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Grupo de Trabajo sobre el Acuerdo de Kyoto El Grupo de Trabajo sobre el Acuerdo de Kyoto fue establecido por una decisión de la reunión del Consejo en Bruselas en abril 2000. El Grupo de Trabajo desarrollará sus actividades dentro del marco del Comitésobre la Economía, Cohesión Social y el Medio Ambiente. La Internacional Socialista celebró una reunión de su Grupo de Trabajo sobre el Acuerdo de Kioto el 6 de junio en Londres. La Ministra Noruega para el Medio Ambiente, Siri Bjerke, Presidenta del Grupo del Trabajo, presidió la reunión. Los miembros del Grupo discutieron los últimos desarrollos que afectan al proceso de Kioto y prepararon un documento para consideración del Consejo de la IS en Lisboa sobre éste y otros temas relacionados. El Grupo de Trabajo de la IS sobre el Acuerdo de Kyoto se reunió el 26 de enero en Oslo, presidido por Siri Bjerke, Ministro para el Medio Ambiente del Partido Laborista Noruego. Los siguientes documentos recogen las discusiones sobre desarrollo sostenible y sobre el estado de las negociaciones sobre el cambio climático. Grupo de Trabajo de la IS sobre el Acuerdo de Kyoto Oslo, 26 de enero de 2001 La Internacional Socialista y la Cumbre Mundial sobreDesarrollo Sostenible (Río+ 10) en Sudáfrica en 2002 Antecedentes En su reunión de Maputo en noviembre de 2000, el Consejo de la Internacional Socialista adoptó una "Plataforma para el Progreso Global". En la Plataforma se expresa que "El objetivo fundamental del llamado proceso 'Río+10' es el de analizar lo que ha ocurrido desde la Conferencia de Río, celebrada en 1992; para ello, es imprescindible evaluar el trabajo llevado a cabo desde entonces y elaborar estrategias destinadas a su seguimiento. La Internacional subraya que el vínculo existente entre el medio ambiente y el desarrollo es el componente fundamental de todo este proceso. Por consiguiente, lanzamos un llamamiento a la comunidad internacional en todas sus formas —los sectores público, privado y cívico— con miras a preparar el aniversario de 'Río+10', que culminará en la mayor reunión global hasta ahora celebrada en un país en vías de desarrollo, con el fin de asegurar que se podrá mantener el impulso de los esfuerzos en pro del medio ambiente en el ámbito internacional". La Internacional Socialista saluda el anuncio hecho por el gobierno sudafricano el 11 de diciembre de que la "Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible" tendrá lugar en Johannesburgo, Sudáfrica, en el año 2002. En 1992, Río definió la pauta para una nueva agenda global a través de conferencias globales que abordaran varios aspectos de sostenibilidad global, incluyendo a la Conferencia sobre Población (El Cairo, 1994), la Cumbre Social (Copenhage, 1995), la Conferencia de la Mujer (Beijing, 1996), y la Conferencia sobre Asentamientos Humanos (Estambul, 1996), seguidas más recientemente por la Asamblea del Milenio de la ONU en el año 2000 y el actual proceso de Finanzas para el Desarrollo. Estos procesos pueden caracterizarse por el deseo común de lograr igualdad, solidaridad, respeto por la naturaleza y una responsabilidad compartida en el manejo del desarrollo económico, social y medioambiental a nivel mundial. Transformar este deseo en compromisos tangibles y de avanzada, que cuenten con la aceptación de todos es, en resumen, el desafío político del proceso Río+10. Los países en desarrollo se incorporarán al proceso Río+10 compartiendo la opinión de que los países desarrollados no han cumplido con lo prometido en 1992. Durante los últimos ocho años se ha observado una constante disminución de la ayuda al desarrollo. Solamente unos pocos países - Países Bajos, Suecia, Dinamarca y Noruega- están cumpliendo con el objetivo de la ayuda al desarrollo (ODA) del 0,7% del PIB. Por otra parte, las inversiones extranjeras directas (FDI) han aumentado, pero sin beneficiar a la gran mayoría de los países en desarrollo. Africa, en particular, va quedando rezagada. Para la Internacional Socialista esto constituye un significativo desafío político. Precisamos de políticos valientes que puedan identificar los desafíos políticos claves y lograr que los medios de comunicación y el público en general se comprometan nuevamente con el medio ambiente y con un desarrollo sostenible. La Internacional Socialista desempeñará un activo papel en los preparativos para la reunión de Río+10, y hace un llamamiento a todos sus partidos miembros a participar en este importante proceso. Grupo de Trabajo de la IS sobre el Acuerdo de Kyoto Oslo, 26 de enero de 2001 El estado de las negociaciones sobre el clima — el camino a seguir La sexta Conferencia de las Partes en la Convención sobre el Cambio Climático (COP 6) en La Haya, finalizó sin acuerdo y se concluyó con la decisión de suspender la COP 6 para convocarla nuevamente durante el año 2001. Esta decisión urgió a todas las Partes a intensificar las consultas políticas entre ellas e invitó al Presidente de la COP 6, el Ministro Pronk, a recoger opiniones sobre la conveniencia de reasumir la COP 6 ya sea en mayo o en junio de 2001, a fin de completar el trabajo sobre la negociación de los textos. Temas claves sobre los cuales existen substanciales diferencias de opinión Quedan aún muchos difíciles temas políticos que abordar en los próximos meses. A pesar de que existe un mejor entendimiento entre las Partes como resultado de la reunión de La Haya, ellas aún permanecen muy distanciadas en relación con algunos de los temas: Sumideros (LULUCF — Uso de la tierra, Cambio del uso de la tierra y Silvicultura) Existen aún desacuerdos fundamentales y opiniones políticas muy divergentes sobre los principios y la extensión de su aplicación, incluyendo actividades relacionadas con los sumideros durante el primer período del compromiso. El tema central de discusión reside en los reglamentos y principios para la inclusión de nuevas actividades de sumidero (además de las actividades señaladas en el Artículo 3.3) bajo el Artículo 3.4 del Protocolo, centrándose especialmente en el segundo y siguientes períodos del compromiso, y en la medida en que tales actividades adicionales deben ser también acreditadas bajo el primer período del compromiso. Acreditar actividades adicionales bajo el Artículo 3.4 en el primer período del compromiso es para muchos países en el Grupo de marco una precondición para la ratificación del Protocolo, en tanto que otras Partes, incluyendo a la UE y a Noruega, argumentan que esto podría diluir substancialmente el contenido de los compromisos en el Protocolo de Kyoto. Los Mecanismos de Kyoto Otro tema importante para las Partes —y una especial fuente de desacuerdo- se relaciona con las reglas y pautas para los Mecanismos de Kyoto: Comercio de los Derechos de Emisión (ET), Aplicación Conjunta (JI) y Mecanismo para un Desarrollo Limpio (CDM). Se avanzó en muchos temas técnicos de los textos largos de negociación. Sin embargo, algunos temas necesitan una resolución política para poder seguir avanzando. Uno de los temas más difíciles aún sin resolver es la suplementaridad. La UE ha insistido en un límite cuantitativo para el uso de los mecanismos, pero hacia el final del COP 6 mostró cierta flexibilidad (aunque no queda claro cuánta flexibilidad existe realmente en las diferentes Partes sobre este tema). Otro tema que sigue sin resolver es el proyecto de elegibilidad bajo el CDM, particularmente si la energía nuclear es aceptable como tipo de proyecto bajo el CDM. Relacionado con esto está la cuestión de si los proyectos de sumideros podrían permitirse bajo el CDM. Aún existe una gran divergencia de opiniones entre las Partes sobre estos temas. Las cuestiones sobre los arreglos institucionales para el CDM y la composición del ejecutivo del CDM aún están pendientes de acuerdo. Finalmente, existe desacuerdo, especialmente entre todos los países desarrollados y algunos países en desarrollo, sobre las modalidades para el comercio de los derechos de emisión (es decir, si las entidades del sector privado pueden participar en ET internacionales) y sobre las pautas para la aplicación conjunta (es decir, si los proyectos JI deberían recibir el mismo rígido control que los proyectos CDM) Sistema de cumplimiento Parece existir acuerdo generalizado sobre el marco de referencia para un sistema de cumplimiento — en especial, que el sistema debería contar con una rama encargada de facilitar su aplicación y otra encargada de hacerlo cumplir. El desacuerdo está relacionado con las consecuencias de una imposición especialmente las consecuencias del no cumplimiento. El desafío es encontrar un equilibrio entre la disuasión y las consecuencias de una imposición sumamente rígida. Existen además opiniones divergentes acerca de la estructura institucional y composición de los organismos encargados de su cumplimiento. Las Partes de los países desarrollados desean que la rama encargada de hacerlo cumplir esté constituida por las Partes del Anexo I únicamente, o, al menos, por una mayoría de Partes del Anexo I. Las Partes de los países desarrollados desean también un sistema de cumplimiento que sea en su mayor parte independiente del COP/MOP, mientras que las Partes de los países en desarrollo desean un mayor control político y un vínculo más estrecho con el COP/MOP. Financiamiento de las actividades de los países en desarrollo Se logró avanzar en los marcos de referencia para incrementar la capacidad y las transferencias de tecnología, pero las Partes aún difieren sobre el tema del financiamiento. Hay divergencia de opiniones sobre el papel del GEF y otras fuentes de financimiento. Las Partes de los países desarrollados desean canalizar el mayor financiamiento posible a través de las instituciones existentes, como el GEF y otras instituciones multilaterales y bilaterales. Las Partes de los países en desarrollo demandan nuevos fondos en virtud de la Convención. El camino a seguir A fin de mantener el impulso logrado en La Haya, la Internacional Socialista favorece la reconvocatoria del COP 6 tan pronto como sea políticamente posible, tal vez en mayo o junio del año en curso. Todas las Partes tienen la responsabilidad de contribuir a seguir avanzando en las negociaciones para poder construir una base más fuerte para un nuevo COP 6. Es crucial que el diálogo político que comenzó con anterioridad al COP 6 continúe de manera más intensa en los próximos meses. Estas discusiones deberían realizarse bilateral y multilateralmente, dentro y entre grupos de negociación, y deberían concentrarse en los temas más sensibles que requieren solución. El documento del Ministro Pronk podría servir de base para estas discusiones. Es importante que este diálogo facilite en un acuerdo amplio entre las Partes — Partes de países desarrollados y en desarrollo. Aún más, es importante centrarse en un acuerdo político sobre los temas claves pendientes, sin que éstos afecten la integridad del Protocolo medioambiental. A pesar del resultado de la reunión de La Haya, existe aún la perspectiva de un optimismo prudente. Hay indicios de que las Partes están dispuestas a mostrar una cierta flexibilidad, y un acuerdo sobre temas claves debería aún ser posible. La flexibilidad y el pragmatismo deberán ser las consignas para la continuación de las negociaciones, lo perfecto no debe convertirse en enemigo de lo bueno.