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Algunos apuntes sobra el Congreso
Hna Viviana
19 de enero: La predicación como ENCUENTRO
-Tenemos que presentar el Evangelio como mensaje de sentido para las gentes y los
pueblos en un mundo en que es “abundante en placer, pero escaso en sentido“, y se
tiene que presentar como camino de humanización: “la predicación debe salvarnos a
todos de la inhumanidad“
(Fr Felicísimo Martínez OP).
-Lo que propicia el encuentro y el diálogo entre Jesús y la samaritana, pertenecientes a
grupos religiosos contrarios, es una necesidad personal: la sed. El diálogo con los
diferentes es posible si empezamos a hablar desde el dolor, desde nuestra vulnerabilidad,
en el que todos, independientemente de nuestra condición y de nuestra religión, somos
capaces de comprendernos
(Claudio Carvalhaes, protestante de Brasil).
21 de enero: Clausura del congreso
Tres convicciones que han recorrido este Congreso y que pueden ser una mística, un
estilo de vida de la predicación:
1. La convicción de la "predicación" que concierne, no solo la homilía sino todos los modos
en los que la palabra humana puede servir de medio o expresión para la Palabra de Dios
que quiere conversar con la humanidad. Una predicación que hacemos juntos, pues no
somos ministros solitarios sino solidarios en una misma aventura.
2. Lenguaje de la fraternidad, de la amistad de Dios con el mundo del que queremos ser
testigos, y nosotros somos capaces de ella. Los actos y las palabras consolidan la
fraternidad. Es un leguaje del corazón que puede construir puentes entre las personas, los
grupos, culturas, pueblos...que parecen excluirse.
3. El encuentro es el modo primero de la predicación: está inscrito como eco de la
revelación del encuentro de Dios con su pueblo, que oye el sufrimiento y el clamor de su
pueblo y va a caminar con su pueblo... Este encuentro es una voluntad de amar, servir,
cuidar a la humanidad con la que compartimos el destino ¿no somos todos humanos?
Tres convicciones para un camino de santidad, pues este ministerio de la palabra es un
camino de santificación para los predicadores. La predicación nos conduce al corazón del
mundo porque es nuestro modo de servir a Cristo y de querer vivir con Él...
(Fr Bruno Cadoré, del discurso de Clausura del Congreso).
"Hoy nosotros damos gloria al Padre por la obra que Santo Domingo, lleno de la luz
y de la sal de Cristo, ha realizado ochocientos años atrás; una obra al servicio del
Evangelio, predicado con la palabra y con la vida; una obra que, con la gracia del
Espíritu Santo, ha hecho que muchos hombres y mujeres sean ayudados a no
perderse en medio del “carnaval“ de la curiosidad mundana, sino en cambio hayan
escuchado el gusto de la sana doctrina, el gusto del Evangelio, y se hayan
convertido, a su vez, en luz y sal, artesanos de obras buenas“ y los verdaderos
hermanos y hermanas que glorifican a Dios y enseñan a glorificar a Dios con las
buenas obras de la vida"
(Papa Francisco, de la Homilia, misa de clausura del Congreso).
Hna Viviana S.
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