Download Relaciones con otros autores y la actualidad
Document related concepts
Transcript
Influencias y críticas a Platon 1: El problema del conocimiento Teoría de las ideas La influencia de Platón a través de la historia del pensamiento se conoce como platonismo. La postura de Platón respecto a las ideas o conceptos universales ha sido seguida a lo largo de las historia del pensamiento. En concreto, la postura de Platón referida a la existencia a parte de las ideas ha sido conocida como “realismo platónico”. Realismo platónico designa una de las posiciones adoptadas en la cuestión de los universales que sostiene que los universales existen realmente, su existencia es, además previa y anterior a la de las cosas. Las cosas particulares están fundadas en los universales. Esta posición filosófica se ha defendido a lo largo de la historia de la filosofía por autores de épocas tan diferentes como San Anselmo en la Edad Media, el racionalismo e idealismo en la Modernidad y Bertrand Russell o Edmund Husserl en la Época Contemporánea. Frente a la postura del realismo platónico en el problema de los universales están el nominalismo y el conceptualismo. Para el nominalismo los conceptos son simples nombres, flatus vocis o simples emisiones de voz, que utilizamos para nombrar o designar las cosas, pero estos no tiene existencia por sí mismos. Los conceptos o ideas son para el nominalismo simples convenciones y su significado el fruto de un mero acuerdo. La postura nominalista es la propia de los sofistas, que piensan que no se puede hablar de una verdad, de una belleza o de una justicia en sí. La postura nominalista ha sido defendida en la Edad Media por Guillermo de Ockam, en la Modernidad por el empirismo y en el pensamiento contemporáneo por Nietzsche. Finalmente el conceptualismo es la postura filosófica que mantiene un intermedio entre el platonismo y el nominalismo. Para los conceptualistas los universales o ideas tienen existencia pero siempre en relación con la realidad. Un ejemplo de este pensamiento es el de Aristóteles. Para Aristóteles, los conceptos, la esencia es substancia segunda que depende de la substancia primera (compuesto de materia y forma). Razón y sentidos en Platón El problema de la relación entre la razón y los sentidos ha sido otro de los grandes temas de la filosofía que Platón a dado a la historia del pensamiento. Como sabemos Platón concede una importancia radical a la razón y desprecia absolutamente a los sentidos. A esta posición de Platón se le denomina racionalismo En efecto, para Platón los sentidos y la experiencia sólo lleva a la opinión, no al conocimiento. Esta postura de Platón ha sido defendida especialmente por los autores racionalistas como Descartes, Leibniz o Hegel. Sin embargo, el empirismo ha criticado duramente a Platón y al racionalismo en general, diciendo que todo lo que está en la razón procede de los sentidos. En este sentido toda idea procede primero de una impresión. De hecho una idea sin impresión es una idea sin sentido. En tercer lugar, desde la filosofía crítica, especialmente la de Kant, aunque fue algo que ya dijo Aristóteles, ha mantenido que la razón necesita de los sentidos y los sentidos de la razón. Sentidos sin razón son ciegos, razón sin sentidos, vacíos. Mundo inteligible y mundo sensible En cuanto a la distinción entre mundo inteligible y mundo sensible en Platón hay que decir que aunque ha sido duramente criticado a lo largo de la historia de la filosofía, tanto por posiciones conceptualistas, como la de Aristóteles como por los empiristas, Hume a la cabeza. Sin embargo, en el siglo XX filósofos relacionados con la filosofía de la ciencia y de la matemática han vuelto a plantear la existencia de un mundo inteligible. Tal es el caso del filósofo Kart Raimund Popper que ha postulado tres mundo: el mundo material, el psicológico y el tercer mundo, el mundo de las objetividades, que sería el propio de los objetos matemáticos y científicos, un mundo con las características del mundo inteligible de Platón. En efecto, numerosos matemáticos del siglo XX son de la opinión de que los objetos del mundo matemático son algo más que meras invenciones de una mente, y que dichos objetos tienen algún tipo de existencia previa, eterna y universal. Este punto de vista arranca de Platón y se ha denominado platonismo matemático o realismo. También hay que decir que otros matemáticos mantienen una opinión completamente opuesta, sosteniendo que el objeto de estudio de las matemáticas son simples construcciones o ficciones que no tienen ninguna realidad metafísica fuera de la mente del que las concibe o las ha inventado. Influencias y críticas a Platón: el gobierno de la ciudad Aunque la parte más importante de la “República” es la que trata sobre el conocimiento, se trata de una obra básicamente destinada a presentar un proyecto político para una sociedad mejor. Este proyecto ha sido imitado, discutido, elogiado y combatido disfrutando en sus líneas generales de una permanente actualidad que no ha sido reconocida a ningún otro filósofo. Lo primero que habría que decir respecto al proyecto político de Platón es que durante su vida éste realizó tres viajes a Siracusa, invitado por el tirano que allí gobernaba con el objetivo de llevar a la práctica sus proyectos de reforma política. Pero fracasó, poniendo en peligro incluso su vida. Esto es, Platón no pensó su República como un proyecto meramente utópico. El proyecto de Platón de una sociedad organicista en el que el objetivo fundamental es la justicia y no la libertad, la felicidad o el bien común ha tenido detractores y alabadores a lo largo de la historia. Entre las críticas más duras e influyentes que se han hecho al proyecto de Platón está la del filósofo austriaco del S.XX Karl Raimund Popper en su libro titulado “La sociedad abierta y sus enemigos”. Popper distingue las sociedades abiertas y cerradas, entendiendo por sociedades abiertas aquellas que mantienen un Estado liberal en el que el individuo tiene máxima libertad, y el Estado se convierte en un Estado mínimo que no interviene en la vida social y económica. Sin embargo, para Popper las sociedades cerradas como la Platón son aquellas en las que el individuo tiene una libertad mínima. En este sentido Popper crítica duramente la sociedad de clases que establece Platón, tildándola de tiranía totalitaria, por posponer la libertad individual en pos de una justicia y una armonía social. Por otra parte, se han alabado ciertos aspectos de la ciudad utópica de Platón, especialmente por el pensamiento marxista, que ha visto en Platón el intento de una sociedad en el que la justicia prime sobre una libertad. Según el marxismo en las sociedades en las que prima la libertad hay enormes desigualdades entre los ciudadanos. También se ha resaltado la igualdad que propone Platón entre hombres y mujeres, incluso en la clase militar o de los guardianes. Además, el caso es que Platón excluye en su proyecto político que haya ricos y pobres y también que haya una clase privilegiada, e impone a la clase gobernante una vida ascética y comunitaria, sin bienes privados salvo los de primera necesidad. Otro aspecto de la República de Platón que ha suscitado interés a lo largo de toda la historia del pensamiento es la interpretación del mito de la caverna. Especialmente se ha entendido en el sentido de que habitualmente vivimos en un mundo de apariencia en el que a través de lo que llamamos la sociedad de la información y de la imagen, creemos estar informados de la verdad de todo. Para Platón todo esta “información” sería pura falsedad, todo lo relacionado con imágenes no lleva a un mundo en el que prime la verdad sobre los intereses. Para Platón, por ejemplo, los individuos que está encadenados en la caverna somos nosotros mismos, que nos dejamos engañar por las apariencia propias de los políticos (sofitas de nuestro tiempo) y periodistas, que nos enseñan objetos por el murete haciéndonos creer lo que pretenden que creamos. Por otra parte, también podríamos estar de a cuerdo con Platón, y así lo estarían los científicos de nuestro tiempo, que el verdadero conocimiento, la salida de la ignorancia, está ligada la ciencia, la episteme, que es el fruto de la inteligencia.