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Activo en todas las fases del Trastorno Bipolar En Esquizofrenia posibilita una mejora rápida y sostenida en el tiempo Perfil de tolerancia diferencial Presentación Rostrum 25: envases con 10 y 30 comp. recubiertos. Rostrum 100: envases con 30 comp. recubiertos ranurados. Rostrum 200: envases con 30 comp. recubiertos ranurados. Actualización en Psicofarmacología 2011 Respuestas positivas en Trastorno Bipolar Actualización en Psicofarmacología 2011 Compilación del “XIX Curso intensivo-interactivo de actualización en Psicofarmacología Clínica” Patricia Frieder (comp.) Silvia Bentolila Roberto Bronstein Guillermo Dorado Liliana Fernández Roxana Galeno Fernando González Sergio Guala Gabriel Handlarz Marcelo Marmer Myriam Monczor Emilia Suárez Actualización en Psicofarmacología 2011 Compilación del “XIX Curso intensivo-interactivo de actualización en Psicofarmacología Clínica” paseo la plaza, buenos aires, 2010 Actualización en Psicofarmacología 2011 Queda prohibida cualquier forma de reproducción, transmisión o archivos en sistemas recuperables del presente ejemplar, ya sea para uso privado o público, por medios mecánicos, electrónicos, electrostáticos, magnéticos o cualquier otro, de manera total o parcial, con finalidad de lucro o sin ella. DERECHOS RESERVADOS © 2011, por FundoPsi ISBN 978-987-25235-1-0 Fecha de catalogación: 21/03/2011 Compiladora: Dra. Patricia Frieder Diseño y diagramación: DG. Elena Abugauch eabugauch@gmail.com Corrección: Rodolfo Loiacono rodoloia@yahoo.com.ar IMPRESO EN LA ARGENTINA Se imprimieron 5.000 ejemplares en el mes de marzo de 2011 en Colorgraf, Obligado 194, Avellaneda. imprentacolorgraf@gmail.com Advertencia: la medicina es una ciencia en constante desarrollo. Conforme surjan nuevos conocimientos, se requerirán cambios de la terapéutica. El (los) autor(es) y los editores se han esforzado para que los cuadros de dosificación medicamentosa sean precisos y acordes con lo establecido en la fecha de publicación. Sin embargo, ante los posibles errores humanos, y cambios en la medicina, ni los editores ni cualquier otra persona que haya participado en la preparación de la obra garantizan que la información contenida en ella sea precisa o completa, tampoco son responsables de errores u omisiones, ni de los resultados que con dicha información se obtengan. Convendría recurrir a otras fuentes de datos, por ejemplo, y de manera particular, habrá que consul tar la hoja informativa que se adjunta con cada medicamento, para tener certe za de que la información de esta obra es precisa y no se han introducido cam bios en la dosis recomendada o en las contraindicaciones para su administración. Esto es de particular importancia con respecto a fármacos nuevos o de uso frecuente. También deberá consultarse a los laboratorios para recabar información sobre los valores normales. Índice 13 1. Ansiedad, estrés y memoria: “si te he visto no me acuerdo”. Roberto Bronstein 29 2. Alteraciones cognitivas en la esquizofrenia. Emilia Suárez 51 3. Alteraciones cognitivas en el trastorno bipolar. Marcelo Marmer 57 4. El rol de los antipsicóticos atípicos en el tratamiento de la depresión. Patricia Frieder 71 5. El trastorno bipolar en la vejez. ¿Qué cambia con los años? Myriam Monczor 87 6. Atrapando la evidencia: eficacia de los antidepresivos. Fernando González 105 7. Verdades y fantasías en los diagnósticos del “Dr. House”. Liliana Fernández 119 8. Estrés: de la respuesta aguda a la cronificación de la respuesta Silvia Bentolila 133 9. Biología Molecular: adicciones y memoria Sergio Guala 149 10. Sistema cannabinoide: posibles targets farmacoterapéuticos Ricardo Gabriel Handlarz 169 11. Marihuana: Mitos y Evidencias del uso a largo plazo Guillermo Dorado 17512. Estimulación Magnética Transcraneal: usos en neuropsiquiatría Roxana Galeno 193 13. Programa interactivo de preguntas y respuestas del auditorio Cuerpo docente sil v ia ben t o l i l a Médica especialista en psiquiatría y psicología médica. Es directora del Curso de Psiquiatría para Médicos de Atención Primaria en el Colegio de Médicos, distrito III; coordinadora de la Red de Salud Mental en Incidente Crítico del Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires desde junio de 2005 hasta la actualidad. Coordina el Programa de Asistencia en Salud Mental para el Médico (PASMME) en el Colegio de Médicos de la provincia de Buenos Aires y consultor y capacitador de la Organización Panamericana de la Salud desde diciembre 2006. roberto bronstein Médico Psiquiatra graduado en la UBA (1983). Fue docente de Salud Mental (UBA) y coordinador del equipo de urgencias del Servicio de Psicopatología del Hospital Israelita. Es miembro del Capítulo de Psiquiatría Biológica (APSA), de American Psychiatric Association (APA) y de Proyecto SUMA. Es docente de FundoPsi. guillermo dorado Médico psiquiatra graduado en la UBA (1985). Es director médico del Centro Terapéutico Gens. Fue docente de Salud Mental en la Facultad de Medicina de la UBA y coordinador del equipo de Psicofarmacología del servicio de Psicopatología del Hospital Israelita de Buenos Aires. Es miembro de la International Society for Adolescent Pshychiatry y de APSA. Es docente de FundoPsi. liliana fernández Médica Psiquiatra. Es Directora de Interclínicas Psi. Equipo Interdisciplinario para el Tratamiento de los Trastornos del Ánimo, la Ansiedad y la Memoria. Fue Coordinadora del Equipo de Urgencias e Interconsultas del Servicio de Psicopatología del Hospital Israelita; Jefa de la Sección de Psicodermatología del Hospital de Clínicas UBA y Coordinadora de Atención Primaria de la Región Sanitaria V Es miembro de APSA y de la APA. Es prosecretaria de la Comisión Directiva y docente de FundoPsi. pa t ri c ia dia n a frie d er Médica psiquiatra graduada en la Universidad de Buenos Aires con Diploma de Honor en 1977. Fue docente adscripta de Salud Mental de la UBA y médica en los Servicios de Psicopatología de los Hospitales Italiano, Israelita y Clínicas. Es miembro del Capítulo de Gerontopsiquiatría de APSA y del Capítulo de Psiquiatría Biológica de APSA. Es presidente y docente de FundoPsi. roxana galeno Medica Psiquiatra graduada en la Universidad de Nacional de Cuyo. Se desempena como Directora del Instituto Neurociencias de Mendoza y como Investigadora Principal en Psicofarmacos. Es docente de postgrado en Universidades Nacionales e Internacionales. Es miembro de la Federacion Mundial de Sociedades de Psiquiatria Biologica ademas de ser integrante del Comite de Expertos Internacional en Neuroimagenes de dicha Federacion, de la Asociacion Americana de Psiaquiatria, de la Aap, de Apsa y ex Vicepresidente de la Asociacion Argentina de Psiquiatria Biologica. Es autora de diversas publicaciones en revistas internacionales y nacionales, ademas de capitulos de libros y tratados de psiquiatria en Argentina, Latinoamerica y Estados Unidos. fernando gonzález Médico especialista en psiquiatría y psicología médica graduado en la UBA (1983). Fue residente en el Servicio de Psicopatología del Hospital Italiano de Buenos Aires. Es Director Médico del Equipo de Psiconeurobiología; Docente invitado a cargo del Modulo de Psiquiatría del Curso Superior de Medicina interna de la Universidad Católica Argentina (UCA). Es miembro fundador de la Asociación Argentina de Trastornos de Ansiedad, de la Asociación Latinoamericana de Estrés Traumático Internacional, de la American Psychiatric Association (A.P.A.) y de la World Federation of Biological Psychiatry. Es docente de FundoPsi. ser g io gua l a Graduado en el Master de Psicobiología (1982). Realizó estudios especializados de neurobiología en el Instituto de Investigaciones Cooper (Houston, Texas, EE.UU.) y en el Departamento de Ciencias Básicas en Drogas y Alcoholismo de la Clínica Cleveland Foundation (Ohio, Illinois, EE.UU.). Desarrolla la tesis doctoral en psiconeurobiología en la Universidad de San Luis. Fue vicepresidente de la Fundación Lumen Familis. Es asesor científico de la Secretaría del Menor y la Familia, del Poder Judicial de la Nación y en el Equipo de Psiconeurobiología “Alto Riesgo”. Es miembro de la Asociación Argentina de Ciencias del Comportamiento, de la International Union of Psychological Sciences y de Apsa. gabriel handlars Médico Psiquiatra graduado en la UBA (1983). Es miembro Internacional del American Psychiatric Association y de la American Academy of Addiction Psychiatry. Fue Coordinador de las Áreas de Internación, Emergencias e Interconsultas Psiquiátricas de Salud Mental de OSDE y Coordinador de Internación y Emergencias de Psiquiatría de la Obra Social Luis Pasteur. Fue docente de Salud Mental en la Facultad de Medicina, UBA. Es docente de FundoPsi. mar c e l o mar m er Médico psiquiatra graduado en la Universidad de Buenos Aires (1981). Fue docente de salud mental en la UBA y coordinador del equipo de psicofarmacología en el Servicio de Psicopatología del Hospital Israelita. Es docente en la Escuela de Psicoterapia para Graduados y miembro del Capítulo de Psiquiatría Biológica de APSA. Médico de planta del Poder Judicial de la Nación y Docente de la Escuela Judicial de la Asociación de Magistrados. Es secretario y docente de FundoPsi. my r iam monc z or Médica psiquiatra. Es docente de la Carrera de Gerontología y Geriatría de la Sociedad Argentina de Gerontología y Geriatría; docente de la carrera de Psicogerontología de la Universidad Maimónides; coordinadora del Area de Adultos Mayores de Proyecto Suma; miembro del Capítulo de Gerontopsiquiatría de APSA y vicepresidente del Capítulo de Psiquiatría Biológica de APSA. Es Coautora del libro Psicofármacos en Geriatría. Es vicepresidente y docente de FundoPsi. emilia suárez Médica psiquiatra graduada en la UBA (1970), Docente de Salud Mental (UBA) y coordinadora del Equipo de Psicofarmacología del Servicio de Psicopatología del Hospital Israelita. Miembro adherente de APdeBA, (1998) con funciones docentes (Psicofarmacología y Psicosis). Miembro de APSA (2000) y de IPA ( International Psychoanalytical Association) desde 2002. Egresada del Master en Neuropsicofarmacología (2006), Universidad Favaloro. Es tesorera y docente de Fundopsi. Introducción | 11 Introducción Esta Actualización en Psicofarmacología, se basa en el XIX Curso IntensivoInteractivo de Actualización en Psicofarmacología Clínica, que se llevó a cabo en el Paseo La Plaza, Buenos Aires, en el año 2010. Es una reseña escrita y gráfica de las exposiciones científicas que en forma de presentaciones interactivas realizan desde hace 20 años, los docentes de la Fundación de Docencia e Investigación Psicofarmacológica (www.fundopsi.com.ar), con otros destacados profesionales invitados. En el primer módulo del programa, que denominamos “De la experiencia a la evidencia, de la evidencia a la experiencia”, se actualizaron los trastornos cognitivos presentes en diversas patologías: Roberto Bronstein planteó la relación entre El estrés, la ansiedad y la memoria, Emilia Suarez se refirió a Los trastornos cognitivos tempranos en la esquizofrenia y Marcelo Marmer a Los trastornos cognitivos en bipolares. En el módulo siguiente se actualizaron temas relacionados con los trastornos del ánimo, Patricia Frieder se refirió al Rol de los antipsicóticos atípicos en el tratamiento de la depresión, Myriam Monczor al Trastorno bipolar en la vejez, ¿qué cambia con los años? y Fernando Gonzalez planteó algunas controversias en Atrapando la evidencia, eficacia de los antidepresivos. Liliana Fernandez se refirió a pacientes de diagnóstico difícil en Verdades y fantasías en los diagnósticos del Dr. House, Silvia Bentolila al Estrés agudo y crónico y Sergio Guala detalló la relación entre la Biología molecular, adicciones y memoria. Finalmente, en el último módulo, Gabriel Handlarz expuso sobre el Sistema cannabinoide: posibles targets farmacoterapéuticos y Guillermo Dorado se refiririó a Marihuana: Mitos y Evidencias del uso a largo plazo y Roxana Galeno expuso las primeras experiencias en nuestro país de una nueva terapia en Nuevas terapéuticas en neuropsiquiatría: Estimulación Magnética Transcraneal. El Cuestionario Interactivo, realizado con el auditorio en cada una de las disertaciones, puede ser utilizado como un test de autoevaluación. c1. Ansiedad, estrés y memoria: “si te he visto no me acuerdo” Roberto Bronstein Introducción Entre los múltiples efectos que produce el estrés sobre los seres humanos aparece la modificación de las funciones cognitivas. Existe un consenso general en que el estrés afecta el desempeño de éstas y en especial de la memoria. Seguramente todos compartiremos la idea que el “estar estresados” afecta nuestro rendimiento mnésico. Pero, ¿de qué manera? ¿Es lo mismo el estrés agudo que el crónico? ¿Y qué tipo de memoria es la que resulta afectada? Habitualmente y de modo general estas preguntas han sido respondidas y graficadas con una especie de U invertida (Ver cuadro 1) en la que se expresa que una dosis moderada de estrés tiende a incrementar el aprendizaje y la memoria, mientras que dosis bajas o excesivas de estrés afectan negativamente el rendimiento. Es decir, estímulos medianamente intensos tienden a realzar o reforzar la percepción mientras que el resultado es inverso frente a situaciones nimias en un extremo o graves en el otro. Aprendizaje / Memoria / Plasticidad Cuadro 1. estrés, aprendizaje y memoria Leve Moderado Intenso Estrés / corticosteroides Cabe recordar que la memoria no es una sola ni tampoco una función localizable en un núcleo o una única región cerebral. Es más bien un sistema de información con varias funciones, distintos circuitos que conectan diferentes localizaciones (Ver cuadros 2 y 3). Desde hace algunos años a la memoria se la intentó estudiar entendiéndola organizada en distintas capas o modalidades y funciones. Una primera distinción es la diferenciación en explícita e implícita. La primera se refiere a una serie de procesos que son enunciables mediante la palabra y donde se almacenan recuerdos como los conocimientos sobre la historia personal, el conocimiento del mundo, el trabajo, etc. Y la conciencia de ello. Por ejemplo, el poder enunciar y saber que estamos leyendo este libro, así como poder recordar adonde lo dejamos antes de continuar su lectura y pensar en esto. La segunda, también denominada procedural, se corresponde con un aprendizaje condicionado y relacionado con el cuerpo y su desempeño. Es la que nos permite dar vuelta las páginas de este libro sin siquiera pensar en ello. Por el contrario, nos sería muy difícil explicar con palabras lo que nuestras manos hacen automáticamente. Pareciera en este caso que nuestras manos recordaran mejor que nuestro cerebro. Existe un pasaje de una a otra, como al aprender a manejar o a andar en bicicleta. Al principio debemos “pensar” en cada movimiento hasta que en determinado momento y casi sin notar de que modo, este acto se realiza sin “explicitarlo” verbal ni racionalmente. Capítulo 1 | 15 Cuadro 2. Sistemas de la memoria Modificado de Bradley, Neurology in Clinical Practice, 5th. Ed., “Memory” Terminología Terminología ExplícitaReferencia clásicaNeurociencia Vs.Anatómica cognitiva Implícita Memoria inmediata Memoria de trabajo Explícita Corteza Prefrontal Memoria corto plazo Episódica Explícita Lóbulo Temporal Medial Memoria largo plazo Semántica Explícita Corteza Lateral Temporal y otras Memoria motora Memoria procedural Implícita Ganglios Basales, Cerebelo Cuadro 3. Sistemas de memoria Tulving. Schater, 1990 MEMORIA PROCEDURAL Hábitos, destrezas Condicionamiento simple Sistema de representación perceptual Priming MEMORIA CORTO PLAZO Información rápidamente disponible sobre eventos cognoscitivos recientes MEMORIA SEMÁNTICA Conocimiento general del mundo MEMORIA EPISÓDICA Recolección consciente del pasado personal. Otra diferenciación importante se refiere al corto y largo plazo. La memoria de corto plazo está relacionada con la información que necesitamos “tener a mano” para la realización de una tarea en el presente. La información registrada y que recordaremos posteriormente queda almacenada para su disposición cuando sea necesaria y corresponde a la memoria de largo plazo. Existen diferentes regiones cerebrales implicadas y conectadas entre sí, responsables de este complejo sistema de funcionamiento. La corteza cerebral, los ganglios basales, el cerebelo y centralmente el hipocampo. Este último es clave para el funcionamiento adecuado de la memoria. Algo de historia del estudio de la memoria Como tantos conocimientos de la medicina fueron desarrollados a partir de la clínica. Hacia la década del 50, un paciente que pasó a la historia de 16 | Capítulo 1 la medicina como H. M., fue el que permitió el inicio del estudio más sólido de la memoria. Este joven había sido operado por una epilepsia resistente a toda medicación existente en aquel momento, perdiendo su hipocampo en la cirugía. A partir de allí H. M. no podía aprender o adquirir conocimientos nuevos. Una y otra vez su médica debía presentarse sin que él lograra recordarla. Era incapaz de transformar recuerdos de corto plazo en memoria de largo plazo. Sin embargo, su capacidad de adquirir conocimientos procedurales no se veía afectado. El resto de su funcionamiento cerebral se hallaba intacto. Cuando se enteró de la muerte de un tío muy cercano y querido, muy ligado a su historia infantil, lloró amargamente pero luego no recordó su fallecimiento. El caso H. M. permitió el avance del estudio del funcionamiento hipocampal en la memoria como Phineas Gage el del lóbulo frontal y la regulación de la conducta. cuadro 4. Imagen de Resonancia Magnética del cerebro de H. M. Destacada la ausencia del hipocampo. Capítulo 1 | 17 Estrés y memoria A partir de entender al sistema mnésico como un complejo integrado por varias funciones, localizaciones, tiempos y conexiones podemos pensar que, entonces, puede ser muy distinta la acción del estrés sobre la memoria. Los resultados del estímulo van a ser diferentes según la cualidad del estrés. No es lo mismo un evento traumático que un estímulo afectuoso. Van a ser muy diferentes las consecuencias si el estrés es agudo o crónico. Tampoco podemos esperar los mismos resultados si el estímulo estresante, también considerando su cualidad y cantidad, es aplicado antes o después de la adquisición de la información, su consolidación o la evocación (Ver cuadro 5). Otros factores que van a alterar las respuestas son la predictibilidad o controlabilidad de la situación estresante. Como ya es sabido, el mismo estímulo no produce el mismo efecto sobre todos los sujetos. No todos cuadro 5. Leve Intrínseco Moderado Extrínseco IMPLÍCITA Grave Vulnerabilidad Adquisición Agudo EXPLÍCITA Consolidación Recuperación Crónico Predictibilidad Controlabilidad COGNITIVO / ESTRUCTURA / FUNCIÓN 18 | Capítulo 1 los individuos expuestos a un evento traumático desarrollarán un trastorno por estrés postraumático. Un porcentaje de ellos presentará síntomas del desorden dependiendo también de su vulnerabilidad. Sandi y Pinelo realizaron una interesante revisión del estrés y sus efectos sobre la memoria a partir del estudio de factores como el tipo, fuente, duración, intensidad del estímulo estresante, momento de exposición con relación a las etapas del proceso mnésico y tipos de aprendizaje. Evaluaron diferentes situaciones para desarrollar un modelo integrativo a fin de comprender las alteraciones de la memoria y el aprendizaje en la exposición al estrés. También ofrecen una interesante visión de los mecanismos neurobiológicos implicados, principalmente glucocorticoideos, que permiten explicar estos fenómenos. Definiendo el estrés intrínseco como el inherente a la tarea desarrollada, es decir, el desafío cognitivo correspondiente y el extrínseco al determinado por situaciones alrededor del estímulo, determinaron diferentes resultados sobre el aprendizaje sea éste condicionado o incondicionado, considerando este último como el más relacionado con las conductas de miedo y el primero con la adquisición de información, o sea, la memoria explícita. Así, podemos observar en la Fig. 6 como la complejidad de una tarea (estrés intrínseco) puede dibujar una respuesta lineal en su relación aprendizaje/ respuesta corticosteroidea, mientras que en el aprendizaje incondicionado la línea es asintótica. Las regiones cerebrales implicadas en este proceso corresponden al hipocampo y al núcleo basolateral de la amígdala, con la participación de los glucocorticoides (GC), moléculas de adhesión, noradrenalina (NA), factor liberador de corticotrofina (CRH), adrenalina (Ad) y dopamina (DA). Figura 6. Respuesta de consolidación de la memoria en relación al estrés en el aprendizaje condicionado e incondicionado. Aprendizaje / Memoria 200 100 0 Leve Mediano Alto Muy alto Leve Mediano Estrés / corticosteroides Alto Muy alto Capítulo 1 | 19 Los resultados son algo diferentes cuando se estudia la adquisición (Fig. 7). La curva de la izquierda dibuja una línea asintótica cuando se trata del aprendizaje condicionado, implícito, pavloviano, frente a un estrés intrínseco. Cuando se trata del aprendizaje espacial, relacionado con el explícito, la curva obtenida es la clásica U invertida descripta al comienzo de este artículo. Es decir, la intensidad de la respuesta glucocorticoidea condiciona la capacidad de aprendizaje. Participan también de este tipo de proceso otros neurotransmisores, como Ad, Gaba, glutamato (GLU) siendo las principales regiones implicadas el hipocampo y la corteza prefrontal. Aprendizaje / Memoria cuadro 7. estrés intrínseco y adquisición Condicionamiento Pavloviano Aprendizaje espacial (Implícito) (Explícito) Miedo condicionado Aprendizaje espacial 200 100 0 Leve Mediano Alto Muy alto Leve Mediano Alto Muy alto Estrés / corticosteroides Hipocampo / Corteza prefrontal Inmediato: Ad, GC, glu, GABA, rMC Mediato: GC Cuando se evalúa el estrés agudo extrínseco y su influencia en la adquisición y evocación de la información no parece ser tan afectado el aprendizaje espacial, mientras que resulta modificado el aprendizaje inverso incondicionado. Las estructuras implicadas en este proceso corresponden a la corteza prefrontal, el núcleo basolateral de la amígdala y el hipocampo, siendo los mediadores participantes los glucocorticoides, la dopamina, la adrenalina, las moléculas de adhesión y GABA. 20 | Capítulo 1 cuadro 8. Aprendizaje / Memoria 200 100 0 Leve Mediano Alto Muy alto Leve Mediano Alto Muy alto Estrés El estrés crónico modifica tanto el aprendizaje espacial como el condicionamiento pavloviano. Estos procesos se ven afectados fundamentalmente por el aumento de glucocorticoides en los núcleos basolateral y medial de la amígdala en la adquisición del condicionamiento del miedo. El aprendizaje espacial implica, además, el hipocampo, la amígdala, la corteza prefrontal, el eje hipotálamo hipofisario, con la participación de, además de los glucocorticoides mencionados, aminoácidos, factores neurotróficos y moléculas de adhesión. Resumiendo los resultados revisados hasta aquí, la adquisición de información en el caso del estrés agudo se ve estimulada para el aprendizaje implícito condicionado, con resultados contradictorios para el aprendizaje espacial en animales. Los resultados no son concluyentes para el caso de la consolidación, mientras que la dificultad de la tarea a realizar condiciona la recuperación de los recuerdos. El hipocampo participa de todos estos procesos, mientras que la amígdala está implicada activamente en el proceso de la adquisición y la corteza prefrontal tiene un papel preponderante para la recuperación. CUADRO 9. estrés crónico extrínseco y memoria Adquisición (+) Implícito. condicionamiento Explícito. espacial e inverso Hipocampo - GC Hipocampo - GC BL Medial (-) LTP Atrofia dendrítica (PFC) Amígdala NCAM - Aa - Factores Neurotróficos Capítulo 1 | 21 En el caso del estrés crónico mientras puede ser incrementado el proceso de adquisición para el aprendizaje condicionado, el aprendizaje espacial, explícito, resulta claramente afectado negativamente por el daño hipocampal. Efectivamente, en el estrés crónico resulta mucho más dañada la memoria explícita que la implícita. Dentro de la primera, la recuperación de la información parece ser más vulnerable que la adquisición, o sea la formación de nuevos recuerdos y su consolidación. Las funciones ejecutivas, además de la memoria, resultan afectadas en el estrés crónico a través de la afectación de la corteza prefrontal. ¿Qué es lo que ocurre en el hipocampo para que el estrés crónico derive en esta alteración de la memoria? La activación a largo plazo del Sistema Nervioso Autónomo afecta la potenciación de largo plazo (LTP) y los receptores de baja afinidad glucocorticoidea vía la activación amigdalina. La activación de receptores glucocorticoides de baja afinidad favorecería la LTP mientras que el exceso de corticoides por largo plazo produce el efecto contrario. Esas altas concentraciones corticoideas sostenidas en un período de tiempo comienzan a generar atrofia de las arborizaciones dendríticas y con esto, en consecuencia, se dañan las redes neuronales, sus sinapsis y la circulación de información. Entonces, es mucho más trabajoso la recuperación de los recuerdos, que aunque quizás no estén del todo perdidos, es más difícil encontrarlos. Otra consecuencia del estrés crónico es la disminución de la neurogénesis. El hipocampo, donde justamente se ha demostrado la capacidad de las neuronas de “reproducirse” es vulnerable al aumento de glucocorticoides. Hay menos disposición de glucosa durante el estrés prolongado y, con el tiempo, toxicidad glucocorticoidea. Memoria y trastorno de estrés postraumático Existe una situación que tiene características propias y diferentes que es el caso del estrés postraumático. En la Fig. 10 se observa el modelo de Layton, que intenta graficar que ocurre en esa relación tan compleja entre amígdala e hipocampo para que la memoria resulte alterada en el trastorno por estrés postraumático. La excesiva activación amigdalina termina inhibiendo, y por tanto afectando, la función hipocampal de la memoria. 22 | Capítulo 1 cuadro 10. Actividad del Hipocampo y amígdala en consolidación de la memoria Layton, Krikorian: J. Neuropsy. Clin. Neurosci.; 2002. INHIBICIÓN INHIBICIÓN INHIBICIÓN INHIBICIÓN excitación excitación Hipocampo Efecto von Restorff Amígdala Aumento memoria Rec. Bombilla tungs para estímulo activante y PTSD amnesia neutral Neutral Leve Moderado Intenso Extremo Intensidad emocional Numerosos trabajos han dado cuenta de la afectación de la memoria en el trastorno de estrés postraumático. Para C. Clark (2003) es la memoria de trabajo la más afectada, con activación de la corteza prefrontal dorsolateral izquierda y parietal. Rachel Yehuda (2004) documentó la alteración de la memoria verbal en pacientes sobrevivientes del holocausto con una mayor declinación cognitiva a largo plazo. Otros autores, como M. Veltmeyer (2005) determinaron que los cambios en la working memory tenían un perfil propio caracterizado por disminución de la retención y el acceso a la memoria explícita. También demostró la afección de la atención. Capítulo 1 | 23 En cambio para L. Jelinek (2006) no sólo está afectada la memoria de corto plazo, también la de largo plazo y tanto en el material verbal cuanto en el no verbal. Para S. Moore (2009) el deterioro fue global y las dificultades son específicas con el trauma. La mayoría de los estudios que investigaron las alteraciones cognitivas y especialmente de la memoria fueron realizados en pacientes con estrés postraumático crónico. En un reciente trabajo publicado, Genevieve LaGarde y sus colaboradores evaluaron a 21 pacientes con trastornos por estrés postraumático agudo, comparándolos con 16 sujetos sin TEPT agudo y 17 sujetos sin exposición a evento traumático alguno. Su estudio demostró que el trauma por sí solo no afectó a los sujetos. Los pacientes con TEPT agudo padecían de alteraciones específicas en la memoria episódica y no verbal. También evidenciaron disminución de la memoria autobiográfica, de trabajo y en la atención. Estos autores consideraron las alteraciones de las funciones ejecutivas, en la atención y en la memoria de trabajo comparables a las del TEPT crónico y concluyeron que las alteraciones son propias del trastorno agudo y no de la cronicidad. Postulan como posibles mecanismos implicados las alteraciones frontotemporales. Otra situación en la que se ve alterada la memoria de trabajo es en la de los sujetos con temperamento ansioso. Estos individuos pueden tener una menor eficacia en su desempeño cognitivo como en el razonamiento complejo. Las investigaciones sugieren que la tendencia o el estado de ansiedad pueden modular las funciones cognitivas frente a ciertos estímulos aunque éstos no sean en sí mismos ansiogénicos. Esto parece verificarse frente a tareas complejas y no para las simples. Existen diferentes teorías para intentar explicar este fenómeno. Eysenck (2007) sostiene que la activación ideativa ansiosa y autonómica propia de la ansiedad interfiere con la cognición normal utilizando recursos de la memoria de trabajo afectando el rendimiento de estos sujetos. Esto puede verse compensando merced al esfuerzo y la motivación con el estímulo de la corteza dorsolateral y ventral prefrontal así como la dorsal anterior del cíngulo. Otra teoría sostiene que existe un mecanismo dual de control cognitivo (Braver, 2007). Por medio del control proactivo se enfoca la atención sobre situaciones de alta demanda con una representación sostenida de la tarea requerida. Esto permite un mejor control del procesamiento. El otro mecanismo de control, denominado reactivo, conlleva una corrección tardía según la necesidad y la representación es transitoria y sólo si es 24 | Capítulo 1 necesaria, como una reacción ante imprevistos o si es necesario interrumpir o cambiar la tarea. Los ansiosos utilizan más el mecanismo reactivo que el proactivo. Existe una red cerebral que ejerce un control integrado por la corteza prefrontal medial, la corteza inferolateral prefrontal izquierda, el cíngulo posterior/precúneo, la corteza lateral parietal, el temporal izquierdo inferior y alternativamente la amígdala. Este circuito se mantiene encendido para funciones cognitivas básicas como: el control visuoespacial, el procesamiento social y autorreferencial, la memoria emocional, la autobiográfica y la actividad mental en reposo. En actividades de alta demanda este circuito debe disminuir su actividad. En el estudio de Fales y Barch, entre otros, el grupo de sujetos identificados como de alta ansiedad tuvo igual performance cognitiva que los de baja ansiedad pero el reclutamiento en el control cognitivo fue mayor. Pareciera menos eficiente la desactivación del mencionado circuito de control. Esto resultó más evidente cuanto más compleja era la tarea. Pareciera, entonces, que la ansiedad reduce la eficacia cognitiva por afectar el reclutamiento de la memoria de trabajo. Entonces, existe una mayor actividad en ciertos sectores cerebrales para lograr el mismo resultado. La ansiedad reduce el control proactivo y se verifica el aumento del reactivo. ¨Si te he visto no me acuerdo…¨ Un caso clínico Una mujer de 55 años consultó por un episodio de amnesia de 6 horas de duración, aproximadamente, de aparición brusca, sin daño neurológico demostrable (clínica y TC normal) ni traumatismo de cráneo. Este episodio ocurrió dos días antes de la consulta psiquiátrica. En el momento de la amnesia fue atendida en una guardia general por el neurólogo, el clínico, el cardiólogo y el psicólogo, descartándose toda patología somática. Tampoco tiene otra enfermedad médica que lo justifique. Durante el episodio mantuvo su orientación personal y temporoespacial, el juicio, así como el lenguaje sin alteraciones. No tuvo ni tiene alteraciones del pensamiento ni sensoperceptivas. En el momento de la consulta y desde el episodio presenta un estado de angustia y preocupación por lo sucedido. Entre sus antecedentes psiquiátricos se registra un solo episodio depresivo hace 20 años con buena respuesta al tratamiento antidepresivo farmacológico y psicoterapéutico. Capítulo 1 | 25 En el momento de la consulta se encuentra atravesando un proceso de duelo por la muerte de su madre, con un síndrome de nido vacío por la mudanza de su hijo y ese día había acompañado a su marido a una consulta médica en la que se le realizó un posible diagnóstico de cáncer con mal pronóstico. La paciente fue recuperando su memoria pero no la escena de esa consulta médica ni algunos sucesos posteriores de ese día. Se realizó una nueva consulta neurológica con todos los exámenes complementarios y se diagnosticó una Amnesia Global Transitoria. Este es un síndrome clínico reversible con amnesia anterógrada, de aparición brusca, con incapacidad de retener nueva información, preguntas repetitivas sobre la situación, habitualmente en edad media de la vida o mayores. Durante el episodio suele observarse: • lenguaje conservado (memoria sintáctica y semántica intactas); • sin alteraciones visuoespaciales; • habilidades motoras normales; • ansiedad, inquietud; • examen neurológico normal; • episodio único la mayoría de las veces; • resuelve espontáneamente dentro de las 24 horas. La clínica sugiere una alteración hipocampal y del lóbulo temporal (medial) pero es controversial hasta el momento su demostración. Los factores ateroescleróticos o isquémicos transitorios no están asociados a este síndrome. No están claros los factores fisiopatológicos que subyacen a esta amnesia. Se postulan mecanismos vasculares, tanto arteriales como venosos, fenómenos migrañosos, epilepsia cortical o depresión cortical y psicológicos. Su frecuencia es baja y un 4-5 % de los casos repiten el episodio alguna vez. Si bien su frecuencia no hace diferencia de género, en los hombres es más frecuente el desencadenante físico mientras que en las mujeres predomina el estímulo emocional, como el estrés. En general ocurre en mayores de 50 años. Deben realizarse diagnósticos diferenciales con otros trastornos neurológicos (amnesia epiléptica, AIT, ACV, convulsiones, traumatismo de cráneo, estados hipóxicos, hipoglucemia, intoxicaciones) y con la amnesia disociativa. Como fue mencionado anteriormente, resuelve espontáneamente, usualmente dentro de las 24 horas, y este antecedente no incrementa el riesgo de afecciones cerebrovasculares, ni epilepsia ni mortalidad. 26 | Capítulo 1 Algo para recordar… • La pregunta ya no es si afecta el estrés a la memoria, sino: ¿qué es lo importante en la interacción estrés/ memoria? ¿Qué tipo de estrés y cuál sistema de memoria? • La complejidad de los sistemas de memoria la hacen especialmente eficaz pero particularmente vulnerable al estrés crónico y traumático. • El estrés agudo leve o moderado puede estimular, pero el intenso y/o prolongado afecta especialmente la evocación y también la adquisición de nuevos recuerdos. • El TEPT facilitaría la declinación cognitiva a menor plazo. • Los otros trastornos de ansiedad o el temperamento ansioso probablemente afecten a largo plazo por el “mal uso” de los sistemas de memoria. Este es un tema controversial de reciente inicio en su investigación. Quizás en un futuro podamos contar con recursos, estrategias o tratamientos para disminuir o prevenir el posible daño al hipocampo y la memoria en estos pacientes. Bibliografía Fales C. L., Barch D., Burgess, Schaefer A., Mennin D. J., Gray J., Braver T.: Anxiety and cognitive efficiency: Differential modulation of transient and sustained neural activity during a working memory task. Cognitive, Affective and Behavioral. Neuroscience. 2008; 8 (3), 239-253. LaGarde G., Doyon J., Brunet A.: Memory and executive dysfunctions associated with acute posttraumatic stress disorder. Psychiatry Research 177. 2010; 144-149. Bradley: Neurology in Clinical Practice. 5th edition, Butterworth-Heinemann. 2008. Lee A. L., Ogle W., Sapolsky R.: Stress and depression: possible links to neuron death in the hippocampus. Bipolar Disorders. 2002, 4: 117-128. 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Psych. 2009, Dec. 15; 66(12): 1.075-82. Capítulo 1 | 27 Jelinek L., Jacobsen D., Kellner M., Biesold K., Barre, Mortiz S.: Verbal and noverbal memory functioning in PTSD. J. Clin. Exp. Neurpsychol. 2006; 28(6): 940-8. Clark C., McFarlane A., Morris P., Weber D. and col.: Cerebral function in PTSD during verbal working memory updating: a PET study. Biol. Psyh. 2003; 15; 53(6): 474-81. Wild J.: Verbal memory and treatment response in PTSD. British Journal of Psych. 2008; 193: 254-5. Leskin L., White P.: Attentional networks reveal executive function deficits in PTSD. Neuropsychology. 2007, vol. 21; 3: 275-284. Greuze E., Vermetten E., Ruf M., Kloet C.: Neural correlates of associative learning and memory in veterans with PTSD. J. of Psych. Res. 2008, vol. 42; 8; 659-669. Van der Hart O., Nijenhuis E.: Geralized dissociative amnesia: episodic, semantic and procedural memories lost and found”. Australian and N. Zealand J. of Psych. 2001; 35: 89-600. 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La importancia de la enfermedad radica en que: 1. es la enfermedad que produce mayor discapacidad; 2. requiere de altísimos costos en los servicios de salud mental; 3. los pacientes esquizofrénicos llegan a ocupar un 25% de las camas psiquiátricas hospitalarias. 4. constituyen el 50% de las admisiones en hospitales psiquiátricos; 5. la enfermedad es una de las 10 primeras causas de discapacidad durante toda la vida. 30 | Capítulo 2 Genética El 30% de los genes se expresan en el nivel cerebral. La esquizofrenia es una enfermedad poligenética. Los locus asociados son: 22q11-13; 13q y 1q21-22. Apoyando el componente genético existen trabajos que mencionan el hallazgo de la pérdida de simetría cerebral en familiares de pacientes esquizofrénicos. Estos estudios en familiares comprenden más de 30 investigaciones en los últimos 80 años, de las cuales se concluye que existe agregación familiar. Si el riesgo en la población general es de 0,5-1%, se incrementa en un rango de 3,1-16,9% en los familiares de primer grado de las personas afectadas. La estrategia actual se basa en buscar endofenotipos considerados cercanos a los genes implicados, más que en la búsqueda del clásico fenotipo. Los métodos para determinar estos fenotipos se han extendido e incluyen métodos neurofisiológicos, bioquímicos, endocrinológicos, neuroanatómicos y cognitivos. Genes implicados COMT: Se ha asociado la enfermedad a sus variaciones alélicas. La enzima está involucrada en la degradación de la DA, especialmente en CPF. El locus de esta enzima está situado en el cromosoma 22q11. Al respecto los estudios de “linkage” de los locus 22q12-13, vecinos al locus para la COMT, también se han asociado a la esquizofrenia. Es así que: COMT-Met, tiene el 25% de la actividad de la COMT-Val. La segunda variante alteraría aún más el rendimiento cognitivo y la memoria de trabajo. Receptor nicotínico alfa-7: cuando dos tonos auditivos son escuchados con una diferencia entre ellos de 500 milisegundos, la amplitud de la onda P-50 generada por el segundo disminuye a menos del 40% de la producida inicialmente. En el 75% de los esquizofrénicos la respuesta de esta onda no sólo no ha disminuido sino que a veces aumenta. Este hallazgo está ligado a un polimorfismo del cromosoma 15q14, donde también se ubica la subunidad alfa-7 del receptor nicotínico. Por otra parte, la nicotina mejora los déficit cognitivos de la onda P-50, tanto en esquizofrénicos cuanto en parientes sanos. RGS4: Muchos de los sistemas de NT implicados en la patofisiología Capítulo 2 | 31 de la esquizofrenia, como el sistema gabaérgico, glutamatérgico y dopaminérgico, actúan sobre receptores unidos a la proteína G, que son regulados por la proteína RGS. En los pacientes con esquizofrenia se han detectado niveles disminuidos de RGS4. Por otro lado, el gen que codifica para la proteína RGS4 está localizado en el cromosoma 1q21-22. Disbindina: Variaciones en el gen DTNBP1 (gen para la proteína de unión distrobrevina o disbindina), localizado en el locus 6p24-21, locus de susceptibilidad para la esquizofrenia, fueron reportados en pacientes esquizofrénicos irlandeses. El complejo proteico de la disbindina juega un rol importante en la formación y mantenimiento de las sinapsis neuromusculares, también modifica la actividad sináptica cerebral y modula receptores GABA en el hipocampo, la corteza cerebral y el cerebelo. Actualmente se investiga la influencia de alelos en el desarrollo de la sustancia gris cerebral. Por ejemplo: el gen para la GAD (glutamato decarboxilasa), enzima moduladora del Ac. gama-aminobutírico, actúa en el nivel de los circuitos prefrontales y en estudios post morten de pacientes con disminución de la sustancia gris cortical se han encontrado alteraciones de este gen. La presencia del gen de riesgo de la GAD se asocia a pérdidas escalonadas de S. G. en áreas prefrontales y parietales, más prominentes del lado izquierdo. Estos hallazgos no se han encontrado en controles sanos. La sustancia blanca también disminuye en los niños esquizofrénicos. En general, el cerebro de los niños crece un 2,6% por año, mientras que el de los niños esquizofrénicos lo hace aproximadamente en un 1,3%. Trastorno del neurodesarrollo El trastorno del ND impide la migración y la diferenciación neuronal, lo cual, además, convierte al individuo en más vulnerable a los estresores ambientales y limita el proceso de sinaptopoyesis en la infancia, especialmente a nivel del lóbulo frontal. En la adolescencia se produce la apoptosis neuronal (poda), se incrementan los estresores ambientales y sociales, y es allí donde habitualmente eclosionan los síntomas del primer brote. La esquizofrenia abarca distintas categoría de síntomas: síntomas positivos, síntomas negativos, síntomas afectivos y síntomas de déficit cogni- 32 | Capítulo 2 tivo. La evolución es por brotes y cada brote menoscaba aún más la funcionalidad, llevando a un estado de deterioro progresivo. Antes del primer brote se presentan síntomas premórbidos y prodrómicos, que ya pueden manifestarse en la infancia, al igual que puede suceder con los síntomas cognitivos. Se ha propuesto que la esquizofrenia se desarrollaría en tres estadios: 1. la lesión temprana altera el establecimiento de una arquitectura neuronal normal; 2. estadio de sensibilización neuroquímica en respuesta a distintos estresores ambientales; y 3. desarrollo de una neurotoxicidad progresiva como resultado de esta sensibilización alterada, que sería la base de los procesos involucrados en el deterioro y en la fase residual de la enfermedad. Los estudios neurohistológicos avalan esta disrupción de la neurogénesis normal: fallas migratorias de células piramidales a la corteza entorrinal, particularmente capa III, que ocurrirían ya en el segundo trimestre del embarazo. También se ha descripto: a) disminución de espinas dendríticas y de sinaptofisinas (por inmureactividad) en la misma capa de células piramidales de la CPF de pacientes esquizofrénicos; b) disminución del RNAm para el transportador del GABA en neuronas de la corteza frontal, lo que se correlaciona con alteraciones de las células en candelabro, que son inhibidoras gabaérgicas con comunicación axo-axónica con las células piramidales. Este grupo gabaérgico alterado es en su mayoría de la capa IV cortical, que se forma en el tercer trimestre, lo que agrega posibilidades de noxas tardías a las tempranas ya descriptas. Han sido detectadas algunas alteraciones cerebrales en la EZQ: disminución global de la sustancia gris, reducción del volumen cortical, reducción del volumen del hipocampo y de la amígdala. La pérdida de sustancia gris cortical parece progresar en el tiempo. Los mayores déficit de sustancia gris cortical están localizados en la corteza prefrontal y superior cortical y se los ha encontrado tanto en los primeros episodios cuanto en las formas crónicas. Otros estudios muestran incremento del volumen del ventrículo lateral e incremento del volumen de los ganglios de la base. Capítulo 2 | 33 Estudios tardíos muestran disminución global cortical frontal, medial temporal y parietal ya a los 2-6 años de progresión de la enfermedad y en la adolescencia. La pérdida de sustancia gris (estudios escaneados durante 5 años) es una pérdida cortical medial “en ola” de atrás hacia delante (parietal a frontotemporal) observada ya en pacientes de 12-16 años. Algunos piensan que la pérdida sería al modo de un proceso exagerado del pruning normal de la adolescencia; por otra parte, esta pérdida progresiva parece más robusta que la alcanzada en la enfermedad de comienzo más tardío, por lo tanto es más grave en los casos infantiles: “hit patológico”. En la esquizofrenia es característica la dificultad en la atención auditiva y visual. Con pruebas neuropsicológicas específicas se ha detectado: • deterioro severo del aprendizaje serial, funciones ejecutivas, vigilancia, velocidad motora y fluencia verbal; • deterioro moderado de la atención, evocación retardada, habilidades visomotoras, memoria inmediata y memoria de trabajo; • deterioro leve de las habilidades preceptuales, memoria de reconocimiento y la nominación; • deterioro leve del reconocimiento nominal por lectura y de la memoria de largo plazo. Estos hallazgos no son un epifenómeno, son síntomas primarios y permanentes. En cuanto a la memoria, la declarativa o episódica ha sido reportada como la más alterada; en contraste, la no declarativa o procedural, no parece tan afectada. El déficit de la memoria declarativa se ha relacionado también con la respuesta pobre a los neurolépticos, al pobre funcionamiento en general y a la pobre calidad de vida. Las alucinaciones visuales serían el resultado de una disrupción en el proceso visual entre las células de la porción dorsal magnocelulares y la porción ventral parvocelular. Los pacientes con síntomas positivos presentan déficit en la sensibilidad visual motora, dirección del sentido visual, percepción motora y localización del objeto. Las alteraciones del sistema parvocelular de la visión se traducen en persistencia anormal del ícono visual y están correlacionadas con los síntomas negativos. 34 | Capítulo 2 Gruzelier (Schizopher Bull. 1999; 25: 91-120) postula que estas alteraciones son más tempranas que las fallas atencionales, por lo que constituirían marcadores de vulnerabilidad más tempranos. Cuando encontramos en nuestra vida cotidiana por segunda vez un estímulo determinado, el contexto es usualmente distinto y el estímulo es percibido bajo nuevas o alteradas condiciones (luminosidad, punto de vista, etc.). En estos casos, sin embargo, el estímulo puede ser reconocido por alguna de sus características sobresalientes, no necesariamente por todo el conjunto. Entonces la memoria de reconocimiento implica dos aspectos: identificar el estímulo durante la presentación inicial y la replicación de los rasgos visuales. La disrupción de alguno de estos dos aspectos o la disfunción en su almacenamiento pueden reducir la memoria de reconocimiento. En la EZQ estos procesos están severamente perturbados. El compromiso más consistente encontrado ha sido con relación a la organización visual de la información visual. Otros estudios también han reportado disfunción en el reconocimiento del objeto: Johnson S. C., Lowery N. et al.: Global-local visual processing in schizophrenia: evidence for an early visual processing deficit. Biol. Psychiatry. 2005, 58:937-946, y en la percepción global del estímulo: Spencer et al. 2003. Con relación a estas disfunciones se han observado alteraciones en las vías específicas y en los estadios primarios del procesamiento visual. El interés, entonces, se ha focalizado en el sistema retino-geniculadocortical que está integrado por dos principales vías bien diferenciadas y constituidas por dos tipos definidos de células. La vía parvocelular es la responsable de la percepción del color, del alto contraste y de la alta frecuencia espacial; la vía magnocelular, con sensibilidad para el bajo contraste y la baja frecuencia espacial, es la vía responsable del procesamiento de la información transitoria (localización y movimiento del estímulo) y de los aspectos espaciales del objeto. En general, el sistema parvocelular procesa los detalles finos, mientras que el magnocelular procesa los rasgos globales. La vía magnocelular es de ubicación dorsal en la vía visual. Butler y col., en 2001, observaron déficit selectivo en la vía magnocelular de los pacientes con esquizofrenia. Doniger y col., en 2002, encontraron alteraciones similares. Los pacientes tienen dificultad en percibir los estímulos vehiculizados por esta vía magnocelular. Cualquier disfunción de la vía dorsal perturba Capítulo 2 | 35 la generación temprana y compromete la formación de representaciones estables de la imagen percibida. La disfunción de la vía magnocelular se ha relacionado con el sistema de neurotransmisión glutamatérgico. La evidencia de la importancia del glutamato en el proceso visual temprano se ha evidenciado por estudios que relacionan la reducción de los potenciales P100 y N150 a un específico haplotipo del gen disbindina-1 (DTNBP-1). Como ya ha sido mencionado, variantes de este gen se han asociado al riesgo de padecer EZQ. Dicho gen estaría implicado en la neurotransmisión NMDA/glutamato. Las anomalías en este sistema de neurotransmisión no permiten una adecuada transmisión de datos. Otra posibilidad es que la reducción de la P100 sea el resultado de la regulación deficiente de la corteza visual con relación a otras estructuras cerebrales superiores, así, se ha visto reducción de la P100 en lesiones corticales prefrontales ipsilaterales (áreas V3/V3a). Las alteraciones en la atención y en la vigilia constituyen el mecanismo más importante en la producción de alucinaciones, hecho observado en situaciones de deprivación de sueño, intoxicaciones y cuadros de confusión mental. Por el contrario, los delirios involucran un sistema más complejo, que utiliza datos e información de modalidad múltiple y produce actividad cerebral de tipo polimodal. Las percepciones unimodales son combinadas y asociadas con otras percepciones unimodales, con recuerdos de eventos anteriores y con aspectos emocionales, para formar un concepto cognoscitivo complejo o pensamiento. La mayor parte de este proceso ocurre en la corteza asociativa heteromodal, especialmente en el nivel parieto-temporal. Para un buen pensamiento es necesario que la memoria de trabajo encargada de secuenciación y el proceso de datos en serie no esté comprometida. Estas funciones son coordinadas por la corteza asociativa anterior heteromodal, especialmente el lóbulo prefrontal. Los delirios, entonces, serían el resultado de la alteración del sistema de asociación heteromodal, lo que lleva al paciente a interpretar alucinaciones y delirios como reales. Subyacente a estas alteraciones habría una red neuronal con conexiones anormales por proyecciones axonales mal moduladas y malformaciones sinápticas que se originan en la segunda mitad de la vida fetal (red displástica). Las disfunciones en el proceso perceptivo están implicadas en el com- 36 | Capítulo 2 promiso cognitivo de la EZQ y en general se relacionan con los síntomas premórbidos, el deficiente funcionamiento social y el específico déficit de la teoría de la mente. Distintos estudios demuestran asociación familiar de anomalías perceptuales y atencionales en los familiares de pacientes esquizofrénicos. cuadro 1. Rango de anomalÍas perceptuales auditivas y visuales en pacientes con esquizofrenia M. Martín - Reyes et al. / Psychi 7,0 6,5 Anomalías perceptuales 6,0 Anomalías auditivas 5,5 5,0 4,5 4,0 3,5 3,0 Anomalías visuales 2,5 2,0 1 2 3 4 5 Grupo Sintomatología precoz Concepto de síntoma básico Desde Morel hasta hoy día ha sido reconocida la existencia de un déficit cognitivo en la esquizofrenia, presente aún antes de la iniciación de la sintomatología psicótica. Huber (1998) identifica alrededor de 20 síntomas básicos que el clínico puede observar antes de la eclosión del primer episodio psicótico: • Dificultad para discriminar las calidades emocionales. • Trastornos en la mímica y los gestos. • Dificultad en la atención. • Interferencia en el pensamiento. • Presión en el pensamiento. • Bloqueo del pensamiento. Capítulo 2 | 37 • Trastornos en el lenguaje receptivo (leído). • Trastornos en el lenguaje receptivo (escuchado). • Trastornos en el lenguaje expresivo. • Trastornos en la iniciación e intencionalidad del pensamiento. • Dificultad para distinguir entre fantasía (imaginación) y realidad (percepción). • Tendencia inmediata a la autorreferencia. • Visión parcial de los eventos. • Hipersensibilidad a los estímulos visuales y a la luz. • Micropsias. • Trastornos en la percepción de la cara y la forma de los otros. • Trastornos en la percepción del propio rostro (signo del espejo). • Hipervigilancia. • Detallismo en la percepción. • Desrealización. • Interferencia motora (síndrome de automatismo). • Pérdida de habilidades automáticas. Los síntomas psicóticos propiamente dichos emergen al intensificarse los síntomas básicos, por ejemplo: la percepción delirante sería el emergente de los trastornos perceptivos y las alucinaciones somáticas, de las cenestésicas. Huber estudió a 502 pacientes y concluyó que los síntomas básicos son prepsicóticos, pero que no son prodrómicos, lo cual significa que forman parte de las alteraciones cognoscitivas de la esquizofrenia. El paciente que presenta síntomas básicos elabora estereotipias de conducta adaptativa a ellos o trata de evitar los desencadenantes de los mismos con lo cual habitualmente se aísla y evita situaciones que puedan gatillar sus síntomas (evita mirar rostros o pasa horas mirándose el propio rostro en el espejo, tratando de percibirse). Estos síntomas deben ser tenidos en cuenta precozmente para sospechar la enfermedad e iniciar un seguimiento y eventualmente un tratamiento precoz, evitando mayor deterioro y/o cronicidad. La EZQ de comienzo infantil se define por su iniciación temprana, 12 años o menos. No es frecuente y representa un fenotipo severo y crónico de la enfermedad de comienzo en el adulto. El NIMH ha puesto en marcha estudios sobre este tema desde 1990. En los niños afectados se ha detectado una marcada disminución de la sustancia gris cortical, hallazgo también presente en familiares cercanos 38 | Capítulo 2 sanos, lo que hablaría de la influencia genética en el desarrollo anormal de estos cerebros. Estos cambios corticales en las formas infantiles son específicos y aparentemente no están relacionados con el efecto de la medicación, porque se los ha observado antes de iniciar cualquier tipo de tratamiento. Los síntomas psicóticos a tan temprana edad predicen fuertemente el diagnóstico de esquizofrenia en el adulto. Probablemente exista un fenotipo continuo más que fenotipos aislados. Esta enfermedad infantil, llamada provisoriamente por el NIMH: MDI (compromiso multidimensional), ha sido largamente mal diagnosticada. Kalwin, en 1971, la diferenció del autismo (Studies in the chilhood psicosis. Diagnostic criteria and classification. Br. J. Psychiatry. 1971, 118: 381-384) Aún hoy es mal diagnosticada, porque síntomas psicóticos transitorios pueden ocurrir aún en niños sanos y alucinaciones de curso breve no son raras en pacientes no psicóticos, particularmente en respuesta a la ansiedad o al stress. Los trastornos psicóticos francos y graves en niños en general son raros y tienden a ser más severos que en las formas adultas. En muchos casos predicen un muy alto riesgo de sufrir alguna enfermedad dentro del espectro esquizofrénico en la adolescencia o la adultez temprana. El NIMH comenzó, desde 1990, un estudio de COS, con la hipótesis de que podría estudiarse la enfermedad desde un fenotipo común más homogéneo y estrechamente relacionado con el desarrollo cerebral y también menos alterado por factores ambientales, tales como múltiples hospitalizaciones, abuso de sustancias, medicaciones, etcétera. Durante 15 años los niños han sido reclutados y diagnosticados según los criterios del DSM-III R o DSM IV, para esquizofrenia con comienzo a la edad de 12 años o menos, con CI premórbido de 70 o más y en ausencia de otro desorden neurológico. En muchos casos el diagnóstico se confirmó luego de un wash-out de medicación durante 1-3 semanas. Estudios anteriores ya mostraban la continuidad entre el comienzo temprano y el tardío de la esquizofrenia, a través de estudios de factores de riesgo premórbidos, alteraciones leves en el eye-tracking, desórdenes del espectro esquizofrénico y alteraciones neurocognitivas. Indicadores indirectos Anomalías físicas menores, como la polidactilia, alteración de dermatoglifos y diversos signos neurológicos anormales son frecuentes en los pacientes Capítulo 2 | 39 esquizofrénicos. Estos fenómenos clínicos están ligados a alteraciones en las etapas de desarrollo embrionario y coinciden cronológicamente con el desarrollo cerebral (2a mitad de la gestación) por lo que se los considera indicadores indirectos de una alteración del neurodesarrollo. Otros tipos de signos son los motores como, por ejemplo, las disquinesias, que aunque sin duda son mucho más frecuentes luego del tratamiento con antagonistas dopaminérgicos, son sin embargo parte constitutiva específica del síndrome, como lo demostrara McGlashan en pacientes que no habían recibido aún tratamiento neuroléptico. Análogamente un tercio de los pacientes esquizofrénicos tienen síntomas característicos de parkinsonismo (rigidez y bradiquinesia) identificables durante el primer episodio psicótico y antes de recibir tratamiento. cuadro 2. Evaluación motora en pacientes esquizofrénicos previa al tratamiento neuroléptico. Modificada de Wolff and O`Driscoll, 1999 Esquizofrénicos Normales Rigidez 21% - Bradiquinesia 12% - UPDRS rigidez 29% 4% UPDRS temblor 37% 4% Muchos trabajos en poblaciones de alto riesgo mencionan conductas anormales previas a la eclosión del primer brote y según estos datos podrían al menos distinguirse tres períodos en el curso prodrómico de la enfermedad: 1. entre el nacimiento y los ocho años, donde la patología subyacente se expresa exclusivamente en la forma de precursores motores; 2. entre la infancia y la adolescencia, donde las perturbaciones en la socialización son las más evidentes, usualmente acompañadas por trastornos cognitivos (atencionales, mnemónicos o de la función ejecutiva). La atención tiene tres aspectos comprometidos: la atención selectiva/ focalizada, la sostenida y la dividida, que depende de poder procesar entre dos estímulos o canales y poder priorizar según importancia. La memoria falla tanto en tareas verbales cuanto en no verbales, también en el reconocimiento de palabras y rostros (memoria visual) y la memoria de trabajo. 40 | Capítulo 2 Estas fallas indican compromiso frontal y témporo-límbico. Tienen más dificultades con la memoria verbal y no verbal (declarativa) pero pueden aprender habilidades procedimentales (memoria procedural) Con relación a la función ejecutiva fallan en la iniciación, preparación y modulación de ella. Las funciones ejecutivas comprenden una variedad de componentes cognitivos: velocidad del procesamiento de la información, flexibilidad, memoria de trabajo, todos diferentemente relacionados con regiones cerebrales específicas. La memoria de trabajo está relacionada con la corteza frontal dorsolateral; la velocidad de procesamiento, en contraste, con los circuitos subcorticales. Estas alteraciones cognitivas alcanzan dimensiones distintas según la sintomatología clínica predominante. cuadro 3. Correlaciones entre severidad de las dimensiones clÍnicas y factores cognitivos Positivo negativo rp rp Desorganizado rp Factores Cognitivos Habilidad verbal -0.319 <0.001 -0.175 0.063 -0.207 0.027 Memoria verbal -0.156 0.084 -0.014 0.873 -0.196 0.029 Memoria visual -0.101 0.272 -0.091 0.323 -0.102 0.266 VPFE1 -0.180 0.051 -0.398 <0.001 -0.067 0.471 Atención -0.110 0.260 -0.112 0.251 -0.047 0.633 Velocidad motriz 0.062 0.518 -0.093 0.327 0.030 0.754 Coordinación motriz -0.182 0.054 -0.456 <0.001 0.052 0.589 Impulsividad -0.302 0.002 -0.025 0.797 -0.159 0.100 TFV2 -0.129 0.155 -0.297 0.002 -0.076 0.403 IGT3 -0.083 0.364 -0.199 0.029 0.007 0.942 * Las correlaciones que siguen siendo significativas después de la parcialización de las variables relacionadas. 1 Velocidad de procesamiento de las funciones ejecutivas 2 Test de fluencia verbal 3 Test de Iowa También presentan dificultades en el mantenimiento del estado de alerta; en la resolución de problemas no obvios (abstracción); en la selección Capítulo 2 | 41 de categorías; errores de perseveración; automonitoreo del comportamiento voluntario; disminución de la fluencia verbal; y enlentecimiento psicomotor. Esto supone disfunción de circuitos frontales, especialmente a nivel órbito-frontal y dorsolateral. Se investiga con el Wisconsin Card Sorting Test (WCST). 3. por último, las perturbaciones en la organización del pensamiento en la pubertad que continúan en aumento hasta la aparición de los síntomas psicóticos. cuadro 4. curso temporal de las manifestaciones anormales en los sujetos preesquizofrénicos 100 Precursores neuromotores 80 60 Disfunción cognitiva y social Severidad 40 20 Trastorno del pensamiento 0 0 8 12 Edad (años) Entonces, los niños “presquizofrénicos” difieren de sus hermanos y de los controles normales o con eventuales trastornos afectivos en el comportamiento motor, social y cognitivo. Muestran anomalías posturales distónicas de la mano, claramente reconocibles antes de los 2 años de edad y en general persisten hasta los 8-9 años de edad. La mayoría de estas anomalías asientan en el miembro superior izquierdo (mano y brazo) y cuando aparecen entre los 6 meses y los dos años son virtualmente patognomónicas (Gabriel de Eurasquin; Vertex. 2002, Vol. XIII: 189-197). Incluyen hiperextensión de muñecas, cierre forzado y sostenido del puño y movimientos disquinéticos de los dedos y el brazo. 42 | Capítulo 2 Estas alteraciones están presentes desde mucho antes de la eclosión sintomática característica de la enfermedad adulta. En la mayoría de los sujetos con esquizofrenia la corteza dorsolateral prefrontal fracasa en la coordinación (tarea de ordenamiento de tarjetas con errores repetitivos). Estos pacientes tienen actividad metabólica reducida comparada con sujetos normales. Los que tienen mejor desempeño correlativamente tienen actividad metabólica aumentada. Resumiendo: de las numerosas variables que se desvían significativamente de los valores en los niños normales hay tres más específicas que predicen la aparición de la psicosis esquizofrenia en la edad adulta: déficit en la memoria verbal de corto plazo, déficit en la habilidad motora y déficit en la atención. Las tres variables mostraron una sensibilidad entre el 60-80%, la mitad de los sujetos presquizofrénicos mostraron anomalías en todas ellas, mientras que los sujetos con riesgo genético de trastornos afectivos o los miembros de la cohorte normal raramente mostraron anormalidades en alguna y nunca en todas. La distonía motora parece tener una especificidad del 100%. El 10% de los sujetos con riesgo genético pero sin síntomas de esquizofrenia que mostraron anormalidades durante la infancia, deben considerarse falsos positivos. La presencia de anomalías motoras y de la conducta desde el nacimiento unidas a un aumento en la incidencia de pequeñas malformaciones congénitas, incluyendo anomalías en las huellas dactilares constituyen la base del argumento a favor de que la lesión subyacente a la esquizofrenia ocurriría durante el desarrollo embrionario. Las huellas dactilares tienen la particularidad de ser inmutables, permanentes e invariables. Se forman hacia finales del 4o mes fetal y se desarrollan hasta la semana 15. Los primeros estudios se hicieron en Alemania a principios del siglo XX. Los estudios se realizaron con amplias muestras de pacientes esquizofrénicos y muestras control. Uno de los primeros trabajos (Poll, 1935) puso de manifiesto una disminución en el número de verticilos y un aumento de arcos entre los pacientes esquizofrénicos, especialmente en el grupo masculino. Moller, en 1935, confirmó las observaciones de Poll. ¿Porqué los dermatoglifos serían útiles en el intento de detectar marcadores biológicos tempranos o congénitos? Capítulo 2 | 43 1. porque se originan a partir de la misma capa embrionaria que el SNC; 2. porque se forman durante el mismo período prenatal en que migran las neuronas hacia la corteza prefrontal; 3. son sensibles a un amplio rango de factores ambientales que pueden alterar su morfología, al igual que otros aspectos del desarrollo fetal; 4. no se modifican luego del nacimiento (fósiles específicos de este período embrionario); 5. su estudio está bien definido y sistematizado, y resulta fácilmente accesible al investigador. Al respecto, muchos autores consideran de importancia todas aquellas situaciones de hipoxia perinatal que sumadas al riesgo genético aumentan el riesgo de esquizofrenia. En un artículo publicado en Schizophrenia Research, 1996, por Lourdes Fañarás y Jim Van Os et al., se concluye que existe estrecha relación entre el estrés embrionario y la simplificación de huellas dermatoglíficas (menor conteo de líneas y más arcos). Trabajos similares ya se habían publicado en 1978 (Babler). Por otra parte, los efectos en dermatoglifos en la exposición materna a agentes como la rubéola, cytomegalovirus y alcohol ha sido bien documentada (Schaman 1976). De todas maneras, alteraciones dermatoglíficas similares también se han encontrado en pacientes bipolares, albinismo, espina bífida, retardo mental, malformación de extremidades y ezquizotipia; esto último hablaría de un continuum con los diferentes fenotipos relacionados con la esquizofrenia. Las anormalidades más graves se han visto en pacientes esquizofrénicos, por lo que en esta enfermedad el insulto parece ser muy severo y más temprano a nivel del neurodesarrollo. En cuanto a otros predictores, el grado de disfunción es un buen predictor de la incapacidad en el largo plazo. Actualmente se le otorga cada vez mayor atención a la disfunción cognoscitiva de la esquizofrenia (escalas de evaluación). El compromiso cognitivo es una constante en los pacientes con esquizofrenia y se considera medular en la fisiopatología de la enfermedad. Sutiles comportamientos motores y alteraciones cognitivas se presentan desde la infancia en aquellos individuos que en la edad adulta desarrollarán esquizofrenia. 44 | Capítulo 2 Este compromiso cognitivo no es parejo ni en el mismo paciente ni en las distintas formas clínicas de la enfermedad. Algunas evidencias sugieren que el curso del deterioro de las funciones cognitivas difiere según sean funciones verbales o no verbales. En un reciente metanálisis (Woodberry K. A. y col.: Premorbid IQ in schizophrenia: a metanalytic review. Am. J. Psychiatry. 2008; 165: 579-587) se estimaron que, en promedio, aquellos pacientes que desarrollaron esquizofrenia en la edad adulta mostraron un déficit de 8 puntos en su CI infantil. Una diferencia de 15 puntos en el CI marca la diferencia necesaria para que un joven sea capaz o no de completar sus estudios secundarios. A pesar de que este déficit cognoscitivo premórbido está bien documentado, tres cuestiones pertinentes al modelo del neurodesarrollo permanecen sin resolver. El 1o concierne al desarrollo y curso de las funciones cognitivas previas al comienzo de la enfermedad: a) la hipótesis del deterioro en el neurodesarrollo predice la declinación premórbida de la capacidad cognitiva, b) la hipótesis del ND deficitario predice un compromiso cognitivo estable que se manifiesta tempranamente y permanece estable, c) la hipótesis del ND enlentecido predice habilidades cognitivas en aumento, pero con desarrollo en menos comparado con sujetos normales. El 2o problema se relaciona con el diferente o similar curso que pueden seguir las alteraciones cognitivas, ya que no todas siguen el mismo curso. La disfunción motora parece ser progresiva: con el resto de los déficit no se han encontrado muchas diferencias entre las formas crónicas del adulto y las formas tempranas de la enfermedad. También se ha encontrado progresión a nivel de la memoria episódica; aquí cuenta la medicación, con peores resultados si ella ha sido con neurolépticos típicos. Estudios cruzados sobre las funciones cognitivas premórbidas en la esquizofrenia concluyen que, al menos, la mayoría de las funciones están comprometidas. Sin embargo existe una gran variabilidad en la magnitud del compromiso funcional. La 3a cuestión es si estas disfunciones son propias de la esquizofrenia o también de otras psicosis. En un trabajo de Nueva Zelanda (febrero 2010) llamado Static and Dinamic Cognitive Déficits in Chilhood Preceding Adult Schizophrenia: A 30-Year Study- A. Reichenberg, A. Caspi, HonaLee Harrington et al., realizado en más de 1.000 niños de la población general, nacidos entre 1972 y 1973 y seguidos desde el nacimiento hasta los 32 años, con intervalos de 3 años, se compararon las pruebas en niños que desarrollaron esquizofrenia, en niños que desarrollaron depresión y en niños normales. Capítulo 2 | 45 Se investigaron los tres dominios mayores cognitivos: 1. comprensión verbal (vocabulario, comprensión, etc.); 2. organización perceptual (blocks, dibujos, ensamble de objetos, figuras a completar, etc.); 3. grado de distracción (aritmética, códigos, símbolos). El trabajo sugiere que el déficit cognitivo se origina en dos procesos interrelacionados: 1. un déficit presente desde el inicio; y 2. un desarrollo que mantiene el déficit. Hay continuidad entre el comienzo infantil de la esquizofrenia y la forma adulta de ella. Dentro de los estudios epidemiológicos se ha observado que la disminución del CI se correlaciona con elevado riesgo de muchas condiciones psiquiátricas, más notablemente con la depresión mayor. La literatura existente no provee de adecuadas respuestas a estas tres cuestiones por cinco razones: 1. muchos estudios han usado el registro retrospectivo de muestras que no representan a la población esquizofrénica; 2. otros estudios han asumido, pero no testeado, la especificidad de los déficit cognitivos premórbidos de la esquizofrenia; 3. se ha determinado la función cognitiva global con el CI que no deja de ser un registro de la integridad del funcionamiento cerebral, sin particularidades ni especificidades; 4. en otros estudios también retrospectivos no se ha especificado progresión en el tiempo; 5. se ha testeado la función cognitiva con distintos tests lo que dificulta la evaluación. Este estudio se basa en el reporter de múltiples investigaciones realizadas en más de 1.000 niños, en la población general, desde el nacimiento hasta los 32 años. Los antipsicóticos convencionales pueden reducir aún más esta capacidad, al igual que los fármacos anticolinérgicos. No obstante, los síntomas depresivos pueden estar presentes al inicio y durante el episodio psicótico agudo o pueden preceder a la recaída. Sigue siendo el mayor factor de riesgo suicida, desenlace bastante frecuente en la esquizofrenia. 46 | Capítulo 2 Papel del cerebelo Juega un papel primordial en la cognición, el comportamiento y la modulación de la agresión. El cerebelo conecta con el cerebro a través de vías que pasando por el tálamo alcanzan la CPF, la corteza medial frontal, áreas temporoparietales, cíngulo anterior e hipotálamo posterior, todas zonas involucradas en la función cognitiva y el comportamiento. Las áreas prefrontales y premotoras pueden planear la conducta, pero sólo en combinación con el cerebelo pueden hacerlo en forma más automática, rápida, libre de errores y altamente vinculada al contexto. El cerebelo influye en la atención selectiva y contribuye al control del movimiento y a los cambios del foco de atención (orientación y atención). El sistema cerebeloso sería un sistema de regulación adaptativa en estrecha relación con el sistema límbico, la corteza y el tronco. El cerebelo regula ritmo, frecuencia, fuerza y precisión de los movimientos, también la velocidad, propiedad, capacidad y consistencia de los procesos mentales y cognitivos porque: a) regula el control motor, sentido del equilibrio y postura; b) modula la agresión; c) regulación autonómica y vasomotora; d) aprendizaje asociativo; e) capacidad visoespacial; f) procesamiento de eventos vinculados a la memoria implícita o procedural; g) procesamiento lingüístico; h) funciones sensoriales y cognitivas; i) aprendizaje de habilidades. Schnahman y Sherman describieron un síndrome cognoscitivo típico de lesiones cerebelosas: alteraciones en la especialidad, en el lenguaje (disprosodia y anomia) y compromiso de las funciones ejecutivas (planeación, abstracción, memoria de trabajo y fluencia verbal). Las alteraciones cognoscitivas son más severas cuando existe compromiso bilateral del cerebelo posterior. En las tareas de aprendizaje y generación de palabras el cerebelo se activa. En los pacientes con esquizofrenia se han observado signos de compromiso cerebeloso como, por ejemplo, aumento de los movimientos sacádicos oculares. Capítulo 2 | 47 En los estudios de neuroimágenes se ha descripto atrofia cerebelosa e hipoplasia del vermis (hallazgos no concluyentes). También se ha descripto en estos pacientes aumento de la óxido-nítrico-sintetasa en vermis cerebeloso, ruptura del circuito prefrontocerebeloso y disminución del número y tamaño de las células de Purkinje. Cambios similares se han descripto en pacientes con autismo. Otros autores, en comparación con normales, han registrado disminución del metabolismo cerebeloso en los pacientes con esquizofrenia (tampoco estos datos son concluyentes). Métodos de diagnóstico EEG: el 60% presenta una frecuencia rápida con desincronización y pobre organización de los ciclos y disminución del ritmo alfa, lo cual sugiere una asincronía interhemisférica. Además hay aumento de ondas lentas y diferente actividad alfa ante la fotoestimulación, que es atenuada en región occipital y aumentada a nivel frontal. Estos cambios EEG se han visto en niños con psicosis y en niños con riesgo de padecer esquizofrenia (hijos de padres esquizofrénicos). Los pacientes que no responden al tratamiento antipsicótico tienen aumento de la actividad alfa. Potenciales evocados: se ha encontrado disminución de la onda auditiva. La transmisión lenta coincide con la experiencia alucinatoria auditiva y con la presencia de síntomas positivos y negativos. Dicha transmisión se normaliza con la mejoría clínica. Los síntomas negativos y la cronicidad se asocian con un patrón de transmisión lenta y amplitudes mayores, en tanto que los síntomas positivos se asocian a amplitudes bajas y transmisión lenta. Los potenciales evocados somatosensoriales de latencia media (P15-P60) se correlacionan con cronicidad y síntomas depresivos (Shagas), lo cual sugiere aumento de la sensibilidad y la excitabilidad ante la estimulación. En pacientes con esquizofrenia indiferenciada y paranoide se han hallado potenciales evocados de componentes grandes, con latencia menor y reducción de la variabilidad temporal, cosa no encontrada en los episodios agudos. Los estudios de P-50, de amplitud moderada, la asocian a síntomas positivos y actitudes hostiles, en cambio las amplitudes altas de la P-50 se correlacionan con síntomas negativos. Muchas veces los patrones se recuperan con la respuesta a la medicación. 48 | Capítulo 2 Las ondas P-100 reflejan la interacción entre los sistemas tálamo-corticales específico y no específico y la acción serotoninérgica. Se ha observado atenuación de potenciales P-100, lo que se correlaciona con los datos del EEG y la presencia de síntomas positivos, que al parecer se originan en el lóbulo temporal izquierdo. El componente P-300 también está disminuido en pacientes con esquizofrenia y acompaña a los síntomas negativos. La P-300 detecta en los pacientes aumento de la latencia y reducción de la amplitud del potencial. Esta alteración revela disfunción frontal y témporo-parietal izquierda. Es bastante específica, ya que no se encuentra alterada en pacientes paranoides no esquizofrénicos ni en psicosis cicloides. Podría considerarse un marcador de riesgo, ya que se ha detectado en hijos sanos de pacientes esquizofrénicos. Su amplitud se correlaciona con el grado de compromiso en el procesamiento del estímulo cognitivo. Se ha constituido en un marcador fenotípico. PET Y SPECT: Hay hipoflujo frontal extendido muchas veces a la zona temporal. En general se observa que: a) los síntomas negativos se correlacionan con una menor actividad frontal y en su proyección tálamo-cerebelosa y con una disminución de la actividad del cíngulo anterior; b) los síntomas positivos se correlacionan con una mayor actividad del gyrus parahipocámpico, amígdala y regiones subcorticales (talámica y estriatal) y disminución de la actividad en hipocampo, cíngulo anterior y corteza parietal; c) el retardo psicomotor se correlaciona con aumento de la actividad en ganglios de la base, cerebelo y tálamo e hipoactividad frontal y parietal izquierda. Otros estudios: Los estudios de neurofisiología dinámica (pruebas de evaluación frontal: Wisconsin, Stroop y otros) avalan cuanti y cualitativamente la disminución de la actividad frontal con un rasgo distintivo en la esquizofrenia, que es el alto nivel de perseveración y repetición del error. Andreasen habla de dismetría cognitiva, entendiendo por esto una disrupción en los circuitos neuronales que median la coordinación y la priorización de la información recibida y procesada por el cerebro. Esta dismetría llevaría a una relación errada entre la realidad objetiva y la realidad percibida. Al respecto se han encontrado anomalías cerebelosas con aumento de Capítulo 2 | 49 la óxido-nítrico-sintetasa en el vermis cerebeloso y la ruptura del circuito prefrontocerebeloso en la esquizofrenia y la hipoplasia del vermis y pérdida de células de Purkinje en el autismo. Conclusiones La enfermedad puede manifestarse en la infancia a través de signos neurológicos mínimos, tal como describe en su trabajo G. de Eurasquin, y leves anomalías del comportamiento; sin embargo suelen no detectarse en esta etapa. Las primeras manifestaciones perceptibles se presentan en la adolescencia, desarrollándose los síntomas prodrómicos en el curso de días o meses. En general estos pródromos se diagnostican retrospectivamente (quejas inespecíficas, debilidad, cefaleas, dolores de espalda, malestares digestivos, dificultad en la concentración, aislamiento social o académico, etc.). Los pacientes pueden comenzar a interesarse por temas filosóficos, místicos, esotéricos o muy abstractos, elaborando ideas bizarras y refiriéndose a experiencias perceptivas anómalas. El inicio puede precipitarse por situaciones ambientales estresantes (mudanzas, cambios de colegio, drogas, fallecimientos, separaciones, etc.). Después del primer episodio suele observarse una lenta recuperación seguida de una prolongada mejoría relativa, siendo lo habitual que haya recidivas, y cada recidiva lleva a mayor deterioro. El curso clásico es una alternancia de exacerbaciones y remisiones, con deterioro residual creciente. Los síntomas positivos suelen ser cada vez menos severos pero los negativos o deficitarios se tornan cada vez más acentuados. Los seguimientos a 5-10 años muestran que sólo el 10-20% tiene una evolución relativamente buena, más del 50% tiene una evolución caracterizada por frecuentes hospitalizaciones, exacerbaciones sintomáticas, episodios depresivos o intentos de suicidio. En general un 30% tiene buena recuperación, un 20% una recuperación parcial y el 50% permanece con déficit significativo toda la vida. Bibliografía Jhonson Sarah C., Lowery Natasha, Kohler Christian and Turetsky Bruce I.: Global-local visual processing in schizophrenia: evidence for an early visual processing deficit. Biol. Psychiatry. 2005; 58: 937-946. Rodríguez Sánchez José Manuel, Crespo-Facorro Benedicto, González Blanch César et al.: Cognitive functioning 50 | Capítulo 2 and negative symptoms in first episode schizophrenia: defferent patterns of correlatos. Neurotoxicity Research. 2008, vol (2, 3) pp. 227-235. Gotgay Nitin: Cortical brain development in schizophrenia: insights from neuroimaging studies in childhoodonset schizophrenia. Schizophrenia Bulletin, vol. 34, N°1, pp. 30-38, 2008. Sponheim S. R., Jung R. E., Seidman L. J. et al.: Cognitive deficits in recent-onset and chronic schizophrenia. Journal of Psychiatric Research 44. 2010; 421-428. Koychev Ivan, El-Deredy Wael, Henschel Corinna, Deakin John Francis William: Visual information processing deficits as biomarkers of vulnerability to schizophrenia: an event-related potential study in schizotypy. Neuropsycology 48. 2010; 2.205-2.214. Reichenberg Abraham, Caspi Avshalom, Harrington HonnaLee et al.: Static and dynamic cognitive deficits in childhood preceding adult schizophrenia: a 30 year study. Am. J. Psychiatry. 2010; 167: 160-169. Brodeur Mathieu, Pelletier Marc, Bodnar Michael et al.: The effect of viewpoint on visual stimuli: a study of episodic memory in schizophrenia. Psychiatry Research 176. 2010; 126-131. Martín-Reyes Migdyrai, Mendoza Quiñones Raúl, Díaz de Villalvilla Thais, Valdés Sosa Mitchel: Perceptual/ attentional anomalies in schizophrenia: a family study. Psychiatry Research 176. 2010; 137-142. Jabben Nienke, Arts Baer, van Os Jim and Krabbendam Lydia: Neurocognitive functioning as intermediary phenotype and predictor of psychosocial functioning across the psychosis continuum: studies in schizophrenia and bipolar disorder. J. Clin. Psychiatry 71:6. June 2010. Capítulo 3 | 51 c3. Alteraciones cognitivas en el trastorno bipolar Marcelo Marmer Los endofenotipos son hallazgos anormales neuroquímicos, neurofisiológicos, neuroanatómicos, endocrinológicos, neuropsicológicos. Con frecuencia acompañan la enfermedad y no producen síntomas ni signos clínicos evidentes (Gottesman 2003). Los estudios genéticos moleculares sobre el TB se pueden beneficiar de la aplicación de determinadas mediciones neuropsicológicas, porque al definir los marcadores endofenotípicos cognitivos se podría mejorar la capacidad para detectar los genes que predisponen a la aparición del trastorno. Esto ayudaría a una mejor definición de los criterios diagnósticos tempranos. Se ha observado que parientes de 1er grado no afectados por la enfermedad tuvieron un nivel de desempeño intermedio entre el nivel del grupo bipolar y el grupo control en dos pruebas de importancia en la bipolaridad, como veremos más adelante, y que son la función ejecutiva y la memoria. Además de las pruebas neuropsicológicas, existen otros métodos disponibles para identificar endofenotipos que incluyen las mediciones cognitivas, neurofisiológicas, neuroanatómicas, imagenológicas y bioquímicas. En ese sentido, los fenotipos más estudiados en la bipolaridad son: desregulación de los ritmos circadianos, deprivación del sueño, sensibilidad 52 | Capítulo 3 colinérgica, sensibilidad a psicoestimulantes, imágenes hiperintensas en la sustancia blanca, el temperamento afectivo y la alteración neurocognitiva (Torrent 2006). Los subtipos del espectro bipolar más estudiados en cuanto a las disfunciones cognitivas son el tipo I y el tipo II. Se han hecho más estudios con pacientes tipo I, por lo tanto, hasta que comenzó a estudiarse específicamente el tipo II se infería lo que ocurría en estos pacientes a partir de estudios hechos en pacientes con bipolaridad tipo I. A la fecha podemos afirmar que los pacientes bipolares tipo II tienen un nivel intermedio de rendimiento entre el grupo bipolar I y el grupo control en memoria verbal y funciones ejecutivas (Torrent 2006). Existe cada vez más evidencia de que varias áreas cognitivas empeoran su función en las fases agudas de la enfermedad bipolar y que este empeoramiento persiste aún en períodos de eutimia. Actualmente se investigan diferentes endofenotipos del trastorno bipolar. El endofenotipo trata del fenotipo interno. Sus características son: 1) se encuentra más cercano a la etiología biológica de la enfermedad que sus signos y síntomas; 2) no se observa clínicamente; 3) influenciado por uno o más genes susceptibles al trastorno. Alteraciones cognitivas Las alteraciones que se han señalado como endofenotipos neurocognitivos del trastorno bipolar son: a) memoria declarativa; b) atención; c) funciones ejecutivas. Se denomina memoria declarativa al aprendizaje de listas o historias, que posteriormente son recordadas de manera libre. Se evalúa la cantidad de estímulos recuperados y el tipo de estrategias que se utilizan para recuperar la información. Los tests que investigan este tipo de memoria son, fundamentalmente, el California Verbal Learning Test (CVLT), Rey Auditory Verbal Learning Test (RAVLT) y Wechsler Paired Associate Learning. Particularmente, con la utilización del CVLT ha sido posible documentar las deficiencias mnésicas observadas en el TB que se relacionan más con una pobre codificación que con un olvido rápido. Se observan Capítulo 3 | 53 intrusiones durante la recuperación de la información por deficiencia en el monitoreo, que depende del funcionamiento de la corteza prefrontal. Los pacientes eutímicos tienen dificultades en el aprendizaje de palabras y recuperan pocos estímulos, tanto a corto cuanto a largo plazo, pero no tienen dificultades para retener las palabras una vez aprendidas (Bearden 2006). Durante la fase depresiva se observan deficiencias en el recuerdo libre de palabras así como dificultades para planear e implementar estrategias eficientes de recuperación. Esto dependería de la integridad de funciones ejecutivas controladas por estructuras frontales. Durante la fase maníaca/hipomaníaca se observan fallas en la adquisición y retención de información. Además, los pacientes expresan asociaciones verbales irrelevantes. Las funciones ejecutivas son las que se observan en actividades complejas, como: planificar, organizar, guiar, revisar, regularizar y evaluar el comportamiento. Dentro de ellas se encuentra: • la memoria operativa o de trabajo; • la planeación; • el automonitoreo; • la autorregulación; y • la flexibilidad cognoscitiva. La memoria de trabajo se refiere a las estructuras y procesos usados para el almacenamiento temporal (memoria a corto plazo) y la manipulación de la información. Es un proceso activo que está siendo actualizado de manera continua por la experiencia de un momento determinado. Está asociada al funcionamiento de la lógica o inteligencia; el hipocampo es el sustrato de la memoria de trabajo. En términos generales, los pacientes con TB presentan deficiencias en las funciones ejecutivas. Tienen problemas relacionados con la planificación, la organización y el control de la acción, la formación de conceptos y la flexibilidad cognitiva. Por lo general, fracasan en tareas que carecen de estructura o claves y perseveran al repetir sus errores. Además, utilizan estrategias inadecuadas para corregirlos. En la fase eutímica los pacientes con trastorno bipolar I y II presentaron 54 | Capítulo 3 peor rendimiento en el subtest memoria de trabajo, uno de los componentes de las funciones ejecutivas, del test de Waiss (Torrent Carla y col.: Cognitive impairmentr in bipolar II. British J. 2006; 189: 254-259). En tareas de resolución de problemas complejos, planeación, automonitoreo y fluidez verbal, la calidad de su ejecución podría verse afectada debido a que cometen mayor cantidad de errores en la fluidez verbal y porque requieren más tiempo que el estandarizado para completar las tareas. Hemos evaluado la memoria de trabajo por medio del test de Waiss en dos pacientes mujeres con el mismo diagnóstico pero diferente evolución. Paciente A., 46 años: • nivel universitario; • diagnóstico TB II, desde junio 2008; • internada en mayo 2008 por intento de suicidio; • eutímica en el momento del test; • IMO, resultado: 67 (muy bajo) en relación a la media de su edad. Paciente B., 59 años: • perito mercantil; • diagnóstico TB II, desde 2003; • No internaciones, no intentos de suicidio; • eutímica al momento del test; • IMO, resultado: 82 bajo con relación a la media de su edad. La paciente más joven y con mejor formación académica, pero con antecedente de un intento de suicidio e internación, tuvo peor rendimiento cognitivo que la paciente B. Consideramos según este hallazgo y siguiendo diversos autores que la evolución del cuadro empeora el rendimiento neurocognitivo. Con relación a la atención, los pacientes en fase de eutimia también presentan alteraciones por fallas en el componente de inatención, debido a que obtienen menores puntajes en la detección del estímulo y requieren mayor tiempo de reacción. Durante la fase de manía/hipomanía se presentan errores de comisión o falsas respuestas, perseveraciones y menor detección del estímulo. Se encuentran afectados los tres componentes de la atención sostenida, que incluyen la inatención, la impulsividad y la vigilancia. Durante la fase depresiva existe menor sensibilidad para detectar el estímulo y, por ende, mayor porcentaje en errores por omisión. Capítulo 3 | 55 Predictores de empeoramiento cognitivo en el trastorno bipolar II • Frecuencia de episodios depresivos mayores y menores. • Síntomas depresivos subclínicos. • Comienzo temprano de la enfermedad. • Intervalos interepisódicos cortos. Predictores de peor funcionamiento psicosocial • Peor rendimiento en el test de función ejecutiva. • Se ha afirmado que los síntomas depresivos son más discapacitantes que los síntomas hipomaníacos. • Podrían ser tan discapacitantes como los síntomas maníacos. • El empeoramiento en la experiencia psicosocial sería semejante para ambos tipos de bipolaridad, I y II. (Judd y Akiskal A. y col. 2003, 2005 y Castañeda Franco. Salud mental. En-feb 2008; vol. 31, nº 1). En conclusión, los pacientes tipo II tendrían mejor perfil clínico que los del tipo I, sin embargo pueden tener un curso peor de la enfermedad cuando es elevado el número de episodios, con más episodios depresivos tanto mayores cuanto menores y cuando es menor el intervalo interepisódico (Vieta y col. 2009, Judd y col. 2003). Circuitos implicados en la alteración cognitiva en la bipolaridad Diversas líneas de evidencia sugieren la presencia de anormalidades neurofuncionales en pacientes con desorden bipolar. Estas anormalidades pueden originarse en un cambio estructural o en alteraciones de las conexiones entre regiones cerebrales. En estudios con tomografía por emisión de fotón único (SPECT) ha sido posible determinar que durante la fase de manía existen cambios en el cíngulo anterior y en la vía órbito-frontal izquierda, lo que es compatible con los modelos que se han propuesto para el procesamiento de información emocional. Por medio de estudios por resonancia magnética funcional (RMf) se pudo observar que los pacientes en fase depresiva exhiben reducción en el metabolismo prefrontal y en el de la corteza paralímbica anterior, así como incremento en el metabolismo del estriado ventral, el tálamo y la amígdala derecha. Finalmente, los hallazgos hacen referencia a una reducción del metabolismo en la corteza ventral caudal y prefrontal, y un incremento del metabolismo en la amígdala en pacientes bipolares aún sin síntomas depresivos o maníacos. Habría ineficiencia de la corteza prefrontal para regular la actividad de estructuras subcorticales como el complejo amigdalino-hipocampal, el tálamo, los ganglios basales y sus interconexiones, dando como resultado la disfunción del circuito que regula el afecto. La prevención de la cronicidad y de la recurrencia de los episodios así como el control de los síntomas subsindrómicos son los principales objetivos de la práctica clínica. Se podría evitar así el empeoramiento en las funciones psicosocial y cognitiva. Bibliografía Bearden C., Glahn D., Monkul S. et al.: Sources of declarative memory impairment in bipolar disorder: mnemonic processes and clinical features. J. Psychiatric. Res. 2006; 40: 47. Torrent C., Aran A., Vieta E.: Cognitive impairment in bipolar II disorder. British J. of Psychiatry. 2006; 189: 254-259. Brâebion G., Gorman J., Amador X. et al.: Source monitoring impairments in schizophrenia: characterization and associations with positive and negative symptomatology. Psychiatry Res. 2002; 112 (1): 27-39. Dhingra U., Rabins P.: Mania in the elderly: a 5-7 year follow-up. J. Am Geriatr. Soc. 1991; 39: 581-583. Hamer C. y col.: Sustained attention deficit in bipolar disorder is not a working memory impairment in disguise. Neuropsychology. 2002; 40: 1.586-1.590. Ilsley J., Mofoot A., O´Carroll R.: An analysis of memory dysfunction in major depression. J. Affect Disord. 1995; 35: 1-9. 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Wider-Willis K., Sax K, Rosenberg H.: Persistent attentional dysfunction in remitted bipolar disorder. Bipolar Disorder. 2002; 180-319, 9. Capítulo 4 | 57 c4. El rol de los antipsicóticos atípicos en el tratamiento de la depresión Patricia Frieder El objetivo de esta presentación es evaluar la eficacia y la tolerabilidad de los antipsicóticos atípicos en pacientes con depresión resistente al tratamiento. De acuerdo a lo planteado anteriormente (ver Psicofarmacología Psicodinámica IV, Actualizaciones 2009, capítulo 3), se acepta que existen 4 opciones principales frente a la falta de respuesta o respuesta parcial a un tratamiento con antidepresivo. Las estrategias utilizadas en el tratamiento de la depresión resistente son: incremento de dosis, sustitución, combinación y potenciación. En esta presentación se revisarán las evidencias actuales en la estrategia de potenciación, particularmente el uso de antipsicóticos atípicos que, como se observa en el cuadro 1, es la que cuenta con las mejores evidencias. Potenciación Definición: consiste en el agregado de fármacos o precursores que, sin ser antidepresivos per se, potencian su acción y pueden revertir la ineficacia o la eficacia parcial de un antidepresivo en curso. 58 | Capítulo 4 cuadro 1. FÁRMACOS UTILIZADOS EN POTENCIACIÓN/COMBINACIÓN EN DRT FÁRMACONIVEL DE EFICACIA O EVIDENCIA EN DRT ANTIPSICÓTICOS ATÍPICOS A LITIO B BUPROPIÓN O MIRTAZAPINA B T3 B MODAFINILO B TESTOSTERONA B- LAMOTRIGINA C PINDOLOL C METILFENIDATO C BUSPIRONA C INOSITOL C A: ≥ 2 estudios doble-ciego controlados con placebo con número adecuado. B: ≥ 1 estudio doble-ciego controlado con placebo (o múltiples estudios menores). C: evidencia positiva de estudios abiertos o series de casos. Objetivos de la potenciación a) Al final de un tratamiento ineficaz: para aumentar la respuesta en un respondedor parcial o para lograr respuesta en un no respondedor. b) Al inicio de un tratamiento: para acelerar la respuesta o aumentar la frecuencia de respuesta. Potenciación con antipsicóticos atípicos Mecanismo de acción Esta estrategia de potenciación es una de las más utilizadas. Los IRSS incrementan la neurotrasmisión serotonérgica en el prosencéfalo y en el locus coeruleus. La combinación de inhibición de la recaptación serotonérgica (IRSS), y antagonismo 5-HT2a (AA), produce un incremento de la liberación de noradrenalina y dopamina, por desensibilización de los Capítulo 4 | 59 autorreceptores presinápticos α2 en el soma de las neuronas noradrenérgicas y potenciación del bloqueo de los receptores 5HT2a (que se encuentran en interneuronas gabaérgicas que inhiben a las neuronas noradrenérgicas). En modelos animales también se incrementan los niveles de monoaminas con AA, en coadministracion con IRSS. Existen además otros mecanismos adicionales, dependientes de la estructura química de los distintos AA. El aripiprazol es un agonista parcial dopaminérgico. La quetiapina y fundamentalmente su metabolito, la norquetiapina, inhiben la recaptación de la noradrenalina y tienen efecto agonista parcial 5HT1a. La olanzapina también presenta efecto agonista 5HT1a. La ziprasidona inhibe la recaptación de noradrenalina y serotonina. Además, en modelos animales se observó que la combinación de IRSS y AA produjo: aumento de la proliferación celular en hipocampo y corteza prefrontal (neurogénesis), aumento del factor 2 de crecimiento de fibroblastos en hipocampo y corteza prefrontal, aumento de los niveles de BDNF en neuroblastoma y aumento de BDNF en ARNm en hipocampo y corteza. En un reciente estudio, con 45 pacientes que presentaban depresión resistente al tratamiento, se agregó un AA al antidepresivo que estaban recibiendo. En los respondedores se incrementaron los niveles plasmáticos de BDNF en correlación con la mejoría en la HAM-D, por lo que se postula que la eficacia de los AA estaría relacionada con el incremento en los niveles cerebrales de BDNF, que podría considerarse un marcador inespecífico de depresión. Evidencias En un metaanálisis de 10 estudios doble-ciego, controlados con PBO de potenciación con olanzapina, risperidona y quetiapina, en depresión mayor resistente (N=1.500 pacientes, 2007), se observó una respuesta del 57,2% y de remisión del 47,4% con los AA vs. 35,4% y 22,3% para el PBO. En el cuadro 2 se detallan los estudios mencionados y en el cuadro 3 se observa como los resultados favorecen claramente a los AA. Los mismos autores realizaron un nuevo metaanálisis (2009), incluyendo 16 estudios, con 3.480 pacientes, y la conclusión fue que la respuesta y remisión con los AA fue superior al PBO, aunque también hubo mayores tasas de discontinuación por efectos adversos. A continuación, se examinarán las evidencias existentes para cada antipsicótico atípico. 60 | Capítulo 4 cuadro 2. POTENCIACIÓN CON ANTIPSICÓTICOS ATÏPICOS EN ESTUDIOS CONTROLADOS CON PBO Papakostas G.I. al. J. Clin. Psychiatry, 2007 Jun.; 68(6): 826-31. ESTUDIOANTIPSICÓTICO ATÍPICOANTIDEPRESIVO DURACIÓN (SEMANAS) Shelton 2001OLANZAPINA FLUOXETINA 8 Shelton 2005OLANZAPINA FLUOXETINA 12 Corya 2006OLANZAPINA FLUOXETINA 12 Keitner 2009 VARIOS 4 Khullar 2006QUETIAPINA IRSS O IRSN 8 Mattingly 2006QUETIAPINA IRSS O IRSN 8 McIntyre 2007QUETIAPINA IRSS O IRSN 8 Thase 2007OLANZAPINA FLUOXETINA 8 Thase 2007OLANZAPINA FLUOXETINA 8 Mahmoud 2007 RISPERIDONA VARIOS 6 RISPERIDONA Cuadro 3. POTENCIACION CON ANTIPSICOTICOS ATIPICOS EN ESTUDIOS CONTROLADOS CON PBO Papakostas G. I. et al., J. Clin. Psychiatry, 2007 Jun.; 68(6): 826-31. Shelton et al 31 Shelton et al 32 Corya et al 33 Keitner et al 34 Khullar et al 34 Mattingly et al 36 McIntyre et al 37 Thase et al 38 Thase et al 38 Mahmoud et al 39 Combinado 0.1 Favorece al Placebo 0.5 1 Riesgo 5 10 Favorece al antipsicótico atípico Capítulo 4 | 61 Risperidona: En el cuadro 4 se detallan los estudios publicados con risperidona, con aproximadamente 789 pacientes. La risperidona fue el primer antipsicótico atípico (1999), utilizado como potenciador en una serie abierta de 8 pacientes que no habían respondido a fluoxetina (20-40mg) o paroxetina (10-30mg), con una remisión del 100% al cabo de una semana. Existen además 3 estudios doble-ciego y 1 estudio abierto con risperidona y distintos antidepresivos, con muy buena respuesta. En un estudio se observó que al agregar la risperidona, los pacientes mejoraron en su ideación suicida (que persistía con el antidepresivo) luego de 2 semanas. Las dosis de risperidona utilizadas oscilaron entre 0,5 y 3mg en los diferentes estudios. Los principales efectos adversos fueron: aumento de peso, síntomas extrapiramidales e hiperprolactinemia. cuadro 4. EFICACIA DE RISPERIDONA EN DRT autores TIPO DE ESTUDIO CARACTERÍSTICARESULTADOS Ostroff R. B., NelsonN=8 8 pacientes que no J. C. Serie de casos PXT respondieron a PXT en una semana. Remisión: 100% J. Clin. Psychiatry 10-30mg o FLX 20-40mg 10-30mg o FLX 1999; 60(4): 256-9. + RPD 0,5-1mg 20-40mg Rapaport M. H. y col.N=386 Fase abierta Neuropsychopharm. Estudio abierto 6 semanas con 2006; 31(11): 2.505-13. 6 semanas. CTP 20-60mg. CTP 20-60mg + RPD 0,25-2mg. Remisión: 63%. Mahmoud R. A. y col.N= 274 Respuesta: Ann. Intern. Med. Doble ciego con Pbo 46,2% vs. 29,5%. 2007; 147(9): 593-602. 6 semanas. Remisión: RPD 1-2mg o Pbo. 24,5% vs. 10,7%. Reeves H. y col.N=24 24 pacientes con Efecto antisuicida J. Clin. Psychiatry Doble ciego con Pbo ideación suicida a con RPD partir 2008; 69: 1.228-336. 8 semanas pesar del ATD. de la 2ª semana. RPD 0, 25-2mg. Keitner y col.N=97 Pacientes que no Remisión: 52% J. Psychriat. Res. Doble ciego con Pbo respondieron a vs. 24%. 2009; 43(3): 205-14. 4 semanas. distintos ATD. RPD 0,5-3mg. 62 | Capítulo 4 Olanzapina: En el cuadro 5 se muestran los estudios doble-ciego, controlados con PBO, publicados con olanzapina, con aproximadamente 1.616 pacientes. El primero de estos estudios, con 28 pacientes que no habían respondido a la fluoxetina (20-60mg), durante 6 semanas, y que fueron randomizados a 3 grupos: fluoxetina, olanzapina y la combinación de olanzapina/fluoxetina, mostró resultados contundentes, ya que el 60% de los pacientes que recibieron la combinación mejoraron vs. 10% y 9%, respectivamente, con monoterapia. Los estudios siguientes, realizados con gran número de pacientes, reiteraron la superioridad de la combinación vs. la monoterapia. La combinación O/F fue superior en producir una mejoría temprana y la ausencia de esta mejoría temprana es predictiva de no respuesta, definiendo mejoría temprana antes de las 2 semanas (mitad de la 1er semana). Las dosis utilizadas en la combinación fueron: olanzapina 12mg y fluoxetina 50mg. En EEUU se comercializa la combinación O/F en 5 presentaciones con distintas dosis (O/F: 3/25, 6/25, 6/50, 12/25 y 12/50mg). Los efectos adversos más observados fueron: somnolencia, boca seca, constipación, aumento de peso, del colesterol y los triglicéridos, y leve aumento de la prolactina. La combinación olanzapina/fluoxetina fue recientemente aprobada por la FDA en la depresión resistente al tratamiento. Previamente había sido aprobada en el episodio depresivo del trastorno bipolar I. Aripiprazol: En el cuadro 6 se muestran los 3 estudios doble-ciego publicados, con aripiprazol, controlados con PBO, con 1.092 pacientes. Los resultados fueron tan categóricos que el aripiprazol fue el primer antipsicótico atípico aprobado por la FDA como coadyuvante en la depresión unipolar resistente al tratamiento. La metodología fue similar en los 3 estudios. Eran pacientes que habían fracasado a 1-3 estudios previos. Se les administró durante 8 semanas PBO y venlafaxina XR, paroxetina CR, fluoxetina, sertralina o escitalopram, en dosis adecuadas. A los pacientes que no respondieron se les agregó durante 6 semanas, en forma doble-ciego, aripiprazol (2-15mg en combinación con fluoxetina o paroxetina) y aripiprazol (2-20mg en combinación con los otros antidepresivos, venlafaxina, sertralina o escitalopram), o PBO + antidepresivos. Las dosis menores se debieron a que la fluoxetina y la paroxetina inhiben el CYP450 2D6, que metaboliza al aripiprazol, incrementando su nivel plasmático. En el cuadro 7 se muestran las tasas de remisión de los 3 estudios, que favorecen al aripiprazol. En el cuadro Capítulo 4 | 63 8 se muestran otros estudios con aripiprazol; uno se realizó en pacientes mayores de 65 años, demostrando la eficacia de esta estrategia en adultos mayores. Otro estudio evaluó la eficacia en pacientes con o sin ansiedad y con o sin síntomas atípicos, con buena respuesta en ambos grupos, mejorando la ansiedad. En el último estudio se utilizó bupropión como antidepresivo y los resultados fueron similares a los obtenidos con IRSS o IRSN, lo que muestra que se puede combinar el aripiprazol con antidepresivos pertenecientes a diferentes grupos. Los efectos adversos más frecuentes observados con el agregado de aripiprazol fueron: acatisia, inquietud, insomnio, constipación, somnolencia. No hubo cambios en los niveles de prolactina, colesterol o lípidos. Se observó un leve aumento de peso. cuadro 5. EFICACIA DE OLANZAPINA EN DRT Bobo W. y Shelton R., Neuropsychiatr. Dis. Treat. 2009, 5: 369-383. autores TIPO DE ESTUDIO CARACTERÍSTICARESULTADOS Shelton R. C. y col.N=28 34 pacientes que no Am. J. Psychiatry respondieron a 6OLZ/FLX: 60% Doble-ciego con Pbo Respuesta: 2001; 158(1): 131-134. 8 semanas. semanas con N=10: OLZ/FLX Fluoxetina (20-60mg).Olanzapina: 9% Fluoxetina: 10% N=10: FLX/Pbo N= 8: OLZ/Pbo Shelton R. C. y col.N=500 946 pacientes que noOLZ/FLX superior a J. Clin. Psychiatry Doble-ciego con Pbo respondieron a 7 2005; 66(10): 8 semanas. semanas conOlanzapina Fluoxetina 1.289-1.297.OLZ/FLX, FLX/Pbo,NortriptilinaNortriptilina NTP/Pbo, OLZ/Pbo. (75-175 mg). Corya S. A. y col.N= 483 807 pacientes que no Depress Anxiety Doble-ciego con Pbo respondieron a 7 OLZ/FLX: 29,9% 2006; 23(6): 364-372. 12 semanas. semanas con Remisión: Fluoxetina: 17,9% OLZ/FLX, FLX/Pbo, VenlafaxinaOlanzapina: 13,6% (75-175mg) VLFX/Pbo, OLZ/Pbo. Venlafaxina: 22,4%. Thase M. y col.N= 605 1.313 pacientes que Respuesta: O/F 40% J. Clin. Psychiatry Doble-ciego con Pbo no respondieron a Remisión: O/F:27,3% 2007; 68(2): 224-236. 8 semanas. 8 semanas con Fluoxetina: 16,7% Fluoxetina (50mg).Olanzapina: 14,7% 64 | Capítulo 4 Cuadro 6. EFICACIA DE ARIPIPRAZOL EN DRT autores TIPO DE ESTUDIO CARACTERÍSTICARESULTADOS Berman R. M. y col.,N= 362 Pacientes que Respuesta: J. Clin. Psychiatry 2007; Doble-ciego con Pbo fracasaron a 1-3 33,7% vs. 23,8% 68: 843-853. 6 semanas. estudios previos Remisión: Aripiprazol (2-15mg) 8 semanas Pbo y 26% vs. 15,7%. + fluo o parox. Venlafaxina XR, Aripiprazol(2-20 mg) Paroxetina CR, + otros ATD. Fluoxetina, Pbo + ATD. Sertralina, Escitalopram. Marcus R. N. y col., N= 381 Idem. Respuesta: J. Clin. Psychopharm. Doble-ciego con Pbo 32,4% vs. 17,4%. 2008; 28(2): 156-65. 6 semanas. Remisión: 25,4% vs. 15,2%. Berman R. M. y col., N= 349 Remisión: Idem. CNS Spectr. Doble-ciego con Pbo 36,8% vs. 18,9%. 2009; 14(4): 197-206. 8 semanas. Disc. por efectos adversos: 6,2% vs. 1,7%. Cuadro 7. POTENCIACION CON ARIPIPRAZOL: RESULTADOS DE 3 ESTUDIOS DOBLE-CIEGO CONTROLADOS CON PBO 1 Berman R. M. et al. J. Clin. Psychiatry 2007; 68: 843-853. 2 Marcus R. N. et al. J. Clin. Psychopharmacol. 2008 Apr.; 28(2):156-65. 3 Berman R. M. et al. CNS Spectr. 2009 Apr.;14(4):.197-206. 70 REMISIÓN Aripiprazol 60 50 P< 0,05 P< 0,05 P< 0,05 40 26% 25,4% 36,8% 30 15,7% 15,2% 18,9% 20 10 0 Estudio 1 (N=362) Estudio 2 (N=381) Estudio 3 (N=349) Placebo Capítulo 4 | 65 Cuadro 8. EFICACIA DE ARIPIPRAZOL EN DRT autores TIPO DE ESTUDIO CARACTERÍSTICARESULTADOS Sheffrin M. y col., N= 24 Abierto Pacientes mayores Remisión: 50%. J. Clin. Psychiatry 2009;. 12 semanas. de 65 años Disc. por efectos 70: 208-213. Aripiprazol (2,5-15mg) Escitalopram 20 mg + Duloxetina 120mg o 16 semanas. Aripiprazol(2,5-15 mg) + Venlafaxina 225 mg. adversos: 10%. Trivedi M. H. y col., N= 742 Pacientes con síntomas Respuesta: J. Clin. Psychiatry Doble-ciego con Pbo ansiosos o atípicos, 34% vs. 20%. 2008; 69: 1.928-36. 6 semanas. en 2 estudios Remisión: de 14 semanas. 25% vs. 15%. Simon J. S., N= 15 Abierto Pacientes que no Remisión: Nemeroff C. B. 8 semanas. respondieron a 6/15 en la semana J. Clin. Psychiatry Aripiprazol monoterapia con IRSS, 1ª y 9/15 en 2005; 66(10): (2,5-10mg). Venlafaxina o 1.216-1.220. la semana 2ª. Bupropión. Quetiapina XR: En el cuadro 9 se muestran 2 estudios doble-ciego con PBO, con 939 pacientes, que también permitieron la aprobación por la FDA de la quetiapina XR como coadyuvante en pacientes con depresión resistente al tratamiento. En estos estudios los pacientes no habían respondido a amitriptilina, bupropión, citalopram, escitalopram, fluoxetina, paroxetina, sertralina o venlafaxina XR durante 6 semanas. Se agregó quetiapina XR 150 a 300mg o PBO durante 8 semanas con altos porcentajes de respuesta y remisión con ambas dosis de quetiapina XR. Hay otros 2 estudios que muestran el importante efecto antidepresivo de la quetiapina XR. En uno de ellos se utilizó monoterapia de quetiapina XR (50 a 300mg) vs. PBO en 723 pacientes con depresión mayor, con buena respuesta. Por último, se comparó en 612 pacientes: duloxetina 60mg vs. quetiapina XR (150-300mg) vs. PBO durante 8 semanas. Tanto la duloxetina como la quetiapina resultaron superiores al PBO al final del estudio, pero la respuesta fue mucho más rápida (primera semana) con la quetiapina que con la duloxetina (3-4 semanas). Los efectos adversos más comunes fueron: somnolencia, sedación, boca seca, constipación, aumento de peso, del colesterol y de los triglicéridos. No hubo síntomas extrapiramidales. 66 | Capítulo 4 Cuadro 9. EFICACIA DE QUETIAPINA XR EN DRT autores TIPO DE ESTUDIO CARACTERÍSTICARESULTADOS Bauer M. y col.,N=493 Pacientes que no Respuesta: J. Clin. Psychiatry Doble ciego con Pbo respondieron a 55%, 57% vs. 46%. 2009; 70(4): 540-549. 6 semanas. 6 semanas con: Remisión: Se agregó AMT, BUP, CTL, 36%, 31% vs. 23,8%. Quetiapina XR DLX, ESC,FLX, PRX,SRT, VLFX. 150 - 300 mg o Pbo. El-Khalili N. y col., N=446 Pacientes que no Respuesta: Int. J. Nueropsychop. Doble ciego con Pbo respondieron a 58,9% vs. 46-2%. 2010; 13(7): 917-932. 8 semanas. 6 semanas con ATD Remisión: Se agregó 42,5% vs. 24,5%. Quetiapina XR Eventos adversos: 11,5%, 19,5% vs. 0,7%. 150 -300 mg o Pbo. Ziprasidona: Existen pocos pacientes (N=84) estudiados con el agregado de ziprasidona, que se muestran en el cuadro 10. En estos dos estudios abiertos la ziprasidona (40-160mg) mostró buena respuesta, pero se necesitan estudios doble-ciego controlados con PBO para demostrar la eficacia de esta estrategia. Se recomienda realizar ECG antes de iniciar tratamiento con ziprasidona por la posibilidad de alargamiento del QT. No hubo efectos extrapiramidales, ni aumento de peso, prolactina, colesterol o triglicéridos. Cuadro 10. EFICACIA DE ZIPRASIDONA EN DRT autores TIPO DE ESTUDIO CARACTERÍSTICARESULTADOS Dunner D. L. y col.,N= 64 SRT 100-200 mg Respuesta J. Clin. Psychiatry Estudio abierto (N=21). 19%, 32%, 10%. 2007; 68(7): 1.071-7. 8 semanas. SRT 100-200 mg + ZPR 80 mg (N=23). SRT 100-200 mg + ZPR 160 mg (N=20). Papakostas G. l. y col.,N= 20 FLX, CTP, PRX ≥ J. Clin. Psychiatry Estudio abierto 20mg, SRT ≥ 50mg Remisión: 25%. Respuesta: 50%. 2004; 65(2): 217-221. 8 semanas. + ZPR 40-160mg. Capítulo 4 | 67 En el cuadro 11 se muestran los distintos antipsicóticos atípicos aprobados por la FDA, con sus dosis correspondientes. Cuadro 11. ANTIPSICÓTICOS ATÍPICOS APROBADOS POR LA FDA Fármaco Adyuvante en Depresión Mayor Unipolar Resistente al Tratamiento Dosis Aripiprazol, Dosis inicio: 2 mg x aprobado por la FDA 2-20 mg. 11/2007. Quetiapina XR, x aprobado por la FDA Dosis inicio: 50mg 150-300 mg. 12/2009. Olanzapina/Fluoxetina, x 3, 6, 12/25-50 mg. aprobado por la FDA 3/2009. Risperidona Ziprasidona Conclusiones •D iversos antipsicóticos atípicos han demostrado eficacia como potenciadores de los antidepresivos en pacientes con depresión resistente al tratamiento. • Es importante evaluar los riesgos y beneficios de esta estrategia. • La potenciación de antidepresivos con antipsicóticos atípicos es la estrategia mejor estudiada en depresión resistente al tratamiento. • Parece ser efectiva, por lo menos en la fase aguda. • El aripiprazol, la quetiapina XR y la combinación fluoxetina/olanzapina son los fármacos aprobados por la FDA en depresión resistente al tratamiento. • Faltan aún datos acerca de la eficacia, tolerabilidad y seguridad en el largo plazo de esta estrategia. • Faltan datos comparativos con otras estrategias de potenciación. 68 | Capítulo 4 Bibliografía Blier P., Szabo S. 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Sin embargo, Hirschfeld y colaboradores al estudiar la incidencia en la comunidad considerando el espectro bipolar clásico y el espectro bipolar que hoy llamamos “suave”, observaron que el porcentaje aumentaba al 3,4% . La incidencia del TB disminuye con la edad al 0,1 a 0,4%. Aún así, el 10% de los pacientes tienen comienzo de manía después de los 50 años y del 5 al 12 % de las admisiones de pacientes geriátricos se deben al trastorno bipolar. 72 | Capítulo 5 Clínica del trastorno bipolar en gerontes Podemos considerar dos grupos de TB en la vejez, según la edad de comienzo: el trastorno bipolar de comienzo temprano y el trastorno bipolar de comienzo tardío, que presentan diferentes síntomas en la clínica. En un estudio reciente (European Mania in Bipolar Longitudinal Evaluation of Medication), se observó que el TB de comienzo temprano presenta mayor ciclado rápido, menos intentos de suicidio y más historia familiar de trastorno afectivo. En cambio, el TB de comienzo tardío tiene menos severidad de síntomas maníacos y psicóticos, similares síntomas depresivos que el de comienzo temprano, mayor respuesta a la monoterapia, indicación de antidepresivos más frecuente y respuesta más rápida y favorable al tratamiento. En gerontes, el trastorno bipolar cursa con más agitación e irritabilidad, más cuadros de depresión mixta, más confusión y trastornos cognitivos. La evolución a la demencia es más frecuente. Un primer episodio maníaco a esta edad debe hacer sospechar siempre de una enfermedad cerebral orgánica. Los factores de riesgo más frecuentes de trastorno bipolar tardío son las enfermedades neurológicas, las enfermedades cerebrovasculares y la historia familiar de trastornos afectivos (Ver Cuadro 1). cuadro 1. Factores desencadenantes de manía secundaria Enfermedades del SNC Enfermedades sistémicas Enf. de Alzheimer Policitemia Enfermedad cerebrovascular SIDA Demencia frontotemporal Otras infecciones: sífilis Lesiones posquirúrgicas Carcinoma pulmonar Tumores Hipertiroidismo Traumatismos E. Cushing Epilepsia Esclerosis múltiple E. Parkinson Déficit vitamina B12 E. Huntington Fármacos Antidepresivos Amantadina Corticoides Captopril L. dopa Baclofen Yohimbina Fenitoína Tiroxina Anticolinérgicos Abstinencia de drogas Diálisis Alcoholismo Capítulo 5 | 73 Pacientes con TB de comienzo tardío tienen dos veces más riesgo de accidente cerebrovascular respecto a controles, más trastornos endocrino-metabólicos y enfermedad respiratoria. Se considera fundamental el rol de los factores cerebrovasculares en el desencadenamiento tardío del TB, y esta hipótesis da cuenta del pico de comienzo de manía luego de los 60 años (Ver Cuadro 2). cuadro 2. El Rol de los Factores de Riesgo Vascular en TBCT Subramaniam y col., Int. J. Geriatr. Psychiatry, 2007. N: 30 TBCTem vs. 20 TBCT, > 65 años. Tests cognitivos y Framingham Stroke Risk Score 12 15 10 12 Frecuencia 8 9 6 6 4 2 3 0 0 20 40 60 80 Edad al primer episodio bipolar 100 20 40 60 80 100 Edad al primer episodio maníaco El riesgo cerebrovascular juega un rol importante en la expresión del TBCT. Podemos distinguir cuatro grupos diferentes de presentación de manía en adultos mayores: I. Comienzo temprano del TB y recurrencias a lo largo de la vida. II. Comienzo tardío del TB y múltiples episodios depresivos anteriores al primer episodio de manía, con una latencia de 10-15 años. III. Manía secundaria. IV. Pacientes subdiagnosticados, o sea pacientes que ya habían tenido síntomas de la enfermedad que quedaron minimizados o con diagnóstico diferente a TB. 74 | Capítulo 5 Los diagnósticos diferenciales de la manía en la vejez son básicamente con la esquizofrenia, con el trastorno esquizoafectivo, con el síndrome confusional y con la demencia. La depresión es el tipo de episodio que se presenta más frecuentemente en el curso del trastorno bipolar. Ya Kraepelin, en 1921, describió el aumento significativo de los episodios depresivos a lo largo de la vida con respecto a otro tipo de episodios. En la vejez, en pacientes con TB recurrente a lo largo de su vida, la depresión bipolar es predominante (Ver Cuadro 3). cuadro 3. Distribución de episodios de manía y depresión a lo largo de la vida (N=899) Kraepelin, Manic Depressive Insanity and Paranoia. Edinburgh, E. & S. Livingstone, 1.921:169. 100 80 60 Porcentaje 40 20 0 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65 Años Depresión Mixtos Manía La depresión bipolar presenta más síntomas atípicos que la depresión unipolar: hipersomnia, anergia, hiperfagia, reactividad a estímulos, síntomas psicóticos más frecuentes, estados mixtos con síntomas de manía o hipomanía, ansiedad y agitación, e irritabilidad y hostilidad. La edad de comienzo es más temprana que la de la depresión unipolar, y suele tener menor duración. El comienzo es más brusco y la recurrencia es mayor. Los síntomas subsindrómicos residuales interepisódicos son frecuentes y constituyen conjuntamente con los trastornos cognitivos los factores fun- Capítulo 5 | 75 damentales de la disfuncionalidad presente en los pacientes bipolares. Los síntomas subsindrómicos son, además, predictores de recurrencia. La disfuncionalidad puede aumentar con la edad en la medida en que los episodios depresivos se hacen más frecuentes y abarca diferentes áreas: familiar, social, laboral y cognitiva. La depresión genera significativamente más disfunción que la hipomanía y la manía. En el curso de la depresión bipolar pueden presentarse déficit neurocognitivos independientemente de la edad: disminución de la working memory, de la memoria verbal y visual, y de la función ejecutiva. En un estudio reciente de Delaloye y col. se concluyó que la disminución de la velocidad de procesamiento y de la memoria episódica son déficit habituales en pacientes ancianos con TB. Gildengers y col. siguieron 3 años a un grupo de 33 pacientes bipolares I y II de edad media de 70 años y observaron mayor y más rápido deterioro cognitivo medido con la Dementia Rating Scale en pacientes bipolares con relación a controles. Schows y col. estudiaron a 119 pacientes bipolares mayores de 60 años con inicio temprano (antes de los 40 años) o con comienzo tardío en período de eutimia, y a 78 sujetos controles. Observaron déficit de la atención y la función ejecutiva, del rendimiento psicomotor, de la memoria declarativa y de la visuoconstrucción. Los estabilizantes del ánimo tienen efectos secundarios cognitivos que pueden incrementar los déficit; la lamotrigina produce menos síntomas cognitivos que los anticonvulsivantes más antiguos, que el litio y que el topiramato. El TB no tratado tiene una tasa de morbimortalidad importante con respecto a pacientes bipolares tratados y con respecto a la población general, lo que se observó en múltiples estudios. Comorbilidad del TB en gerontes El trastorno bipolar es un trastorno de muy frecuente comorbilidad con otros trastornos psiquiátricos y con enfermedades médicas. Se asocia con: abuso de sustancias y alcohol, trastornos por ansiedad: trastorno por ansiedad generalizada, trastorno por pánico y trastorno por estrés postraumático, y con trastorno borderline de la personalidad. Se revisó la comorbilidad del TB en la base de datos del National Veterans Health Administration y se observó en 4.668 pacientes bipolares, cuya edad principal era de 70 años, una comorbilidad con demencia del 4,5%, con trastorno por estrés postraumático del 5,4% y con trastornos por ansiedad del 9,4%. 76 | Capítulo 5 Neurobiología del TB en gerontes En la depresión y en la manía hay disminución del Factor de Crecimiento Derivado del Cerebro (BDNF) que empeora con la recurrencia y la severidad del trastorno, lo cual, junto con el aumento del estrés oxidativo, genera disfunción cognitiva y general, mayor refractariedad al tratamiento y una mayor posibilidad de demencia en la vejez en pacientes con alta recurrencia depresiva. Los polimorfismos del BDNF determinan variables clínicas y evolutivas. Así, el polimorfismo valina-66-valina aumenta la vulnerabilidad al comienzo temprano y el ciclado rápido, mientras que valina-66metionina está asociada a atrofia prefrontal e hipocampal y disfunción cognitiva. En el trastorno bipolar hay una falta de modulación de la corteza prefrontal sobre el circuito límbico. En estudios funcionales se observa una hipofunción prefrontal con una hiperactivación límbica. En un estudio de Brooks y colaboradores, de 2009, se observó en adultos mayores bipolares hipo e hipermetabolismo, respectivamente, de las zonas cerebrales nombradas (Ver Cuadro 4). cuadro 4. Desregulación del metabolismo corticolímbico en adultos mayores bipolares eutímicos Brooks O. J., J. Psychiatr. Res., 2009. Girus frontal medio e inferior Amígdala y Girus parahipocámpico Caudal Girus frontal medio Girus frontal superior Capítulo 5 | 77 Tratamiento del trastorno bipolar No hay estudios específicos del tratamiento del trastorno bipolar en adultos mayores. Habitualmente los datos se extrapolan de estudios realizados en la población general. Las diferencias están relacionadas con los cambios farmacocinéticos debidos a la edad, con la comorbilidad y con la etiología. En un review del Duke University Medical Center sobre patrones de tratamiento y respuesta en adultos mayores bipolares se observó que el 68% había recibido estabilizantes standard: litio, divalproato, carbamazepina y lamotrigina; el 54% antipsicóticos y el 34% antidepresivos. El 35% había tenido remisión de la enfermedad y el 32% no había mostrado mejoría. Se revisaron los patrones de prescripción de psicotrópicos en gerontes comparando con el patrón de prescripción en jóvenes que tuvieron recuperación en el Systematic Treatment Enhancement Program for Bipolar Disorder (STEP-BD), y se observó que el 78,5% de los pacientes mayores se recuperó, y el 66,8% de jóvenes. Los pacientes recuperados tomaban 2,05 medicamentos sin diferencia entre los grupos etarios, y se utilizaron litemias significativamente menores en adultos mayores. La recuperación de los adultos mayores fue favorable (Ver Cuadro 5). cuadro 5. Patrones de prescripción de psicotrópicos en gerontes comparado con jóvenes que tuvieron recuperación en el Systematic Treatment Enhancement Program for Bipolar Disorder (STEP-BD) Tratamiento de la manía Al Jurdi y col., Am. J. Geriatr. Psychiatry, 2008. N: 3.364 de 20-59 años y N: 246 mayores de 60 años TB I y II. 20-59 Mayores de 60Total % n % n % n P-value LITIO 37.8 849 29.5 57 37.1 906 .0243 VALPROATO 34.0 764 39.4 76 34.4 840 .1340 CARBAMAZEPINA 5.1 115 6.7 13 5.2 128 .3132 LAMOTRIGINA 25.6 575 21.2 41 25.2 616 .1960 ANTIDEPRESIVOS 42.9 965 47.2 91 43.2 1056 .2571 ANTIPSICÓTICOS ATÍPICOS 33.4 752 30.6 59 33.2 811 .4736 BENZODIAZEPINAS 19.6 441 21.8 42 19.8 483 .4528 78 | Capítulo 5 El litio puede ser tratamiento de primera línea en pacientes que presentan antecedente de buena respuesta y tienen tolerancia a los efectos adversos. Sin embargo, la respuesta terapéutica del litio en esta población es menor que en pacientes adultos jóvenes, por la mayor incidencia de episodios mixtos, de demencia, de enfermedades médicas y de abuso de sustancias. Se utilizan litemias menores que en jóvenes (0,4-0,7 meq/l) por la disminución del contenido de agua musculoesquelética y la disminución del clearence renal. Los efectos secundarios del litio son neurológicos: delirium, temblor, síntomas extrapiramidales, ataxia, incoordinación, nistagmo, sedación, enlentecimiento psicomotriz y trastornos cognitivos (déficit de la memoria, embotamiento, disminución del rendimiento); endocrinológicos: hipotiroidismo, bocio; gastrointestinales: náuseas, vómitos, diarrea; cardiovasculares: inversión de la onda T, alargamiento del PR, arritmias ventriculares, bradicardia; renales: disminución de la concentración glomerular, poliuria, diabetes insípida, edemas; y otros: aumento de peso, caída del cabello, acné, reacciones psoriasiformes, opacidades lenticulares. Los controles basales anteriores al tratamiento con litio deben ser de la función cognitiva: Mini Mental State Examination, de la función renal: creatinina o clearence de creatinina y urea, de la función cardíaca, de la función tiroidea, un ionograma y el chequeo de enfermedades previas posibles de predisponer a toxicidad. Las interacciones del litio son: • Aumenta la litemia: la dieta hiposódica, sudoración, diuréticos tiazídicos, vasopresina, ocitocina, ciclofosfamida, vincristina, carbamazepina, AINES, haloperidol, metronidazol, tetraciclinas. • Disminuye la litemia: cafeína (por inhibición de la hormona antidiurética). • Neurotoxicidad en asociación a anticonvulsivantes y neurolépticos. • Bradicardia acentuada en asociación con verapamilo y carbamazepina. • Se puede utilizar furosemida y amilorida, no otros diuréticos. No hay estudios controlados con anticonvulsivantes en el tratamiento de gerontes. Con divalproato se ha observado eficacia en estudios abiertos en pacientes con manía de comienzo tardío y en pacientes con trastornos neurológicos. Es eficaz en manía secundaria. Esta última indicación es la Capítulo 5 | 79 razón por la cual entre 1993 y 2001, según el estudio de Ontario, más pacientes mayores de 65 años fueron medicados con valproato y menos con litio con respecto a años anteriores. Hay varios estudios no controlados que muestran la eficacia del divalproato en pacientes con síntomas secundarios a enfermedad médica o trastornos cerebrales orgánicos. Los efectos secundarios más frecuentes son los gastrointestinales: náuseas, vómitos, diarrea, anorexia, aumento de enzimas hepáticas; otros son: sedación, temblor, aumento de peso, caída del cabello, trombocitopenia, neutropenia, hipotiroidismo; y los idiosincrásicos: hepatotoxicidad, pancreatitis, inhibición de la médula ósea, encefalopatía, que son más raros que en los jóvenes. Los controles más importantes durante el tratamiento con divalproato son el hemograma y el hepatograma. De acuerdo a los antecedentes del paciente se deberían agregar el tiempo de protrombina, el proteinograma y los de función tiroidea. La dosis de divalproato en la vejez es 250 a 1.500 mg/día. Hay pocos datos del uso de la carbamazepina en pacientes bipolares gerontes. Al igual que el divalproato, posee un buen efecto sobre los síntomas de agitación psicomotriz y agresividad en pacientes psicóticos o con demencia. No hay estudios en gerontes bipolares con oxcarbazepina, gabapentín y topiramato. Como los anticonvulsivantes interfieren el metabolismo de la vitamina D, alteran la absorción de calcio en el intestino y pueden influir en la proliferación de osteoblastos, se realizó un estudio que relaciona su utilización con el riesgo de osteoporosis y fracturas. Se revisó la base de datos de la Veterans Health Administration y se realizó el seguimiento a 4, 5 años de 19.635 pacientes mayores de 50 años en tratamiento con anticonvulsivantes. Tomaba divalproato el 47,5%, carbamazepina el 9,5%, lamotrigina el 7,7% y topiramato el 5,2%. Se observó que los pacientes medicados con anticonvulsivantes tuvieron 2,43 más riesgo de fracturas que pacientes sin anticonvulsivantes (Ver Cuadro 6). Los antipsicóticos típicos tienen eficacia antimaníaca, y los atípicos antimaníaca, estabilizante del ánimo (olanzapina) y son beneficiosos en la depresión bipolar (quetiapina, olanzapina). Tienen la ventaja como antimaníacos, de poseer un comienzo rápido de acción. Se debe hacer controles de glucemia, colesterol y triglicéridos por la posibilidad de síndrome metabólico con su utilización. 80 | Capítulo 5 cuadro 6. Uso de anticonvulsivantes, trastorno bipolar y riesgo de fracturas en adultos mayores Mezuk y col., Am. J. Geriatr. Psychiatry, 2010. Porcentaje libre de caídas 1.0 0.9 0.8 0 200 400 600 800 1000 1200 1400 1600 1800 Tiempo del estudio (días) En 2008 se publicó un estudio que mostró la eficacia antimaníaca de la quetiapina en pacientes bipolares mayores de 55 años. Los efectos adversos más frecuentes fueron sequedad bucal, somnolencia, hipotensión postural, insomnio, aumento de peso y mareo. Beyer y col. realizaron un estudio de olanzapina versus divalproato versus placebo en manía aguda en pacientes bipolares de 50 a 75 años, de 3 semanas de duración, y observaron una eficacia similar de olanzapina y divalproato. Tratamiento de la depresión bipolar En el tratamiento de la depresión bipolar aguda, el planteo primero es la optimización del estabilizante del ánimo que el paciente estuviera tomando, y luego las opciones son la combinación con otro estabilizante del ánimo o la indicación de un antidepresivo. Los fármacos que han demostrado eficacia en la depresión bipolar aguda en estudios controlados, randomizados, con adecuado número de pacientes, son la lamotrigina, la quetiapina, la olanzapina y la combinación olanzapina-fluoxetina. En los estudios de Calabrese y de Bowden de 2003 de litio versus lamotrigina en la prevención de la depresión bipolar, la lamotrigina fue Capítulo 5 | 81 más eficaz en la prevención de la depresión, mientras que el litio en la prevención de la manía. En un análisis secundario de los datos del estudio de Calabrese se observó un subgrupo de 98 pacientes de 55 a 82 años medicados 34 con litio (dosis media 736 mg/día) y 33 con lamotrigina (dosis media 243 mg/ día), y la eficacia fue similar a la eficacia en más jóvenes. En este estudio los efectos secundarios más frecuentes de la lamotrigina fueron dorsalgia y cefalea, y los del litio dispraxia, temblor, xerostomía, cefalea, infecciones, amnesia, vértigo, diarrea, náuseas y fatiga. No hubo diferencia en la incidencia de rash, y las discontinuaciones por efectos secundarios fueron mayores con litio. Hay pocos estudios con lamotrigina en población de adultos mayores. En un review de eficacia de lamotrigina en pacientes bipolares y en pacientes con epilepsia y con demencia, se concluyó que su eficacia es significativa pero deben realizarse nuevos estudios. La lamotrigina se metaboliza en el hígado. Su eliminación en la vejez está disminuída un 37%. La dosis en esta población etaria es 50 a 200 mg/ día. No hay estudios que den cuenta de la eficacia ni de la posibilidad de switch de los antidepresivos en gerontes con depresión bipolar, pero frecuentemente en la práctica clínica se deben indicar antidepresivos. Se realizó un pequeño primer estudio abierto a 12 semanas con aripiprazol en el tratamiento de la depresión bipolar resistente en adultos mayores con buenos resultados. Se ha demostrado que algunos de los fármacos utilizados para el tratamiento del trastorno bipolar son neuroprotectores, aumentan el BDNF: los estabilizantes de ánimo: litio y divalproato, y posiblemente carbamazepina; antipsicótico atípico: quetiapina; los antidepresivos: IRSS, duales, IMAO, la electroconvulsivoterapia, la estimulación magnética transcraneal y los omega 3 fatty acids. Las psicoterapias ocupan un lugar fundamental en el tratamiento de pacientes bipolares de todas las poblaciones etarias, al igual que la psicoeducación del paciente y su familia. Colaboran en el monitoreo del estado de ánimo del paciente, en la disminución de las recurrencias, en la mejoría de síntomas residuales, la disminución del número de hospitalizaciones, el tratamiento de las comorbilidades, el mejor manejo del estrés, la adaptación laboral, familiar y social, la adaptación a los cambios, mejorar la contención familiar y social trabajando con la familia o personas allegadas al paciente, la adherencia al tratamiento y la aceptación de efectos 82 | Capítulo 5 secundarios inevitables. Pacientes con psicoterapia tuvieron mayor y más rápida recuperación de su depresión bipolar. No se han realizado algoritmos para el tratamiento del trastorno bipolar en gerontes. En adultos mayores la recurrencia del trastorno bipolar, predominantemente la depresión bipolar, es alta. Es habitual la necesidad de asociar fármacos y los síntomas residuales permanecen. Esto hace que la disfuncionalidad que genera el trastorno bipolar sea un objetivo fundamental de nuestra intervención. Bibliografía Alexopoulos G. S., Glatt C. E., Hoptman M. J., Kanellopoulos D., Murphy C. F., Kelly R. E. Jr et al.: BDNF Val66met polymorphism, white matter abnormalities and remission of geriatric depression. J. Affect Disord. 2010 Mar.; 24. Al Jurdi R. K., Marangell L. B., Petersen N. J. et al.: Prescription patterns of psychotropic medications in elderly compared with younger participants who achieved a "recovered" status in the systematic treatment enhancement program for bipolar disorder. Am. J. Geriatr. Psychiatry. 2008 Nov.; 16(11): 922-33. Altshuler L. L., Post R. M., Black D. O. et al.: Subsyndromal depressive symptoms are associated with functional impairment in patients with bipolar disorder results of a large, multisite study; J. Clin. Psychiatry 2006; 67: 1.551-1.560. Beyer J. L., Siegal A., Kennedy J. 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En el excelente trabajo de Zimmerman: “¿Se parecen los pacientes de los estudios clínicos a los del mundo real ?”, publicado en el American Journal of Psychriaty, número 159, del año 2002, podemos observar como, en un estudio para evaluar la respuesta de un fármaco antidepresivo, de 346 pacientes que se presentaron se excluyeron aquellos que presentaban: trastorno bipolar, depresión psicótica, depresión muy severa, abuso de sustancias, ideación suicida, trastorno de ansiedad, trastorno de personalidad, depresión de duración de menos de 4 semanas, depresión de más de 24 meses de duración, comorbilidad en eje I y distimia. Solamente se incluyeron 29 pacientes por lo que podemos inferir que los participantes de los estudios clínicos no siempre representan a los pacientes del mundo real (Ver cuadro 1). La idea es presentar metaanálisis de importancia publicados en los últimos años, estimar la importancia del STAR D (alternativas secuenciales en el tratamiento de la depresión) y, por ultimo, informar sobre algunos estudios de farmacogenética. 88 | Capítulo 6 Cuadro 1. Pacientes depresivos n= 346 clínico comunes Trastorno bipolar 315 n=31 Trastornos psicóticos 293 134 38 Trastorno borderline 37 n=1 117 n= 17 (6m. antes) Ideación suicida Cormobilidad Eje I n=2 n=159 Abuso de sustancias 40 n= 1 n=22 Síntomas severos Depresión < 4 sem. Distrimia 36 n=1 115 Depresión > 24 meses n=2 n=7 Trastornos de ansiedad Pacientes depresivos n= 74 para un ensayo clínico 29 Metaanálisis 2008-2009 Los nuevos antidepresivos son ineficaces para tratar las depresiones leves o moderada. Estadísticamente su acción no es muy diferente a la mejoría que se experimenta con placebo. Sólo en enfermos con depresiones graves, la eficacia de los antidepresivos parece significativa. Sin embargo, la aparente eficacia en este grupo no se debería a la efectividad del medicamento, sino a una menor respuesta al placebo. En consecuencia, la evidencia para prescribir antidepresivos, excepto en aquellos pacientes que sufren cuadros depresivos muy severos es pobre y deberían indicarse siempre que hayan fracasado los tratamientos alternativos. Capítulo 6 | 89 Estas son las conclusiones a las que llegó el estudio del Dr. Kirsch y un equipo de investigadores procedentes de universidades británicas, canadienses y estadounidenses, publicado en PLoS Medicine, en febrero de 2008. La polémica en medios académicos y periodísticos fue inmediata. El estudio está basado en ensayos clínicos presentados a la Food and Drug Administration (FDA) para la aprobación de antidepresivos de nueva generación. Analizaron tanto estudios publicados como no publicados, para evitar sesgos, porque en general tienden a publicarse aquellos trabajos que exhiben resultados positivos. Se analizaron estudios doble ciego, controlados con placebo, en pacientes con un trastorno depresivo unipolar, de acuerdo a los criterios del DSM IV. El análisis incluyó información sobre fluoxetina, venlafaxina, nefazodona y paroxetina. Se realizó metaanálisis para establecer las diferencias surgidas entre la respuesta al uso de fármacos y placebo, en comparación a la gravedad inicial de la depresión. La cantidad de 37 estudios fueron incluidos en este análisis, que dispuso de 5.133 pacientes, de los cuales 3.292 recibieron fármacos y 1.841 placebos. De acuerdo a la escala de depresión de Hamilton, obtuvieron un promedio de mejoría de 9,60 para el grupo que recibió fármacos y 7,80 para el grupo con placebo. La diferencia de 1,80 es estadísticamente significativa. Sin embargo, el concepto de significación clínica es muy importante, porque un fármaco puede mostrar superioridad estadística sobre el placebo, pero esa diferencia favorable puede no tener relevancia clínica (Ver cuadros 2 y 3). La significación estadística sólo da respuestas positivas o negativas (por ejemplo p < 0,05 es significativo y > 0,05 no), pero no comunica la magnitud del efecto. En cambio, sí lo hace el tamaño del efecto (effect size) propuesto por el Nacional Institute for Clinical Excellence (NICE), del Reino Unido, con valores convencionalmente establecidos de 0,2; 0,5 y 0,8 para representar un efecto pequeño, medio y grande, respectivamente. NICE eligió arbitrariamente el valor “medio” de 0,5 como punto de corte, bajo el cual consideraba que el beneficio de un fármaco no es clínicamente significativo. Para el NICE la diferencia media estandarizada entre la mejoría producida por el fármaco y por el placebo debe ser de 0,50 y en el estudio de 90 | Capítulo 6 Kirsch y colaboradores fue de sólo 0,32, por lo que el efecto terapéutico de los nuevos antidepresivos se encontraba por debajo de los criterios de significación clínica recomendados. Es de acuerdo a estos criterios que se arriba a las conclusiones mencionadas anteriormente, que causaron tanta polémica. cuadro 2. hamilton: mejora placebo vs. antidepresivos cuadro 2. hamilton: mejora placebo vs. antidepresivos 2.0 1.5 1.0 Diferencia clinicamente siginificativa Mejoria 0.5 0.0 16 20 24 28 32 Severidad inicial (linea de base HRSD) DrugPlacebo Mejora antidepresivo Mejora placebo cuadro 3. mejoría en función de la gravedad inicial Droga vs.placebo (mejoria HRSD) 10 Puntuación basal predictiva de la respuesta. Distribución homogénea encima y debajo de la línea de significación clínica 5 0 -5 15 20 25 Severidad inicial (linea de base HRSD) Significación clínica Tendencia estudios Depresión muy severa 30 Capítulo 6 | 91 Metaanálisis Turner La publicación selectiva de los resultados de los estudios clínicos afecta la estimación de la real eficacia de los antidepresivos y, por lo tanto, la toma de decisiones adecuadas. Este es el objetivo que Turner y colegas trataron de determinar en su trabajo buscando estimaciones realistas (riesgo beneficio). Se obtuvieron reportes de la Food and Drug Administration (FDA) para estudios de 12 agentes antidepresivos. Participación de 12.564 pacientes. Se llevó a cabo una revisión sistemática de la literatura para identificar publicaciones que coincidan con los criterios. Se compararon los resultados de la literatura con los resultados publicados por la FDA. También se comparó el tamaño del efecto derivado de los informes publicados con el tamaño del efecto derivado de todo el conjunto de datos de la FDA. Resultados Entre 74 estudios registrados por la FDA, el 31% (lo que representa 3.449 participantes) del estudio no se publicó. Los trabajos publicados se asociaron con el resultado del estudio. Un total de 37 estudios analizados por la FDA como con resultados positivos se publicaron; un estudio visto como positivo, no se publicó. Estudios analizados por la FDA como con resultados negativos o cuestionables fueron, con tres excepciones, no publicados (22 estudios) o bien publicados de una manera que, en nuestra opinión, transmitía una idea positiva de los resultados (11 estudios). De acuerdo con la literatura publicada, se constató que el 94% de los ensayos realizados fueron positivos. Por el contrario, el análisis de la FDA mostró que el 51% fueron positivos. Separa las metaanálisis de la FDA y los conjuntos de datos de revistas mostraron que el aumento de tamaño del efecto entre el 11 y el 69% para los fármacos individuales y de 32% del total. Conclusiones No podemos determinar si el sesgo resultante es una falta de presentación de manuscritos por parte de los autores y patrocinadores, de las decisiones de los editores de revistas para no publicar, o ambas cosas. La información selectiva de los resultados de ensayos clínicos puede tener consecuencias adversas para los investigadores, los participantes del estudio, los profesionales de la salud y los pacientes. 92 | Capítulo 6 cuadro 4. Publicación selectiva de ensayos con antidepresivos y su influencia en la eficacia aparente Turner EH et al. 42 43 44 27 45 66 10 17 22 28 36 46 4 11 18 23 29 37 47 58 68 72 5 12 19 24 30 38 48 59 61 69 73 60 62 70 74 Questionable 1 26 21 67 13 14 15 16 49 39 20 50 51 52 Negative A Studies. FDA decision Positive 9 31 53 32 54 6 33 55 63 2 7 34 40 56 64 3 8 35 41 57 65 25 71 Published, agrees with FDAPublished, conflicts with FDANot published n= 1100 n= 383 n= 419 n= 230 n= 548 n= 698 n= 428 n= 80 n= 367 n= 283 n= 413 n= 249 n= 158 n= 347 n= 148 n= 238 n= 224 Venlafaxine XR (Effenor XR, Wyeth) Setraline (Zoloft, Pfizer) n= 387 Venlafaxine XR (Effenor, Wyeth) n= 501 n= 241 Paroxetine CR (Paxil CR, GlaxoSmithKline) Mitrazapine (Remeron, Organon) Escitalopram (Lexapro, Forest) n= 42 Duloxetine (Cymbalta, Eli Lilly Citalopram (Celexa, Forest) n= 187 n= 107 Nefazodone (Serzone, Bristol-Myers Squibb) n= 299 n= 185 Bupropion SR (Wellbutrin SR, GlaxoSmithKline n= 80 n= 125 n= 272 Fluoxetine (Prozac, Eli Lilly) n= 627 n= 80 Paroxetine (Paxil, GlaxoSmithKline) Questionable n= 408 n= 90 Negative B Patients in Studies. FDA decision Positive n= 1059 n= 1046 n= 514 Capítulo 6 | 93 cuadro 5. La publicación selectiva aumenta la eficacia (aparentemente) y el tamaño del efecto en alrededor del 32 % (11- 69 %) No publicado Publicado FDA Journals g g Change in g Bupropion SR (Wellbutrin SR, GlaxoSmithKline 0.14 0.27 0.17 +55% 0.27 Citalopram (Celexa, Forest) 0.01 0.31 0.24 +25% 0.30 Duloxetine (Cymbalta, Eli Lilly 0.15 0.34 0.30 +33% 0.40 Escitalopram (Lexapro, Forest) 0.15 0.35 0.31 +16% 0.36 Fluoxetine (Prozac, Eli Lilly) 0.26 0.26 +14% 0.29 0.19 0.45 Mitrazapine (Remeron, Organon) 0.35 +61% 0.57 0.09 0.33 Nefazodone (Serzone, Bristol-Myers Squibb) 0.26 +69% 0.44 0.20 0.55 Paroxetine (Paxil, GlaxoSmithKline) 0.42 +40% 0.59 0.32 Paroxetine CR (Paxil CR, GlaxoSmithKline) 0.32 +11% 0.36 0.18 0.30 Setraline (Zoloft, Pfizer) 0.26 +64% 0.42 0.11 0.45 Venlafaxine XR (Effexor, Wyeth) 0.40 +28% 0.51 0.19 0.52 Venlafaxine XR (Effexor XR, Wyeth) 0.40 +27% 0.51 0.15 0.37 Overall mean weighted Effect size -0.2 0.0 0.2 0.5 A FDA Based Effect Size 0.31 +32% 0.41 0.0 0.2 0.5 Overall Effect Size En los análisis de Turner la diferencia entre fármaco y placebo era de 0,31; mientras que en el estudio de Hirsch fue de 0,32. Aunque los resultados son altamente concordantes, la interpretación fue muy diferente. Turner y sus colaboradores concluyeron que todos los antidepresivos son superiores al placebo, aunque su eficacia real suele ser menor a la de los resultados publicados. Tan opuesta conclusión surge del modo en que es interpretado el criterio establecido por la NICE. 94 | Capítulo 6 Turner y Rosenthal señalaron que se estaba tratando una medida continua, como es el tamaño del efecto terapéutico, como si se tratara de un “todo o nada” y es lo que hace errar a Kirsch y colaboradores, al comparar el tamaño del efecto de 0,32 con 0,50 y concluir que los beneficios de los antidepresivos no tienen significación clínica. Cuando la realidad es que la definición de NICE fue arbitraria para los términos “pequeño”, “medio” y “grande”, estableciendo sólo una relación de uno con otro, pero de dudosa utilidad para definir la eficacia de un fármaco . El tratamiento de una variable continua como si fuese discontinua es lo que lleva a Kirsch y colaboradores a concluir que los antidepresivos son ineficaces. También resulta muy discutible la recomendación de estos autores en el sentido de que los antidepresivos sean utilizados sólo cuando hayan fracasado los tratamientos alternativos. Sin que Kirsch y colaboradores especifiquen a que tratamientos se refieren, se puede inferir que tuvieron en mente la psicoterapia. Sabemos que el uso de antidepresivos conlleva que su eficacia haya sido demostrada con estudios bien diseñados, como los utilizados en los metaanálisis comentados. En el caso de la psicoterapia, por ejemplo, no se dispone de un registro como el de psicofármacos que mantiene la FDA. De manera que es imposible hacer metaanálisis de las investigaciones de procedimientos terapéuticos alternativos. En la actualidad no disponemos de buenos predictores de respuesta a los antidepresivos. La prescripción suele basarse en factores tales como las características del cuadro clínico y los antecedentes personales y familiares de buena o mala respuesta a un fármaco. En el futuro se espera contar con exámenes de laboratorio que guíen más certeramente la prescripción. Eso es lo que pretende la farmacogenómica, una nueva disciplina que emplea la información genética para predecir la respuesta a los tratamientos y la posibilidad de experimentar efectos adversos. El objetivo es llegar a una medicina personalizada, en la que los actuales tratamientos por ensayo-error sean reemplazados por una terapéutica a la medida del caso individual. A nuestro juicio, contar con una nosología más refinada que la actual y el empleo de herramientas como la farmacogenómica podrá permitirnos sortear mejor las agitadas aguas de la actual polémica sobre la eficacia de los antidepresivos. Capítulo 6 | 95 Metaanálisis Cipriani Se incluyeron los datos obtenidos en estudios controlados y aleatorizados sobre el empleo de antidepresivos de nueva generación como monoterapia en pacientes que cursaban la etapa aguda de un trastorno depresivo mayor. Dicha etapa se correspondió con las primeras 8 semanas de tratamiento. Los criterios principales de valoración de la eficacia y la aceptabilidad fueron la respuesta y el abandono del tratamiento, respectivamente. La respuesta se definió según el resultado de la Hamilton Depression Rating Scale (HAMD), la Montgomery-Asberg Depression Rating Scale (MADRS) o la Clinical Global Impression (CGI). La aceptabilidad se evaluó según la cantidad de pacientes que abandonaron el tratamiento durante las primeras 8 semanas. Para efectuar el presente análisis se valoró la validez interna y externa de la información y la adecuación de la comparación de las dosis empleadas en los diferentes estudios. Debido a la ausencia de información clara respecto de la equivalencia de dosis entre los antidepresivos de nueva generación, los autores aplicaron una versión modificada de una clasificación publicada con anterioridad. El propósito de dicha aplicación fue detectar inequidades de dosis que pudiesen afectar la eficacia comparativa de los antidepresivos. Las drogas evaluadas fueron: bupropión, citalopram, duloxetina, escitalopram, fluoxetina, fluvoxamina, milnaciprán, mirtazapina, paroxetina, reboxetina, sertralina y venlafaxina. Resultados Se evaluaron 117 estudios efectuados entre 1991 y 2007. El 63% se había llevado a cabo en Europa y América del Norte. El total de pacientes distribuidos aleatoriamente para recibir uno de los antidepresivos considerados fue de 25.928. La mayoría era de sexo femenino. Los análisis de eficacia y aceptabilidad incluyeron a 24.595 y 24.693 individuos, respectivamente. La media de duración de los estudios fue de 8,1 semanas y la media de participantes por grupo fue de 109,8. Los trabajos incluyeron 2, 3 o más grupos de comparación. Sólo 14 estudios tuvieron una duración mayor de 12 semanas. Un total de 53 ensayos incluyeron pacientes de hasta 65 años. Además, 87 trabajos se efectuaron en sujetos ambulatorios y 7 fueron realizados en el ámbito de la atención primaria. De acuerdo con los resultados de las comparaciones directas efectuadas, el escitalopram fue superior frente al citalopram, este último superó 96 | Capítulo 6 a la paroxetina y la reboxetina, la mirtazapina fue superior frente a la fluoxetina y la venlafaxina, la sertralina superó a la fluoxetina y la venlafaxina superó a la fluoxetina y la fluvoxamina. En términos de abandono del tratamiento, la fluoxetina fue mejor tolerada que la reboxetina y el citalopram superó a la sertralina. Si bien la heterogeneidad entre los estudios fue moderada, la cantidad de trabajos incluidos en cada comparación fue escasa y no permitió obtener conclusiones definitivas. El metanálisis efectuado indicó que el escitalopram, la mirtazapina, la sertralina y la venlafaxina fueron significativamente más eficaces que la duloxetina, la fluvoxamina, la paroxetina y la reboxetina. Más aún, esta última fue sustancialmente menos eficaz que todos los demás antidepresivos. En cuanto a la aceptabilidad del tratamiento, el escitalopram y la sertralina fueron mejor tolerados que la duloxetina y la paroxetina. Asimismo, la fluvoxamina fue menos tolerada que el citalopram, el escitalopram y la sertralina, y la venlafaxina fue menos tolerada que el escitalopram. La tolerabilidad de la reboxetina fue inferior frente a la del bupropión, el citalopram, el escitalopram, la fluoxetina y la sertralina, entre otros antidepresivos. Por último, el escitalopram y la sertralina fueron mejor tolerados que la duloxetina, la fluvoxamina, la paroxetina y la reboxetina. La eficacia de la mirtazapina, el escitalopram, la venlafaxina y la sertralina fue mayor en comparación con la de la fluoxetina. A su vez, ésta fue más eficaz y mejor aceptada que la reboxetina. A partir de los resultados obtenidos, se elaboró una clasificación de los antidepresivos evaluados. La mirtazapina, el escitalopram, la venlafaxina y la sertralina se incluyeron entre los tratamientos más eficaces. No obstante, el escitalopram, la sertralina, el bupropion y el citalopram fueron los antidepresivos mejor tolerados. Discusión De acuerdo con los resultados del presente análisis, la mirtazapina, el escitalopram, la venlafaxina y la sertralina fueron más eficaces que la duloxetina, la fluoxetina, la fluvoxamina, la paroxetina y la reboxetina. En cuanto a la aceptabilidad, el escitalopram, la sertralina, el bupropion y el citalopram superaron al resto de los antidepresivos. Es decir, afirman los autores, una eficacia superior no implica una mayor aceptabilidad. De acuerdo con los datos obtenidos en términos de eficacia y aceptabilidad, los autores sugieren que el escitalopram y la sertralina son los antidepresivos más adecuados para comenzar un tratamiento en caso de depresión mayor moderada a grave. Capítulo 6 | 97 Las drogas menos eficaces y aceptadas fueron la reboxetina, la fluvoxamina, la paroxetina y la duloxetina. Además, la reboxetina fue el antidepresivo menos tolerado entre los 12 agentes analizados. Los autores concluyen que la reboxetina no debería emplearse como primera opción de tratamiento en pacientes con diagnóstico de depresión mayor. Debe considerarse que los resultados verificados sólo pueden aplicarse a la fase de tratamiento agudo de los pacientes con depresión mayor. La evaluación de la eficacia de la terapia más allá del período agudo, puede resultar en diferencias no detectadas. La validez de los hallazgos obtenidos se vio limitada por la escasez de información sobre los métodos de aleatorización incluidos en los estudios. No obstante, todos los ensayos empleados para realizar el presente metaanálisis tenían características similares. Debe mencionarse la posibilidad de un sesgo de patrocinio, ya que la mayoría de las investigaciones incluidas fueron llevadas a cabo por las compañías que comercializaban las drogas evaluadas. Es decir, los entes patrocinadores de los estudios tenían intereses comerciales que pudieron afectar los resultados obtenidos, por lo que este detalle debe tenerse en cuenta al momento de evaluarlos. Los hallazgos permiten sugerir que la sertralina es superior en comparación con otras drogas de primera generación en términos de eficacia y aceptabilidad. Por lo tanto, puede emplearse como comparador activo en estudios de fase III. Esto aumentaría la aplicabilidad de los resultados obtenidos y permitiría mostrar la necesidad de crear antidepresivos nuevos que tengan un nivel superior de eficacia o aceptabilidad frente a las drogas disponibles. cuadro 6. lancet metaanálisis. network eficacia Milnacipram 6 estudios Sertralina 27 estudios Reboxetina 8 estudios Paroxetina 32 estudios Mirtazapina 13 estudios Duloxetina 8 estudios Fluvoxamina 11 estudios Citalopram 16 estudios Escitalopram 19 estudios Bupropion 14 estudios Fluoxetina 54 estudios Venlafaxina 28 estudios El grosor de las líneas es proporcional a la cantidad de estudios comparativos 98 | Capítulo 6 cuadro 7. NÚmero de estudios y regiones donde se realizaron Cantidad Año de publicación de intentos Continente Temprano Medio Último EuropaAméricaÁfricaAsiaOtros del Norte Bupropión 14 1991 2003 2007 1 10 0 0 2 Citalopram 16 1993 2002 2007 4 4 0 1 4 Duloxetina 8 2002 2006 2007 2 5 0 0 1 Escitalopram 19 2000 2005 2007 5 11 0 0 2 Fluoxetina 54 1991 2000 2007 15 13 1 3 6 Fluvoramina 11 1993 1998 2006 3 2 0 1 2 Milnacipram 6 1994 2000 2003 2 1 0 2 0 Mirtazapina 13 1997 2002 2005 3 3 1 1 5 Paroxetina 32 1993 2001 2007 12 13 1 1 2 Reboxetina 8 1997 2000 2007 10 9 0 2 1 Sertralina 27 1993 2000 2007 10 9 0 2 1 Venlafaxina 28 1994 2002 2007 7 5 0 1 6 cuadro 8. Eficacia y seguridad: Mirtazapina, Escitalopram , Venlafaxina y Sertralina se muestran mas eficaces y seguros 0.6 Probabilidad 0.4 Ranking de Paroxetina Ranking de Sertralina Ranking de Citalopram Ranking de Escitalopram Ranking de Fluoxetina Ranking de Fluvocarmina Ranking de Milnacipram Ranking de Venlafaxina Ranking de Reboxetina Ranking de Bupropión Ranking de Mirtazapina Ranking de Duloxetina 0.2 0 0.6 Probabilidad 0.4 0.2 0 0.6 Probabilidad 0.4 0.2 0 0 2 4 6 8 10 12 0 2 4 6 8 10 12 0 2 4 6 8 10 12 0 2 4 6 8 10 12 Capítulo 6 | 99 STAR D La importancia para destacar de este estudio y de los múltiples subestudios que se derivan es el conocimiento de las respuestas en la práctica clínica. Como podemos observar en la figura la probabilidad de respuesta a un tratamiento farmacológico es acumulativa y de alrededor del 70 %. Se utilizaron estrategias de sustitución, potenciación y combinación, y también es el primer estudio en el cual los participantes pueden elegir la realización de psicoterapia cognitiva como opción. cuadro 9. Alternativas Secuenciales en el Tratamiento de la Depresión y entre paréntesis en ingles (Sequenced Treatment Alternatives to relieve Depression- STAR D) 1 2 -21% abandonos 1 opción n=2.876 Citalopram n=4.041 3 4 30% abandonos 7 opciones n=1.439 -21% abandonos 4 opciones n=377 2 opciones n=109 CAMBIO A CAMBIO A CAMBIO A Venlafaxina Bupropion Sertralina T. Cognitiva Nortriptilina Mirtazapina Tranilcipromina POTENCIACIÓN Citalopram + Bupropion Citalopram + Buspirona Citalopram + T. Cognitiva COMBINACIÓN POTENCIACIÓN AD en uso + Litio AD en uso + T3 Venlafaxina + Mirtazapina 70% respuesta 100 | Capítulo 6 Metaanálisis en farmacogenética Tanto la eficacia como la tolerabilidad de un tratamiento dependen de la interacción de múltiples factores medioambientales relacionados con el paciente, la enfermedad y los determinantes genéticos. Dado que el propósito de la farmacogenética es identificar las variantes genéticas que influyen sobre la respuesta individual a los medicamentos, podría permitir anticipar la respuesta a determinado tratamiento en subgrupos de pacientes, e incluso en el nivel individual. Además, sería posible conocer los mecanismos subyacentes a la aparición de los efectos secundarios graves y anticipar qué individuos muestran mayor susceptibilidad. Este es el principio de la "medicina personalizada" que, en última instancia, pretende hallar la estrategia terapéutica más eficaz, segura y económica para cada paciente (Ver cuadro 10). En el presente estudio se presenta un amplio análisis farmacogenético del genoma de más de 500.000 variantes genéticas comunes. Varios polimorfismos en genes candidatos se han asociado con la respuesta antidepresiva. Un enfoque complementario al de genes candidatos para la farmacogenética es estudio de la asociación del genoma completo GWAS. El propósito de este estudio fue identificar variantes genéticas que subyacen a las diferencias individuales consideradas en respuesta al tratamiento antidepresivo. Los autores realizaron análisis completo del genoma y la asociación de mejora de la gravedad de la depresión con dos antidepresivos: nortriptilina y escitalopram. Se evaluaron datos del genotipado disponibles para 706 participantes de ascendencia europea tratados con escitalopram (n = 394) o nortriptilina (N = 312) durante 12 semanas. Resultados El polimorfismo de nucleótido simple en dos regiones intergénicas que contienen copias de variantes en los cromosomas 1 y 10 se asociaron con el resultado del tratamiento con escitalopram o nortriptilina en los niveles indicativos de importancia y con una alta probabilidad de asociación. El análisis de respuesta reveló un significativa asociación entre el marcador rs2500535 en el gen uronyl-2-sulfotransferasa y la respuesta a la nortriptilina. La respuesta al escitalopram se asoció mejor por un marcador en el gen de la interleuquina-11 (IL11 en el cromosoma 19 rs1126757). Capítulo 6 | 101 Un conjunto de 72 genes candidatos seleccionados a priori no mostraron asociaciones farmacogenéticas por encima del nivel de azar. La respuesta al escitalopram fue asociada al gen de la interleucina-6, que es una homóloga del IL11. El análisis de la respuesta reveló una fuerte asociación entre un marcador en el gen de la UST y la respuesta a la nortriptilina. Aunque el gen de la UST no figura en ninguna lista previa de genes candidatos hasta la fecha la función de uronyl-2-sulfotransferasa en el sistema nervioso sugiere un mecanismo para su participación en la acción antidepresiva. Las asociaciones más fuertes fueron: 1) un marcador en el gen transportador de la norepinefrina (SLC6A2) con el nivel de respuesta; 2) marcadores en un gen del receptor glutamatérgico (GRIA4) y la interleucina-6 (IL6) y del gen con la respuesta al escitalopram; 3) marcadores en el gen de la leptina (LEP) y otro gen del receptor glutamatérgico (GRIK1) con la respuesta a la nortriptilina. Un marcador del gen HTR3A, que codifica un receptor serotoninérgico, mostró una interacción entre genes y las drogas porque su alelo C fue asociado a una mala respuesta al escitalopram y una buena respuesta a la nortriptilina. Discusión El proyecto GENDEP ha demostrado que regiones genómicas no determinadas anteriormente como genes candidatos pueden ser predictores de la respuesta a ciertos antidepresivos. Los genes que codifican uronyl-2-sulfotransferasa e IL11, así como las regiones intergénicas que contienen variantes estructurales comunes fueron revelados como potencialmente importantes para la acción antidepresiva (Ver cuadro 11). Hasta donde sabemos, ninguno de los marcadores asociados a la respuesta en el proyecto GENDEP ha sido previamente reportado en los estudios de susceptibilidad de la depresión. 102 | Capítulo 6 cuadro 10. Genes candidatos serotononergicos y noradrenergicos rs2224721 rs9316233 .001 rs852977 rs1532701 rs10482633 .01 ADRA2A SLC6A2 TPH2 TPH1 HTR2A HTR1A NTRK2 BDNF FKBP5 .05 NR3C1 MADRS resultados continuos, modelos de efecto mixto Uher et al. 2009. The Pharmacogenetic Journal ComúnSerotoninaNorepinefrina Combinado Escitalopram Nortriptilina cuadro 11. Farmacogenetica de antidepresivos serotoninergicos y noradrenergicos GENDEP 2009 Urony -2- sulfotransferase (USTgene), chr&6 rs 2500534 Evidencia Itronic UST essential for neurogenesis (Akita et al., 2008) sólida Association of GRIK4 Wi Outcome of Antidepress Treatment in the STAR D Cohort Interleukine 11 (IL11) gene, chr rs 11267, 57 IL11 and IL6 expressed in the brain, can induce a switch from Evidencia serotonin to acetylcholine production in raphe neurons moderada (Rudge et al., 1996). Capítulo 6 | 103 Bibliografía Kirsch I., Deacon B. J., Huedo-Medina T. B., Scoboria A., Moore T. J., Jonson B. T.: Inicial severity and antidepressants benefits: A meta-analysis of data submitted to the Food and Drug Administration. PloS Med. 2008; 5: e45. National Institute for Health and Clinical Excellence: Depression - management of depression in primary and secondary care.: Clinical Practice Guideline CG23, 2004. www.nice.org.uk/nicemedia/ pdf/ cg023fullguideline.pdf. Turner E. H., Matthews A. 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Así refresca en nuestra memoria olvidados diagnósticos, y estimula la curiosidad de descubrir verdades y fantasías, en sus pruebas y tratamientos, nos permite gozar tomándole exámen, nos hace jugar y por eso ver House es una actividad anti burnout. En la sexta temporada, capítulo 11, “Remorse” léase remordimiento, le toca el turno a la psicopatía, sus causas, orígenes y tratamiento Esta vez curable, en una mujer de 27 años, que se interna por intensísima cefalea, arritmia cardíaca en la que se hace además un diagnóstico de psicopatía. 106 | Capítulo 7 Psicopatía la pandemia posmoderna: Los síntomas a tener en cuenta según las propias palabras de House son: • Sin comportamientos violentos necesariamente • Sin conciencia de enfermedad • Carente de emociones • Manipula a los otros alrededor • Promiscuidad • Mentira patológica • Carente de emociones normales Más allá del diagnóstico psiquiátrico, hoy extinto, la psicopatía emerge como un problema social en expansión fruto de la perversión de la ley en beneficio propio. Patología consustancial a la modernidad profundamente ligada a los valores económicos materiales. Desde el punto de vista de la clasificación psiquiátrico no existe desde 1968, pues ha mutado hacia el diagnóstico de Personalidad Antisocial. Gracias a esta clasificación psiquiátrica dicho trastorno se aplica solamente a la conducta criminal, y se cierne casi en exclusividad, sobre la conducta dejando aplastada toda una constelación de rasgos personales e interpersonales, que son los que se extienden como pandemia en nuestros días al igual que otros cuadros clínicos como el TEPT. La paciente del caso clínico, explorada con RMN f muestra en la ficción alteraciones del funcionamiento entre la corteza orbital y el sistema límbico cuando es interrogada por situaciones ligadas al amor y al odio (Ver cuadro 1). La serie cuenta con un actualizado asesoramiento científico, Eric Fallon, ciéntifico dedicado a estudiar patrones de riesgo de la psicopatía y la personalidad antisocial, habla de un patrón de riesgo en las neuroimágenes. El cerebro de Fallon tiene afectada la corteza orbital. Esta es el área que él y otros científicos dicen que está involucrada en el comportamiento ético, moral toma de decisiones (Ver cuadro 2). Para el British Journal of Psychiatry del 2010 en un trabajo de Ryan y col. el trastorno antisocial de la personalidad y la psicopatía siempre han planteado la hipótesis de contar con una alteración del desarrollo neurológico, pero no se ha probado. Capítulo 7 | 107 cuadro 1. La paciente del equipo de House, (en la ficción al ser interrogada sobre situaciones de su historia ligadas al amor o el odio, habla de ellas sin conexión afectiva) explorada con RMNf muestra estimulación de la corteza orbital e hipometabolismo del sistema límbico. House: Capítulo 11.Temporada 6 “Remorse” cuadro 2. El cerebro de Jim Fallon: Patrón de riesgo Cortesía de Jim Fallon El cerebro de Fallon (a la derecha) tiene afectada la corteza orbital, el área justo detrás de los ojos. Esta es el área que Fallon y otros científicos dicen que está involucrado en un comportamiento ético, moral, toma de decisiones y control de los impulsos. La exploración normal de la izquierda es de su hijo. 108 | Capítulo 7 Este estudio pone a prueba la hipótesis de que los individuos con cavum septum pellucidum (CSP), un marcador de alteraciones del desarrollo neuronal límbico, se muestran los niveles más altos de la psicopatía y de personalidad antisocial. El Cavum Pellucidum se evaluó mediante imágenes anatómicas de resonancia magnética en una muestra de la comunidad. Las personas con CSP (n = 19) fueron comparados con los que carecen de CSP (n = 68) en la personalidad antisocial, psicopatía y la delincuencia criminal. Las personas con CSP tenían niveles significativamente más altos de personalidad antisocial, psicopatía, detenciones y condenas en comparación con los controles. La omnipresencia de esta asociación fue indicado por el hecho de que los que carecen de un diagnóstico de trastorno de personalidad antisocial, pero que fueron acusados o condenados por un delito, tenía una más amplio CSP que los controles no antisocial. Los resultados no pueden atribuirse a la exposición al trauma previo, lesión en la cabeza, los factores demográficos o comorbilidad psiquiátrica. Estos resultados parecen ser los primeros en aportar pruebas de una alteración del desarrollo neurológico del cerebro en los pacientes con trastorno de personalidad antisocial y la psicopatía, y apoyar la hipótesis de que los trastornos del desarrollo temprano de las estructuras límbicas y septal predispone al espectro de conductas antisociales. El trauma temprano especialmente relacionado con niños nacidos luego de hambrunas de guerra parece tener un lugar relevante (Ver cuadro 3). El trastorno por estrés postraumático TEPT, históricamente, se relacionó con traumas ocasionados por hecatombes mundiales y genocidios, fundamentalmente, el trauma de guerra. En las últimas dos décadas, el rango de esta entidad clínica se incrementó dramáticamente. En un artículo reciente Breslaw define al TEPT como un modelo cultural prominente, con las consecuencias que de ello se desprende para la salud mental de los seres humanos. El impacto de la violencia y el abuso de todo tipo en lo cotidiano, el incremento de los accidentes, los dilemas éticos, algunos fruto del avance de la ciencia van modificando la clínica. La resiliencia y lo adverso, no deberían ser evaluados en el contexto de la salud mental, ni tan sólo acotados a eventos de magnitud semejante a la guerra, al genocidio o los atentados. El concepto de trauma ha variado en el tiempo, ligado al de estrés, alejándose cada vez más de lo cualicuantitativo del impacto, sus caracterís- Capítulo 7 | 109 ticas, para poner el acento en los factores de vulnerabilidad o resiliencia del sujeto. cuadro 3. Mod de: Wolff Schlotz. Fetal origins of mental health: Evidence and mechanisms. Brain, Behavior and Immunity. 23(2008) 905-916. Maquillaje genético Madre Ambiente fetal - Nutrición - Tabaquismo - Alcohol - Toxinas Desarrollo estructura cerebro Nutrientes Oxígeno Hormonas Comportamiento descendencia, vulnerabilidad y salud mental Sistemas de neurotransmisión Sistema neuroendócrino Crecimiento fetal - Estrés - Infecciones Factores socioeconómicos Prenatal Nacimiento Eventos adversos Posnatal Ya los síntomas no se desencadenan sólo por el combate militar, los terremotos, o atentados, sino por circunstancias inherentes a lo descarnado de algunos aspectos de nuestra cultura posmoderna. Los expertos como Raquel Yehuda, Davidson, Charney, cambian el concepto de trauma desde fines de la década pasada, eventos traumáticos, pueden ser cualquier trauma, incluyendo la comunicación de enfermedad médica incurable, y la notificación de fallecimiento de familiares cercanos o personas significativas Se va reformulando, así, un cambio en el concepto etiológico de la enfermedad relacionada con estrés agudo o crónico, dónde el argumento del desencadenante se desplaza para darle lugar a la modalidad de capacidad de respuesta del sustrato, hombre, paciente. Así se explican las respuestas de pacientes increíblemente afrontadores y resilientes, frente a eventos múltiples y otros de máxima vulnerabilidad y morbilidad frente a eventos, aparentemente de no tanta magnitud. 110 | Capítulo 7 El lenguaje de la Física donó las palabras, que se utilizan para designar, conceptos en el tema de la resiliencia. En ingeniería, la resiliencia es la cantidad de energía por unidad de volumen que puede absorber un material, antes de que comience la deformación. Y en este sentido podríamos llamar deformación a la falla de la resiliencia. La resiliencia se constituye así en una herramienta de afrontamiento en lo cotidiano. Herramienta de afrontamiento resultante de la predisposición genética, la capacidad de aprendizaje, es decir la modalidad de aprendizaje en relación a lo imprevisto, a lo sorpresivo del acontecer cotidiano, aquello para lo que el sujeto no se encuentra avisado, ni preparado. Si ser resiliente implica lo opuesto a ser vulnerable, es disponer de una diversidad estrategias de afrontamiento adecuadas y de la capacidad de aprovechar y aprender, en lugar de sucumbir o tornarse estereotipado en el comportamiento frente a lo adverso. Las catástrofes humanogénicas cotidianas, comienzan también a facilitar modalidades de respuesta, donde el endurecimiento por deformación, condiciona una modalidad de respuesta muy frecuente en nuestros días, la acritud, otra palabra de la FìsicaDice el diccionario: acritud, sustantivo femenino. 1. Brusquedad o aspereza en el trato. 2. Aumento de la dureza, fragilidad y resistencia en ciertos metales como consecuencia de la deformación en frío. Cuando en un proceso de conformado de metales ocurre el trabajo de deformación plástica, el material sufre la compactación del tamaño de su grano y producto de este cambio de su estado de tensión se produce un endurecimiento por deformación que se conoce como acritud. Hay autores que describen tres modalidades básicas de respuesta frente al aumento exceso de carga alostática, la vulnerabilidad, la resiliencia y la acritud, relacionando esta última con las caracteropatías . El comportamiento abusivo o violento tiende a transformarse en una modalidad de respuesta más generalizada. Sin duda, en la violencia hay un comportamiento objetivamente preconstituido y un tipo de comportamiento social. Françoise Héritier (1996) definió la violencia como toda coacción de naturaleza física o psíquica susceptible de atraer el terror, el desplazamiento, la desgracia o la muerte de un ser animado. La violencia incluye también los actos que tienen por efecto el despojo Capítulo 7 | 111 del otro y el daño o la destrucción de objetos inanimados pertenecientes al otro. Como mínimo, la bondad requiere reconocer de forma apropiada a los demás, y sentirse culpables si hacemos daño, la maldad incluye esa clase de egoísmo que nos lleva a tratar a los demás inadecuadamente, al ignorar sus intereses o tratarlos como meros instrumentos. Podemos incluir aquí también, como modalidad de respuesta ácrita, el no registro del otro, o de uno mismo, avasallado por un “kindling” de estrés crónico, que termina en la alteración nociceptiva, de analgesia frente al daño a las diferencias interpersonales, como modalidad vincular “no registro”. Inssel, intentó demostrar como la inhibición del comportamiento, es precursora del desarrollo de los trastornos de ansiedad a lo largo de la vida, desde la inhibición en conductas de juego en el niño, al desencadenamiento de fobia social, pánico, trastorno por ansiedad generalizada, u otros trastornos de ansiedad en el adulto. Definió así lo que llamó diátesis de la ansiedad. Si tomamos esa diátesis de ansiedad, como paradigma de inhibición, represión en el hacer, aumento de preocupación por la valoración y el juicio de los otros, de naturaleza mórbida; y la ubicamos en el extremo de un espectro, en forma similar a lo que Hollander, hizo con el espectro obsesivo-compulsivo (Ver cuadro 4). En un extremo tendremos la diátesis de la ansiedad, con inhibición, evitación de conductas de riesgo inadecuadas. Por ejemplo el pánico como miedo inútil, paralizante e indiscriminado a todo, resistencia al cambio, percepción de lo externo como riesgo. En el otro polo del espectro, ubicamos la búsqueda de riesgo, como modalidad de comportamiento impulsiva, se va constituyendo una alteración del “self”, donde predomina: el aquí y ahora, imposibilidad de diferir gratificaciones, preferencia por actividades rápidas, fáciles y simples, postergando las que requieren tenacidad y persistencia. Imposibilidad de finalizar ciclos institucionales, perdiendo beneficios de investidura social, ejercicio de la crueldad, alteración de la sensibilidad en menos, uso de la fuerza o el fraude, podemos definir la diátesis de la posmodernidad. De la evitación de riesgo al impulso, evolución del paradigma del miedo al de trauma por exposición. De la evitación de riesgo al impulso y al abuso de sustancias. De la represión neurótica a las conductas psicopáticas. Evolución del paradigma del miedo al de anestesia por exposición a estrés prolongado de diferentes cualidades, “Malentendidos de la vida”, que se plasma en alteraciones funcionales, en pobreza de flujo orbitofrontal. 112 | Capítulo 7 El hipoflujo orbitofrontal, agonía de la iniciativa, anestesia de dolor y de placer, carencia de redes sociales institucionales, y familiares, en un círculo de empobrecimiento creativo y vincular (Ver cuador 4). cuadro 4. DIÁTESIS DE LA POSMODERNIDAD: DE LA VULNERABILIDAD A LA ACRITUD Modificado del esquema de Espectro de Hollander Percepción otro Maltrato, abuso, abandono temprano, ansiedad de separación pánico, fobia Evitación de riesgo Hiperflujo frontal VULNERABILIDAD Percepción otro Síntomas de pánico Hiperarrousal Esquizotoc Caracteropatías Autoagresión Impulsividad Búsqueda de riesgo Hiperflujo frontal ACRITUD La paciente de la ficción también ha tenido un padre violento y pegador, y alguna vez fue distinta en su comportamiento. La paciente es curable en la TV a pesar que sus neuronas “han estado aprendiendo durante mucho tiempo”. Es un caso de Trastorno de Personalidad por Enfermedad médica (ver referencia DSM IV) Padece una alteración del metabolismo del hierro, y se compensa sus conductas psicopáticas luego de una quelación. Allí el personaje, recupera lo que ha perdido, el remordimiento, casi podríamos decir vuelve a recuperar su sentimiento de culpa, “happy end” con este triunfo de la ciencia. Para nosotros psiquiatras, difícil de tomar muy en serio. ¡House flojito en Psiquiatría! ¿O no?, ¿acaso hay forma de tratar la Psicopatía espectacularmente? Capítulo 7 | 113 ¿Cómo tratamos farmacológicamente estos cambios en la clínica posmoderna? Sabido es que cuando algo se trata con todo difícilmente se cure con algo. La psiquiatría actual se basa en paradigmas puramente categóricos para el diagnóstico de los trastornos mentales que afecta profundamente a la investigación y la práctica clínica. Sin embargo, las altas tasas de comorbilidad y la relativa falta de especificidad de los antecedentes familiares de trastornos psiquiátricos sugieren que este enfoque categórico no identifica las diátesis subyacentes. Existe la hipótesis de que los trastornos del estado de ánimo, de comportamiento y la personalidad comparten un sustrato neurobiológico de acuerdo a las combinaciones de los rasgos de miedo e ira, o impulsividad. Como los descriptos en el esquema de diátesis de la posmodernidad. Tanto el miedo y la ira, cuando es excesiva o deficiente, pueden llevar a 114 | Capítulo 7 Capítulo 7 | 115 un mayor riesgo de trastornos mentales. Se deberían considerar en los estudios genéticos, neurobiológicos, neuroimágenes y tratamiento. El miedo está influenciados por la amígdala, los sistemas serotoninérgico, noradrenérgico y GABAérgico. La ira y la falta de miedo parece ser en su mayoría regulada por el núcleo accumbens y los sistemas dopaminérgicos y glutamatérgicos. Los tratamientos farmacológicos con antidepresivos y ansiolíticos pueden ser considerados como esencialmente de retención en el miedo, mientras que el litio y α2 agonistas noradrenérgicos atenúan la deficiencia de miedo. Los psicoestimulantes dopaminérgicos son potenciadores de la ira y los antipsicóticos y estabilizadores del ánimo, como como divalproato y la carbamazepina, poseen acción antiimpulsiva. Incluyo aquí el esquema propuesto por Lara y Akiskal desde lo neurobiológico (Ver cuador 5) . Y el tratamiento (Ver cuador 6). cuadro 5. Diogo R. Lara, Hagop S. Akiskal. Toward an integrative model of the spectrum of mood, behavioral and personality disorders based on fear and anger traits: II Implications for neurobiology, genetics and psychopharmacological treatment. Journal of Affective Disorders 94(2006) 89-103 ciclotimia 116 | Capítulo 7 cuadro 6. tratamiento farmacológico Diogo R. Lara, Hagop S. Akiskal. Toward an integrative model of the spectrum of mood, behavioral and personality disorders based on fear and anger traits: II Implications for neurobiology, genetics and psychopharmacological treatment. Journal of Affective Disorders 94(2006) 89-103 Li+: litio; AA: antipsicóticos atípicos; ATDA: antidepresivos DA; ATDS: antidepresivos 5HT; ATDD: antidepresivos duales; αag: α antagonista; LM: lamotrigina; Est↓: estabilizadores (Valp,CBZ, oxCBZ ); BDZ: benzodiascepinas; PS: pramipexole Bibliografía Avshalom Caspi and Terrie E Noffit. Gene enviroment interactions in psychiatry: joining forces with neurocience. Nature Review Neurocience. Vol 7, 583-589 julio 2006 BAZELON Emily: The New York Times. Hormones, Genes and the Corner Office; [Review] (Late Edition (East Coast)). New York, N.Y.: Mar 9, 2008. pg. BR.11. Charney, D y col: Psichobiological mechanisms of resilience and vulnerability PsAm.J.Psichiatry . 161: 195-216. 2004 Gladwell. Malcom: Inteligencia Intuitiva. Editorial Santillana 2005. Ensayo inglés traducido por Gloria Mengual. Impreso en Argentina 2006. Kandel Eric R: Psychiatry Psychoanalysis,and the new biology of mind. The molecular Biology of memory storage,Cap 7 pag 341-367. American Psychiatric Publishing 2005 Capítulo 7 | 117 Krishnan, V. et al.: Molecular adaptations underlying susceptibility and resistance to social defeat in brain rewardregions. Cell 131, 391–404 2007 Diego R Lara. H Akiskal: Toward an integrative model of the spectrum of mood, behavioral and personality disorders based on fear and anger traits: Implications for neurobiology, genetics and psychopharmacological treatment Journal of Affective Disorders 94 (2009) 89–103 118 | Capítulo 7 Capítulo 8 | 119 c8. Estrés: de la respuesta aguda a la cronificación de la respuesta Silvia Bentolila En este capítulo nos proponemos hacer una apretada síntesis de los avances de investigaciones y reportes recientes sobre aspectos significativos de la salud mental en situaciones de emergencias y desastres, con la expectativa de que resulte de utilidad para nuestra práctica clínica. Estos son el resultado de apuntes de una revisión sobre las reacciones esperables en el momento agudo, los factores que influyen en su cronificación y, por lo tanto, el riesgo de desarrollar estrés postraumático. Se incluyen los adelantos de la revisión de la Practice Guideline for the Treatment of Patients with Acute Stress Disorder and Posttraumatic Stress Disorder, (guideline watch March 2009). De ninguna manera pretende ser un texto acabado o extenso sobre el tema. El impacto psicosocial de las emergencias y desastres: “Se estima que entre una tercera parte y la mitad de la población expuesta (según la magnitud del evento y otros factores) sufre alguna manifestación psicológica.” (OPS 2006). Los efectos de las emergencias y los desastres sobre la salud física suelen ser bastante conocidos, con secuelas a corto, mediano y largo plazo, pero no siempre se reconocen de igual manera los efectos sobre la salud mental. 120 | Capítulo 8 En los últimos años se han llevado a cabo innumerables investigaciones acerca de la neurobiología de la respuesta al estrés agudo y postraumático, los resultados de gran parte de ellas refuerzan los hallazgos ya por todos conocidos, por lo que sólo incluiremos aquellos que se han publicado con mayor fuerza de evidencia, lo cual lamentablemente supone cierta arbitrariedad en la elección, dado que resulta impracticable mencionar la totalidad. Para facilitar su lectura hemos intentado agruparlos: Neuropéptido Y, considerado como un factor protector. Numerosas investigaciones demostraron los efectos beneficiosos de NPY sobre las respuestas psicológicas y conductuales al estrés. La activación de receptores NPY Y1 NPY-(Y1Rs) se ha demostrado que ejerce efectos ansiolíticos y anticonflictos en numerosos modelos animales. Estimula la neurogénesis en el hipocampo y la zona subventricular del cerebro y, de esta manera, puede favorecer la recuperación del estrés (Howell et al. 2007; Hansel et al. 2001). Una mayor concentración fue asociada con: menor reacción disociativa y angustia en hombres con intenso entrenamiento militar y mejor rendimiento por adecuada función prefrontal cortical (Morgan et al. 2000, 2002). Se ha demostrado que disminuye la latencia del sueño y reduce la reactividad del eje HPA durante la noche en los hombres sanos (Antonijevic 2000; Held et al. 2006). Dehidroepiandrosterona (DHEA), también con claros efectos protectores. Protege contra los aminoácidos excitatorios y el estrés oxidativo inducido por el daño neuronal, regula la muerte celular programada y promueve la neurogénesis en el hipocampo. Se encontraron niveles más bajos de DHEA en pacientes con TEPT comórbido con TDM. Mayores niveles de DHEA durante el entrenamiento intenso de supervivencia predijeron menos síntomas disociativos y un mejor desempeño militar (Morgan et al. 2004). Los niveles más altos de DHEA antes e inmediatamente después del esfuerzo intenso en entrenamiento de marines predicen mejores habilidades de navegación -hipocampo óptimo y la función del lóbulo frontal(Morgan et al. 2009). La administración de bajas dosis de DHEA por largos períodos, reduce Capítulo 8 | 121 los niveles de cortisol basal y reduce el estado de ánimo negativo y depresivo, incluidos aquellos refractarios a los antidepresivos convencionales (Wolkowitz et al. 2009; Schmidt et al. 2005). Alopregnanolona/Pregnanolone (ALLO) Bajos niveles en LCR de los esteroides neuroactivos, alopregnanolona y su enantiómero equipotente, pregnanolone, se han encontrado en el estrés postraumático y la depresión. Los niveles se correlacionan en forma inversa con presencia de síntomas de PTSD (Rasmusson et al. 2006). Se describen efectos ansiolíticos potentes y sedantes (Paul y Purdy 1992). Acciones neuroprotectoras; favorece la mejora de la neurogénesis (Ghoumari et al. 2003) y reduce la apoptosis y la inflamación (Vanlandingham et al. 2007). Se ha demostrado que la reducción experimental de ALLO en el cerebro de roedores aumenta la ansiedad, la agresividad, y los comportamientos depresivos (Guidotti et al., 2001). Mejora la respuesta de miedo condicionado (Pibiri et al. 2008). Brevísimos apuntes sobre los aspectos genéticos Aunque el TEPT no se ha asociado con determinados genes polimórficos, se estima que lo que se hereda son factores de riesgo. La vulnerabilidad genética contribuye a la probabilidad de desarrollar trastorno de estrés postraumático en la exposición al trauma. Estudios en gemelos mostraron una carga de factores heredados de estrés postraumático y síntomas de TEPT (True Rice, Eisen et al. 1993). En un metaanálisis de la misma base de datos se reportaron tanto factores específicos para vulnerabilidad genética al TEPT (Xian, Chantarujikapong, Scherrer et al. 2000; McLeod, Koenen, Meyer et al. 2001) como para abuso de alcohol y dependencia de drogas, con superposición sustancial entre la genética de TDM y TEPT (Koenen et al. 2008). Respuesta en la fase aguda La bibliografía internacional actualizada reafirma que las reacciones más frecuentes posteriores a una experiencia traumática pueden ser: agotamiento, estupor, tristeza, agitación, aturdimiento, disociación, desorientación, confusión, síntomas de depresión, anestesia afectiva, irritabilidad y miedo, entre otras (Ver cuadro 1). 122 | Capítulo 8 cuadro 1. Reacciones posteriores al trauma CATEGORÍAS POR SÍNDROME MANIFESTACIONES FUNDAMENTALES Estrés agudo / cuadros Nerviosismo, temblor, angustia, miedo, aflicción, predominantemente ansiosos revivir el momento traumático, intranquilidad, insomnio, trastornos del apetito, temor a la recidiva o réplica. Guia practica de Salud Mental en desastres Cuadros depresivosTristeza, llanto frecuente, baja autoestima, pérdida del sentido de la vida, trastornos del sueño, insomnio, falta de apetito; pueden existir ideas suicidas. Ideación o conducta suicida Pocos deseos de vivir o ideas suicidas definidas, existencia de planes para consumar el suicidio, actos suicidas fallidos; frecuentemente coexisten manifestaciones de depresión. Psicosis Alucinaciones, ideas delirantes, conductas extrañas o evidentemente anormales que evidencian desconexión con la realidad; puede existir agitación y violencia. Consumo indebido Inicio o aumento en el consumo de alcohol u otras de sustancias psicoactivas drogas, como consecuencia del evento. Epilepsia y cuadros orgánicos Convulsiones o cuadros de confusión mental/desorientación con manifestaciones (no saber en dónde está momentáneamente, quién es, confusionales o sin ellas qué pasó, etc.) asociados a infecciones, intoxicaciones, traumas craneales, etc. Podemos tomar como marco general de la evaluación en la fase aguda lo que sugiere Arieh Shalev (“Tratamiento de sobrevivientes en la fase aguda posterior a un evento traumático”). “En principio no debemos hablar de condiciones psicopatológicas”, son reacciones esperables cuando una situación del orden de lo impensable se hace realidad. Tener presente que: - Las condiciones mentales y físicas posteriores a un evento traumático son altamente complejas, inestables y de rápidos cambios. - No se deben clasificar las manifestaciones de estrés como síntomas de trastorno mental. - Conviene más evaluar la pertinencia y eficacia de las respuestas del sujeto, que su intensidad. - El equipo profesional deberá contener, entrenar y guiar al personal no profesional. Capítulo 8 | 123 - Resulta fundamental calmar, orientar, conectar. En esta fase la presencia de diversos indicadores puede resultar de valor pronóstico para la evolución. Son indicadores de buena respuesta: • Bajo estrés. • Interés por ayudar a los demás. • Enriquecimiento progresivo de la narrativa del suceso traumático con aumento de la reflexión. • La vivencia de tener control sobre la situación. Son indicadores de una respuesta desfavorable: • Presencia continua de estrés sin períodos de calma. • Persistencia de rasgos disociativos, aún cuando ya no se está en peligro. • Presencia de recuerdos intrusivos persistentes y conductas evitativas. • Retraimiento social extremo. • Ansiedad prominente. • Uso de drogas o alcohol inmediatamente después del trauma. Estar especialmente atentos a que: “Un elevado hiperalerta es predictor de profundo distrés en TEPT, lo que subraya la importancia de detectar y tratar a tiempo estos síntomas con el fin de prevenir complicaciones a largo plazo.” (Thompson et al. 2004). Como es de esperar, las reacciones no sólo se manifiestan en los afectados directos, también se encuentran presentes en los equipos intervinientes, tal como pudimos confirmarlo en ocasión de la pandemia por H1N1 en la Argentina, cuando con el apoyo de OPS tuvimos oportunidad de medir estas reacciones en varios equipos hospitalarios (Ver cuadro 2). Estos alarmantes resultados no hacen más que reforzar la urgente necesidad de implementar dispositivos de protección de nuestra propia salud mental. En este apartado listaremos una selección de aportes de la Practice Guideline for the Treatment of Patients with Acute Stress Disorder and Posttraumatic Stress Disorder - March 2009, no sin tener conciencia del riesgo que resulta cualquier “recorte” de un documento tan importante, por lo que nos permitimos sugerir al lector que lo consulte en su versión completa. • No hay evidencia de que el TEA sea un predictor de TEPT (Bryant et al. 2008). 124 | Capítulo 8 • Estudios publicados recientemente sugieren que en ciertas poblaciones de pacientes, nuevas opciones farmacoterapéuticas, como el prazosin, pueden ser más efectivas que otros medicamentos ampliamente prescritos (por ejemplo: IRSS). • Metaanálisis y varios ensayos controlados aleatorios publicados desde 2004 apoyan en general la superioridad de los IRSS y los inhibidores de la recaptación de serotonina-norepinefrina (IRSN) sobre el placebo. • En un metaanálisis de Cochrane, se estudiaron 35 ensayos controlados aleatorios (de 14 o menos semanas de duración), con un total de 4.597 participantes. En 17 de los ensayos, la gravedad de los síntomas se redujo significativamente en los grupos con ATD con relación al placebo. La evidencia de la eficacia de los IRSS fue más convincente, en todos los grupos de síntomas y en comorbilidad con depresión (Stein et al. 2006). cuadro 2. ESTRÉS AGUDO EN TRABAJADORES DE LA SALUD. REACCIONES ESPERABLES 41,18% 9,8% 42,22% 49,02% 26,66% 54,76% 21,42% 31,12% 23,82% Cansancio, Nerviosismo, ansiedad. Sentimientos de enojo, agotamiento físico Total de personas que frustración, ira. y emocional presentaron el síntoma Total de personas que Total de personas que 86,53% presentaron el síntoma presentaron el síntoma 98,07% Muy frecuentemente FrecuentementeRara vez 80,76% Capítulo 8 | 125 Con relación al tratamiento con veteranos plantea diferencias respecto de la publicación de la guía en 2004: • No hay diferencia significativa entre la sertralina (-13,1 + / -3) y placebo (-15,4, + / - 3,1 grupos); estudio multicéntrico con sertralina en 169 veteranos de guerra con TEPT reclutados de 10 centros médicos para veteranos (Friedman et al. 2007). • No se observaron diferencias significativas en la puntuación total de la CAPS en un estudio con 42 veteranos de guerra de Israel, seleccionados al azar, con sertralina (dosis media = 120 mg / día, + / - 60 mg) o placebo. A las 10 semanas, (Zohar et al. 2002) • Estos resultados contrastan con un estudio clínico controlado aleatorizado (2006) por Martenyi y Soldatenkova de 144 veteranos de combate de la guerra de los Balcanes (Herzegovina y Croacia) con fluoxetina (20-80 mg / día) o placebo, para la fase aguda de 12 semanas y para 24 semanas de fase de prevención de recaídas. En la fase aguda, la fluoxetina fue superior al placebo medido mediante la puntuación total en el TEPT. Más eficaz para la depresión, (MADRS) y síntomas de ansiedad (Hamilton). En la fase de prevención de recaídas la fluoxetina fue superior al placebo en el mantenimiento de la mejora, el riesgo de recaída fue significativamente mayor en el grupo placebo que en el grupo de fluoxetina. Los veteranos de la guerra de los Balcanes eran más jóvenes que los veteranos de guerra israelíes y estadounidenses (edad media = 36 años), algo más recientemente traumatizados (aunque la duración media de un traumatismo índice fue de 6-7 años), y habían recibido menos tratamiento para sus síntomas antes del ingreso al estudio. • Estudios clínicos revisados con posterioridad a 2004 sugieren que los IRSS no podrán ser recomendados con el mismo nivel de confianza para TEPT relacionado con haber estado en combate que para los pacientes con TEPT de otros orígenes. Respecto de los beta-bloqueantes un estudio comparó propranolol vs. gabapentina y vs. placebo, y no logró demostrar superioridad de ninguno de los dos fármacos sobre placebo (Stein et al. 2007). Antidepresivos head to head En la guía de 2004 había pocos estudios de comparaciones de ATD. Desde entonces se publicaron numerosos estudios, pero no son tan contundentes respecto de los antidepresivos entre sí, a diferencia de la supe- 126 | Capítulo 8 rioridad demostrada de los ATD vs. placebo. Hay fuerte evidencia para el tratamiento psicofarmacológico con antidepresivos en el TEPT en general, excepto en veteranos de guerra. Prazosin • Entre los avances más prometedores en el tratamiento farmacológico del trastorno de estrés postraumático ha habido una serie de ensayos controlados con placebo, que demuestran la eficacia del prazosin (antagonista adrenérgico) para el tratamiento de las pesadillas relacionadas con el trauma y los trastornos del sueño. • El primer estudio, publicado en 2003 por Raskind et al., un estudio doble ciego cruzado, en el que 10 veteranos de guerra de Vietnam con TEPT recibieron placebo o prazosin (dosis media = 9,6 mg / noche) durante una fase de 3 semanas, ajuste de la dosis y una fase de mantenimiento de 6 semanas. El prazosin fue significativamente superior al placebo en la reducción de las pesadillas (CAPS "sueños angustiosos recurrentes" el tema) y las alteraciones del sueño (dificultad para CAPS "dormir" ) y la mejora del estado clínico global (impresión clínica global de cambio [CGIC]), Cambio en la puntuación total de CAPS. • El segundo estudio, publicado en 2007 por Raskind et al., fue un ensayo de grupos paralelos en 40 veteranos con PTSD crónico, la mayoría de los cuales experimentó un trauma relacionado con el combate en Vietnam. Los pacientes recibieron placebo o prazosin (dosis media = 13,3 mg / día) durante una fase de cuatro semanas, ajuste de la dosis, y una fase de mantenimiento de 8 semanas. Mejoras similares se observaron en las pesadillas, trastornos del sueño y las puntuaciones CGIC. Con mejoras en CAPS que no alcanzaron significación estadística. • Por último, en un estudio doble ciego cruzado con placebo de 13 civiles con traumatismos relacionados con el trastorno de estrés postraumático, publicado en 2008 por Taylor et al., el prazosin se tituló rápidamente a 3 mg / noche durante cada fase de tratamiento de 3 semanas. Junto con los resultados clínicos, tiempo de sueño y la latencia del sueño se registraron en las últimas 3 noches de la fase de tratamiento. El tiempo total de sueño fue de 94 minutos más con prazosin que con placebo (374 / -86 minutos en comparación con 280 / -105 minutos, p <0,01, el tamaño del efecto = 0,98), y el movimiento total oculares rápidos (REM) del sueño REM y el tiempo promedio también fue mejor con prazosin. La investigación adicional podrá aclarar una dosis óptima y la titulación de prazosin que, basado en los estudios anteriores, parece ser eficaz en un Capítulo 8 | 127 rango de 3-15mg / noche. Clínicamente, se puede evaluar respuesta con una dosis baja y luego aumentarla si la respuesta es inadecuada. La eficacia a largo plazo no ha sido establecida Antipsicóticos atípicos Se recomienda como tratamiento adyuvante a la segunda generación de antipsicóticos en pacientes que han respondido parcialmente a un ISRS o un IRSN, especialmente los que tienen síntomas psicóticos. Se debe tener estricto control sobre los efectos secundarios, como aumento de peso y cambios metabólicos. Se informaron resultados positivos para la risperidona en un estudio piloto de 20 mujeres víctimas de abuso sexual y violencia doméstica. Anticonvulsivantes Los ensayos controlados aleatorios de los anticonvulsivantes siguen siendo limitados y han mostrado resultados mixtos, no habiendo aún pruebas de eficacia contundentes para recomendarlos de primera elección. Psicoterapias Dice la revisión de marzo de 2009: “Como se describe en el informe de 2007 del Instituto de Medicina, no hay consenso sobre cómo clasificar las psicoterapias por categorías.” Agrupa los enfoques y técnicas de la siguiente manera: TCC que incluyan exposición, y EMDR, otras psicoterapias, y la psicoterapia de grupo. La investigación publicada desde 2004 apoya, en particular, la terapia cognitivo-conductal y la terapia de exposición prolongada como tratamiento efectivo para el TEPT. Se siguen sumando reportes de investigaciones sobre la eficacia de EMDR, especialmente en víctimas de asalto y abuso. Y continúa diciendo: “Existe la esperanza de que un nuevo enfoque preventivo para los sobrevivientes del desastre, llamado ‘primeros auxilios psicológicos’, sea eficaz. Los principios esenciales de los primeros auxilios psicológicos que incluyen: fomentar la seguridad, la tranquilidad, la autoeficacia y de la comunidad, la reconexión consigo mismo y con el medio, y la esperanza, están respaldados por evidencia empírica considerable ( Hobfoll et al. 2007 )”. “Sin embargo, sigue habiendo dudas sobre la forma como una 128 | Capítulo 8 intervención de salud pública, como primeros auxilios psicológicos deben ser brindados, incluyendo el formato y el tipo de respuesta (profesionales de respuesta de emergencia, con el líder de la comunidad). Así, en la actualidad, los primeros auxilios psicológicos deben ser considerados una evidencia-informada y no de intervención basada en la evidencia. Se necesita investigación adicional. Contribuyendo a sumar evidencia pensamos que un pequeño pero significativo aporte sería la experiencia que venimos desarrollando desde 2005 en la provincia de Buenos Aires, donde a la luz de resultados preliminares en el equipo de la Red PROSAMIC (Red Provincial de Salud Mental en Incidentes Críticos) podemos decir que, tal como lo informa la guía, efectivamente existe un enfoque preventivo para los sobrevivientes del desastre, llamado "primeros auxilios psicológicos" o “intervención psicosocial” que resulta eficaz. El principal objetivo es reducir el riesgo psicosocial y atender el impacto sobre la Salud Mental de los afectados en situaciones de emergencia y desastres (Ver cuadro 3). cuadro 3. Evolución de las relaciones esperables post-intervención Dirección Provincial de Emergencias Sanitarias. RED PROSAMIC. Red Provincial de Salud Mental en Incidente Crítico HIPERALERTA No No evaluado Sí 51 48 39 30 23 22 17 6 1 Hiperalerta Hiperalerta SG1 Hiperalerta SG2 Capítulo 8 | 129 Alteraciones de la memoria No No evaluado Sí 69 57 55 22 17 9 5 2 1 Alteraciones de la memoria Alteraciones de la memoria SG1 Alteraciones de la memoria SG2 Evitación No No evaluado Sí 77 45 44 22 17 1 17 13 1 Evitación Evitación SG1 Evitación SG2 Reacciones emocionales y conductuales No No evaluado Sí 64 40 32 30 22 17 17 4 1 Reacciones emocionales y conductuales Reacciones emocionales y conductuales SG1 Reacciones emocionales y conductuales SG2 130 | Capítulo 8 En un mundo, en el que las situaciones de violencia de toda índole continúan multiplicándose exponencialmente, afectando a un número creciente de personas, resulta imperativo, como profesionales de la salud mental, identificar con mayor precisión los factores de riesgo, revisar epidemiológicamente el impacto de la intervención temprana para implementar con fuerza de evidencia programas de prevención primaria, y profundizar en el conocimiento de la evolución de los trastornos asociados a las experiencias traumáticas de manera de acceder a la prevención secundaria con tratamientos cada vez más eficaces. O bien, lo que no es poco, disponer de la tan necesaria prevención terciaria, cuando sólo queda la rehabilitación como opción. Bibliografía Antonijevic I. A., Murck H., Bohlhalter S. et al.: Neuropeptide Y promotes sleep and inhibits ACTH and cortisol release in young men. Neuropharmacol. 2000; 39: 1.474-1.481. Barbaccia M. L., Serra M., Purdy R. H. et al.: Stress and neuroactive steroids. Int. Rev. Neurobiol. 2001; 46: 243272. Binder E. B., Bradley R. G., Liu W. et al.: Association of FKBP5 polymorphisms and childhood abuse with risk of posttraumatic stress disorder symptoms in adults. JAMA. 2008; 299: 1.291-1.305. Britton K. T., Akwa Y., Southerland S. et al.: Neuropeptide Y blocks the “anxiogenic-like” behavioral action of corticotropin-releasing factor. Peptides. 2000; 21: 37–44. Britton K. T., Southerland S., Van Uden E. et al.: Anxiolytic activity of NPY receptor agonists in the conflict test. Psychopharmacol. 1997; 132: 6-13. Chantarujikapong S. I., Scherrer J. 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Drogadicción, ludopatía, compras compulsivas, adicción a la comida, adicción a los videojuegos, alcoholismo y tabaquismo no son, desde un punto de vista “exclusivamente” neurobiológico, trastornos muy diferentes. Estudios han definido al Drug Seeking Behaviour (comportamiento de búsqueda de drogas) como un comportamiento disfuncional no-adaptativo en donde toda conducta cuya función sea la de obtener y consumir la sustancia adictiva prima por sobre toda otra conducta. De esta manera, la adicción es el estado de consumo compulsivo que persiste pese al intento de controlar esta conducta compulsiva, generando la búsqueda incesante de satisfacción otorgada por un estímulo determinado en detrimento de la búsqueda de cualquier otro. La sobrestimulación y la magnitud de ella sobre la región de recompensa cerebral (Brain Reward Region) causa el fenómeno adictivo, mediante la usurpación patológica por parte del objeto adictivo de mecanismos naturales de aprendizaje asociados a la recompensa, necesarios para la 134 | Capítulo 9 supervivencia. A este concepto se le dio el nombre de Disease of Learning and Memory (enfermedad del aprendizaje y la memoria). El sujeto inmerso en el modelo adictivo (Model Drugs), al haber “aprendido” que el beneficio del consumo es primordial por sobre todos los demás, no es capaz de imaginar un modo de existencia sin consumo, autoperpetuándose en dicho estado-modelo. Ciertos lugares, situaciones o circunstancias están asociados al consumo; por ello se puede manifestar en la conducta la búsqueda de estas circunstancias o, al presentarse las mismas, manifestarse Craving y Drug Seeking Behavior (DSB). A esto se llama Conditioned Place Preference (CPP) o preferencia por el lugar condicionado (concepto que será desarrollado más adelante). Si bien el sujeto puede recuperarse y dejar de experimentar deseo de consumo ante factores desencadenantes (estrés, tedio, CPP, dolor), existe el riesgo permanente de un adicto a recaer, sin tener influencia el tiempo libre de consumo transcurrido (Recalcitrant Chronic Relapse Condition (RCRc) o condición recalcitrante crónica de recaída). Esto es causado por determinadas memorias resistentes al borramiento, presentes de por vida. Entre los procesos biomoleculares que subyacen a los trastornos adictivos son fundamentales, por su papel en la formación de memorias, la potenciación a largo plazo (Long Term Potentiation), que produce un aumento de la sensibilidad a la estimulación electroquímica de la neurona postsináptica fomentando el aprendizaje, y la depresión a largo plazo (Long Term Depression), causante de la disminución de la sensibilidad a la estimulación provocada por los neurotransmisores en los receptores de la membrana de la neurona postsináptica, permitiendo el borramiento de memoria u olvido. Memoria y plasticidad sináptica asociadas al consumo de drogas La primera memoria adictiva está asociada a la supervivencia. La memoria apetitiva más básica y primitiva se ha visto en la bacteria Escherichia Coli, manifestándose en la preferencia por el azúcar y el rechazo de las sustancias tóxicas ó irritantes. Esto es muestra de la existencia de una “memoria genética de consumo/memoria genética de rechazo” que, siendo esencial para la vida, heredamos de nuestros antepasados en el desarrollo evolutivo de nuestra especie. Capítulo 9 | 135 cuadro 1. Bacteria E. Coli La neuroplasticidad es el cambio en la fuerza de las conexiones sinápticas inducido por la experiencia. Si estos cambios en la “fuerza de conexión” son duraderos, se crea la base de la memoria. La representación memorizada de un objeto en el cerebro depende de la fuerza de conexión (axón presináptico + neurona postsináptica). La duración de la memoria a largo plazo (por PLP) dependerá de la intensidad de los pulsos, la estimulación de alta frecuencia y la repetición, modificando y reorganizando los circuitos neurales ya existentes. De la plasticidad sináptica dependen tanto el desarrollo de psicopatologías como los cambios adaptativos (sentido del humor; resiliencia; depresión; TAG; adicciones). El Brain Derived Neurotrophic Factor (BDNF) produce inducción de plasticidad sináptica tanto en fase temprana cuanto tardía. Bloquea la inducción DLP y facilita PLP. A mayor expresión de BDNF menor delete. El BDNF se expresa en el sistema glutamatérgico como tándem excita- 136 | Capítulo 9 torio en sinapsis excitatorias y promueve cambios estructurales (arborizaciones dendríticas) para la generación de nuevos aprendizajes y memorias. Este sistema se activa para introducir aprendizaje de consumo. Aspectos biomoleculares básicos en PLP y DLP asociados al uso de drogas Potenciación a largo plazo • Fase temprana: proceso regulado en 1 o 2 horas. Transitorio. Requiere tránsito de proteínas en membrana pero no requiere síntesis de nuevas proteínas. • Fase tardía: proceso altamente regulado. Requiere síntesis de nuevas proteínas y modificación estructural celular – ARN ribosomal. • PLP específica: sólo potencia una única vía sin producir modificación de vías circundantes. • PLP asociativa: estímulos débiles no capaces de iniciar PLP; pueden potenciarse a través de estímulos fuertes. Depresión a largo plazo • Estimulaciones de baja frecuencia que disminuyen la fuerza de las conexiones sinápticas. • Mecanismo de borrado o “delete” para evitar la saturación del número de conexiones sinápticas, que si bien es muy alto (1011 neuronas + sinapsis posibles), no es infinito. • Permite el “borrado” de viejas memorias para poder generar nuevas memorias y así aprender toda la vida. Este sistema forma parte de las últimas investigaciones (tecnología de punta) para promover el borrado de memorias adictivas. Zona de recompensa cerebral Kringelbach y Berridge se han dedicado al estudio de los aspectos neurobiológicos del placer (hedonic pleasure), la recompensa (reward) y el reforzamiento de la conducta (reinforcement) y han demostrado que la acción de péptidos opioides y cannabinoides sobre el CORE del núcleo accumbens produce la sensación subjetiva de placer hedónico (liking), mientras que la acción dopaminérgica de las proyecciones del área tegmental ventral sobre el SHELL del núcleo accumbens produce el comportamiento de búsqueda de aquello percibido como placentero. Capítulo 9 | 137 Existe entonces una concreta diferencia entre percibir algo como placentero y el querer o buscar ese objeto. En estudios con ratones genéticamente modificados para inhibir su producción de dopamina, estos mostraron menor motivación y comportamiento de búsqueda, pero el placer hedónico de un estímulo (agua con azúcar) no disminuyó. Al no poseer actividad dopaminérgica no buscaban recompensa, pero al alimentarlos con gotero experimentaban placer. El núcleo accumbens es la estructura más estudiada en trastornos adictivos. Es un pequeño grupo de neuronas ubicado sobre el septum, en la confluencia que forma la porción anterior del núcleo caudado y putamen respecto del septum. El núcleo accumbens y el bulbo olfatorio forman la parte ventral del cuerpo estriado (ganglios basales). Sus neuronas con proyecciones axónicas hacia otras áreas son del tipo espinosas medias GABAérgicas y sus interneuronas son grandes no espinosas colinérgicas. El núcleo accumbens posee proyecciones desde y hacia diversas áreas (NAcc = bucle “córtico-estriado-tálamo-cortical”): • Globus pallidus (motorización). • Tálamo (relevo obligatorio). • PFC (memoria de trabajo/function ejecutiva/decision making). • Amígdala (almacenamiento estrés emocional). • Area tegmental ventral (estimulación dopaminérgica sobre NAcc). Biofunción Adicción droga Búsqueda de sensaciones Adicción alcohol Recompensa sexual Adicción comida Recompensa música Adicción al juego Fisiología de la risa Adicción videojuegos Almacenamiento emocional de experiencias Positiva La ubicación del NAcc es en una zona de múltiple impacto, hecho clave en la función que desempeña: “estratégica, sofisticada y compleja”. 138 | Capítulo 9 cuadro 2. . La cocaína activa (AbcC y BLC) factor ERK y cascada CREB (memoria reciente). Luego se activa MEK e IEG promoviendo modificación de cFos (memoria largo plazo), consolidándose la memoria adictiva resistente al borramiento. COC cc CPu Acbc + MD/DLM/CPP Acb CPP Memoria reciente • CPP: Conditioned Place Preference • COC: Cocaina • AcbC: NAccumbens Core • BLC: Basolateral Amyg. Complex • ERK: Extracelular regulated kinase • MEK Mitogen Activated Prot. Kinase • U0126: Inhib. ERK-MEK-CREB-ELK1-FOS Pir Tu ERK CREB MEK IEG C Fos Consolidación memoria a largo plazo El núcleo accumbens muestra una modificación en su tamaño según la intensidad y frecuencia de su estimulación (“estudio Chicago”, 2008). En situación de no consumo el NAcc en ratas no presenta “estiramiento”. En cambio, ratas con consumo crónico (1 mes) presentan “estiramiento” del NAcc (asociado a hiperplasticidad) y mayor estimulación de zonas vecinas por proyección sobre éstas. Esto promueve un efecto de aumento de la estimulación regional (estimulación motora y adictiva). El núcleo accumbens también es capaz de modificar su estructura según la estimulación (“estudio Michigan”, 2008). La estimulación del área frontal está asociada a la conducta apetitiva y adictiva. La estimulación persistente del área frontal en animales no estresados genera que el 90% del NAcc se convierta en área frontal (de conducta adictiva) y su superficie total aumente. En cambio, la estimulación del área posterior está ligada a la sensación de miedo. Capítulo 9 | 139 Estudios muestran que en ratas en ambiente seguro (tranquilo y con luz tenue), al ser expuestas a luz muy fuerte y alto ruido, el 90% del NAcc se comporta como área posterior (reacción frente al miedo). Se puede concluir entonces que el núcleo accumbens se acomoda y adapta al entorno. Esto explicaría que en la abstinencia sólo queda el área frontal del NAcc con memoria adictiva. En cambio durante el consumo todo el NAcc está involucrado en el craving. Lo mismo le ocurre al paciente con pánico. En la fase aguda del ataque, todo el NAcc está involucrado en el pánico. En la fase asintomática sólo queda la zona posterior. Glutamato - memoria - uso de drogas (receptores NMDA - AMPA) El receptor NMDA está diseñado para detección de coincidencia entre actividad pre y postsináptica. El receptor es bloqueado por magnesio (Mg++) para control del calcio (Ca++). Este control posibilita la potenciación a largo plazo, ya que permite la eventual estimulación del receptor con un ingreso adecuado de Ca++ (bioseguridad). Los fármacos o moléculas que bloquean la acción glutamatérgica (antagonistas NMDA), como ciertos antipsicóticos, ketamina, fenciclidina, alcohol, etc., impiden que se genere Potenciación a largo plazo. La estimulación del receptor NMDA promueve Bmax de receptores AMPA postsinápticos. Para producir PLP hacen falta la polarización presináptica y la despolarización postsináptica, aumentando la sensibilidad de la neurona receptora del impulso eléctrico a la inminente liberación de glutamato desde el terminal presináptico. El ingreso de Calcio (Ca++) promueve la formación del complejo calcio/ calmodulina (CAM II) y ERK (kinasa reguladora de señal extracelular). La DLP inducida sinápticamente implica una disminución de los receptores AMPA promoviendo borramiento o “delete” (AMPA: ácido alfa-amino-3-hidroxi-5-metil-4-isoxazolepropiónico). Los receptores glutamatérgicos y dopaminérgicos actúan en conjunto en la formación de memoria (Rec. NMDA * D1). 140 | Capítulo 9 cuadro 3. Acción glutamatérgica y dopaminérgica en la formación de memorias GLU DA Activación de sinapsis Glut. Activación de Rec. D1-D2 (Prot. G) Activa: Rec. AMPA y NMDA (voltaje dependientes) Regula expresión de AMPc Aumento de PKN/PKA ERK/ RSK/ MAPKinasas Aumenta INFLUX de Ca++ (NMDA channels) Activación de CREB [Regulado por GLU (Calcio)] [Regulado por DA (PKA)] Proceso regulado por: Responsable de recaidas por estrés (MD) Proceso regulado por: DARPP 32 NMDA D1 CROSSTALK con D1 (vía NR1) Fosforilación CFos / NGF 1B/ Homer-1a Área cortico estriada CROSSTALK con D1 (vía NR1) Antagonistas: -NMDA -D1Bloquean la acción de estos genes inmediatos impidiedo aprendizaje y memoria La proteína CREB (cAMP Response Element Binding Protein) controla la acetilación de histones en el promotor fosB, fuertemente ligado al uso crónico de drogas. El almacenamiento y consolidación de memoria requiere de un remodelamiento de la cromatina para que el AMPc regule la expresión génica que formará el sustrato biomolecular de las memorias. Capítulo 9 | 141 cuadro 4. Neuroplasticidad producida por consumo de drogas • Remodelación sináptica • Pruning - Neuroplasticidad • Formación sinápsis nuevas • Eliminación sinápsis viejas USO DE DROGAS CREB AMPc Generada por Ca++ Calm. • Up/down regulation de diferentes expresiones genéticas. • BGE (Burst Gene Expression) • Activación Prot. K • Complejo Ca++/calmodulina • Activación AMPc PK La acetilación y desacetilación de histones es necesaria para la plasticidad sináptica y la biomodificación. En un estudio de Levine y col., se desarrolló un ratón transgénico que poseía un sólo alelo del gen CBP ([CREB]-binding protein) el cual mostró menor sensibilidad a la administración crónica de cocaína, correlacionado esto con un menor nivel de acetilación de histones y una menor expresión de fosB y menor acumulación de δfosB. cuadro 5. Ratones CBP haploinsuficientes muestran una menor sensibilización a cocaína Ratón normal / Cocaína 20 Actividad locomotora 16 Ratón modificado genéticamente / Cocaína 12 Control / Solución salina 8 4 1 2 3 Días de consumo de cocaína 4 5 6 142 | Capítulo 9 El glutamato está asociado a PLP. El uso reiterado de droga modifica la polarización en receptores AMPA y NMDA en el área tegmental ventral (VTA) generando sensibilización (sensitization) y potenciación a largo plazo (vía canal de Ca++). Los fármacos antagonistas NMDA bloquean PLP tanto en VTA como en el hipocampo. La modificación neuroplástica en VTA indicaría que el VTA también almacena memoria adictiva junto al núcleo accumbens (al que dirige sus proyecciones dopaminérgicas, que se manifiestan comportamentalmente en la búsqueda incesante de droga). Tanto los opiáceos cuanto la cocaína, la marihuana, el alcohol, la anfetamina, la nicotina producen sensitization y PLP en VTA. El descubrimiento de PLP en VTA hace evidente un notable riesgo, ya que es esta área la encargada del firing de dopamina sobre el núcleo accumbens. Memorias recientes y de largo plazo responsables del consumo agudo o crónico Memoria reciente está asociada a la acción de CREB (cAMP Response Element Binding Protein). A mayor estimulación, mayor adherencia al consumo. Es responsable de la formación de la memoria primaria y necesita estimulación diaria para perdurar y no borrarse. En la memoria largo plazo se ha identificado como sustrato al cFos. Una vez estimulado, el cFos genera memoria secundaria. Aquí es cuando se establece un riesgo de por vida, ya que aún sin estimulación por consumo, perdura sin extinguirse. La reestimulacion activa estas memorias latentes generando un intenso deseo de consumo y comportamiento de búsqueda de droga. Es importante recalcar las implicancias clínicas de estos procesos biomoleculares al paciente, que dependiendo del tiempo y del nivel de consumo, puede haber generado memoria adictiva imposible de borrar, por lo menos por el momento. Al depender este aprendizaje adictivo de estructuras cerebrales evolutivamente más primitivas, que poseen una velocidad de transducción/comunicación intraaxónica mayor que áreas corticales “racionales”, es que el riesgo de recaída es permanente independientemente del tiempo transcurrido en abstinencia y la ausencia de craving. A este fenómeno se lo llama, entonces, Recalcitrant Chronic Relapse Condition (RCRc), expresado como la función de las alteraciones estruc- Capítulo 9 | 143 turales y funcionales en el área de recompensa cerebral (Brain Reward Region) más la usurpación de mecanismos naturales de aprendizaje (Disease of Learning and Memory) o RCRc = f (BRB + DLM). Esta condición es recalcitrante pues perdura y resiste a los intentos de eliminarla, pudiendo quedar silenciada e inactiva pero aún así presente. Es crónica pues continúa y persiste durante un período de tiempo prolongado, posiblemente de por vida. Esto hace evidente la seriedad con que debe tratarse la posibilidad del paciente de tener una recaída. Un paciente puede decir reiteradas veces que va a dejar de consumir y que esta vez no está mintiendo. Lo importante es recalcarle que la recaída depende de mecanismos automáticos (búsqueda esencial de recompensa mediante conductas reforzadas - memoria dependiente de VTA, NAcc, BLA, entre otras estructuras límbicas), cuya influencia sobre el comportamiento es mucho mayor que la de los “mecanismos racionales” que están convencidos de no querer consumir. El deseo de consumir se antepone súbitamente a la capacidad de “toma de decisiones” (Decision Making) y a los procesos inhibitorios Top-Down moduladores de los comportamientos impulsivos. cuadro 6. núcleo accumbens. Proy. estriado Región expuesta a pruning Proy. PFC Proy. COF Región expuesta a Cell Loss por eliminación Región expuesta a formación de nuevas sinápsis. Microtúbulos "T" Memoria y aprendizaje patológico f(BRR+DLM)= RCRc Susceptibilidad y deterioro El daño producto del consumo y la probabilidad de volverse adicto no depende sólo de la sustancia a la que se es adicto. Como todo comportamiento complejo, la adicción posee múltiples causas y determinantes genéticos, congénitos, ambientales, sociales, del desarrollo, etc. Estas divi- 144 | Capítulo 9 siones conceptuales-categoriales de las causas son necesarias para la comprensión y análisis de toda conducta, si bien conforman un todo ontológicamente único e indivisible. Personalidad previa: la presencia de comorbilidad con trastornos de la personalidad aumenta significativamente el riesgo de abuso y deterioro, en particular en sujetos con trastorno límite de la personalidad. El impacto del factor genético (riesgo heredado de desarrollar una adicción o susceptibilidad) es aproximadamente de un 40-60 %. En cuanto al factor ambiental, la pertenencia a un grupo con situación de riesgo (pobreza/delincuencia/artistas/ médicos/ políticos/ intelectuales) muestra correlación con un mayor riesgo de adictización. Aspectos clínicos El objetivo de todo tratamiento debe ser, en definitiva, la inserción del sujeto en un entorno libre de drogas, generando nuevo aprendizaje en donde las estructuras sustratos de la sensación de recompensa (núcleo accumbens, área tegmental ventral, amígdala, corteza cingulada) sean nuevamente sensibles a la estimulación adecuada producto de actividades saludables (ejercicio, relaciones sociales, logros personales, sexo, actividades recreativas, etc.). En otras palabras, apartar al paciente del Model Drugs, reduciendo la intensidad del craving por CPP asociado a consumo de drogas, obesidad, alcohol, juego patológico. A menor estimulación (por droga, comida, etc.), menor Drug Seeking Behavior vía menor estimulación CREB, que favorece el borramiento de las adaptaciones biomoleculares por CPP en época de consumo. MODEL DRUGS DRUG SEEKING BEHAVIOR NO MODEL DRUGS Mientras hay consumo se El estrés provoca estimula- Paradojalmente, a disminu- vive dentro del Model Drugs, ción de memoria de consu- ción de consumo - menos por activación de CREB y mo. Aún Ss. en abstinencia deseo. Las memorias activación permanente de la exitosa pueden recaer por dependientes de CREB se carga sináptica que genera ambiente estresante. El comienzan a borrar (DLP), mayor CPP y DLM. ambiente estresante evoca por falta de estimulación dia- memoria de consumo y acti- ria. Los tratamientos deben vación motora de amígdala ser exitosos en lograr que y g. basales, que a su vez los pacientes vivan fuera del estimularían DA en N. Acc. Model Drugs. Capítulo 9 | 145 Factores biomoleculares de la recaída La recaída basada en el principio de vecindad y contigüidad: • ambientes asociados al pasado (past drug exposure); • situaciones estresantes promueven: reacción de estimulación o alarma en áreas vecinas a ganglios basales-amígdala-VTA, que estimularía por contigüidad al N. Acc. Al activarse vía DA estas áreas también activarían motriz-emocionalmente al N. Acc. cuadro 7. N. Acc.. G.B. Amígdala STRESS Est. activación motora Est. de alerta y memorias (-) La recaída basada en la evocación por consumo ocurre ante el uso circunstancial, casual, esporádico o recreativo de sustancias que activan memorias silentes dependientes de cFos. La activación de estas memorias sería responsable de que las recaídas sean cuantitativamente iguales o peores que la última situación de consumo. La dopamina y la oxitocina están ligadas al enamoramiento, la perdurabilidad de las relaciones de pareja, la performance sexual, etc. La dopamina necesita combinarse con la oxitocina para perdurar con su señal de beneficio. Sin embargo, esta acivación puede activar craving por drogas y 146 | Capítulo 9 el consecuente Drug Seeking Behavior. Es así que en etapas tempranas libre de consumo, una experiencia sexual muy placentera pudiera romper la abstinencia en sujetos con adicción a sustancias. Estudios demuestran que la música también puede generar craving por su facilidad de funcionar como estímulo asociado al consumo, funcionando así como un elemento del CPP. La evidencia muestra, entonces, que los estímulos o actividades placenteras pueden, al activar las mismas zonas estimuladas por la sustancia adictiva, promover una recaída. Asimismo el placer otorgado por estímulos saludables estimula el reaprendizaje necesario para evitar el consumo. Futuros fármacos en desarrollo y tratamientos de última generación Las universidades de Yale (New Jersey) y Columbia (New York) han gastado hasta la fecha aproximadamente 5.200 millones de dólares del total destinado al presupuesto de neurociencias en el desarrollo de tratamientos cuyo objetivo sea el borramiento de memorias traumáticas. De concretarse estos desarrollos, la memoria ligada a la sintomatología traumática en pacientes con trastorno por estrés postraumático (TEPT) y la memoria adictiva podrían en un futuro borrarse selectivamente. Las PKMzetas están presentes en el momento del aprendizaje y consolidación de la memoria. Su inhibición produce pérdida de memoria e impide el aprendizaje. La droga Zip se investiga por su capacidad de bloquear PKMzeta y promover el borramiento traumático y adictivo. La memoria depende de la alteración de las sinapsis (aplysia). El CREB1 demostró relación con PLP, mientras el CREB2 con el olvido. Tully colaboradores crearon en laboratorio especímenes de moscas de la fruta con hipermemoria, al promover la activación de CREB1. Kandel creó un represor de CREB2 que disminuyó el olvido. Kandel y Tully proponen que poder controlar la acción del CREB2 sería muy útil en el futuro para borramiento de memoria en tratamientos de la adicción. Los grupos de Nora Volkow (National Institute on Drug Addiction) y Steven Hyman (Universidad de Harvard; Massachusetts Institute of Technology) relacionan a la dopamina con las extreme memories (EM) y el pathological learning (PL). Las adicciones producen una acción hiperdopaminérgica ante la droga, que genera el deseo (wanting) y la Capítulo 9 | 147 búsqueda (DSB) de drogas. Investigan pues la d-cicloserina para el borramiento de memorias traumáticas y relacionadas a la adicción. La vacuna anticocaína (TA-CD: vacuna anti-cocaína humana) está también en desarrollo. Consiste en moléculas de succinil-norcocaína ligadas (mediante enlace covalente) a proteínas de transporte derivadas de la toxina cólera B (rCTB) suspendida en un adyuvante de aluminio. Estas moléculas constituyen anticuerpos cocaínicos específicos, que capturan las moléculas de cocaína en el torrente sanguíneo, permitiendo a las colinesterasas convertir la cocaína en metabolitos inactivos antes de llegar al cerebro. Estos anticuerpos no penetran la barrera hematoencefálica por lo tanto no tienen efecto sobre el SNC. La vacuna antinicotina (NicQb) está formada por moléculas de nicotina unidas a VLPs (virus like particles). La vacunación estimula la producción de anticuerpos específicos con alta afinidad por la nicotina. Luego de producida la inmunización, los anticuerpos capturan la nicotina en sangre evitando que produzca sus efectos sobre el SNC. 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Este sistema endocannabinoide regula críticamente la neurotransmisión en numerosas regiones del sistema nervioso central, actuando como una señal retroinhibidora para evitar el exceso de actividad presináptica. Estos y otros hallazgos han contribuido a una extraordinaria expansión en el conocimiento básico de cómo los (endo)cannabinoides actúan en nuestro organismo, así como del estudio tanto de sus propiedades terapéuticas como de sus acciones como sustancias de abuso. Es la droga ilegal de más alta prevalencia tanto en su uso recreacional como de abuso. En occidente cerca del 50% de la población prueba marihuana a lo largo de la vida y más del 30 % de los menores de 35 años lo consumen habitualmente. 150 | Capítulo 10 Propiedades de los cannabinoides Los cannabinoides son sustancias que suelen tener una estructura carbocíclica con 21 carbonos y están formados generalmente por tres anillos, ciclohexeno, tetrahidropirano y benceno. Los principales cannabinoides son Δ9-tetrahidrocannabinol (Δ9-THC o THC), cannabidiol (CBD) y cannabinol (CBN). Otros cannabinoides presentes en la planta son el cannabicromeno (CBC), cannabiciclol (CBL), cannabigerol (CBG), monometileter del cannabigerol (CBGM), cannabinodiol (CBND), cannabitriol (CBT), dehidrocannabifurano y cannabicitrano, que aparecen en cantidades diferentes según la variedad de cannabis sativa valorada. El ácido cannabidiólico, que tiene actividad antibiótica, es un constituyente importante del cáñamo del tipo fibra (Turner y col., 1980). El THC es el cannabinoide con mayor potencia psicoactiva. El cannabinol (CBN) también tiene propiedades psicoactivas, que son aproximadamente una décima parte de las descritas para el THC. Presenta mayor afinidad por el receptor CB2 que por el CB1. cuadro 1. Estructura química de los principales cannabinoides. Estructura química del Δ9- tetrahidrocannabinol (principal fitocannabinoide) y la anandamida, y el 2-araquidonoilglicerol (principales endocannabinoides). OH Δ9 - Tetrahidrocannabinol (THC) O Anandamida (AEA) O OH H N OH O O OH 2 - Araquidonoilglicerol (2-AG) Capítulo 10 | 151 El cannabidiol (CBD) es un compuesto bicíclico, al estar el anillo de tetrahidropirano escindido. Es un antagonista parcial CB1, lo que explica sus acciones en el sistema endocannabinoide. Es un cannabinoide prácticamente desprovisto de propiedades psicoactivas, por lo que se están investigando sus posibles efectos clínicos. Así, el tratamiento con CBD atenúa algunas de las alteraciones psicológicas inducidas por altas dosis de THC (0,5 mg/kg), como por ejemplo los sentimientos de ansiedad y de pánico (Zuardi y col., 1982). Se ha atribuido al CBD un papel neuroprotector al comprobar su actuación como antioxidante frente a los efectos oxidativos producidos en las neuronas por la liberación de glutámico (Hampson y col., 1998). También ha sido relacionado desde hace tiempo con el sistema inmune. Recientemente se ha visto que en algunas líneas celulares del sistema inmune inhibe la producción de diversas citoquinas (IL-8, IL-10, TNF). Historia del uso de cannabis El primer reporte del uso medicinal de la marihuana proviene de China, hace más de 5.000 años. Su uso era recomendado para la malaria, la constipación, los dolores reumáticos y mezclado con vino para el dolor (Mechoulan, 1986). También hay reportes de su uso en Asia, Medio Oriente y en Sudamérica. En el siglo XIX un médico irlandés, W’Shaughsessy, observó su uso en la India como analgésico, anticonvulsivante, antiespasmódico, antiemético e hipnótico. Su uso fue declarado ilegal desde 1928 en Gran Bretaña y desde 1937 en USA. En 1996 fue aprobado su cultivo y su consumo para usos médicos en California. En 1988 se descubre la estructura de los receptores cannabinoides CB1, localizados mayormente en ganglios de la base, corteza prefrontal, hipocampo, cerebelo, globo pálido, substancia nigra y corteza. En 1992 se descubre la anandamida, que es el ligando cannabinoideo endógeno, que produce un efecto analgésico y tranquilizante en animales de experimentación. También interviene en la coordinación muscular y afecta la secreción de varias hormonas. La anandamida y el sistema cannabinoideo endógeno se encuentran involucrados en la regulación del humor, la memoria, la cognición, la percepción, el movimiento, el tono muscular, la postura, la termorregulación, el apetito, el sueño y la respuesta inmune. 152 | Capítulo 10 En 1993 se descubre el receptor CB2 con un rol importante tanto en el sistema inmune cuanto en el proceso inflamatorio. Presente en tejidos periféricos, bazo, amígdalas, linfocitos B, linfocitos T y monocitos. Otros receptores bajo investigación son propuestos, aunque aún no se define si los receptores cannabinodes constituyen una súper familia de receptores o no. Serían el receptor CB3: CPR55? y el receptor CB4?: receptor huérfano GPR119 receptor de oleoiletanolamida. Todos estos elementos nos ayudan a entender los distintos targets o blancos farmacológicos que se estudian en la actualidad para el sistema cannabinoide endógeno, así como para los agonistas y antagonistas de los receptores CB1 y CB2, y otros receptores CB en investigación. Como veíamos antes, los cannabinoides vegetales son agonistas CB1 y CB2, salvo cannabidiol. El cannabidiol (CBD) antagonista parcial CB1, inhibe la recaptación e hidrólisis de la anandamida: muestra propiedades neuroprotectoras con acción antioxidante. Se describirá sucintamente el sistema cannabinoide endógeno. Posee ligandos endocannabinoides que son derivados del acido araquidónico. Estos son fundamentalmente dos: 1. la araquidoniletanolamida (anandamida); y 2. el 2-araquidonilglicerol. Este sistema endocanabinoide presenta un papel modulador en el cerebro y el SNC, en el sistema inmune y en el sistema cardiovascular. En el cerebro regula la actividad motora, el sistema aprendizaje-memoria, la nociocepcion y el desarrollo cerebral. Es útil recalcar que la anandamida presenta concentraciones cerebrales muy bajas, no se almacena como otros neurotransmisores, y se sintetiza ante determinados estímulos sobre precursores presentes en las membranas celulares. Posibles targets farmacoterapéuticos del sistema cannabinoide y sus ligandos en distintas fases de estudio 1. regulación del apetito 2. obesidad y anormalidades metabólicas asociadas 3. dolor e inflamación 4. trastornos del SNC: a) neurotoxicidad y neurotrauma b) stroke c) esclerosis múltiple Capítulo 10 | 153 d) daño del cordón espinal 5. Trastornos del movimiento (trastornos de los ganglios de la base) a) Parkinson b) enfermedad de Huntington c) S. Gilles de la Tourette, disquinesia tardía y distonía 6. esclerosis lateral amiotrófica (ELA) 7. enfermedad de Alzheimer 8. epilepsia 9. trastornos mentales: a) esquizofrenia b) ansiedad y depresión c) insomnio 10. nauseas y vómitos 11. trastornos respiratorios y cardiovasculares: a) hipertensión b) reperfusión en IAM c) arterioesclerosis d) asma 12. glaucoma y retinopatía 13. cáncer. 14. trastornos hepáticos y gastrointestinales: a) enfermedad inflamatoria del colon A continuación se describirán algunos de los posibles targets farmacológicos. No se discutirán aquí los efectos psicoactivos de la marihuana, ni su relación posibles con mayor incidencia de episodios psicóticos, ni alteraciones cognitivas por su uso o abuso. Las implicancias neuropsiquiátricas serán objeto de otro trabajo de revisión. Sistema cannabinoide: su acción en el dolor y la inflamación La búsqueda de fármacos analgésicos de acción central comparables a los opiáceos se ha traducido en muchos estudios clínicos con agonistas cannabinoides en el tratamiento del dolor en cáncer, migraña, artritis, dolor posoperatorio agudo, esclerosis múltiple, trauma médula, etcétera. Se han observado efectos positivos con derivados cannabinoides en dolor en investigación con modelos animales experimentales. Los derivados cannabinoideos se han mostrado efectivos tanto en dolor agudo ori- 154 | Capítulo 10 ginado por estimulación química, mecánica o térmica. La anandamida y ligandos cannabinoides han sido efectivos en dolor crónico de origen neuropático o de origen inflamatorio. Presentaron una efectividad sinérgica combinados con antiinflamatorios no esteroideos, proponiéndose un mecanismo central. La potenciación con antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) se basaría en la estructura común entre los ligandos endógenos de receptores cannabinoideos y los eicosanoides, ya que ambas moléculas derivan del ácido araquidónico. Se ha demostrado una acumulación de ácido araquidónico en el cerebro como respuesta a la adicción de cannabis. Se ha observado en investigación clínica un efecto antiinflamatorio de ligandos cannabinoides modulando distintas citoquinas (TNF∞ y IL-12 y 1). Podríamos decir que el efecto analgésico de acción central es comparable a los opiáceos, tanto en cáncer, migrañas, artritis, dolor posoperatorio agudo y esclerosis múltiple. La acción antinociceptiva se debe a la activación de los receptores CB1. También están implicados los receptores CB2 modulando la liberación de factores proinflamatorios de células no neuronales ubicadas cerca de las neuronas nociceptivas implicadas. Un esquema propuesto que explicaría la relación del sistema cannabinoide y del sistema opioide en el dolor sería: 1. ambos sistemas actúan por la activación de proteína G inhibiendo la adenilciclasa y disminuyendo el AMPc con la apertura susbsiguiente de canales de K y cierre de canales de Ca a través de la Proteína G sensible a toxina pertussis; 2. también ambos poseen ligandos endógenos y un sistema analgésico descendente; 3. la activación de ambos produce analgesia, tolerancia, dependencia, hipotermia, sedación e hipotensión; 4. la naloxona bloquea ambos sistemas; 5. la estimulación cannabinoidea, a su vez, estimula la transmisión opioidea por aumento de liberación de encefalinas, dinorfinas y β-endorfinas. Esto equivaldría a una acción sinérgica de ambos sistemas. Los ligandos cannabinoides inhiben la neurosecreción del péptido CGRP (calcitonin gen related peptid) que posee una función álgica demostrada e importante. Capítulo 10 | 155 Relación entre el sistema cannabinoide y el sistema opioide De todas maneras los resultados no son tan concluyentes, ya que si bien hay estudios que demuestran potencia analgésica semejante de los ligandos cannabinoides con los opioides, hay otros que no, tanto en el dolor visceral como en el neuropático. Por otro lado, hay ensayos que demuestran una mayor potencia analgésica de los ligandos cannabinoides en procesos de dolor tónico y en tejidos dañados o inflamados (sería por la acción antiinflamatoria mediada por el receptor CB2). También se ha postulado un mayor eficacia con los ligandos cannabinoides que con los opioides en el manejo del dolor neuropático por presencia de receptores CB1 en las fibras aferentes primarias de diámetro grande (Aβ y Aδ), ya que este dolor es en parte causado por descargas espontáneas de estas fibras mielínicas con poca presencia de receptores μ (más sensibles a la acción de los opiáceos). La acción antinociceptiva de los ligandos cannabinoides presentaría tanto un mecanismo central como un mecanismo periférico. • La acción en el nivel central sería principalmente mediada por receptores espinales y supraespinales CB1. Su activación disminuiría la intensidad de entrada del estímulo nociceptivo en el cerebro. • La acción funcionaría tanto en el nivel ascendente cuanto en el descendente. • En el nivel aferente se activarían receptores CB1 supraespinales en el núcleo posterolteralventral del tálamo y se inhibiría la actividad aferente transmitida por la vía espino-talámica. • En el nivel eferente los ligandos cannabinoides actuarían en la zona espinal, en las capas I, III y X de la médula espinal. Presentaciones farmacéuticas de los cannabinoides utilizadas en el tratamiento del dolor • Extractos naturales de THC y cannabidiol: se encuentran en las plantas de marihuana. En spray, capsulas o cultivos genéticamente controlados, que garanticen la proporción de los componentes 1:1 dosis variable de 5 a 120 mg/d, según tolerancia de efectos indeseables (efectos psicoactivos principalmente en THC). • Marihuana inhalada: fumada o inhalada sin control de la droga activa ni de sus dosis ni componentes relativos. 156 | Capítulo 10 •D ronabinol (THC sintético): cápsulas de 2,5mg, 5mg y 10mg de THC. Su uso se encuentra indicado para el tratamiento de náuseas y vómitos. Dosis: 10 a 25 mg/día. • Nabilona (análogo sintético de THC): Cápsulas de 0,5 a 1 mg. Dosis de 1 a 4 mg/día. • Acido ajulémico (AJA) o CT3: metabolito sintético de THC; es potente tanto para su uso en el dolor de origen inflamatorio cuanto en el dolor neuropático. Dosis: 40 a 80 mg/d. Neuroprotección La neuroprotección sería una de las principales funciones biológicas del sistema endocannabinoide. En cultivos celulares se ha evidenciado que los cannabinoides pueden proteger a las neuronas de estímulos tóxicos como los que se producen por la sobrestimulación glutamatérgica y del daño oxidativo subsecuente. Estudios in vivo confirman esta acción neuroprotectora de los ligandos cannabinoides, vía los receptores CB1. El compuesto WIN-55212-2 es un cannabinoide sintético (agonista CB1) que disminuye la neurotoxicidad en un modelo de isquemia cerebral en animales de laboratorio (Nagayama, 1999), así como el THC demostró inhibir la excitoxicidad inducida por Ouabina. Se ha observado que en procesos de daño cerebral se estimula la síntesis de endocannabinoides coincidiendo con un aumento del Ca citoplasmático. Se produciría la inhibición presináptica de los canales de Ca, disminuyendo la liberación de glutamato. Otro mecanismo postulado para la acción neuroprotectora de los cannabinoides es su capacidad antioxidante. Inhiben la producción de oxido nitroso y de citoquinas proinflamatorias, bloqueando la señalización presináptica del Ca, y aumentan el aporte de nutrientes a las neuronas. Efecto glioprotector La viabilidad de los atrocitos en cultivos no se ve afectada por los ligandos cannabinoides, pero sí afectan a las células tumorales de la glía. Esta acción se debe a la capacidad que poseen de sintetizar de novo un esfingolípido bioactivo, la ceramida, en respuesta a ligandos cannabinoides. Los cannabinoides rescatan a los astrocitos en cultivo de la apoptosis inducida por ceramida, impidiendo la muerte de ellos. Capítulo 10 | 157 Diversos cannabinoides inducen la apoptosis (muerte celular programada) de células transformadas (tumorales) de origen glial (gliomas y neuroblastomas). Esta no es una acción tóxica generalizada sino una acción selectiva sobre esta serie de células tumorales. En 2000, Galve demuestra el poder antitumoral de los cannabinoides en gliomas, en ratas y ratones. El efecto antitumoral de los cannabinoides es directo (antiproliferativo), no mediatizado por una respuesta inmune. Son exclusivos sobre células tumorales y no sobre células normales. Los más estudiados han sido los gliomas. Los gliomas son tumores malignos cerebrales frecuentes (2 X 50.000), con una mortalidad muy elevada, cercana al 100%, con una evolución muy rápida, que se mide en meses. Los cannabinoides presentan una acción apoptótica sobre células de glioma cultivadas debido a la generación de ceramida y la activación de una cascada de proteinkinasas activadas por MERK (ver más adelante). Por otra parte hay un bloqueo del crecimiento tumoral por la inhibición de la angiogénesis, o sea la formación de vasos sanguíneos en el tumor. En los gliomas se encuentra una alta concentración de CB2. También se ha encontrado una inhibición in vitro del crecimiento de células tumorales de mama y próstata. Vías de señalización que median el efecto antitumoral de los cannabinoides La capacidad de inhibir el crecimiento tumoral de los cannabinoides se debe a su capacidad de: 1) inducir la muerte de las células tumorales; 2) reducir la angiogénesis tumoral; y 3) reducir la invasividad de las células tumorales. En el nivel celular, esas acciones se deben a la capacidad de los cannabinoides para activar una serie de rutas de señalización. a) La unión de los cannabinoides a sus correspondientes receptores (CB1 y/o CB2) en las células tumorales promueve la acumulación del esfingolípido implicado en la señalización celular, llamado ceramida. La acumulación de ceramida promueve un aumento en la expresión de una serie de genes entre los que se destacan el factor de transcripción p8 y sus dianas, los también factores de transcripción ATF-4 y CHOP, así como la pseudoquinasa (proteína con un dominio quinasa al que le faltan algunos residuos esenciales para tener esa actividad) TRB3. La activación de esta ruta es muy importante para promover la 158 | Capítulo 10 apoptosis a través de la vía mitocondrial debido (al menos en parte) a su capacidad para inhibir a la quinasa AKT/PKB (una proteína que desempeña una función esencial en supervivencia y resistencia a la apoptosis). En algunos tipos celulares (como en los tumores de mama) los cannabinoides también podrían inducir arresto del ciclo celular en G2 mediante la inhibición de la kinasa dependiente ciclinas cdc2. Este arresto precedería a la inducción de apoptosis. b) La inhibición de la angiogénesis tumoral por los ligandos cannabinoiodes se basa en la capacidad de estos agentes de inhibir la expresión del factor de crecimiento proangiogénico VEGF, un efecto que depende de la acumulación de ceramida. c) El efecto inhibidor de la migración de células tumorales que producen los cannabinoides parece deberse, al menos en parte, a su capacidad para inhibir la expresión de la metaloproteinasa 2 (MMP-2; una proteasa implicada en la digestión de la matriz extracelular que regula la invasividad tumoral). De nuevo, este efecto inhibitorio de los cannabinoides parece depender tanto de la acumulación de ceramida como de la inducción de la proteína de estrés p8. Otros estudios recientes son coincidentes en estas conclusiones de que los ligandos cannabinoides podrían inhibir directamente el crecimiento del cáncer. También son coincidentes en los mecanismos propuestos para desarrollar estas acciones e involucran la inducción de apoptosis de las células tumorales, una acción antiproliferativa y un efecto antimetastásico a través de la inhibición de la angiogénesis y de la migración de células tumorales. De todo esto se desprende una de las posibles aplicaciones terapéuticas de los derivados cannabinoides: como agentes antitumorales. Las primeras investigaciones en este campo fueron llevadas a cabo hace más de 30 años por Munson y colaboradores, quienes demostraron que estos compuestos frenaban la progresión tumoral en un modelo de cáncer de pulmón en ratones. A pesar de lo prometedor de estos resultados, la investigación en este ámbito no se retomó hasta finales de los años 1990. Hoy se sabe que los cannabinoides pueden ejercer su acción antitumoral a través de varios mecanismos. Así, estos compuestos pueden actuar directamente sobre las células tumorales inhibiendo su proliferación (es decir, impidiendo que se dividan) o induciendo su muerte por un mecanismo llamado apoptosis o muerte celular programada. Además, los Capítulo 10 | 159 cannabinoides pueden afectar otros parámetros de la progresión tumoral, como son la angiogénesis y la metástasis. La angiogénesis es la formación de nuevos vasos sanguíneos en el tumor y es necesaria para que éste aumente de tamaño. La metástasis es el proceso mediante el cual las células malignas escapan del tumor original, pasan al torrente circulatorio e invaden otros órganos. Se ha descrito que los cannabinoides son capaces de frenar ambos procesos, reduciendo, por tanto, la progresión del tumor. Efectos paliativos de los cannabinoides en el cáncer Los efectos paliativos de los cannabinoides en pacientes con cáncer son bien conocidos e incluyen la estimulación del apetito, la inhibición de náuseas y vómitos asociados con la quimio o radioterapia, el alivio del dolor, la mejora del ánimo y el control del insomnio. El 9-THC (dronabinol, marinol) y sus derivados sintéticos, nabilone, han sido aprobados por la Food and Drug Administration (FDA) para el control de las náuseas en pacientes con cáncer bajo tratamiento quimioterápico y para la estimulación del apetito en pacientes con AIDS. Cannabinoides e inflamación intestinal • Los cannabinoides ejercen un efecto beneficioso sobre la inflamación intestinal. • Tras un estímulo inflamatorio, aumenta la señalización mediada por cannabinoides (aumenta la expresión intestinal de los receptores CB1/ CB2 y/o aumentan los niveles de endocannabinoides). Esto se observa tanto en animales cuanto en humanos. • En células epiteliales aisladas y en modelos in vivo de enfermedad inflamatoria intestinal (EII), el sistema endocannabidoide (por activación CB1 o CB2) participa como mediador en los mecanismos protectores que contrarrestan la inflamación intestinal que aparece durante la EII. • Los cannabinoides disminuyen la hipermotilidad e hipersensibilidad visceral asociada con la inflamación intestinal, modificando claramente algunas de las manifestaciones clínicas de la EII. • A mayores concentraciones, los endocannabinoides pueden ejercer un efecto deletéreo sobre el intestino al actuar sobre los receptores vanilloides. • Se está haciendo un esfuerzo muy importante para encontrar fármacos activos sobre el SEC útiles en EII humana. 160 | Capítulo 10 • Debido a la lamentable experiencia previa con el rimonabant (antagonista del receptor CB-1), será esencial en los futuros programas de desarrollo farmacológicos examinar los efectos psicotrópicos y depresivos de estos fármacos. Sistema cannabinoide y trastornos del movimiento Se ha estudiado la acción de los ligandos cannabinodes en los siguientes cuadros, los cuales presentan alguna alteración en el movimiento: • trastornos de los ganglios de la base; • enfermedad de Huntington; • síndrome de Gilles de la Tourette, diskinesia tardía y distonía; • enfermedad de Parkinson. Sistema cannabinoide y ganglios de la base; control del movimiento: • los ligandos cannabinoides producen importantes cambios en la actividad motora, tanto en seres humanos cuanto en animales de experimentación; • ellos alteran la funcionalidad de los 3 neurotransmisores principales que tienen acción en los ganglios de la base: dopamina, GABA y glutamato. Tanto los ligandos endógenos cannabinoideos cuanto sus receptores se encuentran de manera abundante en los ganglios basales. Se ha observado, en animales de experimentación, con cannabinoides vegetales y también con cannabinoides sintéticos los siguientes cambios a nivel motor: • disminución de la actividad motora espontánea o de movimientos estereotipados en ratas; • aumento de la inactividad motora en ratas; • aumento de la hipoquinesia inducida por reserpina en ratas; • disminución de la hiperactividad inducida por anfetaminas en ratas; • produce un importante deterioro del control motor fino en ratas; • inducción de catalepsia en ratones; • la estimulación directa o indirecta de receptores CB1 produce efectos inhibitorios en el nivel motor, con descenso de la actividad espontánea en roedores (ambulación) y de la actividad no ambulatoria (estereotipias), y aumento de la inactividad, llegando hasta la catalepsia; • la estimulación de receptores CB1 produce un efecto hipoquinético marcado; Capítulo 10 | 161 • el bloqueo de los receptores CB1 con antagonistas selectivos (SR141716A) produce hiperlocomoción; • estudios postmortem de tejidos de pacientes con enfermedad de Huntington, enfermedad de Parkinson y enfermedad de Alzheimer han demostrado importantes alteraciones en el nivel de los receptores CB1 en los ganglios de la base. Sistema cannabinoide y trastornos motores; cambios en los receptores: • envejecimiento fisiológico: con la edad, se produce una disminución de los efectos psicomotores de la marihuana, es decir una atenuación de sus efectos sobre los receptores CB1 en los ganglios de la base; • enfermedad de Parkinson: hay un aumento del número de receptores CB1 en el núcleo caudado y en el putamen; • corea de Huntington: hay una disminución marcada y temprana de receptores CB1 en los ganglios basales; • esclerosis múltiple: cambios en el nivel de densidad, ARNm y activación de los receptores CB1 en el caudado y en el putamen. Aumento de los niveles de ligandos endocannabinoides en el cerebro y en la médula espinal; • enfermedad de Alzheimer: se observa una disminución de los receptores CB1 en los ganglios de la base y otras regiones. Enfermedad de Huntington Es un desorden motor, neurodegenerativo, autosómico dominante, caracterizado por la atrofia progresiva del cuerpo estriado, debido a la muerte selectiva de las proyecciones neuronales estriatales (aquellas con presencia elevada de receptores CB1). La causa de la enfermedad es la expansión del aminoácido glutamina en el extremo N terminal de una proteína llamada huntingtina, en el cromosoma 4 (Cattaneo, 2007). Quienes presentan más de 40 repeticiones del triplete anómalo siempre desarrollan la enfermedad. En el transcurso de la enfermedad se produce un deterioro motor con un patrón bifásico: una fase temprana hiperquinética (con movimientos coreiformes) y una fase tardía, aquinética e incapacitante. La pérdida de receptores CB1 en los ganglios de la base en este cuadro es muy precoz y estaría en la patogénesis misma del cuadro. Los cannabinoides actúan terapéuticamente por sus propiedades hipoquinéticas y neuroprotectoras, aliviando la sintomatología. 162 | Capítulo 10 Esclerosis múltiple Es un trastorno de origen inmune con alteraciones neuromotoras características (espasticidad, distonía, temblor y ataxia) causadas por desmielinizacion y por pérdida axonal importante. • La observación empírica evidenciaba que los pacientes se automedicaban con THC y otros cannabinoides por el alivio sintomático que experimentaban tanto en la frecuencia cuanto en la intensidad de la aparición de un síntoma característico: la espasticidad y el dolor subyacente a ella. • Se observó que la estimulación de receptores CB1 y CB2 disminuía significativamente la espasticidad en ratones, infiriendo un resultado similar en humanos. • En ratones con desarrollo de esclerosis múltiple experimental se encuentran alteraciones en la densidad de receptores CB1 en regiones motoras y aumento del tono endógeno cannabinoideo compensatorio. • Grupos de pacientes con EM propician el uso de cannabinoides para alivio sintomático de su cuadro. Síndrome de Gilles de la Tourette, diskinesia tardía y distonía • Ciertos ligandos cannabinoides han demostrado ser relativamente efectivos en el tratamiento de tics y problemas conductuales que aparecen como síntomas característicos del síndrome de Gilles de la Tourette. • Han sido reportados efectos beneficiosos de ligandos cannabinoides en distonía tanto en modelos animales Esclerosis lateral amiotrófica (ELA) •B asado en el bien conocido efecto protector de los cannabinoides contra el daño celular oxidativo y contra la excitotoxicidad (Hampson et al., 1998; Shen y Thayer, 1999; Abood et al., 2001; van der Stelt et al., 2001a), y combinado con el efecto antiespástico evidenciado en la esclerosis múltiple, Carter y Rosen (2001) han propuesto el uso de ligandos cannabinoides para el manejo farmacológico de la ELA. En un modelo experimental de ratones con ELA, ligandos cannabinoides demostraron tener un importante efecto neuroprotector, pero este efecto estaría mediado por un receptor no CB1 (¿receptores huérfanos?). Capítulo 10 | 163 Cannabinoides y Parkinson • Los síntomas clásicos del Parkinson son la bradiquinesia, la rigidez y el temblor. Como síntomas predominantes de este cuadro por degeneración vía dopaminérgica nigroestriada, se estudia su relación con el sistema endocannabibide. • Los cannabinoides al ser hipoquinesiantes empeoran el cuadro. • Los antagonistas de CB1 son postulados como agentes en estudio para aliviar la akinesia. • Está en estudio el antagonista del receptor CB1 SR141716A para el tratamiento de ciertos síntomas del Parkinson. Sistema cannabinoide y sistema inmune Los receptores CB2 se encuentran fundamentalmente en: Linfocitos B-células NK-, monocitos, neutrófilos, linfocitos T CD8-CD4, mastocitos. Esta localización podría ser la causa de que los ligandos endocannabinoides estén tan implicados en los procesos inflamatorios e inmunológicos. El cannabinol tiene más afinidad por el receptor CB2. Sería su actuación sobre el receptor CB2 en esplenocitos y timocitos, que al inhibir la adenilato ciclasa, reduce la actividad de la proteína quinasa A y de los factores de transcripción dependientes del AMPc. Esta reducción implica, en el nivel genético, una disminución en la transcripción del gen para la interleuquina-2 (IL-2). La disminución de la liberación de IL-2 podría contribuir a explicar la capacidad de inmunomodulación atribuida a los cannabinoides, dado que esta proteína participa en la regulación de la actividad del sistema inmune. Se ha observado que in vitro los cannabinoides a dosis altas disminuyen la proliferación de linfocitos, mientras que a dosis bajas la aumentan. Cannabinoides en uso y en ensayo clínico, salvo acomplia (prohibida por efectos secundarios psiquiátricos). Marihuan Sativex Marinol Cesamet Acomplia 164 | Capítulo 10 cuadro 2. Endocannabinoides: un nuevo sistema de comunicación en el cerebro Modificado de MANUEL GUZMÁN E ISMAEL GALVE-ROPERH Efecto Posible acción terapéutica (fase) Inhibición de la emesisQuimioterapia de cáncer y sida y estimulación del apetito Marinol, Cesamet, y marihuana medicinal aprobados Analgesia Dolor (fase III con THC, Sativex aprobado) Hipomotilidad y Esclerosis múltiple antiespasticidad (fase III con THC, Sativex) NeuroprotecciónObesidad (Acomplia aprobado) Es importante destacar que la acomplia ha sido retirada del mercado por sus efectos adversos. Bibliografía PERTWEE, R.G.: (2008) The diverse CB1 and CB2 receptor pharmacology of three plant cannabinoids: Δ9-tetrahydrocannabinol, cannabidiol and Δ9-tetrahydrocannabivarin. Br. J. Pharmacol. 153: 199-215. GAONI, Y. 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Actualmente, ha sido incorporada en muchos grupos como una “única y exclusiva forma” de “diversión, relajación y placer”, ignorando que la manipulación y mejora de los cultivos de cannabis sativa han potenciado la concentración de los alcaloides responsables de sus efectos sobre el organismo, principalmente el ∆9- tetra hidro cannabinol o ∆9 THC. En efecto este alcaloide es el responsable de la capacidad adictiva de la marihuana pero también lo es de los efectos sobre el psiquismo y la conducta. Existen también otros alcaloides como cannabidiol, cannabinol, cannabigerol, cannabichromene y cannabicyclol; el primero de ellos, ausente en una variedad sudafricana de cannabis conocida com dagga, tendría potencial acción antipsicótica y ansiolítica, ya que se ha observado que con la utilización de dagga que no contiene dicho alcaloide, aumenta notablemente la incidencia de cuadros psicóticos y de pánico (Ver cuadro 1). Del estudio y observación científica de la acción de estos alcaloides sobre el sistema nervioso central (SNC), y del 170 | Capítulo 11 mismo modo que ocurriera con el opio y sus derivados, se postuló la existencia de un sistema endógeno que funcionara con sustancias similares a las presentes en la marihuana, con acción de verdaderos neurotransmisores y actuando sobre receptores específicos. Si bien el origen de esta hipótesis se vio modificado como resultado de las investigaciones, dio origen a lo que conocemos hoy como sistema endocannabinoide (ECB). Hasta la fecha han sido descritos cinco ligandos endógenos o endocannabinoides (ECB), que actúan sobre receptores específicos de membrana, conocidos como receptores cannabinoideos (R-CB) de los que se han descrito dos variedades. Son sustancias endógenas con actividad lipofílica que actuan generando una modulación rápida de la neurotransmisión; es virtualmente un sistema de señalización retrógrado que puede influir sobre sinapsis en un radio de 40μm de diámetro. Este sistema ECB incluye enzimas biosintéticas y de degradación, de las cuales la más importante es una hidrolasa (FAAH) encargada de su metabolización. Además los endocannabinoides intervienen en las transformaciones enzimáticas que conducen a prostaglandinas, tromboxanos y leucotrienos. • Anandamida (agonista mixto R-CB1 y R-CB 2 ) • 2-araquidonoil-glicerol ó 2-AG (agonista mixto R-CB1 y R-CB 2 ) • Noladin eter (agonista selectivo R-CB1) • N-araquidonoil-dopamina (NADA) • Virodhamina cuadro 1. LOS INGREDIENTES DEL CANNABIS THC Cannabidiol cannabis THC produce Cannabidiol • Disminución de atención, • No es alucinogénico memoria y aprendizaje • Propiedades ansiolíticas • Alucinaciones e ideación paranoide • Sin acción sobre la cognición Capítulo 11 | 171 Existen R-CB de localización predominantemente central (R-CB1) y receptores periféricos (R-CB2), de importante acción en el sistema inmunológico ( Ver cuadros 2 y 3). cuadro 2. LOCALIZACIÓN DE R-CB1 SNC TEJIDOS PERIFÉRICOS CerebeloOjos Ganglios BasalesTestículos Hipocampo Vejiga Corteza Adipositos HipotálamoTracto gastrointestinal cuadro 3. LOCALIZACIÓN DE R-CB2 Amígdalas faríngeas Timo Médula ósea Bazo Páncreas Terminales nerviosas periféricas Células de la microglía Gliomas y tumores de piel Los RCB1, están localizados en axones y terminales nerviosas a nivel presináptico, y median los efectos inhibitorios del THC y otros cannabinoides sobre la liberación de acetilcolina, glutamato, GABA, NA, dopamina y serotonina. Son receptores acoplados a proteína Gi, y tienen un rol en la modulación de la liberación de NT. Estos efectos, gatillados por influjo de Ca2+, generan los DSI (depolarization-induced suppression of inhibition) y DSE (depolarization-induced suppression of excitation), siendo con el mecanismo de inhibición de la recaptación de neurotransmisores el principal mecanismo fisiológico para la finalización de las señales químicas mediadas por éstos. Además, sabemos hoy que existe co-localización de R-CB1 con receptores opioides μ, que explican que tanto el THC como la morfina actúan sinérgicamente en los efectos analgésico y antiinflamatorio. 172 | Capítulo 11 Del conocimiento científico, sobre el funcionamiento fisiológico del sistema ECB, surge claramente que la utilización de marihuana generará cambios en dichos circuitos. Estos cambios no difieren de los que se producen con la utilización de cualquier otra sustancia con capacidad adictiva, ya que utilizados con alguna periodicidad determinada y durante un tiempo suficiente, generarán los cambios neuroplásticos subyacentes a lo que definimos como “adicción”. Este concepto resulta crucial para comprender las bases biológicas inherentes a los mecanismos adictivos, dando por tierra con ciertos mitos aún existentes sobre supuesta inocuidad de la marihuana; por el contrario, consideramos que la lenta progresión de la acción de la marihuana, juntamente con la menor espectacularidad de sus efectos agudos en comparación con otras sustancias, ha contribuido a minimizar peligrosamente los riesgos de su utilización. La mezcla de cannabis con alcohol intensifica el efecto sobre la conducción y aumenta el riesgo de accidente .Un estudio realizado para determinar los efectos sobre el deterioro psicomotor producidos por cannabis solo o con alcohol, ha determinado que después de consumir cannabis con una dosis de 100-200 µg/kg de peso y de tomar alcohol hasta alcanzar una alcoholemia de 0,04 g/dl, se producía un deterioro de las capacidades para conducir semejante al producido por una alcoholemia de 0,9 g/dl. No sólo los consumidores de cannabis deben prestar atención a esta evidencia científica de riesgo vial, también los acompañantes del conductor que se pone al volante bajo los efectos de cannabis deben saber con claridad que están asumiendo un mayor riesgo de forma totalmente innecesaria. Del mismo modo que en otras adicciones, postulamos una evolución por estadíos clínicos, los que dependerán de variables como periodicidad y cronicidad de consumo, vulnerabilidad previa, potencia de la marihuana utilizada, así como la forma más o menos compulsiva de su utilización (inspiraciones forzadas). Los cuatro estadíos clínicos se ejemplifican en el cuadro 4, así como sus características clínicas. Capítulo 11 | 173 cuadro 4. ESTADIOS DE LA ENCEFALOPATÍA POR CANNABIS Dorado, Guillermo; 2007. 1 RECREACIONAL 2 AMOTIVACIONAL 3 DEPRESIVO 4 PSICÓTICO • Sin alteraciones volitivas. Comienzo de cambios neuroplásticos • Predominio de impacto en esfera volitiva. Alteraciones en neuroimágenes • Comorbilidad con TDM. Equivalentes psicóticos (irritabilidad, desconfianza, susceptibilidad, intereses exóticos) • Aparición de síntomas psicóticos positivos 174 | Capítulo 11 Capítulo 12 | 175 c12. Estimulación magnética transcraneal: usos en Neuropsiquiatría Roxana Galeno Breve historia La inducción magnética se remonta al siglo XIX, momento en el cual el propósito de la ciencia optimista surgida de la Ilustración era la comprensión total de la realidad. En el ámbito de la electricidad la clave sería describir fuerzas a distancia como en las ecuaciones de la mecánica newtoniana. Pero la realidad era mucho más compleja como para dar fácil cumplimiento a este propósito. La capacidad de desviar agujas imantadas, descubierta por Oersted (1820), y la inducción electromagnética, descubierta por Faraday (1821), acabaron por interrelacionar la electricidad con el magnetismo y los movimientos mecánicos. La teoría completa del campo electromagnético tuvo que esperar a Maxwell (1864) y al comprobarse que una de las constantes que aparecían en su teoría tenía el mismo valor que la velocidad de la luz se apuntó, entonces, a la necesidad de englobar también la óptica en el electromagnetismo. El romanticismo, con su gusto por lo tétrico y su desconfianza en la razón, añadió un lado oscuro a la consideración de la electricidad, que 176 | Capítulo 12 excitaba la imaginación de la forma más morbosa: ¿el dominio por los humanos de tal fuerza de la naturaleza los pondría en el nivel creador que hasta entonces sólo se imaginaba al alcance de seres divinos? Con cadáveres y electricidad Mary Wollstonecraft Shelley compuso la trama de Frankenstein o el moderno Prometeo (1818), novela precursora tanto del género de terror cuanto del de ciencia ficción. El físico y químico inglés Michael Faraday (1791-1867), discípulo de Humphry Davy, fue quien descubrió la inducción electromagnética, que ha permitido la construcción de generadores y motores eléctricos, y de las leyes de la electrólisis, por lo que es considerado como el verdadero fundador del electromagnetismo y de la electroquímica. En 1831 trazó el campo magnético alrededor de un conductor por el que circula una corriente eléctrica, ya descubierto por Oersted, y ese mismo año descubrió la inducción electromagnética, demostró la inducción de una corriente eléctrica por otra, e introdujo el concepto de líneas de fuerza para representar los campos magnéticos. Durante este mismo periodo, investigó sobre la electrólisis y descubrió las dos leyes fundamentales que llevan su nombre. Con sus investigaciones se dio un paso fundamental en el desarrollo de la electricidad, al establecer que el magnetismo produce electricidad a través del movimiento. A fines del siglo XIX comenzaron los primeros ensayos de estimulación a través de los campos magnéticos sobre el cerebro humano, la cual fue aplicada por primera vez por el médico y físico Jaques d´Arnsonval en 1896. El campo magnético utilizado, de 110 V, 30 A y 42 Hz, indujo la visualización de fosfenos (la retina es la estructura más sensible a las corrientes inducidas en el ser humano), vértigo y en algunos casos síncope del tipo crisis vaso-vagal. Posteriormente, en los inicios del siglo XX, otros investigadores corroboraron estos hallazgos. En 1910, Sylvanus P. Thompson indujo flashes luminosos retinales, con un estimulador magnético primitivo. En 1965, Bickford y Fremming, utilizaron los campos magnéticos para estimular de manera no invasiva los nervios periféricos en seres humanos y animales, trabajando sobre el nervio facial. En 1976, Polson, Barker y Freeston lograron cuantificar las repuestas musculares y el registro electromiográfico por la estimulación del sistema nervioso periférico. Y en 1982 se lograron registrar potenciales motores evocados a partir de la estimulación del nervio mediano. Tuvo que transcurrir más de una década para que en febrero de 1985 Capítulo 12 | 177 Barker, Jalinous y Freeston, en Inglaterra (Universidad de Sheffield), estimularan la corteza motora primaria humana y los nervios periféricos situados en profundidad, con una bobina similar a las utilizadas en la actualidad. En 1987, Bickford logró demostrar que la aplicación de EMTr presentaba correlaciones clínicas positivas con diferentes parámetros de la efectividad. Durante la década de los ‘90 se enuncian las normas de seguridad, que permiten que la EMT se caracterice por ser una técnica no invasiva, segura y de bajo riesgo. En 1988 se dio un paso importante que condujo a un incremento más que significativo en las aplicaciones de investigación básica, clínica y terapéutica de la EMT. Este nuevo aporte a las neurociencias se basó en la introducción de la estimulación magnética transcraneana repetitiva (EMTr), capaz de generar trenes de pulsos magnéticos con frecuencias superiores a los 60 Hz (Pascual Leone, Cadwell). Los primeros trabajos sobre conectividad y excitabilidad corresponden a Curt y col., 1998. La utilización de la EMTr durante la década de los noventa ha abierto un nuevo espacio para el estudio de los procesos cognitivos superiores y las alteraciones psicopatológicas que se asocian a las disfunciones cerebrales. El avance se ha desarrollado en varios campos de investigación en medicina a través de la mejoría en la confiabilidad del equipo, en el diseño de la bobina, la inclusión de los trenes de pulsos rápidos; pero el avance más importante es su posible efecto terapéutico en diversas patologías neuropsiquiátricas. En octubre del 2008 la Food and Drug Administration (FDA), de los EEUU, acepta la estimulación magnética transcraneal repetitiva (EMTr o sus siglas en ingles rTMS) como un tratamiento eficaz, no invasivo, seguro e indoloro para los pacientes con depresión que no han respondido al menos a un antidepresivo. La expansión en el ámbito científico también ha sido vertiginosa. En el 9° Congreso Mundial de Psiquiatría Biológica, realizado en junio de 2009 en París, se presentaron 89 simposios, de los cuales 4 correspondieron a nuevos métodos de estimulación y 2 específicamente fueron referidos a EMTr, además de 15 trabajos científicos. Existe para la divulgación científica la revista Brain Stimulation Journal, de la editorial Elsevier, que ha sido fundada en 2008. Esta revista científica aspira a ser el principal medio para la publicación de las investigaciones originales en el campo de la neuromodulación e incluye artículos originales, breves informes, revisiones de invitados, nuevas tecnologías y las innovaciones metodológicas como revisiones de nuevos dispositivos, 178 | Capítulo 12 la descripción de nuevos métodos, etc. El jefe de redacción es el Dr. Mark S. George. También se incluyen las investigaciones que estudian los efectos de la estimulación cerebral en procesos básicos, tales como la expresión de genes y otros aspectos de la biología molecular, en el campo de la neuroquímica, la actividad cerebral funcional, la función sensoriomotora y los procesos cognitivos y afectivos. Asimismo, en el 65th Annual Meeting de la Asociación Americana de Psiquiatría (APA) realizado en mayo de 2010 en New Orleans (Louisiana) fue dictado un curso de EMTr además de la presentación de 34 trabajos científicos. Acerca de la EMT. Fundamentos En la EMT están implicados una serie de principios físicos desde la generación del pulso magnético a través de una serie de condensadores, que logran almacenar el voltaje suficiente para generar un campo magnético que pueda ser aplicado por medio de una bobina como para lograr la despolarización de la neurona. Han sido diseñados distintos tipos de bobinas con el objeto de lograr mejor amplitud, focalización y direccionalidad en la aplicación de los pulsos y en la generación del campo magnético. El campo magnético generado en la bobina y aplicado en la superficie craneana origina una corriente eléctrica en el área cortical subyacente. Este fenómeno da lugar a la despolarización de la membrana de las células nerviosas y al inicio de un potencial de acción, el cual se propagará a lo largo de la membrana con ayuda de los mecanismos habituales de conducción nerviosa. Aún están por esclarecerse los mecanismos neurobiológicos activados a partir de los cambios mencionados, pero diferentes estudios plantean la posible liberación de factores neurotrópicos que intervienen en la sinaptogénesis y, por lo tanto, actuarían modificando y regulando la plasticidad neuronal. Hay algunas consideraciones para tener en cuenta según la frecuencia del estímulo, medidos en Hertz (Hz): la EMTr rápida y la lenta ejercen un efecto modulador distinto sobre la excitabilidad cortical. Cuando la frecuencia de la aplicación es lenta, de 1 Hz o menor, el efecto es inhibitorio; en cambio, frecuencias rápidas (mayor de 5 Hz) generan una respuesta neuronal excitatoria. Por lo tanto, de acuerdo al efecto deseado es la programación de la frecuencia a aplicar. Capítulo 12 | 179 Eventos adversos y medidas de seguridad El riesgo de convulsiones es la preocupación principal, ya que han sido reportados algunos casos aislados de este problema. Se considera que está relacionado con la estimulación en áreas motoras primarias aunque en dos casos la estimulación fue en zonas prefrontales. Cabe destacar, sin embargo, que estos eventos se produjeron en voluntarios sanos que estaban en estudios experimentales. Un caso se presentó en un paciente epiléptico cuando se estimulaba el área contralateral al foco epiléptico conocido. Han sido diseñadas una serie de pautas para tener en cuenta a fin de disminuir el riesgo de convulsiones. Se han reportado algunos casos de disminución transitoria de la audición, leves cefaleas o sensación de pesadez. Está contraindicada su aplicación en pacientes con epilepsia, con antecedentes de traumatismos encefalocraneanos con posibles focos epileptogénicos, personas con severo consumo de alcohol o cocaína, por la probable disminución del umbral epiléptico, pacientes que padecen hipertensión endocraneana o aquellos que tengan algún implante metálico en la cabeza o cuello. 180 | Capítulo 12 En cuanto al embarazo, han sido reportados diferentes casos en los que fueron tratadas por depresión las madres durante el segundo y tercer trimestre de embarazo, y han nacido bebes saludables y sin alteraciones en su desarrollo. Se han monitoreado en diversos estudios la presión arterial y la frecuencia cardíaca, y se efectuaron simultáneamente electrocardiogramas de control. En algunos casos se ha observado una respuesta autonómica con disminución en la presión arterial, aunque la mayoría de los estudios no han demostrado diferencias significativas. EMTr en depresión mayor En octubre de 2008 la estimulación magnética transcraneal repetitiva fue aceptada por la Food and Drug Administration (FDA) como un método valido para el tratamiento de la depresión mayor, luego de no haber tenido respuesta del uso de un antidepresivo. Desde el comienzo de esta técnica, hace más de 20 años, la aplicación en la depresión mayor es la que tiene más reportes y con mejor respuesta clínica. La literatura científica en esta área en los últimos cinco años ha tenido un crecimiento exponencial. Hay numerosos grupos de trabajo que reportan estudios de seguimiento y estudios de doble ciego, aunque el control con el grupo placebo es una de las limitantes, ya que han sido probadas diferentes tipos de bobinas que remedan la vibración generada durante la estimulación. Han sido publicados varios metaanálisis, en donde los resultados dependen de la cantidad de sesiones y de la potencia aplicada, además de tener en cuenta el área de aplicación. Para el caso de las depresiones el área de aplicación corresponde a la corteza prefrontal dorsolateral izquierda, con alta frecuencia (de 10 a 25 Hz) o la corteza prefrontal dorsolateral derecha a 1 Hz (baja frecuencia). Aunque los primeros trabajos han reportado un total de 10 sesiones para lograr una respuesta clínica favorable, en la actualidad se están realizando de 4 a 6 semanas de tratamiento. Según una publicación realizada por el Dr. López Ibor, la EMTr “debería insertarse en los protocolos de tratamiento de la depresión resistente en un paso previo a TEC, incluso de forma coadyuvante a un tercer ensayo farmacológico adecuado. A tal efecto también puede ser interesante la identificación de áreas a estimular o inhibir mediante la utiliza- Capítulo 12 | 181 Cambios de la línea de base ción de técnicas diagnósticas de neuroimágenes” (López-Ibor, 2009). Varios estudios por imágenes sobre el funcionamiento neuronal, han demostrado que existe una asociación entre respuesta clínica a la alta frecuencia con hipometabolismo en el lóbulo frontal izquierdo (Kimbrell, 1999). Por otro lado, se ha observado que los pacientes que son respondedores a esta modalidad de tratamiento tienen niveles menores de flujo cerebral de sangre en el lóbulo frontal izquierdo, comparado con el derecho (Mottaghy, 2002). Hay algunos factores que se pueden considerar como predictores de respuesta clínica, por ejemplo es importante tener en cuenta la edad, observándose menor respuesta en pacientes de edad avanzada con relación a los pacientes jóvenes o adultos (Fiegel, 1998). Otro factor a tener en cuenta es el hormonal, especialmente en mujeres postmenopáusicas se ha visto una menor respuesta (Huang et al., 2008). En cuanto a la sintomatología clínica, diferentes trabajos refieren que podrían considerarse predictores clínicos de menor respuesta a EMT el retardo psicomotriz (Brakemeier, 2007), la depresión severa (Lisanby, 2009), disturbios en el sueño (Brakemeier, 2007), comorbilidad con ansiedad (Brakemeier, 2007), depresión psicótica (Grunhaus, 2000) y episodios agitados (Brakemeier, 2007). En un metaanálisis publicado por Lisanby et al., en 2009 mostró que hay cambios significativos con relación a la eficacia clínica, según se demuestra en los siguientes: 0 0 -1 -1 -2 -2 -3 -3 -4 -4 -5 -5 -6 -6 -7 -7 -8 -8 Active TMS Sham TMS Un adecuado tratamiento antidepresivo (N:164) 182 | Capítulo 12 Otros estudios han mostrado que a mayor duración de la enfermedad menor reducción de los scores (Holtzheimer, 2004); a mayor duración del episodio actual, menor respuesta (Lisanby et al., 2009) y a mayor cantidad de tratamientos fallados previos en el episodio actual, menor respuesta (Lisanby et al., 2009). En estudios genéticos de polimorfismo se ha visto que los pacientes respondedores tienen una asociación con el polimorfismo de la región promotora del receptor 5HT1a (Zanardi, 2007). Además se asoció la respuesta a un polimorfismo de la región promotora del transportador de serotonina y del gen BDNF (Bocchio, 2008). Si comparamos la EMTr con la terapia electroconvulsiva (TEC) podemos encontrar varias diferencias que se detallan en el cuadro a continuación: TEC Eventos GeneralesLocales EMT r Adversos -Estado postictal. -Cefalea. Frecuentes -Confusión postanestesia -Malestar local. -Adormecimiento -Contracciones musculares luego del tratamiento. involuntarias en rostro. Efectos Deterioro en la memoria -Mejoría en los scores de la neurocognitivos de corto plazo. atención y la concentración. (Janicak, 2005) -No hay evidencia de efectos adversos (Martis, 2003). Efectividad en Efectivo en depresión severa Efectiva en depresión depresión y con síntomas psicóticos. moderada y resistente. Seguridad Requiere anestesia e internación. Administrada en pacientes ambulatorios. Sitio de estimulación Unilateral izquierdo. Prefrontal izquierdo. (Nobler,1964) Profundidad No controlada. (George, 1995) Controlada. Según tamaño y tipo de bobina. Compartimientos Sistema nervioso. Encéfalo (zona elegida). de acción Régimen posológico -Colocación de electrodos. -Frecuencia (Hz). -Duración de la estimulación. -Intensidad (según UM%). -Prop. electrofísicas -Cantidad de pulsos. de la estimulación. -Trenes de pulsos. -Duración del tren. Capítulo 12 | 183 Curso del tratamiento 6 a 12 tratamientos. 2-3 veces x semana / 2-4 semanas. 5 veces x semana / 3- 6 semanas. 15 a 30 estimulaciones. Existen refuerzos. Existen refuerzos. En cuanto a los eventos adversos que se han publicado, se ha visto en un estudio llevado a cabo por Janicak, 2008, J. Clin. Psychiatry; 69 (2): 222-232, en 301 pacientes, libres de medicación, con el diagnóstico de trastorno depresivo mayor recurrente, durante el episodio agudo y con depresión resistente, a los que se le realizaron 5 sesiones por semana durante 6 semanas y se evaluó respuesta y remisión. Se concluyó que hubo buena tolerabilidad, bajo dropout por eventos adversos (4,5%). Este porcentaje es consistente con diversas publicaciones. Eventos adversos importantes Placebo Activo En fase de tratamiento agudo N= 158N=165 N (%) N (%) En el sito de la aplicación: -Dolor cuero cabelludo 0 1(0,6%) -Dolor facial 0 1(0,6%) -Quemaduras grado 1 0 2(1,2%) -lesiones autoprovocadas 1(0,6%) 0 -Ideación suicida 3(1,9%) 1(0,6%) Conductas: Con relación a la seguridad: • No produce efectos sistémicos. • No genera efectos adversos en cognición. • Los eventos adversos más comunes fueron cefaleas transitorias que calmaron con AINES. • También es común evidenciar contracciones musculares involuntarias en ojo, cara y nariz durante la estimulación. • Menos del 5 % de los pacientes discontinuaron por eventos adversos que consideraron. • Molestos. 184 | Capítulo 12 En conclusión, la EMTr tiene un efecto claramente antidepresivo, es una técnica segura siendo su perfil terapéutico ideal en las depresiones en las que ha fallado al menos un antidepresivo o en las depresiones resistentes y, además, es útil cuando existe intolerancia al uso de los antidepresivos, en depresiones moderadas, como tratamiento alternativo y/o coadyuvante, y para el tratamiento de mantenimiento en prevención de recaídas. Es importante aclarar que está siendo aún establecida su óptima eficacia según diferentes parámetros de estimulación y el efecto placebo. Una breve consideración sobre las redes y circuitos neuronales involucrados Para comprender la base neurobiológica de estos trastornos es conveniente proponer un modelo anímico y motivacional que se derive de los circuitos neuronales que han mostrado tener participación directa e indirecta en estos procesos. Numerosos estudios proponen que los trastornos afectivos podrían implicar anormalidades en circuitos neuroanatómicos fronto-subcorticales. Esto se debe, probablemente, a que el córtex prefrontal posee extensas conexiones con los circuitos corticales y subcorticales, con relevantes funciones cognitivas y modulatorias de la actividad límbica. En este circuito participan prácticamente todas las estructuras subcorticales: los ganglios basales, el tálamo, el hipotálamo, el tallo cerebral, y las vías de la sustancia blanca que conectan estas estructuras entre sí y con la corteza cerebral. Existen dos circuitos principales que se han propuesto como participantes en la patofisiología de los trastornos afectivos: un circuito limbotálamo-cortical que está formado por la amígdala, el núcleo mediodorsal del tálamo, la corteza ventrolateral y medial prefrontal y luego un circuito limbo-striato-pálido-talámico. Ambos han sido explorados con técnicas de neuroimágenes (Ver cuados 3 y 4). Lesiones en diferentes partes de estos circuitos pueden conducir a manifestaciones patológicas. Además, se piensa que el cerebelo, a través de sus conexiones con el tallo cerebral y las estructuras límbicas podrían también estar implicado en la regulación del humor. El proceso de envejecimiento o las patologías como la enfermedad cerebral vascular podrían producir la atrofia de algunas de estas regiones, lo cual traería como resultado distintos síntomas psiquiátricos (Gaviria et al., 2002). Capítulo 12 | 185 La tomografía por emisión de positrones ha demostrado que pacientes deprimidos presentan anomalías en la corteza prefrontal, el cíngulo anterior, la corteza parietal y el núcleo caudado (Gaviria et al., 2002). Cuadro 3. Sistema límbico Circunvolución Fornix del cuerpo calloso Lóbulo frontal Lóbulo Lateral Circumbalación Núcleo para hipocampo amigdalino Lóbulo temporal Hipocampo Cuadro 4. Vías de conexión del sistema límbico Cíngulo Núcleos talámicos anteriores Núcleo dorsal medial del tálamo Estría terminal Fornix Haz mamilotalámico Fascículo longitudinal dorsal Comisura anterior Bulbo olfatorio Haz medial del proencéfalo Vía amígdalofugaventral Núcleo Hipocampo amigdelino Cuerpo mamilar 186 | Capítulo 12 Los estudios estructurales anatómicos en los pacientes con depresión primaria han demostrado menos consistencia que los realizados en aquellos pacientes en los que existe un trastorno neurológico en comorbilidad con el cuadro depresivo. En general, la anatomía cerebral se presenta de características normales; no se han observado tampoco lesiones focales neocorticales. Sin embargo, con la utilización de la resonancia magnética nuclear (RMN) ha sido descripta una disminución del volumen de la corteza frontal subgenual medial, lo que también ha sido observado en estudios de postmortem (Harrison 2002, Raykowska 2000). Asimismo, en pacientes con depresión mayor recurrente ha sido reportada una disminución del volumen de amígdala e hipocampo (Sheline 2002), lo que es congruente con los datos de estudios realizados en pacientes con PTSD y con los de las investigaciones del modelo animal que nos demuestra la neurotoxicidad inducida por el aumento de los glucocorticoides. Especialmente en pacientes depresivos de la tercera edad, han sido descriptos cambios no específicos en el tamaño ventricular, en la sustancia gris subcortical y en la sustancia blanca periacueductal. Existe consenso general en que los cambios metabólicos cerebrales y su correlación clínica son muy variables. Hay descripta una enorme variabilidad de combinaciones con el estado de ánimo depresivo y con la existencia de síntomas específicos como apatía, ansiedad, lentitud psicomotora y disfunciones cognitivas y ejecutivas. Muchos estudios han demostrado una relación inversa entre la actividad prefrontal y el estado de ánimo depresivo (Ketter 1996). También existe una relación negativa con el trastorno psicomotor y el giro prefrontal y angular; la ansiedad tiene una correlación positiva con el metabolismo del lóbulo inferior parietal y el giro parahipocámpico, y la performance cognitiva se relaciona con la actividad del lóbulo frontal y el cíngulo. George (94 y 97) demostró una disminución en la respuesta del cíngulo anterior izquierdo al ser estimulado con el test de Stroop y un desplazamiento hacia la corteza prefrontal dorsolateral izquierda (esta región no se activa en los voluntarios sanos). Elliot (97) también describió una atenuación en la respuesta en la corteza prefrontal dorsolateral y un déficit en la activación del cíngulo anterior y el núcleo caudado al ser estimulados con la Torre de Londres con relación al grupo control. La provocación de tristeza transitoria a través de diferentes estímulos también ha sido utilizada con el fin de identificar las vías relacionadas con la disforia en los pacientes depresivos. Los cambios observados combi- Capítulo 12 | 187 nan zonas como la corteza prefrontal superior e inferior, la ínsula, el hipotálamo, el cerebelo y la amígdala. Sin embargo, en los estudios funcionales en condiciones de reposo, el hipometabolismo prefrontal bilateral continúa siendo el hallazgo más consistente. Seminowicz, Mayberg y col. (2004) han completado recientemente un metaanálisis de casos de depresión mayor estudiados mediante PET FDG, sobre un total de 119 pacientes y 42 sujetos sanos. Basándose en la información reportada por los principales grupos de investigación que estudian este trastorno, estos autores han desarrollado un modelo de conectividad neuronal mediante técnicas matemáticas estructurales, que han permitido poner a prueba las teorías actuales acerca de las disfunciones córtico-límbicas presentes en la depresión. Las 7 regiones cerebrales que participan del modelo son las siguientes: corteza lateral prefrontal (lateral prefrontal cortex, latF9), tálamo anterior (anterior thalamus, aTh), cíngulo anterior (anterior cingulate, Cg24), cíngulo subgenual (subgenual cingulate, Cg25), corteza orbital frontal (orbital frontal cortex, OF11), hipocampo (hippocampus, Hc), y corteza frontal medial (medial frontal cortex, mF10). Se ha podido ver que la conectividad córtico-límbica (latF9-Cg25OF11-Hc) es un marcador de la respuesta a la farmacoterapia. Los pacientes que respondieron poco a la medicación mostraron anomalías en las vías (aTh-Cg24-Cg25-OF11-Hc). Incluso pudo observarse la conformación de un grupo de pacientes que respondió mejor a la psicoterapia que a la farmacoterapia, en los que se activaron otras vías córtico-límbicas (Hc-latF9) y córtico-corticales (OF11-mF10). La creación de estos modelos constituye un primer paso hacia la caracterización completa del fenotipo depresivo a nivel de las redes y sistemas neuronales y de la determinación de las estrategias terapéuticas más adecuadas (Ver cuadro 5). 188 | Capítulo 12 cuadro 5. Modelo de depresión descripto por Mayberg en 1997 y corroborado en 2003 por un estudio de metaanálisis. Mayberg, 1997 Atención - cognición Mood state pmF 6 dFr 9/46 Int Par 40 dCg 24b pCg 31 rCg 24a Cd Th Cg 25 Hc Hth a-plns pons Vegetativo-circadiano Los cambios cerebrales descriptos con los tratamientos antidepresivos están vinculados con cambios en la corteza prefrontal y parietal, las regiones límbicas y paralímbicas (como la ínsula y el cíngulo), áreas subcorticales como el núcleo caudado y el tálamo. Cambios similares han sido descriptos con otras modalidades de tratamientos, como la terapia electroconvulsiva, la deprivación del sueño y la estimulación magnética transcraneal repetitiva. El reporte más frecuente es la normalización del hipometabolismo frontal, motivo por el cual existe consenso en ser considerado como un marcador de estado de esta enfermedad. Como predictor de respuesta al tratamiento se ha descripto el metabolismo basal que posee el cíngulo rostral (pregenual) antes de comenzar la terapia, observándose así hipermetabolismo en los Capítulo 12 | 189 pacientes que responden al tratamiento e hipometabolismo en los no respondedores. Otra región descripta como predictora al tratamiento, después de una noche de deprivación del sueño, corresponde a la región cercana al cíngulo anterior dorsal. Las variaciones fisiológicas entre los distintos subgrupos de pacientes también pueden depender de la neuroplasticidad y de la capacidad de adaptación a la enfermedad, incluyendo la posibilidad de responder o no al tratamiento. En pacientes con remisión completa de los síntomas después de un año de tratamiento antidepresivo con inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, ha sido observado un patrón de hipermetabolismo cingular. Efectos sobre la plasticidad neuronal Se considera a la plasticidad neuronal como la habilidad de las redes neurales de cambiar su estructura y función para acomodarse a las señales del medio ambiente, y está involucrado en los mecanismos relacionados con: • Memoria y aprendizaje. • Respuesta emocional. • Capacidad de resolver problemas. También se ha demostrado que los antidepresivos promueven la plasticidad neuronal incluyendo los mecanismos de neurogénesis, sinaptogénesis y la maduración neuronal (Banasr M., Biological Psychiatry, 2006). La depresión mayor está relacionada a problemas en la neuroplasticidad y a la resiliencia celular neuronal, y los tratamientos antidepresivos incrementan la plasticidad neural y la neurogenésis adulta, especialmente en el hipocampo. La EMTr se utiliza actualmente para modular la excitabilidad de la corteza cerebral, proporcionando importantes ideas sobre los mecanismos de plasticidad cortical. Es utilizada para crear cambios de larga duración en la excitabilidad de las sinapsis además de ser intensamente investigada como una herramienta terapéutica en varias condiciones neurológicas y psiquiátricas con algunos resultados prometedores. Estudios recientes han demostrado que las aplicaciones de EMTr sobre 190 | Capítulo 12 las estructuras corticales cerebelosas son capaces de inducir cambios de larga duración en la excitabilidad de las vías cerebelo-tálamo-corticales. Por lo tanto, este nuevo enfoque puede ser muy importante para la investigación de las funciones de plasticidad cerebelosa. De hecho, la EMTr cerebelosa ha demostrado cambios en la modulación sobre el control motor, las funciones cognitivas, la emoción y el estado de ánimo. Además, estudios recientes parecen indicar que las modificaciones de la larga duración de las redes neuronales cerebelosas podrían ser útiles en el tratamiento de varias condiciones patológicas, caracterizadas por la excitabilidad cortical alterada, tales como la enfermedad de Parkinson, el stroke o accidentes cerebrovasculares, la depresión y la esquizofrenia. Se piensa que el alto potencial de EMTr sobre la corteza cerebelosa podría ser una buena herramienta terapéutica en neurología y dependería de la posibilidad de modular varias zonas remotas interconectadas, a través de la activación de diferentes sistemas neurales, tales como las redes cerebelo-tálamo-corticales y sistema límbicas-tálamo-corticales (Koch G., Funct. Neurol. 2010 Jul-Sep; 25(3): 159-63). Usos e investigación de la EMTr en neuropsiquiatría • Depresión resistente o en pacientes con intolerancia a los psicofármacos. • Depresión bipolar. • Depresión en las embarazadas y puerperio. • Trastornos de ansiedad como TOC y TEPT. • Esquizofrenia, especialmente alucinatoria. • Trastornos del sueño. • Déficit atencional c/s hiperactividad. • Colabora en la recuperación de las lesiones producidas por ACV, motoras y afasias. • Migrañas. • Dolor crónico neuropático y fibromialgias. • Enfermedades motoras como la Enf. de Parkinson. • Esclerosis múltiple como coadyuvante. • Tinitus. • Anorexia y trastornos alimentarios. • Obesidad. • Adicciones. • Esclerosis lateral amiotrófica. Capítulo 12 | 191 Bibliografía Allan D., Wu et al.: Noninvasive Brain Stimulation for Parkinson’s Disease and Dystonia. Neurotherapeutics: The Journal of the American Society for Experimental NeuroTherapeutics. Vol. 5, 345-361, April 2008. 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Programa interactivo de preguntas y respuestas del auditorio (Respuestas correctas subrayadas) Capítulo 13 | 195 ¿En qué forma cree Ud. que la ansiedad y el estrés afectan 1 0,9% 2 25,5% 3 71,8% 4 0,9% 3) intensa 5 0,9% 4) no afecta la memoria de trabajo?: 1) leve 2) moderada 5) no puedo recordar que numero de botón debo apretar para responder lo que creo 1 20,2% 2 46,8% 3 28,7% 4 4,3% Una mujer de 55 a. consulta por un episodio de amnesia de 6 hs. de duración aproximadamente, sin daño neurológico demostrable (clínica y TC normal) ni traumatismo de cráneo. Tampoco tiene otra patología somática que lo justifique. Durante el episodio mantuvo su orientación personal y temporoespacial, juicio, lenguaje sin alteraciones. No tiene alteraciones del pensamiento ni sensoperceptivas. Antecedentes psiquiátricos: un episodio depresivo hace 20 a. con buena respuesta a tratamiento antidepresivo. ¿Qué diagnóstico presuntivo realizaría en primer término? 1) Amnesia disociativa 2) Amnesia global transitoria 3) Amnesia psicógena 4) Sindrome de Korsakoff El síndrome de Amnesia Global Transitoria puede tener como 1 38,9% 2 0,9% desencadenantes: 3 0,9% 1) Intenso Estrés 4 0,9% 2) Exposición al agua fría 5 3,5% 3) Relaciones sexuales 6 54,9% 4) Dolor 5) 1 y 3 son correctas 6) Todas son correctas 196 | Capítulo 13 El trastorno del pensamiento en el paciente 1 51,3% 2 9,0% 3 20,5% 4 19,2% 1 9,2% 2 67,1% 3 23,7% 1 4,5% 2 10,2% 3 28,4% 4 50% 4) 2 y 3 son correctas 5 6,8% 5) Ninguna es correcta 1 6,5% El cerebelo 2 9,3% 3 10,2% esquizofrénico: 1) Es anterior a la disfunción motora 2) Es posterior a la disfunción motora 3) Se mantiene estable desde el inicio 4 5 4) Es idéntica en todas las formas clínicas ¿En cuál dimensión clínica se observa mayor déficit cognitivo? 1) En la positiva 2) En la negativa 3) En ambas es similar El procesamiento del lenguaje: 1) Está íntimamente ligado al proceso atencional 2) Se relaciona con la acción y con la experiencia 3) Está cartografiado en sistemas sensoriomotrices 1) Juega un rol primordial en la cognición 2) Le aporta a la conducta: rapidez, automatismo, exactitud y relación con el contexto 3) No tiene relación con la cognición 74,1% 0% 4) 1 y 2 son correctas 5) Ninguna es correcta 1 2,8% 2 0% 3 6,4% ¿Cuáles se consideran endofenotipos en la bipolaridad? 1) Desregulación de los ritmos circadianos 2) Temperamento afectivo 3) Alteración neurocognitiva 4) Todas son correctas 4 90,8% Capítulo 13 | 197 1 29,8% 2 23,3% 3 46,8% 1 6,9% 2 0% 3 4,3% En la bipolaridad tipo II y en relación a bipolaridad tipo I se observa: 1) Rendimiento semejante a lo observado en bipolaridad I 2) Rendimiento inferior 4 1 2 88,8% 0,8% 92,2% 3 3,1% 4 3,9% 3) Rendimiento intermedio entre el tipo I e individuos sanos Los predictores de peor rendimiento cognitivo son : 1) Frecuencia de episodios depresivos mayores y menores 2) La presencia de síntomas depresivos subclínicos 3) El comienzo temprano de la enfermedad 4) Todas son correctas A.F, una paciente de 39 años, ha estado tomando un IRSS durante 12 semanas por un episodio Depresivo Mayor, con respuesta parcial. Anteriormente no había respondido a Monoterapia con un IRNS. ¿Cuál de las siguientes estrategias presenta más evidencias para el tratamiento de la depresión resistente? 1) Potenciación de IRSS con Litio 2) Potenciación de IRSS con un Antipsicótico Atípico 3) Cambiar a un antidepresivo diferente 4) Combinar el IRSS con mirtazapina o bupropión 1 7,0% ¿Cuál de los siguientes Antipsicóticos atípicos ha sido aprobado 2 5,0% por la FDA como coadyuvante en el Trastorno Depresivo Mayor 3 8,0% Resistente? 4 5,0% 1) Olanzapina 5 14,0% 2) Quetiapina 6 61,0% 3) Aripiprazol 4) Risperidona 5) 1 y 4 son correctas 6) 2 y 3 son correctas 198 | Capítulo 13 1 12,5% 2 21,2% 3 34,6% 4 27,9% 5 3,8% ¿Qué fármaco estabilizante del ánimo utiliza de primera elección para sus pacientes bipolares mayores de 65 años? 1) Litio 2) Divalproato 3) Lamotrigina 4) Antipsicóticos Atípicos 5) Otros 1 1,6% ¿Cuáles son los cambios en la clínica del trastorno bipolar en la 2 2,3% vejez? 3 2,3% 4 0,0% 5 12,4% 6 81,4% 1) La manía es menos severa y la irritabilidad mayor 2) La depresión es más frecuente 3) Hay alta incidencia de recaídas 4) Mayor comorbilidad con enfermedad médica y neurológica 5) 1 y 4 son correctas 6) todas son correctas 1 0,0% Señale las opciones correctas: 2 3,3% 1) La olanzapina es eficaz en manía, depresión y tratamiento de 3 8,8% mantenimiento 4 3,3% 2) La lamotrigina es eficaz en depresión, hipomanía y tratamiento de 5 28,6% 6 56% mantenimiento 3) La quetiapina es eficaz en manía y depresión 4) El divalproato es eficaz en manía y depresión 5) 1 y 3 son correctas 6) 1, 2 y 3 son correctas Los polimorfismos de nucleóticos simples de los genes 1 63,0% 2 5,0% 3 32,0% candidatos de la depresión: 1) Se encuentran asociados a la respuesta antidepresiva 2) No se encuentran asociados a la respuesta antidepresiva 3) Se asocian con la severidad de la depresión Capítulo 13 | 199 1 6,4% 2 27,3% 3 66,4% 1 68,1% 2 31,9% 1 20,0% La publicación de eficacia de antidepresivos aprobados por la FDA: 1) Refleja lo observado en el “mundo real” 2) No refleja lo observado en el “mundo real” 3) Refleja parcialmente lo observado en el “mundo real” 2 1 80,0% 25,9% ¿En una paciente con personalidad antisocial, piensa que puede estar afectado el sistema límbico? 1) Si 2) No Los pacientes con Trastorno de Personalidad Antisocial son todos violentos? 1) Si 2) No La Psicopatía es fundamentalmente Genética? 1) Si 2) No 2 74,1% 1 64,7% 2 35,3% 1 ¿Agregaría tratamiento psicofarmacológico en una paciente con personalidad antisocial por enfermedad médica? 1) Si 2) No ¿Agregaría? 70,1% 1) Antipsicóticos atípicos (bajas dosis) 2 5,2% 3 4,1% 4 20,6% 2) Litio 3) Antidepresivos 4) Anticíclicos 200 | Capítulo 13 ¿Existe evidencia de igualdad de eficacia de los IRSS en TEPT 1 51,8% 2 48,2% crónico en excombatientes y otros traumas interpersonales? 1) Verdadero 1 2 1 2) Falso ¿El estrés agudo puede activar reacciones inflamatorias? 82,2% 1) Depende del sujeto 2) Depende del evento 13,8% DE OPINION ¿Quiénes han fumado marihuana? 75,6% 1) Nunca 2) Alguna vez 2 18,7% 3 2,4% 4 3,3% 1 1,4% 2 0% 3 1,4% 3) Ansiedad 4 4,2% 4) Sistema inmune 5 93% 1 1,0% 2 10,6% 3) Varias veces los dos últimos años 4) Semanalmente El sistema canabinoide actúa regulando: 1) Motivación y memoria 2) Movimientos 5) Todas son correctas Los distintos canabinoides tienen: 1) Iguales acciones farmacológicas 2) Iguales acciones farmacológicas pero distinta potencias 3) Distintas acciones farmacológicas 3 88,5% | 201 NOTAS 202 | | 203 204 | | 205 206 | | 207 www.fundopsi.com.ar Se imprimieron 5.000 ejemplares en el mes de marzo de 2011 en Colorgraf, Obligado 194, Avellaneda.