucional latente, jamás se pone de manifiesto en forma espontánea; se reprime, se niega o se transforma en un síntoma. Lo que es peor, la enfermera debe desarrollar verdaderos mecanismos grupales e individuales para defenderse de la intensa ansiedad que estos hechos le producen. Es lo que se denomina sistemas de defensa contra la ansiedad, como algunos de los que hemos descrito en esto trabajo: la despersonalización bajo la bata (delantal), el borramiento de su persona, la idealización mítica de la función médica, la organización castrense de su grupo de trabajo, la disociación, la dilución de sus responsabilidades frente al médico o las com- 254 Universidad Maimónides pañeras, la rígida aceptación o la ritualización de las normas, etc. Sólo aquel que ha experimentado alguna vez lo que significa el “estar internado”, puede comprender lo que se experimenta cuando se pierde la identidad nominal y se pasa a ser un número de cama o una etiqueta de la patología que se padece. Ser “la 45” o “el apendicitis perforado”, es una dolorosa agresión que se suma a la de estar enfermo y separado de los seres queridos. Interrogadas las enfermeras sobre el porqué de tal costumbre, responden que “todos los pacientes son iguales” o “no hay que hacer diferencia”, defendiendo la designación cuestionada. Basta con ver el cambio de actitud de una parturienta cuando le decimos señora y le preguntamos su nombre, para comprender el dolor del “dejar de ser” dentro del hospital. La enfermera, por su parte, también pierde Psicología Organizacional 255 su identidad bajo su bata blanca, los zapatos de suela de goma para no hacer ningún ruido, la cofia y las características rígidas de su vestimenta, que la constituyen casi en una “monja civil”. Esto intenta diluirla, esconder su cuerpo, sumirla en la estandarización. El uniforme impide los sentimientos de los demás y por los demás. Crea barreras. Enfermos con etiquetas o números y enfermeras pertrechadas bajo el almidón de sus delantales, ocultan a las personas que sienten y que no pueden relacionarse humanamente. La persona no queda en la puerta del hospital ni bajo la bata, como quieren hacerles creer en las escuelas de enfermería. Es habitual que todos los profesionales que trabajan con enfermos, pretendan continuamente controlar sus sentimientos, por temor a identificarse o confundirse. Es notable que los psicólogos también usen bata blanca en los hospitales, como si pudieran contagiarse algo, aunque sólo trabajen con la palabra. 256 Universidad Maimónides El delantal blanco distingue a quienes están en el lugar de los sanos que creen poder curar. No es posible el riesgo de ser confundidos con lo contrario. A partir de las investigaciones de Menzies en la Tavistock Clinic, se logró una mayor profundización en el tema de la situación psicológica de las enfermeras. Como esta autora lo señalara, las mismas pierden satisfacción al no poder investir su personalidad plenamente en su trabajo y al no poder aportar su iniciativa. Las enfermeras viven sometidas en forma continua al pánico del posible estallido emocional, por la permanente fuerza de represión y negación de sus sentimientos, lo institucionalmente prohibido, lo silenciado. Es lo que René Kaës denominó las trampas de la institución, la protección de lo negativo en los espacios de ocultación, los depósitos o el enclaustramiento”. Parece necesario a la economía del funcionamiento hospitalario, el mantenimiento de zonas de oscuridad profunda, “el no-lugar del vínculo”. Psicología Organizacional 257 El control sobre la iniciativa personal, es parte de una organización de resistencia al cambio, de características peculiares. Las normas se estereotipan hasta convertirse en ritos, que definen el modo, el orden y el tiempo preciso de una acción. En esto la iniciativa personal está totalmente prohibida, e incluso castigada. El paciente debe ser levantado de la forma especificada. El enfermo que recibe una inyección en la nalga izquierda, deberá recibir la siguiente en la derecha. En los cursos de enfermería se enfatiza la importancia “de vida” para el paciente, en relación al estricto cumplimiento de las normas preestablecidas. Los grupos de enfermeras poseen una estructura casi castrense, organizadas por niveles jerárquicos de poder, la supervisora domina “a la enfermera y ésta a su vez a la auxiliar. El superior “por obediencia debida” se hace responsable de sus indicaciones, aunque sea su inferior quien las ejecute. Esto funciona, dice Jaques, como sistemas 258 Universidad Maimónides de defensa contra las ansiedades psicóticas que despierta este trabajo. Cuando las decisiones “pasan por varias manos”, se diluye la responsabilidad, evadiendo los costos a que puede llevar el “cometer errores peligrosos”. Las enfermeras, como los militares, suelen depositar unas en otras las responsabilidades o la culpa de los errores “fueron las de la noche”, “la culpa la tienen las recién iniciadas por inexpertas”, “fueron las más viejas”, “son las supervisoras”, etc. Por su parte, las supervisoras pierden contacto con los pacientes pero ganan en puesto de poder, lo cual las acerca más al trono del rey: el médico (el padre en la tríada edípica). Cuando aparece el error irreparable, con frecuencia sucede que intentan diluir las responsabilidades, depositando en el grupo la culpa. La imagen mítica de la enfermera, sola y con el dedo sobre la boca invocando silencio, o con la lámpara en la mano, como Florence Psicología Organizacional 259 Nithingale, simboliza la ausencia de la persona y el borramiento de su ser sexuado, bajo el almidón y la cofia blanca. Los pacientes suelen comentar que “es una santa”, “vive sólo para la profesión”, “sus amores sólo son sus pacientes”. Esta virtud monacal, se opone a otra fantasía de muchas personas: “hospital burdel”, fantasía de sexo desbordado. Pero estos no son los únicos pares de oposición en los marcos valorativos institucionales de las enfermeras. También “las sucias” y “las limpias”, “las viejas” y “las nuevas”, “las sacrificadas” y “las ociosas”, sirven como formas de despersonalización. La imagen estereotipo de la enfermera es la de gorda y desagradable, eterno objeto sexual de los médicos, padeciendo en silencio masoquista las opresiones institucionales. No pueden amar, ni odiar, ni rechazar, tampoco protestar. Detrás de la exageración del blanco de sus delantales-batas, está una mujer con una historia, que necesita reconocimiento perso- 260 Universidad Maimónides nal, pero está entrampada en las ansiedades que el trabajo hospitalario le genera. PROPUESTAS METODOLOGICAS PARA EL EQUIPO DE SALUD A partir de la reflexión teórica y la observación de los hechos dentro de los hospitales, diseñamos una estrategia metodológica para trabajar en talleres de reflexión y creación compartida. En un comienzo fuimos demandados para dictar seminarios sobre la salud mental del personal. En su mismo desarrollo fuimos rectificando tanto las técnicas como los objetivos. En la actualidad estos talleres poseen un mínimo de 15 y un máximo de 40 integrantes. Su tiempo de duración nunca es menor de 12 horas, se repite cada dos meses con el mismo grupo de participantes. Se utiliza el modelo de experiencias acumulativas, propuesto por Psicología Organizacional 261 Pichón Rivière, dentro del cual se introducen técnicas grupales participativas: grupo opera tivo, juegos psicodramáticos, técnicas lúdicas, creación gráfica y literaria y otras metodologías de creación de cada grupo. Como afirma Kaës, lo que importa es dejar hablar y escuchar, la condición primordial es permitir que advenga la representación de lo silenciado mediante la palabra, el juego o la creación conjunta. De esta forma es posible confrontarla con las representaciones míticas y rituales de las que las instituciones se munen necesariamente para defenderse del sufrimiento. Paulo Freire dice que “desmitologizar la realidad, es el proceso por el cual aquellos que antes habían estado sumergidos en la realidad, empiezan a salir, para reinsertarse en ella con una conciencia crítica’’. Para este autor, la salida de “una conciencia dominada” en el campo de lo social y de 262 Universidad Maimónides lo institucional, significa el abandono de la cultura del silencio. Cultura de quienes no se reconocen con derecho a la palabra, que viven sintiéndose “seres para otros y no seres para sí mismos”. Si bien esto se aplica desde el campo de la política hacia la educación, es también aplicable a la esfera de lo psicológico, dentro de las instituciones hospitalarias. Darle la palabra a quien así lo demanda sin obtenerla, poder situarnos como escuchas o facilitadores de los espacios de intercambio, es la función de los talleres para trabajadores de la salud, especialmente médicos y enfermeras. Los comentarios de las personas que participan de estas experiencias grupales suelen ser semejantes, “nunca pudimos hablar de todo esto”, “yo siempre quise decirle a fulano o a mengano esto, pero no podía”, “ahora me siento mejor, sin máscaras”, “me siento con mayor deseo de trabajar”, “desde que pudimos hablar, me tensiono menos”. Psicología Organizacional 263 La fórmula, aunque simple, no parece sin embargo ser valorada en su magnitud. También, en ocasiones, es desvalorizada. Sobre todo cuando se confunde esta tarea con los objetivos de la clínica analítica. Nada tan lejos de nuestros propósitos. Simplemente, diseñamos junto con los mismos interesados a partir de sus demandas, estrategias grupales para la prevención o el cuidado de su salud, en el marco de las instituciones donde trabajan, precisamente, cuidando la salud de otros. UNIDAD IV: ESTRUCTURA Y FUNCION DE LOS GRUPOS Extractado del libro “ Psicología de la organización” Capítulo 9 de Edgar Schein DEFINICION DE UN GRUPO ¿Qué es un “grupo”? ¿Qué tan grande puede ser? ¿En qué se distingue un grupo de una multitud? Como los problemas que nos conciernen son esencialmente los problemas psi- 266 Universidad Maimónides cológicos de la organización, parece ser apro piado tratar de definir un grupo en términos psicológicos: Un grupo psicológico es cualquier número de personas que (1) interactúan unas con otras, (2) que sean psicológicamente conscientes unas de otras y (3) que se perciban a sí mismas como un grupo. El tamaño del grupo está limitado entonces por las posibilidades de interacción y percepción mutua. La definición no incluye una congregación cualquiera porque en ellas la gente no interactúa ni se percibe a sí misma como un grupo, aún en el caso en que cada persona sea muy consciente de la presencia de otras personas, como sucede por ejemplo en una multitud que se encuentra observando algo en una esquina. Un departamento, un sindicato o una organización no se podrían considerar un Psicología Organizacional 267 grupo a pesar de que sus miembros se refieran a sí mismos como “nosotros”, porque por lo general, ni interactúan ni son totalmente conscientes unos de otros. Sin embargo, los equipos de trabajo, los comités, las partes de un departamento, y otras asociaciones informales que se constituyen entre miembros de la organización sí encajan en esta definición. Después de definir un grupo e indicar que el ímpetu básico que estimula la conformación del grupo surge del mismo proceso organizacional, examinemos ahora los tipos de grupos que en, realidad, se encuentran en una organización. TIPOS DE GRUPOS EN LAS ORGANIZACIONES Grupos formales Los grupos formales son aquellos que deliberadamente conforma un gerente de empresa 268 Universidad Maimónides para realizar una tarea específica claramente relacionada con la misión organizacional. Los grupos formales pueden ser de dos clases, según el tiempo que duren conformados; (1) Grupos formales permanentes como los que conforma un equipo de altos ejecutivos, una unidad de trabajo dentro de un departamento de la organización, un comité permanente, etc. (2) Grupos formales temporales como los que conforman los comités o comisiones especiales creadas para llevar a cabo una misión muy particular. Por consiguiente, una organización puede crear un comité o un grupo de estudio para revisar políticas salariales, estudiar las relaciones entre la organización y la comunidad, presentar propuestas tendientes a mejorar las relaciones obrero-patronales, pensar en nuevos productos y servicios, etc. Los grupos formales temporales pueden existir durante mucho tiempo. Lo que les da el carácter temporal es el hecho de que la organización misma es la que los define como tales y que sus miembros se sientan parte de un grupo que puede dejar de existir en cualquier momento. Psicología Organizacional 269 Grupos informales Tal y como se anotó antes, a los miembros de una organización se les pide formalmente que realicen sólo ciertas actividades para desempeñar su rol organizacional. Sin embargo, como es la persona la que llega a trabajar o la que entra a la organización y como la gente tiene necesidades que trascienden las del trabajo, es natural esperar que quieran tratar de satisfacerlas estableciendo una variedad de relaciones con otros miembros de la organi zación. Si la ecología del área de trabajo y el horario de trabajo lo permiten, estas relaciones informales se convierten en grupos informales. En otras palabras, casi siempre se puede asumir que la tendencia a conformar grupos informales existe porque todos tenemos necesidad de relacionarnos con otras personas. Cómo opera esta tendencia en la creación real de grupos depende mucho, sin embargo, de la localización física de la gente, de la naturaleza del trabajo que se va a realizar, de los horarios, etc. Los grupos informales, por consiguiente, 270 Universidad Maimónides surgen de la combinación particular de factores “formales” y necesidades humanas. Algunos ejemplos nos pueden ayudar a aclarar este aspecto tan importante. En un lugar en donde un grupo de obreros se dedicaba a instalarle cable a un equipo, en los estudios realizados en Hawthorne, los dos grupos informales más grandes estaban constituidos por los que estaban “al frente” del salón y por aquellos que estaban en la “parte de atrás”. Este patrón de conformación surgió de las interacciones reales de trabajo que se daban en el grupo y de las pequeñas diferencias en el tipo de trabajo que se estaba haciendo en cada esquina del salón. Los que estaban al frente se consideraban más importantes porque creían que lo que les correspondía hacer era más difícil, a pesar de que salarialmente no ganaban más que los que estaban atrás. Por consiguiente, entonces, los grupos informales tienden a surgir, en parte, de las características formales particulares de la organización (Homans, 1950). Psicología Organizacional 271 En algunos estudios sobre amistad y asociación informal se ha encontrado también que estas relaciones a menudo se basan sencillamente, en la probabilidad de que una persona se encuentre con otra en el curso de sus actividades diarias de trabajo. En un proyecto de vivienda, por ejemplo, la probabilidad de que se iniciara una amistad estaba determinada principalmente por la localización y dirección de las puertas de acceso (Festinger, Schachter & Back, 1950). Resultados igualmente sorprendentes con relación al fenómeno de “proximidad” se observaron en un número de laboratorios R & D llevados a cabo en varias industrias y organizaciones privadas. Allen (1977) descubrió que la frecuencia de la comunicación sobre aspectos técnicos que se daba entre varios ingenieros y científicos en el laboratorio estaba directamente relacionada con la distancia física que había entre los escritorios u oficinas de cada uno de ellos. Cuando la distancia sobrepasaba los 40 metros, la probabilidad de 272 Universidad Maimónides que hubiese comunicación entre la gente se reducía a casi cero. Encontrarse en la oficina del frente o al final del corredor no era muy diferente a encontrarse fuera de la ciudad. Como la calidad de las soluciones de carácter técnico que brinda un departamento de ingeniería depende del intercambio de información entre sus miembros, es importante que las facilidades físicas se diseñen de tal manera que, al reducir la distancia física entre la gente, se aumente la probabilidad de interacción. O, si no fuera posible darle al problema este tipo de solución, entonces se tendría que pensar en otros mecanismos de compensación que estimulen la comunicación. Allen descubrió también que algunas personas de las que estaban en el laboratorio se mantenían más o menos bien informadas y funcionaban como “recurso tecnológico” pues estaban socio-métricamente mejor conectados y podían, por tanto, contribuir a que el laboratorio fuera más efectivo. Un ingeniero bien informado pero aislado so cialmente no podría, por definición, funcionar Psicología Organizacional 273 como “recurso” tecnológico (Allen, 1977). Los grupos informales casi siempre surgen si las oportunidades existen. A menudo, estos grupos vienen a servir una “función contraorganizacional” en la medida en que puedan contrarrestar las tendencias coercitivas de la organización. Estos grupos se pueden convertir en grupos con mucho poder y tratar de cambiar los fines de la organización. Un gerente que teme el impacto de este tipo de grupos, diseña los cargos o el ambiente físico de trabajo de tal manera que se elimine la posibilidad de que se dé una interacción significativa entre los empleados (como sucede en las fábricas ensambladoras en donde por lo general se produce mucho ruido) y se prevenga también, así, la conformación de grupos informales. Es posible también que se decida rotar sistemáticamente a líderes o a miembros claves del grupo para evitar que surja una estructura de grupo estable. Esta técnica la utilizaron con éxito los comunistas chinos con los prisioneros 274 Universidad Maimónides de la guerra de Corea (Schein, 1956, 1961). Cada vez que un grupo de prisioneros formaba una coalición, los chinos trasladaban a un miembro clave de una parte a otra hasta que poco a poco inducían en ellos un sentimiento de ostracismo social que acababa con el deseo de resistir o escapar. Tipos de grupos informales Los grupos informales que se conforman en las grandes organizaciones se pueden clasificar en varios tipos, tal y como lo observó Dalton (1959) en su estudio clásico sobre la industria. Los grupos más comunes son los llamados grupos horizontales que Dalton define como asociaciones informales de trabajadores, empresarios u otros miembros de la organización que tienen más o menos el mismo rango y trabajan más o menos en la misma área. En el estudio de Hawthorne había dos de estos grupos. La mayoría de las organizaciones que se han estudiado, independientemente de su función bá- Psicología Organizacional 275 sica, tienen una organización informal amplia conformada por varios de estos grupos. Un segundo tipo, que Dalton denomina grupo vertical, está conformado por miembros de un mismo departamento pero ubicados en niveles diferentes. Por ejemplo, en varias, de las organizaciones que Dalton tuvo oportunidad de estudiar, se encontraron grupos conformados por trabajadores, uno o dos capataces y uno o más ejecutivos de alto nivel. Las relaciones en tre algunos de los miembros eran, claramente, relaciones entre subordinados pero a más alto nivel. Este tipo de grupos se dan aparentemente por la amistad previa que pueda existir entre sus miembros o por la necesidad que tenga cada uno de lograr sus metas. Por ejemplo, algunos de estos grupos juegan a veces un papel importante en la comunicación que se da de abajo hacia arriba y viceversa. A un tercer tipo de grupo informal se le podría llamar grupo mixto o conformado al azar y está compuesto por miembros ubicados 276 Universidad Maimónides a niveles diferentes, pertenecientes a diferentes departamentos y a diferente localización física. Estos grupos pueden surgir por intereses diferentes o para suplir necesidades funcionales que la organización formal no alcanza a suplir. Por ejemplo, el jefe de producción de pronto decide cultivar buenas relaciones con uno de los mejores trabajadores en mantenimiento para no tener que seguir el conducto regular cuando una máquina se dañe y necesite servicio de mantenimiento inmediato. En la universidad son comunes los grupos informales que estudiantes, profesores y administradores conforman para atender los problemas que la estructura de comités formales no alcanzan a manejar. Las relaciones que se dan fuera del contexto organizacional pueden constituir otra fuente importante de conformación de grupos. Por ejemplo, varios miembros de la organización pueden vivir en el mismo vecindario, ir a la misma iglesia o pertenecer al mismo club. En resumen, en la organización siempre se van a encontrar distintas clases de grupos, for- Psicología Organizacional 277 males algunos por diseño y creación deliberada para realizar una tarea específica, informales otros creados por la necesidad que la gente tiene de interactuar y otros que se conforman sencillamente por la probabilidad de interacción dada por la proximidad física, por la similitud de intereses o por otros factores fortuitos. FUNCIONES QUE DESEMPEÑAN LOS GRUPOS Una de las razones por las que los grupos son tan comunes es porque desempeñan una gran cantidad de funciones para sus miembros y para la organización. Es conveniente distinguir estos tipos de funciones y recordar que la base sobre la cual se conforma un grupo es por lo general supremamente compleja y “determinada’” en la medida en que un grupo cualquiera pueda desempeñar simultáneamente una variedad de funciones organizacionales formales y suplir buena parte de las necesidades personales que cada miembro tiene. 278 Universidad Maimónides Funciones organizacionales formales de los grupos Las funciones organizacionales formales son aquellos aspectos de la actividad grupal que coinciden con la misión básica de la organización. Algunas de esas funciones se pueden identificar: a. El grupo puede servir para realizar una tarea, compleja e interdependiente, que a una sola persona le quedaría muy difícil realizar y que no se podría subdividir en tareas independientes. Por ejemplo, para volar un avión se requiere una tripulación compuesta de varios miembros, con funciones específicas altamente interdependientes. b. Un grupo puede servir para generar nuevas ideas o soluciones creativas cuando la información entre varias personas inicialmente es muy dispersa y/o cuando se necesita un estímulo mutuo Psicología Organizacional 279 entre cada uno de los miembros para llegar a ser completamente creativos. c. Un grupo puede desempeñar funciones de coordinación o servir de vínculo entre varios departamentos cuya labor es en cierto modo, interdependiente. Es posible disminuir los problemas de comunicación y mantener una acción coordinada cuando se invitan representantes de un departamento a conformar comités, comisiones o equipos de trabajo. d. Un grupo puede ser un mecanismo de resolución de problemas si los problemas requieren el procesamiento de información compleja, la interacción de miembros que poseen diferente información y la evaluación crítica de las posibles alternativas de solución. Por consiguiente, la organización utiliza equipos de trabajo, comisiones, comités y grupos “ad-hoc” para atacar problemas 280 Universidad Maimónides específicos tales como los de planeación a largo plazo, diseño e introducción al mercado de nuevos productos, desarrollo de estándares de producción u otros criterios que se tienen que aplicar en toda la organización. e. Un grupo se puede utilizar para facilitar la implementación de decisiones complejas. Por ejemplo, si una compañía decide trasladar una fábrica de un lugar a otro (una tarea muy compleja, por lo general), lo que mejores resultados ha dado es conformar un equipo con representantes de los principales grupos de trabajadores y empleados de la fábrica y encargarlos de decidir los detalles logísticos del traslado. El traslado entonces se hace mucho más fácilmente, en menos tiempo, con menos quejas y con menos deterioro de herramienta y equipo por el solo hecho de haberle dado al trabajador la oportunidad de participar en el proceso. Psicología Organizacional 281 f. El grupo se puede utilizar como un medio de socialización o entrenamiento. Se puede impartir un mismo mensaje y desarrollar una perspectiva común de grupo cuando varias personas se reúnen en una situación de entrenamiento. Como veremos más adelante, esta estrategia tiene sus riesgos porque la perspectiva común de grupo puede llegar a expresarse en forma contraorganizacional pero los riesgos no han sido lo suficientemente serios como para que la organización deje de utilizar grupos para sus actividades educacionales (Van Haanen & Schein,1979). La lista desde luego no es exhaustiva. Como un instrumento poderoso para la implementación de una variedad de funciones relacionadas con la tarea; el grupo ha empezado ya a entrar en el círculo empresarial. La organización puede ahora incrementar considerablemente toda su efectividad planteándole a las personas más indicadas en el momento más 282 Universidad Maimónides oportuno, los problemas que ellos tienen más posibilidad de resolver. Funciones psicológicas individuales de los grupos Los miembros de una organización traen consigo una variedad de necesidades y los grupos pueden suplirlas en buen número. Podemos presentar una lista de las principales funciones que los grupos desempeñan, dentro de las categorías siguientes: a. Los grupos son, ante todo, un medio para satisfacer nuestras necesidades de afiliación, es decir, nuestras necesidades de amistad, apoyo moral y afecto. El prototipo original de estos grupos, conocido a menudo como “grupo primario” es, desde luego, la familia. Todavía en la edad adulta dependemos de la familia para satisfacer estas necesidades pero descubrimos también que necesi- Psicología Organizacional 283 tamos grupos de amigos, grupos de trabajo y otro tipo de relaciones para satisfacer las necesidades de afiliación. b. Los grupos son esencialmente un medio de desarrollar, incrementar y confirmar nuestro sentido de identidad y mantener nuestra estima de sí mismo. Aquí también, la familia es el grupo en donde se inician estos procesos básicos pero otros tipos de grupos formales e informales, muchos de ellos en el trabajo, se convierten en fuente importante para determinar o confirmar el concepto que tengamos de quiénes somos, qué status tenemos, qué tan valiosos somos, y por consiguiente, qué tan dignos nos sentimos. Los símbolos de status, los uniformes, las placas de identificación y otras manifestaciones externas son importantes porque nos ayudan a sostener nuestra identidad y nuestra dignidad. c. Los grupos sirven esencialmente para 284 Universidad Maimónides establecer y comprobar la realidad social. Podemos reducir la incertidumbre que nos produce el medio social discutiendo con otros los problemas que se nos presentan, buscando perspectivas comunes y tratando de llegar a un consenso sobre la forma de resolverlos. Por ejemplo, cuando varios trabajadores están de acuerdo en que un jefe demasiado exigente les produce cierta inseguridad, llegan al consenso de que los trata como esclavos y desarrollan estrategias para enfrentarse con él, el proceso reduce la incertidumbre y la ansiedad que produce el no entender qué está pasando. Muchas de las creencias que los grupos tienen, por ejemplo, la creencia entre los trabajadores de la planta Hawthorne de que si producían más la empresa les pagaría menos por cada pieza que se produjera, puede no tener ningún fundamento real pero funcionar como si fuera una realidad. Según los sociólogos “si la gente define una situación como Psicología Organizacional 285 una situación real, las consecuencias de esa situación también serán reales”. d. Los grupos sirven también para reducir la inseguridad, la ansiedad y la sensación de impotencia. El dicho de que “la unión hace la fuerza” resalta el hecho de que no sólo el número de personas representan fuerza en relación con el adversario sino que existe la evidencia suficiente para concluir que entre más personas estén del lado mío más fuerte me siento y menos ansiedad e inseguridad me produce el peligro (Asch, 1951; Schachter, 1959). Por ejemplo, no hay duda de que cuando un grupo de trabajadores siente cierta inseguridad y se siente explotado por una determinada situación laboral, se puede agrupar en sindicatos o en unidades negociadoras y reducir de esta manera la sensación de impotencia que la situación le produce. En la misma forma, cuando un grupo de trabajadores informalmente decide 286 Universidad Maimónides “restringir la producción”, tal y como lo hicieron en el estudio de Hawthorne, siente que pueden desafiar el poder que tiene la empresa de controlarlo a través de un sistema de incentivos. e. Finalmente, un grupo se puede convertir en un mecanismo por medio del cual sus miembros pueden resolver los problemas o realizar las tareas del grupo pero no las de la empresa. Este mecanismo es comparable con el mecanismo de funciones formales que se identificó anteriormente. Por tanto, el grupo puede servir para recoger información, ayudarle a alguien que está cansado o enfermo o evitar el aburrimiento, inventando juegos o participando en actividades distintas a las actividades organizacionales. Argyris (1964) cita el ejemplo clásico de este tipo de “creatividad” laboral. A un grupo de trabajadores de una compañía electrónica le molestaba que su jefe hiciera visitas sorpresa Psicología Organizacional 287 a cada uno de los departamentos para determinar cómo iba el trabajo. Con el fin de prepararse para una posible visita de “inspección” utilizaron buena parte del equipo que estaban fabricando para instalar un sofisticado sistema de alarma. El jefe nunca se dio cuenta de que se estaban utilizando miles de dólares en equipo para una actividad interna del grupo, diseñada con el solo propósito de realizar una tarea psicológica de los miembros del grupo. No cabe duda, después de discutir las funciones anteriores, que los grupos no sólo son muy comunes sino también muy importantes, aún en el caso de no tener tareas formales, organizacionalmente diseñadas. Los grupos suplen muchas de nuestras necesidades psicológicas más básicas y como buena parte de nuestra vida adulta la pasamos dentro de diferentes tipos de contextos laborales, no sorprende que los grupos se conviertan en parte integral de esos contextos. 288 Universidad Maimónides Funciones múltiples o mixtas Uno de los descubrimientos más comunes de la investigación que se ha hecho sobre los grupos que se conforman en una organización, es que la mayoría de ellos parecen tener funciones formales e informales; suplen las necesidades de la organización y de cada uno de sus miembros. Los grupos psicológicos, por consiguiente, bien pueden ser la unidad clave que facilite la integración entre los fines de la organización y las necesidades personales de sus miembros. (Leavitt, 1975). Por ejemplo, un grupo formal de trabajo como el que se encuentra en la industria o en el ejército (por ejemplo, un regimiento) a menudo se trasforma en un grupo psicológico que suple gran variedad de las necesidades psicológicas de sus miembros. Cuando esto sucede, el grupo se convierte en fuente de niveles más altos de lealtad, compromiso y energía al servicio de los fines organizacionales, que los que se pudiesen lograr si las necesidades Psicología Organizacional 289 psicológicas de los miembros del grupo no se pudiesen satisfacer dentro de la organización. Un problema central de investigación y de práctica empresarial es entonces la necesidad de determinar las condiciones que aseguren la satisfacción de las necesidades psicológicas de los grupos formales de trabajo. Por otra parte, uno de los fenómenos organizacionales más importantes y más interesantes que se ha observado hasta ahora, es el inverso del desarrollo de lo formal a lo informal. Dalton (1959) encontró, en su investigación, muchos grupos basados en características informales tales como ancestro común, religión o afiliación a organizaciones comunitarias. Es interesante por ejemplo, cómo un gerente puede utilizar estos grupos informales como canales de comunicación formales para obtener información sobre las condiciones en que se encuentran diferentes partes de la organización y para comunicarle a los jefes de operación los cambios en las políticas de producción que la empresa está considerando. El 290 Universidad Maimónides mecanismo que se utilice podría ser el intercambio de información a la hora de almuerzo, en una reunión del club rotario local, durante un partido de golf en el club campestre o en una conversación telefónica muy informal. Según Dalton estos contactos no sólo suplen muchas necesidades psicológicas sino que se hacen indudablemente necesarios para mantener la efectividad organizacional. En resumen, la existencia de los grupos en las organizaciones es importante por la posibilidad que estos tienen de desempeñar funciones organizacionales y psicológicas de vital importancia. Si la organización se puede diseñar de tal manera que las fuerzas psicológicas de los grupos trabajen en forma congruente con los objetivos de la organización, existe más posibilidad de aumentar, a largo plazo, la efectividad de la organización y la satisfacción de las necesidades del individuo. Examinemos ahora algunos de los factores que influyen en la trasformación de grupos, en Psicología Organizacional 291 su efectividad y en lo que es más importante en la medida en que sea posible integrar los fines de la organización con las metas que se fija cada persona. FACTORES QUE AFECTAN LA INTEGRACION DE LOS FINES ORGANIZACIONALES CON LAS NECESIDADES PERSONALES EN LOS GRUPOS Una variedad de factores determinan el tipo de grupos que pueden existir en una organización y la medida en que esos grupos entren a desempeñar tanto funciones de tipo organizacional como funciones de tipo personal o ambas. Estas variables se pueden dividir en tres grandes categorías: factores ambientales, clima cultural, social, físico y tecnológico en el cual el grupo existe; factores de afiliación, los tipos de personas que conforman el grupo, categorizados en términos de los antecedentes personales de esas personas, de sus valores, 292 Universidad Maimónides de su status relativo, de sus habilidades, etc.; y factores dinámicos, la forma como el grupo está organizado, el estilo o estilos de liderazgo, la cantidad de entrenamiento en liderazgo v asociación que cada miembro del grupo haya recibido, los tipos de tareas que se le dan al grupo, el éxito o fracaso que el grupo haya tenido, su nivel de desarrollo, etc. Factores ambientales Los factores ambientales tales como la organización del trabajo, la localización física de los trabajadores y el horario de trabajo requerido determina quién va a interactuar con quién y por tanto, determina también quiénes van a conformar los grupos. Si se quiere que los grupos desempeñen tareas organizacionales, el ambiente de trabajo debe permitir, y aún más, auspiciar la conformación de grupos “lógicos”. Esto se puede lograr conformando equipos de trabajo o permitiendo que los grupos surjan, si tienen Psicología Organizacional 293 tiempo suficiente para interactuar y para conformarse como grupos. En muchos casos, la naturaleza del trabajo o del lugar donde se vaya a realizar, requiere la acción efectiva del grupo como sucede por ejemplo con las tripulaciones de un submarino, de un tanque o de un bombardero, en grupos que trabajan en aislamiento total durante mucho tiempo —por ejemplo en una estación de radar o en una estación meteorológica— o con los equipos médicos de un hospital. En otros casos, aún cuando son requerimientos técnicos no lo exigen, la organización, a menudo, auspicia la conformación de grupos. Por ejemplo, el ejército en lugar de remplazar a un soldado cada vez que se necesita ha empezado a utilizar grupos de cuatro personas que reciben juntas entrenamiento básico para reemplazar a sus compañeros en combate. En la industria hotelera, donde es supremamente importante que los altos ejecutivos funcionen como equipo, una compañía ha iniciado un programa consciente de entrenamiento de 294 Universidad Maimónides sus ejecutivos, antes de que se hagan cargo del hotel, para asegurar así óptimas relaciones laborales. La medida en que estos grupos, diseñados tan lógicamente, puedan suplir necesidades psicológicas depende en gran parte de otro factor ambiental: el clima empresarial. El clima empresarial está determinado principal mente por los supuestos sobre la motivación del empleado que prevalecen en la organización. Si los supuestos que la organización favorece son los racionales-económicos, lo más seguro es que los grupos no se utilicen en forma racional. De acuerdo a estos supuestos la organización debe destruir los grupos o evitar su conformación para aumentar al máximo la eficiencia individual. Si lo que se necesita es coordinación, la línea de ensamblaje o cualquier otro medio mecánico puede suplir esa necesidad. En consecuencia, un clima basado en supuestos racionales-económicos tiene Psicología Organizacional 295 mayor posibilidad de producir grupos que estén a la defensiva o en contra de la empresa. Este tipo de grupos surgen para darle a sus miembros una sensación de dignidad y de se guridad que no encuentran en la organización formal. Una organización que trabaja bajo supuestos sociales propicia y fomenta la conformación de grupos pero puede crear grupos que no estén lógicamente relacionados con el logro de tareas. Este tipo de organización, a menudo, se adhiere a una filosofía de diseño y asignación de cargos basada en supuestos racionales-económicos pero que trata luego de suplir, por medio de grupos sociales extrínsecos a la organización laboral inmediata, las necesidades de afiliación de sus miembros: equipos de bolos y béisbol de la compañía, paseos y otras actividades sociales. Estos grupos no permiten la integración de fuerzas de grupo formal e informal, porque no tienen función intrínseca de tarea. 296 Universidad Maimónides Una organización que trabaje con supuestos de autoactualización tiene más posibilidad de crear un clima que conduzca a la conformación de grupos psicológicos verdaderamente significativos en virtud de la importancia que la organización le da al significado intrínseco del trabajo. Sin embargo, estas organizaciones —por ejemplo, la división de investigación de una empresa industrial o de una universidad— casi nunca llevan estos supuestos a una conclusión lógica. Por lo general es tanta la importancia que tiene el crear situaciones de verdadero interés para el individuo y tan poco el que se le da al esfuerzo colectivo, que casi nunca se auspicia la conformación de un grupo. La integración efectiva de las necesidades organizacionales con las personales requiere indudablemente un clima flexible que propicie la adopción de estrategias de grupo en una determinada oportunidad pero que se oponga a ellas en otras circunstancias. Aquellas organizaciones que han sido capaces de utilizar los Psicología Organizacional 297 grupos efectivamente tienen mucho cuidado en decidir cuándo se debe utilizar un equipo de trabajo o un comité y cuándo estable cer condiciones que fomenten o prevengan la conformación de grupos. Como no es fácil hacer generalizaciones en este campo, la estrategia de diagnóstico es la que más puede servir. Todo se tiene que considerar: El tipo de tarea que se va a realizar, el éxito que la organización haya tenido con estrategias de grupo, la gente y el tipo de liderazgo de grupo disponible, la habilidad de la gente para trabajar eficientemente como miembros de un grupo. Factores de afiliación El que un grupo pueda trabajar eficientemente en una tarea organizacional y el que al mismo tiempo la realización de la tarea satisfaga psicológicamente a los miembros del grupo depende en parte de su composición. Para 298 Universidad Maimónides que un trabajo se haga eficientemente, debe existir un cierto grado de consenso en cuanto a los objetivos, a los valores básicos y a los medios de comunicación. Si las diferencias entre los antecedentes personales, valores o status de las personas no permiten llegar a ese consenso o a esa comunicación, el grupo no puede funcionar bien. De particular importancia es que el status relativo de las personas se pueda evaluar cuidadosamente para no caer en el error común de tener personas de bajo status que deben ocultar, a los de status más alto, información que consideran desagradable o que creen que otros no quieren saber por temor a exponerse a una sanción. Un ejemplo típico es una reunión de departamento, en la que el jefe quiere saber cómo van las cosas en cada unidad. A menudo, los subordinados responden sólo con que “todo está bien”, porque saben que eso es lo que el jefe quiere oír y porque no quieren quedar en ridículo delante de sus colegas, admitiendo que tienen problemas. La consecuencia que Psicología Organizacional 299 esto tiene para la resolución de problemas es que un grupo como éste no sólo puede ser muy ineficiente sino también totalmente contraproducente. Otro grupo típicamente difícil es un comité conformado por representantes de varios departamentos de la organización. Es posible que cada persona esté tan preocupada por su personal y por defender sus intereses como representante, que le sea sumamente difícil identificarse con el nuevo comité. Un tercer tipo de grupo problema, que ilustra conflicto de valores, es el típico comité negociador obrero-patronal. A pesar de que la misión del grupo sea inventar nuevas soluciones para los problemas crónicos que confrontan, por lo general, los representantes sindicales no pueden establecer buena comunicación con los representantes de la empresa porque consideran que su actitud es condescendiente, que no los valoran como seres humanos y que básicamente tampoco los respetan. Estas actitudes 300 Universidad Maimónides se manifiestan en forma muy sutil, como por ejemplo cuando se pide que las reuniones se lleven a cabo en salas de reunión de la empresa y no en territorio neutral o en un lugar que los trabajadores sugieran. Para cada uno de los problemas mencionados, el único remedio es propiciar suficientes experiencias comunes que permitan establecer un sistema de comunicación y un clima de confianza mutua entre los miembros. Esta experiencia común se puede lograr o propiciando reuniones fuera del lugar de trabajo que permitan que las personas se conozcan en un ambiente más informal o haciéndolos participar en alguna experiencia común dentro del ambiente. Los ejercicios o talleres vivenciales de entrenamiento sirven no sólo para educar a la gente con relación a la dinámica de grupo sino también para ofrecerle a cada uno de los miembros una base común de experiencia que propicie mejores relacionados laborales (Dyer, 1977). Psicología Organizacional 301 Una distribución inadecuada de las habilidades y destrezas pertinentes puede ser otro problema importante de afiliación. Para que cualquier tipo de trabajo sea efectivo tiene que contar con los recursos necesarios para llevar a cabo la tarea asignada. Si el grupo no realiza la tarea por falta de recursos y como consecuencia desarrolla una sensación psicológica de fracaso, difícilmente puede desarrollar la fuerza y la cohesión que necesita para suplir otras necesidades psicológicas de sus miembros. Lo que nos dice todo esto es que para asegurar un buen grupo de trabajo no basta con juntar a una cantidad de gente. Es importante considerar las características de los miembros y determinar la posibilidad de que puedan trabajar juntos y suplir sus propias necesidades. No he tenido oportunidad de revisar la literatura sobre compatibilidad de personalidad entre los miembros de un grupo, porque en esta área no se han logrado resultados muy concluyente 302 Universidad Maimónides Factores dinámicos Los factores dinámicos son, en mi opinión, aquellos eventos y procesos que ocurren durante la vida del grupo mismo o que llevan a la conformación del grupo, como por ejemplo, el proceso de entrenar la gente para que con forme un grupo o el proceso de inducción de ciertos sentimientos de grupo. En está categoría encontraríamos variables como las de orientación de grupo y los procedimientos de socialización, el tipo de estructura de grupo que surge de la misma interacción entre los miembros del grupo y del éxito o fracaso que el grupo tenga en lograr la tarea (si es un grupo formal) y en suplir las necesidades psicológicas de sus miembros. Los factores dinámicos resaltan la naturaleza cambiante y notable de los grupos. Los grupos no son estáticos, rígidos o inmutables. En realidad, una de las mayores contribucio- Psicología Organizacional 303 nes del campo de la dinámica de grupos ha sido todo el conocimiento y todas las habilidades relacionadas con la tarea de ayudarle a un grupo a cambiar, crecer y ser más eficiente. En lugar de considerar los factores ambientales y de afiliación como determinantes fijos de lo que el grupo puede hacer o no, hemos descubierto que esos factores pueden también convertirse en ventajas más que en desventajas, si se las utiliza adecuadamente. Libros completos se han escrito sobre la psicología de los grupos y sobre cómo trabajan con ellos (Miles, 1959; Dyer, 1977; Schein & Bennis, 1965; Schein, 1969). No podremos mencionar aquí más que una pequeña parte de toda la información disponible, pero quizás los casos que se ilustran a continuación sirvan para llamar la atención sobre algunas de las variables y asuntos más importantes relacionados con la problemática en mención. 304 Universidad Maimónides EL CONFLICTO OBRERO-PATRONAL DE LA REFINERIA DE PETROLEO Una de las grandes refinerías de petróleo estaba enfrentando serias dificultades en sus relaciones obrero-patronales y había sido amenazada con la posibilidad de que muchos de sus empleados se unieran a un sindicato más o menos militante y hostil. Varios de los comités que se habían conformado para tratar de encontrarle solución a los problemas de los empleados llegaron, después de pocas reuniones, invariablemente a una posición antagónica en donde obreros y patrones quedaban con la idea de que tanto los unos como los otros eran muy intransigentes y recalcitrantes. Hasta aquí, el relato es típico de muchos conflictos obrero-patronales. Sin embargo, esta refinería había instituido un programa de entrenamiento dedicado específicamente a ayudarle al participante a (1) familiarizarse con los problemas que trae ser un líder y/ o miembro de un grupo y (2) tener alguna Psicología Organizacional 305 idea sobre la forma como uno se comporta en un grupo y el impacto que éste tiene en otra gente. El programa requería dos semanas completas de entrenamiento en relaciones interpersonales y en dinámica de grupos y traía como resultado un cambio de actitud considerable en la persona. Según los planes, los más altos ejecutivos y los profesionales de servicio debían asistir al entrenamiento. La crisis laboral alcanzó grandes proporciones mucho antes de que esa sesión de entrenamiento se pudiera hacer. La empresa decidió entonces ensayar otros comités para tratar de resolver el problema, pero esta vez, como ya se tenía alguna idea sobre el funcionamiento de grupos, los conformaron en forma muy diferente. Primero que todo, sólo aquellos representantes de la empresa que habían recibido entrenamiento y que se suponía tendrían más sensibilidad para confrontar los problemas de los trabaja- 306 Universidad Maimónides dores podrían entrar a conformar el comité. Segundo, a cada grupo se le dieron instrucciones para que no tomara decisiones (en los comités anteriores, el esfuerzo por llegar a una decisión se había convertido en polarización de opiniones) y se limitara solamente a explorar algunos de los problemas para identificar alternativas de solución. Tercero, se le pidió a los representantes de la empresa permitir que fueran los representantes laborales los que tomaran la iniciativa en cuanto al lugar, hora y agenda de las reuniones. Desde el comienzo, estos comités trabajaron en un clima muy diferente. Cada representante estaba mucho más preocupado por encontrarle solución a los problemas que por destacar o hacer valer su propio status. Como resultado, pudieron generar propuestas que satisfacían los deseos y expectativas de patrones y obreros, y acabaron en esta forma también con los esfuerzos que algunos obreros militantes estaban haciendo para organizar sindicalmente a la refinería. Si bien Psicología Organizacional 307 es cierto que es difícil identificar con exactitud la relación causa-efecto, no hay duda de que el entrenamiento que algunos de los representantes patronales habían recibido en cómo constituirse en miembros efectivos de un grupo y la iniciativa de la empresa para conformar los grupos, contribuyeron sustancialmente a resolver el conflicto. Un caso similar se puede encontrar en la educación superior. Una de las grandes universidades sufrió un rompimiento en las comunicaciones entre directivos, profesores y estudiantes como, resultado de la crisis universitaria de la década de los 60. Un grupo de planeación decidió sostener una conferencia de tres días fuera de los predios universitarios con la participación de miembros del consejo superior, de estudiantes, profesores y directivos. Un grupo de expertos en dinámica de grupos se encargó de diseñar y dirigir la conferencia. Se conformaron equipos pequeños para identificar problemas, de tal manera que cada grupo tuviera la oportunidad de 308 Universidad Maimónides conocer a los miembros de otros grupos en un ambiente mucho más informal. La acción tuvo dos resultados: a nivel formal, se generó una lista de problemas prioritarios que más tarde se incorporaría a una matriz de problemas prioritarios presentada en sesión plenaria; a nivel informal, se creó un ambiente de mutua confianza entre los diversos grupos haciendo posible de esta manera que las discusiones se pudieran continuar cuando regresaran a la universidad. Este caso es un ejemplo de cómo se pueden utilizar para la resolución de problemas, una combinación de factores dinámicos como el liderazgo y el desarrollo del grupo; factores estructurales como los de dónde y cuándo reunirse y con quién; y factores que tienen que ver con la habilidad en los procesos de grupo. En las sesiones siguientes veremos algunos ejemplos de cada una de estas áreas dinámicas. Psicología Organizacional 309 FACTORES ORGANIZACIONALES Y DE LIDERAZGO Entre los diversos factores dinámicos que influyen en la conducta del grupo se pueden contar los que se derivan de los patrones de liderazgo o de los estilos de líder de grupos o los que surgen de la forma como el grupo esté organizado o estructurado. Todos estos factores se tienen en cuenta porque, por lo general, aparecen altamente interrelacionados. Existe gran cantidad de literatura e investigación que trata de explicar la complejidad de estas relaciones, pero para el propósito de este libro sólo identificaremos una o dos de las áreas principales y sólo algunas de las conclusiones más interesantes, de cada una de ellas. El texto de Shaw (¡971) y el de Cartwright y Zander (1968) contienen crítica investigativa bastante útil. 310 Universidad Maimónides Tradiciones de grupo versus estilo del líder Uno de los problemas más fascinantes en una organización tiene que ver con el problema de si las normas y tradiciones del grupo ya establecido tienen más impacto que la vo luntad del mismo líder. Una situación común en una organización tiene que ver con el ascenso o traslado de un gerente a una región geográfica diferente en donde debe desempeñar nuevas funciones, y en donde se requiere que éste dirija un grupo que tiene ya su propia historia, tradición y normas bajo las que siempre opera. ¿Qué debe hacer el gerente en una situación de éstas, adaptarse a esas normas o imponer las suyas? En un clásico experimento llevado a cabo por Merei (1949), se estudió la relación entre las tradiciones del grupo y el poder del líder con un ingenioso diseño experimental y se utilizaron niños de 4 a 11 años de edad. Merei observó primero a los niños para determinar quienes, entre ellos, se destacaban como Psicología Organizacional 311 líderes “naturales”. Para la observación, utilizó como criterio el número relativo de veces en que se daban o se seguían sus órdenes. Con los niños que se caracterizaban como “seguidores” se conformaron grupos y se les permitió que jugaran juntos hasta que se formaron tradiciones y hábitos duraderos (se necesitaron entre tres y seis reuniones de 30 a 45 minutos cada una). Los niños que se caracterizaron como “líderes” fueron seleccionados por los profesores del jardín infantil utilizando como criterios de selección la edad, el hecho de que fueran más dominantes, más agresivos, que tuvieran más iniciativa y que hubiese más posibilidad de que otros niños quisieran imitarlos. Veintiséis de estos niños se distribuyeron en doce grupos diferentes, en diferentes ocasiones y bajo diferentes condiciones, para observar así la relación entre líder y grupo. Los resultados fueron los siguientes: 312 Universidad Maimónides 1. En casi todos los casos el grupo observó al líder, imponiéndole sus tradiciones. La iniciativa o los deseos del líder nunca se pudieron satisfacer y sólo tuvieron aceptación en la medida en que se ajustaban a las tradiciones de grupo. El que el líder fuese mayor en edad o más dominante no importó mucho. 2. El líder aceptó las tradiciones del grupo pero también se las arregló para influir en ellas o para cambiarlas. Por una parte, un grupo particularmente fuerte asimiló completamente al líder haciéndolo renunciar finalmente a su liderazgo. Por otra, una niña entre los líderes dominó completamente al grupo e inmediatamente rompió sus tradiciones, pero este grupo ya se había sometido a la influencia de otros tres líderes y por consiguiente sus tradiciones se habían ya debilitado. Entre estos dos extremos se observaron tres tipos de liderazgo característicos de la mayoría de los estilos de liderazgo: Psicología Organizacional 313 a. Los mandones. Estos líderes empezaron por darle órdenes a todo el mundo, y sólo lograron que el grupo los ignorara y en cierta forma empezara a hacerlos a un lado. Cuando decidieron cambiar su con ducta para adaptarse a las tradiciones del grupo, descubrieron que no era problema todavía dar órdenes dentro de esas tradiciones. Es decir, dominaban el grupo mandándoles a hacer lo que hubiesen hecho de todas formas, apropiándose así del liderazgo del grupo sin tener que cambiar las tradiciones. b. Los propietarios. Estos líderes se hicieron sentir apropiándose de todos los objetos que había en la sala o ejerciendo dominio sobre los otros niños en virtud de la propiedad que decían poseer, pero sin poder cambiar en ningún momento los juegos o la forma como se 314 Universidad Maimónides utilizaba cada objeto. Las tradiciones del grupo nunca cambiaron y los líderes sencillamente se adaptaron a ellas. El grupo, por su parte mantenía contentos a cada uno de los mejores líderes permitiéndoles que tomaran posesión de los objetos y rindiéndoles pleitesía en forma por demás ritualista y ceremoniosa. Parecía, a simple vista que el líder era el que mandaba pero la realidad era que casi sin darse cuenta había asimilado las tradiciones del grupo. c. Los diplomáticos. Estos líderes eran, en cierto sentido, los más interesantes porque parecían, en principio, aceptar las tradiciones del grupo para poder cambiarlas. Merei describe la secuencia en la siguiente forma: el líder trata de acabar con las tradiciones del grupo y hacerlos que adopten otras: Psicología Organizacional 315 fracasa y el grupo lo rechaza; el líder, entonces, acepta la tradiciones y rápidamente las asimila; dentro del marco de estas tradiciones asume el liderazgo y el grupo, un poco contra su voluntad, le sigue sólo porque considera que el líder hace bien las cosas; más tarde, entonces, el líder introduce algunos cambios que debilitan la tradición: finalmente, introduce en el ritual del grupo nuevos elementos y cambia así las tradiciones. A pesar de que el trabajo de Merei se llevó a cabo con niños, ofrece un excelente prototipo de los tipos de fuerzas que se pueden observar en todos los grupos conformados por adultos. Ni el grupo ni el líder podrán nunca do minar completamente, pero la relación entre un grupo estable que tiene sus propias normas y tradiciones y un líder es muy compleja. La mayoría de los gerentes saben por experiencia que se tienen que entender con las normas 316 Universidad Maimónides del grupo en una forma o en otra, pero a menudo las expectativas que éstos traen consigo, gracias a los programas de entrenamiento en estilo de liderazgo, tienen poco que ver con las normas o con la experiencia de los grupos con los cuales tienen que trabajar. En estos casos, el nuevo rol que el gerente ha asimilado se tiene que hacer a un lado rápidamente, pues ni el subordinado ni él mismo están dispuestos a aceptarlo (Fleisnman, 1953). En efecto, ha sido precisamente la frecuencia con que este fenómeno se presenta la que ha llevado a muchos consultores o gerentes de organización, preocupados por cambiar una organización, a pensar en términos de cambiar las normas del grupo y no la conducta del líder. Estructura del grupo Si los miembros del grupo no tienen oportuni dad de reunirse, se hace importante considerar el efecto que tienen en el funcionamiento del grupo, los factores estructurales tales como Psicología Organizacional 317 los sistemas de comunicación del grupo. Por ejemplo, se ha demostrado que la sensación que tiene una persona de que está participando en algo está relacionada con la posición que ocupa en un sistema de comunicaciones; que el liderazgo del grupo bien puede surgir de una posición central en ese sistema; que un sistema centralizado de comunicaciones puede ser particularmente efectivo para la implementación de una tarea pero relativamente inflexible para plantear nuevas soluciones si la situación cambia; y que la información se pierde o se distorsiona rápidamente a medida que pasa de una persona a otra (Leavitt, 1951). Otros problemas estructurales de la organización que se deben considerar en la conformación y rendimiento del grupo están relacionados con fenómenos organizacionales de carácter más general que se discuten en los Ca pítulos 10 y 11. Por ejemplo, por lo general los miembros de una organización pertenecen a varios grupos o unidades dentro de la organización. La localización física de los diferentes 318 Universidad Maimónides grupos, que estimula o impide la interacción, la naturaleza de la tarea que el grupo debe realizar, la medida en que el grupo es temporal o permanente, los tipos de sanciones que el líder puede imponer, el tiempo que el grupo lleva conformado y la medida en que los roles estén formalmente estructurados influyen todos en la conformación y rendimiento del grupo. Un ejemplo sacado de un estudio sobre grupos R & D puede servir para aclarar esta complejidad (Allen, 1977). Los equipos R. & D se pueden organizar (a) “funcionalmente”—juntando gente que tiene una experiencia técnica común en un mismo lugar geográfico, bajo un mismo jefe que controla incentivos tan importantes como lo es la promoción profesoral, o (b) en base a “proyectos”—juntando gente con distinta experiencia técnica, en un mismo lugar geográfico y bajo un mismo líder de proyecto con una tarea específica asignada, como por ejemplo, el diseño de un sistema de monitoría para un cohete. En el primer caso, al proyecto y al lugar geográfico se les ve Psicología Organizacional 319 como temporales mientras que en el segundo, el proyecto parece ser más permanente, parece tener más identidad geográfica (y por consiguiente, se auspicia la conformación de grupo) y mayor potencial, pues el director del proyecto puede estar en una posición de control más ventajosa. Allen trató de determinar cuál forma de organización podría ser más efectiva en virtud de los logros técnicos del grupo, y descubrió que todo dependía de la naturaleza de la tarea y de la tecnología (un factor ambiental externo). En una tecnología en constante cambio, la forma funcional de organización era más efectiva porque le permitía a los ingenieros mantenerse en más contacto con su propia área de tecnología. Por otro lado, el proyecto pudo ser más efectivo con relación a tareas administrativas tales como el tener en cuenta costos y fechas límite, porque la tecnología de esas tareas administrativas no cambia muy rápidamente y la forma de proyecto permite mucho más control inmediato de los factores más importantes. 320 Universidad Maimónides Allen llegó a la conclusión, con todos los resultados que obtuvo, de que la forma funcional de la organización en general produce mejores resultados cuando se trata de proyectos a largo plazo o proyectos que se dan dentro de una tecnología sumamente cambiante, mientras que la modalidad de proyecto puede ser la más útil cuando se trata de trabajos a corto plazo o que no requieren una tecnología tan cambiante. En ambos casos, el ingeniero pertenece simultáneamente al grupo funcional y a un equipo encargado de un proyecto (lo que se ha llamado una “matriz” de organización), pero la efectividad relativa de cada tipo de grupo depende de la localización geográfica, del estímulo de interacción y del grado de poder que se le dé al gerente de proyecto o al gerente funcional, esencialmente a las características estructurales de cómo se deben organizar los grupos. Psicología Organizacional 321 DESARROLLO DE GRUPO Y ENTRENAMIENTO Probablemente el factor dinámico más importante que influye en la integración de las necesidades individuales y organizacionales está dado por la medida en que el líder y los miembros del grupo desarrollen la sensibilidad y habilidad necesarias para manejar los procesos de grupo. Por ejemplo, el líder y los miembros del grupo necesitan darse cuenta de lo difícil que es escuchar a otra persona y tratar de entenderla; que la falta de respeto y de confianza pueden surgir cuando no se escucha a los demás; que los miembros del grupo tienen la tendencia a preocuparse por las necesidades individuales de identidad, seguridad, atención y status, y a no prestarle atención a las necesidades que otros puedan tener; que la preocupación por las necesidades emocionales que se presentan cuando el grupo está recién conformado dificulta la realización constructiva de una tarea; que la tarea del grupo y los factores que contribuyen a la cohesión del grupo se tienen que equilibrar 322 Universidad Maimónides para que se puedan obtener resultados óptimos en la realización de la tarea; y que los diversos estilos de toma de decisiones que se utilizan, tales como el voto o el consenso, propician soluciones más o menos efectivas. Estos y muchos otros tipos de problemas son típicos de cualquier grupo, pero por lo general el líder y los miembros del grupo ni reconocen el problema ni saben que éste se puede resolver a través de entrenamiento especial. A pesar de que los esfuerzos que se han hecho para desarrollar habilidad y sensibilidad de grupo tuvieron su origen en el movimiento de relaciones humanas de las décadas de 1920 y 1930, este tipo de entrenamiento sólo se pudo ofrecer después de que Lewin y sus colegas desarrollaron lo que se conoce hoy con el nombre de métodos de entrenamiento “vivenciales” (Bradford y otros, 1964; Schein & Bennis, 1965). Los sistemas de entrenamiento más tradicionales habían hecho siempre énfasis en el sistema de conferencias, lecturas, demostraciones y “práctica” por medio de juego Psicología Organizacional 323 de papeles u otras estrategias parecidas. Los métodos vivenciales que surgieron de los talleres diseñados por los National Training Laboratories en Bethel, Maine, hacían más énfasis en el aprendizaje basado en experiencias más inmediatas. Es importante entender los supuestos y valores sobre los que está basado este método, precisamente porque siempre ha sido materia de gran controversia y porque siempre han jugado un papel muy importante en el desarrollo de la psicología de grupo. Los métodos vivenciales de entrenamiento asumen que: 1. La gente puede aprender mejor a partir de un análisis de sus experiencias psicológicas más inmediatas. 2. Los factores más importantes de donde surge este aprendizaje son los sentimientos, las relaciones y las observaciones que hacen las personas con quienes tenemos que interactuar, a pesar de que 324 Universidad Maimónides la gente, por distintas razones, tiende sistemáticamente a no verbalizarlas. 3. Un taller de entrenamiento diseñado adecuadamente puede superar las dificultades que tiene la gente para compartir sus sentimientos, sus reacciones y sus observaciones, y puede por consiguiente también permitir que el participante aprenda algo a un nivel potencial más inmediato. 4. Las fuerzas que se tienen que superar son esencialmente actitudes, culturalmente adoptadas, sobre lo que una persona le puede decir a otra, sobre cómo la gente aprende (por ejemplo “uno no debiera deliberadamente criticar a otra persona”, y “la forma como uno aprende es escuchando a un experto o leyendo lo que el escribe”). El método vivencial cuestiona y tiene éxito en cambiar algunas de estas actitudes, hacien- Psicología Organizacional 325 do posible que el participante pueda observar tanto sus propias reacciones y sentimientos con relación a eventos de grupo comúnmente observados y compartidos, como los de otras personas. Diversos tipos de estrategias de entrenamiento se utilizan para facilitar este tipo de aprendizaje. Estas estrategias van desde un juego de roles, seguido de un análisis de la forma como una persona desempeña un determinado papel, hasta grupos de sensibilización no muy estructurados en los que cada miembro participa, desde el principio, en el proceso de conformación del grupo, y lo analiza a medida que participa en él. En este proceso cada participante aprende a observar y a desarrollar otras actividades de intervención grupal. Después de lograr cierta sensibilidad y habilidad durante el taller, el participante a menudo descubre que en sus grupos de trabajo se presentan situaciones análogas y que por tanto puede intervenir constructivamente pa 326 Universidad Maimónides ra mejorar el funcionamiento del grupo. Aún cosas tan simples como puede ser el hecho de darle al grupo tiempo suficiente para que cada persona empiece a conocer a las otras y se asegure una posición en el grupo (algo que posiblemente no toma más de una o dos horas de conversación informal y tranquila) puede lograr que el grupo trabaje eficientemente en la resolución de un problema apremiante. Es precisamente este tipo de experiencia personal la que une el programa de entrenamiento, en el caso de la refinería, fue capaz de generar e hizo posible que los representantes patronales pudiesen crear un clima más apropiado para la solución de los problemas que enfrentaba el nuevo comité obrero patronal. Una pregunta que siempre surge cuando se habla de entrenamiento vivencial tiene que ver con el contenido de lo que se aprende. Por ejemplo, ¿en qué medida esta forma de entrenamiento trata de enseñar métodos democrá ticos de liderazgo? ¿En qué medida le resta Psicología Organizacional 327 importancia a las prerrogativas tradicionales que tiene un cargo investido de autoridad para lograr finalmente mayor “igualdad de poder”? Si esto fuera así, ¿no sería algo contraprodu cente en muchos medios organizacionales en donde la autoridad se tiene que mantener y debe continuar altamente centralizada? Las respuestas a estas preguntas son muy complejas. Los valores que se comunican a través de un entrenamiento vivencial son: (1) un mayor compromiso con un espíritu investigativo y con una acción de diagnóstico de situaciones interpersonales y organizacionales (dos cosas que son, esencialmente, valores de carácter científico); (2) un compromiso con el valor que tiene procurar comunicación abierta y sincera cada vez que sea posible; y (3) un compromiso de estudiar e influir en los procesos de grupo —cómo funciona— y no sólo en el contenido de lo que se está haciendo. En términos del espíritu investigativo, uno de los resultados más importantes del entre- 328 Universidad Maimónides namiento bien puede ser que el participante considere que a veces al grupo se le tiene que manejar autocráticamente para poder alcanzar sus objetivos. Si a esta conclusión se llega, basado en un cuidadoso estudio de todos los factores, la conclusión es completamente válida y consistente con la filosofía del entrenamiento vivencial. El compromiso con la acción de compartir abiertamente sentimientos y reacciones implica inevitablemente que cierta democratización se ha dado. El ejercicio efectivo de la autoridad formal implica a veces que la comunicación se tenga que limitar a dar sólo información relacionada con la tarea y a que se excluyan sistemáticamente los aspectos afectivos, para asegurar que así se entienda en la realización de la tarea. Cuando se le enseña a la gente el valor que tiene ser más abierto y sincero, en cierta forma se le quita importancia a la autoridad formal investida en una persona o en un cargo. El que este desconocimiento de la autoridad formal sea deseable o no, depende del Psicología Organizacional 329 tipo de información que no se comunica en él proceso de grupo. Una de las cosas claves que se aprende en el estudio de la dinámica de grupos es que el proceso que los grupos utilizan para trabajar los patrones de comunicación, los métodos de toma de decisiones, las técnicas de resolución de problemas, las actividades diseñadas para crear normas, los sentimientos y percepciones interpersonales, los gustos y disgustos, etc. no siempre son pertinentes para la realización efectiva de una tarea. Si uno distingue cuidadosamente los procesos del área de los procesos interpersonales a menudo se puede observar que cuando se le oculta información a un grupo que está tratando de resolver un problema (procesos de tarea) la acción es sumamente destructiva y se les debe pedir a los miembros del grupo, que a este nivel, adopten una actitud mucho más abierta. Por otra parte, no saber quién se gusta a quién en el grupo (procesos interpersonales) puede que no tenga mucha importancia para la realización de la tarea y lo mejor, dentro de ese contexto organizacional, es no tratar de 330 Universidad Maimónides descubrirlo. El consultor o el líder que esté observando los eventos de proceso que se dan en el grupo debe dar siempre juicios de diagnóstico cuidadosamente pensados especialmente cuando se trata de los tipos de tareas o de procesos interpersonales que más tengan que ver con los objetivos del grupo y tratar de resaltar sólo la información más pertinente (Schein, 1969, 1978). Una de las razones por las que muchas organizaciones han dejado de utilizar el entrenamiento de sensibilidad extensivamente, como un instrumento de desarrollo es que los consultores o las personas encargadas del en trenamiento a menudo tenían dificultad para diferenciar entre los procesos de tarea, como por ejemplo, enseñarle a la gente a resolver problemas de grupo más efectivamente —y los procesos interpersonales— enseñarle a la gente a explorar lo que cada persona sentía por sí misma y por otros a un nivel más profundo. Se ha comprobado que la exploración de los procesos interpersonales es de gran Psicología Organizacional 331 utilidad para procurar el crecimiento personal del participante (exploración que conduce a la proliferación de diversos tipos de “encuentros de grupo”), pero no tan importante cuando se trata de mejorar la habilidad del participante para manejar un grupo de trabajo o para entrar a conformarlo. El resultado ha sido que los métodos vivenciales, tal y como los acabamos de describir, se han utilizado en contextos mucho más diferenciados que van desde “laboratorios de crecimiento personal”, altamente orientados hacia la persona, a actividades de conformación de equipos orien tados hacia la organización (Dyer, 1977). A pesar de que la filosofía del entrenamiento en sensibilidad es la misma, su enfoque y los métodos que se utilizan varían dramáticamente en la medida en que el entrenamiento haga énfasis en los procesos de tarea o en los procesos interpersonales. La conclusión general que se puede sacar es que uno debe ser lo suficientemente consciente de los factores organizacionales y de los 332 Universidad Maimónides objetivos de grupo más importantes para poder determinar cuándo es más apropiado ser más abierto y sincero y determinar también con relación a que debemos actuar así. La paradoja es que este tipo de sensibilidad y toma de conciencia, la habilidad para diagnosticar lo que sucede en el grupo, sólo se puede lograr en programas de entrenamiento que estimulen el espíritu investigativo, aumenten la sensibilidad hacia los procesos de grupo y enseñen el valor que tiene explorar abiertamente las percepciones y sentimientos durante el período de entrenamiento. En resumen, en la medida en que el gerente de empresa conoce más a los grupos y la forma como funcionan, aprende más también cómo procurar oportunidades de entrenamiento dentro del contexto de trabajo de la misma organización, programando más reuniones fuera del lugar de trabajo, más períodos de análisis de procesos al final de cada reunión, invitando consultores orientados por los procesos de grupo y cosas por el estilo. Lo que hace que es- Psicología Organizacional 333 tas actividades tengan éxito es el énfasis que se hace en los procesos de tarea —la recolección de la información, la resolución de problemas y las funciones relacionadas con la toma de decisiones— y el hecho de que no se traten los problemas interpersonales a menos que haya pruebas de que esos problemas puedan afectar la realización eficiente de la tarea. CUANDO NO SE DEBEN USAR LOS GRUPOS A pesar de que los grupos tienden a ser un fenómeno humano universal, no deja de ser de suma importancia determinar cómo y cuándo se deben utilizar, particularmente en el sentido formal de determinar si se le debe dar una tarea o un problema a un grupo y cuándo no. Se han estudiado tres conjuntos de fenómenos relacionados directamente con este problema: (1) la efectividad del grupo versus el individuo para resolver problemas; (2) la disposición del grupo versus el individuo para correr con un riesgo; y 334 Universidad Maimónides (3) el problema de lo que se ha venido a llamar “opinión de grupo”, o sea la tendencia del gru po a llegar a lo que puede ser un falso consenso, haciendo a un lado las opiniones válidas de algunas personas. La habilidad del grupo versus el individuo para resolver problemas Una buena parte de la investigación se ha dedicado a estudiar el problema de cuál es el instrumento más efectivo para resolver problemas, si el grupo o el individuo cuyo trabajo se puede juntar con el de otras personas. Hasta el momento no se ha llegado a ninguna respuesta definitiva pero sí se han identificado algunas variables importantes. Por ejemplo, siempre se ha creído que un grupo puede ser más efectivo que un individuo debido al estímulo que cada miembro del grupo le da a otro. Esto sólo es cierto si en el grupo existe un clima en el que no se evalúa una estructura de toma de decisiones apropiada a la tarea, tiempo suficiente Psicología Organizacional 335 para explorar una idea interesante y si la tarea es tal que requiera la recolección de bastante información o la evaluación compleja de las consecuencias que pueden traer varias alterna tivas (Taylor, Berry & Biock, 1958). Los errores de juicio tienen más posibilidad de que se detecten antes de que la acción se implemente, cuando se trata de la acción de un grupo más que cuando, se deja que sea el individuo el que piense en las alternativas de resolución de un problema. Por lo general, el grupo puede ser más útil que el individuo cuando el problema tiene muchas facetas y cuando cada uno de los miembros del grupo tiene habilidades o información diferente o complementaria que se pueda utilizar en el proceso de resolución del problema. Por ejemplo, muchos de los problemas que un gerente tiene que confrontar los resuelve más efectivamente un grupo porque para hacerlo este debe considerar el aspecto humano, financiero, técnico, y las condiciones de pro- 336 Universidad Maimónides ducción y mercadeo. No es por casualidad que a medida que el comercio se ha hecho más complejo más se utilizan ahora las técnicas grupales de resolución de problemas, aún en los casos en que el gerente de empresa no favorezca la conformación de grupos o no los tolere mucho. Uno de los criterios más importantes para decidir si se utiliza o no a un grupo para tomar una decisión implica determinar cómo y por qué se va a implementar. Cuando la gente tiene la oportunidad de participar en la toma de decisiones, existe más probabilidad de que se comprometa con su implementación que cuando alguien les impone la decisión. Por consiguiente, si lo que se necesita es implementación efectiva, es importante asegurar la participación, en la toma de decisiones, de los que la van a implementar, así sólo sea pidiéndoles su opinión sobre la decisión que se propone. Si se decide que se va a utilizar un grupo para realizar una tarea, el líder tiene que recono- Psicología Organizacional 337 cer y entender algunos de los muchos factores de afiliación, de ambientación y de dinámica que operan dentro de ese grupo. Si se espera que el grupo funcione efectivamente se debe propiciar un clima de mutua confianza entre sus miembros para que puedan así compartir información y criticar honradamente las ideas que se propongan. El líder debe asegurarse de que todo el mundo tenga claridad sobre las tareas y objetivos del grupo y de que se haya logrado consenso suficiente para enrolarse, en lo posible, en una misma dirección. Si el líder no está dispuesto a dedicar el tiempo y la energía necesarias para ayudarle al grupo a funcionar, no debiera entonces utilizarlo. La disposición del grupo versus el individuo para correr un riesgo En la concepción popular de grupo se incluyen dos proposiciones generales: (1) Las decisiones importantes debe siempre tomarlas el individuo y no el grupo, porque estos 338 Universidad Maimónides últimos tienden a ser muy conservadores e incapaces de actuar sin “temores”; (2) al grupo nunca se le debe permitir que tome una decisión porque entonces a nadie se le puede responsabilizar de nada. En un análisis bastante perceptivo, Reitz (1977) anota que estas dos proposiciones son en realidad contradictorias pero que nadie había notado o había tratado de resolver el problema hasta que aparecieron los estudios de Stoner y Marquis en MIT, en la década de 1960. Estos estudios condujeron a una serie de investigaciones conocidas hoy con el nombre de fenómeno de “cambio riesgoso” (Stoner, 1968; Marquis, 1962; Helmreich, Bakeman & Scherwitz, 1973; Davis, Laughiin & Komorita, 1976). La esencia del fenómeno radica en el descubrimiento de que los grupos que funcionan en forma colectiva tienen la tendencia a tomar alternativas de decisión que pueden representar un nesgo más serio que el que se pudiera proveer si se calculara el riesgo promedio con que correría cada uno de los miembros. Por ejemplo, Psicología Organizacional 339 si un equipo de fútbol americano tiene que decidir entre arriesgar una jugada final, que pueda representar la diferencia entre triunfar o terminar en empate, primero que todo se le tendrá que pedir a cada jugador individualmente, y luego a cada uno, como miembro del grupo, que después de discutir todas las alternativas, decidan cuáles son las posibilidades de salir airosos antes de efectuar la jugada. En los experimentos de este tipo que se han llevado a cabo, se ha demostrado consistentemente que, en promedio, cada jugador individualmente optaría por hacer la jugada del triunfo si las posibilidades de ganar estuviesen en relación de 7 a 10. Por otra parte, el grupo como grupo puede decidir, después de discutir las alternativas, seguir el mismo curso de acción si las posibilidades de éxito estuviesen en relación de 4 a 10, decidiéndose así por una alternativa altamente riesgosa. Este experimento se repitió con diferentes tipos de decisión obteniendo esencialmente los mismos resultados, pero hasta el momento no se ha podido articular una teoría más o menos aceptable de por qué el fenómeno se da. 340 Universidad Maimónides Una posibilidad es la hipótesis de la difusión de responsabilidad que dice que si no hay quién individualmente asuma la responsabilidad, la gente no tiene inconveniente en correr los riesgos. Otra teoría es que el líder tiene más posibilidad de correr con los riesgos y puede influir más en la discusión de grupo que las personas que no se caracterizan como líderes. Ninguna de estas teorías ha contado con respaldo consistente. Hasta ahora, la explicación más satisfactoria es la que se podría llamar la hipótesis del “amplificador cultural”. Si correr con un riesgo es un valor cultural, los argumentos en favor de este valor tienen más posibilidad de prevalecer en una discusión que oír los argumentos de carácter más conservador. Como muchos de los problemas de decisión que se estudiaron primero, eran de tal naturaleza que correr con un riesgo en nuestra cultura tendría un valor positivo, el grupo tenía la tendencia a asumir un mayor riesgo. Sin embargo, se ha observado que en algunos tipos de problemas, como por ejem- Psicología Organizacional 341 plo, el caso de un jurado que debe deliberar sobre la inocencia o culpabilidad de un acusado, el grupo actúa en forma más conservadora que el mismo individuo. Marquis y Reitz (1969) hicieron experimentos con una serie de problemas en los que los valores culturales requerirían que se tomaran decisiones más conservadores y descubrieron que, en realidad, los grupos actúan en forma más conservadora que cada miembro del grupo como individuo. La conclusión importante que se puede sacar de toda esta investigación que se ha hecho, es que el gerente que conforma un grupo para que llegue a un consenso debe ser consciente de la tendencia que tienen los grupos a ser “amplificadores culturales” y debe cuidarse de no sesgar el proceso de decisión utilizando el grupo sólo cuando quiere que se tome una determinada decisión. He observado los resultados del fenómeno de “amplificación cultural” en grupos patronales que requieren la utilización de informa- 342 Universidad Maimónides ción parcial, por ejemplo, la planeación a largo plazo, la introducción de nuevos productos al mercado, las políticas complejas de personal o la diversificación de las decisiones que se tomen. Entre más nebulosos sean los criterios y la información que se requiere para llegar a una decisión bien definida, mayor será el riesgo de que el grupo pueda actuar en la dirección de los valores culturales y superar la que pueda ser una decisión racional, desde el punto de vista de una organización. Opinión de grupo La tendencia de los grupos a buscar unanimidad se ha observado en grupos de la vida real, como por ejemplo en los movimientos políticos y religiosos (Schein, Schneier, & Barker, 1961) y en los experimentos de laboratorio sobre dinámica de grupos (Schachter, 1951). A los miembros que tienen puntos de vista diferentes se les presiona para que “compartan” la opinión de la mayoría, creando así Psicología Organizacional 343 la posibilidad de que la decisión del grupo no refleje un análisis adecuado sino más bien la opinión dominante, cualquiera que sea. Janis (1972) condujo una serie de investigaciones de tipo histórico sobre este fenómeno llamado “opinión de grupo”, y descubrió que la mayoría de las decisiones de tipo político se toman sobre la base de un procesamiento incompleto de información pertinente y de la supresión activa de opiniones contrarias y minoristas con consecuencias desastrosas. Janis identificó específicamente la decisión tomada en 1950 de enviar al general McArthur al río Yaiu en Corea, ignorando la información que se tenía ya de que los chinos entrarían, como consecuencia, en el conflicto. La decisión que se tomó en 1941, de no prepararse adecuadamente para resistir un posible ataque a Pearl Harbor, a pesar de que había indicios de que un ataque de esa naturaleza podría darse fácilmente, y la decisión que se tomó en 1962 de invadir a Cuba y a Bahía Cochinos a pesar de que se sabía que Castro podría fácilmente repeler el ataque. En cada uno de estos casos 344 Universidad Maimónides se encontraron pruebas de que un grupo de consejeros llegaron a una opinión unánime y que durante varias reuniones las opiniones contrarias se ignoraron, se sancionaron sistemáticamente o sencillamente no se dejaron aflorar, evitando así que la persona que debía tomar la decisión final no contara con toda la información y no viese todas las opciones. Janis identifica los síntomas de la “opinión de grupo” en la siguiente forma ( Janis y Mann, 1977): (1) El grupo comparte una ilusión de invulnerabilidad; (2) el grupo se dedica a una racionalización colectiva para hacer a un lado la información que no parezca tener mucho sentido; (3) el grupo llega a creer en el valor moral inherente de lo que quiere hacer; (4) el grupo crea estereotipos con relación a otros grupos o a los de los que disienten, acción que los protege de un análisis adecuado; (5) el grupo presiona directamente a los que disienten para tratar de callarlos; (6) cada miembro del grupo empieza a cuestionar su propia opinión en virtud quizás de la duda que les producen Psicología Organizacional 345 las alternativas que se están proponiendo; (7) el grupo empieza a creer que ha alcanzado unanimidad porque ya no hay nadie que disienta o porque consideran que el que “calla otorga”; (8) algunos miembros del grupo empiezan a jugar el papel de “vigilantes de opinión”, personas que “protegen” al líder contra los puntos de vista contrarios, haciendo que los que disienten no expresen sus opiniones. Este tipo de condiciones no son desde luego universales para todos los grupos pero pueden surgir si se dan ciertas condiciones. Específicamente, un grupo puede ser muy vulnerable a la “opinión de grupo” si es bastante unido, si no se deja influir por las opiniones de otros grupos, si no cuenta con procedimientos metódicos para buscar información y alternativas de solución pertinentes, si no cuenta con procedimientos sistemáticos para evaluar las alternativas, si tiene líderes fuertes que se las arreglan para no tener personas que disientan y si tiene urgente necesidad y se desespera por encontrar una solución mejor que las propues- 346 Universidad Maimónides tas. El mayor peligro de esta situación es que el grupo esté convencido de que conoce todas las alternativas, sin darse cuenta que los “vigilantes” sencillamente se dedican a evitar que se den opiniones contrarias. Si un líder o un gerente quiere evitar que estas cosas sucedan, es absolutamente necesario crear las condiciones que permitan la expresión de opiniones distintas, y que permitan también que se busquen y se critiquen otras alternativas y se comprueben todos los supuestos. Esta última es una de las funciones más importantes del grupo, especialmente cuando la gente empieza a callar y aparentemente el grupo ha llegado a un acuerdo. El líder o el consultor debe en este momento, preguntarle al grupo si el silencio se puede interpretar como consenso y debe explorar activamente alternativas y objeciones antes de asumir que se ha llegado a un acuerdo. Este procedimiento toma desde luego mucho tiempo, pero es indispensable cuando la decisión que se va a tomar es muy importante. Psicología Organizacional 347 Si el líder no está preparado para escuchar opiniones contrarias, no debiera entonces permitir que el grupo participe en la toma de decisiones. Es muy fácil que el grupo se convierta en un instrumento por medio del cual sus miembros sólo confirman lo que creen que el líder quiere, creando así la ilusión de una decisión bien pensada cuando en realidad no es así. Esto implica también que es esencial que al gerente se le dé entrenamiento en cómo conducir una reunión, de tal manera que se puedan detectar tos síntomas de la “opinión de grupo” y pueda también contrarrestarlos si se presentan. RESUMEN En este capítulo hemos hecho una revisión de las diversas concepciones de grupo psicológico que existen. Hemos descrito los tipos de grupos formales e informales más comunes en una organización, hemos analizado las fun ciones psicológicas formales del individuo y de la organización que un grupo cumple, y hemos 348 Universidad Maimónides discutido algunos de los factores que favorecen situaciones en las que un grupo puede desempeñar los dos tipos de funciones, actuando así como fuerzas integradoras en la organización. Los grupos no son la solución universal para todos los tipos de problemas. No se debieran utilizar si el problema específicamente no requiere que se comparta información o que se evalúen alternativas o si se tiene que evitar la amplificación cultural o si el ambiente del grupo corre el riesgo de propiciar “opinión de grupo”. Más importante aún, los grupos no se debieran usar si sus miembros o el líder no quieren gastar tiempo para ayudarle al grupo a convertirse en una unidad efectiva de trabajo. La utilización efectiva de los grupos requiere que tanto el líder como los miembros del grupo reciban entrenamiento en dinámica de grupos. Este tipo de entrenamiento es, por lo general, más efectivo si se utilizan métodos vivenciales y si se le da atención a los procesos de grupo, y en especial, al proceso de resolución de problemas.