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BODHIDARMA: UN SOPLO ESOTERICO Y
NATURALISTA SOBRE EL BUDISMO CHINO
En el año 526 d. de J. C., reinaba en China el emperador Wu-Ti,
de la dinastía Liang (1), desembarcó en el puerto de Cantón,
procedente del sur de la India, un anciano ex brahmán, de recia
personalidad. Por sus venas circulaba sangre real –como Gautama
y como Kumarajiva- bajo su piel morena se escondía una llama de
fe y virtud, superior a todas las que China había conocido. Él había
de ser el fundador de la iglesia Búdica en este país.
El budismo esotérico ve en él a su primer >pontífice>> en China.
Su influencia desbordó largamente el terreno religioso para
extenderse a toda la filosofía y el arte del Asia central. La escuela
búdica <<Sang>>, nacida de su prédica, dominó toda la China que
queda al sur del Yanggtzé y pasó después al Japón bajo la forma
del budismo <<Zen>>, que es hasta hoy la principal escuela búdica
ene s e país. La mayoría de los comentadores ven en la secta
Shang un budismo fuertemente impregnado del naturalismo taoísta
que florecía ya en las provincias del Sur de China, allí donde la
prédica de las doctrinas de Lao-Tzé y Chuang-Tzé había creado un
ambiente espiritual propicio. <<Shang>>, es, según ya vimos, la
heterodoxia mágico-naturalista de la Ley de Buda. Ella significa
dentro de su complejo místico, hondos sentimientos de amor por la
naturaleza. Es el panteísmo libertario haciendo girar la <<rueda de
la Ley>>; de allí su enorme y duradera influencia sobre el arte
poético y, sobre todo, pictórico, de China y de Japón.
Los <<Anales Imperiales han recogido con fidelidad los múltiples
episodios de la vida de Bodhidarma en el Reino del Dragón. Véase,
por ejemplo, este elocuente diálogo sostenido por el patriarca con el
emperador de China, durante la primera audiencia a que fue
invitado por el monarca:
>> -Desde mi ascensión al trono- dijo el Hijo del Cielo – me he
ocupado infatigablemente en construir templos, traducir Libros
Sagrados, y he autorizado a millares de nuevos monjes para que
ingresen en los monasterios de Buda. ¿Cuánto mérito, creéis, ¡OH
sacerdote! que he acumulado con estas mis acciones?
>> - ¡Ninguno! –fue la sobria respuesta de Bodhidarma.
>> - ¿Cómo puede ser que no haya mérito en todo ese esfuerzo,
que, indudablemente, ha beneficiado de modo ostensible a vuestra
religión?
>> - Porque todo ese esfuerzo es el resultado insignificante de
una motivación errónea. Es un esfuerzo incompleto e imperfecto. Es
como la sombra que sigue a las sustancia, pero que no tiene
existencia real.
>> - Decidme, pues, entonces, ¡OH santo varón!, en qué consiste
el verdadero mérito. ¿En dónde radica?
>> - Lo único que importa es: la pureza, el conocimiento, la
profundidad, la perfección. El estar envuelto en pensamientos puros
en medio de la soledad y el Vacío. ¡Y eso nos e puede obtener por
medios materiales!
>> - Decidme: ¿qué es lo más importante en la Sagrada Doctrina?
>> - Nada hay sagrado. Nada hay que merezca ese nombre. ¡No
hay Sagrada Doctrina!
>> - Decidme entonces, finalmente, ¿quién es el que así me
responde? Decidme, ¿quién sois vos?
>> Yo no lo sé! >>
Se ve por el fragmento de diálogo transcrito cuáles eran los
elementos místico-herméticos que el nuevo mensajero aportaba al
budismo chino.
Cuéntase que Bodhidarma, disgustado por esta primera entrevista
con el Hijo del Cielo que reinaba en Nanking, cruzó el Yangtzé y
entró en el reino de Wei, instalándose en Loyang, la capital del
Norte. Aquí es fama que permaneció nueve años, sentado inmóvil,
en la actitud de los <<yoghis>> hindúes, con el rostro vuelto hacia
un muro desierto. Los chinos lo llamaron, por eso, <Pikwan Po-lomen>> o sea: <<El brahman que mira a la muralla>> (2).
Poco antes de morir, Bodhidarma decidió fundar la Orden,
instituyendo como Pontífice del budismo chino a su discípulo SungYün:
<<Os entrego el Sello de la Ley como signo de adhesión fiel a la
verdadera doctrina. Os doy la <<Kasha>> como símbolo de
vuestras enseñanzas. Estos símbolos deberán ser entregados,
después a los patriarcas de la Orden, de uno a otro, durante
doscientos años después de mi muerte. Posteriormente, no será
necesario que haya más patriarcas, pues la Ley de Buda estará ya
propagada y firme en el corazón de los hombres. Os entrego
además, el Lenga Sutra, que abre las puertas del corazón de Buda
e ilumina a todos los hombres.
Los pontífices así instalados se llamaron <<Patriarcas del Este>>.
Pocos meses después de la consagración de Sung-Yün, el
maestro murió, dejando tras de sí un enorme tesoro de leyendas,
mitad reales, mitad fantásticas. Ha contado Sung-Yün que cuando
el <<santo>> entró en su ataúd, presto ya para morir, aprisionaba
un zapato en su mano derecha. Al abrir el ataúd, unos años
después, para recoger las reliquias, el cuerpo había desaparecido y
sólo quedaba el zapato dentro de la caja fúnebre. Este zapato fue
conservado y considerado por mucho tiempo como la reliquia
máxima del budismo chino. Durante las turbulencias que
acompañaron los primeros años de la dinastía Tang, la reliquia fue
robada de la <<stupa>> en que se guardaba, sin que se haya
sabido jamás su paradero.
En Japón, el <<zenismo>> fue propagado por el monje Yeisai,
fundador del grupo <<Escuela de la Espiritualidad>> (1141-1215),
adquiriendo enorme desarrollo especialmente entre los aristócratas
guerreros.
Se cree que Bodhidarma fue expulsado de la India por magia y
corrupción d la doctrina búdica. Su éxito en China y Japón fue, sin
embargo, enorme. En realidad, su doctrina es una forma d vedismo,
el de <<Prajnatara>>. Prohibiendo los libros, recitaciones (Sutras) y
disertaciones (Shantras), Bodhidarma plantea el problema de la
<<buddificación>> de cada individuo a base de contemplación. Pero
ésta no tiene nada de intelectualidad ni de místico, es simplemente
el vacío, la intuición absoluta, lindante casi con la idiotez o el
infantilismo mental. En universo entero acontece en el interior del
corazón del hombre, no del corazón orgánico, sino de un <<cuerpo
místico>> que existe en cada uno de nosotros, inmaterial y eterno,
sin fin ni comienzo, el <<cuerpo santo>>, como también lo llama
Bodhidarma. Todos los budas, pasados y futuros, han sido y serán
formados en el corazón. Él no necesita, pues, libros ni discursos.
Este corazón es Buda mismo y no puede haber Buda fuera de él:
<<Considerar la Iluminación y el Nirvana como cosas exteriores al
corazón es grave error. No hay otra forma de actividad que el
pensamiento del corazón; su reposo es el Nirvana>>
Todo ser es un Buda; no hay, por consiguiente, necesidad d
invocar a ningún Buda extraño a uno mismo para salvarse, ni
tampoco podemos nosotros salvar a ninguna otra persona o ser,
puesto que todos ellos son budas. La llamada <<Ley>> no existe, el
<<pecado>> tampoco existe. Lo único importante es llegar a
descubrir este buda que habita dentro d nosotros mismos: a veces
se le puede vislumbrar en el sueño. La única manera de verlo
totalmente es mediante la contemplación. Es un <<Buda en reposo,
perfecto, igual para todos los hombre. Tienen, en cierto modo, razón
aquellos comentadores que dicen que, si se cambia en la doctrina
de Bodhidarma la palabra Buda por Brahma, nos encontramos en
pleno vedantismo hindú.
El mahayanismo, en sus formas más extremas, florecía en China
de los siglos V y VI de. De J. C. y navegaba, con las velas
desplegadas, hacia el amidismo, que habría de ser la forma popular
del budismo chino.
(1) No confundirlo con el emperador Wu-Ti, de taoísta memoria.
(2) <<Po-lo-men> o Pa-la-man>> es la palabra china equivalente
a brahman.
(3) <<Kasha>>: la túnica sacerdotal búdica.
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