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VI ENCUENTRO DE ECONOMÍA APLICADA. DEPARTAMENTO DE ECONOMÍA APLICADA. UNIVERSIDAD DE GRANADA, JUNIO DE 2003 INVERSIÓN DIRECTA EXTRANJERA Y LIBERTAD ECONÓMICA: IMPACTO SOBRE EL CRECIMIENTO ECONÓMICO LATINOAMERICANO. Marta Bengoa Calvo Dpto. de Economía Universidad de Cantabria Avda. de los Castros 39005 SANTANDER Tlf.: 942-20-12-87 Fax: 942-20-16-03 E-mail: bengoam@unican.es Palabras clave: Inversión directa extranjera (IDE), crecimiento económico y libertad económica. Resumen: En este trabajo se explora empíricamente el vínculo existente entre la recepción de inversión foránea, la “libertad económica” y el crecimiento económico en América Latina durante el periodo que comprende desde 1970 hasta el año 2000. Más en particular, este trabajo se propone acometer el estudio de tres cuestiones: 1.- Los efectos de la inversión extranjera en el crecimiento económico del área latinoamericana. 2.- El impacto de la “libertad económica” sobre el PIB per capita de las naciones de la zona. Se utilizará como proxy el índice que elabora el Instituto Fraser, medida agregada que recoge varios conceptos: actividad del gobierno, distorsiones en los mercados, apertura exterior...etc. 3.- La posible interacción entre capacidad social, medida por el capital humano, y la IDE, haciendo que ésta sea más productiva e impulsando el crecimiento del producto per capita. Para ello, y partiendo de una ecuación de crecimiento, se estimarán diferentes versiones del modelo base empleando datos de panel para los dieciocho países latinoamericanos escogidos. La estimación se ha realizado por diversas técnicas ecónometricas, teniendo en cuenta modelos empíricos alternativos o la posible no exogeneidad de la variable IDE. Los resultados sugieren que, en América Latina, la IDE está positiva y significativamente correlacionada con la tasa de crecimiento del PIB per capita de estas economías. Por añadidura, si el país posee un mínimo de capital humano o “capacidad social”, los efectos de la IDE sobre el crecimiento se potencian. Asimismo, la influencia de un entorno institucional menos intervenido utilizando como proxy el índice de libertad económica redunda en un mayor crecimiento económico. 1. INTRODUCCIÓN. La pregunta que, en 19891, Landes planteó en el encuentro anual de la American Economic Association “¿por qué nosotros somos tan ricos y ellos tan pobres?” aborda un tema central en nuestra ciencia. No en vano ha preocupado a los economistas de todas las épocas, desde Adam Smith a Robert Lucas pasando por Alfred Marshall. A su vez, la preocupación por la riqueza o pobreza de un país entronca directamente con el escenario del crecimiento. Citando a Barro y Sala-i-Martín (1995, pp. 1): “Pequeñas diferencias en la tasa de crecimiento a largo plazo pueden dar lugar a grandes diferencias en los niveles de renta per capita y de bienestar social”. No es extraño que elevar la tasa de crecimiento del PIB se convierta en un objetivo prioritario de política económica, no sólo en los países desarrollados, sino también en los llamados países en desarrollo. Los mecanismos que utilizan los países en desarrollo para acelerar el crecimiento económico constituyen un tema de gran relevancia para toda la comunidad internacional. Las estrategias propuestas han ido evolucionando conforme el complejo proceso de crecimiento y desarrollo económico avanzaba. Uno de los principales mecanismos a través de los cuales los países en desarrollo acceden a la tecnología que se elabora en otras economías es la inversión directa extranjera (en adelante IDE). La IDE da lugar a una serie de beneficios -acceso a tecnología innovadora, mayor capacidad productiva, mejora de la capacitación de los trabajadores, extensión del know how, etc.- que ejercen un efecto directo sobre el incremento de la producción de la economía. La naturaleza, los determinantes y las estrategias de localización de la IDE son temas abundantemente tratados por la literatura. Sin embargo, el estudio del impacto de la IDE en el crecimiento económico, en el marco de los nuevos modelos de crecimiento, es más bien escaso. La contrastación empírica de los efectos de la IDE en el crecimiento del PIB, asimismo, es reducida. Hasta donde llega nuestro conocimiento, los modelos teóricos más relevantes en los que se trata específicamente la relación entre IDE y crecimiento económico son los desarrollados por Malley y Moutos (1994) y Borensztein et al. (1998). La aportación empírica que investiga si la entrada de capitales extranjeros favorece el crecimiento económico es más bien escasa dentro del marco de las economías en desarrollo, que constituyen, paradójicamente, el conjunto de países donde el impulso potencial de la IDE puede ser mayor. La ausencia de consenso sobre los efectos, beneficiosos o no, de la IDE, se debe en parte a la falta de estudios aplicados que analicen con profundidad la relación entre IDE y 1 Landes (1990, pp.1). 1 crecimiento. En particular, excepto los trabajos de De Gregorio (1992) y de De Mello (1999), no existen estudios que analicen la relación entre IDE y crecimiento económico en América Latina. Dada la insuficiencia de estudios teóricos y empíricos determinamos acometer el estudio de la influencia de la IDE en el crecimiento económico dentro del marco de la “nueva teoría del crecimiento” y su relación con la “libertad económica”. La estructura del trabajo es la siguiente. En primer lugar, se realiza una revisión del estado de la cuestión con el fin de repasar los principales enfoques presentes en la literatura y centrar el debate sobre la relación entre IDE, libertad económica y crecimiento. Además, se analizan las implicaciones derivadas de los supuestos de partida de los diferentes modelos de crecimiento, resaltando las diferencias entre los modelos neoclásicos y los modelos de crecimiento endógeno. Posteriormente, se presenta un conjunto de hechos estilizados asociados al crecimiento económico de dieciocho países de América Latina, que conforman el conjunto de economías en desarrollo escogidas para nuestro estudio. A continuación, se lleva a cabo un estudio econométrico, mediante el uso de datos de panel, del efecto de la IDE y la libertad económica en el crecimiento económico latinoamericano durante el periodo 1970-2000. Finalmente, se presentan las conclusiones que se desprenden de este trabajo y se llevan a cabo algunas recomendaciones de política económica que podrían impulsar el crecimiento económico de los países más pobres. 2. MARCO TEÓRICO. El marco teórico se divide entre los defensores de la tesis estructuralista también llamada teoría de la dependencia y los no estructuralistas. Los defensores del enfoque estructuralista (Prebish, 1949; Singer, 1950 y Hirschmann, 1958) hacen hincapié en los efectos negativos que la IDE genera en el crecimiento económico. En cambio, en el marco de la “nueva teoría del crecimiento” (Romer, 1986 y 1990; Lucas, 1988 y Rebelo, 1991), la IDE puede generar crecimiento a largo plazo si se postula que existen rendimientos no decrecientes en la economía asociados, por ejemplo, a la inversión foránea. La existencia de dos enfoques alternativos nos lleva a plantearnos los fundamentos de una y otra postura. A su vez, nos anima a tratar de contrastar empíricamente cuál de los dos enfoques explica mejor la evolución de las economías latinoamericanas. En lo que respecta a la relación entre IDE y crecimiento, la postura dependentista mantiene que la inversión foránea introduce distorsiones en el mercado que influyen negativamente en el crecimiento del producto. La tabla 2.1 muestra de forma resumida la interpretación estructuralista de la relación que subyace entre la IDE y el crecimiento económico 2 Tabla 2.1. Supuestos y principales conclusiones de los modelos basados en la tesis estructuralista. SUPUESTOS CONCLUSIONES - La IDE introduce distorsiones en el mercado. - Influencia negativa en el crecimiento económico. - Los beneficios obtenidos por las multinacionales no son reinvertidos. - Transferencia de beneficios al país de origen creando riqueza en el país inversor y no en el receptor. - Las empresas transnacionales ejercen influencias negativas de tipo social y político. - Fuerzan la política económica en su beneficio, no coincidente con las necesidades económicas del país en desarrollo. Fuente: elaboración propia. Los defensores de la hipótesis de la dependencia admiten que la inversión extranjera puede influir positivamente en el crecimiento económico a corto plazo, aunque a largo plazo produce el efecto contrario. En el corto plazo, el incremento de IDE redundará en un aumento de la inversión y del consumo, lo que provocará una elevación de la tasa de crecimiento del país. Sin embargo, a medida que transcurra el tiempo y los proyectos se lleven a cabo, los efectos adversos de la IDE se dejarán notar. Esto se debe al propio mecanismo de la dependencia, en particular, a la “descapitalización” y a la “desarticulación” de los proyectos una vez obtenidos los beneficios. (Stoneman, 1975; Bornschier, 1980, O´Hearn, 1990). La productividad permanece en niveles muy bajos en las economías en desarrollo; los beneficios que obtienen las multinacionales redundan en el provecho de las zonas más ricas, ocasionando una mayor dependencia económica y más pobreza. La tabla 2.2 resume los principales trabajos empíricos que se pueden enmarcar en esta corriente. 3 Tabla 2.2. Principales aplicaciones empíricas de la postura estructuralista. Autores Aplicación Estimación Conclusión Griffin (1970) Países Asiáticos. Cross-country La inversión extranjera retarda el crecimiento económico. Weisskopf (1972) 34 países en desarrollo. Cross-country La inversión extranjera retarda el crecimiento económico. Stoneman (1975) 45 países en vías de desarrollo. Cross-country La inversión extranjera retarda el crecimiento económico. Vovoidas (1973) 22 países del tercer mundo. Cross-country No relación significativa entre tasa de crecimiento e inversión extranjera. Saltz (1992) 68 países del tercer mundo. Datos de panel Correlación negativa entre el nivel de IDE y el crecimiento económico. Karikari (1992) Ghana (1961-88) Test de causalidad de Granger La IDE no afecta a la tasa de crecimiento del PIBp/c en términos reales. Fuente: elaboración propia. Todos los estudios que se han detallado en la tabla anterior coinciden en el efecto pernicioso que ejerce la recepción de inversiones extranjeras sobre el crecimiento. No obstante, los primeros trabajos de contrastación empírica de la relación entre IDE y crecimiento que se llevaron a cabo para verificar la tesis mantenida por los estructuralistas se enfrentaron a problemas metodológicos, fundamentalmente a la escasez de datos; tuvieron que recurrir a la estimación de los mismos mediante medias de periodo u otros recursos, y por tanto les resultó difícil o imposible incluir variables que hoy en día se aceptan unánimemente como promotoras del crecimiento económico. La visión no estructuralista -que forma parte, generalmente, de la corriente principal de la economía (“mainstream economics”)- sostiene, por el contrario, que la inversión directa impulsa el crecimiento económico, ya que contribuye a la acumulación de capital y a la transferencia de tecnología, y actúa así como motor del desarrollo y del crecimiento económico. El papel de la IDE en el marco de la teoría del crecimiento varía dependiendo del tipo de modelos bajo el que se estudie el proceso. Si su marco de actuación se enfoca dentro de los modelos neoclásicos al estilo de Solow (1956), su efecto sobre el crecimiento del output estará limitado por la existencia de rendimientos decrecientes del capital físico. Por lo tanto, la IDE tendría un efecto nivel sobre la renta per capita, pero no un efecto tasa, no alterando la tasa de crecimiento a largo plazo del output per capita. 4 Sin embargo, si la IDE se estudia en el contexto de la nueva teoría del crecimiento puede afectar a la tasa de crecimiento de un país de forma permanente. Esto resulta factible si genera efectos difusión (spillover) o externalidades y éstas rendimientos no decrecientes en la producción. En concreto, la influencia de la IDE en la tasa de crecimiento del PIB real per capita se ejerce de varias formas: 1.- En primer lugar, a través del proceso de acumulación de capital que origina la entrada de este flujo de capitales en el país receptor. 2.- En segundo lugar, la IDE impulsa el crecimiento incorporando nuevos inputs de tecnología más moderna en la función de producción de la economía receptora. De esta forma, influye en el crecimiento a través de la transferencia de conocimientos. Con frecuencia la IDE incrementa el stock de conocimientos de la economía receptora, e introduce nuevas técnicas de organización empresarial, programas de aprendizaje, técnicas de marketing y otra serie de activos intangibles. La IDE se considera el principal vehículo transmisor de tecnología en los países en desarrollo (Borensztein, De Gregorio y Lee, 1998). 3.- En tercer lugar, genera externalidades: el capital humano y los efectos learnig by doing y learning by watching son elementos complementarios a los tradicionales -progreso tecnológico y acumulación de capital físico- que promueven el crecimiento económico de forma endógena. La nueva teoría del crecimiento proporciona motivos poderosos para considerar a la IDE como un factor relevante en el proceso de crecimiento. Ahora bien, para que la IDE ejerza efectos beneficiosos se requiere la existencia de cierto clima de estabilidad económica, es decir, la existencia de cierta “capacidad social” (Abramovitz, 1986). Sin él, la IDE puede ser contraproducente; en lugar de estimular el crecimiento, puede impulsar la tasa de repatriación de la inversión por parte de las compañías extranjeras, no ocasionando beneficios sociales apreciables en la economía receptora de la inversión. En particular, La dirección y el impacto de la IDE sobre el crecimiento económico vendrán determinados por el clima económico del país receptor (Karikari, 1992; Balasubramanyam et al., 1996). Así, si los países receptores de la inversión se encuentran en graves dificultades macroeconómicas, con mercados financieros controlados, alta inflación, una estructura de mercado no competitiva, y una tasa de cambio sobrevalorada, es posible que no se detecte correlación positiva entre IDE y crecimiento. En lo referente al tratamiento específico de la IDE en modelos de crecimiento teóricos éste se podría calificar cuanto menos de escaso. Uno de los primeros trabajos teóricos que incorporan la IDE como proxy del desarrollo tecnológico en un modelo de crecimiento, fue el desarrollado por Malley y Moutos (1994). En el modelo, de corte neoclásico, la economía de un país pequeño recibe flujos de inversión 5 determinados por los bajos costes salariales. La tasa a la que la inversión tiene lugar depende del tiempo que transcurre entre el desarrollo del producto en el resto del mundo y la adquisición de conocimientos por parte de los trabajadores de la economía receptora con el fin de producir el bien. Los cambios en la tasa de transferencia de tecnología sólo afectan al nivel de ingresos de la economía y al empleo en el corto plazo. Las políticas económicas destinadas a mejorar la educación de los trabajadores y a disminuir la imitación redundarán en una mayor tasa de innovación que, a su vez, elevará la tasa de crecimiento de la producción. En conclusión, el modelo determina que la tasa de desarrollo tecnológico (aproximado por la IDE) sólo afecta al nivel de renta de la economía debido a la presencia de rendimientos decrecientes. El trabajo de Borensztein et al. (1998) plantea un modelo endógeno que trata la relación entre IDE y crecimiento; en él la tecnología, -aproximada por la IDE- actúa como motor de crecimiento. El progreso técnico se presenta bajo la forma de un aumento constante en el número de inputs fabricados por dos tipos de empresas, locales y extranjeras, en dos sectores distintos. La expansión en el número de variedades de bienes de capital requiere un proceso de adaptación de la tecnología existente en los países desarrollados que implicará costes. Estos, a su vez, dependen inversamente del número de empresas extranjeras presentes en el país (este supuesto capta la aportación de know-how por parte de procesos de producción más avanzados). La tasa de crecimiento de la economía depende inversamente del coste de adaptación. La IDE, implícita por el número de productos fabricados por las empresas extranjeras, reduce el coste de introducir nuevas variedades de bien de capital. Las aplicaciones en el marco de la “nueva teoría del crecimiento” -como Findlay (1978), De Gregorio (1992), Blomström, Lipsey y Zejan (1992), Borensztein, De Gregorio y Lee (1998), Balasubramanyam, Salisu y Sapsford (1996), Barrel y Pain (1997), De Mello (1999), Zhang (2001) y Dollar y Kray (2001)- sugieren que la IDE contribuye sustancialmente al crecimiento económico siempre que el país receptor de la inversión aproveche las externalidades que le brinda la entrada de flujos de IDE. Inherentes a la recepción de estos flujos encontramos una serie de ventajas que impulsan el crecimiento económico, el acceso a tecnologías modernas, y nuevas técnicas de gestión y dirección, el uso y aprovechamiento de materias primas locales, el incremento de la productividad y, en definitiva, el incremento de la competitividad y la mejora del entorno económico del país. Resumimos en la tabla 2.3 las técnicas y principales conclusiones de los trabajos empíricos que analizan la influencia de la IDE en el crecimiento. 6 Tabla 2.3. Principales aplicaciones empíricas en el marco de la “nueva teoría del crecimiento”. Autores Aplicación Estimación Conclusión De Gregorio (1992) 12 países latinoamericanos (1950-1985) Datos de panel La productividad del la IDE es mayor que la de la inversión doméstica. Influencia positiva y significativa en el crecimiento económico. Blomström, Lipsey y Zejan (1992) 78 países en desarrollo (1960-1985) Cross-country Influencia positiva y significativa en el crecimiento económico de los países con mayores ingresos per capita. Borensztein, De Gregorio y Lee (1998) 69 países en desarrollo (1970-1989) Datos de panel La IDE contribuye al crecimiento económico a través de la difusión tecnológica e influye en el mismo en mayor proporción que la inversión doméstica. Cross-country SURE Balasubramanyam, Salisu y Sapsford (1996) 46 países en desarrollo (1970-1985) Cross-country La IDE es el motor del crecimiento económico sólo en los países que mantienen políticas de liberalización comercial2. De Mello (1999) Países de la OCDE y otra muestra de países que no pertenecen a la OCDE (1970-1990) Series temporales y datos de panel La IDE impulsa el crecimiento económico siempre que exista complementariedad entre inversión doméstica e IDE. UNCTAD (1999) 142 países (1970-1995) Datos de panel La IDE muestra una influencia consistente con el crecimiento en periodos siguientes, en particular si se combina con el nivel educativo. Zhang (2001) Países del Este Asiático y cuatro países latinoamericanos Test de causalidad de Granger La IDE influye en el crecimiento de cinco economías Datos de panel Impacto positivo y significativo de la IDE en el crecimiento, se añaden otras variables de control como el capital humano. Bengoa y Sánchez Robles 18 latinoamericanos (1970(2003) 1999) Fuente: elaboración propia. En todas las experiencias recogidas en la tabla 2.3 pueden observarse la contribución positiva que la IDE realiza en el crecimiento de las economías en desarrollo. Un análisis detallado del cuadro pone de manifiesto que la capacidad social, ya sea medida por la liberalización comercial, el capital humano, la apertura económica o el nivel de renta, es relevante a la hora de detectar los beneficios de la IDE en el crecimiento. Por último, cabe Los resultados confirman la hipótesis formulada por Bhagwati (1994). El volumen y la eficacia de la IDE varía conforme un país mantenga políticas de orientación hacia el exterior o políticas de sustitución de importaciones. Los países que mantienen relaciones comerciales con el exterior consiguen atraer mayores volúmenes de capital extranjero y su utilización es más eficiente que en los países cuya estrategia se basa en la sustitución de importaciones, ya que no se proporcionan incentivos transitorios o artificiales a la entrada de los flujos extranjeros en mercados libres de distorsiones. Balassa (1978) mantiene una postura similar. 2 7 destacar que sólo el trabajo de De Gregorio (1992) contrasta los efectos de la inversión foránea en el crecimiento económico Latinoamericano. En resumen, la mayor parte de la evidencia empírica sugiere que la IDE impulsa el crecimiento económico. Ahora bien, el impacto que provoca la IDE en el crecimiento económico difiere entre países y periodos de tiempo. Esta variedad de resultados, puede atribuirse a características propias de los países que influyen en la relación entre las dos variables, y a la limitación de las metodologías utilizadas para captar los efectos individuales de cada uno de los países objeto de estudio. 3. EVOLUCIÓN ECONÓMICA DE AMÉRICA LATINA: HECHOS ESTILIZADOS, 1970-2000. Parece lógico que, si el material del que dispone un economista son datos sobre la actividad económica, comience describiendo o analizando ese conjunto de acontecimientos que se presentarán relacionados entre sí y que constituirán lo que comúnmente denominamos como hechos. Siguiendo a Kaldor (1966) “el teórico debería comenzar con una exposición de los hechos que son relevantes para el problema que se plantea”, y en esta línea se manifiestan la mayoría de los modernos teóricos del crecimiento (Barro y Sala-i-Martín 1995, cap. 1; Aghion y Howitt, 1998). Siguiendo este criterio, se presenta un conjunto de hechos estilizados asociados al crecimiento económico de dieciocho países de América Latina, que conforman el conjunto de economías en desarrollo escogidas para nuestro estudio. En esta sección se muestra cómo los periodos de mayor recepción de inversión extranjera están asociados a tasas de crecimiento mayores; y se pone de relieve la importancia de un entorno institucional adecuado, que se traduce en una mayor apertura económica para que el impacto de la IDE sea relevante. Antes de comenzar con el análisis descriptivo, se debe justificar la elección de los países objeto de estudio. Las razones de por qué hemos centrado nuestro análisis en América Latina y no en cualquier otro conjunto de países en desarrollo son diversas. Desde un punto de vista teórico, las naciones escogidas son países en desarrollo pero poseen un mínimo nivel de “capacidad social”, en términos de capital humano, intermediarios financieros o cierto nivel de estabilidad social, en comparación con otros países en desarrollo, como por ejemplo los países africanos. No obstante, el conjunto de países latinoamericanos ofrece diversidad en su capacidad social, esto es, el sistema financiero peruano está menos desarrollado que el brasileño, o el capital humano en Argentina es mayor que en Nicaragua. Estas diferencias nos abren una nueva hipótesis de estudio en la que podremos explorar si es necesaria cierta capacidad o desarrollo social para que la IDE impulse el crecimiento económico. 8 En segundo lugar, las críticas vertidas sobre la IDE nacieron, en buena parte, del pensamiento estructuralista de los economistas de la CEPAL y condicionaron el comportamiento económico de las naciones latinoamericanas. Por este motivo, resulta necesario contar con evidencia empírica, con el fin de poder establecer recomendaciones de política económica que ayuden a fomentar los beneficios que la IDE encierra en la citada área geográfica. En tercer lugar, nos parece relevante la estrecha relación cultural entre España y Latinoamérica y el hecho de que España, desde los años noventa, haya exhibido una activa predisposición hacia la exportación de capitales, siendo América Latina el principal destino en las estrategias de internacionalización de las empresas españolas3. Por último, aunque existe literatura sobre la influencia de la IDE en el crecimiento económico en países en desarrollo (ver tabla 2.3), hasta donde alcanza nuestro conocimiento, no hay ningún estudio que se asemeje al nuestro -tanto en horizonte temporal como en el grupo de países escogidos o en la metodología empleada- y que, además, contraste la influencia de la IDE en el crecimiento teniendo en cuenta la conexión con la capacidad social (medida por el índice de libertad económica, entre otras variables). Gráfico 3.2. Inversión Directa Extranjera América Latina (1970-1980) Gráfico 3.1. Crecimiento del PIB per capita América Latina (1970-1980) 1.60 1.40 IDE/PIB 1.20 1.00 0.80 0.60 0.40 19 80 19 79 19 78 19 77 19 76 19 75 19 74 19 73 19 72 0.20 19 71 19 70 Tasa de crecimiento en % 5.0 4.5 4.0 3.5 3.0 2.5 2.0 1.5 1.0 0.5 0.0 0.00 1970 1971 1972 1973 1974 1975 1976 1977 1978 1979 1980 Fuente: elaboración propia a partir de los datos del Banco Mundial y el FMI. En los gráficos 3.1 y 3.2, se observa cómo a principios de la década de los setenta el crecimiento económico de la región era elevado con una tasa de crecimiento media para el periodo de un 2,3%. Se puede observar cómo a partir de la crisis energética de 1973 el crecimiento se reduce notablemente, lo que afecta a la recepción de IDE. Es a finales de la década cuando América Latina se convierte en una de las zonas en desarrollo más atractivas. Las empresas españolas han conseguido el liderazgo en alguno de los principales mercados latinoamericanos, en particular el de la energía, las telecomunicaciones y las actividades financieras. 3 9 Fuente: elaboración propia a partir de los datos del Banco Mundial y el FMI. La entrada en la década de los ochenta está marcada por la suspensión de pagos y la bancarrota de la mayoría de los países latinoamericanos. El abrupto descenso en el crecimiento de la región, con un crecimiento medio negativo en torno a un –0.8%, estuvo marcado por la falta de liquidez de las naciones para hacer frente a los compromisos adquiridos, su inflación elevada y sus bajas tasas de inversión (ver gráfico 3.3). Esta situación de inestabilidad económica generó desconfianza entre los inversores extranjeros. Hasta el año 1986 el nivel medio regional de flujos de inversión extranjera no comienza a experimentar una tendencia creciente (ver gráfico 3.4). A medida que avanza la década, y con ello las reformas estructurales acometidas por los países más endeudados, la inversión extranjera en la región incrementa sus entradas netas, aunque a una tasa moderada. La década de los noventa destaca como la época de recuperación del crecimiento latinoamericano con respecto al decenio anterior, la tasa media de crecimiento fue aproximadamente de un 1.5, que puede calificarse como modesta. A partir del año 1997 destaca la caída brusca de la tasa de crecimiento por habitante. En lo referente a la inversión extranjera a partir de 1992 experimenta un auge sin precedentes en el volumen de recursos que han recibido estas economías. En la década de los ochenta la inversión extranjera media representaba un 0.7% del PIB latinoamericano; en los noventa representó un 2.7% del PIB del área. 10 Gráfico 3.5. Crecimiento del PIB per capita América Latina (1990-2000) Tasa de crecimiento en % 4.00 3.00 2.00 1.00 0.00 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 -1.00 -2.00 Fuente: elaboración propia a partir de los datos del Banco Mundial y el FMI. No es extraño que el fuerte auge de la corriente de inversión extranjera se haya producido muy poco tiempo después de la crisis de la deuda, ya que la lección que este fenómeno enseñó a los agentes económicos es que la inversión productiva, como es el caso de la IDE, no genera intereses ni tiene un carácter especulativo (al contrario que la inversión en cartera); es el inversor el que se responsabiliza del rendimiento del proyecto. En resumen, se puede destacar la recuperación del ritmo de crecimiento en la década de los noventa después de la fuerte crisis de los años ochenta, el descenso del endeudamiento que mantenían los países latinoamericanos, el progresivo control de la inflación y el diseño de medidas de política económica aperturistas con el fin de atraer capitales extranjeros y fomentar las relaciones económicas con otros países. La mejora del clima macroeconómico y la puesta en marcha de medidas estabilizadoras coinciden con el incremento sustancial de flujos de inversión directa hacia la región. Estos hechos permiten que a priori se pueda pensar en la existencia de un vínculo entre la recepción de inversión foránea, la nueva “libertad económica” y el crecimiento económico. A continuación se llevará a cabo un análisis empírico, con el fin de precisar en mayor medida los efectos de la IDE en el crecimiento económico de América Latina en las tres décadas objeto de estudio. De forma complementaria, se pretende contrastar si las reformas estructurales, los programas de estabilización y las medidas adoptadas en favor de la libertad económica en la región han redundado en un mayor crecimiento económico. Podremos contrastar si la libertad económica, tal y como establecen los últimos trabajos al respecto (Scully y Slottje, 1991; Torstensson, 1994; Nelson y Singh, 1998; Beach y Davis, 1998; De Haan y Sturm, 2000) resulta relevante para fomentar el crecimiento económico. Para ello, emplearemos el índice compuesto que elabora el Instituto Fraser como medida de la libertad y apertura económica. Ningún trabajo, hasta la fecha, ha calculado el impacto de esta variable en el crecimiento económico latinoamericano. 11 Además, las diferencias en la “capacidad social” de cada uno de los países permiten que, en el análisis empírico, se aborde un tercer objetivo: el estudio de la necesidad de un mínimo umbral de desarrollo para que la IDE influya en el crecimiento de la nación. 4. ANÁLISIS EMPÍRICO. En este trabajo, y con el fin de estudiar la influencia de la IDE, el efecto de la libertad económica y el efecto de los cambios en diversas medidas de política económica sobre el crecimiento económico, se va a estimar una ecuación de crecimiento, utilizando datos de panel aplicado a 18 naciones latinoamericanas desde 1970 hasta el año 2000. Por lo tanto, el modelo que vamos a considerar es una regresión lineal con efectos individuales de la forma especificada en Arellano y Bond (1991): yit x´it i it (3.1) i = 1...N, t=1...T en donde yit es la variable dependiente, en nuestro caso la tasa de crecimiento del PIB per capita en términos reales, xit es un vector k 1 de variables explicativas entre las que destacamos la IDE y el índice de libertad económica, además de otras variables de control, es el vector de parámetros a estimar, i recoge el efecto individual (características propias de cada uno de los países), y it es el término error o perturbación. Los países o individuos que conforman la muestra se identifican con i, que varía desde 1 hasta N (en nuestro caso, desde uno hasta 18) y t refleja el horizonte temporal (en nuestro caso, desde uno hasta seis). Si el modelo incluyese efectos temporales, éstos se supondrían incluidos en y xit contendría las variables ficticias de tiempo. Nótese que no se añade ningún supuesto a priori sobre la relación entre i y xit 4. 4 Si existe correlación entre i y las variables explicativas Covi , xit 0 (3.2) xit , es decir: resulta conveniente hacer inferencia condicional y el modelo puede considerarse de efectos fijos: yit i xit it (3.3) donde y es la variable dependiente, x es un vector de NT k variables, es un vector de parámetros k 1 y it es un término de perturbación. Intuitivamente, y aplicándolo a nuestro trabajo, se estaría suponiendo que el modelo económico que subyace es el mismo para todos los países. La variación entre países está recogida en i . Para contrastar correctamente este modelo, estimamos por mínimos cuadrados ordinarios (MCO) obteniendo el estimador ˆ denominado estimador de covarianza o intra grupos. Si por el contrario, los efectos latentes o individuales no están correlacionados con las variables observables, esto es: (3.4) Covi , xit 0 el modelo se puede considerar de errores compuestos o modelo de efectos aleatorios. Por lo tanto, en el modelo de efectos aleatorios supone que i es una variable aleatoria inobservable independiente de las variables explicativas del modelo, y los efectos individuales pasan a formar parte del término error, de forma que: 12 En la tabla 3.3 (ver anexo) se presentan las estimaciones del modelo de “efectos aleatorios” para el conjunto completo de las 18 economías latinoamericanas5. En las estimaciones llevadas a cabo en nuestro caso, si comparamos el resultado del test de Hausman6 con el valor crítico en tablas, no se rechaza la hipótesis nula de ausencia de correlación a un nivel de significación del 99%. Por tanto, son preferibles las estimaciones de “efectos aleatorios”, que se pueden considerar consistentes y además asintóticamente eficientes. La IDE aparece en todas las estimaciones positivamente y significativamente correlacionada (a un nivel de confianza del 99%) con la tasa de crecimiento económico por habitante de América Latina. El coeficiente alcanza valores que oscilan entre 0.5 y 0.7, similares a los obtenidos en las estimaciones realizadas en niveles, en primeras diferencias y en desviaciones ortogonales (aunque éstas no eran eficientes, sí cumplían la condición de consistencia). Este resultado confirma la hipótesis de que la entrada de capitales extranjeros estimula en gran medida el crecimiento de las economías en desarrollo. Además, se ha contrastado la hipótesis mantenida por Borensztein et al. (1998) sobre la posible interacción de la IDE con el capital humano. En las estimaciones número dos y número cuatro se ha analizado el efecto de la IDE multiplicada por la ratio de escolaridad primaria. Tal y como cabría esperar la variable resulta positivamente correlacionada con el crecimiento económico a un nivel de significación del 99%. El coeficiente, además, se mantiene en el intervalo 0.5-0.7, confirmando la influencia positiva del capital foráneo en el crecimiento económico. Con el fin de tener en cuenta el efecto de la liberalización política y económica de los países latinoamericanos, se ha incluido en la ecuación el índice de libertad económica elaborado por el Instituto Fraiser. En todos los modelos estimados el índice está positiva y yit xit uit (3.5) siendo uit i it El tratamiento de efectos aleatorios, en nuestro ejemplo, permite que el modelo económico subyacente a la estimación cambie a lo largo del tiempo, y supone la idiosincracia de cada uno de los países como independiente de las variables explicativas escogidas. La estimación del modelo, en este caso, se realiza por mínimos cuadrados generalizados (MCG), obteniendo el estimador de Balestra y Nerlove (1966). El tipo de modelo especificado en la ecuación (3.5) también se denomina modelos de errores compuestos. Aunque, sin pérdida de generalidad, se puede considerar el modelo descrito como de efectos aleatorios, lo que resulta crucial en este modelo es conocer la relación existente entre los efectos individuales y las variables observables (Mundlak, 1978 y Chamberlain, 1980). 5 6 Los datos y fuentes se presentan en el anexo. El test de Hausman permite discriminar entre ambos modelos, bajo la hipótesis nula de ausencia de correlación entre los efectos individuales y los regresores, tanto las estimaciones por efectos fijos como por efectos aleatorios serían consistentes; pero se preferirían las del segundo modelo, por ser más eficientes. Por el contrario, si no se cumple la hipótesis nula habría que adoptar las estimaciones por el modelo de “efectos fijos”. 13 significativamente correlacionado con el crecimiento económico, confirmando para América Latina los resultados de De Haan y Sturm (2000). En las estimaciones sexta a la novena se examina el papel que juega el capital humano, utilizando como proxies las ratios de escolaridad primaria y secundaria. En este caso la ratio de escolaridad secundaria aparece positivamente relacionada con el crecimiento económico; pero es significativa en la séptima ecuación y no significativa en la sexta ecuación. La ratio de escolaridad primaria muestra mejor comportamiento (es significativa en ambas ecuaciones). No obstante, se debe tener en cuenta que estas ratios no son medidas totalmente satisfactorias del capital humano7. Sin embargo, la relación entre el nivel de capital humano y la tasa de crecimiento ha resultado menos significativa que otras variables incluidas en la ecuación, por otra parte, en concordancia con los obtenidos por otros autores (Benhabib y Spiegel, 1994; Islam, 1995). Probablemente esto es debido a que la proxy utilizada no es la más adecuada8. La inflación presenta una correlación negativa y significativa con el crecimiento económico (estimaciones cinco y seis). Una alta tasa de inflación disminuye la competitividad de la economía y es un claro índice de la existencia de distorsiones en los mercados, de escasa disciplina fiscal y de falta de estabilidad macroeconómica (Fischer, 1992), lo que explica su impacto negativo en el crecimiento. Tanto el consumo público (en porcentaje del PIB), como la variable premio de la moneda en el mercado negro (proxy de las distorsiones en el mercado) influyen de forma negativa en el crecimiento económico, adquiriendo más relevancia el excesivo consumo público. Finalmente, la inversión no se ha introducido conjuntamente con la IDE en las estimaciones, al contrario de lo realizado por otros autores, ya que los datos de inversión directa se contabilizan en las cuentas nacionales como parte de la inversión privada. La regresión undécima indica que su influencia sobre el crecimiento es positiva pero mucho menor que la de la inversión extranjera, resultado acorde con las conclusiones de Borensztein et al. (1998) para otras economías en desarrollo. En todas las estimaciones la IDE influye de forma positiva y significativa en el crecimiento de las dieciocho economías latinoamericanas. Se podría pensar, sin embargo, que existe una gran diferencia entre los países objeto de estudio, (aunque todos pertenezcan al mismo área geográfica y económica) y que los efectos de la IDE pueden haber sido beneficiosos en los grandes receptores, Argentina, Brasil o Méjico, por ejemplo; pero perjudiciales en el caso de Honduras o Guatemala. Para una discusión en profundidad sobre los índices de capital humano empleados en la literatura sobre crecimiento y posibles alternativas ver Mulligan y Sala-i-Martín (2000). 8 De la Fuente y Doménech (2001) exploran el por qué del mal funcionamiento de las proxies de capital humano utilizadas frecuentemente en los estudios sobre crecimiento. 7 14 Con el fin de analizar esta cuestión, se ha subdividido la muestra de países en dos. En primer lugar, se ha estimado una ecuación de crecimiento para los países más ricos del área, entendiendo por éstos los que tienen un PIB per capita anual, como media de las tres décadas, de más de 2770 dólares9 (Argentina, Brasil, Costa Rica, Chile, Méjico, Panamá, Uruguay y Venezuela). Los resultados se presentan en la tabla 3.4. Tanto la IDE como la IDE multiplicada por la ratio de escolaridad primaria ejercen efectos positivos en el crecimiento económico; su influencia resulta significativa en todas las estimaciones a un nivel superior al 95%. El índice de libertad económica deja de ser significativo cuando se incluye en la regresión la inflación (ecuación cinco y seis). Este resultado es lógico, ya que la inflación (en términos de su variación) forma parte del índice de libertad económica. La ratio de escolaridad secundaria como proxy del capital humano no resulta relevante para el crecimiento económico en la submuestra de países con altos ingresos. Se mantiene la significatividad de la ratio de escolaridad primaria. Se ha introducido, asimismo, el índice de alfabetismo como variable, aunque su influencia no resulta muy robusta ya que no es significativa (estimación número siete). Por último, el consumo público y la existencia de distorsiones en el mercado negro afectan negativamente al crecimiento económico, así como la dummy que capta el efecto negativo de la crisis de la deuda sobre las economías (dummy 1980-85). En segundo lugar, se presentan las estimaciones para la submuestra de países que tienen un PIB per capita anual, como media para las tres décadas, por debajo de 2770 dólares. Los países que se incluyen son Bolivia, Colombia, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Paraguay y Perú. Los resultados se presentan en la tabla 3.5. En contra de las hipótesis estructuralistas, la IDE influye de forma significativa y positiva en el crecimiento económico de los países más pobres de América Latina. Los coeficientes estimados siguen alcanzando valores muy estables en ambas submuestras, y su influencia puede calificarse como notable ya que varían en este caso entre 0.4 y 0.7. El índice de libertad económica es positivo y significativo. El valor del coeficiente es pequeño, aunque relevante. En definitiva, la libertad económica y la estabilidad macroeconómica parecen influir positivamente en el crecimiento latinoamericano, y las distorsiones en los mercados y el excesivo consumo público comprometen el crecimiento económico, independientemente de que los países sean más pobres o más ricos. Aunque los resultados sobre la influencia de la IDE en el crecimiento económico son muy estables (ya sea para el modelo en donde se incluyen las dieciocho economías 9 Utilizamos el criterio seguido por el Banco Mundial. 15 latinoamericanas como en las submuestras de los países escogidos), es posible que la variable plantee problemas de no exogeneidad. Si esto es así, y la IDE no es una variable estrictamente exógena estaríamos ante resultados inconsistentes. Para estimar correctamente su coeficiente debe utilizarse instrumentos que no estén correlacionados con el término de error. Así, se ha llevado a cabo la estimación del modelo considerando la IDE como variable no exógena. Para ello se han empleado como instrumentos los retardos de la propia variable, a falta de instrumentos externos adecuados. Siguiendo a Arellano y Bover (1990) el estimador de variables instrumentales óptimo será el estimador generalizado de momentos en dos etapas (MGM). En nuestra opinión, los modelos dinámicos -en el que aparecen como regresores las variables dependientes retardadas-, carecen de sentido económico en este contexto. La variable dependiente es la tasa de crecimiento de la economía calculada en medias de cinco años. Si introdujéramos la variable dependiente retardada como regresor, estaríamos especificando un modelo en el que el crecimiento de los cinco años anteriores influye en el crecimiento del periodo posterior, y desde el punto de vista teórico esta especificación tiene escaso sentido. De cualquier forma, se ha estimado este modelo (anexo). Se puede comprobar cómo el test de Wald acepta la hipótesis nula de que el coeficiente de la tasa de crecimiento retardado es igual a cero, lo que confirma nuestra hipótesis de que el modelo correcto es el estático. Los resultados de la estimación en primeras diferencias del modelo considerando la IDE como una variables no exógena se presentan en la tabla 3.6. Los resultados que se ofrecen en la tabla considerando a la IDE como una variable no exógena no difieren significativamente de los resultados del modelo de “efectos aleatorios”. La IDE sigue manteniendo su significatividad y el coeficiente estimado es de 0.56. En la estimación no existe correlación serial de segundo orden, ya que la probabilidad de aceptar la hipótesis nula de ausencia de correlación es mayor que 0.05. En cambio, existe correlación de primer orden, debido a que el DPD estima los residuos en primeras diferencias y genera correlación serial de primer orden. El test de Sargan acepta la hipótesis de validez de instrumentos. En definitiva, se han utilizado diferentes técnicas econométricas para estimar la relación entre IDE y crecimiento económico. En todas las estimaciones llevadas a cabo el coeficiente se mantiene en un rango entre 0.4 y 0.8 y resulta significativo a un nivel superior al 95%. Por lo tanto, se puede inferir que la IDE es una variable que presenta un comportamiento muy estable y robusto. En términos económicos, esto significa que la IDE ha impulsado el crecimiento de América Latina, ejerciendo una considerable influencia en el desarrollo de la región. Este resultado contradice las teorías dependentistas y estructuralistas de los años cincuenta y sesenta, que argumentaban que la IDE era beneficiosa para las economías situadas en el “centro” y perjudicial para las economías “periféricas”. 16 En cuanto al resto de las variables, los cambios llevados a cabo en las tres décadas objeto de estudio a favor de una mayor libertad económica y tendentes a la reducción de distorsiones en el mercado han impulsado el crecimiento económico. La inestabilidad y el consumo público, por el contrario, han dañado el crecimiento económico. Cabe destacar el efecto positivo del capital humano sobre el crecimiento, cuando la variable se incluye en la estimación de forma conjunta con la IDE. Tal y como Nelson y Phelps (1966), Barro (1991) y Benhabib y Spiegel (1994) establecen, la capacidad que un país en desarrollo posee para absorber y canalizar los flujos de capital extranjero depende del capital humano. Si un país posee mayores dotaciones de capital humano, estará más preparado para incorporar y aplicar la nueva tecnología y los procesos productivos que conllevan la entrada de flujos de IDE. La importancia de la acumulación de capital, aproximada por la tasa de inversión, se mantiene en la línea de otros trabajos, como los de Wolff (1991) y Raymond (1995). Se confirma así la necesidad de elevar la relación capital-producto para potenciar la tasa de crecimiento. La inestabilidad macroeconómica se ha aproximado por la variable inflación; cabe destacar el impacto negativo que un entorno inestable crea en el crecimiento económico. Otros desajustes sufridos por estas economías se encuentran reflejados en la significación negativa de las dummies que se han incluido en el periodo 1980-1985 para controlar la crisis de la deuda que sacudió a estas naciones. A continuación, a tenor del estudio del estado de la cuestión, del análisis de los hechos estilizados y del modelo empírico se procederá a resaltar y resumir las conclusiones más relevantes de este trabajo. 5. CONCLUSIÓN. El objetivo fundamental que se ha planteado en este trabajo es el estudio empírico de la influencia de la IDE y la “libertad económica” en el crecimiento de las economías latinoamericanas, en el periodo que comprende desde 1970 hasta el año 2000. Una vez desarrollado el marco teórico, se ha llevado a cabo un ejercicio aplicado sobre la influencia de la IDE en el crecimiento económico de América Latina (1970-2000). Los resultados sugieren que, en América Latina, la IDE está positiva y significativamente correlacionada con la tasa de crecimiento del PIB per capita de estas economías. La estimación se ha realizado por diversas técnicas ecónometricas, teniendo en cuenta modelos empíricos alternativos o la posible no exogeneidad de la variable IDE. Todos los modelos contrastados sugieren la significatividad e influencia de la IDE en el crecimiento económico latinoamericano; los coeficientes obtenidos son razonablemente estables y la IDE resulta robusta a la introducción de otras variables. 17 Por añadidura, si el país posee un mínimo de capital humano o “capacidad social”, los efectos de la IDE sobre el crecimiento se potencian. Se ha analizado, asimismo, la influencia de un entorno institucional menos intervenido utilizando como proxy el índice de “libertad económica” elaborado por el instituto Fraiser. Los resultados sugieren una correlación positiva y significativa de este índice con el crecimiento latinoamericano. También se ha contrastado el efecto de otras variables que captan la influencia del entorno macroeconómico en el crecimiento del producto. En particular, la inflación elevada y el consumo público están correlacionadas negativamente con el crecimiento. El análisis empírico no corrobora, para el caso de América Latina, la hipótesis que sostiene que los capitales extranjeros generan efectos beneficiosos en las regiones más ricas mientras que conllevan efectos perniciosos a las regiones más pobres. Para contrastar este fenómeno, se ha dividido la muestra de países en dos submuestras: países con altos ingresos y países con bajos ingresos. Independientemente de la muestra escogida o el tratamiento empírico realizado, la IDE influye de forma positiva y significativa en la tasa de crecimiento de América Latina en el periodo temporal considerado. Las implicaciones de política económica que se derivan de este trabajo resultan relevantes. Este estudio sugiere que la entrada de capitales extranjeros, en lugar de perjudicar a la economía en desarrollo, genera efectos muy significativos e influye en gran medida en el crecimiento del país en cuestión. La estabilidad económica y política ayudan a fomentar este resultado; por lo tanto, las instituciones deberían trabajar en la elaboración de leyes y medidas de política económica destinadas a facilitar la entrada de inversión extranjera productiva, en lugar de plantear problemas burocráticos, institucionales y económicos que desincentiven la inversión. Para finalizar de modo consistente con la introducción, mencionaremos la respuesta de Romer (1993, pág. 547) a la pregunta formulada por Landes (1990) “¿por qué nosotros somos tan ricos y ellos tan pobres?”: “Las naciones son pobres porque carecen de objetos de valor como industria, carreteras y materias primas, por añadidura sus habitantes no tienen acceso a las ideas y el conocimiento que habitualmente se utilizan en las naciones más desarrolladas para generar valor añadido”. Según Romer (1993) los habitantes de países más pobres se pueden beneficiar del conocimiento que poseen los países industrializados, si les proporcionan un incentivo para compartir su conocimiento con ellos. Pero, entonces, es necesario preguntarse: si el modo de alcanzar el tan preciado desarrollo económico parece sencillo de conseguir, ¿por qué la pobreza es todavía tan común? Parte de la respuesta se debe a la falta de acierto en la política económica que se instrumenta en algunos países. Si el gobierno no proporciona elementos que garanticen la 18 existencia de un adecuado marco institucional -apertura a la IDE, sistema financiero eficiente, infraestructura adecuada, garantías para los derechos de propiedad o para los derechos civiles, incluso los más básicos- no resulta extraño que el desarrollo sea aún una tarea pendiente para numerosas naciones. 6. BIBLIOGRAFÍA. Abramovitz, M. 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Global Development Finance & World Development Indicators. 2- PIBp/c Nominal. World Tables (1995) y Global Development Finance & World Development Indicators. 3- Inversión Directa Extranjera. International Financial Statistics (International Monetary Fund). 4- Formación Bruta de Capital como International Financial Statistics (International porcentaje del PIB (precios 1995). 5- Inflación. Monetary Fund). Global Development Finance & World Development Indicators. 6- Alfabetización. World Tables (1995) y Global Development Finance & World Development Indicators. 7- Ratio de Escolarización en Primaria y World Development Indicators. Secundaria. 8- Premio de la moneda en el Mercado Negro World Development Indicators. (Black Market Premium). 9- Índice de Libertad Económica. 10- Consumo Público. Fraser Institute Global Development Finance & World Development Indicators. Fuente: elaboración propia. 22 A.3.2. Resultados: crecimiento económico e IDE, América Latina10 (1970-2000)11. Los países escogidos son: Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Chile, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Méjico, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, R. Dominicana, Uruguay y Venezuela . 11 Se han empleado medias no solapadas de cinco años para evitar los efectos del ciclo económico sobre las estimaciones. 10 23 Tabla 3.6. IDE y crecimiento económico en América Latina (1970-2000). Ecuación en primeras diferencias y estimador MGM2. IV, FIRST DIFFERENCES Number of firms: Observations: 18 90 Dependent variable is: Sample period is 1970 to 2000 Degrees of freedom: 81 cre Instruments used are: CONST ide(1,all) TIM DUMS Wald test of joint significance: Wald test - jt sig of time dums: 36.438062 96.935960 df = df = 4 5 p = 0.000 p = 0.000 Wald test selected by user: Testing: ide 23.411203 df = 1 p = 0.000 Sargan test: 10.277089 df = 11 p = 0.506 Variable Coefficient Std. Error T-Statistic P-Value -----------------------------------------------------------------------CONST -0.028486 0.005680 -5.015128 0.000001 ide 0.560579 0.115858 4.838512 0.000006 ile 0.008192 0.111169 3.733440 0.000001 secun 0.039317 0.056492 4.236299 0.000023 con -0.179900 0.127351 -2.412639 0.003862 D72 -0.018731 0.005798 -3.230767 0.001235 D73 0.033289 0.007390 4.504867 0.000007 D74 0.043536 0.014803 2.940916 0.003272 D75 0.007855 0.011608 0.676677 0.498611 Test for first-order serial correlation: Test for second-order serial correlation: -1.432 1.363 [ [ 18 ] 18 ] p = 0.152 p = 0.173 Software:DPD98 para Gauss, Arellano y Bond (1998). Errores estándar y tests robustos a la presencia de heterocedasticidad. 24 Tabla A.3.7. IDE y crecimiento económico en América Latina (1970-2000). Modelo dinámico. Ecuación en primeras diferencias y estimador MGM2. IV FIRST DIFFERENCES Number of firms: Observations: 18 72 Dependent variable is: Sample period is 1970 to 2000 Degrees of freedom: 66 cre Instruments used are: CONST cre(2,all) TIM DUMS TWO-STEP ESTIMATES Wald test of joint significance: Wald test - jt sig of time dums: 20.510156 274.426098 df = df = 2 4 p = 0.000 p = 0.000 Wald test selected by user: Testing: cre(-1) 0.831050 df = 1 p = 0.362 Sargan test: 11.874760 df = 8 p = 0.157 Variable Coefficient Std. Error T-Statistic P-Value -----------------------------------------------------------------------CONST -0.031032 0.003316 -9.357575 0.000000 cre(-1) 0.113318 0.124304 0.911619 0.361969 ide 0.863789 0.311636 2.771787 0.005575 D73 -0.050465 0.010554 -4.781470 0.000002 D74 0.042590 0.004849 8.784108 0.000000 D75 0.003083 0.009941 0.310143 0.756452 Test for first-order serial correlation: Test for second-order serial correlation: -2.399 0.199 [ [ 18 ] 18 ] p = 0.066 p = 0.842 Software:DPD98 para Gauss, Arellano y Bond (1998). Errores estándar y tests robustos a la presencia de heterocedasticidad. 25