Download Utilización de un Programa de Modalidad Múltiple en pacientes que
Document related concepts
no text concepts found
Transcript
Utilización de un programa de modalidad múltiple Rev. Arg. Anest (2000), 58, 1: 25-29 Artículo de actualización Utilización de un Programa de Modalidad Múltiple en pacientes que se someten a sigmoidectomía abierta Introducción El íleo postoperatorio, inhibición temporaria de la función gastrointestinal, es una complicación universal después de la cirugía abdominal mayor. El tratamiento del íleo es de apoyo y ha cambiado poco desde el informe de Wangensteen de 1932.1 La aspiración nasogástrica podría retrasar o reemplazar el manejo operatorio de la obstrucción instestinal y de este modo reducir la mortalidad. La descompresión gástrica, junto con la hidratación IV y el reemplazo de electrolitos, continúa siendo la única terapia probada para el íleo.2,3 Liu y col.4 sugirieron que la analgesia epidural podría acortar significativamente la duración del íleo postoperatorio. Los beneficios de una reducción en el íleo incluyen reducción en la morbilidad del paciente y, potencialmente, sustanciales ahorros en los costos (la prolongación de la hospitalización debida al íleo, en los Estados Unidos se ha calculado que cuesta 1500 dólares por paciente o 750 millones de dólares anualmente3). Sin embargo, las directivas clínicas que actualmente sostienen algunas firmas consultoras continúan estableciendo que «mientras que la analgesia epidural es eficaz para la cirugía torácica y ciertos procedimientos mayores del músculo esquelético, se la ha asociado con íleo prolongado y retardo en la nutrición oral y alta en pacientes con cirugía gastrointestinal (Milliman and Robertson, Inc., Actuaries and Consultants, Seattle, WA, comunicación escrita, 1996). En este artículo se revisará la fisiopatología del íleo postoperatorio y se proporcionará un marco para apreciar el fundamento teórico del efecto de la anestesia epidural, en especial la anestesia epidural torácica y un Programa de Rehabilitación de Modalidad Múltiple que se implementa en los primeros dos días postoperatorios. El principal objeto de este artículo es revisar los resultados de un estudio reciente que se ha publicado aplicando este concepto. También se comentará nuestra experiencia en la utilización de este protocolo para el manejo de los pacientes. Dr. *Oscar A. de León-Casasola, M.D. Fisiopatología Hace casi 100 años, Canon y Murphy5 demostraron que abrir la cavidad peritoneal y manipular los intestinos dio como resultado una inhibición notoria de la actividad contráctil en los tractos gastrointestinales de los perros. Los mismos autores también informaron íleo asociado con un procedimiento extra-abdominal (aplastamiento de los testículos) en gatos, mientras Meltzer y Auer6 observaron que el íleo puede seguir a varios estímulos menos nocivos en los conejos. La estimulación parasimpática incrementa la motilidad gastrointestinal, pero normalmente predomina el control simpático-tónico inhibitorio. Por esta razón, el bloqueo de los nervios esplácnico o la anestesia espinal dan como resultado incremento en la motilidad o inhibición para el desarrollo del íleo, mientras que la toracotomía presenta aparentemente escaso efecto. Aunque el sistema nervioso autonómo presenta un papel importante en la regulación del tránsito gastrointestinal, también debe comprender otros factores. Los factores que alteran la motilidad gastrointestinal en humanos o animales se enumeran en la tabla I. Típicamente, el íleo postoperatorio sin complicaciones se asocia con la restauración de la motilidad en el estómago y el intestino delgado dentro de las 24 horas, mientras que el colon se recupera luego de 48 a 72 horas.7,8 Neely9 sugirió que la duración del íleo postoperatorio se relaciona con la gravedad del procedimiento quirúrgico, pero los descubrimientos de otros autores no lo confirman. Otros autores utilizaron el término íleo paralítico o adinámico para referirse a una inhibición más severa y prolongada de la función intestinal, diferenciándolo del tipo usual de íleo postoperatorio sin complicaciones que no dura más de tres días. La duración del íleo postoperatorio se incrementa por opioides.10 Los efectos inhibitorios de la morfina dosis-dependiente y otros opiáceos sobre la motilidad sugieren un posible rol contribuyente para los opioides endógenos en * Profesor Asociado de Anestesiología, State University of New York at Buffalo, Jefe en Medicina del Dolor, Roswell Park Cancer Institute, Buffalo, New York. Revista Argentina de Anestesiología 2000 | 25 Artículo de actualización Tabla I Factores que alteran la motilidad gastrointestinal en humanos y animales Incrementan la motilidad Reducen la motilidad Estimulación parasimpática Bloqueo del nervio esplácnico Anestesia espinal Anestesia epidural Bloqueo alfa-adrenérgico Bloqueo beta-adrenérgico Agonistas colinérgicos Agentes anticolinesterásicos Anestésicos locales (IV) Estimulación simpática Dolor Opioides Óxido nitroso Anestésicos inhalatorios Vasopresión Administración de catecolaminas Incremento de catecolaminas endógenas la patogénesis del íleo postoperatorio. Sin embargo, la falta de efecto de naloxona sobre la función intestinal postoperatoria en ratas no respalda este concepto11. Los anestésicos inhalatorios pueden reducir la motilidad gastrointestinal, pero ésta se recupera convenientemente en cuestión de minutos después de la terminación de la anestesia en múltiples estudios animales. Por lo tanto, es improbable que los anestésicos inhalatorios sean responsables de la reducción de la motilidad gastrointestinal que se extiende mucho más que el período postoperatorio inmediato. El óxido nitroso puede presentar efectos deletéreos más prolongados sobre la motilidad que los anestésicos volátiles. En un estudio de 40 pacientes que se sometieron a una cirugía mayor electiva del intestino grueso bajo anestesia general con isofluorano y fentanilo, Scheinin y col.12 hallaron un retorno de la función intestinal significativamente más precoz, según se evaluó por el pasaje de flatos y heces, en los 20 pacientes designados al azar para compararlos con los 20 pacientes designados para el óxido nitroso. Los grupos fueron comparables respecto a la demografía y procedimientos quirúrgicos. La duración de la hospitalización fue significativamente más corta para el grupo de aire (promedio +/-DS; 10 +/- 1,3 vs. 11,7 +/- 2,5 días, p. 0,05) La infusión de lidocaína IV acorta la duración del íleo postoperatorio en humanos.13 En un estudio doble ciego de pacientes que se sometieron a una colecistectomía, el pasaje de los marcadores radiopacos a través del colon fue significativamente más rápido en los 15 pacientes que recibieron lidocaína IV (100 mg en bolo antes de la anestesia, con una infusión continua de 3 mg/min durante 24 horas) que en los 15 pacientes que recibieron solución salina IV. Los autores especularon que la lidocaína sistémica puede reducir la irritación peritoneal postoperatoria, suprimiendo de ese modo los reflejos gastrointestinales inhibitorios. Sin embargo, los pacientes en el grupo de 26 | Volumen 58 / Número 1 lidocaína recibieron significativamente menos opioides postoperatorios, lo que proporciona otra explicación para la resolución más rápida del íleo. Localización del catéter epidural y la función intestinal Steinbrook14 revisó 16 estudios publicados desde 1977 que comparan la anestesia/analgesia epidural con la anestesia general/analgesia sistémica respecto de la recuperación postoperatoria de la función intestinal. En todos los ocho estudios con el catéter epidural ubicado encima de T-12, la función intestinal se recuperó significativamente más rápido cuando se utilizó anestesia/analgesia epidural. En los estudios en los que se ubicó el catéter epidural en T-12 o debajo, o cuando la ubicación no fue especificada, los estudios fueron igualmente probables de mostrar una recuperación más rápida de la función intestinal con cualquiera de las técnicas de analgesia. En ningún estudio el retorno de la función intestinal fue más rápido con la analgesia con opioides sistémicos. Por lo tanto, la localización del catéter epidural y su ubicación previa a la cirugía es un detalle crucial en la determinación del resultado postoperatorio, al menos en lo que concierne a la función intestinal (Tabla II). La ubicación torácica del catéter epidural y la infusión postoperatoria de un anestésico local son elementos aparentemente necesarios para acelerar el retorno de la función intestinal después de la cirugía abdominal, en comparación con la morfina ya sea sistémica o epidural sola. Existen dos posibles explicaciones obvias. Una posibilidad es que el uso de anestésicos locales intra y postoperatorios permite evitar los opioides intraoperatorios y reduce los requerimientos de opioides postoperatorios,15 que pueden retardar la recuperación de la función intestinal. Utilización de un programa de modalidad múltiple La otra posibilidad es que los anestésicos locales epidurales pueden reducir el tono simpático del intestino, incrementando el tono parasimpático relativo; de este modo se incrementa el flujo sanguíneo hacia el intestino, lo que da como resultado motilidad intestinal más temprana y eficaz.14 Si no se coloca el catéter epidural a nivel espinal, cerca de los dermatomas afectados por el dolor quirúrgico (y de los dermatomas que proporcionan inervación simpática hacia el intestino), la solución de anestésico local postoperatoria (que es menos concentrada que la solución que se utiliza intraoperatoriamente) no alcanzará los dermatomas apropiados para lograr los efectos necesarios. Por lo tanto, no tiene sentido colocar el catéter epidural lumbar en un paciente que se somete a cirugía abdominal, al menos en lo que respecta a la función intestinal y el control dinámico del dolor. Tabla II Mecanismos mediante los cuales la anestesia y la analgesia epidural torácica pueden promover la motilidad gastrointestinal Bloqueo de los nervios eferentes nociceptivos: Bloqueo de los nervios eferentes cervicolumbares Nervios eferentes parasimpáticos sin oposición Reducción en la necesidad de opioides postoperatorios Incremento en el flujo sanguíneo gastrointestinal Absorción sistémica de los anestésicos locales Fundamento para el Programa de Rehabilitación de Modalidad Múltiple después de una sigmoidectomía abierta Por lo general, la cirugía de colon requiere una estadía hospitalaria postoperatoria que varía desde cinco a siete días, con un índice de morbilidad postoperatoria que oscila entre el 10% y el 15%.16-21 Los factores limitantes para un alta temprana incluyen dolor, náuseas, vómitos e íleo, estrés inducido por disfunción orgánica, síndrome de fatiga postoperatoria y elementos duracionales como tubos nasogástricos, drenajes quirúrgicos, etc. Todos estos factores pueden retardar la rehabilitación y contribuir a una morbilidad intrahospitalaria prolongada. La modalidad de intervención simple con operación asistida por laparoscopía ha mejorado el resultado sólo de manera parcial.18,19,21 En contraste, se ha informado que la intervención de modalidad múltiple con cirugía asistida por laparoscopía, información preoperatoria al paciente, anestesia y analgesia epidural y nutrición oral y movilización precoces forzadas reducen la estadía en el hospital alrededor de dos días en pacientes de alto riesgo.22 Sin embargo, un reciente estu- dio ha evaluado la recuperación y la estadía en hospital de pacientes que se someten a sigmoidectomía abierta con un Programa de Rehabilitación de Modalidad Múltiple. Estos resultados concuerdan con nuestro estudio piloto y han utilizado esencialmente los mismos métodos que actualmente estamos utilizando nosotros.23 Plan terapéutico para la terapia de modalidad múltiple 1. Sin premedicación. 2. Instrucción preoperatoria del paciente. 3. Anestesia epidural a nivel T9-T10-T11. Un bolo con 2 mg de morfina libre de conservadores en el espacio epidural en pacientes de menos de 70 años de edad y 1 mg en los de más de 70 años. Luego se inyectó ropivacaína al 1%, en cantidades que varían desde 8 a 12 ml en alícuotas de 2 a 4 ml para lograr un nivel sensorial T5-T6. Se utilizó propofol para la inducción de la anestesia y se insertó una máscara laríngea en la vía aérea sin el uso de relajantes musculares. Para el mantenimiento de anestesia, se administró una infusión de propofol de 4-8 mg por kilo/hora. No se administraron opioides intravenosos preoperatoria ni intraoperatoriamente. Para el mantenimiento de la anestesia epidural, se inició una infusión de ropivacaína al 1% a una velocidad de 6-8 ml/hora, y ésta se tituló para mantener un adecuado bloqueo sensorial. Se trató la hipotensión con bolos de efedrina de 5-10 mg por vez. 4. Incisión quirúrgica: curva transversa a la izquierda de la fosa ilíaca. 5. Evitar el uso de sonda nasogástrica. 6. Analgesia epidural postoperatoria con ropivacaína al 0,2% + 0,05 mg de morfina por ml a una velocidad de 8-10 ml por hora para producir una adecuada analgesia sensorial en el sitio de la cirugía. Adicionalmemte, se utilizó un agente antiinflamatorio no esteroide, por lo general, 15 mg IV de ketorolac cada 6 horas, durante 48 horas. 7. Se movilizó a los pacientes la tarde o noche posterior a la cirugía. 8. Luego se alimentó a los pacientes con caldo de pollo o carne de ternera. 9. Se administraron 20 mg de cisaprida cada 12 hs y 1 mg de magnesio cada 12 hs por boca. 10. Durante el primer día postoperatorio, se movilizó a los pacientes 6-8 horas, es decir que se sacó a los pacientes de la cama y se los alentó a deambular tanto como pudieran. Se permitió a todos los pacientes ingesta libre de líquidos. Se utilizó una bebida con proteína que contiene 1 gramo por kg de peso corporal, por ejemplo, 60-80 gramos de proteína por día y un total de 3500 kilocalorías en 24 horas. Normalmente, tres o cuatro bebidas con proteínas que en la actualidad se Revista Argentina de Anestesiología 2000 | 27 Artículo de actualización encuentran disponibles en el mercado para consumo regular. 11. Se extrajo el catéter de la vejiga urinaria 24 horas después de la cirugía. 12. Se movilizó a los pacientes 8-12 horas en el segundo día postoperatorio. 13. Los pacientes se fueron de alta a sus hogares con dieta completa y un agente antiinflamatorio no esteroide oral que hasta el advenimiento de los inhibidores COX-2 fue ketoprofen, pero actualmente se ha cambiado a 25-50 mg de rofecoxib por boca cada 24 horas más 1-2 g de magnesio cada 24 horas y un opioide suave como hidrocodona cada 4 horas, cuando sea necesario. Resultados Con este protocolo, los pacientes se sometieron a cirugía durante un tiempo medio de más o menos 100 minutos y un rango de 70-180 minutos. La pérdida de sangre promedio fue de 150 ml con un rango de 50-300 ml. La estadía en hospital promedio, incluyendo el día de la cirugía, fue de 2 días, con un rango de 2-6 días. Los pacientes deambularon a un promedio de 13 horas durante el primer día postoperatorio y la ingesta de líquidos estuvo en el nivel meta en 14 de los 16 pacientes en el estudio Kehlet y permaneció en la meta en alrededor del 85% de nuestros pacientes. La defecación ocurrió en 15 a 16 pacientes dentro de las 48 horas en el estudio Kehlet y también ocurrió en alrededor del 90% de nuestros pacientes dentro de las primeras 48 horas. Dos de los 16 pacientes presentaron retención urinaria, requiriendo cateterización el primer día postoperatorio en el estudio Kehlet y nuestra experiencia nos muestra que 1 en 10 pacientes o el 10% había requerido cateterización sin reinserción de una sonda Foley. No hubo readmisiones al hospital dentro del primer mes posterior a la cirugía en el estudio Kehlet; se realizó el seguimiento de los pacientes durante dos meses y ninguno de ellos desarrolló ninguna complicación en el período postoperatorio. Análisis de los hallazgos Estos resultados preliminares sugieren que la resección electiva del sigmoides en pacientes no seleccionados con o sin enfermedad maligna puede efectuarse con una estadía en hospital postoperatoria muy corta (2-3 días), cuando se utiliza un Programa de Rehabilitación de Modalidad Múltiple con anestesia epidural local perioperatoria continua durante 48 horas, incluyendo un anestésico local y un opioide en cantidades reducidas más un agente antiinflamatorio no esteroide junto con nutrición oral y 28 | Volumen 58 / Número 1 movilización forzadas precoces. Cuando se aplica un plan de régimen de alta de dos días, la gran mayoría de los pacientes serán capaces de dejar el hospital sin complicaciones. Si se confirman en un estudio de mayor magnitud y en otros centros, estos resultados representan una mejoría comparados con los programas de atención tradicionales en la literatura de cirugía de colon. El uso perioperatorio de anestesia y analgesia epidural para lograr una recuperación a corto plazo de las funciones de varios órganos del cuerpo se basó en hallazgos previos acerca de que la combinación de estas drogas administradas mediante un catéter epidural pueden reducir la entrada neural aferente nociceptiva que puede ser deletérea en la recuperación de los pacientes de alto riesgo. Los estudios futuros deben aclarar si el uso adicional de drogas coadyuvantes orales será de beneficio adicional. Uno de los hallazgos más impresionantes en el estudio Kehlet y en nuestra experiencia es la muy corta duración del íleo postoperatorio, que fue varios días más corta que en observaciones previas. La explicación de esto es probablemente el esfuerzo de modalidad múltiple con omisión de tubos gastrointestinales y la instauración de nutrición oral y movilización precoces, sin olvidar los efectos beneficiosos de las técnicas anestésicas epidurales administradas en el espacio epidural torácico con un anestésico local. Finalmente, el uso de una incisión curva transversal puede haber contribuido al curso postoperatorio suave, ya que las incisiones transversales dan como resultado menos dolor que las incisiones de línea media. La exposición del campo quirúrgico con esta incisión es excelente y puede extenderse a la izquierda y hacia arriba de ser necesario. Los presentes estudios descriptivos no controlados representan los primeros esfuerzos para evaluar el valor potencial de un programa de recuperación acelerado en pacientes que se someten a una resección de colon abierta. Es obvio que existen limitaciones importantes en dichas observaciones iniciales no controladas, que pueden considerarse sólo como generadoras de hipótesis antes de embarcarnos en ensayos randomizados. Con estas provisiones, los resultados actuales sugieren que no existen mayores diferencias al compararlos con la resección asistida por laparoscopía, con la cual se logró una estadía más corta similar con rehabilitación forzada. Este estudio requiere ser repetido por otros y, si se confirman los resultados, deberán realizarse ensayos prospectivos y randomizados de una mayor magnitud de multi-centros, para documentar la seguridad y la reducción esperada de morbilidad comparada con la atención tradicional. Dichos datos son de gran relevancia ya que las operaciones de colon representan una de las operaciones abdominales más comunes y a menudo se llevan a cabo en pacientes ancianos y de alto riesgo, con morbilidad significativa y con un costo considerable para el sistema de atención de la salud. Utilización de un programa de modalidad múltiple Bibliografía 1. Wangensteen OH. The early diagnosis of acute intestinal obstruction with comments on pathology and treatment: with a report on successful decompression of three cases of mechanical small bowel obstruction by nasal catheter siphonage. WJ Surg Obstet Gynecol. 1932; 40: 1-17. 2. Heimbach DM, Crout JR. Treatment of paralytic ileus with adrenergic neuronal blocking drugs. Surgery. 1971; 69: 582587. 3. Livingston EH, Passaro EP. Postoperative Ileus. Dig Dis Sci. 1990; 35: 121-132. 4. Liu S, Carpenter RL, Neal JM. Epidural anesthesia and analgesia: The role in postoperative outcome. Anesthesiology. 1995; 82: 1474-1506. 5. Canon WB, Murphy ST. The Movement of the Stomach and Intestine in Some Surgical Conditions. ANN SURG. 1906; 43: 512-536. 6. Meltzer SJ, Auer J. Peristaltic movement of the rabbits cecum and their inhibition, with demonstration. PROC SOC EXP BIOL MED. 1907; 4: 37-40. 7. Wells C, Rowlingson K, Tinckler L, et al. Ileus and Postoperative Intestinal Motility. Lancet. 1961; 2: 136-137. 8. Woods JH, Ericsson, LW, Condon N, Please RE, et al. Postoperative Ileus: A Colonic Problem? Surgery. 1978; 84: 527533. 9. Neely J. The Effects of Analgesic Drugs on Gastrointestinal Motility in Man. BR J Surg. 1969; 56: 925-929. 10. Yukioka H, Bogod DJ, Rosen M. Recovery of bowel motility after surgery: detection of time of first flatus from carbon dioxide concentration and patient estimate after nalbuphan and placebo. Br J of Anesth. 1997; 59: 581-584. 11. Howd RA, Avamovics J, Palekar A. Naloxone and Intestinal Motility. Experientia. 1978; 34: 1310-1311. 12. Scheinin B, Lindgren L, Scheinin TM. Perioperative nitrous oxide delays bowel function after colonic surgery. Br J Anaesth. 1990; 64: 154-158. 13. Rimback G, Cassuto J, Tolleson P-O. Treatment of postoperative 14. 15. 16. 17. 18. 19. 20. 21. 22. 23. paralytic ileus by intravenous lidocaine infusion. Anesth Analg. 1990; 70: 414-419. Steinbrook RA. Epidural Anesthesia and Gastrointestinal Motility. Anesth Analg. 1998; 86: 837-844. Stevens RA, Mikait-Stevens M, Flanagan R, Water WB, et al. Does the choice of anesthetic technique affect the recovery of bowel function after radical prostatectomy? Urology. 1998; 52: 213-218. Retchin SM, Pinberthy L, Desch C, Brown R, Jerome-DEmilia B, Clement D. Perioperative management of colonic cancer under Medicare risk programs. Arch Intern Med. 1997; 157: 18781884. Schoetz DJ Jr, Bockler M, Rosenblatt MS, Malhotta S, Roberts PL, Murray JJ, et al. Ideal length of stay after colectomy: whose ideal? Dis Colon Rectum. 1997; 40: 806-810. Lacy AM, Garcia-Valdecasas JC, Pique JM, Delgado S, Campo E, Bordas JM, et al. Short term outcome analysis of a randomized study comparing laparoscopic vs. open colectomy for colon cancer. Surg Endosc. 1995; 9: 1101-1105. Franklin ME Jr, Rosenthal D, Abrego-Medina D, Dorman JP, Glass JL, Norem R, et al. Prospective comparison of open vs laparoscopic colon surgery for carcinoma. Five-year results. Dis Colon Rectum. 1996; 39, suppl 10: s36-6. Bokey EL, Chapuis PH, Fung C, Hughes WJ, Koorey SG, Brewer D, et al. Postoperative morbidity and mortality following resection of the colon and rectum for cancer. Dis Colon Rectum. 1995; 38: 480-487. Stage JG, Schulze S, Moller P, Overgaard H, Andersen M, Rebsdorff-Pedersen VB, et al. Prospective randomized study of laparoscopic versus open colonic resection for adenocarcinoma. Br J Surg. 1997; 84: 391-395. Bardram L, Funch-Jensen P, Jensen P, Crawfordk ME, Kehlet H. Recovery after laparoscopic colonic surgery with epidural analgesia, and early oral nutrition and mobilization. Lancet. 1995; 345: 763-764. Kehlet H, Mogensen T. Hospital stay of two days after open sigmoidectomy with a multimodal rehabilitation programme. Brit J Surg. 1999; 86: 227-230 Dirección Postal: Dr. Oscar A. de León-Casasola, Roswell Park Cancer Institute, Elm and Carlton Streets, Buffalo, New York, (14263) E.E.U.U. E-mail: Oscar.DeLeon@roswellpark.org Revista Argentina de Anestesiología 2000 | 29