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INVERSIÓN Y CRECIEMIENTO ¿Cuánta inversión necesitamos? Ec. Adrián Fernández – CINVE / CPA En esta presentación intentaré analizar cuatro interrogantes. La primera pregunta, que puede parecer un poco rara en Uruguay, es si precisamos crecer. Vamos a intentar fundamentar que sí precisamos crecer y seguir creciendo. Otra pregunta es: ¿qué se necesita para crecer? Bueno, muchas cosas, pero en ¿Precisamos crecer? particular inversiones. No solo inversión en ¿Qué se necesita para crecer? maquinaria sino también en otras clases de inversión y sobre todo es importante la calidad de esa inversión. Una tercera pregunta es cuál fue el desempeño de Uruguay. Tenemos un debe en la inversión en capital, en inversión ¿Cuál fue el desempeño de Uruguay? ¿Cuánta inversión necesitamos? física. No estábamos tan mal en inversión en capital humano pero ese buen desempeño que teníamos en construir el capital de las personas, el conocimiento, las habilidades, las destrezas en el trabajo, se ha enlentecido en los últimos años. Por último, se intenta plantear alguna respuesta al título de esta exposición, -¿cuánta inversión necesitamos?- y presentar algunos escenarios de cuál podría ser el efecto en el crecimiento con pautas de inversión más acordes a los promedios internacionales, por un lado, y si nos acercamos a los niveles de inversión de nuestros mejores años, por otro. Para empezar con la primera pregunta: ¿precisamos crecer? Sí, efectivamente precisamos crecer. En la gráfica siguiente, el eje horizontal corresponde al PIB per cápita de distintos países a paridad de poderes de compra. Es decir, el producto por persona llevado a una moneda común, tratando de eliminar las distorsiones que, sobre todo en estos países latinoamericanos, se producen cuando hay atrasos, adelantos cambiarios, etc. El eje vertical es el Índice de Desarrollo Humano que desde hace de más de una década calcula el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Esta es una medida aceptada internacionalmente del bienestar, una medida que contempla no solo la disponibilidad de bienes y la satisfacción de necesidades materiales, sino además, la capacidad de las personas para una vida digna. Uruguay es un país de alto desarrollo humano. Desde el comienzo de la medición de este índice, nuestro país ha sido clasificado como un país de alto desarrollo humano, compartiendo esa clasificación con Argentina, Costa Rica, y Chile en América Latina. ¿Precisamos crecer? 0.980 • Uruguay es un país de alto desarrollo humano. • Estamos mejor posicionados en Desarrollo Humano que en PIB per cápita. • Hemos descendido en el ranking pero ello ha sido resultado de un mayor progreso de los otros, más que de un retroceso propio. Indice de Desarrollo Humano - IDH 0.960 0.940 0.920 0.900 0.880 URUGUAY 0.860 0.840 0.820 0.800 0.780 0 5,000 10,000 15,000 20,000 25,000 30,000 PIB pc a PPP 35,000 40,000 En el gráfico adjunto, la línea recta representa lo que puede ser el promedio entre producto o PIB per cápita y el nivel de desarrollo humano. Los países que están sobre esta línea están en el promedio internacional. Algunos más arriba, otros más abajo. Nosotros, dentro de los países de alto desarrollo humano, tenemos uno de los menores PIB per cápita y menor desarrollo humano, aunque estamos ligeramente por encima de la relación “promedio” entre ambas variables. Es decir, estamos mejor en desarrollo humano de lo que el promedio internacional nos diría, de acuerdo a nuestro producto per cápita. Estas cifras corresponden a la edición 2004 y refieren al año 2002 (incluyen la caída significativa ocurrida dicho año). En esta edición Uruguay baja algunos puestos en la clasificación internacional. Estamos bajando puestos hace ya varios años, no tanto porque el país esté retrocediendo en términos de su nivel de desarrollo humano si no más bien porque el resto de los países están mejorando a un mayor ritmo que Uruguay en términos de su desarrollo humano. En esta “carrera” internacional necesitamos crecer contemplando también otras dimensiones del desarrollo humano. Ahora bien, plantearse como objetivo una definición más amplia de desarrollo no implica que el crecimiento económico pierda importancia. Por el contrario, el crecimiento, visualizado como un medio y no como un fin, es fundamental en una estrategia de desarrollo. Así que concentrándonos en el crecimiento: ¿cómo lo aceleramos, cómo se produce? Claramente es importante la inversión en maquinaria y sobre todo la inversión en maquinaria nueva. Los estudios a nivel internacional muestran que los dólares invertidos en maquinaria actual son muchos más productivos que lo que eran antes. Esto se debe a que los bienes de capital incorporan de distintas maneras tecnología de la información (TI). Entonces, la tecnología de la información se vehiculiza a través de la nueva maquinaria. Y, por supuesto, también están las inversiones específicas en hardware y software. La tecnología de la información es lo que está impulsando y dando mucho mayor empuje al crecimiento. El otro factor relevante, que ya desde hace varios años ha sido resaltado en la literatura y estudios empíricos así lo muestran, es el capital humano. Tiene que ver con la inversión que hacen las personas en educación formal, en capacitación en el trabajo, en su salud, en las destrezas específicas. ¿Cómo se acelera el crecimiento? • Inversión en “maquinaria” nueva: incorpora adelantos tecnológicos. • Tecnología de la Información. • Alta Educación: capital humano. • Estimaciones para EE.UU. (Jorgenson et al.). -1.0% 0.0% 1977-2000 1.0% 2.0% 3.0% 4.0% 5.0% 3.08% Capital - TI Capital - No TI 1977-1990 2.93% Trabajo - Terc Trabajo - No Terc PT 1995-2000 4.20% Nota: TI – Tecnología de la Información. Terc – Mano de obra con educación terciaria. PT – Progreso Tecnológico “puro””. El gráfico adjunto se ha publicado recientemente y se basa en una investigación sobre la contribución de distintos factores para el crecimiento de la economía de Estados Unidos (Jorgenson et al., NBER 2004). En el período 1977-2000 el crecimiento promedio anual de la economía norteamericana fue un poco superior al 3% y en el gráfico se observa en distintos colores lo que contribuyó cada uno de los factores estudiados. Esos factores se dividen en cuatro. El capital en TI: computadoras, software, elementos de comunicación; el capital que no corresponde a la TI, son básicamente nuestras viejas tuercas y tornillos, aunque modernamente, como comentamos, incorporan elementos de TI; el trabajo, pero medido por la contribución que realiza la mano de obra con educación terciaria (en términos norteamericanos, el “”college” que corresponde a un “grado” de educación terciario) y sin educación terciaria (con nivel educativo inferior al terciario); finalmente, se observa la contribución de la Productividad Total de los Factores(PTF), que puede definirse como una especie de residuo, lo que resta una vez que se contabilizan los otros factores. Si se consideran dos sub-períodos, del 77 al 90 y del 95 al 2000, la parte más reciente y la primera del tramo que estamos analizando, se puede observar el papel más relevante que está jugando el capital en general y específicamente el capital en TI, que prácticamente duplica su contribución al crecimiento del producto. Lamentablemente no se dispone de estos cálculos para Uruguay, aunque sí de estadísticas más generales de inversión física (la inversión en capital en maquinaria, equipo y construcciones), y por otro lado tenemos la inversión en capital humano, donde sí se toman en cuenta los distintos niveles de educación de las personas 1. ¿Cómo es la evolución de la inversión en Uruguay y su comparación a nivel internacional? Uruguay es de los países donde menos se invierte en maquinaria y equipo, en inversión física en general. Para la muestra presentada en el gráfico siguiente, somos el país de los que menos invierte, y estamos por debajo del 15% del producto para un período extenso. Los países “exitosos”, que han tenido un crecimiento elevado, tienen un ratio de inversión física/PIB en el orden del 20% ó más. En el extremo, Japón mantuvo en promedio por 50 años una inversión equivalente al 30% de su producto. En el caso de Uruguay, tuvimos un período corto (1976-1982) con una inversión importante en la comparación internacional. Pero en los últimos años (inclusive sin contar la recesión de 1999) estamos todavía por debajo del promedio de la mitad de siglo. 1 Con posterioridad a esta exposición, en una monografía de grado (Fossati F., Mantero R. y Olivella V., setiembre de 2004, Fac. de Ciencias Económicas y de Administración, UdelaR) la tasa promedio de crecimiento anual de Uruguay en 1995-2003, de 1,33%, se explica en más de un 80% por aumento de capital humano y trabajo, y en un 25% por capital físico (la contribución de la PTF resultó ligeramente negativa). Inversión en capital físico – Comparación internacional Inversión "física" 1950-2000 % del PIB 35 30 19502000 25 1976-82 20 1991-97 15 10 5 Costa Rica Chile Argentina Gran Bretaña EE UU Brasil Alemania España Francia Corea Finlandia Japon 0 Uruguay Fuente: Penn World Tables 6.1. ¿Qué ha pasado con el capital humano? Si medimos la capacidad en términos de la educación formal que tienen los ocupados en Uruguay para el total de la economía 2 se obtiene información importante respecto al capital humano. En una serie construida por cinve y que se presenta en el gráfico siguiente, puede advertirse que la evolución del capital humano en Uruguay ha tenido dos trayectorias muy distintas en los últimos cincuenta años. Una primera fase de crecimiento con tasas muy interesantes, y luego a partir de 1997 una evolución con altibajos pero en promedio estable. Es interesante observar las prioridades que, como sociedad, se planteó Uruguay. Durante décadas de estancamiento se siguió invirtiendo en educación, lo que nos posicionó a principios de los 70s comparativamente en un buen nivel. Al mismo tiempo la sociedad seguía invirtiendo en educación y creciendo su “capital humano”. Pero nos estamos quedando atrás, en un recurso clave para la competitividad del futuro. No solamente se estancó el crecimiento que venía mostrando esta variable, sino que el resto del mundo crece más rápido. Esta inversión es de muy lenta maduración. Los esfuerzos que hoy se hacen a nivel pre-escolar o escolar (escuelas de tiempo completo, por ejemplo) tendrán su impacto en la fuerza de trabajo recién 15 años después. 2 Dada la fuente de los datos, prácticamente queda excluido del análisis el sector agropecuario, ya que la información surge de encuestas de hogares en zonas urbanas. Evolución capital humano • Luego del crecimiento hasta mediados de los 90s., en los últimos años tenemos valores “estancados”. 135 1997 130 125 120 115 110 105 100 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 • Inversión en Capital Humano es de lenta maduración. Fuente: Elaboración propia en base a datos del INE. Finalmente, muchas veces se plantea la “singularidad” de nuestro país y se llega al extremo de plantear que muchas “leyes” económicas de aplicación universal no necesariamente son válidas para Uruguay. ¿Es realmente necesaria la inversión en capital físico y en capital humano para crecer en Uruguay? En el gráfico siguiente, se presenta la relación entre el producto per cápita y la cantidad de factores (acá estamos tomando en cuenta el capital físico y el capital humano) en el período 1956-2003. En el gráfico surge claramente, como era de esperarse, que una mayor dotación de factores y de capital físico humano se asocia a una mayor producción. De todos modos, hay episodios donde la producción cae con una dotación estable de capital: la crisis de principio de los 80 y la última crisis. Pero la tendencia (que en última instancia es lo que debe importarnos desde una óptica de largo plazo) es clara. PIB per capita y Factores de Producción per capita 150 PIB per cápita 140 130 120 110 100 90 95 100 105 110 115 120 125 130 Factores de Producción per cápita Fuente: Fossati, Mantero, Olivella, 2004. ¿Cuánto podemos crecer? Hoy en día los países avanzados, los países más desarrollados, tienen prácticamente la totalidad de la generación de 18 a 25 años en la educación terciaria; es decir, tienen una tasa de matriculación prácticamente del 100% en todos los adultos jóvenes. Este es el caso de los países escandinavos, Canadá y varios de los países europeos. Nosotros estamos todavía lejos de esa situación. Actualmente el capital humano aporta al crecimiento económico entre un 0,7 y un punto porcentual. Es decir, si sólo se educara para reemplazar el “capital humano” que se retira de la actividad cada año, la tasa de crecimiento del PIB de largo plazo se reduciría hasta un punto porcentual. Si, por el contrario, la sociedad uruguaya pudiera realizar el esfuerzo de lograr la matriculación completa de las generaciones jóvenes a nivel terciario (no necesariamente estamos hablando de carreras universitarias), la contribución del capital humano se ubicaría en un entorno de 2,5% anual, más que duplicando el valor actual. ¿Cuánto podemos crecer? – Capital Humano Contribución al crecimiento del PIB del capital humano: 3.0% 90% de Educación terciaria en 2020 2.5% Condiciones actuales (15% Educ Terc) 2.0% 0,74% • Suponiendo la misma inversión actual. 1.5% 1.0% 0.5% 2020 2019 2018 2017 2016 2015 2014 2013 2012 2011 2010 2009 2008 2007 2006 2005 2004 0.0% • Suponiendo una expansión de la matrícula terciaria (y secundaria). En capital físico, por otra parte, tendríamos que multiplicar por 2,5 la inversión actual, o sea un aumento de 150% a la inversión presente, para llevarla a niveles de 20% en relación al PIB. Si lográramos este objetivo, la contribución que tendría el capital físico al crecimiento del PIB pasaría de 0,7% a 1,8% de crecimiento de producto. ¿Cuánto podemos crecer? – Capital Físico •Suponiendo que nos ubicáramos en los patrones de los países de alto crecimiento (Sudeste asiático), la inversión debería ubicarse entorno a 20% del PIB (que también fueron nuestros mejores años). •Ello requiere multiplicar la actual inversión por 2,5 (150% de crecimiento). • Si la meta se alcanzara al 2020, el efecto sobre el producto pasaría de 0,7% anual a 1,8% anual (al final del período). Entonces para finalizar, ¿cuánta inversión necesitamos? Necesitamos más inversión. Deberíamos plantearnos como una meta (si armáramos un plan estratégico para la economía uruguaya) llegar a cifras del orden del 20% de inversión física con respecto al producto incorporando sobre todo la nueva tecnología, la tecnología de la información, por un lado. Y lograr un gran avance en términos de la matrícula educativa por otro, sobre todo insisto en la educación terciaria, lo que implica aumentar el porcentaje de jóvenes que terminan la educación media. Una cosa necesariamente implica la otra. Quiero ser enfático en que la educación terciaria que propongo expandir no es la educación universitaria tradicional, de “M’hijo el doctor”. Probablemente también deba incrementarse su matrícula y, sobre todo, los egresos en las carreras tradicionales. Pero el desafío mayor es la creación de “carreras” cortas, de 2 años por ejemplo, con una inserción definida en el mercado laboral. Tenemos que invertir más para crecer más, pero al mismo tiempo para acercarnos a lo que son las tendencias y las trayectorias que tienen los otros países, que son competidores nuestros. En América Latina hoy estamos siendo sobrepasados, por ejemplo en los niveles educativos de las generaciones jóvenes, por países como Chile y Brasil. Si nosotros permanecemos como estamos no solamente no vamos a poder crecer más, sino que de hecho vamos a crecer menos, vamos a ser menos competitivos. La reflexión final es que no debemos pensar solamente en inversión en maquinaria y equipo. No pensemos solamente en capital físico. El capital humano es una pieza clave para el desarrollo y ahí me permito hacer una reflexión. Las organizaciones empresariales, y la CIU en particular, tienen un papel muy importante que cumplir. Tienen que estar dispuestas a contribuir a una reforma de la educación terciaria (que eventualmente puede repercutir sobre el nivel secundario) que permita la expansión de la matrícula, la mejora de la calidad educativa, la educación con un objetivo de preparación para el trabajo, para la economía en general y, por supuesto, para el sector industrial en particular.