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DAD CHIL E REVISTA CHILENA DE UROLOGÍA A SO IE N C DE UROLOG ÍA REVISTA DE REVISTAS C LINICAL P RACTICE G UIDELINE. U RINARY T RACT INFECTION: CLINICAL PRACTICE GUIDELINE FOR THE DIAGNOSIS AND MANAGEMENT OF THE INITIAL UTI IN FEBRILE INFANTS AND CHILDREN 2 TO 24 MONTHS GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA. INFECCIÓN DEL TRACTO URINARIO: GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA PARA EL DIAGNÓSTICO Y MANEJO INICIAL DE INFECCIÓN URINARIA (ITU) FEBRIL EN LACTANTES DE 2-24 MESES Subcommittee On Urinary Tract Infection And Steering Committee On Quality Improvement And Management. Pediatrics 2011; 128: 595-610. Objetivo: Revisar los parámetros prácticos de la Academia Americana de Pediatría (AAP) respecto al diagnóstico y manejo inicial de la infección urinaria febril en lactantes y niños. Métodos: Análisis de literatura publicada desde la última versión de la guía sumada a datos proporcionados por autores de recientes publicaciones. El nivel de evidencia que acompaña a cada recomendación y el grado de recomendación fueron evaluados y graduados. Resultados: El diagnóstico es realizado en base a la presencia de piuria y al menos 50.000 colonias por ml de un único microorganismo uropatógeno en una muestra de orina apropiadamente recolectada. Después de 7 a 14 días de tratamiento antibiótico, debe mantenerse un estrecho seguimiento monitorizando el diagnóstico y tratamiento precoz de recurrencias. Debe realizarse ecografía renal y vesical para detectar anomalías anatómicas. Datos de los 6 estudios más recientes no apoyan el uso de profilaxis antibiótica para prevenir infecciones recurrentes febriles en lactantes sin reflujo vesicoureteral ( RVU) o con RVU grado I a IV. Por lo tanto la VOLUMEN 77 / Nº 2 AÑO 2012 uretrocistografía miccional (UCG) no se recomienda de rutina luego de la primera infección urinaria. La UCG es indicada si la ecografía renal y vesical revela hidronefrosis, cicatrices u otros hallazgos sugerentes de RVU de alto grado o uropatía obstructiva y otras circunstancias clínicas complejas. UCG también debería realizarse en caso de ITU febril recurrente. Las recomendaciones de esta guía no indican un tratamiento único estándar, las variaciones pueden ser apropiadas. Las recomendaciones acerca de profilaxis antibiótica y las implicancias de realizar una UCG son basadas en evidencia actualmente disponible. Al igual que con todas las guías de práctica clínica, la AAP estará revisando rutinariamente sus recomendaciones e incorporando nueva evidencia, tal como datos de estudios randomizados sobre intervención en niños con RVU. Conclusión: Los cambios en esta revisión incluyen criterios para el diagnóstico de ITU y recomendaciones para imágenes. Comentario del Editor:Siendo la infección urinaria un tema que ha mantenido relevancia en el tiempo en cuanto a incidencia, a las implicancias que conlleva la necesidad de buscar patología urológica subyacente, la importancia de definir cuáles son los estudios más apropiados considerando costo-beneficio y riesgo-beneficio y la prevención de enfermedad renal crónica futura, se hace tan importante definir nuevas guías de práctica clínica en este tema. Es así como en la última década han aparecido una serie de publicaciones acerca de estudios con cada vez mayor nivel de evidencia sobre el manejo de esta patología y esto ha permitido que distintas sociedades científicas se motiven a crear nuevas guías de práctica clínica para el manejo, diagnóstico y trata- 161 IE DE miento de la infección urinaria en lactantes; ejemplo de ello son las Guías inglesas del “National Institute for Health and Clinical Excellence (NICE)” publicadas el año 2007 y el “Protocolo Diagnóstico Terapéutico de Infección Urinaria en niños de 1 mes a 14 años, de la Asociación Española de Pediatría (AEPED) 2008; ambas creadas con la participación de una amplia gama de especialistas (urólogos, pediatras, nefrólogos, infectólogos e imagenólogos). Todas coinciden en la necesidad de afinar sobre los métodos diagnósticos empleados, descartando la validez de recolección de orina mediante bolsa recolectora como método de confirmación diagnóstica de ITU, reafirmando que la toma de muestra adecuada debe ser por cateterismo vesical o punción suprapúbica y sobre el uso cauteloso de las imágenes intentando disminuir al máximo la necesidad de irradiar a los niños, haciendo referencia específica a la uretrocistografía miccional. Por último se discute el uso correcto de profilaxis antibiótica que queda reservado para casos particulares. Esta Guía establece 7 recomendaciones claves en el manejo de lactantes con ITU febril, clasificándolas con distinto nivel de evidencia siendo A el máximo nivel de recomendación; B y C los que continúan, D se establece como opción y X como recomendación en casos excepcionales. La primera recomendación refuerza la necesidad de confirmar una infección urinaria luego de una sospecha por examen de orina alterado, mediante un nuevo examen de orina y urocultivo tomados por cateterismo vesical o punción suprapúbica (Evidencia A). La segunda recomendación es que en la evaluación de un lactante febril, debe descartarse infección urinaria y se establecen factores de riesgo que permiten clasificar al lactante como lactante febril con bajo riesgo de ITU y alto riesgo de ITU; de esta manera aquel con bajo riesgo de ITU puede continuar seguimiento sin necesidad de realizarle examen de orina (evidencia A) o se puede realizar un examen de orina de screening de ITU y si resulta su- 162 DAD CHIL E A SO C N REVISTA CHILENA DE UROLOGÍA UROLOG ÍA gerente debe confirmarse posteriormente con un método de recolección adecuado para la confirmación diagnóstica (A). La tercera dice sobre el diagnóstico de ITU, que debe acompañarse de un sedimento de orina anormal y un urocultivo con >50.000 ufc/ml de cepas tomadas por cateterismo o punción suprapúbica (evidencia C). La cuarta recomendación es sobre el inicio de tratamiento, dice que la terapia oral es igualmente eficaz que la parenteral (evidencia A), por lo tanto la elección de la ruta de administración y el antibiótico, dependerán del clínico e idealmente debe existir disponibilidad sobre los patrones locales de resistencia antimicrobiana de los uropatógenos y ajustar la terapia de acuerdo a antibiograma y la duración de tratamiento que debe ser de 7 a 14 días ( evidencia B). La quinta es que lactantes con ITU febril deben realizarse ecografía renal (evidencia C). La sexta y una de las más importantes dice que la uretrocistografía miccional no debe hacerse a todos los lactantes, sólo si aparecen signos de hidronefrosis en la ecografía renal o cicatrices renales que sugieran RVU de alto grado o uropatía obstructiva u otros elementos atípicos o circunstancias clínicas complejas (evidencia B); y la última recomendación que dice que luego de tratar al paciente debe educarse a los padres para que sean capaces de detectar precozmente los síntomas de infección urinaria y consultar precozmente (idealmente antes de 48 hrs) ante la sospecha de alguna recaída (evidencia C). Así como la AAP, las otras sociedades deben continuar revisando continuamente sus guías de manejo en esta enfermedad en base a nueva evidencia que continuará apareciendo, con la finalidad de mejorar la calidad de atención de los pacientes que sufren ITU en esta etapa vulnerable de la vida y así evitar la recurrencia de la enfermedad, estudios innecesarios y enfermedad renal crónica. Dra. Lily Quiroz Nefróloga Pediátrica VOLUMEN 77 / Nº 2 AÑO 2012 DAD CHIL E A SO IE N C DE UROLOG REVISTA CHILENA DE UROLOGÍA ÍA A PROSPECTIVE, RANDOMIZED TRIAL OF MANAGEMENT FOR ASYMPTOMATIC LOWER POLE CALCULI UN ESTUDIO PROSPECTIVO, RANDOMIZADO DE MANEJO DE rior en detalle de todas las opciones terapéuticas, con especial énfasis en la NLP por sus excelentes resultados. LITIASIS RENAL DEL POLO INFERIOR ASINTOMÁTICA Yuruk E, Binbay M, Sari E, et al. Department of Urology, Haseki Teaching and Research Hospital and Department of Nuclear Medicine, Taksim Teaching and Research Hospital, Istanbul, Turkey. J Urol 2011 Apr; 183: 1424-8. Propósito: Determinamos la historia natural y comparamos los efectos deletéreos sobre el riñón de la litotripsia extracorpórea (LEC), la nefrolitotomía percutánea (NLP) y la observación para litiasis asintomática del cáliz inferior. Materiales y métodos: Se incluyó en el estudio a pacientes con litiasis asintomática del cáliz inferior entre abril de 2007 y agosto de 2008. Para evaluar la presencia de litiasis se realizó tomografía helicoidal computarizada sin contraste a los 3 y a los 12 meses de la intervención. Todos los pacientes fueron evaluados mediante cintigrafía renal con ácido dimercapto-succínico (DMSA) 6 semanas y 12 meses después de la intervención. Resultados: Un total de 94 pacientes fueron asignados en forma prospectiva y aleatoria a NLP (31), LEC (31) y observación (32). El seguimiento promedio fue de 19,3 ± 5 meses (intervalo 12-29 meses). En el grupo de NLP todos los pacientes se encontraban libres de cálculos a los 12 meses. A los 3 meses el cintigrama demostró una cicatriz renal en 1 paciente (3,2%). En el grupo de LEC la tasa libre de cálculos fue de 54,8%. El cintigrama reveló cicatrices en 5 pacientes (16,1%). En el grupo de observación 7 pacientes (18,7%) requirieron intervención durante el seguimiento. La mediana de tiempo hasta la intervención fue de 22,5 ± 3,7 meses (intervalo 18-26 meses). Un paciente (3,1%) eliminó el cálculo en forma espontánea. El cintigrama no demostró cicatrices en este grupo de pacientes. Conclusiones: Más del 20% de pacientes con litiasis de cáliz inferior asintomática manejados en forma expectante presentó algún evento relacionado al cálculo. La NLP presenta una tasa libre de cálculos significativamente mayor y menos cicatrices renales que la LEC en el tratamiento de la litiasis calicilar inferior. En conclusión, se les debe informar a los pacientes con litiasis asintomática de cáliz infe- VOLUMEN 77 / Nº 2 AÑO 2012 Comentario del Editor: La conducta óptima frente a un paciente asintomático con litiasis renal del grupo calicilar inferior es aún motivo de controversia. Esto es especialmente válido para cálculos menores de 2 cm. En cálculos de mayor tamaño, la nefrolitotomía percutánea es el tratamiento de elección. Las opciones frente a cálculos de menor tamaño son diversas: sólo observación, litotripsia extracorpórea (LEC), nefrolitotomía percutánea (NLP) o ureterorrenoscopia flexible (URS). En el presente artículo del Dr. Yuruk y colegas de Estambul, Turquía, comparan en forma aleatorizada y prospectiva los resultados de las primeras tres opciones antes mencionadas en un total de 94 pacientes. De sus resultados, aparece como evidente lo siguiente: • La NLP es el tratamiento más eficaz, dado que el 100% de los pacientes en este grupo se encuentran libres de cálculos al finalizar el seguimiento. • La LEC es bastante ineficaz (sólo 55% libre de cálculos) y también ineficiente en este escenario, considerando que casi el 40% de los pacientes sometidos a LEC requirió de 3 sesiones. • Las complicaciones de la NLP en esta serie fueron mínimas: fiebre en 1 caso y necesidad de transfusión en 1 caso. No debe olvidarse, sin embargo, que este procedimiento tiene potencialmente complicaciones graves. • Las complicaciones de la LEC en esta serie incluyeron «Steinstrasse» en 1 caso y hematoma renal en 1 caso, además de necesidad de otros tratamientos en 3 casos. • En el grupo sometido a observación ocurrió algún evento sintomático relacionado al cálculo en aproximadamente el 20% a lo largo de los casi 2 años de seguimiento promedio. • El daño renal fue evaluado en términos de la aparición de cicatrices renales cintigráficas postratamiento. La presencia de cicatrices fue mayor en los pacientes sometidos a LEC, especialmente después de múltiples sesiones, que en aquellos tratados con NLP. No se encontró cicatrices en el grupo sometido a observación. 163 IE DE Por otro lado, los autores destacan que dichas cicatrices no demostraron tener un impacto sobre la función renal global (evaluada, eso sí, sólo con creatinina plasmática). En muchos pacientes con litiasis asintomática de cálices inferiores <2 cm la observación seguirá siendo una opción adecuada, considerando que la mayoría continuará siendo asintomática al menos en el mediano plazo y que podremos resolver los eventos sintomáticos que se produzcan o cambiar de estrategia si hay crecimiento activo del cálculo. Si es prioritario dejar al paciente libre de cálculos, por ejem- 164 DAD CHIL E A SO C N REVISTA CHILENA DE UROLOGÍA UROLOG ÍA plo por motivos laborales o por preferencia personal, la primera opción debería ser la NLP, siempre y cuando el paciente entienda y acepte los riesgos involucrados. La LEC parece ser una mala opción en estos casos por la frecuente necesidad de sesiones múltiples y finalmente la persistencia de litiasis en casi la mitad de los pacientes. El rol de la ureterorrenoscopia flexible en estos pacientes, si bien no evaluado en el presente trabajo, es también prometedor. Dr. Alfred Krebs VOLUMEN 77 / Nº 2 AÑO 2012