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EVALUACIÓN DE NUEVOS MEDICAMENTOS febrero de 2005 ENM 05/05 Imatinib (Glivec ) ® Código ATC : L01XX28 DDD : sin definir MEDICAMENTO DE UN NUEVO GRUPO FARMACOLÓGICO Aportación Terapéutica: IMPORTANTE La eficacia demostrada en el tratamiento de la leucemia mieloide crónica no susceptible de trasplante de progenitores hematopoyéticos y en el cáncer de estroma gástrico metastásico o no resecable, unido a la comodidad de la administración oral, hacen de imatinib un fármaco imprescindible en el abordaje terapéutico de estas dos patologías Imatinib pertenece a un nuevo grupo de fármacos denominado inhibidores de las señales de transducción. Actúa bloqueando la actividad de las tirosinquinasas, moléculas que participan en el crecimiento y la diferenciación celular y que se encuentran desreguladas o sobreexpresadas en algunos procesos neoplásicos como la leucemia mieloide crónica (LMC) y el cáncer de estroma gástrico (GIST).1 La LMC está caracterizada por la existencia de un cromosoma anormal en diversas líneas celulares hematológicas conocido como cromosoma Filadelfia. Este cromosoma porta un gen patológico (BCR-ABL) que codifica una proteína con actividad tirosinquinasa. Si se bloquea la actividad de esta tirosinquinasa se impide la proliferación celular y el avance de la enfermedad.1 La incidencia anual de la LMC en la población de nuestro país es de 0,8-0,6 casos por 100.000 habitantes2. La enfermedad se desarrolla en tres fases: fase crónica (que puede durar entre 2 y 6 años), fase acelerada y crisis blástica terminal; estas dos últimas fases se suceden más rápidamente. El trasplante de precursores hematopoyéticos, que incluye el trasplante de médula ósea (TMO), es el único tratamiento curativo para la LMC, aunque se asocia a una elevada morbimortalidad. No todos los pacientes son candidatos a recibir un trasplante y además éste pierde eficacia en las fases avanzadas de la enfermedad. Para los que se encuentran en la fase crónica y no son candidatos a trasplante, la mejor alternativa terapéutica hasta el momento es el tratamiento con interferón-α (IFN-α), que, sin embargo, plantea numerosos problemas de tolerancia. El tratamiento con IFN-α se ha asociado con un aumento de la supervivencia y la adición de citarabina (Ara-C) consigue todavía mejores resultados. En las fases avanzadas, estos tratamientos pierden eficacia y en su lugar se suelen administrar regímenes combinados de altas dosis de quimioterapia, similares a los empleados en las leucemias agudas.1,3 El GIST es un tumor no epitelial de localización intraabdominal muy poco frecuente, ya que su incidencia en la población es de 15 casos anuales por millón, siendo la edad media de presentación de 60 años. Las células de este tipo de tumor son portadoras de un gen patológico que codifica un receptor para una tirosinquinasa (C-KIT). En los primeros estadios el único tratamiento eficaz es la extirpación quirúrgica; en los estadios avanzados, cuando es metastásico o no resecable, el pronóstico es fatal ya que la radioterapia y la quimioterapia no son eficaces. La supervivencia media de los pacientes con GIST metastásico no llega a los dos años.4 Imatinib fue autorizado por la EMEA en circunstancias excepcionales y mediante procedimiento centralizado en noviembre de 2001, y recibió la designación de medicamento huérfano para las indicaciones de LMC y GIST ese mismo año. INDICACIONES 5,6 · Terapia de 1ª línea en LMC: tratamiento de pacientes con LMC cromosoma Filadelfia positivo (Ph+) de diagnóstico reciente para los que no se considera como tratamiento de primera línea el TMO. · Terapia de 2ª línea en LMC: tratamiento de pacientes con LMC cromosoma Filadelfia positivo (Ph+) en fase crónica tras el fallo del tratamiento con IFN-α, o en fase acelerada o crisis blástica. · Tratamiento de pacientes adultos con GIST malignos no resecables y/o metastásicos KIT positivos. FARMACOCINÉTICA 5 La absorción oral de imatinib es buena. Se elimina fundamentalmente por biotransformación hepática a través de la isoenzima CYP3A4 del citocromo P450 y se comporta como inhibidor enzimático de las isoenzimas CYP2C9, CYP2D6 y CYP3A4/5. Se desconoce la influencia de las insuficiencias renal y hepática sobre la farmacocinética de imatinib. POSOLOGÍA 5,6 · La dosis inicial en adultos con LMC en fase crónica es de 400 mg diarios, y en fase acelerada o crisis blástica de 600 mg diarios. En caso de que no se produzca una respuesta hematológica adecuada después de 3 meses de tratamiento, se pierda la respuesta alcanzada previamente o la enfermedad progrese, y siempre en ausencia de reacciones adversas severas, se puede considerar un aumento de dosis hasta 600 mg diarios en la fase crónica y hasta 800 mg diarios (en dos tomas) en las fases acelerada o de crisis blástica. Los pacientes deben ser seguidos estrechamente tras la escalada de dosis en previsión del aumento de la incidencia de efectos adversos. · La dosificación en niños con LMC se debe basar en la superficie corporal: se recomiendan dosis de 260 mg/m2 en la fase crónica y 340 mg/m2 en las fases avanzadas, teniendo en cuenta que la dosis diaria no debe sobrepasar la dosis de adultos. · La dosis inicial en GIST no resecable o metastásico es de 400 mg diarios; existen datos limitados acerca del incremento de dosis a 600 mg diarios en pacientes que muestran progresión con la dosis inicial. En caso de aparición de reacciones adversas severas se procederá a reducir la dosis o suspender el tratamiento con imatinib según proceda. Imatinib se administra por vía oral. La dosis prescrita debe ser ingerida con alimentos y un gran vaso de agua para minimizar el riesgo de irritación gastrointestinal. Los pacientes incapaces de tragar formulas sólidas orales pueden ingerirlas dispersando los comprimidos o el contenido de las cápsulas en agua. Se deben lavar las manos después de la manipulación de las cápsulas abiertas. En los ensayos clínicos el tratamiento con imatinib se continuó hasta la progresión de la enfermedad. Se desconocen las consecuencias de interrumpir el tratamiento después de haber alcanzado una respuesta citogenética completa (LMC) o una respuesta objetiva (GIST). EFICACIA CLÍNICA Los ensayos clínicos realizados con imatinib no incluyen pacientes con insuficiencia hepática o renal.4 En ellos se ha puesto de manifiesto que, en algunos casos, la falta de respuesta se debe a la existencia de resistencias al fármaco, tanto iniciales como adquiridas, por parte de las células tumorales. . LEUCEMIA MIELOIDE CRÓNICA La curación de la leucemia debería ser una de las variables de valoración a medir en los estudios de LMC, sin embargo el concepto de curación es complicado de definir y por ello se miden otras variables intermedias. Como variable final, se debería conocer la supervivencia de los pacientes que participaron en los ensayos clínicos, aunque los resultados los conoceremos en unos años, cuando haya transcurrido un tiempo suficiente desde el inicio de los mismos. Mientras tanto, únicamente se pueden aportar datos de supervivencia estimada. Las variables intermedias medidas son las siguientes: - Respuesta citogenética: consiste en la supresión o eliminación del clon celular Ph+. La respuesta citogenética global comprende la respuesta citogenética completa (ninguna célula Ph+ en metafase en la médula ósea) o parcial (presencia de no más de un 35% de células Ph+ en metafase en la médula ósea). A pesar de que la respuesta citogenética no es una variable final sino intermedia, estudios previos con interferón encontraron que la respuesta citogenética se correlaciona con una menor progresión de la enfermedad y un incremento de la supervivencia.1 - Respuesta hematológica global: hace referencia a un recuento normal de las células hemáticas. Terapia de segunda línea Tres estudios fase II, abiertos y no controlados, reclutando en total 1.027 pacientes adultos con LMC Ph+ en diferentes fases de la enfermedad, evalúan la eficacia de imatinib en cuanto a las tasas globales de respuesta hematológica y citogenética. Los resultados son muy superiores a los obtenidos en ensayos clínicos previos con IFN-α. 532 pacientes con LMC en fase crónica, que habían fracasado en la terapia previa con IFN-α, reciben 400 mg diarios de imatinib durante una media de 18 meses: la respuesta citogenética global se alcanza en el 60% de los pacientes y la respuesta hematológica completa en el 95%. El porcentaje de pacientes que no presentan progresión de la enfermedad a los 18 meses es de un 88% y la supervivencia de un 94%. Los pacientes que alcanzan respuesta citogenética en los tres primeros meses de tratamiento presentan un tiempo libre de progresión más largo.7 235 pacientes con LMC en fase acelerada reciben 400 mg o 600 mg durante 10 meses: una respuesta hematológica de duración superior a las 4 semanas se alcanza en el 68% de los pacientes y la respuesta citogenética global en el 23% de los pacientes. Se consiguen 12 meses de tiempo libre de progresión en el 60% de los pacientes y de supervivencia en el 75% de los mismos. Analizando separadamente los resultados de los pacientes que reciben cada una de las dosis, se comprueba que la respuesta es mejor en el grupo que recibe 600 mg diarios.8 260 pacientes con LMC en la fase de crisis blástica, reciben entre 400 mg o 600 mg de imatinib diarios durante aproximadamente 4 meses, la mayor parte de los pacientes reciben la dosis de 600 mg. Un 31% de los pacientes alcanzan una respuesta hematológica de duración superior a las 4 semanas y la respuesta citogenética global se consigue en el 15%, de nuevo las dosis de 600 mg se asocian con una mejor respuesta. El tiempo medio de supervivencia estimado es de 6,9 meses.9 Terapia de primera línea En el estudio IRIS, un ensayo clínico aleatorizado y fase III, se ensaya imatinib a dosis de 400 mg diarios como primera línea de tratamiento en 1.106 pacientes adultos con LMC Ph+ en fase crónica frente a un régimen compuesto por IFN-α (5 millones U/m2/día) más citarabina (20mg/m2/día) durante 10 días con una periodicidad mensual. Se permite el paso de los pacientes de un grupo a otro en caso de fallo o intolerancia al tratamiento asignado inicialmente; la consecuencia es que una gran proporción de pacientes (57,5%) del grupo de IFN-α + Ara-C acaban recibiendo imatinib, en este caso como terapia de segunda línea. En el análisis por intención de tratar y con una media de 19 meses de seguimiento, una mayor proporción de pacientes en el grupo tratado con imatinib con respecto al que recibe la terapia de IFN-α + Ara-C alcanza una respuesta hematológica completa (95,3% vs 55,5%) y citogenética global (85,2% vs 22,1%). El porcentaje de pacientes sin progresión de la enfermedad a los 18 meses es de 92,1% frente al 73,5%, aunque la supervivencia estimada no presenta diferencias significativas entre los grupos.10 En los pacientes que recibieron imatinib se redujo en menor medida la calidad de vida (en cuanto a función física y bienestar) durante los 12 primeros meses de tratamiento con respecto a los que recibieron la terapia con IFN-α+ AraC.11 Terapia combinada En la actualidad se encuentra en marcha un estudio fase IV en el que se ensaya imatinib asociado a IFN-α o citarabina en pacientes con LMC; sin embargo todavía no se han publicado los primeros resultados del mismo.12 Población pediátrica La experiencia de imatinib en niños con LMC es muy limitada ya que únicamente se han publicado dos ensayos clínicos fase I comprendiendo en total 34 pacientes. No existen datos con niños menores de tres años de edad.5,6 CÁNCER DE ESTROMA GÁSTRICO Se han publicado dos estudios abiertos, no controlados, fase II de búsqueda de dosis, en los que el tratamiento con imatinib consigue una respuesta muy superior a la obtenida en estudios anteriormente realizados con los agentes quimioterápicos convencionales. En un estudio realizado con 147 pacientes adultos con GIST no resecable o metastásico, se evalúa la eficacia de imatinib administrado a dosis de 400 mg o 600 mg diarios. A los 9 meses de tratamiento se analiza la consecución de una respuesta objetiva mediante técnicas de imagen: ningún paciente presenta respuesta completa (desaparición del tumor), un 53,7% de los pacientes presentan respuesta parcial (reducción del tamaño del tumor en un 50% y ausencia de nuevas lesiones), un 27,9% tiene la enfermedad estabilizada y sólo un 13,6% sufre una progresión de la enfermedad. La media de tiempo para la respuesta objetiva es de 13 semanas. La supervivencia estimada a un año es del 88%. No hay diferencias estadísticamente significativas en la eficacia entre ambas dosis de imatinib, aunque el estudio tampoco estaba diseñado para permitir la comparación de efectos entre ambos grupos. Un 5% de los pacientes presentaron resistencia primaria al fármaco y un porcentaje mayor la desarrolló después de varios meses de tratamiento.13 En otro estudio realizado con 946 pacientes adultos con enfermedad metastásica se comparan dosis de imatinib de 400 mg diarios con 400 mg dos veces al día durante más de dos años, con el objetivo de averiguar si las dosis superiores tienen un mayor efecto sobre la progresión de la enfermedad. Una proporción igual de pacientes (5%) alcanzaron una respuesta completa durante el tiempo que duró el estudio en ambos grupos, sin embargo el grupo tratado con la dosis más elevada consigue unos resultados ligeramente mejores en cuanto a tiempo libre de progresión: al final del estudio el 50% de los pacientes del grupo que recibe 400 mg diarios presenta progresión de la enfermedad frente al 56% de los tratados con 800 mg diarios. La supervivencia estimada a los dos años en ambos grupos se sitúa en torno al 70%, valor muy superior al de controles históricos con doxorubicina.14 En otro ensayo clínico no publicado, fase III y realizado con 746 pacientes, se obtienen valores similares de supervivencia estimada a los dos años (78%).15 No se han publicado ensayos clínicos aleatorizados comparando imatinib con placebo u otro abordaje terapéutico en GIST avanzado, aunque, teniendo en cuenta los buenos resultados obtenidos en los estudios anteriores, probablemente no sería ético realizarlos REACCIONES ADVERSAS 5,6,16 Es difícil determinar para los pacientes en fases avanzadas de LMC y GIST qué sintomatología es debida a la enfermedad y cuáles son efectos adversos del tratamiento con imatinib. A pesar de ello, imatinib es un fármaco bien tolerado. En los ensayos clínicos el porcentaje de abandono debido a reacciones adversas fue bajo: 1% en LMC en fase crónica, 2% en fase acelerada, 5% en crisis blástica y 3% en GIST. Los efectos adversos se han resuelto mayoritariamente sin necesidad de disminuir la dosis o suspender el tratamiento. Las reacciones adversas más frecuentes y comunes en los pacientes con GIST y LMC son: cefalea, náuseas, vómitos, diarrea, dolor abdominal, fatiga, mialgia, calambres musculares y erupción cutánea. También son frecuentes los edemas superficiales, sobre todo de localización periorbital, facial o en los miembros inferiores; sin embargo, se han detectado casos graves de retención de líquidos (que se manifiesta como efusión pleural, ascitis, edema pulmonar y aumento rápido de peso) que pueden ser potencialmente mortales. En estos casos se debe suspender el tratamiento con imatinib y aplicar medidas terapéuticas de soporte. Durante el tratamiento con imatinib pueden aparecer alteraciones del recuento de células hemáticas: neutropenia, trombopenia y anemia. También puede producirse una elevación de las enzimas hepáticas. Se ha visto que algunos efectos adversos se producen con diferente frecuencia en LMC y GIST: en LMC se observa más mielosupresión, posiblemente debido a la enfermedad subyacente. Son frecuentes la neutropenia y trombopenia, sobre todo en las fases avanzadas de la enfermedad; su aparición exige la reducción de dosis de imatinib e incluso la suspensión del tratamiento. En GIST se producen más hemorragias gastrointestinales o intratumorales y también una mayor incidencia de anemias que pueden estar relacionadas con los episodios de sangrado. CONTRAINDICACIONES Hipersensibilidad al imatinib o a alguno de los excipientes.5 PRECAUCIONES 5 · Precaución en pacientes con insuficiencia hepática o insuficiencia renal severa. En caso de disfunción hepática severa, situación habitual en algunos casos de GIST con metástasis hepáticas, sólo se empleará tras una valoración riesgo/beneficio detallada. Se recomienda monitorizar la función hepática frecuentemente. · Si se produce una reacción no hematológica severa durante el tratamiento con imatinib, el tratamiento se debe interrumpir hasta que ésta se haya resuelto. En caso de desarrollar neutropenia o trombocitopenia severas, se recomienda la reducción de dosis o la interrupción de la administración de imatinib según la gravedad del cuadro. Se recomienda la realización de recuentos sanguíneos frecuentes. · Se debe pesar a los pacientes regularmente para detectar la aparición de retención severa de líquidos, sobre todo en aquellos pacientes con insuficiencia cardiaca. · Se deben vigilar aquellos signos que puedan ser indicativos de hemorragias en pacientes con GIST. · No emplear en mujeres embarazadas salvo que sea estrictamente necesario. En mujeres en edad fértil se deben emplear métodos anticonceptivos. No se permite la lactancia materna mientras se está a tratamiento con imatinib. · Se debe advertir al paciente sobre los medicamentos de venta libre que contengan paracetamol ya que existe el riesgo de que se produzca daño hepático debido a una interacción farmacocinética entre imatinib y paracetamol. INTERACCIONES 5 Imatinib se metaboliza a través del citocromo P450, circunstancia que hace que pueda interaccionar farmacocinéticamente con numerosos fármacos: · Inhibidores de la isoenzima CYP3A4: inhiben el metabolismo de imatinib pudiendo provocar un aumento de su concentración plasmática. Se deberá tener por tanto precaución con fármacos como ketoconazol, itraconazol, eritromicina y claritromicina. · Inductores del CYP3A4: aumentan el metabolismo del imatinib provocando que la concentración plasmática del mismo sea infraterapéutica. Se deberá tener precaución con dexametasona, fenitoína, carbamazepina, rifampicina, fenobarbital, o hipérico. Imatinib también puede influir sobre las concentraciones plasmáticas de otros fármacos debido a su capacidad inhibidora enzimática, por lo que se recomienda precaución cuando se administre con un sustrato del CYP3A4 como ciclosporina, pimozida o paracetamol. Puede aumentar la concentración de fármacos como estatinas y bloqueantes de los canales de calcio. También puede inhibir el metabolismo de los anticoagulantes orales (acenocumarol y warfarina) por lo que los pacientes a tratamiento con imatinib que precisen estar anticoagulados deben recibir heparinas de bajo peso molecular. · COSTE Coste del tratamiento en la fase crónica de la LMC INF- α + Ara- C* IMATINIB Posología Coste anual 400 mg/ día 29.395 € · 5 millones U/m2 + 20 mg/m2 /día x 10 días/mes 3.113 € * Suponiendo un paciente de 2m2 de superficie corporal en tratamiento continuado son IFN-α + Ara-C Fuente de los PVL: Nomenclator INTEGRA (septiembre de 2004) y Nomenclator DIGITALIS (diciembre de 2004). EVALUACIÓN COMPARADA · Imatinib es más eficaz en el tratamiento de primera línea de la LMC que la combinación de IFN-α + Ara-C. También ha demostrado eficacia como terapia de segunda línea en la fase crónica que no ha respondido a la terapia previa con IFN-α, y en las fases acelerada y de crisis blástica, aunque dicha eficacia es menor en los estadios más avanzados de la enfermedad. De momento no se han publicado estudios de imatinib empleado en terapia combinada con otros agentes citostáticos. En los pacientes candidatos a trasplante de progenitores hematopoyéticos, éste debe considerarse como la primera opción, ya que no se han realizado estudios comparativos de imatinib con el TMO. Tampoco hay evidencia de la eficacia de imatinib empleado como terapia preparatoria del trasplante. · Imatinib es eficaz en el tratamiento del GIST metastásico o no resecable, y obtiene resultados muy superiores a los encontrados en estudios realizados con quimioterapia convencional. Sin embargo, los estudios de imatinib no son · · · · · · ensayos clínicos controlados y la comparativa frente a otra alternativa terapéutica no es directa sino que se realiza frente a controles históricos. No hay evidencia de la eficacia de imatinib en cáncer de estroma gástrico resecable o no metastásico, de manera que para ese tipo de pacientes el tratamiento de elección sigue siendo la cirugía; tampoco hay evidencia de la eficacia de imatinib como terapia adyuvante o neoadyuvante de la cirugía. No se han realizado estudios con imatinib en GIST empleado en combinación con otros agentes citostáticos. Por el momento no se conocen datos de variables finales de mortalidad para ninguna de las dos indicaciones. En el caso de la LMC se tienen datos de la respuesta citogenética, pero aunque la relación de esta variable con la disminución de la mortalidad es válida para el interferón, se desconoce si también lo es para imatinib. De momento, parece que la respuesta citogenética con imatinib se correlaciona con el tiempo libre de progresión, lo que hace pensar que también se correlacione con la supervivencia. No se conocen adecuadamente los mecanismos mediante los cuales las células tumorales desarrollan resistencia al imatinib y las implicaciones de la misma. Se desconoce la duración óptima del tratamiento y las consecuencias de suspender el mismo una vez se haya alcanzado una respuesta completa. Imatinib es bien tolerado y las precauciones de uso son similares a las que exigen la mayor parte de agentes citostáticos. Sin embargo, el novedoso mecanismo de acción que presenta hace necesaria una estrecha vigilancia de los efectos adversos no detectados en los ensayos clínicos y que pueden manifestarse durante el uso habitual en clínica. Los pacientes tratados con otros fármacos además de imatinib deben ser vigilados estrechamente por el elevado riesgo de desarrollo de interacciones farmacocinéticas. Debe advertirse al paciente acerca de los riesgos del empleo de paracetamol. Imatinib presenta una vía de administración y una posología muy favorable en comparación con la quimioterapia convencional. El tratamiento con imatinib supone un coste muy elevado (entre 29.395 € y 58.791 € por paciente y año en función de la dosis) y superior al de los tratamientos previos, y que además debe mantenerse durante la práctica totalidad del tiempo que dure la enfermedad. BIBLIOGRAFÍA 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 Savage DG, Antman KH. Imatinib mesylate- A new oral targeted therapy. N Engl J Med 2002; 34: 683-93. Registro Español de Leucemia, 2002. Peggs K, Mackinnon S. Imatinib mesylate- The new gold standard for treatment of chronic myeloid leukemia. N Engl J Med 2003; 348: 1048-50. Joensuu H, Kindblom LG. Gastrointestinal stromal tumors-a review. Acta Orthop Scand 2004; 75: S62-S71. RCP de Glivec®. Novartis Europharm Ltd, noviembre de 2004. 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