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Capítulo 12 Trastornos del movimiento inducidos por medicamentos 12 109 Trastornos del movimiento inducidos por medicamentos Mauricio Rueda, Gabriel José Arango Introducción Hay una amplia variedad de medicamentos que producen movimientos anormales, los primeros por considerar son los que actúan sobre el sistema dopaminérgico, ya sean los neurolépticos que producen bloqueo de estos receptores o las medicaciones antiparkinsonianas que por el contrario tratan de reemplazar la dopamina faltante. A pesar de los efectos antagónicos de estas medicaciones se observan complicaciones semiológicamente similares como son la presencia de discinesias y distonía, pero con un sustrato clínico completamente diferente, haciendo necesario revisar los aspectos clínicos, fisiopatología y aspectos epidemiológicos de estos trastornos para entender de manera más clara las diferencias. En este capítulo se discutirán las complicaciones agudas y tardías de la terapia con antipsicóticos, el parkinsonismo por fármacos y los movimientos anormales inducidos por otros medicamentos de uso común. No se incluyen las complicaciones de la enfermedad de Parkinson por haberse discutido en otros capítulos de esta serie. Síndromes agudos Este grupo de alteraciones aparece en los primeros meses de tratamiento con medicaciones que producen bloqueo de los receptores dopaminérgicos estriatales, de ellos el más importante es el causado por antipsicóticos típicos o tradicionales. También se deben tener en cuenta medicaciones de amplio uso como la metoclopramida. Estos síndromes son: Distonía aguda (DA) La distonía se define como la presencia de contracciones musculares sostenidas involuntarias que llevan a una postura anormal. Afecta con mayor frecuencia la musculatura craneal y cervical produciendo retrocolis, tortícolis, blefaroespasmo, trismus, crisis oculógiras, protrusión o torsión de la lengua, movimientos mandibulares, distorsión de los labios y estridor respiratorio, entre otros. Los músculos axiales se comprometen más comúnmente en niños, llevando a postura con opistotonos, escoliosis o lordosis. Estas contracciones pueden ser sostenidas o intermitentes, generalmente suceden en episodios que duran unos 20 a 30 minutos, en ocasiones asociadas a dolor. El otro criterio es la aparición aguda de los síntomas, que usualmente se presentan entre las dos y 24 horas de la primera toma del medicamento y en 95% de los 110 Capítulo 12 M. Rueda, G.J. Arango casos aparecen antes del cuarto día. El síndrome también se puede presentar al cambiar de una medicación antipsicótica de baja a otra de mayor potencia (es decir con menos efectos anticolinérgicos y mayor bloqueo de receptores D2). Como diagnóstico diferencial se debe considerar otras entidades como la hipocalcemia y el hipertiroidismo. Entre los diagnósticos diferenciales de tipo neurológico están las distonías paroxísticas, la distonía focal idiopática del adulto, las crisis parciales simples motoras y la enfermedad de Wilson. Epidemiología Se estima una incidencia de 2.3%, pero cuando se usan bloqueadores dopaminérgicos (BD) de alta potencia, dosis altas de BD y BD de depósito, el rango de incidencia aumenta del 15 al 90%. El grupo de mayor riesgo es el de los hombres jóvenes, principalmente en menores de 15 años, siendo raro en mayores de 40. Las reacciones distónicas generalizadas se presentan con mayor frecuencia en niños, mientras en adultos predomina la DA focal. Fisiopatología Se ha tratado de explicar con base en un imbalance dopaminérgico originado por los BD. Se habló de una hiperfunción dopaminérgica paradójica, en que hay una producción aumentada de dopamina en respuesta compensatoria a los BD, sobreestimulando los receptores no bloqueados e induciendo la distonía. Sin embargo, se opone a esta teoría el efecto antidistónico de los anticolinérgicos ya que estas medicaciones empeoran los movimientos mediados por hiperfunción dopaminérgica, como se ve en la discinesia tardía. Otra teoría menciona que la DA es debida a la alteración aguda de la transmisión dopaminérgica afectando el equilibrio fisiológico que existe con la acetilcolina. Esto está apoyado por la mejoría clínica que se observa al administrar un anticolinérgico, que teóricamente restablece el equilibrio, se opone a esta concepción la ausencia de este efecto secundario con la reserpina, la cual produce depleción presináptica e inhibición aguda de la transmisión dopaminérgica, sin embargo la reserpina también produce depleción de serotonina, pudiendo este hecho evitar la aparición de DA. Esto último se ve apoyado en la respuesta a la alfa-metilparatirosina, que produce depleción dopaminérgica, sin producir depleción serotoninérgica e inducir distonía aguda. Tratamiento Están indicadas medicaciones anticolinérgicas como el biperideno y la difenhidramina. Se recomienda iniciar con administración intravenosa o intramuscular que produce un efecto rápido. El principal problema va a ser la deserción al tratamiento; debido a efectos colterales por eso se recomienda iniciar con los BD a bajas dosis e ir aumentado hasta obtener un efecto adecuado con pocos efectos secundarios. No se recomienda el inicio de anticolinérgicos al tiempo del BD para prevenir las reacciones agudas. Cuando se observa una reacción distónica se debe reducir la dosis del antipsicótico o considerar el cambio del fármaco por uno de menor potencia. Se recomiendan las siguientes dosis diarias de anticolinérgicos: benzotropina: 1 a 16 mg, biperideno: 2 a 8 mg, difenhidramina: 50 a 300 mg y trihexifenidil: 4 a 15 mg. Capítulo 12 Trastornos del movimiento inducidos por medicamentos 111 Acatisia aguda (AA) El diagnóstico se basa en la presencia de síntomas subjetivos como ansiedad, impaciencia, desasosiego, tensión asociados a inquietud motora e incapacidad para estarse quieto. Se observan varios patrones de movimiento como cruzar las piernas en forma alterante, movimientos voluntarios de torsión del tronco, cambiar permanentemente de posición y movimientos de extremidades que denotan inquietud; movimientos que realiza el paciente en un intento por disminuir los síntomas subjetivos, sin obtener que éste sea duradero. Epidemiología Se estima una prevalencia de 20%, pero ésta varía según la potencia del antipsicótico usado y del reconocimiento del síndrome, que puede ser confundido con agitación relacionada con la enfermedad psiquiátrica. 90% de los casos se presenta en los primeros 73 días de terapia antipsicótica. Cuando inicia luego de tres meses de terapia antipsicótica estable se considera acatisia tardía, sin embargo no hay una clara diferenciación clínica entre éstas. Fisiopatología Se ha propuesto el bloqueo de los receptores dopaminérgicos mesocorticales como responsables de este efecto secundario. Al contrario de la inhibición de la actividad motora que se observa al bloquearse los receptores dopaminérgicos estriatales y mesolímbicos, el bloqueo de estos receptores mesocorticales produce aumento de la actividad motora. Tratamiento Se debe reducir la dosis del antipsicótico y puede ser útil el uso de anticolinérgicos, que no son tan efectivos como en el caso de la distonía aguda. La presencia de acatisia aguda es un predictor de falla del efecto antipsicótico del fármaco implicado, por lo que es recomendable considerar un cambio del BD para obtener mejor resultado en el control de los síntomas psiquiátricos. También se ha propuesto el uso de el propranolol, la clonidina y las benzodiacepinas para controlar los síntomas de ansiedad asociados. Parkinsonismo inducido por medicamentos (PIM) En más de 90% de los casos se presenta en los tres primeros meses de tratamiento con BD, se desarrolla en forma subaguda con tendencia a la estabilización, iniciando en la mayoría de pacientes con bradiscinesia simétrica, derivándose de ésta otras manifestaciones como la inexpresividad facial, la disminución del balanceo de los brazos, la lentitud en las actividades de la vida diaria, la voz de bajo tono y la micrografía. Se pueden observar todas las características cardinales de la enfermedad de Parkinson idiopática (EPI): bradiscinesia, rigidez, temblor e inestabilidad postural. Dentro de las características que pueden presentarse en el PIM y que pueden ocasionar confusión con la EPI está el comienzo unilateral de los síntomas (50%) y el temblor de las manos (30%). Este temblor a diferencia del observado en la EPI es de mayor frecuencia y se presenta con la postura o actividad, similar al observado en el temblor esencial. El curso del parkinsonismo puede ser variable con estabilización del cuadro clínico e incluso mejoría con dosis estables de BD; sin embargo, los pacientes con edad 112 Capítulo 12 M. Rueda, G.J. Arango avanzada parecen más susceptibles observándose con mayor frecuencia progresión del parkinsonismo. El principal diagnóstico diferencial en estos casos es la EPI desencadenada en forma anticipada por estos medicamentos; para aclarar la situación se suspende el agente potencialmente causal y se observa si hay mejoría de los síntomas o si por el contrario progresan correspondiendo en este caso a la evolución natural de la EPI. En ocasiones la situación no es fácil de aclarar porque la mejoría sintomática del parkinsonismo puede tomar desde tres meses hasta cinco años. Otros diagnósticos diferenciales que se deben tener en mente son la ascinesia producida por depresión o por los síntomas negativos de la esquizofrenia y la catatonía. Epidemiología Se presenta en 10-15% de pacientes tomando BD. Como factores de riesgo se han identificado la edad avanzada, el sexo femenino y la lesión cerebral previa. Los medicamentos que clásicamente se han relacionado con este efecto secundario son los antipsicóticos tradicionales que producen bloqueo D2. Dentro de los atípicos están la risperidona, con menor frecuencia la olanzapina y prácticamente no se presenta con la clozapina y la quetiapina. Otros medicamentos de los que en muchas ocasiones se abusa y que causan estos síntomas son la metoclopramida y la flunarizina. También se han informado como asociados a parkinsonismo la fluoxetina, la sertralina, la amiodarona, los bloqueadores de canales de calcio, el litio, el ácido valproico, el 5-fluorouracilo, el anfotericina B y la combinación vincristina-adriamicina. Tratamiento En el caso del parkinsonismo inducido por BD es útil el uso en ciclos cortos, de medicaciones anticolinérgicas, hasta dos semanas con reducción progresiva y monitorización estrecha de la reaparición de los síntomas extrapiramidales. Otra opción es el cambio del BD por otro que genere menos parkinsonismo. Cuando aparece con otras medicaciones se debe considerar su suspensión o cambiar por otro fármaco con efectos terapéuticos similares (por ejemplo, cambio de calcioantagonistas por inhibidores de la ECA en pacientes con hipertensión arterial). Síndrome neuroléptico maligno El síndrome neuroléptico maligno (SNM) es una de las más severas reacciones a drogas conocida. Fue descrita con la introducción de los antipsicóticos típicos o neurolépticos en la década de los cincuenta, aunque actualmente se sabe que no son las únicas medicaciones que lo ocasionan. El SNM es una condición que pone en riesgo la vida y debe reconocerse con rapidez para iniciar un tratamiento agresivo y eficaz. El SNM es una reacción idiosincrática aguda que puede ocurrir como respuesta a BD o a la suspensión abrupta de medicaciones dopaminérgicas. Casi siempre aparece en el primer mes de iniciada la medicación, 16% se manifiesta en el primer día y 30% en el segundo. Se caracteriza por disfunción autonómica y fiebre en todos los casos, acompañada de síntomas parkinsonianos que pueden ser muy severos. Prácticamente cualquier droga neuroléptica puede causar SNM, incluyendo los neurolépticos atípicos y antieméticos como la metoclopramida. Se han documentado otros medicamentos con mecanismo de acción diferentes que pueden desencadenar el SNM, entre ellos se encuentran los antidepresivos tricíclicos, los bloqueadores Capítulo 12 Trastornos del movimiento inducidos por medicamentos 113 selectivos de la recaptación de serotonina, la tetrabenazina y el litio, ya se usen solos o en combinación. Otra causa de esta entidad es la suspensión o disminución de medicaciones dopaminérgicas como la levodopa o los agonistas de dopamina (bromocriptina, pergolide), en pacientes con enfermedad de Parkinson. Epidemiología La incidencia de esta complicación varía de acuerdo con la población que se estudie y a la medicación utilizada, en general es menor a 1%. En un estudio poblacional en la India se encontró una incidencia de 1.41 por cada 1.000 tratados con neurolépticos. La mortalidad del SNM es elevada y se encuentra entre 10 y 38%. Se debe tener en cuenta que la mortalidad es más baja entre más rápido se reconozca la entidad y se inicie un manejo adecuado. Manifestaciones clínicas Las características del SNM son en general las mismas sin importar el agente causante. En la Tabla 1 se muestran las frecuencias de los síntomas. En 82% de los casos las alteraciones mentales o la rigidez preceden a la hipertermia y la disfunción autonómica; 70% de los afectados presenta la siguiente secuencia de síntomas: cambios mentales, rigidez, hipertermia y disfunción autonómica. La rigidez es de predominio axial y puede ser tan severa que lleva al paciente a una posición de opistótonos. La fiebre generalmente es de 38ºC o mayor No siempre se encuentran todos los síntomas descritos, incluso hay informes de pacientes que mueren con esta entidad y nunca desarrollaron rigidez, lo que en ocasiones dificulta el reconocimiento del SNM, especialmente en sus formas leves. Hoy día se considera que para Tabla 1. Manifestaciones clínicas del SNM y su su diagnóstico deben observarse tres frecuencia/ de las cuatro características principales (fiebre, inestabilidad autonómica, ri- Manifestación Frecuencia (%) gidez y alteración de la conciencia) por Hallazgos sistémicos lo menos durante un día. Fiebre 100 Se debe sospechar SNM en todo paTaquicardia 69 ciente que esté recibiendo neuroDiaforesis 60 Labilidad de tensión arterial 54 lépticos y presente fiebre de origen desTaquipnea 25 conocido, especialmente si está en el Retención urinaria primer mes de tratamiento o se ajustó recientemente la dosis de la medica- Alteraciones del movimiento Rigidez 98 ción. Temblor 56 Como hallazgos paraclínicos se enDistonía 27 cuentra leucocitosis, que puede ser muy Corea 15 severa, elevación de la creatinfosCrisis oculógiras 6 foquinasa (CPK) por contracción muscular sostenida. El paciente puede pre- Otros hallazgos neurológicos Disfagia 40 sentar rabdomiólisis la cual, en combiMutismo aquinético 38 nación con la deshidratación, puede Estupor 27 Coma 27 causar falla renal aguda. Los valores Alteración de reflejos de CPK generalmente llegan a unas Signo de Babinski 2000 UI/L, pero pueden llegar hasta 114 Capítulo 12 M. Rueda, G.J. Arango 15.000 o 20.000 UI/L. En el diagnóstico diferencial se deben tener en cuenta patologías como las neuroinfecciones y el tétanos. Tratamiento Se debe realizar en la unidad de cuidado intensivo (UCI) con monitorización hemodinámica continua, en ocasiones los síntomas extrapiramidales pueden ser tan severos que el paciente requiere sedación y ventilación asistida. Se tiene que suspender la medicación desencadenante inmediatamente, en el caso de los BD de depósito se aumentará el tiempo de duración del SNM, con mayor morbilidad asociada. Se debe mantener una hidratación adecuada ya que una de las principales complicaciones es la falla renal asociada a rabdmiólisis. El uso de agonistas dopaminérgicos o la amantadina en infusión han mostrado utilidad en acelerar la recuperación. Si el paciente requiere tratamiento antipsicótico después de recuperarse del SNM, se debe usar un antipsicótico diferente (idealmente atípico) y con una monitorización estrecha. Síndromes tardíos Se refiere a un grupo de movimientos anormales que generalmente inician luego un año de terapia con medicaciones bloqueadoras dopaminérgicas y que persisten al menos un mes luego de suspender la medicación responsable. En mayores de 60 años la exposición puede ser menor, incluso de solamente un mes para producir los síntomas. Discinesia tardía En la discinesia tardía (DT) los síntomas generalmente están confinados al área orofacial con movimientos rápidos, no sostenidos, descritos como estereotipados, con un patrón irregularmente repetitivo, afectando la lengua, boca y mandíbula. El primer signo puede ser la presencia de movimientos leves de la lengua que puede no generar ninguna molestia al paciente, progresando en días a semanas a movimientos de protrusión de la lengua, masticatorios y de los labios con tendencia a la estabilización de los síntomas en pocas semanas. Otros segmentos corporales que se afectan con menor frecuencia son el tronco con movimientos rotatorios y de balanceo, músculos respiratorios (causando jadeos y un patrón respiratorio irregular) y extremidades (con movimientos finos y rápidos de dedos, manos, pies, o movimientos no rítmicos de ambas piernas). Estos movimientos pueden ser suprimidos al solicitársele al paciente, o al realizar acciones como hablar o comer, por lo que no causan discapacidad significativa; aunque en algunos casos hay disfagia y disartria además de autoaislamineto social. Otra clave para el diagnóstico es la aparición de los síntomas al disminuirse o suspenderse la medicación antipsicótica, los que disminuyen al incrementarse nuevamente la dosis. Etiología Se relaciona con la toma de BD, principalmente en pacientes con psicosis que toman neurolépticos tradicionales. Otra medicación que debemos tener en mente es la metoclopramida, ampliamente usada en el manejo de pacientes con náusea y que Capítulo 12 Trastornos del movimiento inducidos por medicamentos 115 por virtud de las propiedades BD también produce este cuadro clínico. En general todos los antipsicóticos atípicos pueden producir DT, aunque en menor proporción que los típicos. Epidemiología Entre los pacientes tratados con neurolépticos se estima una incidencia anual de 5% en la población joven (promedio 28 años de edad) y de 12% en los más adultos (promedio 56 años de edad). La prevalencia se estima en 20%, es decir, que al menos este porcentaje de pacientes se verán afectados al exponerse crónicamente a BD. Entre los factores de riesgo para presentar DT están la edad avanzada, el sexo femenino, la comorbilidad con trastornos afectivos, el daño cerebral previo, el alcoholismo, la pobre respuesta a los antipsicóticos y las dosis altas acumulativa de BD y la coexistencia de parkinsonismo inducido por medicamentos. Fisiopatología Tradicionalmente se ha mencionado como explicación de estos síntomas la hipersensibilidad de los receptores dopaminérgicos estriatales secundaria a su bloqueo crónico. Para tratar de aclarar este punto se han realizado estudios en animales a los que se exponen crónicamente a BD, encontrándose una mayor afinidad de estos receptores por la dopamina y un mayor número de receptores en todos los animales, sin haber claridad de por qué sólo un grupo de ellos presenta los síntomas. Esta susceptibilidad de algunos individuos puede tener una base genética, especialmente relacionada con el gen del receptor D3 de la dopamina. Varios grupos de investigación han informado una asociación entre el polimorfismo glicina-serina del exón 1 de este gen encontrándose que los pacientes con genotipo glicina/glicina tienen un mayor riesgo para desarrollar DT que los pacientes con genotipo serina/serina. Otra teoría se refiere a un estrés oxidativo elevado en pacientes con DT encontrándose una asociación entre niveles elevados de manganeso superóxido dismutasa y la presencia de DT en pacientes esquizofrénicos. Diagnóstico diferencial El primer paso es una historia neuropsiquiátrica completa detallando los medicamentos que ha tomado. Una vez descartada la toma crónica de BD otros diagnósticos por considerar son las discinesias espontáneas del anciano que no tienen una etiología clara, la enfermedad de Huntington, la enfermedad de Wilson, el infarto gangliobasal, o de tallo o cerebelo, el hipertiroidismo, el lupus eritematoso sistémico, y la toma de otros medicamentos como los antidepresivos tricíclicos. Prevención Se hace evitando el agente causal. Se debe tener en mente esta complicación antes de prescribir antipsicóticos para trastornos no sicóticos como ansiedad o trastornos de sueño. Cuando es necesario usar estas medicaciones debe intentarse la menor dosis efectiva y suspenderla cuando esté indicado, por lo que debe revisarse en cada consulta la pertinencia de continuar el tratamiento, evitando los tratamientos crónicos injustificados. Otra alternativa es el uso de antipsicóticos atípicos como la clozapina o la quetiapina que están asociados en una menor proporción con esta complicación. 116 Capítulo 12 M. Rueda, G.J. Arango Pronóstico Luego de suspender el medicamento causal la DT puede persistir indefinidamente, mejorar parcialmente o totalmente. La mejoría sucede hasta en la tercera parte de los pacientes y se espera ocurra en el primer año luego de retirado el medicamento, puede observarse mejoría hasta los cinco años. Dentro de los factores de buen pronóstico se tienen una baja dosis de BD, el uso de antipsicóticos atípicos, baja severidad de las discinesias y edad menor de 60 años. Tratamiento Todo paciente que reciba BD debe ser monitorizado frecuentemente y observar en cada control si hay alteraciones del movimiento nuevas, para poder detectar este problema de forma temprana, ya que si se logra suspender el medicamento desencadenante o cambiarlo por otro que cause este problema en menor proporción, se puede llegar a revertir la discinesia o impedir que progrese y se convierta en incapacitante con persistencia a largo plazo. Siempre se debe hacer una relación riesgo/beneficio cuando se escoge la medicación y se determina el tiempo por usar, por otro lado se recomienda educar al paciente y a su familia acerca de la posibilidad de desarrollar una DT, para que sea más fácil de detectar. Una vez se ha establecido la DT en una proporción importante de casos (más de 50%) persiste a pesar de suspender el BD y su manejo a largo plazo es uno de los retos más difíciles en el campo de los movimientos anormales. Se han estudiado múltiples medicaciones sintomáticas, las depletoras de dopamina como la reserpina y la tetrabenazina son las que mejor eficacia muestran en los ensayos clínicos, la primera no se usa porque presenta como efecto secundario depresión severa y parkinsonismo, la segunda es más segura, pero no se consigue en nuestro medio y para la FDA (Food and Drug Administration -USA-) aún es un fármaco experimental aunque en Europa existe una buena experiencia con ésta. Los BD también pueden ser útiles para el control del movimiento anormal, aunque a largo plazo alimentan la génesis de la discinesia, por lo que se prefiere el uso de antipsicóticos atípicos de baja potencia como el sulpiride, la clozapina o la quetiapina. Los anticolinérgicos que son útiles para las reacciones agudas, empeoran la DT y no se deben usar. Otros medicamentos que han demostrado alguna eficacia son las benzodiacepinas, especialmente el clonazepam en formas leves, la vitamina E, la vitamina B6, los agonistas dopa, el ácido valproico, el vigabatrín y los bloqueadores de canales de calcio, pero faltan estudios adecuados que prueben de manera contundente su eficacia. En casos seleccionados se puede utilizar la toxina botulínica de la misma forma que en las distonías focales del adulto, recordando que es probable no lograr controlar todos los componentes de la discinesia, en especial los movimientos de la lengua. Distonía tardía (DTT) Son movimientos distónicos de distribución focal, segmentaria o generalizada, en ocasiones indistinguibles de los observados en las distonías idiopáticas. Las manifestaciones clínicas varían según la edad, siendo más común la distonía tardía generalizada en los jóvenes y la distonía tardía focal en los viejos. Comparte una característica clínica importante con las distonías idiopáticas y es la mejoría con truco sensorial (como la observada en la distonía cervical al tocarse la barbilla). Los segmentos corporales más afectados son la cara y la boca, el cuello, los brazos, el tronco y las piernas, en orden descendente. Algunas manifestaciones son sugestivas de la relación con BD como la presencia de retrocolis, la extensión del Capítulo 12 Trastornos del movimiento inducidos por medicamentos 117 tronco y la disminución de la distonía con acciones como caminar, mientras que en la distonía idiopática se observa con mayor frecuencia movimientos de laterocolis, de torsión lateral del tronco y empeora con movimientos voluntarios. Cuando se afectan los miembros superiores con frecuencia se observa rotación interna, extensión del codo y flexión de las muñecas. Otra clave para el diagnóstico es la asociación de DTT con movimientos que usualmente se presentan en la DT como las discinesias orolinguales. Prevalencia Ocupa el primer lugar de las distonías secundarias. Se presenta en 2-20% de los pacientes que toman BD, es más común en hombres y en edades tempranas, el tiempo de latencia para la aparición de los síntomas puede ser menor que para la DT. Fisiopatología Se ha tratado de explicar por la hipersensibilidad de receptores dopaminérgicos mencionada en la DT sin embargo, hay diferencias fisiopatológicas entre estas dos entidades apoyadas en la respuesta clínica a anticolinérgicos, mientras se observa mejoría en la DTT hay empeoramiento en la DT. Tratamiento En este caso se deben utilizar anticolinérgicos que en la mayoría de los casos se deben combinar con BD. En estos casos la tetrabenacina y la reserpina suelen fallar si se usan en monoterapia; en uso conjunto con anticolinérgicos son útiles para 50% de los afectados. El clonazepam es más útil en la DTT que en la DT. Los antipsicóticos atípicos también han mostrado utilidad y la toxina botulínica es el tratamiento de elección para pacientes con distonía focal. En casos muy severos que no responden a ninguna opción farmacológica se puede pensar en la cirugía funcional, con lesión o estimulación del globo pálido. Acatisia tardía (AT) Se caracteriza por la incapacidad del paciente de permanecer quieto referida como una necesidad irresistible de estarse moviendo, asociada a una sensación de inquietud, desasosiego, tensión interna o ansiedad permanente. El movimiento provee un alivio transitorio a esta tensión interna lo que causa un movimiento continuo. Al observarse en la posición sentado o de pie los movimiento más evidentes son en los miembros inferiores con cambio de posición, cambio de apoyo entre los pies, cruce alternante de las piernas, movimientos rápidos de balanceo de uno o ambos pies, movimientos de rotación del tronco, caminar permanentemente. Los movimientos en miembros superiores son menos evidentes, y también puede haber alguna vocalización en forma de gruñidos o quejidos. La AT aparece luego de seis meses de terapia con BD y como en la DT empeora al suspenderse el BD, raramente se presenta remisión espontánea de los síntomas. Se presenta hasta en 20-40% de los pacientes esquizofrénicos con tratamiento prolongado con BD. Diagnóstico diferencial En el paciente psiquiátrico se debe tener en cuenta la ansiedad o agitación de la enfermedad de base con la ansiedad de la acatisia, un diagnóstico errado puede 118 Capítulo 12 M. Rueda, G.J. Arango llevar a un aumento de BD, complicando más la situación del paciente. También se pueden confundir los movimientos del paciente con AT con estereotipias que a menudo acompañan algunas entidades siquiátricas. Otros diagnósticos por tener en cuenta son el síndrome por supresión de medicamentos y el síndrome de piernas inquietas, este último a diferencia de la AT está confinado a los miembros inferiores y se presenta solamente en la noche. Tratamiento Su tratamiento es similar a la DT, aunque no se consiguen tan buenos resultados. Siempre se debe considerar la suspensión o el cambio de antipsicótico. Las medicaciones adicionales que se mencionaron en la acatisia aguda no son útiles en este caso. Otros movimientos anormales inducidos por medicamentos Touretismo tardío Llena los criterios para el síndrome de Tourette, excepto por su asociación con BD y su inicio luego de los 20 años. Mioclonus tardío Se presenta luego de tres meses de terapia con BD, usualmente asociado a otro síndrome tardío, de predomino en hombres, afecta los miembros superiores y responde bien a benzodiacepinas. Temblor tardío Asociado a BD, de predominio postural y cinético, puede afectar las cuatro extremidades, no asociado a síntomas parkinsonianos. Movimientos anormales relacionados con otros medicamentos En general es una manifestación poco frecuente como efecto secundario a medicaciones de uso común, se estima una incidencia global de 0.6% y en muchas ocasiones sólo se presentan con niveles tóxicos de la medicación. Sin embargo, es importante saber qué medicaciones se pueden relacionar con movimientos anormales. Antiepilépticos • Fenitoína: asociada con coreoatetosis, discinesias orales, distonía y balismo. Afecta más a jóvenes, siendo un poco más frecuente en hombres. No se relaciona con la duración del tratamiento. Es más frecuente cuando hay lesión cerebral. Mejora rápidamente al suspender la medicación. • Carbamazepina: causa discinesias y distonía, con mayor frecuencia en el área orofacial. • Ácido valproico (AV): causa temblor postural bilateral similar al temblor esen- Capítulo 12 Trastornos del movimiento inducidos por medicamentos • 119 cial. Se presenta en 20-25% de quienes lo usan. Se relaciona con dosis mayores a 750 mg día. Mejoran con la disminución o suspensión del medicamento. Gabapentina: se ha informado coreoatetosis, distonía y crisis oculógiras en pacientes con lesión cerebral y retardo mental. Antidepresivos • Fluoxetina: se ha asociado a corea, discinesias orofaciales, parkinsonismo, acatisia, distonía, temblor y mioclonus. Estos síntomas posiblemente están relacionados con el efecto de la serotonina en los ganglios basales. Causan inhibición de las neuronas dopaminérgicas de la sustancia nigra disminuyendo sus eferencias y produciendo hipersensibilidad de los receptores dopaminérgicos estriatales. • Tricíclicos: se han asociado a temblor postural de baja amplitud, similar al temblor esencial. Otros menos frecuentes son mioclonus, distonía aguda y corea. Otros • Amiodarona: presentan temblor similar al temblor esencial, mioclonus, discinesias y parkinsonismo. • Cefalosporinas: se han relacionado con mioclonus y parkinsonismo. • Anticonceptivos orales: se han asociado a corea. El grupo más susceptible es el de las mujeres jóvenes, nulíparas y con antecedente de corea de Sydenham. Inicia como hemicorea en 65% de los pacientes, en los demás tiene un comienzo bilateral. Los síntomas se presentan de nueve a 12 semanas luego de iniciada la terapia hormonal y se observa mejoría espontánea ocho semanas luego de suspender el medicamento. Lecturas recomendadas • Arango GS, Fernández W. Indicadores actuales por el uso de la toxina botulínica en neurología. En: Uribe MG (ed) Guía Neurológica 4, Exlibris Editores S.A. Bogotá D.C.: Asociación Colombiana de Neurología; 2002: 8394. • Buriticá O. Otros trastornos de movimiento inducidos por drogas y tóxicos en general. En: Uribe MG (ed). Neurotoxicología. Bogotá D.C.: Exlibris Editores S.A. Asociación Colombiana de Neurología; 2001: 155170. • Factor S, Tarsy D. Acute movement disorders associated with other drugs. 55st Annual Meeting American Academy of Neurology (CD Rom). Honolulu, 2003 • Fernández HH. Tardive movement disorders. 55st Annual Meeting American academy of neurology (CD Rom). Honolulu, 2003 • Friedman JH. Acute drug-induced movement disorders. En: Gilman S, editor. MedLink Neurology. San Diego: MedLink Corporation. Available at www.medlink.com. Accessed march 15, 2003 • Friedman JH. Drug-induced parkinsonism. En: Gilman S, editor. MedLink Neurology. San Diego: MedLink Corporation. Available at www.medlink.com. Accessed march 15, 2003 • Drug Induced Dyskinesias. Gershanik OS. In Jankovic JJ, Tolosa E, editors: Parkinson´s Disease and Movement Disorders. 4 edition. Lippincott Williams and Wilkins, 2002. • Riley D. Tardive Dystonia. En: Gilman S, editor. MedLink Neurology. San Diego: MedLink Corporation. Available at www.medlink.com. Accessed march 15, 2003 • Riley D. Tardive dyskinesia. En: Gilman S, editor. MedLink Neurology. San Diego: MedLink Corporation. Available at www.medlink.com. Accessed march 15, 2003 • Tarsy D. Acute antipsychotic drug induced movement disorders. 55st Annual Meeting American Academy of Neurology (CD Rom). Honolulu, 2003