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rx | osteoartrosis 80% de las personas entre 70 y 80 años padece algún grado de osteoartrosis Osteoartrosis Articulaciones envejecidas El desgaste articular progresivo es uno de los principales trastornos que afectan la movilidad de las personas en edad avanzada. Un tratamiento adecuado mejora la calidad de vida del paciente / Sonia Anzola Considerada una de las patologías del aparato locomotor más frecuentes en el adulto mayor, la osteoartrosis, conocida también como artrosis u osteoartritis, “es un trastorno degenerativo que se caracteriza por el desgaste del cartílago articular que cubre el extremo de los huesos, producido como consecuencia de la edad”, explica David Guzmán, internista y reumatólogo. Según el especialista, 80% de las personas entre 70 y 80 años padece algún grado de osteoartrosis y se estima que una de cada tres personas mayores de 65 años la presenta. “A medida que el ser humano envejece se destruyen las fibras de colágeno y de proteínas contenidas en los cartílagos de las articulaciones, responsables de disminuir el impacto de los movimientos y el roce entre los huesos”, precisa Guzmán. No obstante, señala el especialista, aunque aumenta con la edad, la artrosis no es consecuencia exclusiva de la vejez, pues puede 24+SALUD presentarse en personas jóvenes que someten sus articulaciones a una actividad excesiva. Trastorno evolutivo Si bien la osteoartrosis tiene signos comunes a otros trastornos articulares, se distingue de ellos por su carácter degenerativo crónico con desgaste articular progresivo, que puede cursar sin mayor dolor ni inflamación en sus estadios iniciales, pero que limita los movimientos de manera importante. En cambio, la artritis –en sus diferentes tipos– es, por definición, una enfermedad inflamatoria. Algunos autores se refieren a osteoartritis cuando se presenta inflamación en una articulación como consecuencia de su desgaste. A medida que la condición evoluciona, es mayor el compromiso de las estructuras adyacentes a la articulación (huesos subcondrales, ligamentos y músculos). Guzmán explica que osteoartrosis | rx “en los estadios más leves se producen las primeras limitaciones del movimiento, sin dolor ni molestias significativas, con traquido articular y rigidez matutina menor a 20 minutos. En su grado más severo ocasiona incapacidad para movilizarse, choque permanente entre los huesos –acompañado de fuerte dolor e inflamación– y posibles deformaciones”. En fases más avanzadas, la artrosis puede ir acompañada de crecimiento óseo (formación de osteofitos) en las zonas del cuerpo involucradas. Bien sea de modo unilateral o bilateral, la artrosis puede afectar articulaciones pequeñas como las de los tobillos y los dedos de los pies, las muñecas, los codos y las zonas interfalángicas de los dedos de las manos, las áreas dorsal y lumbar y los picos cervicales de la columna; o más grandes como las de las caderas, los hombros y las rodillas. Tipos de artrosis La osteoartrosis es clasificada como primaria o idiopática (de origen desconocido) y secundaria (derivada de patologías o traumas). Dentro de la primaria se distinguen las formas localizada, que afecta una articulación específica, y generalizada, presente en más de tres articulaciones a la vez. También puede manifestarse una artrosis erosiva, vista a través de imágenes radiológicas que revelan erosiones y hoyos en alguna articulación, siendo más frecuente en articulaciones pequeñas como las de los dedos de las manos y los pies. En la secundaria se incluyen las siguientes formas: • Metabólica. Causada por enfermedades como condrocalcinosis, hemocromatosis o gota. • Postraumática. Es consecuencia de fracturas, luxaciones, roturas ligamentosas y esfuerzos excesivos relacionados con ciertas prácticas deportivas y ocupacionales. • Congénita. Ocurre por alguna alteración en la etapa fetal: las más frecuentes son distrofia y luxación congénita de cadera. • Endocrina. Asociada al hipotiroidismo, obesidad o acromegalia (enfermedad causada por secreción excesiva de la hormona del crecimiento), entre otras condiciones. • Trastorno articular preexistente. Patologías como la artritis reumatoide y la enfermedad de Paget (que involucra destrucción y regeneración anormal del hueso, causando deformidad) pueden producir artrosis como efecto secundario. 25+SALUD rx | osteoartrosis Rutina preventiva Además de la fisioterapia indicada y supervisada por el especialista, para el tratamiento de la osteoartrosis, afirma el internista y reumatólogo David Guzmán, es fundamental seguir ciertas prácticas saludables, las cuales previenen algunos factores de riesgo que influyen en su aparición: • Comer sano y evitar o corregir el sobrepeso. • Realizar regularmente ejercicios de bajo impacto y sin carga física como caminar o nadar: no sólo minimizan el estrés en el sistema articular y óseo, también ayudan a combatir el sobrepeso. • Controlar y manejar el estrés emocional: la afectación del sistema inmunitario favorece los procesos inflamatorios. • Evitar la sobrecarga en las articulaciones con pesos excesivos y la ejecución de actividades que aceleren su desgaste. Factores de riesgo Los especialistas enumeran algunos factores que influyen en la aparición de la osteoartrosis: • Edad. Por su carácter degenerativo, la artrosis suele aparecer después de los 50 o 60 años y su prevalencia aumenta con la edad. • Sexo. Con excepción de la artrosis de cadera, que tiene mayor incidencia en los hombres, la osteoartrosis es más frecuente en las mujeres –en una proporción de 2 a 1–, debido a la disminución de hormonas durante la menopausia. • Herencia. Existe predisposición genética, aunque no es una variable definitoria. • Ocupación. Personas con actividades laborales o deportivas que implican esfuerzos permanentes e intensos sobre una o más articulaciones (conductores, hilanderos, ciclistas, corredores de fondo, entre otros) son más propensas a sufrir artrosis. • Antecedentes. Traumatismos articulares previos y enfermedades asociadas como la artritis reumatoide y la gota también aumentan la probabilidad de presentar artrosis. • Sobrepeso y sedentarismo. Favorecen la aparición prematura y la evolución del trastorno. 26+SALUD Tratamiento adecuado La atención de la osteoartrosis debe estar orientada a aliviar los síntomas, enlentecer su evolución y controlar los factores asociados para mejorar la calidad de vida del paciente. Corresponde al especialista indicar los tratamientos adecuados según el caso: • Farmacológicos. No hay medicamento que detenga la edad, acota Guzmán, pero existen terapias farmacológicas que fortalecen el sistema inmunitario y se indican en inflamaciones severas. Según el caso, pueden prescribirse analgésicos para el dolor y antiinflamatorios, generalmente acompañados de un protector gástrico. Otro tratamiento consiste en la infiltración de ácido hialurónico en las articulaciones para ayudar a regenerar el cartílago perdido. También puede aplicarse infiltración intra-articular con esteroides, sólo en casos agudos –por sus posibles efectos secundarios–, para aliviar el dolor. • No farmacológicos. Están orientados a la fisiatría con rehabilitación fisioterapéutica. • Quirúrgicos. Se indican cuando hay compromiso severo de las articulaciones, con dolor persistente y riesgo de inmovilidad. Entre las cirugías más utilizadas se cuentan: Artroscópica. Consiste en la limpieza y reparación de la estructura involucrada por vía endoscópica. Para Ezequiel Hidalgo, cirujano traumatólogo, esta cirugía “es efectiva para regular las lesiones articulares en sus etapas iniciales, utilizando calor para que las fibras de colágeno se retraigan y cambie la textura de la superficie del cartílago”. Artroplastia. Está indicada en casos avanzados, cuando el cartílago está muy comprometido, y consiste en el reemplazo de la articu- osteoartrosis | rx lación desgastada por una prótesis. Hidalgo precisa que esta cirugía es frecuente en las caderas, las rodillas y los hombros, porque ofrece buenos resultados, mientras que en los codos y los tobillos no es muy efectiva. Artrodesis. “Cuando el uso de prótesis no es viable y hay mucho dolor, se realiza una artrodesis, que consiste en inmovilizar la articulación colocando tornillos con métodos de fijación interna que hacen que los huesos se consoliden entre sí”, explica Hidalgo. El especialista subraya que se trata de una solución quirúrgica molesta para el paciente por la pérdida de movimiento que implica. Por lo general, se practica en los tobillos, porque éstos se “defienden” con otras estructuras del cuerpo. Columna afectada “A la afectación de las articulaciones de la columna por causa de artrosis se le conoce también como espondiloartrosis. Los segmentos más móviles del área cervical y lumbar suelen ser los más comprometidos”, acota Guzmán. Por su parte, el neurocirujano Aniello Romano Troccoli precisa que “el desgaste articular en la columna produce estrechez del canal medular con consecuencias variables según la zona involucrada”. “La compresión de la médula en las áreas cervicales y dorsales se manifiesta con pérdida de la fuerza tanto en los miembros superiores como inferiores. La degeneración en la región lumbar o lumbosacra se caracteriza por dolor radicular en una o en ambas piernas –debido a la irritación del nervio afectado por la compresión–, dificultando la marcha del paciente”, precisa el especialista. La osteoartrosis es más frecuente en las manos, las rodillas, las caderas y las zonas lumbar y cervical de la columna La artrosis cervical y dorsal puede requerir cirugía para evitar que el trastorno evolucione hacia una parálisis corporal, señala Romano Troccoli, mientras que la lumbar puede tratarse con analgésicos y antiinflamatorios orales, con fisioterapia o con la infiltración de esteroides directamente en la zona articular comprometida de la columna para aliviar el dolor. Si la condición progresa e interfiere de manera importante en la calidad de vida del paciente (capacidad para sentarse o acostarse), puede practicarse una laminectomía descompresiva, que consiste en el retiro de la llamada “lámina” (estructura de la parte posterior de la vértebra) para crear espacio y descomprimir la zona. En casos severos, indica el neurocirujano, “puede realizarse una artroplastia para sustituir la estructura articular afectada por una artificial o para retirarla por completo y estabilizar la columna con tornillos”. • F u e n t e s c o n s u l t ada s º David Guzmán, internista y reumatólogo. Centro Ciudad Comercial Tamanaco, Caracas. º Ezequiel Hidalgo, cirujano traumatólogo, especialista en reemplazos articulares y cirugía artroscópica. Ex vicepresidente y miembro de la Sociedad Venezolana de Traumatología. Centro Médico de Caracas. º Aniello Romano Troccoli, neurocirujano. Torre Maracaibo, Caracas. º Organización Mundial de la Salud (OMS). º www.ncbi.nlm.nih.gov / www.rheumatology.org. 27+SALUD