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Generalitat de Catalunya Institut d’Estudis Autonòmics NOTA DE PRENSA La Fundación BBVA y el Institut d’Estudis Autonòmics presentan una investigación sobre “Evaluación de las políticas de servicios sanitarios en el Estado de las Autonomías” Barcelona, 11 de diciembre de 2001. Hoy, 11 de diciembre de 2001, se ha presentado en la sede del Institut d’Estudis Autonòmics de la Generalitat de Catalunya el estudio Evaluación de las políticas de servicios sanitarios en el Estado de las Autonomías, dirigido por Guillem López i Casasnovas, catedrático de Economía en la Universidad Pompeu Fabra, y editado por la Fundación BBVA en colaboración con el instituto antes mencionado. En la presentación de la obra estuvieron presentes, acompañando al autor, Nuria de Gispert, consejera de Gobernación y Relaciones Instituacionales de la Generalitat, Eduard Rius, consejero de Sanidad, Antoni Bayona, director del Institut d’Estudis Autònomics, y José Ángel Moreno, director general adjunto de la Fundación BBVA. El objetivo del libro ha consistido en evaluar las políticas sanitarias de las Comunidades Autónomas, tras dos décadas del inicio de traspaso de competencias en materia de sanidad. El estudio limita su campo de análisis a las tres comunidades Andalucía, Cataluña y País Vasco para las que ha sido posible obtener datos suficientes, y compara las prestaciones sanitarias existentes en ellas con las del Insalud-Gestión Directa. La obra realiza una pormenorizada evaluación de los sistemas sanitarios de las tres Comunidades mencionadas, examinando en cada caso el marco jurídico-normativo, la problemática financiera, el nivel de eficiencia con que opera cada sistema y el nivel de satisfacción de los usuarios con las prestaciones a que tienen acceso. Elementos todos que constituyen una referencia básica para sopesar la forma en que las transferencias de las competencias en las CC.AA. han incidido en el sistema sanitario español. A juicio del director de la investigación, las divergencias en financiación y composición del gasto tendrían que relacionarse, en primer lugar, con las diferencias en necesidades sanitarias (relacionadas con la demografía y la morbilidad); en segundo, con los condicionantes económicos generales que afectan al coste de los suministros sanitarios en las diferentes CC.AA.; y, para finalizar, con las preferencias o el mayor consumo sanitario de la población atendida. Del análisis de las divergencias observadas por la veintena de especialistas que han intervenido en la investigación, se derivan dos conclusiones fundamentales: 1. Estas diferencias no reflejan tanto variaciones en derechos reconocidos a prestaciones como la utilización real de los servicios, de acuerdo con factores que tienen que ver con la calidad asistencial, los costes de acceso y la educación sanitaria de los ciudadanos. 2. No resulta posible identificar la existencia de sobreutilización o subprovisión de servicios sanitarios con cuestiones de eficiencia y equidad entre los sistemas de servicios sanitarios, y, menos aún, que éstas expliquen divergencias en los resultados de salud poblacionales. La descentralización sanitaria ha hecho más explícitas las diferencias en la distribución de recursos sobre el territorio, al hacer más visibles los resultados del ejercicio de autonomía en el gasto. De ello se extrae, en opinión del director del estudio, una lectura positiva, tanto desde el punto de vista democrático como de bienestar social, al permitir una mayor adecuación entre las posibilidades y las aspiraciones de una comunidad. Como resumen global de la obra, Guillem López i Casasnovas destaca que, “en la práctica, la descentralización sanitaria, posiblemente debido al sistema de financiación hasta hoy vigente, no ha permitido, o no parece haberse traducido en cambios fundamentales del sistema sanitario. Más bien parece haberlo legitimado, intentando, si acaso, perfeccionarlo”. En el detalle de programas e iniciativas, sí existen diferencias territoriales en materias como salud mental, planificación familiar, programas de drogodependencia y, en menor medida aunque resulten más evidentes, en prestaciones sanitarias específicas. Entre estas divergencias cabe destacar el caso de Andalucía, que financia la prestación ortoprotésica, excluida en el resto de comunidades, llegando a cubrir la parte que le corresponde abonar al usuario en el caso de algunas prótesis especiales. Algo similar ocurre, tanto en Andalucía como en Navarra, con determinados fármacos excluidos en la última Ley General del Medicamento. La comunidad andaluza registra también diferencias de cobertura en la conocida como “píldora del día después”, las sillas de ruedas de material ligero (incluidas también en Galicia, Comunidad Valenciana y País Vasco) y, más recientemente, la cirugía de cambio de sexo. En el caso del País Vasco, destaca la mayor extensión de las prestaciones en materia de salud bucodental para los niños. Salvo en los casos del País Vasco y Navarra, como consecuencia de su particular sistema de financiación, resulta difícil justificar ante el resto de las comunidades autónomas estas diferencias en las prestaciones, en ausencia de un mayor esfuerzo fiscal territorial. En opinión del director de la publicación, “es cuanto menos dudoso que las prestaciones anteriores puedan fundamentarse en criterios de equidad poblacional y por ello financiarse con recursos de solidaridad interterritorial”. Según los autores, los problemas principales( más allá de los derivados de cambios de domicilio para acceder a los derechos desde otros territorios, que hoy no parecen importantes, aunque pueden llegar a serlo en el futuro si no existe una mayor regulación por parte del Ministerio de Sanidad y una acción coordinada desde el Consejo Interterritorial), radican en las diferencias de acceso por servicios, consumo (por diferencias en educación sanitaria/estilos de vida), o de utilización ( debido a variaciones en la práctica profesional, con las secuelas consiguientes sobre la calidad asistencial ). La información disponible no permite conocer si las CC.AA. han variado sus prioridades desde el traspaso de competencias hacia los objetivos de salud, dedicando una mayor atención a la prevención o a la efectividad clínica. En todo caso, para los autores, el reto se sitúa, sobre todo, en conocer empíricamente, si se han producido cambios en el terreno más decisivo; es decir, en el modo en el que se ejerce la práctica clínica. Los cambios en el nivel operativo parecen inferiores a las transformaciones en las estructuras organizativas. La planificación por estructuras o dispositivos (en lógica financiera) predomina aún sobre la que debiera representar una planificación por “necesidades” (objetivos asistenciales) dentro de los diversos territorios. Los objetivos de los planes de salud continúan sin traducirse en planes operativos de servicios. Como resultado, no se puede afirmar que el proceso de transferencias haya habilitado mejor a las CC.AA. para conseguir los objetivos internos de salud. De esta forma, la descentralización no parece haber servido para cambiar el paradigma de planificación por estructuras, ni avanzar en el terreno de la calidad de la práctica clínica (la importante variabilidad registrada así lo subraya). Sin embargo, el País Vasco muestra hoy más que nunca un sistema sanitario de elevado nivel de recursos tecnológicos, que es muy valorado por sus ciudadanos. Cataluña ofrece un dispositivo asistencial de calidad y equidad territorial de acceso, y Andalucía registra una intensa evolución en su sistema sanitario, tanto en recursos como en resultados de salud y satisfacción, si bien partía, en general, de niveles inferiores. Si desean más información pueden dirigirse al Institut d'Estudis Autonòmics (933429828) o al Departamento de Comunicación de la Fundación BBVA (913746797 o 944874479) Evaluación de las políticas de servicios sanitarios en el Estado de las Autonomías Gasto per cápita: incrementos anuales y coeficientes de variación* Incrementos anuales (%) Gasto per cápita España Andalucía Cataluña País Vasco INSALUD-GD Coeficiente de variación 91-99 76,9 81,2 84,9 84,6 69,3 91-95 45,7 46,0 47,0 47,8 35,6 RanK (min-max) 96-99 14,3 20,5 20,4 17,2 16,7 91-99 91-95 96-99 0,020/0,039 0,020-0,031 0,031/0,039 El coeficiente de variación es una medida de dispersión (desigualdad) y se calcula como ratio entre la desviación de los valores observados y su media. FUENTE: Elaboración propia a partir de datos del Insalud (Ministerio de Sanidad, Datos y Cifras, 1999). * Capacidad financiera per cápita (SISTEMA NACIONAL DE SALUD =100). Año 1999 Evaluación de las políticas de servicios sanitarios en el Estado de las Autonomías Los autores de la investigación El profesor Guillem López i Casasnovas, director de la obra, es licenciado en Ciencias Económicas y en Derecho y doctor en Economía Pública por la Universidad de York. Ha sido profesor de Hacienda Pública de la Universidad de Barcelona, visiting scholar en el Institute of Social and Economic Research (Reino Unido), en la Universidad de Sussex y en la Graduate School of Business de la Universidad de Stanford (EEUU). Desde junio de 1992 es catedrático de Economía en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, de la que ha sido Vicerrector, y actualmente es Decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales. Desde 1996 dirige el Centre Especial de Recerca en Economía i Salut (CRES-UPF). Entre los responsables de las distintas secciones figuran Gloria Bardají, jurista de la Generalitat de Catalunya, experta en Derecho Administrativo y profesora asociada en la Universidad de Barcelona; Beatriz González, catedrática de Economía Aplicada de la Universidad de Las Palmas; Esteban de Manuel, médico experto en Salud Pública y ex subdirector de la Escuela Andaluza de Salud Pública; Laura Pellisé, Máster por la Universidad de Harvard y profesora asociada durante la preparación de dicho libro en la Universidad Carlos III de Madrid, y la doctora Ana Rico, licenciada en Sociología y profesora del Departamento de Ciencias Políticas de la Universidad Pompeu Fabra durante la realización de los trabajos y coordinadora de los distintos aspectos técnicos del libro. Asimismo, han participado en distinta medida en la confección de los diversos capítulos Joan Sánchez y David Casado, investigadores del Centre de Recerca en Economia i Salut de la Universidad Pompeu Fabra; Montserrat Viñas, de la Generalitat de Catalunya; Rosa Miñarro y Pilar Gutiérrez, de la Escuela Andaluza de Salud Pública; Patricia Barber, Jaime Pinilla y Fayna Alamo, de la Universidad de Las Palmas; Isabel Truyol, Ángela Blanco y Francisco Sánchez Prieto, del Ministerio de Sanidad y Consumo; y Santiago Pérez-Nievas, de la Universidad Pública de Navarra.