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Instituto de Educación Media Superior del D.F. Plantel Milpa Alta “Emiliano Zapata“ Ciclo Escolar 2012-2013 A Quinto Coloquio Institucional de Filosofía en el marco de las Jornadas Académicas El diálogo en la filosofía y la educación Martes 7 y miércoles 8 de agosto de 2012. de 11:00 a 15:00 horas. Biblioteca del Plantel Iztapalapa 2 “Benito Juárez”, Calle Zacatlán s/n esq. Cempazuchil, Col. Lomas de San Lorenzo Tezonco, Del. Iztapalapa, C.P.09790 Tel. 58505040 1 La enseñanza de la filosofía en el IEMS y su aportación a la construcción de la soberania Instituto de Educación Media Superior del D.F. Plantel Milpa Alta “Emiliano Zapata“ Ciclo Escolar 2012-2013 A Quinto Coloquio Institucional de Filosofía en el marco de las Jornadas Académicas El diálogo en la filosofía y la educación Agosto 2012 Mesa 2 Diálogos sobre la democracia Ponencia La enseñanza de la filosofía en el IEMS y su aportación a la construcción de la democracia Autor D.T.I. Roberto Espinosa Galicia Correo electrónico robertospns@comunidad.unam.mx 2 La enseñanza de la filosofía en el IEMS y su aportación a la construcción de la soberania La enseñanza de la filosofía en el IEMS y su aportación a la construcción de la democracia En el presente ensayo, me propongo hacer una descripción de las características de la enseñanza de la filosofía en el Modelo Educativo del IEMS bajo la perspectiva de lo que la enseñanza de la misma puede contribuir a la democracia. En la primera parte expongo algunas características del Modelo Educativo del IEMS, resaltando sobre todo la idea de una educación orientada a la formación de sujetos críticos, autónomos, con capacidad de formular juicios críticos y comprometidos con la democracia. En la segunda parte expongo cinco principios que pueden orientar la enseñanza de la filosofía en el IEMS y los relaciono con los paradigmas en la enseñanza de la filosofía propuestos por el profesor Michel Tozzi1: el paradigma dogmático-ideológico, el paradigma histórico-patrimonial, el paradigma problematizante, el paradigma democrático-discusional y, finalmente, el paradigma práctico-lógico-ético. En la tercera parte examino algunos aspectos del Programa de Filosofía 2 del IEMS, en particular lo que está relacionado con la promoción de debates sobre distintos temas, pues considero que esta práctica cabe bien dentro del paradigma democrático-discusional propuesto por el profesor Tozzi. Con lo anterior, espero aportar elementos para entender cómo la enseñanza de la filosofía puede contribuir, desde la modesta trinchera de un salón de clases en el nivel medio superior, al fortalecimiento y desarrollo de una sociedad democrática. A lo largo del ensayo, he tenido muy presentes tanto la propuesta del profesor Michel Tozzi, como la del filósofo mexicano Guillermo Hurtado de buscar que la filosofía tenga un impacto social promoviendo su profesionalización desde el salón de clases2. Frente a la nostalgia, real o fingida, de quienes suspiran porque en el pasado los filósofos eran algo así como líderes de opinión, grandes figuras que iluminaban las rutas del hombre con la luz de las ideas, el profesor Hurtado sostiene que el profesional de la filosofía puede contribuir al desarrollo y a la consolidación de una sociedad democrática si asume que la escuela puede fungir como un gran “taller para la democracia”. Curiosamente, en donde el profesor Hurtado ve más posibilidades de hacer algo por la democracia, es en el nivel medio superior. 1 Véase, La filosofía: una escuela de la libertad, México, UNESCO / UAM, 2011, Capítulo 2, páginas 84-85. 2 Véase, “Hacia una filosofía para la democracia en América Latina”, de Guillermo Hurtado en La filosofía mexicana ¿incide en la sociedad actual?, Gabriel Vargas Lozano y otros, México, Editorial Torres Asociados, 2008. 3 La enseñanza de la filosofía en el IEMS y su aportación a la construcción de la soberania 1. El Modelo Educativo del IEMS Una característica del Sistema de Bachillerato del GDF, es que aduce la implantación de un “nuevo modelo pedagógico que busca responder a las necesidades educativas y culturales actuales” (Propuesta educativa, 2002:7). Se propone que la educación no puede reducirse a mera instrucción o preparación de recursos humanos para la producción y se apela a una idea de la educación en un sentido amplio, que contemple la formación integral del ser humano como meta última3: “Muy lejos de estas concepciones reduccionistas que prevalecen hoy en día, la Constitución ordena que la educación que imparta el Estado debe esforzarse por formar personas íntegras, solidarias, con capacidad de juicio crítico, seriamente comprometidas con la democracia.” (Propuesta educativa, 2002:9). Como podemos ver en esta formulación, uno de los principios rectores del Modelo Educativo del IEMS es el de construir una educación para la democracia lo que, en los tiempos que corren, es políticamente correcto y prácticamente ninguna fuerza política debe despreciarlo, a riesgo de ser castigada por los electores. Este ideal, sin embargo, se ve fuertemente confrontado por la realidad del país, la cual nos muestra que los espacios de formación de los jóvenes se ven reducidos4, al tiempo que se incrementa un sentimiento de desasosiego e incertidumbre ante el futuro que se constata en la ausencia de proyectos –personales o colectivos- y en la concentración excesiva de los jóvenes en “vivir al día”. En este contexto, el surgimiento de una propuesta educativa como la del Sistema de Bachillerato del Gobierno del Distrito Federal, parecer ser más pertinente que nunca pues una sociedad democrática o en proceso de democratización, requiere de ciudadanos activos, conscientes, reflexivos y esto sólo se logra fortaleciendo instancias como la educación pública5. Por otro lado, el plan de estudios del IEMS se estructura alrededor de tres ámbitos básicos de formación: el crítico, el científico y el humanístico. Cada uno de estos ámbitos tiene suspropios componentes que, en principio, contribuyen a definir un cierto perfil de egreso. Con los elementos anteriores, me parece que nos acercamos a una interpretación del Modelo Educativo del IEMS, cercana al paradigma democrático-discusional del profesor Michel Tozzi, en donde se “procura articular el objetivo de aprender a pensar por uno mismo con un objetivo democrático”. 6 No puede dejar de mencionarse, como un ejemplo de una visión tecnocrática de la educación, la propuesta del gobierno federal de “desaparecer a la filosofía” del mapa curricular del bachillerato. Bajo la peregrina idea de que la filosofía es un saber “soluble” en otras áreas, se propone que se trabajen ciertas competencias filosóficas de manera transversal. Al respecto el doctor Ángel Xolocotzi indica: “La filosofía, que aparecía bajo los nombres de lógica o ética en los programas tradicionales, es devorada por la Educación por competencias, de la Secretaria de Educación Pública (SEP). Quienes esgrimen esta peculiar ontología afirman que hay cosas solubles y otras insolubles. Las matemáticas y la comunicación son insolubles y requieren un espacio propio. La filosofía como tal puede diluirse en cualquier otro ámbito. Puede ser anónimamente transversal porque ya no tiene lugar”. (La Jornada Semanal, 31 de mayo de 2009). 4 Se pueden consultar al respecto las opiniones de rectores de instituciones superiores sobre el estado financiero de las universidades públicas en el país y se verá cuán precario parece ser el horizonte para que los jóvenes en el país puedan seguir estudiando. (Nota en El Universal, 18 de noviembre de 2010). 5 En el documento Propuesta Educativa, se enumeran las siguientes razones para justificar la creación de un nuevo sistema de bachillerato: a) la demanda crecerá y las instituciones ya existentes no ampliarán su oferta; b) hay una falta de correspondencia entre la distribución geográfica de la oferta y la distribución geográfica de la demanda; c) es necesario atender a la población que concluyó estudios de secundaria en años anteriores y ahora quieren concluir el nivel medio superior; c) se propone un nuevo modelo pedagógico, acorde a las necesidades actuales y sustentado en los avances de las ciencias, las humanidades y los nuevos conocimientos pedagógicos. (Propuesta Educativa, 2002: 7). 6 La filosofía: una escuela de la libertad, México, UNESCO / UAM, 2011, Capítulo 2, página 85. 4 La enseñanza de la filosofía en el IEMS y su aportación a la construcción de la soberania 2. La enseñanza de la filosofía en el IEMS. En el contexto de la propuesta educativa que representa el IEMS, es evidente que la materia de filosofía puede contribuir fuertemente al desarrollo de cada uno de los ámbitos y líneas de formación. Frente a la propuesta de disolver a la filosofía en el “anonimato de la transversalidad”, la enseñanza de la filosofía en el IEMS contempla cuatro cursos obligatorios (Introducción a la filosofía, Lógica y Argumentación, Ética y Estética) y uno optativo (Filosofía Política)7. ¿Realmente estamos aprovechando el hecho de ser un bachillerato que cuenta con un número alto de asignaturas de filosofía en el nivel medio superior? ¿Cómo nos hemos apropiado los programas de estudio y cuáles son nuestros fines al “enseñar filosofía” en el IEMS? Para trabajar los distintos cursos propongo el siguiente enfoque general orientado por cinco principios básicos: 8 a) Vincular el discurso filosófico con la vida cotidiana y la realidad contemporánea. Se trata de partir de las experiencias cotidianas de los estudiantes para elevar supensamiento al plano de la reflexión filosófica. Asimismo, es importante aplicar las herramientas del pensamiento crítico y la reflexión sistemática al análisis y comprensión de problemas actuales, propios de las sociedades contemporáneas. Se busca con esto superar la tradición academicista de presentar a las teorías filosóficas como un producto separado de la vida. Este primer principio se puede asimilar al paradigma problematizante del profesor Michel Tozzi, en donde “lo que importa es ver o elaborar, a partir de las preguntas formuladas, los problemas que éstos presuponen o conllevan: es decir, evaluar lo que hay que resolver urgentemente para poder reflexionar sobre la humanidad y los obstáculos que nos lo impiden”. 9 b) Situar la reflexión filosófica en su contexto histórico. Es importante situar la producción del pensamiento filosófico en el contexto socio-histórico y cultural en el que surge. Esta contextualización le permite al estudiante entender el origen de las teorías filosóficas y su función en distintas épocas. Este segundo principio se puede asociar al paradigma histórico-patrimonial, en donde “la filosofía se concibe como una forma fundamental de la historia de la cultura”, historia que es “un patrimonio cultural que hay que salvaguardar, estudiar y transmitir preciosamente, ya que es, a la vez, la huella, el testimonio, el zócalo y la reserva de categorías fundamentales que nos permitan cogitar sobre el mundo”.10 c) Promover la actitud analítica, crítica y reflexiva. A través del diálogo razonado y el debate cooperativo, se pretende promover y desarrollar las capacidades de análisis, crítica y reflexión de los estudiantes sobre distintos temas y ante situaciones diversas, así como superar posturas dogmáticas y cerradas. Este tercer principio se asocia con el paradigma problematizante pues uno de los objetivos de dicho paradigma es “favorecer el acceso de cada alumno al ejercicio reflexivo del juicio, a desarrollar el sentido de la responsabilidad intelectual, a formar espíritus autónomos capaces de poner en marcha una conciencia crítica del mundo contemporáneo”.11 porque “pondría en riesgo principios fundamentales de nuestro Modelo Educativo, como los referidos a la formación crítica y humanística”. 8 Programas de estudio. Humanidades, México, Gobierno del Distrito Federal. Secretaría de Desarrollo Social. Instituto de Educación Media Superior, mayo de 2005, pp. 6 y 7. 9 La filosofía: una escuela de la libertad, México, UNESCO / UAM, 2011, Capítulo 2, página 85. 10 Ibid. página 85 11 Ibid. página 85 5 La enseñanza de la filosofía en el IEMS y su aportación a la construcción de la soberania d) Privilegiar el aprender a filosofar por encima del aprendizaje de la filosofía. La reflexión filosófica se entiende como un proceso, como una actividad más que como un resultado o producto acabado. En este sentido, es importante que el estudiante desarrolle las capacidades propias de la reflexión filosófica tales como el ejercicio del pensamiento crítico, la argumentación, el análisis y el debate razonado por encima de la memorización o aprendizaje de la filosofía como un conjunto de datos, fechas, nombres y acontecimientos que permanecen fijos como si fueran piezas de museo, datos muertos o esclerotizados que poco dicen al estudiante en el nivel medio superior. Este cuarto principio nos acerca nuevamente al paradigma problematizante, pues a la letra nos dice: “Se trata menos de aprender una filosofía que de “aprender a filosofar” (Kant). El filosofar comienza, como dice Aristóteles, con el asombro, con el cuestionamiento”.12 Es importante subrayar, que asumir uno o más componentes del paradigma problematizante no debe llevarnos a excluir la posibilidad de una enseñanza de la filosofía ajustada al paradigma histórico patrimonial. La enseñanza de la filosofía en el IEMS debe buscar el equilibrio entre enseñanza propiamente de la tradición y el desarrollo de ciertas habilidades reflexivas, capacidad de razonamiento y argumentación, etc. e) Promover la vinculación con otras disciplinas. La reflexión filosófica tiene mejores resultados si se vincula con los resultados y avances de otras disciplinas, sean humanísticas o científicas. La filosofía puede operar como la piedra de toque, el fundamento sobre el cual se asienta el desarrollo de otras disciplinas, o bien puede contribuir al esclarecimiento de muchas cuestiones. El avance en disciplinas como la ingeniería genética, la profunda crisis económica y la aguda descomposición social de las sociedades contemporáneas, el deterioro ambiental así como las polémicas surgidas en torno a temas como la eutanasia, la reproducción asistida, el aborto, la anticoncepción, los derechos de los animales, entre otros, obliga a la filosofía a romper el cerco estrictamente disciplinar y buscar el contacto con otras ciencias y disciplinas para promover un pensamiento fecundo y creador. Este quinto y último principio nuevamente puede asociarse al paradigma problematizante, pues, como ha sido señalado, una función de la filosofía es la de fomentar una conciencia crítica en relación a los grandes problemas que enfrenta la humanidad.13 En su conjunto, los principios anteriores pueden orientar la enseñanza de la filosofía en el IEMS. De ellos se desprende una didáctica de la filosofía que puede concretarse en el diseño de situaciones de enseñanza-aprendizaje, en actividades para el trabajo en el aula y en la definición de criterios e instrumentos para la evaluación. Asimismo, se observa cómo están presentes por lo menos tres paradigmas de los identificados por el profesor Tozzi, predominando el paradigma problematizante y en menor medida, pero finalmente también presentes, el paradigma histórico-patrimonial y el paradigma democrático-discusional. En particular, la asignatura de filosofía 2 es muy cercana al paradigma democráticodiscusional, sobre todo en lo que se refiere a la promoción de debates sobre temas polémicos y lo que esta práctica implica. En la última parte de este breve ensayo, analizo algunos presupuestos y consecuencias de la práctica de debates en el curso de filosofía 2. 12 Ibid. página 85 13Cfr. La filosofía: una escuela de la libertad, México, UNESCO / UAM, 2011, Capítulo 2, página 85. 6 La enseñanza de la filosofía en el IEMS y su aportación a la construcción de la soberania 3. Los debates en el aula: una propuesta para fortalecer la democracia El curso de filosofía 2 propone como objetivo general que “el estudiante adquiera las herramientas indispensables para el análisis discursivo, el uso del lenguaje y el ejercicio de su competencia lógica, retórica y dialógica, aplicando estrategias argumentativas en el debate”14. En este curso se conceptualiza a la argumentación como un proceso complejo que involucra distintas dimensiones: la dimensión semiótico-lingüística, la dimensión lógica, la dimensión retórica y la dimensión dialéctica15. Cada una de estas dimensiones es estudiada en los diferentes módulos o unidades temáticas. El curso termina con el módulo o unidad 4, en el que se estudia la dimensión dialéctica de la argumentación, misma que se refiere a las reglas que regulan los diferentes tipos de debate, a saber, el debate cooperativo y el debate polémico. Cada uno de estos tipos de debate tiene su propio contexto de aplicación. En el aula se privilegia el debate cooperativo y se trata de construir consensos que integren al grupo. Este tipo de debate se orienta por diez principios básicos, los cuales tienen influencia de las reglas de la pragma-dialéctica de los teóricos holandeses VanEemeren y Grootendorst. Sin embargo, no se trata sólo de construir consensos o de mantener unido, a toda costa, a un grupo alrededor de un punto de vista. El conflicto y el disenso son inherentes al diálogo y a la propia convivencia humana y, justamente, aquí interviene el debate polémico o erístico, el cual es el umbral superior de la argumentación, entendiendo por este el debate que se usa cuando se agotaron los recursos del debate cooperativo y están en juego principios valores la justicia o las libertades básicas. Conforme a lo anterior, podemos ver que el curso de filosofía 2 abre con el estudio del malentendido como umbral inferior de la argumentación y cierra con el estudio de la erística o debate polémico como umbral superior de la argumentación: empezamos a argumentar cuando hay necesidad de aclarar un malentendido empleando recursos del análisis del discurso y llegamos al límite de la argumentación cuando tenemos que defender una causa moral, un principio ético o una causa justa y apelamos al debate polémico como último recurso argumentativo. Antes del malentendido no hay debate ni argumentación; lo que sigue al debate polémico es la confrontación, la guerra, la ruptura, es decir, el fracaso de todo proceso argumentativo. Entre el malentendido y el debate polémico, la argumentación como proceso se practica con ciertas reglas. 14 Programas de estudio. Humanidades, México, Gobierno del Distrito Federal. Secretaría de Desarrollo Social. Instituto de Educación Media Superior, mayo de 2005, página 15. 15 Recomiendo ampliamente el libro de Pedro Reygadas, El arte de argumentar. Sentido, forma, diálogo y persuasión, México, UACM / Castellanos Editores, 2005 para tener una mejor comprensión de la multidimensionalidad del proceso argumentativo. 7 La enseñanza de la filosofía en el IEMS y su aportación a la construcción de la soberania Es importante que el estudiante identifique los dos tipos de debate y se familiarice y ponga en práctica las reglas que los rigen. La participación de los estudiantes en diversos debates tiene una relación directa con el objetivo central del curso que es el de contribuir al desarrollo de la capacidad argumentativa de los estudiantes, así como a la formación de un espíritu crítico. En este sentido, el módulo o unidad 4 es central para el logro de los objetivos generales del curso de filosofía 2 y, si se trabaja de manera transversal y no de manera cronológica, puede arrojar mejores resultados.16 El módulo 4 del curso de Filosofía 2 se puede trabajar transversalmente, a lo largo del semestre mediante la realización de actividades de investigación y pequeños debates sobre temas polémicos. Los debates se pueden realizar al término de cada uno de los tres módulos restantes del curso y los temas pueden ser diversos: eutanasia, embarazo en adolescentes, economía y pobreza, elecciones y democracia, derechos sexuales, derechos de los animales, narcotráfico, uso y abuso de drogas, derechos de las minorías, multiculturalismo y reconocimiento, problemas ambientales y un larguísimo etcétera. Al abordar estos temas bajo la forma de un debate, los estudiantes van desarrollando su capacidad de argumentar, así como sus habilidades de análisis y reflexión; todo esto, a la par que fortalecen su espíritu crítico y construyen sus juicios para opinar de manera razonada sobre los temas que son de interés público. Desde esta perspectiva, el curso de filosofía 2 en el IEMS se puede orientar al paradigma democrático-discusional y contribuir a la formación de ciudadanos mejor informados, con capacidad de juicio crítico y comprometidos con la práctica de la democracia, entendida ésta no sólo en sus aspectos estrictamente formales, sino como un sistema de vida. Al trabajar de esta manera, estaríamos haciendo de la escuela un “taller para la democracia”. 16 Entre las razones principales para trabajar el módulo 4 de manera transversal está la posibilidad de aprovechar mejor el tiempo. En efecto, si se desarrolla el módulo 4 de manera cronológica, se tiene uno que esperar hasta la última parte del curso para trabajar la capacidad argumentativa de los estudiantes; mientras tanto ya se perdió más de la mitad del semestre, es decir, un tiempo valioso que puede emplearse de manera más productiva. 8