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INFORME SOBRE LA 46ª REUNIÓN ANUAL DE LA SOCIEDAD EUROPEA DE ENDOCRINOLOGÍA PEDIÁTRICA (ESPE) – HELSINKI, FINLANDIA – 27-30 JUNIO 2007 Marco A. Rivarola y Alicia Belgorosky Servicio de Endocrinologia, Hospital de Pediatria Garrahan, Buenos Aires, Argentina Como expresó el presidente de ESPE, Dr Raimo Voutilainen, la última Reunión Anual que hubo en Helsinki fue 25 años atrás. El tema de esta reunión ha sido “Prevención de las alteraciones endocrinas y de sus secuelas a largo plazo. Aunque hay pocas enfermedades endocrinas que pueden prevenirse, la clarificación y la comprensión de las bases moleculares de estas enfermedades seguramente generarán posibilidades de prevención. La prematuridad extrema, la restricción de crecimiento intrauterino y la obesidad son ejemplos de condiciones originalmente no endocrinas que llevan a problemas endocrinos que pueden prevenirse. Un diagnóstico temprano, y un tratamiento cuidadoso de las enfermedades endocrinas clásicas reducirán las secuelas a largo plazo. Las actividades, dirigidas tanto a clínicos como a investigadores básicos, permitieron recibir información a partir de 9 Conferencias Plenarias, 13 Simposios, 12 Sesiones de 6 Comunicaciones Libres Orales cada una (total 76), 3 Sesiones de Presentaciones de Posters (total 742), 6 Simposios Satélites, 4 Sesiones de Grupos de Trabajo ESPE, 1 Workshop, 2 Presentaciones del Libro Anual (Year Book) de Endocrinología Pediátrica, 2 Sesiones de Métodos para Investigaciones, y 6 Encuentros con Expertos. Como en años anteriores, la Reunión anual de la ESPE es la convocatoria internacional más relevante del año en el campo de la Endocrinología Pediátrica. A continuación se comentan algunas de las actividades de la Reunión. CONFERENCIAS PLENARIAS Se resumen y comentan la mayoría de las conferencias plenarias. El sistema endocanabinoide en la regulación del sistema endocrino y el balance energético. Uberto Pagotto Alma Mater University of Bologna, Endocrinology Unit, Bologna, Italy. Recientemente, el sistema endocanabinoideo ha emergido como un tópico altamente relevante en la comunidad científica. Un gran número de diferentes acciones regulatorias se han atribuído a los endocanabinoides, y está bajo examen intenso su papel en varias condiciones patofisiológicas. Los receptores canabinoideos, llamados receptores CB1 y CB2, participan de la modulación fisiológica de muchas funciones centrales y periféricas, en particular se supone que el sistema canabinoideo juega un rol importante en las primeras etapas de la vida. El sistema está implicado en la implantación del embrión y en el desarrollo neurológico. Además, los endocanabinoides son un pivote en la iniciación de la succión del recién nacido, en donde la activación de los receptores CB1 del cerebro neonatal es crítica para la sobrevida. Así mismo, en los adultos el sistema canabinoideo juega un rol crucial en el control del apetito, la ingesta de alimentos y el balance energético, tal como ha sido documentado recientemente por un número creciente de publicaciones. El sistema endocanabinoide modula las propiedades de saciedad de la comida actuando sobnre áreas mesolímbicas específicas del cerebro. En el hipotálamo, el receptor CB1 y los endocanabinoides son componentes integrales de una red que controla el apetito y la ingesta de comida. Es interesante que recientemente se ha demostrado que el sistema endocanabinoide controla varias funciones metabólicas actuando sobre tejidos periféricos, tales como adipocitos, hepatocitos, el tracto gastrointestinal, el músculo esquelético y el páncreas endocrino. La relevancia general del sistema se encuentra además fortalecida por lo que se conoce de que la activación por endocanabinoides modula los ejes endocrinos hipotalamo-hipofiso-periféricos. Un número creciente de datos remarca el papel del sistema en la respuesta al stress influenciando al eje hipotálamo-hipófiso-suprarrenal y en el control de la reproducción modificando la liberación de gonadotropinas, la fertilidad y el comportamiento sexual. ¿Es posible revertir, luego del nacimiento, a la programación fetal inducida por restricción del crecimiento intrauterino? Peter Gluckman1; Alan Beedle1; Mark Vickers1; Mark Hanson2; Karen Lillycrop2; Graham Burdge2 1, Liggins Institute, University of Auckland, Auckland, New Zealand, 2, Institute for Developmental Sciences, University of Southampton, Southampton, United Kingdom Está ahora claro que la programación fetal del desarrollo es un fenómeno adaptativo, influenciado por cambios epigenéticos, que pueden convertirse en mal-adaptativos por un desacople entre el medio ambiente que induce los cambios epigenéticos y las experiencias posteriores del organismo. Las evidencias de que esto sucede son provistas, por ejemplo, por los estudios en la rata sometida a malnutrición materna. En particular, si a estas ratas inmaduras se las alimenta con una dieta rica en grasas luego del destete, los animales desarrollan obesidad, hiper-insulinemia e hiperfagia, y tienen una reducción de su actividad en campo abierto. Estos cambios se asocian con cambios específicos epigenéticos que regulan la expresión de genes; por ejemplo los genes hepáticos asociados al eje hipotálamo-hipófiso-suprarrenal y a la regulación metabólica. El modelo del desacople implica que si los animales reciben una señal falsa cuando todavía están en la ventana de la plasticidad, entonces esa señal tendrá consecuencias a largo plazo. Los autores utilizaron a la leptina como una señal falsa de adiposidad relativa in ratas recién nacidas que habían tenido desnutrición materna, y demostraron que estas ratas aun cuando se las pusiese en una dieta alta en grasas no mostraron ninguna evidencia del fenotipo metabólico. Lo que es importante, se pudieron prevenir los cambios epigenéticos de largo plazo en el hígado. Eso demuestra que el programa de desarrollo puede ser revertido y que esta reversión involucra a procesos epigenéticos. El alcance global de los efectos de reversión de la leptina sugiere que hubo acciones en procesos centrales que afectan a la programación y no sobre un efector en una vía secundaria. Estos resultados tienen implicancias, no solamente para comprender la biología de la programación fetal, sino que tienen el potencial de llevar a nuevas estrategias para el diagnóstico y la intervención en casos específicos. Origenes fetales del síndrome de ovarios poliquísticos. Stephen Franks Imperial College London, Institute of Reproductive & Developmental Biology, London, United Kingdom El síndrome de ovarios poliquísticos (PCOS) se presenta frecuentemente en la adolescencia, y es la causa más común de irregularidades menstruales e hirsutismo. Las anormalidades hormonales características incluyen hipersecreción de andrógenos y LH. La disfunción metabólica es también una característica de muchas mujeres jóvenes con PCOS. La hiperinsulinemia y la resistencia a la insulina, que pueden ser vistas como una exageración de los cambios metabólicos que suceden en la pubertad, se amplifican si hay obesidad. Es preocupante que las adultas con PCOS que tienen los perfiles metabólicos más desfavorables, son aquellas que fueron obesas cuando niñas. La etiología del PCOS no está aclarada pero hay evidencias a favor de una alteración primaria de la producción ovárica de andrógenos que se manifiesta en la pubertad pero que podría tener su origen en la niñez, o quizás durante el desarrollo sexual. El grupo del Dr. Franks ha propuesto recientemente que el síndrome de ovarios poliquísticos tiene su origen en la vida fetal. Esta hipótesis se basa en datos de modelos animales (monos Rhesus o ovejas que han sido expuestas pre-natalmente a altas dosis de andrógenos) y está apoyada por estudios clínicos. Se sugiere que en el humano del sexo femenino, la exposición a un nivel excesivo de andrógenos en cualquier momento, desde el estado de ovario fetal hasta el comienzo de la pubertad, conlleva muchas de las características del PCOS, incluyendo las anormalidades en la secreción de LH y la resistencia a la insulina. Es probable que, en mujeres con PCOS, el desarrollo del fenotipo PCOS sea consecuencia primaria de una predisposición genética a desarrollar hipersecreción de andrógenos por el ovario fetal. Por el momento no está claro si el medioambiente materno tiene una influencia directa sobre el feto. Es poco probable que el exceso de andrógenos maternos pueda afectar al feto porque la placenta funciona como una barrera efectiva, pero alteraciones metabólicas durante el embarazo podrían resultar en el desarrollo del síndrome en el feto. En la vida postnatal, la historia natural del PCOS podría ser también modificada por factores que afecten a la secreción y/o a la acción de la insulina, como factor relevante, la nutrición. Función hipotálamo-hipófiso-suprarrenal y tratamiento con glucocorticoides en recién nacidos prematuros extremos. Kristi Wat terberg University of New Mexico, Pediatrics, Albuquerque, United States Se están acumulando evidencias que apoyan la existencia de una insuficiencia suprarrenal relativa en recién nacidos extremadamente prematuros, la que ha sido vinculada a algunos resultados clínicamente adversos, incluyendo disfunción cardiovascular y shock, enfermedad crónica pulmonar, (displasia broncopulmonar, DBP), y muerte. Un análisis del desarrollo fetal brinda bases fisiológicas para los hallazgos mencionados previamente, incluyendo inmadurez y los cambios endocrinológicos durante la transición a la vida extra-uterina. Ha sido difícil definir la existencia de insuficiencia suprarrenal relativa en esta población, en parte porque no se han establecido valores normales de respuesta al ACTH en estos niños. Se hicieron pruebas de ACTH a una dosis de 1 µg/Kg a las 3 semanas de edad en 145 recién nacidos con bajo peso extremo. El 10 percentilo de respuesta fue 17 µg/dL (569 nmol/L). Una respuesta menor a este valor se asoció a un aumento en la estadía en el Hospital y un aumento del índice de DBP. En varios ensayos clínicos se ha probado la utilización de hidrocortisona (HC) para tratar la hipotensión o para prevenir la DBP. Además, hay disponible datos de resultados a corto y largo plazo randomizados sobre un estudio observacional de utilización de hidrocortisona para la extubación de lactantes prematuros. El tratamiento con HC de la hipotensión resultó en una mejoría de la presión sanguínea. El tratamiento temprano con HC para la prevención de la DBP no mejoró el resultado; sin embargo, en lactantes expuestos a una inflamación prenatal, el tratamiento resultó en una disminución de la mortalidad y de la DBP. El ensayo tuvo que interrumpirse por un aumento de la perforación gastro-intestinal espontánea, probablemente relacionado a una interacción con la indometacina indicada previamente. Estudios a largo plazo no mostraron aumento de parálisis cerebral, una complicación de la terapia con dexametasona, y ausencia de alteración del desarrollo neurológico. Los lactantes tratados con HC mostraron algunas evidencia de beneficio en el desarrollo neurológico: muy pocos tuvieron un Índice de Desarrollo Mental <70 (2 DS por debajo de la mínima) y muchos mostraron conciencia de permanencia de objeto, una medida precoz de desarrollo de la corteza prefrontal y del hipocampo. Estos datos apoyan la realización de ensayos clínicos adicionales con HC, en esta población. Mecanismos de la resorción ósea osteoclástica. Patrick Ross St. Louis, MO, United States El turnover óseo fisiológico puede ser dividido en dos fases temporales: el modelado, que tiene lugar durante el desarrollo (un tema no comentado en esta conferencia), y el remodelado, un proceso que tiene lugar durante toda la vida y que involucra renovación del tejido. El remodelado comienza con la remoción por los osteoclastos de la matriz, de una mezcla de proteínas insolubles, entre las cuales predomina el colágeno I (>90%) y una hidroxiapatita pobremente cristalina y modificada químicamente. Luego de la resorción, se reclutan osteoblastos en ese sitio para que segreguen y mineralicen nueva matriz. Hasta la edad de 30-35 años, la reposición de hueso nuevo excede o iguala la remoción, aumentando o manteniendo la masa ósea; más adelante, la masa ósea disminuye reflejando la predominancia de la actividad osteoclástica. El osteoclasto se genera por diferenciación y fusión de precursores de linaje monocito/macrófago, que dan lugar a una célula multinucleada (policarion) con propiedades celulares y moleculares propias. La osteclastogénesis está mediada por dos citoquinas, RANKL y M-CSF, también llamada CSF-1. Ambas proteínas son producidas por células del estroma medular y sus derivados, los osteoblastos, y se ubican en la membrana. Por lo tanto, la diferenciación de los osteoclastos requiere de una interacción directa de estas células residentes del hueso, no hematopoyeticas, con los propios precursores de los osteoclastos. El descubrimiento del RANKL fue precedido de la identificación de su inhibidor fisiológico la osteoprotegerina (OPG), con la que se une con alta afinidad. El M-CSF regula muchos aspectos de la función de los precursores mieloideos y los osteoclastos maduros, incluyendo proliferación y/o sobrevida, diferenciación, la organización del citoesqueleto necesaria para una resorción ósea eficiente. Una combinación de conocimientos bioquímicos y genéticos ayuda a explicar como absorben hueso los osteoclastos. La capacidad de los osteoclastos para aislar un área cercada entre ellos y hueso subyacente es clave para su función. El pH ácido (~4.5) decalcifica al tejido, exponiendo a la matriz orgánica a la degradación por proteasas derivadas de los lisosomas, en particular la catepsina K. El hecho de que la disfunción de la bomba de protones, los canales de Cl-, o la catepsina K resultan en una enfermedad humana por exceso de hueso, la osteopetrosis o picnodisostosis, atestiguan sobre su rol crítico en la función de los osteoclastos. Este modelo de degradación del hueso requiere de una aposición cercana entre el osteoclasto y el hueso, un rol que es provisto por las integrinas en la forma de heterodímeros αβ. La activación de las integrinas es mediadora tanto de la adhesión celular como de la señalización de membrana. Son transductores importantes los protooncogenes c-src (plegado de membranas y migración de osteoclastos), y Rac y Rho, miembros de una subfamilia de la pequeña superfamilia de GTPasas, que son muy importantes en la remodelación del citoesqueleto de actina de muchos tipos celulares, y que juegan un papel similar en la reabsorción ósea osteoclástica. Ahora se sabe que los bifosfonatos bloquean la reabsorción ósea inhibiendo la acción en membranas de un número de pequeñas GTPasas. Los reguladores de la función de los osteoclastos incluyen a pequeñas moléculas y a proteínas. La hormona esteroidea 1,25(OH)2D3 juega un rol importante en la regulación de la homeostasis del calcio y el fósforo. La deficiencia de la hormona aumenta la pérdida de hueso porque altera la relación RANKL/OPG secundariamente a la hipocalcemia y resulta en hiperparatiroidismo. En contraste, los niveles altos del esteroide estimulan directamente la expresión de RANKL e inhiben la de OPG en células mesenquimáticas, e inhiben así mismo a la hormona pro-osteoclastógénica PTH. Tanto los glucocorticoides endógenos y sus análogos sintéticos, que continúan siendo la herramienta principal de la terapia inmunosupresora, tiene grandes impactos sobre la biología del hueso porque inducen osteoporosis severa como consecuencia de la disminución de la formación y reabsorción de hueso (osteoporosis con bajo turnover). La mayoría de las evidencias se enfocan en el osteoblasto como el blanco principal, debido a que los corticoides aumentan la apoptosis de estas células formadoras de hueso. Sin embargo, los estudios en humanos documentan una disminución inicial rápida de la reabsorción ósea, sugeriendo que los osteoclastos y/o sus precursores podrían ser también impactados por el esteroide vía un mecanismo no definido aún. Proteínas. Además del M-CSF y el RANKL, otras proteínas juegan papeles importantes en la biología del osteoclasto. La OPG, un inhibidor endógeno del RANKL, es segregada por las células mesenquimatosas en condiciones basales y en respuesta a otras señales regulatorias, incluyendo citoquinas y esteroides con impacto en el hueso. Es importante que las mujeres postmenopáusicas tienen niveles aumentados de RANKL en el estroma de la médula ósea, y el tratamiento con estrógenos revierte este nivel. Varias observaciones indican que la OPG circulante modula la actividad rersortiva de hueso del RANKL, y sugieren que la relación RANKL/OPG del suero va a ser un índice clínicamente importante. Los osteoblastos son fibroblastos especializados que segregan y calcifican una matriz específica. Su linaje se especifica a partir de células madre mesenquimáticas y es regulada por una plétora de señales. Un rango diverso de citoquinas modulan la diferenciación de los osteoblastos, incluyendo TGF- β, proteína morfogenética del hueso 2 (BMP-2), BMP-4, y BMP-7, y sus inhibidores, noggin, cordin, gremlin y esclerotin, este último identificado por clonaje posicional de familias con aumento de la masa ósea. Así mismo impactan en el osteoblasto en forma positiva numerosas hormonas, incluyendo IGF-1, PTH, PTH-related protein (PTHrP), 25(OH)2D3,, leptina, glucocorticoides, la vía del Notch y miembros de la familia del factor inhibidor de leucemia/IL-6. La vía intracelular más caracterizada del osteoblasto es el sistema p42/44 MAPK. Los osteoblastos se unen a la matriz existente vía 25(OH)2D3, e integrinas formando una monocapa unida por cadherinas. Una vez activadas, las células segregan una matriz que contiene colágeno tipo I y menores pero significativas cantidades de osteocalcina, proteína de matriz GLA, osteopontina, sialoproteína ósea, muchos componentes menores y, muy importante, factores de crecimiento, tales como BMPs y TGF-β. Los bifosfonatos, en contraste con su rol pro-apoptótico con los osteoclastos, prolongan la vida de los osteoblastos y quizás su función. La linfangiogénesis durante el desarrollo y la enfermedad humana Kari Alitalo1; Colaboradores2 1Haartman Institute and Biomedicum Helsinki, Molecular/Cancer. Biology Laboratory, Helsinki, Finland; 2Ludwig Institute for Cancer Research, University of Helsinki, Helsinki, Finland. La angiogénesis y la permeabilidad de los vasos sanguíneos están reguladas por el factor de crecimiento del endotelio vascular (VEGF) a través de sus dos receptores VEGF-1 y VEGF-2. El receptor VEGF-3 no une VEGF y su expresión está restringida principalmente a los endotelios linfáticos durante el desarrollo. Los autores encontraron que ratones null homocigotas para el VEGF-3 mueren a la mitad de la gestación por falla en el desarrollo cardiovascular. Ellos también purificaron y clonaron al ligando cel VEGF-3, VEGF-C. Los ratones transgénicos que expresan VEGF-C muestran evidencia de linfangiogenesis y los ratones knock out para VEGF-C tienen vasos linfáticos anómalos. El derivado proteolítico de VEGF-C se une a VEGR-2 pero es también angiogénico. VEGF-D está cercanamente relacionado con VEGF-C, es procesado de la misma manera y se une al mismo receptor. Por lo tanto, VEGFC y VEGF-D parecen ser ambos angiogénicos y linfangiogénicos. En varios modelos de tumores, la sobreexpresión de VEGF-C produce linfangiogénesis y crecimiento de los vasos linfáticos que drenan los tejidos, crecimiento linfático intratumoral y metástasis en nódulos linfáticos. Además el VEGFR-3, que bloquea la linfangiogénesis embrionaria, también bloquea las metástasis en modelos de cáncer de mama y pulmón. Estos resultados, junto con estudios clínicos recientes en cáncer, sugieren que la transducción de señales paracrina entre las células tumorales y el endotelio linfático podría estar envuelta en las metástasis linfáticas de los cánceres humanos. Sesión de Premios 2 ((Premios Henning Andersen - Clínico) Las mutaciones del SF1 son causa frecuente de genitales ambiguos en pacientes 46,XY, debido a una deficiencia en la síntesis de andrógenos sin deficiencia suprarrenal. Birgit Köhler1; Lin Lin2; Vanessa Schröder3; Heike Biebermann3; Peter Heidemann4; Peter Wieacker5; Olaf Hiort6; Annette Grüters1; John Achermann7 1Charite, Children’s Hospital, Pediatric Endocrinology, Berlin, Germany; 2University College London, UCL Institute of Child Health, London, United Kingdom; 3Charite, Institute of Experimental Pediatric Endocrinology, Berlin, Germany; 4Kinderklink, Augsburg, Germany; 5Otto von Guericke Universität Magdeburg, Institute of Human Genetics, Magdeburg, Germany; 6Universität zu Lübeck, Pediatric Endocrinology, Lübeck, Germany; 7University College London, UCL Institute of Child Health, London, Germany El factor esteroidogénico 1 (SF1/Ad4BP, NR5A1) es un factor de transcripción que juega un papel clave en el desarrollo y función de las gónadas y las glándulas suprarrenales. Aunque las publicaciones iniciales de las mutaciones con pérdida de función de SF1 ocurrieron en sujetos 46,XY con fenotipo que asociaba disgenesia gonadal y deficiencia suprarrenal, se ha publicado recientemente en 7 pacientes, que la haploinsuficiencia (un solo alelo mutado) de SF1 genera disgenesia gonadal y androgenización insuficiente del feto 46,XY, sin falla adrenal. Los autores secuenciaron el gen del SF1 en 98 pacientes 46,XY con desórdenes del desarrollo sexual prenatal (DSD). De este grupo, 46 tenían falla severa de androgenización prenatal y 52 tenían hipospadias. Encontraron 8 mutaciones nuevas de SF1: E7X, C33S, R84H, Y138X, 4 bp ins (exon 4)/G146A, y 1 bp ins (exon 7), en pacientes con infraandrogenización severa (6/46); y Q107X y una mutación en un sitio de splicing del intrón 3 en pacientes con hipospadias (2/52). Las mutaciones sinsentido (C33S, R84H, Y138X) mostraron disminución de la unión al ADN y de la transactivación en diferentes genes blanco de SF1 in vitro. Los pacientes con la mutación 4 bp ins (exon4)/G146A tenían cintillas (streak) gonadales; todos los demás mostraban arquitectura testicular normal. Todos los 8 pacientes tenían niveles bajos de testosterona al diagnóstico. La función adrenal era normal. Se concluye que las mutaciones del SF1 son una causa frecuente de falla severa en la androgenización debida a una disgenesia testicular moderada en individuos con 46,XY con función suprarrenal normal. Además, Se debe pensar en las mutaciones de SF1 en pacientes con hipospadias y valores bajos de testosterona. El estudio confirma que el desarrollo y la función del testículo humano es más sensible al efecto del dosaje genético que la función suprarrenal, y que el análisis del gen de SF1 debe agregarse al estudio diagnóstico de pacientes con DSD 46,XY que tengan genitales ambiguos y niveles bajos de testosterona. Estos datos tienen impacto clínico significativo en el manejo y consejo genético apropiados para estos pacientes y sus familias. Más aún, la función suprarrenal en los pacientes con mutaciones del SF1 debe monitoriarse a intervalos regulares, ya que podría deteriorarse más adelante en la vida. Sesión de Premios 2 (Premio Henning Andersen - Básico) Insensibilidad a los corticoides generalizada: Fenotipo clínico y mecanismos moleculares. Evangelia Charmandari; Tomoshige Kino; Takamasa Ichijo; George Chrousos Section on Pediatric Endocrinology, RBMB, NICHD, National Institutes of Health, Leeds, United States. La resistencia generalizada a los glucocorticoides es una condición poco frecuente, caracterizada por insensibilidad parcial a los glucocorticoides, específica de tejido. La elevación compensatoria de la concentración de ACTH lleva a una secreción elevada de cortisol y de otros esteroides suprarrenales con actividad mineralocorticoidea y androgénica, pero sin evidencias de hipercortisolismo. La base molecular de la resistencia generalizada a los glucocorticoides ha sido atribuída a mutaciones del receptor glucocorticoideo humano (hGR), que impide la transducción de señales y de tal manera disminuye la sensibilidad de los tejidos a los glucocorticoides. El grupo identificó 6 de las 10 mutaciones descriptas hasta ahora, ha investigado sistemáticamente los mecanismos moleculares a través de los cuales varios mutantes naturales del hGR afectan la transducción de la señal. Se ha demostrado que las mutaciones ubicadas dentro del dominio de unión del receptor al ligando (LBD) afectan la afinidad del receptor por el ligando y la interaccióndel receptor con el coactivador p160, mientras que las mutaciones identificadas en el dominio de unión del receptor al ADN (R477H) interfieren con su habilidad de unirse al ADN. La localización de mutaciones descriptas utilizando la estructura cristalina del hGRα sugiere que dos mutaciones (I559 y V571A) están localizadas dentro de la Helix (H) 5, mientras que cuatro mutaciones (V729I, F737L, I747M y L773P) están localizadas dentro o cerca de H11 y H12. El “bolsillo de unión al ligando” está formado por H3, H5, H11 y H12. Luego de unirse al ligando el receptor sufre un gran cambio conformacional que permite que los coactivadores se unan al LBD. El hecho de que la mayoría de las mutaciones del hGR están agrupadas en torno a H5, H11 y H12 indica que estas helices juegan un rol importante en la transducción del mensaje glucocorticoideo. El estudio de los defectos funcionales de los mutantes naturales del hGR arroja luz sobre el mecanismo de la acción del hGR, y enfatiza la importancia de los mecanismos integrados de señalización celular y molecular para el mantenimiento de la homeostasis y preservar la fisiología normal. SIMPOSIOS S3-16. CRIPTORQUIDISMO Regulación genética y endócrina del descenso testicular Ieuan Hughes University of Cambridge, Paediatrics, United Kindom La ubicación de la gónada sexualmente unimórfica bipotencial en la cresta urogenital del embrión define el mapa de una larga ruta para el testículo, hasta alcanzar su destino final en el escroto. Intuitivamente, un gen determinante del testículo anormal producirá una disgenesia testicular e invariablemente un testículo mal descendido. El descenso mormal se hace en dos fases: una fase transabdominal de 8 semanas en la gestación temprana y una fase inguinoescrotal en las últimas 12 semanas del embarazo. El hiatus interfase de la actividad no tiene explicación. El testículo está inicialmente anclado cranealmente y caudalmente por ligamentos sobre los cuales actúan las hormonas iniciando la primera fase del descenso. El testículo es liberado para el descenso por la regresión del ligamento suspensorio craneal inducido por testosterona mientras que un péptido producido por las células de Leydig, la hormona insulino-simil 3 (INSL3), causa ensanchamiento del ligamento caudal (gubernaculum) para anclar firmemente al testículo en dirección al canal inguinal. Los andrógenos no son críticos para esta fase como lo evidencia el descenso transabdominal del testículo en pacientes con hipogonadismo hipogonadotrófico y los síndromes de insensibilidad a los andrógenos. La disrupción del Insl3 en ratones que lleva a la criptorquidia ilustra sobre su rol crucial en el testículo de los roedores, comparadas con las mutaciones estudiadas de este ligando o de su receptor (LGR-8) en humanos con testículos no descendidos. Se requiere una señalización normal del receptor de andrógenos para direccionar el descenso final del testículo vía el gubernaculum. La activación inducida por andrógenos es el mecanismo trófico por el cual el neurotransmisor “péptido relacionado a la calcitonina (CGRP)” se libera del nervio genito-femoral para actuar como un quimioatrayente para el extremo del gubernaculum en desarrollo. Se deduce que cualquier defecto en la síntesis fetal de andrógenos o en su acción durante la última parte de la gestación será asociada a maldescenso testicular. La aparente diferencia geográfica en la incidencia de criptorquidismo que ha sido publicada no estaría relacionada con mecanismos genéticos, sino que probablemente se produzca por disrupción química exógena ambiental en la síntesis de andrógenos. Hormonas o cuchillo: revisión de los resultados luego del tratamiento hormonal o quirúrgico John Hutson Royal Children´s Hospital, Department of General Surgery, Melbourne, Australia El tratamiento hormonal de la criptorquidia ha sido usado en un rango de modalidades diferentes por más de 50 años. Los resultados de ensayos clínicos controlados, sin embargo, no han mostrado mejoría significativa excepto en un pequeño porcentaje de casos. También, el tratamiento quirúrgico ha tenido resultados relativamente escasos a largo plazo. ¿A qué se debe? Los avances recientes en la comprensión del descenso testicular nos permiten ahora explicar los fracasos aparentes de las estrategias previas de tratamiento basados en tres hechos. Primero, no se había estimado suficientemente la complejidad de los eventos mecánicos del descenso testicular. Segundo, no se conocía bien la existencia del desarrollo postnatal de las células germinales, pues se suponía que el testículo permanecía quiescente hasta la pubertad. Tercero, se ha reconocido ahora la existencia del criptorquidismo adquirido como una entidad separada, lo que hace probable que los seguimientos y evaluación de los tratamientos del pasado contengan grupos heterogéneos. Puede ser que sea uno o ambos testículos los que fallen en emigrar al escroto. La criptorquidia afecta a 4-5 % de los nacidos a término y a 9-30 % de los varones prematuros. El testículo no descendido puede ser no palpable, o encontrarse en cualquier posición a lo largo de de su línea habitual de descenso: inguinal, supraescrotal, o escrotal alto. Sin embargo, aproximadamente el 80 % se localiza en la región inguinal, justo fuera del canal inguinal. Contamos ahora con muchas evidencias como para planificar estrategias de tratamiento racionales, que en este momento incluyen cirugía temprana, entre los 6 y 12 meses de edad para la criptorquidia congénita, y pesquisa entre los niños de 5 a 10 años de edad para la criptorquidia adquirida. Los métodos preferidos de investigación e intervención quirúrgica subsiguientes dependen de la posición del testículo con criptorquidia. Los riesgos asociados a la criptorquidia incluyen la infertilidad y la transformación maligna. El objetivo del manejo adecuado es minimizar estas, y cualquier otra complicación asociada. ¿Cuál es la edad óptima de Tratamiento? Ritzen, Martin; Kollin, Claude; Karpe, Bengt; Hesser, Ulf Karolinska Institutet, Woman and Child Health, Stockholm, Sweden Hay un consenso generalizado de que el testículo no descendido debe ser bajado al escroto durante la niñez, para mejorar la espermatogénesis futura y poder detectar tumores con mayor facilidad. Las preguntas pendientes son cómo y cuando se debe hacer esto. En una conferencia Nórdica de consenso reciente se concluyó que la cirugía (orquidopexia) es preferible y no el tratamiento hormonal (Ritzén y col., Acta Paediatica, Junio 2007). Los estudios histopatológicos demuestran que el testículo retenido tiene menos espermatogonias por túbulo que el escrotal desde la edad de 2 años en adelante. Estas observaciones han apoyado al argumento de que debe hacerse una cirugía temprana. Sin embargo no hay estudios de seguimiento que prueben que luego de la cirugía temprana (menos de 1 año de edad) el resultado mejore. En la adultez, los conteos espermáticos son más bajos en los hombres que tuvieron criptorquidia comparados con normales. Hay pocas publicaciones que enfoquen el efecto de la edad a la cirugía sobre la espermatogénesis futura. En un análisis retrospectivo, el conteo espermático dentro de límites normales se encontró en 76 % de los hombres que habían sido operados entre 10 meses y 3 años de edad, pero solamente en 26 % de los que fueron operados entre los 4 y 14 años. Estos hallazgos están apoyados por varios estudios en animales demostrando que la intervención más temprana preserva la espermatogénesis y la fertilidad. Recientemente los autores completaron el único estudio controlado en el que niños con testículo no descendido fueron randomizados para ser operados a una edad más tarde o más temprana. Los resultados fueron claros: La cirugía a la edad de 9 meses resultó en testículos de mayor volumen (medidos por ultrasonografía) a los 4 años de edad comparada con la cirugía a los 3 años. Debido a que el volumen testicular refleja generalmente la actividad de la espermatogénesis, estos resultados sugieren que la cirugía temprana debe ser preferida para poder preservar la espermatogénesis lo más posible. S5. Grandes Avances de la Endocrinología Pediátrica. Comienzo neonatal de la Diabetes Insípida Neurohipofisaria Familiar autosómica recesiva (DINF) Abulibdeh , Abdulsalam1; Levy, Floris1; White, Perrin2; Korner, Mira1; Zangen, David1 Hadassah Hebrew University Medical Center, Division of Pediatric Endocrinology, Jerusalem, Israel; Southwestwrn Medical Center, Division of Pediatric Endocrinology, Dallas, United States; Live Sciences Institution Hebrew University, The Center for Genomic Technologies, Jerusalem, Israel. 1 Israel; 2 United States La DINF es usualmente una alteración autosómica dominante, que se presenta en niños (1-6 años de edad) con poliuria y polidipsia. La mayoría de las veces la causa son mutaciones de la molécula de neurofisina II (NPII) de la prohormona AVP-NPII que resultan en deficiencia de arginina vasopresina (AVP). Las mutaciones probablemente impiden el procesamiento de la prohormona llevando a una destrucción gradual de las células secretoras de AVP. Solamente se encontró una familia con DINF y mutación autosómica recesiva (P26L), niños con presentación clínica entre los 2-8 años de edad. Los autores presentan pacientes con los siguientes fenotipos: tres primos palestinos y sus padres asintomáticos presentaron DINF en el período neonatal. Los síntomas fueron vómitos, diarrea, irritabilidad, mal progreso de peso, hipotonía y fiebre. El sodio en sangre varió entre 154-163 mmol/L, la osmolalidad en sangre fue más de 320 mOsm/Kg, y la urinaria permaneció entre 73-229 mOsm/Kg. Respondieron fácilmente a la ddAVP. La RMN a los 2 meses de edad reveló ausencia del punto brillante de la hipófisis. Se estudió la homozigosidad alélica del gen AVP-NPII usando marcadores microsatélites del cromosoma 20 – D20S906, D20S842, D20S193. Los 3 pacientes eran homocigotas para estos marcadores que flanquean el gen AVP-NPII mientras que los padres eran heterozigotas indicando una herencia recesiva. La secuenciación del intrón 1 revelo una mutación homozigota C301-T en los pacientes que resulta en un cambio de prolina a leucina (P26L) en el séptimo aminoácido de la prohormona AVP-NPII. Esta es la primera descripción de una DINF autosómica recesiva presentándose en el período neonatal. Esta presentación clínica y de imágenes (RMN) inusualmente temprana trae dudas sobre el concepto patofisiológico de que hay una destrucción gradual de las neuronas que segregan AVP como mecanismo de DINF. El FGF8 es un ligando clave del FGFR1 en la ontogenia del GnRH: evidencia a partir de un modelo de enfermedad humana. Raivio, Taneli1; Cole, Lindsay W.1; Hayes, Frances J.1; Seminara, Stephanie1; Plummer, Lacey1; Hughes, Virginia1; Dwyer, Andrew1; Quinton, Richard2; Pearce, Simon H.2; Hall, Janet1; Crowley, William F.1; Mohammadi, Moosa1; Pitteloud, Nelly1 Massachussetts General Hospital, Reproductive Endocrine Unit, Boston, United States; University of Newcastle-upon-Tyne, School of Clinical Medical Sciences, Newcastle, United Kindom; New York University School of Medicine, Department of Pharmacology, New York, United States. 1 United States; 2 United Kingdom Una vieja pregunta biológica en el campo del FGF es la definición del papel fisiológico para cada uno de los siete receptores de FGFs (FGFRs) principales. Las mutaciones de del FGFR1 inducen hipogonadismo hipogonadotrófico idipático (HHI) con (síndrome de Kallman) o sin anosmia (normosmic HHI; nHHI), indicando el rol crítico del FGFR1 en la ontogenia de la neurona GnRH. Hasta la fecha no se ha identificado cual es el ligando específico del FGFR1 en la neurona GnRH. Sin embargo, tanto el ratón deficiente en Fgfr1 (KO condicional) como el deficiente en FGF8 (hipomorfico) exhiben un desarrollo deficiente de la cavidad nasal y del bulbo olfatorio. Más aún, una mutación específica del FGFR1 (L342S) encontrada en un síndrome de Kallman mostró una disminución de la unión a FGF8. Por lo tanto los autores han propuesto la hipótesis de que el FGF8 es un ligando clave del FGFR1 en la etiología del HHI. Se encuentra en realización una pesquisa de mutaciones del gen FGF8 y fenotipos correspondientes en pacientes (y familiares) con síndrome de Kallman (n=100), nHHI (n=100) o HHI de comienzo en la adultez (HHA, n=10). Las mutaciones se mapearon en la estructura cristalina de FGF8-FGFR y se están realizando estudios in vitro. Se identificaron una mutación homocigota (F40L) y 5 heterocigotas (H14N, P26L, K100E, R127G, T229M) del gen FGF8 en 6 probandos no relacionados (3 hombres y 3 mujeres) (2 síndrome de Kallman, 3 nHHI y 1 HHA) Las mutaciones de FGF8 evidenciaron grados variables de deficiencia de GnRH, los fenotipos asociados incluyeron labio/paladar hendido y osteoporosis. Dos sujetos tenían también una mutación heterocigota de FGFR1, que podría explicar alguna de la variabilidad de la expresividad. El análisis estructural permitió predecir la actividad biológica disminuída de las proteínas FGF8 mutadas. Concluyen que: 1) las mutaciones heterocigotas en el FGF8, aisladas en combinación con defectos de otros genes, pueden causar nHHI/síndrome de Kallman o HHA; 2) las mutaciones en ambos el ligando (FGF8) o receptor (FGFR1) llevan a fenotipos reproductivos y no reproductivos similares; 3) El FGF8 es un ligando clave para el FGFR1 en la ontogenia neuronal del GnRH. La insensibilidad severa a la hormona de crecimiento debida a un defecto del gen Stat5b se asocia con dos alteraciones inmunológicas diferentes. Camacho-Hubner, Cecilia1; Cale, Catherine M1; Rosenthal, Mark1; Woo, Patricia1; Hwa , Vivan2; Rosenfeld, Ron2; Klein, Nigel1; Savage, Martin O1 William Harvey Research Institute, QMUL, Endocrinology, London, United Kindom; Great Ormond Street Hospital, Immunology, London, United Kindom; Royal Bronton Hospital, Pediatrics, London, United Kindom; Great Ormond Street Hospital, Rheumatology, London, United Kindom; Oregon Health and Science University, Pediatrics, Oregon, United States; Great Ormond Street Hospital, Infectious Diseases and Immunology, London, United Kindom 1 United Kingdom; 2 United States La insensibilidad a la hormona de crecimiento (GHI) se caracteriza por estatura baja severa, GH en suero alta, niveles de IGF-I y IGFBP-3 muy bajos y se asocia clásicamente con defectos genéticos del receptor de GH (GHR). Los autores presentan a dos hermanas de una familia consanguínea de Kuwait, con las características clínicas y bioquímicas de GHI, secundaria a una nueva mutación homocigota de un sitio de splicing en el exón 13 del gen de la STAT5b, que codifica para una parte del dominio Linker de la proteína STAT5b de ambos niños. Los padres de talla normal (madre 160,2, padre 167,7 cm) eran heterocigotas para la mutación. El paciente 1, de 5 años de edad con una talla a -5,81 SDS, fue diagnosticado como artritis idiopática juvenil (JIA) a la edad de 2,1 años y el paciente 2, de 6,3 años de edad con una talla de -5,6 SDS, fue diagnosticado como neumonitis intersticial linfocítica, tipo I LD de enfermedad pulmonar, a la edad de 5 años, confirmada por biopsia de pulmón. Las facies de ambos pacientes eran sugestivas de síndrome de GHI moderado; el paciente 2 tenía además dedos en anillo de tambor. Las investigaciones bioquímicas mostraron un nivel basal de GH en suero de 53 y 17 mU/L (paciente 1 y 2, respectivamente) y valores normales de GHBP, mientras que los niveles de IGF-I, IGFBP-3 y ALS fueron todos extremadamente bajos. Los estudios inmunológicos del paciente 2 mostraron números normales de células T, B y NK, pero muy pocas células T naive para la edad del niño. Los estudios funcionales de los linfocitos demostraron nivel bajo de fosforilación de tirosinas de STAT5 en respuesta a IL2. No está claro cual es la posible contribución de la mutación a disfunción inmunológica en estos pacientes con manifestaciones diferentes, JIA y nemonitis intersticial. Infusión de insulina continua en la edad pediátrica – reunión de consenso Phillip, Moshe1; Battelino, Tadej2; Rodriguez, Henry3; Danne, Thomas4; Kaufman, Francine3 Schneider Children´s Medical Center of Israel, National Center for Chilhood Diabetes, Petah Tikva, Israel; University Childrens´s Hospital, Department of Pediatric Endocrinology, Ljubljana, Slovenia; James Whitcomb Riley Hospital for Children, Section of Pediatric Endocrinology, IUSM, Indianapolis, United States; Kinderkrankenhaus auf der bult, Diabeteszentrum fur Kinder und Jugendliche, Hannover, Germany; Children´s Hospital Los Angeles, Center for Diabetes, Endocrinology and Metabolism, Los Angeles, United States. 1 Israel; 2 Slovenia; 3 United Status. Los niños con diabetes, sus familias y sus médicos todavía enfrentan el desafío de controlar los niveles de glucosa cercanos a la normalidad para prevenir o demorar las complicaciones micro y macrovasculares, minimizar el riesgo de episodios de hipoglucemia severos y mejorar la calidad de vida. La terapia con infusión de insulina subcutánea continua (CSII), que es el método más fisiológico de administración de insulina disponible por ahora, brinda una opción de tratamiento que puede ayudar para alcanzar estos objetivos. Sin embargo, los médicos tratantes todavía discuten si la CSII tiene ventajas sobre inyecciones diarias múltiples en lograr estos objetivos en pacientes jóvenes. Con el objeto de discutir estos temas, 25 médicos expertos de varios países se reunieron en Berlín en Abril 2006 y discutieron varios aspectos del problema de tratar a pacientes jóvenes con diabetes utilizando bombas de insulina. La CSII ofrece la posibilidad de mayor flexibilidad y una administración de insulina más precisa que las inyecciones múltiples, lo que puede asociarse con mejor control de la glucemia, disminución de valores extremos, reducir los episodios de hipoglucemia y mejorar la calidad de vida. El momento de iniciar el uso de la bomba es importante para que la familia y los trabajadores de la salud logren una implementación exitosa. Se requiere por supuesto una educación apropiada, atención a la dieta y el ejercicio y mantener la comunicación entre todos los miembros del equipo de diabetes. Todos los pacientes pediátricos son candidatos potenciales a CSII, pero la selección adecuada del paciente es un tema central. En los países en los cuales los niños reciben apoyo para manejar su diabetes en la escuela, el uso de la bomba es más factible. Sin embargo, si las condiciones no son adecuadas se deberá recurrir a otras estrategias de tratamiento. S12. La Célula Beta Pancreática: Nacimiento, Muerte y Disfunción. Identificación de los objetivos terapéuticos para la prevención de la muerte de las células beta en la diabetes tipo 1 Eizirik, Decio L. Université Libre de Bruxelles, Laboratory of Experimental Medicine, Brussels, Belgium. Se han acumulado evidencias que indican que las células beta mueren por apoptosis en la diabetes tipo 1. La apoptosis es un proceso activo dirigido por genes. Los autores utilizaron análisis por microarray para clarificar la característica de la expresión génica en células beta de rata y en islotes humanos expuestos a las citoquinas pro-apoptóticas interleuquina 1b (IL-1b) + interferón (IFN-g), y a virus diabetogénicos. Las célula beta responden al daño mediado por citoquinas estimulando genes involucrados en reparo/defensa y stress del retículo endoplásmico, disminuyendo sus funciones más diferenciadas y su capacidad el crecimiento y la regeneración, e induciendo la expresión de diversas citoquinas y quimioquinas. Varios efectos de citoquinas dependen de la activación de los factores de transcripción NF-kB y STAT-1, y los autores pudieron prevenir la muerte de las células beta de rata inducida por citoquinas, bloqueando estos factores de transcripción. Experimentos posteriores que combinaron el bloqueo de NFkB y análisis por microarray, y también activación de la interferencia con NF-kB “in vivo”, sugirieron que NF-kB funciona como una “llave maestra” de los efectos del IL-1 sobre las células beta, controlando diversas redes de factores de transcripción y genes efectores que contribuyen al stress del retículo endoplásmico y a la apoptosis de las células beta. La STAT-1 juega un rol similar para los genes inducidos por IFN-g. Esta hipótesis se investigó en forma adicional por análisis de expresión de genes en función del tiempo y por “cluster” análisis de la expresión de genes en células INS-1 productoras de insulina tratadas con citoquinas; también, por análisis “in silico” y análisis por biología molecular de las regiones promotoras de genes localizados en diversos “clusters”. Basados en estos datos, los autores están construyendo un “Banco de Expresión de Genes de Células Beta” al que se puede acceder actualmente en el sitio http://t1dbase.org/cgi-bin/enter_bcgb.cgi. Los autores esperan llegar a comprender los mecanismos complejos que regulan la “decisión” de las células beta de entrar en apoptosis, así como los mecanismos, corriente abajo, de la muerte celular combinando estudios funcionales con análisis de “microarray” realizados con y sin perturbar los blancos del sistema. Este enfoque ya está estimulando nuevas maneras de prevenir la muerte de las células beta en la diabetes tipo 1. ¿Podría ser la regeneración de la célula beta una opción terapéutica para el tratamiento de la deficiencia de insulina? Bonner-Weir, Susan Joslin Diabetes Center, Harvard Medical School, Section of Islet Transplantation and Cell biology, Boston, United States. United Status En la actualidad se acepta que la diabetes mellitus, ya sea la tipo 1, tipo 2 o MODY, es consecuencia de que la masa de células beta productoras de insulina es inadecuada para mantener la normoglucemia. El reemplazo de células beta por transplante ha sido exitoso para corregir esta deficiencia, pero funcionalmente transitoria y necesita de inmunosupresión para evitar el rechazo del injerto y también para evitar la autoinmunidad en el caso de la diabetes tipo 1. Además, otro inconveniente es que la disponibilidad de tejido para transplante es insuficiente. Una opción terapéutica alternativa sería lograr la regeneración de células beta en el propio páncreas. Los modelos experimentales en roedores indican que la replicación de células beta preexistentes así como la diferenciación de células beta nuevas a partir de sus progenitores contribuyen normalmente al crecimiento compensatorio regenerativo, tanto en ratas como en ratones. Sin embargo, al carecerse de métodos confiables de imágenes no invasivos en humanos, solamente se pueden hacer extrapolaciones de la masa de células beta del hombre basadas en estudios en animales o en estudios in vitro de tejido pancreático humano. El tratamiento con agonistas del receptor GLP-1 (glucagon-like peptide-1) o con inhibidores de DPPIV (dipeptidilpeptidasa-IV que metaboliza a GLP1) es capaz de aumentar la masa de células beta en roedores. La combinación de EGP (factor de crecimiento epidérmico) y gastrina ha sido también utilizada para aumentar la masa de células beta y ha sido una de las pocas estrategias que ha podido documentar un aumento de la masa de células beta en ratones NOD con diabetes de comienzo reciente. Varios autores han demostrado que, utilizando el tejido restante luego del aislamiento de islotes humanos, es posible expandir las células epiteliales pancreáticas in vitro y diferenciarlas en nuevos islotes, los que pueden ser estimulados para crecer con la combinación agonistas del receptor GLP-1/inhibidores de DPPIV o con EGF/gastrina. La pregunta es si estos enfoques tendrán resultados similares en humanos in vivo. Ambos enfoques se encuentran en este momento bajo ensayos clínicos. Desregulación de secreción de insulina en el hiperinsulinismo infantil:estudios in vitro. Henquin, Jean-Claude University of Louvain, Faculty of Medicine, Unit of Endocrinology and Metabolism, Brussels, Belgium La secreción de insulina por la célula pancreática beta normal se ajusta por medio de dos mecanismos jerárquicos. La vía inicial es desencadenada por el canal de K sensible a ATP (KATP) transduce los cambios en el metabolismo de la glucosa de la célula beta en cambios en el potencial de membrana, para controlar el aumento del [Ca2+] citosólico que sirve para desencadenar la exocitosis de gránulos de insulina. Independientemente de esta acción sobre los canales KATP, la glucosa estimula una vía de amplificación metabólica (diferente de la amplificación neurohormonal) que aumenta la cantidad de insulina liberada sin incrementa el [Ca2+] citosólico. Los autores mostraron que ambas vías, identificadas inicialmente en islotes de roedores, también operan en las células beta humanas, y describieron las características de la secreción de insulina in vitro. Las mutaciones inactivantes de cualquiera de las dos subunidades del canal KATP (receptor de sulfonilurea 1 o Kir6.2) producen una despolarización sostenida de las células beta, resultando en una elevación independiente de [Ca2+] citosólico y excesiva secreción de insulina. Estas mutaciones son la causa del 50% de los casos de hipoglucemia hiperinsulínica. La patología de la enfermedad puede interesar a todas las células del páncreas (forma difusa) o estar limitada a una zona de hiperplasia adenomatosa. Se han estudiado in vitro las anormalidades en la secreción de insulina de las células beta de lactantes en quienes se ha resecado una parte del páncreas para tratar el hiperinsulinismo congénito. Los resultados mostraron que, a diferencia de los ratones que carecen de canales de KATP, los lactantes son hipoglucémicos por no funcionan adecuadamente las vías de amplificación en estas células beta anormales. WG2. Club de Obesidad de ESPE. Manejo de la Obesidad Juvenil Mórbida: la Necesidad de un Esfuerzo Colaborativo para llegar a un Consenso. Definición y riesgo de la obesidad mórbida y la resistencia a la insulina. Frelut, Marie-Laure Saint Vincent de Paul Hospital, Ap-HP Margency France Hasta ahora, la obesidad mórbida no ha sido definida de una manera satisfactoria, ni en adultos ni en niños. La necesidad de tener una definición surge del hecho de que estos pacientes merecen apoyo y cuidados especiales. Debido a que las complicaciones relacionadas con la obesidad son solamente groseramente proporcionales a su duración o gravedad y a que cubren un amplio rango de campos, es necesario examinar varios criterios: los umbrales antropométricos, la existencia de complicaciones severas o las múltiples co-morbilidades. El índice de masa corporal (IMC) correlaciona con la masa grasa pero las técnicas de medición de composición corporal muestran una diferencia de 20% en masa corporal a similares grados de severidad de la obesidad. La resistencia a la insulina, las alteraciones metabólicas y otras co-morbilidades tienen determinantes genéticos, por lo tanto la prevalencia varía marcadamente a IMC similares entre las diversas poblaciones con etnias diferentes. En Europa se detectaron solamente diferencias moderadas al comparar la prevalencia del síndrome metabólico en adolescentes de 5 países (Francia, Grecia, Hungría, Italia y Polonia) a pesar de tener IMC diferentes. En contraste con datos de otros continentes, la diabetes tipo 2 es aún rara, aún en sujetos muy obesos. Otras co-morbidades severas, tales como apnea de sueño o deslizamiento de la cabeza del fémur, no se toman aún en cuenta. El uso exclusivo de criterios metabólicos tiene el riesgo de llevar a una indicación excesiva de medicamentos dirigidos a disminuir la resistencia a la insulina, y podría ser que se descuidara el impacto de otras complicaciones que requiriesen otros tipos de tratamiento. Los autores por lo tanto sugieren establecer un sistema de puntaje que tenga en cuenta varios criterios además del IMC. El objetivo ideal sería definir una estrategia terapéutica global que incluya los riesgos y factores pronósticos reales. El eje hipotálamo-hipófiso-suprarrenal: un protagonista joven permanente en el desarrollo y mantenimiento de la obesidad. Pagotto, Uberto; Pasquali, Renato S. Orsola-Malpighi, Internal Medicine and Gastroenterology and CRBA, Bologna Italy Se conoce que los esteroides actúan como factores importantes en la regulación del metabolismo del tejido adiposo, con importantes diferencias de acuerdo con su distribución. Las alteraciones del eje hipotálamo-hipófiso-suprarrenal pueden afectar profundamente la morfología y la función del tejido adiposo. El fenotipo de la obesidad central y los síndromes de hipercortisolismo endógeno o exógeno comparten varias similitudes, incluyendo todas las características del síndrome metabólico. Por lo tanto se ha propuesto la hipótesis de un rol hipotético de un exceso de glucocorticoides en la fisiopatología del fenotipo de la obesidad central. Los estudios en humanos han demostrado claramente que en presencia de obesidad central, la actividad del eje hipotálamo-hipófiso-suprarrenal está aumentada y el sistema catecolinérgico está sobreactivado, particularmente en mujeres. También hay un desbalance androgénico, con niveles bajos de testosterona en el hombre obeso, y una situación de hiperandrogenismo funcional en la obesidad femenina, en especial en presencia del fenotipo central. Lamentablemente no hay un marcador disponible, particularmente en estado basal, que sea capaz de detectar alteraciones sutiles del eje en estas condiciones. El aumento de la producción corticoidea en la obesidad puede también depender de mecanismos periféricos. Se ha demostrado que hay más receptores de glucocorticoides en los adipocitos viscerales que en los subcutáneos, lo que favorece un aumento de la acción intracelular de cortisol en la grasa visceral. Además, se ha descripto en pacientes con obesidad central que hay alteraciones en dos sistemas enzimáticos, uno es la disminución de la actividad de la 11ß-hidroxiesteroide deshidrogenasa tipo 1 (11ßHSD1) que reactiva al cortisol a partir de cortisona inactiva en hígado y tejido adiposo, y otro es el aumento de la actividad de la 5α-reductasa, que metaboliza el cortisol a sus tetrahidro derivados. La importancia potencial de este sistema está enfatizada por estudios que demuestran ratones transgénicos que sobre expresan 11ßHSD-1 selectivamente en el tejido adiposo tienen niveles elevados de corticosterona, y desarrollan obesidad visceral y todas las características del síndrome metabólico y la resistencia a la insulina, mientras que a los que le falta 11ßHSD-1 parecen estar protegidos contra estas alteraciones. Por lo tanto, tanto la hiperactividad neuroendocrina del eje hipotálamo-hipófiso-suprarrenal como la producción periférica de cortisol pueden asociarse en la obesidad central y podrían tener alguna relevancia en la patofisiología de esta alteración. Obesidad infantil: el comportamiento es bioquímico Lustig, Robert H. University of California, San Francisco, CA United States La epidemia global de obesidad infantil está creciendo continuamente. La ganancia de peso obedece a la Primera Ley de Termodinámica que dice que la energía no puede ser creada o destruída, sólo cambiada. En términos humanos se suele decir “si lo comes, más vale que lo quemes, porque si no lo almacenarás”. Por lo tanto la gente asume que la obesidad es un comportamiento. Esto pone la culpa en el paciente, que es el perpetrador de la “glotonería y la pereza”. Sin embargo, la calidad de vida de los niños obesos puede ser tan difícil como la de aquellos bajo quimioterapia por cancer. ¿Como puede un niño elegir ser obeso? Los comportamientos, opina el autor, tienen una base bioquímica. Para comprender la contribución de la bioquímica al comportamiento uno puede mirar algunos experimentos de la naturaleza que cambian el comportamiento. Los niños que desarrollan tumores cerebrales tienen peso normal al diagnóstico, peromuchos se vuelven masivamente obesos luego del tratamiento. La ingesta calórica aumenta y el gasto de energía disminuye. La dieta y el ejercicio no sirven para mejorar la obesidad. Esta situación se denomina “obesidad hipotalámica” debido al daño al hipotálamo, el área del cerebro que regula el balance de energía. Normalmente la leptina producida en las células grasas informa al hipotálamo sobre el almacenamiento de energía. Estos niños no pueden “ver” la señal de leptina debido al daño hipotalámico, por lo que el cerebro piensa que se está “muriendo de hambre”. Esto produce una hipersecreción de la insulina pancreática, desvía la energía (en la forma de glucosa y lípidos) al tejido adiposo para su almacenamiento. El tratamiento de estos niños con octeotride, que suprime la secreción de insulina pancreática, reduce el peso, la ingesta calórica y aumenta la actividad física espontánea y la calidad de vida de estos pacientes. ¿La insulina juega también un rol en otros tipos de obesidad? La obesidad adulta se caracteriza por niveles de insulina altos. En dos estudios en adultos, los autores encontraron un pequeños grupo (20%) de obesos que también hipersegregaban insulina, y que respondieron al tratamiento con octeotride con pérdida de peso, desaparición del hambre por azucar y aumento de la actividad física y calidad de vida. También demostraron que en estos pacientes el gasto de energía aumentó luego del tratamiento y que esto correlacionaba con la supresión de la insulina. Entonces, la hipersecreción de insulina estaba interfiriendo con la señal de leptina en el hipotálamo, generando la “glotonería y pereza” que mostraban estos pacientes. Al disminuir la insulina el cerebro puede “ver” a la señal de leptina, y el paciente puede reducir la ingesta calórica y aumentar el gasto de energía voluntariamente. La insulina actúa en otra área del cerebro, el núcleo acumbens, or “centro de la satisfacción”. Esta es la misma área donde actúan los opiácios y la nicotina para inducir adicción. Estos dos compuestos aumentan la secreción y los niveles de dopamina, un neuroquímico que estimula la sensación de satisfacción. Los datos en ratas muestran que en el estadío de insulina-baja (característico de la delgadez) la insulina disminuye a la dopamina, lo que apaga la sensación de satisfacción. Esto es parte del mecanismo de saciedad que sigue a la ingestión de alimentos. Sin embargo, en el estado de obesidad y niveles altos de insulina (característico de la obesidad), el cerebro se vuelve tolerante a la señal de insulina, la dopamina aumenta, y la satisfacción crece. Esto estimula la ingestión de alimentos frecuente y excesiva, promoviendo también la obesidad. Estos datos sugieren una interpretación diferente de la Primera Ley de Termodinámica: “si lo almacenas, y si esperas quemarlo, entonces tienes que comerlo”. En este paradigma, hay un almacenamiento obligado de energía, ganancia de peso, y apetito estimulado por el exceso de insulina. Esto se puede atacar por varios métodos que buscan disminuir la insulina, por ejemplo, restricción de energía, alimentos que limitan la secreción de insulina (dieta con bajo índice glicémico), mayor actividad física y medicamentos que bajen los niveles de insulina, tales como octeotride y metformina. Estos datos ayudan a establecer la noción de que “el comportamiento es bioquímico”. Objetivos dirigidos a influenciar estas vías bioquímicas deberían tener éxito en modificar los comportamientos e impactar en la epidemia global de obesidad. Tratamiento quirúrgico de la obesidad infantil Dahlgren, Jovanna; Marild, Stafan Institute for Clinical Sciences, GP-GRC, Department of Pediatrics, GU Sweden En las últimas décadas un gran número de estudios han sido publicados informando sobre el tratamiento quirúrgico de la obesidad en los adultos. Los dos procedimientos bariátricos recomendados hoy son la gastroplastia de banda vertical laparoscópica (GBV) y el bypass gástrico (BG). Una revisión de la literatura muestra que el tiempo de la cirugía y la estadía en el hospital son significativamente más prolongados en GBV vs BG, y las complicaciones tempranas y tardías frecuentemente mayores. Más aún, BG produce mayor pérdida de peso años después de la cirugía. Las publicaciones más recientes muestran complicaciones intra-hospitalarias similares pero una estadía hospitalaria significativamente más corta en adolescentes, y ausencia de mortalidad. La mayoría de los jóvenes tienen una pérdida sustancial de peso y una mejoría de la calidad de vida. Varios estudios randomizados llevados a cabo en la unidad de los autores comparando GBV con BG en adultos demostraron que esta última tenía reducción de peso significativamente mayor (50% vs 75% de exceso de peso), y menor circunferencia de cintura diámetro sagital un año después de la cirugía. También se vió un resultado mejor en las mediciones con DEXA y TC mostrando una mayor reducción de la masa grasa. Los tratados con BG tuvieron mayor disminución espontánea de las proporciones de grasa en la dieta. Sin embargo, los dos métodos fueron comparables en términos de seguridad intra-operatoria y recuperación post-operatoria. Las autoras presentaron el estudio de un grupo de adolescentes de 17-18 años de edad con obesidad mórbida que recibieron BG. Hubo menos complicaciones post operatorias que en los adultos. Concluyeron que la cirugía bariátrica es segura, satisfactoria y eficiente en reducir el peso en adolescentes con obesidad mórbida, pero no la recomiendan en niños porque no hay datos sobre los resultados a largo plazo. La frecuencia de las complicaciones disminuye en los grandes centros bariátricos, lo que enfatiza la importancia de las unidades que posean un equipo único con gran experiencia en este tipo de cirugía. WG3. Grupo de Trabajo en Síndrome de Turner de ESPE. - Inducción de pubertad terapia de reemplazo hormonal. Estrógenos en suero en niñas normales desde la edad temprana a la pubertad. Implicancias para el tratamiento con estrógenos en niñas con Síndrome de Turner. Norjavaara, Ensio; Ankarberg-Lindgren, Carina Institute of Clinical Sciences Sahlgrenska Academy, Department of Pediatrics, Goteborg, Sweden; The Queen Silvia children´s hospital, Goteborg. Sweden La medición precisa del estradiol en suero es importante en el contexto clínico de las alteraciones de la pubertad y el reemplazo hormonal en niños. Se necesita un inmunoensayo con extracción para que tenga sensibilidad funcional y cuantificación suficientemente confiables para las bajas concentraciones de 17β-estradiol presentes en el suero de las niñas pre-puberales. El método usado por los autores tiene una sensibilidad analítica y funcional de 4 y 6 pmol/L, respectivamente. El método utilizado incluye una extracción con eter antes del RIA (Spectria Estradiol Radioimmunoassay modificado). Durante la pubertad en niñas, el estradiol del suero tiene un ritmo circadiano con valores altos por la mañana (06.00-10.00) y bajos por la noche (22.0002.00 h). Se presentan concentraciones matutinas (10.00 h) y nocturnas (22.00-02.00) de 17β-estradiol en suero en niñas pre-puberales y puberales pre-menárquicas normales como guías para la terapia de reemplazo con hormonas sexuales en niñas con síndrome de Turner. 17β-estradiol pmol/L (Intervalo de confianza 95% para la mediana) 17β-estradiol pmol/L (Intervalo de confianza 95% para la mediana) 1000 h 2200 - 0200 h 2 – 5 años antes del 7 9.4 desarrollo mamario <4–9 <4–9 0 – 2 antes del 10 11.0 desarrollo mamario 7 - 16 <4–8 Estadio Tanner Mamas 2 18 11.8 12 - 45 4 – 14 Estadio Tanner Mamas 3-4, antes de la menarca 17 12.8 75 - 131 20 – 43 Estadío Puberal n Edad (media) Efecto del gel percutáneo de estrógenos en la inducción de la pubertad de niñas con síndrome de Turner Piippo, Saila Helsinky University Hospital, Pediatrics, Helsinki. Finland El Síndrome de Turner con cariotipo 46,XO es la causa más común de falla ovárica primaria con hipergonadismo hipergonadotrófico. El objetivo de la inducción de la pubertad en niñas hipogonádicas es adquirir un desarrollo psicológico similar al de la pubertad natural. Los autores investigaron el uso del gel percutáneo de estradiol (E2) pra la inducción de la pubertad en 23 niñas con síndrome de Turner. La dosis inicial percutánea de 0.5 mg terminó con una dosis de 1.5 mg el quinto año. La dosis de comienzo de 0.1 mg de E2 equivale a 0.13 mg de valeriato de estradiol o 0.04 mg de estradiol equino conjugado. La eficacia del tratamiento fue monitoreada midiendo la estatura, el peso, el estadío puberal, los niveles en suero de hormonas y el examen ecográfico ginecológico a través de todo el estudio. La concentración media de E2 en suero aumentó de un nivel basal de 22.2 pmol/L a 162.2 pmol/L mientras que los niveles medios de FSH disminuyeron de 77.4 a 19.2 IU/L luego de 5 años. No hubo diferencias significativas entre los pacientes que recibían o no tratamiento con GH en relación a SDS de talla, SDS de peso, aceleración de edad ósea y talla adulta. El aumento sostenido de la concentración media de E2 probó que el tratamiento percutáneo era eficaz. Las concentraciones de E2 fueron muy variables, de modo que los niveles de gonadotrofinas y el crecimiento uterino por ultrasonografía son muy útiles para evaluar la eficacia de la terapia con estradiol. El gel de estradiol permite regular en forma individual la inducción de la pubertad en sujetos hipogonádicos. El uso del estradiol percutáneo es seguro, facilita el manejo individual y es bien tolerado para inducir la pubertad. En el estudio se observó que el desarrollo de los caracteres sexuales secundarios y el crecimiento uterino procedieron gradualmente imitando a la pubertad natural. El régimen de comienzo con dosis bajas y aumento gradual de la dosis no tuvo un efecto negativo en la estatura final. Utilizando el gel, la dosis de estradiol puede ajustarse fácilmente en forma individual para poder imitar el desarrollo natural. Terapia de reemplazo con andrógenos en el síndrome de Turner Zuckerman-Levin, Nehema Haifa Israel La insuficiencia gonadal está presente en la mayoría de las mujeres con síndrome de Turner (ST), y el tratamiento de reemplazo con estrógenos (TRE) se da en forma rutinaria. Sin embargo, la disgenesia gonadal en adolescentes y adultos con ST se asocia también con una reducción de los niveles de andrógenos hasta un 50% de los controles. El TRE disminuye aún más los niveles de andrógenos. Las morbilidades asociadas al ST tales como la fragilidad ósea, los cambios metabólicos, los problemas sexuales y un perfil neurocognitivo particular, están parcialmente asociadas a la insuficiencia androgénica. La terapia de reemplazo con andrógenos ha sido usada con éxito en condiciones de baja secreción de andrógenos adrenales u ováricos, tales como la mujer postmenopáusica y la insuficiencia suprarrenal, aunque aún permanece a nivel de estudio de investigación clínica. Los autores hicieron un ensayo clínico piloto de terapia de reemplazo androgénico en mujeres adultas con síndrome de Turner y demostraron que mejoraba la densidad mineral ósea, en particular en sitios corticales como el fémur, la pelvis y las piernas. La terapia de reemplazo androgénico aumentó la masa corporal magra y disminuyó la masa grasa, redujo el colesterol total, los triglicéridos, LDL, pero tambien el colesterol HDL. Los efectos cognitivos se evidenciaron por mejoría de la atención, tiempo de reacción y de reconocimiento de información verbal recientemente adquirida. Además, los pacientes con síndrome de Turner informaron que tenían una mejor calidad de vida, incluyendo salud general, sensación de bienestar, soportar eventos estresantes y deseo sexual. La terapia de reemplazo androgénico es segura, sin virilización evidente o efectos secundarios a drogas. Los resultados de este estudio piloto sugieren que la deficiencia de andrógenos juega un papel en algunos aspectos de síndrome de Turner que pueden mejorar con la terapia de reemplazo androgénico. Calidad de vida/Funcionamiento psicosocial luego de la terapia con hormona de crecimiento en mujeres con síndrome de Turner. Carel, Jean Claude Hôpital Robert Debré, Endocrinologie Diabetologie Pediatrique, Paris. Francia El manejo pediátrico de los pacientes con síndrome de Turner se focaliza en la estatura, y resulta frecuente que se demore la inducción de la pubertad. La influencia del manejo de la pubertad en el ajuste psico-social y en la vida sexual de los pacientes con síndrome de Turner no ha sido evaluado. Los autores evaluaron los determinantes de la autoestima, el ajuste social y la iniciación de la vida sexual en estos pacientes, en particular los aspectos relacionados con el manejo de la pubertad dentro del Estudio StaTur, basado en un registro poblacional de pacientes tratados con hormona de crecimiento. Participaron en el estudio 566 mujeres adultas jóvenes con síndrome de Turner, media de edad 22,6±2,6 años, rango 18,3-31,2. Se utilizó el Registro de Autoestima de Coopersmith y el Auto-Informe de Escala de Ajuste Social, se preguntas sobre experiencia sexual y se recopiló mucha información sobre manejo pediátrico. La autoestima baja se asoció con trastornos auditivos con la escasa experiencia sexual. El ajuste social problemático se asoció con la baja clase socio-profesional de los padres y la ausencia de experiencia sexual. La edad tardía del primer beso o primera cita se asoció con las alteraciones cardíacas y la falta de desarrollo sexual espontáneo. La edad de la primera relación sexual se relacionó con la edad de la pubertad y con la clase socioprofesional de los padres. La demora en la inducción del desarrollo sexual tuvo un efecto de larga duración sobre la vida sexual. La estatura y la ganancia de estatura inducida por el tratamiento con hormona de crecimiento no tuvieron efectos sobre estos parámetros. La conclusión fue que la pubertad debe ser inducida a una edad apropiada fisiológicamente en el síndrome de Turner, con el fin de optimizar la auto-estima, el ajuste social y la iniciación de la vida sexual del paciente. Un manejo terapéutico que altere la pubertad en otros grupos de pacientes debería ser reconsiderado en función de los hallazgos en estos pacientes.