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212 A.S. SALINAS SÁNCHEZ, I.R. HERNÁNDEZ MILLÁN, M. SEGURA MARTÍN Y COLS. urología general 3 Arch. Esp. de Urol., 53, 3 (212-224), 2000 Repercusión de los síntomas prostáticos en los pacientes con hiperplasia benigna de la próstata. ANTONIO SANTIAGO SALINAS SÁNCHEZ, IBRAHIM RAFAEL HERNÁNEZ MILLÁN, MIGUEL SEGURA MARTÍN, JUAN GABRIEL LORENZO ROMERO, JESÚS LÓPEZ TORRES HIDALGO1 Y JULIO ANTONIO VÍRSEDA RODRÍGUEZ. Servicio de Urología y Centro de Salud Zona IV de Albacete1. Hospital General de Albacete. Albacete. España. Resumen.- OBJETIVO: Determinar la repercusión de los síntomas prostáticos, identificando factores asociados a la problemática que originan. MÉTODOS: Estudio descriptivo transversal de 133 pacientes. Mediante cuestionario autoadministrado se determinó la problemática del prostatismo usando la escala Symptomatic Prostatic Index (SPI), relacionándola con la puntuación I-PSS, flujometría, morbilidad, consumo de medicación y variables sociodemográficas. Se realizó un análisis de fiabilidad y consistencia de la escala SPI y un estudio de regresión lineal determinando variables asociadas a una mayor repercusión del prostatismo. RESULTADOS: Edad media 68,8 años. Puntuación del cuestionario I-PSS: 20,1 puntos, y 4,75 para el ítem IQL. El 95,2% se encontraban por debajo del percentil 50 para flujo urinario máximo y medio. Los items del cuestionario SPI presentaron altas correlaciones entre sí y con la puntuación total. La escala SPI posee un alto poder discriminante (δ=0,95), y una elevada consistencia interna (α=0,82), y el análisis factorial demostró que un solo factor explicaría el 49,05% de la varianza total. La puntuación del cuestionario SPI fue 15,5, afectando pro- Correspondencia Antonio S. Salinas Sánchez C/ Pablo Medina, 22 - 2ºA 02005 Albacete. España. e-mail: asalinas@pulso.com Trabajo recibido el 30 de septiembre de 1999. porcionalmente más los síntomas irritativos, y entre éstos la nicturia, que los obstructivos (p<0,0001). La mayor puntuación SPI se correlacionan directamente con la gravedad de los síntomas prostáticos (p<0,0001) y con una peor calidad de vida derivada de ellos (p<0,0001). Los pacientes más jóvenes toleraron peor sus síntomas (p=0,002). El análisis de regresión lineal confirmó predictores de peor tolerancia los enfermos con síntomas más graves, más jóvenes y que no padecían otras enfermedades (r2=0,43; p<0,0001). CONCLUSIONES: La repercusión del prostatismo aumenta con su gravedad, incidiendo especialmente los síntomas irritativos, fundamentalmente la nicturia. Otros factores, probablemente psicológicos, afectan a la variabilidad de la tolerancia al prostatismo, lo que indicaría que la decisión para el tratamiento de la HBP, estaría más en relación con la problemática originada y afectación sobre calidad de vida, que por su gravedad sintomatológica. Palabras clave: Hipertrofia prostática benigna. Calidad de vida. Síntomas prostáticos. Estado de salud. Síntomas urinarios. Summary.- OBJECTIVE: To analyze the impact of prostatic symptoms and to identify the factors associated with the problems caused by these symptoms. METHODS: A descriptive, transverse study was conducted on 133 patients. The problems arising from prostatism were analyzed by means of a self-administered questionnaire, using the Symptomatic Prostatic Index (SPI), which was compared with the International Prostate Symptom Score (I-PSS), uroflowmetry, morbidity, medication required and sociodemographic variables. The reliability and consistency of the SPI scale were REPERCUSIÓN DE LOS SÍNTOMAS PROSTÁTICOS EN LOS PACIENTES CON HBP analyzed and the variables associated with a greater impact of prostatism were determined by linear regression analysis. RESULTS: Patient mean age was 68.8 years. Mean scores were 20.1 and 4.75 for the I-PSS and IQL item, respectively. Mean and maximum urinary flow were below the 50th percentile in 95.2%. A high correlation was found between the items of the SPI questionnaire and between the items and the total score. The SPI scale showed a high discriminating power (δ = 0.95) and internal consistency (α = 0.82), and factorial analysis showed only one factor accounted for the 49.05% total variance. The SPI questionnaire score was 15.5 and involved the irritative symptoms, basically nocturia, proportionally more than the obstructive symptoms (p <0.0001). A direct correlation was found between the higher SPI score and the severity of the prostatic symptoms (p < 0.0001) and, consequently, a worse quality of life (p < 0.0001). Younger patients tolerated the symptoms poorly (p = 0.002). Linear regression analysis confirmed that tolerance was worse in the younger patients with more severe symptoms and no other disease (r2 = 0.43, p < 0.0001). CONCLUSIONS: The impact of prostatism increases according to its severity, particularly for the irritative symptoms, basically nocturia. Psychological factors may probably affect the variability of patient tolerance, indicating that the decision for treatment of BPH might be based on the problems it may cause and the impact on the quality of life more than on the severity of the symptoms. Keywords: Benign prostatic hyperplasia. Quality of life. Prostatic symptoms. Health status. Urinary symptoms. INTRODUCCIÓN La hiperplasia benigna de la próstata (HBP) es una entidad histopatológica caracterizada por un crecimiento fibromioadenomatoso de la glándula prostática que se manifiesta clínicamente con los síntomas conocidos como prostatismo que incluyen trastomos miccionales irritativos y/u obstructivos. Aunque en la mayoría de casos los pacientes acuden al médico preocupados por la gravedad de sus problemas miccionales, es el grado de obstrucción del cuello vesical lo que compromete más la salud futura del paciente (1). La evaluación de los síntomas del prostatismo es compleja y la cuantificación de su intensidad ha sido un paso importante en la pauta diagnóstica de la HBP 213 (2). Los trastornos de la micción de tipo obstructivo comprenden la sensación de vaciado vesical incompleto, dificultad de inicio miccional, chorro urinario débil y micción intermitente. Los síntomas de tipo irritativo son urgencia, incontinencia, polaquiuria y la nicturia. Estos síntomas varian entre pacientes (3). Con el objetivo de que todos los clínicos tuvieran un método estandarizado y reproducible para evaluar los síntomas de la H.B.P. que permitiese comparaciones entre pacientes o seguimientos en el tiempo, el Comité Internacional de Consenso, bajo patrocinio de la O.M.S., propugnó la utilización del Cuestionario Internacional de Síntomas Prostáticos (International Prostate Symptom Score, I-PSS), desarrollado por la Asociación Americana de Urología (AUA) (4) y aceptado internacionalmente (5). Este cuestionario ha sido traducido y adaptado cultural y lingüísticamente en distintos países. Existen varias versiones traducidas y validadas en nuestro idioma. La primera la realizó Vela en 1994 (6). Posteriormente, en 1995 aparece una nueva validación psicométrica de Batista (7). En 1997, Badía adaptó culturalmente el cuestionario a diez idiomas, realizando una armonización lingüística para poder ser utilizado en estudios en los que pudieran intervenir diferentes países (8). La fase final consistió en la validación del nuevo cuestionario en un grupo de pacientes con H.B.P., además de probar la fiabilidad y la sensibilidad al cambio de esta versión con resultados parecidos a la versión original americana (9). El I-PSS se desarrolló para ser autoadministrado y se recomienda su realización de esta manera. Sin embargo, se ha comprobado es factible su administración mediante entrevista obteniéndose resultados muy parecidos (10). Este aspecto es muy importante dadas las capacidades cognitivas y de comprensión de este grupo de pacientes a los que va dirigido el cuestionario, generalmente mayores. El hecho de que los mismos síntomas puedan molestar más a unos pacientes que a otros ha llegado a intentar pronosticar a qué pacientes les causará más o menos molestias su carga sintomática (11). En este sentido, el cuestionario original de la Asociación Americana de Urología (AUA) (4) incluía, además de los items destinados a valorar la gravedad de los síntomas prostáticos, un cuestionario adicional sobre la repercusión que estos síntomas producían en los pacientes, atendiendo a la mayor o menor problemática que cada síntoma les ocasionaba (cuestionario 214 A.S. SALINAS SÁNCHEZ, I.R. HERNÁNDEZ MILLÁN, M. SEGURA MARTÍN Y COLS. Symptom Problem Index, SPI) (12), cuestionario que ha sido traducido y adaptado cultural y lingüísticamente 1994 por Vela (6). Desde entonces no se han registrado nuevas validaciones y su utilización en clínica habitual no ha sido informada en la literatura revisada por lo que los datos en cuanto a fiabilidad y validez de este cuestionario son escasos. El objetivo de este estudio fue determinar como repercuten en los pacientes los distintos síntomas prostáticos, cuantificados mediante el cuestionario I-PSS, y objetivados mediante pruebas flujométricas. Para valorar esta repercusión se utilizó el cuestionario de problemática de síntomas prostáticos (SPI). 3. Durante el pasado mes, ¿en qué medida ha sido un problema para usted el tener que orinar por la noche? 4. Durante el pasado mes, ¿en qué medida ha sido un problema para usted el que se le corte o interrumpa el chorro de orina? 5. Durante el pasado mes, ¿en qué medida ha sido un problema para usted tener que orinar precipitadamente? 6. Durante pasado mes, ¿en qué medida ha sido un problema para usted la disminución de la fuerza y grosor del chorro de orina. 7. Durante el pasado mes, ¿en qué medida ha sido un problema para usted el tener que apretar o esforzarse para empezar a orinar? MATERIAL Y MÉTODOS Se trata de un estudio observacional, descriptivo y transversal sobre 133 pacientes diagnosticados de HBP y que se encontraban pendientes de intervención. El periodo de estudio fue de 12 meses. Se excluyeron pacientes portadores de sonda vesical y aquellos que por sus limitaciones físicas o psíquicas resultaba imposible la recogida de datos mediante entrevista y/o autoadministación del cuestionario. Además de por sintomatología prostática, un 25,3% de los pacientes presentaban alguna causa objetiva para su intervención, siendo las más frecuentes la litiasis vesical (17%) y hematuria (4,9%). Como variable dependiente se valoró la problemática originada por los síntomas prostáticos, medida mediante el cuestionario de tolerancia a síntomas prostáticos (SPI) validado por Vela (6). Las preguntas de este cuestionario cuantifican no la intensidad o la frecuencia de un síntoma, sino la importancia que los pacientes dan a éstos según interfieran en su vida, o el grado en son un problema para ellos. Las puntuaciones van desde 0 a 4 según que el síntoma suponga "ningún problema", "problema muy pequeño", "problema pequeño", "problema mediano", o "gran problema", variando la puntuación final entre 0 (mayor tolerancia) y 28 (menor tolerancia). El cuestionario consta de los siguientes items: 1. Durante el pasado mes, ¿en qué medida ha sido un problema para usted la sensación de no vaciar bien la vejiga? 2. Durante el pasado mes, ¿en qué medida ha sido un problema para usted el tener que orinar a menudo durante el día? Los items sobre la problemática derivada de los síntomas prostáticos se dividieron en un grupo de tolerancia a los síntomas obstructivos compuesto (items 1, 2, 3, y 5), y otro de tolerancia a síntomas irritativos (items 4, 6 y 7). Como variables independientes se utilizaron puntuación obtenida en el cuestionario de gravedad de síntomas prostáticos I-PSS aplicando el cuestionario validado por Badía (9), datos urodinámicos de flujometría aislada (flujo miccional máximo y medio), morbilidad y consumo crónico de medicación, características sociodemográficas (edad, estado civil, nivel de escolarización, procedencia: rural, urbana o semiurbana) y categoría social basada en la ocupación según Clasificación Británica de la Clase Social (13). Los pacientes seleccionados, tras dar su consentimiento informado, respondieron un cuestionario específicamente diseñado con las variables del estudio incluyendo los cuestionarios SPI e I-PSS. El formulario fue administrado a los pacientes por los mismos investigadores. Los cuestionarios SPI e I-PSS fueron autoadministrados salvo en casos de dificultad visual o de instrucción del paciente, en cuyo caso fueron textualmente leídos por los investigadores. Tras cumplimentar el formulario se realizó una flujometría aislada. Se ha realizado un estudio descriptivo, análisis bivariante mediante pruebas T, Ji cuadrado (verificándose las condiciones de aplicación), coeficientes de correlación de Pearson, y pruebas no paramétricas cuando se vulneraron los supuestos de normalidad. Se realizó un análisis multivariante mediante regresión lineal usando como variable dependiente la puntua- REPERCUSIÓN DE LOS SÍNTOMAS PROSTÁTICOS EN LOS PACIENTES CON HBP ción del cuestionario SPI. Finalmente, se ha comprobado la fiabilidad y consistencia de la escala SPI mediante pruebas de Edwards, α de Cronbach, δ de Ferguson y análisis factorial. RESULTADOS La edad media de los sujetos de la muestra fue de 68,8 años ± 6,9 DE (Intervalo de Confianza- IC, 95%: 67,8-69,8) con rango de edad de 50 a 92 años. La distribución según su estado civil fue: solteros 4,8, casados o conviviendo en pareja 84,7% y viudos 10,6%. La edad media de los pacientes fue significativamente superior en viudos (73,7 años) frente a casados (68,2 años) y solteros (69,4 años) (p=0,003). Se declararon analfabetos el 11,7% de los pacientes, sólo sabían leer y escribir el 61,7%, con enseñanza primaria completa el 21,3%, con estudios de grado medio 4,3% y con estudios de grado superior 1,1%. Respecto a la categoría social basada en la ocupación, el 86,4% se encontraban encuadrados dentro de la categoría IV (trabajadores manuales cualificados o semicualificados). El 24,9% procedían de áreas urbanas (>50.000 habitantes), el 14,8% de semiurbanas (de 10.000 a 215 50.000 habitantes) y el 60,3% de rurales (<10.000 habitantes). Globalmente el 39,7% de los pacientes residían en medios urbanos o semiurbanos. La proporción de pacientes con menor nivel de instrucción fue mayor en los procedentes de medios rurales (85% de analfabetos o que sólamente sabían leer o escribir, frente a 56% en medios urbanos-semiurbanos) (p<0,0001), y también la proporción de categorías sociales más bajas fue superior en medios rurales (66,3% frente al 33,7% de categorías IV y V en áreas urbanas-semiurbanas). El 70,4% manifestaron padecer una o más enfermedades de carácter crónico, siendo las más frecuentes las enfermedades de aparato circulatorio (38,2% del total de pacientes con antecedentes). El 62,7% consumían de forma habitual algún tipo de fármaco siendo los más frecuentes los hipotensores (24,8% del total de consumidores de fármacos). La puntuación total del cuestionario I-PSS osciló entre 5 y 35 puntos, con una media de 20,1 ± 7,1 DE (IC 95%: 18,8 - 21,3). Los items peor puntuados fueron la nicturia y disminución de fuerza del chorro miccional y los mejor la dificultad de inicio miccional y micción intermitente (p<0,0001). Según la puntuación del I-PSS, 72 pacientes (54,1%) presentaron síntomas prostáticos graves, 57 (49,2%) síntomas moderados, y Fig. 1: Porcentajes de respuesta al ítem IQL. 216 A.S. SALINAS SÁNCHEZ, I.R. HERNÁNDEZ MILLÁN, M. SEGURA MARTÍN Y COLS. TABLA I COEFICIENTES DE CORRELACIÓN ENTRE ÍTEM-PUNTUACIÓN TOTAL CUESTIONARIO SPI sólo 4 pacientes (3,0%) tuvieron síntomas leves. El ítem sobre calidad de vida atribuible a síntomas prostáticos (IQL) presentó una media de 4,75 ± 1,27 DE (IC 95%: 4,57 - 4,93). Ningún paciente manifestó sentirse encantado y por el contrario, el 69,8% expresaron encontrarse fatal o muy insatisfechos (Fig. 1). La media de puntuación para los items de síntomas obstructivos fue de 10,8 ± 4,8 DE y 9,2 ± 3,6 DE para los items de síntomas irritativos. Transformando estas puntuaciones a una escala de 100 puntos se comprobó que se puntuaron con más intensidad los ítems de síntomas irritativos que los obstructivos: 61,1 ± 24,1 DE frente a 54,1 ± 24,1 DE (p=0,001). Las puntuaciones del ítem IQL se correlacionaron moderadamente con la puntuación total del cuestionario I-PSS (r=0,497; p<0,0001). La puntuación del ítem IQL se correlacionó de forma moderada con la de los items de síntomas obstructivos (r=0,367; p<0,0001) y en mayor medida con la de los irritativos (r=0,477: p<0,0001). Los valores para el flujo miccional máximo fueron 8,8 ml/s ± 5,2 DE y 4,9 ml/s + 2,9 DE para el flujo medio. El 95,2% de los pacientes tenían flujos máximos y medios por debajo del percentil 50 de la norma- lidad, y de forma global la muestra se encontraba entre el percentil 5 y 10 tanto para el flujo máximo como el medio. El flujo miccional medio se relacionó con la puntuación del cuestionario I-PSS, de forma que a menor gravedad de síntomas existe mayor flujo medio (r=-0,286; p 0,006). Igualmente, los porcentajes de orina residual aumentaron conforme aumentó la puntuación de la escala I-PSS (r=0,286; p=0,002). Los coeficientes de correlación de los items del cuestionario SPI con su puntuación global, fueron todos de signo positivo y significativamente distintos de 0, con fuerte correlación en todos los casos (Tabla I). Igualmente, todos los items del cuestionario SPI se correlacionaron positivamente entre sí (p<0,0001). Las correlación más débiles se observaron entre los items de problemática causada por disminución de fuerza chorro miccional y nicturia (r=0,219; p=0,011), y entre los que se refieren a problemas causados por dificultad de inicio de la micción y urgencia miccional (r=0,274; p=0,001) (Tabla II). La correlación de la puntuación del cuestionario SPI con la de sus items de problemática de síntomas irritativos se mantuvo en niveles de fuerte correlación (r=0,810, p<0,0001), y REPERCUSIÓN DE LOS SÍNTOMAS PROSTÁTICOS EN LOS PACIENTES CON HBP TABLA II COEFICIENTES DE CORRELACIÓN ENTRE ITEMS DEL CUESTIONARIO SPI TABLA III PUNTUACIÓN MEDIA EN CADA ÍTEM DEL SPI EN SUJETOS CON PUNTUACION TOTAL EN LA ESCALA SUPERIOR E INFERIOR A LOS PERCENTILES 75 Y 25 217 218 A.S. SALINAS SÁNCHEZ, I.R. HERNÁNDEZ MILLÁN, M. SEGURA MARTÍN Y COLS. Fig. 2: Puntuaciones totales del cuestionario SPI, y de items de problemática derivada de síntomas irritativos y obstrutivos en función de la gravedad de los síntomas. mayor aún con la de los items sobre problemática derivada de los síntomas obstructivos (r=0,925; p<0,0001). Mediante la técnica de Edwards, las medias de puntuación del cuestionario SPI entre individuos con problemática derivada de síntomas prostáticos máximos y mínimos equivalieron a 21 (percentil 75) y 11 (percentil 25) puntos respectivamente, siendo estadísticamente diferentes en todos los items del cuestionario SPI discriminatoria (Tabla III). El valor del coeficiente α de Cronbach fue 0,82, y del coeficiente δ de Ferguson 0,95. El análisis factorial comprobó que un solo factor explicaba el 49,05% de la varianza total de la problemática derivada de gravedad de los síntomas prostáticos. Las cuestiones con un "peso" superior fueron las de problemática derivada de la micción intermitente (0,773) y dificultad de inicio de la mic- TABLA IV PUNTUACIONES MEDIAS PARA CADA ÍTEM DEL CUESTIONARIO SPI REPERCUSIÓN DE LOS SÍNTOMAS PROSTÁTICOS EN LOS PACIENTES CON HBP 219 TABLA V COEFICIENTES DE CORRELACIÓN ENTRE ITEMS DEL CUESTIONARIO I-PSS Y SPI TABLA VI COEFICIENTES DE CORRELACIÓN ENTRE ITEMS DEL CUESTIONARIO SPI Y EL ÍTEM DE CALIDAD DE VIDA ATRIBUIBLE A SÍNTOMAS PROSTÁTICOS (IQL) ción (0,753), y las de "peso" inferior a las de problemática derivada de la urgencia (0,588) y nicturia (0,619). La puntuación total del cuestionario SPI osciló entre 0 y 28 puntos, con una media de 15,5 ± 6,8 DE (IC 95%: 14,4 - 15,6) (Tabla IV). Los items peor puntuados fueron los relacionados con la problemática derivada de la nicturia, urgencia y frecuencia miccional diurna y los mejores los de problemática derivada de la de 220 A.S. SALINAS SÁNCHEZ, I.R. HERNÁNDEZ MILLÁN, M. SEGURA MARTÍN Y COLS. Fig. 3: Medias de puntuación para cada ítem y puntuaciones globales entre los cuestionarios I-PSS y SPI. micción intermitente y de la dificultad de inicio miccional (p<0,0001). Globalmente, la media de puntuación de los items que valoran problemática derivada de síntomas obstructivos fue 8,1 ± 4,4 DE, y de 7,4 ± 3,2 DE para los que valoran problemática ocasionada por síntomas irritativos. Transformando las puntuaciones en una escala de 0 a 100 puntos se observó que los síntomas irritativos ocasionan más problemática a los pacientes que los obstructivos: 61,9 ± 27,4 DE frente a 51,2 ± 22,8 DE (p<0,0001). La Tabla V muestra las correlaciones entre las puntuaciones de cada ítem del cuestionario I-PSS y sus correspondientes homólogas del SPI. Se comprobaron correlaciones moderadas en todos los casos, salvo en la asociación de los items de gravedad y problemática derivada de la disminución de fuerza del chorro miccional. Existió igualmente, una fuerte correlación entre las puntuaciones totales del cuestionario I-PSS y SPI, lo que indica que a mayor gravedad de síntomas mayor problemática originan (r=0,619; p<0,0001) (Fig. 2). El ítem IQL se correlacionó entre débil y moderadamente con las puntuaciones del SPI (p<0,0001). Las mayores correlaciones aparecieron con los items de problemática derivada de la nicturia y frecuencia miccional diurna, de manera que a mayor puntuación peor calidad de vida atribuible a síntomas prostáticos (Tabla VI). Las puntuaciones de los items I-PSS que miden síntomas irritativos y obstructivos también se correlacionaron con las de sus items homólogos del SPI, con mayor intensidad en el caso de los síntomas irritativos (r=0,619; p<0,0001) que en obstructivos (r=0,558; p<0,0001). Para comparar las medias entre las puntuaciones de cada ítem homólogo de los cuestionarios I-PSS y SPI se transformaron sus puntuaciones a escalas de 0 a 100 puntos. Proporcionalmente, la disminución de la fuerza del chorro miccional (p<0,0001) y la nicturia (p=0,008) fueron datos clínicos peor puntuados en cuanto a su intensidad que en relación a la problemática que ocasionaban a los pacientes. Por el contrario, la problemática derivada de la dificultad de inicio miccional (p=0,05) y la urgencia miccional (p=0,05) ocasionaron mayor problemática en relación a la intensidad en que se puntuaron. Entre las medias de los REPERCUSIÓN DE LOS SÍNTOMAS PROSTÁTICOS EN LOS PACIENTES CON HBP 221 Fig. 4: Puntuaciones medias del cuestionario SPI y de los ítems de probemática de síntomas obstructivos e irritativos en los distintos grupos de edad. demás items y puntuaciones totales de ambos cuestionarios no se objetivaron diferencias (Fig. 3). La edad se correlacionó débilmente y con signo negativo con las puntuaciones totales del cuestionario SPI (r=-0,271; p=0,002) y con los items de problemática de síntomas irritativos (r=-0,234; p=0,007) y obstructivos (r=-0,243; p=0,005). En los grupos de edades más jóvenes los síntomas repercuten en mayor medida que en los de más edad . Así, la puntuación media del cuestionario SPI en pacientes entre 50 y 54 años fue de 22,0 ± 7,5 DE, disminuyendo la puntuaciones hasta 12,1 ± 4,8 DE en el grupo de 75 a 79 años (p=0,005) (Fig. 4). Las variables que mostraron asociación significativa con una menor tolerancia al prostatismo en el análisis de regresión lineal fueron una mayor gravedad de síntomas (mayor puntuación I-PSS), edades más jóvenes y enfermos sin otras patologías crónicas asociadas. La variabilidad explicada del modelo es del 43,7% (p<0,0001) (Tabla VII). COMENTARIOS En nuestro medio, los items que componen el cuestionario SPI presentaron altas correlaciones positivas entre si y con su puntuación total. Además, la escala posee una alta capacidad y poder discriminante (δ=0,95), y una elevada consistencia interna (α=0,82). El análisis factorial demostró que un solo factor explicaba el 49,05% de la varianza total de la problemática derivada de los síntomas, el cual es suficientemente para afirmar que un sólo factor resume la información que aporta la escala SPI sobre la problemática del prostatismo. Los estudios comunitarios demuestran que los síntomas del tracto urinario inferior en los varones son molestos y que interfieren en las actividades diarias, causando incomodidad siendo preocupantes para el paciente, lo cual ocasiona que éstos perciban su estado general de salud como "anormal" y su calidad de vida se vea afectada (14). Sin embargo, la percepción de 222 A.S. SALINAS SÁNCHEZ, I.R. HERNÁNDEZ MILLÁN, M. SEGURA MARTÍN Y COLS. TABLA VII VARIABLES ASOCIADAS EN EL MODELO DE REGRESIÓN LINEAL CON UNA PEOR TOLERANCIA A SÍNTOMAS PROSTÁTICOS estas molestias varían radicalmente de unos enfermos a otros independientemente de la severidad de sus síntomas (12), aunque los datos obtenidos sugieren que su tolerancia es menor cuanto más intensa es la sintomatología. Este último aspecto ya fue referido en la valoración inicial de la versión americana del I-PSS, que permitió agrupar los síntomas en leves, moderados y graves en función de la repercusión de la sintomatología, de manera que la mayoría de enfermos que puntuaron el I-PSS por debajo de 7 comentaron que sus síntomas en general apenas les molestaban, mientras que los que puntuaron por encima de 22 indicaron estar bastante o muy molestos con su prostatismo (15). En nuestro estudio la puntuación de la escala SPI fue significativamente más alta en pacientes con síntomas prostáticos más graves. Un dato controvertido ha sido el hecho de no encontrar relación entre problemática originada por los síntomas prostáticos y datos flujométricos, lo cual sugeriría que la preocupación por los síntomas es independiente del grado objetivo de obstrucción urinaria. Este aspecto, requiere un mejor análisis y futuras comprobaciones ya que parece clara la relación entre los patrones de flujo miccional y grado de obstrucción (16) como así ocurrió en nuestro caso donde el flujo medio fue menor y el volumen residual mayor en enfermos con puntuaciones de I- PSS más elevadas. Nuestros datos sugieren que los síntomas irritativos son los peor tolerados por los pacientes, siendo en concreto la nicturia el síntoma que mayor problemática originó. Los síntomas irritativos en general parecen incidir en mayor intensidad sobre la calidad de vida, fundamentalmente en función de las alteraciones del sueño y de relaciones sociales que puedan ocasionar. La nicturia y la dificultad de inicio miccional también fueron los síntomas que con mayor intensidad señalaron los pacientes en cuanto a su gravedad. Al relacionar la intensidad de los síntomas en función de la problemática que producen, la disminución de la fuerza del chorro miccional y la nicturia produjeron menor problemática en relación a su gravedad, mientras que por el contrario la dificultad de inicio miccional y la urgencia miccional ocasionaron mayor problemática en relación a su intensidad. La nicturia, y los síntomas irritativos en general, son los síntomas prostáticos más prevalentes independientemente de la edad, presentando nicturia el 60% de los pacientes con HBP (17). También, son los síntomas referidos con mayor intensidad (18) y los que mayor preocupación inducen, junto con los pequeños escapes urinarios producidos por la urgencia, repercutiendo en mayor medida en la calidad de vida (19). De hecho, la nicturia en pacientes jóvenes es un fuerte factor predictivo para la práctica de cirugía por HBP REPERCUSIÓN DE LOS SÍNTOMAS PROSTÁTICOS EN LOS PACIENTES CON HBP (20) aunque parece claro que ésta no mejora en gran medida tras la intervención. Otro de los aspectos que parece influenciar en la mayor o menor preocupación por los síntomas del prostatismo es la edad. En nuestro caso, la edad se correlacionó inversamente con la puntuación del cuestionario SPI, lo cual implica que los pacientes más jóvenes y los mayores de 80 años, son los que presentan una mayor problemática originada por síntomas prostáticos. Estos datos contrastan con los de la literatura (11, 17, 21), la cual evidencia una mayor preocupación por los síntomas prostáticos con la edad, aspecto que está en concordancia con la mayor incidencia de síntomas prostáticos más graves en pacientes de mayor edad (11 , 17). Además de los factores comentados, parecen existir otros que inciden negativamente en la repercusión de los síntomas prostáticos como son un nivel socioeconómico menor, una mayor tendencia a demandar atención medica, y una menor sensación de salud en general (17), además de múltiples aspectos psicológicos que explicarían el hecho de la distinta preocupación de los pacientes por los síntomas urinarios en función de los distintos tipos de reacciones ante la enfermedad en general. En nuestro caso no pudimos comprobar diferencias en la puntuación SPI en función de las distintas categorías sociales, niveles de instrucción y lugar de residencia. Sin embargo, el análisis multivariante además de identificar como predictores de una mayor preocupación por el prostatismo a pacientes con mayor gravedad de síntomas y más jóvenes, determinó que los enfermos con alguna patología crónica asociada soportaban mejor sus síntomas. En general, las patologías crónicas de este grupo suelen ser similares y corresponden a las enfermedades típicas para este grupo de edad que son, al igual que en nuestro caso, y por orden de frecuencia la hipertensión arterial y la diabetes mellitus (17). La menor preocupación por los síntomas prostáticos en estos pacientes podría deberse a mecanismos de adaptación a la enfermedad que son típicos en enfermos con patologías crónicas. Sin embargo, hay otros pacientes con patologías crónicas que pueden sentir éstas como una amenaza y están expectantes ante cualquier cambio de hábitos de vida o aparición de nuevos síntomas (22) . En conclusión, la repercusión de los síntomas urinarios aumenta conforme éstos son más graves incidiendo de forma especial los síntomas irritativos, 223 fundamentalmente la nicturia, aunque existen otros factores, probablemente psicológicos, que afectan de forma notoria a la variabilidad de la problemática originada por los síntomas prostáticos y que no están en relación con su gravedad. Este aspecto nos lleva a opinar que la indicación de tratamiento de la HBP, fundamentalmente el quirúrgico, estaría más en relación con la problemática que origina y su incidencia en la calidad de vida que por la gravedad de sus síntomas, todo ello siempre y cuando se hallan descartado causas objetivas de cirugía. AGRADECIMIENTOS Este trabajo ha sido financiado por la Consejeria de Sanidad de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha (expediente 97405). BIBLIOGRAFÍA Y LECTURAS RECOMENDADAS (*lectura de interés y **lectura fundamental) 1. 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