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Volumen 11 octubre-diciembre, 2010 EDITOR PRESIDENTE Guillermo J. RUIZ-ARGÜELLES. Puebla, México David GÓMEZ-ALMAGUER COMITÉ EDITORIAL VICEPRESIDENTE Álvaro AGUAYO. Ciudad de México, México Javier BOLAÑOS-MEADE. Baltimore, EUA Jorge CORTÉS. Houston, EUA Sergio GIRALT. Nueva York, EUA David GÓMEZ-ALMAGUER. Monterrey, México Renán A. GÓNGORA-BIACHI. Mérida, México Bertha IBARRA. Guadalajara, México José Carlos JAIME-PÉREZ. Monterrey, México Francesco Lo COCO. Roma, Italia Xavier LÓPEZ-KARPOVITCH. Ciudad de México, México Alejandro MADRIGAL. Londres, Inglaterra Carlos MARTÍNEZ-MURILLO. Ciudad de México, México Héctor MAYANI. Ciudad de México, México Rubén A. MESA. Scottsdale, EUA José María MORALEDA. Murcia, España Rubén NIESVIZKY. Nueva York, EUA Santiago PAVLOVSKY. Buenos Aires, Argentina Guillermo J. RUIZ-DELGADO. Puebla, México Arlette RUIZ-de-SAEZ, Caracas, Venezuela Jesús F. SAN-MIGUEL. Salamanca, España Luz del Carmen TARIN-ARZAGA. Monterrey, México Enrique TORRE-LÓPEZ. San Luis Potosí, México José Francisco TOMAS. Madrid, España Jorge VELA-OJEDA. Ciudad de México, México Luis A. VILLELA. Monterrey, México Carlos MARTÍNEZ-MURILLO SECRETARIO Pedro A. Zárate-Rodríguez TESORERO Ma. Angeles del CAMPO-MARTÍNEZ VOCAL DE ACTIVIDADES CIENTÍFICAS Héctor MAYANI-VIVEROS VOCAL DE MEMBRESÍA Ramón RIVAS-LLAMAS Revista de Hematología es una publicación trimestral, órgano oficial de la Agrupación Mexicana para el Estudio de la Hematología, AC, calle San Francisco 1626-406, colonia Del Valle, México 03100, DF. Teléfono: (55) 55 241112. sitio web: http:// amehac.org. Registros de título y licitud de contenido, en trámite. Editada, producida y comercializada por: Edición y Farmacia, SA de CV (Grupo Nieto Editores), Calle E, Mza. 8 Núm. 1, colonia Educación, México 04400, DF. Teléfono: (55) 56782811. www.nietoeditores.com.mx. Ventas: Georgina González T y Alejandra Nieto S. Diseño y formación: Elidé Morales R. Toda la correspondencia relacionada con el contenido editorial debe dirigirse al editor: Dr. Guillermo J RUIZ-ARGUELLES, 8B Sur 3710 - Puebla 72530, Pue. Correo electrónico: gruiz1@clinicaruiz.com. Impresa en México. www.nietoeditores.com.mx Estimados Hematólogos: Uno de los retos más importantes en nuestra práctica médica es la búsqueda de alternativas terapéuticas para aquellos pacientes con enfermedades de difícil manejo y que no responden a los tratamientos disponibles como es el caso de la Púrpura Trombocitopénica Idiopática (PTI). Actualmente existe un estudio de investigación clínica internacional con un agonista del receptor de la trombopoyetina. El propósito de este estudio es evaluar los cambios en la reticulina y colágeno en la médula ósea de adultos recibiendo un agonista del receptor de la trombopoyetina como tratamiento de la trombocitopenia asociada con PTI. Los criterios de inclusión y exclusión así como información general de éste la puede obtener en: http://clinicaltrials.gov/ct2/search ID NCT00907478 En México, están participando instituciones médicas seleccionadas que ya cuentan con autorización de sus comisiones de investigación y ética, así como por la COFEPRIS, dichos hospitales se encuentran en los estados de Puebla y Querétaro. Si usted tiene alguna pregunta o identifica algún paciente que pudiera ser candidato a participar de manera voluntaria en este estudio clínico, favor de comunicarse a los siguientes teléfonos para solicitar más información: 044.55.2272.0896 ó 045 55. 2272.0896 del Interior de la República 044.55.4354.1202 ó 045 55. 4354.1202 del Interior de la República Es importante mencionar que los pacientes referidos a este estudio, serán canalizados nuevamente con su médico tratante al finalizar su participación en el protocolo. Revista de Hematología Volumen 11, núm. 4, octubre-diciembre 2010 CONTENIDO CONTENTS EDITORIAL EDITORIAL 167 167 El hematólogo clínico y el profesional del laboratorio. Un caso de simbiosis Alejandro Ruiz Argüelles Clinical hematologists and clinical pathologists working together Alejandro Ruiz Argüelles ARTÍCULOS ORIGINALES ORIGINAL articles 169 169 173 179 185 188 La identificación del antígeno circulante de galactomanano de Aspergillus como factor pronóstico en pacientes con enfermedades hematológicas Liliana Árias-Puente, Eduardo Garza-de-la-Peña, Gabriela Velásquez-Ramírez, Carlos Martínez-Barreda, Guillermo José Ruiz-Argüelles Histología y supervivencia de linfoma no Hodgkin en el Hospital de Valdivia, Chile Lilian Pilleux, Cristian Carrasco, Claudia Pisón, Susana Calderón El programa de trasplante hematopoyético del Hospital de Especialidades del IMSS de Puebla: experiencia de 15 años José Alejandro Limón-Flores, Uendy Pérez-Lozano, Juan Carlos Solís Poblano, Petty Rodríguez-Castillo, Patricia Zagoya-Martínez, Rubén Daniel LobatoTolama, Laura Olivia Olvera-Oropeza, María de los Ángeles Pavón-Vargas, Rogelio Durán-Montoya, María de Jesús González-Blanco, Concepción López-Gil, Cecilia García-Castillo Porfirias hereditarias: una perspectiva de 28 años de experiencia en una institución Francisco Javier Sánchez-Anzaldo, Macarena Fernández-Macouzet, Eduardo Garza-de-la-Peña, Guillermo J. Ruiz-Argüelles Trasplante alogénico de células tallo con acondicionamiento de intensidad reducida en pacientes de edad avanzada, el método mexicano. Experiencia de un centro hospitalario del Noreste de México Manuel Solano-Genesta, Luz del Carmen Tarin-Arzaga, Olga Graciela Cantú-Rodríguez, César Homero Gutiérrez-Aguirre, Ramón Alejandro Martínez-Hernández, Jorge Cuervo-Sierra, David Gómez-Almaguer ARTÍCULOS DE REVISIÓN 193 Avances en la regulación de la proliferación y diferenciación de células hematopoyéticas, tanto normales como leucémicas, por la caseína y sus componentes Edelmiro Santiago-Osorio, Edgar Ledesma-Martínez, Benny Weiss-Steider, Laura Muñoz-Galindo, Vanihamín Domínguez-Meléndez, Itzen Aguiñiga-Sánchez, Yolanda Córdova-Galaviz, Leticia Moreno-Fierros, Reynaldo Tiburcio-Félix 173 179 185 188 Identification of the galactomanan antigen as a prognostic factor Liliana Árias-Puente, Eduardo Garza-de-la-Peña, Gabriela Velásquez-Ramírez, Carlos Martínez-Barreda, Guillermo José Ruiz-Argüelles Histology and survival of NHL in Valdivia, Chile Lilian Pilleux, Cristian Carrasco, Claudia Pisón, Susana Calderón The stem cell transplantation program in the IMSSPuebla: 15 year experience José Alejandro Limón-Flores, Uendy Pérez-Lozano, Juan Carlos Solís Poblano, Petty Rodríguez-Castillo, Patricia Zagoya-Martínez, Rubén Daniel LobatoTolama, Laura Olivia Olvera-Oropeza, María de los Ángeles Pavón-Vargas, Rogelio Durán-Montoya, María de Jesús González-Blanco, Concepción López-Gil, Cecilia García-Castillo Hereditary porphyrias: A prospective, 28-year, single institution experience Francisco Javier Sánchez-Anzaldo, Macarena Fernández-Macouzet, Eduardo Garza-de-la-Peña, Guillermo J. Ruiz-Argüelles Allogeneic stem cell transplantation with reduced intensity conditioning in elderly patients, the Mexican method. Experience in a hospital in northeast Mexico Manuel Solano-Genesta, Luz del Carmen TarinArzaga, Olga Graciela Cantú-Rodríguez, César Homero Gutiérrez-Aguirre, Ramón Alejandro Martínez-Hernández, Jorge Cuervo-Sierra, David Gómez-Almaguer REVIEW PAPERS 193 Revista de Hematología Volumen 11, núm. 4, octubre-diciembre 2010 Advances in the regulation of proliferation and differentiation of leukemic and normal stem cells Edelmiro Santiago-Osorio, Edgar Ledesma-Martínez, Benny Weiss-Steider, Laura Muñoz-Galindo, Vanihamín Domínguez-Meléndez, Itzen Aguiñiga-Sánchez, Yolanda Córdova-Galaviz, Leticia Moreno-Fierros, Reynaldo Tiburcio-Félix Contenido 199 208 Identificación de cadenas ligeras libres en suero y su aplicación en las gammapatías monoclonales Nuno Miguel Barbosa-de-Carvalho, María Luisa MoraisSarmento-Campos Algunas observaciones sobre la historia del linfoma de Hodgkin Andrés Gómez-de-León TRABAJOS CLÁSICOS DE LA HEMATOLOGÍA MEXICANA 213 Red cell life span in iron deficiency anaemia Loría A, Sánchez-Medal L, Lisker R, De Rodriguez E, Labardini L VOCES DE MÉDICOS Y PACIENTES 215 El perfecto asesino Florencio de la Concha-Bermejillo 199 208 Free light chains assay in monoclonal gammopathies Nuno Miguel Barbosa-de-Carvalho, María Luisa MoraisSarmento-Campos Some observations of the Hodgkin lymphoma Andrés Gómez De León Classical works of the Mexican Hematology 213 Red cell life span in iron deficiency anaemia Loría A, Sánchez-Medal L, Lisker R, De Rodriguez E, Labardini L VOICES OF DOCTORS AND PATIENTS 215 The perfect killer Florencio de la Concha-Bermejillo Revista de Hematología Volumen 11, núm. 4, octubre-diciembre 2010 Hematología 2010;11(4):208-212 Artículo de revisión Algunas observaciones sobre la historia del linfoma de Hodgkin Andrés Gómez-de-León RESUMEN Este artículo relata algunos aspectos históricos del linfoma de Hodkgin, incluyendo la primera descripción de la enfermedad realizada por Thomas Hodgkin y el origen de uno de los epónimos más reconocidos en el mundo médico. Además, se describe la historia detrás del progreso en el diagnóstico, estadiaje y tratamiento de la enfermedad, insistiendo en los puntos clave que permitieron alcanzar la meta de curación en muchos casos. Palabras clave: Hodgkin, historia, linfomas, patología. ABSTRACT This article recounts some historical aspects of Hodgkin’s disease, including the first description of the disease by Thomas Hodgkin, and the origin of one of the most recognized eponyms in the medical world. Also, the history behind the progress in diagnosis, staging and treatment are described, making an emphasis in the key points that allowed to reach the goal of cure in many cases. Key words: Hodgkin, History, Lymphomas, Pathology. E n 1837, el inspector de los muertos y curador del Museo de Anatomía Mórbida del St Guy Hospital en Londres renunció a todas sus responsabilidades tras no conseguir el puesto como Médico Asistente que había dejado vacante el Dr. Thomas Addison. A pesar de haber sido ampliamente reconocido durante toda su carrera, el Inspector no fue elegido. La decisión, desafortunadamente, no se basó en los méritos de los candidatos. Años atrás había descrito una de las enfermedades más interesantes en la hematología oncológica. Sin embargo, esto no le fue reconocido en su momento. Por el resto de su vida se dedicó al activismo social abogando a favor de los indios americanos, nativos africanos, judíos perseguidos y criticó ampliamente la esclavitud. Realizó varios trabajos sobre salud pública y describió los hallazgos clínicos de la apendicitis aguda, cincuenta años antes de que se reconociera formalmente la enfermedad. Además, describió la diseminación local del cáncer y la insuficiencia valvular aórtica años antes Facultad de Medicina. Universidad Autónoma de Nuevo León Este artículo debe citarse como: Gómez-de-León A. Algunas observaciones sobre la historia de la enfermedad de Hodgkin. Rev Hematol Mex 2010;11(4):208-212. www.nietoeditores.com.mx 208 que Corrigan, aunque desafortunadamente no es recordado por este descubrimiento.1 En 1866, durante uno de sus viajes al Oriente, fue presa de una enfermedad desconocida en el camino hacia Jerusalem, y murió. Bajo la sombra de un obelisco erigido en su honor en Jaffa, Israel, yace enterrado uno de los hombres más reconocidos en la historia de la medicina: el Dr. Thomas Hodgkin. Una nueva enfermedad En 1832 Thomas Hodgkin publicó un artículo titulado: "Sobre algunos aspectos mórbidos de las glándulas absorbentes y el bazo" mismo que fue presentado por el Dr. Robert Lee ante la Sociedad Médico-Quirúrgica de Londres, ya que el Dr. Hodgkin aún no era miembro.2 En el artículo describió las historias clínicas y los hallazgos patológicos postmortem de seis pacientes, algunos de los cuales atendió personalmente, pero sin éxito, en el St. Guy Hospital. Describió, además, un caso adicional que reconoció mientras examinaba la colección de ilustraciones patológicas hechas por su amigo, el anatomista mórbido y artista consumado Dr. Robert Carswell.3 Estas ilustraciones se exhibieron durante la lectura de su artículo y curiosamente se convirtieron en las primeras imágenes de anatomía patológica de una nueva enfermedad: el linfoma de Hodgkin. Revista de Hematología Volumen 11, núm. 4, octubre-diciembre 2010 Algunas observaciones sobre la historia de la enfermedad de Hodgkin En su momento, reconoció con su humildad característica que probablemente él no había sido el primero en describir los hallazgos anatomo-patológicos que le darían fama, escribiendo al inicio de su trabajo: "Las alteraciones mórbidas de estructura que estoy a punto de describir quizá son familiares para muchos anatomistas mórbidos prácticos, ya que es poco probable que estas hayan pasado inadvertidas durante el curso de la inspección cadavérica".2 Y él mismo reconoce la primera posible referencia que se había realizado sobre la enfermedad en 1666 por Marcello Malpighi (señalada por un amigo en una carta dirigida al Dr. Hodgkin después de la lectura de su artículo), en el "De Viscerum Structura Exercitatio Anatomica", donde describió el crecimiento del bazo junto con adenomegalias diseminadas en una mujer joven. A su vez, Cruickshank y Craigie (en 1786 y 1828, respectivamente) habían señalado condiciones similares, pero ninguno de ellos identificó la enfermedad como una entidad individual, tal y como lo hizo Thomas Hodgkin. En su artículo, describió detalladamente el aumento de tamaño de los ganglios linfáticos y el bazo, rechazando la posibilidad de que su afectación fuera originada por cualquier etiología primaria inflamatoria, cancerosa o tuberculosa. Aunque en 1831 los términos de neoplasia y malignidad todavía no estaban muy bien establecidos, atribuyó estas alteraciones a un proceso originado directamente en estas estructuras. Desafortunadamente, la mayoría de los pacientes descritos por Hodgkin llegaron en una etapa avanzada de su enfermedad y como él mismo confesó: no hubo nada que pudiera hacer por ellos, si bien, tampoco existían los recursos terapéuticos para contener la enfermedad. Figura 1. Dr. Thomas Hodgkin Enfermedad de Hodgkin Aunque ahora reconocemos la importancia histórica del descubrimiento de Hodgkin, en su tiempo pasó prácticamente inadvertido. El Dr. Hodgkin no publicó, ni investigó más sobre la nueva enfermedad. No fue sino hasta seis años después, en 1838, cuando Richard Bright reconoció las descripciones del trabajo original como una enfermedad maligna desconocida hasta entonces y publicó un artículo en el que incluyó dos de los pacientes originales del St. Guy Hospital. En 1856, Sir Samuel Wilks, quien en ese entonces ocupaba el mismo puesto que Hodgkin en el St. Guy, publicó una serie de casos en la que describió lo que él llamó "enfermedad lardacea" incluyendo algunos de Hodgkin, sin saberlo, bajo la impresión de que sus hallazgos eran originales. En su publicación describió más casos y con mayor detalle, demostrando mayor precisión clínica y patológica de lo que lo hizo su predecesor.1 Afortunadamente para Hodgkin, Wilks encontró una referencia hacia él, en el artículo que publicó Bright dieciocho años antes, y con gran profesionalismo y honestidad, reconoció el precedente de Hodgkin. De no haber sido por esta referencia, el día de hoy la llamaríamos "enfermedad de Wilks". En 1865 Wilks publicó su tercer artículo sobre la enfermedad, donde inmortalizó a Hodgkin con el título: "Casos de agrandamiento de ganglios linfáticos y el bazo, (o, enfermedad de Hodgkin) con comentarios"; esta fue la la primera aparición de uno de los epónimos más conocidos en el mundo de la medicina.4 La célula A pesar de que el microscopio ya era utilizado en los tiempos de Hodgkin, no fue una de las herramientas preferidas para el estudio de la anatomía patológica debido a la falta de una técnica histológica. El Dr. Hodgkin trabajó con Joseph Lister y sus lentes acromáticos y describió células bicóncavas en la sangre y células musculares, aunque no refirió haber utilizado el instrumento para examinar los especímenes de linfoma. Con el nacimiento de la patología celular, concebida por Rudolf Virchow en su libro publicado en 1860, se redefinió el concepto de la enfermedad con una base en la disfunción celular y originó un nuevo interés por la investigación patológica. En la segunda mitad del siglo XIX muchos investigadores en Alemania, Francia e Inglaterra, describieron la presencia de células gigantes con dos o tres núcleos en pacientes con adenomegalias y esplenomegalia. Greenfield realizó la primera ilustración Revista de Hematología Volumen 11, núm. 4, octubre-diciembre 2010 209 Gómez De León A de Reed-Sternberg. Así fue como al inicio del siglo XX las características clínicas y patológicas de la enfermedad ya estaban identificadas. En 1926, el Dr. Herbert Fox realizó cortes histológicos de los especímenes originales del St Guy, y pudo confirmar el diagnóstico utilizando los criterios de Reed en 3 de los 6 pacientes que describió Thomas Hodgkin, los demás fueron diagnosticados con linfoma no-Hodgkin, sífilis y tuberculosis. Los tumores tenían casi un siglo de estar preservados.6 Durante las décadas siguientes se realizaron múltiples esfuerzos por clasificar las variantes histopatológicas de la enfermedad. Los primeros fueron Jackson y Parker, en 1947, quienes clasificaron las variantes como sarcoma, granuloma y paragranuloma de Hodgkin. Lukes y Butler en 1966 realizaron su propia clasificación con mayor valor pronóstico y acuñaron el término "esclerosis nodular". Esta clasificación aún es utilizada. Entendiendo la enfermedad Figura 2. de estas células en 1878, aunque sin mucho detalle. Actualmente se le atribuyen a Carl Sternberg y Dorothy Reed la descripción histopatológica definitiva característica de la enfermedad. Aunque podría parecerlo, estos dos médicos recordados en la historia no trabajaron juntos. Sternberg, de origen austriaco, realizó su descripción en 1898 y creía que lo que encontró era una forma particular de tuberculosis. La Dra. Reed, estadounidense, y una de las primeras mujeres en graduarse en la escuela de medicina Johns Hopkins, lo hizo en 1902. En su artículo, que acompañó de ilustraciones detalladas, rechazó que fuera una forma de tuberculosis y al igual que Hodgkin, la distinguió como una entidad individual (aunque histopatológicamente). Por esto actualmente la célula que identifica y hace el diagnóstico de esta enfermedad lleva sus nombres: célula 210 La causa del linfoma de Hodgkin fue motivo de controversia por más de cien años. A pesar de haber sido descritas sus manifestaciones clínicas y patológicas, nadie había podido identificar el origen de la enfermedad. Hodgkin atribuyó su origen a una especie de agrandamiento linfático intrínseco (hipertrofia), Sternberg la identificó como un proceso infeccioso y Reed como una enfermedad inflamatoria crónica. No fue sino hasta la década de 1960, con el avance tecnológico de la citogenética, cuando se identificó como una enfermedad neoplásica. Greenfield y Hodgkin habían referido un orden en la distribución de la enfermedad, aunque el comportamiento metastásico en etapas avanzadas era considerado como impredecible, y por lo tanto incurable y mortal. Con el advenimiento de la linfangiografía en la década de 1950, la diseminación ordenada de una cadena linfática a otra fue comprobada por Kaplan en la Universidad de Stanford.5 En esta universidad, en 1969, mediante el procedimiento de laparotomía exploradora se identificó la afectación de los ganglios esplénicos, bazo e hígado. Posteriormente esta técnica quirúrgica fue utilizada por varios centros como medio de estadiaje. Afortunadamente, años después la laparotomía exploradora fue abandonada por técnicas no invasivas de imagenología, y una vez más el desarrollo tecnológico impulsó el progreso en esta enfermedad. Revista de Hematología Volumen 11, núm. 4, octubre-diciembre 2010 Algunas observaciones sobre la historia de la enfermedad de Hodgkin Tratamiento El tratamiento del linfoma de Hodgkin ha ido evolucionando durante más de un siglo. Antes del uso de los rayos x y la quimioterapia, el tratamiento era sólo sintomático. Pusey fue el primero en utilizar la radioterapia y reportar una disminución del tamaño de los ganglios linfáticos en una serie de casos en el año de 1902. Algunos otros investigadores que utilizaron esta herramienta y publicaron series exitosas fueron Senn, Gilbert y Peters. Gilbert creó el concepto del tratamiento segmentario incluyendo ganglios que aparentemente no se encontraban afectados por la enfermedad y fue el primero en reportar un aumento en la sobrevida de 3 a 4 años con este tratamiento. Peters utilizó el estadiaje como un método estandarizado para efectuar una terapia individualizada utilizando el concepto de Gilbert y, a su vez, reportó éxito en el tratamiento. Con las mejoras técnicas en los equipos de radioterapia en la década de 1950 fue posible utilizar rayos con alta energía aumentando la efectividad y precisión del tratamiento.7 Kaplan y su grupo en la Universidad de Stanford, utilizaron estos avances tecnológicos para mejorar la técnica radioterapéutica, identificaron dosis efectivas y crearon las bases de la radioterapia moderna.5 Actualmente la radioterapia conserva un papel como parte del tratamiento en la enfermedad localizada. La solución de Fowler, un medicamento que contenía trióxido de arsénico, es conocida como uno de los primeros agentes quimioterapéuticos y fue utilizada empíricamente a finales del siglo XIX y principios del siglo XX para el tratamiento de la enfermedad de Hodgkin. Aunque el entusiasmo por el arsénico desapareció, actualmente ha encontrado su lugar en el tratamiento de la leucemia promielocítica. Después de la solución de Fowler, no se encuentra reportado el uso de algún otro químico hasta el famoso nacimiento de los agentes alquilantes en la década de 1940. Durante la segunda Guerra Mundial, ocurrió una explosión en la bahía de Bari, Italia, que puso de manifiesto los efectos tóxicos del gas mostaza , mismo que provocó aplasia medular y linfoide en los soldados que fueron expuestos. Como resultado de ese evento, las mostazas nitrogenadas fueron utilizadas por Goodman y Gilman en el primer ensayo clínico de terapia anticancerosa del cual no existe precedente. Años después se utilizó el clorambucilo, otro agente alquilante, originando una nueva alternativa al tratamiento en su época. El siguiente paso en la quimioterapia se realizó con el descubrimiento de los alcaloides de la vinca, derivados naturales de plantas. Ambas, la vincristina y vinblastina, fueron utilizadas en ensayos clínicos aleatorizados y comparativos para el tratamiento del linfoma no-Hodgkin y Hodgkin, respectivamente, observándose mejor inducción a la remisión que con los agentes alquilantes. A pesar de que se estaban descubriendo y probando nuevos quimioterapéuticos cada vez con mayor frecuencia, los pacientes tratados con un sólo medicamento se enfrentaban a un pronóstico sombrío: menos de 10% de los pacientes sobrevivirían 5 años, y aún menos lo harían libres de enfermedad. 5 Todo esto cambiaría de manera muy importante con el uso de la terapia combinada. En busca de la combinación perfecta Partiendo de este nuevo concepto, considerado altamente peligroso en 1963, se utilizó el esquema MOMP: mostaza nitrogenada, vincristina (Oncovin®), metotrexate y prednisona, medicamentos que carecen de reactividad cruzada y mecanismos redundantes. El primer estudio realizado con este esquema comprobó la seguridad de las combinaciones y la mejoría esperada en la remisión. Un año después se sutituyó el metotrexate, cuya efectividad no había sido estudiada aún, por la procarbazina, un nuevo medicamento con actividad contra la enfermedad. Además, se alargó la duración del tratamiento, de periodos de 6 semanas, a 6 meses, una idea nueva y radical. Con estas modificaciones Vincent De Vita y sus colaboradores publicaron un artículo en la revista Annals of Internal Medicine en 1970 que revolucionó el tratamiento de la enfermedad de Hodgkin.8 El tratamiento combinado utilizando el esquema MOPP arrojó resultados increíbles. El 80% de los pacientes alcanzó la remisión completa, definida como la desaparición de toda evidencia de enfermedad, aumentando cuatro veces la respuesta comparada con un solo agente. Además, 68% que alcanzó la remisión estuvo libre de enfermedad a 5 años. Diez años después 66% de estos pacientes fueron considerados curados por el propio De Vita.9 Aunque el esquema MOPP representó un salto muy importante en el progreso del tratamiento para esta enfermedad, no era perfecto. El 15-30% de los pacientes no alcanzaban la remisión, y un porcentaje similar recaía. Por esta razón en la década de 1970, con el antecedente del éxito que había tenido De Vita, investigadores alrededor del mundo comenzaron a utilizar otros esquemas, nuevas Revista de Hematología Volumen 11, núm. 4, octubre-diciembre 2010 211 Gómez De León A combinaciones en pacientes en quienes la terapia con MOPP no fue efectiva. En el Instituto de Tumores de Milán, Gianni Bonadonna y sus colaboradores desarrollaron una de estas combinaciones, incluyendo adriamicina, bleomicina, vinblastina y dacarbazina.10 En 1975, Bonadonna demostró que el esquema ABVD era al menos tan efectivo como el MOPP para inducir una remisión duradera, y en 1982 comprobó la superioridad de su esquema a largo plazo. El 89% de los pacientes tratados con ABVD alcanzaron la remisión y 18 años después, 77% seguían vivos, a diferencia de casi la mitad de los pacientes tratados con MOPP.5 Este nuevo esquema de tratamiento resultó ser más efectivo, fácil de administrar y mejor tolerado que su predecesor; además, la toxicidad a largo plazo disminuyó. Ciento cincuenta años habían pasado desde el descubrimiento de la enfermedad. Este esquema se convirtió en el estándar de oro para el tratamiento del linfoma de Hodgkin y lo continúa siendo hoy en día. La historia de la enfermedad de Hodgkin es una de las más interesantes en la medicina. Un gran ejemplo de la utilidad de la investigación clínica, en la que se desarrollaron nuevas ideas que no se limitaron exclusivamente a esta enfermedad. Los avances históricos en el diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad se tradujeron a una reducción impresionante en la mortalidad de esta enfermedad, y la convirtieron en una de las enfermedades más curables de la hemato-oncología. 212 Thomas Hodgkin, un personaje complejo y fascinante, nunca imaginó que su apellido estaría ligado a los linfomas… para siempre. Referencias 1. Rosenfield L. Hodgkin’s disease: origin of an eponym-and one that got away. Bulletin of the New York Academy of Medicine 1989;65:618–632. 2. Hodgkin T. On some morbid appearances of the absorbent glands and spleen. Medical Chirurgical Transactions. 1832;17:68-114. 3. Dawson PJ. The Original Ilustrations of Hodgkin's disease. Arch Int Med 1968;121: 288-290. 4. Wilks S. Cases of enlargement of the lymphatic glands and spleen (or, Hodgkin’s disease), with remarks. Guy’s Hospital Report 1865;11:56-67 5. Bonnadona G. Historial review of Hodgkin's disease. BJH 2000;110: 504 -511. 6. Fox H. Remarks on the presentation of microscopical preparations made from some of the original tissue described by Thomas Hodgkin, 1832. Ann Med Hist 1926;8:370-374 7. Smithers D. Hodgkin’s disease: a review of changes over 40 years. Brit J Rad. 1973;46:911-916. 8. De Vita VT, Serpick AA &, Carbone PP. Combination chemotherapy in the treatment of advanced Hodgkin's disease. Ann Int Med, 1970; 73: 891-895. 9. De Vita VT. Citation Classic-Combination Chemotherapy in the treatment of advanced Hodgkin's disease. Current Contents/ Clinical Practice 1979;12: 10-10 10. Bonadonna G, Zucali R, De Monfardini S, Lena M, Uslenghi C. Combination chemotherapy of Hodgkin's disease with Adriamycin, bleomycin, vinblastine and imidazole carboxamide versus MOPP. Cancer 1975;36:252-259. Revista de Hematología Volumen 11, núm. 4, octubre-diciembre 2010 Hematología 2010;11(4):213-214 Trabajos clásicos de la hematología mexicana Red cell life span in iron deficiency anaemia Loría A, Sánchez-Medal L, Lisker R, De Rodriguez E, Labardini L E n esta ocasión presentamos un estudio reportado hace más de 40 años por el químico Alvar Loría y el grupo de investigadores del Hospital de la Nutrición, el cual, en su momento, tuvo un impacto importante, ayudando a entender la dinámica celular (cinética y periodo de vida) de los eritrocitos en pacientes con anemia por deficiencia de hierro. La revisión del artículo ha sido realizada por la química Josefa Piedras Ros, quien durante 30 años fue investigadora en el Departamento de Hematología del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”. Actualmente es coordinadora académica y científica de la AMEH. TRABAJO CLÁSICO Loría A, Sánchez-Medal L, Lisker R, de Rodriguez E, Labardini L. Red Cell Life Span in Iron Deficiency Anaemia. British Journal of Haematology 1967;13:294-302. Resumen del trabajo Antecedentes: la información sobre la supervivencia de eritrocitos hipocrómicos es escasa y contradictoria. Algunos estudios ponen en duda el concepto, generalmente aceptado, de que estas células tienen una supervivencia normal. Se plantea la posibilidad de que la supervivencia anormal se deba a un efecto tóxico no relacionado con la deficiencia de hierro (Fe), sugiriendo que la supervivencia acortada de los eritrocitos podría no ocurrir en la anemia por deficiencia de hierro no complicada. Objetivo: estudiar la supervivencia de eritrocitos hipocrómicos (de pacientes con anemia por deficiencia de Fe no complicada) transfundidos a receptores normales empleando los métodos de Ashby y de 51Cr. Además, utilizando solamente el método de Ashby, evaluar la supervivencia de los eritrocitos normales en individuos con anemia por deficiencia de Fe. Material y métodos: se incluyeron como donadores ocho individuos: seis pacientes con anemia debida a deficiencia de Fe (tres de ellos donadores profesionales) y dos sujetos normales; como receptores se estudiaron a dos pacientes con anemia por deficiencia de hierro. En el primer experimento se evaluó la supervivencia de los eritrocitos de los donadores deficientes en Fe en un receptor normal empleando los dos métodos mencionados y, en el donador mismo y en otros dos receptores normales, sólo por el método del 51Cr. El segundo experimento se realizó sólo con el método de Ashby y consistió en evaluar los eritrocitos de dos donadores deficientes en Fe en receptores normales y los eritrocitos de dos donadores normales en dos receptores con deficiencia de Fe. Como grupo control para el método de Ashby se determinó la supervivencia de los eritrocitos de tres sujetos normales trasfundidos a receptores normales y para el método radioactivo se analizó la supervivencia de eritrocitos autólogos en 6 varones adultos jóvenes. Para la técnica de Ashby se empleó un sistema hemolítico o aglutinante anti-A para destruir o aglutinar las células del receptor. Resultados: con el método de Ashby todos los estudios con eritrocitos hipocrómicos mostraron una supervivencia acortada entre 46 y 85 días, mientras que los dos estudios realizados con células normales en pacientes anémicos tuvieron supervivencia normal (93 y 111 días), comparada con 100, 117 y 120 días en los tres estudios del grupo control. La supervivencia en los estudios con células hipocrómicas fue estadísticamente diferente a la de los 3 controles y a la de las células normales en receptores anémicos. Empleando el método radioactivo la supervivencia de los eritrocitos del grupo control osciló entre 30.6 y 40.5 días. Del grupo experimental solo en un caso se obtuvo un valor normal de 31.3 días mientras que en los otros 3 pacientes se obtuvieron cifras anormales que oscilaron entre 22.0 y 2.6 días. La diferencia de promedios de la T1/2 de 51Cr entre las células hipocrómicas y las normales (25.9 versus 35.7 días) fue estadísticamente significativa. Ante estos resultados los autores, en un último experimento, obtuvieron una supervivencia normal (31.7 días) con 51Cr estudiando los eritrocitos hipocrómicos de una mujer anémica, transfundidos a un sujeto esplenectomizado, en tanto que estas mismas células transfundidas en dos adultos normales mostraron valores bajos de 18.6 y 22.4 días. Revista de Hematología Volumen 11, núm. 4, octubre-diciembre 2010 213 Loría A y col. Discusión y conclusiones: se resaltan dos aspectos de los eritrocitos hipocrómicos por deficiencia de Fe: 1) la supervivencia de estas células es moderada pero claramente más corta que la de los eritrocitos normales. Los resultados de los controles estudiados con Ashby concuerdan con los reportados en la literatura; mientras que, de los dos casos con deficiencia de hierro informados en la literatura, en uno la supervivencia fue de 84 días y en el otro no se da información cuantitativa, solo se menciona que las células hipocrómicas sobrevivieron normalmente. Con el método de 51Cr tres autores reportaron supervivencia acortada, mientras que en otro donde se obtuvo una supervivencia normal se comenta que los resultados anormales informados por otros podrían deberse a causas diferentes a la hipocromia. 2) El acortamiento de la supervivencia eritrocítica en anemia por deficiencia de Fe es debido a un defecto intracorpuscular. Esta conclusión se basa en la demostración de que las células normales sobreviven normalmente en la circulación de pacientes con anemia por deficiencia de Fe, además de que tres de los sujetos anémicos eran donadores profesionales sin anormalidades clínicas ni de laboratorio, lo que indica que la supervivencia anormal está relacionada con la hipocromia y no con los efectos tóxicos de agentes exógenos. Comentario de la revisora Es importante aclarar que los comentarios al presente trabajo se hacen considerando el año en que fue publicado. El principal valor del estudio radica en que fue prácticamente el primer estudio controlado y realizado con un número razonable de pacientes, así como de controles, en el que se demuestra que los eritrocitos hipocrómicos por deficiencia de Fe sobreviven menos tiempo que los eritrocitos normales. El diseño del estudio permitió atribuir claramente el acortamiento de la supervivencia de los eritrocitos hipocrómicos a un defecto intrínseco de los mismos y no a un efecto tóxico, como se pensaba en esa época. Aún cuando sólo se realizó en un paciente esplenectomizado se demostró el papel del bazo en la destrucción temprana de los eritrocitos hipocrómicos. Por otro lado, los resultados son más confiables por el hecho de haber evaluado la supervivencia de los glóbulos rojos utilizando dos métodos de laboratorio con fundamentos diferentes: uno, basado en la desaparición de eritrocitos marcados con 51Cr y el otro en el seguimiento de los eritrocitos transfundidos empleando aglutinación o hemólisis diferencial. No obstante el problema del levigado o despegado del 51Cr de eritrocitos viables (cifras de referencia de T1/2 de 51Cr de 30 a 40 días en lugar de 55 a 60 días) este método se sigue empleando en la actualidad mientras que el método de Ashby se ha abandonado, posiblemente por ser demasiado laborioso y por el error inherente al conteo manual de los eritrocitos. Este estudio sentó las bases para que otros autores demostraran, en ratas deficientes en hierro, que la peroxidación de lípidos en la membrana de eritrocitos hipocrómicos condicionaba el acortamiento de la T1/2 de 51 Cr. En la actualidad se acepta que los eritrocitos microcíticos hipocrómicos, resultantes de una deficiencia de hierro absoluta, tienen acortada la supervivencia por eritropoyesis ineficaz y que, una vez liberados a la circulación, sufren un secuestro acelerado por el reticuloendotelio. www.nietoeditores.com.mx 214 Revista de Hematología Volumen 11, núm. 4, octubre-diciembre 2010 Hematología 2010;11(4):215-216 Voces de médicos y pacientes El perfecto asesino Florencio de la Concha-Bermejillo* This is the end My only friend, the end It hurts to set you free But you'll never follow me The end of laughter and soft lies The end of nights we tried to die This is the end Jim Morrison U no de los aspectos más fascinantes de los patógenos que acechan a los seres humanos es que en ocasiones ya traen, por adelantado, la defensa de la defensa, esto es, su propio gladiador diseñado contra el antídoto que se espera desarrolle el sujeto atacado; algo así como un sistema antiantiterrorismo. Seguramente la mayoría de los lectores, en particular los médicos, ya están adelantándoseme y pensando, como ejemplos representativos, en las enfermedades infecciosas, cuyos gérmenes han podido, en el transcurso del tiempo y la experiencia con sus “contactos de tercer tipo” (enfermedades infecciosas) desarrollar una endiablada serie de estrategias beligerantes para, de esa manera, salir indemnes de los mecanismos defensivos, extrínsecos e intrínsecos, de sus huéspedes. Cuando uno estudia estos mecanismos generados por los gérmenes es difícil resistirse a interpretar tanta fineza * Hospital General “Manuel Gea González”, Ciudad de México. Recibido: julio, 2010. Aceptado: septiembre, 2010. Este artículo debe citarse como: De la Concha-Bermejillo F. El perfecto asesino. Rev Hematol Mex 2010;11(4):215-216. www.nietoeditores.com.mx dentro del castigo como un fenómeno aleatorio. Y aunque seguramente es imposible concebir una conciencia en los “bestioles” y virus y, peor aún, algún propósito de maldad, lo que provocan con su elegante complejidad es, ya no digamos aterrador, sino un fenómeno que nos hace dudar de la amoralidad de la materia y sus interacciones. Sin embargo, probablemente haya otras enfermedades, no atribuibles a parásitos del exterior, que pudieran haber diseñado mecanismos más terribles para sellar su permanencia y su victoria. Después de todo, hay más que gérmenes, sapos y culebras en el infierno de los padecimientos y así, el número de mecanismos reverberantes o de retroalimentaciones positivas, conducen a que muchos otros fenómenos nosológicos se vuelvan círculos viciosos, semejantes, en su vertiginoso arrastre del sujeto hacia las profundidades y la muerte, al maelstrom que narraba Edgar Allan Poe en su famosa ficción. Una ventaja de las enfermedades no infecciosas para desbaratar a un humano es lo que yo denomino el “principio kamikaze”. Me explico a continuación: para la los lectores no médicos vale la pena señalar que la relación entre un germen parásito y su huésped (el humano o animal donde se instala) es de tipo dialéctico (estocástico) y se parece mucho al equilibrio matemático entre presa y predador. Así, por ejemplo, si los leones fueran más eficientes de lo que son, matarían más cebras y demás presas, y habría más comida y más leones Revista de Hematología Volumen 11, núm. 4, octubre-diciembre 2010 215 Concha-Bermejillo F cachorros llegarían a la edad adulta, se reproducirían y seguirían matando más cebras hasta acabárselas y luego, los leones todos, se morirían de hambre. Si las cebras fueran demasiado veloces nunca las alcanzarían los leones y los leones no comerían y se extinguirían. Lo curioso del caso es que la sobrepoblación resultante de cebras tampoco llevaría a algo bueno; probablemente el hábitat se llenaría de individuos enfermos y defectuosos (lo mismito que hacemos los hombres). Entonces, la relación entre la efectividad de los leones para matar cebras y la efectividad de las cebras para no morir se mantiene en rangos muy, pero muy estrechos y, por supuesto, con un sinnúmero de variables agregadas que no puse en el ejemplo. De igual manera, si un microbio fuera supersupercontagioso y supersuperefectivo en matar al humano contagiado, se extinguiría él también poco después de extinguir a los humanos. En este mundo cruel e infame de los humanos, probablemente de las pocas garantías que tendremos de las enfermedades infecciosas es aquello que, curiosamente, también ocurre con las torturas inventadas por nosotros mismos, donde la finalidad es hacer sufrir pero no aniquilar al sujeto (en este caso, la especie). Pero las enfermedades no infecciosas, como entidades, ocurren independientemente de principios de géneros y especies, y están siempre destinadas, no sólo a acabar progresivamente con el individuo sino a trasmitir el mensaje a las siguientes generaciones. Pero las enfermedades no infecciosas, en este sentido, al igual que los kamikazes, no necesitan protegerse dejando más comida para mañana (como los bichos) y les es totalmente posible acabar, al unísono, con su víctima. De hecho, es lo que hacen. Si como dijo Claude Bernard, no hay enfermedades sino enfermos (y es cierto) al morirse un enfermo, se acabó para siempre esa peculiar y particularísima enfermedad. Pero lo peor de lo peorcito de los humanos padecimientos son sin duda (y sin remedio) una serie de trastornos mentales que, independientemente de cómo se hayan iniciado, se vuelven enemigos imbatibles gracias a la misma mente humana que, en su exasperante inocencia y en su enternecedor espanto, mal razona para defenderse, conduciendo al sujeto cada vez más al umbral donde se acaban los remedios. La enfermedad mental no es solo ella sino algo más; es un disparo no en la oscuridad sino entre el polvo de estrellas (neuronas) que irremediablemente se volverán cómplices de cualquier crimen y culpabilidad. La 216 mente humana no nació para defenderse y sus mecanismos de adaptación (vg. alcohol, drogas, “workholismo”, violencia, codicia, arte, crueldad, etcétera), sus supuestas defensas, no dejan de ser otra cosa que el enemigo interior haciendo un pacto “descaballeresco” con el primer defecto o error original. Y todo esto va a destrozar la integridad del afectado dando el resultado paradójico de que casi siempre, el sistema de supuesto control, aniquila antes que el descontrol original. Alguna vez leí una explicación metafórica de cómo el virus causante del SIDA, que no es citolítico (denominado VIH), provocaba que las células de nuestras defensas (linfocitos) se fueran acabando progresivamente, dejando al sujeto como pasto de todos los gérmenes que se nos puedan o no ocurrir. De acuerdo con esta explicación que, aunque metafórica, no debe ser totalmente falsa, la integración del virus al genoma de la célula no provoca directamente la muerte de la célula defensora: era esta unidad, militarizada e invadida (pero aún sin daño que reportar) la que se “apanicaba” y se suicidaba (apoptosis). Independientemente de que en el tema del SIDA lo único cierto es lo que mañana se publique (y corrija lo que hoy leemos), independientemente de eso, el ejemplo didáctico sirve para comprender un poco el origen de la verdadera peligrosidad de las enfermedades mentales. La depresión es la reina y madre de todos los achaques y maledicencias pues, en ese estado miserable de desequilibrio (de acuerdo con el Alfil), el antiantídoto es parte inherente de la enfermedad. La depresión es, en términos existencialistas, una culminación, un final de batalla donde el lema y elegía rezan de la siguiente manera: No hay remedio, no hay esperanza. Ya todo se terminó. Y como decía mi maestro, si esta enfermedad se autodefine como “eso sin remedio”, pues entonces no hay remedio, a menos que nos salvara una indefinición del malestar. Y en este principio del más perfecto de los silogismos (mitad tautología) no hay “mente sana” que lo contradiga con un argumento terapéutico, y el mejor remedio para ese mal de males viene a ser una muerte lo más apresurada posible. Y sólo a una enfermedad de la mente tan perfecta, que le dice y convence a la propia mente que se rinda, que la convence que todo se acabó, de que no hay remedio, sólo a ella le podemos llamar: el perfecto asesino. Después de todo, su órgano blanco es la voluntad. Revista de Hematología Volumen 11, núm. 4, octubre-diciembre 2010 Normas para autores Los manuscritos deben elaborarse siguiendo las recomendaciones del Comité Internacional de Editores de Revistas Médicas (N Engl J Med 1997;336:309-15) y se ajustan a las siguientes normas: 1. El texto deberá entregarse impreso, por cuadruplicado, en hojas tamaño carta (21 × 27 cm), a doble espacio, acompañado del disquete con la captura correspondiente e indicando en la etiqueta el título del artículo, el nombre del autor principal y el programa de cómputo con el número de versión. (Ejemplo: Estrógenos en el climaterio. Guillermo Martínez. Word 6.0). 2. Las secciones se ordenan de la siguiente manera: página del título, resumen estructurado, abstract, introducción, material y método, resultados, discusión, referencias, cuadros, pies de figuras. 3. La extensión máxima de los originales será de 15 hojas, de los casos clínicos 8 hojas y cuatro figuras o cuadros. Las revisiones no excederán de 15 hojas. En la primera página figurará el título completo del trabajo, sin superar los 85 caracteres, los nombres de los autores, servicios o departamentos e institución (es) a que pertenece (n) y la dirección del primer autor. Si todos los autores pertenecen a servicios diferentes pero a una misma institución el nombre de ésta se pondrá una sola vez y al final. La identificación de los autores deberá hacerse con uno hasta cuatro asteriscos (*,**,***,****); si son más autores utilice números en superíndice. 4. Para fines de identificación cada hoja del manuscrito deberá llevar, en el ángulo superior izquierdo, la inicial del nombre y el apellido paterno del primer autor y en el ángulo derecho el número progresivo de hojas. 5. Todo material gráfico deberá enviarse en diapositivas, en color o blanco y negro, nítidas y bien definidas. En el marco de cada diapositiva se anotará, con tinta, la palabra clave que identifique el trabajo, el número de la ilustración, apellido del primer autor y con una flecha se indicará cuál es la parte superior de la figura. Si la diapositiva incluyera material previamente publicado, deberá acompañarse de la autorización escrita del titular de los derechos de autor. 6. Las gráficas, dibujos y otras ilustraciones deben dibujarse profesionalmente o elaborarse con un programa de cómputo y adjuntarlas al mismo disquete del texto señalando en la etiqueta el programa utilizado. 7. Los cuadros (y no tablas) deberán numerarse con caracteres arábigos. Cada uno deberá tener un título breve; al pie del mismo se incluirán las notas explicativas que aclaren las abreviaturas poco conocidas. No se usarán líneas horizontales o verticales internas. Todos los cuadros deberán citarse en el texto. 8. Tipo de artículos: la revista publica artículos originales en el área de investigación clínica o de laboratorio, editoriales, artículos de revisión, biotecnología, comunicación de casos y cartas al editor. Se reciben artículos en los idiomas español e inglés. 9. Resumen. La segunda hoja incluirá el resumen, de no más de 250 palabras y deberá estar estructurado en antecedentes, material y método, resultados y conclusiones. Con esta estructura se deberán enunciar claramente los propósitos, procedimientos básicos, metodología, principales hallazgos (datos concretos y su relevancia estadística), así como las conclusiones más relevantes. Al final del resumen proporcionará de 3 a 10 palabras o frases clave. Enseguida se incluirá un resumen (abstract) en inglés. 10. Abstract. Es una traducción correcta del resumen al inglés. 11. Texto. Deberá contener introducción, material y métodos, resultados y discusión, si se tratara de un artículo experimental o de observación. Otro tipo de artículos, como comunicación de casos, artículos de revisión y editoriales no utilizarán este formato. a) Introducción. Exprese brevemente el propósito del artículo. Resuma el fundamento lógico del estudio u observación. Mencione las referencias estrictamente pertinentes, sin hacer una revisión extensa del tema. No incluya datos ni conclusiones del trabajo que está dando a conocer. b) Material y método. Describa claramente la forma de selección de los sujetos observados o que participaron en los experimentos (pacientes o animales de laboratorio, incluidos los testigos). Identifique los métodos, aparatos (nombre y dirección del fabricante entre paréntesis) y procedimientos con detalles suficientes para que otros investigadores puedan reproducir los resultados. Explique brevemente los métodos ya publicados pero que no son bien conocidos, describa los métodos nuevos o sustancialmente modificados, manifestando las razones por las cuales se usaron y evaluando sus limitaciones. Identifique exactamente todos los medicamentos y productos químicos utilizados, con nombres genéricos, dosis y vías de administración. c) Resultados. Preséntelos siguiendo una secuencia lógica. No repita en el texto los datos de los cuadros o figuras; sólo destaque o resuma las observaciones importantes. d) Discusión. Insista en los aspectos nuevos e importantes del estudio. No repita pormenores de los datos u otra información ya presentados en las secciones previas. Explique el significado de los resultados y sus limitaciones, incluidas sus consecuencias para la investigación futura. Establezca el nexo de las conclusiones con los objetivos del estudio y absténgase de hacer afirmaciones generales y extraer conclusiones que carezcan de respaldo. Proponga nueva hipótesis cuando haya justificación para ello. e) Referencias. Numere las referencias consecutivamente siguiendo el orden de aparición en el texto (identifique las referencias en el texto colocando los números en superíndice y sin paréntesis). Cuando la redacción del texto requiera puntuación, la referencia será anotada después de los signos pertinentes. Para referir el nombre de la revista utilizará las abreviaturas que aparecen enlistadas en el número de enero de cada año del Index Medicus. No debe utilizarse el término “comunicación personal”. Sí se permite, en cambio, la expresión “en prensa” cuando se trata de un texto ya aceptado por alguna revista, pero cuando la información provenga de textos enviados a una revista que no los haya aceptado aún, citarse como “observaciones no publicadas”. Se mencionarán todos los autores cuando éstos sean seis o menos, cuando sean más se añadirán las palabras y col. (en caso de autores nacionales) o et al.(si son extranjeros). Si el artículo referido se encuentra en un suplemento, agregará Suppl X entre el volumen y la página inicial. La cita bibliográfica se ordenará de la siguiente forma en caso de revista: Torres BG, García RE, Robles DG y col. Complicaciones tardías de la diabetes mellitus de origen pancreático. Rev Gastroenterol Mex 1992;57:226-9. Si se trata de libros o monografías se referirá de la siguiente forma: Hernández RF. Manual de anatomía. 2ª ed. México: Méndez Cervantes, 1991;pp:120-9. Si se tratara del capítulo de un libro se indicarán el o los autores del capítulo, nombre del mismo, ciudad de la casa editorial, editor del libro, año y páginas. 12. Transmisión de los derechos de autor. Se incluirá con el manuscrito una carta firmada por todos los autores, conteniendo el siguiente párrafo: “El/los abajo firmante/s transfiere/n todos los derechos de autor a la revista, que será propietaria de todo el material remitido para publicación”. Esta cesión tendrá validez sólo en el caso de que el trabajo sea publicado por la revista. No se podrá reproducir ningún material publicado en la revista sin autorización. Revista de Hematología se reserva el derecho de realizar cambios o introducir modificaciones en el estudio en aras de una mejor comprensión del mismo, sin que ello derive en un cambio de su contenido. Los artículos y toda correspondencia relacionada con esta publicación pueden dirigirse al e-mail: articulos@nietoeditores.com.mx Revista de Hematología Volumen 11, núm. 4, octubre-diciembre 2010 Author requirements Manuscripts should be made following recommendations of the International Committee of Medical Journal Editors (N Engl J Med 1997;336:30915) and adjusted to the following guidelines: 1. The document printed in letter size (21 × 27 cm) sheets must be delivered, using double-spacing, along with its with corresponding computer disk data and indicating the article’s title on the label, leading author’s name and computer program with version. (e.g., Estrogen and climaterium. Guillermo Martínez. Word 6.0). Sections are ordered in the following form: page title, structured abstract, summary, introduction, materials and methods, results, discussion, references, tables and captions. 3. The maximum extension of originals will be 15 pages, for clinical cases 8 pages, and four for figures or tables. Reviews will not exceed 15 pages. The first page will contain the full title of the article, not exceeding 85 characters, the names of the authors, services or departments and institution(s) they belong to and the leading author’s address. If all the authors belong to different services of the same institution, their name will be mentioned only once at the end. Authors identification should be done with one to four asterisks (*,**,***,****); if there are more authors use superscript Arabic numbers. 4. For identification, each page of the article should have, on the upper left corner, the initial of the name and last name of the leading author, and on the upper right corner, the consecutive page number. 5. All graphic material should be sent in slides, black-and-white, sharp and clearly defined. In the slide frame write in ink the code word to identify the article, the figure number, last name of the leading author and with an arrow the top part of the figure will be marked. If the slide includes material formerly published, it should come with the written authorization of the copyright holder. 6. Graphs, drawings and other illustrations should be professionally drawn or made by computer and attached in the same disk the text writing is, on the label written the program used. 7. Tables (and non-charts) should be numbered with Arabic numbers. Each should have a brief title; the footnotes will include explanatory notes to clarify abbreviations poorly known. Do not use horizontal or vertical inner lines. All tables should be quoted in the text. 8. Type of articles: the journal publishes original articles in the area of clinical or laboratory research, editorials, review articles, biotechnology, case communications and letters to the editor. Articles are received in Spanish and English languages. 9. Summary. The second page will include a summary, no longer than 250 words and will be structured in background, materials and methods, results and conclusions. Following this structure, purposes, basic proceedings, methodology, main outcomes (hard data and statistical significance), and most relevant conclusions. At the end of the summary there will be 3 to 10 keywords or sentences. Following this, an abstract written in English will be provided. 10. Abstract. This is the right translation of the summary to English. 11. Text. Text should contain introduction, materials and methods, results and discussion, if this is an experimental or observational article. Other articles, like case communications, review articles and editorials will not use this format. a) Introduction. Briefly express the purpose of the article. Summarize the logic grounds of the study or observation. Quote only strictly pertinent references, without making a extensive review of the topic. Do not include data or conclusions of the job you are making known. b) Materials and methods. Describe clearly in the selection the way you selected the observed subjects or those who participated in the experiments (patients or laboratory animals, including controls). Identify methods, devices (name and address of the manufacturer in parentheses) and detailed procedures for others to reproduce the results. Briefly explain formerly published methods which are not widely known, describe new or substantially modified methods, manifesting the reasons why you used them and assessing their limitations. Identify every single medication and chemical product used, with generic name, dose and route of administration. c) Results. Present them following in a logical sequence. Do not repeat data from tables or figures within the text; just emphasize or summarize the pertinent observations. d) Discussion. Emphasize new and important aspects of the study. Do not repeat details in the data or other information previously mentioned in other sections. Explain the meaning of the results and their limitations, including their consequences for future research. Establish the connection of the conclusions with the study objectives and refrain from making general statements and making conclusions without support. Suggest a new hypothesis when it is justified. e) References. Number the references consecutively following the appearance order in the text (identify the references within the text with superscript numbers without parentheses). When the text needs punctuation, the reference will be annotated after the pertinent signs. To refer the name of a journal use abbreviations listed every year in the January number of the Index Medicus. The term “personal communication” should not be used. On the other hand, it is allowed to use the expression “in press” when it refers to an already accepted text by some journal, but when the information comes from texts sent to a journal which has not accepted it yet, it should be referred to as “non-published observations”. All authors should be mentioned when there are six or less, when there are more, add the words and cols. (in the case of national authors) or et al. (if foreigners). If the cited article is located in a supplement, add suppl X between the volume and the initial page. In the case of a journal, bibliographic citations will be ordered in this way: Torres BG, García RE, Robles DG et al. Late complications of diabetes mellitus of pancreatic origin. Rev Gastroenterol Mex 1992; 57:226-9. In the case of books or monographs, reference will be: Hernández RF. Anatomy manual. 2nd edition. Mexico: Méndez Cervantes, 1991:120-9. In the case of a book chapter, indicate the author(s) in the chapter, the name of the chapter, city of the publishing house, the book’s editor, year and pages. 12. Transfer-of-copyright. Along with the manuscript, deliver a letter signed by all the authors, with the following paragraph: “The undersigned author(s) transfer all copyrights to the journal, which will be the holder of all submitted material for publication”. This transfer will be valid only in the case that the journal publishes the paper. No material can be reproduced without the journal’s authorization. 13. We recommend to include citations from Mexican or Latin American authors in the bibliographic references. Hematologia reserves the right to make changes or include modifications in the study in order of better understanding of such, without modifying its content. Articles and all mailing relating with this publication should be addressed to the following e-mail: articulos@nietoeditores.com.mx Revista de Hematología Volumen 11, núm. 4, octubre-diciembre 2010 Hematología 2010;11(4):167-168 Editorial El hematólogo clínico y el profesional del laboratorio. Un caso de simbiosis Alejandro Ruiz Argüelles Simbiosis: término originario del vocablo griego symbiosis que significa "vida en común". Define la asociación de personas y la unión de organismos diferentes que sacan provecho mutuo de dicha unión. También significa la forma de pensamiento, conexión o sintonía filosófica entre dos o más personas. L a hematología clínica es una rama eminentemente cognitiva de la medicina interna que, a diferencia de otras subespecialidades médicas, ha estado estrechamente ligada a las ciencias de laboratorio. El entrenamiento tutorado de los primeros hematólogos siempre estuvo al lado el microscopio y la habilidad para reconocer células anormales (blastos, drepanocitos, plaquetas gigantes, reticulocitos, por mencionar sólo algunos) es uno de los objetivos importantes de la preparación académica de estos especialistas. Quizás esta alianza, para la exploración de un paciente mediante instrumentos diferentes a los empleados al lado de la cama, ha sido un factor decisivo en la apertura que esta especialidad ha mostrado hacia las más sofisticadas y modernas tecnologías de laboratorio. Amén de esta actitud de apertura, la accesibilidad anatómica de los tejidos que afectan, mayormente, las enfermedades hematológicas –sangre y médula ósea– ha facilitado que muchas de estas tecnologías clínicas encuentren en los padecimientos hematológicos su primer área de aplicación. Esta vida en común, del hematólogo Director General, Laboratorios Clínicos de Puebla, Clínica Ruiz, Puebla, Pue., México. Correspondencia: Dr. Alejandro Ruiz Argüelles. Laboratorios Clínicos de Puebla, Clínica Ruiz, Díaz Ordaz 808, 72530 Anzures, Puebla, Pue., México. Este artículo debe citarse como: Ruiz-Argüelles A. El hematólogo clínico y el profesional del laboratorio. Un caso de simbiosis. Rev Hematol Mex 2010;11(4):167-168. www.nietoeditores.com.mx clínico y el profesional del laboratorio, ha sido de gran provecho para ambos: el hematólogo dispone de muchas herramientas para diagnosticar y clasificar a las enfermedades, para tomar decisiones terapéuticas, evaluar la respuesta a variantes distintas de tratamiento y para vigilar la evolución de los pacientes; por su parte, el profesional del laboratorio ha tenido la necesidad y la oportunidad de desarrollar nuevas y mejores estrategias analíticas para responder a las demandas, cada vez más exigentes, de la práctica hematológica. Por ello no es sorprendente que las neoplasias del tejido hematopoyético sean las que se han explorado más exhaustivamente desde el punto de vista inmunofenotípico, ni que se hayan reclasificado las variantes de algunas enfermedades oncohematológicas a partir del conocimiento de la expresión de antígenos intra y extracelulares. Tampoco sorprende que el desarrollo de anticuerpos monoclonales, fluorocromos y citómetros de flujo con capacidad de detectar diez y más parámetros en cada célula, tengan en la práctica de la hematología su más amplio escenario de aplicación y reflejen, en mucho, la respuesta a sus necesidades. De manera semejante sucede con el laboratorio de biología molecular, que ha encontrado en la práctica de la hematología clínica un terreno de muchas y muy importantes aplicaciones, al ofrecer al especialista la detección sensible y específica de genes quiméricos y mutaciones que están asociadas, en mayor o menor grado, con ciertas enfermedades o variantes con diferente pronóstico y respuesta al tratamiento. El día de hoy es imposible concebir a un hematólogo clínico aislado de un laboratorio con capacidad de realizar estudios por citometría de flujo y análisis genéticos, como Revista de Hematología Volumen 11, núm. 4, octubre-diciembre 2010 167 Ruiz-Argüelles A también es imposible pensar en un laboratorio que se modernice sin la retroalimentación del hematólogo. Y esta simbiosis no se limita al estudio de las células del tejido hematopoyético, porque también es notable el desarrollo de métodos de laboratorio altamente sofisticados para el estudio y clasificación de las hemoglobinopatías, las enzimopatías eritrocitarias y las alteraciones hemorrágicas y trombóticas. Algunos escépticos podrán aducir que es la facilidad de estudiar la sangre lo que ha detonado esta singular interacción, pero la verdadera razón está en la actitud propositiva y a la vez receptiva de ambos elementos del binomio. Los hematólogos clínicos demandan información al profesional del laboratorio y, cuando este los puede satisfacer, aquellos ponderan y utilizan dicha información para el mejor cuidado de sus pacientes. En esta interacción el laboratorista también requiere y exige que el hematólogo le envíe especímenes en ciertas condiciones y comparta con él información relevante; para que el resultado final de este proceso, ejemplo tangible de lo que debe ser un círculo virtuoso, sea de la mayor utilidad para la salud de los enfermos. Lamentablemente, otros médicos especialistas no han mostrado tal apertura hacia las novedades que ofrece el 168 laboratorio a su práctica y, en consecuencia, el laboratorio tampoco ha realizado esfuerzos por atender una demanda inexistente. Hay un distanciamiento que resulta en el retardo innecesario de la aplicación de la nueva tecnología de las ciencias del laboratorio en la práctica clínica cotidiana, cuando no una verdadera resistencia para aceptar que la información que puede obtenerse de las ciencias genómicas, proteómicas y citómicas, debería estar en el expediente de cada paciente como lo están los registros de temperatura, tensión arterial y frecuencia cardíaca. Muy deseable sería que la relación simbiótica de la medicina de laboratorio con la hematología se extendiera a todas las ramas de la práctica médica. Al final, el mayor beneficio será para el paciente, el leitmotiv de toda nuestra actividad profesional. REFERENCIAS 1. 2. 3. Douglas, Angela E. The symbiotic habit. New Jersey: Princeton University Press. (2010) ISBN 978-0-691-11341-8 Ewald PW. Transmission modes and evolution of the parasitism-mutualism continuum. Annals of the New York Academy of Sciences 1987;503:295-306. Margulis L, Dorion S. Captando Genomas. Una teoría sobre el origen de las especies. Barcelona:Kairós. (2004) ISBN 847245-551-3. Revista de Hematología Volumen 11, núm. 4, octubre-diciembre 2010 Hematología 2010;11(4):169-172 Artículo original La identificación del antígeno circulante de galactomanano de Aspergillus como factor pronóstico en pacientes con enfermedades hematológicas Liliana Árias-Puente, Eduardo Garza-de-la-Peña, Gabriela Velásquez-Ramírez, Carlos Martínez-Barreda, Guillermo José Ruiz-Argüelles RESUMEN Antecedentes: la aspergilosis invasiva es una infección fúngica necrosante que se presenta en pacientes inmunodeprimidos. Ocasiona trombosis, necrosis isquémica y lesiones cavitarias. Su incidencia oscila entre 5 y 20% en grupos de alto riesgo. Histológicamente se presentan hifas anchas, con aspecto radiado e infiltración de neutrófilos. El diagnóstico de la aspergilosis invasiva debe basarse en la sospecha clínica inicial y debe confirmarse mediante la observación directa de la muestra clínica, cultivos y detección del antígeno galactomanano en suero. Material y métodos: se seleccionaron pacientes sometidos a trasplante de medula ósea en el Centro de Hematología y Medicina Interna de la ciudad de Puebla entre julio de 2007 y agosto de 2009, en forma retrospectiva, mediante revisión de expedientes clínicos. Se incluyeron un total de 27 pacientes que cursaban con neoplasias hematológicas, neutropenia y fiebre; sus sueros fueron analizados por la técnica inmunoenzimática del paquete comercial Platelia® Aspergillus (Bio-Rad®, Francia). Resultados: se observó la presencia del antígeno galactomanano en el 14.8% (n=4) del grupo de pacientes estudiados, de los cuales el 75% (n=3) fallecieron a causa de aspergilosis invasiva. Conclusión: la identificación del antígeno galactomanano en el suero de pacientes inmunocomprometidos representa un factor de mal pronóstico. Palabras clave: aspergilosis invasiva, galactomanano, neutropenia, trasplante de células hematopoyéticas, inmunosupresión, infecciones oportunistas. ABSTRACT Background: Invasive aspergillosis is a fungal necrotizing infection that occurs in immunocompromised patients. It causes vascular thrombosis, ischemic necrosis and cavitary lesions. The incidence ranges from 5-20% in high risk groups. Histologically, broad hyphae displayed in a radially fashion and neutrophils infiltration are founded. The diagnosis of invasive aspergillosis should be based on clinical suspicion and confirmation through direct observation of the clinical sample, cultures and by detection of the galactomannan antigen in serum. Material and methods: Patients undergone bone marrow transplantation at Centro de Hematología y Medicina Interna of Puebla city between july 2007 and august 2009 were selected retrospectively by patient personal file consultation. A total of 27 patients were included, all of them presented hematologic neoplasms, neutropenia and fever. Serum samples from these patients were analyzed by the enzymatic immunoassay commercial kit Platelia® Aspergillus (Bio-Rad®, France). Results: The presence of galactomannan antigen was detected in 14.8% (n=4) from the patient study group, of which 75% (n=3) died from invasive aspergillosis. Conclusions: Serum galactomannan antigen identification in immunocompromised patients represents a bad prognostic factor. Key words: Invasive aspergillosis, galactomannan, neutropenia, stem cell transplantation, immunosuppression, infections, opportunistic. * Laboratorios Clínicos de Puebla. Clínica Ruiz, Puebla, Pue., México, ** Centro de Hematología y Medicina Interna de Puebla, Clínica Ruiz, Puebla, Pue., México. Correspondencia: QC. Liliana Árias-Puente. Laboratorios Clínicos de Puebla. Blvd. Díaz Ordaz No. 808, 72530 Anzures, Puebla, Pue., México. Correo electrónico: bony117@hotmail.com Recibido: junio, 2010. Aceptado:septiembre, 2010 Este artículo debe citarse como: Árias-Puente L, Garzade-la-Peña E, Velásquez-Ramírez G, Martínez-Barreda C, Ruiz-Argüelles GJ. La identificación del antígeno circulante de galactomanano de Aspergillus como factor pronóstico en pacientes con enfermedades hematológicas. Rev Hematol Mex 2010;11(4):169-172. www.nietoeditores.com.mx Revista de Hematología Volumen 11, núm. 4, octubre-diciembre 2010 169 Árias-Puente L y col. L a aspergilosis invasiva es una de las complicaciones infecciosas más severas en pacientes con neutropenia prolongada así como en aquellos que son receptores de trasplante. Su incidencia oscila entre 5 y 20% en los grupos de alto riesgo, siendo estos los inmunodeprimidos. Las vías de entrada de las especies del género Aspergillus son el tracto respiratorio, las lesiones cutáneas, las heridas quirúrgicas, la córnea y el oído. Por lo general, la infección puede ocurrir en el sitio de entrada (fosas nasales, mucosa ocular, mucosa oral, tracto auditivo, etcétera) y localizarse o diseminarse ya sea por contigüidad o bien por invasión vascular produciendo enfermedad generalizada con afección de más de un órgano.1-6 Las manifestaciones clínicas son diferentes según la enfermedad de base del paciente. Aspergillus sp. puede causar diferentes tipos de enfermedad: aspergilosis cutánea primaria, que es una forma de enfermedad localizada pero con la posibilidad de diseminación; aspergilosis pulmonar, que es la forma de presentación más frecuente en los pacientes neutropénicos (80-90%), sobre todo en la forma aguda invasiva; sinusitis por Aspergillus, también más frecuente en el paciente neutropénico (5-10%). Finalmente, desde los pulmones el hongo puede diseminarse a casi cualquier órgano del cuerpo, especialmente al cerebro, al hígado, al bazo y al tracto gastrointestinal produciendo una enfermedad diseminada mediante angioinvasión.8-12 La infección invasiva por Aspergillus sp. presenta una elevada mortalidad dependiendo de su localización que puede oscilar entre 37% en las formas traqueobronquiales hasta 80% o más en las formas diseminadas con afección del sistema nervioso central (SNC), a pesar de la utilización de antimicóticos de amplio espectro como la anfotericina B. A. fumigatus es la especie que con más frecuencia causa enfermedad invasiva en pacientes inmunodeprimidos. Otras especies implicadas son: A. flavus, A. niger, A. terreus, A. nidulans, A. versicolor, A. glaucus, etcétera.4-9 El diagnóstico serológico de la aspergilosis invasiva se basa en la detección de antígenos circulantes de Aspergillus sp. en diferentes muestras clínicas (suero, orina, lavado bronquio-alveolar, etcétera). Actualmente existen más de 100 componentes potencialmente antigénicos de A. fumigatus que pueden unirse a las inmunoglobulinas humanas. De estos el galactomanano, que representa el componente principal de la pared celular fúngica, es el único polisacárido caracterizado hasta la fecha y el primer 170 antígeno detectado en pacientes con aspergilosis invasiva. Actualmente, en diferentes líquidos orgánicos, únicamente el antígeno b 1-3 glucano del galactomanano ha logrado ser identificado consistentemente. Algunos otros antígenos diferentes (29, 18 y 11 kDa) han mostrado ser identificables en menor frecuencia.3,6 La detección del antígeno galactomanano mediante inmunoensayo enzimático es positiva en las primeras fases de la infección, pudiéndose detectar de 2 a 3 semanas antes que la aglutinación de látex y casi siempre antes de la aparición de signos o síntomas de infección fúngica, lo que la convierte en una herramienta útil para la instauración de un terapia precoz. Otra de las ventajas de esta técnica radica en la posibilidad de monitorización de los niveles de antigenemia durante el tratamiento, asociándose un descenso de los mismos a la eficacia del tratamiento.12,13 Para intentar disminuir la elevada mortalidad relacionada con la infección fúngica invasiva, es imprescindible realizar un diagnóstico precoz y administrar de inmediato un tratamiento antifúngico agresivo. Lamentablemente las pruebas diagnósticas tradicionales tales como el cultivo y el estudio histopatológico son tardadas y requieren de profesionales experimentados para obtener resultados confiables.7,8,14,15 Conforme a lo mencionado anteriormente, el propósito de nuestro trabajo de investigación consistió en evaluar la identificación sérica del antígeno galactomanano en pacientes inmunodeprimidos, después de haber sido sometidos a trasplante, con el propósito de establecer dicho hallazgo como factor pronóstico. MATERIAL Y MÉTODOS Se consultó la cantidad total de resultados de la determinación del antígeno galactomanano en suero durante el periodo de julio de 2007 a agosto de 2009 de la base de datos electrónica de los Laboratorios Clínicos de Puebla. De los resultados consultados se incluyeron pacientes inmunodeprimidos que fueron sometidos a trasplante de medula ósea, portadores de neoplasias hematológicas que presentaron leucopenia (<4,000 leucocitos/mm 3), neutropenia (<40% neutrófilos en la diferencial) o fiebre (>37.5°C) en el Centro de Hematología y Medicina Interna de la Ciudad de Puebla, durante el periodo mencionado, y a quienes se les realizó la detección del antígeno galactomanano dentro de los 90 días posteriores al trasplante. Revista de Hematología Volumen 11, núm. 4, octubre-diciembre 2010 La identificación del antígeno circulante de galactomanano de Aspergillus como factor pronóstico Los datos fueron obtenidos de los expedientes clínicos. Se estudió retrospectivamente un total de 27 pacientes cuyos sueros fueron analizados con el paquete de inmunoensayo enzimático doble sándwich Platelia® Aspergillus (BioRad®, Francia). A continuación se describe la secuencia de pasos seguidos para el análisis de las muestras de suero de los pacientes: Se estabilizaron los reactivos a temperatura ambiente (18-25°C) al menos durante 15 minutos antes de su uso. Se preparó la solución de lavado, la solución de sustratocromógeno y los controles negativo, positivo y del punto de corte. Se preparó un diagrama para identificar los sueros y controles en estudio en cada microplaca. Se usó un pocillo para el suero de control negativo, dos pocillos para el suero de control del valor umbral y otro para el suero de control positivo. Se extrajo el soporte de la placa y las tiras de micropocillos de la bolsa de placas. Como tratamiento se mezcló el contenido del frasco de conjugado invirtiéndolo antes de su uso. Se añadieron 50 µL del sobrenadante tratado del suero en cada pocillo, como se indicó anteriormente. Se cubrió la placa con su sellador, para evitar evaporación y se comprobó que toda la superficie estuviera cubierta y que fuera hermética al agua. Se incubó la microplaca durante 90 ± 5 minutos a 37°C (± 1°C). Se retiró el sellador de la placa. Se aspiró el contenido del pocillo hacia una botella de residuos (con hipoclorito sódico). Se lavó la placa 5 veces usando como mínimo 370 µL de la solución de lavado. Después del último lavado se invirtió la placa para golpearla suavemente sobre papel secante y garantizar que se hubiera eliminado todo el líquido. Se añadieron rápidamente 200 µL de solución de sustrato-cromógeno a cada pocillo evitando la exposición a la luz brillante. Se incubó la microplaca en la oscuridad y a temperatura ambiente durante 30 ± 5 minutos. Posteriormente se agregaron 100 µL de la solución de parada a cada pocillo en el mismo orden en que se agregó la solución de sustrato mezclando bien. Las placas fueron secadas y sometidas a un lector de absorbancia de microplacas ELX800 (Biotek Instruments E.U.A) para leer la densidad óptica (D.O.) a 450 nm (filtro de referencia de 620 nm). Los resultados de la lectura de cada pocillo fueron establecidos a través del cociente del promedio de los 2 valores de corte de la corrida (de acuerdo con las instrucciones del paquete) y del valor del índice (I) de cada paciente, (I = D.O./media del valor de corte) definiendo como positivos para la presencia del antígeno galactomanano aquellos con índice mayor o igual a 0.50 D.O. El análisis de los datos observados fue realizado mediante la aplicación de estadística descriptiva. RESULTADOS En cuanto a la distribución por sexo 48.4% fueron mujeres en un intervalo de edad entre los 14 y los 70 años, encontrándose mayor incidencia entre los 40 y 50 años, lo que equivale a 37% de los pacientes estudiados. De éstos, 48.1% (n= 13) procedían de la ciudad de Puebla y el resto de distintas ciudades de la república mexicana. Con respecto a las características clínicas de los pacientes 62.9% (n=17) presentó neutropenia y 18% (n= 5) fiebre. De las 27 muestras analizadas para la detección del antígeno galactomanano 14.8% (n= 4) fueron positivos y 85.2% (n= 23) negativos para la identificación (Cuadro 1). De acuerdo con la revisión de los expedientes clínicos de los pacientes 3 (75%) de los 4 que resultaron positivos fallecieron en un periodo de 2 a 3 semanas posteriores a la solicitud de la prueba. CONCLUSIONES Es importante señalar que la población estudiada fue pequeña debido a que nuestra institución pertenece al sector privado, por lo que sólo se atendieron pacientes ambulatorios a quienes se les solicito la investigación del antígeno galactomanano en el periodo posterior al trasplante de medula ósea.3,6,12,13 Cuadro 1. Resultados de la densidad óptica leída de los sueros analizados Resultado *(D.O.) Negativo (≤0.200) Intermedio (0.200-.500) Positivo Total (≥0.500) Pacientes % 23 85.2 0 0 4 27 14.8 100 *La densidad óptica (D.O.) fue establecida por el cociente de la lectura de la absorbancia del promedio de los 2 valores de corte (de acuerdo con las instrucciones del paquete) y la lectura individual de cada paciente. Revista de Hematología Volumen 11, núm. 4, octubre-diciembre 2010 171 Árias-Puente L y col. De acuerdo con los resultados observados es posible concluir que la aspergilosis invasiva representa, claramente, un factor de mal pronóstico en pacientes sometidos a trasplante, ya que 75% de los casos positivos concluyeron en un desenlace fatal. La utilización regular de este método en pacientes con riesgo alto de desarrollar aspergilosis puede afectar significativamente el pronóstico, la supervivencia y la calidad de vida. Por lo tanto, se sugiere que esta determinación sea considerada como una práctica de rutina, sobre todo en las unidades de trasplante de médula ósea y en los servicios de oncohematología; realizándola periódicamente cuando se presenten leucopenia, neutropenia, fiebre u otros factores de riesgo. Asimismo, consideramos necesaria la creación de un estudio prospectivo longitudinal con pacientes de las mismas características que incluya, además, el estudio histopatológico de biopsia para establecer el desempeño diagnóstico de la prueba comparada con el estándar de oro. También se requiere de más estudios prospectivos con la finalidad de clarificar otros factores pronósticos. 6. 7. 8. 9. 10. 11. REFERENCIAS 1. Kawazu M, Kanda Y, Nannya Y. 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Galactomannan detection 172 5. 12. 13. 14. 15. in computerized tomography-based broncho- alveolar lavage fluid and serum in haematological patients at risk for invasive pulmonary aspergillosis. Br J Haematol 2003;121:448-457. Boutboul F, Alberti C, Leblanc T. Invasive aspergillosis in allogeneic stemcell transplant recipients: increasing antigenemia is associated with progressive disease. Clin Infect Dis 2002;34:939-943. Maertens J, Van Eldere J, Verhaegen J, Verbeken E, Verschakelen J, Boogaerts M. Use of circulating galactomannan screening for early diagnosis of invasive aspergillosis in allogeneic stem cell transplant recipients. J Infect Dis 2002;186:1297–1306. Verweij PE, Brinkman K, Kremer HPH. Aspergillus meningitis: diagnosis bynon-culture-based microbiological methods and management. J Clin Microbiol 1999;37:1186-1189. Perfect JR, Cox GM, Lee JY, Kauffman CA, de Repentigny L, Chapman SW, et al. 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Revista de Hematología Volumen 11, núm. 4, octubre-diciembre 2010 Hematología 2010;11(4):173-178 Artículo original Histología y supervivencia de linfoma no Hodgkin en el Hospital de Valdivia, Chile Lilian Pilleux,* Cristian Carrasco,** Claudia Pisón,* Susana Calderón* RESUMEN El linfoma no Hodgkin (LNH) tiene una incidencia estandarizada por edad de 5.5 por cada 100.000 habitantes y una tasa de supervivencia a 10 años de 7.5 a 25% en Chile. Su pronóstico depende de múltiples factores siendo los más relevantes: etapa, tipo histológico e índices pronósticos. Decidimos caracterizar y evaluar los resultados de supervivencia de pacientes con LNH tratados en nuestro centro según protocolos del Programa Nacional Drogas Antineoplásicas del Adulto (PNDA). Pacientes y métodos: se analizó retrospectivamente una cohorte de pacientes con 15 o más años edad y diagnóstico de LNH entre 1998-2002, tratados en el Hospital de Valdivia, con énfasis en sus características demográficas, clínicas, histopatológicas y de laboratorio. Se hizo análisis estadístico descriptivo y de supervivencia actuarial de Kaplan-Meier utilizando las pruebas Log-rank y de Wilcoxon para comparación de curvas. Se consideró estadísticamente significativo un valor de p < 0.05. Resultados: en el período estudiado ingresaron 96 pacientes al PNDA. De ellos, 82 fueron casos nuevos con diagnóstico histológico confirmado y 14 fueron excluidos (6 recaídas, 4 histología no LNH, 2 sin biopsia y 2 no evaluables). La mediana de edad fue 59.5 años (rango 20-82), sexo masculino: 57.3% con relación hombre/mujer de 1.34. Se encontraban en etapas localizadas (I y II) 23.2% y avanzadas (III y IV) 76.8%. El inmunofenotipo estuvo disponible en 76% de los casos correspondiendo a línea B 77% y a la T 23%. Los subtipos histológicos correspondieron: a) Según la Organización Mundial de la Salud (OMS): a linfoma difuso de células grandes B (LDCG-B) 35%, folicular 8.7%, de la zona marginal 7.5%, linfocítico 5%, células del manto 3.8%, células T, periférico no especificado 10%, otros tipos 8.9%, sin clasificación 21.3% por distintos motivos. b) Según la Working Formulation (WF): a baja, intermedia y alta agresividad 12.2%, 62.2% y 25.8 %, respectivamente. La supervivencia global (SG) a 2 y 5 años fue de 52.5 y 36%; y la supervivencia libre de enfermedad (SLE) de 76% y 48%. Hubo diferencias estadísticamente significativas de SG (p = 0.0) y SLE (p = 0.03) tanto a 2 como a 5 años entre etapas localizadas y avanzadas; no existieron diferencias estadísticamente significativas según sexo. Al evaluar el valor pronóstico del Índice Pronóstico Internacional (IPI) en LDCG-B hubo diferencias entre los 4 niveles de riesgo a 2 y 5 años (p = 0.0001). Conclusiones: la edad de presentación es menor y existe mayor diagnóstico en etapas avanzadas que en los países desarrollados. El LDCG-B es el subtipo histológico mayoritario con menor cantidad de folicular que en el extranjero. La SG de LDCG-B es similar a la internacional de ese período y se confirma el valor pronóstico del IPI. La SG y SLE del LNH, en su conjunto, es menor a la reportada en países desarrollados, lo que puede obedecer fundamentalmente a esquemas de quimioterapia de menor efectividad para linfomas indolentes en el periodo analizado. Resulta necesario implementar estrategias para diagnosticar al LNH en etapas localizadas y, además, evaluar a futuro los protocolos que incorporaron anti-CD20 en el sistema público de salud en Chile, lo cual comenzó el año 2006 para LDCG-B y este año para el linfoma folicular. Palabras clave: linfoma, no Hodgkin, tratamiento, Chile. ABSTRACT Non-Hodgkin Lymphoma (NHL) has an age standardized incidence of 5,5 per 100,000 and overall survival(OS) at 10 years of 7,5-25% in Chile. The prognosis depends on many factors being the most importants: stage, histology and prognostic indexes. We decided to characterize and evaluate survival curves in patients with NHL treated in our center with the national protocols used in the public system. Patients and Methods: We analized retrospectively a cohort of patients 15 or more years old diagnosed and treated at HV with NHL between 1998-2002 with emphasis on demographic clinical, histopathologic and laboratory characteristics. Statistical analysis was descriptive and performed by comparison of Kaplan-Meier actuarial survival curves using log-rank and Wilcoxon tests. A p <0.05 was considered statistically significant. Results: During the study period 96 patients were admitted to the National Adult Antineoplastic Drugs Program at HV. After the histological analysis 82 resulted to be new confirmed cases and 14 were excluded from the study (6 relapses, 4 not NHL histology, 2 without biopsy (just cytology), 2 not evaluable). The median age was 59.5 years (range 20-82), 57.3% male, with a male/female ratio of 1.34. At diagnosis 23.2% were in localized stages (I and II) and 76.8% advanced (III and IV). The immunophenotype was available in 76% of cases corresponding to B line 77% and T 23%. The histological subtypes were: a) According to the WHO classification: diffuse large cell (DLBCL) 35%, follicular 8.7%, marginal zone 7.5%, lymphocytic 5%, mantle cell 3.8%, peripheral Tcell, not-specified 10%, other types 8.9% and not classifiable in 21.3%. b) According to the Working Formulation: low, intermediate and high grades in 12.2%, 62.2% and 25.8%, respectively. Overall survival (OS) at 2 and 5 years was 52.5 and 36% and disease-free survival (DFS) at 2 and 5 years of 76% and 48%, respectively. Significant Revista de Hematología Volumen 11, núm. 4, octubre-diciembre 2010 173 Pilleux L y col. differences in OS and DFS were observed at both 2 and 5 years between localized and advanced stages (p = 0.0 and 0.03), there were no significant differences according to sex. There were significant differences between the 4 risk levels of International Prognostic Index (IPI) in DLBCL at 2 and 5 years (p = 0.0001). Conclusions: The age of onset of NHL in our patients was lower and in more advanced-stage at diagnosis than that of developed countries. DLBCL constituted the most frequent histological subtype followed by follicular lymphoma. The OS of DLBCL was similar to the international one in the studied period and the prognostic value of IPI was confirmed. The OS and DFS for all the NHL in whole was lower than that reported in developed countries wich probably was due mainly to less effective chemotherapeutic protocols for indolent lynphomas in the analized period. We consider necessary to implement strategies in order to make diagnosis of NHL in localized stages. We will also need to evaluate protocols that incorporated therapy with anti-CD20 antibodies in Chile’s public health system that started in 2006 for DLBCL and 2010 for follicular lymphoma. Key words: lymphoma, no Hodgkin, treatment, Chile. E l linfoma no Hodgkin (LNH) es un trastorno linfoproliferativo crónico que reúne múltiples variedades de neoplasias derivadas de los linfocitos. Se ha observado un aumento de su incidencia en las últimas décadas1,2 y actualmente tiene una tasa de incidencia estandarizada por edad (TEE), a nivel mundial, de 5.1 por cada 100,000 habitantes según la OMS; con un rango entre 8.5 en países más desarrollados y 3.5 x 100,000 en los países menos desarrollados.3 Su etiología permanece desconocida en la mayoría de los casos, aunque se conocen bien como condiciones predisponentes la inmunodepresión, especialmente la secundaria a terapia con inmunodepresores, la infección por VIH y causas congénitas.1 El pronóstico del LNH depende de múltiples factores siendo los más relevantes: etapa, tipo histológico e índices pronóstico. Los tipos histológicos más frecuentes son el LDCG-B y el linfoma folicular que, en conjunto, representan más de 50%.4,5 De los índices pronóstico existentes el más utilizado es el IPI, que se aplica al LNH agresivo.6 En Chile la incidencia actual es similar a la mundial7 (5.5 x 100,000) y su tratamiento se realiza en el sistema público según protocolos del Programa Nacional Drogas Antineoplásicas del Adulto (PNDA). En 2004 se reportó, * Unidad de Hematología, Instituto de Medicina, Facultad de Medicina, Universidad Austral de Chile y Servicio de Medicina, Hospital Base Valdivia, Valdivia, Chile. ** Instituto de Patología, Facultad de Medicina, UACh. Unidad de Anatomía Patológica. Hospital Base Valdivia, Valdivia, Chile. Correspondencia: Dra. Lilian Pilleux. Casilla 555. Valdivia, Chile. Correo electrónico: lpilleux@surnet.cl Este artículo debe citarse como: Pilleux L, Carrasco C, Pisón C, Calderón S. Histología y supervivencia de linfoma no Hodgkin en el Hospital de Valdivia, Chile. Rev Hematol Mex 2010;11(4):173-178. www.nietoeditores.com.mx 174 a escala nacional, una supervivencia a 10 años de 7.5% en LNH indolente y de 25% en LNH agresivo;8 es decir, 10% por debajo de los resultados de países desarrollados. El Hospital de Valdivia (HV) es un centro de referencia público para el diagnóstico, estadificación y tratamiento de pacientes con LNH. Para conocer la realidad de la zona sur de Chile decidimos caracterizar a los pacientes con LNH tratados en nuestro centro y sus resultados en supervivencia con los protocolos PNDA. PACIENTES Y MÉTODOS Se analizó retrospectivamente una cohorte de pacientes con 15 o más años edad, con diagnóstico de LNH entre el 1 de enero de 1998 y el 31 de diciembre de 2002, ingresados al PNDA y tratados en el HV. Para ello se revisaron sus fichas clínicas, poniendo énfasis en características demográficas, clínicas e histopatológicas; considerando tanto la clasificación de la WF9 como la OMS10 . En los casos con estudio inmunohistoquímico incompleto se recuperaron las piezas de biopsia incluidas en parafina para completarlos. Los protocolos de tratamiento utilizados como primera línea en el período analizado incluyeron para: a) LNH de baja agresividad radioterapia (localizado favorable), CHOP (localizado desfavorable), clorambucil (avanzado mayor de 70 años) y CHOP-COP (avanzado menor de 70 años); b) LNH agresividad intermedia y alta, esquema CHOP con o sin radioterapia dependiendo de masa tumoral inicial y respuesta. Las formas I y J de la WF tuvieron protocolos específicos. Para las recaídas y casos refractarios en los LNH indolentes se tenía acceso a los mismos esquemas de primera línea más radioterapia (o radioterapia sola); y para los LNH de agresividad intermedia y alta, ESHAP-MINE. La evaluación de la respuesta al tratamiento se realizó de acuerdo con las últimas recomendaciones internacionales.11 Revista de Hematología Volumen 11, núm. 4, octubre-diciembre 2010 Histología y supervivencia de linfoma no Hodgkin en el Hospital de Valdivia, Chile Se hizo análisis estadístico descriptivo y de supervivencia actuarial de Kaplan-Meier utilizando las pruebas Log-rank y de Wilcoxon para comparación de curvas. Se consideró estadísticamente significativo un valor p < 0.05. Cuadro 1. Distribución de los tipos histológicos de LNH según la clasificación de la OMS (n=82) Tipo histológico % Células B RESULTADOS En el periodo estudiado ingresaron 96 pacientes al PNDA en el HV. De ellos 82 fueron casos nuevos con diagnóstico histológico confirmado. Los casos excluidos (n=14) correspondieron a: recaídas (n=6), histología no LNH (n=4), sin biopsia (n=2) y no evaluables (n=2). La mediana de edad fue de 59.5 años (rango 20-82) con un leve predominio del sexo masculino (57.3%) para una relación hombre/mujer de 1.34. Con respecto a la estadificación de Ann Arbor se encontraban en etapas localizadas (I y II) 23.2% y avanzadas (III y IV) 76.8% al momento del diagnóstico (Figura 1). 10.9% 12.1% 14.6% 62.1% Etapa I Etapa III Etapa II Etapa IV Figura 1. Distribución de los pacientes con LNH según su etapa al momento del diagnóstico El análisis de la histopatología permitió disponer del inmunofenotipo en los 82 casos. De estos 77% correspondió a la línea B y 23% a la T. Los subtipos histológicos más frecuentes según la clasificación de la OMS fueron el LNH difuso de células grandes (LDCGB), que correspondió a 35%, seguido por el LNH folicular con 8.7% y por el LNH de células T periférico no especificado, con 10% (Cuadro 1). La distribución según la clasificación de la LDCG-B 35.4 Folicular 8.5 Zona marginal 7.3 Linfocítico difuso 4.9 Células del manto 3.7 Células grandes B mediastino 1.2 Linfoplasmocitoide 1.2 Células T Células T periférico no especificado 9.8 Células T/NK 2.4 Micosis fungoides 1.2 No clasificable 24.4 Total % 62.2 13.4 24.4 Working Formulation (WF) fue baja agresividad: 12.2%, intermedia: 62.2% y alta: 25.8 %. (Cuadro 2). La tasa de respuesta al tratamiento con los protocolos utilizados como primera línea (n = 82) fue de 65.5%; lográndose remisión completa en 42.9% y parcial en 22.6% de los casos. La tasa de respuesta a protocolos de segunda línea (n = 26) fue de 50% con remisión completa en 3.8% y parcial en 46.2% . Se pudo observar una supervivencia global (SG) de todos los LNH, a 2 y 5 años, de 52.5 y 36%; y una supervivencia libre de enfermedad (SLE) de 76 y 48% (Figuras 2 y 3). Hubo diferencias estadísticamente significativas de SG (p log-rank = 0.0 y Wilcoxon = 0.0) y de SLE (p log-rank = 0.037 y Wilcoxon = 0.0333) tanto Cuadro 2. Distribución de tipos histológicos de LNH según la clasificación de la Working Formulation (n = 82) Tipo histológico Baja agresividad Agresividad intermedia Alta agresividad % % A 7.3 11 B 2.4 C 1.2 D 1.2 E 21.9 F 7.3 G 29.3 H 21.9 I 1.2 J 1.2 Misceláneas 3.7 No clasificable 1.2 Revista de Hematología Volumen 11, núm. 4, octubre-diciembre 2010 60 24 5 175 Probabilidad de supervivencia 1.0 n = 82 0.9 0.8 0.7 0.6 52.5% 0.5 0.4 36% Probabilidad de supervivencia Pilleux L y col. 0.3 0 Probabilidad de supervivencia Probabilidad de supervivencia 0.9 76% 48% 0.6 0.5 0.4 0.3 10 20 30 40 50 60 70 Meses Figura 3. Supervivencia libre de enfermedad de LNH valor p log-rank 0.0 Wilcoxon 0.0 0.6 0.5 42% 0.4 0.3 20% 0.2 III y IV n = 63 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 110 120 Meses 92.5% 0.9 valor p log-rank 0.037 Wilcoxon 0.0333 0.8 0.7 58% 0.6 52% 0.5 44% 0.4 I y II n = 15 0.3 0.2 III y IV n = 25 0.1 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 110 Meses Figura 5. Supervivencia libre de enfermedad según etapa al momento del diagnóstico a 2 como a 5 años entre las etapas localizadas y avanzadas, siendo mayor en las primeras (Figuras 4 y 5). No existieron diferencias estadísticamente significativas según sexo. Al analizar la SG según inmunofenotipo se observó diferencia estadísticamente significativa (p log-rank = 0.0 y Wilcoxon = 0.0) en favor del tipo de células B (Figura 6). Al analizar las SG y SLE según subtipo histológico, con ambas clasificaciones y según sexo, no hubo diferencias estadísticamente significativas. Al evaluar la supervivencia del LDCG-B en forma independiente se observó una SG de 54.5% y 46%, a 2 y 5 años respectivamente (Figura 7). Al evaluar el valor pronóstico del IPI en LDCGB se pudieron apreciar diferencias estadísticamente significativas (p = 0.0001) entre los 4 niveles de riesgo en la SG a 2 y 5 años (Figura 8). 176 0.7 0.0 80 90 100 110 Probabilidad de supervivencia 0 I y II n = 19 0.8 1.0 n = 40 0.7 88% Figura 4. Supervivencia global LNH según etapa al momento del diagnóstico Figura 2. Supervivencia global de LNH, Hospital de Valdivia 0.8 94% 0.9 0.1 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 110 120 Meses 1.0 1.0 1.0 valor p log-rank 0.0 Wilcoxon 0.0 0.9 0.8 0.7 69% 0.6 0.5 42% 0.4 0.3 0.2 0.1 8% 8% B n = 48 T n = 14 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 110 120 Meses Figura 6. Supervivencia global LNH según inmunofenotipo Revista de Hematología Volumen 11, núm. 4, octubre-diciembre 2010 Histología y supervivencia de linfoma no Hodgkin en el Hospital de Valdivia, Chile Probabilidad de supervivencia 1.0 n = 28 0.9 0.8 0.7 54.5% 0.6 46% 0.5 0.4 0.3 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 110 120 Meses Figura 7. Supervivencia global LDCG-B n = 28 Probabilidad de supervivencia 1.0 0.9 B 0.8 0.7 BI 0.6 0.5 0.4 0.3 0.2 A 0.1 0.0 AI valor p log-rank 0.000 Wilcoxon 0.0001 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 110 120 Meses SLE del LNH, en conjunto, son menores a las reportadas en países desarrollados4,14 y resulta llamativa la ausencia de diferencias según tipos histológicos agresivos e indolentes. Lo anterior podría obedecer, fundamentalmente, a que los esquemas de quimioterapia de primera línea y de rescate de linfomas indolentes utilizados en el periodo analizado eran poco efectivos,15,16 incorporándose los análogos de nucleósidos en recaídas, con posterioridad a esa fecha, al PNDA. Además existía un solo esquema de rescate para los linfomas agresivos y no se tenía acceso a trasplante de médula ósea para adultos en el sistema público. Lo anterior refleja las limitaciones económicas propias de los países en desarrollo como el nuestro, en el que los cambios terapéuticos se suceden a una velocidad menor a la de los avances científicos mundiales. La incorporación anti-CD20 a los protocolos del sistema público en el año 2006, para LDCG-B, en menores de 70 años y este año para LNH folicular, en menores de 60 años, ha permitido que un gran número de pacientes tengan acceso a terapias de mayor efectividad cuyos resultados podrán ser analizados una vez que se alcance mayor tiempo de seguimiento en nuestro centro. REFERENCIAS 1. 2. 3. Figura 8. Supervivencia global LDCG-B por nivel de riesgo según IPI. (A = alto, AI = alto intermedio, BI = bajo intermedio, B = bajo) DISCUSIÓN La edad de presentación del LNH en nuestro centro asistencial es menor y existe un mayor diagnóstico en etapas avanzadas que en los países desarrollados. Esto último se repite en otros países latinoamericanos12 y hace necesario implementar estrategias para diagnosticar LNH en etapas localizadas. El LDCG-B es el subtipo histológico mayoritario, observándose una menor frecuencia de linfoma folicular que en países desarrollados. La SG del LDCG-B es similar a la internacional en la era prerituximab,13,14 confirmándose el valor pronóstico del IPI en este tipo de linfoma. Las SG y 4. 5. 6. 7. 8. Revista de Hematología Volumen 11, núm. 4, octubre-diciembre 2010 Grulich AE, Vajdich CM. The epidemiology of non-Hodgkin Lymphoma. Pathology 2005;37: 409-419. Stewart BW, Kleihues P. World Cancer Report. Lyon: IARC Press, 2003. Ferlay J, Shin HR, Bray F, Forman D, Mathers C and Parkin DM.GLOBOCAN 2008, Cancer Incidence and Mortality Worldwide: IARC CancerBase No. 10 [Internet]. Lyon, France: International Agency for Research on Cancer; 2010. Disponible en: http://globocan.iarc.fr Anónimo. A clinical evaluation of the International Lymphoma Study Group classification of non-Hodgkin’s lymphoma. The Non-Hodgkin’s Lymphoma Classification Project. Blood 1997;89:3909-3918. Armitage J, Vose J, Weisenburger D. International Peripheral T-Cell and NK/T Cell Lymphoma Study: Pathology Findings and Clinical Outcomes. 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Cheson BD, Pfistner B, Juweid ME, Gascoyne RD, Specht L, Horning SJ, et al. Revised Response Criteria for Malignant Lymphoma. J Clin Oncol 2007;25:579-586. 12. Hernández C, Muñío J, De Castro R, Carnot J, Pérez D, Martínez C y cols. Presentación clínica de los linfomas no hodgkinianos. Rev Cubana Hematol Inmunol Hemoter [online]. 178 13. 14. 15. 16. 2003; v.19 n.2-3. Disponible en: <http://scielo.sld.cu/scielo. php?script=sci_arttext&pid=S0864-02892003000200010&ln g=es&nrm=iso>. ISSN 0864-0289. Coiffier B, Lepage E, Brière J, et al. CHOP chemotherapy plus rituximab compared with CHOP alone in elderly patients with diffuse large-B-cell lymphoma. N Engl J Med. 2002;346:235242. Abramson JS, Shipp MA. Advances in the biology and therapy of diffuse large B-cell lymphoma: moving toward a molecularly targeted approach. Blood 2005;106:1164-1174. Solal-Celigny P, Roy P, Colombat P, White J, Armitage JO, Arranz-Saez R, et al. Follicular Lymphoma International Prognostic Index. Blood 2004;104:1258-1265. Horning SJ. Natural history of and therapy for the indolent nonHodgkin’s lymphoma. Semin Oncol 1993;20:75-88. Revista de Hematología Volumen 11, núm. 4, octubre-diciembre 2010 Hematología 2010;11(4):179-184 Artículo original El programa de trasplante hematopoyético del Hospital de Especialidades del IMSS de Puebla: experiencia de 15 años José Alejandro Limón-Flores,* Uendy Pérez-Lozano,* Juan Carlos Solís Poblano,* Petty Rodríguez-Castillo,* Patricia Zagoya-Martínez,* Rubén Daniel Lobato-Tolama,* Laura Olivia Olvera-Oropeza,* María de los Ángeles Pavón-Vargas,* Rogelio Durán-Montoya,* María de Jesús González-Blanco,* Concepción López-Gil,* Cecilia García-Castillo* RESUMEN Nuestro programa de trasplante hematopoyético inició sus actividades en 1995 siguiendo un proyecto de desarrollo de lo simple a lo complejo, del auto al alotrasplante. A la fecha se han efectuado 268 procedimientos en 256 pacientes, 145 de ellos autólogos y 123 alogénicos en 131 niños y 137 adultos. Se empleó médula ósea en 77, sangre periférica en 163 y sangre de cordón umbilical en 28. Se han utilizado 13 diferentes acondicionamientos habiendo recibido una variedad mieloablativa el 87% y de intensidad reducida el 13% de los casos. En 55 sujetos utilizamos irradiación corporal total. En todos los autotrasplantes la conservación celular se efectuó con refrigeración a 4° C. durante lapsos de 3 a 6 días logrando viabilidad superior al 70%. Con 81 meses promedio de seguimiento el 57% se encuentra en remisión completa continua (RCC) , el 39% ha fallecido y el 4% se ha perdido de seguimiento o no se encuentra en RCC . Nuestro grupo recomienda iniciar programas en la provincia siguiendo nuestra experiencia de lo simple a lo complejo, ha evidenciado en nuestro medio que no es imprescindible la criopreservación para realizar autotrasplantes y considera que existe un tipo específico idóneo de trasplante, fuente de células tallo y acondicionamiento para cada tipo de paciente, no siendo pertinente el manejo en serie de enfermos con una sola modalidad del procedimiento. Palabras clave: trasplante hematopoyetico, autólogos, alogénicos, Hospital de Especialidades (IMSS), Puebla. ABSTRACT The haematopoietic stem cell transplantation program started in 1995 in our hospital following a development strategy from simplicity to complexity, beginning with autologous and continuing with allogeneic transplantation. To date we carried out 268 procedures, 145 autologous and 123 allotransplants on 131 children and 137 adults. Received bone marrow 77 patients, peripheral blood stem cells 163 and cord blood 28. Our program has applied 13 different conditioning regimens, mieloablative on 87% and reduced intensity on 13% of patients. We used total body irradiation on 55 cases. Regarding of autotransplants, the cellular preservation was based on 4°C simple refrigeration during 3-6 days achieving more than 70% viability. The series average follow up has reached 81 months. To date 57% are in continuous complete remission, 39% died and 4% are not in complete remission or lost follow up. Our team recommend starting transplantation programs inside the country following our experience from simplicity to complexity, has made evident cryopreservation is not mandatory in order to perform autotransplants, and consider exists an optimal specific transplant, conditioning regimen and stem cells source variety to each unique patient, regarding not pertinent serial patients management using just one procedure modality. Key words: Haematopoietic transplant, autologous, allogeneic, Hospital de Especialidades (IMSS), Puebla. * Hospital de Especialidades “Manuel Ávila Camacho”, IMSS, Puebla, Pue., México. Correspondencia: Dr. Alejandro Limón Flores. Hospital de Especialidades “Manuel Ávila Camacho”, IMSS. 2 Norte 2005, 72000, Centro Histórico, Puebla, Pue., México. Correo electrónico: joaleliflo@yahoo.com Recibido: julio 2010, aceptado: agosto 2010. Este artículo debe citarse como: Limón-Flores JA, Pérez-Lozano U, Solís Poblano JC, Rodríguez-Castillo P y col. El programa de trasplante hematopoyético del Hospital de Especialidades del IMSS de Puebla: experiencia de 15 años. Rev Hematol Mex 2010;11(4):179-184. www.nietoeditores.com.mx D esde 1980 año en que dieron inicio los primeros procedimientos de trasplante medular en México tanto en el Centro Médico Nacional del IMSS como en el Instituto Nacional de la Nutrición, el país ha desarrollado lenta y penosamente su experiencia en trasplante hematopoyético comparándolo tanto con países desarrollados como con subdesarrollados similares. Un cuarto de siglo después de iniciada, la actividad en este ámbito reportada por las instituciones lideres de nuestra nación se ubicó alrededor de 1500 trasplantes hematopoyéticos acumulados hasta el año 2003, casi todos ellos Revista de Hematología Volumen 11, núm. 4, octubre-diciembre 2010 179 Limón-Flores JA y col. realizados en el IMSS; un promedio aproximado de 63 trasplantes por año. En forma comparativa España reportó alrededor de 2200 trasplantes efectuados solo en el año 2002, lo que permite trazar una perspectiva del profundo estancamiento que en esta área México ha tenido y que hasta hoy no ha logrado superar 1. A la fecha, mediados de 2010, en nuestro país existen una veintena de programas de trasplante hematopoyético activos, la gran mayoría de ellos en el Distrito Federal y el resto concentrados en tres ciudades primordialmente: Guadalajara, Monterrey y Puebla, si bien en otros estados de la república se han realizado estos procedimientos de manera aislada y discontinua. Por esta anómala concentración del recurso resulta poco común en México que un paciente determinado con indicación de alguna de las variedades de trasplante disponibles finalmente lo reciba, con el pronóstico ominoso que este hecho implica. En el Hospital de Especialidades del IMSS de Puebla se realizó el primer trasplante hematopoyético en la historia de nuestro estado en el año 1992, evento anecdótico que no fructificó en un proyecto permanente. A partir de 1995 se reestructuró el programa de trasplante medular en su conjunto, iniciando una actividad regular que, pese a la grave crisis institucional de la última década del siglo pasado, inmersa en una severa devaluación de nuestra moneda, se ha mantenido con una tendencia al alza en los últimos años (gráfica 1). Actividad anual Total: 268 trasplantes 45 41 40 35 20 Promedio anual:11 Gráfica 1. 180 23 22 2008 2009-10 2006 2004 2003 2005 17 15 2002 12 2001 1998 11 1997 1996 0 6 1995 5 6 14 12 2000 17 15 1999 20 10 27 26 25 2007 30 Promedio anual:23 Para Mayo de 2010 se han realizado en nuestro programa 268 trasplantes hematopoyéticos, lo que posiciona a nuestro hospital como el más productivo de nuestra institución, el IMSS, en la provincia de nuestro país. MATERIAL Y MÉTODOS. Se realizó un estudio retrospectivo en el cual se analizaron los datos de los pacientes sometidos a trasplante hematopoyético en nuestro hospital durante los últimos 15 años. La tabla Nº 1 muestra sus características. Inicialmente se utilizó médula ósea como fuente de células tallo, posteriormente, desde 1998, células precursoras hematopoyéticas periféricas y finalmente células madre de sangre de cordón umbilical en casos seleccionados desde el año 2004. Tabla 1. Características de los pacientes incluidos Trasplantes Número Pacientes (12 pacientes con doble trasplante) Género: Mujeres Hombres Origen de células tallo Médula ósea Sangre periférica Sangre de cordón umbilical Tipo Alogénicos Autólogos Singénicos Edad Niños Adultos Diagnósticos Leucemia aguda linfoblástica (LAL) Leucemia aguda mieloide (LAM) Linfoma no Hodgkin (LNH) Anemia aplásica severa (AAS) Leucemia mieloide crónica (LMC) Mieloma múltiple (MM) Linfoma Hodgkin (LH) Leucemia aguda bifenotípica (LAB) Cáncer de mama Aplasia pura de serie roja (APSR) Rabdomiosarcoma (RMS) Esclerosis múltiple (EM) Enfermedad de Griscelli Enfermedad de Devic Acondicionamientos Mieloablativos De intensidad reducida 268 256 124 (46%) 144 (54%) 77 (28%) 163 (61%) 28 (11%) 123 (46%) 143 (53%) 2 (< 1%) 131 (49%) 137 (51%) 124 (46%) 44 (16%) 30 (11%) 20 (8%) 18 (7%) 11 (4%) 9 (3%) 4 (2%) 2 (<1%) 2 (<1%) 1 (<1%) 1 (<1%) 1 (<1%) 1 (<1%) 232 (87%) 36 (13%) Revista de Hematología Volumen 11, núm. 4, octubre-diciembre 2010 El programa de trasplante hematopoyético del Hospital de Especialidades del IMSS de Puebla Los esquemas de acondicionamiento empleados fueron mieloablativos en 232 pacientes (87%) y de intensidad reducida en 36 (13%). La gráfica No. 2 describe los diferentes acondicionamientos que hemos utilizado. Más de la tercera parte de todos los casos se han acondicionado con el esquema CEA (Ciclofosfamida 150 mg/kg + etopósido 2400 mg /m2 S.C. + Citarabina 10 gr /m2 S.C.) teniendo como diagnóstico leucemia aguda casi en su totalidad.2 En 55 casos hemos aplicado irradiación corporal total más ciclofosfamida (1500 cGy + Ciclofosfamida 120 mg/ kg), aún en niños; en casi todos ellos la irradiación se ha dividido en 9 fracciones durante 3-4 días, lo que reduce sustancialmente la toxicidad e incrementa la tolerancia. En algunos casos hemos usado microacondicionamientos con irradiación corporal total más fludarabina (200 cGy + Fludarabina 90 mg /m2 S.C.) o irradiación nodal total con ciclofosfamida con la intención exclusiva de inmunosupresión para permitir el implante de las células trasplantadas. Los trasplantes efectuados con médula ósea, autólogos o alogénicos, se han realizado extrayendo en quirófano, bajo anestesia general, alrededor de 20 ml / kg de peso del paciente mediante multipunciones en crestas iliacas posteriores, y en ocasiones anteriores también, garantizando una colección mínima de 100 millones de células nucleadas por Kg del enfermo. Cuando se han utilizado células periféricas, la movilización previa se ha basado en filgrastim a dosis promedio de 15 mcg / kg /día, sometiendo al individuo a aféresis a partir del 5º día si es autotrasplante ó 6º. día si es donante sano hermano(a) del enfermo; generalmente se han procesado 5 volúmenes sanguíneos completos del individuo en un promedio de dos sesiones para garantizar una cosecha mínima de células CD 34(+) de 1.5 millones /kg de peso del paciente. 5% 3% 7% 39% 9% CEA 105 ICT-Cfx 55 Bu-Cy 2 42 Cy/Bu-Flu 24 CVB 13 Flu-Cy-tim 9 16% Otros 20 21% Gráfica 2. Acondicionamientos En todos los autotrasplantes que hemos realizado se han conservado las células únicamente en refrigeración a 4º C. por lapsos de 3 a 6 días, agregando ACD o CPD al 10% del volumen extraído3 y en contadas ocasiones RPMI también; en todos los casos la viabilidad celular reportada al día del trasplante mediante citometría de flujo superó el 75%, siendo el promedio 90% . Hasta mayo de 2010, en ningún caso hemos utilizado criopreservación ni purga “ex -vivo” celular de posible neoplasia contaminante. Todos los pacientes han recibido profilaxis intensa de infecciones, dado que el hospital no cuenta con cuartos de flujo laminar o aire filtrado. El esquema habitual ha consistido en trimetoprim con sulfametoxazol, aciclovir, anfotericina B y gammaglobulina humana semanal. Ante el desarrollo de neutropenia y fiebre los esquemas antibacterianos de amplio espectro que más se han utilizado incluyen cefepime, imipenem, piperacilina y ceftacidima asociados a amikacina, con o sin vancomicina adicional. Durante la etapa de citopenias severas mantuvimos a los enfermos en cuartos individuales con baño, con técnica de aislamiento inverso. En todos los casos colocamos catéter central. La profilaxis de enfermedad injerto contra huésped (EICH) ha sido efectuada en la mayoría de los casos con ciclosporina y metotrexate a las dosis habituales; algunos pacientes han recibido ácido micofenólico y sirolimus orales desde el día siguiente al trasplante. En los niños la profilaxis de EICH ha utilizado únicamente ciclosporina. El soporte transfusional durante la etapa de citopenias ha consistido de paquetes globulares, concentrados plaquetarios convencionales, plaquetas de aféresis, y en algún caso aislado plasma. Todos los productos sanguíneos se han sometidos a irradiación (en promedio 2000 cGy) como profilaxis de la EICH transfusional. Frecuentemente se empleó filgrastim postrasplante para acelerar la eficacia del injerto y reducir días de hospitalización, salvo cuando el enfermo sufría LAM o LMC. La dosis utilizada ha sido 300 mcg IV por día hasta que el paciente obtiene 1000 neutrófilos por microlitro, momento en el que se suspende. RESULTADOS Un total de 268 trasplantes se han llevado a cabo en 256 individuos ; en 12 enfermos se ha realizado doble trasplante, generalmente alogénico después de autólogo, 131 en Revista de Hematología Volumen 11, núm. 4, octubre-diciembre 2010 181 Limón-Flores JA y col. edad pediátrica (49%) y 137 adultos (51%). Por género son varones 144 (56%) y mujeres 124 (44%). Del total de procedimientos realizados 143 son autotrasplantes y 125 alotrasplantes (53% y 47% respectivamente) habiendo sido efectuados con médula ósea 77 (28%), células tallo movilizadas a sangre periférica y obtenidas mediante aféresis 163 (61%) y con células tallo de sangre de cordón umbilical 28 (11%). Los diagnósticos se dividen entre las siguientes patologías : leucemia aguda linfoblástica (LAL) 124 (46%), leucemia aguda mieloide ( LAM) 44 (16%), linfoma no Hodgkin (LNH) 30 (11%), anemia aplásica severa 20 (8%) ,leucemia mieloide crónica (LMC) 18 (7%), mieloma múltiple (MM) 11 (4%) , linfoma Hodgkin 9 (3%), leucemia aguda bifenotípica 4 (2%) , aplasia pura de serie roja 2 (<1%), cáncer de mama 2 (< 1%), rabdomiosarcoma 1 (< 1%), esclerosis múltiple 1 (<1 %) , enfermedad de Devic 1 (<1%) y enfermedad de Griscelli 1 (<1%). Con un seguimiento promedio de 81 meses se encuentran vivos en remisión completa continua (RCC) 145 pacientes que constituyen el 57% del total, han fallecido 102 enfermos que representan el 39% de la serie, se han perdido de seguimiento 4 que son el 2%, y 5 individuos están bajo tratamiento de rescate después de recaída (vivos sin remisión completa continua) que conforman el 2%. El paciente en RCC con seguimiento más prolongado tiene ahora 14 años con 11 meses (trasplante en julio del año 1995). La supervivencia libre de recaída en el grupo de enfermos alotrasplantados es de 51% con seguimiento promedio de 78 meses (gráfica 3). El mismo parámetro medido en el grupo de autotrasplantes es de 59% con seguimiento promedio de 86 meses (gráfica 4). Se ha presentado falla de injerto en 2 casos de autotrasplante y en 6 casos de alotrasplante, dos de ellos al usar células de cordón umbilical, lo que significa el 4.8% de alogénicos y el 1.3% de autólogos. La mortalidad por el procedimiento (no relacionada con el padecimiento original) ha ocurrido en 13 autotrasplantes (9% de autólogos) y en 32 alotrasplantes (26% de alogénicos) lo que arroja una mortalidad global por el procedimiento de 17% sumando la ocurrida antes y después de los primeros 100 días. La EICH ha aparecido en 51 de 123 pacientes alotrasplantados (41%), en forma grave en 13 pacientes (11%) y ocasionado la muerte a 10 de ellos . Se ha presentado en 182 % ALOTRASPLANTES 100 . . . 80 N=125 SOBREVIDA LIBRE DE RECAÍDA . 60 40 . 20 20 40 60 80 100 120 Meses Gráfica 3. % 100 AUTOTRASPLANTES . 80 . . N=143 SOBREVIDA LIBRE DE RECAÍDA . 60 40 . 20 20 40 60 80 100 120 Meses Gráfica 4. forma aguda temprana , antes de los 100 días, en 37 casos (30%) y aguda tardía , después de 100 días, en 14 (11%); ha evolucionado a EICH crónica en 24 de ellos (47%). Del total de 268 trasplantes efectuados 174 corresponden a neoplasias linfoides, lo que significa el 65% de la totalidad de casos, prevaleciendo la leucemia linfoblástica aguda (124) seguida del linfoma no Hodgkin (30), mieloma múltiple (11) y enfermedad de Hodgkin (9). Los resultados en estas patologías varían sustancialmente dada la naturaleza peculiar de cada una de ellas. Así, se tienen vivos en RCC a 43% de los casos de LAL 45% de LNH , 55% de LH y 60% de MM . Estos resultados contrastan con los obtenidos en otras patologías: 80% en RCC trasplantados por anemia aplásica (16 pacientes), Revista de Hematología Volumen 11, núm. 4, octubre-diciembre 2010 El programa de trasplante hematopoyético del Hospital de Especialidades del IMSS de Puebla 63% con LAM (28 sujetos), 61% con LMC (11 casos). En estos resultados influye tanto la edad como el tipo de trasplante aplicado, autólogo o alogénico, así como el estado de la enfermedad al momento del trasplante. De esta manera, casi todos los casos de LH y LNH han recibido autólogo (muchos de ellos en primera remisión completa), al igual que alrededor de la mitad de leucemias agudas ; en contraste, y con obviedad, el total de los casos de AAS y LMC han sido alotrasplantados. DISCUSIÓN El programa de trasplante hematopoyético del IMSS de Puebla se diseñó para evolucionar de lo simple a lo complejo, en primera instancia para desarrollar experiencia en el equipo humano y en segunda para permitir viabilidad financiera. El proyecto de desarrollo establecido en 1994 contempló iniciar con autotrasplantes de médula ósea, más sencillos de realizar y menos costosos, acondicionados solo con quimioterapia para seguir después con alotrasplantes, células periféricas, irradiación corporal total y finalmente trasplantes no relacionados, de cordón umbilical y de compatibilidad parcial. De esta manera durante los dos primeros años efectuamos solamente autotrasplantes; después de 11 de ellos, en Noviembre de 1996 realizamos el primer trasplante alogénico; después de 26 trasplantes medulares hicimos el primero de células periféricas en 1998, y después de más de un centenar de casos, el primero de células de cordón umbilical en 2004. Recomendamos enfáticamente seguir esta estrategia de desarrollo en todo hospital que intente iniciar un programa de trasplante, pese a que la experiencia nacional ha transitado en el sentido opuesto: la mayoría de centros han iniciado con alotrasplantes para seguir después con autólogos (de lo complejo a lo simple) que resulta no solo poco estratégico sino muchas veces contraproducente. Nuestro hospital no cuenta con infraestructura ni personal para criopreservación por lo que la totalidad de autotrasplantes se han realizado refrigerando las células a trasplantar a 4º C durante períodos variables de 3 a 6 días. Nuestra experiencia con esta modalidad de conservación celular abarca más de un centenar de casos donde hemos corroborado la eficacia del método, su mínimo costo y la viabilidad suficiente de las células durante este lapso para garantizar el injerto funcional. Sin duda es un método simple que permite realizar autotrasplantes en hospitales carentes de tecnología avanzada, como el nuestro, por lo que se recomienda su aplicación, por lo menos hasta adquirir tecnología mejor, en países como México donde esta situación de precariedad tecnológica es la norma. El no contar con criopreservación no debe ser un obstáculo para efectuar autotrasplantes 4,5,6,7. Adicionalmente, en ningún caso hemos realizado purga “ex-vivo” de posibles células neoplásicas contaminantes dado que la experiencia global apunta a que esto no determina sustancialmente la recaída ni el éxito del procedimiento.8,9 En casi el 90% de nuestros casos hemos utilizado acondicionamientos mieloablativos pese a que resulta menos costoso, y en algunas situaciones igual de eficaz, realizar trasplantes con acondicionamientos de intensidad reducida. Esto se debe en primera instancia a que nuestro programa es mayoritariamente de autotrasplantes, donde el acondicionamiento de intensidad reducida prácticamente no tiene papel alguno, en segunda a que prevalece en nuestra casuística la LAL, neoplasia donde el fenómeno injerto contra neoplasia no es particularmente destacado y donde las dosis de radiación y quimioterapia son un factor determinante en el éxito del trasplante 10,11 y por último a que la experiencia global enseña que los trasplantes de intensidad reducida tienen indicación en casos específicos donde por edad, enfermedades concomitantes y padecimiento de fondo no es idóneo aplicar un procedimiento convencional. En México existe, no obstante, una tendencia a preconizar el uso de los trasplantes con acondicionamientos de intensidad reducida, independientemente del diagnóstico original. Nuestro grupo considera que existe un tipo específico de trasplante, acondicionamiento y fuente de células tallo idóneo para cada tipo específico de paciente en función de su padecimiento y características por lo que concibe como inadecuado el manejo en serie de los enfermos con una sola versión del procedimiento. Continúa siendo urgente y prioritario desarrollar programas de trasplante hematopoyético en el interior del país para permitir a un importante volumen de pacientes el acceso a un recurso terapéutico con probado potencial curativo. Revista de Hematología Volumen 11, núm. 4, octubre-diciembre 2010 183 Limón-Flores JA y col. BIBLIOGRAFÍA 1. 2. 3. 4. 5. 6. 184 Limón Flores JA, Gonzalez Pérez ME, Tolama RD. Jornadas de trasplante hematopoyético en el IMSS de Puebla. Resultados. Revista de Hematología 2004;5(Supl 1):S-11. Köppler H, Pflüger KH, Havemann K. Hematopoietic reconstitution after high dose chemotherapy and autologous nonfrozen bone marrow rescue. 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Objetivo: analizar la experiencia obtenida en un lapso de 28 años en los Laboratorios Clínicos de Puebla, con los estudios de laboratorio orientados a diagnosticar y a clasificar las porfirias hereditarias. Material y métodos: entre octubre de 1983 y septiembre de 2010 se diagnosticaron y clasificaron casos de porfiria hereditaria empleando los siguientes métodos: desaminasa del porfobilinógeno en sangre, acido delta-amino levulínico en orina, deshidratasa de ácido deltaamnolevulínico en sangre, porfobilinógeno en orina, uroporfirinas en orina, coproporfirinas en orina, porfirinas fecales y protoporfirina libre en eritrocitos. Resultados: se identificaron 147 casos de porfiria hereditaria empleando las pruebas antes descritas: n % Porfiria aguda intermitente Porfiria variegata Porfiria eritropoyética Coproporfiria Porfiria cutánea tarda Protoporfiria 59 40 36 25 22 15 17 12 8 5 5 3 147 Conclusiones: se trata de la serie más grande informada en el país de porfirias hereditarias. La distribución de las variedades no es diferente de la informada en otros sitios del mundo. Palabras clave: porfirias, Puebla, México. ABSTRACT Background: There is very little information about the hereditary porphyrias in México; only four papers by Mexican authors on the topic could be identified. Objective: To analyze the 28-year experience in the diagnosis and classification of hereditary porphyrias in a single institution in México (Laboratorios Clínicos de Puebla). Material and methods: Between October 1983 and September 2010, the diagnosis and classification of the hereditary porphyrias was done using the following assays: Blood porphobilinogen deaminase, urine delta aminolevulinic acid, blood delta aminolevulinic dehydratase, urine porphobilinogen, urine uroporphyrins, urine coproporphyrins, fecal porphyrins and red blood cell free protoporphyrins. Results: One hundred and forty seven cases of hereditary porphyrias were identified and classified: n % Acute intermitent porphyria 59 40 Variegate porphyria 36 25 Erythropoietic porphyria 22 15 Coproporphyria 17 12 Porphyria cutanea tarda 8 5 Protoporphyria 5 3 147 Conclusions: This is the largest series of patients with porphyria described in México; the distribution of the variants is not different of that informed from other places in the world. Key words: Porphyrias, Puebla, México. Revista de Hematología Volumen 11, núm. 4, octubre-diciembre 2010 185 Sánchez-Anzaldo FJ y col. H ereditary porphyrias are a group of metabolic disorders of the haem biosynthesis pathway, characterized by acute neurovisceral symptoms, skin lesions, or both. Every porphyria is caused by abnormal function of a separate enzymatic step, resulting in a specific accumulation of haem precursors. Acute porphyrias present with acute attacks, typically consisting of severe abdominal pain, nausea, constipation, confusion, and seizure, and can be life-threatening. Cutaneous porphyrias present with either acute painful photosensitivity or skin fragility and blisters. Infrequent recessive porphyrias usually manifest in early childhood with either severe cutaneous photosensitivity and chronic hemolysis or chronic neurological symptoms with or without photosensitivity. Diagnosis is essential to enable specific treatments to be started as soon as possible. Screening of families to identify carriers is crucial to decrease risk of overt disease of acute porphyrias through counselling about avoidance of potential precipitants. The experience in diagnosing, classifying and treating porphyrias in México is very limited, and only three papers have been published on the topic by Mexican physicians.2-4 We report here the 28-year experience in the diagnosis of porphyrias in Mexico of a single institution which is currently a national referral center for the diagnostic approach of these inherited disorders. MATERIAL AND METHODS Patients. All consecutive patients with an abnormal result in at least one of the porphyria tests (vide infra), obtained in Laboratorios Clínicos de Puebla (Clínica Ruiz, Puebla, México) between October 1983 and September 2010 were prospectively included in the study. * Laboratorios Clínicos de Puebla. Clínica Ruiz. Puebla, Pue., Mexico ** Centro de Hematología y Medicina Interna de Puebla. Clínica Ruiz. Puebla, Pue., Mexico Correspondencia: Dr. Guillermo J. Ruiz-Argüelles. Centro de Hematología y Medicina Interna de Puebla. 8B Sur 3710. 72530 Puebla, Pue., Mexico. Correo electrónico: gruiz1@clinicaruiz.com Este artículo debe citarse como: Sánchez-Anzaldo FJ, FernándezMacouzet M, Garza-de-la-Peña E, Ruiz-Argüelles GJ. Hereditary porphyrias: A prospective, 28-year, single institution experience. Rev Hematol Mex 2010;11(4):185-187. www.nietoeditores.com.mx 186 Laboratory studies. The table 1 summarizes the laboratory studies performed to both diagnose and classify the hereditary porphyrias in Laboratorios Clínicos de Puebla. Examination of urine for excess porphobilinogen is the essential first-line test for patients with a suspected attack of acute porphyria. Measurement of 5-aminolaevulinic acid is not essential to establish the diagnosis but can be helpful for differentiation of the disorder from other metabolic causes of abdominal pain, eg, lead poisoning or the rare 5-aminolaevulinic acid dehydratase porphyria. Urinary porphobilinogen and 5-aminolaevulinic acid are increased in all three acute hepatic porphyrias (acute intermittent porphyria, hereditary coproporphyria, and variegate porphyria) although the concentrations are higher and longer lasting in acute intermittent porphyria than in the other two types (hereditary coporphyria and variegate porphyria). Measurement of urinary porphyrins is unhelpful and specific coproporphyrinuria in many common disorders. With a recorded porphobilinogen overexcretion, treatment can be started immediately, with further laboratory investigations used to define the porphyria type in the proband. For diagnosis of the type of acute porphyria in the proband, plasma fluorescence emission spectroscopy is a first-line test because a peak at 624-628 nm establishes the diagnosis of variegate porphyria. However, it does not distinguish acute intermittent porphyria from hereditary coproporphyria, for which the emission peak at 620 nm is usually present for both types. Urinary porphyrin analysis alone is not sufficient for discrimination. Total fecal porphyrin concentration is increased in variegate porphyria, with Table 1. Laboratory tests conducted at Laboratorios Clínicos de Puebla to both diagnose and classify hereditary pophyrias Test Method Reference Blood porphobilinogen deaminase Urine delta aminolevulinic acid Blood delta aminolevulinic dehydratase Urine porphobilinogen Spectrophotometry 3 Spectrophotometry 5 Spectrophotometry 6 Spectrophotometry 5 Urine uroporphyrins Spectrophotometry 7 Urine coproporphyrins Spectrophotometry 7 Ultraviolet observation 7 Spectrophotometry 8 Fecal porphyrins Red blood cell free protoporphyrins Revista de Hematología Volumen 11, núm. 4, octubre-diciembre 2010 Hereditary porphyrias: A prospective, 28-year, single institution experience protoporphyrin concentrations (protoporphyrin IX) greater than those for coproporphyrin whereas it is usually normal in acute intermittent porphyria. Total fecal porphyrin concentration is raised in hereditary coproporphyrin as the main a ratio of isomer III to isomer I greater than 2. A 50% decrease of porphobilinogen-deaminase activity can positively identify acute intermittent porphyria patients.3 RESULTS A total of 147 patients with an hereditary form of porphyria were identified in this 28-year period; only one case of acquired porphyria in the setting of pancreatic carcinoma was identified. The table shows the distribution of these findings. It is clear hat the most frequent form of porphyria identified in this single-institution experience was acute intermitent porphyria, followed by variegate porphyria (see table 2). first-line tests can be used to establish the diagnosis in all symptomatic patients. Since our laboratory has become a national reference center for the diagnosis of these inborn errors of metabolism, the clinical information about the patients is not fully available. Samples are received in our facilities and results are provided to the referring physicians who engage into therapeutic activities which are not available to us. The distribution of the variant of the inherited porphyrias in México which we have identified is not significantly different than those described in other populations.1 These data indicate that hereditary porphyrias are not infrequent in México and that these diseases should be borne in mind in cases characterized by acute neurovisceral symptoms, skin lesions or both. Further studies about the distribution of these inborn errors of metabolism in our country are needed. REFERENCES Table 2. Classification of the 147 cases of hereditary porphyrias prospectively identified in Laboratorios Clínicos de Puebla along a 28-year period (n = number of cases) Porphyria Acute intermitent porphyria Variegate porphyria Erytrhropoietic porphyria Coproporphyria Porphyria cutanea tarda Protoporphyria n % 59 36 22 17 8 5 147 40 25 15 12 5 3 DISCUSSION Porphyrias are still underdiagnosed, but when they are suspected, and dependent on clinical presentation, simple 1. Puy H, Gouva L, Deybach JC. Porphyrias. Lancet 2010;375(9718):924-937. 2. Sánchez-Anzaldo FJ, Ruiz-Argüelles GJ, Ortiz López R. Erythropoietic protoporphyria. Description of the first case identified in Mexico. Sangre (Barc). 1987;32(2):236-242. 3. Vázquez-Prado J, Sánchez-Anzaldo FJ, Ruiz-Argüelles GJ, Marín-López E, Lobato-Mendizábal E. A modified spectrophotometric assay for porphobilinogen deaminase: its application in the detection of both carriers and patients with acute intermittent porphyria. J Inherit Metab Dis. 1995;18(1):66-71. 4. Jara-Prado A, Yescas P, Sánchez FJ, Ríos C, Garnica R, Alonso E. Prevalence of acute intermittent porphyria in a Mexican psychiatric population. Arch Med Res. 2000;31(4):404-8. 5. Talman EL. Standard methods of clinical chemistry. Maryland: Academic Press, 1958; pp: 137-146. 6. David Glick [editor]. Methods of biochemical analysis, volume 8. New York: Interscience Publishers, 1960; pp: 221-293. 7. Tietz NW. Química clínica moderna. 1.a ed. 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Experiencia de un centro hospitalario del Noreste de México Manuel Solano-Genesta, Luz del Carmen Tarin-Arzaga, Olga Graciela Cantú-Rodríguez, César Homero Gutiérrez-Aguirre, Ramón Alejandro Martínez-Hernández, Jorge Cuervo-Sierra, David Gómez-Almaguer RESUMEN Antecedentes: el trasplante de médula ósea históricamente se ha limitado a pacientes jóvenes sin comorbilidades, y no a pacientes mayores de 55 años debido a la mortalidad relacionada con el procedimiento con regímenes de acondicionamiento mieloablativos y la aparición de acondicionamientos de intensidad reducida. Al lograr disminuir esa morbilidad relacionada con los trasplantes ahora puede ofrecerse a pacientes de mayor edad, con buenos resultados en diversas patologías malignas o benignas. Objetivo: analizar en retrospectiva los resultados del régimen de acondicionamiento de intensidad reducida en pacientes de 55 años de edad o mayores. Material y método: estudio retrospectivo efectuado en pacientes de 55 años de edad, o más, que recibieron un trasplante alogénico con régimen de acondicionamiento de intensidad reducida en el servicio de Hematología del Hospital Universitario Dr. José Eleuterio González de la Universidad Autónoma de Nuevo León. Se analizan las variables más importantes. Resultados: se incluyeron 30 pacientes con mediana de edad de 59 años (55-71). La mediana de recuperación de neutrófilos y plaquetas fue de 15 días (11-41) y 13 (10-43), respectivamente. La mediana de seguimiento fue de 13 meses. La supervivencia global fue de 50% (15/30) con supervivencia libre de enfermedad global y con enfermedad avanzada de 36.6% (11/30) y 9% (1/11), respectivamente. El 43% de los pacientes (13/30) recayó y nueve fallecieron por esta causa. La mortalidad fue de 50% (15/30), con una mortalidad relacionada con el tratamiento (antes del día +100) de 16% (5/30). La enfermedad injerto contra huésped aguda apareció en 20% y la crónica en 16% de los pacientes. Conclusiones: en nuestro medio, el trasplante con acondicionamiento de intensidad reducida con el método mexicano de trasplante de médula ósea es una opción tangible con resultados satisfactorios. Palabras clave: trasplante alogénico de células tallo, acondicionamiento de intensidad reducida, edad avanzada, método mexicano, Hospital Universitario Dr. José Eleuterio González. ABSTRACT Background: Historically allogeneic stem cell transplantation has been limited to young patients due to the morbid-mortality associated to myeloablative conditioning. In recent years elderly patients have become eligible to reduced intensity conditioning allogeneic bone marrow transplantation. Material and methods: The present report summarizes our experience in a cohort of 30 elderly patients (age 55-71, median 59 years) with hematologic malignancies as well as bone marrow failure, treated with reduced intensity conditioning allogeneic stem cell transplantation: “The Mexican method”. Results: The median neutrophil and platelets recovery was 15 and 13 days respectively. Overall Survival (OS) was 50% with Relapse Free Survival (RFS) of 36.6% and the advance disease group had a RFS of only 9%. Relapse was observed in 43%. Conclusions: Transplant related mortality was 16% and aGVHD presented in 20% of patients and cGVHD in 16%. RIC allogeneic stem cell transplantation can be safely applied in elderly patients and may become an important tool of treatment without age limit. Key words: Allogeneic stem cell transplantation, reduced intensity conditioning, elderly Mexican method, Hospital Universitario Dr. José Eleuterio González. Servicio de Hematología, Hospital Universitario de Monterrey, México. Recibido: septiembre, 2010. Aceptado: octubre, 2010. Este artículo debe citarse como: Solano-Genesta M, Tarin-Arzaga L, Cantú-Rodríguez OG, Gutiérrez-Aguirre CH, Martínez-Hernández 188 R, Cuervo-Sierra J, Gómez-Almaguer D. Trasplante alogénico de células tallo con acondicionamiento de intensidad reducida en pacientes de edad avanzada, el método mexicano. Experiencia de un centro hospitalario del Noreste de México. Rev Hematol Mex 2010;11(4):188-192. www.nietoeditores.com.mx Revista de Hematología Volumen 11, núm. 4, octubre-diciembre 2010 Trasplante alogénico de células tallo con acondicionamiento de intensidad reducida en pacientes de edad avanzada E l trasplante de médula ósea, históricamente, se ha limitado a pacientes jóvenes (menores de 55 años de edad) sin comorbilidades, y no a mayores debido a la mortalidad relacionada con el trasplante, especialmente cuando se emplean regímenes de acondicionamiento mieloablativos que generan una toxicidad importante y mayor posibilidad de enfermedad injerto contra huésped.1,2 En los últimos años, los regímenes de acondicionamiento de intensidad reducida han mostrado respuestas prácticamente similares a los mieloablativos en pacientes mayores y menores de 55 años. Su utilización se ha extendido debido al perfil de toxicidad menor, como de mortalidad relacionada con el trasplante. En la actualidad ha quedado desechada la edad del paciente como contraindicación para un trasplante alogénico. Esto ha incrementado el número de trasplantes realizados a pacientes de este grupo etario. Esta opción terapéutica se ofrecía, sobre todo, a pacientes con trastornos hematológicos de características malignas en segunda remisión, o resistentes al tratamiento con quimioterapia, como la leucemia mieloide aguda y la leucemia linfoide aguda.3-7 En la actualidad, se ha extendido al tratamiento de pacientes con síndromes de falla medular, leucemia mieloide crónica LGC y linfomas Hodgkin y no Hodgkin, entre otros. Al igual que otros grupos, hemos logrado aumentar la supervivencia de los pacientes de este grupo etario, que antes no contaban con opciones de tratamiento curativas y eran sometidos a cuidados de tipo paliativo. En este estudio se analizan retrospectivamente los resultados del régimen de acondicionamiento de intensidad reducida en pacientes de 55 años de edad o mayores. MATERIAL Y MÉTODO Estudio retrospectivo efectuado mediante el análisis de los registros de pacientes de 55 años de edad o mayores, estudiados y tratados en el servicio de Hematología del Hospital Universitario Dr. José E. González de la Universidad Autónoma de Nuevo León, a quienes se realizó un trasplante de médula ósea de tipo alogénico de donador relacionado compatible. Se utilizó un régimen de acondicionamiento de intensidad reducida, que consiste en: ciclofosfamida 350 mg/m2 días -6 a -4, fludarabina oral 40 mg/m2 días -6 a -4 y busulfan 4 mg/kg días -3 a -2. El esquema de profilaxis para enfermedad injerto contra huésped fue con ciclosporina desde el día -1, monitorizando y manteniendo niveles entre 200-300 ng/mL. Su disminución comenzó a los seis meses en los pacientes sin enfermedad injerto contra huésped y se agregó metotrexato a la dosis de 5 mg/m2, los días +1,+3 y +6. Se revisaron: la edad, sexo del donador y receptor, cantidad de células CD34 X106/ kg de peso del receptor infundidas y el diagnóstico que llevó al paciente a trasplante. La movilización de células tallo en los donadores se realizó con factor estimulante de colonias de granulocitos (FEC-G) a una dosis de 10 μg/ kg/día por vía subcutánea y se recolectaron de la sangre periférica al quinto día.8,9,10 RESULTADOS Las características demográficas de los pacientes, al momento del trasplante, se muestran en el Cuadro 1. Se analizaron 30 pacientes con una mediana de edad de 59 años (55-71). La mediana de células CD 34+X106 infundidas fue de 5.1 x 106 /kg. Los diagnósticos de los pacientes se desglosan en el Cuadro 1. El seguimiento se expresó en meses, desde el día del trasplante hasta la fecha en que el paciente se valoró por última vez o falleció. Los límites del seguimiento fueron 1 y 81 meses, con mediana de 13. Se evaluó el tiempo hasta la recuperación de neutrófilos y se obtuvo una mediana de 15 días (11-41) y de plaquetas de 13 (10-43). El 100% de los pacientes a quienes se realizó quimerismo posterior al día +30, habían quimerizado, con una mediana de 95% (40-100%). Se presentaron como sigue: seis pacientes tenían 100%, ocho 90 a 99% y los cinco restantes: 87, 81, 60, 50 y 40%, en el resto de los pacientes no se tomó, por diversas razones. La supervivencia global fue de 50% (15/30), con supervivencia libre de enfermedad de 36.6% (11/30). El 43.3% de los pacientes (13/30) recayó y eso fue la causa de muerte en nueve de ellos. La mortalidad global fue de 50% (15/30) (Figura 1). La mortalidad relacionada con el tratamiento (antes del día +100) fue de 16% (5/30) debida a: enfermedad injerto contra huésped (2), trombosis mesentérica (1), sepsis (1). Como causa principal de mortalidad no relacionada con el trasplante está la recaída, con 90% (9/10), que representa 60% de la mortalidad global. Un paciente falleció en remisión por influenza A H1N1. Revista de Hematología Volumen 11, núm. 4, octubre-diciembre 2010 189 Solano-Genesta M y col. Cuadro 1. Características de los pacientes incluidos Núm. de paciente Edad/sexo Diagnóstico Estatus Seguimiento (meses) EICH a/c * 1† 2 3 4 5 6† 7† 8 9 10 † 11 † 12 13 14 15 16 17 † 18 † 19 20 † 21 22 23 24 25 26 † 27 28 29 † 30 † 56/M 57/F 65/F 71/M 57/M 59/F 60/F 57/M 56/M 59/F 55/M 56/M 64/F 64/F 57/F 58/M 67/M 59/M 62/M 55/F 56/F 65/F 61/F 61/M 67/M 71/M 55/F 57/M 58/M 65/F LMA LGC AA LGC LGC MM MM SMD LNH LNH LLA LNH SMD LGC LNH AA MM MM AA LNH AA LNH AA AA MF LLA AA SMD LMA LMA Defunción ‡ Defunción Vivo recaída Vivo remisión Defunción ‡ Vivo recaída Vivo recaída Defunción Vivo remisión Defunción ‡ Vivo recaída Vivo remisión Defunción ‡ Vivo remisión Vivo remisión Defunción Defunción ‡ Vivo remisión Defunción ‡ Defunción Vivo remisión Vivo remisión Vivo remisión Vivo remisión Vivo remisión Defunción ‡ Defunción Defunción Defunción ‡ Defunción ‡ 6 3 10 79 25 70 15 1 1 35 8 53 11 49 48 4 33 40 10 1 15 11 3 50 34 17 81 3 5 6 TD (II)/TD, H (III)/-/-/-/-/-/-/-/Piel (I)/-/-/Piel, MO (II) -/-/H (I)/MO (I) TD (IV)/-/-/Pulmón (III) -/-/-/H (I) -/TD (II) -/-/TD(III)/-/-/H(IV) TD y Piel(IV)/-/-/- * TD: tubo digestivo, H: hígado, MO: mucosa oral. ‡ Recaída como causa de muerte. † Enfermedad avanzada. Once pacientes (36.6%) (Cuadro 1) tenían enfermedad avanzada al momento del trasplante. En este grupo la supervivencia global fue de 36%, con supervivencia libre de enfermedad de 9%. La recaída fue la principal causa de muerte (55%; 6/11). En contraste, los pacientes que recibieron el trasplante más temprano tuvieron una supervivencia global de 58% y supervivencia libre de enfermedad de 52% (Figura 2). La enfermedad injerto contra huésped aguda apareció en siete pacientes (23%). La enfermedad injerto contra huésped crónica se observó en cinco pacientes (16%), de 190 estos últimos, ninguno tuvo el antecedente de haber tenido enfermedad injerto contra huésped aguda. (Cuadro 1) DISCUSIÓN En este estudio retrospectivo de una sola institución se muestran los resultados de pacientes mayores de 55 años de edad tratados con trasplante de regímenes de acondicionamiento de intensidad reducida y que anteriormente no se consideraron para esta modalidad terapéutica, por el temor a la morbilidad y mortalidad elevadas relacionadas Revista de Hematología Volumen 11, núm. 4, octubre-diciembre 2010 Trasplante alogénico de células tallo con acondicionamiento de intensidad reducida en pacientes de edad avanzada 1.0 0.8 0.6 0.4 0.2 Todos los pacientes 0.0 0 20 40 60 80 100 Tiempo en meses Figura 1. Supervivencia global 1.0 Estatus No avanzada Avanzada P = .357 0.8 0.6 0.4 0.2 0.0 0 20 40 60 80 100 Tiempo en meses Figura 2. Supervivencia por estatus de la enfermedad al momento del trasplante con el trasplante. En la actualidad, algunos pacientes en buenas condiciones generales son altamente susceptibles de recibir esta opción terapéutica con resultados favorables. Uno de nuestros casos exitosos tenía 71 años de edad al momento del trasplante. Si bien en este grupo de pacientes la principal dificultad radica en conseguir un hermano sano y en capacidad y edad de ser donador, hecho que no está del todo definido. Este grupo de pacientes mayores de 55 años corresponde al 15% de los casos de trasplantes alogénicos realizados en nuestra institución. Los resultados aquí descritos son equiparables con los reportados en la bibliografía, con esquemas de acondicionamiento no mieloablativos, con seguimiento y casuística similares. Los pacientes con enfermedad avanzada representaban alrededor de 50 a 70% de los casos en estos grupos. 3,5 Los resultados en relación con el tiempo de injerto y quimerismo encontrados fueron en el mismo rango de lo observado en diferentes reportes.4,5,7 Los pacientes incluidos en este estudio tenían un riesgo elevado de supervivencia corta debido a las características propias de los padecimientos por los que fueron trasplantados. Diversos grupos han analizado de forma particular al grupo de pacientes con supervivencia global y supervivencia libre de enfermedad en límites de 39 a 55% y 35 a 53%, respectivamente.3-7 Estos datos se comparan favorablemente con los propios. Al comparar los grupos de enfermedad avanzada con los de enfermedad quimiosensible o malignidad no tratada, Shimoni A y sus colaboradores 4 obtuvieron una supervivencia global de 16 y 61%, respectivamente. En nuestro estudio fue de 36 y 58%, respectivamente. Las recaídas comprendieron una parte importante de la falla al tratamiento, al observarse en 43.3% de los casos y que representaron 60% de la mortalidad global en nuestro estudio, similar al 54.6% reportado por Koreth J y su grupo.6 La mortalidad relacionada con el trasplante, reportada por diversos autores, varía de 6 a 33%.3,7 Nuestro análisis demuestra la evidencia alentadora en favor del trasplante con regímenes de acondicionamiento de intensidad reducida en nuestro medio, con el método mexicano, con resultados semejantes a los obtenidos en otros centros hospitalarios (en las variables de supervivencia global, supervivencia libre de enfermedad, mortalidad relacionada con el trasplante, recaídas e intensidad de la enfermedad injerto contra huésped) que ofrecen esta opción terapéutica. De cualquier manera, es importante insistir que la supervivencia libre de enfermedad en pacientes en etapas avanzadas, en nuestro estudio, fue solo de 9%, por lo que es necesario insistir en que los pacientes referidos tempranamente tienen mayores probabilidades de beneficiarse a largo plazo con este tratamiento, tal como ha sido observado en este estudio. Revista de Hematología Volumen 11, núm. 4, octubre-diciembre 2010 191 Solano-Genesta M y col. REFERENCIAS 1. Alyea EP, Kim HT, Ho V, Cutler C, et al. Comparative outcome of nonmyeloablative and myeloablative allogenic hematopoietic cell transplantation for patients older than 50 years of age. Blood 2005;105:1810-1814. 2. Sorror ML, Maris MB, Storb R, Baron F, et al. Hematopoietic cell transplantation (HCT) specific comorbidity index: a new tool for risk assessment before allogenic HCT. Blood 2005;106:2912-2919. 3. Falda M, Busca A, Baldi I, Mordini N, et al. 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Revista de Hematología Volumen 11, núm. 4, octubre-diciembre 2010 Hematología 2010;11(4):193-198 Artículo de revisión Avances en la regulación de la proliferación y diferenciación de células hematopoyéticas, tanto normales como leucémicas, por la caseína y sus componentes Edelmiro Santiago-Osorio,* Edgar Ledesma-Martínez,** Benny Weiss-Steider,* Laura Muñoz-Galindo,* Vanihamín Domínguez-Meléndez,*,** Itzen Aguiñiga-Sánchez,* Yolanda Córdova-Galaviz,* Leticia MorenoFierros,‡ Reynaldo Tiburcio-Félix* RESUMEN Se sabe que la hematopoyesis es regulada por diversas citocinas endógenas; sin embargo, recientemente se ha encontrado que otras moléculas exógenas pueden coparticipar en dicha actividad. En este trabajo se analizan los avances del conocimiento de la regulación de la proliferación y diferenciación por la caseína en líneas celulares mieloides tanto normales como leucémicas y en células mononucleadas de médula ósea normal de ratón. Presentamos datos que indican que la caseína, sus subunidades y algunos de los péptidos bioactivos que la constituyen, tienen la propiedad de inhibir la proliferación de líneas de células leucémicas in vitro, así como de inducir su diferenciación. La caseína, por otro lado, favorece la proliferación de células hematopoyéticas normales tanto in vitro como in vivo; su administración promueve, incluso, la sobrevivencia en modelos de leucemia en ratón. Palabras clave: Regulación de la hematopoyesis, caseína, biopéptidos, líneas leucémicas, sobrevida en un modelo de leucemia en ratón. ABSTRACT It is known that hematopoiesis is regulated by endogenous cytokines, however it has been recently found that other exogenous molecules can co-participate in this activity. This paper reviews the advances in the knowledge of the mechanisms involved in the regulation of the proliferation and differentiation of myeloid leukaemia cell lines and of normal mice mononuclear bone marrow cells by casein. We present evidence that casein, its subunits, as well as some of the bioactive peptides that it contains have the property of inhibiting the proliferation and to induce differentiation of leukemic cell lines in vitro. On the other hand, casein induces proliferation of normal hematopoietic cells in vitro and in vivo, and its administration promotes survival in a model of leukaemia in mice. Key words: Regulation of hematopoiesis, casein, biopeptides, leukemic cell lines, survival in a model of leukaemia in mice * Laboratorio de Hematopoyesis y Leucemia, UIDCC, FESZaragoza, UNAM. ** Becario CONACYT. ‡ Laboratorio de Inmunidad en Mucosas, UBIMED, FES Iztacala, UNAM. Correspondencia. Benny Weiss-Steider, Laboratorio de Hematopoyesis y Leucemia, UIDCC, FES-Zaragoza, UNAM. Batalla 5 de Mayo S/N, esq. Fuerte de Loreto. Ejercito de Oriente, 09230 Iztapalapa, Distrito Federal, México. Recibido: julio, 2010. Aceptado: septiembre, 2010. Este artículo debe citarse como: Santiago-Osorio E, LedesmaMartínez E, Weiss-Steider B, Muñoz-Galindo L y cols. Avances en la regulación de la proliferación y diferenciación de células hematopoyéticas, tanto normales como leucémicas, por la caseína y sus componentes. Rev Hematol Mex 2010;11(4):193-198. www.nietoeditores.com.mx E n condiciones normales la hematopoyesis es controlada por diversas citocinas,1-3 sin embargo, existen biomoléculas de origen y naturaleza distinta a éstas que también pueden llegar a modular la proliferación y diferenciación de células hematopoyéticas. Un ejemplo es el ácido retinoico (ATRA), que sin ser una citocina induce la diferenciación de blastos, tanto normales como leucémicos, a células del linaje granulocítico,4,5 propiedad que hoy se emplea con gran éxito en la terapia contra la leucemia promielocítica aguda.4 En varias publicaciones se ha sugerido que la caseína, o que algunos de sus componentes, producto de su digestión enzimática, pudiera también ser una biomolécula reguladora de la Revista de Hematología Volumen 11, núm. 4, octubre-diciembre 2010 193 Santiago-Osorio E y col. hematopoyesis más allá del aporte de aminoácidos para la dieta humana.6,7 En este sentido llama la atención que recientemente se ha publicado que infantes que fueron amamantados presentaron una baja significativa en la frecuencia de desarrollo de leucemia en comparación con aquellos que no lo fueron,8 lo cual hace pensar que a través de la leche materna se transmiten algunos factores que pudieran prevenir el desarrollo de esta enfermedad.9 A este respecto mencionaremos que se ha encontrado que las subunidades alfa, beta y kappa-caseína, constituyentes de la caseína, contienen un número importante de péptidos bioactivos. Entre éstos se encuentran las casomorfinas y las casoxinas.10-14 Por ejemplo, para la casoxina C, que es un decapéptido fragmento 25-34 liberado en la digestión enzimática de la kappa caseína y con actividad antagonista opioide, existen receptores en las células mieloides, tanto normales como de origen leucémico;14,15 además de que puede participar activamente en procesos inflamatorios, hasta se le ha considerado un homólogo del componente “a” del complemento C3 (C3a).16 Como también se ha encontrado que las células mieloides presentan receptores para las caseínas y para algunos otros péptidos bioactivos provenientes de éstas17 consideramos probable que este grupo de moléculas y péptidos puedan incidir en la regulación de la proliferación y diferenciación de células hematopoyéticas normales, así como también en aquellas de origen leucémico; por tanto, podrían tener alguna aplicación terapéutica. En este trabajo se revisa el efecto de la caseína y de algunos de sus componentes en la modulación de la proliferación y diferenciación, in vitro, de células hematopoyéticas, tanto normales como de origen leucémico; así como su papel en la sobrevida de ratones en un modelo de leucemia en ratón. La caseína, sus subunidades y péptidos bioactivos modulan la proliferación y diferenciación de líneas celulares y de células normales hematopoyéticas de ratón in vitro La caseína es la principal proteína de la leche integrada por 3 subunidades; alfa, beta y kappa-caseína. Además, tiene en su forma de sal (caseinato de sodio: CasNa) una importante aplicación en la industria alimentaria.18,19 Desde hace algunos años se tiene evidencia de que componentes de esta molécula (la beta-caseína) activan la producción de radicales libres en granulocitos e inducen la proliferación 194 de linfocitos de carnero in vitro10 y también de linfocitos T de pacientes con diabetes tipo 1 y 2.11 Estudios de nuestro laboratorio permiten mostrar que la caseína, en su presentación como CasNa, acelera la diferenciación de neutrófilos en banda hacia polimorfonucleares,20 además de reducir la proliferación e inducir la diferenciación hacia el linaje monocito-macrófago en la línea de células hematopoyéticas 32D en presencia de IL-3.21 Posteriormente encontramos que el efecto inhibitorio no estaba restringido solamente a una línea celular dependiente de factores de crecimiento, sino que también bloqueaba la proliferación, en forma dosis dependiente, de líneas leucémicas de ratón como WEHI-3, J774 y P388.22 Con la finalidad de determinar la subunidad de la caseína responsable de la inhibición de la proliferación e inducción de diferenciación de la línea leucémica WEHI 3 se cultivaron éstas en presencia de alfa, beta y kappacaseína. Encontramos que la principal molécula inhibidora era la kappa caseína aunque, por otro lado, con un potencial de inducción a la diferenciación similar a la mostrada por alfa y beta-caseína.22 Se ha publicado que las caseínas liberan diversos péptidos biológicamente activos como producto de su degradación enzimática y funcionan como hematomoduladores, antitrombóticos, antitumorales, antimicrobiales, inmunomoduladores, agonistas y antagonistas opioides.12,13,23-26 Algunos péptidos derivados de la kappa caseína han sido ampliamente estudiados, como la casoxina C, un decapéptido fragmento 25-34, antagonista opioide que también ha mostrado ser un compuesto con importantes funciones hematopoyéticas. Además, este péptido presenta cierta homología con el componente C3a de la cadena del complemento, por lo que se le ha asociado con actividades biológicas análogas.16 Con la finalidad de explorar si las casoxinas podrían regular la proliferación y diferenciación de células mieloides leucémicas se evaluó si la casoxina A y la casoxina C presentaban algún efecto antiproliferativo en la línea WEHI-3. Encontramos que sólo la casoxina C presentó un efecto inhibitorio significativo de su proliferación (Figura 1) mientras que, por otro lado, ambas casoxinas indujeron la diferenciación hacia el linaje granulocítico pero en menor proporción que la molécula de caseína completa (Figura 2). Estos resultados sugieren que no todos los péptidos tienen el mismo efecto biológico y que además pudieran existir efectos complementarios de Revista de Hematología Volumen 11, núm. 4, octubre-diciembre 2010 Regulación hematopoyética por caseína y sus componentes Figura 1. Porcentaje de proliferación de la línea de leucemia mielomonocítica de ratón WEHI-3 en presencia de péptidos de kappa caseína fragmentos 25-34 (casoxina c) y 58-62 (casoxina a). varios de éstos que, en forma conjunta, pudieran inducir el efecto observado con la molécula completa. Es interesante mencionar que se han identificado varios de estos péptidos productos de la digestión de la caseína que cruzan hacia el torrente sanguíneo.27 Esta diversidad de propiedades de biopéptidos encontradas en una línea mieloide se conservan incluso cuando se emplean las subunidades completas de caseína ya que, por ejemplo, encontramos que aunque la alfa y beta caseína inducen la diferenciación hacia el linaje monocítico-macrofágico en células 32D, sólo la alfa caseína presentó la capacidad de inducir la expresión de la proteína M-CSF en estas células.22 Sorprendentemente encontramos también que la caseína, en comparación con sus unidades constituyentes, ejerce una actividad biológica más completa, ya que además de inhibir la proliferación de líneas celulares e inducir su diferenciación, también fue la única con capacidad de promover la expresión de receptores de M-CSF e inducir la secreción de niveles más altos de este factor de crecimiento.22 Lo anterior sugiere que la caseína puede ejercer un importante efecto biológico en células hematopoyéticas, ya sea como molécula completa o a través de sus subunidades, o por los péptidos bioactivos que contiene. Por otro lado nuestro grupo ha encontrado recientemente que la caseína, además de inhibir la proliferación de manera sostenida hasta las 120 horas de cultivo en las líneas WEHI-3, J774 y 32D, disminuye también de manera significativa la viabilidad celular (Figura 3), lo cual indica que la caseína es citostática y citotóxica para estas líneas celulares. Es de llamar la atención que en las mismas condiciones de cultivo, pero empleando células mononucleadas de médula ósea normal de ratón en presencia de IL-3, encontramos que esta molécula no las inhibe sino que, por el contrario, induce Figura 2. Tinción citoquímica en la línea de leucemia mielomonocítica de ratón WEHI-3 (400X). Tinción con cloroacetato esterasa específica para el linaje granulocítico en presencia de péptidos de kappa caseína fragmentos 25-34 (casoxina c) y 58-62 (casoxina a) y caseína, empleando como control células de médula ósea de ratón. ↑ granulocito. Revista de Hematología Volumen 11, núm. 4, octubre-diciembre 2010 195 Santiago-Osorio E y col. su proliferación al aumentar el número de células vivas en más de 80% respecto al cultivo con sólo IL-3 (Figura 3). Creemos interesante este hallazgo en donde, por un lado, la caseína resulta ser citotóxica para las células leucémicas y, por el otro, es promotora de la proliferación mieloide normal; consideramos pertinente continuar con el estudio de la caseína y de la posible existencia de péptidos con actividad biológica contenidos en ésta (además de los descritos actualmente) que pudieran tener un efecto en la hematopoyesis y su posible aplicación terapéutica. promueve también un incremento en la incorporación de BrdU, detectada por citometría de flujo, en las células mononucleadas de médula ósea, lo cual es un indicativo de proliferación mieloide (Figura 4). Figura 4. Proliferación mieloide evaluada por incorporación de BrdU, en células mononucleadas de médula ósea provenientes de ratones sin tratamiento (control) o tratados con vehículo o caseína. Figura 3. Porcentaje de células vivas, después de 120 h de cultivo en ausencia (vehículo) o presencia de caseína, de diferentes líneas celulares mieloides normal (32D) y leucémicas (WEHI-3, J774) y células mononucleadas de médula ósea normal de ratón con IL-3 (CMN). La administración de caseína promueve la hematopoyesis normal in vivo Los estudios del efecto de la caseína en la hematopoyesis in vivo son limitados. Por ejemplo, se ha mostrado que la inyección intraperitoneal de CasNa, además de inducir quimiotaxis de granulocitos y monocitos, 28,29 favorece la acumulación de células progenitoras mieloides en la médula ósea de ratón,30 indispensable en el desarrollo del sistema inmunitario de mucosas de ratones neonatos;31 además, se sabe que su eliminación en la dieta reduce la producción de leucocitos, mientras que su adición elimina la mielosupresión.6 En este sentido, se conoce que una dieta privada de proteínas y sólo suplementada con caseína muestra un nivel normal de células hematopoyéticas.32 Por otro lado, también se ha mostrado que a pesar de la presencia de aminoácidos la eliminación de caseína de la dieta conduce a una producción deficiente de eritropoyetina (EPO) y, en consecuencia, a una reducción en la eritropoyesis.6 En este sentido, nuestro grupo encontró que la inyección intraperitoneal de caseína a ratones BALB/c 196 La administración de caseína incrementa significativamente la sobrevivencia de ratones inyectados intraperitonealmente con células leucémicas WEHI-3 Dentro de los modelos de leucemia in vivo empleados en la actualidad la inoculación intraperitoneal de la línea celular WEHI-3 a ratones BALB/c está bien establecida y de hecho es considerada como un buen sistema para el estudio de compuestos con posible acción antileucémica, como lo ya publicado para ATRA, aclacinomicina A, IL- 6, G-CSF y vitamina D3.33-38 Bajo nuestras condiciones experimentales, observamos que, de manera reproducible, podíamos utilizar a las células WEHI-3 para inducir en el ratón BALB/c esplenomegalia, hepatomegalia, además del desarrollo de tumores sólidos semejante a lo ya publicado39-42 y que de manera invariable conducían a la muerte. Con base en lo anterior, y para evaluar el posible papel de la caseína en la sobrevida de estos ratones, inoculamos intraperitonealmente células leucémicas WEHI-3 en ratones BALB/c y posteriormente administramos, por la misma vía, ya sea caseína, lipopolisacárido (LPS) como control proinflamatorio, sólo vehículo (PBS) como control positivo de formación de tumores o sólo caseína sin células leucémicas como control negativo, después de lo cual evaluamos la inducción de tumores sólidos y la sobrevida de los animales. Revista de Hematología Volumen 11, núm. 4, octubre-diciembre 2010 Regulación hematopoyética por caseína y sus componentes Los resultados muestran que únicamente el tratamiento con caseína evita la muerte de más de 30% de ratones (n=15) inoculados con células WEHI-3, sin evidencia de formación de tumores en los ratones sobrevivientes hasta por 4 meses de seguimiento (Figura 5). En contraste, todos aquellos inoculados con el mismo número de células leucémicas y que recibieron tratamiento con sólo LPS o PBS, desarrollaron tumores y fallecieron a los 2 meses. Los ratones que fueron solamente inoculados con caseína presentaron una sobrevida de 100%. tones inoculados con dosis letales de células leucémicas promueve la supervivencia en comparación con los ratones control, característica que la perfila como una molécula con posible aplicación en neoplasias hematológicas, sin olvidar el estudio de los componentes bioactivos que contiene. Agradecimientos Se agradece al Sr. Javier Rivera Rosales por su asistencia técnica. La realización de este trabajo fue apoyado en parte por PAPIIT (IN217407, IN225610), UNAM y CONACYT (104025, 104232). REFERENCIAS Figura 5. Porcentaje de sobrevivencia de ratones BALB/c inoculados con una dosis letal de células WEHI-3 (2.5 x 105 células) y además tratados con vehículo (PBS), lipopolisacarido (LPS) o caseína. El hecho de que la caseína haya favorecido la supervivencia de ratones inoculados con células leucémicas abre la posibilidad de considerar a esta molécula como candidato terapéutico. Además, sería interesante estudiar aquellos componentes que pudieran ser los responsables de dicha actividad y conocer si existe algún péptido capaz de cruzar hacia el torrente sanguíneo para su posible aplicación tanto profiláctica como terapéutica en leucemias. CONCLUSIONES La caseína, la principal proteína de la leche, sus subunidades, así como algunos de los biopéptidos que la constituyen inhiben la proliferación de líneas de células leucémicas de ratón in vitro y, en las mismas condiciones, la caseína induce la proliferación de células de médula ósea normal. La administración de caseína in vivo promueve la proliferación de células de médula ósea y, por lo tanto, promueve la hematopoyesis medular. Además, su inyección en ra- 1. Socolovsky M, Constantinescu SN, Bergelson S, Sirotkin A, Lodish H. 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Anticancer Res 2006;26:219-225. Revista de Hematología Volumen 11, núm. 4, octubre-diciembre 2010 Hematología 2010;11(4):199-207 Artículo de revisión Identificación de cadenas ligeras libres en suero y su aplicación en las gammapatías monoclonales Nuno Miguel Barbosa-de-Carvalho,* María Luisa Morais-Sarmento-Campos* RESUMEN Las gammapatías monoclonales engloban un amplio espectro de diferentes entidades en las cuales el pilar del diagnostico y de su seguimiento es la identificación y caracterización de la proteína monoclonal, producida por un clon anormal de células plasmáticas. El aumento de los niveles de las cadenas ligeras de inmunoglobulina es un evento frecuente en estos pacientes. Recientemente, la introducción de un nuevo inmunoensayo sérico para la determinación de las cadenas ligeras libres kappa y lambda ha proporcionado una nueva herramienta para el cribado, diagnostico, pronóstico y seguimiento del mieloma múltiple y otras discrasias de células plasmáticas. En el presente documento revisamos la biología de la producción de las cadenas ligeras y su metabolismo, los diferentes ensayos para la determinación de las mismas, así como el inmunoensayo de las cadenas ligeras libres en suero y su aplicación. Al día de hoy, se recomienda su utilización en todas las gammapatías monoclonales en el momento del cribado, diagnóstico y pronóstico, siendo además su uso obligatorio en la monitorización de entidades como el mieloma múltiple no secretor/oligoescretor y la amiloidosis primaria y en todos los pacientes para definir el concepto de respuesta completa estricta. Palabras clave: cadenas ligeras libres, gammapatías monoclonales, mieloma múltiple, amiloidosis. ABSTRACT Monoclonal gammopathies are comprised of wide range of different identities in which the diagnostic backbone is the detection and characterization of a monoclonal protein produced by an abnormal plasma cell. Altered immunoglobulin free light chains are frequent in these patients and, recently, the introduction of a new assay for the quantification of serum free light chains kappa and lambda has proven to be an important tool for the screening, diagnostic, prognostic and follow-up of multiple myeloma and other plasma cells dyscrasias. In the present document we review the biology of the light chains production and renal metabolism, the different techniques available for the measurement of light chains, and finally the serum free light chains immunoassay and its applications. Nowadays, it is recommended in all monoclonal gammopathies in the screening, diagnostic and prognostic, and its use is also mandatory in the monitoring of entities as Non-secretory multiple myeloma and AL amyloidosis, and in all patients who achieved a complete response in order to evaluate strict complete response. Key words: Free light chains, monoclonal gammopathies, multiple myeloma, amyloidosis. E l desarrollo de un nuevo ensayo para la determinación de cadenas ligeras libres de inmunoglobulina en suero (sCLL) ha cambiado el abordaje del cribado, diagnóstico, pronóstico y seguimiento de las gammapatías monoclonales (GM). Las GM engloban un * The Binding Site, España Correspondencia: N.M. Barbosa de Carvalho, N.M. The Binding Site, España, Calles Balmes, 243, 4.º 3.º, 08006, Barcelona, España. Correo electrónico: nuno.barbosa@bindingsite.es Recibido: agosto, 2010. Aceptado: septiembre, 2010. Este artículo debe citarse como: Barbosa-de-Carvalho NM, MoraisSarmento-Campos ML. Identificación de cadenas ligeras libres en suero y su aplicación en las gammapatías monoclonales. Rev Hematol Mex 2010;11(4):199-207. www.nietoeditores.com.mx largo espectro de diferentes entidades que van desde las asintomáticas: gammapatía monoclonal de significado incierto (GMSI) y mieloma múltiple quiescente (SMM), pasando por el potencialmente curable plasmocitoma solitario, la macroglobulinemia de Waldenstrom (MW), hasta las más agresivas como el mieloma múltiple (MM) y la amiloidosis primaria (AL) (Figura 1). Una GM se define como un trastorno linfoproliferativo de las células plasmáticas (linfocito B), caracterizado por la producción de una proteína monoclonal (PM). La PM producida por este clon anormal de células plasmáticas puede estar presente en forma de inmunoglobulina completa, normalmente asociada a una cadena ligera kappa (κ) o lambda (λ), en forma de cadenas ligeras (CLs) aisladas o, en casos raros, en forma de cadena pesada asociada o no con la producción de CLs. Las inmunoglobulinas compar- Revista de Hematología Volumen 11, núm. 4, octubre-diciembre 2010 199 Barbosa-de-Carvalho NM y Morais-Sarmento-Campos ML Macroglobulinemia de Waldenström 2% Otros 1% Plasmocitoma 9% Enf. linfoproliferativas 3% Amiloidosis primaria 9% MM Quiescente 3% Mieloma múltiple 18% Enf. depósito cadenas ligeras 1% de laboratorio, siendo las más comunes: la electroforesis de proteínas (PE)1 en suero (SPE) y en orina (UPE) para la identificación de una banda monoclonal; la inmunofijación (IFE)1 en suero (sIFE) y en orina (uIFE), para la caracterización de la PM (cadenas pesada y ligera) y la determinación nefelométrica de las cadenas pesada y ligera de la inmunoglobulina en suero. En la última década, el desarrollo de la prueba en suero para las cadenas ligeras κ libre y λ libre ha abierto un amplio abanico de aproximaciones diagnósticas mejorando la sensibilidad y la precisión en la identificación de estos padecimientos. Técnicas para la detección de cadenas ligeras de inmunoglobulina Figura 1. Distribución del diagnóstico clínico en 1,026 pacientes con una proteína monoclonal detectada. Bladé J, Kyle RA. Non Secretory Myeloma, Immunoglobulin D. Myeloma and Plasma Cell Leukemia. Hem Onc Clin N Amer 1999;13:1259-1272. ten una estructura simétrica semejante constituida por dos cadenas pesadas (δ, γ, μ, ε) idénticas unidas a dos cadenas ligeras (κ, λ) también idénticas. Las cadenas que constituyen la inmunoglobulina (Ig) son producidas por separado en el retículo endoplasmático y se unen, posteriormente, para producir la molécula intacta de Ig, secretada conjuntamente con un exceso de CLs. El exceso de producción de CLs es de aproximadamente 40% en comparación con la producción de cadenas pesadas y permite la correcta conformación de la proteína (Figura 2). La estrategia para el cribado, diagnóstico y seguimiento de GM y, por lo tanto, para la identificación y seguimiento de una PM, se basa en un conjunto de diferentes pruebas Figura 2. Representación de la producción de las inmunoglobulinas por la célula plasmática. 200 Las CLs de Ig, también conocidas como proteínas de Bence Jones, son consideradas como el primer marcador tumoral y son normalmente utilizadas para identificar y monitorizar pacientes con tumores de las células B. La prueba original fue publicada en The Lancet en 1847 por Henry Bence Jones2 y desde esos tiempos la orina fue el medio tradicionalmente utilizado para su determinación. Actualmente la orina sigue teniendo su protagonismo, recomendándose su análisis por uPE o por uIFE3 en algunos puntos en concreto del algoritmo analítico. Sin embargo, las técnicas convencionales, tanto en suero como en orina, presentan algunas limitaciones ya que son técnicas muy laboriosas y poco sensibles para la determinación de CLs (Figura 3). La SPE es la técnica estándar para el cribado de GM como el MM y se basa en la visualización de geles elec- Figura 3. Sensibilidad de las distintas técnicas para la detección de CLs en suero y orina. SPE: electroforesis de proteínas en suero. κ & λ total: determinación de cadenas de inmunoglobulina κ y λ totales. CZE: electroforesis capilar de zona. sIFE: inmunofijación en suero. sFLC: cadenas ligeras libres κ y λ en suero. UPEP: electroforesis de proteínas en orina. uIFE: inmunofijación en orina. Revista de Hematología Volumen 11, núm. 4, octubre-diciembre 2010 Identificación de cadenas ligeras libres en suero y su aplicación en las gammapatías monoclonales troforéticos de agarosa una vez que las proteínas séricas hayan sido separadas, fijadas y teñidas.4 La sensibilidad de la SPE para la detección de CLs se sitúa entre 500-2000 mg/L3 dependiendo de si la PM migra o no en la región de las proteínas Beta.4 Estos niveles son 50 veces superiores a las concentraciones normales de κ y λ presentes en sangre,5 alejándose de un valor óptimo de detección. La sIFE, aunque aproximadamente 10 veces más sensible (150-500 mg/L) que la SPE, posee la desventaja de no permitir cuantificar inmunoglobulinas monoclonales debido a la presencia de anticuerpos precipitantes. Dadas las limitaciones de la SPE y de la sIFE para la detección de CLs, y el hecho de que las CLs son filtradas por el riñón, la UPE es la técnica elegida para la detección de CLs. La UPE es mucho más sensible que la SPE una vez que la baja concentración de proteínas totales en orina (en comparación con el suero) permite la concentración de la muestra y así incrementar su sensibilidad para la detección de CLs. Por esto, en orina sí se pueden detectar niveles de CLs < 10-20 mg/L, aunque en la rutina común de laboratorio se reporten límites de detección de aproximadamente 40-50 mg/L.6,4 No obstante, aunque la detección de CLs en orina alcance una mejor sensibilidad su determinación se ve altamente influenciada por la actividad renal, por lo que muchos pacientes con GM tendrán CLs indetectables en orina.7 Al mismo tiempo, el proceso de concentración de la orina puede causar la pérdida de proteínas7 y resultados de falsos positivos.8,9 La cuantificación de cadenas ligeras libres en orina por nefelometría no es sensible para la detección de proteínas monoclonales10 y no está recomendada para el diagnostico y monitorización de estas enfermedades.5,11-13 Influencia del metabolismo renal en los ensayos de cadenas ligeras de inmunoglobulina La concentración de CLs en el suero depende de sus niveles de producción por las CP y del aclaramiento renal. Debido al pequeño tamaño de las CLs se filtran libremente por el glomérulo renal y posteriormente son reabsorbidas en el túbulo proximal de las nefronas, que son aproximadamente 1 x 106 en cada riñón. Éstas contienen un glomérulo que permite la filtración de las moléculas circulantes en el suero, a través de sus poros (20-60 kDa), y su posterior reabsorción sin sufrir alteraciones (por ejemplo, la albúmina), su absorción y degradación en los túbulos proximales o, finalmente, su excreción como fragmentos en la orina.14 La vía de absorción megalina/ cubilina es muy importante y está diseñada para evitar la pérdida de grandes cantidades de proteínas por la orina. Es un proceso muy eficiente que puede procesar entre 10 y 30 g de proteína de bajo peso molecular al día, lo que hace que en condiciones normales, en las que un individuo sano produce aproximadamente 0.5 g/día15 las proteínas no pasen de los túbulos proximales.15,16 Como resultado del metabolismo renal descrito la CLL κ, que se presenta como un monómero de peso molecular de 22,5 kDa, posee un aclaramiento renal de 40% y tiene un tiempo de semivida en suero de entre apenas 2 y 4 horas. La CLL λ forma dímeros con un peso molecular de 45 kDa, lo que conlleva a un aclaramiento de 20% y un tiempo de semivida en el suero de 3 a 6 horas.16,10 En condiciones normales muy pocas CLs pasan a la orina, por lo que sus concentraciones tendrían que aumentar mucho hasta saturar los mecanismos de reabsorción del riñón y ser entonces detectadas en la orina.10 Además, en el túbulo distal se producen grandes cantidades de la proteína de Tamm-Horsfall, presente de forma abundante en la orina y que ayudan a evitar infecciones urinarias. Esta proteína tiene la capacidad de unirse específicamente a las CLs,17,18 originando cilindros cerosos que a menudo se encuentran en casos de fallo renal agudo (riñón de mieloma) en pacientes con mieloma múltiple de cadenas ligeras.19 Por lo tanto, el aclaramiento renal disminuye las concentraciones de CLs en orina y estas concentraciones en orina o en suero pueden no ser similares durante la evolución de la enfermedad (Figura 4). Por otra parte, debido al fuerte metabolismo de los túbulos proximales descrito, la cantidad de CLs presente en la orina es más dependiente de la función renal que de la síntesis tumoral. Ensayo de cadenas ligeras libres en suero El ensayo de cadenas ligeras libres en suero (Freelite®) es un ensayo nefelométrico o turbidimétrico que se diferencia de los otros ensayos previamente mencionados en el hecho de que los anticuerpos policlonales usados en el ensayo permiten la identificación de los epítopos de la cadena ligera de la Ig únicamente cuando ésta se presenta en su forma libre (Figura 5). El ensayo permite cuantificar ambas estructuras, monomérica y dimérica, a concentraciones muy bajas5 (< 1 mg/L) y ha sido utilizado para determinar los niveles normales de CLs en individuos sanos, lo que hasta entonces no se había podido realizar. La detección Revista de Hematología Volumen 11, núm. 4, octubre-diciembre 2010 201 Barbosa-de-Carvalho NM y Morais-Sarmento-Campos ML Figura 4. Evolución de las cadenas ligeras libres en sangre y en orina durante la evolución de la enfermedad, en un paciente hipotético que desarrolla un tumor de células B. A: Fase inicial de la enfermedad. Incremento de la concentración de cadenas ligeras libres en suero debido a la proliferación clonal de células plasmáticas. En orina no se observan cambios debido a una adecuada función renal que reabsorbe las cadenas ligeras filtradas. B: Con la progresión de la enfermedad y la contínua producción de cadenas ligeras libres, el mecanismo de reabsorción renal se satura, apareciendo entonces cadenas ligeras libres en orina (proteinuria de Bence-Jones). C: Disminución de la concentración de cadenas ligeras libres en orina debida a la reducción de la tasa de filtración glomerular, provocada por la nefrotoxicidad de las mismas. En consecuencia, hay un incremento de la concentración de cadenas ligeras libres en suero. Figura 5. Diagrama de las moléculas de anticuerpo mostrando la estructura de la cadenas pesada y ligera (A), conjuntamente con cadenas ligeras libres κ y λ (B). de bajas concentraciones de CLs séricas permite calcular la ratio κ/λ, cuya alteración identifica la monoclonalidad.5 Rangos de detección hematológica y renal Aunque fisiológicamente la producción de κ en relación con λ sea de 2:1, debido a la diferencia en el tamaño y, 202 por consecuencia, al aclaramiento renal diferencial, en personas con función renal normal la ratio κ/λ en suero es de 0.58 (rango de 0.26-1.65), con concentraciones promedio de 7.3 mg/L para κ (rango 3.3-19.4 mg/L) y 12.7 mg/L para λ (rango 5.7-26.3 mg/L) (Cuadro 1). Estos rangos fueron definidos por Katzmann y sus colaboradores5 utilizando tanto sueros frescos como congelados de 127 donantes de sangre con edades comprendidas entre los 21 y los 62 años, así como sueros congelados de 155 donantes con edades comprendidas entre los 51 y los 90 años. Aunque el intervalo de referencia a 95% para la ratio κ/λ determinado haya sido de 0.3-1.2 se ha decidido utilizar un rango que incluyera todos los donantes, incrementando la especificidad del ensayo Freelite® para la detección de una PM de 95% a 100% y con una disminución en la sensibilidad de 98% a 97%. De este modo, pacientes con una ratio > 1.65 contienen un exceso de CLs κ asumiéndose que ésta es la cadena monoclonal, y pacientes con valores < 0.26 contienen un exceso de CLs λ, luego la cadena monoclonal es la λ.5 Sin embargo, pueden ocurrir incrementos policlonales resultantes de procesos infecciosos e inflamatorios20 o de un aclaramiento renal reducido. Aunque la utilización de un intervalo de confianza de 100% minimice la aparición de ratios alteradas en casos de activación policlonal de células B, estos resultados deben ser interpretados de acuerdo con su contexto clínico. En el contexto de hipergammaglobulinemia o de la insuficiencia renal las concentraciones de κ y λ en suero aumentan21 pudiendo repercutir en una ligera alteración de la ratio κ /λ y resultar en falsos positivos si se considera el rango “hematológico” de referencia (0.26 -1.65). En un estudio de cribado de GM en aproximadamente 1,000 pacientes, realizado por Hill y sus colaboradores,22 la insuficiencia renal fue la causa de una tasa de resultados falsos positivos de 5% para la monoclonalidad determinada por la ratio κ/λ.22 Otro estudio23 ha demostrado también un incremento de falsos positivos correlacionado con la disminución de la tasa de filtración glomerular (eGFR): las tasas de falsos positivos fueron de 2.9%, 3.6% y 4.9% con eGFR > 60 mL/min/1.73m2, < 60 mL/min/1.73m2 y < 30 mL/ min/1.73m2 respectivamente.(23) Para obviar este problema se ha validado un rango renal para sCLL (0.3 -3.7) versus el rango “hematológico” de referencia en un población de pacientes con insuficiencia renal (diálisis-dependientes) y GM. Este rango alternativo incrementó la especificidad del ensayo para el diagnóstico de GM en este contexto clínico Revista de Hematología Volumen 11, núm. 4, octubre-diciembre 2010 Identificación de cadenas ligeras libres en suero y su aplicación en las gammapatías monoclonales Cuadro 1. Concentraciones y rangos de referencia de las cadenas ligeras libres κ y λ en suero Suero normal Concentración media Concentración mediana Rango de percentil 95 Kappa (κ) libre 8,36 mg/L 7,3 mg/L 3,3-19,4 mg/L lambda (λ) libre 13,43 mg/L 12,4 mg/L 5,71-26,3 mg/L Media Mediana Rango de referencia hematológico Rango de referencia renal 0,63 0,6 0,26-1,65 0,37-3,1* Ratio κ/λ * Rango recomendado en pacientes con disfunción renal.24 de 93% a 99%, manteniendo la sensibilidad a 100% para ambos grupos.24 Limitaciones del ensayo de cadenas ligeras libres en suero Si bien la introducción del ensayo de sCLL ha significado un gran avance clínico, es importante que el usuario sea consciente de las limitaciones que éste puede presentar. Una de las primeras limitaciones, previamente descritas en la bibliografía, son las variaciones de lote a lote (19-20%) del antisuero de CLs policlonales que pueden dar lugar a una inmunorreactividad variable y cuya consecuencia puede generar ciertas diferencias en los resultados.25 Por otra parte, algunas muestras con CLs monoclonales no se diluyen de forma linear, en particular la cadena ligera κ, lo que puede llevar a una subestimación de los valores reales en el caso de que no se tengan en cuenta más diluciones.25 Otro fenómeno observado es el exceso de antígeno típico en las técnicas nefelométricas/turbidimétricas y que puede llevar también a falsos valores disminuidos, siendo esencial en estos casos realizar diluciones extra en todas las muestras clínicamente sospechosas.26 También es posible que se observe una sobrestimación de resultados debida a la polimerización de las CLs, lo que puede llevar a un incremento en su concentración de hasta 10 veces. Finalmente, puede también ocurrir que ciertas alteraciones en la secuencia de los aminoácidos de la cadena ligera hagan que los epítopos dejen de ser reconocidos por los reactivos de sCLL. Sin embargo, las nuevas recomendaciones por parte del fabricante han eliminado el exceso de antígeno como limitación; una vez que la monitorización con sCLL no está recomendada en pacientes con una PM cuantificable por SPE la no linealidad de κ es una desventaja menos importante.27 Aplicación del ensayo de cadenas ligeras libres en suero Para cada una de las distintas entidades de GM la determinación de inmunoglobulinas circulantes ha sido el pilar del diagnóstico debido al amplio espectro de sus presentaciones tanto biológicas como clínicas. Identificar una PM puede ser trivial en algunos casos pero puede requerir diferentes aproximaciones en otros. Recientemente, el grupo de trabajo internacional para el mieloma múltiple (IMWG) ha recomendado la utilización del ensayo de sCLL en estas patologías. 13 Son varias las situaciones clínicas que pueden llevar a una alteración en la concentración de CLs κ y λ, incluyendo la inmunodepresión, la estimulación del sistema inmunitario, el aclaramiento renal disminuido y, como ha sido anteriormente mencionado, los trastornos proliferativos de células plasmáticas monoclonales.10,11,28-38 Sin embargo, su principal aplicación clínica es en pacientes con GM. Utilización de la prueba de cadenas ligeras libres en suero en el cribado de GM Es indiscutible que un exceso de sCLL o una ratio κ/λ alterada en suero es común a casi todos los trastornos plasmaproliferativos (Cuadro 2). Dado que el ensayo cuantitativo de las sCLL es relativamente nuevo los beneficios de su utilización en el cribado de GM han sido ampliamente estudiados combinando y comparando diferentes estrategias. Durante los últimos años han sido propuestas diferentes aproximaciones al cribado y al diagnóstico que van desde la utilización de UPE + uIFE conjuntamente con SPE + sIFE + sCLL,39 SPE + sIFE + sCLL,13,28,34 SPE + sCLL,40,41 y SPE conjuntamente con el historial clínico del paciente.42 La eliminación de la orina como medio de análisis ha generado alguna controversia inicialmente, sin embargo varios estudios ya han validado su sustitución13,22,27,29,34 y actualmente el IMWG la recomienda en el cribado y diagnóstico de GM distintas de la AL.13 Para responder a la cuestión de si se pueden reemplazar las pruebas en orina en el diagnóstico de GM Revista de Hematología Volumen 11, núm. 4, octubre-diciembre 2010 203 Barbosa-de-Carvalho NM y Morais-Sarmento-Campos ML Cuadro 2. Porcentaje de ratios κ/λ alterados en diferentes entidades de gammapatías monoclonales % de Ratio κ/λ alterado Referencia bibliográfica GMSI 33-34 (28)(29)(30) MM quiescente 81-90 (28)(29)(31) MM sintomático 95-97 (32)(29)(33)(11) MM no secretor 68-100 (34)(35) 100 (10)(36) AL 88-98 (28)(37)(29)(36) Plasmocitoma 47-55 (29)(38) Macrogloblinemia de Waldeström 73-76 (29)(54) MM Bence-Jones Katzmann y sus colaboradores29 han realizado, recientemente, un estudio en 1,877 pacientes [MM (n = 467); MM quiescente (n = 191); GMSI (n = 524); plasmocitoma ( n= 29); plasmocitoma extramedular (n=10); MW (n=26); AL (n=581), enfermedad de depósito de CLs (n=18); síndrome POEMS (n= 31)] en los cuales se han practicado las cuatro pruebas estándar: SPE, UPE, sIFE, uIFE más sCLL. En ese estudio se comprobó la sensibilidad de cada una de las pruebas para la detección de GM en 1,851 casos y ninguna de las técnicas de laboratorio realizadas ha servido como herramienta única de diagnóstico.29 La combinación de las cinco técnicas en suero y orina ha resultado alterada en 98.6% de los pacientes; en 26 pacientes no fue registrada ninguna alteración en ninguna de las cinco técnicas de laboratorio [11 AL (1.9% de la totalidad de pacientes con AL); 8 plasmocitoma extramedular (80%); 3 plasmocitoma (10.3%); 3 enfermedad de deposito de CLs (10.3%); 1 síndrome de POEMS (3%)]. Utilizando una estrategia basada en SPE + sFLC se ha podido identificar 100% de los pacientes con MM y 99.5% de los pacientes con SMM. Aunque no se hayan identificado 41 pacientes GMSI utilizando SPE + sFLC como técnicas de cribado, estos pacientes presentaban una PM < 15 g/L y una ratio sCLL normal, lo que significa que estos pacientes se encuentran en el estrato de bajo riesgo de progresión y por lo tanto no requieren intervención médica.29,30 La recomendación actual del IMWG es que se utilicen las sCLL conjuntamente con SPE y sIFE puesto que este abordaje es suficiente para identificar todos los trastornos 204 linfoproliferativos monoclonales patológicos distintos de AL.13 Para el cribado de pacientes con AL se ha observado que entre 1.9 y 4% de los casos se pueden dar resultados negativos en todas las pruebas en suero y, en estos casos, además de las determinaciones en suero también es necesario el estudio UPE en orina de 24 horas.39,29 Así, el hecho de añadir las sCLL a la batería de pruebas utilizadas en el cribado aumenta la sensibilidad para la detección de las GM además de eliminar la necesidad de orina en todos los pacientes, con excepción de los casos en que exista una sospecha clínica de AL.13,29,39 Para finalizar un diagnóstico de GM las recomendaciones actuales del IMWG postulan que sigue siendo esencial solicitar también el estudio en orina de 24 horas (UPE + uIFE) en todos los pacientes.13 Utilización del test de cadenas ligeras libres en suero en el pronóstico de GM El valor predictivo de las sCLL se extiende a la mayoría de las GM, y aunque todavía no esté clara la relación entre sCLL y patogenicidad hay indicios de que los niveles elevados de CLs pueden estar relacionados con translocaciones IgH43 y con una carga tumoral elevada.44,45 La GMSI es la GM más común, con una prevalencia del 3.2% en individuos con más de 50 años y de los cuales 1% progresa a alguna enfermedad significativa como la AL o MM en 1 año.46 Entre 33 y 44% de los pacientes tienen valores alterados de sCLL en el momento del diagnóstico y se ha demostrado que estos individuos presentan un mayor riesgo de progresión a MM sintomático.30 El modelo clásico de estratificación de riesgo para estos pacientes utiliza como parámetros el tamaño de la PM (PM > 1.5 g/dL) y el tipo de cadena pesada de la inmunoglobulina (diferente del IgG).47 Cuando se añade la ratio κ/λ como un factor de riesgo para la progresión a 20 años para pacientes con 0, 1, 2 o 3 factores de riesgo alterados, el riesgo de progresión es del 5, 21, 37 y 58%, respectivamente.30 Dado que la estratificación del grado de riesgo por grupos contribuye al mejor seguimiento de estos pacientes, recientemente el consenso del grupo internacional para los factores de riesgo de progresión recomendó que los pacientes de bajo riesgo sean seguidos a los 6 meses del diagnóstico si permanecen estables, y, posteriormente, cada dos o tres años o cuando exista alguna sintomatología relacionada.48,49 Pacientes con riesgo intermedio o alto deberán ser seguidos a los 6 meses y, posteriormente, de forma anual a lo largo de su vida.49 Revista de Hematología Volumen 11, núm. 4, octubre-diciembre 2010 Identificación de cadenas ligeras libres en suero y su aplicación en las gammapatías monoclonales El MM asintomático o quiescente se caracteriza por presentar todos los criterios diagnósticos del MM pero sin presentar sintomatología. Es, tal y como la GMSI, una entidad premaligna que se diferencia en el riesgo de progresión a MM sintomático o AL, que es de 10% al año durante los 5 primeros años.48 Una ratio κ /λ alterada (< 0,125 o > 8) significa un mayor riesgo de progresión y es independiente de los parámetros hasta ahora utilizados para clasificar estos pacientes (CM > 3g/dL y CP en MO > 10%).48,31 La incorporación de la ratio κ/λ en el modelo de riesgo utilizando los tres factores se traduce en una progresión, en 5 años, de 76, 51 y 25% para los grupos de alto, medio y bajo riesgo, respectivamente.31 Para esta entidad, las actuales guías recomiendan seguimiento a los 2-3 meses de su diagnóstico inicial, si permanece estable cada 4-6 meses durante un año y, posteriormente, si continúa estable se pueden alargar a intervalos de 6 a 12 meses.49 En pacientes con MM activo de nuevo diagnóstico son varios los estudios que han demostrado que los valores basales de sCLL son pronóstico para la supervivencia.33,50,51 El MM activo se caracteriza por la existencia de sintomatología (daño orgánico) y es independiente de la cantidad de la PM o de la infiltración de CP en MO.52 En el momento del diagnóstico 95-97% de los pacientes presentan un cociente κ/λ alterado,29,32,33,52 y se ha confirmado que los pacientes con una ratio inferior a 0.03 o superior a 32 tienen peor pronóstico. Por este motivo se ha sugerido que este parámetro sea añadido al sistema de clasificación del ISS (International Staging System), que actualmente usa como parámetros la β2 microglobulina y la albúmina.29,31,33,47,48,50,51 En AL 88 a 98% de los pacientes presentan una ratio κ/λ libre alterada al momento del diagnóstico.28,29,37,53 En este caso, al contrario de las demás GM, una ratio κ/λ alterada no ha demostrado ninguna aportación sobre el pronóstico, pero si se ha relacionado con valores alterados de las cadenas ligeras libres monoclonales involucradas (iCL). En un estudio realizado en 119 pacientes con AL con trasplante autólogo de células progenitoras de sangre periférica (TASPE) se ha observado un riesgo de muerte significativamente mayor en pacientes con altos valores basales (iCL> 152 mg/L) de sCLL (hazard ratio de 2,6, p < 0,04).44 Los niveles basales de la iCL en la enfermedad se han relacionado con una mayor afectación orgánica y, en consecuencia, con estados más avanzados de la enfermedad.39,44 Utilización de la prueba de cadenas ligeras libres en suero en la monitorización de GM La utilidad de sCLL en la monitorización está reconocida y es recomendada únicamente en pacientes con AL, MM oligosecretor/no secretor y en todos los pacientes al momento de determinar la respuesta completa estricta, pendiente de validación definitiva, y añadida en 2006 a los criterios de respuesta para el MM por el IMWG.54 En pacientes con al se recomienda la realización de mediciones seriadas de sCLL, las cuales se correlacionan con la supervivencia libre de progresión, supervivencia global y con la respuesta orgánica y hematológica.39,44,53,55 Por estos motivos la prueba de las sCLL ha sido incorporada a los criterios de respuesta para AL56 que están parcialmente validados por Lachman, Sanchorawala y Palladini. Lachman y sus colaboradores fueron los primeros en correlacionar cambios en las sCLL con supervivencia global, demostrando que aquellos pacientes que alcanzan una reducción de sCLL > 50% en la cadena involucrada (iCLL) (monoclonal) tenían una mayor probabilidad de vivir durante más tiempo.39,44 Dispenzieri y sus colaboradores han verificado posteriormente que una reducción del 50% en la iCLL no era predictivo de supervivencia global pero, sin embargo, este grado de reducción en la iCLL producía una mejora en la tasa de respuesta tanto hematológica como orgánica.44 En AL la evaluación de la respuesta utilizando las sCLL es más importante que la IFE una vez que se ha observado una mejor evolución en pacientes que poseen una ratio κ/λ normal e IFE positiva que en pacientes con una IFE negativa y una ratio κ/λ alterada.44 En cuanto al MM no secretor u oligosecretor, dado que las técnicas tradicionalmente utilizadas en laboratorio, tanto en suero como en orina, no permiten su detección, la determinación de sCLL es fundamental para el seguimiento de estos pacientes. Hasta muy recientemente el aspirado de MO era un requisito para la monitorización de estos pacientes, con todos los inconvenientes que aporta al tratarse de una técnica invasiva. Sin embargo, la introducción de las sCLL permite ahora que, por lo menos en 70% de estos pacientes, se pueda hacer un seguimiento riguroso de la respuesta al tratamiento sin recurrir a aspirados de medula ósea frecuentes.35 Por último, se recomienda la utilización de las sCLL en todos los pacientes para la evaluar la respuesta completa estricta. Este concepto de respuesta exige, aparte Revista de Hematología Volumen 11, núm. 4, octubre-diciembre 2010 205 Barbosa-de-Carvalho NM y Morais-Sarmento-Campos ML de la negativización de la IFE en suero y orina y de la ausencia de CP monoclonales en MO, la normalización de la ratio κ/λ.54 conclusión En resumen, son cuatro las principales aplicaciones para el ensayo de sCLL en el diagnostico y manejo del MM y trastornos relacionados: 1. En el cribado y diagnóstico, conjuntamente con SPE y sIFE, en todas las GM distintas de la AL. 2. En el pronóstico de todas las GM. 3. En la monitorización de la respuesta a un tratamiento en pacientes con AL y MM no secretor. 4. En todos los pacientes que hayan alcanzado una respuesta completa al tratamiento para definir la respuesta completa estricta, pendiente de validación definitiva. REFERENCIAS 1. Keren DF. Procedures for the evaluation of monoclonal immunoglobulins. Arch Pathol Lab Med 1999;123(2):126-132. 2. Bence Jones H. Papers on chemical pathology; : Prefaced by the Gulstonian Lectures, read at the Royal College of Physicians, 1846. The Lancet 1847;50(1247):88-92. 3. Bradwell AR, Carr-Smith HD, Mead GP, Tang LX, et al. Highly sensitive, automated immunoassay for immunoglobulin free light chains in serum and urine. Clin Chem 2001;47(4):673680. 4. Bradwell AR. Serum Free Light Chain Analysis (plus Hevylite). 5.a ed. Birmingham: The Binding Site, 2005. 5. 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