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CAPITULO V ANTENAS PARABOLICAS INDICE 5.1 INTRODUCCIÓN 5.2 FABRICACIÓN DE ANTENAS PARABÓLICAS 5.3 PARÁMETROS DE ANTENAS 5.4 TIPOS DE ANTENAS PARABÓLICAS 5.4.1 De foco primario 5.4.2 Off-set 5.4.3 Cassegrain 5.4.4 Antena Plana 5.5 PARTES PRINCIPALES DE UNA ANTENA 5.5.1 Reflector o plato parabólico 5.5.2 Mecanismo de alimentación 5.5.2.1 El alimentador 5.5.2.2 Bloque de bajo ruido 5.6 BANDAS DE FRECUENCIAS UTILIZADAS 5.7 ORIENTACIÓN DE LA ANTENA 5.7.1 cálculo de azimut 5.7.2 cálculo de elevación 5.7.3 Desplazamiento 5.1 INTRODUCCIÓN Las antenas utilizadas para UHF (0.3 a 3 GHz) y μondas (1 a 100 GHz) deben ser altamente directivas. Estas antenas tienen ganancias altas por que concentran la potencia irradiada en un haz angosto en vez de enviarlo en forma uniforme en todas las direcciones y el ancho de haz se reduce con los incrementos en la ganancia de la antena. Las antenas de μondas casi siempre tienen anchos de haz de media potencia del orden de 1° o menos. Un ancho de haz angosto minimiza los efectos de la interferencia de fuentes externas y antenas adyacentes. Sin embargo, para transmisión de línea de vista, como las utilizadas con los radios de μondas, un ancho de haz impone varias limitaciones, como la estabilidad mecánica y el desvanecimiento, que pueden producir problemas en la alineación de la antena. Toda la energía electromagnética emitida por una antena de μondas no se difunde en la dirección del lóbulo principal, parte se concentra en los lóbulos laterales que pueden ser fuentes de interferencia en o desde otras trayectorias de señales de μondas. La fig. 5.1 muestra la relación entre el haz principal y los lóbulos laterales para una antena de μondas típica como un reflector parabólico. El tipo más común de la antena utilizada para transmisión y recepción de μondas es el reflector parabólico. Las antenas reflectoras parabólicas proporcionan una ganancia y una directividad extremadamente altas y son muy populares para los radios de μondas y el enlace de comunicaciones por satélite. 5.2 FABRICACIÓN DE ANTENAS PARABÓLICAS No existen técnicas específicas de fabricación de reflectores. En general, se utilizan materiales y métodos muy diversos. El material utilizado debe mantener su forma durante largo tiempo, ya que cualquier deformación afecta negativamente el rendimiento de la antena. Debe soportar bien las contracciones y dilataciones debidas a los cambios de la temperatura ambiente y a las inclemencias metereológicas. Los fabricantes suelen emplear duraluminio, chapa de acero, malla metálica o bien fibra de vidrio epóxica (u otros materiales plásticos) recubierta de una capa metálica, para que reflejen con eficacia las señales que llegan de un satélite. Se pueden fabricar de una sola pieza o por sectores (pétalos) como lo muestran las figuras 5.2 y 5.3.En la actualidad, los reflectores suelen ser de una sola pieza, pues captan mejor las frecuencias de la banda Ku, al tener mayor precisión en su superficie. Tanto es así que una antena con un reflector de 120 cm puede ofrecer la misma ganancia que otra fabricada con sectores de 240 cm. Fig. 5.2 Antena parabólica por sectores Fig. 5.3 Antena parabólica de una sola pieza Los reflectores de malla metálica o de chapa de acero perforado tienen una buena consistencia debido a nervios que se colocan para impedir la deformación. Presentan buena resistencia al viento si la velocidad de este es reducida, pero son poco consistentes a esfuerzos mecánicos. El tamaño de las perforaciones debe ser menor que 1/10 de la longitud de onda de la señal que se desea captar lo que supone diámetros de perforación inferiores a 0.27 mm en la banda Ku de acuerdo a la ecuación 3 x 108 m/s = 0.0027 m = 2.7 mm 11 x 109 Hz Si las perforaciones son de mayor diámetro se producen considerables pérdidas, además pueden llegar al alimentador de señales procedentes de la parte posterior del reflector, reduciéndose la relación señal /ruido. Es por ello que es muy común encontrar antenas de malla metálica cuya apariencia asemeja a la de un tejido mosquitero. λ= Los reflectores para antenas parabólicas se pintan de un color que no es brillante, pues si así fuera, concentraría la luz solar sobre el iluminador que se deformaría y hasta se derretiría el recubrimiento plástico. Un excelente recubrimiento es la pintura de poliéster aplicada electrostáticamente que además de evitar el sobrecalentamiento del alimentador, evita el deterioro de la parábola con el transcurso del tiempo. 5.3 PARÁMETROS DE ANTENAS Para elegir la antena parabólica adecuada deben tenerse en cuenta una serie de características técnicas enumeradas a continuación: Diámetro del reflector Ganancia Rendimiento Angulo de radiación Relación diámetro/foco (D/f) y foco/diámetro (f/D) Lóbulos principal y secundarios Ancho de banda Relación señal a ruido Factor de ruido Diámetro del reflector El diámetro del reflector de una antena parabólica depende de donde se va ha colocar y del nivel de señal del satélite que deseamos captar. Cada satélite tiene una zona de cobertura o “huella” dentro de la cual es posible recibir sus señales. En el centro de la huella se recibe la máxima señal y a medida que nos alejamos del centro las señales se atenúan y, por lo tanto, la recepción es más complicada. Cuanto mayor sea el diámetro del reflector, mas energía tendrá la señal que le llegará y mayor será la energía concentrada en el foco. Dicho de otra forma, cuanto mayor sea el diámetro del reflector, mayor energía se concentrará en el foco de la parabólica; lo que significa que para el mismo nivel de señal emitida por un satélite, una antena parabólica de gran tamaño tendrá más ganancia que otra de menor tamaño situada en el mismo punto geográfico. Mayor ganancia implica una mejor recepción. Ahora bien, no siempre se deben utilizar los reflectores de mayor diámetro para todos los casos. Ya que a mayor tamaño más alto será el precio y mayor influencia tendrá el viento, lo que puede desajustar su orientación con respecto al satélite. Se debe elegir el diámetro de la antena según las recomendaciones del organismo explotador del satélite a través de sus mapas de huella, que son publicadas por dicho organismo. En la actualidad se fabrican reflectores para antenas parabólicas de 30, 45, 60, 80, 90 120, 150, 220 y 280 cm de diámetro que cubren cualquier necesidad tanto en instalaciones individuales como colectivas. Cuando se desea recibir varios satélites, la elección del diámetro del reflector dependerá del que proporcione la señal más débil. Ganancia La ganancia de una antena parabólica indica la cantidad de señal captada que se concentra en el alimentador. La ganancia depende del diámetro del plato, de la exactitud geométrica del reflector y de la frecuencia de operación. Si el diámetro aumenta la ganancia también lo hace por que se concentra mayor energía en el foco. La exactitud geométrica está relacionada con la precisión con la que se ha fabricado el reflector. Recordar que la antena debe ser parabólica de modo que exista uno y sólo un foco y que en el se debe colocar el alimentador. Cualquier desviación de la curva parabólica hará que toda la energía que llegue al reflector no se refleje en el foco, sino en un punto por delante o por detrás de éste, con lo cual perderemos energía. Lo mismo podemos decir de las irregularidades mecánicas en la superficie del reflector. Un golpe o abolladura presente en el plato hará que las señales reflejadas no se desvíen correctamente hacía el foco disminuyendo la energía electromagnética efectiva en el alimentador. Por otra parte, cuanto mayor sea la frecuencia, menor deberá ser el diámetro del reflector. Así, una señal en la banda Ku (de 11GHz) necesita un reflector de menor diámetro que otra señal de la banda C (de 4GHz). La ganancia del reflector se expresa en dB y se define con respecto a una antena isotrópica. En la tabla 5.1 se relacionan las ganancias de antenas parabólicas comerciales de foco centrado. En las mismas puede comprobar que cuanto mayor es el diámetro del reflector mayor es la ganancia. Rendimiento Se define como rendimiento de una antena parabólica la relación entre la cantidad de energía incidente en el reflector y la concentrada en el foco. El rendimiento está determinado, fundamentalmente por el reflector, el alimentador y por las desviaciones mecánicas que pueda sufrir el reflector con relación a una parábola perfecta. Tengamos en cuenta que desviaciones de unos cuantos milímetros son importantes en el rendimiento, por lo que para asegurar una buena ganancia y rendimiento es preferible que los reflectores se fabriquen de una sola pieza y con una desviación máxima de la curvatura de 1 mm. El rendimiento no se calcula teóricamente dado que el tipo de superficie del plato o la mala colocación del alimentador o la simple suciedad acumulada son algunos de los muchos factores que influirán negativamente en el rendimiento de la antena. Se considera aceptable un rendimiento comprendido entre el 50% y el 65%, ya que un rendimiento mayor provoca la aparición de lóbulos secundarios que interferirán con el principal (esto quiere decir que de 2 miliwat de señal que llega al reflector, al alimentador sólo le llega 1 miliwat). Relaciones D/f y f/D Para lograr un rendimiento alto, es necesario que el perfil del reflector se acerque lo máximo posible a la parábola y para que esto se cumpla debe existir una relación exacta en entre el diámetro, el foco y la profundidad del reflector parabólico, pues estos tres parámetros están estrechamente vinculados entre si. Cualquier variación en uno de ellos afecta a todos los demás. Conocido el diámetro D de la parábola, se puede calcular la distancia al foco f (figura 5.5) y la profundidad P. Para que la antena alcance un alto rendimiento el cociente D/f debe estar comprendido entre 2.3 y 2.7. Las antenas con relaciones D/f altas requieren alimentadores especiales, mientras que las de relaciones D/f bajas presentan problemas de ruido, debido a la poca concavidad del reflector y el mínimo apantallamiento del reflector contra la superficie en que se encuentra. fig. 5.5 relación D/f Muchos fabricantes de antenas parabólicas prefieren indicar en sus catálogos la relación f/D, con lo cual tendríamos valores comprendidos entre 0.37 y 0.43. Ejemplo: si D/f es igual a 2.3, entonces f/D = 1 = 1 = 0.43 D/f 2.3 Ángulo de radiación El ángulo de radiación es el ángulo dentro del cual, la señal captada por la antena se mantiene entre el 50 y el 100% de potencia, o sea el ángulo que puede desplazarse la antena con respecto a la dirección exacta hacía el satélite hasta que la señal sufre una atenuación de 3 dB. Por lo que la más mínima desviación supone una considerable pérdida de señal. En la fig. 5.6 se muestra el caso en que una antena está apuntando en una dirección incorrecta pero que, de todos modos, la señal se recibe con el 50% (-3dB) de la potencia que arrojaría una antena apuntando correctamente. fig. 5.6 Si suponemos que la ganancia de la antena es de 40dB lo que hace que, cuando esta perfectamente alineada posea una ganancia de potencia de 40dB Gp = antilog -------- = antilog 4 = 10, 000 10 al mover ahora la antena, desviándola de la posición ideal un ángulo f, hasta que la potencia captada por la antena descienda aproximadamente a la mitad, es decir, que la ganancia de potencia pase a ser unas 5000 veces, lo que supone una ganancia en decibeles de GdB = 10 log. 5,000 = 10 x 3.7 dB = 37 Db El ángulo de radiación disminuye con el aumento de la frecuencia y con el incremento del diámetro del reflector, es decir, que cuanto mayor sea el plato y a igualdad de frecuencia, más directiva será la antena. Esto suele ser un problema para los aficionados, quienes creen que una antena grande asegura una mejor recepción y esto puede ser perjudicial y hasta desalienta al instalador nuevo. Lóbulos principal y secundarios Lóbulo de radiación es el espacio en que puede captar energía una antena sin que su ganancia caiga a más de 3 dB, es decir, es la representación mediante un sistema de coordenadas polares, de la ganancia de la antena en función del ángulo que forma el eje de la misma con el satélite (fig. 5.7) fig. 5.7 lóbulos principal y secundarios El diagrama de radiación de una antena suele presentar: El lóbulo principal que es el de mayor tamaño y alcanza el círculo de las coordenadas polares correspondientes a 0dB. Es decir, no presenta atenuación alguna de la señal. El eje del lóbulo principal coincide con el eje de la antena; es decir, que todo satélite que se encuentre en la misma dirección que el eje de la antena entrará dentro del lóbulo principal y será captado con la máxima ganancia. El ángulo de radiación pertenece al lóbulo principal y abarca todo el ancho del citado lóbulo con una ganancia por encima de -3dB. Existen lóbulos secundarios, dispuestos en ángulos distintos al del eje principal y que disminuyen de tamaño a medida que se acercan al ángulo de 180°. Los lóbulos secundarios o lóbulos laterales determinan la capacidad de una antena parabólica para captar radiaciones que le llegan de direcciones fuera de su eje. Se pueden representar los lóbulos principal y secundarios mediante un sistema de coordenadas cartesianas, en el que, el lóbulo principal ocupa la posición correspondiente al ángulo de 0°, en el centro del eje X y su amplitud máxima se corresponde con la ganancia de la antena, que en nuestro ejemplo es de 40dB. 3dB por debajo de la ganancia máxima; es decir, a 37dB, se traza una recta que corta el lóbulo principal en 2 puntos (P y P´). Una proyección de estos puntos sobre la absisa nos permite determinar el ángulo de radiación de la antena (ángulo α en la figura 5.8). fig. 5.8 Los lóbulos secundarios tienen poca amplitud, tanto menor cuanto más se acercan al ángulo de 180° o ángulo opuesto al de orientación de la antena. Estos lóbulos son una medida de la capacidad de la antena de captar señales electromagnéticas de satélites situados en ángulos distintos del de orientación (aunque con muchísima menor potencia). Los lóbulos secundarios deben tener una amplitud mucho menor que la del lóbulo principal, pues de lo contrario la señal de otro satélite interferirá a la señal que se desea captar. Se dice que una buena antena es aquella en la que el lóbulo principal tiene una ganancia superior a 20dB respecto a la de los lóbulos secundarios. Ancho de banda El ancho de banda de una antena parabólica indica la banda de frecuencias para las que está diseñada la antena. Por ejemplo, una antena con un ancho de banda de 10.9 a 12.8GHz está diseñada para captar todas las frecuencias comprendidas entre los dos límites citados lo que indica que tiene un ancho de banda de 1.9GHz a partir de 10.9GHz. Relación señal/ruido Tanto el ruido del medio ambiente como el del espacio exterior pueden ser captados por una antena parabólica. Los fenómenos naturales, tales como tormentas, lluvia, viento excesivo, etc., originan señales de ruido de la misma forma que lo hacen ciertos fenómenos artificiales, tales como lámparas fluorescentes. No obstante, las principales fuentes de ruido, son el ruido atmosférico, el ruido galáctico procedente de las estrellas y el suelo. En las antenas parabólicas también debe tenerse presente el ruido que la propia antena genera. Toda onda EM que incida sobre la superficie del reflector es reflejada por éste, por lo que podemos decir que se convierte en emisor de nuevas ondas. Estas ondas se mezclan con la señal principal, formando una señal de ruido. Para que la recepción sea buena, es preciso que la señal “reflejada” se sume a la “incidente” y también se debe poder separar a la señal del ruido lo que implica que la relación señal/ruido (S/N) sea lo más elevada posible. Factor de ruido Se define el factor de ruido (F) de una antena como la potencia mínima que debe tener la señal captada para que no quede totalmente enmascarada por el ruido de la propia antena. En el caso de antenas parabólicas, para recepción de emisiones de radio y TV vía satélite, en las que las potencias que llegan son muy pequeñas, es muy importante alcanzar un factor de ruido muy pequeño. 5.4 TIPOS DE ANTENAS PARABÓLICAS Consideramos la parábola como única forma para un reflector de antena parabólica. Sin embargo, a partir de ésta figura geométrica se obtienen otros tipos de reflectores que incluso son más eficaces que el parabólico. De acuerdo con esto y refiriéndonos a las antenas para recepción de señales de radio y televisión podemos clasificar a las antenas en los siguientes tipos: Antenas parabólicas de foco centrado Antenas off-set Antenas cassegrain Antenas planas 5.4.1 De foco centrado o primario La antena parabólica de foco centrado es la más común (fig. 5.10). En ésta, el alimentador se encuentra situado en el foco del reflector tal como muestra la figura 5.10. fig. 5.10 antena parabólica de foco centrado Este tipo de antena es relativamente fácil de construir y no es demasiado sensible a errores de ajuste. Como inconveniente podemos citar la “sombra” que producen el alimentador y las varillas de sujeción de éste. Con lo cual no se aprovecha al 100% la superficie reflectora del plato, lo que significa una ligera pérdida en el rendimiento de la antena. Este fenómeno se muestra en la fig. 5. Las antenas de foco centrado son las más utilizadas en instalaciones colectivas, especialmente cuando el diámetro del reflector supera los 90 cm. fig. 5.11 Parabólica de foco centrado mostrando la sombra de varillas de sujeción y alimentador El rendimiento es del orden del 60%. La atenuación de los lóbulos secundarios es buena y operan muy bien para señales con polarización circular, no tanto así para la polarización lineal. Antenas off-set Esta antena se emplea mucho en sistemas de TV doméstica (figura 5.12). El reflector está constituido por una sección transversal de una parábola y el foco queda fuera de la vertical a dicha sección. En la figura 5.12 se dibuja un reflector parabólico de foco centrado visto de frente, donde la zona grisada corresponde a lo que sería una antena off-set (ya no se emplea todo el plano sino una porción de éste). Observe en esta figura cómo el foco queda situado fuera de la vertical del reflector. En la parte b de la figura se observa el perfil de un reflector parabólico y una parte resaltada que corresponde a lo que sería el reflector de una antena off-set. Notar que la superficie del reflector off-set es mucho menor que la del reflector parabólico que lo produce. De la figura 5.13 se deduce que toda señal que incida sobre el plato quedará reflejada hacía el foco, pero que éste, al no estar centrado, no producirá sombra sobre el reflector. Para sostener el alimentador en una antena off-set se utiliza un brazo que sale por debajo del reflector (figura 5,13), de manera que ni la unidad exterior ni el brazo que la sustenta proyectan sombra alguna sobre el plato, porque quedan fuera de la línea de visión del satélite. fig. 5.13 Antena tipo Off-set El rendimiento de las antenas off-set alcanza el 70% con lo cual, a igualdad de ganancia, el diámetro del reflector es menor que el de la antena de foco centrado. La atenuación a los lóbulos secundarios es muy buena y la polarización circular es también muy buena, pero no así la polarización lineal. Las antenas off-set son muy utilizadas en instalaciones individuales donde el diámetro del reflector no supera los 90 cm ( es muy común verlas de unos 45 cm para recepción doméstica de TV satelital). 5.4.3 Antena Cassegrain Es similar a la de foco centrado, solo que tiene dos reflectores (figura 5.14), el mayor se localiza en o justo detrás de una pequeña abertura en el vértice de la parábola y apunta al lugar de recepción, y las ondas al chocar, se reflejan y van al reflector menor (subreflector cassegrain) localizado entre el vértice y el foco. Al chocar las ondas van al foco, donde estará colocado el detector. fig. 5.14 antena parabólica cassegrain El subreflector debe tener una curvatura hiperboloide para reflejar los haces hacia el foco. La antena cassegrain se utiliza por lo regular para recibir señales extremadamente débiles o cuando se requieren líneas de transmisión extremadamente largas o corridas de guías de onda y es necesario colocar preanplificadores de bajo ruido tan cerca de la antena como sea posible. 5.2.4 Antena Plana Se fabrican agrupando pequeñas antenas elementales (dipolos) en configuración arreglo. Estas antenas se conectan de forma que se suman las señales individuales para obtener un rendimiento máximo, que puede alcanzar el 80%. La ganancia es de unos 30 dB. Una particularidad de estas antenas es la de llevar el conversor incorporado, así resultan más compactas y por tanto, ocupan un espacio muchísimo menor. Este tipo de antenas no requiere de un apuntamiento al satélite tan preciso, aunque lógicamente hay que orientarlas hacía el satélite determinado. Otro inconveniente de esta s antenas es que solo captan eficazmente señales procedentes de satélites de alta potencia, pues para señales débiles un aumento de la superficie de la antena no implica un aumento proporcional de la ganancia. Su diseño es circular o cuadrado, con dimensiones que no suelen superar los 50 cm de diámetro o de lado, respectivamente, lo que permite su instalación en el interior de las viviendas sin problema algún de espacio siempre y cuando la antena apunte al satélite sin que existan obstáculos entre ellos. 5.5 PARTES PRINCIPALES DE UNA ANTENA Una antena parabólica se compone de dos partes principales: un reflector parabólico y el elemento activo llamado mecanismo de alimentación o unidad exterior. El mecanismo de alimentación aloja la antena principal (por lo general un dipolo o una tabla de dipolo). 5.5.1 Reflector o plato parabólico El reflector parabólico es probablemente el componente más básico de una antena parabólica. Los reflectores parabólicos se asemejan a la forma de plato; por eso, se les llama antenas parabólicas de plato. Para comprender como funciona un reflector parabólico, es necesario primero comprender la geometría de una parábola. Una parábola es una curva plana que se expresa matemáticamente como y = ax2 y se define como el lugar geométrico de un punto que se mueve de tal forma que su distancia a otro punto (llamado foco) agregado a su distancia de una línea recta (llamada directriz) es de longitud constante. La figura 5.17. Muestra la geometría de una parábola cuyo foco está en el punto F y cuyo eje esta en la línea XY. Figura 5.16 fig. 5.17 parábola Para dicha parábola existe la siguiente relación: FA + AA´ = FB + BB´ = FC + CC´ = k (una longitud constante) y FX = longitud de foco de la parábola ( metros) k = constante para una parábola determinada (metros) WZ = Longitud de la directriz (metros) La relación de la longitud focal al diámetro de la boca de la parábola (FX/WZ) se llama la relación de apertura o sólo apertura de la parábola. Un reflector parabólico se obtiene cuando la parábola se gira alrededor del eje XY. El plato de superficie curva que resulta se llama parabólico. Si se irradia energía EM hacía el reflector parabólico desde el foco, todas las ondas irradiadas viajaran la misma distancia para cuando lleguen a la directriz; sin importar desde que punto de la parábola se hayan reflejado. Por tanto, todas las ondas irradiadas desde el foco estarán en fase cuando lleguen a la directriz. Un reflector parabólico utilizado para recibir energía EM exhibe exactamente el mismo comportamiento (principio de reciprocidad)) funciona igual de bien cuando se usa para recibir las ondas que llegan a la dirección XY. Los haces recibidos de todas las otras direcciones se cancelan en este punto. 5.5.2 Mecanismo de alimentación La unidad exterior o mecanismo de alimentación es el dispositivo que se instala en el foco del reflector parabólico, sujeto por un portaalimentador y cuya finalidad es tomar la señal captada por la parábola y convertirla en una frecuencia intermedia (FI) cuyo valor dependerá de la banda que se esté operando. Recordar que el proceso de conversión de frecuencia es necesario debido a que es imposible conducir una señal de 4 GHz por un cable coaxial. La unidad exterior se compone de dos partes: el alimentador, también llamado iluminador y el bloque de bajo ruido (LNB por sus siglas en ingles) o conversor. El alimentador recoge la señal captada por el plato para conducirla adecuadamente hacía el LNB. El LNB amplifica la señal que le suministra el alimentador y la convierte en una frecuencia más baja, (denominada FI), para que pueda ser transportada por cables coaxiales hacía el receptor. En la figura 5.18 puede apreciarse un dibujo de una unidad exterior colocada en el soporte de una antena off-set. fig. 5.18 alimentador El iluminador no puede ser de cualquier tipo debe ser adecuado a la relación f/D de la parábola, para obtener el máximo rendimiento. Un mismo iluminador puede utilizarse con dos antenas de distinto diámetro pero igual cociente f/D, pero no será adecuado para reflectores que, aunque tengan el mismo diámetro, su distancia focal sea diferente. 5.5.2.1 El alimentador El alimentador está formado por los siguientes elementos: La bocina La guía de ondas La antena El polarizador La bocina Es la parte del alimentador donde entran las ondas EM. Para las antenas parabólicas de foco centrado. Las bocinas son de tipo choke, mientras que para las de tipo off-set se utilizan bocinas cónicas. La bocina de un alimentador choke esta formada por un cilindro con una serie de anillos concéntricos para hacer que las ondas entren en la guía de ondas en forma de un frente con fase constante. El ángulo de abertura de la bocina, debe ser tal que cubra toda la parábola para que recoja la máxima señal. Sin embargo, debe evitarse que reciba señales reflejadas por el borde del plato, pues provocaría una difracción de la señal que recibe el nombre de spillover. La entrada de la bocina se protege con un material que evita, la entrada de agua, polvo, etc. pero que no se opone al paso de las ondas de radio hacía la guía de ondas. Suele utilizarse para este propósito el teflón (se coloca una tapa de éste material). La guía de ondas Es la encargada de conducir la señal recogida por el alimentador hasta la antena propiamente dicha. Se trata de un conductor muy especial que se utiliza en el manejo de frecuencias superiores a 1 GHz, donde el empleo de cables coaxiales no es adecuado debido a la elevada atenuación que presentan a estas frecuencias. Las guías de onda se construyen de latón, cobre, plata, aluminio, etc., en forma de tubo rectangular o circular, tal como muestran las figuras 5.19 y 5.20. La dimensión de una guía depende de la frecuencia de operación. Las paredes interiores de estas guías están pulidas y plateadas. fig. 5.19 guía de onda circular fig. 5.20 guía de onda rectangular En los iluminadores de las antenas parabólicas para recepción de señales de radiodifusión y TV las bocinas y las guías de onda forman una única pieza. Los extremos de las guías de onda están provistos de sendas bridas atornillables. Las uniones deben ser perfectas (inmunes a campos extraños) ya que una pequeña rendija da lugar a radiaciones indeseables y perturbaría al mismo tiempo la propagación de las ondas en el conductor hueco. Dependiendo de la forma (ya sea circular o rectangular) y de la longitud, existe una frecuencia de corte por debajo de la cual ninguna onda puede transmitirse por el interior de la guía. La frecuencia de corte es inversamente proporcional a la longitud de la guía, es decir, que cuanto mayor sea la frecuencia menor deberá ser su longitud. La forma en que se conduce una señal por la guía se muestra en la figura 5.21 se indica mediante flechas las direcciones de los campo eléctrico y magnético. En una guía de ondas rectangular polarizada verticalmente la dirección del campo eléctrico indica el sentido de la polarización. De esto último se deduce que la guía de ondas debe disponerse según el sentido de la polarización de la señal que se desea captar, para lo cual deberá modificarse mediante su posición un polarizador. En el caso de guías circulares aparecen dos formas de oscilación (figura 5.21) en la figura 5.21c las líneas de campo eléctrico tienen un curso transversal con respecto a la dirección de propagación de las ondas, por lo que recibe el nombre de transversales eléctricas TE, mientras que las líneas de campo magnético forman bucles muy alargados en dirección axial, por lo que se denominan ondas H. En la figura 5.21c las líneas del campo magnético tienen un curso transversal con respecto a la dirección de propagación de las ondas, por lo que se denominan transversales magnéticas TM, mientras que las líneas del campo eléctrico terminan perpendicularmente a las paredes del conductor hueco, alargadas en sentido axial por lo que se denominan ondas E. En la figura 5.22 puede observarse la posición que debería ocupar la antena receptora. La guía de ondas está cerrada en uno de sus extremos por una pared. La antena se ubica a una distancia λ/4 delante de ésta pared. Como consecuencia las ondas solo pueden propagarse hasta el fondo cerrado de la guía de ondas. Las ondas que entran en la guía de ondas se reflejan continuamente en las paredes interiores, recorriéndola en un movimiento de zigzag y por ello cruzándose continuamente. Debido a éste movimiento en zigzag, la velocidad de propagación Vp de la onda por el conductor es menor que la velocidad Vc de propagación de las ondas EM en el vacío. Esta velocidad (Vp) se denomina velocidad del grupo. La longitud de la onda λA en dirección del eje de la guía de ondas, comparado con al longitud de ondas “libre” λ = Vc / f es siempre mayor que λo es decir, λA > λo. El ancho b de la guía de ondas debe tener un valor comprendido entre 0.5λ y λ mientras que el alto a debe ser menor que 0.5λ. Como conclusión podemos decir que: a) si a es mayor que 0.5λ las ondas pueden propagarse tanto con polarización vertical como horizon-tal, lo cual da lugar a confusas condiciones de propagación. b) si a es menor que 0.5λ la polarización de las ondas en la guía de ondas es vertical. c) si a es demasiado pequeña se corre el riesgo de interrumpir el campo eléctrico a través de chispas. fig. 5.22 La antena La antena es la encargada de transformar las ondas EM que recibe de la guía en una señal corriente eléctrica de alta frecuencia. Es una antena dipolo como las utilizadas en las transmisiones terrestres, pero de tamaño mucho menor debido a la pequeña longitud de onda con la que se trabaja. La antena está situada en el interior de la guía de ondas. Al quitar la tapa de teflón que cubre la entrada del alimentador se ve la antena que es una pequeña varilla situada cerca del fondo y cuya posición (vertical u horizontal) depende de la polarización de la señal que se desea recibir (figura 5.23). figura5.23 La antena consiste en un conductor que está aislado de la guía de ondas por un dieléctrico. Las señales EM captadas por la antena se transportan hasta el amplificador de bajo ruido mediante un microstrip o guía de ondas tipo cinta. La figura 5. muestra un dibujo de un microstrip donde se aprecia el punto de conexión de la antena. Como se puede observar un microstrip consiste en una pequeña línea formada por dos conductores de cobre, planos y paralelos con sus caras enfrentadas a muy poca distancia y separadas por una lámina de material aislante, como el teflón. figura 5.24 Una de las dos cintas, considerada el plano de tierra, tiene mayor superficie que la otra. El microstrip conduce la señal con unas pérdidas mínimas de energía. En instalaciones individuales suelen emplearse guias de ondas dotadas de dos antenas, una de estas en posición vertical y otra en posición horizontal, que permite recibir señales polarizadas vertical y horizontalmente. La selección de la polaridad se efectúa desde la unidad interior a través del cable coaxial que lleva la señal desde la unidad exterior aplicando un voltaje de 13 V para la polarización vertical y de 18V para la horizontal. Polarizadores La polarización de una onda EM está determinada por la dirección del campo eléctrico. Todos los satélites (excepto los DBS que emiten en polarización circular, es decir, haciendo girar el campo eléctrico hacía la derecha o hacía la izquierda) emiten algunos canales en polarización vertical y otros en polarización horizontal. El polarizador se coloca entre el iluminador y el LNB, tal como lo muestra la figura 5.25 en el caso de polarización circular forman parte del propio alimentador. Fig. 5.25 Según la clase de polarización, los polarizadores se dividen en polarizadores de polarización lineal y de polarización circular. Los de polarización lineal se subdividen a su vez en: Polarizador ortomodo Polarizador discriminador o polarotor. El polarizador ortomodo se utiliza para la recepción simultanea de de dos polaridades lineales con una sola antena parabólica. Es ideal para instalaciones colectivas donde los usuarios puedan ver a la misma hora emisiones distintas que no siempre coinciden en polarización y que son captadas por una misma antena. El polarotor se emplea sólo en instalaciones individuales y con el se selecciona la polarización desde el receptor situado en el interior de la vivienda. Polarizador ortomodo El polarizador ortomodo tiene una entrada de señal y dos salidas. En una de las salidas se obtienen las señales con polarización vertical y en la otra las de polarización horizontal (figura 5.26). Consiste en una doble guía de onda que separa las dos polarizaciones. El desacoplamiento entre salidas de este tipo de polarización supera los 30 dB, es decir, que en cada una de las salidas se obtiene la señal con un nivel 30dB más bajo. Debe tener la mínima atenuación de inserción que puede alcanzar 0.4 dB para algunas frecuencias. Cuando se utiliza un polarizador ortomodo se deben disponer dos LNB, uno para cada salida como se muestra en la figura 5. Uno de los LNB amplificara y efectuará la conversión de frecuencia de las señales con polarización vertical mientras que el otro hará lo mismo con las señales con polarización horizontal por lo tanto se precisan dos cables de bajada. figura 5.26 polarizador ortomodo Los polarizadores ortomodo son eficaces tanto para instalaciones individuales como colectivas puesto que se obtienen simultáneamente todas las señales emitidas por el satélite al que se orienta la antena. Polarizador polarotor También se emplea para recibir señales con polarización diferente, pero en este caso y a diferencia del polarizador ortomodo no es posible obtener las señales con distinta polarización al mismo tiempo, por lo que no es válida para instalaciones de antenas colectivas. La principal ventaja de este tipo de polarizador es que utiliza un solo LNB pero de diseño más complejo por lo que corre el riesgo de sufrir más averías. Existen dos tipos de polarizadores polarotor mecánico y magnético. El mecánico consiste en un mecanismo accionado por un pequeño motor eléctrico que hace girar 90° todo el conjunto de la unidad exterior o, bien, una lámina polarizadota (normalmente de teflón) instalada en el interior de la guía de ondas. Esta lámina produce un desfase entre los campos eléctrico y magnético de las ondas, cambiando el sentido de la polarización. Para obtener el cambio de la polarización, la lámina aislante cambia de posición (vertical u horizontal) mediante un pequeño motor eléctrico. El motor del polarotor mecánico se pone en funcionamiento desde la unidad interior a través de un voltaje continuo de 5V El polarotor magnético está constituido por una barra o núcleo de ferrita, introducido en el interior de un solenoide. La ferrita es un material fabricado con polvo de hierro y una sustancia cerámica que tiene propiedades ferromagnéticas. Esto significa que si se somete a la acción de un campo magnético, ya sea de un imán o generado por una corriente eléctrica, se convierte en imán durante el tiempo que dura la influencia de dicho campo magnético. Alrededor del núcleo de ferrita se dispone una bobina formada por un gran número de espiras de alambre de cobre barnizado con una capa de laca. Al circular una corriente eléctrica continua por esta bobina se genera un campo magnético que hace que se magnetice la ferrita. Como consecuencia, la ferrita cambia su polaridad norte-sur en 90° por lo que las ondas verticales pasan a ser horizontales y viceversa. Este tipo de polarotor tiene la ventaja de no estar fabricado con ninguna pieza mecánica móvil, por lo que no presenta ningún tipo de avería, ni desgaste y no introduce ruido en el sistema. Como inconve-niente cabe citar que el desacoplamiento entre polarizaciones horizontal y vertical no es tan efectivo como el que se consigue con el polarotor mecánico. Al disponerse de un polarotor ya sea mecánico o magnético, deben tenerse en cuenta tres factores: que sea adecuado a las frecuencias que se desean recibir; que posea muy pocas pérdidas de inserción y que la separación V/H sea efectiva. figura 5.27 Las pérdidas de inserción suelen ser bastante bajas (unos 0.5dB), la aislación V/H es el dato que nos indica que diferencia de nivel de señal existe entre una y otra polarización. Se mide en dB y debe ser lo más alta posible. Polarizador circular En el caso de la recepción de señales de satélites DBS con polarización circular y debido a la simetría eléctrica de estas transmisiones, es indistinta la posición que adopta el iluminador con respecto a la antena parabólica. En el caso de señales polarizadas circularmente (tanto a la derecha como a la izquierda), la discriminación se efectúa mediante una lámina de material aislante (normalmente teflón), dispuesta en el propio alimentador. En la fig. 5.28 puede verse el corte en sección y la vista frontal de un iluminador dotado de una lámina polarizadora de teflón. La posición de la lámina determina la discriminación entre polarización circular a la izquierda y a la derecha. Figura 5.29 5.5.2.2 Bloque de bajo ruido El LNB (del ingles Low Noise Block que en castellano significa bloque de bajo ruido), consiste en un circuito electrónico que realiza la amplificación y la conversión a una frecuencia más baja de las señales muy débiles captadas por el reflector parabólico. En la actualidad. se fabrican LNB con ganancias que superan los 50dB y factores de ruido por debajo de 1,5dB. A la entrada del LNB se conecta el polarizador y a su salida, mediante un conector coaxial tipo F y cable coaxial de bajas pérdidas se conecta la unidad interior tal como lo muestra la figura 5.30 figura 5.30 LNB Es aconsejable sellar con silicón o cable termocontraible, la conexión del cable coaxial a la salida de los LNB (figura 5. ), para obtener un sellado perfecto que evite la entrada de humedad y el agua de lluvia, ya que los LNB forman parte de la unidad exterior y, por tanto, están sometidas a las inclemencias del tiempo. Los principales elementos constituyentes de un LNB son: El preamplificador o amplificador de bajo ruido (LNA) El conversor; formado por una etapa mezcladora y un oscilador local. El amplificador de FI Amplificador de bajo ruido El LNA (Low Noise Amplifier) es la parte del LNB que amplifica la señal de radiofrecuencia captada por la antena. La etapa preamplificadora es la que proporciona mayor nivel de ruido al conjunto, por lo que los fabricantes del LNB diseñan los LNA con niveles de ruido muy bajo (por debajo de los 2dB). Para obtener etapas preamplificadotas con bajo nivel de ruido se utilizan, preferentemente transistores especiales, de efecto de campo de arseniuro de galio (Gaas-FET). El circuito se realiza en técnica microstrip, al igual que la antena, con el teflón o la cerámica como material base. La ganancia del amplificador es de aproximadamente unos 10dB. Conversor Es la parte del LNB que convierte la frecuencia captada por la antena en una frecuencia de valor más bajo, comprendida entre 950 y 2,050MHz o 70 MHz, dependiendo de la banda de operación (11Ghz o 4GHz), se denomina frecuencia intermedia(FI). El conversor es necesario para poder transportar la señal mediante cable coaxial hacia el receptor. Las señales captadas por la antena en la banda Ku y que llegan al conversor, tienen valores comprendidos entre unos 10,750 y 12,750 MHz. Estas frecuencias se mezclan en el conversor con la generada por un circuito oscilador, llamado oscilador local, de valor muy estable que produce una frecuencia interme-dia cuyo valor es el resultado de la diferencia entre ambas frecuencias. Existen conversores con valores de frecuencia del oscilador local de 10. 10.75 y 11GHz, así como modelos en los que es posible obtener dos frecuencias del oscilador local (10 y 11GHz) que permiten la recepción de toda la banda Ku. Los de 10GHz se utilizan para le reopción de la banda FSS inferior (de 10.950 a 11.750GHz). Los conversores con dos frecuencias del oscilador local (10 y 11GHz) se denominan globales, ya que con ellos es posible la recepción de todas las bandas FSS inferior, DBS y FSS superior en que se sub-divide la banda Ku. En el conversor se obtiene siempre una FI comprendida entre 950 y 1750MHz (aunque en la actualidad este rango de frecuencia se está extendiendo hasta 2050MHz). Estas señales de FI pueden ser enviadas sin dificultad alguna hacia la unidad interior mediante el cable coaxial adecuado (de baja atenuación), previa una nueva amplificación y acoplamiento de impedancia a 75Ω, puesto que la impedancia de las etapas anteriores es de 50Ω. El amplificador y conversor de la unidad exterior precisa un voltaje de alimentación para su correcto funcionamiento, que oscila, según modelos, entre 12 y 24V. Es preciso suministrar el voltaje correcto al circuito para obtener así un buen funcionamiento de la unidad. Amplificador de FI Este amplificador es la última etapa del circuito exterior. Se encarga de amplificar la FI obtenida a la salida del conversor, dado que el nivel de ésta es muy bajo. La ganancia de estos amplificadores oscila entre 30 y 40dB que sumados a los 10dB de la etapa preamplificadota suponen de 40 a 50dB de ganancia total para el LNB. El factor de ruido del amplificador de FI no suele alcanzar los 2dB, valor que influye muy poco en el factor de ruido total de la LNB. 5.6 BANDAS DE FRECUENCIAS UTILIZADAS 5.6.1Asignación de Frecuencias La asignación de frecuencias se refiere al ancho de banda que se utiliza en una antena, La frecuencia asignada puede depender del tamaño de nuestra antena, a continuación se mostrara la frecuencia en que posiblemente pueda operar la antena parabólica: Los barcos utilizan antenas parabólicas con una recepción de señales de 30 Khz. y 300 Khz. Las frecuencias que utiliza las emisoras de radio locales son de 300 Khz. y 3000 Khz. Las emisoras internacionales utiliza frecuencias de 3000 Khz. a 30000 Khz. Las frecuencias VHF* es muy utilizada en las antenas parabólicas la que utilizan un rango de 30 Mhz y 300 Mhz. Las ondas UHF* son utilizadas en las estaciones terrenas en la comunicación Vía Satélite y utilizan una frecuencia de 300 Mhz a 3 Ghz. Estos datos nos serán de gran utilidad al momento de hacer nuestra antena parabólica. Para determinar la fabricación de nuestro reflector parabólico Las frecuencias utilizadas en los satélites están comprendidas en las bandas “C” y “Ku” de microondas. Dentro de las bandas “C” y “Ku”, para el enlace descendente se utiliza la gama de frecuencias de los 4 GHz en banda C y los 12GHz en banda Ku. Las señales llegan al satélite desde la estación en tierra. Las señales llegan al satélite desde la estación en tierra por lo que se llama “haz ascendente” y se envían a la tierra por el satélite por el “haz descendente”. Para evitar interferencias entre los dos haces, las frecuencias de ambas son distintas. Las frecuencias del haz ascendente son mayores que las del haz descendente, debido a que a mayor frecuencia se produce mayor atenuación en el recorrido de la señal, y por lo tanto hay que transmitir con mayor potencia, y en la tierra se dispone de ello. Para evitar que los canales próximos del haz descendente se interfieran entre si, se utilizan polarizaciones distintas. 5.7 ORIENTACIÓN DE LA ANTENA El ángulo de error para recibir adecuadamente el satélite es muy pequeño, del orden de 0.2°. Por este motivo, para recibir la señal correctamente, hay que mover un poco la antena hasta encontrar el satélite con el máximo nivel de señal. Para la orientación de una antena, hay que tener en cuenta la situación geográfica del lugar de recepción y la situación del satélite. 3* VHF: Frecuencias muy altas 4* UHF: Frecuencias Ultra Altas El Ecuador divide la tierra en el hemisferio norte y el hemisferio sur, y el meridiano de Greenwich divide la tierra en este y oeste. Las divisiones paralelas al Ecuador se denominan paralelos, y el ángulo considerado se llama latitud; bien norte o bien sur, según sea del hemisferio norte o del hemisferio sur. Las divisiones alrededor de Greenwich se denominan meridianos, y el ángulo considerado se llama longitud, bien este o bien oeste. 5.7.1 cálculo de azimut El acimut (o azimut) es el ángulo horizontal al que hay que girar la antena, desde el polo norte terrestre hasta encontrar el satélite. A veces se indica este ángulo con relación al polo sur. 5.7.2 cálculo de elevación La elevación es el ángulo al que hay que elevar la antena desde el horizonte para localizar el satélite en cuestión. 5.7.3 Desplazamiento El desplazamiento de la polarización es el ángulo al que hay que girar el conversor de la antena para que la polarización horizontal y vertical incida perfectamente en el conversor. En el caso de los satélites DBS, debido al uso de polarización circular no es necesario este parámetro. Los ángulos de azimut, elevación y desplazamiento de la polaridad, se pueden determinar básicamente de tres formas: a) mediante cálculo matemático b) mediante tablas o gráficas realizadas para cada satélite y cada país c) mediante ábaco realizado por las expresiones del inciso a Para instalar la antena se utiliza una brújula, que indica el polo norte magnético que tiene un error respecto al polo norte geográfico. Por tanto, habrá que tenerlo en cuenta y corregirlo; a dicho error se le denomina declinación magnética y es distinta para cada lugar e incluso para cada año.