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JORNADA NACIONAL “BIOTECNOLOGIA AGRARIA Y DESARROLLO NACIONAL” MIÉRCOLES 11 DE AGOSTO DE 2010, HOTEL CLARIDGE, CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES. DESGRAVACION ING. AGR. RAÚL PAGNONI PRESIDENTE CÁMARA ARGENTINA DE SEMILLEROS MULTIPLICADORES Buenos días Sr. Ministro de Agricultura, Sr. Presidente de la Federación Agraria Argentina, Sr. Presidente del Instituto Nacional de Semillas, autoridades, legisladores, asesores y público en general. Desde la Cámara Argentina de Semilleros Multiplicadores (CASEM) acompañamos esta reunión pues consideramos que a la biotecnología debemos darle un enfoque diferente al que oimos todos los días por los medios de comunicación. Desde CASEM definimos a la semilla como el primer eslabón de la cadena de producción primaria, y como tal, debería declararse como recurso de interés nacional, no solo para lo productivo, sino también para lo alimentario. La Biotecnología, incorporada como tal, debe impulsarse para el logro de un desarrollo social, económico y agronómico equilibrado. No debe ser manejada por unos pocos, sino que el Estado debe estar presente con reglas claras que evite el monopolio e impulse su desarrollo de manera armónica. Voy a dar un panorama de los que es CASEM y qué es lo que buscamos. CASEM nace en el año 1992 como reacción, de los semilleros multiplicadores pequeños y grandes del interior, al abuso que en ese momento ocurría en el cobro de regalías o patentes de la semilla original. Era claro que en ese momento el quintal de soja estaba en U$d 12, y por una bolsa de semilla, se cobraba entre 4 y 7 dólares, por una bolsa de 40 kg. Esto lamentablemente provocó la reacción y así surgió CASEM. A partir de ese momento, CASEM ha buscado reacomodar la cadena de semillas (nosotros decimos que la cadena son el criadero, el semillero multiplicador, el comercio, el usuario, y el Estado a través del INASE actuando como fiscalizador del sistema). El INASE debe ser fuerte para tener una capacidad de fiscalización correcta. Para nosotros la cadena tiene una importancia vital, porque si ésta funciona, todos sus eslabones estaríamos accediendo a lo que nos corresponde. No habría lugar a discusión, o las mismas serían de otro tenor. Sabemos que existen algunos desequilibrios en la cadena desde hace un tiempo a esta parte que hacen que no sea parejo, criaderos a veces, a veces semilleros multiplicadores, provocan distorsión en la cadena, pero también la provoca el Estado. El Estado mantiene un IVA diferencial en la semilla que hace que muchas veces el productor deje de comprar semilla fiscalizada para comprar o canjear bolsa blanca, generando un perjuicio para el mismo Estado y para toda la cadena. Si funcionara esta cadena correctamente no habría preocupación por el Uso Propio por parte del productor. Yo les puedo asegurar que camino bastante y seguramente el productor común, algunos grandes, y fideicomisos, les sería mucho más práctico ir a buscar la semilla si hubiese incentivo (como me dicen que existe en Uruguay en donde el que utiliza semilla fiscalizada, se le reintegra el total o parte del Impuesto a las Ganancias). Quizás esto haga que se acomode la cadena y empecemos a hablar de otra manera. Para nosotros es fundamental que esto ocurra. Quiero referirme también al aporte biotecnológico en la creación de un nuevo cultivar. Me pregunto ¿Qué es más importante, un gen modificado o el germoplasma de la especie?. Quiero ponerlo a consideración de ustedes. Porque el germoplasma de la especie viene siendo mejorado por el esfuerzo de fitomejoradores, del mismo productor, a lo largo de los años. Hoy pareciera que un simple gen modificado, pasa a ser más importante que todo el genoma o el germoplasma de la especie. Creemos que es un tema que tenemos que revisar, mirar y analizar, de otra manera. De lo contrario se perderían desarrollos varietales de más de cuarenta años de trabajo. Por otra parte, nosotros creemos en el sistema del Derecho del Obtentor. Consideramos que no debemos cambiarlo, tal como se viene impulsando desde algunos sectores que pretenden la adhesión a a UPOV ’91. El sistema de UPOV ’78 –vigente en la Argentina- es el más adecuado para la protección de las innovaciones vegetales, pues hoy más que nunca establece un equilibrio entre el mejorador y el creador de genes modificados. El concepto del fitomejorador plasmado en el artículo 25, capítulo 5, de la actual ley de semillas nº 20247, donde dice que la propiedad de un cultivar no impide que otras personas puedan utilizar éste para la creación de un nuevo cultivar o línea. Creemos que es el concepto más adecuado y al cual tenemos que defender para que todo el espectro de mejoramiento de variedades pueda seguir haciéndolo. No creemos que se deba limitar, y hacerlo significa para nosotros cercenar. En este contexto, la resolución 39 y la Ley de Patentes que contempla la posibilidad de patenta eventos biotecnológicos expresan parámetros, procedimientos y normas muy claras y seguras para poder patentar. Está claro que para algunos intereses económicos muy grandes estas normas es un obstáculo y causan molestias. Claramente están buscando modificar la resolución 39 del año 2003 sobre Biotecnología agropecuaria. Liberación al Medio de Organismos Vegetales Genéticamente Modificados. Además, según la ley de Patentes de nuestro país, una innovación debe cumplir con tres parámetros: novedad, altura inventiva y debe ser de aplicación industrial. Creemos que estos tres conceptos tienen que seguir primando. Además, para los vegetales y animales, la ley es contundente y sabia, no pueden patentarse novedades de conocimiento generadas en la naturaleza. Una invención es cualquier creación humana que permita la transformación de la materia, y las variedades vegetales no pueden ser patentadas y solo pueden ser protegidas a través del derecho del obtentor. Esto nos parece claro, contundente y que deben reafirmarse estos conceptos. Creemos que la Comisión Nacional Asesora de Biotecnología Agropecuaria (CONABIA), cumple eficazmente con las leyes y resoluciones citadas y especialmente para que un gen que se autoriza, no tenga efectos perjudiciales. Esto indudablemente lleva tiempo y estudio, si queremos que sea serio, por lo tanto no podemos acortar los tiempos como pretenden algunos sectores. De todas maneras en nuestro país falta considerar un tema muy importante, relacionado a quien debería dictaminar si un gen que se inscribe a través del sistema de patentamiento de los procesos, tiene “razón de ser” incorporado, o si solo se trata de una razón comercial o realmente hace un aporte de relevancia en una especie determinada. Esto lo digo porque, charlando con Tecnicos de INTA, me dicen que les falta una pata en todo esto, que es ver si realmente un gen tiene razón de ser para ser incorporarlo a un cultivar o hibrido. A su vez, creemos que también debería existir algún organismo que ponga un coto en los valores de esos genes, además de promocionar de alguna manera, el uso de las buenas tecnologías. El Estado debe reafirmar su poder como regulador, y esto lo decimos sin ser estatistas bajo ningún punto de vista. Sí creemos que el Estado debe jugar su papel como regulador y fiscalizador de los procesos. También debe actuar como dinamizador para que INTA, Universidades y Pymes, jueguen un papel activo ya que quienes estamos en el llano, sabemos que investigar y producir biotecnología nacional es posible y solo hace falta voluntad política, líneas de créditos especiales dirigidas y reguladas para tal fin. Para CASEM, las patentes deben comenzar y terminar en las semillas, nunca en el producido de la misma. De implementarse el cobro en la producción, caeríamos en un grave riesgo, y colocaríamos a merced de unos pocos el producido de nuestra principal industria nacional que es la producción primaria agropecuaria. Debo significar que quienes estamos en la cadena productiva pedimos normas claras y equitativas por parte del Estado. Como dije anteriormente, no es estatizar. CASEM hace muy poquito estuvo trabajando en un aporte de la confección de una Ley que involucre a todo lo que he estado repasando. Debemos agradecer a los diputados nacionales Ulises Forte y Pablo Orsolini que tomaron este proyecto para discutirlo. Nosotros sabemos que es plausible de mejorarlo, pero a su vez quiero destacar la iniciativa de Federación Agraria Argentina (FAA) y agradecerles que nos hayan invitado a presentar aquí un panorama diferente en los enfoques de la futura Biotecnología agraria. La Biotecnología, para nosotros, hoy es el presente que se proyecta en el futuro de las semillas. Por eso debemos tener una visión diferente a la meramente comercial que oímos habitualmente y que se presentan desde muchos ámbitos que vemos a diario. Espero que todos tomemos nota de esto. Muchas gracias.