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Oración Vocacional-Juvenil Mensual Febrero 2012 Sí, esposas elegidas, a ustedes las ve el celestial Cantor, huertos cerrados para él solo. Hijas mías, corran dentro su seno, entren en su corazón, celda de amor, lugar de reposo. (Intr. 2) «Los llevó aparte» (Mt 17,1) AMBIENTACIÓN: EL ICONO DE LA TRANSFIGURACIÓN, DEBAJO LA FRASE “LOS LLEVÓ APARTE”, EN EL LUGAR DONDE HAREMOS LA ORACIÓN, AGUA BENDITA ENCIMA DEL ALTAR Y MUSICA DE FONDO PARA LOS DIFERENTES MOMENTO Y GESTOS… INTRODUCCIÓN CON UNA MUSICA DE FONDO COMENZAMOS CON UN MOMENTO DE ORACION IMAGINATIVA ISPIRADO POR LAS PALABRAS DEL TITULO. IMAGINO QUE JESÚS ME INVITA Y ME LLEVE APARTE CON UNOS POCOS INTIMOS, COMO FUE CON LOS TRES DISCIPULOS. PIENSO EN LAS PALABRAS Y GESTOS DE JESÚS, VEO SU ROSTRO Y SIENTO LO PRECIOSO QUE ES SER INVITADA POR ÉL, CONOCERLO MÁS PROFUNDAMENTE Y ENTRAR EN SU MISTERIO. PIENSO EN QUIENES ME ACOMPAÑAN: ENTRE LOS TRES DISCIPULOS PUEDE SER QUE JESÚS “LLEVE APARTE” A UNA JOVEN “MÁS INTIMA” QUE OTRAS, CON LA CUAL COMPARTIMOS EL CARISMA Y LAS ACTIVIDADES; TAMBIÉN CONMIGO ESTÁ LA HERMANA VIOLETA REINA QUE PRONTO CELEBRARÁ SU PROFESION PERPETUA. PEDIMOS A JESÚS QUE LLEVE APARTE A LAS JOVENES QUE ESTÁN EN FORMACION INICIAL, Y PEDIMOS TAMBIÉN POR CADA UNA DE NOSOTRAS, PARA QUE SINTAMOS LA PREDILECCION DE SER “HUERTOS CERRADOS PARA ÉL SOLO”. El Rostro del hijo, a través del cual, Dios nuestro Padre, nos habla, “Los llevó aparte” 1. PREPAREMOS NUESTRO CORAZÓN PARA LA ESCUCHA S: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. T. Amén. G: Invocamos al Espíritu Santo y le pedimos que sea dulce huésped y descanso que reconforta con su presencia nuestras almas, brisa que alivia nuestros vacíos. Pedimos docilidad a la escucha, iluminación de la inteligencia y un corazón disponible para acogerlo en la Palabra y la oración. Estribillo cantado: Solista. Ven Espíritu Divino, manda tu luz desde el cielo. Padre amoroso del pobre, Don, en tus dones espléndido. Luz que penetra las almas, fuente del mayor consuelo. Ven, Dulce Huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo, tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta en los duelos. Estr. Entra hasta el fondo del alma, Divina Luz y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado, si no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo. Lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma el espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén. Aleluya. Estr. G: Para contemplar a Dios tenemos que hacerle espacio, apartarnos del tumulto de nuestras preocupaciones como hizo Jesús llevando aparte a sus tres discípulos. Dejémonos guiar por el texto de San Anselmo y dispongámonos a la oración. Luego de la lectura pausada del texto, volvemos a retomarlo y saborearlo, acordando nuestros sentimientos con los del autor. Podemos también compartir con las hermanas las expresiones que se entonan con nuestro espíritu. -2- El Rostro del hijo, a través del cual, Dios nuestro Padre, nos habla, “Los llevó aparte” El deseo de contemplar a Dios Del libro Proslógion de San Anselmo, Obispo (Cap. 1; Opera omnia, edición Schmitt, Seckau [Austria] 1938, 1, 97-100) Ea, hombrecillo, deja un momento tus ocupaciones habituales; entra un instante en ti mismo, lejos del tumulto de tus pensamientos. Arroja fuera de ti las preocupaciones agobiantes; aparta de ti tus inquietudes trabajosas. Dedícate algún rato a Dios y descansa siquiera un momento en su presencia. Entra en el aposento de tu alma; excluye todo, excepto Dios y lo que pueda ayudarte para buscarle; y así, cerradas todas las puertas, ve en pos de Él. Di, pues, alma mía, di a Dios: «Busco tu rostro; Señor, anhelo ver tu rostro.» Y ahora, Señor, mi Dios, enseña a mi corazón dónde y cómo buscarte, dónde y cómo encontrarte. Señor, si no estás aquí, ¿dónde te buscaré, estando ausente? Si estás por doquier, ¿cómo no descubro tu presencia? Cierto es que habitas en una claridad inaccesible. Pero ¿dónde se halla esa inaccesible claridad? ¿cómo me acercaré a ella? ¿Quién me conducirá hasta ahí para verte en ella? Y luego, ¿ con qué señales, bajo qué rasgo te buscaré? Nunca jamás te vi, Señor, Dios mío; no conozco tu rostro. ¿Qué hará, Altísimo Señor, éste tu desterrado tan lejos de ti? ¿Qué hará tu servidor, ansioso de tu amor, y tan lejos de tu rostro? Anhela verte, tu rostro está muy lejos de él. Desea acercarse a ti, y tu morada es inaccesible. Arde en el deseo de encontrarte, e ignora dónde vives. No suspira más que por ti, y jamás ha visto tu rostro. Señor, Tú eres mi Dios, mi dueño, y con todo, nunca te vi. Tú me has creado y renovado, me has concedido todos los bienes que poseo, y aún no te conozco. Me creaste, en fin, para verte, y todavía nada he hecho de aquello para lo que fui creado. Entonces, Señor, ¿hasta cuándo? ¿Hasta cuándo te olvidarás de nosotros, apartando de nosotros tu rostro? ¿Cuándo, por fin, nos mirarás y escucharás? ¿Cuándo llenarás de luz nuestros ojos y nos mostrarás tu rostro? ¿Cuándo volverás a nosotros? Míranos, Señor; escúchanos, ilumínanos, muéstrate a nosotros. Manifiéstanos de nuevo tu presencia para que todo nos vaya bien; sin eso todo será malo. Ten piedad de nuestros trabajos y esfuerzos para llegar a ti, porque sin ti nada podemos. Enséñame a buscarte y muéstrate a quien te busca; porque no puedo ir en tu busca a menos que Tú me enseñes, y no puedo -3- El Rostro del hijo, a través del cual, Dios nuestro Padre, nos habla, “Los llevó aparte” encontrarte si Tú no te manifiestas. Deseando te buscaré, buscando te desearé, amando te hallaré y hallándote te amaré. Canto: ALTO Y GLORIOSO DIOS (Frisina) Alto y glorioso Dios ilumina el corazón mío dame fe recta, esperanza cierta caridad perfecta. Dame humildad profunda dame sentido y conocimiento que yo pueda siempre servir con gozo y alegría tus mandamientos. Toma pronto te ruego Señor la ardiente y dulce fuerza de tu amor mi mente da todas las cosas porque yo muera por amor tuyo como tu moriste por amor del amor mio. Alto… 2. LLEVÁNDOME APARTE, ME HABLA G: La Biblia es el mejor manual de oración porque ha nacido de la oración y es continuo dialogo del ser humano con Dios. Cada hombre tiene en si mismo un corazón que reza. Todo sentimiento se encuentran en la Palabra: el Espíritu Santo ha puesto en ella todos los dolores, las tristezas, los temores, las dudas, las esperanzas. El salmo 131 es una magnifica oración de confianza en Dios; el corazón del orante ha encontrado tranquilidad y serenidad en Dios y por eso puede descansar en Él como un niño en los brazos de su madre. SALMO 131 (juntas) Señor, mi corazón no es ambicioso, ni mis ojos altaneros: no pretendo grandezas que superan mi capacidad; sino que acallo y modero mis deseos, como un niño en brazos de su madre. Espere Israel en el Señor, ahora y por siempre. -4- El Rostro del hijo, a través del cual, Dios nuestro Padre, nos habla, “Los llevó aparte” G: En los grados más avanzados de la oración hace falta solo quedarnos tranquilos, eliminanando toda ansiedad que nace de la costumbre de pensar, poseer o querer algo. Una simple presencia en actitud de amor: este es el verdadero secreto, esto es lo que han podido experimentar los tres discípulos predilectos, apartandose con Jesús. (Podemos leer todo el texto en forma dialogada o solo el primer versículo… lo importante es hacer una lectura atenta que nos ayude a estar realmente con Jesús) Del Evangelio de Mateo (Mt. 17, 1-9) Seis días después, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y los llevó aparte a un monte alto. A la vista de ellos su aspecto cambió completamente: su cara brillaba como el sol y su ropa se volvió blanca como la luz. En seguida vieron a Moisés y Elías hablando con Jesús. Pedro tomó la palabra y dijo a Jesús: «Señor, ¡qué bueno es que estemos aquí! Si quieres, levantaré aquí tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.» Estaba Pedro todavía hablando cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra y una voz que salía de la nube dijo: «¡Este es mi Hijo, el Amado; éste es mi Elegido, escúchenlo!» Al oír la voz, los discípulos se echaron al suelo, llenos de miedo. Pero Jesús se acercó, los tocó y les dijo: «Levántense, no tengan miedo.» Ellos levantaron los ojos, pero ya no vieron a nadie más que a Jesús. Mientras bajaban del monte, Jesús les ordenó: «No hablen a nadie de esta visión hasta que el Hijo del Hombre haya resucitado de entre los muertos.» G: Jesús ha buscado momentos de soledad y de intimidad con el Padre. En alguna ocasión se ha apartado del bullicio y ha preferido lugares despoblados para tomar decisiones importantes. Ha llevado aparte algún enfermo para sanarlo, ha compartido su oración con los discípulos, ha elegido momentos y lugares especiales para revelar su divinidad y ha pedido compañía a los íntimos en el momento del miedo de la muerte. (Podemos acompañar las lecturas con unos signos o gestos que la guía puede inventar…o los siguientes…) L 1. De madrugada, cuando todavía estaba muy oscuro, Jesús se levantó, salió y se fue a un lugar solitario. Allí se puso a orar. Simón y sus compañeros fueron a buscarlo, y cuando lo encontraron le dijeron: «Todos te están buscando.» Él les contestó: «Vámonos a los pueblecitos vecinos, para predicar también allí, pues para esto he salido.» (Mc 1,35-38) Signo: Traer una vela encendida que simboliza la oración solitaria -5- El Rostro del hijo, a través del cual, Dios nuestro Padre, nos habla, “Los llevó aparte” L 2. Le presentaron un sordo que hablaba con dificultad, y le pidieron que le impusiera la mano. Jesús lo apartó de la gente, le metió los dedos en los oídos y con su saliva le tocó la lengua. En seguida levantó los ojos al cielo, suspiró y dijo: «Effetá», que quiere decir: «Abrete.» Al instante se le abrieron los oídos, le desapareció el defecto de la lengua y comenzó a hablar correctamente. (Mc 7,32-36) Signo: Con el agua bendita pasarse los oídos y la boca. L 3. (Al conocer esa noticia de la muerte de juan el Bautista) Jesús les dijo: «Vámonos aparte, a un lugar retirado, y descansarán un poco.» Porque eran tantos los que iban y venían que no les quedaba tiempo ni para comer. Y se fueron solos en una barca a un lugar despoblado. Pero la gente vio cómo se iban, y muchos cayeron en la cuenta; y se dirigieron allá a pie. De todos los pueblos la gente se fue corriendo y llegaron antes que ellos. Al desembarcar, Jesús vio toda aquella gente, y sintió compasión de ellos, pues estaban como ovejas sin pastor. Y se puso a enseñarles largamente. (Mc 6,31-34) Signo: traer un pan. L 1. En aquellos días se fue a orar a un cerro y pasó toda la noche en oración con Dios. Al llegar el día llamó a sus discípulos y escogió a doce de ellos, a los que llamó apóstoles: Simón, al que le dio el nombre de Pedro, y su hermano Andrés, Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago, hijo de Alfeo, Simón, apodado Zelote, Judas, hermano de Santiago, y Judas Iscariote, que fue el traidor. (Lc 6,12-16) Signo: pasarse la Palabra, besarla y colocarla sobre el altar Espacio de silencio (para oración personal) Canto. 3. DESDE NUESTRO CARISMA FRANCISCANO E ISABELINO G: Los biógrafos de Francisco han exaltado el deseo de soledad del Santo de Asís y su amor apasionado a la oración, lugar de encuentro son el Amigo y el Esposo, Jesús. Leamos estos textos para que también nuestro corazón se inflame de amor hacia Jesús y con ese amor podamos atraer hacia él a los jóvenes. -6- El Rostro del hijo, a través del cual, Dios nuestro Padre, nos habla, “Los llevó aparte” L 1. “El amor de san Francisco a la oración. El tiempo, el lugar y el fervor de su oración.” (II Celano – Vida Segunda de San Francisco: Capítulo LXI, 94-95). El varón de Dios Francisco, ausente del Señor en el cuerpo, se esforzaba por estar presente en el espíritu en el cielo; y al que se había hecho ya conciudadano de los ángeles, le separaba sólo el muro de la carne. Con toda el alma anhelaba con ansia a su Cristo; a éste se consagraba todo él, no sólo en el corazón, sino en el cuerpo. Buscaba siempre lugares escondidos, donde no sólo en el espíritu, sino en cada uno de los miembros, pudiera adherirse por entero a Dios. Cuando, estando en público, se sentía de pronto afectado por visitas del Señor, para no estar ni entonces fuera de la celda hacía de su manto una celdilla; a veces cuando no llevaba el manto- cubría la cara con la manga para no poner de manifiesto el maná escondido. Siempre encontraba manera de ocultarse a la mirada de los presentes, para que no se dieran cuenta de los toques del Esposo, hasta el punto de orar entre muchos sin que lo advirtieran en la estrechez de la nave. En fin, cuando no podía hacer nada de esto, hacía de su corazón un templo. Enajenado, desaparecía todo carraspeo, todo gemido; absorto en Dios, toda señal de disnea, todo visaje. L 2. Esto en casa. Pero, cuando oraba en selvas y soledades, llenaba de gemidos los bosques, bañaba el suelo en lágrimas, se golpeaba el pecho con la mano, y allí -como quien ha encontrado un santuario más recóndito hablaba muchas veces con su Señor. Allí respondía al Juez, oraba al Padre, conversaba con el Amigo, se deleitaba con el Esposo. Y, en efecto, para convertir en formas múltiples de holocausto las intimidades todas más ricas de su corazón, reducía a suma simplicidad lo que a los ojos se presentaba múltiple. Rumiaba muchas veces en su interior sin mover los labios, e, interiorizando todo lo externo, elevaba su espíritu a los cielos. Así, hecho todo él no ya sólo orante, sino oración, enderezaba todo en él -mirada interior y afectos- hacia lo único que buscaba en el Señor. El bienaventurado Padre no desatendía por negligencia ninguna visita del Espíritu; si se le ofrecía, respondía al regalo y saboreaba la dulzura así puesta delante por todo el tiempo que permitía el Señor. Aun cuando le apremiase algún asunto o se encontrase de viaje, al notar en lo profundo de grado en grado ciertos toques de la gracia, gustaba aquel maná dulcísimo reiterada y frecuentemente. Y en efecto: hasta de camino, dejando que se adelantasen los compañeros, se detenía él, y, quedándose a saborear la nueva iluminación, no recibía en vano la gracia. -7- El Rostro del hijo, a través del cual, Dios nuestro Padre, nos habla, “Los llevó aparte” Breve espacio de silencio. DESDE LOS ESCRITOS DE MADRE ISABEL VENDRAMINI L 1. ¡Cómo lo sentirás amoroso al invitarte a su Corazón para que tengas fuerzas nuevas! Entonces corréle al encuentroy penetra en aquel corazón fuente de todo bien, celda de amor, lugar de descanso,alimento sabroso, bebida deliciosa. (E195) L 2. Cuando Dios pone el alma en un estado de reposo hay que seguirlo; este ocio no es una pierdida de tiempo. (E526) G: Con el ardor de Madre Isabel que invita a todas sus hijas a entrar en el corazón de Jesús y en reposo espiritual, presentemos al Señor nuestras oraciones. Digamos: ¡Como el niño en brazo de su madre, acógenos, Señor! Padrenuestro. BENDICIÓN FINAL S: El Señor las bendiga y las guarde. Les muestre su rostro y tenga misericordia de ustedes. Todas: Amén. S: Vuelva a ustedes su rostro y les conceda la paz. El corazón de Jesús sea siempre su nido (cf. E377). T.: Amén. S: Las bendiga el buen Jesús autor de todo bien (E245). T.: Amén. Canto final a María. -8-